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JO H N L Y N C H

l
JUAN :NIANURL
D E ROSAS
1829-1852

EM EC É ED IT O RE S
Ágradecimientos

Agradezco al dóctor Joseph Smith y al doctor Peter Blanchar d queme asistie-


ron en la preparac ión de este libro; a Mr. Malcolm Hoodless y al doctór An-
drew Barnard por su ayuda en la última etapa.
En Buenos Aires, el doctor Ezequiel Gallo, del Instituto Torcuato Di Te-
na, y la señorita Dora Gándara me proveyer on de valiosos datos del Archivo
General de la Nación.
_ Los Documen tos de Palmerst on (Palmers ton Papers) han sido utilizados
y citados con permiso de los Fideicom isarios de los Archivos Broadlan ds.
Quiero dejar constanci a de mi reconocim iento a la Oficina del Registro Públi-
co de-Londres; .a la Bibliotec a Británica ; a la Real Comisión -de Manuscri tos
Históricos y, especialm ente, a la Bibliotec a del Colegio Universit arío de Lon-
dres, al ~tituto de Investiga ciones Histórica s·y al Instituto de Estudios Lati-
-noamericanos.

i
Gracias a la intervenc ión del Fondo Central de Investiga ciones de la Uni-
versidad de Londres fue posíble la investiga ción en el Instituto Ibername rica-
J .L.
Il~stració_n _de tapa; Juan Ala.is, Grabado. 1836 _ no de Berlín.
Tmtlo ongmal: Argentin n· t do · _
OHginally published by ~xjo~/ U r, ]~a~ M:nuei de Rosas 1829--1852.
© fohn Lynch 1981 nmq,-ity ~ ress

© Emecé Editores, S.A.., 1984


Alsina 2062 - Buenos Aires, Argentina
Eªdi_cíones -~nteriores: J0.000 ejemplares
3 impresmn en offset: 3.000 ejemplares. f
'I
impresoA~n Comp~fü~ Impresora Argentina S.A. ' Alsina -904'~,'49 '
Buenos ires, septiemore de 1985.
i·!
lMP.RESO EN LA ARGENTINA _ PRlNTED ¡¡.; ARGENTIN
· -,o que previene ia ley 11.A723.
Queda hecho el depos1

l.S.B.N.: 950-04-031'5-3

37.046 J
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Abreviatu ras 1
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Tnt.rT;rlncsción

Juan Manuel de Rosas, estanciero, caudillo, gobernador de Buenos Aires en--::-


AGN Archivo General de la Nación, Buenos Aires tre 1829 y 1852, ha dejádo perplejos a los estudiosos de la historia durante más
BIHAER Bolet[n del Instítuto de Historia Argentina. "Dr_ Emilio Ra vi-
gnani ". .
de un siglo, aunque, fuera de la Argentina, son pocos los_historiadores que han
intentado comprenderlo. El tema requiere atención por varias razones. Estu-
1
dlar a Rosas es estudiar las bases originales del poder político en la Argenti-
BL
DHA
British Library, Londres
Documentos para la historia argentina
1
. na, las grandes estancias y su formación, crecirniento y desarrollo. Compren-
der a Rosas es comprender más claramente la naturaleza de las relaciones
¡
1
HAHR Hispanic American Historical Review de parentesco, de los vínculos entre protector y protegído, entre patrón y peón,
l!MC Histonca1 Manuscnpts Comm1ss1on Londres ¡¡ clave de tantas instituciones políticas y sociales en América Latina. Com•-
HNA prender a Rosas significa comprender más afondo las raíces del caudillísmo,
Histona de la Nac10n Argentina o dictadura personal, en el mundo hispánico_, y discriminar más cuidadosa-
PRO Pubhc Record Offlce Londres - l
mente hasta dónde constituye una herencia del pasado -colonial o cuánto de él
RIIHJMR Re, 1sr:a del Instituto de Invest1gac10nes mstoncas Juan M anue]I deriva de la independencia y sus consecuencias . Observar a Rosas es obser-
de Rosas. ' var más de cerca la tendencia a la violencia en la sociedad de·esos tiempos, y
l
el uso del terror como. instrumento de la política. Ver a-Rosas es ver la presen-
cia de los intereses-britá nicos en el Río de· la Plata, el alcance del apoyo britá- '
1
nico a la dictadura, los limites de la influencia británica. Conocer a Rosas es
conocer a un extraño y particular personaje, cuya singularidad constituyó, en
el cambio histórico, un factor tan considerable como ia economía y la estruc- _;,
tu:ra social de la época. Éstos son algunos de los aspectc¡s a los que se dedica
este libro. No constituyen ellos el total de la historia, Dejan a un lado los deta-
1
lles -aunque_ no el escenario de fondo- de la politica exterior y de las rela-
l
ciones entre líls provincias argentinas, asuntos ambos que preocupaban a Ro•
sas, para concentrarse en Buenos Aires, su economía, su sociedad y su gobier-

., l
no.
Muchos escritores se han ocupado del tema, y unos pocos historiadores,
en la Argentina misma, Existe ciertamente el riesgo-de que un nuevo estudio
pueda convertirse .en un ejercicio de tautología. ¿Acaso no es Rosas autoevi-
dente? ¿Es que no lo conocemos ya'? Lo;s intelectuales liberales y los estadis-
J tas no tenían dudas. Domin o F. Sarmiento escribió que: "Rosas y todo su sis-
tema fue aborto de 1 ncia: él tenia doscien as eguas e rtitorR:rsuyO"; y
sus hermanos, fautores y generales re.unier..on.m.as e m :l"'BañoJ.Omé"Míffe
. - ---=--__,..._..,~. -~----- -----·
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1
J
lo identificó inequívocamente como un estanciero: "representante de fos inte- términos pragmáticos como un de.fens?r. de 1a independen_ci~- na_cional, pr?-
r:e_ses_ de los grandes ?acen?ados ! jefe m~~tar de los campesinos", quien va-: tector de su provincia y alternatrva u~c_a de la anarq_ma.' Míron Burgrn
hend?s; de un contro1 abso1_ut~ soore el_ goblerno y los sectores del trabajo de-- hace referencia a su atractivo popular d1c1endo que es _srmP.lemente un pro-
termmo ~l desarrollo e~on<;umco__ y soc1al de Buenos Aires durante medio si~ edor de recursos y empleo: "Si bien representaban pnmariamente los mte-
gJo.2_ Segu::1,.otro punto ae V!Sta: "'Rosas fue lo que el pueblo areentino auiso
que ruese-- •~ - - ~ · -- i
-;:seS ), aspiraciones de la industría de los criadores de ganado, los fede~a~es
;e dedicaban también, al mismo tiempo. a las clases más baJas ~3:nto ~;' los
. Todos estos juicios son acertados, pero no constituyen toda la verdad. En 'J distritos rurales como de la ciudad. " 8 Según Tulio Halper11:-, 1apohtizac1on de
~nme: lugar, la ?ase social delrosismo debe aún ser_.localizada con precisióú;.J.f las masas rurales y la movilización popular contra los umtanos ,en .1829 con-
¡:,Gozaoa Rosa~ ael apoyo de toda la clase terratemente? De haber sido así , vencieron a Rosas de que el Rio de la Plata sólo podía ser gobernaao '·popular-
¿cual fue el motivo de la revolución del Sur, en 1839, y de las deserciones des~_ mente". Aunque Rosas estaba lejos de ser demócrata, decidió que el nuevo
causa en 1852? Hay cierta confusión también en lo concerniente a sus vínculos equilibrio era irreversible y se colocó a la cabeza del peligroso se~tor popular
co~ los sectores populares. ¿Disponía Rosas de. una fuerza masiva aue lo si-j a fin de poder.controlarlo y usarlo. De esa manera logró de inmediato conver-
guiera d~.e~tre los ga~c~os? Si así era, ¿cómo respondieron a su sevef'a
ca agraria· ¿Y 1:1º. eX1stla acaso_ ~tro grupo, un sector urbano de artesanos y ;
polítí-1 tira las-masas rurales en sus clientes y su base. 9
En la Argentina, Rosas continúa provocando senti:nientos de fascinación
personal de se~v1C1_0, cuya relac10n con Rosas todavía debe ser establecida? ., v de indignación, y ios juicios que le atribuyen todo el bien o todo el mal no aca-
Algunos histonadores argentinos han interpretado ya a Rosas·como un ban nunca_ En Inglaterra ha sido olvidado hace tiempo, aunque Inglaterra lo
~~nductor de ma_sas: un precursor del dictador populista. Esto se halla implí~. apoyó, lo combatió, comerció con él y finalmente lo rescató. Los historiadores
cito en uno ~e-los primeros estudios revisionistas sobre Rosas1 el de Ernesto 1 de Palmerston y su diplomacia, cuando se refieren al Río de la Plata. son poco
~~':~~-' gmen descríbe el conflicto.entre unitarios y federales como si fuese f curioSos con respecto al hombre y al mundo existente detrás de los hechos. Sin
entre pró~;e.dad Y P?breza, aristocracia y democracia, conservadorisrno yre- .,il embargo, Rosas fue interesante en algún momento para lo_s e~c~itores ingl_~-
-volucion. ~~~tQJJ~~~:'~~po_pul~-~-~.3u ~:.s:__~~-~-lo~_gauchos y los orille- ,-.J ses v cautivador para el público inglés_ Lo conocieron al pnnc1p10 como un t1-
:ros a los que uruo los negros Democrata por temperamento la -' ran~ cruel, impresión transmitida por las columnas normalmente hostiles de
P~~~e~µeron~s~6afúfilff:::4:ios:~füf1/i@)réS~E01WI11i.ir_O[tt~1ita¾ct~~s~!!1~~- -~
en ferrnJ?os ae ri~id?s ?º_ntr?Stes,_ como l~,.P~_rsonif1éii~_ÍÓn d_el_bien O del lUal, '
y,elv.erctadero registro ae~su-g061e"IBO i-éSulfoj:)€ictído éll fa-:tñifüIOgí"a:]5\;eñ-
1
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The Times. Ése fue también el juicio ipformado al gobierno por algunos de los
primeros diplomáticos; como declaró uno de ellos su autoridad estaba constitui-
da por "el sistema dela amenaza y el terror. " 10 Sin embargo, el público pronto
tualmente; las preocupaciones ideológicas desbordaron el tema. vffiuchas de - J disouso de un retrato de Rosas más serio y, er. cierta forma, más favorable.
las modernas public~ciones sobre Rosas hablan más del presenÍ~ que del pa- }! · Eil agosto de 1833, el H]l,1S Beagle llegó a la desembocadura del Rfo Negro
~ado. Hay nuevos mitos, de la derecha·y de la izquierda. José María Rosa ve ij en las etapas iniciales de su expedición científica a la América del Sur, Y el jo-
a_J3.:9_r;_as..Gomo.el.eA1;";g!tj,o_clEi..Dfos y,de los_gaµ~hos, la coroorizaciOñdeíos-va:lo- J vénn.itui:alista Charles Darwin desembarcó e inició un viaje hacia el interior,
r;e~-·<!!:g~.:1,t~n?~;etazo~-ae-fi:i"Iin'perialista-GFánBrernnts-nes11e1aorra ala Po- ;¡ Pasó por 'las ruinas de algunas estancias destruidas por los indios y luego se
lí~1ca, los Jmcrmrae E:aua~do B. -:A:stesano no soribasfcamente diferentes. Sí j dirigió al norte "a través de monótonos y tristes campos deshabitados, -en los
bien reconoce el verdadero origen de Rosas como estanciero lo presenta sin ~ que sólo encontró dos manantiales de agua salobre"'. hasta que, finalm.ente, la
em_b ~rgo como un populista, cuyo nacionalismo comprende no ' sólo objetivos'
• 1-1 campiña desértica dio lugar a las planicies más verdes del Río Colorado. 11- Se
polít~cos Y e~on~IIlicos sín.o ta.mbién una profunda conciencia social. Según ]. ' encontró allí con el cuartel general del general Rosas y su caba11ería de Íeroz
est~ .mte~retac10n, los umtar1os constituían una aristocracia urbana y mer- 1 aspecto, empeñados a la sazón en la así llaffiada "campafta del desierto" con-
canrrl, mientras que los federales representaban a "las masas", a "los secto~ ,, tra los indios. Darwin conoció a Rosas y conversó con él. "Es unhombredeex-
res populares". Rosas lanzó una revolución social cuando subió tempestuosa- :{ traordinario carácter". escribió en su diario. "vtieneen el campo 1ma gran in-
men_te ~1 poder en 1829 como el "defensor del orden y de la legalidad, repre- 1 fluencia que probable~ente utilizará para hácerlo progresar Y prosperar."
sen~anao las masas,.lo~ gauchos, la pampa." Pero pronto amplió su base: ""El J,· Darwin se enteró de su eficiencia para administrar estancias, de sus excéntri-
rosismo, -como movmuento popular, como expresión de la revolución popu- ~ cos métodos disciplinarios, sus asombrosas proezas como jinete, su identifi-
lar, avanza ahora de las campanas al poblado, ganando hasta los mismos ne- cación con los gauchos. Quedó impresionado por su gr_avedad, inteligencia y
gros" .6 entusiasmo, aunque notó que raral11ente sonreía y si lo hacia, era más una ad-
Algun~s historiadores profesipnales han interpretado a Rosas desde un vertencia -que una amabilidad. También demostró Darwin cierta inquietud
punto de vista menos comprometido. El profesor H. s. Ferns lo describe en por la política de Rosas con respecto a los indios. "Hay una sangrienta guerra

l'O 11
.
. .

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d~ exte~inació_n cont_r_a los ~dios" ,. escribió- a Carolin
e Darwin.12 y en su·; razonado por esta socieda d primiti
. 1
D1a~1~_hizo est~ ~otac1 on: "Si1a Gampa ñafinal iza con éxito, va y anárqu ica y por_ una vida que est~ba
es decir, si todos'. en los límites de la civilización. Pero
los mmo~_ son liquidados, se ganará n grande s extensi
ones-de campo s para la:! tos, informó cuidad osame nte reservó para s1 m1sn:io su~ _pens~~1en-
producc1on de ganado vacun_o ... El campo quedar á en manos al Foreig n Office sob~e la_ s1tuac10? -pohtlca }'.'
gau~hos blan_c~s. en 1:,1_gar 10s indios_cobr!zos. Algo superio de los saivaje s.Í económica, defendió resuelt ameme los interes es bntan1cos, Y a_un -~cont ro
ct: res !os primer os f tiempo para perfec cionar sus conoci
en cuanto a c1vihzac1on, as1 como son.mí enores en lo que mientos re~ni:n~o documentac1on, estu-
hace
rales. " 13 ~os indios obsesionaban a Darwin. Más tarde, desde a vtrtude s mo- :1 diando eJ país, su vueblo y sus recurso s, y conv1rnenaose en un experto en re-
las Islas Mal vi- '1 ladón con este reinoto y en gran parte
na_s, volv10 al tema en !l.'1a carta dirigí~a a Edwar d Lumb, desconocido ter;:itorio. Parish_era un
un comerc iante in- :i aficionado ·a la paleobiología y, cuando
gles _que se hallab a enBu~nos Aires: "¿, Cómo les va a los regr~só a I~glat~ rra e:,1 los pr~er os
indios contra ese Cé-] meses de l&rl, llevó con él no sólo sus anotac1ones h1stón
s_ar ae Ros_a~ ?_" 14 En reahda d, Darwiri. estaba equivo cado, cas smo tam_b1en_ ~u
c1ert_o pre_!mc10 contra las razas mestiz as v mostrá ndose
P to . i C . d D .
traicio nado por un J colección de esquele tos de mamff eros extingu
inJ·usto con res-.! ~vanee s del conoci miento
idos, u~a modes ta co:1tr1buc1on
. Tenía por delante aun una larga Vldó Y otras
1
¡
. ec a .a ~m?an a e. es1erto. Es verdad
0 . t a tO 5 ct
1

que Rosas consid eraba 4 actividades, pero no perdió su interés por el Río de 1a P,ata. ' , ¡· .
~alvaJes a los md10s, pero no había salido a exterm inarlos En 1839 PU?!<:º
, sino más bien a ·i Bueno sAyres andthe Riodel a.PJa. ta,
.aar!es ~a ·corta Y acerb~ lección, para mostra r la bander seguido en 1852poruna segundaed~c1on
a, empuj ar hacia :~- revisad a, que inform aba sobre la histori
atras la r~on~era y negoc1.a~ "desde una posición de faerza. a
Lejos de exterm i- '.1 ción en ese entonces y sus posibilidades de la re~ón as1 como sobre su s1t1:1a-
nar_ a los_ md1os, su e~p~d1c10n obtuvo un acuerd o de paz
y coexist encia para •¡ había expres ado su satí.sfacción futuras. 1' En sus despachos, Par1~b
vanas ~e.cadas subs1_gm~ntes; y la solución militar esperó por el acceso de Rosas al poder en 1829, Y lo
los presJO~nte~ :onstituc1onales. a los gobiernos de j describ ía como un hombr e fuerte
y probo, restaur ador de
. Darw:m cteJo~ Rosase nbue?o sténnin os. "Quedé'absolu i amigo de los británi cos. En el libro, fruto de una mayor la le;¡ Y el º:'den, ~
tamentecompla~ ,! realíza r una estimación genera ] del reflexió~, no mte~to
c1d~ e_n m1 entrev ista con el te~nbl e general. Es digno de
dec1d1dameme dela-pe rsonah dad,má s promin ente de Améric
verlo, ya que se trata f dictado r. pero sus referenc,ias eran fa:
vorables y parecí.a seguir admirá ndolo to~avía. Po~ ~obre
a del Sur. "15 Ro-·:¡ libro continúa siendo una fuente de valiosa todas 1as .co:as'. ei
sas ~yudó al viajero facilit~ndol~ caballos y un pasapo informacrnn sobre el amb1efüe Y la
rte para el viaje a j economía en el Río de la Plata en
Babia Blanca y lu_eg?, a traves de las pampa s, hasta Buenos la época de Rosas_ . . ,
Aires. Algo más ·l La política británi ca con respec to al Río d~ la_ Plat~, _que
tarde, le de~ost ro aun su preocu pación al aconse jarle, median
te un mensa je- ',} bloqueo de Buenos Aires
~lliI:1111º c~n ~1
ro, que se uniera a una escolta de tropas que march aba con entre 1845 y 1847, ocas10no una mterm manle pole~ -
su mismo rumbo, t ca en las column as de la prensa
cr?.zando regiones ~esta das de ind~os. En ?uardi a del
Monte, Darwin dur-
!71-JO :n _la gran estanc ia de R_osas, mas parecid a a una fortale ¡. de Londres, parte de ella -en el .1.Yornmg
Chron icle- inspira da por la propia propag~nda de Ros3:s,
za que a un esta- _ The Times - originá da por sus oposito Y otra p~te. ~n
olec1:1111entode campo , con r1gur:osa guardi a para la casa, res ae~de ~ontev1d~o. Hu?o r.amb1_en
d?sc1entos peones. ~or sus propia s observ ac10nes, el científi
c!do de que el entus1asn_io que ~esperta.ba Rosas era genera
] en toda la provin-
1
inmensos reb,:iños y , Clertas publicaciones en forma
co quedó conven- 'l evíden ciaban lo~ in_ter<;s~~ p~evale
de p~flet os, ae ~f1mera_ exzstenc~~' pe_ro qu.e
cient~-~ y el n:vel _de ~~r,ma c10n ~spo:111•
: 1a,_ q~e e~pera ban ?e el 9ue ~1brara a
_1 ble. Los-comerciames ontam cos que aciu.aban <.:;n Buenuu
la gente del desgobierno, y que pronto j aclarar on perfec _,,,_ir:s en esvs dias
sena el qmen conduJera e1 pa1s en forma absoluta.16 Más tament e a su gobierno que Rosas era su m:J?_r t:r~tector
tarde, después de re- f que los privilegios de los cuales Y
gres ar a Inglate1:_a, Darwm esc~ibió su Diario de la expedi gozaba n los colocaban _en pos~c1on mas fuer:te
ción, que fue publi- :\ que la de los nativos , ya que tenían
cado en 1839? deJo a los lectores_ ingleses con una favora ble todos los .derecho~ ae _los cmda~anos Ynm~
impres ión del die- ~ guna de sus obligaciones. Un panflet
tador ~rgentmo. Pe:o luego :e_:ons~d:ró sus juicios y, o anómroo publicano ~n Lonctres en 1841
en la edición de 184s, i sostenía con respec to al gobiern
ª?:rego una nota al ple de la pagma d1c1endo que su profecí
a de un próspe ro go- f más opresivo que fuera, no ·era
o ct:
Rosas sob_re su prcp10 pue?lo que, f>O_r
bierno ha~ia resul~a?o ser "t?ial y lament ableme nte equivo de la mcumbenc1a ~.e Gran B~eta~a, cuy~ um-
ª! menos ae~as noticias quec1r culaba n en GranB retaúa y del
cada", eviden cia i co interés residía en su política exterio
continu adointe -
r;_ "ni neces1taría:1110.s ir
cia como queda el Río de la Plata para eJe:cer nuestra f.llantr a,tanta distan-
res de Darwm por la Arg~n_tma . Se encontró una vez más opia, en cas~ de
con Rosas en South- que se juzgar a conveniente para nuestro s mteres es nac10n
ampton, a ~n mun~o de ~1:5tam:'.;a de la Campa ña del Desier ales que adopra ra-
. Woo~bme Par1sb_deJo el Rlo dela Plata un año antes to de 1833. mos una política tan quijote sca." 18
de que ,
wm. Habia estado alh-desde 1824, como primer Cónsul Genera llegara Dar- Los británi cos continuaron llegand o al R!o de 1~ Pl~~a por
mucha s razo-
l Britán ico, en- nes. Ninguno delos viajero s tenía las credenc1aJes cient1f1
~re otros en~i~d_os a la Améri ca Hispán ica por ?a~g cas de ~harl~ sDar-
Pª:'ª repres entar los win, y pocos. de los diplomáticos los interes es intelectu~ies
mteres es bntamcos_en los-nuevos estado s. A.l prmc p , Parish
1 10 se sintió deseo- rish. Pero dos obser-vadore: se destac aron por sobre el mvel de Wood~me Pa~
norma l, Y ambos

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13
dejaron rel.atos o_rÍgI?ales sobr? la vida en las pampas. William MacCann era~ , ·0,d desafiante. su ira y su salvajismo. Esto ocurría alrededor de 18760 77,
acUtu . . l l tál .
un come:c1ant~ ~gles que arribó al Río de la Plata en 1842. En 1846 publicó .. einticinco años después de la caída de Rosas. ¿Era s1mp emente a nos ~1-
un,tr~b.aJo prelJmmar sobre temas políticos. Más-tarde, entre 1847 y 1848 efec.:,; v embriaguez de un viejo gaucho venido a menos'? ¿Ose tr~taba de la ~o-
t_uo vraJes al sur y al norte de:Ja..provincia de Buenos Aires·: "mientras me ha--:~ =~a folklóríca de una revolución popular'? Es im¡x:isible dec:irlo. Pero el m1s-
ll~~a bus~ando. ªI!erturas hacia nuevos campos de comercio, durante ambos- .• ~o Cunninghame Graham, invadido por un extrañ? im_P~S?.:. ab~don~.,~!
v1_aJes, m.1 p~o~1~ 1?t8~~s me ir.i~UJú a estar a_lerta en mis observaciones y a ser ·:1-.;
grupO y salió a galopar furiosamente por el campo '?ntanao ·· ¡ ~1va _.tí.osa_~_: -- ....,
exacto en mis JU1c10s. · 9En un,;,. prosa tan vigorosa y clara como el aire de las . Aunaue Cunninghame Graham era un terrateniente escoces se~dentif1:a-
p~mpas, MacCann registró con simpatía y ojo penetrante para los detalles la • b tanto 'con los declinantes valores del gaucho como lo había hecno con las
vida rural de Buenos .Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Rios en los tiempos dél flªctun·as de la sociedad índustria1 en Gran Bretafi.a, y sus" escritos
- consena•
- ••
~osas, Y desde ~nt@(;es es mucho lo que le.deben los historiadores. MacCann •.·;¡ ron para los lectores británicos la historia, las _:scenas y la cuttura d.e aqueua
me ~c1;1sado en la Sala de Representantes de ser un espfa inglés v de realizar ·f
s~. viaJe P.º:' cuenta del g?bierno británico con el objeto de recoger informa-
c10n d~ ut~dad para sus mtereses. Rosas se enteró del problema y lo invitó a :
¡ antigua y primitiva vida en las pampas, antes ae que se transformaran en ~a
de las grandes regiones productoras de carne y granos en :1 mundo. Tamb1en
era amigo de otro experto en temas del Río de la Plata, W. H. Hudson, supe-
rior como escritor y observador más agudo de las pampas y ~u.gente, de ma-
s,u res1d~ncia de ,Pa.ler~o: donde aseguró al inglés que tenía libertad para cop-
nera más reflexiva y con menos tintes avent~eros. S~ algmen recordaba lo
·.•·'.•··¡·.·

tm~ar ~f:ctuanao sus viaJes_. MacCann encontró a Rosas agradable y muy ac- .
ces1~le .. su hermoso y rubicundo rostro, y su aspecto fornido ... le daban la ·: que había sido Buenos Aíres mucho tiempo atra_s, era el. , , ,_
apane~c1a de un caballero de la campiña ínglesa:" Conversaron bajo la som- ; Hudson dejó la Argentina en 1874, muchos anos d~spues de ia ca.id.a ?e :R,o-
bra de JOS s~uces: ''llevaba una chaqueta marinera. r:on pantalones azules y ;~ sas, y nunca regresó a ese "país fatal", donde había v1v1do de~d~ su nacmuen-
gorra, y tema en la mano un largo y curvo bastón. "20 k en
to 1841.24 En noviembre de 1915, mientras se hallaba deprrm1do Y enferm?
. Otr:o observad~r británico, Wi1frid Latham, mostró menos simpatía ha• -¡~ en la casa de reposo de un convento, en Cornwai~, empez? a_rememorar sum-
~1~ ~osas Y su gobierno. Escribió en forma retrospectiva, durante ]a década,J ñez. 25 Buscando inás allá de posteriores sumas cte conoc11mentos sobr~ la l-u-
m1c1ada en ~860, _Y la· Arg~nt~a que él describía estaba ya cambiando rápida~ -~1 gentina, Patagonia, Sussex., Hampshire y Wiltshire, descu~rió los pr1meros
men~e. Hab1a cnado oveJas durante veíntkuatro a.nos desde su lle_crada en los ·f recuerdos de todo aquello, los de suni.flez de tanto tíempo a tras en las pampas,
com1~n~os de la déca~~ de 1840 y mientr~s transcurrían los último; diez años : y las imágenes de ese mundo distante volvieron com~ un tor~ente con toda s?
1 pureza y frescura, una visión del pasado que en seguida se hizo ~~ara Y conti-
del reg1men. Su vers10n de Rosas y su época es un relato convencional de ·1
crueldades,_fan~tismo y estan~amiento económico, pero su descripción delas ,1 nua. Fue una extraordinaria proeza de memoria, una recreac10n, en prosa
C?~secuencias t1ene va_lor pe~d.urab1e_al contrast~r l_o viejo ylo nuevo, la tran- J cristalina, de un país y una sociedad de sesenta. y cinco años ante~. Recordaba
s1ción de las vacas a las oveJas, y eJ avance hacia la modernización en la in- :¡ especialmente la vida en el campo, el mundo azul, verde Y ~marillo de las es-
fraestructura y la tecnología.21 i tancias, y las modalidades extrañas y violentas de sus habitantes, -
Rosa; fue'"'.~errocado en 1852.y, desp~és de un largo exilio, murió en South- ~.,
ampton ~n 18, 1. Grad~almente. a medida que eran menos sus contemporá- ¡ Vemos Que todas las tierras que nos rodean son llanas, el horizonte es un circulo perf~cto
neo~ que que~aban, se iban desvanecíendo en Gran Bretaña los recuerdos de J de nebuloso color azul donde la bóveda de un cielo azul c:rista~o descansa sobr~ el mv~-
lado mundo verde. Verde al final del otollo, el invierno y la pnmav_era, es d~cir, desae
s:1 vida Y su.~poca, a~~q~e no era asi en el Río de la Plata. Sir Woodbine Pa- i) abril hasta noviembre, pero no todo era como una verde pradera cu~1erta d~ hierbas:· ha-
rish, al escnb1r a la h1Ja ae Rosas en el año siguiente a la muerte de su padre ·1 bía zonas desnudas donde las ovejas habían pastado, pero la superficie van aba comple~
;:i~:;;~~ocqouneceirertBa ironiaAír:
."Eshmuy ~ícil ahora encontrar a alguien qu~ ·,.¡!'
tamente y en su mayor parte era más o menos áspera... .
. ~ . . a. ~enos es ace cmcuenta años. "22 Sin embargo, en la . En todas estas extens~o~es visibles no había cerc":5,. y ,tampo~o arboles. ~;:e~to
aquellos plantados en proXImtdades de las casas de la~ v1eJas est~cias, y co_mo .e-:-~~s se
Al genti~a nadie olvido a Rosas, y en los ambientes primitivos del campo. aún hallaban aleiadas de los campos arados y las plantacwnes. parec12r: pequenas26151as ar-
e~taba VI~o. En uno de sus extraños cuentos de viajes y aventuras e11 el Úite- boladas o mOntes, azules a la distancia, sobre la inmensa llanura de la pampa,
nor d~lR10 dela Plata, Cunninghame Graham recordaba una violenta esc,,na
de su Juventud, en una pulpería en las pampas merídionafes. Descl"ibría a""'. un Así introducía Hudson a sus lectores en el mundo de los gaucho~ Ylos pas-
g~upo de }10mbres que se hallaban e-?- el lu_gar, cantores y guitarreros que be- tores, del ganado vacuno y de los caballos. de los patriarcas de las pampas,
bian, fanrarroneaban Y peleaban mientras algunas mujeres-los observaban viejos estancieros y nuevos colonoS británicos, un mundo sólo visitado_ p_or el
desde u~ l~~o; de pronto, un viejo gaucho. provocado por las palabras de hom- pampero, el aran viento del sudoeste, por violentos incursores, por oficiales
bres mas Jovenes, sacó su cuchillo y griió ·"Viva Rosas", para demostrar su reclutadores ~n busca de conscriptos y por fugitivos de la justicia o de un_ejér-

14 15
cito enemigo . Pero Hudson también recorda ba visitas a Buenos Aires
durant~'. Nadíe montó jamás como Rosas; nadie como él
los últimos años dela dictadur a de Rosas. Guardab a en su memofla
lasrecta S" Fue capaz de hablar su jerga o compren der su misterio, 28
calles,. los angostos pavim:m tos, y el ruido delos carros sobre el empedra
do de:.
adoquin es; Y, como Darwm, también él vio uno de los bufones de
la corte del; La literatur a inglesa describió, más que interpre tó, a Rosas. Para encon~
dictador . Con oídos de niño oyó las conversa ciones de los adultos sobre
y_sus enemigo s, la cruel necesida d de su autorida d, su llamado a
Rosas} ·irar una explicación, el estudioso debe recurrir a un filósofo político que éscri-
la imagil:Ja":\ bió un siglo y medio antes que naciera Rosas_ La condición natural
c1ón pop~lar. Aprendió_qu~ los gauchos lo ayudaro n a tomar el poder del hom-
sólo para'] bre, tal como fuera caracter izada por Thomas Hobbes en 1651, era
quedar fmalmen te des1]usionados-cuando empezó a privarlo s desu una casi
libertad. ,1 pétiecta dt>.scripción de la Argentin a después del. colapso del poder
~~ordaba_!o~ ~~~b~es _que le h<:1bían puesto s_us enemigo s, "el Tirano delRfo: 1310 y antes del adve..riimiento _de Rosas en 1829: "durame el tiempo
esJ)añol en
ue1a Plata· , --e1 ,r-.eronae Amer1ca del Sur", ''el Ti¡zye de Palermo en que los
''. vél mis-l hombres viven sin un poder común que manteng a a todos ellos bajo
mo, por su parte, lo resumía como "el más san~ieñ to, asi como el el temor,
rñás origi-_:J se encuent ran en aquella cQndición llamada ,guer:ra ; y qué guerra.
na1 de los C::3-udillos y Dictado res, y asimism o, tal vez el más grande ya que es
de guíe- ·1 de cada-ho mbre contra cada hombre. " La afirmaci ón de los derechos indivi-
nes han subido al poder en este continen te de repúblic as y revoluci ones.
"r, Ob- -j duales se-convírtió e..11 anarquía , interrum pida solamen te durante
servó que mientra s algunos lo aborrecí an otros estaban de su lado, breves in-
aún mu- ,f tervalos de gobierno efectivo, y la anarquí a alcanzó un punto e!l el
que ningún
chos años después de su caída, y entre éstos s.e encontra ba la mavoría
resid~t es ingleses en el pais. En el mundo de Hudson, no todos 10$
de los 1 hombre ni su propieda d se encontra ban a salvo de los ataques enemigo
s. La
son figuras uniform emente simpátic as. En The Purvle Land describi
británíco s :f única forma de defender se a sí mismos de los daños-provocados por
otros y de
ó una ili la invasión de extraños fue ceder sus derecho s de gobierno y conferir
colonia de borracho s británico s que llevabar : u~a vjdél ínútil ei~mora
do.las tare~~ rut~les a cargo de sus peones n:uemras ellos-se embriag
l, dejan-
aban has-
!¡ poder a un solo hombre. "Porque 1:1-ediante esta autorida d, otorgada
individuo particul ar en el Common wealth, es tanta la fuerza y el poder
todo el
por cada
ta la e~uprne z, msultab an a los nativos y hablaba...7l como caricatu confe-
ras de los '-~ ridos y de que dispone que, por el terror que ello produce , es capaz
expatria dos. Esto era en Uruguay . Pero en Allá. lejos y hace tiempo,
nicos eran sobrios. ambient ados y pro-Ros as.
los britá- i¡ lar las voluntad es de todos ellos, de lograr la paz interior y ia mutua
de c_ontro-
ayuda
· , contra los enemigo s exteriore s. "2S
Cunning hame Graham y W. H. Hudson mantuvi eron vivo el mundo
de Ro-1
sas_y d.e las.gran des llanU1:8?,en la li~:ratur .a inglesa ~as~a bíen entrado
glo XX:)~ero luego la t~a~c10n mur.10. Tuviero n un d1sc1pulo, que--escu el si- .:·.•
chó y
~prena10, Y. en 1918, brmdo a un desmter esado público un iargo poema
narra- :-
t1vo s~bre Rosas. Jo~ Masefield. había visitado América del Sur breveme
en~ Juv.entud.en calidad de marmer o, pero era evidente que había
nte ;f
estudiad o "1
la h1stona de Rosas de otras fuentes, literaóa s u orales. El poema
con la ejecució n, _por ~1 bien_ de la moralid ad, de la joven Camila y
culmina I
su amante
s~cerdo te, una de las mexpllc ables crueldad es de la dictadur a, episodio
l
cono- .¡
c1do por Hudson pero no común en las letras inglesas . El Rosas de
Masefiel d 'f
es una curiosa mezcla de hechos, imagina ción e inexacti tud, y no
gran poesía; ~ro el autor hace algunas afirmaci ones válidas y entíende
constitu ye ¡
·que ¡_·
Rosas promet1 0 sacar al pueblo de la anarquí a si le daban poderes
absoluto s. .1
Así llegó Rosas al poder, Pronto su garra-
Aferró a todo el pais como si hubiera sido un caballo.
Iglesia, Dinero, Ley, todo cedió. Controló
Las salvajes pasiones de esas tierras con su fuerza aun más salvaje.
Y a través de sus lágrimas , de tanto en tanto .. los hombres overon
A sus esclavos adorar su astuto crimen. · ·
Y si la dudad, aterroriz ada hasta el espanto
Lo aborrecía como esclavos a sus amos, aún él seguía siendo
El amado capitán de los Gauchos; podia atraer
A gusto sus corazones con su habilidad de jinete,

16
17
Ci~. .PÍTULO I

Señor de las llanuras

Juan Manuel de Rosas nació al privilegio y la propiedad en una tierra nueva y


una antigua sociedad. La f amili<;1 y la frontera fueron las primeras influencias
que lo formaron. Su herencia era colonial y sus antepasados se habían esta-
blecído en el Río de la Plata por varias generaciones atrás, patricios no sólo
-por su linaje sino·también por sus rangos y propiedades. 1 Su abuelo materno-,
'clemente López de Osornio, un terrateniente y oficial de milicias de Buenos
Aires; ·era un clásico ejemp_lo de soldado-estanciero, un recio guerrero de la
·• frontera india, que.,murió con las armas en la-mano-defendiendo su propiedad
-i sureña.en 1783. Por el lado de su padre, Rosas descendía de una línea de mili-
] tares coloniales y funcionarios oficiales. Su abuelo paterno, Domingo Ortiz d_e
: Rozas, había emigrado a América desd_e la provincia espailola de Burgos, en
.; 1742, y después de una oscura carrera como soldado profesional, se retiró en
1
" modestas condiciones con el grado de capitán. Su hijo, padre de Rosas, León
Ortiz de Rozas, nació-en Buenos Aires en 1760'y también él contínuó la tradi-
ción familiar uniéndose a un· regimiento de infantería de Buenos Aires y a1-
catlZando el.grado-de capitán en 1801. Pasó cinco meses prisionero de los indios
~ antes de ser rescatado de vuelta a la civilización. Ese fue su principal argu-
mento para reclamar la gloria militar ·y el resto de su carrera transcurrió sin
distinción alguna; terminó sus días como un caballero estanciero, leyendo,
'., jugando a las cartas e inspeccionando sus propiedades. Murió en 1839. reci-
t¡ hiendo honores g_racias a su cond_ición de padre de un hijo famoso.
1 Sin embargo, la influencia más poderosa sobre Rosas no fue su padre sino
'I su madre. Doña Agustina López de Osornio había heredado de su padre su
; rica estancia, El Rincón de López, pero también su carácter despótico y alti-
' _vo, De los veinte hijos que tuvo sobrevivieron diez, a lo_s que crió con extrema
:¡ dureza, azotando con látigos a los nifios para someterlos, aún durante su ai;io-
lescencia. Ella era la.verdadera cabeza de familia, y dirigía la casa y la estan-

1 w
;I
da de manera casi tiránica. Dejó enJuanMan uel una impr.esión imborrable-_, Los acontecimientos políticos de esos tiémpos, de suma importancia para
escribió en su vejez: "No hay día que no me acuerdo de mi madre, sintiend ~ la A.rgentina,- resultabanm
arginales en el mundo de Rosas. Cuando una expe-
siempre su perdida, y no haberla podido acompañar tanto como eran miS~ dición británica invadió
el Río de la Plata en 1806, Rosas tenía trece años y,
constantes deseos, porque las ocupaciones públicas me lo impedían". 2 ,~ jllnto con otros niños ~e su edad, sir:7ió como .ª!uda:1te de muni:iones
Era a través de su madre que Rosas estaba emparentad o con los Ancho.,,_: ejército popular orgaruzado e~ ~l
"ena, una de las !'amlllas mas neas de toct.o el R10 cte la Plata Jua., Joa.e, To., por Santiago de L1mers y que derroto a los bnta-
nicos en agosto de dicho ano. Durante la segunda i..'1vasión•inglesa, e:n 1807, Rn-
mas Manuel v N1colas Anchorena, hiJos de un comerciante mm1grante vasco, sas prestaba servicios enla
Caballe!'ía delos Migueletes, pero probableme nte
eran sus prmÍos segunaos y pronto se conve:rnnan en sus socios y aliados no pudo participar en los combates por enfermedad . 5 Fue después con sus_pa-
El futuro caudil1c, por lo tanto comenzo su vida con excelentes ~rentaJas ..¡ d.res al campo, a trabajar en
su estancia. Tres años más tarde, Rosas fue uno
La tierra er-a su legado, su patrrmoruo lat:; pampas Nac1O el 30 Ue marzo de] delos muchos c¡ueseqt1ed
aronensus casas durante laReVolución de Mayo de
1793 en la casa que tema su fa1mha enla cmdad de Buenos Aires, siendo el pn-1:ll
uno, que inició la independenc
mogemto de sus padres Su educac1on, aunque rud1mentan a era apropiada Santiago Lii.,íers, ex virrey, ia ó.e España de la Argentina. La ejecución de
realista y hombre de la contrarrevolución, lo in-
para el papel que debena desempeñar Le enseñaron en el hogar a leer y es- dignó: "¡Liniers I Ilustre,
noble, virtuoso, a quien yo tanto he querido, y he de
cnbrr, y luego a los ocho anos fte edad lo enviaron por un corto tiempo a unaj querer por toda la eternidad,
escuela pnvada de Buenos Aires Segun el observador mgles Wilham Mac- cho dela independencia sin olvidarle jamás. " 6 Sin llegar a desafiar elhe-
Rosas no ocultó su preferencia por el orden social co
Cann '·Me d1JO que su educac1on babia costado a sus padres tan solo cien do-, Jomal "Los nempos actuales

I
no son los ae qmetud y de tranqmlidad que pre-
lares. ya que apenas nabia concurndo a la escuela durante un ano, ysumaes- cedieron el 25 de Mayo
Entonces la subordmac1on estaba bren puesta, el
tro acostumbra ba decirle Don Juan no debe preocuparse por los libros, fuego devorador de
las guerras crvUes no nos aorasaba hab1a umon ·, ,., Estaba
aprenda a tener una buena mano porque pasara toda su vida en una estan-¡ hablando de la frontera
mdia en parncular es verdad pero los sentimientos
c1a no se moleste con la enseñanza " 3 Rosas paso una mayor parte de su JU teman s1gmf1caao mas
ampho Rosas, como muchos de su clase, consideraba
ventud en la estancia que en la et:icuela conociendo las cosas del campo y la el periodo colomal como
la epoca de oro en que la ley gobernaba y la prop1e-
vida y lenguas de los md10s Su sobrino y b1ografo, Luc10 Mans11la, afrrmaba dad era determmant e
Aaemas. creia profundame nte en los valores hispam~
que el Joven Rosas estuvo siempre destmado a ser un hacendado, porque esa cos Cuarenta años despues
de la Revolucion de Mayo todavrn eran evidentes
era la ocupac1on de la élite en Buenos Aires "Siendo sus padres pudientes, y esos sent1m1entos de Rosas
al punto de ser reconoc1dos por un observador m-
hacendados por añadidura, en cuanto eso 1mphca en el R10 de la Plata tener,! gles 'El general Rosas,
aunque se esfuerza a veces por d1s1mu]arlo, estoy se-
estancia, no podrnn pensar yno pensaron en dedicarlo al clero, mala milicia,' guro de que nunca s1mpatizo
con la lucha por la mdependenc1a En su momen-
m a la abogacia mala med1cma, profesiones que precisament e, solo eran el to no tomo parte en el

I
movimiento y creo que no era patnota de corazon Sus
refug10 de los que no deban contar con gran patrnnomo ' 4 1ideas actuales son todas espanolas y exactament e iguales a las que uno oye a
Mans11la exageraba. o le faltaba el sentido cronologico La colorua no po~ g los sobrevnTJentes del otro
partido, llamados godos "3
seia grandes haciendas poo1aaas de peones, caractenstic as de otras partes j La Revoluc10n de Mayo, por cons1grnente Influyo poco en la formac1on
de Amenca Hisparuca Alrededor del año 1800, ;a estancia todavra no hab1a del caudillo Desde 1811
se concentro en 1a admm1strac1on de la estancia de
adquirido el prestig10 soc1al y la supremacia econom1ca que tuvo posterior- sus padres El Rmcon
de Lopez, sm recibir salario alguno, tan solo la oportu-
mente Los comerciante s eran probableme nte supenores ennqueza y status mdad de aprender Se
caso en 1813 contra los deseos de su madre como era
a aquellos que teman tierras y nada mas Por lo menos eran vitales ahados y sabido Su esposa, Encarnac10n
Ezcurra y Argmbel, pertenecrn a una familia
teman capacidades admrradas por todos y que tampoco ignoraba Rosas Pero de clase alta de Buenos
Aires y, como su mando, hab1a nacido para la riqueza
el crec10 despreciando <;ualqmer carrera de escntono para los Jovenes Como í y el status Poco tiempo
despues. convencido de que su hermano Prudenc10 te-
lo explicaba más tarde: "He llegado a creer que la _carrera mejor que puedes .i nía la edad suficiente como
para hacerse cargo, Rosas abandonó la estancia
darles es la agricultura y pastoreo", y PJ enseñó a sus pro píos hijos las labores 1 de·sus padres y su empleo
a fin de trabajar por su propia cuenta. Las circuns-
f
de campo y los estableció en sus propias estancias. Su educación formal que- tancias de su_partida son
dó complemen tada con sus propios esfuerzos en los años subsiguientes. Rosas .¡ había vuelto contra él
discutidas. De acuerdo con una versión, su madre se
por mala administrac ión de la estancia; su esposo se
no.era completame nte iletrado, aunque su elección de autores sehallabalim i- ,t puso del lado del hijo, y
se encontraba discutiendo el asunto cuando Juan Ma-
tada por la época, el lugar y su personal predisposición. Parece haber tenido Í nuel los oyó desde un cuarto
contiguo. Inmediatam ente se quitó el poncho y la
cierta inclinación, aunque superficial; hacia algunos pensadores poifücoS ; chaqueta que le había regalado
su madre y, silenciosamente, dejó el hogar pa~
menores del absolutismo francés, 1terno decidido a no regresar. Y la ruptura quedó simbolizada por su acepta-
¡
!
20
21
ción para usar la.escritura Rosas en su nombre. 9 Rosas negó posteríorment~ --d~res y culpaban a los saladeros por dedicar las existencias a la eAportación.
el hecho, que reviste cierta calidad folklórica pero carece de evidencias fir'. Se produjo un ~rnarg~ deba~e, en el que_los saladeristas recl.ama~an iibertad
mes. No hay razón algq.na para creer que Rosas haya tenido una ruptura dra~ de comercio emdustna y senala~a~ los mmensos recurso~ d1spo~~b_l~s en ma-
mática coii süs padres en esos días. Es más razonable su propia e~plicacióll~ teria de ganad~ v~c~.º para satls~ace: a todos,, con la sora conmc1on de qu~
de que simplemente decidió valerse por sí mismo y no seguir más tiempo baj_c{ fuesen rnejor aannmstrados. Pero ms aoasteceaores de carne estaban r:spai-
la dependencia.de sus padres. Más aún, pese a que e.'1 nolo dijo, la tierra estab~
. .,•.~.• d dos por el gobierno del Directorio y el 31 de mayo de 1817 fueron cerrados los
virtualmente a disposición de quien la tomara. j ªladeros de Buenos Aires en beneficio del mercado doméstíco. La solución
"Las varias ocas10nes que quisieron obliga~me a recíbir tierras y g:;mados en justa com:\
ftgica del.a situación era obt~ner mayores extension~~ c_n tierra~. Rosas, T:-
rrero y Compafüa se reorganiza.ron y empez":ro~ a drng1~_sus m~a?as hacia
pensación a mis_ serv1c1os, contestaba suplicándoles me permitieran el placer de serv·_·~
a mis padres, y Ja satisfacc1on tambien honrosa de poder siempre decw lo que tengo loi el sur, El capital total de la compañia era de diccmueve m.11 setecientos seten-
debo puramente al trabajo de mtmdustria y al crédito de mi honradez ... Sali a trabajar ta y siete pesos, de l?s cual~s, ~c~o mil setec~entos setenta ~orrest:ond~a~- al
sm más capital aue mí crédito y mi industria" .10 , :, aporte de Dorrego, cmco mil quunentos tres a1 de Terrero y cmco mil qm_men•
" • 4;
tos tres al de Rosas. 12 La compafüa se hizo completamente rural y pronto co-
Cuando su padre murió, no aceptó la parte de la herencia que le corre¡] menzó a comprar tierras y ganado en el sur de la provincia. Fueron los pre-
pondfa, sino que la pasó a su madre y, cuando-ella murió, la dividió entre lo§~ cursores de una nueva etapa en el desarrollo de Buenos Aires, la época del
hijos de ella más necesitados y la doncella que la había atendido, y entregó el.'. boom de la tierra, de la expansión de las estancias y de la exportación de la
resto para caridad. .,., producción.
Rosas formó luego una sociedad con Juan Nepomuceno Terrero y Lui~[ El puerto y su zona interior constituían una unidad. Buenos Aires no era
Dorrego, Los tres organizaron una compaiiía para explotar tierras y sus pro_i;i todavía una de las grandes capitales de las Américas. El centro de la ciudad
duetos. Dorrego proporcionó alrededor de la mitad del capital, Rosas yTerre-~ tenía un mínimo encanto heredado de su pasado colonial, con sus calles regu-
ro el resto; el último se hizo cargo, además, de la administración de la comp_?j lares y pavimentá.das, que se cruzaban en ángulos rectos, y sus espaciosas
nía, supervisando Rosas el aspecto rural del negocio, y Terrero el comercial} plazas que aliviaban la monotonía; pero las casas de una sola planta no im~
Rosas, Terrero y Compañía promoviei-on varias-empresas rurales, que abar~! presionaban nada, y la linea de edüic.ación .sólo estaba rea~z~da por unas pe-
caban desde la compra de las tierras hasta la exportación delos productos. S~~ cas torres y cúpulas. El ambiente era msalubre y las comod1aades no abunda-
primera operación exitosa fue la producción de carne para exporfación en u.n; ban. Afortunadamente, la transición de la ciudad al campo era brusca. A unos
saladero, en la estancia Las Higueritas, en el distrito de Quilmes. El prirner_j cinco kilómetros del centro de la ciudad, pasando barrios de suburbios, con
saladero de Buenos Aires había sido establecido en 1310, pero la nueva compa;1 miserables construcciones y calles llenas de pozos, el viajero cruzaba el puen-
ñia estaba entre las más dinámicas y los socios tuvieron rápidas ganancia( te Barracas y entraba al campo abierto. Allí las propiedades estaban bien
sobre sus inversiones. Comenzaron a producir el 25 de noviembre de 1815 y,,¡- provistas de ganado vacuno y caballar. Pero la gente abundaba menos. LBS
pronto se hallaron exportando carne vácuna trozada y salada-tasajo o char,J viviendas dispersas de los colonos rurales no eran más que primitivos ran-
qui..,...... a los_ mercados de esclavos de Brasil y Cuba. La planta de producción y;~ chos, construidos con troncos y adobe, con techos de paja, y carentes de ca-
su ganado en pie les habían costado casi diez mil pesos; pero en dos,?ño.s acu-11' mas-. Después de recorrer unos quince kilómetros, el viajero se acercaba a las
saron ventas brutas por catorce mil quinientos pesos y pudieron completar la!] tierras· onduladas de los alrededores de Quilmes, cerca de donde las tropas
compra del saladero y declarar beneficios personales de _cuatro mil pesosj británicas al mando.del general Whitelocke habían eíectuado su mal predesti-
para cada uno. u El saladero producía ganancias no sólo por una eficaz admi;J nado desembarco y marchado sobre Buenos Aires en 1807. Era posible conse~
Üistración sino tambié~ ?orque.Rosas tenía capacidad para evadir eLpago de) guir algunos refrescos en ocasionales pulperías, combinación de taberna
impuestos de exportac1on mediante 1a carga de sus productos no en Buenos:;' y_almacén de ramos generales, donde los jinetes podían descansar debajo del
Aires, sino en sus propios_ barcos anclados frente a las costas del sur. Lo hacía~• alero y observar a los gauchos, milicianos, peones, indios y otros moradores
valiéndose de un decreto del 9 de agosío de 1815 que autorizaba el puérto de_; de las pampas. Pero el Ullico alimento consistía en carne de vaca, muy dura,
Ensenada para aquellas embarcaciones imposibilitadas para navegar hasta·; cocída ínmectiatamente después de matar al animal, y de sus partes más fuer-
Buenos Aires. Sus propios barcos importaban también sal desde Río Negro.-jf tes. Siguiendo hacia el sur, el viajero entraba en un paraíso de parque natural.
El rápido e _independiente crecimíento pronto colocó a Rosas _Y sus asociados en~¡. las·tierras de los indios, ganado vacuno, caballos, avestruces y miríadas de
competencia por el abastecimiento con los proveedores de carne de Buenos aves salvajes. Cerca de la Laguna Chascomtis, el terreno era llano, desprovis-
Aires, quienes se quejaban de la extrema escasez de ca_rne para los consurni- '.I to de árboles, pero dotado de una salvaje belleza. Durante la primavera, la

22 1 23

l
tierra estaba cubier ta de flores y la hierba era de
invier no se inunda ban con grande s extens iones de
un brill-ante.color verde; e~ :a había exterisas zonqs despob ladas por el hombr
e blanco y carent es de -
las altas hierba s se march itaban y deshac ían, los
polvor ientos en medio de un calor ardien te. -Como
campo s queda ban áridos'.
anos poster iores del siglo: "La dispon íbilida d de pastos
r
agua.; y en verano , cuancf ~tecc ión p0r parte del
·o una u,otra
observ aba MacCann e-· ..-~}s ]eguas .cuadr adas, lo
Estado .Alred edor de 1830, las tierras que se hallab an
forma de propie dad alcanz aban a cinco mil quinie
que dejaba sin ocupantes legale s dos tercios de· lo
ntas diecí-
durant e el verano d seie habría Juego de conve rtirse en el territo rio total
pende de que las tie:r,as hay ar, estado cubier tas por
de ah( la ~e:~si ?ad. de g:ran~es e~t_ancias c?n terren
agua durante-el invierno-
os ondula dos. " 13 Contt,
lu s
se presen taban en varías for1nas. Podia vérsel os en
de la provin cia. Los in-
la plaza del merca do,
nuana o mas nac\a eJ sur. en mreccmn a Tanoil -que ,,nºBuenos Aires, cambi ando sus produc tos por ropa, pan, C?rne
pronto habría de conveJ ;inO, Tambi én se_Jos y el codiciado
tírse e~ un fu.er~e- rie frontera, y que aun en la déea_da encon
de 1840 ne era más quH] dos en sus sucias tienda s traba en sus to1denas, o campa mento s, amont ona-
una ale.ea prun1 t1va- estaba n por é.ntonces empuj
ando la fronte ra y, en ¡ ~ vistas estanc ias. EJ Cónsul
y planeat.tdo su próxim a ccrrer fa cont:ra las bien pro-
a~os sig~ie ntes a.1815, se ballab an en proces o de forma 0 Gener al británi co. Woodbine Parish . inform ó des-
ción grande s estaU; ~ibien do una típica incurs
c1as; la tierra perten ecía en su mayor parte al Estado ión india:
, pero su ocupación esté
ba librad a _a casi .cualq uiera que tuvier a espirim pioner
pampa s estaba a punto de comen zar. o. La conqu ista de 1ai La semana pasad~
, una parti~a de quiniilll
Las pampa s eran vasta$ llanur as cubier tas de hierba ción en las cercarnas de Arrecifes. a menostoS o sei.sciento~ i:1dios hizo un~ a~d~z i?"UP•
de dosc1entos klwme
1

s. W. H. Hudson 1/ llevaron gran canti~a~ de ga~~do vacuno a.-r:ites de que las tropastros de esca ciyctact, y se
recuer da vivida mente desde su infanc ia: ··una tierra róximo rec1b_1e_ranmrormac10n sobre el hecho, del destacamento más
llana, su horizonte
ani:lo perfec to de color azul brumo so. donde la cu
pu.la azul brillan te del cier con embarg o, m1CJaron de inmedi ato la persecu~ión Y~a:-:eron sobre
fm
una partida de unos doscientos soldados, que recupe ellos derrottl.nciolos
descan sa sobre un mundo verde y nivelado'". no babia raron cerca de vemte
cercas , y tampo co ¿t;¡ zas de ganado. La gran extensión de las fronteras de las provmcias cieterm ma mil cabe-
boles, except o los que habían planta do en las casas que sean
de las viejas estanc ias,'" wuv vulnerables a dichos ataques , dado que. en 1a presen te situaci
Nada habia para ver, salvo los rebaño s de vacas y ón del país, es lmposi-
caballo s. un ocasio nal jiné ble I!lantener una fuerza suficien te dedicada exclusivamente a su defensa. La ferocidad
te que galopa ba en el Uano y. aún más raram ente, de indios, que matan a todos los prisioneros varones y toman
la casa de alguna estancfa; resJos v los niiios, agregada a la frecuen de sus ataques por más en cautiverio a las muje-
muy lejana . corno una isla en un mar de pastos y cardos
. La tempe ratura eraI seall, dan pie a toda clase de exageracía insignificantes que ellos
ciones con respect o a su mimero y fuerza. 14
agrada ble. aunqu e los meses de verano desde diciem
bre hasta febrem eran'
muy caluro sos. Había mucha humed ad, llevad a
por los viento s del norte-f Los indios de las llanur as consti tuían divers as tribus
P~r~ desde el sudoes te llegab a la salvad ora brisci , que abarca ban dis-
de las pampa s. él,pamperof: tíntas varian tes de una
ongm ado en los nevad os Andes, y que alcanz aba misma cultur a, aunque no siemp re la del salvaj e
a veces intens idad de hura\~ ble.15 Todos ellos eran no-
cárr cuand o estaba ya llegan do a Buenos Aires. Hudso cazado res, insepa rables de sus caball os, con las
n record aba el pampe1 nas arquea das por el consta pier-
ro, cuand o "una extrañ a oscurl.dad, que no proven nte cabalg ar; viajab an sin grand es cargas y dor-
ía de ningun a nube, comen,i mían en tienda s.La última
zaba a cubrir el cielo; y poco despué s se levant aba fuente de inmigr ación india era Chile, de cuyos te-
una nube,
Y sinies tr~ com~ si,,tu:r a una monta ña que se hacia visible una nube oscur<Íf rritorios sureño s habían estado llegan do por mucho s años los arauca nos,
enorm e distan cia. Norma lmente era acomp añada sobre la Uanura.ái:f quienes se despla zaban hacia e_l este a través de los
An?es , liev~? do con elfo~
por una desagr adable if su lengua , sus co"stumbres
torme nta de polvo, pero el viento barría los cardos y metod os ~e &"uerra. L~s pnme ras ,ªe.ca~ as del s,1-
gígant es y restitu ía las:I: glo XlX contem plaron uno
pampa s para los jinetes . El ínviern o no era demas de los movim ientos mas grand es ae menos desae-
iado severo , aunqu e podiai Chile, cuando numer osos
result ar muy lluvioso, y kilóme tros y kilóme tros de ca_ciques condu jeron a su gente hacia la Argen tina,
llanur a solían queda r bajo:: para establ ecerse o efectu
las aguas . Sin embar go, a pesar de las lluvias invecn
región sufria periód icas sequía s, y entonc es, esa inmen
ales y los grande s ríos, Ja~¡ ar correr ias, ya fuera mdívi dualm ente o en alian-
zas de grupos. Esta "arauc anizac ión" de las pampa
sa extens ión de tierrafü una va~a reserv a de tierra~ s dio a los indios chilen os
que llegab an desde la Patago nia hasta Salta y desde , ganad o vacuno y ca~all os, y con~tituyó para las
el Atlánt ico hasta los An'.,, estanc ias de fronte ra, para
des, absorb ía 1os ríos y los secaba . Norma lmente 10s hombr es Ysus muJer es, un proble ma de segu-
, no obstan te. había mucha!! ridad casi insupe rable,
agua superf icial dispon ible y el suelo de las pampa
s era rico y profundo, E1J Los pehue nches habita ban al pie de los Andes, en el
ag'..la abund aba más en las llanur as coster as que en
Bueno s Aires al ganad o y Jos indios, 'Í
el interio r. y eso acercó a Eran de mayor talla que oeste de ]a Argen tina.
los indios de la llanur.a, se pintab an la cara, usaba
n
EJ enemi go más grand e en las pampa s no-era la ii manto s y taparr abos y vivían comiendo carne de caball o
soledad ni el clima sfa,o·f te coexis tían en paz y maíz. Nonna lmen-
los indios. Gran parte ¿e1 territo rio que hoy fo~m.~ con los blanco s, prefiri endo el comer cio al terror .
la provin cia de Buenos Ai~,tpampas,_ desde las fronte En las
res estaba en aquell a epoca controlado por los mmos. :as de ~endo za y Córdob~ hasta el Río Negro en
Y aun dentro de lafron - t sur, hab1a un grupo de el
tribus nomad es que se movia n en busca de pastur


as

N
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. . ·.- l,•

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para sus ovejas y vacas. Eran los ranquele s y los aucas, gente inclinad
~ a 1~ se vengaron intensificando sus correría s y saqueos contra
ebriedad y la vioiei:cia, -~7llplacables ~ ~accesib les. ~os_huilliches~ los invasores.
con los puek:11es., establec ieron su dom1mo sobre :1 n. a:1m1en_to del
aliado~ cuando merodeaban en estas excursiones eran menudo acompañ
R10 ~ef~l gauchos vagabun dos, desertor es del ejército, delhlcue
a ados por
y del Río Salado y hacia el norte del Ríe ~oloraao . dispersa ndose ntes que huían -a.t? la
pam_pas y .las t1erras altas entre Buenos Aires Y Mendoza. Eran mas
~acia 1·ª·1 justícia y refugiad os por conflictos políticos o sociales ; y de ellos aprendía
n
pa~lll:¡ .muchas costumb res de los.blancos, los métodos de la milicia
cos, cenían grandes rebanas propios de ovejas y vacas, y manuf~cill1:aban y el uso de las ar-
~tícu, 1 mas de fuego, para agregar a su propio arsenal de armas.1 7 Y
los de gran demanda entre los blancos -pon~ho s, m~ntas ae piel, ~r1das-..: sus ambicion
que vendían en Buenos Aires y e:1 l~gares de.~1cados a1 comercw :.~ªs ¡ se vieron coli:nadas cuando en las guerras civiles posteriores a la independ es
~erca¡ da uno u ·otro bando solicitó su alianza. Eran todos comíictos en-
aun de Buenos Aires estab~ los mdws conoc1aos, como PªIl_1pas. V1v1an muy violentos.
diatame nte al ?ur y al .oest; ae! R.io Sa~ado, y podía i~mc. on_trar_:>elos t.am.bien
~~me;( en los que la agresión de los indios quedaba igualada por la violencia de
los co-
las montaña s ae Tandil y Volean, atraidos hasta allI por tierras de neas e.".•! lonos. ?n~glé s viajero de la_s pampas preguntó a ~n ~aucho cuán~os
pa~tu, ros hama wmado en una reciente pelea contra los pr~sio_ne-
ras. Los blancos veían a lo.s pamp,a~ como los más cruele~ ~e todos los mdios: "Apreto los dientes,
rndios!.!. entreabrió los labios y, pasando un dedo a través de_su garganta
irremed iableme nte salvaJes, traicioneros Y venales; qmza fueran tod? durante un
eso\l cuarto de minuto, agachándose hacía mí y al tiempo que sus espuelas
aunque se hallaban sujetos a una creciente provocación. Su forma de se da-
yida ~ vaban en los costados de su caballo, dijo en voz baja y ronca:
es cierto-n o era motivo de admiración. Explotaban como esclavas a sus 'Se matan to-
mu~ dos', " 18 Rosas mismo fue uno de ]os nuevos piolleros de las pampas.
jeres, seres inferiores a quienes obligaban a trab~jar tanto Ytan ~uro quepa-: Pero no le
recian alegrars e de la poligamia, como un rned10 para compart ir 1a gustaba,matar indios.
ca.rga: Rosas anticipó la expansió n de-la economía ganader a dela década de 1820
cuando no se hallaban cazand? o c;lmbatiendo, los hom?res pasaban s.u
tiem-, y contribuyó a promov er la conversión de Buenos Aires, de capital
po bebiendo, jugando y durmiendo. En cada toldo, o tienda, constrm virreínal a
da .con,. centroeA 'POrtado r.Laestr ucturaec onómica deBueno sAires,
cu~ros crudos estirados sobre canas, vivía~ cínco o seisJam ilias, ur:1as talcomo emer-
vemt~l giódel período colonial, estaba dominada por el comercio, no por
o treinta personas, amon!onadas en la suciedad Y1~ e~ermed ad. Si les la agricultu-
falta•¡f ra, Los grandes comerci antes de Buenos Aires no obtuvieron
ba com,bustible para ~ocmar, com.í~n la carn: cruaa. Y_ saqueab_an ~as sus beneficios
cias no sólo por ganaao smo tamb1en por muJere_~. Los olancos cte~1an estan•·.·.·.f m.<>.Jiiant: la exp?rtación d~ los productos del pais :n
parl~-1¡ res rurales prop10s de la crndad estaban muy poco aesarrol lados~
realidad los al~ededo-
mentar.con gran~es dificultades para lograr el re~e~o de las muJ_eres smo gra-
cautij cías a la import~cjón de bienes de cons~mo par~ un merc~do que
vas, _qmenes se~ las 1:ye~ .de los pampas const1trnan trofeos de guerra se extendía
propiedad exclusiva del md1v1duo que las· capturar a. 16 Y!; desde Buenos Arres hasta Pot?sí y S~üag9 , en mterca1n:~10 con m~tale,s
. . J ciosos. En el momento de la mdepenctenc1a, la ·producc1on pecuaria pre-
Los indios a caballo eran un enemigo muy esquivo Yde gran mov1llda solo al-
d,ff. canzaba al veinte po.r ciento del total del comercio exportador de
cuyas tácticas y armas se ajustaba n perfectamente al ambiente que Buenos Ai-
los ro-¾ res; el otro ochenta por ciento estaba dado por la plata. Hasta
deaba. Las. armas primaria s de los indios eran la lanza).' la.s boleador alrededor de
lanzas, generalmente de cuatro y medio a cinco Ymedio metros de largo, as. Las····i•.~- 1815, por lo tanto, la explotación de la tierra continuaba siendo
eran' secundaria y la posesión de la tierra se hallaba limitada , tantouna actividad
mortífer as en manos de un diestro jinete. Las boleadoras, formadas por en el número
dos: de titulares como en la extensión de sus posesiones. ·
pequeñas bolas balanceadas y sujetas en los extremos de un cord~°: de
~uero( · Esta simple estructu ra quedó alterada por tres circunstancias. 19 Prime-
se usaban como maza o como proyectil. Ambas habia~ sido preíena as
auran-J ro, los come:rciantes británicos desaloja ron a los de Buenos
te mucho tiempo a las armas de fuego, y en los horrenaos combates.contra Aires. Con sus
losJ mayores recursos en materia de capitales y de contactos en Europa,
blancos -:-veloces incursíones a caballo contra los caseríos. estancias, los britá-
nal y propied ades-las armas de los nativos nada tenían que perder compara perso-;f nicos sehic1.·eron cargo de 1. as funciones empresa riales previam ente ejercida s
~¡ por los espailoles y forzaron a los porteños a buscar inversiones alte..'"Tia
das con.las de sus enemigos.
La expansión de la economía estancie ra a partir de 1815 fue una ca~~stro~
:t Incapacitada para competir en un mercado dominado por los ingleses, lativas. éli-
fe oara los indios de las pampas. Los colonos empezaron a ocupar las ! te local buscó ]a salida en otra a_ctividad de incipiente crecimiento:
tterras,r tria ganadera. En segundo lugar, la provincia de Buenos Aires la indus-
sitÜadas al sur del Salado yel choque fue inevitable. Losjpdios se sintieron se beneficiaba
na~ entonces con la ausencia de competencia de sus rivales. En los
turalme nte agraviados ante la propagación de establecimientos sobre años
tierra~l guieron a 1813, Santa Fe, Entre Ríos y Corrien_tes fueron devastad que si-
a las cuales ellos si-empre habían visto como propias Ysobre cuya ocupació as por las
no habían sido consultados. Las tribus más pacíficas se retiraron hacia Dij guerras de secesión, a la vez aue la otra región rica en ganado, la Banda
las;fOriental, estaba arruinad a por fa revolución, la contrarrevolució
montaña s del sur, pero los ranquele s, los pampas y otras hordas migrator n y la
iaSj sión portuguesa de 1816. La capital porteña sacó ventaja de la situacióninva-
, en-
J
26 l 27
j
tierra estaba cubierta de flores y la hierba era de un brillante color verde;.;' :a, había extensas zon3;s despobladas por el hombre blanco y carentes de
invierno se inundaban con grandes e:x-tensiones de agua; y en verano, cuan·-. te~tecciónpor parte
del Estado, Alrededor de 1830_, las tierras que se hallaban
las altas hierbas se marchitaban y deshacian, los campos-queda ban áridos; b:jo una
u,otra forma de propíedad alcanzaban a cinco mil quini<::ntas dieci-
polvorientos en medio de un calor ardiente. -Como observaba MacCann ft - -,is leguas-cuadrad
as, lo que dejaba sin ocupantes legales dos tercios de_· lo
años posteriores del siglo: "La disponibilidad de pastos durante el verano d -~ ~e habría Juego de
convertirse en el territorio total de la provincia. Los m-
pende_de q_ue la~ tic. rr,as.. hayan estad. o c.-~biertas por agua a.·u:ante-el inviernOi• los se presentaban en varias formas. Podía vérselos en la plaza del mercado,
de a]u la nec~s1dad oe grandes estancias con terrenos onaulados. "13 Cot1th. n Buenos A.ires, cambiando sus productos por ropa, pan, carne y el codiciado
nuando más hacia el sur, en direccion.:: Tandil --que pronto habría de convet; ~ijno. También se Jos
encontraba en sus tolderías, o campamentos , amontona-
tirse en un füerte de frontera, y que aún en la décoda de 1340 no era más qug ~oS en sus
suc1as tiendas y planeando su próxima con-ería contra las bien pro-
ux:a al~ea. pr'~mitiv;;- <::staban por entonces empujando la frontera y, en loll vjstas estancias. El Cónsul ?eneral
británico. Woodbine Parish. :informó des-
anos s1gmemes a 1815, se hallaban en proceso de formación grandes estan'i ~ríbiendo una típica
incursion india:
cías; la tierra pertenecía en su mayor parte al Estado, pero su ocupación esta:
ba librada a casi cualquiera que tuviera espiritu pionero. La conquist& de la§ La semana
pasada, una partida de quinientos o se:isciemos indios hizo una audaz irrup-
pampas estaba a punto de comenzar. , cit'm en las cercanías de Arrecífes, a menos de doscientos kilómetros de esta c~udad, y se
Las pampas eran vastas llanuras cubiertas de hierbas. W, H. Hudson la_;¡ llevaron gran cantidad áe ganado vacuno antes de que las tropas del destacamento más
recuerda vividamente desde su infancia: ··una tierra llana, su horizonte u·" róxirno recibie_r~ lnforJl!,ación _sobre el hecho, ..
anillo perfecto de color azul brumoso. donde la cúpula azul brillante del cieloi fin embargo, irnciaron de inmediato la persecu~1ón Y~a;,:eron sobre ellos derrotándolos
con una partida de unos doscientos soldados, que recuperaron cerca de veinte rml cabe-
descansa sobre un mundo verde y nivelado ... no había cercas, y tampoco áa zas de ganado. La gran extensión de las fronteras de las provincias determma que sean
boles, excepto los que habían plantado en las casas de las viejas estancias.•-~ ·muvvulnerables a dichos ataques, dado que, en la presente situación del país. esimposi"
Nada había para ver, salvo los rebaños cie vacas y caba11os, un ocasional jiné" bleÍnantener una fuerza suficiente dedicada exclusivamente a su defensa, La ferocidad
te que galopaba en el llano y, aún más raramente. la casa de alguna estanci ·; de los indios, que matan a todos los prisioneros varones y toman en cautiverio a las muje-
!"l-'S y los niüos, agregada a la frecuencia de sus ataques por más ins1gnificantes que ellos
muy lejana, como una isla en un mar de pastos y cardos. La temperatura ed sean, dan pie a toda clase de exageraciones con respecto a su numero y foerza. H
agradable, aunque los meses de verano desde diciembre hasta febrero eran'
muy calurosos. Había mucha humedad, llevada por los vientos del norted Los indios de las llanuras constituían diversas tribus, que abarcaban dis-
Pero desde el sudoeste llegaba la salvadora brisa de las pampas, e¡ pamperoi tintas variantes de una misma cultura, aunque
no siempre la del salvaje no-
originado en los nevados Andes, y que alcanzaba a veces intensidad de bura~' ble.:5 Todos ellos eran cazadores, inseparables
de sus caballos, con las pier-
cárrcuando estaba ya llegando a Buenos Aires. Hudson recordaba el pampei nas arqueadas por el constante cabalgar;
viajaban sin grandes cargas y dor-
ro, cuando "una extraña oscuridad, que no provenía de ninguna nube, comen,! mían en tiendas.-La última fuente de inmigración
:ª_~:,ª cLubrir el ci~lo: y poco-despué~se Ievan~aba_ una 1:1_u_be, ~na nube oscut<¾J rri,torios sureñ~s h~bía:1 e~tado llegando fºr
J ~uueslra como s1 fuera una montana que se nac1a v1s1b1e soore la llanura a¡¡
india era Chile, de cuyos te-
~uc~os, años los ~aucanos.
qwenes se despiazaoan nacrn el este a traves de 10s .1-maes, llevanao con ellos
enorme distancia." Normal~ente era acompañada por una desagradable·;1: su lengua, sus costumbres y métodos ~e
~uerra.
tormenta de polvo, pero el viento barría los cardos gigantes y restituía lai glo XIX contemplaron uno de los mov1m1entos L~s primeras ,dé~a?as del s,i-
mas grandes ae ma10s desae
pampas para los jinetes. El invierno no era demasiado severo, aunque podiá:i Chile, cuando numerosos cadques condujeron
a su gente hacia la Argentina,
resultar muy lluvioso, y kilómetr. os y.kilómetros de llanura solían quedar bajo·'.·. par.a establecerse o 12fectuar correrías,
las aguas. Sin embargo, a pesar de las lluvias invernales y los grande-s ríos, Jai zas de grupos. Esta ""araucanizaci ón" deya fuera indivia.·ualmente o en alian-
las pampas dio a los indios chilenos
región sufna periódicas sequías, y entonces, esa inmensa extensión de tierrasf una vasta reserva de tierras, ganado vacuno
y caballos. y constituyó para las
que llegaban desde la Patagonia hasta Salta y desde el Atlántico hasta Jos An- ;¡ estancias de frontera, para los hombres
y sus mujeres, un problema de segu-
des, absorbia1os rios y los secaba. Normalmente, no obstante, había mucha{¡_ ridad casi insuperable.
agua superficial disponible y el suelo de las pampas era rico y profundo. ELI Los pehuenchesha bítaban al pie de los Andes, en el oeste de la Argentina.
ag:ra abundaba más en las llanuras costeras que en el interior, y eso acercó a.:~ Eran de mayor talla que los indios de la
llanura, se pintaban la cara, usaban
Buenos Aires al ganado y los indios. i mantos y taparrabos yvivian comiendocarne_de caballo y maiz-. Normalmen-
El enemigo más grande en las pampas no-era la soledad ni eJ clima sino \t te coexistían en paz con los blancos, prefiriendo
el comercio al terror. En las
los indios. Gran parte del territorio que hoy forma la provincia de Buenos Ai-Í _pampas, des<;le las fronteras de Mendoza
y Córdoba hasta el Río Negro en el
res estaba en aquella época controlado por los indios. Y aun dentro de la fron- i sur, había un grupo de tribus nómades
que se movían en busca de pasturas

. 1 .
f
para sus ovejas y vacas. Eran los ranqueles Ylos aucas. gente inclinad
aa
ebriedad y la violencia, implaca bles~ inac~esibles.1:os.huilUches,. al~ado~f il ,e vengaron intensificando sus correrías y saqueos contra los invasore
cuando merodeaban en estas excursiones eran a menudo acompaflados s.
con los puelches, estab~ecieron su dom1~0 sobre el na:1m1en_to ?el
R10 ~egr~f por
v de1 Río Salado y hacia el norte del Río Colorado, dispersa naose hacia gauchos vagabundos, desertores del ejército, delincuentes que huían
las~
de la
justicia y refugiad os por conflictos políticos o sociales ; y de ellos
Pampas y .las tierras altas entre Buenos Aires y Mendoza, Eran más Pª~-fü-l aprendía n
cos, tenían grandes rebaños propios de ovejas y vacas, y manufacturaban muchas costumb res de los blancos, los métodos de la milícia y el uso
de 1-as ar-
a.."tícu) mas de fuego, para agregar a su propio arsenal de armas.17
los de gran demand a entre los blancos -poncho s, mantas de piel, Y sus ambício nes
bridas-- f se vieron coimada s cuando en las guerras civiles posterio
que vendían en Buenos Aires y en lugares dedicados al comercio. Más res a la independen-
cerca¡ cia uno u otro ba_rido solicitó su alianza. E:ran todos conflictos muy violentos,
aun de. Buenos Arres estaban los indios conocidos como pampas. Vivían
inmeJ en los que la agresión de los indios queriaba igualada por la violencia
diatame nte al ?ur y al_oeste d~Rio S~~do, y podía ~ncon_trárselos t.ambién de los co-
las montaña s ae Tandil y Volean, atraictos hasta alh por tierras de nca:5
e.'l:i lonos. U~ inglés viajero delas pampas preguntó a un gaucho cuántos prísione-
pastu;, ros había tomado en una reciente pelea contra los indíos: "Apretó
ras. Los blancos veían a lo_s p_amP.ª~ como los más cruele~ ~e todos los los dientes,
indios;Jf entreabr ió los labios y, pasando un dedo a traYés de su garganta
irremed iableme nte salvaJes , traicione ros Y venales; quiza fueran durante un
todo eso 1 cuarto de minuto, agachán dose hacia mí y al tiempo que
aunque se hallaban sujetos a una crecient e provocación. Su forma de sus espuelas se cla~
_vida ---:i vaban en los costados de su caballo, dijo en voz baja y ronca:
es cierto-n o era motivo de admirac ión. Explotab an como esclavas 'Se matan to-
a sus mu~¡ dos'. '' 18 Rosas mismo fue uno delos nuevos pioileros de las
jeres, seres inÍeri~res a qufenes, obligaba n a trab~jar tanto Y tan ~uro pampas. Pero no 1e
que Pª:_ gus'taba,matar indios.
recian alegrars e ae la pohgam1a, como un medio para compart ir
la ca_rga_.~ Rosas anticipó la expansió n de-la economí a ganader a de la década de
Cuando no se hallaban cazand? o c?mbati endo, los h. orn?res p.asaban 1820
s.u, tiem";_I y contribuyó a promov er la conversi ón de Buenos Aires, de
po bebíendo, jugando y durmien do. E~ cada_toldo, o _tiend~ .. constrmc capital virreina l a
ta .co_n,. centro e)..-portador. La estructr.1raeconómica de Buenos Aires,
cueros crudos estirado s sobre cañas, vivían cmco o seisfami llas, u1;1as tal comoem er-
vemte'._f gió del período colonial, estaba domlllad a por el comerci o, no
o treinta personas, amontonadas en la suciedad Y la enfermed~d, S1 por la agricultu~
les falt~;f ra. Los grandes comerci antes de Buenos Aires no obtuvier
ba com,bustible para C:ºci~ar, com~?-11 la c.arn~ cruda. Y, saquean,an }as on sus beneficios
esta~~f mediante la e}._p?rta?ión de los producto s del país-en realidad
cias no sólo por ganaao smo tamb1en por mUJere.!'i. Los olancos aebian los al_rededo-
parla•¡~ res rurales propios ae la ciudad estaban muy poco desarro
rnentar con grandes dificultades para lograr el :reg.re~o de las muj_eres llados- smo gra-
cautF--.1 cias a la importac_ión de bienes de consumo para un mercado
vas, quieries según las leyes de los pampas constinuan trofeos de que se extendía
guerra Y:; desde Buenos Aires hasta Potosí y Santiago , en intercam
propieda d exclusív a del individuo que las- capturar a. Hi bio con metales pre-
Los indios a caballo eran un enemigo_ muy esquivo y de Fªn movmda
... :i ciosos. En el momento de la independencia, la ·producción pecuaria sólo al-
d,j. canzaba al veínte por ciento del total del comerci o exportad or
cuyas tácticas y armas se ajustaba n per;.tectamente al ambient e que de Buenos Ai-
los ro-i res; el otro ochenta por ciento estaba dado por Ja plata. Hasta
d. eaba. Las armas primaria s de los in~ios e_ran la ian~a Y las boleador alrededo r de
lanzas, generalm emede cuatro y med10 a cmco ymed10 metros de largo, as. I:,as:.I'.·. 1815, por lo tanto, la explotac ión de la tierra continua ba siendo
er_an: secunda ria y la posesión de la tierra se hallaba limitada , tanto una activida d
moIT.Jeras en manos de un diestro jinete, Las boleadoras, formada en el número
s por aos' de titulares como en la extensió n de sus posesiones.
pequeña s bolas balancea das y sujeta~ en los extremo s d~ un cordó_1:
de cuero_(i" Esta simple estructu ra quedó alterada por tres circunst ancias. 19 Prime-
se usaban como maza o como proyecti l. Ambas habían s1do preferm
as duran-¡ ro, los comerci antes brítánico s desaloja ron a los de Buenos
te mucho tiempo a las armas de fuego, y en los horrendo~ combates_contra Aires. Con sus
los'.f mayores recursos en materia de capitale s y de contacto s en Europa,
blancos -v~loce s incursiones ~ caballo_contra los ca~enos, estancia los brltá-
nal y propiea ades-la s armas ae los nativos nada teman que perder comparas, perso~.•, nicos sehic.i:r on cai:go de las funciones :mpresa rial~s pre\:iam enteejer ~id.as
" por los espanole s y rorzaron a los portenos a buscar 111vers1ones alternati
das con.las de sus enemigos.
La expansíó n de la economia estancie ra a partir de 1815fue una catástro
j Incapaci tada para competi r en un mercado dominado ror los íngleses, lavas. éli-
fe para los indios de las pampas. Los colonós empezar on a ocupar: la_s
__¡, te local buscó la salida en otra activida d de incipíente crecimie nto: la índus-
tierras~ tria ganader a. En segundo lugar, la provinci a de Buenos Aires
situadas al sur del Salado y el choque fue inevitable. Los ipdios se sintieron se benefici aba
naj entonces con la ausencia de compete ncia de sus rivales. En los
turalmen te agraviad os ante la propaga ción de establec imientos sobre años
tierras,:.l guieron a 1813, Santa Fe, Entre Ríos y Corrient es fueron devastad que si-
a las cuales ellos siempre habían visto como propias-y sobre cuya ocup~ci as por las
no habían sido consultados. Las tribus más pacíficas se retiraron .hacia ónJguer ras de secesión , a la vez que la otra regfon rica en ganado, la Banda
l_as:¡ Oriental, estaba arruinad a por la revolución, la contrarr evolució
momafia s del sur, pero los ranquele s, los pampas y otras hordas m1grato n y la inva-
r1asl sión portugue sa de 1816. La capital porten.a sacó ventaja de la
situación , en-

26 j 27
1'
·;f
contran do una solucw n beneflc10sa en la activid ad ganade
ra Comen zaron a'. duos. 22 El régime ffagrar io de Rivada via, al igual que
extend erse las pastura s. a expens as de las superfi cies cultiva el del períod o colonial.
bles, Y_la provm. se basaba en el principi~ de alquila r I,a tierra ~ás que
cia pronto llego a depend er ae la rmportac10n de granos poseer la. El alquüe:f
Enla decaaa de 1820, era eXtre~ adame nte baJo: pero a medid a que la mdustr
una estanc ia dedica da a la ganad ena produc ra reditos ia ganade ra creció en
de un treinta Yuno P<>t impor~ancra Y que la propie dad de los animal es adquirió
ciento sobre el capital inverti do, compa rado con el veintic un nuevo valor, los
inco porc1entoo?te._
~~~oe~~~~=r~~;~:t:dd~:;!~~~:;;;;~;;~':f;ff~p;~~:~~\"¡~;e;~~;;~:1 ;~~'. :;1:::;;,:;:~!sc~~~~;~~~:~~j:;'{c;if!
estanc1er?s empez aron a desear -la disponibilidad de sus
propie dades, sin lf-

nar sobre la venta de sus produc tos, especia lmente de sus


artesan ak.s. Pero el aumen to de la penetr adón británi
industrias_rural~s !:Q Aires constit uía la salida. Par-a lograr
"t::r~ ;",;I~';~~:~t;i:~;;
las condiciones convenientes'. para con-
ca motivó la n:r,posib1,l troiar el proces o ?or.apleto de produc
lidad de compe tencia para -~st~s m.ct1.15trfa~ en un mo~e~ ción, desde la estanc ia hasta el puerto y
Y la secesió n estaba n tamb1en1..'np1diendo Josmer caaos to ?? ~l q~~ la_g';;.:Y~j par;:i ven:_e.: a lo! _7,t~res~s económ~cos rivales , el sector rü.~al
Lra01c10nru.es ae .....,mle -mentar su peso vu1itico . .r:..n ese neeesi tarfa au-
Y el Alto Perú. · comex to, Rosas represe nto la elevac ión al po-
, ,,
La conjun ci?n de.la compe tencia británica;~la devastac101; proymc
. . -:¡ der de un nueyo grupo social: los barone s dela ganade ría.
dedina ción del mteno r tornaro n a la econom1a. de Buenos 1al yla.i . L.a conqm~t~ ?e las pampas_se acel_eró despué
Arres mcapa z de. mm de exportac1on de ganad ena entro ~ de 1820. Cll;an?o la.e_cono-
sosten er a la élite local. Comenzó, en co~_s_ecuencia., ª. diversi en un penodo de erecrm1ento. 1a ex-
ficar sus in_t:rej p~s1ón se hizo extens iva, más que intensi
ses orientá ndose a una base rural. La pollnca agraria rmpera va, ya q.ue era'la tierra -y no los ca-
ntefavo rec10 la~j p1tale s-lo que _abundaba. En esta etapa
inversi ones en tie~ra_s, ganado y sal~der os. Una le~ de enero no hubo rnnovaciones técnica s, ni in-
rizaba ei estable cumen to de estanci as al sur del R10 Salado ct:. ~816, ~u~ aut<;;¡ tentos para meJor~ r.la raza o mod:rn izar
, ÍlJO unhmi te mi,.,; represe ntaban el umco progre so tecmco los métodos de _cría. Los ~alade ros
nimo de doce leguas cuadra das para cada estanci a, a . Como hemos visto anterio rmente ,
fin de, impedí.r que l.a~? los salader os se cerraro n en 1817,
propie dades quedar an reduci das a meras granja s, y que debido a la escasez de la carne en la zona ur-
éstas ~vadi~ ran tle~- bana. En.1820 fueron aut.orizados otra
rras de ganadería.21 Alrede dor de 18_16 la tierra costab a vez y comen zaron a prolife rar en los al-
sólo tremta Yc111co=~j'' rededo r:s del ~urde la cmdad . A
sos. la.legu a cuadra da (dos n:1il quin.1en~as ?ectár~ as} en mediad os de la década de .1820, los salade ros
en realida d. era entonc es mas comun aiqmla r la tierra las pampa s, aunque.¡ consumian ~as que los matad. er?s? habían re~cia do sus export acione s de
que compr arla. A par, carne a Brasil Y Cuba. Pero la prmc1p
tir de l822, ·Bernar dino Rivada via, el progre sista a1 rnercan cra eran los cueros crudos ; a
ministr o del gobiern o d:: mediados de la década de 1830.
Martín Rodríg uez, introdujo el sistem a de enfiteusi~ en constit uían casi las dos tercera s partes de las
la prov:incia ?e Bue~-exportac.iones de Buenos Aires, mientr
nos Aires. Se autoriz aba a alquila r las tierras pública as que ]os produc tos de la ganade ría,
s por vemte anos ~e¡en genera l, alcanz aban a. las tres
diante el pago de una renta fija; el solicita nte sólo tenía cuarta s partes. Es dificil cuanti ficar la par-
que medir Ydem~ncra~¡ticipación de Bueno s Aires en el total
la superii cie elegida . ~o fue ?sto una :e:ror:? a agra.r:ia de exporta ciones, que en 1825 excedi ó las
,. pero tenía sen~do e~¡s~iscie-:1tas m~ unidad es. _Pero e?
otros aspecto s: impedí a la abie. rta venta de üerras pubhca 1824 llegaro n a los dos ~ercad os de Buenos
s
ya que el gobierno necesit aba la gal'ant ia de la tie1?a para al sector pnvado., Aires c1_ento cmcuenta y e meo mil cueros de vaca desde e1 campo ; y se sac.rui-
lo~ préstam os ~e].,caron ciento sesen.ta y nueve mil animal
extran jero; entreg aba la tierra para un uso productivo,
mensa s reserv as de .campos en la fr?nter asur, sie~mpre
1
especr al~ent e las ~n\setenta y nueve mil para abaste cimien
es: noventa m..il para los salade ros y
to de la ciudad. 23 En 1825, la provin cia
en. expans ión; Ys':1~is,¡de Buenos Aire~ había sobrep asado
facía las ansias de tierras de los prospe ros porteno s. El ciertam ~nte a las otras provin cias del li-
sistem a favorec1~ ~¡··toral como proauc tora de cueros y
latifun dismo y la concen tración de la tierra. No había límire otros derivad os de la ganade ría para ex-
para la superfrci portación; Y a mediad os de la década
que el benefic iado podía alquila r; luego, éste era libre de de. 1830 Buenos Aires produc ía alrede-
vender sus d:rech o.. dor de dos tercios de todos los cue:ros
y subalq uilar: y las comisiones que determ inaban los valores export ados desde el litoral.
de. las tierras ? Ro.sas fue uno delos pionero s dela expans ión territo rial
admin istraba n su distribución estaba n domina das por y la formac ión de
estanci eros. Desdf¡estanc1as. No estaba solo. A partir de
2
18 4 hasta 1827 se otorgar on alguna s enorm es ~xtensione~, '?~ibie nd? ciert~f ó una 1816, el gobierno de Buenos Airesfo rmu~
individ uos más de díez ]eguas cuadra das caaa uno (vemtlc política de fronter a~dest inada a mejora
mco mil hecta_f1yance de la fronter a hacia el sur y a ofrece r- la segur.i.dad rural, a lograr el
reas.\. Al iniciar se el año 1828 se habían otorgad o casi r tierras desocu padas a colonos
mil leguas cuadr~ ?a~tsp uestos a ocupar las y defend erlas.
(dos millon es quinien tas mil hectáre as), a ciento doce person En 1817 el coronel Juan Ramón Balcar -
as Ycompamas_;,::e fue designa do Coman dante Genera l
diez de las cuales recibie ron más de cincue nta y dos mil de Campa ña para coordi nar esos es-
hectár eas cada, unaJuerzos; en ese mismo año se cruzó
Para la década de 1830, algo más de ocho millones cuatro la línea del Río Salado y se fundó la colonia
de?t~s mil ?e~t~pe Dol~r: s; en 1818 se creó un comité especia
reas de tierras pública s habían sido tnmsfe ridas a unos l integrado por autorid ades civi-
qmmentos md1v~-t~s_y militar es para aconse jar sobre el
proble ma, el que resolvi ó estable cer la
1
28
29
-due aumentaba la presión ae los indios y los valores caían. Juan. José ·ae An-
irontera sur en Kaquel. Cierto número dwestanci eros-entre ellos Francis
éhorena escribió:
Ramos Mejía- estaban ya colonizand o más allá del Salado y orgarúzando-1)_
trullas de frontera. Rosas no se hallaba muy distanciad o de eso. Cuando sus'
"Cre;:i que hab:rá ep la campaña mucho miedo de los indios; por tanto Vd. v~a si algunos
ladero· cerró sus operaciones en lf!.17, él y súS socios se dedicaron a adqu ··-~ tfroidOS _dan ~anaoo barato Ycompre eres o cuatro mil cabezas Dara nuestras estan"ias
tierras y a las actividade s ganaderas en gran escala. Primero compraron · Quien no arriesga no gana".26 i " •

tierras de Julián de Molina Torres, en la Guardia del Monte, sobre el Salad


de San Vicente, estab(, Era un vasto comple¡'o de tierras-· poder un "r~ ~ , un_mpe~10 i ,,,.· .
pri-
:frente a la frontera con los indios.· Allí, en el distrito
• t· lf d Y , s anreuao.
. - - • C ill 11 de inc~n~bles cabezas de ganado, miles de peo~es. tribus dein-
c1eron 1_a gran esta~c1a Los err os, que ~~o a_ c~~ver_ rrse__en ~ Teu o m--. vado, asien!o semeJante dominio y controlarlo era un verdadero •. constant
T

poderoso d~ R?sas. · Graduam:en~e ~u i::rop1e~ano iue extendlena o ~se.en;¡ dios. ManeJar t'.
entre el orden v la anarquía a'ebi·a est·ar per1·ecamentee e
llos, empuJam:10 dentro de terntono md10, avanzando la frontera Yc01omzai desafío. v el límite - ., turba de ociosos, vagos y delincuentes"s~
· -. , d E 1 · d 820 ct; m· ·• de "1a
ao üer_rasllaedsoelcupa ~s. - n os_P3:'illleros mestesb e ~ . ext en o dsus poses11i, tablecído. Rosas
se quejaba
el ganado hasta el derroche, y de "ciertos hombres desconoci~
ne?_mas a a .8 a 1~oo Y or~amzo un nuevo es a ecumen o g?TIª. e~o que -~ que consumían
1
10s mclios. Ta dos" que operaban de noche robando hacienda La 1·nefi·c·enc· , b. •
mo La Indepenaenc1a; ésteiueS f su puesto de avanzada contra l 1a era ~am 1en
Sal as, por cuatro m i} pesos, que m ' t ª
oteniatiem pooaralos pequeños proniearió s· h d ·

"· j , t· e unaamena zayRosasn
bien en e sur compro .1erra a an iago · • ~ me a o-
tóconvert irenestanc iadurantee ltranscurs ode1820,p erolossuc esos9ue, res:
nían lugar en Buenos Aires le impideron hacerlo. A su regreso de la capital,
sitios donde estaouíllar los cueros
182L reanudó la vida de un activo estanciero . En ese momento manejaba d' "Los ~~dientes tienen esclavos, peonada, carretillos, dueños de las basuras, LoS oue no ¡0 son ,.,.¡:
Los_ Cerrillos, que había crecido a ciento vein custoruar e,l sebo, '{ proporción para hacerse
estaÍicias para su compañia: ran c?n su mdustr1a, pero _que la inutilizan el poder de las anteriores.· a ñ:tenos que n¿ ';
leguas cuadradas_ (trescienta s mil _hectáreas), en G1¿ardia del Monte, y la · constituyan en dependencia". :E
tancia de San Martín, en Ca:ó.uelas. A estas dos, agregó posteríorm ente la _
tancia El Rey, en Magdalena . Mientras tanto, había vendido Los Camaron_"'.
una estancia de cuarenta y cuatro leguas cuadradas (ciento diez mil héc' Rosas_ dominaba la vida rural y llevó su competenc ia profesional a la ad-
~strac1ó n de estancias: "Soy hacendado que desde mi niñez trabajo con
reas) _. a Sus primos Juan José y Nicolás de Anchorena, con quienes había:.~~
en sociedad en 182L Como administra dor, él seguia participan do en 1 d15curso Y con especulaci ones sobre la riqueza principal nuestra" za Orgam-
trado
ganancias (una sexta parte) sin tener responsabi lidad en las pérdidas. 1l zaba su programa rural hasta en el mas mnnmo detalle e 1m_porua su voluntad
Los Anchorena tenían antecedent es comerciale s. Eran hijos de un va de h1e:-"1'o s?bre. todos sus subordmaa os La palabra clave en su vocabulan o
·era suoord~aci ón, mediante la cual quería significar respeto a la autoridad.
que había llegado a Buenos Aires en 1765, iniciándose como almacener o.
familia pronto expandió sus intereses incp.rsiona ndo eu operacione s com .'. ·al .º~den social,_ a la propiedad pr_ivada. Su .propia estancía era un estado erÍ
ales. Acumularo n rápidamen te capif -m~matura; h:'1bia creado de la nada una sociedad, una fuerza de trabe jo disci-
ciales entre provincías e ínternacion
n de p -~ plmada, eqmpada ~ara su autodefens a contra los indios, sin caer interior-
como para convertirse en inversores y financistas en la exportació
~na~qma. Llegó a dominar a los gauchos nómades, los peones ha-
duetos tales como los cueros, lana y yerba mate. Luego comenzaro n a oper mente en la
mdws re.beldes, el ambiente integro de la pampa, y pudo hacerlo
en bienes raíces; al principio en propiedade s urbanas, luego con fincas ':ere: rag~nes, los
25 La nueva orient~ción. _, e:1.virt:1-d de do~ cuahdad~s partic~a~ es: en primer lugar, por su capacidad
nas a la ciudad y finalmente con grandes estancias.
, flsica, igual-----si ~o super10r- a la oe los más recios gauchos; en segundo lu-
los Anchorena ~n cuanto a la inversión en e?tancías había sido posib1emen sagacidad para juzgar.
influenc'íada por Rosas, quien fue uno de los primeros en apreciar- las n· . gar, por su
un terratenien te eficaz pero no progresista . Era mejor en lore-
vas circunstan cias que favorecían a la tierra por sobre el comercio y las·de' . Rosas era
vaciones políticas que estaban tomando forma. De todos modos, Rosas ad ativo_ ª deta~les q-ue _en cuanto a linearníent os sobre política económica 0
· graria. Las mstrucc1on es para la administra cíón de estancias que redactó
nistrába otras vastas posesiones de los Anchorena , además de Los Cama
Las Dos Islas (en la cual tenía una quínta parte), El Tala, ~ra. sus ~a~ata?es -tal vez en 1819--- contienen una serie de imperfeccí ones
nes. Entre ellas
Achiras y Las Averias. Y en 1826, cuando ellos compraron a William P e~i~~s Indicativas de que sus conocimie ntos sobre ganadería eran bastante
Robertson la estancia San Lorenzo. en_Santa Fe, Rosas ios ayudó a dotarla rllrutlvos Yque poco sabía sobre mejoramie nto de razas_29Prefería dedicar-
Ycanti~ades m'ás q:,1~ a tecnología y calidad. Desde otro punto de
ganado, Rosas y sus sodas acumul~ba n propiedade s como operación com , ~ªtamaño sta, en lo cohcermen te a movilizar m_ano de obra, al trato con gran número
cial y aprovecha ban toda circunstan cía para comprar más. Especulaba n-e_
con hordas de gauchos o tribus de indios. no telliarívaL En un do•
tierra y con ganado de acuerdo con e! mercado, comprando en momentos e hombres.
I 31

l
cumento escrito-en 1819 recomendaba al gobierno la creación de la Socieda'. rovincíal de _Buenos A_ires, y.también éste fue hostilizado en forma intole:ra-
de Labradores y Hacendados, que-habría de colaborar con las fuerzas de d, le; en marzo, los ínvasores trataron de imponer en la provincia un gobierno
fensa: éstas se encontranan destacadas entre la línea de las últimas estan: Jegido por ellos. Durante los meses siguientes Buenos Aires soportó una pro-
cias y· las tolderías indias; no habría guerra,-simplemente una colonizació- unda crisis política, enmediode una anarquía casi total. Los unitarios queda-
militar _3G En 1821 presentó llI1 segundo documento en el que se ocupaba co·_ on profundamente desprestigiados y' deshonrados, mientras la gente y las
mayor extensi()n de los problemas de l.9_ seguridad rural.3 1 Se oponía ienní ropiedades se hallaban a merced de los caudillos, los gauchos y los.indíos,
nanteme;te a la idea de una expedición militar contra los indios, prefiriend_· Buenos Aires miró hacia el sur. Mlentras dos de sus lideres, Martín Rodrí- 1
la defensa a la Confrontación, y proponía una línea de fu_ert~s ~e fr~nt:~a co¡guez ¿'. ~fanuel J?orr:go lu~haban desespe~·adam~nte para contener~~. rr.iarea,
imnortante presencia de milicias. Preservar la paz con 10s mdios s1gnii1ca_b!i!se.plmo a los es~anc1eros ael sur que acudieran ai rescate_eon sus m111cias ru-
imPedirles el entrenamiento que les daba la guerra, a~aer1o_s ~~a civilizaciójrales. R~spondie:ron de_~uen g~ado. comprenct:e~?? el pehgr.o que corrfa~ sus J
y capacitarlos para llenar los vacíos existentes en la d1spombtl1dad de trab _ propios mte_reses. _¿ Qmen po~1a pe:,man::e; :n?Here_nte mientras c~ud1llos .J
jadores rurales. Citaba el ejemplo de sus propias estancias, donde empleab_ extraños se 1mpor:ian a su gobierno. ¿ Qwen pod1a arriesgar que sus bien pro~
indios pampas: "En mis estancias Los Cerrillos y San Martín.tengo,alguno' istas estancias fueran ocupadas o saqueadas por montoneros que escapaban
peones indios pampas que me son fieles y son de los mejores". Para la paz e" al empobrecimiento de sus propias provincias? Rosas, en particular, estaba
el interior de la provincia, volvía a su tema favorito de la subordinación: : listo para acudir, Hasta entonces no había buscado nombramientos públicos.
ero en ese momento, como copropieta.r_io de las estancias Los Ceirillos y San
"La colocacíón de sacerdotes virtuosos y ejemplares, que prediquen e impriman las m: artíp., Y administrador de las de los Anchoi~ena:apareció por primera vez en
ximas de subordinación, de adhesión a1 orden ... es el cimiento de la felicidad y organiz:_ un papel político, llevado de manera irresistible por la fuerza de las circuns-
ción de la Provincia". ancias. La causa fundamental de su intervención fue defender-las amenaza-
•as haciendas. Más tarde racionalizó esto considerándolo defensa del bien co-
y así en medio del desorden reinante en el campo, Rosas invocaba,s ún: "Rosas vívía contento en esa vida oscura. Su vida penosamente amar-
proposici~nes fundamentales: conquista de la zona desocupada entre las e a. emoezó desde que en ese arío 1820, lo ar:cancaron de las elaboraciones ru-
tancias y las tolderías; la formación de uná. m.i!.~ciaregular; pacíficas relaci: aÍes sÜs conciudadanos, para obligarlo a tomar parte en el restablécimiento
nes con los indios, mediante un sistéma de recompensas Y obsequios; un fue; el orden. " 32 Pero no era tan altruista: los intereses públicos eran tambien-los
te poder ejecutivo en el sector rural. c?n poderes extrao~dinarios delegados:_· uyos proprns.
los estancieros para que se ocuparan de las tareas de rutina referentesª lalej En el transcurso de 1820, Rosas preparó su peonaje. Cua11do el goberna-
Y el orden. . . ., .ifi:ior de Buenos A.ires los urgió a alistar a sus hombres rápidamente para la ac-
Sin embargo, ia frontera no era el úmco sector expuesto a la mvasion Y~~ión, él respondíó secamente: "El común de esta clase de hombres no se pose-
desorden. En ~a 1:1isma Buenos A.ires ~abía una enorm.e .brecha en las defe:lf,tona tan pronto de la inminencía de los riesgos ni de la necesidad de los sacri-
sas de la provmc1a, que amenazaba directamente los mtereses de los .est.i:icios, "33 Se necesitaban caballos, dinero y abastecimientos antes que sus
cieros. En 1820, Rosas debíó posponer su_s planes para el sur de la provmcia··.0• ombres quedara. n listos_para la acción; él no quería conducir una fue:fza q.ue
apresurarse a correr en ayuda de la c~p1taL . _ , ,l iviera simplemente de la tierra, ya que siempre estuvo convencido de ·'Ja
1820 fue el añ? de la a~arquí~. La mdependenc1a de E~pana no hab1ia e . bligación de respetar las propiedades y protegerlas. " 34 El campo básico de
minado con la u..1Udad na?10nal smo con un d~smembram1~nt~ generai. D ,. edutamiento fue su propia estancia: "Hablo a los sirvientes de la estancia en
pués de diez anos de confhctos-entr:Buenos Arres Y1.as~rovmc1as, entre el g:1·-ue resido en la frontera del Monte; se presentan a seguirme, con ellos y con
bierno central y los intereses regionales, entre urutarrns Y f~derales, la. :o Jgunos milicianos del escuadrón marcho en auxilio de la muy digna capítal
tructura de la organización política en el Río de la Plata se habia derrumbad_ ue con urgencia veloz reclamaba este deber. "35 Así los hizo avanzar desde
En toda? las provincfas pr_ol~eraban las rep~blicas independientes Y, cuanqw'.os Cerrillos, vestidos de rojo y bien montados. Éstos fueron los primeros Co-
Buenos_ Aires trató de reouc1rlas Y someterlas, lucharon en. respuest~, Lforados del Monte, quinientos hombres, que se unieron al ejércit-0 de Buenos
caudillos provinciales-Estanislao López en Santa Fe, Franc1sco Ram1rez~ires como Quinto Regimiento de Milicia.
Entre Ríos- lideraron sus hordas irregulares de gauchos, los mo,ntonera¡ El gobernador era Dorrego, el comandante militar el general Rodríguez;
contra la capital. El 1º de febrero ~e 18~0 derrotaro!l a 18;~ fuE:1'z~s ae B. uen1).ebajo de él s_e hallaban ei coronel Aráoz de Lamadríd y el coronel Pacheco, y
Aires en la batalla de Cepeda, Y as1 J?Ud1eron destr°:11' al mrec~o::o, al co?gril comandante Rosas. ¿Pero quiénes eran los enemigos de la provincia? Las
so y a toda manifestación de autoridad central. Solo sobrev1v10 el gobier~fropas de Rosas eran la tinica fuerza disciplinada en un ejército que. movién~

:1"

1
32 33
dose desde Buenos. Aires hacia Luján y inás hacia el noroeste, era más,del
T sempeño como pacificador, Rosas recibió treinta y siete mil quinie~tos pesos
tructivo y rapaz q:1e l?s· ~nemigos montoneros, y los hombres i~an cargado plata, una estanci~ de seis leg~as cuadr,adas (quin?e mil hectáre_as) 1!,amad_a
de productos·del pillaJe, mcluyendo ganado y aves de corral, mas que con ar El Rey, y una propiedad detremta y dos 1eguas cuaaradas (ochenta muhecta-
mas:36 Rosas era el único que inSistía en la disciplina: "Mis marchas fuero reas) en el norte de Santa Fe,
hasta el pueblo de Rosario, territorio de Santa Fe. En ellas me lisonjeo qu · --- El ano 1820 fue importante en la formación de Rosas. Durante su trans-
~~reci_i~é-¡ cuán._ta es la superioridad que.en :71~ ~_:conocen el orden y la suborz curso adquir~ó poder militar, reputación, política y i.::r-~cie. ron.sus pr. ~?iedades
1
amac1on '.-que ibamos a salvar, no a oestrmr. ·'~ 1 ·Con esa fuerza Rosas lucho: rurales. No oostagte ello, pronto regreso a su estancia y permanec10 en ella.
e:n·la batall~ de ~an Nicolás y poco despu~s en Pav?n: ~ero ,1:11ª,derrota pcsteil El hecho fue que su acuerdo con Rodríguez no duró mucno y pronto perdf~ la
nor, en septlemnre de 1820 en ma.'10S de Lopez, monvo ia cama ae Do_rrego v 1~11. simpatía del nuevo gobierno, ocurriendo otro tant? ~en, r:~I?ect; a su p~htlca
consecuente pugna para ocupar el cargo de gobernador. Ros_as apoyo la cartd11J india. Rodríguez se vio presionado para tomar o.c_c1on ae01áo a 10s crecientes
da tura de Rodrígue~, porque, corno ,escribió~ Anchor~na, ··podernos P1;1..i.m~¡ ataques contra los colonos, consecuencia inevi~abledela expansió~ del~ fr_on-
ternos que en su gobierno se suJetara al conseJo y que siempre respetara el de._ tera. Al principio intentó parlamentar para ootener una nueva línea hm1te_
Vd_ "3-8 Su poiítica y su poder constituían un importante respaldo para el º?In~_11 cuando ]os indios pampas la rechazaron, recayó en la t:radicíonal estrategia
bramiento de Rodríguez, ya que Rosas, al igual que Rodríguez, se inclinaoaif. de la expedíción punitiva. Como siempre, los indios se retiraron y desapare-
a una paz negociada con el caudillo de Santa Fe, política destinada a desalen¡¡ cieron. Pero volvieron, y tomaron represalias a lo largo de toda la frontera,
tar nuevas invasiones. Poco después, cuando un levantamiento federal etj. incluyendo la propia estancia de Rosas, Los Cerrillos, En enero de 182L Ro-
Buenos A_íres conducido por el coronel Pago la intentó reinstalar a Dorrego¡ drfguez tuvo que retirarse en medio de la con:fusión. Al mismo tiempo, los uní-
fueron los colorados de Rosas quienes lo aplastaron el 5 de octubre, Y confirj tarios de Buenos Aires comenzaron a ejercer cada vez más ínt1uencia sobre el
maron a Rodríguez en e1 poder. Los observadores difieren en sus reaccione~ o-obernador e lnlciaron sus ataques políticos contra Rosas. Entonces él renun-_
con respecto a la operación de lós colorados. Según algunos de ellos, se com;!. ~ió a su grado, declaró que no pertenecía a partido alguno y volvió a su vida
portaron en forma disciplinada en las calles de la_ ciudad, respetando la pr~-;, privada en Los Cerrillos, desilusionado con los políticos, especialmente con
piedad y manteniendo la ley y el orden. Desde otro punto de vista, si ha .dEf quienes rodeaban a Rodríguez.
creerse a Lamadrid, las clases superiores paga_r:on muy cara esta interveni Rosas tenía profundas convicciones en cuanto a la política hacía los in-
ción, ya que "el carnicero-gaucho Rosas" utilizó rr¡.ás fuerza que la necesari~ dios, como ya hemos visto. En el documento que presentó al gobierno en 1821,
?~
y ·'gustó desde aquel momento e] pla?er.. ?Primir a las clases _ilustradas a~'. propiciaba el nombramiento de un comisionado especial. para la fronter~ in-
pueblo, con los hombres de la campana. " 31' Esta es una de_Jas primeras expre:¡ día y una comisión de ganaderos y granjeros para orgarnzar una nueva lmea
síones de un tema que se repite en la ,hi~to~iografia ar gemina: q~e Rosa~ us~! de deiensa. A los indios debía negárseles la gu:na a toda co.s~a: "Los indios,
ba como base el poder gaucho para mtlm1dar a las clases supenores e 1mpo: acostumbrándose a vivir de la guerra, formanan escuela militar para ella; y
bia el barbarismo rural a la civilización urbana. Ésta parece ser la impresiórli acaso adoptarían el plan de consumir el poder del ejército por medio de la gue-
pr-oducida en 1820, de acuerdo con el pu.'1to de vista del observador. CualquiS!t na de recursos. "41 La guerra de recursos-resistirla y usarla- era uno de los
ra se~ ~a verdad, el prestigío que Ro~as ha?~ª gana~~ en los campos del su~ tem.as favoritos de Ro~as, ~l que v?ly.ió e? .otras ocasi~nes. Mi~ntr~s _tanto, es-
adquma en ese momento una dunensmn pobtica al utilizar sus tropas paradE!:jé tas ideas y su separación ael serv1c10 m1htar del gobierno no 1mp1dieron que
fender un,gobierno en particular. :_;J oroanizara tropas oara la defensa de su propia estancia y las de sus colegas,
El 7 de octubre, Rodríguez ascendió a Rosas a coronel de cabailería Ylue'.f entiempos de peligl'o< En 1823, cuando una gran-invasión india conducida Por
i_
go lo envió contra Santa Fe. Ansioso por pacificar Santa Fe, cuya legalid~d el cacique·Quemalcoy penetró en profundidad en territorio de los blancos y
tendencia a la conducta guerrera constituian una amenaza para Buenos Arresf, robó mucho ganado. el coronel Rosas salió con una poderosa fuerza integrada
y una atraccíón para sus subversivos, Rosas logró un tratado de paz conLópe~! por sus neones y rindió expertos servicios a las autoridades milítares. El go-
el 24 de noviembre de 1820, por medio del cual garantizaba que serían entrega] bernadÓr Juan Gregario de Las Heras, en contraste con su predecesor, desea-
das a Santa Fe veinticinco mil cabezas de ganado, para poner en marcha a laj bala paz con los indios, aunque más no fuese porque una inmbente guerra con
provincia y erradicar la pobreza que contribuía a fomentar el saqueo inter~;- el Brasil amenazaba con abrir todavía un· frente más y crear la posibilidad de
provincial. El ganad~ fu~ provis~o_por_ tercero~.y pagad?·por el tesor? pro~nj una alian~a entre los enemigos de Buenos Aires. Nombró dos comisiones, con
c1al porque. como senalo Lamaand, ''pero qmenes lo dieron en reahdad rne;~ la participación de Rosas en ambas. La primera, en 1825, salió a negociar la
ron los hacendados de la provincia. " 10 Rosas, por cuenta propia, _envió aLópe~! paz con los indios en la frontera sur sobre la base de una mutua contención y li-
cinco mil ciento cuarenta y seis cabezas más de ganado; por esto Ypor su dé¡ bertad de comerc10. La segunda (31 de octubre de 1825) fue nombrada para
f
M r1
g

"
)
loI"ar una nueva línea_de frontera, desde la costa al sur de Sierra del V~l-. zaTido 1~ fr~ntera Ymantenerse en paz con los indios. ¿ Cómo se podia ocupar
~~- a través del centro de.Boquerón del Tandil has.ta el Fuerte Indepen~~~ci~: sus-territorios Y esperar que ellos quedaran satisfechos parlamentando':47 La
!
· la.Laguna del Tigre. Rosas era uno .de los tres rruembros de eS t a comi~wn ¡ realidad era que Rosas no sólo estaba desconforme con la política de frontera·
~artió en noviembre de 1825 desde Buenos Aires a la. ~abeza de un considera-~ de Rivadavia sino con ].f:! totalidad de su programa.
ble séquito personal que producía una vivida im?re.swn de su poder en ;se en~: Rivadavia se había empellado en modernizar la Árgentina. Perseguía el
~onces• avudantes mériicos, g-mas. vaqueros, s1rv1entes, peones Y esc~avos · - cri::<..:luJento ecou..:mkv a.~ .. ,,. vds dd 1:b.. c: cvme.. 1.-lv, l.::,. ;~.v"°L"~V, 1,;:,Aú a.ujc:ra y
~n total o~henta v ~inco hombres, ochocientos caballos, diez novillos,. O?_henta i la inmigracion. La política requería instituciones liberales y una nueva in-
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vacas, tres carr;tas con provisiones Ytreinta Yseís buey_es. L~ comiswn ter~] fraestructura. Y el marco de la modernización tenía que ser amplíado para
1
minó su trabajo en enero de i826, illspeccionó el terreno, mfo~mo yrecomend4~; dar cabida a una Argenti_pa grande y unificada, sin las trabas de las divisiones
la ubícacíón de nuevos fuertes y una guai.--r.J.ción de caba11ena P:rma:nente. uolíticas Yeconómicas. Ese era el plan de Rivadavia, ilustrado liberal v uní-
El gobierno de Bernard.ino Rivadavia aceptó el informe en teona. pero en iario. En verdad, era más un sueño que un plan; algunas de sus ideas er;n Íin-
práctica no llegó a implantarlo. . , . , practicables, -otras eran tontas, El ministro británico LordPonsonby expresó
Rivadavia fue nombrado presidente de la~ Pr?;mci_as "f!mdas del Rw de , un desdeñoso concepto de Rivadavia cuando lo describió como "un hombre de
la Plata el 7 de iebrero de 1826. Tenía una constltuc1on urutana )'."li1:1 pr?gra.¡11a quien no puedo decir nada bueno, ni como estadista ni como titular del gobier-
de modernización. Pero la frontera india no era una de sus pnonda?es ......os no, más allá del elogio merecido por el activo alcalde de algún pequeño pue-
estancieros como Rosas estimaron que, mientras 1
~J~
adavia. or~amzaba_ el b1o. "48 Si su personalidad no resultaba muy atrayente, su visión de la A,.rgenti-
progreso urbano según el modelo europeo,_ se p_erm1trn a los_ mdios salvaJes na era magnífica. Pero el programa completo de Rivadavia fuff rechazado
que recorrieran sin obstáculos por las pampas. Uno de sus soc:os, unAnchore- por irrelevante por Rosas y sus socios, quienes representaban una economía
na había escrito tiempo antes: "Vamos a tener un par de. anos ~uy malos, más primitiva -producción ganadera, para exportación de cueros y carne
añ~s como el 20, en que va a salir el fruto de las loc~~s: de los desctlldos Y~e la :· salada- pero que reportara beneficios inmediatos v estuviera en armo ni a
presunción del porvenir maravilloso. " ~osas entice amargamente la 1:1er, ~ con las tradiciones del país. Objetaban también algu¡{as consecuencias dede-
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cia del gobíerno y su indiierencia para as1gnar~ecursos al sur. Hast~ abnl ~e; talle del programa. Se consideraba que la inmigradón era cara, innecesaria
1826-continuó presentando sus informes y pres10nando c?n ~u conseJo de qu? y probablemente subversiva; y, especialmente, traería competencia por las
se nombrara un comisionado permanente para asuntos md1os. Pero no re~l- , tierras Yel trabajo, produciendo aumento de costos de ambas cosas, Lapolíti-
bió contestación: "todo fue ocioso". Llegó julio, declaraba, Y n~da se h_abia,, ca anticlerical.del régimen, diseñada primariamente para restringir el poder
hecho, las invasiones indias continuaron, y así saquearon tres bt~n I?rov1stas temporal de la iglesia y extender la libertad religiosa, era anatema no sólo
estanéias que se hallaban bajo su administ~a?ión: "Entrar?n los mdios por el; para el clero sino ~arnbién para todos_aquellos que mantenían valores conser-

!. I :3
Sur, dispersaron nuestras pocas fuerzas, hic1eron una ternb_le m~rtan~ad de. va?o:es,, Y_prodUJO -~fecto de reumr a sacerdotes, federales y estancierÜs
hombres por todo el campo que p~saro_~,.Y se llevaron,~uantos caut~v~:? gana~_":¡ baJO ia d1v1sa de rehg1on ~:,1:-uerte. Per? 1? que,II:-ás indignaba ~ los resistas
d. os se quisieron llevar. Me ~frec1 al goo1erno p~ra sai:r 1~u _alcan~e 1...vll gent~ ·. . eran las consecuencias po~n:1cas y econom1ca_s ae1" pro gr. ama umt.ar~o.
armada v batirlos ... pero m1 oferta no fue cons1derada. En noviembre, ~o , En marzo de 1826, la cmdad de Buenos Aires rue declarada ca01tal de la
sas romPíó con el régimen, retirándose en silencio a Lo~ Cerrillos Y r:,husan- nación y federalizada, "tras una larga y violenta oposición. " 49 Lueio, ei 12 de
dose a asistir a una reunión de hacendados en Buenos Aires con:o~ada. por el: septiembre, Rivadavia envió al congreso su propuesta de di\'Ídir la parte no fe.
gobierno. En realidad, Rosas y sus amigos pro~estaban demasiaao. Rlvada-;I deralizada de la provincia" de Buenos Aires en dps. la Pro'\rincia del Paraná, en
via no era completamente ínsensibl~ a la~ neces~dade~ de! camp~ Y_de la fron-; el norte, y la Provincia del Salado, en el sur. Esta proposición alcanzó alcora-
terá- sur. Después de todo,_ había s1~0 Rivad~via qm,en d~te~mo 1~ eA'i:en~: zón de los int~reses estan~ieros. La federali~ación de la ciudad_ de_Buenos Ai-
sión de las concesiones de tierra mediante el s1stema,ae ~nfiteusls. El ide_al ~e- f res y sus alreaedores habui: amputado la meJor parte de la provmcia y un gran
¡
su gobierno ~ra "un t~mp)o .Y una escuela en cada alaea·- ,Y planeaba meJ?ta.r sector de su población. Sig~ficó ader:iás n~cionalizar el ingres_o del puer~o.
la.administracion d.e Justicia. en el c~mpo, para reei:nplaz~ lo que ~~reallda~ lhq~e akanza~a al setenta y cm?o P,º~ ciento o: h~s ~entas del ~ob1erno p~~vm-
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era una generalizaaa ley de lmcha:~mento. Y en lo mm_ediat~, e~vw una fuer ,c1al, y genero el temor de que el proximo paso nao na de ser la 1mplantac10n de
za a las órdenes del coronel Federico Rauch, que ataco a los mdrns .en .s,us tol- .Íun ingreso alternativo mediante un impuesto a las tierras. Para el mundo de
derías y ]os obligó a replegarse. Por otra parte, existía ~a c~ntradlction fu?- ilos terratenientes estas medidas amenazaban con la división y e] desastre.
'damental en la propia política defrontera de Rosas. que ~1 ffilS~O no adver~i"a fPara ellos, Buenos Aires y su interior eran una sola .cosa. Eran residentes de
0 a la cual no prestaba atención. Era imposible expandir las tierras desp1a.- ¡ambos. El hacendado poseía una casa en la ciudad y una estancia ,en el campo,

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·i
En el puerto tenía contratos comerciales que cuidar, en la provincia hacie~ ció a la pres~dencia el 27 de junio de 1827. En último análisis, carecía de apoyo
das oÚe debía mantener en producción; no quería que el puerto estuvieta s1 social ampho; representaba a los-intelectuales, burócratas y políticos profe-
parado.de sus abastecimientos, ní sus productos aislados de su salida. EJ cam; sionales. R?sas, del otro lado, proporcionaba músculo a la oposición, dado que
Po, argumentaban los estancieros, depende de la ciudad y no pu_ede .ser conS~ representaba una fuerza polftíca básica, los estancieros, En este sentido es
derado si..10 como "u..."'1 misma cuerpo de Sociedad con la población cte Buenos correcto decir que fue Rosas quien hizo caer a Rivadavia. v aue fue aatrel "~ue
Aires, cuvos miembros recíproca e inmediatamente tienen quehaliarsetocta:S clava enla culta Buenos Aires el cuchillo del gaucho, ''52 Pe;o Rosas ~o gob.er-
las parteS del año ya en el uno, ya en los otros puntos de1 Territorio·, pues tod~ oó. L.os verd_~deros fe_derales ocuparon el poder-_ Después del interina to presi-
él no viene a formar sino un laboratorio común de la subsistencia y de las fot:. dencial de Vicente Lopez y Planes, la Junta de Representantes de 1a :?rovin-
tunas tamo de los mor~dores del Pue,blo co~ode ~ª~campaña. " 5º Los esta.nci~f cia de Buenos i'Jres fue reínstalada, y eligió gohernador a Manuel Do:rrego el
ros, por lo tanto, reaccionaron en derer1sa ae sus m~e:reses. Rosas y los Anchq¡ ¡2 de agosto. E1 nuevo régimen pronto· reconoció el status y los servicio~ de
rena asumieron el liderazgo para organizar la resistencia política al plan _dé Rosas. El 14 de julio lo nombraron Comandante General de las Milicias de
Rivadavia. Rosas se concentró en movilizar ]a oposición en el sur de la provi4: Campaña en la provincia de Buenos Aires. A su gran base económica agrega-
cia y, entre octubre y diciembre de 1826, viajó por toda la campaña recole~¡ ba así el ~ayor poder militar de la provincia. Fue,en ese momento que RoSas
tando firmas para una peticion a la legislatura. En Chascomús organizó un~ hizo su pnmera aparición en los documentos oficiales británicos, en los infor-
reunión política que termínó en un tumulto por el cual fue arrestado, aunqu. mes avinagrados y llenos de aire de superioridad de Lord Ponsonby, pero no
las ruidosas protestas que se alzaron entonces motivaron que el mismo füva: por ello menos perspicaces:
davia decretara su libertad. Rosas encabezó a los hacendados en la firmad"
ma petición. fechada el 13 de diciembre, manifestando su dlsconformicta:'. El Presjdente ha dado el comando de 1a Milicia de la Provincia de Buenos Aires a Don
por la propuesta división provincial. Para ese entonces la administración.h~ Juan. Rosas, un hombre de gran actívidad y extrern.s popularidad entre la clase áe los
bía complicado aun más sus crímenes a} perder la guerra con el B_rasil por~ gauchos, a 1~ cual casi puede decirse 9-ue pertenece ... Rosas se ha distinguido como un po-
caudillo en los reudos dome_st1cos de Buenos Aires: Fue Rosas quien . .:_¡ la cabeza
destino de la Banda Oriental, una costosa guerra que aumentó el perjuicit deroso de un cuerpo de gauchos, establecio ei gobierno del genera.i Rodríguez, con auie11 el sellar
para los íntereses de los hacendados: la conscripcióri de peo~es mern:i-o .1} Rl~·adavia fue ~stro, .. R?sas n_o fue _bien trata_do por el se1!or Rivadav.ii, y es su_más
fuerza de trabajo rural; la frontera india quedó O.escuidada y abierta a la mva' acerrrm9 enemigo ... Su nomnram1emo na producido un gran aescontento entre los V1ejos
sión brasileña; y el prolongado bloqueo de Buenos Aires aisló las exportaci~ :-·-Y reguJares, corno les llaman- oficiales militares. 02He hablado de él porque ciertamen-
te habrá de cwnplir un papel de cierta importancia,
nes de las estancias de sus mercados internacíonales. .,_i
La política de Rivadavia afectó a una cantidad de grupos de ínteres,e,'
Golpeó evidentemente a los federales, sus opositores políticos inmediat?_{ Rosas obtuvo de inmediato de los federales la polftic'a de-frontera que
auienes, ínfluenciados por el federalismo norteamericano se opusieron a.;r. siempre había deseado. Una de las p-rimeras medidas deDorrego (16 de agos-
Política unitaria como a-ntidemocrátíca, buscando una solución federal ~l pr: . , -to-de 1827) fue dar a Rosas una triple misión: conse0.1irv nreservar la oaz con
blenia de la organización nacional. Golpeó a los estancieros de la provincia q'. los indios; preparar un plan para expandir la front;ra; Y'establecer u;a colo-
Buenos Aires al descuidar la seguridad rural y atacar sus bienes económico~ nia en Bahía Blanca. Rosas se acercó en ese momento- a los indios como co-
y fiscales. Y golpeó a los ca_udillos de las otras províncias al proyectar urjj mandante de milicia, además_ de estancierp. Mantuvo estrecho contacto con
constitución que los obiigaría a aceptar una Argentina unificada y centraliza.: ellos, buscó su amistad, calmó sus temores. Esto significaba brindarles gran
da. Hasta ese momento Rosas no había sido federal, no había pertenecido,~ hospitalidad, obsequios.y, por sobretodo, tíempo: "El respetable cacique Don
partido liderado por Manuel Dorrego y Manuel Moreno, que corporizaba ¡()j V~nancío fue recibido lo mayor posible y ha sido alojado en mi casa _donde se
principios políticos del federalismo. Pero en la segunda mitad de 1826, a la e{ le ha prodigado ~odo el mejor obsequio y agasajo. no podía menos que regre-
beza de una red de amigos, relaciones y protegidos, Rosas se alió al partid,: sar lleno de gratitud. " 54 Se quejaba de que eso le ocupaba casi todo su tiemoo:
que eventualmente habría de absorber y destruir. 51 Se unió a ese partido ri~ "los muchos indios que bajan basta la-ciudad, com~ los millares de los mis-
por razones de ideología política, que no poseía, sino porque la política unit! mos. que habitan las haciendas de mi administración, no me presentan sino
ria entorpecía sus planes de hegemonía en la campana. Pero los polític mot:vos de perdertíempo ... " 55 El otro aspe-do de su polftica era instalar fuer-
aceptaron su apoyo sin considerar el precio a pagai, y los caudillos provine( tes de frontera y nuevos establecimientos para colonización, atrayendo a los
les creyeron inocentemente que habían hallado un nuevo campeón contra r:c?lonos mediante las concesiones de tierras_ El problema de frontera sólQ po-
pretensiones de Buenos .4.ires. . j d1a resolverse con la obtención de un puerto en el sur. para tener comunica- -
Rivadavia se inClinó ante la fuerza combinada de sus opositores y,renu·n·"f·i'

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E
·:f
ción directa P?r. mar entre ~uenos Aires y la~ .n1:~va? ti~rra~. El Buer-to
r
.ªl.:. ontera porque fa~orecian a los estancieros. Pero el resto de sus ideas políti-
cuado más prox1mo era-Bailla Blanca, y eso s1gniflcaoa rr mas alla de las sJ;s no-los convencia. Dorrego-representaba la doctrina pura del federalismo
rras de Volcán y Tandü y extender los límites todavía más lejos. En 1828 P'fe Buenos Aires. Rosas y los Anchorena no eran, en realidad, del todo federa-
sas empujó-la frontera.más allá de Volcán y Tandil, hasta una línea de nuev}; 5 _5!1Los A.nchorena eran hombres de negocios interesados solamente en sus
fuertes: Juriin, 25 de Mayo y Bahía B1anca. La frontera de 182-S tenía actem enta.jas económicas. Rosas- era un pragmático, inconmovible por las idea:::
la v.. entaja <:le abarcar tierras. ent:re las dos cadenas montatosas del Vv.~lcár¡í'• deralistas y sin obligaciones para form.• a alguna. d.e gobierno en ,.,.narticula_.r
las-zonas altas de la Ventana. útiles para colonias agrícolas. Rosas semos orrego era una especie de populista_ que apelaba a lo más alto y a lo mas
q.ctívo en la comisión nombrada para lograr acuerdos en la nueva fronter ajo. Si-es posible referirse a un sector mtermed10. de pequeü.os comercian-
Su mfluencia indujo a los pampas dC más pacffica d.isposiciór., a aceptar t"¡::s, art_esanos y personal adnünistrativo y rie serYicio, era éste el que habia
ta dos por sus tierras y a comprometerse a cooperar en su defensa contra ( do mas golpeado por la guerra con Brasil, y Dorrego h:1bia fracasado en ga-
hostiles ranqueies y sus aliados.·36 rla o terminarla: "Las familias ubicadas algo más arriba de las clases tra-
Éstos fueron entonces los tres elementos de la política de frontera de ' ajad oras están deplorablemente afligldas por el cambio de valor de la mone-
sas: asentamíentos con fuertes, -protección mediante guarniciones militar . "6D Por otra parte, Dorrego parece haber cultivado a la vez una base DODU-
y un frente lntermedio, a manera de amortiguador, con los indios amistas: y otra, la de los estancier:--os, casi como el mismo Rosas lo babia hechÜ. Las
Dio a los estancieros un nuevo pacto y una participación en él. Su intención · erivaciones sociales de este tipo, objetables para algunos, no preocupaban
ra siguiente: J emasiado a Rosas. Lo que realmente lo alarmaba era la independencia de
· orrego y su negatíva a aceptar consejos. Sus experiencias con Rodríguez y
., . _ . . , . , . , onRivadavia permitieron advertir-a Rosas las tensiones latentes entre ouie-
"Es ll~gnda ya 1~ ocas_1?n de .garantir la prot~c-~1ón ae sus propiedaoes y personas sa _mandaban en las estancias v quienes lo hacían en Buenos Aires. CorrÍo él
factonamente y ,amb1en la oe convencer nracucamente one se presentaran a coooer es . , ; · . . ,. .
al éxito de una e_mpresa eminentemente ventajosa y que aSegure los goces porque Jus a un estanciero que se esrorzaoa para comrolar ei am01enterural, no le gus-
rnente han suspirado largos años" . 57 ban los políticos incontrolables. Los observadores especializados notaron
: sa hostilidad: Dorrego ·'dfo lugar a que se despertase la envídia y animosi-
ad en el circulo de Rosas y los Anchorena, que-desde el advenimíento de Do-
Rosas convenció a les estancieros para que organiza~an los abaste ego se indispusieron con él porque no se dejaba dirigir por sus pérfidos con,
mientas necesarios para su milicia; el gobierno habría de compensarlos Jr ejos y empezaron a meditar íos medios de derribarlo.,,¡¡¡ Invitado a formar
ellos y tendrían t-ambién el premio de la paz y la seguridad, dado que él si ' arte del gobierno, Tomás de Anchorena se negó, "porque la ·pretensión de
pre había sostenido que ·'La propiedad del labrador y del hacendado debes: ste hombre de ideas rancias y antisociales era mandar desde su casa. ''62 Ma-
del celo de la comisión ponerla a cubierto de todo ataque". 56 De tal man : uel Moreno, uno de los lideres de la oposición, informó a Lord Ponsonby·que
Rosas cumplió su misión con respecto a la frontera, aumentó su podery.p( nian la intención de deshacerse de Dorrego por desgobierno y reemplazarlo
tigio y logró un avan.ce de sus prop.íos intereses juntamente con los-di,:.ºr R ..os.as, "jefe de toda ia Milicia Provincial y una esp.ecíe.de ídolo p.· ara la.
provincia. "Todo el mundo ha sido testigo de hallarse ya establecidas J' ente del campo. "63 ,Dorrego tenia cierta noción del peligro. pero no lo sufi-
§;uardias con una nueva línea de frontera, mucho.más avanzada delo que iente: ·'Mientras yo vlva este gaucho pícaro no clavará el asador en el Fuer-
mitían los tratados con los pampas y tehuelches". Como comandante de la ". Rosas era igualmente despreciativo con respecto a Dorrego, a qmen tra-
licia, hombre de la-frontera y ganadero, Rosas disponía en ese momento Da de imbécil y villano, y fanfarroneaba diciendo que tendría que deshacer
una base incomparable para una maniobra hacia ei poder, en caso de qu de el.54 Y a manera de preparación. renunció a su comando de milicias el 1"
ocasión se presentara o las :::ircunstancias lo exigieran. La seguridad en e abril de 1828. Finalmente, Dorrego resultó derrocado, pero no por sus ene-
.frontera y en el campo dependía de la estabilidad política del frente intern' igos internos sino por los de afuera, los .unitarios, quienes aprovecharon la
de la obtención de dfcisiones correctas de los políticos de Buenos Aires. Se ' acción de los aliados anteriores del gobernador. La guerra con el Brasil ter-
el pensamiento polítiCo deRosas y sus asociados, esto ya no se podía seguir· inó en octubre. El ic de diciembre de 1828, Juan La valle, porteño. unitario y
perando por más tiempo: era necesario imponerlo. Por lo tanto buscaron ldado, se pronunció contra Dorrego y se hizo cargo del gobierno.
ciertamente asilo esperaban, controlar el gobierno. Fueron dos los grupos que llevaron a cabo ia revolución de diciembrc,Jos
Sin embargo, Rosas y los Anchorena pronto descubrieron que Dorrego ihtares, recién·negados de la guer.ra con el Brasil e indignados por la paz

.
era fácilmeBte manejable. Habían aceptado sus políticas económica y uehabia reconocido la independencia de Uruguay, yun pequeño grupo de po-

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4]
líticos profesionales aliados a la élite mercantil e intelectual y que represl' uriítarios Yles causó justo castígo. La ejecución de Borrego motivó.un profun-
taban a la reacción unitaria contra los caudillos, montoneros y otras manii((' do _desagrad? en todos lo~ sect_ores, aun entre ias clases superiores, quepo-
taciones provinciale,s. La valle y su colega el almirante Guillermo Browner "º' dían haber sido sus opositores. pero especialmente entre las clases popula-
militares proiesfonaJes, carentes de-una base económi.ca y que contaban sik res: "Las clases bajas, qµe desde el principio se adhirieron a la causa de Do-
plemente con el respaldo de otros líderes militares, tales como les generar' rrego, manifestaron ruidosamente sus execraciones contra los asesinos y se
José María Paz, Carlos de Alvear, Martiri Rodríguez, :Miguel E. Soler y 1•'1 dedícaron act1vamente y con ex:to a seducir a los soldados: las muieres. en
más G:Cruz. El ala civil de los unitarios, Julián Segundo de Agüero, Salvad~ especial. tuvieror: importante participacion en estos procedimient~s- "70- El
del ·Carril y el mismo Rivadavia, tampoco terlian fortunas personales y vj'. cónsul británico-creía que Rosas podía haberse reconciliado con la revolu-
vían de la política y la función pública. Defendían ciertas ideas. es verdadjj ción, pero la ejecución de Dorrego le produjo un fuerte rechazo. También le
revolución de diciembre se hizo en nombre de principios libera.les y contra:j dio una oportw:üdad.
C?nservadorismo rural, el caudillismo, una entrega a las provincias y "los bá¡;. La muerte de Dorrego dejó a Rosas en buena posición para liderar el par-
didos y los salvajes que formaron sus reuniones, amenazaron la campaüa":- tido federal. Los unitarios lo identificaron sin lugar a dudas como su principal
Pero, bajo la superficie, estos hechos eran una etapa más en el conflicto entÍ enemigo: "últimamente fueron liberados de la prisión dos asesinos", informó
los políticos de carrera y las nuevas fuerzas económicas, entre los profesio~i Woodbine :f:arish, "bajo el compromiso de hacer todo lo posible para asesínar
les de la independencia y los intereses de ]os terratenientes. -Y aunque poi'.4 a Rosas." El tenia además las cartas credenciales más positivas. Como co-
momento los revolucionarios de-diciembre habían capturado los instrume_tf mandante de las milicias había obtenído el virtual.monopolio del poder míii-
tos del poder y eran superiores en armas y dinero. no tenían recursos e coi/ tar en la campaña. Sus negociaciones pacíficas sobre la frontera le habían va-
micos suficientes ni bases sociales para conservar ventajas a largo térmioJ lido ganar indios amigos, aliados y reclutas. Sus éxltos le habían permitído
Dorrego abandonó Buenos Aires en busca del apoyo de amigos y aliactó·S ganar el respeto de los estancieros, quíenes disfrutaban de una inusitada paz
Según Woodbine Parish, fue "a reunirse con las milicias gauchas de don Juá'fi y seguridad. Los caudillos pro-vinciales lo preferia.Il a los 1mitarios de la ideo-
Manuel de Rosas, el más formidable líder de esa e:ente ... Si élresuelve apoy.~ logía de Rívadavia. Y tenía una base popular en las pampas: "la adhesión
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a Dorrego contra el ejército -Y él puede reunir~ una fuerza suficfente cohlt personal de toda la gente'del campo es difícil de creer, " Fue sobre ese apoyo
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para intentarlo- me temo que veremos una lucha-muy sanguinaria. " La baS! popular que Rosas basó sus preparativos para la guerra.
populista de Dorrego no le negó su lealtad: "Entendí esta mañana que se es~ Se convirtíó entonces en jefe de montoneros.,Inició una guerra de guerri~
produciendo una considerable reacción ,en favor del general Dorrego, esp{ llas. atacando a la propiedad enemiga y a sus dueños, pero evitando la batalla
eialmente entre las clases baJas, y que muchos de ellos se están armando y dé'. abierta. Primero reclutó entre sus partidarios estancieros. Esperaba de quie-
jando la ciudad parareunírse con él, y aun más: que los soldados relacionad& nes eran sus clientes entre ellos que acudieran a su servicio con peones; ca-
con ellos han demostrado una gran disposición para desertar_ " 67 Las posíbiJ} ballos y vac~nos; y aqllellos que no lo hicieron, por una u otra razón, algunos
dades militares de Dorrego parecían briJ.lantes, ya cn.1e Rosas también sali~ dudando qmzá de sus posibilidades, comprendieron más tarde, en 1829, que
de Buenos Aires y formó rápidamente una fuerza de focha: "SólQ salí de Btii hab1an perdido la oportunidad 2
de enrolarse en una causa ganadora, y se apu-
nos Aires el día de la sublevación y a los·cuatro días tuve conmigo dos lwJ raron a dar explicaciones.7 Cuando partió hacia "Santa Fe dejó instrucciones
hombres, llenos de entusiasmo. " 68 Pero otra vez chocaron los dos hombre~ a_ sus partidarios para que hicieran su base en el sur de la provincia, su zona
Rosas pretendió mandar, Dorrego se mantuvo insensible al consejo. Rosas·ij B_rOpia, y que libraran una batalla económica contra Laval1e v sus aliados.
tentó convencer a Dorrego para que fuera con él hasta Santa Fe y que evita"rij Est_a era la guerra de recursos. su estrategia favorita, aprendida con los in-
a toda costa una batalla campal con las fuerzas regulares de Lava11e, vete:r~ dios y trazada para obtener sus objetivos mediante el de11gaste y la destruc-
nas de la guerra con el Brasil. El consejo era correcto, pero fue ignorado. RO: ción de las estancias de los unitarios o, como lo describía el cónsul británico.
sas, reacio a participar en la imprudente táctica de Dorrego, lo dejó pad _"una guerra gaucha contra las propiedades en el campo de todos aquellos de
marchar en busca del apoyo del gobernador López, de Santa Fe. Algunos.O~ quienes se sabía que eran partidarios de la revoiución~" Para librar-esta gue-
sus gauchos e indios a caballo tomaron parte en la Batalla de Navarro (9 de dí1· rra, sin embargo,.Rosas tuvo que reclutar hordas ruraJes,de los más bajos
ciembre de 1828), pero Dorrego fue completamente derrotado y tomado baíP sectores.
custodia. La-tragedia llegó rápidamente para él y su familia. Por-ordendeLií' El mismo Rosas comentaba acerca del carácter social del federalismo
valle.' fue fus?ado-el .13 de di~iembre. "Toda la ciudad ~stá horrorizada", oti··•.· ·'Todas las clases pobres de la ciudad y campaña están en contra de los suble-
senro Woodbme Pansh, y as1 era. 69 Pero ese cruel asesmato recayó sobre Io vados, y mucha parte de los hombres de recursos posibles. Sólo creo que están
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con ellos los quebrados v ag· r· t
til. "73 No es necesario.. . /º~1s r ts f
qu.~ ~rman esta aristocracia mécan-3
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_paganda probableme~~:cª~dt:~7ac
bres de recursos"? T 1 ,. •ft • °
:ru~c~o:
;ext:uaI~ent~; pero aun como·pro:f
e~aad. ,,Qu1enes eran los "hon1:-:,
:fi:osas Y sus partidarios reconocían a sus indios y hacían gala de ello. Si-
tiado por losmontoner-os de Rosas, en marzo de 1829, el gobierno de Buenos.Ai-
res reclutó a toda prisa una milicia. incluyendo franceses y otros extranjeros.
•. . - a ,ez me1 an 1os estanc1eros y rentis~as . d'
por e~- bloqueo y las operaciones de los esoeculad ._ - L ]~ perJu 1cados-_~
j El entusiasmo de 1os extranjeros por la causa unitaria provocó a los federa-
Bras11 En cuanto a lac: ""la ,. · ore.,a.urante aguerracone¡.-
rrego de la ciudad ctel '"'
ses ~o~res , comprendían 2 los partidarios de Do~}
les, quienes levantaron cartelones en la plaza de Monserrat,Indios s·L extran-
jeros no: Y Valeri más indíos que unitarios. 79 Y en su-viaje de regreso á Córdo-
¡
_- , campo, Y c1ertos grupos marginales reclutados por 0·
n:,,1smo Rosas o sus agentes como medida 1T " - , , - . . . ba, el coronel King v10 nuevas evidencias de las incursiones de los indios. des-
c1embre de 1828 hubo algunoº· iev--~ami_J,.° 1 ic.,.. E,n 1a segunaa mitad de di-::: tr1,1cciones Y rapi..'1as en las haciendas de las pampas. En Córdoba conoció al
de la provincia, nero la mavo; ~a;;_~k,,.,.., ,,t:1
,1,;s ,en ~u :ªv?r, algu.rios en el norte'_-
tre los indios "air..i."tosos" :, :.__- h~ :-:. ~:·~,~u~, aon...,c ~ema mucho prestigio en,_'
general unitarío Paz: '·Le hablé de los terribles estragos de puebios y caseríos
en toda la pampa, y expresé mi creencia cie aue los salvajes habian si.do .incita-
. · h b
d10s, om resalmargend~I :r ,uuc lU:'., c;egu1dores entre los •'amigos" , . _:
, d·d , . . ae 10s1.n.•1 dos por Rosas a cometer esos actos. '¡lncita"dos ! 'excl3.~Ó; 'eran empleados.
regular, protegidos de Ros:s: soc~e a ~rrai, ~as1 dehncuentes sin trabajo_': --¡ realizaban su trabajo bajo promesa de recibir recompensas'. "80
1 5
cionarios oficiales que se hariab~~ : ~ ~ : ~ /~ran co~o ~u patrón. Los fun::; Esta incongruente alianza de federales, gauchos, delincuentes e indios no
habfa bandas de "indios d t ~ U.1 e ª provmc1a informaban que - se mantenía unida por intereses sociales, que carecían de cohesíón, sino uor el
"anarquistas"' que :mer~=:~::,~:sr~ tf?ª. clase de delincu~ntes''' Y t~mbién ' mismo Rosas, quien-era en última instancia la autoridad reconocida por "todos
los representantes de la lev y el orden g"~~ ataca~do estan?as y d~saf1ando ac·_'. en distintos grados. Constituían un enemigo esquivo, que no podia ser comba-
unirse a él desde todas pa/tes d~ la pr~vincf/;uc ~? :e es can reuruend? para_"<: tido de ninguna manera excepto la propia de ellos mismos. incursiones muv
las pampas no se ven más ue m - , . . . me lC,.,n que en los rancnos de,-; rápidas conducidas por Malina y otros contra los unitariÓs y sus abasteci-
está perdida. "74 q UJeres Y nmos. ·· la cosecha de esta estación_! mientos, mientras Jos indios saqueaban en la periferia. En abril, cuando La-
Sm embargo fue el recJutam1emo de Indi '"' R ~ valfe marchó sobre Santa Fe, se produjeron revueltas en toda la provincia dé
res comentar10s Se mformo en Bu no A.i ~s)c'or osas]oquecausomayo, Buenos Aires, de modo que la provincia entera pareció encontrarse bajo la
"pelearon mas de dos ciemos mdlos ea~ - res .egue, en la batalla ae Navarro ocupación milítar de unidades que actuaban en nombre de Rosas. Desoués de
ruan sus tolder1as en la estancia d~J cor:.:i~a~vor-de D~rrego, de los que te- 4 perseguir a éste infructuosamente, La valle se vio obligado a retirarsé:
Juan Manuel de Rosas ""5 El gene..al L -. d te general de campana. don
trac1on de milicia Vde mdios pam ,. r~aar¡
consigno "una gran concen--- Mientras tanto, grandes cantidades de montoneros que procedían aparentemente con
ae Molma. el capa.taz de Rosas 7o~ªªt!~, a ~c1:ndadeRosas" baJoelmando extraordinana subordínación a sus líderes, avanzaron lentamente sobre la cmdad. Con~
nshco de la frontera un hombre sh bparao desertor" era un t100 caracte- -' siderando la composición de su fuerza, su conducta parecía ciertamente, y en forma
, ' · que a 1av1v1doe tr · · inesperada, la de tropas regulares. Se entiende que Rosas había impartido las más es-
con 1a h1Ja ae un cac1que v ganando inf1 n e Jos md10s Juntandose ,
greso a la sociedad de 1as.b1a""Os -'•· 1::;cia E;ntre ellos, Posteriormente re- , trictas órdenes de respetar to-da propiedad, y se decía que sus oficiales estaban dispues-
tos a castigar todo exceso de la manera más sumaria. En muchos casos han pagado por
1ma. un hombre de !::Tan mf1u;~c1~ .. ueJci onaao y empleado por Rosas "Mo- los abastecimientos que necesitaban, mientras que, en otros. han e.-xtendido recibos e:n
del sur. de qmen sedice que puede :r:p:/t:~~r~el campo Ylas tribus md1as nombre de Don Manuel Rosas y el Ej<>.rcito FederaJ.81
de hombres que pueda necesitar ,. 77 su d1Spos1c1on la cantidad ,
E l coronel norteamericano .rohn A nth ¡e . . '
Buenos Aires, v.io: . u -~ ony --mg, en VlaJe de Córdoba a El 25 de abril La valle iue derrotado en la batalla de Puente de Márquez, y
posteriormente Rosas estrechó aun más el cerco sobre los unitarios r.n Bue-
nos Aíres. Durante el transcurso de mayo y junio, con sus fuerzas reducidas'
Las más espantosas escenas de desolación Los indio · cási a un estado de inanición, Lavalle tuvo que negociar con Rosas, a quien
bfan entrado en hordas en muchas delas e ¡" .S: conoci~os como los pampas, ha- prefería con respecto a López, el caudillo de las provincias. También Rosas
t':' ~e sus hogares, destruyendo sus ro i~~d~~,.comettendo crrmenes, s~cando la gen- '-: a estaba listo para negociar. Aunque él ocupaba toda el área rural, controlaba
V!Vlendas. Por la forma sistemáticap, 1p - , Y' _en numerosos casos, mcendlando sus ,;
ros Yllevándoselos a través mismo Je J~;mJ~!tªu~on que 1ctuaro°:, tomando prisione- .j los abastecimientos y podía ejercer un verdadero estrangulamiento, no que-
Rosas .. : part:cía más que posible que est.fs terribf sehab1_an manif~stado ~nfavor de ·¡ ría asaltar y humillar a la ciudad, Él también era porteño y prefería una solu-
su connivencia o, aun, bajo su dirección. 78 es escenas hayan sido realizadas con·" ción porteña a una impuesta por las provincias.

44 45
r~

fueron tanintransig éntes que, por la causa de la paz del partido, Rosas se alla-
Como en realidad la ayuda e intervención de las otras provincias ya han dejado.de serne.1 nó ju;nto a ellos y adoptó la opinión del grupo dominante. Anunció que el campo
cesarías, se han convertido en embarazosas, y el mismo-Rosas está deseoso de salvar a
Buenos Aires de la evídente humillación de tener que obciecer órdenes de ellas. Con las no estaba listo para tener elecciones ni en situación de conpucirlas pacífica-
fuerzas que él ha reunido en la misma provincia (qlle se estiman en no menos de ocho mil . ' mente: la legislatura, ilegalmente clausurada por la revolución del 1° de di-
hombres). hace tiempo que podría haber ocupado la ciudad, pe:m si:. ha mostrado muv , ciernbre de 1828, debía ser restablecida . Éste fue el punto de vista que preva-
reacio a exponerla a_ las posibles c9nseci:e!1cias de un ataque ... Esta moderación le h~ leció; volvieron a llamar a 1os representan tes de 1828 y, el 1" de diciembre de
valido ganar un creciente numero ae part1ctanos en Buenos Aíres ___ ;i:.:
1829 se reuníó la Honorable Sala de Representan tes, con cuarenta diputados
en total, para resolver dos problemas inmediatos: elegir un nuevo goberna-
El primer fruto de las negociacion es, e1 Tratado de Canuelas (24 de junio .•¡ dor y decidir qué poderes debía...'1 dársele. ¿Era convtmiente otorgarle faculta-
de 1829), quedó frustrado por- la 11egativa de La valle para realizar elecciones des extraordinw ias, que significarían un poder absoluto, segü.11 lo propuesto
imparciales y su decisión de retener el control; por otra parte, el tratado me- por Tomás de Anchorena en oposición a los puristas del partido? La Sala esta-
-joraba la posición de Rosas autorízándol o específicam ente a m·antener la paz ba divídida entre aquellos que opinaban en favor de una dictadura y los que te-
en la zona rural y resolviendo poner a cargo de la provincia el pago de sus foer- mían al despotismo, pero finalmente se aprobó la moción de los poderes ex-
zas, Presiones en constante aumento y sucesivas conferencias demostraron a .. traordinario s hasta el 1ºde mayo de 1830. Y el6 de diciembre de 1829, a la edad
Lavalle las realidades del poder y culminaron en el Tratado de Barracas (24 de treinta v cinco años, Rosas fue eiegido gobernador de Buenos Aires por vo-
de agosto) ; éste puso aun más en evidencia la reputación de Rosas, dado que tación de "todos los diputados, excepto Juau_N. Terrero. Asumió el poder en
-fue claramente él quien lo impuso. El 26 de agosto, Lavalle renunció en favor medio de una orgía de personalism o puro, extraño básicamente al pensa-
de un honesto mediador, el general Juan José Viamonte, ·quien asumió como miento federal. El orden y la seguridad, observaba una nota.periodí stica, es~
gobernador interino, mientras el líder unitario abandonaba Buenos Aires y se taban asegurados, no tanto por las leyes generales como por "la personalida?
dírigía al Uruguay, advirtiendo al gobierno dela necesidad de reconstrucci ón de nuestro respetable gobernador; es pues en el carácter de nuestro beneme-
después de "fa sublevación en masa de los indios bárbaros y de la multitud de- rito gobernador que hallaremos todas las garantfas que pueden aspirar les
senfrenada" , punto de vista unitario del contragolpe. 83 Rosas entró en Buenos buenos cíudadanos. "B6 E1 ministro británico, simpatizant e de Rosas, pensaba
Aires en la noche del 3 de noviembre, siendo recibido no simplement e como el que "los únicos, obstáculos eran su propia modeséía y su gran renuencia a ser
87
servidor militar del gobierno sino como un vencedor y un jefe del partido fede- colocado en una sítuacíón tan ostensible y responsable. " En realidad, Rosas
ral. El ministro británico le agasajó como a un hombre de importancia políti- quería tanto la gobernación como los podéres e~~ordu_la~ ios y, en los 3?0~,,.5i-
ca y departió con é1 consideránd olo una figura pública de liderazgo. ''El gené- guientes, al ser1esrenov ados ambos, la renuenc1an ~bna ae ser~ sentnnLn-
ral Rosas está en este momento en Buenos Aires y tengo gran satisfacción en to repetido. Sin embargo, si había un elemento ge numo de renuencia ~n 1S~9 ~e
verlo con frecuencia. Su poder en este país es tan C).."traordinario como sumo- debía a que, como hacendado y hombre de campo, carente de experiencia en
deración y su modestia, " 64 la p.olítiéa de la ciudad, tenía clara conciencia de los riesgos que acoIJ?pafla-
Durante ·ios meses siguientes,. Rosas comenzó a extraer dividendos dei ban a la.carrera política y del elevado índice de fracasos entre los politlcos de
capital político que había ganado- Una pregunta crucial era ¿debía haber Buenos Aires. Había también una razón política en su im,istencia -y 1a de su
elecciones, o no? Los mismos federales estaban divididos al respecto. El ala grupo- en el otorgamient o de poderes absoluto~, y era que los unitarios,:lej os
ortodoxa quería la restitución de la asamblea de Dorrego, la Sala Qe Repre- de hallarse completame nte destruidos, podían mtentar un regreso, a menos
que debieran enfrentar un gobierno muy decidido. . .
sentantes, disuelta por Lavalle el 1º de diciembre de 1828. Otros querían nue-
vas elecciones. El gobernador era personalme nte muy débil para resolver el ¿ Cómo podemos e~plicar la hegemonía de Rosas? Hasta cierto pun~o, fue
tema, y pidió la opinión de Rosas, jefe i.r1discutído del partido federal e ídolo un producto de las circunstancí as. Representab a_ el ascenso al poder cte ~~e-
del pueblo, Rosas vaciló. Al pFincipio se mostró en favor de nuevas elecciones, vos intereses económic•os, de un nuevo grupo social, los estancieros. La elite
de acuerdo con la letra de los tratados de paz, pero por momentos daba la im- clásíca de la revolución de,1810 estaba formada por los comerciante s y los bu-
presión de no estar en contra de la restitución de la 1egíslatura de Dorrego.
85 rócratas. La )ucha rior la independenc ia había creado políticos profesiqnale s,
Lo·preocupa ba el hecho de que la disputa pudiera dañar al partido. O tal vez funcionarios del Esfado, nuevos militares, hombres que hicieron una "carrera
fuera que todav-ía no era-suficien temente poderoso como para dominar la or- de la revoiución" .88 Muchos de ellos provenían de una élite, anterior a 18-10, de
ganización federal y sus partidarios terratenient es. Por ultimo, los puristas familias de comerciante s y funcionarios de la Corona, pero sus propias carre-
ras tuvieron un énfasis diferente, para servír al Estado Y beneficiarse de él.

46
•l,;,i
Los comerc iantes de Buenos Aires, surgido s de· la coJ onia con10
reorese ntan- ·-j eJ he.cho. de que. quienes teníane lpoder económieo n~ gobe:na
tes de los interese s económicos domina ntes en el Río de la ban, y qui~n~s
Plata~ fueron al f aoberna ban careda n de base económica. Hubo por cierto tiempo
principi o importa ntes aliados de la nueva élite. Perola declina una comc1~
ción del comer- Óencia de interese s, o una relativa toleran cia, entre los dos
cio con el interior , la destruc ción de la industr ia ganade sectores , pero las
ra del litoraj oor la probabi lidades de conflicto eran muy gran?e s c.uando existía?
guerra Y, sobre todo, la irresist ible competencia de los comerc ?e
cos, disloca ron la tradi_cional econom ía y malogr aron las oportun
íantes británi- intereses_ El grupo goberna me. profosionales o mtelect uales cte~iferenc ia~
1a revoluc1on.
idades a los iunto con algunos de sus aliados por negocio s, llegaro n a formar:
et~p:resario~ locales: El aument o de las exporta ciones provoca
ameos Y el rracaso ael sector exporta dor para.re sponde r motivar do por los bri- '.:¡
on una efu- _
te oligarq uía; eran llnitarío s con una ídeolog ia relativa mente
rna incipien -
liberal, que ml-
sión de metales precios os, que fue acompa ñada oor un aument raba."'1 al exterio r en busca de ideas, capital es extranj eros y
o en 1a deman- comerc io inr.e:rna-
da de din.ero efectivo . Llegó el momen to en el aUe la econom cionaL 90 El segll...'ldü grupo se volvió haci2 el interior para
desarro llar
ía tradicio nal cif':' -;1'
Buenos Aires ya no podía sostene r a la élite·co.tñ.ercial. A p.artír P-anado y salader os, extendiendo la fronter a y mejoran do sus inversio tien·as,
de 182ü. apro- nes me-
ximada mente, muchos de ellos empeza ron a buscar otras salidas dÍante la cnmercialización de product os de la industr ia ganade
y, sin· aban- ra para e1.-por-
donar el comerc io, a invertir en tierras, ganado y salader os. tación. Estos intereses económ icos prepon derante s, de los
comerc iantes-t e-
rratenie ntes, estaban representados por los federale s. Como era
de supone r.
ellos proporc ionaron al partido federal un poder militar y económ
ico del que
anterio rmente carecía . Era inevitab le que comenz aran a tratar
_"El deseo de emplear los.capit ales en un negocio más lucratívo , dio fomento a la indus- de obtener el
t~l<:_de}a cría. de gan"'.dos? que hasta e.n~onc~s se había pOder politico direct~, primero contra los unitario s, luego,
mirado en_poco a pesar de lf, entre los mismos
cidad _?el sue10 que ofrec1a seguros y aounoan tes productos fera- federale s.
a esta clase de esoeculac10-
nes. Y h~sta los comercian_tes ingleses -los negocian tes más El blanco pri11cipal de los terraten ientes fue el régime n de Rivada
grand~s rondos en-la poblac1ón de nuevas estancia s, dando positivos-- émplearon via. Su
del pms en su ramo más importan te".ª~ así increme nto a la riqueza ideología liberal, sus íntentos de diversi ficar la econom ía, su
gración, todo ello era profund amente sospech oso para los interese a la inmi-
aliento
s rurales .
mientras que el intento de-priv ar a la provinc ia de sus ingreso s
fiscales y eco-
Era éste un sector aue no había sido dejado enteram ente a nómicos era rechaZado abierta mente. La caída de Rivada
los bl'.itánicos. via y el adv~ni•
Los empres arios ganade ros más prósper os eran los herman miento de los federale s resultó en una mayor identifi cación
os A.nchorena, entre los poseedo -
grandes comerc iantes y financi stas, y que pronto habrían res y ]os admini strador es del poder< El cambio económ ico del
de ser grande s te- comerc io a la
rratenie ntes. Había otros numero sos ejemplo s: Juan Pedro cría de ganado , la alteraci ón del equilibr io social en favor
Aguirre, tratante del grupo comer-
de esclavo s y comerc iante, Félix de Álzaga y Manuel Arroyo ciante-t erraten iente, quedó refle"jado durante el gobiern o de
y Pinedo, comer- Dorrego . Pero no
cian~e~.Y financi stas; fos herman os Chiclan a, pequeñ os comerc lo suficien te como para satisfac er a_ Rosas y los A.nchore1;1a.
iantes que se ~s posible que
convrrner.on en ganade ros y salader istas; Díaz Vélez, quien ellos planear an un movimiento contra Dorreg 9 _para asumir
invirtió en tie- directa mente el
rras toda una fortuna proveniente del comercio; Estanis}ao y poder. El.golp e unita_rio del 1~ de diciemb re de 1828 tornó aquello
Juan Fe.rnán- inneces ario:
de.z, modest os tendero s que adquiri eron enorme s estanci as: el tema quedó reducid o a un simple con..-'licto entre federal es
los Sáenz Valien- y unitario s, y los
te, V\amon te, y otros, que se convirt ieron en propiet arios de federale s tuviero n que derrota r una vez más al viejo sistema
grandes hacien- de Rivada via.
éjas. Este era el grupo social domina nte del futuro, una clase Lo hiciero n de manera tan convinc ente bajo la conducción
de terraten ientes militar de Rosas,
con ralees en la ciudad y origina da en la socleda d urbana. que en 1829 estaban capacit ados para hacer lo que quisiera
n con el gobiern o.
E] camblo de equilibr io desde la ciudad hacia el campo Quedó En efecto, los terraten ientes de Buenos lUres derroca ron al grupo
reflejad o en gobern ante
el progres o político de los.inte reses rurales . En 1820, alreded existent e, los políticos, burócra tas y militar es asociad os, y
or de la mitad de tomaro n posesió n
los miembr os del cabildo , o ayuntam iento, de Buenos Aires directa mente .del gobiern o de la provinc ia a través de su_ represe
eran comerc ian- ntante, Ro-
tes y otra mitad estanci eros, y la misma proporc ión se daba sas. En 1829, Rosas tuvo éxito oara.de smante lar los remane
en la Sala de Re- ntes del Ejércit o
prese~u_antes. Al mismo tiempo, los estanci eros estaban desarro de la Jndeoendencia, ya debilit~do por la guerra en la Banda
llando supo- Oriental_:· y asi, la
der m.1.htar, ya que tenían que ser autoríza dos para manten er unidade derrota cte La valle fue la derrota .de un ejército profesio nal,
s arma- uha fuerza rival,
d!3-S ~ara la segurid ad rural y la defensa de frontera , unidade por las milicia s de Rosas y sus aliados estancie:r:os.
s que en último
termino eran pagada s por el Tesoro provinc ial. Pero los comerc Las circuns tancias , pues, crearon a Rosas. El era la síntesis individ
iantes-terra- la socieda d y la econom ía del campo y, cuando los interese ual de
teniente s no·part icipaba n todavía directa mente en el ejecutiv s de este sector
o,y se manten ía coincid ieron con los de los federales de la ciudad, Rosas resultó
de inmedi ato
él represe ntante y el ejecutiv o de la alianza . Como observó
Mansill a:
48

49
"En tal sentido Rosa s no se hizo; lo hicier -~· ,
chones egoistas, burgu eses con ínfula on los sucesos, lo hicieron otros, algunos
, mejor-calmcado que Rosa . se sentido. rio era él merame_nte una
s seiioriales, especie de aristo cracia s. En. e una fuért e posición negociadora. Rosacrea~
que no era, por cierto la gentr y inglesa, terrít o s
tras de él, estar ían ellos, gobernando". 91 cíón de ello.~, ya que.se encentra~~ e~s
· esfuerzos. Habí a una verd ad, t~?t? po-
era un cauaülo prod_u~tode susfp p . , .
,- "Sal ia traba jar sin más capit al que
-1it1ca eorno econó. illiCa.·.en,, su a
s~ irmac1on.
Ésta es una expli cació n simp le del ascen "¡J)í ciédito y m1. mdus rria • -
so de Rosas, pero no comp leta
No hace refer encia a sus cualidades espec
íficas, sus orígenes, carre ra y poi:
der sobr e los hechos. Era ya un caudillo
antes de ser elegido gobe rnad or. _-~-
Su c~e ra perso nal .fue única y ~o ~oinc
de cornerc1ame-convert1do-en-terrateD1 idia ~xac tame nt~ con el mcdek?¡;,j
ente que carac teriz aba a tanto s de·)I
sus segu idore s. Comenzó en la estan cia,
apren dió el negocio desd e el extremo},;
_ inkia I, acumuló capit al dentr o del secto
r del camp o mism o y avanzó desde.Y(
allí. Fue un pionero en la expansión de -
las prop iedad es rural es y la cría de ga~.!i~
nado, empe zand o algunos años antes de
que se prod ujera el gran empu je ha-:;:
cia el sur, a parti r de 1820. A difer encia
de los Anchor-ena, por ejem plo, que•_:
conta ban con mayo rdom os o con el mism )
o Rosa s, éste no era un terra tenie nte D
abse ntist a; era un estan ciero traba jado
r, que actua ba en todas las fases de 1a ·J¡
cria de gana do. Y fue así como tuvo
contacto direc to con los gauc hos, .delin
cuen tes, índios y otros habit antes de °.'1\
las pamp as, un poco para reclu tarlo s·
:·par a sus estan cias, otro naco a fin de
movilizarlos para sus milicias. Rosa s':\
f~
ejerc ía autor idad no sólo Sobre sus propi _
os peones, si...'10 tamb ién sobre las maj.-
sas rural es más allá de los límit es de '.-
sin duda, que comp artie ron esa experienc sus prop iedad es priva das. Hubo otros
ia: Viamonte, por ejemplo,_era un}t~
,. ·t.
hom bre respe tado por la extensión de
sus hacie ndas y'"la canti dad de peones
sus órdenes. Pero Rosa s agreg aba otra al-
calificación. Era el comandante.de mi<",
licias-de la prov incia . Tení a mayo r expe I
rienc ::t
tanciero. Nadi e podía igual arlo en su capa ia milit ar que cualq uier otro es- 0

cidad para el reclu tami ento de las :~i


tropas, el entre ñami ento y el control de
las
unídades, no sólo e..'1.-la front era sino tamb milic ías y en el desa rroll o de las '\'¡
ién en las oper acion es urba nas. Era
la dimensíón milit ar desd e los inicios
de.la carre ra de Rosa s lo que le daba
vent ajas con respe cto a sus rival es. Esto
culminó con su dese mpeñ o dura nté :,
fa·gu erra de guer rillas de 1829, cuando
reclu tó, controló.y condujo las fuerz as
popú lares anár quic as del ejérc ito irreg
ular que derro taron a los profesiona~
· les de Lava lle. En este caso, las cuali
dade s perso nales fuero n caus a ciert a-
ment e decis iva, si no la úniq.. Rosa s no
era solam ente una creac ión de los he-
chos; él los prod ucía. No sólo repre senta
ba a otros ; él los conducía. Este dua,,.
lismo tamb ién quedó en evidencia cuan
do se distr ibuy eron las reco mpe nsas
de la victo ria.
Ya antes de dicie mbre de 1829 Rosas
tenía las cuali dade s de un líder t,"Oli-
tico. En la déca da anter ior había establecid o una pode rosa base·en el-campo,
en par.te como prop ia inici ativa y, por
otro lado, como deleg ado del gobierno.
Rabi a servi do al Esta do y se había bene
ficiad
senta ba a los ter:ra tenie ntes se repre senta o del Estad o. Ala vez que !'epre-
ba a sí mism o, el más poderoso de
todos los terra tenie ntes. Era dudoso que
pudiesen habe r enco ntrad o algui en

50
51
Los problerria s políticos también estaban ejerciend o presión. Aunque
la
Buenos Aires contaba con Santa Fe como aliada, las fuerzas unitarias de
L,iga del Norte e~taban ~odavía_ en ca..T..paña al mando del general Paz, y sólo
-cuando se produJo fortmtam ente su captura, en marzo de 1831, finalizó la gue-
rra civil. Las relacione s políticas y económic as entre Buenos Aires y las uro-
vincias aú.~ estaban por resolvers e, pero después de una prolonga da disPuta
en
Rosas dio su conformi dad para reconoce r la autonom ía de las provincia s
Pero en la misma Buenos Aires, el federalism o es-
CAPÍTlJLOII un pacto federal informal.
taba dividido entre los moderado s, llamados con las distintas '1ennmin:: icln-
as,
nes de lomos negros, doctrinar ios y (por Rosas personalm ente) anarquist
quienes estaban en favor del constituc ionalismo , y los conserva dores delinea
.
Estanciero dura, o apostólic os, que respaldab an a la dictadura de Rosas. La dictadura
en realidad, creó una buena impresió n de gobierno firme y soivenéia finan~
el
ciera, y Rosas probable mente podría haber logrado un segundo periodo en
cargo si hubiera estado preparad o para convertir se en constituci onal. Pero
corno fueron las cosas, la Sala de Reuresen tantes, en sesión del 29 de noviem-
¿Quié-nera Rosas?Unp r-o - .
¿Qu~ a~umuló? Tierras pietar:io e tierras
d _
bre de 1832., aceptó la devolución de ios poderes extraordi narios y expresó su
gratitud porque "bajo el gobierno de Vuestra Excelenc ia la provincia ha al-
¿Qu~ d10 a sus sostenedor es? Tierr le-
¿Que quitó o confiscó de sus ~dve~sªasnos., y·1errasJ canzado la feliz situación de vivir con tranqulid ad bajo la autoridad de las
el
yes". Y así, el 5 de diciembr e de 1832, Rosas completó su primer periodo en
_ . cargo. Lo Sucedió Juan Ramón Bale arce, con quien comenza ron a ganar posi-
Rosas asümió el cargo en diciembr e d _,
brados. Reclamó el poder ab;oluto : ~~91 co1_:-. sus activos y-pasivos equili-} ciones loS intereses moderado s; pero Balcarce fue derrocad o en octubre
de
El absolutismo no entraba en conflicÍ e a10 e~~ ~ª1: apoyo pobJico.-:_i 1833 por la revolució n de los Restaura dores, provocad a por los rosistas. En-
entrevist a con el enviado urugu··vo ·s ºt' con ~~s propios d' pnncipío s. En una. i
, tonces la legislatu ra nombró a Juan José Viamonte gobernad or provision
aL
"'-. an.1ag0V azque un Ja despues de ocu:, __
par e l cargo, negó que fuera federal: "Ya ct· _ +- z,
en un íntento de evitar una nueva dictadura , pero el balance de poder no esta-
r!unca be perteneci do a semejant e p~rtid 1_gi ~ ~s~ed que yo no soy federal. ba en su favor y renunció el 27 de junio de 1834. Al principio , Rosas rehusó
el
ctado dirección , porque, como usted ;abe º~:ic~~1era per~enecido, "l.e bubier~: ofrecimie nto de la gobernac ión, como lo hicieron varios otros candidato s que
lo.
que yo qu~ero es evitar males v restable '· 1 _ a?ª t~mcto ... En nn, todo no estaban dispuesto s a aceptar. Pero eventual mente accedió, con la condi-
me hayan traído a este puesto· pÓrau cer ~as mst1tuc10nes, -pero siento que,) ción de que la legislatu ra le asegurar a la suma del poder público, Así ocurrió
u.na vez ocupado eI cargo Ros;s no - e_ no soy para gobernar" .~ Sin embargo _·;I el 7 de marzo de 1835, y Rosas comenzó UIJ largo periodo de gobierno virtual-
._
cunstanc ias requerían u~ gobierno :fu~:;/ra casar por falta de poder. Las cir.~?'. mente bajo sus prooias condiciones.
-.·: -
, Tanto por obra del hombre como d 1 Éstas eran asiffiismo las condiciones del sector dominan te de la sociedad.
a un nivel bajo. La guerra con e1 B ~il e ª n?-turaleza:, 1a economía descendió_
. _;
Se pensaba que eran ·necesarios los poderes dictatoria les para terminar con el
entre unitarios '".1 íed-<>rale, d .' · ¡:ª" 'segu_1?a n ¡·
muy pronto por
la ·
la guerra civff· ·.'
colli+licto social, la inestabili dad política y el deterioro económico, y para ase-
~ ano ,,. producc1o
. s exportac10nes Ymutiló eL::.:
~,
tesoro. Rosas heredó demasiad os gas , gurar la hegemon ia de los intereses de .los estancier os. La primera adminis-
tos J muy ~_ocos mgresos. Además du-:.;:
rante la totalidad de su primer g ob.ierno 1aprovmc ;a t· - ' _.. tración de Rosas había tenido caracterí stícas conserva doras: represen taba a
~ .. • so~?r o una tremenda . .,
:,,:eqrna. Desde diciembr e de 1828 hasta b, i1 d la propiedad , especialm ente la propieda d rural, y había garantiza do la tran-
y los pozos se secaron, la ve etación a r e 18~~no ll~v10; los lagos, los rios quilidad y la estabilida d. Fortaleci ó al ejército, protegió a la Iglesia, silenció
ganado, los caballos morían h Je ~r;!vfoe b desaparec 10, sufrieron los cultivos v el '.
:1~
y sed, A_l declinar la producció n ·ga~ ..•
las críticas, amordazó a la prensa, ignoró a la educación .y trató de mejorar
el
nadera todo el país languidec ió crédito financier o del gObierno. Después de Rosas, en 1833 y parte de 1834,
que la tierra estaba tan seca y ~ra t~nt~d~me Pansh rel~tó a Charles Darwin la inestabili dad política retornó. las exportac iones caveron v la situa-
q_ue volaba por todas partes:
q~e-en el campo abierto quedaron borrad rlvo
. ción financier a desmejor ó. El cónSul británico describió a;í lo qu¿ vio:
donde estaban los límites de sus haciendi :. 3os moJQnes, y la gente y a no

52
53
Las cl~es ric,?S ~-~ndustriosas de los habitantes han.quedado ahora empobrecidas debi- Ya con anterioridad a ser elegido gobernador, Rosas habia aumentado su
do a la aepree1~c1?n de_la moneda y a los continuos gastos en que ha debido incurrirse
para el mantemnnento de grand~s efectivos de hombres armados, que han sido sacados püder y ser_vido a sus p~~es. Fue él qu~en ap;.esuró el decreto de dist~i~uci?n
apresuradamente de sus ocupaciones agncolas cy ganaderas y obligados a tomar fas ar- de tierras fll111ado por V1amonte el 19 ae sep~1embre .de ~829, con la publica~-
mas durante estas conmociones. tención, así se explicó, de aliviar "la orfandad y miseria.ª que .!1an quedaao
T~a_s las personas_ PI1;1dentes, además, se han_ visto impedidas de crear nuevos esta- reducidas nurperosas familias del c_amp~, por los efectos ae 1a 11:_~-=1;-.~ ~e~a,
blec1m~entos e:i Ios d1str1tos rurales, por mie:io a quedar expuestas a las constantes de- v la imoosibilidad en que se encuentran ae reparar sus quebranw:,,. - ;:,e oi9r-
predaciones e_lilS~lt~s.dt; los destacameI:tos de aquellos homb_res armados; y muchos
que_ya.se .habian U?5ca.1aao en el campo, después de haber sufndo mucho durante estos 'garían tierras del Estado para formar estancias a los habitantes d~ la .Provm-
periodos _ae_ c~nfus1ón, han abandonado sus granjas, y han regresado a tomar residencia Cia aue quisieran establecerse sobre la nueva frontera al sur de Azw ! en otros
enestacmaaa.• sitioS de- avanzada. Corrio coma.ndantt: de_ las milicias en la campan~, Rosas
fue autorizado a administrar el decreto, a recibir las soiicitudes, elegir-l?s be-
Rosas volvió al poder con" la reputación de su primer gobierno. Mediante su neficiados y las _µbicaciones y asignar las tierras. Pero esto no fue una srmple
politica respecto a las tierras y a la frontera y su capaCidad para imponer el distribución de tierras a granjeros pobFes. Instalar nuevos colonos so~re la
orden ya había vuelto a dar seguridades a Jos estancieros. Su política fiscal or- frontera signüicaba dar mayor seguridad a los estancieros de la~ ,zo1:,as J?ter--
todoxa tambíén resultaba atractíva para ellos. Después de reelegido, una de medias: de modo que se convertía en una recompensa a los parüaano~ ae los
sus primeras medidas fue liquidar el Banco Nacional (30 de mayo de 1836) _ victorioSos federales. Al mismo tiempo, ponía en manos de Rosas un impor-
Terminaba así con cualquier posibilidad de restaurar el valor oro del oeso v tante instrumento de paternalismo. El comandante dé milicias era en ese m?-
de deflación; en lugar de ello, su política financiera se basó firmemente· en~- mento el seftor de las tierras públicas y su donante, a_un antes de al_canzar 1a
cortar los gastos, especialmente los gastos Sociales, y el Cobro de impllestos. gobernación. El 22 de septiembre, el gobierno interino ~mitió otro aecreto en
I;os observadores británicos quedaron impresionados. s favor de los estancieros; debido a los dañosos efectos cte la guerra sob~e los
La élite.de terratenientes respondió a Rosas positivamente. Esta fue su capitales empleados en tierras, Cría de ganad~ y agricult~a, .éstos que?aba?
base µ..iHtica. El 6 de diciembre-de 1829, los treinta y tres dinutados de ia Sala eximidos del pago de la contribución directa (impuesto direc~o sobre el car1-
de Representantes, producto todos ellos de los sectores altÚs de ciudad y pro- tal y la propiedad) por todo el año 1829. ~ Rosas nunca fue ~~ghgen~e en los ~e-
vincia, habían elegido gobernador a Rosas, aun aquellos.que se ·oponían a con- talles. Para completar la serie de medidas de compensac1on, el go01erno hlZO
cederle poderes extraordinarios. Y, como observó Saldías "Jos miembros de instalar, por decreto del 12 de octubre,_ dos corrales que habrían de contener el
la legislatura eran en su totalidad hombres que se distin@fan en la sociedad oanado llevado a Buenos Aires.-Por todos esos medios, Rosas demostraba su
por su posición, por su fortuna o por el rol que les había tocado desempeñar en ;apacidad para servir a los estancieros. Pero e_so era sólo el comie~o. .
la cosa públíca años atrás". 6 El 13 de abril de 1835, la misma clase eligió otra Como gobernador de Buenos Aires, Rosas dio muc?os pasos pos1t~vos a 5!1
vez a Rosas p~ra ei cargo. Y en julio de 1835, los estancieros más prominentes de mejorar la situació_n y la seguridad de los ~er~atementes._ EmP;2o a ~ªt!~
de tod_os los rmcones de la provincia viajaron a Buenos Aires para montar del evidente razonamiento de que la econom1a cte B~enos ~iiJres d_pendia d~-
guardia frente a la casa de gobierno, como señal de "respeto" y "acatamien- agro y de que ésta necesitaba más .tierras, La p~es1ón so?re lo~ ca-:Ilpos de
to" .7 AlgunOs estancieros, es cierto, se ouonían a Rosas. aunaue no constituían pasturas desde la repentina prospendad de los primeros anos de_1adecada de
:1-TI interés identificable. Había alguno$ que tenían objecio~es políticas con ia20 v la escasez de tierras a distribtlll'. por el sistema de enfiteus1$ llevaron al
respecto a Rosas, unitarios a quienes disgustaba su federalismo. federales sectÓr de la ganadería a los límites de la expansión redituable. Los ganader.os
que abor~ecían la dictadura. En 1838 podía tal vez haber existido· algún ele- estaban empujando hacia el sur, dentro del territorio indio, en busca de tie-
mento de interés económico en la oposición, cuando se pensó que la política de rras baratas. . .
Rosas, al P~?vocar ei bJoqu~o francés, resultaba perjudicíal para ei negocio Esto requirió la acción del gobierno, para ocupar nuevos terntor.10s )'. ?rote~
de exportacion de las estancias y saladeros. Dé esta forma de pensar surfiló la gerlos. Rosas era partidario de una política de expansión Y col?niz:ac1on. La
, rebelión del ~ur en 1839, entre cuyos lideres había un cierto número de gran- ley del 9 de junio de 1832 separó trescientas sesenta le~as cuaar~~as (no~:-
des terrate~entes, tales co~o Díaz Vélez, Lastra, Castefü, un hermano de cientas mil hectáreas) cerca de los fuertes Federac10n, Argen~ma, Barna
Rosas, Y e1 director de la Sociedad Rural Argentina, Ambrosio Cramer. s Pero Blanca v Mavo, para distribuirlas entre los veteranos de las guerra~ contra
en general, las críticas a Rosas eran'ideológicas más que sectoriales. No habí; los uniÚrrios ·y los ganaderos más perjudicados po~ :a.re~iente.sequ~a. Y~
ciertamente motivos para una oposición de clase a Rosas: siendo estanciero año más tarde la frontera volvió a agitarse con una 1mc1ativa mas beli~os~, ~a
él ,mismo sabía perfectamente lo que se requería y anunciaba su política por Campaíia del Desierto, conducida por Ros~s ~rsonal1:1ente contra los mdi~s.
aaelantado. El-lejano sur, naturalmente, no era en reaBdaa un desierto. Aunque las reg10~

54 55
nes era n ári da s y las
Colorado y el Ne g:o
,
-llu via s esc asa s, ten
ia tr.es río s im po rta nte
cu ad rad as en fér tile ca pa ce s de tra ns for ma r un a reg ión de
s tie rra s de pa stu ras ve
s, el Salá,do,
-f" de de jar el car go , env
. .. t ra un pla n específic
o pa ra la expedi-
ta los confines de l no que se ex ten die ran int e mi l leg ua s .- io
·ón 14 Sus ide as no era a la leg isl ad~ en siv as- Ba bia .en su lla
ha cia el-sur has- ma do a las ar-
rte de }a Pa tag on ia. ~a s.u n.e spí rit u ine qu n me ram en te .
¿No era esto un nuev
o rum ívo cam en te ex pa nsi ·st a.
ex pe rie nc ia co mo est bo pa ra R osas? Er a om ·
un tem a que conocía
tre L.11clios eneu.tigos, an cie ro y co ma nd an te de mi lic ias . Sa por su
bia distingtrir er;-
"H~
ace nd ad os: vo sot ros
sab
_.
e1~ am oa ña y la fro nte
ra se en cu en tra n
co ntr a quienes ha bía .L q~ e
._ , s ·n-"·-c:la _e-,_ - ,:,. ,
quienes se po día co nq qu e luc ha r, y los indios hOY en ter am en te 1i1u 'U " a~ err ad cs
am ist oso s a :res ª"" 10 il uH-:~, ~- P,¡, ;:ill l¡;-;0 "'. y
"" , po r los 1epet1-
pedir1es que esc on die uis tar mé dia nte el co me rci o y obsequio do; crol pe s de mue.."
'te que ~an sui~iao e~ mi sm os ho ga res Y tol . , _
ran a los de lin cu en tes de
. Sa bía tam bié n cóm ye gu as, e im- ~s;~ta nia y a las fal ctenas, se
han ~efugiado al o~r 1 0
dios pa ra la causa ~eu , " '
em ba rgo , an tes , co mo e:ral, como lO hízo en la gu err a civ ¡ º
v us ar R ios fn.
diHe:ras de los Anaes
o ~? d~~ :~ :~ .:, ~: ; v nu "'dcro ;án
da s de las co r-
dios, pre fer ía la pa z,
ya se ha visto, no est
ab a de acu erd o en ata
º
il ,..re 1828 a 1831. .:.in .. ~ rlilataa' as car np . ~-'n es:J.~ ~~ •"':'.: ~,:_,_,":lbl;cidvlaIib.re.s pa ra sle rnp r\n u;s -
los pa rla me nto s y los ca r a los in- .:ra~ u.u añ as, y üa_bremoh -~l ba se de tcd osl os ,::z em
el tra ba jo y la civiliz obsequios, a fin de atr
_
de nu est ra riq ue za pu 'bl" ., 1-
a es
aci ae rlo s ha cia ica · · ..,
¿E sta ba ah ora ab an ón.1° Po r ese motivo ha bía roto con Ro
do na nd o los principio drí gu ez en 1821. bra do Co ma nd an te
hi.Zo de golpe. Em pe
zó a pe ns ar en pla ne s de toda su vid a? De se r así, no lo El 28 de ~nero de 18
~-~ Ro sa ,~! ~~ :~: Ejé Gen·eral de Ca m·
ción ha cia e1 su r ya
en los pri me ros tiemp
s especfficos de ex pa
nsi ón y coloniza- pa ña Y Jef e cte l~ D 1:'1 !tqul
~? n
rci to Na cio na l p~ a
op er~ do ne ~
ris h pe nsa ba qu e ése os
era "d e todos sus pro de su go be rna ció n. Woodbine Pa -
contra_ los en~migos 2 de ma rzo salió de la est an cia de Ro sa:
'J
m 10
ne con ma yo r peso en pósitos_, el qu e el ge
ne raJ Ro sas tie- Cerrillos, el lar go c~n ~- e.'::1- uin ien tos ho mb res , treint:a - Lo_s
su co raz ón , Pro nto co vo;, de ~ k1 sta ese ~a
me nte , y ser ia difíci me nz ará a s1wervisa mi1 cab all os Y mi les 0 momento, la ex pe dic rret~~, sei s
l en co ntr ar un a pe r1o pe rso na l- e,va~un : ~ '-'Scientos mi l pesos ión ha ma {o s-
efe cti va eje cu ció n dic
ho pro ye cto ". n Los
rso na má s cal ifi cad
a pa
motivos era n convin ra po ne r en
e-entes:
tado ya al Te..soro pro
bie rno cor(las ma yo
vmd~t1 ~"t~~;
res 1 ic 1 a -}' -
L •"'

.;~ -ro haS ta


, reunidos po r e ??-
la ca ída de la adminiS
!raclon -
de Ba ka rce ha brí a de
de _cosr~.r un 1. 1~ne pesos Con todo, era un bu @ nego-
Al in cia rse el pre sen
te
ter a sur de la pro vin me s, los indios pam pas hid ero n una
za.s de gan ado . Gr an cia de Bu eno s Aires, y log rar on lle var inc urs ión a tra vés de la fron-
ºJO pa ra Ro sas
. __ y los est
rr:
anciero~, :llu~e t np s a rov ~io na ba n a la exp edi ció n :,;r.~-
cibían un buen ~ag R hm
per ars e gra cia s a
la
par te de est e gan ado se
, pro pie dad del gen alr ede dor de doc e mil cab-e.- o. ?~as \,1gi aoenaa e a ente el tem a de los abastec1-
0

que se ret ire n al otr mi lici a provincial: per o tod aví a no se era fRo sas , pudo luego recu- míen tos , ase gu ran do se cía s ao rop iad as se enc b"
o lad o de la fro nte ra.
12
ha podido obl iga r a los
indios a control y se dieran los ae que as ag t idos y am igo s. Loont~'::5en ªJº ~u
. ver . . ar· mabr- t;aoen con tos_~ ~us pro ~~do el s rem tos de es~a
gra n U1 mundo: "q ue da rán
Ro sas tuvo q:ue rec on
oc er que esa política nue\ras vía s de
s1on, ir ~, _ enc1ar1an a
+; , da d int eli ge nte .
ab ier ta~
válida, que ha bia un de pa cif ica ció n no era comercio. "/ a ~a 1
ac_ .\l riq ue zas no eonoc1-
lim ite a lo qu e podía sie mp re da s'' Y' - ·
y obsequios, y que _la ob ten ers e me dia nte
ag res ión in.dia me rec los pa rla me nto s El ejército_av~nzo h~ e
• i.- de Choel
e-Choel, sob re el Río
me nte tenía ad em ás ía una res pu est a mi

otr os mo tiv os. Si la lita sta ia 1s,a-aD Negro, des


Poderes ex tra ord ina legislatura- se ne ga ba r. Pro ba ble - pe ian do el te1-r1tono cubierto mo str do la ba nd era , efe ctu an do aiianz~s c~1-
na l del periodo en el
rio s y se ve ía obligado
a ab an do na r la go be
a ren ov ar sus ind·' ios am ist oso s, Ygo ¡ e-n do, "u i
ert ea ,as 10
"r·· us en em iga s.~ ' Ro sas estaolec-10
:
su f'uart.el ge ne ral sobP ,a.
0
car ,1. C -
co ma nd o de un fue rte go , ¿cu ál ser ia su pa pe l y dónde est arí rna ció n al fi- "d o al aue hizo ex olo
-

cte la provincia, le proejé rci to, po r cie rto vir tua a su po de


lm en te el de tod as, las r? El hasta -·
la vista ae , 1 wde<= Rlo
º?
re el o_1?r"'1 ' rai
10 a gene Pacheco~a ha ce r otro tan to a
. ., :r,, env. O\."
rar · ¡
ha cia e oe ste

ejé rci to en una ex ito po rci on ari a un a ba se ína tac ab le. Y si fue rza s todo lo lar go del R1 . "D Ch arl es DarW
A

1n, que de sem barc o. . del


sa ex pe did ón pa ra él 0 Negro. El J d ,'8 3"
po día fra ca sar en el ex pa nd ir y ase gu rar co:nducia ese Be ag le en e1; nJO .,..., N·egro e~'--' agosto e~ v, observó al ejér•-:::.ito de Ro sas rm
for la fro nte ra, no i
en~
pro pia pro vin cia y tos tal eci mi en to de su :influencia an te los est tra s ac am pa ba en u~
a sup err ic-1~¡e d_ s da
n-a por ca rre tas ,
art ¡¡ · hozas de
,.

La Ca mp añ a del De
cau dil los de éu a]q uie
r pa rte .
an cie ros de su pa ja. y equipo. "Casi e.,.an de caba"ll~ría,"i en a, e ,
to?os los .s;l a º1er~i anotó, "y po ~n a
em pre sa co nju nta de sie rto est uv o ori gin alm en te pla nif ica cre er que jam ás se to como ést e de ge nte
tod da co nw un a hab1~ reum, ~ ~~~1' con aparie~-
indios, incluyendo Me as las pro vin cia s su reñ as qu e ten ían cia de ma lva do s y ban rte de. los ho mb res
la. eje cu ció n quedó
..'ldoza , Sa n Luis, San Ju an y Có fro nte ra con los ªe --z as en tre negro did<::s· La m .,_ 1 pa Desconozco la raz ónera un a m~zcrn
rdoba; :pe s, ind10s Y a:10 es. , pero los ho m-
ca si ex clu siv am en te
a car go de Buenos Air ro fin alm en te· bre s de tal es on w: ne dif ·1 esp
"

tet len en bu en aspecto" 18 En realida. d, est a-


Aa.

m:n
' •
mi lita r confinada a s ¡ 1?1
su sec tor . 13 Ro sas sos es y la acc ión uc ho s losvagos Y ma ·
da d en la fro nte ra y ten ia la urg en cia de ba observando a np os l entreter .
en su me ns aje a la As
la ne ces ida d de efe
ctu ar
log rar la seg uri - cri tos Y otr os ha bit clas1cos º:a 1e s de las pampas, qu e _er udos,Josyros-
am ble a el 7 de ma yo una expedición co ntr a Jos indios; ·
los ejé rci tos de ¡a epo ,
an tes ma rg .
, Ro s"s 1 mp us o une". sev era dis cip lm a sob re est ao s e~_
an red uta
de 1832; ye l 30 de no ca.
vie mb re, an tes za pero·, en medio d.
cte·1as pre oc up acm
• • • s mi lita res , nu nc a per · · d a· fue r
ne d10 e vis ta la
56

57
prestados; había tantos de esos certif" d
ocho mil quinientos_ contando tant tª, . ·
os en c1rculación (tal vez cerca de .
preci~ de la tierra c~yó por simple ~~u~~sold_:dJs como a lo~ oficiales) que el
- diec_iséi~ leguas cuadradas entre_.10.s_ soldado~ de la División de los Andes que
habian .L.omado parte en ,la exped1e10n al Desierto, 36 A la Rebelión del Sur. en
octUbre de 1839, siguieron castigos para-algunos y recompensas para oITos.
soldados recibían esos certificados y d . anc1d· e la oferta. 3. Porque muchos
Una ley del 9 de noviembre otorgaba tierras (con permiso para venderlas) a
dores se hallaban en buena sici, e mme ;ato ]os ~en?ía..ri, y los compra~ -
vamente, eilos preferían m{;och on para mantener baJos los precíos; efecti- los militares que habían aplastado la rebelión y a los cíviles que se mantuvie-
. as V€CP'- f'nmn,-a,,. ,,.... e~"__ d . , ron leales. E_stas cesiones.comprendían desde seis l<'>gnas 0n::iiln,ri"'" peor-> lrv;,
t ierras e~ vez de favorecer al del gobi;;;;:•~pi i "~" v,:; wcrca- o.pnvaao de
-
.generales, c1Dco para los coroneles, hasta media legua cuadrada oara los su-
En vista de Ja lenta .,.,.,,snues"" _ 1,,, --d . . boficiales y un cuarto para los soldados. 37 Otra ley, del 17 de diCiembre de
incentivos: los naP-oswn~fií¿n hc:,L;:-,,,: ! 1~'. . e :rerras ~e 1836, se ofrecieron más
aun e ª , ~ ,;, •,~-:---·· .. ~ ... ,.,Asee.u CllO~as, en ooeumentos del Te<=cro .. 1840-, otorgaba recompensas en ganado bovino y ovii.'10 a los oficiales partici-
n e,anaao hasta eJ c1ncuent.Q nn,- ,.,;.,,.,,+" .-<"11 ~-~-1 n . , • ~ '/ pantes en la bátalla de Sauce Grande, y posteriores.decretos daban beñeficios
pr. adores paPó
. 0
~·--~~w "'"'
sus ti.a,.,.,,., ,.,~- -:_,-Mt:~ 1
· --L~«-., c..v» '-ªua.uus y vacuno
"'-'~"ª· vüa cantiaad de com-
, similares a quienes hubieran intervenido en otras víctúrias federales. Y a.si la
b1erno en fechas futuras v. oor lo general . , s que .entreganan al go- política de Rosas con respecto a las tierras culminó en lID amplio sistema de
ma de ahorrar en la com"Pr-a de tierras e, en 10s r_u~rtes de frontera. Otra for-
compensación a las incorporaciones militares. Había comenzado con e1 des-
que eJ costo de ]a compra privada d ra adqu:nr ganado con la tierra, va
plazamiento hacia el sur de la frontera y el incremento de tierras disponibles,
los precios que le ponía-el Estado E:~:;:do era. s1empre mucho más bajo q~e
Terminó luego con los alquileres de la enfiteusis, continuó después mediante
taba de treinta a treinta v cínco pesos Nl, Pt elmplo, cuando un novillo cos- la venta de tierras a bajo precio, y finalizó regalándolas. Servía a los intereses
can ?1 Estado para abastecer de ganad; a1cf as t dchore~: obtuvo un contrato de los estancieros y saiaderistas. "Ningún otro grupo social", seha observado
y seis pesos por cabeza. De esta maner~ uer e e B.ah1a Blanca, a cuarenta
acertadamente, "obtuvo mayores beneficios del régimen de Rosas, ni hubo
Estado uara enriquecerse No ob : t ª' la .cla~e de los estancieros usaba al
progresaban y el Tesoro se.o-u.fa ~· SLan e:b~acia fmes de 1837 las ventas aún:no grupo alguno más interesado íntimamente en mantener intacto el régi-
• · • i:, .'.>ID perc1 rr sus esperados · men. "38
aurante 1838 y 1839, el bloaueo f-rancé'- a B Air mgresos. Entonces,
en la demanda de tierras 1 a ro; " uenos es .causó una declinación
Así como las leyes sobre tier:ras y los valores de éstas favorecían a los es~
tancieros, también la política financiera de Rosas los beneficiaba. En1829-y
la salida a las exportacionetde laoscares~una ~scase.z de d1nero efectivo y cortar
... ~ lanc1as Mas aún la p l T d otra vez en 1835---heredó un fuerte déficit, una moneda depreciada y una gran
~onnscación aplicada por el régi · ,· , , o I 1ca e terrory
mseguridad que deprimíó los val;:::e~~!
dores. El gobierno se encontró con t'
~::~;res creo ~n~ sensación
. Yatemonzo a los compra-
de. deuda ptiblica. Al liquidar el Banco Nacional abandonó cualquier intento de
restablecer el valor oro del peso. Siguió en cambio una política-financiera con-
servadora, cortando el gasto, mejorando-la recaudación de impuestos y es-
impagas en sus cuentas, Como alter~:~r:: SI~ vender en sus manos y deudas quivando cualquier redistribución social de recursos. El grueso de }os ingre-
decidio regalar la tierra. Éste fue el lógic / lal~e~ta, en consecuencia, Rosas sos, normalmente un ochenta a un noventa Por ciento, continuaba teniendo
El régimen operaba mediante un sisfe ~na d e mercado de compradbres-.
origen en lo.s impuestos aduaneros. A excepción de los años 1839y 1846. cuando
otorgaban las tierras a 10 ._ m:,.-tiN,,,,..:,.. "~=1.:1: ~ recompensas y castigos. Se
el bloqueo interrumpió el comercio exterior y el ingreso aduanero disminuyó,
gar de salarios para sold;d~;~,;·;;-¿~:;tmuL.ec:'mpensa por_lealtad, o eri Ju-
~eda o en fondo de salarios v D~nsiones
Cle partlda. v Rosas en oer • -,
t\; a tie1;a se com:irtió casi en mo-
. · ª ª1!1~~a del Desierto fue el punto •·
1
las sumas percibidas crecían cada vez más; de diez millones de pesos en 1335
a sesenta millones en 1850. 3e
1 La contribución directa, un impuesto sobre el capital y la propiedad, ha-
1834; la as~illbiea le otÜrg~º1:\~¿'~~~e~ ~en_efl_~1ano. Por ley del 6 de junio de
bía sido introducida por la administración de Rivadavia en 1822, corno alter-
~iegro .. Luego, por ley del 30 de sepbem~re JeJ.:8~~af de Choe~e-Choel, en el Rfo nativa para una recesión excesiva de los ingresos de aduana. Pero no dio los
mhospitalarfa Choele-Choel or ot
propiedad absoluta para él. ius
ta l~guas cuadradas de tie;ras de J a .tur
hii::~ . .' ue autorizado a cambiar la
~:~:~s ub1c~das donde él quisiera "en
eros,_ asta la cantidad de sesen-
resultados esperados. 40 Los índices eran demasiado bajos y no se habían he-
cho previsiones para la depreciación de la moneda. Los contribuyentes eran
virtualmente sus propios inspectores de pago. Los propietarios podían tasar
ca." También se entreaaron tíerris s 'blia provemente: de la hacienda públi~
sus propiedades en valor oro y pagar el impuesto, calculado sobre la base de
1834., a los oficiales su;eriores que :~, cat, por ley ael 30 de septiembre de
un porcentaje, en pesos papel; la Sociedad Ru:r:alArgentina, por ejemplo. pa-
Desierto, hasta un total de cincuent a ran ornado parte en la Campana del .
gaba sólo quinientos cuarenta .pesos papel por una estancia con capacidad
noviembre de 1834 aplicó esta lev al! legu~s¡uadradas. Un de:reto del 25 de
para diecinueve mil cabezas de ganado. Como no se había efectuado un censo
te leguas cuadradas, y a once co~oneJ.:ner t. ng~l Pachec~, 9men recibió sie-
estatal ni una valuación de propiedades, quedaba a juicio del contribuyente la
ley del 25 de abrU de 1835 a:.1torizaba atg' ~~- re qmedin.e~ s.e div1dió el resto. Una estimación de los valores a eíectos del pago dei impuesto. "El impuesto a la
ierno a s~nbmr hasta un total de

62 63
pmp!edad", afirmaba un observa.dar británico, "del que se esp~raba algo do con quince millones doscientos mil pesos en mo~eda pa~el,. ~ 1836, !as su-
considerable, produce sumamente poeo por año-apenas doscientos mil dóla~ cesivas emisiones llevaron la suma a un total de ciento vemticmco millones
res-- Y est?; debido a los abusos que prevalecen en el cobro, ha sido·pagado doscientos mil pesos en el momento de la finalizació_n del régim~:n. 45 Por lo
:fe
por 1: pore10nmen~s ?pulenta 1~ ~om:unidad. " 41 Por decreto del 28.de mayo tanto, Rosas fue··responsable de haber emit~do cjento n_ueve mpiOne~ nove•
d~ 1838, Rosas, duplico la contrrbuc10n directa sobre la base de que el ihgtesO cientos mil pesos en poco más de once a..'10s. ~s.te r~e el s1stem~nn~nc1ero ?~
aau~ero habia mermado mucho por el bloqueo y que los contribuyentes su- Rosas. Ésta fue su manera de afrontar los déf1c1tev1tando la qwebra, los peül-
besb..T.aban sus riquezas. La asamblea, que era generalmente insensible con dos de orésfamos y la presión impositiva. La emisión de P"':Pel moneda. po~
:especto a los .asuntos financieros, reaccionó de inmediato frente a los nuevos supuesto, provocaba la suba de precios y deprimía los sala.n~s. ca~sando as1
mdices creancto una alternativa para los años siguientes. Lalev del 12 de·abrll una redistribución de ingresos desfavorable a los sectores pobres. LOS terra-
de 18~9 mantenía los índices establecidos en 1823 pero convertía al inmuesto tenientes n0 oh jetaban esto; aceptaron la in.,f}ación del pap~l moneda como al-
~n ~mver.sal; además, formaba comisi?n_es locales para valorizar la Propie• ternativa preferible a los préstamos forzosos y a mayores xmpuestos:
aaa, con la e.s~e:ranz:1 .de lograr un registro oficial de la ríqueza imponible. Alentados por las leyes, los precíos y la política fiscal, .l~s estanc1;ros t.~~
Pero las c?m1s10nes estaban compuestas por funcionarios locales-jueces de vieron acceso al mundo que efectívamente Rosas les hama p~o:11ec1¿0. El
paz Y alcaides-que se encontraban bajo la im1uencfa de los terratenientes v provocó la transferenci_a.masiva d~ la pr?pieda,?_Ptiblica al do~lillo pn~,a~o.
atados a los intereses de éstos. De modo que el producto de este imnuesto s~ En lugar de arrendatanos del Estaao creo una élite de terratem:ntes, 9:1e- ;,O-
m~ntuvo bajo, alrededor de un millón de pesos por año y, a veces. ochocientos seían ahora algunas de las haciend~,,s m~s ~ran~e~ del mu~do: La pohhca de
mll pesos solamen~e. ~n l?4l'. .R;~sas adquirió una nueva valora~ión, pero.la Rosas con respecto a la tierra tenia un oov10 obJetlvo econom1c? ~~ ~l hecho
asamb~ea no acepto y elno ms1stioen el tema: durante la década de 1840 se fue de que buscaba promover al máximo los bienes ?e mejor~s pos1b1hctades de
f)('::'mitlendo ~ lo~ contribuyentes cada vez mayores atrasos en los pagos, 42 En exportación. Descansaba, además, sobre ciertas ideas sociales yr?~?rzaba el
1850, cuando IOS mgresos totales alcanzaron la cifra píco de sesenta v dos mi- poder del dueiio de la tierra por sobre el trab,aj3:dor. P~:o t;ivo tammen e~nse-
llone.s de pesos (en mone~a depreciada), la contribución directa,sól¿ produjo cuencias p(}l:íticas. Porque la tíen-a era el mas neo memo ae t_Jatro_~azg? d.lspo-
:ID:eae~or de un tres por ciento del total. Aun asi, los capitales invertidos en la nible, un 'arma para Rosas, un sistema de bienestar P.ara sus parudanos. ,Ro-
maustna Y eJ comercio pagaban bastante más de la mitad de ]a recaudación sas era e1 gran patrón, y los estancie'ros eran sus_ chentes. En este sentido,
P?r cont:rib~ci~n dir:cta. De :maner~ que, la parte del ingr"eso totarcorrespon- el rosismo era menos una ideología que U.IJ grupo de intereses, un foco de pro-
d1ente a los ~er~ atementes y a los cnadores de ganado era pequeña. Seo-ún Pe-
piedad antes que de principios. , _ _, _ n ,
dro de Angelis: "El dueño de una estancia de treinta mil cabezas de ganado; 'tno de los·nrincioalesinstrumentos nara ia as1gnac1on de tierras eran 10s
9ue en el estado actual de nuestras fortunas figura entre los más rícos hacen- bole~os de pre~ios e; tierras, certilicalos que prem~a?an los se!·vicios milí-
aados del país, podrá cancelar su cuenta corriente con el erario, entregando el tares, o campañas partículares, o simplerqente serv1.c10.s par~ e; E:st~~o. La
valor de cuatro novillos" :13
exitosa Campana del Desierto de 1833, y e1 aplastarnien~o de ia Reoenon del
Rosas prefería casi cualquier otro expediente antes oue aumentar los im• Sur en 1839 fueron ocasiones para pródigas cesiones de tierras. ~ veces est.os
puestos Y perturbar su base de poder. Había unas pocas.y simples alternati- certificados se otorgaban efectivamente en reemplazo de salanos Y per:5!0-
vas. Podia solu~ionar el déficit del gobierno mediante una reducción de los nes · una de las :razones por las cuales se recompensaba con ell~s a los soia~-
ga~tos. Era P.art1c~armente agresivo con respecto a los gastos sociales, tales dos \, civiles leales después de la Rebelión del Sur fue que el gobe~o carecia
c?I?º ed.uca~1ón, ?1enestar y obras públicas. En 1833 el gobierno retiró un sub- de f;ndos para.dades recompensas monetarias. En total se expidieron unos
s~dio a 1.a ':Jr_,1vers1dad de Buenos Aires, que llegó casí a expirar en los últimos ocho mil quinientos boletos. ¿Se justificaba el sist~ma? ¿~o era deber de los
dias. del reg1men en que el cuerpo de profesores quedó reducido a tre? titula- soldados v civiles ser.vir aJ gobierno y oponerse a la rebellon? ¿No se recom-
44
r~s 1mpagos. Rosas podía también tomar préstamos e imprimir moneda.
Hasta ri:arzo de 1840 el gobierno hízo sucesivas emisiones de bonOs v. hacia fi-
E!
pensaba habitualmente a la lealtad con :z:nedallas u._?tros honores? ~-echo_~,s
que, con Rosas. el otorgamiento de ti.err~s ~ra p~rre de una op~_rac1011 poll~!-
ne~ de ?icho año, la deuda a largo plazo de la provincia llegaba a ca~i ·treinta y ca, que presentaba al caudillo como distribuidor oe patronazgo Ya los cllentes
seis millones de ~sos. Los servicios ct.e esta deuda se cumplieron .puntual- como objeto de interés. Quienes menos aprovechaban los bolet~s de
mente Y, en ~850. ~ol_o quedaban por satisfacer trece millones setecientos mil ore mios eran los soldados en acción en el frente; se hallaban a much~ distan-
pesos de fonaos pubhcos. Rosas·tuvo que evitar un gran endeudamiento a lar- ~ia de Buenos Aires y no podían presentarse personalmente en la _capital.para
?º pla.z_o, ya que, los únicos c~paces de apoyarlo, los estancier:os, preferían la reclamar su recompensa: tampoco tenian los cohtactos necesanos para ~s~-
mflac1on. Por lo tanto, el gobierno recurrió a la prensa impresora. Comenzan- gurar un pronto despacho de papeles y documentos. Otros morían en serv1c10

64
~ctivo _Y otros, finalmente , se limitaban a atesorar sus certificado s. TOdavia
d~espues de 1852 debían entregarse tierras a quienes presentaba n certificados_·
'Y s1 los vendfan, era muy· probable que obtuvieran precios muv baios en el
merc_a~o de c?1:1Pradores, En 1849, por ejemplo, Prudencia Ro;as cÜmpró a
unnoflc1aJ, certificado s J?Or dos leguas cuadradas , a mil quinientos pesos Ja.le-
gu"'. Por 10 tanto, relat1vam ente pocos soldados recibían sus nreminc: v ,,,..,.,.,..,
l Inevitable mente, las confiscacio nes golpeaban a los ricos más que a los
pobres.
Por decreto del 21 de mayo de 1835, Rosas dejó sin efecto la pena de confis-
cación: "Queda abolida para siempre la pena de pérdida y coPiiscació n gene•
ra1 de bieneS- en todos casos, sin excepción alguna. __ no podía aplicarse para
castigo de ninguna clase de delito" _4tl Esto ne era tan generoso como parecía.
aun me?o_s los que reclamaba n sus tierras. Por otra parte, la i;cJusió;d e ~j_;j:
porque sólo abolía la. "confiscac ión general". No se refería a otros casos, tales
1;s en el s~stema ocasionó un verdadero reparto de certificado s a gente aue se
como la confiscació n de objetos preciosos, o cargas de contraband o, o dinero
;ts_~~~a ,rav?re~er ; i~cluy~ndo rer:resent' :ntes diplomátic as. arge:ntir.7.~s en para pagar una multa, porque en estas confiscacio nes particulare s e parcia-
~= LJl-1'." J en to} .t::.~_La@s Umdos. qmenes sólo supieron de la Rebelión del-Sur les J.a.s leyes de la tierra aún se aplicaban. Además, las confiscacio nes podian
?e~pues de su iinaiizació n, el director de la Biblioteca Nacional el portero de
tomar varias formas, tales como la conscripció n de víctimas en el ejército,
la_ ..,asa de Gobiern? y lo_s carceleros de 1a p.dsión de Buenos AÍr~s- Es decir
por unitarios. Para pagar su liberación tenían que entregar una cantídad de
que el proyecto.e staoaleJos de ser igualitario ynad.a hizo_para modificar la es-
tructura agrarrn. personeros , o substitutos , o abonar una contribució n en dinero, o ambas co-
sas. El número de personeros entregados de esta manera alcanzaba, al 12 de
Los cedifica.do s por menos de una legua eran virtualmen te inútiles en febrero de 1840, a quL'1ientos dos, casi un batallón. Algunos·'unitarios se vieron
man_os de_ los solaa~os o l?s peque.nos burócratas , en momentos en que el oro- obligados a presentar cinco, diez, o aun veinte o más personeros , y miles de
m~dio de .1as es:anc1as existentes era de ocho leguas cada una. Yla tierra en sí
pesos. 49 Estas penalidade s menores quedaron pronto sobrepasa das, para vol-
11::s~a.' ~In capital, ganado, y un buen capataz, era un dudoso bien para un re-
ver a la medida total de confiscación.
cien 1~c-rndo. Pero en manos de gente que ya tenía estancias, los certífícado s La levfundam ental de exoropíaci ónfue el decreto del 16 de septiembr e de
con~titm~ un poderos_o inst_rum~nto para adquirir nuevas propiedade s pro- 1840. emitido en un momento· en que el régimen se hallaba sometirio a una pre-
vem~nte::. del sistema cte enúteus1s o de nuevas ubicacione s. Más del noventa
sión extrema por el poder combillado de los franceses y los unitarios. ::,0 Según
~r ?lento de los ~ertificado s de _tierras otorgados a los soldados v civiles ter•
el mismo, cualquier propiedad de unit~ios- mercader ias, tíerras, propieda-
mmo en manos _ae los terratemen tes o de quienes estaba..'1 lucba'ndo para
des urbanas, acciones, y propiedade s rurales- debía responder por el daño
Heg~r a serlo. 16 La gente de menores recursos vendió sus certific8.dos
de tierras a especulado res o a quienes podían comprar. En otros cases-. causado pÓr el general La valle; mientras tanto, quedaba prohibida su venta o
hipoteca. El propósito era sufragar los gastos extraordín arios en quehabia in-
gente pode:ros~Tecíbió los certificado s de sus protegidos o dependien tes lo~
O currido el Estado por la invasión y rec-ompen sar a los individuos privados per_~
obtuvo er:i-1:1o_mb~~ de su~ servid?res militares. Todo funcionó. con la ayuda de judicados en la misma acción. El decreto amenazab a con la ruina a toda fa mi-
una a~.numstrac1~n cona~sc_end1e?te, par~ ~ogr.ar la extensión de-las propieda~
des existentes. el LOrtaleclilliento ae los pr1vlleg10s y la consolidación de ia clase lia oue tuviera un miembro del iado unitario. También aauellos federales
cuy~ lealtad estaba en duda sufrieron similares efectos, com+o lo muestran al-
de los est~nc~eros. Llevó tambi-én refuerzos al campo politíco de Rosas. Pero
la gan_anc1a ae una persona era también la pérdida de otra. gunos ejemplos.
Marcelíno Galíndez peticionó a Rosas que se levantara la orden de confis-
_ La contrapart e de los otorgamie ntos de tierras eran las confiscacio nes de
cacióri. sobre su estancia en Arroyo de las Flores, una propiedad que adminis-
ue~as, conce~ida s para castígar o impedir la oposicÍón, Sus representa ntes
traba su hijo, y de la cual poseía la mitad. Cualesquie ra fuesen las opiniones
podían ~~~er sido enca~celad os o exiliados sin daf:tar a sus familias debilitar
O políticas de su hijo, él protestó, porque personalm ente había sido siempre un
sus pos1bihdades. Perola pérdida de la propia hacienda reáJmente ner.;udica-
honesto federal, que sirvió a la causa con todos sus recursos des?e rn~o, ,corno
ba. Era también una guerra económica . Mientras que las confiscaCio~es Cor-
!Rosas muv bien lo sabía. 51 Otro federal, Pedro Capdevila, propietario ae una
ta~a!1rec~ sos a la oposición? los medios para reclutar peones, proporcion a- estancia e~ Chascomú s, explícó a Rosas que "por uno de aquellos incidentes
bar: al gob1_erno una fuen_t~ de mgresos y de patrocmio. ¿Había algún elemen-
que ofrece toda revolución , mi familia y yo somos victimás de un infortunio" .
to de ~puhsmo en la polfüca de Rosas? Si lo había, era sólo una derivación de Desl)ués de leales y largos servicios a la causa federal, reclamaba , la revolu-
su pn.nc1paJ propósito. ·
ción de 1839 lo sobrepasó en Chascomú s, Los rebeldes, al mando del "salvaje
D_e i,cs arr~stos efectuad?s en la c:iud.ad, la ma_yoría eran hombres ricos, siendo sus Dr-o- Castelli" llegaron a su estancia, mientras él se encontraba cuidando la seg:-1ri-
p1eaades, co~ tod: ?egunda?, el yeraadero obJ~to de la acusación. A veces se decía Que, dad de su familia "para disponerm e a partir", llegaron las fuerz~~ del gob1~r-
cu?'nd~ el gooern'.'1001; dese~ba_obtener la propiedad de algún individuo. lo denunciaba· no. Él se presentó de inmediato al general Prudencio Rosas y.Je meran vanas
prime~ o como urutar10, temen oo así un pretexto para la confiscación. <r · .tareas a cumplir, antes de que tuvieran que sacarlo enfermo. Mientras se ha-

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Haba con vale cien te·e n Bue nos
Aires, se ente ró de gue habian_
esta ncia en Cha sco mús y peti
cionó en vano al gob erna dor
confiscado su plem ente mar cad as com ot al s Las con fisc acio nes com pr~ ero nqu if':i ent as
v.9lvieran. Peo r aún , su pen a par . e ·b d gan ado valu ada s en qumce.m
incl uía una ''clas'ificación odio a que se la de- esta ncia s y .cas,i un mill ,- ón de ca _ . ezas ·tar e ' 1l1ones
recí a" como sosp ech oso polí
tico. Por lo tanto, cüa ndo Lav
sa, que yo no me- auin ient os·m il pesos.~;; Los cnti cos um íos den unc iaro n ama rga men te es ta
vinc ia y se des arro llar on los aHe inva dió la pro~ Polí tica :
hec hos de abri l de 1842, a pes ar
de con cien cia, tem ió por su vida des u tran quil idad . _
y huyó a Montevideo, un exilio "L~ conf isca ción ha pesa do so, , , den una esca la inm ensa
en form a dire cta "la pro terv don de conoció ore esa so~~eoa, , tin pues . La prop teda ?,de las
ia del salv aje bando lli7itario cla~ es acom oda1 ª? ha sido sin to a diso osic ión de los ases inos
gres ado a Bue nos Air es Y, por ". Aho ra hab ía re- ex~gerac11r~sed~testigos y de or-
el bien de su fam ilia, imp lora gani zado s. Escr ibim os a pres víCtimas._ ~a fortu na de mu-
escu cha ra. 52 Per o una vez perd ba a Ros as qué lo ,chos propietarios opulentes,3e~c~ ~\?!s
ido el favor era muy dificil recu 11, ; ~ fan "'n sum a mise ria er.M onte v1ae o, o en los otro s
peti cion es de este tipo se enc pera rlo, y las esta dos 1inll1rofes_del~ Rep~ , '"¿ ha sido repartida entre l?s
Sa,':;"na ieva mac to ctej c_1er10, _ollca Ar,,,er:~isla Qe1 pueblú_<le BüeH?.s :l,.ll'es. ;:,o!º una,1 ~~­
ontr aba n nor mal men te con un ho1!3-,bres ~ue
En cua nto a Ros as, las confisc hela do silencio. .Y~-ª go~an :::_1~-
acfones le perr.critieron alim enta ma uro-te de 1a prop ieaa o com ;", . vend ida a vilis uno prec10. na
a su ejér cito , reco mpe nsa r a r y mon tar 1Scaaa, } esca entr aoo en ei 1e
sus segu idor es, sub sidi ar a sus sor¿ de Buenos Aires" .>6
man tene r en mar cha todo su indios ami gos , y
sist ema . Años más tard e, en Sou
ron a Rosas un comenta..rio sob thampton, pidie-
re los motivos de este decreto, . .
y él respondió: Los mis mos umt ano ~, por su~~ esto ~ambién con fisc aron prop ieda des, y
no de man era men os des riad los f~derales. Ent re 1828 Y1829
"Si he podido gob erna r 30 afi.os , La valle te-
quia y al que dejé en orde n perf aque l país turbulento. a cuyo fren te me puse en plen a anar nía a su alre ded or conseJerosada q t ba -tan disp uest os como Ros as par a rea-
ecto , fue porque observé inva
riab leme nte esta regl a de con-- que es ª. dn d y de hab er perm
duct a: prot eger a tbd.o tran
Ce a mis .ámig'OS. hund ir pur liza r una gue rra valiéndose de_l~ ane cido ellos, Ro-
gos". :;;i cual quie r med io a mis enem , 1·ct0 la prim prop 1e, ªc·;~a' "ª que algu nos
í- sas en pers ona ha bn~ era v1c ,.,,.~ , ::· unit ario s opina-
ban que "ser ía muy util~ rnde . . a los terr aten ient es saq uea dos por ¡o~ b,a:-
mni zar
Baj o el imp erio de la ley de 1840
se con fisc aron esta ncia s y se baro s de Ros as con 1as pro P_ieda des de ese cau dillo - ,, y el gob erna dor umt ano
par a el ejér cito o par a ven derl _ . t' a ., con fisc ar las pro pied ade s d ¡
o y obte ner ingresos. Se reco mpe tom ó gan ado de Tuc umá n escn o10 ·• ·, como Justifica 1vo
d b p ra~virnos par a rep ara r ¡ d ,e cau-
ciales y la tropa dire ctam ente nsa ba a los ofi- dillo Iba rra: "los bienes de Iba os anos que
desp ués de una bata lla "de las rra e en; e~ paisanos ,,57 De ·
ron de los salvajes unit ario s". hac iend as que fue- Iba rra les oca sion e inju stam acu erdo con afir-
L-Os prin cipa les agentes de tran ent~ a nue ~. o . tori as de. Ros
juec es de paz. Dur ante e1 tran sfer enc ia eran los rnac ione s de Que sada , las prác as era n mucho más
scur so de 1841 rem itier on al Tes .t1cas co _1s~aal
imp orta ntes sum as obte nida
s con la venta de productos, mer
oro num eros as e mod erad as que las de los caudillos provmc1 es. Cua lqui era sea la verd ad so-
cueros, y otra s pert ene ncia s de cad ería s, ganado, bre la pro pag and a de lo~ recl . -aie s algunas de las con secu . d 1'a
los unitarios. El com prad or pote an:ios rrv . enc ias e
taba sim plem ente ante el juez ncia l se presen~ con fisc ació n res~ ta~o n 1m~ -
de paz ; c.onvenían una sum a por rev1stas~ento de ines tabi lida
contenido, incluidos los peones, la esta ncia y su d en el régi men agra -
y la transacción que dab a com plet La conflscac1on mtroduJo, un
O el juez ord ena ba que '°'de ada en el aeta. ~l? 'e las víct íma s Ulm edia tas.
1as rio que tuvo rep er cusione _ s.mas aua
Los valo res de
rios , rem ita al Fue rte Fed erac haciendas emb arga das a los salv ajes unita- la"' pro nied ade ssf! dep rl!m _ a erca do de tier ras cayó "01e
· te , ias
ión a disposición del com and 1 terr1
aqu el pun to och enta y cua tro ante inte rino de " -~ eron , e m. omi nale s ven dida sbaj ocomen .,
yeg uas bien gor das ", o pod ía
info rma r que "el
esta ncia s carn b'ia b an dem ano sap rec1 osn
_ . del , . en Los prin , mpu ls1o n
coron~l de un regí mie nto ha cipi ante s dud t de
saca do de las esta ncia s de los o por mie do a los p~t1da~10s
emi grad os con los que no deb salv ajes unit ario s
hac erse carg o de una hac ien re;: sta~ cier Os ya establecido. aba n an es
e par arse en níng una clas e de da,: s se neg_ aban a
cab allo s con los cua les ha mon mir ami ento s, mil inve rtir nue vas sum as, tem eros ~ del futuro. La sens ació n de mse gun dad se
tado la división". Otro oficial
tom ado a 1a esta ncia del salv info rma ba "ha ber agr ava ba ante los_ ataq ues ~ de las esta ncia s par
el Fue rte Argentino nov ecie ntas
aje unitario Ladislao Mar tíne
z y desp ach ado para ~~s recu r:o~ trul lam ilita r en bus a aba stec er a-los
ejér cito s de :flosas. La apa r1c ca de
- Dientas noventa y nue ve vac veinte rese s, trescientos veintiún
novillos y qui- odía 1on :~~ tJnd ero , ya que veia requ prov isio nes
as, par a el consumo de aquella P sigm hca r el des astr e par a í~ar su g~n a...~o,
may or par te de esta pro pied gua 54
ad con fisc ada se ven día sin med rnlc ión" . La llev ar sus ca ba 11os Y•ha sta ro.c lutar a sus peon es · y esta s exa ccio nes, natu . al-
juez, par a gran beneficio de los iar ord en de un ~ alia dos , neu tral es como ·gos
men te se pro duc ían tanto cont
bar gad as a los salv ajes unit
federales influyentes. La fórm
ula. esta ncia s em- , fra d re',,-vo sob re lo'- terr con tra ene mi _·
usu rpar las prop ieda des de los
ario s se convirtió en un conven
iente prete.\'.to par a
Inev itab lem ent e cau s aba nun . eec
.
to ep ·-
aten ient es y los d1-
p r 1 a inse guri dad par a algu
sar a serv idor es y faVoritos. En
dem ás y, en el caso del Esta do,
par
suad ían de real izar nuevas m~e
rs1?:1es. \;;1~Ó en favo r de los nos era 1~a
total, el gobierno de Rosas efec a recompen- opo rtun idad par a otro s. La s1~
ac10n se 1·dad es y obli gac ione
extr anje ros, quie-
fiscaciones con tra individuos tuó dos mil con- nes se hall aba n exc eptu ado s s:Po rqu e Ros as
de reconocida afiliación unit aria aeesta_s pt~ ~ci a l~s extr anje
, o pers ona s sim- era muy escr upu loso en su trat ros resi den tes en la
am1 en o

69
1
provincia , y ellos eran virtualme nte los Un!cos que r"ecibían total protecció
n de
la ley. Quienes poseían ya estancjas disfrutab an de una posición ptivilegia ··-- - · ban
da; E
a~ co n el. MaDa · .1Catastral
,
otros compraro n tierras muy b,aratas, confiados en eJ futuro. Y la libertad con l •n este penodo, ,
ce ,
acue¿ r,
n·"'·"+a·reos) de 1836, pre~º.1:',IDª ""·
que const1~uian el s..,
.
as arandes oro01edade~ e m a.::~ de cmco
- (d
respecto a las leyes de herencia locales les permitía disponer de sus propieda- . l. mL •e1 ~ ""~ "' ,.., ocnen
- t~
a ,~0 ~ .
... al Sólo un cuatro e.o,,
des como quisieran . A.si procedió Rosas, en otros Espectos adamado por cons- ,;,• .
•e,..,rc: y seis con.oc.hema, y·nueveo orc1en-o . - , ,.,;-,; "'ªS"'
~~ ,,,~- , ... .-meo mll ammenta
t ,;.,,,.._ 0 - d· ·. • ,,,. ;tinz mi\.auini entas ne---.~ar" ·
picuo naciona]i smo, para promove r la penetraci ón extranje:r a en la economfa ; ,, por _. . ;ento eran prop1e · da des e fil"'n 0 " 0 '"'-"'- - - , · s
. "_·
argentina
Wilfria . Las circunsta ncias fueron destacad as por el terratenie nte británico
Latbam: J;;~",1 830 00
';:e;ientos ochenta terrst.e1n1en~~~t:::;;;~tmi
3
i hec:áreas : de tie-
dieciséis íeguas cuadranas '.trece '":1·º"~ es: de éstos, sesenta propiBt:r
:::
rras ocupadas en 1~ pro~·1~c1~ ?& B~~no:_ci.rada~, es decir, un set:ents. Yset., FV~
La protección que aseguraban sus ··tr;:irado.s" a los t:xtranjeros. Jos colocaba, F..n t:stas ,.,._,~n"polizaban cam c:.iairv mil 1e%;;as e¡:':, , "'"' v 1857 las tierras ocupadas
i::unstanci.as en vemaJa oor soore Jos cir. au-
d2do que los primeros estaban completa. ,c~ev~;o 6G En el perfocic transcu...--:r1u.o ~nü:"a"sººcºo·n -ei~cie:ntos ochenta y dos pro-
mente e"::ceptu"'dos ae1 st:n 1c10 m1l1rar; l:Ontribuciones forzosas, menos los caba-
llos, que se consicierabarJ elementos de guerra; y cualquier daño a sus propiedadP
~ ·
rr,a,-.,taron a se::.s . ., '--e 'eo:u-s cuaaraa - ""'
m1,_ c1en _i "'. "" h ta , d_Üs prouietar ios monopo 1za a , .r..J ¡· b- n
.s, o la P'•,.~;;t--;_rios. De éstos, tresc1em:o .:..._
toma-de su ganado er; guerras intei·nas. daba lugar a r~clamaciones de compensac
ión, de s oc ~n ) de m ,, O~P una legua cuadrada , nue:n-
acuerdo con los tratc1dos existentes. Alentados por el baJo precio de la tierra y la 0, · d ¡ pose-10ne s · ~,;;,.;;, -
mayor se- ,1'1enta y dos por c1ent,o e a~ " - . "''n~1o~·ho por ciento. rnonopou ' ban
guridad de que disfrutaban . los extranjero s. y más espedaJme nte los británicos, '- · r r1ososeaunv~----L._c.. za ;
ron grandes superficies dé tierras ofrecidas en venta .. .,,e compra- tras que dosciento s p~o~1e
"'] ~esenta por ciento ae ias po~esm~e d
..ru '. s de més ae ·
díez leguas cua~ad;'s_-- Rabia
.~ ~- .
·ne"' leauas cuadrada s \tre1m."" y sie-
;e;enta y cuatro propiedades ae mas ~-q~~ós,pn!'piedades de más de veLote
Como observab a Mansilla: "Se tuvo suerte si se era inglés en aquel enton- le•
ces". Y Tomás de Anchoren a se quejó amargam ente a Rosas por eJ favoritism te mil quinienta s hectáreas),}"_ c_uar;;1 ª }_, \ i:¡--n ias proxímid ades de la~ cmda-
o guas cuadrada s (cincuem~ m!ne~L~:eª~~bÍan.l dividido sucesivam eme ~ntre
demostra do.hacia los extranjer os: "Las excesivas generosid ades que está a, donde
~
Vd. algunas ueauenas_t::,• anJa ·. ..
dispensan do a los gringos me tienen de muy mal humor''. La verdad es que
59 los es. j - b ali::;i.mos mmuunru,,o s . Pero eran..oocos. en nume-
, d 'e
colaborad ores cercanos de Rosas gozaban de los mismos desCendientes, se ~ncontra ':n. "; -trescient as treinta y siete_pr~r_1ec.a esª.
rabJesegu ridad. Y el mejor ejemplo eran los Anchoren a priv:ilegios y:compa~ ro Fn e1 período de 1830 a 18;;2 huoo · t , Jegu-a que en total s1gmncab
an qm-
·-'-"'
La estructur a erigida por Rosas era apropiad a para la concentra ción de la
. superficie s comnrenctict""s ···..,
e.~1t-eunay
i .
1
res ". """'' · <>-nto cie la extens10n .,.l~ald
LO~ e '""~s
• . . - , esdecrr. e.unop, 0 01 - oasws1
propiedad . En el período comprend ido entre 1830 y 1852, la superficie ocupada nientas vemtm½-eVe.teguas, . ... ,: , sól-opara las pautas de la.s
tierras en uso. Estos eran ~Ulltun:110s
-
~ª~- · ~
de la provincia creció en un cuarenta y dos por ciento como consecuen cia te· en realidad, era lo umc? que im-
de 1a oue en ese penado, el, tamano.e r~ yn~o~~~ co' criterio de éxito era e! n~~ero
Campaña del Desierto y el mejoram iento de relacione s con los indios. Pero _de
el portaba La tecnol,og1a era P;'1m1tiva;de dos. ni alimentación especial, s1mp1c-
crecimien to de la superficie de las tierras no fue equiparad o por un aumento
del -animales. No hab1a selecc1on, m cm a 'udos sebo, !!Tasa, cuernos, y otros
.U.úmero de establecim ientos -veintioc ho por cient0-, ni en el mimero de
pro-
na·1m1en
· tos sobre.
pietarios -diecisie te por ciento--, indicacio nes éstas de una concentra ción mente Ja producc1o · -n en Il"1: asa de "ueros
"¿ t cr roducia , buenos:re
· ,e,
aún ·uctosdelas bestias criollas. 'Iodo es o p ble
mayor en manos de un pequeño grupo. Esto ocurría en la frontera. En la proa · b d ue los esta e.u~•- i=ien.tos ganadero s de este
intermed ia yen las proximid ades de Buenos Aires babia una mayor competen
zona
pa:sj_-.Tversion
las
producirá es.n "Se.ha
un mcremencompro ~ ~tq de más de1 treinta . , - ,
por CJento po1 ano, con
- to _c1ei o
cía por Jas tierras, una mayor variedad de propiedad es, mayor difosión de
la un ~asto anual insignificante.""'"
tierra y tal vez un cambio de posesión más rápido. Sin embargo, tomando la L .. entaba un movimiento de capitaL ~ama-
provincia • como un todo, la base de una estancia típica podía comenza r con +-.-ansferenciade tierras r ~pres b,.,,.;,,nda era mverür ,os be-
•"
ma d d
~vefectiva
unas olll'lrllnél cr-ran "'-~i....
nera ',ra·n,·da
:,; • . ._ e esarr -:- -:-oi de .u.u
n-sas , ''atierras eadqmn . .
vei,nte mil hectáreas y triplicars e en tamaño hasta las sesenta mil hectáreas
1
· · el O"0bierno
neficios urba..rios. Es c1e:yo que, baJoe a b::'avés de v'i.ejos tituJos-o.m . " a-
hacia_ 1855, y ésta posiblem ente era sólo una de un-grupo de estancias pertene- e_d1~nte a . . . ~-
cientes ala misma familia en diferente s partes de la provincia . Podia tener casi todavía en pocos casos _mrectam ent ro el estancier o más caracten süco, <:SP~·
diez tnil cabezas de ganado, más de mil caballos, y mil ovejas merino, mientras vldades rurales excl~s1v amente: P~talista de la ciudad. Era co.1:-tr:cu en::ª
C un
que. Jos estancier os más progresis tas estarfan ya mejorand o sus existenci as 'almente a partir de .1820,fuee l ;,..ap. 1 ·a a fm· es del siglo a1ec1ocho, .. orno
, · de familia
·1e1e . que iha b'1a llegado a la ca oru - , . .,.t·cto
,mediante la cruza de razas. La estancia tendría también cantidad de herra- C ,, . •o y postenor.
mente, e•¡ o su hi¡·0 hab1an mve¿ • 1
mientas . on,ercian te o 1unc10nan , _ laci·o'n social en la estancia,. de -
una .gran_ycasa
equipas, puestos de adobe, una granja con huerto y, por Jo general,
principal. en tierras y ganado. Esto ~o ~ l comercia ciero que res1·di~ en la
ti ó una nueva. .rente-estan
terminad a por la diferenci a en ~ ~ el campo y era completamen~e ae~en-
ciudad,
diente y su administr ador,. que 1:via ~e cani tales orovenien tes de cmd_a~ es-
de su emoleado r.. Los inversore s con c·entraci~nes de tierras, oe participa r

. taban en situac10n .·, ·ae, gar1 arlas mavores
"
70
en todas las etapas de producción, desde las pampas hastá.e1 puerto·y, en gene-
ral,-de dominar la economfaru raL No eran terratenient es absentistas sino más con buen ganado, a manejarlas como una sola empresa, a emplear su fuerza
bien administrad ores de la termina] de mercado de su empresa. mientras sus de trabajo:y controlar sus capataces y, cuando llegó a la gobernación , a obte-
empleados supervisaba n ]a producción rural. Una variación d~ este modelo ner lucrativos contratos con el estado para proveer alas guarniciones de fron-
era:1 aquellos C?mereiante s-estanderos que.trabajab an en sociedad con sala- tera y otros establecimie ntos. i:nilitares, En la cláusula veinticuatro de su tes-
~enstas extranJeros; también ellos tuvierc::1 que adquirir sus propiedadES en tamento. escrito en 1862 en un relativamen te empobrecid o exilio, Rosas recla-
tierras y ganado mediante la inversión de capitales. maba setenta y ocho mil qu.inieÍltos cuarenta y cuatro pesos a los iill.cllorena,
Dentro de la clase de los propietarios habia diferencias de escala económi- "el precio de mis servicios y de mis gastos en su beneficio", durante el periodo
c_a Yi.1-i:7~1 social. 52 Pedro Trapani fue'u..r1 ejemplo delos más pequen os, propieta- de 1818 a 1830. cuando había creado y administrad o para ellos varias estan-
i~o V1S1bJe de un saladero (en realidad pertenecía a Lord Ponsonbv) _. terrate- cias_ 63
mente Ydueño de ganado, que tenia doscientos doce mil pesos de capital total en E1 grupo Rosas-Anch orena no adquir_ió _estancias en busca de prestigio o
el ~omento de su muerte. En el nivel medio estaba Juan José Viamonte, dueño por una obsesíón de cantidad_: ni compro tierras en el margen de la econo-
d_e siete leguas_ cuadra_~as y señor de numerosos peones, gobernador en ejercí~ mía, ni para dejarlas desocupadas . Lo dirigía la ambición, la búsquecia de
cw en dos ocas10nes Ymputado durante más de siete anos. En lo más alto de la beneficios, la atracción del pode!', y sus métodos eran estrictamen te comer-
e~cala estaban los Anchorena. Nicolás de ltnchorena comenzó como comer- ciales. Sus estancias estaban situadas.en zonas bhm regadas, al norte de1 Sa~
c1az:,te en la década siguiente a I810; entr~ 1820 y 1830 realizó fuertes ínversiones lado, donde el campo era de buena calidad y próspero, los pastos cortos Yde
~ tierras Y,_ en. 1852 habían ~cru:nulado trescientas seis leguas cuadradas. Era so~ un intenso color verde, superficies tachonadas con macizos de trébol y cardo y
c10 de salaaen:5tas arge11tmos y extranjeros, abastecía ca.me para eJ matade- marcadas con cuevas de vizcacha. Eran modelos· de industria Yproducción.
ro: prestaba cimero al Estado, vendía ganado a 1os fuertes de frontera, fue con rendimiento s que alcanzaban el límite de su capacidad. Y sus prop_ie~a~
rruembr~ de la asamblea desde 1827 hasta 1852, y consejero permanente de Ro- rios no eran enemigos de la agricultura, ya que producían para su prop10 rn-
sas. ¿ Cual era el secreto de su éxito? tercambio de granos. La expansión de losAnchor_ena se puede apreciar en sus
El fundador del imperió Comercial de los Anchorena era un inmigrante exportacion es:
v~sco q~e había lleg~do a Buenos Aires en 1765 y abierto una modesta l)ulpe-
n:, Lego as~ tres hijos s~icíente_ex-periencia y capitai como para permitir- 1820 1825 1823
1:_: h;!cer una io~una e:n e~ c~m~.rc10, y Juego t~asladar su capital hacia la tie~
r, ª: ....,orno no teman conoc1m1entos de ganadena, Rosas se convirtió ensu ver- Carne salada o charqui Cquintales) 87 .000 350.000 521.000
daaero.~seso r Y comprador en el mercado de tienas v nermaneció estrecha- Cueros crudos (unidades) 599.000 650.000 834.000
:11ente_ llg~do a sus jnteres~s rurales. Era el experto d;l gI'upo e.n cuanto al va-
10r de las tierras, su capacidad productiva y pote_-r:icial exportador. Con su ayu-
da l~s __,L"'.J.chorens. aprovecbar-on la ley de enfiteusis.oa ra adauirir '-'rancies su- En la década de 1840 William MacCann viajaba en las proximidade s de
perflcies a .muy bajos alquileres, a veces ímpagos, tiansfiriélld ola;más tarde Los CamaroneS. sobre las orillas del Rio Salado. Quedó impresionad o por su
como propiedades absolutas. Primero invirtieron en tierras para ganadería magnitud y abu~dancia; veinte leguas cuadradas (cincuenta mil hectáreas)
en_ 18~8, 9~e se expandieron con el desplazamie nto de la.frontera y el agranda~ y por 1o menus cuarenta mil cabezas de ganado; pero igualmente notable era
ffilemo.cte.! merca~o, Y se tra..11sformaron en los mayores terratenient es de Ja la escasez de pobiación _en la estancia, insuficiente p.ara manejar el ga_nado
Arg~m1~a en la dEcada de 1860, con veintitrés diferentes propiedades en la en los rodeos, nor lo que las bestias eran bastante salvajes-. 64 El grupo de los
provmc1a de Buenos Aires, decenas de miles de vacunos y caballos, y varios A.nchorena er~ el de los más grandes terratenient es de toda la provincia: en
cientos _de pe~mes. Desde 1321 Rosas íue el administrad or de tres estancias 1830, a nombre de Juan José y Nicolás solamente tenian unas ciento treinta y
que penenec1an a Juan José y Nicolás de Anchorena: Las Dos Islas Los Ca- cuatro leguas. cuadradas, y doscientas a nombre de todo el grupo; al llega~ la
maro?es, y El Tala. En 1824 ratificó'los límites de Los Camarones. v ~n elinis- década de 1840. éstas habían crecido a trescientas seis leguas cuadradas (Se-
mo ano c_ompró para sus primos las cuarenta y ocho leguas cuádractas que tecientas sese~ta y cinco mü hectáreas), 65
pertenecian a J. ?· Ezeíza en Marihuincul , por un p:recío de ocho mil pesos. En cuanto a la extensión de tierras, el mismo Rosas estaba bastante de-
trás de los .-'i.llchorena. En el grupo de unos diecisiete terratenient es dueños de
Entre 1825 Y 182610s Anchorena "denuncíaro n" las estancias Los Toldos v El
Serer.io, Las Achlras Y L~s Averías. También eran dueños de Los Monte$ del propiedades de más de_cíncuenta leguas cuadradas (ciento veinticinco mil
Tord1l10, Montes Grandes y Morón. Rosas les ayudó a poblar estas estancias hectáreas). Rosas ocupaba el décimo lugar con setenta leguas cuadradas
(ciento seténta y:1 cinco mil hectáreas) .66 El total incluía tierras pertenecien-

72
73
tes a Ro sas , Ter rer o y
Co mp añí a y est aba for
ma do
El Rey , que ten ían en con por var ias esta...11cias: Los
CeITil1os, San Ma rtín y
cab eza s de gan ado ; y apa jun to una s tres cie nta s
rte de esto, Ro sas ten ia mil
el afio :.;_330. De allf en tier ras en San ta Fe. CO
adela..TJ.te, la ma gni tud
cal cul ar con exa ctit ud. de sus pro pie dad es es difi rría
Ad cil de . - -
pri vad a, tam bié n rec ibíó em ás de las tie rra s acu mu lad as por su em
ces icn es del Est ado . Du pre sa . , TABLA.
Ma vor es ierr :ate me
l
la Pro vin cia de Bu eno s.Ai~' e~,
com pen sas obt eni das por ran te tod a su vid a, las !lie s
ser vic ios púb lico s tom re- ~ (estane1as - cua dra das !
pre mio má s esp ect acu aro n la forn:ta de tier ras
lar foe la isla de Choele- . El
por la asa mb lea el 6 de Cboel, que le fue ra oto alr. 134üs
jun io cie 1834, des pué s rga da 18S0
pidió que se la cam bia del a Ca mp aña del De sie
ran poi- un oto rga mie nto rto , 67 E1
pro pía -elección, sob re 1a de tier ras equ i7a len te, Agu.irre, Jua n Ped r~ 25
bas e de que esa isla era a su
que el Est ado per die ra dem asi ado imp ort ant e A.guirre. J. P · Y otro;:; 100
su posesión. El ''eq uiv ale par a 132.
ron cin cue nta leg uas cua nte " calculado por Rosas Al.zaga, Féli.-x 60
dra fue-
el mo me nto , la asa mb lea das , dos vec es e] tam año de la isla ; y cuando lleg ó An cho ren a, J.J.~-_yN,. 134.75
votó-en su fav or la cesión ·A..nchorena, N1co1as 41.83
das de tie rra s api as par de ses ent a leg uas cua dra
a gan ade ría , sup eri ore s - :-'\ncho:::ena. ~ie ol~ s y otr 0,75 306
cia. En 1837, Ro sas , Ter y má s acc esi ble s en la pro os
rer o y Co mp añí a fue liq vin~ Mchore.11.a, 'lom as 1L5 0
est anc ia San Ma rtín y las uid ada por acu erd o mu tuo . La
tie rra s ubi cad as má s allá An cho ren a Y_ Arroyo 12
Ro sas , mi ent ras que Te del Sal ado que dar on par 59.50
rre ro tomó Los Cer rill os. 68 a An:iola, Jas e .
no aiectó al grú eso de las Per
tie rra s de Ro sas , gue se enc o est a reo rga niz aci ón Bau dri x, Ma rra no 51.75
tiv-0s de la Co mp añí a. Y ont rab an fue ra delos ac- Capdevi11a, Ped ro . 64
si sus est anc ias est aba n en
urb ana s no era n me nos alto nivel, sus pro pie dad Caodevi1la, Marcelu:io 25,50
con sid era ble s. es
rná zV élez, Eu sta qu10 79
Ros.as. ten ía gra nde s Ez éza , Pablo J. 96
_sas situad.as en la Calle pro pie dad es en la ciu dad , con sist ent es en cin Luz uri aga , _M~nuel 7/ .33 58
Re sta ura dor , en par te res co ca-
gobjerno. Y ten ía su nal
aci o en Pal erm o, u.na cas
íde nci a, en par te oficina
s del Martíriez, Lact1slao s:i
e1 sector nor te de BUeno
s _AJ.res. Pa lerm o estaba
a est uca da de color blanco en Mi ller ,Ju an ,
63,50
52
74
qui rid a en 1836 y se hab con stru ida sob re tier ra P.acheco, Anget.
ía .convertido en su res ad- Piñ eyr o,F ran cis co 52
me nte Rc sas am plió la ide nci a pri nci pal ; pos teri
pro pie dad , obl iga ndo a or- Ro sas , Fel ipe S. 1.25
rre nos vec ino s, abu san ven der a los due ños de
do de su pod er en el pro los te- Ro sas . Fra nci sco , 1.2
g:1illones sei sci ent os _mi ced imi
l pes os de din ero púb1ic 69 ent o, y gas tan do cua tro Ro sas : Jua nM anu e1 61}'.3
cam po, con su par que o. Est a gra ndi osa cas Ro sas , PrUdenc10 30 59
:rodeado de lar gas rej as a de _,
nes, fue nte , ave stru ces de hie rro , sus cui dad os Rosas' Te rre ro y Comp~m 9
y bos jar di-
mu y cost_osa par a con stru que cill os de nat aqj os, hab ía sido evi den tem ent Sociedad Ru ral Mg ent a 98 )93
irla y ma nte ner la. Llf':gó e ma 71
atr acc ión de Bu eno s Air a ser Uno de Jos pun tos Tobal, San tíag o
es, imp res ion and o a can de f,?. 104
que con cur ría n a ver la. tid ad de via jero s y per son Vela, Ped ro
Ro sas ,e.n _persona guió as vm . 34 69
ta: a Wí füa m Ma.cCann en
su visi-
anu eva , Eflg~mo
Zer nad as, A n t ~ 89.?.3
--~~ª~
Pod tia algu ien pre gm 1tar Fue nte s: Car rete ro, "Pr d d iral en la pro i,n - d ~ Air es ,~ R .
opi e a -
hab ía !!onstruirio con el se, dijo, ¿po r qué eo:nst...'<lyó sem ejan te e.as 22-23 097 0J. 273-92; La n ·. -: d Je i:, tierra. en la-época ae~
. R ~<: :-,:::,-160.
osa_,.
menzó dur ant e el bloqueOvroUOsito de luc har con tra des gra nde s obs tácu a en ese lug ar? La pro piea a -
tado de gra n exc ítac ión frail.Cés: com o ei oue blo se hal lab a e:n e:Sos rno los: la obr a co-
con fian za en unfuturoe.<;, quis o cal ma r La opínión púb men tns en un es-
lica med ian te una
so dar a sus com pat riot :tabie; y al erig ir su cas a en un sitio tan poco aprdem ostr ació n de
opi ado se propu-
cuando exi stia la firm e as un_ejemplo de Jo ~ue pod ía hac ers e par
vol unt ad de lograr-Jo. 0 a superar obstáculos

74
75
Es tas .cu rio sas raz on
tan cia s po ste rio res , de es se le ocu rri ero n sin duda aR osa s·e n otr . - ued e ded uci rse que n~
as cir cun s- gla s par a:s us ca~ ata ces
jab a ·por tre n a lo lar ma yo r tra nq ull ida d. Otro ob ser vad or ing Y P~ ~= s~ u~ :;;~ ~ia era un es-
dic tad or, des cri bió a
go del Río de la Pla ta,
Pa
do nd e una vez hab ía gaJ
lés, que via-
opado el - .,.,,-amzac1on mN~~~~ osi dad :77 Es tab ~-meno~ pdr
tan cie ro pr~gre7~stay. os po r :mnovacion,:s ;m°/~.:r;~:
"E stá aho ra ba sta nte ler mo diez anos después de la ca.Jda del
0
b aJO
aba nd on ado , per o los régLr.nen: , o~ e . 1 s que po r su ca.nt1·aa d A dif ere nci a ee:~;h~s Irros est an-
de nc ia de los eno rm es par qu es constituyen d~d de sus am :c_ ::a ber . . . ed ian tel a cn.a se1ect·i-
gas tos rea liz ado s pa ra am pli
res ide nci a, To dav ía se qu e esto fue ra un a mu a evi- c1eros, nopa~ i-uc~• int ent ado me jor ar s~ gt~ i;:~ ºó: im a de
ven all í los bosquecill ,.,nes ref anim.súes pa ra
em ba rgo , en los cam os de nara:r:.jos y du raz y lujo sa ¡ra. No da ba lDS c~, ·~~'" ere nte s a la c-::-n_--ª -
sU or ani
ino
ma las hie rba s, y el sile s y sen der os alg un a vez bien cuidados, aho os, Sin
ner un rodeo. Pe ro s1 Dl ' su tecnología era deflc1ent:", b-~ gno zación, en carr:-
tenia par ang ón .
¿CuáI era el saldo fi_11
nci o de la desolación ra
rei na ent re esa s p¡;ired cre een b·o era im pec abl e;
-s_pa:._a mo.
vil iza r la :rr.1.ano cte o
laC i ~ __,._ ~- 1º''"'
es1 e c".- c;u '-"' "·-v qu edó
iortu:1a, seg ún dec lar aci al de est e gra n com ple jo patrimonial'? "E n '' -
de pes os pla ta y no ten
ón pa ra ün pu est os, sob
rep asa ba los cua tro mi
es. 71
1336 su
i~h;-rles Da..M.vin canoci
imJJt8.sionado po r lo que o ~~º!::.¡~~
~ ~ -
arn pa na de lD 1

ia --
esp eci fic aba cie rta s rec sim ila r en la pr-ovinda. " 72 En su tes tam ent llones
- . , o una mfluencia tr~me_n
o, Ro sas Es lli".l hombre ae ext r?~ . " io car áct er Y uen e en e.1.camP d~-
con tra el gobierno de lam ací on es que sus her ede ros ten drí an qu díJ ;"'r ara hac erl oor ogr tar , Se dice que es ctuéno
a~
a '·116.000 res es, 40.000
Bu eno s Aires po r leg
ov
ítlm asc om pen sac ion es. Se
y ter ner os, 1.000 bu eye eja s, 60.000 cabezas de gan ado en tre vac
e pre sen tar
ref erí a
que prnbablem e~tegu
est anc iás se hafüm :71 . d ·e man.era adr oir a 1 '"
tr:
esa o ~del~n mil
set ent a v cua tro e autl~~:a~adas de tieITÜS Yd~ ~Cl!~~ª~ro
cabezas de ganado. Sus
ducción cer eaJ era e~-
~~~
s gordos, 3.000 cab all as, novillos cho ma yor que las ae O ~): ~e ro se hizo f:9-nlo~o pO~ "di s osiciones par a sti P,.
100_000 ani ma les yeg os buenos y san os, 100 . ro ·.,,,. ·pli nad ~~-~horrfbres c:om
Gobierno des de el 2
uar izo s y de má s de mi
pro pie dad , de qu e ha
.000 ov eja s, .
pia s est . ia
Con éxitoanc
- s v por hab er
" u=: 1
los ata que s de los ind ios .
o a van os ,:1ento~ o par a res 1st tr
de feb rer o de 1852. " 7 dis pu est o el
pa ra sos ten er todo est 3 Se requE'.rirían vas
e tas est
.seis leg uas cu ad rad as ganado: la est im aci ón oficial era de ciento anc ias . .
(tr esc ien tas cua ren ta tre int a y Da rw inp aso - rL osC err illo s, "un ad e las ran de s est anc ias del ge-
c.inzó est a cif ra? Po r lue ~o ~. ~ ·ten:1aunae1.--tens1.,g tal ue al1Iecrarvoenl2.
fue ron dec lar ada s de
me ne s". Más tar de , el
dec ret o del 16 def ebr ero
pro pie dad pú bli ca, po
ge ne ral Dr qu iza emitió
mi l hec tár eas ).74 ¿C
de 1852, las nosesiones
r cau sa de sús "sa ng
ómo se al-
de.Rosas
rie nto s crí-
neral ~o ~s .
oscu:r1cta , P
;~t:~~~o:~~~~:bJ
_ d go11ado yaun
de
on q ' - ,: :, afi ana vi-
pualleb!~¡~e~ t:: :~ !i°
qu e l :el ::a y c~ atr i
na ba qu e la pro pie dad otro dec ret o, po r ~J qu mos eno:·~f!r~~~~!°: .
0 ~ l est anc ia, -.. 1
exi ste nte de Ro sas fue e ü!ntras R; sas aedi~ó
ra enf reg ada a Jua n Ne se orde"
n
1
no Te rre ro. el abo gad leg uas ae , l ece t~! ~c ~~ f~~ b;r n~
lla ma do reo de lesa pat
o del exiliado. Pe ro la
ley del 28 de julio de 185
ponrnce- rnismo hac ia as / días de capataz. Pe ro cu3:11 " tan te au nq ció ~, sus ~~ -
ria 7, 1 .o sus pro píe dad es baJ ue est nc ta v1g
de h:1 leg isl atu ra. Se hic . ordenó la ven ta de las tie rra s de Ro sas con tra el rru ms tra do res a e,n
. . esc rib ía ord en ab O la ms es~aba rec ord ánd olei~
ind ica ba n las íec has
ier on inf orm es, se lev po
ant ó un inv ent arí o, per r cue nta
a - pa tro
lan cia . e~~ - , '~X n am en a y amon ~E 1' 838. s
' du ran te el
sión. De acu erd o con
·ni el orí gen de las div
ers
o ést os no sus ob lig ac1 0n es) hortándo1 os a ma yo re? Besf uer zos . -n ,
el De pa rta me nto Topog as pro pie dad es, sólo su ext en- bloaueo de los fr~ ce ses .b<.• a Jua n Jop e ecc
ar,
adm ini str ado r de la es-
can tid ad de las pro pie ráfico (12 de agosto de , escr1 w
dad es en tie rra s "co
cie nto tre int a y sei s leg no cid a como de Ro sas 1863) la tanCia Sa n Mart111:
uas cu ad rad as. El :in ", sum ab a
denas (23 de no vie mb forme del fiscal do cto •
con tod a cla rid ad que , 1 no atie nde a los :?·
cin co leg ua s cu ad rad
re de 1863) dio una cif
ra alg
r Pa blo Cár-
as (tr esc ien tas ses ent o má s alt a: ciento cu are nta y
"En pri me r lug ar aebo
tereSes de esa haciendadec i T

ir ~~tes Que ya no es ervo 1~~ ti~m


obs
el que era enJ do al cappo y que tifa a as
rea s). 75 a y dos mil quinielJta b'ien las cue nta s de_lo~ co~ cto s de ~ta nci a no h?D corre~~1~s hac ital inv ert, do en
Ro sas no se limitó a acu
s hec tá- su comora en el ano aePI~f1. y si esto es 10 esenc_ial q,~~:do V- ien das de toda:>; ~pe-
mu sa"
-ci.es, el'.llo que son las co ah"olutamen.te se ha o.,11 del hom bre que era ' · "
tas reg las con res pec lar tie rra s; tam
to a la pro pie dad pri vad bié n las explotó. Te nía est rlc - -, -~
b Da rvi n sus est
a:
"El peón o cap ata z que Rosas ten ía ele vad as au tas y como ob ser va a anc ias
ens illa un cab allo aje p , i ,
cla se que sea, com
un delito tan gra nde no oha g:. uso de un ani ma l ajeno. sea de la
eran-modelos en su cla . . rra ste nia no nd u-
ser á pe-nado con echete s:.
Las me jor es est anc ias - e ha lla ba n sib::.adas cto nd ela st;1 s va
gado seg ún lo me rez arlo en el momento de lasque no Jo pag ará con nad a abs olu tam ent e: s ane rie da de s de
ca. "7s hac ien das a mi ca:rgo.
y a má s ser á casti- d
laciones, reg;a as pO~ ag ua s per ro nte s v cre cía n en e a
pastos. La cas a est a b. ada gen era lm ent ~
1 t ren os roa, s ele vad_os
ro iedad. ProXJ.?S
a u ic e e1_1 er l cas ase en co ntr '
Te nia ojo de ha lcó n cer ca del agu a y en el rnos a a a-
mi ent o de sus es tan da en Jo ati ne nte a su pro ple dad . Aj ust aba ban los corrales par a ce n: ;:: 1! ~a Jal los y el ga na d~ :ua
nec"'sario,
s e1 funciona-
tos de sus em ple ado s. ha sta eJ má s .tnfnimo det all e y con tro lab a construidos con postesene ue't"a en la en tra da . ª ~:c ~:ª est ab ad ivi -
En sus pri me ros afio tod
s de est anc ier o est abl os los ac- y una tra q d·onde
did a en cie rta cantl·ct d de puesntos.
es
]os res pec tiv os pu esterros ate nd ían
eci ó las re- a
76
el ganado vac~o o las ovejas, distanciados de la casa prfacioa1 y cercanos ál pués de semejantes inversiones era un rebaño_ de ganado sin marca; que e~t~-
ªlplª, Y algunos con sus propios corrales. Había un capataz p~ra determinado ba perdiendo en beneficio de las estancias vecmas, y con el cual terna prohlbi·
nuII:ero de puestos, Y un mayordomo,que mandaba sobre el conjunto. Cuando do comerciar, mientras vecinos suyos tales como Felipe Arana y Sáenz Va-
babia.que P?blar.una estancia con animales recien comprados, se contrataba iieme estaban marcando y comerciando y obteniendo utilidades originadas
a un grupo ae arrieros alas órdenes de un capataz. auienes conducían el aana~ en sus pérdidas. ¿Por qué-preguntaba Haedc- era é} U,.'1a excepción, cuan-
~o a través de grandes distancias y durante vario"s dfas_ Había que tene~ cui- do tení"a antecedentes de lealtad y patriótico servicie a la causa federal no
?ªdo para alejar a lSs animales de su anterior querenci2. y acostumbrarlos a La rutina de la estancia era iff~'ariable. Todas las mañanas los puesteros
,a nue;a: pastaban aurante el día bajo la vigilancia de los arrieros veranen- conducían ei ganado hasta un cierto punto llamado el rodee, doride se reunían
cerracos ~e noche en lo::; corrales. En el sur de la provincia de Bue;os Aires, durante una o dos hor2s ,_, donde se subdividían solos e insh.ntivamente de en-
donde la nerra era menos valiosa por la-existencia de pajonales' y bañados· tr-e miles de otros. form~.ndo peaue:flos rebaños lla..,_wados puntos y constitui-
se consid.eraba necesario, en general, tener una legua c~adrada o~r cada mÚ dos por cincuenta· a cien an:imaJE:s que incluían vacas, toros y terneros para
cabezas oe ganado vacuno; pero en el norte la calidad de la tierra ~ra superior cada nunto. Cuando los animales se sometían facllmeme para que los lleva-
Y en_una legua s_e podian mantener dos mil a tres mil cabezas de vacunos, cua- ran al rodeo, se los consideraba mansos; pero si escapaban al aproximarse
trocientos a qum1entos caballos,_y cuatro a cinco mil ovejas. El incremento los hombres, los clasificaban como salvajes. En una estancia bien conducida
anu~ _de ganado vacuno se estimaba eI_J un treinta y cuatró a treinta v cinco no se permitía que se juntaran más de tres mil animales en el mismo rodeo, y
porc1ento, pero_ aumentaba a menudo a un cuarenta por ciento. Durante la dé- er:a responsabilidad de los puesteros mantenerlos dentro de ciertos límites
ca?a ?e 1840 ha~ia tres míl~ones de cabezas de ganado vacuno, el patrimonio para evitar que se mezclaran con otros rebaños. En algunas estancias lleva-
prm~1pal d~J pa1s. Eran ammales de raza inferior, criados a campo abierto y ban el ganado a] rodeo a la puesta del sol, o ios reunian allí ocasionalmente.
·al cmdado cte ?n solo p~es_tero para tres mil cabezas por lo menos, pero capa- Los peones eran quienes formaban el rodeo, cabalgando alrede?or de los a~i-
c~s de producir~ :rend:m1ento esperado en cueros y carnes saladas, las prin- males -rodeand0----, y de esta nráctica con el ganado seextendio el nombre de
c1pales-exportac1ones ae Buenos Aires,
rodeo tanto al-lugar donde se ~ealizaba como al conjunto de animales reuni-
. La práctica de marcar el ganado promovió el crecimiento de la propiedad dos. Las estancias vq.luaban el ganado principalmente por los cueros, sebo y
pn,'.ad~ en las pampas y la asígnación de todos ]os animales alas estancías, v grasa. Consecuentemente, no había'incentivo para mejorar la raza. a fin de
se hizo ~egal comerciar con anímales sín marca. El estanciero que no podí~ ~ conseguir mejor calidad en la carne. Eso era cosa del futuro, cuando los es-
no qu~na marcar su ganado ponía en peligro toda su inversión, y cuando las tancieros emoezaron a encerrar sus campos con cercas de alambres de púas,
~utoridades ne?a_ban el permiso para marcar lo hacían con e1 propósito de se- le.;antadas a ·veces por peones europeos. En 1876, los Anchorena invirtieron
nal~r al es~an~1ero en persona por razones políticas o de otra indole. En 1843, diez millones de pesos en alambrados de púas para sus inmensa~ estan~ias.
Jos~ !3rauho Haedo, un porteño propietario de una gran estancia en Tandil, se Así como las estancias eran fuentes de riqueza. estereotipos cte relaciones
queJo_ ante Rosas porque el juez de paz, Mariano Castañera, le había negado '
¡;
sociales y puntos focales de poder polítíco, eran también lugares primitivos y
perm1~0 para marcar su ganado desde hacfa dos años, y pedía autorización
para eJ~cer s~ derecho. Tenía una estancia de dieciséis o diecisiete leguas 1 nada cómodos para vivir en ellos, y muy poco se parecían a las grandes ha-
~i!
cur-adra~as_, ve11,1:i~uatr,c cab~zas de ganado _vacu~o con gran cantidad de ' ciendas de regiones más antiguas de América española. Era un mundo vacío,
severo en su simplicidad. William MacCann describe la estancia de Mr. Tay-
te_ ~~ros, Y h~b1a mtroaucmo rec1entemente otros qurnce a veinte mil aníma- ior. en la nrovincia dé Buenos Aires: cuatro mil hectáreas de campo con abun-
le~ Jovene,_:', diez mil ~e. los ;:,~ales eran v~quill?nas que estarian ·listas en pri- da~cia d€: agua, caballos, vacunos, ovejas, mulas y asnos en cantidad, 11.f:ª
ma,vera para .ser servrnas . .!:!.,¡ hombre arnesgaba perder todo eso en beneficio casa de dos pisos construida con ladrillos en un sitio alto de un jardín donae
de 1as ~stanc1as_vecinas. Seg-tln su propia estimación, era un progresista te- había árboles frutales y hortalizas, y sin embargo casi completamente des-
rratement~ que mvertia grandes sumas en su propiedad. Su inversión inicial urovista de comodidades materiales. Aun así, MacCann la consideró' ''un pe-
en._ganado habia sido del orden de los novecientos veL.'lte a novecientos sesenta queño oasis de comodidades y cultivos en un desierto de ínculta rnsticidad".
mu pesos; gastó luego cíento cincuenta a doscientos mil pesos oara reunir v El ambiente hacia pensar er. los tiempos bíblicos: "Cuando llegamos, los re-
engordar su ganado en la estancia: el valor de los animales d~ dos años dé ba.r1os de ovejas est'aban entrando al r'edil, y nos sentamos en los escalones de
ed_ad que recientemente había agregaó.o era de ciento cincuenta a doscientos la smerta nara contemolar la escena, que transportaba la mente a las costum-
1:111 p~sos Y, finalmente, emre varios otros gastos menores, contaba la ·suma bres nast;rales de énoCas oatriarca1es, tal co~o están registradas en e! A.nti-
ae tremta ~ :_~arenta ~il pesos pa~!'- lª. construcción cie dos corrales de piedra ouo 'l'estamento, "8-1 -Sin effibargo,Ja hospitalidad de las estancías era igual-
con capac1daa para diez a doce mu caoezas. Y todo lo que podía exhibir des- ~ente cálida.. Por cierto, constituian los únicos lugares de alojamiento para el

7B
1,iajero, y se podía cabal gar novec íentos o
mil kilóm etros en las pamp as sin m.en de Rosa s; la ley tratab a de vagos a los
pagar un solo peso por comid as y alojam iento. opera dores Ylos reclu taba en e"!
La gener osida d de la población ejérci to. 84
rural suplía la falta de hotel es y posad as, aunqu
e había una notor ia éscas ez de Para la estan cia, el salad ero era la princ ipal
c·amas, y Ja gente más ordin aria dorm ía en salida de sus produ ctos. Al-
el suelo, dentr o o fuera dela casa, gunos estan ciero s produ dan para salad eros
a la vez que faltab an en ésta piatos , tened ores, que perte necía n a su pr?pio gr~-
mesa s y sillas y difíci lment e po famil iar, que podía tambi én ser dueflo
alguien lavab a o usaba agua y Jabón. de dep¿s itos en B_uenos Aires o ?e
La estan cia te...'1ía que envia r sus produ ctos sus propios barco s en la cost2. cerca na. Otros
a Buenos Aires o más allá, estab an en s~c1edad e~n salad e-
pero la infrae struc tura era aun más primi tiva rtstas , como el mism o Rosas 1o había estad o.
aue la mism a econo mía rural , De lo contrano_, el salaa ero ;orn-
Este era un país sin camin os ni pueñt es, que praba ganad o direc tamen te a un estan ciero
Sólo tenía huelfas en las rutas in.depe_ndient~, D, a travé s ae ~
pri.."'lcipales. Casi todo se hacia a cabal io, tambi agent e; en esos casos , el salad ero asum~- · ~c,dos
en el abast ecimi ento. Gauc hos los riesgo s ae 1;eva r el ganaa o
mont ados domi naban a los anim ales con sus a la ciuda d, La .responsabilidad del ve.'1.dedor
lazos. Los pesca dores cabal ga- ce_saba tm.a vez qu~ había entre-
ba~ más de un kilóm etro dentr o del rio y arroj gado los anim ales fuera de los límite s de su
aban sus redes como podrí an estan cia. "pero mas tarde , mu-
haber lo hecho desde una emba rcació n, luego chos delos estan ciero s más influy entes vendí
arras traba n la pesca basta la an su ganaa o a emre gar en_els.a-
costa. Cazab an perdi ces mont ados en sus cabal ladero. "es Conducían los anim3.1es desde las
los, por medio de un lazo co- tieITa.'> dei vendedor hasta el sala-
rrediz o sujeto en el extre mo de una larga cafla. dero u otro comp rador un capat az con cinco
Todo el mund o andab a acaba - o seis arriér os, y podía n llevar
llo, las muje res y los niños tanto como los homb unos seisci entos anim ales a razón de cuare
res. Hasta los mend igos lo ha• nta o cincu enta kilóm etros por día,
cían. 82 El único medio de trans porte de deten iéndo se a pasar las noches en camp os
carga s consi stía en carre tas de de buena s pastu ras.
bueye s, const ruida s en los taller es de Tucu Los salad eros eran grand es estab lecim iento
mán y condu cióas por recio s indi- s donde mata ban a las bes~
viduos, princ ipalm ente a lo largo de las dos tias, extra ían el sebo, salab an y secab an
rutas impo rtante s que atrav esa- la carne , y prepa raban los cuero s
ban la Argen tina, una desde Buenos Aires , por crudo s oara exoor tación . Había n come nzado
San Luis y Mendoza hasta Chi- en Buen os Aires en 1810 Y, des-
le, la otra tamb ién desde Buenos P...ires, via pués de~ una vaCil ante iniciaciór.., queda ron
Córdo ba, Santi ago, Tucu mán. S[;l.1- firx:ner_ne?te establec~dos en 1819,
ta y Jujuy hasta Bolivia. Viaja ban en trene En 1820 había unos veínt e salade:ros en la
s de unas cator ce carre tas, cada provrnc1a ae Buenos Aires , aunqu e
una tirada por seis bueyes y llevab an tres de su nrodu cción era relati vame nte baja: meno
reser s de cien anima les por día y por
de carga s, incluyendo los impu estos provi nciale va. El costQ_del tranS porte sal~d ero. Sin embarg-o. en la décad a de 1840,
aunqu e el núme ro de salad eros
s, era equiv alente a veinte li- que Op<'Jaban en Bue'n¿s Aires o sus p~~xi
bras esterl inas por tonela da, y el porte solam
mism a cifra, su produ cción había crec1ao cons1 es ~~ había_ mante !lldo en la
ente absor bía el cuare nta o cin- mjd~d
cuent a por ciento del costo.K: deraD1emente, Ycaaa un.osa-
Las estan cias prefe rían contr olar, si no mono crific aba alred edor de doscientos a cuatr ocien
polizar, todas las relaci ones tos anima les por dia duran te la
come rciale s entre el camp o y la duda d, Una temporad:,1-86 El traba jo alcan zaba su pico
partic ular amen aza a sus recla- en eJ vei-ano, de novie mbre a mar-
mos de exclu sivida d prove nía de las pulpe zo. cuand o el ganad o estab a en las mejo res
rías volantes, espec ie de tiend as condiciones y el calor deJ sol era
viaje ras, que recor rían el camp o come rcian más intens o. El tasajo era carne corta da en
do produ ctos de la ganad ería y tiras, avína grada , salad a Yseca-
otras mercader-fas de orige n rural, tales como da al sol. Resu ltaba inace ptabl e para la mayo
meles y plum as de avest ruz, v ría de los palad ares, µero la ex-
v€ndiendo articu les de la ciuda d a los habit porta ban a Br_asil y a Cuba para alime ntar
antes del caiup o, Usab an carro S }, a los esclav ~s. Los cuero s crudo s
carre tas y un grupo de ayuda ntes; realiz aban eran embe bidos en salmu era, tendid os en sal
y
que encon traran y frecu entem ente ofrec ían
·sus negocios con cualq uiera car; e] estira mien to varia ba según el espes luego estira dos y puest os a se-
tambi én juego y bebid as; a veces or requerido_ Se había introd uci-
come rciab an con merc aderí as robad as de do la fuerz a del vapo r para producir sebo. Coloc
las estan cias. Las autor idade s v aban a los bueye s sacrif icado s
,los estan ciero s consi derab án que las pulpe en m-andes vasija s donde se los tratab a Con
rías volan tes eran econó mica y s¿_ vapo r; el sebo se extra ía y se lle-
cialm ente subve rsivas . Efect uaban su come vaba luego a una calde ra de hierro fundido
rcio para purif ic~lo . des~més se}? en-
mal de las redes de la estan cia; eran libres fuera del monopolio infor- friaba en tanqu esdeh ierro forja do y, finalm
ente, era _vaciado en tonele s 11s,tos
e i."ldependientes, y fornen. para emba rque. "La enorm e vasija del estab
taban el robo y el pillaj e, Adem ás, estab lecim iento de míste r Dowaall
lecían conta cto direc to con los Podía conte ner los resto s de doscientos cincu
peones y los alent aban a produ cir y vende r enta anima les; el tratam iento
fuera del contr ol de sus natro nes, Con vapor tiene una durac ión de sesen ta a seten ta horas. Mí~te
ofrec iéndo les, a la vez, un medio para como
rar
da. Rosas era hostil con respe cto a las pulpe fuera de la tiend a la estan~ de
rías volan tes. Siem pre las :rnbia
tamb ién otras dos calde ras, y en cada una r Dowdali ti~ne
de ellas se pueoe n proce sar aos-
prohibido en sus propi as estan cias y, a parti ciento s anim ales por día, " 37 El ganad o se paga
r de 1831, su gobie rno las-pr oscri- ba siemp re con diner o efectivo.
bió en toda la provi ncia. La prohi bición se mant En la décad a de 1840 el ·precio era de aprox imad
uvo duran te el resto del régi- amen te tres pesos por cabez a,
si la entre ga se hacía en el salad ero. El costo
de una plant a sufici ente para

80
81
procesa r mil animale s por semana era de dos mil libras aproxim
.idamen te, taba capital y protección. En este punto, e.i _gobierno dudaba,
aunque algunas costaba n bastant e más; los aparato s de vapor te~iend o ~au-
1iar: alreded or de mil libras. Estable cer un salader o, en consecu
ría una gra.i1 inversió n de dinero; los gastos general es eran importa
solame nte va-
encia, ::eque- 1 sar'i..ma esca~ez de aliment os y ganarse la antipatí a Gel apoyo
Desilus ionados por los ~egiII:-e!les anterior ~s: ~os,_gr~_:1Je_ros
polít~co ma~1vc.
ntes, y se Ros~s Su nrimer naso rue disolve r la Com1s10n a.e l.J.,m1grac.on e~~~r,~º.~!': ~as~~e
necesit aba una ·bliena adminis tracíón de la planta si se deseaba _,.,e a .... agObcO
fici.os y resistir la compet encia de otras provincias_ Ls. mayorí
obtener bene- de 1;3Q·:, co-n el fundam ento de que los resultad os no justific aban los gastos. El
a delos salade- argume nto era diiicil de negar.
ros pertene cían a socieda des más que a JndiYiduos, y muchos
extranj eros te- , · · , 0 -- r-,.,_,.-;11 0 - donde tenia parte
nían. capitale s en esta industri 2. as ~
De manera que los salader os e:·an uarte inte.~rante del sistema
de las es-
de s~sº:i:~ rc~;~:~ lt;!~~: ~a~~;i~~l~~~~~: cie;t~;;~•;e~~ct_ivo en el_ ~ome~-
cio de :'!ranos. v se decía que, a través de su agente Pablo San~1l1á
tancias y. como tales, fueren favorec id~s por RoSas. :Sn su
mensaj e anual de -..-- ,.., · · n. h~o~~ a;u-
1849 recordé o la asambl ea que "estos 2:randes establec imiento mu1ado todo el trigo de la provmc1a para ven dene · a•~~·
~1•~c:panan"'"'•""' H,io1a,1e-
• :---:· ·--,
s merece n la rras aradas y granjas en las afueras de B;-1enos Ai:es, en dist:_nto -~- ·, • .
protecc ión de la autorid ad uoraue son talleres imnorta ntes
de la rloueza na- s ub1caa_:.s ~~
Cional." En realidad , eran ÍáciÍme nte la industri a- más grande norte de la capital, y tambié n alreded or ae R?s~r10. Rosas
de Bllenos Ai- hizo una contJ.l~~
res, en :razón de la cantida d de persom;,s gue emplea ban y el CJón para aument ar lgs establec imiento s .agnco1as~,· aunque en ~er,i_or
capital invertid o En 1332 distribu vó,chac ras en lotes tomaao s de las c1erras de es~ca~~-·
en ellas. La "protec ción" resuelta por Rosas consistí a en una: la v1eJa est':n_~rn
virtual exenció n de Nuestra Señ¿r~ ·¿e Luján. Los dio a los colonos de la región Y
del pago de impues tos. En 1852, de un ingreso total de cuarer1t se couvrrne~
a y cinco millo- ron en activas granjas , En 1336, con ocasión de la nueva_ ~ey
nes ciento noventa y cinco mil trescien tos veintidós pesos obtenid de, a~uana s. l?::,
o por el go- chacare ros de Luján agradec ieron a Rosas por la prote_cc1on
bierno provinc ial, sólo cien mil pesos provení an de los salader ;_ec1b1d~. E1; 1836
os. Y }a ley de se distribu yeron más tierras para cultivo enS~n A:,1ctres de
aduana s de 1835 eximió del pago de .impuestos de exporta ción .G:les Ap_ost~1. Du-
a toda la carne t l" primera adminis tración de·R.osas se d1strmu yeron,c nacras
salada embarc ada en barcos nacior;ales. Financi ados y maneja rane ª -se nombró en Monre
dos por ex- \' en 1830. a Vicente Gonzale z, guar daesp a1·a_as 10ca · ldeRos as co
pertos. abastec idos por las estanci as y protegid os por el gobiern . , -
o, los salade- ~isiona dÓ especia l para la distribu ción de chacras -~n dicho
ros aument aron su producc ión. La exporta ción de carne salada pueblo. En 1_,:1ªY~
desde Buenos del mismó año, éste informó que el sistema era exitoso :i: que
Aires pasó de cinco mil seiscien tas cincuen ta tonelad as .(un los chac~~ero,s
millón cuatro- estaban content os con la nueva ley de aduanas . En ese ano,
cientos sesenta y dos mil cuarem a y dos pesos) en 1835, a nueve eran mas cte dos-
mil novecien- cientos los colonos benefic iados con el sistema de asignac ión
tas tonelad as (dos millone s novecientos quince mil setecien de chacrns
pesos) en 1841, un buen aiio después del bloqueo. y a veintiún
tos noventa v seis Despué s de la tierra misma. lo que más querfan los chacare rosdel .-~
mil seisciBm as ~001er•
no era p!'otecd ón. Rosas estaba en un dilema: Te~ía q:-ie·rna
tonelad as en 1851. 81<
trol los precios dei trigo y de la harina, para evitar mqmetu d
mener ~!]º c:m-
Rosas ha recibido criticas por su fracaso en desarro llar
una política ~oc_1al Y a:::::,t~~10~
económ ica integrad a y reconci liar los inte-.reses divergen política . E-sto sigrüfié aba mamen er a_bien::as las pue~tas a
tes. del péiís. Fa- 1a :mp?r~~c1~n _}_
voreció a los estancie ros, y criador es de ganado a expensa ne erar protecc ión a los cha.care ros nativos; y en]~~ pru_nero
s de los pequeflos s anos de 1~ d~ca 1
chacare rns, y hasta el punto en que e} país dependí a del grano da ~de : 83tl Rosas estaba preocup ado para estabili zar los precios
importa do. Sin locales de~
embarg o, existían razones convii.1.centes para promov er 1a~ trigo, ~ue fluctuab an demasi ado con respecto a lo esperad o,:1
riqueza s nattira- _Sin ~mb~r~ ~\=
partir de 1834-, los cha careros empeza ron a aument ar su presion
les del país y alentar sus más exitosa s exportaClones, aun cuan-do
cara privar de :recursos a empres as menos rentable s, por más
ello signifi- protecc ión requeri da. En J83;i peticion aron al.a as?mble a. una
en ~~s.~a ª--~
merítor ias que pollc1ca. d~, d~·
fueran. El plan de Rivada vía había consisti do cr: subsidi ar sarroHo v protecd ón para la agri.cul tura. Su hsta a~ prob1em
la inmigra ción y as era ID\1_:' .iar·
confiar en el suelo fértil y las .fuerzas del mercad o. ?ero los va, Los cha careros necesit aban más tierras y segund ad para
esquem as de _colo- ~u tenencia.._ ne-
nizació n agrícol a de la década de 182úfra casaron por la falta ~esitaba n capitale s y crédito s para semilla s y eqm?os : necesit_
de ea.pital, orga- aban cam~~ s
nizació n, segurid ad y estabfii dad, e!l contTaste con la expansi v puentes ; necesita ban granero s, galpone s X:moimos: nec:-s1t
ón de la gran es- ~~an 1;er._a-
dos, además del de Buenos P.Jres, dond: en UltlIDnO cas? debla~
tancia con supropí odi.,a:m ismoint erno. En último caso, la agrlCúl
tura estaba las importa ciones extranj eras; y necesita ban una mar:na me~ cor;i-pe~ ~~ e~~
sujeta a obstácu los particu lares y necesit aba un t:.atamí ca_~~e ~"".'- a e.-
ento especia l. La nortar. "Éste es el cuadro del labrado r provincia} que, sm protecc1 51
mano de obrt era escasa y costosa , los- métodDs eran primitiv
os y el rendi- on Y ~ ª1::1-
miento muy bajo, El alto costo del transpo rte obligó a los ;;hacare Paro tiene que luchar solo con e1 temper amento y los abusos;
Y presem_a1;~e
larse cerca de las ciudade s, donde los precios de }as tierras
ros a insta- 8n ~ mercad o único, regirlo por leyes absoluta_s. ín~!~!entes, J~i5~ p:rev;s 1~~~
eran :nás altos; y para trabar la concurr e~cia d1:- los extra~J:1'~s- • ;: _Por
había siempre compet encia extranje::-a. De manera que la agricul
tura necesi- ciembr e de 1835. median te rn ley ae aduana s ae 1-8.:i6. R.o;;as u.t_imo; ~·1,_,i,:_
...
tomo una,. ~Sv,~

82
83
ción: anunció una política de protección para la industria y la agricultura. El
"1" <C
..,,,.- ce o----~
M grano nacional quedaba protegido por una tarifa móvil y se prohibía la impor-
tación de trigo en forma absoluta cuando el precio local del trigo cayera por
debajo de los cin.cuenta pes.os por fanega. A ello siguió una modesta recupera-
:;;-, te i::: ción de la agricultura y hubo una serie de buenas cosechas; hasta se realiza-
L'O> r:- 0- 9_-
:i.C'J. o.lgunas exportaciones de gr-anos y :larina, y varios grupos de agricultores
de díferentes localidades hicieron llegar su agradecimiento por la nueva polí-
ce .,,.A tica. Pero el bloqueo francés de ·183!! inter:rumpió 1a marcha de estas exporta-
=-
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rr;- e
<.(')
~-
ciones, como lo hizo tzmbién el blequeo wglo-franc.és de la década de 1840_ De
allí en más, el gobierno guardó silencio con respecto ala agricuitura_ Ei hecho
"'1"!:-lt',N
/Y:;- t-- 0- N-
era que los chacare:ros no constitu.ian un grupo de intereses Jo suficientemente
¡:¡ N fuerte, er1 lo económico ni en lo político, como _para apoyar una campaña y ob-
ro tener una adecuada respuesta.9 3
cC O'::,_ ::;, ...~ C-:.. ¡ .:::;, Mientras que la agricultura no significaba amenaza alguna para el domi-
e,- ..,,,. ,:-t e :;¡: g nio de la estancia ganadera, la cría de ovejas sf lo era_ La "merinización" de
Buenos Aires, el aumento en importancia de una sustaneia1 economía basada
en la oveja y la lana, comenzó en la década de 1840 y condujo a una pele:a por
nuevas tierras. E1 cambio fue decisJ.vo para la .Argentina, ya que fue a través
de la exportación de lana que el pafs expandió por primera vez su capacidad
productiva. experimentó una acumulación de capitales y aceleró su integra-
ción en el mercado mundíal. Una delas razones para ese éambio en favor de la
cría de ovejas fue que el precio de la lana nosó1o aumentó más rápido que el de
cualquier otro producto agrícola sino que también io hizo más rápido-que la
inflación, a diferencia de los cueros crudos y la carne salada. El índice de pre-
cios de la lana subió de cien. en 1832. a trescientos trece en 1350. comparado
..,.,_~tr.~CL'°' t- con ciento cincuenta y ocho éon dos décimos para los cueros crudos y d·oscien-
~ ~,te-:!- t-- N- 1 c::t tos setenta y siete con tres décimos para la carne salada. aumento de precio
diferencial motivado por la demanda originada en una industria textil euro-
cC..c_cec_.-:i'-,-:,_ pea en expansión. 94 Esta circunstancia proporcionó un buen mercado para la
c(';cc~r./Nc exportación e indujo a los terratenientes argentinos a diversificar su produc-
e
ción en favor de la oveja. Muchos de los primeros criadores de ovejas eran de
origen inglés e irlandés y al llegar a la década de 1860 los colonos británlCos se
e habían convertido en algunos de los mas grandes terratenientes del país.
aunque era mayor el número de hacendados criollos, atraídos por los altos be-
neficios derivados de la crianza de ovejas. El Estado se interesó una vez más
en nuevos desplazamientos de la fronterc1, porque las ovejas necesitaban
grandes extensiones de tierras, aunque no mucha mano de-obra_ Pero, al prin-
cipio, la cría de ovejas se eA--pandió en perjuicio de la estancia ganadera.
En 1310 la provincia de Buenos Aires tenía una existencia de dos a tres mi-
llones de ovejas. aunque eran de inferior calidad y ocupaban tierras margina-
les. Los restos de las ovejas sacrificadas, secados al sol, servían de combusti-
ble para los hornos de ladrilJos, y para muy pocas cosas más. En los primeros
afios de la independencia los estancieros mostraron poco interés en mejorar
las razas de ovejas. y fueron dos ingleses. John Harratt y Peter Sheridan.
85
ción: anunció una política de protección para la industria y la agricultura. El
"1" <C
..,,,.- ce o----~
M grano nacional quedaba protegido por una tarifa móvil y se prohibía la impor-
tación de trigo en forma absoluta cuando el precio local del trigo cayera por
debajo de los cin.cuenta pes.os por fanega. A ello siguió una modesta recupera-
:;;-, te i::: ción de la agricultura y hubo una serie de buenas cosechas; hasta se realiza-
L'O> r:- 0- 9_-
:i.C'J. o.lgunas exportaciones de gr-anos y :larina, y varios grupos de agricultores
de díferentes localidades hicieron llegar su agradecimiento por la nueva polí-
ce .,,.A tica. Pero el bloqueo francés de ·183!! inter:rumpió 1a marcha de estas exporta-
=-
i:::
rr;- e
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ciones, como lo hizo tzmbién el blequeo wglo-franc.és de la década de 1840_ De
allí en más, el gobierno guardó silencio con respecto ala agricuitura_ Ei hecho
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era que los chacare:ros no constitu.ian un grupo de intereses Jo suficientemente
¡:¡ N fuerte, er1 lo económico ni en lo político, como _para apoyar una campaña y ob-
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cC O'::,_ ::;, ...~ C-:.. ¡ .:::;, Mientras que la agricultura no significaba amenaza alguna para el domi-
e,- ..,,,. ,:-t e :;¡: g nio de la estancia ganadera, la cría de ovejas sf lo era_ La "merinización" de
Buenos Aires, el aumento en importancia de una sustaneia1 economía basada
en la oveja y la lana, comenzó en la década de 1840 y condujo a una pele:a por
nuevas tierras. E1 cambio fue decisJ.vo para la .Argentina, ya que fue a través
de la exportación de lana que el pafs expandió por primera vez su capacidad
productiva. experimentó una acumulación de capitales y aceleró su integra-
ción en el mercado mundíal. Una delas razones para ese éambio en favor de la
cría de ovejas fue que el precio de la lana nosó1o aumentó más rápido que el de
cualquier otro producto agrícola sino que también io hizo más rápido-que la
inflación, a diferencia de los cueros crudos y la carne salada. El índice de pre-
cios de la lana subió de cien. en 1832. a trescientos trece en 1350. comparado
..,.,_~tr.~CL'°' t- con ciento cincuenta y ocho éon dos décimos para los cueros crudos y d·oscien-
~ ~,te-:!- t-- N- 1 c::t tos setenta y siete con tres décimos para la carne salada. aumento de precio
diferencial motivado por la demanda originada en una industria textil euro-
cC..c_cec_.-:i'-,-:,_ pea en expansión. 94 Esta circunstancia proporcionó un buen mercado para la
c(';cc~r./Nc exportación e indujo a los terratenientes argentinos a diversificar su produc-
e
ción en favor de la oveja. Muchos de los primeros criadores de ovejas eran de
origen inglés e irlandés y al llegar a la década de 1860 los colonos británlCos se
e habían convertido en algunos de los mas grandes terratenientes del país.
aunque era mayor el número de hacendados criollos, atraídos por los altos be-
neficios derivados de la crianza de ovejas. El Estado se interesó una vez más
en nuevos desplazamientos de la fronterc1, porque las ovejas necesitaban
grandes extensiones de tierras, aunque no mucha mano de-obra_ Pero, al prin-
cipio, la cría de ovejas se eA--pandió en perjuicio de la estancia ganadera.
En 1310 la provincia de Buenos Aires tenía una existencia de dos a tres mi-
llones de ovejas. aunque eran de inferior calidad y ocupaban tierras margina-
les. Los restos de las ovejas sacrificadas, secados al sol, servían de combusti-
ble para los hornos de ladrilJos, y para muy pocas cosas más. En los primeros
afios de la independencia los estancieros mostraron poco interés en mejorar
las razas de ovejas. y fueron dos ingleses. John Harratt y Peter Sheridan.

85
J
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l quienes tomaron la iniciativa. A partir de los primeros años de la década de
l 1820, Harratt empezó a comprar r::1erinos español0s, y a cuidar y purificar las
' razas mejoradas. Luego comenzó a vender y, er. la mitad de la década de 1830,
las ventas empezaron a aumentar cuandolog:ró colocar varias parcelas de la-
nas mejoradas en Liverpooi., a -poco más de dos cheli:;,es la libra. I..a la.na ar-
gentina no era tan apreCiada eil Gran Bretaña como la australíana, porque
era más corta, pero el mercado :cesultó lo suficieI:r.tem.e.rrte confiable como
para justificar posteriores expansiones. y no habfa vi.i.-tualmente impuestos
de importación en Ingl;:;tPrr~ s:nb'"'"' "'":;, c.r+{,...u1,,, H1 ,....,.."'"''>n'"' ''"'te"¿,_"',,,.,.., la "r'a
~ e=" ¡;--__ '-~" e;" ~" ; . [';_
<...~(;;;;,;t;;~"C!''s:":':'t.t::N-c-;
~ e=" º- ' ,;2 de ovejas quedó reflejado en subsi&fu.ientes irrü>ortaciones de merinos desde
:: ::; ~ ~ ~ ~ ::: :::: íl ~ •'• Europa y lÜs Estados Unidos en1836y l337, a la ~rez que se efectuaban taillbién
cruzas de ovejas criollas y pampas con otras de raza Saxony. "A mediados de
la década de 1830", informaba el cónsul británico, "las exportaciones de lana
mostraron un notabie aumento, tanto en cantidad como en precio. " 95 El blo-
queo de Buenos Aires jnter::.-umpió esta tendencia y detuvo el mejoramiento
de razas de ovejas por un tiempo, Pero la cantidad de ariimales mejorados au-
mentó rápidamente, y al terminar la década de 1840. la existencia total de
ovejas en ia provincia de Buenos Aires era de seis millones. un tercio de los
cuales eran de raza mejorada. Las e:,,.-portaciones crec.ie:rnn lentamente. En
1822, la lana s'álo significaba un noventa y cuatro centésimos por ciento de las
exportaciones totales de Buenos Aires: los cueros vacunos constituían el se•
senta y cinco por dento. En 1836, la lana representaba el.siete con seis déci-
mos por ciento, los cueros vacunes el sesenta y ocho con cuatro décimos por
ciento; en 1851, la lana el diez con tres décimos por ciento. los cueros el sesen-
ta· y cinco por ciento. En 1861, ia lana habia aumentado al treinta y seis por
ciento, y los cueros representaban un treL1ta y tres con cinco décimos pcyr
O N "Ol'
ciento.% Al llegar 18521a provincia tenía una población ovina de diez millones
de animales, y las exportaciones de lana se encontraban en el orden de los
f fiaf vebti_cinco millones de libras.
El clima moderado y las tier:-as Íértnes permitían que las ovejas se ali•
~~~~~q~~~~~~~~~~~~ mentaran a campo abierto durante todo el año, Las tierras aue habían estado
§:!;§g1~;2¡~~;111~ ocupadas durante más tiempo, en la zona norte de la provil1cia, eran las que
:mejor se adaptaban para las ovejas, micn~as que las nuevas tierras, en el
sur. eran más apropiadas para la cría de ganado vacuno. En las pampas, en-
tre.Buenos Aires y elRio Salado, 1a oveja había empezado a desplazar al vacu-
no; a partir de la década de 1840 en particular, estancia tras estancia oasó a
manos de los criadores de ovejas. Vna legua cuadr8.da detie!'ra podía pÍ-opor-
c.ionar pasturas para doce a catorce mil ovejas. A cien kilómetros de Buenos
Aires hacia el sur, una legua de tierra de buena calidad valia de cincuenta a
sesenta mil pesos: para 1860 esos valores h1::.bían aumentado tres a diez •.reces
más. Al sur del Salado, la tíerra valí.a la mitad de esas sumas.
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ción: anunció una política de protección para la industria y la agricultura. El
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M grano nacional quedaba protegido por una tarifa móvil y se prohibía la impor-
tación de trigo en forma absoluta cuando el precio local del trigo cayera por
debajo de los cin.cuenta pes.os por fanega. A ello siguió una modesta recupera-
:;;-, te i::: ción de la agricultura y hubo una serie de buenas cosechas; hasta se realiza-
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:i.C'J. o.lgunas exportaciones de gr-anos y :larina, y varios grupos de agricultores
de díferentes localidades hicieron llegar su agradecimiento por la nueva polí-
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allí en más, el gobierno guardó silencio con respecto ala agricuitura_ Ei hecho
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era que los chacare:ros no constitu.ian un grupo de intereses Jo suficientemente
¡:¡ N fuerte, er1 lo económico ni en lo político, como _para apoyar una campaña y ob-
ro tener una adecuada respuesta.9 3
cC O'::,_ ::;, ...~ C-:.. ¡ .:::;, Mientras que la agricultura no significaba amenaza alguna para el domi-
e,- ..,,,. ,:-t e :;¡: g nio de la estancia ganadera, la cría de ovejas sf lo era_ La "merinización" de
Buenos Aires, el aumento en importancia de una sustaneia1 economía basada
en la oveja y la lana, comenzó en la década de 1840 y condujo a una pele:a por
nuevas tierras. E1 cambio fue decisJ.vo para la .Argentina, ya que fue a través
de la exportación de lana que el pafs expandió por primera vez su capacidad
productiva. experimentó una acumulación de capitales y aceleró su integra-
ción en el mercado mundíal. Una delas razones para ese éambio en favor de la
cría de ovejas fue que el precio de la lana nosó1o aumentó más rápido que el de
cualquier otro producto agrícola sino que también io hizo más rápido-que la
inflación, a diferencia de los cueros crudos y la carne salada. El índice de pre-
cios de la lana subió de cien. en 1832. a trescientos trece en 1350. comparado
..,.,_~tr.~CL'°' t- con ciento cincuenta y ocho éon dos décimos para los cueros crudos y d·oscien-
~ ~,te-:!- t-- N- 1 c::t tos setenta y siete con tres décimos para la carne salada. aumento de precio
diferencial motivado por la demanda originada en una industria textil euro-
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c(';cc~r./Nc exportación e indujo a los terratenientes argentinos a diversificar su produc-
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ción en favor de la oveja. Muchos de los primeros criadores de ovejas eran de
origen inglés e irlandés y al llegar a la década de 1860 los colonos británlCos se
e habían convertido en algunos de los mas grandes terratenientes del país.
aunque era mayor el número de hacendados criollos, atraídos por los altos be-
neficios derivados de la crianza de ovejas. El Estado se interesó una vez más
en nuevos desplazamientos de la fronterc1, porque las ovejas necesitaban
grandes extensiones de tierras, aunque no mucha mano de-obra_ Pero, al prin-
cipio, la cría de ovejas se eA--pandió en perjuicio de la estancia ganadera.
En 1310 la provincia de Buenos Aires tenía una existencia de dos a tres mi-
llones de ovejas. aunque eran de inferior calidad y ocupaban tierras margina-
les. Los restos de las ovejas sacrificadas, secados al sol, servían de combusti-
ble para los hornos de ladrilJos, y para muy pocas cosas más. En los primeros
afios de la independencia los estancieros mostraron poco interés en mejorar
las razas de ovejas. y fueron dos ingleses. John Harratt y Peter Sheridan.

85
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l quienes tomaron la iniciativa. A partir de los primeros años de la década de
l 1820, Harratt empezó a comprar r::1erinos español0s, y a cuidar y purificar las
' razas mejoradas. Luego comenzó a vender y, er. la mitad de la década de 1830,
las ventas empezaron a aumentar cuandolog:ró colocar varias parcelas de la-
nas mejoradas en Liverpooi., a -poco más de dos cheli:;,es la libra. I..a la.na ar-
gentina no era tan apreCiada eil Gran Bretaña como la australíana, porque
era más corta, pero el mercado :cesultó lo suficieI:r.tem.e.rrte confiable como
para justificar posteriores expansiones. y no habfa vi.i.-tualmente impuestos
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cruzas de ovejas criollas y pampas con otras de raza Saxony. "A mediados de
la década de 1830", informaba el cónsul británico, "las exportaciones de lana
mostraron un notabie aumento, tanto en cantidad como en precio. " 95 El blo-
queo de Buenos Aires jnter::.-umpió esta tendencia y detuvo el mejoramiento
de razas de ovejas por un tiempo, Pero la cantidad de ariimales mejorados au-
mentó rápidamente, y al terminar la década de 1840. la existencia total de
ovejas en ia provincia de Buenos Aires era de seis millones. un tercio de los
cuales eran de raza mejorada. Las e:,,.-portaciones crec.ie:rnn lentamente. En
1822, la lana s'álo significaba un noventa y cuatro centésimos por ciento de las
exportaciones totales de Buenos Aires: los cueros vacunos constituían el se•
senta y cinco por dento. En 1836, la lana representaba el.siete con seis déci-
mos por ciento, los cueros vacunes el sesenta y ocho con cuatro décimos por
ciento; en 1851, la lana el diez con tres décimos por ciento. los cueros el sesen-
ta· y cinco por ciento. En 1861, ia lana habia aumentado al treinta y seis por
ciento, y los cueros representaban un treL1ta y tres con cinco décimos pcyr
O N "Ol'
ciento.% Al llegar 18521a provincia tenía una población ovina de diez millones
de animales, y las exportaciones de lana se encontraban en el orden de los
f fiaf vebti_cinco millones de libras.
El clima moderado y las tier:-as Íértnes permitían que las ovejas se ali•
~~~~~q~~~~~~~~~~~~ mentaran a campo abierto durante todo el año, Las tierras aue habían estado
§:!;§g1~;2¡~~;111~ ocupadas durante más tiempo, en la zona norte de la provil1cia, eran las que
:mejor se adaptaban para las ovejas, micn~as que las nuevas tierras, en el
sur. eran más apropiadas para la cría de ganado vacuno. En las pampas, en-
tre.Buenos Aires y elRio Salado, 1a oveja había empezado a desplazar al vacu-
no; a partir de la década de 1840 en particular, estancia tras estancia oasó a
manos de los criadores de ovejas. Vna legua cuadr8.da detie!'ra podía pÍ-opor-
c.ionar pasturas para doce a catorce mil ovejas. A cien kilómetros de Buenos
Aires hacia el sur, una legua de tierra de buena calidad valia de cincuenta a
sesenta mil pesos: para 1860 esos valores h1::.bían aumentado tres a diez •.reces
más. Al sur del Salado, la tíerra valí.a la mitad de esas sumas.
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l quienes tomaron la iniciativa. A partir de los primeros años de la década de
l 1820, Harratt empezó a comprar r::1erinos español0s, y a cuidar y purificar las
' razas mejoradas. Luego comenzó a vender y, er. la mitad de la década de 1830,
las ventas empezaron a aumentar cuandolog:ró colocar varias parcelas de la-
nas mejoradas en Liverpooi., a -poco más de dos cheli:;,es la libra. I..a la.na ar-
gentina no era tan apreCiada eil Gran Bretaña como la australíana, porque
era más corta, pero el mercado :cesultó lo suficieI:r.tem.e.rrte confiable como
para justificar posteriores expansiones. y no habfa vi.i.-tualmente impuestos
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la década de 1830", informaba el cónsul británico, "las exportaciones de lana
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de razas de ovejas por un tiempo, Pero la cantidad de ariimales mejorados au-
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ovejas en ia provincia de Buenos Aires era de seis millones. un tercio de los
cuales eran de raza mejorada. Las e:,,.-portaciones crec.ie:rnn lentamente. En
1822, la lana s'álo significaba un noventa y cuatro centésimos por ciento de las
exportaciones totales de Buenos Aires: los cueros vacunos constituían el se•
senta y cinco por dento. En 1836, la lana representaba el.siete con seis déci-
mos por ciento, los cueros vacunes el sesenta y ocho con cuatro décimos por
ciento; en 1851, la lana el diez con tres décimos por ciento. los cueros el sesen-
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ciento, y los cueros representaban un treL1ta y tres con cinco décimos pcyr
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ciento.% Al llegar 18521a provincia tenía una población ovina de diez millones
de animales, y las exportaciones de lana se encontraban en el orden de los
f fiaf vebti_cinco millones de libras.
El clima moderado y las tier:-as Íértnes permitían que las ovejas se ali•
~~~~~q~~~~~~~~~~~~ mentaran a campo abierto durante todo el año, Las tierras aue habían estado
§:!;§g1~;2¡~~;111~ ocupadas durante más tiempo, en la zona norte de la provil1cia, eran las que
:mejor se adaptaban para las ovejas, micn~as que las nuevas tierras, en el
sur. eran más apropiadas para la cría de ganado vacuno. En las pampas, en-
tre.Buenos Aires y elRio Salado, 1a oveja había empezado a desplazar al vacu-
no; a partir de la década de 1840 en particular, estancia tras estancia oasó a
manos de los criadores de ovejas. Vna legua cuadr8.da detie!'ra podía pÍ-opor-
c.ionar pasturas para doce a catorce mil ovejas. A cien kilómetros de Buenos
Aires hacia el sur, una legua de tierra de buena calidad valia de cincuenta a
sesenta mil pesos: para 1860 esos valores h1::.bían aumentado tres a diez •.reces
más. Al sur del Salado, la tíerra valí.a la mitad de esas sumas.

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TABLA4
Producción de iana y exportaciones, Argentina 1_830-80 mixtos, o en tierras bajas y pantanosas cuyos pastos . no. eran ~ptos para laé,.
reías. El mismo Rosas había alentado siempre la cna de oveJas, aunque no
º~u m" e¡·ora. en sus nrooias estancias Y Pero 1a estructura original de la hege-
Cantidad Exportación Libras de Precio Precio1aJ smonia
·· de la· estancia,
. ' .tan laboriosamente desarrollad a aes' d ~ 18"0 . b'ia que-
... , na
A..ño de de lana por (pesospa~ dado hasta cíerto punto socavada. Babia a..1.ora una _aJternanv3..
ovejas lana por oveja por 1 Rosas era un g.::ar.-hacendado, que actuaba por msünto ffiaS que norteo-
(millones! (milL libJ oveja (pesos foertes) arroba)-! rías, v el modelo agrario que él prefería e.::a en su mayor parte aprop_íad~ para
el 1uiar y la época. La es~ancia pr~ITl.ití:? ~e ajustaba correct?,:1-~1:te ~ 1a :lr:
1830 2.3 6 2.3 /\u,civ
º" 12.65 gcnti.na eI1 la primera nutad de1 s1g10 ct1ecmucve; correspo_:r.c;'"'" ! 10s n~ec~?s

ª~I: ~~;;:~c:t;-a:;ª;/;~::\~~~::sfir!iss ;:~~r~~~t~~~r~b~::;u~~;:


]840 .5 13 2.5 0.50 14,70 1
2
1850 7 21 3,0 0,7G 32,62 :~~~r
1850 14 45 3.2 1.10 ~conómica. en una época en 1a que la disponibilidad de cap1tales, extra.r1Jeros
1870
1875
41
44
137
146
3,3
3.3
1,20
1.30
era muy limitadaabundancia
'e,. "ista había
yla un
Argentina significaba gran nesgo, Desae otro pun~o
de tierras desocupadas, aptas para un desarrollo
iil80 61 215 3.5 1.40 ~;t~nsi~o. El crecimiento de las inmensas propiedades despla_zó la l~n_ea _de
frontera, roeioró el uso de la tierra y aprovechó las circunstancias ammema-
Fuentes: 1'L G. y E. T. Mulhall. Han.dbook oí the River Plate Republics (1885 ed. J, 23; Ju.
lío B:roide, ·'La evolucion de los prec10s pee u anos argentinos en el penado 1830- 1es: v me_dia~1te la especialización en c:ria de ganado vacuno la estancia se
185{)". 139. adaPtó a la escasez crónica de mano_de cb:ra. Y ~a r.íedicac!ón al ga~ado_vacu-
no; además, significó producir un bien exportable, o vanos, para 10s cuales
Una moderna bdust;ia de la oveja requer:fa no sólo mejorar la calidad de existía demanda en el mercsdo mundial, No era il'Y'acional importar grano a
los anlmales y más tierras siho también innovaciones en los métodos de pro- ,1 bajo precio: dada la escasez de poblacion, no er2. )mpenosamentc _n_ec~sa~10
ducción: mejores pastos, campos alambrados, galpones para esquila y para alentar un desarrollo de la agricultura. Aun la misma conc~ntrac1on oe t!e-
depositar la lana, nuevos pozos y acequias limpias. T,odo esto exigía más tra- rras ocurría en circunstancias en que habría sido exagerado desaprobarla..
bajo, es decir. más mano de obra. El gaucho y el arriero iban siendo reempla-
zados gradualmente por el pastor, el puestero y el peón. Comenzaron á llegar
aunque comprensible: ias estancias no eran grandes porque algunas pocas
uersonas ambiciosas ganaran une. carrera para obtenerlas, tampoco po;que
los inmigrantes colonos. ya fuese como mano de obra contratada o como so- Se hubiera echado de ellas a colonos marginales. sino_ porque se trataba ae un
cios en empresas de ganancias compartidas, o bien como criadores dueños de País enorme y vacío. donde las escalas eran completamente_di.stint.as,d.e la~
la tierra. Como ya se ha visto, muchos de los primeros críadores de ovejas fue- aue regían en Europa. Además. ln inseguridad de un mercaao mternac1ona1
ron británicos, para quiénes esta ocupación les resultaba más agradable que fluctuante:'sobre todo de cueros, requería 1a consolidación de la cr:a de vacunos
la vida esencialmente crlolla del estanciero o del ganadero. Empleaban pas- ;n ::rran escala, para lo cual no eran necesarias gra,.,:¡dceo inversiones en tecnolo-
tores, preferentemente trabajadores irlandeses. y les daban.una participa~ gía~ni en tierras, y se obtenían muy buen~s gana!1Clas, Las ~versiones de~ían
ción en los rebaños mediante contratos de cínco años de duración, qúe conver- concentrarse en el ganado y serequerian tierras aoundantes, o~:atas yrel~1t1ya-
tían a los pastores en socios medianeros con derecho a recibir un tercio de la mente seguras, La oacificación rural y los bajos niveles Jmpositrvos a proaucto-
producción de lana, debiendO ellos cuidar los animales y pagar los gastos. En res v comerciantes'mejoraron las ventajas de la naturaleza Y desarrollaron las
pocos anos el medianero podía gana, lo suficiente corno para comprar una mi- eJ{~:f"..aciones de p:rOOuctos de la galladeria hasta un punto en el que Buenos Aires
tad del rebaño, y al final reunía tantas ovejas y dinero que le permitían esta- se aproximó a un-a balanza comerci.?-J 'favorable. El resulta?o fue la es_tancia, .Y
blecerse en forma independiente, El cálculo normal de aumento era que un había cierta justificación cuando Rosas afirmaba que la üen·a era el negocm
rebano podía duplicarse a si mismo en tres anos. Era una buena inversión; clásico.
muchos criadores de ovejas demoraron pocos años en triplicar sus inllresos Enla década de 1350. la estancia de Rosas no era ya simplcm_ente clásica:
originados enla producción de lana. De manera que, entre los años 1840 }· 1860, se estaba convirtiendo en arcaica. Rabia un limite, más allá del cual la econo-
los estabiecimienios dedicados a la cría de ovejas se expandieron en perjuicio mía de Rosas no podía crecer. La falta de tecnología signifícab_a que la estan-
de la estancia. El valor de las ovejas aumentó diez vec.es, los vaforesde las tie-
rras lo hicieron en el mismo orden; se producfa entonces cierta subdivisión
cia sólo podía expandirse mediante la adquisición de más
y mas tierras: Y su
especialización se limitaba a cierto número de art~culo~ -::cuP;ro~ crud_os Y
de la proµiedad y las tierras cambiaban de manos con más frecuencia.·Las es- carne salada- para los cuales la demanda extranJera tema limites; frnal-
tancias ganaderas sobrevivieron, naturalmente, bien como establecimientos

88 89
mente,conlosmercadosdeesclavosd•Brasil deC b ¡
mclinabanmáshaciaW1acontrac::-ión~ue, Y
, ,,, - - 1
;ii ;~ aspr?,~~mHctaaesseción común pedir prestadas diez mii cabezas de ganado y devolverlas en
-
el sistema de Rosas estaba ec"nÓ;,J"a~~ utna expans~on. En umino a.,"lálisis,buatro o cinco años, "en cuyo término el individuo obtendrá ocho mil a diez
, i ~ ,uen e e<:ta:-icado Comr -,r ' · d , ,. T · - - · d B
; ,,.,/: 1 _1\,~1 1Zo nm:armil terneros e proa.ucto:·. an se~ci?o,era, qu: ~ucnos a;;sranc_1eros : ~:-
- . "' · ,
~~~::me~to, todo estaba subordinad Oal ana ~v ~:
I~r~~7.: sa~~:-~ ')
C\

~1nge~ 1a poJitlca .argentina. ¿ Qué son los.asdv ",-~l..i ~as vacas}1os Aires pocas vec~s deJaban la cmcta? para VlSltaT sus esrnnci~s, 3'. N1~01as
aores ae vacas nada J:nás. "98 D"" l].a ho.-,. ,~n~.. ~, ~ Q,u,1~ º':;'ª J ~• qu,-:-~: -":l.paceni:a-!Ancborena no conocia personalmente nmguna de sus nume.Tosas nac1enaas.%
a la A..rgentina, desde el punto d~ vi:~-!'~ e, ctJ.~C~ao ei r~SlS-mo: habr!a metido;l:::omo observara Wilfrid Latham: "Muchos de los estancíeros educados y cul~
Pero el modelo resultó fiiia'-en,·e .ª ;~ono,mco, ~n ?TI cna1e,:-o ae fuerza. '.tos -nrincipales ciudadanos de la n.s.ción-dificilmente habían visto alguna
· · H.U - 1 illlllc.00 en SU<: c,....,...,<.lnt - · - · ! ,.. . . . • , ,
primero
·~-~ __ por le. cría de ove•~c: v ]·ueo~t 1 n0r1<"r"'"""'""'""~o--ra-;-,.1
• "' • . v.. ••rn~, % aesce actentrn, ":VeZ sus estancias. Les llegaban sus ingresos or-:.gmados en 1a venta de ganaao.
1/j?U· Ya en los veinte anos- siguieñt .<;--=-e.
,1a.~. , -, - , , . · ·
.u.d ,.,,e ú! a~caáa ae <)' sólo pensaban en una forma de invertir Sl.!S ganancias acumu.laaas \excep-
v ~ ~ s . , u i s "'~~

primeros signos de cambios ünpor~:n~~ ~ i~ ª5.";,~0~. pu:=u~rvn apreciarse losítuwdo ~a o dos casas en la ciudad), que no era otra que la adquisición de tie-
ores de púas, el mejoramiento d" J.~ª; ,es. _"' di:fus:on ~:' J.◊~ cerc~s de alam- .lrras, mas y más leguas cuadradas de tierras de pasturas naturales. " 100
gración, la extinción de ia cultur.': -"el- ~~, 1. ª co1loruza:10 n., la ?reciente L'1mi- 1-'
2
El mismo Sarmiento fue un severo crítico del regimen agrario de Rosas.
-- s· ª 0
m1a. m embargo, el régimen de Rosa~ . . . - 1amoao.rn'zac,
"aucnov _ ·- "~. ·-' _..?n · ae,1a
1 , ..
econo- JDeclara ba que, en la A.rgentma,
· una supernc1e de ciento cuarenta m1"]kil'
P• • •
- orne-
?e
Y económica antes la Aroeu_,_~~ ;~:~:"º r~?
tura agraria de la _4J-'o-entina. EJ c·ºm ~ Jo~: huell.::. rnde1';5)le en 1a est:ruc- ltros cuadrados, aproximadamente el tamaño de Inglaterra, estaba en poder
q:e de :-illª c??nguración social }de ochocientas veinticinco personas. Probablemente tenía más validez la im-
par una revolución en las n~;,_n~<::: ;e..,.l ie~a- .'1 mmigracwn masiva, pasara !presión aue la exactitud _de las cifras. En 1856, con ocasión del debate parla-
de granos v carnes Antes·qª~~ •1a ~,;; ;' co:Jvrr~~era en nnportante exportador .f mentariÜ sobre la lev de tierras, formuló fuertes afirmaciones contra el lati-
~ oaer::11zac10n<>-mpe.,a.,...~ s;au' ¡ D t ,
_mª" de posesión•. de tierras_,
·- el tamaño d 1 , . ,. . -:_ ·~ ", 1era, eJ· s1ste- • , 1 -
Jfundismo, en las columnas = i -..,
de J:!.,1 • · b
1Vac10na . enuncia a amargamen e _,as
pcrsonat todo eso había aupdado 00,... e _as .estancia~ Y· en muchos casos, el I consecuencias sociales de la distribución de tierras eíectuada por Rosas: ·'El
Algunas caracteristiCa; de e;-",'me/ne:i;eme~t~ nnplantado. ~pueblo perece de hambre en el país consagrado a la cría del ganado. Hoy vale
't·
c:::-11cas. Las fáciles ríquezas amasadasene1a
0
~G , •
no~.au· proauieron p~ont · · ' ¡
~ , ... , ;·º rev1s10nes y l seis duros en el mercado una arroba de carne; el pan va e más que en Euro-
mente afortunados como oa:ra adquirir: : · ~ene; habi~an ~m? l? suficiente- ¡pa", 101 La concentración de tierras en manos de unos pocos, argumentaba, las
~as eran tema de muchos Comentarios i:::~~~nci~s ;'ura~te e! Teg!:71en de Ro- ¡maI1tenía en inferiores niveles de utilización, e impedía que otros adquirieran
1st0
na Mackenna, qllien viajó oor la Arcr"'nÍ:;;n r;~aor c~l_eno Be~Jarnin \.7icu- /fracciones; la gente se congregaba en la ciudad, imposibilitada de obtener
cas~ ?e Fabián Gómez, uño de los;¿<: ~i ª :n}850 · qued~ 1IDJ?res10nado por el ; tíerras para chacras o cría de ganado. Mientras unos_pocos favoritos y prote-
re~1b1do en propiedad la estancia c;r;: ~~L st a_nc1eros, qm_:n e~ 1835 babia f gidos conseguían tierras con sólo pedirlas, el peón no tenía posibilidad alguna
~

orillas a.el Paraná, con mil cabezas d; 1::na~s :e:rca de Sa~ N1colas sobre l~s : de iniciar una gran_J,a. La mism~ redd~farnilias privilegiadas que florecieron
mal. Vemte aiios más tarde su ganad; h
cada uno se vendía ~ ""~t..,.,"'"'""~.
bt
vac~º:.ª.cua:r.o pesos por a..rJ.J- con Rosas monoponzaba todavia las tierras:
a ia aum~ncaao a cmcuenta mil. v
- ~--v~" 1-"-"'-'v.:> · • "La campana de Buenos Aires está dividida en tres clases de hombres: estancíeros que
residen en Buenos Aires, pequeños propieiarios, y vagos Véase la multitud de leyes y de-
Aumento de beneficio de la estanci"
a 10 ,.,~_ ,_
O.Je? 18,.,,?
cretos sobre vagos que tiene nuestra legislación. ¿Qué es un vago en su tierra, en su pa-
tria? Es el porteño que ha nacido en la estancia de cuarenta leguas, que no tí ene, andando
1835 un día a caballo, donde reclinar su cabeza porque la tierra diez leguas a la redonda es de
Precio dela tierra por legua cuadrada ,-pe 1855 , uno que la acumuló con capital, o con servicio y apoyó al tirano, y el vago, e1 porten.o, el
Precio del gaiiado ' sos¡ 15,000 : hijo del país, puede hacer daño en las vacas que pacen de donde se destierra al hombre'"
200.000
.5,500
, Los latifundistas ausentes vivían con toda comodidad en Buenos Aires y
Puente: Vicuirn Mackenna, i.i Diario. 429.
· dejaban que manejara sus estancias el capataz, un recio jefe que dirigía con
vara de hierro y aplicaba en detalle las instrucciones recibidas del lejano pro-
~!rededor de 1855 se podía comorar ... o: , .,
prec10 comprendido entre diez v Uince un':_ 1ei,,ua cuadrada de Ue1Ta por un pietario.102
pr~cio con relación a los afios do;ados d i--nll
peso~: A pesar del aumento de La ley del 10 de mayo de 1836 era en teoría aplicable a todos. Nada había
en ella que impidiera a los pequeños propietarios la.transformación de sus al-
na 1!1versión y los beneficios estaban to~ ,~sas, la tierra er_a tod,avia una bue-
a V1cuna Mackenna que, en la provine~:\~.ª ~egurad~s. Sarmiento informó quileres por enfiteusis en propiedades absolutas y que organizaran-pequeflas
"'- e uenos Aires era una transac- , chacras o estancias, o que los colonos más pobres compraran tierras baratas

90
1
J
91
en las zonas más nuevas.'°' Naturalme nte, se alentaba a los más neoueños J
fono: para que se instalaran _en las tierras recientem ente ganadaS pÜr despla~
zam1ento de la línea de frontera, en la esperanza de aue ellos formarían uni
valla o escudo contra los indios. Y si podían demostrar que eran buenos fedej
rales, los cha careros estaban en condiciones de obtener adelantos de la Casi
de la Moneda, restituibles al cinco por ciento. para comprar animales pard
sus chacras. En agosto de 1833, el mismo Rosas ofreció chacras ubicadas eni
tre Los Cerrillos y el A,,-,-oyo Azul a más de cien familias.E l gesto tenía un pro/
pósito político: sumar apoyn para elrosísmo en el campo, en un momento enl
el que, desde el desierto, estaba dirigiendo un movimiento contra sus enemj~
CAPÍTlJLO rn
gos de Buenos Aires. Encomend ó laldea a su agente González: "Esta obrad
favor de alg"unos pobres, hace mucho que la tengo pensada, y si ha estado deij
morada es tan sólo por la falta de tiempo para poderla hacer yo personaim eni Patrón y peón
te. " 104 Instruyó a González para que difundiera la noticia por todo el campo de¡
que "yo le he.encarga do que todos los paisanos pobres que han servido enl<i¡
restauraci ón, o a sus padres o viudas o madres, que no tengan dónde poblar}'
se": ~~s nombres deb,í~n c~l~carse en una lista: de inmediato recibirían un~
pos1c10~ en la comuma~? y tierras cuando Rosas regresara de la Campañ~] La estructura
de la sociedad era simple y su escala pequeña. La Argentina.
del Desierto. La operac10n ~o~al ~~ era t_a~to un ejerclcío de refo:ma agrari~ tanl1ena
de ganado vacuno, estaba vacía de gente, y hasta la década de 1850 ia
como de propagand a y movillzac1on pollhca. Los colonos más pobres no eran: densidad
desu población no era mucho más que de un habitante porcada dos y
normalme nte objeto de una sostenída atención de parte de Rosas: en reali:TI medio k.ilóme_tros
cuadrados Ademas, la poolac10n terna tenaencra a la extre
dad, desde un comienzo había emitido las más severas prohíbiciones eontra] mada concentrac
ión, Ymás de un tercio del total se encontrab a en Buenos Ai-
los colonos usurpador es o intrusos en sus propias..tier:ras. 10s y aunque Jo hubie! res Y-Córdoba.
No obstante, la Argentina experimen tó un considerab le creci-
ra deseado. no habría sido fácil rnodiiicar la estructura social del campo. } miento demográfi
co en el medio siglo que siguió a la independe ncia, como Jo
~·muestra n las estadística s oficiales.
~

íf
TABLA5
Crecimien to de la población. Argentina 1800-1869

Año Total
1800 300.000
1816 507.951
1825 570.000
1857 1.180.000
1869 1.736.923
Fuente: Maeder. Evolución demográfica., 22-6.

, El salto entre 1825 y 1857 se pi.iedecom pletar con las estimacion es de Die-
, go de la Fuente, director del primer censo de la Argentina (1869), quien esta-
blece~ total de seteciento s sesenta Y.ocho-mil para 1839, y noveciento s trein-
ta y cinco mil habitantes para 1849.1 En los treinta y <los años transcurrid os
entre 1825 y 1857, casi coin.cidentes con los gobiernos de Rosas, la población de

92 93
la ,~\~gentin~-' en térmi nos gl_o~~·les, s_e
de□.10 ese~cialmente a
dupli có a si mi~;-1:ª·
~.ª .caica en !ª tas~ de m?_rt~lldad,Ele~creci
r
mi~nto s~f drada.s (setecientas scsen ~ y d,'lCO
~jl n;:tá re~:> · J~an -~~:c:e~r~.ro. ª~~!~
m~Jora~1ento de las conaic10nes_de vida y_~o un penod~ ?eJ econó mico de Rosa s: posei
r
a cuare ~ta ao;:o legu:_~: ct...~~\ª'--'c.~ \~1~n~o
~
erae:o las a::
m1as. S010 hubo con Rosa s una mm1g
años comp rendi dos entre los bloqu eos, o
n mas grave
rac10n moae rada, aunque duran te iosi
sep1? e~ mil hectá reas) , y de]o una form
despu és de e1Jos, llegó a Buen os Aires1
na :e c1~c~
pach eco, gener al de Rosas. te!1ia secen ;~~\Y ::,~:;:i-:-;~:s
?~, \~~ osFéfu:
La:: c."YL,, L~Ua.-; _uaon,,a. 5.: e· '"'
A_.-.,.

un cierto núme ro de vasco s. franc eses, des~a caf.a perso nalid ad en asunt os poli~co,s Yeco~~ml~~
geme delas Islas Canarias_, italia nos El s. ":'-~1;_.;\::-:_e"~-
imde ses. ,_ ,,- dos legua s cuad radas \tresc ienta s n-em. ta ml, nec.~areo.s .i._o.m~
~ El aume nto de pobla ción más notable
1
'{~o. -"icen \"' T ópe~_ noeta diput ado vures ident e de la
~:i~;

alta corte , era prop1eta-


litora l, cuva partic inaci ón en el total pasó fue regist r-ado en las provi ncias cteil cloc; k'-;uas-c'UadraÓas (trein ta ffiil hec'.:
.' - · • del trein ta v seis uor cient o en 180d :~o-
,~ier,i
ár~as) .,Y ést0 ~,~or~ s9:~:;:~,.:P~~
ah::ua:renr,3 v oc.no • plos..2 '.'iatUT,:.üm eme, -en un niv1:-l local ei poc.el' :C-~$lt:~O. ::,Oi 4
. tacul •'.'.'.OD. D~r'_.o décimos en 186"fl_ Buen os Aires creci ó con Rosas: "t 1,,-
" - ,__,..;.., ~~ • -
•¡·err as.ve n el camDO los tena.:eme - ,•~_. . . ,.,_,..., :·,
pero no espec arme nte. y los histo riado res del perio do se '\ 'ª:,'
,
ntes úorrm ·
iaoan ao_so JU"'~ amen:h
' ~ •· ~e ~oao
muy pequ eña co_munidad. El mismo Rosa s orden refie ren - · •
a unqi 1 05 estaj ciero s o sus prote gidos eran ·· ' ·ct" t' d •
qwen es aeci ian '
105 nor1b ~·"m1 en os e
ó un censo de la provi ncia eni },,s autor
idades local es. tales corno los jueces de paz ' -' ~ T
1836 se cump lio exjto same nte Y dio una pobla Ylos c~man?afües rn..:. ,-
_Á • '

cion de sesen ta y dos mil dos-! t:~es A


cient os veint iocho ha01 tante s para la crnda
nueve par,1 el camp o co~ un total de
d v ocnen ta mil setec iento s vemt J,, sei
cient o ·cuare nta y dos mil novec1entosft•
menudo eran analf abeto s y por lo gener al.
in la-: callfi cac1ones esenc iales de la orop1
" s y~
pocv eaucaa~~.
edaa de t,er~a:::; Y13 iea,ca , nac:a
P:º ~~­
cmcuenta y siete Rosa el feaer ahsm o Por io tanto , el go b1erno ' R e::; vio •~ creae 1on de
; una "lc1~e dirwern:.e pr1m itn a en el camp ae osa.., -'-ª ~ r ~
o Ylftuá.lmente comc1dente _on 1<~
TABLA 6 ~ clase" local pro;i etana de berra s sus miem bros come
4 pero los aÜmernos 51 gmem es tamb1 en nzaro n s1~Y•enao 8. ~~
Provm c1a de Buen os Arres , Pobla c1on los
--------------------- 1797 1869 ~ s;:nía n dem: siado s inter eses en el pais co~oconsi derar on mmspensab,_e..,
- - - - - - - - - - - - - - - - ' de la iunCi para m_~nt
Año Ciuda d Camp o
ón públí ca o de la políti ca. En la maugurac1 e_n~rse_ ~le_pd~s
Total Ro-as . en la Sala de Repr esent antes , 0n_~e1 -~ob17~n~ ~E
1797 "' ses' entre Felip e Aran a expre so _rn men~ia~a oe
40.000 32.168 intere clase " · d ¡ · ·
y Estad o: S1 el or en Y e 01ene.s1:_a d-:-0 >a provmc1a de-
r
1822 72.168 • ""'_ ,
55.416 62.230 pende n de la ejecu ción de las Leye s Patri .
1836 118.64 6 as; que s:a. senor , aese:mp--naao 1:_º 1
62.228 80.72B ]os atie le profe san amor y que ligad cs a
1855 142.95 7 ella.po:.v:11c~l~s Y rel~c1?nes_ ?º~.e,,_a-
90.076 183.861 sas hanañ su interé s perso nal en la utilid
1869 273.937 ad. puoh ca: .~ La p~1a~ 17,a~1 ~n ae ,a
17·i.787 317.320 socie dad era absol uta. Habí a una clase_
495.107 al\a, de l~s !err.atem~~i::es }' :su~ _aso•
lado- : v una clase baja. que comp rendr
n ai resto
Fuent e: Maed er, 33-4.
~nco;t~;ban algun as a~big üeda des, es cierto a~ 1a poblac_rnn. Tamb1~n se
, y algun os marg enes .s_ocial7s
no e<staban del todo clarn s. Tanto antes
cama
Las cifras mues tran que el camp o comp lnd;p end;n ci;, el come rcio era econó micar despu és de la dedar a~1o n de Áa
ensab a de mane ra const ante e1·; respe r!ente impo rtant e Y s~c1~al~ente
equil ibrio demo g:rafi co, ya que el ganad table_ En el mund o hispá nico, ,el ~º1?~rc10
o y 1a cr-i'a de oveja s atrai an can'tida--: barre al por I:1ªY,°rn:t1ncc:._hc1b:a sr~~~
des creci entes hacia el secto r rural . Las ra para el status socia l, y en e1 R10 ae la
cifra s oficia les sobre vivie ndas en 1 Plata hasta el come :c10 m,nor~-::
Buen os Aires refle jan las princ ipale s interr ta eI'a acept able. Había much os com: rci~s
upciones de la activ idad económi- i I'eS. situados~;!_:~1!t~~ ~e ~~enosf...1~
ca, es decir, guerr as civile s y bloqu eos, A le largo de las canes Perú , Victor~a
pero no el crecimiento carac teríst ico y Dueu u1 ue.u ~e ~uc~.m,. ab~~~ os
de una ciuda d dinám ica. princ ipale s come rcian tes, que vend ian direc
taT?e nte ~l pubh cn J tamb 1e: al
La estru ctura social estab a basad a en por mayo r, y eran dueños de los edific
la tierra ; la gran estan cia era la., Eran ios donde fur~Clo~aban ;~s negoc10~:
que confe ría §ta tus y pode r __ Entre las los Medi na, Carra nz2., Terre ro, An1:hor:1:a
aprox imad amen te ochen ta perso nas
que fuero n miem bros de 1a Sala de Repr Quesada. ante-::iasados de algun as de las tam1 ,_Be,1grano, Fr,:s , ½ozan: :·
esent antes entre 1835 y 1852. la asam - o-enti has :nas impo rtan.c es.ª?, 1~ ....I-
blea que votó a Rosa s para el pode r y contin na. Pero "1a elite urban a de priD.cipios
uó votán doio, 1a mayo~ía (sese nta del s1glo x~ no aaqm:::"10 iden-
por cient o; eran terra tenie ntes o tenía t'ictad separ ada ni se convi rtió ?11, c~ase
n ocupa cione s relac ionad as con la tie• :media inde?endi_en~e. Enfrent_ad,c~
rra. Tamb ién el gobierno estab a domi nado a una const ante comp etenc ia bnrnm ca duran
por terra tenie ntes. El más cerca - te los a~cs s1gment~~ a la rn□~­
no conse jero políti co de Rosa s, Nicol ás pend encia . los come:i:,cia.rites local es empe zaron
Anch orena , era el terra tenie nte más a _cte;n:ar s~s capit ales hac1.;,
grand e de la provi ncia; . en 1'852 había acum l&. tierra v, sin aban dona r sus ocupa cíone
s
ulado tresc ienta s sei-; legua s cua- escancie;os y se identificaron con una nuev en l~ cmaa a: se ~rans,f~:'maron en
a aristo craci a. No hama otros que

94
95
llenar~n los,mveles medios Fueron los extranJeros quienes ternunaron poJ-q:e ¡05 rodeaban analfabetos, indiferentes a las comodidades materiales y
eJercer las mnc10nes empresaria'ies Especialmente los capitalistas 3- hom- í poco mclmaaos a me;orar
bres de negoc.10s bntamcos dommaron pronto las acu, 1daaes comerciales j
Los cmcnos ae la :1erra se ¡:,ueaen ctiv mr en dos clases los que desean adoptar cos-
mientras que 10s mm1grantes europeos se dedicaban a las ocupaciones arteJ tumor-es
san.ales. Estos· grupos teniar ter1denc-ia a mam:enerse fuera ae europe~s J i_os que pref:e::ei: ,as propias .L~ :;egunaa cte esta.s ?lases':'1ve e~ac
la esrructüra t támente en ia misma rorma en que lo nace e_l :..rahaJaao:1-": aunque el pacron p~eae ser oue-
so~:al .loc_aL_aunque constituí&n_ parte signíiicativa de la población. Cuando fi •. ~ üo de una o más teguas cu~~o a cosrnmnr~s y senmr~!entos, ;a co~trapar-
nanzaba la_ctécada de 1840, el mmistro británico informó-que "casi la mitad d~ t te de su puestero; la . diieren,oia notao1~ ss q:.:._c m_10.t1ene mas U1..'1e:ro para e1 Juego y
va meior montado que el otro. Los que es tan ceseosos ae nncer::e europeos en ~us costt:m-
los co~nerc1antes d~} pat~ son extranjeros y una proporción aun mayor es la de] bres -=.que forman un sector g.:-ande y en aumen.t0-- son ag:ueHo~ ½!le, por as1 quererJO o
:~~ anesa!:W! de toa!~ !ªs cJas_es .. que provienen en abundanci2_ de todos los~ accident.c::lrnentP, se han puesto en contacto con ;-o~ extranJeros o~ 1:3uenos
: wc.on_~s ae ~uropa. • ::ius eqlilvaienLe$ locales sobrevivieron. por suouesto: 5 :;~1 i3;sc~:Jii~~~~~~s la mearna de
lo: maus_tnaies, º. man.ufac:ureros, eran plateros. ferreteros~ carpbteros.
:0 - 0 :_n/1~ve1, ~e ar;esa~a mas que e.n el sentido moderno que caracteriza a U...'1 ~
8
i 8ef/.,;J~eJfit~-z~~~p¿0piecao2s y, en 10

1
l~dus,,r~a,. Al 1~u~1 q:1e '""'. los ;omerc1~n~es, ~e los puede encontrar en los regís--~ La diferencia entre las dos mentalidades no era exclusivamenteresultil.n-·
tos ~~-!a_contn~ucwn drrecca, y tamo1en eilos eran confrecuenda dueftos de f
te de la riqueza. Estaba también determinada por los niveles culturales y las
exuectafr,:as soci2ies_ Sarmiento la definió en términos de civilización o bar-
loe, ea.u1c10~ dona e operaban. Pero, mientras que desde el uunto de vista social ¡
:os c~me~·c1antes locales se movieron .hacia arriba entrando enla aristocracia ~ oa.Tie. y parecería que MacCann conocfa este concepto. En sus viajes a través
y
~err?Len.1.ente, loj" artesanos manufactureros se mezclaron de manera mJ
de ]as pampas conociá" ambos tipos. primero el estanciero rico. ·que vivía en
coniundrnle con .os sect~res bajos, marcados por sus ocupac:iones manuales j una caSa primitiva, se vestía como un gaucho. tenía un gallo de riña debajo de
que muchas veces eran aesempeñadas por gente de color. f la cama, espuelas y estribos en la p2.red; comfa solamente e:arnc vacuna, y lo
Í hacía en el suelo. lviuy cerca vivia otro estanciero, no más rico que el primero
. , Si había poc~s probabi:1idades de que existiera. una clase media en Jas ciu- .¡
nero con aspiraciones a cosas mejo.res: tenía una casa con buenos muebles, le
Servían las ~amidas con gusto y buenos vinos y frutas: aplic::ü:ia también ma-
ª~?es, menos aun las había de que surgiera en el campo, donde un profundo fr
~~1smo se?.ar~ba al propíetar)~ de tierras del p~ón qué no las poseía". Es ver-J yores capitales y esfuerzos para diriglr su estancia, y sus perspectivas eran
~atque e~1st:a un !rupo c~ns_mera~le, tal vez un tercio de la población rural 1
muv buenas. Uno "deseaba ser civilizado'', el otro "vivia en un estado derela-
tiv( barbarismo. " 7 Estaban ya generalizándose las ropas europeas. y las da
de•ª Rro\•mcrn, qu . . . no traoa3ab~ mrectamente en la tierra sino-que habían;
e:1com.rad? ernple_o como comerciantes, artesanos, soldados O que se comula- ~ ~e::, ::,u.¡..,e1.-iores no seguian divirtiéndose si un exi::ranjero adoptaba vestiduras
cian e1J el .aesempleo. Pero éstos fueron arrastrados por la pol3.rización p _l de gaucho.
valeciente. ~il~':""m MacCmm no dudaba de que la socledad n.iral estaba m~;_ t :\io·hay duda de que la civilización a menudo coincidía con el capital, pero
c_adame:1te dJY1d1da: ''No hay hasta ahora una clase media: Los dueños de las no invariablemente. MacCann fue a comprar caballos a una estancia, un veci-
tierras aonde se crian inmensos rebaños de ovejas y vacas forman una clase, no del excelente establecimiento Tavl.or. La casa era orimiiiva, poco más que
sus p_uesteros Y pastores forman otra."-~ MacCann creyó que los colonos inmi- un ró.ncho construido con cañas y ta'rro, las paredes apenas alcanzaban a dos
~rantes esta?an empeza?do a-~ormar una clase intermedia de pequeños cria- metros de altura, el techo de paja y juncos. Sólo tenia dos cuartos yen ninguno
d.ore: de oveJas, ~~--v_anante ae los pequeños propietarios rurales de Inglate- de ellos l1abía ventanas. pero 1a puerta estaba bien colocada, con bisagras he-
rr~. r-ero ~sta _pos10U1C1ad se _cumplió sólo parcialmente y, en muc.hos casos los chas en Gran Bretaba. El1 esa pequefta casa vivían el dueño y su mujer. varias
prrmero~ mm1grantes se retiraron o fueron absorbidos .. después de una O los hijas y nueras, y tres jóvenes hijos, todos ellos vestidos con artículos de manu-
generac10nes, por la clase de los estancieros. factura británica. ·'El señor de esta hacienda era un buen ejemplo de su clase
L.a homogeneidad de esta clase no e:ra absoluta. Así como no todos los co- entre los nativos: aunque la erección de su vivienda y todo el moblaje que con-
me7e1antes eran pl_ebeyos, ta:npoco todos los estancieros eran grandes ter:ra- tenia costaba menos de treir:ta libras, era dueño de una propiedad tal que en
tement~s. Indudablemente, algunos poseían concentraciones de tierras real- cualquier momento podfa tener un valor no inferior a tres mil libras esterli-
mente mmensas, pero_ había otros cuyas estancias eran relativamente mo, nas. "8
d~stas. _1;,os pn111:ero~ eran a menudo capitalistas de origen-urbano, con cierta W, R Hudson recordaba a algunos pequeños estancieros de su vecindad,
eaucac10n_ Y aspirac1ones para obtener mejores nive1es de vida. En cuanto a '·una clase de terratenientes y criadores de ganado que se encontraban enton-
los segunaos, era más probable que proviniesen de generaciones de poblado- ces en decadencia y probableÍneme en rápida desaparición"-~ Una anciana
res del campo, Y no se habían apartado mucho culturalmente de los gauchos mujer. doña Pascuala. era la primera, y a la cual nunca vio él sin un ci-

96 97
garro enla boca_: otro eraBarboza , un. verdadero cacique, enorme,-fero z, con : , .
ojos de águila, negra barba, hábil con el facón gaucbo; un ínglés, educado
pero poco práctíco, antítesis de muchos exitosos inmigrantes británicos
1
:¡que
tienen, en.tan grande :s·c· ala por mí se hicieron de e.11:is, comprándol as a pre-
t;ios muy moderados. Hoy valen muchos millones ]o que entonces compraror
por unos pocos míles"_:~ Esi;as palabras fueron escritas en el exilio y repre
seguían aún conscientes de sus humildes orígenes en si.; propio país Y se i sentaban los reclamos de un hombre amargado. pero no están lejos_de la ve:'
mantenían al margen de la sociedad local; don Gregario Gándara, criador de í dad. Tomás de Anchorena agradeció una vez a Rosas, en 1345, por haber ex
ca0a1los. que sólo se dedicaba a animales manchados; don Anastasia Buena- 1 ceptuado a su híjo del servicio rnilita¡- que lo habria expuesto al populac..l}o
vida, un so.lte:rón de mediana edad que se vestía magníficam ente al estilo gau- .¡ '·el verlo ::.-ozándose en el cuartel con gente oscura, sin-ninguna educacion;
,:,ho v usaba rizos sünétrko,'3 0ne lr caían hasta los hombros, el último de una ; cargada de vicios, seria una fatalidad que sin duda alguna abreviaría los d.ia:
Uc ,,,: ,~,_;_'"",,
larg~ lista de estancieros que "alguna vez hablan sido· ricos en tierras y en ga-
nado, pero-reducid os Pn "'Se mnmemo a una Yida de subsistencia , rodeados de Y el ·mismo Rosas admití() auehabía excentua.do deliberadam ente a las estar
pobres relacíones; por último, inevitablem ente, uno de los muchos patriarcas cias de los Anchorena de 'las exigenciaS del Estado para obtener peone_,;
de 1-as pampas, donEvaristo , un viejo gaucho estanciero. dueño de tierras, ga- ganado vacuno y caballos, "distinción y prívilegio que era en esos tiempos d
caballos y seis esposas. . - . muchísimo valor para ellos, en sus estancias. y en todos sus negocios en f
nado, muchos
Sin embargo, a pesar de las diferencias de ingresos, cultura y estilo.so- campo y en la ciudad''.
cial, los estancieros eran como uno. comparados con los peones de sus estan- Eso no es más que la verdad.
cias y 1os gauchos de las pampas. y ter.ian entre ellos mucho más en común La mentalídad de la clase de los estancieros era conservador a, v muchc
que con el resto de 1a sociedatj_. Había una gran cohesión de grupo y solidari- de ellos daban por sentado que la continuidad era mejor que el ca~bio. St
dad entre los miembros de la ciase terratenient e. El mismo Rosas era el cen- ideas sociales y, en muchos casos, políticas traicionabán una afinidad básic
Estaba rodea- con el orden colonial: para muchos de ellos los años anteriores a 1810 babia
tro de un numeroso grupo cuya afinidad se basaba en la tierra.
do por una estrecha red económica y política, diputados confiables. oficiales sido ciertamente una época de oro, durante ]a cual. en condicíones monbpól
de justicia, funcionarios y militares, que también eran terratenient es y esta- cas, sus familias habían hecho sus orimeras fortunas. Tomás de Anchorer1
ban relacionados entre ellos o con' Rosas. Aun cuando no estaba en el poder y era uno de ellos, aunque sin duda ubicado en un extremo. Amigo, pariente
se hallaba lejos.de Buenos Aires, tenía considerable influenc~:> ooht:ica "a tra- socio de Rosas, no perdía oportunidad para alabar el pasado y censurar lasii
vés de los oficios de ciertos coadjutores que residian allí. es decir. "'ll todos los novaciones. Su hostilidad hacia las .influencias extranjeras llegaba a laxen,
asuntos concerniente s al departamen to de gobierno, a través del general fobia_ En la Sala de Representan tes , en 1828, habló impetuosam ente conn
Mansi1la, jefe de policía: en 1os relativos al departament o de iínanzas, _me- "esa plaga de extranjeros corrompidos que infesta nuestra campaña''_. decL
diante don Nicolás A.nchorena; ven los de relaciones extt:riores a través de rando que el campo había hecho más progresos antes de las invasíones ingl
don Tomás Anchorena: ' 1º Los· t~es herma..-10s Anchorena. jc1an José Cristó~ sas al Río de la Plata en 1806 que después, y que Rivadavia había.permit ido"
baf .tviariano Nicolás. y Tomás Manuel. eran primos de él: e:los también es- ingreso de demasiados .inmigrantes . 12 Continuó afirmando aue había una i:
taban conectados vent~josam ente y se habían vinculado por casamiento con nata superioridad en la generación prerrevolucionarirt: "Er; cuaJ1tü a la ilü
prestigiosas familias de Buenos Aires. Felipe Arana, ministro de relaciones tración, yo observo, y nadie lo negará, que generalmen te los hombres de m:
exteriores desde 1835 hasta 1852, era pariente lejano de Rosas, cuñado de Ní- capacidad-y crédito que hay en el país. son los que se formaron antes de 1a r
colá.s Anchorena y, en política, un dócil instrumento de la familia. Los Ezcu- volución y los que éstos han formado después bajo el método antiguo en est1
rra eran parientes cercanos de Rosas; Lucio N. Ivlansüla, jefe de policía, era dias''.
su cuñado; y para servicios enla provincia tenía a sus propios hermanos, Ger- Los hombres como él se oponían a la más mínima modificació n de la e
vasio y Prudencia. Rosas usó su amplio patronazgo para unir esta pequeña oli- tructura social colonial. Tomás de Anchorena era un rígido opositor a las pe
garquía aun más estrechamen te. Los A.óchorena,.en.particular. pudieron ex- turbaciones sociales y a la subversión, y un crítico constante de.la anarquía
pandir sus propiedades rurales y urbanas gracias a· su ayuda directa. obte- la inseguridad en e1 campo, aunque hasta él mismo debí.a admitir, en su dE
niendo beneficios por sus pretendidos servicios al Estado. Más tarde, Rosas preciativo lenguaje, que existía·en el campo un orden que no había sido car
declaró que, como gobernador, había promovido sus-intereses y engrosado in- biado: "La rusticidad denuestra-g enie vulgar, y de la campaña, no es tan ch
mensamente su fortuna: "No era solamente el orecío de esos servicios como cante que la de igual clase en Europa. Aunque carecen de-maneras es genere
encargado de sus estancias lo que me debían. Entré y seguí por ellos, y por mente dócil, afable; desinteresad a, cortés. hospitalaria y humana" .13
servirlos en ia vida pública. Durante eJla:los serví con notoria preferenc.ia_en Los puntos de vista de Tomás de Anchorena eran demasiado exagerad
todo Cuamo me pldiBI'on., y en codo cuanto me necesitaron. Esas tierras que aun para muchos de sus "elitistas" contemporán eos, pero su iru1uenda sob

98
Rosa s fue consi derab le. En una de las confe
renci as preli mina res de los fede~ tar los mand amie ntos de Dios, las leyes
rales para l<i Liga del Litor al, en 1830, Rosa , el c;pit al, y a sus posee dores " .1 8 Es-
s, despuéS de agota r sus argum en- tos son, sin duda , los punto s ~e-vista de
tos contr a Pedr o Fe..rré, el repre senta nte una conse rvado ~a edad a-yanza~~, in-
de Corri entes , "pres entó una carta fluidos tanto por las convu.lsmnes en Euro
de supr imo don Tomá s de Anch orena , pa como por l~s camb10s en ul A.r-
dicié ndole que para él era un orácu lo,
pues lo consi derab a infalible. ''1~ Mans ¡j"entina, pero resum en también la filoso
fía
chore na sobre Rosa s: "Sólo un homb
illa no duda ba de la autor idad de A.n- "" Sin emba rgo, Rosa s conservó el orden de toda una vida. ,
re 1 un A.nchorena, tuvo verda dera i."l- socia l_ber edado , lo refor~o Yl~en-
flue1;1-cia_sobre éL Y por derto no.fue nada rreo-ó intac to. Habí a una innat a prope nsión
aristo cráti ca en la soc:edact ar-
la eJerc ltaba fuera perso na de blen en bené fica para elpai s, aunq ue el que ge;ti na, una amal gama de los valor es ~ispá
la acepc ión lata. Pero perte necía al nic_os y 1~ nue".a pros~:';~d~d, que
grupo de hacen dado s cuya gran profi láctic sobre vivió a la caída de Rosa s. Su amig
a consi stia en recet ar un gobie rno o, Jose Mari a RoJaS, descd ma algu-
"fuer te" Y Ros!:tS se descr ibía a sí mism nas de sus carac terist lCas en lr,b2'.
o como aoart ado de los L11tereses de
clase , un hone sto homb re de camp o Ha.ru
ado pa:ra~restau:rar las leyes : "Jua n "Buen os Aires es el país de las ideas
Manu el de Rosa s es un homb re de bien,
Amér ica antese spaiio la ... Se encuentrai:i má~ aristo :rátic ~s. Q~':_ cua!q ~era otro_,_d?.1a
re~ un labra dor honra do, amig o de las ]e-
Yde_la felicí dad de su país. Tiene en él una
fortu na arraí gada , espos a, hí- en las últim as clases , pobre s pero orgull
sus ctescend1_entes c.oe,o;:, ~onqm stador es,,
osos des~ onge~ : ~n Sant~ Fe he conoc1 "'-~~
Jos, p~dres., herm ~nos . Trein ta y cinco ríos ióven esilen os de miser ia. por no quere
años de edad que los más ha pasad o en r rraba Jar en 011c10s mecam cos, a causado v __
de te
el retiro de una vida obscu ra que es lo nersé por nobles.
más acom odab le a su temp eram en- "Ya se ve, una gran parte de esa aristo cracia . .
to,. "16 Por otra parte . expre só una solid arida d socia l con su clase que hasta lle-
,
es ae dinero , ia peor :
d tod E
as. n un
oais nuevo salen las fortun as del estiér col.
go a abraz ar a sus enem igos políti cos: mflue ncia deleté rea conta gia el cuerpo.
tad de aober nar un pais tan heterogéneo
como 1osho~gos: much os?ºº
Habla ndo un día
"bne~dif.Y cl~
con:\,~: P~1s h S? }:e . 1c .
"Me dice V que los Unitarios propie tarios , los como el nuestro, me d1Jo: Esa alilcultad
será
son los gue más abo~an por la march a_de que figura ron en tiemp o deRiv adavi a,
~i adminis~ación, y por mis amigos,
-~ ~~
"Estab •miran do salir un cuerp o de gente pobre para
a" vo
hasta ahora se sepa ae uno solo que -este sin que ciendo que mE: afligía ver coD:~ Ceped a: los comp~ d
.. ec1a d1-
con JOs AnarqU1sta.s. No lo ex.:raf.to: .siemp
que si me a oreab an algun d!a no habia n de re crei
ser esos. Yo he :1otado duran te mi admin istra- 'oven conocido que me oía. d110:uc~h?_ II;brns al mata~ :r?. sinsab~:' ~osyor q~e_m
·'DeJe wsust ed que vayan a morn an, l!"~
ción buena condu cta, y juicio en much os ~sa chusm a?" ;A este pun'to seha barba . ~Para que sirve to□
de esos hombre:-;. Por eso no solo no los
guido .sino que los be tratad o siemp re dándo he nerse- rizado la juven tudi 19
tegori a. Veia tambi en la escas ez que tíene le a cada uno su ver1!ader-o lugar según·su ca-
cia la neces idad deque el tiempo fuese dando el pais de homb res, y miran do muy lejos cono- Si la Arge ntina estab a divid ida en terra
nos algun os homb res mas. de luces y tenie ntes Y otros . ¿quié nes eran
esoNa ciona i: que teniam os esa neces idadcie res-
ponsa bilida d propie tarios , para el Congr los otros ?
vio euand o nomb re a Alvea r de Minis tro ya se Al térmi no del perío do colonial. las pamp
venie nte acost umbr ar la gente a mirar o ara Norte Amer ica ... Por otra o arte creía con- do salva je, indios de front era y gauch os
as estab an habit adas por gana-
siemp re con respec to a las prime ras categ indóD;itos: El g~ucho era U..'1 prod~c:o
del prus aun cuand o sus opiniones fuesen orias
por que como todos mis castig os eran reduc difere ntes a las domin antes. De aqui la de .la mezd a de razas ; los comp onen tes
idos a los eacha
razon han s1do_d1scutldos, pero r:o hay ctuaa
pandi iia de oficiales y Gefes aspira ntes iases, rebolt osos, a tode esa de que habia tres razas en el litora l. indio
gar con sever idad y sin indulg encia " _11
a quien es siemp re he creído que se deben
casti- simole definición, el gauch o era un hombs,reblanc os Y negro s. Seg-,.m, ~a ri:uy
líbr_e a cabal lo. Fer-o e1 t_ermmo
fue Usado por conte mPor áneos y poste riore
s histo riado r~s en un sentido am-
plio para carac teriz ar a la gente de cam~}
Rosa s era un homb re de instin to conse rvado O en gener al. Sm ~1:1b8:rgo, mu~~os
r, una criat ura de la socie dad pobla dores del camp o no eran gauch os mJ?e
colon ial enla que se habla form ado, defen ones: eranf am1h as md_epenruen-
sor dela autor idad y la jerar quía. A tes que vivía n en pequ eños ranch os o ~ranJ
pesa r de su abier to popu lismc , estab a aS, o que se g~r_i~ba~ la_ v10~ en una,
en favor de la conse rvaci ón de la es- pulpe ría O una población.20 Una preci sión
truct ura socia l tradic ional en su integ ridad ma~o
profu ndo, pero sí .consistente. Su mode lo
. Su _pensamiento polftiéo no era los pobladores rural es seden tarios , que traba ~ penm~1r1a cüstmgmr ent~e
favor ito parec e habe r sido la mona r- mos O Para su patró n, y el gauch o puro, nóma
Ja~an la tie~ra par~ ellos mis-
quía absol uta de] viejo régim en, y su gran d~ em¿epen.d_1ent.e, sm at~dura~
ave:rsiciñ el espír itu revol ucion ario. a ningú n estab lecim iento . Y;ma may,or,
Se opon ía al camb io en la Arge ntina , y ex_act1tu? ae l~s rerm mos han.a po~1-
lo aborr eció en Euro pa. Desp ués de ble ident ificar al gaucho malo, que nvia
1852 sólo pudo obse rvar los hecho s de la ae la Y10lenc1a Y.raya no ª. la ª:'!m-
histo ria conte moor ánea con Pesim is- cuenc ía v a quien el Estad o veía como un
mo e impotencia_. En 1871, horro rízad o deiin cuent e. Sarm iento establec10 su
por los avan ces de la democr,acia. es- propi a ttpologfa: el Rastr eador , el Baqu
cribi ó desde South ampt on: "Cu.ando hasta ian?, el C:311tor., ~l Ga::cho :21aJo_. ~er:
en las clase s vulga res desapá.re- tanto e] buen o como el malo , sin emba rgo.
cen cada día más el respe to al orden , a las e1 gauc no c_Jas1co ar_rrmana suhb e, -
leyes y el temo r alas pena s etern as, tad de todas ]as ínstlt.uciones form ales;
solam ente los pode res extra ordin arios era indif erent e al gobie rno. Ys~s- agen-
son los único s capac es de hace r respe - tes, indíf erent e a la religi ón y a la iglesi a.
Para el ga:ucho, ~a mar~ mali~ ~d so-
cial era tanto un deseo como una condición.
Como obser vo Sarrr uento , es fe-
100
101
liz-en medio de su pobreza i de sus privaciones", porque lo que más valo~aba
21
:ra.la ?C. ios1dady l,a inct:pendencia. ~o ambicionaba tierras; vivia cazando, "•·
¡r bablemente derivado del indio sudamericano, tenia poco menos de '.reinte me-
t,,.0s de largo, estaba hecho con cuero crudo. de una sola píeza y con lma anilla
Juganao Y peleanao. Feux de Azara aio una ilustrada o¡:íinión·esoañola. del • de hierro en uri e2..-tremo para formar el lazo corredizo. Otra forma de atrapar
gaucho· - animales -Y hombres- era □ ediante las boleadoras, tre~ bolas de piedra
aseguradas en los extremos de correas, que lanzata ~¡ jinete desde su ca~~o .
.. "'~sos ho_mbres erra~~es que cor_rc:;:; ~r~s de los. ganacios. y que persiguen besüas al- f a una distancia de setenta u ochenta metros. hacia las patas traseras c1e los
~ªªl:ls e~ los a~_s1ertos_no ,1.e~enla 1?1-ªs rmmma noc1on de regla. ni de medida para nada: ~
f~ª?1t~_:a~~ a '" co:71p1eta m?~penaenc.ra. no aman la sociedad que no conoc8n, ignoran
\"'s_:11ª- :-1en:enta1es ~om~ruaades, carece~ de toda lllStrucc1ón y no saben obedecer 1¡
j ani..'llales en las que se envolvían y las trababa1;.. además del cuchillo.
eran las armas del gaucho y también sus herramientas: armas u_sadc.s en
•"'cu~tumoraaos o~stte la 1..'1!~nc1;:i.: degolla;- animales. les parecenamralhacer lo mismÚ & crueles peleas con los rivales y ener.1igos, a menudo eTi prn~,;:ünid.;;.óes de las
1 2 nulnerías, donde la bebida, el juego y las cuestiones de.honor eran pronto cau-
oon :: :::::::a :r:::::;::::::ü::::a~ La única expresión dei Estado era
:spo~act1:a, alguna expedición o una patrulla militar enviada para sofocar de-
~an-tes de violencia. En las pampas, el gaucho vivía a sus anchas con el am-
IÍ biente, con 5;__¡ desarrollado instinto hacia todo lo qu': lo rodeaba, su rapidez de
visióL v la economía de movimientos heredados de g-eneraciones de jínetes.
1,e~n:i-maa~ d~sorden. Pero la población gaucha vivía en el desorden y la más Pero e;as condiciones eran virtualmente inúti]e,· sin su caballo: lento sobre
m1m:11a per?1da ~e control por parte de Buenos Aires invitaba a la insubordi- sus píes, incapaz de reali_z:.r labo_res manuales 0 -:sfoerzos commuos y, segun
na:10n: 1:ªs. mvaswnes inglesas de 1806 y 1807 brindaron tal ocasión, cuando la cierto estanciero inglés '· aun tedwsamente 1emc :9ara ensillar su caballo'' _:0 5
hmda ae1 virrey au~e:1tó el tles~r.ecio que sentían por la autoridad tanto ,los Los craucbos decian eme esr,., si:r ;c,:,.b;: llo era colii.o estar sin pies. Hasta eran
ga1¿chos c~m? la m111cia. La ~otí_c1a del exito británico llegó a Fuerte Melin- 1' incaPaces de c_avar o· ms11tener un pozo, tan ese,wia1, para d~r de be?er.~l ga-
cue el 9 de J~lO d,e 180!, Se oyo g~1t~r. a los milic_ianos: '·ya no había Rey ni je- nado, y jamás íntentabar, aro.L cosechar, haci-c:· zanJas o cmd~r un J_ar~.
fes. ~e puso -:n msoLnte este puenlo que ya mnguno quería obedecer al co- ?,_ El nomadismo del gaucho tenía muchas consecuencias so_c1ales . .Le 2mpe-
manctante ... No cabe en los límites del atrevimiento, la osadía de estos babi- 1'. dia cualquier traba io u ocupación fija, La propiedad, la industria,~~ ti?r~a, Ja
tan tes". 23 ~
vivienda, eran todos conceptos eA-traños. Y así era también la familia del gau-
La ima~en d_el gaucho, en parte heroica, en par.te trágica y en parte cómí- 1 cho. El sP.ctor superior diSfrutaba de una gran estabilidad familiar y se forta-
ca. ~a.pas~ao a mt~gr.ar el !ºI~lore. La realidad fue sin duda más cruda que i lecía con los lazos de parentesco. En el otro extremo, el seer.ar más bajo era
las ~m1tac10nes posteriores.A (_,:On su cara ennegrecida por la intemperie y el mucho más débil institucionalmente. Esto era en parte una división urbano-
largo pelo ~mmara:f:!ado que le llegaba hasta los hombros y se mezclaba con la rural entre dos culturas; pe:ro era también una característica de la es:::ruetura
barba, ~ema un aspe~to más temible que pintoresco. VeStía largos y amplios social. Sin embargo, -va ~sea que la interpretemos en términos de ciudad Y
ca!~~nc1~los de algodon )~una prenda llamada chíripá, en lugar de pantalones campo civilización ,:barbarie, o hacendado y trabajador, la diferencia en
cemaa alrededor de 1a cmtura, además de cam1sa y poncho. Usaba un cintu~ ei grad'o de estabilid~d fai.LJ.iliar era una característíca fundamental de la so-
ron de cuero can el que sujetaba el largo cuchillo gaucho, un pañuelo de color cie~dad argentina . .Habfa mucha promiscuidad en las pampas, y -~zara pensa-
en la cabeza Y un sombrero de fieltro con el que completaba sU atuendo, mien- ba que muchas de las hijas de 1as familias más pobres er.an usaaas pa~a ~r~-
tras que un cuero curtido de anc_a de" potro le proporcionaba el materiál para porc.ionar comodidad a los gauchos, y en raros casos conservaban su vrrgm1-
~us botas . El g~~~ho era un hombre sufrido con respecto al hambre, la sed y la dad más allá de los ocho años. 26 Las uniones, entre los gauchos y los peones.
mtempene. Dlllcllmente tomaba aigún alimento qUe no fuera la carne vacu- eran temporarias v las familias resultantes sólo se_ mantenían débilmente
na, el.asad.o, Y, ~orno la gente pobre de] campo, en general, no comía pan ni vinculadas. "El ca;amiento es un acuerdo casí desconocido entre las clases
verdll;as m betna leche, nuentras que sus luJos eran siempre el mate v los ci- más bajas", escribió Cha~les Mansfie~d, refiriéndose a Corriente~; ''ent:e l,~}~
garnl10s. Su cama era e! recado (parte de la montura) e;a:endido en e"1 suelo, pobres, de cincuenta muJeres. aproX1ID.adamente, una sola esta casaaa. ~,
sus mantas eran el ponchO y el resto de su-recado. Nacía para el caballo v pa~ Otro tanto era cierto conresoecto a Buenos Aires_ El casamíento era la excep-
saba mont~do la TT:ªYor parte de su vi(la, aunque no demostraba sentimiento ción, v el núcleo de la famili3.rural estaba formado por la madr.e soltera. úni-
a~guno ~a~1a_ el ammaL al ~ue u~gía sil: medic:a con sus enormes espuelas de ca oe~manente de los dos padres. Aunque el padre no fuera propenso al noma-
h1erro. cuyat- estrellas teman mas de siete centúnetros de diámetro• si el ca- dis'ino del gaucho, no disponía generaimente de los recursos econ~micos_ para
ballo caía, lo .abandonaba a·JoS cóndores y luego enlazaba y montaba'otro ani- sostener un grupo familiat·en el lugar; tenia que vender su traba Jo donde pu-
mal.. El gaucho era experto con e}¡¡azo y las boleadoras, y no necesitaba otra diera 0 , de lo contrario. lo reclutaban para el ejército o los montoneros Laral-
ayuaa para capturar ganado vacuno, caballos y otros animales. El fazo. pro- ta de domesticidad significó-que los gauchos no se propagaron como grupo fa-

102 103
l_;:~iar ni_preservaron su identidad a través de var.ias generaciones. La.<: con-
01c1ones le~ eran adversas, ya que se encontraban arrojados a ]a deriva en las poner la ley y el orden en e] campo; el segundo consistía en poner w1a fuente
~lanur_~~,.sm hogar y a~o.sados. Los _gauc.llos y la gente del pueblo, en~general. Jaboral a disposición delos hacendados, el tercero proveer conscriptos para el
_ran v1ctimas de la política del gobierno y de la nueva economía: eiército. La milicia se transformó efectivamente en una prisíón abierta, ha-
cia la cual_arreaban por la fuerza a la parte más miserable de ia poblaciór: ru.-
ral. No puede caber en la imaginación más amplia que las milicias rurales
fueran formaciones espománeas o fuerzas populares.
Los años posteriores 2 1810 fueron para el gaucho mas duros que los ante-
riores. Durante el gobierno del régimen coloniaL la existencin de costumbres
comunes en 1as pampas daba al gauc.ho libre y nómade acceso al ganzdo ':a-
cuno salvaje (crmarrones _: en el carona abierto. Pero estas costumbres tradi-
cionales ce'saron cuando se implantai-on y poblaron las estar.cías y comenzó a
extenderse en las pampas la propiedad privada con la consiguiente apropia-
Latham escribía en la década de 1860, pero su descripción del ambiente ción de todo el ganado vacuno. Entonces J.os terratenientes. con el apoyo del
del ~~~cho'. ~~n la 1ey de le_va, el servicio militar y la caza de los proscritos, es gobierno republicano. empezaron a impedir las actividades ilícitas de c2.ptu-
ta1:101en vallda para e} reg1men de Rosas. El hombre pobre del campo. el ra, sacrificio y comercio de cueros, y a defender sus tierras y ganado, Hubo
peon, el gaucho, cualquiera fue?e su clasíficación, había estado suieto desde una lucha prolongada entre los hacendados y los gauchos. En tiempos de ~ur-
mucho tiempo atrás a un orden severo e inhumano. " bulencia y guerra civil, la gente marginal del campo revivió las prácticas co-
La clase dirigente en las zonas rurales había impuesto tradicionalmente munales del pasado y tomaron una vez más el ganado; pero cuando se resta-
un si~tema de coerción sobre la gente a quienes ellos Veían como mozos vagos blecía el orden, los hacendados reai'irmaban sus derechos de propiedad. Esto
Ymal entretenidos, vagabundos sin empleador-ni ocupación, perezosos qu€se no @gnificaba que los cimarrones dejaran de vagar por el campo abierw, pero
sentaban en grupos tocando la guitarr-a y cantando, tomando mate y jugando. en ese momento eran los peones de 1a estancia, y no los gauchos libres. quie-
pero, según parecía, nunca trabajando, Esta clase fue considerada como una nes se apropiaba!1 del ganado salvaje y lo llevaban a sus patrones; de lo con-
ruerza labora] en pote?cia y, P?r lo tanto, sujeta a tocia clase de obligaciones y trario, se lo consideraba robo. 31
contro~es por los pro pi etanos ae las tierras-expediciones punítivas, prisión, Mientras tanto, las propias guerras de la independencia tenían repercu-
;on~cnpc1ón P.ara la fro?tera c?n los indios, castigos corporales y otras pena- siones sobre la población de gauchos. La rebelión dé Buenos Aires contr2- Es-
Ddaaes-, Los infortlmaaos podian escapar al otro lado de la frontera. huvendo paña dio ocasión para la rebeldía de las pampas contra Buenos Aires, lo que, a
del crímen y la adversidad para convertirse en un gaucho alzado: ÓerÜ vivir su vez, condujo a una especie de contrainsurgencia. La Primera Junta, en
entre los indios era el peor estiglna posible pues significaba fa oerÓida de su 1810, comisionó al coronel Pedro Andrés García para inspeccionar los fuertes
condicion de hombre blanco. la delincuencia y la apostasía, sin duda había de ia frontera, establecer 1as condiciones de la población rural y la posibilidad
mucha ilegalidad crónica en el campo, y un elementO del:.ctívo identificable: de reunirla en aldeas. Su informe señalaba el estado de anarquía en que vivía
robo de estancias, asesinato, juego en las pulperías, venta ilicita de cueros v el campo. Su estimación era que, alrededor de un tercio de la población rural
~tros productos, viajes sin permiso, que no eran inventados por las autorid¡- estaba constituido por vagos ociosos y nómades: a éstos se unían delincuentes
a~,5 Yocurria_n e?~ gr~r:,. regularidad. Más allá de esto, sin embargo, la lcgis1a- y fugitivos de la ley; otros se incorporaban a los indios como caudillos para or-
~1on procuraoaJaentif1car a los vagos y mal entretenidos corno una clase de- ganizar robos y ataques a las estancias. Encontró "impunidad de delitos, mul-
lmcu~nte por d,efinición, y a .la vagancia en sí misma corno un delito,2s Ser po- tiplicidad de malévolos, incivilidad, desorden delas poblaciones, ruina e inde-
bre, ctesocupaao, ocioso y carecer de propiedades era presunción en favor de fensión de las campanas" ,32 El mismo gobierno era provocativo. Durante las
que se ~at~~a de un vago y mal entretenido y, _e!1 la práctica, equivalia a ser guerras de la independencia, las fuerzas combinadas del gobierno porteño.
un gaucno. 'Las leyes contra vagos y mal entretenidos, parecieran haber sido los estancieros y los jueces de paz, reclutaban por la fuerza al gaucho para los
dictadas Pº:' los hacendados cuyas propiedades necesitaban estar protegidas ejércitos revolucíonarios. Todo hombre acusado o identificado como Yago era
en los paraJes má~ ap.artados y dificiles de se sometidos a cus"todia; por lo tomado sumariamente, si no para el ejército, para trabajos públicos. Mien-
que toao homb~e sm bienes raíc~s y sin ocupación que transitara por sus tie~ tras que los negros formaban la ínfa.11teria de los ejércitos revolucionarios, los
rras, era un de1mcuente que poma en peligro 1a integridad de la hacienda. "30 gauchos constituían la caballcrfa. Las patrullas militares barríanlas'pampas
El primer propósito de la legislación antivagancia, en consecuencia, era im- reuniendo "voluntarios" para el servicio de fronteras, para el Ejército del
Norte y para la guerra contra el Brasil. Si los estancieros se quejaron fue por-

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1
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bala demanda de mano.de obra. El peón de campo estaba a sólo un paso de
distancía del vago y mal entretenido. La Ley M'ilitar del 17 de diciembre de
1$23, que asignaba los vagos al ejército, los definia como holgazanes sin ocu-
pación; aquellos que pasaban los días de trabajo jugando, bebiendo, cor~·ien·
do carreras y en otras actívidades semejantes: hijos que habian abandonado
la obediencia a.s'Js padres; aquellos enviados s. prisión po;- peleas ccr: c'.lchi-
llo.37 Una ley posterior, dei 19 de senti.embre de 1824. admitía el mero testimo-
1:iene uno_ que snponar
et tl'2tanuento más vil: 1 nio verbal de un juez de paz o un alc-alde como prueba de que un hombre era un
vago. l'na evidencia de este tipo podía mandarlo al ejército por cuatro a seis
a palos en lo C.lVil
Y a .sable en lo militar l años, donde pasaría tal vez todo el tiemno- oatrullaüdü te.rrito,io in.festado de
indios. En la frontera, hay que admitirlo, los tii1entos naturajes de los pobla-
La estructura social cei cam O ,. ~ dores de la zona estaban en relación con los del enemigo. y eran aproPiados
colomal se hizo aun mas ~1ex1bf,, ~unc1efü~;1eme ng1dá baJo el reg1men para las necesidades del ejército_ Charles Darwin describió un grupo de sol-
dP.c1 eto del 30 de aaosto de 181-- e -bl ediante l"' leg1slac10n repubhcana Un dados gauchos a quienes encontró en la frontera sur en 1333. "extraños seres:
"" o sta ec"aquelosh bt
c. legitima propiedad , senan cons et • d ' a 1 antes rurales carentes el primero. un apUesto joven :ce gro; el segundo, mitad indio y mitad negro: y
, _man que llevar con ellos un ctocum;n~:~rros como ae la clase desrrv1ente'' los otros dos, de imposible clasificación ... eran dos mestizos. de expresiones
traDaJaban y por el Juez del distrno r i ~acto por el estanciero para qwen tan detestables como nunca había vísto antes" .38 Pensó que vivían una vída
persona que no tuv1e:-a ese documento ~no,; ~d~ caacc tres meses' cualqmer miserable en el desierto, alimentándose de lo que podían t.'.azar, avestruces.
trasladara por el campo aun "'n d - ~ena vr~tada como vago y qmen se
Juez de paz sena acusado de v;¡!:1:L \ 1:,1 docu_:11emo pero Sln permiso ael
ciervos, armadillos, con los únicos lujos de 1os cigarros y el mate. su único pa-
satíempo el juego de cartas, impedidos de relajarse y descansar por fas no-
eJerc1to, en una primera ocas1on or cmco :1: ese ~aso eran ;-eclutados para el ches. síempre aiertas por los indios. Sin embargo, Darwin admiraba- a los
c10 m1lu:ar ceman que entrar ~' sep d anos s1 no eran aptos para el serv1- gauchos, término que él usaba para la población rural en general. Le gusta-
-· ª' rv1c10 e un pa~ 0
diez anos cuando faltaban por secrunaa vez 14 - IT n pnm~ro por dos anos, y ban sus buenas maneras. espíritu y hospitalidad. Pero lamentaba su inclina-
tras d.e todo esto era similar al 0: El SlSLema Jumc1al existente de- ción a la violencia y al derramamiento de sangre: "los robos son una conse-
1
teman Jllnsdicc10n para proceder r;;~~;~ colorua1 espanol, los hacendados cuencia natural del juego generalizado, exceso de bebida y extrema indolen-
c1arlos y casngarlos de acuerdo con "1 d a1~en,te contra 10S vagos, senten cia" .39 Éste era también el punto de vista de las autoridades y de los hacenda~
trac10n de Rivadav1~. Ilustrada en ot;os :~r: o ae mayo de 1819 La aam1ms- dos.
poblac1on rural En 1822 se descrrbia ;:, los vf cto,..s tuv~. poco que ofrecer a la Los controles coercitivos y el horror de la vida entre los indios llevaron al
va gravosa, nocrva a la moral "'ubl"'M ~ ,.J_goks "º11:º una clase llnproducn gauchffa manos de los hacendados, pero como mano de obra contratada, asa-
social'' S5 Se d10 ornen de que t ~'-ª"' ifü.iuc~ora cte mquiemaes en el orden
l~riad~,peón_ de estancia. Esto tenia algunas ventajas. porque le daba ia segu-
trabaJos pubhcos Durante er ~eran mcorporados al e1erc1to o asignados a
vez su hofror ante Ja pretendida 0~ 1 ~!~:;;;, 1
~ ;am~s\rac10n
nes de la campaña que por lo eomun no lque 1eg~ a ca~extremo en los peo-
expreso otra
ndad ae la estancia y el respaldo de una persona poderosa que, asi como
defendía su estancia contra las inrnsiones indias. defendía a sus peones
contra las incursiones del enemigo o de las autoridades. E1 gaucho per-
forturia. smo que los prec1pü:a hasta ~e so o no os eJa aspirar a meJorar su dü1 su libertad y anonimato a cambio de \ll1 salario. comida. te;ho v roPas.
les son deudores'' Por lo tanto gar a sus patrones los trabaJos de eme Se convertía virtualmente en propiedad de su patrón; si la estanci; er; su
denaba que los pobladores r~~~~~l:~;::uar.;, cont~olar su traba Jo, laleyÜr- santuario, era también su prisión. El estanciero, naturalmente. estaba obli-
cer tiflcaaos de empleo ~ontrato de peones d~~n ello;:, tarJeta: de identidad y gado a imponer su autoridad no sólo nor su:rioueza -vposición síno también vor
t1gueaad y el salan o del conchabo ePuesto al ampo que ce~ tiflcaban la an- sus cualidades personales en el amb.iente dE:ÍcamPo~ Tenia que ser u.:, gauCho
ra de su estancia srn pwmiso s~ 1 b peon que se lo encontraba fue- " tan rudo y talentoso como sus propios peones, si no más. Tenía que ts;;;ner sufi-
• ~ "'~D mcorpora ~ a1 eier t d
v1aban a trabaJar en obras publicas Jfi "' c1 o por os anos o ]o en- ciente habilidad, recursos y poder como para derrotar a los indios v resistir a
La teoría que respaldaba toda e~a 1 a· l - e • • ,
las autorídades en caso de ser necesario. De manera que debía sert;nto lli7. oe-
caba vagancia. lo cual equivalí· . d li ee:,lS a~10~~ra que la oc10s1aad signfü- leador como un propietario, un hombre que pudiera proteger tanto e:omo e'm.-
" "'a e ncuencia 0m embar
, ·
bas1ca consistía en que la concentración d r .,. .,. ' . , go, ¡a exp ¡·1cación plear .
blo.eJ acce.so alasmi.,mas mientr , e. ie," asimpedia ala masa del oue- La relación entre patrón y cliente era un vinc:.üo esenciaJ basado en el
.., ,~ as que ia eA1)ansión de la estancia aume~ta-

106 lOi
personal intercambio de valores entre estos dos desparejos socios, El terrate- diciembre de 1829, cuando dijo que, a diferencia de sus predecesores, él había
nient_e qu~í_a ma~o de obra, lealtad y servicio en la Paz y en la guerra. El peón cultivado la gente "de las clases bajas" y que se había "agauchado" él mismo
que:1a .:3ubs1~t~nc1a Y seguridad. Por l_o tanto, el estanciero era un protector, para poder controlados. Explicaba que,·los anteriores gobiernos
aueno ae suflc1ente poder como para ctefonder a sus deoendientes de las ban-
das merodeadoras, sargentes reclutadorcs y hordas ri~-ales. Era tambíén un "Se conducian muy bien para ia gente ilustrada. que es lo que yo Hamo moral. pero des-
proveedor, que desarrollaba y defendí<, los recursos locales v nodia dar em- preciaban lo físico, pues, los hombres de las clases bajas. los de :a campaiia, que son 1a
gente de acción ... ne pareció que en los lances del.a revolución, los mismos panídos ha-
pleo, comida y abrigo. De esta manera, el patrón reclutaba ~r';a peonada. Y bían de dar lugar_ a_ que esa clase se sobrepusiese y causase los ma_yores males. porque
estas alianzas individuales se extendían para formar una oirámíde social va Vd. sabe la disoos1ción que ha,. siemoreen el crue no tiene contra los neos y supe.'iores: me
que, a su vez. los patrones se convertían "'Yl ,--.H,,nt,-,._, ri<>: i,(l.,..,.,hr.a~• ,..,..,..,"' porío_ pareció, pues. Oesde entonces: muy ímportanie conseguir una influencia grande sobre esa
ro~os, hasta qi_;_e se alcanzaba la cumbre del poder y tocios ellos pasaba¿ a se:·
cilentes de un supe:rpatrón_ el caudillo. - ~~~ae fs~.,~~rf:~;~~~fs~ª~~;~i/l~i1 ~~~{J~~~!~:Uªcl~r~~;~~~~~:Y~!~!~
modidades y de dinero, hac;;;.rme gaucho come ellos. hablar como ellos y hacer cuanto
e¡:~~~
Así era como el patrón obterua una peonada que lo scguia cieeamente en ellos hacían: protegerlos, hacerme su apoderado, cuidar sus intereses, en fin. no ahorrar
las tareas de la estancia, en la política y en la guerra. Y e11 esta forma, ade- trabajo ni medios para adquirir más su concepto".~
más_, e1 patrón Jlega~a ? ocupar el papel de un padre y desempeñaba el papel
patriarcal en U?ª soc1eaad rural en la que el verdadero padre estaba huyendo Rosas se identificó así culturalmente con el gaucho. Educó a su hijo en la
o era ~esconoc1do. R~sas fue el arquetipo del caudillo, la corporizacióndel pa- mis1!1a forma. El general Gelly relataba una anécdota sobre una visita que
ternahsmo en .tal soci_edad,.que respondía más al amparo que a la política. hizo Rosas a la estancia de su madre, acompañado por dos asistentes y su jo-
_¿Podía cont~_Rosas con un seguimiento masivo de los gauchos? ¿Era un ven hijo Juan. Rosas dejó al muchacho en la cocina y rehusó ei pedido de su
verdadero populista? ¿Representaba a las masas rurales contra la aristocra- anfitrión para que lo llevara a la mesa de la familia, diciendo: "Déjelo, com-
cia urbana, tal como lo insinúan sus contemporáneos y lo afirman los histori2- padre, que se quede con los soldados y almuerce en la cocina con los peones.
dores?1ULa imagen que Rosas tenia de las clases noou.lares estaba condicio- Es bueno que se vaya acostumbrando al trato y a la vida de los pobres" .4" La
nada por sus intereses económicos y su posición sOciaL Como podía esperar- idea de Rosas sobre una broma, mientras cabalgaba en comuañia de sus se~
s.e, era un punto de vísta autoritario y conservador, pero nq_basado en una ac- guidores, era enlazar impy-evistamente a un hombre por el cu~l1o, arrancarlo
titud de crueldad o desprecio, sino, inicialmente, en el recelo. Poco después de de su caballo y arrastrarlo cierta distancia. 44 Las brutales y obscenas bro-
~~m_ar posesión de su estancia Los Cerrillos, escribió al gobierno, en 1817. ouc- mas, la presencia de un bufón, Eusebio. las violentas payasadas y peleas seu-
~anoose. por_ la temible in~egl!ridad y la anarquía exíst~ntes en la regiÓfl de do amistosas, todo ello exhibía lo que un observador describió como "su genio
~,fome, infestada por horaas cte vagos, holgazanes y delincuentes que no res- y carácter gauchesco" _45 A.lgo de eso ~enía un valor positivo. Chárles Darwin
peta_ban,la WºI:'iedad 1:1 a las pers~nas y que erraban por el campo desafiando conoció' evidentemente los relatos que circulaban sobre las habilidades de Ro-
~on mso1encia tanto a 10s terrateruentes como a la autoridad de los mae:istra- sas y su si..'11.patía hacia todo lo que fuera :relativo al gE.ucho, y pudo notar que
uos: _''Apenases cumplido un mes que fui ac0metido en mi estancia; ;orque aun su férrea disciplina le había hecho ganar el involuntario respeto de sus
trate de impedir en ella corridas de avestruces que se hacían por decenires de hombres. Quedó impresionado por su manejo de} caballo y su capacidad com-
hombres, que con tal pretexto corrían mís ganados, usaban de ellos, no los de- pleta en todas las cosas del campo: ''Por estos medios, y adoptando las ropas
ja~·an pastar, y me los alzaban. ~i vida se salvó de entre los puñale~; v desde y costumbres de los gauchos, ha obtenido una ilimitada popularidad en la re-
entonces sólo pende mi existencia de un g9lpe seguro con que la ase;ten ios gión y, en consecuencia, un poder despótico" .46 Y más impresionó aún a Dar-
o~~osos y mal ocupados. "41 El gaucho corno delincuente; era una interpreta- win una cierta propensión al igualitarismo en las relaciones sociales de Ro-
c1~n muy generahzada. Lo que prime.ro impresionó a Rosas fue la ilegfÍ.lidad sas. Los enemigos de-éste recalcaban mucho esa característica, aunque desa-
:r~mai:t~ e~ el ca~po. _Y esta vivida captación de la anarqufa incipiente gene- probándola amargamente. Según Andrés Lamas, un vocero de los éllligrésen
ro en el 1a ctetermma.c1ón de conquistario, primero en su propio ambiente, lue- Montevideo. Rosas era un peligro social: "ingresando al poder, no representa
go en el mundo político que se abría más allá. Hubo un período. en los anos fi- en éi sino un elemento disolvente, un elemento de guerra social profunda" .17
nales de la década de 1820, en que parece haber sentido un gehuino temor de Lamas denunció la forma en que "Rosas ha tenido que despojar al rice para
qu_e se prod~jera -~n, movimiento autónom? de protesta desde abajo, un movi- atraerse al hombre vicioso u holgazán'., basando su poder exclush·amente en
miento que el trato ae captar y controlar. Este es el conte.xto en el aue sedesa- ''la parte embrutecida de la sociedad" y la falta de educación. dando iimosnas
r;?lló suírec~:nt~m~nte citada entrevista con e] enviado uruguayÚ. Santiago a las clases más bajas, permitiéndoles que se vengaran de sus superiores y,
\ azquez, al rua s1gmente de tomar posesión de su cargo de gobernador en en general. aplicando una política de profunda división social. 18

108 109
Identíficarse culturalmente con.la gente del campo no era.lo mismo' que desertores que ganaban sus estanCias y nadie los.sacaba de ellas" .53 Gauchos.
unirse.a ellos socialmente. Comportarse como un gaucho no significaba nece- indios, delincuentes o quienesquiera que fuesen, los peones de Rosas eran sus
.sariarnente representar o elevar o salvar al gaucho. La posterior historiografía servidores más aue sus oartidarios, sus clientes más aue sus aliados,
rosista explicaba que Rosas se identificó totalmente con los gauchos, y que Cuando Ros?S deéÍa a sus iauchos "¡adelante'., .. era una orden, no un discur-
ellos se levantaron espontáneamente por él. ·cna cantidad de observadores so político.
contemporáneos, es verdad, hablaron en el mismo sentido. Los ministres bri- Estos movimientos de Ja poblaelónrural, por otra parte, se produjeron en
tánicos informaron invariablemente que las clases bajas del campo y la ciu- tiempos de crisis excepcionales. rebelión o guerra, tal como en 1829, 1833 Y
dad apoyaban a Rosas, y daban la impresión de hordas de gauchos que mar- 1839. Durante 1823 y 1829, como se ha visto, Rosas levantó deliberadameme a
chaban a caballo hacia le. capjf.a_] por 1a causa de su ~aivaUor· PhiliD Yorke las fuerzas oooulares para ononcrsc ~¡ 18. rebelión unitaria ..AJgu:ien que loco-
Gore informó: "Los gauchos, "habitantes de los dist:-itos :c"urales. estan" arciie:n• nocía, inforin.Ó en esa oportUilidad: "Estableció un campam_enw que tenia _tO-
temen te u..rlidos al general Rosas, a quien, como jefe y benefactor reconocido._ dos los privilegios de un santuario para cada malhechor. en todos los distritos
hace tiempo que adrn..iran con increíble devoción. ''<19 El mismo Rosas explica- desde Buenos Aires hasta el Alto Perú": y usó esos elementos margrnales
ba a John Henry Mándevme que "aquí no hay una aristocracia que apoye a un como parte de sus "fuerzas populares" .54 En 1833. dio instrucciones a su espo-
gobierno; son la opinión pública y las masas las que gobiernan, " 50 Henry South~ sa para que cultivara a los pobres, como base para lU1 regreso político. Duran-
ern creía que "E1 secreto de su poder es que él ensenó al gaucho de las llanu- te la Campaña del Desierto, en ese ano, estaba en cierto sentido esperando en
ras que era el verdadero amo de los pueblos. Fue sobre la base de tropas de la trastienda mientras, desde lejos, movilizaba 2. los 'apostólicos contra los
sus propios criadores de ganado, arrieros y domadores que estableció inicial- cismáticos y, eventualmente: socavaba la administrá:éfon de Viamonte. En
mente su autoridad, mantenida hasta el dia de hoy gracias al uso diestro y as- una serie de cartas inculcaba en doña Encarnación la importancia de adoptar
tuto de la rriisma arma. "51 actitudes populistas y métodos, a fin de ganar el apoyo de las masas para la
Sin embargo, estas impresiones están distorsionadas o_ por lo menos, fracción resista del federalismo:
abiertas a una mala i...--iterpretación. Eri primer Jugar, el núcleo de las fuerzas
de Rosas estuvo formado por sus propios peones y.dependientes, quienes lo
"Ya has visto lo que vale ia amistad de los pobres y por ello cuanto importa sostener!ª Y
habían tenido que seguir en la guerra asi como trabajaban par.0 él en la paz. no perder medíos para atraer y cautivar voluntades, No cortes pues, sui> corresponaen•
¿ Quiénes eran los peones de Rosas? Eran. ante todo. los gauchos. previamen- cias. Escrfoeie.s coñ frecuencia: mándales cualquier regalo. sm que te aueia gastar e~. esto.
te "salvajes" y nómades. luego domados y atados a sus estancias, donde tra- Digo Jo mísmo respecto de_ las Madres y mujeres de los pardos y morenos que son neles.
bajaban como mano de obra para tareas ruraies, en retribución por lUla paga No repares. repito-, en visitar a las que lo merezcan y llevarlas a tus dis,!!accioncs rura-
y_protección. Luego, comprendían también a los indios "amistosos": algunos les. cÜmo también en socorrerlas con lo que puedas en sus desgracias.· '"
de éstos trabajaban para él como peones, otros simplemente vivian en las Zü-
nas cercanas a sus estancias o acampaban en sus tierras. colaborando con él y doña Encarnación, agente del rosismo, "heroína de la federación", pro-
en la .lucha contra las incursiones de indios enemigu.s o conu:a enemigos políti- teoió a los elementos popul;res y morenos, ínvitande a las negras para brin.
cos, en agradecimiento por la protección de un caudillo poderoso que los irn- da~les sus favores y despidiéndolas como protegidas, Su patio. er.~. corno ur:
presion.aba y que hablaba su propia lengua. En tercer lugar, las estancias de club para el pueblo. Más que politización, ésta era una form_a pnrrunva Yper•
Rosas albergaban una cantidad de proscriptos. Reclutaba deliberadament.e sonalista de manipulación política. Y no existía organizacion alguna: Rosas
delbcuentes, desertóres del ejército, prisioneros escapados, y los alentaba su mujer y unos p;cos amigos manejaban todos los hilos.
para que buscaran refugio en sus propiedades, en parte como tma solución En todas estas ocasiones, cuando Rosas necesitaba dar un crítico.empu
para 1a escasez de mano de obra, en parte como una medida de control contra jón político, reclutaba a los gauchos en el campo y al populacho e~ la dudad
la anarquía. Rosas, por supuesto, no toleraba los delitos contra la propiedad, Eran la única fuerza humana disponible y, por el momento. tenrnn su val?J
Como lo señaló Sarmiento, convirtió a sus estancias en "una especie de asilo fuera de la estancia. Pero el régimen agrario normal era diierente. Y, como í<
para los homicidas". pero, como propietario terrateniente, no extendía su destacó Sarmiento, las fuerzas de gauchos duraban tanto como lasnecesitab<
protección a los ladrones. 52 No siendo asL echaba sus redes con bastante am- Rosas, -v no más. Una vez que Rosas tuvo en su poder el aparato del Estado. <
plitud, como observó,el general Lam_adrid; "Pues a pesar de todo este rigor partir de 1835, cuando ya controlaba la buro.~ra~ia, la policía, la mazar?~· e
con que se hacia obedecer, era él el hacendado que más peones tenia, porque erupos paramilitares, y, especialmente. el eJercito regular, ya no necesito n
les pagaba bien. y tenia con ellos en los :atos de ocio sus jugarretas torpes y quiso 'las fuerzas popular_es_ del campo. 56 Reclutó, ;quipó._ arrr:ó y purgó m
groseras con que los divertía, y apadrinaba además a todos los fascinerosos o ejército de Jínea. cuyos destacamentos fueron usaaos contra el campo par:

110 11
reunir las levas. En último término, fue el ejército acampado en Santos Luga-
,,
!
para la masa del-pueblo, dándose por entendido que significa una persona que
res el que le dio su poder. · no tiene permanencia fija, sino que vive como nómade; por lo tanto, cuando
Además, las milicias de gauchos eran consideradas fuerzas "populares" hablo de las clases mas pobres, evito ese término. " 58
solamente en el sentido de que estaban compuestas por los peones ciel campo. ;La geríte más pobre, naturalmente, constituía un grupo heterogéneo, no
No siempre eran voluntarios por una causa. ni estaban politizados. Los méto- una clase unjforme. Eran peones de estancia. dependientes vinculados a un
dos militares de reclutamiento eran, en general, rudos y a menudo violentos. patrón trabajadores libres, g:ra...-r¡jeros y arrendatarios, pequen.os ganaderos;
El ministro.británico William Gore Ouseley registró una cínica opínión de la y la población marginal compuesta por casi profesionales montone.!'os, Estos
esoontaneidad. Describió las brutales acttvidades del general Prudencia Ro- grupos, semibárbaros, analfabetos, ignorantes de los asuntos pol::ttir:üs, no po-
sa~ mientras se levantaban levas en Ui.'W. población cercana a Bue!1os Aire..:"· dían participar ni siquiera en los más rud:rnenta.rios procesos políticos: eran
donde dío doscientos latigazos a un hombre por reSist:ir la conscripcicin forzo~ incapaces de cualquier acción autónoma, de organizarse y de responder a un
sa. La severidad del castigo mató al hombre, pero el general Rosas pensó que liderazgo político. De manera que, el así llamado "populismo otigárquicc", Si
establecería un buen ejemplo. "Esta forrr.a de reclutar tropas", comentó Ou~ bien tenia base popuJar. carecía de objetivos populistas y de capacidad para
seley, "está descripta en los últimos números de la Gaceta como 'el ievanta- cambiar la estructura social y redistribuir la riqueza. 59 La historia del popu-
miento entusiasta y espontáneo del pueblo en defensa propia contra las agresío- lismo, por supuesto, contiene muchos ejemplos de lideres queofrecian benefi-
nes de los salvajes unitarios'. "fii En cuanto a las milicias, sus oficiales y conducto- cios a las masas apolíticas sin necesidad de incorporarlas a la polínca ni de
res eran los jueces de paz, los comandantes del ejército regular y los estancie- cambiar básicamente la socíedad. ~Hi.zo esto Rosas? ¿Mejoró las condiciones
ros. El hecho de pertenecer a una organización militar no daba a los peones po- :le la población rural? ¿ Otorgó beneficios económicos y sociales?
der político o representatividad, porque la rígida estructura de la estancia Como se ha visto, el dominio de la economía por parte de la estancia fue
también regía dentro de la milicia, donde los estancieros eran los comandan- compietado y continuado bajo Rosas. 60 No se entregaron tierras al gaucho; no
tes, los capataces los oficiales y los peones la tropa. Esras tropas no entra- se asignaron propiedades a los peones. Pero se argumenta a veces que con Ro-
ron en relaciones directas con Rosas; eran movilizadas por Sus patrones, lo sas los trabajadores rurales ecan- hombres libres, respetados y defendldos.
que significaba que Rosas no recibía su apoyo de las hordas de gauchos Iibres Sin embargo, no existen evidencias de que alguna vez Rosas objetara la es-
sino de los estancieros aue conducían a sus peones conscriptos; servicio por el tructura social existente. Él heredó de los regímenes anteriores una legisla-
cual los estancieros recibían una paga del Estado. El mismo Rosas fue, desde ción social discriminatoria y un sistema político diseúado para excluir 1a par-
el principio, e] estanciero más poderoso, y su peonada la más numerosa y bíen ticipación. La ley electoral del 14 de agosto de 1821, q_ue permaneció .en vigen-
equi_pada. Pero eso no lo hizo líder populista. . cia durante todo el periodo de Rosas y más allá, establecía elecciones directas
Aun el uso de la palabra gaucho era ambiguo en la terminología ros1sta. y sufragio universal masculino; todos los hombres libres, a partir de los vein-
Tenía dos significados, según la situación. En público se la usaba como un tér- te anos de edad tenían derecho a votar, y todos los propietarios mayores de
míno de estima y perpetuaba la idea de que el gaucho, como el estanciero, era veinticinco tenían derecho a ser candidatos en 1a elección. Esa era la ley, y no
un modelo de virtudes nativas y que los intereses de ambos eran idénticos. En había exigencias de educ:ación o de propiedad para los votantes. Pero, en la
las palabras de las canciones popular:es práctica, los gauchos analfabetos no podían votar como hombres libres. El
sistema era un fraude y una farsa: el gobierno enviaba una lista de candidatos
El hacendado es de plebe oficiales, y era misión de los jueces de paz asegurar que ellos resultaran elegi-
Y un tendero hombre decente dos. La votación abierta y verbal. eJ derecho dé los jueces de paz a excluir como
votantes y candidatos a quienes consideraban no calificados, la intimidación de
También Rosas ayudó a propagar el mito de que el estanciero compren- la oposición, éstas y muchas otras prácticas ilegales reducfan las elecciones a
día al gaucho y sólo se preocupaba por su bienestar; éste era uno de los temas procedimientos absurdos. Rosas admitió francamente que era necesario con-
de la propaganda del dictador y quedó incorporado al cancionero popular de la trolar las elecciones y condenó como hípocresía la exigencia de elecciones li-
época. E-nprivado, sin embargo, especialmente en el uso policial, gaucho sig- bres. En 1837, dijo a la asamblea que su gobierno "ha dirigido, por toda la ex-
nificaba vago, mal entretenido, delincuente. El primer uso representaba pro- tensión de la Provincia, a muchos vecinos y magistrados respetables listas
paganda política. El significado peyorativo expresaba distinción de clase, que contenían los nombres de aquellos ciudadanos que, en su concepto, mere-
prejuicios sociales y actitudes económicas; 1o utilizaba el terrateniente, nece- cían representar los derechos de la Patria. con el objeto de que propendiesen a
sitado de trabajadores, para enfrentar al hombre de campo que deseaba per- su elección, si tal era su voluntad". 61 En ia práctica, las listas de Rosas eran
manecer libre. Según William MacCann, "El término Gaucho es ofensivo una orden in.discutible y los-gauchos que concurrían a los comicios lo hacían

113
sólo como instrument os para la votación. Asi se quejaba José iiern<indez en delincuenc ia rural. Durante la inde?ende ncia y hasta el régimen de Pws<.1._,
continuaro n el látigo y otras formas de tortura característ icos de ra época co-
su Martín Fierro.
lonial. Y los propietario s de las estancias todavía castigaban a sus peones :po-
Nu le perdonan si yern.. niéndolos en el cepo o estaqueánd olos como cueros al sot Era un régimen se-
Que no saben perdonar. ñoril, .índependieme, en el que los peones estaban prirndos de sus derechos ci-
Poruue el gaücho en esta tie:.-:-a. viles por completo y gobernaba €l campo una alianz&. informal de estanciero s
Sólo Sirve para votar. y comandam:es de milicia que, a menudo, eran las mismas personas. Se u.nía a
ellos un tercer ooresor.
A raíz de su indefensión mlfüca. el gaucho ::;uirió toda clase de, ataques El agenLP cJ;_ve de control en el campo era el juez de paz. El cargc fue ef-
medüinte duras leves laboralCs, Las Ordenanzas de Oliden (1821) Y e1 E 5 ratu- tablecido en 1?,21 para llenar t:1 vado ciejado por el cabildo colonial, pero sus
to del~~Deón (1823) ;lasificat:s.D. como vago a cualquiera que no tuv~ese em.pl:'o
.íuncíones originales rie carácter administra tivo y judicial en un distrito deter-
reconocído u ocupación confirmad a por un empleacior. Para _habitar o crrcu-
minado pronto se ampliaron hasta incluir las de comandan te de milicia, jefe
iar por el terri_tOrio provincial un hombre tenía que tene~ ~apapele~ : d:
chabo un certíficado en el que consraba que estaba trabaJando pa, ª u_ P
e~~: de policía y ret.audado r de impuestos. En cierto sentido, el cargo creció con 1a
estancia. En los años posteriores a 1821, la colonización del campo desierto se
pietar10 conocido y, si se encontraba en viaje, la fecha en que :'"~gresana a.s:-1 vio acompaña áa por la creación de una nueva burocracia que se convirtió en
habitual sitio de traba 10. En caso de encontrárs ele sin ese certmcado lo ~onsi- instrumen to conveniente para la autoridad del caudillo.63 Porque el juez de
deraban un vago vera-arres tado v enviado al ejército, De esta manera ei gau-
paz no era un funcionario "constituci onal" sino· un agente político, un servidor
cho perdía su libe"rtad v sus dereéhos civiles y se convertía en peón e.o~ ,dep~n-
del centralism o estatal. Rosas comprendi ó esto de inmediato y asumió el con-
denCía absoluta de su Patrón; sí no quería estar en el ejérci~o o :npnswr:., 5 º!? trol de los jueces de paz en la campana de 1829; de alli en adelante ellos fueron
restaba la estancia. La tinica individuali dad que retenía el peon era 5
cular ocupación e11 la estancia. v algunos eran mas hábiles que otros. ~51 a
~.Pª~t sus criaturas. "Desde el punto de vista administra tivo, Rosas considerab a al
· ¡·¡ egaba a ser una reserva campo como una inmensa estancia, dividida en distritos; a cargo de cada uno
estancia · • soc10-po · ]"n:1ca
· cer ~~acta , en- la que el· oeon no
. de ellos había un juez de paz, una especie de señor feudal dependien te del po-
tenía derechos. · ~· - der señoril establecido en la capittrl. " 64 Los jueces de paz adminístra ban y
La severidad de estas sanciones reflejaba-e l vacío de las pampa~, 1a gr"';n controlaba n Ioscontrato s de los peones de campo ;perseguía n a los delincuen-
· · ¡ · · · da •ousque · d·a ae· mono
escasez de po blac10n y a oespiaaa ,,. de o"ra " ~ n e1 penoao
0
R tes, desertores y vagos: informaba n sobre propíedade s y sus dueños, y asi-
de expansión de las estancic.1s. Por estas razones 1:º pod~a esperar~e que . o- mismo sobre sus afiliaciones políticas; tomaban censos de la población, apli-
sas cambiara básicamen te la legislación discrimma torrn qu.e_ habia h.ere~\ caban confiscaciones de propiedade s; presidian en las elecdones. Sin embar-
do. Simpleme nte aclaró la iev. definiendo con mayor prec1s10n el dehto Y ~ go, en-general , la administra ción de justicia era defectuosa , y existía una es-
• ·
castigo para los vagos; ladrones. oesertores y otros de¡·~?c1;entes, · sin gar-ant'-
; · ~i pecie de delincuencia oficial tan sedienta de sangre como la delincuenc ia del
zar ~ar supuesto, a las clases más pobres r..ingun memo ae defen~"' l~gal. S , gaucho. 5s La mayoría de los jueces de paz eran faltos cte educación y sin ido-
'P . . . - d
algo ocurrió, fue que la apllcacion e la 1ey se izo m• • . h. a·s a'ur" v huno una ten-
.. '"'•. . neidad para el cargo_: algunos eran compleiam ente analfabetos. Sin duda. ha-
dencia a acortar los nrocedímí entos criminales . Rosas contmuo ~pllcando las bía excepcione s, unos pocos funcionario s dignos que trataban de proteger sus
· .
'regulacion es exístentes contra la vagan cm y ordeno, el· rec¡ul am1~L. <>•1to forzoso
. . distritos de los peores excesos del poder gubernam ental y a los'indíviduos de
de. levas tal como en anteriores administra ciones: en realidad, la mcidencia la venganza política. 66 Pera, en general, los jueces de paz eran cómplices o
del re:dutamie nto aumentó a medida aue sus guerras también aumentaba n. ·: .bien instrument os impotentes de una política expresada en arrestos, coniis-

En 1830 decretó que los milicianos no po-d.ian v1aJar · ·
por e lpaíssínquesudocu- .. , caci.ones, conscripciones o peor, dirigida contra cualquiera que fuera cons.l-
mento estuviera debidamen te firmado por el magistra.do lo?ª~· ~mglln , derado unitario o delincuente.
miembro dela milicia podía cambiar de•domicilio sin permiso Ysu:-m1orm~r- Sin embargo, algunos observado res estaban impresiona dos por la severa
lo asu comandan te. En su discurso . · .· 0·nctelasses 10nes1e0 1s-
para. 1a maugurac~ . _ e:los justicia que se administra ba en la provincia, y por la ley y el order,_ impuesws
lativas del año 1836. informó sobre las rigurosas medidas tomada_s contra por Rosas. El índice de delincuencia parecía haber disminuido, la seguridad
vagos v mal entretemd . osy .ia creciente , • can t·d d d •
1 utamientos para las
1 a e r 00 ._ personal aumemado y la propiedad eStaba mejor protegida. Más aún,-las evi-
fuerza;.6!.! El castigo corporal en el ejércíto era severo; los reclutas eran Vh- :dencias se originan eri diversas fuentes, algunas de ellas bittánicas. y en dis~
. . ,
tualmente prisionero s. mamem os ·baJO •ct · guarma .. ',as'a
r ~ que llegaba el momen~ tintos momentos :
to de 1a marcha; y las Cantinas del ejército y las pulperías ~es roba?an sus re-
ducidos salarios." La conscripci.ón obilgatoda no era el úmco caS t lgo para la

115
114
Desde el comienzo de }a admiPJstración de Rosas no ha habid(l much,~ que .MacCann no pudo contrata r un guía entre toda la población de la estancia,
gauchos.'. n~ digo aue se hava extinguido por completo e~tre ellos :1 am_orte1:1efiles (a_lo:
tinto nat~al del salvaje: pero como el Capitán General los mata m:·<ir1a~le a1 P a_Je,
1 5
meme _o ~s
:f que todos los miembro s varones de casi todas las familias estaban lejos,
"ya
en él
convi~e en carne de cafLón al hace:rlos soldados_, ':uall':J.o f~eden a sus rmpU1sos, han ejército, y los pocos que quedaban en su casa no eran suficiente s para atender
o.es a-
parecido, según mi información, ics robos con v1oienc1a.n, las obligacio nes imprescin dibles de la vida". 72 Si la población era insuficien
te
para trabajar con el ganado, ciertame nte no babia quien se ocupara de los tra-
Esto ocurría en la mitad de la década de 1830. Diez _anos 1:11as tarde• bajos agrícolas y, en el sur de la provincia- de Buenos .'lires estaban consu-
Vlil-
liam MacCann destacab a 1a segurida d existente aun en las ~m,~s~re1.1:o~asyrf; miendo .harina norteame ricana. ;:rnnque tocia la tierra de los airededor es
piedades desde que Rosas estableci era en las pa.i"'TI.pas lu au,oncta'--'- era
de "" extremad amente fértil y se hallaba lista para 'el arado. Para algunos terrate~
ley: nientcs la escasez de mano de obra fue un desafio para que se concentr aran ya
no en aumenta r la cantidad de animales sino en mejorar su calidad. Hubo al-
- -· ~ 1 •· • darnsasant eesdelaast .ff'.<'.iond elmderpor el
ª
Me .llan asegur<1do que n.o :'. 8d'o'·oei_eenso,au~º gunos criadores de ovejas que, srn incremen tar mayorme.r:1te el número
-ene--al::R.os~"· pero Donoc1en . . . ....,
,, ; sistema de uolicfa establecid o bajo de ani-
5 • - ~ ""~¿' ' '"'· . _. . .. , males, .mejora!'on de tal manera la calidad de sus rebaños que ei valor de la
su gobierno. to ¡¡
os aaue os. se · an pobris o ricos aue resulten comprome tictas enia noJ¡;- es-
dónde las Jéyes exiskntes en . ·· . . , ~ t nenali quila a comienzo s de la década de 1840, de dos centavos por libra aumentó
el paisha,brian n:s.urr:ir~sc~Dwe~te.:a-, ex remas_ - en
darles por sus deiitos. el robo y el ultraJe son casi des,._onoc1dos. tres años a diez centavos por libra. Por otra parte, con un suelo fértil yun
cli-
ma templado , el ganado vacuno y ovino aumemab a en número tan rápida~
Ésta era la clásica defensa de Rosas, que su autoridad era la ún ica alte,r- mente que pronto superaba n la mano de obra disponibl e, los rebaños se
ha-
nativa para la anarquía ; e1 nusmo · R 0 - - ncargaba de oropagar1a v tema cían salvajes y las ovejas morian. Esas condicion es no eran exclusiva
~as ~e e _ - , · - , _ ~ . d,, s de
,
•atr acuvo par a los -"'-xtran¡· eros pa.ro no pa:rct r.octos eilos. Un ooserva or iran- Buenos Aires. También en el resto del litoral la falta de mano de obra retardó
..... · ~ el crecimien to rural_. Charles Mansfield visitó una gran estancia en Corrien-
cés tenía otras opiniones :
tes a la que encontró "magnífi ca peró triste'', magnific a porque tenía suelos
""'
~ay enJascam panasbf "'
-
~r
,, •i.nas hombres mastemíhies oueel gaucho malo que hacen
~ h~ir de la justicia, porque'ello s mismos representa n la
~for1:~·1!~J~;'f: j~s¡fu~/;on fun~ion::rr!
fértiles y de gran variedad , con pa:,,tos, árboles y plantas; triste-por que lama-
yor parte de esas riquezas estaba desaprov echada por la falta de trabajo;
los ~s honrados p~;~Rosas con su favor Ysu la "estancia " estaba formada por unos pocos ranchos, y el dueño vivfa
confianza; Jos jefes militares de campana Y10s Jueces de paz. en la
pobreza. 73
La supervive ncia de los esclavos en la Argenti'1a fue. en parte, una conse-
Lo emios v violencia del régimen rural eran un medio para su~erar la cuencia de la escasez de mano de obra. La trata de negros del siglo xvrn habla
.., s apr asez l;boral como se ha visto, La población estaba muy dispers_a
e ...trema ese producido una considera ble población de esclavos, la mayoría de ellos
v 1~ mano de obra era una' mercanc1_a dif'1cil de hallar , especialm ente.en~la de- d pleados en el servicio doméstic o o en las industria s artesanal es. La abolición
em-
~ad.a de 1840 cuando las exigencia s de la guerra aumentar o:' 1.°~ mve :s e del comercio de esclavos en las Provincia s Unidas: por decreto.s del 9 de abril
· , · ' s~ ,..~+;,.,,.,,baque en ::inue.lla,s estancias donde m1c1alrnen1.-e
eon.s~r1pc1on. ~; ~-~h;;e" a veint~ h~~bres e;an apenas suficiente s para el tra~
se y del 14 de mayo de 1312._ redujo la fuente de obtención : y el tratado del2
de fe-
~:~~ ii~~~!Jnad~, ese
1
en momento sólo podían ~~ns:gu~irse tr.es ~ ~l:at.r~ ~~~
brero de 1825 con Gran Bretaila obligaba a las Provincia s Unidas a cooperar
con Gran Bretaña en la supresión touü del tráfico de esclavos. Sin embargo,
siJuiera ést'os podían eludir la conscripción_~~l eJ:rcho. 'º ~~ Sl~~acrnn n abolición dela esclavitu d enla práctica, que afectaba al derecho-d e propiedad
la
·~
· r~ib}I PTI virtud de la estrecha gama de han1hdaa
es y motn-a~10~ queyose1.~ y a la esca:se;;: de fuerza laboral, fue más difícil de 1ograr. La cantidad de
JO-- - -
elpeónru ral· comooos ervol • - . · MacCann "o-eneral mente. los natrvos estanpoc o es-
, e ciavos disminuy ó ciertame nte durante la guerra de la independ encia, dado
• estos a ~cu arsede cualquier manera, excepto en -los deber~s ord1nano . .
~:~~a estancia, ~ n En la década de 1840, los peones de una estancia \v aqu,:r~ss que recibían la emancipa ción en retribució n por sus servicios militares ;
ésta solía conducirl os más bien a la muerte que a la liberació n. En 1813,
pero
. t ) ganaban entre cien y ciento cincuenta pesos por mes, ~dema.., ne tres
ytrpaskiloroessde verba mate un poco de sal y toda la carne vacuna _y cte cordero medidas legales se aproxima ron a la total abolición . La Asamble a Constitu-
- es · · - yente decretó el 2 de febrero la así llamada libertad de vientres, _por la que
que 0U1S1eran. sus condicion es de v1 a eran po• res. s ~ ~d'
·ct b us ranchos ,, casuchas
· se
' des humanas declaraba libre a todo hijo de esclavo nacido con posterior idad al 31 de enero
iru.itivas carecían por completo ~Je las mímmas corno i~a .
pr dí ' , de 181R, o en esa fecha. Un scgrn1do decreto, del 4 de febrero, declarab a libres
;;;...,ero extra emoleánd ose aíuera ocas1ona1 mente, por
pe, ro po an ganar u.J.u " - - ·neo pe a todos los esclavos introduci dos a _partir de ese día en las Provincia s Unidas
~ d por lo cual recibían de vemte a vem~1c1· t·
eJemplo para marcar
: Para ot•o gana º·
t,·po de traba¡·os no se encontrao , a geu t e d'sponibl e v
- ''por el solo hecho de pisare! territorio de las Provincia s Unidas" Una terce-
sos di anos. - ~ 1 ,, ra medida, del 6 de marzo. estableció los límites de libertad otorgada a los
11i-

116 117
jos de los esclavos: debían permanecer al cuida-do del amo hasta.la edad de
veinte años; hasta los quince años debían prestar servicios a sus séfi.ores sin
recibir paga alguna, y durante los cinco años restantes tendrían una pag_a de
un peso por mes_ Pero aun estas leyes limitadas quedaron frustradas o demo-
radas en su aplicación a causa de los conflictos políticos y la guerra civil.
Hacia el final del período colonial, flabia en el Rio de la Plata unos treinta
mil esclavos, er: una población de cuatrocientos miL es decir, un ocho por
ciento, La incidencia de la esclavitud era mayor en las ciudades y, después de
1810, lo. gente de color conti..."'.mó concent:-ándose en Buenos Aires. En 1810 ha-
bía once mil ochocientos treinta y siete negros y mulatos en Buenos Aires, o
sea un veintinueve por ciento de la población total de cuarenta mil trescientos
noventa y ocho, y ia mayor parte de los negros eran esclavos, En 1822, de los ~ ~

cincuenta y cinco mil cuatrocientos dieciséis habitantes de la ciudad de Bue•- CC)""


t;- ~-
nos Aires, trece miJ seiscientos ochenta y cinco, un veinticuatro por ciento,
eran negros y mulatos: de éstos, seis míl seiscientos once. un cuarenta y ocho
f2
por ciento, eran esclavos. En 1338 los negros sumaban catorce·mil novecien-
~~
tos veintiocho de sesenta y dos mil novecientos cincuenta y siete. es decir, un o e
veintitrés con setenta y uno por ciento, 74 -~.....;
Las cifras del censo pueden, tal vez, conducir a error; los observadores
contemporáneos tenían la impresión de que la proporción de hombres de color
M t- O
era mayor que la establecida en las estadísticas. Los prejuicios raciales ,y la ,:,-; .,,.- N- e
discriminación probablemente impulsaban a la gente a "pasar por blancos", t- N ;;
y de esa manera aumentaban la cantidad de blancos. Los.negros libres y los
mulatos ocupaban invariablemente los puestos de ,:rabajo más bajos, como
<C !..."l >...':,
mozos de cordel. carreteros, trajinantes. cocheros y lavanderas. Y el térmirio - ::o -
<.:::<e:~
"mulato" era illl insulto. Sus enemigos llamaban a Rosas "mulaw", no por su
color --era rubio y de ojos azules-- sino por su personalidad, a la que muchos
e
~ -
M....,

consideraban como indigna de confianza. 75


Las tasas de mortalidad en la década de 1820 eran mucho máS altas entre ~- cq, >...?- c.:,~
las personas de color aue entre los blancos, v más elevadas todavía entre los $~o o
negi-os liberados (casi'un sesenta por ciento~ que entre los esclavos (diecisie-
te con veinticinco por ciento}. Las condiciones de vida empeoraban para los
negios cuando obtenían su libertad, ya que mientras eran esclavos consti- <.Ct-N ~
_, =:
tuían una inversión aue debía ser cuidada, como sirviente o hábil trabajador:
en cambio, el negro ·liberado no tenía guíen cuidara de él. La mortalidad in~
fantil era más alta entre los negros, que tenian_condiciones de vida inferfores,
~ -'
N -
~ E-1

y mayor a Un entre los varones que entre las mujeres, lo que favorecía el mes-
tizaje. Desde 1822 hasta 1836 la cantidad de personas de color se mantuvo esta-
cionaria debido a la incorporación de recién llegados desde el exterior y el in-
terior. pero declinó en relación ai resto de la pobiación, ya que los blancos au-
mentaron y llegaron nuevos inmigrantes.
También el número de esclavos dedinó. Sín embargo, la esclavitud so-
brevivió y continuó funcionando Un tráfico interno de esclavos; los esclavos
domésticos acrecentaban el prestigio social y. en tiempos de extrema escasez

118
jos de los esclavos: debían permanecer al cuida-do del amo hasta.la edad de
veinte años; hasta los quince años debían prestar servicios a sus séfi.ores sin
recibir paga alguna, y durante los cinco años restantes tendrían una pag_a de
un peso por mes_ Pero aun estas leyes limitadas quedaron frustradas o demo-
radas en su aplicación a causa de los conflictos políticos y la guerra civil.
Hacia el final del período colonial, flabia en el Rio de la Plata unos treinta
mil esclavos, er: una población de cuatrocientos miL es decir, un ocho por
ciento, La incidencia de la esclavitud era mayor en las ciudades y, después de
1810, lo. gente de color conti..."'.mó concent:-ándose en Buenos Aires. En 1810 ha-
bía once mil ochocientos treinta y siete negros y mulatos en Buenos Aires, o
sea un veintinueve por ciento de la población total de cuarenta mil trescientos
noventa y ocho, y ia mayor parte de los negros eran esclavos, En 1822, de los ~ ~
cincuenta y cinco mil cuatrocientos dieciséis habitantes de la ciudad de Bue•- CC)""
t;- ~-
nos Aires, trece miJ seiscientos ochenta y cinco, un veinticuatro por ciento,
eran negros y mulatos: de éstos, seis míl seiscientos once. un cuarenta y ocho
f2
por ciento, eran esclavos. En 1338 los negros sumaban catorce·mil novecien-
~~
tos veintiocho de sesenta y dos mil novecientos cincuenta y siete. es decir, un o e
veintitrés con setenta y uno por ciento, 74 -~.....;
Las cifras del censo pueden, tal vez, conducir a error; los observadores
contemporáneos tenían la impresión de que la proporción de hombres de color
M t- O
era mayor que la establecida en las estadísticas. Los prejuicios raciales ,y la ,:,-; .,,.- N- e
discriminación probablemente impulsaban a la gente a "pasar por blancos", t- N ;;
y de esa manera aumentaban la cantidad de blancos. Los.negros libres y los
mulatos ocupaban invariablemente los puestos de ,:rabajo más bajos, como
<C !..."l >...':,
mozos de cordel. carreteros, trajinantes. cocheros y lavanderas. Y el térmirio - ::o -
<.:::<e:~
"mulato" era illl insulto. Sus enemigos llamaban a Rosas "mulaw", no por su
color --era rubio y de ojos azules-- sino por su personalidad, a la que muchos
e
~ -
M....,
consideraban como indigna de confianza. 75
Las tasas de mortalidad en la década de 1820 eran mucho máS altas entre ~- cq, >...?- c.:,~
las personas de color aue entre los blancos, v más elevadas todavía entre los $~o o
negi-os liberados (casi'un sesenta por ciento~ que entre los esclavos (diecisie-
te con veinticinco por ciento}. Las condiciones de vida empeoraban para los
negios cuando obtenían su libertad, ya que mientras eran esclavos consti- <.Ct-N ~
_,
tuían una inversión aue debía ser cuidada, como sirviente o hábil trabajador:
en cambio, el negro ·liberado no tenía guíen cuidara de él. La mortalidad in~
fantil era más alta entre los negros, que tenian_condiciones de vida inferfores,
~ -'
N - =:
~ E-1
y mayor a Un entre los varones que entre las mujeres, lo que favorecía el mes-
tizaje. Desde 1822 hasta 1836 la cantidad de personas de color se mantuvo esta-
cionaria debido a la incorporación de recién llegados desde el exterior y el in-
terior. pero declinó en relación ai resto de la pobiación, ya que los blancos au-
mentaron y llegaron nuevos inmigrantes.
También el número de esclavos dedinó. Sín embargo, la esclavitud so-
brevivió y continuó funcionando Un tráfico interno de esclavos; los esclavos
domésticos acrecentaban el prestigio social y. en tiempos de extrema escasez
118
lasquein variable menteh8 .favorec id ,, szy •
laboral, aunque fuera unos pocos esclavos podían influir logr:ando se abolió finalmen te la esclavit ud en ~a 1 :ando. en la Constitu ción de 1853
diferenc ias cos esclavos .. a gentma, quedaba n ya muy
en 1a tierra. Rosa.:> era dueño de esclavos. La va_sta adquisic ión de po-
tierras, la
explotac ión de estancia s en desarrol lo, la crecient e producc ión para La oposició n atacó los ante""d
los sala- d R
berales de ~fontevideo inevitab J;~:~~! h~ ; osas;_obre 1.~. esclavit ud, y los li•
L
deros, todo eso aumentó la demand a de mano de obra, en ·11.lla_ época
en que los paraban la política del'" anbiru-
peones erar:. escasos y el reclutam iento militar inLenso por la guerra , . ic,eron ~cap1e en el asunto. Com-
con el con lo que siguió bajo R;s'"'- _~;-;-;;,~ dr~rmbl~ca despues de la revoluc1
Brasil. De manera que Rosas compró esda.vos para sí mismo y para ón de 1810
los An- . · t , a.~ - =· 10 un aecreto ahora och -
chorena . En el periodo de 1816 a 1822 adquirió tres esclavos en Santa
Fe, y 1os a o m roauc.'ir negros
, - ,:;,sciavns
- · ..,~..· DO'"',aueely , .
·os ,
~~cho o -anos, permitie n-
:\nchore na comprar on también tres. En 1822 y 1823 Rosas compró sus estancia s. ·'R1 También~A.Jb,:;,tn; ,,~iH~-'- 7 ~ \ . ::U'.-. r 1:': O;:, e-¡ .
quince es- necesita n _para
clavos para las estancia s de losAnch orena. y en 1828 efectuó nuevas
compras .
contra la gente de color. aunm~
al estado de Roe~s Ci*,::,Í..
0 :· ••~u i':' C!lS ....r~w.ma~:;on que se practica ba
Solamen te en las estancia s Los Cerrillos y San Martín, tenía treinta ' · ·~»:.re:e na a todo e1 Rw dela Plata
vno sólo
18 . v.~..,_,.,a .a
negros de un~ ,.,afé d,,
1 <>,;:;:m}:::rn
y cuatro Monte•;-idao -~
""ll -a. t .. :-· - _,u n ae ··uaf- .,
esclavos . 7º Era severo en su tratamie nto con los esclavos , y partidar ,.;; t:ro Jovenes
azore para mantene rlos obedient es y preserva r el orden social. Reveló
io del · - - - 40 • .i. amn1en
esta clase ded.iscriminacio·n .;: ª"- 1
c. te'"1-r 0 estab.. , , "
a. cerraao para ios negyos. Pero
~
su ac- ¡ -
son& ae Rosas con respPcto - no ~uemmca un" cara"ter ísti de· ·
titud con franque za en una carta: "Pero me parece que el asunto . a. - ca 1a actitud per-
es de poca amistosa . - a 1os negros y mulatos, que era ordinari amente
importa ncia y que quedariz remedía do con que Ud. prenda al mulato
mande a ésta a don Vícente González. que yo le dejaré dicho que y lo
ie arrimen Rosas tenía muchos nearo.5 º
los elevaba social~e ~t ....1::-p1 +-ea dos Ym.uch~s más a su servicio políti•
trescien tos azotes y lo conserve preso hasta que yo disponga o el señor
colás Anchore na su amo" :77
Rosas fue responsa ble de un parcial restable cimiento del tráfico de
don Ni-

escla•
co. No
tra ellos desde el punto d~ ;is~: ~:ºe~
~~~po~o eJerc~a- una discr_iminación con~
un~ ne~r~. Gregori a, era mach'ína d~·un: ~:i: ~:;10 ~1taao en
su c~a, y
vos. Su decreto del 15 de octubre de 1831 permitía la venta de esc1avos
tados por los extranje ros como sirYientes, "para hacer sentir a los
impor-
mas proxnno , eJ element o de ,., ,. 1,, prooor"i c
en las calles y eran parte de s;s 010
05
¡/J
- _,_ uera de su crrculo
s~ ,_ .d ~ e:: ~, na· ª un ~?OYO suma.-ne
desgracia-
dos hijos de Airica los benefici os de la civilización'", y además, evidente nos Aires estaban a uoado. ,,n - r ~ 0 - e~ . populare s· · Los negros nte útil
te, para aliviar la escasez de mano de obra. Además de gsto, en la
men- Coniza o la Nació11 Bfni..101~ s ~,--; \ ar,a~ socl1edades, tales como la de Bue-
década de , - - - ~,a., caua una de el as con su pro ·
Sociedad
1830 subsistió un tráfico ilegal de esclavos desde Brasil, Uruguay pws lideres ,
y A.frica, al . -v sus traje".., distinev os d · PIO
• , conserva n o todas un fuc.rt " sus nomnre, l ¡¡·pro-
que el gobierno no reprimí a con seriedad . El-mism o Rosas alegaba me~tere c1entec aráctera fricano. Enla- f :
-qu"e la es- sene de neaueüa s coloni"S en }nv '" . _-:--~e.; r~a va-
clavituá era necesar ia para aliviar la escasez de mano de obra en ::,: a ueras ae la cmaact wrmana n uria
las estan- les, tocafld¿ su música v "'p;act~c:~~~ ~eugyos,tdonbde seguían haciendo
cias, industri as y casas de familia. Y durante toda ia décacia de 1830
dicos publicab an diaríam ente avisos que ofrecían esclavos en venta.
los perió- c • l
mana a gunas de sus •reunione · ª " S COS um res y lenouas Ros sus bai- tr
s f t.
ios observa dores británico s, los esclavos "se vendían sin mayor
ción" _n El gobierno británico presionó a Rosas para que actuar-a
Según
oculta-
dombes, ,como lo hacía también s,t;
1 j;;~~~~!~~~ª
n . , -

mscreta
• ,: •• aspa ~O·
- • _,:,

mente a sus can-


-

y, en parti-
cular. intentó concreta r un tratado que se opusiera al tráfico de esclavos "Los n~gros encontrnr on en el caudillo del··
, pero conces10n es y proporcionó fondos ar~ ...
, ª Pªll;Pª ~a dec1cuda
no recibió respues ta alguna hasta que Rosas necesitó el apoyo británico nacion de las respectiv as tribus ~ffic~iu e se esrao!<ec1esen_asoci proteccíó n: ,les hizo
-con- ac10nes con la denomi-
tra los francese s, durante el último bloqueo de Buenos Aires. desde te estaba alzada y más entonad;:; u" n s ª. que ?7b1~ su ong_en. As1
1838. E] 24 s as y represem acíones cie c:us ,,.;\.~_,:~ ~~:~bw~ es~uanto lisonJea
es.que toda esa gen-
de mayo de 18.39 se firmó un extenso y complet o tratado contra el aJosnegr oslasiar-
comerci o de ·pais natal. "85 ·· ~- • ~"'· •-5 cos umores, usos_ bailes y alusiones
esclavos , ell ei que se preveían procedim ientos de búsqued a reciproc a su
a. cortes
Ill.i.-xtas y reclamo s. 79 Hacia 1843, segun una estimaci ón británic
a, no había
más de trescien tos esclavos en las provinci as argentin as, aunque
las perso-
nasdeco lo:r constitu ían una catorcea va parte de la població n total. 80
Mientra s
tanto, los caminos tradicion ales para la emancip ación aún estaban
abiertos :
los esclavos que se unían al ejércíto federal, especial mente si pertenec
ían a
dueflos unitario s, ganaban su libertad á.l volver del servicio militar 51
. Hacia el
final del régimen , la emanClp ación parece haber aumenta do: "Se
sab€"r:nuy
bien en Brasil que si un esclavo logra akanzar el territori o de la
Confedera-
ción, es Iíbre. Aquí, Rosas ha sido el libertad or de los africano s, y
si hay.en el
país una clase que lo mira con afecto es la constitu ida por las r-az.as
de color. a

~20
121
;.1
!
, 1a negrad a federa l, tropas
provin cia, donde forma ban una unídad de milícia
rojas, mucho s de ellos-e x esclav os .. Rosas tambié n los
negras con camis as
s_ Cuand o en agosto de 1833, desde el desiér -
usaba como ínstrum entos político
jó a su esposa y a otros
to, dirigía la activid ad polític a en Bueno s Aires. aconse
o observ ando a las espo~
agente s que identif icaran a la oposición en el ejércit
tos, recom endán doles en la prácti ca un siste-
sas de 1os oficial es y sus contac
eran alenta dos para qUe in-
ma de espion aje en el que los esclav os y los negros
iano, un antigu o peón de la
forma ran a sus amos y amas. 6 Y el negro Doroic
3

era de 10s.p:ri .r1cipal es degnü adores en.las- escu8.d ras an-


estanc ia de Rosas, U..'10
análisi s, la demag ogia de Rosas entre los
tiunita rias. Sin embar go, en último
ción en Ja socied ad que los
negros y mulato s no hizo nada para cambi ar suposi
rodeab a.
y subsis tió despué s
La socied ad tomó su forma bajo el gobierno de Rosas
fa degrad ació~ de los gauchÜs, la
de él, La hegem onía de los terrate niente s.
encia de los peones . todo eso fue herenc ia de Rosas . Duran te mucha s
depend
levó la impro nta de una ex-
de Ias genera ciones siguien tes, la Argen tina sobrel
quedó establ ecida en un molde rígido, al
trema estrati ficació n. La socied ad
ón económ ica y el cambi o
cual tuviero n que adapta rse luego la moder nizaci
de la estruc tura de clases .
político. Hasta cierto punto, Rosas fue una criatu ra
niente , un hombr e forma do en la ímage n social
un produc to de la élite terrate
mente un fenóm eno icC-·
de la estanc ia. Pero era más que eso. No era simple
hereda r un sistem a; i;_ ':i-
ciaL era un hombr e de idiosincrasia'. Hizo más que
ad. Comen zando por la esrnnc ia, estp.bleció valore s y es-
dó a crear una socied tieron en alma y
toda la provin cia y se convir
tructu ras que se extend ieron a
el amo absoluto y exigía a
nervio en el estado de Rosas. En la estanc ia. él era
comien zos castig aba a sus
sus peones obedie ncia incondicional. Ya desde les
por llevar un cuchil lo en día domin go o en feria-
hombr es sin piedad . La pena
delitos menor es, la esta-
dos era perma necer dos horas en el cepo; por-ot ros
a: por ir a trabaj ar sin llevar el lazo, cincue nta latigaz os sobre la espal-
guead
a igual discipl ina, y orde-
da desnud a. Siemp re ínsistí a en somet erse él mismo
istrara a él el mismo castigo a maner a de
naba a su sirvien te que le admín
castig ar a su propio arno.
ejemp lo; a su vez, castig aba a los que dudab an en
ad por sus resulta dos:
Esta severa excen tricída d dejó una huella eri la socied
Rosas comen zó a forma rse una reputa ción. En toda
"Este fue el modo con que
obedec ida una orden suya
1a campa ña del sud. muy partic ularm ente, era más
que la del mismo gobierno. '' í
8

El sistem a de Rosas era un produc to del ambie nte y la idiosin crasia. Su


esrndo era la estanc ia amplia da en extens ión. La soci"edad en sí fue edific ada
a definir 1os términ os de
sobre la base de la relació n patrón -peón. Rosas ayudó
en el que la vida era
-esta relació n, model ando un estado previo de cosas
propie dad un riesgo , "Subo rdinac ión" era su palabr a favori ta, la
brutal y la
su logro. Como lo expres ó un miníst ro britán ico.
autori dad su ideal. el orden 88 Esto ocurrí a en la
ad y obedie ncia'' .
"Elogi a a las clases bajas por su docilid
estaba tan asegu rada. Por
cumbr e de su poder. AJ princip io, la obedie ncia no

122 123
A lo largo de la calle del Buen Orden estaba n ubicados numero
cimien tas comerc iales y de pequeñ a industr ia -plate ros, sos estable~
talabar teros, he-
rreros - quiene s, como artesan os y comerc iantes minori
stas, ..se encuen tran
asenta dos en los censos rudime ntarios de la época y en
los registr os de im-
puesto s como la contribucíón directa . En mucho s casos
eran tanto propie ta-
rios del edificio como del negocio. Era una época de bajo
cosco de los edificios,
con mano de obra y terreno s barato s y abunda ntes materi
ales de constru c-
ción, que L.1cluian los ladrillo s fabrica dos localm ente por
una amplia fuerza
CAP ÍTUL O IV laboral de negros. En los comienzos del período de Rosas
la construcción ur-
bana estaba todavía en la infancia. H.éil.ifa unas pocas
plazas
princip al era la Plaza de la Victoría, rodead a por la catedra espacio sas; la
l. el cabildo vuna
arcada de tiendas . Pero las calles. que se cruz.3.banen ángulo
s rectos, estaba n
Una Argentina alter nativ a mal pavim entada s y llenas de pozos·con barro, mientr as
que las casas, pinta-
das de blanco a la cal, con rejas verdes de hierro forjado
en las ventan as y
1 adorna das con plantas del Paragu ay, ·no eran del todo elegan
1 tes y carecía n de
1 comod idad; mucha s tenían un aspecto pobre y ruinoso.
La mayor ía de las ca-
l I; sas privada :· tenían una sola plan~a, simple s habitac iones
comun icadas unas
con otras, pisos de ladrillo s, parede s blanqu eadas y carecía
n de cielo raso que
Bueno s Aires era tanto un puerto como una provin cia y ocultar a las vigas, mientr as que el moblaj e, segtin Woodb
en sus callea y plazas ine Parish , "era ge-
situada s entre el rfo y las llanura s existía n una vid<:1 y neralm ente de la más rústica manuf actura nortea merica
una socieda d ~prnpia- na. " 1 No habia un
das para una ciudad . Había un grupo, pequen o pero discern sistem a público de aguas corrien tes, y el agua para beber
ible. de clase me- debía compr arse en
dia a pesar dela polariz acións ocial. Inclusi ve en el campo los carros que la llevaba n en toneles'. En cambio, había
hab1am ode~to s ga- abunda ncia de al-
nadero s. arrend atarios , capata ces, dueños de tienda. depem cohol, con no menos de seiscie ntas pulper ías solame nte
iientes todos- en en la ciudad, sin con-
u:na u otra forma - de los grande s propie tarios rurales tar las de los alreded ores.
, pero caracte rizado s En la década siguiente a la de 1820, las comodidades mejora
por un status superio r al de ]os peones carent es de bienes. ron ligera-
Los que vivían m,á: mente y hubo un cambio en las modas y costum bres, cuando
cerca de la ciudad eran los cha carero s granje ros suburb las influen cias in-
anos y hortelanos ael glesa y france sa se extend ieron a mueble s y decorados.
mercad o v en ]os alreded ores, los emplea dos de los matade Los hogare s inglese s
ros. El person al reempl azaron a los calenta dores españo les y el carbón
del sector~de servici os desarr ollaba sil activid ad en el puerto , que se enviab a como
-sirvie ntes, mo- lastre desde-Liverpool, se vendía más barato que en Londre
zos de cordel, cocheros, carrete ros, lavand eras-l a mayor s. Tambi én la edi-
parte de ellos ocu- ficaClón empezó a desarro llarse. Con el crecim iento de
paban eJ más bajo nivel de la socieda d: mucho s eran negros la pobiación y cie.rta
o mul.aios yp~cos afluenc ia de inmigr antes, el valor de la propie dad se elevó
de ellos asoirab an a cosas más elevad as. Los burócr atas, consid erablem en-
profesrnnales libe- te, en especia l en la parte más céntric a de ia ciudad , por·Jo
rales, poliCías, militar es de jerarqu ía y hombr es de la que los dueños de
Iglesia perten ecian a casas empez aron a agrega r más pisos y a constru ir hacia
diversa s posiciones sociales y habitab an, generalmente, arriba. Se pavime n-
en la ciudad. Igual c:a~ taron cada vez más calles con excelen te granito extraíd
racteri stica tenían.los artesan os urbano s, los dueiios o emplea o de la cercan a isla de
dos de tallere s, Ma...-tin García . Alguna s calles tales como Perú adquiri
los elabor adores de bienes manuf acturad os o produc eron una nueva ele-
tos proces ados par:a el gancia , acepta ble para sus ricos vecinos. En los suburb
mercad o local, y los contra tistas y obrero s de la industr ios, las clases altas te-
ia de la construcción. man espacio sas quíntas con naranj os y colibríes y agrada
Finalm ente. los comerc iantes constit uían un import ante bles jardine s llenos
grupo urbano, hasta de flores y frutale s, algunos de ellos eran especíe s nativas
. cierto punto un enclav e extran jero. pero que incluía familia , otros introG uddos
s locales tanto en de Europa -por jardine ros y horticu ltores inglese s y escoce
las más altas posicíones como en el comerc io mmori sta. en ses. 2
el clero y en otros En un periodo de moderados costos de construcción y
puesto s menol'es.. Todos estos tipos tenían amplia s diferen terreno s de bajo
cias entre ellos en precio, hasta los sec:tores·más bajos de la socied ad porteñ
, ingreso s e interes es, perol os unia una identidad. común a, Jos carnice ros,
en su resjdencíay_ocu- panade ros y trabaja dores del transpo rte, podían aspirar
pación urbana o suburb ana, y algunos de ellos ouscaban a conver tirse en due-
un vocero pollt1co Y ños de sus casas, y la propied ad urbana estaba dístrib
protección contra otros interes es. uida poslble mente de
una maner a más equitat iva que en épocas posteri ores. Pero
esos dorado s días

124
125
i.·. .
P:"Onto pas~~on. L~ vida ci~dad2.na se transformó en una lucha por la exiSten-
t banización no fue bastante decisiva como para transform ar la economfa o
CU:l., Y tamb1en a111 un patron debía proteger a los suyos. Había bar:-ios de ne, para crear un mercado en expansión para la producción índustrial. H~bo. es
gros_}'. ~LI:atos cuyo.s ~abitantes ten~~n inciertos derechos de propiedad y se verdad, cierto crecimient o de la población urbana y los habitaDtes de la ciu-
~o~s10:· anan espec1aJmente protegmos_ por Rosas. Los muy pobres y semi dad aumentaro n de cincuenta y cinco mil cuatrocien tos dieciséis en 1822., á no-
aeuncuent ~s ~e mudaban con frecuencia . entrando como imrusos en uno v vema mil sete;1t.s. y seis en 1855. aunque este crecimient o no estaba en propor-
otro !ado. sm aocu'.?emo s legales m derechos formales de propiedacL Los pr¿- ción ·con el del campo. de sesenta y tres mfl doscientos rreinta a ciento ochenta
teg1aos pobres ped.ian a veces a Rosas las casas cielos "salva ies unit.a.,..io<: ,, y tres mi1 ochocientos sesema y uno. En realidad_ muchas actividade s urba-
0
qu~ el dueto unitario de sus casas 1es redujera el monto del alquiler. y ~i, ;d~-::-"t nas y grupos sociales eran simplemen te una extensión del camuo. v el incre-
ma~ de,!_;::" P?brc. tenían buenos antecedentes federales. era...'1 muy grandes sus \ mento urbano fue un aspecto del desarrollo ruraL.Estu Iue aü ~cl~sive en el
prooabwaa _a~s de lograr éxito en su pedido. 3 La construcd ón urbana refleia- sector comerclal. y_ue vendía o exportaba los produeros de una economía ex-
02 las cond1c1ones económica s y sufríó cierta recesión durante clusivame nte pastoral, y en el sector manufactu rero, o en aquella parte de1
las énocas 'de
bloqueo .Y de guerra, c~n ~a consiguien te escasez de viviendas; aunque esto mismo que procesaba productos de la ganadería. En otros aspecios también
fue segm~o de ~nflorec1miento de la construcci on en los últimos años del régi- Buenos Aires aiojaba una població.r. "rnralizad a" _Los eh a careros de los-alre-
men. Hae1a la aécada de 1850, Buenos Aires se había convertido en una ciudad ·dedores y suburbioS eran pequeñ.os granjeros y horticultor es delmécad o. ur-
s~mament e cara para vivir en ella; los alquileres eran altos, los servicios ha- banos y rurales al mismo tiempo, y producían rrigo, maíz, melones, uvas.
b1an aumentado mucho de costo y una creciente población ó.ebia competir por
los terrenos, el trabajo y las vn·iendas.
membrillo s y otros frutos. y verduras, en especiaJ para los mercados de la ciu-
dad. La mayoria de ellos eran dueños de su propiedad, aunque algunos las
arrendaba n. Los abastecedo res proveedor es al por mayor de carne para 1a
TABLAS ciudad y sus alrededore s, eran también típicos en la sociedad rosista Je:ene-
__ Permisos de construcció n de vivíendas en Buenos Aires. 1829-51 ralmente poseían modestas fortunas y gozftban del favor del dictador,'q'ilien.
------ ----- ---- --· ----------- a su vez, dependía de ellos en cuanto a su apoyo y sus,peonad as. Los abastece-
Año Permisos ,'lilo dores eran duehos tanto de los mataderos como de las bocas de salida'. en los
Permisos
Primeros empleaban esencialme nte trabajador es rurales, a los que po_dian
1829 91 1841 32 movilizar para el servicio del dictador de manera muv narecida a la aue usa-
1830 138 1842 49 ba el propü,~tario rural para movilizar a sus hombres~ Finalment e, fa.. ciudad
1831 145 184:-3 64 tenia una considerab le población de peones, carreteros , vagos y mal entrete-
1832 139 1844 108 nidos, y otros tipos marginales . directa o indirectam ente sometidos o busca-
1833 98 1345 158 dos por los propietario s rurales. quienes con frecuencia eran habitantes de ia
1834 130 1846 ciudad y estaban relacionad os con el comercio. De acuerdo con un relato.
1835 120
142 18'17 124 Buenos Aires estaba plagada de vagos rurales: "En 1856, dieciocho mil porte-
1836 142 1348 143 ños estaban inscriptos comó peones de campo y más de dos mil se clasifiCaban
IS;.::7 120 1349 como vagos, pero la cüra de estos últimos era mucho más abultada, decía
1338 123
1839
1840
"
90
49
1850
1351
410
323
Sarmiento , 'porque todos propenden a disímu.lar ese estado de vivir'" .4

Fuentes· Elíseo Lestrade. "Rosas· esiudio demográfico de su época· RIIlLlMR N'.' 9


2
'.1942), 55-72.
Si bien Buenos Aires era en muchos aspectos una sociedad rural más que
urbana, se encontraba n además en ella las tradiciona les ir.:dustrias artesana-
les, cuyos dueños y empleadOs eran parte integral de la estructura urbana.
Por lo tanto. Buenos Aires no tuvo en este período un significativo desa- Los grupos de artesanos habían esr.ablecido su identidad en la sociedad colo••
rrollo urbano. a pesar de su economía de exportació n o, tal vez. poraue ésta no nial aunque, hacia 1810, habían _fracasado en asegurarse ·una alta posición.
era suficíentem ente dinámica. Rabia poco progreso material, las Comodida- Los plateros portenos, por ejempio .. no pudieron eear insütucion es corporati-
des básicas seguían siendo primitivas y la infraestru crnra se estancó. La ur- vas o. por lo menos. un control efectivo en su propia industria y tuvieron que

126
127
confor.marse con una situación marginal en la sociedad cólonial. 5 Sin embar- no hay forma de calcular e1 valor o ei volumen de la producción . Las estima-
go, la industria artesanal sobrevivíó la transición hacía la :independencia y la ciones oficiales y privadas contienen serios deÍectos de clasificací ón y enume~
compete:q.cia extranjera , a la cual estaba en ese momento expuesta; las gue- ración, v son inconsisten tes entre ellas mismas; entre otras cosas, no acier-
rras de la independe ncia dieron mayor ímpetu a muchas industrias existen- tan a diSÚnguir entre establecim ientos. industriale s y comerciale s. 9 Se aplica
tes, Y empezaba a desarrolla rse un nuevo sector: el urocesami ellto de uroduc- a algunas el término -fábrica: a otras artesano(o artesanía.! , pero las caracte-
tos ~e la ganaderia. El sector industrial tuvo capa.Cidad para p"roduc¿ir algu- rísticas diferencia les no se explican. Por lo tanto, sólo es posible obtener una
nas unportante s sustitucion es cuando fue :necesario. como durante la guerra burda medida del desarrollo industrial,

1
con el Brasil y el consiguien te bloqueo. En 1827. unos,come rciantes británic;s Cn censo oficial de 1836 publicaba una lista con un total de ciento veintiuna
que estaban en Buenos Aires informaro n: "fabricas" . :o Entre los diversos establecím ientos, los que confeccion aban
sombrerns er.:mlos más numerosos (treinta y nueve), seguidos por la fabrica-

No e~sti.d? 1.rn2. verdadera carencia ~e artic:J.ios importados, ni siquiera dé dementas ción de sillas (diecisiete ·1 y la de velas para embarcaci ones (trece); _muchas
S1fUUl'!-rws, n.: _parece que pueda produc1rse alguna c:omo para causar inquietud; pero
eJevaaos precrns que en general han alcanzado ho..>1 reducido mucho el consumo de los los
úl-
de las otras empresas se relacionab an con la producción de alimentos, más
timos y, para los primeros, en muchos casos se han encontrado sustitutos en la Droduc- que manufactu ias. Había también una cantidad de talleres artesana~es, ci?s-
ción del país, lo que ha disminuido enormemen te ios problemas que. 'c'-D caso coñtra_rio cientos treL11.ta v ocho en totaL divididos dela siguiente manera: carpmtena s
babna causado la suspension de importacion es del eitranjero. 6 · (ochenta y cuatro), ÍOrjas (cincuenta y cuatro), sastrerías (treinta y una), fa-
'
bricantes de arneses (veintisiete ). hojalatería s {veinticinco), platerías (vein~
La Argentina no experimen tó en esa época una revolución industrial, na- títrés). :fábricas de toneles (dieciSiete), fabricas de monturas (nueve), tapi-
hrralmente , yno hubo transforma ción de una forma de prod<Jcción a otra. El cerías· (cinco). broncerías (cinco l, tornerías (cinco), armerías (tres). Dieci-
historiado r buscará en vano evidencias de esoecializaClón v división ciel tra- siete aftos más tarde. en un censo de establecim ientos, en 1853, figuraba un to-
bajo, aplicación de tecnologia y de la energia inecánica, y ~étodos eficientes tal de ciento seis "fábricas" . Aparte de los molinos harineros (cuarenta y nue-
para ?inimizar los costos por unidad y maximiza r los ingresos. ES obvio que ve) v los saladeros (tres). había cuarenta y cuatro establecim ientos de tipo
no e~1stian las condicione s previas para la industriali zación. Aunque la eco- mañuíactu rero, aunque ~uc.hos de éstos eran plantas- procesado ras de aii-
norma tenía un sector exportado r, no era Jo suficientem ente dinámico como mentos. Los principale s eran: iideos (diez), jabón (siete). velas rara emb~-
para generar capitales e:Xcedentes para inversió::1; la única excepción púsible caciones (ocho). bebidas alcohólica s (cuatro), cerveza (tres), pianos (tres!,
~ra el saladero. financiado por una mezcla de ahorro interno y capital ex:ran- y carruajes (do~). El mismo censo daba una lis~a de ,tresci_entos ~e~tinue_ve
Jero. En general. las industrias tradiciona les no atraian las inversione s del talleres artesanale s en total, como sigue: carpmtena s (c1ento a.iez;, forJas
exterior. Por último. el mercado interno aún no estaba desarrolla do; la pobla- (setenta v cuatro), sastrerías (cincuenta y una), fabricante s de arneses (ca-
cíón total era reducida, la población consumido ra más pequeña tÜda-vía, y torce), hojalatería s (diecinuev e), fábricas_ de _toneles .<si~te), m?nturas
tampoco estaba creciendo con 1a rapidez suficiente como para estimular la (veintitrés ), tapicerías (cuatro), broncerías luna), tornen as t, cuatro 1, arn:e-
producción industríal. En consecuencia_, la industrfa se mantenfa en el nivel rias {quince), plate:rias (veintiséís ). Había además nuevos talleres: mu~ble-
artesanal y de taner. La calidad del produdo era generalme nte baia, la tecno- rías (doce) y trabajos con cuero marroquí (seis). Ninguna de ~stas es~actísti-
l~gía ,?.rlmitiva, el mercado limitado. la fuerzá }aboral pequeña); , en el inte- cas incluía astilleros. aunaue Buenos Aires tenía una pequeña mdustna para
nq:, a.iseminad_a en. el campo. formando unidades doméstica s más·que agru- construir v reparar embal:caci ones, especialm ente las de río.
pacta en concemrac 10nes mayores. También I'esulta dificil medir el uso de maquinari a. Es probable que estu-
Sin embargo, en Buenos A..ires la escala de 12.s operacione s era más alta v vieran comenzand o a aparecer incipientes métod,os de fabricació n Yque algu-
las cifras en juego más abultadas. La-oferta laboral aumentó gracias a la iñ- nos sectores de la industria manufactu rera, tales como la confección de som-
migración desde el deprimido interior y. en la década de 182CÍ, por los inmi- breros. de velas oara barcos, jabón, muebles y otros pocos. estuvieran ern-
grantes extranjero s, cuyos abortados proyectos agrlcolas los habían deiado a pleandÜ cierta ca~ntidad de obreros en un lugar, con alguna especialízaci_ón y
la deriva en.Buenos Aires. 7 Había numerosos establecim ientos urban~s eme uso de máquinas. En 1832 se ofreció en venta, en Cangalla 152, Buenos Arres,
se dedicaban a la manufactu ra de ropas, uniformes, trabajos en cuero, .zaPa-• U..'1 taller metalúrgic o que pretendía ser el mejor delazo,na ~nsu upo,
tos, sombreros , artículos de plata, vehículos, muebles v materiales de cons- ~on ~cl10
fraguas, wrnos, fresadoras , cortadoras de metal y maqwnas para rabncar
trucción, además del procesami ento de alimentos y bébidas. 8 No es posible una amnlia gama de productos metalúrgic os y de herrería en general. La
medir con exactitud el tamaño o el crecimient o de la industria. Nohav eviden- prueba básica de progreso, sin embargo, :fue la aplicación dela ener~a d~ va-
cia del monto de capital invertido o del número de trabajador es empÍeados, y por en ]a industria. La energía de vapor, con calderas y bombas, se aaopto por

128
129
primera vez en los saladeros v se, a usaba importante de la economía. Bastante numerosos como para significar cierto
procesar otros productos de 1; ga~adería [ª{ª
curar cue~os, extraér el sebo y
peso y, . sin constituir un grupo mayor de presión, para merece:::- considera-
te de origen británico ' vendían y· man tenian .· nas pocas firmas, esnecialme n•
'
· en Bueno,<, ción. Aparte de los argumento s económico s, era de estos grupos de donde Ro-
·
y ciert" . . . -as "'sa
· P¡antas metamrgic
cantidaa' ae " n1aau1·n•
'"es~-· . 1 "'na . . Aires
_'
~ ~a
L~ en~e,.. ; . "~oan en con.dic1one s de cons- sas reclutaba su milicia urbana_ 14 Parece haber cultivado también a los ne-
truir y reparar eauioo-indus~r;al
, h . · · "' · ª ,. ,g~aaevan orseapl•có lu
l .,., ,,,1 ;7. "
-
. ~ - ego a 10s z:-10- gros como apoyo social menor. Los negros y los mulatos estaban empleados
~m?s. armeros. El método tradicional de en las industr]ac- artesanale s: fabricaban escobas co:1 ramas de durazneros .
Jo ae las mulas, atahonas, de las cuales h;~. e. "' :'" ª"º-~e :Jasaba en el traoa-
res en 1853. ;::: Pero de-:de 1~46 , _ Ai-
. ,· Ola cua~ enta Y nueve en Buenos hogares de arcilla, bolsos de cuero. cestas de mimbre. e intervenía n además
más _a los molin~s ha;iner~~- ,":ªa~ ~:;~
1
~z,s -~:
v_~f.º;'/e aplic_nron C61da ?~Z
. Su __Cc.dae.as en usci hab1an s:100
u.-..n ,.;_ .,.:::,--~~ d E Dl853n~o··
c:onstruida-: P/'\f 1 v HCl,~~,Ll<.:;V
en ta ver,ta de trajes, zapatos, cigarrillos y pasteles. La presencia de los ne-
gros y mulatos :::.n el sector indus:rial puede haber sido ciertamen te un;-i de las
-~v V - ~ •. ctlLIOr - ~ ,...Ob"b' razones por las que los artesartos no pudieron logar una posición social eleva-
nos a.e se1s u ocho maauinas de vapor opºr"ndo e~ ~;~L o. _1emente no me-
• •

otrfls en fábricas 'de i¡.


:'L ., nos Aires, algunas en d&. y que motivaron siempre el.na escasez de mano de ob1·a especializa da a pe-
molinos harineros, .. non.
. . sar de los salarios relativame nte altos.
Aproxima damente en 1850 por lo tant
Fuera de Buenos A..ires hab.ía pocas actividade s indu.srriales. En las d.is-
1- · • · • - ,

avance a través de la aplicaciÓn de rme;a o,'..,ª n':a~s~na.h~ma l?gr_ado ci_eno


cusiones contemnor áneas referidas aJ libre comercio\ - a 1a orotección se ha-
especializa ción laborat Pero esto no podía m,ª%Uln,""_na y e1 <:re:1nuent? ae la cía referencla rrecuentem ente a "la industria del país"" y a "13s fábricas de las
s1cos en cuanto al número v tioo de e :. bl .~cu_ ar•~ :us,enc1a cte cam?1os bá-
provincias '·, y la :'nstoriografía posterior ha citado a veces las "industria s del
gida primariam ente haci8 ]a ·dem2:d~ loei;;11~ento::a. ,.,a mduslTl?. estaoa di.ri~
• y :_on?;ntraq a en,a11mentos; ro- interior··' como evidencia de intereses alternativo s. Pero es muy difícil esui:-
pas y v1vienda-; había pocas industria
cueros v velas de barco, E' o1·ogr~ esos de,elxpor~~c 10:1,. entre elias, saladeros., blecer su número y, en algunos casos, identificar dichas industri;s. !. Qué eran
~ as1 og:raao ~m b • ." las industrias del interior?
~. i

U....'l.a verdadera indusrríalizaCÍón Fue en lo s sa, laaeroc: . , ::, . em ar.go, no s1gnmco


de, ¡-ª energ1a ·
. . vapor v la divisíón del.,.~~. ~.
. ae1 . .~
donde 'a
,
combin·
,
··
ac1on Las provincias litorale:tías de Santa Fe, Entre Rios y Corrientes tenían re-
producción y a la variedad de los D~¿~~;;aJ~ conauJeron a un aumento de la cursos económim s similares a los de Buenos Aires. aunaueme nos desarrolla -
dos. Para que sus economías pastorales fueran más c.omªpetitívas, querian ac-
gral del sector-exp ortador de ganadería v ~:;x~/º\sa laderos eran parte ir1te-
aJguno en la induStria manufactu rera s~o "an on?_repres entoprogre so ceso directo al mar por los ríos Paraná y ~ruguay, mientras que Buenos Aires
ria, generando aun-mavor es beneficioc: Dar un reru;rzo_a e la ec?nomfa agra .. se interponía entre ellas y sus mercados extranjero s y trataba de mantener
cerrados los ríos al comercio exterior. A pesar de eso, Entre Ríos desarroHó
las fábricas y los taller~s artesa..~ales sÓ1() ev-ª l~~ escanciero s. ~11entras ta::1to.
un exitoso comercio exportador de saladeros y, hacia la década·de 1850. esta-
: Y n_o 1ograr?n m~ntener la proporción c;~e;{~~: ~~~i:~:~J i~:s n;.~rg~a- ba compitiendo con Buenos Aires. Tambié:n Corrientes, si bien parecía estar
resumen, aesoues de medio s:glo de· ín . d - poo ac,on.
una industria tr_a._dicionalmente ar~esanal.
,.
2 1
~~¿
e~ ;:cia_, Buenos Aires tenia
. ·
satisíecha con una economía de mera subsistenc ia, tenía algunas pos.ibi1ida•
des comerciale s. Su clima tropical le permitía producir algodón. tabaco,
La nroduccrnn estaba 1,m'tad~ por, arroz, azúcar e índigo. además de la normal ganadería y sus derivados en las
quíer·d~m anda extraordin~'1·aL . ª ·¡·1ca,bas °!mensrnn es del mercado y cuaJ-
un suple . · , · .
p s1gm
b1'do. - orlo tanto. la polfüca militarista de R - +- •
a siempre
m~mo 01_:-TJ _rec1- estancias. Nada de esto podría considerar se .:ealmente industrias sino más
d~l sector industrial porque mucha)'; d osas .ema el apoyo mconmc10n al bíen productos procesados, aunque algunos de ellos requerían protección con-
micament e gracias ~ ]a guerra ; t;,
e_ esdas empre~as se mantenían econó-
pedidos de armas, equmos
tra la competenc ia extranjera . Corrientes tenia también una industria de fa-
bricación de embarcaci ones, Jo suficiente mente fuerte como para valerse por
quL'l1•'all"' " uriformes T -- aves e lospeq·
'. -
-. - d +-. - - - '
- - .' ' . La 1,Jtovmc1a tenía un,.,
mentas, capaz de fabricar rifles_ callones s ~ - -- u~na m us~na de arma- si misma_
El interior propiamen te dicho comenzab a en Córdoba, y alli operaba c:ier-
de elios se compraba n también ~'1 eJ e),:te;io abts Y ~olvora. ~~que al_gunos
bargo. estimulaba n no sólo a -las fun a··icwnes . r. os gastos de aerensa. sm em- to peque!'io número de plantas industriale s que proci.:saban materias primas
- . . '"+aJle~es de arnrn t , . . da- locales: molían harina del trigo cultivado en la provincia, y habfa una-indus-
ba..TJ1mp ulsoaotras manufactu ras L 0.'· i
"_" -- s;_ arnmen
de ponchos. chaqueias "'S"'ad~s 'an· os ~-Jehxc1rns d~ Rosas necesitaba n miles lria que curtía cueros de cabra y de guanaco_ :5 Pe:-o la actividad cordobesa
- · ,~-¡., ª ·' zas\•O ·osegma,,s decu · t" más característ ica era la oroducción textil. Había tomado la forma de indus
:La guerra era una tabl~ de sah,;ción a__i'.a mu - - : ero, e1a y 1:3etal.
Rosas se valía también de unafábricapmili+a~ ;~os t_-:_11eres de Buenos Aires, y tria doméstica rural, que empleaba cientos de mujeres y les compraba su pro-
empleaba una considerable foerza labor~ , ,.,__s~ec~al _;n Santos Lu~ares. que ducción de telas de lana y especialm ente ponchos. La industria artesanal de
reparar armas, i3 Los artesanos urb . "' pa, a coruecc.10nar uniformes y este tipo no sucumbió del todo ante la competenc ia europea después de 1310:
· ' anos. ~n consecuenc1a. eran una parte Córdoba sufrió más por la pérdida de sus antiguos mercados coloniales en Pa-•

130 131
conform arse con una situació n inarg:inal en la sociedad colonial. 5 Sin no hay forma de calcular el valor o el voiumen de la producc ión. Las
embar- estima-
go, Ia industria artesana l sobreviv ió la transició n bacia la ir:¡depen ciones oficiales y privada s contiene n serios defectos de clasifica ción
dencia y la y enume-
compete ncia extranje :ra, a la cual estaba en ese moment o expuesta ración. v son inconsis tentes entre ellas mismas; entre otras cosas,
; las gue~ no acier-
rras de la indepen dencia dieron mayor ímpetu a muchas industri tan a distinguir entre establec imientos .industri ales y comerciales. 9 Se
as existen- aplica
tes, y empezab a a desarrol larse un nuevo sector: el procesam iellto a algunas el término fábrica: a otras artesano (o artesaní a), pero las caracte-
de produc-
tos de la ganaderia_ El sector industria l tuvo cauacid ad para r:iroducir rísticas diferenc iales no se e:;..-plican, Por lo tanto, scilo es posible obtener
alw- una
nas importa ntes sustituci ones cuando fue neces8ri o, como dur~nte
la gue;ra burda medida del desarrol lo industrial.
con el Brasil y el consigui ente bloqueo, En 1827. unos comerci antes Un censo oficial de 1836 publicaba una lista con un total de ciento veintiun
británico s a
que estaban en Buenos Aires informa ron: "fábrica s" .1º Entre los diversos establec imientos , fos q~~ co:ri.ie?c
i,o~a?an
sombrer os eran los :más numeros os (treinta y nueve), segumos por
Nu ha e.~stido unt. verdader a carencia de artículos import<tdos, ni siquiera iau,nnc a-
S'f!lt'.!·<:-nos, ni _pfil'e-;::.e que pueda prn(hlc'.üsG E.lguna como para l'.:ausar de elementos ción de sillas !diecisiete> v la de velas para embarca ciones (trece
i: muchas
eieyaaos precios que en general han alcari.:zado han reducido mucho inquietud; pero ios de las otras emoresa s se ;elacion aban-con la producción de alimento
s, más
el consumo de los úl·
tl_J?OS Y, Pª:1-'ª los pnmer?s , ~ ~uchos casos se han encontrad o que manufac tufas, Había también una cantidad de talleres artesana
cwn ?eI pais, lo que ha dismmmd o enormem ente los problema s sustitutos en la prociuc.
Cientos treü1ta v ocho en total. divididos de la siguient e manera: carpinte
les. dos-
habna causado la suspensio n de importac iones del extranjer o." que, en caso comrano, r1as
(ochenta v cuatro;, forjas (cincuenta y cuatro),, sastrerí as (treinta
y una), fa-
bricantes~ de arneses (veintisi ete), hojalate rías (veintici nco), platería
La Argentin a no experim entó en esa éuoca nna revoluci ón índustria s (vein-
l. na- titrés). fábricas de toneles (diedsie te), fábricas de montura s (nueve),
turalmen te, y no hubo transfor mación de ;na forma de prod..i.cción tapi-
a otr~. El cerías -(cinco), broncer ías (cinco), tornería s (cinco), armería s (tres).
Dieci-
historiad or buscará en vano evidenci as de esoecial ización v división siete años má; tarde, en un censo deestabl ecimien tos, en 1853, figuraba
del tra- un to-
bajo, aplicació n de tecnología y de la energía iuecánic a, y ~étodos tal de ciento seis "fábrica s". Aparte de los molinos harinero s lcuarent
eficientes a y nue-
para :IDnimiz ar los costos por unidad y maximiz ar los ingresos
. ES obvio que ve} y los saladero s (!res), hai:Jia cuarenta y cuauo establec imientos
no existían las condicio nes previas para la índustria lización . de tiJ?.º
Aunque la eco- manufac turero, aunque muchos de éstos eran plantas• procesa doras
nomía tenia un sector exportad or, no era lo suficientemente dinámic de a.u-
o corno mentos. Los principa les eran: fideos {diez). jabón (siete), velas para
para generar capitale s exceden tes para inversión; la única excepció e~ba:"·
n posible caciones (ocho), bebidas alcohóli cas !.cuatro), cerveza (tres), pianos
era el saladero . financiado por una mezcla de ahorro interno v caoital (tresJ,
ex:'.ran- v carruaje s (dos). El mismo censo daba una lista de trescien
jcro. En general, ias industri as tradicion ales no atraían la; invCrsio tos veintinu eve
nes del talleres artesana les en total. como sigue: carpinte rías (ciento diez),
exter_ior_ Por último. el mercado interno aún110 estaba desarrol lado; forjas
la pobla" (setenta y cuatro), sastrerí as (cincuen ta y una), fabrican tes de arneses
ción total era reducida . la població n consumi dora más pequen.a (ca-
todavía, y torce), hojalate rías (diecinueve), fábricas de _toneles (siete,1,
tampoco estaba creciend o con la rapidez suficiente como para estimula montura s
r la (veintitr és), tapicerí as (cuatro) , broncerí as (una), tornería s \cuatro)
producción industrial. En consecu encia, la industria se mantení a en , arme-
el nivel rías (quiuce) platerfa s (veintisé is). Habia además nuevos taDeres: mueble-
artesana l y de tailer. La calidad del producto era generalm ente baja,
la tecno- rias (doce) y trabajos con cuero marroqu l (seis). Ninguna d"e ~stas
logía primitiv a, el mercado limitado , la fuerza laboral oeaueüa v. es~adísti-
en el inte• cas incluía astillero s, aunque Buenos Aires tenía una pequena mdustna
riqr, diseminada eu el campo, formand o unidades doméstiCas mt!S·que para
pada en concentr aciones mayores . agru- construi r y reparar embarca ciones, especialme1.1te l~s de río. .
· Tambíén resulta difícil medlr el uso demaqu mana. Es probaole que
Sin embargo . en Buenos Aires la escala de las oneracic nes era más estu-
alta v vieran comenzs.ndo a aparece r incipien tes métod,os de fabricac ión Y
las cifras en juego más abultada s. La-ofert a laboral aumentó gracias que algu-
a la~- nos sectores de la industri a manufac turera, tales como la confecci
migració n desde el deprimi do interior y. en la década de 1820, por ón de som-
los ínmi- breros. de velas para barcos jabón, muebles y otros pocos. estuvier
grantes extranje ros, cuyos abortado s proyecto s agrícola s 1os habían an em-
dejado a oleandÚ cierta calltidad de obreros en un lugar, con alguna especial ización
la ~e~i.va en.Buenos Aires.~ Habfa numeros os esiftblec imientos urban;s
se aedlc~ba n a la manufa ctura de ropas, uniformes, trabajos en cuero,
que i1so de máquinas_ En 1832 se ofreció en venta, en Canga!1o 152, Buenos Aires,Y
zapa- un taller metalúrc rico aue pretendí a ser el mejor dela zona ensu tipo,
tos, somorer os. artículos de plata, vehículos, muebles y materia les con ocho
de cons• fraguas, tornos, fresadoras, cortador as de metal y máquina s para
truc~ión, además del procesa miento de alimento s y bebidas. s No fabricar
es posible una amplia gama de producto s metalúrg icos y de herrería en gener<:1.
medir con exactitu d el tamaño o el creciuüe mo dela industrí a. No hay La
eviden- prueba básica de progreso , sfo embargo , fue la aplicaci óu dela ener~a
cia del monto de capital invertid o o del número de trabajad ores emplead a~ va-
os, y por en la industria_ La energía de vapor, con calderas y bombas , se
a a opto por

1.28
129
¡
primera vez en los saladeros y se la usaba ,.._ ,..
procesar otros productos o·e lag . ._ fª•-ª
anaaena -· l'na~ poc r
~
cu. ar cueros, exLraer el sebo y '' importante de la econorrúa. Bastante numerosos como para significar cierto
peso y,.sin constiruir un grupo mayor de presión, para merecer considera~
te de origen británíc~, vendían y ~ante ~ · ::, as ir:mas, especfalmer.- 1
y c.ierta ca..TJ.tidá.d de -planta o: meta]ur' cr?;~n es.:~maqumana ::n Buenos Aires, ción. Aparte de fos argmnentos económicos, era de estos grupos de donde Ro-
~ coleas esc""ban en conc·cio · sas reclutaba su milícia urbana.14 Parece haber cultívado también a los ne-
a·us•,·,·...,1 1 ~
~ -
trmrvreparareou,·oom' "= · ,
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~inos harineros. Él ~étodo tradi~ional d¡;; l ""~1 ir- e ap11co luego'-' _los 1:-10-
- • -
,. L--, nes a:e cons- gros como apoyo social menor. Los negros y los mulatos estaban empleados
Jü de las mulas_, ataóonas, de l"s cual"'shab~ e. ~, b· a_¡tno se basaba en e1-T.rat;a- er: las i..r1ciustrias artesanales: fabricaban escobas con ramas de durazneros.
res -,,;•,p , . ª "' iacuarenavnueve"'nB"enosl'.- hogares de arcilla, bÜlsos de cuero, cestas de mimbre, e inzervenian además
- ·_en~18 ::i ..... -~ _ero aesde 1846, las máquinas de vaoor ;e a _Ji _" u - · - en 1a venta de trajes, zapatos, cigar~illos y pasteles. La presencia de los ne-
mas a los molmos harineros, v aJITT.ln;s de . , ~ l ·
c:un$:-n,id.as po~ J . .E. Hall. de Dart±ord. En.l~~~
nos ae seis u vcr,c máquina- de ,
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.e.J~e no me--
gros y mulatos en el sector iJ1du$trial puede haber sido ciertamente una de las
razones pur las que los artesanos no pudieron logar una posición soc1ai eleva-
da y que motivaron siempre una escasez de mano de obra especializad.2. a pe-
monnos narmeros, otras en fábricas de jabón ------·=•e~"' s ~"
sar de los salarios relativamente altos .
. Aproximadamente en 1850 Dor lo "~nto 1·,, ·nd · · · ,
~v~nce , t , . , 1 . -.- ~ . , _,_,.,_ u. ustna hama 102:rado cie,..i-o Fuera de Buenos A.ires había pocas actividades industriales. En las dis-
"' ª ª raves ae a apllcac1ón d"' nue'~ · - ~ · ·"
especialización 1aboral pp.,..0 / ~ • d·__ a mao_urnana Y el crecimiento de la cusiones contemporáneas referidas al libre comercio y a la protección se ha-
•· ' · · ~~ 05 ~onopo iaocu1ta"laau-, ·~,·< b. • . cía referencia frecuentemente a "la industria del pais" y a "las fábricas de las
s1cos en cuanto al número v ti , - . . - ::,enc1a ue cam 10S oa-
d . . • - ~ poaeestablec1m1entos.Laindustriaes+,,1~~ct·; provincias··, y la hístoriografía posterior ha citado a veces las "industrias del
gi a pnmanamente hacia la demanda loe 1 , ,., , . '"'"~ª lL-
interíor'· como evidencia de intereses alternativos. Pero es muy difícil esta-
pas Y vivienda; ?abia pocas industrias de e:~:r~::f~~t:~f:p:~l ~~~=~tdos; ro- blecer su número y, en algunos casos, identificar dichas índustrias. ¿ Qué eran
cueros y velas cte barcos. El oro eso asf' . r-~, .·, ~ '--', ~~ eros,
una verdadera industrialización ~-ue <>n l 1~g- ª1ª~· srn embargo, no s1gnificó las industrias del interior?
,-, • 1 • , • • ~ os sa aaeros donde fa comb¡· . · · Las provincias füoraleñas de Santa Fe. E-nt.re Ríos y Corrientes tenianre-
ue ia energia Gel vaoor ~~~t . d . -- tnac10n
· •v la divisio'n• da1 ----lia. aJocon UJeron~unaum d, c:.ursos económicos similares a los de Buenos Aires, aunque menos desarrolla-
prod ueciónvalavarjedaddelo , . p 1 , ª en o e1a
gral del secEor exportador de s p~~ci~s. ero os saladeros eran parte im:e- dos. Para que sus economías pastorafes-fueran más competitivas, querian ac-
alcn1n .. -~ . _ganade,Ja,} suadelantonorepresentóprogreso ceso directo al mar por los riosParaná y Uruguay, mientras que Buenos Aires
. o• o en 1a mctus~na manuracturera sino un refuerzo 7
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las fábricas y los talleres artes:=~~~10s0'.1,Poªe:a 10~ es~at~Cb'1eros. ~fientras tanio, cerrados los rios al comercio exterior. A pesar de eso. Entre Ríos des ar.olio
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una industria tradicionalm<>nt~o,,,!1,.! ºº"rue,11:_d~ep_e nd ~ncia. Buenos Aires tema satisfecha con una economía de mera subsistencia. tenia algunas posibilída-
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des comerciales. Su clíma tropícal le permitía producir algodón, tabaco.
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- ª e raor aria s1gnmcaba sie .. ,
bido. Por lo tanto, la polítíca militarista de R mp: e ~ sup eme.nto b1~n _reci-
¡ ,' ' estancias. Nada de esto podría considerarse realmente lndustrias sino más
d_el sector industrial porque much d osas "ema el apoyo mcond1c10naJ bíen productos procesados, aunque algunos de ellos requerían protección con-
• , as e esas empresas ··e ma t · tra la competencia extranjera. Corrientes tenía también una industria de fa-
m1c:amente gracias a la guerra a travi><.: da. - . ;:, n eman econó-
quincalla _v unif·0 ---~ ..- ~"": "'los pedidos de armas, equioos. bricación de embarcaciones. Jo suficientemente fuerte como para ,;alerse por
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mentas, capaz de fab-i·car ri·fles ~ _ ~ pequ~na mdustna º. e arma- sí misma.
Canones sab1es -, pol El interior propiamente dicho comenzaba en Córdoba. y allí operaba cier-
de ellos se compraban ~ambie·n ' 1 ·t ':
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. • " en e ex er,or Loe: gastos d d , . to pequen.o número de plantas industriales que procesaban materias primas
oargo, estimulaban no sólo a la"' f, ·; ,; ~ -,·~~ 1-- , " e erensa. srn em-
ban impulso a otras manuf~ctu~ -una~c.on~s }__c ..Leres ae armas; también da- locales: molían harina del trigo cultivado en la provincia. y había una-íncius-
de ponChos, chaqueta~s, es.,.·=d,.;/~~- L,os :Je_rcitos ~e Rosas necesitaban miles tria que curtía cueros de cabro y de guanaco.15 Pero la actividad cordobesa
La guerra era una tabl~ d; S"l~,;~i;:zª!;t,ros _eqwp?s de cuero, téla y metal. más característica era la oroduccion textil. Había tomado la forma de indus-
Rosas se valía también de unªaf''o~ . p ·¡·¡muen os t_a1leres de Buenos Aires. v tria doméstica rural, que ~mpleaba cientos de mujeres y les compraba su pro-
<1 nca.m1 1 ar ""Spec' al en es" t ., ~

empleaba una considerable fuerza laboral -" - : " ,.:·:':'n -~s~--1u~~res, que ducción de telas de lana y especialmente ponchos. La industria artesanal de
reparar armas. 13 Los artesanos urbanos, ~:~~~s~~~:;i1 Z~:~a~n~~~~:~r.~
1 este tipo no sucumbió del todo ante la competencia europea después de 1810;
Córdoba sufrió más por la pérdida de sus antiguos mercados coloniales en Pa-

130
131
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también Buenos Aires, aunque aili enfren_taban una dura comoetencia.
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L~ ' en dOZa_ v S-n Juan~ tonfan
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La Rioja tenía lllla economia aislada, pastoral y primith,:a_ con algunos ! pero no habla industna mmera. º·. ~1 J"'-,b" P
d.
la"s zonas ""motas v de d1-

viñedos en el norte de la Provincia. Mencioza. en cambio. estaba más desarro- ~ - Catamarc" habra co re_~ ero ," - .
~
. • • 1
llada. Además de una airicultura diversificada, eIJ la provincia había exten- m1eDL.os ae p,ata., y e~,., a. ü c•a masiva de cavitales, la deficiencia
ffcü acceso, la neces10ad de U..'1a ar uen. - - d · a'o o·or" \, ia casi
de establec1m1entos de ruuillcwn. ~ ~· ,,,; ,.,...,..,...,,..,S"'- ,.¡i"tancias hasta 12. ces-
sos viñedos y buenos, y producfa vine. coñ::ic y frutas secas que se vendfan ·. . " ,. · · 1 ª"an "'Scasez e mano ._ "'· J
tradicionalmente no sólo en el mismo Cuvo sino también en Buenos Aires v
otras partes de América de] Sur. Estas industrias tenían en esos tiempos un~
absoluta falta de tr;;mspvrte a traves w:e ~tl~ :~a_;~'ció;
"'v ~deterwinaban oue la
severa competencia europea. como resultado de lo cual la indust:ri;;1 del vino La, eran todos o?st~culos mayo~es ~ª';ª
'ª. ?~ l:na círc;_.üar del departa_n;ento
dP Mendoza entró en p1-0Jo~g~da recesión. !'--Jo estaba capacirada para compe, mine~ia ':11'gen~n.~ ru.era :1?:.P? .nº/n~e::1011~ se reouería información sobre
de Re1ac10nes .t:Xle_nores Da 1tamc -·,:: 1_: ~:,.-,-", ~ - 'ara afirmación por par-
v,~r~: ~ cie ganado con respect◊
ti;-, en Buenos Aires y otros lugares, con los vinos franceses. españoles, portu-
gueses y alemanes, excepto quizás en tiempos de bloqueo. cuando los consu-
las minas de oro YP18:t¿ e? la Ar~ent"":J"'·.
te de Woodbine Pansh sobre la sL:~enoncta e ,a.~~.1
•:~~d' ~
midores descubrieron que era un producto inferíor y que no podía sobrevivir a cualquier or:ra forma de invers10n:
comparado con los importados de mejor calidad. Los vinos de Mendoza se
vendían entonces solamente en el me.ccado provincial y, por el momento, no
se hizo esfuerzo alguno para mejorarlos.
,
Desde hace muc_nos anos 1.a ~xyo. tacwn °.
- ' "',,. ,. ,, ,·. ·e cueros desde este pais ha sustitufdo .en g,an
1
. irreso de las iinportaciones a_esne Euro-
medida a los metales prec10so::; ?º~~ 12n,:,ci~a .1;¡-naderos de este país µrnducirán c_on un
Santiago del Estero vivía en un nivel aper:as superior al de subsistencia. cii:L Seha compro~ado_qu.e l~s e.sca0Lc1~1eno oso~ año c¿n un gastoanualrealmenle ms1~-

cierta cantidad de mujeres del campo confeccionaban ponchos, mantasynis- aumento seguro cte mas ae) -.r.~mta por._1e~:_a~i~alist~sun
10
atractivo muc.homayor quern
ni:"icant_e. beneiiciogue consu -~Y: ?'.:ra ~n ·e~~as p;ovincias nunca han sido muy pr?-
ticos paños para los recados, pero sólo para el mercado provincial. El camino
que partía de Santiago hacia el norte conducía a la provincia de Tucumán. ductivas y_ siempre han ~otivaao elr•,a~o: \ .
invcrs1on en operac10nes d~ mrn,.i_k: q~e :astos de atención, por la escasez de ma!lo ae
donde irnsta ahora se han enco~tr~ao Y~-
más cálida y exuberante y cuyas fértiles llanuras producían no sólo trigo,
maíz y excelente ganado vacuno sino también arroz, tabaco y caña de azúcar. c:inüenws de oro y pl~ta. ~~s 9¡°1::1Pª?
nas de estas
ciones, y abandonaron nai ª' º!1
provmc:assun~mtento
1
~!~~~,: al~uCJ;,~; nt
obra y Jos 1mperurnentos ,ocales de os, a,s. ni°;-s ,,., S" ;armaron para tra'oaJar ;as m1•

;n ".. de re..,'fbi,.
aespues
;iquie~a para iniciar sus opera-
-• · los primeros in:innnes oe sus agen-
El tabaco se comerdalizaba en escala interprovincial. mientras que 19s esta-
tes. rn
blecimientos dedicados a la producción de azúcar hacíaii también aguardien-
tr y melaza. Pero los molinos de azúcar no eran eficaces. Todavía en la déca-
da de 1850 la maquinaria era primitiva --consistía en poco más que rodillos . Cuál era entonces el peso que tenían las industrias d~l in~eri.~r? De~~~
verticales de madera- v los costos de mano de obra eran elevados. En vez de ya. ;onstituían una actividad. econó'."~º;);,'i;::}d:¿~~:f:':,1~ \:ªta~º!1;,_
nomra pastoral d~ exportaclon { ~~; P~;~ unos pocos talleres artesanales f
usar el rezago como coffibustible, se gastaba excesivamente para trasladarlo 1 0
hasta cierta distancia y traer el combustible, Pero 'I'ucumán tenía su propio trias local:s e~~ao~n r~p:_:sen ~~. 1·a ex resión cubría también e] procesa-
mercado. protegido hasta cíerto punto por su aislamiento y por sus tarifas y cierta proaucc1on aomes,rh..a rurai_, 'f., n alimentos v bebidas. La tecno-
1::~;d:·1n.f;;j
durante el bloqueo
16
de Buenos Aires el azúcar tucumano se vendia a buen pre- de
miento P-:'º~u_ctos locaie_s, especi: r ae0
y elevado costo, Yla
cio en-el puerto. Hacia la década de 1860 hubo signos de mejoras. La provin- log~a era pnm?_tn'.ª, ~l proaucto, e:a ªr ,rindal. Las industrias del interior .. en
cia ya tenia catorce plamas productoras de azdcar. y cinco de ellas contaban salida estaba 11m1ta?a al mercaao p.do e ·1as de Buenos A...ires. Woodbme
.~. 'oan aun menos avanza as qu • ~ . .
don maquinaria construida por Fawcett, Preston & Compañia, de Liverpool: resumen. esl.a . ,1 'b T dad de desarrollar cma mdustna na-
pero los costos de producción eran todavía altos, y el azúcar de Cuba, que se P_aris? desalentó c?n frrmeza_ \P~~~Í:~ clásico, cuando se ;:efirió a la do171:i-
vendía enJa vecina provincia de Santíago. resultaba más barato que el tucu- c1ona1 en J~ Argentm? c?n ~n ~~ 0 ~ . _.. " en lo aue resoecta a cualquiera cte
mano.17 Había cierta cantidad de industrias artesanales en Tucumán, siendo nación de 12.s mercaa?nas n ,amc~s · • n<:ar ,,."n ellas· en un pais que se en•
notabJe la manufactura de c:arretas de altas ruedas, con Jas niaderas muy du~ las rnanufacmr.as na_t1vas, ~ena oc~osoob1;do e; el aue toda mano es-necesa-
ras de la zona, vehículos oue constituían el medio dé transporte básico en la cuentra h~si.:a anora tan ~~cas~men;e~amienl:o ~ie:/ veces superiór para au-
1
Argentina de la primera ffiitad del siglo XL"\. Hacia el norte, "la provinci& de ria y puede volca:s: h~c-'-' .~nc:a~roe~ios de produeción, tan imperfectamente
Salta tenía una economia diversificada correspondiente a la variedad de su mentar sus. rc:ur"'~l:i ~aturaie_::; _m ,, 19 y hasta los propagandistas de Corrien-
dima. En los valles regados por el río Jujuy se cultivaba azúcar. algodón y ta- desa~ro~l~aos na~,ta este 1:1~ment~º· f 'bricas··, aunque agregaban que nunca
baco. y algunos molinos de azúcar que empleaban estacionalmente ma110 de tesammtianque Argentma~o 1ene ,ª_ . •.,
las tendría, a menos que se aaoptara rn protecc1on. 20
obra india. _;Jroducfan para el me!"cado local.
¡
¡
i
i 133
_La industria argentina coruprendi o {"'
les ae Buenos Aires v los proc<>sados , ~1••
3
. ,; . ,
º¡°_ 1:1ª5 q_ue 10s productos artesana-
dades lleiaron a conf·o·-a· " □·1·nt ,ae.m e10r .. Sm embargo. ambas acr1v1-
, ,u ,. '-' ~ eresvunrrruood - -· - _ - . --
¡ del comercio extérior, con el objeto de reeinplazar el liberalismo económico
porteño por una política proteccionista que promovería la agricultura y la in-
dustria en las provincias prohibiendo la importación de productos que se obte-
nían en el pais. No fue una coincidencia que Corrientes asumiera el liderazgo
menen Buenos Aires debia dcfini~ s· ., , ._,_. e• . ,e pre~1on, ::- cua1qmer régi- para formular una poiitica proteccionista, porque la expansión de su tabaco.
en eI libre ·¡·ueo-o de ·1as 'ue•za· ,del.• u POlll_1ca,...,con respecto a ellos. Rosas creía algodón y otros productos subtropicales dependía de la protecciór.. contra la
:. b • ~ !:, ffi€"n2QQ_ "iQ t • ·
a un lado "el espíritu recrlamenr·ar'o '._'"" , .':: . 5. e~!~ que era .::iecesano cieíar competencia paraguaya y, más aún, brasileTia. Y se abogaba en favor de la
.
t1empos . c, • • Y vromomvo· unpuesto po F< - ~
de ignorancia y servidu . r~, ;. 0 -~ 1 ·~ • r ,....spana en protección alegando la creación de traba 10, la calidad de los nroductos loea-
r;:-~fa que 0.doptar un absoluto Ja1;~~~~Í.:n;/,~ "'- ~l.
:og1 a~ pr:_greso eco_nónüco les, los orecios_cornoetitivos v la Dérdida de efectivo metálico- 2. través de las
mcwnes apropiadas nara el crecí ; . l:, ~L 7vee_.,, o~ esa manera las con- import~ciones extranieras.~3· .
producros.::J Pero do; gruoo~-suf~~~~:~.ª~ ,';.~s,.an~rn 3-~ la ex~onación de sus - José :'..\-faría Rojas), P?J.trón, el delegado_portefio.replicó en un extenso me-
políticas, los artesanos po~t;Óo-,-;: 1· o.. 1a •~u1~cnmm2cta aphcación de estas morándum, afirmando la polftica de Buenos Aires. 24 Los impuestos de protec-
fuerte poSidón con resp· ectc1 .: la~-:~ as pr~vmc1~s. _Rosas había hereda. cio una ción, decía, golpeaban al consumidor y no ayudaban realmente a las indus-
.-, provmc'as -- s b d d
estructuras interna< e,tab· bi·en,., - . 'd" Y 1 . ien n? PU o etermm.ar sus
d
trias locales si éstas no eran competitivas y capaces de abastecer las deman-
.,, - o:
Es~o porque Buenos Aires control;b~ ,,.1 rfo i-'c,_J "'
"ºJOca o nar~ di ~ ,
tenor. Buenos Aires podía cerrar el;,~': ~·, ,_ l p~¡er o y _a en_traaa hacia el in-
et~/ l" ·
po _1nc:9- econ_mnica, das de la nación. La economía pastoral dependía de tierras baratas, bajos cos-
tos de producción v demanda de cueros oor oarte de los mercados extranje+
p_rop10; podía cortar el uso de los nuer:o,ª·ecJªpª-Q_~·e~ com~rcio que no füera el ros. La protección 'elevaría los precios, a;me.ntarfa los costos y daflaría el co-
,. . · --
....1onocearuc""." •voblicrar • ' °
~ iaspr·ovm·c1as • ae. . 1 mtenor CtianavelDrmrna,,al
~
. -
a oue -
;• amivega-. mercio de exportación. Y los que podían beneficiarse con la proteq:ión. apar-
?e-Buenos Aires. Todos]os Droducrn , ro"' v . ~ .,; ,comercL_aran a i::ravés
r:, "'
te de la economia ganadera, eran una peque.na minoría. La masa de la pobla-
1mponaciones del exterior ie:1ian au! a~~/?:1"~~~~~~1 ª _:xp.ortac1o_n y t~das las ción dependía del comercío exterior y, concluía, "nada podrá convencerme
fa no era simp.!emente ltn 1·1n , · ~ oar --;,::· osª Buenos A1res. La tari- de que es correcto prohibir ciertos productos extranjeros con el propósito de
, .pues O Cl c. UTI" D011Clcn ' ·
a Buenos Aires promover c;ert·os ·oro' a' t ,e,. . - .ª e.conom1ca, que permitia promover otros que. o no existen todavía en este país o son escasos o inferiores
, . -- ~ uc os en e1 'llt"'TJO'" - · · ·
m~smo ~lempo, determinar cuales merca ·erí•: ·- <:: ~.Y ~eprnn_ITotros ;y. al en calidad."
el mterior. Ese control Podía asumir .; -~- . ~\~. lmpo_:~adas debrn consumir Ferré volvió a rechazar los argumentos porteíios.~5 En su réplica a Rojas
gobiernos,porteños lo -- .. S,gmncac,on pohtica. porque daba a los censuró la libre competencia. Las industrias nativas no podian competir con-
. . _ s memos para emnobrece,.. un cr · ,
vmcrn y favorecer otros. Por toda, : -,-.n. • ' º~upo s_ocia1 ae una pro- tra los menores costos de producción de los países extranjeros. Y así se per-
litica económica de Buenos Aires ;eeit~s_, ;zonel s. e, m~s s:no desafío a lapo- dían las inversiones. aumentaba el desempleo y los gastos de importacíones
gran debate enrrc ,,¡ 1·t- _ - r,gmo en as provmcias, Y a.sí se inició el llevaban a la ruina. Las provincías del litoral y del interior necesitaüanla pro~
1s: . • .., "· "· ,I , e come.. c10 y la protecclón,
...:..in Julio ue 1830 se reunieron "'ll sa..-.i~ F , ' , · - tección para salvar sus economias, pero Ferré insistía en que él sólo buscaba
~anta Fe, Entre Ríos y Corrie~tesvpartdisc1~ti~~o~e::;a~os de ~uenos Aíre~. la protección para aquellas mercadcrias que el pais ya estaba realmente pro~
ae conocerse como el Pacto Federal El 1'd d i _m1_nos de lo que habna duciendo, no para aquella que podría producir.
en el litoral era Pedro Ferré (iobern~d ~ e~ e. _movimiento protecciomsta Buenos Aires no cedió, y el tratado-federal del 4 de enero de 1831 fue con-
familia catalana aunque na~ido en ¡·. or • ~ ~rn<:ntes, d_e~:e:=id!ente de una sertado sL"1 Corrientes, aunque posteriormente lo firmó. El delegado de Co-
R osas que modificara la poHtica - a oron-nc-1:a Rl ,...,,,.,,n,-.,A ,.._ --- ,. .
..:e, jf, d -B--· -· • ..._':'"'u,u u,;;: mmemaro a rrientes, Manuel Leyva, en una carta al gobernador de Catamarca. acusó a
industrias provinciales, aunoue 8~ 1 ¿~ as, e ¡._i:enos Aires para proteger las Buenos Aires de ser un obstáculo para la paz y la unidad, sólo interesada en re-
polftíca existente t"'nia el apÜvo de 'T' e e~co~c.tAO c?n el argumento de que .la tener los ingresos nacionales para su proplo beneficio, La car:a fue inte:rcep~
• •¡ ~ - - amas ae ncnorena "díci, d
P:=i.ra e era ,un oráculo pues lo consideraba infalible "'.::2 F, ;r-, en, o~e que tada por Facundo Quirogay entregada a Rosas, quien expresó su indignación.
c1on de nacwnaiizar los in resos ad ~ "' , : _ e:• e presento ,_amo- Ferré. sin embargo, se negó a repudiar las opiniones de Leyva e hizo circular
los rfos, declarando aue del;ia autor~~ero~ "Y_ pernutir 1a hb,re n~v~gac1ón de nuevas argumentaciones dirigidas a los gobernadores de las provincias. Bue ..
nos l,.ire« <l o "' l t . rse a otros puertos, aaemas a.el de Bue- nos Aires, alegaba, estaba arruinando la e-c-onomfa del país. que dependía de
;1
las dist~;~fa/tc~st!eJ;~~:nte con c~:11:rc10 ex~er~or, disminuyendo asi
'.ra_dicionales de! federalismo, :~;~;:t;irn
ms1stió en que debía permitirse a lM.:: ' ,.er~n acomp~an~~as por otras. Ferré
la~ provm~~ª~- Estas exigencias
"la promoción y prot_ección de una industria territoriai" "Prohibida la intro-
ducción de vinos, aguardientes, tejidos y demás productos que proporciona
nuestró feraz territorio, las producciones de éste adquiririan la debida impor~
a~ provmc,as quepart1c1paran en el control
tancia, y en igual sentido a proporción todos los ramos áe industria nacional

134
135
que se crearon ,,·.26 Enlo concerniente al
mediante la apertura de los puertos
.
flm~~r::c10 .
e~er10r,_~ebía ser alentado
Pero la circular de Ferré fue cr·v .. _ e~"' la nave?acion de ultramar.
, libre comercio, ya que el gobierno dependía de la aduana oara recaudar e1
señalaba los altos costos ele produc ;~~1c:a~ en Bueno~ A1res: la opini_ón oficial grueso de sus ingresos, y debía hallar el correcto nivel impÜsitivo que le per-
. c.on' • •m egunt~ba ª be·· ·' <."""' · P.s cor·ieco~.rraruzara
t + ·
1 •
.~agranmasadef'oosumia'cr
- · - • es s1mp ememe _._ P",.,.~ mitiera entradas suficientes sin matar el comercio que las generaba. Las ac-
.. ,1 -
". · •
losestancieros'!"27 -A.,.. . a_¡"' nenc10oe 1osartesanosY titudes económicas estaban dtvididas siguiendo la línea de :os Dartidos. En
&· ,.,aso no €.XlSilan va 'mouesto • daj , - . •
para_ los vinos v· licores inrn ,- . .. . ·. ·: s " cuarenca-oor ciente generaL los unJtarios del grupo de Rh·adavia apoyaban eI lfore~comercio, y
nas? El gobier~o invocó ot~i;~ao_s, :" vLe1m~cmco por ciento sobre l'as aceii:u- los federales sostenían una política más nacionallsr.&. Pero los estaD.cieros no
~. ~ g'..;mencos. vuando F<>rr6 v 1a~ 0· ,,, 100- B
?Os.,.rresparareunirseconM J G~ ._ , _ k ~
~- _J :°"'•-0,JLa ue- eran oroteccionistas incondicionales. porque auerfan imoortaciones bararns.
1
1_:1sisUó ante él sobre la
anstr¡,::, t>nnr=~ 1- 'n: ..
r.:eccsidad
d~rc~ª- e,::_ªª;;·~º a~ H?c1enda d~ Rosas. e
p otegv~ a L~- agr1cmtura local x,::, 1,., ;,.,_
bajos-costos de vida y de produccion y buc~as ÜportunidaGcs de exportación.31
- 7 - v~, "'- a ia l ,lUOrtaClOD eXtran¡·e,...a SÓ]o "C'' "o· . - .; - •..., -'--'' La penetracíór., extranjera en Buenos Aires, y parricul2.rmente la britárüca,
cons1deró argumcn•o- s "o _ · '. - '· --1 10 en respuesta lo aue 4 1 así como era bien recibida por algunos, tenia la amarga oposición de otros, ar-
" , urame>JV"' <>sne,..., 0 " G - - ~
tras?º estábamos en ciréunst~n¿i;~ de~o;,;
sos . ,:1":rcia sostuvo que "noso- gumentando que ella significaba un control extericr del comercio, competen-
t_ran3ero. particularmente inglés, poroue ha~rmJarn~s contr:a ~1 comercio ex- cia con la índustria local, desocupación y un obstác-u.lo para el desarrollo de
cteudas con aouella nación nos e"" -: an onos e1:Dpenaaos en grandes lilla marina mercante nacional. No todos estos razonamientos. reiterados
grandes male;: oue.aouel 'a;T"'d]~p;::.:~:: ~-
un_rompuniento que causaría
también inconvelliente~ aue co;."'ei djc: . :" ,cel ,~:e~lpo_ pues en el dia tenia
desde entonces, son válidos. Es verdad que los británicos_ después de 1810, in-
trodujeron telas de algodón baratas para consumo popular. pero que no reem-
nodpodría ~acer frente a ios inmenso;:~~~"1~ ~ªi~e1n:i~i~~!~,e~o; Aires y plü.zaron necesariamente a 1a;e¡ telas producidas localmente. Hasta cierto
pu oavenmrarsobrecuándocA b' ,e_ -- • ,_. O. · · ampoco punto reemplazaron a las telas peruanas, que tenían mucha demanda en las
tes tenía que resol-ve:· sus Dronio~mp rnbrlu,:.~~ª:,1tuac1.{~n. Sme~barga, CoEien- épocas coloniales. Más positivo fue el hecho de crear una demanda completa-
r;, , P. . • .
,.. erre. -,n e1 período de rn 25 _30 i~ .,. , . ro emas. ,.omo

siemore .-
<:iemó
, ~ ,.
• . ._. .
ms1s._,1enao mente nueYa, poniendo por primera vez algodones baratos al alcance de un
ti:v2 durante t◊dos .osos -nos e'x'."cep,tovmcia tm·_o un.• a ba1anza comercial nea a- mercado masivo . .Mientras tanto, err el campo y en eI interior. los ponchos de
- ª-• , oouno LacteFerrén"' 1 • • ~
protesta.Enenero.-Je1 3 ,:,5 elgobe~ , d. , 1
·º:"1'ª1a-umcavozde lana de confeccíón local coexistían Con los textiles británícos en el nivel más
.... ,. "' , ,naaor e 11'1endoza nearo M ·· -· .,
a R osas medidas que proporcionar - " -- : . , ., __, __ ). 011_na. so11c1tó bajo del mercado. 32 Las industrias locales artesanales en Buenos Aires ven el
producciones'' d ~- .- - , an" ~na JUS t a prot0cc1on a su mdusrria y interior, por lo tanto, sobrevivieron después de 1810, aunque tuvieron q~e pa-
. .· e:c,uprovmcia.Serereriaenlnnr·~v AA'- ... -- _,
rmportac-1ones. a fin de detener ,,,, 1dese - ·, :. , , a-..o1ca a la proh101c10n de sar por un lento Y constante De::íodo de declinación.
netarias. 29 ~- 1
• lTlp eo .! " nrenaJe de las reservas mo-
1
Para promo~er las manufacturas nacionales. un grupo de comerciantes.
El federalismo nrovL,ciaJ ªr- 1 A ex tP - • - - - locales propuso en 1315 una política fiscal _que comprendia-desde elevados im-
nór.nica, ya oue el interir,r v el/ : ""' ; P _- 5_1?n P~h!ica_ ae la autonomía eco- puestos hasta la absoluta prohíbición :· punto de vista secundado por los arte-
cas de Buen~.-: 4.ire« V ;~;;bi"n1to, al p. ocu~abé"l.n aerencterse contra Jas ooliti- sanos de Buenos Aires que, durante la década de 1820 continuaron presionan-
- · - . ~-:u, e¡ , es necesano a¡zreo-"rlo COff'T" ¡ d -
resoecto al otro Córdoba dab" J"o . d ~ "'ª- , " n a · e uno con do para lograr la intervención estatal, exigiendo la importación libre de im-
_ • . . .. • · - o. J re entra a a los vino~ he '!
Juan, pnvHeE:iadoc: en raJa ...1•0.0 ,,00 10 1. . • ~ " H' enaoza y ;:,an 0
puestos de las materias primas necesarias para la manufactura, v la orotec-
camente, exportaba ~ -
,:ranado reuno s,.,-.moo,..tados
• w '" '
~ •
'-- •
.
del exrra ·
• ~ nJero y_ .recípro- ción de las mercaderías procesadas con prÜductos locales. Los eStan'cieros.
rrientes prohibió la fm;ortación d~ :~nu~~uestos,. ª..., e~as provincias. Co- en cambio, incluidos Rosas y los Ancborena, preferían el libre comercio a la
(J.831.\ efectos y mueble; de exr;ranjerí~- r183~~n~,e CL8~,ú;, ropas ~ cplzado protección, sosteniendo los intereses de] sector ga.'ladero orientado a las ex-
Cornentes. era una provin,.,,i- pobre. _· _, -_, ~dyerb"" mate IJ83,))_~o Pero portaciones. Los intereses de los consumidores también se oponían a la expor-
-
mercad enas v de ingresos. • ~ ""ll, Y aemas1a o !lí'ande su necos·d · d
"- SJ.:t · ". b'. t:i . ~ 1 , ad _e tación, ya que ésta restringiría el abastecimiento. eliminaría las alternativas
O
de azúcar v v;,.b- ·m'a- ¡ • ; " ,. · ·. .se.vJo , _gada a permitir la imuortacion
11
~ " • ª" e .....,_iasnrovrn"•asdei.htoral e ¡ ¡ · de la competencia y elevaría ]os precios. Existía cierta propension contra los
dificil resistir Ja atrac.-c·ici,, def e:ome -...~_ ' t . · n genera . es resultaba productos locales y en favor de los artículos importados. En 1831. el propieta-
su deseo de soslava" e1 :_u:r~o ·a·e B- u rc10
.. d ~ V • e t jJ ·
¡;
cr10r, como puede apreciarse en
enos c-ur<>s esouc'alme:nte d -
rio de una fábrica de cerveza de Buenos Aires, Antonio Martín Thvm. en la nu-
no .ºs en que éste se hillaba blo ueado .H ,:,.c;. : V ·,.' urant:e 1~s pe-
i , e blicidad de su producto en la Gaceta .lHercanÚJ, defendía la indusl:ría,nacioñal
era irreal. q - aSLa ---L punto su proteccromsmo y desaprobaba "la preocupación ínveterada que reinaba generalmente en
El nacionalismo económico era una fuerza poJftícfl ta t B . esta ciudad de que todo lo elaborado en el país no vale tanto como lo elaborado
Como en las provincias. No habia, naturalmente, nad; qu: ~:~ie~efi~~';_~== en el extranjero" .:33 Los consumidores no eran nacionalistas.
La opinión favorable al libre comercio contaba con el apoyo de los que se
oponían a la intervención del Estado como principio; sostenían que la indus-
136

137
1
tria sólo se desar rollar ía cuando ruvier a condic
iones para hacerl o, y que los anera los costos de oroducc1.·ón que los fabric antes locale s habría n de q:e-
fabric antes nacion ales que no pudie ran comp "ar en1 desve ntaja con- respec to a los comoe tidore . · ;UQ"Unos
impor tacion es extran jeras no merec ían la protec
etir en precio y calida d con las :.
i~ ,.,
brican tespor teños . s extran Jeros. - "" ,, .ra-.
~ ·or"'s bntam -
ción. de somb reros se queJa • .-
ban ae
,
que

10s
efe Ios más ilustra dos vocer os de: régimen de Rosas Pedro de Angelis. uno :, ,.., 0 -.: v nortea meric . anos
estab. an tratan do oern:i . ,.. eraoam comp~
. en t ctc acaoa
o.a ~ - 1 e::
manu factur eros es precis o se labrad ores" :14
, decía que •·antes de ser ::,a·t~rias nrima s v de elimin arlos a ellos del ñegoc e ~- . .~ar ,a~ .
Ataca ba con durez a 12. idea de u, L • io. En 12.32. cuare nta Yc:~-
dar protec ción a la indus tria provin cial del yino

y a la porteñ a del calzad o, so- co fabric antes de somb reros pidier on al gobier •
• •• • ¡" c;,;:por~a-
no que
bre la base de que la protec ción alzarí a los precio ciond epiele scten . .
parar•avore cera 1amau . . ~ . , pr?DlD l~ra _'ª -: .·
"'a•uc·~ "'1 aese,m-
s para la masa de los consu- utria,
... s,,nai oc.aJ :,.. r~. _ ''. ..
• _
midor es y distra eria hacia la índus tria una mano P Jeo Pero la interv ención oncra se 1m1 o a con~-' l ¡· ·t. - 1 ..1 ·ntcr,~'
y--

1';:;(1 Y B..1 peno


de obra que seria mejor em- o a1 8. 1 --- ·---•~~-'-
piead a en el sector agrarí o. Si existí a fuerza labora ao ue ca za . La altern
-·. _ -

l disponible, rendir ía ma-


' '· ·• 0
ativa consis tió en utifüa r nuevos máter iales. taJes
yores beneficios utilizá ndola en la produ cción
• -
la seó.a v la felpa. Pero la indus tri"'po rteña no . _ .. ., _,_ "inno como
de sustitu tos para los produ ctos se actapto 1ac11:11e1;ce e1~ va-
agríco las impor tados: "Una abu..r1dante cosec ha ·ones de · este tipo · val intent h ] ... · 1as v e•11·a'' h··
de trigo seria incom parab le-
e 1
-- ar .,acer o permo una ae "' □cla-
, .\ª'" · ':' • E. oue.o
·· . . .
mente más útil a la población, que todo el produ
cto delas indus trias que. a cos- bl·a gozado orioin almen te: .el abaste c1m1e nto ·
local de 12. :rr:.a~ena -. ~ --n t · rima.
nto como los costos de produ cción aumen taron, ¡ · '· P•ra
e
ta de inmen sos sacrif icios, se procu ra fomen tar entre es· e mome
nosotr os" .35 Angelis es- -
brere ra neces ítaba prorec . .. · - a1 mai.1s 0• ' ;,Cm· n
taba realm ente en favor del concepto de la divisió ~ · •

n intern aciona l del trabaj o. c10n eontra las 1mpor .ac1on es dei ext"'r1o ~
r ,. , e .e
·
contra la cual las leyes restric tivas result aban lS.:35. así lo solidt aron,
impot entes o pernic iüsas. ._ .. , , , . , stria con
Sin embar go, la preoc upació n por la adver sa balan Mient ras ianto, se había establ eciao l_ll_ª ~ueva
za de pagos, aunqu e no r~~a ~~, 1: 1~;4°
lo fuera por la indus tria y sus empleados.. fue suficie
nte para conve ncer al go- la 'm anufa ctura de cuero marro aui. La 1mc1ativa nac10 en l<kL} me de Juan
"., . a
bierno de que no debía cerrar las puerta s a la
protección. En 1829. a una im- Br•vdone •v su socio Carlos Cade·tt qmcne . • , -•
s mv1rt1 eron en unan ueva __ raonc , .
portac ión de treint a y seis millones ochocientos emple ando artesa nos europ eos y logran do un , · · · canda d aun
treint a y seis mil seisci entos · art1culo ae ouena ; ;-:,s:
lill pesos, corres pondi ó una expor tación q ··e precio s no compe titivos . a . pesar · d tar con maLer
. •.,..,
O

de sólo veinticinco millones quinien- u a · _ de .la venta Ja e con • ', · '·nac1e


,
tos sesen ta y un mil novecieI\_tos cuare nta pesos prima s locale s. Pidier on prot.ec• c10n , . · n-
de lo que ganab a. y la düere ncia tuvo que ser
; el país estaba gastan do más
te indus tria'' nudie ra sobre vivir, recha zando
al gobier no parap e~m1 trr que 1a S ·th Y
llenad a con salida de efectivo. las teona s de Adam mi> -_
Las cifras -de mayo y junio de 1832 muest ran nueva aducie ndo que" ''sin la protec ción patrió tica y patern
mente una muy desfav ora- al de la Hono rable Le,,,i~
ble relaci ón entre impor tacion es y expor tacion latura nos verem os precis · ados a .· - , ct
ra.:mp~e.~sa .para
des1st1r e nue:;;t ~ • no arrm~
es. y otra vez sufrió el país la _ "S noin-
salida de dinero al exterior.Z6 La inflación y la narno s · "3B La Jecrislatura. esper ando tal vez la mano rurect i\
pérdid a de valor de la moned a "' · ,, a ac Ros"' · U
absor bieron la pequen.a protec ción otorga da previa cluvó este pedido en el aranc el para 1835. Pero
mente . En esas_ circuns- el debate con t·muo, a fuera,. n,
tancia s, el grupo de los indust riales tuvo oportu art~sa no aue tuvo que ce:crar su taller escrib ió
nidad para hacer se oír. La in- a la prens a explic ando .que 1a
dustri a somb rerera y la nacien te indus tria manuf r"zó~ prinCipal era ia nosibi lidad de conse guir
actur. era del cuero estuvie- ª ' · ,
merca dería extra11}E:ra ae c~n-
ron entre las voces que se levant aron exigie ndo 'rabando que se vendía ., . . •
protec ción contra la influen- e , a precio s 1mnos
. ·
mies ae 1gua1- ar por ·¡ os ¡·ab-, 1cante s ,o- .
cia de las ímpor tacion es extran jeras y, en algun os cales. Una razón secun daria era que los establec1m1 . .
entos manll.L.eaC•tl.l.re rosex-
casos, contra la compe ten- · , d
cia por las mater ias prima :,. tran¡·eros aue había en Bueno s Aires · ,:
estab an ~avorecwos e1 ser exc"'" · · Al ,
del servic io- de milici a: "Mien . . . d l , .. . ''. ptua os ].
El desarr oJlo de una indust ria.de l sombr ero tras un h1Jo e pa1s nene qu. e servir perso na
en Buenos Aires, a fines deI . _ _
siglo díeciocho, se vio estim ulada por el descu brimie me n·e (, O oagar person e:ro por sí v por sus d d .
epen 1entes, un e. ~ . x~ran Je .... o \· los su
nto de que la piel de la nu- .
vos (que 0o-eneralmente son de su • - . . ~ •·ct
tria ........jj_sponible local ment e- era tan apta para·h nación ) trabaJ an sm ser m erru -, . • · t mp1 os en
acer el fieltro como la del .- ,
castor . Pero existí a una fuerte comp etenci a por sus tareas ":'9 En medio de estos punto s de .
vistas con íl.1c.no
• t·, • cuale s eran
el cuero de nutria por parte · y· s," b. ·
de los comp rador es extran jeros de Ingla terra las intenciones de Rosas ? Rivad ayia los um·t anos, · · ,·came nte : ha ian
y los Estad os Unidos. Desde las teor
pamp as y las provü1cia.s, a través de Bueno s
Aires, se expor taron miles de apova d o ei• libre comer cío, aunqu e tambi én ellos depen dían de los 1n_gresos.
pieles , aumen tando de nueve mil novecientos catorc adu~n eros. Rosas favore cía ' -
e docen as en 18.22, a trein- a los estanc ieros con respec to a l os gr anJE''"O .- - S ·\'
ta v cinco mil seisci entos setent a en 1825. cíncue artesa nos. mantu vo bajos los 1mpue . . .
nta y nueve mil seteci entas stos a.e 1mportac1on . - . ormuc ::ir' tiemp
J, P . . " . · m, o.
ciñ"cuenta v seis en 1829, v setent a mil doscie ntas resistí ó loS pedidos de interv ención . Duran te
cincue nta y siete en 1835, v su prime ra adm1m st:raci o~ d~
pronto las PieJes de nutria ocupa ron el tercer lugar ·nubo aum~'"'tos si01if icaüvo s en los aranc eles.
en las expor tacion es, deS- ;;..,., ·o Un decret o del 7 de ene_ro, ·
oués de los cuero s vacun os Y la carne salada .37 1831 impus o una escala móvil sobre ~a harma .. d ·tr"'< ::de!O 8
La exces iva exnort.ación, la
~aza irrest ricta y la sequía d~ 1330-32. _que casi agricu ltores y molineros, pero las cifras no 1mp? rt: ~, .en .m e ~'te altas
aniqu ilaron la espE!cie,·motiva- eran 10 ~~1ci e~tem e. ,
r-on una fuerte suba en el precio de las pieles
y amena zaron aume ntar de tal
como paras 1gmn . ·~· carun avera. .
aaera pro t ecc10 . • n,n om' ~r>JUl 'a""l"" 'g"vot rosgr a-
~·~-· "-

:38 139
nos y no ayud ó posit ivam ente a la activ
1832, el impu esto sobre la sal impo rtada
idad agríc ola. 4tl En los aranc eles de
r
a pesar de las neces idade s del Tesoro y el
se reduj o de dos a un peso por faneg a,
pe.cjuicio a Ja indus tria doméstica de J Tipo 1836 1853 Tipo 1836 ]853
la sal; se dio prior idad a los salad eros,
:::ompeiencia de Montevideo y Río Gran de
que alega ban estar sufrie ndo por la
del Sur. En la :nism a tabla aranc e-
'i Baúle s
Bron cería s 5
2 Pana dería s
Peluq uería s
3~
10
61
43
laria , el impu esto sobre los somb reros impo l
rtado s subió de .:.!Ueve a trece pe- Brase ros {F) Pie! de oveja

!
sos por unida d, a fin de prote ger a 1a indus 2
Sala de Repr esent antes algunos diput ados
tria local . Dura nte el deba te en la Barr acas .,., Plare rías 23 26
pidie ron que se exten diera la pro~ Carru ajes (F) 3 2 Para guas ff'
tección a otras indus trias domé sticas , tales
corno la de zapat os. rnps y mue- Cajas 8 Persi anas ''.F)
bles, pero no logra ron su propósito, y e] trata
míem o esped a1 acordadci a la in- carpi'1terfat: 84 :10 Pi:rnn <; :'F'i 3
dustr ia del somb rero fue defendido sobre
la base de que utiliz aba mano de Colc.c'lones 7 6 Peine s
obra y mate rias prim as de origen locat 41
impu estos sobre la expo rtació n de cuero
Los aranc eles de 1833 reduj eron los Cuch illerí a Piel de oveja ,y,
s y aboli eron el grav amen sobre la sal Curtid u ria 5 Sille rías (F) 2
trans porta da en barco s nacio nales desde
las provi ncias del sur; pero la agri- Cigar ros 19 Somb reros (F) 39
cultu ra y la indus tria no tuvie ron otra prote
cción . En las tabla s aranc elari as Carro s (F) Sebo /F)
de 1834, Ja sobre carga del diez por cient
o en aque llas impo rtacjo nes grava das Cordones 4 2 Sastr erías 31 51
en un trein ta por ciento, se reduj o a un cinco
por ciento, en inter és de la expan- Choc olate rías l 2 Salad eros 3
sión come rcial, y el .impu esto total sobre
las merc aderí as sobre carga das era carn e de cerdo 11 Sombreros seño ra 19
ahora del trein ta y cinco por ciento. La tabla
aranc elari a de 1835, entra da a la carre tas (F·) 2 SHlerias 17 3
Sala de Repr esent antes duran te el interregno_
, fue ampJ iame ntede batid a allL Cuer das RapéCF> l
Los estan ciero s expre saron daram "ente
de libre come rcio favor able par.a la expo
que desea ban mant ener una política
rtació n de cuero s y carne salad a.
:i
~
Cerv eza (F)
Fideo s
' 3
JO
Rien das
Relo jerías
l
13
4
JO
míen tras que una mino ría "naci onali sta" 7
tección para las indus trias local es y provi
busc aba logra r un siste ma de pro- i Fund icion es 2 Regi stros 42
ncial es. En esa ocasi ón se mant uvo Goma 2 Sillas mont ar 9 23
la tende ncia opue sta a la prote cción . y un
pequ eño ajust e del impu esto Sobre Guita rras 2 Tach eros 3
el trigo hízo muy poco en ayud a de los agric
ultor es local es. J' Gras as 13 Toneles l'i 7
¡ Herr erías 74 Torn erías 5 5
¡ 54
Herr ería mecá nica Tapi cería s 5 4
TABLAS
'
1 Harin eros
25
35
19
Ti.T1torerias 9 10
Estab lecim iento s come rciale s e indus triale Hilos l Vend as 3
s en Buen os Aires . 1836-53 í, Impr entas 3 Velas náuti cas (F) 13 8
Tipo Jabó n (FJ 7 Vinagrie (F)
1836 1853 Tipo ]836 Zapa tería s
1853 Jove rfas 15 49 108
Alam bique T .icore s (F) 4
1 Arne ses 27
Aímidón lA
2 Litog rafía Nota. (FJ indica que el.establecimiento es,tana · · if" · como "ábri":a.
Alfar ería 1 c1as icaao • , .., .
2 .Merc ería ·Fuer;Le: .Nicolau, Indus tria Argen tina Y
Atahonas 48 aauEJna, P- 161
3 49 Márm ol
Abanicos 2
1 2 Modi stas
Ahumador~s 13 15
Mueb lería 12
Armerías• 3 15 Molino l 1 En 1835, antic ipand o tal vez una nue~ a
Bom bas (F) 1 ~cia tiv~ ~el gobiern.o e_ntrante,
Cascos 6 los pedid os de prote ccíón porte ños y provm
Billa res (F) Loza de barro (F) c~ales se ~c1er;ondms~~emqs~!t~:t::~
Botones 1 t 1 oliticas aranc elari as en vigen cia e
1' AJbaiiileria (Fi 3 :s:~ ~::~ p~~:: .~~ ~82::a~orecían a los estan
ciero s y salad erista s antes que a

140
¡
l 141
la prov inci a como un todo_ No

cost os de vida y de prociucción
que- el prec io del nac iona lism
te eYidencia de oue Ros as tuvi
esta ba disp uest o a arri esg ar
y perj udic ar así al sect or exp
o econ ómi co fuer a digno de
aum ento s de los
orta dor ; no crei a
ser pagado. No exis -
1 "'u l br;t ánic o nar a que il4~usAt· rara
~
. a'el libr e com erci o .., ,..,u n ,~i el
CJ.OS
L •

el pod er de com pra d e Jos


· ·" ,
"" con
.
al crob1er'10 de Bueno"- ·Aires sob re los benefi-
, su ,. lb· 'ta·n1·co es~aba más preo
r,
sum ido -esa uec o n -¡0.:>- a~an
" .
c""l"
cup aa·o
· ,-
S v m- s1au 1e-
eon - con ~
• _'"18 caíc.t" de :';a aema
era un oro gra ma indu stria l - -
, · _ "" de Droducrns -,onta •.• ••
nóm ica de larg o Plazo par a la o una poli tica eco- a con el bloaueo tran . mco s
ces , _: · ' .n.... .c. ·• . .
Arg
y. a ve,'.~es. el prag mat ism o nas entJ.ña. Per o no esta ba atad o a los prin cipi os ~ , rior es',- la atri buía a la -: , _- a la m,e,.. -
aba al frc.ut<:;. Asi como esta ba supe ~ - de los mil itar es v ,::.on sc~1pcwn p~r, 7' , "';. , ,1•2. con Bo 11v1a , las P0-
tene r las estr uctu ras e 1me iese deci dido a man • "ores pc1g as los pr,;;stamos ror ~ªªº" ·
s dom inan tes de la eco nom ía ··
llab a tam bién disn uest o a resc arge ntín a, se ha-
mía . de modo que :en el mom
prot ecci ón.
E:n la ley de adu ana del 18 cte
atar a las part icul ares víct ima
ento opo rtun ;, teni a GIJ cue nta
s de esa econo-
las nec esid ade s de ~[;~ ~;~:~!~i:eEFatlf;{{;~~!}{1{{~i~li;1!:ii;flif;:l~1}f;~~:~f:~,;~;.
t;-r1;':' ,~;-~1f ~uer ra con Boli via y sus
0

en 1236; Ros as intr odu jo una


dici emb re de 1835 (es dec ir,
par a apli caci ón oeol_(\. a¿;
lam ma , : •"- dem~nd~
1c,
~
lam~n.~Zt_•J.ie~ ;co~
de urod ucto s bntam:?ºs ~a t_';ru.c ,;~ad¿~- superior_es _ha d.ec1ina•
: ~a·a~"'
Par tíen do de un imo ues to bási
tabl a.ar anc elar ia sign ific ativ
ame nte elev ada . 1 de t6m er que si.2.a de<:.'. :Hnan o ,as . " se ha:,-;a resu tmd o otra ve7.
co de inrn orta ción del diec isie ~: ;:~ :{: t~a~~~iJae:d en tas PrÜv 44
cifr as aum enta ban ·pa:ra dar te por ciento, las incia s.
may or prÜtección a los prod
bles, has ta alca nza r un pun to ucto s más vuln era- , - . - ,., " aron con calm a ante la ley
de abs olut a proh ibíc ión. Las Si bien los or1tamcos reac._i.., de adu a~~ s d~
tale s, como el acer o, el lató imp orta cion es vi- o, . anto a par te de su c.on
n, carb ón y her ram ient as agrí ~:::'
18._,.,~,.,.s cier to aue exis tían ante ceo ente tc-n1ao. ~s
imp uest o del cinco por cien to. colas pag aba n UL " • s en ~a"c, ·o·r ·una vue lta de tu. erca bac1a
El azú car, las beb idas y prod
ucto s alim enti cios real men te un hec ho que S~ -_-.ra-t·a O enn amn ov 1·
pag aba n el vein tícu atro por .
t
la prot ecci ón. una con ce SJOi l la mdu s rw. .naci ona l .v a Ja agri cult ura•
_ , º
cien to. El calz ado . rop as, mue
lico res, taba co, acei te y algu bles , vino s, cortac, n
"'-~ . .
nos arti cula s de cue ro pag aba
n el trei nta y cinco ,po r qué Jo hizo Ros as? ¿Cr ela 1
_re')a
,.,.nteauelaA.rcrentm apo dí aatl.Ille
. n,-
por ciento. La cerv eza. la.h arin i., ~~E: t , ,: .--.o nven ;ido de
a y las pap as, el cinc uen ta por
ciento_ Los som- tar su autosuficienc1":" en,.la~-.in"usr>·ia . :, ,aoc1 ._
• aue el pa1s po-
día redu cir su depenctem:1.:.1 '"':, ~ · (~ta cion es, resi stir ]a co11;pete_nc1'.""
brer os pag aba n trec e p<2.sos , ." e-r
cad a uno. Est aba proh ibid a .. -
gran núm ero de artí culo s, incl la imp orta ción de un ae_.as_;~p : s elev ado s: ¿ O
uido s los text iles y prod ucto s tran jera y tole rar los costos influyo en el cier ta
lla y otro s elem ento s de hier de cue ro; quín ca• .~e \ ,1d": :~a mó "el bien esta
ro y acer o; prod ucto s de.la mad reoc upa ción por lo qu~ un, ~1st r de las clas es me·
prec io local cayó_por deb ajo era Y: cua ndo el or~~ao men te peli gros o opo ners
de los cínc uen ta peso s por fane ~icis". a las cua les bao na 51 e'. De ac_uerdo
dec reto del 31 de ago sto de ga, el trigo .42 Por cto poli~Jca t::.b,. , perd iend o terr eno hac ia me-
1837, los aran cele s de 1835 sufr c o; esta inte rpre taci ón, el parn do ted_er~1-esm"oº11· ::.r su
men tos: se agre gó una sob reta iero n algu nos au- base soci al .. ''i]n a vez
sa d~l dos por cien to a las imp diad os de la déc a~a • · l330 v Il""''"-'S1taOa a
rnas . el part ido fede ral nece <. ----- v ovil lar y esta ba disp uest o a P~ gª r
tas al diez a diec isie te por cien orta cion es suje - ct~· ª ·
to, y una sob reca rga del cu_a ~1taba apo ._~f a; al libi--e mer
aqu ella s gue pag aba n el vein tro por cien to a cad o en el alta r ae la
ticu atro por ciento. Au,.'1que esto el prec io. Re. con odó que bab
t,an c.alclliados para elev ar los s aum ento s esta - , · · · ia qube sacn ;,, <>x•·J;,,,.,,...;;,. poli
ingr esos por 12 gue rra boli vian con ven ienc iapo unc .,_ - , ~" 4.'i Sin em argo . •"'- ~- ,~~A-"'~·" 0 · tiea sOlo con duc e a
nua dos desp ués de ella y, en
la prác tica fort alec iero n la prot
a, fuer on conti-
nuevos inte rrog ante s. E; re.g~ . , . nía va.u na bas e sóll·ct a en 1· es+anc;~
de 1837 fue el últim o aum ento ecci ón. El ajus te ~en_ ~~ a •·, •~·
. • Qué dife renc ia polítíca pod ia · débil sect or indu stria l? ¿ Que
s1g~ ir:ca tnn ev,:
El acta aran cela ria de dici emb
re de 1835 füe una revi sión ante
e -nci . equ nosac: nec esn ana e.ª · r ovo de un inte rés min orit ario ': y
, cam bio de la polí tica trad icio s que un d e ª" ex1 stea en _ - " .. , .
nal Des de 1810 los suce sivo s aun si hab ía en Buenos .--:..ff _ un" ··~'' , •c:e iban abe nen ciar toa'oc
e,:, "c1 "Cia,se Rmec~t1a,, Tr--
e• .
1
inte ntad o soluclona:r las tres gob iern os hab ían . (_-~ -, .. ,_ _ _ , ·-...
-ing reso s adu ane ros. prin cipi
e.Yigencias en cua nto a sus polí
tica s aran cela rias sus miembros con .l a 1_e~· de aduana<: ae " osctS . vua. exp -
lica cwn al~er
, u<'- 1iVa
os de libr e com erci o y prot ecci . -~- ~ Con side .
ra a los aran ce1e s ae_ pro~~ ec-
utili za el argu men to cteJ nac1
tria - y :ma nten erla s en corr
ecta proporción. La polí tica ón a la indus-- on,:':1~.,;"0 .la Conf<>deración Arg
vo en cua nto a que redu cía la de 1835 fue algo nue - ción 1~omo un inte nto de dar enti na pian ead a
reai~ a '-'mornen;~ hom bre
tend enc ia hac ia el libr e mer en e~ Pac to :de 1831: Ros as,, de Bue nos Aires. ?.º-
ayu da pos itiv a a fas indu stri cad o y bus cab a dar ~as ta e;i~ nal er favo r de las
as mam úac ture ,as y agri cult men zó a actu ar como auw r:na "cla ses µop ular ;s· y
al hac erlo , dio un paso ade lant ura de sem brad os; d n4! Per o de ~Jila oolí.tiea ''nac
e pa:· a sati sfac er las dem and con tra los inte rese s e::,;:tran 10nal'- era_ae_es-
has ta el pun to de proh ibir la as prot ecci onis tas tros. la aveo ·ició n delo s ríos y el con
entr ada de gra n núm ero de per ar que incl ~ye se conces10 trol de
reac cion ó el may or socio com artí culo s. ¿ Cómo ness,obreell"1l~s de ""oue Ros as
erci al de la Arg enti na? El cón los imrr escs actuaneros,_ Y no estu vier a pen sand o
só que la Jey de adu ana s de 1835 sul brit ánic o pen - en es;. bab ia~ ~ ,. emr aba n en sus eálc ulos como
iba a estí rnul ar la indu stri a loca En cua nto a la~ _--clases pop
tura , y el gob iern o brit ánic o l y la agri cul- ares . n 0
no obje tó las nue vas esca las par te de la naci ón pollt1c~:
aum ento s de 1837 se con side aran cela rias : Los _ + Í' un texto expiicat.ivn
raro n más seri os, y Palm erst La ley pro piam ente mch.,_ no . pero e1 Dis curs o
on aco nsej ó al eón- "en a

142
143
del Gobernador a la Sala de.Representantes, en diciembre de 1835, dio-algu-
nas indicaciones sobre sus fundamentos. J
J
-- ...
º; 'Jducción
, aoso
. . ...,.,
de los numerosos ""r:_~cu.!OJ
,..ecargadosdederechos.
• . . ,. X enerecto,e
dela industria extranjera. que no han sidopc?rnbi:
_ 1comer-"io
-~ exterior
· crece ae un moco solmo Y

"Largo tiempo hacia que la agricultura y la naciente industria fabril del pais. se resen.
* perceptible·.
tian de-la falta rie protección, y que la clase media de nuestra pobla.ción, que por cortedad
de sus_ capitales, no puede entrar en empresas de ganaderia. carecia del gran estímulo al Por últ;mo. exphcaoa . , ae . nuevo que 1ª 1'ev~ de aduanas '·noac"ión
un-· fue unr-ec>pro-
acto de
raba de las urovmc1as 1 a -... • - ~ -
. ·.
trabaJo que producen las fundadas esperanzas de adquirir con él medios de descanso en ..
e noismo'', · - _, .
vqueBuenos.-.iresespe · •. ,e,, m· conc:ic::t•"'ndadees-
la ancianidad. y de fomente a sus hijos. El GoOiernoha tomado este asunto en considera-
c_1ón, y notando qrno fa_ agricultura _e industria <;.'{b:anjera impiden esas útiles esperanzas.
"' ~
ci evitando levantar ~arreras e
· ontra su comerc10 ·- .ucl.
,~.
·- - ~
. . mm: simule. que Rosas estaba
sm que por ello reportemos ventaJa en las foz·mas o calidad'' .47 tas afirmaciones pueae tener un~ :xpdnc~~~~:o q~"' no -había sido escrito por
· d 01•·scurso"orm~1aes er>: ,.,__, · ~
,:. ,· ~ar···
-
.oronunc1an
. --- -,O UD
- ":.:-_.-,;~~~o~u_e;"''
. " ····e IlO '-,Vl'l
\._.i;;.l.j<l.J.
;r<oas O sus pO~ltlC3.S.
... ,..,~""" ' 1
En otras palabras. sin comprometer la hegemonía de los estancieros Ro- él smo pm ct_¡g-unos iunc1~n w..,, ::i-u._,.,,.. ia de que Rosas buscaba honesrnm_ente
sas se proponía asegurar el biCnesta;-- de los_ sectores menos privilegiados; cna explic. acion alternan va pueae ..,,~• " t -nc;eros" "rt1aderistas. oero tam-
mientras mamenia la economía existente, tomó las medidas para ayudar a -¡ t ¡Ja"" 1os 0s a - • J .,., -
alao oara todos, especia mene '"ª -b : ,. oranJ·eros. Porque contínuó
sus vícti1nas_ tes: artesanos: o re.00 ~ ' -- -- d
'=' '
bién para los comercian ...
·
-v:., , t' l v ei ord·eñ babia beneficiado a to os,
Sin embargo, la ley de aduanas de diciembre de 13;35 no puede ser juzgada afirmando que la resta u,_ ac1?n ce a eJ : '"r" r-ico "'Il su pobreza, desde que
exclusivamente en términos de populísmo porteflo, porque sus fundamentos d l P ¡bres. ··cada uno se encuen, "'- • - ~ , . ,, , ,
incluven · 1o a os ¡· ( ne ºS· -uva v que- oueae . G1 ,·sooner• de cuanto anqmere . <.:n
sabe que ?que ie., '". ~. ·.. ~ - ,·
r

tampoco eran exclusivament~ sociales, Como el mismo Rosas lo explicaba, Ja erom.uvcaracte:ristico.Enesta~~a-
ley tenia un fuerte contenido inierprovinc:ial: si bien su propósito no era pro- DUnto de vista comp1aoente. ::,l~- d~~aa, den c:;cial existente. no ai camow.
Íabras, Rosas impnmrn su benmc10n a or ~
mover una poHticanacionaL sílo era lograr, por lo menos, que la política fede-
ral tuviera mayor credibilidad, dando protección tanto a las provincias como
a Buenos Aires, y constituia una invitación a las provincías para que adopta-
ran una politiéa de mayor co]ab'oración en sus propías tarifas aduaneras., 5
Pero no todas las provincias quedaron tranquilas, porque una resolución no
declarada de la ley de 1835 era que Buenos A.ires segufa controlando la aduana . - , , l8'"-l5 c:e hallaban leios de ser
Los efecto_s de lo~ ar~nce.t~\de pro~:~~i~n ~l=-ent:~ente.'los agricultores.
y ejercía aún hegemonía sobre 1a política económica de la Confederación. En claros. Los primeros en oenef1c,arse e te.l ~ psat;shcción de 1os cultivadores
consecuencia. Rosas tuvo que justificar su posición y, en particular, explicar · d l ,;; anos: meJoraron. an . •ª .,_, ~ . .,
Los prec10s _e os ,,,r - \.. ·. d 1interior· hubo cierta diversif1cac10n yun
por qué la yerba mate y el tabaco de Corrientes pagaban en Buenos Aires los de la provinea de Bu~n~s J rr~~~ci~;_,_ de,trig~. maiz Y hortalizas hast~ 18~0 y
misrnos.ímpuestos que los de origen paraguayo, y por qué existia un derecho; aumento c_onstante eA~-ª _Pr?, ~ , s realizaron exportaciones de tr:1g~. na-
de importación sobre los cigarros del veinte por ciento, igualmente en detri- aún despues. Entre 18.:,;:, ~ lS. . BhaSía _:;. n~ suirien,..o la falta de conaic10ncs
mento del producto de Corrientes_ Escribió aJ gobernador correntfao que la rina Ymaf~. 50?eroJa a_gncu1tu;& é011ur~:ta~. in al:unos aúos. los altos pre-
discriminación entre los productos de su provincia y los paraguayos provoca-
rían el contrabando: "Por lo que hace a los cigarros, tuve la fuerte considera-
estables Y los p1:ec19s de los g!ª~ºi.:,c~
tales niveleS que
indicaban una esca-
cios eran un est1muio, en otr~_~, _su : la agricultura una nrotección agregada.
ción de que en esta provincia hay mue.has mujeres pobres que viven de esta sez de oferta. ~os bloqueo_s °:l~ron a eridi.entar~n una verdadera escasez. En
clase de industria." Había factores de compensación en otras partes del siste-
ma arancelario que favorecían a las provincias contra Buenos A..ires: un
per? e.ntonce~ 10s C?~s~~l~~r;s
los tiltrmos anosde1ade~ada e_ -"
::fo
todavi~a se importaba harína nortea:11-e-
d ctor<>sdeharinadeBuenosiUres
ejemplo era la prohibición de importar ponchos extranjeros, que eran noto-
riamente más baratos para el consumidor porteii:o que el artículo manufactu-
ricana. En años buenos. como
pudieron aba~t_ecer el ~erca.
8 15
0
J ~º· ,
.º.1 pr~s~one/~demás de cierta cantidad
,oc: ;. se~brados habría de encontrars~ en-
rado en las provincias (un treinta a un cuarenr.a.por ciento)_ 48
Posteriormente_ después de haberse producido el aumento de los ar anee.
para exportac1c_Jn; per:~ ª
1
.~~lc~!ur r 1; tierra, debido a la creciente cr1a de
tonces con otro aesano p,:1_ra º?te~er de vino v coflac del interior. incapaces
les, Rosas declaró en su discurso de enero de 1837: ovejas. l.\1lentras tanto: los proau_c o;es o d;seando hacerlo-no pudieron
de meiorar la calidad de sus proauc os--0 n ..
__ d 1, medido.s de proteccion.
"Las modificaciones hechas en la ley de aduana. a favor de la agricultura e industria.
han emnezado a hacersemír su benéfica influencia ... Los talleres de los artesanos se han
• .,
salír de la depres10n, a J:'bar t ~ '~f
ales a la protección fue lenta y débil. Al-
poblad.¿ de jóvenes. que con :a vigilancia de la policía han dejado de moiestar el tránsito La respuesta de las m,d~s nas oc ue las tarifas arancelarias eran demq.~
de las calles. y debe esperarse que el bienestar de estas ciases aumente con usura la in- aunes críticos alegaban rap1~amente q d Buenos ~ires uno de los grupos dt
;iado bajas. Losfabricantesaezapatos, e · · '

144
145
-
artes anos m~s numer?~os en 1836,. al~.garo~
dei:echos,;d.e !lTiportac1on n? constltu1a prore
~a pr?himci_on total para 1:1-~
mdas ae capit al, la reducc1on de] tiemp
- ~'-- L
p1_~º· as _queJ· as eran pro b~o
- ¡emen

la impo rtaci ón de zapa ws era sóio


o
qu~ el tr:in ta y cinco por ciento d
cc1ó~ aaec uada , y que ~olam~n_t
portar_calzad~ rocrr!ª ?eten er :as creei e?t:5
ae traba
-
Jo, los cierr
· t· ·
BX1St1a una 1men sa comp etenc ia extra te exag eraa~ s: s1 1~ er_a cierto qu&¡"' los ·or
nJera en el mvel super 10r nel merc ado,¡
límit ada, y Buenos Aires expo rtaba
ma}m ente calza~o_de íabrí ~a:ió n local
u"~
es y er aesem-1 mo ,--~-
i
saba esé·asez y elevación de precio~, aume
dél pueblo. Por lo tanto, Rosas !Dandono
per _ ª;;r las índu stria s nacio nales

UüJill 05
medi ante
anos de su régim en, los estan ciero s
servi dos, mien tras que los artes
me) ole<:: exist entes . Los estan ciero
nor-:J a.ran c; ~se~to res las cons ecue ncias
·_
an,os
:1t~n?o el costo ~e "'.)d+a p~ra 1~
n_uev
tac!ta~ent~. e.1:n:enc? ,d~ ?r~r

t,ema
as :..arnas ce _P~ 0 ~ecc:~n _3 ;, ~- 1
·
Y cons umw o, es esv., ·ne,. o:
n qu_,"'..con~"
, l--~''nt~,--
~;?ie cor:
s prooa biem enr.e naoia n ::,UL 10 ?. ,.1-no .
n ~ 10~
,s
05 de los bloqueos, po:qu e ellos poma~--~c
1os. argum em.o s ae1. secto r mau stnal a_las otr~s prov íncia s. ~e :11aner~ 9ue:¡ ~u~~~ v mult iplic ar sus rebai u-
no 1mnr es1on aron d·. emas 1aao al fDtHer.--z.· ios, mi~r:i~ras e~pe ra~:: ...1::;,~p~r.~~~~-
no_. Y de cualq uier !0rm a, pron to hubo m _, ~-... .,-~,,· :,e,f e~:
otr;!s presi ones so ore su polít ica~econ · rner,_;;¡vc:.u'--'-";or.· v ª'"lq
- ue la nrnd.'J.t:c1or, de t.eJ.s.s ds ~,;:;.uo. ,-,vu~~
m1c2.. o-j: ""
de la comp ete;c ia extra ~
· ·
SUH u ~O:;, e_,_e"'
-
t·º 5 ;ón vara la lana virge n.njera ae ex~o~L~c:°,~ enex
., habia ya un mere.acto ·
El prim er bloqueo franc és comenzó - ,., :' -
en marz o de 1838, y casi. cie mme diato Lueg o, una vez que el bl?q~eo quec,?
provoco una grav e escas ez de abas tecim 3 pans~du)o un brev e pero agud o aume L kDLCi~~'
iento s en Buenos Arres. produ ciend o~ mo de la dem anat oe ar~icuws de con::.~,·
así, en la prác tica, un exce so de prote se p: porta dos. Este perio do prom o qued
cción . Por decre to del 28 de :;nayo, Rosa ó_sup erado a raíz de una prolo ngaa a
reduj o en un_tercio todos los derec.hos s _j ~o•~~ s-eauía aue e alisó una seria
depre sión en el. '?e_rcado, Ypo~_un abarr
a los extra nJero s. a una ruptu ra del
de impo naci? n, con el obje~o_de indu_
bloqu eo y contm uar las prov1s1ones.
citj ~fen to ! de imPo rtaci ones que excedía?- la capacH1,aa
_de-~bsorcion. Pero en
~-
vez levan tado el oloqueo (29 de octub Una-.¡ -~ la pren sa de Rosa s pretendía v~r
re de 1840), los aranc eles retor naro nª:~ 1 51 signos_ cte ~_eJ,ora. 0~ .embargo,, 10 Í)u~
sus nivel es de prote cción , y eso duró ería signí ficar como·mejora erara cap.a
Rosa s decid ió perm für la entra da de
b1dos, "par a que se prov ea al ejérc ito
un año. Pero el 31 de dicie mbre de 184L~
todos los prod uctos anter iorm ente prohi

- a~ ~ria" '.
¡~.
mpor tacio nes extra njera s y la capa
c1.daa ae1 merc aao pa_ra ª~:s~r ~~
cidaa del secto r expo rtacto r Pª r '" 50 -
y la pobla cion deun os artíc ulos oueh
escas eado enter amen te" .52 Esto s inclu an:; ven ' ~-
lata, rued as para vehíc ulos y algunos
ían las manu factu ras de hierr o hoja
textiles, aunq ue fuero n grav ados con un
-)Y
impu esto del trein ta y nuev e por cient
o, que tenía el propó sito de aum enta r
t
ingre sos e impe dir que resul taran dema los }
siado favor ecido s en la comp etenc ia
con la indu stria local. Este apar tami
ento de la ley de 183\5. sugie re que la
f
tecci ón o el bloqu eo, o una combinaci.ón pro- ;
de ambo s, había redu cido dehe chol as
impo rtaci ones , pero la indu stria local '.'.
no podi a prod ucir como para evita r las
cons iguie ntes escas eces. Éste fue el final
de la prohi bició n de impo rtaci ones .
1
En 1845, cuan do los britá nicos \" 1os frane ~ ºs ;,..,.,,. ,.,,-h,~ ;~nes c·xtran¡· eras
eses- bloau earon Buen os Aires por se- L ,...,.,u conti nuar on buscan.do el mexc ado <le
gund a vez. Rosa s tuvo que modi ficar 't nos Aires l/V~~ ,.,.,._. cv..
otra vez los "aranceles para reduc irlos . Los o.rticu1os de algod.on, que c?ns,.uü~a d' BU.e"
·r""
los-d erech os de impo rtaci ón bajar on , y f_
,.,fon n el grueso_ e ias~expu ,.~"";
en un lerclo . Hubo un flujo de impo rtas es britá rücas hacrn la Arge ntina . creci eron ae un
cione s a travé s del bloqu eo, y los _prod ~illo nes ocho cient as mil yard ~s entre promedIO anua l ~e me~
uetos iocal es sufri eron ias conse cuen -
cias. Los texti}es de Córdoba, por ejem
entre 1844 y 1846. y se prod ujo un vuelc
a iana virgen_ El bloqu eo franc és qued
plo, sopo rtaro n una brusc a decli nació
o en la econ omía provi ncial . de texti les
ó levan tado en 1848, y sólo enton ces
n
seisc ienta s mil en 1849; las seda s. de
cient os trein ta y un mil cuatr ocien to~
de tresc iento s Cinc uenta y tres mil se1sc1emo
~=
182.2 y 182~5, a cu~ren_ra Y sels -~ll!one_~
ochenca Y ":°es m~i se~_ema 8º~ "'. dos
o~he nta Y cinco p:sos , la lo~~, d~\b~ rro:
naliz ó la reduc ción de los aranc eles en fi- tecie ntos rniJ.54 A los britá nicos pare s ocb.e;:-ta Ycuatr ~ ~ un mLl~~ ~:
un terci o y éstos volvieron a sus nivel es
norm ales. Eran los derec hos de prote
cción estab lecid os en J835, aunq ue en bla aran celar ia ni Jos bloqueos. Cuan
cía no obstacunzar_l_os ~e?1?~m,en~e la
do Char les Man snelc visito 01 Rlo, de,
"ª,:
ese mom ento habí an pasa do a ser ooco Plata entre 1852 y 1853, viaja ba cor_no publi l~
más que una. form alida d, solam ente cidad ambu
útiles para obten er ingre sos. · · britá nicos : su ponc ho de algod ón bla_nco, comp rado lant~ para lo: ar~;~ 10~
¿Qué opcio nes tenía Rosa s? El empo fecci onad o en~ Man ches ter; sus espu en Cor~ 1entes, e::.ta~,_, con
bredm iení. o dela prov incia , comb i- elas e1e~tr-o-plar::aaas., eomp raoa s
nado con la depre ciaci ón de la mone Buen os Aires , habia.n sido fabri cada en
da y la pérd ida de pode r adqu isitiv o s en Birmmgba:m.~" , _
peso pape l babi a perdi do en 1850 más -el Entonces, · cómo respondía a la prote . ~," R=a
dela mira d de su valor oro de 1835 -inhi cción la P!octucc10n nac1ona.t · ·"""
bia el desa rroll o indu stria l pues se había - ineap az de aJ)r~ vech ar la opor tunid ad.
reduc ido el merc ado para 1a pro- Una simp le iey, .natu ralm ente. ?~ po-
ducc ión local. De modo que la tabla aran dfa. por si mism a prov ocar un carnb i~
celar ia. aun cti.ando era eíect iva, sólo es~ruc~ural o reasi gna: r~cur s~s ~el:'tr'-~
de ]a econ omía . Una polít ica ar.anc-212-.
rrn solam ente no podia aar a•ª mctu-
146
1 147
. _
tria local la infraestructura
d
.
neces.aria para el desarrollo, ysu efectividad qu.e
f
r···- , _,
poco anorr~ 0 a.C:Irnllf·acióndecaoitalesoarainversionesíueradelsectorpas-
-d ,· - de consumo v suntuaríos utilizaban
daba contrarresta a por otros acrores. E nunpa1s · cte tangranaesmstanc1a
· ··
y medios de transporte tan primitivos, el costo del flete era extremadament~¡
allo. De manera que los productos de]as provincjas estaban gravados conpeJ
· tora¡- L~s ª 1mporac1ones
f
gran parte el c:p1~~a.1 exc~~~ro:
".~ . e ar
t 1cu105 -
delocontrariopodríahabersidomvertl-
¿~~~nsumo oara el ::nercado calificado com-
do. Los teX~\185.-",~1.._rocsu~~a ,. . .... ,emo delas Jmpor:aciones totales de Buenos
. .

sados costos de transporte aw: ames de que llegaran a enfrentar la competenj


~ - d o-._;-
prendían ma~ ~_e1 -...1n _e -'"d 0 ti.":' •"' ~ a·e - .. , mientras oue las materias pri-
. d eiosprec1osmternac1ona
c1a · · · · · ¡es ene ¡•· 'R''
mora... · -
..:.,;nechorueque lam· d uscna -
A~res, · 1 ~ . . "·
en'o~uh,mosanos .
ew.dec_,,a"'
. 130 0 sumaban• menos ae
, ¡- hoj~lata

uno por
méstíca no aprovechó las ventajas de la protección otorgada por ley ni las del~ mas indu 5 t~·1a_les: ~,º1'.1. 0 e.i 1·:!e:ro ) d~r•,:-,ió;. reducida. de una tecnología 1 inie-
bloque? francés, y no desarrollo suficí.ente resistencia contra la competencia¡ ciento. cru::,".,~~~~:~~~~~~;f;,~~~c;t,ias artesanales !oca!es.58 Si el ca pita i
extranJera. Y s1 este fue el caso con las empresas exrstentes, era au."J. menos: rwr e,...... p,.e.v u ....ca . ., -,ft '"'snec;alización \' el waba10; eran muy
oro. •oabJe
· - q. ue se mi:emara
- , . · eJ cap1ta.
· ¡ en·," en:. e sca"'o .:: , otro . .tamo ' ocurna . con " ,,. . o· apre.n d.izaJe
· "'Uº"ª ic.,•noloo"ia
-- ·
~ maustna ~ cierto
crear otras nuevas o aue se arnesgara d ·,.;,.,;;'Y\ ,1.,

la ·
cuando estaba mas. ·
seguro en la · •
tierra. Lo · 1 · "·
es q_ue ,.a muus-¡: po~a"'.. lMs ':" . p-~"
',;;;, 1"'i~, 0 nes oara 12. a qu1..,iS---'-V" ,_.,._... ~, -~~-
' _;: ~;~,,¡ ,,,, c::t, culo era :al vez el mercado. :VD.emras ias : •

inaustnaL Per? e_l Pi.H1'-"P'"' . "~~ ªd la población no uodia comprar; los bajos
0

rria no se expandió: mantuvo su característica artesanal y su limitada exten- ¡


, , ~ Mlta~ no 1nvertlan e11esco e . • " ~
sión. .
La protección significó dar respiración artificial al sector más débil de 1a·;
cJa!e: "s v ;a c;pacidad ~douisiiiva iimitada impedían que
mg~.e~o · ., d ·
bs
·ct f "ap~z de e·ear v sostener una maustnanac10na1.
m~sas rnrm~-
. . . ul , 1 . f p d
economia, mientras estrang aoa a mas uerte. ocos agra ecenan por eso:, , r . , · bí"
a..., un mer"ah' o consum1
cier'"o o " _a de la población urbana. sus neces1·cta a·e, . -
cr(>..cinli"'nto i •

~
a un gobierno. El mismo Rosas parece haber perdido ia fe en la protección, "j Ali.nque ~ c. i " " ~ "m"a.cio·n de ;moortaciones v manufacturas artesa- 00

aunque formalmente no la abandonó. Y después de dieciséis años de altas ta- ,J d!•~ n cubrrr"e 00n una. comu , • , · -
Esto; h;chos no deben sorprender: la naturaleza, y no lapo me~, _ucie- ~ · ¡·· ¡ · ·
riias aduaneras, con listas de prohibicioneS totales durante seis años, ¿que? na1es. . . ·~ N: el i:;,-+ado n; la economía estarían suficiente-
podíad mostrar lal industria? En el debate de 1853 sobre la ley de aduanas, un f ronª la,!U"gentlilnaad· c:)~oºmªo""p·a1,.~ gp-;~~ar u;é; m~derna industria manufactu ·
año espués de a caiáa áe Rosas, resultaba claro que el protecc10nismo esta- ·· m•ente
;; _
cesarro
hasta despues0 de ;:, ~la- décaua de 1810.
¿.~ -· ·_
. ..
0
ba a la defensiva y que las fuerzas decisivas de la economía no eran los artesa- • ªL·o~ oroapizadores de In Gran Exposición del Palac10 de Cnstal, en Lo~-
v~

nos sino los estancieros, exportadÜres y comerciantes. Hasi:a un ex rosista, ::, 0 • tr · a-,,- ~ nsuhdos a qu rpqm-
1, invitaron a las legaciones ex ... anJer ::,. : '- 0 • "' de a~0~.1!:~d-~s-
cotno Lorenzo Torres, criticaba e_1 a:qterior prote<,:cfonismo declarando que / es en 185
era inútil para la economía, costoso para el consumidor y complaciente con
~~rera·n
, ~,
- 13
colaboración de sus gobierno.s para reu~ir produet~s
t 1
en Lanares es--.,.11J10 a
fuerza JaboraL y aseguraba que nohabfahecho nada par-a promover el crecí- :~-ias naciÓnales . .:\1:anuel
_,,superio;es·en Buenos Moreno. Aires. c,onministro argen m Oque con ianza:
más esperanzas _ · <..--
miento ni la calidad en la industria: "el resultado era queexistian hoy los mis- w
0 1
mos talleres que antes. Que no había tales fábricas en nuestro país, sino sola-
mente talleres, los más de los que se hallaban sin haber progresado un ápi- · ~ ·· ., , ,-r eruninterPsennuestrooaisen-concurrir
56 .. Aunque~ _prime~a vis~a l_::.?:':.1:c~:~.~-~~t-':.\~nales ,.-;roductos de .industria. hay no
ce. " Esta era también la opinión delos observadores extranjeros. Martín de a_esta exhibic10n po_r ,al_ta pe mauu:~'"~;0~;e~~;';ume;o.~aue pudieran ser :-emitidos can
Moussy, al escríbir pocos años después de la caída de Rosas, observaba que oostame algunas labores, m_e_n q~.e ~ ,· ·-;d~s de rórdoÓa ponchos de cierta clase, es-
"La industria. por io menos como la entendemos en Europa, ha hecho muy mucno beneiic10 ~om_o son a.t1~m~;~s º~:f',,~
oara :ntes las' chimeneas proveniente~ ~e
pecialmente de vtcuna_,_ ~lfoY-Qor.,~ _e P _~- b as de encaje v otros trabajos que qmzas
poco progreso en el Plata ... Es más económico, generalmente, comprar ar-
Parngones, ~lgunos t,eJ~aos cte Cornen~es. º., ~an venido aqÜi algunas veces en man!!. de
tículos importados extranjeros, a pesar de los elevados derechos aduaneros existen y yo ignoro.'\-ª: 1?S de_ eS tos_ ar~-~ulo~ e ciE: esTieculacfon ,, puedo asegurar a V.S.
que deben pagar, que los producidos en el país. " 57 La ley de 1853 de hecho re- individuos mas como 00 Jeto ae ªt:~:?sid~d ,1~..,
,,_~ h,, intrmi11cid0 en Londres el uso del
dujo 1a protección a la industria, bajando el impuesto más elevado al veinte qw.o lian sido admirados. En e~te 1~ c1mc: lll'. • 0 11
d~n-d~-~; ~~;;;; , :
fabricados en Tngfate-
poncho por la calle o pa~a vi_a,iar: .dny t1en_:1as . le entre la ju,;entud. aunque inferiores
por ciento, pero la mantuvo para la .agricultura:por lo menos para el trigo, el rravnuededecirsequena:;ictom~ ª-fl:~.:ormcn •ct ,,,e
maíz y la harina. a ioS de nuestro país er. su tejido, aurabihnad y en sus co1on os.
Había muchos obstáculos para el crecimiento industrial en la il...rgentina.
y la política de Rosas era sólo parte de la situación económica de Ja época. La d tos a'e l•,c; artesanias tradicionales no bastaban para caus~r
Lo~p-.. ouc.
en Buenos "'-~ .. ,. Jl·d·qu"'h"b·~
propensión hacia una economía pastoral orientada a la exportación reflejaba · ·
entusiasmo • ·-s 1·res"•v las opíniones br1tamcas eran a • te' te' 1 ct ict
tanto las condiciones económicas e.orno la estructura social. Sin duda. un muy pocas probabilidades de participar:
próspero sector exportador promovía el crecimiento del ingreso y el aumento
1 , • •· · 1" s inveneiones mecánicas son desco~od~as en
n ,
de la demanda interna. Pero esto no aumentaba necesariamente el mercado Casi puede decir:se q_ue ,a ,!iaqmnan~) '~, ~I uierfinalidad. Los únicos artícuwsnc rna•
interno. Los grupos más altos preferían las manufacturas imp.ortadas, Había , este oais. tanreauc1do es .su empl,eo_par:a cu« Q_ ... B"etaña- son un molíno a vapor para
quin.3.ria que·flay en el pais -Y ~aoncaaos en \.i-1 an . .

148
¡1
149
1
mol:_r tri~o Y un~ ciocena de tinajas a va or ca . , ~ ,
f·¡;
:ml:e, tas .. Los arti.culos manufaetur d l._ - ~a obienei gn.s" ae los huesos v. reses
u5t r~trvos de los resultados producidoS por er
traoajo humano sobre las ~áterias ª r~s,.
la .Pº?lac1ó:1_p:reüere c:.sisín
mas ,r:s1gn111cames. w
exce"'cf¿~:~!
_¡.,
~¿ura}(-S, so~ de. extensión muy limitada. v
u s i:,,.,, ext,anJera aun para los produci:oS

El secto:r industrial no era io suficienr ,, ; , ~- . !


como para constítuir una b"s d epoder . _ ~em__,nte ,~por,"-11te m numeroso¡·
, "'e YRos-sno "eruan ·· , de satisfa- f

e;e:no o cultiYarlo · Si lo mzo. ': "- " ,eces1ctaa
. . , ~
temporar1 amente p _esr..::ion persi- j ,.-,,T-..Trn -r,-rr.--rT
guiendo u11a politi('a social Óreferi.--1~ : ____ ~~-··'. _, arece ~aoer
L}-i.r' l l ULU Y
atr:is la econom'a prevaleciEcn~e v uc;;, 1-1•1.1 .,_ dY u.uar a qmenes habiá deiado i
gemonía de la e;tancia. No i~::e;ceI? c!_ón a la r;%1a general. li
exi~tf; he-i
emerger. oentm"'- alternat-1va y aún no podía í

l
;i
li Rosas
Leviatán

dividió a sociedad entre aquellos que mandaban y aquellos que obe-


la
dec1an. El orden lo obsesionab a, y la Virtud que más admiraba en una persona
era la suboniinac ión. Sus opinio'nes sobre la historia argentina reflejaban
esas simples ideas. Veía a la Revolucicin de Mayo de 1810 corno un mal necesa--
,f rio; había dado la independe ncia a la Argentina. per_o dejando un vacío en el
l aue prevalecía el desorden y reinaba la violencia. El mismo babia salido a
iescaiar ei pa1s del caos en i.829: entonces se vio por fin que la teoría era UJJa
! ilusión, la democraci a una utopía y la libertad una forma de esclavitud . El es-
¡ tanciero que había dado detallad~s iilstrucciones a sus capataces para esta-
quear a sus peones al sol se convi:,tió e9-_ el gobernador que incitaba a sus
1 jueces de paz y colmaba la capacidad de ias cárceles. En lugar de una constitu~
-;¡ ción pidió un autoritaris mo total, y en Í835 justificó la posesión de "un poder
sin límites" como vital para suprimir la anarquía: "He cuidado de no hacer
otro uso que el muy preciso con relación al orden y tranquilida d general del
pais'" : Mucho después, en Southampt on, declaró que se había hecho cargo dé.
un país anárquico, dividido, desintegra do. a1Tuinado e inestable, "un infierno
en miniatura' ', y hecho de él un lugar adecuado para vivir. "Para mf. ideal e1
de gobierno feliz seria el autócrata paternal, inteligente , desínteres ado e infa-
tigable ... he admirado siempre a los dictadores autócratas que han. sido los
primeros servidores de sus pueblos."~ Pero lo que Rosas veía como·UIJ bene-
volente despotismo, er:a cafüicado por otros argentinos como una despiadad a
tiranía.
Si había algo para Rosas más detestable que la democraci 2.. era el libera-
lismo. La razón por la que odiaba a los unitarios no consistia en que ellos que-
rían una Argentina unida, sino que eran liberales que eceían en los valores se-
culares del humanism o y del progreso. Los identificab a como francmaso nes
e in:eJectuaJes, ··hombree, de ];;¡c, luce::; '- dt: los prim..:iµiu:-: . ~uu\·er:;1\·o~ yue so-

150
151
T-
onsabies en úÍ .
la bruta'°d
,
" tnn iército
.uaaenJ,
le guerra, la alianza de colegas estancieros, y los medios_ 1:ara recluta~ un
. de··peones,
..,
gauchos ,y vagos. En 1329, no sólo derroto
, ,.,, i
a sus enemigos
populares.
. ,nitanos, tammen demostro su nao1haad para controlar ,.uerzas
15 consti·tuc·
•~10nae 1 -··ct1 .. 1 b· ..
ve::dadero " d ,,. 1,j · ntonces exploto e ta_ manera ei miedo que_ os hom res sentian por la anar-
rtido vex re e:ª'1ouía. que pudo pedir y obtener~ el poder absoluto. Asi armado. procedió a to-
,. Dresos1.1:- t t l' l 5.parfüo es tata '1 -,al' . 1 •-. l ...
:ntralista \, est· b m,c.:r
1•e
,a posesmn o a ne n~ocrac1a. a pone2. e_ e_¡ercno
ivis;o ,:; • 1 Ta a¡de linea-. Con los principales medios de coercion en sus manos, t.ermmó su de-
828-;9°:;.Pº¿,1 icas[pendencia de las fuerzas irregulares de1 campo, Ya podían volver a casa. los
- ~us conse.~- . . · - sus .-ac1enaas.1os
h · - · ' r ,
""'"+n..::-~ ~'-
......, ,...,~v"i-a<-.,a n1e:r'
·lestanc1eros.a t.raoa.Ja:r . . ., - ~· 2aucnos- . a cumo,.1r · sus 'careas ae -oeo-
ática v una mav '#nes o a sernr en el c-¿erclto regular. Rosas eJerc1a en ese momento un monopo-
nte d~ C" ll,,-o-~lio de poder en un estado adecuado aA los imereses de los ganaderos y a una pri-
ampa ªY" . . - • -. di, " ,. '
del o-abinet ,, 6 yfrrnitrva economia de expor~ac10n_..-i. me iaa que e. popunsmo rer::-ocema, ,a
1

l. "Est . 1:,~· ~ versuasión _tomó su lugar; el control, la coerción y la propaganda se hicieron


;me ºl1Pfü ;:,~a-~ ;aracteríst1cas intrínsecas dei régimen. Se impuso un control político t_otal.
•· • d .· · t
··¡ En ese senn··ct o, e1ros1smo .
1
,. con ospnn"'
JloniaJ ,_- era un ~1as1co esponsmo, pero era un aespo 1smo
le v I - ~1: s_er co-g con u_na novedosa orgamzación y con su propio estilo. No se permitían lealta-
lin~/~n::"·· p_;r_o[ des rivales ni partidos alternativos. Un ~égimen que controlaba todos ios me-
, ª ser Urn-g dios de comunicación inculcaba en 1os cerebros los hombres un implacable ae
ocr~ ,, ,, _f adoctrinamient o. Se hizo de Rosas una gran figura 1íder, un gobierno uniper.-
·maª·c,a. eLede-¡ sonal, protector y padre de su gente, _mientras un moyimiento político :.1nico
en ª,º ~or ~u sej tomaba el lugar de la elección constitucional. Los activistas del partido en
¡ ' u:,: araec;r.l alianza con la policía aplicaban un sistemático terrorismo contra '·el enemigo
emociatas O1e•.¡" interior". La de_tecdón de disi~entes y la dest~uccíón ~e qui.enes eran_oposit;J-
~ ,1 .. . ~ ·" res comprometian gran parte de los recursos del Estaco,
mientras se nnpoma
0
~-~,t"entma Yhel t un sistema de conformidad aue ere; de carácter casi totalitario. Ls vaciiica-
.le : como se._ ª·l ción tenia ,::.u precio.
.,..,, - .-
, :re,\!1men
·
·
-· a Rosas 11egemoma · Buenos .-ires
· soore. :.· ·
-
· mas · ae·
, 0larevoluc10n-c
. , d t J1jSte A <110 awante
a~~:ºf, 0 1
eaa1 es .f veinte_años~ Pero no pudo aplicar la misma estraLegia para todo el :resto de la
·J;",..:: ~a iec.; Argentina. En las provincias del oeste veían a Rosas como
~
un caudillo aue ser-
"' ,. conseguir. -,ia '1ea]-
n "' .uuC1a llJO, • , ] ·
re a · ! via os mtcreses 1-oca.es 1 de .!)11enos A.
_ures: a u·1no era :an racJJ
11
Jenfue dos que~ tad de los hacendados y los servicios de sus peones. En el ínterior, el partído
estar , es,_ ue~os { federal tenía raíces económicas más débiles v una base social más estrecha:
atenc10n .;: #

eformasociat. /1: y en las zonas más remotas de la confederación no se podía aplicar de inme-
diato la dominación autocrática ní regular e] uso del terror. La pacificación
a manipular a del interior, por lo tanto, significaba la conquista del interior por parte de Bue-
.; enemigos de nos Aires.1° El feder.alismo daba paso al rosismo. Sin embarlto. esta solución
Mediante una · ·-
no se pudo aolicar a las provincias del litoraL donde la intcrvGnción ex~ran_ie- ·
!ha habilidad. I: ra. aliada con -
, los opositores locales, i'mpidió la hegemonía total de Buenos Ai-
;ses entre pa- ' de Rosas.
realidad, Ro- res Yfinalmente ambos inclinaron la balanza en comra
llzo que estas El advenimiento de Rosas al poder en 1829 fue considerado como una res•
:ituyó.por ro- tauración después del interregno del usurpador Lavalle. La Sala de Repre-
!,f sentantes aprobó con retroactividad todos los actos de su conducta política y
· militar ·como Comandante Generai de Campaña desde el 1º de diciembre de
' de recursos É 1828 hasta el S de diciembre de 1829, en que asumió como gobernador de Bue-
,s pertrechos
1
el
153
¡j
-a·
.
nos Aires dotado de poderes ext~aordíw · ~ 1 ,
Leyes .e Instimciones de la Prov~da de B~~~, :o dec:ar_o_ Restau:~?~r de 1~
.i'
r~l c~bio de ~e:~ió_n, sin emba:go, no-f_ue caus~do solam~nte ~or per-
0
tulos )' condecoraciones. n Por supu t ~ -~e ... , Yle otorgo·mversos t/1 _sonandaaes. La razon bas1ca era el coiapso deí federaJ_ismo en el mtenor, que
país, ni unidad social detrás de los v:~nº' n~ ~XlSb~ cohesión ideológica en ef amenazaba difundirse hacia el litoral y revertir las victorias de 1829. F.9.cundo
~a~rad~n estaba dirigida más a los LiJt:r:s acept~~os. pe manera que la re~ Quiroga llegó dramátlcamente a Buenos Aires el :: 1 de marzo de 1830,
;.5
"ªºª .poae:rosos grupos de intereses O :r ~ 5 q_u~ ~ ias iaeas. Rosas represel:l_i huyendo dei general Paz y los u!'Jtarios. Sin duda. Rosas expiot.ó estos hechos
9ue~1a.1.'1 paz :v seguridad y aue identiJ;\ .~s~ba~--1,~rl 0·: :: ~?mbres d? ne.goc10s, qu~ para excitar ei odio contra sus enemigos, pero la amenazc: en sí misma era su-
a~,·rª ",_
_ª" V .....
T r con la mnovación
' - . v 1lacainesrab"·d
<.<TI a OS"Oblernosum~""lOSdeR'
Á, ,.,· . """ . . cVa:' fic1entemente
' ' reru' y. al. ponerse personalmente a la cabeza ae1
' ' fcaeransmo
' ,.

0 1
ava_1e
,., . ~:.,ª~
lto~~s ,1829-1332;• subordinó todo 8 la Jp\c '-'" ,.,¡ ~~-~-•~rr:er_ ~o~ierno dcj intransigente, Rosas sólo respondía a las circunstancias. Retuvo los poderes
Ii:~0~;:s !~~s:; ii::~!~~:sa:~:\~:-: Aq:,~~n·~;~~~¡~'"~~;~:;~~~~ ;~;z:~"~;~~f.~~·i
fede 'd
ra1 urantela guerra ·de 1828-2g · - ~~S .... ,,,;,_,.,,,;1.ut:af1 DOOrec1aopori~
,lb"' ·t . , ·-.
~~t~:~it~~~=~¿:e~:~~:r
..,
arrestos arb1tranos,
, i« causa:
, • -
c!~fo:~~;~~t~~~;~t~:_n~~~~ ~~ :~tfi:ct~~
, •··
que la Sala cte Representantes se apresuro a crmcar.
1 0

fuerz~s .~e Rosas; a éstos los compe~;ó '-'-\:'Clenao c~~n bienes Yse::v~icios ~ 1a_s' pero los ministros A.TJchorena yBalcarce defendieron basándose en le. seguri-
d~s E:º?ucos. 12 Así fue como Rosas emr/r ~: p:omec1? .~ompensac10~ con roo . ~ dad pública. Desde ese momento en adelante estaban en conflicto dos alas po-
aamm1stración moderada. nom·oro· 31 ºepa, a:1 eTcon~illar, Ycomenzo con un¡¡"· Jíticas. el federalismo tradicional v el nuevo rosismo. En consecuencía, el nri-
b.1 ·· - , "" nera ·orna<: G ·ctO · · --' • · •
· erno Y_Relacio~es Exte~·iores. al ¡J"ene;al J;~- R ~ _-m munst_ro_ ~e Go-;; mer_gobierno de Rosas se transformó en una lucha ent::-e el gobernador y sw.
H
Guerra _Y~ al doctor Manuel J_' Garc; minis"To"'-~ am.on:~alca!:ce m1mstro def facción, que buscaban implantar una dictadura, y la Sala de Representantes.
1~30 Gwao fue designado comisionado ara;nt,ae ac:en "-·_Pero en niarzo de; que intentaba preservar el constitucionalismo federal. Y este confücto era
c10n' del· u,ruguay, s1endo· reemnlazado 'em r:o~ rno Para considera~ la
: , ~" constJ ,.tU:,--;,
acompana - do por otro auerne
" aun mas , entre Rosase¡ centra
, uro10ngaao,
, · li sta.
de 1332~ ror _el do~tor !omás Manuel d~
como su ora culo y Woodbine Parish co
:4. n~~~~:::;.>n:nt,~.
1
:~::~o¡
(~a!t~.~l 5_de que s,e negaba~ otorga[ u~a constitn.ci<1n,.y ios_:a1:1~1.110~ provin~ial:~, quienes
", _ ' quie.i no~as oesc. 101¡¡_:' querian que seles :reconocieran sus cterecnos . .t.:n JlLllO de 1330, e1 goo1erno pre-
ct;
y rnuy descuidado de la popularidad'. )J ~oh u:,~omb~-e car~cter violento_¡; sentó a ia asamblea una propuesta para que se le ampliaran 10s poderes ex-
dr~~, u,n ultrf católic~, un nacionalista q~e ~"a~~;'~~~; ~'"l i~na_ticL~ c~nse~vaJ tra?rdin,arios con~edidos por la ley deJ·5 de ~iciembre de 1829, y fonalec~r asi
tra.caao angio-a:rgentmo de 1s2 5 _ bia n.o5rraao nost1l aJ, la mctaciura. Mediante una ley nueva, sancionada el.'.:: de agosto, los pocteres
Esto marco la m1c1ac1on de una Dohtlca de..
~uesto a vengarse ae sus enemigos u!utarios L iac~1 ~rs cor. un gobierno ct1s
: otorgados al gobernador ya no quedaban limitados por la ·'necesídad" ni por
la obligación de rendir cuentas de su uso a la legislatura. Se le dieron ''faculta-
ruer?n obJeto de ataaues y el eJecutor ubl as pu JCacrnnes anüfederaies' des extraordinarias_'' "con toda la ampiitud'. para que "baga u_so de ellas se-
1 0

~ucnos eJempla::-es del Pampero, la Gaf<>ca ~ ~~ern_o ~n Plaza prmcma1; gunle dicten su ciencia y su conciencia." A partir de ese momento, cuando Ro-
cu[taaes extraord1na::-ias' s1gmflcaban ;e r(_ e.. can~! v E, Tiemvon...as 'fa- sas arrestaba y castigaba a sus opositores y supri_mía la libertad de prensa y
de P\ensa med1ante accwn eJecutiva in d ~~~~~ P~ª·t ~e;trmg1r la libertád JGs derechas individuales, no podía ser acusado ru debía rend:ir cuentas a na-
prohw10 la venta de l1bros e i]u-·•ra e~. vcO ,._.e 0 ue Octuore ac 1831 die
costum bres" Se auemaron pubi• "'" c10ne<:,. ~ contr - -
iiflOS a la re11g10n} buenas
·
. lCamefüe obr"'s de Vol -, 1
Pero en el transcurso de rn:n, Paz fue tomado prisionero y su liga militar
d e R acine Jum:amente con b,oJios · "'- ne: Vo ta1re v hasta quedó derr.otada. La victoría del foderalismo, no sólo en Buenos Aires sino
- 0 prores·am d -
ban la mas remota sospecha de aesnud - l ,. es y cua ros q_ue representa también en el interlor, produjo el efecto de ealmar la atmósfera política y de~
cens,n•a "'"l,f.~- .,.,,, "- e,. Pe, o el veraactero pron"s
•• -- pva~.t<-ct .C,L ¿:;, ae enero de 18 . . '} R - - .r--v ~ to e~~ ,la.~
.1. "- te.rmiiló una promesa de concluír conlas-f acciones. En 1832Anchorena dejó la
~10d1cos El cometa" El Clasií1cado;; E~o~as ~ecreto 1~ suspens1on aedos pe- administración, y otro tanto hizo García. El gobierno estaba en ese momento
constuman una &menaza para el o ) .Vuei o Tnouno sor:ire la oase de que formado por Vicente LOpez y Planes. José Maria Rojas y Patrón, Manuel Vi-
no un decreto de imprentas im. ornen v, a umon El 1º de febrero de 1832 cm . cente de Maza y Victorio García de Zúiüga. Estos eran hombres dignos y sen-
- Om"nao 1a ..
m1so expreso del gobierno antes Oe e;: bl oongac10:n ae obtener un per satos que signífícaban un retorno a la normalidad institucional. ¿Quería decir
Los dueno<:~ d<>..,~10 s exis"ºnte
• u::: ... <: t en1anqwnc ¡,a ·ecer cualquier diar10 o period'co ' esto que habían terminado los poderes extraordinarios? En los comienzos de
des en caso de falta eran se;eras e mas para cumolrrlo } las penalld,:,_ 1832_ Rosas tuvo conciencia de que la opí.PJón pública. tranquilizada por la paz
· , ' • onmer·a ,·ez se
depns10n segunda\e¿ el aoole·a 1~ - 1sciemospesosotresmese'-' y la seguridad, estaba en favor de la vuelta a la legalidad. Esto era contrario a
pertu:rbaaor de] oraen oubhco Desp~e;¿nm;ra tercera vez, castigo com0 su propia convicción de que e] país necesitaba un gobierno fuerte. A manera
tP amoraazada y se co~nrüo "n Sl eeStü la prensa auedo eíect 1\ amen de tác~ica, empezó a amenazar con su renuncia. La ofreció por primera vez a
~ mn1e vocero ae] gobierno ,
la asamblea el22 de enero de 1832, pero lo persuadieron para que la retirase. "5

154
155
~

Luego se vio que la táctica no era suficiente. El 11 de mavo de 1832. en e reagruparon en las cercanías y comenzaron a presionar sobre la ciudad
apertura de una nueva sesión del parlamento, Rosas devolvió las facuÍtad esde afuer:-a. Rosas estaba en la Campaiia del Desierto, cuyo ejército le pro-
[
extraordinarias, contra sus propios deseos< Durante los meses siguient orcionaba otra base de poder; tenia además en el campo el apoyo de los peo-
tuvo lu%ar una.p~olo1;·g. ada luch~ ~er~a) entre ~o_s~s y l_a asamblea. "El prü{ nes y ~oza.ba de u~a_decisiva influei:icia ~obre la ~ilicia rur~l: El movi1:Dfen:,o
greso ae est~ ~~nate . comentó ei Dlill1srro bntamco, ·'se ha caracterizada! de res1sienc1a ros1sta íue tomando unpmso y queoo convercrno en un smo a.J.. -
P.°,r un': ºP.?s1c1?n má~.de.cidida a l_as opiniones del gobierno y por una exprej mado de Bueno:s Aires. Dentro de 1a ciudad, la esposa de Ros;s, doña E~cA.r-
srnn mas llbre ae los mstmtos puntos de vista, tanto en la misma Sala com~ naclón. movilizó a sus partídaríos y preparó un enlace con las .J..Uerzas ros1stas
por parte del público, que las acostumbradas manifestaciones anteriores. "l~ aue estaba,,, afuera; tenfa confianza en que "deben esperarlos en fa Capital,
Rosas exigía una ''reforma" de la constitución con un sentido o.m:oritario. L~~ ' los esfuerzos que hacen por reunirse y componer una fuerza impone!.'l-
neg&tiva a uLedecer de la legislatura fue. ia razón por la cual Rosas repetida-~ _1s Rodeado y superado en su capacidad de maniobra, Balcarce renunció el
mente se rehusó a aceptar la _ reelección. Esto no era sirnolemente para ponerf 3decnoviernbre, y un día después eligieron gobernado!' a Juan José Viamonte.
su pr~cio. sino porque él creia sinceramente que el gobi~no_no po.dia funcio.f Si el gobierno de Baleare e había representado una inte:-vencion militar en 12
nar sm una mayor autoridad. y no quería ponerse en la situación de un gobier.; política, terminó en un triste fracaso, porque Rosas pudo convocar un apoyo
n?. fracasado. Tenía cierto apoyo en la asamblea. pero había mucha oposj.~ militar mucho más amplio que el eJército regularY1 ,
crnn. Algunos sostenían que ·'vivir constitucionalmente era una necesidad viJ El rosismo había demostr:.do que sus manipulaciones de lOS sectores po-
tal .de nuestra sociedad"; otr,os hacían una distinción entre las facultades con., ¡ ,1 \ares rurales y urbanos podía generar poder político. Con ese factor en s1_1
fendas para una emergencia y el otorgamiento de poderes dictatoriales perJ ":n cr, no tenía interés en volver a las mstituclones normales. De manera q,;,e
manentes a un hombre; y otros consideraban "alarmantes" las proouest"as vi y''ia1,Jonte, inclinado a los principios constitucionales, nW1ca tuvo una oporrn-
que era "muy 17
peligroso poner ej destino de un país en las manos de un sol~~ .Jidad. Su gobierno perdió p"restígio por los ineficaces intentos del doctor Gar-
hombre. " La votación dio por resultado que una mayoría se oponía al pro.f cfa para reformar las finanzas. Perdió elª?º~? d~ los. federn!:s c?1:servado-
yect?. Los argumentos usados por la oposición irritaron a Rosas, ]o mismo~ res, corno los A.nchorcna, por su política ec1es1astica llberal. r: se mzo sospe-
que la votaci~n. Y lo tomo como una afrema personal; éste fue un factor de[ choso ante los ojos de los estancieros rurales, quienes, junto ~(:n sus h?mbres,
peso en su recnazo a aceptar la reelección como oobe.,..nador f dieron a Rosas una base permanente de poder. Acosado v aislado. V1amonte
e L~ Salad~ Representa.ntes: en ~a sesión del 29,,,de n~vjembre de 18:32, acepJ renunció en junio de 1~34 ..El rit1:1,ªl polí~co ~mpezó de nue~?· La asamblea e~i~
,

to las ~acu~ta~es extraordinarias aevueltas por Rosas y expresó su !ITatitudÉ gió a Rosas gobernaaor, pero e1 lo rechazo porque pensaba que no se podia
~nte elhec110 de que ''durante el gobierno de Vuestra Excelencia, JaP;ovincia f, ejercer el cargo sín facultades extraordinarias, y más aún teniendo en cuenr:a
na alcanz~do la. fe~z _situacíón de vivir en tranquilidad bajo la autoridad de [ que Balcarce y Viamonte habían introducido en la administr_aClón elementos
sus leyes.· El 5 de diciembre de 1832 Rosas terminó su período de gobierno y la,I que no eran dignos de confianza. Se negó cuatro vece~. y entonces, doctor e!
Sala de Representantes procedió a elegir un nuevo gobernador. La asaníblea1 Maza,.presidente de la Sala de Representantes, fue propuesto Yacepto. Rosas
era tota_lment~ f~deral en su composición, de modo que, inevitablemente, se-~ pensó que podría controlar a !V:L:m1. pero, como tantas veces ocurre_, ~laza no
ria elegido un reaeral, ¿Pero quién? Ofrecieron de nuevo el gobierno a Rosas. t fue tan fácil de controlar una vez que estuvo enel poder. Rosas le qmto su apo-
y otra vez lo rechazó. Por lo tanto, el 12 de diciembre, eligieron al general t yo, y pareció inevitable 1a cíclica repetición del conflicto.
Juan Ramón Balcarce, a quien se veía como el más cer9ano a Rosas desde el f Rosas no se limitó a rechazar la gobernación, renunció además como Co-
pumo_ de vista político Y que tenía, de hecho, su aprobación; la continuidad~ mandante de Campana (14 de julio de 18:H), fundamentando su decisión en la
también se lograba con dos ministros rosistas, el doctor Maza v García Zúfü. \ mala salud y la necesidad de atender sus descuidadas haciendas. Era~?- cono•
ga. La sali~a de Ro.5.as, ~in embargo, dejó un vacío de poder en e'i que podía ge.-! cimiento general -Y así lo decian_ los obse:vado:es políticos- que su retiro
nerarse la mestab1lldaa, El sector liberal del partido Íederal ganó más ban• ¡ tenía la intención de perturbar alregimen emducir a la asamblea a que le con•
c~s en la asam~ea y dlO _al nu~vo ?Obierno una aiiernativa ante el grupo favo- j firieran el poder total que ~i con~ideraba ese~~ial para g~~ber?ar o, como t_~·
rable a Rosas. ,._, una vez en e1 poder, Balear ce no fue un dócil instrumento de ¡ mían otros, ''para convertir un sistema de gomerno consLitucrnnal y repub11-
I
R:~sa~ sino un polítieo independiente que buscó el apoyo di; los oficiales del cano en otro virtualmente despótico. '" 20 A medida que la sensación de insegu-
¡
eJer.cito Y pareció decidido a gobernar. a dominar la asamblea, .refrenar la ridad aumentaba, el tácito argumento de Rosas se hizo irresistible. Y fue re-
¡
pr~1;-sa ros1s~a )'. mantener ei:i ~~ lugar la facció~ de Rosas. Luego se vería que forzado por un dramático golpe desde a.fuera. . . . ., . ..
h~Ola suQe:stimado a la opos1c10n. El n de octuore de 1833, una turba de tres• [ Facundo Quiroga, el veterano caudillo del mter1or, nama sobrev1v1ao a la
cientos rosistas fue dispersada y obligada a huir en el puente Barracas; pero i violenta política de los llanos mediante una combinación de ferocidad militar

156 1
1
¡;!
157
v férrea autoridad. Como azote de los unitarios, fue elegído por Buenos Air ' fuesen expresen su voto
precisa y categóricam ente sobre el particular''. 24
Para llevar una misión de pacíficación al noroeste. Iba como emisario, no só]J También.la legislatura
estaba dispuesta a explorar la opinión de todos los ciu-
de Maza sino también del m,ismo Rosas, quien el 2.0 dt2. diciembre óe 10-A, deS ctadanos, por lo menos
para comparür la :responsabilidad de estaDlecer una
de la hacienda de Figueroa, escribió a Quiroga una larga carta aconsejándofi dictadura,
sobre los problemas de mediación entre los caudillos enfrentados y sobre]_' El olebiscito se llevó a cabo los días 26 a 28 de marzo er: las parroquias de
necesi_dad de apartar al gobierno y a la ge:1te del iI1terior de la idea de un~ i¡:¡_ ciud~d de Buenos Aires.
y el electorado tenia que votar por '-si" o por '·no''
constitución. El 25 de febrero de 1835, Rosas escribió otra carta a Quiroga de~ ; n respecto a la proyectada
0 ley: e_sto no era exactamenLe para elegir a Ro-
cnbiéndole un remedío-par 2 el reumatismo . 2; Nunca le llegó. Cuando .regr~ sas, sino para "maniiestar su opinion" en esta eleccion. Tambié!l se permitió
saba de su misión sufrió una emboscada y foe asesinado('! 16 de febrero enB,:¡.f •ruLar a los cxrranjeros.
En realidaC., los votames comprenc.ia n a wdos "los
rranca Yaco. La muerte de Quíroga faclD.tó el ascenso de Buenos Aires en}~ ;íudadanos habitantes
de la ciudad",_ "toco hambre líb~e. natural de.l pa.is ..o
confed_eración. También preparó el camino para el retorno de Rosas al poder~ avecindado en él, desde
la edad de v~mte aflos o am:es_s1 fuese emanc1paao ·.
Por estas razones se r.umoreaba en la_ép~ca-y desde entonces asi~o han creíJ El voto universal masculino
no era nuevo en la Argen:ma. ?e hab1s estable~1-
do muchos-qu e el ffilSmo Rosashabia sido el responsable del asesmato, a~ do por prL'Uera vez por
la ley electoral de Buenos_ Aires ael _14 de agosto ae
sarde la versión oficial de que los autores del crimen de Quiroga eran sus enef 1 21, aue otorgaba el voto
8 a "todo hombre libre. natiYo o habitante del pa1s. a
migas politicos, los hermanos Reinafé, de Córdoba. 2'.:!Pero si bien Rosas resuJl :artir' de la edad de veinte años" Esa vez había dos diferencias. Pnrnero, el
tó ben,eficia_do por el as.esinato, no_e~isten evi??ncia_s que inci.iq~en su aut~rí~Í. ;lebwcito se
~ealizab~ solament: en la c~u?ad ::'le Bue1:os Aires '~~resumibl:-
E1 a~esm.8.to de Quiroga poianzo a los pohhcos ae Buenos Aires en-feaerai meme para ahorrar tiempo
y en ia supos1c10n de que e; campo~, a .eo,~pleta-
les d?ct~manos . el ala liberal d~l p~rtid~. y _lo~ apostólicos., ~ resistas. E~tt¡ mente rosista. ~n segunóo
lugar, :niemr~s qee normannent e solo ~aman:~-
concmyo abruptamen te con el trmrno de los últunos, como lllllCa alternatlv1r; tado en las elecciones unos
pocos c1entos oe pe:!:sonas, ,;;:n ese momefüo parue1-
ante los unitarios y el caos. Se creyó que estaba en marcha una conspiracíótt pó una cantidad mucho
mayor. El resu1tado fue: nueve mil :res cientos dieci-
para_ eliminar a los lideres del partido y qu1;; se necesitaban extremas medida¡! Seis en favor ele la nueva
ley: cuatro en contra, 25 Calculando un& poblacion de
de autodefensa. Tan pronto como el gobernador anunció a la Sala de Represen'.! unas sesenta mil personas
en Buenos Aires, y un padrón electoral de veinte
tantes, '.a.noticia del as~sinato de Quiroga. el 6de rn~zo de 1~35, los diputad~ mil, es~o significa~a-
que ~osas había _r:ci~i_do el. voto ó.e UI'- cin~uen'ra~ por
se prec1pltaron unos sobre otros para levantarse y ciamar a Rosas que sakai cien_to del electoraoo que,
mclus1ve. habla s1cto obhg~do ~ c?ncurr:1- .3 10:,, ca-
ra al país de la anarquía, como ya lo habiahecho antes. Era cierto que élhabf,n: micios .por una mezcla
de propaganda oficial y pres10r:i de !OS acnv1sta_s. El
rechazado el ofrecimiento del cargo un año antes, Pero en ese momento la si:f ministro británico creia
que, aunque aparenteme nte Rosas había reebido
tuacíón era díferente. Si era necesario, debían otorgársele facultades absolu-1 una aclamación universal,
en realidad lo habían llevado al poder los_ conser-
tas para rescatar al pais de la destrucción. 23 Finalmente, Maza renunció el 1;: vadores y sus propios
'·servidores a medio-civil_izar'' _y co:r. la sandor. de un
de marzo de 1835, y la Sala votó el siguiente decreto: ! "siswma de amenaza y terror" .26 La amenaza eJerciria por la maqumaria po-
¡ lítica de Rosas era realmente fundada, como se verá. Por esta razón eran
'·Se deposita toda la suma del poder público de esta Provincia enla persona del Bct:~ muy significativa s las
gadier General D..Juan Manuel de Rosas, sln más r_estricciones que las siguientes: 1.¡ acto positivo y peligrosonumerosas abstencíones ; abstenerse constituía un
Que deberá consen"ar. defender y proteger la religion Católica Apostólica Y, para mucha gente, un acto de militancja. Rosas
Romana. 2.l: ~ •
Que deberá defender y sostener ta causa nacional dela Federación que han proclamadu} nunca repitió el experimento .
todos los puernos oela Repunhca 3 El eJerc1c10 aee"te pacer cxtraordmar10 durarapm¡ A continuación del referénciurn. la mayoria de 106 diputados apoyó la nue-
todo e1 tiempo que a 3mc10 oel Gobernador eiecto fuese necesario "
. ., . . . J
" va foy, que fue finalmente sancionada el 1 de abril de }835. En su mensaje a la
e

Sala_'. fechado ei 4 de abril, ~osas aceptaba ~1 _car,go de gob~rnador: a pesar d,?-


Ro_sas p1d10 doce d1as para considerar su respuesta_ Fmalmente, el 16 aer sus "eostosas" consecuenci
as, su salud deb1htaaa, y el dano a su:, mtereses.-'
marzo <le 1835. se dirigió a la Sala expresando su agradecimie nto por el honorl Seüalaba que se le babia
confiado "ilimitado poder por el término de cínco
y lamentando el peligro inminente que amenazaba al país por la diYisión di anos'" y que, aunque algunos
pensaban que durante ese períod~ erainnecesa -
opiniones, el choque de ínte:reses y las pretensiones de los i.ndh'iduos, todo]~ Tia 1a existencia de la
Sala de Representan tes. élno podía aceptar esto. Yespe-
cua1 había paralizado totalmente la acción del ejecutivo. Declaraba luego qu4 raba que "los _Sres. Representan
tes. que aun cuando tengan a bien cerrar-la
la única manera de resolver el problema era darle la entera suma del pode_![ Legislatura, y a la vez
suspender sus sesiones. harán que continúe, la Honora-
público, pero con el respaldo de la opíníón pública, "que todos y cada uno det ble Sala, renovando
cada año los Sre--:. Diputados que corresponaa . Y ~~s~r-
los ciudadanos habitantes de esta cmdad. de cualquier clase y condición quet vando todas las demás
formalidade s rndispensab les para su conservac1on

158
1 159
,1
Era una siniestra perspectiva, que llegaba aun más allá que la preceden.·· oernadorfueron fusilados el29 de mayo de 1835 en_la Plaza del Retiro y sin jui-
te de 1329-32, Entonces, por lo·menos, los tres poderes eran independientes cio previo. A excepción de éstos, hubo pocas mue::tes en el primer- ano y entre
teóricamente. En ese mÜrnento, se había dotado al ejecutivo de poderes ex- ¡05 diversos espectáculos ofrecidos al populacho. las ejecuciones públicas no
traordinarios cuyos límites serían establecidos por él mismo. no por la legis- fueror:. las·,más importantes.
latura. La Sala de Represenrantes quedaba reducida a cero. Y los jueces sólo Las demostraciones estaban insoiradas oficialmente y const:tuian unan-
serian fodependientes hasta la medida que el gobíerno se lo permitiera. Si al- r.icíuo del estilo de gobierno de Ros;s, un signo exce.rior de la s:1:nisión imc-
guna vez los hombres buscaron refugio de la anarquia eri un leviatan, eso fue ~ioi. Pero la obediellcia. pasiva no era suficiente. Rosas que.:i2 un s.poyo abso-
lo que htcieron en Buenos Aires en 1835. lllIO v activo de todas las instituciones de] pais. desde la Sala de Represe_1:1r.sn-
El J.nnes 13 de abril de 1835, un dia de brillante sol otoñal, fue de fiesta pú. tes. las cortes de just_icia, la burocracia. la prensa. la Iglesia, los militares.
bllca en Buenos .tilres. con desfile de tropas, multitudes que aclamaban desde hasta de los patrones ,y los peones. Como Rosas controlaba todas _las inszitl1-
los balcones y los techos. un arco triunfal en la esquina del cabildo. puertas y ciones del Estado y la sociedad, no habia tolerancia, para la opo.~ic16r.. m cam-
ventanas adornadas con sedas rojas y amarillas y las canes y postes de luces poco oportunidad alguna. sólo una exisrencia clanaestma y peilg::-osa. Ros2.s
cubiertos de flores y estandartes- A la una de la tarde, Rosas, acompañado lJroclamó una sola y exclusiva verdad en política,
por los generales Pinedo y Mansilla. se presentó en la Sala de Representantes · La Sala de Reoresentanies conti.YJUÓ como criatura del gobernador. a
para prestar el juramento del cargo. Luego, tirado por hombTes en vez de ca- quien ella formaímE!nte habia "elegido''.. Adop:ó la costu~bre de envía_: s_u re-
ballos. fue conducido hasta el fuerte en su carroza, donde las damas se apiña- nuncia a la Sala de tanto en tanto. Pero Jamas rue aceptaaa. Porque la :::-,a1a ce
ban en las terrazas, balcones, pUertas y ventanas. arrojando flores al paso Reoresentantes sólo representaba al régimen. Hubo elecciones para la leg1s-
los que desfüaban. rn observador registró una breve tragedia: "La cuadra iatUra --aunque no para el ejecutivo-- y desde 1836 siempre se present.aban
antes de Uegar a la plaza de la Víctoria, la rueda del coche apretó un niño de 12 candidatos oficiales v siempre eran elegidos. La Sala estaba compuesta por
o 14 aúos. que incauto se metió debajo de él y lo mató: funesto principio que in- cua:centa v cuatro di~utados, v la mitad de ellos se renovaba anualmente me-
dicó ames ·del mando, lo que babia .de ser después de estar en él. " 28 Durante dian le ele~cciones. Pero sólo Una pequeña minorfa del elecwracio podía par;:1-
las semanas siguientes. la vida pública de Buenos .'\ires fue una continua cipaT, y los jueces de paz tenían el deber de enviar esto~ vot~s al r?gime\ De
dá de tedéums, conciertos, bailes patrióticos y b~nquetes. El crescendo de esa manera, era_Rosas quien escogia a la asamblea: los drputaoos estaoan
adulaciones era cada vez mayor mientras los diversos grupos sociales, mili- comprometidos con el régimen y tenian intereses creados para preservarlo
cares comerciantes. funcionarios v otros rivalizaban uara demostr2r su leal- y ni~e:uno de ellos querfa ser reconocido como el diputado que votara -sm
tad a Rosas. Los pri!1cipales barriÜs de la ciudad orga'ni.zaron sus propios fes. exito...:::_ oara aceptar la renuncia deJ gobernador. Por lo tanto, la asamblea
tejos. Revivieron las corridas de toros- El gobernador ofreció illl baile en la era en iran parte un simple ejercicio de relaciones públicas. tanto pan con-
casa de gobierno, en el que las damas estaban "federalme:1te vestidas.,. sin la sumo i;;rerior como exi:erior. La debilidad de la asamblea se originaba er:. la
menor traza de azul en ningum, parte ..'.!9 Rosas asistió a una función de teatro circunstancia de no tener con exclusjvidad la función legislaüva y el cont:-ol
esnedal en la ;me habían ouesto su retrato en el escenario mientras le rendían financiero_ En e1 primer aspecto, la suma del poder,permítía a Rosas 1egisl8:r
ho~ores music.ales con u;1 f'tlmno dedicado al Restaurador de las Leyes. En por decreto. Como hizo norar un ministro británico:_ ·'Su palabra es litera1-
otra ceremonia, organizada por el ejército. llevaron por las calles un gran re-~ mente una ley. para él y para todos los que viven deba Jo de él. ,-:::1 E:n lo referen-
trato de Rosas en un carruaje adornado con banderas y troíeos militares y : te a finanzas. la Sala no tenía poder de veto sobre ingresos ni sobre egTesos.
arrastrado por sus seguidores vestidos con chaquetillas :-ojas. La aduJación :· Su derecho o~iginal de apropiación se perdió una -vez que Rosas reeibió facul:
se convirtió en idolatría. y los :retratos del Restaurador ocuparon los altares I tades absolutas en 1829. Y la Sala no hizo esfuerzo alguno para recuperar el
de las principales iglesias, [ controJ financiero, en parte porque habia sido impuesta por Rosas la condi-
La contríbución particular de Rosas en estas celebraciones inaugurales ; ción de obtener el poder absoluto o dejar el país en e1 caos, y eYi parte porque él
fue una proclamación enla que prometía usar sus poderes ilímitados püra lle- ~ era conservador y oor lo tanto intachable en cuestiones de lmpuestos- De ma-
var a uñ ráuido juicio y a la mue:rü; a los enemigos del régimen, de manera ~ nera que las estimélciones financieras presentadas anualmente por Rosas a la
que ''de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros"', y con la espe- ~ asamblea reauerían aprobación y no restringían los gastos adkionales o ex-
:ranza.de que otros se alejarían espantados por el terror. Se veía a si mismo l traordinarios· más allide lo calculado. En marzo de 1839, la Sala fue convoca-
corno un dictador por derecho di\•ino y consideraba a los justos castigos que él t da tres veces para considerar un proyecto de iey sobre un impuesto _dir_ecto
imponía como un aeto de Dios. 30 En este sentido, sin embargo, el régimen co- ~ En ninguna de esas ocasíones hubo quórum. En_ la cuarta ~-onvocator:a. el
menzó con moderación: tres acusados de conspiración militar contra el goj Presidente de Ja Sala agregó la amenaza de que mformana 1as ausencias al

l
1
161
~ob:,_rn:,,d~or: E~.ª .vez el saló~.se-llenó hasta-exceder la caoacidad . , '
aos _: g;~:~e ilevaaa de las calles y camit'.OS. 32 ~ . con diputa- Iicía o sacerdotes, y firmadas bajo presión. Las firmas estaban invariab1e-
Ha01a una maouinaria nolítica nara orcr~ni r 1 rnente encabezadas por los líderes-locales, seguidas por funcionarios inferio-
6J comu.,..,;có " ¡. . S. 1· - R.
"' ~-• "' " a a ae eoresentantes.: aue cte·o- 1 -
r '"'ª za_ e apoyo a Rosas. Aunque
res; luego venían los nombres de muchos que firmaban personalmente y mu-
r"'emp.i"cra-~ 1 Le· , d -
~e: 2 il. rm,no esuman.datoenabr·'
-_ . ~- un sucesor
· ,ia ,e e2:rr . eme
" lo c..hos otros que, no sabiendo escribir, eran representados por otros par2. 12. fü:-
" • C,.c,

en su sentido anareme Sus ,v- . ,. , .. _ 11


~e· 8'±0, esto no debia tomarse
pu_•_tado Baidon1ero Ga~,.,; .._ csoenm~''_, 10 sa01an. _E, 9 de noviembre de 1839, el di- ma. Obviamente, el solo hecho dé pedir a alguien que firmara. o que die:-a su
. ·-'"'-, , ocmo opor~um<:t" entregó :1, -¡ -- - acuerdo para que lo incluyeran, en esa sociedad en 1a que nada era pri"rndo, la
c2on que había recibido de los • 1 ,... 0 _ , ~ : • ~ "':· ,. --:.. , a wala una peti-
anh,:,~-~~::.1
··
G~2ies: .
es:aba f,rmado po , Jue _ ae.-pa,. del. ~c:eonmo
• . . . ~s , ---- ws--F "" ~o, eiparncto · , · · de disensión peligrosa y la amenaza siempre presente. significaba una exigen-
ción cie Rusas ('(lffi(l ~_n_tos ?~neo haoitames Ysolicitaba la reelec- cia casi irresistible, Y las cifras informadas en 1a Sala tenían tendencia a ex-
. ------~;,;,~v-...i,sauv1 VCüDlr~ns:enerAJd lA ~ . ~~ · ceder a 1as verdaderas delas listas. Aun a.::;i, el resultado de 1840 podía moti-
crnnesdeesetiposemultioJic~roñ,:,_ · ~ª·~ ~-"' _e,,,,p,ovmcia.",'Laspeti~
1 var una Lr1ternretación diferente. No babia sido un verdadero referéndum
~!zac1ón de RoSas conside~ó e;to do~~ °~ 0 ~~-s~: ~:~'!
3 1
7,nres. P?r ~ú:rto, la orga- realizado de aCuerdo con la ley electoral, como en 1835: de modo que no exis-
mcador válido de la opiniónrosista er ""7"'-, eLc~1or;_ . SL: mas fiel vocero e in-
ra1 fanático que había Darticinad ª1 ~ ~puta~o ~gustm G~rrigos. un fede- 1 tían limitaciones con respecto a quiénes podían vornr, libres o esclavos, nati-
enero de 1840, este diou!ado p;o º- 1: ~~ c:~pana ae Ros_as ae 1835. El 10 de
1
vos o extranjeros, residentes o en tránsito. En estas peticiones podía partici-
continuar hasta el fin-de' bloq p~s? ª ~ S~ld que el manaato de Rosas debía par toda la provincia. Sumando las firmas que Uegaron después del 5 de mar-

¡
plebiscito. Éste era el ve~e-ad ueo}b~?nc~s. ,J- que para esto debía realizarse un zo, la cantidad total fue de dieciséis mil cuatrocientas cuarenta y tres. Sila po-
- ¡ . ~ erov Jetn,oaeRosa'-vsu -- · • blación de la provincia totalizaba alrededor de ciento setenta mil personas,
sm ímires de tiempo ni de pode , . , ~. . s pamaanos: el cargo
referéndum o más 01 - -en_ 2 la ~ rl_' } qu: 1ª iey apropiada fue:ra sometida a un los "votos" de 1340 significaban sólo un nueve con seis décimos por ciento.
' · acamac10nporpet' ·- G · Rosas persistió en mantener una pretensión de constitucionalismo hasta
García }' otros diputados resistas , , .1c1on. arngos, Baldomero
asa bl " . " , .nantaron una elocuente narnn~ - 1~ el fin mismo de su régimen. Los extranjeros escépticos escuchaban solemnes
,m ea} acrnaron como vehículo de las ., t" .
daae2- asegurando la inevitable resolución
para que Rosas fuera elegido crobernad
g: ,. . _,._,
i_c1one~.s r~de diferentes locaE_-
la S~lct .;;, de marzo de 1340,i
!,«na en 'ª conferencias del gobierno; ]es informaban que en Buenos iúres existía 1a opi-
nión pública y que la asamblea la representaba.
183fi, resolución que. según se boro ~uso _or co? ;las. m1s~as-.facultades que en Ha tenido la ceguera, o el descaro, de jactarse más de una vez ante mí de la absoluia inde
por aclamación. v asr fue 34 Ig- 1 p _,n_o de?1~ ser debatida smo aprobada pendencia de que goza aquí la Sala de Representantes. Es verdad. como él dice. queja,
• •- - ua mente rnev1ta0Je resultó 1 · - más ha indicado a miembro aiguno lo que debe decir, pero, agrega. nunca se negó a dar
sas, ame la gran consternación de 1 • _ e rechazo ae Ro-
Rosas es el,úníco capaz de contene;~aasamo1ea;, convencida?~ que "el señor su opinión a aquellos que fueron pidiendo coIJsejo: y el hecho es que cada uno de los
tmuar en el cargo oór seis mese - _s ma~~s .. Rosas ofrec10 entonces con-
i
miembros de la Cámara habla como io hacía.11 en un tiempo los proponentes de leyes en
Atenas, con una soga al:redeáor del cuello. Yo sé que la opinión cie cada miembro de la
Lavalle en agosto de 18-40" - s sd.- La rnv,asion cte la provincia por el general Sala que se distíngue por la violencia de sus discursos es directamente contraria a la doc-
- · egw :ci no,,. "' "'er-or de '"' t · -
Rosas hasta sustraerJo del rit-u;i : :;,, ~,,,"' ~ _' . l ve u ore, preocuparon a trína que predica. 3"
caba más a la deciamacio~-d~ p;;:~~d~O, ~iemra; que J:3- asamblea se dedi-
e~ ,completamiento de su término eng¿~1c"osª eJRRe:_~~~raaor que a recordarle Mientras tanto. a medida,que Rosas continuaba gobernando, hab:fa llega-
c1011 a los diputados en diciembre de l84g'-'-:s.º• os;s tuvo .que llamar la aten- do a parecerle correcta una eventual reelección. En 1850 todavía expresaba
poder por otros seis meses aun ue . , ,-~ ae nu~;_ o ~frec10 permanecer en el su renuencia a ejercer el cargo y su deseo de retirarse, lamentando siempre la
ciación ni la finalización d: eseqp" ~1~ maL1caSr !las recnas que marcaban la iní- crueldad de su pueblo al mantenerlo en el puesto.
, • e:: ' ,~rioao. a a a exoreso· s d -
cua1qtuer cosa que él Pidiera_ . , us eseos ne hacer
El '_'plebiscito"
acontec1mientohistór;covel .·
de 1840 fue descrioto . G" . .
· p_or arrigos a la Sala como '·un
Lanuche anterior ala última me expresó: Siempre le dije que yo era un esclavo que tra-
bajaba con cadenas de oro, ahora mis crueles compatriotas las han tachonado de dia-
mantes. Rompió luego en lamentacíones sobre las deficiencias de los hombres, los saen-
hoy una manifostació~ en· m "~~~e~o en sul1?,ea,_pues que no se ha Yisto hasta ficios que ya le habían costado a su salud y casi su vida, y luego señaló a su hija ---que llo-
Jefe del .Estado'.' ' ~- ª" e -0 a la pobJacion. pidiendo la reelección del raba a su lad0- como otra víctima en el altar del patriotismo ... Pero ésta es su manera
de ir preparando las elecciones; el añoproximo expiran sus cinco anos de dictadur;,. vota-
Iniormó que habia sei<: mil doscie t' , .t:· , ,
Aires y nueve mil quin.1 1;- .. - - :: as m,a .Llrmas ae Ja ciudad de Buenos da por el país. Yo tengo informaciones secretas pero dignas de fe en el sentido de que está
, ,, , en as 1,emt1sc1s provenientªs d 1 ~- preparando el camino para que le acuerden el Poder Supremo en forma vitaiicia. 37
:os .-natu:ra.imente.eransimolesfi , , ·..'"" e campo.""' Los "vo-
. mstigadas por las autoridad ~ - r-'.1:-~S ae i~s P:'"tlc10nes, y estas habían sido
" . ev, reumctas por ws Jueces df' .oaz,, o11·c'a1· - Si deseaba o no Rosas gobernar por el resto de su vída no se ha sabído,
~ esaepo-

162
163
pero lo cierto es que induda blemen te quería que sus
hijos lo sucedi eran. Por nte en lbs de delincu encia rural, Rosas actuab a sobre
primer a vez se comenz o a hablar dela idea en los peligro la base de las rec~-
sos años 1839 a 1841. m:ndac iones de Vicent e González, quien leenvi abai~o
En :respue sta a una cantída d dé complo ts de asesina rmes sobr:,l ?s detem-
to de Rosas, reales, ima- :os delincu entes o políticos, El gobern ador lo~ consia
ginario s o inventa dos que culmin aron en la "máqu ina eraba, ~s~nni a sus~~~
inferna l" de 1841, un tencia en el docum ento y lo pasaba ai Camar ista Juez
grupo de ultrafe dera1e s, -José María Rojas, Felipe Arana, Espec1a1;_, ::vianuel \ l-
Felipe Ezcurr;;.., cer;.Ie de Maza, para aue se_ re_gistrara judicia lmente y se procec
Juan N. Terrer o. ~icolá s A.nchorena, Lucio Mansil - Ld.zaro GorÓsito, de vemns éis años: de edad, de Santiag o. nera. .,
la y 01::ro&- se sintiero n
alarma dos ante la perspe cüva de un imnine nte probJe lm_erfa~o. Des,
dia suceso rio. Decídie - oués de presta r servici os militar es para la causa feder_al
ron que la única suceso ra posible e.ca la .hija de Rosas, se ha?!ª ~aao a una
1-íanuela., y pidiero n a Vida Qe delincu enc.ia que incluía robo a una casa privaa
Rosas que recom endara la idea a los federal es de otras a. evas10n ae a:-r_esyi,
nrovin cias. Sin e.m.- otros robos posten ores de caballo s, ropas y díve:rsos efecto.S
b::u-go. no fue éste el origen de la propue sta; el mismo Ros3.s · ~a ~ayori ~ o:e los
ya la había lanza- cuales habían sido luego recupe rados. Lo habían arre~ca
do. En los momen tos de conspi ración y crisis de 1839, ao 0ac1a :an~s me-
advirti ó a su intimo ami- ses-en Buenos _.\ires. González recome ndó una senten ca de
go Vicenr:e Gonzál ez sobre el h'1evitable conflic to aue cmcc~ anos ac s_er-
se produc iría er.itre ]os vicíos militar es.en "la fronter a. Rosas tomó en considc
federal es en el caso de que lo asesina ran v tuviera Oue
ser reemol azado. Esto bia pasado en prisión espera ndo el julCio, y lo scntenc
,:~ción el i.lr:o que ye. n_~-
po~~- ev~tars e manten iendo la sucesió n e'i-i la familfa 1: a siete ~nos en el fa;-
: "En Man;e la mi queri- cuadró n de Dragon es, en la nueva fronter a (31 de octuore
da l11Ja Uenen. ustedes una heroína_ -;Qué valor'. Si <le 18.16;.
el mismo de la Madre - 1V.[ig11el Roldán, cuaren ta y un años de edad. federal
¿Ni que otra cosa podría espera rse de los hijos de una de Cordoo a, con ser-
señora la esencia de la vicíos militar es. Estaba emplea do en el p_artido d~ _Luj,án_
virtud? ··-¿ Y Juan? Está en el rrüsmo caso, son dos dignos y ~o arresta ron po_r
hiiosd e mi amant e llevar ganado robado a la e.asa de su patron , cumpn enco
Encarn ación, y si Yo falto pur disposi ción de Dios en üraene : de este ul~1-
ellos ~de encont rar us- mo. Gonzá] ez .recomendó cinco años en el Reg1m1ento
ted quiene s puedan sucede rme". 3~ Una gobern ación de BI~nae ngues e~_1_a
heredi taria; ésa era la fronter a. Esta senten cia fue confirm ada por Rosas (1'
contrib ución de Rosas a las ideas constit uciona les. de nov1~m brf de183:::iJ ·
Su sistem a seguíri a vi- Cipriano AHaro. de veintic inco an~s ~e edad, de ~ntre
viendo en sus herede ros. 1:-l~S, s1:1· ante:e~
- dentes de servici o uara }a causa federal . _t1·ue arresta
.. Así 9omo controJ aba la iegis]3:tura, tambié n domin ao por e1 Ju~z ae paz O~-
aba Rosas el poder ju- artido de Lobos pÜr apull.alar a un hombr e, y enviad o
d1c1al. No sólo hacia las leyes, las ímerpr etaba, las cambi a Buenos Aires. Gonza-
aba y las aplicab a, fez recome ndó cinco años en el Regim iento de Blande
Es verdad que la maqui naria norma l de la justiei a continu ngues en la fronter a. Ro-
ó func.ionéllldo. En sas lo confirm ó (1~ de noviem bre de 1835).
la base de l_a pirámi de legal estaba n los jueces de paz; " . _
éstos no eran solame n- Pedro Jgnado GonzJilez, de veintit rés añ~s; de :)8.~t1a
te.a_d_minis~radores._oficíales de policía , recaud adores go,.huerfano. F~:
de impues tos y agente s arresta do por desertor de su regimi ento. rec1b1end~
pohtlco s, smo tambié n magist rados .. Había un juez de c1_en 1at1ga~os despue s
paz por cada dístrito y del arresto . Gonzál ez recomendó diez años en el Reg1m
01:ce po~ la capital . Arriba de ellos habia cuatro jueces 1ento ~e ~l~nde ngues
, dos para los casos ci- enlafro nterz., Rosas lo confirm ó, agrega ndo que en caso
viles Y nos _para los criniin ales; ellos recibía n apelaci ones d!E' remCJ.dJr P.n la de-
de los jueces de paz y serción debía-s er fusilad o (le de noviem bre de 1835).
eran tam~1én jueces de primer a instanc ia en lo civil ,
y crimin ~l.Las apelaci o- ]VIanuel Goroci to. de veintic inco afios, porleim . "Este
nes a sus .wzgad os iban al juez de apelaci ones \Juez parece m~l Fede-
de alzada,. uno solo para ral, porque nunca ha 'prestad o servici o alg'."mo a la Patria,
toda 1'a provinc ia_ En el más alto nivel estaba la suprem ni ha ser:v1do .en.el
a corte, o cámara, que Ejércit o Federa l." Fue arresta do y aher~oJ~do por ro~ar
.reemp lazaba a la antigua a_udiencia españo la, estaba
González recome ndó ocho anos en el Reg1m1ento d_e ~lanct;
terneros s1~- 1:1-arca~
compu esta por nueve
miemb ros y fue prcisidida durant e casi todo el régime ngues en ,a. tro~t=
n por Vicent e López y ra. Rosas lo sentenc ió a presta r siete años ~e.5.erv1c10
Planes . Babia tambié n una corte de revoca ción, estable en_e1 Fu_~rte A~guentmc>.,
cida por Rosas en debien do previa menle pasar un año en pr1s10n en el
1838. En estas instituc iones legales , la-legí timida dresist mismo mgar 11 de no-
ia y la lev sobre•/ ivía, viembr e de 1836).
Pero no _era la ley la que reinctba. La interve nción arbitra Rosas justific aba la usurpa ción de las funcmn. . ,- . . ,
ria. del ~jecuti vo mi- es Jua1ciales basand ose en
naba la mdepe ndenci a del poder judicia l. Sin ser presid
ente de ningun a corte, sus faculta des extrao rdinari as:
Rosas tomab a person alment e alguno s casos, leía las
eviden cias, examin aba
los inform es policia les y, sentad o solo en su escrito rio. "Aun quando estoy investido por la Honornble ,lu?,.ta
emitía su juicio escri-
biendo en los expedi entes: "fusílenlo"', "múlte nlo",
·'pónga nlo en prisión ''. del Poder pU:blico. teniendo siempre muy preseme el nn de Representª"~tes ;on lf s~m_a
"al ejércit o". traordinaria investid ura, he cuidado de no hacer con que se me :l-1~ esca al-~ :í ~~­
Mucho s de estos casos se han conser vado en los archiv al orden v tranquil idad ge.'leral delPavs, dejandoon·o uso que el muy pre~1so cor: i:eiac!on
correr cuanto me ha s1do pos1~1~ .tonas
os, y hacen revivir las cosas-por su orden y conductos regÚ]ares, 1:1ie..-r:1t~ esi? no
el verdad ero signific ado del poder abso1uto.s 9 En alguno los objetos de la Politíca . Assi es que no me he mgendoas en estub1ese en ~pos1.c:10n con
s de ellos, especia l- 10s asuntos correspondientes a

164
165
los Ttibunales de Justicia, sino solamem:e en las causas criminales. nombrando para es-
tas un Juez especial a fin de que é:I pronto castigo de los cie'.incuentes preservase al pays ~erales más liberales y un competente jefe de departamento_ Las antitudes
cie muchos deliws y asegurase el orden y tranquilidad de todos ., de otr?s para los cargos eran menos convincentes ..El ministro de Relaciones
E~ter~o!es era Felip:" Ara,na: Cuando ofrecieron su propio cargo 2. Rujas y se
En resumen, Rosas era un gobe:cnante absoluto. "Como él mismo me lo enceTo ae q~e .;-rana nabna ae se!' colega. obJetó la promoc1óE de alguien tan
dijo", observó el ministro brítánico Soutberr.., ··ejerce un poder más absoluto poco capacitaao:
• , l ,. -
Tomas de Anchorena- -
estaba pn~seme en la env.e\-~~., ""'·"'
\. ter-

que cualquier monarca desde su trono. " 4 º ~ill-~.i~a mscu~1ó11 con1~s p~labras ·'Arana em::-a~á. Si no es por bien, por ~l sa-
Rosas no dominaba solamente los poderes legislativo y judicial, también b1e. -~ Pero s1 a Arana Je faltaba estatura moral e mtelectual_. tenia en cambio
controlaba la admi:r..ist:ración. ·cna d,2 sus primeras y más intransigentes me- otras condiciones, una o dos de las cuales ir:.~eresab.:::.n rnuc.ho e:. Rosas. Era útil
didas fue purgar la antigua burocracia. Este era el modo más simple de elimi- te..'1er en su emorno uI:. poLfüco urbano. especialmente si era alguier.: toc:almen-
nar a los enemigos pohticos y recompensar a sus seguidores, e inherente a la ;:e servil. Aáemás. ese hombre pertenecía a la red familiar de Rosas, Ya aue
organización patrón-protegido que tenia la sociedad. Él mismo lo expresaba era h,:m~ano de la esposa de Nicolás Anchorena. En 1832, siendo orcsid~nre" de
en términos más elevados. Desnués de un ueriodo de extrema violencia ooliti- la Sala ce Representantes durante las controversias sobre la re;unc1.a de Ro-
ca, explicaba a las provindas,~el único método de gobierno que quedaba era sas. dijo asu señor: "Yo haré lo que Ud. me diga, ''45Y siempre lo hizo así. Ro-
"la depuración de todo io que no sea conforme al voto general de la Reptiblica, sas trataba a Arana más como un empleado que como a un cole!la. "En reali-
Nada dudoso; nada equívoco; nada sospechoso debe haber en la causa de ~a dad, aqui hay dos ministerios de Relaciones EA'teriores", observ~ba Southern.
Federación" .41 Hab~a empezado ya a practicar en Buenos Aires un sis~ema ?e "El que c~nd.uce el gob_ernador con sus veinticuatro secretarios priva-
reparto. Entre el 13 y el 30 de abril de 1835, mediante una sene de veinte ae- dos. que trabaJan ias veinticuatro horas de] día, una mitad de día,.,- la otra de
cretos, destituyó a funcionarios y jueces de la administración anterioL y por noche.,. El otro minísterio era el de Arana. que se ocupaba simple~ente de los
otras disposiciones retiró una cantidad de oficiales del ejército. El 5 de mayo asun~os menores Y de la ejecución de la politice .~ 6 Otros dos departamentos,
díspuso el retiro de Clento sesenta y siete oficiales üel ejército, cuarenta y lntenor Y Guerra, recibían también la atención personal del oobernador. v
ocho funcionarios de la administración y seis miembros del clero ..i2 A los ofi- ~us r.esp:ctiyos tit~lare~. el doctor Garrigos y el general .Pined~. políticos f<?-
ciales que ya estaban retirados pero eran de filiación unitaria, los privó de sus dera1es. a~ a1ma, m s1qmera tenían c1ivel ministerial. Un miembro notable de
haberes de retiro. Toda la política de depuración tenía por finalidad eliminar la a_dm1mstración en .los primeros aflos era el doctor Manuel Vicente Maza
a los "enemigos interiores": se atribuía a las victimas su condición de unita- ~nüguo amigo de Rosas, consejero y. has:a cierto punto, maestro del dict,/
rios o de ser simplemente personas que no eran suficientemente entusiastas aor, M~~a era u~ ?ombre inteligente y capaz. que estaba por encima del nivel
en su federalismo. Los beneficiarios eran parte de la clientela_ (protegidos) promea10 del goo1erno. ~ ~omo presidentt.: de la Sala de Representantes y de la
que Rosas había acumulado e!l su camino hacia el poder, Algunas de las va- ~upr~ma Cor:e de Just1c1a parecía haber retenido cierta cuota de indepen-
cantes, especialmente los lucrativos puestos en la aduana, se llenaron con los ?enc1a. Pero aurame mucho tiempo babia sido un entusiasta defensor de las
milítantes en la Sociedad Popular Restauradora: otros candidatos a nombra- 1deas Y actos de Rosas y. si bien no ignoraba los deberes constitucionales, no
mientos-por ejemplo en la poUcia- tenian que superar comprobaciones po- mostraba tampoco aversión hacia el sistema o el absolutismo de Rosas, de- los
líticas para demostrar que eran federales y no habían sido nunca unitarios. Y, que pronto seria él mismo una victima.
a menudo, la expulsión del cargo no era sino la primera etapa de una larga Aparte de sus ministros y burócratas. Rosas tenía cierto número,de cola-
separación del país, en la que los proscriptos abandonaban Buenos A...ires y ~oradores que mejor pod.rian ser llamados guardaespaldas. El más notorio
buscaban refugío en Uruguay y Chile junto con otros exiliados a~ ellos era_ V1ce1:te G~?zález_ e_l Caranchá del ]1-ionte, quien llegó a ser el prin-
La nueva administración no era excesivamente grande, y algunas de las c1p~1 agent~rura1 del mctador _González era unpa.isa.no rosco y primitivo, que
primeras-vacantes quedaron sín llenar, como parte de las economías en los babia llenad? un papel mformal pero específico en cada etapa de la carrera de
gastos que debió efectuar el régimen. Los diversos ministerios y departamen- R~sas: s0rv1dor gaucho del caudillo rural antes de 1829, cacique de Monte
tos -relaciones exteriores. gobierno, justícia, hacienda, policía, y defensa- mientras el patrón se hallaba ausente peleando o gobernando, cuartelmaes-
tenían un total de poco más de doscientos funcionarios_ -1 3 El departamento de tre de la expedición al desierto, intermediario en la revolución de octubre de
policía tenía dieciSiete funcionarios de jerarquía y siete empleados, De arriba rna~, agente de terror. ejecuciones, encarcelamientos y deportaciones des-
hacia abajo, las calidades de cliente y de federal constituían el principal pues de 1835. La amistad entre e] jefe del Estado y este bárbaro no era vista
criterio para efectuar los nombramientos; la idoneidad ocupaba el segundo ~on bue_11os ojos por los federales más refinados_ Ciertas observaciones
lugar. El ministro de Hacienda, José Maria Rojas y Patrón, era uno delos fe- ae Tomas de Anchorena parecen haber puesto a Rosas a la defensiva:

166
l6í
ra .que. en cada una delas provi ncias
ser por que es un hombre común, ni a mi me_?Lo, depe_ndiente de Rosa s. De mane
"Don Vicente González no me dirige, rü puede Hemo s vivido siempre muy amigo s muy
fi- ner grad:,1 a1rr::= nte g~be rnado res aliad os, satél ites o simp le-
:T..e dirige nadie. Lo conosco desde el año 17. pudo Ro~_a.~ impo l. esrnb a listo para enfre ntar al c:re-
motiv os q_ue ya es
as por su fidelidad, y tantos la domm ac10n del litora
nos, muy cor...secuentes, y lo apreci o deberes Españ ol, y ne es capµz cie hacer mas que lo ment e deou es. Con
por La valle, y los emig rádos unita rios aue"'se
de suponerse er: 9:mis~ad tan antigua. No ~eral Rive ra. quien, secundado
que yo le aconseje_ Lo del smdli o no ª" a1 presi dente Oribe constitm,.éndo-
nal1a ban en el rrugu ay. había n derro cado
de ej_ "~7
s. •
se en un grav e desaf io para Rosa
político. que mant enía un ojo de pode r infor mal a
En reali dad. González era un sirvie nte En la~ re~ac iones imerp rovin ciale s, Rosa s prefe ría el
su amo allseu te. Pero erá algo más que un parti - a prepa ra1· una constitución. ale-
águil a en el secto r rural para
un bufór:. con quien Rosa s bro- una const1tuc1ón escri ta. Síempre. se negó
dario o un sirvi,:;me; e:::a :mco mpin che, a_ veces
~ntes de q?e llega ra el mom ento opvr~uno para 12 organ izaci ón na,.
s lo repreDdic por habe r bebido cier- g~nd~ que: misrr :as; el progr eso de las
meab a más que conv ersar . En 1841 Rosa c1onai, de~1an org~ mzar se las provi ncias ellas
vino Bord eaux, en Mont e, que se suponfa debía admi nisr:r ar y la prim era tarea era derro tar a los unita -
ta canti dad de su
pero Rosa s le asegu ró que le perdo naría la P,artes debla prece cter al del todo; misió n, '•sí no ha·v estad os
él duran te la ausen cia de Rosa s: su 1..füim a
fuera capaz de dego llar en Córdo- ;~os. Así lo come ntó con Quiroga antes de por si ~ism os,,
deud a ''por cada unita rio y unita ria, que 01 en organ izado s Y cor, eiém entos basta ntes para gobe rnars e
gauch O rudo y violen to. tfin lleno de fierez a y agres ivida d duran te . la repüb líca feder al es quim érica v desastrÜ-
ba'" . Este aseg urar el orden respe ctivo
48
"
homb re destr ozado despu és de Case-
el periodo ascen dente de Rosa s, era un sa_ "%
ros, cuand o se lo vio vagar,rio sin rumb o por ]as calles de Buen os Aires. medi o bajo Rosas no era sofística.do pe-ro
mano s y murm urand o con incohe- , ~l apara to de ~o_bierno que.funcionabar era el despa cho priva do de Rosa s
ciego. con un rosar io en sus remb loros as s1 orctenado_ y me~odico, El centr o de pode
un dicta dor perso nal y cump lía por
rencia.. C?n ~u pr~p10 equipo de empl eados . É1 era extra vaga nte rutin a,
s y sus coleg as era en extre mo 81 ~1~m o 1a n1:ayor parte del traba jo, hacié ndolo en una
El siste ma de gobíerno que opera ban Rosa
por comp leto de una esr:ru ctura const itucio nal. Ellos no e. en una form a que desco ncert aba a sus sirvie ntes v :,isi-
primi tivo y carec ía casi siem pre cte noch sin oaus aÍ1a 3 ;:a
trece provi ncias se gobe rnaba n a sí mism as a las tres de ia tarde v conti nuar
gobe rnaba n "la Arge ntina ". Las en una Conf edera cíón tante s. Era capa z de empe zar
fi~al ment e se ibél a la cama
an agrup adas en aue
en form a indep endie nte, aunq ue estab . Sin emba rgo, aun sin las ocho o nuev e de la maña na siguiente, vaba uno de sus princ ipale ~
ncias -Unid as del Río de la Plata fija para dejar de escri bir", obser
Gene ral de 1as Provi ar cierto s intere - "No tení~ hora
an oblig adas a deleg dotad os de buen a salud para sooor -
una union form al, las provi ncias estab secre tanos . "!" sus empl eados deb1an ser
, princ ipalm ente las políti cas de re- traba jaba en turno s para seguirle· el
ses comu nes al gobierno de Buenos Aires t~r la iarea._"~ l'n ,grupo de e-.mpleados
0
onalm ente. al!!ún elem ento de iuris- es y parec ía incap az de discr imi-
lacio nes e.xter iores v de defen sa\'. ocasi ntmo . Per~1 a much o tiemp o en trivia lidad asunt os domé stico s, nrovisio,
Buen os Air;s el juicio y·ejec~ción les de
dicción legal ; cuan do Rosa s recla mó para nar entre aifer entes prior idade s: detal
Ias provi ncias para que acep taran ejecució11. encar celam ientÓ o cons-
nes. vesti dos para IVIanuelita. órden es de
nció .e.
de los asesi nos de Quiroga, conve
eral. Rosa s, por lo tanto , ejerc ía al- su agen da de traba jo y recib ía tanta
que, en efect o. se tratab a··de un crini enfed cripc i?n de gente , .se mezclaba todo en
sobre las provi ncias , en parte para impe dir que la subve r- atenc10n como los asunt os básic os de políti ca_
gún contr ol de facto
os Aires . en parte para tener una segur a Era muy reser vado y silencioso. per-
sión yla anarq uía se filtra ran en Buen
, finalm ente. para adqu irir .. No había apren dido bíen a deleg ar.
base 'en su polít ica econ ómic a y exter ior, y en parte sólo una porci ón de conoc ímie~ tos,
ca consi stió en desg astar a mitie ndo a cada uno de sus servi dores
para su Té gime n una dime nsión nacio nal. Su polfü neces itaba . 2\i siqui era sus minis tros comp artía n el traza do de
ncia. Rosa s expan dió su aque ~a que él
es y conq uista rlos con pacie tro brítán ico South ern se quejó de que no podía ob--
los caudi llos provi ncial el gobe rnado r de Entre la pollt1ca. Cuan do el minis
a 1840. Prim ero fue esión de una opinión, Rosa s expiicó:
pode r en el litora l en los aflo:o 1B35 lener de Aran a la más mínim a e;,.-pr
Pasc ual de Echa gUe, quien se apart ó de la influe ncia del poderoso Esta-
Ríos,
ente a Rosa s. Lueg o Corri entes , qiJe cosa gue secret arios, Los poego er:acostu sus puestos
nisfao López y se some tió incon dicio nalm No imagi ne que :11i.s mmisn -os son otra era diferente: los mmisw:os mbra-
ad cconó míca , resis tió y decla ró la guerr a a Rosa s: par~ escu~har e mf~rmar, y nada más. Ames gobierna. y a ve-
resen tida por su iníer jorid dos por íos doctores, las plaga s deestodo
pero la derro ta y muer te del gober n.ado r Ben.i n de Astra da en Pago Larg o (:31 ~ª!1 ir a la ,~ala, don?e enm acosa
ce_ los lle a?an a UE'C;X W1 montoq_ae
cosas que costaban grand dolore s de cabez a:
bajo el domí nio de Buen os Aires.
0

de;na rzo de 1839) puso tamb ién a Corri entes era el mas form idabl e de los
pero no tarde en cambiar todo eso. J.1,
el gobe rnado r de Santa Fe,
Estan islao Lópe z. las políti cas interp rovin cia-
expe rienc ia en mínis tros; ní síqu.iera lo:, consu ltaba
c_audillos provi ncial es, con larga . . ~o te~ía sesio nes conju ntas con sus
e a la de Rosa s. Pero López murió ccion es, de ias que ellos eran me-
10s y una reput ación en el inter ior equiv alent n provo có una crisis meno r. md1v_1dua1mente: les envia ba notas e instru
sigui ente elecc ión de Dom ingo Culle , De maner::1 que traba jaba solo, sin un equip o minis terial . cteci-
en 1838. La ros eJecu tores
z. un prote gido y. a parti r de ese mo:
resue lta con el triun fo de Juan Pablo Lópe
169
168 il
diendo y apli cand o la polí tica
por si mis mo y com unic ánd ose
con sus gen eral es, policía, juec dire ctam ente
es de paz y otro s gob erna dore .
rios reci bían y clas ifica ban la corr s. Sus secr eta- Rosas conducía su gobiern d , trec: iuoa res:
los en freg aban a Ros as. Pero éJ
espo nde ncia y los desp acho s que
Heg aba ny o es ae ~.- ~~ p·Jesu casa de la ciud ad. que
•mo a unos seis kiló me•
escr ibía o emi tiap erso nalm ente era en efecto la casa de go b.1_erno ·ena 1 .!ac1 100 ~ "-" ",
ciencia: "Ten go que hac er yo mis la corr espo n° - .~ ,, estilo de vida med
epre ,?Je ci,iun ,.., .,..ª milii -""' ieva l: y Santos
mo toda la corr espo nde ncia , y tros delc emr our ban oyd ono
ble entr eg;i r 2 otro u:n trab ajo no me es posi- 1 .uaa res. que era esen tlel
que es de abso ima nece sida d
que yo pers ona l- ~ o cial men te. Cl cuartbe_~ ge,,e~ •1 •.e·~·e•-m~ :.,,... régi men . Pa-
1
men te lo .haga. " 52 EJ hecho es -
lerm o era el asie ~to c~racte~:~l:c · ~· Ó"'l oo 1erno u 0 11 0 3 • ,.,. ...... laban curi osa-
que no conf iaba en la gente. El ~o," f, 'a Se,oírecian cena s diar iam eme
mae stro del disimulo, un rasao mism o er2 un menlE las cosas o.e rm:ma, puollca_
bien te que lo rodeó dl:'sde mu.C
ado uind o tal vez como consec11
ho ti¿mpo atrás., cuan do tuvo
encia del am- cuamos quis iera n part~ciP.ar 8:'"
} P~~v ª~ · ~ ·oc: uroºef::idos, visi tant
es. ex-
a
criollo y trat ar con los indios.
Algu nos de sus act.os eran mar
que ada prnr se al tran¡·eros. Dos o tres Durone;:, ;°~,., ~:·~~ ~~=~ ~~"'~ u;·0• c:-; ~ nort eam e!'ic 2no ,
sual es. :\J. baro n Howden. envi cad ame nte im.i- . -, µL •J:~:o.wi ':'_ ~~ .,. ,
ado británico. le concedió una otro, el cómico ··gen ,,, ,
era1 aon E use 010-- -ctrv;er: er 1an a 10", 1·nvi tado s mie ntra s es-
A -

dian oche entr evis ta a me- pera ban . No era fr~cuenr.e que - 1- rece nció n, va que sólo co~
mía una vez en el d12, a la nochRo.sas s~ tnd a.0'~s;ués le habe~ fina liza do su
El gene ral Rosas ... pasó por toda e Y muy ar
las moC:ulaciones de la vozh urrn s ia~ infle xion es de los sentimientos humanos. y lodas trab ajo. Pero a vece s rec1·t,ia · -·tadoc:. es"ee,_ c1a1es . ._"OffiO el ""O"enera1 Ar8.oz de
. . . · lil\l _ ~ 1-'d b·. a'e los: omb úes. o tal vez un
ios brasf ü;ño s. injurió a los unirnma. Adm iró a los in!2"leses. odió a los franc eses . detes~o a Lam aarl d. ocas1on e:n a·ie · la serv 1-. mat e e ••Jº ~
evióememente cak: .ilad a para rios, elogió suprupfu polít ica, ywd o esto de una man era esem,:esy ,a 1a ct·r_s-
-.L
.asad_oa orillas_del río_, con 10.s bur '"'
-·,
. iem renr
ra estad o ocupado muy seria prociucir una gran impresión en su oyente. Si yo no hubie- one \ie~:~ i:e ~ue n~s _/4:ires. 56
men
cir, habr fo sido en extr emo diver te en el inten to de descubrir qué quen a rnill men te de-
tido.~:
tanc ia. los cano1:e~ ~rance::es
liam Mac Can n VlSlL O a Ros as qu; ~ ino por i.nvtt.ación. enco
e_n a er. , erso nas, hom bres ntró reum das
cua ndo ~Vil-

v muj eres
Sin emb argo , 1a buro crac ia de
Ros as era más bien ted10sa que
sobr e el céspe~ Y bajo la galen:
espe raba n el aesp~cho de 1,0s,
~~~n~~ ~st ;s oc~siones, er2 la Iüja , que
aun que él pers onal 1nen te pare a;::.~s,· h;-;., d~ña Man ueli ta. de Ro-
cía inm une al abu rrim ient o, algu dive rtid a; saS, Manuelita, qtuen pres idia . era la interces_ora
labo rado res sufr ían en iorm a agu nos de sus co- -- " '-' diJ,"'"· al oeneral Rosas en cará
sar reci bo de una cart a, un men
da a cau sa de la sofo cant e rutin
a. Par a acu- umversa1, para ."oa , · aque llos que acu
os' . 1an o ' cter extr a-
saje o un pedido, insi stía en que judícial. Cue snon es de n:1omen _ ~- los indi viduos, tales como conn..scac1_~- ·
ra toda la nota , sin imp orta rle se tran scri bie- to Pfü"" .. b· n así en man os de
que el cont enid o fuer a Iriv ial. nes. desi ierr os, y hast ~ ~e mue ella y eran la u1-
y a ello deb ía se-
tima espe ranz a d.elos lil!o rtun r:e, q~~ ~a:u elit a ;ra una inte rme día, ría entr e
guir le la respue.sta, a vece s no
más de dos pala bras . Una víct
rida d sobr e la razó n", segu n el oria cie "la au~o- aoos . f -
urot egid o y patr on, un can alpa r~e l avorv,,.,__o-rac·a. en ,,1 aobierno ae Ros as.
i~
era, aun que Ros as nó hac ia .Jad
vere dict o de uno de sus secr etar
a sin razó n, y es de supo ner
ios. 54 Tal vez Jo
que sus mét odo s
1
ena era la gob erna dora o, como o dec1a. S;uth~ern •"la, Grav•on Sacerdotisa . ,
ae su
eran· calc ulad os. Pen sab a que si 8 ' .
un hom bre de Esta do se man teni Reino. ":,
en el Oli..r.npo, corr ía el ries go de a dem asia do . .. ,,. t encial del rosismo: unos poc os?
perd er con tact o con la real idad La prop agan da era un ~grect,L~
de un gobierno exitoso cons istía
en pres tar la aren ción alos deta
, que el secr eto .. .
cillas esiogans re,.. omp1"z·>oan a 1a d~e 1 eo
es¡ 'ª
og.
sa¡_uraban la adm i.nis trac 1on
, L
~en-
Y
dividuos. El resu ltad o de todo lles y a los in- ~ "' d ,, . • ~ b
el gobierno y una gran frus trac
esto era un trem end o atra so en
ión para los que espe raba n:
el trab ajo para eran imp laca bl:m ente ,mc uk~
gado de vio'lenc1a Yllev a~a 1~ :nte
os a ig~~e
1 lico
pr.ovoc~r-el terr or. A part ir
-
E} lemruaJe poh hco es,,,a a e·ar-
. u,· d cret o del 22 de may o de de :szs
la retó nca . pon "t·1ca, se eff·1lec10 aunncmas . 183;:i re-
nueec:.e orde
.,o~zó otro del 3 de nov iemv bre -
de lK,Z por e.1q. -. ,;\r nab
n d
9 que to as 'tas no t"s
No per::nite hacer- nada a nadi
nahnente. Para él. todos los e que no sea él. Examina, filtra , aeepta y deci de todo perso- , '- _ .
oficiales cteb1an emp eza,~ coLt- ~-lenc abez am1 en10 ~ 1"" Fed <.~.la erac ión" . v em-
,.,.
frascado en un tema. por másasun tos tiene n :a mism a impo
msignificante que sea. lo tratartanc ia. Vna vez que seha e:i- -
efec nad o.O b' o decr eto del ., 7 de mav o rev1v10 a 1ae
.. :• , ¡
p1ear ei s1s1..e11:1a re~eLrald
- • L " ,
pend ieran de su decisión. En com o si la vida y el honor de" _ ,_ , , , ~ • -
oa1s oued
consei:.:uencia. las nueve déci mas ll de mar zo ae 18.:il. ;::.egun el deb la usar se el emb lem a ,c?lo.racto co mo
an sin hace r: de orooiedades. part es de los asuntos del
hnporlancia para los indi'iidtio
sas familias mantenida en susp s a quie
en cant idad es inme nsas ; cues
nes conc ierne
tiones de extr ema
n; la exis tenc ia mism a cie num
decis ión de cualauier11aturaJez-enso, nngustiay ciesesperació11, yen eterna espera de una
ero-
"señ al de fidelíd~d a la. c~u sa
los hijo s óe esta tierra_, baJo el
~.e:
cuai,..d .. d l tran oun ídad

::.1s
o~
cem a
e;:i,
y ael b1cne~tar d,e
d:ra ~. v un test imo nio y coni"c??
re tod~ 1.:, extensión de la Rep n pu-
d. ·0¡1·C" del triunfo de esrn sag rada ú.:mca, y
te de Aoe]ación, 'aun contra fas Adem ás, se ha conv ertid o ahor a en una espe cie de Cor- " · · cau sa en . -.,, 5u v-~ , S<i" Ros
dez poi el pocier y para man ejarsent enci as; decisiones de íos Tribunales y como su nvi. un sieno de con frat ernm a entr d 1 s aroent1nos ",_,,, ¡ .,., as ordenó CJ.Ue
- e1 o ;' ot1· ci ale" se reeino1azara "N'u
solic itude s, sin impo rtarl e que y arre glar tudas las cosas es insaciable. recibe todas las en el encab_ezam1· ento - d lis doc 1rne'1~os
pres ;;arie s atend.ón. los asun tosSE:an o no procedentes: y dado que no tie:JC tiempo para Ilus tre Res taur ado r d_e Jas ~e:
.~ ~ , e:.;:- ; ". Mue ran los Salv ajes l:mta7:c• s;· _"estro
, ~~ , • -

estan carn iento universal en lodo qued an en suspenso y es


asi como reina una espe cie de e~ ?º al~b ras ,, ·, Viva la Confedernc1or._ •co-
s los asuntos que deben ser refer
idos al gobierno.
55
locando este eslo gan a~spue~ de 1
tina~'w Así como el gobi ª~?
erno nnp oma e1 es' o, l~s segu
d
;-1.~ gen"
idor es faná tico s l.o acep -
·
170
171
los seglar es y sacerd otes que tenían sueldo ,
pensión o cualqu ier otro ingres o
:aban y.repe tían con menos mode ración aún,
y con-o bsesiv as refere ncias a los leyes y medic ina, practi cantes y esmdi antes
de fondos públic os, profes ores de
En fasreu nione sieder ales patrió ticas se hacía n brindi s incita ndo a ciales , "et! resum en, Dar todos
degüe llos.
El coma ndant e Martí n Santa Colom a bebió por la en estas discio linas, aboga dos. agent es comer puede n conSiderarse
los leales a la violen cia. que,h mmqu e no :recib a; salari os del.Es ;.ado,
del Ilustr e Resta urado r: "Yo pido al Todopode- aquell os corJo rmida d de wda
muert e de todos los enemi gos servid ores públic os." Gradu almen te, se esper aba esta
ando france ses unitar ios. "G;
roso oue no me dé una mue::ste natura l sino dezoll la poblac ión, y signif icaba más que une (üvís&: . Lo.s federa les empez aron a
Los s~reno s canta ban" ¡Ivfueran los salvaj es
1;nita rios:" antes de. anunc iar la sombr eros, ame e1 disgus to de aiguno s pero
una banda colora da en sus
Los jueces de paz adorn aban SLLS decre tos con usar
rena desap robó la costum bre
hora. cada treint a minut os. con gran satisfa cción de Rosas . Tomá s de Ancho
os prcdie aba1;. fe-roces sermo nes. lez. 65 Perc Rosas explicó
amen azas sedien tas de sangr e, los clérig y Ia atribu yó a J;i_ ;míue ncia vulga r de Vic:en te Gonzá
almen te :,e llama ba a los u.i;itar .ios salvo. jes l!!mundos y besüa s asque - sar de la campaf1a del desiei:to de
Norm
ndo calific ativos aun más viru- que la idea habia sidc suya, traída al regre
rosas, pero los propa gandi stas seguía n busca 1833, cuand o él y much os ínteg: rantes de las tropa s r'J.raies iisaba n bc.ndas ro-
una prome sa de depos itar pilas de cadá- rojas_: C'Ja.ndo se produ jo la
lentos, que termi naban a menu do en jas en sus somb reros y chaqu etillas tambi én
unitar ios en las calles de Bueno s ,aj.res. ":Inse nsato s'.''. declarab2.. uh encim a de una banda negra , y pensa ba
veres muert e de doña Encar nació n. la usaba
puebl os hidróp icos de cólera os
decret o conjunto de la jusric ia y el clero, "Los ella lo habría aprob ado. 66
vuesu as casas y en los camp os, y segan do vues- que
y, tambi én. elluto federa l no
busca rán por las calles , en Las invec tivas federa les, las ropas federa les
de vuest ra sangr e donde se bañar ían d. Hasta habia una fisono-
tros cuellos forma rian una honda balsa había n puesto términ o a la búsqu eda de confo rmida
tas para refrig erar su devor ante ira. " 62
federa l estab a adorn ado con un exube-
los patrio
os muv seriam ente por el mía federa l. El rostro de un verda dero
Estos esloea ns monó wnos y tontos eran tornad bigote y largas patilla s, que daban un aspec to de fierez a y servía n para
a su uso como un; prueb a de lealtad, rante
es de ia policía podian conde nar
régim en y sus ;in'ie ntes, Se collsi derab identi ficar a los amigo s milita res. Los inform
juram ento de colabo ración . Un funcio nario de alta jerarq uía que olvjdó en- usa bigote , es urütar io.sal vaje'': esto era sufi-
un
ló an:e Rosas para pedir per- a un homb re por su aspec to: "no
cabez ar un decret o con el lema federa l se humil para envia r a,prisi ón al acusa do. En los desfil es federa les, aquellos que
ciente
dón: sólo su miedo super aba a su :;¡ervil ismo
tipo físico correc to se apres uraba n a poner se bigotes postizos.
no tenían el
ba presio nada para integr ar las filas federa les,
a.i saber que lenicio la ellorrnfs1ma desgra.- Así, toda la pobla ción queda
"Me hallo agovia do con un pr,ofundo pesado r. excén tricos diside ntes. El rojo era el
cia de haber disgust ado a Y.E. P:--otesto ante
V .E. por lo mas sagrad o, que soio por un des- fuera de las cuales sólo babia unos pocos gorras y chaqu eti-
de escrivir la píllabr a salvaje unit.ci- Los soldad os usaba n chirlp ás rojos.
cuido puramen¡-,e invoiumario puedo iiaber dejado discur rir. me hubier a riecidido a de-
color, y todo era rojo.
s en rojo. Rosas tenia
dicien do mi modo de cabal1 os estab an engal anado
no,,. ¿Sería creible que comra
unitario, cuando a la exactitc1d de su apiicac1ón. se llas tambi én rojas, y sus te unifor madas y con-
Jar de escribi r la palabr a salvaje ieran correc tamen
sumo cuida do de que las tropas estuv
agrega mi convencimiento intimo de 1a justícía de ella'?"f.s adas con cintas v meda llas federa les. En 1338. orden ó person a1men te y
decor
Camp aña para las tropas queha -
1847, Rosas defend ió el uso desoa chó seisci entas i"nedallas espec iales de
En una conve rsació n con Willia m MacC ann en fedéra les, y tres :m.il divisa s federa les para to-
del lema "; ·viva la Confe deraci ón ,tu: .. bífill lucha do en sus guerr as
que todos los ciuda danos debía n hacer ie de unifor me, de color rojo re-
Salva jes Unita ríos: ,. dos. 67 Los civile s tambi én usaba n una espec
gentin a '. ¡ Muer an los
. Los homb res tenían que usar chalec os rojos, cintas rojas en los
glame ntario pción ": Viva la Confe-
de hombres de gran reputación, pero seda roja en el ojal con la inscri
Me explicó que lo había adoptado _contra la opinión sombr eros, v divisa s de
h0bfa const:itu1do un rned10_ para sah·a.: jes Unita rios!" . Las mujer es debían
que en circun stancia s de gran excnac ion p0pula r derac ión A.rgenti..'1a! ¡Muer an Ios Salva
muchas vidas: era un lema de hermandad. exp1ical1a. a la vez que lo llustraoa dandome ar sus cabell os con cintas rojas. Los niflos iban a la escue la con unifor-
signifi car la expresión del deseo de adorn
un enérgico abrazo . La palabra muerte sólo quería on en eompr obarlo . Los ~ren-
r al gobiec"no, fueran destruidos, Era cier• mes federa les y los jesuít as españ oles no tardar
que-los unltari os, como partido político oposito
os. pero sólo porque veinte gotas de sangre estaba n tambi én pintad os de rojo y. en el mte-
to que se había ejecutado a muchos unitari tes de las casas y sus puert as
el derramam1enlo de vemte mil.f'"< obser vador britán ico hizo notar
vertida en el momen to oportu no podían salvar rior, los mueb les v decor ados eran rojos. Un
o del mund o de Bueno s ./Ures
que "los colore s v~rde y celest e han desap arecid
había impue sto el "aspe cto estaci ones de la natura leza,. Y los homb res
Desde los prime ros tiemp os de la dictad ura se hasta donde Jo permi ten :las manif
l". Rosas insist ía en el uso de la divisa punzó "colo cada visibl ement e en de negocios britán icos debie ron tener en cuent a:
federa
sobre el pecho ", en un decret o emitid o el 3 de febrer o de 1832,
el lado izquie rdo es p~dir. a los B~ring qu~ no escriban al
extrao rdinar ias. La divisa debía llevar la inscri p- Puede parece r ridículo en las latitudes de Londr
en virtud de sus facult ades
todas las autori da- es un necno que ei m_mca.1:"e-y_num:a _lo
gobier no en papel azul o azulado. Sin embargo, papel azul. En cambio. si :as hoJas esian
dos a usarla
ción "Fede ración o muert e". y estab an obliga liará mientr as viva- nada que esté escrito en
y milita res, incluy endo a los jeíes de milici as y los oficia les. tocios
des civile s
173

l.72
1'
f

unidas con un oedacito de cinta roja, se sentirá más satisfE:cho por ese pequeño y absurdo gobierno que negaba la libertad de pensamiento y la libertad de prensa. Las
homenaje que.si los Ba:ring le hubieran concedido un gran préstamo.&ll únicas noticias locales eran las oficiales. Y las que_procedían del extranjero
eran corregidas cuidadosamente:
La explicación oficíai de toda esta extravagancia era la que Rosas dio a
l\IacCru•1I1: era un signo de unidad y-lealtad; permitía a los activistas que íden- '·Cada mes desnués de la venida del naouete inglés forman en ei 1-linisterio de Rela•
tüicaran con una mirada a sus amigos: era, inclusive, una ley de amnistia_ dones Exleriores Una nota de todas las llotfoias vellidas por el paquete. pza flfl~ar~a al
tigre. Esto ya Vd. sabe t:omo lo sé. El tigre pasa una copia de ella a woaslas provmcias:
Algo de cierto había en esto, pero no era toda la ver"dad. El símbolismo federal esto. por supueslo., lo hace cercenando lo que Je es desfavorable y amplíando lo fayorc.-
era 11m1 fo,ma de uresión: la gente esi::aDa ob1igad2 a mostrar su conformi- bif::;,'' n
dad. Esta orácticfl reemÓlaz'a.ba a las prueba"s ortodoxas, a los chequeos
de segurid;d, a los jura.mentos de lealtad. La uniformidad federal era De Ange1is edító varíos periódicos para Rosas. 73 Lo.s más importantes
una medida de coerción casi totalirnria. mediante la -cual las personas fueron El Lucero (1829-33), La Gaceta MercantíL y El Archivo l!..mericano.
quedaban obligadas a abandonar el papel pasivo o apolítico y a adoptar un Esviritu de la Prensa del 1.1:fundo. La Gaceta I\ferca11til había sido fundada en
compromiso específico, amostrar sus verdaderas inclinaciones. Más aún, no 1823_. editada por James Kiernan. un irlandés pelirrojo, y subsistió basta la
era voluntario. Estaba impuesto por la fuerza y fácilmente podía convertirse caída de Rosas en 1852. De Angelis se unió a ella en -1829 y, con la ayuda de Ni-
en instrumento de terror. Los activistas federales se desmandaban haciendo colás Mariño. creó virtua1me'nte un nuevo diario, expandiendo su informa-
recorridos en grupos de seis u ocho, irrumpían en el interior de las casas, esio- ción más allá de los asuntos comerciales y convirtiéndolo en el vehículo prin-
peaban, destruían o arrastraban a la calle todo lo que fuera de color azul o ver- cípal de las noticias, comentarios y propaganda oficiales. Existía una estricta
de; así 1e ocurría a mucha gente, "como a mí me sucedió", registró el diarista censura para las notícias, mientras que la propaganda tomaba la forma de
Ber.iti en 1842. 69 monótonos resúmenes de demostraciones favorables a Rosas y diatribas con-
La ortodoxia política se transmitía tanto por la palabra como por los he- tra sus enemigos. Pero la Gaceta también expresaba. aunque de manera in-
chos, y las imprentas de Buenos Aiies-einco en total~ se empleaban en for- coherente, las ideas políticas de Rosas, su "arnericanismo" y sus esfuerzos
ma absoluta al servício del régimen. Al asumir el pode!.", Rosas suprimió la para inculcar un sentido de identidad independiente, y hasta de nacionalismo.
prensa opositora e hizo quemar díversas colecciones de periódicos en la Plaza E:ntre los argentinos. Como observó Som:hern:
de la Victoria por el ejecutor públicO. Durante el resto de la dictadura sólo se
permitió la existencia de prensa oficial, que llegó a constituir una pesada car- Es evidente aue lamenta ia ausencia en estE. gente de un cspirirn de independenci_a nacio-
nal: muchos 'de los documentos y discursos de la Gaceta son expresamente escritos:, pu-
ga en el presupuesto. Rosas ejercía personalmente un control directo y deta- blicados con el orooósite de excitar ese sentimiemo -Poderoso insr.rumento en manos de
llado sobre los periódicos, empleando varios periodistas extranjeros. Pedro un gobernameefídente-. Las autoridades delos distiitos leen todos los días, en tocios los
de Angelis, Nieolás Marino, Luis Pérez, y otros argentinos, tales como Ma- rincones del pars, la '·Gaceta 1krcantil'', que se encuentra drre.ctamente a su cuidado:
nuel de lrigoyen, José Rivera lnda:rte y Lucio V. Mansil1a. 7fl De Angelis sobre- los jueces de paz la leer, a los civiles y el comandante miliwr a las personas relacionadas
con el e1erc1to. La Gacela es, en realidad, pane de un simulac::um de gob1Brno. que se
salía del resto debido a su buen juicio y su erudición, que posiblemente·puede mantie.Óe con Wla perfección de la que sólo es capaz un hombre de la fuerza de carácter Y
apreciarse mejor que en otras obras en su valiosa compilación de fuentes his- de 1a naturaleza inflexible e incansable del general Rosas. 7~
tóricas, la Colección de Obra.s y Documentos del Río de la Plata. Nacido en
Nápoles. habiallegado al Río de la Plata desde Francia, con una reputación li- Pero nada podía ocultar la inherente opacidad de la Gaceta 1\.ferca.ntiL
beral v una invitación de Rivadavia. Pero eventualmente se encontró con un agravada por el peculiar hábito de aparecer ocho a diez dias después de la fe-
nuevo· patrón, y entró al servicio de Rosas para convertírse de hecho, aunque cha establecida; los suscriptores cayeron de setecientos en 1833 a ciento veín-
no por títÚlo, en director general de información y propaganda. De Angells no te en 185L aunaue su-círculación, naturalmente, era mayor que esas cifras.
abandonó la investigación hístórica, ni su semído de juicio o su desaproba- El A..rchivo·.4.mericano empezó a publicarse en junio de 1843, editado por
ción, en privado. de los excesos del régimen. Pero resultaba una triste ironía De Angelis, y pronto se constituyó en uno de los principales medios de propa-
aue un hombre traído al Nuevo Mundo para servir a la ilustración tuviera que ganda rosista, hasta su extinción en diciembre de 1851. 7;. Su particular función
Convertirse en el publicista a sueldo de una.autocracia conservadora. Su de- ~onsistia en explícar y defonder el régimen en Europa y las Américas. en una
fensa básica de la dictadura era criticar la aplicación de pautas ambiguas en- época de constante presión y hostilidad extranjera. Era. hasta cierto punto.
tre federales y U.'1itarios: "no dejci de ser una ironía punzante a la humanidad u.na edíción internacional de la Gaceta },-fercanti.l, aue buscaba presentar a
que, al reprobar el asesinato cruel del ilustre Gobernador Dorrego, ensalce Rosas como un-defensor del orden, de los intereses nclcionales y de la indepen-
con tanto aíán a sus asesinos·'' .7' La realidad era que De Angelis servía a un dencia americana. Lo publicaban semanalmente en tres idiomas. español.

174 175
77
francés e inglés, y con una tirada de mil quiníentos ejemplares, cuatrocient9s dor. En-la C~tedral, el obispo en persona oficiaba a veces esas ceremonias;
de los cuales se enviaban al exterior, algunos al Reíno Unido; el diario Mdr- ce!ebraban Misa con el retrato de Rosas y el Santo l\1:isal u.'10 junto a otro,
nina Chronicle lo usaba como fuente para los artículos pro-Rosas,_que, a su mientras uno de los sacerdotes de 1a catedral predicaba simultáneame nte lo
76
vez~ eran reproducidos en la prensa de Buenos Aires. El ,4rchi.vo .4.mericano sagrado Y1o profano en un resonante sermón, haciendo oportunas alusiones a
sufría la censura directa del dictador. Pedro de AngeliE le sometía regular- las virtudes cívicas del gobernador v a las justificaciones de la causa fede-
ral.78 ~
mente los artículos para su examen y, a1 parecer, eran leídos y corregidas en
detalle. Volvían marcados en aprobación o para que íueran modificados. o No se perdía ocasión para identificar al federalismo con 1a religión, esne-
simnlemBnt.e rechazados. y con instrucciones en cuanto al idioma en que de- cialmente cuando constituia una cruda v masiva atracción. En marzo cÍe 1842
bía~ oubiicarse. Rosas también insistía en ver las pru.ebas, porque nada deja- el Comandante del Parque constru-vó se-i.: ·cd::ües de Judas, objeto anualment;
ba al -azar. De AJ1gelis empleaba un equipo de traductores, que incluía a Amo- del odio del pueblo; ese año, por orden de RÜ;as, las hicieron con la formad~
nio Zinny para el francés y al doctor J. A. Wilde para el inglés; ambos tenían "salvajes unitarios". Rosas.dio precisas instrucciones en el sentido de que de-
sueldos mensuales pagados por Rosas. Fuera del grupo de periódicos de De bían reRres_entar a Paz, Lamadrid, Rivera y otros unitarios muy conocidos, y
Angelis, pero siempre sujeto a la censura, estaba el British Paclret (1827~58), proveyo la información detallada sobre sus aspectos y uniformes. Finalmen-
un periódico en idioma inglés editado por Thomas GeorgB Love_ Se trataba de te, ordenó que fueran quemados públicamente el Sábado Santo, en diversos si-
un semanario que circulaba entre los residentes británicos y norteamerica- tios de la ciudad. 7g
nos, y aunque en apariencias era una publicación independiente, en rigor se- La jerarquía eclesiástica respaldaba sólidamente a Rosas, pidiendo a los
guía la línea impuesta en la Gaceta Mercantil y en el .4rchi.vo Americano, y fieles que dieran total apoyo al restaurador de las leves y defensor de la reli-
formaba parte de manera inequívoca de la maquinaria de propaganda de Ro- gíón. El Obispo de Buenos .<llres, Mariano Medrana, ciue Usaba vestiduras "fe-
sas. El cuarto periódico del régimen era el Diario dela Tarde (1831), una pu- derales" con rebuscados emblemas, instruyó a los sacerdotes en su diócesis
blicación que no se distinguía particularmen te. para que predicaran a mujeres y jóvenes so0re la virtud de uen:enecer a la
Aquellos que no podían o no querían leer la palabra de· Rosas recibían .el causa federal: "Nada es más justo para el clero, como confor~ar sus opinio-
mensaje por otros medios. Había un grupo de bufones, a quienes llamaban los nes con las del Supremo Gobierno, por cuanto cualquiera divergencia en esta
locos de Rosas que debieron aprender de memoda versos, discursos y docu- parte pudiera ser ruinosa y perpetuar males?.. todos tan sensibles''. Mientras
mentos federales para recitarlos mientras recorrían las calles, intercalados Rosas condenaba personalmente a los masones, heréticos e ímpfos, a todos
entre diversos actos cómicos, musícales y de danzas. Las campanas de las los cuales identificaba con los unitarios, el obispo Medrano, a su vez. alababa
íglesias también repicaban por Rosas. Había una liturgia política que llegó a "la Santa Causa Federal". La mayor parte de los míembros inferiores del cle-
ser un sello característico del régimen. Las ceremonias jdólatras que inaugu- ro se.mostraba con vehemencia favorable a Rosas; eran virtualmente otra
raron el_período de gobierno en mayo y junio de 1835 se repitieron en ocasiones arma de su "populismo", una especie de milicia esoiritual, a menudo inclina-
posteriores, especialmente durante las crisis. Cuando en 1889 Rosas se encon- da con violencia contra los unitarios, a quie:oes aclisaban por las medídas an-
tró rodeado de enemigos, acosado por el bloqueo francés, presionado por el ticlericales de Rivadavia y sobre quienesinstíga ban ahora por venganza. Era
descontento de las provincias, preocupado por súbditos rebeldes y viviendo en un clero fanático, de poca educación, formación y disciplina. Muchos de estd's
el teffior del asesinato, su maquinaria politíca entró en acción. Los trabajado- sacerdotes criollos eran, de hecho, caudillos menores del populacho de Rosas,
res del partido organizaron una.orgía de adulaciór: -que alcanzó a las igle- Ydesde sus púlpitos predicaban la santidad del restaurador y pedían el exter-
sias- para glorificar al dictador, felicitarlo por su obra y aterrorizar a los minio de sus enemigos.Asi eran el Padre Camargo, Fray Fbrencfa Rodri- ·
irresolutos. Se montó un retrato de Rosas sobre un carruaje triunfal, en medio guez, el Padre Solis y, especialmente , ei Padre Gaeta, que vestía sus estatuas
de adornos de flores, y los activistas; sus -mujeres e hijas lo arrastraron a lo con colores y divisas federales y comenzaba sus sermones con la exhortación
largo de las desparejas calles de Buenos Aires_ Lo segilla un grupo de vocalis- "F~lig~eses m:íos, si hay entre noso~os algún asqueroso salvaje unitario, que
tas □ ue caminaba lentamente cantando "¡Vívala Confederación! ¡Mueran reviente." El clero formaba parte sm la menor reserva.del movimiento rosis~
los S~lvajes Unitarios!" Llevaron el retrato en procesión de iglesia a iglesia, ta. Y la Iglesia, a su vez, recibía el apoyo de Rosas, con un precio.
en cada una de las cuales lo recibían Sacerdotes que desplegaban una devo- Rosas era católico convencional, por nacimiento y educación. Rezaba,
ción normalmente reservada a propósitos más sagrados. Lo llevaban alo lar- crefa en 1~ Divina Providencia y consideraba a los unitarios como "enemigos
go de las naves míentras tocaba el órgano, se cantaban himnos Ypronuncia- de Jesucristo". Puso fin rápidamente al liberalismo y anticlericalism o de Ri-
ban oraciones. Mientras ceiebraban l\-1isa Mayor, honraban al icono cori in- vadavia, restauró iglesias, reinstaló a los dominicos v autorizó el reareso de
cienso ·y se _µbicabañ en el altar al lado del crucifijo y las imágenes del Salva- los jesuitas. Pero tenía un concepto utilítario de la religión y la evaluab& sobre

i
176 177

J
todo como un apoyo para el orden social y ta '·subordinación" .30 Así.como pro~
tegia a la Iglesia, también la dominaba y manipulaba, t!"'atando al clero como
una rama de la burocracia y esperando de ellos que sirvieran en todo a la cau-
sa federal. Redamó el derech.o deoatronato, lo usaba oara nombrar solamen-
te a· federales en la iglesia, y ma~tenía fuera de la ~gen tina la jurisdicción
l ?
0
r J?arecfainsensible a la,s implicancias de su politica, y acusó a Roma y a los
Jesmtas ante el encargado de negocios británicos, Robert Gore, hallando un
elemento de base común con la Inglaterra protestante:

~el~nzó luego un_afm:iosainvectiv2 contra el Papa. a quien injuri6en términos desmedi-


papal. Por decreto del 27 deíebrero de 1837 declaró nula toda bula papal emiti- ~?~,dme pre,~unto_ que _se proponia el Papa pretendiendo intetierir en la soberana auto ri-
da desde 1810 y todo nombramiento eclesiástico alli contenido. 81 -:{ todavía en a eyn Pfs extranJero, y más, una nación de diferente religión. Dijo: "Daría todo el
pequeno .-\?? er que tengo para destruir a una persona tan malvada. 'fo so Y un buen católi-
1851 se rehusó a negociar con un enviado del Pap8 cuya misión era resolver la co _a~o~wuco, per? no romano ... ''.. Después hablo de los jesuitas. "Los cuias, señor. sen;_;:,
disputa sobre patronazgo. 32 rumd ª1 "'--s~~s pa1se~.; esos j~suitas son demonios con forma bumana, nunca teng~ nada
que ec_r1e_, 1es atrrouyo toaas las desgracias de este pa-fs. "35
Los jesuitas regresaron a la Argentina en 1836, unos setenta años después
de su expulsión por Carlos IIL Volvieron por invitación d2 Rosas, quien ies
restituyó su antigua iglesia y colegio de San Ignacio, les permitió abrir escue- Si bi~~la Iglesia !.la prensa eran auxiliares importantes de Rosas, la últi-
las, planear misiones a los indios y establecerse en Córdoba y en Buenos Ai- ~a sanc~on de su goo1erno era la fuerza, aplicada por los militares y la poli-
res. En virtud de esta decisión llegaron a Buenos Aires seis jesuitas españoles c~a._ Estri~ta.mente hablando, el régimen no era una dictadura militar: era un
el 9 de agosto de 1836, a bordo-del bergantín inglés Ea.gle, a los que siguieron regi_me1! .civil .q.~e emple_aba c_ondescendi:ntes militares. Sin embargo, la or-
otros con breves intervalos. Rósas favoreció a 1os jesuitas porque estaba im- gamzac10~ milILar. no solo estaba para defender sino también para ocupar
presionado a raíz dé ;¡los incalculables servicios que había rendido previa- Buenos_ iUres, n~ solo para proteger a la población, sino además para contro-
mente la Compañía a la religión y el Estado"; creía que serían una fuerza larla ..En el ?ammo de la Chacarita, a unos quince kilómetros al oeste de Bue-
para el orden y la unión; y esperaba de ellos que predicarfan "las ventajas de nos Air~s YJunto a un miserabie asentamiento indio, estaba Santos Lugares
nuestra Santa Causa Federal ".83 Rronto quedó decepcionado. El éxito inme- de Mor~n, cu":rte_l general militar, campo del ejército y prisión politica.-Éste
díato y la popularidad de los jesuitas despertaron su resentimiento por.el posí- e~a el pilar prmc1paJ del régimen, erigido po:r Rosas eh los últimos años de la
ble desarrollo de un foco rival de intereses e influencias, y más aün cuando decada de 1~3~ ..su fuerza establecida era de unos cinco mil hombres. dividi-
descubrió que eran neutrales en política. Pronto fueron acusados de ser pro- d_os en tr.es div1s~ones, infantería, caballería y artillería. Los cuartele$ consis-
unitarios, los acosaron los activistas federales y los aterrorizó la mazorca. Lo t_ian en snnples fila~ de ?arracasprimitivas construidas por los mismos solda-
cierto fue que ellos no permitieron que sus escuelas e iglesias se convirtíeran ~os, unos pocos alo3am1entos para oficiales, y una!pulperfa.B6 Las fuerzas mi-
en centros de propaganda federal. Se negaron a predicar la doctrina rosista y h.t~res esta~ª? comp1;1~stas por el ejército regular y'lilmilicia. Pero la-distin-
a colocar el retr_ato de Rosas en sus altares. Hacia 1840, Rosas se había vuelto ~o~ :ntre civiles Ymilitares en un pa~s donde los estancieros podían poner en
en contra de los jesuitas y pronto estuvo en conflicto con ellos. Por un decreto ª<::??n ~~c~adrones ~e peones montados no era absoluta, y la capacidad para-
del 22 de marzo de 1843 los expulsó de Buenos Aires y, durante los años siguien- mmrar1oe .los estanc1eros actuaba como una restricción al poder de los milita-
tes, logró que los expulsararr del resto del país, alegando que buscaban obte-- res pro es1onales.
ner poder y dominación y que aceptaban el gobierno de Roma. En 1852 no que- La Ley ~e Milici~,. d_el :!.7 de diciembre de 1823, estableció-en la provincia
-daba· ya ni un solo jesuita en la Argentina. No había, por supuesto, evídencia de Bl3:en?s_ Aires la Mihe1a de Infanteria, dividida en unidades de servicio acti-
alguna.de que los jesuitas fueran culpables de subversión o conspiración. Sim- "? (diec1s1ete a cuarenta y cinco años de edad) y reservistas (de cuarenta v
plemente habían asumido una posición contraria a.l compromiso político: c:11co ª..sesenta y cínco. años), y la Caballería, formada por unidades de servi-
esto era la norma de la Orden. particularmente estricta después de la amarga cio activo solamente (de veh,te a cuarenta y cinco aiios). La milicia de servi-
experiencia de la -::,upresión. Los jesuitas se convirtieron así en una prueba cio activo tenía una fuerza de once batallones en la capital y trece en el
para la tendencia totalitaria del régirñen. Era ímposible ser neutral en la lu- campo; la reclutaban y controlaban los comandantes generales de ·milicias v
cha· e,ntre la verdad oficíal y sus enemigos; la gente era pro-Rosas o anti-Ro- los jueces de paz, a menudo las mismas personas; y su función era la de com"-
sas. El esperaba que los jesuitas aceptaran del gobierno ·'las máximas, prin- plernentar el ejército regular. 87 Ésta fue 1a organización de milicias que here-
cipios y sistema político en que han de instruir a nuestra juventud. " 84 Planea~ dó Rosas e hiz~ tanto para mejorar. La empleaba para mantener la ley y el or-
ba hacerlos agentes ideológicos del régimen. Eventualmente, él mísino probó den, para ~u~nmir la rebelión, para fortificar. el régimen federal en el campo,
lo que sus enemigos habían denunciado durante mucho tiempo: que en la Ar- Y, en la pract1ca, para rellen.ar las filas del ejército reaular. Los hombres de la
gentina de Rosas no se toleraba el más mipi,mo grado-de desviación, ni la me- . mílicia recibían la misma paga que los soldados; los ~eclutas debían ser pre•
nor expresión de independenéia, ni un sblo enclave. Personalmente. el dicta- ferib]emente solteros o con pocos hijos, ya que el servicio activo duraba ocho

1-78
179
1.• ··
años, antes de entrar a la reserva. La milicia consistía esencialmente en es-
·lf Rosas no sólo tenía la capacidad de controlar a las fuerzas rurales: tam-
tancieros que conducían a sus propios peones; había también un cuerpo espe- ¡ bién sabía cuál era la mejo; manera de desplegarlas. Era partidari~ de la

l1'
cial de élite, la Guardia de Honor del Restaurador, formada por destacados guerra montonera. En 1829 había vencido al ejército profesional de Lava11e
hacendados. con la guerrilla L."Tegular; era en esas tácticas en las que depositaba sufe, por
Rosas mismo tenía experiencia militar. Después de Ja calda de Rivada- ser las más apropiadas de acuerdo con el ambiente y los recursos. De la mis-
via salió de su "retiro" y aceptó el nombramiento de "Comandante General ma manera, temía los efectos de una campaña guerrillera contra su propia
de las Milicias de Campaña", con la misión de mantener la paz-en el campo, posición; como fue registrado por un espía en su campamento:
sobre la frontera india y en el nuevo territorio en el que se expandían las estan-
ciasJIB Él reclutó, armó y organizó una milicia de caballería y trató de infun- "Rosas tiene afición in.r.;ata a la guerra monionera. Le he oido habütr scbre ssto: le he
oído que temía a las bizarras tropas de nuestro querido y 11alie.nte La·;alle, pues e:an mi·
dir a los milicianos un sentimiento de orgullo y daries protección contra el tra- litares y sus secuaces no io eran_ Así es como evitaba el ano 2B presentar acción; pero
tarniento arbitrario y despreciativo de las autoridades civiles, que tradicio- cree tan buena la que él hizo, que piensa cor.. ello biEiarse sierp.pre de sus enemigos_ que
nalmente los veían como la escoria de la población y fácilmente confundibles son porque han apre-i:-idido a serlo, militares. Creo que teme mucho una insurrección, una
con los delincuentes. "Que el miliciano honrado", proclamó Rosas, "conozca montonera, que si la hubiese se moriría de miedo y sin duda caería. Lo creo asf, pues o'b-
servo que procura precaverla. Si no fuera así. ¿por qué tener a qui al Joven .Ramon Maza
que su jefe militar lo ampara contra un acto de injust.icia, que sepa el milicia- que tiene prestigio en la campana? ¿Por qué también tener al coronel Valle? ¿Por qué
no laborioso que no puede ser confundido con los holgazanes gue infestan la adular tanto a Pacheco, consentirlo que robe tan escandalosamente en la campaúa? Con
campaña. " 89 .La reputación que ganó entre fa tropa rural le permitió ejercer su nombre han aumentado su diccionario los gauchos s1gn!ficando con pachequear, ro-
control y disciplina sobre sus hombres, algo raro en la época, especialmente bar ... ¿"Por qué encargar sus fuerzas a hombres negados que no tienen aspiraciones'!
¿Por qué llevar una correspondencia tan larga .'.-' minuciosa con los jueces de paz de la
cuando los soldados del campo entraban en Buenos Aires, como victoriosos, campana que son autómatos suyos, no hombres? "~1
En 1829, el comportamiento de sus tropas mientras presíonaban a las fuerzas
de Lavalle dentro de Buenos Aires, fue considerado ejemplar por los obse..>va-
dores. Otro tanto ocurrió en 1833, cuando el 7 denovíembre celebraron el acce- El poder militar del régi.'Uen de Rosas, sin embargo, no sólo descansaba
so al poder de Viamonte con la entrada de los Restauradores y un desfile de la en las milicias y ]os montoneros, si.."10 también en un ejército regular de oficia-
victoria; los observadores quedaron nuevamente impreSionados por la au- les y soldados profesionales. El ejército de Rosas, si bien no era todavía un
sencia de venganzas y pillaje entre los seis mil ochocientos hombres; "lo más verdadero ejército nacional, wnstitufa el núcleo de uno de elios, Su base :insti-
admirable de todo", informó Arana, "ha sido el orden y disciplina de la mili~ tucional fue la Ley Militar del 2 de julio de 1822, complementada por ley del 17
cia de la campaña, de los que no hay una sola quexa ... y todos sin excepción de' diciembre de 1823~ "El ejército será reclutado por alistamientos volunta-
han admirado él acierto y poder de V, para reducir a tal orden y suvordinación rios; en caso de insuficiencia, por contingentes:' La corucripción se aplicaba
a nuestros campesinos. " 90 como castigo a los vagos, ociosos y delincuentes, a quienes se daba caza para
La explicación residía en el hecho de que las fuerzas rurales eran parte de llevarlos a las filas bajos los-vigilantes ojos de los jueces de paz y los coman-
la est..'7lctura de la estancia: la jerarqtúa de las tierras se trasladaba a las mi- dantes militares, quedando, en realidad, en situación de encarcelados milita-
licias, donde los estancieros eran los comandantes, los capataces eran los-ofi- res.92 Los gauchos eran hombres de caballeria naturales, Pero Rosas apreció
ciales, y los peones, las tropas, Desde arríba hacia abajo había un firme con- que, para algunas guerras y particularmente contra sus enemigos de las pro-
trol basado en la relación patrón-cliente. Pero Rosas tenía-también una mi- vincias y extranjeros, necesitaba tambíén una infantería. Dedicó, por lo tanto,
licia-urbana, reclutada especialmente entre los artesanos y otros grupos de la gran parte de su primer gobierno a crear un ejército permanente. Al comen-
ciudad. El primer tercio cívico estaba compuesto por comerciantes minoris- zar su segundo gobierno eliminó al ministro de Guerra por ser un gasto inne-
tas y_ dueños de tiendas. El segundo tercio hab:ía sido reclutado de la juventud cesario y se transformó, de hecho, en su propio ministro de Guerra, del ejérci-
de la clase media, artesanos, empleados, carreteros, pequeños propietarios. to que era responsable ante él; éste fue el general Agustín de Pinedo, un vete-
Algunos de éstos eran también míembros de la mazorca, aunque el liderazgo rano de las invasiones inglesas y de la guerra de la independencia. Debajo de
de esta organización terrorista semioficial pro venia de ex oficiales milicianos él había tres comandantes militares de campaña en la provincia de Buenos
y otros miembros de los sectores m,¿s altos. La tercera brigada estaba forma- Aires, Prudenc10 Rosas, hermano del dictador, Lucio Mansilla, cunado de Ro-
da por negros y mulatos, la así llamada negiada federal, tropas negras con sas y Ángel Pacheco.
uniformes rojos. Estas milicias urbanas no impresionaban mucho militar~ La mayoría de los militares de jerarquía que se hallaban bajo Rosas-ha-
mente; pero eran para Rosas una fuerza social, y parece haber cultivado a la bían .iniciado sus carreras en la guerra de la independencia; eran-soldados
gente de color muy particularmente. profesionales y servían a Rosas como habían servido a los gobiernos anterio~

180 181
res, adapt ándos e fácilm ente al nuevo lengu aje
f
de la polític a federa L Algunos perso nalme nte a los jueces de paz que despa chara
oficia les antígu os, como Prude ncio Rosas y Lucio n a los delinc uentes de s_us
l'rfansilla eran-p arte de la distrit os prira que presta ran servic ios en el ejérci
red famil iar del dictad or; otros como Ángel Pache to Pº:' un tier~ipo v;oporc10-
co, Juan Isidro Quesa da; nal a cada delito en uarticu lar. De tanto en tanto
Rolán , Ravel o y Corva lán, eran homb res ffitim se hacian barrid as a e nuevo s
ament eligad os al régim en. El grupos de vagos y ae1.rn.cuentes, y estos consc riptos
coronel Nicolá s Grana da, vetera no de las guerr forma ban por lo n:,enos el
as de la indep enden cia. co- Cmcuenta por dente de-1 e;jército. A otrns conscr
mand ante del regím iento de Corac eros Escol i_-ptos los o~l~g~ba:o-pnmero a
ta Liber tad. un cuerp o recio y integr ar las milici as. Aunque había una difere
leal, era un típico oficial super ior del ejérci to ncia entre m1hc1as yruerzas_re-
de Rosas . Pero el protot ipo era gula\· es,,ba jo el :régím en de Rosas cualq uier unida
Angel Pache co, modelo mism o del gener al rosist
gu..ido, de expre sión sever a y brilla nte unifor me,
a. Física mente fuerte y er- p]e.mente. transf erida a regim ientos de li.."l"lea
?e
d mi~icia J:odía ser s1_z:n-
Pache co era soldad o profe- y queda ba su Jeta a 12.. severa d.ls-
sional de alma, pelead or cruel que había ganad ciplin a y al servic io activo del ejérci to regular_%
o su exper iencia en el campe , _ . . _
,de batall a, en las guerr as de la indep enden cia, Muchos de-1os homb res de_ tropa e~an _negr?s
civiles. Conoc ia íntim amen te el pais, desple gaba
la fronte ra inrlia y las guerr as esclav os aue ganab an su liberta d media nte la
o muiat ~s, ~191nos d= 1~
el10
sus fuerza s con eficac ia, y mcorp orac1o n, 10s am~~ rE:~
su objeti vo no era solamente vence r al enemigo bían a veCes orden de manu mitir sus esclav os
s1.Ilo destru irlo. Sus opiniones para que entrar an al eJerci w,
polític as eran simpl es: odiab a a todos los unitar una forma índire cta de impue sto o leva. Se consid
ios, a quiene s veía como la eraba que las tropas de co-
ruina del país y aliado s de los enemi gos nacion lor eran las mejor es dísponibles; tal vez tenían
ales: los france ses. Pache co poco qu,e ~erde r, Y en todos_l?s
era el prime r gener al de Rosas , -leal al líder y casos debíaic pasar unrigu ros? exam en m~dic
al rÉigimen y, a su vez, era depo- o antes a~ mc~~ orars e ~ eJ,er:
sitario de la admir ación y-la confia nza de aquél. 3 cito. La demag ógica relaci ón ae Rosas con 1as
9 Con gener ales como Pache - clases :11ªs baJ~~no podia_~c_ul
co, Rosas no tenía proble mas con el más alto tar el desdé n que sentía por ellos, y si mostr aba
coman do. Esto era impor tante, algu,n favon tlsmo hacia 1o_s
porqu e siguie ndo la linea hacia abajo, las vírtud homb res de color lo hacia dentr? d~ 1~ estruc
es milita res eran menos evi- tura ~,xistenre. D~r.a nt: s~ pri;
dentes . mer gobier no, Rosas creó un ~eg1m~e1_:i.:o de :1eg.ro
s ~1~r': llama ao Deten~~re~.
El ejérci to de Rosas no era en realid ad un ejérci
to de volun tarios . Si bíen de B ue...710s:-i.•rr· es , y-- un batall an de 1manteria.·..
los 1,1be. tos de Buenos Aires,
había un fuerte núcleo de oficia les y subofi ciales más tarde establ eció el Cuarto Batall ón de Milici. . . ¡· , ... e
regula res, la masa delas tro- a Act1_:va, ormaa o poi n -
pas era de·con script os, oficia lment e por·cu atro gros elegid os. Tamb ién se red u taba alas indios
años pero, en la gener alidad para las tuerza sdeRo ~as._ ~1-
de los casos, por una indefi nida emerg encia. Como gunos, captu rados en las guerra s de fronte ra,
la poblac ión rural no es- ot_ros eran guerre ros m1taa in-
taba dispue sta a incorp orarse y los terrat enien dios mitad gauch os de la mism a región del sur,
tes tampo co quería n perde r su .:71rtualrnente'm?ntoner0Ds ~ro-
mano .de obra, se practi caban las levas, establ fesion ales, Otros eran de tribus pamp as, que
ecidas por Jey e impue stas por aman te m:1cho tiemp o ba.b~a?
la fuerza ; ias patrul las milita res o ronda s de sido aliado s de Rosas , uno de los pocos blanc os
engan che acorra laban a los que conocxa su~ costu;11-bre:_J,
consc riptos , arrean do a los homb res desde las ~e decí~ su lengU.a: 0 eran simpl ement e atraíd os
estanc ias o cazán dolos en cam- con el senuelo ael bo~m-
po abiert o. El gaucho era muy vulne rable, porque ;nos p;~os reg~ entos de c:aballeria de~ ej,~rc~
se lo consid eraba muy bien de indios. v el mísrno Rosas conta ba con mmos
t? federa : t,e~an e:,cu~dr~ne~
capac itado para el ejérci to, al menos para la tnen armq.aos ent,r ~ l_os m1em
caball ería:
bros de s~~ séquito_ en Santos Lugar es. 97 Per~,, m~ita
fueron más que un eleme nto margi nal, y ~1 e3e1:c1
rment e, l?s,_:?-~10s nunc:
La facilidad con que puede conve rürse a los gaucho to regula r ex1s"ia l.anto para
de.cab allería los hace pariicular:mente pasibie s montados de este país en soldados
defen derse de ellos como para usar su ahanz a.
las ocu!)aciones y costum bres de las da ses béljass de dich.as :requisiciones. En la ciudad, .,

m:n u~;.-
no los hacen aptos para el servicio mfü- Por lo tanto, e1 ejérci to de Rosas no er_a un ejérci
tar en el mismo grado; además. en la capita l, to "popu_lar". E:~
las cuales apelar en extrem os casos de. apuroshay autorid ades locales y opíniónpúbiica a multit ud incoh erente v aoolít ica de con~c nptos 5
, lo que da mayor seguridad a la propiedad
reclut ados mas o
y ala vida.~ mala gana, para mucho s de los cuales la vida
milita r. era una forma ae cauti-
verio. v conducidos por oficiales proíes ionale
s de
Las prime ras victim as de las levas, por lo tanto, riencia'. Sín embar go, el servicio milita r era una divers os grado s de exp;-
eran los homb res que se carga _no solam ente para ,a
ajusta ban a la ley, que no ofrecí an resiste ncia. gente común del camno sino tambi én para los
Otros blanco s eran los delin- estanc ieros, o por lo menos
cuent es, y se entend ía como tales a los vagos para aquell os que no t€ní:an influencías. en el gobier
y los desoc upado s tanto como a no, porqu~,aip-~vaba la es:
Jos crimin ales y proscr iptos, En una circul casez de mano de obra lleván dose por 1~ fuerza
ar del 14 de enero de 1830, el minis- . emple :~os vn:a~e: fsªr,.a :a~es _
terio de guerr a orden aba que cada partid c (distri tancia . oara no menci onar mucho s vahos os canall
to) debía envia r cada ouince o~ y" doma~O!i. ~ n "" ror
dias dos homb res de entre-lo peor cte los vagos , ma de ·e'vitar esto era conse guir un priviJ egio
espec ial, como el q~e ?1sf1],1tª:
llaban fuera dela ley_ 95 En un decre to del 19de
los desoc upado s y los que.se ha-
marzo de 1331, Rosas orden aba
ban los Ancho rena. El otro camin o era me~ia:":t~
era una forma de impue sto. "He visto a unma1 e] pago de su~s_htutos.
v1duo, cuyo capita l no pasa) ,a
!'~~:°'
182
133
· ~e och? mil pesos, _P~?ar en un solo mes cuatrocientos de personerias de sus Otra forma de mantener unidos a los ejércitos era mediante la esperanza
.-salariados· , escr1b10 un demandante. 99 De lo contrario, estancieras y peones de recompensa. Generalmente recibían un pago inicial en el momento de alis-
.qued~ban c.omplentameme .ª merc~d d~ los comandantes militares d~l lugar,
zue
~sp..,ensa~an_ a. sus a~1gos Y eJere1an las injustas levas sobre 1os demás
a ~ª~ ga.-~e ~o mtole~ab1~ en la década de 1840, después de diez años de gue~
tarse. En 1832, Rosas autorizó el pago de cuatro pesos a cada uno de los hom-
bres que se incorporaban. La gente a quien se consideraba más importante
recibía mayores remuneraciones; por ejemplo, en el mismo año, Francisco
rras prov.'.1-c1a.les Y exrranJeras y asi cor.ao crecieron las brutales v arbir:r- Carril recibió cien pesos por servicios en el Ejército Restaurador .103· El botin
nas exacc10nes .otro tanto ocurrió con las protestas. • - "'" era un medio aceptado para sostene...r )' financiar un ejército, fuera federal o
--, .. B;_s~e. tipo ~e fu~r~_as teD!a poca moral, sentido del deber o patriotismo. unitario. A falta de un ingreso adecuado y en condiciones de escasez de recur-
iuemras q~e e1 esp1_n~u nac10nal y la motivación prácticamente-no existían. sos, se sostenía el esfuerzo de guerra mediante in.cursiones a las estancias en
exce~t? emz-e l?s ofl<:-ales. Las impresiones de los observadores británico; busca de caballos y provisiones, o practica.,.,do el despojo en aquellas regiones
eran .,~l ve_z pr~Juzgaaas, aunque su referencia ala ausencia de un sentimien• del país que no sostenían a la causa federal. Y el robo autorizado era virtual~
to nac10na1 probablemente sea correcta: mente el único premio para el soldado común, cua.11do le debían sus salarios,
De esa manera se institucionalizó el pillaje y los ejércitos vivían a costa de
las tierras. Para algunos había sustanciales recompensas. En marzo de 1830,
Rosas decretó una partida en el presupuesto de los años siguientes para "una.
suma adicional como ayuda de costas para sus buenos servidores", lo que .in~
cluía una sobrepaga a los militares, desde general hasta soldado raso.
Los oficiales también recibían donaciones de tierras y, en el ·caso de los ge--
nerales y coroneles, comprendían extensas haciendas, tomadas de las nuevas
tierras sobre la frontera india, de las tierras públicas y de las confiscaciones.
Las cesiones de tierra de este tipo se hicieron periódicamente, después de la
Campana del Desierto, de la rebelión del sur y de otras importantes operacio-
nes, con las unidades de tierras siempre graduadas cuidadosamente según
las Jerarquías. También se distribuía ganado. La ley del 31 de marzo de 1846
otorgó a los vencedores de Pago Largo ganado vacuno y bovino en las siguien-
Los_ ejércitos iban a_ ~eces, acompañados por miembros de la mazorca,, tes cantidades: seis mil .cabezas a los generales, cinco mil a los coroneles, y
que ~_ctuaban-como com1s10naaos polit1cos, para vigilar cualquier desviación así sucesivamente hasta quinientas a los sargentos, y menos a los soldados e
Ye~nmular por el t~rror. Y la fu..'1ción de los oficiales no era solamente con- indios; todas ellas habían sido tomadas ''de las haciendas que fueron de los
ctu~rr / sus tropas smo también retenerlas. La deserción era endémica y los salvajes uni.taríos''. Similares entregas se hicieron después de Quebrachito Y
deser~ores llegaron a ser una nueva plaga en las pampas, una presa más para otras batallas. Un decreto del 26 de marzo de 1841 otorgó a ios militares fede-
las patrullas. con una recompensa de veinte pesos por cteSertof, al que podían rales una excepción del pago de la contribución directa por veinte años, con-
rr:~ta~ en ;a~o de en.contrarlo. En este sentido, había poca diferencia eñtre los cesión que sólo puede haber beneficiado a los oficiales, Tarñbién se daban pre-
,r
eJe:::;~o:,_:~~~~al_es los unitarios; ning_uno de ellos estaba constituido por mios individuales. Un teniente naval, Roque Lenguaso, segundo en comando
fuei ~as ~u~u1a1 es Ytanto unos como otro::; quedaban diezmados por las de- de las lanchas de guerra de Garibaldi en Montevideo, se presentó a la l\farina
~erc10nes.~fü Las autoridades intentaron varios caminos para mantener uni- Argentina llevando la lanc.Iia que estaba a su mando; le otorgaron un"premio de
a~sfas fuerzas. Las seguidoras de las tropas, llamadas "chinas", se recono- cuatro mil pesos, dos leguas de tierra y un uniforme de teniente, y premios
c1~n como parte de la organización; montaban igual que los hombres, los se- meilOres al dueño y a la dotación. 104 El soldado que mató al general La valle ·en
gurnn y, a veces, peleaban. · Jujuy, José Brae:ho, recibió una asignación de trescientos pesos mensuales,
un certificado por tres leguas cuadradas de tierra, seiscientas cabezas de ga-
Es cost11;nbre, a trav~s de todas estas provincias, que cada soldado sea autorizado du- nado vacuno y mil ovejas.105 Pero pocos soldados rasos podían aspirar a-se-
rant! toaa una campana a _llevar una mujer como compañera, }a oue recibe sus raciones mejantes premios. Teóricamente, ellos también participaban en los premios
regu arn_iente ... Las ª:I_tor_1_dades aducen que dicha lic.encia es abSolutamente necesaria
rara el b1enest_ar del eJer:uo; los hombrt?s muestran menos tendencia a desertar cuando de tierras, pero en la práctica les resultaba difícil, si no imposible, reclamar
ienen una muJer companera, que trabaja para él cocinando y cosiendo.rn2 sus cesiones o ex:plotarlm3; normalmente debían· contentarse con un unifor-
me, una ración diaria de carne y veinte pesos por mes. La clientela tenía tam-

184
185
i
bién sus jerarqu ias, y tambié n esto_ refleja ba
la estruct ura social. El:ejér-Cito y sus.obligaciones crecier on en un momento-e..'1
El manten imíent o del establishment militar y el apoyo para que los ingre-
su privile gia- sos se contraí an, y algo tenía que ser sacrific ado. Cuando
da posició n en la socieda d eran una carga pesada sobre empezó a ap:et~ el
el resto.de la pobla- bloqueo francés ,·desde abril de 1838, no_ sólo perdi~r on
ción. Ademá s, se trataba de una fuerza militar activa, mucho s ~_us tra~aJo s Y
constan tement e em- se sintier on golpea dos por una rápida im1ación, smo que
Pleada en guerra s exterio res, conflictos i...'1terprovinci~ el gobierno v10 ade-
les y segurid ad i.T1ter- más oue sus ingreso s oroven ientes de la aduana -su ingreso
na. Pero si bien la guerra y las.exig encias económ icas dramát icamen te. Enfr'entado a graves déficit presup
básico - caía
de la guerra signific a- uestari os, impuso de
ban la miseri a para la mayorí a, produc ían fortuna s para
unos pocos. Los gas- ínmedi ato severa s econom ías en los gastos:
tos de defens a constit uían un mercad o seguro para ciertas
industr ías y em-
pleo par,.;. sus trabaja dores: la casi consta nte deman da
de úniformes, armas y TA.BLAlú
equipo s ayudab a a sostene r una cantida d de manuf acturas
artesan ales-en un Ingreso s y gastos del gobierno, Buenos Arres, 1822-50
sector industr ial q~e de io contrar io habría estado deprim
ido. Sobre todo, el ('000 pesos)
mercad o militar benefi daba a mucho s grande s terrate
nientes , Algunos pro-
píetarí os, como los Anchorena, tuviero n durant e iargo Año Ingreso
tiempo valiosos con~ Gasto Saldo
tratos para provee r ganado vacuno alosfu ertesd efront
era. Luego, los ejérci~
tos de otros frentes llegaro n a ser vorace s consum idores 1822 2408 2198 210
y clientes regula res.
Así, Jos dineros público s pasaba n a manos de estanci 1823 2869 2539 330
eros como Juan Lang-
don, Pablo Duarte , Pedro Bello, Nelson Hartin g, Esteba 1824 2596 2649 53
n Adrogué, Claudia 1825 3196
quirog a, Franci sco Gánda ra, Carlos Bunge y, especía lmente 2698 + 498
, Simón Pereíra .
Estos fueron alguno s de los hombr es que lograro n grande
ciendo a }as fuerzas de Rosas-1 00
s beneficios abaste- I· 1827
1828 -
798
4354
· ¿Qué magnit ud tenía el ejército de Rosas? Estaba compu
visione s: el Ejércit o de la Capital; las unidad es del cuartel
esto por siete di- l
¡
1829*
1830
7916
12055
9753
10276 + 1779
1837
genera l en Santos 1831 8989 13332 4343
Lugares; el Ejércit o del Norte, al mando del genera l Mansil
Sur, coman dado-p or el genera l Pruden cío Rosas; el Ejército
la; el Ejércit o del
-del Centro, b?jO '
1 1832 10657 12245 1588
e! mando del genera l Pachec o; y la Fuerza Auxilia r del_J!
al mando del genera l Oribe. Cada ejército en sí no era
República Orienta l, ! 1833
1834 (6 meses)
12240
4857
12903
10151 -
633
5294
1842, en medio de la guecra c_ontra los unitari os,
quinien tos sesenta y nueve hombres.1° 7 Esto puede compa
mil trescie ntos novent a y cuatro hombr es del fuerte ejército
mando de Urquiz a, en octubre de 1842.1°8 Pero reunida
grande . En marzo de
el Ejércit o del Norte tenía mil
rarse con los seís
de Entre Ríos. al
'
''
1
't
1835-39

1840
f.d,
7879
f.d.
48516
f.d.

- 40637
s estas dívisiones, de 1841 39307 41685 2378
Rosas sumab an una conside rable fuerza para una pequeii
1841, el ministr o británi co estimó que totaliz aban diecisé
.a población. ijn '~ 1842 34131 38320 - 2189
cálculo , en 1845, estable cía la cifra en diez ffiil. Según
is mil hombre s. Otro
el observ ador francés
¡' 1843
1844
36837
32511
35157
34340
+ 1680
- 1829
Alfred Brossa rd, el ejército de li'1ea estaba formad o por 1345 31463 33877
veinücin batallones de 2414
infante ría, o doce mil seiscie ntos hombr es; dieciocho regimie 1846 8720 31327 - 22607
ntos de caballe -
ría, con seis mil hombre s·; la Guardi a del Gobern ador
de Santos Lugare s; unos cuatroc ientos o quinien tos; y
y los auxilia res indios, \ 1847 17978 39075 - 21097
otros cuerpos que su- 1848 32060 37668 5608
maban tres mil hombr es. Esto signific aba un ejército perman 1849 51870 48192 + 3678
ente de veintiú n
miI seiscientos hombr es. Si se agrega la milicia ,.......catorce
mil cuatrocientos
hombr es en veintic uatro batallo nes- se llega a un total 1850 62228 56016 - 6212
de treinta y Seis mil
hqmbr es bajo las armas. 109 Ésta era probab lement e una
estimac ión algo au- Fuentes : Woodbine Parish, Buenos Ayres, 521; MironB
mentad a. Sin embar go, teniendo en cuenta sus respon sabilid urgin, TheEconomícA.spects oí
ades en el país y Argenti neFede ralism, 182()..1852, 49, 66, 167.195-7.
en el extranjero, nadie dudaba de que Rosas manten ía
un gr'an ejército per- * Moneda en uso desde 1822 a 1828: pesos fuertes; desde 1829 hasta 1850:
manen te, en relació n al nivel de población. pesos papel.

186
187
Se han suspendido algunas de las lnstit.uciones púbµcas, eun:-e 1~ úl~~• las escuelas
pú-
blicas y el hospital de niños. Se ha hecho un llama a o~ suscnpcroll: publlca para mantener
los hospitales de hombres y de mujeres, que deberan cerr3:I'l:!e s1 la S_l1!1)a recaudada no
alcanza pa:rn cubrir sus gastos_ Todos los departamen tos, civiles y mihtares, están atra~
sados en los pagos, y nadie ha cobrado desde que se irució el bloqueo, excepto los contra-
_tistas de abastecimie ntos :para el ejército, y el ministro destacado en Brasil por este go- TABLAll
bierno, que ha recibido tres meses de sueldo.l10 Distribucíón del ingreso del gobierno, 1822-1850
(porcentaje del total)
Mientras el ejército y sus abastecedo res sobrevivie ron intactos, otros
Dere- Impues- Contrí- Intere-
sectores tuvieron menos fortuna. La educación, los servicios sociales y el bie-
chos tos bución ses Varios Total
nestar en general, todos sufrieron graves mutilacion es, quedando reducidos
Aduana Patentes Directa Ventas
sus ingresos de ios fondos públicos a sumas mínimas. Si bien la educación de Año y Puerto Papel Rentas
ninguna manera quedó extingllida, sufrió por las penurias económicas y por í
el adoctrinam iento. Había poca educación primaria en Buenos Aires y vir-
tualmente ninguna en el interior. La educación secundaria estaba represen-
tada por dos colegios, uno delos cuales gozaba de subven"ción gubernam ental.
¡ 1822
1823
83,9
Ld.
sellado
3,1 LO 12,0 100,0

Pero aun estos modestos institutos quedaron privados casi totalmente de fon- ' 1824
''
79,7 4,6 0,8 10.6 4,3 100.0
dos en abril de 1838, en que una serie de decretos detuvo la afluencia estatal de 1
dinero a las escuelas, colegios y a la universidad. La última quedó prá:::tica- 1825-/f u
mente clausurad a cuando se suprimiero n los salarías a los profesores, aun- !
!
1829 84.5 2.3 2,9 7,3 3,0 100,0
que pudieron hacerse arreglos alternativo s para seguír dictando medicina y
1830 86;7 3,2 3,2 6.3 0.6 100,0
leyes. Los dos hospitales , como informó Mandeville, estaban crónicame nte 1831 82,6 4.3 4.3 8.9 0,I 100,0
escasos de fondos. La Sociedad de Beneficencia, fundada en 1823 para el cui-
1832 81,6 4,3 3,0 9,8 1,3 100,0
dado y educación de niñas, s1 bien no fue del todo clausurad a, dejó de recibir
1833 87,3 3,1 3,1 5,5 1,0 100,0
ingresos a partir de 1838. Mientras tanto, nada se hacia COn respecto a 1a otra 1834 (6meses) 76,2 5,5 2:7 14,6 1,0 100.0
cara de Buenos Aíre.<.,, el mundo marginal de los bajos barrios urbanos, donde
había casuchas míserable s en terrenos baldíos polvorientos o cubiertos deba- 1835-9 f.d
rro y en las que habitaban los proscripto s de la sociedad. Como lo destacó e1
observado r francés Marmier, ''Rosas no se ha dignado todavía descender 1840 69,7 13,2 12,6 2.9 1,6 100,0
hasta esta mitad mis~rable de su capital; no ha podido componer estas vere- 1841 92.6 2,2 3.7 1,0 0,5 100,G
das y sucios desagües con algo.de los fondos que la Junta de Represent antes le 1842 92_,0 2.7 3,2 0,8 1,3 J
100.0
abandona con tanta complacen cia" .111 Cuando se establecía n las prioridadet.i 1843 89,9 2,6 6,0 1,0 0,5 100.0
Rosas ni siquiera pretendía simular que gobernaba "popularm ente". 1844 89,9 3,3 4,9 1,2 ,,
O" 100,0
1845
1846
1847
88,6
69,2
83,6
4,9
12,3
7,2
4,6
11.1
6,5
.
1-5
",,,
2.1
0,4 100,0
100,0
0,6 100,0
1848 89,9 4,4 4,1 Ll 0,5 100,0
1849 92,6 3.2 3,5 0.7 100,0
1850 93,1 2,9 3.1 0,6 0,3 100.0
Fuente: Miran Burgin, The Economic Aspects of .4rgentine Federalism 182()...1852, 49.
167,196.

188
1•
189
ilü
¡¡
TABL A12
Distribución de los gastos del gobierno, 1822-1 El contr aste entre los gastos milita res y socia
850 les refleJaba tanto las c:ír•
(porc entaje s del total) cunst ancia s como los principios. El enemigo
interi or, los conflictos con otras
provi ncias y con potencias extra njera s y la
1822-1839 obHgación de socor rer a sus alia•
Año Guerr a Gobier- dos del interi or, eran en conjunto causa para
que Rosa s mantu viera un costo~
no :;i:~~Hacienda foterés Des- J ,. .. so presu puest o de defensa. En algunos casos
cuentos usüc1a Varios sus decisiones le habla n sido im·
1822 puest as, en otros, respo ndían a prefe renci as
38.4 20,3 políticas; finalmente, en otros
1823 12.0 29,3 reflej aban la indiferencia universal con respe
49,2 20,2 cto al bienestar. Cualquiera fue-
.12.7 17,9 se el caso, las consecuencias signif icaba n un
1824 42,2 25.8 retard o en mater ia social. En la
1825 f.d. 11,2 20,S décad a de 184D, el !llinistro de Gobierno, o
del Interi or, recibió un promedio
1826 f.d.
del seis al siete por ciento del presu puest o total,
y la mayo r parte de esto esta-
1827 ba asign ada a la policía y a gasto s políticos,
f.d. no a servic ios sociales. En cam-
1828 f.d.
bio, la defen sa tenía priori dad absoluta. El
presu puest o milita r varíó de cua-
1829 tro millones de pesos -o veinti siete por ciento
62,9 13,0 0.6 del total - en 1836, a veinti trés
1830 51,7 3.8 19,8 millones ochocientos mil -<".'Uarenta y nueve
18,0 2,9 5,8 por cientó------durante el bloqueo
1831 60,1 21,6 franc és en 1840, y a veintinueve millones seisci
12,1 0,7 26,6 entos mil -sete nta y uno can
1832 57,9 once décimos por cient 0- en 1841. Dura nte
14,2 1,4 3,2
0,5 el resto del régim en nunca cayó
1833 61,1 10,1 8,1 4,7 por debaj o de quince millones, o un cuare nta
0,4 y nueve
Éste fue el sistem a de gobierno total que sostuv por ciento.
13,7 1,3 3,2 112
1834 10,1 6,2 4;4
rante más de dos décad as. Procl amab a una o a Rosas en el poder du-
(6mes .) 59,7 sola verda d en política y exigía
17~2 1,3 5,6
1835 f.d. 6,9 9,3 lealta d exclu siva. La mayo ría de la gente obede
cía, algunos con entusiasmo,
1836 f.d. otros por inerc ia, muchos como producto del
miedo . ¿Fue este régim en un
1837 f.d. precu rsor del moderno totali tarism o, o era
algo más primitivo? Muchos de
1838 f.d. los obser vador es que lo veían desde afuer a
lo han considerado simpl emen te
1839 f.d. como el despotismo de un homb re:

1840-1850 El carác ter del genera l Rosas ~tá impre so


en cada,acto y en cada palabr a proveniente
de la autori dad. Su intervención desciende hasta
Año Guer ra Gobier- F...elac. H . Deud a diaría s costum bres de la gente. Se propone establ las minuc ias de las vestimentas y las
no L Cuentas Sala de
Exter . ac1enda argo Hacie mando despót ico, que se sobrel leva en silenci ecer un absoluto sistem a patrian;:al de
nda Reµre- mucho descon tento secret o y mala voluntad. o y se obede ce religio samen te, pero no sin
1840
Plazo sen tan t. U3
49,1 3,0 2,8
1841 3,5 6,3 35,2 Pero era más que una tiraní a arbitr ariam ente
71.l 5,0 2,4 0,1 impuest~i.. El gobierno de
1842 3,8 9,0 8,7 Rosa s respo ndía a condiciones inher entes a
63,4 4,8 1,8 0,1 la socie dad argen tina, en la que
1843 6.8 10,3 12,8 los homb res habían.vivido duran te dema siado
53,1 S,1 2,3 0,1 tiempo sin un poder común que
1844 9,1 10,7 18.6 los hubie ra mante nido a todos en una situac
61,D 7,2 0,1 ión de temo r y respeto. Rosa s
1845 2,3 7,9 10,9
54,7 6.2 10,7 0,1 reem plazó un natur al estad o de cosas en el que
1846 3.8 8,5 11,1 la vida consistía en una guerr a
49,5 7.0 15,6 0,1 de todos los homb res contr a todos los homb
1847 5,8 6,2 12,0 res, y en e1 que la g~n~e y sus líde·
57,9 7;2 19,4 0,1 res vivían en un miedo const ante y en peligro
1848 4,5 5,4 9,6 de_ muer te violenta. El ofreció un
55,7 6,6 15,2 0,1 escap e de la inseg urida d y-una prom esa de
1849 4,7 5,9 10,0 paz, con la condición de que se le
58,3 8,4 17,1 0,1 otorg aran facul tades totales, único antidoto
1850 3,3 4,7 7,8 para ia anarq uía total. Las reci-
49,9 10,5 2,2
17,5 0,1 bió con irrevo cable conse ntimi ento. Para Buen
os
8,4 6,7 21,2 0,1 gran leviat án, y Rosa s el Dios morta l. El poder Aires, era la generación del
de
Fuente2: Woodb
i?e Parish , ~ueno s Ayres , 520; Miron Burgi aspec tos con el concepto de sober anía de Thom Rosa s coincidía en-muchós
esta Autoridad, que le había sido conferida por as Hobbes: "Porq ue media nte
Argea tíneFe derali sm 1820-1852, 49,167 ,198, n, TbeEc onomi c .4specis of
cada homb re en pa...-ticular den-
tro del Common-Wealth, él disponía del uso de
tanto poder -y tantaf uerza remri -
190

191
;I
:11.
dos en·sí, que estaba capacitado, po~ el'terror resultante para conf 1
voluntades de todos ellos, hacia la paz en el aís Yha . .' ?rmar as
tos enemigos exteriores "114 Desde el mom P t ~ cia la ayuda mutua contra
ct'
, . · en o e su acceso al poder Ro
tuvo l~s cias1cos derechos de soberanía en toda "b b . ',, s~s re~
cho~ mmunidad contra el derrocamiehto. dis:::::tiC: ~si~a 'el aere-
de vida y muerte, el derecho a usar todos 1¿ di Y asugo, el poder
seg-uridad para todos, el poder de emitir Je! me ?s :P":ª pres~rvar la paz y la
personas y a la oroniedad el derecho d - :. es rerendas a los aerechos de las
y la guerra con ~tras naci~nes el derec~~umcatura, el d~recho de hacer la paz CAPÍTULO VI
a elegi..r sus oro....ios rninis,.,,.- :._ '__ . . . de e5t ªblecer l!npuestos, el derecho
----~·-' - ~ . ~w::.,inagisrraaosyfuncionarios elnod d
_p1::u;-:,c1nos, castigarios v otor,::rarJes bono , • er e recom-
parables v no hab1"• ct,·v·is·,·o· ct"' . res. Todos estos .derechos eran inse-
.,,. . • a. n e poaeres. El Terror
Para eJercer esta soberanía Rosas 1 •1 d . .
res Y la policía. Y de ..eserva te~a otraefmp eo aª a mlllls~ación, los milita-
' .. - , · arma e compuls1ón, e1 terror.

La oposición a Rosas era ínsistente pero fragmentada; con enclaves en el


país, en las provincias, y en el exterior, sólo·asociándosesus énemigos podían
constituir una amenaza. Su desunión fue la-oportunidad para Rosas; si quería
sdbrevívir debía concentrar una fuerza aplastante sobre un solo frente por
vez y evitar una conflagración general. Los disidentes más vulnerables eran
los· que se encontraban más cerca. Después de 1829, en que trasladó a ·Monte-
video su base actíva, la oposición unitaria en lo interno era latente. Las filas
de los exiliados políticos fueron engrosadas por emigraciones posteriores, es-
pecialmente después de 1835, cuando un observador británico estimó su nú-
mero en cinco a seis mil, corno mínimo; y tenían un foco militar en las fuerzas
del general Lavalle. 1 Pero los unitarios no constituian la única oposición ideo~
lógica. La Asociación de la Joven Generación Argentina, inspirada por Juan
Bautista A..lberdi, Esteban Echeverría y Juan María Gutiérrez, representaba
a una generación más joven que repudiaba la polarización de la sociedad.en
federales y unitarios Ytrataba de reemplazar a la política tradicional por va-
lores genuinamente liberales y reformistas. 2 . La Asociación comenzó como
un movimiento intelectual, influenciado por la Revolución de 1830 en Francia
y la literatura francesa de la escuela romántica, y también por la: Joven Italia
de Mazzini. Sus líderes emigraron buscando seguridad, pero quedó un ala _po-
lítica en Buenos Aires, cuyos adherentes se opusieron al·otorgamiento de fa-
cultades extraordínarias a Rosas, y a otras manifestaciones de la tiranía. Ro-
;;as estaba personalmente-al tanto del movi..nrientp, como lo registró más tar~
de el historiador contemporáneo Vicente López: "El Dr. Maza embromó a mi
Padre [Vicente López y Planesj en: el Tribunal, sobre la asistencia a la función
de los muchachos reformistas y regeneradores y agregó Juan Manuel dice
que. Vd. es demasiado bueno y débil que ese no era su lugar. " 3 La creciente po-
litízación del movimiento culminó en conspiración en 1839, oportunidad en
que el mismo Maza estuvo comprometido.

192
j
l
M ie nt ra s tanto
En el no ro es te. lo , el ré gi m en se ha lla ba su je to a
s va
livia, Andrés Sa un ita rio s te ní an un al ia do en el am ria s presiones ex te rn as .
nt a Cruz. En· un bi cio sc pr es id e~
com~ su bv er sió a de sm ed id a re te deBo~
n de la Confeder ac ci
Sa nt a Cruz el 19 ación Ar ge nt in a, ón an te lo que co ns id er ó
de m ar zo de 1837 Ro sa s declaró }a
En el es te , el Pa . Es ta fu e un a gu gu er ra a
ct o er ra pequeña pe
ra l Buenos Aires, Fe de ra l del 4 de en er o de 1831 ro co sto sa .
En tre Rf os , Sa nt en tre la s pr ov in
cia
ró un a dé ca da
de estabilidad re a Fe y, po ste rio rm en te , Corrien s del-lito~
de Buen.os Aires la tiv a, pe.ro es to tes, lllaugu-
, su control de lo no pu
no s y su indiferenc s in gr es os adua..": do oc ul ta r la he ge m on ía
.er
~iente re se nt im ie ia ante los l."'ltereses económico os y la navegación de los
nt s. de la s provincia
ro de 1839, cuando o que bu llí a en Co rri en te s estalló s.
-en re vu el ta el 28 El cr e-
a su aliado Pa sc el go be rn ad or Berón de A st ra da de fe br e-
ua de
dl:imente el golp l Ec ha gü e, go be rn ad or de En tl' claró la gu er ra a Ro sa s Y
e y sus fu er za s, eR ío s. Ro sa s de
en un sa ng rie nt al volviórápí~
o co m ba te aJ ej ér ru an do de Ec ha gu e y Ur qu iza ,
de 1839), m at an ci de str
do cu at ro ci en to to co rre nt in o en Pa go La rg o (31 uy er on
en Ur ug ua y, no s ho m br es y aJ de m ar zo
fue ca be
be , ña bf a sido de ta n fácil pa ra Ro sa s. Su ali ad ci lla re be ld e. En ca m bi o
rro ca do en junio o, el pr es id en te
ra , re sp al da do po de Man
r el ge ne ra l Lava 1&38 po r el caudillo riv al Fr uc tu uel Ori-
1le y ac la m ad o os o
Ro sa s no po dí a pe
rm iti r qu e esos fu po r los exiliados un Ri ve -
guirlos, po rq ue eg os lo ca le s ita rio s,
en
internacional. Fr es e m om en to su s pr ob le m as ha pe rm an ec ie ra n sin ex tin -
an ci a sa bí a m uy bí an ad qu iri do di
agrado·, Ansiosa po
po r ex te nd er su s co so br e Rosas, pero lo que vio m en sió n
la Pl at a, e irr ita in flu en ci as polit no fue de su
da ica
ción qe lo s ci ud ad en pa rti cu la r po r un a di sp ut a co ·y econQ_¡:nica en el Río de
an os de es a na ci n Ro sa s re fe rid a
dic~ión, Fr an ci on al id ad qu e se a
a en co nt ra ba n ba la sit ua -
Buenos Aires; és autorizó a su s fu er za s na va le s jo su juris~,
te comenzó el 28 de a es ta bl ec er un
bloqueo de
za en tre la s fu er m ar zo de 1838 y
za s fu
queo fra nc és hi rió fra nc es as y lo s en em ig os de Ro e seguido po r un a al ia n-
al ré gi m en de va ria s m sa s en el Ur ug ua y. El blo
ec on om ía a1 es ta an er as . En pr im -
nc
Segundo, desesta am ie nt o y pr ív ó al go bi er no de er lu ga r, re du jo
la
bilizó el sis te m a l vi tal in gr es o de
del in te rio r -T er fe de ra l y ale nt ó Ja :aduana.
ce a los di sid en tes
te r au to cr át ic o de ro , fue.motivo pa ra qu e Ro sa s del lit or al y
su gobierno; pa ac en tu ar a ari:nm
se s Yapeló a1 pa ra ju sti fic ar se , ec .ás
tri ot ism o riel pu ha ba !a cu lp a a lo el ca rá c-
defecciones, no eb s france~
sólo en la s pr ov in lo, A pe sa r de su vi gi lan cia se
de su s gu er ra s, ci as , do nd e ha bí pr od uj er on
sin a
del sur- e in clu siv o ta m bi én en Bu en os Ai re s, do re se nt itn ie nt v po r el costo
e nd
tra s de in qu iet ud ad he re nt es al m ov im ie nt o fe de e los pr op ie ta rio s ru ra le s
. ra
la. de Ro sa s: en su Los cr íti co s del ré gi m en ap lic ab l co m en za ro n a da r m ue s-
opinión, la tir an an una lógica di
cia, del bloqueo ía ro sis ta er a un fe re nt e de
fra nc és , el qu e a a
de los pr od uc to su vez in fli gi a en ca us a, no un a consecuen-
re s ta nt o como a or m es da ño s a lo
men, significó un lo s de lo s co ns um s in te re se s
id
efecto do bl e y sim fa-ctor fa vo ra bl e a la oposición or es . El bloqueo, en re su -
,
mento de su im po ul tá ne o: la re ve la ci ón de la im po qu e po dí a pr oc la m ar un
pu la rid ad . te nc ia de Ro sa s
y el ín cr e-

194

195
tinez Fontes informó a Rosas sobre los planes y fue pagado pór sus-Servicios. d 1839,
tuar v ac t uar rap . fue el 29 de octubre de
· 1·ctamente · El•día de ·la decisión
El 26 de junio de 1839 arrestaron al coronel Maza y a varios d_e sus asociados; , el goberna or, se-
en que ' ' ,,os hacen dados de Dolores se pronune1aron , . contra
aunque otros permaneciero n ignorados u ocultos. Rosas creyó entonces que _
idos el 2 de noviembre por otros de Chascomus YTuyu.
~
f •
ambos Maza, padre e hijo, estaban comprometido s en la conspiración y, aun
gu ,. d d Chascomús era un hombre que estaba s1empre aler ~a. ay
más, pensó -probablemen te equivocado- que planeaban asesinarlo. De e Pa.Z e a todos sin escatimar . nom bres, v que informaba
todo
-cualquier manera, consideró e1 hecho como una traición. Maza, el padre, ha- .- il-E1 Juez
t observando y •

vig an .e, , 1 . ,;;inuaciones.•SU


, semrndo
.- . despacno sobre estos
bía colaborado con Rosas durante varios años recibiendo distinciones y car- Rosas. mcluye.'1ao a.grmas m~-
sucesÓs confirma los asombrosos detalles del primero.
gos a manera de recompensa; era en ese momento presidente de fa Sala de
Representante s y de la Suprema Corte: y el mismo Rosas le había advertido "" 1"'" ,.,h dela
, tr<>~ cuartl1!':.,.a maúana acaba de llegar Don Ju.an
ya sobre el peligro que estaba corriendo. Su hijo también estaba protegido por "Enestemomentc ques..,,...,...~o- ·? Y ~- -=: - punto situadr, en la margen extenor
el dictador y tratado como uno de su familia, a la que había ingresado por su .~ldao ne~osiant.~ en frutos del P~,_
acl Salaao, Parudo de Dolore.s, J dec
ct~t:~!i:; oÍdo en .ia pulpería de Do n .~m~:'~~~o
'eria un naisano d.e Dolores yes 1,os1gu,.,,m,.
casamiento. En vez de juicio, Rosas se decidió por la justicia sumaria. El 27 Cramer ayer cerca de las ?racwnes lo q~er~~ a fuerza armada consíderable en.apoyo
de junio de 1839, a las ocho de la noche, el padre fue asesinado por la mazorca Que el Com!'L:Od~~e :a1co e;cabe~e!~~ n ens v Don Pedro- casteili; que esta?a
énla Sala de Representante s. Al día siguiente mataron al hijo enla prisión. La de la msurrecc10n ctn:1gida po~. pon . h ,, taos de ~ota cuyos nombre_s noBlgorena r:cora2.
como complices de la mst1!1"ecc1on vanos. ac_nl Tuvú mandado por el Capitan
viuda se sillcidó. Estos sombrios hechos inauguraron tiempos de gran miedo ba el declarante; que el piquete destacan.o 1 en e tenSió~deCarnp añáhastaBahiaB lanc~
en Buenos Aires y las calles fueron quedando vacias y silenciosas. debia haber sido tom.ado por ayer; que \~ª~ ª.e;ro no dice si han sido ocupados el T~dil
Un movimiento disidente en el sur se había anticioado a la consniración se hallaba insurreccionada por los r~~o º~fs ~e dirigió para aorender al Coronel Valle,
urbana. Ya-en agosto de 1838, Rosas tuvo frente a sf informes de funcionarios y Fuerte Azul; que una fuerza cofi ;;~di{ que el Coronel DOnNicolas Granada con su
que debía hallarse en su Estancia e el ?g ' la noche para apoderarse de aquel punto Y
locales que se basaban en las declaraciones de un soldado miliciano, estable- fuerza debía haber estado en el Mo~te • ~ a!tes Esto es todo lo que de cierto se dice por
. . .
ciendo que se preparaba una revolución contra el gobernador y que debía es- tomar preso al Coronel Gonzale.z Y emas ·
tallar entre eJ 17 y el 18 de agosto. El líder era un teniente Carlos O'Gorman. los c_onduc.tos expresados. . 1 balleria en este Pueblo el infrascrito ha ding1do
ayudante del 5e Escuadrón de Blandengues, que-según se afirmaba- esta- No hallandose Gefe alguno ae ~Ica .. s Don José Maria Ansorena de la lª. Y
avisos Yllamado inmediatamente a os, cap1tane. a á seis y nueve leguas de distancia de
ba planeando U..'1 levantamiento de las tropas de Azul, c.on lgi intención de am- Don José Mendiola de la 2ª, ausentes e1; 'ª cam~~on el Capitan encargado de la Co~~-
pliar el movimiento hasta Bahía Blanca. 6 Rosas admitió persona}mente que este Punto. Eli.n:frascrlt?seha puestoa~.acuer t esta como 1a Pasiva Que manda e1 m•
sospechaba desde antes de otros dos conspiradores unitarios_, Zelarrayán y danci<1; de la Milicia Activa de Inf:~~~:d~ ~~a~iendo patrullas y rondas en el Pueblo Y
frascnto se halla desde anoche ac . bov dia ara lo que ocurra. .
Céspede_s, pero, por falta de pruebas, les había permitido contiríuar hacia el
sus contornos duran~e !ª noc.he Yacanto~aam:_ f • rza Je caballería para llenar nus debe-
sur; Zelarrnyán a Chascomús Y-Céspedes a Dolores. Cuando tuvo pruebas de mrras~nto ue t o dei· Comandante del Escuadran
una.momen
el apoyoen eeste
su complicidad e impartió las órdenes para que los arrestaran, ellos ya ha- • d el_,,
. "Necesitando · la solicita .
, t de la .Infantería Don Francisc
res "On
' prontitu
· 01Y-e.o.1cacia
E' s ento Mayor Comanaan e d 0
bían huido y O'Gorman se encontraba de regreso en Azul. Rosas deéidió no DonFranci.sco mos. • arg . - 1 Magdalenahac emasdeunmes, y es~-
hos_tfüzar a las tropas de Blándengues, a las que simplemente consideraba Villerino se halla ausent.e en su est,an~ia ~f a Don ~ ucas Balán. El Coronel de] &' Reg1-
pef:ta la Comandancia el encargaoo vap1hª11 hff-:' en su estancia Santa Catalina en el
como un objetivo de la subversión unitaria, pero sí arrestar y ejecutar a los lí- miento Don Prudencio Ortiz de Rosas se a a Y
deres rebeldes. Así lo hizo. y el coronel Zelarrayán y sus compañeros sufrie- Azúl."B
7
ron.un horrendo castigo. Míentras tanto, los furicionarios locales informaron
que la situación estaba controlada y que las tropas de Azul celebraban todas !ª
las noches fiestas y bailes en honor del gob.ernador. Es düícil determinar si
.,
. ~a rebelion de_l sur n?, fu_e un :::i~
. lento unitario sino un producto de
estaban en el corazón del territono
gruposocial. losestancieros ,hastaese
esta conspiración militar menor tenía vínculos con los estancíeros del sur. En crisis de 1838-39. Estos distnto,s s
Buenos Aires, los conspiradores lamentaron su descubrimient o y fracaso resista, Ylos rebeldes pertene~;an : 1:osas Los lídéres del movimiento -Pe-
para "prender una chispa_ en la pólvora de la campa.i.'1a demasiado séca". Pero momento sólidament7 favora es . R'1 · Ambrosio Cramer, Francisca Ra-
en los meseS siguientes· el movimiento rural sóbrevivió y se mantuvo. en sus. dro Castelli, Benito t.,lfj_guens, ~e~ncw ~º~enor del gobernador- eran todos
penso, listo para cuando llegara el momento de decisión. rnos Mejía y Gervas10 Rosas, un e.rma~ Al os de elios acababan de ser
La destrucción de la conspiración de Maza, junto con un Inesperado cam- hombres de buena posici~n Y p:opie:i~~s u~de un cúidadoso examen de
bio en los planes de L.avalle, dejó aislados a los disidentes del sur. Pero sus nombrados nuevamente Jueces de P ' p ment·o eHos llevaron a sus
. 1 lit' Sin embargo en ese mo
jefes decidieron-con tinuar y arriesgarlo todo; de cualquier manera, Rosas co~ sus credencia es po icas. . . 1,der~s y una fuerza de dos mil hombres Y,
nocfa sus planes desde mediados de octubre y, después de eso, tenían que ac- . peones ala acción, cuarenta Ysiete ~'to contra el tirano Rosas, que ofendía a
en la plaza de Dolores, lanzaron su ,e,_ 1 '

196
197
lo,s extranjeros Y d~aba el país.-Enviaron una declá.ración al almirante fran-
ces Leblanc, ~os:eruendo los .Pr~cipios de la libertad y la causa·de Lavalle y sas. Los meses siguientes fueron difíciles para este último, pero no mucho me-
de los argenti.no~ contra la tirama de Rosas, y apelando a la álianza con los nos para La valle. A su ejército le faltaba dinero, ~as y, tal ve~, fe. Lastran~
franceses _e~ la lucha 0común, pero no para la conquista y ocupación francesa, ceses le dieron apoyo naval y armas, pero no po~1an proporc10narle fuerza
corno alegaoa_Rosas, · La propaganda rebelde denunciaba el empobrecimien- militar. La valle entró en la provincia de Buenos Aires el 5 de agosto de ~~o y
to de 1.a gente del sur a causa del servicio de frontera y las costosas gÚerras la fifialrnente nareció listo ·uara atacar a Rosas. Pero en ese mome:rrto su JU1C10
aut~r1dad_ opresora de los tiranos rosistas ocales, la indiferencia del gobierilo ---0 su volu.Ütad- io trai"cionó. Se detuvo para esperar refue~zos franceses,
hacia los mtereses del sur, Los.hacendados sureños también tenían motivo-:
de ' queJa• como
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productores. Sufrían

una forma de discrimin<'l,-.iA-., ,,_,..-~--=
" -·--•-~•-.,u vu HJ.O.HV,'.)
~e. s sruactenstas de Buenos A..ires, poderosos intereses estrechamente iden-
que no llegaron, y perdió la ventaja de la sorpresa. E1.5_ de septiembre, ant~_la
consternación de sus partidarios, se replegó en direcc1on a Santa Fe: Ysu eJe~-
cito, ya desmoralizado por el fracaso y1a~ ~~s~~.cio~e~, co~cnz~.~u ~~:::gareh-
tifl~ados con el regimen.~e ~o.sas. Las condiciones del mercado impuestas rada en dírección al norte. Pero la exped1c10n noenaaora, numwaua en Bue-
por lo.s saladeros er~n perJudic1ales para el sur. Durante el largo traslado del nos Aires, logró cierto grado de éxito en otras partes. Sirvió para es~~r1:ulara
gana?º vacuno ha.cia el norte, los arumales perdían peso y, como el peso de- los enemigos de Rosas en el interior. A partir de abril de 1840, la Coa11c1on ~el
termmaba el precio, los saladeros de las vecindades de Buenos Aires fijaban Norte, organizada por Marcos Avellane~a, go~_e_rnador de ~cum?n, _y que m-
carga~ extras a los sureños, agregando a sus costos el engorde preventa de su chúa a Salta, La Rioja, Catamarca y JuJuy, sa!lo ala.campana baJo el coman-
g?n~do en las pasturas próximas a los saladeros. Por último, los Sureños eran do del general Aráoz de Lamadrid y aliado con Lav~lle, ? amenazó a Rosas•
"?-~timas de la política exterior de Rosas; ya que sus posibilidades de exporta- nuevamente desde el interior. En suma, 1840 fue un ano pehgroso para Rosa~.
c1on estaban cerradas ~or ~1 bloqueo francés-y, por tal causa, ellos considera- Pero sobrevivió y, al iniciarse 1841, la marea comenzó a invertirse. Los ca~~-
b~-!1 !tosas como un onstaculo para el progreso. Como informó el ministro llos federales dominaban Cuyo v emoezaron a devolver los golpes. Tamb1en
-bntamco,
Oribe luchó ferozmente por Ros~s. EÍ 28 de noviembre de 1840 derrotó al ejér- ·
cito libertador de Lavalle en Quebracho Herrado y completó la conquista de·
~1 levanta~ento en el sur sólo ~ebe atribuifse al bloqueo. El grito de los rebelde~ que Córdoba. Durante el año siguiente destruyó los restos de la Coallción,del Nor-
e aman por libertad Ypara _termmar con_ la tiranía riel general Rosas, foe el grito de gue.
rr:'1 para derroct;r a un gob1~rno que resiste el bloqueo y les impide vender sus cueros te, primero las desgastadas fuerzas de Lavalle, en Famaillá (19 de s:ptiembre
seoo .Y, ot~of bfoauctos de la tierra; y hasta que no obtengan esa libertad mediante la su{ de" i841), y luego lis de Lamadrid, en Rodeo del Medio (24 de s:pnembr:' de
pension_ e . oqueo, las ~ausas del último e¡;tallido estan aumentando diariamente _1841). El general La valle fue asesínado en .Jujuy, el 8 deoctubr~cte.1841, ~1~n~
pronto habi;-an de generahzarse en. las provincias de la República.10 'y
tras marchaba hacía Bolivia. La destrucción de las fuerzas timtanas del mte~
rior, sin embargo, en vez de postrar a las provincias del litoral, las incitó;
P~ro l?,s rebeldes del sur eran débiles y estaban aislados, mientras oue la oero su rebelión quedó frustrada tanto por su propia desunión como por 1a ene:r-
t~::°~ac1~~ gube~name.ntal se encontraba preparada para la seguridad in-
~~r...vr . .1..rOS·JUe~~s ae paz informaron; Rosas tomó medi_das; las fuerzas miii-
gía de Oribe, quien las obligó a desistir y las desarmó en diciembre de 1842.
Éste no fue el final de la oposición contra Rosas. La campaña del geneI'al Paz
cian~s se mov1hzaron; y los comandantes mjlitares recibieron instruccio- mantuvo vivo el espíritu :revolucionario en Corrientes, que no pudo ser total-
nes.L ~t~s de cinco días los rebel~es fueron derrotados y el castigo no tardó mente extinguido hasta la victoria de Urquiza en la batalla de Vences (27 Oe
~ ef~ct1v1zarse, Los rebeldes perd1eron·sus estancias, y algunos de ellos sus noviembre de 1847), a 1a que siguió un baño de sangre é¡ue estremeció a los
~idas. ~Í:?s escaparon,a través de los puertos cercanos. Muchos se refugia- más duros pa.ri;idarios.
i.onen ei Uruguay, donde Lavalle les dio provisíones y caballos.12 Oponerse a Rosas era un crimen, casi de Jese-m.a.jesté, y no tenía perdón.
. Rosas ya ha?í?_ suprimido, con intervalos convenientemente situados. La OpÓsición no solamente provocaba en él una simple irritación s~? una in~
dos fo~os de opos1cion. Restaba la amenaza desde el exterior. rnaterializadá dignación tremenda y un fuerte deseo de venganza. Esto era una me ruda de la
por pnmera _v~z por La valle, apoyado por los franceses. Llegado el momento violencia de la época y de las circunstancias en las que él mismo había llega?-º
La valle co1;1auJo sus fuerzas de ínvasión, aunque ·no hacia el sur ni hacia Bue~ al ooder, con el constante riesgo de su vida y propiedades y las de sus asocia-
nos Aires smo s~~re Enf:re Ríos (5 de septiembre de 1839), prometiendo liberar do~. Con.stituía asimismo mi mecanismo de defensa contra los unitarios, cu-
a la Coniederac10n del tirano y dar autonomía a las provincias. Pero-su alian- yos propios antecedentes políticos eran también de ag~esiva :'1-º~~ncia; Rosas
za con l~~ france_se~, a quienes muchos consideraron agresores contra la Con- inició su segundo período de gobierno en 1835 con un odio repnnnao con~a los
fe?erac10n, lo privo del apoyo de los entrerrianos. Se volvió entonces hacia Co- unitarios.- En marzo, al escribir una carta a uno de sus capataces, comienza
rnentes, cuyo gobernador Pedro Ferré lo aceptó y se declaró contrario a Ro- refiriéndose a asuntos de la estancia pero repentinamente suspende el tema y
se lanza en una amarga denuncia política:
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tinez Fontes informó a Rosas sobre los planes y fue pagado · 1·ct~men te El día de la decisión fue el 29 de octubre de 1839,
por sus
El 26 de junio de 1839 arresta ron a1 coronel Maza y a varios d_e s_us servicios_ tuar vac tu arrap a , - ¡ b
1os hacen dado-~ de Dolores se -oronunc 1aron contra e go erna dor, se-
'· .
asociad os; en aue
aunque otros perman ecieron ignorad os u ocultos. Rosas creyó ·ct· el 2 de no-viembre por otros de Chasco mus , .
entonces que y Tuyu. .
ambos Maza, padre e hijo, estaban compro metídos en la conspir gt1l os . , d Ch scomu· ser"'" hombre que estaba s1emore ale_ rta
ación
más, pensó -proba blemen te equivocadÓ----- que planeab an y, aun
asesina rlo. De ..-=R'1 Juez ae paz de aiatodos sin~ escatim
a (,U, •

ar nombre s, y que informa ba todo a


y• •

cualqui er manera , conside ró el hecho como una traición . Maza, ;;;;aa;\ ~c~~~: ~:8:a~gi.mas insi:rmaciones.·S~ se_gundo. despach
el padre, ha- o sobre estos
bía colabor ado con .Rosas durante varios años recibien do sucesos coniirm a los asombr osos detalles de. pr1IT1ero.
distinci ones y car-
gos a manera de recomp ensa; era en ese momento preside
nte de la Sala de
Repres entante s y de la Suprema. Corte; y ei mismo Rosas ,..,,.,h,.,
"Enestem omemoq uesc:cla sv~•·-:), +,-.,,~ ,,um·to~ de la mañana acaba de llegar Don Ju.an
le había advertid o :· -:,~~ -_ -- ,- era ourJU¡ situ.ado en.la
ya sobre el pe-ligro que estaba corriend o. Su hijo también estaba margen exterior
protegi do por Aldao negosiantt:: ~nfrutos del P3:s, ªf:~"":'~~ ~er oÍOo en ia
pulper~.; <le Don ,ii11brosiu
el dictado r y tratado como uno de su familia, a la que había ingresa
casamie nto. En vez de juicio, Rosas se decidió por la justicia
do por su
del Sa1aa.o, Partmo de Dolore_s,) deciar,,_,. t.,..· -unpaisa nodeDo1 oresyesl os1g-,:ne me.
Crarner ayer ce::c": de las ~racione s lo qu_e;1¡_,e· 1~ tuerza armada consider
sumari a. El 27 Que el Coman_aante Rico enc.abezana. ;,!-:n - " v Don Pedro able en.apoyo
de junio de 1839, a las ocho de la nocb.e, el padre fue asesina • .,,_. ·cta ....,.,r Don Bernto ~u1guen~ Castelli; que estaba
do por la mazorc a de la insurrecc 10n Ull lgJ r· . . . . - dados de nota-cu vos nom bres no recoraa- ·
en la Sala de Repres entante s. Al día siguien te mataro n al hijo como complice s de la inslJ!Teccmn vanos.nacen, TUyú mandado "por
en la prisión. La el Capital: ~igorena
viuda se suicidó. Estos sombrío s hechos inaugur aron tiempos ba el declaran te; que el piquete de stacao.o en e- tensí.ón deCamp añáhasta
de gran miedo debia haber sido tom_ado por ayer; que\~ªª la_e~ro no dice BamaBlanC?
en Buenos Aires y las calles fueron quedando vacías y silencio si han sido ocupado s el T~dil
sas. se hallaba insurrec c1ona¿a por los re_~o,. º~fs' P dirigió nara
Un :movimiento disiden te en el sur se había anticipa do a la aprende r al Coronel Valle,
urbana. Ya-en agosto de 1838, Rosas tuvo frente a sí tnforme
conspir ación
s de funcionarios
y Fuert~ Azul; que una me~rza ~º:fi ;-ª
quedeb1ahallarse en suEs,an ~ª- e ~dit' ~~e elbCorÜnei DonNicolas Gra_TJada con s~
locales que se basaban en las deciara ciones de un soldado milicia
ciendo que se prepara ba una revolución contra el gobern ador
no, estable- fuerza debia haber estado en el Mo~te et 2
tomar preso al Coronel Gonzalez Y emas et . . ial!sº~~st~ ~s ara apodera rse de aauel punto}
todo lo que de ciert0 se dice por
y que debía es- " . .
tallar entre el 17 y el 18 de agosto. El líder era un teniente los c_onductos expresados. d b lleria en este Pueblo el infrascrito ha arrigido
Carlos O'Gorm an, No hallando se Gefe alguno e 1':" ca ª ·t
ayudan te del 6~ Escuad rón de Blanden gues, que-se gún se
afirma ba- esta- avisos y llamado inmediatamente a los capl an~aDon José Maria Ansoren a de la _F, Y
á seis v nueve ieguas de distancia de
ba plar.-eando un levanta miento de las tropas de A..zul, con l_ª Don José Mendiola de 1~ 2ª, ausente s~ la cam~ocon el cápitan encargad
intenció n de am- este Punto. El infrascrll?Seha pue st0 ~.acue o de la Co~~n-
pliar el movimi ento hasta Babia .Blanca. 6 Rosas admitió persona a como la Pasiva Que manda e: m-
lmente que dancia de la Milicia Activa de Infante nal ta~to _estdo patruJ.las y rondas en el Pueblo y
sospech aba desde antes de otros dos conspir adores unitario
s, Zé.Iarra yán y trascrito se halla desde anoche acantona ~y :~,e;ia uar~ lo~oue
Céspedes, pero, por falta de pruebas , les había permiti do contin'u sus contorno s duran~e la noc_he y acanto~a os . . ocurra. . ..
ar hacia el de caball'ería para llenar nus ueoe-
sur; Zelarra yán a Chasco mús y.Céspe des a Dolores. Cuando . "Necesitando el l.Il,'Ta~cnto el .ªf?OYº ae una~=';lto del Comand
tuvo prueba s de ante del Escua~o n
su complic idad e imparti ó las órdenes para que los arresta
ran, ellos ya ha~
res con prontitud y eficacia la so½ci~ en :5be
Don Francisco Olmos, El SargeTILo 1!-Yº.~ l oMagdalena
mandante de la _Infantería Don Francisc o
bían huido y O'Gorm an se encontr aba de regreso en Azul. hace mas de un mes, y dese~-
Rosas deCidió no Villerino se halla au~ent_e en suest::in~a ~; a Don Lucas Balán. El
hostiliz ar a las tropas de Blanden gues, a las que simplem
ente conside raba pefia la Comandan.c1a e1 encarga oo ,-.,apifnn b v en su estancia Coronel del_ 6º Reg1-
como.un objetivo de la subvers ión unitaria, pero sí arresta miento Don Prudencío Ortiz de Rosas se a a Santa Catalina en el
r y ejecuta r a los lí~ º·
deres rebeldes. Así lo hizo, y el coronel Zelarra yán y sus campan Azúl." 8
eros sufrie-
ron.un horrend o castigo. 7 Mientra s tanto, los furicion arios locales
informa ron
que la situació n estaba control ada y que las tropas de Azul
celebra ban todas -, ~ vimient b unitario sino un producto.de ~a
las noches fiestas y bailes en honor del goberna dor. Es difícil La rebelion del Sfü no fue un mo _ taban en el corazón del terr1ton o
determ inar si crisis de 1838-39. Estos distrito~ surenos ueps o social los estanci
esta conspir ación militar menor tenía vínculo s con los estanci . ¡ eros, hasta ese
eros del sur. En beldes pertene cian a un gr ' .
Buenos Aires, los conspir adores la..--nentaron su descubr imiento
y fracaso
ros1sta, Y º~~e - ~ bl a Rosas. Los lideres del mov1m•1ento-p.e-
para "preng. er una chispa en la pólvora de la campañ a demasi momen to S?lida1?ent~ favo.ra es _ Rico Ambros io Cramer
ado séca". Pero , Francis co Ra-
en los meses siguientes-el mov:im.iento :rural sobrevivió y se dro Casteill , Bemto ~guen s, Le~t1º ~enor del gobern ador-e ran todos
penso, listo para cuando llegara el momen to de decisíón.
mantuvo. en sus~ mos Mejía y Gervas1 0 ~~~as,. un~ ~mar:is
Alf!1ID.0S de ellos acabab an de ser
hombre s de buena posicw n Y propiet ar d · ~ d "" c-u
La destrucción de la conspiración de Maza, junto con un inesper · es de paz espues e .......... 1
· dadoso examen de
ado cam~ nombra dos ~uevam ~~te Juec
bio en los planes de Lavalle , dejó aislados a los disiden tes b r ; en ese momen to ellos llevaron a sus
del sur. Pero sus
jefes decidie ron-con tínuar y arriesga rlo todo; de cualqui er manera
, Rosas co-
sus credenc ial~~ política s. S~
peones ala acc1on, cuaren ta J 5
1:e
~d!;es Yuna fuerza de dos mil hombres -S,
·t
. en la plaza de Dolores , lanzaro n su g_n o cont~a
nocía sus planes desde mediad os de octubre y, después de el tirano Rosas, que ofendía a
eso, tenían que ac- ~

196 197
Io_s extranjeros y da~aba el país.-Enviaron una declá:ración al almiraúte fran-
<:es Leblanc, ~ostemendo los _prínéipios de la libertad y la causa de Lavalle y
sas. Los meses siguientes fueron düíciles para este ultimo, pero no mucho me-
ae los argent,mos contra 1~ tiranía de Rosas, y apelando a la-B.lianza con los
franceses e~ ,a lucha comun, pero no para la conquista y ocupación francesa nos para La valle. A su ejército le faltaba dinero, ar1:1as Y, tal ve_z, fe. Lo~ fran-
9 ceses le dieron apoyo naval y armas, pero no podían proporc10narl~ rue~za
:orno alega o a _Rosas. La propaganda rebelde denunciaba el em'pobrecimien~
militar. La valle entró en la provincia de Buenos Aires el 5 de agosto ae 1840 y
to de_}<-::gente ael sur,a cau~a del serv~cio de frontera y las costosas guerras_. la
fi11almente pareció listo ·para atacar a Rosas. Pero e11 ese momento su juicio
~ut~A H.1ad. opresora ?e los trranoE¡ ros1stas ocales, la indiferencia del gobierno
nac1a l?s mtereses ael_sur. Los.hacenaados sureños también tenian motivos
-o su voluntad- lo traicionó. Se detuvo para esperar refuerzos franceses,
que no llegaron, y perdió la ventaja dela sorpresa. El 5 de septiembre, ante la
1e ,queJa_ c~m? productores. S~rían una forma de d.iscrimi..rlación en manos
consternación de sus partidarios, se replegó enfürección a Sant~ Fe: y su ejé~-
~e.10s sruaaeristas ~e Buenos Aires, poderosos intereses estrechamente iden- cito, ya desmoralizado por el fracaso y-las deserciones, comcnz~ su larga reb-
t.fica<los con el reg1men.de Rosas. Las condiciones del mercado impuestas
rada en dirección al norte. Pero la expedición libertadora, bumlllada en Bue-
~~r los saladeros e:r~n ~rjudiciales para el sur, Durante el largo traslado del nos Aires, logró cierto grado de éxito en otras partes_ Sirvió para es~~II:~lar a
,,.,ana?,o vacuno ha.cm e1 norte, los animales perdían peso y, como el peso de-
los enemigos de Rosas en ei ínterior. A partir de abril de 1840, la C?a11c10n ~el
ternunaba el precio, los saladeros de las vecindades de Buenos 4..ires fíjaban
Norte, Organizada por Marcos Avellaneda, gobernador de Tucum~n. y quem-
carg~s extras a los sureños, agregando a sus costos el engor.de p~evenia de su
cluía a Salta, La Rioja, Catamarca y Jujuy, salió a 1a campaña baJo ~l coman-
g~n~ o en las pasturas próximas a los saladeros. Por último los Sureiios eran
do del general A..ráoz de Lamadrid y aliado con Lav~lle, Y. amenazo a Rosas•
~?tlIDas de la política-exterior de Rosas, ya que sus posibilídades de exporta- nuevamente desde el interior. En suma, 1840 fue un ano pehgroso para Rosas.
c1on estaban cerradas por el bloqueo francés y, por tal causa. ellos considera- ,
Pero sobrevivió y, al iniciarse 1841, la marea comenzó a invertirse. Los cau.~i-
b3:11 :1- ~osas como un obstáculo para el progreso. Como informó el ministro llos federales dominaban Cuvo y empezaron a devolver los golpes. Tamb1en
-bntamco,
Oribe luchó ferozmente-por Rosas. El 2E de noviembre de 1840 derrotó al ejér- '
~~;::npota1f~n!ºt ~ el sur sólo ~ebe atrib~se ~ ?loqueo. El grito de los rebelde~ que
cito libertador de Lavalle en Quebracho Herrado Y completó la conquista de-~
r,. l e_ a Ypara _termmar con la urama oel general Rosas. fue el "to de e~ Córdoba. Durante el año siguiente destruyó los restos de la Coalición,del No_r-
rr~ para derroc~ a un gobierno que resiste el bloqueo v les impide 'Vender~ cuer~ v te, pri_mero las desgastadas fuerzas de LavaJJe, en Famaillá (19 de septiembre-
;:~~fói~~f
.
bíoctucto~ de 1a tierra.; y ~-ª~ta que no obtengan esa libertad mediante la suS-
, . _ oqueo, as :ausas ael illtuno e~taUido están aumentando diariamente
de· i841), y luego l.is de Lamadrid, en Rodeo del Medio (24 de septiembr~ de
PI onto habi;-an de general!zarse en las provincias de ]a Reptiblica.10 'y _1841). El general Lavalle fue asesinado enJujuy, el 8 de octubre de 1341, nnen-
tras marchaba hacia Bolivia. La destrucción de las fuerzas unitarias del inte-
rior, sin embargo. en vez de postrar a las provincias del litoral, las incitó;
P~ro l?~ l"ebeldes del sur eran débiles y estaban aislados, mientras aue la
perÓ su rebelión quedó frustrada tanto por su propia desunión como por 1a ener-
or~anizac1~n gube~nam~tal se encontraba preparada para la seguridad in-
gía de Oribe, quien las obligó a desistir y las desarmó en dici~mbre de 1842.
t~r.or. Los•Jue~~s ae paz informaron; Rosas tomó medi_das; las fuerzas mili-
Éste no fue el final de la oposición contra Rosas. La campaña ael general Paz
cian1~s se mov~aron; y los comandantes m_ilitares recibieron instruccio-
mantuvo viv.o el esoiritu revolucionario en Corrientes, que no pudo ser total-
nes. lt~~~s de cmco días l~s rebel~es fueron derrotados y el castigo no tardó
e~ ef~ctn izarse. Los rebelaes perdieron-sus estancias, y algunos de ellos sus mente extínguido hasta la victoria de Urquiza en la batalla de Vence~ ,(27 de
noviembre de 1847), a la que siguió un bailo de sangre que estremec10 a los
vidas. ~f:?s escaparon.a través de los_puertos cercanos. Mue.llos se refugia- más duros partidarios.
ron en e1 Uruguay, donde Lavalleles d10 provisiones v caballos 12
Oponerse a Rosas era un crimen, casi de lése-majesté, y no tenía perdón.
~osas ya había suprimido, con intervalos conv~nientem~nte situados La OpÜsición no solamente provocaba en. é1 una simple irritacíón sin? una in-
dos rn?os de oposición. Restaba la amenaza desde el exterior, mater.ializad; dignación tremenda y un fuerte deseo de venganza. Esto era una medida de la
por primera _v~z por Lavalle, apoyado por los franceses. Llegado el momento
1-iolencia de la época y de las circunstancias en las que él mismo había llega~.º
Lava~le co~auJo sus fuerzas de invasión, aunque no hacia el sur ni hacia Bue~ al poder, con el constante riesgo de su vida y propiedades y las de sus asocia•
nos Aire; SIDO s~~re En~e Rfos (5 de septiembre de 18.39), prometiendo liberar do;. Constituía asimismo uri mecanismo de defensa contra los unitarios, CU·
a la Conre?eracrnn del tirano y dar autonomía a las provincias. Pero-su alian~ yos propios antecedentes políticos eran también de agresiva violencia: Rosas
~a con 1~~ trance~e~, a quienes mw;hos consideraron agresores contra la Con~ iníció su segundo periodo de gobierno en 1835 con un odio reprimido con't:a los
re:-ferac1on, lo privo del apoyo de los entrerrianos. Se volvió entonces hacia Co-
unitarios. En marzo, al escríbir una carta a uno de sus capataces, comienza
rnentes, cuyo gobernador Pedro Ferré lo aceptó y se declaró contrario a Ro-
refiriéndose a asuntos de la estancia pero repentinamente suspende e1 tema y
se lanza en una amarga denuncia política:
198
"E! señor Dorrego fue.fusilado en Nava..r-ro por los unitarios. El generaJ'Vill afañe, com: esencialm ente poHticos,.es verdad, había una cierta tendencia clasista, por-
E,~nero d;! general Q1:1ll"o~a, lo fué en su trá1;1si~o de C'.1"e para Mendoza·po~ los mismo.5. que las víciimas princípales eran las que constituían la élite_ unitaria, pe~o
~• generar:i,at orre lo na ~ido alanzardesp ues ae rendido y preso en la cárcel de Salta.
srn esto era una ·oolítica más estratégica que social y su íntencion era destnnr
ctarl~ .ll!1 minuto de térnuno para q_ue se dispusiera, lo mismo que el coronél Aguilera que
corn~ igual su~e: El general Ql.llfoga fué degollado en su tránsito de regreso para ésta una clase diri"e:enterival. El ter:-or se aplicaba a personas y gruposcuídadosa-
el 16 .~el pasado _ultimo Febrero, 18 leguas antes de llegar a Cótdoba. Esta misma suerte mente elegido~s por el gobierno. Se considerab a inútil 1:1atar a.g~nt~pob~e e in-
como el coronel José Santos Ortiz, y toda la comitiva en ml...>nero de 16, escapando sólo el significante.. Y los terroristas no tocaban a los extranJeros., nl s1qmera _aman-
corr~ que venia, y U? ordenanza que fugaron entre la espe_sura del monte, ¡Qué tal'. ¿He
~onocido o no el verdadero estado de la tierra? Pero ni esto ha de ser bastante para los te los bloqueos francés y anglo-fran cés. Las víctimas estaban vmculaaas con
nombres de las luces y de los prmcipios." 13 la causa ~nítaría, directa o indirectam ente, correcta o equivocadaménte, Y
cuando los terroristas no podían poner sus manos sobre los unitarios, toma-
ban un s"ustituto o equivalent e, por el valol de la demostrac ión. Ademas de los
Éste era el estado de ánimo con el que Rosas exigió facultades absolutas e unitarios, algunos de los blancos eran grupos políticos y administrativo? de
inició su gobierno. los que Rosas no podía prescindir , pero en los cuales t~nía.n~uy poca e:om1an-
La contienda e insegurida d de la vida política tuvo un efecto profundo so- za. y más allá de éstos, el terror era una advertenci a s1mestra para ot~os
bre Rosas, Era por naturaleza un hombre éauteloso, pero no cobaI'de. A partir miembros del régimen, provenient e de un hombre que buscaba.docm~a~ m-
de 18~9 vivió en constante prevención del peligro y tomaba toda clase pre-
cauc10nes para su seguridad personal. Edificó una for.taleza alrededor de su
cte condicional de sus servidores , v que estaba decidido a dominar susmov1m1en-
tos y a destruir facciones. El te~Or tenía también lilla dímensión militar: se lo
régimen: movílizó la policía, reguló los medios, dirigió la Iafosia vfortaleció ' aplicaba en el campo de bata.!Ja. Los ejércitos eran extermina dos: rara vez.se
1:
el ejército. Mantuvo important es fuerzas acuartelad as en ciud;d y una po-
derosa guardia próxima a su persoha. En el comie.-"1zo de 1839 sintió particu-
tomaban prisioneros o, en caso de tomarlos, los mataban luego: cazabar'._alos
fugitivos, los degollaban y exhibían sus cabezas. Se c11:1tivaba el salv_aJ1smo
'\~mente el miedo al asesinato. En febrero, comentó con su amigo Terrero, como medio de disuasión, para intimidar apoyos po_tenciales; el terrorismo se
··¿Sabes que conspiran contra mi en Buenos Aires? Sí,-el plan es asesinar- comiirtió en complemento -a veces una afü•rnativ a- de las batallas. El te-
.._m~ ... Lo peor es que hay algunos federales- en el complot. Pero quiero saber rror no era, por lo tanto, simplemen te una serie de episodios excepcional~s,
q;1-1enes son estos. No temo por mi vida, sino por los horrores-q ue va apresen- aunque lo regulaban según las circuI1stan óas. Era una parte integral del sis-
ciai: Buenos Aires si me matan. "í4 Después de la muerte de su esposa, dividía tema de Rosas, el estilo dístintivo del régimen. Marcaba la venganza y el po-
su tiempo en~e su casa _en 1a ciudad. que era también el asiento del gobierno, der de Rosas; era un castigo por el pasado y una advertenci a para el futuro.
y su nueva qumta enPruermo . Durante todo el año 1839 la seguridad en Paler- Era la extrema sanción del régimen, la coerción final.
m~ fue estricta; las patrullas y los guardias detenían e interrogab an a cual• El terrorismo provenía de Jas facultades extraordin arias otorgadas a Ro-.
qmera.que pasara por la vecindad. Dieron la voz de alto a un inglés: "El inglés sas. Había medios alternativo s disponibles, ya que la maquinarí a normal de
contestó que si era prohibido hacer camino por allí, y le contestaro n aue no, la justicia aún existía, como se ha visto. Pero Rosas evitab~ con rod~os. los
pero que mejor era que no lo hiciera'' .1s ~ procedimi entos legales y dispensaba justicia sumaria, esp~c1almen~~ o..uran-
Rosas no descansab a-únicame nte en las medidas defensivas . Contraata- te ]as épocas de crisis interna y emergenci a nacional. Nunca pudo olvidar que
caba, Usó el-terror como ínstrument o de gobierno, para eliminar enemigos, tenía e_xclusivos poderes sobre la vida y la muerte, que podía juzgar a un acu-
para disciplinar disidentes , para advertir a los irresolutos y, fmalmente , p~ara sado sin proceso, que su palabra era suficiente para enviar ID:hºII:?re ~l~ver-
controlar- a sus propios partidarios . El terrorismo no era popular, espontáneo dugo. Los extránjero s estaban asombrado s por la amplitud y la ap11cac10n de
ni jndiscrimi nado. Esto no hubiera respondido a la caracterís tica del régi-
su autoridad personal:
. n:en, que se enorgullec ía de mantener la ley y e1 orden. En lo referente a segu-
ndad personal, comcidian los observado res, Buenos Aires era uno delos luga- Lo culpo de haberlos he_cho_ matar (a los ~je~u,ta~os) por solda_dos, cuando 1~?ióha~erl,o
res más seguros del mundo. De modo que el terror no era anárquico. Ni era hecho el verdugo auwnzaao por sentene1a ae1 tribunal apropiado. del aue na prescmdi-
tampoco un poder delegado, tramado y aplicado por subordinad os. Los agen- do,desde que estoy aquí, en todos los.casos. A unos ios matan a bo'.rdodé' un pequeiio ber-
gantín de diez cañones amarrado er: la rada, a otros en una bar_r~c3:, algunos en ºU:ª,
tes del terror no eran sus autores; no eran ellos quienes ejercitaba n la política que ninguno de ellos. según me han informado, haya pasado s!!-1
a tr«ves de las formas orm-
de elegi.r a las víctimas. En este régimen, el terrorista era el gobierno. A eso narias de justicia, o juicío. 16
se ~ebía que la i:naquinaria del terror pudiera ser encendida y apagada con se-
meJ~te pre~is1ón. El terror ~o era masivo ni continuado, sino liinitado y es- Los casos referídos a la seguridad política y al orden rural eran asunto
porad1co. Y tampoco era un mstrument o de clase. Dentro de sus objetivos particular de Rosas y a él ]os llevaban diJ.•ectamente. Por lo general se ocupa-

20-0
201
ban de ellos, no a través de lo:> tribuna les o al menos de la policia,1
sino por pro- "Maí:iana :miércoles 2 del corriente mes de Febrero , a las cu~t:ro,?
pia decisión, a menudo con el simple consejo de matone s como
Vicente Gonzá- mañana, hágase fusilar a los salvajes unitarios Marcos Legu;zam c~_atr? y_m~dia de ia
iez, quien parece haber actuado no solame nte como ag~nte ~n,_ Jo.se G1menez_. Ma-
político sino tam- nuel Vélez, Pedro Burgos, Loren.zoCabral_. Pablo_:Ramí~,;~ y
bién como asesor legal y funcionario de cárcele s. Esto lo hacía
en el sur-de la ) se le facil1tará..TJ uno o dos saceruot es que los connesen -·
-"'--'-'ltorno He1guero, aqmenes
provincia, una región donde Rosas tenía interese s domésticos
y politices. Un
mes típico, noviem bre de 183.5, proporc iona una cantida d de ejemplo
s.-Grego- Había dos caracte rísticas en la adrninistración de justicia por
rio Barrag án, unitario , que se puso violento enla orisión, fue sentenc parte de
iado a ser Rosas que provoca ban comentarios,•entonces y posteri orment
fusilado una marrana a las diez en punto, en la ol~za de Navarro e, 1as listas_po-
. Toribio Gon- líticas -..- los modos de eiecución. Las clasificaciones· eran una
zález, de veinticinco años, para quien GonzáleZ aconsejó quinien forma de lista
tos la'tigazos negl'a. Describ fan las oPi:rüones política s de los indivi'dUOs y estaban
y diez aflos de prisión, fue sentenc iado por Rosas para que compila-
lo fusilara n a las· das con la información suminis trada por los jueces de paz, la policía.
diez de la mañana en la plaza de Lobos. Santiag o Carvaja s, de los mili-
treinta y cinco tares, la Sociedad Popula r Restaur adora, y fuentes privada
años, acusado de robo en la pulpería de Lobos, fue fusilado en s. Esa práctic a
la plaza princi- había sido adoptad a por Lavaile en 1829 contra los federal es, aunque
pal. José Martinez, sospechoso de ser unitario , y ladrón de ganado en forma
por afJ.adi- mucho menos sístemá tica. Rosas la usó por primera vez en 1831,
dura, fue sentenc iado a prisión en Monte, con González. CS:yetan cuando or-
o Esteves , denó a los jueces de paz que le enviara n listas de todos los unitario
acusado de robo de ganado por su patrón unitario, fue sentenc s de sus dis-
iado a servir tritos., con pruebas de su afiliación política y de sus propied ades.
cuatro ~ñas en la milicia. Ésta era 1a forma en que Rosas goberna Alpríncipi~
ba al sur de de su segund a adminis tración, por un decreto del 20 de marzo
la provinc ia, región a la que él conside raba como una extensió de 18~6, o~~~no
n de sus estan- a los jueces que prepara ran listas aun más detalladas., dando
cias privada s. En otras partes, su admirns tracíón de justícía los dom1cm_os
no era exactos de cada uno de los que figurab an en las listas y, de los
menos iriJ'ormal..DesdeSantos Lugare s, Antonino Reyes, su secreta mucho del campo. m-
rio jefe en cluvendo el dueño de cada estancia , granja o casa. Esta operaci
el cuart~ü-general le enviaba lista's de delincuentes, unitarios ón se repitíé
1 y deserto res, y tod~s los años y proporcionó a Rosas no sólo un censo de federal
Rosas simplem ente anotaba en ellas "fusílenlo" o "azótenJo" v así hasta ter- es ~ino un re-
minar la lista, Algunos d"e estos casos eran- purame nte polítÍ;o gistró crecie'nte de todos los que residían y los transeú ntes. ED:
s; otros eran septiemb~e de
1840 se alcanzó una nueva etapa de urgenci a cuando,
asuntos delictivos que compre ndían vaganc ia, robo, asalto respondiendo a la mva-
Y'asesinato._ En sión deLava lle, Rosas emitió el decreto de confiscación de la propied
cualqui era delas categor ías se podía fusilar a un hombre sin necesid ad unita-
ad
cio, y 1os delincuentes unitarios eran condenados casi con certeza. de jui., ria. Era entonces más imperat ivo conocer quiénes eran los
unitarios: de
En estos modo que se ordenó alas autorid ades de la ciudad y del campo
procesa míentos , una combinaCÍón de caza de brujas polítÍca que hicíeran un
y segurid ad ru- particu lar esfuerzo para identili car la afiliación política de cada
ral, no había rastros de evidencias policiales o de cualqui er tipo uno y de to-
de oroceso ju- dos; y esto se lúzo valiéndose simplem ente, en muchos casos,
dicial. El ejecutivo era a la vez juez y verdugo, actuando en virtud de caracte rísti-
de sus fa- cas externa s tales como' ropas, colores, y rasgos faciales . La
cultade s extraor dinaria s. Socieda_d Popu~
lar Restaurador.a jugó de nuevo un importa nte papel para cotejar
, En otros.caso"s, Rosas actuaba con la policía, o sobre la
base de iillorme s esta infor-
poiiciales;_respondía a éstos dando instrucc iones que, en la práctica mac10n. Las listas así prepara das fueron leídas cuidado sament
e por Rosas y
, eran dic- se convfrtieron, en la práctícq , en listas de víctima s cuando escribió
tados tj.E juicios. Una muchac ha de dieciocho años, Marceli na frente a
Buteler.,eostu- algunos "fusílenlo", "azótenlo", "rnúltenlo".
rera residen te en Santos Lugare s, conversó con un hombre joven,
de,ve:inti- El sistema nen al en la Argenti na fue sangrie nto, cualqui era fu~se
sé.i.s años, Marcelino 0~1eda, tendero de la vecinda d y que tenía el régi-
un sirvient e de men. Para Sar~miento, resuelto a pintar a Rosas tan falto
veintiocho años, Timoteo Armans a. Ójeda era un sospechoso, de originalidad
por no ser íede· como incivilizado. la diferencia parecía ser Solamente de grado:
ral-activo y no haber particip ado en ninguna campañ a contra "Rosas no
los unitarios. ha inventado nad~: su talento ha Consistido solo en plajiar a sus
Todo esto se hallaba .registrado. El 19 de octubre de 1840 encarce anteces ores, i
tres como "salvaj es unitario s", En el legajo de Armans a, una
nuscri~a de Ro~as ordenab a "env:íese al jefe de policía para que
en la car.ceJ a Tunoteo A.rmansa, por el delito de hallarse al servicio
laron a los
anotación.·ma-
pueda poner
¡ hacer de los instintos brutale s de los más ígnoran tes un sistema
coordínado friamen te:' 19 La cruelda d es dificil de medir y en los
época la propaga nda prevale cía a menudo sobre la precisíón.
meditado i
escritos de la
Sin emDargo, la
de Marce- autorid ad.de Rosas dejó una imborra ble impresión de derram
lino Ojeda y no haber denunciado la convers ación que éste tuvo-con 1 amient o de san-
unltaria Marcel ina Buteler '' .17 Esta fue una sentenc ia liviana.
nos afortun adas, como la extraíd a de otra anotación en ]os archívo
la salvaje
Otras eran me-
s de Rosas: ¡ gre y de muerte. Las prisiones, de hecho, eran probabl emente
y ·crueies y las ejecuciones más horrible s que las de sus predece
sur de la provincia, .algunas de las prisiones eran realrr.iente
haciend as privada s. En Monte, Vicente González admini straba
más opre~v as
sores. l!;n el
cárcele s de las
una prisión

202
"E~ señor Dorrego fue. fusilado en Navarro por los unitarios. El generaJ'Villafañe, com~ esencialmente políticos,.es verdad, había una cierta tendencia clasista, por-
panero del general Qlllroga, lo fué en su tránsito de Chile para Mendoza·oor los mismos. que las victimas principales eran las que con~tituian _la é.lit:_ unitaria, _pe~o
~1 &:eneral!-,atorre lo ha sido a lanzar después de rendido y preso en la cár"cel de Salta, sin esto era una ·política más estratégica que social y su mtenc10n era desrrmr
:::!arl~ _U?nunuto de término para q.ue se ?JSpusiera, lo mismo que . el c?nmél Aguilera que
co:71~ igual suerte: El general Qmrogarne degollado en su tránsito ae regreso para ésta una clase dirigente rival. El terror se aplicaba a personas y grupos cuidadosa-
e1 .L6 -~elyasado último Febrero, 18 leguas antes de llegar a Córdoba. Esta misma suerte rnem:e elegidos por el gobierno. Se consideraba mútil matar a.g~nt~ pob~ee m-
corno e1 coronel ,José Santos Ortiz, y toda la comitlva e.>1 nú...>nero de 16, escavando sólo el significante. Y los terroristas ne tocaban a los ex:ran3eros, TI! siquiera d.UTan-
corr~ que venia, y un ordenanza que fugaron entre la espesura del monte. ¡Qué tal! ¿He te los bloqueos francés y anglo-francés, Las víctímas estaba~ vínculad.as con
_~onoc1do o no el verdadero estado de la tierra? Pero ni esto ha de ser bas-t¡:,J1te para los
nombres de las luces y de los principios. "1" la causa unitaria, directa o indirectamente, correcta o eqmvocadamente, Y
cuando tos terroristas no podían poner sus manos sobre los unitarios, coma-
ban Uil sustituto o equivalente, por el valor de 1a demostración. Además de l?s
Éste era el estado de ánimo con el que Rosas exigió facultades absoluui:s e unitarios, aigunos de los blancos eran grupos políticos y administrativo~ ae
inició su gobierno. los que Rosas no podia prescindir, pero en los cuales tenía.muy poca confian-
La contienda e inseguridad de la vída política tuvo un efecto profundo so- za. \_· más allá de éstos, el terror e:ra una advenencla simestra para o~ros
bre Rosas. Era por naturaleza un hombre cauteloso, pero no cobai-de. A partir miembros del régimen, proveniente de un hombre que buscaba.docili~a~ rn-
de 18?9 vivjó en constante prevención del peligro y tomaba toda clase de pre- condicional de sus servidores, y que estaba decidido a dominar sus movmnen-
cauc10nes para su seguridad personal. Edificó una fortaleza alrededor de su tos y a destruir facciones. El terror tenía también una dimensión militar: se lo
:régímen: movilizó la policía, reguló los medios, dirigió la Iglesia y fortaleció· aplicaba en el campo de batalla. Los ejércitos eran exterminados: rara vez. se
el ejército. Mantuvo i..rnportantes fuerzas acuarteladas en la ciudad y una po- tomaban prisioneros o, en caso de tomarlos. los mataban luego: cazab~? Jos
derosa guardia próxima a su persona. En el comienzo de 1839 sintió particu- fugitivos, 1os degollaban y exhibían sus cabezas. Se cultivaba el salv_aJ1smo
·~armente el miedo al asesinato. En febrero, comentó con su amigo Terrero, como medio de disuasión, oaraint.imidar apoyos potenciales; el terrorismo se
·· ¿Sabes que conspiran contra mi en Buenos Aires? Sí, el plan es asesinar- conVirtió en comnlement;-a veces u.....18. alternativa- de las batallas. El te-
. m~··· Lo p.eor es que hay algunos federales-en el complot. Pero quiero·saber rror no era, por lÜ tanto, simplemente una serie de episodios excepcionales,
q~1enes son es_tos. No t~mo por mi vida, sino por los horrores-que va apresen- aunque lo regulaban según las circunstancias. Era una parte integral del sis-
CJar Buenos Arres si me matan. " 14 Después de la muerte de su esposa, dividía _ tema de Rosas, el estilo distintivo del régimen. Marcaba la venganza Y el po-
su tiempo en~e su casa en la ciudad, que era también el asíento del gobierno, der de Rosas; era un castigo por el pasado.y una advertencia para el futuro.
Ysu nueva qumta en Palermo. Durante todo el año 18-39 la se!ill.ridad en Paler- Era la extrema sanción del régimen, la coerción final.
m~ fue-estricta; las patrullas y los guardias detenían e mt:rrogaban a cual- El terrorismo provenía de las facultades extraordinarias otorgadas a~o- _
qm~ra,9ue pas.ara por l~ :~cindad. Dieron la voz de alto a un inglés: "Elinglés sas. Había medios alternativos disponibles, ya que la maquínaria norma! de
comest.o que_s1 era prohlb1do hacer camino por allí, y le contestaron que no, la justicia aún existía, como se ha visto. Pero Rosas evitab~ con rodeos__los ,
per.o que meJor era que no lo híciera" .1s procedimientos legales y dispensaba justicia sumaria, esp~c1alme~~: duran- _
Rosas no descansaba.únicamente en las medidas defensivas. Contraata- te las épocas de crisis interna y emergencia nacional. Nunca p_udo 01v1dar que
caba, Usó el terror como instrumento de gobierno, para eliminar enemigos, tenia exclusivos poderes sobre la vida y la muerte, que podía Juzgar a un acu-
para disciplinar disidentes, para advertir a los irresolutos y, finalmente, para sado sin proceso, que su palabra era suficiente para en-:iar, un hom?re ~l. ver-
c?i:tr~lar- .ª ~s propios partidarios. El terrorísmo no era popular, espontáneo dugo. Los extránjeros estaban asombrados por la amplltuo y la aplicac1on de
m md1scrunmado. Esto no hubiera respondido a la característica del régi" su autoridad personal:
. ~en, que se enorgullecía de mantener la ley y e! orden. En lo referente a segu"
ndad ?ersonal, co;1llcidíanlos observadores, Buenos Aires era uno delos luga- Lo culpo de haberlos hecho matar (a los ejecutados) por soldados, cuando ?ebió ha~erl_o
hecho el verdugo autorizado por sentencia del tribi::nal apropiado, del_ que na pre,?cmdi-
res mas seguros del mundo. De modo que el terror no era anárquico. Ni era do desde que estoy a qui, en todos los casos. A WlOS ios matan a bordo ae un pequeno bET·
tampoco un poder delegado, tramado y aplicado por subordinados. Los agen- cr~tín de diez cañones ama...--rado e.'l la rada, a otros en una barraca, algunos en otra, sm
tes del terror no eran sus autores; no eran ellos quienes ejercitaban la polítk.a que ni_nguno de ellos, según me han informado, haya pasado a través de las formas ordi-
de elegir a las víctimas. En este régimen, el terrorista era el gobiern;. A eso narias de justicia, o juicio. is
se ~ebía que la maquinaria del terror pudiera ser encendida y apagada con se-
meJante precísíón. El terror no era masivo ni continuado, sino liinitado y es- Los casos referidos a la seguridad política y al orden rural eran asunto
porádico. Y tampoco era un instrumento de clase. Dentro de sus objetivos particular de Rosas y a él los llevaban directamente. Por lo general se ocupa-

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___ J
ban de ellos, no a. través delo? tribuna les o al menos de
la policía,,sino por pro~ "Mañan a m;ércoles 2 del corrient e mes de Febrero . a las
pia decisió n, a menud o con el simple consejo de matone cuatro,
lez, quien parece baber actuad o no solame nte como agente
s como Vicente Gor1zá- ~añana hágase fusilar a los salvajes unitarios MarccsLeguizam o cuatro Ymedia de la
político síno tam- nuel Vél¿z Pedro Burgos. Lorenzo Cabral. PabloR arnirez ón,_Jo_sé Giménez: Ma-
bién como asesor legal y funcion ario de cárcele s. Esto-lo y A.ntom0He1guero. a quienes
hacía en el sur de la ~e le facilitarán uno o dos·sacerdotes que los confiesen. " 18
provinc ia, una región donde Rosas tenía interes es domést
icos y politicos. Un
.mes típico, noviem bre de 183_5, propor ciona una cantida
d de ejemp1os.·Grego- Había dos caracte rística s e.n la admini stracló n de justicia
rio Barrag ón, unitari o, que se puso violent o enla prisión por parte de
, fue sentenc iado a se:r Rosas que provoc aban coment arios,.e ntonce s y posteri
fusilado una mañan a a las diez e.n ounto. en la nlaza de
Navarr o. Toribio Gon- 1 líticas \- los modos de ejecución. Las dasific acione s·,eran
orment e, las listas po-
zález, de YCi..'lticinco años, para qu.ien GonzáleZ aconse una forma de lista
jó quinientos latigaz os neara ñescrib ían las oniniones nolitica s de los individ
y diez aüos de prisión , fue senienc iado por Rosas para úOs y est2ba n compil a-
que lo fusilar an a las da;-c~n-la inform ación Sumini st!'ada por los jueces de
diez de la mañan a en la plaza de Lobos. Santiag o Carvaj paz, la policía , los mili-
as, de ireinta y ciíco tares, la Socied ad Popula r Restau radora , y fuentes privad
años, acusad o de robo en la pulper ía de Lobos, fue fusilad as. Esa práctic a
o en la plaza princi- había sido adopta da por Lavail een 1829 contra los federal
pal. José Martin ez, sospech oso de ser unitari o, y ladrón es, aunque en forma
de ganado por añadi- mucho menos- sisiemá tica. Rosas la usó por primer a
dura, fue senten ciado a prisión en Monte, con Gonzál vez en 1831_, cuando or-
ez. ca:yetano Esteve s, denó a los jueces de paz que le enviara n listas de todos
acusad o de robo de ganado por su patrón unitari o, fue
sentenc iado a servir los unitari os de ~us ?,i~-
cuatro anos en la-milicia. Ésta era la forma en aue Rosas tritos., con prueba s de su afiliación política y de sus propied
gobern aba al sur de ades, Al prmc1p1~
la provin cia, región a la que él consid eraba co.rño una de su segund a admini stració n, por un decreto del 20 de
extensi ón de sus estan- marzo de 1836, ordeno
cias privad as. En otras partes, su admini stració n de a los jueces que prepar aran listas aun niás detalla das,
justicia no era mucho dando 1os domic ~os
menos ínform aL.Des de Santos Lugare s, iilltonil10 Reyes, exacto s de cada ü:no de los que figurab an en las listas
su secreta rio jefe en y, delos del campo._"::
el cuarte l genera l, le env-iaba listas de delincu entes, unitari cluvend o el dueño de cada estanci a, granja o casa. Esta
os y deserto res, y operac ión se rep1t10
Rosas simple mente anotab a en ellas. "fusile nlo" o "azóten
minar la lista, .4Jgunos de estos casos eran puram ente
lo", y así hasta tér-
tod~s los años y propor cionó a Rosas no sólo un censo de
gistro crecien te de todos los que residía n y _los transeú
federa les ~ino un
ntes, E~ septiem b~e de
r:-
polfücos; otros eran 1840 se alcanzó una nueva etaoa de urgenc ia cuando
asunto s delictiv os que compre ndían vaganc ia, robo, , respon mendo a la rnva-
asalto v-asesínato._En sión de La valle, Rosas emitió e1 decreto de confisc ación
cualqu iera de las catego rías se podía fusilar a un hombr de la propied ad uoita-
e sin n·ecesidad de jui. ría. Era entonc es más impera tivo conoce r quiéne s
cio, y los delincu entes unitari os eran conden ados casi- eran los unitarios; de
con certeza . En estos modo, que se ordenó a las autorid ades de la cíudad y del
proces amíent os, una combin acíón de caza de brujas campo que hiciera n un
polftíca y segurid ad ru- particu lar esfuerz o para-id enfüica r la afiliación p~Htica
r,al, no había- rastros de eviden cias policia les o de de cada uno Yd~ t~-
cualqu ier tipo de proceso ju- dos; y esto se hizo valiénd ose simple mente, en mucno s
dicial. El ejecuti vo era a la yez juez y verdug o, actuan casos, de caracte nst_i-
do en virtud de sus fa- cas e"xternas tales como ropas, colores , Yrasgos faciale
cultade s extraor dinaria s. s. La Socied ad Popu-
, En otros-c asos, Rosas aciuab a con la policía , o sobre lar Restau radora jugó de nue;o un import arite papel
para cotejar esta infor-
la base de inform es macmn . Las listas así prepar adas fueron ieídas cuidad
policial-es; respon día a éstos dando instruc ciones que, osame nte por Rosas Y
en la práctic a. eran dic- se convirt ieron, en la práctic a. en listas de víctima s cuando
tados tje juicios . Una mucha cha de diecioc ho años, Marcel escríbi ó frente a
ina
rera residen te en Santos Lugare s, conver só con un hombr Bute]er_ costu- alguno s "fusíle nlo", "azótenlÜ;,, "múlte nlo".
e joven, de.veinti- El sistem a penal en ia Argent ina fue sangrie nto, cualqu
séis años, Marcei ino O jeda, tendero de ia vecind ad y que iera iuese el régi-
tenia un sirvien te de men. Para Sarmie nto, resuelt o a pintar a Rosas tan
veititiocho anos, Timote o Arman sa. Ojeda era un sos:gec falto d_e origina lidad
hoso, por no ser fede- como incivili zado, la diferen cia parecí a set Solame nte
ral activo y no haber particí pado en ningun a campa ña de grado: "Rosas no
contra los unitari os. ha inventa do nada; su talento ha consist ido solo en plajiar
Todo esto se hallaba .registr ado. E! 19 de octubre de 1840 a sus antece sores, i
encarc elaron a los hacer de los instinto s brutale s de los más ignoran tes
tres.co mo "salvaj es unitari os". En el legajo de Arman un sistem a medita do i
sa una anotaci ón ma- coordin ado friame nte:' 19 La cruelda d es difícíl de medir
nuscrí~a de Rosas ordena ba "envfes e al jeie de policía y en los escrito s de la
p~a que pueda poner época la propag anda prevale cía a menud o sobre la precisi
en la car:cel a Timote o Arman sa. por el delito de hallars ón. Sin embarg o, la
e al servici o deMar ce- autorid ad.de Rosas dejó una imborr able impres ión de derram
lino Ojeda y no haber denunc iado la conver sación que amiem o de san-
éste tuvo-con la salvaje gre y de muerte . Las prision es, de hecho, eran probab
unitari a Marce linaBu teler" . 17 .:Éstafoe una senten cia lement e más opresiv a~
liviana . Otras eran me- y crueles y las ejecuci ones más horribl es que las de
nos afortun adas, con;io la extraíd a de otra anotaci ón en sus predec esores. En ei
los archivo s de Rosas: sur de la provin cia, alguna s de las prision es eran realme
nte cárcele s de las
hacien das privad as. En Monte, Vicent e González admini
straba una prisión

202
203
de ese tipo, y había otras. En los priméros anos de la década de 1830, muchos El decrüello-se convirtió en un medio-y un signo del terr°;, illla penalidad·
unitarios fueron arrestados por la policía siguiendo órdenes, por ejemplo, de apropíad: para unitarios y rebeldes, un _triunfo para los veraugos:
Tomas de Anchorena , ministro de Rosas, y enviados a la estancia Callejas,
mitad hacienda, mitad campo de concentrac ión a las órdenes del coronel Pe- "Por cuanto, el miliciano Juan Durán, tuvo la su~rte de dar alcance Yc?rtarle la ca.beza
dro Burgos, en Camarone s Grandes, territorio de A...r1chorena al sur del Sala~ a1 salvaje unitario títulado coronel Pedro CastelL s~ le acuerda el 11:lº a~barpay b;go¡e
federal, testera colera punzó en su caballo, acordandole a la vez el sue1do ae sare,eni.c
·cto. Pero las prisiones más notorias estaban en la capital, el Cuartel de Sere- durante su vida,
nos, dirigido por el coronel ~far.iño, el Cuartel de Cuitíño en la calle Chacabu-
co, el Cuartel de Restaurad ores, en la esquina de las calles Defensa y Méjico, El terror de este régimen era extraord1..'1ar.io, aun con las P~1:1tas dela épo-
y, naturalme nte, Santos Lugares, el cuartel general militar del régimen. ca.. E}diarista Be:ruti registró un incidente de p~·iic:ular sah--aJisrno:
Para mucha gente, cruzar esas puertas significaba entrar en una celda de
muerte. "Ben.Ítez, hombre de mas de 60 anos no lo degollaron"'/ q~cdó ;ivo inu_tilizad~; pu;s el de-
Sin embargo, los modos de ejecución no fueron inventados por Rosas ni gollador A.len lo estaqueó boca arriba como media ;1a:ra ae -~ltura, y_b1en -~ta~o enu:e cua-
eran exclusivos de uno de los lados. Martínez Estrada los describió como un tro estacas, le o uso un brasero de fuego, y le quemo los te_snculos e mtestmo, ... too o esto
lo he copiado de los papeles públícos, y sólo en extracto. '·2"5
asunto de téc-nica, no de salvajismo : "Los unitarios mandaban castrar, los fe-
derales degollaban ", decía Mansilla, "y todo eso es de la técnica del cuchi1lo
más bien que de las formas de la barbarie" .20 La dístinción hecha por Mansi- Hubo relatos de aue las tropas federales jugaban a las bocha~ con la cabe-
lla es interesant e pero incorrecta . Ambos t;iandos eran argentinos , y la suya zas de los Uilitarios ólas nevaban a Buenos Aires para pr~sentarse la.s a Ro:
era una sociedad que había vivido en la violencia durante mucho tíempo. El sas; v un capitán de la marina británica ase~aba ha?er ~1sto una en lacas.,
cuchillo y la lanza eran parte de la herencia cultural de Ja Argentina, profun- de RÜsas. Un rumor extremo, de los de este tipo, quedo registrado por. e1 coro-
damente arraigada en las t_radiciohes criolla y gaucha. Rosas heredó sus mo- nel King:
dos de ejecución en parte del ambiente rural y en parte de las leyes que impe- Corrió el rumor de que :M:anuelita contemplaba los de~ellos Yjugaba ct~!~s ca9;~ai5 df:~
raban. Había tres métodos principale s: por fusilamien to, con las lanzas y por capitadas. y se dijo que Oribe le envió desde Tucuman la.'> o:eJaS e,n s~l .- un one1_a ~m
degüello. tarío de nombre Borda, a las que ella conservaba en una caJa,de v1dr1o;J" las ensena a a
sus visitantes. 26
La forma en que mataban a las vi e.timas variaba según las circunstanc ias y según las in-
clinaciones del poder condenador . A veces los'fusüaban. A veces cumplían su destíno en No todos los rumores eran exactos pero reflejan la atmós~era de terror
manos de dos lanceros, que colocados a ambos lados del prisionero, esperaban la señal que predomina ba, y que servía al régimen casi tanto como las mism~~ mat3:1-
par-a hundir ensu cuerpo sus brillantes armas, Otras, por ultimo, caíanmedia ntela más
bárbara de las prácticas: una afilada hoja les cortaba el cuello. 21 zas. Durante. el pico de terrorismo en octubre de 1840, todas las ~ananas c>e
encontrab an en Buenos Aires cuerpos sin cabeza; par~ 1~.s terror:stas , la ?e-
Los caudillos de la Argentina , ü sus protegidos , también practicaba n la mostració n era tan importahte como el hecho. E_ra práctica co_m-11:1 e~tr-e 10s
castración , cortaban las lenguas y arrancaban barbas con la piel. Pero el pro-- militares clavar las cabezas d~ las víctí:nas en a1~os pos~es y dis~nburrloscre~
cedímiento más caracterís tico era el degüello; castígo favorito y la técnica las plazas públicas. La violenc1as erefleJaba en el JenguaJe de la epoca. ~(\,,O
más valorada. El cuchillo era el arma del gaucho y cortar un cuello su delicia, llar, degollador , eran términos que se encontrab an entre las palabras_m as co-
como recordaba Hudson: "la gente del llano ha desarrolla do una ferocidad niunes del vocabulari o rosista, empleados con depravad? placer.tant o p_or
gobernant e como por sus seguidores . La ~~sesiva .Y. m_ahgna sa!isfacc1on Oe
:I
asombrosa, les encanta matar 1u1 hoinbre, no con una.bala, sino de una mane-
ra que les hace saber y sentir que están verdadera y realmente matando" .22 los degüellos quedó tipificada en una capc10n del eJerc1~0 llamaoa_L a Resba-
Pero lo que puede ser atribuido a un defecto cultural en una criatura primitiva losa, que cantaban los activistas en los momentos culmmante s del terror:
de las pampas se convierte en un abuso de poder en manos del Estado. Y Sar-
AJ que con salvajes
miento estaba probablem ente en lo correcto al sugerir que Rosas empleaba Tenga relación
esta práctica más allá que otros: La verga y degüello
Por esta traición;
"El ejecutar con el cuchillo degollando i no fusilando, es un instinto de carnicero, que Ro- Que el santo sistema
sas ha sabido aprovechar para dar toda vi a a la muerte formas gauchas, i al asesino pla- De Federación,
ceres horribles; sobre todo para cambiar las formas legales i admítidas en las socieda- Les da a los salvajes
des cultas, por otras que él llama americanas ... "23 violín y violón. :r;-

204 205

.f
Los agentes: del terrorism o eran miembro s de laSoeied adPopu1 2.r
Res~ salir en cualquie r momento a atacar- ala gente y las casas unítaria s.
taurador a, un.club político y organiza ción parapoli cial. La sociedad Explica-
tenía un ba que, durante la invasión de Lavalle, mucha gente se apresur aba
ala arniada, comúnm ente llamada la mazorca . La-pala bra mazorca a unirse a
, que sig- las filas de la sociedad, pero que él no admitía a nadie sin una cuidados
nifica la espiga del maiz con sus granos muy juntos, símboliz aba la fuerza a
<liante la uníón, pero en realidad se popularizó porque su pronunc iación
±ne: firmació n de segurida d y comprob aciones práctica s, en acción, contra con-
sona- el ene-
ba en forma si.T..ilar a "más horca". Según algunos, tenía connotac migo, bajo su personal y estricta vigilanc ia; aun así, no estaba seguro
iones aun de que
más horrípila ntes: Rosas aprobar a a todos los nuevos ingresad os y prometi a, siguiendo
el conse-
jo de su amo, expulsar a cualquie r sospechoso. Mientra s tamo, había
mante-
La Mashorca, afiliación secreta en apuyo del gobierno cie Rosas, deriva nido una rhrurosa observac ión sobre las casas unitaria s seiialada s Por
Rosas_
cuerpo interior del maíz. una vez quitados los granos, y ha sido utilizado su n.ambre de! sin resultad o hasta ese momento, pero Su Excelen cia sólo tenia qlle
bros del club c9mo un insrru:rnento de tortura de) que su señoría
pc:r los miem- pronun~
puede tener una idea si ciar la palabra y él marchar ía contra cualquie r casa para extermi
trata de recoroar la agónica muerte infligida a Eduardo II.2:ll nar a los
salvajes . "Por lo demás, Sr. Exmo., yo me permito a decir a V.E.
que puede
descans ar en nuestro celo, dispuestos como estamos a sepultar nos antes,
E11 las fiestas patriótic as, los fanático s federale s saltaban gritando que
con- usar de la menor toleranc ia para con los malvado s, asesinos, traidore
tra algún unitario "aquí tengo un maíz tostado; vamos a ponérseio donde s unita-
selo rios." La respuest a de Rosas demostr aba su estrecho vinculo con la
merece".29 Sociedad
- y su confianz a en ella: ;'todo ello es muy satisfact orio a mís ojos ...
La So.ciedad Popular .Restaur adora emergió por primera vez como en el mo-
una mento oportuno le pediré_ que venga a convers ar, mientra s tanto, póngase
organiza ción favorable a Rosas durante la lucha contra los disidente en
Sfederá~ contacto con Manueli ta, para consejo. " 30
les en 1832-33. Bajo el patronat o de doña Encarna ción, sus lideres No todos los miembro s de la Sociedad Popular Restaura dora• eran
fueron in~ terro-
cluidos en las l_istas de pagos del Estado y se esnecial izaron en intimida ristas activos. Había UDa división funcional en dos secciones, la mayoría
r a los de la
adversar ios políticos. Los grupos de activista s I'ecorria nlas calles Sociedad y la' mazorca . La Sociedad era el Cerebro, la mazorca el brazo;
de Buenos la So-
~res,-~ sparaba n t~ros contra las casas, asustaba n a los enemigo s y ciedad ayudaba a compila r las clasificaciones, la mazorca eran los
alejaban activista s
a 10s.dis1demes hacia Entre Ríos o Uruguay. A1 finalizar abríl de 1&14 que caian sobre los sospechosos; la Sociedad se manifes taba enfavor
la ínti- de lapo-
midació n aumentó : Rivadav ia había regresad o a.Bueno sAires y se lítica de Rosas, la mazorca la aplicaba. La élite de la Sociedad , miembro
propusie -
ron_ logr~_r su expulsió n mediant e presión y violencia. De manera que
dad nac10 como grupo de presión en favor de Rosas e instrume nto de
é!
polí~ica mientra s estaba fuera del cargo. Se convirtió luego en agencia
la Socie-
extorsió n r la clase má.S alta que con frecuenc ia se asociaba n simplem ente como
ro, incitaba n y toleraba n el terrorísmo-, pero no salían ellos al galope
rrer Buenos Aires para degollar. Eso se dejaba a las tropas de choque, lama-
un segu-
s de

a reco-

l
te-
rr-onsta, una especie de grupo de "vígilan tes", cuando Rosas volvió zorca. I:,os mazorqu eros eran los verdade ros terroríst as, reclutad os
al cargo. en secto-
Pero no era·una organiza ción totalmen te privada. Era en parte espontán res irúeriore s a los de la élite rosista, y que constitu ían grupos armados
ea para-
en parte oficial; en cierto sentido, institucionalizó el terror y co~troló salir en misione s diversas . Realizab an regi...stros casa-por -casa, destruía
la vio~ n
len~:fa, eliminan do así las cosas que más aborreci a Rosas: la anarquía tocio lo que fuera azul e intimida ban a los propieta rios; actuaba n sobre
, el im- la base
perio de las pandilla s y la veIJdetta personal. Es dudoso establec er de informe s policiales tales como este hombre "no ha prestado ningún
si era ue- servi-
n~ame nte popular ; no tenía poder propio, independ iente de Rosas, cio a la Federac ión. Es de chaqueta muy unitaria "; arrestab an; torturab
y ""no an;
~~mpart ía de 1:1anera alguna su autorida d. N9 era un corriité de segurida y mataban . Nada era sagrado. La mazorca llegó inclusive a aterrori
nhca; 11.D club Jacobino ni un partido político, caracter ísticas con que d pú- asamble a: "La mazorca mostrab a el cabo de sus puñales en las galerfµs
zar a la
a veces mis-
se ~a _ha calificad o. Era esencial mente una organiza ción paramil itar mas de la Sala de Represe ntantes y se oia doquier. "ill Los miembro
para~
pollc1aL Era un cuerpo selecto y exclusivo, de dificil ingreso por cuantoO rios de la Sociedad podían mantene rse apartado s de las más violenta
s ordina-
la ha- s salidas
bilit~ción ~~ los miembr os se eíectuaba según los servicios rendidos y de la mazorca , pero eran todos parte dela organiza ción, vinculad
no
cons,1derac10n a un federalis mo pasivo. El líder-del.a sociedad , Salomón en con E Osas. El joven Andrés Somelle ra, un fugitivo de la conspira ción
os entre.sí, y
afir. de Maza
m-ab~ tener una especial relación con Rosas, confidencial de acuerdo de 1839, fue conducido a una trampa callejera por un-miembro de la
~on su Sociedad
prop10 concepto, obsequiosa de acuerdo con un juicio objetivo. En septiem que lo abordó en una conversación casual; un grupo de la·.mazorca
bre empezó a
de 1840 descríbi ó a la Sociedad .Popular Restaur adora en un lenguaje acercars e sobre él mientra s las personas que pasaban giraban la vista
tan vio- hacía
l~to como sus s~guidor es, declarán dola "el fuerte apoyo-de la causa otro lado. 32 Somelle ra luchó, logró liberars e y huyó ala carrera, íníciand
que
digname nte sostiene Vuestra Excelen cia", dedicada a "exterm inar" tan vida secreta en Buenos Aires: pasó parte del tiempo en la casa de Mr.
o una
a los Atkin-
salvajes unitario s y otros opositores que ·Rosas pudiera indicar, y s'?n en el consulado britárüco; luego partió de Buenos Mrcs, con el
lista para enemigo

206
207
siempre en su rastro, yse escondió en la costa esperando en vano-un bote para Agustín Rivarola, Patalonga, Bernardino Cabrera, Juan Jósé Unanué·, Salva-
en.izar a Montevideo.. Volvió a la ciudad e hizo luego un nuevo intento, planea~ dor Moreno, Manuel Arvallo, Macaluz, V:illanueva, y Juan Medina.36Unjusto
do por Atkinson; esta vez pudo escapar, de noche, en la misma· embarcació n castigo esperaba a algunos de estos asesinos después de la caída de su señor.
del genera] Paz, el 3 de abril de 1840. Era dificil evadirse del sistema, porque
Cuitíno y Troncoso fueron ejecutados en 1853, desafiantes hasta lo último;
tenía muchos ojos y largo alcance. La Sociedad proporciona ba una red de es- Cuitiño murió con el puño levantado "como un buen federal". AJern y Badia
pías, agentes e informantes , así como también los srunos o escuadras de la también fueron ejecutados en 1853, Además de sus lideres y los soldados ra-
muerte. Era guardiana del federalismo puro, el esc'uaO del régimen y su cu-
sos, la mazorca podía también movilizar fuerzas ajenas a sus filas. El popuJ a-
chillo.
cho de Buenos Aires no era una fuerza espontánea e independien te. Constituia
¿Quiénes eran estos militantes que seguían a Rosas? No había secreto al- también una criaJnra de Rosas, como ap,,:-.::ciaron loS observadore s: "El popu-
guno sobre la lista de miembros de Ja Sociedad Popular Restauradora"'.\ En lacho no debe ser interpretado aouí con su significado habitual, sino c:omo
1842 estaba formada por unas d-Jscientas personas cuyos nombres publiCaba · mercenarios de 1a policía. "'J7 La ni.azorca podía reunir y manipular una tur-
orgullosame nte la Ga.ceta Merc:antiJ..3 3Según Saldías, comprendía "partida- ba; ésta era otra de sus funciones.
rios fanáticos, de militares de todas graduacione s y de hombres ventajosa- Un antecedente típico de-un mazorquero terrorista, por lo tanto, era una
mente-conoc idos en la sociedad, en la magistradur a, en las letras y -en el c.arrera previa en la milícia o en la policía. Muchos habían perseguido delin-
foro" .34 No era sorprendent e que la lista incluyera nombres de míembros de cuentes o unitarios durante toda su vida. Otros habían sido ellos mismos delin-
la Sála de Representan tes y otros grupos de élite, que se asociaban tanto por cuentes: y algunos sentían una mórbida satisfacción al matar. Hasta cierto
convicción como por miedo. El presidente era Julián GonzálezSalomón, naci- punto, los mazorquero s e!'an asesinos profesionale s que se ponían al servicio
do e~ Buenos Aires, dueño de una pulpería y hombre rudo de cuerpo y de men- de Rosas para recibir protección y para combinar el placer con el beneficio
te_ Ese era el lado político del movimiento, Los miembros de Ja.maz0rca ·los cuando degollaban. La confiscación de las propiedades de los unita..rios en:. un
superterrori stas, eran reclutados en los grupos sociales más bajos, a medudo clásico instrumento de Rosas y un premio para sus protegidos. A fin de real-
de la policía y los serenos (cuerpo de vigilancia nocturna), e 1!1cluian delin- zar su significado, se hacia de tanto en tanto una venta pública ficticia de los
cuentes y degolladores profesionale s. Sus líderes eran cmaco Cuitiño y An- bienes confiscados. A estas ventas asistían los miembros deja mazorca: quie-
drés Parra, notorio y siníestro par, asesinos y organizador es de asesinatos. nes arreglaban entre ellos la asignación de los articulas o propiedades y, ofer-
Cuitiño era el más despiadado de los carceleros y verdugos de Rosas, y que tando por ellos, se aseguraban la posesión, mientras los demás participante s
cargaba en su cuenta con ocho asesinatos personales. Mendocino de origen, eran ahuyentados por el sólo temor de su presencia. 38 Los premios mayores
había sido oficial d_e la milicia de Buenos Aires, donde alcanzó el grado di co- quedaban a disposición de los líderes, En 1840 Salomón hizo una oferta de dos
ro~el. Hasta ~827 fue alcalde de 9uilmes, y allí se convirtió en feroz persegui- mil cuatrociento s pesos por una propiedad unitaria confiscada y recibió la
dor delos delincuentes rurales. El y Parra habían establecido un vinculo per- aprobación del gobierno por la compra, 39
sonal con Rosas en.1834, cuando le escribieron para agradecerle por su interés La1Sociedad Popular Restaurador a y su brazo armado fueron una crea-
en ellos (vía doña Encarnación ) y renfirmándo le su apoyo: "V.E. debe cono- ción de· Rosas, quiei'i. autorizaba sus actos y los controlaba. Andrés Lamas,
cer que Cuitiño y Parra siempre marcharán por el camlno que V.E. nos ha for- aun siendo hostil, definió exactament e la mazorca : "Este club ex:lstc como
mado d~sde que se destronó el perfido partido Unitario, y _que siempre sere- corporación oficial bajo el ·nombre de 'Sociedad Popular Restaurado ra', y se
mos uno_s obedientes súbditos para respetar las Leyes, y los derechos de un dirige en este caracter al Gobierno, .. Esta sociedad ha sido el brazo de Rosas:
~iudadano honesto como lo ha sido V.E. y que los grandes sacrificios que ha ella ha ejecutado las degollaciones de Octubre de 184.Q y de abril de1841-." 40 La
hecho. " 35 Además de conducir las escuadras de la muerte, Cuitiño dirigía la mazorca era una fuerza de irregulares urbanos, que figuraban en las listas de
prisión que llevaba su nombre, aplicando ]as órdenes de·Rosas para sus vícti- pago del Estado y recibían dinero del servicio secreto, No era una repartición
mas. También Parra había sido oficial de milicias.ante s de convertirse en su- 'del Estado, pero trabajaba en estrecho contacto con cuerpos oficiales, tales
perintenden te de policía bajo el gobierno de Rosas. Otros mazorquero s cono- como la policía y los serenos, y era evidente que había cierto grado de parti.ci-
cidos fu~ron Nicolás Mariño, jefe de los serenos y de su cárcel; Manuel Tron- oación común. Además, los líderes de la mazorca recibían verbalmente del
coso, un horrible gigante asesino; el capitán Manuel Gaetán, ejecutado des~ Propio Rosas las órdenes para ejecuciones específicas; asilo declaró más tar-
pués del •asesinato de Maza; Moreira, un sereno y notorio criminal, a quien de Cuitiño, y no hay razón para ponerlo en duda. Si bíen la mazorca era una
mataron a su vez cuando fue demasiado lejos; Leandro Antonio Alem, Juan creación de Rosas, llegó a ser más terrorista que su creador. Como muchas de
-Merlo, Silverio Badía, Manuel Gervasio López, Torcuato Canales, Fermín eSas escuadras de la muerte, adquirió en su accionar una semiautonom ía, y
Suárez, Antonio Reyes, Mánuel Leiva, José María l\fartínez, José Roldán, una vez que·estaba en las calles era imposible ejercer sobre ella un control ab-

208
209
solüto en todos :os detalles, Los hombres temían a la mazorca más que aRo- distintivo del terrorismo rosista, En segundo lugar, provocó una explicación
sas.-Eustaquio Frías, un oficial 1ulitario que había recibido permiso de Rosas personal de Rosas sobre su poder tal como él lo interpretaba. Porque, induda-
para retirarse sin que lo molestaran,· emigró finalmente en.1839, '_'no por te- blemente, el asesinato perturbó a sus amigos e indignó a sus enemigos. Cuan-
mor al gobierno que _no me perseguía, sino a un er:iemigo de bastante im1uen- do se trató el tema enla Sala de Representantes, en marzo de 1830, Tomás de
cia en la mazorca". 41 No sería exacto decir aue RoS3.s había liberado un türre A.nchorena replicó que Montero era culpable de insubordinación. que e:ra ne~
que no podía controlar. Pero así como dabá precisas _instrucciones para Tas cesarlo tomar rápidas y enérgicas mea.idas en interés de la ley y el orden, y
ejecuciones y elegía cuidadosamente a las victimas, no podía refrenar todos oue las facultades e;s,i:raordinarias autorizaban a Rosas a hacerlo, Pero el in-
los asesinatos que se cometían más allá de las listas oficiales. Por otra parte, éidente continuaba irritando: los tinitarios se encargaban de mantenerlo
si él no ordenaba personalmente cada acto de terror, pudo haber detenido los vivo,)-' era motivo de preocupación para los federales más moderados. Rosas
excesos. Áparentemente, él sabía que la mazorca jamás contrariaba sus ór- tomó conciencia de que estaba adquiriendo reputacíón de asesino, pero recha-
denes, pero con frecuencia se excedía en ellas. Rosas pensaba que no podía zó la acusación. Cuando accedió a suspender la ejecución de José Adolfo Quin-
gobernar sin la mazorca y que tenía que pennitirle ciertas licencías. De ma- tero --pedida por Vicente González-, escribió:
nera que el terror adquirió una inercia propia y se constituyó en una tolerada
tiranía. "Vd me conoce hace muchos años, y sabe que no soy sangu~_a."lo, ~ab~ también qu~ esto
La ~rueldad tuvo su cronología. La incidencia del terrorismo varió según lo he acreditado en el tiempo de mj_ Gobierno. ¿ Quién en_~ mgar nub1era econ?~zado
tanta sangre? ¿,Cuáles la que he derramado? Ni una gota ae lo que pu.ede cons1aerar':'e
las preslOJ?-eS que se ejercían sobre el régimen, alcanzando su cumOi-e entre 1839 fuera de la esfera ordinaria. Poraue mandar fusilar éste o el otro fascmeroso es comun
y 1842, ·cuando la intervención francesa, la rebelión interior y la invasión unita- en todas las partes del mundo, Yn"adie puede notarlo, ni es po_sible que la sociedad puede
ria amenazaron destruir el Estado de Rosas y produjeron violentas-contra~ vivir si asi no se hace."
medidas. El pico de 1839-1842no era típico del régiinen total sino más bien una
manifestación extraordinaria de una regla general, es decir, el terroris- Rosas continuó afirmando que no se había ejecutado a Montero por sus
mo_ existió 2ara :reforzar la sumisión a los métodos de gobierno en períodos de opiniones politicas sino por ser un delincuente, y justificaba su acción en vir-
emergencia nacional. tud de sus facultades extraordinarias, dando en el proceso una interpretación
El _terrorismo comenzó durante el primer gobierno de Rosas;- cuando el de éstas que muestra. cómo podían invocarse para justificar el terrorismo:
asesinato del capitánJua:n José Montero.se cOnvirtió en cause célebre v mar-
có el estilo de. gobierno que sobrevendría. Montero era un oficial chilenÜ, recio "Esa]ey que autorizó es la que mandó morir a.Montero. Se dirá ql:e ~busé del poder:. Este
será un error mío; pero no un delito que pueda causarme remordimientos: porq!-:-e.~u«:-1--
Yturbulento, de origen indio, veterano de ia Expedición Libertadora a través do se me entregó ese poder odioso, extraordinario, se me faculto no con la conrucion ae
de los Andes y más tarde de las luchas en la frontera india. donde había servi- aue en todo habfa de acertar, sino para obrar con toda libertad, según me juicio, Yobrar
do en la guarnición de Bahía Blanca. A comienzos de 1829,- cuando los agentes Sin trabas rigiéndome por el solo objeto de salvar la tierra .agonizante. " 42
de Rosas estaban reclutando conti...J.gentes rurales para la guerra contra los
unitarios, :1\fo~tero prefirió conducir a sus indios en apoyo de Lavalle, pero fue Ésta era sin duda la carta de principios de un terrorista.
ata.cado Yhendo por fuerzas rosis tas y regresó con sus hombres a Bahía Blan- Los enemigos unitarios de Rosas no le permitieron queolvida1-a el asesi-
ca. Rosas_~e escribió entonces (18 de febrero de 1829) expresándole su sorpre- nato de Montero y, en 1833, volvieron sobre el asunto, denunciándolo como un
sa ante el hecho-de que no se hubiera unido a la "causa del orden", y amenaza- acto de tiranía. En una carta a Felipe Arana, Rosas se defendió, sin negar el
ba castigarlo si no ~e incorporaban-él y sus indios-----al bando federal. Monte- hecho ni arrepentirse cie él. ¿Por qué preocuparse tanto por esto?, pregunta-
ro desoyó el consejo y Rosas-no lo olvidó. Cuando fue elegido gobernador tuvo ba. ¿Acaso él no había ordenado en Bahía Blanca que fusilaran a otros indios
oportunidad para ajustar cuentas; además, freía que Montero constituía una· prisioneros?" ¿No era Montero tan indio salvaje como ellos?'.' 43
influencia subversiva en la frontera y-que estaba alzando a los indios contra El asesinato de Montero na fue la única ejecución durante el primer go-
las-estancias y haciendas. En 1830, Rosas llamó a Montero y le dio una carta bierno de Rosas, y ·los indios no fueron las únicas víctimas. En octubre de 1831
q~e debía llevar al coronel Prudencio Rosas. Este, sin juicio prevío ni explica- ejecutaron en San Nicolás a u.."los diez unítarios prisioneros de la guerra civil
c1ón alguna, hizo fusilar al oficial. La carta llevada por Montero contenía ia en el interior, entre ellos un muchacho de catorce anos, Agustín Montenegro.
orden para su propia ejecución. Se-encontraba presente en el lugar porque su padre enfermo era uno de los pri-
·El caso Montero puede considerarse como un incidente aislado, de no ser sioneros y su madre lo había enviado para que lo ayudara. 44 Se cumplieron las
por dos aspectos que le dieron mayor sígnificaclón. En primer lugar, tema ca- ejecuciones de acuerdo con las órdenes de Rosas, e incluyeron al I:IBo, ya fue-
-racterfsticas sensacionales y macabras que habrían de convertirse en sello ra porque los verdugos temían desvirtuar los deseos de Rosas en el más míni-

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siempre en su r_astro, y se escondió en la costa esperando en vano-un bote para
Agustín Rivarola, Patalonga , Bernardin o Cabrera, Juan Jósé Unanué-,Salvá-
cruzar a Montevideo. Volvió ala ciudad e hizo luego un nuevo intento, planea-
dor Moreno, Manuel Arvallo, Macaluz, Villanueva , y JuanMedin a.36Unjus to
do por Atkinson; esta vez pudo escapar, de noche, en la misma embarcaci ón
castigo esperaba a algunos de estos asesinos después de la caída de su señor.
del general Paz, el 3 de abril de 1840. Era difícii evadirse del sistema, porque
Cuitiño y Troncoso fueron ejecutados en 1853, desafiante s hasta lo Ultimo;
tenía muchos ojos y largo alcance. La Sociedad proporcion aba una red de es-
Cuitíiio murió con el puño levantado "como un buen federal". Alero y Badia
pías, agentes e informante s, así como también los g:rupos o escuadras de la
también fueron ejecutados en 1853. Además de sus líderes Ylos· soldados ra-
muerte. Era guardiana del federalism o puro, el escudo del régimen y su cu-
chillo. sos, la mazorca podía también movilizar fuerzas ajenas a sus filas. El popula-
cho de Buenos Aires no era una fuerza espontáne a e independie nte. Constituía
¿ Quiénes eran estos militantes que seguían a Rosas: No había Sf!Cret_o al- también una criatura de Rosas. como ap,'éoCiaron ioS obseI""'1adores: "El popu-
guno sobre la lista de miembros de la Sociedad Popular Restaurado ra.i En iacho no debe ser ínte:rpretado aquí con su significado habitual, sino como
1842 estaba formada por unas doscientas personas cuyos nombres pubüé'aba
.. mercenari os de la poiicia. " 37 La mazorca podía reunir y manipular una tur-
orgullosam ente la Gaceta. Mercantil. 33 Según Saldias, comprendí a "partida-
ba; ésta era otra de sus funciones.
rios fanáticos, de militares de todas graduacion es y de hombres ventajosa- Un anteceden te típico de-un mazorquer o terrorista, por lo tanto, era una
mente· conocidos en la sociedad, en la magistrad ura, en las letras y-en el
carrera previa en la milicia o en la policía. Muchos habían perseguido delin-
foro" .34 No era sorprenden te que la lista incluyera nombres de miembros de
cuentes o unitarios durante toda su vida_ Otros habían sido ellos mismos delin-
la Sála de Represent antes y otros grupos de élite, que se. asociaban tanto por
cuentes:. y algunos sent1an una mórbida satisfacció n al matar. Hasta cierto
convicción como por miedo. El presidente era Juiián González Salomón, naci- punto, los mazorquer os eran asesinos profesiona les que se ponían al servicio
do e;n Buenos Aires, dueño de una pulpería y hombre rudo de cuerpo y de men-
de Rosas para recibir protección y para combinar el placer con el beneficio
te. Ese era el lado politíco del movimient o. Los miembros de laimazorca , los
cuando degollaban . La confiscación de las propiedad es de los unita!:'ios era un
superterro r1stas, eran rec-Iutados en los grupos sociales más bajos, a menudo
clásico instrumen to de Rosas y un premio para sus protegidos . A fi,1 de real-
de la policía y los serenos (cuerpo de vigilancia nocturna), e inclu:ian delin-
zar su significado, se hacia de tanto en tanto una venta pública ficticia de los
cuentes y degollador es profesionales.. Sus lideres eran Ciriaco Cuiti.ño v An-
bienes confiscado s. A estas ventas asistían los míembros de la mazorca, quie-
drés Parra, notorio y siniestro par, asesinos y organizado res de asesfuatos .
nes arreglaban entre ellos la asignación de los artículos o propiedad es y, oferM
Cuitino era el más despiadado de los carceleros y verdugos de Rosas, y que
tando por ellos, se aseguraba n la posesión, mientras los demás participan tes
cargaba en su cuenta con ocho asesi...íatos personales . Mendocino de orígen, eran ahuyentad os por el sólo temor de su presencía. 38 Los premios mayores
había sido ofícial d_e la milicia de Buenos Aires, donde alcanzó el grado de co-
quedaban a disposición de los líderes. En 1840 Salomón hizo una oferta de dos
ronel. -Hasta 1827 fue alcalde de Quilmes, y allí se convirtió en feroz persegui- mil cuatrocien tos pesos por una propiedad unitaria confiscada y recibió la
dor de los delincuent es rurales. Él y Parra habían establecido un vinculo per-
aprobación del gobierno por la compra. 39
sonal con Rosas en.1834, cuando le escribieron para agradecerl e por su interés La1Sociedad Popular Restaurad ora y su brazo armado fueron una crea-
en ellos (vía doña Encarnaci ón) y reafirmánd ole su apoyo: "V.E. debe cono- ción de· Rosas, quien autorizaba sus actos y los controlaba . Andrés Lamas,
cer que Cu.itiño y Parra siempre marcharán por el camino que V.E. nos ha for- aun siendo hostil, definíó exactamen te la mazorca: "Este club existe como
mado desde que se destronó el perfido partido lJnitarío, y que siempre sere-
corporació n oficial bajo el nombre de 'Sociedad Popular Restaurad ora', y-se
mos unos obedientes súbdit_os parar.espe tar las Leyes. y los derechos de un dirige en este caracter al Gobierno ... Esta sociedad ha sido el brazo de Rosas:
cíudadano honesto como lo ha sido V.E. y oue ios grandes sacrificios aue ha ella ha ejecutado las degollaciones de Octubre de 1840 y de abril de 1841. " 4ºLa
hecho, " 35 Además de conducir las escuadrás de la muerte, Cuitiño dirÍgía 1a
mazorca era una fuerza de irregulare s urbanos, que figuraban en las listas de
prisión que llevaba su nombre, aplicando las órdenes de-Rosas para susvícti~ pago del Estado y recibían dinero del servicio secreto.No era una repartició n
mas. También Parra había sido oficial de milicias-antes de convertirs e en su-
'ctel Estado, pero trabajaba en estrecho contacto con cuerpos oficiales, tales
períntende nte de policía bajo el gobierno de Rosas. Otros mazorquer os cono~ como la policía y los serenos, y era evidente que había cierto grado de partici-
cidos fueron Nicolás Marino, jefe de los serenos v de su cárcel: Manuel Tron- pación común. Además. los lideres de la mazorca recibían verbaln1en te del
coso, uri horrible gigante asesino; el capitán Má:nuel.Gaetán, ·ejecutado des-
Propio Rosas las órdeneS para ejecucione s específica s; asilo declaró más tar~
pués del ·asesinato de Maza; Moreira, un sereno y notorio criminal, a quien de Cuitiño, y no hay razón para ponerlo en duda. Si bien la mazorca era una
mataron a su vez cuando fue demasiado lejos; Leandro Antonio Alem, Juan creación de Rosas, llegó a ser más terrorista que su creador. Como muchas de
-Merlo, Silverio Badía, Manuel Gervasio López, Torcuato Canales, Fermín esas escuadras de la muerte adauirió en su accionar una semiauton omía, y
Suárez, Antonio Reyes, -Mánuel Leiva, José María Martínez, José Roldán, una vez que-estaba en las call~s era imposible ejercer sobre eJla un control ab-

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solüto en todos :0s detalles. Los hombres temían a la mazorca más que a Ro- distintivo del terrorismo rosista. En segundo lugar, provocó una explicación
sas.·Eustaquio Frías, un oficial unitario que había recibido permiso de Rosas personal deRosas sobre su poder.tal como él lo interpretaba. Porque, induda-
para retirarse sin que lo molest~ran,- emigró finalmente e; 1839, "no por té- blemente, el asesinato perturbó a sus amigos e indignó a sus enemigos. Cuan-
mor al gobierno que _no me perseguía, sino a un enemígo de basta.."lte.influen- do se trató el tema en la Sala de Representantes, en marzo de 1830, Tomás de
cia en la mazorca" .4: No sería exacto decir aue RoS'as había liberado un tine Anchorena replicó que Montero era culpable de insubordinación, que era ne-
que no podía controlar. Pero así como dabá: precisas instruccíones para Tas cesario tomar rápidas y enérgicas medidas en interés de la ley y el orden, y
ejecuciones y elegía cuidadosamente a las victimas, no podía reirer;ar todos oue las facultades extraordinarias autorizaban a Rosas a hacerlo. Pero el in-
los asesinatos que se cometían más allá de las listas oficiales. Por otra parte. 1 didente continuaba irritando; los unitarios se encargaban de mantenerlo
¡,
si él no ordenaba personalmente cada acto de terror. uudo haber detenido los vivo, y era motivo de preocupación para los íederales más moderados. Rosas
excesos. Aparentemente, él sabía que la mazorca j~lllás contrariaba sus ór- 1i: tomó conciencia de que estaba adquiríendo reputación de asesino, pero recha-
denes, pero con frecuencia se excedía en ellas~ Rosas pensaba que no podía f; zó la acusación. Cuando accedió a suspender la ejecucióndeJoséAdolfo Quin-
gobernar sin la mazorca y que tenia que permitirle ciertas licenCias, DE! ma- tero--ped.ida por Vicente González-, escribió:
¡:
nera que el terror adquirió una inercia propia y se constituyó en una tolerada !!
tiranía. "Vd me conoce hace muchos años, y sabe que no soy sanguinario. Sabe_ también qu~ es!o
La crueldad tuvo su cronología. La incidencia del terrorismo varió según lo he acreditado en el tiempo de mj Gobierno. ¿Quién en ffil; lugar hubiera econ~~zaao
1: tanta sangre? ¿ Cuál es la que he derramado? Ni una gota ae lo que puede cons1aerarse
las presio~es que se ejercían sobre el régimen, alcanzando su cumDi-e entre 1839 fuera de la esfera ordinaria. Porque mandar fusilar éste o el otro fascineroso es común
Y 1842, cuando la intervención francesa, la rebelión interior v la invasión unita- en todas las parles del mundo, y nadie puede notarlo, ni es posible que la sociedad puede
ria amenazaron destruir el Estado de Rosas y produjero~ violentas contra- vivir si asi no se hace_"
medidas. El pico de 1839-1842 no era típico del régimen total sino más bien .una 1
manifestación extraordinaria de una regla general, es decir, el terroris- Rosas continuó afirmando que no se había ejecutado a Montero por sus
mo_ existió !;!ara reforzar la sumisión a los métodos de gobierno en períodos de opiniones políticas sino por ser un delincuente, y justificaba su acción en vir-
emergencia nacional. tud de sus facultades extraordinarias, dando en el proceso una interpretación
El _terrorismo cómenzó durante el primer gobierno de Rosa.s:; cuando el de éstas que muestra cómo podían invocarse para justificar el terrorismo:
asesinato del capitán Jua:n José Montero se cOnvirtió en cause célébrey mar-
có el estilo de gobierno que sobrevendría. Montero era un oficial chileno recio "Esa lev que autorizó es la que mandó morir a Montero, Se dirá que abusé del poder. Este
será un "error mio; pero no un delito que pueda causarme remordimientos :,porque cuan-
Y turbulento, de origen indio, veterano de la Expedición Libertadora a través do se me entregó ese poder odioso, extraordinario, se me facultó no con la condici_ón de
de los Andes y más tarde de las luchas en la frontera india. donde había servi~ ou:e en todo babia de acertar. sino nara obrar con toda libertad, según me juicio, y obrar
do en la guarnición de Bahía Blanca..A.. comienzos de 1829,- cuando los agentes Sin trabas rigiéndome por ei" solo Objeto de salvar la tierra agonizante. ·,<tt
de Rosas estaban reclutando contingentes rurales para la guerra contra los
unitarios, Montero prefirió conducir a sus indios en apoyo de La valle, pero fue Ésta era sin duda la carta de princípios de un terrorísta.
atacado Yherido por fuerzasrosistas y regresó con sus hombres a Bahía Blan- l. Los enemigos unitarios de Rosas no le permitieron que olvidara el asesi-
ca. Rosas ~e escribió entonces (18 de febrero de 1829) expresándole su sorpre- nato de.Montero y, en 1833, volvieron sobre el asunto, denunciándolo como un
sa ante el hecho'de que no se hubiera unido a la "causa del orden", y amenaza- acto de tiranía. En una carta a Felipe Arana, Rosas se defendió, sin negar el
ba castigarlo si no _se incorporaban-él y sus indios~ al bando federal. Monte- /; hecho ni arrepentirse de él. ¿Por qi.lé preocuparse tanto por esto?, pregunta-
ro desoyó el consejo y Rosas no lo olvidó. Cuando fue elegido gobernador tuvo ba. ¿Acaso él no había ordenado en Bahía. Blanca que fusilaran a otros indios
!,
oportunidad para ajustar cuentas; además, creía que Montero constituía una prisioneros?" ¿No era Montero tan indio salvaje como ellos?" 43
inflilencia subversiva en la frontera y·que estaba alzando a los indios contra El asesinato de Montero no fue la única ejecución durante e1 primer go-
las estancias y haciendas. En 1830, Rosas llamó a Montero y le dio una carta bierno de Rosas, y-los índios no fueron las únicas victünas. En octubre de 1831
que debía llevar al coronel P:rudencio Rosas, Este, sin juicio previo ni explica- ejecutaron en San Nicolás a unos diez unitarios pi-isioneros de la guerra civil
ción alguna, hízo fusilar al oficial. La carta llevada por Montero contenía la en el interior, entre ellos un muchacho de catorce afias, Agustín Montenegro.
orden para su propia ejecución. Se-encontraba presente en el lugar porque su padre enfermo era uno de los pri-
·El caso Montero puede consíderarse como un incidente aislado, de no ser sioneros y su madre lo había enviado para que lo ayudara. 41 Se cumplieron las
por dos aspectos que le dieron mayor significación. En primer lugar, tenía ca-
-racterísticas sensacionales y macabras que habrian de convertirse en sello
t ejecuciones de acUerdo con las órdenes de Rosas, e incluyeron alni:fio, ya fue-
ra porque los verdugos temían desvirtuar los deseos de Rosas en el más míni-

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mo detall~,_ o simplemente porque eran terroristas de alma. Por otra. parte
esto oc~o c.uando la p:esió~ d? I~ ~erra-civil estaba decayendo, y en un lu~ hacer en mi casa no tenía otro objeto que éste, asustarme y obligarme a emi-
g."::1"--el mtenor- adonae la Jur1sd1cc1ón de Rosas no se extendía. Ot-a ejecu~ grar" .48 Doña Encarnación instigó otro ataque terrorista en la noche del 29 de
cion notab1~ fue la de Saturnino Migues, a quien fusilaron nor sospe~hoso de abril de 1834, en que pandillas de jinetes efectuaron disparos en las calles y a
tener conexiones con los unitarios, en 1832. · los frentes de las casas de víctimas particulares, gritando "¡Muerte al gober-
Ro~as aplicaba su propio concepto de l_a justicia para castigar advertir nador!" ¡Larga vida para Rosas, restaurador de las leyes'. " 49 Observadores
a~emorizar y reformar. A!gur10s de sus actos, si bieñ no_signiíica;on anlica~ políticos no dudan de que éstas y otras demostraciones del terrorismo eran
c1on~s del terro~, fueron sm embargo brutales y amenazantes, con una" arbi- obra de Rosas y la mazorca, y tenían por objeto causar pánico, minar la con-
;;;~~?ª~ morat que era característica del régimen. El dfa-rista Beruti re-
fianza pública y dar a Rosas la oportunidad de volver. ~0 Si bien el terrorismo
liü 1-eStituyó por sí solo a Rosas en el poder, contribuyó a lü inestabilidad del m-
terregno y preparó el camino para la restauración.
''Todas las mujeres comunes fueron a ~ , . - . Al iniciarse el segundo gobierno de Rosas, entre 1835 y 1839, las ejecucio-
varona la plaza de Monserrat v al ~Ja:1;.:1~t~:iºi part_1das ae tropas una noche y las lle- nes podrían describirse como de "rutina normal". Para la mayor parte de
conducídas escoltadas de sold~dos con destii)o aBa~?
sas o cuartos de alquiler sus oob"e . . 1
~f en. can·e_tas pr~p~adas fueron
ª anca habiendo aeJado en sus ca-
ellas se cumplieron los debidos procesos legales; en los casos de asesinatos y
robos las sentencias eran severas, pero dictadas por las cortes y aplicadas por
f?:llas a ser pasto de los soldados ~n t~~e~Ts e Jn!ereses para que otros los disfrutasen, v
la policía. 51 No obstante, ya había presentimientos del terror que se avecina-
tirano, habiendo sido hecho este atenta~o e~1~~~t: ~8~~~!,~ello sexo fue malvado est~
ba. En :mayo de 1335 ejecutaron sin proceso previo a tres militares acusados
de conspiración contra Rosas, sacrificio :inaugural que satisfizo temporaria-
El castigo de algunos era la recompensa de otros: mente a Rosas. Hubo también víctimas indias; unos setenta araucanos apro-
. Cuando Rosas dejó el caro-o no cesó d . , ximadamente, traídos en cadenas ,desde la frontera y fusilados en grupos de
cuando acosaba desde leJ·os º¡ , , e usar o promover eJ terror. En 1833
a go01erno de Vi amonte a -, ' diez por vez frente a los cuarteles del Buen Retiro:
en formá efectiva para que aterrorizaran al ; , . , premio a sus agentes
~uy ?laramente en sus Íl1strucciones a Vicent~me~Esto P:1e?e apreciarse
c1a: ·
J
~clman borradores de varias proclamas que b~nz - ezb.Ii~nJul1..o de 1833, que
e 1an pu carse en la provin-
,. .los primeros diez que llegaron no terúan ni la menor idea de lo que iba a ser de ellos, ya
que no se había efectuado ni síquiera un simulacro de juicio, y cuando los sentaron en los
bancos que habían colocado especialmente para ellos, pensaron que los iban a juzgar:
las decenas restantes iban llegando al lugar generalmente antes de que retiraran a sus
infortunados compañeros, Esta carnicería produjo poco o ningún efecto entre los habi-
~JeP:~e de los Pobres Y.Restaurador de las Leye_s. tantes, a quienes, cuando yo les preguntaba, me daban ~iempre la misma respuesm: .Ah.
a onnado una Logia con el obje•o de b sí, los bárbaros. Si, los indios, siempre los destruyen ... :>2
Jerepruducir~n_nue:vas escenas de horror y de c:ar;
preparaos, pues ya está visto que mien;ras n~ca ar .<: 0 ~ nuestro general Rosas. _Alerta v
1 1
s ~~ ~ocen"!-s de logistas, en elPaiÉ
empo que. vairus afilando las puntas a VU"'St:ras 1- e ... ' ~iosprusanosdeponcho! Y aes La violencia contra los indios de la frontera se consideraba acción de gue~
J>O:l:" que esta Vez es necesario concluir col ~do a,anzas Y?reparando vuestr-os caballos, rra, no terror, y en la ejecución de los prisioner:cs de guerra Rosas no discri-
m1gos del orden y del sosiego ptiblico. ,,~~ g todos los Logis tas revoltosos como ene-
minaba entre blancos e }ndios; cualquiera que fuese tomado en la batalla co-
rría el riesgo, La masacre de los indios tuvo lugar en-1836. En octubre de ese
mismo año, el ministro británico tuvo conocimiento de otro tipo de víctima-:
Un coronel unitario, arrestado hace poeo cuando viajaba de Chile a Buenos Aires y a
quien se le encontró correspondencia que implicaba traición, iue ejecutado el día 7 en
esta ciudad frente a los cuarteles del Buen Retiro; desde entonces se han producido una o
dos ejecuciones más, quizá más, de parecida naturaleza, pero debido al secreto que ro-
dea a estas ejecuciones y como ninguna forma de juicio las ha precedido, es dificil obte-
ner información referida a la naturaleza del delito de los acusados o de las circunstancias
en que pudo haberse producido. o conocer por lo menos el número de los condenados y
ejecutados."º

En este periodo, no todos los opositores de Rosas tuvieron que enfrentar la


muerte. A principios de 1837, sobre la inauguración de las sesiones·parlaroen-
tarias, hubo la ·apariencia de una amnistía relativa, cuando Rosas liberóder-

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213
r
J
quees;::~~~~
~~~=tidad_d~prision~ros políticos: "en estos últimos días ha permitido aban-
a r:aria~ personas co~inadas por faltas políticas;. v alwno~
se des~arfaron l p ~~t~dos en co1:sp1rac1ones contra su persona.;,54 Pe'ro no
las zonas críticas en la capital, en el sur y en las provincia!,, el gobierno golpeó
en respuesta para reparar el daño. El primer blanco fueron las provinc.ias.
procedimÍentos os me,._? os terroristas: ~n 1838, en un resurgimiento de ]os Rosas pensó que el peligro más inmediato se originaba en f>l gobernador de
Zelarrayán, acu~<;~man~s,,.,:o"'~~~~-p~~s10nero ~n la frontera sur al coronel Santa Fe, Domfago Cullen. Prímero instigó una rebelión contra él en Santa Fe
obligaron a dos d o de-º-"!":· .,.._wi1, ;y lo decapitaron. A manera de castigo y lo echó de alli, luego debió sacarlo del santuario que en Santiagsi del Estero
e sus campaneros a permane d · . ' le proporcionaba el gobernador Ibarra y, finalmente, lo hizo llevar devuelta.
durante tres día ,. . . cer e ple mirando su cabeza
la vida. . s, pero un pemdo de clemencia del ministro británico les salvó Al final del largo camino, el 22 de junio de 1&19, Cullen apenas tuvo tiempo de
escribir a su mujer, "en este momento me i...:ti.t"llan que debo morir", y le enco-
El asesinato de wa,..,, 0 ,..,., ,..., __ ,~ _ _
mendaba que cuidara a .sus doce hijos. ss Después. al pie de 1.m ombú en Arroyo
ción. Afirmando - "'"' ,uv 'G!_~ oi::;~ provoco en Rosas una mesurada "'8""·
- • sus prerrogativas· 1nterorovin .;al il , - ' u,_, del Medio, la escolta le vendó los ojos y lo fusiló; las órdenes venían de Rosas.
para ser juzgados a los herman 0s . ,- - e, es evo a Buenos l.J.res y no hubo juicio alguno.
ron a muerte • fu -,, . Rernafe Yotros acusados. 55 Los sentencía-
Los conspiradores de Buenos Aires compartían las ídeas de Cullen y fue-,
fé, ex gobernJ~fot~~~~td:~t:nos el 25 de octub:e de 183,7. José Vicente Reina- ron compasivos observadores de su destino_ También ellos estaban bajo la vigt-
plaza de la Victoria fr .. ~ y su hermano Guillermorueron ejecutados enla
ell - eDLe a una muchedumbre de tropa t d lancia de Rosas y, en su momento, sufrieron su ataque. Hubo elementos de te-
os murió también Santos Pérez quienJTr'jt,. "R syespec_ a ores; con rror en la supresión de la conspiración. Cuando la descubrieron, la Socie-
ga". Los cadáveres d ' t;:,~.
0- osas es el asesmo de Quiro- dad Popular Restauradora entró en sesión permanente y exigió un castigo
nio Reinafé v Fe11·c'anquoeFar1·guºn colgand? baJo los arcos del cabildo. José Anto-
. .. ~ eroa mut1eron en · 10 ·, . ejemplar, mientras la mazorca se ponía en accíón, instigando a sus matones
eJecutadosenlaplazadelRet' El . P?-5 n, 1otroscuatrofueron para que intimidaran a cualquier sospechoso de pertenecer a-los partido;;; uni-
víctimas. El artista Cesáreoi:ºÓ1ito ~ª:i1R~naf~ fu~ on~~n de algunas otras· tarfo o francés, y para que atacaran la casa del doctor Maza. s9 El mismo
cdlgados en el cabildo llegó as p,.. . _e, ,._..uy_a ilustr~~10n de los-cadáveres Maza fue apuñalado de muerte en su escritorio de la Sala de Representántes
- . .
do sm_Jmcio e:r ... as1 una ms1g1J1a del -eg•~e ¡
previo por seis meses en ,, d h, • •""''_ n, ue encarcela- por tres terroristas de la mazorca, encabezados por el capitán Manuel Gae-
de Cu1tiño v murió de tubercul - una c...1 ª umeda Ysin sol en la prisión tán; los otros eran el tememe coronel Manuel Maestre y Félix: Padin. Se origi-
consistía e"ñ' haber tenido cont o~is a los pocos días de ser liberado. Su delito nó la leyenda de que Rosas observaba personalmente el hecho desde una
se estableciera allí una oficinaª~e~::;r!~igrai;s en ~hile, aconsejando que puerta lateral, acto poco probable en un hombre que ya había advertido a:
Rosas, sería un nuevo instrumento· - .,.na Y ogr~1a, 1~ que, según pensó Maza sobre 'el peligro que estaba corriendo. 60 En realidad, _el terrorismo no
aquel caso fue el doctor .Marceio Garr!ara s,u\enemigos. nli Otra víctirna_de era desenfrenado, y sólo hubo una ejecución, la del líder coronel Maza, a quien
, trucciones para defender a José Ant . oa,Jei ª. ;~ado que ~abía recibido ins-
cul~ab~ por asociación. Cuando el
docior 1....amboa solicitó permiso ara
;:1; ose , te:ite Rernafé.' Y9~e resultó.
dno puo co un extracro cteJ caso, el
fusilaron sin juicio previo en el patío de la prisión. Rosas prefería la acción
instantánea contra unos pocos en vez de un gran juicio, quehabria comprome•
tido a muchas víctim~s notables. No todos Iris conspiradores fueron captura-
furecido, Rosas denuncíó a1 "ins ~ t coJ?- ucrr_la defensa de sus clientes. En- dos; algunos, descubiertos y encarcelados, quedaron libres posteriormente;
cretó: "Al cual se le da or~- - o en e,p1earo,1?_1píounitarioGamboa". Yde-
y el líder de los asesinos de Maza fue ejecutado. Años más tarde, Rosas decla-
órdenes que se le dan s~rá ~:~=~ion preven~10n que si llegaba-infringir las raría que no lamentaba la ejecución de Ramón Maza. En cuanto al padre, Ro-
~este, y castigado ad~mas. se n la fº; ~s,_:_:_ e:: en ~n B~rro vestido de cé- sas culpó primero a los.federales, después a los unitarios y, de cualquier ma-
ael país, será in~ediatament;;u;u.;~;u!:h p•uO iamfnen Sl tra~ase ?e
fugar , nera, desliI1dó toda responsabilidad: "No basta que mis contrarios políticos
ron años tranquilos sin duda an t· . ero, en retrospect1va, esos fue- digan que fuí yo quien ordenó el horrendo asesinato del doctor Maza-. Para que
seguros para·-quie~es locrraron gum~nm,sos para a~g~os pero suficientemente fuera cierto deberían presentar las pruebas indudables. ¿Dónde están?" 61
· b , ~... enerse anorumos El to....,. .
cna a, pero aun no e:ra desenfren ndo El añ 0 1838 f ¿ .
~ - - -...onsmo ace-
.i.
El tercer foco de rebelión se hallaba en ei sur de Buenos Aires y tan1bién
momento en que el cho e .ª · ' ue el punto de cambio el
racíón interfor. qu exter10r fue seguido por una prolongada reverbe- fÍ'acasó. A la derrota de los hacendados le siguió una dura y concentrada re-
presión. Persiguieron a Pedro Castelli y lo mataron al resistir el arresto. Lue•
El bloqueo francés a Buenos A.ir"'s a art' d, . go lo decapitaron y, siguiendo órdenes de Rosas, "para que sus colegas vean
nes clásicas para el terrorismo E1 - t
p 1: e abril de 1~38, creó condicio- el conqigno castigo que reciben del cielo", enviaron su cabeza a Dolores y la
oficial de austeridad y la tensió~ pot~~ncarme~to econónuco, un programa clavaron en un poste en la plaza principal. 62 Las tropas del gobierno, siguien-
men de Rosas y produjeron presiones en ~ some eron a dura prueba al régi- do su victoria, cometieron excesos en el.sur. Muchos de los cautivos-fueron lle-
, mversos puntos. Cuando aparecieron
vados en cadenas a Buenos Aires y conducidos a prisión a través de las calles.
214

215
Pero la may or part e de estos fuer on
perdonados, algurios a travé s-de Ja inter
cesió n del mini stro britá nico . 63 Del
total, sólo los lider es fuero n-eje cutad
- era una venganza_ c~cu lada una Vez ue la eme roen cia habí a pasado? ¿Fue
impu esto por· la log1ca de los suce~os o fue la cr~el elección de su crea dor?
os, q
sus seguidores logr aron el perd ón. Un
afio más tarde se bizo una- dlsti ndón mi oose loou doem plea rcon impu m-
mila r con las ejecu cíon es de los prisi si- . F·ue el terro r una defe nsa cont ra el
oner os del ejérc ito invasor-de La valle ,. d , :ne hg b'" reti rdo '? El terro r de Rosa
Lav-alle no sincr oniz ó su inva sión en . dad sola men te espu es qm: ~ em1 elen gose al"'" ª . s
.Per opor ,
nes inter nas. Enfr ó en la provincia de tiempo ni en esoa cío con-las rebel ' s:· unas impl eraz ónló gica
Bue..,os )U.res cond~ciendo sus fuerzasio- cont enía elem ento s de todaseSt.a.S co_s~
s.' S:U intenCión era sufic iente men
5 de agosto de 1840, pero perdió el valo el más exrra fia _que pare zca 1a oro ri~: 1 te
r y se retir ó el 6 de seoti emb re. A oesa clara : dest rurr a aque llos cuya 1ea ~;e !ía soso echa s, forta lecer la segu
deI fra"caso en que t€rm inó, la inva r a ,_ . , -
sión conmovió a Rosa s.'De cretó la ,~ a
piad ón de las prop ieda des unita rias, y e·xpro- ridad ,del Esta do y aseg urar la sub?
se prep aró para emp lear el cuc.:billo rmnac1o~~ºe~1~~o~ión popu lar y espo
rrori sta en la disua sión de dese rtore te- El terro r de 1840 fue ~~~sentaa ntá-
s y la eliminación de 1os enem igos inter o ~o:~ ado , ;; adm inist rdba unpequ::,
res. Las prim eras vícti mas al a.lca io- -nea. Enre alída d, estab a onc ialm etee 1 10
nce de su mano fueron los inva sore s :lo indir ~cta ment e pagados por el
extra viad os y reza gado s. Porq ue Lava o sus ITT'"I'"º de hom bres que se halla .l:!.:s~
de su ejérc ito y quie nes lo apoy aban
lle habí a dejad o que los triste s resto
fuera n tomados por los fede rales . ¿
s tado , prin cipa lmen te po ricia
o~ -i- , sban
v la rr

maz are a Ma·s au·n · se med ía cuid ados a-
debí a hace rse con ellos? Rosa s dio Qué "sió n; }as víctimas_ pora ue una ma-
instr uccio nes.a fin de que se acep tara men te el terro rism o y s: eleg1d'a ~o~
en p~e~lprovocado una rea~ción-m asiva
las fuerz as fede rales a aque llos que sacr e indis crim inad a bien po ~1a . El
dese aran unirs e a ellas . espe cialm · · d 1 t rron stas<a>ran e 'os uru·tar·1os reale s o sunu estos
los pobr es, "No así dice S.E. que debe ente princ.ipalo bJet lvo e os e~ . · t de las"; ,l , ,y
hace
se titul an decentes, porq ue de esos ning rse resp ecto de los-ricos y delo s que 1asf eder ales aaui_enes~ seco ns1- ·
uno es bueno, en cuya virtu d deben ser ciert a cant1._da d de, pers onas , aen ·a -ro e
d ,cu • ' - ¡· ·
pasa dos por las arma s o degollados dera ba un riesg o para la segu n a L culp a erare trosp ectfv a y an 1cipa '
aa_.
de esa clase de salv ajes" .64 Entr e
inme diata men te todos los que apar ezca
n Era tamb ién fatal . Según el gene ral. ~ .
los prisi oner os ejecu tado s se enco ntrab Diaz .
La.ureano Valdés, un jove n de dieci ocho a . . ,
tiro. Y pronto la som bra del terro r años; iusil ado en }os cuar teles de-R "Las escenas sangr 1enta s ae Octub .,.. 1840 tuvieron orige n en las ~menazas
y protes-
cayó sobr e el .pueblo mism o de Buen e- tas de venganza. propala?as (segun~..eel tene ;:tl Rosa s) por el Gene ralLa valle ; pero cree-
_Aires. os por medio del terro r' de aquell?s de sus su-
mos que. e1 verdadero_ º~}eto er~ ~se~
Dura nte 1840, con un ejérc ito enemigo
toda vía en liber tad y un imag inari o bordinados, cuya dec1s10n_c.reyo ,er ~~~ ,ar' a la ·aurmdmación de La valle, entrando
traid or en cada barri o, Rosa s orde nó entre estos hasta sus propios hermanos ~,, 56 ~ •
salir a sus escu adra s de la mue rte. En .
Buen os Aires, los asesinatos aum enta
ron en número_y virul enci a, a med . . nte muc hos unita rios por el simp le
que el gobierno daba caza a sus num ida
L hec~o. d~
A

eros os objetivos. La búsq ueda de segu Acus aron irrem e~~b l~m~
dad med iante la fuga se toma ba como ri- tene r parie ntes en el eJerc1to e "'·aÍle como lo regis tró ei ministro bnta m-
admisión de culp abili dad y posibilida av , -
de reclu tamí ento por part e del enem d co:
igo. El 4 de may o, un grup o de hom
que tenía n razo nes para cree r que estab bres
an
ron esca par al Urug uay. Eran el l:oro en las lista s de la maz orca , inten ta- .
Aunque no se h~ rrn?ucrdo ~n lev~~~a~~,_ . •o ::teneral en favor de La valle, ti.ene
t.rnfu~~e
nel Fran cisco Lync h, Carlos Masó
José Mar ía Riglos e Isido ro Oliden, n, numero de parnaario~ q~e10 apo~ ;' ño =~~fser.ias y aflicciones ocasion_adas por el Dlo-
quienes habí an disp uesto que un bote aueo están hacie ndo d1an ~er:t e 7" rosél itos e.ira su caus a-ene migo s delpresen-
enco ntrar a listo a la noche, en un luga se
co. Pero los estab an vigilando y cuand
r cerca no a la casa del mini stro britá
ni- te gobíerno. La ciuda d esta_opnm,1?ª po~ Pead; 1terro r v})arece abandonada, porque la mayo r
parte de 1a gente que tra.ba¡a h~ siao oblig a urÍirse al ejérc ito. v muchos miem
-o se acer caba n a la emb arca ción , los . n el ejército del ·general La valle,bros de
deó una -escuadra de la maz orca ro- !as clases medi a y aita, como tien~n teme n
y los dego llaro n. Según Cuitiño, las :i:-elaf}°nes e._
para estas ejecu cion es fuero n impa órdenes ,alir de sus casas y aparecer en pubh
co.
rtida s verb alme nte por Rosa s al coro
Parr a. &i Los ases inato s cont inua ron nel
espo rádic amen te y alcan zaro n un , . tes de la crisi s Rosa s se enco ntrab
men to culm inan te que no coincidió mo- En los mom ento s cwm man a en su
con lo peor de la eme rgen cia sino que 1 • S tos Luga res com o Param 'ante ners e anar tado dela ciu-
prod ujo desp ués dela retir ada del ejérc se cuar t.elg ener ~.ae an, - •
ito de La valle. Para ento nces , la cons- . ' Aran a.Elj efed epo1 icía, Bern ar~o -·
pirac ión de Maz a ya habí a sido erra dad, cuyo gobi erno habi a de1eg<ad0R
dica da y la rebe lión del sur estab a derro . - - ba re2U ens. as. actu ando se<.1ún órde nes rec1b.V1c -
tada ; Lava lle supe rado y los fran cese - tonc a,_~ r?~m a larm en~e a o , 0 !das,
s conc urría n a la mes a de negociaci -e,d
inten srric o ia cace:ria ·,·a ios a med iado s de sept iemb re:
nes. Pero si lo peor de la crisi s habí a o- e um r .
pasa do, lo peor del terro r no habí a llega
do todav:ía. ¿Cua jes ento nces la fil1)1 -
ic.ación del terro rism o? ¿,Era un instr "Ayer mande una persona d~sconoc1.da a casa del salvaje Unitario Felix dé A)zaga
men to de una defe nsa nací onal ínme u- un De endiente, el que e~tró_a otra p_1eza
diata o una prec auci ón para el futur con el pre testo de maia.r un ganaO?- y
¿Se lo invo caba como únic o méto do o? trajo la contestación sobre el precio.Habl o :~tam enfe mand e a un com1sar10
de gobi erno .acor de con la emer genc Inme . y hab1en~o-
ia o 10 negado proce dio a registrar la casa, le h<>bÍa ordenado, Yse encontró que
como - esta o a

216
217
Ja cam a aun cali ente , y una
esc aler a de man o en
de viven .extranjeros Ing
leses y señ ales de haberuna par ed divisoria que da septiembre_ de 1840. El cor 1Six t Qu esa da ex avu dan te de cam po del gen
que no fue posible el tom salt ado a .ia. azotea de otraala cas a don- Jn~ c:s a dur an~ e ei dia; uno e-
arlo " .68 cas a; por lo ral Lav alle ,fu es~ cue stra de sus am igo s lo vío
en la cal le a las mez aco mpo _e~u or un hÜmbre v. a la ma ñan a sig uie nte
enc ont rar on degollado cer ana o p t rio 72 p~d , lo
El jef e de policía arr est
ó en div ers os lug are s una . ca del cem en e .. ··ego'i',aro Ech ena guc ía sufrió un
"el grin go Ad arr abí n, el can tida d de unita:rios, ata que de 1a ma.zorca..e1~ '8 ' tub rey mu noo a'o n '¡,J Nó bre ga, por tu-
viejo GiraJdes y el hijo ", gué s, fue degollado et ~v
?e.oc_ , lev aro n su cad áve _,_,_ ·
nos .Lin che no est aba n en y otro s dos; per o los her
ma - ae ?c tubre , } ~ r d_esfílando por las
la
nio pel ean do en el :norte; lo ciudad: Manuel se hal lab a en Montevideo y .A.. !!to- cal les con el pecho 7ub1er 0
to aeCfllorde~;"S ,.;,,,c.~""io0
ort ugu és. de aoe llid oSl lva , fue de-
ar:rest..ci.rian y env íari an a , ,.;¡
o e"'1 _m,.ic-= "dí
reg res ara . Ro sas inte rve
rüa dir ect am ent e en est os Ro sas tan pro nto como
cro.tlau _,,uv a· -A Jua n a e.u.a • ,.._,__,.,~.1:'= l., 1'0 asf ixia ron den tro de tul
de pol icia que no pus iera
sim ple me nte al sos pec hos
vig ilan cia en la cas a de Alz
det alle s; aconsejó al jefe
aga , por que eso ale rtar ía
·baúl: tam bié n el 15 o~u
ase sm o en hor as de me
t , .

o
~~\
__ _ ·.
.;t,
~ ~~~ ~~: ubr e. una esc uad
vie ron ent rar- y.sa11r
ra
•• , •
ae ia cas a al
con duc
o
tancias com o ést a fue ron y le pos ibil itar ía que se escondiese_ 69 En circ uns - Nic ola. s Ma nno · - ·e1 · 1O5 se,..enosJ.
, J e ae
ia.
sac o
, de su c·as
a º Jua n Ped ro var ida por
ang ot,
det eni dos num ero sos uní • Pl' d ""
dos cie nto s cin cue nta en tarios sospechosos: unos un fra ncé s, ylo deg aro 1 f'onceoción.74 As ftra nsc urn.ero n
Du ran te cinco sem ana s,
el mo me nto de la inv asió
n de La valle. los hec~os duran~e oll nen la .az ad" ~:I
un r:ie:. ~prox~:1ª <J.
rte · nO fue una ma tan za,
per o si
des de el 23 de sep tiem bre una ser ie de ase sm ato s
1840, Bu eno s Air es que has ta el 27 de oct ubr e de ma n1 dfª \ ~_.stro bri tán ico
'
dó a me rce d de los terr oris En el mornern:o opo rtun o, pro test ó. Pri me ro se que
• ,

sus cas as, cerraba los pos tas_ La


tigo s de sus ven tan as y ech gen te per ma nec ia en , e. m!Jll
a Ara na ae los atr?pe_11osc me tido s en la ma nza na donde él vivía Al ver que
jo
y las cal les del a cap ital aba llav e a sus pue rta s; • o d
, ya som brí as en las me - · ,,;, crío' per son alm ent e ·
má s sile nci osa s, des iert jor es épo cas , se hic iero
n aun
esL ono pro d.u cia mn gun res ulta . o.seUJ..... J.ltr , a su "ilu stre arru.·
as y s.ín vid a. El único mo o"
g , el pro pio Ros as. Ma nde vill e sen , .,, im atf apo rRo sas
vim ien to en las cal les era
de los terr ori sta s, gru pos
de ma zor que ros con sus el le oto rga ba el ,o.ene f1~10 · d 1 duda· t1a s . p -+-anc1·~ ~ornv.g ene ral me nte
•a· aui zá má s con-,
con alto s som bre ros de pon cho s colorados, alg uno e a est a circun::,... ª "
cop a s -
todos arm ado s, cop pis tola con cin ta fed era l, otr os con gor ras con vis era , y vincent.e ~u test imo mo del 75 'su nro tes ta no hab
s o cuc hill os o cac hip orr n.a pre cip itad a, puesto te~r,~r. al ,ado va a var ios ía sido en mai:iera alg~-
Ias cal les o .invadían las as. Caz aba n sus pre sas que hab 5 índividuos me dia nte .P:t :-
en la
ruta \de esc, a pe conoci·cta hac ia una nav e brltanl-
cas as. Y cad a ma ñan a los - • - i tia
tre ello s, ¿cu ánt as cab eza vec ino s se pre gun tab an ciones espec1a 1~s, Y ~xis un~
s cor tad as, cuá nto s cad áve en- ca. sos ten ía, aae ma s, que : . nte rot est ar en el mo me
dar sus pal abr as, ·esp eci
equ iva lía a una sen ten cia
alm ent e fre nte a sus sirv
res ? La gen te deb la cui~
ien tes , por que una den unc cua ndo Ro sas esta b~ bus
ere. imp ort a
can
te:xfo par a det ene r la ma tan za.
nto opo rtun o,
La ra-
de ia d_~ un p~e rox imi dad ~ada vez
Ad em ás de ma tar , los terr mu erte : "la tira nía est aba en los de abajo" .7° 1 zón inm edi ata de su mte
rvenc1on fue ~ p ma yor del a vio-
ori sta s ata cab an tam bié len cia , pero_ aprove~no , . l . tan cia par a cre ner =a r adve"tir a Ro sas
_1;N
uni tari os; con el pre tex n las pro pie dad es de los
irru mp ian en las cas as,
to de reg istr ar en-busca.
de arm as y de fugitivos_ sobi'e el pel igro so mv el
a frc uns . mo El 9 cte '\ct ubr e escyribi ó que ~
gol pea ban a sus mo rad ore dde , ermb ror1 ss o·mp1·0' las ven tan as de , en la no-
se des car tab an las for ma s, rob aba n y des truí an. che an teno · "un gru po eno re r - una cantidad de
s-c orr ect as: uno de los No r, _ .- . ue
del cua l la pol icía sol pro ced lmi ent os, por me cas as en la cua ora _sigwen n
1 vo hab ito: des pué s ata car on la ?as ·-
icit aba a un jue z una ord día tua da fre nte a la rma Ya_l t~ ª ª q uef te a sus ffio a s1-
mazorca pud iera ,en trar a
las cas a en per sec uci ón
en de alla nam ien to para
que la gr _to de rn t con pie drarad ore s rom pie ron rns ven-
tra cla ram ent e sob re la de uní tari osf ugi tivo s, ilus tan as y trataron_de de~ nba s." Rec ord aba a Ro sas que
rela ció n ent re fun cio nar - ést a era "la res1denc1a r las ~u ~:o s ext ran jero ,
tub re, el jefe de pol icía ios y terr ori sta s. El 10 de rep res ent ant e de
pas ó a Ara na un pedido oc- "'" n a,..., ;cot
de un mm ,_ ,
al's , au" .. m""ecer m·mu.ne a los desuna na-
alla nam ien to en dos cas
as; el 13 de oct ubr e, Ara
de Cuk ifw par a una ord
en de "i" ' ...;..,...,, osa par a est e P. ' d"'
.· "d ..,u, P"'ª .... ei, ,,_,, manes
·zál ezP efia qui en, el 14d na Jo pas ó alju ezL uca s com etid os e_n, su inm edi. · oru nat ur basa1v a¡·e · ,, Ma·s aun• le ha-
eoc tub re, ent reg ó la ord Gon- bía n adv erb ao que su pro ata . ve~d m a~ pba en pel igro y que no deb ía ,
de Esc uad rón de Vig ilan en al "Co ron el gra dua do Gefe pia VJ a_es a sal ir de no-
tes de Pol icía . Don Cir íac che . 76
Cuitiño pro ced ió con su ord o Cui
en de all¡ ma mie nto y en tal tülo ''; al día sig uie nte Ro sas }e con test o ~e 11:m
- . . "ie rta ext ens
tró con que el sos pec hos
o bab ia huido.7 1 Y det rás
circ uns tan cia se encon-
Ma nde vill e una gua rdi a ediato Y ~~1 ;]ea aci ón, ión . Si bie n pro me tió a
dis tan te pei o pre sen te,
el pro mo tor y el pri me r de todo ello -est aba Ro sas
. a_aecuada pa_ t l t~r ror se mo stró LTUpenitente Y,
rio rm ent e el ter ror com terr ori sta . El des crib ía oor cie rto, has ta des afia Jus tifi cab a la con duc ta
o ''la exp res ión lau dab le poste~ . nte , ?onrestpec .º ªe~tra de
trio tism o" y una ma nile y ard oro sa de_vehemente las ban das en razo.n de "la s c1rcuns anc ias
e

. .,.
o;dinarias en que han coloca
-
fun cio nar ios , Vic tori ca
sta ció n de "ex alta ció n
pop ula r''_ Per o sus pro
pa- :io a est e des gra cia do pa1. . eld ade s de· sus bár bar os ,,
ene mig os. ¡ns1-·
y Cuítiflo, dec lara ron que pio s 11uaba tam bié n que los ings 1as cr-u
nes y les imp art ía las órd - Ro sas tom aba las decisio lese s no era n me nos cu l b'e s·
ene s. Est o era terr ori sm - pa i .
Ma rian o Lam adr id,b enn o de Est ado .
ano del gen era l, fue deg olla
do enf a cal le el 24 de

218
219
"Sin este ;especto en/a ,oca "'.-ctua1__,_n?deb~ V:E. ,extr~ñar que V-JP,Js dehombresde
senirenaaos .!?asen.ª .a.s va~as m11:1erua~as a ,a de V,E. a persegmr a sus feroces enemi--
gos, l?s ?al va Je~ urutanos. \ _.E. s~~e lo qu? p~s6 ~a poco c?n ios que de esto vhian alli, los
'..'JU": ~~nga~os o. esa~ casa~ mme:11at~s .ª Ja ae \' -~-, fugao.an por ella conducidos por un
rn~Je,,, a qmen no_sow le dispenso toaa mdulgenc_u, el Gobierno, sino que aun los cuatro
nw pesos que r~~1b1ó,)os puse de mis iondos.pa:ric.ul1!-I"es y se quedó con ellos ... ¿Cómo
ha_n correspondrno a V.E. esos y los de mas salvaies unitarios oue han sido indultados nor
r
i
liado en una "venganza natural", imposible de contener sin impugnar el pa-
triotismo y la lealtad del pueblo. En ese momento había paz con FranCia y una
mayor seguridad. Por lo tanto, el decreto ímponía la pena de muerte por robo
y asalto y clasificaba como·p'ertur bador a la_paz a "cualquiera individuo, sea
la condición o calídad que fuese, que atacase la persona o propiedad de.Argen-
la mterposición y respeto de \".E.?" · · tino o extranjero, sin expresa orden escrita de autoridad competente" .&J Esto
contuvo a los asesinos y probó, no tanto que Rosas podía suspender el terror si
lo deseaba, pero sí, en cambio, que podía suspenderlo cuando consideraba lle-
_ Rosa·s ad1:-ci~ que no podia ir más alla de la opüriónpú.bl ica, que no oodfa gado el momento oportu,.'1c. Perc el terror no se había extinguido e.'! la Argen-
cte~ener la fur~a feoeral, de lo contrario ofenderia a sus propios na!'tidarÍos, 2. tina; solamente había cambiado de escenario.
9u1ene~ ~ec~sltaba para gobernar e imped.ir la anarquía. "Ko m'e crea conPo-
En 1841 la posición de Rosas mejoró. La paz con Francia devolvió la pros-
aer suf:c1~me_ a reparar hoy esas desgracias. _Tales medidas causarían una
peridad a Buenos Aires: otra vez el puerto estaba lleno de barcos Ylas expor-
mayor rrntac1ón_." ~silo~ ingleses se mostraban hostiles, ¿era de sorprender taciones revivían. Es verdad que las guerras civiles continuaban devorando
que el pueblo se :11ct1spus1era en contra de ellos? "Sí esto sigue no podré :i:-es- recursos y exigiendo el mantenimien to de un gran ejército. Pero también-en
P1onder,;~~mpoco cte la seguridad de los bienes y vidas, ni aun de los mismos in- esto las perspectiva s eran mejores. La derrota de la Liga del ~orte, en 1841,
g eses. "
puso el interior del país a merced de Rosas. Su ejército, al mando de Oribe,
En su carta a l\fandeville, Rosas daba la impresión de que los hechos de
octubre de 184? ~ra..11 l~ re~cción natural y espontánea de las más as populares
impuso el reíno del terror en un solo golpe, cuando en Buenos Aires había
creciendo gradualmen te hasta e1 pico de 1840. Hasta ese momento, las provm-
-1?º
c?ntra los salvaJes ~rutanos, y de que, detenE:r ese sentímiento era algo supe- cias del interior no habían e:x-perimentado el terror en esa escala; recién en-
r10r a¿o que su ~-obierno se atrevía a hacer. Esta era la versión oficial del te- tonces cayó sobre ellas en forma barbara, sangrienta. e ínolvidable.
r~or . ..t;ra tam?1en la verdad, en cierto sentido, pero no toda la verdad. Hubo Los agentes de esta represión eran los militares rosistas Oribe, Pacheco,
~iempre el pehgr? del t?rror anárquíco. Cualquier gobierno aue crea y usa un A]dao, Benavidez, quienes aplicaban•un a política sancíonada por Sl:1-amo. Ori-
~strumento _de v10lenc1a ilicito tiene que dar su cabeza-al mÓnstruo y permi- be dio el primer golpe en Quebracho Herrado (28 de noviembre de 1840), cuan-
.t~le que pers1g_a a sus presas libre_mente. Como estaba convencido de que no oo- do venció y maltrató al ejército de cuatro mil doscientos hombres de Lavalle,
~a gobernar~~ el t~rror, R_osas tenía que dar campo de acción a los terro;is- e informó posteriorme nte la captura de sesenta y dos oficiales. 81 Después de
tas. Pero,_en ultm1a mstanc1a, el terror de Rosas estaba diric'ído v controVdo esta derrota, la situación se deterioró rápidament e para los unitarios y los
~es~e arn~a, partien_?o de lo.~ás alto, a través de la maz:rca,vy llé:gando, dejó ablertamen te a dísposición del terrorismo. En San Calá, las fuerzas de
aba Jo, a qmenes quenan movilizar. Como decía Mandeville en sus conclusio- Pacbeco cayeron sobre e1 ejército del coronel Vílela en forma totalmentes or-
nes: "hay un poder oculto más ??deroso que él gobierno, pero que puede ser presiva y mataron a toda la tropa mientras dormía; "este suceso", escribió
contro_lado por la mano que lo clinge, si los intereses o inclinacione s la impuf. Lavalle, "me fue rnás sensible y tuvo peor inr1ujo que el del Quebrach.o. " 82 P...n•
san a hace_rlo"._ 78 Rosas no necesitaba emitir pesonalmen te una serie conti- tes de finalizar el año, el mismo Lavalleperd ióla vida, y los otros caudillos de
n~ada de d1rect1vas p~ra mantener la responsabili dad del terrorismo. Sólo te- la coalición cayeron víctimas de la represión. Avellaneda, Acha, Espeche,
ma que pe~manec~_ s1mplement e a distan cía y no hacer nada para detenerlo Cubas, González y Dulce, fueron todos decapitados y sus cabezas se exhibie-
hasta.que el Jo decidiera, método normal de aprobación de fas ooeracione;:; de ron a lo largo de los caminos de Tucumán y Catamarca. Oribe condujo luego
~ste trpo. No har duda ~guna de que él aprobaba }o que se estaba haciendo; la guerra otra vez hacia el litoral y comenzó a aplastar allí a la oposición. En
Pr_ec1so es queia república sea depurada de tan inmundos tr.aidores ... En sus febrero de 1843 comenzó e1 sitio de Montevideo,_de nueve años de duración;
pe~sonas Y en sus fortunas deben sentir las terribles consecuenci as de su ini~ ésta habría de se:r ]a grieta en la armadura de Rosas. Por el momento, sin em-
qmdad, su alevosia, de su sa1vajísmo."7B
bargo, había resistido 1a imervención extranjera, aplastado a 1os disídentes
Los ases_inatos duraron apro:dmada mente un mes, fina_lizando el27 de oc- de Buenos Aires y derrotado a la oposición en las provincias. Había ganado.
tubre despue_s .de c_obrar unas vemte victimas, no todas unitarias. El 29 de oc- Durante el transcurso de 1841, eJ terror permanecía en suspenso e¡i Bue-
tubre, Rosas !1:I'mo la convención que restablecía las relaciones con Francia. nos Aires. Pero Rosas continuaba interviniend o en los procesos judiciales y
lo qy.e_fue rat',f1cado dos días más tarde. Ese mismo día, 31 de octubre. RosaS dispensando justicia sumaria; los archivos policiales de los años 1840--42 con-
em1t:o un decreto _en el que justificaba el terror y, a la vez, ponía fin al Ínismo tenían muchas más órdenes personales de Rosas que anteriormen te, de las
Exphcaba que la ira popular causada por la invasión de Lavalle. había esta~ del tipo de "que lo fusilen", "que lo encarcelen" , a veces con aciaración de la

220
1
! 221
causa. a veces sin ella. 83 Ademá s. dos hechos fueron arñena
turo. Él primer o, un pretend ido hltento de asesina to de Rosas
zadore
s para el fu- .r,, .:•al otro. Los unitari os llamab an bárbar os a los federal es; los fodera les llama-
que,.au n siendo 1. .ban salvaje s a los unitari os. La escena estaba dispue sta
cómico en sus detalle s, fue seriam ente explotado por para una nueva ola de
e-J régime n. El 23 de
marzo de 1841 descub ieron una máquin a inferna l -un
viado desde Montevideo a guisa de obsequ i0-diri gido
aparato explosivo en- l terror.
A medida que progre saba 1342, otro tanto ocurría cot
el terrori smo. Co:1
por Manue la. Según las descrip ciones· oficíale s, consist
na de pistola s cargad as y dispue stas en forma tal que
a Rosas pero abierto
ía en una gran caja lle-
se dispar aran al abrir-
t
\
tronas enemig as en Entre Ríos, al mando de Rivera y Paz;
raCíones contra la vida de Rosas en la capital , las ejecuci
aumen tar, tanto en Ja ciudad como en Sar1tos Lugare s,
y supues tas consp1-
ones 12mpezaron a
la; de ser ciertos estos inform es, e1 artilug io habría matado durant e el transcu rso
a sus fabrica ntes de febrero .ª' Una cantida d de nrisioneros de guerra y
mucho antes de llegar a Rosas. Se afirmó que los conspi de civiles fueron ejecu-
radores eran Rivera y tados, y la depres ión se instaló una vez más en Buenos
otros unítari os. Mientr as los escépti cos observ adores declara Aires. Sin embarg o, la
ban que era de- nosíciÓn de Rosas, aunque amena zada. no era desesp
masíad o estúp.ldo para ser .tomad o en serio. el régime erada y de nuevo el ~e-
n denunc ió el intento SurgL.1üento del terror no obedecía a causas ~viden
como_ un acto peligro so y crimin al. Dio pie para una sesión tes. La amena za m-
extrao rdinari a de mediat a venía del Urugu ay y sus aliados unitari os de Santa
la Sala de.Rep resenta ntes, en la que fue condenado Fe y Entre Ríos;
eI "horrib le hecho" , y esta vez no se trataba de un podero so respald o europe
para que serealí zaran ceremo nias pública s en las que celebra o, aunque la hostilid ad
ron la afortun a- diolom ática de Gran Bretafl a v Franci a era ínocult able. 138
da salvaci ón de Rosas. 84 Pero las fuerzas fe-
El segundo suceso fue el anunci o por parte de los unitari der"ales conver gieron enSan tá Fe, y entre el 12 y el 18 de
os de una política abril, d&ro!a ron alo.s
de línea dura, tan intransig€:nte como la de los federal unítario s, mientr as que Entre Ríos se alzaba contra Paz
es. Siempr e había exis- el 4 de abnl Ylo obh-
tido un elemen to terrori sta en el bando unitari o, y tambié gaba a retirars e. De modo que la Coalición de Rivera , Paz
n ellos habían contri- y Ferré {'.;Staba ya des-
buido desde 1810 al aumen to de la violenc ia organiz ada, trozada cuando el terror alcanzó el pico entre el 11 y el
culmin ando con el de- 19 de abril. Por•otr a
rrocam iento y fusilam iento del gobern ador Dorreg o en parte, el cuadro de situación no era tan obvio para Rosas:
diciem bre de 1828 yun los unitari o~ habí~n
año de mutuas reDres alias. Éste fue el verdad ero comien sido vencídos pero no estaba n totalm ente destrozados,
zo del terrori smo, Yél era conscie nte C1e
que creció a medida que cada lado practic ó sus calcllia la hostfüd ad anglo-f rancesa y la posible intervención.e
das vengan zas. En las n el futuro. Po!· lo tan-
campa ñas de 1840-41, los unitari os ejecuta ron a los prision to, resolvió lanzar el terror con priorid ad, para purgar
eros federal es. En e! cuerpo político Yre-
Entre Rios, La valle procla mó: '"Es preciso degollarlos forzar por aúelantado la segurid ad. Ésta es una posible
a:foélos. Purgue mos a explica cion del terror
la socieda d de estos monstr uos. Muerte , muerte sinp.í.e de abril de 1842. Otra, fue expues ta por el genera l Díaz:
dad." Estos sentim ien- '
tos no estaba n reducid os a los soldado s. Desde Chile, Sarmie
nto escribi ó: "Es "En las ejecuciones de Abril de 1842, nadie veia objeto
preciso emplea r el terror para triunfa r e.nla guerra. Debe sas preguntó una noche a una de las personas a quien motivo, hasta que,~ mism?, Ro:
ni
darse muerte a to- prestab a al.guna cons1der:ac10-:1 sr
dos los prision eros y a todos los enemig os ... Todos los medios había leido un decreto del Goblerno de Cornentes
de obrar son bue- en el que se dec1a, que J?º!" cada um~a-
nos." El mensa je de 1a comisi ón argent ina en Chile al jefe rio a ouien sel e auitase la vida en Buenos Aires, se fusilaría
n
de la Liga del Norte rales: 'Ya ve Vd'.lo que son estos salvajes unitario s; matan diez de los pr1s10nerosfeoe-
era igualm ente intrans igente: y luego tienen miedo~e n_io:
rir; ahora verán lo que me importan sus amenaz as; que hagan decretos, que yo 1es ire
"Seria conveniente que todos los malvados que contesta ndo como merece n. " 89
viesen la evídencia de que han de morir. si caen empuña n las armas en favor de Rosas tu-
tos hombres se decidan en el acto contra Rosas yenayuden
manos de sus enemigos ... Para que es-
a V.E. e.ti la empresa que dirige.
es preciso que sepan evidentemente que perderá la fortuna El terror alcanza ba su momen to culminante. En los últimos
días de marzo
do lo que han sido hasta ahora ... todos los mediosnde y la vida, sí continúan sien-
obrar son buenos ... La más grande ven diverso s sitios de la capital se encont raban todas lasmaf
lanas, al amane -
verdad en política, es la de que·Jos medios quedan siempre ~er, cadáve res que habían Sido degolla dos; esto se prolong
legitimados por los fines." 85 ó hasta bíen·en tra-
do el mes de abiil. Muchos de esos asesina tos se cometí
an durant e la noche Y
El paso siguie.nie a este razona miento era inevita ble, y se hallaba n rodead os de misteri o. Otros ocurría n de
Rivera Indarte lo día. !>-..si se produjo la
dio: "Será obra santa y grandi osa matar a Rosas. " Los muerte de José María Dupuy , a quien decapi taron en plena
unitari os, como los fé- luz del día e126 de
derale s, estaba n presion ados para ganar una rápida marzo, y otro tanto sucedió' con Agustín Duelos. Otro hombr
victori a a fin de evitar e fue asesina do en
los ruínoso s costos de una prolon gada guerra civil. Y tambié su propia casa, en el centro de Buenos .AJres, a las siete
n ellos veían al te- de la tarde apro~m ~-
rrorism o como un medio de defens a propia : "La guerra damen te. Los asesino s fueron dos hombr es empon chados
no se hace con paños que entr.aro n aec1-
calient es, y si no matam os, hemos de ser degollados. "86 dkiame nte en la habitac ión donde se encont raba sentad
En ese momen to el te- a la víctim[J. en com-
rror se alimen taba a sí mismo , ya que cada lado respon pafiía de su esposa y ambos le dispara ron sus pistola
~a ine:Xorablemente s; luego salie~·?~ de la
casa míentr as ]os vecinos desvia ban sus caras: una person
a que acumo en au-

222
223
"Sin este respecto en la época actual, no debe V,E. extrañar que gruDus de hombres de-
senfrenados ~asen.ª l~s ca~as iru:nediatas a la de V.E. a-perseguir a·sus foroces enemi-
gos, los ?alvaJes umtanos. V_.E. sa~e-Jo qu:" pasó ha poco con los que de esto ,rivfan alli, los
9ue ?hnga~os a esa~ CfSa~ 1nme~1at~s _a 1_a de V~-, fugab_an por ena conducidos por un
1Di[fles, a qtuen no.so:o _1e dispenso woa moulgencia el Gobierno, sino que aun Jos cuatro
m__¡¡ pesos que r~~1b10,,10s puse de mrs fo'.1dos particul~res y se quedó con ellos ... <'.Cómo
r
1
i
l
liado en una "venganza natural", imposible de contener sin impugnar el pa-
triotismo y la lealtad del pueblo. En ese momento había paz conFranCia y una
mayor seguridad. Por lo tanto, el decreto imponía la pena de muerte por robo
y asalto y clasificaba como Perturbador a la_paz a "cualquiera individuo,_ sea
~~ correspondrao a\· .E. esos y los nemas salvaies umtarios que han sido indultados por la conilición o calidad que fuese, que atacase la persona o-propiedad deArgen~
/a 1merpos1ción y respeto de V.E.'.'"" • tino o extranjero, sin expresa orden escrita de autoridad competente" ,80 Esto
contuvo a los asesinos y probó, no tanto que Rosas podía suspender el terror si
lo deseaba, pero si, en cambio, que podía suspenderlo cuando consideraba lle-
.;;;tc.R~;as ad~ci; gue ~o po?ía ir más_ all~ de la opinión pública, que no podía gado el momento oportuno. Pero el terror no se había extinguido enla Argen-
cL_.,.,n_,~ la funa l.eaera1. de m comra_no oren~eria a sus propios partidarios, a tina: solamente había cambiado de escenario.
qmene~ 1'.-ec~suana para ~obernar e impedir 1a anarquia. "No me crea con Pº"
É:n 1341 ]a posicíón de Rosas mejoró. La paz con Francia devolvió la pros-
.der suf:c1~me. a reparar noy esas desgracias ... Tales medidas causarían una peridad a Buenos Aires: otra vez el puerto estaba Jleno de barcos y las expor-
mayor 1rntac1ón:" ? si los ingleses se mostraban hostiles, ¿era de sorprender taciones revivían. Es verdad que las guerras civiles continuaban devorando
que el pueblo se md1spus1er:a en contra de ellos? "Si esto sigue no podré res- :recursos y exigiendo el mantenimien to de un gran ejército. Pero también en
ponder tampoco de la segundad de los bienes y vidas, ni.aun de Jos mismos in- esto las perspectiva s eran mejores. La derrota de la Ligq del Norte, en-1841,
gleses. "77
puso el interior del país a merced de Rosas. Su ejército, a] mando de Oribe,
~n su carta a Mandeville, Rosas daba Ja impresión de que los hechos de impuso el reino del terror en un solo golpe, cuando en Buenos Aires había ido
octuore de_1840 ~ran 1~ re~ccíón natural y espontánea de las ma:sas populares creciendo gradualmen te hasta el pico de 1840. Hasta esemoment o,las provin-
c?ntra los ~a1va1es ~mtanos, y de que, detenE;r ese sentimiento era algo supe.. cias del interior no habían experimenta do el terror en esa escala; recién en-
r10r alº que su ~.°b1erno se ~trevia a hacer_ Esta era la versión oficial del te- r.onces cayó sobre ellas en forma bárbara, sangrienta e inoh'ldable.
1:or. ..t.;ra tam?1en la verdaa, en cierto sentido, pero no toda la verdad. Hubo
Los agentes de esta represión eran los militares resistas Oribe, Pacheco,
~1empre eJ pehgr? del t~r~o_r '.'111á~quico. Cualquier gobierno que crea y usa un Aldao, Benavídez, quienes aplicaban-un a política sancionada por su amo. Ori-
1:1~trumento ?e v10lenc1a ihc1to tiene que dar su cabeza-al monstruo v perm.t- be dio el primer golpe en Quebracho Herrado (28 de novie.-nbrede184-0), cuan-
t1:1e que pers1g_a a sus presas libremente. Como estaba convencido de q~e no po- do venció y maltrató al ejército de cuatro mil doscientos hombres de Lavalle,
dia gobernar ~m_ el t~rror, R_osas tenía que dar campo de acción a los terroris- e informó posteriorme nte la captura de sesenta y dos oficiales. 81 Después de
tas. Pero,_ en últim~ msta?c1a, el terror de Rosas estaba dirigido y controlado esta derrota, la situación se deterioró rápidamente para lbs unitarios y los
de~~e ~rn~a, parnen?o cte lo_ I?ás alto, a través de la mazorca, y llegando, dejó abiertament e a disposición del terrorismo. En San Cala, las fuerzas de
aba.Jo, a qmenes quenan movillzar. Como decía Mandeville en sus conclusio- Pacheco cayeron sobre el ejército del coronel Vil el a en forma totalmente sor-
nes: "hay un p~der oculto más poderoso que el gobierno, pero que puede ser presiva y mataron a toda la tropa mlentras dormía; "este suceso", escribió
controlado po~, l~ mano que lo dirige. sí los intereses o inclinacione s la impuJ- Lavalle, "mefoe más sensible y tuvo peor influjo que el del Quebracho, " 62 An-
sa~ ~ hac~rlo· -.' 8 Rosas no necesitaba emitir p·esonalmente una serie contí- tes de finalizar el año, el mismo La valle perdió la vida, y los otros caudillos de
n~ada de directivas p~ramanten er la responsabili dad del terrorismo. Sólo te- la coalición cayeron víctimas de la represión. Avellaneda. Acha, Espeche,
ma que pe~manec~-:_s1mple1::ente a distancia y no hacer nada para detenerlo Cubas, González y Dulce, fueron todos decapitados y sus cabezas se exhibie-
hasta.que ello dec1mera, merndo normal de aprobación de fas ooeraciones de ron a lo largo de los caminos de Tucumán y Catamarca. Oribe condujo luego
:ste tipo. No ha( dud~ a~guna de que él aprobaba lo que se estiba haciendo: la guerra otra vez hacia el litoral y comenzó a aplastar alli a la oposición. En
Prec1so es que la repubhca sea depurada de tan inmundos traidores._. En sus febrero de 1843 comenzó el sitio de Montevideo, de nueve años de duración;
pe~sonas Yen sus_fortunas deben sentir las terribles consecuenci as de su ini- ésta habría de ser }a grieta en la armadura de RoSas. Por el momento, sin em-
qmdad, su alevosia, de su salvajismo. "7ll
bargo, había :resistido la imervención extranjera, aplastado a los disidentes
Los ases_inatos duraron aproximada mente un mes, finalizando el 27 ·de oc- de Buenos Aires y derrotado a la oposición en las provincias. Había ganado.
tubre, Rosas r~mo
tubre despues de c_o,brar unas ~einte víctimas, no todas unitarias. El 29 de oc-
1a convención que restablecía las relaciones con Francia
lo q_~:_fue ratmcado dos días más tarde. Ese mismo día, 31 de octubre Rosa~
Durante el transcurso de 1841, eJ terror permanecía en suspenso en Bue-
nos Aires. Pero Rosas continuaba interviniend o en los procesos judiciales y
dispensando justicia sumaria; 1os archivos policíaJes de los años 1840-42 con~
emh~o un decreto .en el que justificaba el terror y_, a la vez, poniafin al ~ismo. tenian muchas más órdenes personales de Rosas que anteriormen te, de las
Explicaba que la ira.popular causada por Ja invasión de Lavalle. había esta- del tipo de "que lo fusilen", "que lo encarcelen" , a veces con acla~ación de la

220
221
1
¡
·;f
caú sa, a vec es sin ella. 83 Ade
turo . El prim ero , un pre tend
cóm ico en sus deta lles ,
mar zo de 1841 des cub iero
viad o des de Mo ntev ideo
más , dos hec hos fue ron al11
ido "int ento de ase sina to de
fue ser iam ent e exp lota do
n una .má qui na infe mal -un
a gui sa de obs equ io-- diri
ena zad ores -par a el fu-
Ros as que,. aun sien do
por el rég ime n. El 23 de
apa rato exp losi vo en-

;• -::~~~J'a~!~~a::;!~::.bL~
l
"
terr or.
A med ída que pro gre sab
:s~: ~a: ;:t:; ~.sd ~~~ ~:\: s~~
~! ~:dae~~e~:}
1
0~:%.;
por Ma nue la. Seg ún las des gido a Ros as per o abi erto j a 1842, otro ta.J.to ocu rría con
crip cion es-o fici ales , con sist trop as ene nüg as en Ent re el terr oris mo . Co?
na de pist olas car gad as y ía en U::'.a gra n caj a lle- Río s, al mando de Riv era y
disp ues tas en form a tal que raCíones con tra la vid a de Paz ; y sup ues tas consp1-
la; de ser cier tos esto s info se dis par ara n al abr ir- Ros as en la cap ital , }as ejec
rme s, el arti lug io hab ría mat aum ent ar, tant o en Ja ciu dad uci one s emp eza ron a
muc ho ante s de lleg ar a Ros ado a sus fab rica nte s de febrero.Si Una can tida
com o en San tos Lug are s.
dur ant e el tran s~u rso
as. Se afir mó que los con d de pris ion ero s de gue rra
otro s uni tari os. Mie ntra s los spir ado res era n .Riv era Y y de civi les fue ron eJec11-
escépticos: obs erv ado res dec tado s, y la dep resi ón se inst
mas iad o estú pid o par a ser lara ba:i que era de- aió una vez má s en Bue nos
_tomado en seri ü, el rég ime oosición de Ros as, aun que iUr es. Sin emb arg o, la
com o un acto peli gro so y n den unc ió el inte nto ame naz ada , no era des esp
crim ina l. Dio pie par a una .Surgimiento del terr or no era da y de n11evo el ~,e-
la Sal a de.R epr ese nta nte sesi ón ext rao rdin aria de obe dec ía a cau sas ~vi den
s, en la que fue con den ado med iata ven ia del Uru gua tes. La amenaza m-
par a que se rea liza ran cer el "ho rrib le hec ho" , y y y sus alia dos uni tari os de
emo nia s púb lica s enl as que esta vez no se trat aba de un San ta Fe y Ent re ~ío s;
da salv ació n de Ros as. 84 cele bra ron la afo rtun a- pod ero so resp aldo eur ope
o, aun
dip lom átic a de Gra n Bre tañ
El seg und o suc eso fue el anu a y Fra nci a era ino cult able 88 que la bos tilld ad
ncio por par te def os uni tari der ales coñ ver gie ron en San . Per o las fue rzas fe-
de line a dur a, tan intr ans ige os de una pol ític a ta Fe, y ent re el 12 y el 18 de
ilte como la del os fed eral es. uni tari os, mie ntra s que Ent abr il, der ro:a ron alo.s
tído un elem ento terr oris ta Sie mp re bab ia exis- re Rios se alza ba con tra Paz
en el ban do uni tarl o, y tam gab a a reti rars e. De mod o el 4 de abr il Ylo obli-
bién ellos hab ían con tri- que la
buido des de 1810 al aum ent
o del a vio lenc ia org aniz ada troz ada cua ndo el terr or alca coalición de Riv era, Paz YFerr-é esta ba ya des -
rroc ami ent o y fusi lam ient , culm inan do con el de- nzó el pico ent re el 11 y el
o del gob ern ado r Dor reg o par te, el cua dro de situ ació 19 de abr il. Por -otr a
año de mu tua s rep resa lias en dicí emb re de 1828 v un n no era tano bv:i o par a Ros
. Ést e fue el ver dad ero com sido ;en cid os per o no esta as; los unitario.5 habí<:n
que crec ió a med ida que ienzo del terr oris ~o, ban tota lme nte des troz ado
cad a lado pra ctic ó sus calc la hos tilid ad ang lo-f ran ces s, y él era con scie nte cte
cam pañ as de 1840-41, los uni ula das ven gan zas . En las a y la pos ible inte rve nció
Ent re Río s, La
la soc ieda d de esto s mo nstr
tari os ejec uta ron a.los pris
valle pro clam ó: "Es pre ciso ion ero s fed eral es. En
deg olla rlos a:iodos. Pur gue
uos . Mu erte , mu erte sin píed mo s a
to, reso lvió lan zar el terr
forz ar por ade lan tad o la seg
de abr il de 1842. Otr a, fue exp
or con prio rjda d, par a pur
n.en el futu ro, Por lo tan-
gar el cue rpo político Y re-
urid ad. Ést a es una pos ible
exp lica ción del terr or
tos no esta ban red ucid os a ad." Est os sen tim ien- ues ta por el gen era l Día z:
los sold ado s. Des de Chile,
Sar mie nto esc ribi ó: "Es ,
pre ciso em ple ar el terr or "En las ejecuciones de Abr
par a triWJfaT en la gue rra. il de 1842, nadie veia objeto
dos los pris ion ero s y a todo Debe dar se mu erte a to- sas preguntó una noch
s los ene mig os ... Tod os los
med ios de obr ar son bue- un~ ?e las person'.'s a quiennimotivo,h_asta que , e~~:.üsm.~ Ro~
hab ía leido un decreto edela Goo
nos ." El men saje de la,c omi
sión arg ent ina en Chile al ri.o a ouien Gel e ouiiase la 1erno de Corrientes en elpres tab~ a1_guna cons10.er
que se aec1a, que po:r cad-ac10 :1 _s1
era .igu alm ente íntr ans ige nte jefe del a Liga del Nor te vida a unr!a-
: rales." 'Ya ve va:1 0 que son en Buenos Aires, s_e fusilarían diez de los pris io.n eros
esto s feae
rir; ahora verán lo que me salvajes unitarios:
imp orta n sus amenazas; mat an y beg o tienen mie de n:1º:-
"Seria conveniente que todo
s los malvados queemplliia contestando como mer ecen 9 que hagan decr etos , que doyo les rre
vie? enla evidencia de que han nlas ."ª
t011. hom.bres se decidan en el actode morir, si caen en manos de arm asen favor de Rosas tu-
sus enemigos ...
t;s prec1s0 que sepa n evidente con tra Ros as y ayuden a V.E. eu la emp Par a que es-
mente que perde:rá.'l 12.iortu resa que dirige, El terr or alca nza ba su mom
do 11? que han ~i.do hast a aho
verdad en política, es hi de que ra. __ todos los medios de obr nay la Yida, si continúan sien- ven div erso s sitio s de la
ento culm inan te. En los últi
mos días de mar zo
ar son buenos ... La más gran cap ital se enc ont rab an tod
'los medios quedan siempre de Cer, cad áve res que hab ian as ias mai ian as, a.i ama n?-
legitimados por los fines. " 85 sido deg olla dos ; esto se pro
•do el mes de abf il. lVIucbos long ó has ta bien-entra-
El pas o sigu ient e a este raz de eso s ase sina tos se com etía
ona mie nto era inev itab le, se hall aba n rod ead os de n dur ant e la noc he Y
dio : "Se rá obr a san ta y gra y Riv era Ind arte lo n1is teri o. Otr os ocu rría n
ndi osa ma tar a Ros as." Los mu erte de Jos é Ma ria Dup de dia. Asi se pro duj o la
der ales , esta ban pre síon ado uni tari os. com o los fe- uy, a qui en dec apit aro n en
s par a gan ar una ráo ida víct mar zo, y otro tan to sucedió ple na Juz del día el 26 de
los ruin oso s cos tos de una pro oria a fin de evi tar su pro pia cas a, en el cen tro
' con Agu stin Duc los. Otr o
hon :bre iue ase sina ~o en
lon gad a gue rra civif. Y tam
rro rism o como un med io
cali ent es, y si no mat amo
rro r se alim ent aba a si mis
de def ens a pro pia : "La bié n ellos veí an al te-
gue rra no se hac e con Dañ
s, hem os de ser deg olla dos 86
. " En
os
d-amente. Los ase sino s fue
did ame nte en la hab itac ión
de Bue nos Aires, a las siet
e ae
ron dos hom bre s emp onc had la tard e apr oxi m~ -
don de se enc ont rab a sen tad
os que entr .aro n dec i-
mo , ya que cad a lado respond ese momentÜ el te- pañ ía de su esp osa y amb a la víctim_13,· en com -
{a ine xor abl eme nte os le disp ara ron sus pist
olas ; luego salie1:?-? de la
cas á mie ntra s los vecü:10s
des via ban sus car as; una per son a que acu
mo en au-
222
xilio de la esposa de1 muerto fue acusada por alguien de ser unitaria.9° Enla
mail.ana del 5 de abril se dijo que había en el mercado un carnicero que había
r delincuenc ia. Era una lecció!l disuasiva y estrE::mecedora, especialme nte
, para quien tuviese la más rni.D.ima relación con unit~ios: Mandev~ e p~nsaba
puesto en exposición , entre el :resto de la carne, una cabeza humana adornada que esta vez la intención era sacar del país a los umtanos y conf1scar1es sus
con un moño celeste; las sirvientas que gritabán horrorizad as recíbfan golpes ' nrooiedad es. Pero además de los unitarios muchos federales estaban tam-
o eran a.._-restadas. En la noche del 5 de abril se realizó un baile público y mien- biéñ en riesgo y, finalmente , otros se1iacíans ospechoso s simplemen te porque
tras algunos bailaban a otros los degollaban a sólo oocos metros de distancia. eran apolíticos. Una enmudecid a histeria poseía a Buenos ~J\h-es ~n "'.:bri1 de
Hacia mediados de abril los asesínatos se hicieron- aun más descarados . Los 1342, y existia el peligro de que el terror pudiera producir inestabilld ad en vez
degollador es mataron a un catalán en el muelle, en presencia de varias perso- de seguridad . Los extranjero s estaban armándos e; los cónsules europeos
n~ Y a.la~ diez y media de la mañan2.. El 13 de abril, para festejar el séptiino amenazab an abandonar el país; Mandeville y otros representa ntes protesta-
aru.versan o del acceso de Rosas al poder, el jefe de policia ofreció un baile; ron. 92 En esas circunstan cias, ei 1B de ábril el gobierno ordenó ter:minar ,:on
esa ~oc.he se cometiero n varios asesinatos po1ftícos, y sus autores fueron te- Jos asesinatos , y el jefe de policía recibió instruccion es de establecer patrullas
rroristas que abandonab an e1 baile para comete.do s y luego regresaba n a la oara captur:-i.r y encarcelar a los asesinos. Era destacable que algunas de ~sa.s
fiesta. El 14 de abril, un degollador dela1mazo rca.asesinó enla calle al doctor Patrullas estaban formadas por hombres que previamen te habían constitlll-
JoséMace doFerreir a, un abogado; lo mismo ocurrió con un señor Iranzuaga . do las escuadras de la muerte. 93
Ese mismo día, alrededor de las doce, cuatro hombres entraron en 1a casa de La existencia dél terror era innegable: sólo la responsab ilidad podía dis-
un.conocido abogado, el doctor Zorrma, situada en la Plaza de la Victoria, en cutirse. Los voceros oficiales afirmaban que "no han muerto miles, ni cientos.
el centro de la cmdad, con el pretexto de efectuarle una consulta, lo degollaron sino cuarenta y tantos", víctimas de "un pueblo indignado ". Rosas declaraba
Yabandonar on el lugar sín sermoJesta dos. Un comercian te español de ·apelli- no tener idea de la magnitud de los excesos. Su orden al jefe de policía finali-
do Martínez, cuyas actividade s durante el bloqueo habían llamado la atención zando con el terror hablaba de "el más profundo desagrado " por los recientes
de las autoridade s y que ~según se decía- tenía vinculacio nes de negocios asesinatos; aseguró que nadie estaba autorizado para ejercer semejante li-
con el general Lucio Mansilla'y su sobrino, invitó a éstos a cenar a su casa. cencia, ni siquiera contra les unitarios; y reprendió a la policía por su .inercia
Posteriorm ente salieron caminando para dirigirse a·la casa del general a to- y negligenci a. 94 Sin embargo, en 1842, al ígual que e..--i 1840, Ros_as tenía la res-
mar café; los terroristas salieron asu encuentro. dejaronpa sar a los Mansilla ponsabilid ad esencial por el terrorismo . La evidencia resultante de la conver-
pero tomaron a Martinez y lo degollaron; al descubrir que tenia medías azu- sación de Mandevill e con los terroristas en la casa de gobierno señala en for-
les, metieron su cuerpo e!l un barrU que se encontrab a en la ca11e y aue corite- ma inequívoca la aprobación oficial. Pero Rosas pensaba que, una vez activa-
nia brea- caliente. ~ do el terror por él, debía pe:rmitirie que síguiera su curso. En cierto sentido,
_ . En la teree:ra semana de abril la ciudad estaba petríficad a _: .las calles que- debía ser indulgente con algunos excesos que iban más allá de Jo que había au-
ct.aban completam ente vacfas después de las seís de la tarde y los aterroriza- torizado. En una reveladora entre'vista con Mandevill e, Rosas eA'J)licó sus fa-
dos habitantes se mantenían en sus casas, mientras que afuera reinaban las cultades y algunas de sus característ icas:
,'!scuadras de la muerte. Pero la matanza no era indiscri.mi."1.ada. Mandeville .
gui~n no podía explic_ar el tefror en una época de relativa seguridad y quepa~ A veces, sólo puedo retener rrú influencia sobre mi partido y gobernarlo siguiendo a
gente. Un d.la del mes de abril, cuando se producían los asesinatos en la forma terrible su
rec12., en ese momento, ser más complacie nte al respecto oue antes, irJormó
;;obre una visita a la casa de gobierno: que _usted pudo apreciar, emfü a las dos de la tarde las órdenes aue lle,,ó a usted mi avu-
· dame de campo, el general Corvalán. __ Bueno. fue imnosible diStribuirla s de inmedíáto
en todos los rincones de la ciudad, yquéocUITió ... VictOrica, el iefe de no licia, cavó sobre
Hac': unas noches estuve en la casa del gobernador y hablé con uno de los miembros
Com1téSecreto dei C1ub de.la Mazhorca, llamado ahora ·'Sociedad Popular" _L,e orei:runtédel
si
una banda .Q_Ue había estado trabajaiido; muchos escaparon, Peroa pi-esa.ron al Jefe y lo
colgaron a1 mstan_te.; 7 a otro lo r:iat~on de un tiro a la mañi:rna siguiente. La gente·
no seria mejo~ que me _acompailara un hombre, por lo menos. a la noChe, ya qu€ víVo en
un q~e 3:0 estaba dec1d1a_o ~ poner_térmmo a estos exceso? y cedió, pero más por respeh; io
lugar a~artaao de la crndad. y es muy dificil que no salga por las noches. Me respondió 1:11s ?eseos que Por: nueao de Jlll. que no conozco el nuedo-y a nada temo excepto a Di ,, ...a
qu,eno,:_'usted está tan seguro como doña Manueiita, la hija del gobernador .'' Quizá.sea Aqwno hay una anstocracia que apoye al gobierno, son las masas y la opinión oública ias
as1, le?JJe, cuando me conocen, pero podrían cometer una equivocació que gobiernan ... 95
n. "Nunca se equi- • •
vocan·', fue su contestación , "nm1ca hay errores. "~1
La terminació n del terror de abril de 1842 no puso fin a las tendencias .-e-
Así como se elegía cuidadosa mente alas victimas, también eran cuidado-
presivas del régimen. En Montevideo, la prensa de la oposición informó que el
>~mente tratadas: por lo general no las robaban, porque los terroristas que-
10 de mayo de 1842 se había ejecutado a trece personas en Santos Lugares, in-
1'1an demostrar con toda claridad que se trataba ,de asesinatos
políticos y no -eluyendo a cuatro ancianos sacerdotes . En su :réplica, la Gaceta 1kfercantil no

224 225
.
nego las 96e¡ecucrnnes, pero declaro srmplemente que eran "por homoles en,_
menes ' Estas, y otras pUeden ser consideradas como matanzas "norma-
les' Despues de 1842, el terror y la v10lenc1a extraordrnanade¡aron de ser ca- !
ractenst1cas del regimen aunque pod1a suceder todav1a que se provocaran !
represahas fulmrnantes ante la mas mm1ma falta pollhca Durante el blo- 1
gueo anglo-trances el solo necho de difundir nobc1as sobreJa accion enemiga
r
¡
Estas

spec~acu t
La rus
op1mones
lar

º['~
eran vertidas
demostracion de poderPo co
de tiempo ,
despues
todo el regrmen de produc1rs€ la, mas
cornenzo como un melodrama y termmo en tragecua Camlla
a de diecrnueve anos de un =grante :rances se relac1o_no
O'Gorman. a, lJ t ior Ladislao Guherrez a qmen persuaruo su ramrna

q: ~~~: :::echa
con un Joven ~el mr:rsac~rdote Lo asignaron a una parroama en Buenos Ai-
para vida social de la epoca fae muy facil que la P:"'eJa se
y losl re,·eses
d federalesd er&. cons1aerado como un delito Franc1sco Araoz un ; res Ya · a "O muv (lif•cil poder ocultar10 Cuando se !TIZO evi•
emp eaao e correos, e Tucuman, ~ue , arrestado por causas bal a d1es y acu j conociera., lt
v enamorar
d . pe~ de su. s~tuacmn aec1dleron rugarse para bu-:c:;;r
e anzas " -·
1 ª ~ad ~ esp dr l alcanc• d• la Iglesia v del Estado tal vez en los E a-
l "

saao de traidor a la causa federal por dlfundir falsas not1c1as en sus v1a3es e,_,. ' dente·ª
d Buenos Aíres y JuJu~· El drrector - general ae correos rniormo el 6 df' Jub.o ¡r un anuevav1, a1e10s ~ ~ •·los sa"erdotes
d -se e,n ellos cr<>ian - uueden casarse , Huv5t ve
~
t:ce
e 184!' ·No - pu d1end o determrnar1e
• a Araoz que e1ase de noncias hama derra- aosUmdosaon e.~ gur - L,
d d , br• d• , v Jleaaron hasta Cornemes esperan?º. • ' ooderv1 ·
m&do en su trans1to por las Postas u otros paraJes smo f1Jarme de las que na~ ron el ~2 e ic.fm ~ ~o~o 18 7 ~mae~tros en una decente oscur1daa l\fieJ1tras
b1a 1do danao eran comranas a la causa ' Rosas f1rmo la condena de muerte vir al~ ~\:a :s~ib~ escandahzada Rosas furioso y los umtanos encanta-
el 13 de Ju110 de 1346 y, dos d1as mas tarde Araoz .tUe eJecutado 97 S1 b1en el te tanto, a g "'r~ cwnes posteriores quedaron rrnpres1onadas por el ro-
rronsmo rara vez se usaba contra residentes extranJeros, podia ocurnr que 1
dos Aurn!~:a:~,~e~; ; fuga de los amantes a traves de las llanuras hasta el
se lo mvocara como arma de Ia cliplomac1a, para obligar a los ext:ranJeros a mannco t 1
Montevideo ven Chile la prensa de la opos1cion exploto el he
liegar a un acuerdo EJ arribo de Wilham Gore Ouseley como illllllstro bntam leJano nor e, enh al regrm~npor su falta de moral Para Rosas, era tanto un
co en 1845 y su ms1stenc1a para una rap1da term111ac1on de la guerra fueron se- <:ho par~ r~~riocm:una afrenta a su autondad Pero el poder de Rosas tema
gmdos por una cantidad de asesmato.s que algunos mterpretaron como un aespres 1g T nronto como recibio mformac1on sobre su paradero llizo
mensa¡e de Rosas La muerte de nueve personas, miembros de una familia de largo alcafe an; llevarla de regreso a Buenos Aires Los encarc;'laron en
colonos escoceses que llevaban establecidos vanos anos en el pais, y otros en- ~est~ ~ :Je:reJ ~te el asombro de todos, aun de los mas duros :uncmna-
menes, Junto con la apanc1on de carteles con las palabras "mueran los fran- f :,antas__, g d , Y lica de Canilla por el hecho de estar embarazada, mme-
ceses e mgleses",
d fueron
l hechos
b t que. en conJunto, podían considerarse " nos, a pestarf e 1ª SUpntenciados ~ muerte Lo; llevaron 1untos frente a un pe~
como una a venencia a os n ameos para que mo d eraran sus exigencias y d fusilarrnento-Carnila
cliatamen e ueron se tragicamente
« vesti"da de ·b1anc
· 0---- v les dieron
u

alcanzaran un acuerdo satisfactorio para la Argentma 98 lown e e osto ae l848 101


Durante los anos 1846 hasta 1850 la cantidad de ejecuciones se redujo y el muerte, e118 O ag
régimen pareció ablandarse. En 1846 se disolvió la mazorca y sus miembros Así al amanecer batieron los tambores en llam_a_da
se reintegraron a sus legítimos puestos, tal como lo registró el periodista Be- •i 'y¡~, pobces cciatucas, mancadas deisueno hac,a la;"ª"ª
ruti: "El 1 de junio de 1846_ Desde este día ha quedado disuelta la sociedad po- :\ Fueron llevadas hasta quedar de espalda_s Junto al mu_o
puJar restauradora, alias, la mas-horca, nue tantos males y lágrimas ha he- Dieron frente a los soldados; sileDciar.on 1ª camp%1Jo
~
cho .
derramar; habiéndose .
mandado, que, sus individuos pasen
• .
a los cuerpos Que
Se dieron adiós repican;lo,
habíaelestado y en
apretaaos en el mmt:to
postrer conce
anrazo.
de las milicias activa y pasiva adonde corresponden. "99 Rosas ya no necesita-
ba una agencia especial del terror: enlo interno, si bien no con respecto al ex-
. tranjero, había superado a sus enemigos. Sin embargo, el régimen estaba to- Después, tomados de la mano, enfrentaron el grupo !~~filero
Que les quitó la vida ante las tumoas que esperaban .
davía basado en la violencia, aunque su empleo era menos frecuente. Como
observó Soutbern:
salva. e sentencia era responsabilidad exclusiva de Rosas. Al par~cer,
A qui la fuerza del gobierno es el
terror, y como el gobernador se ocupa personalmente de
los más nimios detalles de la vida diaria, es el vigilante jeíe de su propia policía activa,
jamás olvida la mas mínima circunstancia ni la oerdona cuando la considera una indica-
::ri1ª!e~~ti~~~=~:':r!º~n7:~::~~~i:~~ge:~~~:~~;:;:f~:::!~ ~~v:,:~ :d, 1
ción de hostilidad. Vuestra Señoría comprendeiá fácilmente que vivimos como si fuera ., . . del ura Gutiérrez v de Camila O'Gorman;
"_Ninguna persona me aconseJo la eJecu;i6n et io t~das la\ orimeras personas del
en una gran prisión. Mediante las facultades extraordinarias que le otorgara la Sala de
Representantes -Y que. en caso contrario, el las .habria tomad0---- el gobernador tiene en
ni persona a.lguna me ha~lü: SU fa;or · ;:~i~frl~~~en
1
v la uigente necesidad d_e un
clero me haol<;ron o escnb1ero~ sot re es . dalos semejani:es Oparecidos. Yo creia lo
poder exclusivo de vida y muerte sin juicio previo, y cuando se elije a una víctíma no se ejemolar castigo para preven~. o ros e~CªJ? l _ _. ,,
o tiempo ninguna
necesita ceremonia
de preparacfon.1 00
de juicio y no estoy seguro de que se le conceda aviso previo misrño. y siendo mi responsabilidad, oruene a eJecuc1on. 103

226 '2Zi
Rosas esta ba curi osam ente orgulloso
:aecho cons tituy ó una nueva cau de su prop io juic io. Sin emb argo . . . . Q s ac:es
, el
ern, "el pán ico se apo deró de
sa par_a alej arse del régimen
. Según South-
d01atraic1ónylamahgm
frecuentes, dac1. ue 1?d - bl inato s de esta últim a clase eran terri
de las:: pers onas ejec blem e~te
la ciud ad de y que un número. _con~ utad as habí a cometido
páb an su ima gina ción trat and Bue nos Aire s, y1os hom bres ocu- basr n cinco crtm enes de esie upo. ! era e ~
o de con cebi r cuál seri a el ·
que Ros as mar carí a ese azar próx imo acto con e_l .
oso peri odo . " 101 Man uel Bilb ,
"má s le vali era a Ros as hab er ao pen saba que Par a ento n?es , 1:º 1mp orta bª. 1 ·e d]'iera. el daño esta ba hecho. Rosas
perd ido una bata lla que fusi lar
a Cam ila. Tal entr aría en la hist oria co~ _un
º/:ru má: c-ri{eles 6 obe rnan tes, tam
fue el dañ o que le hfao a su pres o ae ~s - ·a'.a '.11" sur·~a'o las· dist o com o
tigio y auto rida d. ''lOS El diar io · · .t;lt
la inqu ietu d prov ocad a en Bue de Ber uti refle jó uno de los mas pocter.o~o~. ema sma u a. -·
orsi one s de 1a
nos Aire s por la ejec ució n; pro pag and a~ ,el rre]UlClO, pero. : ; siste un irre duc tible elem ento de verd ad

en la repu tac1 0n ae Ros as com ;:,UD ·c:ta y ·anci su repu taci


o :error:,., ~,, gb; :~ ~"r 1,, ,...on ón no sólo por la
"Hab iend o caus ado una sorp resa
dad esta s mue rtes, por un deiit y senti mien to gene ral a Lodos ios habi tante s de esta cit,. horr ible natu rale za de su terr ons tidad devíct1ma.s
o,
sión poT algún tiempo, para que que no cree n mereciera perder !a vída , sino un2 redu - mo smo vam ,e,., t,v• ~"'"
sión de amo r. que no ofen dían purgasen el escánd<!lo qu~ habi an d<::do, poi;- solo una pa- y su resp onsa bilid ad P~~~~onal.
a nadi e sino a si propios; siend Es imp osib le cua ntm car el Lerr
L _. • • gob iern o de Ros as, Sus
ba emb araz ada de ocho mes es, o lo mas sens ible que esta•
l& inoc ente criat ura que esta ba se lo dijer on al gobernador; pero este setior, smr epar ar o, _ºª! ~t:a1'ós esta ban vici ados porcont em-
en el vien tre, sin porá neo s mte ntar on hace rlo, ~ero tenó.en-
dó fusil ar; caso nunc a suce dido espe rar a que la los' =~i ver á Inda rte, peri odis
igua l en Buenos Aire s, de man mad re pane se, lª man - cias y erro res. Des de Monte-?d ta y anter~or
pub licis ta del régi men , pubhcode Jo~4,:, ~ bla" deta Dad as. }as así llam aaas
mur iero n tres. "lll6 era, que por mata r a dos :"º·
nb !8 ,, ~am
"Ta blas d e Sang re ,, , enla squ. e a a 1osn o b~ec : de la" p,•incípales víct ima s
-~.., .., ~
La gen te quedó sobr ecog ida, de Ros as. la form a deejecucJOn , . . ·. la fech a y un resu .
men esta díst ico.
no sólo por la !_)ena que sent ían
por las vícti- El período cub ría desd e 1829 hast , e1 mga r Y . ... '
mas sino tam bién por el tem or
de que, just o en el mom ento en que a octu bre ae 1340.
ya al alca nce dela man o la norr pare
nali dad y la pros peri dad , Bue nos cian esta r
volviendo al terr or de los tiem Aire s esta ba TAELA13
pos más bárb aros . Se le reco
men te el pod er ilim itad o de Ros rdó dram átic a- El Terror. 1829-43: Cifr as cie
as y su prop ia inde fens ión. Esta 1a Oposic:'.io:::·n~·-"_'__ __
ba más en las men tes de los hom noción pesa - __
bres que las rela tiVa men te poca
real izad as desp ués de 1848, en s ejec ucio nes Env enen ado s 4
gen eral , caso s de deli ncu enci a,
serc ione s tam bién prov oca ban aun que las de- Degollados 3765
rápi dos cast igos . A fine s de 1850
tado s vein tidó s dese rtor es; en fuer on.e jecu - Fus ilad os 1393
ener o,de 1851·ejecutaron en un
deli ncu ente s, acus ado s de ases día a dieciocho Ase sina dos 722
:ínato y otro s crím enes , rnie ntra
ejér cito o a trab ajos púb lico s s dest inab an al
a muc hos inte rnad os en las
dad.107 Ent re las dive rsas ejec cárc eles de la ciu- Total 5884
ucio nes de los prim eros mes es
se debió a una falt apo litic a. Ros de 1851, sólo una Mue rtos en com bate 14920
as defe ndía su seve rida d ante ..
táni co emp lean do bási cam ente el min istro bri- Mue rtos en otra s acci ones Y por 1600
un argu men to dert vad o de sup deserc1on
cias soci o-ra cial es entr e euro uest as dife ren- 22404
peos y argentü.1os:
. - , · f t Les falt a una
Las cifr as cor:itienen una c~n base de com·
para ción con reg:ime~e~ ante noreti~a ? e:: 1: ~~~~~ de la oposíción. Está n in-
ª
Su Exce lenc ia se mos tró lueg o
nociones euro peas ; y al anal izarcont rario a la idea de gobe rnar
en estos país es según las
mezcla --co 1no él la llam ó- de el cará cter de sus com uatri otas . esa extraordinaria ~Y .
que 1a únic a form a de logr ar resucara cter es espa ñole s e indios, trató de conv ence rme de
era sufic iente ; que las ejec ucio ltado s era mediante seve ros casti gos, 'J, a veces, ni eso
fluenciad~~ po~ p~·ejmcws Y
cular, no msc nmm an entr e. ~~fi~~~1:u~:;~e -aae rada s Más aún .ven part i-
de
v~~thnas P~rsecucióñ polí ~ca,
tigar al culp able , y en muy poco nes que el orde naba ni siqu iera
tenía n el propósito de cas- entre cast ígos !eg:l_es Y ases i:::;0 ntre Bue nos Aires vlas prov incí as. Rive-
cuen tes, sino que, simp leme nte, grad o lleva ban la intención de disu adir a otros delin- ra lnda rte atnb ~}O a Rosafs ¿~~ abil idad pe;s onal ~po r todo
s los acto
vos da.iios a la sociedad. Díjo que cum plian lafin alida d de impedirles que infligieran nue- viol enci a com etI? os I??r 1~s ~a~
, Pal t ct~ '~re púb lica .a men udo por s de
a todos aquellos que él cons ider gent e
se los conv ertía en soldados.
de hom bres ; dijo que, de sns Su esco lta esta ba prin cipa lmen te
aba capa ces de redim ir- care nte de autor17:acion Ymas á ~~~ ~o~ t;ot Poi- otra p8.rte, y com o lo seüa -
com pues ta por esa clase . . ado or Qui roga
pe_rsona, por lo men os la mita dsold ados dedi cado s a la aten ción común y cons tante de su laro n algu nos cr~t1cbos, el ter-:~ 1
pr~ss~~r2! l~ie cJa ban a los pris
y Oribe, quie nes co-
ditación, aunq ue éJ haci a unahabí an sido culp able s de ases inato u hom icidi o sin prem e- mún men te ases ma an a su ione ros y confi~-
amo r, celos o emb.riague2, y aqueprof unda dístinción entre los asesinatos causados por ca ban prop1e
.
· dad es era part e mte gran te • .' d, el sist ema federa1.110 y las mod ah-
llos crím enes prem edita dos en , . . . .
los que se habi a einp lea- , · ' · , crimen hac1, an di!'1cil a los obse rvad ores la disc .,
dan es prop1as_ae\ rrmm ac10 n
entre sent enc ias .eregbales , e¡·e,"...udones extr ajud icia les y sim ples ases mat ,
os.
228

229
La s "T ab la s de
tu.ye.ron la fu en te Sang.re"·tu,,ieron cierta ci rc ul
de la m ay or pa rte ad ón
b!icada~. f1;t_era de la s es tim ac io en el ex te rio r J consti do, eJecm-aron a.~ cu at ro ci en to s pr ist on er
• L

e1 que erraba m~-e ues


Bu en ?s ~ es . Th
e Ti me s
ne s so br e te rro ris
de Londres publ m o pu ouie-nes alinea.ron lan
os , tre sc ie nt os de
ceta }Vl.ercanti! de de V1ctimas de supuestas matan.z icó un ar tíc ul o en Y1:1ata.ron co n za<:. al re sto lo degollaell os er an indios a
cl ar ab a que no as. Pa ra refutarlo, la ~ Después de la c~ :::2 la s hi sto ría s de ron. 114
nes en ca to rc e aú
os, 1829~43, y qu ha bl an sido m ás de au in ien tas '
Ga-1 ¿

circular con may ~d a de R~ sa s e1: 18


-an ~onsid te rro r em pe za ro n
a
~f an p-roduci_do e ap ro xi m ad am en te
ia m ita d delaéss taejescuS€cioha-.:.:.
or
pontáneo de 1a ve dnbd"erta'od.rec ,:.Podr~ ::~ era.rse como el su rg im ie nt o es-
ao sc ie nt as cm cuen la s p_roV'.n.cias po r or de n :F sión'! Es imposib r a : , "
uer,io s:: u1 5.tnrc .
:10,,,,,,
.... 10 "' no'"' c,.1 Ü"'....,.,no
, _
m ci m•an a cie .
en ta eJ ee uc 10 ne
. ,.
.-.
de s~
s re sta nt es . ·eu s prop~os .go ?e rn ad or es ._ La
1a pr ov m cia ae s~
le decirlo. Berut~: '- -- 15 . /
ha re g ,.:ra ·
do, V ~ ¿ ~~ ~u ,, y 1a pa.-
H

n m ai os hosw .es • . Bu en os .
.
qu eo s. Su po ru en , eJecw:actos po r a:, .
- Ar re s.? •'R-osa3 .,. ..
ao qu e no de o1 , • es ma to s, atr oc 1d. • en octu~re _cL ~B4:0 0 de nl.lar a m: ásd e 5uo c'.uda
,
Y sa -f mJ-··
an co nt ar se 1a , ac ·1; tmes em .!ll2 dano~.delo~ ma s
cie nt o c.i nc ue ma tes
ca so s de ej ec uc . ,.
s oe lo s mü iO S, .- .il ,
s010 quedaoan":i rra:nooios: su",.,..'·o
• , pt ea au sy ge nt ec omg:r ,.
.u. , y en iibrild.e 1842 se 1tioelnusrn 0-st~gu.id:;:,s~
b}es de co ns pi ra io ne s, y éstas: co •t
, riieos, de la ini-i.ma fle.be, en su~ cas O rep o uesa~.,re ªfª
ve ra ln da rte ha
ció n y ot ro s cr
im e:n es , La Ga
m pr en dí an a un
it;:1.rios cu lp a- ~
Üeval:nma-loshu ecór; OP,l?Sql!m,as ~ d la udao ":'-s e_n 1ads, -"ªI!"'"
--•
' none ngcmos.v¡os
ceta uera e el hill los,..e.'1 1anene1'su,eJoboc<> ... ~f üa .
como un hecho ybí a in ve nt ad o m ali clo sa rn en te la .Mercantil co nd Ui a qu e Ri - j ~os os boca ª~" Íf! V rn am r:t a~ s
y otr
confundiendo al m
ismo tie m po ases
s ci tra s pu bl icá ~d
ol as luego ~ ª~~~
¡,er.1ugosnan mu
e~ ;u ~l fc :!e :!~ !m
tn
w; ~i =~ ~n ~e V ~~ 0
'. , , degollaban,
:IO S por elm
pero estos-""ma
'"' ·
iva-
Es así como ha sid inatos y castigos ,~f~:~/~: :i:c1ó:n ald ad es , Rosss m'
.'n dó
i;m o Ro sas m~ d~ -
l~ acumulación o fo nn ad a la cifra ref eri da a
le ga le s. l Ja b; n sus pícaros corii de ciu da danos que se cr<:12
umt,~;i!; em ba rg ~ las ca sa 1!1't::
smatos perpetradciEfábulas acompañadas de reppersonas :mo.ertai: por degüello, me
eos; cuyas casas las . se , ~~r ~n;~~;s que -
ron los cuarenta
os en Buenos Aires ugnantes circuns
en octubre de 184 tancias .. -Algur1o di an te 'f
E ta cl as e de cá
alqurlaban los J
P
el pr_etexto para - en circu....>tsfancia::; de gran confu 0 y abril de 1842-----oue no exc.ease
s - 1
5 lc ul os no so n pr
ec iso s ni co mp
ese falso y atroz ca len dá sió n y co die - ~ com?_Para \e r Il1 ¿ ·al qu e ,,l i~ to s en -~,e.d
asesmatos con se rio ; y, sin emba nmoción, les pfoporcionaron s 'i' 0"; , ,", de pr od uc ir un a 1II1pres10n, ida s~:fi~ie?te
producido en veras me
fa. provim:ia dedidas y ejecuciones ... Desde
rgo, el gobierno J ~resrnn f~e ne 4 ar au nq ue ..a un -
Buenos Aires tm 1343 hasta el presreprimió esos ~ oe rro ta y ex,.~r .emRe_n uaI~~:J~~7 ;;:~~ae; a lo s co nt em po rá ne os . De sp
110;,.. os as ausencia p-oT la s ué s de su
a sola ejecuei<in
por delitos poen te no se h.a •' .Fu
e un ac to lw co . "", co rte s de
litieos .. .:u J
ál i . de po , de ?m ~; 3- m,, "n er ai m pa rc hl , y su s re gi strBu en os PJ re s.
,_ os no pr ov ee n
:1 an s1s <l e.lir as rc la t'V ª" <'l.( te rro r de 10 , 0 _ . pero al gu na s ev
TABLA 14 'han to m a o ue l ru'-vo"s policiales = ,
42 id en ci as se
El Te rro r. 1829
-43: Ci fra s of ici :¡
se a pa ra da r un
a
os
im
ar
pr
e ~
es ió n al te . ,
que pu ed en re pr
od uc irs e au
,
nq ue So1o
Ej ec uc io ne s en .o ale s ! rn at iv a.
tra
Indios ej ec ut ad os s pr ov in ci as
ün ita rio s ejec de sp ué s de ca pt
utados ur ad os 250
100 TABL
Total 150 El Te rr or 1829-52 A15
; Ju ic io de Ro sá 6
sn
Condenados pOr
500 or de n de Ro sa ~~
Si la s es tim ac io de m ue rte , po r su dive:_s~s pe na s,
ne s de Ri ve ra incluyendo la
la Gaceta lvierc
a.n.til er an "o fic iaInda1 rte e:ran ci fra s de "la oposici Condenados a di pu es to s de ht os , 183b-o2 218
· erari m en os pa ón", la s de ve rs as pena_s, in
rti le s ' de m an er a mayormente al ej c!~yendo ~a <l_e .m
ciones parciales di sta s pe ro ta m bi én me.nos compl innegable. Otr-as fu en te s Condenados al ej ército, sm deliw me nc 10 na ao rte, pe ro
ue
o te m po ra ria s. Ha eta ér ci to po r dt ve rs 1609
co m pl et os , ya
qu e _sólo :re gi str sta. lo s m ism os ar s, ba sa da s en ob se rv a- au to ríd ad a lo s as falt_as, pe ro de .
ca dá ve re s q.ue
se _hallaron al am
ar on la s ej ec uc ch iv os po lic ial
io ne s "p ro ce sa es so n in - Ej ec ué io ne s en su bo rd in ad os pa ra pe na de m ue Jando
Sa n Ni co lás de 33
br itá ni co se. re
fir ió a ciento se an ec er flotando en el río da s" , pe ro no lo s los Arroyos, 1831 rte
se nt a vi ct im as . Un ca pi tá n na del Medio, 1839 , Yen Arroyo
br itá ni ca in fo rm en fe -val Persecuciones, ex
ó so br e novec.í
so n ex ag er ad as entas en ab ril de br er o de 1842, v ot ra fu en te como sa lv aj es un
terminios y roba . d d
s a cm a anos¡;-alif; ados
13
: ot ra s fu en te s 1842.m- Es ta s ist ,_e .
cu ci on es en oc tu su gi i:r
br e de 13-40. y cu er en ci fra s en tre ve in te y ve in tic na cio ne s · Fusilados en diversita rio s
as prisiones, Pl - . . P .,.. 118
tá ni co fa vo ra b]
qu iz a a pr in ci pi e a Or ib e in fo rm
ar en ta .e n ab ril de
13 42 ,rn
ua tro ej
1un ob se rv ad or tr e- i y sa nt os Luga res, 1830-52
az a dei Retrro, a1e~
mo ,
os de 1845 y en ó qu€, de sp ué s de la ba ta lla en i- t 363
la qu e el pr im er tre Rivera. y Dr -
o ca yó decididamente de •.!l;,·. To tal
rro ta - ;~ 2354

-
Por lo tanto, las ejecuciones políticas sumab an una
gran cantíd ad de víc- anarqu ía, perO"-creó un miedo pavoroso. Agotó a la
timas: más de doscie ntas cincuenta, menos de seis oposic!ón ~edia nte un~
mil y, tal vez, en el orden fuerza irresis tible. Después de dos memo rables década
de las dos mil, para todo el período de 1829-52. Si bien
medir el terror , si está capaci tado en cambio para e.\.irae
el histori ador no puede trremo vible y, aparen temen te, impen etrabl e tanto s, el aun est~ba a!h,
a la amena za mter10r
r algunas conclusio- corno a la intervención e1..'tranjera.
nes. Estos c...rímenes no fueron masivos·. Los objetiv
os estaba n períec tamen te
elegidos y cu.ida dosam ente identificad0s. No obstan
te, su impac to no debe ser ;f
medid o sola..'Tlente por la ca.Dtidad, sino por el sufrim
iento que imligf an a las 1
famili as de las víctim as y por el miedo que provo caban
en
Puede supon erse que Rosas calcui aba el momo de terror toda la población. !
duc.ir resnltados en círculos más amplios alrede dor neceso.rio para pro-
de la víctima. Si alguna •
1
vez gobernó un régim en basándose en el principio del
actuab a según el convencimiento miedo, fue éste, Rosas ·.IJ
-a la maner a de Hobbe s--de que el miedo
es lo único que impul sa al hombr e a cumplir las leyes.
En términos políticos,
sus métodos daban resulta do. El t&ror ayudó a mante
ner a Rosas en el poder
y al pueblo en orden durant e unos veinte años; lo hizo
junto con otros factores
en,tre 1829-32 y entre 1835-38~ como principal instrum
ento-de gobíerno en 1839-
42, y como amena za latente desde 1843 hasta 1852.
En este sentido, el terror ·I!
sirvió para se propósito: ¿Pero quién e:ra el princi pal
terror ista?
Rosas fue el respon sable del terror : lo afirma n los
contemporáneos y es-
tán de acuerd o los historiadores. Como observó
Mami lla: "que Rosas manda - i
ra degoll ar o que consin tiera que se degoll ara, nos es
ejerce r su poder para detene r los asesinatos, aun indife rente; "si él omitía }.,·
por medio del miedo, seguía
siendo él el respon sable, 117 Pero su función era más
positiva. Según sus
funcionarios, él daba las órdenes. Felipe Arana ,
minist ro de Rosas y go-
bemad or sustitu to duran te el terror de 184()-42, rechaz
aba toda r.esnorlsabilí- i
dad por las decisiones de esa época: "Rosa s desde Santos
órdene s con absolu ta presci ndenc ia del declar ante, Lugar es librab a sus .•,·
sin duda . o por la Policía
para la ejecución de aquellos asesinatos, o por los mismo
jefo de policía, Berna rdo Victorica, tambié n negó s ejecut ores" .118 El ¡
respon
obligación-de invest igar. La razón que invocó fue que sabilid ad y ninguna ·¡
él sabia "de todos esos ¡
crfme nes era sabed ora la prime ra autori dad y fue confir
cióu, por cuanto el Gobierno no la hizo al declar ante mado en esa convic- f
ningun a preven ción", t
hasta el decreto que detenía el terror, oporturúdad en
que fue acusado por falta !
de vigilancia. Sin duda, los testimonios de esta e.las e
eran sospec hosos, ya que i:
todos ellos estaba n tratan do de salvar sus propios pellejo
s durant e el juicio de
Rosas . Difícilmente podría aplica rse esto a Cuitiño,
sin embar go, dado que no
se mostró arrepe ntido y se p:repa:ró pa:ra caer luchan
do.
corte "que la orden de degol1ar al Ccronel D. Franc isco Cuiti..110 declaró a la
Linch, a D. Isidro Oli-
den, Messon, etc. la recibió Parra delmís mo Gober
nador Rosas., verbal men-
te", y Parra con posterioridad, informó direct ament
ea
gobierno. Y Cuit.ffio, en su p:roPia prisión, había matad Rosas en la casa de
oa
algunos detenidos, por orden del gobierno.119 El testim tiros y degollado a
onio probab lemen te
era cierto.
De una u otra forma , Rosas obtuvo obediencia incond
icional. Destruyó la

232
233
1
.j' :rnaies muertos. " 1 '.El_mismo Woodbine Parish, que trabajó duro por los intere-
ses británicos, describió a la Argentina como un "lugar desagradable y desa~
hentador", aunque su mentalidad investígadora y sus :instintos eruditos supe-
Jraron su repugnancia inicial.Éste era otro mundo, otra cultura. El viaje des-
}de Ingfaterra era largo y decisivo, en barco devela o de vapor, y llevaba a una
j vida primitiva, solitaria y tediosa. Ir a la .4.rgentina exigía un espíritu de em-
-J presa, aventura y hasta de excentricidad, y las motivaciones tal vez no era..r1
i enteramente comercíales. Una vez allf, los iI1migrantes auedaban a merced
f de las autoridades locales. Lejos de pi3.rticipar en un plan del Imperio, los bri-
Í tá.tíicos en la Argentina eran objeto mayormente de indiferencia por parte de
¡ su propio gobierno, o de una protección contumaz que les hacía más daño que
La Penetrante Albión
f bien. En su momento, Rosas no los molestó, y fue precisamente en esos aii.os
! que ellos se e¡,;tablecieron pacíficamente y echaron raíces.
Í La importancia de los británicos no residía en su cantidad. En 1810, la co-
, lonia británica en Bueno_s Aíres estaba formada por unas ciento veinticuatro
l. personas. Desde los primeros tiempos del siglo diecinueve se asentaron-en los
Rosas encontraba br t ! distritos rurales, como pro'pietarios, vaqueros y peones. Unos pocos habían
ellos, admJtía mmigr~~icos en todas partes Su reg:unen comerciaba ,...0 J llegado en la época de las invasiones ínglesas o aun antes, pero no fue hasta
nd
la Casa de Gobierno co;ves !~e ia tierras a colonos de esa nacionalidad E~! 1824 y 1825 que arribaron en cantidad. Con el estímulo-de Rivadavia, se orga-
cerca ae sus estanc•as e:,')~ª con 5 us d.iplomaticos, enla pampa cabalgab 1 nizaron en Gran B~etaña diversos planes de inmigración y colonización, tales
ques mercantes en ; 1 'y aes e 8tis Jardin_:s de Palermo observaba,,_ sus bu~ t coill:o el de la Asociación Beaumont y el de afincamiento financiado-por John
cmdad podía conducrr~ Y,ª ve{es, SUS canoneros Pero esa nnpresion de ubi- ! Pansh Robertson. Si bien no tuvieron éxito en sus propósitos comerciales,
¡
bricames brxtamcos d e~or ª Argentina depena.ía en gran parte de los f ~ di~r?n. por resultado la introducción de importantes cantidades de colonos
pero aun no necesitab e_su r~sporte manbmo, de los mercados britamcoa , britamcos que se quedaron luego con una u otra ocupación. Hacia 1824. según
mcOs, formulab~ su<: :r no po .1a emplearlos-el cap1tal y la tecnologia bnt:~ : Woodbine Parish, había cerc_a de tres mil. De los mil trescientos cincuenta y
más estuvoenduªda A oprns tecrswnes económ1cas y su mdependencia _ f cinco súbditos británicos registrados en el consulado en enero de 1825, ciento
!
g:¡.men. tampoco era 1si,,.co~o 0~ bntamcos no constittuan un pilar oara el Ja_ cuarenta y seis eran .comercíantes; sesenta y siete, empleados; noventa y
s10nes políticas ei 0 : ; /,...~H~~n un satélite de Gran. Bretaña frente" a las P~=- t rres, tenderos; veinte granjeros, yun gran número de obreros y artesanos. En
J.1
llla de sut>sJst~nci2. Lfsº r evamar sus defensas y reducirse a una eco~o- ¡ l~s pocos años siguientes, !:s británicos aumentaron su número en varios
construyeronsobr 1 , de ac10nes entre Gran Bretaña y la Argentm cientos. Una gran proporc10n de ellos eran escoceses y se desempeñaban
mteresaoan mas a eR~ oase econveruencia comercial yventa:7as mutu~s ª ,se como tenderos y trabajadores de toda clase, que originalmente pertenecieron
t10n de diferencia e~t sas queª Palmerston se deb1a Slmplemente a
La)-..rge.ntma est:~au.!:~otenc1a mu~d1al v una nacwn en desarrollo es
un: cJ s~ a las asociaciones agrícolas y de minería. En 1831 había unos quince o veinte
mil extranjeros en Buenos Aires y su provincia, en una población total de cien-
genes del comercw mte J leJ,os de la Olplomacia europea. y soore las~ to.cuarenta mil aproximadamente. Una tercera parte de los extranjeros eran
to a los vrsrtantes bnta rnacwnat Nis1qu1eraresultaba atracnva de mme/r- británicos, otra tercera, franceses; delos británicos, cuatro mil sesenta y cin-
El refmaao Lord Pon~~º; va glll10s de ellos Ja rechazaban abiertam
1828. que llego a Buen -~ ) ' illll1lS!~o plerupotenciarro desde 1826 hen:
t- co estaban registrados en el consulado, y se apreciaba que habrfa por lo me~
nos mil sin regístrar. 2 Para 1850, los franceses habían crecido a veinte mil en
tes. tuvo una desag..a~:bl es acompanaoo por un secretar10 vnueve sirv~! a Buenos Aires y suburbios, la mayor parte de ellos eran mecánicos y artesa-
verdaderamente deisus e conmocwn ante lo que v10 y nu~ca se recu n- nos, en la ciudad y alrededor de ella; había además muchos italianos quetra-
vezhayan v1sto un pars t pr~mrras lmpreslones "No existen OJos que al.;ero ! bajaban en transporte fluvial. En 1865, los británicos en la Argentina suma-
pos1b11idades parahabla~nd e t~able como Buenos Ayres, No confiare e;_:1ª !f ban treinta y dos mil, de los cuales veíntiocho mil eran irlandeses, la mayoría
to por un Jugar como lo sieit~ ~ 0 recuerdo haber sentido antes tanto disgu_: de ellos ocupados en la c~ianza de ovejas. En sus e~critos de 1840, Willia1:1
p1enso que-puedo pasar a , podr, eSt e. pero Sl):sprro profundamente cuandO ! MacCann pensaba que los mgleses y escoceses nohabian aumentado en_canti-
QW ~ a t·1erra de fango y pútridos ani- ,J
- - mis 1a.:c:..,,._ en- "'St dades s1gn.1i.
· 'fica~rvas
•· desde 1a aecaaa
· · · de 1820. Los i:riar.,aeses,
·' · en camb10, ha-

234 ,i 235

i
bian llega do en may or núm ero desd
otro s dire ctam ente desd e su tierr

com ercia les, y en las calid ades que


súbd itos britá nico s son pref erid os",
e ento nces , algu nos vfa Esta dos Unid
a nata l, anro xim adam ente unos tl'es
total, y la may or part e de e1Jos solte
ros. ~
Lo que falta ba en cant idad a los ingle
ses lo-suplían en capí tal y recu rsos
podían espe rars e de los pioneros.
os, l
mil en
:

;'Los .,
'
l gentEle loca l. ¿Ha
l dad arge ntin a? ¿sta
1fami
.,
lado opue sto de 1a emp ~;sa britá
~u~ pu~to e.~~ on
lias loca les y se commliero~ en :~
t glés que
nos'? Es dificil deC1.rlo. En os pru;11er,..
nica era su evid ente frial
r
- los britá nico s a inte grar sedad hacia.lá.
en la soc1e-
n e1 país , tom aron espo sa entrela_s

g;;:r:r~ ex~epciosim.nalpiemencoententraargentl-
Cuanao ~e _1?-entmcaro~ co cr,,,ntrnos
o
r un in-
se casar~·'--,. ou. ., un"
escr ibió Mac Cann , "no sola men te , ,
arcre-.,_,.,..,., 1em ch:::i .:iifirult.adpara aore nder
auto rida des sí.no tamb ién por la gran por las anm
deses, por muc has razo nes, son part
mas a de 1a pobl ació n nativ a; y los
.irlan
icularmente acep tabl es.'' Los hom bres- .
i "'.daespa,,..rio
.,1
ria
.ª w,".""'ª·
to
u
_
-
- t , - firm es en el aoego a
1-W..!.- -

iloL espe cialm ente las muJ eres , y eran muv lentos para adap tarse a 1a
• "

de negocios britá nico s llega ron a Algunos sus


form ar part e i...'1fluyente de la clase V1 ~ : . . senc ,
illam ente se man ema n ~ L.;.;- ~,_.
Pantes con los argen.J.Uv" · ";\-i,., ..an dosd e
s_ariai, "sus hono rabl es principios empre- Í p•opias cosnm10 res. Otro s eran -'-
e intel igen tes opiniones eran ÍJ)_c "· " ,._. a~o, :, . . .u..:.
. 'dad "'na rece n esne rar que ...,
para quienes apre ciab an el valo r entivos arrib a a los 1?-ª~1 vo~ c.on ~.re~-a.u
t-,1~ ~'-- ,:¡~ super1or1
, , 1:'
estos, con aaec ua~a n~i l~ad , l_eva"'"_u"'" 'ª vista haci a· ellos. "s Otros grup os,
de una pers onal idad de alto nivel u c:.u -
merc io, y una salu dabl e contenci para el co- fl
MacCann.:i
ón para sus com petid ores ", com
o observó j integ rado s por pobr es lll1Illgran,tes nten i es
escoces. . ,
ingl eses , gale ses e ir1andeses,
. uaci ónq uete nian enes os
Los com erci ante s britá nico s iban
qúe para enco ntra r nuev as salid as
a la Arge ntina para hace r fortu na,
más
j conscientes de s:1s orígene~ :de1 ::I?:°ªf;:;;;;:~ntrar ala soci edad loca l,
cia a man tene r trab ajan do insuficie
norm alme nte britá nico s yla may oría
a exce dent es de riqu eza: y tenía n
ntes capi tales . Sus fondos inici ales
tenden-
eran n
1 mom ento s, sufr1 an demas1~, as
como lo pres umí a Huds?n: Esto
pose íang rand eses tan: ias)' .pro ce
DlC ftar de sus -prosperidad (algu nos
s~:~ ""s~ e!.a yor parf ede las clas
es obre ra
de ellos emp ezab an como com ercia
gene rales , haci endo uso del créd ito ntes ~ v rnedia de su país , Y solo se rnteresaba. - íosa sunt os." t>És tose ran,
prov isto por firm as mer cant iles nhendsusenprdo!,a de sus hijos v dela
de Lon- ,,i ·
natu ralm en te,_ ¡os recié
dres , Live rpoo l y Man ches ter. Ven
dían
dad, con largos. créd itos y bajos inter artk ulos bara tos pero de buen a cali~ E ! tura s gene ra c1·on es
. n llecr
oe angl
(:, ados '· mue1.. o ep
o-argentinos. p er O aun la pr'""
i

'era gene ració n, a



s fu-

2ºc~ ~b~'u:~
eses , a prec ios infe riore s que los . ., , .uu
cant es naci onal es y compitiendo
faer teme nte con los riva les extr anje
fabr i- 1 pesa r del f~8: t~ amb :ente disti ntiv as insti tucio
~:ns erVa r su lden tidad .
.
nes y cos-
bien obte nían beneficios, pare cería
Gran Bret aña, y el dren aje de capi
n habe r remi tido muy pocos capi
tal arge ntino en e~ta etap a ne fue de
ros. Si
tales a t tumb res bnta ruca s, J se P~ eo P
Aunque viví an muy s~pa rad~ s ;~
J 1 1
.
britá nico s se reum an en c1er-
.
imp orta ncia . 4 En real idad , los com
ercia ntes britá nico s usab an a men
may or tas ocas ione s, para prac ucar su --~ /e~ ~e~:pciDnes soci ales. Desd e la dé-
sus beneficios para prop orci onar iz;ci ones e-instituciones. En me-
créclitos e inve rtír capi tales en la Arge udo cada de 1820 desa rroll aron sus prop
1~~ ordgdaeniglesias En los tiempos
Se insta laro n en Ja econ omía loca ntina . ;; nos de ve~ · t - os tenía n va una canti de Wood-
les para expo rtaci ón y. en algunos
l, com pran do y prep aran do prod ucto
s loca~ ~
e an . - . . , , la..,a
c-omunidad · ~·
britá.i'"lica qna supe rf.1c1e · de
caso s, com pran do tierr as y desa rroll bine Pan s~, eLgob1e:-no o?se q:eª
esta ncia s. Cola bora ron tamb ién con ando t terre no ubic ada en 101 meJOr P
del~ cíud ad, para que se esta blec iera
el Esta do, Los cont rato s con el gobi una
para imp orta r part idas de ropa
s para el ejérc ito, sum inist ros mili
erno i .
igles ia angl ican a, - ores te hech
"P
. '
.d
o los res1 eme s hri•tánicos qued aban en deu-
otros artíc ulos , sum aban u.ria sign tares y ' ín.istro y cons ejero en esa opor tum-
ifica tiva part e de sus negocios. Simó da con el gene-.:-al Ros as y su ilu~tr'
reira , sobr ino de Ros as y hom bre n Pt- ~7d""o a~<'.flesia fue com plet ada med
que llegó a acum ular una cuan tiosa dad, el diíu nto don ~an uel Ga~c;ª·. iante ~us-
como cont ratis ta del gobierno, coloc fortu na cripc icne s de los res1dent.es br:t ~co , L~, ;na dona ción del gob le~o brit
ó algu nas de sus órde nes más impo s. ó el 6 de mar zo de 1831.ª Tam bíen ~co ;
tes en firm as expo rtad oras ~im port rtan - llevó once mese_s cons t:urr la J s~mau el
ador as britá nica s en los-.allos 1841 ~de l sueldo del clérigo. Los e-..scocese
cuando ~1 queb ró en 1844,fueron ellas -42, y gobierno brltá mco se hizo car~~ s
las que se hicieron carg o de sus asun e _par e <>r'-' lo~ meto dista s se hizo
Otros inrri.igrantes britá nico s se dedi caro tos. cons truy eron una igles ia preso~t~ri una ca-
pieta rios, dueñ os de esta ncia s de n al cam po, ya fuer a com o pro- a...'la, ~~~;;, ;sa~ b~ una de las igles
tres a vein te legu as cuadradas· con pilla angl o-am eric ana. ~os cat? l:co ias loca -
rresp ondi ente pobl acíó n pecu aria, su co- s::c erdo te irlan dés, que actu aba·
o como arre ndat ario s, que alqu ilaba les pero tenía n su pr?plO capeilan_ tam-
tierr as pero eran dueños de los aním n las bién com o funcionar10 de as1s~encia , ocial v aaen te de empleo. Will
ales . Este último gru.po esta ba form iam Mac -
prin cipa lmen te por esco cese s e irlan ado s ~ e-
dese s, que habí anlle gaci o a la Arge Cann lo conoció en una estancia:
como vaqu eros , p·astores, peones ntin a
y artes anos y, med iante su duro trab
quir iero n propied3.des, pres tigio y ajo, ad- En la e.asa de Mr. Haud y conoc.i"al "' ' 'o Mr. FahY, un
un lugar enla soci edad rura L Los R-"~ en~t as pasto rales ,sace rdote irland~_?atól~co
ros y agri cult ores britá nico s disfr
utab an de una cant idad de vent ajas
esta ncíe - s:-
:romano, que encontraba en
mos una agr.aaable velada. Mr. ~ u~a de_ :s~dis
ensa
y en cuya comparna pa»a -
ble aquí para sus comp~tnotas: n~
pecto a sus veci nns arge ntin os, ya con res~
al servicio mili tar y otra s exig enci
que eran inmu nes a los prés tamo s
forzosos, sólo cmnple afectuosamente con ~a.h~e
15
beres ntmsteriales sino que propo ¿cmna a su re
as del Esta do resis ta. baño todo el beneficío de su ex:penenc. nsejo en asuntos temporales.~
ia Y e.o

236
237
. L_?S británicos ten.ian _otra cantidad de instituciones eñ. Buenos Aires
mcll1:1an un cementerio protestante, de dieciséis mil metros cuadrados ~ q~€ via de aguas poco profundas pero rápidas, mejoró considerablemente en esos
esq~ma d~ la~ ~a1les Vict.o~ia y Paseo; la British Friendly Soéiety, un dis nen~ años. Alrededor de 1820 el río estaba toda vía sembrado de mástiles de naufra-
~f~~que 1 ~cillt~~a ~erv1c10s médicos y hospítalarios; las British Com"!:ier- gios, :muchos de ellos británicos, víctimas del peligroso pasaje. Antes d.e dos
cl b b º~':18.' dos 01 ~~otecas; Y, en los p_r:imeros años de la década de 1850 un décadas las condiciones habían-mejorado. Se levantaron faros, las partes de
deu ~1 ~meo,_ con ,·:.sal?nes de lectura, comedores y los habituales etcéte'ra.c: mayor riesgo se marcaron con boyas, y se dispuso de pilotos competentes que
j
St CiUO, en un esmo a1go más sencillo que los que se encuentran próximos;
H ·. _ames, ~~ro de todos modos muy confortables v con bueno.; hog"'"'AS "10
···•:·1 salían a la boca del río para conducir las naves en sus enrradas a Ivíontevideo o
Buenos Aires. AdemáS, se publicaron-en Londres algunas de las mejores-
rr:º~! t.:;11b1:~ escuelas británicas, que Horeciero; hasta 1844: e; C!;; Jo;de- cartas perfeccionadas y directivas de navegación. No obstante, el puerto en sí
~-- -L- ct,.,.~ gobierno empezaron a acosarlas con pruebas polfücas yréligiosas; .f mismo todavía estaba sin <lesarTollar, y se desconocían los dlques, dársenas y
muelles. Los pasajeros y'la carga debían ser desembarcados en lanchas y
Pr-oba)Jiemente uno de lo:, más gr-v · ; · ·nfl· ·
fue la emisión de un decreto segun·º ·1 es alper3u.c1os el1 rg1do~ por Ro~a_s a los e.xtranjeros
! barcazas en los canales exteriores, a diez o quince kilómetros de la costa, Y lue-
, policía. Medíante este act ef cu.· · susescu
t os de ,a · asqu-"nabansu¡e,asalºsr
.- . . _ ... v e gl_amen- ·¡· go, cerc.a de tierra, eran transferidos a carros de grandes rueda,;; tirados por
O
ciencia de instituciones ue du Iraruio, 1~ª1mt:n_te l.IlJUSto e unpolmco, anuló la eti- caballos. A comienzos de 1847, Rosas comenzó a construir la muralla un mue-
los comerciantes britárü1os en ~~:!1~~! ~~r:t~~!fe~~?oª·do l~ ª-~siodsa atención de
dados y una elevada suma de dinéro· institu' - a. -d.ª ian_aectica o_muchos cui-
: lle que, según su diseño, se extendería desde el fuerte hacia el norte cubriendo
rar-:- habrían beneficiado a las nue;as 0crene'r'aºcº,co'neºs~ede toeo.hosªb,erles perm1tBido prosp~- todo el largo de la ciudad; pero la verdadera modernización del puerto tuvo
ces.'• os pmses en uenos AJ. ' que aguardar varias décadas.
El comercio exterior de Buenos Aires fue afectado por dos bloqueos nava-
Las .e~cuel~s conti_nuaron funcionando, pero bajo la constante amenaz les durante el régimen de Rosas: el de los franceses (1838-40), y el de los britá-
de la p_ohcia. Mientras tanto, los extranjeros estaban poco disnueStos · a nicos y franceses (1845-4.7), pero logró sostenerse sobre la base de exportacio-
sus mnos a las escuelas arg f d , . ~ _ a enviar
nalesvp l't·, h , en mas, emdoaunamezclademotivoseducacio- nes pastorales e importaciones de bienes de consumo, La entrada a Buenos
los a E o I icosi Y ya . abran _:~menzado a practicar la costumbre de enviar- Aires de barcos extranjerosma¡stró un crecimiento constante aunque nada es-
ción s!ºPªbº a os Estados Umdos, lo 9ue obstaculizaba aun más la integra- pectacular, desde un proinedio anual de ciento siete naves extranjeras en la
ban de 1
ct:
er:: argo, apart: ~as escue1as, las institüciones británicas goza~ década de 1810, a doscientos ochenta y ocho en la de 1820; doscientos ochenta
argentin~~, ~~ner~sos .p~m~1p10s de liospit<:1lidad profesados por el goblerno en la de 1830; cuatrocientos cincuenta y dos en la de 1840 y seiscientos setenta
tenían libe;tad;:.~ fre~ v:n:
~~~ :;:;te~~a la pr~nsa loc<:-1, Y los británicos
bor~acharse Y acostar;e en las calles s~ en~::~::f:~t·onc:sta pu:den. em-
y cuatro en la de 1850, aumento de cierta significación. 14 La demanda de los
mercados británíco, europeo y norteamericano obtuvo respuesta de Bue-
nos Aires. En los primeros años que siguieron a la independencia hubo un in~
bro in_ipetuos~ de la socíedad de templanza. "12 . n algun m1em- tervalo en mateI'ia de comercio, ya qrie cayeron las exportaciones de metales
pl·a,Laas red_lac1onfes ent~e Gran Bretaña y las Provincias Unidas del o,~ .-i:e J~ preciosos y se elevaron }as importaciones de bienes de consumo. Hasta que s·e
que aron ormahzadas I t t d ¡· • .,,_~,.., u Gt produjo e1 crecimiento en la producción de ganadería y derivados, el exceso
Woodbine Parish v M e~ e r~ a .3º· irmad_o el 2 de febrero de 1825 por
de importaciones por sobi-e las exportaciones debió ser cubierto con el envío
.~~1a ~e ~c:nmercio ;ntr~~se~~;s:a~i:~;_; e~:i~~!.~~;~~ª~i~~i~t:~la~b;;~ al exterior de metálico, con la consiguiente escasez de efectivo en el país y

~~o~a máf~ft; ~:t::i:e~~~!~i~~~:~;0e~~~!~~~r:~:~~º~:~i~~~nJ:~


~~\~~!r~~i:;ep~:nmtes, ~omand~te.s de barcos, J otros deberí~ tener- la
d.e
emisiones cada vez mayores.de papel moneda. El medio de comercio interna-
cional eran las cartas de crédito extendidas sobre la plaza de Londres, y los
comerciantes británícos llegaron a dominar el mercado financiero de Buenos
aneJarsusprop1osasuntoseniasPr · · U . Aires. El eslabón esencial era el intercambio de textiles de Gran Bretaña con
1a tenían los.nativos deeHac: Tos súbdito b ... , . .,_ ov1_ncrns mdas como cueros de la Argentina, comercio que experimentó un moderado crecimiento
taddeconciencia" ensurelÍ~ón pod , s r1t:1costendnan '·perfectaliber-
riance e rar s ucultoencasasprivadas sólo í.hterrumpido durante los años de bloqueo.
u~fd:' :ee::¿
oensuspro ia ·g1' ; •• ...,'
Y las Prov~ci!; ar a sts muertos en sus propios cementerios. Desde 1822 hasta 1837, las exportaciones de Buenos Aires aumentaron de
abolición del tráfico de esclavoS. rome ian a cooperar con Gran Bretajia en la setecientas mil libras esterlinas a un millón; desde 1837 hasta 1851 se duplica~
ron en valor, alcarizando los dos millones de libras al afio. Los cueros forma-
d Buenos Aires ~ví~ .de! :_omercio exterior, sin embargo, la infraestruc' ban el grueso de estas exportaciones, a medida que se incorporaban a· la eco-
e su puerto era pnrmtiva. La navegación de entrada al Rio de la Plata.:: nomía más y más tierras para la ganadería. La exportacióii de cueros creció
desde un promedio anual de quinientas setenta y cuatro mil cuatrocientas se-

238
239
senta píezas en la década de 1810 a dos millones trescientas tres mil novecienJ
tasd i :z ~ ld ' mercado. Los artículos.de algodón su..maban la mitad de todas las exportacio-
a, e 1840; .J,. hacia 1850, la Argentina estaba-proveye ndo a Gran·;1 nes británicas al Río de la Plata; el resto incluía-manuf acturas de lana, seda y
Breta.··1a de mas del vemtepor ciento de sus imoortaciones de cueros. En 1837 .:
el-último año de comercio normal antes del bloqueo francés los cueros sümifi~ ; lino, quincallería y cuchillería, ferreterfa, loza y porcelana, vidrio Y carbón.
No obstante, ni el mercado ni el comercio deben exagerarse- "Lentos ré-
caban ~l sesenta Y cuatro con dos décimas por cíento del v~loi- total de 1:s ex-- -
ditos. comunicacione s uobres, elevadas tarifas y comisiones/' eran todos fac-
portac1ones ~esde Buenos Aires; en 1851, el último año del gobierno de Rosas,
tores' que hacían dudar~ a un comerciante ant~s de.1I1ve:1IT su _capital en ne~o-
alc ar.zaban e1_sesent~ y ?uatro con nueve décimos por ciento. Los productos .·I cios con América La tiria, como seha observaao acertad.amente. 18 El valor ctel
1
de ia ganad~na contnburan con el setenta y seis con un décimo por ciento de
comercio británico ·con la Argentina no se e.levó espectacularm ente en la pri-
las exp.ortac1ones de Buenos Aires en 1337, y setenta y ocho oor ciento en 1851. :E
mera mitad del siglo diecinueve. El promedio anual de exportaciones en el :0e-
Las exportaciones de lana hacia los Estados Unidos y Gran Bretaña aumenta-
ron de un promedio anual de dos mil trescientas nueve toneladas enla década · rícdc 1822-25 se hallaba entre setecientas y cchocientas mil libras esterlinas.
de 1830, a seis mil setecientas cincuenta y dos toneladas en la de 1840. Se ex-
En 1850 el valor de las exoortaciones británicas a la Argentina sólo estaba en
portaba carne salada a las economías de esclavos de Brasil y de Cuba, aumen- el orde; de las novecient~s mil libras. En el intermedio, el comercio sufrfo di-
tando los montos de un prom_edio anual de mil ochenta y dos toneladas en la versas vicisitudes, no todas causadas por la Argentina.
déc.ada de 1810 a vein~trés mil doscientas tres en 1a de 1840.15 Mientras tanto.
las 1mportac10nes hacia Buenos Aires crecían de 1.m total de un millón v mediÜ Entre 1845 v 1847. ]os británicos, en cierto sentido, se bloquearon a ellos
de libras esterlinas en 1825, a dos millones cien mil libras en 1850, y co"mpren- mismos. Esto f;e uná aberración temporaria. El principal fracaso en el pro-
dían fundamentalm ente bienes manufacturado s. pósito de mantener su porción de la expansión comercial se debió, en parte, a la

¡
perdida de un temprano monopolio cuando los otros competían por un lugar;
. L~s armadores británícos lideraron la carrera hacia el Rio de la Plata
a:spue~ de la Ind~pendencia y, en la década de 1810, llevaban el sesenta por
1 sin embargo. hasta 1837, el valor del comercio británico al Río de la Plata su-
ciento ael co1nerc10 que entraba y salía de Buenos Aires. Este liderazgo sufría peraba a la sÚma del que reali~aban todos los otros paises extra_njeros junto~;
y aún en 1850 no estaba muy lejos de ello.19 Pero mientras tanto _el comerc:o
?ªt':-1'al1:1ente los ~mbates de la competencia de otras naciones mercantes, y :.•
británico estaba perdiendo su saldo favorable, ya que su mercado consmrua

¡
nac1a mitad del siglo, el transporte marítimo britáJlico hacia Buenos Aires
era el ~v~ti~in_c.?, por ciento del total. La mayor parte del comercio iba a Gran mayor cantidad de materias primas argentinas y, hacia mitad del-siglo, la Ar-
Bretana \vemtiaos con ocho-décimos por ciento del tonelaje entre 1849--51) v a· gentina estaba cerca de conseguir un b~lance comercial. 20 . • __ .
los Estad?s Uní.dos (ve~tiuno con seis décimos por ciento), pero un treint; y En 1818 había en Buenos Aires cincuenta y cinco firmas comerc1a1es bri-
tres por ciento iba hacia países no industriales Cuba. Brasil Italia y Espa- tánicas, pero una década más tarde el número h~bía deseen~ido. ~ª. ~~ 21
Ila.1s , , Blondel de 1829 enumeraba para Buenos Aires tremta y ocho firmas ontaru-
cas, que sumaban un treinta y tres por ciento de todas las casas; los otros. esta-
. Los británicos dominaron el comercio en el Río de la Plata durante la's dos l
blecimientos británícos comorendían dieciocho comercios de comestibles,
prlilleras décadas después de la Independencia , y tenían a su favor la balanza f
comerc~, debiendo la Argentina equilibrar la diferencia enviando metálico cuatro hoteles, nueve ebanister:ías, tres tapicerías, tres b errerías Yotros cin-
al e~enor. La ~l~ve del éxito británico se apoyaba én productos apropiados a cuenta minoristas, artesanos y profesionales. 22 . •
Muchas de las casas británicas fueron eliminadas por el bloqueo Yliqw-
precios comp~titivos, y es? les dio el control masivo del mercado, especial-
dación como también por la competencía de otras naciones y de empresarios
mente en textiles de algodon. Woodbine Parish desde el consulado británico
observó esa situación: ' '
nativod; en 1845, todavía sv.ntaban. treü1ta y siete, aunqw~ sólo significaba.ll e..ri~
ton ces un veintitrés por ciento del total. 23 El comercio francés al Río de la Pla-
~ora se han conv~tido e11 ar:iculos de prU?era necesidad para las clases bajas de A.mé- ta era el que seguía en importancia al bri_tánico; aun:i-entó rn~ ~e cuatro.ve-
nca del ?ur._ E~ toa as p~es, e~ galJ.cho se ,:1ste con ellas. Si se toma su equipo completo y ces entre 1825 v 1850, de ciento diez mil libras esterlmas a qmmentas mil, Y
s~ exa1Yl1:11a t?ªº lo que ti~ne ... ,:,9ue hay afü.---excepto Jo de cuero-- que no-sea br.itánico? consistía en sedas, lanas, algodón y vinos. La inmigración francesa, particu-
S1 su m?-Jer ti~ne un vestido ... d1~z a uno que es de .Manc,h_ester. El asador donde prepara larmente de las provincias vascas, ayudó a aumentar la población_ artesanal
su c?m1da, los platos ~omunes ae donde come, s_u cuchilto, espueias, freno. v el poncho
que 10 cubre ... todo es 1mportado de Inglaterra_ 1, ~ de Buenos Aires y, además, a estimular la demanda de productos rr.an~eses.
E1 comercio delos Estados Unidos al Río de la Plata, uno de cuyos prmc1pales
artículos era la harina -para ufla economía dominada por la ganadería- s~-
. ~ada.:t.apa dela expansión fabril, cada mejora enla maquinaria, cada
fría normalmente un déficit en la balanza comercial; en 1849-50 el promed10
d1smmuc10n de los costos de producción, consolídaba el dominio británico del
anual de exportaciones fue de novecíentos dieciséis mil ciento dieciocho dóla-

240
241
1
res; las impor tacion es, dos millon es ciento ochen dedíca ron direct ame'n te a la agricu ltura como
ta y un mil ochocientos cin- inmig rantes pobre s Y se abri:-
cuent a y dos dólare s. 24Quien esquíe ra que fueren ron camin o hacis. arriba .
, los comer ciante s extran je-
ros se dedic aban casi exclus ivame nte al comer
cio al-por mayor , en expor ta-
ciones e impor tacion es, al que sin duda domin
aban. El comer cio minor ista en
el puerto y en la provin cia, en cambi o, era del
domin io de los propío s arge_riti-
nos, como lo e:ra tambi én la prepa ración de los
produ ctos locales para expor -
tación.25 Se encon traba a los criollos en la naveg TABL A lo
ación coster a y fluvial, en el
comer cio de transp orte de carga s desde el interi Prom edio de expor tacion es anual es desde Bueno
or, en eJ acopio de ganad o y s Aires
produ ctos pasto rales de las estanc ias y su entreg 1810-1B55
a a Bueno s Aires, en la pro-
piedad de. los salade ros y depósitos. \produ ctos seleccion::idos:,
Si bien la ímpor tación de artícu los extran jeros
era consid erable y había 1830S 1840s 1350s
cierta impor tación de mano de obra extran jera, 1810S 1820S
era todav ía mínim a la entra-
da de capíta les del exteri or y, en ese períod o,
la expor tación de beneficios no Cuero s vacun os, Nº 574.460 624.101 798.564 2.303.910 1-762.356
tenía trasce ndenc ia. El régim en unitar io de la
décad a de 1820 había intent ado Cueró s caball o, Nº 144.898 206.889 31.903 163.022 158.220
atraer invers iones extran jeras en miner ía y
otros sector es de la econo mía, Carne salada , Tons 1.082 1.548 10.846 23.203 20.955
pero los result ados fueron magro s. En 1824, la
Casa Barin g dio al gobier no un ./,ebo, Tons 1.420 416 2.278 10.462 8.516
présta mo de un millón de libras sobre títulos argen
tinos; este dinero no fue in- Lana, Tons 163 277 2.309 6.752 ll.091
vertid o en crecim iento económico sino en la guerr
a con el Brasil . La pequeflez
de los exced entes de expor tación , la renue ncia
ingres os o la propie dad, y los fuerte s gastos en
del gobierno para grava r los ·---- ----
la guerra , se combi naron para -
Fuente s: Humpreys, _Consu R ~ . woodbine Parish , Buenos A.yres: Jonath an C_.
dejar al gobier no muy poco marge n financ iero, lar . epor,s, _ Traditional Marke ting Svstem : Bueno s A1-
Rosas trató de equili brar las Brown. "Dvnam1cs and A.uron omy or a
cifras media nte el ingres o de la aduan a y reduc res, 1aio-1i60".HAHR, 56 "
iendo gastos no millta rés, y los (1976).
agente s extran jeros de crédit o no estab~ n en alta
priori dad.-" El hecho de que
Rosas no haya cambi ado nunca su polític a financ
iera para satisf acer los re-
clamos· de los acreed ores extran jeros se debe
en parte a la falta de dispos ición'
del gobier no britán ico a aplica r presio nes en benefi
Las carga s anual es deriva das del crédit o eran cio 1de los bondholders. " 2S
de sesent a y cinco mil li- TABL A 17
bras. Los pagos estaba n atrasa dos desde 1828; Impor tacion es argen tinas en 1825 por país de
Bueno s Aires no tenia ingres os orig en·- ----· -
para la renov ación y el gobíerno britán ico no
presio naba, dejand o que los
bond,1wlder s se las arreg laran a través de País Pesas fuerte s
En diciem bre de 1831, Manuel Moreno, minislatroagenc ia de los Barin g.
argent ino en Londr es,
recibi ó a una repres entaci ón de veínte bonol Gran Breta ña 4.000.000 51,11
eros, como los llama ba Rosas ,
que él dirigió a Bueno s Aires, pero no había dinero Franc ia 550.000 7,03
sobr-ante. 27 En 1842, par-a
mejor ar las relaci ones con Gran Breta ña, Rosas NortE :deEu ropa 425,000 5.43
demos tró voluntad Dara-r-e~
novar los servic ios de la deuda , y Franc is Gibra ltar, Españ a y Medit erráne o 575.000 7 ,35
Falco nnet, agent.e de los ·.Baring.
viajó a Buenos Aires para efectu ar las negoc Estad os Unidos 900.000 11.50
iacion es. E1 result ado fue que
Buenos Aires se comp romet ió a pagar a Barin Brasil 950.000 12,14
g mil libras mensu ales a partir
de mayo de 1844.28 Pero los pagos se suspe ndiero Haba na y otros países 425.00(\ 5A3
n en 1845 y no volvieron a
efectu arse h,asta 1849. Total 7.825.000 99.99
Los britán icos iban a la Argen tina como comer
ciante s y se queda ban Fuente : Woodbine Pari.sl1, Bueno s A.yres.
como terrat enien tes. Algunos ingles es consid
eraron una buena invers ión po-
ner sus benefi cios comer ciales en establ ecími
entos ganad eros o de cría de
ovejas . Otros orlent aron sus capita les a la tierra
y el ganad o cualldo el comer -
cio quedó interr umpid o por los bloqu eos o deprim
id.o por la· guerra . 29 Otrós se

242 243.
- .1r
•.-. . -
,:_~
TABL". 18 ; No muy lejos, sobre las márgenes del Río Salado, había otro estableci-
Valor declarado-de las export3.ciones britá.."licas miento ovejero que pertenecía a un irlandés llegado poco ~ntes al país, Mr.
al Río de 1a Plata. 1831-50 Murray. E;,;ta zona, en la vecindad de Chascomús, fue colomzada por una can-
tidad de inmigrantes brit&nicos, especialmente irlandes~s del ~andado ~e
1831 .f:. 339.870 1841 t 989,362 Westmeath, todos ellos empleados en establecimient os oveJel:'?s ! Ja ma;,ona
1832 660.152 1842 969.791 dueños, únicos o en sociedad, de 1os rebaños. MacCann conoc10,~1gunos rrl~11:
1833 515.362 1843 700.416 deses que se hallaban cavando una zanja en la región de TanOlJ y descu~rio
1834 831.564 1844 784..564 que ese tipo de trabajo era el más benefic1oso de todos: los hombres '?an~oan
1835 658.525 1845 592..279 diez O doce chelines p◊r dia, con abtn:idancia de carne vaC'.:ma, loqt!.e \es aaba
1836 697 .3:{4 1846 187-481 la posibili_dad de ah?rrar hasta cu:;,enta_~h~~ine,~~p~r~:e~_,_an_:. "La raz~n"~o:
1837 696.104 1847 490.504 la querec1ben salanos tan enorme~ , esci1b10 Ma,_,Carn,, es 'l.ue son poc_ow •?W
1838 680.345 1848 605.953 de su clase que llegan tan lejos hacia el sur, y los na_üvos nunca e1:1punara~
1839 710.524 1849 1.399.575 una pala; por lo tanto, estos indívid':o~ que,tr~~a~an tan ~uro, c.~~s~gm;~ casi
1340 614.047 1850 909,280 todo lo que piden." Un informe del nnmstro ontaruco c.onurmaba .. sta aJ.Irma-
Fuente: Woodbü1e Parish, Buenos Ayres, 369. ción:
El c6sto de la mano d,:. obra de todo tipo es exc."esivo, y existe una P.articula:r: i:iemanda por
esa clase de trabajo oue el irlandés es particularmente apto parn ctesempe:1ar; L!O:I1º ~er-
car, cavar y otros trabajos agrícolas. cuidado de gana~o vacuno Y oymc, Y~ 3:~~o ~eren-~-
ños de uno a otro distrii.o. Muchos propietarios me han inform;;idosoDre su aec1s10n o e reali-
\Villiam MacCann visitó una cantidad de estancias británicas durante su zar convenios para recibir cualoUier cantidad de inmigrantes irlan<le,~es Yemplearl_os en
viaje a través de-- las pampas en 1847. A unos veinticinco kilómetros de Buenos forma permanente a oartír del día de su llegadc., a cuatro iibras e~tenm.ªS,?ºr mes, man-
Aires, hacia el sur, visitó la estancia deMr. Clark, quien tenia una buena casa, teniéndolos al mismo· tiempo, además de contribmr a los gastos cte via.1e.--·
Construida segú.n las pautas inglesas de comodidades, y una flo_reciente gran-
ja bien-poblada Con vacunos, ovejas y caballos, completament e cercada y di-
vidida en corrales y prados. El propietario desarrollaba tareas agrícolas y de
De ser cierto este informe, Gerva?i~ Rosas, her::nano del gobe:nador:2
bia declarado su disposición para recibir y dar empleo permanen,.e a m11 .._.a
~ª:
pastoreo y producía tanto para el mercado consumidor de Buenos Aires como
para exportación. Sus trabajadores eran principalmente irlandeses; los em~ bezas de familia. _ .
Los irlandeses eran muy apreciados como pastores de o:7eJa~,. en p~r~e
pleaba para cavar y cercar y les pagaba tres libras por mes, casa y comida. 30
porque trabajaban duro, y en parte porque"es:aban exceptu~cto~ aeJ serv1~~0
Más hacia el sur, Mr. Taylor tenía una estancia en Magdalena, en una.zona en
milítar: v, como socios, loS criollos los pr~renan v0rquetrman 1a prote:c10:3-
la que.la tierra se vendía a sesenta mil pesos lalegua,cuadra da, es decír, amll
emerge'u'te del tratado. La mayor parte de los-irlandeses llegaba,.¡ como mm1-
libras esterlinas las dos mil quinientas hectáreas (seis mil acres), o tres cheli- grantes pobres: probablemente los recibía en el puerto el padre -~nthony
nes con cuatro peniques por acre (cuatro mil metros cuadrados). A ocho kiló-
F'ahy. quien los enviaba a trabajar como pastores para sus ~ompatnotas Y~
metros'ci.e Chascomús, 1\ir. Thwaítes tenía una gran est.."tncia queemp]eaba al-
estabÍecidos o uara otros empleadores aprobados. Los salanos eran buen?s,
rededor de setenta personas. Entre álamos y paraísos tenía una casa estilo in-
la mano de obi:a escasa, un trabajador podía ahorrar y compr~ s1:5 propias
glés construida con ladri1lo y paja, y en la que había una buena biblioteca, un
ovejas, y un rebaño podía duplícarse en un año. D~sde el punto ae vista del te:
piano fabricado en Londres, un alegre hogar, sirvientes irlandeses y un coci-
rratenient.e, el problema no era sólo encontrar s~no co~ser:,ar a los bu~nos
nero inglés. Muchas de estas estancias británicas eran esencialmente esta-
pastores. Comenzando como trabajadores a salan~, los mm1grantes eon ~m-
blecimientos de cría de ovejas, actividad que sus dueños consideraban más
bición nodían convertirse en aparceros, arrendatarios y, event:1almente, □u~­
acorde con ellos que la vida de gaucho de quienes se dedicaban al ganado va- ños de~la tierra v solamente-los haraganes o los borrachos iban quedanao
cuno. ThWaites era un ejemplo típíco de terrateniente progresista que había como peones. L~; pastores procuraban normalme9-t~ obtener un cont~ato de
dado los pasos necesari,os para mejc-rar sus rebaños: "Su rebaño de Sajonia,
que en 1841 sólo era de ciento cincuenta animales, aumentó en seis años a mil:
avarcería, mediante el cual proporcionaba n su trabaJO.Y parte del capita~ne-
c~sario, mientras que el dueño de las tie:rr_as ~o,níalas tlerras7 elrest? dei_ ~a~
principalment e como consecuencia del extraordinario cuidado con que man-
pital - al término del período, los pastores rec1b1an una parte ae la proctucci?:1·
tlene a las ovejas en galpón durante dos o tres días durante la parición."
Una ~ariante de este acuerdo consistía en que el pastor proveyera tamb1en

244 245
parte del rebano, con lo que, en cierto sentido, se transformaba en-Socio. Y de
- "gun·osobservadorespien-
- llos.~~
·g sdelosvaloreseinteresesdeloscno . . , ,. . ~ ;
ésta manera los irlandeses se establecieron y crecieron en el mundo de las
pampas, y algunos de ellos se unieron a la oligarquía terrateniente de la Ar-
gentina. ::~:~ºel régimen_ ahmentaba un;t:;~~~::~~~~rn:s:~~~~~::e
resenhm1_ento nac~a los mnugr:d~ . fomentandÓ un~ hostilidad que poste-
rr:n~~~o~:s
1

S1 bien se encontraban establecL.-níentos ovejeros en el sur de la provin- clases baJas Y en el campo, cr~~ Y,a élirev el prooio gobierno:Existia1a
cia, había aun más cerca de Buenos Aires; muchas estancias se convertían riormente sólo pudo ser cont~maa por "·1 ali3.dos-na!urales de los unitarios,
para la cría de ovejas después de ser adquiridas por británicos. Entre éstas se supos~ción ~e que lo_s_ext~a~Jer?s f.:":ne~~fan a fav~recer relaciones más es-
hallaba un importante establecimienio de propiedad de 11r. M. Handy, a cuyas doctrmas ~ollhca_Y e,~¡°~º1Y:--d t "Uva inclín;o,cirin i_rüelectual era mas
quien llamaban tambié:u Ivíike el Irlandés y el "Duque de Leinster", un gracio- trechas en los ?a:ses mas ª e;a1:ta. º~~;ar".a ; ;;~-nt;d are:entina de acuer"
1 1
so y próspero personaje dueño de una hermosa casa, que tenia ~sposa e hijos. europea que enolla, y q_uepre1e;?1an~ antes ,..i,, iOs a:ó.os de la-intervención an-
y un tutor privado para sus nit.ios, MacCann quedó impresionado: do con los modelos extranJeros, ~ A 1 "ºu"•s'as C"l'ticas los agentes fe-
Ha estado últimamente en el sur comprando ovejas, y allá. gradas a su habilidad y-un
°
¡rJo-franeesa, cuan eran
d de espe~a.,... as resp' . . . • Á ' "

, ,. ' 't"miemos nacionalistas v se incitaban


ooco de paciencia. obtuvo ocho mi1 a ¡dieciocho peniques por docena./ ... Realizó el viaje derales vivían ~mers~s en fu:~;e; sen ·~res de chauvinismo. PÓr ejemplo, el
de regreso, de unos trescíemos kiléimecros, con su comora. en treinta dias; durante el unos a otros hacia graaos cada.~~ 1:1ª~ sentantes_ el doctor Lahítte pro-
viaje Consumió y perdió en el camino menos de cien anirñaleS de ese enorme rebano. Tan 12 de noviembre de 1843, en 1~ S a !e _e~r:. "Decididos e inten:!sados por
pronto como engordó las ovejas en sus propios campos, mató alrededor de mü, vendió los testó vigorosamente_ contra .10s ex .. anJe o ·an-a siemnre sobr-e las armas,
Á

vellones a cinco chelines y tres ·peniques la docena, y con la carne alimentó una piara de . guerra siemore en camp , "
. , ~ ; d 1
Á

vernos siempre en ercio. de la industria y de las ar-


cerdos. Al mencionar este hecho a un numeroso grupo de europeos en el banquete de.Lord
Howden, en Buenos Aires. mis afirmaciones fueron recibidas con murmullos de escepti- para ser ellos los ex:lusrvos d~~nos d: ~,º~ Qué :áos importa", gritó Lorenzo
cismo; pero me ofrecí para acampanar a los incrédulos hasta los campos, donde el resto tes, han sembrado ~1em~re la iscor 1a. a nl~d~ de Eurona? Si no tenemos.si-
de las ovejas se hallaban en esos momentos pastando. Torr-es, un leal ros1sta, '·que no nos veng ,·. ºemos en" cabezas de vacas."
8 eu•arno<: nos sen ar ~ . ,
., ¡
d
llas de ma era en que ~
) 33Ene1debatedel20 emayo e
d"• d 1844 Torres denunció el "espmtu
, . , L d-,
También los escoceses se dedicaron al campo. A seís días de Buenos Ai-
res, MacCann llegó a un establecímiento de cria de ovejas de propiedad de
í,'--lp ausos. • . ~ b. habíanecrociado.-el prestamo ae on ! e~
del extranJensm~ del go ierno qu~a invecti;a contra los ingleses, aliados e
una familia escocesa, los Metbvin, donde las ovejas tenian lana particular- de 1824, y se lan_zo en ~na.prolonga d las flotas. territorios y cmdadanos
mente fina yla m3.yor partedelafuerzalaboral era británica. Otro escocés, el instigadores de :os umtanos, ~!f~~or~~o ey a~iliares de enemigos sitíados,
doctor Dick, poseía una estancia llamada Tres Bonetes, en el sector sur cie la 0
argentinos, queo~antadores e . 9aciones mas. han producido un odio pro-
provincia y cerca de la frontera índia; tenía dieciocho leguas cuadradas de 1
"lngleses son e~ fm lo que con 1:11 vi8J a 'Ui alno~breinglés, y hasta al de ex-
buena tierra, bien regada, veinticinco mil cabezas vacilllas, además de 01:e- fundo que se exnende a sus nac!o~abes qte ;os extranjeroS aozaban deprivile-
jas y unos tres mil caballos. "Pero por falta de arrieros, tanto los vacunos tranjeros tambien. "34 Otro"s sen~: ~icrac~onp,;: nacionale;, lo que.les otorga-
como los caballos tan salvajes que, cuando se venden, el costo de los sala- gios y ex~epciones enlo reter~n~- ~ ob;tlas- c~;~es n~ demostrabau la menor
rios para reunirlos y entregarlos al comprador, asciende al doce o quince por ba ventaJas sobre.~os_ argem_m_o~ ~ p ontra a.l cranado "unitario'', es.decir, el
ciento del costo." Finalmente, la comunidad británica tenia algunas mujeres gratitud. Hasta ex1~trn~ preJuicws e e~-xt~aniero para mejoramiento de
de-empresa. Mrs. Miller era propietaria de la estancia Los -Toldos, hacia la ganado bovino y ovmo m~po,rtado des~e e1 ·,-t'"J·a·s Se sospechó que ellos ha-
fronteia oeste dela provincia. Cercase hallaba la estancia de Mrs, Burns, una , ' cia 1as estancias un = · ~ º •
razasdi!-
b, para, segun
ndi·do se aeduran
la sarna ' te· 1a em·ctemia de 1845, ~v pronto se escucho
.. , , • el gn-
viuda inglesa que había adquirido una importante propiedad gracias a sus
~ ,, :,s El sentimiento antibr1tan1co ¡Ue
.I:

1an u .
ahorros y trabajo y la manejaba personalmente. Tenía una casa muy bien to: "mueran los, ex~anJeros s a rlr~osos ~ dip"uta do y alto funcionario del Mi-
construida y flanqueada por valiosas edificaciones auxiliares. Había emplea- epitomado por el docrni_:_11:an~e _goye 1 1 1 -

do illla maestra profesional para educar a su numerosa familia de hijos, sobri- nisterio de Relaciones .l:!,;Xtenores •
nos, sobrinas, y dependientes.
La presencia y el éxito delos e.1.'iranjeros no habrían despertado suscepti- . , , s] lejos: de'mirar el sistema colonial como con-
bilidades nacionalistas por sí mismos si sus gobiernos no hubieran practicado "Se observa que estas potencia_s Leuropea -rlu ~h--ciendose de territorios no solamente
cluido, tienen un g_ranoe e:n:ipeno P?r .s~te~~m:enÍ'.e en América. La Inglaterra no co:1-
simuitáneame..ryte políticas hostiles a la .t...rgentina. En su momento, Jos propa- en Asia y :.\frica Sl?O tamo1:3n mu;, Pª ~ rar la; Californias, y pretende las costas ae
gandistas rosistas mostraron tendencia a insultar a ]os "gringos", a incitar tema c_on 1as Malvinas, ha lnt~nt~a.o. c¡°';:1~1testamento de un indio salvaje en favor de la
sentimientos contrarios a la "gringada'' y a denunciar a los extraños como Mosqmtos, ei:i Guate:nala, hadc1en ,;ºe'a~tRio Orinoco de Venezuela."ºº
Reina Vic.tona, y quiere apo erarL •

246
24í
TABLA18 No muy lejos, sobre las márgenes del Río Salado, había otro estableci-
Valor declarado-de las exportaciones britá..'1icas miento ovejero que pertenecía a lll1 irlandés llegado poco antes al pais, Mr.
al Río de la Plata, ·1831-50 Murrav. Esta zona. en la vecindad de Chascomús, fue colomzadapor una can-
tidad de ínmigranies británicos, especialmente irlandes~s del ~ondado ~e
1831 f 339.870 1341 f 989.362 Westmeath. todos ellos empleados en establecimientos oveJeros Y 1amayona
1832 660.152 1842 969.791 dueños, úni;os o en sociedá:d, de los rebaños. MacCann conoció algunos i~lai::i-·
1833 515.362 1843 700.416 deses que se hallaban cavando una za..J.ja en la región de Tandil Y descu?no
1834 831.564 1844 784.564 que esé tipo de trabajo era el más beneficioso de todos; los hombres gan~o~n
1835 €58.525 1845 592.279 díez o doce chelines por dia, con ab11.t'1dancia de carne vacuna, l?.3ue les_ a.2oa
1836 697.334 1846 187.481 la posibilidad de ahorrar basta cuarenta chelines por semana. ·· La razon ~or
1837 696.104 1847 490.504 la que reciben salarios tan enormes", escribió MacCann, '·es que son poc_os 19s
1838 680.345 1848 605.953 de su clase que llegan tan lejos hacia ei sur, y los na_üvos nunca e1:1punara~
1839 710.524 1849 1.399.575 una pala; por lo tanto, estos individuos que trabajan tan duro, cons~gu::1 casi
1340 614.047 1850 909.280 todo lo que~piden." Un informe del ministro británico confirmaba esta anrma•
ción:
Fuenie: Woodbin_e Parish, Buenos Ayres, 369.
El cósto de la mano el.e obra de todo tipo es excesivo, y existe una ~articul3-: 'demanda por
esa clase de trabajo que el irlandés es' particularmente apto para ctesempenar: co1:Ilo ~er-
e.ar, cavar y otros trabajos agricoias. cuica?o de g.ana(:1oyacunoy ovmo,_y elay~~o~7r:?~-
ños de uno a otro distrito. Muchos propietanos menan m.tormadosobre su dec1S10n o e reali-
V-iilliam MacCann visító una cantidad de estancias británicas durante su zar convenios para recibir cualquier cantidad de inmigr~_~es irlande~es Yemplea:los en
viaje a través de las pampas en 1347. A unos veinticinco kilómetros de Buenos forma permanente a partir del dia de su llegad~, a cua~ro lloras e~ter!lf:ªS;,Pºr mes, man-
Aires, hacia el sur, visitó la estancia deMr. Clark, quien tenía una buena casa, teniéndolos al mismo tiempo, además de contr1bu1:r a Jos gastos de v1aJe.~ 1
cünstruida según las pautas inglesas de comodidades, y una flo..reciente gran-
ja bien-poblada Con vacunos, ovejas y caballos, completamente cercada y di- De ser cierto este informe, Gervasio Rosas, hermano del gobernado~, ha-
vidida en corrales y prados. EJ propietario desarrollaba tareas agrícolas y de bía declarado su disposición para recfüir y dar empleo permanente a mll ca-
pastoreo y producía tanto para el mercado consumidor de Buenos Aires como
para exportación. Sus trabajadores eran principalmente irlandeses; los em- bezas de familia. _ . ..
Los irlandeses eran muy apreciados como pastores cte oveJas., en p~r~e
ple.aba para cavar y cercar y les pagaba tres libras por mes, casa y comida. so
porque tr~bajaban duro, y _en p~te porque es!aban exce~:u~do~rde1 serv1c~o
Más hacia el sur, .Mr. 'I'aylor tenia una estancia en Magdalena, en una-zona en militar· v como socios. los criohos los prefenan porque ll aian 1a prote?c10~
la que la tierra se vendía aseseniami:l pesos la legua-cuadrada, es decir, a mil ;;;~rg~nÍ:.~ del tratado. La mayor parte d~ 1,0s ·irlw'1deses llegaban co~o mm1:
libra,s esterlinas las dos mil quinientas hectáreas (seis mil acres), o tres cheli- grantes pobres: probablemente los rec1bm en el puerto el padre -~-1_~0~)'
nes con cuatro peniques por acre (cuatro mil metros cuadrados). A ocho kiló- Fahy. quien los enviaba a trabajar como pastores para sus compatnotas ya
metros tle Chascomús, l\-1r. Thwaites tenía una gran estancia que empleaba al- estabÍecidos O para otros empleadores aprobados. Los salarios eran buen?s,
rededor de setenta personas. Entre álamos y paraísos tenia una casa estilo in- la mano de obra escasa, un trabajador podía ahorrar y comprar s1:1s_ propias
glés construida c.on ladrillo y paja, y en la que había una buena biblioteca, un ovejas, y un rebaño podía duplicarse en un ai'lo. D~sde el punto de v1st~ del te-
piano fabricado en Londres, un alegre hogar, sirvientes irlandeses y un cod- rrateniente, el problema no era sólo encontrar s~no co~ser~.rar a los buenos
nero 'inglés. Mue.has de estas estancias británicas eran esencialmente esta- pastores. Comenzando como trabajadores a salan~, los mrmgra1:tes c_on ~m-
blecimientos de cría de ovejas, actividad que sus dueños consideraban más bición podían convertirse en aparceros, arrendatarios y, event?a1mente, aue-
acorde con ellos que la vída de gaucho de quienes se dedicaban al ganado va- ños de la tierra, y solamente los haraganes o los borrachos iban quedando
cuno. Thi.vaites era un ejemplo típico de terrateniente progresista-que había como µeones. Los pastores procuraban norm.alme1:-t~ obtener un ,cont~ato de
dado los pasos necesarips para mejC'::-ar sus rebaños: "Su rebano de Sajonia, ,aparcería, mediante el cual proporcionaban su trabaJo_ y parte de1 cap1~al ne-
que en 1841 sólo era de ciento cincuenta animales, aumentó en seis años a mif: cesario, mientras que el dueflo de las tierras ponía las berras y el rest9 ctel_:a-
principalmente como consecuencia del extraordinario cuidado con que man- pita1; al térmiilodel período, los pastores recibían una parte de la produCCl?~·
tiene a Jas ove:Jas en galpón durante dos o tres dias durante la paridón." Una variante de este acuerdo consistía en que el pastor proveyera tamb1en

244 245
parte del rebañ o, con lo que, en ciert o
sentí do, se trans form aba en socio. Y de
esta manei-a- los irlan dese s se estab lecie enem igos d~1~ sval o;~~ :~~; ~:::/ :~~~
ron y crecíeron en el mund o de las ~r;~ ~~:~ !~~! ~~:: :-::d ;~:~ fi~~ i
pamp as, y algun os de ellos se unier on san que e1regrmen.a 1 . .
a la oliga rquía terra tenie nte de la Ar- . ,,xtr n·ero s esuecialmente entre
genti na. resenti_mi_ento hacia los mm1 granJ es las
Si bien se enco ntrab an estab lecim iento ~om~niand~ un3 hostilidad_que_poste-
clase s baJas__Y en el campo,_cn~;n o
cia. habí a aun más cerca de Buenos Aires s oveje ros en el sur de la provin- yt é]irev el propio gobie rno. E:x1stfala
;
para la cría de ovejas desp ués de ser adqu much as estan cias se conv ertía n
riorm ente S?lO pudo ser cont~mv.a por
suposición ~e que 1°,s.ex~a,,nJer~s ~~:~
t s , liJdo'-· natu rales de 1os unitarios,
halla ba un impo rtant e estab lecim iento
íridas por británicos. Entr e éstas se e~dí ~ a Í:vor ecer relac iones más es-
de prop iedad de Mr. M. Hand y, a cuya s doctr mas P.0 htrca _} "~º1:1~~:~";...,,
quien Ham aban tamb ién Mike el Irlan - -1..ac; an l"" r,<,,C,.t:,.c; rn-::.s a~e'.~ uo-~~ ·,..,ma inclin ación intel ectua l ~ra más
dés y el "Duq ue deLe inste r", un graci secu ~ ~.. 'an
w, ~~..: . '. d
euro pea que cr10l1a, Y que _vr ~re~: educ ar a la juven tud arge nuna e acue r-
-ww ~ ~ . w ~ w - ~ r
so y prósp ero perso naje dueño de una ílerm o- n ., -

osa casa , que tenía espo sa e hijos, •t-,,= ¡e-"~ d"'..., • "' - 5 de 1" intervencio.'n an-
y un tutor príva do par-a sus niños. MacC do con los mo del os ex ª .J~ Aun antes lOS-ai lO.
ann qued ó impr esion ado: 11 a ,
: v.:o.
1 s espu estas crític as. 1os agen tes re-
i -
ofo-francesa, cuando eran ae esp erar
Ha est.acio últím amen te en el su:r comp ·~ n~os nacio nalis ta,s v se incit aban
rando oveja s, y allá, graci as a su habili Óerales vivía n inme rs~s en f~ert es sen
poco de pacie ncia. obtuvo ocho mil a ¡dieci dad
ocho peniq ues por docena! ...Realizó el y un
re.d~ chauv.:inisdio, PÚr ejem plo, el
de regre so, de unos tresci entos kilóm viaje unos a otros hacia graao s cacta vez TI:ªk
oresesentantes el docto r Lahi tte pro-
etros,
viaje consu mió y perdió en el camino meno
pronto com:) engor dó las oveja~ en sus
con su comp ra, en treint a días; duran
s de cien anim ales de ese enorm e rebañ te el
propios camp os, mató alrededor de mil, o. Tan
12 de novi embr e de 1843, en l~ Sala
testó vi.a:orosamente contr a !OS exrr
;:n_ :~s· · "Dec idido s e inter esad os por
\'ellones a cinco chelines y tres peniq
ues la docena, y con la carne alime ntó vendió los
~ -
verno s siempr:e en guer~a, S1e:7 · en Jcamo. ana - 'empre sobre ]as arma s.
S.!
cerdos. Al menc ionar este hecho a un nume una piara de 1pr: del com€rcio'. de la indu stria y de las ar-,
Howden, en Buen os Aires, mis afirm acion roso grupo de europeos en el banqu ete deLo rd para ser ellos 10s ex:lusivos d~~no d.,
,, " . Qué rÍ.os impo rta''., gritó Lore nzo
cismo ; pero me ofrec í para acom pañar es fueron recib idas con murm ullos de escepti- tes. han semb rado ~iem pre 1a dlsco r,
a
de las oveja s se halla ban en esos ruom los incréd ulos hasta los camp os. donde el resto Tor:r-es, un leal ros1sta, que no nos s:ng
ia. ~da de Euro pa? Si no tenem os.sí -
emos pasta ndo. :e:ta remo s en cabe zas de vaca s."
]las de mad era en que se~tarnods,
Tam bién los escoc eses se dedic aron 33E eldebatectel2O emaos
(Ap1auso s )...
._
yoae 1844
rrorr es denu ncíó el "esp íritu
- · ,._
al camp o. A seis días de Buenos Ai- n ,,
res, MacC ann llegó a Un estab lecim del extranJensm~ · del gobierno que
. h b' neoo ciado elpré stam odeL ondr es
una fami lia esco cesa, los Meth vin, dond
iento de cría de oveja s de prop iedad
de ~ ~=cti;a contr a los ingle ses, aliad os e
e las oveja s tenía n lana parti cular - de 1824, y se lan:w en :1na prolo ngad :em
ment e fina y la m2yor parte de la fuerz d; las flotas. territ orios y ciuda dano s
a labor al era britá nica. Otro escoc és, insti gado res de los Ullltarios, ~~~1º
docto r Dick, pose ía una estan cia llam el s
argen tinos , quebrantadores e . ogue _auxiliarE!s de enem igos sitiad os.
ada Tres Bone tes, en el secto r sur de ? ye mas han prod ucido un odio pro-
prov incia y cerc a de la front era india la "Ingl eses son en fin lo que con ~ ~eJaC
; tenfa dieciocho legua s cuad rada s de lO~ \ iofiil irein glés y hasta al de ex-
buen a tierr a, bien regad a, veint icinc fund ? que se ex~ien~: as~s nac:o n , :t~~
o mil cabe zas vacu nas, adem ás de ove- i:~~ xtra njer os go~aban de priviJe-
jas y unos tres mil caba llos. "Per o tranJ erost a~b1 en. 4 Ob: os ~enalao bl(
por falta de arrie ros, tanto los vacu nos aciones nacio nales , lo que.les owrg a-
como los caba llos tan salva jes que, eios yexc epc1 ones enlor efe~ ~nte ao
cuan do se vend en, el costo de los sala- -- · gl ··es no o'amostraban ]a menor
rios para reun irlos y entre garlo s al comp - tmos
rado r, ascie nde al doce o quinc e por ba vent ajas sobre .los arge n . . . -v por t as CUi:U i ...,
ciento del costo ." Fina lmen te, la comu
de·em presa . .Mrs. Mille r era prop ietar
nidad britá níca terifa algun as muje res
ja de la estan cia Los Toldos, hacia la
grati tud, Hast a exi? ía? preJ~l~lO~ c~ne
gana do bovino Yovmo 1~por ta O es
:f 1 aana do "unit ario" , es decir , e1
:xtra njero para :mejoraffiiento de
. un~·,·,arr· as e.,, sospe chó que ellos ha-
front era oeste dela prov incia . Cerc a-se raza spar a,seg uns , e dec1a las estan c1as M

~ · "N
halla ba la estan cia de Mrs. Burn s, una ' ~ . . ., de , 1 . .
viúda ingle sa que había adqu irido una . di·¡ dido la sarn a duraf 1845 , •vpro ntose escu cboe _gn-
ahor ros y traba jo y la mane jaba perso
impo rtant e prop iedad graci as a sus b1an un . üe• 1a en-m ~
erma
,, 35 El senti mien to antib _ . , .
nalm ente. Tenia una casa muy bien to: "mue ran los extra nJero s sal rlr11:os ntam co 1ue
cons truid a y flanq uead a por valio sas epito mado por el docto r Man~ e igoye os · diputado y alto funcí onari o del Mi-
edificac-ioneS amciliares. Babi a empl ea- n, ~
do una maes tra profe siona l para educ niste rio de Relaciones Exte riore s:
ar a sunu mero safam ilia de hijos, sobri
nos, sobrfo.as, y depe ndien tes, -
La prese ncia y el éxíto de los extra njero .· , lle •os de'mi rar el sistem a co_ionial como
s no
bilid ades nacio nalis tas por si'. mism os habr ían desp ertad o susce pti-
si sus gobíe rnos no hubí eran pract icado
"Se obser va que estas potencia~
duido
• '
f europeas_ f
tienen un .rrana e empe no por so3.tculner haciendose de territ orms no solam ente
.
con-
o, ~"' ºn Am6·,· "ª La Ingla terra no. con-
simu ltáne amen te polít icas hosti les a en Asia y Afr1c ~. ~ b1.. uvpa rtlc armen c,_v v,.._ ·
la Arge ntina . En su mom ento, los prop a- a s1~0 ~am :D m • • , ~
gand istas :rosist-as most raron tende ncía tenta con las Malv mas, ha, mt~n,~ao c ar las Californias. y prete nde las costa s de
a insul tar a los "grin gos" . a incitar ompft
Mosquitos, en Guat e0ala , nalc1en o vda1le~~ e<=ta nlento de un i!ldio salva Je en favor de la
senti mien tos contr arios a la "grin gada
" y a denu nciar a los e.xtraños como Rcina Victoria, y quier e apoc erarse e 10 O:i:noco de Venezuela. ''36
,.

2.47
"Cuando. los argentmos ~canto _debemos al Gobie
El más cons ervad or y rudo de los nacio . rno de S.M,B. en la jura de ou~sn:a ~d:-
nalis tas, sin emba rgo, era Tomá s
de Ancb orena , quien consi derab a a todos .E tanto se mre"esa de cor azón en la libertad. honor Yg1or1a ce l'.'-
los extra njero s herej es, liber ales Y pende ncia, cua nd o y'_:· • d · ·ct
ladro nes. A su vez, los britán icos detes taban
a Anch orena , "cuyo carác ter fa- Confederación Argentma Y cuan ,,·
5
foy
°~;.an íntim amen te reconoc1 o a l os !l!JO
.. s ami

~=
". " ne..-o d.eiar enpod erdeV
.' ', •
nátic o, intol erant e y peligroso no tiene igual gables, buenos oficios de V.E. me P~~rmlt?P~ .E.los adJum osa~-
en toda la provi ncia de Buen os Ai- cu.mentos originales;. por ser el .~essrmon:~ ~ante "con que ac:red ita la Nac:ó n -~gen b-
res", come ntó un envia do. 37 A..ncbo¡ena mceri e a los malva dos que se atrev1 ~on
estab a disDuesto a colab orar con los na haber sabido cast1g'.')I mmematamen.";:;..,..at;do a
princ ipale s come rcian tes britán icos, y tanto ,~on el gobierno_ de S.M.B. que tUYilll O.s
él corri:o sus herm anos acep taron ~u-e:rer insultar la pazcte su~ pac;:°~ e~ ei
la hospi talida d britá nica en 1828-29 cuand
bine Paris h, obtuv ieron refug io a bordo de
o, a travé s de la medi aclón de Wood- el honor de firma r, tanto m"'yor ,_uan_o__e.;; ' essó"S
d; gratit u6, a aquellos_favor?s qu~r:º"'
/s~rá sieill pre incensa n11estn1 c~c~=~~-
hl v otros ooste nores querealzan1"' !J-
?1,~gen
1
sión de La valle a los iederaLes. 38 Pero su
una nave ingle sa duran te 1a repre - nura de su benevolencia hacia nosocros. ·· ·" -
poste rior grati tud sólo funci onab a a
regai iadie ntes, y, en la comu nidad de d.elin
c.uentes inter nacio nales , Tomá s de .
Anch orena coloc aba a los britán icos sólo
un puest o detrá s de los franc eses. y una de las razones.qu: dlO Ro:,~as d.oor 'ia "eíecu clón de Domingo Cullen
Mien tras que los franc eses creía n que el en 1839 despu és a.e , . • · t:v~ en favor e 1osrr ~ces es,fu eque habí ainte n-
pode r nava l les daba. derec ho a hace r sum1 c1a, "' t - Pe-o Rosa s prest aba tanta ate..r1c . -,
lo que quisi esen, soste nía, lo.sbritánic
os apoy aron a Rosa s duran te el bloqueo •ado a~ular el trata do con Gran Bre 10n
~ _ l'f 1<:nct
::n~. - , le de '840 e,;cribió al gobe rnado r
franc és de 1838 tan sólo para satisf acer
sus pro píos intere ses- Básic amen te, a los detal les como a lapo 1 lC,;,. . .,__~- 1c1em
~ or
.d.P.ndole oue l ' " ~- ·
los britán icos respe taban la ley argen tina d; Entre Ríos, Pasc ual de Echa gue, pl acen tara ]a recom •
enaa-
y recon ocían a la justic ia argen tina \- -,... ue
con respe cto a los ciuda dano s extra njero ción de Mandev1l ··¡ "~vor de una 0 stanc ,a" n~rte necfa a resid entes britá -
s y resid entes . Pero esto ne signi fica-
ba que debie ra confi arse eri: los britán icos:
e enro. , ~ _ _ «~Oda~ la prote cción pos10 "¡
e Pº r las
nic.os -en Gua1eguay, y que les ase~ ~ ~rp!o .
• ;;ncia ,,43 Aún despu és de la Inter -
auwr i da,es d 1oc ales de _esa bene .
ment a. ~-
,...¡ir .L.
ració •
"Ellos es verda d que gusta rían. como todos venci ón Rosa s most raba c1erl,a rn~i . i~ <
nhaci aGra nBre tana:
• -

las_pretensiones de los france ses. porque los <lemas extran jeros, de que cedié rnmos a
par de éstos, sería lo mism o qu€ entreg arles entran do entonces. como deber ian entra ' .. . , . ~ _; narácter inglés; debe_mucho, sino
r a la Rosas tiene una decidida pr~dile~c1on_ ?º• "'a;o'"y: todo,. a los
garno s todos los argen tinos a su dis:i:,osición todo el ter:citorio de la Repúb lica. y entre- . aured ado por los mgieses. entre qmenes
tados extran jeros, hiciese de nosorros Jo para que cada uno de ellos, es decir-delos es·- agent es mg1eses.,. siemo ·.
re na siao est1111a
• • - - 4l
que quisiese y pudie se hacer ." 39 ha forma ño mucnas arms,aoes v anacib les relaci ones.
- .
Anchorena parec e habe r sentid() un parti _
cular despr ecio por las clase s .. . . ía'"i"
cosve • "'.Rosa s como un m:,e,..tor que podía con-
bajas de inmi grant es y la "cana lla extra
njera ", como la llama ba. Y sus pre~
Losr" sid"" ntesb nr:am
- ,... . 'd , su nctitu d nacra
. , 'dimepe - -
n eratá cticm nente con-
juicios aume ntaro n con los años. Según Pedr ve-ti rseen perse gu1 or,3 . "" ., d,, B! :cet;.-ll •
o de Angelis, "Don Tomá s de An° ~ - , ' u·rés" infor maba lapre nsao n-
y

.chorena acon sejab a un día al señor gobe formi .sta: "R1 30 o.e nov1·emo ~
re ma e san ,5.n ' •11 t
rnado r, de hace r prend er a todoS los cial, "se celeb ró por 1.0s escoc~c~s-, ;~sed
, .- i M nte Gran de, una. bru an e ~1esta~
J;·

extra njero s que vivía n en Buenos Aires Ísc:rs os en celeb rida~ del día y ~el
, marc arlos a fuego en los dos carri~ en la que se pronun~c1aro:n ent.us~as\, se dió
Uos, y mand arlos despu és con esta recom .,.¡ brind is sigui ente: . A nuest ~a r..s-
enda ción a las proví ncias inte:rio- Resta urado r de las 1,eye :: po,r q!e7 ridad
·res. '' 4º No ocult aba a Rosa s sus sentí mien . :1 Excm o. don Juan Ma~u el cte Ro-
ws: "Las exces ivas gene rosid ades trella de Espe ranza y Ali... ia aeS gw: l·
que está Vd. dispe nsand o a los gringos me s
tiene n de muy mal humor·:" 41 sa.::> "45 En 1849, celoso por rest~ 1;rar 1ª bu<>::ias relac iones despu es de la In-
La obser vació n, si bien no justif icada , era
proba blem ente corre cta. Ro- " · th
terve nción ,Sou ernin ~ !, · tercam b1O con as au O
t· ridad es una obseq uiosa corre s-
sasno era antib ritán ico. Sus respu estas •d ntesb ritán icosp odían,.nrma r 1as peti-
a la políti ca britá nica y su trata mien - pond encia para e.stablecer s1 .!OS::~: and
to a los súbditos britá nicos evide nciab a o --O impo nie:n ?o- urgü~ndo a R~~
una gran ecuan imida d. Su obse0 -an- ciones en masa que se estab an o.~ l
cia del proto colo era siem pre puntillosa. CJlt.e seten ta v seis come rcian tes
En 1831, decre tó duelo nacio nal por sas para que no renun c,'ara Ev"'n Lua br1
la muer te de Jorg e IV, e hizo otro tanto . _· _ ,., . m - •
prese ntó sus respe tos a la Rein a Victo ria;
cuand o muri ó Guill ermo IV en 1837; tánic os firma ron una pet1c1on propi a..
y en su ·exilio solía soste ner que la .
gobe rnant e ideal para la Arge ntina hubie . ncia ialibe rtadd equeh andis frutaa oenl_
ra sido la Princ esa Alici a, hija de la La decidida prote~ción _de V!lesi:_ra, ~x1et apo-
reina ingle sa. Tenía parti cular afect o por
MandevilJe, el minis tro britá nico se, d~{~:R~d~ :~:i;~~:;ee;\~~~·~ ~P~eo 9e
1
~·de s¿; indus
trias y comerci~, a pesar de lo; ~f;
que actuó dura nte mayo r tiemp o acred
1839, Rosa s expre saba un profu ndo inter
itado a su gobie rno. En una carta de
si?nt
e ms, o .
cabez a del gob1e d lo contrario su retiro que
sera
;'~~ss~l~ ~~e~:r:~í~:~~~~f¡~~
sino
és en las relac iones con Gran Breta - rno.... e _ ~ t~r""ses de los .. , - os 46
:residentes br1tam
ña, con exces íva comp lacen cia, expli cable que afecta rá 1os más importantes m ~· c · _
, sin duda , por sus dificu ltade s polí- . . .
ticas en ese año: , . ,, -
Difíc ilrnen te podia co~s: d:-rar se q ue éste fuera ellen guaje delnn pen~ i:,-
rocón sules . Por cierto , su traba}
mo. Y l os a"olom ático s bnt.a mcos no eran P O
1_

248 249
para convencer a su gobierno de que se interesa.ta en el Río de la Plata era
duro.
,. ..
.b·a a entrar en una repubnca, -ero
µ -pronto descu
- . , qu e "ºS~aba
vbno
auizás del~ v1eJo...
. acreditado
. E~b un
En general, cualesquiera fuesen las alternativas de la política del Fo- que 1 , del nuevo mun 0 0 · · · • • ¡ · un
reign Office, los representantes británkos en Buenos Aires apoyaron a Rosas ante
h mbre"el déspota m.ás granae _. ci~ ~s má" la de un regidor que a ?e._
oordo v pulcro. cuya aparren tª e -a.;:'oe de ser muv desagraaabJe
y prefirieron su gobierno a otros. Woodbine Pai'ish estableció la tendencia, o C·ao "'de labios , Y. un º," ººS o qu - lt a. "es
~ ,
0
- apretaaos , - , vta·oer cometido
: una ra ·
übservó con profundo rechazo el cruel confücto entre urJtarios y Íederales y au · · • lo ae"PUe;:,-ae ·, · ul
;ara quien tenga q_ue erur;ntar R "· nerturbaron a Mandevil1e. qwen_ c ".
la anarquía latente en todo eLterritorío y, en privado, se sentía desencantado.
Pero ni el aspecto m iapol~tica de o~:,;ar a la amistad y gozar cte. s_u influ~,,-
Se opuso a Rivadavia y los unitarios por divisionistas y consideró a Rosas un
tivó su relación con _el ?-1~:ador!:_a~t: r-0.hºelión del sur, mucJJas familias ape,a-
poderoso pacificador, sin condohar la.violencia rnral que lo llevó al poder. Du- ri::i En 1839, despues ae l.:,_ aho . ,--'L:,,.. ,_ ..
rante el sitio de 1829, cuando La.valle intentó reclutar extranjeros, Parish in- ---· al-ministro británico en busca ae ayuaa.
vocó los derechos de los tratados británicos y mantuvo a sus compatriotas es- ron · . ,..· senti-
trictamente neutrales. De manera que comenzó bien con Rosas. y sus despa- ..
0-,,,,.,.,,..al Ros2s cuspueSta "-~·, ,,-., 2.misnlegar1asen_
acc-ne~ -.,., · 1üro o ara su1adm .-
chos re.-'1ejaban,su satisfacción con el nuevo régimen. Mientras rechazaba a
la oposición unitaria con10 "uu grupo pendenciero e indigno de funcionarios ~;e:p~;_:1~e~i~ e~1~:fa~11~1!fJ1~g~~~~ ~f~~ªe1~u:~u~;l~1~f~i:~~fs;c~~;; %?~~·
mstrac1on, m - 1
, hecho antes, Su Exc"' ei:c'.a . t aouellos que po.r na er
1

sin empleo y eSpecuJadores en quiebra", continuaba informando favorable~ d~d, co~o s,1e~pre ~~ic~do ninguna eje_cución, ruayu
s1qr,~ra ~~;í:n Sido óeclarados pros-
mente sobre el dictador, a quien consideraba moderado, fuerte y popular. ciones. No se a P~ 1 . te
"irmado la carta al a mrr~n . 50 f-,.ancés Lpidiendu ª- ··
47
Pero Parish dejó Buenos Aires a principios de 1832 y, en consecuencia, sólo :riolos por el vow de la Camara . "d
pudo observar en forma directa la primera administración de Rosas; foe des-
pués de 1835 que la opinión británica local comenzó a alertarse por :a Ara faz - Re . . andevme demostrara ser demas~a. o
sultó írónico que la amistad de M, , 840--42- v su influencia demasia-do
de Rosas, y a apreciar que no era solamente un hombre fuerte sino también un l1 1
descendiente para .m ·tar el- terror .ae .1- anglo-argentmas
~~~~¡~~~!:;:e!r~:~~~~~l~:.
- - .
en 134º"·
terrorista. Fi.n un libro posterfor sobre Buenos Aires, publicado por primera vez
en 1838, Parish no tuvo mucho que decir referente a Rosas y no emitió juicio, l~f¡~;:i~Í:~u::;eJ};:n~:~~¡~\~~~:~nJ:
aunque su actitud general seguía siendo de aprobación. Como explicó al capitán
William Bowles. veia a Rosas como representante de un grupo soeial que te-
nia intereses creados-para preservar la.paz y la estabilidad, y como la única
defensa contra una guerra montonera:
hostil hacia Rosas. Es veraaa qu~ este
l" int~ención, pero sus impres10nes r~·a
sonales eran aun menos amistos_as
l¡ conclusión de que Rosas eram-
:e la uolftica de su gobierno.- Pronto 11 ~illainterésennegociar o en cambiar
, . y agresivo,
qcura bl.emente+írano que no
o1 t aue sólo compre
nct1·,ª l"ª fuwza. v que la mane-
A •

su política e? el Rlo detla .,_ ,:oªn¿1 era mediante la guerra:


Rosas, el actual gobernador, es sin duda un gran déspota, y su ministr0Anchore11a es un , efectiva de tra ar'" ~ , ,
viejo español fanático y obstinad-O; pero conozco muy bien a ambos y, si se los trata ade~
cuadamente :responderán a nuestros propósito;; mejor que otros individuos cualesquiera ramas 1 _ ,·vocadade estenomore. Pen-
,,,.,~_ opl.-.¡; 0n comoletamente e9,u.1
que Ocuparan sus puestos; son los jefes del partido más fuerte de la República Oos fede"
rales), personalmente, poseen inmensos intereses y propiedades que dependen de la per-
,
Yo tenía,
"
debo_ c~n~e;~~fiit~;\ ene.mígos, e!'a en ciei;ta ~?':té~:
, en gob"rnante para
especi; de bait3rda
saba que, con wa~ lguna nobÍeza de carácter, f_que na. 13Si ::i~edo tomarme la libertad
~~~...
manencia de la paz-doméstica, que han sido capaces de. p:rese:rvar desde que ascendieron nosotros; queterua a d atriotismo medio sa1vaJ~. • . . d u carácter? S1 es
caballerosidad Yuna iu~:.a ~~iioría se indinab~ a eS t a impl~~~r;h~:a en adelante. El
Es.tos hombres y sus partidarios, en caso de que La valle y Rivadavia sean impuestos en
Buenos Aires por los franceses, no tendrán otra .alternativa que lanzarse, en autodefen.
de decirlo, ¿~r~o ~ue 1: 's arande, como pod~e de_most~~r .,, 'una "rn<.:ldadinhur:na-
así, no pudo nao~: erro, ~!,.,ha,.dia nersonal mas !11'.serat:H~'. c;Oirlect; indiferencia con
sa, a las masas del pueblo del campo y d~ las provincias, que se agruparán alrededor de más absoluto ego1a~a.,. : -.-- • . ~ente, v, por ultmrn, Lma pe.
ellos como lo han bechu antes a menudo; Buenos Aires será sitiada_; la gente. en general, na cuand.o 1p~~d: :i~:~eJ!ªs~f:i~atriotáS.51
se verá de nuevo perturbada en sus costumbres y sufrirán un retrnceso en su vida civfü. :respectoa osme , , .c: --1 sde
zada; los productos del interior dejarán de llegar al mercado; y nuestros comerciantes,
que cumplen más
consecuencias. ~a de la :mitad del tráfico total hacia eJ Rio de la Plata, sufrirán penosas . . de Ouseley "'ran 1denucos a. o
En ciertos aspectos, los pu~t?s de v1s;onte Video e;el territor_io .donde ~e
los unitarios: "Rosas sabe ~uy b1en_qu~o ea contra el sistema Cle tl3:fbar:e
asientan la civilización y la mrue~c1~: est;bl~cer ,.52 Ouseley se sentia m~s
Sentimientos similares, tal vez menos razonados pero sostenidos con Y
odio a los extranjeros que e trRa a Durante su uermanencia en el R1l~ _e
igual firmeza, fueron característicos de 1a mayoría de los enviados británi- · · que por ,osas. - · incluyend o.una p ac1-
ins irado por ,el pa1saJ,e ·cadas acuarelas,
cos. John Henry Mandeville, ministro plenipotenciario desde 1836 hasta 1845 l
fue más que amable; casi fue un partidario. Viajó a Buenos Aires creyendo " pintó algunas
ª, Pplata Ai
nermosas j de~d 1·~ británica. Retrospectivamente,
desde la res1. ene a .
da vista de Buen_os re~. "' d able que su <ii_plomac1a. .
su arte demostro ser mas P-r ur
25D

251
sin embar go, era Tomá s a i!1de-
El más conse rvado r y rudo de los nacio nalist as, hereje s, libera les y . ~
tanco-d ,
ebemos a.; Gobier
. _nozon S.M.B.
de<>n en ladjura
1a liberta
de nuest~
honor v gloria ne la
·
consíd eraba a todos los extran jeros "Cuando io<> argent mos einte'" "'saae co.a ~-• • -· ~ ·· ª~
de Ancho rena, quien "cuvo carác ter fa-
" d \'E tantos d ..• t " tan intirna mente recono cido a 1os r_1:11os, -
A..nch orena, penden cia, cuan o · • . · _ . 1-
ladron es, A su vez, los britán icos detest aban a
Coníed eración Af.'g_entma Y cuan °~s ?-· nerode jarenpo derd~V .E.l_os "."d.Ju mosct~
nático , intole rante y peligr oso no tiene igual en to dala pro,~ nci; de Bueno s Ai- con que acre.cita la Nac10 n~gen ti-
gables , bueno~ on_c10s de V.E. m..ep~rmrt?pf1o mame a los ma1vad?s que se a tres,, 1e~on a
37 dispue sto a colab orar con los curnentos orig:-na1es ;_ por _ser el ~'.::tun?ruo -~ muerte
res", comen tó un envíado. Ancho ,ena estaba do "OD el gobiern o ce S.M.B. que tuvm10_s
princí pales come rciant es britán icos, y tanto él como sus herma nos acept aron na 8.haber sabiao castigar mmedi.. ,amem:~_:1.:\a v s;-á siémnre inr.ensar:.ucsu--a enc.a:rec1-
la hospi talida d britán ica en 1828-2 9 cuand o, a rravé.s dela medíacicin de Wood- ~., ,..,.,. ;n.,nlt" r la paz de sus pacws
¿rh~;~ ;¡te-fu mar, tamo mayor cu;mof'._era, es
e~ el--'-~""
~
.. rvÍ v·otroS posteri
so ,_ . • .
ores que realza n lafi-
Parish , obtuv ieron refugi o a bordo de una nave ingles a duran te la repre- da\rrat itud. a aouelios iavor~ s que nos m,::gen
bine nru='"a de su beneVolencia hacia nosotro s. -
38 rior gratit ud sólo funcionab.e.. a
sión de Laval le a los fede.rale5. Pero su po2te
idad de delinc uentes ínter-nacionales, Tomá s de
regañ adien tes, y, en la comun . " _,. s oor la ejecucses ión de Dom.ing~am~en Cullen
un puesto detrás de los france ses. "-nce fuequ ehab1 . -
Ancbo rena coloc aba a los britán icos sólo Yuna delas r-azo nesqu emoR o~a ·,, osrra · ·
Mient ras que los france ses creían que eí poder naval .les daba derech o a hacer
en lB39, despu és de su
. • · tiv
1mc1a
1
ª ~~
enfav orae1
_ ,:, ,. Rosas presta ba tanta atenc1 0n
ron a Rosas duran te el bloque o 0
Gran B.re~-:n_a. -be.re a·e 1840 , escríb ió al gober d
nador
lo que quisie sen, sosten ía, los•br itánico s apoya 'ad·o anula r el tratad o¡ con l't' ~ "'ndic 1em
sus propio s íntere ses. Básic amen te, ' acent ara la ~ecom en a-
francé s de 1838 tan sólo para satisf acer ocian a 1a justic ia argen tina los detall es como a a P? 1 ic~. _,. . , .. P1·ct·ie·no"ole •
aue
tes brit"a·
los britán icos respe taban la ley a.rgentins y recon "'pert enecí· a a res1'den
,:i

"de Entre Rios, p ascua1 ne E"n-ªU '--' ª"' ""-~ ; ·· ¡e P_?r1as


ción deMa ndevu e en.i.av · ~ ~ "' -
ntes. Pero esto no signif ica- ::_ ·ord"Ull""'~tanc~a"+Üda au,., la nrotec ción pos10 _
con respec to a los ciudad anos extran jeros y reside "l
ba que debie ra confia rse eri los britán icos: nl ase%~
guay,dy que ,1es eme,.. rara ". ·a
•ta prov;....11c1 . •
"1S Au'n despu és de la mter-
..., _Guale
·cos ªn
autori dades locales- e ~sa ?e~"' in;u_!)aciÓn hacia Gran Breta,ña: . ~ <'.
demas extran jeros, de que cediér amos a •"'- .... ·
"Ellos es verdad que gustar fan, como todos los do entonc es. eomo deberi an entrar a la venció n, Rosas mostr a a c1er
las.pre tension es .de los france ses, porque entran el territo rio de la Repúb lica, y entre- 1 . ,,.,,.inS:lés: deben: ucno, s1no todo,_ ,.lo~
par de éstos, sería lo mismo que entreg arles
todo ., p~r ¡05 ingleses, entre qmene s
eilos, es decir de los es·-
su dísJ)osición par-a que cada uno edehacer_ Rosas tiene una dec_idida pr~'.?~e?Cl~n Fº~,,~~•c~ap~';ciado 4l
garnos todos los argent inos a nosotro s lo que quisies e y pudies "3 . gl es. S'emp:re .u<. »100 uStL"TIL!
. des "v apacib les relacio nes. ·
tados extran jeros. hiciese de 9 agente s U:o mucna
ha formaa es ., s·,am.1sta

despre cio por las clase.s ~~ -_ que podía . con-


Ancho rena parec e haber sentid ú un partic ular la llama ba. Y sus pre- . _. , , naRo sasco
os '<eia . . _hacia
moun pro te,.,tor
. , re•g;me n era táctic amen te con- .,,
bajas de inmig rantes .y la "cana lla extran jera",
corno Los r"'sid entesb•antamc , u <>ctitu a e1 , -
de Angelis, "Don Tomá s de An- ~ . e;:. ''ndrés ".info rmaba lapren s_aoJ .._- 1
juicios aume ntaron con los años. Seglin Pedro vertir seenp erseg w O~,J s "'·t~ae ,_.an;;,,_·. Gr~nd e una brilla1nte fiesta ,
, de hacer prend er a t'odos los ::0'... m;sra ; "El 30 de novie mbre, ª•"'
~cial.
al señor gober nador 1 ' d del
chore na acons ejaba un día , l scocpr •.:.s en e.t lüOnte . e_
;i·~
Y.
marca rlos a fuego en los dos carri- ~, ,
"se celebr o por _os e ;;---: ~. s disf"'ursos en celebr idad ill<>
extran jeros que vivían en Bueno s Aires, s siguien t,<;: 'A nuest ra Es-
mand arlos despu és con esta recom endac ión a las provin cias interio - "ª la aue se oronu nciaro
L -
n en1..us1
raU1e
_a.,1..a ,:;;o· e"1· b~ndi
nseu1 ., =HT,...mo , ... ld R
e .o-
llos, y40 Res ªon Juan Manu e
exces ivas gener osidad es -· • ' e
. . , d
cl Pº' ,-, gw:ma ,eJ.l"!.,J{.__,~ . U
eye_,,
sus sentim ientos : "Las
~ "' nor de las
•au.,.a ,
'res. " No oculta ba a Rosas
a los gringo s me tienen de muy mal humor~ "4i anza Y An a ae _;-;ie 1ac: buena s relaci ones despu es de la In-
que está Vd. dispen sando trella de Esper dades una obseq uíosa corre :-
proba bleme nte correc ta. Ro- sas'. "45 En 1849, celo~o por :rest~ ~rar 1 ; aut;ri
La observ ación, si bien no justifi cada, era icos podía n firma r las peti-
itánic o. Sus respu estas a la polític a britán ica y su tratam ien- terven ción, Somh ern mte:rc3:mb1~ c~~e~ tes britán
sasno era antibr imno niend o- urgien do a R~-
to a los súbdit os britán icos evide ncíab a una g:ran ecuan imida d. Su obser van- ponde ncia para establ ecer s1 los i es1 ·- d( ---o
nacion al por ia y seis come rciant es bn-
cia del protoc olo era siemp re puntil losa. En 1831, decret ó duelo ciones en masa que se ~staba n rorga~ ;:::nt~ , set-~n
tanto cuand o murió Guille rmo IV en 1837; sas para que no renun ciara. E\ ent~
Jorge IV, e hizo otro
la muert e de
su exilio solfa sosten er que la t-tinicos firma ron una petición pr.opw:
presen tó sus respe tos a la Reina Victoria; y en
gober nante ideal para la .A..rge ntina hubie ra sido la Princ esa Alicia, hija-de la
~ . ·- '"liber taddeo uehan disfru tadcen l,2.pe-

~i~~iti,%fH~~\=~óiº ;:iEíi;Vj~~~:it~;J~I~i{t~r1i~;¡¡~~Í~f:~t:J~~
por Mand eville , el mínis tro britán ico
reina ingles a. Tenía partic ular afecto
duran te mayo r tiemp o acredi tado a su gobíer no. En una carta de
que actuó ones con Gran Breta - 1 .
1839, Rosas expre saba un profun do interé s en ias relaci cabeia ciel gobierno .. : de _contra~i~, ;~ses de los resíden tes Dntamcos. 4 . . .
ía, explic able, sin duda, por sus dificu ltades polí- que afecta rá los mas rmpon antes m e
iva comp lacenc
ticascon
ña, enexces
ese año: aje del1m penah ~-
. . e éste fuera el lengu
Difíci lment podía co~s:c
e áticos t~rars e q~. p, roc.ónsules. Por cierto , su trabaJ o
mo y los diplom bntam cos no e. an

248
para convencer a su gobierno d _
duro. e que se mteresara en el Rio de 1a Plata era
que íba a entrar en una república, pero pronto descubrió que estaba acreditado
. -En ?,ene:al, cualesquiera fuesen las l . ánte "el déspota más grande del nuevo mundo ... y quizás del viejo ... Es un
re~gn Ofnce, 10s representantes br't - . a ternativas de la Dolítica dº' Fo-
vp r · - 1amcosenB · = hombre gordo y pulcro, cuya apariencia es más la de un regidor que la de un
~ re rr:e:ron su gobierno a otros. Woodbin " ue_nos Aires apoyaron a Rosas
+

gaucho, de labios apretados y un gesto que debe de ser muy desagradable


?bservo con profundo rechazo el cruel fle_ Pans~ estableció la tendencia para quíen tenga que enfrentarlo después de haber cometido una falta. " 49
le. anarquia l~teme en todo el .territorio ~on __ Jct.°. e:mre mUtarfos y federales; Pero ní el aspecto ni la política de Rosas perturbaron a Mandeville, quien cul-
Se opuso a Rrvadavia y los unitari ,.,· • , ,~_P:n,ado, sesenúa desencantad(; tivó su relación con el dictador hasta llegar a la amistad y gozar de su influen-
~-º-~e:ro~o p~cificador, sin condon~~~"'
l <iH~e eJ su:w de 1829, cuando L.
~~L;::t:~~:o_~
---¡.+~:.
1st~s Y c::msideró a Rosas u ;
1
•v~c.:~1.1..:.1.c rnra1 que lo llevó al poder. Du-
cia. En 18:39, después de la abo:tada rebelión del sur, muchas familias apela-
ron al ministro británico en busca de ayuda:
;'~co los derec.ho_s de los tratado~v;;:,~.tenco reclutar extranjeros, Parish jn_
"netamente neutrales. De man;ra~~"a,,1cos Ym~n:11vo a sus compatriotas e;- Síempre be encontrado al general Ros.as dispuest0 a acceder a mis plegarias en el senii"
chos re!]~!aban.su satisfacción con~~:~:~;n~o _b1en con_ Rosas, y sus desoa- do de que debería tener misericordia cuando puede otorgarla sin peligro para su admi-
1~ opos1c1on unitaria como "un gr r~gJ..men. M1entras rechazab8. a nistración; y me siento feliz de poder informar a Vuestra Señoría que en esta oporturl-
:.nm etmpl~o y es~eculadores en gui:~z;ni~:ter~be i:1digno de funcionarios dad, como síempre lo ha hecho antes, Su Excelencia se ha dignado a escuchar mis peii-
en e soore el aictador a quien c . , ,_ , mua a mformando favorable ciones. No se ha producido ninguna ejecución, ni siquiern entre aquellos que por haber
firmado la carta al almirante francés Lpidiendo ayudaJ _ habían sido declarados pros-
Pero Parish dejó Bueno~ Aires a p~:~~e:aoa,,.mod.~rado, fuerte y popu1ar_4; criptos por el voto de la Cámara. 50
pu?o obser~·ar enfor~~ directa la prime~~º! d~ .1~34 Y, ~~ c?nsecuencia, sólo
~ues de 183::i que la ?Plmón británica local co:Um1~~~c10n cte Rosas; iue des- Resultó irónico que la amistad de Mandeville demostrara ser demasiado
t e Ro~a~s, Y,,ª apr~crar que no era solamente , enzo a alerta~rse_por .:.a Ara faz condescendiente para limitar el terror de 1840-42 y su influencia demasiado
"erronSLa, B,.;n un libro Posterior sobre B un .hombre fuerte smo también un débil para impedir la crisis en las relaciones anglo-argentinas en 1843.
en 1838 , Par·lSh no tuvo· mucho que d _•uenos Aires ' publicado por orimera vez
El sucesor de Mandeville, William Gore Ouseley; fue excepcionalmente
;~~es~ ac~tud general seguía
- - am ow1es, Veía a Rosas como ro
sien~i!/!;~:te. y
~ RCosas no eimtió juicio,
c1on. orno explicó al canítán
hostil hacia Rosas. Es verdad que este ministro fue el agente del bloqueo y de
la· intervención, pero sus impresiones personales eran aun menos amistosas
nra mtereses creados-para Preservar J~r~se~tame _de~ g:rupo social qlle te- que la política de su gobierno. Pronto llegó a la conclusión de que Rosas erahl-
defensa contra una guerra m·o t . paz y la estab1hdad y como]" un·: curablemente tirano y agresivo, que no tenía interés en negociar o en cambiar
n onera: ' a 1ca
su política en el Río de la Plata, que sólo comprendía la fuerza, y que la mane-
B:o~as, el E:_ctu_al gobernador. es sin du . , ra más efectíva de tratar con él era meqiante la guerra:
VleJoesoanol ranático , b t' da Wl gran desnata ., su m · • •
cuacta!Ilente responde;". 0 s mado; pero conozco mu\, bie~:a a~bl.mSi.ro.Ancborena es un
que ocuparan s ,, an ,ª nuestr?s propósitos mejÓr ·' . os)',_ ~1 se los trata ade. Yo tenía, debo c.oníesarlo, una opinión c.ompletamente equivocada de este hombre. Pen-
rales). persona;:~it:tz~~:;n _los Jefes del partido mái~::t[eº~!~~l~Iau?~.~UaleSquie_ra saba que, con todas sus faltas y enemigos, era en cierta forma un buen gobernant(;! para
manencia de La paz-do ' , t" n mmensos intereses v propieda . "" epu 11ca üos feae- nosotros; que tenía alguna nobleza de carácter, y que había en el una especie de bastarda
al poder... · mes ica, que han sido capacCs de preser~~r~1:,e ~;penden de 1,~ per- caballerosidad y una suerte de patriotismo medió salvaje. Si puedo tomarme la libertad
Es.tos hombres v sus par''d . _ .,so~ queascenaieron de decirlo, ¿creo que Vuestra Señoría se inclinaba a esta impresión desu carácter? Sí es
Buenos Aires pOr lo" fra~~earios, en caso de que Lavalle y Rivadavi - . así, no pudo haber error más grande, como podré demostrario de ahora en adelante. El
sa, a la" masa-..,_;; , . . ses, no tendrán orra aherr~"-"a . a ;:;ean impuestos 8-., más absoluto ególatra ... la cobardía personal más miserable, con una crueldad inhuma-
ellos co~~-lo h;~heueow del campo y de las Provfuci~;"' "~eque lanzarse. en 8.utodefen-: na cuando puede ejercerla impunemente, y, por Ultimo. una perfecta indiferencia con
Se verá de nuevo per1:t~;~~es ª 11_1enudb; .Buenos-Aires s~r1 sii~Jf?!rán alrededor de respecto a los intereses de sus compatriotas. 51
zada; los nroduct . d l . ª.en ~u~ costumbres v sufrir• , ·ª
, .,ente, en general
que cumple:1 más ºJe¡~ ;::~;:JºJ'e1~J~~? de p~gai- al mer~di:r;~~~:~i'o~~.~invida.,civfü~ En ciertos aspectos, los puntos de vísta de Ouseley eran idénticos a los de
consecuencias. 4E r leo to,a1 hacia el Río de la Pl . , ~ _ , erc1ames,
ara, sufriran penosas los unítarios: "Rosas sabe muy bien que Monte Video es el territorio donde se
asientan la civilización y la influencia europea, contra el sistema de barbarie
·. Sentimientos sünilares t 1
1guai r ,
a vez menos r~
1rmeza, fueron car-acteristicos d l
,
azon,aaos pe:ro sostenidos con
y odio a los extranjeros que él trata de establecer. " 52 Ouseley se sentía más
inspirado por _el paisaje que por Rosas. Durante su permanencia en el Rio cte
cos, J~hn Henry Mandeville. rnínistr e ª. mayor~a ?e los enviados.británi- la Plata pintó algunas hermosas y deiicadas acuarelas, incluyendo una pláci-
fue mas que a:tnable; casi fÚe un parºt,.Pd1e~po\1:_~nciar10 desde 1836 hasta 1845 da vista de Buenos Aires desde la residencia británica. Retrospectivamente,
ano 11~i·o· B. .
· "' ª
uenos Aires creyendo su arte demostró ser más perdurable que su diplomacia.
250
251
- t bl mien'"O v un dnnmuto destacam ento naval La Argentm a pro-
A la agresión siguió la reconciliación, y Her...ry Southern , conveme
mente aleccion ado por Mandevi1le antes de abandon ar Londres, restable
las relacion es con Rosas en un terr-eno más amistoso :
nte-
ció
queno esanif""
testo ID
a ec1
~
5
tf ",;
do que
Rosas
eso era una v1olac10n de sus derecnos -
veia a ias islas como un asunto menor y estab::,_ ms-
te:-r1tor:a les
1
pero enla prac ca •
sto a utihzar1as como un elemento
Se dice mucho sobre la ambición de Rosas: fue llamado al g9biemo
principalmeq.te por
la posesión de cualidade s que se necesitab an par~ salvar a su país de 1a
1 ~
en su favor para neces1oades denego-
p~e , E diclemb re de 1838 Manuel Moreno regreso ai...~ndre
c_,_aclOL ;no r levaba entre otras mstrucc1ones la orden cte explorar
.,.
s como lll..illIS-
ana~quía. Esta es la pos1-
una gente muy difícil de gobernar. Rosas na tenido que vérselas con la revolución y cons- tro ~r~en 1 d >,.J d hos ar,.,,.entmos sobre ]as Malvma s a camb10 ae la
piración permane nte; tal vez nadie pudo establece r nunca el orden y la
seguridad absoltl- 01haaa de ce er 1os erec ::, t del nrestam o ae 182'± ~5 A partrr ae 1841
ta que existe aqui ... con ::nenos derramam iento efectivo de sangre,
menos
dadera. aunque por cierto no cun menos ter!."'or, porque ese es el poder violencia ver- ;~n:elac 1on de~: f!~~=ar~~!nae~i:;:irne;,te ~s Pero fracaso frente::
~,~~-ª
me. m · que Rosas esgr:i- 1v1.01 eno persigm " . -,,,.-;,,_n~-as este o-ob1ernv ILte¡;;u,;:, 1ct. ;:,v
- d l" V tuvo que lillorma r Wllv ~-'-
reab.dad. e ,.___aso¡ - ·~E uubl1ca comolo e -
hahecho hastaah ora.noh ayme-
berama delasis asenk: _e_ - 1d mio '~7Entod o
Este tipo de opiniones no era simplem ente el lenguaje de la diploma
Ponía en evidenc ia el pragmat ismo británico y los interese s comerci
cia. dio de mducirlO a :rr1d:1'Jnzacrnnes por ~=l~~~~~~i~:~:e~r~~sa de
ales. Wil- que se t~a-
liam MacCan n lo confirmó cuando escribió que el gobierno británico caso. quedaoa toaavia. el pr:¡1e~ :i:o rechazo de plano la idea
"siem- 0 y la razon
pre consider ó con respeto al gobierno de Rosas, sabiendo que, en taba. Lord Aberdee n no pe, G an Bretaña loqueya poseia" Mas
semejan te era srmple _,,por qu~ha~r;a ~~1~~:~~~a ;reuda no coorada era privada
país, entre la anarquía y e1 despotis mo apenas podía existir algún S no
curso me- aun, desdee1 punt? e-vis a
dio" .54 n"uanto aRosas sehaobs ervadoa cer
del gobierno Yalllqu edoel asunto E - .___, c1 ales, artidano seranlas
Por lo tanto, de acuerdo con estos plL"ltos de vista, Rosas despejó la princi-
pal amenaz a contra los interese s británico s en el Rio de la Plata; la
tendenci a y las ove ,
Jas no las ocas v as a en
t
tadamen teque "laprfeocupacl10nbdellsu,apsr;?ss le i!porta ba rnas
-
vacas
cultivar la
hacia la anarquía . Éste fue su mérito principa l. Pero tuvo también - • ue desafiar la El motrvo era
correcto con los súbditos británico s, tolerant e con respecto a su
otros. Fue amistad de Gran Bretana q 1 Ri d. 1a Plata refleJab aFrancia la conv1cc10n de que
religión, y La política de Francia en e o e L hostilida d hacia Rosas se al1menta
complac iente para su comercio. Los británico s no atacaron normalm -
ente la supos1c 1onera mfer1or a sus rnterese s a ntener un tratado eqmvale
política económica de Rosas. La Argentin a quería tener un mercado nte al de
Gran Bretaíia y,_al permitir tarifas redituab les, Ros"as dio a los británico
mercado libre en la Argentin a. La ley de aduanas de 1835, es verdad,
libre en
s un
significó
t:: :;e~:1:,~~~~~~s;fJ1~ªtr~:~t~~o~n= dro=~ºp!~:~da~ds:~~!~oaii;~~::r~~~::_
gen t ma, Y la obligac10n que eman ctes~ asrelaci onessed anarona - ~ .
un apartam iento tempora rio dé estos principio s. Pero los británico unmasa
s parecie- tuían element os rrntante s permane n ,___, · ' d Rosas en el Rio de
ron compren der que sé trataba esencial mente de una táctica para reconcil a de la polit1ca francesa de aharse con los enem1gos e ul
iar ca US
a todo el país con.Ja dominan te economí a de exportac ión ganader a,
mediante cr ar El conflicto e romo con e.i, ble
la protecci ón de algunos de los otros grupos ante sus consecu encias. la Plata Y la negativa de Rosas parat~~~~a desde el 28 de marzo de 1838 la
Los britá- queo de Bueno::: Aires por una fl~ta 1 nnos francese s el 11 de octubre. Yla
nicos no desapro baron la protección de la agricult ura yno sedesale ntarOn
par ocupacrn n de lalsla Martlll Garc,a )ºr ma grados argentm os 60 En
la protecci ón de las industri as artesana les. El autor de la ley, el lado br1
y de la mayor t:1ple a\1anza de Fr~7~:~~~ 1r~i~~::r .~:~t-es mteresa dos censurar
parte de la politica económi ca de Rosas, José María Rojas y Patrón, on la ac-
era ami- tarnco, ,_a opmmn -P
go de los británic os y un hombre a quien ellos conside raban útil aliado al Forei n Ofhc"' para que luciera algo
contra cmn franc~sa y pres10n ~o~alm erst~n resp;nd ia a Ün mtellgen te
el maligno A.rana y eJ odioso Anchorena, Su liquidac ión del Banco Naciona mteres na
l no La política exterior e b t ' de un Secretar io Britáruc o para el
, fue particul armente perjudic ial para sus interese s; era una instituci Exte-
nante a la que poco quedaba por hacer además de prestar al Estado,
ón decli-
y fue
cional Pensaba que el umcoo Je n ° ,
ersecuc1on, G-ranBn"'-
nor era el progreso de los mterese s bntamc;se~p~uso~p Sm embargo
reempla zada por una repartíc ión que emitía papel moneda , con el mismo , parec1a
per- taña no tema aliados eternos m enemigo sªº er etuo porlome noscom
sonal aproxim adamen te. oob•
conside rar a Francia , Sl no como un ener1:nfe e~ E~ooa y Medio
El curso.de las relacion es anglo-ar gentinas contenía dos puntos de peligro Oriente
potencial, las Islas Malvina s y eI bloqueo francés. El 2 de enero_de Jeto perman ente de sospecha., especia r:u Americ' actelSur vsumsti n-
1833, si- Tampoco aprob a b a 1asam bic1ones francesa s en '~
mentado res Peronoq uenaper
guiendo instrucc iones impartid as por Palmers ton, la corbeta británic to lo llevo a apoyar a Rosas contrai5us ator la p"ohtlca bntamc a era tur-
a Clio un asunto
- llegó a las Malvina s desde Río de Janeiro y obligó ai personal bar la alianza anglo-fr ancesa por 1º quedien n Protesto a Francia
argentin o a v en Bue--
abandon ar las islas. Durante los afi.os siguient es, Gran Bretaña declaró
su So- secunda rio p or lo ,~an~o,
• optopor ~me ac10
ª ara En ei mar~,la arma
beranía sobre las islas y continuó ocupándol?.s, aunque solamen te nos Aires. Mandev ille urgió a Rosas para que negoc1 . ,
con un pe- '

252 253
;ª,.o pas~ba a traves ae el.rara
británica nada hizo bloqueo
ayudar al y el
francés.comercio británi-l
con una m1mma declmación de volumen.61 ·'
Bretaña un claro Uderazgo en el Río de la Plata y la convL---tió en principal be-
neficiaria dela paz franco-argentina. Estas ventajas pronto fueron malgasta-
~lle_~tras tanto, Rosas estaba conteniendo o derrotando a sus enemigos / das.
pro~:1lc1ales a~oyados po; los franceses y a los disidentes, rechazando la in-·¡
:ª º?
51
de ~avalle. En los hechos, resistía exitosamente a los franceses. con el ;
~eJul~ado ~e que ellos no podían ganar sí..-:i cometer nuevos actos de fuer'za--1-os (
Buenos Aires no era todo el Rio de la.Plata. Había otro foco de politica y co-
mercio: :Montevideo. Durante la década de 1830, Montevideo empezó a recu-
perarse de sus largas g,.1erras de .independencia, a explotar nuevamente la ri-
1rnorme_s aesa_e Europa indicaban que se estaban prenarando. Fue ento~ce; -: aueza pastoral de su terrítorio interior, y a atraer en forma creciente el co-
cuando 1ntervn10 _Palmerston, en una particular apli;ación de su política d; IDercio y la navegación. Los negocios británicos llegaban ahora a ambas mar-
estorbar a Fr?n~;a en todo el mundo. Pr:eparó un detallado i.Illorme sobre las genes del Río de la Plata, y los dos intereses no siempre estaban en armonía.
_relaci?nes de 10s r~anceses con los enemigos de Rosas y lo envió al Iviinistro de Las políticas locales de confrm::::.tación arrastraron a quienes eran ajenos a
R!lac1ones Exte1:ores de Francia; e:::-a una evidencia perjudiciaL en momen- ellas, les gustara o no. En Uruguay, Rivera, que había depuesto de la presiden~
to,._, en que Francia se ?alla~a .t~mb1én. en difícil situación en Medio Oriente. cia al aliado de Rosas, Oribe, y se babia declarado en favor de Francia y áeiós
~e.1'.12:°era _que Franc1a_dec1d10 no enviar refuerzos al Rio de la Plata, La de- exiliados' argentinos, necesitaba dinero para sobrevivir. Mediante. la hipoteca
cis:on ayudo a desmorah~ar a la causa unitaria en el litoral, a facilitar las vic- de los ingresos de la aduana de Montevideo, tomó un préstamo de un consorcio
ton~s d~ Rosas Y a debihtar la posición de negociación francesa. Mandeville extranjero que era en su mayor parte británico, "un asunto gordo" hecho por
presi~no a Rosas para qu: aceptara los térmmos mínimos de Francia cosa "un pequeño grupo de personas", como lo describieran luego enla Cámara de
que h1,zo. Por la_ c~nvencion ~el 29 de octubre de 1840 quedó levantado ~l blo- los Lores. 64 De manera que los financistas británicos tenían así una participa-
qu:_o J ~va,-cuadaJa Isla Martm García. Rosas accedió a otorgar a Francia un ción en el régimen de Rfvera, y un interés natural en que aumentaran los in-
trakam1efüo eq111val_ente al de nación más favorecída; pero nada prometió gresos de-la aduana de Montevideo, en que el comercio se derivara alh, y en
con respecto a los aliados de Francia.62 buscar el apoyo 'del gobierno británico. ¿Por qué se dejó comprometer Gran
~ran ~retaña ganó considerable crédito en la A.Í'gentina a raíz del ·blo- Bretaña, apartá..'ldose de sus prácticas tradicionales y, en particular, la de los
9ueo ~rances. La :ne~urada resp~e~ta de Palmerston a la situación significc últímos años?
ba que Ros~s podía ootene~ benefH~10s de}a buena voluntad de Gran Bretaña. ·Lord Aberdeen, secretario del Foreign Office en la ad.ministración de Peel,
p~ro ~~ daria Pufº:' ~seguraaa. Actuo con e1 convencimiento de que si se man te~
1 j se dispuso a reconstruir la entente con Francia, apoyado por ia Reina Victoria
~a e 1empo s 1c1ente Y resistía en forma pasiva la voz de la razón transmí -y su consorte. Una alianza con Francia en el Río de la Plata no podía hacer
tlda por 1~ ~~lom~?ia ~ritánica, alc~aría a Pa,;.is. Y asf cultivó I~ amistad daño. ¿Pero sería de alguna utilidad? ¿ Y sería algo más que una cooperación
c?n los b:1tamcos, ~rrmo el tratado contra el tráfico de esclavos-oue Mande- artificial? Superficialmente ·podían esgrimirse argumentos en.favor de la
¡.111~ hab1a P~r_,segm~o ?~r~nte tanto tiempo--, revivió la costumbrE.' de oermi- alianza anglo-francesa. Rosas estaba entonces toma.."ldo la ofensiva, dispues-
~rr. que lo_s mimstros bntarucos vieran los borradores de documentos ofiCiales to a restablecer a Oribe en el poder en Uruguay. Si Rivera resistía, el resulta-
Yae:laro que el tr-a_tado d~ 1825 ~r~la piedra angular de la política exterior a/ do serfa un.a prolongada guerra. Si Rosas tenía éxito, no significaría necesa-
gentma. Su lengua.Je se.hizo positivamente respetuoso: riamente la paz. Al ganar un satélite podía destruir el equilibrio de poder en-el
Rio de la Plata y provocar así al Brasil. De cualquier manera el comercio brí-
~~ioe~~!~;~~~e;::c~~an~e u~ 1.ie!::P? sobre el bioqueo, sobre su injusticia, y cuán de- tánico habría de sufrir, en un memento en el que vitalmente necesitaba cre-
•" !q_U1ersacrmc1obonorableparaquelolevantEran concluyó" cer. La crisís económica de Gran Bretaña, en 1836-37 había determinado un
,.· .. Q
:enao;. u~remos ser Amigos de los Franceses pero no esclavos. Ami e os. d~ los p,.: i;-
30
vo~JctJo~ae los_~nglFeses, porquelos:ffigleses eran nuestros padres en 1i Guerra d.e.la Re:
aumento en las presiones de los intereses comerciales e industriales para lo-
n. eros1 os .rancesesnoamerensernuestrosamigos\·! In J , grar la acción del gobierno en la promoción de oportunídades y mercados. Si-
dres, queremos a los Ingleses por ñuestros amos. ,.&1 . (*; . os g esesnuestrospa- _ multáneamente, el movimiento orientado hacia el libre comercio ganaba im-
pulso, y también esto originaba la necesidad de nuevos mercados. El interior
Rosas sabia que no e~stía probabilidad alguna de que Gran Bretaña acor- de la Argentina era considerado un mercado de vasto potencíal, que se podía
d~a .un protect~rado m _de qu: sus propios partidarios lo aceptaran. Pero la alcanzar a través del gran sistema del Río de la Plata, toda una invitación de
re nea de la diplomacia traicionaba una inclinación que permitió a Gran la naturaleza a·una potencia marítíma. Pero estas tentadoras vías de agua 'se
hallaban firmemente cerradas a la navegación extranjera, por el desorden
político y la política de Rosas. Desde Buenos Aíres, con el poder de una metró-
El párrafo entre.comillas está en castellano en el original. a,Í. del T. j polis y las ventajas de un monopolio, Rosas prohibía pJ {'nrne.rcio extranjero

254 255
direc to con los puert os de los ríos interi
ores, de Santa Fe, En~e Ríos y. Co~
rrien tes, adem ás de Para guay . r:indum sobre el Comercio Británico. prepa
rado por el Forei gn ~fic e en rli-
¿ Qué impo rtanc ia tenía la libre naveg ación ciem bre de 1841, se desar rolla ba con mayo
? En época s anter iores al barco r profu ndida d el conociao tema de
de vapo r y al ferro carri l, la nave gació n fluvia la expansión de expo rtacio nesY1S~decía
qu~,
era proba blem ente Jo suficientemente rápid l hacia el inter ior y el litora l no merc ados pero estab an enla práct ica ce:rra en Amé~ica-dE;l Sur,, :~istí an 1.os
a como para que resul tara económi- aos por el aesoraenpo11tlco. La m-
ea, y podía ser discu tible que 1a prohibició tervención no se justif icaba norm alme nte,
n de Rosas daña ra de mane ra efecti"va :rü siqui era.p ara asegu rar merc a-
al inter ior o al coruercio extra njero . La dos vitales, pero a veces podia queda~
opinión britáI 'Jca sobre el tema estab a justn icada por razone:: p~ed,01?-inan-
dividida. Woodbine Paris h pens aba que la "es • una situa ción así se había alcanzacto
Argentina te..'lia derec ho a restri n- en esos.momentos en elR10 ae rn.Pla-
gir la nave gació n de susrí osint erior es. Segú ia. 'En años recie ntes había n mejo rado
n éllo veía, el principal probl ema en Montevideo las persp ectiv as co-
no era la liber tad sino ln. veloc idad; nave merc iales , pe.ro se halla ban amen azada
gar a vela los mil seisc iento s kilóme- s por el ecnfl.ictc con Rosa s. Po:r lo
tros que había entre Montevideo y Corri entes tanto , G:.:-an Breta ña debía acudi r en "soco
podía toma r ciento doce días. La rro" del gobierno de Mon.tevideo,
tarea más urgen te uara Buenos Aires consi en respu esta a un trata do comercial. El
stía en alent ar eJ uso de barco s de "soco rro" se definía como ,'una Pt-
vapo r. La nave gació n a vapo r en el Para ná queña canti dad de fuerz a'' contr a la agres
podía traer a Buen os Aires los pro- ión. El }\1emo~án~u11:- no ,er~ un do-
ductos de Para guay y Corri entes con meno cumento de política de alto nivel y no form
res cost.os, estim uland o así la de- aba parte de nmgun upo ae mstru c-
mand a extra njera : ciones. Pero revel aba la tende ncia del pensa
mien to oficial, y el curso de ac-
ción que recom enda ba resul tó notab leme
Pero la gente de esos países no debe nte simil ar a los hechos que se p~o-
dujeron poste riorm ente. Reve laba tamb
que puede res_ponder al propcisitc de seguir engañándose con elsueilo del docto
comerciantes de Europa de incur rir enr Franc ia en el Forei gn Office. Imag inaba n que se
ién ~na confosión de p~ns amie ntos
gos mnecesanos y los gastos de envialosr sus propias naves, tan poco aptas para la los ries- podía usar la fuerza sm desa tar la
ción fluviai, tantos cientos de kilómetros navega- guerr a, que los merc ados de e~~ados indep
en el interior del continente sudam ~ndien~e,s se podía n a~;g ur~ m~-
busca de una carga que está disponible en todo momento en los puertos marítierican o. en diant,e la intervención, y que ··una peque
desembocaduras.65 mos de sus .'1a cantm ad ae fuer~a sena sufi-
ciente, La política síguiente sufrió preci
same nte por causa ae esas confu-
siones.
Pero estos argum entos e::an en gran parte Acer tada o equivocadamente, se consi derab
teóricos. Subs istía el becbo de a ahora a Urug uay como de
que Rosa s era dueño de la situación y no mejoÍ-es persp ectiv as que Buenos Aires
, más prom isorio c_omercialment: Y
se podían C3.mbiar las-cosas. Estab a
en condiciones de obstr uir no só1o1a navegación más flexible desde el punto de vlsta políti
co. Aber deen pres10nó a Mandeville
sino tamb ién el comercio_ En para que acerc ara más la política britá nica
1842, cuan do un come rcian te britán ico,
W. R. B. Hugh es, solic.itó perm iso a1 hacia la posición uruguay~. ~oda-
gobierno de Buenos Aires para viaja r por via inten taba medi ar entre Rosas y Rive
el Para ná hasta Asunción, se :le ra, aunq ue un anten or of:rec1m1ento
negó_ E:n febre ro de 1843, sir Robe rt Peel de Palm ersto n, en julio de 1341, ya h.ibía
come sido recha zado . Aberdeen instru yó a
tar el derec ho de Buenos Aires para cerra ntó: "No parec e posible dispu- Mandeville en el sentí do de que, si el gobie
rno de Buen os Aires aún recha zaba
r el Para ná. " 66 Y hasta el mism o la medi ación y continuaba la guerr a, la
Aber deen, en 1845, admi tió en la Cám ara defen sa de lós intereses britán icos
de los Lores que no ern asunto fácil
''abr.i:t· aquello que Jas autor idade s legal es "pod ría impo ner al gobierno de Su Maje stad
han decla iado cer.:;-ado. "67 Por otra el debe r de ªJ:"elar a otras medi-
parte , mucl la gente pens aba que la libre das a fm de supri mir los obstáculos que en
navegación era tanto justa-como de- estos mom entos rnter rump en lapa-
seabl e. Wilham MacC ann era uno de ellos, cífica nave gació n de estas aguas. " 7ºLas
y proponía que un barco britán ico instru ccion es perm itian diver sas in-
de guer ra subie ra y bajar a conti nuam ente terpr etaci ones y Mandeville decidió utiliz
por el Para ná, a fin de mant ener arlas como un virtu al ulti~ átum .
abien o el río y prote ger a los merc antes Poste riorm ente le comu nicar on que se habfa
británicos. 66 exced ido en sus rnstru cc1on es al
De mmie ra que la políti ca britá nica en amen azar con una fuerza arma da para pone
r fin
el fue critic ado tamb ién por parci alida d en favor a las hostiiidades. Adem ás,
71
mejo r i.11formada, pero aún se halla ba vaga Río de la Plata estab a cada vez
de diver sas circu nstan cias y considerac
ment e definida. Era el produ cto nicos en Montevideo hacia tiempo que, natur de Rosa s. Los resid entes bri~á-
iones, ningu na de las cuale s, por si alme nte, lo consi derab an rosis~
lnlsm a, signi ficab a estím ulo sufic iente ta.·v U.."10 de ellos lo denunció como "la volun
para la acción pero que, en conjunto. taria y cánd ida víctim a de uno de
podía n signi ficar incentivos. El objetivo lo~ homb res más inescrupulosos que haya
a largo plazo era·b asian te simple, un n obtenido algun a vez ascen dient e
come rcio en expan sión y en merc ados esta.b sobre una Ínent e crédu la y débil, "72 Pero
ies. Los medios eran más comple- Aber deen tamb ién tenía sus sospe-
jos, En la políti ca de violencia del Río chas v despu és del terro r de abril de 1842,
de la Plata , ¿esta ban servi dos los inte- con infor mes sobre Rosa s que había
reses britá nicos por la no interv enció n y
la tradicional neutr alida d? ¿Se nece-
recibido, más críticos que los de Mandeville, despa
sitab an lllla prese ncia más pode rosa? ¿un da al envía do por no prote star antes de lo chó una sever a reprimeJ?--
propósito más firme ? En un_M"emo- que lo había hecho y por no recur rrr
al HMS Penr l para prote ger las vidas de
los súbditos britán icos. En una afiigi-
256

257
da respuest á, Mandev ille alegaba ser el úxüco de los diplomáticos
r~'J
tj_ue había rr.a fracasar on. La mediaci ón anglo-fr ancesa fue :rechazada_ Rosas-co
protesta do, que su protesta puso fin a los crimene s, lo que no era enteram ntínuó
ente ~ lo que Peel llarnó "hostilid ades de locura"; impulsó su_ ejército. hacia
cierto, y que la_ presenc ia del H1.11SPearl sólo habría logrado aumenta
rror, lo que puede o no ser cierto.n Mientras tanto, Rosas sospechaba
J
r el te, y_, hacia febrero de 1843,, dominab a el litoraLR ivera estaba encerrad o
adelante
en ?,fon-
aue - tevideo y Oribe se hallaba en las afueras acampad o en el Cerrito. La-flota
Mandev ille estaba pasando informa ción militar a RiveraY de
· Buenos A.ir.es destruyó a 1a de Montevideo e impuso un bloqueo.
De acuerdo con las instrucc iones de Aberdee n, Mandeville viajó a Monte-
En la Cámara de los Comw"les, Pee-1 declaró que el 'gobierno británico
video para negocia r un tratado de comercio y amistad con el gobierno es-
de Ri- tabá decidido a no tomar parte en las hostilida des. 78 No era ésta la
vera. Antes de hacerlo, informó & Rosas que a ello habría de seguirlo impresió n
la me- de los observad ores que estaban en el lugar. Los enviados británico
y francés
diación a.">Jglo-francesa y que una negativa a aceprnrl a "podia ser
de fatales dirigiero n a Rosas una infructu osa nota aconsejá ndole que firmara
consecu encias" para Rosas y su gobierno, Rosas replicó que si él ha.cía un armis-
la paz ticio y mantuvi era sus fuerzas dentrc, de los limites de la Confederación
con Rivera, su partido no lo apoyaría , y si a él lo apartaba n deJ gobierno A.r-
, ni un <rentína. Al mismo tiempo, instruye ron a sus comand antes navales
solo extranje ro quedaría a salvo en Buenos Aires: para que
:stuvier an listos para proteger a los resident es extranje ros en Montevi
deo. Al
Sé pe:fectamente bien que Gran Bre_taiia sola -mucho más Gran parecer, Mandev ille también prometió a Rivera ayuda miiitar y naval
Bretaña y Francia a:1glo-
combma das- puede tomar Buenos Arres con sus buques v hombres. francesa , informán dole que estaba en camino w:1a Bota. Esta promesa
¿Qué ocurriría en- , Junto
t~nces? L2s partidas de guerriller os rodearían la ciudad ;,;pronto se
vería obligada aren- con las acciones del comodor o J. B. Purvis, comanda nte naval britániC:o en el
dirse a nosotros_ de nueyo por hambre_..: H~y ci~0,as cosas, la Río de la Plata, ayudó a sostener a Rivera y la causa unitaria en :.Montevi
plo, que, por mas granae que fuera mt mchnac1on en favor de paz con Rivera, por ejem-
ella normas deseoso Que
deo.
e?~ºY ~ie1:Jlpr_e de_ acceder a ~~S ?eseos del gobierno ~e Su 1\fajestad·, mi partido y la Opi- Purvis hizo su entrada e impidió que la flota de Buenos .Aires bombard
eara
mon publica Jamas me perm1c1r1an concretar la . .Mi v1da no estaría segura Montevideo poniendo asi en pelígro a 1os británico s y otros resident
No hay aq,l.J!'. una ar1/,tocrac:ia que apoye al gobierno; son las masas silo intentara . es eA'tran-
y la opinión núblíca
jeros; también posibilitó que llegara ayuda por barco y abasteci mientos
l;¡i_s que go01ernan. 7~ a los
- sitiados defensor es y que reclutara_-r1 legionar ios extranje ros. Si bien no llegó
a
ouebrar el bloqueo de Montevideo por Buenos Aires, ciertam ente logró
Hubo otra ent~~vista el 12 de agosto, cuando Mandev me regresó con dismi-
un Iluir su efectivid ad.
tratado _que resulto rmpop~la~ ~n Buenos .~es e Jrritante para Rosas,
quien El sitio de Montevideo duró nueve anos, desde el 16 de febrero
comento que este tratado s1gnif1caba para Rivera más que cualquie de 1843
r victoria hasta el 8 de octubre de 1851 en que se establec ió la paz entre los urugllay
militar: "En este mo~ent o hay una gran agitación entre la gente, en os ri-
especíal vales, El comprom iso británico fue de menor duración , pero, en el comienzo.
entre la del campo, S1 algo me sucediera, todos los extranje ros-los
ingleses resultó crucial por cuanto salvó la ciudad y prolongó la guerra. No fue
tanto col?º los otros- se encontra rán en inminen te peligro, particul una ac.
ar~ente titud de neutrali dad en el Río.de la Plata; por lo contrari o, ei poder
l~s que ~ven ei: ei c~1::_po." En re~idad , Mandeville estaba impresio naval bri•
nado por tánico contuvo a las fue_rzas navales de Buenos Aires y de esa ma.>J.era propor-
e1 control que eJer_:cia .ti.osas sobre1as fuerzas de la violencia, enla cíudacl
el campo: y en cionó a los asediado s defensas más efectiva s y mayores reservas que
· las que
hubieran tenido en caso contrari o. Esto significó que, por tierra,
Oribe no
~unca h0bia v:ist~ pruebas tan grand~ .del P<_Xie_r del ~en eral Rosas sobre pudo asestar un golpe decisivo y las fuerzas rcsist?s quedaro n aferrada
en estos ult_lln.?S tiempos: desde la pubucacm n ae las aos ordenanz esta gente como s en
as para Ia renresión de un largo y costoso sitio. El comodoro Purvis quería ir más allá, tomar
con,ductas mdignas. mediante palabras o actos, no se ha.oído una sola la ofen-
palabra" en ]a ciu- siva, acosar a Oribe, :romper el bloqueo y dominar _el Río de la Plata,
daa o en la provmc1a de Buenos A.ires, que yo sepa, contra nin¡;;~.in extr"anjer pero
o. 76 Mandeville lo contuvo: él debia tener en cuenta el peligro que corría
la comu-
nidad británic a en Buenos Aires. El ministro británico estaba atrapado
P~r?.Ro sas cont~u-a ba con sus sermone s a Mandeville. En la visoera entre
o~a V1s1ta a .Montevideo, le advirtió que esas visitas eran un incenfr;o de la ambigüe dad de sus instrucc iones, la agresivi dad de Purvis y las
contra•
para amenaza s de Rosas. Se insinuab a que eJ gobierno podía no ser capaz
Rrver~, a qmen proI)t0 derrotar ía sín embargo , siempre que Gran Bretaña de g3.ran-
v tizar las vidas y propieda des de los británico s y, en abril de 1843, Arana
1'.'T~ncia no int.~rvinieran en su favor. Y si lo hacían, "Buenos Aires.se comu-
conve;- nicó aMande ville que si no desautor izaba aPurvís se haría.res ponsable s a los
tma en un osar10 y la provinci a en un desierto blanqueado de huesos humano
s, resident es británico s por los actos de la Armada Real. 79 Mandev ille se apre-
Cuando lle~e ese moment o, que todos Jo extranje ros se vayan, y que
se vayan suró a rechaza r este argumen to y sostuvo que, mientra s los súbditos
Pro?t~,~aqm no habrá poder que los salve, aunque yo pueda perecer británi-
en el in- cos no quebrar an las leyeS argentin as, tenían derecho a la protecci
tento, ~ -~casado P:ºr Aberdeen y arengad o por Rosas, Mandeville ni ón del tra-
siquiera tado de 1825. Tomó medidas para reprend er a Purvis, quien continua ba ha-
obtuvo eXJto con Rivera, y sus esfuerzos diplomáticos para termina
r Ja gue- ciendo gala de su belicosidad, sin que Lord Aberdee n hkiera nada para
conte-

258
259
ne:lo. P:r_o com_o Gran Bretaña detuvo-su s avances para brindar una ayuda
mas Pº!itlva a
r
_Montev.í~eo, pudo preserva r la aparienci a de neutralid ad y· Íe propagan da organizad a en
mafüe:1-r relac10nes oficiales con Buenos Aires, Aberdeen emitió instruccio "bue algm1os intereses favor de Rosas. Pero existen pruebas claras de
- británico s importan tes, por falta de esperanz as o por
nes en 1as qu~ declaraba que Buenos Aires tenía derecho a bloauear Montevi- Íniedo, empezaro
n a favorecer a Rosas; unos petic10nar-on,al Foreign Ofüce
deo de acuerdo_ con las reglas existente s sobre bloqueos naval e$ v quelasfu
er- in beneficio de él; otros escribiero n panfletos : y otros, finalmen te, hasta lle•
~as nav~!es británica s debían aceptarlo . Retiraron a Purvis a Río de Janeiro
Y pareeo prevalec er una neutralid ad más evidente. -~aron a pelear_ por_él. , _ , . _ -·
j .Estas :enctenc1a.s del sector pnvaao no se refleJaro n mmemat amente en
_ La guerra continuó su curso hastfi. un punto de estancam iento. Rosasv sus Ja política exterior británica.
Aberdeen decidió destacar en Buenos Aires a un
: : ~dos -~-:'ª~, bási~~m~ nte, Jos beligeran tes más poderoso
1
s, pero Oribe_ ~sta- .huevo enviado, Wíllíam Gore Ous.eley, a quien impartió no muy precisas ins-
uct ~o_d':"'.'.1ª. mmov1hzacto .trente 2. 1',fontevideo y el bloqueo había perdido
su hucciones pero sí agresivas . El objetivo principal consistía en obtener la in-
!fecn•,:aact; ~o~~evi~~o sobrev~·vió gracias a su dominio de la navegaci ónflu- }iependen cia del Uruguay: en consecue ncia, Ouseley debía advertir a Rosas
,_al_, la ayuaa ce1aleg10n extranJer a, los esfuerzos de Garibald í-a quien la Ga. lme retirara sus
tropas de la Banda Oriental. de lo contrario Gran Bretaña le-
ceta. ..ll.fer~_antilllamab~ "el chacal "de los tigres anglo-fra nceses'·- , la alianza -i~antaría el sitio de Montevid eo por
la fuerza. El objetivo secundar io era abrir
de Jos e..'i:lllado~ argentmo s y los eswerzos de los mismos uruguayo s.ªº El oC<lo los rios a la libre navegació
n_ Si era necesaria la fuerza, Ouseley debía consul-
a Ros~s Y el m1~do a la venganza de Oribe permitier on aceptar a los urugua- iar con el comanda nte naval
británico en el Río de la Plata y concertar medi-
yos, 1~ mtervenc1ón extranjer a sin pérdida de su autoestim a. v utilizarla en
be- 1das con los franceses . Quedó aclarado -si es que algo resultó claramen te es-
nef1c1_0 del Uru?uay. El costo para la economía era alto y l~S operacion es
co- }ablecid o- que Gran Bretaúa no tenia intención de efectuar operacion es en
merc1ales_ declmaro n. Pero eran los británico s quienes más s€ quejaba.o
de füerra .
ello. En L1verpool Y.en lvfanches ter había un "interés por Montevid eo":
los .; Ouselev no aumentó su reputació n en el Rio de la Plata. Pero no era tonto,
lJan~uero s Y comercia ntes preqionar on a Lord Aberdeen en 1844 oara oue
de- -:lHabía actu;do va casi doce a:flos como secretari o de la legación en Río de Ja-
fe?~e~a ~u mercad~_ contra R_o~a~ e impusier a la .libertad de nav~gaci ó~ en
el 6eiro y de ning-tllla manera ignoraba los asuntos del Río de la Plata. Aunque
-
~10 ae- ~ª~ Ja_ta. Las 1-:l"~as br1tamca s en Montevid eo sostenían el mismo pun- ]sus informes reflejaba n en
forma constante su creciente hostilidad hacia Ro-
t.O ~e v_1sca. ·'?-1gun_as de_ :stas e~an sucursale s de estableci
mientos británico s jsas, senaló algunos pu.'ltos válidos ~obre el régimen: observó que Rosas, si
~n Buenos Aires, tamb1en ho~µ1es a la política de Rosas. "Desde el comienzo fuien usaba los términos
federal y unitario,
ct~l bloqueo,t r~ncés hasta el día de hoy, la mayoría de los comercia ntes britá~ ;ficacíón, reducie..'1do la política a¡rosísmo había logrado quitarles toda signi-
y antirrosis mo comprobó que el dic-
meo~ estabJec1dos en Buenos Aires no ban intentado nunca ocultar el interés ]tador había comenzad o odiando
a los intelectu ales y a la cultura. pero ahora
que tienen ~n el éxito de .los enemigos del presente gobierno ... "81 La impresió
n }los explotaba y usaba a la prensa como un medio de propagan da sin preceden -
de Mandev1lle era parc1aL Las opiniones comercia les británica s en el Río
de /tes; además, tenía plena concienci a del poder y personali dad de Rosas. Pero
la Plat~ ~? eran Ue n~gú:n 1:1ºªº homogéneas._ El comercio de:Bueiio s Aires -!su análisis de la.iituaci ón y la política
que recomend ó contenían una cantidad
so~re:7v10 al bloqueo ~rances y, ahora, durante la guerra. Buenos Aires
se- :ide errores fatales. Creyó que la fuerza haría ceder a Rosas y que la guerraha -
g~rn siendo un puerto li_bre y el comercio británico se soste"nía bien allí oor
si ibría de servir a los intereses británicos . Sus opiniones ya estaban formadas
m_1smo; los buque,s b~i!anícos seg~~an llevando eJ correo a la Argentin a y· -se- ·Fantes de asumir su cargo,
el 20 de febrero de 1845. En un memorán dum defe-
~!: sospecha ba ei g?01ern0 -- abnendbl o. 32 En realidad, los comercia ntes bri- !cha 12 de diciembr e de 1844, Ouseley ya daba por segura la idea de la interven-
tamcos en B~.~n_os ~~1res estaban siempre dispuesto s a tratar con Rosas, mien- ~ción británica :
t~as los benenc1os rueran buenos. En este sentido. las opiniones también dife-
nan. !La intervención de Inglaterra y Francia quedará limitada a una mediación
lnará eon insistencia , pero si eso fracasa, la cooperació n naval con el Brasil.que se presio"
como el blo-
Se han ~echo esf1:erzos para presentar al comercio de Monte Video como de ;queo, etcétera.
portancia que el oe ~uenos Ayres. Seria fácil exponer cífras na_ra demost,..ar mayor im-
que eso no
es verda~··· E~ suf!c1ente decir qu_e si se deja seguir al come:fc o su curso ¿natural, ,!Es de suponer que lo primero será ofrecer la Mediación. insistiendo y presionand
1 cada f urgencia, antes de la efectiva Intervención, o con
part~ obceodra de el aq_uel1a porc10n que 'la conveniencia de su situación y otras circuns-
lt
,ancias local~ _pe~~rtan atraer -- . ?ª1:ª nuestros fabricant~s y comerciantes '
rente cual sea e. nesuno dela rnayona ae sus mercaderías.SS es indife- ! Además, que no existe el deseo de deshacerse de Rosas por completo. Al contrario. que si
~es posible inducírlo por las buenas para que actúe cordialme nte
Jlide_raz.go para conseguir que otros estén de acuerdo: si podemoscon nosotros y asuma el
hacer uso de éL tanto
Sin duda, algunas de estas manifesta ciones eran parte de una campaña 1meJor,84

260

261
_Desp~és de su llegada a Buenos Aires, en febrero dé 1845, Ouseley eolios
interiores, Contra esta idea puede alegarse que Gran Bretaña ya CTomina-
dero ?ºnrl:-'t?ªªºs sus puntos de vista, y apreció erróneamente la situaci'ilJa el comercio de Buenos Aires y Montevideo yno neces1taba una penetración
cua~,?º p1010 ~na.declara~ión de "g~erra contra R?sas (no contra los argen.racia el ínterior,.men.os aú~ cu~ndo se.trai::,aba d,~ mercado.~ que_ ~oda_ví~ eran
nos, , como s1 ambos tub1eran podido separarse.So Comenzó a avanzar a Plten o-ran parte qmméncos. tl mismo Aberneen mo una expncac10n. En rebre-
tir de instrucciones que no lo.controlaban con suficiente rigor. Según una fue~o de
:!.84.6, al justificar su política en la Cámara de los I...,ores. afirmó qi.:e Bue-
te argentina, supuestamente informada por Ouseley, el gobierno británf&nos Aires había rechazado la mediación británica en 1841 Y 1842. Entonces se
había decidido usar la fuerza cuando designó a su nuevo enviado: "Mr. ou&'.ofrecio la mediación por tercera vez; si también ési:a era rechazada. existía la
ley me manifestó que c~ando fue nombrado para Buenos Aires, el MinisterÍintención de hacer valer la fuerza. Por io tanto. concluyó, Gran Bretaiia,había
Inglés estaba decidido a una intervención armada en el Río de 1.s. Plata.'Ílnterveni.do para preservar la paz y la independencia del Uruguay. Y, a pesar
Esta int~rpretac_ión, una amalgama de las preconcebidas ideas.de Ouseley;.jctél bloqueo impuesto por Gran Bre!aña y Francia., "este país no estaba en
;ag~ beliger:~~c:a de Aberdeen y una tendencia arg-ent:ina a exagerar las ~guerra con Buenos Aires" .88 En esa !orma, se usaba_,~ ~uerzap~ra _mant~ner
~en~~ones bntamcas_, era probablemente incorrecta, pero contribuyó a 1a co;_1a paz, no p~a hacer ~a guerra, era un argumento c1as1co Y m srqmera Aber-
fus1on que caracterizaba en esos momentos a las relaciones anglo-argen!Jdeen parecra convencido. _ ft •

nas. ; No obstante, en Gran Bretaña respaldaban a Ouseley enrnrma considera-


Cuando Ouseley 11egó al Rio de la Plata, Rosas había obtenido una candble. Desde 1343, Brasil había incitado a GranBrernfta en el sentido de que ha-
dad de triunfos importantes contra sus enemigos en el Uruguay y parecía ~brf2- sido fácil montar una demostración de fuerza en el Rio de la Plata Y le-
tar a punto de lograr la victoria definitiva. Urquiza había derrotádo complfvantar el litoral contra Rosas, El argument_o encontró alguna correspondencia.
tamente a Rivera en India Muerta, destruyendo tanto su ejército como su coPVeian entonces a Rosas como causa de pertu.rbaci_ón, ya no de estabilidad- Los
fianza. Oribe había quedado ya libre para concentrarse sobre Montevide§·comerciantes de Liverpool y Manchester, los políticos Y1a opínión públlca. to-
mientras que las fuerzas navales británica y francesa se mantenían a distaádos clamaban pidiendo medidas para defender al Uruguay e imponer la libre
cia. En ese momento, Ouseley'declaró "Montevideo no debe ser tomad~" .Jnavegación en el Río de la Plata. Un folleto publicado por Thomas Baines des-
convenció al enviado francés para que cooperara con éf ordenando la cons'f1 de las oficinas del Liverpool Times recomendaba la guerra como un instru-
tución de una fuerza naval conjunta que produjera el desembarco de infant~merrto de comercio. 89 Durante el transcurso de 1845, los intereses británicos
de marina e impidiera el colapso de Montevideo; declaró que no reconocerfaj¡en Montevldeo recibieron una oleada de apoyo de parte de los aliados Y porta-
jl
~ingún gobierno encabezado por Oribe e instalado por la Argeritina. El8de voces en la metrópolis y se beneficiaron de la relación de su causa con la de la
no de 1845, Ouseley Y su colega francés Deffaudis enviaron una nota al crobiélhibre navegacíón en general. Solamente enla Argentina se oyeron voces en de-·
no a~gentino pidiendo ~a evacuación del territorio uruguayo por las tro~as aitsacuerdo; desde allí, la comunidad británica redactó una petició!1 protestan-
gentmas Y la partida de Montevideo del escuadrón argentino. Estos pedid~·do contra la política anglo-francesa. Y en Londres la maquinana de propa-
estaban basados en tres proposiciones: la presencia de tropas argentinas J ganda de Rosas la...r1zó un contraataque,
mando del general Oribe para reinstalarlo como presidente constituía una iÍ~ Manuel Moreno, el ministro argentino en Londres, enviaba asiduamente
terfe~encia en los :15untos del Uruguay y un ataque a su independencia; 1,4 material pro-Rosas a la prensa británica y a las librerías. En 1843 contrató a
atrocidades cometidas durante esa guerra habían conmovido al mundo civ,1un periodista inglés, Alfred Mallalieu, amigo aparentemente de los comer-
lizado; y los in.tereses comercíales británicos y franceses estaban sufriend1 ciantes de Londres y Liverpool y que decía tener directos conocimientos de
por la obstrucción de tíempo de guerra de la navegación en el Río de la Plata. B'í-América del Sur, para que escribiera un panfleto en inglés defendiendo a Rosas
Rosas rechazó los pedidos y, el 30 de julio de 1845, Ouseleyfue obligado a tras, de sus enemigos y calumniadores.w Escrito desde The Bank, llighgate Hill,
lactarse de Buenos Aires a Montevideo. La posidón británica había quedadii en la forma de cartas públicas dirigidas a Lord Aberdeen entre 1844 Y 1845,
así deteriorada en la Argentina; sin embargo, aun el mísrno Ouseley admiti~ desde la abierta posición de un obse..rvador independiente, el panfleto era
a Aberdeen que el comercio de Montevideo jamáS compensaría la pérdida d( esencialmente, en realidad, una traducción de materíal oficial, en su mayor
Buenos Aires. ¿Por qué intervinieron entonces los ingleses arriesgando lij parte de la Gaceta 1lfercantil, y constituía una franca apología del régimen de
más grande por lo que era menor? / Rosas. Mallalieu opinaba que Gran Bretaña no tenía legítimos motivos de
- Uria posible explicación era que Gran Bretaña buscaba mantener el equ{ queja contra Rosas, ya que su comercio estaba protegfüo durante el bloqueo
librio de poder en el Río de la Plata sustrayéndolo de la hegemonía de Buenoi de Montevideo y el comercio de los buques mercantes a Buenos Aíres conti~
Aires. Si éste era el propósito, existían _mejores medios -al menos discud nuaba siendo allí bien recibído. Las quejas provenían principalmente de los
bles-para lograrlo. otro objetivo era tal vez ganar l,;.1 libre navegación de ¡0 [; especuladores brfühlicos y otros intereses en Uruguay, hombres que sehalla-
t

262 263
ban_ de~ás de Purvís YRivera y que se beneficiaron con_motivode] favorabl'I
contrato de préstamo que es•e último le~ h , , • . , L
res.de Buen ir • - .. L_ ~~"' 5
_- .
r . . . ,- · - · ,
. Ita-paz s_ólo puede serrestaolec1da de manera solida yventaJosay sepoará tener fe 6 ,., la
~ ao~: oiorg~~O. os a um::os mten0prospend~ddeest_ospaises me~antela ca~~a del generalR?sas. Siel gobiernodesuMa-
~ _os_ A_, es, tan ~bJetab,-..,s como pod1a.n consiaerarse, no concernianjestad decide contmuar l_as medidas coercrtivas que la conaucta de Rosas nos ha obli12:a-
~ Gran t3ret'::11a; }a n~cesidad de contener la anarqufa justificaba las faculta:Po ya a adoptar, no d~ber~ perderse ti~mpo alguno en hacerlas rápidamente ciecisiv'as.
Ges, extraormnanas
. , _ . ~
del
.
crobierno
b , __ ._
v aun del terror _. como lo aceo·ab
· - . 1.
..0ora. ¡a¡1La manera más efecnva cte actuar sena o.eclarar la guerra al general Rosas_%
a"'-·
op;~lOn ae10~ comerc12ntes ontamcos. De cualquie:r- manera, ks acusacioneS1
ie ~.e_r~~i:1.~m.o q~e aparecían en las_ Tablas de Sangre eran una "monstruosa1 . . . . L . • • . •

~1cc10n-_ ratncaaa por un de~acredirado renegado. Mallalieu se quejaba de j j Aberaeen ~-a ello. Desde ~1erto punto de v1sc2 parec10 es~ar e? desacuer?o
no~an~13 Y_~uperficiahdad er¡ el tratamiento británico 8 las noticias.de Amér:fon la f.uerz~. · Rosa~- es tan r~es~rupulos~ ! sus mstru?1emos tienen una ~e-
:::a,~atma, ··en esas rara.:. ocasiones en que son pllestas a disposición del puoJi.foción tan ~1e?a por ~19-~e cu_a1qmer at:rucld~d (c?~tra 1a~ personas, o prop1e-
co , aunque
¡..• . -¡;,
estos países son imnortantes

consurrcido-es
.~,. .,
de los nrod•uc~os , ·b r1--,¡
, aades de subaitos
, -·
br1tamcos:
, ,
puede
,.r •
ser posmle."
·t· Estos. rneron R
sushcomenta-
,ameos. 91· .1.,n el caso de ia Argentina. Gran Bretaña estabo asoc> , h rios cuanao connrmo e~1 uso ae meumas coerc.1 1vas contra osas y asta pre-
:::-on F . , . ., ,anaosea,ora_¡ ·b·-·· - , • • , oos· • ¡·d ·
, -~- ,anc1a _ Y,e, Brasil ara ataca. r una potencía que nro·c·eo·'
P.-
. ¡ ,;: i
_1a.o~.nt-er_,ses,t "' -viólapoSl
. rnctad
. ae,guerra,. entre
. tos aos pmses. m emoargo, t • - L
e o- 1enov1em-
'' ·
0 use.teya nn cte que preservara una es neta neULr.ci..!laact y, lL.7
Drllamcos,
1 . , F en ¡avor . . de otra potencia (Uruguav)
'"' ,, que
_ e.,.; . más-o
-' ,,,no::; un""~ co-t:bre insrruyo
ffi"' ~
. . a. d' - , . . • • t . .
,orna ce rancla, m1entrasqueelBrasilsimulemente bus<ab " 1 • mes mas rnrae, 10 otro paso nacia atras: acaro 1 perrecramen e a su en;Jiaoo
¡º"º t ¡o· d 1 . • -- acolll.roarcom,~ 'd . lb. "l ·¡t·
P_ "''."mTe.n e e _,_~10 e a Plata. Mientras tanto. Oribe favorecia la independen_<que cons1 eraoa_ a . loq~eo C'Om~ a u, 111J.a me~lda nost1. comra nosas _que
,.- , .. 1 , -

cia del u_ru~ay; Ros~s nunca hab~a cerrado previamente el Río de la Plata ~contemplan sus msi:ru~c1_ones, y lame.~:ana ~ucno 9u~ este ?loqueo pud~era
la n~ve~a~1~n_extranJera y, en toao caso, era incapaz de hacer eso cóntra JÍegenerar en u~": veraaaer~ .guerra.· s, Era demasiado tarae: la urmacta y
marma .orn:am_ca. La Intervencfón, concluía Mallalieu, sólo podría frustrar ellas tropa~ ya es~aoan e_n, acc10_n. . . , _ .. _ , .
comercio Ydanar los mtereses británicos. 92 . j ¿Que clase de ac{:10n sena mas 1:fect1va? El gobierno brnamco exclm:S
Mientras la guerra verbal continuaba en Gran Bretaña. Ouse}ev v fi kspecfficamente la guerra en tierra. Esa fue una decisión obvia, sobre la base
legas ~3:val~s estaban combatiendo una guerra informal en el Río d~ Ía ;l~t~}de_ la logística. tanto corno d~ la po1itica. E1:.su lftoral ati~tico, ~uenos Air~s
La pohtica ael enviado británico era engailo5amente simple. Obligaría a RoJestaba proteg1da por a~as ne µo~a profunmdaa., r~c_as y nancos a.e arena, la z
sas_ ~ que cesar~a en su ayuda a Oribe, Je impediría que estableciera un aobier-1Falta de puertos. Tamb1~n la cap1ta1 estaba.defend1cta c_ontra buqu?s ~~s~aos
no t1tere e~ el T1ruguayy lo llevaría a c1n acuerdo negociado. Pero la única forApor <-\gua.s muy.i:}oco pror:111cta.s_ qu.e mameman a sus canoneE a vanos _1_Ulo~1~-
ma e~a la fuerza, y esto creaba complicaciones. Ouseley no subestimaba la taJtros ae ~st~cia. Cualqmer eJ:rcno_ q~e dese~barcara e~-~s~s zonas ter::?r~a
rea: I_:Iay ... poca esperanza de obtener nuestra meta con el general Rosas sinfque combatlt contra un e:::iem1go movil.Y esqmvo qu~ fºC:ria m_stal2:se racll-
recun~rr a la_ tu:;~za y en ~se caso debemos esperar una prolongada y obstina-Jmente en el camp.o, y enfrentar una so~1~dad _que resJS~ir:a por 1:,1.~rc1~. P?r l_o
da re_s1stencia. -3Por lo tanto, cuanto antes se declarara la guerra mejor se-'fanm, las opera_c10nes terrestres queaa..,an mera de toaa cuesc1on. La aec1-
:fa< El mismo dio el ejemplo . .E1 2 de agosto de 1845, fuerzas navales angloJsión,signtt"i~aba q~e los funcionarios ~ritánicos t~nían una limitada. in.tlu_encia
rrancesas toma:on a ~a flota argentina que estaba sitiando Montevideo, :reemJen ell~.fo ae 1a ~la~a. Ouseley y sus co1egas negociaron c01~l~~ caud11losde E:n-
flazaron ~ sus ~ot?c10nes y la pusieron a] mando de Garibaldi. E1 lide sepJ_tre !l10s,. Cor.neme~ y Paraguay para .f?rmar una co~1c1on co~tra Rosas.
Llem~re, C!espues de desembarcar una fuerza de ocupación en la Isla Martínpose d~ Urqmza, gooernado:r de E~tre Rms, no se mostr~ contrario a las ~on:
Garcia, que gua:cta?a la entrada cielos :ríos Paraná y Uruguay, la flota anglol,versac1ones, p-"'....rO era demasiado_cmdadoso como para arnesg~~ su futu~o.s1:1 e1
frances.a d.ecl_aro el bloqueo a Buenos Aires. (l4 OuseJey también quería trooasJªPºYº asegurado de poderosas fuerzas terrestres que garannzaran eJ. ex1to.
L~s reg_1m1~ntos 45 Y73 de in.fante:rfa se hallaban convenientemellte a man.oenPComo éstas ri:0 se encontraban di~ponibl.e~ s~ mantuvo junto a Rosas, contro-
R10, d~ J,31;1e1ro, en_ camino hacia A.frica del Sur. A pedido de Ouseley, el minis-fland? a Corr1:ntes y ~ara15:1~~· Lo~. ?r1tamcos, por o~ra parte, carentes_ de
tro ~ntamco en R10 Jos envió a Montevideo. En octubre estaba preparada-una,fsan~1ones, de ruer~a, ae pos1c1on m1li~ar, no estaban b1er: col~cados para ne-
Hot"'- para forzar el pa~o hac1~ el ~orte por el rio Paraná, con el propósito de es~-f?ociar ,?1: asuntos cte es~a n~!uraleza m_Para convencer a Urqmza pa~a que pe-
colt~r una flot~ de mas de c1en barcos mercantes a puertos de Entre Ríos y,flear~, M!amenteB;as11 poma proporc10n.ar las fuerzas .terrestres. sm las cua-
Cornentes. Invitaron a participar a Jos comerciantes interesados. Sólo faltaJle: T¿r9mza no P?di~ mov~rse_, como lo luzo er.i 1852 ..~en~as ta~to, al poder
ba a Ouseley una declaración formal de guerra. Ejerció urgente presión sobrJbntaruco en el R10 ae la Plata le faltaba una dimens1on militar: esos eran los
Aberdeen para obtenerla: ,}limites reales del imperialismo.
:j Las operaciones navales eran el único medio, que finalmente tomó la for-
1¡ ma de una expedición-para subir al Paraná, asegurando la libre navegación e
J
264

l
1 265
. .. . .
1~augurando el comerc10 rur:.ct~ con e1_1:1ter10~. Rosas est~bapr~~arado
d1sputar el paso de la flota ~11aaa_y hama reahzado sus_p~epara~1vos
therido. Luego desembarcó la brigada francesa y algunos de los cañones
.pa.Jéron inutilizad0s y desmantelados; a la mañ~a siguiente complet':
. Desp\re a de destrucc ión y retiraro n diez caftones de oronce. El grupo 1'on la
.

chotrop as desde Buenos Aires para reforzar las guarruc1ones s1tuadas ~e aesem-
. P . .. . . al l a on t- vo la posesión del terreno y los bosques durante
11 as de_1 no arana~ 1:1z? mst~ ~ _anc~hones ~rma do~ P~:'~ mtercep
. l,rrco re.u
tar a ;:_ Mientra s tanto, los aliados habían.d estruido la go leta . .
todo el dia.
nave? merca_ntes b.r1tamc~s en :1 n~. En p~tlc~a r, .ctec1mó .defende ~e ~uer:a c~n,los
r el pasí ís cañones, las veinticu atro barcaza s encaden adas a tr"aves
To::1e1ero, seor~ el _Paran a, en 1a _vuelta cte_ Obh?aao , dona e l~s ael_no, Ywaos
barranc
9?n al~as ;;_ el no tiene ll??s_ setec1ent_os__ metr_os a: anch?. % El mgar estaraf5 cañones hallados en las fortifica cíones, excepto los c~ones de oronc~ cap-
bien,_ eJeg1ao "v el olan ID1cial fue_ hab11mente eJecutaa o. Cuatro a dos. Las pérdidas sufridas por las fuerzas argentrn as no se con~c1eron
.. ~ bateriF ,xac1a:1.Hc--ie
~-- HL ·ª"'"'--'
~,.,..,qu~ loe:. británico s L--iformaron haber encontra do vanos
estauar; en pos1c1ón en terreno ventajos o, dos de ellas sobre alturas
de diecfo
e:~~ _
d mÚertos en las baterías . Hotham
_ .. , ., ,. ., cen~
,
cho met:r:os por encima del agua, dos en el valle ir1termedio, con espesos informó tammen 1a renm~on ae
b{~~sal eses aue, según él creía, habían servído en las fuerzas
ques a sus espaldas ; en wtal compren dían veintidós piezas de artillería ene:n_igas Y
, co¡ ~ ~º e disparar los cationes. En cuanto a la expedición, habían
1
caiton~s que v~~íaba n ~~ cio;e a_trein.ta_ y dos li~ras. Además de los demdo pa-
artiller fu u~ ºr~cio por sus éxitos: en el total de pérdidas ~lia~as,
sehab:an r:tJ?1C10 tamb1en erectwo s ae_infa..11.tena y ca?allerf_a, c?n _un los británico s tu~
total cft~ron ~ueve muertos y Veinticuatro_herid~s. 1~ DeJanao una
tres mil.,qllillientos hombres . Algunos de ellos eran vo1untar10s ae ia f~erza desem-
. . ' , com~~ d . dos navíos de guerra. la flota contmuo luego aguas arriba por elPa-
dad bntaruca en Buenos Arres. Para aetener a la flota enemiga nabian ten-~ arcaav
d? tres pesa?a~ cadenas a través del río, desde la costa hasta una isla y sosttn;, esLe"Oltando
e

a los barcos mercant es. El convoy sobrev1v10 a o~ro ata~~~


,.,

renzo aunque esperaba una mejor recepció n en el intenor. Surno


mda_s por v~m?cu atro barcaza s; detrás de-éstas había otras diez e1:1b arcacie;n
a :ce;c.ió n. '
nes mc~ndia nas y el ex~remo oeste de las _cad- nas estaba def~nd1d
~oleta ~e guerra argentm a arma~a co~ seis<:;. ¡nes. Tal v:ez ~1 plan
o por u4 .. . . .
La expedición no encontró aliados que le_s m:ran ~a b1e~vemda m.merca_
,
-
era 1'.1:ª&os remisori os. En Entre Ríos, el gobernact?r, D_rqu1z~ es.,ab~
unpres;o nant~ 9ue lo~ r:?urso~ ~1spombles. 1:~ 1.., uand~nt e ae rn operacrnl enAel -~roceso
gener~~ Mansilla , n? nao:a :ec¡b1do arm~s s~ic1ent es m comple~ado fu.e ~nar ascendie nte sobre el aliado de los b:1tamcos,_ e1 g~neral P
c.Z, .,~mpo-
su p.r~ :ubo bienveni da ni posibilidades de una alianza a~t1rros1sta ?.ºº
parac10n cuando ya 10s aliados estaban SO?re el y la batalla de Obllgado C~rnent es
hab\ p g ay. En Corrientes, lá expedición encentro la descorm anza pop~lar
. ~ ar ~ap:ese ncia, y las autorida des elevaron inmedi~ t~ lo.5 derech~s
comenzado. ., . ·· .
La flo~a" anglo~frances_a deJO Montevideo el i7 de noviemb re, comaneia ct:
cJteros a niveles exorbítantes_, que los comerci antes extrunf_::ro~flno
~aua-

por e~ cap1tan Cbarl~_s ~?tham. Al lleg~ la barrera, un día después,
a sus buques en dos arnsione s, una hacia 1a costa norte y otra hacia la del
sepaitr a alternati va que aceptar_ En Paraguas-: hubo m:1ª manmes~,.,
t~Y:~ron
bosdl:~ad.
s~n cuanto al impulso a las ventas, el mercado er_a ~oore Ymuc._~o~"
con cuatro naves en cada una. Los barcos de vapor, tres en total, formarom co:11er cian:
J\tes reg'resar on sin vender sus me~cader~as. S1 bien 1~ exp_ect1c1
101
on
_tercer g:rupo.
~ ue Rosas carecía de poder para impedir el ~~cesa al mten~r. pusod.e,!11os~: t~b1e~
o
El 20 de noviernbr~, los aliados empezaron a combati r para abrirse camfn
evídencia que el interior no respond ía pos1trv~mente a la mterven c10
no y pronto quedaro n comprom etidos en una dura lucha. La batalla
se trans'ha njeta v a la libre navegac ión. Además , despues de haber _n ex-
formó en una contiend a directa entre los buques anglo-fr anceses y entrado, los b~r-
las batei'bos mere.antes aún debían salir. Una vez alcanzad os sus mercado
rias de costa argentin as. La exactitu d del fuego anglo-fra ncés estaba s, veild.ido
contr.a°§us artículos y comprad o producto s de Corrient es ! Paragua
y ,-cueros ,
rrestada por la bra,-ura de los argentin os, aunoueu na delas misiones
ballerfa ubicada cerca del bosque era llevar de vuelta a aquellos que
ran abandon ar· sus posiciones. Los británico s lograron cortar las
dela cjana, sebo vtabaco -las naves tenian que regresar baJo 1~ protecc10
intentá..-voy O perrÚanecer encerrad as y empobre cidas en Corrient ~.del
es. PaT d eron,
co:~
cadenas tnayo de 1846, en un convoy de ciento diez naves, Y se e1:-contr
los primero s barcos empezar on a -pasar al otro lado, no sin sufrir severas aron con que •?-5
aveffuerzas y baterías de Rosas los estaban esperand o en d1ve~sos
rías y muchas bajas por el intenso fuego de la costa. punto~ del no.
·tuviero n un duro encuentr o en las alturas de San1='orenzo Y~ aunque
El paso siguient e consistía en destruir las haterías . Cubierto por e! escua'©.u e~. ~~nvoy
chó para abrirse paso a través del fuego argentm o de eanones, recrnw
drón francés, al mando del capitán Tréboua rt, el capitán Hotham desemba gra-
r'§ves daños en Quebrac ho y, con la pérdida de cuatro barcos,_se\.?:uram
có a las 17:45 con ciento ochenta mariner os y ciento cuarenta y cinco
infant~e ccíón de que la libre navegac ión no era fácilmen te conqmst 2ente un~
de. marina, "y dando tres ¡hurras! formaro n en la playa. "99 Los infantes aole_ io El capi-
marina hicieron retirar al enemigo y detuvieron el fuego de sus mosquet
ctfu'tan "Hotham fue armado caballer o por sus servicio~, Ylas fuerzas armadas m-
esfdudab lemente habían luchado con valor Yeficienci a. Pero la causa
mientra s los mariner os tomaban el bosque. En esta accíón, el propio no era he-
Mansi11ákoica y los resultad os no fueron permane ntes.
~

266 267
' - -·, · , · , , [ . . ,.. - , d 1 b. ueo con peoueñas embarcaci ones que nave-
A toao esto las umdades navales br1tan1cas_ ha_oian rerorzado el nloq '. vo mov1m1ent
con un vigor qu~ era másirrita., ite que efectivo. El 21 de abril, por ejemplo;f eraban de
o a t rd. ves e . loq .. drón de oa~.,...ull~ je Sin "'mbarao el
1
,
ouq~e ae _guerra bntamco que perseg~1a ~~ c1ertos V10.lc.do_res a.:1.~ioqueo -,_ bloque? a~ Buenos
> - • ' '
noche bajo las nance~ rte~_escd~ª.
mo 1a ex e 1c1on Q
, 'el p:..r;'n-~ f~~ un h;cho s;ma-
Arr.~s~
' • • A ' " ' C, ' • C, n a a.,
sembarco un grupo en Ensenaaa, comba~1eron contra la guarmc1on, quetn¡ rnex te rrritante, '·? enfav~r de los intereses Oritánico_s e L11d1spuso

. · 1 que?-ªªª hiz~_ .., . Cann 1., ab1 aba por los brüámcos res1-
ron barcos yme.rcaae ria y escaparon . otr o grupo que ae'E.emnarr; · · _oen , """aia
~ - ' j''
wnecesan· am ent"'~ a. 1A"- Ar2en1.ma. ~11ac - •es'T0
" i v las vidas delos " , .
.. v-1·a ·· º · d · ,r ~ . _;• , , . "El sunmtos
fue menos afortunado , allíper d1ola a e1m1ame emarma "
n'armaw. '""
rtos~ .
,,e'1tes ,.-, . s·'rres"uane 1oesc~~o1 0. e -v "
en.Dueno ·'"" ~ • . ..
amenazo- con e1ecutar
· ·
a - · · , ¡· -~
]os pns10nero s de esas operac10nes como ae rncue¡_ británlcos fueron:·· sacrificadas
u • . mnecesan
-
am
er·'e al d;s,:mtar con un nueoiO
'" , . · - ~ • ae
, es-
, . ,. . .• , . , -- -f .
. •~"aber,;:e de·,~ctr.qu emane,ara ~ ~.~ _ :;~ ~ ~u, D,.ooios asuntos. Y e5
tes comunes va aue no ex1sna una cteclarac10n ae guerra Y, segun se anr:rm al que dener~"-
hizo degollar ~a o<;r lo menos uno de J.os nrisionero s ingleses .103 En su coman& nerar aue. ª _· ~ ,;"-' - _ " bolad~ de nuevo la bandera .onta- _.
~ • en el futuro, UUIH::a mas s~~ e~ar L w':iar~ " v r"-'alidad. durante

er;_ Montevide o, Ouseley y sus colegas franceses se comportab • ._., .r-- -
an como P~l nica para ~ - '1nte,·venc1on en a ~ _ c.. =11--~ . y,
prom~v~r otra ~-. · ,,. m le"'tó a los residentes británicos
.cónsules imueriales . imnartiend o órdenes a) gobierno uruguayo, entregan.¡¡ todo el periodo
- . • . , oe mterveu,_io n, nda-bie ---~- t~o m''--¡·oaba su aislamient o la. ob-
recursos y armas a Rivera -cobrándo los en ganaao y otros productos ~¡'} más tarde, wn~•ct ~ fua= recor a a CUail
H 1 . La
aL O
- do a~- cau ct·11 R' de la Plata - "era una ruptura
1 o para que ob tuVle:ra . los medlos rn .
aientan ·- ae . pag? m_e.C1Jan .. te S{ servac1on . . a·e l·as distantes ac"1ones en e.1 10
_, ,. . , l· h reunírse en los tecnos • • l
ae as casas
queos de--los distritos rurales. Uruguay de_scubría aJ1ora que aebia pagar casi agradabl_e
precio por la alianza anglo-fran cesa. Y otro tanto comprobar on los com~ para presenciar
1 en la plac!a:~ ?e d~ ~~se uetería, exolosione s y el ocasional
· ID1a exhib:crnn d . bq t 'as d"l p. uerto. "108
cíantes._Todas las naves qµe estuvieran · a pagar ct·_mero a J~ a duar¡.¡¡ fuego que vomLa
dispuestas
de Montevide o (es decir. a sus dueños extranjero s) obtcman permiso pa:rg
·t b
an loscanone. s d e, rasP1 nt a er~
fue~recibido en Gran Bretana _
· ' · · · El uso de la fuerza en el Ri~ e 1ª ª ~ nO que ent,·e los británicos en
prosegmr nasta Buenos Aires, a traves del bloqueo. Lord owden h.a bna.o; H - if con • · - d i me¡ores reacc10nes · ·
mayor unif_:>nmc.a ~< _. inión comercial preguntab_a p_or
observar más ta:de en la C~!Ilara ?.e los Lore.s q,ue nunca había podido ?on{ Buenos 1
Aires: t,na par~e 1m~ort?11te d:a~~~n millón de libras en exponac10-
prender "por que, una medida ten mente a dei:enorar e1 comerc10 Y herrr l~ qué debía
arnesgars e un me. c~~ci_o que t anjeros dueños de la aduana de
recursos del general Rosas (hábria de convertirs e en) un medio para reforz~ nes a fm
las decaídas finanzas de Montevideo_ " 104
de aumentar los ben~nclOS d~ 1
·_[- Montevide o. Y la Casa deBarmg pr~~wna" ~ p América Latina
os~: rara aue se pusiera fL.'1 a la inter-
que_ estaba in-
El bloqueo no era más efec_tivo que la expedlción . Fue un arma torpe_·! vención
lenta que goipeó ~~sal comerc10 que a~ enemigo. Co:1 tod~ razón, ~osas dijf tentand~ ~a~ar
contra uno ~e los P?C~S _g~ ier;t~ e ~reí-o ya era difícil cu-ando lapo-
de los bloqueos: '·s1 molestan a estos pa1ses,no los pnvan de sus prrmeros r~ lítica bntamcacel prestamo bntamco~e y
e~~:eció, la intervenci ónl~ r.edujo
cursos, ni alcanzan a abatir su energía. " 1º5 Y MacCann expresó el punto ~ aun más. onrespect o ª R: ~ª~ ,_
0
B nos Aires cayeron a qmmentas
Las exportacio nes britamcav a uelibras en
vista del comercio br.itánico: "Un bloqu~o contra la A-:gen~ina es absurd~ no~enta.:: 1845 va ciento ochenta
porque son los extranJero s los que se arruman; sus pr_op10s crndadano s no Sll_l y siete
dos mil d_osc~ientas se~~ntau;; ;~~:~ en
mil cuatroc1efüaS o~h~n Y
3 1 46 ; co~l}arad as con nove-
. d spués de la finalízació n del blo+
fr~, ~a que exist~n illl_iY ~?cas ca~as mercantli~ s n~tivas en toda la repú~~ _dentas 8 1
ca. --10° Su economia p.nm1t1va hacia a la Argentma mvulnerab le a la pres1r11 queo fraIJCi;::~, och_.,_':_nt~ Y nueve~~ 11~r_,as i:~~a: ~o:enta y nueve mil libras a que.al-
Y con un m~...._,.,n ~r:-sc~ -· ·aban amargame nte al Fore1gn
exterior. Siempre ~o?ía reducirse ~-_una econ~mía_de subsistenc i~ y resis~~ ·c.a~zarían
esperando que rev1v1era su contemdo comerc10 mientras acumulaba sus r~ Offlce
en 1849. Los comer,~l~ tes
de que el mer:ado se es~~ a P~
:~i¿~~1 y las ventas se extinguían,_que
cursos ganaderos . Entre las diversas presentaci ones recibidas por el Foreigf¡ los par_üdarío taban el comercío del Río de la
s de la 1~tervencio n ~o,. e)re~~ Brasil, que no verfan condesa-
Office contra el bloqueo había una carta de San Martín, quien proporcion abJ _Plata
sino intereses nvales, tales eomo os ~adores que habían comprado el
ll_na_e~pecie de re_fer~ncía en ~avor de Rosas explicando que un bloqueo no pr~ grado
el cierre del Rí~ de la Pl~tªiJ :~;:~~ de Montevide o. Mientras Gran
ducma en la Argentma eI mismo efecto que en Europa, ya que la masa de:,¡ derecho
a cobra~ l?s 1:1gresos, ed' , d _ . abtt a un buen cliente. Como esos
pueblo no tenía las necesidade s de consumo de los europeos y, frente a una inl Bretaña
tervención militar, podría retirarse con su g_anado a una zona reducida a ~ argumento
~rsegw.a ll~s 1.ones, or~? üf ~ ~sarr nv~ncieron a Aberdeen. En pri-
desierto·. 107 J
s se n:ultiplicaban., ü~a _m'.2':1 e ¿o ¡v
5 1 para que no emprendie ra
En todo caso, como se quejaba Howden, el bloqueo no era absoluto, H_abí~/ nuevas agresiones
rner lugar, en fenrero de 1846 t"
, a vrrtlf a u u~ "hemos llevado amistosas
contr:a un gobern~nd~l~~~l:: ~uchos años." Luego, adhirió
un comercio de connivenci a a través del Río de la Plata dado que los britámi. relaciones
... y un ventaJoso comercio . t
cos querían el mercado y Buenos Aires necesitaba }os ingresos aduaneros . Al abiertame
nte a l_a causa de los comercian es:
los comercian tes beneficiad os por ambas autoridade s se les permitía trafica~
en forma clandestin a y, entre Buenos Aires y"Montevideo se producía un acti{ ..los . . bl d te oais dan testimonio de su (de Rosas) buen
comerciantes mas :respeta es e es ·

268 269
comp
verso. octam ient.oca
d_e su poliü hacianosot ros,ysibíen
domé stica. decla
mercrnJes con él • no ten amos motiv
ran admi t s~usa_~
er. •orenm
· • o de queja
·, f~ctos
. mora lesye lcará cterp é. ·r:..·.·
av.ersión con.c eder aema s1ad o a cualq
'~ . ,w__. a unamrne que ' en nuest ros e~at ose ¡ trata doa de . . .
uier opon ente, dese aba salva guard a. .
Tam bi. .. ·1825, proc urar a 1 re nave gacw n r
\¡ase gura r Jamdependencia del 1 ¡·b · · mas · allá
· de Buenos Arres
Pal t enllaull;entaba la pres10n política. En Uruguay. En cons ecuencia, ,retuv·o,algunas · .y
la Cám a d C po•
P ;11ers on amo la atención
sobre el cont raste entre el] ra e 1.os, omun . isicw nes de negoc 1ac1o n. Pero tuvo tamb1en algunas a,utu aes
~ar. ame
guntó el d losa ctos ntoy esi,n omen to retiró a Ouseley y reem plazó al almi rante lngle posrn vas. En su
,,,,. degu erro_ en el-R,10 ae
~
. ]a Plata . "Desengueo aJed .epaz fleíd, coma ndan
u . e marzo, ,iest amo s ahor a en guer sabe ,, en"'" Jde . 1a . 100
esrac '·--~·
"ª""
-11..' ._;t"~
"" '"M
ª'li"" ,..,.,...,.. m"d"
' ev' ,. ,o ~, vro rr·
º1.-. ' 0 te
ra con Bue A r ,,' pre¡m ás agradable y de mayo r tacw .nom as·µ ·· ,., Wl h
••eroer om h re
¿li~ó as;:23 ~u~~~,~:; ;'.;':,s ,'.'º.;iones no
-;.,..,,.,ri,.1,. ~---st
"
estab an en
~-· b_V'l'""'" ,.v n 5lllI1caba nece saria menestre cia
te e'
~;,i:;;~
est
O

, d
ono • fº';¡; ne declaración política de que
n. Peei
. Despacno nuevas instrucciones, con la
el gob1:',r~o ~ritámco no dese aba ni se prop
nr·
, .. ,.,,.,v yuc: .1a__ -respu esta erano 1 . Lasms trucc .reitu 1na:r nuev amen te-pa rte en 1as onio
• ,·one-: 1>vn1,·,,,·
1 s aao . e "'f:7.leM --"'a ' d~·deo .Y destaco· a un nuevo env1ahosn nuaa es i::ntre Buenos Aires y Montev;-
Par ueo ' l·. Pero ,, . "no co.n t empl aoan , una expedició--- · do, J oh,n uuOb art· Carac'.oc, segundo Baron
q
neris n:( ¡ Y(°lvr n atras para rend ir tribu n de~, es;c
-- --'l;¡ an"'O
, ' "' ''."'a-o
' nelbl
. ºf ·, Howdcn, quien llegó a Buen ·
to a los "va lie;t ~ª:, ~rn ba del,¡ os Aires en mayo de 1847.
A m:ct'I~a es de ma:m a que pa_rü
ciparon en la expedlció~" .\\;1º es, man A travé s de una conv encio nal carre ra de las arma s y de la diplomacia.
ses Y ,, que camo iaba la opm10n britá nica, ,¡ Lord Howden había prese rvad o una
se hacía n se r natu
~~ ¡¡ en Buenos Aires a pesa r cte sus cuar enta ralez a romá ntica que se mamí'estó
zo d• ta~~opa_gau a come rcial es, Aber .
1 deen empe zó 0 a retro cede O ~¡1
mter e'í sión en los porten.os por su inior
yocho anos. Causo una buena nnpr e•
una ;erie ;;~en o dª Ouseley. qune tirac a las nave mali daá y franqueza, sus esfuerzos por
habe , s britá nicas d;Í p r ema rj nar el espatiol y sus mane ras cr,oll dom i·
con : ;ªf!'"º ¡as
.. espachos cntJcos el Fore ign Office
;n rucc10nes, por ínten sliic ar el bloqu
repre ndía . f ana. En, Herb ert, quien , no obsta nte ser
as.113 Esta ba acompañado p0r el como
elcom anda nte de la flota que eÍect uaba doro
se le ad . ;.°.~ ·
1 vrr 0 1• ·
ocsl Ystcon facciones,
y por busc
eo ;or 0 u~e e¡-{º r no,¡ queo
ar el derro c¡mi e \ e~.1 rcars e¡ bió de
, se pase aba sin ser molestado por las caile
s de
Rosas el ofrecimiento de']Jroveerle vitua Buenos Aires y hasta reci-
el blo•

que abandonara 10 cual • .


° n vRo sas;j "El gene ral Rosas me ha ofrecido abas tecer diari llas, como informó Bowden,
amen te al escua?"ón de blo·
..
Paz, que ambos gobie~~ ",;' tf~nc;::_n que pudie A queo con carne vacuna. pan Y borta
l1zas, todo fresco. Por mas menc1eme que
haeesle,,° usted esta adverte~c!;, p~r~~~e;t~
ra atentar contca ese gran objetivo d J1 sea el bloqueo, me pareció que habí a en el ofrecirrúento algo dema siado
u:;~tn~ de
tratacto establecer una
0 mefte ~n el cocazón. Soy el más ansio s:e:J
düeren~iaº!nt~! Jspac hos Ralos que me he surdo como para perm itirm e acep tarlo
referido .i provi sione s de Rosa s. habr c'n' Asi como Bowden rechazó las
ab·
tirseaa,
g
eeota entre
·.
e presid
rnipo
1
ro ente v
• el
nmomento.·'' 1~~!'·
· oque elgoh 1 ,t:a'
iernodeSuaMajosas v á RepU
gener 1
e ª nopu edeperm br"ª·A.r''E:? dcuan
>•{ espe ro
ía acep
, ·ct amen t'e y f ue expr esaa'
t· rap1
tado a su hija. Su oasió n por l\1an uelita se
do ella cump
-~ Jamás se irá de milió trein ta anos, le adirig muy pronto.• El
ió una , nte
ardle 24 ne' mayo de 1847.
.Aber deen envió a Tbom a H d . mem oria ni de mi corazón. " 115 Sus emoc nota: "este día
. iones alcan zaro n
arrugo de Ro.:as;: v o,..;- ~amos . ; ex consul en Montevide
if su punto más alto durante una excursión criolla a Santo
00 o y reconoc,·o•o:.., dad en que. vestido de s Luga res, oportuní-
anglo -arge ntina ."•s.ns" Pero la nf gaucho. Howden galopó por el campo v,
08 •", envr.naoe
. spe cia_· l P.ara_restaurar las entre otras di-
Bret aña se most ró fría hac;"° ~!On no se dlsip odem medl ato. relaciones:", versr.nnes rura, · ,es, encontro uemp o para estre char las
mano·s de
Cuando Gran J caciques y jeíes indios,
volcaron haci a sus anti os ~!d rugu
ay, a quienes aseg uró que él tamb ién era un un grupo de
cesa senM onte viáeo nikn tr 1 os~a taca los color~dos que estab an allá sef país y, además,. que también era amig señor en su
rona lasru erza sbrit ánic asyf ran- " puso o de Rosa
Hoo dpor loqu eélco ~sid era~ s use.e y,!eJ mam mom o a Manuel1ta, qmen le respo s, Mientr.as regre saba ~ pro·
osde estar ,a.rre pent ido,s eopu soal veía ndrn con fmne za que solo lo
se le pres enta ba a Pa!m ersto ~ O 1;::,! ;~tre ga a Ro~as., Esa era la situación como a un hermano. Su ardo r ahor a se
1846, . que~ aban_ calmó poco a poco y, cuando
regre so al Foreign Offlce en julio de:¡ donó Buen os Aires el, 18 de julro. le es.crfüió desd
0 carmosa carta de de~R, :~1da , '·m1,v1da. m1 buena, quer e el IlllIS Raie igh una
LaA rgen tman oera unad elas ida y apre ciaaa her·
resab a mas la cuestión de los m t Priº . ,
es de Palm ersto n. En J846le inte, mana .,.am 1ga y da1;1 a, · ,
tos de una ex colonia espatiola a 2m@ndnd Mientras Bowaen poma su corazon ,
a los , , . . ,
ws espanoles en Euro pa que Jos asun '
atención al Río de la Plata a en mei;i tica ante Rosas, aunque con el mism o escaspies ae Manuel!ta, 1ugaba su poll·
ca del Sur. Pero tuvo que trasl adar su o resul tado. Rosa s se negó a dar
bien no era obvi amen te tan u~q-~e so una gara ntía de ]a independencia del Uruguay
O fuera para ligul dar el prob lema a las potencias euro peas . pen·
brusc amen te la politic;:a de
saran algnnos meses antes de e~. eend
Ae od ranc ;s c?m~ su pred eceso r, no aban . Si sancto que seria una negación de Iainc
donó '¡" En cuanto a la libre navegació tependencia y sobe ranía amer icana s.
. ¡°ntJ~uo el bloqueo Y perm itió aue pa- n, sostuvo que el río Para ná estaba.en terri
re irar e m1tivame argentino, rrúentras que elrio Urug uay torio
nte a Ouseley. Apar t~de su ! tina y elUr ugua y, pero no de las naciones era un prob lema 111 conju
europeas. Howdenn nto de la Argen-
o acep tó esos
't
270
i 271

i
argum entos , como poste riorm ente 1o infor
mó a Palm ersto n, "su gran dese ., resou esta al discu rso desde el trono dei 1~
su gran jacta ncia, su gran esper anza de fama es. -Eterve de febre ro de
póstu ma reside en segre gar n ~ ncíó nene - causa d l - t1849, se refiri ó
tanto como sea _posible de todo Jo que sea
europ eo y envo lvers e en su 'amer icai liales
alil
lRío delaP latay ald ano oa osm erese scom er-
británicos simp leme nte para ayua- ar a 1os
nism o'. "ll8 Pero algo salvó al enviado. Comp
rendió que, mien tras el bloque· hom bres ae" negoc - d L"
10s e l·
inter fería el comercio, las princ iuale s victim erpool:
"esta mos senci as eran los mismos británicos.:
llame nte bloqu eindo nuest ro n.rooio
H .,.·prt 1<:11~d ',,1.;..,,-1~,,,A come rcio" ' obser vó' . l e-obierrio de Su
,.., • d - M_ajesta?f:1ª emPle
e~ D~* •. -~ ~::: e J,..;..1iv u.,;;; .w'±f
• - aoan ono su parteP en· el- bloaueo ¡a flou1
. <., - ~ -~i;m osdee ilos1 mrus trosdado se}s agentes confid~nciales ~m cone_xió~ cr;1i¼;1
elama saltac lase.T oaosh an.1. :
ca - l os rranc eses contm uaron otro ano_. - _ • ". . nr1ta m Jadl., aJ., . . . - _ alm-'-n'e ºXDD racas ado,_ e ...
- M - ·• 1 basta el 12 de Jumo .. cr"'O 51b1e. >1noru e~e = 'ºado ha -ido tratad o casí faltan
ae l ontev10eo ~as tropas_y ~qmp . . .
-ae 1843
erson a,,w,
"""" ~.
- y re~n· · .,o, ~, '. ,,...a colonia de Es pafia. rebeld , "' . do a su d18lid ad
. e
e y de segunda elase, imira ndo al2. maa.re patna _
osbri tánic os. Palm ersto n estuvo de
acuerdo._¡,, fcha.ndo a nuestro mi!üstro.·"" 0 _ ,~ -
Pens aba que ei bloqueo nabfa sido ilega
l
Breta.ri.a y Fran cia no estab an :formalme desde ei princ ipio, dado oue Gra.l:rf ·
nte en guerl 'a coil-Rosas, y q·ue había~
qu~dado ahora re~ucido a poco más que T~~c Times, fiel a sus antec edent es, fulminó a
pírat eria: e ignoró los grito s de pro.'. tlle Rosa s. Hacia_mucho ti¡?~P 0
testa que se levantar_on_desde los div~ sos tenia puest os sus ojos en las activ idad~
grupo s de inter eses e:n Montevi_deo.tx-gentin s de Manuel Moreno, el ~L.-'"llst~o
Palm ersto nhab ia J1egado a cons mera r a o en Lond res. Moreno ha~ía plant eado a P~er
Rosa s como un mal neces ario: a~em<>.s aue ston Tuna cann ~ad ae
pesa r de ser un tiran o, puso orden donde inclu ían la cuest ión delas deud as extra
la seguridad_ de_los extra njero s, y o!rec ía
había' caos, salva guard ó la liber tad a mte~
mejo res persp ectiv as a los b_ritání-: abem
ytf endó n anglo-francesa, sobre los cuale s el
nJera s. las islas Malv mas Y
periódico come ntaba , ''.no
cosq ue Montevideo, que perm anec1 a en os qué admi rar más, si la 1:1sol~ncia dei ~~da
mano s de aven turer os extranJercs-s: eJ mericano o l~ r~sig nacló n
bajo la influencia de Franc ia. Para suced nünis tro dela Reina que no lo 1anzo a puntap1es
er a Howden nombró a .Henry South-,~ eorar escal eras abaJo, Para em-
ern como minis tro plenipotenciario, con las cosas, el desempeño de Moreno había
sido alaba do por Rosa s ~n un
la misión de resta blece r las buenas. iscurs
relac iones con Rosa s como asunt o de prim o en la Sala de Representantes, y esto, comb
~le:::;~ó:1 casua l; se tra_taba de un homb re
era prioridad. Southernno era una.~ado
a south ern por el dictador, no hacia más que inado con el tratam_iento -
educa do, con exper ienci a en el m:in- -fbárb corli rmar que era untl r~o
ao 1ber1~0? compr_ens1ón de sus valores.
ge, Camor1dge, rmernhro del I'viiddle Temp
de estud iante s y pract icant es de leyes en
Era Mast er of Arts deJ TrinityColle- respu
le (una de las cuatr o socie dades ideo.
:~r~
aro e ignor ante, que gobe rnaba por el terro
esta más efect iva era respa ldar la L11de
r y ;1 de~pot~~mo y para qllien
penaencia y hbert ac. dei\-fonte-
nes litera rias y, en 1824, Jerem v Bent ham Ingla terra ), ten_ia cierta s ambicío- ,
lo babia nomb rado direc tor de la ¡ osas no
Westminster Review, con John.Bowring Habí tema en vista otro propósito que gratificar_ s_upro . . _, .
, ,. '" · a pasad o cinco afíos e'"' Madr id funsaJvaje pia.:g11oranc1a-lB :Bmaaa. de
d es d e ...833. como :::recrecar10 .. · , · , , . .. . . :' injertada en elorgu
" '!J:ng-JaterraanteelpueblodeBuenosA1 llode u1'.es pañol -e..~b!~ndo :11represe~ta~tl:1oelaRema
pdva do dei emba Jaaor onr:anico, segu1a:os r-esenunapos1c1onenrn
años en Lisbo a como secre tario de la de ochc fuln". inistro como é' Nada efectiv qu€noaeb1apermanecer
iegac ión britám·ca, En la perso na de o puede hacerse contra Bueno
South ern, Palm ersto n eligió un calificado
diplo mátic o. Fue cuida dosam ente •lica
~ uts~ ºt~; total po;esiÓ~.d~J puerto y dela c:it:?ad s Aires a menos
y se }e ~o!lvier~a en :.ma coloni<\ b,riü,-
prepa rado por Mandeville antes de parti permanente; y el momento para una memda ran
ctecmva aun no na llegado.• 2·
aprec iar lo mejo r del régim en de Rosas. r de Lond res y estab a ya dispuesto a i
En Buenos Aires sigui ófielm entes us f . . . _, .
instru ccion es; envió a Falm ersto n una Mientras tanto , en Buenos.Aires, Southern
conti nuad a corri ente de notas infor- }:iign no perdí aia calm a. Exploto la m-_
mativ.~s Y.: sin perd er sus facul tades critic ación de Ingla terra para trata r de conv
as, traba jó duro para mejo r.arla re~ fe ser encer a Aran a sobre la neces idad
putac mn oel dicta dor y para prom over la más comp lací ente, como informó ést~ a Rosa
paz y la amis tad.n s prens a y aun en las Cám aras, su perm anen s: "en !ngla terra , to?a la
Sin emba rgo, la misión de Southern come cia en Buen os Aires en su carac ter
adop tar una actítu d dificil. Se negó a recíb nzó mal, porqu e Rosa s prefi rió ~xtra oíicía l ha sido agria ment e censu rada. 122
ir oficia lmen te al nuevo minis tro y pront " Pero S?uth ern pudo infor mar
sólo le perm itió de~e mbar car, a princ ipios o que Rosa s estab a respondiendo, que la
de octub re de 1848, como un simp le ~poyo admi rustra ción era digna de
ciuda dano . South ern no quiso most rarse y que las condiciones para el creci mien to
ofend ido y se apart ó de su cami no 8.cre económico eran buen as. "Los
para adap tarse , usand o poncho, vistiendo edore s ingle ses deber ían rezar para que Rosa
a sus sirvie ntes con librea de subido
1iler. Es un admi nistra dor honesto y prud s perm anec iera en el po-
coior rojo y prese ntand o sus respe tos en ente delos
la corte de Manuelita_ Pero cuando hía 123
llega ron a Lond res 1as,notJcias de su recib confianza en que Gran Breta:óa goza ra todav fondos públicos. " Y te-
imien to, se produjo una explosión !'Ape ía de una relac ión espec ial:
de cóler a. Disra eli, que había perdi do vario nas nos consi deran extra njero s aquí, y tal
s miles de libras en espec ulaci o- aad es 1a abrum adora super iori-
nes enla Asoci_ación de Mine_ria del Río de de nuest ro come rcio y riquezas en Buen
os Ayres Y, en gene ral, en la pro-
la Plata en 1825 y tenia amar gos re- fincia
cuerd os de lós gobiernos argen tinos , llevó , que nues tra influencia siem pre habr á de
el asunt o a la Cám ara de los Comu- table predo mina r aquí para el es-
cimiento de relac iones pacíficas. " 124 Palm
ersto n recibió de buen grado

272
273
lo que lefa , e inf orm ó a
la Cámar,<J. de los Co mu
est aba flo rec ien do aho nes gue el com erc io bri Ro sas has ta el fin al Su
ra en Bu eno s Air es don tán
sed por nue strr is pro duc de "ex istí a ver dad era ham i 1,0S
bnt am cos apo yar on aho
- ra
a Justif1cac1on
avi dez . " 12 5 Los err ore s
tos , y los car gam ent os
bri tán ico s era n com pra
br -º a mnca alte
__.que er 1a rna nva Para 1n ana rqfilºa - era un arg um ent o usad.o du-
dos cff •
o reg 1m en Si e•a cie rto los pro pw s b r¡ta
¡a
del pas ado fue ron má s te rnucho tiem po l sm m
el mo me nto en que las gan
anc ias fue ron bue nas , y
fáci1mente rec ono cid os
desQI ran , b an avu dad o por e m1
a dem ost rar lo por su '.r:racaso par a :rer orm ar a R osa;
k
' p
, , o
ma dur as par a res tab lec las circu11stancias est ab ,osnndae:r oc~ lo La dip lom s ~a1 com :;
o fue pra ctic ada en
er for ma lme nte las rela ' aci a de las ca~~~:~~'.le\
de novleffibre de 1849, cio nes . Po r el tra tad o del bie
dev olv er todos los buq ues
Gra n Bre tañ a aco rdó
eva cua r la Isla Ma rtín
,., -~-odelaPlat2.'c:n18~.,-A'!
4i;:,..,~fu"~'c""
~· 'osa m~ ~·~ ~-J ---·,ctaen el tle ~p o, pla nea d.a
na en rec ono cim ien to de
de gue rra arg ent ino s, sal Ga rci~
uda r a la ban der a argent¡
et~ ane ra into rm al, y cas tem eÍi caz t
l com ple tar~ ~~ª ' el <>Ta Co mo 1am eno en 1 ,;:.-
1
ac~
su sob era nía en el rio , y ¡ de a ae los Lor es un crít n err or fue que nos
otr
ico os
un río int eri or de la Co
nfe der aci ón A,rgaith:12
rec ono cer que el Par aná
eq_ n,.a~,--,nrerrro1amos sun ple d': esa po ~l mo~ mterese°"' .v los de
nue stro s
res pon sab ilid ad alg una ; _pero Gra n B:r eta ña me me n~eSLOf D~~ m,,.,
par a ter mi nar el conflic no aceptó oo;;_parr1oias res1de:1tes . de unITSe a Fra ncr a.
cuy a
te, Ro sas acc edi ó a ret
ira r .sus fue rza s del otro
to en Montevídeo. Po r su
pa/ co za "ll Eu rou a podJ.a en aque.1, pais r;; nt: ~e ro que en Am enc a del
fra nce ses d~s arm aro n lad o del Uru gua y cuandÜ a11an ~ hab er s100 impo ~l dip Sur
a todos los ext ran jer os lo; •
solo una res pon sa bI¡ma , d 128 per o s1 a lom aCr a con can one s tem a
los cólorados.12s El tra tad que ser via n en las fue rza b u pot enc ial par a hac er - ¡
o se cel ebr ó en Bu eno s s d~. er:Ca cap aci dad par a hac dan o ue m u>
p tado por lo menos ener algo utn o ~ pes ar de las loc ura s ae su g~b
y rec epc íon es; Sou tbe rn Air es con una ser íe de fies ,;
era ta;,
na ·vo lun tad con su fluido, en esa s opo rtu nid ade s alm a y vid a, cre and o bui 11rn1 - la Arg en ma . " 1er~no
ma s y sus sat íric as bro
aun que inc orr ect o, esp año
l, su cor tes ía con las da:f
j bnt am cos en la Argen t ., sobrev1v1eron .r
m....
pro spe rar on Du ran te la lllvCr
ma s. loSnc1on -se gu n se conoclO obi ern d es-
fue::on tam bié n ale nta dor Los ben efic ios eco nóm ico s de la paz y la am ist ve el ep1sod10-- e 1fguer~ moo de Bu eno s Aires 10
es: 1849 fue un año de bru ai tr1ctas ord ene s par a que gun ran Jer o les tad o no obs tan te la m-
por tac ion es bri tán ica s
hac ia la Arg ent ina , y los
sco cre cim ien to de las ex'.·; run d ext ª
t bnt am cos exp eri me nta ~ 10n
inm igr ant es bri tán íco s ing_re{; d1gnac1on loc al Muchos ron una sen,:;,ac
sar on al paí s en can tid res1
ade s cre cie nte s. e 1ns egu nda d uns ent mu :ndes ue era n con sid era dos ene mig os ae
Ah ora Fra nci a hab ía que en o eq~ ons usf am lar
illa sde lca mp oa1 aca p1 !-
dad o lib rad a a su pro pia y exc lus ~10n-,, en 1845-46 alg uno ~
el R10 ae la Pla ta E] s de
alrr ura nte Le Pre dou r iva pol ític
y Ara na lleg aro n a un acu a de~tro del alc anc e de la ellos ll~ ~:t ·al Per o sus tem ore s pro bar on car
par a un tra tad o e_n abr protecc10 de Ro sas , no solo no fue e-
íl de 1849, per o el gob iern erdoJ yerd efu nda me nto s Du ron aco sad os
y, por e1 con trar io env10 o fra ncé s se negó a rati ran tel as- gu err t .r:uero
al rio un esc uad ran de fica rlo ' ~os extranJerOs sm oqu e, nfavorec1dos Los e..xtran
sas par eci a est ar d1spue re.fuerzo en abr il ae 185
0 Ro-, mQ lrec tam en ~ J. los nat Jeros
sto a Ia gue rra , y solo pud odian sac ar pro vec ho de ivo s Era n mm une s ant
dip Jom ací a de Sou tbe rn o ser aplacado gra cia s ]a desg~=~l~ a:t e las me e las
y Le Pré dou r. En ago sto a la ~ur as exa ccw nes sob re xor abl es exi gen cia s del
un tra tad o con Fra nci a, -se ptie mb re de 1850 se firm las est anc y l esf uer zo Es-
aco rda ndo una mu tua ret ó •ado en hom bre s: prov1s de aue rra Lo s br1tá.UlCOS
tropas fra nce sas y arg ent ira da de Montevideo de 10nes, par a e. a la s1tuac~ go
ina s. las· ;ab an de par t1c ula res ven ;n que ]es dab a el tra tad
A pes ar del r"appracheme tap s grac1as res tam os o
Bre taii a, y aún hab ía qui nt-, Ro sas tod aví a era obj < con exc epc ion es al serv1c1
0 m11Itar l~s pde las tie
forzosos y las reqms1c10
nes
ene s se que jab an por el eto de cri tica s en Gran·' de gan ado Ay uda dos por rra s y en tiem pos de ten
cia tuv ier a que neg oci ar hec ho el baJo prec10 ~ de los arg s1on
con un cau dill o gau cho . En de que una gra n poten- '11t1ca por aus enc
ia de i.-a competenc1,;,. ent mo s, fue ron com pra
do-
de 1849 en la Cá ma ra de. el deb ate sob re e1 tra tad PO '• l En la dec ada de 1840- ava
los Lor es, Ab erd een est o i-es que se abr ier on cam
la ind epe nde nci a del Uru aba pre ocu pad o por ase
gur ar mo en e'i sec tor rur
ove a aadqu1riencto tier b
nza ron
gua y: "és te era , en rea ram dam ent e en la md ra-s y
por tan cia , por que con Ro
sas no ten íam os nin gun
lid ad, el único objetivo de im- acentuando las me Jor as
ust na de la Jollas me dia nte cru zas Y re ano s
- qué que jar nos , nad a a dis put a, nad a ten íam os de las oveJa~l~1~w1pntos con 1as me rm o
que ped ir, exc ept o la de· imp ort ada s Nac1er0!I gra tales com o los de She
Ori ent al." Ab erd een tam ind epe nde nci a de la Rep nde.s est a ben;r;~~andos r1a an
bié n ata có pÜr la cir cun úbl ica Ha rra tt, Ha nna h. Thv. e de los gra nde s lug are s
bri tán ico aún no hab ía sta nci a de aue el mir üst a1tes y ot~ \no s obs erv
sid o rec ibid o ofi cia lme ro abi erto s v los exc ele nte ado res est aba n sor pre ndi
pués de má s de un año, nte por Ro sas , iií siq uie s pas tos . g f dos
tam poc o des pué s de hab ra des~ de que n¿ hub ier a res ent ert es con tra los bnt am cos
mitió abi ert am ent e que ers e firm ado el tra tad o. imi ent os ma s u
era absur.do .insistir con "Ad-
tica con gob iern os sem rig
ibá rba ros ... per o, des pué or en la etíq uet a dip lom á-
. .. "
ta insoJencia. ¿D ebí a seg
uir
s de toda, hab ía lim ites
par a
causas_ a~redit~b\~ ~;~Jui~f0~~~;~;;1acmo a los extr an1 ero s con tI
to_, el buen se~-~~~:.t 1buye_r~n a _ur.1f{:::r
gaucho? ... ¿D ebí a seg uir per die ndo el tier upo en la ant ecá ma ra de est e jefe
1 1
~u~~~~ ~ t:~~j~:os e~t ab~ :/;~ ~~~~-¡{n~f i'os c~s i
esp era ndo por el pla cer f?men;a~~~J~~~~~:~~f:s

ga~l:!te:::t
con ven ien te ver lo ?" 127 del bár bar o has ta que exclusivamente los que d~~ ui~sas y propl~dad~io1~~
lo general rec ono cía un
Pe ro no fue ést e el len gua
je de Pal me rsto n, quien
fue ra vencter; por.el otr o}ª so~
e.ai~~~ d~ los ext ran jero s con el pu~blo en i~e;t~
ata que a los int ere ses bri por ;0 sus opres1ones, S atlll i&sponibilidadpara prot~g~rldos Y Ocon sus mejo-
tán ico s cua ndo vela alg
uno. ~es posibilidades comoª:.
do se efe ctu aba n ve1:
, b'én , cuidar sus pro
'. ta~ aJa s ·3 los ext:raÜJeropie oa es.
0 a
pr~pósito. menu·
1tas ,,1m s. :w ·
274
275
· ~

Por otra parte, la oposición política entre los exiliados se ocupó :: -~:::_._ · h · americanismo más ·amplio fue o];i-servado por Lord
del té- colDProl11.lSO acia un
y. sin demora , denunci ó las discrimLr1aciones en favor de los
extranje ro·s /:. Howden :
La población se divide en des ciases. Los nacional es desvosel lo llaman "e}
gran Sistema America no", que consist~ en una determ~nac\?!1
dos de teda nrotecció iÍt
sus vidas, en su hacienda , en su industria ; -sujetos a la vOJuntad para no
tirá...·rüca dio un horn/::i ;dmÍ::ir pmás el de:recho de ninguna potencia ~~ºP€:": a mte17.e:mr,
imposibi füados para adquirir, sin garantía para conserva r. c. ,.. 1 s asuntos de este contmeme ... La umca 1aea polltlca .que para fºS~lllzar o ~r~-
Los extranje ros. con dé··,, _s_e ,nculca asmuc-
cho a ser protegid os en sus vidas, en su hacienda , en su industria teg\~ ":,~~-os los niTIOs en .las calles es que .existe un";- gran conspIT~~
; con capacida d para a_~ 1or; europea comra
qui_ri.r_.
con capacida d para conserva r.""º ~!~ctepe...'1ciencia am.ericana en lé. wtalidao: d,el munao america
] no.--·
El contras te está estrope ado por la hipérbo le, pero subsiste •
el hech? de q·' Rosas no había terminado aún con los británic os; habría de pasa~
los últ1-
los b1·itán.icos tenían poco de qué quejars e bajo el gobierno mos vem . ,·1·c'nco an·os de su vida en medio de ellos. Por el mome::1to. w. Inter-
de Rosas. Esta et'. 1
también la opinión del encargado de negocios de los Estados vención había confirm ado, más que m?:lli"icado, s~, caracte . . . , .•
Unidos, quien( nsnca reiac10n
pudo ocultar su exasper ación: con ellos, 1n1a extraña mezcla de atracc1 0n Y 1epuls10n.
.'Y
Una ·de las peculiar idades más extrañas e inexplic ables
del gobernad or, y tambi€n:
~
como necesari a consecue ncia, de todos los principa les hombres
una extraord inaria parcialid ad, admirac ión y preforen cia por de nota en este paíS,.._..
el gobierno inglés y los ííl.
gleses, en todas las ocasiones y circunst ancias. Yo_caliiico a
esta parcialid ad ypreféré_l}
cia como inexpiic able y extraña, en visea de la polfticD egoísta
miento y sm1estra influenc ia que el gobierno y la gente británicoy arrogant e, el entromet)
ñado en poner en práctica en estos países.rn s siempre se han emp~
;:!
·.I
Rosas podía permiti rse ser magnán~mo, ya que indudablemente
obtenido un gran crédito con motivo de la Interve nción. Su terca hab_í1
oposición, s,'ti
determ inación y el éxito final lo elevaro n en el templo de los naciona
listas¾
gentinos. Aun la batalla de Obligado se convirtió en una especie
de victorf~_
por lo menos en la mitología nacionalista. ¿Acaso no fracasó
la armada más
poderosa del mundo en su intento de manten er abierto el Paraná
contene rse de un segundo asalto? La Argent ina se reunió en torno
? ¿Y no deb@.
a Rosas. I¡]]
1
doctor López y Planes escribió una inevitab le oda patrióti ca.
La Sala de R§
present an tes resonó de orgullo y alabanz as. Los diputados compet
ían enret'~
rica para elogiar a Rosas por haber dado una lección a los extranj
eros ens~
ñaTidoles a limitar se a1 •comercio, Lorenzo Torres, un r-osista_
nacíona listi
probab lemente habló por todos cuando describió a la intervención
como "uni
guerra de vandala je enla que la principal parte, o toda la parte,
nalla extranj era. " 132 Lo& mismos britaníc os admitie ron que
la tenía ]a dí
Rosas babia meji
rado su posición. Southe rnno lo dudaba : "la Interve nción ha dado
fuerza y vil
gor al poder de Rosas. Su reputación, natural menté, ha llegado
a ser inme~
sa: yha demost rado a satisfacción de sus compat riotas que, por
lo menos, e~
invulnerable. " 133 Rosas recibió tambié n muchas alabanzas,
aunque poc~'
ayuda práctic a, de Otras nacione s sudame ricanas por su obstina
da resisten;:
cia a los gigante s imperia les, y hasta Andrés Bello se sintió impulsa
glarlo diciendo "cuya conducta en la gran cuestió n americ ana do a elo"i
le coloca, a m!·
juicio, en uno de los lugares más distinguidos entre los grandes
hombres de.
Améric a. ''13 4 Tambié n Rosas consideró su éxito como una contribu
ción a uni.
causa más grande que la de la Argenti na; su gran ambíción era
ser el creado!;
de la identidad americ ana, un defensor de la independencia
americana_ SU

276
'
277
1
'"
11
aobierno parecía ansioso por liquidar el pasado y dar la bienvenida de vuelta
:1 redil a los propietarios favorecidos con las restituci~nes.
La tendencia continuó. En 1848 el régimen alcanzó la cumbre de su poder
-v reputación. El país estaba unido y fuerte, en su propio territorio y en el exte-
fior. Rosas había impreso su personalidad a cada aspecto del gobierno y a
cada sector de la vida, hasta en los más mínimos detalles de vestimenta y con-
ducta. Aunque fuera a disgusto, le obedecían en Buenos Aires y más allá. Ha-
CAPÍTULO VIII bía amansado a los caudillos y convencido a las provincias, por terror o por ín-
tereses, de que fa hegemonia de Buenos Aires era un precio razonable a pagar
para obtener }a paz federal y el orden. Había combatido-exitosamente la in-
tervención de Gran Bretaña y Francia y ganado cierto respeto en las Améri-
Apogeo y Derrota cas por sus logros. La paz y la seguridad alentaban a la inmigración y mejora-
bail la disponibilidad de trabajadores. Los émigrés políticos continuaron re-
gresando y muchos descubrieron que no era demasiado tarde para reclamar
sus tierras y propiedades.
Hay también una inmensa afluencia ó.e emigrantes, tanto de la clase de los que llegan a
1 estas costas por primera vez y desde paises extranjeros. como también dela de ios nati-
vos que han estado ausentes durante mucho tiempo por razones políticas. Cantidades
considerables vienen a establecerse aquí desde la ciudad de Montevideo y, entre ellos,
muchos que han actuado en armas durante los últimos sucesos. Sin embargo. no se hacen
Rosa~. go~ern? siguiendo objetivos fijos y principios irrenunciables. Pero res- investigaciones, y a nadie molestan por lo que puede haber ocurrido en otra parte. Los re-
po_nd1,o ~ ~as c~rcunst~ncias y car~cterísticas de las diversas épocas. Hacia 1a fugiados que regresan también son tratados con toda consideración y con mucha fre-
llli~aa ae ~a dec~da ae ~~40, los anos transcurriergn en calma y con estabfü. cuencia, ante solicítudes presentadas al gobierno, el secuestro de sus propiedades es de-
dad., el grat:: ~ellg:o ha01a pasado y el régimen se hizo, si no benigno. por lo jado sin efocto. 1
menos concüia~?no. Es cierto que el bloqueo anglo-francés puso a•nrueba
~osas Y en te1_1s10n a _la ec?nomía, pero no dañó su reputación y no fue 'kcomoa- Rufino de Elizalde escribió a su amigo Marcelino Ugarte.. ausente en
nado por un ~1senso mterior. D~manera que ei terror de W40-42no se repitió. v- Montevideo desde hacía ocho años, y dispuesto ahora a regresa:;:, que hacerlo
Rosas ~udo _1 ~tene: el control sm necesidad de recurrír a la violencia. La p~;- era completamente seguro y que nada hallaría que le impidiera su práctica de
paga~aa of1c1al aun era excesiva, y los lemas antiunitarios seoufan siendo i la ley: "Las circunstancias políticas en nada influyen sobre esto, pues debes
sa~v.aJe~i pe~o ~u apifc~ción ya ~o era feroz y las manifestacion°es facciosas .J saber que si el mismo Lavallevolviese al mundo y quisiera venir a ésta, sería
haman msm1:1m?º· S1 bien el gobierno seguía siendo el mismo y Ja vída polfü. tan respetado como cualquiera. " 3 Un corresponsal más cínico escribió, "Ro-
ca ,normal toaav1a estaba proscripta, la atmósfera era más calma_ elréairnen ·, sas se está humanizando y los porteños contentos de que no los degüellen, han
mas m~?er.ado, la socjedad estaba menos atormentada. • ' "' llegado a creer necesario el gobierno de aquel perverso. " 4
v . El ill-~~sta ~,eruti fijab~ .fe~ha al cambio a partir- de 1844, un afio de paz :ó · Según Saldias, después de la represión y el derramamiento de sangre co-
,, rran_q_m11ctad; no ?a hab1~0 msultos, embarg'o_s, confiscaciones-ni de -üe- metidos por ambos bandos, "el país en general comenzaba a gozar de cierto li-
llos, m ~e ha persegmdo a name; Dios quiera que así sigamos en adelante tas- · beralismo. "5 Pero estas circunstancías no eran signos de liberalismo; más
?.:z
ta la g~n-~ral. Y_ que se consiit~y~ la república, que es lo que todos desea- bien significaban que algunos émigrés, desgastados por la extensión de su
:os. _Dos ~nos m_~s tarde (1º d_e JU:"-º de 18_46) informó la extinción-de lama- exilio y la durabilidad del régimen, habían perdido toda esperanza de cambio
orca Y la d1sp~rs:on de sus miembros para incorporarlos a la milicia E - y estaban dispuestos a regresar bajo las condiciones del dictador. Los asesi-
1840: ::--?sas ~ab1a declarad? una _implacable guerra colltra l_os unitarios~. n natos cesaron, la conciliación reemplazó al odio, pero de no ser por eso, el sis-
gamzaa? ~ ª acaba~a conf1scac1on de sus propíedad"es. Pero a partir de~1345 tema seguía siendo el mismo. Detrás de un exterior más blando, sobrevivía
las prop!eaades conflscadas comenzaron a reintegrarse en forma creciente a una férrea resolución. Fue en 1848 cuando ejecutaron a Camila O'Gorman y a
sus duenos. Muchos rosistas naturalmente se habían b ef · d d su amante. Y fue también entonces cuando el ministro británico informó so-
permanente , · ¡·· ' - ' en icia o e manera bre la implacabie insistencía en la exteríorización de conformidad, que era el
con las con 1scaciones y sus ganancias no fueron tocadas. Pero el>
3ello característico del régi.--nen:

27.8
il<, ..· ·
,~ r ·.•.➔··
._ _ . 1
·
'"•·. • .

En Buenos Ayres, todos los ciudadanos de 1a Co · d ~ 1- - ..


a_,; Aquí hay de _necho ~os_ departamen tos_de Relacwnes Exte~iofes. Uno ~onducido por
el
usar una e~pecie de uniforme. que es la ma.rc nre_ e~::: ~~ A~g.en,tma ~stán obligados horas,
chaJeco·C·•;•· gober.nadorJ s1.;s v.ern.ticuatro sec:r.ernnos pr~v~d.os., g_ue traoa]~Dl<:-s ve_mticuatro.
f:be ~err-oJo, ?-e.b.en llevaruna·c intaroja alrede~ 0~t-;-'-n"' dei ~eae.ralismo. ,El
y otracir,,:J una mitad ae día y la otra de ni::ch~- Es_ta oü~~a p~1vada re~1za 1g:ia1mente la mayor
"'' r?J~ en~e~ OJaL con la inscripción "Viv<1 la C ~ d~~a copa de sus?mbyero"Mueran los; pa:rte de las otras tareas, reduc1enco a 10s mlllstenos a asuntos de rorma. La adminis-
y
Salv_aJes Drutanos" _Lasmujeies también e<c'-á or:If- e-§l-ClOn Argennna'·l:lode c.intaro-íil,:-'
en e1 cab~lio_5 · d n ob igaaas allevarurrmo :rs.ción es cumplida principalmente por la Polic1a. otra r<:ma de su gobierno privado, y

Ro-:as te - ,. .
ma ento1;ces su residencia prin.cipal en Pale-..mo cuv 0 -· ~· . ,,
;
, ' Llene todavía otra :rama de secretarios militares privados en su cuartel general, quelos
asuntos relativos a las provincias, Se mannene a los m1msrnrios tan
centro de todos
encuentra a unos. vemte kilómetros de la ciudad y que_ c_onstituye el:ignorantes
se
de lo que 1
está ocur:-:i~n?,o como resulta posible sin vulnerar una estricta observancia de wcias las


"
y parques ~s~aban mé:s Ofile:ws terminado s y donde h , :,.. ~{- '~ .• ~ ed.lí,rcws
perso-_ :1
nas al serv1c10 de] dictador, desde funcionarios v -- ., . ~01_"'- cr~~c_1en~as 1entes, forrnas oncrnies- lú
capataces vneone" M' ·d , , ·~-,. .. . , ,·. ~ec1e1:ano-:-,ho.stas1rv ·1

tilo .bucólid"o~ -~- ~ as e un \11;::;Lan~e c...rigfos mzo observaciones :sobre su es:,( Era éste un gobierno personal en la más burda de Jas formas; Rosas to-
rnaba todas las decisiones en política y aun las más ejecutivas , yno se hacía el
menor intento para organizar la delegación de los poderes y funciones admi-
nistrativas . La única excepción era el trabajo hecho por su hija !\ltanuelita, a
quien Southern describió como "el L'1gel redentor de Rosas". Ella actuaba
l
corno una especie de filtro a través del cuai se transmitía n los temas de carác- 1
ter extrajudic ial, que incluían peticiones de clemencia en las sentencias de
confiscacio nes, destierros, y aun las de muerte. Aparte_de esto, el dictador
. . .
William MacCann visi+ó en ,,.50 -: dí-- 5 -'" Rosas, por mvitación, -: asumía el peso total de los detalles administra tivos en forma indiscrimi nada:
con é] por los .¡ai:-din"'s b .. ~0 J "" -ª y caminó
"está siempre ocupado en un solitario estu.dio, anáiísis y concreción de los
cundo y su as~e~to ·;olli;~ ~ s~z:itr: ?e ;os s~uc~s: ~'Su rbstro guapo Yrubi-
y

asuntos, y no acepta ayudas, a excepción de la que le prestan mecánicam ente


glés. Tiel'e una alt~:i a a~, a apanencrn de un caballero rural :in-
n._ 1e
sus asistentes. " 11 SegúnSaid fas, el trabajo se hizo excesivo para él: "en el año
cincaentd y nueve añ~"'a~rEoXlrr;acta de un mE:tro _sE~tenca Ycinco Ys11 edad es de
.· ~- ne,momen t"de1~v~s t~d M e 1848 es cuando comienza su decadencia intelectual ", un proceso que podía
cmcuenta v cinco años v ,..,omo de _ " , "' ' 1 "' J~- ac ann, Rosas tenía apreciarse en sus vacilacion es, obsesíones , conducta excéntrica , rutína sin-
3
pectes; "EÍ trato del ge~~;al Rosa~~:;u ~ore, \fostró ª!::1able con sus hués- gular y en repentinas explosione s de cólera por cosas triviales. Southern pen-
mente hízo sentirse ºo·mo,do,s a sus. " .- ·t" ~ sene: 0 yfamrnar que inmediata-
ª"' - · só que podía haber un toqué de locura en su comportam iento:
'- , vis, an "'S ··· ~. ~pues de abandonar su pre-
- ~ ~~
sencia, e1 más pre>ui·ci'acto·de 1º"' concurrent e~ deo d · '
- J
relaciónc onesehom bree"'agr :d "l e:, e enaoerpen sa.doquel a
•• Él mismo dice que no hay un solo miembro de su familia que no sea maniático; él es
a au evs1n~ese rva
.i
"BE
nor comoostu ra ' Rosos
i"'
de'ab~ . "' - ~. _ . s. ·<nmomenr osdeme- , aun algo más. A veces pienso que sus aberraciones alcanzan a ser como fugaces toquesa
- "' J "" una li.ílores1on dif ,
. l erence; algunos críticos - cic locura: en todo momento se encuentra e.>J. el más alto grado de capricho, propenso .1
como Sarmiento observaron su predil ~., por irritarse; lento para escuchar o, más bien,.para comprender razones, y es quizás el indi-
cenos, lenguaJe ecc10n,.. . as bromas
• sucio y groseras r-ayasadac "' cu r •
. , 1, 0~ . en~os oos- .-• _viduo más obstinado y terco que exista. 11
9p
1

que su aplicación a1 trabajo era :Xtraordi~~ 1_s1cas. ero todos comcídía.n en ,


En su residencia de Palermo rodead~ . ª·. ~
1
Una de sus obsesiones eran eJ delito y sus autores. En 1351, cuando au- ·¡
. po_r su €;:,tado mayor, Rosas seco-
locaba a distancia de Sli.s mmist"o' . nov10mas mentaron una vez más las presíones externas sobre el régimen, Rosas se
.1 ,.l. 1 manera ,. s, a 4..rana ,
v sólo se . b .1
c on e~ ue 1a
-
más formal . . . ,~ · . " comumca a preocupó por la ley y el Orden, recordand o tal vez aquella combinación de ata-
l(_)s as!lntos de g.ob.ierno v Rosa~~~!;~~~~~~~ ~'.3 envrnba17- los expediente s de que extranjero y subversión interior que tanto lo había amenazad o en 1840-42. 1
Lªº"' por escr1to. Sus secretario-: Se mostraba muy interesado en los detalles de la conducta deüctiva, y,urgía ~
l;¡''
trabaJaban .sin Darar en turnos d d -
y trataba los aiuntos con SU!': 'u e. oce ~oras. Rosas conducía las entrevista ; !os jueces de paz para que realizaran grandes esfuerzos. Les ordenó, por
ga sala de recepción mient;;s nc10nanos c':'"mmando de arriba abajo su lar- ejemplo:
vuelta en el extremo la de : s~~ secre!ano s corrían detrás de él, Ydaban
de gobierno a dos sectores h=~~ac10?· ~n la-práctica , Rosas redujo el Sistema En adelante, a todo preso o pies os que remita usted a _estE: cuartel general, d_ebes1
F~gun"
tarles si acostumbran a emborracha rse con frecuencia, s1 beben poco omucno, henen 1
poder, y los ministerio s, c~yas f:~~ii~~~:~~ pers~nafl que ejercía el verdadero bebí-
!.tiala o buena bebida, y siles da por pelear o cometer otra clase de desórdenes con la el
an mas onnales. Henry Southern
·mformó: da, todo lo cual debe usted anotar en las dasificaciones con que los remita. según ad- l
1
junto modelo de clasificación. 13
1

280 281
d Ji ~os reglstros policiales daban ia impresión de un aumento en.los
~ indi ·
e ivos, una mayor.cantid~d cte delitos sexuales , ataques en las calles',
.
-~~:desaparecer_ re~mpla~-~d~ por el de un rival. Además de su verda~e_:
¿f;i:, f{.osas poseia una legmm1 dadform al, y a ella se aferraba ; en realidad ro po-
b s con ~10lenc1a, fals1..ficac , le
mera mitad de 1851 u ,. 1011t·d de dinero v-deserc iones del •,,;_ "t R 1~ ''. .- .
. . .", resultaba difícil abandon arla,
corrio exnlicó Rosas; S;uªth:an 1"!ª ·~1 cteü~c~en!es fu~ron ejecutados, n00
e}... rc1 o. .un aprl:'
- La sala de Represe ntantes había elegido a Rosas goberna dor
de Buenos
tanto pal'a disuadir a or.ros ;:i;n~~~n~e~r~fosn7~e1castlgar al culpable pjre.s con facultadE:s absoluta s el 6 de diciemb re de 1829 y por ley
, yJl~i del2 de agos-
que vuelvan a causar dafios a~l;-soci~ctad" }~º s~.~p.emente para impedirleS to de 1830 se le autoriza ron "faculta des extraord inarias en su totalidad , para
Rosas creía liltim"m ente q . ..,_,_ ser usadas según los dictados de su propio jujcio y concienc ia. " 18
equilibri o ~nt.-"' ol nr-.:: ,,,..,, r<~ ~e su , .
hab1~ lograao i A fines de
. _""'"'...-..,...,s.___._ ,a.....vnsmo ~v1:,1men ahora
)' la rnoderac1ón v -'ec' · el debidO; 332, no aceptó la reelecdé "n para otro período de gobierno , pues
la Sala se
· ~ u 1aro orgt osa,,
mente a Ja Sa1a de Represe ntantes: ill :-: 1mostraba poco dispuesta a renovar aquel1as facultad és. Sh"'l embargo
, eu 1335
aceptó 1111a vez más el nombram iento cuando le garantiz aron la suma
del
!1-~e complazco en manifestaros l 1. . 5. voder aue podría usar de acuerdo con su juicio y concienc ia. En 1840 no acep-
b1ene~, y que me he aplicado pei~:~!~
derecnos, propiedad es. intereses .b..
a~~~:! ºtnes ºfºrt13?".-
nan produ_c_ido indecible"~
n _f: en a re11g1osa protecc10n de todos los"
{_
tó 1a.ree1ecctón, y los diputados encontra ron una fórmula salvador a, la pró-
actos de clemencia_ Ese concier-'o ~n;c~s YP<:1"t1culares, nacionale rroga de su periodo de gobierño, que Rosas pareció no objetar. A principio
la moderaci ón ha producido_ en ~na é e .as mrras con~~rva doras y s y extranjer os Yeñ'- 1842, alegando su precaria salud, solicitó nuevam ente a la Sala
s de
sólitas del mundo polftíco r~ulta , poca tan e:xtraor_:ctma~i~_Y ame las inspiraci on~ dé_' de Represe n-
, a0 s que apenas me "oca ma1caros ..la,f
.l1>
conmocio nes in.
\,
tantes que buscara un sucesor; una vez más no 1ohicíer ony de nuevo continuó
Rosas gobernan do. Lo mismo ocurrió en 1843. En 1844, todavía estaba
"sacri-
Los. obse1:7adores ex~.anje ros también tenían esa impresió n. Hen ficando su salud", y ~a Sala.seg uía aún declaran do su lealtad. En ese
, I.! momen~
ern, s1mpati z~te adrmtido del régimen , pensaba que los éxitos d to, durante el bloqueo de Montevideo y la interven ción anglo-fr ancesa, -Rosas
ora reconoci dos: R ry South'..:·
ah e osas eran· parecía especial mente hldispen sable. En 1845 fue reelegid o por el voto.uná
ni·
me de la Sala. En 1846, otra vez pídió ser relevado porque su salud estaba
-'\hora que su ascendien te es indiscutido , que*
erarse que, aunque los castigos sanguin ttºr ~1 momento , mcuestion
. brantada pero, como era igualme nte previsib le, 1a Sala lo reeligió.
able, puede apré:_-/: La misma
~º!: ellos, y que, ahora que ha pasado la é o~ no 1e cuestan .~ada, ta,,1poco se comn1ac{
rutina y casi las mismas palabfas fueron adoptad as en 1847 y 1848.
Así conti-
1ns11res las numerosa s cualidade s em· p ta ~e lucliha ~--peugr?, s_e nuó el juego, y la goberna ción de Rosas alcanzó el año 1849.
sas. 6 - men es J va osas que distmgue hacen cada diti más'
n al general Ro:'.~: Hacia fines de 1849, Rosas parecía más decidido que nunca a retirarse
,
mostrand o tal vez verdade ros signos de fatiga, una sensació n deque
las cosas
Y aun sobre el final en la v-ísp se le escapaba...'1 y una ansiedad por abandon ar las preocup aciones
sueños d=r~ e 1~ tf1ma batalla, seguía hablando a::·
?.
d
los extranje ros sobre
Gore:
sds úl .
meJor uturo; comolo informó Rober( Su principa l taréa -podía alegars e- ya había terminad o. El país
del cargo.
estaba en
paz·, la ley J el orden estaban asegurad os; los enemigo s derrotad os; y la
pros-
peridad apareda en e1 horizont e. La razón que dio fue su agotami
r
No dudo para mis.~dent ros que si el general R
s1st~ma muy duerente , en el que se desarrolf ~-~/;: tfmnfara
.
1_~o pais. se as(;,gurara la rígida- e· ecuciÓn d . an grana\ es
/!
.
en :!;JOCO tiempo intentaría·-
servicio de este país, la necesida d de retirarse a la vida privada y
alguien lleno de vigor, "'que con más voluntad y fuerza de opínión,
ento en el
dar paso a
c1on_y, además, la civilización vla\ndus tria e¿~_ley J,"e ad~lantar
nquezas de este magní-- suceda sin
demora al-gener al Rosas. ·, 19 Podía también interpre tarse como un
consecue ncia de las pocas con~ersaé iones ~· si..: es_ia noCJon que a mediante la educa- medio de
me he formado como-:"·· obtener un pseudo plebiscit o, alentand o aJ pueblo para que presiona
siempre he hablado con absoluta íránquez<Í. ii
0 d
he .em o con el general Rosas, con quien"· continuación en el cargo. Los agentes de~•rosü~mois no menos la misma
ra por su
legís-
latura, organiia ron una clamoro sa campañ a de demostr aciones ypeticío
S~ embargo había un defect · h nes,
su .éxit_o_ ¿Cómo !)odia ·prolong ari/~u . simuland o una.pres ión pública de todas partes. El 18 de octubre se
e;set~~il~l!os1smo.aun en la cúspi~e de presentó a -
dad? Una monarqu ía oersonal se oer et -. la Sala una petición masiva. Hasta la comunid ad comerci al británic
d d y ~_segurarse su contmui- a se unió
caudillo, no sólo no podía nomb - p ua por suces10n heredita ria. a ella, solicitan do a Southern que apoyara el movimiento en favor
de Rosas.
~~~~~r'
Pero un La campañ a terminó al finalizar el ano, en una orgía de adulacio nes.
tinuarse en un heredero ; cíerta::i ~n~ tampoco Y_ m~cho menos, con-i La Sala
mal transfer encia del poder Un , . ' 0 _confirmó a Rosas con poderes absoluto s, limitado s solamen te por
· que no podia dictar era una foro: su propía
tizar normalm ente su propi~ supregii:nen p~rs~nal de este tipo no podía voluntad , declaran do "El mundo sabe que el ·general Rosas y la
garan- Confede ra-
d li . ción Argentin a son hoy nombres insepara bles. Si se quita uno de ellos
e su_s po ticas. Llevado al podererv1venc
por la ·01
ia m proveer p
.
1
ara a pe!mane ncia- se per·
caudillo podía extingui rse enla m. f v1 enc1~, ~ amenaza de v10lencia. el
Po-- -r
derá el otro, "2º ,
1sma orma, y el s1stema por él adoptado Había, por supuesto , un verdade ro obstácul o para el retiro de·
ROsas.

282
,J
¿Quién lo suce dería ? Tom ás Anch oren
Man uel Insia rte y Felip e Aran a eran
a, su "orá culo ", habí a mue rto enl8
4i.'t¡
t" ·6 e habe r ocup8.do un
como un :m r ~ desc osa" 'aue asie..rito en esta Sala mi.entras el
hovs eadm iran ,ytra iaala Rep ú-
1
más buró crata s que mini stros . Media r.eneral Rosa s haci a las ~dand
te un proc eso de conf onni smo, exclu
sión y peI's ecuc fon, Rosa s habí a elimi
lJ_.:'i}: o
rcaal esi;;, a dO depr-ospe,-~ r, a enqu e ::;:e"en •
CU(:;tra''. Henr y Som hern obse rvó
1
na-.\?: b Rº"ª s atrav esab a •• ·, d '~fru • ·b"-, , ·
do todo talen to político y todo rival
posible_ La polít ica estab a redu cida el pal oxismo e 1"'" strac ióna ntes u1m pos1 maa aae
sism o, y el 'rosis mo sin Rosa s era al ro-'}
inco nceb ible. Todo el comp lejo siste
prote écio nes depe ndía de éL era el ma de -;:~~¡úcÍar:
patró n fund amen tal, y sus prote gido ,.· r· " . ,,· mism o I' por n1om entos se ldenci
poní an más ansio sos cada vez que se s se . r eo que Rusa s es a ve.02.~ .i;_.una~e 1 .fi~a_a
prod ucía un índic ío de renu ncia : "El - •' ;,. ·¡o-0 defec tuoso en. el cereo
ñor gobe rnad or tiene sobr ados moti
nos parió . Es el único hom bre :puro,
vos para man darn os a todos a la p
se-
... que
¡zeam ;t~~en ~i oane l que está jugancto. ;,?~peen~º
rnenu o ~ºhav un ·me.todo cons_wnt? 7t~
,,,e;: ;~;
e? st:. 1o?u,.,,. eo,d!d-de sus ('.OID
toó.os modo s. aluci n~:io n.
;0

patri ota y de buen a volu ntad que tenem y, aunqua~ oÜc,,snoches. rilientrasn-aola 'Patnotasal obn_gar-
Si-él falta , todo se lo neva la trampcc. os. ba ctela:_:u~e1 mund o. su
mo en esta pa, ,,e a ·.. ··se.""ndu:retono
s:ace l1I1 ~" ec;r como oOde r supre de ;ame mac, ?'.Y
yno es posib le queé 1 lo desc onoz ca. ,~, ,...,-rrn«n · . - cido oor la incr:::atm-
será del país' : " 21 Sin duda , a1gu_11os ¿ Que '" - ;--~h bria derre tido cua1q1;ue1. cor.azón quen oes:u v1e --- · - -
tiva, espe cialm ente aque llos que circu
de Jo.s nmw res de corru pció n adm inist
ra- dolor ª teS.noche me dijo: S1em ore le mgo qu-) 0 ,: " , sov un ese.la vo que \:r3:baJa
.. • _,,,..,í_o~ado ~o:r: bnllantes.
, ~ ~~e~­
,;OD~'""ª ·"'
laba n entre 1os grup os de émigrés ¿ad.,. b.Jl aho;a -mis crueles Com -:--'uego
M_ontevideo, que babl aban de "inm de nas de_ º~°J'arnent~ciones sobre la faltad
patrio tas la\~a n l~~\a '~,.,.ificios·ouehastaemo:1~.es
orali dad y corru pció n en toda s las 10 ~ los n,on: • e~~d· ,,:,
de la adm inist ració n" y de "la arbit rama s ,ornD e' lli~al mente señal ó a su m¡a,
rarie dad delo s man darin es", eran Í,abfo hecho, casi. de ;,U - ,1da v por comp 1ew ae »U sai ' •
rado s por moti vos de pro paga nda. 2 exag e- quel1 oraba a~ula do.co moot " • , , ~ "''1 "l ºitar del patr1.0t1sm .
o, 26
:>. pero pare ce habe r exist ido rav1c :1m" '··- ª' - .
nació n, no mera men te de efici euciz una real decli- _v

sino tamb lén de mora l e integ ridad , . b h boun nuev onea··ct


chos ofici ales y adm inist rado res estab . Mu-
·A Pr •,ncip10s de -octu- re ~ u· h 't el 1 oa~Rosa s nara que perm
n
, ane-
an haci endo dine ro a costa del Esta
do, .• •. c·iemb•e de •11350 cuan ao,
1 3 cte cu <2.n un
.exte ndie ndo sus prop iedad es, inter 'era en el carg o. No contes~o as"~ ~ su a'ec1·sión - ~ · -
vinie ndo en cont raba ndos y aun trafi C, de no cont inua r. Esta s re-
con el enem igo en Montevideo. Un
carg o en el gobi erno era cons idera do
cand o m1evo y enm aran-acto · s~Je
~~n ª , r"'au - rmo
un nego cío priva do, y los lema s polít
icos fuero n perd iend o signi ficad o:
corno ~uricias constantes deJa oan perpl e-io a Sout bern . espe cialm ente porq ue
ªJ . ~ R sas -/nin
no po-
rode ado de salv ajes unita rios" . se "está ·d'a ver alter nativ guna otra barr era P!ra la
quej aba Vice nte GonzáJez. z:;i Rosa s a algu na que no ruer<l. . ?a d•e,¡uzgar uno
áhor a cond ucien do todo el Esta do:
pequ eños y gran des detal les, desc ansa
"_Todo el peso de la adm inist ració n,
sobr e sus hom bros y, }o que es más
estab a
en sus
1
anar qma ; pero , se
hom bre que ~a descu D_Jer ~o
pr:r:
t"ba ;por guen
a.
la!º
' " de ober nar a uno de los pueblo~
los moti vos cte '"un
. .- ·
m_as m-
, so- ~~; El lech o fue que, rnien t_r~s 1~ Sala~~ !te~
bre su resp onsa bilid ad. Las falta s quietos y turou lento ~ ctel ~uno o.
"'sen tante s v el gooe rnaa or cum p rian t da,; las idas Yvem aas ae elec . . 1011)
de los emp lead os, los abus os que com
su mism a jned ucac ión, todo se pone eten ,
en <.'Uenta del gobi erno y se atrib uye pr..... . • o ~
desc uido y hast a su conn iven cia. " 24
¿ Quién podí a asum ir esa respo nsab
a su renu ncia, Rosa s cont'mu ó gobe rnan do,
dad? ili- A'- Rosa;:.,'d"seaba confir-
Desp ués de habe r llega do ~ dom. ::~ Buenos '"lil"'S .....
El 27 de dicie mbre de 1849 Rosa s confü las rovin .c~~ ·:pero 110 a trav és de un
un men saje a la Safa de Repr esen rnó su prác tica anua l de pres enta r mar su ,
sobe ranía y exte nder su apoy , . , pcon sti"tu ciona l exist ente era el
. •
cada año más largo s, aún.que su valo
tante s, Esto s infor mes políticos se
hací an arreg lo const1tuc 1on al • La únic, a . prov1s10n or aniz ació n naciona1, a un cong_re~?
r para los histo riado res no aum entó
en Trata do-d el Litor2.l de 1831, que a~Ja¿ 1
relac ión a su proli jidad . Esa vez, el oa d: 1": provinciá.s. Pero Rosa s prere
infor me tenia una long itud de cuat rocie que debí a ser conv ocad o por acue r r1a
tas cinc uent a y tres págí nas, y Rosa n- 1- ª incía s Cuan do se
nes para leerl o; en cons ecue ncia,
s anun ció que se nece sitar ían tres
sesio -
troc:
o " med ios, un llam ado direc to a _as.p rov, 1'ue q·ue "su oplll rehu só a la ree-
· d ión en laPr ovin -
se le asign aron los t:res prim eros
días de lección.en 1849, una e ¡as raz onesquem voCOJ . .
ener o. El secr etari o de ia Sala empe
zó a leer el info rme el P de ener o, el." ,r en la Repu , bl.
1ca, na tura lmem, e h a deca ,·cto ,,, Este. punt o de vista~ ¡ue
M

sólo habí a alcan zado la pági na cuar pero a., " - . • 1 . . oolr· tr·ca ros1 Stase .
enta y nuev e cuan do conCluyó la sesió
ny trans mitid o alas prov inc1a s y a maq uma na puso enmo vi-
. E
los sufri dos dipu tado s se retir aron
gina seten ta y ocho, de modo que
más rápi da para com pleta do y term
. Dura nte el segu ndo día, llegó hast
se requ irfor on dos días más y una
a la pá-
lectu ra
mien to, como era la inten ción ,
todo el país, los gobe rnad ores y
d
_par
:saam~l~::
tl.'ar que estab a eqmv
com pren diero n la insin uació n y
dir honorl:"..S polít icos, aplaudie..'1dO
ocad o. n

ínar con el tedio so tema , El men saje


era com pitie ron unos con otros_ para ~
esri t F Cata marc a, Córdoba, ~ Ro-
una verb osa y satis fech a relac ión San Juan ,
polít ica y refer ente al carg o, en la sas y supl icán dole que c?ntinua~a. a ª~a:1ti:go del
sas llega ba a una cono cida conc lusió que Ro- Este ro, Corr~en~es, t°;1as le
n: que habí a destr uido su salud al serv Tucu..>nán, Salta , San Lms , Men e ~ío~
cio de la repú blica y ahor a dese aba i- Urqu iza recla mó para s1 m7smo} _p~r~
retir arse . 25 Lega lmen te, el perío do envi aron su apoy o. Desd
,carg o de gobe rnad or final izaba en en el e Entr
abril de · · "el alto hono r de c-om t'a t·ir 51.emp re a la vang uard ia cont ra e1
por unan imid ad a Rosa s como gobe rnad 1850, y, el 7 de marz o, la Sala eligió su prov mc1a . . . . ,, v le resta ba su a dh es1on ·, "su gran -
or y capi tán gene ral. Lueg o tuvie ron band o rebe lde a los sa1vaJes u~1ta r~os ; .- . 1: la send a que 1a condauzca
que conv ence rlo para que acep diosa mísi ón de salv ar la Patr ia y hast a
tara. "Cad a uno de los Repr esen tante e aon r
s tend rá

284 285
su porve nir" .28 Algun as proví ncias decla raron
que querí an que Rosas fuerá"í
su gober nador , otras, como Salta, lo llama cta:S por federP:les, expre saron nueva ment e
ron Jefe Supre mo dela Coniedera~·--- su solida ridad a Rosas,_quisier_on
ción, otras le asign aban la suma del ,Poder procl amarl o ,Jefe Supre mo de la Confe derac
y una de ellas lo procl amó Presi- ión, y noll:-braron plempotenc1a-
dente de la Repú blica. Ya desde 1848, por lo ;ios ante su gobierno. Natur almen te, éstos
meno s, el mism o Rosa s habia.eni- no se reuru eron en Buenos Ai.res,
pezad o a usar ampu losos título s de mayo r ;ino aue tratar on invar iablem ente .en forma
signif icació n nácio nal, aunque·oo separ ada con Rosas . Y así, llegó
definidos por ningu na ley, tales como Gobie 1851 Üeno de incer tidum bre. El Jefe Supre mo
rno de la Confe derac ión, Gobierm, querí a aband onar el gobie rno o,
Gene ral, Jefe Sunre mo de la Nació n. Como a1 meno s, así lo decía . Nadie ofrec ía reemp
result ado de la camp aña en las lazarl o, o no lo dejab an. Y r~epeI:,ti-
orovmc1as, comenzó a llama rse a si mism o name nte el propio régim en fue desaf iado.
Jefe Supre mo de la Co~-:Uederaciori Corri eron rumo res de que ~rq~~za
Arien timr. En su mens aje de 185íl habló de estab a organ izand o a la oposición en el litora
los gober nador es y puebl os de las· l y habla ndo de una const.J.t_uc1_on.
piovi..ne:ias "que obede cen y acata n las órden Un articu lo del periód ico entre rriano La Regen
es del jefe supre mo del Estad o", eración (5 de enero ) baJo e1 t~-
y del "gobi erno argen tino que habla a su cuerp tulo "El año 1851" decla raba a ue seria conoc
o legisl ativo" , reclam ando así ido como '·ese año el de la Orgam -
un carác ter nacio nal para su gobíe rno. Hasta zacíó n". Rosas no podía ignoi ar el desafio.
cierto punto , esto reflej aba sú El 15 de marzo de 1851, la Ga.c_et.a
verda ciero poder e influe ncía, pero no signif
icaba que existi era un Estad o na-
Mercantil, sin explic ación algun a, public ó la céleb
re carta de Rosas a Qm.ro-
ciona l ni que Buen os Aires posey era la maqu ga escrit a el 20 de diciem bre de 1834 en la Hacie
inaria de gobie rno para susten- nda de Figue roa, enla qu~ _ex-
tarlo. Y desde una remo ta pero comb ativa olicab a su conve ncimi ento de que no era conve
provi ncia llegó un revue lo de pro... niente impo ~er un~ const ltli-
testa. Ción nacio nal o convo car un congr eso gener
al.3° Y en el mes ae ~bril, e~.~L4:""-
Antiguo feudo de Facun do Quiroga, La Rioja chivo Americano, apare cía repro ducid o el articu
estab a gober nada ~n esos lo de Entre R10s Y crmc aao
días por Manu el Vicen te Busto s, a quien había como anarq uía: "orga nizar un país es conm
llevado al pode r Ja i:-evolución overl o."
de Angel Vicente Peñal oza -El Cbac h0- Mien tras las provi ncias del interi or procl amab
en 1849. y era consi derad a por Ro~ an su apoyo al Jefe Supre -
sas como. un débil eslab ón en la caden a federa mo de la Confe derac ión en otras parte s apare
para unirse a la camp ana proyl ncial en favor
l.. Cuando se sintió presio nada
de Rosas , la asam blea de La
bía tres focos de crític a,' en partic ular: 1os émigr
cían signo s de desco ntento . Ha-
és que perm anecí an irreco n-
Rioja cumplió la obediencia ritual , pero expus ciliab les; la econo mía daba motiv os de preoc
o tambi én cierta s ideas consti~ upaci ón, aun de~~ o de Bu~no.s
tucion ales: que las provi ncias debía n defen Aires ; y el litora l que recha zaba ahora en
der su~ sistem as políticos, que. forma total las polin cas econorru-
mien tras la Argen tina no tuvie ra una const cas de Rosas .
itució n sll destin o depen día de un
homb re, y que, hasta tanto tuvie ra un congr
eso repre senta tivo, debía: preva~
lecer 1a ley existe nte. Rosas nunca aprob ó las
refere ncias a una futura organi~
zació n del país o Ja creac íón de un cuerp o repre
senta tivo nacio nal. Considera~
baqu e habla r de la organ izació n nacio nal-er
a una invita ción a la anarq uía. El
26 de diciem bre de 1850 respo ndió a todos los 2
goberii.adores en térmi nos apro~ ,¡
xima dame nte lgu?le s. Pero en su conte stació
n a Busto s agreg ó qt¡e las ideas
expre sadas en el mens aje recibido desde La
Rioja estab an "opue stas en parte,
y en algo éstas, a sus princi pios y sentilniento Los emígrés políticos seguí an en guard ia en
s políticos''. Hasta eifin de su go- la décad a de 1840, sin que la
biern o Rosas se opuso a la organ izacíó n const mode ració n super ficial del régím en pudie
itucio nal de la Argen tina y se ra conve ncerlo s, Y recha za?an las
mantu vo firme en favor de una lndefi nióa propu estas del dictad or. Pero ellos tamb ién
confe derac ión en la que Bueno s Aia fuero n afecta dos po: las crrcuns~
res ejercí a de facto la hegem onía sobre un tancia s de la época . La Joven Gene ració n
grupo de satéli tes. Como explic ó era ahora más blana a ?' n_iadur~.
más tarde , segllia oponi éndos e a una.c onstit
ución sobre la base de que "los há-
Los escrit os de los émigrés empe zaron a mostr
ar un mayo r CQnoc1m1ento ae
'Jitos de la anarq Wa no podia n modi ficars e los éxitos de Rosas , una aprec iacíón de sus
en un día", y que una const itució n talent os partic ulare s Yuna pr_eocu-
no podía crear el orden , sólo reflej arlo. Su' pació n por la futur a reéon ciliac ión de todos
punto de vista sobI'e el gobierno los argenti....'"lOS. Aun Sarm iento ,
nunca tuvo vacila cione s; "Para mí, el ideal uno de los líbera les menos comp lacien tes,
de gobie rno feliz sería el autóc ra: se vio forzad o a recon ocer los me-
ta paternal. "29 recim iento s de Rosa s y, -en 1844, escrib ió de
él una franc a valor ación , busca n-
Cuando 1850 llegó a su térmi no, nada estab do comp rende r, dentr o de su conde na:
a :resuelto y nada había cam,..
biado. Rosas inform ó a la Asam blea del triunf
o en las provi ncias , pero todas Nadie conoce con más sagacidad que el genera
vía parec ía decid ído a no contin uar. Los diputa l Rosas la situac ión social de l?S puebl?s
dos estab an acost umbr ados a que lo rodean . Su larga perma nencia en el mando
esto, pero las provi ncias se mostr aron- const que por desgr ada lo ha dotado la natura leza, i la inteligenc~a penetr_a!!-t~ 1 aguda ~e
e-nad as. Como estab an domin a- i que sólo por una miserable 1ridícu la perna
de partido se le puede negar, basta para hacer
que esté b1en informado de estas cosas
286
287
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que, a la verdad, se revelan con facilidad a cualquiera que sed.edique a mir;,_.las con. una ·f·•.~•.-'.·.•
avisada atención. :~-: promovido á1 poder a las clases bajas y había ayudado a educarlas en política
Eleva~o al mando de su país por los brazos de una insurrecc1ón general de las masas: ·-_ y-gobierno. Sin embargo, cüncluiaAJ.berdi, Rosas había malgastado sus opor- ·
sosterudo en este mando por los medios rn.ismos de aue esta insurrección lo ha provisto'. 1 tunidades; en último análisis fracasó, porque no había dado a 1a Argentina
dueñq d~ f:Ste <:lemento ; conocedor de su fuerza í de
sus instintos; vencedor, Si no en e\ una constitución:
:ampo oe oata1la, al m~nos enla ~olític_a, i en los r~s::Itados, de to1aJa
par~~ ~'.ustrada, de -
coda la_part~ europea, iliremos as1. por 1oeas 1por naoitos que tema 1a Reuuouca .A.raenti- . No hay Constitución escrita en la República Argentina, no hay rri leyes sueltas dé carác-
na, ~a lleg_ao:o a ten~r un conocimiento compJew del estado de la sociedad en Sud-A';'uéri- ter fundamental que la suplan. El ejercicio de las que hubo enBueuos Aires está suspen-
:Cª, 1 desphega a ~ada momento una astucia nada común para tocar las cuenias sociales dido, mientras el general Rosas es depositario indefinido de la suma del poder público ...
1~rndue!T los so~1dos que le interesa17:. sE'gún las miras que se propone realizar. es un dictador: es -ai., jefe Jr,vestido de poderes despóticos y arbitrarios, cuyo ejercicio ne
E~ h~c..flo es que noy representía srn msputa el pnmer poder guerrero en acción de esi:e reconoce conrr-ap_eso ... Vivir en Buenos Aires es vivir bajo el régimen de la dictadura mi-
~~ntmente; nosotr:s al menos. no sabemos que haya habido cie algunos anos acá otro go- iitar. Bagase cuanto elogio se quiera de la moderación de ese poder-: será en tal ,:;aso una
m~rno que, como _el, i:enga en campaña doce mii veteranos. no bajando quizá de cuatro noble dictadura. En el tiempo Bn que vivimos las ideas han llegado a un punto en que se
mu los que tiene ue reserva en sus respectivos cuarteles. El generai Rosas jamás se ha. apetecen más las Constituciones mezquinas que las dictaduras generosas. 33
prese~tado ~n 1-:~ camp_o de _batalla, pero hace el papel cie conquistador sobre la Repúbli-
ca Onental ael urugua1; lo nani sobre la del Paraguai; hará más o.menos tarde, el papel
de protector contra el Imperio del Brasil en las provínciD.s de Río Grande.si _ A"Rosas le gustó el folleto de Alberdi, e invitó al autor a que regresara.
Pero Alberdi no quería ser absorbido por el régimen, como tampoco tenia in-
Un año más tarde, en 1845, Sarmiento presentó enla parte final de Facun- tenciones de disgustar a sus comparí.eros exiliados en Chile·y Montevideo. El
do, un programa de reconstrucción nacional aue marca un contraste con lain- trabajo debía ser leído en el contexto en que estaba escrito, expresando -
transig;mcia de los primeros capítulos_ Soste'nía que la gente no era natural- como lo hizo--- un profondo patriotismo y sentido de identidad nacional, tan
mente aelincuentes o asesinos; todo dependía de las circunstancias que se les necesario para el exiliado que hasta abarcaba la dictadura en su búsqueda de
presentaban. Por lo tanto, una A.rgentina futura tendría un lugar pat'a los ho- un consenso argentino y ofrecía, aun a Rosas, la colaboración de los exiliados
norables partidarios de Rosas; ni siquiera serían excluidos lo;:,mazoraueros en }a tarea de la reconciliación. Además. estaba escrito ante una audiencia ex-
porque había entre ellos virtudes ocultas. 32 - ' tranjera, entre quienes iJben:µ no quería denigrar a su país'. 3~
.. También A1berdi intent_ó comprender a Rosas y las razones para su dur~- Por lo tanto, la oposición intelectual a Rosas soportó la frustración del
bllidad política. Su fría apreciación de la Argentina, treinta v siete afios des- exilio y se resistió a la tregua con el régimen. Pero Rosas igualmente sobrevi-
pués de la Revolución de Mayo, publicada en unfolJeto el 25 de~ mavo de 1847. si vió a la oposición. Una campaña política no podía derrotar a la dictadura sin
bien estaba escríta desde el abierto punto de vista de un oposito/a Rosas,.es- el apoyo de un grupo de intereses y el respaldo de una base militar. ¿Había al-
candalizó a muchos exihados por sus opiniones complacientes sobre la situa- gún signo de debilidad en la estructura económica o un debilitamiento del aoo-
ción en esos momentos. Veía al régimen como un producto ínevitable del lu- yo económico? -
~~ y Ja época, "Donde haya repúblicas españolas, formadas de antiguas co- Los años triunfales de Rosas parecían demostrar que él era capaz de ga-
1oruas, habrá dictadores, lle.gando a cierta altura al desarrollo de las cosas." rantizar la paz en Buenos Aires y la prosperidad para su 'pueblo, aunque fuera
Esto no significaba que Rosas fuera un mero tirano. Así como esgrimía su a expensas de otras partes del Río de Ja Plata. Desde 1348 hasta 1351, Buenos
vara de hierro, poseía también talento político y había ganado tal reputación .4Jres estuvo en condiciones de exportar sus productos en circunstancias rela-
que en e!.mundo lo conocían mejor que a Bolívar y Wáshington. Representaba tivamente normales, recibir cr~cientes importaciones y reexportar hacia al-
las cuahdades típicas de la Argentina. '·Como todos los hombres notables, el gunas de las provincias. El fin del bloqueo no sólo llevó importaciones muy ne-
desarrollo extraordinario de su carácter supone el de la sociedad a-que perte-• cesarias sino también nuevos innügrantes, que aumentaron las filas de los
nece. R~sas y la República Argentina son dos entidades que dependen mlltua- productores y consumidores. La industria de la construcción volvió a traba-
mente: el es lo que es porque es argentino; su e1evación supone la de su país." jar y Buenos Aires retomó su crecimiento. Otros beneficios acompañaron el
Tenía en su crédito muchos triunfos: había rechazado a Gran Bretaña v Fran- desarrollo urbano. El gobierno obtuvo un aumento en los ingresos de los im-
cia, creado un poderoso estado, y establecido la paz. En cuanto al confÍicto fe- puestos y de la aduana, Los artículos de consumo barato.s dieron la impresión
deral-unitario, no era responsabilidad de un lado solamente. "El partido íede- de elevación en el nivel de vida entre la masa de la población. mientras que
ral echó mano de la tiranía; el unitario de la liga con el extranjero. Los dos-hi- para las clases más altas había en las tiendas ropas europeas, sombreros, za-
c~eron mal." Rivadavia podía haber proclamado la unidad, pero Rosas laha- patos y libros en mayores-cantidades. En marzo de 1849 se pudieron contar
b1a logrado. "Los unitarios han perdido; pero ha triunfado 'la unidad. Han ven- ciento ochenta y nueve barcos en el puerto, de los cuales treinta y cinco eran
cido Jos federales, pero la federación ha sucumbido." Además, Rosas había británicos. 35 También en otras formas se acentuaba la influencia británica.
La gente afecta a los deportes concurría a las carreras Siguiendo las normas de

288 289
Newmarket :_ otros asistian a las reuniones de la 30 ,..1·edad de B · ¡· · A•
t' ·. . d · . . " ene lClOS v ."1.0S~
mencrn Total e B~~n~s Aire~. Sr bien esto no era exactamente el estilo de también de las seguridades de beneficios continuados para diversos sectores.
una belle_époque, lo,, ultunos anos del régimen de Rosas fuer b ·¡ _ La clave del sistema residía en la capacidad de exportación. Los buenos pre-
te los meJores. On pro ao emen
cios de exportación satisfacían a los terratenientes y a lossaladeristas, quie-
Pero la estructura económica no era tan estable co · L nes eran a la vez virtualmente inmunes a los impuestos_ Dningreso cuantioso
d ·· d l - , . mo parecia. a reanu-
. a~10n e as_exportac1ones, el subito crecL111le!lto de la pcblación_ el au:rnento · permítía al gobierno afrontar los gastos del gran ejército, que era sünultá.lJ.ea-
1
?e ~ dem.~naa Yuna grave sequia, causaron en 1850 una ola de inflación s5 La mente un instrumento del Estado y lh"'1 importante comprador en el mercado
mm1grac1on. avenas tuvo ~i,:,rnn ª"'
r ]·-~ · , ·
obra cuando aUedó a~u1 L:·"·-i:-,0 .., eso .vc::~ la cromca escasez de mano de
·
interno. Sólo un írlgreso aduanero abundante y consta...1te podía sostener se-
~----' , .,.,. _ . ...ada por 1a conscnpcwn Dara la guerra v "Il 13i:;1 e' mejante asignación de recursos. Ésta era una de fas razones por las cuaies
;:,c¡viC1ú.munarcas1universa1 p R - , . ·-·~,-, "'· i
estaba Q . , . . orque . osas no pod.ia deJar las i::osas como Rosas nunca podia estar de acuerdo en disminuir el monopolio aduanero de
n. rnen se supoma aebfa garantizar la paz, parecía demasiado fü,,,_ .Buenos Aires o renunciar a su control económico en favor de las provincias.
f
pu;sto ;omenzar la guerra. Todavfa deseaba controlar el Urucruav v rec~- El sístema total descansaba asi sobre tres bases: la hegemonía de los terrate-
P.e, ar e araguay, de ser necesario por .ia fuerza. Y no.eran sólo ésta$ i~s ten nientes, la presencia del ejército y la subordinación de ]as provincias. Y aho-
siones que obraban sobre la economía. - ra, esos propios apoyos empezaban a moverse.
de at:':r~º;:;t~~:nte~~¡º:ifi~::~s [~º,'ifu~~:~~i: sq:i':j1:br:~=~= e~~~~:z
:ue~~e naci;_n estragos ?ºn.las transacciones económicas y con las fort'unas de
Una economía de cueros y carne salada no podía generar crecimiento,
Perpetuaba una tecnoiogia primitiva y un bajo nivel de empleo, y dependía de
mercados que se caracterizaban por una inherente tendencia al estancamien-
as nr~as .e exportac1on-unportación. En los últünos meses de 1850 cuando to. La exportación de carne salada estaba limitad~ a Brasil y Cuba, mercados
~are~rtpro~ablela guerra con el Brasil, el valor de la moneda local c~vó el 1, 1 de esclavos que podrían sobrevivir a ]a abolición de la esclavitud pero que dí-
e! fJed
-~ e
0
~ : Je:ema ~~osa ?chenta Y. cinco pesos por libra esterlin~, ~s d;~ fícilmente se expande:rían. La producción de cueros, especialmente la que si-
rra· ,

~~;
1
0

~~eftºJ;°s
or e_ un tre1ma y siete por ciento_ Cuando pasó el temor de la ºUe-
, \. vio a sub1r, en el t~rmino. de un mes_, a sesenta pesos, 0 sea un treinta
c_o11:1erc1-:mes tuvieron grandes dificultades pªra obtener fon-
1
1
guió a las grandes expansiones de tierras y estancias, de 1820 a 184-0, exCedía
la demanda del mercado británico. Enla década de 1840, el mercado europeo
para cueros significaba una salida agregada, pero ahora otras áreas de pro-
1
. on es, Y el precio del oro comenzó a subir día a dia .17 Además la e ducción estaban compitiendo con Buenos Aires, entre ellas-y no las que me-
nom1~ no sólo estaba ~abada por un papel moneda de re~iaÓo · ' c~-
b;6 .smo que habí.a escasez de disponibilidad de dínero d~bido a la
g l1erno -especialmente en los años de crisis por la guerra 18'0 52- de r t
eP~<tc~~;:~~l nos- los saladeros de Río Grande do Sul. Para compensar esos obstáculos, la
economía de Buenos Aires comenzó a desarrollar una actividad alternativa,
la cría de ovejas. La última década del régimen de Rosas vio cambiar a mu-
ner o para su - ¡· ·, , " - - e e-
britán' "h s prop10s
dd 1 ·mes. -
· Los derechos de adua11"a"., 1·túormoenumstro
- ¡ - chas estancias, o partes de estancias, del ganado vacuno a las ovejas, a la vez
ll"' lCO, · an a º-~gobiernounexcerlentedeingresosmuyconsiderabley qlle la lana virgen empezó a mejorar su partic_ipaci~n en las exportaciones.
~c~ sepa~~ en P~pel, Yeste excedente es retenido por la Tesorería ... Ahora}~ !
1 La mano de obra apropiada estaba disponible, ya que los inmigrantes irlande-
del :f":u~ac1_on,hi3 alcanzad.o .tal exceso que el gobierno retiene más de un tercio ,ses, los vascos y los gallegos api-ovecharon las pacíficas condiciones que se vi-
tad o me_ o c1rcu a nte J:lermitido, y se desconoce con qué objeto. "311 Pero elresul- vieron después de los bloqueos. Si bien estos desarrollos indicaban que el r0-
que se 1orzo el alza de pre · .
caer la libra · . cws, Y 1os exportadores que hablan visto sismo1podía ajustarse para cambiar y acomodarse a las actividades económi~
cas alternativas, también era cierto que sus consecuencias eran menos favo-
que pedían 1o~p~~::~;::;~:~::t~~c~~~t~!'~~fºd í aeneplacgoar Jcs_precios
tancóy d t · · ¡ • · · · 0 0. 0 merc10sees- rables. La cría de ovejas significó un cambio tanto en la agricultura como en
. se e uvo el vita fluJo exportador Naturalmente · la sociedad, entrando en escena nuevos colonos cuyos valores y estilos esta-
teorías 1· ¡ . . , · . , se mvocaron otras
para exp icar as clif1cultaaes económicas de 1851 La vers1·0· ¡· ·a1 ban muy lejos de los barones rurales y sus hordas, los primeros en salir en
era oue·Ja ext.,..aordina,..,.; afl' - , . . . · no 1c1
oueo· me a11·- , 1 ~ ...a." u~nc1aae1mponac1onesconposterioridadalblo- apoyo de Rosas. Los criadores de ovejas, sus socios y pastores, se sentían me-
j(na ~ro~:cci~~;.,ªP~~~~ct;;~!!f :~e:ª1~}~~ p;olongada seqtúa que_r~du~ nos obligados hacia Rosas que los antiguos hacendados ganaderos de la pro-

f::a~:;::~~t!;~ej:~:~ ~fi!fü~:: dis!i:~~~t:d~~sc~~~~::;:~:~:


vincia, menos militarizados., menos movibles, más domésticos y "civiles"
de~ probl~ma. Los ~~iliad~s lo átribuian a la que los estancieros rosístas del pasado. Esto constituyó una erosión a la pri-
~~o: Cualesquiera fuesen las razonés; los mitiva base sociál del'rosismo, enraizada en la estancia ganadera y la milicia
rural.
Porque el sistema de Rosas no dependía solamente de la represión sino Otra consecuencia del cambio económico afectaba a las provincias. Si
Buenos Aires podía desarrollar un nuevo sector agrícola, otro tanto podían
290
291
hacer las provin cias del litoral, cuyas tierra s y E
recurs os no eran síno una ex~ tubre de 1850 Brasi l rompi ó relacioneS con Rosas
tensión de las pamp as y estaba n dotad as de mane n~ , formó una alian-
ra muy simila r. La indus- 7 el 24 de. dicíem bre y alcanzó·illl entend imien
to con ~ntre
tria de la ganad ería en el litoral, espec ialme nte
tambí én había crecido mucho duran te esos afios
la de Entre Ríos y Corrientes, za_ con e1 ~a~a? uªi
R:_1os a prmc1pio~. ~.
rn51 En todos los casos se invocó la independencia
del
y, en los períodos de bloqueo, imari o de ios aliados. Entre
Urugu ay como o Je 1v_o1~: Corrie ntes hizo otro tanto. Ríos declar ó la guerr a
Á•

cuando e1 comercio de Buenos Aires estab a embot


ellado, estas provincias ha-
bían podido realiz ar una abier ta-si bien no autor aRosa senma y~del 8::> .~ t B- il Entre Rfosv El 29 de mayo de" 1851 se
beche no habia tenido todavía un serío peso econó
de lanas, pero tenía significación política. Hasta
izada - competencia. Este
mico, menos aúnen mater ia
estab]eció u~a hg~forma1ien re.
pliad~ para m_clurr a cov:_:en e!!aci ones comen
Urug uay; luego meam -
,1-;~; guay, con eÍ propósito de derro car ~l
1852, las exportaciones de enem1go comun, Ro.sa~ ..~~S ~P-- -h-- Rl rifa del zaron en e} Uruguay, con éX1-
carne salad a desde Entre füos sólo alcan zaban iuicio se estaba acerca ndo
a1 diez nor ciento de las de d1 0 8
Buenos Aires. Pero los obstáculos que encontraron
39 to tal que Oribe ~e rm . el <:~::iii~;~e~s͡ ~oaliei
debidÜ a la política de Bue- Ón sin prece dente s? ..
nos Aires sobre pasab an en mucho a los cálcul para Rosas. ¿Corl?- 0 pooemo~ · \ ;.,,t,,,rvención anglo-francesa mecnante
os económicos_ La así lla-
inada por Rosas unificación de la _,4.rgentina era
una facha da; se tratab a más
Cuando termmo formalmen~e- 1 -F---- ~ ('B'Ol
los tratad os con Gran B re~an
·ª
· - r1s4ª) Y ranci a"'.., ., Buenos ·'\.ires quedó 1i-
bien de la conqllista dela Argentina por Buenos a ·b "· taban va empeñados en la Guerr a Gran-
Aires. Pero los·intereses eco- bre para enfren tar a Bras~ . ¿.rn os es a e;tre
nómicos provín ciales event ualme nte se rebela caudillos y facciones opo.s~to-
ron contra la dominación de de, la prolongada guerr a .civil en Uru~ _Y ~ de
Buenos Aires, su control dela aduan a, el monop la capita l. v Brasil al gomer-
olio de los ingresos federa les y
la-prohibición del libre comercio. Fue un unitar ras. Rosas_ apo!a ba _a_oi::ibe, ac~~P ª. 0 .t~~aªsil
no de Montev1aeo, s1tiaao ~:1 s; m en.or~er a Rosas ba q~~ debía.sostener a
ío, Floren cia Varel a, quien pensa
pronosticó que los territo rios del litora l habrí an v sus satéli tes fuera de su
de ser los escollos ocultos en
los que la dictad ura se iría a pique, y que la exigen Montevideo y Para~~~Y ª m e ~ ª:fav or de
cia las f~erzas unitar ias ylmtir ro-
los ríos los uníria en una liga para enfre ntar a Rosas de la libre navegación de f~ontera sur. Se d.ecidio_, por lo ;1de, 0
la causa de la independenci~ de Uruguay,
, "Las provin cias litora les sistas en Monte video, Yer:, ayu
del Paran á, arruin adas por una serie no interr umpid . en recinr ocida d y m1ent ras perse-
sín utilidad, empo brecid as por, ese sistem a de aislama de guerr as sin objeto y aunque obte~1en · do grana
-. .
es conce siones -
cantil, tienen más intere ses que otro pueblo ningu
íento y de pupila je nier- guía su propio expansiorusmo. ras
B il estaba preoc upado por la segur1'dad._· de
no del mundo en pro-mover provinc;a más meridional smo
-esa liga. " 40 Río Grand e do Sul no solam ente ,Pº~ ser ~~il.
tambi én por ser su fronte ra econoJ301ca m . , tamb¡én quería la libre nave-
gación del Paran á, YunPa rag~a y hb:"~? ~~;~~
.Rosas veía todo esto como im~euln 151:1JID.pl""m
~Í,,.ño en el Río de la Plata .
3 . • • Ri Grand e do,::; eras e;te una base de penet ra-
En su aprecJac1on,. 0 ~
. de endíe nteno eram. i.sque
unsa-
El mund o exteri or podía ser hostil, pero Rosas
su base esenc ial de poder, la ciuda d y 1a provin cia
todavía estaba segur o en
y
ción brasil eña hacia ~ sur; un Parag ua~ _m
télite de Br_as~; la l1ber~ad de
naval brasileno. Eara evitar que_ .
n;::~~c:~r~a ~valí a a la expan síónd el poder
sobre sus satéli tes para entr~
-i: rtalec er su fronte ra norte
de Buenos Aires. Allí, en su en el Río de la Plata , Rosas tenr; qll~: v cayer e imped ir
mayo r fortal eza interior, no había el meno r afloja an dentro de la órbita de po-
mient o de su control, nin- que los gobiernos de ur:u~uay y ara · leS de futura
gún signo de oposición, ningún cambi o polític
roso cómo siemp re, destinado a perdu rar por much
o. El régim en parec ía tan pode- der de Brasil )'..se con": .trnra n e~;an : como naciónexpan sión imper ial. Ro-
independiente. Todavía
finalm ente, los beneficios que siemp re había prome
os años más y a conceder,
tido. Como no había for-
sas nunca babia rec:n~.....1do al Pa ;E:] ,
la llama ba "la provmcia del P~ag d Yl; ¿onfe derac
buscaba su "recu perac ión", con el
ma de socav arla dictad ura desde adent ro, sólo
podía
~ollrr10ción del exterior. Así-fue precis ameÓ te e.orno ser destru ida por una propósito de e:x-tender ~as ~ronteras ~ 1 Urugu av ión hasta iguala rlas alas
era una excepción, porque
irónic ament e, el propio Rosas contribuyó a crearl
se origínó la amen aza~, que tenia el antiguo vrrr~mato espando · un tr~tºdO v .::u conau
a. Él vio el peligro, y su . h b' ~ido aseou ra a nor . ista sería ex-
camp aña para unir a las provincias tuvo sufici ente su.independencia a ¡a:, 0 "',a. • "
• 'mpro bable aue Rosas

intensidad. Pero demo stró . d·.v ·· ~1 De mane ra que •
era desea ra
trema dam~ nte hlClL · . d 1 • •
destru ir la mdependenc1a e Urugu
ser una manio bra inútil: en su momento las provin · av. le cOI1venia más reduc .
cias habría n de mostr arse írlo a 1a s1tua-
indife rentes , impot entes u hostiles. La hostilidad , . d ~, . , d"bil
_,_.
era.si n emba rgo suficiente, porqu e las provin
provincial por sí mism a no ción de satélit e, e1 es~rno n atural de un vecrno mas ,; ;· -
d t , había sido descu .
cías idada . Para come-
como para afecta r el equilibrio contra Buenos A.ires. no tenían poder milita r L.a defensa de la fronte ra nor es e no
, ha que comb atiera n lejos de su
Cualquier provincia que ner a los parag uayos ,.a: qw·enes no <:e esper
,: .. - ;. de a
tomar a la inicia tiva neces itaría agreg ar el peso
del apoyo eA'ierior. Y Rosas oaís. se consíderó suficientes .1a mlllc. a la ·nrovin cia de Co_rrientes· Y un es:
contribuyó a pr?vo car tambi én esto. Cuadrón fluvial. El mayo r esfuer zo se reserv o, •oara la seguridad de-1 litoral

292 293
contra el Brasil. Aquí Rosas tenía el ejército de operaci ones
a1 mando d.e Ur- munición. ~s y mientra s Rosas se jugaba a una sola carta, sus
quiza, con un fuerte efectivo de diez mil hombre s y al que enemigos esta-
Rosas reforzó con ban prepara ndo la coalició n contra él. El 24 de dicieTI_1bre de
armas y tropas desde marzo de 18.50_ Tambié n tenía ei ejército 1850 se f~ó una
aliado, de Ori- alianza entre Brasil y Paragu ay, para defende r rec1procarrn~nte
be, otra fuerza veterar:¡a,·también de diez mil hombre s, cuya su mdepen-
misión-era man- dencia y asegura r la libre navega ción de los ríos P8:_~aguay Y
tener el sitio de Montevideo y guarda r 1a segurid ad de la Banda dela Plata "h~s~
Oriental. Fi- t.a ,;u desemb ocadura ". Esto era sólo el comienz o. Lna alianza
nalmen te, Rosas contaba c:on la caballe ría de .Mansilla y entre B:rasíJ Y
otras·tr opas, unos Entre-R ios signific aría una amenaz a aun más grave.
veinte mil, entre Santos Lugare s y Palerm o, como ejército _ .
de reserva y fuer- Entre Ríos era cl peligro más grande para Rosas, porque tema
za de defensa . Era conscie nte de sus □ eficiencias en poder naval los mte:re-
y, en 185L_re- ses. les recurso s v el líder para desafia rlo. La provinc ia estaba
cibió dos buques de g'nerra compra dos en Trieste . De manera menos desa-
que, aparent e- rrnÍi:.r'l::i nue Bue;os Aires y babia sufrido grandes daños por
mente, Rosas tenía un poderos o ejército de tropás argenti nas la guerra. de ~a
ducidas por experim entados oficiales y comand andas por el
veteran as, con~ ~:_:i-:::: :;;:,_~;~ ,,__ 1n a11e sus 'tierras habían sido campos
J.uu,;;;p,;;; uucou\..~a , ~u la ..,~ de batalla y hac1enaa
mejor general ar- · h b' ·
proveed óra para los ejército s 01:uest~s_. Pero~ª- ~cono~ ía a~r~1a_
gentino: Urquiza . 42 Pero lo que debió haber sido su mayor fuerza
se convi..-tió vido gradual mente y, bajo la grua pohtlca y milit~ de Urqu~z~ •ª _1a rev1~
en fatal debilida d. Rosas había encarga do la última defensa , ~enovo su :re
de Buenos Aires · iento en la-década de 1840. La navegac ión de cientos de kiJ01:1e
y su régime n a general es que eran básicam ente caudillo s provinc tros hacia el
iales, y ha- ::rior nermití a a los barcos penetra r hasta el corazón del
bía ubicado sus mejores tropas y armas en el Íltoral, donde pa1s, p~ra recog.er
habrían de emer- la produC.ción, y la provinc ia tenía ~n .Paran~ un puerto sobre
ger sus más peligros os oposito res y sus aliados. Esto se debfa :1.no q~e, aun-
al hecho de que que orimitív o, podía exporta r con exlto y, s1 se_ 1~ daban cond1c10
él había identifi cado a Brasil como la amenaz a princip al a su ne_s ~avora-
segurid ad. Pero bles: compet ir con Buenos Aíres. El recurso bas_1co era la
también signific aba que estos general es caudillo s y sus fuerza gana,ct:
s-en la práctí- Ríos" tenía algunas estanci as verdad eramen te mmens as Y ham~ria. Entr~
ca los mejore s ejército s de Rosas- quedab an en riesgo ante
Brasil, ya fuera miento paralelo delos salader os, de seis en 1844 a doce en 1849_Y
U? _creci-
por deserci ón o por derrota . Cuanto má~ fuerte se hacia Rosas, a d1ec1S~_ete en
mayor era su 1851. Se había desarro llado una industr ia artesan al para ser:rr.
vulnera bilidad. a la agncul~-
En i_,J transcu rso de 1850 Rosas aument ó sus prepara ra v tambié n un conside rable número de hornos de_ ca~. Por
tivos militare s. A últll!1;o, 1~ provm-
partir de marzo los dirigió abiertam ente contra el Paragu ay, ci~ "tenía un sector agrícola protegi do por elevada s tarifas
para contra- c,ontra1as un~orta•
rrestar las incursio nes que éste había llevado penetra ndo en ciones de otras provinc ias. Entre Rios protegí a cada vez mas
Misiones, pero el su econon11:a, un
objetivo más importa nte era la guerra contra el Brasil. El proceso que culminó con la ley de aduana s de 1849,_ que busc~ba
promoc ionar

-los diputad os se esforza ron por superar se unos a otros en sus


2 y el 3 de octubre ,
la Sala de Repres entante s se debatíó en un delirio de fiebre guerrer
a, en eI que
y protege r la agricul tura y las industr jas <:rte~anale~. Pero
glo-fran cés a Buenos Aires lo que proporc_1?no el,e_stimulo mai:;
r~: e~ bl~~ueo an•
erec~vo a En·
muestr as de hos- tre Ríos, permiti éndole desarro llar un _acnvo fr~1co desde
tilidad hacia el Brasil. Una multitu d se desband ó por las calles sus ~:op1~,:' puer•
pidiend o a gri- tos. 0 desde Rosario , directa mente hacia Mont~v1deo y desd~
tos la guerra. 43 Pero Henry Souther n estaba convenc ido de ?lJlnaci<'.l.Euro-
que, debajo de ese pa () }os Estados Unidos; así escapó su coI:1erc1~ de e~~orta
entusia smo exteTior, existía una verdade ra hostilid ad popular crnn a la tutelad€
contra una po~ Buenos Aires, mientra s que las importa c1?nes :~mb1en er3:1
lítica de guerra, debido a los sacrífic ios materia les que ello llevada s rde~~:
signific aba: Montevideo. Rosas tuvo que reconoc er la s1tuac10n, Ydecreto
que se pe~ mihc
En ning'una parte se sienten los males de la guerra con mayor exporta r los frutos del país a Montev ideo, per? no los product
os de 1qs sal~de
vincias, donde los sacrificios que se hacen para apoyarla . tantocrueldad que en estas pro- ros·, ya que éstos compet irían con el comerc1? exporta ??r
piedades, toman las formas más penosas; y como la comunid en nersonal como en pro- ~e Buenos !1res
ad es.totalm ente agrfcola o Urquiza aceptó esto aparent emente , pero _continu~ e! ~ráflco
c?_merdal y los producto s nativos de toda c.lase se dedican cnsi ilegal. Luee 0, er
c1on, la guerra golpea en las mismas raíces del bienesta r de casipor completo ala exporta- diciemb re de 1847, el gobiern o de Entre R10s te:mmo rormalm
todos los individuos del ente su comer
país, tanto nativos como extranjeros. 44 ; Montev ideo a fin de evitar enfrent amiento s con Rosas, pero
c~o con , . sus co•
mercían tes y armado res ignorar on ab1e..rt:ame:1-tela pr.ohib"1c10rL ·, H b'· li"'ªª
. a 1a -o .
Por otra parte, el punto de vista rosísta: foe sintetiz ado por do ciertam ente el momen to para que Entre R}os volvier a a
el sacerdo te
cons1_dera~ la s1
Esteba n Moreno , quien declaró "el Imperio es.nues tro enemig tuación , para que rechaza ra el control ~rteño d~ la aduana
o natural " y pi- y pusiera fm a.J_~
dió la guerra de inmedia to. Sin embarg o, muchas de las medida . política de un solo puerto de entrada y salida. 46 M1en:ras tanto,
s defensi vas la carre~a poh
de Rosas dispers aron aun mas sus fuerzas y lo pusiero n en riesgo. tica y militar de Urquiza estaba facilitan do los med10s y recurso
En junio ad~ s para imple
quirió un escuad! ón de barcos fluviales, incluyendo a algunos mentar esta decisión. . ..
con ellos a Urquiza refuerzo s de tropas y nuevas provisio
de vapor, y envió Justo José de Ur..quiza era el mejor líder militar· de la C_onfed . , 1
nes de artillerí a y erac:on,: ven
cedor de una serie de famosa s y sangrie ntas batallas , _India Muer+....a
:J84;:;), La

294
29
guna Llmpia Cl?46) v Vences (184"''
amor a la guerra g;ucha habí~';i en J~ que .s? defensa dela Gonfederación mente el nuevo com€rcio de Entre Ríos. Urquiza protestó en no v1emree · b d

:~~e~~a le~~~rnado:or_ de Entre Río1~e~J: :;~~e~t;: que s~- ie~tad_dehaci


~J:r;ifoe~EJercuo
a R!
Reserva
1848, en J.ulid
"almen te,-e122 de octubre de 1849. En los primeros
? e 1849 Y, nn
meses de 18;:,0 los rumores de su proyectada ruptura con Rosas eran tan tl"' _
1849. Siempre f~!4., y co;11andante en jefe del sistentes que, e} 20 de abril, indignado los rechazó. Pero ei Brasil apreciab~
sas ; Gr-a~B:
1846. no "'eh b' un_ sabaz conocedor del equil"' . . , e op_e:rac10nes· desde
,1a_senbdo tentado a desertar a mr~o ael poaer militár s-· en
par;.poner e~t~nta~:r~c ia y Corrientes). d~bf~ouanilrs.e a los e~em1gos d~ Ro:
que la decisión estaba cerca y trabajaba para apresurar la fecha. También
otros, incluido Henry Southerp., estaban convencidos de que Urquiza había
• - e~~euoUhpode»~osoeJército. . · amcapac1dad,,., t , llegado al final del camino: "El tono del general Urquiza con Rosas es muy
EnJº ' t d- . ½Ueveruah distinto del de cualquier otro gobernador de provincia; y es muy cierto que el
,.,v::,asv_ e1"'~·
pu.estoaresis:~~iH-an~- "4
, - o av1óno · b ·
ro ·
tes , e mstaJA i,,._a aT·"a-a - ·
i

'"o . e1 gobernado . .
esra _a dis-
las fuerzas de Joa,qw·n· ~/,"'dt a; noviembre, en la batalla a·e ;,y ences
, dest
~ ru-
general Frquiza ilü se someterá por mucho más tiempo a la esclavitud comer- 1
un -A-s . t'
cumbre des~ o ~ c1:,lmen chentelistá. Rosas estab: an 1rros.1sta de Corrien-
cial en que mantie,.'1e el gobierno de Buenos Aires a las provincias ubicadas so- '
bre el P araná. " 5º Hacia ü11es de 1850, después de malgastar nuevos refuerzos
~847, Rosas nfVJ,:e~, p~ro ürqui~a no sehaUaba muchoen ~se ~~ºni,ento en la para el ejército de l:rquiza, el mismo Rosas entró en sospechas. aunque se-
importante a on .ouenos OJos los éxitos de U . mas arras. n. partir de
guía siendo reacio a la idea cie que su mejor general pudiera desertar en favor
quiza Ya no ,Pr P_:1 que Jugaba entonces en la gue rqmza :' desconfiaba por el
Ya no era sólo ~~:t1::~r~te de
un agente Rosas
ucu O e una provincia; sehab:
:1:~::nL ~ lo~ unitarios. Ur-
po ~r1ndependiem e.
de Brasil. Pero ya Urquiza estaba suficientemen te decepcionado como para
superar su desagrado ante una invasión extranjera a la A..rgentína y, en el
litoral. transcurso de abril de 1851, se comprometió con el enemigo. El 15 de abril.
51
Urq . , rn convertido en el lider del
mza reuma tanto d ~ Rosas cerró toda comunicación con Entre Ríos.
bloqueo de Buenos A. po er como prosperidad L rr
Urquiza declaró abiertamente su rebelión contra Rosas en su Pronuncia-
lo que enriqueciera
ron a ser proveed
c.t;;!t~=~~
-
esti~ulado la eco~o!ia~:1; ~n U!~gllay yeJ
..1?S ennguecfa a Ur • n re ~1.ros, y todo miento del 1'° de mayo de 185i. Manifestaba en éste que asumfa los poderes de
protecfa sus car ores de la sinada Monfevideo , _vquliza. Los estancieros llee-a~ jefe de U..Tl estado soberano, "en aptitud de entenderse directamente con los
gamentos d ~ e escuadr · ¡ ' demás gobiernos del mundo. " 52 El efecto fue que el ejército de operaciones de
b
la producción g~ad • e carne contra Rosas. Ur u - on .ang o-francés
sus propiedades p er;1 y las exportaciones tambié q 1z ~
.. 1?º solo controlaba Rosas y su comandante se retiraron de la Confederación para aliarse con el
eñ·tíerras muy fért~Sfüa las estancias más grandes~ Pf
o.c1p~ba_deellas con Brasil en una guerra contra Rosas_ Drquiza solo, con un ejército de quince mil
hombres, no podía derrotar a Rosas, que todavía terúa veinticinco mil hom-
de buenas pasturas1 es Y que cubrían varios cientos de 1//rovmcia, situadas
cjénda d"' S . , con algunos campos d . . e -1 OlDetros cuadrados bres a su disÍ;iosición; Urquiza necesitaba al Brasil, que tenía un poderoso
cincuent; mtno~:~:;º]~m:_nte, a ?:rincipiosed:~~ol~~uder~s Jr~ta]es. _La ha- ejército ubicado en Rio Grande do Sul y cuyos buques de guerra estaban ya
ll os; el casco de la ' _-ua.i:,.,nta m1l cabezas de ganad ,~ª. e 18;:,0, tema unas protegiendo el comercío de Entre Ríos. La alianza se formalizó el 29 de mayo
cnadr i estanc~a era una maciza . o Vacuno y dos mil caba- de 1851, e.'1 que se firmó el tratado entre Brasil, Entre Ríos y Montevideo, para
quiza :!·~~~t~~~~r~:s eleg~ntes torres en j:s!:~::add; ?iedra, de forma hacer la guerra a Oribe y Rosas. 53 Sin embargo, Urquiza no recibió apoyo al-
guno delas otras provincias, Los gobernadores, todos rosístas,' se declararon
e ~rente.4' Pero Ur-

:~vital
exponadorde c _., pre.sano como un terrateni 54
unánimemente contra Uré¡uiza y rechaza-ron su invitación a la rebelión. Las
~esde Montev1d:~: }r11e:ar1~ de barcos, import=~~~-dExit~so saladerista, noticias de la rebelión de Urquíza se publicaron en la Gaceta Mercantil el 20
g~~
el oruº· luego .expo;~ba ~~= 0
;~· : ~~0 ~acia Buenos .:i::s,
1 •4
~~~~=~~~~fas

de mayo de 1851. 55 Hubo una tormenta de protestas contra el "pérfido Impe-
rqmza t"'m" ,, . _
en defend 1r rio", "el vil traidor vendido al oro brasileño", "el loco Urquiza". A partir de
video - en a , a as¡ un mterés
ese momento, la designación oficial de Urquiza era -"el loco traidor salvaje
eh'

portefío en peloyar una _política de libre nave;


.
t:
~~ e aneo costero con.Monte-
,:,ac10n y en resist' 1 unitario Urguiza", y así lo nombraban en todas las declaraciones públicas y
.' comerc, 0 1/ 1
.creto qUe todo articul; iñ1~~rtª"~d.uaBna. Pero Rosa~ se d;fendi~ ~;':1onopolio documentos. En el desfile militar del 9 de julio, a pesar de la lluvia torrencíal,
mterno (es decir - ª oa uenosAiresme ,. · .J.mero de-
Rosas marchó a la cabeza de la DivisíónPaler mo gritando "¡Viva la Confede-
pa Ytarifas de B~~~r otr? puerto o provincia) quedab~1:,n:e. tráfico comercial ración Argentina!", "¡ Muera el loco traidor salvaje unitario Urquiza l ",56 para
d.ia salir de Buenos A~s Aires. Luego, el 31 de ag.osto de 18¿_;w ~la 1:y de adua- demostrar su poder de recuperación y su rechazo al Pronunciamien to. Lue-
;~~~!J¡; ~:c~o:etJ!b%:n=~=P~~~1t
0
:;;~t:O~!~:p~o~;~i::;º1¿~~;~~~ go, después de una nueva demostración masiva en su favor, hizo lo que le su-
plicaban: retiró su renuncia y aceptó continuar en el gobierno. El 15 de sep-
Aires en moneda ,i:uri_~e ellos m1smos
cían los comprado~fr ª:~ en ~uenos tiembre de 1851, una gran concurrenciá (cuarenta diputados) a la Sala de Re-
exttanJeros. 49 Estas medi"a ; a lC_a, com_o lo ha~
,., s go1pearon particular- presentantes y un gentío en 1a galería de visitantes, escuchó a Lorenzo Torres
296
297
c~ando anunció que, para derrotar a Ur . - .
lenos, Rosas había decidido e f qmza y a sus amos, Jos pérfidos brasi- Paraná, para dificultar al escuadrón brasileño el pasaje del rio. E intentó
siempre enterrado con sus arm:n mu~ ,e:r: :1
cargo ~'hasta que quede para más esperanzadó que convencído, hacer participar a las provincías enla de
fensa de la Confederación, encargando al general Benavídez, gobernador d(
ron en aplausos. Torres agradecí~~ f~VaJe Dando unitario. "57 Todos estaila-
portante salud" en la l ha contra eJ loco sas po.~ no vacilar en arriesgar su "im- San Juan, lafor"mación de un Ejército de Reserva sobre la base delas milicia,'
uc traidor L - •· de Cuyo. Una vez tomada su decísión, Rosas estaba resuelto a permanece
zar~n a una orgfa de rosisino, baf'iPndo A,:, , ~ di .. uego los mputados se lan-
guaJe político _contemporáneo en ~;Í;b "'"
SLb scursos una antología de len- hasta el final.
gos. Estos sentimientos se re etfan en a~za de Rosas_ Y censura de sus enemi- Sin embargo, Rosas no tenia plan estratégico. Después de toda una vid;
toda clase; los gobernadoret d' ---,· ,1as call~s, ~eatros y demostracione s de de comando, era ahora Tin seguidor de los acontecimiento s, no el dueño d
funcionarios el', :pui. aoos provmciales, oficiales
, magistrados . "'rrn"s to,.¡ __ -'ecia , l del ejército , ellos. Demoró todavía en asumir la iniciativa contra los brasileños, aunqu
,.
.oa10 a Urquiza y los brasileilos~ pº: '. ,
uv~ u ~ ra?an su ealtad a Rosas y sus navíos estaban moviéndose libremente en el Río de la Plata y operando si
berse dado a Esteban Moreno s~ e1 oJªl v:~-el prem10,a la adulación debió ba- oposición en los ríos Uruguay y Paraná. Hasta el 18 de agosto de 1851 ni siquiE
tes, quien finalizó así su disc;s~~er ote a1putado en ia Sala de Representan- ra había declarado la guerra al Brasil. A pesar de que, e..11 Montevideo, Orib
tenía un buen ejército, probablemente el mejor de Rosas, con una estructur
Yo t~ngo un especial deber oue llen . ., . bás_ica de cínco mil aguerridos soldados argentinos, veteranos de muchas d
patr!otas el ~jemplo en una Ocasión ar' un<: ob11gac1on particular; yo debo dar a mis co las-campañas del dictador. Pero si bien ese ejército era superior al de Urqu:
v,est1mos este hábito. Yo sov csmo e~º;ir~sta en que todos ,sºl"l!-º~ militares, hasta los q: za, no tenía poder suficiente para resístír la doble acometida de ürquiza y lo
General Rosai ha tenido la rug' qu~ ~u~nto m~s vi eJo es más fiel. Desde aue
• (cl_l Exm_o. _Sr.

:ft::a_s ?~ la Reli.gión; yo no haré más que im.i~;::7·~


tJ?~es .umco. Este destino me lleva acoloca;acwn nomorar:ne

cron s!ó:meJante ocupó su solio con la cruz en


0
capellán suvo. mi dé"'·
P;ra ~<;:-_rle los consejÚs YJos at~-
,ªº o_nunce Romano, que en una
brasileños. La única posibilidad de Oribe era enfrentarlos separadamentE
abandonar el sitio de Montevideo, cruzar e1 Uruguay y empeñarsé contra Ut
quiza en territorio de Entre Ríos; sólo después de derrotar a Urquiza podían
gara d:>fenoer: Jos derechos cie ia Religión. y é t f~ m,ano y l<:1 espada en ~a otra. aquella
1 sistir Oribe la invasión brasíieña. Era un plan dificil, pero no imposible y, ó
es~cr1:5to es cte todo hombre. el pal:riotisin s.ª os ,~ ~,Pa~1a; porque si la Religión de
vare m1 espa9a: yo me colocaré al lado del id-~~~feug1on del co~a~ón; si Señores, y lle- todos modos, el único factible. Rosas no estaba preparado para correr elrie:
escude~o, '.( s1_ viese que una lanza se díri e e . ~sas,-y cump1:ire sus órdenes, seré su g!). Ordenó a Oribe que mantuviera el sitio y que impidiera la unión de Urqu
presentare mi pecho para recibir en él elg0 lontra. ;;Qu ~~cho, se.re entonces su escudo. yo za con los brasilefios. Eso fue un error: simplemente porque Oribe no tení
• pe ... i; ue llilporta mi Vida? ·
medios para resistir a las fuerzas combinadas de los aliados en la Band
Llegar{o el momento los di t d Oriental, como pronto habría de demostrarlo la derrota de su vanguardia.
la batalla final si es que ~stab pu a ols no se destacaron en lo más mínimo en El ejército de Urquíza invadió el Uruguay entre los días 18 y 19 de julio d
A , · ' an por o menos allí 1851. El 4 de septiembre, un ejército brasileiio de dieciséis mil hombres hi2
,.¡ . s1 es qu_e Rosas se declaró "r,,.suelto a cu :
...os Juramentos de sacrificarlo t dy d f mplir otra vez más mis reitera- otro tanto y su sola presencía significó un refuerzo suficíente. Urquiza enrr
nor de la Confederac1·0,n•" ·SI! .....
v o ~ en, e ens~ del orden, de .la libertad y .h"·· . .., en la Banda Oriental con un ejército y un aliado p€>.ro, además, con una polític
, · mpezo a wmar "d
de conciliación - ''no hay vencedores ni vencidos'' - que, sumada a otros a1
~lt1mas leyes sancionadas por la Sal d R mem as defensrvas, Una de Ja:s
- hembre de 1851, que ponía la 'Suma d:. e ,epre~e~tantes fue _la del 20 de sep- cientes, ganó para su causa a una cantidad de comandantes uruguayos de·Or
Buenos:Aire~, _l~s vidas y fort.~nas de
nes, a dispos1c10n de Rosas paran'a
;Jsºi:_P~bl1co
l
~ to~o~ los r~cursos de
itantes, sm hm1tes m excepcio-
be y, eventualmente , al mismo Oribe. Por cierto, Oribe no ofreció resistenci
alguna: capituló el 8 de octubre de 1851, "cte·sacreditado pero no deshonrado'
com~a . En seotiem-
-u- rqmza. sobre la base de una am_nistia política y la independencia del Uruguay. r:
cer . a guerr~ 59
bred e is-- R
::i1. a osas no le faltaban t <el i

dedores tenia doce mil hombre~ - :op~s m armas. ~nBuenos Aires y slls alre- hecho había traicíonado a Rosas al a ceotar la derrota en manos de una fuerz
mando de Oribe, Desesperadani ~:ten -a ~anda Oriental otros catorce-mil, al inferior y sin presentar batalla. Ademis, debilitió los recursos de su líder. Ti
a~ perdido ejército de Urquiza en une t~at~ de reclutar más para reemplazar das las armas y municiones enviadas por Rosas a Oribe a fines de 1850, val1
anos recientes había abastecido ~ U a e~oca su ~rgullo_. ahora su enemigo. En radas en un millón y medio de pesos, aproximadame nte, cayeron en poder e
Urquiza, junto con los cinco mil veteranos de la 1ª División Argentiria. Esü
60
con sus mejores recursos en mat:r· r~mza ~10 solo con hombres sino tambíén
tropas eran básicamente leales, pero necesitaban órdenes para saber qué hacer:
1~ cual era difícii de reemplazar ff ia e ca allos, armas y municiones, todo
na en Bélgica, buoues a'ond epu.doIZFo ormonuev com?ras en_el exterior, .fusiles v~ artille- en la ocasión, no las habían hecho entrar en accíón contra ürquiza; quedaron ent:J
, • , - · - la espada y la pared y se vieron enfrenf:adas a unfaitaccompli . Rosas intentó dese
g.~res, suplementó los batallones q~e . , os e?1m1entos en Santos Lu-
i

sron Palermo, su propia unidad part' g~arn;c1a~.. ~a _c1,~dad, y reforzó la Dívi- peradamente hacerlas volver, tanto más porque las tropas argentinas del ejérci
1cu ar. Ortmco mver-sos plmtos sobre el de Urquiza, ante el mismo dilema., habían aceptado el nuevo comar1do.

298
cuando anunció gue, para derrotar a Ur . -
leños, Rosas había decidido conti qwza y a sus amos, los _pérfidos brasi- Paraná, para dificultar al escuadrón brasileño el pasaje del río. E intentó
siempre enterrado con suc: arma nuar e~ el cargo "hasta que quede para más esperanzad() que convencido, hacer participar a.las provincias en la de
ron en aplausos. Torres aiiraded~ :1 ~:IvaJe bando ~itario. "57 Todos estalla- fensa de la Confederación, encargando al general Benavídez, gobernador d(
portant,, o:alud" en 'a 1 . sasporno vacilaren arriesgar su "im San Juan. la formación de un Ejército de Reserva sobre la base delas milícia:
zaron a ~a orgía d~ ro~~~!~obntr~ el!º~º traid~r. Luego los diputados se lan-- de Cuyo. Vna vez tomada su decisión, Rosas estaba resuelto a permanece
guaJe• lí , ac1ena.o "'S"S discursos u t ¡
po 'tico contemporáneo en alab """ ': na an ? ogia de len- hasta el final.
gos. Estos sentimientos se re etí~ ~nza d_~ R_o_sas y censura cte sus enemi- Sin embargo, Rosas no tenía plar1 estratégico. Después de toda una vid:
toda clase; los izobernan",_,,_f ctt~~en, as CaH~s, t_eatros Ydemostraciones de de comando, era ahora U..'1 seguidor de los acontecimientos, no el dueño d
fu_1:3-cion_arios, m'ágist;~d~~~"cÍéri~~t~iJ ~rovmc1a~es, oficial~s del ejército. ellos. Demoró todavía en asumir la iniciativa contra los brasileños, aunqu
omo a Urouiza v lo'-b"ººli·1,,.:;~N pº 't . o.., declaraoan su lea1tad a Rosas v sus navfos estaban moviéndose libremente en el Rio de la Plata y operando si:
• ~ ~ ~~..., ""'v"'. ero a1ve "'l · ~
berse dado a Esteban Moreno sacerdot -~-" prem10 a la adulación debfo ba- oposición en los ríos Uruguay y Paraná. Hasta el 18 de agosto de 1851 ni siquiE
tes, quien finalizó así su dísc~so: e aipu~ado en la Sala de Representan- ra habia declarado la guerra al .Brasil. A pesar de que, eri Montevideo, Orib
tenía un buen ejército, probablemente el mejor de Rosas, con una estructur
Yo t'!ngo un especial deber que Denar - . b - . . . básica de cinco mil aguerridos soldados argentinos, veteranos de muchas d
patr~otas el ejemplo en una ocasión co':~!s~}1gac1on particular; yo debo dar a mis com-
vfstimos este hábito. Yo soy c0mo el pe~ro en que t_odos ~orno~ müita_res, hasta los oue las campanas del dictador. Pero si bien ese ejército era superior al de Urqu'.
~ Exm?. _Sr - ~eneral Rosas ha tenido la 'aiin1~1 ~u;mo m~s v1eJo es mas fiel. Desde (jue za, no tenía poder suficiente para resistir la doble acometida de Urquiza y lo
J.??es_umco . .t.:,st:",rlestinome lleva a colocarme on e.nornnrarme capellán suyo, mi des- brasilellos. La única posibilidad de Oribe era enfrentarlos separadament~
~os ~~ la Rehg1on; yo no haré más ue i . - a su lado para darle los consejos y losau- abandonar el sitio de Montevideo, cruzar el Uruguay y empeñarsé contra Ur
s1tuac10n semejante OCUDó su solio co¿ fa nutar a un gran Pontífice Romano que en una
)ara d~fendec_los derechos de la Reiigiónc:u¡s;~ ~na .m.ano y ln espada en la oh-a, aquella quiza en territorio de Entre Rios; sólo después de derrotar a Urquiza podía rE
es~cristo es ae todo hombre, el palriotis~o ~ 1~º: Ü;~ t?_P~tna; por9ue si Ja Religión de sistir Oribe la invasión brasileña. Era un plan dífícil, pero no imposible y_. d
v~reti espa~~: yo me colocaré al lado deJ,GranR0~~;1on , el co~~on; ~f ~eñores, y lle-
escu €!º, J s1_v1ese que una lanza se diri e conn· ~ ,.y cump1_u-e sus oraenes, seré su
todos modos, el único factible. Rosas no estaba preparado para correr el ríei
g~. Ordenó a Oribe que mantuviera el sitio y que impidíera la unión de Urqu
presentare mi pecho para recibir en él 1g ª. 1;;U f?~Cho, sere entonces su.escudo vo za con los brasileños. Eso fue un error: simplemente porque Oribe no tení
e go1pe ... ~Que m1porta mi Vida? '·
medios oara resistir a las fuerzas combinadas de los aliados en la Band
L1egario el momento los di + d OrientaÍ, como pronto habría de demostrarlo la derrota de su vanguardia.
la batalla final, si es que ~stabJnup.aorº1·os no se deslt~caion en Jo más minimo en El ejército de Urquiza ínvadió el Uruguay entre los días 1S y 19 de julio d
A , menos a 11 1851. El 4 de septiembre, un ejército brasileño de dieciséis mil hombres hi2
. s1 es que Rosas se declaró "resuelto a c J.· ,
dos J~amentos de sacrificarlo todo e d f ump_lf otra ve~ mas mis reitera, otro tanto y su soia presencia significó un refuerzo suficíente. Urquiza entr
nor de la Confederaci·o·n" 58 Em' , n, e ens~ del orden, cte la libertad v h"- en la Banda Oriental con un ejército yun aliado pero, además, con una polític
·¡ · · · oezo a tomar m ct· · d f - ~ ··~
~ tin:,as l~yes sancionadas por l~ Sala , R e Idas e ens1vas. Una de las de conciliación-"no hay vencedores ni vencidos'' -que, sumada a otros al
- t1embre de 1851, que ponía la/suma ctei°\/pre~e1:tantes f_ue Ja del 20 de sep- cientes, ganó para su causa a una cantídad de comandantes uruguayos de Or
Buenos.Aires, las vidas y fortUilas d p her publJco ~ todos los recursos de be y, eventualmente, al mismo Oribe. Por cierto, Oribe no ofreció resistenci
nes, <ili:.POsición de Rosas para hac:r~~s ~b1tantes, s1_:1_ lím!tes ni excepcio-
.ª alguna: capituló el 8 de octubre de 1851, "desacreditado pero no deshonradó'
bre ae l8vl a Rosas no le faltaban tr ?11-Xra co~tra urqmza. En sentiem- sobre la base de una am_nistía política y la independencia del Uruguay. 59 :C
dedores tenia doce mil ho~bres, - ~~f ~ ~r~as. ~n Buenos Aires y su~s alre~ hecho había traicionado a Rosas al aceptar la derrota en .rr¡_anos de una íuer2
mando de Oribe_. Desesperadarri~te ta t -ª~da. Or1ental otros catorce mil, al inferior y sin presentar batalla. Además, debilitió los recursos de su líder. Ti

anos recientes babia abaStecido a u:


· a~ perdido ejército de Urquiza. en~ ~a O e reclutar más para reemplazar
:oca su ~rguHo, ahora Sl.l enemigo. En
con sus mejores recursos en materia~ za ~o solo con hombres síno también
das las armas y municiones enviadas por Rosas a Oribe a fines de 1850, val1
radas en un millón y medio de pesos, aproximadamente, cayeron en poder: e
Urquiza, junto con los cinco mil veteranos de la 1ª División Argentina. 50 Esté
lo cual era dificil de reemplazar Hiz e ca anos, armas Y municíones, todo tropas eran básícamente leales, pero necesitaban órdenes para saber qué hacer
ria en Bélgíca; buques, donde p~do ;i:mpras en_eI eA-:te~ior, füsiles y artille- enla ocasión, no las habían hecho entrar en acción contra Urquiza; quedaron entJ
g_~res, suplementó los batallones a~e ~o n~:vos re?muentos en Santos Lu-
i la espada y la pared y se vieron enfrentadas a unfait accamplL Rosas intentó dese
s1on Palerrno, su propia unidad pa-rtíc~~;;n;c1~~f!ª _cd1~dad, y reforzó la Divi- _peradamente hacerlas volver, tanto m2S porque las tropas argentinas del ejérci
, orn reo 1versos puntos sobre el de Urquiza, ante el mismo dilema, habían aceptado el nuevo comando.

298
Rosas pidió encarecidame."".lte al ministro británico, Henry Southern, que tre Ríos y Corrientes, mientras que Brasil actuaría-simplemente como atLti-
autorizara a la Armada Real para que transportara alas tropas argentinas al liar. Los brasileños desplegarían su ejército principal de doce miJ hombres en
otro lado del Río de la Plata y protegiera también el embarque de sus armas, una posición de rese1.-va sobre la costa uruguaya, pero agregarían tan1bíén tres
equipos, artillería y caballos. Southern sentía simpatía por Rosas, a quien mil hombres al ejércíto de Urquiza de veinticuatro mil, una c.anticiadsubstan-
veía como el único hombr:eque se lnterponia entre la Argentina y el caos, y lo cial de artüleria, armas y municiones, apoyo naval para el cruce del Paraná,
prefería a cualquiera de sus enenügos, extranjeros y provinciales. Pero, en y un subsidio mensual que sería devuelto con el seis por ciento de 1Ilterés "por
ese caso, nada podía hacer. Las fuerzas navales británicas que se hallaban en ei gobierno que sucediera al géneral Rosas". f½ El Paraguay se unió ala alian-
el rio debían ajustarse a la neutralidad y, aunque facilitaron el pasaje de U..'10S za con la condición de que la Confederación Argentina reconociera su inde-
pocos oficiales ;::rgentinos, no pudieron evacuar UDá divísión entera . .De ma- pendencia. Finalmente, durante el transcurso de noviembre, Urquiza recibió
nerá que Rosas perdió la 18 División. Urquiza pudo jactarse de que "todo el refuerzos políticos, cuando los exiliados de Chile, Sarmiento y Mitre entre
personal y material del ejército de Buenos Aires está unido a las armas liber- ellos, se unieron al ejércíto grande. Desde 1848, Sarmiento había estado- con-
tadoras", aunque no-es necesario agregar-, para ventaja definitiva de esas vencido de que Urquiza habría de levantarse contra Rosas y, a partir de febre-
fuerzas. 61 La "traición" de Oribe, inexplicable excepto como expresión de ro de 1851 le había ofrecido sus servicios; pero las ideas políticas de los dos
profunda desilusión ante esa interminable e infructuosa guerra, causó sensa- hombres estaban muy alejadas y sus relaciones nunca fueron cordiales.
ción en Buenos Aires, donde Southern pensó que podía producirse un colapso La mayor responsabilidad asumida por Urquiza en los tratados de no-
similar, debido a la ausencia de un verdadero deseo de lucha: viembre de 1851 era la obligacíón de Entre Ríos y .Corrientes de garantizar la
libre navegación de los ríos argentinos y regularla con los estados aliados en
La población estaba tan·cansada y hastiada de la guerra como en la Banda Oriental: de caso de que un nuevo gobierno central no lo hiciera, 65 1\riientras tanto, Urquiza
haber sido consultada, su predisposición habría mostrado el deseo de hacer cualquier sa-
CJ:ificio por la paz. En el caso de la Banda Oriental, parecería qu_etodo el sacrificio reque- dependía del poder naval brasileño en aguas argentinas y del ejército brasile-
ndc a los orientales fue el de un individuo. El ejemplo habría sido seguido aquí, sin duda, ño en el territorio argentino. Es cierto que fa Argentina aún no era del todO una
si el experimento hubiera podido hacerse en el momento. Si el General Urquiza sehub1e, nación, ni sus habitantes habían desarrollado todavía un imperioso sentido de
ra atrevído a embarcar instantáneamente su heterogéneo ejército a bordo de ios buques identidad nacional. De cualquier forma, los aliados y sus teóricos negaban te-
de vapor brasileños y otras embarcaciones remolcadas por estos, y desembarcarlo en
los alrededores de esta ciudad, era tal la absoluta falta de preparación, la ausencia de nazmente oue estuvíer.an desertando de la causa de la nación. La política de

¡
medios para rechazarlo y el estado mental de los hombres. que estoy convencido de que Rosas,_-nf siquiera su resistencia a la intervención extranjera- no había fo-
no habría eXlstido la más mínima muestra de resistencia: y realmente no sé cómo el Ge- grado motivar una respuesta nacional positiva, porque se la consideraba
neral Rosas, con toda su capacidad, actividad y recursos generales, habría podido soste• esenClalmente como una política de deiensa de Ios intereses provinciales yno
ner algo más quicc J.na breve campaña de guerra de guerrill_a. 62
nacionales. En consecuencia fue poSible recíbir la ayuda e.-xtranjera para de-
rrocar a Rosas, un gobernador provincial, sin afectar la susceptibilidad na-
cional. Oponerse a Rosas, rehusarse a seguir su política con respecto al Bra-
sil, apoyar a sus enemigos extranjeros, no significaba desmembrar la Argen-
tina ni ofender la nacionalidad argenti:ya, porque, como siempre lo había sos-
4 tenido Florencia Varela, la guerra de R-Osas "no es una guerra nadonal" sino
un conflicto de una parte de la Argentina contra otra. 66
El ejército de Urquiza se embarcó en Montevideo hacia fines de octubre
La etapa siguiente de la campaña aliada era el ataque a la propia Buenos en tres barcos brasileflos que lo transportaron a Entre Ríos. Desde allí comen-
Aires. Eso necesitaba una preparación más cuidadosa que la batalla de la zó su gran campana, cruzando el Paraná sin oposición los días 23 y 24 de di-
Banda Oriental. El tratado del 21 de noviembre de 1851, entre Brasil, Uruguay ciembre de 1851, ganando así su primera victoria. Pascual Echagüe, goberna-
y los "estados de Entre Rios y Corrientes", completó el apoyo deseado por Ur- dor de Santa Fe y uno de los más firmes partidarios de Rosas, ante la negati-
quiza y al que consideraba como el minimo necesario para emprender el ata- va de éste para enviarle los refuerzos solicitados con la intención de impedir o
que decisivo contra Rosas. "Los estados aliados declaran solemnemente que dificultar el cruce del Pará.ná, e incapaz de contar con la gente de su provincia
no pretenden hacer la guerra a la Confederación Argentina.,. el objeto único a para una resistencia militar, se derrumbó a_nte Urquiza y huyó atravesando
que los Estados Aliados se dirigen es libertar al Pueblo Argentino-de 1a opre• las pampas hacia Buenos Aires. Varios comandantes regionales, de Santa Fe,
sión que sufre bajo la dominación tiránica del ·Gobernador Don Juan Manuel Rosario y San Nicolás, se pasaron entonces a los aliados, con la esperanza de
de Rosas .. , " 63 La guerra propiamente dicha sólo sería llevada a cabo por En- mantener sus comandos bajo un nuevo régimen. Pero San Nicolás fue la tilti-

300 301
, pero él esper aba que le da-
por un tiemp o de sus aliado s y bases y apoyo naval
"liber tadore s" fueron recibi - ganad o vacuno y agua, lo pondrf.s
ma de estas deserciones_ De alli en adelan te, los ría acceso a los recurs os de las parnp as en
una posici ón desde la cua:
an inform ación algun a de las poblacio- ínteri or y lo llevar ía a
dos con gener al hostil idad; no obtení entre Rosas y sus aliado s del
ce de poder entre Urqul za y ~sea pe hacia el sur. Rosas no aprov eché
nes locale s, m a3:7uda. ¿ Cuál era enton ces el balan podría bloqu ear toda ruta posibl e de
para unir fuerza s con Sanh
Rosas _en el comie nzo de la camp ana? para explo tar aquell as debili dades . No se movió
za, _que ei-a ahora Gener al No atrapó a ürquí zaenm edi(
Desde su cuarte l gener al en Diam ante, Urqui Fe y resist ir el cruce delPa raná enDia ffiant e.
emftid o u.na procl ama: contra rio, orden ó a Ios coman dante s de su Va.ll
en Jefe del Ejérci to A.liado, habia de la pamp a abiert a. Por lo
y se retira ran hasta Puent1
y glorios a, porque en ella vamos a decidir
guard ia, Pache co y Lagos, gue evitar an la acción
''.La campa ña que vamos a empre nder es santa ez. La estrat egia e1egíd a era puram ente defens iva y consis tía en re
ha gemido bajo el pesado vi_i:e:o dela ti- de Márqu
aefa 5:1":_:rt-': de una Gr:_an Nacion, g'.!e Vemte P-..ii.os la grande obra de la reg;ne" ración so- go. vacian do el camp o de ganad o, caball os y pro;risio
rM?-a dei D1cta~or_ ae los Argent inos, y a compl etar tirars e frente ai enemi El propó sito de Ro
acion de os en Bueno s Aires.
cia.i de_las_Republic~s del Plata,
para que de prrneip io 1a nueva Era de Civiiiz ' nes y conce ntrand o homb res y recurs
~ a en las puerta s de la capita l
Paz y cte Libert ad."º' sas era termi nar la guerr a con una gran batall
á, desam paran do sus frontE
Esto signif icaba aband onar la defen sa del Paran
hacia Bueno s Aires -un to de Urqui za se movie ra según sus de
Cuando el ejérci to partió en su larga march a ras y territo rio, y dejand o que el ejérci
reacio a confia r en su
to no menos gauch o que el de Rosas --, Sarmi ento tenía sus dudas sobre seos."Pero, ¿tenia otra altern ativa? Se mostr aba ahora
ejérci iado leios de BuenosA.i
los libert adore s. Él era el único endien tes demas
el nivel de "civili zación " que carac teriza ba a oficia les titula res de coman dos índep
buido a da"rle seguri dade~
eo; su aspec to era eXtraño, con la levita y res; y sus recien tes ·exper iencia s no había n contri
oficial ':11'gentino vestíd o como europ otro lado del río y, si Rosa
pio, una protes ta contra la barba- ían de un ejérci to del
e! quepis . Para él, era una,cuestión de princí del unifor me por so-
Adem ás, los brasil eños dispon
, ya fuera por la fuerza o por la ir
y ~os caudil los, una camp aña en favor se alejab a de la capita l, ellos podía n entrar
rie, conu,-a, ~sas tras no se camb ie el do a perma necer en Bueno
bre el chmp a, del cmdad ano por sobre el gauch o. "Míen dolenc ia de sus habita ntes. Rosas estab a obliga
caudil los", di_io. <Js Pero era un espec- dos ejérci tos, mante ner en suspe nso a_ambos,
t~aje óel s?ldad o argen tino, ha de haber Aires, tenia que cuida rse de
os, con su correc to unifor me v nto contra uno de ellos. Ésta era l
taculo cunos o entre los gauch ?S, lanzas y ponch move rse rápida mente y a último mome
nación de cronis ta y oficia l d~ o milita r impue sto por la interv ención foráne i
la in:P_ren~a de viaje. Actua ba como una combi conse cuenc ia del deseq uilibri
de su régim en? En J
, funcio nes no muy aprecí .adas por el poco ¿ Qué apoyo tuvo Rosas en ésta, la etapa más crítica
publlci_daa de la camp aña aliada ar no había n di:
s anos que las prens as chillan exteri ores de adhes ión popul
_ cajto Urqu±za, quien observ ó "que hace mucho mism a Bueno s Aires, los signos
Repre sentan tes design ó un
Juan Manu ei de Rosas no se la Sala de
en Chile y en otras partes , y que hasta ahora don minui do .. El 20 de septie mbre de 1851,
a Rosas todas las leyes.puest;:
contra rio, cada día estab a más fuerte ". G9 Sarmi en- comis ión para que prese ntara perso nalme nte
ha asusta do; que, antes al ados por otros tira- y enla guerr a. Se organ b
puede n ser derroc sus poder es en el cargo
to se sintió indignc<lo. "Los tirano s sólo en vigen cia para confir mar
mbre. Desde muy ten
había escrit o en 1849, y acepta ba a Urqui za como el mal menor.70 Pero una gran· demo straci ón para el domin go 28 de septie
nos", de "todas las clases social es
resent imien to, El contin gente Paler mo gente
nunca_ olvidó el _insulto. No estaba solo en su prano en la maña na se reunió en
comenzó a las once de la m
la actitu d de los argen tinos, que consid eraba n a pie, a cabal]() y en carrua jes. La proces ión oficial
br~sile:iio se sentía ofendido por , con la partíc ipack
neglig ente con respec to a su bien.es- ñana, organ izada por el jefe de policí a y su plana mayor
arrog ante y con aires de superi oridad y res, repres entan tes de l;
ndant e, el bri~a~ ier M~rqu ez, se quejó a Sarmi ento deque Urqui- de funcio narios , jueces de paz, sacerd otes, milita
tar. ~u corpa La colum na de jinete s y carru
orcten es, ru caball os ni ayuda de ningu na clase: "No- parroq uias, y los diputa dos de las provin cias.
zalo ignora ba, no le daba nta y cinco y avanzó a lo lar¡
, no nos comun icamo s.con nadie, nadie a las trece y cuare
sotros forma mos aqu1 un gr-upe aparte jes salió del centro de la ciudad
en medio de enemi gos". Sar- ras y panca rtas que se agitab an, Ja
se. nos acerc a y podria mos decir que venim os de la costa del río hasta Pa]erm o, con bande
o sin educa ción" ,·Y que o de partic ipante s a medid a que march
II1:Ie~to le respo1,1?íó_que Urqu~za era "un pobre paisan en masse de pobla-
zando gritos y aumen tando el númer
llegado antici padam ente
el as1 llama do eJerci to argen tmo no era más que una leve€
ban. En Palerm o se mezcl aron con.quier1es habían ores de la residencl
amont onaro n en los corred
dores del campo . 71 pulula ron por los jardin es y se
os. Era -esenc ialmen te el caminó en medio de la multiti
El ejérci to _de Urqui za adolec ía de otros defect Despu és de las cerem onias y discur sos, Rosas
al, ni órden es del dfa, ni te se apretu jaba contra él, a
ejérci to de un caudil lo; nü tenía_ estado mayo r gener conve rsando y haciendo broma s, mient ras la_gen
os, ni intend encia, y tampo co tenia hospi~ y tocarl o, hasta las diecío cho en que empez aron a re gres
progr ama d_e instru cció~, ni técnic siosos todos por verlo o más de trescie nfos e
orte fluvia l, y ellos por lo menos que habían llegad
taL Depen día-de los brasil eños para el transp i la ciudad. El jefe de policía estimó
multitud de quince mil person
Sin embar go, Urqui za se apro- rruaje s, <:los mil doscientos treint a jinete s y una
1~ p;r_oporcionaba:n la venta ja del poder naval.
e] oeste, descri biend o un ampli o arco; eso lo aisló
ximo a Bueno s Arres desde

302
para apoyar a Rosas en ese memor able dOmingo: una demostr
ación que impre- Los habitan tes de las llanura s resistie ron pasivam ente a los
sionó vívida.mente y por mucho tiempo las mentes de los observa libertad ores, ne-
dores, aun los gándole s informa cíón, contact os y provisiones, y manten iéndose
menos oarClales. En estas semana s previas a las últimas del fieles a su
régimen sonaron caudillo. Según César Díaz, comand ante de la División Urugua
notas tt'iunfales en desafío a la tormen ta que se acercab a. Una ya, el ejército
serie de acon- grande no pudo menos que percibi r que "el espíritu de los
tecimie ntos desmed idos marcó lci promul gación dela ley del habitan tes de la
20 de septiem bre campan a d~ Buenos Aíres era comple tamente favorab le a
de 1851, y se expresó la gratitud hacia Rosas en la forma de Rosas" , aunque
salvas, fuegos arti- esto era atribuid o a la fuerza: "se veía claram ente que e1 terrora
ficla1es, ilumina ciones, demost racione s, desfiles y funciones ue este hom-
teatrale s. bre iniundi a habia echado allf raíces profund as y que, hasta
Esta clase de apoyo popular no era espontá nea sino organiz~ entÜnces, ningu-
da_. Y los sa- na int1uen cialo habf-a debilita do". 74 Hasta Drquiza estaba asombr
cerdote s v magistr ados sacaba n la gente a las calles para reumr ado y preo-
apoyo Y le- cupado al ver "que un país tan maltrat ado por la tiranía de
vantar la~ moral. Esto era signific ativo en sí mismo, porque ese bá:rbaro, se
indicab a que la haya reunido en rnasa para sostene rlo". 75 Díazreg istró más
maquín aria política rosist~ estaba t?davia .funcio.1:-ando y ~a tarde que UrcÍui-
sumisió n s~guia za '·se quejaba , y con razón, de que no habia encontr ado en
síendo la norma. Pero el elemen to oe mampulac10n era siempr Ia prov:Incia de
e de pnmo~- Buenos Aires la menor coopera ción, ]a más leve muestr a de
dial importá ncia. Como observó Henry Souther n, el populac simpatí a", y que
ho de Buenos i1.i- admitía fra_-r1camente, "Sino hubiera sido el interés que tengo
res no era un populac ho normal , sino "merce narios de la policía" en promov er la
. Si se toma- organiz ación de la Repliblica, yo hubiera debido conserv arme
ban estas demost racione s por su vaJor aparent e, Rosas era aliado a Rosas,
tan amado co_mo porque estoy persuad ido de que es un hombre muy popular en
temido. Pero en la práctic a era el terror el que inspira ba obedien este país". 1;; En
c;a, Yel mie- cuanto al propio Díaz, reconoc ía que Rosas era popular , de lo
do e1 que rnanten ia en línea a la gente. Soutber ninform ó en contrar io habría
esos tiempos : sido dificil explica r por qué la población rechaza ba la libertad
que se le ofre-
Si rnanana Rosas íuera obligado a retirarse de Buenos Aires, cía:
zas por las llanuras todos los hombres respetab les de la duda? lo seguir.ian en s:yis andan-
y, por su pu.esto, ia canalla Teng? 1:111ª profund a convicción, formada por los he_chos
que son sus soldados. Casi todos esos hombres respetab les o~an
sarde ello. se los encontrari a sin ex~epción a su lado. Rosas mee su autor:idad pero, a pe: prestigio de su poder en 1852 era tan grande o mayor tal vezque he presenci ado, de que el
de lo que había sido diez aúos
poi- uno de· ellos--: "Aquellos que me quieren bien estaré.n con a sus 1ntimos -yyo lo se ant~s, Y.que la sumi~ión y ª1!? la confianz a del pueblo en la sup<>-..rio
r:idad de su genio, no le
el Comand o; aquellos que hab1an Jamas abandon ado.''
se queden atrás, serán degollad os" .7 2

Los observa dores británic os, aunque general mente simpati Por último, Rosas contaba con apoyo hasta en el mismo ejército
zantes de la aliado.
autorid ad de Rosas, pensab an que la mayorí a de la población-~e Los argentí nos que integra ban sus filas, aquellos que habían
Bue?os Aires peleado duro y
pref eriala paz a la guerra, y no pelearí an en una guerra de re_s1sten por mucho tiempo en favor de la causa federal o, al menos, en
c1a. Henry favor de Rosas,
Soutbern decía que "el estado mental de los hombre s" era antibéli no habían cambia do sus simpatí as de la_noche a ia man.arra
y, aunque obede-
cipios de 1852, Robert Gore tambíé n infería que la gente estaba co. Y. a prin- cían a Urquiza corno comand ante en jefe, estaban ofendidos
por la prox:frni-
cansada de la dad de quienes antes habían sido sus enemig os y por la alianza
guerra, -que había mucho descont ento en Buenos Aires y que con potenci as
Ros.as pr.obab1e- e}._'tranjeras. Según el general José María Francia ,
mente no sobrevi viría el año como líder·.
En Buenos Aires no hay simpatía por lirquiza , pe:roexi~te un Habíamo s contraíd o un serío comprom íso de honor en que,
deseo ill;UY ieneraliz ado de fuese vencedo r nuestro ejército caía prisione ro el general si el dia de una batalla en que
paz que permita a los individu os atender sus asuntos pnvados , Rosas, no íbamos a permitir
cho tiempo por causa de la guerra; además, se tem~ que, en descuida?os.cdurante mu- que se le tocase en lo_ másmfu imo, ni fuese mortific ado
por sus enemigo s, y hastaped iria-
_e as.o ~e f!IUn:tar Rosas, la
guerra-s e prolongu e adiI:ú111itum, pues, una·vezvenc1do Urqmza mos que .se nos confiase su guarda.71!
ma a ia guerra conPa-
ragua.y Yel Brasil. n
El núcleo fuerte de las tropasr osistas se encontr aba enla unidad
argenti -
Termin aba diciend o que a la masa dela gente le_faltaba entusia na transfe rida surnarí amente del eJercrto de Oribe al de Urquiza
smo ypre- en octubre
f eriría que se permití era tranqui lament e a Urquiza derroca de 1851. Estos hombre s habían sido enviado s por Rosas a la Bailda
r a Ros~~· . Orienta l en
En el campo, el apoyo a Rosas era más espontáneo. Cuan?º 1837, cuando muchos de ellos ya eran veteran os de las guerras
~l eJerc1to de contra.l os in-
Urquiza marcha ba a través de las pampas entrand o ala provmc dios. Catorce años más tarde aún estaban luchando en el sitio
ia d~B.u~nos de Montevídeo,
Aires, tuvo que luchar no sólo contra el calor sofocante, fos terre~? casi ohidado s, sin promocíones ni expecta tivas, pero con ciega
fe en Rosas y léa-
v a veces ardient es la escasez de aliment os y agua, smo tamb1e s sm trillar les a su causa. Esto causó una impresi ón indeleble en.Sarmiento,
que los veía
n contra la como una monstru osa encarna ción de la barbarie- rosista; de
;o:rda hostilid ad de'la·ge nte, poca y dispers a, pero indudab cuatroc ientos ca-
lemente rosista. torce .soldados y suboficiales del regimie nto de Aquino, sólo siete
sabían lee,: y
304
305
dos .. También desertó de. Rosas una cantidad d.. . ..
escribir y también muchos oficiales eran analfabetos. Sarmiento dejó una vívi- las fuerzas de Santa Fe demostraron u· f e ~efes militares regionales y
da descripción de estos terribles tercios de Rosas, ve"tidos de rojo con chiri- · ¡t· b o ser e ectivas l<'ue obl" d '
se a su u 1ma ase de poder la ciudad y 1 . .·- 1ga o a retirar-
pá, gorros y ponchos, íósiles extraños de un pasado primitivo: . •¡ . ' a provmcia de Buen A. p
aun a ll1, ·o·so o en,noviembre
d de 185l comenzo' aarmarununprovISad
_ ?S 1res.. . e.ro
.
Fisonomías graves como árabes y como antiguos soldados, caras nenas de cicatrices v
una com mac10n e voluntarios y consc · t 0 . . . . o eJercno,
de arrugas. Un rasgo común a todos, casi sin excepción, eran las canas de oficiales y i;of- las levas habían sido tantas ;ue los 0 ..:ic~e ~ m~orporaaos en levas. Aunque
dados ... ¡Qué misterios de la naturaleza humana, qué terribles lecciones para los pue- bres en edad militar y sólo p~dieron ~nvia/a ~ es enc-o_ntra.r:on pocos hom-
blos! He a qui los restos de diez mil seres humanos, que han permanecido diez aiíos casi tes, separados de sus madres por la fuerz~ e os~_s mdulcl.hachitos ad~lescen~
en la brecha co:rnbaticndc y cayendo uno a uno todos los días, ¿por qué causa? ¿sosteni- . • a, n memo e antosygell11doº
como 1,a descnpta por w
_ n ... ,., ,- ... C"

dos por qué sentimiento'? ... Estos soldados y oficiale::, carecieron diez años de abrigo, de
cs ...e.~,,.s ,._=e.,
1 TT n-. , . . , - . .,, en
se a una mujer "como un ani al · '!1· nUO:Son, gll.l~n ooservo comportar-
un techo, y nunca murmuraron. Comieron sóio carne asada en escaso fuego, y nunc::i 1
cazadores" _81 Las milicias de~u sa va~e que trataba de salvar su cría de los
murmuraron ... Tenían por él, por Rosas. una afección profunda, una veneración q~e di-
simulaban apenas ... ¿ Qué era Rosas, pues, para estos hombres? ¿ o son hombres estos ardia civil eran tamb1· . , enos :,\ires Y~e campaña, llamadas entonces
·gu ' en ruerzas rmorov1sadas ya bli b .
seres?7'.l · gente a abandonar sus negocíos. chacras _ : qu~ se_ O ga a a la
mercío Yla producción. Se empleó a 1 t Y estancias en ae_trun~nto del co-
Cuando se incorporaron al ejército grande fueron puestos bajo el mando denaron uniformes y se reunieron tris: e~anos para el.equ1panuento, seor-
del coronel unitario Pedro León Aquino, compañero de exilio de Sarmiento e miento al mando de oficiales retirado~ v 1fa;:b~os. Comenzaron el entrena-
íntimo amigo de Mitre. Le habían asignado un tigre indomable. Cuando los vicios, y el aspecto de la camoafia pronio se c!m~s:~evaml dente a prestar ser-
~ ·.u. 10ene eunenormeaun-
aliados cruzaban las pampas saliendo de Santa Fe, el 10 de enero de 1852, cua- 0

trocientos de estos hombres se rebelaron, mataron a su comandante y otros que desordena do campamento. El cliarista Beruti escribió:
oficiales unitarios y desertaron para unirse a su verdadero caudillo. Abrién- Concluyó el presente año de 1S51, con la d ; d , .
dose paso a tra:vés de las pampas llegaron a Santos Lugares y se presentaron dad y su provincia sobre las armas haci~~gra_c~a . e_e5tai:tpaos los cmdadanos de la ciu-
80 tinción de empleados, abogados escribano° C)erclclos rnjlitares·como soldados, sindis-
triunfalmente ante Rosas, quien les reconoció cálidamente su lealtad. mas, y !)ast~ lo~ niños de doce adosa diecis:tre~e~,. ~t~etera, capaces de llevar las ar-
En resumen, Rosas no estaba aislado ·en Buenos Aires, y todavía podía eampana, sm dísti_nción de personas pobres ni ·;ic!.
;;n ose llevado de los pueblos de la
contar con1a adhesión de las masas. ¿Por qué, entonces;no hubo en 1852un le-
vantamiento popular en 1a ciudad y en el campo en favor de él, comparable al
de 1829? Había varias razones. En primer lugar, el apoyo esencial a Rosas en
1829 había sido materializado por los estancieros, quienes no dejaron.nada li-
brado a la suerte sino que i:novilizaron activamente a sus peones para la causa
aunque: da ~alta
d_e bue_n~s oficíales antiguos, tuv~~: ~fre~:;:;~~:~:ii1¿:
Las mejores unidades.de Rosas eran la artill , - 1R · ·

e~as_um a ~s a dos of1cia!es tID:itarios que habían regresado a Buenos Aires


del caucilllo. Veinte afias más tarde muchos
estancíeros, cuyos peones habían
sido llevados por la conscripdón y cuyas perspectivas fueron empeoradas por
~v1 3:1ano Cbilavert-.~.m~ ae_ los hombres de- artillería de La valle en la carnea:
~ad~ 1 810-
Y Pedro Jose D1az, capturado en Quebracho Herrado v bajo pila-·
la guerra, prefirieron mantenerse apartados, esperando la paz y mejores tiem- ra es e entonces. Ambos aceptaron y, en la última batalla_ lucharon vi. o
pos. En segundo lugar, por su campafia de terror y de despolitizacíón total de rosamente por Rosas: ~,ero la may?r ?ebi!idad del régimen er,a su falta de;o:
·Buenos Aires, Rósas había quitado la espántaneidad a todo el apoyo popular d~r naval. Est? perm1tl~ a los bras1lenos aominar el Río de la Plata y los otros
existente; si el motor impulsor fallaba, la maquinaria se detenía. Finalmen~ ~o~ Yt pr~por¡i~nar cubierta Ytransporte efectivos al ejército grande. Era va
te, no podía haber un levantamiento masivo en el campo porque los oficiales . uy ar. e, e~ L de enero de 1852, cuando Rosas compró nor trece mil ocho
de reclutamiento del régimen lo habían dejado desnudo, y todos los hombres cientas hbras, un buque británico de vapor de trescienta~ ""nove~ta v ~- -
aptos ya se encontraban en el ejército o en la clandestinidad. De manera que º?ladas para reforzar el escuadrón de Buenos Aires Enrea11·d .d . mdco to-
siadotarde.83 · . a . era ema-
la última es_peranza de Rosas estaba puesta en el ejército.
Rosas no era un gran comandante militar y malgastó sus diversos recur-
sos. Sus medídas de defensa fueron tardías y derro9:Stas. Es cierto que había
tab/!:~::~~~~~b~
1
~e~t mr~ar,
ª algunos de sus je~es militares les fal-
rn ro ª - ge acheco comandante ª"' la vanguardia v
perdido, en favor del enernígo, dos ejércitos·reguláres, el de Urquiza y el de
Oribe. Esto fue el resultado de un error estratégico a largo plazo, ya que había
hecho depender la seguridad del régimen de la lealtad de los caudillos provin-
har~
uego comandante en j~fe de~ _c:ntro y norte de Buenos Air;s. Pero Pachec¿
es_e mornen~~ un mcona1c10nal del régimen y uno de_ sus príncioales be~
. dne 1cEianobs, parec10 tener pocas agallas para la campaña--más crucial de to
ciales, concentrando su mayor esfuerzo defensívo en ejércitos que él no podía
controlar directamente y que, eventualmente, podrían ser fácilmente perdi-
as. sta a entonces disgustad
sas con su subordinado,. el coroºn:7~a;~:~ r:1~~ ~~:~~~~::o;i:i::
R
irneon
1. -

307
306
cumplía con su deber y hasta había logrado incorpo rar dos mil
quinientos Por lo tanto, Rosas no se movió hasta aue p.... .
84 Pa-
Entonce s resolvió salir v enfrenta rlo El 26 d,~e quiza sde tce_rcó d~~de eJ oeste.
hombres , bien montado s y armados , de Luján, Chívilcoy y 25 de Mayo. • ·· · enero e.ego el go01erno en sus
checo no tenía ningún plan yno ejerció íniciativ a alguna; no se empeiió contra
que sus ór~
ministr Ar
Lucio J!;sill:n:i Ins1:~te. La la
defensa ~itar de ciudad quedó; cargo dé
el enemigo ni permitió que lo hicieran sus subordin ados. Es verdad enero abandon ó pfu;s~a ~ente. recupe:a ao, y de la milicía urbana. El 27 de
de Már-
denes consistí an en retirar su ejército con segurida d hasta Puf'..11te dec:rlP a]h n.::irtin pJ le~:111º.?' tomo en Sall-tos Lugares sus disposic iones finales:
quez y defender el puente. Pero no lo hizo; en cambio, se retiró más
aJlá de éste -- ::--•v•~ ,,. e1erc1to con la esneranz2.
d"" ~s=f'.-.~ ,,,... ,,,...1,...ª" ,,· · a1.í
dejó su
--w.
enem1go en una batalla ca ·v , , ,. ""~ """''ª _. . . ~ .. S'"~Y..., v.eds1vo
y luego intentó renuncia r. Su renuncia fue rechaza da y, el 30 de enero, , "ncon~ , , d mpa1• .,_ as1, en l"' nocne del 2 de rebrero ' Urouiza ·
López, so- ·, · ae
eon e¡ eJerc1t.o , Rosas que le cerraba el cami
puesto sin consulta r a Rosas y se marchó a su estancia El Talar de S ""'"'
___ B
1 ~ro u"lespera
. •
ame..11"e
~
renuncia ~ ' ·
bre el otro lado del río de Las Conchas. _ti..Jlipresemó m1eva1nente su 1113
"- uenos Aires cerca del arroyo Morón.
s se estaba librando la batalla final para el régimen , Pac.heco y su
y, mientra
os hombres estaban descansa ndo en su estan-
fuerza de caballer ía de quinient
Aires.
cia. 85 Urquiza tenía asl el camino abierto desde Santa Fe hasta Buenos
comanda n-
Mientra s tanto, en Buenos Aires, Rosas perdía los servicio s de su 5
diciemb re,
te, e1 general Mansilla , quien cayó seriame nte enfermo el 26 de
contribu yendo a debilitar aún más al régimen .
Rosas ignorab a la verdade ra situación , ya fuera por engaños o erróneas El 2 de febrero oor la noch l •
Gore es- e, con eeenemigo y listo para la ba.talla '
apreciac iones de quienes lo rodeaba n . .El ministro británic o Robert
del 2 de febrero, y le ase-
Rosas convoco· a una, Jun
~
. t de guerra
a · -· cercaonciales
~· • • más antiguos
goberna dor en la noche que el deber y el honor lo irñ , ·· ?1?-~~c~ a SUS
taba presente en la casa del
guraron positiva mente gue e] general Benavid ez, goberna dor de San
hallaba a la retagua rdia de Drquiza con cuatro mil hombres , y que
Juan, se
Pedro Ro- ta el final los derecho s e inte~!! :~~=
ban d · · ·
1
i:
~1rd,a oa_t:1I1ap, Yqu~ defenderí_a ha's-
me eracion. ero s1 ellos consider a.
aceptarí a
sas se encontr aba detrás de su,flanco derecho con dos mi1 indios;
de manera el co~~! ·oebrn negoc1_ar la paz con Brasil y Urquiza en vez de pelear.
te propia persona . 88 Chilave rt habló oor to-
que Urquiza estaba atrapado entre dos fuegos. La informa ción era totalmen dos cua~d/¡ jollos, ~n J,ensar en su
a re-
falsa. Y Rosas no sólo fue engaJJado, fue virtualm ente tr-aiciOtJildo.
Pocos dfas and . qu~ e _ian ~elear, y Rosas lo elogió por su patriotis mo. . '1 g
g oqueq~e nqme:ra vencres e, Urqu1za 0Rosas ellosdeb íantrab
más tarde, después de la última batalla, Gore informó:
~~::;,ap:~~~~t~c~~n :;!~f:!;; ;~~:!iro v~~~1i~:if enemigo el I~~~i~~~~
0

es
1

í:í~t;1:í:~~r~e;;:; r::;~~:r;!c;~~r:~:~~~:IF:i~:~E~~:r~:~1~:
servicio. empleados
Casi todos los jeíes én quienes Rosas había confiado están ahora en el
por Urquiza; son las mismas personas a quienes he escuchad
o con frecuenci a jurar su
ha sido jamás trai-
devotjón a la causa y ala persona del general Rosas; ningún hombreescribía sus notas y
cionado en esa brma. El encargado de"asuntos confidencUlles que . Otrós que-
despachos nunca dejó de enviar copias a Urquiza de todo aquello que importab a que co- rían una in~:Ji;t:~sar;lVlles contra_la retagua rdia del enemigo
nociera; ]os jefes que comandaban la vanguard ia del ejército
comar.do de distritos. Nunca existió traición más completa .
36
de Rosas están a..h.ora en el
querfa
yes:
entrar en acción s; JZ::i:a
m,:smba ma"ñana . Rosas, personal mente,
, o servo a su ayudant e, Antonino Re-
que lu-
Rosas había goberna do siempre solo en sus dominio s; ahora tenía , 1
y una batalla para perder. Admitió que su ejército Aquí he estado oyendo el consejo de los efo hacer y_cada uno me
char solo en su batalla, era ha dado su opinión Po.,. S"Duesto oue n"!on s soo_r~ _o que debemos
tenía insuficientes-oficiales_. póbres ü1struct ores, tropas inexpert
as. Las ar- mo.s la dudad con i;futa;terí a Y la Artille ~: O~.lillOn .9ue se dé la ba~alla, smo que gane.
los medíos n.,, } manaar la Ca ballena al Sud para venir
mas y los uniform es se enviaba n en todas direccio nes, por todos con los indios. pero ya sabe V ou·.
deJ~;~~~:~i -~ez;Iar e~te Se~ell?-ento entre nosotros,
en las fi. no qui~rO
disponib les e, invariab lement~ , a último moment o. Había desorden 87 f'.Ues que s1 so}' vencido
tiene a los Indios. Si somos derrotad ._ ': ·ª C«mpana: 1 trrnnfamo s, quién con-
ios comand antes, y graves pérdidas de moral. Rosas los Indios. No hay remedio, ya es-
las, confusió n entre tamos aquí, es -preciso dar la batallaº',·
.,
ªe· uaileno conhen¡~a
quesea.• ,
podido ha-
tuvo que tomar persona lmente el coma..."fldo; difícilm ente hubiera
cerlo otro, y nadie en quien él pudiera confiar. arr
Durante enero de 1852, Rosas estuvo inmovili zado en Santos-L ugares,
s.in Los dos ej~rcito s se encontra ron el martes 3 de febrero en Morón u~
, a unos treinta kilómetr os al oeste d~ Buen:S
Aires para el caso de que el Ejército de Reserva Brasile- Y~ cercad~ r1? de_las Conchas
poder dejar Buenos
fio, estacion ado en Colonia, del otro lado del Río de la Plata, resolvie
ra entrar :i:~· c~~f~!ri:i ª~ Ur9tJ!za terúa un efe~th'..o de v~inticu atro mil hombres ,
. ~ qmment os er:11n brasilen os, mil quinient os uru uavos
y los defenso res de la ciudad carecier an de espíritu para resistir;
mento, los brasileñ os pusieron cinco mil hombi:'es a las puertas de
en su mo-
la ciudad.
e .
resto
1 argentm os, contaba n con cmcuenta piezas de artillerí a. El ej~rcito
ct!
309
Rosas estaba constit uido por veintit rés mil hombr es, con
cincue nta y seis pie~ mucho s, el ~uñado de Rosas se rindió a Drquiz a con el
zas de artiller ía. Pero no.podían compa rarse las fuerzas grito ";Viva Urquiz a!
vetera nas de Urqui- ¡Muera ~1 tira~o Rosas! " Algunos soldados dé barcos
za con los bísoños recluta s de Rosas, ní los respec tivos extran jeros, ínchúd a
coman dos superio res. - una partid~
Urquiz a era un modelo de experie ncia y capaci dad militar de,infa ntes de marina británi cos, desem barcar on para proteg
, mientr.as que Ro- sus <:>nnacionaies y sus propiedades. Pero la única baja fue er a
sas, con todo su talento para la gue.'Ta irregul ar, no era la del sargento de la
un. soldad o profesio- marma del HMS Locust, Mr. Payne quien, contra e1 consejo
nal. Sus táctica s fueron en ese momen to tan débiles como de todos, partió hacia
su estrate gia: era Palerm o par~ ver qué estaba pasando. En el ca..."'11.ino, fue
eviden te que no tenía planes y ubicó sus fropas en forma detenido IXJr: un soldado
indiscr iminad a. La que }:iuia: qmen
batalla comenz ó a las 7:00 de la mañan a, con fuego de le exigió que le entreg ara su caballo y, ante la negativ a,
artiller ía de ambos la- paro un tiro; más tarde murió a bordo desu barco. Mientr le dis-
dos. Urquiz a atacó primer o el flanCD izquierdo de Rosas as tanto, continu aba
con su caballe ría y 1 la fuga en desord
dispers ó la caballa da enemig a. Luego desplegó suinia en, y Buenos Aires quedó indefen sa ante el enemigo. :'Asifu
nteria y artiller ía con- la ignomi niosa caída" ,..concluía el despac ho de Tbe Times. e
tra el flancc derecll o de Rosas. se atrinch eró en la casa "del tirano suda-
de Casero s, de donde merica no; un dictado r cuyo poder era más absolut o
tomó su nombr e la batalla ; anf hubo más resiste ncia,
rada,90 De maner a que pudo sobrep asar, rodear y disper
pero tambié n fue supe- Ruso, y que el de cualqu ier gobern ante en la tierra" _s2 qu~ el del AutócTat2
sar fácilm ente a las Urquiz a llegó en seguida a Palermo_. donde estable ció
tropas de Rosas, que huyero n en desorden, derrota das su cuartel genera l.
tanto por su falta de Pero enla ciudad habia comen zado el saqueo , primer o
discipl ina, experi encia y conducción como por la excele por la caballe ría rosis-
ncia del ejército gran- ta, luego por las tropas de Urquiz a y los delincu entes locales
de. Solame nte la artiller ía de Chilav ert y el regimi ento . aue formar on
de Díaz presen taron bandas errante s en el centro de la ciudad ,"dispa rando contra
una efectiv a resiste ncia, pe.ro tambié n ellos fueron supera Jás ~puertas nara
dos. Hacia medio- abrirla
día, la derrota era total, y rápida mente recono cida; "las s Y roband o las tiendas . Amena zaba un colanso total de la
ba}as en conjun to no lev v e1 or-
sumab an más de doscien tas, la mayorí a de ellas en el t;jércít den, hasta que Urqu~za impuso su autorid ad y supel'ó
o de Rosas. Miles el terror con e'1 terror;
de soldado s, con artiller ía, fusiles y municiones, abaste en Buenos Aires, más de doscien tas person asfuero nfusila
cimien tos y equipos, daspor ordens uva.
cayero n en manos de los aliados,_quienes a las 15 :00 estaba incluye n~~ mucho s civiles. Y a la victori a le siguió una
n ya en Santos Lu- terrible vengan ;a:
gares, qµe pocas horas antes había sido el cuartel genera Una canhaa d .de antiguo s oficiales ,rosista s foeron fusilad
l militar de un pode- os, algunos por el
roso régime n. pasado terrori smo, otros con justific aciones menos- obvias.
"Los mazorque~
La caída de Rosas fue rápida y total. Sufrió una ligera herida ros exist~n tes", escribi ó Sarmie nto, "eran como seis
en la mano y o siete, y el pueblo en
cabalg ó desde el campo de bataJla acomp aóad6 solame Bueno s Arres sólo tenía ojeriza contra los más crimin ales de entre ellos"
nte por un servido r, corone l Martin Isidro Santa Colorna, un rosista de la línea .9s El
para dirigir se a Hueco de los SauCes en el sur de la ciudad dura, fue degollad()
, donde escribi ó su P?r orden de U:quiz a: había sido míemb ro de la m.azor
renunc ia a la Sala de Repres entante $. Urquiz a le rindió ca,juez de paz y partí-
un genero so cumplí- cipe en el asesina to de Maza en 1839. En otro caso, Martin
do; "Rosas es un valient e; durant e la batalla de ayer iano Chila:vert. un
le he estado viendo al simple
frente manda r su· ejército·" .91 Pero Sarmie nto registr aunque antiguo oficial que cambió de bando, tambié n
ó qué fácil había sido fue asesin~do.
todo al final: "La caída del tirano más temido de los tíempo Ejecut aron a mucho s soldados. Todo el regünie :ito de
smode rnos seha Aquino, o los.que caye-
logrado en una sola campa ña, sobre el centro·d~ su poder, ron prision eros, fueron ejecuta dos sin juicio previo. y
en una sola batalla la genterd plaudía a me-
. campa l, que abría las puerta s de la ciudad sede de su dida que eran degoJlados. Alrede dor de Palerm o, los árboles
tiranía , y cerrab a toda estaba n llenos· de
posibil idad de prolon gar la resiste ncia". cadáve res. La infante ría de Rosas, recluta da de entre las más
bajas clases y
En Buenos Aires, como en el campo de batalla , el calor carent es de opinión en la toma de decísiones, quedó prision
era agobia nte ese era de Urquiza du-
día. El sonido distant e de los cañone s se había oído desde rante casi un mes, acamp ada en Palerm o. Sln embarg
hora tempra na. A o, una cantida d de polí-
las 09; 00 empez aron a circula r rumore s sobre la batalla ticos1,n_:i_sistaS,lque incluía a Felipe A.rana, Nicolá s Ancho
y la derrota de Rosas rena y Baldorñero
y, alreded or de las 11; 00, entraro n al galope alguno s grupos García , sobrev ivieron y prospe raron. Urquiza ejerció
de soldad os de ca- una justicía extrem a-
ballerí a, confirm ando el inform e. A medida que avanza damen te dura, perdon ando a algunos, ejecuta ndo por
ba el dfa iban llegand o fusilam iento a otros y
nuevos fugitiv os, que sólo se deteni anpara refresc arse finalm ente degolla ndo a otros, pero, en genera l, como
antes de dispers arse en el terror de Rosas, e]
hacia el sur. El genera l Mansil la no ofreció resiste ncia, castigo se practic aba en una campa ña control ada.
pues no quiso utilizar Casero s no significó la conqui sta de una vieja Argent
la Guardi a Civil para comba tir por .la ciudad ; en consec ina por una nueva.
uencia , el Ejércit o de Su efecto inmedi ato fue el reempl azo de u_r1 caudill o por
Reserv a Brasile ño no necesit ó siquier a desem barcar otro. Urquiz a, a quien
. En cambio , MansiUa el corresp
retiró la milicia y pidió a los diplom áticos extran jeros onsal de The Times en Buenos AireS describió como "inás
que obtuvi eran de Ur- intelec tual" en su exterio rizació n, era en cierta forma animal que
quiza condic iones de segurid ad para Buenos Aires. Luego, más gaucho que el mis~
ante el disgu-'?to de mo Rosas, y sólo un grado más conciliador. Instaló su corte
enPale rrno, orde-

310
311
nó el uso del uniforme federal con emblemas rojos, a pesar de su relación con
-destino, yo me separo" .SB Insistió en partír solo, en compaii.ia de un sir-Viente,
Rosas, y gritó "¡Mueran loS salvajes unitarios'.'~ Sarmiento lo vio como otro
Lorenzo López, y en su caballo favorito, Victoría-asíll amado por fa Rei.."la de
Rosas, rodeado de aduladores exrosíst!_is. 94 Y, en elepflogo de Caseros, el ven-
Inglaterra- se dirigió rápídarnente a. los suburbios del sur de la ciudad. En
cedor parecía destinado a perpetuar los conflíctos ideológicos.y la política de
caudillos de la época. Según el diarista Beruti, "Un nuevo tirano que ha Hueco de los Sauces desmentó debajo de un árbol y escribió una renuncia for-
mal dirigida a la Sab de Representante s:
reemplazado a Rosas, su maestro, ha entrado con sus tropas a la ciudad y las
ha colocado en varios puntos, causando a susbabitantes un susto extraordina- 95 Señores Representarnes: Es llegado el caso de devoh·eros la investidura de gober:1ado:r
rio ... El sef.tor Urquiza entró como libertador y se ha hecho conquistadbr" . de_ia Provit1.cia. y la suma del poder con que os dignásteis horrr&.r:me. Creo hibe!· lJené!do
Fuera de la ciudad, 1a memoria del pueblo y las le.21tades era.."1 más fuertes y m1 riebe.r: como wdos los verciaderos federales y mis compañeros de armas. Si más no he-
los mitos más tenaces. En la campaña y en la frontera sur, en todos aquellos mos hecho en el sostén sagrado de nuestra independencia. de nuestr2 i..r:1tegridacl y de
nuestro hono:r. es porque más no hemos podido ... Ruego a Dios por cada uno de voso-
sitios que habían sido la base de su poder, la nostalgia por Rosas llegó a consti- tros,:!S
tuir una forma de protesta. Los gauchos saludaban su memoria y los indios in-
vocaban su nombre. En abril de 1852, unos doscientos indios invadieron la pro- Después, cambiándose para vestir el poncho rojo y el gorro escarlata del
vincia y amenazaron Bahía Blanca, recor,,..iendo estancias en busca de caba- soldado que lo acompañaba, Rosas entró a la ciudad y cabalgó sin ser recono-
llos y ganado. Robert Gore ínformó: "Pequeños grupos de indios se están cido hasta la casa del capitán de la Armada Real, Robert Gore, el encargado
uniendo todos los días a los invasores, y las últimas cuentas llevan sunúmero de negocios británico, en la can e Santa Rosa. Llegó alrededor de las dieciséis,
a unos dos mil, además de a'lgunos cristianos que se supone eran parte del an-
tiguo. ejército del general Rosas. Se informa que en diversas ocasiones han Casi con certeza, la fuga había sido planeada algunos días antes. Gore
gritado'¡ Viva Rosas!''¡ Muera ürquiza !' " 96 E1 mismo Rosas pensaba que no aprobaba a Rosas -aunque no sus métodos-y apreciaba sus medidas en fa-
había sido derrotado por ei pueblo, sino por exrranjeros. Después de Caseros, vor de] orden y la protección de los extranjeros. Parece haber tenido acceso al
afirmó, "No es eI pueblo el que.me ha volteado. Son los 1macocos, los brasile-
0 ·dictador cuando deseaba y, en los últimos dias del régimen. concurría a la
ros." Y de manera más cínica, observó, "Estoy abandonado de todos; el pue- 'casa de gobierno casi todos los días. Informó a Palmerston la posibüidad de la
blo me aborrece, porque mis generales y mis hermanos lo han saqueado, y derrota de Rosas, pero no sobre la existencia de planes para esa eventualidad.
rr.Js generales me abandonan porque están hartos de fortuna y quieren guar- Más tarde, desde su exilio, Rosas-declaró: "había con anterioridad preparado
darla" .m ¿Podría ser que la verdadera e..'1:plicación dela caiéla de Rosas tuvie- todo para ausentarme, encajonando papeles y poniéndome de acuerdo con el
ra una clásica simplicidad? Él aplicaba políticas que tenían oposición, si no ministro inglés". 100 En realidad, ya había transferido sus archivos a su casa
dentro de Buenos Aires por lo menoduera de ésta, y sus opositores tuvieron de la ciudad, listos para el transporte. También su hija ManÚela había aban-
suficiente fuerza como para derrotarlo. Los brasileños nó habrían podido in- donado Palermo la noche anterior a la batalla. La derrota, si bien no supues-
vadir la Argentina sin un aliado interior; y Urquizano habría podido rebelar- ta, había sido prevista ciertamente.
se sin apoyo extranjero. Juntos, fueron demasiado poderosos para Rosas. De Gore estuvo todo el día fuera de su casa el 3 de febrero, conferenciando
pronto se encontró solo. La vida económica debía continuar. Los estancieros con otros diplomáticos sobre la protección de sus c;onnacíoriales y sus intere-
. tenían que producir y vender, los hombres de negocios tenian que comerciar. ses. CU.ando regresó, aproximadame nte a las cuatro y media de la tarde, su sir-
y todos ellos podían hacerlo bajo otro gobierno tanto como bajo el gobierno de viente le informó que habfa admitido a una persona vestida como un soldado co-
Rosas. Los británicos debieron buscar nuevos socios y quizá mercados más mún, de quien sospechaba que era el general Rosas, Gore encontró a Rosas acos-
ampiios, y también ellos descubrieron que, después de todo, Rosas no era in- tado exhausto en su cama,. hambriento y todavfo sucío de la batalla, pero por
dispensable. otra parte, tranquilo y confiado. Se sentiaíeliz de encontrarse bajo la protección
de la bandera británica y aun dispuesto a quedarse unos pocos días más para
poner en orden,sus asuntos. Gore tenía algunas reservas al respecto, pero or-
denó comida y un baño para su huésped y, como tenía que volver a salir por
otras cuestiones relacionadas con el ejército victorioso, dejó estrictas ins-
6 trucciones para que nadie entrara ni saliera de la casa hasta su llegada. Esa
noche, más tarde, fue a ver al vicea4nirante W. W, Henderson, comandante de
las fuerzas navales bxitánicas en el Río de la Plata. quien estuvo de acuerdo
Después de Caseros. la vida de Rosas.estaba en peligro. Al final de la ba- de inmediato en que era vital sacar a Rosas de la residencia del encanrndo de
talla, .di}o a sus acompáó.antes más próximos: "Señores, sigan Ustedes su negocios: ya que su presencia sería dañosa para los intereses británico$, y que

31Z 313
debía embarcarse a la madrugada, con su familia, a bordo del HMS Locust, insistiera en la entrevistá; en cambio, recibió una carta por la cual le acorda-
que se encontraba en el puerto. ban el derecho de in$talarse en cualquier parte de las Islas Británicas, bajo Ia ·
Gore fue a buscar a Manuela v la lle\.·.') a su casa ala medianoche Allí con- protección de las leyes existentes y sinnecesida d de un permiso especial. 106
vencíó a Rosas sobre la necesidad de quE:. Jartiera inmediatam ente y se dedi- Pero en la Cámara de los Lores se formularon varias preguntas. ¿Por qué
caron a preparar todo. 101 Gorefacilitó a R '.,sas un gabán d-; marinero y una go- se babia hecho al general Rosas en Plymouth una recepción que parecía ofi-
rra; Marluelita se vistió como un muchacI.ito; y el hijo de Rosas se puso algu- cial? ¿Por qué se 1o había recibido cor. honores mas que ba.Dituales '! El secre-
nas ropas del dueño de casa. Así disfrazad es partieron, escoltados por Gore Y tario del Fore.ign Office, Conde de Malm'esbury, respondió que el gobierno no
seis infantes de marina británicos. Tuvier<:m que cruzar dos puestos de centi- había impartido- orden alguna referida a ia :rendición de honores oficíales.
nelas, pero llegaron a salve: hasta el bote que esperaba en el rio. Pa:r<>. las tres sino que las autoridades de Plymouth h;ihí::in ::irm::irio por su cuenta;
de 12 mañana estaban ta"dos a bordo del HMS Locust, y desde allí los transfi- Un sentimiento natural los ha inducido a r-ecibir conhospitaliciaci y respeto a un distingui-
rieron luego al H]V[S Centaur. A la mañana siguiente. Gore fue presentado a do refugiado de un país extranjero. Y en esto debe observarse que el general Rosas no et'a
Drquiza, quien comentó que Rosas había peleado valiememen te y se creía U? refugiado común, sino alguien que había demostrado t1..t1a gran distinción y bondad ha
aue estaria en ese momento viajando hacia el sur, palabras que Gore no se c1a los c_omerciantes británicos que negociaron con su país, r alguien con quien el ante-
rior gobierno efectuó negociaciones de carácter importante, y hasta firmo un Tratado en
Sintíó disvuesto a contradecir. 1349.
Gore~ pensaba que no había hecho otra cosa que cumplir con su deber
como inglés y caballero, actuando sobre la base de principios humanitario s.
Pero el descontento continuaba, y el Primer Lord del Almirantazg o tuvo
Pero en Buenos Aires se notó cierta hostilidad hacia él por causa de la fuga de
que explicar que no se habían enviado órdenes especiales al escuadrón del Río
Rosas, y se mostró particularm ente indignado al comprobar que algunos re_si-
de la Plata, pero que existía una orden general impartida a todos los coman-
dentes británicos lo criticaban por haberlos comprometi do a todos ante íos
dantes navales para que salvaran la vída en emergencia s tales como la recaí-
ojos de los vencedores. Gore informó a Palme.rston que lo amenazaban en la
da sobre el general Rosas, y había sido en esas circunstanc ias que fue embar-
calle, hacían demostracio nes frente a su casa y difundían rumores de que él se cado en el Conflict.107
habí~ casado con Manuelita, recibido doce mil libras de recompensa , de Ro-
sas, y de que se había hecho cargo de PaJermo. Pero Gol."e trató todo esto con Y así pasó Rosas del poder en la Argentina a ]a vida privada en Gran Bre-
taña, veinte años en el cargo seguidos por veinticinco años en el exilio,
el desprecio que merecía y se atuvo a sus principios, Negó también versiones
sobre la riqueza de Rosas, quien le había asegurado que no tenía dineró en eI
extranjero, y sólo llevó con él dos mil trescientas libras. 102
El gobierno provisional de Buenos Aires no estaba menos ansioso de ·ace-
le.car la partida del dictador derrocado que las autoridades británicas. Rosas
nidió fofmalment e al almirante Henderson que lo llevaran a Inglaterra y, el
J.o de febrero, con su familia, tres sirvientes y unos pocos ami"gos, fue transfe-
rido al vapor HMS Confliqtpara el viaje hacia el exilio. 103 Rosas tenia con él un
poco de dinero, setecientas cuarenta y cinco onzas de oro, doscientos pesos
oro y veintidós reales, según declaró. 104 Pero debía proveer por su familia y se
supusó que no podía pagar su pasaje o el de los suyos; eventualme nte, el cosü'
del viaje fue solventado por GranBretafi a. Rosas desembarcó el 26de abril en
Plymouth y tomó habitaciones en el Moorshead's Royal Hotel,.Devo nport.
Las autoridades del puerto lo recibieron cordialment e; saludaron su llegada
con veintiún cañonazos, lo esperaban diversos dignatarios e hicieron pasar
rápidamente Su equipaje por la aduana, El periodista de T~e Times observó
todo esto. v el diario lo censur6: "Ha sido maravillosa la ansiedad de estos ca- 1
balleros iñ'f!leses, de alto rango militar y naval, por estrechar su mano te-ñida
1
de sangre'~ 105 RÓsi:ls deseaba presentarse al gobierno británico y explicarle
su posición, y pidió también permiso al se_cre~ario ~~ Relaciones Exteriores
para alquilar una casa en Inglaterra. El Fore1gn Ofnce no lo alento.para que

315
314
1
fuera político. En ese moment o, termina da su tarea pública, encontró
en In-
glaterra una nueva libertad. Antes de los seis meses de su negada,
el23 de oc-
tubre de 1852, se casó con Máximo Terrero, hijo del antiguo socio de
Rosas, un
meritori o joven que la babia _cortejado en Palermo y la siguió voluntar
iamen-
te al exilio, Para Manuela , a-los treinta y cinco ailos de edad, fue una
especie
de emancip ación. Para Rosas, acentuad os sus instintos posesivo s
por causa
del aislamie nto, fue u.na traición; objetó dolorido el matrimo rüo y
reprochó a
CAPÍ TLLO IX su hija por su ":inaudíta crueldad " al dejarlo solo en el mundo erran.de
más la
necesita ba. 1 Durante los años siguiente s, Manuela tuvo dos hijos y
se trasladó
a Londres con su marido, mientra s Rosas se retiraba aun más en simismo
,_pi-
diéndole que no volviera a su casa, ya que no le proporci onaría más
ningún
Exilio placer y no deseaba recibir a nadie afü_ Sin embargo , la pareja
se mantuvo
leal y devota usando a .los n.ifi:os como pretexto para visitarlo , a pesar
de suín-
sistencia en que "no debes, pues, alimenta r esperanz a alguna de venír
a esta
casa". 2 La derrota y los celos se combina ban para desmora lizar al
caído dic-
tador, lo que e"ra compren sible, decía él "si consider an mis c.ircunst
ancias, Io
1 que he sido, lo que soy", y pbr moment os pensaba que estaba "verdad
eramen-
te loco". De manera que siguió culpando a su familia por su falta
de.comp a-
sión, tanto más cruel cuando sus así llamado s amigos de Buenos
Aires tam-
bién lo estaban traiciona ndo/'
Rosas decidió establec erse en Inglater ra y alquiló una amplia casa Su depresió n aumentó , alimenta da por la soledad y autoconm iseracíón
en Carlton .
Crescen t, Soutbam pton. Su eleccíón estuvo dictada en pqrte por ~l Tal era su estado de ánimo cuando concluyó toda relación con
sentimie n- Manuela y su
to y en parte por los hechos. No simpatiz aba del todo con los valores marido, y hasta les advirtió que no le escribie ran: "Si lo hacen perderá
de una In~ n su
glaterra plename nte victorian a, pero le agradab an los británico s, tiempo, las estampa s, o porte, puesto que sin abrir las cartas, cajones,
había ·ad- olo que
mirado a Palrners ton desdeha cía mucho tiempo y probable mente fuere, devolve ré a Vds. todo lo que sea, También ruego a Vds, no vengan
calculó que a ver-
si debía buscar asilo sólo podía ser el mejor. El bloqueo británico era me" _4 Así se aisló Rosas todavía más en su tristeza, resentido ante
una.cosa su destino,
del pasado; desde entonces , sus diplomá ticos habían tratado de enojado con su familia en Inglater ra y sus enemigo s en Buenos Aires
pro!eger a eínvadí-
Rosas de Brasil. y la Armada Real lo había rescatad o desde la Argentm do por un prolonga do letargo. Dejó de aceptar las invitacio nes que le
a. En enviaba n
realidad , hizo s~ ~lección durante las semanas anterior es a su derrota, algunas familias de la pequen.a aristocra cia para participa r en cacerías
cuan- yca.,7e-
do decidió aue solamen te Gran Bretaúa tenía voluntad y poder para ras, quejándo se de que la falta de dinero le impedía retribuir esas cortesías
salvarlo , . Qué
v cuando efectuó los arreglos para escapar con Gore. De manera oportuni dad se estaba perdiend o, se lamenta ba, de promove r los-inter
que perma- eses de
tleció en Inglater ra, y fue allí donde más cerca se sintió de la Argentin la Argentin a; porque pensaba que, de haber tenido medios para moverse
a. En en la
cuanto a Southam pton, como Buenos Aires, era un puerto_y cercano alta sociedad , podria haber hecho conocer su país y lograr "mucho
al campo. en favor de
Comenzó a aprende r inglés y, aunque nunca dominó el idioma y tenia esas naciones de Sud América " .5 Pero dada l"a situación , permane
dificul- cía en su
tad para compren derlo, progresó lo suficien te c9.mo para comunic casa, y su placer principa l consistía en cabalga r solo en el New Forest,
arse. donde
Los primero s años de exilio fueron los más amargos ; aún frescos pasaba largas horas en comUilión con la naturale za y condena ndo
en su a-los hom-
mente sus anterior es poderes. y con la adversid ad de esos días atormen bres. Por eso. la nrimera década de su exilio fue la más triste. En junio
tándo- de 1862
lo. Hasta su propia fa.milia lo.decepcionó, aunque la culp?, súlo era todavía resístía Íos intentos de Máximo para restable cer el contacto
suya. Ro- pero, fi-
sas babia tenido dos hijos con su esposa Encarna ción, y ambos lo nalment e, en agosto-s eptiemb re de 1863, escribió una Vez más a su
acompañ a- hijo políti-
ron al exilio, Asu hijo Juan jamás le había interesad o la política y era~ín~ co. La redacció n de su testamen to y el alquiler de una granja lo obligaba
mo na
el papel que jugaba en la vida de su padre; pronto retornó a Buenos consulta r a su familia, y pareció dispuest o a verlos de nuevo, especial
Air_es :on mente a
su familia. En cambio Manuela , sencilla y poco educada como era, sus _dos nietos. 6 Manuela y su familia, de hecho, se convirtie ron-en
hab1a-s1do los princi~
una indispen sable colabora dora y una exacta copia de Rosas en todo pales benefici arios de su última voluntad.7 Ella continuó viviendo
lo que en Inglate-
rra con su marido·e hijos y allí murió en septiem bre de 1898.,Jamás
había de-

316
'317
~·-----¡_;}

,!
jado de ser leal a Rosas, siempr e lo-defendió y, antes de su.mue La declara ción era de dudosa validez legal, pero le sigUÍó un
rte, tuvo lasa~ juicio ante un tri-
tisfacci ón de leer los trabajo s históric os de Adolfo Saldias y bunal. El fiscal alegó que "E-1 asesina to, el robo, el incendi
Ernesto Quesad a, o, }as devasta cio-
y de saber que la revisión de la reputac ión de su padre ya había nes, el sacrileg io, el perjurio , 1-a falsificación, la impostu ra yla
comenzado. hipocre siahan
Manuel a YJuan no fueron los únicos hijos de Rosas. Tambié sido los elemen tos constitu tivos de esa +cerrible tiranía erigida
n tuvo hijos e en sístema Doli-
hijas con Maria Eugeni a Castro, hija de un oficial del ejército tico por tan largos años en nuestro país", El juez Sixto viuega
, el comand ante
Juan Gregori o Castro, quien había nombra do a Rosas su albacea
vtutor de su f sentenc ia el 17 de abril de 1361:- "Condeno, como debo, a Juan
s pronunció la
hija mayor, Eugeni a. Cuando la n.ina tenía trece años. Rosas Manuel de Ro-
dencia de Palerm o como doncell a de compañ ía de sU: esposa
la llE;vó asu resi- l. sas a la pena ordinar ia de muerte. __ A la restituc ión de los haberes
los particu lares y al fisco". Más aún, como Rosas era un crirn.ina
robados a
después de la muerte de ésta, Eugeni a pas...:-de criada a amante
Encarn ación y,
. Tenía quince
1 no un refugia do _politic-o, se debía solicita r al gobiern o brítfu'1ic
l convicto y
o que lo entre-
años, Rosas cuaren ta y siete. En los años siguíen tes nacíero gara.11 En realjda d, éste era un juicio de índole po1ític:a, y la
n cinco niños de la sentenc ia ::io fue
pareja, Nicano ra, Ángela , Justina , Joaquín y Adrián. 8 El menos política que las confiscaciones ordenad as por el mismo
último nació des- Rosas. La in~
pués de la caída del dictado r, pero los primero s cuatro se criaron tención era ia vengan za.
en PaJerm o
y, aunque nunca fueron formalm ente reconocidos por Rosas, Rosas rechazó los procedi mientos y la sentenc ia, negánd ose
los trataba bon- a aceotar el
dadosa mente y como parte de la familia. Despué s de su caída, juicio de sus enemig os, amigos o supuest as víctima s. "El
la madre y los juicio", d~claró,
nifJ.os perman ecieron en la Argenti na, en precari as condicí "está reserva do a Dios y la Hístoria·''. Escribi ó una protest a
ones y con pobres y refutaci ón, pu-
perspec tivas. Eugeni a escribió anualm ente a Rosas entre 1852 blicada en Londre s en tres idiomas y distribu ida en Europa
y 1855, al pare- y las Améric as;
cer quejánd ose de su situació n, pero como no había aceptad en Buenos Aires, fue reprodu cida por La Tribuna. el 21 de noviem
o la invitaci ón de bre de 1857 12
Rosas para unírsele en Inglate rra, la concien cia de él estaba Estaba indignado por la acusación de que babia r~bado el Tesoro,
cuando quise traerte conmig o, según te lo propuse con tanto
tranqui la. "Si . usado ~e~
interés en dos ro público para obtener gananc ias privada s, y repudia ba la
muy expresi vas y tiernas cartas, hubiera s venido, no hubiera de~and a contra
s sido desgra- su propied ad confisc ada por el gasto de cuatro millone s seiscien
ciada. Así, cu~ndo hoy lo sois, debes culpar solame nte a tu tos cuarent a
maldita ingrati- y siete mD sesenta y seis pesos en Palerm o. Conside raba ésta
tud. "9 Su hija Angela tambié n le escribió y, al agradec erle p_or el como la más in-
regalo de un justa de todas las acusaci ones, ya que siempr e había servido
pañuelo , tuvo oportun idad de negar los rumore s mencio nadós alE'stad o sin co-
por ella de que b~ar sueldo. Es_ta~a especia lmente agravia do por la confisca
se había casado con una rica dama inglesa; como dijo, no tenía cfon de sus pro-
deseos de ca• piedade s que, lllSlStía, habían sido adquiri das correct amente
sarse con una rica esposa y no tenía dinero para manten er a y laborios a-
una pobre. Escri- mente ganada s. 3 Ademá s de su protesta , Rosas tomó otras
1
b!ó su última carta a Eugeni a en 1870, alegand o su continu a medida s prácti-
pobreza e incapa- cas para defende rse, pensand o que sus enemig os trataría n de
c1dad para ayudar la y agregan do poco má?. ~ning una de llegar hasta In-
esas cartas firmó glaterra para atacarl o, y que desde hacía algún tiempo ellos
como amigo o padre, sino simplem ente'tu afectísi mo-pais ano, manten ian un
y e.11 la última agente a sueldo para que lo matara , dañara su propieda'd y, tal
carta a Eugenia patrón. vez. robara sus
papeies ; por esa razón contrató un guardia para que vigilara
de noche, al que le
pagaba cuatro cheline s por día con casa y carbón J 4
. ~a ignomin ia del juicio público estuvo. acompa ñada por
la penosa expe·
nencia de la desleal tad. Tal vez ésta fue su mayor mortific ación,
ver que tan-
2 tos antiguo s amigos y protegid os no sólo eran incapac es de resistir
a la perse%
cuc,ión sino qu~ volll.!.7.tariamente lo traicion aban; al patrón
que los había ayu-
~aao para me~ora r s1;1s fortuna s y sítuació n. Es verdad que algunos
La tJ.iste~a de su vida privada tuvo el agravan te de la desgrac t1danos y armgos íntimos se mantuvieron leales, afirmar on pocos par-
ia pública. su adhesión y se-
En Buenos Aires, después de Caseros , confisca ron todas Jas guían en contacto. ~tonin a Reyes, su ayudant e militar y secretar
propied ades de io, Pedro Xi-
Rosas. A,unque Urquiz a revocó esa decisión, el alivio tuvo me..:o, su ,capit~ del pue.rto, Juan Moreno, su jefe de' policía, y, especia
poca vida, porque lmente,
la revoluc ión del 11 de ·septiem bre de 1852 puso un nuevo gobiern Jose Maria RoJas y Patron y JuanN. Terrero, colegas de sus primero
o en Buenos s mas, con-
Aire~, el que confiscó nuevam ente las propied ades de Rosas fumaban tenie...'1do fe y comunicados entre ellos y con Rosas. Tambié
y ordenó su juz- n mantuv o
gam1ento como crimina l. El juicio fue iniciado por la legislat una larga y detalla da corresp ondenc ia con Josefa Gómez, desde
ura provinc ial de 1853 hasta la
Buenos Aires con la ley del 28 de julio de 1857, en la que se tildaba I~~erte d~ ella, en 1877,,poco ames de la suya. Era una mujer
a Rosas de de buena posi-
traidor: "St; declara a Juan Manuel de Rosas reo de lesa-pa c1on, due~a de muchas propied ades y.amiga de la familia.
tria por la tiranía ; no era polfüca -
sangrie nta que ejerció sobre el pueblo durante el período de mente ros1sta, pero sumam ente leal a Rosas; una mujer formida
su dictadu ra'' .1º ble que sig-
1
318
ti 319
i!
. ~;~
ción entre los enemigos de Caseros. Pero Rosas no estaba dispuesto a montar
nificó un eficiente agente para ~us mtereses en Buenos _'"l,..U es Y. un, foco de una contratrevoJución, como escribió a Urqu1za después de la batalla de Pa-
unión para las lealtades que aún subsistian.15 Pero fueron rn.uebos mas losan- vón, "Le he de servir en todo lo que me ocupe, toda vez que no sea para consp).-
tiguos amigos que cambiaron de lado, y algunos de sus ex adula dore~ se con- rar contra el gobierno de mi patria, ni contra las personas que lo ~omponen,
v-'.!Ti:ieron en los peores detractores. Otros se mantuvieron simplememe apar- aun cU:a!ldo fuesen sus enemigos". 21 En 1864., Rosas pensó por un breve tiempo
bitr,.:: v Pn "-fl@ncio, Con ouienes más amare:ado estaba Rosas era con los-~- qut tal vez podriau quererlo en Buenos Aires par&. algün ser-:,.icio, pero esas
cl\;;~~a~-q;~ h;.bían est;do muy cerca de él en los días del poder YrecíbJdo esperanzas pronto pasaron y, a pesar de las superficiales palabras de los f ede-
muchos favores. Después de Caseros, Nicolás Anchorena le dio la espalda al rales en el sentido de que él debía hacer un movimiento, ya no se engañó más a
a.,"TI.igo y protector de su familia y ni siquiera le escribió, deserción que roer~ si mismo. Toda "'SpPran'l::i fie regrP<iflp:irp,,fr, ¡-,,,¡..,,,.,. d""<>~<>r.o.cido, v se apa.."'i:6
ció el desprecio de Rosas por el resto de su vida: "SL ¡esos Artc.hor~na ! Y,.1:1u: de las controversias inútiles. Pero todavía estaba muy preocupado por su si-
seiia1adamente el tal Dn. Nicolás. ¡Qué hombre ta..71 malo, tan1n1p10, tan rupo- tuación económica. En un gesto de amistad, Urquiza ofreció a Rosas ·'Una
crita y tan bajo, tan asqueroso e inmundo! ": 6 ¿~e habían.p_agado por Iomeno~ •súma de dinero para ayudario en sus gastos, si es que esto no lo ofende" .22 Al
1as deudas que tenían con él? Rosas las ca1cul~ en do~c~entos pesos p_or ~es principio, Rosas declinó la oierta pero, más tarde, en 1861, se rebajó para pedir
durante los doce años (1818-1830) en que él habia adm:111strado sus esi~nc1~s ayuda a Urquiza: "No poco me cuestá molestar a V.E, con pedido de tal natu-
sin sueldo. Le sumó los intereses, alcanzando un tota1 de setenta y ocno__mil raleza, pero mi caso tan claro y notorio me impone llamar en mi auxilio por
quinientos cuarenia y cuatro pesos, que :~:lamó entonces~ la viuda de N1??- asístencia, pues creo que dej:io, hasta ·a mi Patría, no perdonar medio alguno
1ás.17 Ella negó secamente su responsabilidad, por falta ae docu:11entac1?n permitido a un hombre de mi clase para no parecer ante el extranjero en esta-
probatoria, y Rosas debió soportar ~ristemente un _nue_v? agrav1? todavia. do de indigencia, quien nada hizo para merecerlo." Rosas encargó el pedido a
Todo lo juzgaba en términos personahstas y, aun en el exiho, reduc:a a lo~ po- Josefa Gómez, quien de inmediato partió de Buenos Aires en un vapor fluvial
líticos argenti..nos a resistas y sus .enemigos. Estos concepto,~ er~ a~~~:1ado y entregó personalmente la carta a Urquiza en su estancia de Entre Ríos; alli,
simules. Como todos los estancieros, los Anchorena no eran , ~1gos m ene- el caudillo le habló, .con sinceridad o no, de "el dolor con que recuerda su gran
m_igÚs", "leales" ni "desleales" a Rosas. Los int~reses econom1cosno d_esapa- error y crimen (son las palabras del general Urquiza) en haber dado en tierra
recieron abruota.."'llente con la caída de un gobierno y 1a toma del poct:r por
con el gobierno de V. " 23 Después de una ansiosa espera, Rosas recibió de Ur-
otro. La clase-terratenie.tJ.te, partidarios y be.'1.eficiarios de Rosas, teman en quiza un envío de mil libras esterlinas.
ese momento que hacer la paz-y les beneficios- can sus sucesores. La su-
pe.rvivencia, no la lealtad, era su política. _ , _
Mientras que los amigos de los buenos tiempos desen:ab~, unovae ~us
enemigos se reconciliaba. Rosas quedó patéticamente reconocido a Urqmza
por ei decreto_que_le restituía sus propiedades, ,Y le escribió para agradec~~le
su magn,.nim.iáad. :rn Urqui-za continuó apoyanoo a F~osas Y, cuando as~m10_la 3
presidencía de la ConfederaciónArgentma, en c?nfü<:to co_nBuenos Aire~,~-
tentó rehabilitar al dictador caído ante los enemigos ae alh. Como lo escnb10,
El proceso de sus enemigos y la deserción de sus amigos tuvieron graves
esperaba la derrota de Buenos Aires y la ~estauración de Rosas "asuran~?, ~
sus goces, y a su patria" .19 Hizo reproducir la protesta de Rosas en los penod1- consecuencias para Rosas;- quedó sin propiedades ni renta. Por alguna r,azón
cos de la Confederación.20 Rosas respondio agradeciendo las palabras de inexplicable, el dictador no había realizado rJnguna previsión económica
aliento v reconocimiento de sus servicios a la .'-\:rgentina formuladas por Ur- para el exilio, ya fuera por adelantado o a último momento. Sólo tom-0 un poco
quiza, c'onsciente, sin duda, de las posibilidades económicas de tal a~stad. de dinero en eíectivo en el viaje a Inglaterra y, todavía en agosto de 1852, de-
Urauizaíambién era un político, y calculaba que el apoyo de Rosas podía ser- clinó un regalo de diez mil onzas de oro que su amigo Felipe Vara le ofreció por
le iftn para desestabilizar Buenos Aires_. Ciertamente se ejercier?n :;}~as intermedio del anglo-argentino Carlos P. Lumb. Parecería haber supuesto
que el nuevo régimen respetaría sus propiedades privadas, mm.que su propia
presiones sobre Rosas en los años 1858_-64, ~ar.a que regres~r~- al pais. urqmza
ley de confiscación y el odio que ella había acumulado debieron haberlo al~-
esperaba que Rosas pudiera alzar un mo:71m1ento ~e 0~0s1c1onfavorable_a 1.3-
Confederación. Los rosistas de Buenos Aires -habia aun unos pocos nostálgi- tado. La venganza fue muy rápida. Por decreto del 16 de febrero de 1852, enu-
C.os del pasado y desilusionados del presente- pensaban que Rosas podía en- tido por el gobierno provisional, todas sus propiedades fueron confiscadas. El
cabezar una nueva "revolución del sur". Hasta el mismo Alberdi, en ese mo- 7 de agosto de 1852, Urquiza revocó esa medida, más preocupado por la justi-
mento agente -de la Confederación, usó sus buenos oficios para la reconcilia- cia y la tolerancia que por la venganza. 24 Pero el decreto de Urquiza Jue pron-

321
320
to supera-do por la revolu ción del 11 de septie mbre de
1852, que rompi ó1airá gil ~i~n~s Y, a partir de 1867, efectu ~ndo giros de remes
unidad nacion al y restau ró la autono mía de Bueno as a Inglat erra. A pesar
s Ait:es. Allí, el nuevo go- ae su celo, la respue sta fue desale ntador a, un reflejo
bierno se apresu ró a poner nueva mente en vígenc mas de las declin antes
ia el decret o de coniis cación lealtad es. Los nombr es más impor tantes de la dictad
del 15 de febrer o. Rosas compr endió entonc es que ura estaba n todos ausen-
se encon traba eri serios pro~ tes; sólo unos pocos amigo s Y •relaciones leales confor
blema s. Movilizó a sus amigo s, apeló a la opinión maban la lista oero a
públic a y luchó desesp era~ medí? ~ qu_e p~sa? an los ~ños y 1a gente morfa o
<lamente para recup erar sus propie dades. Pero fkalm sus recurs os men,i~ aban.
ente tuvo que admit ir ~mb1_en ?-isrr.1-m~1a~ sus 1:flgre~o_s. Como observ
la derrot a, sólo fortale cido por la convícción de que ó con sarcas mo Urquiz a:
lo habían despoj ado injus~ ¿ Que se nan necno los am1gos ael Gener
tamen te de lo que había ganad o con todo derech o. al Rosas , a
de la cori.fiscación? Esto daba en la prácti ca la medid
¿Cuánto era el monto total ~n su eroca? "ZSRosas agotó su capita l origin al, gastóquienes colmó de fortun a
a de sn anteri or riquez a. la suscrip ción según iba
Pri.me ro, las hacien das rurale s, que compr endían lJegan ao y dura.."'1te los diez años siguie ntes sobrev
la estanc ia San Martín , su que le quedabai.'1 y a su propiá famili a. 3ú ivió _gracias a los amigo s
princi pal posesión, y las estanc ias Encar nación -
y San NicJlá s, juntam en- .Fer~ aun en los peore.5 días de su exilio, Rosas no
'
te con su poblac ión en ganad o, una invest igació n del era realm ente pobre. Su
gobierno estdblec:ía el ta- ans1ed aa con respec to al mgres o, sus coléricos intento
maño total en ciento treinta y seisleg uas·cu adrada s de revert ir las conüS-
s ·(tresc.ientas cuaren ta mil c~ciones, su cuidad oso exame n de las listas de
hectár eas), que sólo podía ser una estima ción aproxi suscrip ción, su implac able
mada.:! 5 Segundo, su pro- busqu eda de nuevos fondos, aumen taron hasta conve
piedad urban a, la casa y terren os de Palerr no, y un rtirse en una obsesión
grupo de cinco casas en la por el dinero , rayan a en la avaric ia o el pánico . En
calie Moren o. Ésas fueron las propie dades sujeta 1875, a los ochen ta y tres
diante un proces o confir mado por ley del 28 de julio
s a confiscación en 1852, me- ª?ºs ?e edad, en un absurd o y último llamad o, hasta se
sas el final dél camin o en Buenos Aires: ·sus propie
de 1857. Ése fue para Ro- ?:rqmz_a en busca de ayuda . Existe la sospec ha de que dirigíó a la viuda de
dades estaba n en ese mo- sus preten siones eran
mento compl etame nte disper sas, en_poder de los aemas1ad_o altas,. que ~staba viviendo más allá
deman dantes , los compr a- de sus medio s. AJ príncip io
dores y el Estado . g~~t~ba c1en~o veu:te hbras po_r mes, lo que cierta mente
sobrep asaba sus·po-
¿ Cuáles eran entonc es sus ü1gresos en el exilio? s1b1_lldade~. El d~c1~ que su estilo. era pobre, sus gastos
Duran te el breve períod o modes tos y que su vida
de respir o propor cionad o por el decret o de Urquiz social habia queaa ao muy :reducida, aunqu e sus preten
a, Rosas vendió la estanc ia siones atin seeuia n en
San Martf n por cien mil pesos oro. Su agente , Juan eviden cia: "Por más esfuer zos que hago para no
N. Terrer o, tuvo que pagar salir de mi silericlos~ retiro
de allí los costos, como tambié n las deuda s con divers no me es ya posibl e cortar por más tiempo las vísitas
os acreed ores y otros de person as de elevad ;
gastos incide ntales antes de transf erirle el saldo. Éste distinc ion, como la del H. Vizconde Palme rston
era el ingres o básiéo de y otros ... y a corres ponde r
Rosas . 26 Adem ás, unos pocos amigo s, ~ntree llos Rojas esas demos tracion es con iguale s visitas mías. "31
y Patrón y JuanN . Te- Diez años más tarde. aú..'1
rrero, le enviab an periód icame nte fondos de sus Propio sosten ía que vivía frugal mente :
s recurs os, y las muje~
res de su famili a lo ayuda ron. Obtuvo un crédito anual
de tres mil libras en un ~Ii ec~nom ía en los doce años corridos h,a ~ontint!
Banco inglés , conseg uido se dijo, media nte los buenos siempre tan severa como parece.
oficios de Lord Pal- 1mpo:óable al qu~ noha estado ~e_rca d~ m1. N<:fumo,ado no tomo rapé, ni vino nilico:r alguno,
mersto n y, aunqu e esto no era una renta, signifi có no a~.tSto a c.orrudas, no_hago v1srtas mlasrec 1bo.
un présta mo vital, que se no paseo ni asisto ,;l teatro ni a diversio -
fue increm entand o y llegó a causar le cierta ansied nes oe clase a!-guna. M1::ropaes la de un hombre común.
ad. v De maner a que, hacia quem,?das_y b1e:1 acredit an cuál y como es mi trabajo Mis manos y mi cara e 5 tán tien
fines ~e 1a prime ra décad a de exilio, Rosa_s empez diario incesante, para en algo avu~
ó a pasar apuros . Se vio obli- aHrrn.e. Mi- com1da es un pedazo de carne asada y
gado a dirigir se a Urquiz a, quien le envi-0 mil libras mi mate. Nada más.l2 •
en 1865, con la prome sa de
conve rtir esa suma en anuali dad, si pod.ia lograr
lo; pero no hubo nuevo s en- _ Per~ es.to no sig1:ifica que vi-?er a en la indige ncia.
víos. Rosas estima ba person almen te en mil libras Siemp re tuvo su propio
anuale s sus necesi dades e.,tablec1m1ento Y, auran te un tiempo , dos casas;
para vivir con modes ta seguri dad. Como no pudo mante nia dos caball os y
lograr que su granja cubríe- tuvo un co:::.~1e durant e mucho s años. Su pasión por
ralos costos -Y mucho menos que le produ jera benefi el dinero no era avaric ía ni
cioS-n ecesit aba nue- int.empera-?-cia. Rosas habia e~tado acostu mbrad
vos ingres os proven ientes de la Argen tina. Una o por largos años al poder y
s_uscripción de fondos pro- la 1:1fluencia. En Inglat erra, srn embar go, carecí
puesta por los Terrer o encon tró su aproba ción, y a de signifi cación polític a 0
se espera ba que eso podria s??1al. A.lli, s~lam ente la riquez a podía garant izarle
prove er el ingres o requer ido. 28 Rosas superv isó la el respet o y darle la posi-
lista, escribi ó cartas perso- c10n_ que cons1de~aba su. deber como hombr e de Estado
nales a los probab les suscri ptores , en su mayor ia , que su propio país le
parien tes, amigo s y ex ca- deb!a Yque era VI tal pa~a su reputa ción en la Argen
marad as políticos, y esperó ansios ament e los resulta tina. Era el status más que
dos. En Buenos Aires. eI dmero lo que 1o obsesi onaba , la opinión argent ina
Josefa Góme z organi zó toda la operac ión, envian más que la ingles a lo que
do incans ablem ente los pe- le preocu paba. .
didos y record atorio s, escrib iendo agrade cimien .
tos, reunie ndo las suscrip -

322
323
do vacuno y otros animales_, comprando buenos caballos en la Argentina ·y en
Uruguay; vacas y toros, gallinas y otras aves de corral en Inglaterra y Fran~
cia;_ ovejas en España, y mejorarlos para el mercado, alquilando tal vez la
4 casa príncipal y la vivienda de la granja. Pero esos eran sueños. Todo lo que
pudo hacer fue establecer un tambo y subalquilarlo. usando la renta para dis-
wJnuir su propio alquiler; pero el tambo fue destruido por un .incendio en 1865,
Rosas era un hombre de formación rural y vivia para la tierra y e1 cielo. que puso su nombre en la prensa local y en nada contribuyó a mejorar sus fi-
Cuando llegó por primera vez a Soutbampton estuvo aloj~do_ en el Windsor ,Ho- nanzas. Introdujo el cultivo de zapallos e hizo dulce de leche, afirmando qlle
·tel por poco tiempo y luego alquiló RocF..stone House en Carlton Terrace, a on- .había introducido también otras costumbres criollas:
de mantuvo un buennível de vida, dio dos habitaciones a su hija y su marido Y
puso·a su servicio a un maltratado peón argentino, de apell~d? Mart~e~, ~ No se usa a qui el tasajo como no se usa el mate, por amor puramente a las costumbres dei
quien mandó buscar de entre sus ex servidores. Pero odiaba vivir enla ~maa? país y porque los argentinos, oríentales y paraguayos que vienen no son como yo, son
como Máximo, que dice: a la tierra que fueres haz lo que vieres. Yo sigo io bueno que
ven 1857, la inactividad ]o estaba matando. Anhelaba tener una estancia yv1- veo. __ No conocían el mate los vecinos del farm. Ahora todo el wbre que viene y recibe un
~'11' en el campo, y empezó a buscar una granja. En 1862 alquiló Burgess Street mate Jo orefiere a un vaso de cerveza_ ~o conocían e) zaoallo; -ahora todos lo c0men apre-
Farm, en Swaythling, a unos cinco kilómetros de Southampton. Era una pro- ciándolÜ con gusto su verdadero mérito, pues yo lo coffio todo el año.~
piedad típica para un árrendatario, no para un estanciero, y pagaba P.ºr ella
una renta anual de ciento noventa libras al propietario, Mr. John F1emmg, de Rosas tenía una ama de llaves, Mary Ann Mil1s y en la granja, empleaba.
Stoneham Park. La casa de la granja era una amplia vivienda campestre con de dos a cuatro trabajadores, o peones, como él los llamaba. Pagaba bien, al-
techo de paja, nueve habítaciones y con_strucciones auxiliares, P?b_re~ ran- rededor de un tercio más que los salarlos corrientes en el distrito, pero sólo
chos como los llamaba Rosas. La tíerra tenía unas ciento sesenta .nectareas, contrataba a sus peones por día y, a medida que pagaba a cada hombre, le de-
con-~1a mezcla de superficie$ cultivables y de pasturas. Con esta propiedad, cía si lo necesitaría o no al día siguiente. Ésta era quizás una costumbre subsis-
Rosas inició un nuevo capítulo en la historía de su exilio. tente de 1as estáncias, o una resistencia a atarse con un acuerdo permanente:
Aquello no era la Argentina, un país joven y una nue~a frontera, y Rosas pero posteriormente comenzó a tomar regularmente a los hombres y efecL:a-
no podia expandir ni la casa ni el "campo". Las construcciones estaban llenas ba pocos cambios. Si bien les pagaba bien por su trabajo, era estricto en el
de bichos y descuidadas, y le llevó alglir1 tiempo limpiarlas y restaurarlas. 33 control de la tarea; las labores de la granja estaban rígidamente reguladas, el
La tierra era un desierto: fue una tarea ardua y costosa ponerla en condicio- trabajo de cada hombre calculado hora por hora y estrechamente supervisa-
nes. Durante los primero$ roes~s tuvo que dedicarse a limpiar y despejarla; do.
drenó los pantanos, eliminó malezas y-malas hierbas, cortó los tronco~ de ár- Rosas sabía que estaba arriesgando, pero confiaba en que esa granja se-
boles secos v taló cientos de árboles. En una loma cercana a la casa hízo una ria un éxito comercial, y que él podría demostrar "al gobierno y a la historia,
quinta de rn'anzanos, peras, durazneros y ciruelos, rodeada por un seto vivo, que no tengo más aspiraciones q_ue al trabajo y al retiro honesto y en el silen-
con una cerca y portón; detrás había un prado para ejercitar los caballos y, a cio de la vida privada, dejando también asía mis hijos esa herencia noble, dig-
poco~ metros un estanque con patos; todo era aproximadamente tal como re- na de mi nacimiento y de m.i clase. " 36 Pero la granja no produjo ganancias y ni
cordaba los alrededores de los cascos de estancias en las pampas. Excepto siquiera bastó para los propios gastos en forma independiente. Sus ansieda 0

que no podía compararse con las grandes haciendas que había dejado atrás_ des financieras continuaron y vivía diariamente en el temor a las oenurias del
No le gustaban las granjas inglesas, apretadas y confinadas, donde tod,a la en1- mañana. Escribió a Josefa Gómez que sólo ganaba un poco con s"Us tareas ru-
presa constituía una lucha, "Muy poco y muy malo era lo 9ue había en esos ti: rales, ni siquíera lo suficiente como para sufragar los gastos, y que estaba re-
tulados farms. Todo he tenido que comprarlo y que hacen o. Pero no tengo. m frenado por la falta de-capital para expandir la producción. Pen~aba que se
hago lo preciso por falta de fondos", escribió. 34 Tenía dieciocho caballos_, tres vería obligado a renunciar a la casa, aunque la necesitaba para recibir a sus
toros jóvenes, sesenta vacas, veinte vaquíllonas y treinta y cuatro cerdos, a visitantes, que incluían a Lord Palmerston, el cardenal Wiseman, "y otras
todos los cuales podía alimentar de su propia producción correctamente cose- personas dela nobleza. " 37 Se quejaba deque el rumor difundído en Buenos Ai-
chada. Trató de vender lo que podía, pero sus expectativas comerciales que- res de que gastaba cinco .rr...il libras al año-eraÍalso. Luego pareció perder tan-
daron limitadas por la reducida escala de las operaciones. La.granja podía to su ánimo como su dinero; en la década de 1860 habló con frecuencia de
mantener cuarenta vacas más y mil quinientas ovejas, pero no tenia capital abandonar la granja y tomar una casa aun más pequen.a, en aras.de la econo-
para adquirirlas< Le hubiera gustado establecer una empresa de cría de gana- mía. También soportó tiempos difíciles en ios primeros años de la década de

324 325
1870 y volvió a manifestar que perdía dL.1ero en la propiedad, estorbado por fue agregando a éstos otros papeles, a medida que sus amigos los reunian y
nuevas restricciones al arrendamiento , obte..---iiendo muy poco de la tierra y ro- despachaban; en 1865 recibió unas diez cajas. Tenía así e.n su poder cartas y
deado de enemigos que le robaban, peones insolentes y campesh10s- codis=io- notas que había recibido dmante su desempefio del cargo, copias de las que
sos.~ había enviado, documentos oficiales de su gobierno, archivos del Tesoro y de
En su exilio, las actividades de la granja eran más una forma de vida que asuntos exteriores, y muchos otros papeles. Aun así, una gran masa de mate-
un negocío. una ocupación uara levantar su moral. una rutina diaria que le rial auedó inevitabiemen te atras; pane de ello fue reunido por ex partidarios
daba segltridad en sí-mismÜ. AEi lo explicó _a su familia, en tono conciliatorio, y fun-cionarios para guardarlos con seguridad, y el resto cayó en poder de los
"que en él están en juego mi salud, muchos a.'1os más de mi vida, y ia única dis- gobiernos siguientes pasando a formar parte de ios archivos nacionales. Pero
tracción a mis tan tristes como desgraciados días." La granja le restituyó su todos aquellos papeles que logró reunir en Southampton eran un consuelo en
identidad.. Se levantaba ter.nprano, tomaba mate, ensillaba su caballo a lo la adversidad, "mil veces más valiosos que mis bienes", decía, unafuentepor
gaucho y salía a cabalgar, con espuelas en los talones. las boleadoras al cinto, medio de la cual podía aconsejar a sus amigos, refutar sus criticas y confun~
el lazo en apresto y el viejo poncho ·argentino sobre sus hombros, con su lana dir a sus enemigos. Confió a Josefa Gómez que pasaba muchas horas en sus
de viculla aún fuerte después de cincuenta años. Recorría toda la granja, pobres ranchos, organizando su archivo: "Sigo conduciendo a estos ranchos
como un solitario patriarca de las pampas, orgulloso de su estampa y su habi- mis papeles y muchas otras cosas que no pueden ni deben ser vendidas, los pa-
lidad para arrojar el lazo y las boleadoras en sus más de setenta años, tal peles son numerosós y de muchísima importancia para mis herederos. " 42
como lo hacía en la campafia contra los indios en 1833-34. "Soy a la vez admi- Legó su archivo a su hija Manuela en Londres y, según el historiador Adolfo
nistrador y mayordomo", alardeaba, "puede que tenga aspecto de viejo,_pero
Sal días. alli fue conservado intacto. 43
mi trabajo, m.i experiencia y mi progreso me dan más capacidad que la del Ro;as asoiraba a ser escritor y hablaba de los libros sobre política y filo-
mejor hombre joven." Todavía sentía placer en dar órdenes y requería que le sofía que est3.ba preparando, además de u..11a autobiografía, pero ninguno de
respondieran si habían comprendido la orden y le contestaran sus preguntas. ellos fue escrito. El único trabajo que completó fue una gramática y dicciona-
Como lo hizo notar un hábil observador: "Su mayor felicidad parecía consis- rio del lenguaje de las pampas, cuyo manuscrito foe confiado en su momento
tir en montar su caballo y dar órdenes a sus empleados. º' 39 Amaba estar al aire a Saldías. En cambio, la mayor parte de los escritos de Rosas estaba en for~
libre y en las más calurosas noches de verano se quedaba afu_era hasta tarde, y ma de cartas y, de éstas, especialmente las de su correspondenc ia con Josefa
hasta dormía a la intemperie sobre la manta de su recado, como lo hubiera he- Gómez, es posible reconstruir su pensamiento político y social.
cho un gaucho. Normalmente regresaba a la casa al final del día, y entonces rea- El exilio no atemperó su rígido conservadorism o ni ablandó la crudeza de
sumía otra ocupación del .pasado, la del burócrata, revisando sus papeles, escri- sus opiniones. El punto de partida era todavía el derecho a~sol_rrto a la propie-
biendo documentos y ocupándose de su correspondenc ia, mientras su sereno dad privada y la dominación de los intereses de los terratementes, en general,
montaba guardia en la propiedad. Su estudio--dormitorío, en el primer piso, los principios de la autoridad de su régimen en la Argentina. La polarización
estaba lleno de libros y documentos, y sólo despejaban la mesa principal en un de la sociedad era una virtud, no un defecto. Era esencial atraer a los sec_tores
extremo para servirle sus comidas. 40 Era allí, a la luz de las velas, donde en- comerciales en desarrollo hacia los estratos superiores, alejándolos de las
contraba consuelo para su exilio en el recuerdo del pasado y la tranquilizado- masas; éstas debían ser mantenidas abajo, bien apartadas del' poder. El desa-
ra lectura de la historia. rrollo de las ideas liberales y democráticas lo llenaba de horror, especialmen-
te en los_años posteriores a 1850. "¿Dónde está el poder de los gobiernos para
hacerse obedecer?", preguntaba. La anarqllia estaba avanzando en todas
partes, y las autoridades debían ocuparse de sus defensas. Como Napoleón III
en Francia, las monarquías debían aprender a conceder y no ceder, actuando
5 desde una oosíción de fuerza, detrás de poderosos ejércitos. La revolución no
conocía fr;nteras y se reauería la acción internacional; los estados tenían de-
recho a interven~ en otrÜs eStados para aplastar movimientos subversivos.
Rosas llevó con él a Inglaterra abundante documentación , tanta como pudo, También la Iglesia debía luchar para defenderse, resistiendo los ataques del
en contraste con su imprevisión económica. Tenía ya preparado su archivo
liberalismo y. preservando su poder temporal. Rosas consideraba esencial~
para el embarque, empaquetado en diecinueve cajones. El 26 de enero de
mente a la Iglesia como una conveniencia política y fuerza social y al papado
1852, ocho días antes de Caseros, los hizo llevar desde Palermo a su casa de
como una soberanía absoluta que conservaba la tradición y lideraba la lucha
Buenos Aires y, desde allí, los cargaron a bordo y viajaron con él. 41 Después
contra la revolución. Desaprobaba e1 dogma de la infalibilidad papal, del Pric

326 327
mer Concilio Vaticano, como inapropiada para los tiempos turbulentos::Pero
1 a los dogma5 del viejo régimen, sospechando de toda novedad y consciente de
el poder político del papado era otra cosa-, y se mostraba partidario de una

f
su aislamiento cada vez mayor: "Sobre todo, el mayor tormento es quedar
efectiva dictadura del Papa, presidiendo un gobierno cristiano universal. Es- solo y extranjero en medio de generaciones que lo desconocen." Su modelo po-
t~ba ~~ f~vor del ~stablecimiento de una especie de Santa Alianza, una orga- lítico seguía siendo el de1 despotismo ilustrado_
mzac1on mtern_ac1onal ~e monarquías cristianas bajo la presídencia del j
Papa, que habna de resotver los problema3 del momento, contener a las cla- ij Para wi, el ide;:;1 de _gobierno feliz seria el autócrata paternal. inteligente, desinteresad?
ses trabajadoras e impedir la anarquia.44 Ésta era la exh'aordinaria conclu- e infatígable, enérgico y resuelto a hacer la felicidad de su pueblo, sin favoritos ni favori-
sión a la que lo condujo su lógica fanática. tas ... He desoreciado siemore a los tiranuelos inferiores y a los caudillejos de barrio, es-
r•1md.idos enfa sombra: he ii.dmirado siemore a los dictadores autócratas a ue han sido los
, Rosas e_staba al tanto dé las condiciones de la clase trabajadora, se com-
?ªªecía de los pobres y de los que pagaban alquileres e impuestos con bajos
es
¡)rimeros ser-vidores <le sus pueblo~. Ese mi gran titulo: he querido sieffipre servir al
pais.49
mgresos Y, ~ersonalmente, no era despiadado. Pero dejaba librado a la cari-
dad? al gob1e-:n~ paternal el remedio para la pobreza. Se oponía terminante-
me~ne al mov1m1ento de la clase obre:ra, que consideraba un insulto para la Ésta era su vísión de gobierno para 1a Argentina. su propio gobierno, for.
soc1_edad ~- lll:ª amenaza hacia la autoridad. 45 Detestaba al socialismo, al que mado exactamente para la necesidad del país. Sosienía que todo lo que había
hacia eqmva1ente al ateísmo y comunismo, v se mantuvo siempre como un estado diciendo y haciendo desde 1884 estaba justificado por los sucesos del
firme defenso~, del sistem~ capitalista. Con~ideraba un ultraje fa existencía momento en 1a Argentina, Américas del Norte y del Sur. y en Europa. 50 Toda•
de la Asoc1ac1on Internac10nal de Trabajadores, o Priméra Internacional, vía estaba convencido de oue su política era correcta. aun veía a la Argentína
fundada ~n Lon_dres_ en 1864, y jamás comprendió por qué la toleraba-:U. Ex~ge- con ojos conservadores_ SÍ bien no fue nunca tan reaccionario como su orácu-
r~ndo la lmportancia y confundiendo los objetivos del movimiento. la denun- io, Tomás de Anchorena ----a quien le hubiera gustado restaurar la Inquisi-
ció como atea comunista y tremendamente pelígrosa. una amenaza 'a todos los ción- Rosas se mantenía implacable en sus opiniones. Su filosofia de gobier-
derechos de propiedad y herencia. Hasta en Sussex, informó asombrado, uno no siempre partía de los derechos de la propiedad privada y la primacía·del
de los agentes de aquélla se habü~. dirigido a una muchedumbre de miles sector terrateniente. La gran estancia era la principal institución social de su
d_e personas, amenazando con que no estaba distante el dfa en que incendia- régimen, y los estancieros le habían dado poder absoluto, con facultades ex-
nan .en Londres los palacios de la aristocracia. 46 "Lo que he visto y veo es inso- traordinarias para gobernar con fuerza y, de ser necesario, por el terror. En
lencia en la plebe; licencia escandalosa sin freno en los agitadores; concesio- su gobierno no había lugar para el pueblo, ni para el menor disenso; los oposi-
n:s Y más concesí~nes ~in eq~librar1as; tumultos, reúniones, huelgas por tores eran anarquistas o "salvajes unitarios". Pero, en cuanto a federales y
d1as, .sem~nas, y aun mas en aigunos lugares. " 47 El único remedio era pode- unitarios, quedaba én ese momento claro que durante todo el tiempo él había
res eJecut1vos más fuertes y más policía. - sido ambos,porque las dos cosas representaron dos etapas del desarrollo polí-.
La libertad de pensamiento, de expresión'y de enseñanza, era la raíz de tico: el objetivo ulterior era el gobierno centralizado pero, antes, el federalis~
todo el problema. Esa clase de libertades permitían simplemente que los mo fue una preparación necesaria. Seguía identificando a Sarmiento como su
charlatanes, "esos que profesan falsas ideas, subversivos de la moral y el or- mayor enemigo y al liberalismo como la peor amenaza, tanto para la Argen-
de1:- pú~lico;', explotaran ~us punto~ de 1,ista conducíendo, una vez más, a la tina como lo era para Europa. Parecía no tener arrepentimientos sobre un
anarqma Ya la torre de Babel. Al rmsmo tiempo, los descubrimientos científi- solo detalle de su política y su conciencia permanecía incólume aun ante los
cos Ylos avances dela técnica sólo estaban lJevando hacia otra clase de desor- más controvertidos actos de su gobierno. Obviamente, consideraba al régi-
den, materialismo, codicia y cor:rupción. Las naciónes que toleraban esos de- men del terror como una consecuencia inevitable de los poderes eAiraordina-
sarrollos solamente recuperarían la paz cuando se sometieran al despotis- rios con que lo habían investido durante un periodo de crisis. Era cierto que la
TI:º-48 También sentía desdén por la educación gratuita y obligatoria, esoe- "crisis" habfa durado veinte años pero, ¿qué era eso ante Dios y la historia?
c1almente cuando leyó los planes de Sarmie!lto y Avellaneda en la Argentiña. La ejecución de Camila O'Gorman y su sacerdote amante no le causó la me-
Pe_:1_:5aba que la educ~c~ón era daflosa ~ara las clases más pobres, que Jes irn- nor inquíetud durante los años siguientes; estaba justificada para siempre so-
peu1a ~prender un oflc10, ganarse la vida y aceptar su Jugar en la sociedad; bre la base de que la anarquía moral necesitaba el castigo absoluto,
alentaba falsas esperanzas y llevaba a la vagancia y el delito, En la práctíca.
Ros_a~ t:'roponía herra~.lentas para los trabajadores y libros para 1.i élite, un Durante el tiempo en que presidí.el gobierno de Buenos Aires. encargado<le las relacio-
preJu1c10 que compartía con mucha gente de Inglaterra en esa época. nes exteriores de la Confederación Argentina, con la suma del poder por la ley, goberné
según mi conciencia. Soy, pues, el único responsable de todos mis actos, de mis hechos
A medida que el mundo cambiaba a su alrededor, él permanecía aferrado buenos como de los malos, de mis errores y de mis aciertos. Las circunstancias durante

328
329
los años de mi administración, fueron siempre extraordinarias, y no es justo que durar.te
ellas se me juzgue corno en tiempos tranquilos y serenos. 51

No mostraba señales de arrepentimient o por la expulsión de los jesuitas


ni, ciertamente, por cualquiera de sus politicas eclesiásticas, que tendían a
r-j
s nnpatia por el nac1onal1smo rrlandes, al contrario pensaba que ]a poÍítica
de Inglaterra era demasiado débil SI el gobierno bntaruco hubiera asunudo
desde nempo atras la suma del poder como Rosas lo habrn hecho en la A.rgen
tlD"-, no estana en ese momento enfrentado a la alternativa de perder Irlanda
~ o conservarla por la fuerza.5 6
manejar la religión según los intereses del Estado, y que fúeron posteriormen- ,; Rasas identific_aba dos amenazas en particular para los intereseS británi-
te criticadas por algunos hombres de la Iglesia en la Argentina. Se considera-
ba a sí mismo como un católico ortodoxo, como sin duda lo era, y sus cartas es-
f cos. Primero, quedó impresionado por la derrota de Francia en 1870 y la evi-
dencia creciente del imperialismo alem.ái7 y su fue:!:'za militar, que, según él
taban llenas de sentimientos piadosos e .h"lvocaciones religiosas, aunque no pensaba. destruirían el equilibrio de poder en Europa. Mientras tanto, la res-
parecía que concurriera a misa regularmente durante su eYil-io, Puesta del gobierno britárico al avance alemán era débil; la preparación
Las reflexiones de Rosas sobre política argentina carecían de interés e militar no era suficiente para proteger la posición material y moral
inspiración, a pesar de haberle asegurado Alberdí que "nadie tiene derecho a británica en el mundo, por lo tanto, la situación "de esta gran nación y
considerarse más versado que V. para conocer los asuntos del pueblo argenti- su giorioso futuro" estaban en peligro. 57 La falla era sintomática de la retira-
no. " 52 Sobre los temas que requerían antecedentes históricos o sobre aquellos da británica y su tendencia a ceder a todas las exigencias de los gobiernos ex-
que tenía documentación , tales como los sucesos de 1828-1829, y las disl)utas tranjeros. En segundo lugar, en Inglaterra no menos que en Europa, existía el
de límites con Chile, sus opiniones tenían un cierto valor .53 De lo contráfio, s'e ¡ grave ríesgo de subversión social -por cierto, socialista- que él veía di-
mostraba satisfecho con respecto al pasado y desdeñoso en lo que hacía ai pre- ti fundírse sin control y con inadecuada respuesta de la autoridad. La policía
sente; consideraba en sus apreciaciones los factores social y económi- ¡¡
era buena pero escasa. "Cuando llegué a este Imperio, hace diecinueve anos,
co, y juzgaba a la poiítica exclusivament e en términos de personalida-
des y facciones, federales y unitarios, lealtad y deslealtad. Rosai:; sobrevivió
'
~ un solo vigilante en esta parroquia era suficiente. Sigue siempre ese uno:
nada más, cuando ya ·serian necesarios veinte, para contener los robos, las
al vencedor de Caseros, cuyo asesinato en 1870 aparentement e no lo sorpren-
dió ni lo conmovió. "Por el contrario, lo admirable e inaudito en el general Ur- .i auemazones y la insolencia de la plebe. " 58 En .Inglaterra, la libertad de reu-
Úión había llegado a convertirse en licencia para la anarquía. El Estado de-
quiza es su permanencia en el poder, aunque siempre declinante debido a ac- '$
tos que dañan a él y a_sus amigos y son favorables para sus enemigos." Rosas ,t bía prohibir todos los ataques a la monarquía, al gobierno mismo y al orden
E establecido: "El gobierno inglés y el de los Estados Unidos, no tienen garan-
le había aconsejado que entregara y se marchara, pero el consejo fue ignora-
do. Fue un desgraciado destino pero, ¿podía un hombre que se babia alzado en li tías contra la anarquía, y hay necesidad urgente de dársela, so pena de aca-
barse la libertad y entronizarse el despotismo sostenido por la fuerza. "ss Ese
rebeiión criminal contra Rosas esperar algo mejor para si mismo ?54 í era ei contexto en el que-Rosas formuló una de sus más intransigentes afirma-

''
El conservadoris mo de Rosas no era único en el siglo XIX, ni sus ideas ciones políticas: ;'Cuando hasta en las clases vulgares desaparece cada día
originales. Se distinguió por su persistencia a lo largo de toda una vida. Su ,[ más el respeto al orden, a las leyes y el temor a las penas eternas, solamente
mente estaba fija en un molde rígido; no consintió nada por movimiento ero-
,q
los poderes extraordii,ario s son los únicos capaces de hacer respetar los man-
. no]ógico o cambio histórico, y su pensamiento estuvo cerrado debido a la in-
. fluencia del tiempo y lugar. Vivió en Inglaterra durante un periodo de grandes
,:j' :damientos de Dios, las leyes, el capital y a sus poseedores. " 60
cambios políticos, pero eso no parece haberlo impresiónado, excepto, tal vez,
para intensificar todavía más sus propios instintos; mientras que e! cOnser- 1!
vadorismo reformador de la época de Disraeli le resultaba incomprensible.
Aunque los hechos de.esos años sólo encontraron un débil eco en sus cartas, es
muy claro que su pesimismo político se apliCaba también a Inglaterra. D·es-
pué-s del Acta de Reforma de 1867, estaba convencido de que Gran Bretaña
.] 6

empezaba a caer de su eminencia, saltando de cabeza al desastre, victima de


una democracia excesiva y del liberalismo. La élite necesitaba fortalecerse,
Ji Ésas eran sus ideas privadas, reveladas a corresponsalés en quienes confia-
ba. Rosas no vivía en el centro de los acontecimient os en Inglaterra, y nadie lo
pensaba, mediante la creación de títulos nobiliarios vitalicios y no partida- j consultaba con respecto a sus opiniones. Siempre fue tratado con respeto y sin
rios, iguales en número a los hereditarios. 55 La enseñanza que podía apren-
derse de lnglaterra y su política estaba expuesta en el acta de preservación de
la paz, de 1870, para controlar en Irlanda la agitación agraria. Rosas no sentía i
:· olvidar su presencia. Una o dos figuras públicas lo reconocían y, en 18'77, The
Times le rindió honores con un obituario aue redimía su anterior hostilidad.
Lo conocían en la zona de Southampton colllo un residente ínteresante. y sus

330 331
as.untos aparecían ocasionálmente informados en la prensa local; pero él te una duda. ¿Se trataba de una amistad imaginaria? La verdad parecería ser
II:1_smo se guar~ab~ de los periodistas y otros visitantes, porque había apren~ aue Rosas exageró sus relaciones con Palmerston, y que sus acercamientos
dicto _por experiencia que sus infor.rnes podían terminar en forma falseada v ~o fueron al.entados ni retribuidos. La amistad era una fantasía_q:1eRo~as ne-
poco grata en los periódicos de· la Argentü1a_ Desde 1352 fue una especie d~ cesitaba inventar para afirmar su identidad, enaltecer su pos1c1ón e 1mpre-
producto político en exhibición y a medida oue fueron uasando los años S"' con~ síonar la opinión en la Argentina. .
~tió en una curíosidad. Su lugar en la Arf;entina ev"o1ucionó de historia re- Rosas concedía entrevistas a muchos visitantes, la mayor parte ae les
ciente a creciente mitología. En Inglaterra vivió enrelatívo aislamiento. reti- cuales llegaban por simple curiosidad o en busca de una nota para _los ?e~iódi.-
rado de los hombres Ylos acontecimientos. Parece haber tenido algún col1tac- cos. A casÚodos les decía lo mismo. Habia servido bien a su pa1s, ?1~ndo :uego
to con el cardenal ~icholas Wiseman, arzobispo de V'7estmfaster. Y hablaba des0ojado en forma fraudu1enta de sus propiedades, obligado a v1vrr en _rn po-
de una larga vinculación conLordPalmerston, el lli7ico hombre de Estado bri- breia y ganar un ingreso con el sudor de su frente; a su edad, todavía tema 9ue
tánico que le había dispensado su amistad, trabajar, aunque gozaba de buena salud, _vivía modestamente .en ::cu granJa a
Rosas no se acercó a Palmerston durante los tres orimeros años después la usanza criolla, rodeado de libros y papeles y aislado de la s~c1ed~d, excepto
de su llegada a Inglaterra. Luego, en 1855, escribió su.primera carta cu8-ndo en el trato y amistad con unas pocas personas ~w.Jnentes. Sm embargo, con
Palmerston era primer ministro. A ésta ie siguió una entrevista y nuevas car- uno o dos argentinos tuvo conversaciones más serias. . .
tas de ~osas, d?ce en total, una de ellas acusando recibo de un presente de Alberdi lo conoció en Londres el 17 de octubre de 1857, cuando era mm1stro
caza, otra el recibo de una tarjeta de visita. 61 Sólo existe una respuesta conoci- de 1a Confederación Argentina en Europa y Rosas estaba de visita en l_a ciu-
da de Palmerston, breve y formal. 62 Por otra parte, las cartas de Rosas eran dad para arreglar la publicación de su'.protesfa. La ocasión fu~ una com1~a en
una triste mezcla de adulación, servilismo y auto justificación, e incluían fra- la casa de Mr. George F. Dickson, banquero y cónsul general de la Confeoe:a-
ses idénticas, oraciones y párrafos enteros que había empleado en cartas a ción. 66 Alberdi recibió u.I1a favorable impresión. Encontró a Rosas agradaj)le
otros, particularmente a Josefa Gómez. Fueron seguidas por tres cartas, aun e interesante, más viejo de lo que él esperaba a la edad de sesenta Y cuar.ro
más e~barazosas, a la viuda de Palmerston, que al parecer no tuvieron con- anos, de cabello gris, bien afeitado, pobremente vestido; hablaba de caballos
testac1on. y política y se mostraba muy dueño de sí mismo y en dominio de la sit1:1ac1ón,
Ro~as_ 3!irmó que Pal;-11erston acostumbraba a visitarlo una vez por ailo, aunque sin alardes ni arrogancia. Rosas describió los actos des~ gob1e,rno Y.
Y que el v1s1taba al estadista inglés todos los días de Año Nuevo, en Broad- las ejecuciones como "hechos políticos de la guerra civil de esa epoca.'
lands. No.~a~ evidenci_as de esas visitas, aunque Palmerston menciorió una
vez-e~ s_u mano que el "General Ros2s vino por la tarde", y Broadlands estaba ,-'\.l ver su figura toda le hallé menos culpable a é.l que n Buen?~ Aíres po_r su dominación.
lo suflc1entemente cerca como para que pudiera haberlo hecho.63 Nombró a Habló mucho. Habla Ín"lés mal; pero sin detenerse, con fac1hdad. Es Jovial):' aten_to en
sociedad. Después de 1t mesa, cuando se alejaron las seriaras'. habló mucho ct~polmca,
Palmerston su albacea cuando redactó por primera vez su testamento en Acababa de leer él todo lo que trajo el vapor de antes de ayer sobre su proceso. No por _eso
1862, aunque ~in conocimiento de aquél, y probablemente para dar fuerza a ~staba menos jovial y·alegre. Me llaman por edicto-decía-- ¿pues est:3y loe~ para 13: a
su~ reclamac10nes,contra _el gobierno de Buenos Aires. Rosas aseguraba que entregarme para que me maten? Niega a Buenos Aires ~1 .derech_o de 311zgar10._ Repite
Paunerston le habia ofrecido ayudarlo para recuperar sus bienes: como de memoria las palabras de su protesta. D1ceque el umco gobierno de ª1:1!orrdad so-
berana es el de la Confederación, no ei de Buenos Aires .. _Habló con moderacmn y respe-
to de todos los adversaríos, induso de A1sina. ITT
· El Lord Pal~erston me insinuó la oferta de los buenos oficios confidenciales del Gobier-
no .de Su ~aJ~tad para 1a dev~lucíón de mis propiedades ... Mi contestación, aunque la
mas_ entra_!'.labi~men_te ~gra~ec1da ~l Lord Palmerston, íue siempre la de no obligar al Alberdi era un hombre tolerante que no alimentaba ágravios; ii1terpr~ta-
Gob1e:n? ae mi patn.a, ~e quien debm yo esperar no tau distante la debida justicia. ¡ Qué ba el cambio histórico en términos de factores generales, no de personahda-
d_escredito para los ~ob1ernos de la América cuando se ve que el General Rosas ha mere- des.sa Pensaba que los rencores del pasado eran inútiles ya que Rosas est~~a
cido de uno d~ los Primeros ~ombres y de uno de los primeros Gobiernos de Europa lo que derrotado y destronado, y e1 encuentro en Londres parece haberlo con~enc1ao
no ha merecido de nmguno ae los de la América toda!w -
de que en su ex enemigo había más que una reputación d~ opresor. El d}-ctador
Cuan~? ,Palmerst~n ~urió, en 1865, Rosas lamentó la desaparición de un había estado expuesto a la civilización, había sído "bau~_ado en _Lanares por
gr~ ~sta?,Ista, cuya_ pe~dida seria dolorosamente sentida no sólo en Europa y la libertad", y había aprendido de Inglaterra que los partmo.? podía~ oponerse
Amer1ca Y muy pnne1palmente en esas Repúblicas del Plata, como lo van al gobierno sin ser enemigos nacionales dignos del ca~als?. A~berdi_:xagera-
ustedes a conocer en poco tiempo, " 65 Habló cálidamente de Palmerston a ba la influencia ejercida en la mente de Rosas por las mst1tuc~~nes lmres, ~-
cuantos lo entrevistaron y en sus cartas a Buenos Aires. Sin embargo, subsis~ sioso sin duda de reclutarlo para su propia causa, Y lo elog10 an~e Urqmza
comCl una personalidad reformada y un buen amigo de la Argentma Y de la

332 333
Confede racíón: "Induda blement e el genera.í Rosas se conduce mejor
vencido, que lo hacia como vencedo r. Los trabajos y el espectác ulo
libre de Inglater ra han influido mucho en E!l." 69 Más tarde, en 1864,
como
de la vida
más im-
-r:. de partir de Southam pton en via¡e a Buenos Aíres Rosas parec10 recupe
rarse pero gradual y tiernam ente fue separan dose de ella Muno
de la manana del viernes 14 de marzo de 1877 cuando tema ochenta
anos n Hubo una misa de reqmem en 1a iglesia catohca de Southam
a las siete
y cuatro
presiona do todavía por la conduct a resignad a y honorab le de RosaS
lio, su laborios idad y dignidad, A1berd1 le aconsejó escribir una breve'.m
ria, ciando los hechos documen tados de su gobierno, e] logro de la
en el.exi-
emo-
ley y el or-
.,
.. tenorme nte fue enterrad o en forma privada en el cemente rio de la
en presenc ia de unos pocos pariente s y amigos. The Timespubllco
pton y pos-
cmdad y
un obitua-

f
Jen, de la moneda sana y el respeto internac ional, en compara ción rio.
con la si- Una coheren cia extraña marcó la vida de Rosas. Se dijo acertada
tuación actual de la A.rg::mtina. 70 Pero Rosas jamás escribió una memoria mente
po- de su exilio, "su mayor felicidad parecía ser montar su caballo y-dar
Jítica; el tiempo permane cía detenido para él. era Alberdi el que avanzab órd~nes
a. 1 a :sus emplead os. ''73 Ésa fue también la verdad sobre su vida enl.::. Argentm
Quince años más tarde, VicenteG , Quesada , un hombre de letras y a,
del go- .f- en la estancia , en la campan a y en ei gobierno ,
bier:10, desemba rcó en Southarn.pton en su viaje a Europa y fue a visitar
a Ro-
sas con su hijo Ernesto , Posterio rmente sintló cierta vergüen za por
haber ido
a visitar al desampa rado anciano por pura curiosid ad, y no publicó
la entre-
vista. Sin embargo , su hijo, que tenia entonces catorce años, conservó
las no-
tas del encuentr o y cincuent a años más tarde las utilizó en su historia
La. épo-
ca de Rosas, Aceptan do la natural deforma ción, esa entrevis
ta tal cual fue re-
gistrada , daba una verosím il impresió n de Rosas en el invierno de
su exilio.
Los visitante s admirar on su fideiídad a las costumb res rurales y las
tradicio-
nes críollas, y quedaro n asombra dos por la profusió n de papeles en
los que es-
taba trabajan do. "Era entonces aquel octogen ario un hombre todavía
hermo-
so y de aspecto imponen te; cultísim o en sus maneras , el ambient
e más mo-
desto de la casa en ñada amengu aba su aire de gran señor, heredad
o de sus
mayores . La conversa ción fue animada e interesa ntísima. " Incitado
por Que-
sada,' Rosas expuso su acostum brada apología : había impuest o un
gobierno
fuerte como única respuest a a la anarquía , y había goberna do como
un se"rvi-
dor del pueblo. Ésa era su justifica ción; no tenia arrepent imiento,
aunque sí
cierto resentim iento.
Subí al gobierno encontrán dose el pais anarquiza do, dividido en cacicazgo
tiles entre si. .. convertido en un verdadero caos_ un infierno en miniatura s hoscos y hos-
pues antes de dictar una constitución arraígar en el pueblo hábitos de .. _Era preciso
gobierno y de vida
democrát ica, lo cual era tarea larga y penosa. Cuando me :retiro con
-porque habia con anteriorid ad preparad o todo para ausentarm e, encajonamotivo de Caseros
':,' poniéndo me de acuerdo con el ministro inglés- el país se encontrab ndo papeles
mente preparad o para el ensayo Constitucional, Y Vd. sabe que, a pesar a quizá ya parcial-
se pasó una buena docena de años en la lucha de aspi:raciones entre porteños de ello, toda,ia
nos, con la segregaci ón de Buenos Aires respecto a la Coníederación y provincia-
Me considero ahora feliz en esta chacra y viviendo con la modestia ..
que ·vd. vé, ganando a
duras pehas el sustento con mi propio sudor, ya que mis adversari os
mi fortuna hecha antes de entrar-en política y la heredada cie mi mujer, me han coniiscado
reducirm e a la miseria y queriendo quizá que repitiera el ejemplo del pretendiendo así
que pedía el óbolo a los caminantes.71 romano Belisario.

Pasaron pocos años más. 1-]nfrio y húmedo día de marzo de 1877 salió
dela
granja; al regresar , no se sintió bien, y rápidam ente cogió una
neumo-
nía. Fue atendido por el doctor John Wibblin, su médico desde 1852,
quien lla-
mó a Manuela que estaba en Londres ; ella llegó sola, ya que su marido
acaba-

.·ji

334 335

..·;: .. .,
r-
f
1 NOTAS

J
,¡ INTRODUCCIÓN

l "Situación social'', El l'lacional, Fde junio de 1857. Obra.s de D. F. Sarmiento, vol. 24


1
!
(Buenos Aires, 1899), 27 /
2 Bartolomé Mitre, Hístoria de Belgrano y de la índependencüi argentina (6a. edic., 4
vols., Buenos A.ires.1927), IV, 183-4.
l Antonio Zinny, Historia de los gobernadores de las provincías argentinas (5 vols ..
Buenos Aires, 1920-1), II, 178.
1 4 Ernesto Quesada, La época de Rosas (Buenos Aires, 1923), 64.
José Maria Rosa, Defensa y pérdida. de nuestra i.ridependencia económica (3a. ed ..
!' Buenos Aires, 1926) ; Estudios revisionistas (Buenos Aires, H/67).
Eduardo B. Astesano, Rosas: bases del nacionalismo popular (Buenos Air_es, 1960j,
64-9. .
1
J
7 H. S. Ferns, Britain and Argentina in the 1Vineteenth Century (Oxford, 1960), 211-17.
8 Miron Burgin, The Economic AspeCts ofArgentine Federalism 1820-1852 (Cambrid-
ge, Mass., 1946L 109.
Tulio Halperín DonghL Argeniiiia; de la revolución de independencia a la confedera.-

1
.f
ci.ón rosísta. (Buenos Aires, 1972) 301-3.
10 Hamilton a Wellington, N° 27, 14 de abril de 1835, PRO, FO 6!47 .
11 Charles Darw.in, Journal oí Researches into the Natural Hístory and Geology oí the
Countríes visited during the Voyage oí H.M.S. "Beagle" round the World (9a. ed.
Londres, 1890), 51-4; CharlesDarwinandthe VoyageoftheBea.gle,ed. No-ra.Barlow
(Londres, 1945), 90.

1 12 Charles Darwin a Caroline Darwin, 20 de septiembre de 1833, Chai:lesDarwin aiid tbe


VoyageoftheBea.gle, 90. ·
13 Charles Darwin's Diary ofthe Voyage oí H.M.S. "Bea.gle", ed. Nora Barlow (Cam-
bridge, 1933), 172-3 (4--7 septiembre de 1833).
14 Darwin a Lumb, 30 de marzo de 1834 ..John H. Winslow, "Mr. Lumb and Masters Me-
gatherium: an unpubiished letter of Charles Darwin from the Falklands". Joumal of
Historical Geography, 1,4 (1975), 350.
15 CharlesDa.rwin'sDiaryofthe VoyageofHJl!.S. "Beagle", 164.
16 Ibid., 164,183, 190; Charles Darwin and the VoyageoftheBeagle, 205; Journal, 85_
17 Sir Woodbine Parish, Buenos Ayres and the Provinces of the Río de la Plata. (2a. ed.,
Londres, 1852i,
18 BritishDiplomacy in the River Plate (Londres, 1847), 8-9.
19 Wílliam MacCann, Two Thousand Miles' Ride through the Argentine Provi.nces (2
vols., Londres, 1853), I, vil ..
20 Ibid., 11, 5. .
21 WilfridLatham, TheStates oftbe River Plate (2a. ed., Londres, 1868), 342. Primera
edici'on 1866, escrita desde su casa en el campo después de un cuarto de siglo en la Ar-

337
ge nti na . "A ho ra
cu en ta. " las pa lm as de mi s ni.anos
est án en du rec ida
22 f'a ris h_ a Ma - s, mi s ve ran os son
nuela
La Pl ata , 1904-7), .,T errero, jul io 1&713, cin-
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172--5 '. so bre las cir a Pulp,eria", en Th 17 dE
me Gr ah am : A cu ns tan cia s. vé:
ase Ce dn c W att s
irt een Sto.des (L
on dre s . 1900-l, 18 :rranc1ds Bo nd He a , ou gn "ot ec tak
" ~ e1 1d urm gs om era p1 dJ ou thePam
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r-ui;~ aJpr;:¡oa
24 As ilo lla ma gra
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ca de Bu en os Aires en
,
is Sh rub sal l, W.
H- Hu dso a, Wr ite ro, pu bli cad o po r pri me ra ve z en Irao~ 10; yC0111umcae1on ;:,t,
26
79-80.
Far .Away andLon r an d Naturalis.t a~ ae1~
21 ~;;_~~~ Burgm
2
~o drí gu eZ MOlas es, Li l - 96 ,., -~ ""
H;storrn sOC~f:I 1 , ! 't_j;:! '~ueno::, A:u:es, 1%8) 201
laa ec a•

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~e -$ , Ern1.il0-~ o -,J
17:..,5, _?e:g10 :Bagu J.
1 a f!r da d so ore Ja
enf üeu
'nJ 1m CO d.e igr s1s ae R1 ?d~:'.:~
1
t-
28
29 T.horna.s Hobbes, Le !lecte.d Poems of
v.iathan CEv-ecy"1I1John Ma.sefield
(L
AP"--..:ndice .a "E l
on dre s, 1927).
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EJ.:;:~ eJ~dmto
et1
upu R1 ía. 1.t
Oa.aone i.-,1 ourgpSV .w. U
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a ,3;,. eo. Buenos ~s 19-67 ¡ 7&-9-1 tin a
an's Ll bra ry, Londres:, 1976
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ini en tas hec~ar1::e.
' ieg ua cu aa raa ll
equ1-
Ca pít ulo 1 SE NO 'fUlio l¼lperm Dong ,0Juc16n de wdepend
R DE L-1,.S 23 CJOJJ rosista (B hi ArgeIJti.n<'-, e encza. a.la confedera
LL MU RA S-
Ita rg ur en Ju an
uenos 4-Irfd 1r2.sa;8144 59 87)
Celes1a, Rosas, ap
Adolfo Sa ldí as, ManlleJ e o ortes para S/J h.isto-
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,,,. -. Los Andioren
ciün Argentina;
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0s el s1gJo xn. (:Buenos A1

-
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(B ue no s Ai res , 19 iód e 1868, Cartas sas lba rgu ren Ju an
del exilio 1&.'13-187
ma, su tie mv o (B ue
3 '\Villiam Ma eC
i4j , 102; Ca rlo s Iba
no sA ire s.1 96 1),
rgu ren , Juan Ma
U.
nu el de Rasas: su
5, ed., Jo sé Ra ed
vi.da, su dra -
Z€ J J Ao ch ore
'XI No nto ya , ms na a 1;f
to na e,105 salaaeros argentinos 50 3
Ma nu el de RDS/!IS
a2
an
4 Lucio V, Ma ns n, Two Thousand M1ies' Ri de . ii, 28 lb1d , 54
Ro sas füs tru cc wn
ma : Rozas: Ensay 9. _ 29 Juan Ma nu e1 ue es a los ma yo rdo d p Carlos

i
Te rre ro, lO de no
v.1831, Em ilio .R o his tór ica -psico16gico (Pa rís L ee 1Buencs \ mo s de estane1a.
y otros en sa yo s ,(B av . 191 'lli"es, 1-942 s e
uenos Ai res , 1945),ign an i, Inf ere nd as so br e Ju an Ma3), 21; Ro sas a '·...
30 '~ m ar ia " 1s19 Sa ldr ns
H. e ·
5 Sa ldi as, Pa pe d 1 der ac1011 1 35~
les de Rozas, ii, 51. nu el de Ro sa s "S e,r un da Me mo
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f!is 1a ~
lm as eJ 1~ oRow Je la Co a~rac6wn 1
n:sas a u-anfe
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Bu en os Ai res , 196 ne sto R, Ce1esia, Rosas, ap ort es ""
Jullo Vi de. po!.J.uuca de Ju¡µi Manu ves de su co , ,221 34 lrn 2u sta
"'·
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B), .ü, 31; Iba rgu
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0 !3 Ca rta s ael e:,:1lrn 131
7 "S eg un da me an Ma nuel de Rosas (B ue no
mQria de l co ron el Ju s Ai- ru ca rao Le ve ne ·:;;,sJ,~;::i{_::~:~!J!
Confederacióo an Ma nu el de Ro de rm a Na cio na ,L aa na rq wa \:apublica deRof;~~A
8 So utb ern a .Pa , i, 221-34; Sampay-, 100_ sas ", 1821, Sa idi as,
HL ,:;toria de ~ ~ • l de 1a Hi sto na . Ob sdeR.1carc10Leveae 4,B 1~-
9 Ma nu el Bi lba im erston, 18 dic. 1850, fil la ' · ra ue no sA ire s ....
1C , Pa im ,
1í 35 "Maw.f1es d R s" 10 oc t
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tia de la Confede res ,
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bri dg e, Anc:horen'.-1-, B!ep rre ter o, Lo s An cho
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º- Lamadnd
Memorias.~, 19J • ,. , .
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l. 4.(l Ce les ' :rt r . ;_,. 60 .'J. uoracio c. .
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nómicE de la ga
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J 41 "S eg un da me
mo ria ", 1821, Sa
a _ _ d fa Cot!Í"'de -
La str a, La. lanza Indios Pa mp as (B cu atr o rµil era n gu err ero s act ivo s.e. ~ v•a p po ldí as. Hi sto ria ración, i, 309; lra
zu sta ,
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Muhli. Lo s-3.indios
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•B
den~ . s Ai res '9 99) 77.
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ción de
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are on tbe Pa mp _. , ed 5 vo ls. Bu en os J: mo ae rna íodelaPlatE \2a.
28. a du rin gth eC olo 1946-50), i, 133--4; Al fre d J. Ta p-
nia l Pe rio d" , HA
44 J J An "~ ren a a E.o Ai res , 19 lO l' V' 39
sas, en e. 1824, fy· en Juan Manuel
HR, 42 (1962), 1- 45 "M ~m o;i a" ar ~r d '1 confederac de Ro sas, 85.
,.22 jul
Vida politic2., ~, 154. IB2S, Sa ldi a.s , HiSWmJ. - d/182{! 166
ión i 235--46; lra zu
sta ,
46 Mensa.Je, 18 mq .-61 ; Le v~ v¿ tfs ~r fc g~ -8. · '
.y. 1825, Ar e :la Provk"ci.a de. -
338 Buenos Ai:res, Me
ns<ues

339
J
de los gobernadores de la. provincia de Buenos Aires 1822-1849 (2 vols., La Plata , El Lucero, Nº 78, 9 dic. 1829, incluido en Parlsh a Aberdee~, Nº_53\12 die. 1829, PRO,
1976),i,39. ' 86 wo 6í27. Véase también Celesia, Rosas, aportes para su hJstor1a, 1,.103-4.
47 Pedro de Angelis, Acusación y defensa de Rosas, ed. Rodolio Trostiné (~uenos Al- ; F'arish a Aberdeen, N° 53, 12 dic. 1829, PRC:, FO 6i27 .. , , , _ •• _
res, 1945). 87 Para un relato original ~e la "ca~rei.:a ~e Ja revolu_c10n 1·, vea~e Hal_pe:ll;, Polmcs,
SS
4B Ponsonby a Canning, W 38, 20 jul. 182í, PRO, FO 6/18. E nomics and Societv m Argenr.ma m theRevolut.1onary Penod, 2L-b, 3.82-9~._
49 Parish a Canning, Nº 15. 14 mar. 1826, PRO ;FO 6/ll 1r'f~te, lvfemorias, ü( 25-6; véase también A..ndrés_M._ Carretero, ':comnbuc:on ~1
89
50 Petición en c_ontra dela dí visión de la provincia, en Archivo Histórico de la Provincio. co~""';"""ie:nro de la pfopiedad rural en la provrncrn cte Buenos Aires para -&10 ,
de Buenos _,u.res, Documentos del Congreso General Constituyente de 1824-1827 (La BJHAER, tomo XIII, 2 serie, N° 22·3. '.~970), 246-~2- ,,
Plata.1949) 279. Sergio Bagú, "Los umtanos: El parnao de la umdad nac10nal Revista de Historia.
51 Enrique M. Barba, Cómo llegó Rosas ai. poder (Buenos /üres, 1972), 8. 90 2 (1857), 23-36.
52 Domingo Faustinc Sa.r-:niento. Facundo (La Fiata. 1938.). 7'2.. 120. Para una anreciB-
91 ):fa~stlla. "R""'"'"'. u,;_
ción del régimen de ruvadavia. véase Ricardo Piccirilii, Rivadavia v su tieninn (:,_,. 9.2 Véase más arriba, nota 10.
e?. 3 vols .. Buenos Aires, 1960); y Sergio Bagú, El plan económico dél grupo Éi~a'a;~
nanolBll-1827 (Rosar10, 1966).
53 Ponsonby a Canning, Nº 38, 20 jul. 1827, PRO, FO 6/18. Capítulo 2 ESTAl'l"CIERO
54 fnarguren, Juan Manuel de Rosas, 102.
55 "Memoria", 22 jul.1828, Saldias, Hisiorja de 1a CorJederación. 235-46. Domin~o Faustino Sarmiento. lnmifiI"ación y colonización, en Obras de D.F. Sar-
56 Woodbine Parish, Buenos A)Tes, 196-20, 204. miento (53 vols., Santiago y Buenos .Aires, 1887-1903), xxiii, 292. .
57 Ibarguren, Juan Manuel de Rosas, 104. 2 El relato de Vázquez de esta célebre entrevista fue pu~1icado en forma _mcompleta
58 "Segunda Memoria" 1821, Saldías, Historia de la Confederación, i. 233. por Andrés Lamas, "Confidencias _de don Juan Man:1e11,e Rosas.en el dí~ en que se
59 Burgin, 109-10, afirma que Dorrego representaba el ala democrática del partido fe- recibió. por la onmera vez, del gob1erno de Buenos Aires· . Rev1sot1 d~ R:io deJa Pla-
deral, Rosas y A.nchorena el ala derecha. La presente obra sugiere una distinción di- ta, 5 (1873), 596--006, reproducida en H]storia de la. li~eratura arg~tina,.de Ricardo.
ferente, entre verdaderos federales y pseudo federales. Rojas (9 vols., Buenos Aires, 1960), liL 250--4.; para el texto completo, vease Sampay,
60 Ponsonby a Dudley, 15 oct. 1827, PRO, FO 6/19. 129-36.
61 Tomás de Iriarte, Aiemorias (11 vals., Buenos Aires, 1S4-4-69), iv. 86. Charles Darwin, Jouroal, 96.
62 Ibid, iv, 72. 4 Griffiths a Palmerston, Nº 4, 9 abr. 183-4, PRO. FO 6í43.
63 Ponsonby a Dudley, 27 dic. 1827, PRO, FO 6/19. Ramilton a Palmerston, N° 45, 21 j~- 1~5, PRO. FO 6/47.
64 Lucas Ayarragaray, La anarquia argentina y el caudillismo, (3a. ed., Buenos Aires. Saldías, Historia de la Confederac10n, 11, 112.
1935) 115-16. 7 Gaceta Mercantil. 19 jul. 1835. .
65 El Tiempo Nº 175, 3 dic.1828, .incluido enParlsh a Aberdeen, W 38. 3 dic. 1828, PRO. g ,José María Rosa, "Rosas, la sociedad rtiral, los terratenientes Y Alvaro Yunque",
F06123. RIIHJMR, 22 (1960) [1961], 335--43. . , _
66 Parish a Aberdeen, N~37,"2 dic. 1828, PRO, FO 6/23.
, 67 Parish a Aberdeen, W38, 3 dic. 1828, PRO, FO 6/23.
.·•. ·¡ Miguel A. Cárcano, Evolución histórica del régimen_ de la tierra pubh!:a.:.,~81M916
(3a. ed., Buenos Aires.1972), 56-7; Barba, Cómo llego Rosas al poder, bO--... Ibargu-
68 Ricardo Levene, El proceso histórico de La valle a Rosas {Academia Nacional de la ren, ,Juan Manuel de Rosas, 137; Levene, Lavalle a Rosas. 26&--7, 307.
Historia, Obras de Ricardo Levene, 4, Buenos Aires, 1972) 195-6. 10 Véase más arriba, pp. 33, 36, 41.

n-
69 Parish a Aberdeen, N" 44. 1:rdic. 1828. PRO. FO 6/23. · )_i u Parish aPalmerston, N" 13,.20 ju!. 1831. PRO, FO 6132.
70 Parish aAberdeen, N°2, 12 ene., 1829; PRO; FO 6/26. 1
12 Fax a Paimerston, N" 3; 29 oct. 1831, PRO, FO 6/33. _. ·-·
13 Sobre la Campana del Desierto véase Saidias_Historia de la Con(~derac1on, m. 29-
72 José Antonio Beja a Rosas, 1 oct. 1829, AGN, Secretaría de Rosas, Sala X, 23-8-4. •I 60 - Artu:ro de Carranza, La Campaña del Desierto de 1833: Plamf1cada ~- llevad~ a
73 Rosas a López, 12 dic. 1828, Bilbao, Historia de Rosas, 197-8; lrazusta, Vida política.
i, 189.
r¿.
cabo por el Sr. Brigadi~r. GraJ- Manuel de ~osas rn:ienos Aires,}969; j Celes1~,
Rosas, aportes para su mstona, i, 286; Margarita Ferra de Barr.ol, E,l or1s_en de m
74 Parish a Aberdeen, Nº 3, 12 ene. 1829, PRO, FO 6/26. ca:mpañíi al desierto de 1833", Trilbajos y Comunicaciones, Nº 1? (1~1!: 31-;;il.
75 Juan Manuel ¡ieruti, Memorias curiosas, en Biblioteca de Mayo (17 vols Buenos Ai- 14 Mensaje, 1832,-en Archivo Histórico de la Pro~in~ia_de Buenos ~res Ricardo Ley-e-
res11960-63) iv,_4010. ne". Mensajes de los goberm;dores de la provme1a aeBuenos Aires 1822-1849 (2 vo1s.,
76 Lamadrid, Memorias, i, 292-93.
La Plata, 1976) í, 66-7. .
-77 Parisb aAberdeen, Nº 2, 12 ene. 1829, PRO. FO 6/26. Carta pública en favor de la expedición emitida al dejar el cargo,_ en Juar~ M':::1-uel ae
15
7a John Anthony Y.ing, Twenty-four years in the ,4rgentíne Republic (Londres, 1846), Rosas Diario de la expedición al desierto (1833-1834) (Buenos .A_jres, 1965), ;i;:i.
224-5. Orden'del día, 11 mar.1833.. lrazusta, Vida Poiitica, ii, 203. _
16
79 Celesia, Rosas, aportes para su historia, L 113. Woodbine Parish, Bue.nosAyres, 206--7.
80 King, op_ cit., 241·2. 17
18 Darwin, Journal, 5L
81 Parish a Aberdeen, N" 21, 20, abr. 1829, PRO, FO 6/26. Rosas, Diario, 17 may.1833, 99-100.
19
82 Parish a Aberdeen, N• 31, 9 jun. 1829, PRO, FO 6/Zl.
20 Ibid., 136-7. . . , ed ·
83 Levene.-_Lavalfe a Rosas, 262. . -·· 21 José María Ramos Mejía, Obras comp1etas. 1-3: Rosas Y su tiempo 13a -, 3 vo1s:,
84 Parish aAberdeen,N' 49, 14 noV.1829, PRO, FO 6/27_ Buenos Aires, 1927), I. 269-70. .
85 Levene, La valle .a Rosas, 256-62; Barba; Cómo IIegó Rosas al poder, 124,147. 22 La oposíción alegaba tJue la política de Rosas habría de perder finalmente terreno ai

340 341
11
11
admi!ir a los indios. ,.amisto sos" denfro de la frontera :
sas y .as ~on_tera s a.e Bue1:-os Aires", 11 oct. 1845; Rosas
véaseFl orencio Varela, "Ro- 50 Recopilacíón,_part 3. . • _
cos_. econo1111cos y li_teranos) EBuenos Aires, 1927) 93-7.r su gobierno (escritos políti- 51
Galinde z a Rosas, ll dic . .;.840, AGN, Sala X, 27-t-4, 1840 A-C.
23 Hamilto n a Wellington, Nº 10, 14 feb. 1835, PRO, FÓ 6/46. Capdev
52 Ernesto illaaRos as,30_e ne.1844 ,AGN;S alaX,2? -7-4.
Quesada .
24 Gaceta_Mercantil, jul. 1835, Antonio Zinny, La G.aceta Mercan 53 , La epoca de Rosas ,Buenos A!,:-'es_,.~ 923¡.,' 78-~.0
til de Buenos AJ.res, 54 casos citados de los años 1840-41 por Ramos MeJia, p~,
Carlos Heras, "Confis cacione s y embarg os durante et 83;:'·
1823-1852 (3 vols., Buenos Aires, 1912), II 244-5. .. . .
25 Mandev ille a Palmer ston, Nº 21, 22 ag. 1836, PRO, FO 55 goo1erno de Rosas· ,Bumam -
26 MacCan n. Two Thous;inrl MilAe Ride, ;, 36. 6152. dades (La Plata), 20 (1929) :1930), 4--~4. . . . . . , .-· _ , ,
27 ~o~ respecto a las leyes argentin as sobre tierras,
véase D. de la Fuente. Tierras co·
A..ridrés r
56 ·D. JuanLamas. Escritos politicos J1terar1os dur~re 1a gue_rra con..,1;:~ 1_~
Jlfanael Rosas, ed. Ange1 J. Carranz a \Buenos ;1r~~ ae
Jonias X agricultura, Recopilación de leyes, decretos v otras Aires, 18,1 ,, 28~·3, vease
Jes~ (~ueno_sAíres, 1?98~, Joaquín M. .Muzlera disoosicioDes naci¿na- "Agresi ones de Rosas", ibid., 368-9. _ . ,
Y.e::,, .oecrew s Y resolüc1011es ae fa provinc1a de. TierrÚ J)úblicas.~ Recopil ación dele-
Buenos Air·es sobre tierras públicas_.
- 57 Salvado r Maria del Ca...rril a Lavalle. 15 d1c.
Piedrab uena a M. Sola, 29 juL 1840, Ernesto Quesada
1828, Irarnst~ . VHjE. poiI~~ca\ L 161: B.
aesae 1810 a 1895 (La Plata, lB8B). )( . Acna Y la JJataJJa ae _4Bgaco
28 Coni. La verdad sobre la enfiteus is deRJvadav.ía ,1 (Buenos Aires, 1965), 22-3.
ne. 75--91.
(Buenos Aires. 1927), 171-5; Oddo- ~ 58 Latham , The States oí the River PJate, 315.
, . .
59 'I'omás de Anclior ena a Rosas, 1 mar. 1846, juan ,
29 Burgin, 199. Jase Senreli, Apogeo Y ocaso ae los
30 Citado por Horado C. E. Giberti, Historia económ Anchorena (Buenos Aíres, 19721, 167. _
ica de la ganaderia. argentina 50 Carrete ro, La propied ad de fa tieITa en la épocE. _ . .
(Buenos Aires, 1961), 123. de Ro?as, :í.4, 31, "Prop1e aad rura.t1,, •
31 Cárcano , 62-3. -BIHAE R, serie 2, l.2,22-23 (1970) ,251-2, 273-92.
61 Parish a Aberdee n, N' 22, 17 ago. 1830, PRO_, FO .
32 Oddone,_ 96-109. Las estimac iones de Oddone son íncomp 6/30- Véañs:, sm ?mbargo ,. l.a.s co:1,-
clusione s de Jonatha n Brown, cuyas investig aciones sobre
das aqw paxa ~ar una 1_9-e~ ·, se refieren solamen te.a las letas e inexact as, y son cita- hbros ae contab: haad ª:"
tenenci as por enfiteus is y a las estancia s, "revelan que los márgen es de beneficio
l~s ventas de tierras publica s de la década de 1830. no
a las asignac iones totales de cultura pueden no haber sido tan altos como el-legen dano normal~s en gan<:de ri~ !-agri-
tierras. Para esto, véase más abajo,p p. 70, 74. tremta por ciento , _4. So-
33 Burgm. 200. cioeconomic HJ.story OÍ .Argentina, 154.
62 Véase Jorge Newton, Diccionario bi.ográfico del . .
34 ''.En estas cerc.aní as l~ tierra ~e vende a unos diecioch campo argentino (Buenos Aires.
a~: esto, c~n el elevan? camb10 de tres penique s por mil dóla:res la legua cuadra-
o 1972).
dólar. signüíc a cuatroc ientas 63 Antonio Dellepi ane,El testame nto de Rosas (Buenos . ,.. O 2 b l -
Aires,
cmc_ue~~a libras es1erlm as, y eso no es :mas que diecioch
o penique s por acre inglés, dación v expansi ón del negocio ganader o de los_A:nchorena,195_1 J, 1 l· ; so re ar:111-
P?' 1as_ u erras de pastura s másfér_riles, listas para el arado.
conomiC History oí Argentina., 174-200, quiBfl _asigna a sus ve~se Brown, A Soc1oe-
~1ene, ~ueno y malo, se vende a qmnce dólares por cabeza, El ganado vacuno, como propied ades en 1864 un to-
y fas ovejas. desde un cbe- tal de nueve mii quinient os ochenta y dos kilomet ros
hf.1 Ys.eis pemque s hasta tres chelines la docena. " MacCan 64 MacCan n, Two Thousand },11Jes·'Ride, cuadra1 ?s. .
R1de, -1, 86. n, Two Thousand M1Jes' i, 72-3; sobre la expansm n de1osA nchoren a en
35 Carrete ro, "Propie dad Rural", BIHAER , serie 2, la década de 1820, véase Carrete ro, Lás Ancbore
36 Cárcano , 61.
13, 22·3·0970), 246-92.. 65 Carrete ro, La prorúedad de la tierra enla épocfi. na, 178. . .
deRosas.14.. En diciemb re de 1873,
37 Ley del 9de nov. 1839; por decreto del 9 de julio de el Standar d de °Loñdres publicó un articulo laudatorio sobre
sus propied ades en cuatro millones _de libras ;_véase Ernesto :'nchore na, valuand o
1840, Ros<0s ordenó que fueran emi- los
tidos los certifica dos de tierras. ibid, 64. Fitte. El Proceso a Ro•
38 Burgin, 2S5. sas v la. conlisca ción de sus bienes (Buenos Aires, 1973),
19.
39 T_ambién contribu ía a esto cíerta depre~i ación 66 Vés~ Tabla L
de la moneda con el aument o de ore- 67 Celesia, Rosas, aportes para su historin
cms de los bienes: véase ibíd 185 1!10.
· 40 A~red.o Estévez , "La contribu ción directa, 1321-1S5 ' · 68 Saldías, Papeles de Rozas, i, 147, Rosas ,aii,Marcos 94., 405. .
Leon Agrelo 030. mar..18~8.
Ciencias Económicas,,serie 4, 4S, 10 (1960). 115-232. 2", Revista de la Facultad de 69 Emilio Ravigna ni "Los bie'.nes de Juan Manuel de
Rosa~ segun mve_ntar10s qll;e se
41 Hamilt~ n aPalme rston, N" 4, 171!-ov. 183~; fRO, conserv an en el k°chivo General de la Nación, Buenos
F(: Aires,., Bol~tín del I:1st1~uto
Memqn a sobre el estado de la haCJenda. pubnea escr1ta6/41: véase Pedro de Angelis, de Investigaciones Históricas, 28 {.19434), 217-23; 29
(J944-5), ~7-3n; Antomo Diaz,
no::, Aires, por orden del gobiern o (Bue- Historia política. y militar de las reP,ública.s del 1:'lata f!.esde
1834).
1866 (12 vols.,M ontevid eo, 1877-8),_ix, 87. L~ ev1ctenc el ~1:º. d~ .1828 k~~tfl el/~e
42 Burgin, 194-{L ia no es oe1 tooo connao1 e,. 1
43 C_itado por Giberti, 136-7. Pedro de Angelis, erudito, durame nte discutida por Rosas; vease abaJo, p. 340.
periodis
m~tro de propaganda, f~e uno de los mas ilustrados :1oceros ta y, enla práctica , mi- 70 MacCan n, TwoTho usandM iles'Rid e,II8.
71 Thomas Joseph Hutchin son, Buenos Ayres and Argenu.. . .
44 V1ctor Gálvez [pse?d._ V¡cente G_. Quesad
del régimen . oe Glea1:_mgs. with extra.__cts
a], Memonas de un viejo: escenas de cos- fl'Om a díaryof SaJado explorf! tionin 1B62.8.:1d 18~ (Lon~re
tumb.res de la Republw a A.rgentma (4a. ed. 3 vols., BuenGS s, l865). 39. Pa_ra una ae~~
45 Burgm, 216. Aires, 1389) 323-5. cripción de Pa1erm o por algmen que, '!1 v1s1tarla mm~ata
· da del dictado r, la calificó con desprec io como ordman ment~d ~s!?;-:e s de la ,cai
46 Andrés M. Carrete ro, La propied ad-dela tieITa en ' a,
1972) , 25-30. la epocn de Rosas (Buenos Aires Doming o F. Sarmien to, Campaña en el ej~rcito §?!ande vulgar e mci".1112:a~a., ve ase
, . Tulio Halperí n Donghi (México, Buenos Aires, 19::,8), 209~
aliado de Sua Amer1ct1. ed.
47 King, Twenty-four _vears in the Argentine Revubli 11.
c 413 n.1.
48 Recopil ación de leyes y decretos promulgadÓs en 72 Giberti, 128.
Buen~s
de1s1.o hasta fin de diciemb re de_l835 (Bu~nos Aires, Aíres desde el 25 de mavo 73 El testame nto de Rosas, art. 7. De.llepi. ane, El · d R 96
1836), part 2, 74 Sobre las haciend as de Rosas, véase Enrique Arana tesrame nro e Ofias, . •
49 Celes1a, Rosas, aportes pa.ra su historia, ii 194: Ramos • (h. l. Jua1!
Mejía, fü 73-4. historia argentina rn vals., Buenos Aires, 1954), h, 292-3, MatiU<';i de Rosas en Ül
qrnen est.:.olece en ochenta

342 343
mil las cabe zas de gan ado
en el rode o de 1846 en Los
tiséi s luga res. Cerr illos , San Mar tiny otro
75 s ven .
Véa se Rica rdo Lev ene, ed.,
sus pueblos,_ Arc hivo Hist óric Hist oria de la Pz-ovincia de Bue nos Aire
s y fo;m,;,ci
1941), ii, 368, en que apa rece o de la Pro vinc ia de Bue nos Aire s (2 vols ., .La-Pdn de
un map a de las orop l_a.ta,.
Las Frdr es, y La a.na.rquit
.1 de 1820, de .Lev ene; 176-ieda des de Ros as en e1 part iao ae
véas e tam bién El proc eso 81, para ia cita de. doc ume
a Ros as, de Fitt e. 123- ntos :
76 Ros as, Inst rucc ione
s a los may ord omo s de estan 35.
TI Ibid ., 67-70. cü1.s, 53
78 Darw1n, Journal, 52-3
,85.
79 Ros as a Bec car, 22 jul.
de 1820, l!!!.\.l.
18.18, Sa1dfa::-., Papele::; de.R
ozas. i, 143; Lev ene, L;a anlll J.
80 José Bra ulio Hae do a 'qUJa
Ros as, 1 sept . 1843, AGN".
in Mac Can n, Two Tho usan d Sala VIL 22-2-1, :f. l&J-3. capi tulo 3 PAT RÓN Y FEÓ
rost rada por Don Patr icio
Mile s' Ride ; i, rn, 292-5, de info rma N
Lyn ch. el dueñ o de la esta ción que le fuer a sum
trac cion es a Jos may ordo mos ncia ; Lath am, 3ft; Ros as. í•
82 Woodbine Pari sh, Bue de esta ncia s, 49•60. Jns. Di" "go dela Fue nte, ,,. ·mtroducc.i.o
.. - f •a" PrimercensodeJaRepú.
nos nretr_ospe~.''_., ':ilícaA.r•
83 MacCann, Two Tho usan Ay.res, 122. g;;;_tina, 1869 ,;Buenos A~•es,. · F'rn
1872) 1 x:x•X~1\ :_:oas\.G'.es esto , A. Mae der Evo lu·
84 Gas tón Gori, Vagos _J d Mile s' Ride , i,209-10. ción dem ugrá fice 11rgentm
a ae 1969 \: · · - ,,
mal entr 1810
Fe, 1965), 65-8; Jorg e A. Bos eten idos : Apo rte al tem a hern and iano ('.:a ed., San Par a esto s y otro s caso s véas ;::¡ 1B69T -,BtLno.s
e Ca:rretero ,-1.,,a propie dad~~ la ti~r ..a en la época de Ro•
Ros as, Inst rucc ione s a los sio, Hist oria dela s pulp en'a s (BúenosAi:res, 1972), ta
sas; 38-9 ,. .
"' '
85 Mac Can n. Two Tho usan may ord omo s de esta ncia s\ 17. 201-2: lraz usta , V"idapo}JLJCE .. , "
, H,.J. 8~-
d Mile s' Rid e, i_. 2.16. _•
;86 Alfr edo J . .Montoy
a, La gana Southe:rn a Palm erst on, N;}J 2
., \~t: ~ 8 PRO FO ,·,11"'9
Two Tho usan d Mile s' Ride de.ria y la mdu stria de salazón de caroes; l\fac Mae car: n, T>~? T,h?W;~d.-, 11 0
;\~ Jon~th~~ Br~wn llam a
la aten ción s_o•
87 Ibid , i. 214. , i. 213-15. Can n. bre la d1v ersm aa ae 1.ª p,00 ~ ~; ~,~ ~~• i~a eii un 3 % aque
. ban dlre ctam ente en Ja ne:rn iac~o n ~:' 3:;:. , 5 llos que no trab':'-Ja··
88 Vic.tor Mar tin de Mou 1 'en loo 4, . vea» .4 :_e Soci econ omi c HJs tory oi Arg enti na.
ssy,
tion Argentine \3 vals., ParDes crip tion géo grap hiqu e et stat istiq ue de la Con 155·6.
89 Jua n Car los Nieo lau, is, 186(HJ, ii.120-1. fédeJ:a.
l\-1~cC~~1;:~ ap. cít., i.157.
"La
1852) ", Nue stra Historia, indu stria safa deri l en la Con fede raci ón Arg entí na Ib1d., 1, J.;.,1-s.
90 Ben ito Diaz , Inm igra 7 (1970), 20~28 (1835· 8 foid ., i, 30-1.
ción y agri cult ura en 111 époc
9 w. H. Hud son, _Far Awa y a.n9L,Ong 3,.
~
- .1
a deR osa. s (Bu enos Aire s,
go, ~ -4 ·RO FO
~~:~~;:r~~:~~r;~;;'~~~!~
1975 /.
91 Par a el prec fo del trigo . tO 6146
, véa
ro, véa se Grif fitbs .a Palm seB llrg in, 259-62. Sob re las imp orta cion es del extr 11 Jt!~ !~a i-sa Ídía s, PaP
gun a exp orta ción de gran
erst on. N' 4, S abr. 183 4, PRO anje
, FO 6/43: "No hay aho ra nin-- 12 Diaz -io de Sesi one s 15 feb. 18...'IB. eles de Rozas. n, 35:H.

Esp eran za, que sum ada a


os
port ació n de harina delo s desd e Bue nos Ayr es: por lo con trar io, hay una gran
Esta.dos Uni dos, y de gran
lo que se cult iva en esta s
os cie Chil e y del Cabo de Bueim-
na
1'
14
~!lo Ferr é. Mem oria del hríg a~e
r gen eral ?ed ro Ferre, octu
men te para el cons umo prov inci as, es requ erid a bre de 1842 (Bu enos Aire bre de 1821 a díci em·
del pue blo. " anua l• s, J.921:, ;.i 2.
92 Gaceta Mer can til, 8 ene. 15 Man süla ,Ro zas, 145 .
1835 _
Ros asaP ach eco ,24d ejui iode .. · ;p "'ti
93 Sob re e1 prec io de los 16 l.82 9,fr azu sta, 111aa i,18 2;R osa sser efer íaa
gran
rr-es, "Los prec ios del trigo os para el con sum idor , véa se Hay dée Gor oste gui su relac.ión con La vall e. .- 011 ca,
del Inst itut ode lnve stig acio en Bue nos Aire s dur ante el gob iern o de Ros as", Anu de To• 17 Ros as a Aran a., 28 ag. 1833 . _ · ara suh isto ria, i,
, Cele sia, Ros as, apor5:u
:n Manuel de Ros as,530.
5
nesH istó rica s, 6 (Ro sari o, ario 18 Ros as a Jose fa Góm ez, 24
"véase Alfr edo Bro ssar d, 1962-3); sobr e exp orta cion s:pt . 1srisibc?~fuf~nla evo~ 306.
1942}. 358. Ros as visto por un dipl omá tico es, 19 José Mat iá Rcx as _a ~?s
fran cés (Bu enos A.i:res, as, 1. ene. , ;.:' _ ·ución republicana durante ]a
94 Lau ra Ran dall , A Com revolucwn a.rgentma ,Ma dr1d 6 7
,
plll" ativ e Eco nom ic His B-own A Soc , 1919 i, vt ·_. ~
me 2: Arg enti na (An nAr tory ioec ono mic His wry of Arge
bor, 1977), 51-2, 207. Véa seof Lati n Ame .rica 15{J{J-1914, Volu- 20 n;;ma, bB- 9.
95 Griffith;; aPa lme rsto n,N
°9, 30a br.1 837 ,PR 0.F 0
Tab la 3. 21 s~m i~nt o, Facun_do, 44•5
, ;3-~ 6?·.
a Mer idio nal r vols Mad
359-4l0.
96 José Carl os Chl aram
6/60; véaseParish,BuenosA.y
res,
22 Féli x de Aza ra, '."1_~JeS
f!Or
23 Luis de la Cruz,.'·V1aJ~ ae~o 1
.ª ,,.
"erJ c 'len ar
2
hasta]; rid, 1S41), i.i, 193
~iudad de
186-0-1880 (Bu enos Aire
onte , Nac.ionalismo y libe
rali smo econ Ped ro de Ang ells, Co!ec~1ó e ~ rue rted e.B :~e nto s rela tivo s Ja histBue nos Aire s",
s.1971).33-6. ómi cos en la Arg enti na modernadelasprovmciasa n.dt3Riº!m': Y%n~~ (2a ed vols 8
5 oria aniigua .,V
97 Ros as, Inst rucc ione s ~ oae 1a .,Bu enos Aire s, 1910i, l,
a'JO ma.Yordomos de esta
cría de ove jas, véas e Macs Can ncia s. 43·7 ; sob re la expa 25-
~"' ., 5
n, Two Tho usan d Mil es' nsió n de la 24 Sob re el gaucho,: r b'bl iogr afía véa se Fern
2.18-29: sobr e 1a difu sión de
98 Sarm ient o, Campruía 159- 60.
Rid e. i, 273.SS; Lath am.
mic Hist ory oí Arg enti na, la prop ieda d de las tier ras, véas e Bro wti, A Socioeco 23-6
no-
1 de l.l1:,~ ~~p.~~ 1
Gaucho (M_ontev1,.,~~º¡· lV9füe·
(Bu enos Arre s. 1'10<> • }s'e";'-:a~é\;~·ncor,;ni El Gaucho: A.ra entiom,B
'1'housan d !lfile
and A. Assuncao. El
rasi i, Urug_uay
en el ejér cito gran de, 241. "' , 0 s' Ride , i, 57. 156; Lat-
99 Ben jam ín Vicuña Mac bam, 35-6. ,.
ken na, Pág inas de mi diar
io dur ante t.r.es año s de viaje
s (1853· 25 Lath am, 249-50.

344
1 26 Aza ra. Viajes, il., 188.
27 Charl es Élack íord Manstield, Parag
uay, Era.zil and the Plate ,- Lette rs WTitte
1852-53 (Cam bridg e, 1856), 271. n in 63 Benit o Díaz, Juzga dos de paz, 23-4, 70-3,
28 Latha m, 326-7. 134-40.
64 Ibid., 133.
29 Benit o Diaz, Juzga dos de paz de
camp aña de la provi ncia de Buen os 65 Latha m, 333.
1854) (La Plata , 1959) ,204-18. Aires (1821- 66 A.ndrés R. Allende, ''Un juez · .
30 Gori, Vago s y mal entre tenido ouia de Buen os Aíres duran te lapaz
de de la tiraní a: ;~spe ctos.de l~ V1·da ~r,i;, oarro
s, 18. época de Rosas , Inves bgac1 0nes una. -
31 Ibid., 53-8. Y =nsa yos, 14
Ú973) , 167-204.
32 Pedro A.ndr és Garcí a, "Info rme", oí Mand eYille a Strang,;1.'.'..iys, 18 o.et. 1~36,'
y "Viaj e'', P..r..geli.s, Colección de obras
tos ... Río de ia Plata , ili, 203-16, 219-60
.
ydocu men- 68 MacC ann. Two Thous and.M iles' R1de, ,?RO, FO O:ti;J.
33 Rodrí guez Mola s. Jiist.oria socia 69 Xavie r Márm ier, Buen os Aires y Mont !, 162-3. _. _
34 Ibid.. 198-201.
l del gaucho. 185-201. evide o en 1852, trad. y ed. JoseL ms Busam..
(Buen os Aires , 1S48J, 75 cne
35 Decre to del 19 de abi'il, 1822, Bagli 70 Ouseie,.,, a Aberdee:r., ?-lº 31, 2€ iu!. 1845,
36 Decre to del 17 de juiio, 13.23, .ibid., 106.
, PRO, FO
203-4.: 71 MacC iim, Two Thousa.nd },:files' PJde, S/104.
to perm aneci ó en vigen cia hasta 1860 Diaz, Juzga.dos de Paz, pp. 104-9. Este decre - 72 IbicL í, 34, 82, 1\-.9-fill.
i, 2-4-5.
:r; Díaz. Juzga dos de pa.z, 202-3.
y aún mas.
73 ManS Íield, Parag uay, Braz il a.nd the
38 Darw in,Jou rnal,8 0-1. 74 Mart a B. Goldb erg y Laur a Beatr iz Plate , 259. "
Jany, "Algunos pro~l ernas rerer~ .
39 Ibid., 113. ción del esclav o en el Rfo de la Plata ntes_ ala situa-
40 Ques ada, La época de Rosas , ", Acade n:na Nacm nal de la_ Histo ria,
25, 64: Astes ano. 64---9. Congreso Intern acion al de Historia_ de C.~arto
41 Rosas al gobie rno provi ncial, 1817
_. M ontoy a, Historia dejos salad eros 75. Mart a B. Goldb erg. "La pobla ción Amér ica (8 vols .., Bue1_10~ Aires , 1966), v1_, 61-
42 "Nota confi denci al de Santi ago argenti.nos, 41. negra y mula ta ae la crnoa d de Bueno
Vázqu rnfo-1840", Desar rollo Écon 6mico . s A1res,
en la noche del 9 de dicie mbre de 1829 ez ... relata ndo una conve rsació n mant enida 75 '·Ese mula to de Rosas " Mans illa, Rozas
N° 61, vol. 16 U876), 75-99.
con el gober nador de la provi ncia de Bueno , 124-,5.
res Juan Manu el de Rosa s", Samp s Ai- 76 caáe tero .LosA.achorena., 175---6; Brow . ,
43 Ayar ragar ay, La anarq uía argen ay, 131-2. Véase más arrib a p. 363, nota 2. n, A Socio econo mic H1sto ry 01_Argen ..
tina una. 187-
44 Lama drid.M emor fas. 199, quien y el caudi llismo , 1]5-16. 77 ~osa s a Moril lo, Monte, 8 mar. 1833,. Carre
señal a que cabal gaba con caute la cuand tero,L a propi ednd de la. tierra en la época
en comp aiiia de Rosas . o estab a
45 Lafue nte a Fria.,,- 18 de abril, 1839, de Rosa s, 50.
78 Gore a Pa.lm erston , 12 dic.1833, Brms ... . p
tate a,per::,_ 1'Lon d- l832-;,
Grega rio F. ~~dri guez, ed., Contribució hand Fore :wn~ '·
ca y docum ental 3 vo1s, ,Buen os Aires n históri- xxfü, 131-2; Rosas , Mens aje, 7 mayo
fiesta gauch esca en Paler mo,
, 1921-22) 11. 46'i-8 ,of:re celad escno
c1ond euna 1832, Mensa;es ae los JIOD~a.dore~,.es,~
79 Soóre la abolic ión véase J. F. King. "The 1, 6;:i-6.
46 Darw in, Journa.J, 53, 113-14. · sion of the Slave Trade " _. HARR . 24 (19441 Latin Ame n can Repu ollcs an.a t~e .~upre_s-
47 Lama s, "Agre sione s de Rosas ·. ., 387-411; H::be ~lem enti, La anolic1on
en Escri tos políti cos y litera rios. 17. escla vitud en Amér ica Latin a (Buen dela
48 !bid .. 27, 367 80 Griffi ths a Abe:rdeen, 1 nov. 1843, Britis os Aires , 1974)., :i3-7:.i._ ... ~ ~
49 Gore a Palm ersto n. Nº 26, 21 oct. 81 h and Fore1gn Sta.te Pape.rs, :i:.xxin .
1833, PRO, FO 6/37. King, Twen ty-fou r Years in the Argen ;,11.
50 l\fand eville a Aberd een, N° 57, 7 tine Repub_.lic, 342,
jul. 1842, PRO, .FO 6/84. 82 South ern a Palm ersto n, 28 jul. 1851,
51 South ern aPalm ersto n, 22 de novie PRO, F0.6J b8.
mbre, 1848, Comisión de Manu scrito s 83 El Grito Argentino, 24 feb. 1839.
Docu mento s de Palm ersto n, GC/SO Histó
/241, con autor izació n de los Fidei comis ricos, 84 Ramo s Mejía , i, 74.
los Archi vos Broad lands . arios de 85 Iriart e,Me moria .s,iv, 28L
52 Sarm iento , Facu ndo, 68. 86 .
Rosas a Aren a, 8 ag. 1833, Celes ia,
53 Lama drid, Memo rias, 1-, 199; para Rosas, a.portes para su histor ia, i, 362-8;
más evide ncias , en 1828 véase Ce1es fflLama drid; .Memorias, i, 198-9. 52.3-32.
aportes para su histor ia, l, 83. ia, Rosas , 88 South ern a Palm ersto n, 18 oet.18
54 Gen, J. T. O'Bri en aAbe rdeen , ene.18 4S. PRO, FO 6/139. _
45, PRO, FOB/1 10; véase más arrib a, 89 Rosas . Mens aje, 31 dic. 1&15, Mens
47. pp. 43, 46, ajes de los gober nador es, 1, 83-4,
55 · '.R.osas_J1. Dona Enca rnaci ón, 23 nov.
1833, en Revis ta Argen tina de Cienc ias
xxvili , 118-26. P.olfticas, Capít ulo4
56 Sarm iento , Facu ndo, 287. UNA ARGE NTIN A A.LTERJVATIVA
57 Ousel ey aAbe rdeen , Nº 31, 26 de 1 Wood bine Paris h, Buen os Ayres ,
julio
genci as de la guerr a, el año 1845 fue, de 1845, PRO, FO 6/H!4. Desp ués de larga s e:xi- 2 Ibld .. 104-7.
103.
sin
todos de reclu tamie nto no eran excep duda, partic ularm ente difícil, pero estos mé-
58 MacC ann, Two Thou sand lt!iles ciona les. 3 Ramo s Mejía , i, 27i-8.
labra dor", "cam pesin o nativ o".
59 !t.ubén H. Zorri lla, Extra cci6n ·socia
' Ride, i, 154, quien usa los térmi nos "peón
nativo o i· olJ 32
zori, L J hn on_ "The Silve rsmit
5 hs of Bueno s Aires : A Case Stud}'. in
the Failu re
179-85.
l delos ca.udillos 1810-1 870 (Buen os Aires , 1972), 0 0;a~ social Organization", Journ al oí Latín Amer ica.n Stud1
~
es, 8, 2 (1976 /,
60 Véase más aITib a, Capit ulo 2. 181"21 3.
6 Inior meaP arísh delaC omis -
61 Mens aje, lene. 1837, j1ens ajes delos iónde Come rc1an
Paris h a Bidw ell, N° 20, 31 dic. 1827, tes Brlt~m
· ·- ·
cos, 31..
d.1 1s2~ · luido en
~• 1,mc ,
62 Mens aje, 31 dic. 1835, ibid., i, 91; gober nador es, i, 109. PRO, FO 6/20; vease tamb1 en Docu
véase tambi én Benit o Díaz, Juzga dos Wood bine Paris h, FO 354/4. mento s ae
234. de paz, 211, 7 J , , M Mariluz Urquí jo "La mano . -
de obra- S"5)" B
1:t}~1d; Ja Acad emia Na~ional dela. Histo 'o'.nla indus tna porte na (1810·1 _, , o-
ria. 33 (1963), 583-98.
346 1
34/
1
j
8 Ramos Mejía, i, 182-3, 227-40; Juan Carlos Nicolau, A.ntecedentes para. la historia de 41 Diario de Sesiones de la H. Ji.filfa de Representantes dela Provincia de Buenos All'es
la industria argentina {Buenos Aires, 1968), 71-117. - (Buenos Aires, 1827-1851), 14 nov.1831.
9 Véase J. J. M. Blondel, Almanaque político y de comercio de la ciudad de Buenos Ay- 42 Texto en Mariluz ürquijo, Estado e industria, 113-19.
res parad año de 1826, y compilaciones similares para 1829, 1830 y 1834 (Buenos Ai- 43 Ferns, 251-2
res): Registro Esta.dístico de la Pro>'incia de Buenos Aires. 1821-1823 (Buenos Ai- - 44 Griffiths a Palme:rston, N" 7, 14 may. 1838, PRO, FO 6/66.
res). 45 Burgin, 237,240,242, 263-4.
10 Juan Carios Nicclau, Industria argentina y aduana 1835:1854 (Buenos Aires, 1975). 46 José. Maria Rosa, "I'iliron Burgin, la señorita Beatriz Bosch y la ley de. aduana de Ro-
52--6. sas". RJIHJMR. N" 22 (1960). 329-34_
11 Ibid., 56---64. 47 Mensaje 31 dic. Í835, Mensajés delos gobernadores, L 95.
12 José M-. Mariluzürquijo, "La índustria molinera porteña a mediados del sigloxn::". 4B Rosas a Rafael Ati enza, 20 jul_ 1836, Academia Nacional de la Historia. Hístoria de la
Boletin de la Academia Nacian;;J de la J-listo;ia, 39 (1966). Nacion.A.rgentina, ed. Ricilrdo Levene í2a. ed-, Buenos Aires, 1951), '/TI, ií, 147.
13 ~z~u~el Martínez Estrada, Ra.diogr;;Jfa de la pampa (Ga.. ed., Büenos Aires, 1968). 49 Mens,'1Je, 1 ene. 133i_. },fe.nsa.jes delos gobernadores. i, 113.
288, "-J... 50 Mensajes, l ene.1837, 27 die 1837, ]'riensajes de los gobe.rnf:!dores, i, 113, 145.
14 Véase más adelante, pp.188, 19L 51 Mariluz Urquijo, Estado e industria, 123-4; Burgin. 263. ·
15 Thomas Jefíerson P3.'ge, La Plata, the Argent:ine Confederation and Paraguay (Lon- 52 Citado por Rosa, "Miren Burgin, la señorita Beatriz Bosct y la ley de aduana de Ro-
dres, 1859), 352_ sas'·, 329-34; véase también José María Rosa, Defensa. y pérdida de nuestra indepen -
16 The British Packet and Argentine News, 7 mar. 1840. dencia económica (3a. ed., Buenos Aires 1962), 125-43.
17 Thomas Joseph Hutchinson, Bue.'1os A.yres and A.rgentine Glean.in.gs (Londres. 53 The Britísh Packet and Argenti.ne News, Nº 1304, 4 oct. 1851
1865), 183-4; pág., op. cit., 401-2. 54 Woodbine Parish, Buenos A;-res, 362-9.
18 ParJ,sh a Aberdeen, W22, 17 ag.1830, PRO, FO 6/30; véase también :Martín de Mous- 55 Mansfield_Paraguay, Brazil and the Pla.tei289-90.
sy, ll, 389---419. 56 Mariluz Urquijo, Estado e industria, 155-Sf Nicolau. Industria argentina. y aduana,
19 Woo·dbine Parish, Buenos A.yres. 362. . 141.
20 Emilio Ravignani, ed., Re.iaciones interprovinciales: La Liga ütoral (1829--1833) 57 Martin de Moussy, ii, 477.
(Instituto de Investigaciones Históricas, Documentos para. la historia argentina, 15- 58 Burgin, 272.
17, Buenos Aires, 1922), xvii, 360. 59 Moreno alMínistro de Relaciones Exteriores. U mayo 1950. Mari1uzüi-quijo,Estado
21 "Proyecto de Juan Manuel de Rosas sobre la escasez y la carestía de la carne' . 5 e industria, 140-1.
may.1818, Sampay, 89-96. 60 Martin T. Hood a Palmerston, N" 27, 15 jun. 1850, PRO, FO 6/153.
22 Pedro Ferré, Memoria del brigadier general Pedro Ferre, o::;:tuhre de 1821 a diciem-
bre de 1842 (Buenos ll..ires, 1921), 52.
23 DHA, xvii, 279--83. Capítulo 5 LEVIATÁN
24 Texto en Ferré . .Memoria. 366-71.
25 "Contestación al Memorandum", 25 jul. 1830, Ferré, .l\-femoria. 371-6. Rosas a.López, 23 ene. 1836. Correspondencia entre Rosas, Quiroga _v Lt5pez, ed. Enri-
26 Ferré a Rosas. 22 de junio, 1832, carta circular de Ferré a los gobiernos del interior, que iVI. Barba (Buenos Aires, 1958) 310.
13 abr. 1832, DHA, xviii, 154-65. 2 Entrevista de Vicente G. y Ernesto Quesada con Rosas, Southampton, 1873, Sampa y,
27 Ravignani, DJlA, xvpp. dviii; xvii, 189; G.aceta Merc:mtil, N"2564, 31 ag. 1832; Bur- 215. 218-19.
gin, 231-3. RoSas a un observador, 3 mar. 1835, Saldias, Papeles de Rozas, i, 134.
28 Ferré, .!Yiemori.a, 55. 4 Véase más arriba. p. 53.' -
19 Gaceta Mercantil, Nº 3514, 20 feb. 1835. Según Molina, el desequílibrio de importacio- 5 Rosas a López, 17 may. 1832, Barba, Correspondencia entre Rosas, Quiroga y López,
nes sobre las exportaciones alcanzaba a 2fi2.649pesos en 1828, 209.395 pesos en 1833, y 158.
194.052 pesos en 1834. Véase también Burgin, 233. 6 Rosas a López, 1 oct. 1835, ibid., 267.
30 Gaceta ~lfercantil, N" 2462, 3 dic. 1832. 7 Rosas a Quirog.a, 28 feb. 1832, Enrique M. Barba, "El primer gobierno de Rosas",
31 José M. Mariluz Urquijo, "Prote!:'dón y librecambio durante el periodo 1820-1335''. Academia Nac.ionai de 12. I'istor:ia, HNA, vol. VII, 2, 5.
Boletín de la Academia Nacional de la. Jf.istoria, 34 (1964). 8 Lafuente a Frías, 18 abr. 1839, Rodríguez, Contribución histórica y documental, ii,
32 Halperin, Politics, Economics and Society in Argentina in theRevolutiona.ry Period. 468-9.
89-91. 9 Rosas a San Martín, marz. 1849, 15_ag. 1850, Saldías, Papeles de Rozas, i, 303. II, 57.
33 Gaceta. Mercantil, 1 oct. 1831. 10 Véase Halperín Donghi, Argentina: de la revolución de la independencia a la confe-
34 JoséM. Mariluz Urquijo. Esta.do e industria 1810-1862 (Buenos Aires, 1969), 65-6. deración rosista, 301-•t quien desarrolla una versión original de la tesis "popul2.r''.
35 Pedro de Angelis, Memoria sobre el estado de la hacienda púbHca, enMariluz Urgui- diferente del argumento presentado en la presente obra.
jo, Estado eindusma, 101..S. 11 Gaceta Mercantil. N° 1798, 7 ene. 1830. Zinny, La. Gaceta. 1\Jercantil, i, 244-5.
36 Gaceta Mercantil, Nº 2542, 3 ag.1832. 12 Barba, "El primer gobierno de Rosas" H..NA 1 vii. _2, 19-21.
37 José M. Mariluz Urquijo, "La industria sombrerera porteiía y el problema de las ma- 13 Parish a Aberdeen, N° 36, 20 nov. 1830, PRO, FO 6/30.
terias pnmas (1810-1835)", Trabajos y Comunicaciones, N" 12 {1964), 139-61. 14 Ramos Mejía, ii. 27-8; Celesia, Rosas, aportes para su historia, i, .186.
38 2 ene. 1835, en Mariluz Urquijo, Estado e industria, 109-12. 15 Celesia, Rosas, aportes para su historia, i, 258-61.
39 Diario de la Tarde, 4 ene. 1832, ibid., 85-7. 16 Gore a Palmerston. N° 3, 20 nov, 1332. PRO, FO 6/34
40 Gaceta. Mercantil. Nº 2091, 10 ene. 1831. 17 Diario de Sesiones, may.-nov. 1332, passím.

348
349
. Tlf
18 Encarnac ión Ezcurra de Rosas a Vicente González, 22 oct. 1833,
món, Papeles de Rosas (Buenos Aires, 1955), 22-3.
zl'
Martinian o Leguiza- ~'.~ ·
19 "Rechaza , cíe~tame nte, todo cono_cirrúento previo de las opiniones · <·: 56 Lamadrid , Memoria s, ü, 96-8.
de
tes; pero confiesa sin ocultarn.ientos,su aprobación de sus medidas" los insurgen- -.. 57 MacCann , Two Thousand Miles' Ride, ü, 3.
merston Nº 27, 14 nov.18.'33, PRO, FO 6JS7. , Gore a Pal- 58 Southern a Palmerst on. 26 nov. 1848, !LvIC, Palmerst on Papers,
59 Irazusta, Vida poHtica, ü, 25. GC!S0í248.
20 Gore a Palrnerst on, Nº 16, 3D ag. 1834, PRO; FO 6/40.
21 Leguizam ón, 16. 60 CeJesia, Rosas, aportes para su historia. li. 486.
22 Sobre los documen tos de Barranca Yaco. véase Gaceta I'.lerca11t 6J. Ibargure n,Juan Manuel de Rosas. 239.
ilNº 3522. 4 mar_ 62 Decreto del juez de paz y cura párroco de la Guardia
1335, !'JO 3722, 24 clic. 1835, Zinny. La Gaceta Mercantil, II, 227, de Saito. Gaceta Jfercantil ,
271. Para una versión N° 5308, 24 abr. 1841. ·
moderna que considera a Rosas autor del crimen, véase David
Peüa, Juan Facundo 63 Casto Cáceres a Rosas:, 9 oct. 1840, Leguizam ón. 32-4.
Quiroga (Za. ed. Buenos Aires.197 1).
23 Diado de Sesiones, voL 21. N" 503.
64 MacCann , Two Thousand Miles' Ride ii 5-6
24 Diario de Sesiones. vol. 21, Nº 506, 18 mar. 1835: Emilio 65 Segúr1 Sal días, en la u oche siguíente alá ~u~ne de la esposa
de Rosas, el coronel Vi-
constituyentes argentinas (6 vols., Buenos Aires, 1937.9¡,Ravüman i.. ed., A.samblens
vi, i 1087·; Celesia, Rosas
~ente Gonzále-z. que se encontrab a en la casa de Rosas con orros
oficiales, lanzó la
aportes para su historia. ii, 172-7. idea. de u_sar 1:111 Juw federal en memoria de Doña Encarnac ión,
consisten re en una
25 Ravígnan i. Asamble as Constiwy entesA.rg entinas, VI,2. 1088. ~ª1:ªª rnJa ~onre un fondo de crespón negro alrededo r del sombrero ; véase Historia
da untot:alde 9.720po:r aeia Confeaer aclón, III, 54--5.
la nueva lev.
26 Hamilton a·welling ton, "S" 27, 14 abr. 1835, PRO, FO 6/47. 66 ~osas a T. A."'lchorena, 25 dic. 1838, Celesia, Rosas, aportespa
..rasu]iistoria, I. 629-30.
27 Diario de Sesiones, vol. 21. Nº 510, 6 abr. 1825; Ravignan i.Asamble u, 207:DB, 452-5. Doña EncafI!ac ión muri_ó el 19de octubre de 1838
a.s constituy entes después de una lar-
argentina s, VI, 2, 1089. ga em~rmed ad ..R_osas quedo muy afectado por la pena y cuando
el ministro británi-
28 Beruti, Memoria s curiosas. Biblioteca de Mayo, iv, 4.113. co le ~o una V1S1ta de condolenc ia, lo encontró postrado en la
cama. Pero Rosas
29 Gaceta Merantil, 23 abr. 1835, 3. también ~xploto el duelo público y popular por la Heroína de
convertir w en apoyo para el régimen. la Federació n para
30 Zinny, L;J Gaceta Mercanti l, ii, 236. 67 Ros~as a Alejandro ,
31 Southern a Palmerst on, 22 nov. 1848, HMC, Palmerst on Papers, 30 ene. 1838, AGN, Archivo Adolfo Saldias,
32 A. G. Balcarce a F. Frías. 25 mar. 1839, Rodríguez , Conrribuc GC/S0/2.41. 68 SOlJ.chern a Palmerst on, 16 ene. 1849, PRO, FO 6.<'143: Southern Sala VII, 3-3-7, f.6.
ión histórica v docu- a-Palmer ston N" 55
mental, li, 489. 16 Jul. 1849, PRO, FO 61144; King, Twent;--..four YearS in the Aro-entine RevubÚc 326~-
• 7; Ramos Mejía, II, "94-6. ·
33 Celesia, Rosas, aportes para su historia., iL 2.11-12. b • ,

34 Diario de Sesiones, vol. 26. Nª 663 69 Beru_ti, Memoria s curiosas, Biblioteca de Mayo, iv,
4114; en 1842 la mazorca se ín-
35 Ibid .. 1-2. . . cauto de ll!'l e~tuche de ?ª.:'aja propiedad de Bernti porque no era
_ 70 ~9bre oerlúd_1cos Y per1omsl;10 en ~poca deJ{os<\s, v~as;
del color adecuado .
36 Southern aPalmers ton, Privado.2 2nO\'. 1848,HMC, Palmerst Féfü
37 Southern a Palmerst on, Privado, 18 de julio, 1849 (fechado
onPapers , GC/S0/241. msmo_en la _el?oca de Rosas ,_ Revista. deli1storia, Nb 2 \BuenosWeinberg , "E-1 perio-
en el reverso de la carta Aires, 1957), 81-lOL
"1850") HrvlC, Palmerst on Papers, GC/S0/267_ il Fermm <;havez, Iconogra Ba de Rosas y de la Fe&eració
.i\.fanuel ae Rosas, n, 31-40. 11, Pradere v Chávez Juan
- "
38 Rosas a "González, l jul.1839, Gaceta l.:lercantil. 22 jul. 1839;
Celesia, Rosas, aportes '
para su historia, íi, 252. 72 ~uente a Frias, 2 jun. 1839, Rodríguez , Contribución histórica
y documen tiL -íl.
39 AGN, Colección Celesia, 22-1-12, f.101-114,
40 RoSas a López, 23 ene. 1836, Barba, "Formací ón de la tiranía" 73 Elías Díaz Molano, Vida y obra de PedrodeA ngelis (SantaFe .1968)
HNA, vii, 2, p. 134, zusta, "Pedro de Angelis, vocero de Rosas" Estudios American n~?· Julio Ira-
Southern a Pa1!nerst on, Privado, 27 ene. 1850, HMC, Pa1merst on 1955), 411-46, o,,' ,' Ü (C:."'"..;¡·¡a
41 Rcsas, carta crrcular a los gobernad ores provmcia les, 2G abr. Papers, _GC/S0/25 1. ' - -, ' .. ...,_., '
1835, .t,rcb1vo Históri- 71 Southern a Palmerst on, NQ 55, 16 jul. 1849, PRO, FO 6Jl44.
co de Santa Fe, Papeles de Rosas 1821-.1850, ed. Félix Barreto (Santa
42 Barba, "Formaci ón de la tiranía", HNA, vii, 2, pp.137-S. Fe 1928). 58-9. 75 ' Exist~ una reimp~e:5ión del texto en español de las primeras
series, 1843-45,Archivo
·43 Irazusta, Vida política.. Vil, 89-92. t{~_enca noy Espmtu de la Prensa del Mundo 1843-18.51 {2 vois., Buenos
Afres.194 6-
44 Ibid .. ií, 23.
45 Celesia, Rosas, a.portes para su historia, ii, 24. 76 ~obre ia campaña de propagan da de Rosas en Europa. véase
lV, 133•67.
Irazusta, Vida.polit ica
46 Southern a Palmerst on, Privado 26 nov. 1849, HMC, Palmerst '
on Papers, GCiSO/248. 77 En los primeros' aiios de la década de 1840este procedim
47 Rosas a T. Anchoren a, 25 dic. 1838, Celesia,R osas, aportes iento fue reDetido
48 Rosas a González, 16 jun. 1841. Leguizam ón, 11-12.
para su historia, 1, 629_- tanto; véase King: Twenty tour yea.rs in'th_e Argentin e Republic, . 353-54; de tanto en
plos de demostra ciones en favor de Rosas, mcluyend o algunos de otros ejem•
49 Rosas a Quiroga, Hacienda de Figueroa , 20 dic. 1834, Andrés indios- véase infor-
M. Carretero (ed.), El
pensamie nto político de Juan M. de Rosas (Buenos Aires. 1970), 70-a.
50 Antonino Reyes, en Ibarguren . Juan Manuel de Rosas. 22·8.
mes en la Ga.ceta Mercanti l jun-ag. 1835. Zim1y, La Gaceta Mercantil
78 Gaceta Mercantil, 1'-F 4891, 21 oct.1839. _ J 244-5
' ' - '·
51 Southern a Palmerst on, 18 oct. 1848, PRO, FO 6/139. 79 M~uel Corvaián , ayudante de campo de Rosas a José M. Velázque z, comanda nte
dei parque_, 23 mar., 26 mar.1842 . AGN, Sala X, 26-5-1.
52 Ros&.s a Urquiza, 31 mar. 1842, Ibarguren , Juan Manuel de
Rosas. 229. 80 Francisco Avena Cháíer, "Ideas y sentimien tos religiosos
53 Howden a Palmerst on, N~ 8, 23 may. 1847, PRO, FO 6/133. de don Juan Manuel de
, I_'l;osas", Nuestra. Historia, ano z, núm. 6 (Buenos Aires, 1969), ::!39-52;
54 Lafuente a Frias, 18 abr. 1839, Rodrígue z, Contribuc 11, 29. Ramos Mejía.
469.
ión histórica y documen tal, II,
81 Héctor José Tanzi, "Las relacione s de la Iglesia y el Estado
55 Southern a Palmerst on, Privado. 11 mar. 1850, HMC, Historia, aJlo9, Ne·30 (Buenos Aires, 1963), 5-28, en la éooca de Rosas".
GC/SO/254. Palmerst on Papers. -
82 Rosas a Bessi, 16 jun. 1851, Saldias, Papeles de Rozas, ii, 148-51.

350

351
83 Raúl Héctor Castagnino, Rosas y los Jesuitils (Buenos Aires, 1970), 39. tal, ii, 496•7. El doctor Manuel Vicente Maza no era un conspirador activo; pero cono-
84 Ibid., 50. cía el plan y, quizás, pensaba encabezar un movimiento constitucional sÚ\ste tenia
85 Gore aPalmerston, Privado, 27 may. 1851, HM:C, Palmerston Papers, GC:SO!64. éxito; véase Sal días, Historia de la Confederación, IV.
86 Marmier, 63~6. Pablo Mmí.oz a Pedro Burgos, 11 ae:.1838, Burgos a Rosas, 12 ag. 1838, AGN. Colec-
87 Benito Diaz. Ju~ados de paz, 225-37. ción Celesia, 22-H2, f. 196-8. - ·
88 Véase más arriba, pp. 4{], 41. Rosas a Burgos, 16 ag. 1838, AGN Colección Celesia, 22-1-12; f. 199-201. E Lafuente a
89 Citado por Ibarguren, Juan Manuel de Rosas, 102. . _ ·._, , _,. h~as, 7 ?JªY. 1839, Rodríguez, Contribución histórica y documental, 'ii, 477, v fase
90 Arana a Rosas, 8 nov. 1833, Celesia. Rosas. aportes parEl su histon~, -, ;i,-,5. mas abaJo, p. 213.
91 Lafuente a Fr:ías, 7 may. 1839, Rodríguez. Contribución histórica y documental, ii, 8 José Antonio Linera a Rosas, 31 oct. 1839, AGN, Colección Celesia, 22-1-12, i. 315.
476-7. 9 Cuartel General en Dolores. 3 nov. 1839. AGN, Archivo Adolfo Saldias. Sala VTI, 3-3-
S2 BenítoDiaz, Juzga.do de paz202-4; véase pp. 106-7, 114-15. 8~,_ i. 126-9. Sobre la :revolución del sur, véase Emiiio Ravignani, Ros8s: irne-.,preta-
93 Quesada, Acha, 49-52. cw_n rea.] y moderna. (Buenos Aires, 1970), 21-34: Angel .J. C.a!'!'a..n...za, La revolución
94 Woodbine Parish, Buenos Ayres, 120. del 39 en el sur de Buenos Aires (Buenos Aires, 1919]. 128. 175.
95 Ramos Mejía, iii, 157. 10 Mandeville a Palmerston, N~ 81, 12 dic. 1839, PRO, FO 6/70.
96 Félix Best, Historía de las guerras argentinas de J~ independencia_, internacionales, 11 Manuel Corvalán a l\1iguel del Valle, comandant; del 4º escuadrón de Milicias, 2 nov.
civiles y con el indío (Zvols .. Buenos P.Jres, 19150), í, 113-4Q, 1839,_AGN, Archivo Adolfo Saldías. Sala VJL 3-3-8, L 120-1.
97 Ramos Mejía, iii, 176--7. 12 Capitán del Puerto a Arana, 15.ene·. 1840. AGN, Sala X. 27-7-4.
98 MacCann, Two Thousand }).files' R1de, 1, 145-6. 13 Rosas a Juan José Díaz, Estancia San .Martin. 3 mar. 1835, Saldias, Papeles de Ro-
99 Agustín F. Wrigbt, Breve ensayo sobre la prosperidad de los extrangeros y decaden- zas. I, 134.
cia de los nacionales :Buenos Aires. 1833), 35. 14 Saldias, Historia de la Confederación, iv, 142; Irazusta, Vida política, ii, 234-5.
100 Memorandum de Ouseley, ag. 1846, PRO, FO 6íl23. 15 ~. Lafueme aF. Frias, 18 abr.1839, Rodríguez, ContribuciónJÚstóricaydocumental,
101 La distinciónaue hace Quesada, Acha, 6fl, entre las foerzas aristocráticas de los u..,·ü- ll, 469.
tarios urbanoS y las fuerzas populares de la campana federal no es válida. 16 Mand.eville a Strangways, 18 oct. 1836, PRO, FO 6/53.
102 MacCann, Two Thousand }diles' Ride, IL 20-1 17 Celes1a, Rosas, aportes pa_ra su historia. ü. 242; Les,:uizamón. 84-5.
103 Rosas, 22 jul. 1832, 5 oct. 1832, Nº 179, AGN, Secretaría de Rosas, Sala X. l3-1-L 18 Ibar~ren, Juan JV1an~ej de Rosa.s, 244; Ramos Me.lía. ü. 7-9.
104 Pedro Jimé.'lez a Rosas, 6 y 14 abr. 1843, AGN. Sala VII, 22-H, f.128-9. 19 Sarmiento, Fawndo. r6.
105 Decreto del13 de noviembre de 1842, Ramos ?dejia, ili, 30-L 20 Ezequiel Martínez Estrada, Radiografía de la pamaa, 47-8.
106 Irazusta, Vida oolític:;;., vii, 156-7, 21 King, Twenty four Years in the .4.rgentineRepublic·. 2.'í3-4.
107 "Estado que lllanifiesta lá fuerza efoctiva con que se halla cada una de las divisio- 22 Hudson, F11rAway andLongA.go.107.
nes" .16 mar. 1842, AGN, Sala X, 26·5-L 23 Sarmiemc,Facundo, 77. ·
108 AGN, Sala V1L 22-2-1. f_ 65. 24 Rosas, 18 nov. 1839, Ramos Mejía ii, 99-100.
109- Mandevillea Palme:rston, W12, 17 feb.184-LPRO.FO 6i7B; Gen. J. T. O'Brien aAber- 23 Bermi, Memorias curiosas, Biblioteca de MHyo, 1v, 4134.
deen, ene. 1845, FO 6íl10: Alfredo de Brossard, Rosas visto por un diplomático tran- 26 King, 1\ventyfour Years.jn the Argentine Reoublic, 330.
ces (Buenos Aires IS-42) 353. El trabajo de Brossardfue publicado por primera vez en 27 Lamas .. Escntos po_/íticosy lirerarios. 346-7. -
París en 185-0. El efectivo de un solo regimiento de milicia, el Regimiento 6 de Mili- · 28 General J. T. O'Brien a Aberdeen, ene. 1845, PRO, FO 6ílrn.
cias Patricias de Caballería de Campati.a, en 1842, era de 1.343; véase "Estado Gene-
29 "!5sta s~ciedad qu~ comúnmen~e se llama ~e la ~azorca, tiene por objeto el introdu-
ral", Chasccmús, l"may. 1842. A.GR Sala X, 25-9-2. cu- por e. flanco ae 1a_ retaguardia del enemigo umtario el sabroso fruto del que ha to-
110 Mandeville a Palmerston, N° 2:1. 2 may. 1838, PRO, FO 6/64. mado el nombre, as1 es. que wda aquella gente que recela este fracaso ha dado en
111 Marnier, 21. usar el pantalon muy aJustado, disfrazando con el nombre de moda una prevención
112 ;Burgin, 202-3. muy puesta en orden y razón." Juan Maria Gutiérrez. 1835, en Historia, 9, 30 (Buenos
113 Southern a Palmerston, N~ 10. 21 nov. 1848, PRO, FO 6í139. Aires, 1963), 149.
114 Thomas Hobbes, Le-via.than, 89-90. 30 s.alomdn_~ P~osas, 30 S":_Pt..1840, Rosas a Salomón, 30 sept. 1840, AGN, Coleccíór. Cele-
s1~, 22-1-,:,-,, L 160-2; Ce1es1a, Rosas, aportes para su hísto:riE, ii, 235-7, 461-3; Leguiza-
mon, 48-::>l.
31 Esteban Echeverría, Obras completEJs (5 vols., Buenos Aires 1870-4) iv 40
Capítulo 6 EL TERROR 32 A.ndrés Somellera, La tiranía de Rosas: recuerdos de una ;íctima de ia ikfazorca
(Buenos Aires, 1962i, 20·4<
Hamilton a Palmerston, W 2, B feb, l~i6, PRO, FO 6i51. 33 Saldías. pu~lica una. lista de ciento -sesenta y cuatro personas "bien situadas" que
2 Jorgel\LJ\-fayer,Alberdiysu tiempo (Buenos Aires, 1963) l'.'.:7-74: a veces se llama ai
eran m1emoroI51 y-dice que _había ciento noventa y un miembros en 1842; Historia de
movimiento incorrectamente, la Aso_cfación de Mayo. la Confederac1on, Y, 9-10. TJnos doscientos nomb1·es fueron oublicados en la Gaceta
3 Vicente Fidel López, "Autobiografía", en LE Biblioteca, 1 (Buenos Aires. 1896), 347. Mer~antil, .16 abril 1842, es decir en el apogeo del ierror. •
4 Carlos Tejedor a Saldias, 16 oct. 1883, Saldias. Historía de la Confederación, IV. 241- 34 Saldias, H1stona de la Cofilederación. v 48.
3; véase Angel J. Carranza, Bosquejohístórico acerca del doctor Carlos Tejedor y la
35 ;uitiño y Parra a Rosas, 13 ene. 1834, ·cdlesia, Rosas, aportes para su historia, ii, 43-
conjuración de 1839 (Buenos Aires, 1879).
5 A. G. Balcarce a Frías, 29 may. 1839, Rodríguez, Contribucíón histórica .v documen-

353
352
36 La mayoría de estos nombres son los que recuerml Beruti en 1853, Memorias,curio- : que Lezaroa., y su sobrina, que lo acompañaba, vivía en la esquina de Perú y Moreno;
sas, Biblioreca de Mayo, iv, 4121-2. ella era viuda y tenía familia, y fue presentada enlo mejor de la sociedad, aunque, en
37 Southern a Palmerston, N" 55, 16 JUL 1849, PRO, FO 6/144. realidad, era algo más íntimo que una sobrina; su nombre era 1',frs. McDonald",
38 King, Twenty-four Years in the Argentine RepÚblic, 326. (Mansilla, Rozas, ensayo histórico-psicológico, 129-30). Mandeville nunca fue inde-
39 Celesia, Rosas, aportes para su historia, iÍ, 239. bidamente crítico con respecto a Rosas y encontró ciertamente mucho que admirar-
40 Lamas, Escritos políticos y literarios, 310, . le; fue uno de los pocos extr:a.r.jeros con quienes Rosas dejaba a un lado su-formalidad
41 Citado por Ibarguren, Juan Manuel de Rosas, 232 y los trataba de manera jocosa. El sucesor de Mancieville, William Gore Ouseley,
<!2 Rosas a Go:r.zález, 10 ag. 1831, Ravignani, Rosas: Interprets.ciónreaJ ;y moderna, 75• arrojó dudas sobre la veracidad y objetividad de los informes de su antecesor; afir-
6; Inferenc1as sobre Juan Manuel de Rosas y otros ens::.iyos, 25-35. maba que Rosas había sobornado a Mandeville, dándole valiosos regaios y una casa
43 Rosas a _Arana, 26 ag. 183:'l, Celesia, Rosas, a.portes para su historia., I, 190: GB.ceta. para su amante. Ouseiey a Aberdeen, 23 jui. 1845, B:ritishLlbrary, Add. MS 43, 127
Mercantil, 3 feb. 1830. 76 Mandeville a Rosas, 9 oct. 1840, Saldias. Papeles de Rozas, i, 207-462; Jiistorü1_ de la
44 Ctwsa crimina) seguida contra ej e.x-goben1a.do.r Ju= Manuel de Rosas antejos tri- Confederi:l.ción, V, 229.
bun8les ordinarios de Buenos Aires (Buenos Aires, 1&08). 8-10. 77 Rosas a Ivíandevilie, 10 ocL 1840. AGK, Arci1.1vo Adolfo Saldias, Sala VIl, 3-3-8, f. 316-
45 Beruti, Memodas cunosas, Biblioteca de Mayo, rv, 4110. :1, 18; Saldias, Historia de ia Confederación, Y, 23(1-4; Ramos Mejia, II, 55-61.
46 Celesia, Rosas, aportes para su hiEtoria, ii. 376,574. 78 Ma...'1deville a Palmerston, Nº 72,.14 oct. 1840, PRO, FO 6'75.
47 Doña Encarnación a Rosas, 4 die,, 1833, ibid,, íi, 43. 79 Rosas a Lóp€Z, gobernador de Córdoba, 20 ene. 1841, Quesada, La epoca de Rosas. l.07
4S Iriarte, Afemorias, iv, 47-S. 80 Decreto. 31 oct.1840, AG:f\, Archivo Aciolfo Saldfas, Sala VII, 3-3---S, f. 331-2; Registro
49 Celesia, Rosas, aportes para su historia, ii, 45. oficiaL 1840, 162-3; Gaceta Mercantil, Nº 5177, 2nov. 1840.
50 Beruti, Memorias curiosas, Biblioteca de Mayo, iv, 4113. 81 Oribe a Rosas, 11 dic. 1840, AGN, Colección Celesia. 22-1-13, f. 225-7 _Muchos de éstos
51 Archivo de Policía: Indice (2 vols., Buenos Aires, 1860), il, 210-13, 268-71. fueron posteriormente ejecutados.
$"2 Mandeville a Palmerston, Privado, 26 jul. 1836, HMC, Pafmerston Papers, GC!MAi 82 Lava1le a su esposa, 31 mar. 1841. Rodríguez, Contribución histórica y documentar
262. El periódico oficiai Gaceta Ji.fercanbl N" 6426, 22 mar. 1846, dio la cíira de cien in- ili, 142,
dios ejecutados por rebelión, asesinato y robo. La Causa criminal daba ciento diez in- 83 Archivo de Policía., ii, passim.
dios, 29. 84 Gaceta Merc2r1til, Nº 5292, 5 abr. 1841., Zínny, La Gaceta Mercantil, ii, 450-1, eHisio:
53 ·Ñiandeville a Palmerston. Nª 33, 19 oct. 1836, PRO, FO 6/53. ria de los gobernadores, ii, 154-7.
54 Mandeville a Palmerston, N< l, 6 ene.1837, PRO. FO 6/57; N~s1, 25 sept. 1838, FO 6164. 85 E. Bedoya a Puch, Tucumán, 30 juL 1841, Quesada, La época de Rosas, 106.
55 Héc.tor C. Quesada_. Barranca Y2co; antecedentes_, apuntes. episocüos v documentos 86 Las Heras a Brizuela, Santiago de Chile, 21 mar. 184.1, ibld. 105, véase también lbid..
del Arc.hivo Geneial de la Nación !Buenos Aires. 1934). · • para la cita de Sarmiento, 101-2.. ·
56 Mandeville a Palmerston. N" 10, 3 mar. 1837, PRÓ, FO 6!57~Leguizamón, 25•7. 87 Un observador naval británico dio una cifra "durante las últimas ocho semanas,
5Ti Celesia, Rosas, aportes para su historia, ií, 241. -más de ciento sesenta individuos", capitán C. C, Frankland, HMS Pearl, 11ontev1-
58 Leguizamón, 126. deo. 28 febr. 1342, incluido.en Almirantazgo a Canning, 23 may. 1842, PRO, FO 6/86.
5.9 Mandeville aPalmerston, N" 57, 26 ag. 1839, PRO, FO 6:'70. 88 Irazusta, Vida política, íii. 229-34.
60 King, Twenty-fo_ar Years,.in the Argentine Republic, 401-2: Juan Jacobo Bajarlía, 89 Antonio Díaz. Historia política y militar de las repúblicas del Plata, v, 96---7.
Rosas y los a.sesmatos de su época (Buenos Aires, 1969), 42-3. 90 Mandeville a Aberdeen. Nº 27, 18 abr. 1842. PRO, FO 6/83.
· 61 Saldías, Historia de la Confederación, iv. 153-4.' 91 Mandeville a Canning, Privado y confidencial, 18 abr. 1842, PRO, FO 6/83.
62 Leguizamón, 64-7. · ·· 92 Mandeville a Abercieen, Nº 28, 23 abr. 1842, PRO, FO 6/83.
63 Mandevilie a Palmerston, Nº 82, 12 dic. 1839, PRO. FO 6170. 93 Dedaración de D. J. Lasserre, un émigré de estos sucesos, en Lamas. EscritQS políti-
54 1,fanuel Corvalán a Vicente González, 10 sept. 1840. Zinnv. La. Gaceta Mercantil. ii cos y literarios, 313~15. Mandevílle a Aberdeen, N~ 28, Z3 abr. 1842, PRO, FO 6/83.
436. •- . ' 94 Mandeville a Canni.'lg, 24 abr. 1342, PRO, FO 6/83. GEJcet;;_ Mercantil, Nº 5913, 20 juL
65 F. Varela a F. Frias, 8 may. 1840, Rodríguez, Contribución histórica v documental, 1843,
fil& . 95 Mandeville a Aberdeen, W 57, Confidencial, 7 jul. 1842, PRO, FO 6/84,
66 Aritonio Díaz, Historia política y militar de las rep11blicas del Plata_. v. 96. 96 Gaceta Mercanti!, N° 5945, 22. jul. 1843.
67 Mandeville a Palmerston, Nº 67, 23 sept. 1840, PRO, FO 6175. 97 Leguizamón, 53-6.
68 Vjctorica a Rosas, 13 sept. 1840, Celesia, Rosa.s aportes.para su.historia 1 iL 458, 98 Ouseley a Canning, 5 jµL 1845, PRO, FO, 61104.
69 Ibid., ti, 232. ' . 99 Beruti, Memorias curiosas, Biblioteca de Mayo, Nº 4066.
70 Gál"."ez, Memorias de un viejo,~, 70--89; Lamas, Escritos políticos y literarios, 310. 100 Southern a Palmerston, Privado y Confidencial, 18 oct. 1848, PRO. FO 6/139.
71 Ennque Arana (h), Juan Manliél de Rosas en la Historia. Argentina (3 vols,, Buenos 101 Sobre la historía de Carr¡.ila ◊'Gorman, véase Saldías, Historit.l de la Confederación,
Aires, 1954), ii, 7&-7, documento de A. Taulard. viil, 146-57; Antonio Reyes, Memorias del edecán de Rosas, ed. Manuel Bilbao.
72 Mandeville a Palmerston, Nº 72, 14 oct. 1840, PRO, FO 6175, (Buenos Aires., 1943) 347-71.
73 José Rivera Indarte, Tablas de Sangre: es accíón santa matar a Rosas-(Buenos Ai- 102 John Masefield, Rosas .. .
res, 1946), 63-136; Causa criminal, 13, 103 Rosas a Federico Terrero, Southampkm, 6 mar. 1870, Saldías, Historia de la Confe-
74 El Archivo Americano, N~ 20, 31 juL 1845, afirma que Varangot era espa:fiol. deración, viii, 227-8; Mansilla, Rozas, ensa_v,o histórico-psicológico. 171-2,
75 John Henry Maudeville, Ministro británico plenipotenciario en Buenos Aires-desde 104 Soµthern a Palmerston, 24 nov. 1848, PRO, FO 6/139.
1836 hast.a 1845, adquirió considerable experiencía sobre el régimen de Rosas. "Mr 105 Reyes, Memorias del.edecán de Rosas, 370. ,.
Mandeville llegó a Buenos Aires a todo lujo. Vívía en el distritoconoddo como el Par- 106 Beruti, Memoriascur~osas, Biblioteca de Mayo, iv, 4077 _

354
- ' 355
.;¡j¡
-~
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t->:i.
-

- -
107 Sout hern a Palm ersto n, N°·2,
10 ene. 1851, PRO , FO 6/157: Brtti
ene. 1851. sb.Pa cket, Nº 127.1, lL
108 Sout bern a Palm ersto ti, Nº 45, 15· Woodbine Pari sh,B ua'lo s Ayre s, 353.
25 jun. 1851, PRO , FO 6/15..,__ 16 Nico lau, "Mov imien to Mari timo
109 Ríve ra Inda rte, Tabl as de Sang ", 358-61; Krof'.ber, 121-34.
re, 134-5, quien pare ce alcan zar un ;; Wood bine Paris h, Buen os
sus prop ias cifra s. total incor recto de Ayre s, 362,
18 D. C. M. Platt , Latín Ame rica and
110 K:ing, Twen ty-fo ur Year s·ín Briti sh Trade 1808-1904 \Lond on,
the Arge ntíne Repu blic, 426-7. 19 Wood bíne Pari sh;E ueno sAyr es, 1972_;, 23-38, 55.
111 Gaceta Mercantll, Nº &426. 383_
26 mar.
112 ve.as e w::.:a-referencia Em la Nota 1845 20 Brow n, "Bue nos Aires , 1810~1860", 510_
2·, Hum phréy s, Britis
113 Robe rto Etcb. epare borda , Rosa 84 y varia s otras carta s en PRO , FO 6/36. h Consular Repor'i.S,.76.
s, contr overt ida histo riogr affa (Bue 22 Mulh all, The Engl ish in Snuth Amer icE,
r, Briti sh },fe.rcantile Hous_eE mBu ,tn.
102, cita una cifra infer ior a oche nos Aires , 1972) Rebe
nta, dacia po:r un obse rvado r eSpañ 23
de 184-0-42. ol, para el terro r enos A.ires. 56-7. No todos los mini stros
114 Otro s irdor rnes britá nicos dim
cifra
den, er: esta acció n; véase inclu s aun más altas de las ejecu cione s, alred edor de
1 nicos aprob aron a sus comp atrio
glese s es.ti 1.ejos de ser buen a; son
tas: "Sin emba rgo, la clase de los.c
nare, ; de las firma s de Ingla terra princ ipalm ente agen tes en com1s1on y socw s me-
britá -
?~etc i~:.re s in-
sione s en Bam ilton a Cann ing. 25 ,
FO 6/111. sept. 184:S, PRO , que no son los suyos . Se han aprov o empl eado s envia (los para supe:rv1sar inter eses
ll5 Beru ti, Mem orias cudo sas, echa do de.las conv ulsio nes polít
1852, Biblí oteca de Mayo, iv, 4110- tm..··to de estos desa stres conti núan icas y bajo el pre-
11.
ruti hizo listas de aque llas victi mas En otras pane s Be-
a quien es cono cía por sus nomb res: ignor ancia de los verd adero s nego manteni_endo a sus supe riore s en Ingla terra en 1~
les ejecu tados , uno azota do; tres ocl:lo ofici a- cios que desar rolla n. Las empr esas
funci onari os ejecu tados , urio azota das son pues~zs siem pre a cuen ta que dan pérdi -
bitante_s co~u nes ejecu tados y de la firm a en Ingla terra y se echa
dos; ib1d., rv4122-4. 4133-4.. uno c:rue lmen ic azota do; dos come do; veint iún ha- no Rosa s cuyo nom bre data del pasad
o y se mant iene con ese objet o; perola culpa al tira-
rcian tes ejecu ta• lado nes que dan bene ficio s con las esper..u:
116 CaUS[J criminai, 33-112, sin dema
conta r las ejecu cione s de prisio neros cuen ta de sus trans accio nes oerso siada frecu encia se ocultan y se coloc an en la
117 Mans illa, Rozas, ensayohist
árÍCo-psicológico. 85 de guer:-a. nales :· Sout hern a Palm e:rsto n,
HMC, Plam ersto n Pape rs, .. GC/S 25 abr. 1849.
118 Causa crim inal. 13-14. 0/245
119 Ibid __ 14. que se enco ntrab an en Buen os Aires . Debe agreg arse que no todos los britá nicos
24 Wood bine Pari sh.B ueno sAyr apro baba n a South ern.
25 Ibid. 120. es, 365, 367-8.
26 H. S. Fern s, 2.20.
Zi Véas e Rodo lfo Orte ga Peña
Capi tulo 7 LA PENE TRA J\'TE y Edua rdo Lµis Duha lde, BaríngB.ro . _ .
ALBIÓN política. argentina (Bue nos .Aires 1008) the.rs y fa h1stor1a
l Nina L. Ka:r Shut tlewo rth. A ria. Agra dezc o al profe sor D. C_ M. , 53, un folleto políti co más. que una histo ria se-
Life of Sír Wood bine Paris h (Lond
on. 1910), :125,
fiado de parte de su histo ria de los Plritt por habe rme perm itido leer_ el meca nogr a-
2 PRO . FO 354/8, R. A. Hum phrey Barin g, que conti ene el pr.L.'tler relat
s, ed. Briti sh Consu.lar Re_oorts Ol1 dad de sus opera cione s en la Arge o con autor i-
litics of Latin Amer ica, 1824. 1826 the Tradea1JdPo- 28 Arch ivo Amer icano , 1ra. serie ntina .
Ayre s, 117; Jame
(Lon don. 1940),
s Dodd s, Reco rds oí the Scott ish
2o;
n. 2, Woodbine Paris h, Buen os
29 Comi sión Merc antil de Buen
, N"º 14, 31 ag.18 44, ~, 445-7.
thei:r Churches (Bue nos Aires , 1897) Settl ers in the Rive r Plaie and ós Aires a Paris h, 31 de dicie mbre
rísb a Bidw ell :n dic. 1327, Wood .1827 , lndu ídoe n Pa-
Véas eMac Cann , Two ThousandM , 3-5. 142°7. 30 Sobre los britá nicos e..'1 la Arge bine Paris h Pape rs, PRO ,
reux- Jone s, "The Arge ntine Brití
iles·'Rlcie, I, 196,225; véase tamb .iénW ntina rural , véas e MacC ann,FO 354/4.
sh Colo ny in the time ofRo sas", HAH iUbu r Deve - 148. 151. i, 8-9, 20-1, 61, 68, 99, 143_,
7. R40 (19601 .90- 31 Sout hern a Palm ersto n,
4 Vera Blinn Rebe r, Briti sh Merc W7f'i. Conf idenc ial, 25 nov. 1849,
antil e Hous es in Buen as Aires 1810-1 32 Bald omer o Garc fa,Sa la de Repr PRO , PO 6/145.
ge, Mass , 1979), 58. 145; y sobre 88V (éa.m brld- esem anres , 12nov_ 1843, Gaceta
Simú n Pere ira véase 52.108-9. 33 Loren zo Torre s, Sala de Repr Jl,Jercantil, Nº 5771.
5 MacC ann, II, 93. esen tante s, i2 nov. ~843, GacetE
34 Arch ivo Amer ic:mo , l!'a. serie Merc antil , Nº 5771·.
6 Huds on, Far A way a.nd
Long Ago_ 35 Ram osM ejia, i,194 . · , Nº 14, 31 ag. 1844" i. 450-1.
7. Woodbine Pa.ris.h, Buen os.Ay res, J28-9. 36 Sala de Repr es"en tante s, 15 de
117. dicie mbre , 1843, Arch ivo Amer icano
Jl M. G. y E. T. Mulh all,H andb una denu ncia simi lar sobre la polít , Nº ll, 295; para
ook oft11e Rive r Plate Repu blics
Gace ta Merc antil , N" 213_7, 8 marz (Buenos Aires 1875}. 91: do, 18 dic. 1843, lrazu sta, Vida polítiica britá nica e_r¡ las A.-rnéricas, véas eAJv ear a Gui-
9 MacCann, I, 151-2; véas e tamb . 1831, Z.inny, La. Cacera. Mercllfltil, i, 300. 37 Hamilt.on a Well ingto n, Nº30 ca, iv, 164.
(Bue nos Aires , 1878)., 416-33 .. ién M. G. Mull iall, The English , 5 may.18Z5", PRO , FO 6147.
in South Ame rica 38 Fern s, 203.
10 Mans field, Para guay , Braz il 39 Tomás Anchorena a Rosa s. 13 oct.
fmd theP late, 129; véase tamb ién 1838, Irazu sta, Vida polftica., ii.. 207-3
2398, 3 feb. 1832, Zinn y ,La Gace Gace taMe rcan til,Nº 40 Pedr o de Ange lis a Tom ás Guid
ta Merc antil , ii, 11 o, 17 .
11 MacC ann, ii, 302-3. - 41 Tom ás Ancho:rena a Rosas., nov.1847, ibid., V, 388.
12 Arch ivo Am'erica.no, N° 2, 19 1 mar. 1846, Sebr elí, Apog eo y ocaso
jun. 1843.. 167. de los Anch oren a,
13 Publ icado en Wood bine Par-i 42 R-osas a Mand eville , 2 abr,
14 Juan Carlo s Nico"lau, "Mov imien sh, Buen os Ay-Yes, 401-5. 1839, citad o por Barb a enH} siori
to marí timo exter ior del puert o Dela ana.rquia a la organización nacio a integ ral argen tina, 2.
(1810-1854)", Nuestl"E. Historia, de Buen os Aires
Aires , 1970), 156. nal, Cent ro Edito r de Amé rica Latin
of theS hipp ing Indu stry in theRNº io
1.2 (1973) •. 351-61; CJifton B. Kroe
ber, The Grow th
43 foid.
a (Bue nos
65; Burg in, 270; jona than C. Brow de la Plata Region-179 4--1ll60 (Madison, 1957), 49-
n, 44 South ern a PaJm ersto n,Pri vado
ketin g_Sy stem ; Buen os Aires , 1810- "Dyn amic s and Auto nomy of a Tracü tiona l Mar- 45 Robe rt :i!illi nghu rst. uno de
, 22nov.1848, HMC ,Palm ersto riPap
ers, GC/SO/241.
1860", HA.HR, 56 (1976). 609. los más
hizo una larga descr ipció n de esta antig uos resid entes britá nicos _en la Arge ntina .,
celeb ració n para el Briti sh Pack
et, 19 de dicie m-
356

357
,,
bre, 1835: el doctor Gibbon, que aún ;r:ivfa en 1877, estaba
cantil. ii, 259-60. ~; Zinny,L a GaceiaMer~1
-_
'
46 Petición _iirmad a por setenta y siete comerc iantes ingleses :s 83 An Appeal on behali of theBriti sh Subject s resiámg
, que incluía a,MacL ean.; in a..rid conneét ed with the River
Gowland, Tomi;ison, Hughes , Tomkin son, MacK.i.nley, Pla.te, <}-gainst any furtber violent interven tion by
Lamb, Steg:ma n, y Green, en Gaceta Mercan til, 25
Brittain , Wilson, l)rabble ._· mentj; m the_affa irs of that countr.v (Londre s, 1846).the Britisñ a.nd Frenc.h Gover.n-
12-13.
oct. 1849, 21 díe, 1349. 84 Ouse1~y, Pri.~~te -;1otes relative to the propose d Jnterven
47 Parish a Palmers ton, 25 may.1831, PRO, FO 6/32. tion oí Great Britain. Fran-
ce ana 1?~azu IOi:_,he pu.rpose of puting
Montev weo, 12 ruc. 1844. PRO, FO, 6/96.a stop to tbe War betwee nBueno s Ayres and
48 Paiish aBowle s, 14 feb. 1839, Woodbine ?arish Papers,
49 Mandev ille a Strangw ays_. Privado , J:8 oc:. Hl36, PRO,
PRO, FO 354/9.
FO 6/53. 35 Ouseley a ADerde en, 9 sept_ 1845, BL, Add. MS 43,
50 Mandev ille aPalme rsrnn, Nº 82. 12 dic. la39. ?RO. FO 12i.
51 Ouseley
6/70. 86 T?mas q~ido,_ M'rrüstro argentin o e:r. Río de Janeiro
a Aberdee n, Privado , 26 nov. 1845, PRO, FO 6/I0tL ,a
52 Ouseley a Aberdee n, 19 abr. 1846, BL, Acid. MS V1da politica . 1v, 313; pa_ra las instrucc iones, véase JoséArana, 15 abr. 1845, Irazusta ,
43.127.
53 Southern a.Pálme rston, 25 abr. 164-S, H:MC. ?almers errores capítale s de la. mrerven ción anglo-fr ancesa en Luis Bustam ante, Los cinco
ton Paoer:,. GCiSOi245. 194.2), 36--49. el Piata. 1849 (Buenos Aires,
54 MacCan n, ii, 25L · · 87 Saldías , Historia de la Confederación, vi_. 2{',2-3,
55 Andrés M. Carrete ro, ed., El perisa.miento político de
Jufill Jlf_ de Rosas (Buenos AJ. 88 Cámara de los Lores, 19 feb. 1846, Par}iam entary
res, 1970), 117-19. Debates, 3a. Serie, lxxx.iii, 1158-62.
56 AraÍJa a Moreno , 22 dic. 1841, Irazusta , Vida politica 39 Th.omas B_ames, Observa tions on the Present State
oftbe
57 Moreno a Arana, 5 abr. 1843, Irazusta , 'Vidapol
, ili, 210. (Live:;-poo1, 1845). Reprodu cído parcialm ente en Gaceta Affaks oith.e River Plate
itica, iY, 223, Jl-fercantil., 18 iul. 1845.
-58 Ferns 232 9<) AH:eo: M_allalieu, !?,osas and his caiumni
aiors. The justice and polic:Y ola Triple
59 Néstof S. Colli, La política francesa en el Rio de Allia~ce llltf!rVent1on oí England , France and Brazil in
Já Plata: Rosas y el bloqueo de 1838-
1840 (Buenos Aires, 1963), 125-64; Gabriel A. Puentes c~ns1dered ~ letters (º the Ríght Honourable the Earl.of
the aíia.irs oí the River Pla.te
Rfo de la Plata (Buenos Aires, 1958), 49-65.
, La .intervención frances a en el vease ta~b1~n un es!uerzo ante~íor del_ rnismo autor, Aberde en (Londre s, 1845);
50 Puentes , 65-73. and Af:(airs_ m the River Pla.te; m a Letter to the Ead Buenos AJTes, Monte Video,
of Aberde en (Londre s 1844).
61 Ferns, 243; Puentes , 276--32. Mallalle u s1gt1e siendo una figura anónim a y se. loba
de Manuel Moreno , vea_se Zmny, La Gaceta Mercan descrin to como un pseudón imo
62 John F. Cady, Foreign Interven tion in the Rio til, ili, 82 y Archivo America no,
de la Plata 1838-50 (Phílad elplüa, 30 :iov._ 1845. Pero Irazusta parece estar en Jo cierto al
1929), 37. identifi carlo como un periodis-
63 Mandev ille a Strangw ays, 17 ene, 1840, PRO, FO Bi74. ta mgles contrata do por Moreno ; véase Vida política.
, iv, 164-7. ·
64 Lord Beaum ont Cámara de los bares, 23 abr. 91 Mallalie u. Rosas and his ca.lumn iators, 92-3,
1849, Parliam entar.·v Debate s Sra. se- 1
rie, civ. 315. 92 Moreno creyó que su campañ a de propaga nda había
65 Woodbí ne Parish, Buenos Ayres, 237,25L rnento Y la opinión públiC:ª· Pero también pareció_
tenid::, efecto sobre el Pada- 1
pensar que el gobiern o británic o
66 John Hoyt William s, "Foreig n Tecnico s and the :;staba p1;epar~,do p~ra eJerc~r un prote.s~orado soore
Modern ization of Paragu ay, 1840- el Río de la Plata, o aun para
1870", Journai oí Interam erican Stmfies and World ,recolon rzarlo (sic¡,. a:ites o.e que l!)-Od~~car_a _s;--1~ objetivo
Affairs, 19 (1977), 234. ares, 2 may. 1846, Roctng:uez, Contrinuc1on histonc s; Moreno a Alvear, Lon-
67 Cámara de Jos Lores. '27 ene. 1845, Pa.r1iame11tary E y docume ntal. fil, 54?,'"5
Debates ,.3a. Serie, ixxxL 1306. 93 Ouseley a Aberde en, 26 jun. 1845, PRO, FO 6/103.
68 MacCan n, II, 292, · ·
69 Fems, 254-5. 94 Saldías, Historia de la Confederación, vii,
9-17.
70 Aberdee r. a Man<lev ille. 12 mar-. 1842, ibid., 259, 95 Ouseley a Aberde en, N" 75, 18 oct. 1845. PRO, FO
0/105.
71, Sír Robert Peel, Cámara de los Comune s. 11 mar. 00 Aberde"en a Ouseley , 3 oct. 1845, BL. Add. MS 43, 12:7.
1845, Parliam entary Debates , 3a. 97 Aberdee n a Ouseley , 3 díc_ 1845, BL Add. MS 43,127.
Serie, lxxvii, 643.
72 Rosal and same ofthc atrociti es ofhis dicta.torsf,.ip 98 l?ontral mirante In~lefie ld a Corry, secretar io del
in the RJyer Plate: in aletter te Almiran iazgo, H.YB Vernon, fuera
the Right Honour able the Earl oí Aberdee n, by a Brit.ish cte Montev ideo, 25 nov., 30 nov. 1845 incluye el InforrnB
gentlem an Fesiden t in i\.-Jon- del capit$nH ofüam., 22 nov.
tevideo (Londre s, 1844) un panfleto que presion ~845, PR0,;4. dm 115560. So_bre la batalla de Obligad
aba para que hubiese interven ción mcluye el aespach o de Horham del 22 nov, 1845: L. B. o. véase Macéan n, ii, 229-36 oue
británica. Mac Kinnon ,Steam War.far/;' in
73 Ferns, 258. the Para!Já;. a ~arrati ve of Operatí ons by the Combin
France, 111 wrcmg a Passag e up that River (2 vols, Londres ed Squadrons ofEngia nd and
74 Saldía'.s.Historia dela Confederación, VI, 28-9, , 1848) _: Saldi as: Historia
75 Mandev ille a Aberdee n, Nº 57, 7 jul. 1842, PRO, FO d€!_~ª Confedera_dón, vii, 27"35; José Luis Mufíoz A.zpirL
Rosas t'rente al ilnverio in-
76 Mandev ille a Addingt on, 10 ene. 1843, PRO, FO 6/88-.6184 glés (Buenos Aires 1960), 28-34.
· ·
Parte l. 99 MacCan n, li, 233, citando a.Hotha m.
77 Mandev ille a Aberdee n, Nº 23, 12 mar.. 1843, PRO;
FO 6/88, Parte 2. 100 RothaI!1 a lngl~e ld, Gor~on, Rosario ,~ dic. 1845,
7B Cámara de los Comune s, 12may. , 2jun.1B 43,Parl iamenta PRO, Adm_ 1)5560. Según fuentes
244, 1251. Un año más tarde Peel aún expresa ba su d_ecisiónry Debates , 3a. Serie, b. argenti nas los aliados sufnero n ciento ClllC'Jenta bajas
v resultar on dañados tres na-
ría a "la perve.rs ídad de las potenci as neutrale s de mavor de no_ interfer ir y se i:efe: víos; los argentin os perdiero n seiscien tos ci.nc11en
ta hÓmbres, diecioch o cañones v
potencias en lucha, que cq_menzaban una hostil interfei fuerza aue caria una de las
-enda a la (jQe no tenían dere-
cier;:a. c3D:tidad de I~chas ; Saldías. Hístoria de la Confede
ración, vii, 34-5. MuñoZ
cho"; 17 may.184 4, ibid, lxxiv, 1259. Azpm estima las baJas argentin as en cuatroc ientos
-101 Ferns, 274. muertos .
79: Saldías, Historia de la Confede ración, vi, 56-60.
80 Gaceta Mercan til, 18 sept. 1-845. 102 Inglefie ld a Corry, 17 jun_ 1846, incluye Hotham ainglefi
·· cld, 7 jun. 1846, PRO, Adm.
81 Mandev ille a Aberdee n, 2 jun. 1843, PRO, FO 6/89.- 5560, ~a!<?.fa3- Histor!a de la Confederación,
82 Irazusta , Vida politica , iv, 297. exped1c1on rue el cmdado so reconoc Íffilento vii. iJ-6. El resultad o más valioso de la
de los ríos Paraná y U!'ugua v, realizad o
por el capitán Sullivan , de la Armada Real y publicad
bine Parish, Buenos Ayres, zas. ó por el Almiran tazgo· Wood-
'
358

359
1
103 Bustamante, 179-81; Baldías, .Historia de la Confederación, vil, 71-2. C~pitulo a APOGEO Y DÉRROTA
104 Cámara delos Lores, 10 jul. 1849, Parliamentary Debates, 3a. Serie. cvü, 94.
105 Rosas, 1845, Irazusta, Vid<> política, v, 7-8. Beruti, Memorias curiosas, Biblioteca de Mayo, iv, 4059, 40&:l.
106 MacCar.n, ii, 227.
2 Southern a Palmerston, N°·10, 21 nov:1848, PRO. FO 6/139
107 José de San Martín a G. F. Dickson. 28 dic. 1845. incluido en Dickson 2 Aberdeen. 24 3 Elizalde a Ugarte, 24 jul.1848, Instituto de Hiswria Argentin~ y A_mericana "Do~mr
ene. 1846_ PRO_ FO 6/128
108 MacCann, ii. 247-8, Latham, 268 Emilio Ravignani", El Doctor Rutina de Elizalde y su epoca a través de su archlvo
{4 vols., Buenos Aires, 1967-741, íi, 266. , ,. .,
109 Aberdeen a Ousele_y, 4 feb. 1846;8 abr 1846, BL, Add, l\1S 43. 127. 4 Domínguez a filas, 17 ene.1350, 1fayer. Alberaiy su nempo, 373.
110 Cámara de los Comunes. 29 mar. 1B46._Parliame11tary Deba.tes, 3a. Serie, b:::xxiv. 5 Saldias,Historia dela CorJederación, VIII, 94
14.23-3, 1437. 6 Southern a Palmerston, 16 ju!". 1849, PRO, FO 6!144.
::.11 F. O. a Ouseler, Nº 30, 23 abr. 1846, PRO, FO 6I::.14. 7 Srmtb.ern a. Palmerston. 1B oct. 1848. PRO. FO 6/139.
112 Pablo Santos Muñoz. "Antecedentes v desarrollo de la misión Hood en el Rfo de la 3 MacCann, Two ThousaDd Miles' Riele. ii, 5, 9. "' _,
Plata", Investigaciones y Ensayos, AC::iciernia Nacional de laHhstcria, 11 (1273), 477- 9 Sarmiento, Crónica, Nº 48, 184\L en Cosas verdes de Rosas (Buenos Aires. 1900 , ..,-,.,
525; Bustamante, 10S-75. 10 Southern a Pa.lmerston, 26 nov. 1849, HMC, Paimerstor: Papers GC/S0í246.
113 lrazusta, Vida politica, V, 332-56; sobre la misión Howden, véase Cady, Foreign In- 11 Southern a Palmerston, 22 nov. 1848, H"MC, Pa.lmerstonPapers GC/SO/241.
tervention'in the Río de la. Plarn, 216-26. 12 Southern a Pahnerston, 13 mar. 1849, HMC. Palmerston Papers, GC!S0/243.
114 Ho_wden a Palmerston. N" 11, 3 jun. 1847. PRO, FO 6/133. 13 Antonino Reyes, ayudante de campo de Rosas, al juez de _paz de La Matanza. 2 mar.
115 Sa.idias, Papeles de Rozas, i, 252.
1851, Celesia, Rosas, aportes pe.ra su hiswria, ii_. 512.
116 Carlos Ibargurer., ManuelitaRosas (Santiago, 1937), 50--4: Ramón F. Vial, Manueiita 14 Southern a Palmerston, 25 ju.'l.. 1851, PRO, FO C115S.
Rosas: asoectos jnteresames de su vida (Buenos Aires, 1969), !02-4, 15 Mensa.je, 27 dic. 1849, Mensajes de los gobernadores. ii. 269-70.
11'7 ·Ferns. 278-9.
16 Southem a Palmerstcn, 11 oct 1849, PRO, FO 5/145.
118 Howden a Palmerston. 18 oct. 1848, H2\1C. Palmerston Papers, GCiHO/914. 17 Gore a Palmerston, 2 feb. 1852, PRO, FO 6/167,
119 Sobre Henry Southern U799-1853) véase Dictionar:r of Na.tional Biogra.phJ-\ liii. 279. rn Véase más arriba, p. ::.59.
Fue acreditado ante la corte de Brasil en 1851 v murió enRio de J aneiro el 28 de enero 19 Saldías, Historia de fa Confederación, viii, 180.
de 1853 ..Sobre el asesoramiemo de Mandevillé a Southern, véase Saldías, Historia de 20 Registro Ofíci.al, libro 29, 1850, 15.
la Confederación. viii, 239-42.
21 Angelis a Guido.12abr.1849, José María Rosa, La cald,:1. de Rosas (2a. ed., Buenos Ai-
120 Cámara de los COmunes, lfeb.1349, P8.rlie.mentary Debates, 3a. Serie, CII, -106-7. El res: 1968), 67.
informe de The :Times da una versión ligeramente distinta: "Tna revoltosa colonia 22 Comercio del Plata, N~ 1614, 8 jun. 1851.
española de segundo orden ha estado imitando a la vieja madre patria en Madrid, y 23 Mayer, I.Jberdi y su tiempo, 381.
echando a nuesto."o Ministro' (Risas-y aclamaciones)" Thc Times, 2feb. 1349, 4, col. 3. 24 Angelis a Guido, 27 ene. 1350, Rosa. L8. ca.ida tie Rosas, 67
121 The Times, 14 abr. 1849, 4. col. 3; para el discurso de B:osas a la Sala de Representán- 25 Mensaje, 27 dic. 1849, Mensajes de los gobernadores, ii, 95-286; Ce.!esia.Rosas. apor-
tes, véase Mensaje, 27 dic. 1848, Mensajes de los gobernadores, ii. 46-7. tes para su historia, ii, 281-5.
12.2 Arana a Rosas, 16 abr, 1849, Muñoz Azpiri, 193.
26 Soµtbern a Palmerstoh, 18 jul. 1850, H...l\1C, Palmerston Papers, GC/SO1267.
123 Southern a Palmerston, Nº 5i, 16 jul 1849, PRO, FO' 6/144, 27 Southem a Palmerston, 10 ene. 1851, PRO. FO 6/157.
124 Southern a Palmerston, 22 nov. 1848, HMC, Palmerston Papers, GC/S0/241. 28 Ceiesia, Rosa, aportes para su historia, ii, 293_-323_
125 Cámara de lm¡ Comunes, 2 abr. Hl49, Parliamentary Debates, 3a. Serie, crv, 147. 29 Entrevista con V. Quesada, feb. 13.73, en E. Quesada, La epoca de Rosas. 230-31,
126 Saldías, Historia de la Confederación, viii, 183-7, 1!1ensa.jes de los gobernadores, ii.
113-17, Cady, 246. - 30 Véase más arriba, p, 169.
127 Cámara de los Lores, 22 feb. 1850, Parlia.mentary Deba.tes, 3a. Serie. cvili, 1281-35 31 Sarmiento, El Progreso, 8 ocL 1844, Obras de D. F. Sarmiento, ii. 118-J.9; Obras se-
128 Lord Cokhester, Cámara de los Lores, 23 abr. J849, Parliamentary Debates, 3a, Se- lectas, ed. Enrique de Gandia, iii, Jue.n Manuel de Rosas, su política" su caída, su he-
. rie, civ, 617. rencia. (Buenos Air-es, 1944), 103-$ .
129 Latham, 318-18; sobre los ingleses en Buenos Aires, véanse las anecdóticas pero inte- 32 "No dijo en los partidarios de Rosas, en los _mazorqueros mismos hai bajo las esterio-
resantes observaciones dé José Antonio Wilde, Buenos Aires desde setenta a.iJos atrás rídades del crimen, vrrmdes que un día deberían premiarse··, Sarmiento, Facundo,
(1810-1880) (4a. ed. Buenos Aires, 1966), 77-88. · 303.
130 Lamas, .Escritos políticos y lítere.rios, 64. 33 Juan Baustista Alberdi, La República Argentíne.. treinta y siete aiios después de su
131 William A. Harris a Daniel Webster, 20 sept. 1850, W, R. Manning, Diplomatic Co- Revolución, Valparaiso, 25 may. 1847, Obras completas (8 vols,, Buenos Aires. 1866-
rrespondenceofthe UnitedStates: Inier .4merica_1:1 Affairs 1831-60 (12vols. Washing- 7)' fü, 223, 225, 241.
ton, 1932-9), i, 502. 34 Mayer, Alberdiy su tiempo, 342-7.
132 A.rchivoA.mericano, nuevas series, Nº 3, 501-31, 35 SouthernaPalmerston, 3 mar.1849,PRO, FO 6.1143.
133 Southern a Palmerston, 22 nov. 1848. Hl\/IC, Palmerston Papers, GC/SO/241 36 Southern a Palmerston, 3 sept. 1850, PRO, FO 6/151.
134 Andrés Bello aBaidomero García, 30 dic. 1846, Irazusta, Vida politic:3.. v. 205. 37 Southern a Palmerston, 18 nov. 1850, PRO, FO 6.1152.
135 Howden a Aberdeen, 12 jun. 1847, BL. Add. MS 43, 124.~ 38 Southem a Palmerston. .l8-ene. 1851, PRO, FO 61157.
39 Montoya, Historia de JoS saladeros argentinos, 71-2,
40 Florencia Varela, Comerció del Plata, 23 jun. 1846, Rosas y su góbierna. Escritospa-
líticos económicos v literarios (Buenos Aires, 1927), 65.
41 South~rn a Palmeriton, 6 mar. 1849, HMC, Palmerston Papers, GC/S0/243.

360
361
bre,. 1835: el doctor Gíbbon, que aún vivía en 1877, estaba allí; Zinny, La GacetaMer/!
cantil, il, 259-60. - -~ 83 An Appeal ~n behaJi oí the British Subjects residíng in and connei:ted with the River
46 Peticion firmada por setenta y siete comerciantes ingleses, que incluía a MacLean,-° Plate, agamst any further violent intervention by the British and French Govern-
Gowland, Tompson, Hughes, Tomk.inson, Z\-fac.Kinley, Brlttain. Wilson;.Drabble. men(s Í11 the aíia.irs oí that country (Londres. 1846). 12-13.
Lamb, Stegman, y Green, en Gaceta Mercantil, 25 oct. 1849, 21 dic. 1849. 84 ~useJ.ey, Pr~-v~te 1::otes relative to th_e proposed Interve.n.tion of Gre;.tBritain. Fran-
47 Parish a Palmerston, .2..í may_ 1831, PRO, FO 6í32. -8 a.nd 1:!razil 1oi_:_ r:ne purpose oí putmg a stop to the R.-a.r berween Buenos A vres and
48 Par'ish aBowles, 14 ieb. 1839, Woodbine ParishPapers, PRO, FO 354/9. Montevideo, 12 me. 1844, PRO H'Q 6/96 "
49 Mandeville a Strangways, Privado, 13 oct.1836, PRO, FO 6/53, 85 Ouseley a Aberde~"'l,_ 9 sept. rn45. BL, Add. MS 43. 121.
50 Mandeville a Palmerston, Nº 32, 12 dic. 1839, PRO. FO 6n0. 86 T?mas ~~ido,, Mims1;ro argentino en Río de Janeiro, a Arana, 15 abr. 1345, Irazusta,
51 Ouseley a Aberdeen, Privado, 26 nov. 1845. PRO. FO 6/106. Vida politic~, 1v, 313; pa_ra las instrucciones, véase ,José Luis Bustamante, Los cinco
52 Ouse]ey a Aberdeen, 19 abr. 1846, BL, Add, MS 43, 127. errores cnp1tales de la mterve11ción anglo-francesa. en el Plata, 1849 (Buenos Aires
53 Southern a Palmerston. 25 abr. 1849, fillC, Palmersto.n Paoers. GC/S0/245. 194..2), 36-49. .
54 MacCann, ü, 251. - 87 Saldías, Historia de Ja Cofilederación. vi, 202-3.
55 _A..ntlrés M. Carretero, ed., El pensamiento político de Juan A'.L de Rosas (Buenos Ai- 88 ~á.mara de )os Lores, 19 f~. 1846, Paiiiamentary Debates, 3a. Serie, lxxxiii, 1158~2.
res, 1970), 117-19. 89 1_h?rnas B_ames, ObservatJons on the Present Sta te ofthe Affairs ofille River Plate
56 Arana a Moreno, 22 dic. 1841, Irazusta, Vida política, iii, 210. (.L1verpoo1, 1345), Reproducido parcíalmente en Gaceta.Mercantil 18 iul 184"
57 Moreno a A.rana, 5 abr. 1843, Irazusta, Vida política, iv, 223. 90 Ali~ed M_allalieu,. !?,osas and his calumnia.tors. The justice and PoliCy ~f .a Triple
58 Ferns. 232. Alli8.!Jce mt~vent1011 oíEngland, France and Brazil in tbe afíairs oí the River Plate
59 Nésto:Í' S. Colli, La polftica francesa en el Rfo de la Plata: Rosas y el bloqueo de 1838- !º
c~ns1dere~ ~ letters the Ríght Honourable the Earl.of A.beJ-deen (Londres, 1845) ;
1840 (Buenos Aires, 1963), 125+64; Gabriei A. Puentes,La intervención francesa en el_ vease ta~o1'.'m un es.mer-zo anterior del mismo autor, Buenos Ayres, Monte Video,
Río de la Plata (Buenos Aires, 1958) _49-65. and Aí_fa1rs_ m th~ R1ver Plate; in a Letter to the Earl oí Aberdeen (Londres 1844).
60 Puentes. 65-73. ~1allaheu sigue siend? una ~igurn anónima y se lo ha descrioto como un pseudónimo
61 Ferns, Ú.3; Puentes, 276-82. ae Manuel _!Yforeno, vease Zmny, La Gaceta Mercal1til, iii, 82 y Archivo .Americano,
62 John F. Cady, Foreign lntervention in the Río de la Plata 1838-50 (Philadelphia, 30 ?ºv ·. HM::i. Pero Irazu·sta parece estar enlo cierto al identificarlo.como un oeriodis-
1929), 87. ta mgles contratado por Moreno; véase Vidapoiftica, iv. 164--7. ·
63 Mandeville a Strangways, 17 ene.1840, PRO, F00'74. 91 Malla1ieu, Rosas and his ca.iumniators, 92-3. ,
64 Lord Beaumont, Cámara de los Lores. 23 abr. 1849, Parliamentary Debates 3ra. se. 92 Moreno creyó que su campaña de propaganda había tenido efecto sobre el Parla-
rie, civ. 615. mento Y la opinión públi'-:ª· Pero también pareció pensar que el gobierno británico
55 Woodbine Parish, Buenos Ayres, 237 ,251... ~staba p1:epar~,do p~ra eJercer un protectorado sobre el_ Río de la Plata, o aun para
66 John Hoyt Williams, "Foreign Tecm_cos and the Modemization of Paraguay, 1B40- recolomzarlo (s1c1, 3?tes de que xpodificar_a _sus objehvos; Moreno a A.lvear. Lon-
1870", Journal oflnteramerican Studies and WorldAffaírs. 19 (1977), 234. dres, 2 may: 1846, Rodnguez, Contr1buc1ón histórica y docwnental, iii. ;i43-,}_
67 Cámara de ios Lores, ·2¡ ene.1845, Parliamentary Debates: 3a .. Serie. hxxí, 1306. 93 Ouseley a Aberdeen, 26 jun_ 1845, PRO, FO 6/103.
68 MacCann, II, 292. 94 Saldías, Hístoria de la Co11federación, vü. 9-17.
69 Ferns. 254-5. 95 Ouseley a Aberdeen, N°75. 18 oct. 1845, PRO. FO 6/105.
70 Aberdeen a Mandeville, 12 mar. 1842, ibid., 259. 96 Aberdeen a Ouseley, 8 oct. 1845, EL, Add. MS 43, 127.
71 , 'Sir Robert Peel, Cámara de los Comunes, 11 mar 1845, Parliamentary Debates, 3a. 97 Aberdeen a Ouseley, 3 dic. 1845. BL Add. I\IB 43. 127.
· Serie,jx:xvii, 643. 98 Contral_mi:ante In~leñeld a Corry. s~cretario delAlmirantazgo,HMS Fernon, :fuera
72 Rosas; and some oí the atrocities ofhis dictatorsilip in the River Piare: in 11. lette.r- tó de Montevideo, 25 nm'., 30 nov. 1845 mcluye el Informe del capitán Hotham, 22 nov.
the Right Honourable the Earl o!Aberdeen, by a British gentleman Fesident in Mon- ~845, PRO, Adm 1155?0. Sobre la batalla de Obligado, véase MacCann, ii, 229.3¡; que
tevideo (Londres, 1844) un panfleto que presionaba para que hubiese intervención incluye el despacho ae Hotham del 22:nov. 1845; L. B. Mac Kinnon,Steam War.iarein
británica. the Paraná·: a Narrative oí Oper_ations by the Combinéd Squadrons ofEngland and
73 Ferns. 258. France, inf.orcing Ll Passage up thatRiver (2 vols, Londres, 1848): Saldías;Hi.storia
74 Saldías. Historia de la Confederación, VI, 28-9. df! la Coníederación, vii, 27-35; ,Iosé Luis Muñoz Azpiri, Rosas frente al imperio in-
75 Mandeville a Aberdeen, Nº 57, 7 jul. 1842, PRO, FO 6/84 glés (Buenos Aires 1960), ·28-34_ -
76 Mandeville aAddington, 10 ene. 1843, PRO, FO 613B, Parte 1. 99 MacCann, ll, 233, éitando a.Hotham,
'Ti Mandeville a Aberdeen, Nº 23, 12 mar.. 1843, PRO; FO 6/88, Parte 2. 100 Hoth~ a ingl~ld, Gorgon, Rosario, 5 dic. 1845, PRO, Adm. 1'5560. Según fuentes
7B Cámara de los Comunes, 12may., 2jun.1843, P!irliamentary Debates, 3a. Serie, lxix. argentmas los aliados sufrieron ciento cincuenta bajas v resuliaron dañados tres na-
244, 1251. Un ano más tarde Peel aún expresaba su decisión de no interferir v se Í.'efe'. v_fus; los ~entinos perdieron seiscientos cincuenta hÜmbres, dieciocho cañones v
ria a ''la perversidad de las potencias neutrales de mayor fuerza que cada tina de las Cl~. CaJ'-';tidad de Ji::nchas; Saldias, Historia de la Confederación, vii, 34-5, Muñoi
potencias en lucha, que cqmenzaban una hostil interferencia a la qQe no tenían der~ AzpL.'"1 estlma las baJas argentinas en cuatrocientos muertos.
cho"; 17 may.1844., ibid, lxxiv, 1259. .. ·101 Ferns, 274.
79 Saldías, Historia de la Confederación, vi. 56-60. 102 Ingiefíeld a Corry, 17 jun. 1846. incluye Hotham alnglefield, 7 jun. 1846, PRO, Adm.
80 Gaceta Mercantil, 18 sepL 1845. ·· 5560, ~~9-Ia"s Historja d_e la Confederación, vii, 73-6. El resultado más valioso de la
81 Mandeville a.Aberdeen, 2 jun. 1843, PRO, FO 6189.- exped1c10r.i 1:1e el c:11daaos<: reconocimiento de los ríos Paraná y UTI.lguay, realizado
82 Irazusta, Vida política, iv, 297. P?r el capitán Sulllvan, de 1a Armada Real ypublicadó por el Almirantazgo; Wood-
bme Par1Sh, Buenos Ayres, 235.

358
359
103 Bustamante, 179·81; Saküas, Historia de la Confederación, vii, 71•2.
104 Cámara de los Lores, 10 jul. 1849, Pa.rHamen~ary Debates, 3a_ Serie. cvii, 94. C~pftu.lo 8 APOGEO Y DERROTA
105 Rosas, 1845, Ira-zusta, Vida política, v, 7-8. Bernti,.Memo rias curiosas, Biblioteca de Mayo, iv_, 4059, 4066.
106 MacCarm, ii, 227.
2 Southern a Palmerston, w·1.0. 21 nov:1848, PRO, "FO 6il39.
107 José de San .Martín a G. F. Dickson. 28 dic. 1845, incluido en Dickson a Aberdeen. 24 3 Elizalde a Ugarte, 24 jul. 1848, Instituto de Historia Argentina Y Americana "Do~~or
ene.1846. PRO. FO 6/128. Emilio Ravignani", El Doctor Rufino de Elizalde y su época a través de su arcmvo
108 MacCann, ii, 247-8, Latbam, 268.
(4 vols., Buenos Aires.1967-74) , ii, 266.
109 AberdeBn a Ouseley, 4 feb. 1346,-8 abr l84í.',, BL, Add. MS 43, 12í 4 Domfnguez a Frias. 17 ene. 1350, Mayer, Albera} y su tiempo. 373.
no Cámara de los Comunes. 29 mar, 1846._Pa..rliamentary DeD8.tes, 3a. Serie. lxxxiv, Saldías, Historia de la Confederación, VIII, 94
1423•3. 1437.
6 Southern a Palmerston, 16 jul. 1849, PRO, FO fi/l44.
i
UJ F. O. Ouseley, x~ 30, 28 abr. 1846, PRO, FO 6iWL Souths-n a .?a1üerston, 18 oct 1848, PRO, FO 6/139.
i12 ?~lo Santos Muñoz. "Amecedente s y desarrollo de la mi.sión Roed en el Rio de la
8 MacCann. Two Thousand Ii-Jiles' Ride, ii, 5, 9.
Plata'', InvesUgacion esy Ensayos_. Academia Nacional de laHís:toria.14 (1973), 477- 9 Sarmíentó, Crónica, N" 48. 1849, en Cosas verdes de Rosas (Buenos Aíres, 1900 ·. 3---4.
525; Bustamame, 108-75. 10 Southem a Palmerston, 26 nov. 184.9, BJ'l,fC, Paimerston Papers GC:SO/248.
113 Irazusta, Vida política, \T_. 332-56; sobre la misión Howden. véase Cady, Foreign In- 11 Southern a Palmerston, 22nov. 1848, HMC, PaJmerslon Pa!)ers GC/Sói241,
t.e.rvent.ion'in the Río de la Plata., 216"26. 12 Southern a Palmerston, 6 mar, 1849, fü'\1:C, Palmerston Papers, _?CIS0/243.
114 Howden a Palmerston, Nº 11, 3 jun. 1847, PRO, FO 6/133. 13 A..1tonino Reyes, ayudante de campo de Rosas, aJ Juez de paz de La Matanza_ 2 mar
115 Saldías, Papeles de Roz~1s, i, 252.
1851. Celesia, Rosas, aportes para su historia, ii, 512.
116 Carlos Ibarguren,.Manuelita Rosas {Santiago, 1937), 50-4; Ramón F. Vial, J\.1anuelita
14 Southern a Palmerston, 25 jun. 1ll51, PRO, FO $7158.
Rosas: aspectos interesantes de su vida (Buencs Aires, 1969! .10'.:.--4 1;:; Mensaje; 27 dic. 1849. Mensajes de los gobernadores, ii. 269-70.
117 'Ferns. 278-9. 16 Southern a Palmerston, 11 oct.1849, PRO, FO 5il45. ·
118 Howden a Palmerston, 18 oct. 1848, HMC. Palmerston Paoers, GC!HO1914.
ll9 Sobre Henry Southern 0799~1853) véase Dictionar}_." oí N;:Ítional Biography. Jiii, 279. 17 Gore a Palmerston, 2 feb. 1852, PRO, FO 6/167.
18 Véase más arriba, p. 159.
Fue aereditado ante la corte de Brasil en 1851 y murió en Río de Janeiro el 28 deene:ro 19 Saldias, Historia de la Conlederación, vili, lSG.
de 1853~Sobre el asesoramiento de Mandeville a Southern, véase Saidias, 1-il'swria de 20 Registro Oficial, libro 29. 1850. 15.
la Confederación. viii. 239-42.
21 Angelis a Guido.12abr.18 4.9, José María.Rosa. LE. caída de Rosas (2a. ed.,BuenosAí -
120 Cámara de los Comunes, lfeb.1849, Parliamentar y Debates, 3a. Serie. Cll, -106-7. El
informe de The Times da una versión ligeramente distinta: "'Una revoltosa colonia res, 1008!, 67.
22 Comercio del Plata, N" 1614., 8 iun. 1851.
española de segundo orden ha estado imitando a la vieja madre patria en Madrid, y 23 Mayer,Alberc liysutíempo,3 8L
echando a nuestro Ministro' (Risas y aclamaciones )'' The Times, 2feb.1849. 4, col. 3. 24 A.ngelis a Guido, 27 ene. 1850, Rosa, La calda de Rosas, 67.
121 The Tiwes, 14 abr. 1849, 4. col. 3; para el discurso de Rosas a la Sala de Represent:in- 25 Mensa.fe, 27 dic. 1849, Mensajes de los gobernadores . ü, 95-286; Celesia, Rosas. apor-
tes, véase Mensaje, 27 dic. 1848, Mensajes de los gobernadores, ii, 46-7. tes para su histoTfa, ii, 281-5.
122 Arana a Rosas, 16 abr.1849. Muñoz AZDiri, 19:-L 26 Soµthern a Palmerstoh, 18 jul. 1850, filiC, Palmerston Papers, GC/SO/267.
123 Southern a Palmerston, N' 57, rn jul. 1849, PRO, FO' 6íl44. 27 Southern a Palmerston, 10 ene. 1851, PRO, FO 6/157.
124 Southern a Palmerston, 22 nov_ 1848. Hl'\iC, Palmerston Papers, GC!SO/241. 28 Celesia, Rosa, aportes parn su historia, ii, 293-323.
125 Cámara de los Col!)unes. 2 abr. 1849, Parliamentar y Debates, 3a. Seríe, CIV, -147. 29 Entrevista con V. Quesada, feb, 1873, en E. Quesada, La época de. Rosas. 230-31-
126 Saldías, Historia ae la Confederación , vüL 183-7, Mensajes de los gobernadores, iL
113-17, Cady, 246. 30 Véase más arriba, p, 169.
-
"127 Cámara de"Jos Lores, 22 feb. 1850, Parliamentar y Debates, 3a. Serie. cvili, 1281-85 31 Sarmiento, El Pro¡Jreso, 8 oct. 1844, Obras de D, F- Sarmiento, ií, 118-19; Obras se-
128 Lord Cokhester, Cámara de los Lores, 23 abr. 1849, ParJiamenta..ry ÍJebates, 3a. Se- lectas, ed. Enrique de Gandia, iii, .Juan Manuel de Rosas, supolftica., sucaid~, su he-
. rie, civ, 617. rencia (Buenos Aires, 1944), 103-6 .
129 Latham, 318-19; sobre los íngleses en Buenos Aires, véanse las anecdóticas pero inte- 32 "No díjo en los partidarios de Rosas, en los mazorqueros mismos hai bajo las esrerio-
resantes observac10nes de José Antonio Wilde, Buenos Aires desde setenta años atrás ridades del crimen. virmdes que un día deberían premiarse", Sarmiento, Facundo,
(1810-1880) (4a. ed. Buenos Aires, 1966), 77-88. 303. -
130 Lamas, Escritos polfticos y literarios, 64. 33 Juan Baustista Alberdí, La República A.rgentina_. treinta y siete años des:pues de su
131 Wil1iam A. Harris a Daniel Webster. 20 sept. 1850, W. R. Manning, Diplomatic Co- Revolución, Valparaiso, 25 may. 1847, Obras completas (8 vols .. Buenos Aires, 1866-
rrespondence ofthe United Sta tes: In ter A.menean Affall"s 183.1-60 (12 vols. Washing- 7), fü, 223, 225, 241.
ton. 1932-9), i, 502. 34 Mayer, .4Jberdi y su tienípo, 342-7.
132 Archivo Americano, nuevas series, Nº 3, 501-31. 35 Southern a Palmerston, 3 mar. 1849, PRO, FO 6/143.
133 Southe:rn a Palmerston, 22 nov. 1848, HM:C, Palmerston Papers, GC/SO/241. 36 Southern a Palmerston. 3 sept. 1850 _, PRO, FO 6i151.
134 -Andrés Bello a Baldomero García, 30 dic. 1846, Irazusta, Vida política, v. 205_ 37 Southern a Palmerston. 18 nov. 1850, PRO,.FO 6.'152.
135_ Howden a Abe:rdeen, 12 jun. 1347, BL, Add. MS43, 124:· 38 Southern a Palmerston, 18-éne. rns1; PRO, FO 61157.
39 Montoya, Historia de los sa1aderos argentinos. 71-2.
40 Florencio Vareia, Comercio del Plata, 23 jun.1846,Rosa s y su g0bierno. Escritos ]XJ~
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360
361
42 Rosa. La c::dda de Rosas, 357-9; Jose •JV1a:na
. Sarooe
. . ""amp_
..., añade caseros" 11NA,
vii, 2. p. 520. · 77 César D_íaz, Memorias, 269.
43 Rosa, La ca.ida. de Rosas, 246-7, 335-45_ 78 José M. Francia, en "Apuntes inéditos de Antonino Reyes' , Ibarguren, Juan JvianueJ
44 Southern a Palmerston. 19 oct. 1850, PRO, FO 6í152. de Rosas. 284.
45 Rosa La caída de Rosas, 35"7. . Industria argentiná y adua- 79 Sarmiento, Campaña en el ejé.rcito·g!"ande. 10O-l. _ .
46 .'.\Iacéann. Two Thousandiviiles'Ride_ ii. 75-02; J\icoJau. 80 Partes de-Bata.lla. fü, 515-19, 524-5: Sarmiento. Campaiia. en el e_¡érc1to grande. 152-
2 6; Saldi'as, mstoTJa de la Coniederación, b:., 103, 2:n-2_
~-'~, le0:.: !-r;:,121 • 'be ~rcrenrine Cor.Jedf:ration and Paraguay, 5Z-o. 81 Hud.son, Far .4way and Long Ago, 99-100.
..,,, <'g 1.,c.~• a.,c ,.:~"
48 Beat;iz Bosch. UrqmzEJ Y su tiempo_ rnu1::n?s A...ires:,., ~ ' - '. · -t·d ··urauiza contra Ro-
_ · 9'1' 7<1"?,1
82 Beruti, Memoria$ curiosas, Biblioteca de Mayo. iv 4088.
49 4.n'b, ;;:_· 1;asauez. causaseconóm1casdeJpronw1~_1ani 1en °e , 83 Partes de Batalla, iii, 570-1 .

SG
51
~~i:!%~f;-~i:~~•s~~-;~ {/ª"bª181t'·t;.{ }·¿\;11:1.
Bosd1. Urquiza y su t1empc_
7 84 Saldias, Historia de 1a Confederación. i:x, 99.
85 PartesdeBataila,üí,413,436-8.
86 Gore a Palmerston_. 9feb, 1852. I·IMC,Palmerston ?ape-rs, GC/G0i64; véase también
52 Tbid .. 171-2 Gore a Palmerston. 9 feb, 1852. PRO. FO 6/167 v H..1\1C. Paimerswn Papers, GC'GO·
4 65; Santos Martinez, Caseros, i35. · ·
53 Rosa·, La caid8. de Ros~s, ~L _ . , _ '""no~ A're~. 1952;, 45-5'.J. .
5'± Julio-Irazusta, Urquiza .Y e1 pronuncrnmi_ento ,B,...v -~;a'- ~bernada por un imbécil Rosas a Pacheco, 30 dic.1851. Partes de BarnJla. íii. 497-500: Irazusta, Vida poJitica
87 vfü.
tt·~-~~~:~~~~~r~s't
5 6
306-9.
5 "Habí"'.s llegado lah_ora depe1;:ª1:tn nuef n El ilustre general Urql1i• BE Sal días, Eistoria de la. Confederación. ix, 121.
que no tiene una chispa d.e pau JO,,smp n,_ u .,., • ~,;,.. 1 ada revueita." J. F. :'.'.>e•
za ha sido llamado por fa-,Prov:ctenc1a,,~a~a cona'~Ir N~s~~~~ 20may-1851. "Mi divis_a . 89 Informe de Antonino Reves, Panes de Batalla, iii, 412: Sal días_ Hístaria de 1B. Confe-
guia José Rodri_guez. 22 ~or ;;~~l. 0a.c~"~Me~;:~us.fosr.ene.dores· y el Prog:ama ae deración. i.x.23i--41: JoSé Luis Busaniche; Rosas visto por sus contemporáneos.
(Bu~nos Aires, 1955}, 150.
será ·guer.:-a al t;_rano Juan ,.v~"'n,u~!, de R~sas f~ :República Are:entinn ,. Drqmzn a Lu- 90 Reves. Partes de Batalla, iii. 414-16.
m1 oolitica restaurar elor_d~~ y a 11oerta en ª ,. ~
cas.i\foreno._22 a~r; J~5:. :bi"~- -91 "Ira'zusta, Vida política, vii. 314
56 GacMa. .Mer-cant11. 1~ JUL 18~-- . , , ..~,., 92 "De una carta nrivada". fechada en Buenos Aires. 3 de febrero de 1852, The Times, 27
abr. 1852, 5. •
57
58
Cele;ia. Rosas. apones para._ su flisw:ia., 1:·
Rosas ;i la Sala d_e ReJ?~e~~~tantts. fa s1:p,. ;:u.
~3::
ibid., ii 99.501: véase también Ira.
4 93 Sarmiento, Campaña. en el ejercito grB.nde. 211-12: César Díaz, Memorias. 267.
zusta, Vida política, VllL .,__ · _ 94 Sarmiento, Camvaña en eJ ejército grande, 2.1.6.
,59 Bosch, Urquiza y su tiempo, 191-:o. _ _ 95 Beruti, Memoriiis curiosas. Biblioteca de·Mayo. iv. 4107, 24 jun. 18.52.
96 Gore a Malmesbury, 29 abr. 1852, PRO, FO 61167 -.,
60 Sarobe. HN/L vii_ ?36. " __ ~ extranieras y la política internac10n_a1 97 Ernesto J_ Fitte. "Después de Caseros", Histori2, 30 '.1963), 103.
61 P_edro Santy,s M~rt~nez. 1 C~S,~-d~%~~s.~~ifi~¡_¡j
de lliHistorja., ;,...vii (1$7~). 120,5; Ü'.· 98 Reyes, Partes de Ba.taIJa_. ili. '±16
rioplatense
oriz··, Bo1et~
.. crespos ~~ =,eªcaaem
Oc,.d,e18:iL,. :-- ia· •Nacional
- de _ -g-~, _,...,Partes ae Bfltalla ae
la Historia. 99 Sal días_. Papeles de Rozas, ii, 246-8.
-' """ ,..-,- ] 'l'JmoTTI 7840-1S52(BuenosAires . .L,fi,,~,) 9· 100 Emr-evista con V. Quesada. feb. 1873 en E. Quesada, La épocE de Rosas. 231
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quiza y su ti~If1PO, 205-6. ,_ ~ 102 lú4,
Gore113.
a Palmerston, Privado, 9feb.1852, PRO, FO 6l1G7: Fitte. "Depués de Caseros•·.
64 Rosa, La ca1aa de R;osas,_ :-:9,;:·4.
2 103 Rosas aHenderson, 3 feb. 1852, Saldias, Papeles de Rozas. ii, 252-3.
65 Irazusta. Vida polftica. ~u:,, ':~ - 1 1 ,, Rosas v su gobierno, 10.2-3. _ _ . .. 104 Rosas·. 5 abr. 1852, ibid.ii, 256-7.
66 Com~rcio
67 d_e! Plata.!
Proc1amac1on de Urqmz"'-,
18
8 -º~':. 10' ·d· lC.
_\ ª~::;· Celesi~, Rosas, aportes-para su histona. u,
~ .:i , 105 Th-e Times, 28 abr.1852,"5, 3·may, 1852, 5.
106 Rosas a Granville, 13 abr. 1852., Malmesbury a Rosas, 24 abr. 1852, Saldias, Papeies
506-7, .
1 ·.; ;,,... ,....,.,,nde 141 de Rozas. ii. 256-61.
SS Sarmiento,
69 Campa,7a5en
José s. Campobass1, e :<.11::;c•~~g:tp'oca
ar1!1_1ef! oJ - f? vols_ Buenos Aires.1975). i, 351: Sar-
,_ ' ' . 107 Cámara de los Lores, 29 abr. 1852, Parliamentary Debates. 3a. Se.ríe, cxx. 1279-8:2.
míento, Can_1pañ~,en
70 Ricardo e~ e1,;:r~~tl~
RoJas, E1 pro1e ª a grp:;dp~ .!1da
·
1
de Sarmiento (2a. ed., Buenos Aires.
1948),375. -- ·t de 1"86"' Capítulo 9 EXILIO
71 Sarmiento. Campaña en el eJ~Cl (} gralan-. - ' •"'to "{¿ que quedan. serán degollados' -
' ·eren acampanaran~ eJerci , 3 C so, 1
72 'Los que me qm ?" , l8'±8 B}.1C Palrnerston Papers, G ! :24-· Rosas a Petrona Villegas. 1855, lbarguren. Manuelita Rosas, 71.
Southern a Palmerston, ~-" n,?\ · - · :c: PRO FO 6.%7.
9
73 César
74 Gore a Dlaz.
Palmerswn, ~ ene1l848,2._, ¡¡ -
Memor1as.
2
;:-~e_bA~?';;
- 0
-Gr~nde: sitio de Montevideo: Caseros 2 toria.
Rosasií,a Manueia Terrero, 28 abr., 22 may. 1859. Celesia, Rosas, aporles para su his•
377-8, 535-6.
(Buenos Aires. 1943), 220, 223. Rosas a Máximo Terrero. 13 jun. 1861, íbid., iL 378-9, 522-'±.
'> Rosas a-Máximo Terrero, 8 ag. 1861, ibid., li, 379-80. 524-5.
75 Ibid .. 229. _ ,.. . _ "!U aña., Quehombredetantoprestl

76 Ibid., 237, Urqmza mJo Sar:1 1e~t~'eT~:~~~~· vfda oo)ftica
gio! ¡Lástima que sea can ma1o.·· ~- ' -
1 vm, 31 11 Rosas a Josefa Gómez. 7 ag. 1864, Juan Manuei de Rosas, Cart¡,s del exiüo. 51.
a Máximo
Rosas
ii, 380-1, 525-9. Te!Tero.20ag.-6sept. l863, Celesia. Rosas, aportes para su historia.

362
7 Antonio Delleoiane, El testamento de Rosas (Bue:cios Aires, 1957), 97, 104. bid o la aprobación_ de la familia en lnglaterra. El hijo de Máximo Je respondió: "Una
s Rafael Calzada, CincuentaA. DosdeA.mér ica (2 vals. Buenos Aires, 1926) L 326:
véase pane'df: :nos ya_ está en manos de don Adolfo S.aldías y la otra µarte qu-e. aé¡uí queda está
también Rafael Pineda Yánez Cómo file la vida amorosa de Juan Manuel de Rosas
prometroa 8:1 nusmo señor por especial deseo también de m1 finada madre_ Asi, en
(Buenos Aires, 1972), 95, :.11- quien afirma que. había siete hijos. las
c.rrcunstanc1as del caso comprender á usted que ya estrictament e depende más del
Rosas a Eugenia Castro. 5 jun_ 1855. Rosas a Angela _Castro, 6 j=. se-
ñor Saldias que de papá el permiso de hacer uso de ellos." Ensümomen to, el archivo
genia Castro, 8 abr. 1870. Calzada, op. cit .. i, 326-7. Pmeda Yanez. op. de
Saidias fue vendido al doctor Farini, y oor los herederos de éste al Arcfli-vo General dela
10 Causa criminal, :t · Nación, en Buenos Aires. Manuel TenTo a Ernesto Quesad&, 23 oc~.1899, Quesada,La
11 Ibid., 55-6.
12 Protésta del General Rm;as. 2ü sept. 1857, Zinny, }Iisrorfa de los gobe-na.dores época de Rosas. 4-4; .228: véase también Julio Irazusta. Adolfo Sa.idias '.Buenos Aires_
d_e las 1954.),.32-7, - .
provÍncias argentinas, ií, 170-5; Mario César Gras, Ros2s y Urquiza: sus relaciones '
después de Caseros íBuexws Aires, 194D), 150-3. 44 Rosas a Josefa Gómez, 22 oct. 1860, Cartas del exilio 142-.3.
13 Quesada, La época de Rosas, 31-2; Fitte, El proceso a Rosa.s, Uí-21 45 Rosas a Josefa Gómez, 4 ene. 1870, 24 sept. 1871., Cartas del exiiio. 147, 166-7.
14 Rosas a Josefá Górnez, 25 jul. 1869, Cartas del exilio, 132 4C Rosas a Josefa Gómez, 11 sept. 18.7i, ibid., 163--4.
15 Rosas a Josefa Gómez, 5 mar. 1864, ibid., 45-6. 47 Rosas aBáldezRoz as, Dellepiane, Rosas, 199.
16 Rosas&. Terrero. í d)c. 1859, Celesia. Rosas, fl.portes para su hÍstorin, iL 24 48 Rosas a Josefa Gómez, 12 may.1872, Cartas del exi1io. :70-:...
17 Delleniane, EJ testamento de Rosas, 101-2: RÜsas a Esranislada Aran·a de A.nchure- 49 Entrevista con V. Quesada, feb. 1873, en E. Quesada, La. época de Rosm;, 231~2.
na, 3t may ·1864, Gras, Rosas y Urquiw., 317-19·, Rosas a Josefa Górnez, 22 may 1860. 50 Rosas a Josefa Gómez, 7 feb. 1864, Cartas del exilio. 44-5. .
51 Rosas a Federico Terrero, 6 mar. 1870. Saldfas. Historia deja Comederac1ón, vlii.
..
Cartas de.i exilio, 74; Fitte, El proceso a Rosas.19.
18 Rosas a Urquíza, 3 nov. 1852, Sald:ias, PE.peles de Rozas, ii. 270-1. 228; véase también Rosas a Josefa Gómez, 22 sept. 1869, Cartas del exilio, 134
donde
19 Urauiza a Rosas, 27 dic. 1358, Saldías, Papeles de Rozas, ii, 322-5: Gras, Rosns exonera al doctor VélezSarsfi eld y a cualquier otra persona de haberle aconsejado
y [ir .. ejecución. la
quiÍ:a, 192.
20 Alberdi a Rosas, 19 de mar. 1858, Juan Bautista AlberdL Las cart/1s rosistas de Alber- 52 Alberdi a Rosas, Londres. 14 ago. 1861, Las cartas rnsistas de .4.lberdi, 60.
di: ComentarioS de Adolfo Saldias (Buenos Aires, 1970 J. 59_ 53 Véase por ejemplo, Rosas a Josefa Gómez, 9-sept. 1872, Cartas del exJJfo, 176•81.
21 Rosas a Urquiza 7 noy. 1863, Saldías, Papeles de Rozas, i.x, 148. 54 Rosas a Urquiza, 5 jul. 1861, Rosas a F. Terrero, 5 jun. 1870, Gras, Rosas y Urquíza,
1
22 ürquiza a Rosas. 24 ag. 1858, Gras. Rosas y Urquiw, 179-80. 236-41; 'J76-7: Rosas a Josefa Gómez, 2$ jun 1870, Cartas del exilio. 154.
23 Rosas a Urquiza, 7 nov. 1863, Saldías, Papeles de Roza:;, il, 350-1, Gras, op. cit. 55 Rosas a Josefa Gómez, 7 ene. 1868, Cartas del exilio. 97_
283. '56 Rosas a Jo9efa Górnez, 4 abr. 1870, ibid., 153.
24 Gras, op. cit., 78-83.
25 F"stte, El vroceso a Rosns. 103-116; véase más arriba, p. i4. 57 Rosas a Josefa Gómez, 2 mar. 1871, ibid., 157-60.
26 Rosas a josefa Gómez, 14 jul. 1854, 7 feb. 1364, Cartas del exilio;36, 40 . 58 Rosas a Josefa Gómez, 19 ene, 1870, ibid., H9.
_ 59 Rosas a Josefa Gómez, 12·de may. 1872, ibid., 173.
27 Rosas a Máximo Terrero,.7 dic.1859, Celesia, Rosas, aportes para suhistona
ii. 521 60 J:tosas a Josefa Gómez, 24 sept. 1871, ibid., 166-7.
2. .
61 Estas se encuentran impresas en Delleplane, Rosas en el destierro (Buenos
28 Rosas a ,Josefa Gómez. 22 mayo 1866, Cartas del exilio, 74.. Aires,
29 Urquiza a Josefa Gómez, 25.jun. 1866, Sal días, Papeles de Rozas, ii, 414. 1936).
30 Ramos Mejía, Rosas y su tiempo, iii 12: Ibarguren, Juan Manuel de llosas. 293. 62 Palmerston a Rosas, 4ene. 1859, Saldfas, Papeles de Rozas, ii, 3:)3.
295-6, 63 Rosas a Josefa Gómez, 20 sept. 1866, Cartas del exilio, 77-8. HMC Palmerston
Gr.as, Rosas y Urquiza 411; Raed, Cartas del exilio, Zl-3. _ . Pa•
31 Rosas a J. N, Terrero, 9 nov, 1853, Celesia, Rosas. aportes para su h1stona. ii. pers D.l8 (1858), entry for 29.9.1858-
0
516. 54 Rosas a Josefa Gómez. 17 dic. 1865, C"artas del exilio, 71-2.
32 Rosas a Josefa Gomez, 7 ag. 1864, Cartas del exilio, 51.
33 Rosas a Josefa Gómez, 17 dic. 1865. ib:id., 68-9, Oficina del Regístro civil. Southamp- 65 Rosas a Josefa Gómez, Bnov.1865, ibid., 66.
66 Mayer ,Alberdi y su tiempo, 556-7.
ton, Rate Books, 1870.
34 Rosas.a Máximo Terrero, 6 sept. 1863, Celesia, Rosas, aportes para su fastoria, ii. 67 Alber-di, AutobiograHa., Escritos póstumos (16 vols .. Buenos Aires, 1895-1910),
xvi,
556-8.
526-9 68 Alberdi a Máximo Terrero. 3 mar. 1864. Las cartas rosistas de Alberdi, 108.
35 Rosas a Rojas y Patrón, Íeb. 1869, Gras. Rosas y [!rquiza. 334. ..
36 R_osas a Máximo Terrero, 26 ag.-6 sept. 1863, Celes1a, Rosas, aportes para su mstoria. 69 Alberdi., Obrns compjetas (8 vols. Buenos Aires, 1886-7); viii,148: Alberdi a Urquiza,
3 nov. 1857, Gras, Rosas y Urquiza, 154.
ii,, 380-1. 525-9.
a
37 Rbsas Josefa Gómez. 7 feb. 1864,.7 juL 1865, Cart2.s del exilío, 44, 65. 70 A1berdi a Máximo Terrero, 14 ago. 1864, Mayer, .4lbediysu tiempo, 671: véase
bién Manuel Gálvez 1 Vida de don Juan Manuel de Rosas (5a. ed. Buenos Aires.1965)
tam-
38 AntonioDel lepiane, Rosi:s \2.a. ed., Buenps h.ires, 1956}, 240.
39 -The Times, 15 de marzo ae 1877. 5, nota funebre sobre Rosas. 475-6. .
40 Alejandro Báldez Rozas. 1873, Dellepiane, Ros,1s 2l_i-1B. 71 Entrevista con V. Quesada, feb. 1873, E. Quesada, La época de Rosas, 230-1
, ... _ 72 Manuela a Máximo Terrero, 16 mar. 1877, Ibarguren, Manuelita Rosas, 88:
41 Zínny. Historia delos gobernadore s de l_as provínc1as argen~1nas. 11. 106. Zinny,
42 Rosas a Josefa Gómez, 6 jun, 1864, 25 jul. 1869, CEJ.rtas deJ exllw, 4!L 131. Hi.'.1tpria delos gobernador es de las províncias argentinas, II, 137-90, The Hampshire
4;.¡ Lns documentos rosistas, en realidad, encontraron su camino entre los coleccionis- Aavertiser, 17, 21 mar_ 1877: Southampto li Times and Hampsbire Express, 17 mar
187-7.
tas e investigado res, a i:ravés de los venderiores de libros si no desde Londres. si des-
73 The Times. 15 mar. 1877, 5, nota fúnebre sobre Rosas.
de otras iuei1tes. Saldias tuvo autorización para acceder al archivo, o parte de
él,
porque _Manuela aprobó su versión sobr:e el pe!i?~º de _R?sas. Otros his_to_r:ia?ores
no
fueron tan favorecidos. Ernesto Quesaaa escnb10 a Max1mo Terrero p1d1ena.ole per-
miso para consultar los documentos_. después que su Epoca de Rosas (1899) había reci-

364 365
BIBL IOGR AFL\
I

Fuentes Prima rias


1. Archivo s

.4rchivo General de la Nación, Buenos Aires


Sala 7. Docume ntación Donada y Adquirid a
Archivo Adolfo Saldías • Juan Farini
Colecció n Celesia
Sala 10. División Nacional, Sección Gobierno.
Secreta ría de Rosas
British Library , Londres
Aberdee n Papers, Addition al MSS 43i24, 43126, 43127
Civic Records Office, Southam pton
RateBo oks
Diarios y recortes de diarios
Historical 11/íanuscripts Commission, Londres
Palmers ton Papers
Corresp ondenci a General
DiaríoS
Public Record Office, Londres
Foreign Office, Correspo ndencia General , República Argentina
1< O 6. 1823-52 .
Woodbine Parish Papers FO 354
Admiral ty. ADM 1/5549, 1/5560.1845-6

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367

J
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Rodolf o Trostin é (Bue- 1Yiam1el de Ros8S 8Ilte
nos Aires, 1945). los tribuna les ordina rios de Buenos -Aires (Buenos Aires,
-C~lec ción de_ o~ras y do~um entos relaUv os a la hiswri ChAvez, Fermfn , Corres ponden cia de San Martín y Rosas1908).
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-Ensay o hisr:órico sobre la irida del Excmo Sr. D. JuanBuenos Aires, 1910).
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Ale m:L ean dro Antonio Ave llan eda , Ma rco s:
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Alfaro. Cip rian o: 165, Ave llan eda , Nic olá s:
A}vear, Car los de: 43; 31,328.
100. Aza ra, Félix- de: 102-
Álzaga, Fél íx de: 49, 61, " 3.
95. 217, 218< 27"D Azul: 55,196.
'Ulc hor ena , familia:
21. 31, 39, 4L 42,
. 49, 50,"59, 61, 72, -75,
79, 98, 99,120,
137,157, 18Z, 186,248,320 Bac le, Cés ar Hipólito:
. 214.
Anc hor ena , Jos é Ma ria: Bad ía. Silv erio : 20ll.
197, -
Anc hor ena : ,.JuanJos_é: Bah ía Bla nca : 14, 40,
21, 32, 72, 98 41,211 12,312
Anc hor ena , Nic olá s; Bai nes , Tho ma s: 263.
21, 31, 62; 72, 91,
94, 98,120, l&l, 311,320 BaJ car ce, Ave lino : 195.
, 75.
Anc hor ena , Tom ás Ma Bak arc e,~ Jua nRa mó
nue l: 21, 42, 47, n: 30, 53, 15',, 156.
70. 98_, 99,100,134,154,1 Banco Nac ion al: 54,252.
67,172,204,
211, 248, 252, 284, 329. Ban da Ori ent al: 261
, 29i- 9. 300, 305
ide as pol ític as: 99, 100 véa se Uru gua y: 28, 39,
, 154, 248, 42:
329, Bar ing Bro the rs: 242
Ang elis ,.Pe dro de: 64, , 269. 273. 3_73,.n.
138 ,174 ,248 , 358 Zi.
n. 43. Bar rac as, pue nte :
Aquino, Ped ro Leó n; 305 24. 156: trat ado
(1829) 47.
Ara na, Fel ipe : 61. 79, :6-11 ,,
Bar rag ón. Gre gor io:
9"D, 98,164, 16,, 202.
180 ,21 1,2 17, 2.18, 232, Bea gle ,HM S: pág .13
252-9, 273-4, ,57 .
280-4, 309-11 Bec car , Jua n Jos é; 77.
A.ráoz, Fra nci sco : 226. Bello, An dré s: 276.
Aráoz de Lam adr 'id, Gre .
gon o: 34, 171, Ben aví dez , Naz ario : 221
,299.308.
199. Ben tha m,J ere my : 272
.

j 38S
.Ber ón de Ast rada , Gen aro: DarWin, Cha rles ; 13, 14.. 7i,
16B, 194. Cam argo , Pad re: 177 1Ó7, 109 Esc lavi tud: ll'i-8
Ber uti, Jua nM anu eL 174, Ezc urra , Feli pe: 164
205, 212., 226. Cam pañ a del Des ierto , Dar Deffaudis, Bar on: 252
228, 23L 278, 307-12, 367 win : 13. 14,
Big oren a, Cap itán : 197
n. 69 Dia man te: 302-3
57
Bilb ao, Man uel: 228. Ros as y: 55-6-7-8. 62-7 Diario dela Tar d::
Díaz , Ant onio : 211, 22,.,
,11: -Fahy, Pad re Anth_ony: 237,
Blo que o fran cés: 54, 62. tier ras con cedi das: :S:S. 52, 245
85, 146, 187, 6:S, 92-7. ,: DíaZ, Cés ar: 305. Falc onn et, Fran c1s: 242
194.. 201. 214. 248. 252-3-4, 185 ' · "
ang lofr anc és: 85, 14€. 201,
272. Cafü.ielas: :n, '±6 ! piaz . ped ro Jose : soy, 311J - ~ Farn aillá : 199
226, 266- 75 Fed eral ism o. Fed er-a les.. . " ~a 40 .J-J-
7-8_-9. 272-3-8, 293. Cap dev illa .?ed ro: 67, 75 niaz Vélez. Eus toqu lO: 49,
'.·'l·. 1-, vv,
~id: son , Geo rge F -. 333. ::,4, ... 9, 61,
-_
5-6-7-9 39, 50. 67, 111. 155-
C2n il, Salv ado r del: -±3 6-8, Hi;i
Bolea.doras: 27. 102, 326. \ Di.S rael i,Be njam ir., con , ~ 6, 171~3-6-8, 193-4-9, 215,
Bol ivia : 80,143.194, l42. Car vaja s, San tiag o: 202 aea eBe ,,co ns- 220, 250.
195,
Cas eros : 3(\$-10-11-12, 3::!6-
·1 •:e1"· '>'"1?.3.301..\,376,n.120 26ü, 288, 356. n. 59
Bra cho , Jesé : 185. 30-34 politíca eco nóm ica: 49,1
Bra sil. mer tado : 23. 30, 31,1 Cas tañe ra, Mariano·: 78 f Dolores: 30,1 36,1 15 37
47,240,291 provincia'L· 40. 53,137
gue r:ra de 1825-8: .?.5, 4.2 .. 89,
105 128,
Castelli, Ped ro: 54, 67, 197,
205, 215 D orre go, Lui s: 23.
Dor rego ,M:a nue J: ··4
4: _ " , ,,
~ ,2
3B,4w~-.c-.::i, 1,, , Fern ánd ez, Esta cisi ao: 49
242. Cas tro, Ang eia; 318 ,i -;i,

Cas tro, Maria Eugenia: 174,200, 222 Fer ns,H .S.: 12


y Ros as: 288, 293-5-7, 309 318 Fer ré ºed ro: 1.00, 134,198,
Cat a.m arca : 221,285 Dowdall, sala dero : 81 223
inva sión de: 265, 29~, 300- ,n~ ~:s aasr.os: 53-4, 63,1
1,3-8 Caudillos: 21, 33-4, 4.1, 50,1 F' 87,100,242
Brit ishP ack et, The: 176. 08,115,168. · ' "
ingr ' : 50,
esos 63, 68-9, 8118 <'28 9
, _u,
Bro ssar d, All ied: 186. 262,294,296, 302-6 adu ana : thl. 81, 142-3-4-: , •)
Cep eda: 33, 101 Ech agü e, Pas cua l: 168, _194, :--8, 24~,
Brown, Gui ller mo: 42. 249, 301
Com erci ante s: en la colo E bev errí a, Est eba n: 289. 290-1-5-6
Bry don e. Jua n: 139. nia: 28 93
E~u caci ón: 53, 64. 1~8, paP clm one da: 42, 64-5, 2;0
Bue nos Aire s, alre ded ores desp ués de la inde pen den 238_
. de: 13, 24. cia: 28. Ejér cito , en J.828-9: ;i~- 1, 1 3 Fra ncia , José Mar ia: 256,
so. 200 ~-
campaii.a del desi erto . ;;i9, Fría s, Eus taqu io: 210
30;}
eco nom ía: 28-9, 30, 78, 84.
137, 140-
y la tier ra: 71 º'.:·
65
116 Fría s, Féli x: 195
1, 243. g::.-upo soci al: 71-2, 96 •,1·. oro-arüzacióp_: 68 .. 105, U2 Fro nter a, segu rida d: 30,
soci eda d: 16, 30. 43-9, 71, Com erci o de Bue nos Aire
s: 23, 95, 136.
179,185 , L.?, · 3_7-8-1;: 40,303
exoansión: 31, 55, 58. ;i9.
125-6, 217,289.
93. 95-6. 260-3, 270,_~90 en 1849-52: 130-1 fo, 70
exp orta cion es; 23, 8L 87, Eliz a]de , Ruf ino de'. 279 Fue nt~ Die god eJa: _93
indi os: 26, 33 89, 234, Fue rte lnde pen den c1a : 37
polí tica s: 33, 36--8, 40, 44--5 240,242,289 El Rey, esta ncia ; 31, 35, 74
-í-8-9, 50,
y stat us soci al: 72
Emig:rés: 193-5: 214,279.284
51, 152-3-4-5-{Vi-8, 193- 287
4, 278, 215 Ens ena da: za, 258
tari fa com·o polí tica : 134
tetr or: 62, 215--6--7, 220.
-
vea se también Gian Bre taña
¡ Ent re Ríos: 16, 28, 1:n, 2.48, ~
Z64-zi-, ,.28::>.
- Gac<>ia Mercantil, La: 112.,
137' 1~4-
bloq ueo -fra ncé s de: 54, 62, 85, 260, }75, 208, 225, 230,260' 263.
293·5, 300-1
1_~6, 187, 194., 201, 214, 248, Com pañ ía de Jesú s: 177-8-~
1 287, 29'
?,72
bloq ueo ·ang lofr anc és de:
252- 3-4.
Con flict HM S: 314-5
Cór dob a: 16,2 6.56 ,30, 93,2
85
~
" eco nom ía: 134. 25ií. 292
guerra: cont:-a Ros as: 1S4,
ZZ:::, 3 0◊-l
Gaeta, Pad re-. :n r
Gae tan, Manue1: 208., 2 ~;i
Galindez, Mar celí no: 67
6-7-8-9, 273,8-9, 293.
y la eaid a de Ros as:
, 322,324,335.
85, 264-5-

16. 313, 315,


eco nom ía: 131,136,146.149
Cor rien tes: 28. 103. 131,
134-5-B, 144,
149, 194, 2.23, 226, 256, 264-
1 Esc oce ses: 125, 226, 235~
Esta dos Uni dos: 87, 14t,6-i' :4~-9
240-1, 276, 295
22,, .,36, 238,
Gamboa, Mar celc ; 214
Gar cía, Bald orne ro: 162.
,
~~1
5-7, 285. Gar cía, Man uel J.: 136, b 4 ,,..,~ ZJB
Bur ocra cia· : 50, 62, 66, 166- 292-3, 300-1 Esta ncia , Coionial: 21 , ~üt,
desp ués de la inde pen den . Gar cía, Ped ro ADd:,és: 1~5
Bur ges s St:r eet Fa:r m: 324-
5-6
Cra.:ner. Am bros io: 54,1
97 cia: 1i, Gar cía de Zuñ iga, Vict ~~
Bur gos , Ped ro; 203-4 Cub a: 23, 81., 132,240,291 24, 2.5 or10 : 1::;;i-6
Gariba.ldi, Giu sepp e: ias,_
Bus tos, Man uel Vic ente
; 286
Cuitino, Cirl aco: 208-9. 216.
2Hl. 232
exp ansl ón: 27, 29, 49. 65;,9 -
!· _291-;;i
;so-4
But eler , Mar ce1 ina: 202 Cullen, Dom ingo : 168,215, orga niza ción : 29, 90, 9_2 ...,3;;i9 6 Gar rigo s, Agu stín : 162~ 1~;
249 ,"~- ~ Gaucho, y Ros as:·1 2, 4n,
Cun ning ham e Gra ham , Rob grup o de mte rés: 49: fo,· ;;il
ert: 16-7-8 1, l,,1 · 244 · e indi os: 28, 34, 45, 5l
246 condiciones: 80, 101-2-3-4
· , 29.
con cen trac ion: 30, 61. 62·, 66 , 70- ejér cito : 102-3-4-5, 107' 182
Cad ett, Car los; 139 Cha rqui , véa se Sala dero l, 75. 359, n. 34
s: 130,140,242 Góm ez;F abiá n: 90
Cám ara de los Com une s: Cha scom Us: 39, 67,196, 244- peo nes: 39, 76, Iú5-6-7, 112, , . JG.
259, 270-2-3"4
Cám ara de los Lor es: 255- Chi lave rf. Mar iano : 307-
5, 197 lJ.,;, .1 , Gómez., Jose fa; 319-21-?2· 325 _7 332
6, 263-S, 273- 9-10-11 122. 127 Gon z.ál ez,P edr0 Igna ~10
4-5. 315 Chile: 26, 29, 80, 155, 222,.226 Este ve~ , Cay etan o: 202 ·, 165
Choele-Choel: 57, 62. 74 Gom.ález, Tor ibio : 202
Eus ebio , Don: 109,171

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Alv ear, Carl os de: 43; 100, Aza ra, Féli x de: 102-3.
Alzaga, Féli x de: 49, 6L 95,2 Azu l: 55, 196.
17,218.275
Anc hore na, fam ilia: 21,
31, 39, 41, 42,
4ll, 50, "59, 61, 72. 75, ·79, 98,
99, 120,
137, 157, 183, 186, 248, 320. Bad e, Cés ar Hipólito: 214.
Anc hore na, José Mar ia: Bad íá, Silv erio : 208.
197. ·
Anchorei-ia: Juan José : 21, Bab ia Blan ca: 14, 40. 41, 211-1
32, 72, % 2, 312
Anc hore na, Nico lás; 2L 31, Bain es, Tbo mas : 2fül.
62, 72, 91,
94, 98,1 20, 164,311, 320, 75. Balc arce , Ave lino : 195.
Anc hore na, Tom ás Man ue~: Balc arce ,-Ju anR amó n·: 30,
21, 42, 47, 53,1 54,1 56,
70, 98, 99,100,134,154,167,1 Ban co Nac iona l: 54, 252.
72,204,
211,248,252,284,329, Ban da Orie ntal : 261, 297-9
, 300, 305
idea s polí ticas : 99, lOD, 154, véa se fa,u guay : 28, 39, 42:
24B,
329. Bar ing Bro ther s: 242,269,
Ang elis, .Ped ro de: 64,133,1 273, 3_73,.n.
74,248, 358 27.
n. 43. Bar raca s, puen te: 24, 156:
trata do
Aquino, .F'eáro Leó n: 305-6 (1829) 47.
-11
Ara na, Feli pe; 61. 79, 95, Bar ragó n, Greg orio : 202_
98,164, 167.
180, 211, 217, 218, 232, 2.52-
9, 273-4, Beagle, :HMS: pág. 13, 57.
280-4, 3D9-ll Bec car, Juan José : 77.
Aráo z. Fran cisc o: 226. Bell o. And rés: 276.
Aráoz de Lam adri d, Greg orio Ben avid ez, Naz ario : 221. 299.
: 34, 171, :308.
199_ Ben tham , Jere my: 272.

383 .J
.Be:rón·de Astrada, Genaro: 168,194.
Beruti, JuanlvianueL 174,205, 212., 226, Camargo, Padre: 177 109 Esclavitud: 117~
228, 231, 278, 307-12, 367 e, 69 Campaña del Desierto, Darwin: 13- 14. , Defíaudis, Baron: 262 Ezcurra, Felipe: 164
Bigorena, Capitán: 197. 57 _'. Diamante: 302-3
Bilbao, Manuel: 228. Rosas y: 55-6,7-8, 62-7 -: Diario de Ja Tarde: 176
Bloqueo francés: 54, 62. 85, 146, 187. tierras concedidas: 55. 59. 65. 92-7. , Díaz, Antonio: ~17, 22~ Fahy, Padre Anthony: 237, 245
1w. 201,214.218. 252,3-4, :m. 185 _ Díái, ·cesar: 30::i , n Falconnet, Francis: 242
anglofrancés: 85,145.201, 226, 266- Caüuelas: 31. 46 t D' z Pedro Jose; 307, .:;10 Famaillá: 199 ,, ,
7-8-9. 272-3-8, 293. Capdevilla. Pedro· 67, 75 -f.i. D::z,Vél.e z, Eusroq~i?: 49, 54, 59, 61, 75 Federalismo, Federales: 12,,::9, 40-1-.,,:
Boleadoras: 27.102, 326. Carril. Salvador del: 43 : Dickson. Geo:rge F .. .:;33. 5-6•7-9, 39, 50, 67, 111, l::,;:,-6-8, :_r);J
Bolivia: 80,143,194,142,195 Carvajas, Santiago: 202 , D1srae
. 11,_ B"'nJ·amin.
~ · conaedeBeacons-
~ ,<1fl 6. 171-3-6-8, 193-4-9. 215. 220, 2.10,
Bracho, José: 185. Caseros: 3DS-l0-ll-12, J26-30-34 I ;;,.¡,1. '17'.L8. 30.a~ 3;6, n, ~ .. v 260. 288. 356, n. 59
Brasil. mereacio: 23, 30, 81,147,240.291 Castañera, 1Iariano·: 78 !1 Dolores: .:;v, .i.:;;c, ""'- 0 política económica: ;9.137
: Dorrego, Luis: zp;_ _,. provincial; 40, 53, l3r
;1Dorrego, ?vfanue:: .:,4-o, .,,9, 40-C-2-3, 152.
guerra de 1825.S; 35, 42, 89,105.128, Castelli, Pedro: 54, 67,197,205.215
2.42. Castro, A.ngeia: 318 Fer~ández, Estanisiao: 49
·y Rosas: 288,293-5-7.309 Castro, Maria Eugenia: 318 174,200,222 Ferns,H.S.: 12 .-,~
invasión de: 265_. 299, 300-1-3--8 Catamarca: 221, 285 Dowdall. saladero: 31 Ferré Pedro: 100,134.198, 22.:,
BritishPacket, T.be: 176. Caudillos: 21, 33-4. 43, 50. 108. ll5, 168, Rinan~as, gastos: 53-4, fi3, 187.190, 242
Brossarct, Alfred: 186. 282,294, 2%, 302-6 -~ ingresos: 60, 63, 68-9, 81, 1~\ 22;42
Brovm, Guillermo: 42. Cepeda: 33,101 Echagüe, Pascual: 168,194,249,301 . aduana: 63, 81. 142-3-+ - ' ·
Brydone, Juan: 139. Comerciantes: en la colonia· 28 Echeverría, Esteban: 9~ 289. 290-1-5-6
auenos Aires. alrededores de: 18, 24, después de la independencia: 28, Educación: 53, 64, 1~8, 233 papel moneda: 42, 64-5, 290
30. 29{) Ejército, en J.828-9: o0-1, 153_ -~ Francia, José Maria: 256, :ms
economfa: 28-9, 30, 78, 84, 137, 140- yla tierra: 71 campaña del desierto: ~~- 62,', "" Frías, Eustaquio: 210
1, 243. grupo social; 7M, 96 organización: 68, 105, Li.2, lh, 116. Frías, Félix: 195
sociedad: 16, 30, 48-9, 71. 93. 95-6, Comercio de Buenos Aires· 23, 95, 136. : 179.185 F"ontera. seguridad: 30, 37-8-9, 40,303
125-6,217,289.
indios: 26, 33.
260-3, 270,290
exportaci(lnes; 23, 81, 87, 89, 234,
240,242,289
:
1 en Ís49-52: 130-1
Elizalde, Rufino de: 27! ~
E1Rey,estancia:31.3o,7;,
" expansión: 31, 55, 58, 59. 63, 70
Fu<>nte Diego de la: \./3
Fu;rte Independencia: 37
política;,: 33, 36--8, 40, 44-5-7-B-9, 50,
51, 152-3-4-5-ú~'i-8, 193-4, 278, 215 y status social; 72 Emigrés: l93-5~214, 279. 284 287
tetror; 62, 215-6-7, 220.
bloqueo francés de: 54, 62, 85,200,
14t, 187,194,201,214,248: 252-3--4.
tarifa comó política: 134
véase tambien Gran Bretaña
Compañia de Jesús: 177-8-9
I
Ensenada: 23,268
Entre Ríos: 16, 28.131. 248, 264-5-7,,285.
293-5,30°"1
Gaceta Mercantil, La: n:,
13!' 1~4.
175,208,225,230,260,263, 28,. 291
272 ConílictHMS: 3;¡_4-5 economía: 134,256,292 Gaeta, Padre: 177
bioqueo anglofrancés de: 85, 264-5- Córdoba: 16, 26, 56, so, 93,283 11 e-uerra contra Rosas: 194., 22:l, 300-l Gaetán, Manuel: 208, 215
6--7-8-9, 273-8-9, 293, economía: 131,136,146.149 Esc:ceses: 125,226, 235-6-7, 246-9 Galíndez. Marcelino: 67
y la caída de Rosas: 16, 313, 315,
322,324,335.
Corrientes: 28, 103, 131, 1:-14-5-6, 144, ª Estados Unidos: 87,147,227. 2.16. 238, Gamboa, Marcelo: 214 .,
149, 194,223,226,256, 264-5-i, 285, ~ 240-1, 276. 295 García, Baldomero: 162. ~L1 7 233
Burocracia:. 50, 62, 66, 16& 292-3, 300-1 García, Manuel J.: 136, br4, 23 .
Burgess Street Farm: 324-5-6 Cramer, Ambrosio: 54..197 1
1
Estancia, Colonial: _21
despues de la mdependencia. 17.
. _
García, Pedro Andrés: l~o r-

Burgos, Pedro: 203--4 Cuba: 23, 81,132,240,291 -• 24.25 ~ , _ García de Zuf,iga, Vicw:10: _lD;:,-6
Bustos, Manuel Vicente; 286 Cuitiño, Cirfaco: 208-9, 216,218.232 exoansíón: 27, 29, 49. 6::,,-91, 29 l-;::, Garibaldi, Giuseppe: 18::,, 260-4
Buteler, Marcelina: 202 Cullell, Domingo: 168,215,249 Ga'.rri"OS, Agusiin: 162, 167
Cunnlnghame Graham, Robert: 16-7-3
1 organización: _29, 90, 92, 35!l; n. 61
grupo de interés: 49: 65, 71, I37 , 244 , Gaucho v Rosas:·12, 45, 51
e millos: 28, 34, 45, 51
¡ 246 ~70
1 concentración: .29, 30, 61, 62, 6u, - "ondiciones: 80, 101-2-3-4
Cadett, Carlos: 139 Charqui, véase Saladeros: 130, 14()_, 242 ~jercito: 102·3-4-5. 107, 182
l, 75,359, n. 34
Cámara de los Comunes: 259. 270-2-3-4 Chascomús: 39, 67,196, 244-5, 197 1 peones: 39, 76, ltl5·6·7, 112,114,116, Gómez,-Fabián: 90 325-7. 332
Cámara de los Lores: 255--6, 263~, 273- Chiiaverf. Mariano: 307-9-10-11 122,127 Gómez, Josefa: 319-21-?2,
4--5, 315 Chile: 26, 29, 80,166, 222,_226 Gom:ález, Pe91'0 Igna~10: 165
Esteves, Cayetano: 202
Choele-Choel: 57, 62, 74 Eusebio,Don: 109,171 Gonzáiez, Toribio: 202

384
1

I
González, Vic ente ; 120,
164, 165, 167.
·168, 202-3, 211-2,~2~4 !ba rra, Felipe··. 69,215
Gor e, Pbilíp Yor ke: 110 Igle sia: y-R ivad avia : 38,1 stra , fam ilia : 54, 61
Gor e, Rob ert: 179,282, 77 Man dev ille , Job o Hen ry:
:tba m, Wil irid : 16, 70, 110
Gor osit o,L áza ro'. Hi5
304-8, 312-3-0 y Ros as: 38, 53, 154, 176--7-8-
9, 2o0,¡ 91, 104, 269, 224-5_, 248-9,-250-1-3-4-7~8- ,219,220,
53 n. 21 - 9, 272,370
Gor ocit o, Man uel: 165 226, 304 3 n. 75
Ind ia Mu erta : 262,295 ava lle, Juan, polí tica de Man sfie ld. Cha rles Bla
Gra nad a, Nic olás : 182 ,197 1828-9: 42,69, ckfo rd: 103,
Gra n Bre taña , y Ros as:
Indi os, pres"encia de: 25-6
-7, 59, 354 n 193,198, 220-1, 248,250 117,147
11, 13, 219-20-3- cam pañ a de 183s-42: 67, Ma nsil la, Luc io N.: 21,
14 169, 194-5,
5·6, 230, 246-7'·9, 313-4-S, fron tera : 26. 36-7-8-9, 40, 207 ,216 -7-8 ,220 -l,25 4 51. 70, 98,164,
330-L 373, J07, 210 181-2, 224. 266, 308-9-10
n. 45 mue rte: 199,.221. 279
y Ros as. 14, 36-7, 40, 46, Man silla : Lué io V.: 7ü,
inva sión de 1806--7: 22, 24,.9 56, 58 312,, _ blanC, Alm 174,204,232, 2S4
5, 102 357 n. 22 iran te Lou is · 198 Mari.ño, Nic olás : 174-5,
com erci ante s: 15, 2J3, 48-9
5-6, 241. 26G, 283
, 95, :!24- ejér cito : 56,308
'2ij-e~utadcs: 213, 230-1, ,
}Le ngu aso , Ro~ue_: 185
Pre dou r, Alm r.ra nte: 274
Mar m.ie r, Xav ier: 188
204,208,219

1
1,-fárauez, Bri gad ier:
esta ncie ros: 18, 70, 234,
236, 242, Ind ustr ia: 135, 96, 128-9,
211 ~ :'L:,:.a Manuel: l:!5, 208 302
244 ,246 ,275
145,146, 148-9
i
130, 132-3, 13:" .. L:; ~s,
sa., tiag o: 22
Márqu(>,2, Pue nte de: 30~--<
Ma rtin Gar cía, isla de:
1-
cria dor es de ove jas: _'. uve rpo ol: 87,236, 250- 125, 253-4., 264,
85, 88, 235, prot ece! ón_ de: 137-8, 146~ 3, 273 274
242. 246 ,275 148, 2."i'.! .¡ -Locust, H.M
e~p rov1 nc1 as: 2~,136.2 NS: ,:11;., Mar tfue z. Jos é: 202, 208
man uíac tura s: 125,139 US, , Lon dres : 236,31,',32,--S._
,236,241 Ing Jeu eld, Con tra1 mtr Ma rtin ez,E stra da. Eze
sup resi ón del comercio
de escl a-
ame : 27.L
lnm igra ciót i: 90, 94, 96,1 i Lóoez, Est anis lao: 33, 3.i.333168 Ma rtín ez Fon tes, Nic olás
quí el: 204
vos : 117,120,238.254 28,2 35, 245,¿ LóP ez.J uan : 196
289,290 P.ab lo: 168 Mas efie Jd, Joh n: 18,371
comercio: 28-9, ·137, 239, Insi arte , Ma nue l: 284,309 l,ópez,Loren_zo: ~13 n. 102
240-1-4. ,. Mas ón, Car los: 216
26ll-2-6,.270-3-4 Lóo ez, Vicente Fid el: 19~
Iria rte, Tom ás de; 212 Ma tadé ros: 30,1 24,1 27
emi gra ntes : 98, 234--5, 237 Iríg oye n. Ma nue l: 174,247 ; LóPez de Oso rnio , Agu
,245.274 stm a. mad re de Maz a, Man uel Vic ente
dipl omf lcia : 15, 219, 22.'l, Itla nde ses: 88, 235-6--7, : JM:R: 20 de: 155,157 165.
234, 249, 244-5-6, 291 167,196,:368·9 n.5
250-1-4. 275
Ital iano s: 235 :¡ Lóoez de osornío, c.lemente:: Ma za, Ram ón: 181,195
inte rven ción : 219, 261-5. : LóP.i.z y Pla nes , V1c
20. •• ,196,215
275-6-7-9 ente: 40, 9:;, l;:i:;, Ma zorc a, acti vid ade s:
Guido, Tom ás: 154 166, 184, 196,
164. 276 207. 209, 'U5-6, 218,224
Gutiér:rez, Juan Ma ria: Juju y: 80;· 132, 199 Los Ca~ aro nes , esta ~ci ,367 n. 69-3
193 a: 31, 73 or,i aniz adó n: 208-9. 369,
Gut iérr ez. Lad isla o: 227 Jus tici a, adm inis trac ión Los Cer:riJJos, esta nc1 a: n. 29 Y 33
de: 164. 202-3 31. 33-4, 36, 74, diso luci ón: 226 ,278 ,311
Jue ces de paz, con fisc ació Ti, 108, 120
; ver tam -
n de tier ra: bién Soc ieda d Pop ula r Res
63.68 Lujá n: 8'.l, 308 tau ra
Hae do, Jos é Bra ülio : 78 dor a:
mil icia : 105,181 Lum b. Car los P : 321 Me dran o, 11:ariano, obis
Hal perí nDo ngh i, Tull.o: carg o de: 112,115, 116 po: 1'77
13,365, n.10 Lum b, Edw ard : 14 Men diol a, Jos é: I.97
Ran nah , Joh n: 275 acti vid ade s: 78., 106-7, 113
,115 ,161 , · Lynch, Fra ncis co: 216 ,232 Men doz a: 26,5 6,80 ,285
Het ider sop , Contraalní.i 203. Lyn ch, Pat rici o: 60
r-ante, W. W · 231 ,281 eco nom ía: 131,133, 136
313-4
Mig uen s, Ben ito: 197
Her bert , Com odo ro Tho
mas : 271-2 Mfü cla, fron tera : 34, 41, _ •
Har ratt , Joh n: 85, 87,2 Kaq uel: 31 Mac Can n, Wil liam , Ros ol, 105, W3
75 as y el régí - Col orad os del Mo nte: 34-5
Her nán dez , José , Martín Kie rnan , Jam es: 175 men : l6,2 1, 59 74, 116,_171
Fie rro: 106. 1 , 172,174. esta ncie ros: 49,1 79,1 80,2
114- King, Joh n Ant hon y: 45,2 280 91
05 org aniz ació n: 179,278
Hob bes, Tho mas : 19. 123. pam pas ; 16, 96
191,232 . Mi! ler, Jua n: 60, 75
Hood, Tho mas : 270 esta ncia s: 25, 61, 73, 79,.2
44, 246 Mil ls, Ma ry Ann : 325
Hot ham , Cap itán Cha rles Laf uen te, Enr iqu e: 152, gau cho s: 112, ll6
: 266-7 195 Mis ione s: 294
B:owden, John Hob art Lag os, Hila río: 303-7 irla nde ses: 235, 245
Car ado c, 29 ba- Mit re, Bar tolo mé: 11,3
rón de: 170,246,268, 271-
2
Lag una Lim pia: 296 :1. inte rese s brit ánic os·. 143 236 252
, Mal ina, cap ataz de Ros
01,306
Jfodson. W.H., sob re la Lah itte , Edu ard o: 247 , 6, 268-9 , · as: 45-6
pam pa: 17-8,25 Mol ína, Ped ro: 136
sob re Ros as: 18,204, 307 La ind epe nde ncia . esta : Ma dar iaga . Joa quí n: 296
ncia ·: 31 Mon te, Gua rdia del: 14,
sob re los esta ncie ros: 97,2 Lam adr id,M aria no: 218 • Mai lalie u, Alf red Zt:.3 31,167,203
37 -4, 375 n 90 Mo nten egro , Agu stín :
Hue co de Jos Sauces:.310
-13
Lam as, And rés: 109,209
1Malrnesconcburtey,deJ.am315es Howard Har:ris, Mon tero , Jua n Jos é: 210
211

¡
Hui llich es : 27 La Rio ja: 109,131,133,286 3" Mo ntev ideo : 225-6, 251-
Las Her as, Jua n Gre gari Mal vina s 247 252 3 273 6, 297
o de: 36 com erci o y polí tica : 140,
Mat iche ster 147 236 24-0 193.,255-i-
386 260 3 8, 260-3, 269,284,295

387
sitio: 221', 25S, 260-3-4, 268, 270-2-4, Ramos Mejía, Francisco: 31, 197 muerte: 173, 367 n. 65 y 66
indios: 26, 56
294+9 Ranqueles: 27, 41 Rosas, Felipe S.: 75
alrededores de: 15, 52,125,234
Montoneros: 33, 44-5, 103, 113,181,250 Rauch, Federico: 37 Rosas, Francisco: 75
economía: 15,133,240,256
Moreno, Esteban: 294-8 Revolución del Sur: 65-6, 195-6--8 Rosas, Gervasio, hermano de JMR:
política: 238,248,250 -
Moreno, Manuel: 39, 42, 149, 242, 253, Reinafé, José Vicente y hermanos: 197. 245
Parra, Andrés: 208,216.232
263, 273, 375 n. 92 158,214 Rosas. Jua."'l, hijo de JivIR: 109,164, 314-
Patagonia: 17,25
MorningChroni.cJe_· 15,176 Reyes, Antonino: 202. 309,319 6
Patrón-peón: 66, 68, 72, 79, 107-8. 112,
Morón: 309 Rico, Leoncio: 197 Rosas, Juan Manuel de, hístoriogra-
122,152
Moussy_. Víctor Martin de: 148 Pavón: 35,321 Riglos, José Maria: 216 fía: 20-1-2, .':14-5-6-7, 110. 233-4
Río Colorado: 13. 2.7, 57 observadores británicos de- 13--4.
Paz, José María: 43, 53,155,177, 199.
Río de Janeiro: 252., 280-4 15-7---S-9
223,267
Navarro: 45,202 Rio de la Plata, invasióll inglesa 1806- primeros a.ríos: 12-3--4, 39
Pea.rl, ill,1S: 257--0, 371 n. 87
Negros, población: 96, 105.11'7 7: 22 24, 99.102 estancia y saladero: 22-3-4. 30-1~2.
Pee!, Sil' Robert: 255-6--9, 270,374 n_ 78 0

Rosas y: lL 121-2, 126,183 intervención francesa: 194. 239, 62, 71-2-3-4-5-6-7, 87-8•9, 359-60 n. 74
Pehuenches: 26
artesanos: 96, 131 253-4, 262 tierras cultivables: 73, 77, 83, 85
Pefialoza, Ángel Vicente. "El Cha-'.
cho":286 · comercio y navegación: 95, 238-9, criadeovejas: 16, 70, 76,.89,291
240-1, 252, 2S{i-8 política agraria: 31-2, 38, 41, 55, 60,
Pereira, Símón: 185,235
Obligado, Vuelta de: 266,276, 375n.100 polftíca bt"Ítánicá: 147, 239, 250-1-2- 61, 66, 69,145
Pérez, Luis: 174
O'Gorman, Camila: 18. 227. 279. 329 4-5-6-7-9. 2€2-3-5 política económica: 38-9, 65, 139,
Pinedo, Agustín: 160,167,181
O'Gorman, Carlos: lB, -196 · · Brasil: 255, 263-4-9, 293-5-9, :307 141-2, 145,255,287,291
Pinto, General: 195
Ojeda, Marcelino: 202 Río de las Conchas: 308-9 indios: 24, 40, 43, 45, 56, 110, 183, 309
Plymouth: 314-5
Río Grande do Sul: 140,288, 291-3-7 gauchos: 24, 26, ::is, 40, 43, 108-9,
Olazábal, General: 212 Población; 93-4, 103-4, 107, 113, nB-9, ·
Oliden, Isidro: 216, 232 Río Negro: 13, 23, 26-7, 56-7 110, 112
124,126,235,290, 304
Oríbeú, Manuel: 168, 186, 194, 199,205.
221, 229, 255-9, 260-3-4, 270, 293--4-7-8"
Poli;~~-1 \1;6):;,
5 2
200, 209, 213, 2;rn-7- ·' Río Paraguay: 295
Río Paraná: 264--5-6-7-9, 270-1-4-6, 293-9,
esclavos y negros: 31, 57, 90, 120-21-
22, 180.183
comíenzos políticos: 39, 44. 47
9, 300-5 Ponsonby, Sir Jobn, .vizconde y 2? ba- · 301-3
federalismo: 39, 42, 45-5-7--B. 111.
Ortiz de Rozas, Domíngo: 20 rón: :rs, 40, 42, 72,234 Río Salado: 27. 30, 56, 60-1, 73, 87., 245
Rio Uruguay- 131-4, 264, 271. 299 143-4, 152-3-8, 194-5
Ortiz de Rozas, León, padre de JMR: Prensa: 53, 154, 174
ideas políticas: 22, 52, 100, 113, 152.
20
Ouseley, William Gore: 112, 226, 251,
Provincias, y Buenos Aires: 69. 131, ¡ Rivadavia, Bernardino, poÚtica agra"
ria:-29,30, 50,235 261. 286, 327-8-9, 330-1
153,163,168,221, 286, 297 ilegada al poder: 47-8. 52
261-::;-3-4-5-8-9, 270, 370-í n. 75 intereses económicos· 131 134, régimen: 37-3, 82, 99. 100-6, 39, 54,
235, 250, 288 primer gobierno: 47--S, 114,137, 154-
144,146,267,292 . '
Puelches: '!:1 caida de: 39, 40, 50
Ca_mpaña del desierto: 13. 55-IP:8.
Pacheco, Ángel: 34, 57; 59, 62. 75. 95, Pulperías: 24, 58,103, 125 pulperías retorno de: 206
181·2, 22L 303-7-8 Rivera. Fructuoso: 168,179,194, ~2-3, 62, 74
volsntes: SO gobierno a partir de 1835: 53-4. 158·
Pago_ LargO: 168, 185, 194 Purvis, Comodoro J. B.: 259. 260-4 230, 255-7-8-9, 262-4-8
9, 161
Palermo: 74, 76,171,200,280,293.303. Rivera Indai:te, José: 174,222,229,230
Robertson, John Parish: 235 sistema de gobierno: 63. 153, 167.
311,319, 322-26
Palmerston. Henry John Temple. 30 Rodeo del Medio; 199 170,191,202, 280-1, 291
Quebracho Herrado: 199,221. 267,307 jueces de paz: 64, l-15, 164, 1S7
vizeonde de: 13, 142-3, 234., 252-3+ Quesada, Ernesto: 12. 318, 334, -368 Rodríguez. Padre Florencia: 177
ejército: 62-3, 112,179.181, 183-4-6,
7, 27.0-2<3-4, 313--4-6, 322-5, 332 n. 101 Rodríguez Martín: 29, 34-5, 42-3, 56
281. 294, 305-6-7•8
Pampa, descripción: 25, 71, 78 Quesada, Juan Isidro; 1S2 Rodríguez Pella, Jacinto: 195
Rojas y Patrón, José 1',faria: 101, 135. iglesia: 38, 53, 154, 17~7. 327-13, 330
indios: 25-6-7-3. 36~ 56 Quesada, Sixto: 219 oposición: 100,193,287,297
sociedad: 106 · Quesada, Vícente G.: 334 155, 164, 166, 252, 319. 322
rerror: 62, 66, 1s1, 153.160-1, 164-5,
para Rosas: 1()9 Quü-mes: 23, 24. 208 Roldán, Miguel: 165
171-2, 192, 196, 200-1, 203-4-5, 210-1,
Pampas, tribu indígena: 27, 41, 45 Quiroga, Facundo· 135. 155. 157-8, 214-, Rosa,JoséMarfa: 12
213,216,218, 220-1-2-3--4, 229, 230-1,
Paraguay: 134,256, 265-7, 288, 290-3-5. 229. 287 Rosario: 295, 301
301 . Rosas, Encarnación Ezcurra de. espo- 251. 304
Inglaterra y: 242. 247-8-9, 251-2-3-8.
Parish, Woudbine. y Rosas: 14, 16, 43. sa de JMR: 22
261---4, 272-3-7
154. 237. 250 Ramírez, Fra.'1cisco: 33 actuación política: 111. 157, 212-3

38S 389
Tablas

l. Principales terratenientes en la Provincia de Buenos Aires (estan-


cias en leguas cuadradas). 75
2. Distribución y valor de las exportaciones de Buenos Aires, 1822-51. 84
3. Índices de precios de los productos agrícolas, 1833-50. 86
4. Producción y exportaciones de lana, Argentina 1330-80, 88
5. Crecimiento d'e la población, Argentina 1800-69. 93
6. Provincia de Buenos Aires, Población 1797-1869. 94
J. Población de negros y mulatos. Buenos .Aires 1810-38. 119"
8. Permisos de construcción de viviendas en Buenos Aires, 1829-51- 126
9. Esta-blecimiem os industriales y comerciales en Buenos Aires,
1836-53. 140-1
10. Gastos e ingresos del gobierno, Buenos A.ires 1822-50. 187
11. Distribución de ingresos del gobierno, 1322-50. 189
12. Distribución de gastos del gobierno, 1822~50. 190
13. El terrnr-, 1829-43; cifras de la oposición. 229
14. El terror, 1829-43; cifras oficíaJes. 230,
15. El terror, 1829-52; juicio de Rosas. 231
16. Promedio de exportaciones anuales de Buenos Aires 1810-55 (pro-
ductos seleccionados). 243
17. Importaciones argentinas en 1825 por país de origen. 243
18. Valor declarado de exportaciones británicas al Río de la Plata,
1831-.50: 244

l
Índice

Introducción . . . . ... . . . . . . . . . ....... .. . .. . . ... . ... ... 9


I. Señor de las llanuras 19
IL Estanciero . .. . .. . ............ .. . . .... ..... 52
III. Patrón y peón .. ................... ................... . ...... .. 93
IV. Una Argentina alternativa ............ 124
V. Leviatán .................. .................. .................. .. 151
VI. El terror ..... :................. .................. ............... 193
VII. La penetrante Albión 234
VIII. Apogeo y derrota ................... . ........ 278
IX. Exilio . ....... . . .. .. ....... ... ..... .. . .. ........ ... . ... . . .. .. . . . . 316
Notas ............... 337
Bibliografia ....... ....... ..... ..... ....... ........ .......... .. .. .. ... .... 367
Índice de nombres ...................................................... 383

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