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DERECHOS
HUMANOS
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UNIDAD I: INTRODUCCIÓN
1.Introducción a los derechos humanos: (a) concepto, (b) fundamentos, (c) emergencia.
3. Sujetos de los derechos humanos: (a) sujeto pasivo, (b) la persona humana, (c) personas
en situación de vulnerabilidad. Causas de la vulnerabilidad (pobreza, discapacidad, género,
pertenencia a comunidades indígenas o minorías, migración, etc.). Las “Cien Reglas de
Brasilia de Acceso a la Justicia de personas en condiciones de vulnerabilidad”, (d) las
personas jurídicas. Empresas transnacionales y derechos humanos.
(a) concepto
Los derechos humanos son los derechos que tenemos básicamente por existir como seres
humanos; no están garantizados por ningún estado. Estos derechos universales son
inherentes a todos nosotros, con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico o
nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1948, fue el primer documento legal en establecer la protección
universal de los derechos humanos fundamentales.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, junto con los dos pactos —el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales—, componen la Carta Internacional de Derechos
Humanos.
Delimitan el poder del Estado y, al mismo tiempo, exigen que el Estado adopte medidas
positivas que garanticen condiciones en las que todas las personas puedan disfrutar de
sus derechos humanos.
Los Gobiernos y otros titulares de deberes tienen la obligación de respetar, proteger y
cumplir los derechos humanos, que constituyen la base legal para la reivindicación de
derechos y la demanda de reparación en caso de incumplimiento. En realidad, la posibilidad
de demandar y exigir reparación es lo que distingue a los derechos humanos de los
preceptos propios de los sistemas de valores éticos o religiosos.
La “obligación de respetar” significa que los Estados están obligados a abstenerse
de interferir en el disfrute de los derechos por parte tanto de los individuos como
de los grupos. Entraña la prohibición de ciertos actos de los Gobiernos que puedan
menoscabar el disfrute de los derechos.ciertos actos de los Gobiernos que puedan
menoscabar el disfrute de los derechos. Por ejemplo, en cuanto al derecho a la
educación, significa que los Gobiernos deben respetar la libertad de los padres de
establecer escuelas privadas y de velar por la educación religiosa y moral de sus hijos
de acuerdo con sus propias convicciones.
La “obligación de proteger” exige que los Estados protejan a los individuos contra los
abusos de agentes no estatales, agentes estatales extranjeros o agentes estatales que
actúen al margen de sus funciones públicas. Esta obligación entraña una dimensión
tanto preventiva como de reparación. En consecuencia, un Estado tiene el deber de
promulgar leyes que protejan los derechos humanos, adoptar medidas para proteger
a los individuos cuando tenga conocimiento (o pudiera haber tenido conocimiento)
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(c) emergencia
Algunos derechos humanos, como la prohibición de la tortura y la esclavitud, son
absolutos. No obstante, la mayoría de los derechos humanos no son absolutos y, por lo
tanto, están sujetos a ciertas restricciones, como por ejemplo mediante reservas,
derogaciones y limitaciones. Más aún, el principio de realización progresiva de los
derechos significa que deben tenerse en cuenta las circunstancias particulares y
la capacidad de cada Estado a la hora de valorar si un Estado ha incumplido sus
obligaciones en materia de derechos humanos. De por sí, aunque el contenido básico
de los derechos humanos es universal y algunas obligaciones tiene efecto inmediato,
los Estados disfrutan de cierto margen de discreción al aplicar sus obligaciones de
respetar, proteger y cumplir los derechos humanos.CorteIDH. Caso Velásquez Rodríguez
Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 1.
Muchas de las obligaciones de respetar los derechos humanos están sometidas a
las denominadas cláusulas de limitación. Por ejemplo, el ejercicio de las libertades
políticas, como la libertad de expresión, reunión y asociación, entraña deberes
y responsabilidades y puede por tanto estar sometido a ciertas formalidades,
condiciones, restricciones y sanciones en interés de la seguridad nacional, la integridad
territorial o la seguridad pública, la prevención de disturbios o delitos, la protección
de la salud o la moral del público, o la protección de la reputación o los derechos y
libertades de otros. Si las personas utilizan indebidamente su libertad de expresión
y su derecho a participar en una manifestación para incitar al odio racial o religioso,
para la propaganda a favor de la guerra o para incitar a otros a cometer delitos, los
gobiernos tienen la obligación de interferir con el ejercicio de esas libertades a fin de
proteger los derechos humanos de otros. Toda injerencia, restricción o sanción deben,
no obstante, aplicarse de conformidad con las leyes nacionales y deben ser necesarias
para alcanzar los objetivos respectivos y los intereses nacionales en una sociedad
democrática. En cualquier caso, los Estados deben demostrar la necesidad de aplicar
esas limitaciones y adoptar sólo aquellas medidas que sean proporcionales al logro de
los objetivos legítimos.
En circunstancias excepcionales, incluidos los conflictos armados, los disturbios, los
desastres naturales u otras emergencias públicas que suponen una amenaza para la vida
de una nación, los gobiernos pueden adoptar medidas que les eximen de sus obligaciones
en materia de derechos humanos, siempre que se cumplan las siguientes condiciones:
• debe haberse declarado oficialmente un estado de emergencia que suponga una
amenaza para la vida de la nación;
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Equitativo y no discriminatorio
El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que: "todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos". La ausencia de
discriminación, establecida en el artículo 2, es lo que garantiza esta igualdad.
La no discriminación trasciende todo el derecho internacional de derechos humanos. Este
principio está presente en los principales tratados de derechos humanos.
El derecho a la igualdad obliga a los Estados a velar por la observancia de los derechos
humanos sin discriminación por motivo alguno, incluidos el sexo, la raza, el color, el idioma,
la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la
pertenencia a una minoría nacional, la posición económica, el nacimiento, la edad, la
discapacidad, la orientación sexual o la condición social o de otro tipo. Asimismo, es
importante tener en cuenta que la discriminación no sólo consiste en una “distinción,
exclusión o restricción”, sino que incluye también una “preferencia” inexcusable con
respecto a ciertos grupos.
No toda distinción constituye discriminación. Las distinciones tanto de hecho como de
derecho basadas en criterios razonables y objetivos pueden estar justificadas. La
carga de la prueba recae en los Gobiernos: deben demostrar que cualquier distinción
que se aplique es realmente razonable y objetiva.
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(a)Sujeto Pasivo
Los derechos humanos son derechos subjetivos. Todo sistema de derechos subjetivos
importa, en tal sentido, la facultad de exigir jurídicamente un comportamiento obligatorio a
otro sujeto. Se establece así una relación de sujeto activo (titular del derecho) y sujeto
pasivo (titular de la obligación). Esta relación recíproca de exigibilidad –en última instancia
coactiva– que define la relación jurídica sería una mera ilusión si no existiesen mecanismos
institucionales que la aseguren y que tengan la capacidad normativa suficiente para imponer
una solución.
En una dimensión más amplia, la persona humana se configura como el ente que encierra
su fin supremo dentro de sí misma, y que lo cumple a lo largo del camino de su vida, bajo su
propia responsabilidad. Efectivamente, es la persona humana, esencialmente dotada de
dignidad, la que articula, expresa e introduce el “deber ser” de los valores en el mundo de la
realidad en que vive, y sólo ella es capaz de eso, como portadora de tales valores éticos.
La personalidad jurídica, a su vez, se manifiesta como categoría jurídica en el mundo del
derecho, como expresión unitaria de la aptitud de la persona humana para ser titular de
derechos y deberes en el plano del comportamiento y de las relaciones humanas
reglamentadas.
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Las presentes Reglas tienen como objetivo garantizar las condiciones de acceso efectivo a
la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad, sin discriminación alguna,
englobando el conjunto de políticas, medidas, facilidades y apoyos que permitan a dichas
personas el pleno goce de los servicios del sistema judicial.
ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o
agravada por el entorno económico y social.
Se procurará establecer las condiciones necesarias para garantizar la accesibilidad
de las personas con discapacidad al sistema de justicia, incluyendo aquellas
medidas conducentes a utilizar todos los servicios judiciales requeridos y disponer
de todos los recursos que garanticen su seguridad, movilidad, comodidad,
comprensión, privacidad y comunicación.
3. Pertenencia a comunidades indígenas: Las personas integrantes de las
comunidades indígenas pueden encontrarse en condición de vulnerabilidad cuando
ejercitan sus derechos ante el sistema de justicia estatal. Se promoverán las
condiciones destinadas a posibilitar que las personas y los pueblos indígenas
puedan ejercitar con plenitud tales derechos ante dicho sistema de justicia, sin
discriminación alguna que pueda fundarse en su origen o identidad indígenas. Los
poderes judiciales aseguraron que el trato que reciben por parte de los órganos de la
administración de justicia estatal sea respetuoso con su dignidad, lengua y
tradiciones culturales.
4. Victimización: A efectos de las presentes Reglas, se considera víctima toda
persona física que ha sufrido un daño ocasionado por una infracción penal, incluida
tanto la lesión física o psíquica, como el sufrimiento moral y el perjuicio económico.
El término víctima también podrá incluir, en su caso, a la familia inmediata o a las
personas que están a cargo de la víctima directa.
Se considera en condición de vulnerabilidad aquella víctima del delito que tenga una
relevante limitación para evitar o mitigar los daños y perjuicios derivados de la
infracción penal o de su contacto con el sistema de justicia, o para afrontar los
riesgos de sufrir una nueva victimización. La vulnerabilidad puede proceder de sus
propias características personales o bien de las circunstancias de la infracción penal.
Destacan a estos efectos, entre otras víctimas, las personas menores de edad, las
víctimas de violencia doméstica o intrafamiliar, las víctimas de delitos sexuales, los
adultos mayores, así como los familiares de víctimas de muerte violenta.
5. Migración y desplazamiento interno: El desplazamiento de una persona fuera del
territorio del Estado de su nacionalidad puede constituir una causa de vulnerabilidad,
especialmente en los supuestos de los trabajadores migratorios y sus familiares. Se
considera trabajador migratorio a toda persona que vaya a realizar, realice o haya
realizado una actividad remunerada en un Estado del que no sea nacional.
Asimismo se reconocerá una protección especial a los beneficiarios del estatuto de
refugiado conforme a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951,
así como a los solicitantes de asilo.
También pueden encontrarse en condición de vulnerabilidad los desplazados
internos, entendidos como personas o grupos de personas que se han visto forzadas
u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en
particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de
situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de
catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una
frontera estatal internacionalmente reconocida.
6. Pobreza: La pobreza constituye una causa de exclusión social, tanto en el plano
económico como en los planos social y cultural, y supone un serio obstáculo para el
acceso a la justicia especialmente en aquellas personas en las que también
concurre alguna otra causa de vulnerabilidad.
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lógicamente coherente e inclusivo; y en reconocer los puntos débiles del actual sistema y
las mejoras posibles.
1. Los Estados deben proteger contra las violaciones de los derechos humanos cometidas
en su territorio y/o su jurisdicción por terceros, incluidas las empresas. A tal efecto deben
adoptar las medidas apropiadas para prevenir, investigar, castigar y reparar esos abusos
mediante políticas adecuadas, actividades de reglamentación y sometimiento a la justicia.
El deber de protección del Estado es una norma de conducta. Por consiguiente, los Estados
no son en sí mismos responsables de las violaciones de los derechos humanos cometidas
por agentes privados. Sin embargo, los Estados pueden estar incumpliendo sus
obligaciones internacionales de derechos humanos cuando se les puedan atribuir esas
violaciones o cuando no adopten las medidas adecuadas para prevenir, investigar, castigar
y reparar los abusos cometidos por agentes privados
2. Los Estados deben enunciar claramente que se espera de todas las empresas
domiciliadas en su territorio y/o jurisdicción que respeten los derechos humanos en todas
sus actividades.
En la actualidad las normas internacionales de derechos humanos no exigen generalmente
que los Estados regulen las actividades extraterritoriales de las empresas domiciliadas en
su territorio y/o su jurisdicción. Tampoco lo prohíben, siempre que haya una base
jurisdiccional reconocida. En este contexto, algunos órganos de tratados de derechos
humanos recomiendan a los Estados que adopten medidas para impedir los abusos en el
extranjero de empresas registradas en su jurisdicción.
B. Principios operativos
b) Asegurar que otras leyes y normas que rigen la creación y las actividades de las
empresas, como el derecho mercantil, no restrinjan sino que propicien el respeto de
los derechos humanos por las empresas;
c) Asesorar de manera eficaz a las empresas sobre cómo respetar los derechos
humanos en sus actividades;
d) Alentar y si es preciso exigir a las empresas que expliquen cómo tienen en cuenta el
impacto de sus actividades sobre los derechos humanos.
4. Los Estados deben adoptar medidas adicionales de protección contra las violaciones de
derechos humanos cometidas por empresas de su propiedad o bajo su control, o que
reciban importantes apoyos y servicios de organismos estatales, como los organismos
oficiales de crédito a la exportación y los organismos oficiales de seguros o de garantía de
las inversiones, exigiendo en su caso, la debida diligencia en materia de derechos
humanos.
Los Estados, a título individual, son los principales sujetos de las obligaciones conforme a
las normas internacionales de derechos humanos y, colectivamente, los garantes del
régimen internacional de derechos humanos. Cuando una empresa está controlada por el
Estado o cuando sus actos pueden atribuirse por alguna otra razón al Estado, una violación
de los derechos humanos por esta empresa puede implicar una violación de las
obligaciones conforme al derecho internacional del propio Estado.
5. Los Estados deben ejercer una supervisión adecuada con vistas a cumplir sus
obligaciones internacionales de derechos humanos cuando contratan los servicios de
empresas, o promulgan leyes a tal fin, que puedan tener un impacto sobre el disfrute de los
derechos humanos.
Los Estados no renuncian a sus obligaciones internacionales de derechos humanos por
privatizar la prestación de servicios con un posible impacto sobre el disfrute de los derechos
humanos. Si no aseguran que las empresas que prestan esos servicios cumplan las
obligaciones de derechos humanos, las consecuencias pueden ser perjudiciales para la
reputación del propio Estado y atraerle problemas legales. Es necesario que los contratos
de prestación de servicios o la legislación que habilite esa prestación precisen que el Estado
espera de esas empresas que respeten los derechos humanos.
7. Puesto que el riesgo de violaciones graves de los derechos humanos es mayor en zonas
afectadas por conflictos, los Estados deben tratar de asegurar que las empresas que operan
en tales contextos no se vean implicadas en abusos de este tipo, adoptando entre otras las
siguientes medidas:
a) Colaborar en la fase más temprana posible con las empresas para ayudarlas a
determinar, prevenir y mitigar los riesgos que entrañen sus actividades y relaciones
empresariales para los derechos humanos;
b) Prestar asistencia adecuada a las empresas para evaluar y tratar los principales
riesgos de abusos, prestando especial atención tanto a la violencia de género como
a la violencia sexual;
c) Negar el acceso al apoyo y servicios públicos a toda empresa que esté implicada en
graves violaciones de los derechos humanos y se niegue a cooperar para resolver la
situación;
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A. Principios fundacionales
11. Las empresas deben respetar los derechos humanos. Eso significa que deben
abstenerse de infringir los derechos humanos de terceros y hacer frente a las
consecuencias negativas sobre los derechos humanos en las que tengan alguna
participación.
La responsabilidad de respetar los derechos humanos constituye una norma de conducta
mundial aplicable a todas las empresas, dondequiera que operen. Existe con independencia
de la capacidad y/o voluntad de los Estados de cumplir sus propias obligaciones de
derechos humanos y no reduce esas obligaciones. Se trata de una responsabilidad
adicional a la de cumplir las leyes y normas nacionales de protección de los derechos
humanos.
12. La responsabilidad de las empresas de respetar los derechos humanos se refiere a los
derechos humanos internacionalmente reconocidos – que abarcan, como mínimo, los
derechos enunciados en la Carta Internacional de Derechos Humanos y los principios
relativos a los derechos fundamentales establecidos en la Declaración de la Organización
Internacional del Trabajo relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
13. La responsabilidad de respetar los derechos humanos exige que las empresas:
a) Eviten que sus propias actividades provoquen o contribuyan a provocar
consecuencias negativas sobre los derechos humanos y hagan frente a esas
consecuencias cuando se produzcan;
b) Traten de prevenir o mitigar las consecuencias negativas sobre los derechos
humanos directamente relacionadas con operaciones, productos o servicios
prestados por sus relaciones comerciales, incluso cuando no hayan contribuido a
generarlos.
15. Para cumplir con su responsabilidad de respetar los derechos humanos, las empresas
deben contar con políticas y procedimientos apropiados en función de su tamaño y
circunstancias, a saber:
a) Un compromiso político de asumir su responsabilidad de respetar los derechos
humanos;
b) Un proceso de diligencia debida en materia de derechos humanos para identificar,
prevenir, mitigar y rendir cuentas de cómo abordan su impacto sobre los derechos
humanos;
c) Unos procesos que permitan reparar todas las consecuencias negativas sobre los
derechos humanos que hayan provocado o contribuido a provocar.
17. Con el fin de identificar, prevenir, mitigar y responder de las consecuencias negativas de
sus actividades sobre los derechos humanos, las empresas deben proceder con la debida
diligencia en materia de derechos humanos. Este proceso debe incluir una evaluación del
impacto real y potencial de las actividades sobre los derechos humanos, la integración de
las conclusiones, y la actuación al respecto; el seguimiento de las respuestas y la
comunicación de la forma en que se hace frente a las consecuencias negativas. La debida
diligencia en materia de derechos humanos:
a) Debe abarcar las consecuencias negativas sobre los derechos humanos que la
empresa haya provocado o contribuido a provocar a través de sus propias
actividades, o que guarden relación directa con sus operaciones, productos o
servicios prestados por sus relaciones comerciales;
b) Variará de complejidad en función del tamaño de la empresa, el riesgo de graves
consecuencias negativas sobre los derechos humanos y la naturaleza y el contexto
de sus operaciones;
c) Debe ser un proceso continuo, ya que los riesgos para los derechos humanos
pueden cambiar con el tiempo, en función de la evolución de las operaciones y el
contexto operacional de las empresas.
18. A fin de calibrar los riesgos en materia de derechos humanos, las empresas deben
identificar y evaluar las consecuencias negativas reales o potenciales sobre los derechos
humanos en las que puedan verse implicadas ya sea a través de sus propias actividades o
como resultado de sus relaciones comerciales. Este proceso debe: a) Recurrir a expertos en
derechos humanos internos y/o independientes; b) Incluir consultas sustantivas con los
grupos potencialmente afectados y otras partes interesadas, en función del tamaño de la
empresa y de la naturaleza y el contexto de la operación.
Reparación
22. Si las empresas determinan que han provocado o contribuido a provocar consecuencias
negativas deben repararlas o contribuir a su reparación por medios legítimos.
A. Principio fundacional
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25. Como parte de su deber de protección contra las violaciones de derechos humanos
relacionadas con actividades empresariales, los Estados deben tomar medidas apropiadas
para garantizar, por las vías judiciales, administrativas, legislativas o de otro tipo que
correspondan, que cuando se produzcan ese tipo de abusos en su territorio y/o jurisdicción
los afectados puedan acceder a mecanismos de reparación eficaces.
26. Los Estados deben adoptar las medidas apropiadas para asegurar la eficacia de los
mecanismos judiciales nacionales cuando aborden las violaciones de derechos humanos
relacionadas con empresas, en particular considerando la forma de limitar los obstáculos
legales, prácticos y de otros tipos que puedan conducir a una denegación del acceso a los
mecanismos de reparación.
De la misma manera, el hecho de que sea un catálogo general y amplio en torno al papel
que tanto el Estado como las empresas juegan en el respeto de los derechos humanos
tiene ventajas y desventajas. De las primeras, debemos remarcar la trascendencia de que,
por su carácter general, son aplicables a todo tipo de empresas, independientemente de su
área de trabajo, tamaño o ubicación; su carácter general les otorga una posibilidad de
aplicación o adopción potencialmente extendida.Sin embargo, esa misma generalidad
permite que haya huecos en relación con ciertos sectores industriales y de servicios, que a
través de sus actividades podrían violentar los derechos humanos, situación que podría ser
aprovechada por las empresas en el ramo para evadir incluso sus mínimas obligaciones en
torno a los derechos fundamentales.
En sí, la principal aportación que consideramos se obtuvo a través de la articulación de los
Principios Rectores fue la participación, involucramiento y “consenso” entre las diferentes
partes interesadas, principalmente de las empresas y diversos Estados industrializados,
quienes por primera vez apoyaron un proyecto de las Naciones Unidas en torno a la
responsabilidad de las empresas en derecho internacional.
No obstante, y a pesar de ser el primer intento aprobado por las Naciones Unidas en el
tema de las empresas y los derechos humanos, las críticas tanto al marco conceptual
“Proteger, respetar y remediar” como a los Principios Rectores han sido diversas. Para
comenzar, una de las principales críticas ha sido la perspectiva estrecha que tuvo Ruggie
en torno a los derechos humanos “mínimos” que deben respetar las corporaciones
transnacionales, señalando como tales la Carta Internacional de los Derechos Humanos y la
Declaración de los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la Organización
Internacional del Trabajo. La principal problemática se centra en que, si bien dichos
instrumentos internacionales de derechos humanos son fundamentales, el representante
especial no pareció tomar en cuenta el derecho internacional público y sus fuentes, que son
igualmente obligatorias.
De la misma manera, los principios rectores son un ejercicio de voluntarismo. Si bien, la
creación de derecho internacional positivo no hubiera tenido la misma facilidad ni
involucramiento de las partes interesadas, la adopción de una postura de soft law en el
tema no hace más que perpetuar la imagen de que las empresas no tienen obligaciones
jurídicas en materia de derechos humanos, y por tanto, que éstos no les pueden ser
exigidos. Las obligaciones en materia de derechos humanos son vinculantes para todos los
actores en la sociedad, sean individuos, actores no estatales o entidades gubernamentales;
por ello, las iniciativas de derecho no vinculante deben ser complementarias a los
estándares obligatorios derivados directamente del derecho internacional, y en muchas
ocasiones, directamente también de los sistemas jurídicos internos.
El hecho de que los principios rectores se hayan mantenido en la esfera voluntaria sin duda
contribuye a mantener la ilusión de que las empresas pueden “escapar” de la obligación de
cumplimiento de las normas de derechos humanos que les resulten aplicables. Esta
situación es, desde nuestra perspectiva, la principal falla del marco conceptual y de los
principios de Ruggie: si bien sus propuestas son un primer paso a nivel internacional en el
tema, el no haber abordado la problemática desde la perspectiva exigida desde hace
décadas no hace más que mantener la incertidumbre jurídica en torno a la responsabilidad
internacional de las empresas en materia de derechos humanos.
En tercer lugar, debemos señalar que una de las principales características de los principios
rectores y del marco conceptual “Proteger, respetar y remediar” fue su vaguedad —lo cual
se disfraza en ocasiones en su discurso de corte general, diseñado para ser aplicable a
todo tipo de empresas—. La falta de especificidad, dirección o consejos en torno a la
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Consideraciones Finales
El tema de la responsabilidad jurídica de las empresas en materia de derechos humanos es
de vital importancia, en una época en la que los Estados han perdido ese poder absoluto
que durante algunas décadas del siglo XX tuvieron y buscaron perpetuar. Las empresas,
principalmente las transnacionales, cuentan con vastos recursos que les permiten escapar
fácilmente a sus obligaciones jurídicas, por lo que es necesario que se inicie a nivel nacional
—y que se continúe a nivel internacional— una discusión en torno a las mejores maneras
para regularlas en el ámbito de los derechos humanos, ante la inexistencia de métodos
destinados para tal fin a nivel internacional.
Tras los distintos enfoques e intentos por regular las actividades de las empresas
transnacionales y otras empresas comerciales en la arena internacional —a través de las
Normas de la Subcomisión, el Pacto Mundial o el Proyecto de Código de Conducta para las
Empresas Transnacionales de la década de 1970—, corresponde ahora al Grupo de
Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales intentar
desarrollar los principios rectores presentados por John Ruggie ante el Consejo de
Derechos Humanos.
los principios rectores son la base para explorar las oportunidades futuras para el desarrollo
de estándares normativos aplicables a las empresas en materia de prerrogativas humanas,
para lo cual deberá interpretarse conjuntamente el marco conceptual de protección, respeto
y remedios jurídicos propuesto por el antiguo representante especial del secretario general
para la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales.
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2. Instrumentos Regionales
2.1. América: (a) Carta de la Organización de los Estados Americanos y los derechos
humanos, (b) Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, (c)
Convención Americana de los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), (d)
otros instrumentos internacionales del sistema americano: Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura; Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador); Protocolo a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de
Muerte; Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra
la Mujer (Convención de Belém do Pará); Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas; Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra las Personas con Discapacidad; Convención Interamericana contra
el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia; Convención
Interamericana contra toda Forma de Discriminación e Intolerancia; Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores;
Declaración Americana sobre los derechos de los pueblos indígenas; Carta Democrática
Interamericana; Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión.
2.2. Europa: (a) El Consejo de Europa y los derechos humanos, (b) Convenio para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, (c) La Unión
Europea y los Derechos Humanos
INSTRUMENTOS UNIVERSALES
La Carta de las Naciones Unidas, el instrumento constitutivo de las Naciones Unidas fue
firmada el 26 de Junio de 1945. La misma delinea los derechos y las obligaciones de los
Estados Miembros, y además establece los órganos principales y procesos de las Naciones
Unidas. La Carta es un tratado internacional que codifica los principios básicos de las
relaciones internacionales que van desde la igualdad soberana de los Estados a la
prohibición del uso de fuerza en cualquier forma inconsistente con los propósitos de las
Naciones Unidas.
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La declaración posee efecto moral indiscutible y es una fuente superior tanto derecho
internacional como de derecho interno para todos los estados miembros de la ONU.
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas está basada en los principios de la
dignidad y la igualdad inherentes a todos los seres humanos y que todos los Estados
Miembros se han comprometido a tomar medidas conjunta o separadamente, en
cooperación con la Organización, para realizar uno de los propósitos de las Naciones
Unidas, que es el de promover y estimular el respeto universal y efectivo de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales de todos, sin distinción por motivos de raza,
sexo, idioma o religión.
Considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama que todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que toda persona tiene
todos los derechos y libertades enunciados en la misma, sin distinción alguna, en particular
por motivos de raza, color u origen nacional,
Considerando que todos los hombres son iguales ante la ley y tienen derecho a igual
protección de la ley contra toda discriminación y contra toda incitación a la discriminación,
Considerando que las Naciones Unidas han condenado el colonialismo y todas las prácticas
de segregación y discriminación que lo acompañan, cualquiera que sea su forma y
dondequiera que existan, y que la Declaración sobre la concesión de la independencia a los
países y pueblos coloniales, de 14 de diciembre de 1960 [resolución 1514 (XV) de la
Asamblea General], ha afirmado y solemnemente proclamado la necesidad de ponerles fin
rápida e incondicionalmente, etc.
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Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de
promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de
promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas reafirma la fe en los derechos humanos
fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos
de hombres y mujeres,
Considerando que los Estados Partes en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos
tienen la obligación de garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los
derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos,
Teniendo en cuenta las convenciones internacionales concertadas bajo los auspicios de las
Naciones Unidas y de los organismos especializados para favorecer la igualdad de
derechos entre el hombre y la mujer,
Preocupados, sin embargo, al comprobar que a pesar de estos diversos instrumentos las
mujeres siguen siendo objeto de importantes discriminaciones,
Deseando hacer más eficaz la lucha contra la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes en todo el mundo.
Convención sobre los Derechos del Niño: Los Estados Partes en la presente
Convención,
Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe
en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona
humana, y que han decidido promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de
un concepto más amplio de la libertad,
Recordando que uno de los objetivos de la Organización internacional del Trabajo, como se
establece en su Constitución, es la protección de los intereses de los trabajadores
empleados en países distintos al propio, y teniendo en cuenta los conocimientos y
experiencia de dicha organización en las cuestiones relacionadas con los trabajadores
migratorios y sus familiares, etc.
Recordando también la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
resolución 47/133, de 18 de diciembre de 1992,
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad: Los Estados Partes
en la presente Convención,
a) Recordando que los principios de la Carta de las Naciones Unidas que proclaman que la
libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad y
el valor inherentes y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana,
a) Sea anónima;
b) Constituya un abuso del derecho a presentar una comunicación o sea incompatible con
las disposiciones de la Convención;
c) Se refiera a una cuestión que ya haya sido examinada por el Comité o ya haya sido o
esté siendo examinada de conformidad con otro procedimiento de investigación o arreglos
internacionales; etc.
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Art.3: Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2 del presente Protocolo, el Comité pondrá
en conocimiento del Estado Parte, de forma confidencial, toda comunicación que reciba con
arreglo al presente Protocolo. En un plazo de seis meses, ese Estado Parte presentará al
Comité por escrito explicaciones o declaraciones en las que se aclare la cuestión y se
indiquen las medidas correctivas que hubiere adoptado el Estado Parte, de haberlas.
Art.4: 1. Tras haber recibido una comunicación y antes de llegar a una conclusión sobre el
fondo de ésta, el Comité podrá remitir en cualquier momento al Estado Parte interesado una
solicitud para que adopte las medidas provisionales necesarias a fin de evitar posibles
daños irreparables a la víctima o las víctimas de la supuesta violación.
2. El ejercicio por el Comité de sus facultades discrecionales en virtud del párrafo 1 del
presente artículo, no implicará juicio alguno sobre la admisibilidad o sobre el fondo de la
comunicación.
Art.5: El Comité examinará en sesiones privadas las comunicaciones que reciba en virtud
del presente Protocolo. Tras examinar una comunicación, el Comité hará llegar sus
sugerencias y recomendaciones, si las hubiere, al Estado Parte interesado y al
comunicante.
Art.7: 1. El Comité podrá invitar al Estado Parte interesado a que incluya en el informe que
ha de presentar con arreglo al artículo 35 de la Convención pormenores sobre cualesquiera
medidas que hubiere adoptado en respuesta a una investigación efectuada con arreglo al
artículo 6 del presente Protocolo.
Art.8: Todo Estado Parte podrá, al momento de la firma o ratificación del presente
Protocolo, o de la adhesión a él, declarar que no reconoce la competencia del Comité
establecida en los artículos 6 y 7.
Art.9: El Secretario General de las Naciones Unidas será el depositario del presente
Protocolo.
Art.10: El presente Protocolo estará abierto a la firma de todos los Estados y las
organizaciones regionales de integración signataria de la Convención en la Sede de las
Naciones Unidas, en Nueva York, a partir del 30 de marzo de 2007.
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INSTRUMENTOS REGIONALES
AMÉRICA
La OEA fue creada en 1948 cuando se suscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la OEA
que entró en vigencia en diciembre de 1951. Posteriormente, la Carta fue enmendada por
el Protocolo de Buenos Aires, suscrito en 1967, que entró en vigencia en febrero de 1970;
por el Protocolo de Cartagena de Indias, suscrito en 1985, que entró en vigencia en
noviembre de 1988; por el Protocolo de Managua, suscrito en 1993, que entró en vigencia
en enero de 1996, y por el Protocolo de Washington, suscrito en 1992, que entró en vigor
en septiembre de 1997.
La Organización fue fundada con el objetivo de lograr en sus Estados Miembros, como lo
estipula el Artículo 1 de la Carta, "un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad,
robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su
independencia".
Hoy en día, la OEA reúne a los 35 Estados independientes de las Américas y constituye el
principal foro gubernamental político, jurídico y social del Hemisferio. Además, ha otorgado
el estatus de Observador Permanente a 69 Estados, así como a la Unión Europea
La Organización de los Estados Americanos, para realizar los principios en que se funda y
cumplir sus obligaciones regionales de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas,
establece los siguientes propósitos esenciales:
Artículo 1
Los Estados americanos consagran en esta Carta la organización internacional que han
desarrollado para lograr un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer
su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia. Dentro
de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos constituye un
organismo regional.
La Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que aquellas que
expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a
intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros.
Artículo 2
a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente;
Artículo 3
Los Estados americanos reafirman los siguientes principios:
d) La solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen,
requieren la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la
democracia representativa.
e) Todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político,
económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga, y tiene el deber de
no intervenir en los asuntos de otro Estado. Con sujeción a lo arriba dispuesto, los Estados
americanos cooperarán ampliamente entre sí y con independencia de la naturaleza de sus
sistemas políticos, económicos y sociales.
i) Las controversias de carácter internacional que surjan entre dos o más Estados
americanos deben ser resueltas por medio de procedimientos pacíficos.
Artículo 53
La Organización de los Estados Americanos realiza sus fines por medio de:
a) La Asamblea General;
c) Los Consejos;
f) La Secretaría General;
Artículo 54
La Asamblea General es el órgano supremo de la Organización de los Estados Americanos.
Tiene como atribuciones principales, además de las otras que le señala la Carta, las
siguientes:
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Artículo 61
La Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores deberá celebrarse con el fin
de considerar problemas de carácter urgente y de interés común para los Estados
americanos, y para servir de Organo de Consulta.
Artículo 70
El Consejo Permanente de la Organización y el Consejo Interamericano para el Desarrollo
Integral, dependen directamente de la Asamblea General y tienen la competencia que a
cada uno de ellos asignan la Carta y otros instrumentos interamericanos, así como las
funciones que les encomienden la Asamblea General y la Reunión de Consulta de Ministros
de Relaciones Exteriores.
Artículo 73
Los consejos, en asuntos de su respectiva competencia, podrán presentar estudios y
propuestas a la Asamblea General, someterle proyectos de instrumentos internacionales y
proposiciones referentes a la celebración de Conferencias Especializadas, a la creación,
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Artículo 80
El Consejo Permanente de la Organización se compone de un representante por cada
Estado miembro, nombrado especialmente por el Gobierno respectivo con la categoría de
embajador. Cada Gobierno podrá acreditar un representante interino, así como los
representantes suplentes y asesores que juzgue conveniente.
Artículo 93
El Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral se compone de un representante
titular, a nivel ministerial o su equivalente, por cada Estado miembro, nombrado
especialmente por el Gobierno respectivo.
Artículo 94
El Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral tiene como finalidad promover la
cooperación entre los Estados americanos con el propósito de lograr su desarrollo integral,
y en particular para contribuir a la eliminación de la pobreza crítica, de conformidad con las
normas de la Carta y en especial las consignadas en el Capítulo VII de la misma, en los
campos económico, social, educacional, cultural, científico y tecnológico.
Artículo 99
El Comité Jurídico Interamericano tiene como finalidad servir de cuerpo consultivo de la
Organización en asuntos jurídicos; promover el desarrollo progresivo y la codificación del
derecho internacional, y estudiar los problemas jurídicos referentes a la integración de los
países en desarrollo del Continente y la posibilidad de uniformar sus legislaciones en cuanto
parezca conveniente.
Artículo 100
El Comité Jurídico Interamericano emprenderá los estudios y trabajos preparatorios que le
encomienden la Asamblea General, la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores o los Consejos de la Organización. Además, puede realizar, a iniciativa propia,
los que considere conveniente, y sugerir la celebración de conferencias jurídicas
especializadas.
Artículo 106
Habrá una Comisión Interamericana de Derechos Humanos que tendrá, como función
principal, la de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos y de servir
como órgano consultivo de la Organización en esta materia.
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Artículo 107
La Secretaría General es el órgano central y permanente de la Organización de los Estados
Americanos. Ejercerá las funciones que le atribuyan la Carta, otros tratados y acuerdos
interamericanos y la Asamblea General, y cumplirá los encargos que le encomienden la
Asamblea General, la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores y los
Consejos.
Artículo 122
Las Conferencias Especializadas son reuniones intergubernamentales para tratar asuntos
técnicos especiales o para desarrollar determinados aspectos de la cooperación
interamericana, y se celebran cuando lo resuelva la Asamblea General o la Reunión de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, por iniciativa propia o a instancia de alguno
de los consejos u Organismos Especializados.
Artículo 124
Se consideran como Organismos Especializados Interamericanos, para los efectos de esta
Carta, los organismos intergubernamentales establecidos por acuerdos multilaterales que
tengan determinadas funciones en materias técnicas de interés común para los Estados
americanos.
Deberes: Se sostiene que los derechos de cada uno están limitados por los de los demás.
Preámbulo
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Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están
por naturaleza de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los
otros.
El cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Derechos y
deberes se integran correlativamente en toda actividad social y política del hombre. Si los
derechos exaltan la libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad.
Los deberes de orden jurídico presuponen otros, de orden moral, que los apoyan
conceptualmente y los fundamentan.
Es deber del hombre servir al espíritu con todas sus potencias y recursos porque el espíritu
es la finalidad suprema de la existencia humana y su máxima categoría.
Es deber del hombre ejercer, mantener y estimular por todos los medios a su alcance la
cultura, porque la cultura es la máxima expresión social e histórica del espíritu.
Y puesto que la moral y buenas maneras constituyen la floración más noble de la cultura, es
deber de todo hombre acatarlas siempre.
(c) Convención Americana de los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica)
San José, Costa Rica 7 al 22 de noviembre de 1969.
ENTRADA EN VIGOR: 07/18/78 CONFORME AL ARTÍCULO 74.2 DE LA CONVENCIÓN
Argentina firma: 02/02/84 vigor: 08/14/84
I. Reserva:
El artículo 21 queda sometido a la siguiente reserva: "El Gobierno argentino establece que
no quedarán sujetas a revisión de un Tribunal Internacional cuestiones inherentes a la
política económica del Gobierno. Tampoco considerará revisable lo que los Tribunales
nacionales determinen como causas de 'utilidad pública' e `interés social', ni lo que éstos
entiendan por `indemnización justa'".
El artículo 10 debe interpretarse en el sentido de que el "error judicial" sea establecido por
un Tribunal Nacional.
Reconocimiento de Competencia:
En el instrumento de ratificación de fecha 14 de agosto de 1984, depositado el 5 de
septiembre de 1984 en la Secretaría General de la OEA, el Gobierno de la República
Argentina reconoce la competencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido y bajo condición de
estricta reciprocidad, sobre los casos relativos a la interpretación o aplicación de la citada
Convención, con la reserva parcial y teniendo en cuenta las declaraciones interpretativas
que se consignan en el instrumento de ratificación.
PREÁMBULO
Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional
de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona
humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza
convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los
Estados americanos;
Reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sólo
puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean
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condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y
culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos, y
PREÁMBULO
Los Estados Americanos signatarios de la presente Convención,
Conscientes de lo dispuesto en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el
sentido de que nadie debe ser sometido a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes;
Reafirmando que todo acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes constituyen una ofensa a la dignidad humana y una negación de los principios
consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos y en la Carta de las
Naciones Unidas y son violatorios de los derechos humanos y libertades fundamentales
proclamados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos;
Señalando que, para hacer efectivas las normas pertinentes contenidas en los instrumentos
universales y regionales aludidos, es necesario elaborar una Convención Interamericana
que
prevenga y sancione la tortura;
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Artículo 1
Los Estados partes se obligan a prevenir y a sancionar la tortura en los términos de la
presente Convención.
Artículo 2
Para los efectos de la presente Convención se entenderá por tortura todo acto realizado
intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o
mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo
personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin. Se entenderá
también como tortura la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a anular la
personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen
dolor físico o angustia psíquica.
Artículo 3
Serán responsables del delito de tortura:
a. los empleados o funcionarios públicos que actuando en ese carácter ordenen, instiguen,
induzcan a su comisión, lo cometan directamente o que, pudiendo impedirlo, no lo hagan.
b. las personas que a instigación de los funcionarios o empleados públicos a que se refiere
el inciso a. ordenen, instiguen o induzcan a su comisión, lo cometan directamente o sean
cómplices.
Artículo 4
El hecho de haber actuado bajo órdenes superiores no eximirá de la responsabilidad penal
correspondiente.
Artículo 6
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1, los Estados partes tomarán medidas
efectivas para prevenir y sancionar la tortura en el ámbito de su jurisdicción.
Los Estados partes se asegurarán de que todos los actos de tortura y los intentos de
cometer tales actos constituyan delitos conforme a su derecho penal, estableciendo para
castigarlos sanciones severas que tengan en cuenta su gravedad.
Igualmente, los Estados partes tomarán medidas efectivas para prevenir y sancionar,
además, otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en el ámbito de su
jurisdicción.
Artículo 8
41
Los Estados partes garantizarán a toda persona que denuncie haber sido sometida a tortura
en el ámbito de su jurisdicción el derecho a que el caso sea examinado imparcialmente.
Asimismo, cuando exista denuncia o razón fundada para creer que se ha cometido un acto
de tortura en el ámbito de su jurisdicción, los Estados partes garantizarán que sus
respectivas autoridades procederán de oficio y de inmediato a realizar una investigación
sobre el caso y a iniciar, cuando corresponda, el respectivo proceso penal.
Una vez agotado el ordenamiento jurídico interno del respectivo Estado y los recursos que
éste prevé, el caso podrá ser sometido a instancias internacionales cuya competencia haya
sido aceptada por ese Estado.
Artículo 17
Los Estados partes se comprometen a informar a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos acerca de las medidas legislativas, judiciales, administrativas y de otro orden que
hayan adoptado en aplicación de la presente Convención.
Preámbulo
Los Estados partes en la Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San
José de Costa Rica",
Reafirmando su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las
instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en
el respeto de los derechos humanos esenciales del hombre;
Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional
de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona
humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza
convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los
Estados americanos;
Considerando la estrecha relación que existe entre la vigencia de los derechos económicos,
sociales y culturales y la de los derechos civiles y políticos, por cuanto las diferentes
categorías de derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su base en el
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Reconociendo los beneficios que derivan del fomento y desarrollo de la cooperación entre
los Estados y de las relaciones internacionales;
PREÁMBULO
CONSIDERANDO:
Que toda persona tiene el derecho inalienable a que se le respete su vida sin que este
derecho pueda ser suspendido por ninguna causa;
Que la abolición de la pena de muerte contribuye a asegurar una protección más efectiva
del derecho a la vida;
Artículo 1
Los Estados Partes en el presente Protocolo no aplicarán en su territorio la pena de muerte
a ninguna persona sometida a su jurisdicción.
Artículo 2
1. No se admitirá ninguna reserva al presente Protocolo. No obstante, en el momento de la
ratificación o adhesión, los Estados Partes en este instrumento podrán declarar que se
reservan el derecho de aplicar la pena de muerte en tiempo de guerra conforme al derecho
internacional por delitos sumamente graves de carácter militar.
2. El Estado Parte que formule esa reserva deberá comunicar al Secretario General de la
Organización de los Estados Americanos, en el momento de la ratificación o la adhesión las
disposiciones pertinentes de su legislación nacional aplicables en tiempo de guerra a la que
se refiere el párrafo anterior.
PREÁMBULO
Los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos,
ARTÍCULO I
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a:
ARTÍCULO II
Para los efectos de la presente Convención, se considera desaparición forzada la privación
de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes
del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o
la aquiescencia del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer
dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se
impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes.
ARTÍCULO X
En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales, tales como estado de
guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia
pública, como justificación de la desaparición forzada de personas. En tales casos, el
derecho a procedimientos o recursos judiciales rápidos eficaces se conservará como medio
para determinar el paradero de las personas privadas de libertad o su estado de salud o
para individualizar a la autoridad que ordenó la privación de libertad o la hizo efectiva.
ARTÍCULO XI
Toda persona privada de libertad debe ser mantenida en lugares de detención oficialmente
reconocidos y presentada sin demora, conforme a la legislación interna respectiva, a la
autoridad judicial competente.
Los Estados Partes establecerán y mantendrán registros oficiales actualizados sobre sus
detenidos y, conforme a su legislación interna, los pondrán a disposición de los familiares,
jueces, abogados, cualquier persona con interés legítimo y otras autoridades.
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ARTÍCULO XIII
Para los efectos de la presente Convención, el trámite de las peticiones o comunicaciones
presentadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en que se alegue la
desaparición forzada de personas estará sujeto a los procedimientos establecidos en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, y en los Estatutos y Reglamentos de la
Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, incluso las normas relativas
a medidas cautelares.
PREÁMBULO
LOS ESTADOS PARTE EN LA PRESENTE CONVENCIÓN,
REAFIRMANDO que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos humanos
y libertades fundamentales que otras personas; y que estos derechos, incluido el de no
verse sometidos a discriminación fundamentada en la discapacidad, dimanan de la dignidad
y la igualdad que son inherentes a todo ser humano;
Programa de Acción aprobados por la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre
Derechos Humanos (157/93); la Resolución sobre la Situación de los Discapacitados en el
Continente Americano (AG/RES. 1356 (XXV-O/95)); y el Compromiso de Panamá con las
Personas con Discapacidad en el Continente Americano (resolución AG/RES. 1369 (XXVI-
O/96); y
ARTÍCULO I
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por:
1. Discapacidad
El término "discapacidad" significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de
naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades
esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y
social.
ARTÍCULO II
Los objetivos de la presente Convención son la prevención y eliminación de todas las
formas de discriminación contra las personas con discapacidad y propiciar su plena
integración en la sociedad.
ARTÍCULO III
Para lograr los objetivos de esta Convención, los Estados parte se comprometen a:
1. Adoptar las medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra
índole, necesarias para eliminar la discriminación contra las personas con discapacidad y
propiciar su plena integración en la sociedad, incluidas las que se enumeran a continuación,
sin que la lista sea taxativa:
50
b) Medidas para que los edificios, vehículos e instalaciones que se construyan o fabriquen
en sus territorios respectivos faciliten el transporte, la comunicación y el acceso para las
personas con discapacidad;
d) Medidas para asegurar que las personas encargadas de aplicar la presente Convención y
la legislación interna sobre esta materia, estén capacitados para hacerlo.
ARTÍCULO VI
1. Para dar seguimiento a los compromisos adquiridos en la presente Convención se
establecerá un Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las
Personas con Discapacidad, integrado por un representante designado por cada Estado
parte.
2. El Comité celebrará su primera reunión dentro de los 90 días siguientes al depósito del
décimo primer instrumento de ratificación. Esta reunión será convocada por la Secretaría
General de la Organización de los Estados Americanos y la misma se celebrará en su sede,
a menos que un Estado parte ofrezca la sede.
4. Los informes preparados en virtud del párrafo anterior deberán incluir las medidas que los
Estados miembros hayan adoptado en la aplicación de esta Convención y cualquier
progreso que hayan realizado los Estados parte en la eliminación de todas las formas de
51
discriminación contra las personas con discapacidad. Los informes también contendrán
cualquier circunstancia o dificultad que afecte el grado de cumplimiento derivado de la
presente Convención.
PREÁMBULO
LOS ESTADOS PARTES DE LA PRESENTE CONVENCIÓN,
CONSIDERANDO que la dignidad inherente a toda persona humana y la igualdad entre los
seres humanos son principios básicos consagrados en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial;
TENIENDO EN CUENTA que las víctimas del racismo, la discriminación racial y otras
formas conexas de intolerancia en las Américas son, entre otros, los afrodescendientes, los
pueblos indígenas, así como otros grupos y minorías raciales, étnicas o que por su linaje u
origen nacional o étnico son afectados por tales manifestaciones;
TENIENDO EN CUENTA que una sociedad pluralista y democrática debe respetar la raza,
el color, el linaje o el origen nacional o étnico de toda persona, que pertenezca o no a una
minoría, y crear condiciones apropiadas que le permitan expresar, preservar y desarrollar su
identidad;
ALARMADOS por el aumento de los delitos de odio cometidos por motivos de raza, color,
linaje u origen nacional o étnico;
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, de 1965, es esencial que los
derechos en ella consagrados sean reafirmados, desarrollados, perfeccionados y
protegidos, a fin de consolidar en las Américas el contenido democrático de los principios de
la igualdad jurídica y de la no discriminación
Artículo 1
Para los efectos de esta Convención:
La discriminación racial puede estar basada en motivos de raza, color, linaje u origen
nacional o étnico.
El racismo da lugar a desigualdades raciales, así como a la noción de que las relaciones
discriminatorias entre grupos están moral y científicamente justificadas.
Toda teoría, doctrina, ideología o conjunto de ideas racistas descritos en el presente artículo
es científicamente falso, moralmente censurable y socialmente injusto, contrario a los
principios fundamentales del derecho internacional, y por consiguiente perturba gravemente
la paz y la seguridad internacionales y, como tal, es condenado por los Estados Partes.
Artículo 2
Todo ser humano es igual ante la ley y tiene derecho a igual protección contra el racismo, la
discriminación racial y formas conexas de intolerancia en cualquier ámbito de la vida pública
o privada.
Artículo 3
Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento , goce, ejercicio y protección, en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
consagrados en sus leyes nacionales y en el derecho internacional aplicables a los Estados
Partes, tanto a nivel individual como colectivo.
Artículo 4
Los Estados se comprometen a prevenir, eliminar, prohibir y sancionar, de acuerdo con sus
normas constitucionales y con las disposiciones de esta Convención, todos los actos y
manifestaciones de racismo, discriminación racial y formas conexas de intolerancia,
incluyendo:
iii. La violencia motivada por cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
iv. Actos delictivos en los que intencionalmente se elige la propiedad de la víctima debido a
cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
vi. La restricción, de manera irracional o indebida, del ejercicio de los derechos individuales
de propiedad, administración y disposición de bienes de cualquier tipo en función de
cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
vii. Cualquier distinción, exclusión, restricción o preferencia aplicada a las personas con
base en su condición de víctima de discriminación múltiple o agravada, cuyo objetivo o
resultado sea negar o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de derechos y
libertades fundamentales, así como su protección, en igualdad de condiciones.
viii. Cualquier restricción racialmente discriminatoria del goce de los derechos humanos
consagrados en los instrumentos internacionales y regionales aplicables y en la
jurisprudencia de las cortes internacionales y regionales de derechos humanos, en especial
los aplicables a las minorías o grupos en condiciones de vulnerabilidad y sujetos a
discriminación racial.
ix. Cualquier restricción o limitación al uso del idioma, tradiciones, costumbres y cultura de
las personas, en actividades públicas o privadas.
xi. La denegación del acceso a la educación pública o privada, así como a becas de estudio
o programas de financiamiento de la educación, en función de alguno de los criterios
enunciados en el artículo 1.1 de esta Convención.
xv. La restricción del ingreso a lugares públicos o privados con acceso al público por las
causales recogidas en el artículo 1.1 de la presente Convención.
Artículo 15
Con el objetivo de dar seguimiento a la implementación de los compromisos adquiridos por
los Estados Partes en la presente Convención:
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ii. Los Estados Partes podrán formular consultas a la Comisión en cuestiones relacionadas
con la efectiva aplicación de la presente Convención. Asimismo, podrán solicitar a la
Comisión asesoramiento y cooperación técnica para asegurar la aplicación efectiva de
cualquiera de las disposiciones de la presente Convención. La Comisión, dentro de sus
posibilidades, les brindará asesoramiento y asistencia cuando le sean solicitados.
iii. Todo Estado Parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o
de adhesión a esta Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce
como obligatoria y de pleno derecho y sin acuerdo especial, la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos sobre todos los casos relativos a la interpretación o
aplicación de esta Convención. En dicho caso, se aplicarán todas las normas de
procedimiento pertinentes contenidas en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, así como el Estatuto y Reglamento de la Corte.
v. El Comité será el foro para el intercambio de ideas y experiencias, así como para
examinar el progreso realizado por los Estados Partes en la aplicación de la presente
Convención y cualquier circunstancia o dificultad que afecte el grado de cumplimento
57
derivado de la misma. Dicho Comité podrá formular recomendaciones a los Estados Partes
para que adopten las medidas del caso. A tales efectos, los Estados Partes se
comprometen a presentar un informe al Comité dentro del año de haberse realizado la
primera reunión, con relación al cumplimiento de las obligaciones contenidas en la presente
Convención. Los informes que presenten los Estados Partes al Comité deberán contener,
además, datos y estadísticas desagregados de los grupos en condiciones de vulnerabilidad.
De allí en adelante, los Estados Partes presentarán informes cada cuatro años. La
Secretaría General de la OEA brindará al Comité el apoyo que requiera para el
cumplimiento de sus funciones.
PREÁMBULO
LOS ESTADOS PARTES DE LA PRESENTE CONVENCIÓN,
CONSIDERANDO que la dignidad inherente a toda persona humana y la igualdad entre los
seres humanos son principios básicos consagrados en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos;
CONSTERNADOS por el aumento general, en diversas partes del mundo, de los casos de
intolerancia y violencia motivados por el antisemitismo, la cristianofobia y la islamofobia, así
como contra miembros de otras comunidades religiosas, incluidas las de origen africano;
ALARMADOS por el aumento de los delitos de odio cometidos por motivos de sexo, religión,
orientación sexual, deficiencia y otras condiciones sociales; y
Artículo 1
Para los efectos de esta Convención:
humanos por ser diferentes o contrarias. Puede manifestarse como marginación y exclusión
de la participación en cualquier ámbito de la vida pública o privada de grupos en
condiciones de vulnerabilidad o como violencia contra ellos.
Artículo 2
Todo ser humano es igual ante la ley y tiene derecho a igual protección contra toda forma
de discriminación e intolerancia en cualquier ámbito de la vida pública o privada.
Artículo 3
Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección, en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
consagrados en sus leyes nacionales y en los instrumentos internacionales aplicables a los
Estados Partes, tanto a nivel individual como colectivo.
Artículo 4
Los Estados se comprometen a prevenir, eliminar, prohibir y sancionar, de acuerdo con sus
normas constitucionales y con las disposiciones de esta Convención, todos los actos y
manifestaciones de discriminación e intolerancia, incluyendo:
iii. La violencia motivada por cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
iv. Actos delictivos en los que intencionalmente se elige la propiedad de la víctima debido a
cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
vi. La restricción, de manera irracional o indebida, del ejercicio de los derechos individuales
de propiedad, administración y disposición de bienes de cualquier tipo en función de
cualquiera de los criterios enunciados en el artículo 1.1.
vii. Cualquier distinción, exclusión, restricción o preferencia aplicada a las personas con
base en su condición de víctima de discriminación múltiple o agravada, cuyo objetivo o
resultado sea anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de derechos y
libertades fundamentales, así como su protección, en igualdad de condiciones.
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viii. Cualquier restricción discriminatoria del goce de los derechos humanos consagrados en
los instrumentos internacionales y regionales aplicables y en la jurisprudencia de las cortes
internacionales y regionales de derechos humanos, en especial los aplicables a las minorías
o grupos en condiciones de vulnerabilidad y sujetos a discriminación.
ix. Cualquier restricción o limitación al uso del idioma, tradiciones, costumbres y cultura de
las personas, en actividades públicas o privadas.
xi. La denegación al acceso a la educación pública o privada, así como a becas de estudio o
programas de financiamiento de la educación, en función de alguno de los criterios
enunciados en el artículo 1.1 de esta Convención.
xv. La restricción del ingreso a lugares públicos o privados con acceso al público por las
causales recogidas en el artículo 1.1 de la presente Convención.
Artículo 12
Los Estados Partes se comprometen a llevar adelante estudios sobre la naturaleza, causas
y manifestaciones de la discriminación e intolerancia en sus respectivos países, en los
ámbitos local, regional y nacional, y a recolectar, compilar y difundir datos sobre la situación
de los grupos o individuos que son víctimas de la discriminación y la intolerancia.
Artículo 13
Los Estados Partes se comprometen, de conformidad con su normativa interna, a
establecer o designar una institución nacional que será responsable de dar seguimiento al
cumplimiento de la presente Convención, lo cual será comunicado a la Secretaría General
de la OEA.
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Artículo 15
Con el objetivo de dar seguimiento a la implementación de los compromisos adquiridos por
los Estados Partes en la presente Convención:
ii. Los Estados Partes podrán formular consultas a la Comisión en cuestiones relacionadas
con la efectiva aplicación de la presente Convención. Asimismo, podrán solicitar a la
Comisión asesoramiento y cooperación técnica para asegurar la aplicación efectiva de
cualquiera de las disposiciones de la presente Convención. La Comisión, dentro de sus
posibilidades, les brindará asesoramiento y asistencia cuando le sean solicitados.
iii. Todo Estado Parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o
de adhesión a esta Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce
como obligatoria y de pleno derecho y sin acuerdo especial, la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos sobre todos los casos relativos a la interpretación o
aplicación de esta Convención. En dicho caso, se aplicarán todas las normas de
procedimiento pertinentes contenidas en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, así como el Estatuto y Reglamento de la Corte.
v. El Comité será el foro para el intercambio de ideas y experiencias, así como para
examinar el progreso realizado por los Estados Partes en la aplicación de la presente
Convención y cualquier circunstancia o dificultad que afecte el grado de cumplimento
derivado de la misma. Dicho Comité podrá formular recomendaciones a los Estados Partes
para que adopten las medidas del caso. A tales efectos, los Estados Partes se
comprometen a presentar un informe al Comité dentro del año de haberse realizado la
primera reunión, con relación al cumplimiento de las obligaciones contenidas en la presente
Convención. Los informes que presenten los Estados Partes al Comité deberán contener,
además, datos y estadísticas desagregados de los grupos en condiciones de vulnerabilidad.
De allí en adelante, los Estados Partes presentarán informes cada cuatro años. La
Secretaría General de la OEA brindará al Comité el apoyo que requiera para el
cumplimiento de sus funciones.
Formuló la siguiente reserva a los título 23: “El gobierno argentino establece que no
quedarán sujeta a revisión de un Tribunal Internacional cuestiones inherentes a la política
económica del Gobierno. Tampoco considerará revisable lo que los Tribunales nacionales
determinen como causas de ‘utilidad pública’ o ‘interés social’, lo que éstos entiendan por
‘indemnización justa’”.
PREÁMBULO
Los Estados Parte en la presente Convención,
Teniendo en cuenta que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos
y a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, solo puede realizarse el ideal del
ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a
cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus
derechos civiles y políticos;
Resaltando que la persona mayor tiene los mismos derechos humanos y libertades
fundamentales que otras personas, y que estos derechos, incluido el de no verse sometida
a discriminación fundada en la edad ni a ningún tipo de violencia, dimanan de la dignidad y
la igualdad que son inherentes a todo ser humano;
Reconociendo que la persona, a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida
plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en
las esferas económica, social, cultural y política de sus sociedades;
Decididos a incorporar y dar prioridad al tema del envejecimiento en las políticas públicas,
así como a destinar y gestionar los recursos humanos, materiales y financieros para lograr
una adecuada implementación y evaluación de las medidas especiales puestas en práctica;
Artículo 2 Definiciones
A los efectos de la presente Convención se entiende por:
“Envejecimiento”: Proceso gradual que se desarrolla durante el curso de vida y que conlleva
cambios biológicos, fisiológicos, psico-sociales y funcionales de variadas consecuencias, las
cuales se asocian con interacciones dinámicas y permanentes entre el sujeto y su medio.
“Maltrato”: Acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor que produce daño
a su integridad física, psíquica y moral y que vulnera el goce o ejercicio de sus derechos
humanos y libertades fundamentales, independientemente de que ocurra en una relación de
confianza.
“Persona mayor”: Aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna determine una edad
base menor o mayor, siempre que esta no sea superior a los 65 años. Este concepto
incluye, entre otros, el de persona adulta mayor.
67
“Persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo”: Aquella que reside temporal
o permanentemente en un establecimiento regulado sea público, privado o mixto, en el que
recibe servicios socio-sanitarios integrales de calidad, incluidas las residencias de larga
estadía, que brindan estos servicios de atención por tiempo prolongado a la persona mayor,
con dependencia moderada o severa que no pueda recibir cuidados en su domicilio.
“Unidad doméstica u hogar”: El grupo de personas que viven en una misma vivienda,
comparten las comidas principales y atienden en común las necesidades básicas, sin que
sea necesario que existan lazos de parentesco entre ellos.
DERECHOS PROTEGIDOS
Los Estados Parte podrán formular consultas a la Comisión en cuestiones relacionadas con
la efectiva aplicación de la presente Convención. Asimismo, podrán solicitar a la Comisión
asesoramiento y cooperación técnica para asegurar la aplicación efectiva de cualquiera de
las disposiciones de la presente Convención. La Comisión, dentro de sus posibilidades, les
brindará asesoramiento y asistencia cuando le sean solicitados.
PREÁMBULO
RECONOCIENDO:
70
Artículo I.
1. La Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas se aplica a
71
Artículo II.
Los Estados reconocen y respetan el carácter pluricultural y multilingüe de los pueblos
indígenas, quienes forman parte integral de sus sociedades.
Artículo III.
Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho
determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico,
social y cultural.
Artículo XXXI
72
1. Los Estados garantizarán el pleno goce de los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales, culturales de los pueblos indígenas, así como su derecho a mantener su identidad
cultural, espiritual y tradición religiosa, cosmovisión, valores y a la protección de sus lugares
sagrados y de culto y de todos los derechos humanos contenidos en la presente
Declaración.
2. Los Estados promoverán, con la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas,
la adopción de las medidas legislativas y de otra índole, que fueran necesarias para hacer
efectivos los derechos reconocidos en esta Declaración.
PREÁMBULO
CONSIDERANDO que la Carta de la Organización de los Estados Americanos reconoce
que la democracia representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo
de la región y que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia
representativa dentro del respeto del principio de no intervención;
Artículo 1
Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de
promoverla y defenderla.
La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de
las Américas.
Artículo 2
El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los
regímenes constitucionales de los Estados Miembros de la Organización de los Estados
Americanos. La democracia representativa se refuerza y profundiza con la participación
permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al
respectivo orden constitucional.
75
Artículo 3
Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los
derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con
sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y
basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el
régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de
los poderes públicos.
Artículo 4
Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las
actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión
pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa.
La subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil
legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores
de la sociedad son igualmente fundamentales para la democracia.
Artículo 7
La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y
los derechos humanos, en su carácter universal, indivisible e interdependiente, consagrados
en las respectivas constituciones de los Estados y en los instrumentos interamericanos e
internacionales de derechos humanos.
Artículo 9
La eliminación de toda forma de discriminación, especialmente la discriminación de género,
étnica y racial, y de las diversas formas de intolerancia, así como la promoción y protección
de los derechos humanos de los pueblos indígenas y los migrantes y el respeto a la
diversidad étnica, cultural y religiosa en las Américas, contribuyen al fortalecimiento de la
democracia y la participación ciudadana.
Artículo 17
Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en riesgo su proceso político
institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al Secretario
General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y
preservación de la institucionalidad democrática.
Artículo 18
Cuando en un Estado Miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo
del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el Secretario
General o el Consejo Permanente podrá, con el consentimiento previo del gobierno
afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la
situación. El Secretario General elevará un informe al Consejo Permanente, y éste realizará
una apreciación colectiva de la situación y, en caso necesario, podrá adoptar decisiones
dirigidas a la preservación de la institucionalidad democrática y su fortalecimiento.
76
PREÁMBULO
de Derechos Humanos y el pleno apoyo con que contó la creación de la Relatoría para la
Libertad de Expresión, como instrumento fundamental para la protección de este derecho
en el hemisferio, en la Cumbre de las Américas celebrada en Santiago de Chile;
6. Toda persona tiene derecho a comunicar sus opiniones por cualquier medio y
forma. La colegiación obligatoria o la exigencia de títulos para el ejercicio de la actividad
periodística, constituyen una restricción ilegítima a la libertad de expresión. La actividad
periodística debe regirse por conductas éticas, las cuales en ningún caso pueden ser
impuestas por los Estados.
11. Los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la
sociedad. Las leyes que penalizan la expresión ofensiva dirigida a funcionarios públicos
generalmente conocidas como “leyes de desacato” atentan contra la libertad de expresión y
el derecho a la información.
13. La utilización del poder del Estado y los recursos de la hacienda pública; la
concesión de prebendas arancelarias; la asignación arbitraria y discriminatoria de publicidad
oficial y créditos oficiales; el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión, entre otros,
con el objetivo de presionar y castigar o premiar y privilegiar a los comunicadores sociales y
a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas, atenta contra la
libertad de expresión y deben estar expresamente prohibidos por la ley. Los medios de
comunicación social tienen derecho a realizar su labor en forma independiente. Presiones
79
EUROPA
El Consejo de Europa nace tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de erigirse como
guardián de los valores democráticos en el continente europeo. Hoy continúa desarrollando
esa labor y se ha convertido en la máxima autoridad de Europa en esta materia.
Una de las primeras medidas de la recién creada Organización fue la redacción en 1950 del
Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales, más conocido como la Convención Europea de Derechos Humanos. Este
texto recogía en un instrumento jurídico de obligado cumplimiento buena parte de los
derechos enunciados dos años antes por la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El Convenio entró en vigor en 1953 y desde entonces ha sido una pieza clave en la defensa
de los derechos civiles y políticos.
La estructura institucional del Consejo de Europa reúne los elementos clásicos de otras
organizaciones internacionales.
individuales presentadas por los particulares contra los Estados, así como las demandas
interestatales, y dicta sentencias sobre la existencia o no de violaciones de los derechos
humanos.
Para cumplir con los objetivos de promoción de los derechos humanos, la democracia y el
Estado de derecho, el Consejo de Europa ha creado un elevado número de mecanismos
especializados de seguimiento (‘monitoring’) con carácter independiente, que elaboran
informes periódicos.
Los principales valores en que se basa la Unión están consagrados en el artículo 2 del
Tratado de la Unión Europea. Estos valores son:
● promueve los derechos de las mujeres, los niños, las minorías y las personas
desplazadas
● se opone a la pena de muerte, la tortura, la trata de seres humanos y la
discriminación
● defiende los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales
● defiende los derechos humanos mediante una estrecha y activa colaboración con los
países asociados, las organizaciones internacionales y regionales y grupos y
asociaciones a todos los niveles de la sociedad
● incluye cláusulas sobre los derechos humanos en todos los acuerdos comerciales o
de cooperación con países no pertenecientes a la UE.
- PARLAMENTO EUROPEO.
El Parlamento Europeo es el órgano legislativo de la UE. Es elegido directamente por los
votantes de la UE cada cinco años.
Tiene responsabilidades legislativas, de supervisión y presupuestarias.
El Parlamento Europeo ha sabido ganarse una reputación como defensor de los derechos
fundamentales de las personas y de la democracia.
En esta institución de la UE —la única elegida por sufragio directo—, los diputados al
Parlamento Europeo luchan contra nuevos y viejos ataques a las libertades fundamentales.
- CONSEJO EUROPEO
El Consejo Europeo reúne a los líderes de la UE para establecer su agenda política.
Representa el nivel más elevado de la cooperación política entre los países de la UE.
El Consejo Europeo, una de las siete instituciones oficiales de la UE, se reúne en cumbres
(normalmente trimestrales) celebradas entre líderes de la UE y presididas por un presidente
permanente.
Función: Definir la orientación y las prioridades políticas generales de la Unión Europea
+el Consejo Europeo (cumbres trimestrales en las que los líderes de la UE marcan las
grandes líneas de las políticas europeas)
+el Consejo de Europa (organismo ajeno a la UE).
2. Estas opiniones no podrán referirse ni a las cuestiones que guarden relación con el
contenido o la extensión de los derechos y libertades definidos en el título I del Convenio y
sus Protocolos, ni a las demás cuestiones de las que el Tribunal o el Comité de Ministros
pudieran conocer de resultas de la presentación de un recurso previsto por el Convenio.
3. La resolución del Comité de Ministros de solicitar una opinión al Tribunal será adoptada
por voto mayoritario de los representantes que tengan el derecho de intervenir en el Comité.
Los miembros son elegidos por la mayoría de los miembros de la Asamblea General de las
Naciones Unidas a través de votación directa y secreta. La Asamblea General tiene en
cuenta la contribución de los Estados candidatos a la promoción y protección de los
derechos humanos, así como las promesas y compromisos en este sentido voluntarias.
Sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de
servir dos mandatos consecutivos.
Tiene la capacidad de debatir todas las diversas cuestiones temáticas relativas a los
derechos humanos y situaciones que requieren su atención durante todo el año. Se reúne
en la oficina de la ONU en Ginebra.
miembros de la Comisión. Los miembros sirvieron por períodos de tres años y fueron
elegibles para ser reelegidos. La Comisión no tenía miembros permanentes.
El Consejo fue creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de marzo de
2006, por la resolución 60-251 con el objetivo principal de considerar las situaciones de
violaciones de los derechos humanos y hacer recomendaciones al respecto.
Resolución 60-251.
Reafirmando además que todos los derechos humanos son universales e indivisibles, están
relacionados entre sí, son interdependientes y se refuerzan mutuamente y que deben
tratarse de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en diciembre de 1993 por medio de la
resolución 48/141 que también detalla su mandato. Eso sucedió solo unos meses después
de que la Conferencia Mundial de Derechos Humanos adoptara la Declaración y Plan de
Acción de Viena.
Resolución 48/141
1. Decide crear el puesto de Alto Comisionado para los Derechos
Humanos;
4. Decide que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos será el funcionario de las
Naciones Unidas que tendrá la responsabilidad principal respecto de las actividades de la
Organización en materia de derechos humanos bajo la dirección y la autoridad del
Secretario General. Dentro del marco general de la competencia, la autoridad y las
decisiones de la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y la Comisión de
Derechos Humanos, las funciones del Alto Comisionado serán:
a) Promover y proteger el disfrute efectivo de todos los derechos civiles, culturales,
económicos, políticos y sociales por todos;
b) Desempeñar las tareas que le asignen los órganos competentes del sistema de las
Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos y formularles recomendaciones con
miras a mejorar la promoción y la protección de todos los derechos humanos;
c) Promover y proteger la realización del derecho al desarrollo y ampliar el apoyo de los
órganos competentes del sistema de las Naciones Unidas a tal efecto;
d) Proporcionar, por intermedio del Centro de Derechos Humanos de la Secretaría y otras
instituciones apropiadas, servicios de asesoramiento y asistencia técnica y financiera, a
petición del Estado interesado y, cuando proceda, de las organizaciones regionales de
derechos humanos, con miras a apoyar medidas y programas en la esfera de los derechos
humanos;
e) Coordinar los programas pertinentes de educación e información pública de las Naciones
Unidas en la esfera de los derechos humanos;
f) Desempeñar un papel activo en la tarea de eliminar los actuales obstáculos y de hacer
frente a los desafíos para la plena realización de todos los derechos humanos y de prevenir
la persistencia de violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, como se refleja
en la Declaración y Programa de Acción de Viena 4/;
g) Entablar un diálogo con todos los gobiernos en ejercicio de su mandato con miras a
asegurar el respeto de todos los derechos humanos;
h) Ampliar la cooperación internacional para la protección y la promoción de todos los
derechos humanos;
i) Coordinar las actividades de promoción y protección de los derechos humanos en todo el
sistema de las Naciones Unidas;
j) Racionalizar, adaptar, fortalecer y simplificar el mecanismo de las Naciones Unidas en la
esfera de los derechos humanos con miras a aumentar su eficiencia y eficacia;
k) Encargarse de la supervisión general del Centro de Derechos Humanos;
Tal y como encargó la oficina principal de las Naciones Unidas para promocionar y proteger
los derechos humanos de todos, Derechos Humanos de las Naciones Unidas:
❖ coopera con los gobiernos y les ayuda a cumplir con sus obligaciones de derechos
humanos
❖ se pronuncia objetivamente frente a las violaciones de derechos humanos del
mundo
❖ ofrece un foro para identificar, destacar y desarrollar respuestas a los problemas en
materia de derechos humanos de hoy en día
❖ actúa como el centro de coordinación principal de investigación, educación,
información pública, así como de actividades de promoción en materia de derechos
humanos
❖ colabora con una gran variedad de socios a fin de ampliar la cooperación local para
los derechos humanos del mundo.
PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
Los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos son mandatos para
presentar informes y asesorar sobre derechos humanos que ejecutan expertos
independientes en la materia, desde una perspectiva temática o en relación con un país
específico. El sistema de los procedimientos especiales es un elemento básico del
mecanismo de derechos humanos de las Naciones Unidas y abarca a todos los derechos
humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
Los Procedimientos Especiales realizan visitas a los países, proceden sobre casos y
problemas individuales y de índole estructural, mediante el envío de comunicaciones a los
Estados y otros agentes para llamar su atención sobre presuntas vulneraciones y abusos,
realizar estudios temáticos y congregar consultas de expertos, contribuir al desarrollo de las
normativas internacionales de derechos humanos, emprender tareas de promoción,
sensibilizar a la población y proporcionar asesoramiento en materia de cooperación técnica.
Una vez al año estos expertos independientes presentan al Consejo informes con sus
conclusiones y recomendaciones, y también los someten a la Asamblea General de las
Naciones Unidas. En algunas ocasiones, son los únicos mecanismos que alertan a la
comunidad internacional acerca de determinados problemas de derechos humanos.
Los titulares nombrados no perciben ninguna remuneración y son elegidos por un mandato
de tres años, que puede ser prorrogado por otros tres años. Consisten en una persona
(denominada “relator especial” o “experto independiente”) o en un equipo de trabajo
92
compuesto de cinco miembros, uno por cada grupo regional de las Naciones Unidas: África,
Asia, América Latina y el Caribe, Europa Oriental y el grupo Occidental. Los relatores
especiales, expertos independientes y miembros de los grupos de trabajo son nombrados
por el Consejo de Derechos Humanos y prestan servicio a título personal.
Hay dos tipos de mandatos de Procedimientos Especiales: los mandatos temáticos, tales
como los relativos al agua y los saneamientos, la detención arbitraria, los derechos de los
migrantes, la violencia contra las mujeres o la tortura y la trata de seres humanos, y otros
mandatos que atañen a países específicos. En abril de 2020 estaban en vigor 44 mandatos
temáticos y 11 mandatos de país.
Los titulares de mandatos realizan visitas a países para evaluar la situación de derechos
humanos a nivel nacional: a petición de un titular de mandato, el Gobierno enviará una
invitación para realizar una misión de estudio. Algunos países han cursado invitaciones
permanentes, lo que significa que están, en principio, preparados para recibir una visita de
cualquier titular de mandato temático.
Al término de sus visitas, los titulares de mandatos temáticos establecen un diálogo con el
Estado acerca de sus conclusiones y recomendaciones y presentan un informe al Consejo
de Derechos Humanos.
Las comunicaciones son cartas enviadas por los Procedimientos Especiales a los gobiernos
y otros, como organizaciones intergubernamentales, empresas, empresas militares o de
seguridad.
En estas cartas, los expertos informan sobre las denuncias de violaciones de derechos
humanos que han recibido. Presentará en la carta las alegaciones y solicitará aclaraciones
sobre ellas. Cuando sea necesario, los expertos solicitan a las autoridades competentes
que tomen medidas para prevenir o detener la violación, investigarla, llevar ante la justicia a
los responsables y asegurarse de que las víctimas o sus familias dispongan de recursos.
Cualquier individuo, grupo, organización de la sociedad civil, entidad intergubernamental u
organismo nacional de derechos humanos puede enviar información a los Procedimientos
Especiales.
Las comunicaciones enviadas y las respuestas recibidas se consignan en un informe que se
presenta en cada período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
resolución en la que declaraba que la Comisión “no estaba facultada para tomar ninguna
medida respecto a las reclamaciones relativas a los derechos humanos”
Pero en 1965 la Comisión de Derechos Humanos se encontró con numerosas peticiones
individuales procedentes de Sudáfrica y fue objeto de una presión considerable para que las
tramitara. Como resultado de lo anterior, en 1967 la Comisión abandonó sus métodos
anteriores y estableció un grupo especial de expertos para que investigara la situación de
los derechos humanos en el África meridional (Resolución 2 (XXIII) de la Comisión de
Derechos Humanos). Este grupo especial de expertos puede considerarse como el primer
procedimiento especial de la Comisión de Derechos Humanos.
Tras el golpe de Estado del general Pinochet en Chile que en 1973 depuso al presidente
Allende, la Comisión estableció en 1975 un grupo de trabajo especial encargado de
investigar la situación de los derechos humanos en ese país. En 1979, ese grupo de trabajo
fue sustituido por un Relator Especial y dos expertos encargados de estudiar la suerte de
los desaparecidos en Chile. Lo anterior condujo a la creación en 1980 del primer
procedimiento especial temático: el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas,
encargado de examinar la cuestión de las desapariciones forzadas en todo el mundo
Diez años después, en 1990, había seis mandatos temáticos que abarcaban las
desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, la
intolerancia religiosa, los mercenarios, la tortura y la venta de niños. Desde entonces, se
han establecido numerosos mandatos nuevos para hacer frente a las violaciones de los
derechos humanos en diversas partes del mundo.
El objetivo último del EPU es la mejora de la situación de los derechos humanos en todos
los países con consecuencias relevantes para la población mundial. El EPU ha sido
94
Los exámenes son realizados por el Grupo de Trabajo del EPU el cual está formado por los
47 miembros del Consejo; no obstante, cualquier Estado Miembro de las Naciones Unidas
puede participar en los debates/diálogos con los Estados sometidos a revisión. Cada Estado
examinado es asistido por grupos de tres Estados, que se conocen como “troikas”, quienes
actúan como relatores. La selección de las troikas para cada Estado se lleva a cabo
mediante un sorteo realizado a continuación de las elecciones para la composición del
Consejo en la Asamblea General.
Los documentos sobre los que se basan los exámenes son: 1) información que proporciona
el Estado sometido a examen, que puede adoptar la forma de un “informe nacional”, 2)
información incluida en los informes de expertos y grupos independientes de derechos
humanos, que se conocen como los Procedimientos Especiales, organismos de tratados, de
derechos humanos, y otras entidades de las Naciones unidas; 3) información procedente de
otros interesados incluyendo instituciones nacionales de derechos humanos y
organizaciones no gubernamentales.
El EPU evaluará el grado en que los Estados respetan sus obligaciones en materia de
derechos humanos tal como se enuncia en: (1) la Carta de las Naciones Unidas; (2) la
Declaración Universal de los Derechos Humanos; (3) instrumentos de derechos humanos
de los que sea parte el Estado (tratados de derechos humanos ratificados por el Estado en
cuestión); (4) las promesas y compromisos voluntarios realizados por el Estado.
Tras el examen realizado por el Grupo de Trabajo, la troika elabora un informe con la
participación del Estado sometido a examen y con ayuda de ACNUDH. Este informe,
denominado “informe de resultados”, proporciona un resumen del propio diálogo. Este
informe está formado por lo tanto por las preguntas, comentarios y recomendaciones
realizados por los Estados al país bajo examen, así como las respuestas ofrecidas por el
Estado sometido a examen.
con el país en cuestión. Si fuera necesario, el Consejo analizará casos donde los Estados
no estuvieran cooperando.
El Consejo de Derechos Humanos decidirá las medidas que necesitará adoptar en caso de
una no cooperación persistente con el EPU por parte de un Estado.
ÓRGANOS
Los órganos de expertos, conocidos como órganos de
vigilancia de los tratados u órganos creados en virtud de los tratados, supervisan el
cumplimiento por los Estados Partes de sus obligaciones respectivas en relación con
los nueve tratados básicos de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos y
sus protocolos facultativos.
• Comité de Derechos Humanos (Comité DH).
• Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Comité DESC)
• Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD).
• Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Comité CEDAW).
• Comité contra la Tortura (Comité CAT).
• Subcomité para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes (SPT).
• Comité de los Derechos del Niño (Comité CRC).
• Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de
sus Familiares (CMW).
• Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Comité CRPD).
• Comité contra la Desaparición Forzada (CED).
Los Comités DH, DESC, CERD, CRC y CRPD constan de 18 miembros cada uno; los
Comités CED y CAT de 10 miembros cada uno; el CMW de 14; el Comité CEDAW de
23, y el SPT de 25. Los miembros son elegidos por los Estados Partes de los tratados
respectivos (a excepción del Comité DESC, cuyos miembros son elegidos por el
Consejo Económico y Social), teniendo debidamente en cuenta una distribución
geográfica equitativa. Los Comités DH, DESC, CERD, CEDAW, CAT y CRC, y el SPT, se
reúnen tres veces al año, y los otros órganos (los Comités CED, CMW y CRPD), dos
veces al año. El ACNUDH ofrece asistencia a todos los órganos de tratados.
INFORMES
96
Lo propio hacen los artículos 19.1, CCT; 18.1, CDM; 16, PIDESC, y 44.1, CDN, por
mencionar algunos.
Estas medidas deben constar en el informe que el Estado parte somete a conocimiento del
órgano de supervisión del tratado. No obstante, la información suministrada por el Estado
parte no debe limitarse a los aspectos jurídicos, sino que debe incluir la situación de hecho
que dé cuenta de la realidad concreta del país en materia de derechos humanos . Los
informes remitidos por los Estados partes son de carácter periódico. Cada tratado define
esta periodicidad, que puede ser de dos a seis años o incluso puede ser delegada en el
órgano de control.
El informe del Estado parte motiva un segundo informe emitido por el órgano de
supervisión. Este segundo documento normalmente lleva el nombre de “observaciones
finales” y contiene, además de la recopilación de la información brindada por el
Estado parte, un examen de la situación de los derechos humanos en el país que se
extiende al periodo objeto de análisis en dos partes: a) aspectos positivos, y b) cuestiones
de preocupación. A partir de estas últimas, el órgano de control del tratado formula sus
recomendaciones al Estado parte. De este modo, el sistema de informes en tanto que
mecanismo de protección de derechos humanos se compone de dos informes cruzados:
aquel que el Estado facilita al órgano de supervisión y aquel que el órgano de
supervisión remite al Estado.
Por otra parte, la legitimación pasiva –es decir, la posibilidad de ser denunciado– depende
siempre de la aceptación expresa de la competencia del órgano internacional. En general,
los tratados internacionales que regulan el procedimiento establecen cuatro requisitos de
admisibilidad para las comunicaciones: a) identidad del autor, dado que no se aceptan
denuncias anónimas; b) inexistencia de otros procedimientos pendientes de arreglo
internacional sobre el mismo asunto, lo que supone identidad de sujeto, objeto y causa ; c)
agotamiento previo de los recursos de la jurisdicción interna, puesto que primero se debe
plantear la denuncia ante las autoridades del Estado y hacer uso de todas las vías
98
Debe señalarse que las comunicaciones interestatales, fundadas sobre el carácter erga
omnes de las obligaciones internacionales derivadas de los tratados de derechos humanos,
se mantienen aún bajo los esquemas conceptuales trazados por el instituto de la protección
diplomática propio del derecho internacional previo a la Carta de las Naciones Unidas. Las
comunicaciones individuales, en cambio, expresan plenamente la definitiva consagración de
la persona humana como sujeto de derecho internacional al reconocerle el derecho de
acceso a la jurisdicción internacional con independencia de su nacionalidad o cualquier otra
condición jurídica y social.
PROCEDIMIENTOS DE INVESTIGACIÓN
No debe confundirse el procedimiento de investigación propio de los métodos de solución
de controversias internacionales enumerados en el artículo 33 de la Carta de la ONU con el
mecanismo de investigación previsto por algunos instrumentos internacionales de derechos
humanos. La investigación en el primer caso hace referencia a una persona, grupo de
personas u órgano u organismo internacional imparcial designado por las partes cuya
función es la determinación de los hechos en el marco de una controversia internacional
entre dos sujetos de derecho internacional. La investigación, en el segundo caso, se
encuentra a cargo del órgano creado por el tratado de que se trate y tiene por objeto
determinar la existencia de situaciones de violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Dentro de los convencionales, la CCT ha sido la primera y modelo de las demás que han
seguido. Su artículo 22 establece sus rasgos principales, que podrían resumirse de la
siguiente manera: a) la legitimación activa resulta amplísima por su indeterminación, dado
que no se especifica en qué condiciones el asunto puede ser llevado a conocimiento del
órgano internacional; b) la información que llegue a conocimiento del órgano debe ser fiable
y estar fundamentada, además de dar cuenta de una práctica sistemática, es decir,
planificada, y –en algunos casos– grave, es decir, que afecte los derechos a la vida o la
integridad personal, por parte del Estado presuntamente responsable, y puede provenir de
cualquier fuente; c) el resultado del procedimiento es un informe elaborado por un miembro
del órgano con las conclusiones sobre la cuestión y las recomendaciones o sugerencias que
se consideren pertinentes, y d) todas las actuaciones realizadas bajo este mecanismo
tienen carácter confidencial y únicamente es posible la publicación de un resumen de lo
actuado en oportunidad del informe anual.
En 1959 en el ámbito de la OEA se dispuso la creación de una Comisión cuyo objetivo sería
la promoción de los derechos humanos en el continente americano. A tal fin se le asignaron
facultades para estimular la conciencia de los derechos humanos en los pueblos de América
y formular recomendaciones cuando lo considere conveniente, a los gobiernos de los
Estados para que adopten medidas progresivas a favor de los derechos humanos, dentro
del marco de sus leyes internas y de sus preceptos constitucionales.
100
ORGANIZACIÓN:
La CIDH se integra con siete miembros denominados “Comisionados”, quienes duran cuatro
años en funciones y pueden ser reelegidos por un período más. Los candidatos a ocupar los
cargos de comisionado son propuestos por los gobiernos de los Estados miembros por
tratarse de un organismo que integra la OEA, organización a la que pertenecen los treinta y
cinco países americanos. Eso significa que las competencias de la CIDH se despliegan en
relación con cualquiera de los países que integran el continente americano. Los Estados
pueden proponer hasta tres candidatos, pero al menos uno de ellos debe ser nacional de
otro país y la elección corresponde a la Asamblea General de la OEA.
El artículo 34, CADH, sólo indica que deben ser “personas de alta autoridad moral y
reconocida versación en materia de derechos humanos”. Ambos requisitos son
absolutamente subjetivos y de ningún modo suficientes para determinar el perfil de quienes
tendrán, una vez incorporados a la CIDH, la trascendente función de promover y garantizar
los derechos humanos en el hemisferio, y sobre todo conocer y tramitar las denuncias de
violación de derechos en el territorio de los Estados que lo integran.
COMPETENCIA:
Es importante destacar que, para la CADH, “persona es todo ser humano” (art. 2.1). Esto
fue confuso respecto de la posibilidad de que las personas jurídicas pudieran tener algún
tipo de intervención en el SIDH. El caso “Mevopal SA vs. Argentina” (1999) hizo que la
Comisión se pronunciara sobre este tema, quedando en claro que las personas jurídicas
pueden ser peticionarios (es decir, denunciantes).
En 2016 el tema fue planteado a la Corte IDH en una solicitud de Opinión Consultiva
promovida por Panamá. Ratificó allí el Tribunal por unanimidad que las personas jurídicas
no son titulares de los derechos consagrados en la Convención. Asimismo, admitió que las
comunidades indígenas y tribales sí lo son por encontrarse en una situación particular que
requiere de un trato diferencial para habilitar su legitimación ante el sistema. No obstante,
las personas jurídicas pueden actuar como denunciantes, si bien no pueden hacerlo como
víctimas
En cuanto a las entidades no gubernamentales, el artículo 44, CADH, indica que deben
estar “legalmente reconocidas en uno o más Estados Miembros de la Organización”, por lo
que podría suponerse que la ausencia de reconocimiento es un impedimentos para
peticionar. Sin embargo, no es así. En primer lugar, porque el artículo dice “en uno o más
Estados Miembros”, pudiendo, entonces, ser reconocida por cualquiera de los Estados que
integran la OEA, y, en segundo lugar, porque atento la amplitud de la primera parte
(cualquier persona o grupo de personas), el requisito del reconocimiento legal admite cierta
informalidad . El Reglamento reproduce los términos de la legitimación en el artículo.
Las presuntas violaciones que se denuncian ante la CIDH deben encuadrar en las
disposiciones de la CADH según dispone su artículo 44. Lo mismo indica el artículo 45 en
102
en el artículo 28, menciona que la Comisión tomará en consideración las peticiones por
“acción o por omisión, de la violación de alguno de los derechos humanos consagrados en
la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros instrumentos aplicables”
Para que una petición o comunicación pueda ser admitida por la Comisión IDH es necesario
que la violación que se denuncia se origine en hechos producidos con posterioridad a la
fecha en que la Convención Americana ha entrado en vigor en el Estado denunciado. La
regla surge de las normas que disponen la aplicación de los tratados en el derecho interno
(arts. 6 y siguientes de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados). Sin
embargo, si los hechos denunciados responden a hechos anteriores a la firma del tratado,
pero que continúan y subsisten al tiempo de entrar en vigencia, la Comisión IDH podrá
entender en el caso.
La regla de la competencia en razón del lugar se define en función del ámbito en que se
ejerce la jurisdicción del Estado denunciado. Es así por aplicación del artículo 1, CADH, que
obliga a los Estados a respetar y garantizar los derechos y libertades reconocidos en la
Convención Americana, a “toda persona que esté sujeta a su jurisdicción”, de modo que
alcanza a quienes se encuentran en su territorio, sean o no sus nacionales, y a estos
últimos cuando se encuentren en el extranjero bajo jurisdicción nacional.
Esto se constituye en una regla general que solo cae ante estrictas situaciones que lo
justifiquen. Es decir, si el Estado despliega sus mecanismos judiciales locales para superar
la situación lesiva de conformidad con los estándares internacionales, la jurisdicción
supranacional resultaría innecesaria.
adecuados para superar las situaciones de violación de sus derechos, seria ilógico que las
víctimas tuvieran que recurrir a los órganos supranacionales para obtener la satisfacción de
sus reclamos.
Las decisiones (jurisdiccionales o no) que derivan de los órganos del SIDH, conforman en sí
mismas un sistema de reparación de distinta índole cuyo fundamento está en el corpus iuris
interamericano que integran los tratados internacionales y la jurisprudencia que emite la
Corte IDH.
La CADH define las situaciones que justifican dejar de lado la obligación de agotar los
remedios judiciales internos:
a) cuando no exista en el Estado el debido proceso legal para la protección de los derechos
que han sido violados (arts. 8 y 25, CADH)
c) cuando se haya permitido al presunto lesionado acceder a los recursos internos pero no
agotarlos, y
En los casos en que resulten aplicables las excepciones al requisito del agotamiento previo,
“la petición deberá presentarse dentro de un plazo razonable, a criterio de la Comisión”,
debiendo considerarse “la fecha en que haya ocurrido la presunta violación y las
circunstancias del caso”. Es decir, será la Comisión la que determine si la presentación se
ha efectuado dentro de un plazo razonable.
104
FUNCIONES:
(inc. a);
– “solicitar de los gobiernos de los Estados miembros que les proporciones informes
En el mismo artículo 41, CADH, se establecen dos funciones cuasi jurisdiccionales, que
superan el desarrollo y fomento de los derechos humanos, impulsando la investigación y
reparación de violaciones individuales:
artículo 22 del Estatuto, este podrá ser reformado por la Asamblea General.
de las actuaciones que se cumplen ante el organismo, ya que allí se establecen las
modalidades procedimentales a cumplir en las denuncias individuales y también las
características que se imprimen a los distintos tipos de informes.
105
ORGANIZACIÓN:
La Corte está constituida por siete jueces, los cuales deben ser nacionales de los Estados
miembros de la Organización de los Estados Americanos. Los magistrados son elegidos a
título personal, entre juristas de la más alta autoridad moral, y de reconocida competencia
en materia de derechos humanos; y duran seis años en sus funciones 238 .
COMPETENCIAS:
Competencia consultiva:
El pedido de una Opinión Consultiva, puede ser realizado por cualquiera de los órganos
principales, de la Organización de los Estados Americanos, cualquier Estado Miembro de la
Organización, se encuentra habilitado puede consultar a la Corte en los aspectos
señalados; y además, puede pedir opiniones a la Corte sobre la compatibilidad de su
legislación interna y los mencionados instrumentos internacionales.
La Corte Internacional de Justicia, órgano judicial principal de las Naciones Unidas, sólo
puede recibir pedidos de Opinión Consultiva directamente, por parte de la Asamblea
General de la Organización o del Consejo de Seguridad; e indirectamente , del resto de
órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas.
106
Los Estados miembros de las Naciones Unidas, no pueden solicitar una Opinión Consultiva
de la Corte Internacional de Justicia.
Competencia contenciosa: La Corte IDH puede conocer en casos contra Estados, y juzgar
si éstos han violado alguna disposición de la CADH, sólo la CIDH y los Estados, pueden
llevar un caso ante la Corte.
Para que un Estado sea demandado ante la Corte Interamericana, es necesario que éste,
además de haber ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, haya
hecho una declaración especial de aceptación de la competencia contenciosa.
De los 35 Estados miembros de la OEA; 25 han ratificado el Pacto de San José de Costa
Rica; y, hasta el momento, sólo 17 de los 25 Estados partes del Pacto, han hecho la
declaración de reconocimiento de competencia contenciosa de la Corte.
En cuanto al contenido que puede tener la indemnización que disponga el tribunal, la propia
Corte Interamericana ha sostenido en sus sentencias que «... La reparación del daño
ocasionado por la infracción de una obligación internacional consiste en la plena restitución
(restitutio in integrum), lo que incluye el restablecimiento de la situación anterior y la
reparación de las consecuencias que la infracción produjo y el pago de una indemnización
como compensación por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales, incluyendo el daño
moral...»
Medidas provisionales:
Los requisitos para que la Corte IDH pueda disponer medidas provisionales, son que el
Estado contra el cual se dictan las medidas haya ratificado la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y, haya aceptado la competencia contenciosa de la Corte, deben
tratarse de asuntos que revistan características de extrema gravedad y urgencia, la
adopción de las medidas provisionales, debe ser necesaria para evitar daños irreparables a
las personas.
FUNCIONES:
Artículo 61:
1. Solo los Estados Partes y la Comisión tienen derecho a someter un caso a la decisión de
la Corte.
2. Para que la Corte pueda conocer de cualquier caso es necesario que sean agotados los
procedimientos previstos en los artículos 48 a 50.
Artículo 62:
Artículo 63:
Artículo 64: Los Estados Miembros de la Organización podrán consultar a la Corte acerca
de la interpretación de esta Convención o de otros tratados concernientes a la protección de
los derechos humanos en los Estados Americanos. Asimismo, podrán consultarla en lo que
108
El artículo 48, CADH, permite diferenciar dos etapas en el procedimiento que sigue: una de
solicitud de información al Estado y otra en la que se desarrolla el verdadero contradictorio.
Abierto el análisis del caso, la Comisión tendrá que decidir, sobre la admisibilidad o
inadmisibilidad del asunto, este hará que la petición quede registrada como caso, iniciando
así el procedimiento de fondo, a su vez la Comisión fijará un plazo de cuatro meses para
que los peticionarios presenten observaciones adicionales sobre el fondo, otorgando al
Estado igual plazo para que presente las suyas una vez que las primeras les sean
transmitidas.
Los hechos alegados en la petición que no sean controvertidos por la otra dentro del plazo
fijado por la Comisión se presumirán verdaderos.
Etapa oral: no existe propiamente una etapa oral del procedimiento en la Comisión, pero
que, a iniciativa de ella misma o a pedido de alguna de las partes, pueden celebrarse
audiencias, cuyo objeto será ofrecer prueba oral o documental.
La solicitud de audiencias debe presentarse por escrito con una anticipación de cincuenta
días al inicio del período de sesiones de la Comisión, y debe indicar expresamente el objeto
de la misma y la identidad de los participantes.
Celebrada una audiencia, se labrará un acta resumida en la que consta la fecha y hora de
celebración, nombres de los participantes, las decisiones adoptadas y los compromisos
asumidos por las partes.
Puede celebrarse en cualquier etapa del examen de una petición, siempre que las partes
consientan en iniciar y continuar el procedimiento con esta finalidad.
El informe que aprueba la solución amistosa contiene una breve relación de los hechos y de
la solución lograda; será transmitido a las partes y luego publicado. Si no se logra este tipo
de solución, se proseguirá con el trámite.
Si, por el contrario, se establece que existió la violación objeto de la petición, la Convención
Americana dispone la redacción de dos informes sucesivos, iniciando lo que constituye la
etapa final del procedimiento en la Comisión, que se cumple en dos etapas conforme la
interpretación coordinada de los artículos 50 y 51 de la CADH.
Teniendo en cuenta:
Artículo 66
Artículo 67
dicha solicitud se presente dentro de los noventa días a partir de la fecha de la notificación
del fallo.
Artículo 68
Artículo 69
El fallo de la Corte será notificado a las partes en el caso y transmitido a los Estados partes
en la Convención.
3. Sistema Europeo
ORGANIZACIÓN:
111
El Tribunal se compone de tantos jueces como Altas Partes Contratantes, jueces que
deberán poseer la más alta cualificación profesional como juristas de reconocida
competencia, así como total independencia, imparcialidad y disponibilidad.
Los Jueces son elegidos por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa a propuesta
de los Estados miembros, por un periodo de nueve años.
El Tribunal está compuesto por una Secretaría y un cuerpo de relatores que asistirán al
Tribunal cuando esté constituido en formación de juez único.
COMPETENCIA Y FUNCIONES:
El art. 32 del Convenio, en línea con lo consignado en su art. 19, establece que la
competencia del Tribunal se extiende a todos los asuntos relativos a la interpretación y
aplicación del Convenio y de sus Protocolos que le sean sometidos en las condiciones
previstas por los artículos 33, 34, 46 y 47. 2. en caso de impugnación de la competencia del
Tribunal, éste decidirá sobre la misma.
Por su parte, los arts. 33 y 34 prevén las dos formas en que pueden acceder los litigios al
TEDH; conforme al primero de ellos cualquiera de los Estados miembros podrá someter al
Tribunal cualquier incumplimiento de lo dispuesto en el Convenio y sus Protocolos que
considere cometido por otro Estado miembro. De otro lado, el art. 34 se ocupa de las
demandas individuales, las presentadas por cualquier persona física, organización no
gubernamental o grupo de particulares que se considere víctima de una violación por una
de las Altas Partes Contratantes (Estados miembro del Convenio) de los derechos
reconocidos en el mismo o sus Protocolos.
El Tribunal Europeo se ocupa de los casos en los que el particular no ha recibido una
compensación adecuada por la violación de alguno de sus derechos en los tribunales de su
país o no ha podido acceder al sistema nacional de justicia. El Comité de Ministros, órgano
decisorio del Consejo de Europa, está formado por los ministros de Asuntos Exteriores de
los Estados miembros y es el responsable de controlar que se ejecuten los dictámenes de
los Tribunales.
Además, el Tribunal desempeña una función asesora que le permite elaborar opiniones
consultivas. Éstas pueden ser solicitadas por el Comité de Ministros del Consejo de Europa
y tratan más a fondo un artículo o un aspecto concreto de un Convenio para ayudar a
interpretar su significado.
Sala de diecisiete jueces. Las Salas del Tribunal constituirán los Comités por un periodo
determinado.(27)
2. Cuando el Pleno del Tribunal así lo solicite, el Comité de Ministros podrá, por decisión
unánime y por un periodo determinado, reducir a cinco el número de jueces de las Salas.
(28)
3. Cuando actúe en formación de juez único, ningún juez podrá examinar una solicitud
contra la Alta Parte Contratante en cuya representación fue elegido dicho juez.
4. El juez elegido en representación de una Alta Parte Contratante en el litigio será miembro
de pleno derecho de la Sala y de la Gran Sala. En su ausencia, o cuando dicho juez no esté
en condiciones de intervenir, actuará en calidad de juez una persona designada por el
Presidente del Tribunal a partir de una lista presentada previamente por esa Parte.
5. Formarán también parte de la Gran Sala el Presidente del Tribunal, los Vicepresidentes,
los Presidentes de las Salas y demás jueces designados de conformidad con el reglamento
del Tribunal. Cuando el asunto sea deferido a la Gran Sala en virtud del artículo 43, ningún
juez de la Sala que haya dictado la sentencia podrá actuar en la misma, con excepción del
Presidente de la Sala y del Juez que haya intervenido en representación de la Alta Parte
Contratante interesada.
1. INTRODUCCIÓN
Pero no solamente esos tratados pueden tener jerarquía constitucional, porque el último
párrafo del mismo inciso permite la incorporación de otros tratados con igual calidad,
siempre y cuando así lo decida el voto de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara.
Como el artículo 31 constitucional solo menciona las normas dotadas de supremacía sin
indicar un orden jerárquico, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a
través de su jurisprudencia, fue variando el orden de prelación. Al principio adoptó
la interpretación literal, que obviamente dio como resultado un primer lugar para la
Constitución, luego las leyes de la Nación y finalmente los tratados internacionales.
Esa exégesis se justifica en el origen jus filosófico de la Constitución, que se enmarca en
el constitucionalismo clásico liberal.
Con relación a los tratados, es lógico que fueran ubicados en el último lugar de
la jerarquía normativa, ya que a mediados del siglo XIX no existían las organizaciones
internacionales y las relaciones entre los Estados eran el resultado de acuerdos individuales
cuyo incumplimiento generaba responsabilidad exclusivamente entre quienes
los habían celebrado. Recién a partir de mediados del siglo XX, con el nacimiento y
evolución de dichas organizaciones internacionales, se elaboraron las bases de la
responsabilidad internacional de los Estados ante al incumplimiento de los compromisos
asumidos mediante tratados.
I. Reserva:
Reconocimiento de Competencia:
En el instrumento de ratificación de fecha 14 de agosto de 1984, depositado el 5 de
septiembre de 1984 en la Secretaría General de la OEA, el Gobierno de la República
Argentina reconoce la competencia de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido
y bajo condición de estricta reciprocidad, sobre los casos relativos a la interpretación
o aplicación de la citada Convención, con la reserva parcial y teniendo en cuenta las
declaraciones interpretativas que se consignan en el instrumento de ratificación.
'La Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado las Resolución N° 2065
(XX), 3160 (XXVIII), 31/49, 37/9, 38/12 y 39/6 en las que se reconoce la existencia
de una disputa de soberanía referida a la cuestión de las Islas Malvinas y se urge a
la República Argentina y al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a
mantener negociaciones a fin de encontrar lo antes posible, una solución pacífica y
definitiva de la disputa con la interposición de los buenos oficios del secretario
General de las Naciones Unidas quien deberá informar a la Asamblea General
acerca de los progresos realizados."
120
Tortura para recibir y examinar las comunicaciones en que un Estado Parte alegue
que otro Estado Parte no cumple las obligaciones que le impone la convención.
Asimismo, reconoce la competencia del Comité para recibir y examinar las
comunicaciones enviadas por personas sometidas a su jurisdicción, o en su nombre,
que aleguen ser víctimas de una violación por un Estado Parte de las disposiciones
de la convención.
"La REPÚBLICA ARGENTINA hace reserva de los incisos b), c), d) y e) del artículo
21 de la CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO y manifiesta que no
regirán en su jurisdicción por entender que, para aplicarlos, debe contarse
previamente con un riguroso mecanismo de protección legal del niño en materia de
adopción internacional, a fin de impedir su tráfico y venta.
voluntarios y las respuestas que presentó, antes de que el pleno aprobara el resultado, a las
preguntas o cuestiones que no se habían tratado suficientemente durante el diálogo
interactivo en el Grupo de Trabajo.
❖ Informe del Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal Argentina 2017
❖ Comité contra la Tortura, Observaciones finales sobre los informes periódicos quinto
y sexto combinados de la Argentina (2017)
❖ Comité de los Derechos del Niño, Observaciones finales sobre los informes
periódicos quinto y sexto combinados de la Argentina (2018)
❖ Informe del Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, James
Anaya - Adición - La situación de los pueblos indígenas en Argentina
(A/HRC/21/47/Add.2)
destacar que esta clasificación no está elaborada a partir del orden de importancia de los
derechos humanos.
La división de los derechos humanos en tres generaciones fue inicialmente propuesta en
1979. Sin embargo, en los últimos años diversos autores han sumado una cuarta
generación, la cual hace referencia a las tecnologías de la Información y de la comunicación
(TIC).
Los derechos civiles incluyen la garantía de la integridad física (derecho a la vida) y moral
(derecho al honor) y de la seguridad de las personas, los domicilios6 y las comunicaciones; el
derecho a la igualdad y la protección contra la discriminación originada en cualquier condición
personal o social7 (edad, orientación sexual, discapacidad física o mental, marginación
económica o social, creencias religiosas o de otro tipo, condición étnica -designada como "raza"
o de cualquier otra forma-) y los derechos individuales, entre los que están la propiedad y una
numerosa lista de derechos y libertades: libertad de pensamiento, expresión, prensa e imprenta,
libertad de culto, libertad de circulación y residencia; junto con los derechos de participación en
la vida civil y política, como el derecho de sufragio, el derecho de petición, el derecho de reunión
y manifestación, el derecho de asociación, etc. Los derechos políticos incluyen la justicia natural
o equidad procesal,8 expresada en los derechos de las partes y de los reos o acusados y en el
derecho a un juicio justo con garantías procesales (debido proceso),incluidas las garantías
contra una detención ilegal, el derecho a conocer la acusación y al acusador, el derecho a
rebatir las acusaciones, el derecho a asistencia, representación y defensa jurídica, a no
declarar, la ausencia de tortura, el habeas corpus, la presunción de inocencia, la irretroactividad
de las leyes sancionadoras, la proporcionalidad de las penas, el derecho al recurso procesal, a
obtener una reparación, etc…
Todos los Estados Partes deben presentar al Comité informes periódicos sobre la
manera en que se ejercitan los derechos. Inicialmente los Estados deben presentar un
informe un año después de su adhesión al Pacto y luego siempre que el Comité lo
solicite (por lo general cada cuatro años). El Comité examina cada informe y expresa
sus preocupaciones y recomendaciones al Estado Parte en forma de "observaciones
finales".
El artículo 41 del Pacto establece que el Comité debe examinar las denuncias entre
los Estados.
* Denuncias de particulares:
El Primer Protocolo Facultativo del Pacto otorga al Comité competencia para examinar
las denuncias de los particulares en relación con supuestas violaciones del Pacto
cometidas por los Estados Partes en el Protocolo.
• Los derechos de los trabajadores, que incluyen la prohibición del trabajo forzado,
los derechos a escoger o a aceptar libremente un trabajo, a un salario equitativo e
igual por trabajo de igual valor, al disfrute del tiempo libre y a la limitación razonable
de las horas de trabajo, a la seguridad y la higiene en el trabajo a afiliarse a
sindicatos y a fundarlos y a la huelga;
Esas libertades cada vez se definen mejor en los ordenamientos jurídicos nacionales,
regionales y mundiales, en las leyes y reglamentos, en las constituciones nacionales y
en los tratados internacionales. Su aceptación como derechos humanos genera
obligaciones jurídicas para los Estados, que han de garantizar que todas las personas
que se encuentren en el país pueden disfrutar de esos derechos y ofrecer mecanismos
de recurso a tales personas en caso de que se infrinjan los derechos. Al igual que
ocurre con otros derechos humanos, el reconocimiento de los derechos económicos,
sociales y culturales, junto con el principio de la no discriminación, da lugar a que la
atención se centre en los grupos más excluidos, discriminados y marginados de la
sociedad.
• Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006) Tratados
regionales
• Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (1981), Carta Africana sobre los
Derechos y el Bienestar del Niño (1990) y Protocolo de la Carta Africana de Derechos
Humanos y de los Pueblos relativo a los derechos de la mujer en África (2003).
¿Cuáles son las obligaciones de los Estados respecto de los derechos económicos,
sociales y culturales?
Las obligaciones de los Estados respecto de los derechos económicos, sociales y culturales
se expresan de manera diferente según los tratados. Por ejemplo, en el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se dispone que los Estados han de
"adoptar medidas" hasta el máximo de los recursos de que dispongan para lograr
progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.
Además, en el Pacto se dispone que los Estados han de garantizar el ejercicio de los
derechos económicos, sociales y culturales sin discriminación y asegurar a los hombres y a
las mujeres igual título a gozar de tales derechos. En otros tratados o constituciones se
especifican las obligaciones de manera diferente e incluso se incluyen medidas concretas
que los Estados han de adoptar, como la aprobación de legislación o la promoción de esos
derechos en las políticas públicas. Con objeto de aclarar el contenido de las obligaciones de
los Estados, éstas se agrupan en ocasiones en tres apartados: respetar, proteger y realizar
los derechos económicos, sociales y culturales.
Todos los Estados Partes deben presentar al Comité informes periódicos sobre la
manera en que se ejercitan esos derechos. Inicialmente, los Estados deben presentar
informes a los dos años de la aceptación del Pacto y luego cada cinco años. El Comité
examina cada informe y expresa sus preocupaciones y recomendaciones al Estado
Parte en forma de "observaciones finales".
* Denuncias/Peticiones individuales:
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado. Un medio ambiente adecuado se considera
una condición previa para la realización de otros derechos humanos, incluidos los derechos a la vida, la
alimentación, la salud y un nivel de vida adecuado. Existe una referencia parcial a esto en el derecho a la
salud establecido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC),
que señala que los Estados deben cumplir con el derecho a la salud mediante, entre otras medidas, la
mejora de todos los aspectos de la higiene ambiental. También se ha reconocido en una amplia gama de
instrumentos regionales de derechos humanos, tales como el Protocolo de San Salvador, así como a
través del establecimiento de un mandato de los procedimientos especiales de la ONU sobre los
derechos humanos y el medio ambiente en 2012.
133
Toda persona debería ser capaz de vivir en un ambiente propicio para su salud y bienestar. Los
Estados deben tomar medidas concretas y progresivas, individualmente y en cooperación con otros,
para desarrollar, implementar y mantener marcos adecuados para habilitar todos los componentes
necesarios para un ambiente saludable y sostenible, que abarque todas las partes del mundo
natural. Esto incluye la regulación de las empresas y otros actores privados en sus operaciones
nacionales y extraterritoriales.
De acuerdo con principios bien establecidos de derecho internacional, incluidas las disposiciones del
PIDESC, la cooperación internacional para el desarrollo y para la realización de los derechos
humanos es una obligación de todos los Estados. Tal colaboración y apoyo, especialmente por parte
de los Estados capaces de ayudar a los demás, es particularmente importante para abordar los
impactos transnacionales sobre las condiciones ambientales tales como el cambio climático.
El derecho a un medio ambiente sano comenzó a ser reconocido por el Derecho Internacional a
partir del año 1972, cuando la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Humano expresó que “[e]l hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y
el disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que le permita llevar
una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el
medio para las generaciones presentes y futuras”1. Desde entonces, se inició una tendencia
cada vez más extendida de consagración de este derecho a nivel nacional.
El derecho a un medio ambiente sano encuentra además una amplia recepción en instrumentos
internacionales de derechos humanos. Así, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC), que goza de jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 CN),
reconoce el derecho a un nivel de vida adecuado y el deber de los Estados de adoptar medidas
apropiadas para asegurar este derecho, entre otras, mediante la utilización más eficaz de los
recursos naturales (artículo 11); también consagra el derecho a la salud y, entre las acciones
que se deberán implementar para dotarlo de plena efectividad, se menciona el mejoramiento del
medio ambiente (artículo 12). El sistema interamericano lo incorporó en el Protocolo Adicional a
la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales —conocido como Protocolo de San Salvador—, como el derecho que
posee toda persona a vivir en un medio ambiente sano y a contar con servicios públicos básicos
y determina que los Estados deben promover la protección, preservación y mejoramiento del
medio ambiente.
Entre los 12 países que procedieron a la ratificación, se encuentra la República Argentina, que
notificó el 22 de enero de 2021 que es Estado parte del acuerdo y acompañará a su entrada en
vigencia el jueves 22 de abril de 2021.
Como se dijera, el Comité DESC mediante una muy fundada y razonada interpretación de
los artículos 117 y 128 del PIDESC, construyó la figura del derecho humano al agua.
A tal efecto el Comité consideró que el derecho al agua se deriva del derecho que se le
reconoce a toda persona a gozar de un nivel de vida adecuado para sí y su familia, que
por ello se enlaza con el derecho integral a la salud – cuya elaboración se apoya en la
- toda vez que el agua resulta un elemento indispensable para asegurar condiciones
humanas mínimas de existencia.
Definición
El derecho al agua ha quedado encuadrado, prima facie, como un nuevo derecho humano
que vino a engrosar la lista de los derechos económicos, sociales y culturales reconocidos
en el PIDESC. Originalmente, los derechos económicos, sociales y culturales fueron
categorizados como derechos prestacionales (en una suerte de contraposición -no
demasiado bien justificada - a los derechos civiles y políticos emanados del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos), que al exigir obligaciones positivas por parte
del Estado (de dar o de hacer) dependen, para su operatividad, de las condiciones
económicas y presupuestarias de cada Estado. De ahí que muchos hayan pretendido
calificar a los derechos del PIDESC como meramente programáticos o, dicho de otro modo,
no plenamente operativos y por ende, no (siempre) exigibles jurídicamente.
135
Contenido mínimo
En el capítulo II referido al ―Contenido normativo del derecho al agua‖, la OG 15 dispone,
en términos generales que ―los elementos del derecho al agua deben ser aquellos que
resulten adecuados a la dignidad, la vida y la salud humanas‖ ello, en estricta
correspondencia con el párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 del PIDESC. Se esclarece
luego que, ―lo adecuado del agua no debe interpretarse de forma restrictiva, simplemente
en relación con cantidades volumétricas y tecnologías‖ y agrega que ―El agua debe
tratarse como un bien social y cultural, y no fundamentalmente como un bien económico. El
modo en que se ejerza el derecho al agua también debe ser sostenible, de manera que este
derecho pueda ser ejercido por las generaciones actuales y futuras‖
la OG 15 concretiza ciertos factores que vienen a constituir el ―contenido mínimo‖ del
derecho humano al agua, esto es, aquellos aspectos que no pueden desatenderse y que se
aplican en cualquier circunstancia (por utilizar las palabras de la OG) sin los cuales el
derecho humano al agua se desnaturaliza a riesgo de tornarse ilusorio o irreconocible.
―Las condiciones mínimas necesarias para hacer efectivo el derecho al agua, coinciden en
gran medida con el carácter de ―adecuado‖ del acceso a este recurso. Ello no es más que
el reflejo de carácter relacional de los derechos, conforme al cual a las facultades en las que
consiste, se encuentran especularmente obligaciones correlativas por parte de algún sujeto.
obligado primero es el Estado, a él corresponderá en buena medida asegurar esas
condiciones mínimas, salvo que las normas especifiquen otros obligados y salvo los casos
de autotutela de los derechos.
Los factores que la OG 15 señala expresamente, al punto 12, como elementos
indispensables (contenido mínimo) para que el ejercicio del derecho al agua resulte
adecuado a la dignidad, la vida y la salud humanas, son: a) la disponibilidad del agua; b)
la calidad del agua; y c) la accesibilidad del agua;
a) La disponibilidad implica que el abastecimiento de agua de cada persona debe ser
continuo y suficiente para los usos personales y domésticos, aclarándose, por nota al pie,
que por ―continuo‖ debe entenderse que la periodicidad del suministro de agua sea
suficiente para los usos personales y domésticos.
b) En cuanto a la calidad del agua que es necesaria para cada uso personal o doméstico se
estipula que ésta debe ser salubre, ello es que no ha de contener microorganismos o
sustancias químicas o radiactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las
personas; siendo que además, el agua debería tener un color, un olor y un sabor aceptables
para cada uso personal o doméstico.
c) El factor de la accesibilidad, implica que el agua y las instalaciones y servicios de agua
deben ser accesibles para todos, sin discriminación alguna, dentro de la jurisdicción del
Estado Parte. La accesibilidad presenta así cuatro dimensiones superpuestas: i)
Accesibilidad física. El agua y las instalaciones y servicios de agua deben estar al alcance
físico de todos los sectores de la población. ii) Accesibilidad económica. El agua y los
servicios e instalaciones de agua deben estar al alcance de todos. iii) No discriminación. El
agua y los servicios e instalaciones de agua deben
ser accesibles a todos de hecho y de derecho, incluso a los sectores más
vulnerables y marginados de la población, sin discriminación alguna por
cualquiera de los motivos prohibidos. iv) El acceso a la información. La accesibilidad
comprende el derecho de solicitar, recibir y difundir información sobre las cuestiones del
agua.
– La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (por
ley 27.044, BO 22/12/2014, se le otorgó jerarquía constitucional).
Ambos instrumentos coinciden en señalar que las personas con discapacidad “Son
aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo
que, al interactuar con diversas barreras, pueden ver impedida su participación plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
Por su parte, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, que tiene jerarquía constitucional, reconoció a la discapacidad como un
concepto en evolución, que es el resultado de la interacción entre la deficiencia de una
persona y los obstáculos que se le presentan, tales como las barreras físicas y las actitudes
imperantes que le impiden su participación en la sociedad.
Así, una persona se vuelve más discapacitada a medida que más obstáculos
encuentra. Las discapacidades comprenden deficiencias mentales, intelectuales,
sensoriales y físicas, como, por ejemplo, deficiencias en el desarrollo, sordera, ceguera y
deterioro de la movilidad, entre otras. Habrá personas que tienen más de una forma de
discapacidad y, a su vez, muchas personas podrían llegar a tener alguna discapacidad en
algún momento de su vida a causa de enfermedades, lesiones físicas o envejecimiento.
● Ley 22.431 Ley de Sistema de Protección Integral de las personas con discapacidad
● Ley 24.901Ley de Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación
Integral a Favor de las Personas con Discapacidad
● Ley 25.504 Ley del Certificado de Único de Discapacidad.
● Ley 19.279Ley de Automotores para Lisiados
● Ley 24.308 Es la Ley que reglamenta las concesiones de pequeños comercios y
modifica a la Ley 22.431.
● Ley 26.378 Se aprueba la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad y su protocolo facultativo, aprobados mediante resolución de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, es un instrumento internacional de
derechos humanos de las Naciones Unidas destinadas a proteger los derechos y la
dignidad de las personas con discapacidad.
139
a) Adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean
pertinentes para hacer efectivos los derechos reconocidos en la presente Convención;
b) Tomar todas las medidas pertinentes, incluidas medidas legislativas, para modificar o
derogar leyes, reglamentos, costumbres y prácticas existentes que constituyan
discriminación contra las personas con discapacidad;
c) Tener en cuenta, en todas las políticas y todos los programas, la protección y promoción
de los derechos humanos de las personas con discapacidad;
e) Tomar todas las medidas pertinentes para que ninguna persona, organización o empresa
privada discrimine por motivos de discapacidad;
h) Proporcionar información que sea accesible para las personas con discapacidad sobre
ayudas a la movilidad, dispositivos técnicos y tecnologías de apoyo, incluidas nuevas
tecnologías, así como otras formas de asistencia y servicios e instalaciones de apoyo;
i) Promover la formación de los profesionales y el personal que trabajan con personas con
discapacidad respecto de los derechos reconocidos en la presente Convención, a fin de
prestar mejor la asistencia y los servicios garantizados por esos derechos.
2. Con respecto a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes se
comprometen a adoptar medidas hasta el máximo de sus recursos disponibles y, cuando
sea necesario, en el marco de la cooperación internacional, para lograr, de manera
progresiva, el pleno ejercicio de estos derechos, sin perjuicio de las obligaciones previstas
en la presente Convención que sean aplicables de inmediato en virtud del derecho
internacional.
(c) Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: organización y
funciones.
1. Se creará un Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (en adelante,
"el Comité") que desempeñará las funciones que se enuncian a continuación.
3. Los miembros del Comité desempeñarán sus funciones a título personal y serán
personas de gran integridad moral y reconocida competencia y experiencia en los temas a
que se refiere la presente Convención….
4. Los miembros del Comité serán elegidos por los Estados Partes, que tomarán en
consideración una distribución geográfica equitativa, la representación de las diferentes
formas de civilización y los principales ordenamientos jurídicos, una representación de
género equilibrada y la participación de expertos con discapacidad.
5. Los miembros del Comité se elegirán mediante voto secreto de una lista de personas
designadas por los Estados Partes de entre sus nacionales en reuniones de la Conferencia
de los Estados Partes. En estas reuniones, en las que dos tercios de los Estados Partes
constituirán quórum, las personas elegidas para el Comité serán las que obtengan el mayor
número de votos y una mayoría absoluta de votos de los representantes de los Estados
Partes presentes y votantes.
6. ... Por lo menos cuatro meses antes de la fecha de cada elección, el Secretario General
de las Naciones Unidas dirigirá una carta a los Estados Partes invitándolos a que presenten
sus candidatos en un plazo de dos meses. El Secretario General preparará después una
lista en la que figurarán, por orden alfabético, todas las personas así propuestas, con
indicación de los Estados Partes que las hayan propuesto, y la comunicará a los Estados
Partes en la presente Convención.
7. Los miembros del Comité se elegirán por un período de cuatro años. Podrán ser
reelegidos si se presenta de nuevo su candidatura. Sin embargo, el mandato de seis de los
miembros elegidos en la primera elección expirará al cabo de dos años;…
8. La elección de los otros seis miembros del Comité se hará con ocasión de las elecciones
ordinarias, de conformidad con las disposiciones pertinentes del presente artículo.
9. Si un miembro del Comité fallece, renuncia o declara que, por alguna otra causa, no
puede seguir desempeñando sus funciones, el Estado Parte que lo propuso designará otro
experto que posea las cualificaciones y reúna los requisitos previstos en las disposiciones
pertinentes del presente artículo para ocupar el puesto durante el resto del mandato.
12. Con la aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los miembros del
Comité establecido en virtud de la presente Convención percibirán emolumentos con cargo
a los recursos de las Naciones Unidas en los términos y condiciones que la Asamblea
General decida, tomando en consideración la importancia de las responsabilidades del
Comité.
13. Los miembros del Comité tendrán derecho a las facilidades, prerrogativas e
inmunidades que se conceden a los expertos que realizan misiones para las Naciones
Unidas, con arreglo a lo dispuesto en las secciones pertinentes de la Convención sobre
Prerrogativas e Inmunidades de las Naciones Unidas.
PROTOCOLO FACULTATIVO:
Artículo 1
Artículo 4
1. Tras haber recibido una comunicación y antes de llegar a una conclusión sobre el
fondo de ésta, el Comité podrá remitir en cualquier momento al Estado Parte
interesado, a los fines de su examen urgente, una solicitud para que adopte las
medidas provisionales necesarias a fin de evitar posibles daños irreparables a la
víctima o las víctimas de la supuesta violación.
Artículo 6
4. Labor del Relator Especial sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad:
mandato, informes y reportes
● Mantener un diálogo regular con los Estados y otras partes interesadas para la
identificación, intercambio y buenas prácticas relacionadas con la realización de los
derechos de las personas con discapacidad;
● Recibir e intercambiar información y comunicaciones sobre violaciones de los
derechos humanos de personas con discapacidad;
● Consultar e implicar, de manera participativa, a las personas con discapacidad y a
las organizaciones que los representan en la realización de su trabajo;
● Hacer recomendaciones concretas sobre cómo promocionar y proteger mejor los
derechos de las personas con discapacidad, incluyendo cómo promocionar un
desarrollo inclusivo y accesible para las personas con discapacidad;
● Ofrecer asistencia técnica para apoyar los esfuerzos nacionales para la realización
efectiva de los derechos de personas con discapacidad;
● Aumentar la conciencia de los derechos de las personas con discapacidades,
combatir el estigma y los estereotipos e informar a las personas con discapacidades
de sus derechos;
● Contribuya estrechamente a la aplicación de la Estrategia de Inclusión de los
Discapacitados de las Naciones Unidas y otros esfuerzos para asegurar que el
sistema de las Naciones Unidas sea apto para el propósito;
● Cooperar estrechamente con otros mecanismos de derechos humanos de las
Naciones Unidas para promover los derechos de las personas con discapacidad de
manera coherente;
● Colaborar estrechamente con la Conferencia de los Estados Partes en la CDPD y la
Comisión de Desarrollo Social y participar en sus períodos de sesiones anuales;
● Incorporar la perspectiva de género en la labor del mandato;
● Informar anualmente al Consejo de Derechos Humanos y a la Asamblea General.
145
Informes temáticos anuales del Relator Especial sobre los derechos de las personas con
discapacidad.
Las Naciones Unidas centran ahora su labor de desarrollo a nivel mundial en los 17
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).El 25 de septiembre de 2015, los líderes
mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger
el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de
desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los
próximos 15 años.
Las mujeres desarrollan un papel esencial en todos los ODS. Estos recogen numerosas
metas que se centran en el reconocimiento de la igualdad y del empoderamiento de la mujer
como un objetivo y como parte de la solución.
Al Objetivo 5, que busca «lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y
las niñas», se lo conoce como un objetivo enteramente de género en sí mismo.
Metas:
5.1 Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en
todo el mundo
5.2 Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los
ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de
explotación
5.3 Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la
mutilación genital femenina
5.4 Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante
servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la
responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país
5.5 Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades
de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública
5.6 Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos
reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la
Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de
Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen
5.a Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos
económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes,
los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes
nacionales
148
Es preciso contar con cambios profundos a nivel jurídico y legislativo para garantizar los
derechos de las mujeres del mundo. Aunque 143 países, una cifra récord, habían
garantizado la igualdad entre mujeres y hombres en sus constituciones en el año 2014,
todavía quedaban 52 que no habían adoptado esta iniciativa.
Aún subsiste una marcada disparidad entre los géneros en la esfera jurídica y social. Pese a
que se ha conseguido un cierto progreso a lo largo de las últimas décadas, las mujeres
trabajadoras siguen ganando de media un 20% menos que los hombres a nivel mundial. En
2018, solo el 24% de todos los parlamentarios nacionales eran mujeres, lo que representa
un ligero aumento frente al 11,3% del año 1995.
2. Legislación Argentina.
3.- Sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas,
con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente
acerca de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso
de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de
otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como
la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de
mujeres.
a) Violencia doméstica contra las mujeres: aquella ejercida contra las mujeres
por un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico
donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la
libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se
entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por
consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las
parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo
requisito la convivencia;
c) Violencia laboral contra las mujeres: aquella que discrimina a las mujeres en
los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al
empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo,
exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la
realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las
mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por
igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma
sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión
laboral;
j) Articular las acciones del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres con
otros Observatorios que existan a nivel provincial, nacional e internacional;
Los juzgados que intervienen en los casos de violencia previstos en esta ley deberán
remitir anualmente la información pertinente para dicho registro.
ARTÍCULO 1° — La presente ley establece las bases para que en todos los
establecimientos educativos del país, públicos o privados, de nivel primario,
secundario y terciario se realice la jornada “Educar en Igualdad: Prevención y
Erradicación de la Violencia de Género” con el objetivo de que los alumnos, las
alumnas y docentes desarrollen y afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que
contribuyan a prevenir y erradicar la violencia de género.
ARTÍCULO 2° — A los fines de esta ley se entiende por violencia contra las mujeres
toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito
público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida,
libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial,
como así también su seguridad personal de acuerdo a lo establecido en el artículo 4°
de la ley 26.485.
(c) Ley N° 27.499 “Ley Micaela de capacitación obligatoria en género para todas las
personas que integren los tres poderes del Estado”
Art. 4° - Las máximas autoridades de los organismos referidos en el artículo 1°, con la
colaboración de sus áreas, programas u oficinas de género si estuvieren en
funcionamiento, y las organizaciones sindicales correspondientes, son responsables
de garantizar la implementación de las capacitaciones que comenzarán a impartirse
dentro del año de la entrada en vigencia de la presente ley.
Para tal fin, los organismos públicos podrán realizar adaptaciones de materiales y/o
programas, o desarrollar uno propio, debiendo regirse por la normativa,
recomendaciones y otras disposiciones que establecen al respecto los organismos de
monitoreo de las convenciones vinculadas a la temática de género y violencia contra
las mujeres suscriptas por el país.
En la página web del Instituto Nacional de las Mujeres se publicará una reseña
biográfica de la vida de Micaela García y su compromiso social, así como las
acciones del Estado vinculadas a la causa penal por su femicidio.
158
Art. 8° - Las personas que se negaren sin justa causa a realizar las capacitaciones
previstas en la presente ley serán intimadas en forma fehaciente por la autoridad de
aplicación a través y de conformidad con el organismo de que se trate. El
incumplimiento de dicha intimación será considerado falta grave dando lugar a la
sanción disciplinaria pertinente, siendo posible hacer pública la negativa a participar
en la capacitación en la página web del Instituto Nacional de las Mujeres.
Art. 10. - Invítase a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las provincias a adherir
a la presente ley.
Artículo 1º- Objeto. La presente ley tiene por objeto regular el acceso a la
interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto, en cumplimiento de
los compromisos asumidos por el Estado argentino en materia de salud pública y
derechos humanos de las mujeres y de personas con otras identidades de género
con capacidad de gestar y a fin de contribuir a la reducción de la morbilidad y
mortalidad prevenible.
Art. 2º- Derechos. Las mujeres y personas con otras identidades de género con
capacidad de gestar tienen derecho a:
c) Requerir y recibir atención postaborto en los servicios del sistema de salud, sin
perjuicio de que la decisión de abortar hubiera sido contraria a los casos legalmente
habilitados de conformidad con la presente ley;
Art. 4º- Interrupción voluntaria del embarazo. Las mujeres y personas con otras
identidades de género con capacidad de gestar tienen derecho a decidir y acceder a
la interrupción de su embarazo hasta la semana catorce (14), inclusive, del proceso
gestacional.
Fuera del plazo dispuesto en el párrafo anterior, la persona gestante tiene derecho a
decidir y acceder a la interrupción de su embarazo solo en las siguientes situaciones:
En los casos de niñas menores de trece (13) años de edad, la declaración jurada no
será requerida;
Art. 5º- Derechos en la atención de la salud. Toda persona gestante tiene derecho a
acceder a la interrupción de su embarazo en los servicios del sistema de salud o con
su asistencia, en un plazo máximo de diez (10) días corridos desde su requerimiento
y en las condiciones que se establecen en la presente ley y en las leyes 26.485,
26.529 y concordantes.
a) Trato digno. El personal de salud debe observar un trato digno, respetando las
convicciones personales y morales de la paciente, para erradicar prácticas que
perpetúan el ejercicio de violencia contra las mujeres y personas con otras
identidades de género con capacidad de gestar;
a) Las personas mayores de dieciséis (16) años de edad tienen plena capacidad por
sí para prestar su consentimiento a fin de ejercer los derechos que otorga la presente
ley;
Art. 9º- Personas con capacidad restringida. Si se tratare de una persona con
capacidad restringida por sentencia judicial y la restricción no tuviere relación con el
ejercicio de los derechos que otorga la presente ley, podrá prestar su consentimiento
informado sin ningún impedimento ni necesidad de autorización previa alguna y, si lo
deseare, con la asistencia del sistema de apoyo previsto en el artículo 43 del Código
Civil y Comercial de la Nación.
b) Derivar de buena fe a la paciente para que sea atendida por otro u otra profesional
en forma temporánea y oportuna, sin dilaciones;
Art. 12.- Cobertura y calidad de las prestaciones. El sector público de la salud, las
obras sociales enmarcadas en la ley 23.660 y en la ley 23.661, el Instituto Nacional
de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados creado por la ley 19.032, las
entidades y agentes de salud comprendidos en la ley 26.682, de marco regulatorio de
medicina prepaga, las entidades que brinden atención dentro de la reglamentación
del decreto 1.993/11, las obras sociales de las fuerzas armadas y de seguridad, las
obras sociales del Poder Legislativo y Judicial y las comprendidas en la ley 24.741, de
obras sociales universitarias, y todos aquellos agentes y organizaciones que brinden
servicios médico-asistenciales a las personas afiliadas o beneficiarias,
independientemente de la figura jurídica que posean, deben incorporar la cobertura
integral y gratuita de la interrupción voluntaria del embarazo prevista en la presente
ley en todas las formas que la Organización Mundial de la Salud recomienda. Estas
prestaciones quedan incluidas en el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la
Atención Médica y en el PMO con cobertura total, junto con las prestaciones de
diagnóstico, medicamentos y terapias de apoyo.
Art. 13.- Educación sexual integral y salud sexual y reproductiva. El Estado nacional,
las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tienen la
responsabilidad de implementar la ley 26.150, de Educación Sexual Integral,
estableciendo políticas activas para la promoción y el fortalecimiento de la salud
sexual y reproductiva de toda la población.
Art. 14.- Modificación del Código Penal. Sustitúyese el artículo 85 del Código Penal
de la Nación, por el siguiente:
1. Con prisión de tres (3) a diez (10) años, si obrare sin consentimiento de la persona
gestante. Esta pena podrá elevarse hasta quince (15) años si el hecho fuere seguido
de la muerte de la persona gestante.
164
2. Con prisión de tres (3) meses a un (1) año, si obrare con consentimiento de la
persona gestante, luego de la semana catorce (14) de gestación y siempre que no
mediaren los supuestos previstos en el artículo 86.
Art. 15.- Incorporación del artículo 85 bis al Código Penal. Incorpórase como artículo
85 bis del Código Penal de la Nación, el siguiente:
Artículo 85 bis: Será reprimido o reprimida con prisión de tres (3) meses a un (1) año
e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena, el funcionario público
o la funcionaria pública o la autoridad del establecimiento de salud, profesional,
efector o personal de salud que dilatare injustificadamente, obstaculizare o se negare,
en contravención de la normativa vigente, a practicar un aborto en los casos
legalmente autorizados.
Art. 16.- Sustitución del artículo 86 del Código Penal. Sustitúyese el artículo 86 del
Código Penal de la Nación, por el siguiente:
Fuera del plazo establecido en el párrafo anterior, no será punible el aborto practicado
con el consentimiento de la persona gestante:
En los casos de niñas menores de trece (13) años de edad, la declaración jurada no
será requerida.
Art. 17.- Sustitución del artículo 87 del Código Penal. Sustitúyese el artículo 87 del
Código Penal de la Nación, por el siguiente:
Artículo 87: Será reprimido o reprimida con prisión de seis (6) meses a tres (3) años,
el o la que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo,
si el estado del embarazo de la persona gestante fuere notorio o le constare.
Art. 18.- Sustitución del artículo 88 del Código Penal. Sustitúyese el artículo 88 del
Código Penal de la Nación, por el siguiente:
Artículo 88: Será reprimida con prisión de tres (3) meses a un (1) año, la persona
gestante que, luego de la semana catorce (14) de gestación y siempre que no
mediaren los supuestos previstos en el artículo 86, causare su propio aborto o
consintiera que otro se lo causare. Podrá eximirse la pena cuando las circunstancias
hicieren excusable la conducta.
165
Art. 21.- Orden público. Las disposiciones de la presente ley son de orden público y
de aplicación obligatoria en todo el territorio de la República Argentina.
e) Tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer
practicada por cualesquiera personas, organizaciones o empresas.
Artículo 3: Los Estados partes tomarán en todas las esferas, y en particular en las
esferas política, social, económica y cultural todas las medidas apropiadas, incluso
de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el
objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre.
Articulo 5: Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas para:
ARTICULO 6: Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de
carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y
explotación de la prostitución de la mujer.
ARTICULO 7; Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país y
en particular, garantizarán en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a:
a) Votar en todas las elecciones y referéndums públicos y ser elegible para todos los
organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones públicas.
167
ARTICULO 8: Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas para
garantizar a la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminación
alguna, la oportunidad de representar a su gobierno en el plano internacional y de
participar en la labor de las organizaciones internacionales.
ARTICULO 9: 1. Los Estados partes otorgarán a las mujeres iguales derechos que a
los hombres para adquirir, cambiar o conservar su nacionalidad. Garantizarán en
particular, que ni el matrimonio con un extranjero ni el cambio de nacionalidad del
marido durante el matrimonio cambien automáticamente la nacionalidad de la esposa,
la conviertan en apátrida o la obliguen a adoptar la nacionalidad del cónyuge.
2. Los Estados partes otorgarán a la mujer los mismos derechos que al hombre con
respecto a la nacionalidad de sus hijos.
ARTICULO 10: Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer, con el fin de asegurarle la igualdad de
derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar
en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres:
ARTICULO 11: 1. Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo con el fin de
asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los mismos derechos,
en particular:
ARTICULO 12: 1. Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
eliminar discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin
de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a
servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la
familia.
ARTICULO 13: Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en otras esferas de la vida económica y
social a fin de asegurar en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los
mismos derechos en particular:
2. Los Estados partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar, en
condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el desarrollo
rural y en sus beneficios, y en particular le asegurarán el derecho a:
3. Los Estados partes convienen en que todo contrato o cualquier otro instrumento
privado con efecto jurídico que tienda a limitar la capacidad jurídica de la mujer se
considerará nulo.
171
4. Los Estados partes reconocerán al hombre y a la mujer los mismos derechos con
respecto a la legislación relativa al derecho de las personas a circular libremente y a
la libertad para elegir su residencia y domicilio.
ARTICULO 16 1. Los Estados partes adoptarán todas las medidas adecuadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el
matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán, en condiciones
de igualdad entre hombres y mujeres:
b) El mismo derecho para elegir libremente cónyuge y contraer matrimonio sólo por su
libre albedrío y su pleno consentimiento.
g) Los mismos derechos personales como marido y mujer, entre ellos el derecho a
elegir apellido, profesión y ocupación.
ORGANIZACIÓN
2. Los miembros del Comité serán elegidos en votación secreta de una lista de
personas designadas por los Estados partes. Cada uno de los Estados partes podrá
designar una persona entre sus propios nacionales.
4. Los miembros del Comité serán elegidos en una reunión de los Estados partes que
será convocada por el secretario general y se celebrará en la sede de las Naciones
Unidas. En esta reunión, para la cual formarán quórum dos tercios de los Estados
partes, se considerarán elegidos para el Comité los candidatos que obtengan el
mayor número de votos y la mayoría absoluta de los votos de los representantes de
los estados partes presentes y votantes.
5. Los miembros del Comité serán elegidos por cuatro años. No obstante, el mandato
de nueve de los miembros elegidos en la primera elección expirará al cabo de dos
años, inmediatamente después de la primera elección el presidente del Comité
designará por sorteo los nombres de esos nueve miembros.
7. Para cubrir las vacantes imprevistas, el estado parte cuyo experto haya cesado en
sus funciones como miembro del Comité designará entre sus nacionales a otro
experto a reserva de la aprobación del Comité.
RECOMENDACIONES GENERALES
ARTÍCULO 21
● Informes
2. Se podrán indicar en los informes los factores y las dificultades que afecten al
grado de cumplimiento de las obligaciones impuestas por la presente Convención.
174
PROTOCOLO FACULTATIVO:
● Comunicaciones
Artículo 5: 1. Tras haber recibido una comunicación y antes de llegar a una conclusión
sobre sus fundamentos, en cualquier momento el Comité podrá dirigir al Estado Parte
interesado, a los fines de su examen urgente, una solicitud para que adopte las
medidas provisionales necesarias para evitar posibles daños irreparables a la víctima
o las víctimas de la supuesta violación.
175
2. Cuando el Comité ejerce sus facultades discrecionales en virtud del párrafo 1 del
presente artículo, ello no implica juicio alguno sobre la admisibilidad o sobre el fondo
de la comunicación.
3. Tras examinar una comunicación, el Comité hará llegar sus opiniones sobre la
comunicación, conjuntamente con sus recomendaciones, si las hubiere, a las partes
interesadas.
4. El Estado Parte dará la debida consideración a las opiniones del Comité, así como
a sus recomendaciones, si las hubiere, y enviará al Comité, en un plazo de seis
meses, una respuesta por escrito, especialmente información sobre toda medida que
se hubiera adoptado en función de las opiniones y recomendaciones del Comité.
● Investigaciones
h. adoptar las disposiciones legislativas o de otra índole que sean necesarias para hacer
efectiva esta Convención.
Artículo 8: Los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas
específicas, inclusive programas para:
a. fomentar el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una vida libre de
violencia, y el derecho de la mujer a que se respeten y protejan sus derechos humanos;
b. modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo
el diseño de programas de educación formales y no formales apropiados a todo nivel del
proceso educativo, para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas
que se basen en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros
o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la
violencia contra la mujer;
c. fomentar la educación y capacitación del personal en la administración de justicia,
policial y demás funcionarios encargados de la aplicación de la ley, así como del personal
a cuyo cargo esté la aplicación de las políticas de prevención, sanción y eliminación de la
violencia contra la mujer;
d. suministrar los servicios especializados apropiados para la atención necesaria a la
mujer objeto de violencia, por medio de entidades de los sectores público y privado,
inclusive refugios, servicios de orientación para toda la familia, cuando sea del caso, y
cuidado y custodia de los menores afectados;
e. fomentar y apoyar programas de educación gubernamentales y del sector privado
destinados a concientizar al público sobre los problemas relacionados con la violencia
contra la mujer, los recursos legales y la reparación que corresponda;
f. ofrecer a la mujer objeto de violencia acceso a programas eficaces de rehabilitación y
capacitación que le permitan participar plenamente en la vida pública, privada y social;
g. alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que
contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer en todas sus formas y a realzar el
respeto a la dignidad de la mujer;
h. garantizar la investigación y recopilación de estadísticas y demás información
pertinente sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra la mujer,
con el fin de evaluar la eficacia de las medidas para prevenir, sancionar y eliminar la
violencia contra la mujer y de formular y aplicar los cambios que sean necesarios, y
i. promover la cooperación internacional para el intercambio de ideas y experiencias y la
ejecución de programas encaminados a proteger a la mujer objeto de violencia.
Artículo 9: Para la adopción de las medidas a que se refiere este capítulo, los Estados
Partes tendrán especialmente en cuenta la situación de vulnerabilidad a la violencia que
pueda sufrir la mujer en razón, entre otras, de su raza o de su condición étnica, de
migrante, refugiada o desplazada. En igual sentido se considerará a la mujer que es
objeto de violencia cuando está embarazada, es discapacitada, menor de edad, anciana,
o está en situación socioeconómica desfavorable o afectada por situaciones de conflictos
armados o de privación de su libertad
179
El mandato, que se renovó por última vez en junio de 2019, mediante la resolución 41/6,
cambió su denominación de Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra
la mujer en la ley y en la práctica por la de Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la
discriminación contra las mujeres y las niñas.
Para que las garantías legales beneficien a todas las mujeres, los marcos de aplicación y
las estrategias deben tener en cuenta la intersección de la discriminación por razón de
género con otros motivos de discriminación. De hecho, la labor del Grupo de Trabajo da
cabida a todas las mujeres, en reconocimiento de que las mujeres no conforman un grupo
uniforme. Dentro de su diversidad y sus numerosas circunstancias distintas, todas las
mujeres se ven afectadas de forma diferente por leyes y prácticas discriminatorias. No
obstante, la discriminación contra la mujer presenta aspectos comunes en todas las
culturas, aunque su nivel de intensidad y su repercusión varían de unas a otras.
Además, durante los seis primeros años del mandato, ha sido necesario reiterar
constantemente, incluso dentro del sistema de derechos humanos, que las mujeres no
forman sin más un grupo vulnerable entre otros, que es a menudo el trato que se les
dispensa. Al conformar las mujeres la mitad de la población mundial y, con frecuencia, la
mayoría de cada uno de los grupos vulnerables, la eliminación de la discriminación y las
reacciones persistentes contra los derechos de las mujeres debe acometerse a la vez como
objetivo independiente y como cuestión vinculada con la incorporación de la perspectiva de
género.
Además, el Grupo de Trabajo lleva a cabo otras iniciativas, como declaraciones públicas,
informes amicus curiae*, documentos de posición, participación en eventos* y
contribuciones a la labor de terceros que participan en los mecanismos de derechos
humanos de las Naciones Unidas o de entidades de las Naciones Unidas.
El Grupo de Trabajo está compuesto por cinco expertos que trabajan en grupo y desarrollan
su labor en nombre del mandato. La presidencia del Grupo cambia cada año y el traspaso
de funciones se produce a principios del mes de junio de cada año.
humanos, sino que también se encomendó a la Relatora Especial que velara por que esa
violencia se integrara en el marco de derechos humanos de las Naciones Unidas y sus
mecanismos.
La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas designó una Relatora
Especial sobre la violencia contra la mujer, incluidas sus causas y consecuencias, el 4 de
marzo de 1994 (resolución 1994/45). Desde marzo de 2006, la Relatora Especial presenta
informes al Consejo de Derechos Humanos, conforme a la decisión 1/102 del Consejo. La
renovación más reciente del mandato se produjo en 2019 mediante la resolución 41/17.
Se invita a la Relatora Especial a lo siguiente:
Desde su creación, el Consejo ha examinado los informes del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos relacionados con la violencia contra la mujer y ha aprobado una
resolución sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.
El Consejo examina también los informes relacionados con la violencia contra la mujer
elaborados por los titulares de mandatos de procedimientos especiales, en particular la
Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias.
1. Introducción:
Dado que la Corte IDH no ha hecho una descripción de qué tipo de preceptos locales
deben ser controlados, ya que utiliza en algunos casos la terminología de “ley”, en
otros “leyes internas”, o “normas jurídicas internas”, cabe entender que cualquier regla
de alcance general y abstracto mal aplicada (ley, decreto, ordenanza, actos
administrativos, constituciones provinciales y nacional), tiene que estar incluida en el
concepto aludido . De ello se desprendería el criterio de supra constitucionalidad de la
Convención, de ahí que, este Pacto y en particular su objeto y fin serían el primer
patrón de referencia para la formulación del test de compatibilidad.
Sagüés advierte que en los Estados donde la doctrina jurisprudencial establecida por
la Corte Suprema o el Tribunal Constitucional es obligatoria para los tribunales
inferiores, ella también reviste materialmente condición de norma, y por ende, está
captada por dicho control. Incluso, la Constitución Nacional, no está exceptuada en
los veredictos aludidos, en esta lógica el Pacto de San José se encuentra por encima
de todo el ordenamiento jurídico del Estado, sin omitir a la propia Constitución. Esta
condición de supraconstitucionalidad que asume el Pacto se observa en el caso de
"La última tentación de Cristo", donde la Corte IDH reclamó a Chile modificar una
cláusula de la Constitución local opuesta al Pacto, como efectivamente se hizo
después.
Esta obligación funciona incluso de oficio, o sea, aunque las partes no lo soliciten,
cuando califiquen a la norma como palmariamente contraria a la Constitución o los
tratados y su interpretación, pues su superioridad sobre las restantes disposiciones es
una cuestión de orden público que es extraño y va más allá del deseo de las partes
en el caso concreto.
a) Los jueces, como parte del aparato del Estado, están sometidos a lo que disponen
los tratados (no solo la CADH).
b) Los jueces deben velar por que los tratados (no solo la CADH) sean aplicados y a
procurar su plena efectividad.
c) Los jueces deben tener en cuenta no solo el tratado, sino también la interpretación
que ha hecho la Corte IDH.
En principio, son los jueces nacionales quienes deben cuidar que las disposiciones de
la Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes internas que resulten
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Ello supone considerar a las tres ramas del gobierno nacional en un sentido
horizontal, más las jurisdicciones locales en los países federales, lo que supone
hablar en sentido vertical, de forma tal que la división de funciones o la distribución
territorial del poder, no sean oponibles a la responsabilidad internacional del Estado.
De esta forma, de acuerdo con el art. 68, pto. 1, de la Convención: "Los Estados
Partes en la Convención se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo
caso en que sean partes". A contrario sensu de la letra de dicha Convención se
deduce que no hay un compromiso de los Estados a cumplir con las decisiones de la
CIADH en aquellos casos en que no fueron partes, o sea, la jurisprudencia general
del tribunal.
Pero es distinto el caso del efecto vinculante de las sentencias dictadas en aquellos
supuestos en donde el Estado Argentino —integrado en el SIDH— no ha sido parte.
Ya no se trata aquí del efecto directo de una sentencia, sino como bien expresa
Bianchi, del efecto vinculante del precedente —de su holding o ratio decidendi— el
cual resulta asimilable al efecto que éste tiene en los sistemas anglosajones bajo el
principio del stare decisis.
Más tarde en el caso “Videla, Jorge R.” de 2010 se afirma que “a los efectos de
resguardar las obligaciones asumidas por el Estado Argentino en el sistema
interamericano de protección de los derechos humanos, la jurisprudencia de la Corte
Interamericana es una insoslayable pauta de interpretación para los poderes
constituidos argentinos en el ámbito de su competencia, y que dicho tribunal
internacional ha considerado que el Poder Judicial debe ejercer una especie de
"control de convencionalidad" entre las normas jurídicas internas que aplican en los
casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, tarea en la
que debe tener en cuenta no solamente el tratado sino también la interpretación que
del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención
Americana"
La Corte Suprema de Justicia, dos años más tarde, en mayo de 2012 , resuelve el
caso y no comparte el dictamen en los puntos referidos. En efecto, la mayoría del
Tribunal sigue el dictamen del Procurador en el mantenimiento de la prórroga de la
prisión preventiva. Pero, de manera expresa sostuvo “que, preliminarmente, con las
aclaraciones del caso que se formularán y en lo pertinente, corresponde expresar que
el Tribunal comparte los argumentos vertidos por el señor Procurador General de la
Nación, con exclusión de los apartados IV y V”. (Considerando 11), justamente son
los apartados en los que el Procurador opinó acerca del valor vinculante de la
jurisprudencia internacional y la necesidad de examinar minuciosamente la
aplicabilidad en el caso concreto de esa jurisprudencia.
es parte, en el caso “Buenos Alves contra Argentina” acatando la sentencia y por ello
dejando sin efecto aquella otra que dictara con anterioridad —que había pasado en
autoridad de cosa juzgada— por la que confirmara a su vez la decisión del inferior, en
cuanto había declarado extinguida por prescripción la acción penal y sobreseído
parcial y definitivamente a un imputado que se le atribuyó el delito previsto en el art.
144 bis del Código Penal.
Con acierto se ha dicho que ordenar al Estado dejar sin efecto las sentencias o
proceder a la revisión de los procesos internos, señala muy a las claras que el tribunal
regional, más allá que técnicamente, no es un órgano de apelación ni de revisión, que
puede revocar, anular o casar sentencias de los tribunales domésticos, pues su
función es solo la confrontación entre el hecho y las disposiciones de la Convención a
través del llamado control de convencionalidad, en la praxis actúa como un órgano
superior a éstos. Pues en definitiva lo que vale es la conclusión autorizada del tribunal
regional en cuanto le quita sostén convencional a la decisión judicial doméstica.
Comisión en sus informes de los arts. 50 y 51, como sí lo hace respecto de las
sentencias dictadas por la Corte (art. 68.1).
Ahora bien en un primer momento, la Corte IDH en los casos “Caballero Delgado y
Santana" (1995) y "Genie Lacayo” (1997) consideró no vinculantes a las
recomendaciones, pues estimó que este término debía ser interpretado conforme a su
sentido corriente, de acuerdo con la regla general de hermenéutica que establece la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados en su artículo 31.1, "y por
ello, no tiene carácter de una decisión jurisdiccional obligatoria cuyo incumplimiento
generaría la responsabilidad del Estado".
Como toda creación pretoriana, dentro del ámbito de sus facultades, la Corte IDH fue
ampliando y nutriendo el control de convencionalidad para involucrar a los distintos
poderes del Estado en su obligación general de respetar y garantizar.
La doctrina del control de convencionalidad fue insinuada por primera vez en los
votos del juez Sergio García Ramírez de la CIDH en los casos "Myrna Mack Chang
vs. Guatemala" y "Tibi vs. Ecuador".
Así en el primer caso citado se dijo que “Para los efectos de la Convención Americana
y del ejercicio de la jurisdicción contenciosa de la Corte Interamericana, el Estado
viene a cuentas en forma integral, como un todo. En este orden, la responsabilidad es
global, atañe al Estado en su conjunto y no puede quedar sujeta a la división de
atribuciones que señale el Derecho interno. No es posible seccionar
internacionalmente al Estado, obligar ante la Corte sólo a uno o algunos de sus
órganos, entregar a éstos la representación del Estado en el juicio —sin que esa
representación repercuta sobre el Estado en su conjunto— y sustraer a otros de este
régimen convencional de responsabilidad, dejando sus actuaciones fuera del "control
de convencionalidad" que trae consigo la jurisdicción de la Corte internacional.”
En el caso “Tibi” explicó que el Tribunal Interamericano analiza los actos que llegan a
su conocimiento en relación con normas, principios y valores de los tratados en los
que funda su competencia contenciosa, resolviendo acerca de la convencionalidad de
tales actos, pretendiendo "conformar esa actividad al orden internacional acogido en
la convención fundadora de la jurisdicción interamericana y aceptado por los Estados
Partes en ejercicio de su soberanía" (párr. 3) .
Así, mientras en éste sostuvo un tanto genéricamente que el Poder Judicial debe
ejercer una especie de “control de convencionalidad”, en el Caso Trabajadores
Cesados del Congreso vs. Perú puntualizó que los órganos del Poder Judicial deben
ejercer no sólo un control de constitucionalidad, sino también ‘de convencionalidad’.
3. En el año 2004, la CSJN, con una nueva composición, inicia una etapa de
reconocimiento de la jurisprudencia internacional con el caso “Espósito”, al sostener
que la jurisprudencia del Tribunal Interamericano constituye una pauta imprescindible
de interpretación de todos los deberes y obligaciones que derivan del denominado
Pacto de San José de Costa Rica.
En 2017, en una peculiar resolución de la Corte Suprema de Justicia (en una mayoría de
votos integrada por Lorenzetti, Highton de Nolasco, Rosenkrantz y Rosatti) en
el expediente “Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto s/ informe sentencia dictada
en el caso ‘Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina’ por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos” fundó un estándar interpretativo regresivo del artículo 75, inciso 22,
párrafo segundo, de la Carta Magna que rompió la lógica de sus precedentes y se
desentendió de los alcances del control de convencionalidad interno, colocó al Estado
argentino en una posición delicada frente al sistema de protección convencional americano
de derechos humanos, debilitó la fuerza normativa de los derechos humanos y
Vació de contenido el “núcleo ideológico” de la reforma constitucional de 1994.
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Años después, estando cumplido el punto b, y con el punto c “en vías de cumplimiento”, el
Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó a la Corte Suprema que dejara
sin efecto su sentencia.
Así las cosas, la Corte Suprema de Justicia sostuvo que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos no había actuado dentro del marco de competencias establecido por
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Es decir que la Corte
Suprema de Justicia realizó una nueva interpretación de los alcances de la Convención
Americana sin ser el órgano habilitado a tal efecto.
Así, señaló que la Corte IDH no constituye una cuarta instancia y que no puede
anular decisiones jurisdiccionales estatales funcionando con carácter subsidiario. Sobre
este punto, cabe señalar que el carácter subsidiario se vincula con la necesidad de
darle primero una oportunidad a los órganos estatales para que cesen y reparen en su
ámbito interno las violaciones a los derechos humanos, pero, si esto no sucede, entonces
comienza a funcionar el sistema de protección interamericano.
Por otra parte, que el sistema no constituya una “cuarta instancia” implica que
los órganos de interpretación y aplicación de los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos no revisan sentencias a la luz del ordenamiento jurídico nacional,
sino que su labor se consuma evaluando la compatibilidad o incompatibilidad de la
conducta estatal denunciada conforme el ordenamiento convencional internacional
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vigente.