Está en la página 1de 6

HISTORIA DE LA MEDICIA FORENSE EN GUATEMALA CON EL INACIF

La medicina forense tiene unos orígenes bastantes antiguos, se puede datar al


menos desde el año 1.194 DC cuando se creó la figura de CROWNER por parte
del rey para determinar quienes habían muerto por homicidio, suicidio, accidentes
o muertes naturales.

La primera definición clásica de los signos del fallecimiento se debe


a Hipócrates en su libro De morbis, donde describe las modificaciones de la cara
en el inmediato período post mortem: facies hipocorística.

La medicina legal apareció por primera vez en Alemania en el siglo XVI: la Ley
Carolina promulgada por Carlos V en 1532 obliga a expertos en medicina
(esencialmente barberos-cirujanos de la época) a intervenir sobre los cadáveres
en caso de homicidio voluntario o involuntario, imponiéndose una pena
proporcional a las lesiones. En 1536, Francisco I de Francia redacta para el duque
de Bretaña una ordenanza organizando el inicio de la medicina legal.

Jean Jacques Bruhier realizó en 1742 los primeros trabajos sobre inhumaciones
prematuras, recogiendo 189 supuestos casos de enterramientos en vida. Como
consecuencia, hacia 1793 se crearon en Alemania e Italia las cámaras mortuorias
de espera. En este mismo siglo el científico alemán Georg Christoph
Lichtenberg describió las figuras de Lichtenberg, un importante hallazgo que
posteriormente tendría relevancia como signo de fulguración en el estudio de
cadáveres. Además, Xavier Bichat hizo interesantes descripciones sobre el
proceso de la muerte y elaboró el que luego sería conocido como trípode de
Bichat de las funciones vitales: la circulación, la respiración y la función nerviosa.
Asimismo, Pierre Hubert Nysten enunció las leyes de la rigidez cadavérica que
llevan su nombre. Jean-Jacques Belloc es considerado el creador de la medicina
legal en Francia.

La medicina forense es una rama de la medicina general que auxilia al derecho en


la administración de justicia; se le conoce también como medicina legal, medicina
del derecho o jurisprudencia médica.
En Guatemala las dos denominaciones más comunes son:
 Medicina forense, y
 Medicina legal.
En conjunto la medicina forense y las ciencias forenses forman un grupo de
disciplinas del conocimiento que auxilian al derecho en la administración de la
justicia. En cada una de estas ciencias o disciplinas, el término “forense” que se
les agrega para indicar que su función está dirigida a los procesos legales. El
desarrollo de la medicina forense en Guatemala ha sido muy lento en comparación
con otros países vecinos. Ha sido relegada la medicina forense a un plano inferior
en sin reconocerle la importancia que tiene para la sociedad en general. Como
una muestra de lo antes mencionado es importante señalar la poca atención de
las Instituciones del Estado en apoyar el desempeño de la medicina forense, en lo
académico a manera de ejemplo, se puede mencionar que a la fecha no hay
ninguna escuela universitaria de formación de médicos forenses; en la Facultad de
Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, fue eliminada la
cátedra de medicina forense del pensum de pre grado alrededor del año 1975 y en
la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales a partir del año 2005 fue “colocada”
según el nuevo pensum en los “cursos de especialización”, es decir que ya no la
recibirán todos los estudiantes, solamente los que decidan asignarse los cursos de
pre especialización del área penal; contando los profesores con un reducido
número de períodos de clase y recursos materiales escasos.

Existen muchas definiciones de medicina forense, todas tienden a hacer referencia


que es auxiliar del derecho. Para Vargas Alvarado “Es la rama de la Medicina que
reúne todos los conocimientos médicos que pueden ayudar a la administración de
Justicia”.
Aspectos históricos de la medicina forense: La aplicación de los conocimientos
médicos en auxilio de la justicia, se ha realizado desde milenios, tal como se
encuentra en los datos históricos de antiguas civilizaciones de Egipto, China,
Grecia y Roma. El Código de Hammurabí, las Doce Tablas del imperio Romano, el
Código Justiniano y el HsiYuan Lu de China, contienen datos al respecto. Según
Vargas Alvarado se reconoce a Imhotep como el primer experto médico forense,
quien tres mil años antes de Cristo en Egipto, durante el reinado de Zozer se
desempeñó en forma brillante en varias áreas del conocimiento, como arquitecto,
matemático, médico, etcétera.
El Código Carolino, promulgado en Alemania en 1537señala que un experto
médico debe auxiliar al juez en casos de homicidio, lesiones, envenenamiento,
asfixias, infanticidios etcéteraHay varias opiniones con respecto a quien le
corresponde el título de padre de lamedicina forense. Para unos es Ambrosio
Paré, para otros Zacchia, no obstante ha sido señalado Johann Michaellis, quien
tiene el mérito de que en Alemania en 1650, fue el fundador de las primeras
lecciones de medicina forense en la Universidad de Bohn. Mateo Orfila, es
considerado como padre de la toxicología forense, diseñó el primer método
analítico sobre el arsénico y escribió varias obras como el tratado sobre venenos y
Lecciones de Medicina Legal”.

En Guatemala tanto del período colonial como independiente, se tiene una gran
cantidad de datos históricos sobre la medicina forense. “Se considera que primera
autopsia médico legal fue practica en 1622 los doctores Domingo López Ruiz y
Juan del Castillo, al cadáver del preso Simón Zacarías. Es posible que esa
autopsia sea la primera médico legal que se practicó en Centroamérica, tal como
lo señala Carrillo.
La primera cátedra de medicina legal en Guatemala se estableció en 1869, siendo
su primer maestro el Dr. Mariano Gándara. La figura más destacada en la materia
ha sido el Dr. Carlos Federico Mora, el cual se especializó en París, fue Jefe del
servicio médico forense en los años 1922 al 32, fue profesor de la materia en las
facultades de Ciencias Médicas y Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
de San Carlos de Guatemala, y escribió un práctico libro de texto llamado
“Medicina Forense”. Así mismo se menciona al doctor Miguel F. Molina, quien fue
Jefe del Servicio Médico Forense por ausencia del doctor Mora en el período
comprendido de 1927 a 1930, quien también sirvió la cátedra en las mismas
facultades. La medicina forense en Guatemala no contaba con una Universidad
formadora de dicha especialidad, todos los médicos (muy escasos) que se
dedicaban a ella habían sido formados en el extranjero o de forma empírica y la
aplicación del método técnico científico no se daba como tal. En el 2000 la USAC
realiza un Diplomado en Medicina Legal, con el apoyo de las siguientes
Instituciones Facultades de Medicina, Ciencias Jurídicas y Sociales, Odontología,
Ministerio Público, Colegio de Médicos y el Seguro Social, coordinado por el Dr.
Giovani Franco Santisteban. Posteriormente el Ministerio Público en el 2004 a
través de su Unidad de Capacitación y con el entusiasmo de un grupo de médicos,
entre ellos el Dr. José Mario Nájera Ochoa jefe del Departamento en aquel
entonces, Dr. Edwin Marino Salazar Díaz y Juan Jacobo Muñoz, que laboraban
para esa institución y quienes planifican y desarrollan un diplomado, el cual les
sirve de base para la realización de su trabajo de forma
más técnica, con base bibliográfica y con la aplicación del método técnico
científico, seguidamente la USAC realiza un post grado en medicina legal y
posteriormente lo efectúan algunas universidades privadas. Actualmente son ya
varias las universidades que han desarrollado cursos técnicos en criminalística,
diplomados y maestrías que han servido de base para la que la medicina forense
sea cada día un mejor soporte para la aplicación de la justicia. Como se ha podido
observar la medicina legal tiene muchos años de existencia en el ámbito de la
sociedad, con lo cual ha contribuido para la aplicación de la justicia, el desarrollo
en cada país ha dependido de profesores que fueron y han sido lo suficientemente
visionarios para llevar a esta rama de la medicina a su más alto desarrollo, a esto
se le ha agregado el apoyo de los gobiernos de cada nación y el clamor de la
sociedad por una justicia universal, pronta y equitativa.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala -INACIF- es creado con


el Decreto 32-2006 del Congreso de la República de Guatemala publicado en el
Diario de Centroamérica el dieciocho de septiembre de dos mil seis, como
resultado de la necesidad de contar con medios de prueba válidos y fehacientes
en los procesos judiciales. Cuenta con la cooperación de expertos y peritos en
ciencias forenses que aplican los avances tecnológicos, metodológicos y
científicos de la medicina legal y criminalística, como elementos esenciales en la
investigación criminal y de cualquier otra naturaleza.
INACIF inicia sus funciones el día 19 de julio de 2007, y nace como institución
auxiliar de la administración de justicia, con autonomía funcional, personalidad
jurídica, patrimonio propio y con toda la responsabilidad en materia de peritajes
técnico-científicos.

El INACIF es una institución con autonomía funcional e independiente que surge


como consecuencia de la necesidad de unificar y fortalecer los servicios periciales
forenses en Guatemala, mediante el desarrollo científico del trabajo que realiza
como institución autónoma, garantizando la imparcialidad y confiabilidad de la
investigación técnica científica, contribuyendo así al sistema de justicia. Tiene
como finalidad principal la prestación del servicio de investigación científica de
forma independiente emitiendo dictámenes técnicos científicos que doten a la
función jurisdiccional, con medios de prueba válidos y fehacientes en los procesos
judiciales. Presta sus servicios a requerimiento de jueces y fiscales, INACIF no
actúa de oficio.

El Consejo Directivo del INACIF está integrado por el Presidente de la Corte


Suprema de Justicia, el Ministro de Gobernación, el Fiscal General de la
República, el Director del Instituto de la Defensa Pública Penal, el Presidente de la
Junta Directiva del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, el Presidente
de la Junta Directiva del Colegio de Químicos y Farmacéuticos de Guatemala y el
Presidente del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.

La medicina forense es una ciencia apoyada en totalidad en la medicina y se haya


en el derecho como apoyo para encontrar, probar y verificar supuestos, causas de
muertes, daños, etc. Esto no la exime de su “independencia” en tanto a sus
avances que no tienen que ver con la medicina ni con el derecho, ya que usan
métodos y apoyos de criminalística, balística, etc. Que al momento de desarrollar
o mejorar dichos métodos, sofisticar máquinas y aparatos, igual que los expertos
en la materia se logra una mezcla que apoya más al Derecho que a la Medicina.
Esto se debe a que el campo en donde se necesita más su ayuda y aporte, así
como la investigación, es en el Derecho como fuente primordial en auxilio del
derecho penal, en donde como sabemos es el último recurso del derecho, es
decir, cuando se rompe la ley y se daña un bien jurídico tutelado; sea vida, bien
inmueble o mueble, patrimonio, etc.

Se llega a este derecho para responsabilizar o eximir al presunto culpable por


medio del estudio e investigación del médico forense y de dicha ciencia, en casos
particulares en los delitos donde se necesite su apoyo, los cuales por el tema ya
sabemos que por simple obviedad serian delitos en contra del bien jurídico
llamado vida en diferentes formas: sean golpes, maltratos, torturas, muertes;
homicidios y suicidios, etc.

También podría gustarte