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ANALES
de Arqueología Cordobesa

ANALES
de Arqueología Cordobesa
2010 - 2011
21/22

2010 GRUPO DE INVESTIGACIÓN SÍSIFO


2011 ÁREA DE ARQUEOLOGÍA. FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
ANALES
DE ARQUEOLOGÍA
C OR D OBE S A
núm. 21-22 (2010-2011)

GRUpO DE iNvEStiGACióN SÍSifO


ÁREA DE ARQUEOLOGÍA. fACULtAD DE fiLOSOfÍA y LEtRAS. UNivERSiDAD DE CóRDOBA
M.ª Teresa Amaré Tafalla
In memoriam
ANALES
comité de redacción

Director:
DE ARQUEOLOGÍA
Desiderio VAQUERIZO GIL Catedrático de Arqueología. Universidad de Córdoba
C OR D OBE S A
núm. 21-22 (2010-2011)
Secretarios:
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Alberto LEóN MUñOZ Universidad de Córdoba

Revista de periodicidad Vocales:


anual, publicada por el Lorenzo ABAD CASAL Universidad de Alicante
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sifo (HUM-236, Plan An- Manuel BENDALA GALÁN Universidad Autónoma de Madrid
daluz de Investigación), Juan M. CAMPOS CARRASCO Universidad de Huelva
de la Universidad de Cór- José L. JIMÉNEZ SALVADOR Universidad de Valencia
doba, en el marco de su
Pilar LEóN-CASTRO ALONSO Universidad de Sevilla
convenio de colaboración
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con la Gerencia Municipal
José María LUZóN NOGUÉ Universidad Complutense de Madrid
de Urbanismo del Ayunta-
miento de la ciudad. Carlos MÁRQUEZ MORENO Universidad de Córdoba
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Juan Fco. MURILLO REDONDO Gerencia Municipal de Urbanismo. Ayto. de Córdoba
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Pedro RODRÍGUEZ OLIVA Universidad de Málaga
© Los autores
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© G. I. Sísifo Ángel VENTURA VILLANUEVA Universidad de Córdoba

eVaLUadores externos

Anales de Arqueología Cor- Agustín AZKÁRATE GARAI-OLAÚN Universidad del País Vasco
dobesa elude cualquier ti- Julia BELTRÁN DE HEREDIA BERCERO Museo de Historia de la Ciudad, Barcelona
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ÍNDiCE
ANALES
DE ARQUEOLOGÍA
C OR D OBE S A
núm. 21-22 (2010-2011)

pÁGS. 11 - 14 M.ª Teresa Amaré Tafalla. In memoriam (M. Martín-Bueno, D. Vaquerizo).

artícULos

pÁGS. 17 - 56 GóMEZ TOSCANO, F.; FUNDONI, G.:


Relaciones del Suroeste con el Mediterráneo en el Bronce Final (siglos XI-X
a.C.). Huelva y la isla de Cerdeña.
relations between the southwest and the mediterranean during the final
bronze (xi-x centuries b.c.). Huelva and the sardinia island.
pÁGS. 57 - 80 HEINZELMANN, M.:
The imperial building complex of S. Maria Antiqua in Rome. An incomplete
senate building of Domitian?
el complejo constructivo imperial de sta. maría antiqua en roma. ¿Un
ediicio incompleto del senado de domiciano?
pÁGS. 81 - 92 OMARI, E.:
Esempi di rivestimenti pavimentali con il reimpiego della ceramica nell’area
egeo-adriatica.
examples of loor coverings with reused ceramics in the aegean-adriatic.
pÁGS. 93 - 126 CISNEROS CUNCHILLOS, M.; GISBERT AGUILAR, J.; SOMOVILLA DE
MIGUEL, I. A.:
El uso del mármol en la Arquitectura de Asturica Augusta.
the use of marble in the architecture of Asturica Augusta.
pÁGS. 127 - 146 BERMEJO MELÉNDEZ, J.:
Terracotas femeninas del foro de Arucci/Turobriga. ¿Testimonios de culto a las
augustae et divae?
feminine terracottas of Arucci/Turobriga’s forum. testimonies of worship to
augustae et divae?
pÁGS. 147 - 172 DELGADO AGUILAR, S.:
Las amonedaciones de la ceca de Onuba (Huelva).
the coinage of Onuba’s mint (Huelva).
pÁGS. 173 - 196 COSTANTINI, A.:
Topograia funeraria e ingresso delle sepolture in urbe nella Toscana
tardoantica. I casi di Firenze e Arezzo.
funerary topography and entry burial in tuscany Urbe Late antiquity. cases
of florence and arezzo.

pÁGS. 197 - 220 SEVILLA CONDE, A.:


Mors inmatura en el mundo romano. Provincia Tarraconensis.
Mors immatura in the roman world. Provincia Tarraconensis.

pÁGS. 221 - 240 NAVAS GUERRERO, E. et alii:


La necrópolis tardorromana de la antigua Estación de Autobuses de Granada.
the late antique necropolis of the former bus station of Granada.

pÁGS. 241 - 252 MARFIL RUIZ, P.:


El complejo cristiano de Cercadilla (Córdoba).
christian complex of cercadilla (cordova).

pÁGS. 253 - 278 DELGADO TORRES, M.; CANO SANCHIZ, J. M.:


El agua como motor en la industria: Historia y tecnología. El caso de La
Alianza de Puente Genil (Córdoba).
the water as an engine in the industry: History and technology. the example
of La Alianza of puente Genil (cordova, spain).

pÁGS. 279 - 302 BARCELONA LLOP, J.:


Algunos aspectos del tratamiento jurídico general del Patrimonio
Arqueológico en el ordenamiento español.
some aspects of the juridical general treatment of archaeological Heritage in
spanish laws.

noticiario

pÁGS. 305 - 314 MARTÍN RUIZ, J. A.:


Nuevos exvotos ibéricos de bronce procedentes del santuario de Collado de
los Jardines.
new bronze iberian votive offerings from the sanctuary of collado de los
Jardines (santa elena, Jaen).

pÁGS. 315 - 330 RAMALLO ASENSIO, S.:


Nuevos testimonios epigráicos sobre movilidad de población en Cartago Nova.
new epigraphic testimonies of population mobility in Carthago Nova.
reseñas

pÁGS. 333 - 336 SARAY JURADO:


Ruiz Osuna, A. (2010), Colonia Patricia, centro difusor de modelos:
topografía y monumentalización funerarias en Baetica. Monografías de
Arqueología Cordobesa, 17 (nueva época), Córdoba.
colonia patricia, model diffusive center: Topography and funeral
monumentalization in baetica. monographs of cordobensian archaeology, 17,
cordova, 2010.
pÁGS. 337 - 342 ANA RUIZ:
Vaquerizo, D. (2010), Necrópolis urbanas en Baetica, Documenta 15,
Universidad de Sevilla e ICAC, Tarragona.
Urban necropolis in baetica, documenta 15, University of seville and icac,
tarragona.
pÁGS. 343 - 346 ALEXANDRA CHAVARRÍA:
Vaquerizo, D. (Ed.) (2010), Las áreas suburbanas en la ciudad histórica.
Topografía, usos, función, Monografías de Arqueología Cordobesa 18,
Córdoba.
The suburban areas in the historical city. Topography, uses, function.
monographs of cordobensian archaeology, 18, cordova, 2010.
pÁGS. 347 - 350 BELÉN VÁZQUEZ:
Vaquerizo, D.; Murillo, J. F. (Eds.) (2010), El aniteatro romano de córdoba
y su entorno urbano. Análisis arqueológico (ss. I-XIII d.C.). Monografías de
Arqueología Cordobesa 19, Córdoba.
The roman amphitheatre of Cordova and its urban environment.
Archaeological analysis (ss. I-XIII a.D.). monographs of cordobensian
archaeology, 18, cordova, 2010.
pÁGS. 351 - 358 JUAN MANUEL CANO y RAFAEL BLANCO
Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa 2.
Annexes of Annals of Cordobesian Archaeology, 2

actiVidades deL GrUpo de inVestiGación SíSIFO. UniVersidad de córdoba


(HUm-236, pLan andaLUZ de inVestiGación)

pÁGS. 361 - 368 SARAY JURADO PÉREZ (2010):


Producción del Grupo de Investigación Sísifo (PAI HUM-236) durante los
años 2009 y 2010.
pÁGS. 369 - 372 Normas de redacción y presentación de originales.
ISSN: 1130-9741––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– 93

EL USO DEL MÁRMOL EN LA


ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ANALES
THE USE OF MARBLE IN THE ARCHITECTURE OF DE ARQUEOLOGÍA
ASTURICA AUGUSTA C OR D OBE S A
MIGUEL CISNEROS CUNCHILLOS 1 núm. 21-22 (2010-2011)
UNIvERSIDAD DE CANTABRIA
✉: cisnerom@unican.es
M.ª Teresa Amaré Tafalla
JOSEP GISBERT AGUILAR / ION ANDER SOMOVILLA DE MIGUEL2 In memoriam
UNIvERSIDAD DE ZARAGOZA

Fecha de recepción: 20 / 04 / 2010 / Fecha de aceptación: 22 / 07 / 2010

RESUMEN
En el trabajo se estudian los materiales constructivos marmóreos
hallados en las excavaciones de Asturica Augusta entre los años 1971
y 1994. La combinación de petrografía y catodoluminiscencia ha per-
mitido identiicar el empleo mayoritario de diversas rocas ornamentales
leonesas (calizas griottes rosas y cremas de la Formación Láncara, cali-
zas blancas de Vegadeo, mármoles blanco grisáceos de Cuevas del Sil y
San Fiz y lumaquela de la Cordillera Cantábrica), junto a mármoles por-
tugueses blancos y grises del Anticlinal de Estremoz, Viana do Alentejo
y Trigaches. Su uso, ya en época augústea, se generaliza entre Claudio
y los Flavios. Se analizan las posibles rutas de acceso, a partir de las
diferentes hipótesis planteadas por algunos autores.
Palabras clave: mármoles hispanos, mármoles leoneses, mármoles
portugueses, mármoles imperiales, petrografía, catodoluminiscencia,
cronología, rutas comerciales, elites.

ABSTRACT
The essay studies the marble building materials found in the archeo-
logical digs of Asturica Augusta between 1971 and 1994. The combina-
tion of petrography and cathodoluminescence have identiied the major
use of different ornamental stones from León (pink and cream limestone
griottes from Láncara Formation, white limestones from Vegadeo, white
and grey marbles from Cuevas del Sil and San Fiz and maroon limestone
from Cantabrian mountains), also white and grey portuguese marbles
from Estremoz Anticline, Viana do Alentejo and Trigaches. Its use, since
Augustian period, became widespread between Claude and the Flavians.
Also, it discusses the possible approaches, according to the different 1
| Grupo de Historia y
hypotheses made by some authors. Arqueología del Mundo Antiguo
y Medieval. Departamento de
Key words: Hispanic marbles, marbles from León, Portuguese mar- Ciencias Históricas.
bles, imperial marbles, petrography, cathodoluminescence, chronology, 2
| Equipo arbotante. Dpto.
trade routes, elites. de Ciencias de la Tierra.

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94 ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

1. INTRODUCCIÓN (Lám. I, 1). Ello no es óbice para que consi-


deremos representativa en líneas generales la
Los materiales pétreos estudiados proceden muestra, que consta de 237 elementos, que
de 23 solares excavados en Astorga entre los proporcionan un volumen total de 97.240’02
años 1971 y 19943. En todos ellos se halla- cm3 (véase apartado 8).
ron rocas ornamentales empleadas como ma- El mayor problema en su estudio arqueo-
teriales de construcción: placas y molduras, lógico ha radicado, al igual que ocurre en
fundamentalmente. Su cantidad diiere de otras excavaciones urbanas, en la diicultad
unos a otros, no viéndose afectada sólo por el de establecer una cronología precisa de apari-
hecho de que estemos ante ediicios públicos
ción y uso de cada una de las rocas identiica-
o privados, sino también por los avatares que
das, a partir de las dataciones estratigráicas
cada solar ha sufrido a lo largo de la historia4
existentes. Aunque el número de publicacio-
nes ha aumentado considerablemente en las
3
| Las excavaciones y las campañas son las si- últimas décadas, como se puede observar
guientes: Puerta Romana (1971 y 1972), Escombrera de
la Construcción Cepedana (1980), Plaza Romana (1985,
en García Marcos y González Alonso (2002),
1986 y 1988), Calle de Rodríguez de Cela 5 (1986), Plaza la mayor parte se reieren a trabajos de sín-
de Santocildes 5 (1988), Calle de General Mola 1 (1988), tesis y pocas veces estamos ante memorias
Calle de General Mola 3-5 (1989), Calle de Portería 12
de excavación de los solares, por lo que los
(1989), Calle de Puerta Obispo 13 (1989), Calle de Padre
Blanco 7-11 (1989, 1993 y 1994), Calle de Calvo Sotelo estudios estratigráicos son escasos. Sólo los
10 (1990), Calle de San José de Mayo 3 (1990), Calle de trabajos de Burón (1997 y 2003) y García
San José de Mayo 6 (1990), Calle de General Sanjurjo 26 Marcos, Morillo y Campomanes (1997) indi-
(1990), Calle de López Peláez 5 (1990), Plaza de Modesto
can los materiales asociados a los niveles es-
Lafuente 3 (1991), Calle de La Cruz 10 (1991 y 1992),
Calle de La Cruz 20-24 (1992), Plaza de San Javier 13-15 tratigráicos. No obstante, esta información,
(1992), Calle de Marcelo Macías 7 (1992), Calle de Inge- fundamental para nuestro objetivo, la hemos
niero Eduardo de Castro (1992), Calle de Manuel Gullón 3-5 podido obtener en tres trabajos especíicos de
(1992) y Calle de Obispo Grau 2 (1992 y 1993).
4
| Según Burón y Suárez, 2002, 194-199, las cons-
materiales cerámicos: el de Morillo (2003)
trucciones a las que se asocian las excavaciones anteriores sobre las lucernas y los de Paz (2003; en
son las siguientes: Puerta Romana = Arquitectura defensiva, prensa) sobre la african red slip ware y la ce-
Escombrera de la Construcción Cepedana = Basurero, Plaza
rámica hispánica tardía gris y naranja.
Romana = Arquitectura doméstica, Calle de Rodríguez de
Cela 5 = Arquitectura doméstica, Plaza de Santocildes 5 Esta limitación de consideraciones cro-
= Arquitectura doméstica, Calle de General Mola 1 y 3-5 =
Foro, Calle de Portería 12 = Termas, Calle de Puerta Obis-
nológicas sobre la aparición y empleo de las
po 13 = Red viaria, Calle de Padre Blanco 7-11 = Termas, rocas ornamentales en Asturica Augusta ha
Calle de Calvo Sotelo 10 = Arquitectura doméstica, Calle hecho que en el presente trabajo sólo se es-
de San José de Mayo 3 y 6 = Arquitectura doméstica, Calle tudien básicamente aquéllas halladas en los
de General Sanjurjo 26= Arquitectura doméstica, Calle de
López Peláez 5 = Arquitectura doméstica, Plaza de Modesto
niveles estratigráicos fechados. Esto afecta
Lafuente 3 = Termas, Calle de La Cruz 10 y 20-24 = Arqui- en especial a los mármoles y calizas leone-
tectura doméstica, Plaza de San Javier 13-15 = Red viaria, sas, cuya localización arqueológica e iden-
Calle de Marcelo Macías 7 = Arquitectura doméstica, Calle
tiicación geológica se efectúa por primera
de Ingeniero Eduardo de Castro = Establecimiento artesa-
nal, Calle de Manuel Gullón 3-5 = Arquitectura doméstica y vez de manera cientíica y en menor medi-
Calle de Obispo Grau 2 = Red viaria. da, también, concierne a los marmora impe-

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA –––––––––––––––––––––––––––––––––95

LáM. I, 1. Plano de las excavaciones de Astorga


(adaptado de Burón y Suárez, 2002, por J. M. García Rodríguez).

LáM. I, 2. Cronología de las rocas identiicadas en Asturica Augusta (M. Cisneros).

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96 ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

riales, como el Numidicum y el Phrygium o comparación entre los grupos de piezas y las
los lapides Lacedaemonius y Porphyrites; si canteras). Así:
bien, en este supuesto la escasez de la mues-
– Parámetros relativos a la cantera: Proce-
tra señala un uso residual5.
demos a la deinición de las característi-
cas del material en: (a) canteras históricas
conocidas (con documentación histórica
2. LA GEOLOGÍA: precisa), aloramientos de (b) probables
INTRODUCCIÓN Y canteras históricas (sin documentación
METODOLOGÍA histórica precisa), (c) canteras activas en
la actualidad y (d) cuenca metamórica a
La caracterización de un material lapídeo
escala regional. Para este trabajo hemos
es un proceso que incluye la deinición de
incluido información exhaustiva de la re-
su composición química, la identiicación
gión de Astorga-León y otra del Sur de
de sus componentes minerales así como su
Portugal (Lám. II).
disposición textural. La identiicación de la
procedencia geográica del material es un – Parámetros relativos a la petrología del
proceso mucho más complicado y es nece- mármol: Parámetros petrológicos bási-
sario el uso de una base de datos donde se cos en la descripción: color, olor, textura,
cataloguen las características de los materia- discontinuidades y mineralogía; especial
les considerados en cada una de las regiones relevancia posee el tamaño máximo de
que se deseen considerar. En este trabajo grano (MGS: main grain size).(RODOLICO,
hemos usado nuestra base de datos de rocas 1952; PIERI, 1953; CAPEDRI y VENTU-
peninsulares y además hemos realizado una RELLI, 2004).
campaña de muestreo especíica en la pro-
En este estudio hemos tratado la catodo-
vincia de León y en el centro-Sur de Portugal.
luminiscencia en su color, intensidad de emi-
Los criterios que hemos considerado a sión y texturas peculiares. Los tres paráme-
la hora de identiicar la procedencia de los tros se han documentado fotográicamente.
mármoles usados en patrimonio en general,
y en arqueología en particular, son relativos
a la cantera (variabilidades a escala desde 3. MATERIAL DE CANTERA DE
microscópica a kilométrica), a la petrología ASTORGA-LEÓN
del mármol, al elemento arqueológico y a
la metodología de comparación (jerarquías 3.1. AFLORAMIENTOS DE LA
de comparación, agrupación de las piezas y REGIÓN DE ASTORGA
Los aloramientos estudiados se sitúan el
5
| Un estudio global sobre los 29 tipos identiicados
sector SE de la Zona Asturoccidental- Leo-
está realizado en M. Cisneros, J. Gisbert, I. A. Somovilla, R.
Marcos y E. Alonso, “Las rocas ornamentales de Asturica nesa, en los alrededores de las ciudades de
Augusta”, en M. T. Amaré (dir.), Astorga V, Universidad de Astorga y Ponferrada (Lám. II, 1).
León, en prensa. La demora en su publicación nos ha lleva-
do a realizar el presente adelanto cientíico que incluye los La estratigrafía del Paleozoico en esta
resultados más interesantes. zona está representada por una secuencia

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA –––––––––––––––––––––––––––––––––97

LáM. II. Situación de los principales aloramientos de mármoles estudiados y estratigrafía de


materiales. 1. Sector SE de la Zona Asturoccidental-Leonesa. 2. Sur de Portugal (adaptado de Pérez
Estaún y otros, 1990 y Oliveira, Oliveira y Piçarra, 1991, por I. A. Somovilla).

que incluye la práctica totalidad del Cámbri- niveles subordinados de calcoesquistos y


co, Ordovícico y Silúrico (MARCOS y otros, calizas y dolomías marmóreas, estas úl-
2004). Los materiales muestreados pertene- timas son las que han sido muestreadas
cen a aloramientos de las formaciones Cán- para este trabajo.
dana (Cámbrico Inferior), Caliza de Vegadeo
(Cámbrico Inferior- Medio) y Caliza de Aquia- – Caliza de Vegadeo: constituida por már-
na (Silúrico) (Lám. II, 1). moles calcíticos y dolomíticos
– Fm. Cándana: Constituida por areniscas, – Caliza de Aquiana: Comprende mármoles
cuarcitas, pizarras y en su tramo inferior calcíticos y dolomíticos, con pasos brus-

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LáM. III: Foto macroscópica de los tipos litológicos más importantes en elementos arqueológicos. 1.
Calizas rosas y cremas. Caliza griotte Formación Láncara (Pr1). 3. Mármol blanco de grano grueso
calcítico (Viana do Alentejo) (Pr3). 4. Calizas cristalinas blancas con vetas blancas/rosas/marrones.
Calizas de Vegadeo (Pr4). 5A. Mármol blanco-gris Calizas de Vegadeo en Cuevas del Sil (Pr5A). 7.
Mármol blanco grisáceo tipo bandeado neto. Calizas de Vegadeo en San Fiz (Pr7). 11. Caliza granate
–Lumaquela de crinoideos- Devónico de la región de Babia (Pr11). 12. Mármol blanco-gris de grano
grueso, fétido (Trigaches) (Pr12). 15A. Mármol blanco. Estremoz, región de Vigaria-Borba (Pr15A).
15B. Mármol blanco. Estremoz, región de Pardais (Pr15B) (J.Gisbert).

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cos de uno a otro. En ocasiones se ven dos de hierro. Catodoluminiscencia: rojo


pigmentados por óxidos de hierro. En la sangre homogéneo, luminiscencia muy
zona estudiada sólo aloran calizas mar- baja.
móreas blancas con ino bandeado gris
– Litotipo L2: mármol calcítico blanco de
(ABRIL, PLIEGO y RUBIO, 1977; ABRIL,
textura granoblástica, equigranular y ani-
1979).
sótropa, cristales de calcita elongados y
La variedad de mármoles muestreados orientados. MGS de 200μm y medio de
es considerable: mármoles calcíticos y do- 100μm. Contactos rectos, con puntos
lomíticos de diversos colores (blancos, gri- triples. Bandas con cuarzo y moscovita.
ses, rosas, verdosos, bandeados, etc.) y de Accesorios: óxidos de hierro y pirita. Ca-
diversas texturas y tamaños de grano. Se han todoluminiscencia: naranja de intensidad
muestreado 10 localizaciones que abarcan media con punteado azul y verde y crista-
las tres formaciones anteriormente citadas. les sin luminiscencia.
La formación Caliza de Vegadeo ha sido
muestreada en Cuevas del Sil, San Fiz, Ba-
3.2. PETROLOGÍA Y LITOTIPOS
rrio de la Puente y Cornatel. Se han obtenido
DE LA ZONA DE ASTORGA.
los siguientes litotipos de cantera:
(LÁM. Iv).

Partimos de tres formaciones de edades dife- Cuevas del Sil:


rentes que se analizan por separado: la For-
mación Cándana (Cámbrico Inferior), Caliza – Litotipo L4: mármol calcítico con ban-
de Vegadeo (Cámbrico Inferior-Medio) y Cali- deado blanco-gris. Textura granoblástica
za de Aquiana (Silúrico). equigranular y anisótropa; cristales orien-
tados. Estilolitos de traza neta y ampli-
La Formación Cándana ha sido mues- tud entre picos de unos 200μm. MGS de
treada en la localidad de Cuevas del Sil y de 2000μm y medio de 800μm. Los contac-
San Clemente de Valdezuela, aunque sólo tos son de curvos a suturados. Bandeado
presentamos los primeros ya que son los que de dolomita (20% y 100μm). Accesorios:
tienen coincidencias con piezas arqueológi- cuarzo, moscovita, pirita y óxidos de hie-
cas. Se han obtenido los siguientes litotipos rro. Catodoluminiscencia: naranja muy in-
de cantera: tenso y homogéneo, cristales ligeramente
elongados sin luminiscencia en las ban-
Cuevas del Sil: das grises.
– Litotipo L1: mármol dolomítico gris con – Litotipo L5: mármol calcítico blanco de
bandas gris oscuras de textura grano- textura granoblástica equigranular isótro-
blástica, inequigranular e isótropa. MGS pa. MGS de 3200μm y medio de 2000μm.
1500μm y el tamaño medio de 800μm. Los contactos muy suturados. Accesorios
Contactos muy suturados. Cristales de moscovita, pirita y óxidos de hierro. Ca-
dolomita muy deformados con extinción todoluminiscencia: naranja de intensidad
ondulante. Accesorios: cuarzo, pirita y óxi- media-alta y homogéneo.

ISSN: 1130-9741 AAC 21-22 (2010-2011), 93-126


100 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

LáM. IV: Petrografía y catodoluminiscencia de los litotipos de cantera. 1: L17b (Pardais); 2: L18a
(Viana do Alentejo); 3: L12a (Estremoz); 4: L21 (Trigaches); 5: L11 (Sousel); 6: L15a (Vigaria); 7: L3a
(San Clemente de Valdezuela); 8: L1 (Cuevas del Sil); 9: L4 (Cuevas del Sil); 10: L7a (San Fiz); 11:
L9c (Filiel); 12: L6b (Barrio de la Puente) (I. A. Somovilla).

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 101

San Fiz: Filiel:


– Litotipo L7a: mármol calcítico color rosa – Litotipo L9a: mármol calcítico con ino
pálido con ino bandeado gris, de textura bandeado blanco, negro y anaranjado, de
granoblástica, equigranular y anisótropa, textura granoblástica, equigranular y ani-
con los cristales elongados y orientados. sótropa, con los cristales muy elongados.
MGS de 2000μm y el tamaño medio de MGS de 2400μm y medio de 900μm.
600μm. Contactos de curvos a suturados. Contactos curvos y puntos triples equian-
Un 10% de cuarzo, 3% de moscovita y gulares. Accesorios: 5% de cuarzo y mos-
1% de pirita, concentrados en inas ban- covita en bandas y 1% de pirita en linea-
das. Color rosado. Catodoluminiscencia: ciones. Catodoluminiscencia: naranja de
luminiscencia naranja muy baja con ligero luminiscencia baja con ligero bandeado.
bandeado de intensidad. Presenta crista-
les alargados sin emisión. – Litotipo L9b: mármol calcítico blanco con
vetas inas rojas de textura granoblástica,
– Litotipo L7b: mármol calcítico en ban- equigranular y anisótropa, con los crista-
das de dos tonos de gris de textura gra- les elongados. MGS de 1600μm y medio
noblástica, equigranular y anisótropa, con de 700μm. Contactos suturados y puntos
los cristales elongados. MGS de 700μm triples de unión inequigranulares. Acceso-
y medio de 300μm. Los contactos son rios: 1% de cuarzo, moscovita, óxidos de
curvos. 15% de cristales de dolomita de
hierro. Catodoluminiscencia: naranja en
90μm en bandas discontinuas y un 10%
bandas de intensidad baja y baja-media.
de cuarzo y moscovita también en bandas.
Accesorios: pirita y óxidos de hierro. Ca- – Litotipo L9c: mármol calcítico blanco grisá-
todoluminiscencia: naranja de intensidad ceo de textura granoblástica, equigranular
media con ligero bandeado de intensidad. y ligeramente anisótropa. MGS de 3000μm
Presenta cristales sin emisión y medio de 800μm. Los contactos son cur-
– Litotipo L7c: mármol calcítico con ban- vos. No presenta accesorios. Catodolumi-
deado gris claro y oscuro de textura gra- niscencia: naranja rojizo homogéneo baja-
noblástica, equigranular y anisótropa, muy baja con algunos cristales azulados.
con los cristales muy elongados. MGS de
1800μm y medio de 500μm. Presenta
contactos entre granos de curvos a sutura- 4. MATERIAL DE CANTERA DE
dos. Accesorios: cuarzo, dolomita, pirita, PORTUGAL
moscovita y óxidos de hierro. Catodolumi-
niscencia: naranja de intensidad media 4.1. AFLORAMIENTOS DEL
con ligero bandeado de intensidad. Pre- ANTICLINAL DE ESTREMOZ
senta cristales sin emisión. Y DE LA REGIÓN DE vIANA
DO ALENTEJO
La formación Caliza de Aquiana ha sido
muestreada en los alrededores de la locali- Se eligieron los puntos de muestreo basándo-
dad de Filiel. Se han obtenido los siguientes nos en referencias históricas conocidas, que
litotipos de cantera: sobre todo documentaban los mármoles del

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102 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

Sur de Portugal con una extraordinaria im- so, ino, de colores blancos, grises, negros
portancia histórico-artística: Estremoz, Vila y rosas. También se presentan bandeados
Viçosa, Vigaria, Pardais, Viana do Alentejo y con combinaciones de todos estos colo-
Trigaches. res (GONÇALVES, 1970; ÀLVAREZ y otros,
2009, 60-67). Existen numerosas explota-
La estratigrafía en las zonas de estudio
ciones actuales (algunas sobre las antiguas
está representada por una secuencia que in-
romanas y otras nuevas). Hemos muestreado
cluye materiales del Proterozoico, la práctica
32 canteras con un promedio de 5 muestras
totalidad del Cámbrico, Ordovícico y Silúrico
por cantera.
(Lám. II, 2) (OLIVEIRA, OLIVEIRA y PIÇA-
RRA, 1991; OLIVEIRA y otros, 1992). Los
materiales muestreados pertenecen a alora- 4.1.2. Anticlinal Alvito-viana
mientos del Complejo Volcánico-Sedimenta- do Alentejo.
rio Carbonatado del Anticlinal de Estremoz
(Cámbrico-Ordovícico) y a niveles calcáreos Viana do Alentejo está situada a 80 km al SW
Cámbrico-Ordovícicos de los alrededores de de la localidad de Estremoz. Se trata de un
Viana do Alentejo. anticlinal con eje N-S en el cual aloran ma-
teriales desde el Precámbrico hasta el Ordo-
vícico (CARVALHOSA y ZBYZEWSKI, 1972).
4.1.1. Anticlinal de Estremoz La secuencia estratigráica es similar a la
expuesta para el Anticlinal de Estremoz. Se
Se trata de un anticlinal con eje NW-SE que
han muestreado para este estudio mármoles
condiciona unos aloramientos alargados de
calcíticos, los cuales aloran principalmente
mármoles calcíticos y dolomíticos en unos
en el lanco W del anticlinal, mientras que
40 km en esta dirección.
en el lanco E dominan los mármoles dolo-
En discordancia con la Formación de mitizados. Aparecen aquí mármoles blancos
Mares (Proterozoico Superior) se encuentra y verdes (este último color es inexistente en
la Formación Dolomítica (Cámbrico Inferior). Estremoz) con un bandeado característico
Esta unidad posee más de 300 m de espesor por su regularidad y continuidad. Han sido
de mármoles dolomíticos. Sobre esta forma- muestreadas 3 localizaciones.
ción se sitúa el Complejo Vulcano-Sedimen-
tario Carbonatado de Estremoz, objeto de
nuestro estudio. Está constituido por mármo- 4.1.3. Afloramientos de
les calcíticos y dolomíticos, calcoesquistos e Trigaches
intercalaciones de basaltos alcalinos (MATA
Geográicamente se encuentran en el distrito
y MUNHÁ, 1985; OLIVEIRA, OLIVEIRA y
de Beja, municipio de Trigaches, en la pa-
PIÇARRA, 1991; OLIVEIRA y otros, 1992).
rroquia de Sao Brissos en el lugar llamado
Su edad es atribuida al Cámbrico-Ordovícico.
Herdade do Monvestido. Geológicamente son
En el complejo Volcano-Sedimentario unos mármoles grises y fétidos de grano me-
Carbonatado la variedad de mármoles es am- dio a muy grueso groseramente bandeados en
plia: calcíticos, dolomíticos, de grano grue- tonos grises. Aloran en una estrecha banda

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 103

carbonatada de edad Cambro-Ordovícica en Estremoz:


las proximidades de la falla de Vidigueira, en-
– Litotipo L12a: mármol calcítico blanco
cajadas entre esquistos Silúricos afectados
con venas anaranjadas, textura granoblás-
por metamorismo regional y orlados de rocas
tica equigranular y anisótropa, con los
porfídicas, gabros y dioritas. Los mármoles
cristales elongados. MGS de 1400μm y
están atravesados por algún delgado dique de
medio en 700μm. Los contactos son de
doleritas y más raramente por alguna vena
curvos a suturados. Accesorios: 5% de
de cuarzo.
dolomita microesparítica y cuarzo, mos-
covita, pirita y óxidos de hierro. Catodo-
4.2. PETROLOGÍA Y LITOTIPOS luminiscencia: naranja–rojo muy bajo en
DE LOS ANTICLINALES DE los cristales y muy intenso en los bordes
ESTREMOZ Y DE vIANA DO de éstos y en las venas, aspecto “brechoi-
ALENTEJO-ALvITO. (LÁM. Iv) de”. Algunos cristales de colores azulados
y verdosos.
En el Anticlinal de Estremoz se han realizado
muestreos en los alrededores de las localida- – Litotipo L12b: mármol calcítico blan-
des de (de NW a SE): Sousel, Estremoz, Bor- co con textura granoblástica equigranu-
ba, Vigaria, Barro Branco y Pardais. Se han lar ligeramente anisótropa, con cristales
obtenido los siguientes litotipos de cantera: elongados. MGS de 3600μm y medio de
1200μm. Los contactos son de rectos a
curvos con puntos triples a 120º. Acce-
Sousel:
sorios: cuarzo (3%). Catodoluminiscencia:
– Litotipo L10: Mármol calcítico blanco. naranja-rojo muy baja, salvo en las venas,
Su textura es granoblástica isótropa con que es muy intensa.
distribución de grano bimodal, media de
– Litotipo L12c: mármol calcítico blanco
400μm y de 60μm. Los contactos son
con textura granoblástica equigranular
muy suturados (lobulados). Accesorios:
e isótropa. MGS de 1200μm y medio es
cuarzo y pirita. Catodoluminiscencia: na-
de 800μm. Los contactos son de rectos
ranja de intensidad baja-media y algunos
a curvos, y los puntos triples a 120º.
cristales sin luminiscencia.
Bandas discontinuas de dolomita (15%).
– Litotipo L11: mármol calcítico blanco de Accesorio: un 1% de cuarzo. Catodolumi-
textura granoblástica equigranular y ani- niscencia: naranja-rojo de intensidad muy
sótropa, con los cristales elongados. Los baja salvo en contactos entre granos y en
contactos son suturados y presenta abun- venas, que es muy intensa. Parámetros re-
dantes puntos de unión triples a 120º. levantes: catodoluminiscencia.
MGS de 1500μm y medio de 700μm. Ac-
cesorios: cuarzo (5%) y moscovita (2%).
vigaria:
Catodoluminiscencia: color rojo de inten-
sidad muy baja, más intensa en las juntas – Litotipo L15a: mármol calcítico blanco
entre cristales. Algunos cristales azulados con bandeado marrón, de textura grano-
/verdosos. blástica equigranular anisótropa. MGS

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de 2000μm y el medio de 900μm. Los les elongados. MGS de 1100μm y medio


contactos son de curvos a suturados y los de 500μm. Los contactos son de curvos
puntos triples de 120º. Hay un 5% de do- a suturados y los puntos triples son in-
lomita de 180μm dispuesta en venas dis- equiangulares. Venas de cuarzo (5%). Ca-
continuas. Accesorios: cuarzo, moscovita todoluminiscencia: naranja-rojo muy baja,
y óxidos de hierro. Catodoluminiscencia: homogéneo. En zonas de tamaño de grano
naranja-rojo muy baja, y media en los con- más pequeño, intensidad media-alta. Al-
tactos entre granos. gunos cristales rojos, azulados y verdes.
– Litotipo L15b: mármol calcítico blanco, – Litotipo L17b: mármol calcítico con ban-
de textura granoblástica equigranular ani- deado blanco y gris, de textura granoblás-
sótropa con cristales elongados. MGS de tica equigranular anisótropa, con crista-
1100μm y medio de 400μm. Los contac- les elongados. MGS de 800μm y medio
tos entre granos son suturados y los pun- de 300μm. Contactos son suturados con
tos triples a 120º. Un 25% de dolomita de bastantes puntos triples a 120º. Venas de
80μm dispuesta en venas discontinuas. cuarzo (5%). Catodoluminiscencia: naran-
Accesorios: cuarzo y moscovita. Catodo- ja-morado muy baja, homogéneo, algunos
luminiscencia: naranja baja-muy baja y cristales azul y verdes.
media-baja en los contactos entre granos.
– Litotipo L17c: mármol calcítico con ban-
Presenta lineaciones con luminiscencia
naranja-roja de intensidad media. deado blanco y gris, de textura granoblás-
tica equigranular muy anisótropa, con
cristales muy elongados. MGS de 900μm
Barro Branco: y medio de 300μm. Los contactos son su-
– Litotipo L16: mármol calcítico blanco turados con puntos triples a 120º. Venas
con bandeado gris, de textura granoblás- de cuarzo (5%) y óxidos de hierro (1%) en
tica equigranular anisótropa con cristales. los bordes de grano. Catodoluminiscencia:
MGS de 1800μm y medio de 800μm. Los naranja-rojo muy baja, homogéneo, con
contactos son suturados y los puntos tri- intensidad baja-media en los bordes de
ples a 120º. Hay un 10% de dolomita de grano y discontinuidades. Algunos crista-
85μm dispuesta en venas discontinuas. les azul oscuros y verdes.
Accesorios: cuarzo (5%) y moscovita
(1%). Catodoluminiscencia: naranja-rojo Anticlinal de viana do
muy baja, y media en los contactos entre Alentejo-Alvito:
granos. Presenta bandas rojas de intensi-
dad baja. – Litotipo L18a: mármol calcítico blanco,
de textura granoblástica equigranular ani-
sótropa con cristales elongados. MGS de
Pardais:
2800μm y medio de 900μm. Los contac-
– Litotipo L17a: mármol calcítico blanco tos son de curvos a suturados. Bandas con
con venas rosadas, de textura granoblás- un 10% de cristales de piroxeno(diópsido)
tica equigranular anisótropa, con crista- de tamaño máximo de 600μm, y también

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 105

un 3% de cuarzo. Catodoluminiscencia: de 1500μm y 300μm. Los contactos


naranja con intensidad media-baja, ho- entre granos son suturados. Accesorios:
mogéneo y con algunos cristales sin lu- moscovita, cuarzo, plagioclasa y óxidos de
miniscencia o con luminiscencia verde hierro. Catodoluminiscencia: naranja-rojo
débil. muy baja, homogénea, con cristales de
– Litotipo L18b: mármol calcítico blanco, color azul intenso.
de textura granoblástica equigranular ani- – Litotipo L21b: mármol calcítico blanco
sótropa con cristales elongados. MGS de con textura granoblástica equigranular e
5500μm y medio de 1600μm. Los contac- isótropa. MGS de 8000μm y el tamaño
tos son de curvos a suturados. Bandas con medio es de 4500μm. Los contactos son
un 20% de diópsido (MGS de 1100μm) y
suturados. Accesorios: moscovita, cuarzo,
también un 5% de cuarzo. Catodoluminis-
plagioclasa y óxidos de hierro. Catodolu-
cencia: naranja alta y con zonas blanca-
miniscencia: naranja-rojo muy baja, ho-
amarilla y cristales azulados.
mogénea, con cristales tabulares de color
– Litotipo L19: mármol calcítico blanco, azul intenso.
de textura granoblástica equigranular li-
geramente anisótropa, con cristales algo
elongados. MGS de 1500μm y medio de
800μm. Contactos curvos a suturados con 5. CLASIFICACIÓN
bastantes puntos triples a 120º. Venas de GEOLÓGICA DE
cuarzo (5%) y de moscovita (0,5%). Ca- LOS MATERIALES
todoluminiscencia: naranja-rojo muy baja, ARQUEOLÓGICOS
homogéneo, con baja-media en bordes de
grano y discontinuidades. Algunos crista- Hemos realizado el agrupamiento de las pie-
les azul oscuros y verdes. zas en litotipos de museo según la metodo-
– Litotipo L20: mármol calcítico blanco logía ya descrita. La descripción petrológica
con textura granoblástica equigranular e de los patrones de piezas arqueológicas es la
isótropa. MGS de 5200μm y el tamaño siguiente (Lám. V):
medio es de 2400μm. Contactos de cur- – Registro 860 (AA/PUR/72/1/1380): már-
vos a suturados y puntos triples a 120º.
mol calcítico blanco. Textura granoblás-
Accesorios: 5% en total de albita, cuarzo,
tica bimodal isótropa o muy ligeramente
piroxenos y moscovita. Catodoluminiscen-
anisótropa. MGS de 5600μm y medio de
cia: naranja alta, con los granos bien dei-
3200μm y 800μm. Contactos suturados
nidos y ligera textura “brechoide”.
y poco interpenetrados. Algunos puntos
triples a 120º. Accesoria: 1% de pirita (
Región de Trigaches: 230μm) y 1% de cuarzo redondeado, con
– Litotipo L21a: mármol calcítico blanco MGS de 170μm. Catodoluminiscencia:
con textura granoblástica bimodal e ani- naranja-rojo baja-media, de distribución
sótropa. MGS de 3200μm y medios son homogénea.

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106 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

LáM. V: Petrografía y catodoluminiscencia de las piezas arqueológicas. 1: registro 1000 (AA/MG3-


5/92/4007/3), 2: registro 1062 (AA/MG3-5/4048/2) y 3: registro 1094 (AA/PB7-11/86-90/VIII-
1/115): Pr15A (Anticlinal de Estremoz); 4: registro 940 (AA/PR/86/H/4): Pr7 (Formación Calizas de
Vegadeo en San Fiz); 5: registro 860 (AA/PUR/72/1/1380) y 6: registro 1196 (sin sigla arqueológica):
Pr3 (Anticlinal de Viana do Alentejo); 7: registro 923 (AA/PR/86/HCP/17) y 8: registro 1138 (AA/
PB7-11/86-90/PI/56): Pr5A (Calizas de Vegadeo en Cuevas del Sil); 9: registro 1019 (AA/MG3-
5/92/1000/577): Pr12 (Trigaches); 10: registro 863 (AA/MM7/92/1036/26): Pr15B (Anticlinal de
Estremoz: Pardais) (I. A. Somovilla).

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 107

– Registro 863 (AA/MM7/92/1036/26): ria: 5% de cuarzo y 1% de moscovita y de


mármol calcítico blanco. Textura gra- pirita. Catodoluminiscencia: naranja baja-
noblástica equigranular anisótropa, con media con ligero bandeado de intensidad.
cristales elongados. MGS de 2000μm y
– Registro 1000 (AA/MG3-5/92/4007/3):
el tamaño medio de 700μm. Los contac-
tos son suturados, algunos interlobulados. mármol calcítico blanco. Textura grano-
Accesoria: 1% de cuarzo y 1%, moscovita blástica equigranular anisótropa, con gra-
y óxidos de hierro. Catodoluminiscencia: nos elongados. MGS de 1800μm y medio
naranja-rojo baja, con textura “brechoi- de 800μm. Contactos entre granos sutu-
de”. rados. Accesoria: 3% de cuarzo y 1% de
moscovita. Catodoluminiscencia: rojo muy
– Registro 923 (AA/PR/86/HCP/17): már-
baja, más alta en los bordes de grano. Re-
mol calcítico blanco-gris con bandeado
crecimientos en los bordes de los granos.
difuso. Textura granoblástica trimodal
anisótropa, con bandas de distintos tama- – Registro 1019 (AA/MG3-5/92/1000/577):
ños de grano y cristales elongados. MGS mármol calcítico blanco. Ligero olor fétido
de 1800μm y tres tamaños medios: de al rayar la supericie. Textura granoblástica
1200μm, 500μm y 150μm. Contactos equigranular isótropa. MGS de 7000μm y
son suturados. Accesoria: 0,5% de óxidos medio de 2500μm. Contactos de curvos
de hierro alineados en las bandas de diso- a suturados. Accesoria: 1% de cuarzo re-
lución. Catodoluminiscencia: naranja con dondeados (250μm) y moscovita de hasta
bandeado entre baja-media y baja. 75μm. Catodoluminiscencia: naranja-rojo
– Registro 940 (AA/PR/86/H/4): mármol baja-media, con textura homogénea.
calcítico con bandeado en blanco y gri- – Registro 1023 (AA/MG3-5/92/4017/1):
ses. Textura granoblástica inequigranular mármol calcítico blanco con venas roji-
(bimodal) y anisótropa, con granos elonga-
zas. Textura granoblástica equigranular
dos. MGS de 1600μm y el tamaño medio
e isótropa. MGS de 2000μm y medio de
de 600μm en el caso de la moda grande y
1000μm. Contactos entre granos son su-
200μm en la moda pequeña. Los contac-
turados. Accesoria: 3% de cuarzo. Catodo-
tos entre granos son suturados. Accesoria:
luminiscencia: naranja baja, ligeramente
1% de pirita de hasta 250μm y menos
del 1% de óxidos de hierro. Catodolumi- más alta en los bordes de grano. Algún
niscencia: rojo-naranja baja, ligeramente cristal azulado.
más alta en los bordes de grano. – Registro 1035 (AA/MG3-5/92/4017/1):
– Registro 944 (AA/PR/86/H/4): caliza re- mármol calcítico gris con nódulos blan-
cristalizada blanco-amarillenta con inas cos. Textura granoblástica inequigranular
venas amarillentas. Textura granoblástica e isótropa. MGS de 1000μm y el tamaño
equigranular anisótropa, con granos elon- medio de 700μm. Los contactos son sutu-
gados. MGS de 1800μm, la mayoría de los rados. Accesoria: 5% de cuarzo y 1% de
cristales en un rango de 150-50μm. Los moscovita. Dolomita dispersa (3%). Ca-
contactos son de rectos a curvos. Acceso- todoluminiscencia: rojo sangre muy baja,

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108 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

con bandas de cristales verde-azulados y 6. RESULTADOS


también dispersos.
– Registro 1062 (AA/MG3-5/4048/2): már- Se han comparado los litotipos de museo con
mol calcítico blanco. Textura granoblás- los de cantera obtenidos en los aloramientos
tica equigranular anisótropa, con granos estudiados. Se comienza buscando algún li-
elongados. MGS de 2200μm y medio de totipo de cantera que presente una similitud
1000μm. Contactos de curvos a sutura- clara con los parámetros que hemos deinido
dos. Accesoria: Cuarzo (5%) concentrado como más relevantes. Siguiendo esta meto-
en bandas. Catodoluminiscencia: naranja dología, se han hallado las siguientes concor-
media-alta, homogénea. dancias nombradas por su litotipo de museo-
pieza arqueológica (Lám. III y V):
– Registro 1094 (AA/PB7-11/86-90/VIII-
1/115): mármol calcítico amarillento gri- – Litotipo Pr1: Calizas rosas y cremas. Por
sáceo. Textura granoblástica equigranular su color, estilolitos y manchas rojas se
ligeramente anisótropa, con granos algo puede identiicar como perteneciente al
elongados. MGS de 1800μm y medio de nivel geológico de “caliza griotte forma-
900μm. Contactos entre granos sutura- ción Láncara” (adscripción geológica se-
dos. Accesorios: 3% de cuarzo. Catodo- gura) No se conoce la localidad donde se
luminiscencia: naranja baja, ligeramente explotó aunque es seguro se trata de la
más alta en los bordes de grano. región de Astorga-León. Está represen-
– Registro 1138 (AA/PB7-11/86-90/PI/56): tado por los registros 922 (AA/PR/86/
mármol calcítico blanco-gris con bandea- ER/34), 947 (AA/GM3-5/89/1007/2),
do difuso. Textura granoblástica bimodal 954 (AA/GM3-5/89/1042/16), 958 (AA/
y anisótropa, con cristales elongados. GM3-5/89/1042/12), 964 (AA/GM3-
MGS de 1500μm y medios de 400μm y 5/89/1042/1) y 990 (AA/LP5/90/PV/
100μm. Contactos de curvos a suturados. AV/82), A este litotipo se adscriben 53
Accesoria: 2% de dolomita, 1% de mos- elementos, todos ellos placas, excepto un
covita y 1% de pirita, todos ellos acumu- fragmento de inscripción y un elemento
lados en bandas. Catodoluminiscencia: indeterminado, con un total de 58.341’46
naranja-roja baja, ligeramente más alta en cm3.
los bordes de grano. – Litotipo Pr3: tiene buena correspondencia
– Registro 1196 (sin sigla arqueológica): con el litotipo L18a de la región del Anti-
mármol calcítico blanco. Textura grano- clinal de Viana do Alentejo. Son mármoles
blástica inequigranular anisótropa, con calcíticos blancos que comparten una res-
granos elongados. MGS de 6400μm y el puesta a la catodoluminiscencia muy si-
tamaño medio de 1200μm. Los contac- milar: naranja-rojo de intensidad baja-me-
tos son de curvos a suturados. Accesoria: dia, ligeramente más alta en los bordes de
1% feldespatos (150μm), 1% de cuarzo grano. El tamaño de grano es mayor en las
(100μm) y 0,5% moscovita. Catodolumi- piezas arqueológicas, pero dentro de un
niscencia: naranja-roja baja-media, ligera- rango asumible. La textura es muy similar
mente más alta en los bordes de grano. y la presencia de diópsido hace inequí-

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 109

voca la atribución. Está representado por de grano y texturas. Está representado


los registros 860 (AA/PUR/72/1/1380), por los registros 940 (AA/PR/86/H/4),
1154 (AA/LC20-24/92/2020/35) y 1196 942 (AA/PR/86/H/4) y 1052 (AA/MG3-
(sin sigla arqueológica). A él se adscriben 5/92/4030/74). A él se adscriben 60
5 elementos (molduras y placas), con un elementos, todos ellos placas excepto dos
total de 1.134’5 cm3. molduras y un elemento indeterminado,
con un total de 10.534’1 cm3.
– Litotipo Pr4: Calizas cristalinas blancas
con vetas blancas/rosas/marrones. Calizas – Litotipo Pr11: Caliza granate – lumaquela
de Vegadeo (sin metamorizar). Adscrip- de crinoideos (Calizas Devónicas de la Cor-
ción geológica segura. No se conoce lo- dillera Cantábrica). Adscripción geológica
calidad, aunque es seguro se trata de la segura. Adscripción geográica problemá-
región de Astorga-León. Está representado tica. Hemos encontrado una litología idén-
por los registros 981 (AA/LC10/91/119/4) tica a la nuestra en el lapidario del Palacio
y 1148 (AA/PR85/T2-5/C2/15). A él se Real (Madrid siglo XVIII-datos de los au-
adscriben 13 elementos, todos ellos pla- tores) que está referenciada como proce-
cas excepto una moldura, con un total de dente de la región de “La Cueva Baja” en
3.383’61 cm3. Babia (Asturias). La región de Babia ac-
tualmente en la provincia de León a unos
– Litotipo Pr5A: presenta una buena corres-
10 km al Este de Villablino posee niveles
pondencia con el litotipo de cantera L4
de calizas devónicas de estas característi-
(mármoles de las calizas de Vegadeo en
cas y es probablemente el lugar de origen
Cuevas del Sil). Son mármoles calcíticos
de esta litología. Está representado por los
blancos que comparten una respuesta a
registros 1002 (AA/MG3-5/92/4007/3),
la catodoluminiscencia muy similar: na-
1042 (AA/MG3-5/92/4020/3), 1046
ranja-rojo de intensidad baja-media, lige-
(AA/MG3-5/92/4017/1), 1092 (AA/PB7-
ramente más alta en los bordes de grano.
11/86-90/VIII-1/115) y 1163 (AA/LC20-
Tienen todas ellas un tamaño de grano
24/92/2051/17). A él se adscriben 12
máximo en torno a 6000 μm y un tamaño
placas con un total de 1.619’44 cm3.
medio similar (en torno a 2000 μm). Está
representado por los registros 921 (AA/ – Litotipo Pr12: Mármol blanco fétido de
PR/86/EM/2), 923 (AA/PR/86/HCP/17) y grano grueso calcítico. Tipo L21, Mármol
1138 (AA/PB7-11/86-90/PI/56). A él se gris-blanco fétido de Trigaches (Portugal).
adscriben 52 elementos, todos ellos pla- Adscripción segura. Está representado úni-
cas, excepto una moldura y un fragmento camente por el registro 1019 (AA/MG3-
de inscripción, con un total de 12.485 5/92/1000/577), que se corresponde con
cm3. una placa con un total de 267’75 cm3.
– Litotipo Pr7: se corresponde con el lito- – Litotipo Pr15A: posee las características
tipo de cantera L7a de los mármoles de de algunos mármoles del Anticlinal de
la Formación Calizas de Vegadeo, en San Estremoz. La correspondencia es muy
Fiz. La catodoluminiscencia de ambos li- buena con los litotipos de cantera L11
totipos concuerda, así como sus tamaños (Sousel), L12a (Estremoz), L15a (Vigaria)

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110 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

y L16 (Barro Branco). Como el mármol de 7. EL ESTUDIO


todas estas canteras es muy parecido es
ARQUEOLÓGICO
difícil atribuirlas a una de ellas, pero in-
dudablemente corresponden a un mismo 7.1. DIFUSIÓN Y CRONOLOGÍA
litotipo regional de características comu- DE LAS ROCAS
nes a todos ellos. Se trata de mármoles IDENTIFICADAS
calcíticos blancos o grisáceos con textura
granoblástica equigranular de tamaño de Destaca el alto porcentaje de rocas ornamen-
grano máximo entorno a 2000 μm y ta- tales locales frente a los marmora imperiales
maño medio de entorno a 1000 μm. Pre- o de amplia difusión en época romana y el
sentan cantidades variables de dolomita temprano uso del mármol, en torno al cambio
(de 0-20%). Como accesorios presentan de era (Lám. I, 2). Este dato nos indica, por
cuarzo, moscovita y pirita. El color, textu- una parte, la existencia de una explotación
ra e intensidad de la catodoluminiscencia de rocas locales, al menos, para las calizas
es análogo y característico para todos los griottes de la Formación Láncara (Litotipo
litotipos. Está representado por los regis- Pr1), cuya cronología más temprana se ha
localizado en la excavación de Puerta Obispo
tros 1000 (AA/MG3-5/92/4007/3), 1023
13, en el sector B, en un contexto de calle,
(AA/MG3-5/92/4017/1), 1040 (AA/MG3-
que se fecha en torno al cambio de era (MO-
5/92/4017/1), 1062 (AA/MG3-5/4048/2)
RILLO, 2003, 447), y para el mármol blan-
y 1094 (AA/PB7-11/86-90/VIII-1/115).
co grisáceo bandeado de la zona de San Fiz
A él se adscriben 39 elementos, todos
(Litotipo Pr7), hallado en las excavaciones
ellos placas, excepto ocho molduras y un
de la calle Manuel Gullón 3-5, domus del
elemento indeterminado, con un total de
pavimento de opus signinum, en la unidad
8.950’41 cm3.
estratigráica 4043, que proporcionó mate-
– Litotipo Pr15B: se corresponde con el li- riales con una cronología augústea (BURÓN,
totipo de cantera del Anticlinal de Estre- 1997, 29).
moz L17b (Pardais). Se trata de mármoles Por otra parte, nos informa sobre una
calcíticos de textura granoblástica, equi- temprana comercialización de los mármoles
granular y anisótropa, con tamaño de gra- de la zona de portuguesa del Anticlinal de
no máximo entre 1400 y 900 μm y tama- Estremoz (Litotipo Pr15A), que se han locali-
ño medio entre 700 y 300 μm. Minerales zado en las excavaciones de la calle La Cruz
accesorios: cuarzo y moscovita. El color 20-24, en la unidad estratigráica 1037, que
de la catodoluminiscencia es naranja-rojo ha proporcionado materiales que se fechan
con matices morados de intensidad muy entre los años 15 – 10 a. e. y 15 – 20 d. e.
baja, ligeramente más alta en los bordes (MORILLO, 2003, 447), y en las excavacio-
de grano. En ambos casos hay estilolitos nes de la calle Manuel Gullón 3-5, domus del
rojos. Está representado por el registro pavimento de opus signinum, en la unidad
863 (AA/MM7/92/1036/26). A él se ads- estratigráica 3018, con materiales plena-
criben 2 placas con un total de 523’75 mente augústeos hasta producciones avan-
cm3. zadas de época tiberiana (BURÓN, 1997,

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 111

31-35), y en la unidad estratigráica 4043, que para el único ejemplar hallado, en la uni-
que proporcionó materiales de cronología au- dad estratigráica 1000 del solar de la calle
gústea (BURÓN, 1997, 29). Manuel Gullón 3-5, no tenemos una cronolo-
gía precisa.Respecto al resto de los marmora,
Ahora bien, la generalización en el em-
debemos señalar que, además de la escasez
pleo del mármol en la ciudad se produce a
de ejemplares hallados, sus fechas de intro-
lo largo de la segunda mitad del siglo I d. e.,
ducción son poco signiicativas cuando las
es decir, más concretamente entre la época
tenemos. Así, por ejemplo, creemos que en
de Claudio y la de los Flavios, momento en el
la ciudad debieron usarse antes de lo que re-
que tenemos documentado el uso de las ca-
lejan las cronologías de las estratigrafías el
lizas blancas de Vegadeo (Litotipo Pr4) y las
lapis Porphyrites y el “cipollino mandolato”
de Espejón (Soria) en la calle La Cruz 20-24,
(un único ejemplar en cada caso), ya que am-
en la unidad estratigráica 2036, que se fe-
bos están atestiguados en diversos yacimien-
cha entre los años 50 y 100 d. e. (MORILLO,
tos hispanos en momentos muy anteriores. El
2003, 448-449) y el mármol blanco-gris
lapis Porphyrites procede del nivel 1 del solar
bandeado de Cuevas del Sil (Litotipo Pr5A),
de la plaza Santocildes 5, que se fecha en el
el mármol blanco grisáceo bandeado de San
siglo IV d. e. (MORILLO, 2003, 451) o entre
Fiz (Litotipo Pr7), la lumaquela granate de la
la segunda mitad del siglo IV y la primera mi-
zona de Babia (Litotipo Pr11) y los mármoles
tad del V d. e. (PAZ, 2003, 56-57), mientras
de la zona de Estremoz (Portugal), tanto de
que el “cipollino mandolato” fue hallado en
la de Vigaria-Borba, como de Pardais (Litoti-
la unidad estratigráica REM de la plaza Ro-
pos Pr15A y 15B) en la calle Manuel Gullón
mana, a la que se le atribuye una cronología
3-5, en la unidad estratigráica 4017, que se
del siglo V d. e. (PAZ, en prensa).
fecha entre época de Claudio e inicio de los
lavios (BURÓN, 1997, 53). De los marmora Numidicum (dos ejem-
plares) y Phrygium y del lapis Lacedaemonius
A éstos habría que añadir, probablemen-
(un único ejemplar en cada caso), sólo pode-
te, las calizas griottes de la Formación Lán-
mos constatar que las muestras halladas lo
cara (Litotipo Pr1), aparecidas en estratigra-
han sido en niveles sin datación arqueológica
fía en niveles de época augústea, como ya
conocida o precisa. Los marmora Numidicum
hemos comentado, pero también en la calle
y Phrygium lo fueron en la unidad estratigrá-
La Cruz 20-24, en la unidad estratigráica
ica 3167, que se asocia a un contexto del
1024, cuya cronología se sitúa en los siglos
tercer nivel de pavimento, en el solar de la
II – III d. e., por lo que nada impide consi-
calle General Mola 3-5, y el lapis Lacedae-
derar su uso en momentos intermedios. Esta
monius en la unidad estratigráica 3059 del
misma cronología se asigna, igualmente, a la
solar de la calle Calvo Sotelo 10.
unidad estratigráica 2020 del mismo solar,
donde se ha localizado mármol blanco de En lo referente a la introducción y ge-
Viana do Alentejo (Litotipo Pr3) (MORILLO, neralización del empleo del mármol, estas
2003, 451-454). Sobre el tercer mármol fechas son, en líneas generales, similares a
portugués identiicado, el blanco de Triga- las conocidas para otros yacimientos hispa-
ches (Litotipo Pr12), sólo podemos indicar nos, como, por ejemplo, Ampurias (MAYER,

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1995, 100), Tarraco (SUBIAS y AQUILUÉ, factores, como: el cronológico y la puesta en


1989, 394; ÀLVAREZ, 1989; MAYER, 1995, explotación de las canteras locales, la ubica-
99), Lepida-Celsa (CISNEROS, 2000, 16-17 ción de los centros urbanos en la trama via-
y 24-26), Turiaso, Caesar Augusta (CISNE- ria o el comercial, entre otros (CISNEROS,
ROS, 2003, 160-164), Bilbilis (CISNEROS 1997, 202).
y MARTÍN-BUENO, 2006, 493-501), Sa- En este contexto es en el que hay que
guntum (MAYER y RODÀ, 1991, 38-41), analizar la difusión y cronología de las rocas
Valentia (CEBRIÁN y ESCRIVÁ, 2001, 100), aparecidas en Asturica Augusta (Lám. I, 2 y
Carthago Nova (SOLER, 2003, 177-182), VI).
Italica (MAYER y RODÀ, 1998), Colonia Pa-
tricia (GUTIÉRREZ DEZA, 2007, 139-158), Los mármoles del Anticlinal de Estremoz
Emerita Augusta (TRILLMICH, 1996, 179) han sido utilizados ampliamente en Portugal,
desde el Sur hasta Conimbriga en todo tipo
o Segobriga (ABASCAL, CEBRIÁN y TRUNK,
de elementos, tanto para construcción como
246-248).
para epigrafía y escultura (DE ALARCÂO,
Como ya hemos indicado en trabajos 1988, 135-136; TAVARES, 1977; PESSOA
anteriores, a la hora de valorar la difusión y STEINERT, 2000). Un frente de cantera
del mármol en época romana en la Penínsu- con improntas de bloques extraídos fue loca-
la Ibérica debemos tener presente diversos lizado en el año 1976 en Herdade de Vigária,

LáM. VI: Mapa de ubicación de las canteras de rocas ornamentales identiicadas en


Asturica Augusta y red viaria romana mencionada (adaptado de Pensabene y Bruno,
1998; Beltrán y Marco, 1987 y Rabanal, 1988, por J. M. García Rodríguez).

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 113

considerándose su explotación en el siglo I d. El lapis Lacedaemonius (Krokeai, Gre-


e., a partir de un fragmento de terra sigillata cia) es una roca de propiedad imperial, qui-
sudgálica de época lavia y otro de cerámica zá desde época lavia (FANT, 1993, 164).
de paredes inas prelavio romana. Además, Posiblemente, fue introducido en Ostia en
vestigios de los trabajos desarrollados en las la primera mitad del siglo I a. e. y en Roma
canteras romanas de esta zona se pueden ob- en época augústea, teniendo un amplio uso
servar en el Museo de Vila Viçosa (FUSCO y como material de revestimiento y muy res-
MAÑAS, 2006, 33). Estos mármoles consti- tringido para otros. Su difusión ha sido reco-
tuyeron uno de los elementos principales de gida recientemente por Lazzarini (2007, 47-
la arquitectura y decoración de Emerita Au- 55), quien la considera una de las rocas más
gusta, pudiendo destacarse su empleo en el empleadas en las provincias romanas desde
conjunto de culto imperial, que se comenzó Britania, las Galias e Hispania hasta el Pon-
a construir a mediados del siglo I d. e. (DE to, Siria, Palestina y Numidia.
LA BARRERA, 2000, 184 y 188), por lo que
en ese momento estas canteras debieron es- El lapis Porphyrites (Mons Porphyrites-
tar en pleno funcionamiento. Estos mármoles Gebel Dockhan, Egipto) fue una roca de pro-
portugueses, a los que podríamos añadir los piedad imperial, explotada de forma esporá-
de la zona de Viana do Alentejo y Trigaches dica hasta el reinado de Claudio, intensii-
abastecieron los programas monumentales cándose desde Trajano (PENSABENE, 1998,
de las ciudades más importantes ubicadas 347). En España se ha localizado entre otros
en sus proximidades, ya que si los de Viga- yacimientos en Tarraco (SUBIAS y AQUILUÈ,
ria-Borba lo hicieron con Emerita Augusta y 1989, 394), en Caesar Augusta y en Turiaso
Ebora, los de Trigaches hicieron lo propio con (CISNEROS, 2003, 162), en Corduba (GU-
Pax Iulia (FUSCO Y MAÑAS, 2006, 21-26). TIÉRREZ DEZA, 2007, 147-158), en Car-
Sin embargo, que su explotación estuviese thago Nova (SOLER, 2003), en Carranque
afectada por esa intensa actividad edilicia, (GARCíA-ENTERO y VIDAL, 2008, 591) y en
no quiere decir que fuese su origen; éste se opera sectilia de Sagunto, Italica, La Alcu-
relaciona, actualmente, con los retratos eme- dia de Elche o La Malena (Azuara, Zaragoza)
ritenses de tradición republicana (NOGALES, (PÉREZ OLMEDO, 1996, 68-69, 159-161,
GONÇALVES y LAPUENTE, 2009, 414). 164-166 y 191).

La caliza de Espejón (Soria) se usó en la El empleo del “cipollino mandolato” (Pi-


ciudad próxima de Clunia en forma de placas rineos Centrales franceses) es básicamente
y en columnas, tanto en arquitectura pública arquitectónico, para columnas y placas, loca-
como privada en el siglo I d. e. (CISNEROS, lizándose en numerosos yacimientos arqueo-
1997, 2003). En Segobriga se ha fechado su lógicos de las Galias, en épocas galorromana
uso en época augústea (ABASCAL, CEBRIÁN y medieval, así como en diversas localidades
y TRUNK, 2004, 249). En el valle del Ebro de Britania (en Fishbourne se fecha entre los
se ha localizado en Caesar Augusta (CISNE- siglos I y II d. e.), e Italia, como Ostia, Rieti,
ROS, en prensa) y en el interior peninsular en la villa Adriana y Roma, desde el siglo II d.
el ediicio A de Carranque (Toledo) (GARCÍA- e., pero con una mayor incidencia en el III;
ENTERO y VIDAL, 2008, 597). además de en la Antigüedad tardía en Cons-

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tantinopla (ANTONELLI, 1999, 146-150). ya que su uso en la iconografía, que simbo-


En España, es una roca muy extendida en liza a los pueblos bárbaros sometidos, tiene
el Nordeste peninsular, habiéndose localiza- claras connotaciones ideológicas (SCHNEI-
do en Badalona, Barcelona, Tarragona y Can DER, 1986, 148-152), como demuestran
Modolell (ÀLVAREZ, RODÀ y MAYER, 2001, los hallazgos en el Foro Romano de iguras
61-62), además de en Clunia (CISNEROS, arrodilladas, representando a partos o bárba-
1997, 203) y en Lepida/Celsa y en Turiaso ros del Este, y los dacios del Foro de Trajano,
(CISNEROS, en prensa), en el valle medio que fueron reutilizados en el Arco de Cons-
del Ebro. tantino (ANDERSON, 1989, 15-17; PENSA-
BENE, 1992, 43). En la Península Ibérica
Las canteras de marmor Numidicum
lo encontramos en Lepida/Celsa entre inales
(Simitthus-Chemtou, Túnez) fueron de pro-
de la época de Augusto y comienzos de la
piedad del pueblo romano tras las victorias de Tiberio (CISNEROS, 2000, 25) y en Am-
de César sobre los númidas en el 46 a. e. purias en una inscripción que se fecha en
y la inclusión de la ciudad de Simitthus en el 23 d. e. (MAYER, 1996, 840). Además
la provincia de África (FANT, 1993, 147). de en Munigua, Rubí, Barcino, Els Munts en
Asimismo, se ha considerado que pasó a ser Altafulla (Tarragona), Chiprana (Zaragoza),
propiedad de Agripa, al haber aparecido su Tarraco (MAYER, 1990, 271-272), Bilbilis
nombre en estas canteras africanas (PENSA- (CISNEROS y MARTÍN-BUENO, 2006, 492),
BENE, 1998, 337). Con posterioridad, fue- Caesar Augusta (CISNEROS, 2003, 162),
ron de propiedad imperial. Su difusión más Italica (RODÀ, 1997, 172), Singilia Barba y
abundante se localiza entre Augusto y los Corduba (MAYER y RODÀ, 1998: 228-229),
Severos. Se empleó profusamente en arqui- Carthago Nova (SOLER, 2005, 150), Carran-
tectura y también en escultura para represen- que (GARCÍA-ENTERO y VIDAL, 2008, 594),
taciones de bárbaros prisioneros y de leones, entre otros.
entre otras (PENSABENE y BRUNO, 1998,
13). Su utilización está ampliamente atesti- De las rocas leonesas pocas informacio-
guada por buena parte de la geografía hispa- nes tenemos y en la mayoría de las ocasiones
na (MAYER, 1996, 841-847). son genéricas. Antonio Ponz (1988a, 255)
en 1776, en el tomo VI, al referirse al Pala-
Las canteras de marmor Phrygium (Do- cio Real de Madrid, en su párrafo 64, alude
kimeion, Iscehisar, Turquía) fueron, proba- de forma general a las rocas ornamentales
blemente, una de las primeras en pasar a de León: “Allí se observarán … alabastros
manos romanas, asignándosele su propiedad de Consuegra, de León, de Málaga y de otras
a Pompeyo y, posteriormente a Agripa, cuyo partes…”. Mientras que cita algunas cante-
nombre aparece en columnas de este mármol ras concretas cuando escribe sobre Astorga
halladas en Roma (PENSABENE, 1998, 334 en 1783, en el tomo XI, carta VI, párrafo 100
y 337). Posteriormente, fueron de propiedad (1988b, 522): “Se hallan canteras de már-
imperial. Junto a los marmora Lunense y mol de mezcla en el territorio de León; es, a
Numidicum, fue uno de los soportes mate- saber, en los pueblos de Rabanal, Noredo y
riales en los que se fundamentó el mensaje Lillo, y en otras partes”. Las de Rabanal po-
ideológico de Augusto (RODÀ, 2004, 415), drían hacer referencia a Rabanal de Arriba y

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 115

Rabanal de Abajo, poblaciones muy próximas cancias importadas: una centrada en la vía
a Cuevas del Sil; si bien es cierto que tam- terrestre y otra en la articulación de la red
bién existen otros núcleos en la provincia de luvial y terrestre desde los puertos marítimos
León que llevan el nombre de Rabanal. Lillo más cercanos.
podría referirse a Lillo del Bierzo o a Puebla
Según Morillo (2003, 295-296), las
del Lillo; en esta última se localizan canteras
mercancías, y en especial, las importadas y
de calizas griottes de la Formación Alba (MA-
exóticas, pudieron llegar a la ciudad por vía
TÍAS y ALONSO, 2004, 94).
terrestre, caso de las lucernas, el aceite bé-
Pascual Madoz (1847, 140) también tico, algunas piezas itálicas y aquéllas fabri-
realiza una alusión general a “canteras de cadas en el alto Ebro. Ello se basaría en la
mármol y jaspe de vistosos y variados colo- posición estratégica que ocupa en la meseta
res”, existentes en la Cordillera Cantábrica norte la capital del Conventus Asturum, men-
en los límites entre León y Asturias. cionada en 8 de las vías que cita el Itinera-
rio de Antonino, en concreto la XVII (item a
Recientemente, Matías y Alonso (2004,
Bracara Asturicam), XVIII (item alio itinere a
96) mencionan que el Conde de Toreno, a
Bracara Asturica), XIX (item a Bracara Astu-
inales del siglo XVIII, describe los mármoles
ricam), XX (item per loca maritima a Bracara
de la Formación Calizas de Vegadeo, en con-
creto los de Tejedo y Cuevas del Sil, mientras Asturicam), XXVI (item ab Asturica Caesarau-
que J. M. Soler, en 1883, los cita entre los gustam), XXVII (item a Asturica per Cantabria
empleados en la construcción de las escale- Caesaraugusta), XXXII (item ab Asturica Ta-
ras del Palacio Real de Madrid. rracone) y XXXIV (De Hispania in Aquitania
ab Asturica Burdigalam) (GONZÁLEZ ALON-
Algunos de estos mármoles los hemos SO, 2002, 64-65). A las que podríamos aña-
podido identiicar en el vertedero de las ca- dir, la llamada “vía de la Plata”, que la uniría
lles San Salvador del Nido y Maestro Copín con Emerita Augusta. Tenemos, así, comple-
en León, cuya fecha se ha establecido en el to un panorama viario, que la convierte en un
segundo y tercer cuartos del siglo II (FER- centro neurálgico de las rutas que atravesa-
NÁNDEZ FREILE, 2003, 44-45 y 166-167). ban la meseta, poniéndola en comunicación
En concreto los blanco grisáceos de la forma- con el Atlántico y con el valle del Ebro y con
ción Calizas de Vegadeo: el Litotipo Pr5A de algunas de las principales ciudades del Norte
Cuevas del Sil y el Litotipo Pr7 de San Fiz. peninsular como Lucus Augusti, Clunia y las
mencionadas en el Itinerario, además de con
la capital de la provincia lusitana (Lám. VI).
7.2. EL ACCESO DE LOS
MÁRMOLES A LA CIUDAD: Siguiendo esta hipótesis, podríamos
ALGUNAS REFLEXIONES considerar que el acceso de los mármoles im-
portados a Asturica Augusta pudo ser a través
Los estudios realizados sobre algunas manu- de esta red viaria, sobre todo si tenemos en
facturas cerámicas halladas en la ciudad por cuenta que los elementos aquí estudiados
diversos especialistas han permitido plantear son placas y pequeñas molduras, elementos
dos hipótesis sobre el acceso de las mer- que llegaron en forma de bloque. Esta posibi-

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lidad, por lo que respecta a la comunicación Sin embargo, Carreras y Berni (2003,
con el valle del Ebro, podría verse matizada 654), al estudiar las ánforas, resaltan la im-
a partir de la consideración efectuada, re- portancia de los elevados costes del transpor-
cientemente, por Sillières (2007, 383), para te terrestre en la antigüedad en comparación
quien sería factible la existencia de una ruta con el transporte marítimo y luvial; de ahí
que unía el Ebro y el Duero, a través de un que ambos autores sugieran la ruta atlántica
camino directo entre Turiaso y el Ebro, que como el mejor acceso de los productos, com-
discurriría por el valle del Queiles, pasando binándola con la luvial o la terrestre desde
por Cascantum, hasta la actual Tudela, don- los puertos marítimos. En este sentido, es co-
de en la Edad Media existía un activo puerto nocido el mayor empleo del transporte maríti-
luvial. De esta forma, estaríamos ante un es- mo para el comercio de los mármoles, ya que
quema de ruta entre dos cuencas luviales, el los barcos tenían una mayor capacidad de
Ebro y el Duero, en la que la circulación se carga y eran más rápidos que el resto de los
efectuaría por el lugar más fácil, más corto y medios de transporte, por lo que representa-
mejor acondicionado, que en este caso era la ban el sistema más económico, pero sobre
vía Turiaso-Augustobriga-Uxama, siguiendo este tema, referido a los mármoles, tenemos
los ejemplos galos entre el Aude y el Garona, muy pocos datos en la vertiente noroeste pe-
el Ródano y el Loira o el Saona y el Sena ninsular.
(SILLIÈRES, 2007, 391).
Los defensores de esta hipótesis señalan
Este transporte terrestre a través de las
como posibles lugares de desembarco Por-
vías principales y secundarias parece facti-
tus Cale o Brigantium, ya que se trata de los
ble para las calizas griottes rosas y cremas
puertos más próximos a Asturica Augusta, a
de la Formación Láncara (Litotipo Pr1), las
donde llegarían las mercancías combinando
calizas blancas de Vegadeo (Litotipo Pr4),
trayectos luviales y terrestres (CARRERAS,
el mármol blanco-gris bandeado de Cuevas
1996, 207), aunque está por conocer el pa-
del Sil (Litotipo Pr5A), el mármol blanco gri-
pel que ambos puertos desempeñaron en las
sáceo bandeado de San Fiz (Litotipo Pr7) y
la lumaquela granate de la región de Babia rutas de comunicación (NAVEIRO, 1991,
(Litotipo Pr11). Así, por ejemplo, por Cuevas 127 y 146). Desde Portus Cale, las rocas
del Sil pasaba la vía del río Sil (RABANAL, podrían seguir camino a Bracara Augusta.
1988, 43) y San Fiz se encuentra en las Los hallazgos cerámicos a lo largo de los ríos
proximidades de la vía XIX del Itinerario de Cavado y Duero indican su navegabilidad, la
Antonino, poco antes de llegar a Villafranca relación existente entre ambos, así como la
del Bierzo en dirección a Astorga (RABANAL, combinación de las rutas terrestres y luviales
1988, 28). (BLOT, 2003, 173-196; SILLIÈRES, 2007,
392) (Lám. VI).
Esto mismo podríamos aplicar para la
caliza de Espejón, cuyo camino más corto era La consideración de esta ruta atlántica
la vía XXVI del Itinerario que unía Asturica vendría avalada por la existencia de nume-
con Caesar Augusta (SOLANA y SAGREDO, rosos testimonios de un importante comer-
2006, 256-257), sin que podamos descartar cio marítimo (hallazgos de ánforas vinarias
para ella la mencionada teoría de Sillières. itálicas, tarraconenses y béticas, y en menor

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 117

medida de terra sigillata itálica) producidos señaladas por los cargamentos marmóreos
desde la desembocadura del Duero hacia el naufragados (PARKER, 1992), mientras que
norte en época julio-claudia; tráico marítimo para la vertiente atlántica la información
que decae a partir de los lavios, quizá de- es menos precisa, aun cuando esta ruta en
bido al desarrollo de la red viaria, a las pro- especial en época romana, y desde épocas
ducciones locales o regionales y al transporte anteriores, está ampliamente documentada a
de las reservas de metales por cauces inte- partir de los diferentes materiales arqueoló-
riores controlados por el Estado (NAVEIRO, gicos localizados en diversos yacimientos de
1991, 132-133). Más argumentos a favor de esa fachada (NAVEIRO, 1991, 23-73; BLOT,
esta vía proporciona el estudio de Carreras 2003). De ahí que cualquier extrapolación
(1996) sobre la distribución de ánforas en el argumental se base en el mayor empleo del
convento astur, a partir de un teórico mapa transporte marítimo para el comercio de los
de costes de transporte, en función de las mármoles, dado que abarataba los costes.
condiciones existentes en la época y tenien-
Respecto a los mármoles portugueses de
do en cuenta las rutas marítimas, luviales
Trigaches, Viana do Alentejo y del Anticlinal
y terrestres. El menor coste de acceso a las
de Estremoz, no podemos obviar la importan-
zonas del interior del convento lo proporciona
cia de la llamada “Vía de la Plata”, que unía
precisamente la ruta marítima que terminaba
la capital del convento astur con la de Lusi-
en los puertos anteriormente mencionados,
tania (NAVEIRO, 1991, 140-141). Este tra-
constituyendo otra alternativa la vía atlántica
yecto terrestre también proporcionaría cos-
y cantábrica. En ambos casos desde los puer-
tes bajos en el mapa realizado por Carreras
tos el transporte combinaría rutas terrestres y
(1996, 210), que hemos citado anteriormen-
luviales. Como indica, este investigador “el
te. Estas rutas terrestres son las que, según
ánfora es un envase especialmente diseña-
Fusco y Mañas (2006, 23) comunicarían las
do para el transporte marítimo y es excesi-
canteras de la zona de Estremoz con Olisi-
vamente pesado para el transporte terrestre”
po, Ebora, Conimbriga e incluso Italica, ya
(CARRERAS, 1996, 207).
que según estas investigadoras el empleo de
Trasladado a los mármoles, sabemos que la vía marítima costera a partir de la salida
los de propiedad imperial (lapides Lacedae- hacia el mar de estos mármoles portugue-
monius y Porphyrites y marmora Numidicum ses está muy condicionada por la escasez de
y Phrygium) pudieron ser transportados des- vías luviales navegables durante todo el año
de sus canteras hasta Roma y, posteriormen- en Lusitania. Sin embargo, Curchin (2004,
te, a su lugar de empleo o directamente a 460-463) resalta la articulación de ríos y
éste. La solución es diferente, según Pensa- caminos, ya que productos como el trigo, el
bene (1992, 44), dependiendo del periodo vino, el aceite, la sal, el cuero, la madera, los
histórico, la clientela pública o privada, el minerales o las salazones fueron transporta-
papel del estado al promover determinados dos a través de los ríos lusitanos, de la misma
ediicios públicos con ines propagandísti- forma que las importaciones griegas, etrus-
cos y el de las elites locales en la actividad cas y fenicias penetraron en la provincia de
edilicia. Las rutas marítimas que seguían Badajoz por el Guadiana y a través de ellos
los mármoles en el Mediterráneo nos vienen el ejército se avitualló y las villas exporta-

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ron sus productos. A similares conclusiones que no impide la existencia de caminos se-
sobre esta estructuración viaria llegan Faria cundarios, que facilitaron los desplazamien-
(2002), al analizar los asentamientos en las tos entre ambos lados de la Cordillera, pero
proximidades del río Sado y de sus aluentes, debió obligar a las mercancías a seguir otras
y Blot, cuando estudia los complejos portua- rutas (MAGALLÓN, 1987, 114-139; RICO,
rios situados entre el río Sado y el Guadiana, 1997, 228-236). Desde Toulouse, situada
destacando ambos el empleo de la red luvial en el eje Narbona-Burdeos, las rocas podían
para el transporte de los productos mineros dirigirse, fundamentalmente, hacia el Atlán-
del Alentejo y de Aljustrel. En el caso concre- tico o hacia el Mediterráneo, a través de una
to de esos dos ríos, el primero era navegable ruta terrestre-luvial muy activa desde el siglo
desde Salacia hasta el interior alentejano y I a. e., pero ya conocida en etapas anteriores
el segundo lo era entre su desembocadura (ANTONELLI, 2002, 269). En el primero de
y Myrtilis, desde donde se dirigía la vía que los casos, que es el que a nosotros nos in-
lo unía con la capital del Conventus Pacen- teresa, debían descender el Garona hasta el
sis, continuándose tras superar el “Pulo de puerto de Burdigala para ir al Sur, a la costa
Lobo” a unos diez kilómetros aguas arriba, cantábrica española (FERNÁNDEZ OCHOA
sin que ello impidiese su utilización por per- y MORILLO, 1994, 99-154), desde cuyos
sonas y mercancías (BLOT, 2003, 259-304), puertos o embarcaderos accederían a la ciu-
en especial en aquellos tramos que no ofre- dad a través de la red viaria que atravesaba
cían diicultad para la navegación. Quizá al la meseta.
amparo de estas condiciones favorables, al
menos estacionalmente, Gil Mantas (2004,
444) plantea que los mármoles de la zona
7.3. MARMORIZACIÓN Y LAS
de Estremoz empleados en Emerita Augusta
ELITES ASTURICENSES
serían transportados por vía terrestre hasta el
Guadiana a la altura de Juromenha y desde Durante las dos últimas décadas, la investi-
allí por vía luvial a la capital de la provincia gación sobre los marmora en Hispania viene
(Lám. VI). vinculando su empleo a la puesta en marcha
En este contexto debemos analizar tam- de la explotación de las canteras hispanas,
bién el acceso del “cipollino mandolato”, que a la imitación de los modelos de la Vrbs y
se extraía en diversas localidades pirenaicas a la contribución de las clases dirigentes a
francesas. Su vía de salida fue la luvial hasta la transformación de las ciudades (PENSA-
Toulouse, desde donde se produciría su dis- BENE, 1992, 43 y 49; RODÀ, 1994, 324),
tribución hacia los mercados galos y hacia ya que el mármol era un producto caro,
el resto, ya que los Pirineos parecen haber en cuyo precio entraban distintos factores
representado una barrera en las relaciones como el valor de la materia prima, el pro-
comerciales entre el Sur de Francia y el Nor- ceso de transporte y el trabajo que sobre él
deste de la Península Ibérica, de ahí que sólo se realizaba, siendo su uso una exigencia
exista una gran vía que los atraviese en su social que signiicaba un símbolo de bien-
sector central, el más elevado, la que comu- estar económico, tanto de la ciudad como
nicaría Caesar Augusta con Beneharnum, lo del individuo.

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 119

Las fuentes literarias y las inscripciones la presencia de una serie de personajes que
nos pueden informar no sólo de esos actos desempeñaron cargos religiosos, militares,
de evergetismo, sino también de las elites, administrativos o privados, que pertenecie-
permitiéndonos realizar tanto una aproxima- ron en algunos casos al ordo ecuestre o al
ción a la valoración y al conocimiento de su senatorial, vinculados en ocasiones con la ex-
riqueza como un acercamiento al problema plotación aurífera (MAÑANES, 2000, 201).
de la inanciación de las construcciones pú- Ahora bien, la mayoría de las inscripciones
blicas (PENSABENE, 1983, 60). Además, la son funerarias, honoríicas o votivas, pudien-
importancia de la unión de estos datos con do sólo relacionar con algún acto de everge-
los que se desprenden del estudio de la deco- tismo la inscripción en la que se menciona a
ración de los ediicos públicos hace posible los magistrados locales Cayo Pacato y Flavio
que podamos conocer el origen de la riqueza Próculo en un ara, que puede ser indicati-
y la disponibilidad inanciera de esas elites, va de la erección de un ediicio religioso,
así como el papel esencial que desempeña- del que desconocemos cualquier otro dato,
ron en el proceso de marmorización, ya que cuyo ejecutante es Julio Nepote (MAÑANES,
el uso abundante del mármol, en especial de 2000, 108). A ésta podríamos añadir las
columnas, arquitrabes, basas, etc., estuvo de los procuradores augústeos: Lucio Didio
unido a su rango social y a la relación que Marino, que dedica un ara a Marte, fechada
mantuvieron con senadores y caballeros ori- en la época de Caracalla y Geta (MAÑANES,
ginarios de su ciudad, con los círculos impe- 2000, 14); Cayo Otacilio Octavio Saturnino,
riales e incluso con la propia familia imperial, vir egregius, que dedica un altar a Fortuna
teniendo acceso a trabajadores vinculados a Redux, que se fecha entre 192 y 198 o en el
la arquitectura oicial marmórea (PENSABE- primer tercio del siglo III (MAÑANES, 2000,
NE, 1994). Este sería el caso del complejo 6; PIR V, 3, 176) y Publio Ulpio Máximo,
de culto imperial de Tarraco (PENSABENE, que dedica un cipo dedicado a la misma di-
1996, 211) o del forum adiectum o forum no- vinidad en similar fecha (MAÑANES, 2000,
vum de Colonia Patricia (MÁRQUEZ, 1998, 5), aunque en estos casos no podamos es-
184). En ambos ejemplos se asocia la situa- tablecer vínculo alguno con la erección del
ción económica con la marmorización: en el ediicio.
primero, la monumentalización de la ciudad
No obstante, todo ello es indicativo de
se relaciona con la exportación de ánforas vi-
la existencia de unas capas sociales vincu-
narias durante el siglo I d. e. y en el de la
ladas a la explotación minera y relacionadas
Bética con la producción de aceite destinado
con la capital de la Provincia, que estaban en
a los mercados de Roma y de los ejércitos
disposición de acceder al mármol, pero a las
durante los siglos I y II d. e. (PENSABENE,
que no podemos vincular directamente con
2002, 61-64).
su uso, ya que no disponemos de documento
En este sentido, debería desempeñar un alguno en este sentido. Además, la compa-
papel importante la información que nos pro- ración, en nuestro caso, con elementos ar-
porcionan las fuentes sobre las elites asturi- quitectónicos no es más elocuente, ya que
censes, en especial los datos suministrados la práctica totalidad de elementos estudiados
por la epigrafía (Lám. VII). Ésta nos indica son placas de revestimiento y de pavimen-

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120 –––––––––––––––––––––––––––––––––––––– MIGUEL CISNEROS / JOSEP GISBERT / ION ANDER SOMOVILLA

LáM. VII: Personajes vinculados a Asturica Augusta conocidos por la epigrafía (M. Cisneros).

tación, incluyendo zócalos y pilastras. Sin época julio-claudia o lavia, convirtiéndose,


embargo, es evidente que detrás del empleo además, en el centro administrativo de la
del mármol en ediicios públicos, como el explotación del oro (MAÑANES, 2000, 80;
foro, en especial en su aedes Augusti, y las MORILLO, 2003, 290). Esa transformación
llamadas termas menores y mayores estuvie- se produce a inales de Tiberio o inicios de
ron estas elites. De la misma forma, que lo Claudio (LIZ, 2007, 50). A partir de ese mo-
estuvieron en su empleo privado, como en mento, entre Claudio y los lavios, podemos
las denominadas domus del gran peristilo, considerar el proceso de la marmorización en
del mosaico del oso y de los pájaros y del la ciudad con el empleo de la mayor parte
pavimento de opus signinum, aunque no po- de las rocas ornamentales documentadas:
damos asociarlas a ninguno de los personajes las calizas griottes rosas y cremas de la For-
que nos proporciona la epigrafía. Estas cons- mación Láncara (Litotipo Pr1), las calizas
trucciones son ejemplo claro de esa magni- blancas veteadas de Vegadeo (Litotipo Pr4),
fencia y del poder económico de quienes las el mármol blanco-gris bandeado de la zona
inanciaron y las habitaron. de Cuevas del Sil (Litotipo Pr5A), las calizas
Asturica Augusta pasó de campamento de Espejón (Soria), el mármol blanco grisá-
militar a capital del convento jurídico, en ceo bandeado de la zona de San Fiz (Lito-

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EL USO DEL MÁRMOL EN LA ARQUITECTURA DE ASTURICA AUGUSTA ––––––––––––––––––––––––––––––– 121

tipo Pr7), la lumaquela granate de la zona ROS, 2000, 23-26 y 36) y Carthago Nova,
de Babia (Litotipo Pr11) y el mármol del An- en el último cuarto del siglo I a. e. (SOLER,
ticlinal de Estremoz (Litotipo Pr15A). Has- 2003, 178).
ta entonces, entre las épocas de Augusto y
De ahí que la entrada del mármol en la
de Claudio, sólo se habían empleado tres de
arquitectura asturicense sea gradual desde
esas variedades: las calizas griottes rosas y
época augústea, incrementándose en las
cremas de la Formación Láncara, el mármol
primeras décadas y en especial a mediados
blanco grisáceo bandeado de la zona de San
del siglo I d. e. Sin embargo, este empleo no
Fiz y el mármol de la zona de Vigaria-Borba
afecta ni a los grandes elementos arquitec-
(Anticlinal de Estremoz).
tónicos, ni a un amplio uso de los marmora
Puede resultar signiicativo, el hecho de importados o imperiales.
que las primeras referencias a las elites astu-
ricenses se fechen a partir de época de Nerón
(se trata de los lamines provinciales Memio
Bárbaro, Pompeyo Faventino y Lucio Sparso), 8. CONSIDERACIONES
coincidiendo, aproximadamente con el inicio FINALES
de la marmorización (entre Claudio y los la-
vios) y, por tanto, de la monumentalización El estudio que hemos realizado sobre los
de la ciudad. A partir de esa cronología se materiales marmóreos constructivos, proce-
incrementan tanto las referencias a las ca- dentes de las excavaciones acontecidas en
pas sociales dirigentes como al empleo del Astorga entre 1971 y 1994, en 23 solares,
marmor. podemos considerarlo representativo de la
rocas ornamentales empleados en la ciudad,
Igualmente, puede resultar revelador la correspondiéndose la muestra con arquitec-
utilización temprana del marmor en la esfe- tura privada y pública y abarcando una cro-
ra privada, por parte de esa elite, como es nología entre época augústea y el siglo V.
el caso de la domus del pavimento de opus
signinum, donde tenemos el mármol blanco Se han identiicado mediante petrografía
grisáceo bandeado de la zona de San Fiz (Li- y catodoluminiscencia rocas ornamentales
totipo Pr7), en la unidad estratigráica 4043, leonesas, en especial las calizas griottes ro-
que proporcionó materiales augústeos (BU- sas y cremas de la Formación Láncara (Litoti-
RÓN, 1997, 29) y los mármoles de la zona po Pr1), las calizas de Vegadeo (blancas con
de portuguesa de Vigaria-Borba, en la unidad vetas de diferentes colores) (Litotipo Pr4),
estratigráica 3018, junto con materiales au- el mármol blanco-gris bandeado de la zona
gústeos y otros de época tiberiana avanzada de Cuevas del Sil (Litotipo Pr5A), el mármol
(BURÓN, 1997, 31-35). Ello está en con- blanco grisáceo bandeado de la zona de San
sonancia con las informaciones que sobre el Fiz (Litotipo Pr7) y la lumaquela granate de
ámbito privado tenemos para otras ciudades, la zona de Babia (Litotipo Pr11), cuya comer-
como Bilbilis, en los primeros años de la era cialización debió realizarse a partir de la red
(CISNEROS y MARTÍN-BUENO, 2006, 500), viaria existente en torno a Asturica Augus-
Lepida/Celsa, en época de Augusto (CISNE- ta; además, algunos de estos mármoles han

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sido, igualmente, identiicados por nosotros de las rutas marítimas, principales caminos
en Legio y Lancia. por los que surcaban los pesados cargamen-
El inicio de la explotación de estas ro- tos marmóreos. Si bien, es cierto que en este
cas se puede establecer en época augústea, análisis tampoco debemos olvidar la exis-
en concreto para las calizas griottes rosas y tencia de importantes recursos marmóreos
cremas de la Formación Láncara y el mármol próximos a la ciudad.
blanco grisáceo bandeado de la zona de San De los mármoles alóctonos hay que men-
Fiz, abarcando a la práctica totalidad entre cionar de forma especial a los portugueses,
época de Claudio y los Flavios; momento en en concreto los de la zona de Vigaria-Borba
que podemos considerar que se produce la (Litotipo Pr15A) y los de Pardais (Litotipo
marmorización de la ciudad en consonancia Pr15B), ambos del Anticlinal de Estremoz, los
a lo que está aconteciendo en el resto de His- de Viana do Alentejo (Litotipo Pr3) y los de
pania. Trigaches (Litotipo Pr12). El número de frag-
Además de estas rocas, sobre cuya pro- mentos identiicados y su volumen convierten
piedad no tenemos datos, no ofrece dudas el a estas rocas en unas de las más abundantes
empleo de la caliza de Espejón, entre Claudio en la ciudad a partir de época augústea, en
y los Flavios. Igualmente, podemos destacar la que ya tenemos constatada su utilización.
el uso del “cipollino mandolato” pirenaico Esto representa un comercio desde momen-
francés, aunque su cronología sea muy tar- tos tempranos a lugares alejados de su fuente
día, siglo V, y el lapis Porphyrites, fechado a de extracción, ampliando con ello el circuito
partir de la primera mitad del siglo IV; ambos comercial conocido y siendo indicativo de la
no debemos entenderlos como procedentes importancia que este material tuvo.
de un contexto original. Asimismo, entre las Este empleo del mármol, ya en época
rocas importadas se han documentado el la- augústea o augústea-tiberiana, nos indica la
pis Lacedaemonius y los marmora Numidi- pujanza económica de las elites locales, que
cum y Phrygium, sin cronología para ninguno con ese material embellecieron sus casas y
de ellos. Todas estas rocas importadas han los ediicios públicos que sufragaron, si bien
sido localizadas en cantidades muy peque- sobre ello no tenemos muchas informacio-
ñas, no superiores a los dos fragmentos lo nes. Otra cuestión es conocer cuál es el ori-
que indica un empleo residual en cuyo origen gen de la riqueza de esas clases dominantes,
hay que ver la situación de la ciudad, bien que a partir de los datos epigráicos debemos
comunicada por vía terrestre, pero alejada relacionar con la explotación aurífera.

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