Diagnóstico estructural de caso clínico

Paci

Valentina Grand Jaramillo

Yolanda Gallego Flórez

Docente: Ana lucia Sanín Jiménez

Clínica Psicoanalítica

Universidad Católica Luis Amigo

Facultad de Psicología

Manizales

2021
 Análisis caso clínico Joven J.

En este caso se puede observar que se trata de una estructura de neurosis obsesiva, ya
que teniendo en cuenta los rasgos estructurales de este tipo de neurosis, se identifica que el
lugar de aparición de los síntomas en el joven J, es el pensamiento, donde se instauran ideas
compulsivas de duda sobre su identidad sexual, generándole angustia. Puesto que, estos
pensamientos están dirigidos al temor de la existencia de una homosexualidad latente, que
debe asumir, pero que, al tiempo considera una identidad sexual repugnante.

De esta manera, se evidencia en J. rasgos sintomáticos de ambivalencia, ante el

carácter imperioso de satisfacer sus deseos homosexuales, que se manifiestan en visiones
como percibirse transformado en mujer o vestido como una y realizando movimientos
propios de esta; lo que a su vez le genera gran culpabilidad, mortificación y contrición; Dado
que, estos surgen como dispositivos de defensa sintomáticos, ya que J. se hace consiente del
carácter grotesco de pensar en otros hombres como objetos de deseo. Estas representaciones
se presentan en el curso habitual de su pensamiento y carecen de sentido, sin embargo todas
están dirigido entorno a la incertidumbre por su sexualidad y el rechazo por el deseo de lo
masculino.

En este sentido, en J. se presenta una lucha entre el ello y el superyó, dado que las
pulsiones libidinosas del sujeto se dirigen a este deseo homosexual, generando en él estos
sentimientos de culpa, vergüenza, y autocastigo. En esta lucha, en donde el superyó busca
imponerse aumenta en el joven su angustia, reprochándose continuamente por tener esos
pensamientos. Como se ve en su relación de pareja que a causa de las dudas sobre su
identidad sexual, se reprocha la falta de sinceridad con ella y decide dejarla, sin embargo, se
manifiestan los rasgos de ambivalencia que también caracterizan a esta estructura y vuelve a
promulgarle amor.

En relación a lo anterior, se observa como los mecanismos de defensa ocupan un

primer plano entre las manifestaciones sintomáticas, siendo evidente también con su pareja
en donde esa repulsión al deseo homosexual, lo lleva a sentir de la misma manera rechazo por
todo aquello que se relacione o le recuerde lo masculino; razón por la cual, fracaso su última
relación sentimental, al debilitare su deseo sexual por su expareja, debido a que no toleraba
observar en ella conductas poco femeninas que en ocasiones lo hacían recordar
comportamientos varoniles.

No obstante, los orígenes de esta estructura de la neurosis obsesiva, en J. surgen a

partir de unos reproches disfrazados, que él se dirigiría así mismo ante una actividad sexual
en su infancia que le produjo placer. La cual, se debe a la inscripción psíquica de la actividad
libidinosa infantil frente al deseo de la madre. Siendo esta identificación fálica no satisfecha
plenamente por la intrusión paterna. Ante esto, es importante mencionar que desde niño J,
ejecutaba conductas de autocastigo dándose golpes en la cabeza contra la almohada a causa
de los actos masturbatorios, lo que indica, que estos rasgos obsesivos de culpa, angustia y
temor se han instaurado desde su infancia. Es así pues, que se encuentra que las mociones
pulsionales libidinales han retornado en J. de manera disfrazada en representaciones y afectos
obsesivos sobre su propia virilidad e identificación con lo femenino.

Estos elementos obsesivos constituyen síntomas primarios de defensa, contra los

cuales se ponen en marcha mecanismos de defensa como el de la anulación retroactiva, la
misma que se logra observar en la adultez, en donde el Joven J, al percatarse del hecho de que
está observando a otros hombres, asume una conducta exageradamente viril, casi grotesca,
con la cual busca reemplazar estos pensamientos que lo angustian. Así mismo, se observa el
mecanismo de aislamiento, de modo que, J. trata de aislar los pensamientos de verse
transformado y sentirse como mujer, además, de aceptar su gusto por los hombres,
esforzándose así, por impedir que sus pensamientos se desvíen hacia estas ideas. Puesto que,
el inconsciente entra en conflicto con el yo, en una lucha donde estos pensamientos no salgan
a la consciencia. Sin embargo, no logra hacerlo.

Desde esta perspectiva, su incomodidad para acomodar su pene, puede ser una
manifestación del temor de la castración simbólica, en virtud de la fijación herotica que
presento hacia su madre, cuyas manifestaciones se expresan en torno al temor de la pérdida
de su miembro, ya que esta relación fálica le genera culpabilidad. Es así, que en cuanto a la
posición que tiene con respecto al deseo del otro, el joven J, duda sobre sus preferencias
sexuales, sosteniendo su deseo como imposible, tratando de negarlo y evitarlo, para así
reprimir la forma sintomática de la culpabilidad.
Hipótesis al caso:
El joven J, fue inscrito como el signo de deseo insatisfecho de la madre, de modo que
la seducción herotica materna, constituyo para J un llamado a la suplencia de su
insatisfacción. Llevándolo a despertar su propio deseo insatisfecho.