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El Mundo Minero: “Una cosa peligrosa”

Haciendo etnografía con los niños de Mojarras en Tununguá Boyacá.

Julieth Natalia Gamboa Virgüez

Trabajo de grado presentado para optar por el título de Antropóloga.

Directora

Ximena Pachón

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Ciencias Humanas

Departamento de Antropología

Bogotá, Junio de 2014


Para:
Nicole
Stiven
Fidela
& Soley

Por su presencia e inspiración.

En medio de la ausencia de una Avenida.


ÍNDICE

¡GRACIAS! 4

APERTURA
Introducción. 8

Metodología. 9

CAPÍTULO A
Mundo Minero:
De la narrativa de los niños, sus dibujos y las categorías del mundo minero. 12

CAPÍTULO B
Una cosa peligrosa:
De huecos, la mina y el trabajo. 24

CAPÍTULO C
Se lleva lo que pille por delante:
De volcanes, encantos y muerte. 49

Para hablar más de ellos. 66

CIERRE
Lo que se aprende de autores, lo que se aprende en campo y la forma de
indagar desde la antropología. 71

INSEPERABLES 75

BIBLIOGRAFÍA 89
¡GRACIAS!

“Los agradecimientos en una tesis, no son más que la exclusión de los no nombrados”.

Esta frase surgió el 20 de junio del 2013, cuando me reencontraba con Jhon, mi parcero. Ese día
pensé, que la memoria es algo mediático, recordamos casi siempre lo más próximo, lo último y que
cuando nombramos a alguien, estamos también excluyendo los no nombrados. Por ello quise
recordar mucha gente y que estuviese aquí, pero parafraseando al profesor Luis Alberto Suárez
Guava, a la gente no le importa tanto que lo nombren, sino que se diga algo de ellos, ese es el reto.

Algunos ya fallecidos, unos vivos, unos siempre felices y otros tan melancólicos que parecen
muertos en vida.
Gracias a la señora Soley Virgüez, o marijolita: mi mamá ¡gracias! A las hermanas de yo: Leidy y
Mica. A Alirio, la tía Elsy, el tío Israel por dejarme viajar en su camión, mi profe, a mi abuelo
Celimo, a Dayis, Maru, Karu y Jhonny; mejor dicho a los Virgüez, de quienes heredé su mal genio
intacto, reír fuerte y la toriadez con la cual han asumido el mundo.

Tantas y tantos profesores. Allá en Tununguá: Reinel Cano, Rocelia Carrero y de nuevo Nohora
Alba Monroy (mi profe), Israel Rubio, Nestor Villate… Los de la ciudad: Gerardo Patiño, Alejandro
Montoya y Jenny Álvarez. De la nacho: Luis Carlos Trujillo, Carlos Páramo, Myriam Jimeno,
Ximena Pachón, Luis Alberto Suárez y Clemencia Navarro.

Al grupo de parceros de la escuela, del colegio en Tununguá: Ronal C, Anyela, Irene, Crazy Has,
Wilmer, Andrés, Angélica, Fabián. A Doris, Jeimy, Cucho, Jorge C. A los del ISPA: Sindy, Mapu,
Guzmán, Stepha, Camilo, Adriana. Al chico de Albania, a Son por la inmensa ayuda. A esas tragas
malucas y platónicas como el Pibe Valderrama y Melendi.

A las viejas a quienes les “tutiaba” inicialmente y luego les hablé como de verdad quería, entre ellas
Laura Chaustre, quien terminó también haciendo tesis en Tununguá, yo una vieja de pocas amigas,
encontré en ella una amiga. A Edward, con quien aunque rabona siempre, también mi amigo. A
todos los Nacumes. A Todos los que han ido a Tununguá y los que faltan por ir.
A Diego por cada sonrisa en una Avenida.

Al baloncesto por generarme libertad, el olor de la guayaba y de la mata de café, únicos olores que
detecto, al billar. A quienes no recuerdo su nombre o he olvidado a propósito, al man con quien
compartí dos cuentos. A mis vecinos Don Carlos y Doña Bertina.
Como no tengo mascotas, a la que tuve en mi infancia en Tununguá: Tribilín, su nombre no fue por
el personaje de Walt Disney sino por el de Fuego Verde.
Gracias a la música del Charrito Negro, Luis Alberto Posada, Darío Gómez, Jhonny Rivera,
Zarabanda, Dario Dario, Gato Negro, Uriel Henao, Hermanos Ariza Show, al grupo Miramar. A la
música de rockola. Y especialmente a los Tigres del Norte y Melendi simplemente mis favoritos.

A Guillermo, el Ingeniero Químico de ojos bonitos. El chico guapo.

A la hija de mi hermana: Nicole, mi amiga, porque somos “las mejores amigas del universo”. Por
supuesto a Stiven. Ellos con cinco y siete años y yo con más de veinte. Son quienes más extrañé en
campo.
¡Gracias Abuelita! Ana Fidela Díaz, diez años después sigue viva en mi vida, a sus mejores amigas:
La comadre María, quien siendo la madrina de mi mamá, terminó siendo la comadre de todos
nosotros, a las finaditas Marina y Anita.

A diecisiete niños que se convirtieron en diecisiete razones: Sofía, Luna, Dayana P, Dayana V,
Cristina, Santiago, Jordy, Karen, Johan, Juan Pablo, Diana, Blanca, Geney, Jesica, Jeison, Diego y
Pedrín. Por cada día en la escuela, por enseñarme a querer la vida y ser fuerte en un momento tan
difícil, más allá de aprender sobre el mundo minero, aprendí que compartir es un don que pocos
tienen, me compartieron su comida, su espacio, sus miedos y tantos secretos que no aparecerán en el
texto porque son eso, secretos. A los niños de la escuela de Vijagual y los del Centro. Al profesor
William.

A todas las personas de Tununguá que siempre me apoyaron, a toda la gente que por el camino uno
se cruza y se dice ¡adiós!

Adiós.
Esmeralderos. Fernando Botero

Yo sí me juego la vida
como el gallo en los palenques,
con el pico y las espuelas
buscando las piedras verdes;
aquí metido en la mina
pa’ver si cambia mi suerte.

Son muchos los invitados


y pocos los escogidos:
veinte o treinta potentados,
los demás siguen conmigo
con el alma esperanzados
en que un día seremos ricos.
A veces me da tristeza
mirar cómo pasa el tiempo:
yo parado en la riqueza,
¡pero andando sin un peso!
Mirar que otros las encuentran,
¡saber también cómo han muerto!

He buscado en Peñas Blancas,


en Chivor, Muzo y Coscuez,
y yo pienso que allá en Quípama
o en Otanche puede ser;
Santa Rosa y Maripí,
Gachalá, Muzo y Coscuez,
y yo pienso que allá en Quípama
o en Otanche puede ser.

Con lo poco que consigo


me divierto a mi manera,
con mujeres y traguito
o apostando en las galleras,
o en el carro de un amigo,
¡andando a ciento noventa!

Me imagino yo con plata


los lujos que me daría:
unos treinta guardaespaldas,
buenos carros, buenas chicas,
buenas joyas, buenas armas,
pagando y dando propina

Fuego Verde. Los Rangers del Norte


Apertura

Introducción.

A partir de la pregunta problema: ¿Cómo conciben los niños de Mojarras el mundo esmeraldero?
podemos dar cuenta de aspectos importantes, el primero es lograr un acercamiento a las formas
como los niños dan cuenta de su entorno, específicamente sobre lo que pasa en las minas de
esmeraldas en el occidente de Boyacá y entorno a ellas. Ellos siendo habitantes de Tununguá, un
municipio que aunque está ubicado en la zona de occidente, ha sido un lugar de frontera, dado que
no hay minas allí, pero si ha sido un pueblo en el cual muchas personas, en su mayoría hombres,
han miniado en Muzo, Pauna, Otanche, Coscuez, Borbur y otros. Lo interesante está en escuchar a
estos niños quienes saben, conocen y construyen historias entorno al mundo minero; ellos
identifican lo que sucede a su alrededor, aquí se pretende resaltar lo que ellos dicen y expresan
sobre el tema.

Se debe tener en cuenta que Tununguá es un lugar del que poco o nada se ha escrito o
referenciado; pues la literatura sobre la región ha dado cuenta de los municipios de impacto
directo como los mencionados anteriormente. Por ahora con Laura Chaustre intentamos decir algo
sobre el municipio, intentamos contar lo que nos contaron, porque ella también desarrollo su tesis
en Tununguá, al tiempo que yo lo hacía.

En esta ocasión quisiera aproximarme a la forma como los niños y niñas dan cuenta de todo lo que
gira entorno a las minas, no solo desde la dinámica económica, sino simbólica; en este caso el
mundo minero en el Occidente de Boyacá, dado que hay una cercanía territorial y muchas
personas de Tununguá han trabajado como mineros u obreros en las minas, por ello no es un tema
aislado para los niños, además desde la escuela donde ellos estudian, se ve y escucha “totiadera”
de una mina en Pauna. El principal propósito es contar lo que los niños interpretan, explican,
creando una visión particular sobre los elementos que constituyen ese mundo minero; resaltando
que son ellos quienes cuentan y que sus narrativas por medio de la palabra, la escritura y el dibujo,
son formas creativas de expresar su conocimiento.
Metodología.

Indudablemente la etnografía es el principal método de investigación utilizado en este trabajo,


consistió en ir a Tununguá temporadas largas el año pasado, pasando la mayor parte de tiempo en
la escuela de Mojarras, durante toda la jornada escolar, contando con el debido permiso de
rectoría y el profesor. De etnografía diré que fue estar con los niños de la escuela, preguntando,
compartiendo, comiendo, jugando, escuchándolos, en definitiva acercándome a su contexto hasta
donde ellos lo permitieran. En la escuela asistían durante ese año diecisiete niños y niñas, sin
embargo las principales actividades fueron desarrolladas por los más grandes, los chicos de
tercero, cuarto y quinto.

En cuanto a técnicas, importísima resulta la escritura en el diario de campo, escritura casi diaria,
convirtiéndose en recordatorio, en guía y memoria. También hice uso de la red de asociaciones,
consiste en que de una palabra se desprenden otras que se relacionan con la inicial, por lo general
ésta va en el centro. En psicología es común esta técnica, solo que a las personas se les pide que las
palabras tengan unos valores numéricos, mas cuantitativa la cosa, aquí sirvió para ir estructurando
el tema, permitió también ver como a lo largo de las narrativas y del dibujo, la muerte, la riqueza,
las esmeraldas y demás palabras escritas fueron reiteradas y con ello ir construyendo una
entrevista semiestructurada, que tenía los siguientes aspectos: contexto familiar y personal del
niño, la mina, los volcanes y los encantos.

Otra técnica o más bien actividad realizada, fueron los dibujos de las minas, hechos también por
los niños de mayor edad. Dibujos plasmados en papel acuarela con ecolines, la única indicación fue
que dibujaran una mina de esmeraldas, entregándoles el material; posteriormente hicimos una
socialización grupal, ellos tenían su dibujo en frente y contaban qué habían dibujado, algunas
veces, los demás también comentaban sobre el dibujo de su compañero; por ello, en el capítulo A
en las narrativas encontrará conversaciones entre dos o más niños sobre un mismo dibujo o idea,
posteriormente realicé preguntas de manera individual también sobre los dibujos, teniendo
asimismo a la mano la red de asociaciones de cada uno, para que tanto ellos como yo viéramos
que tenían de similar y diferente, comparando texto e imagen.

Finalmente, realicé de manera individual entrevistas semiestructuradas con el mismo grupo de


niños, (¿por qué con los mayores y no los pequeños? porque los más pequeños eran realmente
muy pequeños, sus edades oscilaban entre cinco y seis años, lo cual para mí resultó difícil de
manejar, con ellos compartía mucho tiempo también, pero en realidad no les preguntaba mucho
sobre las minas) llevadas a cabo en el salón de informática donde también almorzábamos. En
algunas ocasiones si el niño que estaba hablando lo permitía estuvo o estuvieron compañeros
presentes. No todos quisieron participar en las actividades, les daba pena hablar en grupo o a
solas, pues algunos hablaban hasta por los codos estando acompañados y estando solos eran muy
tímidos o todo lo contrario, en grupo eran muy callados, también por la grabadora, pues una vez
apagadas me contaban más cosas o simplemente prefirieron estar jugando en el computador,
porque la dinámica en la escuela de Mojarras es esa, cumplir con tareas para luego pasar al portátil
a jugar, nunca les pedí que dejaran de hacerlo, más bien intenté que hiciéramos otras actividades y
con el tiempo algunos disminuyeron el tiempo que pasaban frente a la máquina.

El registro del trabajo en campo se realizó como ya había mencionado en el diario, así como la
organización de la información, usando también NVivo, un software que facilita la organización y
visualización de la información para el análisis, usado especialmente para la codificación de las
entrevistas, que son el grueso de todos los capítulos, porque me permitió un mejor manejo de las
narrativas para citarlas.

Como fueron actividades realizadas durante el día, de fondo escuchábamos gallos finos cantar
constantemente, al igual que el ruido de las chicharras 1. Así que al leer las citas textuales tomadas
de los niños, imaginemos los ruidos de fondo, imaginémonos un lugar de tierra caliente; un
municipio del Occidente de Boyacá. Imaginemos los niños hablando. En general al leer esta tesis o
parte de ella creamos que hay ranchera de fondo, cantos de pájaros y gente que habla boyaco,
bueno, por lo menos yo la escribí con música a todo volumen y ante algunas dudas le preguntaba a
mi tía Elsy, ella me ayudó con varios pies de página y cuando no estaba me la imaginaba
explicándome. A mí, esto me remite al sol y el bochorno de esos días, inevitable recordaré los
chicos, sus risas y burlas, la seriedad o sonrisa en sus rostros cuando hablaban de la muerte,
recuerdo cuando contaban anécdotas o se las inventaban y eran igual de válidas. Imaginemos

1 Es un pequeño insecto que se escuchan cuando calienta fuerte, luego del canto mueren, cantan para
morir, mueren cantando. Se revientan, se totean, algunas veces se escucha cuando "explotan" es similar al
sonido de los grillos en las noches, solo que más agudo y constante.
también el olor de la bienestarina que anunciaba el descanso y el almuerzo. Imaginemos diecisiete
niños.

Hay conclusiones a lo largo de todos los capítulos, por ello no hay un capítulo final llamado
conclusiones, pero sí uno de cierre, porque creo que no tiene sentido desvincularlas del texto, por
ejemplo en el capítulo A la parte donde expongo y defino las categorías importantes, es bien una
conclusión, al igual que los dibujos y las narrativas de los niños, intenté que la mayoría de niños de
tercero, cuarto y quinto estuvieran presentes. La muerte y los volcanes resultaron ser dos temas
interesantes, por ello están presentes en todos los capítulos y en ellos las aproximaciones son a su
vez conclusiones, una vez más para decir que las conclusiones están a lo largo del texto,
sustentando por qué el mundo minero es una cosa peligrosa.

Sin embargo en el capítulo C, en la parte “Lo que se aprende de autores, lo que se aprende en
campo y la forma de indagar desde la antropología” aborda conclusiones más de tipo
metodológico y aborda algunos antecedentes y referentes conceptuales.
Capítulo A.

Mundo Minero:
De la narrativa de los niños, sus dibujos y las categorías del mundo minero.

Este capítulo es el capítulo A porque uno de los objetivos en la tesis, es visibilizar el conocimiento
de los niños sobre el mundo minero desde su creatividad; que lo que ellos dicen y dibujan es
importante y central, es el sustento y argumento para entender dicho mundo desde categorías que
surgieron a lo largo del trabajo de campo, escuchándolos, compartiendo, preguntando, viéndolos
dibujar, total desde ellos mismos, lo que yo hice fue dar relevancia a algunas más que a otras,
repitiendo en las charlas las palabras que ellos decían, tratando de esperar que abordaran más y
más sobre el tema, tratando de entenderles. Porque en la reiteración encontré una forma de
organizar ideas, una forma de escuchar.

Entonces este capítulo tiene tres secciones, la primera es la parte superior donde está la narrativa
de los niños, son fragmentos de entrevistas y de socializaciones realizadas y grabadas, fragmentos
que se encuentran en letra cursiva porque son sus propias palabras con los respectivos nombres de
los niños; son apartados que describen los dibujos que realizaron o explicaciones sobre alguna
categoría. En el centro están los dibujos realizados por ellos, dibujaron una mina de esmeraldas,
éstos están sin descripción porque la idea es que la imagen cuente una historia, que los colores
trasmitan algo, pero al leerlos pueden estar acompañados por las diferentes narrativas de los niños
de la parte superior. Los dibujos fueron realizados el mismo día, todos los niños estaban
trabajando en la misma mesa; tienen elementos comunes por lo cual pueden ser leídos con una
narrativa diferente a la del niño que lo hiso, para así ver en contexto todo lo que ellos saben y
cuentan. La última parte es mi propio ejercicio de escritura, intento explicar las categorías
importantes que se abordan en los capítulos siguientes: hueco, mina, esmeralda, trabajo, riqueza,
volcán, encanto, muerte y suerte. Las siguientes son unas cortas indicaciones para abordar este
capítulo.

Pase cualquiera de las hojas en el orden que desee, todas las narrativas describen los dibujos o
cuentan una breve historia y las imágenes pueden leerse por sí mismas al igual que las diferentes
definiciones de las categorías del mundo minero. Al inicio encontrará una hoja en blanco también
cortada en tres partes, con el fin de que lea el mundo minero en la clave que desee: narrativa
desde la voz de los niños, a partir de dibujos de las minas o por medio de las definiciones de
algunas categorías importantes. Mejor dicho, cualquier combinación es posible.
Geney: Aquí era cuando estaba la mina, eran negras aquí... aquí era cuando las piedras y las
rompieron y salieron las minas, todo esto pedazos. Y aquí eran una ventana con minas pegadas y
esto es un río. - ¿Por qué rojo el río?
Johan: No ve que ahí mataron una persona.
Diego: Porque el río iba encantado.
Johan: No, iba crecido
Geney: Ahí iba crecido y acá, las minas y las piedras y aquí es cuando salió el sol y las minas
brillaban, aquí es cuando salió el sol y brillaban y aquí cuando aquí eran las montañas llenas de
minas.

Un Encanto es una crecida muy grande que lleva riqueza. Una crecida es cuando las quebradas
llevan mucha agua al llover. El encanto es toda el agua que baja, porque el agua de una
quebrada se mueve en bajada, va para más abajo y a su vez la guaca que lleva. Esta crecida muy
grande lleva oro o esmeraldas que pueden tomar alguna forma tal como un toro o un duende,
esa guaca no se puede coger porque el encanto también es una cosa peligrosa.
Juan Pablo: Eso es como el sitio que dije que está trabajando, encierran y van y para que no entre
gente ahí a eso /la mina/ está ahí en el lado del río, allá hicieron una casa para que durmieran ellos
- ¿Cómo una ranchería? Juan Pablo: Sí, si como una ranchería, como en el maíz siempre hacen que
pa no irse pa la casa que les queda lejos.
- ¿Y por qué matan?
Juan Pablo: Porque a veces roban las esmeraldas y lo pueden matar... A veces descansan,
descansan de noche, trabajan de noche, trabajan de día, todos los días tienen que trabajar, le
pagan común y corriente como le pagan a uno acá su día, quedías hizo, allí ya empezaron a
trabajar otra vez, eso sigue una totiación de piedra, quedías totió una piedra, totió duro duro como
mucha pólvora.

La orilla de la carretera parece desbordarse como se “desborda” un volcán. De hecho personas


que visitan por vez primera el Occidente de Boyacá, aseguran ir a un hueco, todo el Occidente
es un hueco, Tununguá es un hueco, Mojarras queda en un hueco. Las minas de esmeraldas
están en hueco y tienen huecos.
Karen: Aquí están sacando la piedra, la estaban partiendo la esmeralda y aquí está este señor
que está picando, está con una pica, está sacando otra que está aquí metida y este señor viene
también a trabajar acá. Tienen esmeraldas y son a veces con piedras ¡grandes! y con eso uno
puede comprar lo que quiera, sino que a veces es muy peligroso porque pueden matar a la gente
y cuando eso se derrumba puede estripar a la gente (risas). Un tío mío también trabaja en eso...

Un volcán es un derrumbe. Es cuando la tierra se viene encima, se rueda, se desvolcana o


desliza. Es movimiento y momento. Es un espacio que se construye en sí mismo una vez
derrumbada la tierra, y es ahí, en esa misma acción del movimiento de la tierra, el momento en
el cual un lugar cobra sentido.
Pedrín: A lo que se hace arto montón, enton la tierra se empieza a deslizar y ¡suá! se va toda y lo
que va pillando el volcán se va llevando… Casi todo puede hacer un volcán.
Johan: Pues claro, pero tiene que ser en deslizadero.
Pedrín: Como decir en una loma, como decir allá en esa loma usted puede amontonar un poco
de tierra.
Johan: Sí, allá arriba se puede hacer.
Pedrín: Digamos pueden amontonar la tierra y se derrumba la tierra.
Johan: Se derrumba la tierra otra vez.

La mina de esmeraldas es una montaña o loma donde mineros, guaqueros, esmeralderos o


simplemente obreros trabajan en la búsqueda de riqueza. En búsqueda de suerte. Es un lugar
donde ocurren volcanes. Una mina también está conformada por cortes, tiene socavones,
túneles, juracos o huecos por los cuales internarse. Es una cosa peligrosa; la muerte está
presente todo el tiempo dentro, fuera y lejos de ella.
Diego: Primero esto antes eran minas, llegaron los animales y lo derrumbaron todo. Primero era,
lo que le dije, primero era algo muy bonito de minas… Señores cogiendo la mina, esto cogiendo
la esmeralda, aficionados a coger la esmeralda y aquí después de muchos años después pasaron
los animales y derrumbaron todo de la mina… Las piedras que van cayendo y esmeraldas que se
derrumbaron (lo amarillo y verde)… El cielo mire y mire elefantes que se cayeron mire.
Johan: Yo no le veo nada ¡Jé!
Diego: Sí mire, aquí va un carro llevando toda la esmeralda mire.

Los socavones se hacen para ingresar a la mina, en búsqueda de las esmeraldas; en ello consiste
el trabajo en las minas, que mientras se hacen estos huecos, se derrumba tierra, pero se buscan
esmeraldas, se busca fortuna, riqueza. El trabajo en las minas consiste en buscar o encontrar,
dicha búsqueda se relaciona con la suerte, se puede ser de buenas o de malas. Se puede
encontrar o morir en el intento.
Johan: Es que hay muertes cuando que, pues porque gente cuando se roba la esmeralda, eso no
tiene salida por donde escapar porque lo van matando con bala, con un picazo en la porra, pues
porque cuando ellos se van a meter en el hueco, hay un hueco y ahí y de ahí sacan, de ahí ellos se
meten y de ahí sacan esmeralda y por ahí se le caen piedras encima y mueren y una vez un señor
se tiró un balinazo para romper la piedra entonces no pudo, entonces el man se fue por allá,
metió el tiro y abrió la piedra y se fue ahí para allá y se le cayó una piedra encima y lo mató y yo
miré que a los diez minutos llegó un helicóptero allá.

La esmeralda es una piedra preciosa y codiciada que se busca en las minas. Significa dinero y
riqueza. La esmeralda es también la mina. Al igual que una guaca se encuentra cuando hay
suerte, cuando se es de buenas en una mina o en las quebradas al bajar un encanto. Una guaca
es una esmeralda u oro, algo valioso que se encuentra de manera azarosa.
Jesica: Resulta de que acá y salió una piedra y las personas están rompiendo la piedra y una
mina, aquí viene el fefe y aquí el fefe va a recoger la piedra, la mina. Van a romper de nuevo otra
piedra, entonces aquí resulta de que el sol alumbró y el señor miró la piedra que brillaba y
entonces el señor la recogió y se la llevó y cuando esto, lo mataron - ¿Eso verde, esa montaña,
eso qué es?
Jesica: Un volcán sino que como le iba a echar, la quería pintar como de color anaranjadito,
como un volcán, pero no, se le corrió el color y del volcán salió esta piedra grande y ahí salió la
mina.
- ¿Cuál es la mina?
Geney: Éstas piedritas,
Jesica: Sí, la esmeralda.

La muerte en el mundo minero se puede dar en dos vías, por un lado de acuerdo a las causas;
muerte a mano armada y por accidentalidad y dependiendo el lugar donde se presente en
relación a la mina: dentro, cerca y lejos. Las minas de esmeraldas son un lugar de suerte y
muerte.
Diego: Por ejemplo, las minas es algo muy peligroso también porque uno puede estar
trabajando, cogiendo la mina y a veces explota, puede explotar la mina y por eso han muerto
artos en la mina y a veces también es muy peligrosa porque explotan las piedras y caen encima,
uno va acoger una ésta, una piedra y le da muy duro y se derrumba la mina y pueden morir.

La suerte es el valor simbólico de la probabilidad de encontrar o no algo, en este caso riqueza.


Se puede poseer o al igual que las esmeraldas encontrarla.
La suerte es riqueza e infortunio.
Geney: ¡Ole! Juan Pablo ¿Y si uno tiene que darle por obligación al patrón?
Juan P: Por obligación, un día por allá, en una mina un man se encontró una esmeralda y se la
tragó
Jeison: Lo mataron.
Juan Pablo: No, le dieron algo y lo hicieron escupir.

Una crecida arrastra oro, esmeraldas o guacas; éstas son riquezas que se mueven, pero no se
pueden coger porque esa crecida es muy grande, es un encanto y se lleva todo a su paso,
también mueve la tierra del borde de las quebradas, crea volcanes y de ellos a su vez pueden
surgir riquezas que estaban ocultas para ser arrastradas y movilizadas por un encanto. En las
minas de esmeraldas la fortuna está representada en la mina misma y las esmeraldas,
encontrarlas es hallar fortuna, pero solo encuentra quien es de buenas, quien tiene suerte.
Huele a aire de primavera, tengo alergia en el corazón,
voy cantando por la carretera, de copiloto llevo el sol…
Voy, caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa
…sin complejos ni temores, canto rumba de colores

Caminando por la vida. Melendi.

Capítulo B.

Una cosa peligrosa:


De huecos, la mina y el trabajo.

Trata del recorrido y las sensaciones que un lugar genera. De lo que los niños de Mojarras, dicen,
saben, conocen, imaginan y reconstruyen sobre las minas de esmeraldas. Mojarras es una vereda
de la parte baja de Tununguá, al Occidente de Boyacá. Zona también reconocida como Territorio
Vásquez y región esmeraldera. Tununguá es un municipio fronterizo de Pauna, donde el mayor
referente son las minas de esmeraldas. Pauna es la “puerta verde de Colombia” aunque en
realidad, no es el centro de mayor explotación esmeraldífera, como sí lo son Otanche, Borbur,
Muzo, Quípama y otros municipios. Las minas y las esmeraldas son representativas a nivel
nacional; basta mirar una de las estrofas del himno del departamento: “En su entraña hay jardines
de hierro, está el oro en el rubio aluvión, parpadea la verde esmeralda, en la niebla del gris
socavón”2 aludiendo a las minas no solo de esmeraldas y mostrando efectivamente elementos
propios del mundo minero; la niebla, esa que es oscura y espesa, y el socavón, por donde se
adentra a las minas. Cabe decir que los niños no nombran tanto la palabra socavón, hablan más de
“túneles” y “huecos”. Del mismo modo, en el Himno Popular de Boyacá sobresale: “Surco los
campos con el acero, que da la entraña de aquestas tierras, y de sus rocas esmeraldinas, le doy al

2 Establecido bajo la Ordenanza 47 de 1967. Autor: Pedro Medina Avendaño. Compositor: Jorge Camargo
Spolidore.

24
mundo preciosas gemas”3 nuevamente menciona la variedad de minas, que en el departamento
hay y el valor significativo de las esmeraldas, “ser preciosas”.
Jesica, una niña de nueve años, quien cursa cuarto de primaria, ella vive en Mojarras. Es un poco
seria, le encanta jugar fútbol bajo el ardiente sol, tiene el pelo no muy corto, no muy largo, siempre
sonríe y lo hace fuerte, como fuerte es su carácter; siempre al lado de su hermano Jeison, siempre.
Cuando de jugar fútbol se trata están en el mismo equipo, ella generalmente de arquera y él de
delantero o ambos punteando, listos para hacer gol, luego de haber realizado pases entre sí. De
Tununguá ella dice:

Tununguá es un pueblito chiquito que lo crearon antes de que mi mamá


naciera, mi mamá, ella ha vivido desde cuando ella nació en Tununguá,
Tununguá es la comunidad de nosotros, nosotros vivimos felices porque
Tununguá, no es tan peligroso como en otras partes, hay menos carros,
menos peligro de accidentes y eso, entonces por eso es que mi mamá
siempre ha vivido en Tununguá4

Trata también del encanto que un lugar genera y de los Encantos, Encanto en mayúscula, pues
hace referencia a una de las categorías del mundo minero. Es una crecida muy grande. Cuando el
agua pasa, se lleva cosas y deja otras, de volcanes, trabajo y de la muerte misma; diecisiete niños,
fueron quienes sacaron esto a relucir, hablando, escribiendo, dibujando, mejor dicho, logrado por
medio de la etnografía. Ellos, en el momento de la escritura y la re-escritura, (porque estos
párrafos muchas veces fueron leídos y leídos para ser re-escritos, no hay nueva escritura sin una
última leída) se convirtieron en inspiración y esto es lo aprendido con ellos.

Para llegar a Tununguá, antes había línea directa desde Bogotá. Eran buses de la Empresa Reina, de
esos grandes, de esos que generalmente van por trocha, que son los caminos sin pavimentar, muy

3 Bambuco reconocido también como Himno departamental. Establecido bajo la Ordenanza 008 del 1994.
Autor y compositor: Héctor José Vargas Sánchez. Arreglos e instrumentación: Raúl Rosero.

4 Entrevista a Jesica el 17 de octubre del 2013.

25
comunes en Colombia, buses en los cuales los trayectos son perdurables. Hoy esos buses aún se
ven en el Occidente, cuando van por ejemplo para Otanche. A Tununguá ya no van. Dejaron de
mandarlos. El transporte está a cargo de las empresas Furatena, Boyacá y carros pequeños de la
Reina. Antes, el bus salía desde Bogotá, llegaba a Chiquinquirá y tomaba la vía hacia Saboyá,
llegando a Albania y finalmente Tununguá. El mapa siguiente, es el mapa político de Tununguá y
está dibujado en una pared en la escuela de Vijagual.
Se llegaba y salía del pueblo sólo a
una hora determinada, había
sólo una ruta. Cuando se viajaba
hacia la ciudad, había que
madrugar, el bus salía como a las
5:00 am, aún estaba oscuro, la
gente estaba lista desde bien
enantes5 y como en todo buen
viaje, había muchas maletas,
lonas y costales con plátano,
yuca, naranja, guayaba, en ese
tiempo cachipay y otros. Hasta se
cargaba y aún hoy, con uno o
varios avichines6 envueltos en palmicha, que solo permite que se asome el pescuezo y la cabeza
del animal, el resto queda cubierto totalmente. El avichín debe quedar bien maniado 7.

Hoy en día, se llega a Chiquinquirá y allí sale en diferentes horas trasporte. La vía se dirige hacia el
Occidente, en un punto hay una Y, que es cuando una carretera se divide en dos, tomando esa

5 Desde antes, bien antes, antes.

6 Gallina o Pollo.

7 Amarrado, bien amarrado. Atar. Apretar. Inmovilizar. También hace referencia a estar incómodo, por
ejemplo, cuando algo o alguien es una carga. Algo muy pesado, como “mucha maleta”. Con muchas cosas
encima.

26
forma de Y. Andrés, hermano de Jesica y Jeison, quien en ese momento, aún no iba a la escuela,
pero que la frecuentaba porque le gusta ir. Es un pequeño de cuatro años, que sonríe mucho,
siempre tiene brillo en sus ojos, le gusta también jugar fútbol, habla demasiado y siempre me
invitaba a su casa, así que un día al pedirle las indicaciones de cómo llegar, describió el recorrido
desde la escuela hacia su casa, haciendo referencia a la forma del camino y los portillos como una
Y, como una “horquetica”. Estas formas son referencias para indicar un recorrido; resulta
interesante cómo las formas de las cosas y las maneras como son nombradas permiten ser una
señal. Su hermana Jesica (si, la misma Jesica que describió cómo es Tununguá), indica el recorrido
desde la escuela a su casa de la siguiente manera:

Uno sube ahí ese puente, sube uno de donde Ricardo pa arribita, ahí hay un
puente, ese puente uno sube y ahí baja una bajadita y en la parte de allá,
hay una horquetica como una, así como una Y, uno sigue allá ahí hay otra,
como dos estaquitas y uno cruza por debajo, sigue el camino y ahí llega a un
puentecito y baja y baja por, el camino lo guía, por un brochecito, ahí queda
mi casa.

Una horqueta8 es un palo añadido en la punta de una vara (incluso, la misma vara puede tenerla
como si fuese una ramificación) formando un ángulo de cuarenta y cinco grados
aproximadamente, bien sea hacia arriba, es decir, como una Y, o hacia abajo, como un gancho o el
número 1. La vara se usa para bajar y recolectar, o como generalmente se dice en Tununguá, para
apiar guayaba u otros productos, permitiendo que no se golpeen tanto los arbustos, ni magullen o
aporreen los frutos. Por otro lado es también un palo, cuyo tronco se divide y puede estar
enterrado sobresaliendo dicha división, permitiendo el paso de las personas, pero no el del
ganado. Otra manera, es un palo unido a otro, por medio de un alambre de púas o alambre grueso,
únicamente en la parte superior de manera permanente así: П o unido pero movible, éste es un

8 Definiciones de la RAE: 2. f. Parte del árbol donde se juntan formando ángulo agudo el tronco y una rama
medianamente gruesa. 3. f. Am. horquilla (‖ palo terminado en uno de sus extremos por dos puntas).
4. f. Arg. Parte donde el curso de un río o arroyo forma ángulo agudo. 6. f. Arg. y Chile. Lugar donde se
bifurca un camino.

27
portillo, parece una puerta. Los portillos son comúnmente usados en las cercas o medianías, para
que haya un paso; las cercas son las divisiones entre una finca y otra o entre potreros. Éstas son las
horqueticas a las cuales Andrés y Jesica hacen referencia, tanto a las bifurcaciones del recorrido,
desde la escuela hasta su casa, como la forma de los portillos, porque todas estas formas de uso de
los palos, pueden ser tomadas como portillos, que al paso de dicho recorrido se encuentran.

Retomando el transcurso del camino hacia Tununguá, en dicha Y una de las vías se dirige a Muzo, la
otra a Pauna. Se sigue por la última. Más adelante, nuevamente hay otra Y, una de las carreteras
pavimentada, la otra en destapada (aunque actualmente se encuentra replanada). Este punto se
llama Piedra Gorda. Se toma la segunda vía, hacia la derecha. Se llega a Briceño y finalmente a
Tununguá.
Hace frío hasta más allá de
Chiquinquirá si se está en Bogotá;
hasta más acá, si se está en
Tununguá. De pronto la niebla
parece acercarse, va cubriendo el
camino, cada vez es más espesa y
blanca; el verde se va opacando y
ahí, luego de una curva, cuando
una peña termina, a la derecha, se
divisa una especie de “santuario”,
semejante a una iglesia pequeña,
pequeñita, donde solo parece caber
la virgen que se encuentra dentro
de ella. Pero en total son tres las
vírgenes que allí hay. Sobre dicho
santuario, sobresale la segunda y
en uno de los costados de la
pequeña capilla, está la tercera. En

28
este lugar, como es habitual también al pasar cerca de un cementerio, las personas suelen
persignarse.
– Es que definitivamente uno empieza a bajar y bajar y teniendo al lado un hueco, en un lugar
donde tantos han muerto. Toca echarse la bendición. Ah! Renuncio. Es lo que alguien podría pensar
o decir al pasar por allí (o bueno, eso es lo que imagino que alguien pensaría, también lo que yo he
pensado). La niebla pocas veces deja ver el paisaje, pero cuando es posible, por el mismo costado a
la derecha, se observa realmente un abismo. A la izquierda, aunque con algo de monte, una
montaña está cortada; se cortó para hacer esa carretera, por donde uno, dos y todos hemos
pasado, todos los que hemos querido o nos ha tocado. Es Boquemonte.

Ese lugar es como una puerta, un referente del Occidente de Boyacá, una región llena de
montañas, huecos y barrancos, de verde. Ese es Boquemonte, así es como las personas en
Tununguá le llaman. Un lugar donde esmeralderos y mineros, murieron lejos de las minas, a manos
de otros esmeralderos y mineros. Donde otros también murieron, donde otros también mataron.
De igual forma lo afirma María Victoria Uribe (1992). “Boca de Monte: un lugar de robos y
asesinatos, donde esmeralderos y viajeros se detienen a encomendarse a la virgen”. Éste también
es el sitio que Helí Valero (2008) describe como Boca ´e Monte “un territorio salvaje” donde la
topografía cambia drásticamente, siendo un lugar “horrible y feo”. Para este autor predomina esa
imagen de selva, infernal y abismal. Durante este recorrido, efectivamente, hay un cambio brusco,
porque la vegetación cambia, en este punto se empieza a sentir tenuemente el calor, porque
generalmente es un lugar frío, por la niebla. Un lugar como ya se mencionó, predominantemente
blanco. Lleno de monte y huecos. Son los huecos en la carretera y a la vez los abismos que asoman
a la vista, la profundidad del paisaje. Aspectos que hacen al lugar una cosa peligrosa.

Boquemonte es también la sensación de llegar o estar próximo a los municipios del Occidente. Es
la “Boca del Monte” el inicio, el ingreso al monte, la selva, desde donde se empiezan a divisar los
abismos, huecos, barrancos, derrumbes, la profundidad, el relieve de la zona. Ahí ya se siente la
zona minera. Es un punto donde muchas veces la gente que va en el bus hace algún tipo de
referencia, bien sea sobre muertes o la peligrosidad del terreno. En adelante se está rodeado de
verde, de diferentes verdes, de monte, de grandes arbustos, aunque en algunas fincas se divisan

29
cultivos extensivos de lulo, tomate, guayaba u otros. Generalmente el paisaje es montañoso, y aún
más, después de Piedra Gorda, donde hay unos paraderos o almorzaderos, y se puede volver a ver
un poco más allá del borde de la carretera, ahora a mano izquierda, más abismos, más huecos.

Esta distancia, se recorre entre cuatro y cinco horas aproximadamente. Un día ese mismo recorrido
se hizo más duradero, por tanto, más largo. Un día, el viaje fue en camión. Por supuesto, luego de
suplicar por más de un año que permitieran a una mujer subirse en el camión. Está mal visto que
una mujer viaje en camión, decía el conductor, agregaba, además que una vieja no aguanta el viaje,
pierde sueño y se cansa. Pero si se duerme también es contraproducente para el chofer, porque le
prende el sueño; adicionalmente, empieza a pedir de todo. Luego del compromiso de no molestar,
no dormir y hablarle todo el tiempo a mi tío para que no se durmiera, me dejó viajar con él. El
recorrido tardó trece horas, claro, teniendo en cuenta los gajes de un camión y del camionero;
cargar, descargar y hablar con mucha gente, comer y hacer negocios.
Me levanté a las 4:00 am. Estuve en el camión a las 4:55 am, feliz muy feliz, era la emoción del gran
momento. Los demás carros eran pequeños, muy pequeños. La silla en la cabina se movía mucho,
pero no importaba. Empezamos a salir de Bogotá y el camino fue largo, todo el camino fue largo,
porque en camión todo es distinto, el camión marcha más lento que el resto de carros, por tanto el
recorrido se hace más duradero. Vi tantas cosas que no había visto en el mismo trayecto. Era feliz,
el sueño intentó rendirme, pero no quería perderme de nada. Ya en Chiquinquirá era muy loco
sentirse en el Occidente, donde hace ocho días hubo atentado (eso decían las noticias) contra Pedro
Orejas. Pasar por la calle donde se hacen los muchileros, cerca de la plaza de mercado y detenerse
frente a esas dos tiendas, que tienen el mismo nombre: “La esmeralda” mientras las personas en
voz baja comentan sobre dicho atentado. Hoy en Tununguá alguien (reserva del nombre) dijo que
ellos viven para eso, refiriéndose a la guerra, el conflicto. De Chinga 9 hasta aquí a Tununguá, el
camino siendo el mismo de siempre, fue diferente, no fue el mismo de siempre. ¡Fui feliz, muy feliz,
tanto como se puede ser feliz al viajar en camión! (¿si hubiese hecho mi tesis sobre camiones y
camioneros? Jm!) Cuando esperábamos al señor del mixto, comiendo empanada y gaseosa, mi tío y

9 Forma abreviada para referirse a Chiquinquirá.

30
el ayudante, acabaron primero que yo, por lo cual mi tío me dijo: ¡los camioneros tenemos que
comer rápido! Inevitablemente pienso en la canción del Gato Negro, El camionero:

Que le ven si manejo un camión,


esa vida es mejor que cualquiera
/de fondo se escucha pitar un camión/
cargo plata y mantengo a lo bien,
si es mujeres tengo donde quiera
Donde quiera cuadro mi camión
me divierto bailando y bebiendo,
si una dama me entrega su amor
le digo adiós cuando este amaneciendo

De frontera en frontera me paso


si me para la ley sé arreglar,
soy tranquilo y no conozco el miedo
por donde ande no me sé rajar

Y tengo combustible pa mucho rato,


verdad de Dios que sí.
Lara laralalaaaa10

Y solo en esa forma de recorrer ese mismo trayecto, se cae en cuenta de que ¡hay tanto que la
velocidad le quita a la vista! Como el camión va más despacio, así también se van dando los
cambios; se puede ir sintiendo cómo el verde se va espesando cada vez más; el olor de la calidez
del clima se siente poco a poco, pero indudablemente, Boquemonte es un cambio inmediato, es
pasar por un verde parejo y claro, para llegar a un blanco espeso y lluvioso si es el caso, para
despertar en un trayecto nuevo, en medio de muchos verdes. El camino pareciera terminar en las
revueltas, porque en esos giros, el monte o las montañas se imponen, como si fuesen paredes y

10 Diario de Campo. Tununguá, 17 de noviembre 2013.

31
por supuesto, acompañado de música popular, norteña, corridos prohibidos, rancheras, vallenatos
y carranga, emitidas por las emisoras: Reina de Colombia y Radio Furatena o bien, por el gusto del
conductor. La Reina de Colombia es la Virgen de Chiquinquirá, a la cual mineros y esmeralderos
suelen encomendarse. Por otro lado Fura y Tena son figuras representativas del Occidente de
Boyacá, son dos montañas o cerros, ubicados en San Pablo de Borbur, estos dos cerros están
separados por el río Minero; representan al hombre y la mujer. También son el nombre de dos
esmeraldas, Fura es la esmeralda más grande en el mundo, hallada en Muzo, al igual que Tena,
siendo la más valiosa En Boquemonte se empieza a bajar, a descender. Se está llegando a la zona
esmeraldera. En este caso a Tununguá, que por cierto es un “hueco” como suele ser afirmado
tanto por los mismos habitantes como por visitantes, generalmente de manera despectiva. Porque
geográficamente su altura promedio, sobre el nivel del mar, es de 1200m. Pero no es solo por estar
en un hueco; es también por la lejanía y la distancia, porque así como ser de otro lugar, es ser de
lejos, aunque realmente no sea muy distante, es ir a un hueco. En este caso, ir en bajada,
aproximándose a la “profundidad” y el bochorno, a los zancudos. Sin embargo, hay otros factores
que definen un hueco; en este caso, los problemas económicos, la falta de oportunidades
educativas y laborales, la inclemencia del sol y el éxodo de la población juvenil hacia la periferia.
Eso hace a Tununguá ser un hueco.

Para hablar de Mojarras, es preciso decir que el casco urbano, queda en el centro del municipio. (O
ese es el imaginario, de los habitantes sobre el pueblo) En las veredas de arriba, por donde se llega
al pueblo, la temperatura es más baja; de hecho, la gente dice que allí hace frío. La temperatura
del municipio oscila entre 23ºC y 26ºC. Mojarras tiene 152 habitantes 11 y es una de las veredas de
abajo. Abajo, bien abajo o incluso pareciera quedar en un hueco, y hueco es ese lugar empinado,
en bajada, donde hace mucho calor; alrededor se pueden observar varias montañas y es profundo,
esos lugares quedan en una “profundidad” (como dice mi tía y muchas otras personas del
municipio, cuando hablan de las veredas de abajo), pero más que ser un espacio similar a un
hueco, es la sensación de sentirse en él, o sea, en la profundidad. Es el sol, el calor, los olores, los

11 Información otorgada por la oficina del SISBEN de Tununguá. Julio de 2013.

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zancudos, los moscos; porque todo hueco es sofocante y tiene moscacilla 12 en la fotografía se
observa el camino, es el ramal de Palmar y Mojarras y al fondo las montañas.
Para Jesica:
Mojarras es una vereda, que tiene harta comunidad, desde arriba, desde el
ramal, ahí pa’abajo sigue, hasta abajo, hasta abajo, ahí pa´abajo sólo
casas, ahí vive harta gente y así, Mojaras es una veredita que, que tiene
harta comunidad, que no hay tantos rateros, en esta vereda no hay
rateros...”

Imagen 1. Mapa de Tununguá, con las diferentes alturas sobre el nivel del mar, en cada una de las veredas y
en rojo, el recorrido desde el casco urbano hasta la escuela de Mojarras. Consultado en Google Earth.

En Mojarras, hace mucho calor y bochorno. Si se llega hasta las últimas casas de la vereda, se
encuentra el Río Piedras, río en el cual desembocan muchas de las quebradas del municipio. Del

12 No es un zancudo, es un moquito chiquito o chiquitico que pica mucho, sale en las tardes y se va a las
6:00pm, que la moscacilla salga quiere decir que sale del monte. Las cosas se pueden definir por lo que no
son, y aquí vale la pena resaltar lo que no es, no es un zancudo.

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otro lado del río hay una gran montaña; allí queda Aguasal, una vereda de Pauna, y en esa
montaña de esa vereda se puede divisar una mina.
La escuela se encuentra a una distancia de la mina, de una hora y media de recorrido
aproximadamente. Las distancias muchas veces son la duración o el transcurso en el cual estas
mismas se recorren, es decir, tiempo, pero ese tiempo también tiene sus propias condiciones; por
ejemplo, cuando está calentando muy duro, el camino se hace más largo, por tanto más duradero
o cuando se camina en bajada, se llega mucho más rápido a un lugar, que caminar ese mismo
trayecto subiendo; por ello esta distancia está dada en horas y no en metros.

Tal como se puede observar en la imagen 1, las veredas tienen diferentes alturas y Mojarras está a
940 metros sobre el nivel del mar a diferencia de Vijagual que está a 1790 msnm, lo cual coincide
con que ésta última se encuentre en el extremo contrario a Mojarras, es decir, arriba.

Desde la escuela se
puede observar hacia
abajo, montañas que se
superponen unas a
otras, en una de ellas se
encuentra la mina en
Aguasal.

Cuando los niños en Mojarras hacían referencia a las minas de esmeraldas, comúnmente
nombraban los túneles o huecos; algunas veces asegurando que las minas “son un hueco o quedan
en un hueco” y otras veces, diciendo que las éstas tienen huecos, pues los túneles son las
aberturas que se hacen para ingresar al interior de la mina en búsqueda de esmeraldas. Entonces
el Occidente de Boyacá, Tununguá, Mojarras y las minas comparten la idea de hueco.

34
La mina de Aguasal, que se puede observar desde la parte baja de Tununguá, queda del otro lado
en la ladera de una montaña o loma. Basta con pasar el río Piedras y se esta en terrenos de Pauna y
se llega a la mina; por tanto es un lugar, desde donde se pueden observar las demás montañas
alrededor, de forma muy similar que en Mojarras o en Ancamay, donde pareciera que esas
montañas son paredes, semejante a las vueltas del camino cuando se viaja a la zona. Las minas
quedan en un hueco, hay moscacilla, calienta mucho. La mina son los huecos mismos; son tanto la
parte interna como la externa, porque son túneles y montaña. Como hueco también es una
expresión para referirse a una situación negativa, con pocas posibilidades; en una situación difícil
se está en un hueco, en la olla, tocando fondo, en medio algo que aparentemente no tiene
solución. Es un problema, porque si nos remitimos de forma literal a la anterior metáfora, cuando
se está al interior de algo, imaginándonos que tiene forma de olla, o algún recipiente similar, los
bordes representan la dificultad de salir.
La imagen de hueco es también una guaicada, descrita en un pie de página por Luis Guillermo
Vasco (1998): “Guaicada es un quechuismo que se usa, cuando hablamos en castellano, para
designar la hondonada entre dos montañas, corresponda o no al valle de un río. La palabra en
lengua guambiana es kullu”. La categoría hueco, en este caso “guaicada” tiene un sentido propio
para los Misak, resaltando la importancia de la forma como se nombran las cosas, los lugares y el
significado de los mismos, entendidos desde su propio contexto. Por ello hablar de hueco se hace
necesario e importante en el mundo minero; es la imagen del Occidente, la geografía apenas se
llega a Boquemonte, el estado de la carretera, la ubicación de Tununguá, de Mojarras, las minas
en un hueco y los huecos de las minas.

35
Pedrín y Johan son dos chicos de cuarto y tercer grado respectivamente. Pedrín, no se llama
Pedrín, ni Pedro, le dicen así porque cuando era pequeñito tenía el pelo muy crespo, para esa
entonces estaba de moda la telenovela “Pedro el Escamoso” su similar parecido en el pelo con el
protagonista, Pedro Coral, el mismo Dionisio Pinzón (Miguel Varoni) en la caponera, le hizo
merecedor de este apodo: Pedrín. Su nombre es Robinson, nombre que tardé bastante en
recordar. Él tiene catorce años y le gusta trabajar, tiene bastante fuerza, al igual que algunos de sus
compañeros falta a clase cuando hay guayabiada, no le gusta el pueblo porque dice que es pa
gaminosos. Por otro lado, Johan es de esos niños sonrientes pero que al ponerse bravo, realmente
es muy bravo; tiene ojos claros y el pelo liso, suele tener dolores de cabeza, por lo cual faltaba a
clases, por ello también usa cachucha, especialmente cuando calienta mucho o juega fútbol. Es
difícil no recordar de él su sonrisa y ternura. Ellos dos me comentaban que una mina es piedra,
pero una piedra que brilla y es verde, ahí hay un hueco y uno se mete ahí uuu (sonido como si
estuviese ingresando a un hueco. Eco) tiene que estar la tierra puro arenosa y donde está la tierra
puro arenosa, ahí hay minas.

Y al preguntarle a Pedrín, en ese mismo momento, si había estado en una mina alguna vez,
respondió que ha ido a huecos donde han sacado minas, que es la tierra toda arenosa, negra toda
arenosa. Los huecos donde hay minas o de las cuales "se sacan" tiene esas características, tierra
negra y arenosa. Por ello los mineros como dice Blanca, trabajan duro, eso lo hace sudar como
agua negra. En este caso, mina y hueco es lo mismo, la mina es un hueco y en un hueco se puede
encontrar una mina, la mina surge de un hueco, donde trabajan los mineros; Johan en una
entrevista dijo: ellos trabajan, ellos se meten en un hueco ellos empiezan ahí con una pica,
empiezan a derrumbar piedras y sacan la esmeralda. Los socavones se hacen para ingresar a la
mina, en búsqueda de las esmeraldas; en ello consiste el trabajo en las minas, que mientras se
hacen estos huecos, se derrumba tierra. Por otro lado, las minas tienen huecos. Diego aclara que
los huecos se hacen para “meterse” a la mina. Para Geney los huecos se hacen para “sacar las
minas” (minas y esmeraldas, entendidas como sinónimos). Durante todo el tiempo en la escuela,
los huecos fueron un tema muy recurrente; cuando algunos de los niños hacían referencia a la
mina, aseguraban que era un hueco, eso queda en un hueco la misma expresión que otras personas
del municipio usan. La siguiente es una explicación de Johan, donde habla de los huecos dentro de
la mina, en las que también se puede morir:

36
…pues la otra muerte es pueden haber piedras abajo, como es un hueco,
ellos se pueden tirar pues se tiran y caen a un hueco, pero un hueco sí es
diferente, puahí pueden haber huecos que ellos se tiran, y baja agua,
porque pueden haber huecos donde hay agua que va bajando de la
quebrada tonces ellos se pueden tirar y se pueden matar.

Con Blanca muchas veces me encontré por el camino, yendo a la escuela. Vive con sus abuelos
paternos, Doña María y Don Guillermo, le gusta también el fútbol y es muy terca.
Diego, Juan Pablo y Dayana Vanesa son hermanos y primos con Johan. Juan Pablo es el mayor y
Dayana la menor, los tres van a la escuela de Mojarras, antes iban a la de Santa Rosa, que es otra
de las veredas de la parte baja del municipio. Diego es medio blanquito, tiene unos grandes ojos
verdes, siempre noté que es consentido, también le gusta jugar fútbol, casi todos juegan fútbol; los
descansos eran para jugar en la cancha, ésta es en cemento y el arco tiene también tablero para
baloncesto; pero muy pocas veces jugaron algo distinto, tal cual vez básquet, de hecho, mientras
estuve allá, nunca jugaron trompo, garbinche o la lleva, solo fútbol, porque un día Juan Pablo dijo
que los otros juegos no estaban en promoción, es decir de moda, pero un día Blanca llevó un
trompo que solo dejó divisar desde el bolsillo de su pantalón y no lo sacó para jugar, a lo largo de
mi estadía allí nunca jugaron algo distinto. Los más pequeños también se integraban para jugar
micro: el juego que juagaban es micro fútbol, porque es en cancha pequeña, la convencional
donde juegan cinco contra cinco, pero ellos siempre decían que jugaban futbol) El fútbol se juega
sobre pasto y en una cancha mas grande que la de micro, donde los equipos enfrentados, tienen
once integrantes cada uno) Diego fue uno de los más pícaros (en todo el buen sentido de la
palabra) y no dejaba escapar una risa burlona cuando yo arrugaba la frente, al no entender algo
que me contaban, repetían y volvían a explicar, o cuando intentaba jugar un partido con ellos,
siempre fui la mas torpe entre todos, debía ser porque no me tomaba el juego tan a pecho como
ellos; se me acusaba de no dar bien los pases y dejar pasar el equipo contrario, así que lo más
productivo que podía hacer eran los saques . Jugábamos de igual a igual, es decir, cuando pateaban
el balón no me podía atravesar, porque muy seguramente me ganaba un quemonazo y yo debía
también patear duro, tanto para que mi propio equipo no se disgustara, como para enfrentar
cabalmente al contrario. Solo el día que hice un gol me integraron sinceramente al grupo, nada
más y nada menos, porque el gol tenía algo adicional, fue de cabecita, pero esas risas y burlas

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fueron siempre ¡tan llenadoras! Un día por ejemplo cuando le pregunté a Diego ¿De qué vive la
gente aquí en Tununguá? él hizo un gesto de asombro, queriendo expresar que era obvio y
respondió: ¿O de qué se alimentan? de comida, porque de eso se alimentan (ahora pienso, pues sí,
¿De qué otra cosa podría ser? Es que uno hace unas preguntas ¡Ah! Renuncio) e inmediatamente
soltó una carcajada, creo que pensó ¡A ver Natalia! Mientras yo mentalmente me contestaba sí, a
ver Natalia…

Hubo juegos no convencionales y casuales por así llamarlos; un día encontraron una culebra en el
kiosco de la escuela, que queda a la entrada, cerca al baño, el profesor la mató y aventó13 lejos,
pero a la salida del día siguiente, se dieron trasas 14 de buscarla y ponerse a jugar con ella,
tirándosela entre unos y otros. Ese día el final del juego no fue nada bueno, le cayó en el hombro a
Diana, ella se asustó tanto, pero tanto, tanto, que no pudo ir a la escuela casi una semana, ella es
muy nerviosa, se puso mal porque sufre del corazón y en pocos meses tendría una cirugía, le
habían recomendado mantenerse en calma y no alterarse. Al otro día de lo sucedido fue su mamá
y le habló a todos, contándoles que Diana estaba muy enferma, hubo total silencio en el salón en
ese momento nadie dijo nada, pero luego empezaron las pujas acusándose unos a otros. ¡Yo ese
día estaba perdida! No sabía que eso había sucedido, cuando mataron la culebra no fui a clase y
cuando pasó lo que pasó con Diana, me fui para la casa de Sofía; no fue la primer vez que me perdí
de cosas, pues aun estando con ellos ¡jm! Uno no se da cuenta de varias vainas, eso pasa en
campo, en ocasiones por estar tan pendiente de algo, no ve lo obvio.

Otro pobre animal que un día se convirtió en juguete fue un sapo, yo lo vi, era grande, produce
nervios recordarlo, tenía la piel café, arrugado, con poros y tumultos, los ojos brillantes, croaba
fuerte. Empezaron también a lanzárselo uno al otro mientras se asustaban, asimismo botaban
tremendas carcajadas, casi todos estaban ahí, eso sucedió al lado del lavadero, que queda pegado
a la pared de la cocina. El sapo empezó a verse más grande, se empezó a hinchar, cómo no, lo
estaban jodiendo tanto que ellos mismos se decían y advertían que éste podía echarles leche y eso
es muy feo, porque por lo que me explicaron, donde a uno le llegue a echar leche un sapo, se le

13 Tirar, lanzar.

14 Maña. Hacerse a la tarea de algo.

38
brota la piel, pero antes de que el sapo se defendiera, terminó muerto; el juego no se acabó ahí,
porque jugaron un rato más con él.

Algunas veces también hicieron compitencias consiste en correr de un extremo de la escuela a


otro, competir bien sea en parejas o más, entre niños con estaturas similares, niños contra niños o
niñas versus niñas, entre vencedores de una ronda con los de las demás o simplemente todos
contra todos. Yo solo participé una vez, inicié compitiendo con los más grandes y no muy mala,
luego contra las niñas de los cursos más altos y no tampoco, siempre perdía, así que competí con
los de grado cero, ahí éramos parejos. Eso es lo que pasa cuando uno que se crio en tierra caliente
se viene pa lo frío y se vuelve sedentario, vuelve y corre bajo ese sol y parece que convulsiona.
Correr en ese hueco es algo tremendo.

Pero yo en el pueblo tampoco jugaba otra cosa que no fuera baloncesto, tanto que me colaba en
los entrenamientos de las chicas del colegio, en el equipo la mayor tiene quince, así que yo no
quedaba tan perdida, soy chiquita y tengo cara de china chiquita. También solía ir a danzas y a la
piscina a meter los pies para calmar el bochorno, pues si, que más hacía si viviendo al lado de la
quebrada, con piscina en el pueblo y varios paseos al río no había aprendido a nadar ¡pero ahora sí
se! Fue una de las tantas aventuras y ganancias de estar allí, vencer miedos, porque aprendí que
hay dificultades que por más difíciles, no son ni deben ser una pena como dice Darío Gómez lleno
de sentimiento en su canción titulada Voy por las calles del amor:

“Te di mi corazón pero esas no son penas


al hombre fuerte no lo acobarda una herida…”

- Después de dar, de entregar el corazón, ¿Qué podría ser una pena?

- Nada.

Dejando las penas que ya no son penas atrás, volviendo con los niños, Juan Pablo en cambio es un
niño más serio. A sus diez años es alto, delgado, muy buen futbolista, y eso sí, en la cancha lo deja
todo; siempre quiere ganar, en esos momentos sus ojos verdes se vuelven más verdes o cuando
esta bravo, porque es un poco malgeniado. Siempre está pendiente de sus hermanos,
especialmente de Dayana V; ella está en grado cero, transición o kínder, mejor dicho en el primer
primerísimo grado de la básica primaria. A la salida Juan Pablo y Diego solían ir a su casa, queda
39
subiendo cerca de la escuela, iban a darle de comer a las gallinas, organizar la casa, llevar ropa
donde trabaja su mamá, que es bien abajo; allí duermen o simplemente para estar pendiente de la
casa, mientras que su hermanita se iba directo donde su mamá. Juan Pablo quiere ser futbolista,
eso dijo más de una vez, y es que cuando juega, hace las veces de arquero como de volante o
delantero, todas al tiempo, con tal de defender su arco y anotar. Cuando yo era niña y vivía con mi
abuela en Tununguá, pero no en Mojarras, sino en Santa Rosa, en una finca cercana al pueblo (ya
sabemos que cuando uno dice pueblo, hace referencia al casco urbano) me encantaba el limón
dulce. ¡Sí, el limón dulce existe! Uno va y lo coge de una mata. A lo bien, créalo, debo hacer énfasis
porque con mi apariencia de perdida, distraída, trascordada y le sumamos que me río por todo; así
como cuando quiero contar un chiste y primero me río un montón y luego si lo termino, hay cosas
que cuento y ya la gente no me cree, pero son reales. Entonces el limón dulce, hasta risa me da,
porque cómo carajos un limón puede ser dulce, pero así se llama y así es, un limón dulce.

Entonces la cosa con los limones, es que hacía un jurgo de tiempo que no comía; pregunté en la
escuela quién tenía en su casa una mata y Juan Pablo, Diego y Johan dijeron que eso es lo que hay
en Mojarras. Uno de esos días que ellos debían ir a su casa como de costumbre, para luego bajar
donde su mamá, (Johan los acompañaba casi siempre) me fui con ellos, ciertamente habían
muchas matas de limón, ansiosa me empecé a comer uno y ya no sabía igual que los limones de
años atrás; eran amargos, no eran tan dulces, pero no es porque las matas o el fruto hayan
cambiado; más bien mi paladar ya no lo disfrutó yo cambié, mis gustos cambiaron bueno, algunos,
porque sigo disfrutando los nacumes y el boge o bofe. Empezamos a hablar con ellos de nuestras
familias, en general de nuestras vidas, hablamos con tanto gusto y confianza, que les conté hasta
de mi relación amorosa.

Ese día conocí el odio y la rabia; el odio al estilo Andrés Caicedo “Odiar es querer sin amar. Querer
es luchar por aquello que se desea y odiar es no poder alcanzar por lo que se lucha. Amar es desear
todo, luchar por todo, y aún así, seguir con el heroísmo de continuar amando”. Unos ojos me
revelaron que odian, odia a alguien que no sabe si está vivo o muerto; no sabe quién es, por eso
odia a su padre, porque nunca lo conoció, pero para él está en el infierno murió, aunque de ello no
tiene certeza. Para la gente hay personas que aunque vivas, murieron. Eso también lo sé yo. Ese
hombre era un guerrillero que pasó por Tununguá y nunca más volvió, nunca. Es el reflejo de algo
lamentablemente tan común en nuestro país; ese es un día de no olvidar. Uno de los rostros más
40
sonrientes ese día estaba lleno de rencor, de odio y cuanto más trata de olvidar, más recuerda.
“Rabia es la congestión en el estómago, de todos los sentimientos, hasta del amor, es la aguja que
se ve entre lo frío y lo valiente”15 Es ser como la canción popular “La hija de Nadie”:

“…Son culpables los padres más crueles


que jamás merecieron ser hombres
van por ahí engañando mujeres
y negando a sus hijos el nombre
yo no entiendo porque no se mueren
antes que hagan maldad y traiciones

Yo también soy la hija de nadie


solo cuento con un apellido
tengo que agradecerle a mi madre
a mi padre ni lo he conocido
creo que debe de ser un cobarde
de los muchos que al mundo han venido”

¿Qué tendría que ver esto con las minas? A lo mejor nada, quizá todo. Es el contexto de un grupo
de niños que saben tanto, al escribir sobre ellos lo importante resultan ser las experiencias vividas,
las sonrisas, las “toriadeces”, sus peleas… por lo menos a Natalia Virgüez no le importa si tiene o no
que ver con el tema, porque quiero decir algo sobre ellos, lo que escuché, lo que me contaron, lo
descubierto; ese es el propósito, porque no son niños que trabajan en las minas, ni hijos de
mineros: viven en un pequeño municipio donde tampoco hay minas de esmeraldas, pero hacen
parte de ese mundo minero. Yo digo: lo que pasa en las minas, no solo pasa en las minas por ello,
la importancia de hablar por ejemplo sobre los encantos y los volcanes; en resumen, el papel de la
etnografía en este texto, en mi forma de creer en la antropología y hacerla práctica.

15 Fragmento del cuento “Crimen” de mi autoría 2012.

41
Otro día fuera del salón con Juan Pablo, sentados en el pasto, empezamos a ver el cielo y las nubes,
todo en marco de un ejercicio de ciencias naturales. El cielo era azul claro y las nubes gordas y
blancas. Allá, lejos en el borde, donde las montañas y el cielo se tocaban los colores cambiaban;
parecía que ese mismo cielo se alargaba, las montañas parecían tomar un azul mas oscuro y si
llevábamos la vista a los árboles cercanos, todo parecía ser una gama de azul o verde. Él me dijo
que eses montañas lejanas eran casi azules por el cielo, porque parecen tocarlo. Hasta de colores
se aprende, uno cree que los conoce todos y que se las sabe todas, pero no. El primer día que fui a
la escuela, como un buen primer día de clases, la llegada fue temprano, cerca de la malla que
encierra la escuela; el profesor hablaba con una señora quien luego supe, era la mamá de Sofía;
hablaban de unas moñas que él sostenía en su mano, las había comprado para las niñas, para una
presentación en el colegio. Ella se marchó y llegó doña Olinda, abuelita de Karen y Luna. El
profesor, también se las dejó ver y ella asombrada le decía que ése no era el color que él había
prometido llevar; él insistentemente trataba de convencerla que de las moñas sí eran rojas, busco
otras cosas que tenían similar color para comparar y demostrarle que si eran rojas. Ella con cara de
incertidumbre las miraba y poniéndolas al lado de una maleta roja, le decía que la maleta sí era
roja, pero las moñas no, las moñas eran de color fusia Inevitablemente no pude contener una
carcajada, para mí ninguno tenía la razón, no eran ni rojas, ni fucsias, yo las veía vinotinto.

Ahora Geney, un niño con manos fuertes y suaves, cuando sonríe en sus mejillas se le hacen dos
huequitos. Casi siempre iba en uniforme a la escuela; camisa blanca de cuello y jean azul, también
es un niño de temperamento fuerte. Siempre se comía todo a la hora del descanso, que es cuando
dan colada y en ocasiones arepuela, pan, bocadillo, o algo con que acompañar dicha colada, que
por lo general era bienestarina. Inicialmente la señora Nelly, quien cocinó la mayor parte del año
pasado, me daba jugo, con el tiempo, la confianza me permitió decirle que prefería la bienestarina,
¡porque de veras me gusta! Creo que fue un gradiente para subir los casi ocho kilos que aumenté
en Tununguá, haciendo campo. Sí: en campo se come muy bien; se sube de peso, pasan tantas
cosas buenas, se aprende, se olvida, se llora mientras se llega a la escuela en un recorrido que dura
casi una hora bajando y casi hora y media subiendo, se escucha música de audífonos o los sonidos
del silencio de la carretera, chicharras a punto de explotar, gallinas culecas o gallos finos, música de
las casas que se divisan al borde de la carretera o de más adentro, música de esa buena, popular,
ranchera, corridos, bailable, salsa pero no de esa salsa clásica, mejor dicho, así igualita a la que se

42
escucha en el recorrido desde Chiquinquirá. Música de cd, de emisora, de cassette o de memoria
USB. Se toman fotos, muchas veces fotos que parecen repetidas, porque son tomadas en el mismo
lugar o al mismo árbol porque tengo la manía de tomar fotos a los árboles y las cosas azules pero
nunca son iguales, se habla con quien se encuentre al paso o simplemente se dice “adiós” que es
una manera de saludar y despedirse al mismo tiempo cuando se camina, uno pasa por el lado de
alguien, lo mira y sin detenerse puede sonreír un poco y decir solo eso: adiós.

En el municipio algunas de las maneras como se trabaja en el campo son la siembra y el güerteo16
en la huerta propia, siembras en compañía, generalmente entre dos, donde es el dueño de la tierra
y la comida y el otro trabaja o según como se convenga. Al cosechar, la producción se divide en dos
partes iguales; asimismo se da u ofrece trabajo en compañía en la cosecha; el ejemplo más claro es
cuando hay guayaba y se le da a alguien en compañía, que es dejarle bajar o coger la guayaba y al
venderla se dividen en partes iguales las ganancias. La rocería solo se usa para la siembra del maíz.
Cuando esta se realiza en un lugar distante, se hace una ranchería, que es un rancho pequeño
donde se cocina y si es necesario se duerme allí.
La rocería también puede darse en una forma particular de compañía que es la chila, aunque la
chila se da también por ejemplo en la yuca, donde al cosechar se dividen las ganancias por
lazadas17, según se haya establecido desde el principio. De igual manera, uno es el dueño de la

16 Sin. Cosechar, coger, recoger. . Tiene que ver también con Huerta o Huerto, pues de las huertas es de
donde comúnmente se recolecta un Güerteo. Se debe tener en cuenta que “güertiar” se usa con mayor
frecuencia, cuando se coge y recoge distintos frutos al tiempo y aún más, cuando lo recolectado, es para
llevar como presente, bien sea a vecinos o al viajar. Este presente no es la forma de tiempo del ahora, es un
sinónimo de regalo.

17 Es la medida de un lazo y como medida de lazo, no tiene un valor numérico ni métrico establecido,
aunque se puede identificar, que la lazada, es el referente de un metro, al igual que una zancada; es lo que
el mismo lazo de, cada vez que se mida con él. Luego de medido el cultivo o pedazo de tierra, se determina
como se parte, por ejemplo, si el chilero es alimentado por el dueño de la tierra, pueden ir a partes iguales,
pero si el chilero se alimenta pueden ir 2 a 1; las dos terceras partes para uno, lo demás para el otro, o 3 a 4;
tres cuartos uno y un cuarto el otro. Aquí la alimentación del obrero determina un papel importante.

43
tierra y el otro dispone del trabajo y este último es el chilero. Se debe tener en cuenta que rozar18
también es limpiar un terrero para sembrar.

La relación de trabajo más común es “jornaliar”, donde el obrero trabaja a cambio de dinero. Dicho
dinero se nombra comúnmente como “el jornal”. El jornal es el pago y la jornada de trabajo
durante un día, que va entre las 7:00am hasta las 4:00pm aproximadamente. Tununguá produce
en todas las veredas guayaba, así
que cuando hay cosecha, hay
“guayabianza” Y como tal el oficio
de bajar, coger o recoger en caso de
ser guayabos tecnificados, que
permiten coger el fruto
directamente con la mano se le
nombra “guayabiar” y se vende a
los carros o camines que cargan por
lo general únicamente guayaba,
conocidos como “guayaberos”. La
guayaba puede ir para plaza o para fábrica. Para la primera, se selecciona el fruto pintón, y el
transportador la vende en las plazas de mercado, bien sea en Chiquinquirá o Bogotá. En cambio
para fábrica, el fruto se escoge maduro, que a su vez puede ser seleccionada en blanca y roja; la
primera es más cara, esta es llevada Barbosa o Vélez, para la elaboración de Bocadillo.
La siembra de caña siempre está asociada a la molienda, pocas personas siembran caña en gran
cantidad si no tienen un trapiche en sus fincas o cerca; los productos de una molienda de caña son
panela o miel, en Tununguá es notable la disminución de esta herramienta. Generalmente el
dueño del molino tiene cultivos de caña en la misma finca, por tanto es el dueño de la molienda,
que es todo el proceso de coger, cortar y moler la caña. En ocasiones se alquila el molino y el pago
es con los mismos productos obtenidos, miel o panela. Los cultivos en la actualidad requieren

18 Definición de la RAE. (Del lat. vulg. *ruptiāre) 1. tr. Limpiar las tierras de las matas y hierbas inútiles
antes de labrarlas, bien para que retoñen las plantas o bien para otros fines.

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muchos más cuidados, en varias fincas se opta por la tecnificación de los cultivos, especialmente
guayaba, guanábana y pitahaya, esto vino después de la erradicación de cultivos ilícitos, en el 2003
aproximadamente.
La ganadería también es una actividad a menor escala. Se tienen los animales en la finca, pero en
algunos casos, se da “al aumento” o “ a los aumentos” porque el ganado va teniendo crías;
consiste en que quien entrega una “cabeza” o más, que es la forma de hacer referencia al único
animal o al número de vacunos, establece un valor monetario del animal en el momento en que se
entrega, dicho valor lo toma luego el dueño, al venderlo, pero el valor en el cual incrementa hasta
esta venta, se divide con quien se le dio “al aumento” o “a los aumentos”.

Estas son maneras de trabajar en el campo, donde los niños también están presentes. Ellos y ellas
aseguran que en sus casas, hacen oficio, cuidan sus hermanos menores, sacan yuca, guayabean. Se
refieren a ello como “ayudar” y “colaborar”. Jesica asegura: “yo en mi casa ayudo a mi mamá
cuidando a mis hermanos pequeños, y le ayudo también a hacer oficio y a recoger guayaba, los
sábados voy con mi hermano hasta cerque´l río a sacar yuca pa’las gallinas”. Hablando en una
ocasión con Geney y preguntarle qué hacía los domingos, él respondió “trabajo con mi abuelo” así
que apresuradamente le pregunté en tono más afirmativo que interrogativo, hay que decirlo,
porque muchas veces se dan por sentadas o ciertas las cosas:

– ¿Usted trabaja en su casa?


– Si
– ¿Y le pagan?
– No, porque como yo les ayudo a mis abuelos, ellos cuando van a sembrar yuca yo les ayudo
cuando me toca en la sabana voy.

Aunque también algunos van a otras fincas, haciendo esas mismas tareas, les pagan, a eso le
llaman trabajar; “los niños empiezan a trabajar desde los diez años” asegura Johan. El trabajo se da
en la dinámica del dinero, es el intercambio monetario. Por el contrario, en casa las labores por lo
general aún siendo las mismas que se cumplen en un jornal, son una retribución que llamaré
“colaborativa”, porque son “ayuda” y el dinero no está de por medio como sí en el jornal.
En cuanto al trabajo en la mina Jesica es de las que más me contó al respecto:

45
Una mina de esmeraldas es donde las personas trabajan ahí, cuando
encuentran minas no las pueden coger, tienen que escupirlas o orinarlas
para que las minas no se vayan, porque si uno las echa al bolsillo las minas
se van y no las escupe o las orina se van, se desaparecen las minas entonces
los que la encuentran tienen que escupirla o orinarla para que puedan
dársela al fefe19 al dueño de la mina y ahí es donde, cuando el fefe le paga
con plata o eso y ahí es cuando una persona se vuelve rica.
En una mina se trabaja, y con eso uno, a lo que encuentra esmeralda se la
pasa al fefe y el fefe le va pagando a lo que va encontrando… las
esmeraldas viven en las quebradas, cuando bajan crecidas, bajan
esmeraldas, un día una vecina dizque se estaba bañando en la quebrada y
en los pies quesque le salió una esmeralda, ahí metida entre los pies, es
como una gotica verde verde y si uno la vende hace plata; de buenas,
porque si uno la vende, la vende en tres, cuatro millones 20

Tienen que escupirlas o orinarlas es tan interesante que Jesica hable de esto, pues es un elemento
importante en el mundo andino, cuando hay que escupir y orinar se alude a una guaca, en ese
sentido la mina es una guaca, como también lo es la esmeralda porque los niños siempre hicieron
referencia a la mina y la esmeralda de la misma forma. Y tiene mucho sentido; para obtener esta
piedra preciosa generalmente viene dentro de una piedra, así que se rompe para sacarla, la mina
también es una piedra, una gran piedra si se ve como una roca que también hay que romper para
hacer los socavones por los cuales ingresar y buscar esmeraldas, entonces la esmeralda a su vez
está dentro de una gran roca. Mejor dicho en palabras de Jesica nuevamente: las minas viven entre
las piedras, uno rompe las piedras y ahí sale la mina, la mina es como una bolita, una bolita
verdecita. La esmeralda es esmeralda y mina, está dentro de una piedra y es verde.
En un informe de Empresa Nacional minera Ltda. MINERCOL, sobre la situación de niños y niñas

19 Jefe. No es un error ortográfico, es la manera textual como Jesica dice.

20 Entrevista a Jesica el 17 de octubre del 2013.

46
trabajadores en las minas de esmeraldas en el Occidente de Boyacá afirman y traen una cita de
Gustavo Rodríguez:
“Los métodos de explotación de las esmeraldas difieren mucho de los
usados en la explotación de otras minas. En otras minas puede calcularse
previamente el tenor de las riquezas y saber por ese medio si son o no
económicamente explotables. En una mina de esmeraldas no puede
hacerse igual cálculo porque las gemas se hallan en grupos aislados, matas
o nidos, aprisionados en las vetas de calcitas, o en las vecindades de éstas,
donde con mucha frecuencia se encuentran cristales sueltos.
Las esmeraldas se encuentran en las fracturas y grietas de las rocas
sedimentarias preexistentes a la formación de las gemas. A su vez dichas
rocas están recubiertas por la capa vegetal y muy frecuentemente por otras
capas de rocas diferentes a la roca huésped, por eso, es necesario remover
la capa vegetal, romper las rocas envolventes hasta llegar a la roca huésped
y fracturarla con dinamita o manualmente, con el fin de extraer las
esmeraldas de la veta”21
Con el fin de seguir de la manera más directa posible las vetas, los mineros
cavan adicionalmente túneles o socavones, por lo general escasamente
aireados y con mínimas condiciones técnicas y de seguridad”

Esto con el fin de ver como en el lenguaje técnico se identifica a la esmeralda “envuelta” en una
roca, por lo cual se hace necesaria la explotación de rocas o como los chicos dicen
constantemente, hacer totiar las piedras. Resaltando también la inseguridad y la manera de
trabajar en las minas; haciendo huecos. Aquí podemos observar como la mina y la esmeralda son
lo mismo; los niños dicen que la mina es verde así como también lo es la piedra preciosa, tocar una
mina es tocar la roca donde se ocultan las esmeraldas y la riqueza, la esmeralda en si misma

21 Rodríguez Vargas, Gustavo. Esmeraldas de Colombia. Medellín: Editorial Hola Colina Ltda. 1992; pág. 68
En: Los pequeños guaqueros. Caracterización sociocultural y económica de las niñas, los niños y las
comunidades vinculados al trabajo de la minería artesanal de esmeraldas en Colombia. Empresa Nacional
minera Ltda. MINERCOL. 2002. Bogotá D.C

47
también contiene riqueza y muerte, porque la suerte en las minas es azarosa, cuando se busca
riqueza también se puede encontrar la muerte; la siguiente cita nos permite seguir explicando la
idea de como algo es en si mismo y contiene, como puede ser dos cosas al tiempo, (Suárez Guava
2009. En: Suárez Guava 2013):
Una guaca es, en principio, “una riqueza” (oro, esmeralda, objeto cargado
de valor) que se encuentra oculta, pero se muestra ocasionalmente...
podríamos ampliar la definición y decir que una guaca es una cosa oculta
dentro de otra y es la cosa que cubre a la primera. Es contenido y
continente, ambos preciosos y terribles. Una guaca es una cosa que es dos y
es dos cosas que son una. Es una cosa dentro de sí misma y la misma cosa
afuera de ella.
Las minas también son muerte, muerte dentro y fuera de ella misma, es fortunio, es riqueza, es
esmeralda y es volcán porque también dentro, fuera y en si misma pueden suceder los
deslizamientos de tierra.
Para cerrar este capítulo lo haremos con el siguiente fragmento; es una conversación que tuve con
Johan:

Johan: Una mina es... una roca que onde sacan minas, digo dónde sacan esmeralda y pueden pasar
cosas terribles.
Yo: ¿Terribles?
- Terribles, terribles
- ¿Cómo qué?
- Como muertes.
- ¿Y por qué Johan?
- Porque hay cosas que se ponen a hacer, por los derrumbes, deslizaderos, volcanes y la matazón.

48
Ahora si me voy con toda compadres
porque me encuentro en las minas
voy a jugarme la suerte y hasta rifarme la vida
porque las verdes me brindan las mejores alegrías
Aquí yo pico la veta y me enguaco

…Las esmeraldas nos dan dinero


Nos convierten como reyes.

El Esmeraldero. Arles Campos El Rayo.

Capítulo C.

Se lleva lo que pille por delante:


De volcanes, encantos y muerte.

En uno de los primeros viajes de campo, (marzo – abril del 2013) la primer respuesta por parte de
Juan Pablo, al preguntar por las minas, mientras estábamos fuera del salón de clase, fue el
acontecimiento que había ocurrido hacía unos días: la muerte de un hombre en la mina de
Aguasal, aquella que veíamos desde la escuela, mientras él me contaba lo sucedido: totiaron una
piedra y no sabían que estaba ahí. Una piedra le rajó la cabeza, le hizo una chaguala 22, luego la
mortal, entre cuello y nuca y le sacó un ojo. Ese día, como muchas cosas que en campo las personas
dicen o hacen, no fue relevante que él nombrara la muerte de un hombre, que por cierto era de
lejos, de lejos porque era de otro lado y a veces ser de otro lado es ser de lejos. El tema fue siendo
significativo cuando esta misma historia la repitió el mismo Juan Pablo e inclusive otros niños, pero
fue aún más importante, cuando en adelante “la muerte” se cruzó más de una vez, cuando
hablaban y dibujaron las minas. Cuando esta misma historia fue contada en diferentes versiones,
pero siempre tuvo el mismo final, ese hombre murió dentro de la mina y en pocos segundos llegó
al lugar un helicóptero.

22 Es una herida generalmente profunda y de lenta cicatrización. Es una herida en forma de hueco. Sí,
también podemos llegar a tener huecos en la piel.

49
Lo que ellos cuentan sobre las minas es que al encontrar esmeraldas se es de buenas o se tiene
suerte, Geney respecto a la suerte dice: es por decir uno se encuentra cosas, es por decir se
encuentra una esmeralda, eso es suerte, uno se encuentra plata eso es suerte, si uno se encuentra
un celular, es suerte. Es la suerte es un hilo mágico, en ocasiones la persona es portadora de suerte
y otras veces la suerte se encuentra, porque encontrarse una esmeralda por ejemplo es suerte, la
piedra preciosa es portadora de dicho valor, también cuando las personas afirman que se van en
busca de un buen destino. La suerte es riqueza e infortunio; es azarosa, se puede encontrar ligero
o si se nace con ella las cosas fluyen como le fluyeron a Víctor Carranza cuando empezó a rebuscar
y en todas las minas que trabajó encontró esmeraldas.

La dinámica en las minas consiste en buscar o bien en encontrar. Algunas veces, sin escarbar
necesariamente se encuentra, porque no todo lo hallado es porque se ha buscado, en ello reside
ser de buenas, ser de malas y tener o no suerte. Lo buscado o encontrado según sea el caso, son
esmeraldas, guacas, riqueza, fortuna, plata e incluso la muerte. Hay quienes son de buenas; ser de
buenas es por ejemplo buscar y encontrar o encontrar sin buscar. Lo contrario sería ser de malas.
Aunque la suerte no se remite directamente al hallazgo de la riqueza, pues también puede traer
consigo la muerte. Para lograr esto se debe trabajar mucho, las herramientas que se utilizan para
el trabajo según algunos niños, son gasolina y tacos, este último es una cosa llena de pólvora, con
la cual se totean piedras. Johan sobre la muerte me contó: es que las muerte, cuando que, pues
porque gente cuando se roba la esmeralda, eso no tiene salida por donde escapar porque lo van
matando, con bala, con un picazo en la porra, pues porque cuando ellos se van a meter en el hueco,
hay un hueco y ahí y de ahí sacan de ahí, ellos se meten y de ahí sacan esmeralda y por ahí se le
caen piedras encima y mueren y una vez un señor se tiró un balinazo para romper la piedra
entonces no pudo, entonces el man se fue por allá, metió el tiro y abrió la piedra y se fue ahí para
allá y se le cayó una piedra encima y lo mato y yo mire que a los diez minutos llegó un helicóptero
allá.
La mina es un túnel. Está en una montaña o loma. Es varios lugares a la vez. Una mina es muchos
cortes; pedazos de tierra o túnel, que no están necesariamente conjuntos, es decir pequeños o
extensos lotes, que aunque separados conforman una sola mina. Es la esmeralda misma, porque
los niños todo el tiempo hacen referencia tanto a la mina y a las esmeraldas como algo verde,
verde verde, ellos dicen que dentro de una piedra se puede encontrar una mina, cuando lo que se

50
ha encontrado es una esmeralda. Las esmeraldas representan riqueza, y plata, pues, los niños
dicen que lo encontrado es plata. Las esmeraldas dan plata y en las minas se gana plata. Pero
también es un lugar de muerte. Así, de la mina podría decirse que es varias cosas: es la montaña,
los túneles, cortes, esmeraldas, riqueza y muerte.
En las minas está presente la muerte todo el tiempo, se puede morir: Dentro, en un socavón o
túnel. Si se está al lado, en el camino cuando se está alejando de la zona y lejos de estas. Dentro,
fuera y lejos; son formas que están relacionadas a espacios directamente vinculados a las minas;
porque se puede hacer referencia a la muerte desde los lugares donde ocurre y desde las causas,
como lo que pasa en las minas, no solo pasa en las minas, (sustentando de esta forma que esos
elementos similares que suceden en espacios distintos y las causas comunes por ejemplo de
muerte, conforman un conjunto de aspectos, es decir una idea de mundo, un mundo minero)
resulta interesante ver esas causas ligadas a dichos espacios.
Los mineros mueren dentro de la mina porque cuando una montaña tiene muchos huecos, ellos
deben adentrarse en estos socavones; al estar allí puede faltar el oxígeno, caerle tierra encima y
esa tierra que cae encima está a su vez debajo de la tierra de la superficie, esa tierra tomada como
un lugar y la acción de caer es un volcán, se puede morir también al quedarse dentro de la mina
mientras se rompe o se hace totiar piedra para abrir más un túnel.
Cuando se permanecer al lado, muy cerca de la mina. De igual forma se puede morir al
“desvolcanarse” la tierra o a mano armada. Mientras se aleja de la mina, del mismo modo a mano
armada bien sea por traición o por ser sapo; por no callar. Por ejemplo si de la mina se sale
enguacado y enguacado es salir con las esmeraldas o con la plata lo pueden matar para quitarle lo
encontrado. También fuera pero lejos: en un lugar distante. Las causas son las mismas que las
anteriores. La traición es cuando se roba esmeraldas éstas se pueden tragar para no ser
descubierto en la mina y es traición porque robar las minas o esmeraldas es robar plata. El robo
puede darse en dos vías, el que encuentra la esmeralda, la esconde y no la entrega, por otro lado
cuando otro sabe que se enguacó y lo roba y hasta matan por quitarle lo que se encontró. El que
encuentra puede robar como ser robado.

51
Imagen 2. Red de Asociaciones escritas por los niños. La palabra inicial era Minas, de allí surgió la gráfica anterior y las relaciones que
abordaremos. Palabras escritas tal como los niños las escribieron.

52
La red de Asociaciones fue un ejercicio realizado en la escuela, los chicos debían poner en el
centro la palabra Minas y alrededor de ésta debían escribir palabras con las cuales la
relacionaban, a su vez elegir una y escribir dos palabras con las cuales también se relacionaban.
Antes de realizar el ejercicio, en el tablero entre todos hicimos una red donde la palabra central
fue fútbol para amenizar la tarea. La imagen 2 representa la unión de todas las redes de
asociaciones de los niños, las palabras están tal cual como ellos las escribieron, solo hubo
modificaciones en cuanto a ortografía. El sentido de las flechas indica desde donde parte la
relación. Las más comunes fueron muerte, riqueza, plata y esmeraldas. Vale la pena recordar
que en la imagen se observa que aparecen palabras iguales pero con modificaciones: muerte,
matan y lo matan) también fueron recurrentes: plata, riqueza, esmeralda y esmeraldas.

En Tununguá hay algo que también atrae la suerte, es la mágica. Parafraseando a mi abuelo
Celimo Virgüez; es un espíritu que pelotea23 y priva, es un espíritu malo, al que quiere enricar lo
enrica, pero se debe tener más poder y darle juete para que le deje ver o lo lleve a uno a la
riqueza. Él siempre se refiere a personas y a algunos animales como aparatos. También es un
aparato maligno. La mágica aparece especialmente a orilla de carretera, por los lados del
cementerio o cerca a las quebradas. La mágica podría bien ser una señal de las guacas o la guaca
misma.

En cuanto a la muerte en el libro Sociología y Antropología (1979) es de rescatar la siguiente


cita: “Los Australianos solo consideran naturales las muertes que nosotros denominamos
violentas. Una herida, un asesinato, una fractura son causas naturales. La vendetta se
desencadena con menos fuerza contra el asesino que contra el hechicero. Las demás muertes
tienen como origen una causa mágica o religiosa” Mauss explica como una causa moral y
religiosa lleva a las personas a la muerte por sugestión. Porque creer en la magia y los hechizos
fortalecen la idea de alguien, cuando cree que morirá, bien sea por un hechizo o por la fuerza de
la palabra, describe ejemplos, donde una persona al escuchar que otra le dijera que moriría,

23 Privar, dormir y pegar con las alas para dejar en un estado inconsciente. Generalmente la mágica deja
las personas en la mitad de una quebrada, por ello tiene que privarla.

53
muere o al creer ciegamente en su muerte, en un tiempo establecido, sucede. Como es el caso
en la telenovela Colombiana “La casa de las dos palmas” emitida por primera vez en 1990.
Novela (así se nombra comúnmente) que en Tununguá mi tía Elsy y Humberto, bueno la verdad
más Humberto que mi tía, veían durante mi estadía allí. Señal Colombia la pasó por televisión en
dos horarios, a las 12:30 pm y a las 7:30 pm. En una escena, uno de los personajes: Matilde
Herreros (Kristina Lilley) regala todas sus pertenencias y las de su familia, luego se postra en su
cama, para rezar por su alma, a la vez que anuncia que morirá en pocos días, hecho que
realmente sucede. Su esposo dice respecto al hecho asegura que ella era tan terca, que decidió
morirse y murió.

Este ejemplo traído a colación, porque el autor plantea, que no es solo la muerte por medio de
hechicería, sino que se da cuando hay una obsesión entorno a la muerte, es decir, desde una
dimensión social y religiosa, desear la muerte para realmente morir. Otro aspecto para rescatar,
es que mientras para Mauss las personas, sabiendo sobre su destino fatal, simplemente lo
esperan. Pero en la dinámica donde las minas son “una cosa peligrosa” es interesante ver como
los niños hablan de muerte todo el tiempo, entorno a las minas, el trabajo en ellas, los volcanes
y los encantos. El peligro está latente todo el tiempo, pero no quiere decir que los mineros
estén en búsqueda de la muerte, ni a la espera del desenlace fatal, de manera resignada,
porque depende es de la suerte, se puede ser de buenas o de malas, es decir, reconocen que
existe la posibilidad de morir, se trata de algo mágico, como lo es la suerte, se trata de ver que
en Mojarras los niños, ven en la mina una posibilidad de muerte como de riqueza.

Cuando yo le pregunté a Karen sobre las minas de esmeraldas, ella contestó: tienen esmeraldas
y son a veces con piedras ¡grandes! y con eso uno puede comprar lo que quiera, sino que a veces
es muy peligroso porque pueden matar a la gente y cuando eso se derrumba puede estripar a la
gente (risas) Pedrín, describiendo su dibujo sobre las minas, lo hace narrando una historia entre
dos hombres, uno quiere matar al otro para quedarse con sus pertenencias, este es el vínculo
entre muerte y riqueza, la anulación de uno para así obtener sus bienes, realmente no está nada
lejos de la realidad, las confrontaciones en la zona, no han sido por nada más que el querer
obtener bienes y prestigio. …este si tenía otras minas, y él iba a matar para robar, pa el volverse
más rico que él y el carro era de él. Y aún más interesante resulta observar, que la muerte no
54
solo se vincula a las minas, sino también a las que he decidido llamar Representaciones
simbólicas del territorio24 tal como son los volcanes y el encanto.

La definición de encanto construida por Jesica es fiel testigo de la presencia de la muerte en el


mundo minero: Un encanto es, una cantidad de agua, que baja por las quebradas y cada cosa
que se le meta por delante, adiós, se va, es una cantidad de agua espesa, espesa. Mucha agua
producida por el oro. A lo cual podemos agregar un comentario de Karen: y esa agua cuando
está encantada se traga la gente, así uno sepa nadar se muere y en cuanto a la peligrosidad del
volcán, vale decir que los volcanes están dentro de la mina, fuera de ella y lejos. Porque varios
chicos comentaron que al estar dentro de una mina trabajando, la tierra se podía venir encima
de los trabajadores y matarlos, en palabras textuales de Juan Pablo: por dentro si uno empieza a
excavar mucho, pues se le viene la tierra encima.
Vale la pena traer nuevamente una cita de Karen: Si, porque se puede derrumbar, lo pueden
matar a uno, porque como la mina vale arto le da envidia a las otras personas y los matan pa
quedarse con las minas… le cae una piedra y se muere o depende si esta debajo de una loma, se
puede derrumbar tierra y tapa la mina, se puede morir gente. Y Jesica insiste en que es una cosa
peligrosa: En una mina hay esmeraldas y hay también mucho peligro, ahí en una mina es mucho
peligro, porque lo que uno cava, cava y cava, la tierra de encima se va quedando y cuando ya la
tierra de encima está debilitada se cae encima de la persona, entonces es muy peligrosa. La

24 Para la organización de la información agrupé las categorías volcán, encanto y hueco; con el tiempo
fui observando que a su vez, cada una de estas categorías tenían componentes propios y compartidos.
Esta manera de organizar la información la logré mediante el uso de N Vivo 10, un software para la
organización y análisis de información cualitativa. En términos del programa, el nodo padre se denomina
de esta manera, Representaciones Simbólicas del Territorio, dado que como el mundo minero, está
compuesto por elementos del contexto que tienen una lógica en común, como la muerte, el movimiento
de la tierra, el agua como medio para dicho movimiento y los lugares donde estas categorías funcionan,
siendo este el eje relevante, que da pie para observarlas categorías vinculadas al territorio. Los nodos
descendientes son: Acción del Volcán, Acción del Encanto y Representación de Lugares, estos a su vez
integrados por otros nodos, para el primero los nodos hacen referencia acciones: Volcán, Derrumbe,
Tierra, Caer, Deslizamiento, Desvolcanar y Rodar; para el segundo: Encanto, Crecida y Agua y para el
último: Hueco, Abajo, Mina como hueco y Mina con huecos. Todas las categorías surgen del análisis de
las entrevistas, la revisión del diario de campo y el ejercicio etnográfico.

55
mina es un lugar de muerte, pero también lo son esos elementos que constituyen el mundo
minero, el encanto resulta ser una categoría importante porque en primer medida es algo de lo
cual hablaron muchos los niños cuando hablaban también de minas y es que hay una relación
directa con los volcanes y la mina; un encanto lleva oro o esmeraldas, es decir riqueza, una
guaca difícil de coger, porque un encanto “se lleva lo que pille por delante” y eso
indudablemente tampoco es para todo el mundo, depende de la suerte, esa riqueza la puede
dejar al paso en la quebrada y ser encontrada por alguien, eso no sería ser de buenas, sino muy
de buenas, la quebrada donde más bajan encantos es la Portana, eso aseguran varios niños.

Un encanto es una crecida muy grande; es algo más grande que una crecida, lleva oro en forma
de toro o duende, también lleva esmeraldas pero esa guaca no se puede coger porque el
encanto también es una cosa peligrosa. En una entrevista Johan y Geney dijeron respecto a un
encanto:
Johan: Un encanto es una crecida que es como una crecida, pero una
crecida no arrastra tanto, un encanto se lleva lo que sea, arrastra lo que
sea.
Geney: Un encanto es una crecida.
- Mejor dicho como un, como un tsunami.
- Y es de oro.
- No, el agua no es de oro.
- No el agua no, pero el encanto sí.
- Lleva oro. Pere le digo ¿Sabe por qué sale el oro? porque mire, ahí el
diablo viene es porque la quebrada, en el diablo esta porque, el diablo
puede crear, es feo, puede poner un oro ahí encima de la piedra que
nadie lo pueda coger y cuando uno se vaya a meter el agua se lo
arrastra, mira, entonces lo otro el agua a lo que viene mucha crecida
arrastra tierra y como por debajo de la tierra los indios, hicieron oro ¿Y le
digo por qué el oro? porque los indios soltaban oro en las aguas, si quiere
mire en un libro de cuarto que ahí se encuentra.

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Una crecida es cuando baja mucha agua por las quebradas al llover. El encanto es toda el agua
que baja, porque el agua de una quebrada se mueve en bajada, va para más abajo y a su vez la
guaca que lleva, es también todo, el agua que baja y lo que lleva, como un encanto hace que la
tierra se mueva, saca lo que está enterrado y en esas profundidades hay riqueza, así lo explicó
Johan y lo hace remitiéndose a lo que ha aprendido en la escuela sobre los indios, ellos
enterraron oro. Cuando el encanto baja, lo hace con fuerza, por ello se lleva lo que pille, lo que
se le atraviese se lo lleva, esa fuerza hace mover rocas, tierra y el agua se desborda; la tierra de
los lados de la quebrada, se derrumba, se rueda, se cae, en ese momento un encanto está
dejando a su paso no sólo riqueza sino volcanes, nuevamente la fortuna ligada al infortunio,
porque un volcán es un deslizadero, que en este caso no permite el paso en la quebrada y es la
tierra que se derrumbó de las fincas aledañas a dichas quebradas, muchos cultivos se ven
afectados.

La siguiente cita es de Jesica, en ella está recogida la idea de suerte vinculada a un encanto,
como si se tratara de coger una riqueza que esta tan cerca, pero que es peligroso hacerlo, tal
como ocurre en las minas, en la dinámica del trabajo buscando esmeraldas:

“La suerte, cuando hay un encanto no hay suerte, porque es que el oro
baja, pero por el centro de la quebrada y uno al meterse allá se lo lleva y
mi abuelita me contó un día, que el papá de ella, él estaba cerquita a la
quebrada y bajo un encanto y quesque miro un perrito en la mitad de la,
iba bajando por la mitad de la quebrada tocando guitarra era amarillo,
brillante, era oro y quesque mi abuelito trataba esto pero no, no podía, el
agua muy fuerte. Tiene que ver la suerte es porque, hay gente que por la
ansiedad del oro se mete y el agua se lo carga, no tener suerte porque el
agua se lo arrastra y hay otra cosa, que si la persona es de suerte va y
coge el oro y se devuelve es que es de suerte”

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El volcán y el encanto son representaciones simbólicas del territorio porque tienen aspectos en
común y se desarrollan instantáneamente cuando baja un encanto, son categorías del mundo
minero porque si bien en las minas no hay encantos, dadas las explicaciones de los chicos
quienes me comentaron varias veces que en un río no hay encantos y menos en un río cercano
a una mina, porque estos permanecen quietos aunque tienen bastante fuerza. En la mina si hay
volcanes como también en otros lugares de la región, de hecho Karen me decía que en
Chiquinquirá y Bogotá también hay.
La tierra se convierte en un elemento que constituye ambas categorías, pues el movimiento de
la tierra es el reflejo de la fuerza de ambas representaciones, el movimiento de la tierra en un
barranco es un volcán, la tierra que se le viene encima a los mineros en un túnel es un volcán y
los estragos de un encanto se ven reflejados en la tierra que se rueda a su paso; si imaginamos
estos dos acontecimientos, estas dos acciones naturales, el agua también es una pieza
importante, pues en un volcán muchas veces el agua es lo que hace que la tierra se mueva y el
agua en movimiento a gran velocidad, con fuerza, llevándose todo lo que encuentra en frente es
un encanto.

En relación a la idea de ver la tierra, el agua, los volcanes y encantos como constituyentes
elementos que constituyen el territorio, en “Guambianos Hijos del aroiris y del agua”
encontramos como los Misak, comprenden su territorio como un todo en constante
comunicación, donde el agua es muy importante a la hora de comprender su mundo:

“Nuestra cosmovisión comprende una concepción muy amplia y


compleja sobre el agua, elemento dinámico por excelencia, no sólo a
causa de sus movimientos, de sus recorridos, sino sobre todo por sus
transformaciones.
…Maya pi ip atrup tapi koik: el agua es buena y es mala y lleva una vida
de los sueños. Del agua nacen muchas cosas en la tierra.
El agua hace inundaciones, dicen los blancos; sólo ven lo que tiene de
malo. Pero los guambianos vemos que las aguas hacen mal y hacen bien.
Si se forma un derrumbe, trae shau, los residuos, y de él sale un niño o

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una niña llorando: piuno, pishau. De él vienen los caciques, como
Piendamú, Calampás, José Ignacio Tombé, Teresita de la Estrella, mamá
Manela Caramaya, y venimos nosotros, los misak, la gente.
Cuando hay grandes inviernos caen derrumbes y bajan inundaciones,
pero en ellas vienen los niños y niñas que nacen del agua. Es un mal
porque arrastra tierras, piedras, árboles, puentes, animales, sembrados,
casas, gente. Pero es un bien porque en ellas vienen los jefes de
nosotros. Se los saca del agua, se los cría y tienen historias grandes; de
ellos nacen los valores culturales. Las inundaciones y derrumbes no son
solamente inundaciones y derrumbes sino que tienen historias.

Hay niños y niñas del agua que vienen en el río cada 35 ó 60 años y van a
ser cultivadores, van a enseñar para ser agricultores. Otros llegan cada
100 años y vienen con los colores brillosos; son los que cultivan oro y son
los más importantes. Se forman aguas subterráneas que aflojan la tierra
y caen por los derrumbes, abriendo huecos, soltando la tierra y
preparando para que venga un buen cacique para nosotros. Allí, en los
shau, en los residuos que arrastran, se forma el niño que viene adelante,
llorando. El niño o la niña viene adelante, en la espuma, detrás viene la
palizada. Los mayores están listos para sacarlo con un bejuco de la
montaña. Lo crían y es un maestro que aconseja lo que debe ser todo”.

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Esta imagen es la “Foto 1: Piuno chumbada, adelante de la creciente” tomada también del texto
anterior. (Vasco, L. , Dagua, A., & Aranda, M. 1998; 28)Donde podemos observar los efectos de
“la creciente” de acuerdo a las descripciones sobre un encanto, es prácticamente lo mismo, el
agua deja inundaciones y derrumbes, serían entonces en los términos que hemos ido
observando, volcanes; pero también trae cosas buenas, allí vienen caciques. En la afirmación de
la cita “Cuando hay grandes
inviernos caen derrumbes y bajan
inundaciones” está aludiendo a un
encanto, es decir estamos haciendo
una pequeña comparación y
traducción del mismo fenómeno
que los niños denominan encanto.
Si bien la imagen de la izquierda no
es lo que queda después de que
pasa un encanto, es una quebrada
por la cual suelen bajar; es la

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Portana o “Puertana” como dice Jeison, ese punto es el ramal para coger pa´ Palmar o pa´
Mojarras. Yo como poca suerte tengo nunca pude ver lo que deja un encanto y muchísimo
menos el encanto mismo, solo escucharlo, porque también se puede escuchar, cuando baja
hace bastante ruido, es un sonido constante, de eso si puedo dar fe, muchas veces mientras viví
en Tununguá, mi casa quedaba en medio de dos quebradas, distantes una de la otra, pero
cuando llovía fuerte se escuchaba como el agua bajaba y luego uno podía ver que el agua estaba
espesa como dijo Jesica, con muchos palos y piedras removidas.
Fals Borda al final de su libro “Campesinos de los Andes” tiene la siguiente definición de
encanto: "Encanto: Representación mágica de una fuerza natural" otra representación mágica
que se encuentra entre las que él denominó instituciones difuso simbólicas, son las guacas, que
traigo al texto porque es también un ejemplo para ver los elementos que constituyen el
territorio (Fals Borda 1961; 230):

"Un informante explicó que la manera de actuar para descubrir un


tesoro enterrado era: "Ante todo, cuando uno ve que viene una luz, no
debe huir; debe esperarla sin moverse, pues de todos modos el espíritu
no se acercará mucho. Después uno debe preguntar: "Alma bendita, de
parte de Dios o de parte del diablo, ¿qué necesita?" Y el espíritu hablará
para pedir que en la iglesia se canten cierto número de misas, cuyo pago
le será provechoso en el purgatorio. Finalmente, el espíritu pide que uno
le entregue su sombrero, o la ruana u otra pieza del vestido. La luz lleva
esta pieza flotando en el aire hasta el lugar exacto en que el dinero está
enterrado. Y después de dejar caer el objeto en dicho punto,
desaparece.
…La persona debe comenzar a cavar inmediatamente, pero no debe
decir una sola palabra. Ninguna otra persona debe acercársele (por este
motivo es mejor cavar de noche). Si uno habla, aunque solo sea para
murmurar "Qué bueno", o "Ah", o si otra persona se acerca, se produce
un terrible ruido debajo de la tierra causado por la huida del dinero a un
nuevo lugar desconocido.
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…Tan pronto como sean desenterrados la caja, el baúl o las ollas que
contienen el tesoro, se debe arrojar agua sobre ellos. El agua salada es
mejor. Entonces se acaba el encanto"

Recordemos que Jesica explicó que para coger una mina, haciendo referencia a una esmeralda,
hay que orinarla o escupirla, pues la orina es salada; tiene el mismo sentido que describe Borda,
porque reitero, son elementos que constituyen el mundo andino donde estos fenómenos son
idénticos. Así que el mundo minero es solo una parte de ese gran mundo andino.
En Mojarras los niños hacen referencia a los encantos como portadora de piedras, agua, se lleva
lo que encuentre, y como ya se ha dicho, un encanto es una crecida muy grande para Diana una
crecida es cuando se lleva unas piedras asi, eso es resulta entonces ser lo que el agua es capaz
de arrastrar, similar a lo que Diego define como encanto: un encanto, a veces donde baja una
crecida, mucha agua y eso dónde agarre lo derrumba todo. La acción de derrumbar es la acción
del volcán, nuevamente encontramos el vínculo entre un encanto y un volcán
Es estrecha la relación entre la muerte, encantos y volcanes, los dos últimos son causas de
muerte, y el segundo puede crear el tercero, es una dinámica constante dada por el
movimiento; una crecida grande es una gran cantidad de agua en movimiento que a su paso
hace la tierra se derrumbe y este movimiento de la tierra “derrumbarse, deslizarse, rodarse,
desvolcanarse, coger vuelo” es un volcán; cualquiera de estas dos acciones puede generar
llevarse o caerle encima a las personas o lo que se atraviese y matar.
En cuanto a la peligrosidad en las minas, no solo desde la accidentalidad natural, sino a mano
armada Karen nos dice: porque se puede derrumbar, lo pueden matar a uno, porque como la mina vale
arto le da envidia a las otras personas y los matan pa quedarse con las minas… le cae una piedra y se
muere o depende si esta debajo de una loma, se puede derrumbar tierra y tapa la mina, se puede morir
gente. Si tenemos en cuenta que una mina también es una loma y que esa misma loma se puede
derrumbar, la mina es entonces también volcán a su vez que dentro de ella la tierra en los túneles se
puede derrumbar.

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Un volcán es cuando la tierra se
mueve. Es movimiento y momento.
La tierra al desvolcanarse está
creando un volcán; en ese
momento en el cual sucede el
movimiento el volcán también
sucede. En el centro de Colombia la
gente llama volcán a todo
movimiento de la tierra; un volcán
es “cuando la tierra se vuelca” (Suárez Guava 2009; 379).
Cuando en los huecos o túneles de las minas la tierra le cae encima a los mineros25 es porque
hay agua que hace que se genere dicho movimiento. El agua está presente en los encantos y los
volcanes, porque es el agua de la crecida que a su vez se desborda y deja la tierra desvolcanada
a su paso, es decir crea volcanes a las orillas de las quebradas, pero por medio de esto también
deja a su paso riqueza. Los niños me dijeron, que debajo de la tierra hay agua que la pone débil
y por eso se mueve. Esto lo explica Karen: Cuando se derrumba la tierra. Cuando se derrumba la
piedra, porque depende si hay temblores, así, cosas en la tierra, se baja y se va formando el
volcán. Cuando la tierra se mueve, ahí se va bajando, va bajando y se va acumulando tierra y
cuando se vuelve a mover, eso se baja así, cuando queda débil.
Al igual que la tierra y el agua, la riqueza se mueve en forma de guacas; un encanto transporta
oro o esmeralda, total, riqueza y a su vez genera movimiento en la ladera de la quebrada, donde
también pueden encontrarse objetos valiosos que a su vez serán arrastrados; ese movimiento
de tierra, hecho movimiento es un volcán. Pero a causa de las lluvias también se puede crear un
volcán, nuevamente la presencia del agua en estos hechos, así define un volcán Geney: Un
volcán es cuando las lomas y cuando llueve duro o cuando baja así agua se tumba la tierra y ese
es el volcán. Y cuando Karen describe qué es un encanto, también está presente el agua: Es

25 Siempre he hecho referencia a las personas que trabajan en la mina como mineros, porque los niños
siempre usaron esta palabra más que cualquier otra como esmeralderos, obreros, trabajadores o
guaqueros.

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cuando llueve arto, llueve arto que se acumulan las piedras, las rocas, y entonces cuando se totea todo
eso baja rápido y se va acumulando arta agua y se vuelve un encanto, abajo también había un encanto
que un día casi se carga un niñito, eso era grande.

Respecto al movimiento de la tierra Diego me dijo : ¡Ahh! es que cuando, es que a veces, la
tierra a veces está dormida y cuando se despierta se empieza a caer pedazos de la tierra, abajo
un día nos estábamos bañando y se cayó un pedazo de tierra, un terrón grande. Viendo la tierra
como algo con movimiento propio (incluso como un ser vivo, pero sobre esta idea no abordaré)
porque al despertarse se mueve, genera movimientos, esta forma me permite ver el mundo
minero, como un mundo donde las diferentes categorías se conectan mediante el movimiento
como ya hemos dicho que se vinculan los encantos, los volcanes, la riqueza incluso la muerte;
por ello mediante la etnografía podemos encontrar esta relación entre los hechos y los
elementos de la mina y lo que sucede lejos de ella, pero que sin duda guardan un vínculo, por
ello cuando Johan me decía que de las minas no sabía mucho pero si de los volcanes, lo mejor
fue escucharlo y tratar de ver por qué si les preguntaba por las minas, hablaban de las crecidas,
ahí está, lo que pasa en las minas no solo pasa en las minas, en eso consiste nombrar el mundo
minero como mundo; de esa forma se puede observar como el territorio tiene semejanzas en
lugares distintos.
El siguiente es un suceso vivido por la misma Jesica, anécdota que me contó mientras me
explicaba qué era un volcán: Un volcán es un, la tierra por ahí, puede ser una esmeralda, una
mina y se va bajando, la tierra se resbala, allí en la sabana hubo uno y tapó la quebrada, una
quebrada y en la quebrada se formó una represa grande, grande, entonces eso lo tapaba a uno
el agua, entonces nosotros no fuimos hasta allá. La agua bajó se destrancó, listo bajó y entonces
yo y mi mamá un día fuimos allá y miramos el volcán, pero eso era un largurón de volcán. Ella
fue solo hasta que la represa se “destrancó” y el volcán seguía allí, definitivamente tuvo que ser
muy grande para que aún estuviera o como ella mejor lo explica “era un largurón de volcán”.
Según Juan Pablo: un volcán es que se viene la tierra... y lo que pille va machucando,

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arrastrando. Allí uno hizo una represa en la quebrada, se vino el agua.26 Al igual que un encanto,
los volcanes pueden arrastrar lo que encuentren a su paso, dado el movimiento de la tierra,
entonces el agua y la tierra son también movimiento, son transportadores de fortuna o causar la
muerte.
Cuando un volcán crea una represa y luego esa cantidad de agua es destancada puede crear a
su vez un encanto. Son creadores uno del otro.
Los volcanes suceden en varios lugares, están muy presentes en las minas, quiero mostrar cómo
Jesica lo reitera: En cualquier parte, porque onde este la mina, ahí está seguro el volcán.

El único que me explicó un volcán como una falla geológica fue Johan, sin embargo lo
relacionaba con la idea de cómo la tierra se desliza, de hecho, según él, desde el cráter del
volcán, la tierra se puede derrumbar y ahí hay “otro” volcán. Un volcán en un volcán. Tiene
sentido, pues si en una superficie inclinada hay algún movimiento, la tierra se puede derrumbar,
eso es un volcán.

Johan: Un volcán es deslizamientos de tierra y el volcán propio es


cuando, una lavaza, una lava, por debajo de la tierra que empieza a
como a hacer volcanes, como hay un este coso, por ejemplo allá encima
de esa montaña si, hay un turupe así, ahí se puede hacer un volcán, se
hace un hueco así para abajo y sale ahí tierra, ahí pa´arriba eso es otro
volcán.
Yo: ¿Y los volcanes de acá de Tununguá cómo son?
Johan: Es cuando se desliza la tierra, se desliza ahí pa´abajo y esa tierra
lo puede tapar a uno y lo ahoga y un día un niño, se llamaba Avatar y él
estaba azadoniando con el papá y el papá se fue y le dijo que él se iba

26 Los chicos en la escuela varias veces nombraron como un volcán había hecho una represa, suceso que
por lo que noté sucede seguido y aún más en lugares empinados donde el borde de la quebrada se va
llevando prácticamente terreno de las fincas, como sucede en Santa Rosa, de donde la comadre María
de pa´abajo. Por tanto no sabría si esta represa en la misma de la cual habló Jesica, aunque realmente no
es importante, lo interesante es como los niños lo cuentan.

65
por allá, quelado en la casa, quedaba siempre lejos de la casa y entonces
él fue abriendo el hueco, cuando se le vino, él estaba acá abriendo y se le
vino un deslizamiento de tierra, lo tapó y lo ahogó y murió.

Los volcanes y los encantos van pa´abajo, arrastran, recordemos que llevando riqueza o muerte;
abajo como si el destino fuese un hueco, en este caso, el Occidente de Boyacá, Tununguá,
Mojarras o quizá las minas de esmeraldas.

Para hablar más de ellos

Todos empezaron a hablar de una fiesta, un cumpleaños; tenían la incertidumbre de saber a


quiénes invitarían, bueno teníamos la duda, era el cumpleaños de Dayana V. Cumplía creo que
seis años, así que los rumores eran que se trataría de una piñata, fue tanta mi insistencia que
me invitaron, Juan Pablo me dio carta de invitación. Desde el lugar de la fiesta se podía observar
un volcán grande, es el que aparece en la fotografía de la página sesenta y dos y la mina de agua
sal, la fotografía de esta mina está en la página sesenta y ocho.

Santiago es el chico que nunca habla en clase, pero en la fiesta de cumpleaños descubrí que
habla mucho, su propia mamá cuenta que parece un revendedor27 en la casa, habla todo el
tiempo con su hermano que es solo un año menor que él.
Le insistí mucho para que hablara; ese era el propósito escucharlo: que dijera una, una sola
palabra, conocer su voz, pero siempre se ponía nervoso, abría más los ojos, sonreía, algunas
veces dejaba escapar un pequeño ruido de su risa, lo cual daba pista de cómo era el tono de su
voz, el profesor decía que solo le hablaba a él en voz baja, cuando se acercaba a su escritorio.
Un día opté por dejar de pedirle palabras, pues hasta ese momento el movimiento de sus
manos y sus gestos habían sido suficientes para entenderle, cualquier cosa que le preguntaran

27 Cuando alguien habla mucho y fuerte.

66
bastaba con ser afirmado o negado con el movimiento de su cabeza de arriba hacia abajo o de
manera horizontal de lado a lado; eso bastaba, pero no había notado eso, porque uno cree que
las palabras son necesarias, tanto que parecieran lo único.
Ahí empecé a conocer mucho más a Santiago, sin pedirle palabras, solo viéndolo, solo
saludándolo chocando las cinco, solo esperando como respuesta una señal con su mano o que
afirmara o negara. En adelante, yo fui feliz sabiendo que sí habla fuera de la escuela. Pero más
feliz cuando en un descanso, yo estaba en las escaleras de la cancha y él se asomó a la esquina y
con su cabeza me hacia la seña que me acercara, fuimos al salón y con un cuaderno en la mesa y
un lápiz en la mano, mientras me miraba y sonreía
como siempre lo hacía cuando me quedaba
mirándolo, con ese gesto me dio a entender que
quería escribir algo en el cuaderno, tratando de
adivinar, le pregunté si quería escribir o dibujar, a lo
cual con su cabeza afirmaba, recordé un ejercicio
que me ponían cuando estaba en primaria. Le dije
que yo escribía una palabra y él debía repetirla y
dibujar; la primer palara que me pidió que escribiera
fue cocodrilo así que le seguí la idea, se trataba de
animales, pensé que sería buena idea escribir y
dibujar sus animales favoritos, él empezó a
nombrarlos, gavilán, iguana, lagartija; él tranquilamente me estaba hablando seguía sonriendo
y dibujaba, yo no podía de la felicidad, me latía el corazón, yo sentía que se iba a salir del pecho,
estaba nerviosa, las manos temblaban, pero no podía gritar de la emoción o Santiago dejaría de
hablar, traté de estar tranquila. Fue eterno y perfecto ese momento, la alegría impregnó el día
completo y en general cada vez que lo veía. Cuando ya todos regresaron al salón dejo
inmediatamente de hablar.
Yo soy tan insistona, que un día le dije que le preguntara a la mamá si podía ir a su casa cuando
saliéramos de clase el día siguiente, al otro día a la salida, yo lo miraba de reojo esperando que
me dijera algo, estaba contenta porque él siempre sale de primeras y se va, pero ese día se

67
quedó de últimas en el salón, como hubo compitencias mientras otros hacían aseo del salón, él
estuvo recostado a una pared y me miraba fijamente, me acerqué y solo habló cuando no hubo
nadie cerca, le pregunté qué habían dicho en su casa y no me respondía, solo sonreía
nerviosamente, le dije ¿puedo ir? Y moviendo su cabeza de arriba abajo, afirmó que si, nos
fuimos y solo bien debajo de la carretera, empezó a hablar, me empezó a nombrar nuevamente
los animales que le gustan y sobre una lora que tiene en su cabeza, bajábamos, bajábamos y no
llegábamos, yo con cara de perdida y desubicada, continuamente le decía ¿Ya casi? A lo cual él
respondía que sí. De repente, se terminó la carretera y empezamos a descender por medio de
potreros y un extensivo cultivo de guanábana, no reconocí a ningún trabajador, dicen que en las
fincas de bien abajo trabaja gente de otros lados, gente que no es de Tununguá.
Atravesamos cercanías, portillos y aljibes hasta llegar a la última casa de Mojarra, la casa de
Santiago. Muy campante28 saludé, así como cuando uno llega invitado, notaba a doña Ludivia un
poco sorprendida y afanada, se me dio por preguntarle si Santiago le había preguntado si yo
podía ir, ella sonrío y dijo que ese chino no le había avisado ese Santiago si ¡Qué vergüenza!
Llegué sin ser invitada.
Los zancudos me desconocieron y me empezaron a picar, hay muchos zancudos, la solución era
hacerse debajo del ventilador, ahí no lo pican tanto a uno.
En ese lugar el sol es mucho más fuerte que el de la escuela, como si se tratara de varios soles,
en cada lugar hay un sol.
Estuve también en la casa de Dayana, Pedrín, Sofía, Geney, Cristina, éstas quedan más debajo
de la escuela. Lugares que ellos me permitieron conocer y caminar, lugares de bochorno y
amabilidad, donde al mirar a los lados se observaban las montañas de Pauna, Briceño y hasta
Florián, volcanes y bastante vegetación.

28 Tranquila. En ocasiones se usa para referirse a alguien que no siente pena alguna y es flojo.

68
Lugares desde donde puede
observar mejor la montaña donde
queda la mina o con el zoom de la
cámara que cargaba ese día.
Bajando fue ligerito, como dicen
comúnmente “bajando las piedras
ruedan”, pero de pa arriba ¡qué
camino tan pesado! Desde esa
finca cuando uno sale a la
carretera por la parte baja, puede
llegar a Santa Rosa. Decidí subir por la carretera de Mojarras, todo el tiempo fue subiendo, pero
tremendas subidas, eran empinadas, yo siempre he dicho que para no perderse, cuando uno va
caminando debería mirar hacia atrás continuamente, porque al devolverse, el camino será
completamente diferente y sí, el lugar se veía totalmente distinto, se veían montañas alrededor,
unas cercanas otras lejanas, se divisaba mejor la mina de Pauna y hasta las ventanas de
Tisquizoque en Florián. Para llegar al pueblo tarde mucho más de lo que tarda en ser recorrida
la misma distancia bajando.
Gracias a Santiago estuve en la última casa de la vereda. Él en adelante me habló cuando
estábamos a solas, eso me llenó siempre de alegría. Todo este trayecto él lo camina cada día
para ir y volver de la escuela, debe tardar alrededor de media hora bajando y un poco más
subiendo. Santiago siendo uno de los más pequeños del salón vive lejos, él atraviesa el monte y
no le tiene miedo, no es como uno que va pensando en culebras, sapos, vacas y toros toriados,
pero especialmente en culebras. Él conoce el camino y me lo enseñó.
También a Blanca le agradezco mucho su compañía por la carretera y la hazaña que un viernes
vivimos, cuando luego de visitar a la señora María, la acompañé hasta la casa de sus papas; ellos
viven en Palmar, pero en la parte alta, cerca de Calichal, por un camino que llega al Alto del Uvo.
Partimos a la 1:30 pm aproximadamente y llegamos casi a las 5:00 pm. Fue largo y algo tedioso
el recorrido, por esos días calentaba mucho y cogimos los atajos equivocados. Cuando ella se
quedó en su casa, siguiendo mi camino a casa, me tope sin más ni menos que con el lugar que

69
desde entonces se convirtió en mi favorito; es un lugar perfecto, tan diferente al paisaje del
resto del municipio, atreviéndome a asegurar que es el único lugar desde donde se puede ver el
pueblo, sin que un árbol o una montaña se interponga a la vista. Es el lugar que nunca pude ni
me atreví a recorrer cuando viví en Tununguá, siendo por la misma vía. Ese día fue uno de los
más duros paradójicamente, después de mucho tiempo, volví a ver la que fue nuestra casa, esa
de adobe y teja de barro y con el piso de mineral rojo. Todo cambió, ya no es el mismo lugar de
antes. La cosa es que ese recorrido desde Mojarras hasta la casa de sus padres, todo el tiempo
es en subida, ese día sentimos realmente las diferentes alturas del municipio, pero más, fue
sentir como se sale de un hueco.
Ellos compartieron tanto, un día cuando fui a casa de Jeison y Jesica, él me mostraba las matas
de guanábana que tiene sembradas alrededor de su casa, son pocas pero se ha esforzado
mucho, ese día él me dijo que si le hubiese avisado que iba, habría matado su gallina, sí, la
habría matado y yo mirando a todos lados, vi que eso era lo que él tenía, unas quince matas de
guanábana y una gallina, en ese momento yo realmente quedé sorprendida, son tan pocas las
veces que uno comparte, son tan contadas las ocasiones que ofrecemos lo que tanto nos ha
costado, pero son aún menos las veces que nos fijamos en todo lo que los demás son capaces
de brindar sin pedir nada a cambio, absolutamente nada, que seguimos de largo en la vida, sin
escuchar, sin aprender. Ese día una gallina fue mas que un simple animal, fue casi todo lo que
un niño de una vereda en un lugar distante ha cuidado y sonriendo quiso compartirla con una
extraña, conmigo.

Con todos ellos compartí en el salón de clase y en descanso, compartimos historias más
personales caminando, recorriendo una parte del camino de Mojarras.

70
CIERRE

Lo que se aprende de autores, lo que se aprende en campo y la forma de indagar desde la


antropología.

Todo lo que este capítulo abarca son conclusiones, unas de tipo metodológico, de contexto y
otras sobre los conceptos importantes que se abordaron en el texto.
Cuando leí en la tesis de pregrado del profesor Luis Alberto Suarez Guava, más conocido en el
bajo mundo estudiantil como “Guava” a secas, que era “posible aprender algo de la gente” le
creí y me fui para Tununguá pensando qué sería lo posible allí. Esto lo dice muy seguido o por lo
menos, se escuchaba en las clases de Etnografía que ofrecía aquí en la nacho.

Ha pasado un poco más de un año, de todo ese recorrido de ir y conocer diecisiete niños o
chinos, como comúnmente se dice y como yo les digo de cariño. Creo que Guava tiene razón,
“es posible aprender algo de la gente”. Aprendí en la clase de Etnografía, que en campo
escuchando a las personas, una manera de recordar una conversación o algo importante es
repetir las palabras que la gente usa. Creo que la ganancia es en primer medida reconocer las
palabras, la forma cómo son dichas y cómo estas se describen o definen, para ver en la
recurrencia de las palabras el mundo que están explicando, es decir verlas como categorías, es
encontrar en la reiteración una forma de estructurar la información de campo.
También le creo a Guber, cuando descubrió que un excombatiente de la guerra de las Malvinas
le mentía y eso no fue impedimento en su investigación, resultó interesante la mentira misma.
Aprendí que mentir hace parte de la vida al compartir con las personas y aún más con niños
porque muchas veces ni siquiera se trata de si es verdad o mentira, se trata de imaginar y soñar,
lo que sucede es que a muchos se nos olvidó hacerlo, por ello deslegitimamos la fantasía, siendo
una manera de concebir y explicar el mundo. Le creo a Guava y a Guber porque yo aprendí de
diecisiete chinos, que las minas de esmeraldas en el Occidente de Boyacá, son “una cosa
peligrosa” y para que yo entendiera eso y luego lo replicara en estas páginas o en
conversaciones, inventaron historias, dibujaron, me repitieron una y otra vez sus explicaciones;
explicaciones que unas veces fueron mágicas, burlonas o sangrientas. Resultó valioso estar
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frente a niños unas veces sonrientes o tras serios, llenos de imaginación y sueños; quienes se
burlaban cada vez que hablaban de la muerte. Qué importa si nunca fueron a una mina o vieron
un encanto, su imaginación, muchas veces interrumpida por un adulto, fue la precursora para
hacer visible y explorar en este texto lo que ellos saben, conocen, creen e imaginan sobre su
contexto, sobre el mundo minero.

En este momento soy una estudiante de antropología y si me entregan pronto un “cartón” sería
una antropóloga, que cree en los “mundos posibles” y la “lógica” de los niños, porque
realmente se aprende algo, cuando se escucha. Porque creo que desde la disciplina vale tanto la
pena y es obligatorio trabajar con la infancia, se hace urgente hacer visible la niñez desde la
niñez, escuchándolos, cosa que la antropología lleva haciendo realmente muy poco, a eso le
apuesto a escuchar los niños y niñas como personas que todo el tiempo no solo escuchan y
replican, sino que reconstruyen y comprenden el mundo.

Algunas investigaciones sobre el “mundo minero” han tocado indudablemente el tema de la


muerte, en el caso del trabajo del profesor Carlos Páramo los relatos son de la voz de hombres
mineros, para quienes la palabra tiene un valor altamente significativo, tanto que la traición es
sinónimo de muerte.
Johanna Parra en cambio, habla de la familia y el papel de las mujeres (a quienes entrevistó) en
este contexto minero, pero esas mujeres son esposas viudas de esmeralderos; con el fin de
visibilizar sus historias, lo que cuentan y el papel de ellas en la conformación de la familia en
municipios de la zona.
En este caso la pretensión es resaltar el conocimiento de los niños de una vereda de un
municipio del Occidente de Boyacá, lugar en el cual aunque no hay minas de esmeraldas, el
contexto minero no es ajeno; para en últimas acercarse a ese mundo minero, desde un
conjunto de elementos propios, que desde la etnografía se han logrado entender; viendo los
dibujos, las redes de asociaciones y las narrativas de los niños, como expresiones creativas y
artísticas, que hablan por sí mismas, para no dejarlas como anexos al final del documento.

Mi trabajo consistió en contar sobre el mundo minero desde lo que aprendí de los niños y niñas
de Mojarras, trayendo también sus palabras textuales, consistió en hablar de Tununguá; por ello
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no abordé la niñez como una categoría importante en la antropología ni escribí sobre lo que se
ha hecho al respecto, no porque no sea importante, sino porque me dediqué a hablar de ellos y
lo que fue el trabajo de campo directamente vivido con ellos. No obstante en este cierre quiero
decir que la infancia es un tema importante, valiéndome de los aportes de la profesora Ximena
Pachón (2003) quien deja ver el “surgimiento” y desarrollo de la antropología de la infancia en
los trabajos investigativos, muestra una breve imagen histórica, de cómo la niñez ha sido
excluida de la investigación antropológica, aunque ha estado también de forma implícita en
varias investigaciones.
Por otro lado Margaret Mead (1990) quien en su preocupación por las problemáticas de los
jóvenes en Norteamérica, se acerca la niñez, de esta forma nos permite ver como en Samoa,
“los niños menores no tienen una posición social”, por ejemplo solo es visible el “momento” del
nacimiento, más que la llegada del mismo, y es tan importante dicho momento que se debe
festejar, pues allí se determinará el destino del recién nacido, es decir recobrará importancia en
la adolescencia. Los niños mayores, aquellos de seis años, están relacionados al entorno
doméstico, el cuidado de los más pequeños y el inicio en tareas laborales, la autora identifica
que a ellos y ellas se les asignan estas tareas porque reconocen lo que deben evitar y así
trasmitirlo, pero es importante que definitivamente la posición social es nula, así como el
reconocimiento por parte de la comunidad en general. Así también el porte está orientado a
que la niñez se desarrolla de acuerdo al entorno propio, los niños reconocen su realidad más
cercana. Esta contribución es importante pues los niños de Mojarras son con quienes cuentan
sobre el mundo minero.

En mi ejercicio etnográfico, yo Natalia, o Julieth o Yuli como más me conocen en Tununguá, al


inicio conté como se llegaba al pueblo, de eso fui testigo, viví siete años allí, me críe en el campo
con mi abuela Fidela Díaz. Lo cuento porque esta tesis no es solo la descripción de un año
compartido con los niños en la escuela de Mojarras, es el recuerdo latente de otra infancia, la
mía. Porque creo que así como las personas nos aferramos tanto a otras, también nos
aferramos a lugares, a los recuerdos de un pasado tan perfecto aun en medio de angustias. Los
adultos evocamos la infancia generalmente como algo bueno; en medio de un pasado quizá

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difícil, triste y duro, los recuerdos se inclinan hacia las cosas buenas, a anécdotas jocosas. Por
ello la importancia del papel de la infancia en nuestra sociedad, los niños y niñas no pueden
considerarse como recipientes ni simples receptores de información. En esta tesis queda
evidencia que si a uno de estos chicos les preguntan sobre volcanes, esperando una respuesta
relacionada a una falla geológica o formación en el paisaje, quizá den alguna pista sobre ese tipo
de respuesta, pero de inmediato también dirán Es cuando la tierra se derrumba o Es un
deslizadero, un rodao, aquí abajito de la escuela hay uno, en la vereda hay artos. Si quien
escucha está calificando lo que ellos dicen, seguramente le pondrá una nota baja y pensará que
son niños que no saben, deben repetir el año y leer nuevamente la cartilla de ciencias naturales
hasta memorizar el concepto y dejar la absurda idea de que “más abajito” de su escuela hay un
volcán o que una persona puede hacer uno.

Finalmente, puedo decir que mediante la etnografía se encontraron relaciones entre los hechos
y los elementos de la mina y lo que sucede lejos de ella, pero que sin duda guardan un vínculo,
por ello cuando Johan me decía que de las minas no sabía mucho pero si de los encantos, lo
mejor fue escucharlo y tratar de ver por qué si les preguntaba por las minas, hablaban de las
crecidas, ahí está: lo que pasa en las minas no solo pasa en las minas, en eso consiste nombrar
el mundo minero como mundo; de esa forma se puede observar cómo el territorio tiene
semejanzas en lugares distintos.

La mina es “una cosa peligrosa” como también lo son los encantos y los volcanes, pero guardan
la ambivalencia de ser y poseer a su vez riqueza. Las minas de esmeraldas en el Occidente de
Boyacá son un lugar representativo, muchas personas de la región y foráneas trabajan allí y son
su única fuente de ingreso económico y los niños las identifican por su peligrosidad, eso es lo
importante ver como los niños reconocen e identifican su contexto.

Los niños y niñas son protagonistas porque ellos cuentan y definen las categorías que
constituyen el mundo minero, la pretensión más grande de esta tesis es hacer visible su voz, en
primera medida escuchándolos para así poder contar lo que ellos me contaron.

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INSEPARABLES

Transcripción de la Socialización de la red de asociaciones


25 de julio del 2013.
Mojarras Tununguá. Medio día.
N: Natalia Preguntona.
Los demás son los nombres de los niños que participaron.

N: Los que escribieron muerte, ¿por qué escribieron muerte?


Jesica: Muerte, porque cuando uno encuentra una mina, a veces las personas saben y lo matan
a uno.
Juan Pablo: No porque eso sabe todo el mundo que hay minas.
Jeison: No y los ladrones no pueden saber porque van y grrr (chasquido pasa su mano por el
cuello como si lo cortara, mientras hace un ruido con su boca y todos se ríen)
N: ¿Cómo así, los ladrones qué no pueden saber?
Juan Pablo: No porque es que ellos tienen guardespaldas.
N: ¿Cómo así Jesica, uno puede ir caminando así por la carretera y se encuentra una mina?
Jesica: No...
Jeison: Una esmeralda si a veces.
Jesica: sí a veces.
Jeison: Una vez se encontró una señora, se encontró una en una quebrada.
N: ¿Una esmeralda en la quebrada?
Ellos: Sí, una esmeralda en la quebrada.
Geney: Cuando crecen las quebradas y al otro día amanecen, amanecen ahí.
Me: ¿Pero qué quebradas?
Ellos: Todas.
Juan Pablo: la quebrada de Santa Rosa.
Jeison: La Puertana es la que más carga esmeraldas.
Juan Pablo: ¡Oro!
Jeison: Un día bajó un perro por el agua tocando guitarra y era de oro

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Jesica: Por la mitad de la quebrada tocando guitarra.
Profesor: Pero el que lo vio tenia era una jartera.
Jeison: Lo vio el papá de mi abuelita.
Profesor: ¿Qué había tomado su abuelito en esos días?
Jesica: Nada, iba bajando una quebradota.
Juan Pablo: Dicen que miró duendes tocando acordión.
N: ¿Aquí también hay duendes?
Juan Pablo: No, que venían tocando.
Jesica: Así guitarra entre la quebrada.
N: ¿No son de Tununguá?
Ellos: No.
N: No entiendo.
Jesica: Duendes de oro.
N: ¿Y uno puede coger esos duendes de oro?
Juan Pablo: Si uno se mete por allá a la quebrada eso se lo arrastra (risas).
Diego: No ve que es un encanto que baja y lleva oro.
Jeison: Lleva más fuerza.
Ellos: Si.
N: Es un encanto y ¿Qué es un encanto?
Diego: Un encanto es una crecida muy fuerte que si coge un puente por la mitad se lo lleva, se
llevó una batea, que es un puente donde se unen todas las quebradas. La batea se la arrastró,
donde se unen todas las quebradas.
N: O sea que un encanto es como una crecida ¿Pero lleva cosas en oro o no siempre?
Ellos: No.
Juan Pablo: Es que a veces dicen que se desprenden cosas de la tierra y sale oro.
N: ¿Cuando va bajando el encanto se rueda la tierra?
Ellos: Si.
Diego: Un toro bajando, (risas)
N: ¿Un toro?

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Diego: Si también,
Jeison: ¿Negro o de qué color?
Diego: Pues de oro.
N: ¿Alguien puede coger eso de oro?
Ellos: No lo arrastran es a uno (risas)
Profesor: Son es encantos no, o sea la magia se lo lleva a uno.
Jesica: Ajá.
Juan Pablo: Están dando una pista que en esa quebrada hay oro.
Jesica: En esa quebrada.
N: ¿Cómo una guaca?
Ellos: Sí, como una guaca.
Profesor: ¿Y cuántas personas se han enguacado en Tununguá?
Ellos: Jm. (duda)
Profesor: Como que ninguna.
Juan Pablo: Si.
Profesor: ¿Cuál, dígame el nombre de una?
Jeison: ¿Cómo que el hermano de José Cuellar?
Juan Pablo: El hijo, de la quebrada que pasa ahí abajo.
Profesor: ¿Qué se encontró él?
Juan Pablo: Dicen que...
Jeison: Compraron la camioneta.
N: ¿Y Karen qué ha escuchado de eso?
Karen: Nada.
N: ¿Nada, de los encantos nada? y ¿usted Geney? parece incrédulo.
Geney: ¡Jé! son más chismosos, ¡eso qué!
Juan Pablo: No más mire…
N: Pero si la gente dice…
Johan: Cuando llueva duro vaya y métase en la quebrada.
Juan Pablo: No vio que bajó un encanto en Santa Rosa, no diga que no.

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Johan: Allá en las quebradas también baja.
Juan Pablo: Pero crecida, no encanto.
N: Entonces ¿Cuál es la diferencia entre una crecida y un encanto?
Juan Pablo: ¿Cierto que se arrastra? llega hasta el patio.
Profesor: ¿Quién le dice la respuesta a Natalia, cuál es la diferencia entre una crecida y un
encanto?
Juan Pablo: Que lleva más agua y más fuerza, que lleva más agua y se arrastra muchísimo, lo
que pille.
Profesor: ¿El encanto lleva más agua?
Juan Pablo: ¡Jm! (afirmación) que por lo que no ha llovido, no ha crecido artísimo, no ha bajado
casi tanta agua y eso no, puede arrastrar todo lo que pille.
Jeison: La Puertana, no demora en bajar otro encanto, por la Puertana por lo que no han
crecido las quebradas, cuando dicen bajar, baja con ¡jm!
N: ¿Y al lado de las minas suelen bajar encantos o casi no?
Juan Pablo: En las minas no,
Jeison: No.
Juan Pablo: Es el Río.
N: ¿En los ríos no pasan encantos?
Juan Pablo: que, eso es agua casi detenida, solo piedra y piedra.
Jeison: O a veces bajan piedras.
Geney: En el río Canutillo, aquí la quebrada arrastra ¿Cierto Juan pablo que la, arrastra piedras
hasta como este salón?
Profesor: ¿En las minas hay guacas o no?
Juan Pablo: Claro.
N: ¿Y qué es una guaca?
Ellos: Jm (duda)
Juan P: Es una, como una esmeralda.
Diego: Un tesoro…

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N: Bueno, yo les estaba preguntando por qué habían escrito muerte en las minas, ¿Por qué
más?
Ellos: Porque los que trabajan allá, a veces se les cae tierra encima y ahí quedó. (risas)
N: ¿Les cae tierra encima y ahí quedó?
Juan Pablo: Porque se puede robar una esmeralda.
Jeison: No puede dejarse coger.
N: ¿Pero quién lo mata?
Juan Pablo: Pues el patrón porque se roba las esmeraldas.
Johan: ¡No, patrón no hay!
Ellos: ¿Cómo que no mijito?
Diego: Un día vino un señor que trabajó en las esmeraldas.
Geney: Martín.
Ellos: No, un señor, otro señor, lo sacaron por séptimo día.
Jeison: Pedro Orejas vino al velorio de don Neftaly Herrera.
N: ¿Pedro Orejas o Martín?
Geney: Martín, Martín si lo quiere saber, Martín vino al entierro
Profesor: ¿Y quién es Martín?
Geney: Un señor gordo que carga con un bolso donde carga la plata.
Jeison: Trajo un rollo de camioneta negra.
Juan Pablo: Ese no, ese no es Pedro Orejas.
Jeison: Pero mi tío si me dijo que había venido Pedro Orejas.
Ellos: El que trae el carro negro, Chucho Vaca.
N y profesor: Risas. ¿Y qué tiene que ver Chucho Vaca en eso?
Juan Pablo: Que vino allí al pueblo.
N: Bueno y ahora quiero que me expliquen lo de volcán.
Jesica: Un volcán es como un derrumbe de la tierra.
Ellos: Si.
Juan Pablo: Se derrumba la tierra.
N: ¿Y en las minas hay volcanes?

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Juan Pablo: ¡Claro!
N: ¿Y dónde, por dentro, por fuera o cómo es eso?
Juan Pablo: Por dentro, si uno empieza a excavar mucho pues se le viene la tierra encima.
N: ¿Y por fuera de la mina no hay volcanes?
Juan Pablo: No, es que se derrumba la tierra que hay un túnel aquí, hay muchísima tierra y se
tapa el hueco.
Jesica: La mina.
Ellos: Uno se puede morir.
N: Hubo otros que escribieron arto que el trabajo.
Juan Pablo: Sí, yo escribí trabajo.
Geney: Yo también.
Juan Pablo: Trabajan mucho para conseguirse la plata.
N: Y ustedes ¿Por qué creen que un lugar de trabajo, donde se presenta tanto la muerte, por
qué creen que la gente sigue allá?
Juan Pablo: Por tener mucha plata.
N: ¿Ustedes han ido a las minas?
Ellos: No.
Juan Pablo: Yo he querido ir.
N: ¿Ha querido ir? y ¿No conoce ninguna?
Juan Pablo: No.
Geney: ¿Y el profesor?
N: y ustedes si no la conocen ¿Cómo saben todo lo que me están diciendo?
Geney: Porque escucha.
Juan Pablo: Porque cuentan, vienen a contar los que trabajaron allá.
Johan: Pero del encanto si sabemos.
N: ¿Del encanto si saben?
Juan Pablo: Si porque ese día veníamos de Santa Rosa, cuando nosotros estudiamos allá,
venimos como una hora bajando.
Diego: Nosotros cruzamos.

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N: ¿Cómo así que una hora bajando?
Juan Pablo: No, como en una hora pasamos y en una hora.
Diego: Donde nosotros duremos una hora más…
N: ¿Qué más escribieron de la mina? por ejemplo Geney.
Geney: Rompen Piedras.
Johan: Y sacan de ahí
Ellos: Para sacar.
Juan Pablo: No señor, muchísimas piedras para escarbar.
Geney: Para mirar si hay mina.
N: ¿Se busca la esmeralda o se encuentra la esmeralda?
Ellos: Se encuentra, se busca.
Juan Pablo: Sí, porque dicen que ahí desde siglos escarban ahí y ¿Los indios que dejaron, será
que los indios harían el oro, cierto?
Jesica: ¡Jm! el oro.
N: ¿Pero ustedes qué creen, que uno busca o se encuentra?
Geney: Juntas cosas.
Juan Pablo: Una esmeralda se la lleva el patrón, si una vale sesenta millones le dan la mitad.
Jesica: Treinta millones.
N: Pero ustedes que creen, que allá qué hacen más los trabajadores ¿buscar o encontrar?
Ellos: Encontrar.
N: Yo he escuchado que hay gente de buenas y gente de malas en eso.
Juan Pablo: Hay gente que yo le dije, él se encontró una esmeralda, es como una chispa de
esmeralda fue y con el patrón fue a buscar y allá rompió una piedra y le salió ahí, y le salió la
esmeralda ahí.
Diego: Tiró el picaso y ¡pa! rompió la piedra y la encontró.
N: O sea que eso es un trabajo.
Diego: Él fue a trabajar si, él rompió la piedra y se la encontró, no más la primera piedra ahí
estaba.
Geney: ¡Ole! Juan Pablo ¿Y sí uno tiene que darle por obligación al patrón?

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Juan Pablo: Por obligación, un día por allá, en una mina un man se encontró una esmeralda y se
la tragó.
Jeison: Lo mataron.
Juan Pablo: No, le dieron algo y lo hicieron escupir.
N: ¿Y por qué más lo pueden matar a uno en la mina?
Juan Pablo: Lo matan ahí por robarle la esmeralda.
N: ¿Alguien que trabaje en la mina y se vaya a viajar lo pueden matar?
Juan Pablo: Saben que tiene esmeralda y lo matan por una esmeralda, hasta por una esmeralda
lo pueden matar también.
Johan: O le quitan la esmeralda.
Diego: Lo matan.
Juan Pablo: O lo secuestran o lo que sea.
N: La gente que está en la mina, ¿eso es un trabajo?
Profesor: ¿A ustedes les gustaría irse a trabajar allá?
Ellos: No.
Geney: Se pierde algo y va.
Juan Pablo: No, uno se puede ir como le paso a un chino.
Profesor: ¿A quién?
Juan Pablo: A un chino, él ya murió no se dieron de cuenta y estaban rompiendo piedra y
explotaron eso y lo mató.
Johan: A los dos minutos llegó un helicóptero.
Geney: Mas mentiroso.
Profesor: Eso fue en una película.
Geney: Este chino ¿qué tomó?

Fin de la jornada escolar, fin de la socialización.

82
Las siguientes fotografías fueron tomadas por mí, otras por los niños de Mojarras. Así como las que aparecen a lo largo del texto.

Atardecer en Tununguá.

83
Recorrido

84
Boquemonte

85
Aguasal y un volcán.

86
17 Razones

87
88
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