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El respeto a la dignidad de las personas es el objetivo central de los derechos humanos. Estos
abarcan una serie de derechos específicos, como los civiles y políticos, cuyo ejercicio pleno
solo es posible en un contexto democrático que permite recurrir a mecanismos jurídicos para
protegerlos.
Los derechos básicos a partir de los que se articulan los demás son la vida, la libertad y la
igualdad, pues constituyen el fundamento de la convivencia democrática y están asegurados
en la Constitución y en las leyes.
El derecho a la vida
El derecho a la vida es la base sobre la cual reposan los demás derechos de la persona humana:
solo quien posee vida puede procurar ejercer sus otros derechos fundamentales. En la
actualidad existe consenso al afirmar que la vida es mucho más que ausencia de muerte: hoy
hablamos del derecho humano a la vida digna. Este calificativo afirma la indivisibilidad de los
derechos humanos: todos ellos deben ser garantizados a cada persona para que su vida
adquiera plena condición de dignidad, ya que sin los derechos humanos la vida está
incompleta.
La pena de muerte
La pena de muerte no está prohibida por los instrumentos más importantes de derechos
humanos. No obstante, limitan su aplicación y alientan decididamente su abolición definitiva.
Por ejemplo, el Pacto de San José de Costa Rica, en el Sistema Interamericano de Protección de
Derechos Humanos, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el Sistema
Universal de Protección de Derechos Humanos, establecen que los países que no hayan
abolido la pena de muerte o pena capital podrán aplicarla en los siguientes casos:
El derecho a la integridad
Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad, es decir, a no ser dañada física,
psíquica ni moralmente. Este derecho es exigible en todo tiempo y lugar, y su respeto y
garantía no admiten ningún tipo de limitación. Las violaciones a este derecho, sobre todo a
través de la tortura, han dado lugar a la adopción de instrumentos jurídicos especiales: la
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (en el
ámbito de la ONU) y la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (en el
ámbito interamericano). También es tortura la aplicación de métodos para anular la
personalidad de la víctima o disminuir su capacidad física o mental, aunque no cause dolor
físico o angustia psíquica.
Los derechos políticos expresan nuestra capacidad de participar en el poder público e incidir
en la toma de decisiones que afectan al conjunto de la sociedad.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, la democracia puede tener dos sentidos:
El sufragio es el derecho que permite a los ciudadanos elegir, entre varias opciones, a quienes
van a ocupar cargos públicos. A su vez, el sufragio es uno de los derechos humanos que se
ejercen cuando se cumple únicamente un requisito: ser ciudadano del país donde se vota.
Las garantías constitucionales son el conjunto de recursos que garantizan el pleno respeto a los
derechos humanos consagrados en la Constitución. Entran en funcionamiento cuando
cualquier autoridad, institución o persona quebranta uno de los derechos fundamentales de
un ciudadano o de un grupo de ellos. El artículo 200 de la Constitución Política del Perú
establece las siguientes garantías constitucionales:
• El habeas corpus. Es la forma más antigua de protección del derecho a la libertad física
(también llamada libertad de circulación o ambulatoria). La expresión proviene del derecho
romano y significa en latín ‘presenten el cuerpo’. Posteriormente, se aplicó en la Inglaterra de
la Edad Media para proteger a los vasallos de los abusos de los señores. Hoy su finalidad es
proteger a las personas contra las detenciones ilegales. Obliga a las autoridades que hayan
ordenado la detención a presentar al detenido ante el juez competente, que es quien debe
resolver inmediatamente la situación aplicando la ley para determinar si la prisión debe
continuar o no.
• El habeas data. Tiene como fin permitir que los ciudadanos conozcan los datos existentes
sobre ellos en las entidades públicas o privadas (instituciones bancarias, servicios de salud,
escuelas, empresas, etc.). A la vez sirve para impedir que los servicios informativos suministren
datos que afecten la intimidad de las personas o que vulneren su honor y buena reputación.
• La acción de inconstitucionalidad. Se ejerce cuando se considera que una norma con rango
de ley se opone a lo dispuesto por la Constitución, ya sea en su forma o en su contenido. Entre
las normas que pueden ser impugnadas por la acción de inconstitucionalidad están las leyes,
los decretos legislativos, los decretos de urgencia, los tratados, los reglamentos de entidades
públicas, las normas regionales de carácter general y las ordenanzas municipales. La acción de
inconstitucionalidad se presenta ante el Tribunal Constitucional, organismo autónomo que
puede declarar la inconstitucionalidad de la norma impugnada, con lo cual deja de tener
vigencia.
• ¿De qué manera la madre de Rosa pensaba solucionar el problema en el que se encontraba
involucrado Alfonso? ¿Estás de acuerdo con ello? ¿Por qué?