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La palabra adorar viene de la raíz hebrea Shakjá que significa postrarse; y del griego
proskunéo - pros: hacia delante y Kunéo: besar- de manera que, adorar es besar
inclinándose con reverencia teniendo la convicción de que algo va a ocurrir.
“Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él.” (Génesis 17:3).
Hay una gran diferencia entre alabar y adorar, cuando yo alabo estoy afirmando las obras
poderosas de Dios, por ejemplo: imaginemos que pido a Dios por sanidad y ÉL
responde a tal petición y yo le digo “¡gracias por esta sanidad. ¡Eres tú un Dios sanador!
“, eso es alabar, pues, estoy describiendo quién es EL y la obra que hizo. Pero adorar
es afirmar la persona de Dios, es decir, que no sólo reconozco la obra, sino que se la
transfiero o le rindo el crédito de sanidad a ÉL. Nótese la diferencia, cuando alabo
estoy diciendo quién es Dios, pero cuando adoro estoy reconociendo que absolutamente
todo es gracias a ÉL. Lo anterior, porque hay personas que dicen conocer a Dios, pero
cuando alguien les ayuda a suplir una necesidad le agradecen más a esa persona no
sabiendo que ha sido Dios quien colocó el medio.
- ¿Qué es adorar?
- Adorar a Dios es darle las gracias por haber provisto el medio para acceder a una
bendición, ya que hay personas que rinden más pleitesía al medio que al proveedor.
- Adorar es reconocer que la excelencia no es dada por mis habilidades o mi capacidad
intelectual, sino por el poder de Dios que me capacita y desarrolla las habilidades.
Finalmente, la adoración es una herramienta que activa recursos en medio de la necesidad. Cuando
adoramos suceden cosas inimaginables porque en medio de la adoración tocamos el corazón el de
Dios y hallamos firmeza, se fortalece nuestro carácter y Dios se da a conocer en esencia. Por tal
razón nuestra actitud al adorar debe ser correcta, debe ser como aquellos adoradores que el padre
busca porque de lo contrario, podremos tener solamente un buen servicio, pero no veremos la
gloria. Es nuestra verdadera actitud lo que provocará que se activen los recursos de protección y
seamos una muralla indestructible; y no solo eso, sino que seremos bendecido en medio de la
dificultad. “Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho
iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró,
y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó
el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel
lugar, Jehová proveerá. Por tanto, se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.” (Génesis
22: 5; 13-14)