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EL DILEMA DE HEINZ

El dilema de Heinz es un dilema ético presentado por Lawrence


Kohlberg, un psicólogo estadounidense que investigó el área de
la educación moral. Este dilema es uno de los tantos que
utilizaba para sus estudios en los que valoraba más el
razonamiento detrás de una respuesta que la respuesta misma.

El dilema presenta la decisión que tiene que tomar Heinz, un


ciudadano ejemplar, en una situación extrema. La esposa del
mismo padece un tipo especial de cáncer y los médicos creen
que hay un medicamento que puede salvarla. Afortunadamente,
este medicamento había sido descubierto por un farmacéutico
de la misma ciudad. Al farmacéutico le costaba $600 y cobraba
diez veces el coste de producción por una pequeña cantidad de
la medicina. Heinz pidió a todos sus contactos dinero (agotó
todas sus fuentes económicas), pero solo logró tener $3000.
Intentó pedirle al farmacéutico que le dejase pagar más tarde el
dinero restante y le contó la condición de su esposa, pero solo
recibió un “no” rotundo. Viendo a su esposa enferma, Heinz
desespera y contempla robar el medicamento. ¿Qué debería
hacer Heinz y por qué?

Primero se identifican los valores que se oponen en el dilema


para evaluar cuál se debe imponer sobre el otro. En la decisión
que contempla Heinz se contrapone el valor de la vida al valor
de la propiedad. Una respuesta común al dilema es que salvar
una vida es más importante que el costo de un producto, sobre
todo en este caso en el cual el farmacéutico desea una ganancia
excesiva. El valor de la vida justifica que Heinz robe la medicina
y cometa un delito.

Sin embargo, hay tres ideas que refutan la respuesta anterior.


La primera es que si se permite robar según la necesidad se
caería en un caos, porque se justificarían actos ilícitos por la
necesidad que cambia en cada persona y es complicado de
regular. La segunda idea es respecto a la decisión del
farmacéutico de vender la medicina a un precio alto. Él podría
igualmente tener la necesidad del dinero para salvar la vida de
un familiar, pero no lo dice porque es más reservado sobre su
vida privada. Ya sea que el farmacéutico pida más dinero por
avaricia o por necesidad son conjeturas y no se puede dar una
acción drástica como el robo que podría afectarle de igual forma
que a Heinz. La tercera idea se enfoca en la medicina misma.
Desde un inicio los médicos creen que el medicamento funcione,
pero no es una afirmación segura. ¿Es válido robar en base a
una posibilidad? Lo lógico es que no porque Heinz podría robar
el producto en vano e igualmente ir a prisión.

Otra respuesta al dilema es que Heinz no debería robar el


medicamento y debe acompañar a su esposa en sus últimos
momentos. Heinz quedaría con la carga moral de haber podido
salvarla y no haberlo intentado, pero habría respetado la ley. En
este caso la ley se colocaría por encima de todo, incluso de la
vida.

Hay otras variantes que complican el dilema. Por ejemplo,


¿Heinz debería tomar la misma decisión si no amase a su
esposa? ¿También si fuese un desconocido el enfermo? En
otros casos se amplía la historia del dilema y se incluye a un
policía que ve a Heinz robando la medicina y dejando el dinero
que tenía (la mitad del precio) en la tienda. El policía conoce la
situación de Heinz y lo recuerda como un ciudadano ejemplar.
¿Debería igualmente denunciarlo, o debería ignorar lo que ha
visto? Aquí se introduce otro concepto a evaluar: la reputación
de una persona.

Este dilema ayuda a reflexionar sobre valores que cada día se


ven en conflicto, aún más por la pandemia mundial. ¿Qué es
más importante, la vida o la ley?

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