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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

QUEJOSA Y RECURRENTE: **********

VISTO BUENO
SR. MINISTRO

MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.


SECRETARIA: MERCEDES VERÓNICA SÁNCHEZ MIGUEZ.

Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación correspondiente al día….

(…)

SÉPTIMO. Estudio de fondo. Como se estableció en el recurso


de reclamación **********, en el quinto concepto de violación la quejosa
sostuvo lo que enseguida se sintetiza:

a) El acto reclamado de la autoridad responsable violó en su


perjuicio los derechos humanos y las garantías contenidas en los
artículos 14 y 16 constitucionales.
b) Es ilegal, toda vez que al absolver de las prestaciones
reclamadas a las demandadas se violaron las formalidades
esenciales del procedimiento y el debido proceso legal.

c) El criterio de la responsable carece de precisión y congruencia,


pues con los documentos que acompañó a la demanda se
acreditó la existencia de la negligencia médica de los terceros
interesados, como consecuencia de que fue anestesiada en un
período excesivo, que no se cumplió con lo pactado respecto de
la cirugía que se le practicó, que fue objeto de que se le dejara un
objeto extraño en su brazo, que los implantes mamarios resultaron
asimétricos, ya que existe una diferencia de 2 cc de un implante a
otro, por lo que en el seno derecho se encontraba un implante de
silicona de ********** cc con base más angosta y perfil extra alto y
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en el seno izquierdo se encuentra un implante de ********** cc con


base más ancho y perfil alto, y ello afectó su derecho humano
consistente en la “protección de la salud” regulado en los Tratados
Internacionales que son aplicables al caso, pasando por alto la
responsable que el asunto es de orden público.

En este apartado, la quejosa expuso que se entiende por el


derecho a la salud, y para ello refirió lo que en relación a ese
aspecto disponen los artículos 1° y 4° de la Constitución, así como
los preceptos 12 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; 10 del Protocolo Adicional en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, también
conocido como “Protocolo de San Salvador”; lo establecido en el
Comité de derechos Económicos, Sociales y Culturales, en la
Observación General N° 14, relativo al derecho a la salud (artículo
12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales) en el 22° período de sesiones del año dos mil (párrafos
1 y 3); lo señalado por la Organización Mundial de la Salud, en su
carácter de autoridad directiva y coordinadora de las acciones
sanitarias en el sistema de la Organización de las Naciones
Unidas; el artículo 26 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
Posteriormente adujo, que la ley que reglamenta las directrices
esenciales del artículo 4° Constitucional y define las bases y
modalidades para el acceso al servicio de salud es la Ley General
de Salud, cuyas disposiciones son de orden público e interés
social. En ese sentido, desglosó lo dispuesto por los preceptos 1°
Bis, 2°, 5° 6°, 18, 19, 23, 24, 32, 33, 34, 38 50, 51 y 51 Bis 1, del
referido ordenamiento legal.

Así, concluyó que el derecho a la salud previsto en el artículo 4°,


párrafo tercero, de la Constitución Federal, es un derecho humano
indispensable para el ejercicio de otros derechos, y debe ser
entendido como la posibilidad de las personas a disfrutar de una
gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarias
para alcanzar el más alto nivel de salud, por lo que el Estado
Mexicano tiene la obligación de respetar ese derecho y dar una
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efectividad real, garantizando servicios médicos en condiciones


de: disponibilidad y accesibilidad física y económica, así como el
acceso a la información aceptabilidad y calidad.

Dicha protección, expuso la quejosa, abarca incluso la


obligación del Estado de velar para que terceros, es decir, actores
no estatales, de ningún modo interfieran en el disfrute del derecho
a la salud. Al respecto, cita la tesis de esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro: “DERECHO
FUNDAMENTAL A LA SALUD IMPONE DEBERES TANTO A
LOS PODERES PÚBLICOS COMO A LOS PARTICULARES
QUE SE DEDICAN AL ÁMBITO DE LA SALUD.”.

Pese a lo anterior, como también se indicó en el mencionado


recurso de reclamación1, el Tribunal Colegiado se limitó a declarar

1 En el recurso de reclamación **********, se determinó lo siguiente:

“25. En el caso, la recurrente sí planteó una cuestión de constitucionalidad, consistente en la


interpretación y alcance del derecho humano a la protección de la salud, consagrado en el
artículo 4 constitucional, el cual estimó transgredido por un actuar negligente de la médico que
atendió su cirugía.”
“26. En respuesta a esa cuestión, el tribunal de amparo no llevó a cabo mayor pronunciamiento en
torno al entendimiento del derecho humano a la protección de la salud; sin embargo, sí emitió
consideraciones que involucran el alcance de ese derecho fundamental cuando se trata de
negligencia médica, respecto de lo cual emprendió el estudio de los conceptos de violación
relacionados con la valoración de pruebas a partir de una distribución expresa de cargas probatorias
que no corresponde con los lineamientos que ha establecido este Alto Tribunal.”

“27. Ciertamente, al analizar los conceptos de violación quinto y séptimo, el tribunal de amparo
sostuvo que si bien para acreditar la responsabilidad civil de los profesionistas médico-sanitarios
ante una demanda en la que se alegue la existencia de un daño, a los profesionales referidos les
corresponde probar su debida diligencia; lo cierto es que a la actora le corresponde acreditar el resto
de los elementos de la responsabilidad civil extracontractual, esto es, el daño y su nexo causal, lo
cual en el caso no quedó demostrado, pues con las pruebas aportadas por la demandante al juicio
natural, no se acreditó que en la cirugía la demandada le haya causado un daño y por lo tanto, el
nexo causal entre éste y la cirugía”.

“28. En su resolución, el tribunal agregó que la reversión de la prueba no conlleva la existencia de


una presunción de la culpa de los médicos o de la institución hospitalaria o el surgimiento de una
responsabilidad objetiva, pues en materia de responsabilidad civil subjetiva derivada de la atención
médica, no cabe la presunción automática de la culpa de las partes demandadas.”

“29. En lo así resuelto, la acreditación de la diligencia médica por parte de la especialista quedó
sujeta a que la demandante demostrara, en primer orden el daño que le fue causado, con lo que se
anuló cualquier posibilidad de tomar en cuenta las presunciones que arrojaron las constancias de
autos, lo que se opone al criterio de esta Primera Sala sustentado en la tesis aislada 1a.
CCXXVII/2016 (10a.) de rubro y contenido siguientes:”
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inoperante el concepto de violación antes resumido, indicando que ello


era así, básicamente porque al no haberse acreditado el daño que la
actora -dice- le ocasionó la doctora demandada, entonces no probó la
existencia de una relación médica que rebasara el ámbito de
responsabilidad derivado del contrato de prestación de servicios que
llevó a cabo con la actora.

Es decir, a pesar de que en el concepto de violación referido la


quejosa se acogió al derecho a la salud, el Tribunal Colegiado omitió
hacer un pronunciamiento en torno a ese derecho, pese a ello, tal y
como se indica en el recurso de reclamación mencionado, emitió
consideraciones que involucran el alcance de ese derecho cuando se
trata de negligencia médica, abordando el tema de las cargas
probatorias de una forma que no corresponde con los lineamientos

“RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL EN MATERIA MÉDICO-SANITARIA.


DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA. De conformidad con las pautas establecidas por
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la contradicción de tesis
93/2011, para acreditar la responsabilidad civil de los profesionistas médico-sanitarios ante una
demanda en la que se alegue la existencia de un daño, a los profesionales referidos les corresponde
probar su debida diligencia (el elemento de culpa), mientras que la demandante debe acreditar el
resto de los elementos de la responsabilidad civil extracontractual: daño y nexo causal. En otras
palabras, cuando una persona alegue que un profesional médico-sanitario o una institución
hospitalaria le causó un daño por una indebida atención médico-sanitaria, se actualiza lo que se
denomina una reinversión de la carga de la prueba a favor de la actora en el juicio, en la que a los
profesionales médico-sanitarios o a la institución hospitalaria les corresponde acreditar su debida
diligencia en la atención médica del paciente que sufrió el referido evento dañoso, en atención a los
principios de facilidad y proximidad probatoria. La razón principal para optar por esta incidencia en
las reglas estrictas de la carga de la prueba proviene de las circunstancias particulares en las que
se desarrolla un caso de atención médica; por lo general, el conocimiento científico-técnico y las
pruebas pertinentes para acreditar la debida diligencia o desacreditar la supuesta culpa o violación
de un deber de cuidado las detentan los profesionales médico-sanitarios o las instituciones
hospitalarias, por lo que exigir de una forma irrestricta que sea la actora la que demuestre por sí sola
y sin lugar a dudas la negligencia en la atención médica podría provocar lo que en la doctrina se
denomina como una carga probatoria diabólica. Esto es, lo que se busca es que ambas partes en el
juicio participen activamente en él y que aporten los elementos de convicción necesarios para que
el juzgador llegue a la verdad y estudie si se acreditan o no los elementos de la acción. Esta posición
no conlleva a la existencia de una presunción de la culpa de los médicos o de la institución
hospitalaria o el surgimiento de una responsabilidad objetiva, pues en materia de responsabilidad
civil subjetiva derivada de la atención médica, la cual es caracterizada en términos generales como
una actividad que da lugar a obligaciones de medios, no cabe la presunción automática de la culpa
de las partes demandadas, sin que ello implique que ésta no pueda acreditarse a partir de algún
tipo de presunciones (por ejemplo, indiciarias)1. (Énfasis añadido)”
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establecidos por este Alto Tribunal, en tanto que anuló cualquier


posibilidad de tomar en cuenta las presunciones que arrojaron las
constancias de autos, lo que se opone a la parte final del criterio que
lleva por rubro: “RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL
EN MATERIA MÉDICO-SANITARIA. DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA
DE LA PRUEBA.”

Efectivamente, lo que resolvió el Tribunal Colegiado respecto a la


distribución de las cargas probatorias no es acertado en razón de lo
siguiente:

Como se desprende de los antecedentes previamente narrados,


el caso que nos ocupa, gira en torno al derecho a la salud y la manera
en que se puede acreditar su afectación; y por ende, acerca de la
manera en que se debe distribuir la carga probatoria.

Bajo esa lógica, debe destacarse que no es la primera vez que


esta Primera Sala tiene la oportunidad de pronunciarse en relación al
tema, pues éste ha sido abordado en diversos precedentes2, mismos

2 Amparo en revisión 2231/1997. Resuelto el 25 de octubre de 1999. Unanimidad de siete votos


de los señores Ministros Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz
Romero, José Vicente Aguinaco Alemán, José de Jesús Gudiño Pelayo, Olga María del Carmen
Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Genaro David Góngora Pimentel. Dada la
ausencia del señor Ministro Ponente, el señor Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano hizo suyo
el proyecto. No asistieron los señores Ministros Juan N. Silva Meza y Humberto Román Palacios,
por estar cumpliendo una comisión de carácter oficial; y Mariano Azuela Güitrón y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, previo aviso a la Presidencia.

Amparo en revisión 315/2010. Resuelto el 28 de marzo de 2011. Mayoría de seis votos de los
señores Ministros Cossío Díaz, Franco González Salas, con salvedades, Zaldívar Lelo de Larrea,
Valls Hernández con salvedades, Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Silva Meza en
cuanto a que los actos reclamados sí afectan el interés jurídico del quejoso. Los señores Ministros
Aguirre Anguiano, Luna Ramos, Pardo Rebolledo, Aguilar Morales y Ortiz Mayagoitia votaron en
contra.

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que en lo conducente, serán retomados en esta ejecutoria para sentar


las bases del derecho y con posterioridad resolver el caso concreto.

❖ Bases del derecho.

En primer lugar, debe decirse que el párrafo cuarto, del artículo 4


de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prevé el
derecho a la protección de la salud de toda persona, pues en él se
establece lo siguiente:

“Artículo 4°. Toda persona tiene derecho a la protección de la


salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los
servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las
entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo
que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución”.

Si bien se trata de un mandato ciertamente genérico, al resolver


el amparo en revisión 2231/1997, el Tribunal Pleno comenzó a dotarlo

Contradicción de tesis 93/2011. Resuelto el 26 de octubre de 2011. Mayoría de cuatro votos en


cuanto a la competencia, de los señores Ministros: Jorge Mario Pardo Rebolledo, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente (Ponente) Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea, en contra del emitido por el Ministro José Ramón Cossío Díaz y por unanimidad de votos
respecto al fondo del asunto.

Amparo directo 51/2013. Resuelto el 2 de diciembre de 2015. Unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien se reservó su derecho a formular voto concurrente,
José Ramón Cossío Díaz, quien se reservó su derecho a formular voto concurrente, Jorge Mario
Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Ponente y Presidente de esta Primera Sala.

Amparo directo en revisión 10/2012. Resuelto el 11 de abril de 2012. Unanimidad de cinco votos
de los señores Ministros: Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente (Ponente) Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea. El Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo se reserva su derecho de formular voto
concurrente.

Amparo directo en revisión 3833/2019. Resuelto el 27 de mayo de 2020. Mayoría de cuatro votos
de los señores Ministros: Ana Margarita Ríos Farjat quien se reserva su derecho a formular voto
concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo (Ponente), Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Presidente
Juan Luis González Alcántara Carrancá quien se reserva su derecho a formular voto concurrente;
en contra del emitido por la Ministra Norma Lucía Piña Hernández quien se reservó su derecho a
formular voto particular.
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de alcance y contenido, de forma que señaló que el derecho a la


protección de la salud tiene, entre otras finalidades, el disfrute de
servicios de salud y de asistencia social que satisfaga las necesidades
de la población; y que por servicios de salud se entienden las acciones
dirigidas a proteger, promover y restaurar la salud de la persona y de la
colectividad.

Al respecto se emitió el criterio siguiente:

Semanario Judicial de la Federación y su


Tesis: P. XIX/2000 Novena Época 192160 1 de 1
Gaceta
Tesis
Pleno Tomo XI, Marzo de 2000 Pág. 112
Aislada(Constitucional)
“SALUD. EL DERECHO A SU PROTECCIÓN, QUE COMO
GARANTÍA INDIVIDUAL CONSAGRA EL ARTÍCULO 4o.
CONSTITUCIONAL, COMPRENDE LA RECEPCIÓN DE
MEDICAMENTOS BÁSICOS PARA EL TRATAMIENTO DE LAS
ENFERMEDADES Y SU SUMINISTRO POR LAS DEPENDENCIAS Y
ENTIDADES QUE PRESTAN LOS SERVICIOS RESPECTIVOS. La
Ley General de Salud, reglamentaria del derecho a la protección de la
salud que consagra el artículo 4o., párrafo cuarto de la Carta Magna,
establece en sus artículos 2o., 23, 24, fracción I, 27, fracciones III y VIII,
28, 29 y 33, fracción II, que el derecho a la protección de la salud tiene,
entre otras finalidades, el disfrute de servicios de salud y de asistencia
social que satisfaga las necesidades de la población; que por servicios
de salud se entienden las acciones dirigidas a proteger, promover y
restaurar la salud de la persona y de la colectividad; que los servicios
de salud se clasifican en tres tipos: de atención médica, de salud
pública y de asistencia social; que son servicios básicos de salud, entre
otros, los consistentes en: a) la atención médica, que comprende
actividades preventivas, curativas y de rehabilitación, incluyendo la
atención de urgencias, definiéndose a las actividades curativas como
aquellas que tienen como fin efectuar un diagnóstico temprano y
proporcionar tratamiento oportuno; y b) la disponibilidad de
medicamentos y otros insumos esenciales para la salud para cuyo
efecto habrá un cuadro básico de insumos del sector salud. Deriva de
lo anterior, que se encuentra reconocido en la Ley General de Salud,
reglamentaria del derecho a la protección de la salud, el que tal garantía
comprende la recepción de los medicamentos básicos para el
tratamiento de una enfermedad, como parte integrante del servicio
básico de salud consistente en la atención médica, que en su actividad
curativa significa el proporcionar un tratamiento oportuno al enfermo, lo
que incluye, desde luego, la aplicación de los medicamentos básicos
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correspondientes conforme al cuadro básico de insumos del sector


salud, sin que obste a lo anterior el que los medicamentos sean
recientemente descubiertos y que existan otras enfermedades que
merezcan igual o mayor atención por parte del sector salud, pues éstas
son cuestiones ajenas al derecho del individuo de recibir los
medicamentos básicos para el tratamiento de su enfermedad, como
parte integrante del derecho a la protección de la salud que se
encuentra consagrado como garantía individual, y del deber de
proporcionarlos por parte de las dependencias y entidades que prestan
los servicios respectivos”.

Posteriormente, al resolver el Amparo en revisión 315/2010, el


Tribunal Pleno destacó la importancia del ámbito internacional, pues
expresó que: “…el Estado mexicano ha suscrito convenios
internacionales que muestran el consenso internacional en torno a la
importancia de garantizar el más alto nivel de ciertas pretensiones
relacionadas con el disfrute de este derecho, y existen documentos que
desarrollan esos mínimos, en términos de contenido y alcance jurídico
mínimo consensuado” 3.

Así, debe destacarse que el derecho a la salud se encuentra


reconocido en el artículo 4° de la Constitución Federal y en un gran
número de disposiciones convencionales, entre las que destacan los
artículos 25.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y 10 del Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, así como en diversas disposiciones de la Ley
General de Salud y demás normatividad secundaria aplicable.

3 Amparo en revisión 315/2010. Páginas 34 y 35.


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En efecto, el artículo 25.1 de la Declaración Universal de


Derechos Humanos prevé que toda persona tiene derecho a un nivel de
vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y
los servicios sociales necesarios4; el artículo 10 del Protocolo Adicional
a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo De San
Salvador” indica que toda persona tiene derecho a la salud, entendida
como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social5;
y el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales reconoce el derecho de toda persona al disfrute
del más alto nivel posible de salud física y mental y que los Estados

4 “Artículo 25

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños,
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.”

5 “Artículo 10

1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar
físico, mental y social.

2. Con el fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados partes se comprometen a reconocer
la salud como un bien público y particularmente a adoptar las siguientes medidas para garantizar
este derecho:

a. la atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria esencial puesta al
alcance de todos los individuos y familiares de la comunidad;
b. la extensión de los beneficios de los servicios de salud a todos los individuos sujetos a la
jurisdicción del Estado;
c. la total inmunización contra las principales enfermedades infecciosas;
d. la prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas, profesionales y de otra índole;
e. la educación de la población sobre la prevención y tratamiento de los problemas de salud, y
f. La satisfacción de las necesidades de salud de los grupos de más alto riesgo y que por sus
condiciones de pobreza sean más vulnerables.”

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deberán adoptar las medidas a fin de asegurar la plena efectividad de


este derecho6.

Bajo esa lógica, al resolver el amparo directo 51/2013, esta


Primera Sala indicó que la Suprema Corte se ha pronunciado en varias
ocasiones sobre el contenido de este derecho, señalando que debe ser
entendido como: “la posibilidad de las personas a disfrutar de una gama
de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarias para alcanzar
el más alto nivel de salud, por lo que el Estado Mexicano tiene la
obligación de respetar ese derecho y dar una efectividad real,
garantizando servicios médicos en condiciones de: disponibilidad y
accesibilidad, física y económica; así como el acceso a la información,
aceptabilidad y calidad.”7.
Así mismo, indicó que la protección de este derecho “abarca
incluso la obligación del Estado de velar para que terceros, —es decir
actores no estatales—, de ningún modo interfieran en el disfrute del
derecho a la salud. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha establecido que la salud es un bien público cuya protección
está a cargo de los Estados, por lo que éstos tienen la obligación de
prevenir que terceros interfieran indebidamente en el goce de los
derechos a la vida y a la integridad personal, que son particularmente

6“Artículo 12
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental.
2. Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena
efectividad de este derecho, figurarán las necesarias para:
a)La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños;
b)El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente;
c)La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de
otra índole, y la lucha contra ellas;
d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso
de enfermedad”.

7 Amparo directo 51/2013. Páginas 51 y 52.


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vulnerables cuando una persona se encuentra bajo tratamiento de


salud”8. Guarda aplicación la tesis de rubro: “DERECHO
FUNDAMENTAL A LA SALUD IMPONE DEBERES TANTO A LOS
PODERES PÚBLICOS COMO A LOS PARTICULARES QUE SE
DEDICAN AL ÁMBITO DE LA SALUD”9.

Como se ve, el deber de proteger el derecho a la salud, no sólo


alude a la obligación asumida por el Estado a través de las instituciones
de salud pública, sino que ese deber de protección se extiende a los
servicios de salud, brindados en el ámbito privado.

De manera congruente a lo anterior, los artículos 50 y 51 primer


párrafo de la Ley General de Salud, establecen lo siguiente:

8 Ídem. Cfr., Corte Interamericana de Derecho Humanos, Caso Ximenes Lopes vs. Brasil, Sentencia
de 4 de julio de 2006, Serie C No. 149, párrafo 89.
9 Tesis 1ª. XXIII/2013(10a.), emitida por la Primera Sala, publicada en el Semanario Judicial de la

Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XVI, Enero de 2013, tomo 1, p. 626, de texto: “El
derecho a la salud consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos impone
deberes complejos a todos los poderes públicos dentro del Estado, desde el legislador y la
administración, hospitales públicos y su personal médico, hasta los tribunales; pero también a los
particulares, tales como los médicos, hospitales privados, empleadores y administradores de fondos
de pensiones y jubilaciones. En consecuencia, del análisis del contenido y estructura del derecho
fundamental a la salud, se desprende que éste es vinculante no sólo frente a los órganos del Estado,
sino que adicionalmente, posee eficacia jurídica en ciertas relaciones entre particulares. Por ello, en
los asuntos de su conocimiento, los tribunales deben atender a la influencia de los valores que
subyacen en el derecho a la salud, fungiendo como un vínculo entre la Constitución y los particulares
al momento en que resuelven un caso concreto. Así las cosas, en virtud de la fuerza normativa de la
Constitución, no resulta compatible concebir que los hospitales privados y su personal médico son
regidos únicamente bajo figuras de derecho privado, en especial cuando estos sujetos obran en aras
a la protección de la salud de las personas. En efecto, en virtud de la complejidad de los sistemas
jurídicos en la actualidad, y de la estrecha relación entre sus componentes normativos, es claro que
existen numerosos ámbitos en los cuales no se puede hacer una división clara y tajante entre
derecho público y privado. Lo anterior se actualiza en el ámbito de los hospitales privados y su
personal médico, ya que su actuar tiene repercusiones en la protección de la salud de los pacientes.
En conclusión, no puede negarse que el objetivo consistente en proteger el derecho a la salud de
los pacientes es un fin público, pues excede el mero interés de los particulares al ser una meta
inherente del Estado mexicano”.
Precedente: Amparo en revisión 117/2012. Agustín Pérez García y otros. 28 de noviembre de 2012.
Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
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“ARTICULO 50.- Para los efectos de esta Ley, se considera


usuario de servicios de salud a toda persona que requiera y obtenga los
que presten los sectores público, social y privado, en las condiciones y
conforme a las bases que para cada modalidad se establezcan en esta
Ley y demás disposiciones aplicables.

ARTÍCULO 51.- Los usuarios tendrán derecho a obtener


prestaciones de salud oportunas y de calidad idónea y a recibir atención
profesional y éticamente responsable, así como trato respetuoso y digno
de los profesionales, técnicos y auxiliares.
[…]”

Así, cuando una persona considera que otra persona violentó su


esfera jurídica, concretamente su derecho a la salud y, con ello, le
provocó un daño, el ordenamiento jurídico permite resarcir esta
afectación, y una forma de hacerlo es a través de la responsabilidad
civil.

En materia médico-sanitaria, esta Suprema Corte ha señalado


que tal responsabilidad puede derivar tanto de una relación contractual
como extracontractual.

En efecto, al resolver la contradicción de tesis 93/2011, se


sostuvo que: “la responsabilidad médico-sanitaria puede tener un origen
contractual expreso o tácito, el cual consiste en la prestación de
servicios del médico, o bien, puede derivar de la prestación del Estado
de un derecho social, como es, los servicios de salud públicos”10; sin
embargo, también se dijo que de manera independiente a la relación
subyacente entre el médico y el paciente a través de un contrato, tal
responsabilidad no debe regirse, únicamente, por las reglas propias del
incumplimiento contractual, ya que “la responsabilidad de los

10 Página 16 de la sentencia de la contradicción de tesis 93/2011.


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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

profesionales médico-sanitarios va más allá de los deberes contenidos


o derivados de la relación contractual, ya que están obligados a actuar
de acuerdo a los estándares de su profesión. Tales requerimientos
pueden provenir tanto de disposiciones reglamentarias (Normas
Oficiales Mexicanas), como de la lex artis ad hoc o, simplemente de la
lex artis de su profesión”11.

Así, en la contradicción de tesis 93/2011, se dijo que para


determinar el tipo de responsabilidad derivada de los daños generados
por los profesionales médico-sanitarios deberá analizarse el
cumplimiento o incumplimiento de las prescripciones de la ciencia en el
momento del desempeño de sus actividades.

Esto porque dichos profesionales pueden tener tanto un deber en


concreto derivado del contrato de prestación de servicios pero, también
tienen un deber genérico que va más allá de lo que se pudo pactar en
dicho contrato, consistente en observar la diligencia correspondiente a
su profesión; de tal suerte que no pueden quedar comprendidos dentro
de la responsabilidad contractual los daños generados al paciente
ocasionados por el actuar negligente de los médicos, ya que no puede
ser materia de un contrato la afectación indebida a la integridad física o
a la vida, al tratarse de valores indisponibles.

También se dijo que así lo había entendido el Tribunal Supremo


Español, al señalar que: “Hay responsabilidad contractual si se cumple
un doble requisito: que entre las partes exista un contrato o una relación
contractual y que los daños sean debidos a incumplimiento o

11 Ibidem, página 19.


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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

cumplimiento defectuoso de lo que es estrictamente materia del


contrato, siendo en cambio responsabilidad extracontractual cuando,
con total independencia de obligaciones de cualquier otro tipo que
existan entre las partes, se produce por violación de deberes generales
de conducta”12.

En resumen, se concluyó que la responsabilidad médica rebasa el


ámbito de la responsabilidad contractual, por un lado porque existen
deberes que van más allá de los que pudieran estar contenidos en el
contrato de prestación de servicios, -como son el deber del médico de
actuar con la diligencia que exige la lex artis- y, por otro, porque no
puede aceptarse a través de un contrato, la lesión a la integridad física
o a la vida.

Así, puede concluirse que los daños generados por el actuar


negligente de los profesionales médico-sanitarios generan una
responsabilidad de carácter extracontractual.

No obstante, también se señaló que la responsabilidad por daños


ocurridos como consecuencia de una atención médico-sanitaria,
requiere el acreditamiento no sólo del daño y de la relación causal, sino
también la culpa o actuar negligente del profesionista, esto porque la
obligación de los médicos e instituciones médicas, es de medios y no
de resultados.

Así, en el amparo directo 51/2013, se dijo que la razón de ello


radicaba en que por ejemplo: “pretender que un cirujano tenga el deber

12 STS de 24 de julio de 1964. (P. 253).


14
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

irrestricto de curar cualquier afectación quirúrgica de un paciente sería


desatender y no entender en lo absoluto las características de la ciencia
médica: primero, porque se obligaría a algo imposible y, segundo,
debido a que la atención médica trae aparejada ciertos riesgos o
coyunturas fácticas que no pueden evitarse. Por ende, se habla de una
obligación de medios dado que a lo que sí están sujetos las personas
que brindan servicios médicos-sanitarios es a realizar todas las
conductas necesarias para la consecución de su objetivo según las
experiencias de la lex artis”.13

Bajo esa lógica, esta Primera Sala ha considerado que cuando se


práctica una cirugía, existen riesgos asociados a la propia atención
médica, de los cuales debe ser enterado el paciente a través del
consentimiento informado.

El consentimiento informado encuentra sustento en los artículos


51 Bis1 y 51, Bis 2 de la Ley General de Salud, los cuales disponen lo
siguiente:
“ARTICULO 51 Bis 1.- Los usuarios tendrán derecho a recibir
información suficiente, clara, oportuna, y veraz, así como la orientación
que sea necesaria respecto de su salud y sobre los riesgos y alternativas
de los procedimientos, diagnósticos terapéuticos y quirúrgicos que se le
indiquen o apliquen.

Cuando se trate de la atención a los usuarios originarios de


pueblos y comunidades indígenas, estos tendrán derecho a obtener
información necesaria en su lengua.”

“ARTICULO 51 Bis 2.- Los usuarios tienen derecho a decidir


libremente sobre la aplicación de los procedimientos diagnósticos y
terapéuticos ofrecidos. En caso de urgencia o que el usuario se

13 Amparo directo 51/2013. Página 54.


15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

encuentre en estado de incapacidad transitoria o permanente, la


autorización para proceder será otorgada por el familiar que lo acompañe
o su representante legal; en caso de no ser posible lo anterior, el
prestador de servicios de salud procederá de inmediato para preservar la
vida y salud del usuario, dejando constancia en el expediente clínico.

Los usuarios de los servicios públicos de salud en general,


contarán con facilidades para acceder a una segunda opinión.”

Con relación al consentimiento informado la Norma Oficial


Mexicana NOM-004-SSA3-2012 del expediente clínico, en su punto 10,
señala que entre los documentos que obligatoriamente debe contener
el expediente clínico, se encuentran las cartas de consentimiento
informado, misma que en el punto 4.2, son definidas como “los
documentos escritos, signados por el paciente o su representante legal
o familiar más cercano en vínculo, mediante los cuales se acepta un
procedimiento médico o quirúrgico con fines diagnósticos, terapéuticos,
rehabilitatorios, paliativos o de investigación, una vez que se ha recibido
información de los riesgos y beneficios esperados para el paciente.”; y
en el punto 10.1, señala los datos mínimos que éstas deben contener,
señalando al respecto lo siguiente:

“10.1 Cartas de consentimiento informado.


10.1.1 Deberán contener como mínimo:
10.1.1.1 Nombre de la institución a la que pertenezca el
establecimiento, en su caso;
10.1.1.2 Nombre, razón o denominación social del
establecimiento;
10.1.1.3 Título del documento;
10.1.1.4 Lugar y fecha en que se emite;
10.1.1.5 Acto autorizado;
10.1.1.6 Señalamiento de los riesgos y beneficios esperados del
acto médico autorizado;
10.1.1.7 Autorización al personal de salud para la atención de
contingencias y urgencias derivadas del acto autorizado, atendiendo al
principio de libertad prescriptiva; y
16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

10.1.1.8 Nombre completo y firma del paciente, si su estado de


salud lo permite, en caso de que su estado de salud no le permita firmar
y emitir su consentimiento, deberá asentarse el nombre completo y
firma del familiar más cercano en vínculo que se encuentre presente,
del tutor o del representante legal;
10.1.1.9 Nombre completo y firma del médico que proporciona la
información y recaba el consentimiento para el acto específico que fue
otorgado, en su caso, se asentarán los datos del médico tratante.
10.1.1.10 Nombre completo y firma de dos testigos.”

Al resolver la contradicción de tesis 93/2011, esta Primera Sala


explicó que el consentimiento informado es un requisito que se
desprende del “Capítulo IV. Usuarios de Salud y Participación de la
Comunidad” de la Ley General de Salud y consiste en el derecho del
paciente de otorgar o no su consentimiento válidamente informado en
la realización de tratamientos o procedimientos médicos. En esa
sentencia, haciendo alusión a jurisprudencia de otros tribunales
constitucionales, se clarificó que el consentimiento informado es una
“consecuencia necesaria o explicitación de los clásicos derechos a la
vida, a la integridad física y a la libertad de conciencia. (SSTS, 1ª, 12
enero 2001, RJ 2001/3 y 11 mayo 2001, RJ 2001/6197)”.14
Así, y con relación al tema al resolver el amparo directo 51/2013,
esta Primera Sala señaló que el consentimiento informado cumple una
doble finalidad: por un lado, es la autorización de una persona para
someterse a procedimientos o tratamientos médicos que pueden incidir
en su integridad física, salud, vida o libertad de conciencia y, por otro
lado, es una forma de cumplimiento por parte de los médicos del deber
de informar al paciente sobre el propio diagnóstico, tratamiento y/o
procedimiento, así como de las implicaciones, efectos o consecuencias
que pudiera traer a su salud, integridad física o vida.

14 Contradicción de tesis 93/2011. Página 21.


17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

Así, esta Primera Sala ha señalado que el consentimiento


informado adquiere relevancia porque como ya se mencionó, dentro de
la ciencia médica existen riesgos aceptados que pueden presentarse
aun cuando las intervenciones en el paciente se realicen bajo los más
altos estándares que exija la profesión; incluso, en algunos casos,
puede estimarse el tipo de daños que se pueden generar, así como la
probabilidad de su ocurrencia; sin embargo, no se debe perder de vista
que pueden existir otro tipo de daños que no son derivados del riesgo
inherente a los procedimientos médicos, sino que son generados por el
actuar negligente de los profesionales médicos. Estos daños sin lugar a
dudas no pueden considerarse como aceptados por el paciente cuando
decide someterse a un evento quirúrgico, ya que se encuentran fuera
del ámbito contractual.

Bajo esa lógica, cuando se alega un actuar negligente en el ámbito


de la medicina, la carga de la prueba de la debida diligencia le
corresponde a la parte médica demandada, de manera que si no logra
acreditar que cumplió con los cuidados establecidos en la normatividad
de la materia o la lex artis de la profesión será responsable por los daños
ocasionados.

En efecto, esta Primera Sala, al resolver el amparo directo en


revisión 10/2012, indicó que debido a la dificultad que representa para
la víctima probar el actuar irregular de la parte médica, se posibilita un
desplazamiento de la carga de la prueba hacia la parte médica
demandada, para que sea ésta quien demuestre que el procedimiento
médico se realizó de acuerdo a los cuidados establecidos en la

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

normatividad de la materia y al deber de diligencia que le exige la


profesión médica. Así, recae en esa parte el demostrar que se tuvo el
cuidado debido en cada una de las etapas que involucra el
procedimiento médico.15

Lo anterior se justificó, porque de acuerdo a los principios de


facilidad y proximidad probatoria, la carga de la prueba se debe
satisfacer por la parte que dispone de los medios de prueba o puede
producirla o aportarla al proceso a un menor coste para que pueda ser
valorada por el juez.

En efecto, los profesionales médicos y/o las instituciones de salud


pueden acceder con mayor facilidad a los medios de prueba para
demostrar su actuar diligente. Por un lado, tienen los conocimientos
necesarios para determinar qué información puede ser relevante en el
proceso y, por otro, pueden acceder a dichos medios de prueba con
mayor libertad que la persona afectada.

Esto es así, pues tienen el deber de documentar el procedimiento


médico, formando el expediente respectivo, de tal manera que las
pruebas relevantes se encuentran en muchas ocasiones en posesión
de los propios médicos o de los centros hospitalarios, o bien, éstos
profesionales pueden acceder con mayor facilidad a la misma.

En efecto, la Norma Oficial Mexicana, NOM-004-SSA3-2012, Del


Expediente Clínico, establece:

15 Amparo directo en revisión. Páginas 39 y 40.


19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

“4.4 Expediente clínico, al conjunto único de información y


datos personales de un paciente, que se integra dentro de todo tipo de
establecimiento para la atención médica, ya sea público, social o privado,
el cual, consta de documentos escritos, gráficos, imagenológicos,
electrónicos, magnéticos, electromagnéticos, ópticos, magneto-ópticos y
de cualquier otra índole, en los cuales, el personal de salud deberá hacer
los registros, anotaciones, en su caso, constancias y certificaciones
correspondientes a su intervención en la atención médica del paciente,
con apego a las disposiciones jurídicas aplicables.”

“5.1. Los prestadores de servicios de atención médica de los


establecimientos de carácter público, social y privado estarán obligados
a integrar y conservar el expediente clínico los establecimientos serán
solidariamente responsables respecto del cumplimiento de esta
obligación, por parte del personal que preste sus servicios en los mismos,
independientemente de la forma en que fuere contratado dicho personal.”

“5.4 Los expedientes clínicos son propiedad de la institución o del


prestador de servicios médicos que los genera, cuando éste, no dependa
de una institución. En caso de instituciones del sector público, además
de lo establecido en esta norma, deberán observar las disposiciones que
en la materia estén vigentes. Sin perjuicio de lo anterior, el paciente en
tanto aportante de la información y beneficiario de la atención médica,
tiene derechos de titularidad sobre la información para la protección de
su salud, así como para la protección de la confidencialidad de sus datos,
en los términos de esta norma y demás disposiciones jurídicas que
resulten aplicables.
Por lo anterior, por tratarse de documentos elaborados en interés
y beneficio del paciente, deberán ser conservados por un periodo mínimo
de 5 años, contados a partir de la fecha del último acto médico.”

Así, en atención a los principios de proximidad y facilidad


probatoria se justifica trasladar la carga probatoria a fin de que sean los
profesionales médicos y/o las instituciones sanitarias quienes justifiquen
que su conducta fue diligente en cada una de las etapas que involucra
el procedimiento médico.

Cabe destacar que esta Primera Sala también ha señalado que la


inversión de la carga de la prueba a la que se ha venido haciendo
20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

referencia, no implica que sea la institución de salud quien tenga que


acreditar que su actuación no fue la causa del daño producido, esto es,
que sea ésta quien tenga que probar que el daño no se ocasionó por el
procedimiento médico.

Dicho de otra manera, el revertir la carga de la prueba de la


actuación irregular del Estado, significa que será la institución médica la
que deberá demostrar que no actuó negligentemente, lo que no significa
que tenga que probar la inexistencia de los demás elementos de la
responsabilidad. Así, el personal médico o la institución hospitalaria
únicamente deberán demostrar que el procedimiento médico fue
realizado bajo los estándares legales y profesionales de diligencia que
les son exigibles; sin embargo, se debe resaltar que cuando se
demanda el pago por el daño ocasionado por la prestación de un
servicio de salud deficiente, la parte médica demandada tendrá la carga
de la prueba de la diligencia, por lo que si no logra acreditar que cumplió
los cuidados establecidos en la normatividad de la materia o en la lex
artis de la profesión será responsable de los daños ocasionados.

❖ Resolución del caso concreto.

Para la resolución del caso, se debe entender que el derecho de


acceso a la justicia consagrado en el artículo 17 constitucional, en
vinculación el principio pro persona que se deriva del artículo 1°
constitucional, exige que la demanda inicial sea analizada en su
integridad junto con los documentos anexos a la misma, a fin de extraer
con claridad la solitud de impartición de justicia que se realiza en ella,

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

materializando de esa manera el principio que reza: “Da mihi factum,


dabo tibi ius”, “Dame los hechos, yo te daré el derecho”.

Lo anterior por analogía, también puede tener sustento en los


criterios siguientes:

Tesis: P./J. Semanario Judicial de la Federación 192097 112 de


Novena Época
40/2000 y su Gaceta 126
Pleno Tomo XI, Abril de 2000 Pag. 32 Jurisprudencia(Común)
“DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU INTEGRIDAD.
Este Alto Tribunal, ha sustentado reiteradamente el criterio de que el juzgador debe
interpretar el escrito de demanda en su integridad, con un sentido de liberalidad y
no restrictivo, para determinar con exactitud la intención del promovente y, de esta
forma, armonizar los datos y los elementos que lo conforman, sin cambiar su
alcance y contenido, a fin de impartir una recta administración de justicia al dictar
una sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o actos reclamados,
conforme a lo dispuesto en el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo.”

Tesis: 1a./J. Semanario Judicial de la Federación y


Novena Época 181982 1 de 1
63/2003 su Gaceta
Primera Sala Tomo XIX, Marzo de 2004 Pag. 11 Jurisprudencia(Civil)
“DEMANDA. LA OBLIGACIÓN DE EXPRESAR LOS HECHOS FUNDATORIOS
DE LA ACCIÓN, SE CUMPLE CUANDO EL ACTOR HACE REMISIÓN EXPRESA
Y DETALLADA A SITUACIONES, DATOS O A LOS CONTENIDOS EN LOS
DOCUMENTOS ANEXOS A ELLA (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE
SONORA Y PUEBLA). Si bien es cierto que los artículos 227, fracción VI, del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora y 229, fracción V, del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado Libre y Soberano del Estado de
Puebla, de aplicación supletoria a los juicios mercantiles, establecen el imperativo
de que en la demanda se expresen con claridad y precisión los hechos en que se
sustente la acción que se ejercite, también lo es que tal obligación se cumple cuando
el actor hace remisión expresa y detallada a situaciones, datos o hechos contenidos
en los documentos exhibidos junto con la demanda, aun cuando éstos constituyan
base de la acción, pues con esa remisión, aunada al traslado que se le corre con la
copia de ellos, la parte demandada tendrá conocimiento de esos hechos para así
preparar su defensa y aportar las pruebas adecuadas para desvirtuarlos.”

En ese orden de ideas, el análisis integral de los hechos narrados


en la demanda, permite advertir que la actora demanda una
responsabilidad civil de carácter extracontractual, sustentada en

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

diversas circunstancias que estima constituyen actos médicos


negligentes.

En efecto, en la sentencia de amparo que aquí se recurre, se


indica que los hechos en que la actora sustenta su demanda son los
siguientes:

“…Que la actora es modelo profesional dedicada al sector de moda y


publicidad y que como modelo de pasarela debe tener ciertas habilidades y
capacidades que le permitan enfrentarse al público y le permitan moverse
armoniosamente y por tanto, sus medidas corporales también deben
ajustarse a los cánones imperantes en la industria.- * Que debido a lo anterior
el 7 de enero de dos mil quince acudió a consulta con la doctora **********
quien se ostenta como médico cirujano plástico y reconstructivo con cedulas
profesionales ********** y ********** a su consultorio en el área de ortopedia
dentro del hospital ********** para programar y verificar los detalles
necesarios para llevar a cabo una liposucción, lipo- inyección de glúteos con
injerto graso e implantación de mamas.- * Que las áreas a trabajar fueron
muslos completos, esto es, caras interiores, anteriores, posteriores y laterales
desde la cadera hasta rodillas, cadera y abdomen, y para que no existiera
duda mostró a la médico diversas fotografías y modelos a seguir para poder
conseguir el objetivo deseado.- *Que la codemandada física agendó cita para
procedimiento quirúrgico para el día diecisiete de enero de dos mil quince,
ordenando realizar diversos estudios de laboratorio y que el trece de enero
de dos quince realizó la compra de los implantes mamarios deseados por la
cantidad de $**********).-*Que el día de la cirugía ingresó al Hospital *********,
y contrató el paquete para la realización de liposucción por tres horas y una
noche de hospitalización con valor de $********** y que dejó un depósito de
$********** con su tarjeta de crédito. *Que el día diecisiete de enero de dos
mil quince, ingresó al cuarto ********** y que la doctora ingresó al mismo
acompañada de su asistente con tres implantes mamarios de distinto tamaño
y que la actora confirmó que era su deseo obtener los implantes de **********
cc, y ninguna otra más.- *Que una canalizada la bajaron a quirófano en donde
sintió muy fríos los líquidos que se le suministraron hasta perder el
conocimiento.- *Que al salir del quirófano la ingresaron a un cuarto en un
estado seminconsciente sin poder abrir los ojos ni moverse, por lo que entró
en estado de hipotermia debido al abuso de anestésico que se le
suministraron.- *Que a las 21:00 hrs del mismo día la doctora llegó al cuarto
y le informó lo sucedido más sin embargo ella ni se inmutó y lo único que dijo
fue que ese no era problema de ella ya que no había presentado
complicaciones al realizar el procedimiento y todo lo que sucediera con
posterioridad ya no era asunto suyo, concluyendo que no era necesario que
permaneciera en el hospital, sin embargo el paquete contratado incluía una
23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

noche de hospitalización, y por el inmenso temor de su salud permaneció en


el hospital, durante esa noche sin descansar pues tenía una gran
incertidumbre de dormir y no despertar jamás.- *Que debido al gran temor y
la necesidad de salud con que contaba la actora estuvo tres días
hospitalizada sin que su cuerpo pudiera recuperar su temperatura por sí solo,
por lo que en todo momento debía de tener una cobija térmica. Que se le
suministro tradol cada ocho horas y que en un par de horas comenzó a recaer
entrando en una crisis de hipotermia de 32 C° , con temblor en todo el cuerpo,
bradicardia y gran dificultad para poder respirar, por lo que solicitó que se
cancelara la suministración de dicho medicamento a lo que hicieron caso
omiso y aplicaron una segunda dosis provocando una nueva recaída, por lo
que el accionante y su progenitora no permitieron la aplicación de una tercera
dosis a pesar de la insistencia del personal medico del hospital.- *Que una
vez que la actora estaba en reposo, al revisar a detalle el expediente clínico,
confirmó que el procedimiento llevado a cabo por la galena demandada fue
fallido ya que solo se liposuccionó parcialmente en la parte de las piernas
y para poder complementar la grasa necesaria se tuvieron que liposuccionar
los brazos, cintura y espalda, siendo que se había ordenado que solo fuera
el trabajo en piernas en su totalidad y solo en caso de ser necesario los
brazos, sin embargo no fue así.- *Que la colocación de los implantes
mamarios fue de distinta talla, dejando a la actora con asimetría de las
glándulas mamarias.- *Que debido al procedimiento llevado de forma
negligente por la codemandada física, la accionante fue sometida por ocho
horas a la anestesia siendo que únicamente se haría por tres lo que realizó
la doctora sin ninguna autorización ni consentimiento de la actora.- *Que
con el dolac y el paracetamol se evitaron recaídas de hipotermia, se sintió
un poco mejor y decidió regresar a casa el día diecinueve de enero de dos
mil quince que fue dada de alta y la cuenta total de los gastos hospitalarios
fue de $**********, cuando el máximo sería de ********** por lo que se vio en
la necesidad de endeudarse mucho más allá de la capacidad con la que
contaba.- *Que veintidós de enero de dos quince asistió a una revisión para
que iniciara la primera sesión de ultrasonido pero que la codemandada física
exigió un pago por $********** supuestamente para pagar a la
anestesióloga, cuando ese pago ya se contemplaba en el paquete, pero
la doctora mencionó enérgicamente que si no se cubría dicho gasto, no se
seguiría dando la atención médica a la actora.- *Que al llegar a su domicilio
la actora contaba con una hinchazón extrema en todo el cuerpo, sobre
todo en extremidades que le impedía la movilidad de las manos; también
se presentó un inmenso dolor en el pecho del lado derecho que le impedía
acostarse en cualquier posición, y debido a la molestia llamó a la doctora
para ver cuál era la causa, a lo que únicamente respondió que era totalmente
normal pues no se pusieron drenajes.- *Que el día veintitrés de enero de
dos mil quince se tomó la segunda sesión de ultrasonido sin mejoría alguna.-
*Que el veintisiete de enero de dos mil quince tomó la tercera sesión de
ultrasonido con masaje sin mejoría alguna por la que pago la cantidad de
$**********.- *Que el tres de febrero de dos mil quince asistido a su cuarta
sesión de ultrasonido sin que las cicatrices y el dolor insoportables
disminuyeran en lo más mínimo.- *Que la actora el seis de febrero de dos
quince asistió a su quinta y última sesión de ultrasonido un de $********** y

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

se le realizó una inspección porque tenia una molestia intensa en el brazo


derecho.- *Que el diez de febrero de dos mil quince, la actora pidió a la
doctora demandada que le tomara placas radiográficas que confirman en
objeto extraño dentro de la parte interna del brazo y la doctora aun viendo la
evidencia se negó a retirarlo argumentando que tenía un paciente citado
y le pidió que volviera el día siguiente.- *Que acudió al consultorio de la
codemandada física para que le sutrajeran el objeto extraño, sin embargo
solo le recetó antibióticos, antinflamatorios y le suministró una inyección en
el glúteo derecho de diprospan (hidrocortisona) y le ordenó comprar una
faja ajustada que aumento el enyagamiento debajo de los glúteos y la
cintura y se negó a retirar el objeto extraño.- *Que el once de febrero
de dos mil quince acudió al hospital ********** con el doctor ********** que le
fue recomendado por su doctora de confianza **********, pero al estar
ausente dicho doctor le atendió de urgencia la doctora **********quien le
ordenó estudio de ultrasonido y al ver las yagas en la piel y sugirió retiro
temporal de la faja por no ser postquirúrgica y estar demasiado apretada,
ese día se le realizó ultrasonido doppler, arrojando como resultado que se
encontraba un objeto extraño de 2.2 cm de largo, después de cuatro días de
incrustado con la movilidad limitada del brazo, el objeto se había movido
de lugar ascendiendo hacia la axila siendo un riesgo latente. El objeto extraño
originó que se originara una trombosis de la vena cefálica por lo que se le
paso a quirófano de urgencias y se retiró sin complicaciones el objeto
extraño.- *Que al día siguiente el doctor ********** le ordenó una faja
adecuada para postcirugias; dicho doctor es especialista bascular y le
comento que lo ocurrido en su opinión es que la hipotermia fue causada por
tantas horas de anestesia y la falta de estudios previos sobre tipos de
anestesia, una cirugía demasiado larga en la cual seguramente hubo
complicaciones pues son procedimientos de no más de 4 horas y la
sensación de ahogo se presentó por la falta de drenajes ya que en ese
tipo de procedimientos son obligados los drenajes por protocolo.- *Que se
le ordenaron estudios de proteína c reactiva, tomografía de tórax y doppler de
miembro superior derecho para descartar más objetos extraños en el resto
del cuerpo, estudiar el inmenso dolor en el tórax debajo del cuello y
descartar sepsis, estudios con los que el Doctor ********** confirmó tres
trombos en venas del brazo derecho, ocasionadas por el suero infiltrado,
falta de drenajes y que incluso había ámpulas por donde trataba de
escapar el líquido atrapado.- *Que el diecinueve de febrero de dos mil
quince, le informó a la codemandada física que después de haberse
negado durante cuatro días a retirar el cuerpo extraño, ya había acudido
con otro especialista.- *Que a partir del veintidós de julio de dos mil quince,
la reincorporación de la actora a sus actividades diarias fue muy lenta
cuando la doctora demandada le había dicho que en dos semanas
posteriores a la cirugía, ya podía trabajar.- *Que el veintiocho de julio de
dos mil quince, notó aún más irregularidades de la cirugía, como la falta de
volumen y asimetría en glúteos, piernas y senos.- *Que el diecisiete de
agosto de dos mil quince, el Doctor ********** le envió a realizarse
ultrasonido mamario con medición de volumen de implantes donde el
resultado arrojó una diferencia de 2cc de un implante a otro.- *Que el

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, presentó queja ante la


CONAMED, sin conseguir resultados satisfactorios.”16 (sic)

De los hechos antes reproducidos, se desprende que la actora


manifestó ser modelo profesional, dedicada al sector de la moda y la
publicidad; y que por ese motivo, a fin de ajustarse a los cánones
imperantes en esa industria, contrató los servicios de la parte demanda
a fin de que se llevara a cabo tres procedimientos médicos, a saber:

• Una liposucción;
• Una lipoinyección de glúteos con injerto graso; y
• Un implante de mamas de “********** cc”.

Indicó que al salir de los procedimientos quirúrgicos antes


referidos, los cuales fueron realizados el diecisiete de enero de dos mil
quince, entró en estado de hipotermia debido al abuso de
anestésico que le suministraron, y que a pesar de que el paquete
quirúrgico contratado sólo incluía una noche de hospitalización, por el
estado de salud que presentaba, en el que su cuerpo no podía recuperar
su temperatura por sí solo, lo que también atribuye al medicamento
suministrado (tradol), estuvo tres días hospitalizada, por lo que
ascendieron los gastos hospitalarios erogados.

Así mismo, y de manera destacada indicó que el procedimiento


médico fue fallido porque:

16Ver fojas 30 a 41 de la sentencia emitida en el juicio de amparo directo **********, recibida de


manera virtual.
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

• Sólo se hizo una liposucción parcial de las piernas y para poder


complementar la grasa necesaria, se tuvieron que liposuccionar
los brazos, cintura y espalda, siendo que el trabajo ordenado era
sólo para las piernas y sólo en caso de que fuera necesario los
brazos.
• Que los implantes mamarios colocados fueron de distinta talla y
que debido a esa asimetría, la actora fue sometida a ocho horas
de anestesia, cuando ese procedimiento únicamente se haría en
tres horas.
• Que al llegar a su casa, contaba con una hinchazón extrema en el
cuerpo, sobre todo en las extremidades, lo cual le impedía la
movilidad de las manos; que debido a esa molestia, llamó a la
doctora para ver cuál era la causa, y ella respondió que era
totalmente normal porque no se habían puesto drenajes y que a
pesar de las diversas sesiones de ultrasonido con masaje que
tuvo, no observó mejoría alguna, por lo que el diez de febrero de
dos mil quince, le solicitó a la demandada que le tomara placas
radiográficas, mismas que confirmaron la existencia de un objeto
extraño dentro de la parte interna del brazo; y que a pesar de ello
se negó a retirarlo argumentando que tenía un paciente citado,
pidiéndole que regresara al día siguiente.
• Que el once de febrero de dos mil quince, acudió con la doctora
**********, realizándole un ultrasonido dopler, arrojando como
resultado que se encontraba un objeto extraño de 2.2 cm de largo,
y que después de días incrustado con movilidad limitada se había
movido de lugar, ascendiendo hacia la axila, siendo un riesgo
latente pues le originó una trombosis de la vena cefálica, por lo
que pasó al quirófano de urgencias y el objeto fue retirado sin
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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

complicaciones; además otros estudios ordenados por el doctor


********** confirmaron tres trombos en venas del brazo derecho,
suero infiltrado por falta de drenajes y que incluso había ámpulas
por donde trataba de escapar el líquido atrapado.
• Que el médico le comentó que lo ocurrido en su opinión, es que la
hipotermia fue causada por tantas horas de anestesia y por la falta
de estudios previos sobre tipos de anestesia, pues fue una cirugía
demasiado larga, en la que seguramente hubo complicaciones,
pues son procedimientos que duran más de cuatro horas, y la
sensación de ahogo que presentó seguramente fue por la falta de
drenajes, ya que en ese tipo de procedimientos, son obligados los
drenajes.
• Que a partir del veintidós de julio de dos mil quince, la
reincorporación de la actora a sus actividades diarias fue lenta,
cuando la doctora demandada le había dicho que en dos semanas
posteriores a la cirugía ya podía trabajar.
• Que el veintiocho de julio de dos mil quince, notó más
irregularidades, como lo es la falta de volumen y asimetría en los
glúteos, piernas y senos; y que el diecisiete de agosto de dos mil
quince, se realizó un ultrasonido mamario con medición de
volumen de implantes dando como resultado una diferencia de “2
cc” de un implante a otro.

Como se adelantó, de lo anterior se desprende que la actora le


atribuye a la parte demandada una responsabilidad de tipo
extracontractual, pues al señalar que los implantes mamarios
colocados durante la cirugía fueron de distinta talla; que en la cirugía se
le dejó un objeto extraño dentro de la parte interna del brazo; que no se

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

le colocaron drenajes a pesar de que en ese tipo de operaciones son


obligados; que sufrió hipotermia no sólo por el exceso de anestesia y la
falta de estudios previos sobre la misma, sino que ello también lo
atribuyó al medicamento utilizado (tradol); y que además, aun después
de la cirugía existía una diferencia de “2 cc” en los implantes mamarios,
es evidente que le atribuye a la demanda, un actuar negligente llevado
a cabo antes, durante y después de la cirugía en la que le realizaron los
procedimientos médicos antes referidos.

Ahora bien, de los hechos narrados es posible advertir que la


actora también precisó los daños y perjuicios causados por el
actuar negligente que atribuye a la parte demandada, pues
claramente señaló que debido a ello, la intervención quirúrgica que
estaba contemplada para tres horas y que de manera ordinaria puede
durar hasta cuatro, se extendió a ocho horas; y que debido al exceso de
anestesia y el medicamento usado, sufrió hipotermia; incluso refirió que
después de la operación y de haber salido del nosocomio en que se
realizaron los procedimientos médicos referidos, tuvo ámpulas debido a
la falta de drenajes, y que además presentó una hinchazón extrema en
el cuerpo que le impedía la movilidad de las manos, debido a la
existencia de un objeto extraño en la parte interna del brazo, lo cual no
sólo le provocó una trombosis de la vena cefálica y tres trombos en las
venas del brazo, sino que debido a ello, tuvo que someterse a un nuevo
procedimiento quirúrgico a fin de que fuera extraído el objeto
mencionado.

Así mismo, señaló que tuvo que erogar diversos gastos que no
tenía contemplados, entre ellos los generados por una estancia que se
29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

prolongó más de lo contemplado inicialmente en el hospital en que fue


intervenida, así como los gastos erogados hasta descubrir el objeto
extraño en su brazo y la intervención quirúrgica de urgencias a la que
fue sometida para extraer dicho objeto.

Incluso refirió que lejos de poder reiniciar sus labores en dos


semanas como se le había indicado, las reinició hasta el veintidós de
julio.

Y aún más, la parte actora también indicó que al notar una falta de
simetría en glúteos, piernas y senos, el doctor **********, le ordenó
realizarse un ultrasonido mamario con medición de volumen de
implantes, el cual arrojo una diferencia de 2 cc entre un implante y otro.

Ahora bien, a pesar de que todo lo anterior pone en evidencia que


la actora no sólo narró los hechos que dieron origen a su pretensión,
sino que además señaló los daños y perjuicios que dijo haber sufrido en
atención a la responsabilidad extracontractual atribuida a la parte
demandada, la Quinta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad de México, revocó la decisión del juez de primer grado (que
había declarado procedente la acción y condenado a la parte
demandada), y determinó que la actora no había acreditado su acción.

Para llegar a esa conclusión, señaló que la actora no había


acreditado el daño sufrido, pues entre otras razones, no había
acreditado ser modelo profesional, ni tampoco había demostrado los
cánones imperantes en la industria del modelaje.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

Esta determinación fue avalada por el Tribunal Colegiado al


señalar que contrario a lo afirmado por la actora, ello no era una cuestión
ajena a la Litis.17

No obstante, al avalar esa determinación, pasa por alto que el


derecho a la salud opera en favor de todas las personas y que éste
derecho no se encuentra condicionado a la profesión o actividad de las
mismas.

Aquí, cabe aclarar que si bien de manera inicial podría


considerarse que el determinar, qué es lo que forma o no parte de la
Litis, es una cuestión de mera legalidad, ajena a la materia del presente
medio de impugnación; lo cierto es que esa consideración del Tribunal
Colegiado, implícitamente conlleva un tema de naturaleza constitucional
que amerita ser analizado en el presente recurso.

Ello es así, pues al señalar que como la actora no acreditó ser


modelo, ni probó los cánones de modelaje, entonces no probó el daño
causado, implícitamente se le niega el derecho a la salud, incurriendo
también de manera implícita en una discriminación basada en la
profesión o actividad de las personas, pasando por alto que el derecho
a la salud, en términos de lo dispuesto en el artículo 4° constitucional,
es un derecho que atañe a todas las personas sin ninguna distinción
basada en la profesión o actividad de las mismas.

17Páginas 258 y 259 de la sentencia recurrida dictada por el primer tribunal colegiado en Materia
Civil del primer circuito en el juicio de amparo directo **********.
31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

En consecuencia, es evidente que la decisión del Tribunal


Colegiado, resulta abiertamente contraria a lo dispuesto en los artículos
1° y 4° de la Constitución Federal.

En efecto, si bien es verdad que la actora manifestó ser modelo


profesional, y ello ciertamente formó parte de la Litis, tal circunstancia
una vez que se prueba la afectación del derecho a la salud, en su caso,
sólo podría incidir en el monto de la indemnización correspondiente,
pues es un hecho notorio que las posibilidades de trabajo; y por ende,
los ingresos de las personas que se dedican al modelaje, a diferencia
de otras personas con actividades distintas, generalmente dependen de
su físico, el cual puede centrarse en la cara, cabello, manos, pies,
piernas, glúteos, dientes, ojos, etcétera, pues ello dependerá del tipo de
modelaje que realice, de manera que si una persona se somete a una
intervención médica a fin de que una parte de su físico, se ajuste a lo
que ella considera adecuado para el modelaje que realiza, y esa cirugía
no resulta conforme a lo esperado, no por una circunstancia propia
de los riesgos de la cirugía, sino por una cuestión de negligencia
médica, la actividad del modelaje no será relevante para determinar la
afectación del derecho a la salud, pero si en la indemnización que en su
caso deba otorgarse a la persona que sufrió las consecuencias de esa
negligencia médica, pero se insiste, ello no puede tener mayor
incidencia en el derecho a la salud, pues sin importar la actividad a la
que una persona se dedique, éste derecho debe ser íntegramente
reconocido como el más alto nivel de bienestar físico y mental, pues así
lo estipulan los tratados internacionales suscritos por el Estado
Mexicano.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

Efectivamente, el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales, reconoce el derecho de toda
persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, y
que los Estados deberán adoptar las medidas a fin de asegurar la plena
efectividad de este derecho.

Ahora bien, en relación a este derecho, el Comité sobre Derechos


Económicos, Sociales y Culturales, emitió la Observación General
número 14, en el cual desarrolla las obligaciones que tienen los Estados
Partes; y en ella se destaca la importancia de que el derecho a la salud
no sea entendido como el derecho a estar sano, sino a la posibilidad de
disfrutar el nivel más alto posible de salud, física y mental, indicando
que ello depende entre otros factores, de la atención médica oportuna
y apropiada, y en relación a este punto destaca que la atención médica
además de estar disponible, ser accesible y aceptable, debe ser de
calidad, lo cual implica que el personal médico debe estar capacitado,
es decir debe contar con las condiciones necesarias de educación,
experiencia y deontología.

Bajo esa lógica, es evidente que las negligencias médicas, son


incompatibles con el derecho a la salud.

Pese a lo anterior, el Tribunal Colegiado pasando por alto el


alcance del derecho a la salud, y sin analizar de manera detallada los
hechos en que se sustenta la demanda, la contestación a la misma, así
como los documentos exhibidos como prueba, aseveró que toda cirugía
implica un riesgo; y que por tanto, no se puede asegurar un resultado

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

específico, y que además, la actora firmó una carta de consentimiento


informado.

Esa aseveración puede estimarse hasta cierto punto correcta,


porque como previamente se analizó, la ciencia médica es de medios y
no de resultados.

Pese a lo anterior, ello por sí sólo no es suficiente para desestimar


la acción intentada por la actora.

Se estima de esa manera, porque si bien es cierto que toda cirugía


implica un riesgo y bajo esa lógica, atendiendo a lo dispuesto en el punto
4.2 de la NOM-004-SSA3-2012, el paciente debe firmar una carta de
consentimiento informado que debe integrarse al expediente clínico, ello
no implica que quien se somete a una cirugía acepte cualquier riesgo,
sino sólo aquellos que son propios de la cirugía a la que fue sometida.

Esto es así, pues el punto 10.1.6 de la mencionada norma, indica


que en esa carta se deberán señalar “los riesgos y beneficios esperados
del acto autorizado”; es decir, el paciente al suscribir la carta en
cuestión, sólo acepta los riesgos que por ser propios del acto autorizado
pueden esperarse como una probabilidad; sin embargo, ese
consentimiento no puede leerse como la aceptación de cualquier riesgo
que pudiera derivarse de un actuar negligente de la parte médica.

Bajo esa lógica, el simple hecho de someter al paciente a un


riesgo que no es propio del acto médico contratado derivado de un
actuar médico negligente, aún y cuando no conlleve a mayores

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

consecuencias, debe estimarse como una transgresión del


derecho a la salud.

En ese orden de ideas, no resulta acertado que el Tribunal


Colegiado haya desestimado la acción de la actora, por considerar que
al no haberse desahogado la pericial no se demostraron los daños, pues
el simple hecho de haber señalado que por una negligencia médica se
le colocaron implantes mamarios de distintos tamaños y ello generó un
nuevo proceso que involucró la aplicación de una dosis mayor de
anestesia a la que originalmente se tenía prevista, era suficiente para
revertir la carga probatoria a la demandada a fin de acreditar que actúo
de forma diligente y conforme a la lex artis.

No obstante, como se indica en el recurso de reclamación


**********, si al contestar el libelo instaurado en su contra, la especialista
demandada reconoció haber colocado implantes mamarios de diferente
medida, ello por sí sólo, implicaba el reconocimiento de una
contravención a lex artis, pues revela un actuar negligente
contrario a un servicio médico de calidad exigido por el derecho a
la salud.

Por tanto, aún y cuando la demandada haya aseverado que eso


se corrigió en el acto, a fin de determinar el alcance que ese actuar
negligente tuvo en la salud de la actora, en contra de lo considerado por
el Tribunal Colegiado, debió operar de manera inmediata la reversión
de la carga probatoria, para que fuera la parte demandada, quien en su
caso demostrará el por qué los implantes mamarios de diferente medida

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

no pudieron acarrear las consecuencias que la actora atribuye a ese


actuar negligente.

Esto es así, pues como ya se mencionó, la parte médica es la que


cuenta con los conocimientos y los recursos necesarios para demostrar
que actúo de manera diligente; y si como en el caso, ya existe una
aseveración o reconocimiento implícito de un actuar negligente, dicha
carga la asume la parte demandada para demostrar que el actuar
negligente aceptado, no pudo acarrear los daños que la actora asevera
haber sufrido.

En efecto, si en términos de los puntos 5.1, 5.4 y 6 de la NOM-


004-SSA3-2012, los médicos están obligados a integrar y conservar por
cinco años, el expediente clínico de consulta general y, en su caso, de
especialización y hospitalización del paciente, es claro que la parte
demandada cuenta con los conocimientos y tiene los elementos
necesarios para demostrar lo contrario.

Se asevera lo anterior, porque la Norma Oficial mencionada, en lo


que al caso interesa, dispone lo siguiente:

“4.2 Cartas de consentimiento informado, a los documentos escritos,


signados por el paciente o su representante legal o familiar más cercano en vínculo,
mediante los cuales se acepta un procedimiento médico o quirúrgico con fines
diagnósticos, terapéuticos, rehabilitatorios, paliativos o de investigación, una vez que se
ha recibido información de los riesgos y beneficios esperados para el paciente.”
[…]
4.4 Expediente clínico, al conjunto único de información y datos personales de
un paciente, que se integra dentro de todo tipo de establecimiento para la atención
médica, ya sea público, social o privado, el cual, consta de documentos escritos,
gráficos, imagenológicos, electrónicos, magnéticos, electromagnéticos, ópticos,
magneto-ópticos y de cualquier otra índole, en los cuales, el personal de salud deberá
hacer los registros, anotaciones, en su caso, constancias y certificaciones

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

correspondientes a su intervención en la atención médica del paciente, con apego a las


disposiciones jurídicas aplicables.”
[…]
4.10 Resumen clínico, al documento elaborado por un médico, en el cual, se
registran los aspectos relevantes de la atención médica de un paciente, contenidos en
el expediente clínico.
Deberá tener como mínimo: padecimiento actual, diagnósticos, tratamientos,
evolución, pronóstico y estudios de laboratorio y gabinete.”
[…]
5.1 Los prestadores de servicios de atención médica de los establecimientos de
carácter público, social y privado, estarán obligados a integrar y conservar el expediente
clínico los establecimientos serán solidariamente responsables respecto del
cumplimiento de esta obligación, por parte del personal que preste sus servicios en los
mismos, independientemente de la forma en que fuere contratado dicho personal.”
5.2 Todo expediente clínico, deberá tener los siguientes datos generales:
5.2.1 Tipo, nombre y domicilio del establecimiento y en su caso, nombre de la
institución a la que pertenece;
5.2.2 En su caso, la razón y denominación social del propietario o
concesionario;
5.2.3 Nombre, sexo, edad y domicilio del paciente; y
5.2.4 Los demás que señalen las disposiciones sanitarias.
5.3 El médico, así como otros profesionales o personal técnico que intervengan
en la atención del paciente, tendrán la obligación de cumplir las disposiciones de esta
norma, en forma ética y profesional.
5.4 Los expedientes clínicos son propiedad de la institución o del prestador de
servicios médicos que los genera, cuando éste, no dependa de una institución. En caso
de instituciones del sector público, además de lo establecido en esta norma, deberán
observar las disposiciones que en la materia estén vigentes. Sin perjuicio de lo anterior,
el paciente en tanto aportante de la información y beneficiario de la atención médica,
tiene derechos de titularidad sobre la información para la protección de su salud, así
como para la protección de la confidencialidad de sus datos, en los términos de esta
norma y demás disposiciones jurídicas que resulten aplicables.
Por lo anterior, por tratarse de documentos elaborados en interés y beneficio
del paciente, deberán ser conservados por un periodo mínimo de 5 años, contados a
partir de la fecha del último acto médico.
[…]
5.8 Las notas médicas, reportes y otros documentos que surjan como
consecuencia de la aplicación de esta norma, deberán apegarse a las disposiciones
jurídicas que resulten aplicables, relacionadas con la prestación de servicios de
atención médica, cuando sea el caso.
5.9 Las notas médicas y reportes a que se refiere esta norma deberán contener:
nombre completo del paciente, edad, sexo y en su caso, número de cama o expediente.
5.10 Todas las notas en el expediente clínico deberán contener fecha, hora y
nombre completo de quien la elabora, así como la firma autógrafa, electrónica o digital,
según sea el caso; estas dos últimas se sujetarán a las disposiciones jurídicas
aplicables.
5.11 Las notas en el expediente deberán expresarse en lenguaje técnico-
médico, sin abreviaturas, con letra legible, sin enmendaduras ni tachaduras y
conservarse en buen estado.
5.12 De manera optativa, se podrán utilizar medios electrónicos, magnéticos,
electromagnéticos, ópticos, magneto-ópticos o de cualquier otra tecnología en la
37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

integración de un expediente clínico, en los términos de las disposiciones jurídicas


aplicables.
5.13 Los prestadores de servicios de atención médica de los sectores público,
social y privado, podrán elaborar formatos para el expediente clínico, tomando en
cuenta los requisitos mínimos establecidos en esta norma.
5.14 El expediente clínico se integrará atendiendo a los servicios genéricos de
consulta general, de especialidad, urgencias y hospitalización, debiendo observar,
además de los requisitos mínimos señalados en esta norma, los establecidos en las
Normas Oficiales Mexicanas, referidas en los numerales 3.2, 3.3, 3.5, 3.7, 3.8, 3.9, 3.11,
3.13, 3.14, 3.15 y 3.16 de esta norma, respectivamente. Cuando en un mismo
establecimiento para la atención médica, se proporcionen varios servicios, deberá
integrarse un solo expediente clínico por cada paciente, en donde consten todos y cada
uno de los documentos generados por el personal que intervenga en su atención.
[…]
5.19 En los casos en que medie un contrato suscrito por las partes para la
prestación de servicios de atención médica, invariablemente deberá existir una copia de
dicho contrato en el expediente clínico.
[…]
6 Del expediente clínico en consulta general y de especialidad
Deberá contar con:
6.1 Historia Clínica.
Deberá elaborarla el personal médico y otros profesionales del área de la salud,
de acuerdo con las necesidades específicas de información de cada uno de ellos en
particular, deberá tener, en el orden señalado, los apartados siguientes:
6.1.1 Interrogatorio.- Deberá tener como mínimo: ficha de identificación, en su
caso, grupo étnico, antecedentes heredo-familiares, antecedentes personales
patológicos (incluido uso y dependencia del tabaco, del alcohol y de otras sustancias
psicoactivas, de conformidad con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana, referida
en el numeral 3.12 de esta norma) y no patológicos, padecimiento actual (indagar
acerca de tratamientos previos de tipo convencional, alternativos y tradicionales) e
interrogatorio por aparatos y sistemas;
6.1.2 Exploración física.- Deberá tener como mínimo: habitus exterior, signos
vitales (temperatura, tensión arterial, frecuencia cardiaca y respiratoria), peso y talla, así
como, datos de la cabeza, cuello, tórax, abdomen, miembros y genitales o
específicamente la información que corresponda a la materia del odontólogo, psicólogo,
nutriólogo y otros profesionales de la salud;
6.1.3 Resultados previos y actuales de estudios de laboratorio, gabinete y otros;
6.1.4 Diagnósticos o problemas clínicos;
6.1.5 Pronóstico;
6.1.6 Indicación terapéutica.
6.2 Nota de evolución.
Deberá elaborarla el médico cada vez que proporciona atención al paciente
ambulatorio, de acuerdo con el estado clínico del paciente. Describirá lo siguiente:
6.2.1 Evolución y actualización del cuadro clínico (en su caso, incluir abuso y
dependencia del tabaco, del alcohol y de otras sustancias psicoactivas);
6.2.2 Signos vitales, según se considere necesario.
6.2.3 Resultados relevantes de los estudios de los servicios auxiliares de
diagnóstico y tratamiento que hayan sido solicitados previamente;
6.2.4 Diagnósticos o problemas clínicos;
6.2.5 Pronóstico;
6.2.6 Tratamiento e indicaciones médicas; en el caso de medicamentos,
señalando como mínimo la dosis, vía de administración y periodicidad.
38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

6.3 Nota de Interconsulta.


La solicitud deberá elaborarla el médico cuando se requiera y quedará asentada
en el expediente clínico. La nota deberá elaborarla el médico consultado y deberá contar
con:
6.3.1 Criterios diagnósticos;
6.3.2 Plan de estudios;
6.3.3 Sugerencias diagnósticas y tratamiento; y
6.3.4 Los demás que marca el numeral 7.1 de esta norma.
6.4 Nota de referencia/traslado.
De requerirse, deberá elaborarla un médico del establecimiento y deberá
anexarse copia del resumen clínico con que se envía al paciente, constará de:
6.4.1 Establecimiento que envía;
6.4.2 Establecimiento receptor;
6.4.3 Resumen clínico, que incluirá como mínimo:
6.4.3.1 Motivo de envío;
6.4.3.2 Impresión diagnóstica (incluido abuso y dependencia del tabaco, del
alcohol y de otras sustancias psicoactivas);
6.4.3.3 Terapéutica empleada, si la hubo.
7 De las notas médicas en urgencias
7.1 Inicial.
Deberá elaborarla el médico y deberá contener lo siguiente:
7.1.1 Fecha y hora en que se otorga el servicio;
7.1.2 Signos vitales;
7.1.3 Motivo de la atención;
7.1.4 Resumen del interrogatorio, exploración física y estado mental, en su
caso;
7.1.5 Resultados relevantes de los estudios de los servicios auxiliares de
diagnóstico y tratamiento que hayan sido solicitados previamente;
7.1.6 Diagnósticos o problemas clínicos;
7.1.7 Tratamiento y pronóstico.
7.2 Nota de evolución.
Deberá elaborarla el médico cada vez que proporciona atención al paciente y
las notas se llevarán a efecto conforme a lo previsto en el numeral 6.2, de esta norma;
7.2.1 En los casos en que el paciente requiera interconsulta por médico
especialista, deberá quedar por escrito, tanto la solicitud, que deberá realizar el médico
solicitante, como la nota de interconsulta que deberá realizar el médico especialista.
7.3 De referencia/traslado.
Las notas se llevarán a efecto conforme a lo previsto en el numeral 6.4, de esta
norma.
8 De las notas médicas en hospitalización
8.1 De ingreso.
Deberá elaborarla el médico que ingresa al paciente y deberá contener como
mínimo los datos siguientes: 8.1.1 Signos vitales;
8.1.2 Resumen del interrogatorio, exploración física y estado mental, en su
caso;
8.1.3 Resultados de estudios, de los servicios auxiliares de diagnóstico y
tratamiento;
8.1.4 Tratamiento y pronóstico.
8.2 Historia clínica.
8.3 Nota de evolución.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

Deberá elaborarla el médico que otorga la atención al paciente cuando menos


una vez por día y las notas se llevarán a efecto conforme a lo previsto en el numeral
6.2, de esta norma.
8.4 Nota de referencia/traslado.
Las notas se llevarán a efecto conforme a lo previsto en el numeral 6.4, de esta
norma.
8.5 Nota Preoperatoria.
Deberá elaborarla el cirujano que va a intervenir al paciente, incluyendo a los
cirujanos dentistas (excepto el numeral 8.5.7 para estos últimos) y deberá contener
como mínimo:
8.5.1 Fecha de la cirugía;
8.5.2 Diagnóstico;
8.5.3 Plan quirúrgico;
8.5.4 Tipo de intervención quirúrgica;
8.5.5 Riesgo quirúrgico;
8.5.6 Cuidados y plan terapéutico preoperatorios; y
8.5.7 Pronóstico.
8.6 Un integrante del equipo quirúrgico podrá elaborar un reporte de la lista de
verificación de la cirugía, en su caso, podrá utilizar la lista Organización Mundial de la
Salud en esta materia para dicho propósito.
8.7 Nota preanestésica, vigilancia y registro anestésico.
Se elaborará de conformidad con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana,
referida en el numeral 3.4 de esta norma y demás disposiciones jurídicas aplicables.
8.8 Nota postoperatoria.
Deberá elaborarla el cirujano que intervino al paciente, al término de la cirugía,
constituye un resumen de la operación practicada y deberá contener como mínimo:
8.8.1 Diagnóstico preoperatorio;
8.8.2 Operación planeada;
8.8.3 Operación realizada;
8.8.4 Diagnóstico postoperatorio;
8.8.5 Descripción de la técnica quirúrgica;
8.8.6 Hallazgos transoperatorios;
8.8.7 Reporte del conteo de gasas, compresas y de instrumental quirúrgico;
8.8.8 Incidentes y accidentes;
8.8.9 Cuantificación de sangrado, si lo hubo y en su caso transfusiones;
8.8.10 Estudios de servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento
transoperatorios;
8.8.11 Ayudantes, instrumentistas, anestesiólogo y circulante;
8.8.12 Estado post-quirúrgico inmediato;
8.8.13 Plan de manejo y tratamiento postoperatorio inmediato;
8.8.14 Pronóstico;
8.8.15 Envío de piezas o biopsias quirúrgicas para examen macroscópico e
histopatológico;
8.8.16 Otros hallazgos de importancia para el paciente, relacionados con el
quehacer médico;
8.8.17 Nombre completo y firma del responsable de la cirugía.
8.9 Nota de egreso.
Deberá elaborarla el médico y deberá contener como mínimo:
8.9.1 Fecha de ingreso/egreso;
8.9.2 Motivo del egreso;
8.9.3 Diagnósticos finales;
8.9.4 Resumen de la evolución y el estado actual;
40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

8.9.5 Manejo durante la estancia hospitalaria;


8.9.6 Problemas clínicos pendientes;
8.9.7 Plan de manejo y tratamiento;
8.9.8 Recomendaciones para vigilancia ambulatoria;
8.9.9 Atención de factores de riesgo (incluido abuso y dependencia del tabaco,
del alcohol y de otras sustancias psicoactivas);
8.9.10 Pronóstico;
8.9.11 En caso de defunción, señalar las causas de la muerte acorde a la
información contenida en el certificado de defunción y en su caso, si se solicitó y se
llevó a cabo estudio de necropsia hospitalaria.
9 De los reportes del personal profesional y técnico
9.1 Hoja de enfermería.
Deberá elaborarse por el personal en turno, según la frecuencia establecida por
las normas internas del establecimiento y las órdenes del médico y deberá contener
como mínimo:
9.1.1 Habitus exterior;
9.1.2 Gráfica de signos vitales;
9.1.3 Ministración de medicamentos, fecha, hora, cantidad y vía prescrita;
9.1.4 Procedimientos realizados; y
9.1.5 Observaciones.
9.2 De los servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento.
Deberá elaborarlo el personal que realizó el estudio y deberá contener como
mínimo:
9.2.1 Fecha y hora del estudio;
9.2.2 Identificación del solicitante;
9.2.3 Estudio solicitado;
9.2.4 Problema clínico en estudio;
9.2.5 Resultados del estudio;
9.2.6 Incidentes y accidentes, si los hubo;
9.2.7 Identificación del personal que realizó el estudio;
9.2.8 Nombre completo y firma del personal que informa.
10 Otros documentos
Además de los documentos mencionados, debido a que sobresalen por su
frecuencia, pueden existir otros del ámbito ambulatorio u hospitalario que por ser
elaborados por personal médico, técnico o administrativo, obligatoriamente deben
formar parte del expediente clínico:
[…]”.

Bajo esa lógica, si en el caso se reconoció que se colocaron


implantes mamarios de distinto tamaño y la actora indicó que ello
generó que un procedimiento de tres o cuatro horas se extendiera a
ocho horas de anestesia; y que ello, junto con el medicamento
ministrado le generó hipotermia, es claro que la parte médica cuenta
con los conocimientos y tiene a su alcance el material, para en su caso
demostrar, cuál es el tiempo promedio requerido para realizar los
41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

procedimientos médicos que contrató la actora; y en su caso, demostrar


si la colocación de implantes de distinto tamaño, fue o no un factor
determinante en el tiempo que duraron los procedimientos médicos
realizados; máxime que en el expediente clínico, no sólo debió
establecerse el diagnóstico, sino también el plan quirúrgico y el tipo de
intervención a que sería sometida la actora.

Además a ese expediente, también debió agregarse la hoja de


enfermería, en la cual debió constar cuál fue el medicamento ministrado,
la fecha, hora y cantidad prescrita, de tal suerte que de este expediente
también se podía derivar si la actora realmente sufrió hipotermia, si
estuvo sometida a ocho horas de anestesia, si se cumplieron o no los
protocolos previos al suministro de anestesia conforme a la norma oficial
mexicana para la práctica de anestesiología vigente en la fecha en que
ocurrieron los hechos; si se le ministró o no el medicamente que
asevera, y de ser el caso, la parte médica estaba obligada a demostrar
porque ello no podría generar la hipotermia que la actora dijo haber
padecido.

De igual manera, si la parte actora refirió que no se colocaron


drenajes, a pesar de que en ese tipo de cirugías son obligados, era la
parte médica la que contaba con el conocimiento necesario para
demostrar que en su caso, no era necesario utilizar drenajes o que en
su defecto, éstos fueron colocados, pues como ya se mencionó, es la
parte médica la que cuenta con los conocimientos y tiene a su alcance
los medios de acreditarlo.

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

Del mismo modo, si la actora aseveró que después de la


intervención quirúrgica a la que fue sometida, acudió con la doctora
demandada, y como el resultado de unas placas radiográficas, derivó
en la existencia de un objeto extraño en la parte interna del brazo, le
solicitó a la doctora que ese objeto fuera retirado, pero ella se negó a
hacerlo argumentando que tenía cita con otro paciente y que regresara
al día siguiente; y además, exhibió algunas recetas médicas que
confirman que acudió con la doctora demandada después de la
operación, es claro que la carga de la prueba también se revirtió a la
parte demandada, pues de la NOM-004-SSA3-2012, se desprende que
en el expediente clínico de hospitalización debe haber un reporte del
conteo de gasas, compresas e instrumental quirúrgico, de manera que
la parte medica tenía forma de demostrar cuál fue el instrumental
quirúrgico utilizado y el conteo respectivo, a fin de demostrar que en la
cirugía realizada a la parte actora, no se le dejo ningún objeto extraño.
Más aún, conforme a la norma oficial mencionada, el expediente clínico
también debe formarse para la consulta en general, y en él debió
registrarse, entre otras cosas, la historia clínica, la exploración física, los
resultados de laboratorio, de gabinete y demás estudios, los problemas
advertidos, el diagnóstico, la indicación terapéutica, así como las
sugerencias diagnósticas y de tratamiento, de manera que la parte
demandada fácilmente podría haber demostrado cuál fue el resultado
de las consultas a las que acudió la parte actora después de su
operación y el procedimiento seguido, a fin de determinar si lo
aseverado por la actora tenía o no sustento; y por ende, en su caso
demostrar que no existía el objeto extraño que la actora asevera haber
tenido en el brazo, y que como consecuencia no pudo haberse negado

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

a retirarlo de manera inmediata, o en su caso justificar, porque a pesar


de la existencia de ese objeto, no era urgente retirarlo.

Incluso, si la parte actora refiere que aún después de la operación


advirtió una asimetría en los senos, y el resultado de un ultrasonido
mamario con medición de volumen de implantes, dio como resultado
una diferencia de 2 cc de un implante a otro, la carga de demostrar lo
contrario, también le corría a la parte demandada, pues es ella quien
tenía la carga de demostrar cuáles y de qué tamaño fueron los implantes
que colocó; y si al contestar la demanda aceptó, que colocó implantes
mamarios de diverso tamaño, argumentando que lo corrigió en el acto,
ella tenía la carga de demostrar que realmente hizo esa corrección,
pues para ello bastaba con ofrecer la prueba idónea para verificar el
tamaño de los implantes que en la actualidad tiene la actora.

Así, sin desconocer que la parte actora tiene a su cargo el


demostrar la existencia del daño; y que ese acto negligente originó o fue
un factor determinante en la producción del mismo, no debe pasar
inadvertido que con lo manifestado por la demandada en el escrito de
contestación de demanda, la actora demostró que sí hubo una
colocación de implantes mamarios de distinto tamaño, y que si debido
a ello, atribuyó que el acto quirúrgico se prolongó más de lo previsto con
el consecuente uso de anestesia, dicha situación podría demostrarse a
través del análisis correspondiente al expediente médico; y que
además, ofreció pruebas tendientes a demostrar la existencia de un
objeto extraño en la parte interna del brazo y que debido a ello, se
sometió a otra cirugía, situación que también podría demostrarse con
los documentos exhibidos para ese efecto.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

No obstante, esa circunstancia no sólo no fue atendida por el


Tribunal Colegiado, sino que además, desconociendo el alcance del
derecho a la salud frente a una negligencia médica y los riesgos que
asume el paciente con el consentimiento informado; además, no atendió
los criterios que ésta Primera Sala ha emitido en relación a la manera
en que este tipo de asuntos debe operar la carga probatoria.

Entre esos criterios se encuentran los siguientes:

Tesis: 1a.
Gaceta del Semanario Judicial de la 2012514 7 de
CCXXX/2016 Décima Época
Federación 12
(10a.)
Tesis Aislada(Civil,
Primera Sala Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I Pag. 515
Administrativa)
“RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL EN MATERIA MÉDICO-
SANITARIA. FIJACIÓN DE LA LEX ARTIS AD HOC. De conformidad con lo
establecido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
resolver la contradicción de tesis 93/2011, la responsabilidad extracontractual
médico-sanitaria debe ubicarse en la que requiere una culpa en sentido amplio para
acreditar los elementos de la acción, bajo el entendimiento de que se actualiza un
supuesto de una obligación de medios, pues a lo que están sujetas las personas
que brindan servicios médico-sanitarios es a realizar todas las conductas necesarias
para la consecución de su objetivo según las experiencias de la lex artis. Así, se
considera que la apreciación de lo que debe valorarse como lex artis ad hoc no
puede determinarse con meras apreciaciones subjetivas de las partes, sino que
deben existir elementos objetivos que permitan al juzgador llegar a una plena
convicción sobre cuáles son las conductas específicas que, sin lugar a dudas, debe
cumplir el personal médico. Es el juez quien debe especificar cuáles son los deberes
de los médicos en cada caso concreto; es decir, no obstante que la lex artis puede
tener un elemento fáctico, pues se conforma por la práctica médica, es el juzgador
quien debe determinarla a la luz del material probatorio del que disponga o del que
pueda allegarse.”

Tesis: 1a.
Gaceta del Semanario Judicial de la 2012513 8 de
CCXXVII/2016 Décima Época
Federación 12
(10a.)
Primera Sala Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I Pag. 514 Tesis Aislada(Civil)

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

“RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL EN MATERIA MÉDICO-


SANITARIA. DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA. De conformidad
con las pautas establecidas por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación al resolver la contradicción de tesis 93/2011, para acreditar la
responsabilidad civil de los profesionistas médico-sanitarios ante una demanda en
la que se alegue la existencia de un daño, a los profesionales referidos les
corresponde probar su debida diligencia (el elemento de culpa), mientras que la
demandante debe acreditar el resto de los elementos de la responsabilidad civil
extracontractual: daño y nexo causal. En otras palabras, cuando una persona
alegue que un profesional médico-sanitario o una institución hospitalaria le causó
un daño por una indebida atención médico-sanitaria, se actualiza lo que se
denomina una reinversión de la carga de la prueba a favor de la actora en el juicio,
en la que a los profesionales médico-sanitarios o a la institución hospitalaria les
corresponde acreditar su debida diligencia en la atención médica del paciente que
sufrió el referido evento dañoso, en atención a los principios de facilidad y
proximidad probatoria. La razón principal para optar por esta incidencia en las reglas
estrictas de la carga de la prueba proviene de las circunstancias particulares en las
que se desarrolla un caso de atención médica; por lo general, el conocimiento
científico-técnico y las pruebas pertinentes para acreditar la debida diligencia o
desacreditar la supuesta culpa o violación de un deber de cuidado las detentan los
profesionales médico-sanitarios o las instituciones hospitalarias, por lo que exigir de
una forma irrestricta que sea la actora la que demuestre por sí sola y sin lugar a
dudas la negligencia en la atención médica podría provocar lo que en la doctrina se
denomina como una carga probatoria diabólica. Esto es, lo que se busca es que
ambas partes en el juicio participen activamente en él y que aporten los elementos
de convicción necesarios para que el juzgador llegue a la verdad y estudie si se
acreditan o no los elementos de la acción. Esta posición no conlleva a la existencia
de una presunción de la culpa de los médicos o de la institución hospitalaria o el
surgimiento de una responsabilidad objetiva, pues en materia de responsabilidad
civil subjetiva derivada de la atención médica, la cual es caracterizada en términos
generales como una actividad que da lugar a obligaciones de medios, no cabe la
presunción automática de la culpa de las partes demandadas, sin que ello implique
que ésta no pueda acreditarse a partir de algún tipo de presunciones (por ejemplo,
indiciarias).”

Por lo expuesto y dado lo fundado de los argumentos antes


analizados, lo que procede es revocar la sentencia recurrida y devolver
los autos al Tribunal Colegiado de origen a fin de que emita una nueva
resolución en la que tomando en cuenta los lineamientos fijados por esta
Primera Sala, distribuya adecuadamente la carga probatoria,
resolviendo lo que en derecho proceda.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3164/2019.

En consecuencia, esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación

RESUELVE

PRIMERO. En la materia de la revisión, se revoca la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. Devuélvanse los autos al Primer Tribunal Colegiado


en Materia Civil del Primer Circuito para los efectos precisados en el
último apartado de esta resolución.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución,


devuélvanse los autos a su lugar de origen y, en su oportunidad,
archívese el presente toca como asunto concluido.

En términos de lo previsto en los artículos 113 y 116, de la Ley General de Transparencia


y Acceso a la Información Pública; 110 y 113 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso
a la Información Pública; y el Acuerdo General 11/2017, del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicado el dieciocho de septiembre de dos mil diecisiete en el Diario
Oficial de la Federación, en esta versión se suprime la información considerada legalmente
como reservada o confidencial que se encuentra en esos supuestos normativos.

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