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El deterioro del medio ambiente, el aumento de la població n y el cambio climá tico

han contribuido a la transformació n de los fenó menos naturales en desastres que


pueden llegar a causar pérdidas humanas y materiales. La CENAPRED informó que,
en 2020, los desastres naturales afectaron a 800,000 personas y 256,000 viviendas en
el país. Los fenó menos naturales que han ocasionado mayores afectaciones en México
son los ciclones tropicales, las lluvias y las inundaciones.

La prevención es una herramienta fundamental que disminuye el impacto causado por


desastres naturales que llegan a desatar estados de emergencia como: lluvias,
inundaciones, sismos, incendios, erupciones volcá nicas, huracanes, sequias y heladas.

La UNICEF, identifica 3 pasos para la prevenció n de los desastres naturales.

1. Realizar un Plan familiar

2. Preparar un Kit o mochila de emergencia

3. Mantenerse informado

La inversió n en la prevenció n y preparació n para los desastres naturales y las


emergencias debe ser prioridad nacional que identifique evalú e y monitoreé los
riesgos para mejorar los sistemas y planes de respuesta, aunado a esto se debe
promover una cultura de seguridad para fortalecer la respuesta de recuperació n a nivel
local y nacional. La prevenció n es responsabilidad de los ciudadanos, el sector
privado, organizaciones gubernamentales, organismos científicos y especializados y
muchas veces también de aliados internacionales.

1. La prevenció n de desastres naturales tiene por objetivo reducir la vulnerabilidad


de la sociedad a los desastres y corregir las causas que la originan debido a la
actividad humana, siendo la alerta rá pida especialmente importante para la
prevenció n a corto plazo. Por este motivo, es necesario orientar esfuerzos para
construir comunidades fuertes y menos vulnerables, aplicando planes de
preparació n y prevenció n; así como elaborando mapas de riesgo comunitarios y
planes de contingencia para una mejor y má s rá pida respuesta.
2. Es preciso evitar y reducir las condiciones de riesgos de los medios de vida de
la població n con enfoque territorial mediante Edificaciones seguras ante el
riesgo de desastres; Desarrollo de medidas de intervenció n para la protecció n
física ante peligros; y Servicios pú blicos seguros ante emergencias y desastres.
3. Respecto a las medidas no estructurales urge crear una cultura de prevenció n en
los ciudadanos mediante la educació n en todos los niveles de educació n tanto
escolar como universitaria, talleres participativos poniendo énfasis en
poblaciones vulnerables y difusió n radial entre otros.
4. Los sistemas de alertamiento son parte esencial en las poblaciones,
empresas y organizaciones en donde se determinan riesgos por desastres
naturales. A través de estos se logra una detecció n oportuna y el alertamiento
ante amenazas, con el fin de salvaguardar la vida, los activos y las
infraestructuras.
5. En estos sistemas de alerta temprana se hace indispensable la cultura de la
prevenció n, para lograr que los demá s factores como el tecnoló gico, técnico, de
comunicació n y difusió n, cumplan con su objetivo.
6. A nivel empresarial la cultura de prevenció n se logra a través de formació n en
atenció n del desastre, la socializació n de protocolos de evacuació n, simulacros
y todas las herramientas informativas y elementos de seguridad para este fin.
7.
8. Con la cultura de prevención empresarial se logra completar el ciclo
necesario para que los sistemas de alertamiento temprano tengan éxito.
9. La importancia de la cultura de la prevenció n para evitar riesgos
10.La cultura de la prevenció n es una responsabilidad social que tienen todas las
empresas y que se debe incluir en sus planes de prevenció n, con el objetivo de
cumplir con las condiciones de seguridad industrial, del bienestar laboral y
convertirse en una empresa segura.
11.Además de ser una responsabilidad, es una necesidad la implementación de
la cultura de prevención, pues a través de esta las empresas logran cuidar
lo más importante para su ejercicios y desarrollo.
12.Mundialmente conocidos por sus efectos devastadores en sociedades y
ecosistemas de diferentes partes del mundo, los desastres naturales juegan un
papel fundamental en el equilibrio de nuestro bienestar y el de nuestro entorno.
A veces, la falta de medidas de prevenció n adecuadas, y una mala gestió n del
terreno por parte de las personas, conlleva enormes pérdidas sociales,
medioambientales y econó micas, superiores a las que el propio fenó meno
natural devastador conllevaría de por sí.
13.Si quieres conocer má s de cerca algunas acciones para prevenir desastres
naturales, así como las principales catástrofes naturales que ocurren en nuestro
planeta, continú a leyendo este interesante artículo de EcologíaVerde
sobre cómo prevenir los desastres naturales.

l concepto de comunicació n para los desastres alude a un proceso planificado y


articulado, que no desprecia ningú n modelo ni recurso técnico disponible y su
cometido esencial es facilitar el diá logo entre todos los actores sociales en procura de
un cambio cultural. Los cambios culturales ocurren en la esfera de la vida cotidiana de
las personas, en la que operan mú ltiples procesos de comunicació n, que deben
considerarse a la hora de abordar el tema de las estrategias respectivas.
Ese cambio cultural só lo es posible si se logra cerrar la brecha entre la generació n del
conocimiento científico – técnico, la gestió n de normas políticas y técnicas y la
apropiació n social de la informació n, de manera que esta informació n se convierta en
conocimiento y éste a su vez se traduzca en decisiones y acciones sociales concretas.
De ahí la importancia de que las acciones de comunicació n estén ligadas a las
estrategias para prevenir y enfrentar los desastres.

Riesgo y desastres: El papel de los comunicadores sociales para el cambio


cultural hacia la prevención

La transformació n de la naturaleza es parte del proceso de la evolució n. La


convivencia pacífica de esta evolució n entre las civilizaciones y la naturaleza es el
desafío que nos toca. La relació n ante el peligro de un fenó meno natural y las
condiciones vulnerables creadas por el ser humano en su espacio físico, econó mico,
social, político y ambiental es lo que determina el grado de riesgo. La urbanizació n
acelerada, el aumento demográ fico, la degradació n ambiental y el aumento de la
pobreza en grandes grupos de la població n en la Regió n nos hacen má s frá giles ante la
furia de la naturaleza. Agregamos a estas preocupaciones también los peligros
provocados por el hombre, como transportes de materiales peligrosos, accidentes
tecnoló gicos, incendios forestales y conflictos con lo que el escenario se complica… El
ejemplo de la devastació n del huracá n Mitch en Centroamérica ilustra muy bien esta
realidad.

Al llegar a su conclusió n el Decenio Internacional para la Reducció n de los Desastres


Naturales (DIRDN), la comunidad internacional y nacional ha venido adquiriendo una
mayor conciencia de que los desastres son una amenaza grave para la estabilidad
econó micasocial: en esencia, un obstá culo para el desarrollo. El mayor reto radica en
la construcció n de una cultura global de prevenció n y comprensió n de los factores y
causas del riesgo en que vivimos. El desarrollo de esa cultura global de prevenció n
depende mucho de la informació n disponible y su difusió n. El uso de los medios de
comunicació n colectiva para la mitigació n y prevenció n de desastres es una necesidad
para coadyuvar a fomentar esa cultura global. El manejo de la informació n y los
medios de difusió n son un eslabó n crucial en la cadena de medidas de prevenció n de
desastres naturales; la població n tiene el derecho de obtener informació n seria y
oportuna, de tal manera que pueda contribuir a la mitigació n y hacer conciencia.

El rol de los comunicadores sociales para el cambio de una cultura de prevención

Una cultura de prevenció n implica una actitud colectiva que solo puede construirse
mediante un largo proceso social. Dentro de este proceso, la democratizació n de la
informació n sobre desastres y la creciente participació n de la sociedad civil son
factores clave.
La comunicació n social, por el acceso que tiene a pú blicos masivos, debe convertirse
en factor fundamental de una cultura de prevenció n y aunada a las instituciones
educativas puede fomentar la capacitació n individual y colectiva. El papel de la
comunicació n en estos procesos, alude a la intermediació n entre expertos, Gobierno y
comunidad para hacer accesible a la població n el conocimiento de los riesgos. Lo
conveniente es insertar en el flujo cotidiano de informació n, los contenidos de
prevenció n de desastres y así hacer de este tema, también un tema cotidiano en el
desarrollo de la regió n, zona o á rea.

En la medida en que la prevenció n se inserte en los procesos de desarrollo, la


població n estará menos expuesta a amenazas de origen natural o tecnoló gico. Una
comunidad vulnerable a los desastres, debidamente informada y educada, puede
implementar medidas de desarrollo sostenible donde incluyan la reducció n del riesgo,
teniendo en cuenta el crecimiento econó mico y el desarrollo local y nacional.
Los medios de comunicació n colectiva determinan en gran medida la forma en que la
gente reacciona ante los desastres, ya que la comunidad depende de la informació n
para tomar decisiones. Consecuentemente, varios países de la regió n han iniciado
programas de capacitació n dirigidos a periodistas, sobre su responsabilidad en la
preparació n de la comunidad ante los desastres. Costa Rica, Honduras y Colombia,
entre otros, han tenido provechosas experiencias con seminarios y talleres para medios
de comunicació n nacionales, los logros con la prensa y los canales de televisió n
internacional han sido menos satisfactorios.

Un ejemplo que ilustra lo anterior es con el pasado huracá n Mitch, la Radio Nicarao
de Jalapa en Nicaragua sintonizó cadenas de emisoras en Honduras y otras emisiones
de onda corta del continente para informarse de la inminencia y gravedad del impacto
del Mitch. Frente a la indecisió n de las autoridades locales y la ausencia de directivas
de la Comisió n Nacional de Emergencia, la emisora tomó la responsabilidad de alertar
a la població n local, organizar la evacuació n de las personas hacia sitios má s elevados
y administrar las primeras distribuciones de provisiones. Se estima que tres mil vidas
fueron salvadas de esta manera. En Wiwili, Nicaragua, el huracá n botó la antena de la
radio local. Los periodistas, quienes también se habían mantenido informados por
medio de una radio de onda corta, continuaron con el trabajo de alerta en el pueblo por
medio de megá fonos y organizaron la evacuació n de la població n en la rivera del río
Coco hacia sitios protegidos.

Los medios de comunicació n local así como las estaciones de radio y los perió dicos
locales, son una de las fuentes má s populares de informació n para mucha gente. Un
enfoque para incrementar la prevenció n de los desastres, ayuda a que la gente má s
humilde entienda a los medios de comunicació n de una manera diferente, como un
canal a través del cual ellos pueden influenciar a otros miembros de la comunidad y de
esta manera promover la prevenció n. Esto proporciona una alternativa al flujo
tradicional de la informació n que las instituciones adoptan a menudo, algunas veces
usando conceptos y terminología que no tiene sentido para el nivel de la població n
rural.

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