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Cielos
Lo primero que debemos saber, es que “no hay acción sin oración”.
Esta es una interrogante que debemos saber responder. La Escritura declara que Dios
todo lo sabe, incluso lo que vamos a decirle en la oración:
SALmo 139:4 Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh SEÑOR, tú ya la sabes toda.
(LBLA)
Dios todo lo conoce, Él escudriña nuestros corazones y conoce cuales son los
pensamientos del hombre (Job 42:2, 1 de Crónicas 28:9), note lo que nos enseña este
Salmo, cuando vamos a orar, aun antes de pronunciar nuestra oración, Dios ya sabe
lo que diremos.
MAteo 6:31 Por tanto, no os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué beberemos?" o "¿con
qué nos vestiremos?" 32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre
celestial sabe que necesitáis todas estas cosas. (LBLA)
También el Señor, siendo un buen Padre, conoce de antemano cuales son todas
nuestras necesidades, pero, si Él conoce nuestras palabras, ¿por qué es necesario que las
expresemos en oración?
Por medio de Cristo, Dios nos ha hecho participes de su naturaleza, somo linaje
Suyo.
2 Pedro 1:3 Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la
piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por
medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas
lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el
mundo por causa de la concupiscencia. (LBLA)
3. De Unigénito a Primogénito
Desde la eternidad, el Hijo ha sido la “única” expresión exacta del Padre, el resplandor
de su gloria como dice Hebreos 1:3. Por tanto, para logar el propósito divino de extender
la familia de Dios, se despojó de su posición como “Único” para ser el “Primero” de
entre muchos. Cuando Cristo vino a la Tierra, era el “Unigénito de Dios” (Juan 3:16), es
decir el único en su género, el único Dios Hijo, pero cuando muere y resucita, nos abre
un camino nuevo para que nosotros, los que hemos sido escogidos, podamos ser Hijos
de Dios, nuestro Señor sacrificó su lugar de UNIGENITO y pasó a ser el
PRIMOGENITO, el primero en su género, y hablamos de “primero en su género” porque
ya no es el “único”, ahora hay más, los cuales somos nosotros, esta preciosa
verdad, puede ser constatada en:
ROMAnos 8:28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es,
para los que son llamados conforme a su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también
los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre
muchos hermanos; (LBLA)
Los que le hemos recibido, llegamos a ser hijos de Dios (Juan 1:12), el mismo
Espíritu, la misma naturaleza, parte de la familia de Dios, somos linaje divino:
Efesios 2:16 y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo
dado muerte en ella a la enemistad. 17 y vino y anunció paz a vosotros que estabais lejos, y
paz a los que
estaban cerca; 18 porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre
en un mismo Espíritu. 19 Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois
conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios. (LBLA)
Ahora en Cristo, somos hijos de Dios, pero lastimosamente no entendemos a fondo que
significa esto:
1 JuAn 3:1 Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. 2 Amados, ahora somos hijos
de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste,
seremos semejantes a Él porque le veremos como Él es. (LBLA)
Por eso crucificaron a nuestro Señor Jesús, porque los religiosos no podían creer en
sus mentes, que un hombre podría ser Hijo de Dios, este es el misterio de la piedad que
Dios Hijo se hizo hombre, para que los hombres fueran hechos Hijos de Dios (1 de
Timoteo 3:16). Pero volviendo al tema, el propósito de Dios es formar este pueblo que
va a cogobernar con Él por la eternidad:
ROMAnos 8:15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino
que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, 17 y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que
también seamos glorificados con El. (LBLA)
Esto es lo que espera toda la creación, que se manifieste esta raza divina, que va a
gobernar el universo, para esto fuimos creados, para esto fuimos escogidos y
predestinados, para esta gloria eterna.
ROMAnos 8:18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de
ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. 19 Porque el anhelo profundo de la
creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. (LBLA)
ROMAnos 8:26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque
no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;
27
y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los
santos conforme a la voluntad de Dios. (LBLA)
En el cielo existe una corte de justicia, un Juez que es nuestro Dios, un acusador, un
abogado, testigos, etc. Todo se hace con base en la ley, cuando Dios le dio libre
albedrío al hombre, la voluntad de este último, tiene que ser igual a la de Dios, con la
finalidad de que el Señor pueda intervenir en nuestros asuntos, de otra manera, Dios
estaría interviniendo, en algo que no le hemos pedido. Entonces, la oración es la
manifestación de nuestra voluntad, es el testimonio nuestro, para que en el cielo sea
evidente que las acciones de Dios, tienen base en nuestra petición y con esto se
resuelve, que no hay ninguna violación al libre albedrío.
Vemos en este texto que Dios buscó un hombre que intercediera, que orara a favor del
pueblo, para así, tener misericordia de ellos, y que no los destruyera, pero al no haber
ningún hombre que intercediera, Dios los destruyó. Notemos que Dios, quería evitar
derramar su juicio sobre este pueblo, pero no pudo evitarlo por la falta de oración,
nadie se puso en la brecha a interceder, meditemos en esto: ¿por qué Dios, no
simplemente desistió de ejecutar su juicio sin necesitar de la oración de alguien? ¿por qué
simplemente no ejerció su soberanía, para cancelar el juicio? Veamos estos casos:
En la Biblia, hay muchos ejemplos que manifiestan el éxito de la oración. Podemos decir
con certeza que no hay acción de parte de Dios, sin oración, o tal vez debemos decir
mejor, “ora- acción”.
5. La Oración Personal
Si alguno piensa, que no tiene un motivo específico para orar, si no hay una
necesidad, entonces no debería de orar, porque solo hablaría cosas vacías. Lo
alarmante de esto, es que, si verdaderamente es así, si realmente se cree que no hay ni
una sola necesidad, esto indica que el enemigo, le ha engañado y ahora está insensible
a tantas necesidades que existen al alrededor, empezando por ejemplo, por el conocer
más de Dios, Su Palabra, Su verdad, Su protección, por la familia, en fin, realmente
no ajusta el tiempo para orar, cuando se tiene conciencia de lo necesitado que es
el hombre, delante del Señor.
5.5 El Caso de Ana: la oración personal no debe nacer de nuestros deseos, debe nacer
de nuestras necesidades, la Biblia dice que no tenemos, porque no pedimos, y cuando
pedimos a veces lo hacemos mal, pues pedimos para nuestros placeres (Santiago 4:3).
La oración que hacemos por compromiso, por cumplir con una formalidad o por una
costumbre, no sirve delante de Dios, el venir y orar por orar, es tiempo perdido, en la
Escritura podemos ver muchos ejemplos y entre ellos se encuentra el de Ana, la madre
de Samuel, ella era estéril y su marido tenía otra mujer que le daba muchos hijos,
mientras Ana venía delante de Dios a pedir por sus placeres, no era escuchada. ¿Cuál
podría ser el placer de Ana? que todos vieran que ella también podía tener hijos,
imaginemos que Ana oraba: “Señor dame hijos, no quiero que solo Penina los tenga,
Señor dame hijos que quiero que todos vean que soy mamá”, una oración de estas, no
se origina en la necesidad, sino en el deseo del placer de que los demás nos miren.
Pero llegó el momento, en el que Ana lo hizo de corazón, movida por la aflicción que
tenía, cuando su necesidad impulsó su oración, entonces Dios la oyó y le concedió su
petición:
1 SAMUel 1:10 ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente. 11 E hizo voto y
dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no
te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de
su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza. 12 Y mientras ella continuaba en oración delante del
SEÑOR, Elí le estaba observando la boca. 13 Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se
movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria. 14 Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo
estarás embriagada? Echa de ti tu vino. 15 Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer
angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
(LBLA)
Note que hablaba en su corazón, su voz no se oía, era tan suave lo que hablaba, pero
tan profundo, que el Señor le recompensó, un predicador declaró al respecto de la
oración:
más fuertes que nuestros sentimientos, no es por las palabrerías, es por el sentimiento de nuestro corazón qu
palabra que decimos, tiene tal peso que son pequeñas comparadas con el sentimiento que las
origina.
5.6 El Caso del Señor Jesús: otro ejemplo y tal vez el mejor, es el caso de nuestro
Señor Jesucristo cuando oró en el monte de los olivos:
LucAs 22:42 diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole. 44 Y estando en agonía,
oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
(LBLA)
Las palabras eran pocas: “si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino
como tú quieras”, pero el sentimiento era tremendo, oraba con mucho fervor, esto significa
que oraba con mucho sentimiento, oraba intensamente, hasta el punto que su sudor, era
como grandes gotas de sangre, es decir que el sentimiento que encerraba esta oración de
pocas palabras, era profundo, representaba tal entrega a la voluntad del Padre, que la
Escritura declara que por eso fue oído:
Hebreos 5:7 Cristo, en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran
clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente;
(LBLA)
No dice que fue oído por sus elocuentes palabras, apenas una oración hizo y el
Padre le recompensó, pero fue por el sentimiento con el cual pronunció esas palabras,
la oración debe originarse en nuestro corazón, el Salmo 130:1 declara: “desde lo más
profundo oh Señor he clamado a ti”.
6. La Intercesión
SANtiAgo 5:16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que
seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho. 17 Elías era un hombre de pasiones
semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres
años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. (LBLA)
Hay oraciones que no son por nuestras necesidades, sino por la voluntad de Dios, por
las necesidades de la obra de Dios, esto es intercesión.
MAteo 18:18 En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de
acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los
cielos.
20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (LBLA)
Notemos lo que dice este pasaje, todo lo que hagamos aquí en la Tierra, que esté
dentro de la voluntad de Dios, va ser respaldado por el cielo, en otras palabras, cielo no
actuará si la Tierra no actúa primero.
6.1.1 El caso de Moisés:
Éxodo 17:11 Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel prevalecía; y cuando
dejaba caer la mano, prevalecía Amalec. (LBLA)
¿Quién decidía la victoria o la derrota del pueblo? es obvio que Dios quería la
victoria del pueblo de Israel, pero note que no actuaba a menos que Moisés,
mantuviera las manos en alto (esto representa la intercesión), Dios actuará solo en
respuesta a la oración. Esto no significa que al orar hacemos que Dios haga lo que
nosotros queremos, ¡no!, sino que, al orar, nosotros debemos pedirle a Dios que haga
lo que Él desea hacer, entonces, Él lo hará.
Ponga cuidado en esto, Dios está limitado en su accionar, por nuestras oraciones, si Él
quiere hacer algo y nosotros no se lo pedimos, no lo hará, veamos otro ejemplo:
Ezequiel 22:30 Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha
delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé. 31 He
derramado, pues, mi indignación sobre ellos; con el fuego de mi furor los he consumido; he hecho
recaer su conducta sobre sus cabezas -- declara el Señor DIOS. (LBLA)
Note que Dios quería perdonarlos, pero necesitaba de alguien que intercediera, alguien
que se pusiera en la brecha y le pidiera a Dios que hiciera lo que Él quería hacer,
parece paradójico, pero es la forma en que Dios ha establecido actuar en unidad con Su
pueblo, pero como no encontró a nadie que le pidiera hacer lo que Él deseaba
hacer, no tuvo más remedio que ejecutar Su justo juicio.
La intercesión es pedirle a Dios que haga Su voluntad, no es pedirle que haga lo que no
quiere hacer, es pedirle que haga lo que desea, entonces Él lo hará. El Apóstol Juan, sabía
esta verdad, si le pedimos a Dios lo que desea hacer, es decir, si le pedimos de acuerdo
a su voluntad, Él lo hará:
1 JuAn 5:14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme
a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos
que tenemos las peticiones que le hemos hecho. (LBLA)
6.1.2 La Iglesia debe traer el cielo a la Tierra:
La iglesia tiene la responsabilidad de traer la voluntad de Dios a la Tierra, de hacer que
Dios reine en la Tierra, como lo hace en el cielo, esto fue lo primero que nos
enseñó el Señor Jesucristo, que debemos orar:
MAteo 6:9 Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre. 10 "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. (LBLA)
6.1.3 Unánimes
Mateo 18:19 AdemÁs os digo, que si dos de vosotros se ponen de ACUerdo sobre
cuAlquier cOSA que pidAn Aquí en LA tierrA, les serÁ hecho por mi PAdre que estÁ en
los cielos. (LBLA)
Hechos 1:14 Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las
mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él. (LBLA)
6.1.4 Congregados
Mateo 18:20 Porque donde estÁn dos o tres reunidos en mi nombre, Allí estoy yo en
medio de ellos. (LBLA)
Debemos saber que el poder de nuestra oración, radica en que la hacemos conforme a
la voluntad de Dios, sepa que Él está en medio de nosotros para actuar en respuesta a esa
oración. Por favor, lea esto con ojos circuncidados, nosotros no nos reunimos porque
queremos reunirnos, nos reunimos como una respuesta al llamado del Señor. Cuando
nos reunimos en Su nombre, Él está en medio de nosotros, y esto sucede porque le
estamos obedeciendo y además le estamos pidiendo que se haga Su voluntad, que
Su gloria se manifieste.
1 Reyes 8:44 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que
tú los envíes, y oren al SEÑOR vueltos hacia la ciudad que tú has escogido y hacia la casa que
he edificado a tu nombre: 45 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles
justicia. (LBLA)
Esta fue la oración de Salomón, para interceder por el pueblo cuando estuviera en
batalla, en angustia, Salomón le pidió a Dios que toda oración hecha en dirección al
templo fuera respondida.
En este pasaje, aparece el profeta Elías, haciendo una oración de intercesión, para que
el pueblo de Israel, fuera liberado de la idolatría, y Dios le escuchó. Usted debe
saber que, cuando clamamos a Dios, hay promesas de liberación y protección:
SALmo 91:14 Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido
mi nombre. 15 Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré;
16 lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación. (LBLA)
7. La Oración de Autoridad
En medio de la intercesión, cuando ya se nos es revelada la voluntad de Dios sobre
algo que pedimos, alcanzamos el nivel de la oración de autoridad, esta oración no es
pedirle a Dios que haga algo, sino que, es declarar en la Tierra lo que creemos que Dios
ha dicho, es una oración que impacta las cosas en la Tierra:
MAteo 21:19 Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino
sólo hojas, y le dijo: Nunca jamás brote fruto de ti. Y al instante se secó la higuera. 20 Al ver esto, los
discípulos se maravillaron y decían: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante? 21 Respondiendo
Jesús, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que
aun si decís a este monte: "Quítate y échate al mar", así sucederá. 22 Y todo lo que pidáis en oración,
creyendo, lo recibiréis. 23 Cuando llegó Jesús al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del
pueblo se le acercaron mientras enseñaba, diciendo: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y
quién te dio esta autoridad? (LBLA)
8. La Oración No Contestada
Hemos entendido que Dios, quiere que oremos para poder ejecutar sus planes en la
Tierra, Él ha prometido contestar nuestras oraciones, pero es importante preguntarnos ¿por
qué muchas veces no recibimos lo que pedimos?, debe ser que estamos fallando
nosotros, esto no es problema de Dios, Él es fiel a lo prometido. Veamos algunos
puntos en los que podemos estar fallando:
1 pedro 3:12 porque los ojos del señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero
el rostro del señor esta contra los que hacen el mal. (LBLA)
Anímese a orar hermano, Dios dice “entrad confiadamente al trono de la gracia para que
encontréis oportuno socorro” (Hebreos 4:16), Dios está atento a su oración, si usted ora, Él
actúa, si usted no ora, Él no actúa, preséntese delante de Dios, haga sus ruegos y
súplicas, pero recuerde dar acción de gracias, esto es fe, dar gracias por algo que le
pedimos, aunque todavía no lo hayamos recibido:
MArcos 11:24 Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis
recibido, y os serán concedidas. (LBLA)
Debemos tener fe en que Dios nos contesta, porque Él desea bendecirnos, Pablo
decía:
Hechos 27:25 Por tanto, tened buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que
acontecerá exactamente como se me dijo. (LBLA)
Cuando oramos debemos hacerlo con fe, con ánimo de que Él nos escucha, confiando
que contestará en el momento preciso.
SANtiAgo 1:5 Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que
duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No
piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, 8 siendo hombre de doble ánimo,
inestable en todos sus caminos. (LBLA)
Tener doble ánimo, significa que a veces estamos animados, y otras veces no, que unas
veces creemos y otras veces no, que unas veces apoyamos las cosas de la Iglesia y otras
veces no, que unas veces queremos orar y otras veces no, debemos ser constantes,
tener ánimo en el Señor en todo tiempo, No parar hasta lograr lo propuesto.
ISAíAs 62:6 Sobre los muros de Jerusalén he apostado guardianes; ni en todo el día ni en toda la noche
estarán callados. Los que hacéis que Yahveh recuerde, no guardéis silencio. (JER)
ISAíAs 62:7 ni a él le deis tregua, hasta que confirme, y hasta que ponga a Jerusalén por alabanza en
la tierra. (SSE)
Imagínese como ha de haber fastidiado al juez esta viuda, que ese hombre fue movido a
actuar, note que el pasaje enfatiza que no temía a Dios, es decir que, no fue el temor de
Dios, sino la insistencia, lo que hizo que este juez injusto respondiera. Entonces, si este
juez que era injusto, respondió la petición a esta viuda, ¿cómo no nos va a responder el
Señor nuestras peticiones?, si insistimos, Dios nos responderá.
8.2 No hacemos lo que le agrada:
Otra razón por la que a veces no hay respuesta a la oración, es porque no estamos
haciendo lo que le agrada a Dios, vea con atención estos pasajes:
1 JUAN 3:21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos confianza total en Dios, 22 y lo que le
pidamos lo obtendremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. (LBLA)
Cuando hay pecado, la conciencia, que es un juez para nosotros, nos alerta, nos
muestra que hay algo que a Dios no le agrada, esta situación, debe ser enmendada,
debemos de confesar al Señor nuestro pecado, arrepintiéndonos y apartándonos, de lo
contrario, ese pecado, puede venir a estorbar la oración, por esto es que dice la
Biblia:
MiqueAs 3:4 Entonces clamarán al SEÑOR, pero Él no les responderá; sino que esconderá de ellos su
rostro en aquel tiempo, porque han hecho malas obras. (LBLA)
Pero si hacemos lo que le agrada, así como lo hacía el Señor Jesús (Juan 8:29),
entonces, podremos hacer nuestras, las palabras que Él dijo: “yo sabía que siempre me oyes”
(Juan 11:42).
1 JuAn 5:14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa
conforme a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que
pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. (LBLA)
Revisemos bien este texto, “si Él nos oye, Él nos contesta lo que pedimos”, pero para que nos oiga
debemos pedir conforme a su voluntad. Si usted medita, encontrará que esto tiene
mucha lógica, pues si lo que pedimos, es lo que Él nos quiere dar, entonces al hacer la
oración solo estamos dando el toque final para recibir lo pedido. Ahora veámoslo al
contrario, “si no pedimos conforme a su voluntad, entonces no recibimos lo pedido”, la oración no
es contestada, así lo declara la Escritura en:
SANtiAgo 4:3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
(LBLA)
2 Corintios 12:7 Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para
impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que
me abofetee, para que no me enaltezca. 8 Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que
lo quitara de mí. 9 Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el
poder de Cristo more en mí. (LBLA)
Vemos que Pablo, había recibido una gran revelación, solo imagínese, fue llevado al
tercer cielo, entonces, para que esto no lo enalteciera, Dios le puso un aguijón y aunque
Pablo oraba para que se lo quitase, el Señor no lo hizo.
Muchas veces el motivo, que hace que las oraciones no sean contestadas, es que el
contestarlas nos causará un mal, en lugar de un bien. Si Dios hubiera concedido la
petición a Pablo, seguramente, se le hubiere subido el ego, se hubiera hecho altivo
y esto traería graves consecuencias a su vida, la Escritura dice que: “antes de la caída
esta la altivez” (Proverbios 16:18).
Job 35:12 Allí claman, pero El no responde a causa del orgullo de los malos. 13 Ciertamente el
clamor vano no escuchará Dios, el Todopoderoso no lo tomará en cuenta. (LBLA)
8.5 Por no arrepentirnos de nuestra maldad:
El pueblo de Dios, no se arrepintió de su maldad, fue altivo, pensando que nada
malo les pasaría por su pecado, pero Dios envió ejércitos contra ellos y cuando
clamaron no los escuchó:
JeremíAs 14:10 Así ha dicho Jehová acerca de este pueblo: Se deleitaron en vagar, y no dieron reposo
a sus pies; por tanto, Jehová no se agrada de ellos; se acordará ahora de su maldad, y castigará sus
pecados. 11 Me dijo Jehová: No ruegues por este pueblo para bien. 12 Cuando ayunen, yo no oiré su
clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con
hambre y con pestilencia. (LBLA)
David conocía esta tremenda realidad, si ignoramos nuestro pecado, Dios no nos
oirá:
La versión Good News Bible dice: “si yo hubiera ignorado mi pecado el Señor no me oyera”, es
decir que si empezamos a aceptar el pecado como algo normal en nuestra vida,
entonces Dios no nos oirá, el pecado debe ser nuestro enemigo, y aunque nos alcanza,
debemos confesarlo y apartarnos, no podemos darle tregua, la Escritura dice: “las pequeñas
zorras arruinan los grandes viñedos”, así también los pecados que consideramos pequeños
pueden terminar destruyendo nuestras vidas.
JuAn 9:31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad,
a éste oye. (LBLA)
8.6 Por la idolatría:
JeremíAS 11:10 Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis
palabras, y se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá invalidaron mi pacto,
el cual había yo concertado con sus padres. 11 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos
mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré. (LBLA)
Cuando hay idolatría, esta se convierte en otro impedimento, para que las oraciones no
sean oídas por Dios. Es de suma importancia que sepamos que, la idolatría no se refiere
únicamente a tener ídolos como los descritos por el salmista, en Salmos 135:15-17, sino
que cualquier ocupación, cosa o persona que se interponga en la relación de Dios con
nosotros, eso es un ídolo, allí hay idolatría.
ISAíAs 1:15 Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque
multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre. (LBLA)
Mire que interesante, porque en este pasaje, el Señor dice: “no escucharé sus oraciones, porque
sus manos están llenas de sangre” y cualquiera podría pensar: “es que ese, del que habla el
pasaje, ha derramado sangre”, y si usted quiere, se podría pensar que es un asesino, y está
bien, pero si usted lee lo que Cristo Jesús dijo acerca de esta situación (Mateo 5:21-22),
puede darse cuenta que va más allá de cometer un crimen como el mencionado, en este
pasaje, el Señor no habla de cometer un asesinato, situación que es bastante grave, sino
que, el simple hecho de enojarse con un hermano, ya es considerado suficientemente
grave, para ser culpable de juicio. En 1 de Juan 3:15, lo deja todavía más claro, porque
dice: “todo el que aborrece a su hermano es un homicida”. Entonces el no estar en paz con los
hermanos, estorba las oraciones, Dios no las escucha. Por esto, Dios nos dice, cuando
oren, háganlo con manos santas, no con enojos entre ustedes:
1 Timoteo 2:8 Por consiguiente, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos
santas, sin ira ni discusiones. (LBLA)
8.8 Dios no oye a quien no lo quiere oír:
Proverbios 1:24 Porque he llamado y habéis rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso…
28
Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallarán; (LBLA)
Aquí vemos que, si no queremos oír Su Palabra, entonces cuando clamemos, Él tampoco
nos oirá, y si ni nos oye, menos para que conteste nuestra oración, ¡sí hermano!, si usted
creía que Dios oye todas las oraciones, debe saber que no es así, la Escritura declara que:
“El que no quiere oírlo A Él, entonces Él tAmpoco lo oirÁ”, eso lo afirma también:
ZAcAríAs 7:12 Y endurecieron sus corazones como el diamante para no oír la ley ni las palabras que
el SEÑOR de los ejércitos había enviado por su Espíritu, por medio de los antiguos profetas; vino, pues,
gran enojo de parte del SEÑOR de los ejércitos. 13 Y sucedió que, como yo había clamado y ellos no
habían querido escuchar, así ellos clamaron y yo no quise escuchar--dice el SEÑOR de los ejércitos.
(LBLA)
Proverbios 28:9 Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación.
(LBLA)
Proverbios 21:13 El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no recibirá respuesta.
(LBLA)
Nuestro Señor dijo: “porque a los pobres, siempre los tendréis con vosotros” (Mateo 26:11), y en
otro lugar dice: “el que le da al pobre, presta a Jehová” (Proverbios 19:17), entonces hay
una voluntad presente en el corazón de Dios, y esta es que ayudemos al necesitado, Dios
nos dice: “los pobres van a estar con ustedes, ¡ayúdenles!”, pero si cerramos nuestro oído al
pedido de ayuda de un necesitado, dice el Señor: “Yo tampoco responderé, a sus
oraciones”.
Pablo, le decía a la Iglesia de Éfeso (Efesios 6:18-19) que oraran en todo tiempo y
que intercedieran por él, para que pudiera hablar la Palabra de Dios con valor. Esto era
lo que hacía la Iglesia del principio, orar a Dios para que el evangelio fuera predicado
con poder.
Hechos 4:29 Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu
palabra con toda confianza, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones, señales y
prodigios mediante
el nombre de tu santo siervo Jesús. 31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos
tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.
(LBLA)
Sabemos que la venida del Señor está cerca, por eso, el Señor les dijo a sus discípulos
que oraran para tener fuerzas, para escapar de la tribulación que viene (Lucas 21:36).
La Escritura nos exhorta a buscar la paz y la santidad, ¿cómo lo logramos?, a través de la
oración, ¿por qué? porque el orar es hablar con Dios, es tener comunión con El.
Orar no es repetir palabras, no es hablar por hablar (Mateo 6:7), es tener una
intimidad con Dios (Mateo 6:6), entre más oramos, más conscientes estamos de Su
presencia en nuestra vida, esto trae temor de Dios sobre nosotros y esto nos
permite vivir en santidad, obedeciéndole, veamos este pasaje:
LucAs 9:28 Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a
Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa
se hizo blanca y resplandeciente. (LBLA)
Este pasaje nos habla de la transfiguración del Señor, pero lo que debemos notar en
esta oportunidad, es que mientras oraba, sus vestiduras se volvieron blancas, la oración
trae santidad a tu vida, si tú quieres experiencias sobrenaturales con Dios, una de las
formas es través de la oración, aquí a Jesús, se le aparecieron Moisés y Elías. También
Pedro mientras oraba, recibía visiones de parte de Dios (Hechos 10:9 y 11).
Dios nos da, no porque oremos, Él nos da, porque Él quiere darnos, pero en la
oración lo recibimos, Él dijo: “pedid y recibiréis”, no recibiremos lo que
queramos, recibiremos lo que Él ya tiene para darnos, por eso dice Juan que todo
lo que pedimos conforme a su voluntad, Él nos lo da, Él quiere santificarnos, Él quiere
bendecirnos, Él quiere
cambiarnos, pero es a través de la oración que lo recibimos, pero recuerde, debe ser
una oración de fe:
SANtiAgo 1:6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar,
impulsada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa
alguna del Señor. (LBLA)
Podemos ver que el Señor ha prometido responder a nuestras oraciones (Juan 14:13),
quiere decir entonces que, si no recibimos lo que pedimos, el problema está en
nuestra falta de oración o en la ineficacia en la oración.
Cuando no entendemos la oración y la importancia que tiene, para que Él pueda actuar
a nuestro favor, descuidamos esta llave y no dejamos tiempo para hacer efectivas todas
las promesas. Estamos muy ocupados en nuestros trabajos, en nuestras diversiones:
cine, televisión, deportes, etc. a veces hasta en nuestro servicio en la obra y dejamos la
oración como algo secundario, ¡si es que nos da tiempo!; por lo tanto, es necesario que
sepamos que, cuando no oramos, estamos obstaculizando el plan de Dios, sabiendo
que Él no actuará, sin nuestra oración, aunque Él quiera hacerlo.
CONCLUSIÓN
Amén y AMén.