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LA BIBLIA
LA IMPOSICIÓN DE MANOS SEGÚN LA BIBLIA:
¿QUIÉNES PUEDEN IMPONER MANOS SEGÚN LA
BIBLIA?
Para cerciorarnos mejor de esto, tenemos que preguntarnos si Jesús y sus discípulos
practicaban la imposición de manos. Veamos lo que nos enseña la Biblia.
RUDIMENTOS SIGNIFICADO BÍBLICO
"Rudimentos" aparece sólo dos veces en la Biblia. Pablo lo usa, sin embargo, con
precisión quirúrgica para describir la naturaleza de la elección que todos nosotros debemos
hacer entre la cosmovisión natural, carnal o materialista o la perspectiva espiritual.
Las manos son tan importantes, tanto para servir a Dios como para realizar todas nuestras
actividades diarias. La escritura menciona estos miembros (las manos) refiriéndose a
nuestras manos físicas, pero también tienen una connotación espiritual, e incluso la obra de
Dios que hace entre los hombres es llamada la obra de sus manos.
(También te puede interesar: Los 9 dones del Espíritu Santo según 1 Corintios 12)
Cuando la escritura nos menciona la mano derecha de Dios, nunca se refiere en un sentido
de localidad sino que significa un lugar de favor, autoridad, poder. (Puedes leer el artículo
La diestra de Dios)
Debemos tener presente que nunca los dones de Dios nunca vienen por voluntad del ser
humano y menos por su capricho, por lo tanto, quien impone manos debe estar lleno de fe
y estar bajo la voluntad de Dios y su palabra, además, en armonía con aquel sobre quien se
impone manos. Este último también debe ser lleno de fe y estar bajo la voluntad de Dios.
Todo esto debe ser antes de desear los resultados que trae la imposición de manos.
A Dios le ha placido usar este método de la imposición de manos para realizar obras
maravillosas; sin embargo, Dios hace las cosas de manera soberana sin importar el acto en
sí de la imposición de manos.
Observe la petición que le hizo Jairo a Jesús: "Mi hijo acaba de morir; mas ven
y pon tus manos sobre ella, y vivirá" Mateo 9:18. Es evidente que Jairo sabía
que Jesús comúnmente imponía las manos y por esto le pidió que viniera y lo
hiciera con su hija enferma para que sanara.
Jesús también sanó así a un ciego: "Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó
fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le
preguntó si veía algo... luego le puso otro vez las manos sobre los ojos, y le
hizo que mirase, y fue restablecido" Marcos 8:23.
Jesucristo imponía las manos sobre muchos en la misma ocasión. "Al ponerse
el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y
él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sonaba" Lucas 4:40.
Jesús sanó a una mujer que llevaba muchos años encorvada: "y puso las manos
sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios" Lucas 13:13.
Jesús también sanó al leproso tocándolo con su mano (Mateo 8:3). La suegra
de Pedro fue sanada cuando Jesús la tocó con su mano (Mateo 8:15).
Notemos lo que dice cuando Jesús visitó la ciudad de Nazaret "Y no pudo hacer
allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos
las manos" Marcos 6:5. Obviamente el Señor Jesús sintió necesario imponer las
manos para estimular la fe de los necesitados, puesto que estaba muy bajo.
Jesús sanaba tanto imponiendo las manos que la gente decía que "estos milagros
que por sus manos son hechos" Marcos 6:2. O sea, que llegaron a decir que
eran sus manos las que hacían los milagros, aunque sabemos que era el poder de
Dios el que hacía los milagros.
Un ministro de Dios o un santo de Dios puede poner sus manos sobre alguien invocando
bendiciones y, de esta manera, la persona puede recibir bendición de parte de Dios.
Recordemos que Jesús tenía como una de sus prácticas la imposición de manos sobre los
niños para bendecirlos, esto es lo que dice en Marcos 10:16: "Y tomándolos en los brazos,
poniendo las manos sobre ellos, los bendecía"
(También te invito a leer: No toquéis a mis ungidos ni hagáis mal a mis profetas)
En el libro de Génesis 48:14-22 encontramos como Israel extendió sus manos sobre Efraín
y Manasés y mediante la imposición de manos los bendijo, tomando aquí un papel
importante la fe de quien imponía las manos.
Hay que hacer uso de la imposición de manos con fe, de esta forma, Dios actuará en la
persona conforme a la voluntad de Dios.
Marcos 16:18 "... Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán"
Pedro tomó al paralítico de la mano cuando lo sanó (Hechos 3:7). Así como se dijo de
Jesús, también de los Apóstoles dijeron que: "Por la mano de los apóstoles se hacían
muchas señales y prodigios en el pueblo" Hechos 5:12; (también en Hechos 14:3 y 19:11)
Saulo fue sanado por la imposición de manos de Ananías: "Fue entonces Ananías y
entró en la casa y poniendo sobre él las manos, dijo. Hermano Saulo" Hechos 9:17. Pedro
resucitó a Dorcas tomándola de la mano (Hechos 9:41).
También en Hechos 28:8 dice "Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo
de fiebre y de disentería, y entró Pablo a verle y después de haber orado, le impuso las
manos, y le sanó".
Tal vez cabe señalar que cuando se trata de reprender o echar fuera un demonio o espíritu
inmundo, no tenemos ningún ejemplo bíblico de que Jesús o los Apóstoles lo hicieran
imponiendo las manos. Ellos solo usaban la palabra de autoridad cuando echaban
fuera un demonio.
Cuando se está dando una posición de liderazgo a alguien dentro de la iglesia del Señor es
de gran importancia que se haga uso de la imposición de manos sobre ellos para tener de
esta forma, la mano de Dios sobre ellos y la aprobación de los hombres en la iglesia.
Recordemos que la imposición de manos trae bendición cuando viene de alguien que
tiene una posición de autoridad dentro de la iglesia; además, la imposición de manos, trae
dirección y liderazgo y autoridad en las vidas de quienes se están iniciando en una posición
de líder dentro de la iglesia.
2) El pueblo de Israel puso sus manos sobre los levitas para que ellos realizaran su
ministerio (Números 8;1-22)
3) Cuando Moisés fue sustituido por Josué, hubo imposición de manos sobre Josué para
asumir el liderazgo que había dejado Moisés con su muerte (Deuteronomio 34:9; Números
27:18-23)
4) Cuando se escogió a los siete diáconos para servir en las mesas hubo imposición de
manos sobre ellos para ejercer este servicio (Hechos 6:1-7)
Los diáconos eran comisionados con la imposición de manos "A los cuales presentaban
ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos" Hechos 6:6. Saulo y
Bernabé también fueron comisionados al Ministerio por la imposición de las manos.
(Hechos 13:3).
Es algo que todos en determinado momento hemos notado en la congregación, que con la
imposición de manos también se recibe el Espíritu Santo. Esto no quiere decir que
solamente con la imposición de manos se puede recibir el Espíritu Santo ya que también
se puede recibir sin necesidad de que alguien ponga manos sobre nosotros; pues Dios
bautiza con el Espíritu Santo con o sin la imposición de manos.
Hacer uso de la imposición de manos para recibir el Espíritu Santo es algo bíblico, sin
embargo, después de orar por esa persona, Dios es el que decidirá derramar o no de su
Santo Espíritu sobre la persona.
En Hechos 8:14-17 nos encontramos con el relato de como los Samaritanos recibieron la
palabra de Dios, creyeron, se arrepintieron e incluso se bautizaron en el nombre precioso de
Jesucristo; sin embargo, aún no habían recibido el Espíritu Santo, por lo que Pedro y Juan
vinieron a ellos e impusieron las manos para que recibiesen el Espíritu Santo.
De Pedro y Juan en Samaria dice: "Entonces les imponían las manos, y recibían el
Espíritu Santo" Hechos 8:17. Esto asombró tanto a Simón, el mago, que él también quiso
esa capacidad (Hechos 8:19). Los discípulos en Éfeso también recibieron el Espíritu
Santo con la imposición de manos de Pablo "Y habiéndoles impuesto Pablo las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban" Hechos 19:6.
Es evidente que esa era una práctica común.
En cuanto a ungir con aceite, es solamente reservado para los ministros y no para todos los
creyentes, pues Santiago 5:14 dice "...llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor"
Como se mencionaba anteriormente, los ministros pueden ungir con aceite a los
enfermos y pedir a Dios que los sane. Los ministros pueden hacer uso de la imposición de
manos para sanidad, ungiendo o sin ungir con aceite.
Recordemos que ungir con aceite es un acto de fe, no es por el aceite sino por la fe y
obediencia a la palabra de Dios que viene la sanidad.
Es necesario vivir en santidad, en rectitud y tener un buen testimonio, tanto dentro como
fuera de la congregación. Recordemos ejemplos de la escritura que nos hablan de personas
que no estaban viviendo en santidad ni conforme a la voluntad de Dios. Algunos ejemplos
son:
Los hijos de Esceva quisieron echar fuera a Satanás pero no estaban preparados para
hacerlo (Hechos 19:11-17). Algo parecido sucedió con Simón, quien quería el privilegio de
la imposición de manos para que la gente recibiera el Espíritu Santo en Hechos 8:14-23.
Esto es de gran importancia, la imposición de manos debe ser por motivos correctos, que
estén de acuerdo con la palabra de Dios y la voluntad de Dios, además la gloria debe ser
para Dios y no para nosotros los hombres.
3) La fe en la imposición de manos
Pero viendo todos estos pasajes, ¿A qué se refería Pablo en 1 Timoteo 5:22? "No impongas
con ligereza los manos a ninguno". No puede ser que Pablo estaba refiriéndose al tipo
de imposición de manos del que hemos visto tantos ejemplos, puesto que él mismo lo
practicaba. Tampoco creemos que Pablo hubiera dado una instrucción que estaría en directa
oposición a lo que Jesús había mandado en Marcos 17:18.
Creer que Pablo estaba diciendo que no impusieron las manos, basándose solo en un
pasaje después de ver todo la evidencia bíblica, es imprudente e improcedente.
Al leer el contexto, notamos que Pablo está refiriéndose o que no debe comisionar
rápidamente para el Ministerio a cualquier persona. Note que del versículo 17 en
adelante está hablando acerca de los ancianos (no tanto en vejez, sino en capacidad y
responsabilidad en la Obra del Señor).
En versículo 17 menciona que hay que honrar a los ancianos (ministros); versículo 18 habla
de que no se debe detener el sostén de los ancianos (ministros); versículo 19 que no hay que
permitir acusaciones así no más contra los ancianos (ministros); versículo 20 que si un
anciano (ministro) falla, entonces hay que reprenderlo públicamente; versículo 21 Pablo
juramenta a Timoteo a que haga todas las cosas que le está instruyendo; versículo 22 que no
comisione ancianos o Ministros demasiado rápidamente. La misma expresión "con
ligereza" debe señalar que no está hablando de la imposición de manos normal sobre
enfermos y necesitados. No cabe en ese contexto.
En el capítulo anterior (4:14) es dónde Pablo le recuerda a Timoteo que había recibido un
Don Ministerial con la imposición de manos del presbiterio (los ancianos).
Lo que aquí le está instruyendo Pablo a Timoteo es qué no debemos comisionar personas
livianamente o demasiado rápido al Ministerio. Es algo que requiere seriedad y un análisis
adecuado de la persona. Pero sí debemos cumplir con lo que mandó.
Esto es de gran importancia, tanto que el apóstol Pablo le aconseja a Timoteo "no
impongas con ligereza las manos a ninguno..." (1 Timoteo 5:22). Esto aplica tanto la
imposición de manos para poner a otros en lugares de autoridad y liderazgo, tal como ya
se explicó anteriormente; sin embargo, es bueno considerar esto también al momento de
orar e imponer manos por otros motivos.