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Bueno empecemos por mi etapa en la primaria con una de mis anécdotas favoritas que trata

sobre la vez que hicimos un viaje de estudios a la ciudad de Chiclayo en donde


Visitamos el famoso Mercado de Brujos, conocido por sus curiosos productos y creencias
esotéricas. Mientras caminábamos por los pasillos llenos de hierbas medicinales y amuletos,
me llamó la atención un puesto donde un hombre vendía "piedras mágicas" que
supuestamente tenían poderes curativos y protectoras.

Intrigada por la idea de tener una piedra mágica, decidí convencer a mis padres para que me
compraran una. El vendedor me mostró una variedad de piedras de diferentes colores y
tamaños. Después de pensarlo cuidadosamente, elegí una pequeña piedra azul que según él
tenía propiedades para atraer la buena suerte.

Emocionada, llevé mi piedra mágica en el bolsillo mientras continuábamos explorando la


ciudad. A medida que caminábamos por las calles de Chiclayo, comencé a contarle a todos
sobre mi "piedra mágica" y cómo me convertiría en la persona más afortunada del mundo.

Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado. Al cruzar una calle muy concurrida, mi piedra
mágica decidió deslizarse de mi bolsillo sin que yo me diera cuenta. No fue hasta que llegamos
a un café cercano que me di cuenta de que mi preciada piedra había desaparecido.

Entré en pánico y comencé a buscar desesperadamente en mis bolsillos y alrededor de mí. Mis
padres trataron de consolarme y me recordaron que la suerte no dependía de una piedra, sino
de nuestras acciones y actitudes.

Aunque me sentí decepcionada, decidí no dejar que la pérdida arruinara mi día. Continuamos
disfrutando de la hermosa ciudad de Chiclayo, visitando museos y probando deliciosos platos
típicos. La anécdota de mi piedra mágica se convirtió en una fuente de risas y bromas durante
todo el viaje.

Al final, aprendí una valiosa lección de que la verdadera magia y suerte residen en nuestras
experiencias y en la capacidad de disfrutar el presente. Aunque mi piedra mágica se perdió en
algún lugar de Chiclayo, los recuerdos y las risas que compartimos en aquel viaje siempre
permanecerán conmigo como tesoros verdaderamente mágicos

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