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15/07/2021 - CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

278-2018

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

CÁMARA CIVIL

SENTENCIA

Guatemala, quince de julio de dos mil veintiuno.

I. Integrada con los suscritos Magistrados, de conformidad con el punto segundo del Acta número cuarenta
guion dos mil veinte de fecha doce de octubre de dos mil veinte, correspondiente a sesión extraordinaria de la
Corte Suprema de Justicia, con fundamento en el artículo 2 de la Constitución Política de la República de
Guatemala, el artículo 71 de la Ley del Organismo Judicial y la Opinión Consultiva emitida por la Corte de
Constitucionalidad el ocho de octubre de dos mil diecinueve, expediente cinco mil cuatrocientos setenta y
siete guion dos mil diecinueve (5477-2019). II. En cumplimiento a lo ordenado en sentencia emitida por la
Corte de Constitucionalidad el once de marzo de dos mil veinte, dentro del amparo en única instancia,
identificado con el número cinco mil seiscientos setenta y ocho guion dos mil diecinueve (5678-2019), se
procede a dictar sentencia en el recurso de casación interpuesto contra la sentencia dictada el diecinueve de
marzo de dos mil dieciocho, por la Sala Cuarta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

I. Interponente: Credomatic de Guatemala, Sociedad Anónima, que actúa por medio de su


mandatario judicial y especial con representación, Carlos Enrique Godínez Hidalgo.

II. Parte contraria: Superintendencia de Administración Tributaria, a través de su mandataria


especial judicial con representación, Adriana Lucía Robles Bermudez.

III. Tercero: Procuraduría General de la Nación, que actúa a través del personero, Juan Alberto
Garzona Leal.

CUESTIONES DE HECHO

I. La Superintendencia de Administración Tributaria formuló ajuste a la entidad Credomatic de


Guatemala, Sociedad Anónima, del impuesto sobre la renta, no retenido ni enterado a la
Administración Tributaria, derivado de la distribución de dividendos en especie (mediante acciones),
sobre la base imponible de setenta y siete millones ochocientos mil quetzales, durante el periodo de
imposición comprendido del uno de enero de dos mil trece al treinta y uno diciembre de dos mil trece.

II. Inconforme la contribuyente con lo resuelto, presentó revocatoria, la que fue declarada sin
lugar por el Tribunal Administrativo Tributario y Aduanero, Tribunal Administrativo Tributario, de la
Superintendencia de Administración Tributaria.

III. La recurrente al estar en desacuerdo con la resolución, promovió el proceso contencioso


administrativo.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA

La Sala declaró sin lugar la demanda y confirmó la resolución administrativa; para el efecto, consideró: «… la
contribuyente, el veintiocho de enero de dos mil trece, en asamblea General ordinaria totalitaria de
accionistas, en el punto tercero, aprobó el proyecto de distribución de utilidades, ordenando el pago de
dividendo conforme el proyecto de distribución de utilidades aprobado, ordenando que se pagara en efectivo,
cheque o acreditación a cuenta, las cuales ascendieron a la cantidad de ochenta y dos millones novecientos
cinco mil doscientos sesenta| y tres quetzales con dieciséis centavos (…) En acta número AGA-cero cinco/dos
mil trece del quince de mayo de dos mil trece, la asamblea de la contribuyente, nuevamente aprobó el
proyecto de distribución de utilidades presentado, en el cual se propuso la distribución de utilidades por un
monto de ciento veintidós millones seiscientos noventa y dos mil ochocientos setenta y ocho quetzales con
noventa y cinco centavos (…) en el cual se incluyó la capitalización de utilidades retenidas en abril de dos mil
trece, por la cantidad de setenta y siete millones ochocientos mil quetzales (…) En acta número AGA-Cero
cuatro/dos mil trece, del veintidós de abril de dos mil trece, nuevamente se aprobó el proyecto de
capitalización de utilidades retenidas por la cantidad antes mencionada, indicando que las setenta y ocho mil
acciones deben emitirse y distribuirse entre los actuales accionistas ordinarios, sin exigir el desembolso o
aportación “por tratarse de una distribución de dividendos en acciones ordinarias entre los mencionados
accionistas con el propósito de capitalización de utilidades”. De lo anterior, el Tribunal deduce que, en efecto,
al no demostrar la contribuyente que esa capitalización de utilidades retenidas que dijo acordó no la registró,
como lo exige la normativa anteriormente transcrita, esa aseveración queda descartada y es improcedente. Es
más, al indicarse que las acciones emitidas y distribuidas correspondían a una distribución de dividendos en
acciones ordinarias, el Tribunal estima que, aun cuando se haya indicado que su propósito era la
capitalización de utilidades, respalda a tesis esbozada por la administración tributaria, en cuanto a que se trata
del pago en especie de dividendos por medio de los cuales los accionistas obtuvieron una renta e
incrementaron su patrimonio en forma proporcional a la participación que cada uno de ellos tiene, como lo
aseveró la administración tributaria. Entiéndase que será aumento de capital por capitalización de utilidades si
el capital es parte de la sociedad, pero una vez se acuerde su distribución es lógico que, independientemente
de cómo se acuerde la distribución, eso no es más que un pago de dividendos, que está al pago del impuesto
sobre la renta, conforme el artículo 4 numeral 3) de la Ley de actualización Tributaria; y, por ende, esa
distribución, aunque haya sido en especie, es un hecho generador del mencionado impuesto, teniendo el
contribuyente, la harta obligación de retener el cinco por ciento del mencionado impuesto, por el valor
indicado, por lo que se le otorga la razón a la administración tributaria en cuanto a que el resultado del
impuesto sobre la renta no retenido ni enterado a la administración tributaria es por tres millones ochocientos
noventa mil quetzales (…) hecho que se probó con la última de las actas mencionadas, documento al cual se
le otorga valor probatorio, al igual que a la explicación del ajuste, el cual no fue redargüido de nulidad o
falsedad. Es así como se estima que el ajuste motivo de litis sí tiene asidero legal, pues con el acta indicada
se probó que sí hubo distribución de utilidades y pago de dividendos a los accionistas, lo cual se hizo en
especie, mediante la orden de emitir acciones por el monto aprobado a destruirse. Entonces, si bien es cierto,
el artículo 208 del Código de Comercio otorga la facultad de emitir nuevas acciones por el capital de reserva o
de utilidades y que estás pueden ser asignadas de forma gratuita a cada socio o accionista, en proporción
directa de las acciones que tuviere a la fecha en que se acordó el aumento; el Tribunal considera que esa
normativa no es aplicable al caso en concreto, pues aunque al principio del acta número AGA guion
cuatro/dos mil trece, se indicó que se proponía “a los accionistas la capitalización de utilidades retenidas…”,
cierto es que, seguido, se indicó que no se exigía el desembolso o aportaciones “por tratarse de distribución
de dividendos en acciones entre los mencionados accionistas”, lo cual hace presumir que se trató de la
distribución de dividendos lo cual se avala al no probarse que se inscribió ese supuesto aumento de capital,
como se indicó anteriormente (sic)…».

MOTIVO Y SUBMOTIVOS INVOCADOS

Motivo de fondo

Submotivos

a) Error de hecho en la apreciación de la prueba por tergiversación.

b) Error de hecho en la apreciación de la prueba por omisión.

c) Aplicación indebida del artículo 4 inciso 3, de la Ley de Actualización Tributaria.

d) Violación de ley por inaplicación de los artículos 208 del Código de Comercio y 93 de
la Ley de Actualización Tributaria.

CONSIDERANDO I
Error de hecho en la apreciación de la prueba por omisión

Con respecto al submotivo invocado, la recurrente argumentó: «… DEL ERROR DE HECHO EN QUE
INCURRIO EL TRIBUNAL AL OMITIR APRECIAR LA PRUEBA

»El Contador Público y Auditor, al diligenciar la Exhibición de Libros de Contabilidad constató, entre otros
puntos, que: (…) lo que tuve a la vista fue el registro auxiliar de la póliza contable con referencia mil treinta y
cinco (1,035) de fecha veinticuatro (24) de abril de dos mil trece (2013), en la que se operó la capitalización de
utilidades de períodos anteriores, cargando el monto de setenta y siete millones, ochocientos mil
quetzales (…) en la cuenta de “utilidades de periodos anteriores” y abonando el monto de setenta y siete
millones, ochocientos mil quetzales (…) en la cuenta de “acciones por suscribir”. Dicha póliza contable es
parte de la partida mensual del libro Diario, identificada con el número cinco (5) de fecha treinta (30) de abril
de dos mil trece (2013), folio número doscientos veinte y siete (227). En el presente caso, la contabilización
fue un cargo o débito a la cuenta de utilidades de períodos anteriores y un abono o crédito a la cuenta de
capital pagado y no hubo reducción en los activos (…)

»De la revisión al movimiento del estado patrimonial del año dos mil trece (2013), no se observa que exista
una operación contable en la que se haya disminuido las utilidades acumuladas y rebajado cuentas de
activos. Lo que existe es una operación contable que disminuye las utilidades acumuladas y aumenta el
capital pagado de la sociedad, todo ello dentro del mismo segmento de patrimonio (…)

»Conclusión:

»Los accionistas acordaron capitalizar utilidades por un monto de setenta y siete millones, ochocientos mil
quetzales (…) lo que consta en el acta respectiva y la contabilidad cumplió con lo que le fue ordenado por la
Asamblea General Ordinaria totalitaria, en el sentido de realizar el registro contable de transferir de la cuenta
de utilidades acumuladas a la cuenta de capital pagado el monto en referencia.

»Del documento antes relacionado, en el punto 2 ya relacionado, en resumidas cuentas, se evidencia que:

»a. El experto auxiliar nombrado por la sala sentenciadora indicó, que en efecto, al registrar contablemente la
capitalización de utilidades, lo que se operó fue un cargo o débito en la cuenta de utilidades y un abono o
crédito en la cuenta de capital pagado, con lo que se demuestra contablemente que, lo que en efecto
aconteció fue precisamente la contabilización de una capitalización de utilidades, es decir, se excluye la
posibilidad de una distribución de utilidades y pago de dividendos en especie.

»b. Que durante el periodo ajustado, al operarse la capitalización de utilidades, no se produjo ningún cambio
patrimonial, puesto que las cuentas afectadas en esta operación son cuentas patrimoniales, por lo que el total
de la cuenta patrimonial se preservó en el mismo valor, con lo que se evidencia que si se hubiesen distribuido
utilidades y pago de dividendos, ya sea en dinero o especie, forzosamente debía disminuirse la cuenta de
patrimonio lo cual no sucedió de acuerdo a lo indicado en el dictamen relacionado.

»c. Quedó demostrado, según la propia conclusión del experto la materialidad de la capitalización de
utilidades.

»En cuanto al punto No.4 de la Exhibición de Libros de Contabilidad, el experto indicó (…)

»de revisión a los que está sujeta la entidad. En tal sentido, habiendo un registro contable que sólo afectó
cuentas del patrimonio, en donde el resultado total neto fue cero, no es viable que se hubieren afectado
cuentas del activo (…)

»Conclusión:

»No es viable que al haberse contabilizado la capitalización de utilidades, cuyo efecto neto en el segmento del
patrimonio de la empresa es cero, se pueda producir la disminución de cuentas del activo.

»Del documento antes relacionado, en cuanto al punto No. 4., en resumidas cuentas, se evidencia que:
»a. El experto auxiliar nombrado por la Sala sentenciadora indicó que, en efecto, al registrar contablemente la
capitalización de utilidades, no hubo reducción en los activos, con lo que se demuestra contablemente que, lo
que en efecto aconteció fue precisamente la contabilización de una capitalización de utilidades y no una
distribución de utilidades ni pago de dividendos.

»b. Que, durante el periodo ajustado, al operarse la capitalización de utilidades, el total de la cuenta
patrimonial se preservó en el mismo valor, lo que evidencia que, si se hubiesen distribuido utilidades y pago
dividendos, ya sea en dinero o especie, forzosamente debía disminuirse la cuenta de patrimonio y a su vez la
cuenta de activo, lo cual de acuerdo con el dictamen relacionado no aconteció, por lo que no hay duda alguna
de la materialidad de la capitalización de utilidades.

»En el caso que nos ocupa, la Sala sentenciadora declara sin lugar la demanda por mi representada
promovida, bajo la estimación equivoca de que no se evidenció el registro del aumento de capital acordado en
el año dos mil doce (siendo el caso que tal registro no era hecho controvertido), y omite por completo apreciar
el verdadero hecho controvertido, ello es la materialidad de la capitalización de utilidades de acuerdo con los
registros contables de mi representada.

»Del documento que la Sala erróneamente deja de apreciar, se evidencia la materialidad de la capitalización
de utilidades, toda vez que (…) se demostró que contablemente lo que aconteció fue la preservación de la
cuenta patrimonial debido a que los movimientos que se dieron fueron en las cuentas de utilidades retenidas
(débito) con aumento de la cuenta de capital pagado (crédito) sin evidenciarse pago alguno, en dinero o
especie, es decir una salida de activos de la sociedad, con el cual se pudiera reputar la existencia de pago
alguno a los accionistas (…)

»La omisión en que incurre la sala sentenciadora es decisiva, debido a que de haberlo apreciado tendría por
probado que mi representada, en efecto, lo que operó contablemente (…) fue la capitalización de utilidades
retenidas, y no una distribución de utilidades y pago de dividendos en especie, por lo que, al no existir un
hecho generador en la ley que obligue a mi representada a retener porcentaje alguno sobre dicha operación,
por ende concluiría que la determinación de oficio formulada por SAT es totalmente improcedente, y por lo
tanto hubiese declarado con lugar la demanda (sic)…».

Alegaciones

La Superintendencia de Administración Tributaria, alegó que: «… la tesis del contribuyente se basa en


argumentos que tuvieron que haberse realizado en la fase administrativa, y no señala de manera contundente,
cual fue el supuesto error que realizó la Sala al haber omitido dicho medio probatorio; para el efecto es preciso
indicar que el proceso contencioso administrativo tributario, es aquel proceso de naturaleza especial
uninstancial, que entran a conocimiento de Tribunales especializados con el objeto de controlar la juridicidad
del acto administrativo o resolución administrativa impugnada por la entidad contribuyente; habiendo dicho lo
anterior, es importante indicarle a la Honorable Corte que efectivamente todos los medios de prueba que
obran en el expediente administrativo, fueron los medios de prueba que tuvo a la vista la Administración
Tributaria para resolver el proceso, y éstos mismos son los que se debe utilizar el Tribunal entiéndase
Sala (…) para conocimiento y aplicación de las normas adeudadas para la correcta resolución del proceso
contencioso.

»… el Tribunal ya sea mediante auto para mejor fallar o a petición de alguna de las partes, puede realizar el
diligenciamiento del medio probatorio en fase judicial de la Exhibición de Libros de contabilidad y de
Comercio, para la contribución de apreciación de los hechos, realizados por un perito en los casos que se den
imposibilidades técnicas para las partes o bien como auxiliar del Juez, emitiendo una serie de conclusiones,
tal y como aconteció en el proceso contencioso administrativo. Pero el Juez no tiene obligación de otorgarle
valor probatorio, ya que únicamente dicho medio de prueba, sirve para disipar las dudas que pudiere tener el
Tribunal al momento de la emisión del fallo.

»… La Sala (…) no hizo uso de dicho medio probatorio, ya que apreció otros medios de prueba que
consideró oportunos para la resolución del caso, siendo específicamente apreciados los medios de prueba
que obran en el expediente administrativo (…)

»… la Sala le dio valor probatorio al Acta número AGA-cero cinco/dos mil trece del quince de mayo de dos mil
trece, emitida por la entidad contribuyente y presentada por éste en la fase administrativa y judicial, por
lo que resulta improcedente pretender que el contribuyente estime que el Tribunal forzosamente debía utilizar
para su fallo el dictamen de exhibición de libros de contabilidad y de comercio, cuando quedó claro para la
Sala (…) que dicho documento demostraba plenamente la distribución de UTILIDADES mediante especie,
trasladadas a cada uno de los accionistas de la sociedad, por lo cual no tenía dudas que disipar utilizando
el Dictamen aludido por el contribuyente en el presente submotivo, ya que no existen dudas de lo actuado,
aplicadas así al cúmulo de normas jurídicas que son atinentes al caso controvertido y de aplicación forzosa
para la resolución de éste.

»… El contribuyente pretende convencer también a éste Honorable Tribunal que la preservación de la cuenta
patrimonial en el mismo valor, no significa la distribución de utilidades, lo cual es totalmente erróneo, ya que el
espíritu del (…) Ley del Actualización Tributaria es claro al mencionar en el artículo 83 así como 84 numeral 2
inciso d) que no queda lugar a dudas que el hecho generador se da al momento de “independientemente de
la denominación o contabilización que se le dé” a la distribución de éstos, por lo que el contribuyente a
toda costa pretende eludir lo que la ley establece de forma manifiesta, expresa y clara y sin lugar a dudas, que
no importa la forma en que se repartan las utilidades, dicha repartición y tal y como lo dice la propia acta que
fue tomada por el tribunal al momento de resolver, generan pago del Impuesto Sobre la renta, y la obligación
que debía el contribuyente de retener el impuesto por tal repartición; por lo que es inválida la tesis planteada
que no hubo salida de activos de la sociedad, en la cual se pudiera reputar la existencia de pago alguno a los
accionistas, determinación completamente errónea ya que tal situación efectivamente se materializa en el
Acta a la cual le dio valor probatorio la Sala sentenciadora, y no hay documento que pueda demostrar lo
contrario y que en efecto si se dio el hecho generador (sic)…».

La Procuraduría General de la Nación, arguyó que: «… La entidad casacionista argumenta que, la Sala
Sentenciadora omitió apreciar el Dictamen de Exhibición de Libros de Contabilidad emitido por el Contador
Público y Auditor nombrado por la misma Sala (…)

»… se puede apreciar que el Dictamen (…) no resulta determinante para resolver la Litis dentro del proceso
conocido por la Honorable Sala (…) debido a que el análisis contable no desvirtúa las acciones efectuadas por
la entidad casacionista que llevaron tanto a la Administración Tributaria a efectuar el ajuste, como a la Sala
Sentenciadora que confirmo dicho ajuste (sic)…».

VISTA PÚBLICA

La vista pública se celebró el día veintiocho de agosto de dos mil dieciocho, a las catorce horas con treinta
minutos, a la que comparecieron: a) la casacionista, Credomatic de Guatemala, Sociedad Anónima, a través
de su mandatario judicial y especial con representación, Carlos Enrique Godínez Hidalgo; b) Superintendencia
de Administración Tributaria, por medio de su mandataria especial judicial con representación, Adriana Lucía
Robles Bermudes. Circunstancias que quedaron grabadas en el disco compacto respectivo que obra en autos.

Análisis de la Cámara

El error de hecho en la apreciación de la prueba por omisión, se configura cuando se dejan de apreciar los
medios de prueba propuestos por las partes, al momento de decidir el fondo del asunto. Dicho yerro debe ser
determinante de tal manera, que pueda cambiar el resultado del fallo impugnado.

La casacionista argumenta, respecto de este submotivo, que la Sala declaró sin lugar la demanda promovida,
omitiendo la valoración del medio de prueba consistente en dictamen de exhibición de libros de contabilidad
emitido por el contador público y auditor, Sergio Luis Pineda Sandoval, nombrado el uno de febrero de dos mil
dieciocho. Señaló que el Tribunal sentenciador estimó, equivocadamente, que no se evidenció el registro del
aumento de capital acordado en el año dos mil doce, omitiendo apreciar el verdadero hecho controvertido, o
sea la materialidad de la capitalización de utilidades de acuerdo con los registros contables de la entidad
social. Circunstancia que se evidencia con el documento dejado de apreciar, toda vez que se demostró
contablemente la reserva de la cuenta patrimonial, debido a que los movimientos que se dieron fueron en las
cuentas de utilidades retenidas (débito) con aumento de la cuenta de capital pagado (crédito) sin evidenciarse
pago alguno, en dinero o especie, es decir, una salida de activos de la sociedad, con el cual se pudiera
reputar la existencia de pago a alguno de los accionistas. Finalmente, señaló que de haberse apreciado el
medio de prueba relacionado, se hubiera tenido por probado lo que la entidad contribuyente operó
contablemente, que lo constituye la capitalización de utilidades retenidas y no una distribución de utilidades y
pago de dividendos en especie.

La Sala en su sentencia consideró que: «… Al examinar las actuaciones, se evidencia que, la contribuyente, el
veintiocho de enero de dos mil trece, en asamblea General ordinaria totalitaria de accionistas, en el punto
tercero, aprobó el proyecto de distribución de utilidades, ordenando el pago de dividendo conforme el proyecto
de distribución de utilidades aprobado, ordenando que se pagara en efectivo, cheque o acreditación a cuenta,
las cuales ascendieron a la cantidad de ochenta y dos millones novecientos cinco mil doscientos sesenta y
tres quetzales con dieciséis centavos (…) En acta número AGA- cero cinco/dos mil trece del quince de mayo
de dos mil trece, la asamblea de la contribuyente, nuevamente aprobó el proyecto de distribución de utilidades
presentado, en el cual se propuso la distribución de utilidades por un monto de ciento veintidós millones
seiscientos noventa y dos mil ochocientos setenta y ocho quetzales con noventa y cinco centavos (…), en el
cual se incluyó la capitalización de utilidades retenidas en abril de dos mil trece, por la cantidad de setenta y
siete millones ochocientos mil quetzales (…) En acta número AGA- Cero cuatro/dos mil trece, del veintidós de
abril de dos mil trece, nuevamente se aprobó el proyecto de capitalización de utilidades retenidas por la
cantidad antes mencionada, indicando que las setenta y ocho mil acciones deben emitirse y distribuirse entre
los actuales accionistas ordinarios, sin exigir el desembolso o aportación “por tratarse de una distribución de
dividendos en acciones ordinarias entre los mencionados accionistas con el propósito de capitalización de
utilidades”. De lo anterior, el Tribunal deduce que, en efecto, al no demostrar la contribuyente que esa
capitalización de utilidades retenidas que dijo acordó no la registró, como lo exige la normativa anteriormente
transcrita, esa aseveración queda descartada y es improcedente (sic)…».

Esta Cámara, al analizar el submotivo planteado y las argumentaciones de las partes, las consideraciones
hechas por la Sala en la sentencia de mérito, establece que le asiste la razón a la casacionista, en virtud que
en el contexto de los argumentos del Tribunal sentenciador, no consta que se haya hecho alusión a la prueba
consistente en dictamen de exhibición de libros de contabilidad emitido por el contador público y auditor
Sergio Luis Pineda Sandoval, en cuanto a los puntos dos y cuatro que obran en el mismo, que en su
oportunidad fue propuesta por la entidad contribuyente y debidamente diligenciada el uno de febrero de dos
mil dieciocho (obrante a folios del ciento cincuenta y ocho al ciento sesenta y cinco del expediente del proceso
contencioso administrativo); ya que el Tribunal sentenciador se limitó, únicamente, a tomar en
consideración que en el acta número AGA-cero cinco/dos mil trece del quince de mayo de dos mil trece y
acta AGA-cero cuatro/dos mil trece, del veintidós de abril de dos mil trece, se estableció que: «… el veintiocho
de enero de dos mil trece, en asamblea General ordinaria totalitaria de accionistas, en el punto tercero, aprobó
el proyecto de distribución de utilidades…».

Al analizar el medio de prueba relacionado, este Tribunal establece que el auditor experto, al proferir su
dictamen sobre los libros de contabilidad de la contribuyente, lo hizo en función de varios puntos propuestos
en su oportunidad, dentro de los cuales se encuentra el relacionado con: «… 2. Establecer si, como
sucedería en el caso de distribución y pago de dividendos, en el período ajustado mi representada contabilizó
una reducción en la cuenta de capital (utilidades del ejercicio o utilidades de períodos anteriores –retenidas-) y
una reducción en los activos (sea caja, bancos, inventarios o en otros activos) (…)

»Conclusión:

»Los accionistas acordaron capitalizar utilidades por un monto de setenta y siete millones, ochocientos mil
quetzales (…) lo que consta en el acta respectiva y la contabilidad cumplió con lo que le fue ordenado por la
Asamblea General Ordinaria Totalitaria, en el sentido de realizar el registro contable de transferir de la cuenta
de utilidades acumuladas a la cuenta de capital pagado el monto en referencia.

»La entidad decretó y pagó dividendos por un total de doscientos cinco millones, quinientos noventa y ocho
mil, ciento cuarenta y dos quetzales con once centavos (…) en enero y mayo del dos mil trece (…) por los
cuales la entidad CREDOMATIC DE GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA, pagó el ISR respectivo. Este
pago de dividendos significó la disminución de un activo que fue el efectivo disponible en los bancos.

»Según los registros contables no hubo otros movimientos por los cuales las utilidades acumuladas se
hubieren disminuido y afectado cuentas del activo (…)

»4. “Establecer si en la operación contable de capitalización de utilidades relacionadas en el punto 3 anterior,


del lado del activo, todos los activos se preservaron, en virtud de que no hubo salida de activos (especies) por
parte de la entidad que represento hacia los accionistas.” (…)
»Conclusión:

»No es viable que al haberse contabilizado la capitalización de utilidades, cuyo efecto neto en el segmento del
patrimonio de la empresa es cero, se pueda producir la disminución de cuentas del activo (sic)…».

Del análisis de dicho medio de prueba, se desprende que, si bien el auditor determinó la capitalización de
utilidades acordada por las accionistas de la casacionista, así como el cumplimiento de la contabilización de lo
ordenado por la asamblea general ordinaria totalitaria, del registro de las transferencias de la cuenta de
utilidades acumuladas a la cuenta de capital pagado por el monto de setecientos millones ochocientos mil
quetzales; así como que también se pagaron dividendos en enero y mayo de dos mil trece, por los cuales la
entidad contribuyente pagó el impuesto sobre la renta respectivo y que no hubo otros movimientos por los
cuales las utilidades acumuladas se hubieren disminuidos y afectado cuentas del activo y concluyó que no era
viable que al haber contabilizado la capitalización de utilidades, se pudiera producir la disminución de cuentas
de activos.

Por lo que este Tribunal considera que esas circunstancias constituyen únicamente un punto de vista contable
y de auditoría, pero que en ningún momento pueden constituir razones para estimar que no se hizo la
distribución de utilidades y el pago de dividendos de conformidad con el proyecto de distribución de utilidades
aprobado, que se acordó a través de las actas de la asamblea general ordinaria totalitaria de accionistas.

Esta Cámara, luego de lo señalado, estima que el medio de prueba indicado de inobservado, no era
pertinente para dirimir la controversia respecto a la distribución de las utilidades a los accionistas así como la
falta de registro de la capitalización de las mismas por parte de la entidad relacionada, tal como lo determinó
la Sala sentenciadora en su consideración, al indicar que en varias oportunidades, se aprobó el proyecto de
distribución de utilidades y se ordenó el pago de dividendos conforme el mismo, a través de efectivo, cheque o
acreditación de cuentas, pero que en acta final (del veintidós de abril de dos mil trece) de la asamblea general
de la sociedad, se aprobó el proyecto de capitalización de utilidades retenidas, indicando que las acciones
debían emitirse y distribuirse entre los actuales accionistas ordinarios, sin exigir el desembolso o aportación,
por tratarse de una distribución de dividendos en acciones ordinarias con el propósito de capitalización de
utilidades.

Se concluye que, aun cuando la Sala haya incurrido en la omisión denunciada, el contenido del documento no
incidiría en el resultado de la sentencia, dado que el dictamen de la exhibición de libros de contabilidad de la
entidad contribuyente, no desvanece la conclusión de que la entidad social hizo efectivo el pago de dividendos
a través de las acciones emitidas y distribuidas a los accionistas, y que tal hecho, estaba sujeto al pago del
impuesto sobre la renta, pues la distribución realizada aunque haya sido en especie, es un hecho generador
de dicho impuesto, tal como lo consideró la Sala sentenciadora. En consecuencia, se estima que el submotivo
invocado por omisión, deviene improcedente.

CONSIDERANDO II

Error de hecho en la apreciación de la prueba por tergiversación

La entidad recurrente, en el memorial contentivo argumentó que: «… DEL ERROR DE HECHO EN LA


APRECIACIÓN DE LA PRUEBA, POR TERGIVERSACIÓN (…)

»Documento auténtico que demuestran la equivocación de la Sala Sentenciadora:

»Explicación de la determinación de oficio sobre base cierta, identificada como uno punto uno, anexa a la
Audiencia A-2016-21-01-000101 del 22 de septiembre de 2016, dentro del expediente administrativo SAT
2016-21-01-44-0000315, la cual obra dentro del expediente administrativo (…)

»Del análisis del documento antes relacionado se comprueba que:

»I. El tribunal juzgador tergiversa su contenido, toda vez que el mismo no es más que la EXPLICACIÓN
del porqué la Administración Tributaria le formula la determinación de oficio a mi representada. Por simple
lógica es imposible que con una explicación se determinen o demuestren hechos materiales, tales como el
supuesto pago de dividendos en especie. La explicación como tal, es una actuación de la Administración
Tributaria, en la cual de conformidad con el artículo 146 del Código Tributario, se le indican al contribuyente la
motivación y fundamentos sobre los cuales se formula un ajuste, o en el presente caso, la determinación de
oficio.

»Por lo anterior, es más que evidente que la Sala sentenciadora tergiversa el contenido del documento ahora
denunciado, pues insistimos que del propio documento como tal no se puede extraer las conclusiones a las
que llegó la Sala, debido a que son aspectos fácticos que, con una simple explicación, es imposible que se
tengan por demostrados.

»Es de recordar que el hecho de que no se impugne su autenticidad, como pretende la Sala, no quiere decir
que automáticamente prueba lo que la Administración Tributaria en dicho documento explica. De conformidad
con el artículo 187 se podrá impugnar la autenticidad de un documento, cuando el mismo sea nulo o se
presuma falso. En el presente caso el documento no es nulo ni falso, por ende es auténtico, ya que insistimos
fue emitido por la Autoridad Tributaria en el ejercicio de sus funciones, por lo que no amerita que el mismo sea
impugnado, pero de ninguna manera el hecho de no ser impugnad0 implica que automáticamente pruebe los
hechos que la Sala reputa tener por probados a través del mismo, pues el medio de prueba debe ser idóneo
para demostrar los hechos fácticos que se aduce demuestra, por lo que insistimos que de la explicación no se
puede tener por probado acontecimientos que obra en registros contables mucho menos un supuesto pago de
dividendos en especie, ya que dichas situaciones fácticas (…) deben ser probados a través de los medios de
prueba idóneos y correspondientes, no a través de la explicación de la determinación de oficio.

»II. La equivocación en la percepción de los hechos que se evidencia con dicho documento es
decisiva, debido a que, de no haber existido el yerro, el fallo se hubiese pronunciado declarando con lugar la
demanda, debido a que con dicho documento la Sala sentenciadora equívocamente tiene por probado lo
alegado por la Administración Tributaria, cuando ello no es correcto, pues de dicho documento no se puede
colegir lo considerado por la Sala.

»III. El error resulta de un documento auténtico. El documento relacionado es un documento autentico por
ser emitido por la autoridad tributaria en el ejercicio de sus facultades.

»Así las cosas, la Sala sentenciadora al resolver incurre en el submotivo relacionado, pues asegura algo que
la prueba relacionada no contiene (…)

»La equivocación en que incurre la sala sentenciadora en la percepción de los hechos que se evidencian con
dicho documento es decisiva, pues de no haber incurrido en ella la Sala sentenciadora no tendría por probado
lo alegado por la administración tributaria, y por ende, no desestimaría la demanda (…)

»DE LA TERGIVERSACIÓN DEL ACTA DE ASAMBLEA DE ACCIONISTAS DE MI REPRESENTADA

»Documento auténtico que demuestra la equivocación de la Sala Sentenciadora:

»Certificación de acta para asambleas generales número AGA-cero cuatro/dos mil trece, en la que se
transcribe parte de la Asamblea General Ordinaria Totalitaria de Accionistas de la entidad Credomatic de
Guatemala, Sociedad Anónima, celebrada el veintidós de abril de dos mil trece, la cual obra dentro del
expediente administrativo (…)

»Del análisis del documento antes relacionado se comprueba que:

»I. El tribunal juzgador tergiversa su contenido, toda vez que estima tener por probado a través del
documento correspondiente, la distribución de utilidades a favor de los accionistas. Basta con leer el
documento relacionado para determinar que ello no es así, y que, la Sala sentenciadora al apreciar dicho
medio de prueba lo hace en forma parcial, lo que la lleva a sacar a su vez conclusiones equivocadas sobre el
contenido de dicho documento. Del documento se colige sin lugar a dudas que lo que acordó en Asamblea
General Ordinaria Totalitaria de Accionistas de mi representada, fue precisamente la capitalización de
utilidades retenidas, por lo que evidente es que no se podría haber acordado en forma simultánea la
capitalización de utilidades retenidas, es decir que las utilidades queden en poder de la sociedad, y a su
vez una distribución de utilidades, entrega de las utilidades a los accionistas, puesto que son cuestiones
totalmente opuestas y excluyentes entre sí, mucho menos que prueba el pago de dividendos, pues aún y
cuando por error dicho documento dice que es el efecto de la capitalización, hay prueba material (…) que
demuestra que ello no fue así (…)

»… la Sala sentenciadora, equívocamente estima que al no tenerse por probada la escrituración y posterior
registro del aumento de capital acordado en el año dos mil doce (…) entonces, automáticamente, el acta cuyo
error de apreciación ahora se denuncia prueba que no se di0 la capitalización de utilidades y, tiene por
probado que la Asamblea lo que acordó es la distribución de utilidades y en consecuencia el pago de
dividendos, lo cual del documento relacionado no se puede extraer de ninguna manera, evidenciándose
nuevamente la tergiversación de dicho documento.

»Al analizar el documento en forma integral, se logra evidenciar sin lugar a duda que la intención de los
accionistas nunca fue la de decretar la distribución de utilidades y pago de dividendos, contrario a lo anterior,
la intención de los mismos (…) fue acordar: «Aprobar el proyecto de capitalización de utilidades…». Por lo
tanto, es palpable la tergiversación que de dicho documento hace la Sala sentenciadora, puesto que
desconoce lo que realmente dicho prueba, es decir que lo acordado en la misma fue la capitalización de
utilidades no así la distribución de utilidades y ulterior pago de dividendos.

»II. La equivocación en la percepción de los hechos que se evidencia con dicho documento es
decisiva, debido a que, de no haber existido el yerro, el fallo se hubiese pronunciado declarando con lugar la
demanda, debido a que con dicho documento la Sala sentenciadora equívocamente tiene por probado que lo
que sucedió en el caso objeto de estudio fue un pago de dividendos y no la capitalización de utilidades (…)

»III. El error resulta de un documento auténtico. El documento relacionado es un documento autentico,


como bien lo indica la Sala sentenciadora, sin que ninguna de las partes hubiese denunciado su nulidad o
falsedad entro del proceso.

»Así las cosas, la Sala sentenciadora al resolver incurre en el submotivo relacionado, pues tergiversa su
contenido al hacer un análisis parcial del documento, tergiversando a su vez lo que realmente se constata de
dicho documento en su totalidad, por lo que equívocamente se asegura algo que la prueba relacionada no
contiene (…)

»La equivocación en que incurre la sala sentenciadora en la percepción de los hechos que se evidencian con
dicho documento es decisiva, pues de no haber incurrido en ella la Sala sentenciadora: a) tendría por probada
la capitalización de utilidades retenidas; y b) no tendría por probado la distribución de utilidades y ulterior pago
de dividendos (sic)…».

Alegaciones

La Superintendencia de Administración Tributaria arguyó que: «… En relación a la explicación de la


determinación de oficio sobre base cierta, identificado como uno punto uno, anexa a la Audiencia, A-2016-21-
01-000101 del 22 de septiembre de 2016, dentro del expediente administrativo (…)

»… es preciso indicar que tampoco del análisis de dicho documento, el Tribunal hubiere llegado a la
conclusión que era el medio idóneo para resolver la controversia, ya que únicamente hace cita de ello, pero le
dio valor probatorio a las actas mencionadas, tal y como lo transcribe el propio contribuyente en su recurso,
por lo que no se configura el submotivo invocado, ya que no tuvo incidencia para la resolución del fallo, y no
fue el medio de prueba principal que el Tribunal tomó en consideración para fundar su decisión; por lo tanto
deberá declararse sin lugar el submotivo invocado.

»Por tal razón, es preciso indicar que tampoco del análisis de dicho documento, el Tribunal hubiere llegado a
la conclusión que era el medio idóneo para resolver la controversia, ya que únicamente hace cita de ello, pero
le dio valor probatorio a las actas mencionadas, tal y como lo transcribe el propio contribuyente en su recurso,
por lo que no se configura el submotivo invocado (…)

»La entidad contribuyente estima que el Tribunal tergiversó la certificación del acta de asambleas generales,
número AGA-cero cuatro/dos mil trece, en la que se transcribe parte de la Asamblea General Ordinaria
Totalitaria de Accionistas de la entidad Credomatic de Guatemala, S.A. celebrada el 22 de abril de 2013, que
obra en el expediente administrativo (…)
»… fue evidente que tampoco el Tribunal le está confiriendo una tergiversación a dicho documento, asimismo
de tal repartición de utilidad que establecen la Asamblea de FORMA LITERAL a su vez al haber repartido
éstas realiza la capitalización de dichas utilidades, que fueron repartidas de una cuenta a otra, por “simples
partidas contables” tal y como lo manifiesta la ley, lo que tampoco puede significar que la Sala le esté dando
otro significado a lo que literalmente manifiesta tal acta.

»Por lo que erróneamente manifiesta el casacionista en su memorial al establecer lo siguiente:

»“El hecho de que, al redactarse el acta, esa consigne la frase “por tratarse de una distribución de dividendos
en acciones” no le resta materialidad a la capitalización de utilidades”.

»De lo expuesto anteriormente por la entidad casacionista, carece de lógica, ya que materialmente no se
hubiera podido realizar “la capitalización de utilidades” si éstas no se hubieran repartido entre sus
accionistas.

»Por lo tanto tales transacciones hubieran sido materialmente imposibles para la Sociedad si los accionistas
no hubieran estado de acuerdo en precisamente capitalizar SUS UTILIDADES QUE PREVIAMENTE SE LES
HABÍAN REPARTIDO. Por lo que se puede concluir que efectivamente la Sala al momento de resolver no
tergiversó el contenido de dicho documento, ya que de la literalidad de éste se evidencia que lo que se realizó
previo a capitalizar las utilidades fue la repartición de utilidades en especie, por lo cual no se configura el
submotivo invocado (sic)…».

La Procuraduría General de la Nación, señaló que: «… La entidad casacionista considera que se tergiverso
la explicación de la determinación de oficio sobre base cierta, identificada como punto uno, anexa a la
Audiencia A-2016-21-01-000101 del 22 de septiembre de 2016 (…) la Sala Sentenciadora interpreto la
explicación efectuada por la Administración Tributaria de manera literal, considerando que dicha explicación
contiene el examen lógico que le permitió arribar al ajuste discutido. En ese sentido, la Sala Sentenciadora no
le dio una interpretación errónea o falsa a la explicación aportada como un medio de prueba, puesto que
coinciden las consideraciones de la resolución con el contenido de la explicación (…)

»La entidad casacionista considera que la Sala Sentenciadora tergiverso el contenido de la Certificación de
Acta para Asambleas Generales número AGA-cero cuatro7dos mil trece (…)

»Con relación al presente medio de prueba, de la lectura del punto tercero del acta discutida se puede
observar que si bien es cierto se acuerda la capitalización de utilidades retenidas, se aprobó que se
distribuyera las nuevas acciones que fueran a ser emitidas, lo que implica una interpretación apegada a la
redacción literal de dicho medio de prueba (sic)…».

Análisis de la Cámara

El error de hecho en la apreciación de la prueba por tergiversación, consiste en que el Tribunal aprecia
erróneamente la información o los hechos contenidos en la prueba legalmente aportada al proceso,
obteniendo conclusiones distintas de las que realmente representa; dicho yerro debe ser determinante de tal
manera, que pueda cambiar el resultado del fallo impugnado.

La casacionista argumentó, respecto del submotivo que existió tergiversación en relación a los documentos
consistentes en:

I. Explicación de la determinación de oficio sobre base cierta, identificada como uno punto uno, anexa a la
Audiencia A guion dos mil dieciséis guion veintiuno guion cero uno guion cero cero cero cero ciento uno del
veintidós de septiembre de dos mil dieciséis, dentro del expediente administrativo SAT dos mil dieciséis guion
veintiuno guion cero uno guion cuarenta y cuatro guion cero cero cero cero trescientos quince, la cual obra
dentro del expediente administrativo.

Al respecto señaló que la Sala tergiversa el contenido del documento denunciado, sin tomar en cuenta que del
mismo no se puede extraer las conclusiones a las que llegó la Superintendencia de Administración Tributaria,
debido a que son aspectos fácticos que, con una simple explicación, es imposible que se tengan por
demostrado. Indicó que el documento no es nulo ni falso, por ende es auténtico, ya que fue emitido por la
administración tributaria en el ejercicio de sus funciones, por lo que no ameritaba ser impugnado.

II. Certificación de acta para asambleas generales número AGA-cero cuatro/dos mil trece, en la que se
transcribe parte de la Asamblea General Ordinaria Totalitaria de Accionistas de la entidad Credomatic de
Guatemala, Sociedad Anónima, celebrada el veintidós de abril de dos mil trece.

La casacionista indicó que la Sala tergiversó dicho documento al estimar que se probó la distribución de
utilidades a favor de los accionistas y que al apreciar dicho medio de prueba lo hace en forma parcial, por lo
que hace conclusiones equivocadas sobre el contenido del mismo. Señaló que se acordó en la certificación
del acta en cuestión fue la capitalización de utilidades retenida y que no era posible consensuar en forma
simultanea la capitalización de utilidades retenidas, mucho menos pago de dividendos, pues aun cuando por
error se dio que es el efecto de la capitalización, hay prueba material que demuestra que ello no fue así.

La Sala consideró en su sentencia, que: «… Entiéndase que será aumento de capital por capitalización de
utilidades si el capital es parte de la sociedad, pero una vez se acuerde su distribución es lógico que,
independientemente de cómo se acuerde la distribución, eso no es más que un pago de dividendos, que está
al pago del impuesto sobre la renta, conforme el artículo 4 numeral 3) de la Ley de actualización Tributaria; y,
por ende, esa distribución, aunque haya sido en especie, es un hecho generador del mencionado impuestos,
teniendo el contribuyente, la harta obligación de retener el cinco por ciento del mencionado impuesto, por el
valor indicado, por lo que se le otorga la razón a la administración tributaria en cuanto a que el resultado del
impuesto sobre la renta no retenido ni enterado a la administración tributaria es por tres millones ochocientos
noventa mil quetzales (…) hecho que se probó con la última de las actas mencionadas, documento al cual se
le otorga valor probatorio, al igual que a la explicación del ajuste, el cual no fue redargüido de nulidad o
falsedad (sic)…»

Esta Cámara, al analizar los documentos señalados de tergiversados y la sentencia proferida por la Sala,
considera importante señalar que:

I. En cuanto a la explicación de la determinación de oficio sobre base cierta, identificada como uno punto uno,
anexa a la Audiencia A guion dos mil dieciséis guion veintiuno guion cero uno guion cero cero cero ciento uno
del veintidós de septiembre de dos mil dieciséis, dentro del expediente administrativo SAT dos mil dieciséis
guion veintiuno guion cero uno guion cuarenta y cuatro guion cero cero cero cero trescientos quince, la cual
obra dentro del expediente administrativo; esta Cámara considera que no le asiste la razón a la casacionista,
toda vez que en las consideraciones de la sentencia de mérito, si bien el tribunal sentenciador hace referencia
al documento en cuestión, se limita únicamente a indicar que: «… En la explicación de la determinación,
identificada como ajuste uno punto uno, folio doscientos treinta y nueve del expediente administrativo, la
administración tributaria indicó que, según registros de los folios número cuatrocientos noventa y seis y
cuatrocientos noventa y ocho, del libro mayor, determínala disminución (cargo) de los saldos de la cuenta
contable denominada utilidad del periodo o anterior, con abono a la cuenta contable denominada capital no
pagado (sic)…». Siendo pertinente hacer referencia que también señaló: «… se le otorga la razón a la
administración tributaria en cuanto a que el resultado del impuesto sobre la renta no retenido ni enterado a la
administración tributaria es por tres millones ochocientos noventa mil quetzales (…) hecho que se probó con
la última de las actas mencionadas, documento al cual se le otorga valor probatorio, al igual que a la
explicación del ajuste, el cual no fue redargüido de nulidad o falsedad (sic)…». Esta circunstancia demuestra
que el Tribunal sentenciador hace alusión a la «explicación de la determinación de oficio» al mencionar que:
«… determínala disminución (cargo) de los saldos de la cuenta contable denominada utilidad del periodo o
anterior, con abono a la cuenta contable denominada capital no pagado (sic)…».

Resulta pertinente señalar que la casacionista no indica específicamente en que consiste la tergiversación que
el Tribunal sentenciador hace del medio de prueba en cuestión, ya que de sus argumentos se evidencia
únicamente la percepción que tiene la solicitante del mismo y cómo a su criterio lo debió apreciar la Sala, sin
especificar en qué momento realiza el argumento con el que, supuestamente, extrajo las conclusiones que no
correspondían al medio de prueba impugnado, por lo que al no indicarle al tribunal de casación las razones
por las cuales se cometió el supuesto yerro, se encuentra imposibilitado de incursionar en el análisis
propuesto, por lo que el submotivo invocado deviene improcedente en cuanto a este medio de prueba.

II. Con relación a la certificación de acta para asambleas generales número AGA-cero cuatro/dos mil trece, en
la que se transcribe parte de la Asamblea General Ordinaria Totalitaria de Accionistas de la entidad
Credomatic de Guatemala, Sociedad Anónima, celebrada el veintidós de abril de dos mil trece; este Tribunal
de Casación estima que no le asiste la razón a la casacionista, en cuanto a que la Sala incurrió en error de
hecho en la apreciación de la prueba por tergiversación, toda vez que del contexto de la consideración
referente al documento impugnado, el tribunal sentenciador hace la apreciación correcta del contenido del
mismo, ya que al analizar su contenido, se establece que efectivamente la entidad, a través de la asamblea
general ordinaria totalitaria de accionistas, acordó aprobar el proyecto de capitalización de utilidades
presentado, haciendo la aclaración que las setecientos setenta y ocho mil acciones ordinarias sean suscritas,
emitidas y distribuidas entre los actuales accionistas de la sociedad, en proporción a las acciones
desembolsadas o aportaciones adicionales, haciendo la aclaración que no se exigió a los accionistas
desembolso o aportación adicional alguna por tratarse de una distribución de dividendos en acciones entre
aquellos. Por lo que esa circunstancia implica que se trata de un pago en especie de dividendos,
constituyendo dicho pago una renta e incremento en el patrimonio de los accionistas en forma proporcional a
la participación de los accionistas en la sociedad.

Lo anterior demuestra que el Tribunal cuestionado en ningún momento extrajo conclusiones que no
correspondían con el contenido del mismo, como lo pretende evidenciar la recurrente. Esta Cámara concluye
que al no configurarse el yerro denunciado, el submotivo invocado en relación a este medio de prueba resulta
improcedente.

CONSIDERANDO III

III. 1 Aplicación indebida de la ley

La casacionista argumentó, respecto a este submotivo: «… APLICACIÓN INDEBIDA DEL ARTÍCULO


4 (…) LEY DE ACTUALIZACIÓN TRIBURARIA (…)

»De lo resuelto por la Sala sentenciadora se colige que ésta estima (equívocamente) que el artículo cuya
infracción se denuncia, contiene la tipificación de un hecho generador del Impuesto Sobre la Renta, indicando
precisamente que, al acordarse una distribución (…) la cual a su decir no es más que un pago de dividendos,
entonces se genera la obligación de mi representada de retener el impuesto sobre el porcentaje
correspondiente de conformidad con dicha disposición legal.

»El artículo 31 del Código Tributario establece (…)

»… que para que se genere obligación tributaria de pagar un impuesto debe:

»1. Existir el presupuesto establecido en la ley que tipifica el tributo; y,

»2. Que el presupuesto establecido en la ley acontezca en la realidad.

»Al efecto, el artículo 4, inciso 3, de la Ley de Actualización Tributaria, indica (…)

»De la simple lectura del artículo ahora denunciado, se establece sin lugar a duda qué dicha disposición legal
lo que regula es, la enumeración de qué rentas se consideran de fuente guatemalteca, específicamente en su
inciso No. 3. aquellas conocidas como de capital y ganancias de capital, indicándose inclusive, al inicio de
dicho artículo sean afectas o exentas del impuesto.

»En otras palabras, lo que dicho artículo regula son los tipos de renta de fuente guatemalteca, no los hechos
generadores del impuesto, susceptibles de generar la obligación tributaria, es decir, el presupuesto legal que
hace que nazca a la vida jurídica la obligación del contribuyente de pagar el impuesto. Dicha norma no
contiene los hechos generadores del impuesto, es decir, no regula el presupuesto establecido por la ley, para
tipificar el tributo y cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria, puesto que, insistimos,
únicamente contiene la enumeración de las rentas, afectas y exentas, que se consideran de renta
guatemalteca, sin que se establezca hecho alguno que se pueda determinar como generador de la obligación
tributaria.

»En ese sentido se ha pronunciado la Corte de Constitucionalidad (…)


»Exp. No. 317-2013 (...)

»Exp. No. 358-2013 (…)

»… la propia Corte de Constitucionalidad ha establecido en diversos fallos que el artículo 4 de la Ley de


Actualización Tributaria, norma cuya infracción ahora se denuncia, lo único que contempla es en sí la
clasificación de las rentas guatemaltecas, e indica que disposición sólo las define, y que en sí dicha
disposición NO CONTEMPLA el hecho generador del impuesto.

»Por tal razón, es evidente que el fallo impugnado adolece de la infracción ahora en casación denunciada,
pues la Sala sentenciadora, para resolver la litis, aplicó en forma indebida una norma que no es la que
contempla el hecho generador del impuesto, la cual permitiera al juzgador establecer si mi representada
estaba o no en la obligación de practicar la retención pretendida sobre la capitalización de utilidades acordada
en Asamblea de Accionistas (…)

»De la incidencia en el fallo.

»La aplicación indebida de la norma citada incide en la sentencia dictada por la Sala (…) porque si tal
infracción no se hubiere cometido –y no se hubiese aplicado la norma por la sala sentenciadora- , la Sala
hubiere determinado que en efecto en la Ley de Actualización Tributaria, artículo 4, inciso 3, no se contempla
ningún hecho generador del Impuesto Sobre la Renta, y en consecuencia hubiese determinado la
improcedencia de la determinación de oficio sobre base cierta por no contar con un fundamento legal sobre el
cual puede prosperar el mismo (sic)…».

Alegaciones

La Superintendencia de Administración Tributaria, alegó que: «… la entidad casacionista presenta


argumentos propios de un submotivo de distinta naturaleza, es decir de interpretación errónea de ley, ya que
al leer los argumentos expuestos, lo que indica de forma clara es que la sala interpreta de forma errónea tal
norma al realizar la aplicación de ésta a los hechos controvertidos, lo anterior, constituye un defecto de
planteamiento insoslayable que hacen que el Honorable Tribunal de Casación no entre a conocimiento del
submotivo invocado, lo anterior también que al hacerlo, el contribuyente no está respetando los hechos
acreditados por la Sala sentenciadora, es decir, el hecho de que hubo repartición de utilidades y que en efecto
debió de haber pagado el Impuesto Sobre la Renta correspondiente (sic)…».

La Procuraduría General de la Nación, señaló que: «… Si bien es cierto que la entidad casacionista
presentó el submotivo de violación de ley por inaplicación, la razón de ser de dichos submotivos así como su
argumentación no guarda una relación directa con el presente submotivo de aplicación indebida, incumpliendo
de esa manera con la técnica requerida por la Honorable Cámara Civil (sic)…».

III.2 Violación de ley por Inaplicación

Respecto de este submotivo, la recurrente argumentó: «… VIOLACIÓN DE LEY POR INAPLICACIÓN DEL
ARTÍCULO 208 DEL CÓDIGO DE COMERCIO

»… lo que mi representada acordó en Asamblea General de Accionistas, fue la CAPITALIZACIÓN DE


UTILIDADES RETENIDAS, habiendo quedado demostrado dentro del proceso (…)

»Dicha capitalización de utilidades retenidas tiene su fundamento en los artículos 207 y 208 del Código de
Comercio, los cuales en su orden establecen que, esta puede ser una de las formas de pago del aumento de
capital regulado en el artículo 203 del Código de Comercio, y que, en todo caso, que las nuevas aportaciones
sociales o las acciones de esta nueva emisión, se asignarán gratuitamente a los socios o accionistas en
proporción directa de las acciones que tuvieren a la fecha en que se acordó el aumento (…)

»En cuanto al artículo 208, sobre cual se da la infracción ahora denunciada, su omisión tiene incidencia en el
fallo pues precisamente es el artículo que regula la entrega de las acciones a los accionistas en caso de
capitalización de utilidades, entrega la cual es lo que confunde el fisco, y ahora la Sala sentenciadora como
pago en especie de una distribución de utilidades y pago de dividendos, siendo el caso que son operaciones
mercantiles totalmente distintas (…)

»… la Sala sentenciadora deja de aplicar el artículo cuya infracción se denuncia bajo la equivoca exigencia de
que, al no probarse el aumento a capital, hecho que no es controvertido, entonces no puede aplicar el artículo
relacionado.

»En el presente caso, es evidente que se deja de aplicar la norma que contempla la razón de la entrega de las
acciones por motivo de la capitalización de utilidades retenidas (…) bajo la exigencia de evidencia del
aumento de capital, lo cual no es un hecho controvertido. Es decir, por no probar un hecho que ni siquiera es
controvertido dentro del proceso, la Sala deja de aplicar la norma que precisamente sustenta la entrega de las
acciones, y sobre la cual se permite colegir que dicha entrega no es de ninguna manera un pago en especie
de dividendos, puesto que la entrega no es más que por efecto de la capitalización de utilidades, tal y como
dicha norma lo regula.

»… la Sala sentenciadora deja de aplicar la norma que corresponde para dar solución a la litis, a su decir
porque no se probó un hecho que no era controvertido, y decimos que no era controvertido puesto que SAT
en ningún momento, ni en la fase administrativa ni en proceso contencioso administrativo cuestionó la
materialidad del acuerdo de aumento de capital y su registro, puesto que, lo que se discutía en el presente
caso era, si por el hecho de haber entregado mi representada acciones a sus accionistas (como consecuencia
de la capitalización de utilidades), se había incurrido en un pago de dividendos en especie, o si por lo
contrario, la entrega era consecuencia de la capitalización de utilidades.

»De lo anterior es evidente que mi representada no tenía la obligación de probar el aumento de capital, pues
ese no era el hecho controvertido ni reprochado por SAT, por lo que pretender exigir dicha prueba para aplicar
la norma que, en efecto es la idónea para resolver el presente asunto, es por demás una decisión arbitraria,
puesto que sobre tal hecho (…) no se le dio a mi poderdante la oportunidad de pronunciarse ni probar en
contra dentro de la fase administrativa ni en la judicial (…)

»De la incidencia en el fallo.

»… la violación por inaplicación de la norma citada incide en la sentencia (…) porque si tal infracción no se
hubiere cometido (…) la Sala se habría pronunciado en favor de mi representada, toda vez que hubiera
reconocido que mi representada entregó las acciones a sus accionistas no por un pago de dividendos en
especie, sino por consecuencia propia de la capitalización de utilidades retenidas (sic)…».

Así también invocó el submotivo de violación de ley por inaplicación del artículo 93 del Decreto 10-2012 del
Congreso de la República, al señalar que: «… El artículo cuya inaplicación ahora se denuncia es categórico al
indicar que el caso de los bancos y sociedades financieras que integren grupos financieros se causará el
impuesto y surgirá la obligación de retención, ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE cuando el pago de los dividendos
sea haga a los accionistas de la entidad controladora o entidad responsable del grupo financiero.

»Dentro del expediente obra la constancia respectiva que mi representada forma parte del grupo financiero
BAC-CREDOMATIC siendo en su caso el BANCO DE AMERICA CENTRAL, S.A. la entidad controladora del
grupo, por lo que, aún y cuando se estimase equívocamente que mi representada lo que hizo fue un pago de
dividendos, sobre el mismo de todas maneras no se hubiese causado el impuesto, y mi representada no
tendría la obligación de retención sobre dicho pago, toda vez que la propia ley en el artículo citado la exime
del mismo.

»Por lo tanto, el tribunal sentenciador, al resolver debió aplicar la disposición legal infringida, pues mi
representada al ser parte del grupo financiero antes relacionado, el impuesto ilegítimamente pretendido no se
causa ni existe obligación legal de hacer la retención, puesto que, como insistimos, de estimarse que se dio
un pago de dividendos, se debía aplicar dicha norma, por lo que al no hacerlo se infringe por inaplicación
dicha disposición legal.

»De la incidencia del yerro en sentencia.


»La violación por inaplicación de la norma citada incide en la sentencia dictada por la Sala (…) porque si tal
infracción no se hubiere cometido (…) la Sala se habría pronunciado en favor de mi representada, toda vez
que hubiera reconocido que mi representada (…) el impuesto no se causó y tampoco tenía obligación legal de
retener (sic)…».

Alegaciones

La Superintendencia de Administración Tributaria, alegó que: «… DEL SUBMOTIVO PLANTEADO DE


VIOLACIÓN DE LEY POR INAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 208 DEL CÓDIGO DE COMERCIO

»… la Sala sentenciadora (…) al realizar el análisis y estudio de normas tributarias y la aplicación de las
mismas a los hechos controvertidos, se puede verificar que no tiene incidencia alguna la inaplicación del
artículo 208 del Código de Comercio, ya que ésta norma no contiene el supuesto jurídico hipotizado, en los
hechos que se discuten y que fueron motivo de litis, como tampoco, el contribuyente está de nueva cuenta
respetando los hechos materiales probados por la Sala sentenciadora, al verificar el Acta de Asamblea que
también fue motivo de un submotivo en la presente casación; por lo tanto el artículo 208 del Código de
Comercio no es una norma que hubiese podido resolver la controversia de carácter tributario.

»Además se constituye un defecto de planteamiento, ya que invoca el submotivo de violación de ley por
inaplicación del artículo 208 del Código de Comercio y cuando desarrolla la tesis de dicha norma, menciona
otras normas que no son motivo de análisis ni las impugna como de inaplicadas, tal como el artículo 203 y 207
del Código de Comercio, lo cual indefectiblemente constituye un defecto de planteamiento, ya que no existe
una tesis clara y específica de la norma denunciada como supuestamente inaplicada, lo anterior sin entrar a
conocimiento del propio artículo, que no resuelve la controversia de materia tributaria.

»También conviene hacer mención que al mencionar tal artículo, no respeta los hechos probados por la Sala
sentenciadora, ya que estima el contribuyente yéndose totalmente contra la razón, que al manifestar: “que la
entrega de las acciones sobre la cual se permite colegir que dicha entrega no es de ninguna manera un pago
en especie de dividendos, puesto que es la capitalización de utilidades” (…) ya que ésta como lo establece el
propio contribuyente únicamente regula el procedimiento mercantil para la capitalización de utilidades, pero no
tiene relevancia en cuanto a la discusión tributaria que afecta, y que fue motivo de ajuste por la Administración
Tributaria, y por ende tal artículo no es aplicable al hecho controvertido (…)

»VIOLACIÓN DE LEY POR INAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 93 DEL DECRETO 10-2012 DEL CONGRESO
DE LA REPÚBLICA.

»De la tesis expuesta por la entidad casacionista se puede colegir nuevamente que sin respetar los hechos
acreditados por la Sala sentenciadora, en la cual efectivamente se determinó que si se repartió utilidades, el
contribuyente pretende darle principalmente a éste un significado distinto a dicho artículo asumiendo que pro
ser una entidad financiera no debía retener el cinco por ciento de la distribución realizada, sin embargo, la
propia Sala sentenciadora, aún no habiendo copiado en su literalidad el artículo denunciado, si fue
mencionado en la sentencia del estudio de las argumentaciones realizadas por ésta, estableciendo que
efectivamente el contribuyente debió de retener el cinco por cinco correspondiente (sic)…».

La Procuraduría General de la Nación, argumentó que: «… el artículo 208 (que regula la capitalización de
reservas o de utilidades) no fue considerado por la Sala Sentenciadora debido a que la entidad casacionista
no cumplió con los requisitos legales regulados en el artículo 206 del Código Comercio para considerar la
aplicación del artículo 208. De acuerdo a dicho análisis, la Sala Sentenciadora plasmo en la sentencia
recurrida que al no probarse la inscripción de aumento de capital, no deviene necesario la consideración y
aplicación de la norma contenida en el artículo 208 (sic)…».

Análisis de la Cámara

Es importante indicar que los submotivos de violación de ley por inaplicación y aplicación indebida de la ley
son complementarios, es decir, forman una proposición jurídica completa, por lo que en el presente caso, se
analizarán por parte de este Tribunal, en forma conjunta.
La aplicación indebida de ley se configura cuando una norma no pertinente, que fue creada y diseñada por el
legislador para un supuesto fáctico diferente al caso concreto, es utilizada para resolver la controversia.

La violación de ley por inaplicación constituye una infracción cometida en la actividad intelectual del juzgador,
quien al fundamentar su decisión no aplica al caso controvertido la norma pertinente que ha debido aplicar y
que resuelve la controversia.

A. En cuanto al submotivo de aplicación indebida de la ley, la casacionista señaló que la Sala para
resolver la litis, aplicó en forma indebida una norma que no es la que contempla el hecho generador del
impuesto, la cual permite al juzgador establecer si la entidad contribuyente estaba o no en la obligación de
practicar la retención pretendida sobre la capitalización de utilidades acordada en asamblea de accionistas.
Asimismo, indicó que la aplicación indebida de la norma citada incide en la sentencia cuestionada, porque de
no haberse dado tal infracción, la Sala hubiera determinado que en efecto en el artículo 4 inciso 3, de la Ley
de Actualización Tributaria, no se contempla ningún hecho generador del impuesto sobre la renta y en
consecuencia, hubiese determinado la improcedencia de la determinación de oficio sobre la base cierta, por
no contar con un fundamento legal sobre el cual puede prosperar el mismo.

La Sala al respecto consideró que: «... Entiéndase que será aumento de capital por capitalización de
utilidades si el capital es parte de la sociedad, pero una vez se acuerde su distribución es lógico que,
independientemente de cómo se acuerde la distribución, eso no es más que un pago de dividendos, que está
al pago del impuesto sobre la renta, conforme el artículo 4 numeral 3) de la Ley de actualización Tributaria; y,
por ende, esa distribución, aunque haya sido en especie, es un hecho generador del mencionado impuestos,
teniendo el contribuyente, la harta obligación de retener el cinco por ciento del mencionado impuesto, por el
valor indicado, por lo que se le otorga la razón a la administración tributaria en cuanto a que el resultado del
impuesto sobre la renta no retenido ni enterado a la administración tributaria es por tres millones ochocientos
noventa mil quetzales (sic)....».

Para el análisis del presente submotivo, se hace necesario traer a la vista el contenido del artículo 4 inciso 3)
de la Ley de Actualización Tributaria, el que preceptúa: «… Son rentas de fuente guatemalteca,
independientemente que estén gravadas o exentas, bajo cualquier categoría de renta, las siguientes (…)

»3. RENTAS DE CAPITAL Y GANANCIA DE CAPITAL:

»Con carácter general son rentas de fuente guatemalteca las derivadas del capital y de las ganancias de
capital generadas en Guatemala, percibidas o devengadas en dinero o en especie, por residentes o no en el
país…».

En el presente caso, la casacionista señala como submotivo la aplicación indebida del artículo 4 inciso 3, de la
Ley de Actualización Tributaria, bajo el argumento que el mismo contempla la enumeración de qué rentas se
consideran fuente guatemalteca y no los hechos generadores del impuesto; así también indicó que al aplicar
indebidamente la norma no permitió al tribunal sentenciador establecer si la entidad contribuyente estaba o no
obligada a practicar la retención pretendida sobre la capitalización de utilidades acordadas en asamblea
general de la sociedad.

De los argumentos vertidos por la entidad casacionista que sustentan el submotivo de procedencia, de lo
expuesto por la Sala sentenciadora y el contenido de la norma denunciada, este Tribunal de Casación
considera que, en el contexto de las consideraciones de la sentencia de mérito, se establece que el Tribunal
sentenciador no incurrió en la aplicación indebida del precepto legal en cuestión, debido a que el artículo 4
inciso 3, de la Ley de Actualización Tributaria, es pertinente para resolver la controversia, pues este establece
que, son consideradas rentas de fuente guatemalteca, las derivadas de capital y de las ganancias de capital,
percibidas o devengadas en dinero o en especie, por residentes o no en Guatemala, entre ellos los
dividendos, utilidades, beneficios y cualquier otra renta derivada de la participación o tenencia de acciones en
personas jurídicas, el cual, complementado con lo preceptuado en el artículo 84 inciso d) del mismo cuerpo
legal, que establece en cuanto al hecho generador, el campo de aplicación, y que contempla la distribución de
dividendos, ganancias y utilidades independientemente de la denominación o contabilización que se le dé, por
lo que al haber quedado establecido que la Sala determinó, por medio de las constancias procesales, que la
emisión de las acciones provenía de una capitalización de utilidades y que la distribución de estas utilidades
constituía el hecho generador de este impuesto, se arriba a la conclusión que la aplicación del artículo
denunciado resulta pertinente, al complementarse con la normativa antes citada, demás normativa aplicable y
la plataforma fáctica, por lo que el submotivo invocado deviene improcedente.
B. Con relación a la violación de ley por inaplicación de los artículos 208 del Código de Comercio y 93
del Decreto 10-2012 del Congreso de la República de Guatemala, la casacionista argumentó: Respecto del
artículo 208 del Código de Comercio, que en asamblea general de accionistas se acordó la capitalización de
utilidades retenidas, circunstancia que quedó demostrado en el proceso la materialización de dicha operación
mercantil; que dicha capitalización tiene su fundamento en los artículos 207 y 208 del Código de Comercio, los
cuales establecen que la misma puede ser una de las formas de pago del aumento de capital regulado en el
artículo 203 del código relacionado y que, en todo caso, las nuevas aportaciones sociales o las acciones de
esta nueva emisión, se asignarán gratuitamente a los socios o accionistas en proporción directa de las
acciones que tuvieren a la fecha en que se acordó el aumento. Indicó que en cuanto al artículo 208 ya
relacionado, su omisión tiene incidencia en el fallo, ya que es el precepto legal que regula la entrega de las
acciones a los accionistas en el caso de capitalización de utilidades, lo cual confunde al fisco y la Sala lo
considera pago en especie de una distribución de utilidades y pago de dividendos. Agregó que el Tribunal
sentenciador omite utilizar el artículo en cuestión, bajo la equívoca exigencia de que, al no probarse el
aumento a capital, dicho precepto no resuelve la controversia, siendo evidente que se deja de aplicar la norma
bajo la exigencia del aumento de capital, lo cual no es un hecho controvertido.

La Sala consideró al respecto: «… Es así como se estima que el ajuste motivo de litis sí tiene asidero legal,
pues con el acta indicada se probó que sí hubo distribución de utilidades y pago de dividendos a los
accionistas, lo cual se hizo en especie, mediante la orden de emitir acciones por el monto aprobado a
destruirse. Entonces, si bien es cierto, el artículo 208 del Código de Comercio otorga la facultad de emitir
nuevas acciones por el capital de reservas o de utilidades y que estás pueden ser asignadas de forma gratuita
a cada socio o accionista, en proporción directa de las acciones que tuviere a la fecha en que se acordó el
aumento; el Tribunal considera que esa normativa no es aplicable al caso en concreto, pues aunque al
principio del acta número AGA guion cuatro/dos mil trece, se indicó que se proponía “a los accionistas la
capitalización de utilidades retenidas…”, cierto es que, seguido, se indicó que no se exigía el desembolso o
aportaciones “por tratarse de distribución de dividendos en acciones entre los mencionados accionistas”, lo
cual hace presumir que se trató de la distribución de dividendos lo cual se avala al no probarse que se
inscribió ese supuesto aumento de capital, como se indicó anteriormente (sic)…».

En el presente caso, se hace necesario citar el contenido del artículo 208 del Código de Comercio, el cual
establece: «… En el caso de capitalización de reservas o de utilidades, las nuevas aportaciones sociales, o
las acciones de la nueva emisión tendrán las mismas características que las anteriores. Las nuevas
aportaciones sociales o las acciones de esta nueva emisión, se asignarán gratuitamente a los socios o
accionistas en proporción directa de las acciones que tuvieren a la fecha en que se acordó el aumento…».

Esta Cámara, al realizar el análisis de los argumentos vertidos por la recurrente, las consideraciones
contenidas en la sentencia y el precepto legal indicado, estima que la Sala no incurrió en la violación
señalada, en virtud que el artículo 208 del Código de Comercio preceptúa lo relativo a la capitalización de
reservas o utilidades y que si bien la entidad social acordó la capitalización de las mismas, quedó demostrado
documentalmente que esa capitalización de utilidades se realizó como distribución de aquellas a los socios a
través de la emisión de acciones, lo que implica que se dio un aumento de capital, el cual no fue registrado
por la entidad contribuyente y por lo consiguiente, esa distribución de utilidades en la forma como se hizo,
constituía ganancia de capital que los accionistas obtuvieron, por lo consiguiente estaba sujeto a la retención
legal del impuesto sobre la renta.

Es importante señalar que en el caso bajo análisis no está en discusión las características de las reservas o
utilidades, ni en qué calidad son entregadas las nuevas acciones o aportaciones; en todo caso, se discute el
fin por el que se emitieron las acciones y al tenor de los hechos es evidente que se realizó como pago de las
utilidades de la sociedad a favor de los accionistas, lo que implica que el precepto legal señalado no tiene
aplicación en el presente asunto, como pretende hacerlo valer la casacionista al argumentar que las nuevas
aportaciones sociales o las acciones de la nueva emisión se asignarían en forma gratuita a los socios o
accionistas en proporción directa de las acciones que tuvieran a la fecha en que se acordó el aumento.

Por lo expuesto, se concluye que el Tribunal sentenciador en ningún momento incurrió en el submotivo
invocado en relación a este precepto legal, tomando en cuenta que realizó análisis de las circunstancias
objetivas de la forma de cómo se autorizó la capitalización de utilidades, así como el motivo por el cual no se
exigió el desembolso de las mismas, dado que se emitieron acciones como sustituto de la distribución de
dichas utilidades, en consecuencia no le asiste la razón a la recurrente en cuanto al subcaso de procedencia
señalado. Por lo anterior, el submotivo deviene improcedente en relación a este precepto jurídico.
Con relación al artículo 93 del Decreto 10-2012 del Congreso de la República de Guatemala, la
casacionista señaló que dicho precepto es categórico al indicar que el caso de los bancos y sociedades
financieras que integren grupos financieros se causará el impuesto y surgirá la obligación de retención, única
y exclusivamente cuando el pago de los dividendos se haga a los accionistas de la entidad controladora o
entidad responsable del grupo financiero. Indicó que forma parte del grupo financiero BAC-CREDOMATIC
siendo en su caso el Banco de América Central, Sociedad Anónima, la entidad controladora del grupo, por lo
que, aun y cuando se estimase equívocamente que la entidad contribuyente hizo un pago de dividendos,
sobre el mismo de todas maneras no se hubiese causado el impuesto, y ella no tendría la obligación de
retención sobre dicho pago, toda vez que la propia ley en el artículo citado la exime del mismo, por lo que, a
criterio de la casacionista, la Sala debió aplicar la disposición legal infringida.

El artículo 93 del Decreto 10-2012 del Congreso de la República de Guatemala, establece: «… El tipo
impositivo para la distribución de dividendos, ganancias y utilidades, independientemente de la denominación
o contabilización que se le dé, es del cinco por ciento (5%).

»En el caso de los bancos y sociedades financieras que integren grupos financieros, conforme lo establece la
Ley de Bancos y Grupos Financieros, el impuesto se causa y debe efectuarse la retención, únicamente
cuando el dividendo, ganancia o utilidad sea distribuido a los accionistas de la entidad controladora o entidad
responsable del grupo financiero…».

Esta Cámara considera importante señalar que la casacionista sostiene que al formar parte del grupo
financiero Bac-Credomatic, en el que la entidad controladora es el Banco de América Central, Sociedad
Anónima, no tenía la obligación de hacer la retención del impuesto de mérito sobre el pago, que
supuestamente hizo, toda vez que la propia ley en el artículo citado la exime del mismo, por lo que, a su
criterio, la Sala debió aplicar la disposición legal señalada.

A este respecto, es oportuno indicar que la norma denunciada de inaplicada, no es pertinente, en cuanto al
aspecto relacionado a los grupos financieros, para resolver el presente caso, toda vez que la
Superintendencia de Administración Tributaria formuló el ajuste del impuesto sobre la renta a la entidad
Credomatic de Guatemala, Sociedad Anónima, derivado de la distribución de dividendos en especie
(acciones) como una entidad financiera individual y no como integrante de un grupo financiero al que
pertenece y tomando en cuenta que del análisis del precepto jurídico señalado, se advierte que este regula
cuál es el tipo impositivo en la distribución de dividendos, ganancias y utilidades, posteriormente se refiere al
caso de los bancos y sociedades financieras que integran grupos financieros y cómo se causa la renta
imponible de capital y ganancias de estos, haciendo relación a los dividendos, ganancias o utilidades que
se distribuyan a los accionistas de la entidad controladora o entidad responsable del grupo
financiero; pero este último supuesto jurídico debe entenderse en el sentido de que cuando se refiere a la
distribución de las ganancias o utilidades a los accionistas, no a los bancos o sociedades financieras en lo
individual (que a su vez forman el grupo financiero), sino al conjunto de aquellas que forman el mismo, que
está bajo la administración de una entidad controladora o entidad responsable del grupo financiero. Por lo que
debe tomarse en cuenta que el conjunto de bancos y sociedades financieras forman una entidad colectiva
mercantil, la que obtiene ganancias y utilidades de su actividad como tal, en consecuencia, a la entidad
controladora o responsable le corresponde hacer las retenciones de las ganancias y utilidades que puedan
corresponder a los que forman dicha entidad (grupo financiero).

Lo anterior implica que la norma señalada de inaplicada no contiene los supuestos jurídicos necesarios para
sustituir la norma señalada de aplicada indebidamente, que permitiera a la Sala sentenciadora, al conocer los
aspectos fácticos del caso que subyace a la presente casación, resolver el asunto sometido a su
conocimiento, como lo es la capitalización de utilidades y su distribución a través de la emisión de nuevas
acciones, circunstancia que quedó establecida en autos.

Esta Cámara concluye que los submotivos de aplicación indebida y el de violación de ley por inaplicación,
devienen improcedentes y en consecuencia, la casación debe desestimarse.

CONSIDERANDO IV

De conformidad con el artículo 633 del Código Procesal Civil y Mercantil, es obligatoria la condena en constas
y la imposición de la multa, al ser desestimado el recurso de casación, por lo que en observancia de tal
disposición se hará la declaración correspondiente.
LEYES APLICABLES

Artículos citados y: 12, 203 y 221 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 169 del Código
Tributario; 25, 26, 70, 71, 72, 79, 621 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil; 57, 74, 76, 77, 79 inciso a),
141, 143, 149 y 172 de la Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO

La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con base en lo considerado y leyes citadas,

RESUELVE

I) DESESTIMA el recurso de casación interpuesto. II) Se condena en costas a la entidad interponente y se le


impone multa de quinientos quetzales, que deberá pagar en la Tesorería del Organismo Judicial, dentro del
tercero día de quedar firme el presente fallo. Notifíquese y con certificación de lo resuelto, devuélvanse los
antecedentes a donde corresponde.

Manuel Duarte Barrera, Magistrado Vocal Décimo Tercero, Presidente Cámara Civil. Josué Felipe Baquiax,
Magistrado Vocal Quinto; Silvia Verónica García Molina, Magistrada Vocal Octava; María Eugenia Morales
Aceña, Magistrada Vocal Décima Segunda. Dora Lizett Nájera Flores, Secretaria de la Corte Suprema de
Justicia.

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