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OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Entender el cambio y la evolución dentro de la organización gracias a la transformación digital.


 Conocer y entender el concepto de transformación digital y empresa digitalizada.
 Identificar los nuevos modelos de negocio de la digitalización.

1.1. LA IMPORTANCIA DE CONVIVIR CON EL CAMBIO


El filósofo griego Heráclito dijo hace más de dos mil años que lo único constate es el cambio; y es el cambio aquel que
nos acompañará de forma más intensa en los próximos años. Debido a que nuestro ecosistema, visto desde el punto de
vista del individuo, del consumidor o del profesional, es cada vez más cambiante.
Estamos, queramos o no, en un entorno de constante cambio, y que actualmente en el ámbito empresarial lo hemos
llegado a denominar “entornos VUCA”.

En

algunas ocasiones el término se traduce al español y se usa como VICA, respondiendo a las siguientes siglas:
Esta situación no es ni mucho menos algo fatalista, es una realidad empresarial que incide directamente en el
mundo de los negocios, así como en las personas que están involucradas de un modo u otro en el mismo. Es
decir, influye a nuestro ecosistema que, en definitiva, es ese sistema que está constituido por una comunidad de
seres vivos (nosotros) y el medio natural en que vivimos (nuestro contexto histórico personal y
profesionalmente hablando). Bienvenidos a un ecosistema que cambia de forma constante, que está vivo y
evoluciona sin rumbo fijo, basando sus resultados en lo imprevisto, bienvenidos al actual ecosistema digital.
https://www.youtube.com/watch?v=5Fhg5sVZv64&t=20s

Y ya que hablamos de cambio y de entornos tan inestables como los que analizábamos tenemos un momento,

deberíamos –como profesionales– aprender de este animal, ya que está dispuesto a dar una vida para crecer,

desarrollar y en definitiva evolucionar. Ser consciente de eso conlleva un riesgo y un esfuerzo

extraordinarios. No es casualidad que se mencione ese animal en esta introducción; porque ya lo apuntaron

Charles Darwin (biólogo británico) en El origen de las especies, diciendo que "las especies que sobreviven no

son más fuertes ni más inteligentes", sino que se adaptan mejor al cambio ".

Pues si hacemos un símil con la realidad empresarial tan imprecisa que hemos repasado al comienzo de este
texto, nos daremos cuenta rápidamente de que muchas organizaciones que existen ahora no podrán hacer
frente a la ola de cambios a los que se enfrentarán en un corto, medio o largo plazo, a no ser que preparen a
sus organizaciones y, por ende, a sus profesionales para el cambio. A no ser que sean capaces de adaptarse
mejor al cambio, como decía Darwin; o a no ser que tengan el arrojo de salir de su zona de confort para crecer
y desarrollarse como la langosta.
Nuestro ecosistema es diferente, nos comunicamos y nos relacionamos a través de otros canales,
otros dispositivos y otros códigos; estamos en la era digital. Y aunque en la Harvard Business
Review, Greg Satell, experto en innovación, se permite decir –seguro que con muy buen criterio–
que la era digital está llegando a su fin (enlace), el caso es que estamos inmersos en ella, y aún nos
queda mucho por aprender.
Por rescatar la historia, que es lo que ha contribuido a que seamos como somos ahora, tenemos que
recordar que la revolución industrial cambió por completo todo el proceso productivo, en
definitiva, el cómo trabajábamos; pues las empresas pasaron de ser talleres artesanos a grandes
empresas donde los profesionales no hacían piezas completas como anteriormente, sino que
trabajaban con máquinas, cada una de las cuales realizaba una parte del producto final, que
posteriormente se ensamblaba. Y la producción que se realizaba no era propiedad del obrero que la
hacía posible, sino que ahora existía un rol nuevo, el empresario; quien poseía una fábrica con
máquinas y muchos trabajadores. Y era también el propietario de toda la producción que
efectuaban esos empleados que obtenían como contraprestación un jornal.
Esta revolución propició cambios drásticos en el ecosistema, pues no solo representó un cambio en
el entorno profesional, sino que existieron cambios sociales que afectaron al ciudadano de la época
en lo más profundo de su comportamiento. Por hacer algo de memoria y por contextualizar al
lector, hemos de apuntar que se produjo a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII y es
cuando aparece la máquina de vapor y lo que conocemos como la mecanización de la industria,
algo que suscitó muchos detractores.

Pues había grandes colectivos de personas que destruían la maquinaria, ya que pensaban que éstas
iban a sustituir al hombre como fuerza de trabajo. Algo que hoy, con la revolución digital o con
la cuarta revolución industrial como algunos la llaman, sigue ocurriendo, pues encontramos
personas que no comprenden ni comparten los nuevos modelos de negocio y atacan duramente
contra estas iniciativas que representan la economía digital disruptiva del mundo actual.
Estableciéndose en la categoría de revolución, por tratarse de un cambio brusco en el ámbito social,
económico y moral.

Y esta controversia está a la orden del día, pues estos cambios afectan de un modo u otro a todos
los profesionales en activo.
Lo que conocemos como cuarta revolución industrial dispone de una serie de factores que la
caracterizan y que ayudan a entender el cambio drástico en la industria de aquellos tiempos y la
actual, así como la gran capacidad que tienen o tendrán las organizaciones para acceder a la
información en tiempo real de cara a la toma de decisiones.

Recordemos que, en los tiempos pasados, donde primaban en la industria modelos genéricos en el
sistema productivo no existían cambios en las cadenas de producción; pero actualmente el cliente
es quien decide como quiere el acabado del producto, así que la industria tiene que dar respuesta
a esto. La automatización de los procesos es también crucial, entre otras cosas, para eliminar los
errores de fabricación, y para monitorizar todo el ciclo de producción desde que el bien es materia
prima hasta que termina en su destino.

En definitiva, las fábricas denominadas inteligentes, la inclusión de la robótica en el entorno


productivo y la industria 4.0 son algunas de las características que nos ayudan a vislumbrar un
futuro, que en algunos casos ya comienza a ser presente. Ha comenzado y no tiene freno la
transformación de los sistemas productivos, pero que ocurre con el resto del ecosistema. ¿Hemos
notado algún otro cambio?

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