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OPINION SOBRE DECLARATORIAS DE ABANDONO

Esta Asociación considera necesario hacer un breve análisis sobre la figura del abandono,
regulada en la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, en adelante “Ley de Marcas”, que
constituye una sanción dentro el trámite de registro de signos distintivos, ya sea por la
inactividad del solicitante en impulsar el trámite, o por no cumplir ciertos requisitos dentro del
mismo.

La figura del abandono como sanción en el procedimiento, se menciona en tres etapas


diferentes, a lo largo de la ley de marcas, como se explica a continuación:

 En primer lugar en el artículo 13, que reza textualmente: “Examen de Forma Art. 13.-
El Registro examinará si la solicitud cumple con lo dispuesto en el Art. 10 de la presente
Ley. De no cumplir con alguno de los requisitos establecidos en el Art. 10 de esta Ley,
el Registro pronunciará resolución y la notificará al solicitante para que subsane, dentro
del plazo de cuatro meses, el error u omisión, bajo apercibimiento de considerarse
abandonada la solicitud”.

Es evidente que el artículo antes citado, establece la figura del abandono como una sanción
por incumplimiento de requisitos de forma. Obviamente porque el mismo encabezado del
artículo lo establece (Examen de Forma) y además porque hace referencia al incumplimiento
de los requisitos comprendidos en el Art. 10, que enuncia lo que debe contener toda solicitud
de registro de una marca. Entendiéndose que al faltar uno de estos requisitos, el Registro de la
Propiedad Intelectual previene de este hecho al solicitante, y es entonces cuando el plazo de 4
meses para subsanar la prevención, empieza a transcurrir. Asimismo, en tal disposición se
hace mención que el Registro deberá hacer saber al interesado las consecuencias de no
cumplir con dichos requisitos dentro del plazo establecido, es decir, el abandono de la solicitud.
De lo anterior se deduce que en la resolución se deberá indicar de manera expresa tal
consecuencia.
 Otro momento del trámite en el que la que la ley de marcas hace referencia al
abandono, es el establecido en el Art. 18 inc. final, cuando hace referencia que: “En
caso de otorgarse el registro, la resolución correspondiente será notificada al solicitante
a fin de que presente el comprobante de pago de la tasa establecida. Si dentro de los
tres meses siguientes a la fecha en que se hubiese notificado la resolución, el solicitante
no hubiera acreditado el pago de la tasa, quedará sin efecto la resolución, teniéndose
por abandonada la solicitud y archivándose el expediente sin más trámite”. Es evidente
que también se trata de una prevención por un requisito de forma, el cual es sancionado
con la declaratoria de abandono, esta vez por la inactividad en cumplir con la
presentación de la tasa de registro, dentro de un período de tres meses.

 Finalmente, el Art. el Art. 80 de la Ley de Marcas también hace mención de esta figura,
al establecer: “Salvo cuando fuesen aplicables otros plazos especialmente previstos en
esta Ley, las solicitudes de registro y las acciones que se ejerciten bajo el imperio de
esta Ley se tendrán por abandonadas y caducarán de pleno derecho si no se insta su
curso dentro de seis meses, contados desde la última notificación que se hubiera hecho
al interesado o interesados, salvo que se pruebe caso fortuito o fuerza mayor”.

La diferencia en este último caso, la hace que esta disposición se encuentra dentro del capítulo
de las Normas Comunes de la Ley de Marcas, por lo que se aplica en forma general, como el
mismo artículo lo señala, en todos aquellos casos donde no se haya establecido un plazo
específico por la ley. Consideramos importante sobre todo resaltar la parte final del artículo,
donde siempre deja abierta la posibilidad de que el caso fortuito o la fuerza mayor, puedan
superar el abandono, cuando sean comprobados. Esta última parte se vuelve fundamental para
el análisis que estamos realizando en esta oportunidad.

En conclusión, de la lectura de los artículos 13, 18 y 80 de la Ley de Marcas, queda claro que
los primeros dos aplican para cumplir requisitos específicos de forma en nuevas solicitudes de
registro, y el segundo se aplica supletoriamente para todos aquellos procedimientos donde no
haya plazo establecido, entre los que se encuentran los trámites post- registrales, tales como
traspasos, renovaciones, cambios de nombre o dirección.

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Relacionado a los dos artículos anteriores, podemos además mencionar los Acuerdos tomados
en la Cuarta Mesa de Registradores en fecha 22 de junio de 2007, específicamente en el
párrafo segundo del Punto Número Dos, el cual establece: “Si en el trámite de inscripción de
signos distintivos nuevos o en el de renovación del registro, se previene una solicitud por falta o
deficiencia de un requisito de forma y no se evacua en forma satisfactoria, se pondrá del
conocimiento del interesado que el plazo establecido en la Ley, está corriendo a partir de
la notificación de la primera prevención, haciéndole ver que si en el próximo escrito no
evacúa o aclara lo solicitado, se procederá a declarar la solicitud en abandono, de
conformidad a lo establecido en el Art. 13 inciso 2° de la Ley de Marcas y Otros Signos
Distintivos”. (Los resaltados en negritas son nuestros).

Por lo anterior, pese a que no estamos de acuerdo con que se emitan resoluciones con plazos
acumulativos, aún y cuando el solicitante haya intentado, desde un principio, evacuar la
prevención emitida por el Registrador, tal y como se analiza más adelante; consideramos de
mucha importancia que las resoluciones que emita el Registro de la Propiedad Intelectual,
indiquen claramente y en forma expresa la fecha a partir de la cual está corriendo el plazo, así
como las consecuencias de no cumplir con lo requerido, todo ello de conformidad con los
artículos antes relacionados. Pues de no incluirse, se entendería que el plazo está corriendo a
partir de la última resolución, como se realiza en el proceso civil, y como también debería
realizarse en este tipo de procedimientos administrativos.

ANÁLISIS SOBRE SI EL ABANDONO DEBE SER NOTIFICADO O NO

BREVE COMPARACIÓN ENTRE LA FIGURA DEL ABANDONO Y LA CADUCIDAD


DE LA INSTANCIA EN MATERIA JUDICIAL

De la lectura del artículo 80, arriba mencionado, se desprende la necesidad de notificar la


resolución en la cual se declara en abandono de una solicitud, ya que, a partir de la fecha de la
notificación, el interesado puede (o debe) comprobar el caso fortuito o fuerza mayor que le
asiste ¿De qué manera podría el interesado alegar el justo impedimento, si no tiene
conocimiento de que ha existido una declaratoria de abandono?

Como se expresó anteriormente, la figura del abandono de la gestión tiene su fundamento en la


inactividad de la parte interesada por un periodo previamente establecido en la ley. La misma

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figura se presenta en nuestro Código de Procedimientos Civiles, en sus artículos 471-A y
siguientes, en los cuales también se regulan: la sanción por la inactividad de la parte en un
periodo de tiempo prefijado en la ley, la posibilidad de recurrir sobre dicha resolución, así como
los casos en los cuales se puede recurrir de la resolución en la cual se declara caducada la
instancia, estableciendo la importancia de la notificación, para poder interponer los recursos
que la misma ley determina. Para ello, el Código de Procedimientos Civiles establece:

Caducidad de la Instancia

Art. 471.-A.- En toda clase de juicios caducará la instancia por ministerio de ley, si no se
impulsare su curso dentro del término de seis meses, tratándose de la primera instancia, o
dentro de tres meses, si se tratare de la segunda instancia.

Los términos anteriores se contarán desde el día siguiente a la notificación de la última


providencia o diligencia que se hubiese dictado o practicado, según el caso. (86)1 (subrayado
nuestro)

A este punto sería importante analizar porqué el Art. 471-A del Código de Procedimientos
Civiles establece que los términos se cuentan desde la ultima providencia o diligencia. Es
evidente que lo que la ley busca al establecer la sanción por inactividad, es dar impulso al
trámite e impedir maniobras procesales de las partes para dilatar intencionalmente el proceso,
en detrimento de la otra parte. No obstante, dan oportunidad del litigante para que pueda tener
tiempo suficiente para evacuar las prevenciones o requerimientos del tribunal dentro del
proceso.

En ese sentido, ese tendría que ser el enfoque utilizado en el trámite de registro de signos
distintivos, donde también el Registro de la Propiedad Intelectual debe realizar lo necesario
para impedir que el trámite se dilate innecesariamente por parte del solicitante, pero también
debe dar oportunidad al usuario para poder responder las resoluciones que dicho Registro
emite, sin necesariamente tener que ir acumulando plazos, que a la larga podrían perjudicarle
al mismo usuario, al ser declarado un trámite en abandono. Por ejemplo en un trámite de
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POR D.L. Nº 503, del 10 de agosto de 2001, publicado en el D.O. Nº 156, Tomo 352, del 22 de agosto de 2001, SE
INTERPRETA AUTENTICAMENTE EL PRESENTE ARTICULO, POR LO QUE SE TRANSCRIBE TEXTUALMENTE EL
ARTICULO 1 DE DICHO DECRETO, ASI: Art. 1.- Interpretase auténticamente el Art. 471-A, emitido por Decreto Legislativo
Nº 213, de fecha 6 de diciembre del año 2000, publicado en el Diario Oficial Nº 241, Tomo 349 de fecha 22 del mismo mes y
año, en el sentido de que, por carecer tal decreto de efectos retroactivos, los plazos a que se refiere el Art. 471-A del mismo,
comenzarán a contarse a partir de su vigencia. FIN DE NOTA.

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renovación en donde el Registro interpretó que la personería no estaba correctamente
legitimada y la parte alega que si lo estaba; por la misma falta de legitimación de la personería
(muchas veces un simple aspecto de interpretación) se estaría declarando en abandono una
solicitud de renovación e incluso se podría ocasionar que la marca quedara caducada. Otro
ejemplo sería presentar un recibo del Diario Oficial o Diario de Mayor Circulación, con el que se
está demostrando que se ha mandado a publicar la marca, lo cual a todas luces debería
indicarle al Registrador que se está dando impulso al procedimiento y no debería aplicársele
rígidamente el plazo para declarar en abandono el trámite, cuando se está mostrando un
interés real y probado en continuar con la gestión. Es por ello que consideramos importante
que se analice y aplique la figura del abandono, a la luz de la figura de la caducidad de la
instancia dentro de los procesos judiciales.

Siguiendo con el tema de análisis, el Código de Procedimientos Civiles continúa manifestando:

Art. 471.-C.- Declarada la caducidad de la instancia conforme a las disposiciones anteriores, y


notificada que sea, la parte afectada podrá promover el incidente correspondiente para probar
que el proceso no fue impulsado por fuerza mayor.

El incidente deberá promoverse dentro del plazo de ocho días contados a partir del día
siguiente al de la notificación respectiva; caso contrario, quedará firme la resolución que
declara la caducidad de la instancia.

Para los efectos de la presente disposición, la notificación de la providencia que declara


la caducidad deberá practicarse personalmente.

En el incidente el tribunal procederá con conocimiento de causa. (El resaltado es propio)

Art. 471.- D.- La caducidad declarada en primera instancia no extingue la acción deducida, por
lo que el interesado podrá intentarla en todo tiempo promoviendo un nuevo juicio, sin perjuicio
de las prescripciones que puedan haber corrido en su contra.

En segunda instancia la caducidad deja firme la resolución impugnada.

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Art. 471.- F.- Cuando se impugnare la declaratoria de caducidad por error en el cómputo de los
plazos legales a que se sujeta la declaración, sólo se admitirá recurso de revocatoria.

La interlocutoria que decida el incidente a que se refiere el Art. 471.-C de este decreto, admitirá
recurso de revisión para ante el Tribunal Superior correspondiente y éste resolverá con sólo la
vista del incidente.

Art. 471.- I.- El secretario de la oficina judicial en que radiquen los autos, dará cuenta al juez o
tribunal, correspondiente que han transcurrido los términos señalados en el Art. 471.- A, para
que proceda de oficio a declarar la caducidad.

En este mismo orden de ideas valdría la pena también preguntarse, ¿Si a nivel judicial se
notifica la resolución en la cual se establece que ha habido inactividad de la parte en el
proceso, porque no habría de notificarse a nivel de procedimiento administrativo, la resolución
en la cual se declara lo mismo sobre una solicitud presentada?

Si existen dudas sobre la notificación que debe de realizarse de la resolución que declara en
abandono una solicitud, porque el articulo no expresa literalmente que la misma debe ser
notificada, de la misma lectura del artículo se comprende la necesidad de dicha notificación
para que la parte que ha sido declarada inactiva, tenga derecho a comprobar caso fortuito o
fuerza mayor en caso de ser procedente.

Mas allá de las normas civiles, el derecho a ser notificados de la resolución en la cual se
declara el abandono o la caducidad, respectivamente, se desprende de la misma Constitución
de la República, por ser ahí donde se contempla en derecho de defensa y al debido proceso
legal, ya que puede haber error en la resolución y que no necesariamente proceda la
declaratoria en abandono, o la caducidad.

Lo anterior se observa en la Sentencia de la Sala de lo Civil, de fecha ocho de agosto de dos


mil seis, la cual determino: “La caducidad de la instancia es una institución nueva dentro de
nuestra legislación procesal, la cual fue introducida el veintidós de junio de dos mil uno, como
una figura de especial tratamiento procesal, determinando específicamente los recursos de que
la parte agraviada dispone al declararse esta, así: a) El de REVOCATORIA, que procede por
“error en el computo”; y, b) El de REVISION, respecto de la interlocutoria que decide el

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incidente de Fuerza Mayor, cuando este fuere promovido conforme lo establece el literal “c” del
Art 471 Pr. C.

En tal virtud, pues, teniendo la institución de la CADUCIDAD DE LA INSTANCIA su propio y


especial procedimiento, las reglas generales del proceso ceden ante esta regulación especial,
no siéndole en consecuencia aplicables a ésta.”2-

En conclusión, la notificación que debe realizarse de cada resolución es una de las formas en
que se garantiza el derecho de defensa que se contempla en la Constitución de la República,
ya que es a partir de la notificación, que se puede recurrir conforme a la ley.

Finalmente, terminamos nuestro análisis reiterando la trascendencia que, como se explicó


anteriormente, podría tener una declaratoria de abandono en un trámite de registro de marca o
en una renovación, y la necesidad que existe de que se tenga en consideración la naturaleza
del abandono, como una sanción por la inactividad flagrante por parte de la parte solicitante,
más no para aquel usuario que ha intentado cumplir con una resolución, sobre la que muchas
veces no existe una postura absoluta, sino un problema de interpretación de la misma.

En virtud de lo anterior, consideramos que aunque el abandono opera de “pleno derecho”, se


debe recibir notificación de su declaratoria, y se deben dar al solicitante las opciones para
alegar el justo impedimento.

Por todo lo anterior, solicitamos se reconsidere y unifique la interpretación que del abandono se
tiene, dentro de los diferentes trámites de registro de signos distintivos, en beneficio de todos
los usuarios del Registro de la Propiedad Intelectual, y de la aplicación correcta del marco
normativo correspondiente.

San Salvador, veintidós de marzo de dos mil diez.

2
Sentencia de la SALA DE LO CIVIL, Ref. 276-C-2005 de las 11:30 del día 8/6/2006)

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