ISSN 2219-8032

PARASITOLOGÍA
PARASITOLOGY

ENTEROPARASITOSIS Y SU RELACIÓN CON EL AGUA Y LAS MOSCAS,

EN LA POBLACIÓN DE SAN MIGUEL, ESTADO LARA-VENEZUELA

ENTEROPARASITES AND ITS RELATIONSHIP WITH WATER AND FLIES,

IN THE POPULATION OF SAN MIGUEL, LARA STATE-VENEZUELA

ENTEROPARASITOSE E SUA RELAÇÃO COM A ÁGUA E AS MOSCAS,

NA POPULAÇÃO DE SAN MIGUEL, LARA-VENEZUELA

Traviezo-Valles Luis Eduardo1, Alvarado Daniel2, Andrade Mónica2, Angulo Alberto2, Arocha Raúl2, Galíndez Andrea2,
Landaeta Génesis2, Márquez Gerardo2 arisab ,
RESUMEN
Introducción: El aumento de enfermedades gastrointestinales en pacientes de “San Miguel”, estado Lara, Venezuela, motivó el estudio coproparasitológico de sus
habitantes. Objetivo: Determinar la prevalencia de parasitosis intestinal y relacionarla con la calidad parasitológica del agua y con la contaminación aportada por
las moscas. Material y Métodos: Se realizó un estudio de tipo observacional, subtipo descriptivo. Donde se examinaron las muestras de heces de 76 pacientes, con
las técnicas de Salina, Lugol y Kato, estudiándose el agua de consumo en la población (67 muestras), concomitantemente se analizaron las moscas como vectores
mecánicos (141 especímenes). Resultados: Los enteroparásitos encontrados en humanos fueron Blastocystis sp (64,5%), Endolimax nana (50%), Entamoeba coli
(22,6%), Iodamoeba butschlii (19,4%), Giardia lamblia/G duodenalis (17,7%), Entamoeba histolytica/dispar (12,9%), Pentatrichomonas hominis (8,1%), Chilo-
mastix mesnili (1,6%); Ascaris lumbricoides (6,5%), Trichuris trichiura (1,6%) y Enterobius vermicularis (1,6%). Los enteroparásitos encontrados contaminando el
agua fueron Endolimax nana 36,4%, Blastocystis sp 27,3%, Entamoeba coli 18,2%, Chilomastix mesnili 9,1%, Iodamoeba butschlii 9,1%, Pentatrichomonas hominis
9,1% y Strongyloides stercoralis 9,1%. Los tipos de moscas capturadas fueron Musca domestica, Phaenicia sp., y otras especies, las cuales estaban contaminadas con
Endolimax nana 100%, Blastocystis sp. 29,4%, Giardia lamblia 29,4%, Iodamoeba butschlii 5,9%, Entamoeba coli 5,9%, Entamoeba histolytica/dispar 5,9%, Stron-
gyloides sp 5,9%, Herpetomonas sp. 5,9%. Conclusiones: La presencia de la mayoría de los enteroparásitos diagnosticados en los humanos, en el agua de consumo
de la comunidad y la contaminación de estos en las moscas (vectores), indican la importancia de potabilizarla y erradicarlas, respectivamente, como dos medidas
importantes para disminuir la transmisión.
Palabras Clave: Enteroparásitos; Agua; Moscas; Infección.
ABSTRACT
Background: The increase of diarrheal diseases in patients of “San Miguel”, Lara State, Venezuela, motivated the coproparasitological study of its inhabitants. Ob-
jective: To determine the prevalence of intestinal parasitosis and relate it to the parasitological quality of the water and to the contamination contributed by the flies.
Methods: It was conducted a observational, descriptive. Stool samples from 76 patients were examined with saline, Lugol and Kato techniques and drinking water
was studied in the population (67 samples), flies were analyzed simultaneously as mechanical vectors (141 specimens). Results: The enteroparasites found in humans
were Blastocystis sp. (64.5%), Endolimax nana (50%), Entamoeba coli (22.6%), Iodamoeba butschlii (19.4%), Giardia lamblia/G duodenalis (17, 7%), Entamoeba
histolytica/dispar (12.9%), Pentatrichomonas hominis (8.1%), Chilomastix mesnili (1.6%); Ascaris lumbricoides (6.5%), Trichuris trichiura (1.6%) and Enterobius
vermicularis (1.6%). The enteroparasites found to contaminate the water were Endolimax nana 36.4%, Blastocystis sp. 27.3%, Entamoeba coli 18.2%, Chilomastix
mesnili 9.1%, Iodamoeba butschlii 9.1%, Pentatrichomonas hominis 9.1% and Strongyloides stercoralis 9.1%. The types of flies captured were Musca domestica,
Phaenicia and other species, which were contaminated with Endolimax nana 100%, Blastocystis sp. 29.4%, Giardia lamblia 29.4%, Iodamoeba butschlii 5.9%, En-
tamoeba coli 5.9%, Entamoeba histolytica/dispar 5.9%, Strongyloides sp. 5.9%, Herpetomonas sp. 5.9%. Conclusions: The presence of most of the enteroparasites
diagnosed in humans, in the drinking water of the community and the contamination of these in the flies (vectors), indicate the importance of drinking and eradicating
them, respectively, as two important measures for decrease transmission.
Keywords: Enteroparasites; Water; Flies; Infection.

RESUMO
Introdução: O aumento da doença diarreica em pacientes de “San Miguel”, Estado de Lara, Venezuela, liderou o estudo coproparasitológico seus habitantes. Obje-
tivo: Determinar a prevalência de parasitas intestinais e parasitológica relacionar a qualidade da água e a poluição fornecida pelas moscas.. Material e Métodos: Foi
realizado um estudo observacional, subtipo descritivo. Onde as amostras de fezes de 76 pacientes foram examinados, com técnicas de solução salina, Lugol e Kato e
o consumo de água na população (67 amostras) foi estudada concomitantemente voa como vectores mecânicos (141 amostras) foram analisados. Resultados: Ente-
roparasitas encontrados em seres humanos foram Blastocystis sp. (64,5%), Endolimax nana (50%), Entamoeba coli (22,6%), Iodamoeba butschlii (19,4%), Giardia
lamblia/G duodenalis (17, 7%), Entamoeba histolytica/dispar (12,9%), Pentatrichomonas hominis (8,1%), Chilomastix mesnili (1,6%); Ascaris lumbricoides (6,5%),
Trichuris trichiura (1,6%) e Enterobius vermicularis (1,6%). parasitas intestinais foram encontrados contaminantes água Endolimax nana 36,4%, Blastocystis sp.
27,3%, Entamoeba coli 18,2%, Chilomastix mesnili 9,1%, Iodamoeba butschlii 9,1%, Pentatrichomonas hominis 9,1% e Strongyloides stercoralis 9,1%. Os tipos
de moscas capturadas foram Musca doméstica, Phaenicia sp., e outras espécies, as quais foram contaminados com Endolimax nana 100%, Blastocystis sp. 29,4%,
Giardia lamblia 29,4%, Iodamoeba butschlii 5,9%, Entamoeba histolytica 5,9%, Entamoeba coli 5,9%, Strongyloides sp. 5,9%, Herpetomonas sp. 5,9%. Conclusões:
A presença da maioria dos parasitas intestinais diagnosticados em humanos em beber comunidade água e poluição destes em moscas (vetores) indicam a importância
de potável e erradicar respectivamente, em dois passos importantes para diminuir a transmissão.
Palavras-Chave: Enteroparasitas, Água, Moscas, Infecção.

1
Lic., Mgr., Prof. - Licenciado en Bioanálisis. Magíster en Protozoología. Pro-
fesor Titular de Parasitología Médica, Coordinador de la Unidad de Investiga-
ción en Parasitología Médica (UNIPARME). Departamento de Medicina Pre-
ventiva y Social, Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA).
Barquisimeto, estado Lara, Venezuela.
2
Univ. - Universitario, Facultad de Ciencias de la Salud, Programa de Medici-
na, UCLA. Barquisimeto, estado Lara, Venezuela.
Correspondencia / Correspondence: Luis Eduardo Traviezo-Valles
e-mail: luisetraviezo@hotmail.com
Recibido para publicación / Received for publication: 18/12/2018
Aceptado para publicación / Accepted for publication: 29/12/2018
Este artículo debe citarse como: Traviezo-Valles LE, Alvarado D, Andrade M, An-
gulo A, Arocha R, Galíndez A, et al. Enteroparasitosis y su relación con el agua y
las moscas, en la población de San Miguel, estado Lara-Venezuela. Rev Méd-Cient
“Luz Vida”. 2018;9(1):12-7.
This article should be cited as: Traviezo-Valles LE, Alvarado D, Andrade M, Angu-
lo A, Arocha R, Galíndez A, et al. Enteroparasites and its relationship with water and
flies, in the population of San Miguel, Lara state-Venezuela. Rev Méd-Cient “Luz
Vida”. 2018;9(1):12-7.
Este artigo deve ser citado como: Traviezo-Valles LE, Alvarado D, Andrade M, An-
gulo A, Arocha R, Galíndez A, et al. Enteroparasitose e sua relação com a água e as
moscas, na população de San Miguel, Lara-Venezuela. Rev Méd-Cient “Luz Vida”.
2018;9(1):12-7.

12
 Traviezo-Valles LE, et al. Enteroparasitosis y su relación con el agua y las moscas, en la población de San Miguel, estado Lara-Venezuela
L
a parasitosis intestinales representan un grave pro-
blema de salud pública, donde se han llegado a re-
portar más de 2.000 millones de infectados a nivel
mundial, tal que, en Latinoamérica, este tipo de dolencias
comprometen entre un 20 a un 30% de la población, pa-
sando muchas veces desapercibidas por una falta de diag-
nóstico oportuno.1,2
En Venezuela y específicamente en el estado Lara, el
predominio de estas infecciones es a expensas de los pro-
tozoarios y especialmente Blastocystis sp. (Bh), que se ha
reportado con prevalencias que oscilan desde un 27% a
un 71% de la población, seguido en frecuencia por Endo-
limax nana (En) que es un comensal usualmente asociado
al Blastocystis sp.3
Estas altas prevalencias se han relacionada con la falta
de higiene, saneamiento deficiente, contacto con vecto-
res mecánicos, reservorios animales y especialmente, el
consumo de alimentos o agua contaminados con entero-
parásitos.4
Con respecto a los vectores mecánicos, la presencia de
moscas está relacionada con el aumento de residuos sóli-
dos (incremento de productos descartables), lo que con-
diciona el agotamiento de los rellenos sanitarios, lo cual
conlleva a una inadecuada disposición final de los resi-
duos sólidos, todo esto sumado a la falta de recolección
regular y adecuada de basura en zonas urbanas y rurales.5
“Moscas” es el nombre genérico que se le coloca al or-
den de los Dípteros, de estas se han clasificado más de
120.000 especies, tal que, de cada diez taxones del Rei-
no Animal, aproximadamente uno es una mosca.6 Estos
insectos pueden alimentarse de sustratos en descompo-
sición como las heces humanas o de animales, transpor-
tando en su interior o en su superficie contaminada, los
enteroparásitos.
Los parásitos también pueden ser eliminados con las
heces de estos dípteros o cuando regurgitan su comida
anterior, antes de una nueva comida, como es el caso de
Musca doméstica, a esto se le agrega que en sus etapas
inmaduras las larvas de moscas también se desarrollan en
material orgánico en descomposición, como las heces, ca-
dáveres, basura y drenajes, facilitando su contaminación
o infección con patógenos.5,6 Musca domestica puede ser
vector de más de cien agentes infecciosos, entre ellos vi-
rus, bacterias, protozoarios y helmintos intestinales.6
Con respecto al agua, esta sirve como vehículo para la
entrada de parásitos al humano por vía oral, nasal, mucosa
y cutánea, teniendo una participación activa en los ciclos
epidemiológicos de agentes antroponótico o zoonóticos.7
Es por todo esto, que se centró el objetivo del presen-
te estudio en “Determinar la Prevalencia de Parasitosis
Intestinal (PPI) en habitantes de la población agrícola y
rural de San Miguel, determinar las principales especies
comprometidas y relacionarlas con la contaminación pa-
rasitaria de sus fuentes de aguas de consumo y la conta-
minación de las moscas (vectores) que circulan en esta
comunidad”.
MATERIAL Y MÉTODOS
Tipo de Estudio
El presente estudio es de tipo observacional, subtipo
descriptivo, prospectivo, transversal, con muestra no pro-
babilística y accidental.
Con un enfoque de análisis cuantitativo.
Procedimiento
Se realizó un estudio con el fin de determinar la presen-
cia de enteroparásitos en pacientes de la población rural
de San Miguel, municipio Jiménez del estado Lara (esta-
do de Lara), Venezuela (9°53’02.9”N 69°30’07.8” W/O),
desde junio a octubre del año 2018. Relacionándolo con
la contaminación de las fuentes de aguas de consumo y
la presencia de moscas como vectores mecánicos. Esta es
una zona rural ubicada al pie de monte andino, con una
precipitación media anual de 400 mm, una temperatura
media anual de 23,1°C y una clasificación climática de
semiárido templado, es una población agrícola cuyos pro-
ductos principales son las hortalizas (papas, zanahorias,
repollo, etc.),8 es una población que dispone de agua por
tuberías, medianamente tratada, en su mayoría son casas
de bloques con piso de cemento, recolección de basura
irregular y disposición de excretas generalmente en pozo
séptico.
Para el estudio coproparasitológico se examinaron
muestras de 76 personas que participaron voluntariamen-
te, luego de aceptar verbalmente y por escrito el consen-
timiento informado (en el caso de los menores de edad
el consentimiento fue aceptado por el apoderado o re-
presentante). Los pacientes trajeron para el análisis, una
muestra de heces obtenida el mismo día por evacuación
espontánea, la cual fue examinada en el Ambulatorio de
la población de San Miguel, en un período que nunca
sobrepasó las dos horas posteriores a su defecación. Las
heces se examinaron a través de las técnicas del directo
con solución salina isotónica (0,85%) y la coloración de
lugol, igualmente se utilizó el concentrado de Kato-Miura
(exclusivo para huevos de helmintos).
Paralelamente se tomaron 67 muestras de agua de con-
sumo de la población para determinar su posible con-
taminación con enteroparásitos, primeramente del Río
“Turbio” corriente arriba (9°52’35.6”N 69°30’28.7”W)
y corriente abajo (9°53’02.9”N 69°30’07.8”W) el cual
pasa en los márgenes de la población, también se anali-
zaron muestras de agua de los grifos o llaves de agua y
de recipientes de almacenamiento en las viviendas de la
localidad, los cuales fueron seleccionados a conveniencia.
Las muestras de agua se tomaban en tubos Falcon lim-
pios, de 15 ml de capacidad, se colocaban en gradillas,
para ser trasladados en cavas de anime al Laboratorio de
Parasitología Médica de la UCLA, en Barquisimeto, el
mismo día, para su procesamiento; estos tubos se centri-
fugaron a 1.500 rpm durante 10 minutos, luego se des-
cartaba el sobrenadante, se agitaba o resuspendía el se-
dimento o pelet y de este se colocaba una gota en una
lámina portaobjetos (75 x 25 mm), se cubría con laminilla
cubre objetos (22 x 22 mm), posteriormente se observaba
en un microscopio, marca Globe, de Light Emitting Diode
13
Traviezo-Valles LE, et al. Enteroparasitosis y su relación con el agua y las moscas, en la población de San Miguel, estado Lara-Venezuela
(Luz LED), primero haciendo el recorrido con objetivos
de 10X y posteriormente con 40X.
Para el análisis de la contaminación de las moscas con
enteroparásitos, primero estas se capturaban en trampas
hechas de botellas transparentes de plástico recicladas de
dos litros (Figura 1), que fueron lavadas con agua hervida
y jabón clorado; así mismo, se cortaron a nivel de la unión
del 1/3 superior con los 2/3 inferiores; luego se introduje-
ron pequeños trozos de piña, sardinas y alimento para pe-
rros (previamente humedecido), estos “alimentos” actua-
ban como atractantes para los Dípteros; posteriormente,
se unió y selló, con grapadora y adhesivo, el 1/3 superior
de forma invertida semejando un embudo, esto permitía la
entrada de las moscas pero dificultaba su salida, basado en
el principio de que los insectos suelen buscar las orillas de
los recipientes para escapar (Ver figura 1).
Figura 1: Trampas ecológicas para moscas. Fuente: Propias del es-
tudio.
Cada trampa se dejó por un lapso de siete días en sitios
estratégicos y de mayor concurrencia humana, para luego
ser recogidas y transportadas al Laboratorio de Parasito-
logía Médica de la UCLA.
Los adultos de moscas eran trasvasados a mallas lim-
pias que luego se colocaban en refrigeración, por más de
15 min, para inactivar (inmovilizar) las moscas, luego, de
forma individual, fueron colocadas, una a una, en placas
de Petri, para ser observadas con microscopio estereos-
cópico (Stemi SR, Carl Zeiss) para determinar, por su
morfología, el género y la especie (cuando correspondía),
posteriormente se colocaron en grupos máximos de 10
moscas de la misma especie, en tubos limpios de plásticos
de centrífuga, los cuales se llenaron con solución salina
fisiológica al 0,85 %, hasta completar los 10 ml; el tubo se
cerraba con su tapa plástica limpia, se invertía suavemen-
te 20 veces, para permitir el desprendimiento de los ente-
roparásitos de la superficie de las moscas y/o de su conte-
nido intestinal, se retiraron las moscas del tubo utilizando
pinzas estériles, se centrifugaba el tubo durante 10 minu-
tos a 3.000 rpm, para luego descartar el sobrenadante y se-
guidamente agitar el sedimento (pelet), luego con cuidado
se colocaban dos gotas de este en un portaobjetos (75 x 25
mm); a la gota de la izquierda se le puso inmediatamente
una laminilla cubreobjeto de 22 x 22 mm, mientras que a
la gota de la derecha se le colocó una gota de lugol antes
de ponerle la laminilla cubreobjetos. El contenido de am-
bas gotas fue observado al microscopio óptico (Axio Lab,
Carl Zeiss), donde se recorrió la lámina primeramente con
aumento de 100X y luego con 400X, para determinar los
14
enteroparásitos contaminantes (Ver figura 2).
Figura 2: Procesamiento de las moscas para separar los enteropará-
sitos. Fuente: Propias del estudio.
Consideraciones Éticas
Se emplearon las normas de la Declaración de Helsinki,
actualizada en: la Asamblea General de la Asociación Mé-
dica Mundial, en Fortaleza-Brasil, octubre de 2013.
RESULTADOS
De los 76 pacientes examinados el 81,5% (62 pacien-
tes) estuvieron parasitados. De los parasitados, el 60%
estaban monoparasitados (infectado por una sola especie)
mientras el 40% estaban poliparasitados (infectado con
dos o más especies). El género (sexo) más infectado fue
el masculino, con un 84% de infectados, mientras que el
femenino presento un 80% de infectados. La frecuencia
de infectados por grupo de edad fue de 0 a 10 años 30
infectados de 40 examinados (30/40), de 11 a 20 años 6/6,
de 21 a 30 años 8/9 y mayores de 30 años 18/21.
En los parasitados, la presencia de protozoarios fue más
frecuente (96,8% de los parasitados) que la de helmintos
(8,1% de los parasitados). Los parásitos encontrados fue-
ron: Blastocystis sp. (64,5% de los examinados), Endo-
limax nana (50%), Entamoeba coli (22,6%), Iodamoeba
butschlii (19,4%), Giardia lamblia/G duodenalis (17,7%),
Entamoeba histolytica/dispar (12,9%), Pentatrichomonas
hominis/Trichomonas hominis (8,1%), Chilomastix mes-
nili (1,6%); Los helmintos fueron: Ascaris lumbricoides
(6,5%), Trichuris trichiura (1,6%) y Enterobius vermicu-
laris (1,6%), (Ver figura 3). Con respecto a los principales
signos y síntomas asociados a los pacientes analizados es-
taban la diarrea, el dolor abdominal, prurito anal, salida de
vermes por el ano, vómito y el estreñimiento (Ver tabla 1).
De 67 muestras de agua analizadas, el 16,4% (11 mues-
tras) estuvieron contaminada con enteroparásitos y de
estas el 91% presento protozoarios y 9% helmintos. Los
enteroparásitos encontrados en el agua fueron Endolimax
nana 36,4% (4 tubos), seguido por Blastocystis sp 27,3%
(3 tubos) y Entamoeba coli 18,2% (2 tubos), Chilomas-
tix mesnili 9,1% (1 tubo), Iodamoeba butschlii 9,1% (1
tubo), Pentatrichomonas hominis 9,1% (1 tubo) y final-
mente Strongyloides stercoralis 9,1% (1 tubo), (Ver figura
 Traviezo-Valles LE, et al. Enteroparasitosis y su relación con el agua y las moscas, en la población de San Miguel, estado Lara-Venezuela

4).

Tabla 1. Síntomas gastrointestinales presentes.

Síntomas Número Porcentaje
Diarrea 23 30.3%
Dolor abdominal 20 26.3%
Prurito anal 14 18.4%
Salida de vermes por conducto anal 14 18.4%
Vómito 1 1.3%
Estreñimiento 1 1.3%
Otros 3 3.9%

Fuente: Resultados del estudio.

Figura 5: Porcentaje de especies de enteroparasitos que contaminan
a las moscas capturadas en San Miguel, estado Lara-Venezuela. Fuen-
te: Resultados del estudio.

DISCUSIÓN

La prevalencia de parasitosis intestinal (PPI) en los pa-

Figura 3: Porcentaje de especies de enteroparasitos que infectan a
pacientes de San Miguel, estado Lara-Venezuela. Fuente: Resultados
del estudio.
Figura 4: Porcentaje de especies de enteroparasitos que contaminan
el agua de consumo de San Miguel, estado Lara-Venezuela. Fuente:
Resultados del estudio.
Con respecto al tipo de moscas capturadas (21 tubos) se
tiene que 14,29% (3 tubos) contenían Musca doméstica,
4,8% (1 tubo) Phaenicia sp y el resto 80,9% (17 tubos)
contenían otros taxones de moscas no identificados (prin-
cipalmente fitófagas).
Luego de examinar los sedimentos (Figura 2) se deter-
minó que el 81% de las muestras de moscas (17/21 tubos)
presentaron parásitos (todos los de Phaenicia sp., estuvie-
ron contaminados). De las moscas contaminadas, el 100%
fueron con protozoarios y un 6% con helmintos. Los ente-
roparásitos encontrados en las moscas fueron Endolimax
nana 100% de las contaminadas (17 tubos), Blastocystis
sp. 29,4% (5 tubos), Giardia lamblia 29,4% (5 tubos), Io-
damoeba butschlii 5,9% (1 tubo), Entamoeba coli 5,9%
(1 tubo), Entamoeba histolytica/dispar 5,9% (1 tubo), De
los helmintos solo se encontró Strongyloides sp 5,9% (1
tubo), llamó la atención el hallazgo de Herpetomonas sp.
5,9% (1 tubo), (Ver figura 5)
cientes de la comunidad rural de San Miguel fue de 81,5%,
en su mayoría a expensa de los niños que fueron más de la
mitad de la población estudiada, una de las más altas PPI
reportadas tanto internacional como nacionalmente en los
últimos años, superior a reportes en niños de Costa Rica
(21% de los analizados), niños de Bolivia (62%) y niños
de Cuba (55%). Mientras que nacionalmente y específica-
mente en el estado Lara, fue una PPI superior a reportes
en la población urbana de Cabudare, municipio Palaveci-
no del estado Lara (47%); de la Parroquia “El Cují” (37%)
y de “Veragacha” (43%). Solo superado por una zona ru-
ral en el municipio Andrés Eloy Blanco del estado Lara, la
población de Cerro Blanco, en el año 2012, que presento
una PPI del 83%.3,6,9-12
Con respecto a las principales especies de enteropa-
rásitos encontradas en San Miguel, Blastocystis sp con
64,5% y Endolimax nana con 50% fueron las más fre-
cuentes, coincidiendo con lo referido internacionalmente
y nacionalmente (Venezuela) donde se señala que ambos
protozoarios siguen siendo los dos enteroparásitos más
prevalentes, tal que, en el caso de Bh supera el 20% de
prevalencia en paises en desarrollo, tal vez por su carácter
zoonótico, ya que se ha encontrado en diversidad de espe-
cies animales,4 de aquí se tiene que en Costa Rica Bh y En
fueron los más frecuente con 24% y 8% respectivamente,
igual que en Cuba donde junto a Giardia lamblia, Bh 87%
y nn 71%, están entre los tres principales parásitos diag-
nosticados.2,4 En niños de Bolivia refieren a Bh parasitan-
do el 53% de los estudiados.12
En Venezuela y particularmente en el estado Lara, Bh
se reporta como el más frecuente en distintas poblaciones,
con prevalencias que oscilan entre 28% hasta 71% de la
población.3,10 La mayor prevalencia de protozoarios sobre
los helmintos intestinales pudiera deberse a las campañas
de desparasitación que se enfocan más en los helmintos
(tratamientos más económicos) lo que permite una dismi-
nución de estos, también por ser geohelmintos, necesitan
estar parte de su ciclo en la tierra (defecar en la tierra) lo
cual no era frecuente en la zona.1-5
En concordancia con lo anteriormente referido, es in-
teresante ver cómo tanto en agua, como en las moscas

15
Traviezo-Valles LE, et al. Enteroparasitosis y su relación con el agua y las moscas, en la población de San Miguel, estado Lara-Venezuela
analizadas en San Miguel, Endolimax nana y Blastocystis
sp, son los más frecuentemente encontrados, pero rara-
mente menos cantidad de Blastocystis sp que de Endoli-
max nana, esto tal vez se deba a que, en ambas técnicas,
para obtener los enteroparásitos en agua y en moscas, se
utilizó la centrifugación previa y está demostrado que Bh
se deforma o se destruye con la centrifugación o se con-
centra en la fase de anillo de residuos, lo cual dificulta su
diagnóstico, esto normalmente no ocurre con el resto de
los protozoarios.10
La presencia de cantidad de muestras de agua conta-
minadas (16,4%) indica la importancia de la misma, que
funciona como transporte de enteroparásitos, ya que per-
mite la entrada de estos al humano por vía oral, nasal,
mucosa y cutánea, teniendo una participación activa en
los ciclos epidemiológicos de agentes antroponóticos o
zoonóticos.2,7
Se ha descrito que la inadecuada calidad del agua y la
falta de control en el abastecimiento de esta en las casas
y la falta de agua entubada (de grifo), son elementos que
inciden en el aumento de las enteroparasitosis,2,7 en un
trabajo reciente (2017) se reportaron 30% de positividad a
enteroparásitos en diferentes alturas del Río Turbio, coin-
cidiendo, la mayoría de los parásitos diagnosticados, con
los del presente trabajo (Blastocystis sp, Endolimax nana,
Entamoeba coli, etc.) pero resalta que en las zonas altas
del Río Turbio no se había encontrado contaminación, tal
como la zona de San Miguel, lo cual indica que en los
últimos meses se ha incrementado la contaminación ente-
roparasitaria de las zonas altas o cabeceras de esta fuente
hídrica.2
Con respecto a los dípteros capturados, se determinó
que el 81% de las moscas estaban contaminadas con en-
teroparásitos, resaltando que muchas de ellas (sin interés
médico), como las fitófagas, también se encontraban con-
taminadas, por lo que hay que incluirlos como vectores
mecánicos, lo cual no estaba descrito en esta zona de Ve-
nezuela,11 de la misma manera, al igual que un estudio
en el municipio Palavecino, se habían encontrado moscas
contaminadas con Endolimax nana y Blastocystis sp ma-
yormente, por lo que, se podría inferir que estos vectores
mecánicos están entre los principales responsables de la
transmisión de estos dos parásitos en esta zona del Cen-
troccidente de Venezuela.6
Por otro lado, llama la atención la poca diversidad de
especies de interés médico en San Miguel, solo se encon-
traron Musca doméstica y Phaenicia sp, mientras que en
el municipio Palavecino del mismo estado, autores refie-
ren también haber encontrado contaminadas con entero-
parásitos a Blepharicnema splendens, Cochliomyia ho-
minivorax, Sarcophaga sp y Cochliomyia macellaria,6 no
obstante en San Miguel, se apreciaron cantidad de espe-
cies de dípteros fitófagos que estaban contaminados con
enteroparásitos, tal vez esta diversidad de fitófagos se ex-
plique por ser una zona agrícola de cultivo de hortalizas,
rodeada de montañas boscosas que son el nicho natural de
este grupo de insectos.6
Los signos y síntomas reportados o referidos por los pa-
cientes estudiados, coinciden, en su mayoría, con los aso-
16
ciados con blastocystosis, tales como diarrea, dolor abdo-
minal, vómito y estreñimiento (Ver tabla 1), no obstante,
esto sigue siendo controversial ya que algunos autores
han encontrado una falta de correlación entre infección
por Bh y la presentación clínica.4,7,10
Otro hallazgo interesante fue la presencia de Herpeto-
monas sp, que son parásitos de insectos, generalmente
de las órdenes Hemípteras y Dípteras (géneros Lucilia y
Musca), que normalmente no son patógenos en el hom-
bre, pero se han señalado como responsables en inmuno-
suprimidos, de producir sintomatologías parecidas a leis-
hmaniasis visceral y leishmaniasis cutáneo difusa, donde
el paciente inmunocomprometido puede ser infectado con
heces del insecto infectado.11,13
CONCLUSION
Las zonas rurales de Venezuela continúan siendo un
sitio ideal para la multiplicación de las enteroparasito-
sis, donde la falta de agua potable o previamente trata-
da constituye un excelente vehículo para su transmisión,
seguido de la presencia de vectores mecánicos, especial-
mente los dípteros e incluso los “fitófagos” que en esta
población demostraron que “también” pueden contribuir
con la transmisión, por ende la potabilización del agua de
consumo y la eliminación de todo tipo de moscas, debe
constituirse en el principal eslabón en el combate de las
parasitosis intestinales.
Potencial Conflicto de Intereses: El autor declara no te-
ner conflicto de intereses pertinentes a este artículo.
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