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El Maestro de la Espada Demoníaca de la Academia Excalibur

Año 447 del Calendario Sagrado.


Era la era del mito, cuando Dioses, espíritus y magia gobernaban sobre la
tierra. La guerra entre los Ejércitos de los Reyes Demonio y los Seis Héroes
se acercaba a su conclusión.
Huesos apilados sobre huesos. Los restos de incontables esqueletos llenaban
el suelo, cubiertos por una densa niebla negra.
“... Y así, mi capital de Necrozoa, también está destinada a caer”.
El Rey No Muerto, Leonis Death Magnus, se sentó en su trono en lo más
profundo de la fortaleza oscura conocida como Death Hold01. Suspiró,
exhalando un denso miasma. Estaba envuelto en un manto negro como el
carbón y cubierto por una niebla humeante cargada de maldiciones y magia
oscura. Su semblante era como la muerte encarnada y se alzaba como
símbolo de miedo y temor para la humanidad.
Sin embargo, en este momento, la capital del Rey No Muerto, Necrozoa, y
sus oscuras tierras estaban siendo invadidas por una alianza de humanos,
semi-humanos y espíritus. Su reino se tambaleaba al borde de la destrucción.
Los Seis Héroes bendecidos por los dioses ya habían atacado las otras
fortalezas de los Reyes Demonio a lo largo de la tierra. El Castillo del Risco
de Dizolf, el Rey Demonio de la Ira. El Castillo Sangre de Hierro de Gazoth,
el Rey Demonio de las Bestias. El Castillo del Otro Mundo de Azra-Ael, el
Rey Demonio del Inframundo. La Cordillera del Dragón Demoníaco de
Veira, el Rey Demonio de los Dragones. Incluso la Fortaleza Marítima de
Rivaiz, el Rey Demonio de los Mares. Todas ellas habían caído.
El único bastión que quedaba era Necrozoa.
01. Puede traducirse como: “Asimiento de la muerte” o “Dominio de la muerte”

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A través de un orbe de cristal en su mano, el Rey No Muerto, Leonis,
observaba la batalla. El sonido repiqueteante de los huesos chocando entre
sí, recorría la brisa del campo de batalla. Innumerables soldados esqueléticos
creados por el mana de Leonis llenaban el desierto. Un ejército de no
muertos, inmunes a espadas y lanzas. Pero incluso este vasto contingente
estaba siendo arrasado... La violencia se extendió por el campo de batalla y
dejó a los soldados esparcidos como pétalos en el viento.
“¡Los Seis Héroes...!”
Un enorme árbol bañado en luz brillante brotó en el centro del campo de
batalla. Sus raíces sobresalieron del suelo, apartando a los soldados
esqueléticos y aplastándolos hasta hacerlos pedazos.
“Archi-sabio Arakael. Así que incluso tú has abandonado tu humanidad.
¡Pensar que te degradarías a un sirviente de los dioses...!” El Rey No Muerto
susurró molesto, aplastando el orbe de cristal en su mano.
Habiendo aceptado las bendiciones de los dioses en sus cuerpos, los Seis
Héroes habían obtenido el poder de evolucionar ilimitadamente. El más
sabio de los seis... el Archi-Sabio, Arakael... había consumido el Árbol
Sagrado, Guardián del Bosque Espiritual, y había hecho suyo su poder.
“Es el momento de unirme a la batalla. Mis llamas oscuras se darán un festín
con estos tontos”.
El Rey No Muerto Leonis tomó su Báculo y se levantó de su trono, con su
manto negro balanceándose tras él.
“Espere, Magnus-sama”.
El Rey No Muerto se giró para enfrentarse a la voz que lo llamaba tras de sí.
Un lobo negro sujetaba el dobladillo de su capa con su boca y miraba a
Leonis. Era Blackas, El Príncipe de la Sombra, El Príncipe del Reino de las
Sombras y un viejo camarada y amigo del Rey No Muerto.
“Eres el último Rey Demonio que queda. Ella no desearía que cayeras aquí”.
Dijo, levantando su mirada para encontrarse con la de Leonis.
Leonis se detuvo en su camino. Su agarre se intensificó alrededor de su
Báculo.
“Sí... Supongo que tienes razón”.
Leonis lo recordaba bien. La misión que ella... la Diosa de la Rebelión... le
había encomendado.
En mil años, cuando las estrellas caigan de los cielos, un recipiente para
mi poder aparecerá en la forma de un hijo del hombre.

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Encontrar el recipiente de la diosa y reformar los Ejércitos de los Reyes
Demonio era su misión. La última misión dada al último Rey Demonio
restante.
“Alégrense de saber que reconozco mi derrota esta vez, tontos humanos.
Pero soy el Rey No Muerto. ¡Dentro de un milenio, renaceré y reclamaré este
trono!”

... Y así fue como el Rey No Muerto selló su propia alma en las
profundidades del Gran Mausoleo.

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El Rey No Muerto despierta.

“... Estamos actualmente en el Séptimo Estrato. No se detectan reacciones de


Void”.
«... Sigam... adel... la investigación».
Una respuesta mezclada con estática crepitó de vuelta a la chica desde su
dispositivo de tipo auricular. Los candidatos a Espadachín Sagrado de la
Academia Excalibur a menudo se adentraban en las profundidades de las
ruinas subterráneas, donde las terminales de comunicación militares eran
ineficaces.
“Seria ojou-sama, ¿no es hora de que nos retiremos?”
“Los informes dicen que han construido un nido en las profundidades de las
ruinas. Deberíamos buscar un poco más lejos”.
La chica avanzó hacia delante galantemente. Su largo cabello plateado
ondeaba detrás de ella. Sus jóvenes ojos azules como el hielo contenían una
intensa determinación y estaban fijos al frente con una expresión digna.
La luz de un dispositivo mágico en forma de vara le hacía visible incluso en
la oscuridad. Tenía quince años y su hermoso cabello con un brillo metálico
reflejaba los rayos de luz. Su piel blanca era suave y lisa como un hada de la
nieve, y sus labios de una tonalidad rosa claro.
Su apariencia transmitía tal gracia que, si caminaba por la ciudad, cualquiera
se volvería para verla mejor. Uno podía sentir que, por sus venas corría
sangre noble.
Lyseria Ray Christaria.
En realidad, era descendiente de los nobles que supervisaban los Assault
Gardens02, y normalmente no se encontraría a una persona de su posición
social recorriendo tan peligroso lugar.
“Sí, sí. Es usted tan diligente como siempre, Seria ojou-sama”.
La respuesta llegó con una sonrisa irónica y un encogimiento de hombros de
una chica bajita con el cabello rubio atado en coletas. Regina Mercedes era
la sirvienta personal de Lyseria.

02. Jardines de Asalto.

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Sus ojos de jaspe eran vivaces y vigilantes, y sus miembros ágiles o bien
entrenados le conferían una cierta belleza que recordaba a la de un animal
salvaje.
Ambas llevaban el mismo uniforme azul marino. Era el uniforme oficial de
los Espadachines Sagrados de la Academia Excalibur del Séptimo Assault
Garden. Su tarea consistía en investigar ciertas antiguas ruinas que habían
aparecido repentinamente en un desierto.
Hace unos días, se produjo un gran terremoto en la zona, dejando las ruinas
al descubierto. Los sitios antiguos donde el mana se reunía fácilmente, a
menudo se convertían en colmenas de Void, por lo que habían sido enviadas
a investigar.
Misiones de reconocimiento como éstas eran peligrosas.
Si bien la [Unidad Canaria] a menudo les daba poca importancia, seis meses
antes, un equipo en una de esas misiones se había encontrado con un grupo
de Void y había sido aniquilado.
Void [Vacíos].
Eran invasores de otro mundo. Habían aparecido hace sesenta años y
comenzaron su ofensiva contra la civilización humana, erradicando tres
cuartas partes de la humanidad. Todo sobre ellos era un misterio. ¿De dónde
venían? ¿Cuál era su objetivo? Incluso su biología no estaba clara. ¿Eran
armas o seres vivos? Nadie lo sabía. Lo único que era cierto es que adoptaban
formas que se asemejaban a criaturas mitológicas.
“Es un deber importante. Si dejamos una colmena sin controlar, sería lo
mismo que dejar que invadan la ciudad...”
Lyseria se mordió el labio y apresuró su avance. A ella no le importaba ser
aprensiva con la situación. Si acaso, era más fácil de asustar que la mayoría.
Por eso siempre se escondía detrás de la espalda de su hermana mayor
cuando era más joven.
El aire de la ruina subterránea era tibio y apestaba a moho. Era como un
cementerio.
... (Podría ser en realidad un cementerio, hasta donde sé). Pensó Lyseria.
Este sitio probablemente tenía siglos de antigüedad. Mirando a su alrededor,
estatuas de lo que parecían ser monstruos ficticios estaban colocadas aquí y
allá. Quizá esta era la tumba de algún rey...
(¿Probablemente habría sido un rey muy estricto?). Se preguntó Lyseria.

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Ambas caminaron a través del silencioso corredor, cautelosas ante la
potencial presencia de Void. Y entonces...
“... Aww, ¿un callejón sin salida?” Regina frunció el ceño, deteniéndose en
su camino.
“Esto... luce como una puerta...” Dijo Lyseria, mirando la enorme pared
delante de ella.
Intentó empujarla con ambas manos, pero no tuvo suerte.
“¿Debería romperla?” Ofreció Regina, sugiriendo algo increíblemente
peligroso.
“Espera, hay algo escrito en ella”. Lyseria la detuvo.
Sostuvo la vara y la utilizó para iluminar la puerta. Había marcas de letras
grabadas sobre ella. Aunque estaba familiarizada con las ruinas antiguas,
Lyseria nunca había visto nada parecido a esta escritura.
“¿Puede leerlo?”
“Hmm, creo que es élfico antiguo... o tal vez sea un texto espiritual...”
Lyseria sacó un pequeño dispositivo de análisis y comenzó a teclear
rápidamente.
“¿Qué pasa?”
“... Esta puerta, todavía está viva”.

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“¿Viva?”
“Su sistema todavía está en funcionamiento. Es como un antiguo dispositivo
mágico...”
“Iré a hacer guardia, entonces”. Regina se encogió de hombros, suspirando.
Ella conocía lo suficientemente bien la personalidad de Lyseria.
“Sí, por favor”.
Regina agitó su mano y volvió al corredor. No se le daban bien las cosas
aburridas. Tomar acciones independientes durante una investigación de
ruinas era imprudente, pero a diferencia de Lyseria, ella tenía el poder de una
Espada Sagrada asesina de Void. Estaría bien por su cuenta.
Lyseria trabajó en su dispositivo de análisis y comenzó a descifrar los
caracteres antiguos. Debería existir una estructura de texto similar en la base
de datos. Lyseria se preguntó qué podría haber más allá de esta puerta. Se
encontró a sí misma sorprendentemente atraída por ella. Pero en el momento
en que sus dedos pasaron por encima de la inscripción...
Una chispa de energía mágica destelló.
“¿Huh...?”
*Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr...*
La pesada puerta de piedra se abrió lentamente ante ella.
“... ¡¿Se abrió?!” Los ojos de Lyseria se abrieron ampliamente mientras
iluminaba el interior con su luz.
(¿Qué es eso...?)
Incrustado en la roca había un enorme e inquietante cristal negro
luminiscente que Lyseria nunca había visto antes. Su aparato emitió un
agudo sonido de advertencia.
(¿Una reacción de mana...?)
La herramienta de detección de mana estaba mostrando errores.
El contador se detuvo... Un congelamiento del programa debido a que se
había ingresado una cifra teóricamente imposible.
“Oh, vamos... no te rompas ahora...” Lyseria susurró mientras se acercaba al
cristal.
Cuando lo hizo, notó una figura humana en su interior, sellada en la
oscuridad.
“...N-No hay manera... ¿Cómo?”
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Contuvo su respiración por un momento y luego volvió a mirar dentro del
cristal. Realmente había alguien atrapado allí.
(¡Tengo que salvarlo...!)
Lyseria sacó una pistola de su funda.

*¡Bang, bang, ba-bang!*


(... ¿Por qué es tan ruidoso...?)
Un sonido desagradable resonó fuera del ataúd...
El Rey No Muerto... Leonis Death Magnus... se sacudió desde su sueño. Se
encontraba en el Gran Mausoleo, situado bajo la legendaria Capital de los
No Muertos, Necrozoa. El tiempo congelado comenzó a moverse, y el alma
del Rey No Muerto, sellada dentro del ataúd, despertó.
(¿Ya han pasado mil años...?)
*¡Bang, bang, bang!*
Mientras miraba en la oscuridad, los pensamientos comenzaron a circular
por su mente. Había estado completamente inconsciente mientras estaba
sellado dentro del ataúd. Para él, el tiempo no había avanzado desde aquel
día en que el ejército de no muertos fue derrotado por los héroes de la
humanidad y su capital de Necrozoa, la última fortaleza de su ejército, cayó.
*¡Bang, bang, bang!*
(Parece que el ritual de reencarnación tuvo éxito...)
Leonis intentó apretar los dedos en la oscuridad. Todavía estaba un poco
adormecido, pero definitivamente podía sentir sus extremidades. Ni siquiera
el Rey No Muerto podía mantener su cuerpo durante mil años sin un
suministro de mana. Así que había empleado un arte secreto de anti-muerte
para suspender su alma y utilizado este ataúd para reencarnar su forma...
*¡Bang, bang, bang, bang!*
(... Grrrrrrr, ¡exijo silencio!)

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El Rey No Muerto, Leonis, prácticamente gritó el pensamiento, molesto por
haber sido constantemente interrumpido mientras estaba pensando.
(De todos modos, ¿qué es ese ruido?)
Al parecer, alguien estaba golpeando su ataúd.
¿Qué clase de canalla se atrevería a perturbar el letargo del Rey No Muerto?
El Gran Mausoleo estaba sellado bajo tierra con una poderosa barrera, por lo
que era difícil imaginar que pudiera ser descubierto fácilmente. Sin embargo,
habían pasado mil años, y no había forma de saber qué tipo de desastre o
cataclismo podría haber sucedido en ese tiempo.
(Pero la cripta se encuentra completamente protegida por un muro anti-
magia...)
Leonis se concentró en el ruido fuera del ataúd. Lo que fuera que estuviera
intentando destruir el ataúd, aparentemente estaba diciendo algo.
(Parece ser la lengua humana. Hmm...)
Después de mil años, la sintaxis del lenguaje estaba destinada a cambiar un
poco. Extendiendo sus dedos en la oscuridad, recitó un hechizo de análisis
del lenguaje, y una luz parpadeó ante él. Incluso después de la reencarnación,
este cuerpo de carne era capaz de utilizar magia sin ningún problema.
“Esto no puede ser roca normal si desvía las balas tan fácilmente. Supongo
que ahora intentaré con una ronda anti-material...”
No entendía muy bien todo lo que estaba diciendo, pero parecía que
pretendían destruir el ataúd.
(... Tontos ladrones de tumbas, según parece). Dedujo Leonis.
No hacía falta decir que su ataúd era impermeable a la mayoría de las formas
convencionales de la magia. En cualquier caso, tendría que castigar a este
sinvergüenza.
(... Contempla la forma revivida del Rey No Muerto. ¡Muere con la imagen
grabada en tus ojos!)
Leonis extendió su mano, y...
*¡Craaaaaaack!*
El ataúd de cristal oscuro se hizo añicos con un sonido ensordecedor,
emitiendo una poderosa onda expansiva que empujó hacia atrás la figura que
había permanecido junto al ataúd de Leonis.
“...”

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Habiendo sido revivido tras un milenio de letargo, el Rey No Muerto miró a
su alrededor, imponiéndose de forma magistral. La atmósfera del Gran
Mausoleo subterráneo no había cambiado ni un poco. El aire estaba
completamente en calma, impregnado con la presencia de la muerte.
“... Aah... ¡Nnng...!”
La mirada de Leonis se posó en la persona frente a él, que estaba agachada
y gimiendo de dolor. La onda expansiva no había sido el castigo previsto
para este insolente ladrón de tumbas, por supuesto. A partir de ahora aplicaría
su venganza, y planeaba darles una amplia muestra del terror del recién
resucitado Rey No Muerto, y...
“... ¡¿?!”
En el momento en que dio un paso adelante, los ojos de Leonis se abrieron
ampliamente.
Había una fuente de luz tirada en el suelo, iluminando la forma de... una
chica. Parecía tener catorce o quince años. Su cabello era de un tono plateado
brillante y sus ojos eran de color azul hielo. Su piel era del color de la nieve
virgen. En general, su belleza coincidía con la de los altos elfos.
No... ¿Incluso los altos elfos han conocido alguna vez a una chica de tal
belleza? Su hermosura era como el arte cincelado de la estatua de una diosa.
Observándola con una mirada desconcertada en su rostro, Leonis permaneció
congelado, conteniendo su respiración.
Necesitaba castigar a esta descarada ladrona... pero el pensamiento se
evaporó como la niebla. La chica llevaba un tipo de vestimenta que Leonis
nunca había visto antes.
Era como el uniforme de un soldado de caballería ligera, salvo que su tono
básico era azul oscuro, y llevaba una falda adjunta. Cabe mencionar que
ciertamente no parecía ser algún tipo de ladrón.
“¿Q-Qué...?” Alzó su voz, mirando a Leonis.
Más que miedo, su voz estaba llena de sorpresa.
(... Es cierto. Debo imponer un castigo...)
Aclaró su garganta, pero entonces...
“... ¿Q-Qué hace un niño aquí?” Preguntó.
“... ¿Disculpa?” Leonis respondió con su propia pregunta a su pesar.
(¿A qué se refiere con niño?)
Frunciendo el ceño, el Rey No Muerto miró sus extremidades.
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“... ¡¿Qué?!” Sus ojos se abrieron ampliamente con sorpresa.
(¡I-Imposible...!)
Manos pequeñas y poco fiables. Una piel suave y sin imperfecciones. El
físico bajo su manto negro era como el de un niño pequeño... No, no era
como el de un niño. El Rey No Muerto, Leonis Death Magnus, se encontraba
adoptando la forma de un niño de diez años.
(... ¡¿Podría haber fallado el ritual de reencarnación de alguna manera?!)
El hechizo de reencarnación era un hechizo de Doceavo-Orden del más alto
calibre y tenía diversas variantes.
Una implicaba renacer transfiriendo el alma a otro recipiente. Otra consistía
en crear un nuevo recipiente por medio de la magia y fijar el alma en él. Otra
era devolver el cuerpo a un estado pasado y reestructurarlo. Ese era el método
que Leonis había elegido.
Había elegido restaurar su cuerpo dañado a su estado óptimo, utilizándolo
como recipiente para su alma. No muy diferente a un fénix que renace de
entre las cenizas.
(Pero, ¿por qué luzco así...?)
Había preparado el hechizo para reestructurar su cuerpo en el del Rey No
Muerto. Así que, ¿por qué había retrocedido a esta forma despreciable... la
forma que había tenido cuando aún era conocido como el Héroe Leonis? Su
manto oscuro se sentía holgado. Comparado con el cuerpo que había tenido
cuando era el Rey No Muerto, este se sentía lejos de ser confiable.
“Erm...”
Aparentemente aliviada de ver que quien aparecía ante ella era un joven, la
chica de cabello plateado se acomodó el dobladillo de su falda y se puso
lentamente de pie. Se arrodilló frente a Leonis y contempló atentamente su
rostro antes de volver a mirar los trozos destrozados del ataúd de cristal
oscuro.
“¿Por qué estabas dentro de esa cosa?”
“... B-Bueno, eso es...”
Con esos ojos azules como el hielo mirándole fijamente, su corazón dio un
vuelco.
(... Ugh, es por esto que detesto la carne de un cuerpo humano...)
“¿Los Void te secuestraron?” Preguntó.
“... ¿Void?” Leonis frunció el ceño. Era una palabra poco familiar.
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“... Ya veo. Tus recuerdos deben estar desordenados debido al shock...”
Inspirada por cualquier impulso desconocido que pudiera haberle asaltado,
la joven tomó de repente el cuerpo de Leonis en un fuerte abrazo.
“... ¡!”
“... Todo estará bien”.
“¡¿Q-Qué estás...?!”
“Tu Onee-san03 te mantendrá a salvo”.
“D-Detente... ¡Mmm, nnng, mmmf!”
*¡Apretar!*
El rostro del Rey No Muerto estaba siendo presionado contra un par de frutos
suaves y flexibles... los regordetes pechos de una mujer joven. Las puntas de
sus mechones plateados le hacían cosquillas en sus mejillas, y sus delicados
dedos cepillaban suavemente su cabello.
(... ¡!)
Esta era una manera bastante irrespetuosa de tratar al Rey No Muerto que
había reinado en la capital de Necrozoa. Pero por alguna razón, Leonis no
pudo o más bien no quería resistirse a ella. Su corazón latía rápidamente
ante estos sentimientos largamente olvidados que alguna vez había sentido
cuando era humano. La sensación de su abrazo era simplemente demasiado
agradable.
(... ¿Huh...?)
Un repentino hechizo de adormecimiento se apoderó de él. Acurrucado en el
suave y acolchado abrazo de los pechos de una mujer, la conciencia del Rey
No Muerto, Leonis, se hundió en la oscuridad...

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(... Hmm, ya veo. Tienen uvas secas en su interior).
Sentado sobre el altar de piedra del Gran Mausoleo, Leonis llenaba su boca
con las galletas duras que la chica de cabello plateado le dio.
(Me recuerdan a los alimentos transportables que llevarían los elfos,
excepto que estas son más secas en comparación).
Había descartado su sentido del gusto hace eones, pero la experiencia de
comer no era del todo mala.
“... Mmm, nng, aagh...”
Un trozo de galleta se atascó en su garganta, y Leonis comenzó a toser y a
golpearse el pecho.
(Este cuerpo es realmente una cosa incorregible. Pensar que perdería el
conocimiento por el hambre). Pensó Leonis, amargamente.
Sí, Leonis se había desmayado por el simple hecho de tener hambre... En
realidad, era bastante peligroso. El Rey Demonio más fuerte desmayándose
debido a un estómago vacío era un fallo inimaginable.
Nunca hubiera soñado que se reencarnaría en su cuerpo humano, así que no
había preparado comida ni agua. Odiaba admitirlo, pero...
Leonis alzó su cabeza, mirando a la chica sentada a poca distancia de él.
(... Esta mujer puede que me haya salvado la vida).
Normalmente, éste sería un logro lo suficientemente grande como para
concederle el mayor honor que podía legar, la Medalla de Hueso.
Dicha chica tenía la mano apretada contra su pendiente y parecía estar
hablando con alguien.
“He encontrado un niño refugiado en la ruina. Solicito confirmación”.
«... Entendido... Comprobaré las listas de refugiados».
Era algún tipo de magia de comunicación a larga distancia. ¿Quizás el
pendiente servía como una especie de catalizador mágico? La chica parecía
haberse dado cuenta de que Leonis le miraba fijamente y le dirigió una
sonrisa tranquilizadora.
“Gracias al cielo. ¿Tu barriga ya se encuentra mejor?”
“...”
Leonis asintió sin decir nada, propiciando que la chica se moviese a su lado.

03. Onee-san. Forma informal y casual de llamar a una hermana mayor.

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“Me llamo Lyseria Christaria. Soy un Espadachín Sagrado de la Academia
de Entrenamiento del Séptimo Assault Garden, decimoctavo pelotón... Oh,
um, tengo quince años. ¿Cuál es tu nombre?”
Mantuvo diligentemente su mirada al nivel de los ojos de Leonis y se
presentó. Técnicamente la entendió, pero honestamente, nada de lo que dijo
parecía tener sentido para él. Lo único que Leonis entendió realmente fue su
nombre y edad.
Cuando se trataba de naciones gobernadas por humanos en la zona, el Reino
de Lagard y la Magocracia de Sheniebel le venían a la mente, pero la chica
no los había mencionado, hasta donde podía ver. Además, Lyseria parecía
tener la impresión de que Leonis era un niño que había sido secuestrado por
monstruos.
(... Supongo que no puedo culparla por eso, dado el aspecto que tengo).
Pensó Leonis de forma auto-despreciativa.
No sabía qué había provocado su renacimiento en este cuerpo... Pero supuso
que podría beneficiarse del malentendido de la chica.
(... Por ahora, necesito obtener información sobre este mundo de ella).
Leonis levantó su cabeza.
“Soy... erm, soy Leonis. Leonis Magnus, señorita”.
Intentó que su voz fuera un poco más aguda para parecer más infantil, pero
seguía dando su nombre de Rey Demonio. Había considerado usar un
seudónimo, pero llegar a tales extremos con simples humanos heriría su
orgullo como Rey Demonio.
Además, este era el orgulloso nombre que ella le había dado.
(¿Cómo reaccionará a este...?)
Si el nombre de Leonis Death Magnus, el Rey No Muerto, estaba registrado
en leyendas y pasado a la posteridad, debería provocar algún tipo de reacción
en la chica.
“¿Leonis?” Los ojos azul claro de la chica se abrieron ampliamente.
(Ooh, así que ella sabe de...)
“¡Qué nombre tan bonito!”
“... ¿En serio?” Dijo Leonis con una mueca.
(... ¿Qué podría ser bonito en él? Era un nombre que infundía terror en todos
los rincones del mundo).
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Evidentemente, su reputación como Rey Demonio no había sobrevivido a
todos estos años.
“Leonis... Leo-kun, ¿cuántos años tienes?” Preguntó Lyseria.
“Diez años... más o menos”. Respondió, conteniendo el impulso de estallar
contra ella por acortar el nombre de un Rey Demonio.
“¿Mas o menos?”
“Ah, tengo diez años”.
Él ya no recordaba qué edad tenía antes de convertirse en el Rey No Muerto.
Pero probablemente era lo suficientemente cerca.
“Eres un refugiado, ¿verdad? ¿Recuerdas la apariencia del Void que te
llevó?”
“¿Void?” Leonis repitió la palabra.
“¿No sabes lo que son los Void?”
“Erm... no”.
“Bien... Supongo que eso ocurre en las regiones fronterizas”. Lyseria colocó
una mano en su barbilla y asintió, pareciendo convencida. “Los Void son los
enemigos de la humanidad. Vinieron aquí desde otro mundo. Los
Espadachines Sagrados... es decir, nosotros... luchamos contra esos Void”.
“... ¿Otro mundo? ¿Enemigos?” Leonis estaba bastante confundido.
Hace mil años, los llamados [Enemigos de la humanidad] habían sido los
demonios y los Ejércitos de los Reyes Demonio. Junto a ellos estaba la Diosa
de la Rebelión, que había traicionado a las demás deidades del Luminous
Powers04 y declarado la guerra al mundo.
(¿Han surgido nuevas fuerzas en el mundo en los últimos mil años? Pero...)
La profecía de la diosa no había dicho nada de esto.
“Hemos venido a investigar una Colmena de Void que se formó en estas
ruinas. Tienden a aparecer en torno a lugares como estos. Y...”
Lyseria se volvió para mirar la puerta abierta del Mausoleo.
“Fue entonces cuando encontré esta puerta”.
Ahora Leonis lo entendía. Ella sólo había encontrado este lugar por
casualidad.

04. Poderes Luminosos.

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Honestamente, no podía decir que le gustara mucho la idea de que ella
desbloqueara la puerta sellada, pero tal vez se había abierto porque uno de
los sirvientes del Rey No Muerto la había manipulado para que así fuera
después de mil años.
(No, espera...)
Leonis se dio cuenta de que había olvidado confirmar algo terriblemente
importante.
“Erm... ¿Lyseria-sama?”
“Puedes llamarme Seria, Leo-kun”.
“Entonces, uhhh, Seria-san. ¿Qué año del Calendario Sagrado es este?”
Había preguntado utilizando el calendario empleado por las naciones
humanas. Si habían pasado mil años desde que Necrozoa, la última fortaleza
de los Ejércitos de los Reyes Demonio, había caído, el año debería ser
alrededor del 1447. Sin embargo...
“¿Calendario sagrado?” Lyseria mostró una expresión inquisitiva y arrugó la
frente. “Es el año sesenta y cuatro del Calendario Humano Integrado...”
“¿Calendario Humano Integrado?” Esta vez fue el turno de Leonis de repetir
lo que Lyseria dijo.
Otro término poco familiar.
(... ¿Qué es lo que está pasando?)
Fue entonces cuando el pendiente de Lyseria se iluminó.
«... Seria ojou-sa... cuidado... envuelta en una batalla... gran Void...»
“¿Huh? ¿Qué sucede, Regina?”
La voz se llenó de estática antes de cortarse.
“¿Qué es lo que ocurre?”
“... No estoy segura. Pero...” Lyseria se puso de pie con una expresión aguda.
Y al momento siguiente...
*¡Booooooooooooooom!*
Debajo de Necrozoa, el Gran Mausoleo tembló violentamente.

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“¡¿Q-Qué?!”
Guijarros y fragmentos de piedra comenzaron a desplomarse sobre ellos
desde el techo. Lyseria cubrió instintivamente a Leonis para protegerlo.
(... ¡!)
Un pecho suave se presionó contra su rostro desde debajo de un uniforme.
“¿Estás bien, Leo-kun?”
“... S-Sí...” Leonis asintió, sintiendo su pulso acelerado.
El aroma del sudor de una mujer joven persistía en sus fosas nasales.
“Al parecer, ha aparecido un Void. Mi amiga está luchando contra él”.
Lyseria le soltó y miró a su alrededor cautelosamente.
*¡Bang, bang, bang!*
Explosiones intermitentes podían ser escuchadas desde la distancia.
(... Ugh, ¿cómo se atreven a descontrolarse en esta tumba, el lugar de
descanso de mis camaradas?)
Como el Rey Demonio de Necrozoa, no podía permitir tal negligencia.
Leonis intentó levantarse...
“... ¡Whoa!”
“¡¿Leo-kun?!”
... Pero tropezó con los puños de su largo manto y cayó hacia adelante.
(M-Maldición...)
Frotándose su adolorida nariz, esta vez se levantó lentamente. Aún no se
había acostumbrado a su cuerpo de niño.
“¿Estás bien? No estás herido, ¿verdad?”
“E-Estoy bien”.
“Eres un chico duro, ¿verdad?”. Lyseria sonrió con alivio y le dio una
palmadita a Leonis en la cabeza.
... Le hizo cosquillas. Pero Leonis se sorprendió al descubrir que no era
desagradable.
(En serio, ¿qué demonios está pasando...?)
“No te preocupes. Te mantendré a salvo”. Lyseria se puso de pie y sacó un
objeto metálico del cinturón atado a su cadera.

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“Artificial Relic, Ray Hawk. Inicialización limitada... Activate”. La chica
susurró, sosteniendo el objeto con ambas manos.
El objeto hizo una especie de clic estrepitoso y cambió su forma. Lo que
ahora estaba en el agarre de la chica era un objeto cilíndrico que brillaba con
un destello de mana. Probablemente era algún tipo de arma de proyectiles,
aunque nada parecido había existido en la época de Leonis.
“Por aquí...” Lyseria tomó a Leonis de la mano y empezó a correr.
Al momento siguiente...
*¡Baaaaaaaaaaaaaaaaaaaaang!*
“... ¡¿?!”
Un enorme puño perforó la pared de la ruina.
“¡¿Un Vacío de Clase-Ogro?!” Exclamó Lyseria, con una expresión tensa.
(¡¿Acaba de decir Ogro?!)
La tensión se elevó en Leonis ante la primera palabra familiar que había
escuchado hoy. Ogros... eran una raza de demonios come-hombres que
formaba parte de los Ejércitos de los Reyes Demonio bajo el mando del Rey
Demonio de la Ira, Dizolf. Sin embargo, Leonis pronto vio frustradas sus
expectativas.
“¡Leo-kun, vuelve...!”
Lo que atravesó la pared colapsada fue un gigante de cinco metros de altura.
En su cuerpo gris crecía lo que parecían ser minerales rojos luminiscentes.
Nada en su cabeza daba la impresión de ser un ojo, y sólo tenía una abertura
horizontal que cruzaba su cara para servir como una especie de boca
espeluznante. Sus brazos caídos estaban cubiertos de escamas y lo que
parecía un rostro bestial se retorcía en su pecho.
(¿Cómo esto es un Ogro...?)
Esto era lo más alejado posible de los Ogros que Leonis conocía. Si acaso le
recordaba a algo, a las desagradables criaturas híbridas con las que Zemein,
un oficial de los Ejércitos de los Reyes Demonio, había trabajado una vez.
Leonis y Zemein rara vez se habían visto las caras.
“¡¿Eso es un Void?!”
Ante su pregunta, Seria miró fijamente al monstruo y asintió en respuesta.
“Sí. Un enemigo de la humanidad que toma la forma de los antiguos
dioses...”
*¡Pop!*
25 |
Un sonido seco y explosivo sonó. Lyseria probablemente había disparado
con su arma de proyectiles, pero no parecía tener efecto alguno. Las escamas
de la criatura desviaron el disparo.
“... ¡Ugh, esta arma ni siquiera hace efecto...!”
“¡Roaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!”
El Void rugió desde su horrible boca, exhalando un humo oscuro por la
inquietante cavidad bucal. Giró sus brazos caídos como látigos, llevando a
Lyseria hacia atrás.
“Hmph. ¡Ri Larte...!”
Leonis empezó a recitar un hechizo del Reino de las Sombras para formar
una barrera cuando, de repente...
*¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!*
... Una serie de explosiones intermitentes sacudieron sus tímpanos. Llamas
carmesíes desprendieron el brazo derecho del Void, dejando ráfagas de aire
caliente a su paso.
“¿Se encuentra bien, Seria ojou-sama?”
“... ¡Regina!”
Quien había disparado a través de la pared para alcanzarlos era una chica
bajita que cargaba un arma cilíndrica gigante. Su cabello dorado estaba
separado en coletas, que bailaban en la intensa ráfaga de aire de las
explosiones...
Como detalle, su pecho también era prodigioso.
Sus ojos color jaspe brillaban como los de un gato en la oscuridad. Sus rasgos
también eran bastante finos, no muy diferentes a los de Lyseria.
Con el impulso de la explosión, se deslizó por el suelo hasta detenerse con
un chillido.
“Como pensábamos, esta ruina es un punto de aparición de Void... Espere.
Seria ojou-sama, ¿quién es ese chico?” La chica llamada Regina miró a
Leonis y ladeó su cabeza con sorpresa.
“Lo encontré en las profundidades de la ruina. Lo explicaré más tarde...”
“Está bien...”
“¡Roaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!”
El monstruo se levantó, sacudiéndose los pedazos de escombros. Su brazo
derecho, que acababa de ser volado, ya había comenzado a regenerarse.
26 |
La vitalidad de la criatura era realmente temible.
“Ese es de una clase de gran tamaño. Con esta potencia de fuego no
llegaremos a ninguna parte...” Regina fijó su agarre en el enorme lanzador
de proyectiles sobre su hombro.
“Espada Sagrada, Drag Howl, Mode shift... Arma de Exterminación de
Bestias Aéreas de Gran Tamaño... ¡Dragon Slayer!”
Y al momento siguiente, la voluminosa arma cambió. Su boca tomó la forma
de las fauces de un dragón, abriéndose incluso con mayor amplitud...
(... ¡¿Qué demonios es ese artefacto...?!)
Los ojos de Leonis se abrieron de par en par.
(¿Quiere decir que... eso es una Espada Sagrada?)
“¡Comete estooooo!”
*¡Boooooooooooooooooooom!*
Un proyectil estalló hacia delante. Un destello blanco llenó el campo de
visión de Leonis, seguido por una explosión estrepitosa.

27 |
28 |
(... ¡M-Mi pobre Gran Mausoleo!)
Leonis tuvo que contenerse para no decir las palabras en voz alta. Aun así,
el poder del arma era increíble. La inmensa cantidad de calor que producía
era equivalente a la de la magia de tipo explosión de Cuarto-Orden, Rag Illa.
(Pero eso no es magia).
No había visto el resplandor del mana, que la magia siempre produce cuando
es conjurada.
“¿A-Acabaste con eso?”
“Erm, Seria ojou-sama, lo que acaba de hacer es lo que se denomina echarle
mal de ojo...”
Pudieron ver cómo su colosal sombra se alzaba lentamente desde más allá
de la nube de polvo.
(¿Oh? Así que incluso puede soportar un ataque con la potencia de fuego
del hechizo Rag Illa...)
Leonis estaba impresionado. La mayoría de los demonios serían reducidos a
polvo ante tal ataque. La chica rubia dio un paso al frente, mirando a la figura
más allá del polvo.
“Salgan de la ruina, ustedes dos. Me encargaré de esto...”
“Regina...” Lyseria dudó un momento, pero luego asintió. “Muy bien. Ten
cuidado”.
“Lo haré, Seria ojou-sama”. Regina le sonrió.
La brevedad de este intercambio hizo evidente la confianza entre las dos.
“Vamos, Leo-kun”. Lyseria agarró a Leonis del brazo y se puso en marcha.

29 |
(Es una cosa inesperada tras otra...) Pensó Leonis mientras dejaba que ella
lo alejara.
(No debería ser el renacimiento de un Rey Demonio un acontecimiento más
solemne y digno).
Había fallado obviamente en el ritual de reencarnación, y en su lugar se había
convertido en la encarnación del niño que había sido antes de convertirse en
el Rey No Muerto. Su cripta estaba infestada de esas criaturas del Vacío de
otro mundo, y el lugar estaba siendo destrozado sin tener en cuenta la
voluntad de su amo.
No quería nada más que darse la vuelta y darle a ese monstruo lo que se
merecía, pero no podía permitirse hacerlo. Leonis dirigió una mirada furtiva
al rostro de Lyseria mientras corría delante de él. La chica era una importante
fuente de información, por lo que debía mantener oculta su identidad como
el Rey No Muerto si quería aprender más.
“Vamos a la superficie, ¿de acuerdo?” Preguntó Lyseria, jadeando todo el
tiempo.
(... Aunque hay un atajo a la superficie).
Sin embargo, señalar eso podría levantar las sospechas de la chica.
“... ¡Ah!”
Sintiendo de repente una presencia, Leonis tiró por reflejo de la manga de
Lyseria.
*¡Booooooooooom!*
El techo de las ruinas colapsó. Si hubieran caminado más lejos, seguramente
habrían sido aplastados bajo los escombros.
“... ¿Leo-kun...?”
“Al parecer, había uno más de ellos”.
Leonis le dio la espalda a Lyseria, que había caído detrás de él, y miró hacia
adelante. Una enorme sombra alada los miraba desde más allá del polvo.
“... ¡Otro no!”
“¿Eso también es un Void?”
“Sí, una variante voladora... uno de Clase-Wyvern”.
Los ojos de Leonis se entrecerraron ante la palabra Wyvern. Es cierto que la
forma de sus alas le recordaba a los Dragonkin alados que conocía, pero
estaba cubierto de trozos de mineral, y su cuerpo feo e inflado distaba mucho

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de los Wyverns que Leonis conocía. Aquellas eran bestias mágicas mucho
más gráciles que ésta.
“... ¡Leo-kun, corre!”
Seria disparó tres veces hacia el Vacío, pero ni siquiera parecieron
perturbarlo.
(Supongo que solo debería destruirlo...) Leonis se encogió de hombros.
Significaría darle a la chica una muestra de sus poderes, pero no había forma
de evitarlo. Por otro lado, este Void era el oponente perfecto para practicar
un poco de post-reencarnación.
(Haré que lamentes el día en que te atreviste a irrumpir en el Mausoleo del
Rey No Muerto, Leonis).
Una sonrisa indomable apareció en los labios de Leonis mientras empezaba
a tejer un antiguo hechizo. Podía sentir el mana corriendo por todo su cuerpo.
Por supuesto, este cuerpo no estaba en su estado más óptimo, pero...
*¡Shaaaaaaaaaaaaaaa!*
El enorme Void blandió sus garras hacia abajo.
(Te convertiré en polvo).
Leonis comenzó a cantar un hechizo de ataque de Sexto-Orden, pero
entonces...
“... ¡No te dejaré!”
Lyseria saltó delante del chico, apartándolo de un golpe.
(... ¿Huh?)
El cabello plateado de Lyseria llenó el campo de visión de Leonis. Las garras
del Void descendieron, clavándose en la mitad superior de Lyseria.
*¡Riiiiiiiiip!*
El barrido horizontal lanzó a Lyseria hacia atrás. Su cuerpo rebotó y rodó un
par de veces antes de estrellarse contra el suelo.
“¡¿Qué...?!”
Leonis se puso de pie y se giró para mirarla.
“Aaah, kh... Ugh...”
La sangre rápidamente tiñó de rojo la ropa de Lyseria, quien yacía
derrumbada en el suelo. Los ojos de Leonis se abrieron ampliamente
mientras permanecía inmóvil.
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“¿Por qué...?”
“... C-Corre...” Los labios de Lyseria se separaron cuando murmuró
débilmente. “Reagrúpate con... Regina... y corre... Puedes hacerlo,
¿verdad...?”
Su voz era demasiado amable pero desesperada. Con cada respiración, la
herida en su pecho se agrandaba y la sangre fluía libremente, coloreando la
tierra. Leonis sintió que otros Void se movían detrás de ellos. El llamado
Clase-Wyvern no estaba solo, al parecer. Probablemente dos o tres más de al
menos el mismo tamaño aparecieron. Sin embargo, Leonis no se giró para
enfrentarlos.
“... ¡D-Date prisa...!”
“...”
Leonis tomó la mano de la joven mientras su conciencia se desvanecía. Sus
dedos rápidamente se enfriaron. Estaba familiarizado con la sensación de la
muerte. Ya había entrado en contacto con ella muchas veces.
Llamar a esto un acto tonto de auto-sacrificio sería fácil. El Rey No Muerto
nunca habría sido golpeado por un ataque como ese. Se trataba de una simple
chica humana a la que Leonis había mantenido con vida por necesidad de
información y por una especie de capricho. Ella había salvado su vida una
vez... pero para Leonis, ella no era más ni menos que eso.
Pero ver a Lyseria levantarse para protegerlo, le recordó al Rey Demonio
reencarnado el aspecto que tenía en el pasado.
¿Ves cuán tedioso y aburrido es realmente ser un héroe? En su lugar,
vuélvete mío, Leonis.
Lyseria le recordaba a la chica que había arriesgado su vida para proteger a
un chico herido. La chica que había aparecido ante él cuando fue traicionado
por los que había salvado... Lyseria le recordaba a la Diosa de la Rebelión.
Aquella que levantó el estandarte de la discordia, y que fue despreciada por
el resto del mundo.
“... Realmente es todo demasiado incorregible”. Susurró Leonis con
amargura mientras sumergía sus dedos en el charco de sangre.
“Este cuerpo... es total y absolutamente incorregible...”
¿Por qué el volver a un cuerpo humano significaba el retorno de las
emociones humanas...?
Leonis se puso de pie y miró hacia atrás. En ese momento, los tres Void
parecían congelados en su lugar, evidentemente desconcertados por la

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abrumadora presencia proveniente del chico. Miró a su alrededor,
contemplando la destrucción existente en las paredes de la ruina.
“Ustedes, criaturas que se atreven a perturbar mi lugar de descanso”. Dijo el
chico con frialdad. “Pensaba que me había reencarnado, pero me encuentro
en este cascarón sin valor. Extraños monstruos se pasean ahora por mi
Mausoleo como si fueran los dueños del lugar. Y ahora han asesinado a la
chica que me salvó la vida. Sí, es verdad, lo admito. Esta valiente chica
consiguió ganarse algo de mi interés...”
Leonis ignoró a los Void, y siguió murmurando para sí mismo.
“Y este manto es demasiado grande para moverse con comodidad, y
sinceramente, me duelen los pies...”
Había tenido que correr por el suelo de piedra con los pies descalzos,
cortándolos y raspándolos todo el tiempo.
Esto último no era más que una simple queja, pero aun así...
“... Ahora, entonces. Supongo que debería concederles a ustedes, tontos, un
castigo adecuado”. Leonis se cruzó de brazos, reflexionando.
El Rey No Muerto era un tipo tolerante y estaba dispuesto a tener en cuenta
las circunstancias atenuantes. ¿Qué debería hacer? Después de todo, estas
criaturas parecían carecer de inteligencia. Les faltaba la capacidad de
entender lo que estaban haciendo y con quién estaban tratando.
Nunca sospecharon que, este chico aparentemente frágil, era alguien a quien
nunca deberían tratar como enemigo.
“Bueno, supongo que al final...” El Rey No Muerto dirigió una rápida mirada
al cuerpo ensangrentado de Lyseria antes de emitir su juicio.
“Ustedes, tontos, no merecen nada más que una muerte segura”.
Leonis pisó con fuerza la sombra que tenía debajo. La sombra se retorció
inquietantemente, y de su interior surgió un Báculo único. Un cristal mágico
azul estaba incrustado en la punta.
“Han transcurrido mil años, mi fiel compañero”.
Al más mínimo toque de Leonis, el Báculo desprendió un aura
tremendamente ominosa.
El símbolo de la muerte de los Ejércitos de los Reyes Demonio... el Báculo
de los Pecados Sellados. Era el Báculo del Ojo del Demonio que Leonis
había robado durante una batalla contra un Dragón divino.
“Hmm. Es un poco demasiado largo para este cuerpo, ¿no?”

33 |
Sosteniendo el báculo con una mano, Leonis lo examinó de cerca, cuando...
*¡Shaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!*
El Void de Clase-Wyvern bajó en picada con sus garras una vez más.
“... Vaya sorpresa. Qué grosero”.
Leonis cargó el Báculo con mana y lanzó un hechizo.
*¡Crack...!*
La inmensa forma del Void fue asaltada por una poderosa presión y aplastada
desde arriba. Sus cuatro extremidades se doblaron y contorsionaron en
direcciones antinaturales, y su cabeza fue empujada contra el suelo tan fuerte
que dejó una marca.
La magia era un hechizo de gravedad de Octavo-Orden, la [Gran Ola de
Presión, Vira Zuo]. Las extremidades del Vacío se contrajeron
desesperadamente por el incremento de la gravedad, pero la criatura era
incapaz de mantenerse en pie.
“Te aplastaré en el suelo, existencia inferior”.
Con un toque de la punta del Báculo contra el suelo...
El Void se desintegró, con un grito de muerte distorsionado por el pozo de
gravedad.
*¡Roooooooooooar!*
Un Void cornudo y bestial cargó contra Leonis.
“Así que eres incapaz de distinguir el miedo. Qué divertido”.
Leonis levantó su Báculo.
“Rua Meires”.
El ojo del Báculo brilló, y una brillante barrera hexagonal apareció frente a
Leonis. La carga del Void de aspecto bestial, fue fácilmente frenada por la
estructura mágica.
“¿Qué? ¿Es esto lo mejor que puedes hacer?” Leonis esbozó una leve
sonrisa.
Las puntas de los cuernos del Void entraron en contacto con la barrera,
liberando potentes descargas de electricidad en un intento de atravesar la
defensa del Rey No Muerto. Sin embargo, el ataque fracasó en penetrar el
escudo mágico.
“Bien, entonces, permíteme dar el siguiente paso”.

34 |
Leonis agitó su Báculo hacia abajo. La barrera hexagonal comenzó a girar
rápidamente, destrozando fácilmente al Void de aspecto bestial.
El Void restante se asemejaba a una serpiente y parecía poseer un poco más
de inteligencia que los otros dos. Excavó en las paredes de la ruina, tratando
de huir a un nivel inferior.
“¿De verdad crees que te dejaré escapar?”
Leonis pateó contra el suelo y levitó en el aire. Balanceó su Báculo hacia el
Void excavando su camino hacia abajo.
“¡Te haré arder hasta las cenizas!”
Conjuro un hechizo de tipo fuego de Octavo-Orden. La [Gran Bola de Fuego
Aniquiladora, Al Gu Belzelga].
*¡Kaboooooooooooooooom!*
Llamas carmesíes redujeron el Void a cenizas en cuestión de segundos.
“... Bueno, eso fue muy sencillo”. Murmuró Leonis mientras aterrizaba
suavemente en el suelo. Sin embargo, su expresión se convirtió rápidamente
en sorpresa.
“¡I-Imposible!”
Había algo allí que no debía estar. Parecían ser los restos calcinados del
esqueleto del Void serpenteante.
“¡¿Cómo pudieron sus huesos resistir después de recibir el impacto del
hechizo, Al Gu Belzelga?!”
Se trataba de llamas abrazadoras convocadas directamente desde el Reino de
Muspelheim05, capaces de derretir incluso las escamas de un Dragón rojo.
Contemplando sus manos, Leonis suspiró con decepción. Cuando todavía
era conocido como un héroe, la magia había sido una de sus debilidades. Al
parecer, esta forma simplemente no tenía las mismas habilidades mágicas
que había tenido en su mejor momento.
(... Un tercio de eso, como mucho, por lo que se ve).
Leonis se acercó a Lyseria y tomó sus manos entre las suyas. Su piel se estaba
enfriando, pero seguía respirando débilmente. El cuerpo humano es una cosa
frágil, de todas formas. Seguramente moriría a este ritmo. Su rostro pálido
era espantoso hasta el punto de ser hermoso aun en estas condiciones.

05. Es el reino del fuego en la mitología nórdica. Es el hogar de los Gigantes de Fuego, de los cuales Surt era el más poderoso.

35 |
“Soy un Rey Demonio. Las vidas de los humanos no significan nada para
mí”. Leonis se aseguró de susurrar las palabras, aunque ella probablemente
no podía oírlo.
“Pero respeto tu noble alma. Arriesgaste tu vida para protegerme. Intentar
defender a un Rey Demonio es impudente hasta el punto de la blasfemia,
pero reconoceré tu espíritu”. Leonis rodeó su cuerpo manchado de sangre
con sus brazos.
“Kh... Eres pesada, ¿no es así...?”
En realidad, era bastante delgada para una niña de su edad, pero para la
complexión recién renacida de Leonis, de diez años, era un peso
considerable.
“Mis disculpas, pero, aunque me he dedicado a la hechicería, la magia
sagrada es lo único que no puedo usar”.
Ese era el precio que tenían que asumir quienes se adentraban en la magia
del Reino de la Muerte. El Rey No Muerto Leonis no podía utilizar ni
siquiera los hechizos de curación más básicos o rudimentarios, por no hablar
de restaurar a alguien que había perdido gran parte de su fuerza vital.
Por lo tanto...
Leonis optó por salvarla utilizando el único método que conocía.

36 |
El mundo, mil años después.

¿Cuántas veces había visto este sueño?


Una ciudad ardiendo, los gritos de la gente huyendo, monstruos surcando los
cielos. Hace seis años, la familia de Lyseria Christaria fue asesinada por los
Void.
El Lord del Vacío al mando lanzó una Estampida a gran escala, atacando el
Tercer Assault Garden, el cual resultó estar cerca de la ciudad donde sus
padres y su hermana mayor servían como gobernantes y Espadachines
Sagrados, comandando a los caballeros. Habían ido a las líneas del frente
para detener el avance de los Void y proteger a la población. Todos habían
muerto en la batalla.
Lyseria tenía nueve años en ese tiempo, y sólo ella y su amiga de la infancia,
Regina, se las arreglaron para evacuar al refugio y sobrevivir.
Aquellos días fueron realmente infernales. Pero poco después, ambas fueron
rescatadas por un grupo de rescate enviado por el Séptimo Assault Garden
que buscaba supervivientes. Fueron enviadas a la Academia Excalibur para
ser entrenadas como Espadachines Sagrados.
Espadas Sagradas... un poder otorgado a la humanidad por el planeta y el
único capaz de oponerse a los Void. Con frecuencia tomaban la forma de
armas, concediendo a sus usuarios diversas habilidades.
Lyseria pasaba sus días en la Academia Excalibur entrenándose hasta el
cansancio, esperando desarrollar la fuerza necesaria para usar una Espada
Sagrada y luchar contra los Void como Espadachín Sagrado... Pero incluso
después de todos sus esfuerzos, su Espada Sagrada nunca se había
manifestado...
Y lo que es peor...
(Voy a morir aquí... ¿no es así?)
La fría y escalofriante sensación de la muerte recorrió su cuerpo. Mientras
su conciencia se desvanecía, sus pensamientos se dirigieron de nuevo al
chico. ¿Fue capaz de reunirse con Regina y escapar? No... Incluso si ella le
hubiese procurado unos segundos más de vida, probablemente no habría sido
capaz de escapar.
(... Lo siento... no pude... protegerte...)
37 |
Los pensamientos de la chica se desvanecieron en la oscuridad...

“... No funciona. No entiendo en absoluto esta cosa”.


Frustrado, Leonis arrojó el terminal tipo tarjeta que había encontrado en
Lyseria a los escombros de la ruina derrumbada. Parecía contener algún tipo
de circuito mágico, pero ni siquiera los conocimientos arcanos de Leonis le
permitían comprender cómo funcionaba.
“Nunca imaginé que la tecnología mágica de la humanidad se desarrollara
tanto”.
... Eso al menos lo podía entender. Las cosas estaban más desarrolladas de
lo que habían sido hace mil años, con respecto a la tecnología mágica.
(Lo que realmente no puedo comprender es esa arma que llaman Espada
Sagrada).
La chica llamada Regina la había utilizado para lanzar un ataque de un poder
impresionante. Y la energía que la alimentaba parecía provenir de principios
que diferían completamente de la magia que Leonis conocía.
¿Quizás el arma era única de alguna manera, o...?
El Rey Demonio dejó escapar un suspiro. Los monstruos que atacaban las
ruinas, los Void. Estos no existían hace mil años. Ni tampoco esta tecnología
mágica tan avanzada o las Espadas Sagradas. ¿Podría realmente encontrarla
en este mundo...?
... La profecía de la Diosa de la Rebelión: Mil años en el futuro, el poder de
la diosa reencarnada renacerá.
La misión de Leonis era encontrar el recipiente en el que se reencarnaría y
posteriormente defenderla hasta el momento de su despertar. Después de eso,
debía reconstruir los Ejércitos de los Reyes Demonio que una vez se
enfrentaron a los dioses.
Esa era la única promesa que Leonis, el Rey No Muerto, le había hecho.
“... Mmm, ugh, aah... Mm...”
El ceño de Lyseria se arrugó suavemente mientras yacía al lado de Leonis.

38 |
(... Se está despertando).
El hechizo de Leonis resultó fructífero, resucitando con éxito a la chica
incluso cuando estaba al borde de la muerte. Aunque el resultado final superó
con creces las expectativas de Leonis...
... Nunca hubiera imaginado que las cosas irían tan bien como lo hicieron.
(Qué inusual. ¿Quizás ella es excepcionalmente compatible?)
Dirigió su mirada a Lyseria, quien se frotaba los ojos somnolienta... Los
síntomas probablemente saldrían a la luz más tarde. Seguramente se
enfadaría cuando supiera la verdad.
(¿Podría caer en la desesperación?) Pensó Leonis, al mismo tiempo que
deseaba que no llegara a odiarlo por ello.
Lyseria, sin embargo, no hizo caso del conflicto interior del chico...
“... ¿Huh...? ¿Huh? ¡¿Huuuh?!” Bajó la mirada hacia su cuerpo y exclamó
con sorpresa.
“Buenos días, Seria-san”. Dijo Leonis.
“Ah...” La boca de Lyseria y sus ojos azul hielo se abrieron ampliamente con
sorpresa, pero después de unos momentos de silencio estupefacto... atrapó a
Leonis en un abrazo.
“... Espera, ¡¿qué?!”
“... Gracias a Dios... Estás a salvo...” Dijo suavemente aliviada.
(... Creía que estaría más preocupada por ella misma).
Leonis suspiró mientras lo abrazaba.
“Erm, se está haciendo un poco difícil respirar...”
“Oh, lo siento... Espera, ¿cómo estoy...?”
Lyseria le soltó y miró hacia su pecho. Su uniforme había sido desgarrado
por las garras del Void y teñido de sangre. La tela aún mostraba cortes
horizontales, pero las heridas en su carne se habían cerrado por completo.
“No puedo creerlo... Pensaba que estaba muerta con toda seguridad...”
“Las heridas no eran tan graves como parecían”. Leonis mintió con
indiferencia. “Gracias a eso, fui capaz de curarte con hechicería sagrada”
“¿Hechi... cería...?” Lyseria lanzó una mirada inquisitiva, observando el
rostro de Leonis con detenimiento.
“Erm...” Leonis fue tomado por sorpresa ante su inesperada respuesta.
39 |
Y tras un momento de reflexión...
Lo comprendió de inmediato... (¿Podría ser que ella no sabe lo que es la
hechicería?)
Ahora que Leonis lo pensaba, no había visto a nadie usar la hechicería
durante la batalla con los Void. Pero Lyseria sí utilizó algún tipo de
herramienta hecha con circuitos mágicos avanzados. ¿Qué significaba todo
eso?
(... No, no es eso. Quizás lo he entendido al revés).
No podían usar la hechicería, así que utilizaban equipos especiales con
circuitos mágicos que cualquiera podía usar sin ningún tipo de
entrenamiento. Todo lo que se necesitaba era un poco de mana.
(Dilo...)
Leonis trató de encontrar las palabras para suavizar las cosas, pero
entonces...
“¿Te refieres al poder de una Espada Sagrada?”
“... Um, sí, ¿supongo?” Leonis decidió ir con eso.
“Ya veo. La Academia Excalibur ha confirmado la existencia de Espadas
Sagradas con poderes de curación”. Lyseria asintió. “Así que eres un
portador de Espada Sagrada. Eso podría explicar realmente por qué los Void
te secuestraron...” Murmuró para sí misma, mientras apoyaba la barbilla en
su mano.
“... Uh, en realidad no sé mucho sobre cómo funciona este poder. ¿Qué son
las Espadas Sagradas, exactamente?” Preguntó Leonis, decidiendo que ahora
sería un buen momento para preguntar.
El término Espada Sagrada en esta época probablemente significaba algo
totalmente diferente a las Espadas Sagradas que el Rey No Muerto conocía
de su propia época.
“Claro, eso tiene sentido. La gente externa a los Assault Gardens
probablemente no lo sabría”.
“Sí”. Leonis asintió.
“Las Espadas Sagradas son un poder que la humanidad despertó para luchar
contra los Void”.
Lyseria explicó que hace sesenta y cuatro años, la humanidad estaba bajo el
ataque de los Void... invasores distorsionados de otro mundo. Tres cuartas
partes de la humanidad desaparecieron en la tragedia.

40 |
Unos años más tarde, cuando la desesperación se cernía sobre ellos, las
personas descubrieron que algunos niños habían comenzado a exhibir
poderes únicos.
“A los niños se les otorgaron dones milagrosos. Podían manipular el fuego,
controlar las corrientes de aire y muchas otras habilidades, todas ellas
capaces de derrotar a los Void. La mayoría de ellas adoptaron la forma de
armas, ¡por lo que llegaron a ser conocidas como Espadas Sagradas!”
“... ¿Así que el arma que usó antes la dama rubia también era una Espada
Sagrada?”
“Sí, era su Espada Sagrada, Drag Howl05. Una manifestación de poder
destructivo. La razón exacta no está clara, pero aparentemente, las Espadas
Sagradas suelen reflejar la personalidad de sus portadores”.
(... Un arma que es una manifestación del alma de uno. Ya veo).
Era un poco difícil de creer inmediatamente, pero si era cierto, éste era un
poder de una categoría totalmente diferente a la magia de la muerte que
Leonis utilizaba... y también de la magia sagrada y de los espíritus.
“Los niños que despiertan el poder de una Espada Sagrada son enviados a la
Academia de Espadachines Sagrados... también conocida como Academia
Excalibur... para perfeccionar y dominar su poder”.
Leonis dedujo que eso significaba que Lyseria también poseía el poder de
una Espada Sagrada. Aunque no la había usado antes...
(... De todos modos, eso significaría que la hechicería que uso sólo existe
como una leyenda desvanecida en esta época).
Otra pieza de información nueva con respecto a este mundo.
(Probablemente debería ocultar que puedo usarla...)
Lyseria se pasó los dedos por las heridas en su pecho.
“Una Espada Sagrada con el poder de curar... Debes tener un corazón muy
bondadoso, Leo-kun”.
“...”
Lyseria sonrió, y Leonis no pudo evitar apartar la mirada.
... ¿Qué tipo de expresión haría al saber la verdad?
“Salvaste mi vida”.

06. “Drag Howl” puede ser traducido como: “Aullido de arrastre”.

41 |
“No, Seria-san, si no me hubieras protegido, esa criatura me habría
asesinado...”
Ante sus palabras, Lyseria jadeó y miró a su alrededor como si recordara
algo.
“E-Es verdad, ¿a dónde fue ese Void?”
“Yo, um, me asusté y cerré mis ojos, pero en algún momento, simplemente
desapareció”. Leonis sacudió la cabeza.
... Técnicamente, no era una mentira.
Leonis había guardado los restos de los tres Void haciendo que su sombra se
los tragara enteros.
“... ¿Desapareció?”
“Sí”.
“Ya veo. Los Void tienen una forma de hacer lo incomprensible...” Lyseria
reflexionó, colocando una mano sobre su hermosa barbilla.
“Erm, ¿qué son exactamente los Void?” Preguntó Leonis por segunda vez.
“... Honestamente, no lo sabemos realmente”. Sacudió la cabeza en silencio.
“Son una amenaza para la humanidad que apareció hace sesenta y cuatro
años. Son un enemigo completamente desconocido. Sus objetivos, dónde
podrían aparecer: Todo es un misterio. El hecho de que sean invasores de
otro mundo es sólo una de las teorías de la Oficina Administrativa. Nadie lo
sabe realmente. Es por eso que los llamamos Void... son el vacío”.
Leonis no pudo evitar preguntarse qué estaba pasando. ¿Estaba el mundo
realmente infestado de monstruos completamente desconocidos?
“Dijiste algunas cosas antes. Ogro y Wyvern...”
“Son clases generales de Void. Se les denomina en base a su apariencia,
como monstruos legendarios que existieron en la antigüedad”.
“Legendarios...” La palabra se atascó en el fondo de la garganta de Leonis.
¿Así que los monstruos que existían hace mil años ya no existen?
Lyseria se puso de pie.
“Podría volver. Deberíamos darnos prisa y salir de aquí”.
“... De acuerdo”.
Lyseria tocó uno de sus pendientes.
“Regina, ¿me recibes?”
42 |
«Seria ojou-sama, ¿se encuentra bien?» La voz aliviada de la chica resonó.
«Me preocupé cuando perdí el contacto con usted. ¿Dónde se encuentra
ahora?»
“Todavía dentro de las ruinas. ¿Qué hay de ese Clase-Ogro?”.
«Recibió ocho disparos de Drag Cannon07 pero finalmente cayó. Bastardo
corpulento».
“Entendido... Nos reagruparemos en la entrada”.
Con eso, Lyseria cortó la transmisión.
“No deberíamos perder el tiempo en un lugar como este. Vámonos”.
(... ¿Un lugar como éste?) Pensó Leonis indignado.

“Ahí está la salida, Leo-kun”.


“Haff, haff... Sí”.
Unas horas más tarde, subiendo por los estratos de la ruina, ambos finalmente
alcanzaron la salida a la superficie.
(Ugh… Tengo que confesar que puede que haya cavado el Mausoleo
demasiado profundo…)
Leonis no pudo evitar arrepentirse de sus acciones anteriores mientras
arrastraba sus tambaleantes piernas. Ascender siete niveles era una dura
prueba para su cuerpo de diez años. Podría haber salido directamente con su
acompañante utilizando el círculo de teletransporte, pero explicarle a Lyseria
cómo conocía tal cosa le pareció más problemático de lo que valía.
“Realmente lo has dado todo”. Dijo Lyseria, caminando delante de él.
Extendió una mano para ayudar al jadeante chico. Sin decir nada, él extendió
la suya también, y ella tiró de él hacia arriba.
(… Mi dignidad como Rey No Muerto está manchada).

07. “Drag Cannon” puede ser traducido como: “Cañon de arrastre”.

43 |
Habían salido por una cueva que conducía al subsuelo en las montañas de la
Ruina. Una ráfaga de viento arenoso sopló hacia ellos. Más allá de la entrada
a las ruinas yacía un vasto desierto. El sol ya había salido, pero estaba oculto
tras una cortina de nubes grises, que proyectaban una lúgubre penumbra
sobre la zona.
(... Las ruinas de Necrozoa están probablemente bajo nuestros pies).
La capital de los muertos, que había florecido y prosperado hace mil años,
yacía ahora sepultada sin dejar rastro bajo la arena. Incluso si fuera excavada,
probablemente no sería más que una cáscara ruinosa...
“Seria ojou-sama...” La tranquila voz de una chica llegó a sus oídos.
Al volverse, ambos vieron a una chica rubia con coletas, que llevaba una
capucha para proteger su rostro de la arena. Estaba sentada sobre un objeto
metálico que probablemente era algún tipo de vehículo. Era la chica que
había usado el cañón antes, Regina.
“Me alegra ver que está bien... Espere, ¿qué es toda esta sangre?”
“Erm, bueno, aah...” Lyseria asintió torpemente. “No pudimos encontrar la
colmena, pero confirmamos la aparición de varios Void más. Deberíamos
reportarlo a la Oficina Administrativa de la academia”.
“¿Varios más? ¡¿Ha luchado contra múltiples Void?!” Dijo Regina,
sorprendida.
“Sí, pero parece que sólo han desaparecido”.
“... Huh”.
Regina dirigió su atención a Leonis, que estaba detrás de Lyseria.
“... ¿Y quién es este niño?”
“Un niño refugiado que encontré y tomé bajo mi protección en la ruina. Los
Void lo secuestraron, y por lo que parece, sus recuerdos se han mezclado”.
“¿Los Void secuestraron a un niño?”
“No podemos negar la posibilidad. Todavía hay mucho que no sabemos
sobre la biología de los Void. Si puede recuperar sus recuerdos, su testimonio
podría ser una fuente de información valiosa”.
Regina asintió estando de acuerdo. “Me pregunto si hay un pueblo de
refugiados cerca”.
“¿Quién puede decirlo? No hemos investigado esta zona en su totalidad, y
por lo que sabemos, podría haber sido traído aquí desde muy lejos por un
Void Tipo-Volador”.
44 |
Regina se puso en cuclillas junto a Leonis, manteniendo su mirada a la altura
de sus ojos. Su gran pecho rebotó mientras lo hacía.
“... ¡¿?!”
“Soy la sirvienta de Seria ojou-sama, Regina Mercedes. Es un placer
conocerte”.
“S-Sí, un placer conocerla...”
... Leonis asintió, abrumado por la visión de sus pechos balanceándose frente
a sus ojos.
“Seria ojou-sama, este chico es sorprendentemente pervertido”. Susurró
Regina al oído de Lyseria.
“... ¡¿Qué...?!”
“Cielos. ¿Qué crees que estás diciendo?”
Ignorando las tonterías de su sirvienta, Lyseria se subió al extraño vehículo.
Tenía tres ruedas y se asemejaba a un pequeño carruaje, pero no había
caballos a la vista.
“¿Qué es esto?”
“Un vehículo militar. Siéntate detrás de mí, Leo-kun”.
Lyseria se inclinó hacia delante y Leonis la abrazó por la cintura. La suave
textura hizo que su corazón se acelerara.
“Esta cosa puede en verdad volar, así que sujétate bien”.
Regina saltó al asiento lateral.
“Siéntete libre de disfrutar al máximo de la sensación del cuerpo de Seria
ojou-sama hasta que lleguemos a la ciudad, chico”.
“¡Deja eso, Regina!” Le reprendió Lyseria mientras daba una patada al pedal.
“¡Whoaaaaaa!”
El vehículo se puso en marcha inmediatamente a gran velocidad.

45 |
El transporte militar levantó una nube de polvo mientras atravesaba el
desierto a una velocidad impresionante.
(... ¡¿V-Va tan rápido?!) La expresión de Leonis era tensa mientras se
agarraba a la cintura de Lyseria con fuerza.
Honestamente hablando, estaba lejos de ser un viaje cómodo. Un mundo de
diferencia con el lobo negro que una vez había montado en batalla. El cabello
plateado de Lyseria caía tras de sí, cepillando suavemente el rostro de Leonis.
La esencia de su sudor llenó sus fosas nasales mientras se aferraba a ella.
“Creo que tomaré una ducha tan pronto regrese a la academia”.
“Sí. Incluso mi ropa interior está llena de arena”. Regina, que estaba sentada
en el sidecar08, tiró del cuello de su uniforme hacia su pecho.
“... Hey, chico, ¿qué estás mirando?”
“¡N-No estoy mirando nada!” Leonis se apresuró a enterrar su rostro en la
espalda de Lyseria.
“Hmm, ¿de verdaaaaad?” Una sonrisa burlona apareció en los labios de
Regina.
(¡Esta chica se atreve a tratar así al Rey No Muerto!)
Lyseria se tapó un oído con una mano y empezó a transmitir un informe a
alguien.
“He rescatado a un niño refugiado. Volveremos a la academia ahora mismo”.
«Recibido. Haré que se abra la puerta y presentaré una solicitud a la
Oficina».
“Sé que soy más joven, pero ¿podrías por favor preparar un uniforme
completo también?”
«¿Un uniforme?»
“Sí, ya te he enviado la información de la talla”.
«... Entendido. Lo tendré preparado».
“... Um. Hay algo que he querido preguntar”. Leonis le dijo a Regina.
“¿Qué es, chico?”
“¿Qué es exactamente un refugiado?”
El rostro de Regina se volvió serio.

08. Un sidecar es un vehículo de una rueda enganchado al costado de una motocicleta, dando como resultado un vehículo de motor de
tres ruedas y con capacidad de transportar una y en algunos casos dos personas adicionales a la motocicleta.

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“Hace sesenta y cuatro años, los habitantes de varios países que fueron
atacados por los Void, se agruparon en colonias que empezaron a surgir. Eso
fue antes de que el imperio iniciara el proyecto: Assault Garden. Las
personas que tuvieron que huir de sus naciones de origen se les llama
refugiados. Los objetivos de los Assault Gardens son descubrir y eliminar el
origen de los Void y también buscar y reunir a los refugiados perdidos”.
“¿Hay muchos refugiados allá afuera?”
“Ni siquiera la Oficina Administrativa del Garden tiene una idea del número
exacto. La invasión del Vacío cambió completamente el mundo, después de
todo”.
“... Ya veo”.
“Realmente perdiste tus recuerdos, ¿huh?”
“... Erm, lo siento”. Leonis habló con un tono nervioso, preocupándose de
que Regina pudiera sospechar.
“No te preocupes. Soy quien debería disculparse. Lo siento”.
“...”
Regina le dirigió al chico una mirada un tanto dócil.
... Tal vez ella sólo se burló de él para ayudarle a relajarse un poco.
“Heh, heh, ¿quizás un pequeño shock te haga recordar?”
La chica se levantó la falda, ofreciéndole a Leonis un vistazo de sus muslos.
“... E-Está bien, ¡estoy bien!”
... Ella no estaba tratando de ayudarlo en absoluto. ¡Regina sólo se burlaba
de él para divertirse!
“¡Regina! ¡¿Qué estás haciendo?!” Preguntó Lyseria, habiendo terminado su
transmisión.
“Pues nada en absoluto, Seria ojou-sama”.
“¡¿Qué harás si Leo-kun se convierte en un niño pervertido?!”
“Si me permite hacer una observación, Seria ojou-sama, todos los chicos ya
son pervertidos”. Regina se encogió de hombros.
... Leonis sacudió su cabeza negándolo rotundamente. El Rey No Muerto
Leonis, no tenía nada que ver con esto. La única razón por la que sus ojos se
dirigieron en esa dirección fue debido a una reacción fisiológica derivada de
su cuerpo adolescente.
El vehículo siguió avanzando por el desierto, hasta que...
47 |
Las nubes grises dieron paso a un vasto cielo azul.
“Casi puede verse en la distancia”.
“... ¡¿?!”
Se protegió los ojos de la deslumbrante luz solar. Era una luz en la que no se
había bañado desde que se convirtió en el Rey No Muerto. Los árboles
punteaban el paisaje; vastas llanuras se extendían en todas las direcciones. Y
más allá...
Pudo ver el océano.
Y...
“... ¡¿Qué rayos es eso?!” Leonis gritó con su voz natural muy a su pesar.
Una inmensa ciudad se encontraba sobre el océano, iluminada por la luz del
sol.
“Este es uno de los últimos bastiones de la humanidad, construido para
oponerse a los Void. Es una de las ocho grandes ciudades-estado construidas
alrededor de la Capital de Camelot. Es un castillo para innumerables
Espadachines Sagrados e instrumento de nuestro contraataque”. Declaró
Lyseria con orgullo.
“El Séptimo Assault Garden”.

48 |
El Séptimo Assault Garden.

El vehículo pasó sobre un enorme puente que cruzaba el mar. El viento rico
con el aroma de la sal revoloteaba entre los mechones de cabello plateado de
Lyseria.
(... La tierra de la oscuridad, ¿huh?)
Este lugar fue una vez una parte de las llanuras. Había sido el escenario de
la batalla final de los Ejércitos de los Reyes Demonio. Hace mil años, el
Archi-Sabio Arakael de los Seis Héroes se fusionó con el Árbol Sagrado y
consumió las fuerzas de los Reyes Demonio en un mar de árboles...
Árboles que ahora duermen en el fondo de este océano.
Sea lo que sea que haya sucedido en los últimos mil años, había cambiado
enormemente el terreno.
(... La zona entera parece haberse transformado en un golfo. Supongo que
se conectó con un océano en algún momento).
Todavía aferrado al cuerpo de Lyseria, Leonis dirigió su mirada a la isla que
se alzaba por delante.
Sí, era una isla.
Una isla extraordinariamente grande, rodeada por murallas. Las paredes
estaban equipadas con innumerables puertos de armas que miraban hacia
ellos.
(Es incluso más grande que la Fortaleza Marítima de Rivaiz...) Pensó
Leonis.
Rivaiz, el Rey Demonio de los Mares, reinó una vez sobre los siete océanos
demoníacos. Encontró su muerte en una derrota mutua contra el mago
Diruda, otro de los Seis Héroes. Ambos habían sido enviados a algún lugar
más allá de esta dimensión.
“¿Es esta tu primera vez viendo un Assault Garden, Leo-kun?”
“Ah, sí... Es increíble. Es difícil creer que hayan podido construir semejante
isla artificial”.
“¿Verdad...? Sin embargo, ¿cómo puedes saber que es artificial?”
“Ah, bueno...”
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Eso era porque no había ninguna isla aquí hace mil años, por lo que
naturalmente concluyó que debía ser artificial.
“Está rodeada por los muros del castillo, y no hay ninguna roca natural
surgiendo del agua”.
“El Assault Garden es un mega-flotador hecho por el hombre. Toda la
electricidad y la comida es producida internamente”. Explicó Regina. “La
ciudad se mantiene aquí en este momento, pero puede desplazarse por el mar.
Los Assault Gardens existen para destruir las Colmenas del Vacío, después
de todo”.
“¿Esta isla puede moverse...?” Leonis tragó, con fuerza.
Los Ejércitos de los Reyes Demonio tenían una fortaleza móvil llamada
[Ciudadela del Cielo Azul], pero no era nada parecido a este lugar en
términos de escala. Si lo que Regina decía era cierto, entonces la humanidad
había alcanzado un nivel sin precedentes de avance tecnológico.
(... ¿Y hay siete ciudades de este tamaño?)
Humanos.
No estaban al nivel de las razas semi-humanas en términos de fuerza y no
eran tan civilizados como los elfos. Pero ahora habían alcanzado un grado de
civilización tan impresionante...
(... Sería prudente analizar la fuerza actual de la humanidad en nombre del
resurgimiento de los Ejércitos de los Reyes Demonio).
Su vehículo no tardó en ser autorizado para atravesar la puerta principal del
Assault Garden.

“A algunos humanos se les otorgó el poder de las Espadas Sagradas.


Aquellos que lo poseen son admitidos en la Academia Excalibur. Luchar
contra los Void no es obligatorio, pero aun así se requiere que uno ayude de
alguna manera”. Explicó Lyseria mientras bajaba del vehículo.
“... Ya veo”.
La admisión en esta academia sería realmente beneficiosa. Racionalmente
hablando, le permitiría aprender más sobre las Espadas Sagradas.

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“Muy bien, nos encontraremos más tarde. Si te pierdes...” Lyseria dijo con
preocupación en su voz.
“Seria ojou-sama, es un camino recto hacia adelante. Estará bien”. Regina le
interrumpió con un toque de exasperación.
Por lo visto, las personas traídas del exterior tenían que pasar por algún tipo
de inspección especial. Leonis se encontraba al principio de un corredor
iluminado por una antorcha de mana. Una mampara metálica se cerró tras él
cuando se separó de las dos chicas. En cuanto se quedó solo, Leonis soltó un
largo suspiro y gritó:
“¡¿Cómo demonios se ha llegado a esto?!”
De acuerdo a su impecable e infalible plan, se suponía que debía despertar
de su sueño milenario entre los vítores de sus fieles devotos y reconstruir los
Ejércitos de los Reyes Demonio para atacar a las fuerzas debilitadas de la
humanidad.
En cambio, la humanidad estaba abrumadoramente avanzada, y la hechicería
antigua había decaído. Además, no se trataba de las razas mágicas de antaño,
sino de unos espectros no identificados llamados Void que recorrían el
mundo sin control.
(... Y encima de todo, me veo de esta manera).
¿Por qué había fallado su hechizo de reencarnación...?
Leonis tenía una teoría. Hace mil años, Leonis había tejido el hechizo a fin
de revivir en su cuerpo de Rey No Muerto. Sin embargo, antes de convertirse
en el Rey No Muerto, había sido un héroe humano. Fue traicionado por la
humanidad y estuvo al borde de la muerte cuando la Diosa de la Rebelión lo
salvó.
En otras palabras, tenía dos vidas pasadas. Una como héroe y otra como el
Rey No Muerto.
Por lo tanto, su plan era reencarnarse en dos fases. Primero, renacería en su
cuerpo original, el de héroe. Después, reconstruiría el cuerpo de Rey No
Muerto que le había sido otorgado por la diosa. Pero, por alguna razón, ese
intento había fallado. Había despertado antes de que su cuerpo de Rey No
Muerto se reconstruyera.
Pero cualquiera que sea el caso...
(... Me llevará tiempo acostumbrarme a este cuerpo). Se quejó amargamente
mientras levantaba los dobladillos vacíos de su manto.
(Aun así, no hay necesidad de ser pesimista).

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Conocer a Lyseria Christaria y venir aquí fue un golpe de suerte, y estar en
esta ciudad le proporcionó un medio eficaz para reunir información.
Leonis miró hacia su sombra.
“... Blackas, Shirley”. Llamó.
*Sss. Sssss. Ssssssssss*
Su sombra comenzó a retorcerse mientras algo oscuro como la obsidiana
salía de ella. El primero en emerger fue un lobo negro con ojos dorados. Su
cuerpo era el doble que el de un lobo normal y su pelaje era más negro que
la noche más oscura.
La segunda sombra adoptó una forma humanoide: una chica de ojos dignos
y poco iluminados, vestida con un elegante y correcto uniforme de sirvienta.
Aparentaba tener unos doce o trece años. Su cabello negro, cortado de
manera uniforme alrededor de sus hombros, tenía un elegante brillo.
“... ¿Me has llamado, amigo mío?”
“¿Me ha llamado, Lonis-sama?”
El lobo negro se dirigió a Leonis como lo haría con un compañero, mientras
la chica se arrodillaba respetuosamente ante él.

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“Ha pasado un largo tiempo, ustedes dos”. Respondió Leonis, saludando con
un gesto de mano bien practicado.
El lobo negro era un hermano de armas, que una vez había recorrido los
campos de batalla a su lado, y era el Príncipe del Reino de las Sombras.
La chica fue una vez una asesina del Reino de las Sombras que había tratado
de reclamar la vida de Leonis. Después de una serie de eventos, se convirtió
en una sirvienta al servicio del Rey No Muerto.
Cuando los Seis Héroes arrasaron con el Reino de las Sombras, Leonis había
permitido que una porción de ellos se refugiara en su sombra. Estos dos eran
sus supervivientes.
... En realidad, había uno más que se mantenía en su sombra, pero si viera a
Leonis tal y como estaba ahora, trataría alegremente de matarlo mientras
dormía.
“En efecto. Ese milenio de letargo se sintió bastante largo”. Respondió el
lobo negro, Blackas, el Príncipe de las Sombras.
Nadie entre los seguidores del Rey No Muerto le hablaría de manera tan
insolente y casual. Sin embargo, Blackas no era un seguidor sino más bien
un amigo e igual de Leonis.
“Mejor dicho, ¿cómo terminaste en esa forma?”
“Un pequeño error de cálculo. Me he reencarnado en el cuerpo que una vez
tuve como humano”. Dijo Leonis con incómoda vaguedad.
“¿El Héroe de la Espada Sagrada, hmm? Creo que es la primera vez que te
veo así”.
“Por la época en que nos conocimos, ya era el Rey No Muerto”.
“Leonis-sama”.
“¿Qué pasa, Shirley?” Leonis volvió a mirar a la chica, quien le miraba
tímidamente.
“Encuentro su aspecto actual excepcionalmente lindo, Leonis-sama”.
“¿Te estás burlando de mí, Shirley?”
“... Por supuesto que no, Leonis-sama”. Shirley se disculpó con nerviosismo.
Hacia su señor, con los ojos entrecerrados, negó con su cabeza.
“... No importa. Los he convocado a ambos porque debo pedirles algo en
particular”.
“Ordéneme lo que desee, Leonis-sama”. La chica inclinó su cabeza.

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“Te prestaré con gusto mi fuerza, amigo mío”. El lobo negro asintió.
“Quiero que investiguen esta ciudad. Este mundo es demasiado diferente de
lo que imaginaba antes de mi regreso”.
Blackas dio un gruñido de consentimiento, mirando a su alrededor con
curiosidad.
“Las cosas en verdad han cambiado más allá de todo reconocimiento
mientras dormíamos”. Coincidió.
“Lo han hecho. La hechicería ha disminuido con los años, por lo que usarla
atraería atención no deseada”.
Para compensar la pérdida de la hechicería, la humanidad había creado una
civilización en torno a artefactos que podían activar la magia. La luz que
iluminaba el corredor habría sido considerada una valiosa herramienta
mágica hace mil años.
“Pero si la hechicería ha decaído, ¿cómo pudieron crear cosas como éstas sin
tener conocimiento de ella?”
“Eso es algo más que necesitamos investigar. En cualquier caso, no puedo
usar mi magia públicamente, por lo que tendré que confiar en ustedes dos”.
“Entendido”.
“Será de acuerdo a su voluntad, Leonis-sama”.
Ambos desaparecieron de nuevo en su sombra. Al dejarles la investigación
de la ciudad, Leonis pudo centrar su atención en la Academia Excalibur.
El chico se adentró en el corredor. De repente, una alarma estridente
comenzó a sonar. Un detector de mana se había activado.
“¡¿Qué?!” Leonis cantó rápidamente un hechizo de ocultación mágica. El
hechizo hizo efecto y la alarma se detuvo.
(... Necesitaré ser cauteloso).

55 |
La examinación tomó unos quince minutos más o menos y fue
completamente sin personal. Al finalizar, Leonis subió a un ascensor.
Cuando la puerta se abrió, salió al exterior bajo la cegadora luz del sol y
encontró a Lyseria esperándole.
“Buen trabajo, Leo-kun”. Le dijo, entregándole una tarjeta. “Esta es tu tarjeta
de identificación. Bueno, una temporal, al menos”.
“¿Tarjeta?” Leonis miró la placa azul con curiosidad.
En su centro había un icono con el sencillo diseño de una espada blanca. No
necesitó usar un hechizo de detección de mana para saber que tenía algún
tipo de magia incorporada.
“Esta es la prueba de tu identidad en el Assault Garden. Asegúrate de no
perderla, ¿de acuerdo?”
“De acuerdo”.
“Entonces dirijámonos a la academia”. Dijo Lyseria, dando unos golpecitos
en el asiento del vehículo, que aún estaba sucio por la arena.
Leonis miró el transporte con confusión, notando que el sidecar no estaba.
“¿Dónde está Regina?”
“Dijo que necesitaba hacer algunas compras, así que se fue al Distrito
Comercial”.
“Ya veo”.
Al parecer, el sidecar podía convertirse en un vehículo de transporte
independiente. Leonis se sentó en el asiento como antes y rodeó con sus
brazos la cintura de Lyseria. El motor retumbó cuando ella pisó el pedal, y
el vehículo bajó a toda velocidad por el túnel.
El suelo estaba pavimentado, por lo que era un viaje mucho más suave en
comparación a cuando habían estado conduciendo por el desierto. El viento
era agradable, y el cabello plateado de Lyiseria se deslizaba detrás de ella
mientras avanzaban. Y cuando salieron del túnel...
“¡¿Qué...?!” Leonis abrió la boca por la sorpresa.
Ante los dos se alzaba una enorme estructura metálica.
“Este es el Distrito Comercial”. Explicó Lyseria. “Impresionante, ¿no es
así?”.
“Eh, sí, supongo”. El chico respondió con falsa compostura.
“Todo el mundo se sorprende la primera vez que lo ve”. La chica de cabello
plateado estaba aparentemente decepcionada por la respuesta de Leonis.
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El edificio estaba provisto de innumerables ventanas. Leonis nunca había
visto nada parecido. La tecnología necesaria para crear un edificio de varias
plantas como éste nunca podría haber existido en su época de origen.
Muchos otros chicos y chicas transitaban por el lugar, todos vistiendo el
mismo uniforme. Claramente, eran compañeros de Lyseria en la Academia
Excalibur.
“Se siente sorprendentemente tranquilo aquí”.
“¿Puedes notarlo?”
“Es el tipo de ambiente que desprende este lugar...”
Estaba bien familiarizado con el aspecto de un país en tiempos de guerra y
encontraba difícil de creer que este lugar estuviera en la primera línea de la
batalla contra los Void.
“El Séptimo Assault Garden nunca ha permitido que un Void penetre en sus
muros”. Explicó Lyseria. “Es la ciudad más nueva, si no contamos el Octavo
Assault Garden. Ese todavía está en construcción. Los Espadachines
Sagrados son enviados a luchar en el frente, pero la ciudad en sí es segura”,
“Ya veo”.
“El Garden está dividido en un Distrito Residencial y otro Comercial, y en
el centro está la Oficina Administrativa, que unifica toda la ciudad. Y la parte
que gestiona los asuntos militares...” La joven levantó un dedo, señalando
hacia adelante.
“... Es la Academia Excalibur, el núcleo de la ciudad”.

57 |
“Antes de que te registremos en la academia, probablemente debas tomar un
baño”.
Tras cruzar la puerta, Lyseria aparcó el vehículo en un estacionamiento libre
dentro de los terrenos de la academia. Las instalaciones de la Academia
Excalibur eran vastas y comprendían varios edificios combinados.
(... ¿Cómo es posible? Este lugar es mucho más grande incluso que el
castillo de un Rey Demonio). Al descender, Leonis se sintió abrumado por la
enorme escala de la academia.
“¿Todas estas son instalaciones de la academia?”
“Sí. En un principio todo es un tanto impresionante”. Lyseria asintió antes
de explicar.
“Ese es el Gran Auditorio”. Comenzó. “Ese edificio de ahí es donde están
las cafeterías. Hay restaurantes en el Distrito Comercial de la ciudad, pero
las cafeterías son económicas, y sus comidas realmente son sabrosas”. El
tour de Leonis continuó. “El área situada justo en el centro de la academia es
el campo de entrenamiento al aire libre. Los estudiantes entrenan utilizando
un régimen personalizado diseñado para adaptarse a las habilidades únicas
de sus Espadas Sagradas. Finalmente, está la biblioteca, los laboratorios, un
salón de baile, instalaciones recreativas y una sauna junto a los dormitorios”.
“Erm, entiendo para qué sirve el campo de entrenamiento, pero ¿para qué se
necesita un salón de baile y una sauna?” Se preguntó Leonis en voz alta.
“Las Espadas Sagradas son armas que nacen del corazón. Descuidar las
necesidades de tu corazón inhibe tu capacidad para ejercer ese poder. De
hecho, el Assault Garden tenía unas instalaciones de entrenamiento más
estándar, pero los resultados no fueron del todo satisfactorios”.
“... Ya veo”.
Así que este lugar empleaba metodologías de entrenamiento menos
ortodoxas.
Ambos continuaron caminando, dirigiéndose hacia una avenida rodeada de
árboles de hoja ancha. Pasaron junto a un grupo de chicas con el mismo tipo
de uniforme azul marino que llevaba Lyseria. Las chicas le dieron una
mirada a Leonis y rápidamente le lanzaron todo tipo de comentarios
inapropiados para el Rey No Muerto, como: “¡Míralo, es tan lindo!”
“¿Son más comunes las chicas en esta academia?”
“La proporción de géneros es más o menos 50-50 por ciento, pero en este
sector están los dormitorios de las chicas...” Lyseria se detuvo.

58 |
“... ¿?”
Leonis miró a la chica de cabello plateado. Su expresión era tensa, sus labios
se fruncieron. De pie, a unos pocos pasos, había un chico rubio con el
uniforme de la academia.
“Bueno, pero si no es Lyseria-sama. Hola. ¿Qué te trae por aquí?”
“Muselle Rhodes...” Lyseria retrocedió con cautela un paso.
(... No parece que sea amigo suyo).
El joven llamado Muselle era seguido por un grupo de cuatro chicas de la
academia, todas hermosas... Aunque, por supuesto, ninguna era rival para la
belleza de la chica que estaba al lado de Leonis.
El propio Muselle tenía un rostro apuesto, aunque su expresión vulgar apenas
encajaba con él. Emitía una especie de aire rudo mientras miraba a Lyseria
de arriba abajo, evaluándola.
... Había algo en él que resultaba desagradable.
“Vamos, Leo-kun”. Lyseria tiró del brazo del chico para alejarlo.
“¿Hmm? ¿Y a dónde irías?” Muselle y las chicas ya le esperaban
bloqueándole el camino. Sus zapatos chirriaron ligeramente al moverse.
“... Por favor, háganse a un lado”. Pidió Lyseria.
“Vamos, no hace falta ser tan fría... Hmm, ¿quién es este chico?” El joven
miró hacia abajo, obviamente notando a Leonis por primera vez.
“Puede que seas mi senpai, pero quien es él no tiene nada que ver contigo”.
Lyseria le miró fijamente, decidida. Su adversario reprimió una carcajada.
“¡Vaya! ¡¿No es esto fantástico?! ¡El escuadrón de desertores está
incorporando a un niño ahora!”
“... Kh. Es un Espadachín Sagrado de pleno derecho”.
“¿Este chico? Ah, ha, ha, ¡ahórrate las bromas!” La voz de Muselle era
descarada mientras miraba a Leonis con desprecio.
(... Santo cielo. La ignorancia es realmente una bendición, ¿no?) El Rey No
Muerto se encogió de hombros mentalmente.
En cualquier otra situación, habría reducido a este chico a cenizas cien veces
y lo habría reanimado como un guerrero esqueleto, el más bajo de los
sirvientes no muertos. Si Shirley hubiera estado aquí, este mocoso sería
ahora una mancha en el suelo.

59 |
(... Pero supongo que no puedo culpar a nadie por dudar de mis habilidades
debido a mi aspecto actual. Dejaré pasar su actitud, aunque sea sólo para
no llamar la atención).
Al ver que Leonis ni se inmutaba por su provocación, Muselle volvió a
centrar su atención en Lyseria. “Deberías dejar de esforzarte tanto y unirte
ya a mi pelotón, Lyseria Christaria. Si te unes al pelotón mejor clasificado,
tal vez se te permita permanecer en la academia”. Los labios de Muselle se
torcieron en una sonrisa, y habló como si quisiera asegurarse de que Leonis
le escuchara. “Incluso si no puedes manifestar una Espada Sagrada a pesar
de ser la hija de tan distinguidos Espadachines Sagrados”.
“... ¡!”
Lyseria miró hacia Muselle entrecerrando los ojos.
(¿No tiene una Espada Sagrada?) Pensó Leonis desconcertado. (Ahora que
recuerdo, ella no usó una en la ruina).
No... No es que no la tuviera. No podía.
Por eso tuvo que saltar y usar su cuerpo para proteger a Leonis de las garras
del Void. Pero si ese era el caso, ¿por qué estaba inscrita en una academia
para la formación de Espadachines Sagrados...?
“No tienes que lanzarte a las peligrosas investigaciones del Vacío. Sólo
tienes que unirte a mi colección de juguetes”.
La sonrisa de Muselle adquirió un brillo vulgar y pervertido cuando cogió a
una de las chicas que estaban a su lado y empezó a acariciar sus pechos. La
chica sólo se estremeció en una débil reacción, pero no mostró ninguna
resistencia, al igual que una muñeca que carece de voluntad propia.
Simplemente dejó que Muselle la manoseara a su antojo.
(¿Qué es eso? ¿Una especie de hechizo de esclavización o manipulación
mental? No...)
La hechicería de hace un milenio se había perdido con el tiempo. En ese
caso...
(Debe ser una Espada Sagrada...)
... Leonis comprendió. Las Espadas Sagradas podían ser más que el Tipo-
Cañón que tenía Regina. El Rey No Muerto tendría que ajustar su percepción
de lo que podría ser una Espada Sagrada.
“... Me niego”. Respondió Lyseria rotundamente.
Muselle chasqueó la lengua con molestia.

60 |
“¡¿Te atreves a ignorar la buena voluntad que te muestro?!” Gritó.
Claramente irritado, apartó a la chica que estaba acariciando.
(¿Llamas a esto buena voluntad...?) Leonis empezaba a cansarse.
Este joven parecía albergar algunos deseos distorsionados... una lujuria
deformada por Lyseria.
(Ella es lo suficientemente justa como para hacer que el Rey No Muerto se
detenga asombrado, después de todo).
“... Hazte a un lado”. De nuevo, Lyseria intentó ignorarlo y alejarse.
“... Tch. Espera. ¿Qué ocurre con esa actitud? ¡¿Te crees mejor que yo?!”
“... ¡Ow!” Un sonido de dolor salió de la boca de la chica mientras su
expresión se endurecía.
Muselle la había sujetado de su cabello plateado.
... En ese momento, el aire a su alrededor se tornó frío y estático.
“¿Q-Qué...?” Muselle se congeló en su sitio. Parecía como si de repente
hubiera sentido la presencia de la muerte sobre él. Como si una dura mano
hubiera agarrado su corazón. Cada poro de su cuerpo estalló en un sudor frío.
“...”
Leonis golpeó el talón de Muselle con la punta de su zapato. Sólo eso fue
suficiente para que el joven cayera de rodillas, como si sufriera de debilidad.
A los ojos de Lyseria, parecía que se había desplomado de repente en el lugar
sin ninguna razón.
“... ¡Ah, guh, aaah...!”
Muselle no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero sentía que la
sensación de muerte se apoderaba de él, ahogando sus palabras.
“Uh, ¿Se encuentra bien, señor?” Preguntó Leonis con una ignorancia
fingida. Se arrodilló y tomó el brazo de Muselle.
“¡Ahhh...!”
Un repentino torrente de terror instintivo hizo que Muselle se apartara, pero
Leonis no estaba dispuesto a dejarlo escapar. Acercó su rostro al oído de
Muselle y le susurró:
“Un bastardo como tú no tiene derecho a tocar su cabello. Esta mujer es mía”.
Susurró cada palabra con claridad para asegurarse de que lo entendiera.
“... ¡¿?!"

61 |
Leonis liberó su brazo.
“¿Q-Qué? ¿Qué demonios estás...? ¡M-Maldición!” Muselle se levantó a
toda prisa. “¡Espada sagrada, Activate!” Gritó con una expresión intensa.
“¡Leo-kun...!” Lyseria dio un paso adelante por reflejo para cubrir al chico.
Pero en ese momento...
“Muselle Rhodes. El uso no autorizado de una Espada Sagrada está
prohibido”. Una voz digna llegó a sus oídos desde algún lugar cercano.
Muselle chasqueó la lengua con molestia y bajó sus manos. Al darse la
vuelta, vieron que la advertencia había venido de una chica con el uniforme
de la academia que había estado siguiendo un orbe que levitaba. Su larga
cabellera negra le llegaba hasta la cintura y se balanceaba con cada uno de
sus pasos. Su expresión era intrépida.
“Además, este sector pertenece al dormitorio de las chicas. Si no te marchas
de una vez, tendré que denunciarte a la Oficina. ¿Está claro?”
“Guh... ¡R-Recordaré esto!”
Muselle miró primero a la chica de cabello negro y luego dirigió una mirada
de odio a Leonis antes de marcharse con sus cuatro seguidoras detrás de él.
(... Eso fue un poco vergonzoso de mi parte... enfurecerme tanto por una
mosca como él.)
Leonis era consciente de que no debía hacer nada para hacerse notar aquí en
la Academia Excalibur. Eso podría obstaculizar sus futuros planes para esta
ciudad. Pero en el momento en que ese miserable tocó su cabello... el aura
de muerte que Leonis mantenía oculta comenzó a deslizarse, ligeramente.
(No es que lo lamente).
Leonis era el más tolerante e indulgente entre los Reyes Demonio, pero
incluso eso tenía sus límites.
Después de todo, Lyseria Christaria ya era su sirviente.
“¡Fine-senpai!”
“Al parecer, Muselle Rhodes ha puesto sus ojos en ti. Mis condolencias”.
La chica se acercó a los dos. Era una joven hermosa, con un cabello negro y
elegante que podría haber sido hilado de la propia oscuridad de la noche. Era
un poco más alta que Lyseria y poseía un aire maduro a su alrededor.
Con un movimiento de su brazo, el orbe de luz que flotaba a su lado
desapareció en el aire.

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(¿Era ese orbe una Espada Sagrada, también...?)
“Gracias por tu ayuda, senpai”. Lyseria inclinó su cabeza en señal de
gratitud.
La joven de cabello negro negó con la cabeza y después se puso en cuclillas
para mirar a Leonis.
“Así que tú eres el chico que encontró en la ruina”.
“Sí”. Leonis asintió, sintiendo que su pulso se aceleraba.
... ¿Todas las chicas que conocía Lyseria tenían grandes pechos?
“Soy Elfine Phillet. Me desempeño como operadora de pelotón”.
“... ¿Elfine-san?”
Leonis recordó el nombre. Era la persona con la que Lyseria se había
comunicado antes. Su voz era tranquilizadora, como si de alguna manera lo
envolviera con una manta.
“Soy Leonis Magnus. Lyseria-san me rescató en la ruina”.
“Heh, heh. Supongo que eso te convierte en el pequeño Leo-kun”. Dijo,
palmeando suavemente su cabeza.
... Entre ella y Lyseria, ¿por qué todo el mundo se empeñaba en acortar el
nombre del Rey No Muerto?
“Bienvenido a la Academia Excalibur. Te recibimos con los brazos abiertos.
Precisamente acabo de recibir tu uniforme de la oficina. La talla debería ser
la adecuada, creo...”
Extrajo de su bolsa un uniforme doblado y se lo entregó a Lyseria.
“Gracias, senpai”.
“¿Vas a hacer que registren su Espada Sagrada ahora?”
“Pensaba llevarlo al dormitorio primero. Para que se bañe y se cambie”.
“Oh, ya veo. Probablemente tú también deberías tomar un baño, Seria”.
“... ¡¿Huh?! ¿Huelo...?” Sorprendida, Lyseria olfateó su manga. “¡¿Huelo,
Leo-kun?!”
“Bueno, no me importaba...”
“...” Los hombros de Lyseria cayeron.
“No te preocupes, no hueles”. Elfine la tranquilizó con una sonrisa irónica.
“Sólo estás llena de arena”.

63 |
“Por cierto, ¿también vas a volver al dormitorio, senpai?” Preguntó Lyseria.
“Tengo algunos datos de la investigación del Vacío que necesito presentar a
los Caballeros. Definitivamente hay algo debajo del mar en este sector”.
“¿Algo? ¿Como ruinas?”
“Es difícil de decir. Los Caballeros han enviado equipos de investigación de
élite para comprobarlo, pero…”
(... ¿Bajo el mar, hmm?) La conversación captó el interés de Leonis. El lugar
de la batalla final de los Ejércitos de los Reyes Demonio se encontraba aquí,
bajo el océano. Justo bajo sus pies...

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Sirviente del Rey No Muerto.

“Este es el dormitorio de las chicas de nuestro equipo”.


La unidad de Lyseria vivía en el dormitorio Hræsvelgr. Estaba bastante
apartado del centro de la Academia Excalibur, donde la mayoría de las
instalaciones estaban concentradas. Su aspecto parecía contraponerse a los
diseños rectilíneos de los edificios de la ciudad, siendo más parecido a la
visión familiar de una mansión de la nobleza.
(... ¿Retro-cultura09, creo que se llamaba?)
Probablemente se utilizó la arquitectura del antiguo reino de Londirk como
tema. Londirk era un gran reino que una vez comandó cuerpos de Caballeros
Mágicos, pero la nación eventualmente se sometió al ejército de los muertos
de Leonis y le juró lealtad.
“Los dormitorios son asignados según los logros de un Pelotón”. Explicó
Lyseria, empujando la puerta para abrirla.
“Pelotón…”
... Ese sujeto, Muselle, le había dicho a Lyseria que se uniera a su pelotón.
“Es una unidad táctica en la que se despliegan los Espadachines Sagrados.
Suelen estar conformados por cinco o seis personas”. La chica continuó.
Explicó que la Academia Excalibur organizaba Pelotones para luchar contra
los Void. Las Espadas Sagradas tenían una amplia variedad de habilidades,
por lo que se recomendaba que los miembros con habilidades que se
complementaban entre sí formaran equipo y trabajaran juntos. No había
limitaciones en cuanto al género o la edad de los miembros, y no era raro que
los alumnos de cursos superiores se asociaran con estudiantes más jóvenes.
“La academia funciona con un completo sistema de méritos. Además de las
misiones a las que son enviados los Pelotones, hay encuentros de
entrenamiento entre Espadachines Sagrados y todo tipo de otras pruebas. Los
Pelotones mejor clasificados consiguen alojarse en los dormitorios más
nuevos. El dormitorio Fafnir tiene aire acondicionado, el más nuevo equipo
de entrenamiento, un jacuzzi, ¡e incluso una sauna!”
“... Y-Ya veo”.

09. El estilo retro (también conocido como "inspirado por lo vintage") es un estilo que deriva conscientemente o imita tendencias,
música, modas o actitudes del pasado.

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Lyseria estaba obviamente bastante apasionada sobre el tema, pero Leonis
no logró más que dar una vaga respuesta. No tenía la menor idea de lo que
era un jacuzzi. Probablemente algún tipo de sistema de armas.
La habitación de Lyseria estaba subiendo las escaleras, en el segundo piso.
“Entra, siéntete como en casa...” Lyseria entró primero y le indicó que la
siguiera.
“Podría ser un poco tarde para preguntar esto, pero ¿está bien que esté en un
dormitorio de chicas?”
“Está bien, Leo-kun. Todavía eres un niño”
Leonis no estaba seguro de lo que significaba [Esta bien], pero entró de todas
formas. La habitación estaba cuidadosamente amueblada. Había un sofá con
cojines, una cama con sábanas limpias y una mesa de madera con una tetera
de porcelana. Sobre el alféizar de la ventana había una maceta con un cactus
decorativo.
Era muy diferente de la atmósfera opresiva del Death Hold del Rey No
Muerto.
“Estar en tu propia habitación ciertamente es relajante…” La chica de
cabello plateado se sentó en el borde de su cama y comenzó a quitarse los
calcetines.
(¡Estoy aquí mismo, sabes...!) Pensó Leonis, su corazón se aceleró pese a
todo. La vista de sus muslos sanos y torneados que se asomaba por debajo
del dobladillo de su falda era deslumbrante. (Tal vez debería aclarar mi
garganta para recordarle que estoy en la habitación).
... Pero señalar eso dejaría claro que estaba mirándole de esa manera.
(¡¿P-Por qué me estoy poniendo tan nervioso?! Soy un Rey Demonio; ¡sólo
necesito exponer con confianza mis intereses).
Y habiéndose convencido, Leonis desvió ligeramente su mirada.
“Oh, Leo-kun, ve tú primero al baño, ¿de acuerdo?” Lyseria señaló a una
puerta mientras empezaba a desabrochar los botones de su blusa.

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El agua tibia se derramó sobre la piel de Leonis, y el vapor blanco se elevó
y nubló su visión. El baño adjunto a la habitación de Lyseria era
sorprendentemente grande. El chico conocía baños privados como estos,
pero estaban reservados para los nobles y la realeza. La gente común
utilizaba los baños públicos o las aguas termales.
(Ella parece ser de origen noble...)
Lyseria tenía una sirvienta personal y se comportaba con una refinada
gentileza.
El agua caliente de la ducha llovió, empapando el cabello negro del Rey No
Muerto.
(Debe tratarse de algún artefacto mágico que emplea la hechicería de agua
y fuego...)
Con curiosidad, miró el tapón de la ducha. Tenía grabado la forma de un
león. Había sido diseñado para funcionar incluso con la más mínima reacción
de mana.
Era difícil creer que algo tan avanzado como esto pudiera existir mientras la
hechicería había sido totalmente olvidada.
En la época de Leonis, la hechicería era un poder único asociado a quienes
tenían el talento para utilizarla. Pero en esta época, la humanidad había
desarrollado tecnologías que permitían a casi cualquiera hacer uso de ella.
(... Y de este modo la hechicería, que requiere una habilidad innata, se volvió
innecesaria).
La hechicería fue dejada de lado, pero con la aparición de un nuevo
enemigo... los Void... la humanidad desarrolló una nueva arma para oponerse
a ellos: Las Espadas Sagradas. Un poder inusual que difiere de la hechicería
en un nivel fundamental.
(... Probablemente no se trate de un poder originado en este mundo).
No tenía nada que lo confirmara, pero el Rey Demonio así lo creía. Lyseria
lo había denominado como un regalo que el planeta otorgaba a la humanidad.
Pero, ¿realmente el planeta tiene ese tipo de poder...?
Void, Espadas Sagradas... todo era demasiado diferente de la época con la
que Leonis estaba familiarizado. Incluso si intentara reconstruir los Ejércitos
de los Reyes Demonio, le faltaba información sobre este mundo. Un error
ahora no haría más que causarle más problemas.
Y más importante aún, ¿realmente se había reencarnado en este mundo?

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(Por ahora, debería esperar que Shirley y Blackas regresen con sus
reportes).
Leonis cubrió sus manos con jabón espumoso y comenzó a enjuagarse el
cabello.
(... A propósito, escuché algo interesante antes).
Recordó la conversación que había escuchado por casualidad poco antes.
Ciertas ruinas habían sido detectadas en el lecho marino. Casualmente,
Leonis sabía exactamente qué eran esas ruinas. Esta zona era donde se
encontraba el Death Hold, la Fortaleza de Necrozoa. También fue el lugar
de la batalla final entre los Seis Héroes y los Ejércitos de los Reyes Demonio.
Lo que significaba que debajo de estos oleajes dormían los restos de
innumerables muertos vivientes y monstruos, así como el Archi-sabio
Arakael Degradios, quien se había fusionado con el Árbol Sagrado.
(... El Archi-Sabio también tenía una especie de inmortalidad, pero ni
siquiera él debería haber sido capaz de sobrevivir en el fondo del océano).
Pero el hecho de que los Void se hubieran originado allí era interesante.
(¿Sólo una coincidencia, quizás? ¿O tal vez?)
Pero justo cuando el pensamiento cruzó su ahora espumosa cabeza...
“Leo-kun, ¿estás todo bien ahí dentro?”
“Sí, el agua tiene la temperatura justa... ¡¿Aaaah?!” Leonis se giró por reflejo
hacia la voz y dejó escapar un grito.
El cabello plateado revoloteaba desde el otro lado de la habitación llena de
vapor... Piel tan blanca como la nieve virgen... Un par de pechos aparecieron
ante sus ojos.
“... ¡Aaah, erm...!”
Leonis casi tiró una cubeta.
“¡¿Qué pasa, Leo-kun?!” Lyseria preguntó con sorpresa.
“¡¿P-Por qué?!”
El Rey No Muerto cayó y su trasero colisionó con el suelo de baldosas.
En su pánico, se olvidó incluso de cubrir su rostro con sus manos, lo que le
permitió ver perfectamente su hermosa apariencia desnuda. Mechones
plateados y húmedos se aferraban a su piel desnuda. Era como si la diosa de
la luna hubiera descendido a la tierra.

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“¿Qué sucede? ¿Te da vergüenza que te vea desnudo? Los chicos no deberían
avergonzarse por eso”.
(¡No, no, no soy yo quien debería avergonzarse aquí...!) El pensamiento
prácticamente gritó en la mente de Leonis.
... ¿Quizás esto era considerado como algo normal en este extraño mundo
post-milenario?
(... ¡Quizá el sentido de la decencia de esta época también difiera del mío!)
Dejando de lado cuán extraño era que un Rey No Muerto estuviese
preocupado por el decoro, Leonis estaba bastante sorprendido. Su confusión
llamó la atención de Lyseria. Observó al chico con detenimiento.
“¡Aah!” Exclamó de repente.
“¿Q-Qué sucede...?” Preguntó Leonis, con una pizca de miedo en su voz.
“¡Se supone que debes usar champú en tu cabello, no jabón!”
“... ¿Huh?”
Ella frunció el ceño y sentó a Leonis en una silla.
“Tienes un cabello muy bonito; no deberías dañarlo de esa manera”.
Vertió agua caliente sobre su cabello y comenzó a enjuagarlo.
“Puedo lavarme por mí cuenta...”
“¡Noooo! Deja que tu Onee-san se encargue”.

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“... ¡¿?!”
Leonis cerró sus ojos con fuerza mientras sentía que un poco de champú se
introducía en ellos.
“Qué piel más encantadora. Es difícil de creer que no hayas vivido en la
ciudad”.
Lyseria empezó a frotar su espalda con una esponja. Esta chica tenía a su
merced al más grande de los Reyes Demonio. Cada tanto, Leonis sentía una
sensación suave y blanda contra su espalda. Mientras su pulso se aceleraba,
hacía esfuerzos conscientes y dolorosos para no reflexionar sobre cuál podría
ser su origen. Por otra parte, a Lyseria no parecía importarle en absoluto
presionar su piel contra la de él.
(¿Es debido a este cuerpo infantil, o...?)
Cualquiera que fuera la razón, la sensación de sus delgados dedos
enjuagando su cabello era agradable... Hasta que sus manos se detuvieron de
repente.
“... ¿Podría hablarte un poco de mí?” Le preguntó.
“Claro”. Leonis asintió.
Cerró el agua de la ducha.
“... Mis padres fueron asesinados por los Void”. Confesó en un susurro. “Lo
llamaron Estampida... una catástrofe imprevisible y a gran escala instigada
por un Void que comandaba a otros. Ocurrió hace seis años. Mi antiguo
hogar, el Tercer Assault Garden, fue destruido en una sola noche”.
Continuó detallando que sus padres eran Espadachines Sagrados y
comandantes de los cuerpos de asalto, y que habían muerto en el
cumplimiento de su deber, defendiendo a los civiles. Los únicos miembros
de la Casa Christaria que sobrevivieron fueron ella y su sirvienta, Regina.
“Las fuerzas de búsqueda y rescate nos encontraron diez días después. Se
esperaba que la hija de dos Espadachines Sagrados mostrara el mismo poder,
por lo que fui admitida en la Academia Excalibur. Pero...” Lyseria se sumió
en un amargo silencio.
“¿No puedes manifestar una Espada Sagrada...?”
“... Así es”. Lyseria asintió. “Lo que dijo Muselle es verdad. No he
despertado el poder de una Espada Sagrada”.
Según Lyseria, los niños con el factor que permitía originar una Espada
Sagrada manifestaban al menos parte del poder a los diez años de edad como
mínimo y a los catorce como máximo.
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Y en casos como el de Lyseria, en el que ambos padres eran Espadachines
Sagrados, la probabilidad de que el niño manifestara el poder era cercano al
90%.
Pero a pesar de todos sus esfuerzos, no pudo manifestar una Espada Sagrada.
Se empeñó en hacer exploraciones en las ruinas, pensando que un arma dada
a la humanidad para combatir los Void podría materializarse más fácilmente
cuando luchara contra ellos.
“Eso es una imprudencia...”
“... S-Sí... lo sé”. Lyseria agachó su cabeza ante el comentario de Leonis.
“Pero si no manifiesto el poder una Espada Sagrada pronto, perderé mi
derecho a estar aquí”.
Su voz estaba teñida de ansiedad y amargura... Leonis entendía
perfectamente cómo se sentía. Esa sensación de querer el poder más que
nadie, pero ser incapaz de alcanzarlo. Al igual que él había deseado una vez
el poder para proteger a sus seres queridos.
“Pero creo que eventualmente materializaré una Espada Sagrada”. Lyseria
apretó sus puños contra su pecho.
“Erm, Leo-kun...” La voz de Lyseria era ahora un susurro.
“¿Qué te parecería unirte a mi Pelotón?”
“... ¿Yo, unirme a tu Pelotón?”
Sintió que ella asentía suavemente.
“Por supuesto, no tienes que hacerlo si no quieres...” La joven bajó la cabeza.
“Eres libre de unirte al Pelotón que quieras. Tu Espada Sagrada puede curar
heridas, así que estoy segura de que muchas otras unidades te querrán...”
Lyseria aceleró las palabras en voz baja.
(... ¿Es un intento de reclutarme?)
“Así que es por eso que has estado empleando tus artimañas femeninas.
Quizás te he juzgado mal”.
“A-Artimañas… fe-femeninas... ¡No, no es eso en absoluto!” Nerviosa,
Lyseria se apresuró a apartar su cuerpo de Leonis.
“Sólo estoy bromeando”. Dijo Leonis. “Pero no podrías culparme si te
malinterpretara, ¿verdad?”
“... Podrás tener una cara bonita, pero eres un abusador por dentro”. Lyseria
infló sus mejillas.

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... Pero Leonis sabía que era una persona justa y honesta. Por ello le había
dicho que no podía usar una Espada Sagrada antes de pedírselo.
Una chica que no podía manifestar una Espada Sagrada... Una chica a punto
de ser expulsada de la academia. Exceptuando a personas con segundas
intenciones como esa escoria de Muselle, no había muchos que vieran algún
beneficio en hacer equipo con una chica como Lyseria.
(... Pase lo que pase, era mi intención quedarme con ella de todos modos).
Después de todo, sería mejor tener a su sirviente a su lado.
“... Si te unes a nuestro Pelotón, siempre tendrás sabrosos dulces cuando los
quieras”.
“¿Tratando de enrolarme con comida esta vez?”
“¡E-Eso no es...!”
Fue entonces cuando sucedió.
“¿H-Huh...?”
Lyseria se tambaleó, como si fuera golpeada por un repentino mareo.
“Ah... ¿Estás bien?” Leonis la atrapó sosteniendo sus hombros.
Probablemente ni ella misma se daba cuenta, pero... su cuerpo estaba
terriblemente frío, como el de un cadáver.
“Ah, lo siento, yo... de repente me siento muy débil...”
(... Parece que está a punto de llegar a su límite).
La respiración de la chica se volvió rápidamente agitada, y la luz comenzó a
desvanecerse de sus ojos azul hielo. Leonis la apoyó contra la pared, para
colocarla en una posición más cómoda.
“Lo siento. Te mentí”.
“... ¿Huh?” Lyseria miró a Leonis con expresión aturdida.
“... Lo que usé para curarte... no fue el poder de una Espada Sagrada, Seria-
san”.
Lo que había hecho ni siquiera podía considerarse propiamente como una
curación. Porque a pesar de todo, ella ya estaba...
“¿Le... o...-kun?”
“Lyseria Christaria ya está muerta”.

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“L-Leo-kun... ¿Qué estás... diciendo...?” Preguntó Lyiseria entre
respiraciones agitadas.
Su expresión evidenciaba que la joven no había entendido lo que el chico
había dicho.
(Bueno, supongo que es natural...)
A Leonis le dolió ver a Lyseria en ese estado. Desvió la mirada mientras
continuaba explicando.
“No hay duda de que un monstruo en las ruinas te mató, Seria-san. Y mi
poder sólo gobierna sobre la muerte, así que no puedo resucitar una vida que
se ha perdido”.
Era verdad; el Rey No Muerto Leonis no podía usar magia sagrada. Por lo
tanto, había tenido que usar magia del Reino de la Muerte para resucitarla
como no-muerta.
“P-Pero yo...”
“Por desgracia, sólo pareces estar viva”. Leonis negó con su cabeza. “Este
sello es la prueba”.
“... ¡¿?!”
Un sello carmesí surgió en su muslo.
“¿Qué... es esto...?”

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“Un hechizo de Décimo-Orden llamado Crear Antiguo No-Muerto.
Honestamente, era una apuesta si tendría éxito o no. Podría haberte reducido
a cenizas o convertido en un Ghoul08 sin mente...”
Sin embargo, el resultado actual superó las expectativas del Rey No Muerto.
Un sello que brillaba de color rojo sangre sólo surgía en aquellos sirvientes
no muertos de mayor nivel y poder...
“... Eres una Reina Vampiro. El rango más alto posible para un ser no-
muerto”.
Para convertirse en una Reina Vampiro, se necesitaba un tipo de alma noble
que fuera digna de ser gobernante de la noche. También se requería que el
sujeto fuera una doncella pura e inmaculada...
“Una... ngh... Vampiro... Khh, gaah...” Lyseria gimió.
“No te preocupes, son sólo tus reservas de mana las que se están agotando.
Sopórtalo un poco más”. Leonis se arrodilló junto a ella.
Trazando el sello en su muslo con la punta de su dedo, el chico dejó que
algunas de sus enormes reservas de mana fluyeran hacia ella.
“... Aaah, mmm...” Lyseria se mordió el labio, como si quisiera contener un
gemido indecente.
“Ah... Haaah... Nnn...”
El azul pálido de los ojos nublados de Lyseria se volvió de un carmesí
ardiente. Dio un trago audible.
“Aaah, nnn...”
Su primer impulso vampírico inducido por el mana fue intenso. No era una
condición que pudiera ser controlada con algún tipo de fortaleza mental.
Leonis extendió su pulgar hacia la chica. Lyseria lo recorrió con su lengua,
aturdida, antes de hundir sus afilados dientes en la carne.
“... Ugh...”
No había dolor, pero Leonis contorsionó su rostro ante la sensación de picor.
El maná comenzó a correr el cuerpo de la vampiresa, transmitiéndose a través
de la sangre del Rey No Muerto. Su cabello plateado comenzó a brillar.

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Después de aproximadamente una hora, Lyseria finalmente se había
calmado. El mana recién suministrado estimuló su corazón para que volviera
a latir, y su temperatura volvía gradualmente a la normalidad.
“... ¿Quién eres?” Preguntó, tumbada bajo sus sábanas.
Habiéndose calmado, la realidad de su existencia como no-muerta
comenzaba a imponerse.
“Soy un antiguo mago que fue resucitado”. Leonis asintió con la cabeza
mientras se ponía la camiseta de su uniforme.
Mantuvo su estatus como Rey No Muerto en secreto, y en su lugar explicó
que era un antiguo mago que dormía en el cristal que Lyseria había
encontrado, y que era capaz de utilizar el arte perdido de la hechicería. Aclaró
que era su magia la que le había convertido en su sirviente.
Lyseria escuchó en silencio la explicación antes de hacer una pregunta:
“¿Hechicería? ¿No una Espada Sagrada?”
“En la época en la que vivía, utilizábamos hechizos”.
“Ya veo...”
No parecía estar totalmente convencida todavía, pero...
Lyseria volvió a mirar su cuerpo.
“... De acuerdo. Te creeré”. Dijo la chica con un ligero suspiro. “Realmente
parece que he muerto...”
“Lo siento. Esta era la única forma en que podía salvarte con mi magia”.
“... Lo entiendo”.
El shock de la joven era evidente, pero los hechos eran claros como el día.
No había nada que hacer más que aceptarlos. Asumió la situación más rápido
de lo que Leonis esperaba.
(Aunque está claro que todavía se siente en conflicto con todo esto).
Era fácil de entender.
Lyseria se refugió más profundamente bajo las sábanas.
“Así que ya no soy más un humano, ¿verdad?”
“Ese... sería el caso, sí”. Era una noticia desagradable que Leonis tenía que
transmitir.

08. Ghoul: Es un demonio necrófago que, según el folclore árabe, habita en lugares inhóspitos o deshabitados y frecuenta los
cementerios. Están clasificados como monstruos no muertos. Los Ghoul profanan las tumbas y se alimentan de los cadáveres, pero
también secuestran niños para devorarlos.

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“¿Crees que todavía soy capaz de obtener el poder de una Espada Sagrada?”
“No lo sé”.
Leonis no tenía forma de saber sobre ese poder desconocido. Sin embargo,
tampoco podía decir con certeza que no hubiera ninguna posibilidad.
“Ya veo...” Lyseria se quedó en silencio por un momento. “Pero me has
salvado la vida, ¿verdad?”
“...”
Una chica tan buena. Ella había muerto para salvar a Leonis, así que tenía
sentido para él devolver esa amabilidad de alguna manera. Pero incluso si
señalara eso, Lyseria no se lo echaría en cara.
“... Entonces, está bien. Estoy agradecida”. Dijo, abrazando una almohada.
“¿Huh?”
“Estoy mejor de esta manera que morir en las ruinas, ¿no?”
“Bueno, supongo que sí, pero...” El más grande de los Reyes Demonio se
encontró un poco desconcertado.
“... De acuerdo. Entonces está decidido”.
Lyseria se levantó, resignada a sus nuevas circunstancias, con las sábanas
aún apretadas entre sus dedos.
“Por cierto, ¿estás buscando algo? ¿Por qué estuviste durmiendo todos estos
años?”
“Bueno...” Leonis permaneció en silencio durante unos instantes, eligiendo
cuidadosamente sus palabras. “Hay alguien a quien busco”.
“¿Alguien?” Lyseria pareció percibir algo en el tono serio del chico. “¿Esta
persona es... importante para ti?”
“Sí”. Leonis asintió.
“Ya veo. De acuerdo”. Lyseria le sonrió. “Entonces te ayudaré a encontrar a
ese alguien”.
“Lo aprecio, pero...”
“Pero a cambio...” Lyseria extendió su dedo índice. “Quiero que me hagas
más fuerte. Lo suficientemente fuerte como para luchar contra los Void”.
“Eso no debería ser muy difícil”. Leonis no se oponía en absoluto a fortalecer
a sus sirvientes.
“En ese caso, estoy deseando trabajar contigo, Leo-kun”.
78 |
Y de este modo, el Rey No Muerto y su sirviente vampiro sellaron el acuerdo
con un apretón de manos.

79 |
La prueba de la espada sagrada.

Fue así que Leonis hizo a Lyseria su sirviente...


Antes de ir a la Oficina Administrativa para lo que se denominaba: [Prueba
de la Espada Sagrada], ambos se detuvieron para una comida ligera. En
cualquier caso, Leonis ya no era un no-muerto. Necesitaría sustento, o no
sería capaz de usar su hechicería apropiadamente.
“¿Qué harías si expusiera tu identidad a la Oficina?”
“... No me preocupa eso”.
Si Lyseria lo expusiera, también se sabría que ella era un vampiro. Esa no
era una opción para alguien que aspiraba a ser un Espadachín Sagrado.
“... L-Lo sé”. Murmuró Lyseria con malhumor.
“De todas formas, un sirviente no puede traicionar a su maestro”. Un sello
apareció en la mano de Leonis, y se lo mostró a la joven.
“¿Qué es eso?”
“Un sello de dominio y subordinación. Puede ser utilizado para obligar a un
sirviente a obedecer...”
“¡N-No...! ¿Te refieres también a cosas pervertidas?” Las lágrimas se
acumularon en los ojos de Lyseria.
“... Bueno, es posible. Aunque no haré nada de eso”.
“... ¿E-En serio?”
“En serio”. Respondió Leonis, un poco exasperado.
... Algunos Reyes Demonio… eran conocidos por utilizar a sus sirvientes
para tales propósitos inapropiados. Como el Rey No Muerto, Leonis nunca
había sometido a sus sirvientes a tal tratamiento.
“... Muy bien. Te creo, Leo-kun”. Lyseria asintió. “Fuiste un caballero
cuando estuvimos juntos en el baño. Pero, ¿qué se supone que hace un
sirviente?”
“El propósito de un sirviente es defender a su maestro, ya que este cuerpo es
débil...”
Lyseria se rió con sus palabras.

80 |
“No te preocupes, tu Onee-san te mantendrá a salvo”. La chica le dio unas
palmaditas en la cabeza con cierta alegría.
Ambos entraron entonces a uno de los restaurantes de la academia y tomaron
una mesa.
(... Un cuerpo humano realmente es problemático).
Los sentimientos de Leonis habían cambiado completamente desde su
estadía en el baño. La nueva no-muerta Lyseria, por otro lado, parecía un
poco ansiosa.
“Hey, realmente no estoy tan hambrienta, pero todavía puedo comer con
normalidad, ¿verdad?”
“Los Vampiros de alto rango pueden comer comida normal. Sin embargo,
les lleva tiempo convertir los nutrientes en mana, por lo que es poco
eficiente”. Leonis habló en un susurro. “Además, a diferencia de la mayoría
de los vampiros, puedes caminar durante el día”.
Una Reina Vampiro estaba entre las criaturas no muertas de más alto rango,
rivalizando incluso con los Liches Ancianos11 y los Dark Knights12. Era un
Caminante Diurno de alto nivel, diferente al Caminante Nocturno de los
muertos vivientes.
“... Oh, gracias a Dios”. Lyseria suspiró aliviada.
Un vampiro que comía alimentos normales también resultaba útil en
términos de camuflaje.
“Erm, si alguna vez sientes la necesidad de beber sangre, siéntete libre de
tomarla de mí”.
Puede que lo haya hecho para salvar su vida, pero aun así había convertido
a esta chica que aspiraba a ser un Espadachín Sagrado en un Vampiro. Lo
menos que podía hacer era compartir su sangre siempre que lo necesitara.
Pero cuando lo dijo, Lyseria emitió un pequeño y apenas audible sonido
como si tragara.
“...”
Sus ojos azules como el hielo se fijaron intensamente en el cuello de Leonis.
“... Um. Aunque sólo un poco, ¿de acuerdo?”
“¡N-No, eso no es lo que yo...!” La chica se apartó, con su rostro enrojecido
como un tomate.
11. Es una especie de no muerto, resultado de la transformación en la que un mago poderoso se transforma a sí mismo en un Lich
mediante hechizos o rituales para alcanzar la inmortalidad. Se les representa como seres parcial o totalmente necrosados, cadavéricos o
esqueléticos. Tienen más poder que cuando estaban vivos, y poseen un gran manejo de la necromancia y artes similares, controlando
hordas de no muertos menores como soldados o sirvientes. / 12. Caballeros Negros.

81 |
“No voy a beber sangre, y no quiero olvidar mi humanidad”.
“... Ah, ¡baja la voz...!” Leonis miró a su alrededor a las mesas cercanas,
nervioso.
Afortunadamente, habían llegado a eso de las tres de la tarde, por lo que no
había demasiados estudiantes. Los pocos que había miraban su mesa y
parecían susurrar entre ellos.
(... ¿Habrán escuchado lo que acabamos de decir?)
Utilizó un hechizo de expansión sensorial para escuchar sus conversaciones.
“¡Míralo! ¿No es ese chico, súper lindo?”
“Uhhh. Todavía es pequeño. ¿Estás metida en eso o algo así?”
“¡Sí! Hay que elegirlos cuando son jóvenes y frescos”.
“Uwah, tienes una seria vibra criminal. Cuando los niños así de guapos
crecen, se convierten en Reyes Demonio de la habitación, ¿sabes a lo que me
refiero?”
“Detente, eso suena terrible... Ah, miró hacia aquí♪”
Una de las chicas esbozó una sonrisa maliciosa y le hizo un gesto con la
mano... el cual Leonis ignoró de inmediato. Sin embargo, escuchar la palabra
Rey Demonio hizo que su corazón palpitara con fuerza.
“Ten cuidado con lo que dices...” Le advirtió a Lyseria.
La chica de cabello plateado escondió su rostro torpemente detrás del menú.
“¿Has decidido lo que vas a ordenar?” Preguntó.
“... Bastará con pan”.
“¿Pan...? ¿Te refieres a este pan recién horneado?”
“Sí, ese”.
“Hay muchas otras cosas que podrías probar. La comida de esta cafetería es
realmente buena”. Dijo, señalando algunos platillos del menú.
“El pan estará bien. No sé realmente qué son todas estas otras cosas...” Dijo
Leonis, ladeando su cabeza con duda.
(¿Qué es todo esto? ¿Gratinado... lasagna, pasta...?)
Todos eran platillos de los que Leonis nunca había oído hablar.
Probablemente no existían hace mil años. O quizás sí, pero sólo adornando
las mesas de la realeza y la nobleza. Fuera lo que fueran, ciertamente no
habían sido parte del mundo de Leonis.
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De repente, Lyseria pinchó la frente de Leonis con su dedo índice.
“Solo pan no es suficiente. Necesitas una nutrición equilibrada”.
“No me interesa que un no-muerto me sermoné sobre nutri... Ah”.
Para cuando se detuvo, ya era demasiado tarde.
“... ¡Nnnnn...!”
Lágrimas comenzaron a surgir en los ojos de Lyseria.
“Lo... Lo entiendo, ¿de acuerdo? Lo siento”.
Leonis ofreció una disculpa apresurada. Un Rey Demonio pidiendo perdón
a su sirviente era una visión extraña, sin duda, pero no era como si ella
hubiera estado dispuesta a convertirse en un no-muerto.
“... Malo”. Susurró Lyseria hurañamente.
“... Lo siento”. Leonis se disculpó una vez más, a lo cual ella respondió con
un pequeño resoplido.
“En ese caso, prueba esta pasta aderezada con verduras de temporada. ¿De
acuerdo?”
“Bien, tomaré eso”. Leonis asintió.
Lyseria ordenó la pasta y una ensalada.
“Tu Onee-san pagará por hoy. Una vez que emitan tu tarjeta de identificación
permanente, usa tus propios créditos, ¿de acuerdo?”
“¿Créditos?”
“Es la moneda que usamos en los Assault Gardens. Completar tareas para la
academia te otorga recompensas”.
“Oh, dinero. Ya veo...”
Leonis sonrió con fanfarronería y extrajo una moneda de oro de su sombra.
Era una moneda de oro de Reidoa, emitida por el Imperio de Schkarest. Un
plebeyo podía vivir el resto de su vida con una de estas monedas, y Leonis
tenía más de veinte mil escondidas en el Reino de las Sombras. Las había
tomado como fondos militares de las bóvedas de Necrozoa, planeando
utilizarlas para el futuro resurgimiento de los Ejércitos de los Reyes
Demonio.
Sin embargo...
“... ¿Qué? ¿Qué es esto?”
La reacción de Lyseria al ver la moneda fue floja, por no decir otra cosa.
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“¿Huh...? Es una moneda de Reidoa. Una de estas vale lo suficiente como
para comprar todo este restaurante”.
“Bueno, erm... No creo que acepten ese tipo de dinero aquí...” Dijo Lyseria
con una expresión confusa. “El Séptimo Assault Garden sólo acepta
créditos”.
“¿Q-Qué...?” Leonis quedó atónito. “P-Pero incluso si no puedo utilizarla
como moneda, ¿no es el oro puro raro y valioso...?”
“Oh, es oro puro. Pero el oro no es un metal tan raro”. Lyseria le sonrió
alegremente.
“¿Huh...?”
“Es utilizado en la decoración, pero... en realidad, el oro que refinamos es
probablemente aún más puro que éste”.
“...”
En un instante, las vastas riquezas amasadas en el Tesoro de las Sombras se
volvieron inservibles.
Leonis sólo pudo lamentarse con desesperación.
Pero mientras lo hacía...
“Oh, ¿no es esa una moneda antigua? Vaya cosa más elegante tienes ahí”.
Una voz fresca como el viento, llegó a los oídos de Leonis. Al darse la vuelta,
se encontró con una chica que miraba con curiosidad la moneda en su mano.
Su cabello era de un tono azulado que recordaba al cielo.
Llevaba el cabello corto. A primera vista, uno podría confundirla con un
apuesto joven. Sin embargo, sus regordetes pechos dejaban ver con claridad
el contorno de su traje blanco. Era bajita, apenas un poco más alta en
comparación con el cuerpo de diez años de Leonis. Su traje era diferente al
de Lyseria. La parte superior de su uniforme estaba cubierta por una especie
de atuendo excéntrico. Sus ojos mostraban la compostura serena de una
mujer joven y hermosa.
“Ah, Sakuya...” Lyseria levantó la mirada para encontrarse con la de Sakuya
y le saludó.
(... Se conocen, según parece).
“¿No hay hoy un ejercicio táctico?”
“Sí, pero era terriblemente aburrido. Me escapé”. Dijo la belleza de cabello
corto y luego dirigió su mirada a Leonis. “¿Eres el chico que es capaz de usar
una Espada Sagrada...?”
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“¿Has escuchado de Leo-kun?”
“Sí, Elfine-senpai me habló sobre él. Te encontraron en una ruina, ¿verdad?"
“Sí, fui secuestrado por los Void hasta que Seria-san me salvó...”
“Hmm. Bueno, independientemente de lo que haya pasado, es bueno que
estés a salvo”. La chica de cabello corto extendió silenciosamente su mano
derecha. “Soy Sakuya Sieglinde. Encantada de conocerte”.

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“Leonis Magnus”. Leonis respondió al apretón de manos.
Su mano era pequeña y ligeramente fría. Inconfundiblemente la mano de una
chica. Pero en el momento en que la cogió, Leonis se dio cuenta de algo.
(... Esta es la mano de una persona que vive por la espada).
Parecía tener alrededor de catorce o quince años. ¿Cuánto entrenamiento
había soportado para llegar a tal nivel a su edad...?
“Hmm, Leo. Es un buen nombre. Evoca la imagen de un león”. La chica
sonrió, soltándole la mano.
“Sakuya es la atacante en la vanguardia de nuestro pelotón” Explicó Lyseria.
(... Ya veo, están en el mismo pelotón).
Leonis estaba realmente curioso por saber cómo Lyseria se las había
arreglado para tentar a su lado a una espadachina como Sakuya.
“Senpai, ¿están aquí para almorzar?”
“Sí. Vamos a comer y luego a registrar la Espada Sagrada de Leo-kun”.
“Hmm. Perdón si estoy interrumpiendo entonces”.
“No estás interrumpiendo nada, Sakuya. ¿Has almorzado ya?”
“Mmm, bueno...” Sakuya desvió la mirada y se quedó en silencio por un
momento. “En realidad, hoy no tengo ningún crédito disponible”.
“¿Qué? ¿En qué has gastado todos tus créditos?” Lyseria levantó la voz
sorprendida.
“Apostando”.
“... Así que fue tu culpa”.
“Así es”.
Lyseria llegó a una fría conclusión, a la que Leonis asintió y estuvo de
acuerdo.
“... ¡Q-Quiero decir…!” Sakuya sacudió su cabeza a la defensiva. “Es solo
que, bueno, me encendí un poco, y...”
“...” El escrutinio de Lyseria se hizo más agudo.
... Contrariamente a lo fría y serena que se mostraba Sakuya, era una chica
sin esperanzas.
“Me quedé sin créditos, así que la otra parte accedió a dejarme ir si les
mostraba mis pechos. Estaba a punto de quitarme la camisa cuando entró un
profesor que estaba de guardia...”
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“¡S-Sakuya! N-No puedes hacer eso... ¡eres una chica!” Lyseria agarró a
Sakuya por los hombros y empezó a sacudirla.
“No te preocupes. La otra persona también era una chica”.
“... Yo, uh, ¿eso lo hace mejor?” Se preguntó Lyseria con expresión perpleja.
Sakuya tenía una apariencia que parecía que podría ser popular entre las
chicas, pero...
“De todos modos, una cosa llevó a la otra, y estoy en quiebra”. Las palabras
casi sonaban presuntuosas viniendo de Sakuya.
Lyseria emitió un pequeño suspiro.
“¿Qué voy a hacer contigo? Bien, te invitaré a almorzar”.
“No, Lyseria-senpai, no podría...”
“Está bien. Tengo algunos créditos de la investigación de las ruinas”. La
chica de cabello plateado le mostró su tarjeta.
“Entonces te debo una. Sinceramente, mi estómago ha estado gruñendo
bastante desde hace tiempo”. Sakuya inclinó profundamente su cabeza y
tomó asiento cortésmente en la mesa.
“¿Qué has ordenado, chico?”
“Alguna comida de la que nunca he oído hablar”.
“¿Eres un temerario? Creo que pediré algunos panqueques”.
“Sakuya, no puedes vivir sólo de dulces”. Lyseria replicó.
“No tienes que preocuparte en absoluto. No voy a ganar peso”.
“Eso no es lo que yo...” Lyseria dijo, agarrándose las sienes en un gesto de
cansancio.
Mientras esperaban a que vinieran a tomar sus órdenes, Leonis planteó una
cuestión que le molestaba.
“Erm... Sakuya-san, ¿qué es ese traje que llevas puesto?”
“Oh, ¿esto? Es de mi tierra natal... el traje tradicional de la Orquídea Sakura”.
Sakuya asintió. “... Es un recuerdo de mi hermana mayor”.
La expresión de Sakuya se volvió seria al instante. Leonis juró que podía ver
una llama negra ardiendo en sus ojos.
“El clan de mi pueblo fue asesinado por los Void”. Dijo con una voz
escalofriantemente fría. “Matar a esas cosas es mi vocación”.

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Su tono estaba lleno de una determinación tan fría que hizo que los
estudiantes de las mesas cercanas se voltearan para mirar. Leonis había visto
antes a algunas personas con ese mismo fuego ardiendo en sus ojos.
(... Ella es alguien que busca venganza).
“Sakuya...” Dijo Lyseria con voz solemne.
Y...
“Lo siento, esta no es una historia que deba contar a alguien que acabo de
conocer”. Sakuya se encogió de hombros, como si quisiera relajarse.
“No, no debería haberme entrometido”.
“Mi aspecto viola el reglamento de la escuela, pero no hay forma de que no
lleve este tributo a mi hermana. Tengo un permiso especial”.
“Sakuya tiene unos registros muy altos en cuanto a eliminación de Void en
misiones en solitario. Es una de las pocas estudiantes que lo ha conseguido
durante sus primeros años en la academia”.
“No son tan buenos... Oh, aquí vienen”.
Un camarero acudió a tomar sus órdenes, y Leonis pidió la pasta aderezada
con verduras de la temporada.

La pasta terminó siendo muy del gusto de Leonis. La gastronomía de la


humanidad parecía haber evolucionado en gran medida en los últimos mil
años.
Ahora disponían de una variedad mucho mayor de condimentos. Sakuya
Sieglinde volvió a su dormitorio, diciendo que necesitaba empeñar algunas
de sus cosas.
... Leonis no pudo evitar preguntarse si una apostadora de su edad estaría
realmente bien.
Al salir del restaurante, Leonis fue guiado a los terrenos de entrenamiento de
la academia. El lugar era un laberinto de instalaciones de entrenamiento
utilizadas para una variedad de propósitos diferentes.
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El complejo era lo suficientemente grande como para que cupieran dos o
quizás tres castillos de la época de Leonis.
(Sólo estos terrenos son lo suficientemente vastos como para albergar un
ejército de diez mil guerreros esqueléticos...)
Esperando por ellos había una mujer con uniforme militar, con las manos en
sus caderas.
“Justo a tiempo. Bien. Soy Diglasse Alto, la instructora a cargo de tu prueba”.
“Soy Leonis Magnus”.
“... El chico rescatado de las ruinas, ¿verdad?” La mujer le miró de arriba
abajo, aparentemente evaluándolo. “No tienes que estar tan tenso. La prueba
sólo pretende confirmar qué tipo de Espada Sagrada tienes”.
“¿Tipo?”
“Registran la habilidad de tu Espada Sagrada para que puedan ajustar tu
programa de entrenamiento a ella”. Explicó Lyseria.
Dado que las Espadas Sagradas tenían habilidades variadas, un programa de
estudios único sería ineficiente para desarrollarlas. Por lo tanto, los Oficiales
de las Espadas Sagradas tenían que examinar cada espada con sus propios
ojos y tomar decisiones sobre qué tipo de entrenamiento sería el mejor.
“Sí, así es como funciona. Ahora, ¿podrías mostrarme tu Espada Sagrada?”
“Entendido. Aparece, Báculo de los Pecados Sellados”. Gritó Leonis.
Su Báculo apareció desde su sombra y se instaló en su mano.
“Así que tu Espada Sagrada toma la forma de un Báculo. ¿Qué tipo de
habilidades tiene?”
“Hmm... Es de tipo apoyo, supongo. Exhibe diferentes poderes dependiendo
de la situación”. Leonis dio una vaga respuesta para describir todo lo que su
magia podía hacer.
“Ya veo. Un tipo de apoyo polivalente...” Dijo Diglasse, introduciendo algo
en el dispositivo en forma de tableta que tenía en sus manos. “Muy bien.
¿Podrías mostrarme tu poder?”
Manipuló la tableta y una masa metálica situada en el borde del campo de
entrenamiento se activó. Tenía ocho extremidades y una forma parecida a
una araña. En las articulaciones donde las patas se unían al cuerpo del
autómata había cristales de mana rojos y brillantes, cada uno del tamaño de
un puño.
“¿Qué es eso?”
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“Un simulador del vacío desarrollado para fines de entrenamiento por el
Departamento de Magia y Tecnología”. Dijo Lyseria. “Está programado para
luchar como lo haría un Void”.
“Hemos configurado su rendimiento a un nivel bajo para la prueba. Intenta
luchar con él”.
“... Entendido”.
(... ¿Qué es este juguete?)
Leonis levantó su Báculo con una pizca de disgusto.
(Solo lanzaré Tiro gravitatorio destructivo de Segundo-Orden y terminaré
con eso).
Quería acabar con esta formalidad inútil tan pronto como fuera posible. Con
un movimiento de su Báculo, el Rey No Muerto desató el hechizo de tipo
gravedad.
*¡Voooooooooom!*
El Simulador del Vacío fue aplastado con un sonido ensordecedor.
“... ¡¿?!”
Diglasse y Lyseria miraron en shock.
(... Demonios, ¿me he excedido?)
“¿Aplastaste un Simulador del Vacío hecho de Metahalcum...?”
“¿N-No dijiste que tu Espada Sagrada era del tipo apoyo polivalente? ¡¿Qué
fue eso de hace un momento...?!”
“Yo, erm, ¿supongo que lo golpeé en un punto débil?”
“¡Parece como si fuera mucho más que eso! Necesitaré revisar más
detenidamente tu Espada Sagrada”. Diglasse miró fijamente a Leonis.
(... No es bueno. Todo lo que hice fue hacerle sospechar).
“Ahora, ¿qué debería usar para la próxima prueba...?”
Tan pronto como las palabras salieron de los labios de la mujer, entonces...
“Espere un momento”. Una voz familiar intervino.
Un joven rubio y delgado, rodeado de un grupo de chicas, se acercó a ellos.
Muselle Rhodes.
“¿Qué sucede, Vizconde Muselle? Estamos en medio de una prueba”. La
instructora Diglasse entrecerró sus ojos hacia él, claramente disgustada por
su interrupción.
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Muselle simplemente sonrió en respuesta, acercándose a Leonis.
“Instructora, ¿le importaría que yo me encargue de su prueba?”
“¿Qué?” Diglasse frunció el ceño. “Vizconde, ¿necesito recordarle que los
duelos no oficiales están prohibidos en la academia?”
“No estoy proponiendo un duelo, sino una prueba. Con su aprobación, no
debería haber problema. Siendo un Espadachín Sagrado de alto rango, estoy
más que calificado”.
Había una sonrisa sádica en los labios de Muselle. Estaba claro que buscaba
venganza.
“... Chico, ¿le hiciste algo?” Preguntó Diglasse en un susurro, mirando a
Leonis.
“... Nooo”. Respondió el chico.
Diglasse se encogió de hombros ante su ignorancia fingida.
“Hmm”.
La mujer miró el Simulador del Vacío en ruinas. Claramente comprendiendo
algo, sus labios se curvaron en una sonrisa de complicidad.
“Bueno, supongo que no hay inconveniente, dado que el simulador está
estropeado por completo”.
(... Esta mujer está usando esto para medir mi poder).
Involuntariamente había captado su interés con lo que había hecho antes.
(Bien, que así sea...) Pensó Leonis con una especie de cansada resignación.
“No me importa. Asumiendo que Muselle-sama aquí presente pueda sustituir
a esa chatarra arruinada”.
“... ¡¿Qué acabas de decir, mocoso?!” La expresión complaciente del joven
rubio fácilmente dio paso a la ira.
Tenía que ser un hombre realmente débil para caer en tan evidente
provocación.
(Tener a este tipo buscando peleas una y otra vez podría llegar a ser
agotador...)
Leonis pensó que esta podría ser una oportunidad para aplastarlo
públicamente.
“Leo-kun, ¿qué estás haciendo?” Lyseria levantó la voz sorprendida, pero...

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“¡Te haré comer esas palabras...! ¡Hey!” A la señal de Muselle, las cuatro
chicas con las que había llegado sacaron sus armas.
Dos de ellas sostenían espadas, otra una maza y la última llevaba una lanza.
Probablemente todas eran Espadas Sagradas. Se movían de forma
desprovista de voluntad, como marionetas con cuerdas.
“¡Son cuatro contra uno! ¡No es justo!” Lyseria protestó.
“Este es el poder de mi Espada Sagrada... Dominion, el Bastón de la
Obediencia Absoluta. Estas cuatro son una extensión de mi arma”.
Muselle materializó un Bastón corto con forma de batuta de director de
orquesta.
(Así que esa es su Espada Sagrada...)
“¡Eso todavía no es...!” Lyseria miró a Diglasse.
La instructora simplemente se encogió de hombros de nuevo y negó con la
cabeza.
... Era obvio que lo encontraba interesante en algún nivel.
“Supongo que puedo entender eso...” Dijo Leonis en respuesta a su oponente.
Su ejército de no-muertos era una extensión de su propio poder. Resultaba
lógico que cualquiera bajo el dominio de la Espada Sagrada de este joven,
fuera considerado parte de su poder del mismo modo.
“Leo-kun...”
“Sólo necesito derrotarlo a él y a esas cuatro chicas, ¿verdad?” Preguntó el
Rey No Muerto.
“Así es”. Respondió Diglasse con un asentimiento.
“Espere, si ese es el caso, lucharé junto a él”. Intervino Lyseria. “Soy
sirviente de Leo-kun... su protectora”.
“Seria-san...”
“Pfft... ¡Ah, ha, ha, ha! Por mí está bien”. El rostro de Muselle se contorsionó
con diversión.
A juzgar por su expresión, parecía que esperaba que Lyseria se entrometiera.
“Pero tengo una condición”. Añadió.
“¿Qué?”
“Si pierdes, tienes que unirte a mi Pelotón”.
“... ¡¿Qué?!”
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“Estoy de acuerdo en tomar un handicap13 aquí, así que se me debería
permitir establecer eso como una condición”.
“... ¡!” Lyseria apretó sus dientes con frustración.
Unirse a su Pelotón significaba convertirse en una de las chicas que le
seguían, y Lyseria era muy consciente de la retorcida lujuria que Muselle
albergaba por ella... El destino que le esperaba era obvio. Era natural que
dudara en este punto...
“Bien”. Leonis fue quien respondió.
“... ¿Huh?”
“Pero si pierdes, Muselle-sama...” Leonis apuntó con un dedo en dirección a
Muselle. “... tienes que dejar de meterte con Seria”.
Intencionadamente la llamó Seria y no Seria-san para provocar a su
oponente.
“... Ugh. Bien. Lo juró por mi Espada Sagrada”.
“Leo-kun...” Lyseria susurró, un poco nerviosa.
“No tengo intención de dejar que le ponga una mano encima a mi sirviente”.
Leo susurró en respuesta.
La joven de cabello plateado asintió, pareciendo haberse decidido también.
Había sido una interrupción inesperada, pero sería una buena oportunidad
para evaluar el poder de Lyseria como su nuevo sirviente no muerto.
(Y mientras tanto, haré el papel de apoyo para eliminar las sospechas de la
instructora).
“Instructora, ¿podría prestarme una espada de entrenamiento?”
“Claro, siéntete libre de usarla”. Diglasse lanzó un arma parecida a un
estoque en dirección a Lyseria.
Cuando Lyseria la atrapó, la hoja se iluminó.
“¿Qué es eso?”
“Una Artificial Relic14, una réplica de una Espada Sagrada, hecha con fines
de entrenamiento. No es eficaz contra los Void, pero...”
Leonis lo entendió. Era un arma que utilizaba mana.
“¿Tienes experiencia en esgrima?”

13. En el ámbito deportivo, hándicap es el sistema para asignar ventajas a través de compensaciones entre diferentes competidores de
manera que se igualen sus posibilidades de victoria en competiciones deportivas. / 14. Reliquia Artificial.

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Ella había utilizado un arma de fuego en las ruinas, por lo que Leonis estaba
un poco sorprendido por su elección aquí.
“... He mantenido mis habilidades afinadas para cuando mi Espada Sagrada
finalmente se manifieste”. Exhibió unos cuantos ataques de práctica.
Su forma era en efecto bien pulida.
“Una Espada Sagrada toma la forma de tu alma. Pensé que, si la mía se
manifestaba, debería tener la forma de una espada”.
Lyseria dio un paso al frente, empuñando el arma de entrenamiento con
ambas manos.
“Actuaré como vanguardia, y tú serás el apoyo. ¿De acuerdo, Leo-kun?”
El chico asintió en respuesta.
Mirando a su alrededor, vio que una pequeña multitud de espectadores se
había reunido en algún momento. Aparentemente, un duelo entre
Espadachines Sagrados durante una prueba era todo un espectáculo.
“Las reglas son las mismas que en los combates de entrenamiento habituales.
Si alguien pierde el conocimiento o se rinde, es declarado perdedor. Si
considero que hay riesgo para la vida de alguien, estoy capacitada para
terminar el encuentro en ese momento”.
“Así que sólo tienen que decir que se rinden, ¿verdad?” Una sonrisa
maliciosa se dibujó en el rostro de Muselle.
“¡Entonces que comience el duelo de Espadas Sagradas!”
Con las palabras de Diglasse, el duelo de prueba comenzó.

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En el instante en que la batalla comenzó...
“¡Haaaaaaaaah!”
Un grito de batalla resonó. Lyseria pateó contra el suelo y cargó hacia
adelante. Se movió rápidamente hacia la chica que estaba más cerca de ella
y pasó a la ofensiva.
(¿Oh?)
Leonis levantó una ceja con sorpresa. El convertirse en Vampiro podría
haber potenciado las habilidades físicas de la chica, pero sus habilidades con
la espada estaban más que entrenadas. Sus movimientos habían sido
obviamente bien ensayados y estaban respaldados por un riguroso
entrenamiento.
La chica que empuñaba la lanza se tambaleó, recibiendo un golpe en el torso.
Lyseria dio otro paso adelante y empujó la punta de su espada de
entrenamiento contra el pecho de la chica. En ese momento, el mana de
Lyseria estalló, mandando a volar a la otra chica.
“¡Ooooh!” Llegó el grito de los espectadores.
“... ¡¿Qué?!” Muselle maldijo sorprendido.
Parecía que el hecho de que Lyseria no pudiera usar una Espada Sagrada le
había hecho subestimar sus verdaderas habilidades.
“¡Te tengo!” Ella cargó contra Muselle.
Su Espada Sagrada tenía la habilidad de controlar a otras personas. Tenía
sentido que intentara derribarlo rápidamente.
“Kuh... ¡Idiota inferior!”
Muselle bloqueó el corte aéreo que se dirigía hacia él con su Bastón corto.
(... Ya veo. Así que no era todo palabrería. Es ágil y hábil a su manera).
El ataque podría poseer algo de mana, pero todavía era sólo una espada de
entrenamiento. No era rival para la fuerza de un arma que era la
manifestación del alma de su portador. El chico rubio desvió fácilmente el
golpe.
“¡Tu esgrima carece de elegancia!” Dijo Lyseria.
“¡Cállate!”
Lyseria blandió su espada de entrenamiento y se preparó para presionarlo de
nuevo, cuando...
“... ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Protégeme!”
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El Bastón de Muselle se iluminó, tomando el control de una de las chicas.
La marioneta que blandía una espada ancha se interpuso entre Lyseria y
Muselle, con un rostro inexpresivo y sin rastro de voluntad propia.
“... ¡No escuches a ese idiota...!”
“Pierdes tu tiempo”. Dijo Muselle con una mueca de desprecio. “Todas ellas
han hecho voluntariamente un pacto con mi Espada Sagrada”.
(... Así que no las está obligando por completo a obedecer).
Estas chicas eligieron convertirse en sus armas; la Academia Excalibur no lo
hubiera aprobado de otra manera. Durante la batalla, Muselle actuó como
director de orquesta y unificó sus voluntades. Eso también era una estrategia
viable.
(... Es una relación de beneficio mutuo. O tal vez todas sienten afecto
genuino por este tipo... aunque resulte difícil de creer).
Mientras Leonis analizaba tranquilamente la situación, sintió una mirada
aguda en su espalda. Era la instructora Diglasse, que lo estudiaba
atentamente, con su tableta firmemente sujetada.
(... Oh, casi me olvido de que esta es mi Prueba de la Espada Sagrada.
Estaba demasiado preocupado evaluando el poder de mi sirviente. Ahora,
¿qué debo hacer...?)
Reducir a ese hombre a cenizas sería fácil, pero expondría la verdad sobre
Leonis... Y matar a Muselle podría causarle ciertos problemas.
(... Supongo que trataré de causar una impresión moderada).
Leonis balanceó su Báculo y comenzó a recitar un hechizo. Dándose cuenta,
Muselle se alejó de Lyseria y emitió una orden a sus seguidoras.
“¡Hey! ¡Eliminen al niño!”
La chica de la lanza que Lyseria había derribado antes se levantó de un salto
y cargó contra el chico.
“... ¡Leo-kun!” Lyseria rompió su concentración por un momento.
“¡Estoy bien! Concéntrate en él, Seria”. Leonis retrocedió de un salto,
todavía recitando su hechizo.
Actualmente, Leonis sólo tenía la capacidad atlética de un niño de diez años.
Su cuerpo poseía un gran potencial, dado que pertenecía a un antiguo héroe.
Sin embargo, su alma era la de un Rey Demonio, lo que parecía generar algún
tipo de interferencia. Leonis no pudo moverse como quería.

97 |
Habiendo juzgado como inferiores las habilidades de su objetivo, la chica de
la lanza se acercaba rápidamente.
“… Ven, Difunto del Reino de las Sombras... ¡Mano Sombra, Mesta Mord!”
“¡Aaah!”
Manos de las Sombras se enroscaron alrededor de las piernas de la chica,
haciéndola tropezar y caer al suelo.
Los ojos de Diglasse se abrieron de par en par con sorpresa.
En ese mismo momento, conjuró también varios hechizos de fortalecimiento,
recitados al mismo tiempo, para aumentar discretamente la habilidad de
Lyseria. Todos eran hechizos de Primer-Orden: Agilidad, Protección de los
Espíritus y Expansión Sensorial.
(... Supongo que con esta ayuda debería ser suficiente).
Leonis hizo lo que pudo para mantener su mana al mínimo. Se preguntó si
Blackas se burlaría de él por ser demasiado protector con sus sirvientes...
Con la asistencia de la magia fortalecedora de Leonis, los movimientos de
Lyseria se aceleraron. Derrotó fácilmente a la chica que empuñaba la maza
y que se interponía en su camino. Su siguiente corte derribó a la chica de la
espada ancha. Esprintó entre las Espadachinas Sagradas con una velocidad
sobrehumana.
Todavía parecía estar ligeramente abrumada por sus propios poderes
vampíricos, pero superó a sus oponentes de todos modos. Sólo quedaba la
chica que blandía una espada corta para proteger a Muselle.
“¿Pretendes correr de un lado a otro usando a las chicas como tu escudo,
Muselle Rhodes?” Lyseria se burló provocativamente, logrando que el
público gritara con entusiasmo.
Parecía que el joven no era muy popular entre sus compañeros.
“¡Es correcto!”
“¡Deja de correr, Muselle!”
“¡Acaba con él!”
“... ¡¿Seria ojou-sama?!”
(¿Oh?)
Una voz familiar se mezcló entre los vítores.
Leonis se dio la vuelta, mirando hacia el balcón del segundo piso de la
instalación. Allí vio a Regina, con sus coletas rubias ondeando en el viento.
98 |
Sin embargo, Lyseria no pareció darse cuenta de su presencia.
“¡Tch!” Muselle chasqueó la lengua y levantó su Bastón.
Al parecer su intención había sido obtener un placer sádico atormentando a
Lyseria delante de Leonis por no tener una Espada Sagrada propia. Sin
embargo, las cosas habían resultado bastante diferentes de lo que el joven
rubio esperaba.
(... Jamás se hubiera imaginado que ella es en realidad una Reina Vampiro).
“¡No me subestimes! ¡O, el poder de mi Dominion...!” Una luz brotó del
Bastón de Muselle.
(... ¿Qué?)
Lyseria se congeló de repente, apenas un paso delante de Muselle.
“... ¡!”
El Bastón de Muselle se iluminó como si de un rugido se tratara, y las
Espadas Sagradas de cada una de las chicas brillaron en respuesta.
“¡Activate!” “¡Activate!” “¡Activate!” “¡Activate!”
“¿Sacaste a la fuerza el poder de sus Espadas Sagradas?”
“¡Se acabó el juego!”. Gritó Muselle, con una sonrisa cruel extendiéndose
por su rostro.
“¡Hyaaaah!”
Las chicas que empuñaban la espada corta, la maza y la espada ancha
cargaron contra Lyseria. Pero esta vez, sin expresión alguna. Estaban en un
completo frenesí.
“... ¡Rock Break!15”
La chica que se encontraba justo delante de Lyseria bajó con fuerza su
brillante espada sagrada en forma de maza. La fuerza del ataque estalló hacia
afuera, destrozando el suelo de piedra del campo de entrenamiento.
(... Nada mal. Eso parecía bastante poderoso). Pensó Leonis, impresionado.
Igualaba en potencia de fuego al hechizo [Ráfaga de rocas] de Segundo-
Orden llamado [Blag]. En otras palabras, era lo suficientemente poderoso
como para matar a una persona si le asestaba un golpe directo...
Leonis miró en dirección a Diglasse, pero la mujer no mostró ninguna
reacción en particular a lo que había sucedido. Aparentemente, esto era algo
cotidiano en la Academia Excalibur.
15. Rompe-rocas.

99 |
“¡Yaaah! ¡Lightning Charge!16”.
La chica de la lanza que había sido inmovilizada por el hechizo [Mesta
Mord] de Leonis desató el poder de su Espada Sagrada. Incluso así, la
descarga de rayos que disparó no fue lo suficientemente fuerte como para
atravesar la defensa mágica de Leonis. Chasqueó los dedos y más sombras
envolvieron a la chica.
“... Whoaa, ¿qué es eso?”
“Eso es bastante sombrío para un niño”.
“Me pregunto qué tipo de Espada Sagrada tendrá...”
Leonis se dio cuenta de que estaba llamando la atención de la multitud, pero
sinceramente, no le importó. Retomó su atención en la lucha de Lyseria. Con
las tres chicas habiendo aprovechado el verdadero poder de sus Espadas
Sagradas, se encontraba visiblemente en dificultades.
“... ¡Aerial Smash!17”
La estudiante que empuñaba la espada corta descargó su ataque, golpeando
a Lyseria justo en el pecho. Su pequeño cuerpo fue lanzado hacia atrás,
rebotando varias veces contra el suelo antes de derrapar hasta detenerse.
“... Kuh... ¡Ugh...!”
“Ah, ha, ha, sí, esa es la expresión que quería verte hacer”.
Lyseria emitió un sonido de dolor mientras Muselle la observaba, extasiado.
“Vamos a mostrarle a ese mocoso insolente, lo inútil que eres... ¡Ahhh!”
El cuerpo de Muselle de repente se retorció de terror.
(... Maldición. Dejé que mi sed de sangre se mostrara por un momento, y él
lo notó).
“... Aaah, Meiya, ¡¿por qué estás teniendo tantos problemas con él?! ¡Es sólo
un niño! ¡Aplástalo!” El joven apuntó su Bastón Espada Sagrada en
dirección a la chica restringida por las sombras.
“No te molestes”. Dijo el Rey No Muerto encogiéndose de hombros.
La marioneta que empuñaba la lanza podía forcejear todo lo que quisiera,
pero nunca escaparía.
“... Ugh, ¿tu Espada Sagrada controla las sombras?” Preguntó Muselle,
mirando a Leonis como si estuviera viendo algo repugnante.
Entonces sucedió.
16. Carga relámpago. / 17. Choque aéreo.

100 |
“... ¡no... due...!”
Lyseria clavó la espada de entrenamiento en el suelo y se puso de pie
tambaleándose.
“¿Qué...?” El rostro de Muselle se torció por la desagradable sorpresa.
Nunca esperó que ella se volviera a levantar después de recibir el golpe de
una Espada Sagrada.
Y aun así...
“¡Esto... ni siquiera duele!”
Su cabello plateado brillaba con una intensa oleada de mana, y sus ojos azul
hielo se habían teñido del color de la sangre. Lyseria Christaria era una Reina
Vampiro... La más fuerte de todos los no muertos. Puede que no haya
despertado todavía, pero la cantidad de mana en su cuerpo sobrepasaba
ampliamente la de un humano.
“¡Tú, sucio tramposo...!” Lyseria prácticamente voló por el terreno mientras
corría, con su cuerpo envuelto en mana. Las tres chicas que empuñaban
Espadas Sagradas se levantaron y se apresuraron a proteger a Muselle. La
espada de Lyseria centelleó en el aire, colisionando con la maza que blandía
uno de los peones de Muselle.
“... ¡Water Jail!18”
Tal vez concluyendo que no podrían igualar a Lyseria en fuerza bruta, la
chica de la espada ancha liberó el poder de su Espada Sagrada. Una prisión
de agua surgió de la nada, tragándose a Lyseria.
“... Esto es... ¡Gah, pah...!”
“¡Ah, ha!... ¡Ah, ha, ha, ha! ¿Qué te parece el poder de la Espada Sagrada de
Tipo-Agua de Millis?” Muselle se rió ruidosamente.
Pero su expresión de confianza rápidamente se desmoronó.
“Te dije... que no perderé”.
El mana surgió del cuerpo de Lyseria, formando una especie de alas mientras
atravesaba su jaula acuática.
“... ¡Esto no puede ser...!”
Lyseria blandió la espada de entrenamiento con todo su poder, derribando
fríamente a la chica que se interponía en su camino. Continuó cargando hacia
delante, apartando a la chica de la espada corta a su paso. No quedaban más
marionetas para proteger a Muselle. Pero cuando se acercó a él...
18. Prisión acuática.

101 |
“... ¡¿?!”
Se congeló justo cuando estaba a punto de bajar su espada de entrenamiento.
“... ¡¿P-Por qué...?!” Susurró con voz vacilante.
La espada de entrenamiento cayó al suelo con un sonido seco y metálico. La
punta de la Espada Sagrada de Muselle fue empujada contra su frente.
“Heh, heh, heh... No sé de dónde has sacado esa clase de poder, pero...”
Muselle mostró una sonrisa confiada. “¡Al final, no es rival para una
verdadera Espada Sagrada!”
“U... Ugh...!” Lyseria se quedó rígida como una estatua, incapaz de moverse.
(¿Qué es lo que hizo)?
Muselle se rió, como si respondiera a la pregunta de Leonis.
“Este es el poder de mi Bastón de Obediencia Absoluta... ¡Forced
Dominion!19”
Muselle recogió la espada de entrenamiento que Lyseria había dejado caer y
con ella le golpeó en la cabeza.
“¡Ugh, aaah...!” Lyseria cayó al suelo, incapaz de resistirse.
“Esto es todo culpa tuya, Lyseria. Deberías haberme obedecido”.
La golpeó una y otra vez mientras permanecía tendida, incapaz de levantarse.
“¡¿Qué sucede, mocoso?! ¡¿Sólo vas a mirar?!” Muselle se burló.
“¡Hey, déjalo ya!” “¿Molestar a una estudiante débil es tan divertido?” “¡Ni
siquiera puede moverse!”
Los espectadores levantaron sus voces expresando sus quejas. Sin embargo,
Diglasse no hizo ningún movimiento para interrumpir la pelea.
(Esto se ha prolongado lo suficiente, supongo...) Pensó Leonis.
Como Maestro de Lyseria, no podía permitir que esto continuara.
(He visto suficiente. Puede que sea inexperta, pero... ha demostrado ser
prometedora).
Alzando su Báculo, comenzó a recitar su hechizo.
(Supongo que debería contenerme, incluso contra un bastardo como él. Al
menos para no aniquilarlo por completo...)

19. Dominio forzado.

102 |
Todavía estaba dispuesto a tomar un brazo o ambos como retribución por la
forma en que Muselle había jugado con su sirviente. Pero en seguida...
Leonis notó algo. Los ojos de Lyseria todavía no habían sido sometidos.
“... Nunca, perd...”
“¿Huh?”
“¡Incluso sin una Espada Sagrada, nunca, nunca perderé contra ti!”
“¡¿Qué?!”
Lyseria se puso de pie.
“No puede ser... ¡¿Cómo has superado mi Forced Dominion?!” El chico
rubio se tambaleó unos pasos hacia atrás, con sorpresa en su mirada. “Grr...
¡La resistencia es inútil!”
Recurrió al poder de su [Forced Dominion] por segunda vez...
Pero...
Todas las miradas de los alrededores se volvieron hacia Lyseria como si el
tiempo se hubiera detenido.
“... ¿Huh?”
Pero nadie estaba más sorprendido que la propia Lyseria. Mientras se ponía
de pie... una única espada apareció ante ella, brillando con una luz solemne.
Una espada corta tan hermosa, la cual sólo podía ser contemplada en un
respetuoso silencio. Su empuñadura mostraba una hermosa artesanía.
“No puede... ser... Esto es...” Los ojos de Lyseria se abrieron de par en par
mientras agarraba la empuñadura. La Espada Sagrada le sentaba
perfectamente, como si la hubiera empuñado toda su vida.
“... ¡¿Una Espada Sagrada?! ¡Eso es imposible!” Muselle exclamó con
pánico.
No había ninguna duda. Se trataba de una Espada Sagrada nacida del alma
de Lyseria.
“¡Whoooooooo!”
Los estudiantes de los alrededores vitorearon.
“Ooh. Muchos despiertan sus Espadas Sagradas en el fragor de la batalla,
pero esa hija de la Familia Christaria, sí que hizo una invocación
dramática...” Leonis escuchó a Diglasse susurrando para sí misma. “Me
pregunto si tendrá relación con su encuentro con ese chico”.
Lanzó una mirada sospechosa a Leonis.
103 |
Él simplemente apartó la vista, volviendo a mirar a su sirviente. Sus ojos se
encontraron, y ella asintió antes de blandir su Espada Sagrada.
“... ¡Este es el poder de mi Espada Sagrada!”
“... ¡¿Y qué?! ¿Crees que puedes vencerme con una Espada Sagrada recién
desper...?”
En un instante, el sonido del aire desgarrado silbó. Lyseria había
desaparecido de la vista de Muselle.
“... ¿Huh?”
Al momento siguiente, Lyseria estaba parada justo detrás de él. La Espada
Sagrada de Muselle se había partido en dos y se dispersó en partículas de luz.
“Ah... Aaah... M-Mi... ¡Mi Espada Sagrada...!”
Leonis pudo escuchar el momento en que el corazón de Muselle se rompió.
“... ¿Qué vas a hacer?” Preguntó Lyseria, bajando el filo de su espada hacia
su cuello.
“¡Me rindo! ¡Me rindo!” Exclamó Muselle, levantando ambas manos en el
aire.
Grandes vítores estallaron desde todas las direcciones alrededor de la joven
victoriosa.
“¡Seria ojou-sama!” Regina bajó corriendo de la plataforma y abrazó a su
amiga.
“Felicidades, Lyseria Christaria”. Dijo Diglasse con una sonrisa amable.
“Tus esfuerzos al fin han sido recompensados”.

104 |
Una fiesta de bienvenida.

*¡Pop, pop, pop, pop!*


El estridente sonido de los Popper de confeti de fiesta invadió la sala común
del dormitorio de chicas.
“¡Por el ingreso de Leo-kun al Decimoctavo Pelotón, y porqué Seria ojou-
sama ha despertado su Espada Sagrada!” Regina hizo su brindis vestida con
un uniforme completo de sirvienta, levantando una copa de champán sin
alcohol.
Fiel a su profesión, llevaba el traje con bastante confianza. Parecía una
persona completamente diferente de la chica que destrozaba Void a
cañonazos.
“... G-Gracias”. Dijo Leonis, con serpentinas de uno de los Popper de fiesta
enredadas en su cabello.
Era una fiesta de bienvenida sorpresa. La mesa frente a Leonis estaba llena
de sabrosa comida y dulces.
“Regina preparó esto tan pronto como regresó a la ciudad”. Dijo Lyseria,
exponiendo el plan.
“Siguiendo sus instrucciones, Seria ojou-sama. Dijo que se incorporaría
definitivamente a nuestro Pelotón”.
(... Así que por eso se fue por su cuenta. Tal vez Seria realmente trató de
tentarme con dulces).
“Además, estuviste realmente bien durante tu Prueba de la Espada Sagrada.
Muy prometedor, ¿verdad?” Sakuya sonrió, sentándose en el sofá de
enfrente.
“Mi Espada Sagrada no es nada especial. Sólo es de Tipo-Apoyo”. Leonis
negó con su cabeza. “La Espada Sagrada de Seria-san decidió el encuentro”.
“Leo-kun...” Dijo Lyseria tímidamente, pero había un orgullo definido en su
expresión.
¿Y quién podría culparla? Había perfeccionado su destreza con la espada,
esforzándose hasta el último detalle, todo para el día en que pudiera
manifestar una Espada Sagrada. Y hoy era ese día.

105 |
“Sí. La tierra ciertamente te recompensó por tu diligencia hoy, senpai. Me
alegro por ti”. Dijo Sakuya.
“Los rumores sobre su Espada Sagrada ya están recorriendo la academia
como un incendio forestal”.
“¿H-Huh? ¿En serio?”
“Por supuesto. ¡Le pedí al Departamento de Relaciones Públicas que corriera
la voz, después de todo!”
“H-Hey, ¡no deberías haber hecho eso!”
Regina le dirigió una mirada burlona e hinchó su pecho presumidamente.
Lyseria agarró su manga.
(Aun así, no creo que su despertar durante la prueba, fuera sólo una
coincidencia...) Pensó Leonis mientras observaba a las dos chicas jugando.
Lyseria siempre tuvo el talento para manifestar una Espada Sagrada, pero el
hecho de que aún no lo hubiera hecho implicaba que algo en su interior había
impedido su despertar.
(¿Su muerte y el convertirse en una Reina Vampiro activaron algún tipo de
interruptor?)
Al final, todo esto eran especulaciones sin fundamento. Quizás lo único que
importaba era que sus esfuerzos fueron recompensados.
(Debería estar contento con saber que mi sirviente ha obtenido este
misterioso poder).
“¡El pastel de pescado está listo!” Elfine entró, cargando un pastel recién
salido del horno.
Era un pastel de salmón, con setas, queso y salsa cremosa. Se veía crujiente,
y su corteza tenía un apetitoso color marrón dorado.
“¿Lo hiciste tú, Elfine-san?” Preguntó Leonis.
“Sí, los pasteles son mi especialidad”. Elfine respondió a la pregunta del
chico con bastante confianza.
“¡Se ve muy bien! Vamos a comerlo mientras está caliente”. Dijo Lyseria,
tomando asiento en la silla a la derecha de Leonis. Elfine se sentó a la
izquierda del chico.
(... ¡¿?!)
Atrapado entre las dos, el Rey No Muerto se sintió nervioso; su rostro se
enrojeció. Un par de pechos imponentes lo flanqueaban a ambos lados.

106 |
“¿Se siente bien estar atrapado en un sándwich?” Regina lo atrapó
sonrojándose. Le susurró juguetonamente esas palabras al oído.
“¡¿Q-Qué?! ¡N-No...!”
“Oh, ¿quieres un sándwich?” Preguntó Lyseria, alcanzando un sándwich de
huevo sobre la mesa.
“Oh, no, Seria ojou-sama, este chico se está dando un festín con un tipo de
sándwich totalmente difer...”
“¡Sí! ¡Desde luego que me gustaría un poco de ese pastel!” Exclamó Leonis
enérgicamente, casi gritando en su pánico.
“Aquí tienes”. Elfine colocó una rebanada en su plato.
La textura del pastel hizo un crujiente sonido mientras lo cortaba, y la salsa
caliente se derramó sobre su plato.
“¿El Assault Garden dispone de verduras y pescado fresco?”
“Fuera de las zonas residenciales, hay lagos de cultivo y plantas para
producir diferentes tipos de alimentos. Es pequeño, pero nuestro
Decimoctavo Pelotón tiene allí su propio huerto”. Lyseria respondió.
(... ¿Cultivan peces dentro de la ciudad?)
Los avances tecnológicos de la humanidad en este campo no dejaban de
sorprender. Leonis mordió el pastel. El delicioso sabor de la salsa invadió su
boca.
“... ¡E-Está bueno!” Sin pensarlo, Leonis había hablado con su voz natural.
La textura crujiente del pastel era exquisita, y la salinidad de la salsa era la
adecuada.
“Heh, heh, gracias. Siéntete libre de pedir más”.
“¡Esta delicioso!” Exclamó Regina.
“Por supuesto, no puedo competir con tu cocina, Regina”. Elfine negó
resignada con la cabeza.
Eso dejó a Leonis sorprendido. ¿Esa sirvienta podía cocinar algo mejor que
esto? Leonis tenía su propia sirvienta personal, Shirley, pero era
absolutamente incapaz de cocinar.
(... Sin embargo, ella es una asesina experimentada que sabe manejar
distintos tipos de veneno).
“Así que, Lyseria-senpai, ¿Ya pensaste en una inscripción para tu Espada
Sagrada?” Preguntó Sakuya, ocupada mientras se servía un pedazo de pastel.
107 |
“Hmm, todavía no lo he decidido”.
“¿Una inscripción?” Preguntó Leonis.
“Sí... en otras palabras, un nombre. Es necesario para registrar una Espada
Sagrada en la academia”. Explicó Lyseria.
“¿Qué hay de Slasher Cut Blade?”
“¡No, opte por Shining Saint Sword!”
Sakuya y Regina no dudaron en ofrecer sus propias sugerencias. Lyseria
sonrió con ironía.
“... ¿Cuál crees que sería bueno, Leo-kun?” Curiosa, planteó la pregunta a
Leonis.
“Hmm...”
Elogió la devoción de su sirviente, pero era una pregunta difícil para él. Darle
a la Espada Sagrada un nombre extraño se reflejaría negativamente en él
como su Maestro. Leonis reflexionó por un momento...
“Realmente no se me ocurre nada cuando el poder de su Espada Sagrada aún
no está claro...” Respondió con una respuesta indiferente.
“... Tienes razón. Por ahora, es sólo una espada muy afilada, pero podría
tener ciertos poderes especiales. Debería registrarla una vez que me
acostumbre a usarla”. Lyseria se llevó una mano al pecho.
“Hablando de registro, todavía tienes que registrarte, Leo-kun...” Dijo Elfine.
“... ¿Yo?”
“Necesitamos escanear tu información física. Mi Espada Sagrada puede
hacer eso y registrarlo en la red. Terminará en un instante, así que ¿podrías
pasar por mi habitación?”
“De acuerdo”.
“Eso me recuerda, ¿dónde se alojará?” Preguntó Sakuya.
“No creo que haya habitaciones libres en el Dormitorio femenino, Witch”.
“Oh, ¿entonces qué te parece si duermes conmigo, pequeño? Tendrás todos
los dulces que quieras”.
“Puedes venir a mi habitación. Generalmente estoy fuera todo el día”.
“Eres bienvenido en mi habitación, también”.
Regina, Sakuya y Elfine se ofrecieron conjuntamente.

108 |
“... ¡N-No puedes...!” Lyseria se levantó y agitó las manos en señal de
protesta.
“¿Seria ojou-sama?”
“Soy la protectora de Leo-kun, así que asumiré la responsabilidad y cuidaré
de él”. Lyseria se aclaró la garganta y miró a Leonis de reojo.
Leonis comprendió a qué se refería. Permanecer en la misma habitación
debería ayudar a ambos a mantener sus respectivos secretos a salvo.
(Necesito asegurarme de que tenga un suministro de mana...)
“... Me gustaría quedarme en la habitación de Seria-san”. Anunció Leonis,
agarrándose a la manga de Lyseria.
... Aunque tuvo que admitir que la oferta de los dulces de Regina era
tentadora.
“¿Está segura de que es una buena idea, Seria ojou-sama?” Preguntó Regina.
“Lo estoy. Mi habitación siempre me pareció demasiado grande para mí”.
“No, lo que quiero decir es que me preocupa que pueda hacerle algo
pervertido”.
“¡L-Leo-kun nunca...! No lo harías, ¿verdad?”
“¡Por supuesto que no!”
La reacción ligeramente ansiosa de Lyseria evocó una respuesta estupefacta
de Leonis.
... Si acaso, Lyseria le parecía demasiado ingenua. Hasta un grado incómodo.
“Regina, Leo-kun es un niño de diez años. No hay nada de qué preocuparse”.
“Supongo, pero...” Regina miró a Leonis con sospecha. “Sólo voy a
advertirte en este momento, chico. Seria ojou-sama se mueve
constantemente en la cama, así que ten cuidado si acabas compartiendo tu
cama”. La sirvienta le susurró esas palabras al oído.
“Regina, ¿qué le estás diciendo?”
“¡Siempre abraza mi cuerpo como una gran almohada, Seria ojou-sama!”
“... ¡E-Eso es tu culpa por ser tan acolchonada, suave y fácil de abrazar!” La
chica de cabello plateado tartamudeó, con su rostro profundamente
enrojecido mientras desviaba la mirada.
... Probablemente no era necesario decir qué parte de ella era tan acolchonada
y suave.

109 |
Con el alojamiento de Leonis definido, el tema de la fiesta de bienvenida
cambió a una charla más ociosa. Hablaron sobre una nueva tienda que había
abierto en el Distrito Comercial, sobre la mascota que Sakuya tenía en su
habitación...
A decir verdad, Leonis no podía seguir la mitad de lo que decían. Pero por
primera vez en mil años, tuvo una oportunidad de relajarse.

La Fiesta de Bienvenida de Leonis llegó a su fin antes de que se hiciera


demasiado tarde. Después, Leonis fue llamado a la habitación de Elfine para
que pudiera registrar su información biológica utilizando su Espada Sagrada.
(... No obstante, fue una comida realmente animada). Pensó Leonis mientras
se sentaba en el sofá de Elfine. Tener a tres chicas juntas era un... asunto
escandaloso, desde luego, pero una fiesta tan enérgica nunca hubiera
ocurrido cuando Leonis era el Rey No Muerto. Lo único que le acompañaba
en aquel entonces era la oscuridad y el silencio. Pero...
(Una comida como esa no es tan mala de vez en cuando). Leonis se encogió
de hombros.
No podía negar que una parte de él disfrutó pasar su tiempo de esa manera.
Leonis miró alrededor de la habitación de Elfine. Era casi tan amplia como
la de Lyseria, pero la decoración y los muebles daban una impresión más
sofisticada. Entre eso y el tapizado de color madera, el lugar tenía un toque
muy maduro.
Sus ojos se detuvieron en una foto enmarcada situada en lo alto de una
estantería. Lyseria y el resto de las integrantes del Decimoctavo Pelotón
estaban ausentes. En su lugar, había un grupo diferente. Quizás Elfine había
pertenecido antes a un Pelotón diferente.
(... En cualquier caso, opino que no conservaría una foto si se hubiesen
peleado entre ellos).
Era difícil imaginar que eso sucediera, dada la personalidad de Elfine.
“Siento haberte hecho esperar. Estoy lista para empezar”.
Elfine regresó de otra habitación, cargando en ambas manos unos grandes
dispositivos tipo tableta, y después se sentó en una silla con ruedas. Se
inclinó hacia delante para encontrarse con la mirada de Leonis.
110 |
“Puedes sentarte y relajarte”. Indicó Elfine.
“... D-De acuerdo”.
“¿Qué sucede? No hay necesidad de estar tan nervioso”. Elfine sonrió e
inclinó su cabeza.
“...”
Los grandes pechos de la chica estaban a la altura de la línea de visión de
Leonis... Era cierto que no estaban al nivel de la chica sirvienta, pero aun así
eran más que suficientes para atraer la atención de cualquiera. Leonis se dio
la vuelta, con un toque de rojo en sus mejillas.
“Muy bien, quítate la ropa”. Le ordenó.
“... ¿Huh?” Preguntó Leonis, inconscientemente.
“Solo la parte superior bastará. Es difícil leer la información biológica a
través de la tela”.
“...”
“Lo siento. ¿Supongo que esto es embarazoso para los chicos también?”
“No, e-está bien”.
Leonis se quitó la camisa.
“Oh, ¿podrías quitarte también tu camiseta interior?”
“De acuerdo...”
Desabrochó los botones y se quitó la camiseta interior, revelando su
impecable piel blanca.
“Sí, esto servirá. Qué piel más encantadora tienes”. Dijo Elfine, llevando
ambas manos a su espalda. Las frías puntas de sus dedos acariciaron
gentilmente sus omóplatos.
(... Aaah... ¿Qué es esto... esta sensación...?)
Algo de la sensación de tener los ojos de una chica mayor sobre él llenó su
corazón de una intensa timidez.
“Espada Sagrada... Eye of the Witch20, Activate”. Susurró Elfine, y
aparecieron orbes transparentes a su alrededor. Lo que parecían ser números
hechos de luz comenzaron a girar rápidamente en torno a los orbes.
“Muy bien, registraré tus datos, Leo-kun”.

20. Ojo de la Bruja.

111 |
112 |
Elfine colocó una mano sobre la piel de Leonis y cerró sus ojos, y como si
respondieran, los orbes comenzaron a rodearlo.
“... Hmm. Este es un tipo de patrón extraño”.
Había curiosidad en la voz de Elfine.
“¿De verdad?” Los latidos del chico se aceleraron.
“Sí. No puedo ver el flujo de tu mana...”
(... Maldición. Mi ocultamiento de mana podría estar funcionando
demasiado bien...)
“Erm, Elfine-san, ¿puedo preguntarte algo?” Leonis se apresuró a intentar
cambiar de tema.
“Por supuesto. ¿De qué se trata?”
“¿Por qué te uniste a este Pelotón?”
Lyseria era alguien al borde de la exclusión que no había sido capaz de
manifestar una Espada Sagrada. Leonis tenía una curiosidad genuina de por
qué una alumna de grado superior como Elfine se uniría a su equipo.
(Y, además, está esa foto...)
La pregunta llevó a Elfine a agachar la cabeza por un momento antes de
susurrar su respuesta.
“... He perdido el poder de mi Espada Sagrada”.
“... ¿Huh?” Se le escapó a Leonis sin pensarlo. “¿Qué quieres decir con
eso...?”
“Este no es el verdadero poder de Eye of the Witch”. Elfine negó con la
cabeza. “Es sólo una habilidad limitada”.
“¿En serio?”
“Sí. Solía ser una atacante centrada en la alta potencia de fuego en lugar de
una operadora”.
“¿A-Alta potencia de fuego...?”
Leonis no podía creer que eso fuera cierto tratándose de una chica tan buena,
sensata y madura. Elfine caminó hacia la foto y la cogió.
“El Séptimo Pelotón, del que formaba parte, era un equipo hábil y bien
equilibrado. Estábamos bastante arriba en la clasificación de la academia, e
incluso íbamos a misiones de subyugación del Vacío. Pero entonces...”
Hizo una pausa, respirando profundamente.
113 |
“Hace seis meses, mi Pelotón fue atacado por los Void durante una misión
de exploración en ciertas ruinas”.
“...”
Explicó que una astuta manada de Void había estado esperando en la ruina.
El grupo de Elfine cayó en una trampa y, cuando lo notaron, ya era
demasiado tarde. Poco después de encontrarse con el enemigo, los Void
comenzaron a emitir una poderosa señal que interfirió con las
comunicaciones del Pelotón y llevó la cadena de mando al caos.
Los Void terminaron con la vida de dos de los miembros del pelotón...
Que Elfine sobreviviera no fue más que una afortunada coincidencia.
Nadie la había culpado por abandonar a sus compañeros y huir. Después de
todo, sobrevivir y llevar datos sobre los Void a la Academia Excalibur era la
misión de un Espadachín Sagrado.
Aun así, no pudo evitar culparse a sí misma. Sobrevivir la llenó de culpa, y
continuó torturándose por ello.
Y así, su Espada Sagrada perdió su poder original.
Los dedos de Elfine se estremecieron mientras recorrían la espalda de
Leonis. Cada uno de los orbes que colgaban en el aire iluminaba con una luz
tenue, como si expresaran sus emociones...
“Fue cuando me encontraba en ese lamentable estado, que Lyseria me
encontró”.
Lyseria visitó a Elfine una y otra vez después de haberse encerrado en su
habitación, suplicándole que se uniera a su Pelotón.
“Al principio, seguía diciendo que no. Pero se mostraba tan seria que
eventualmente cedí. ¿Lo entiendes...?”
“Sí, lo entiendo”.
Tenía sentido para Leonis. Lyseria parecía tener un poder extraño que le
permitía conseguir lo que quería en ese tipo de situaciones. Quizás fuese su
encanto... una especie de carisma.
Elfine retiró sus manos de la espalda de Leonis. La luz que emitían las esferas
flotantes cambió a un tenue tono verdoso.
“Muy bien, terminé de registrar tu información biológica. Voy a
sincronizarla con la terminal”.
Se puso de pie y comenzó a introducir rápidamente la información en una
tableta.
114 |
“... Bien, entonces: Tiene una cara bonita, pero parece sorprendentemente
preocupado por los pechos... Y-Ya veo...” Elfine se giró para mirar al chico
con una expresión confusa.
(... Espera. ¡¿Qué tipo de datos son estos?)
“¿Los datos biológicos también incluyen ese tipo de cosas?”
“Ser un pervertido es malo, Leo-kun”.
“¡E-Entiendes mal...!”
Le reprendió Elfine, y Leonis protestó. Entonces, la mirada del chico
repentinamente se fijó en la pantalla del otro terminal que estaba sobre la
mesa.
Mostraba un mapa de los alrededores de la Academia Excalibur. Recordó
que ella había mencionado que había estado investigando las aguas de los
alrededores en busca de una Colmena de Void.
“Elfine-san, ¿estaría bien si echo un vistazo a esa información más tarde?”
“... ¿Mmm? Seguro, no me importa...” La joven ladeó la cabeza ante su
solicitud.

Leonis volvió a su habitación con una tableta de repuesto que le había


prestado Elfine. Aparentemente, tenía varias de ellas disponibles.
(... ¿Es alguna clase de coleccionista?)
Abrió la puerta de su habitación. Mientras entraba, pudo escuchar el
sugerente sonido del agua corriendo desde el interior... Lyseria parecía estar
tomando una ducha. Leonis tosió con fuerza y se sentó en la cama. Cuando
sus dedos se aproximaron a la tableta, hizo correr su mana a través de ella.
La pantalla se iluminó, y un mapa punteado con puntos rojos apareció en la
pantalla. Eran datos sobre la ubicación del Vacío en los últimos meses.
(Realmente hay una correlación...)
Ogro, Troll, Quimera, Wyvern... Todos eran nombres de monstruos que los
Ejércitos de los Reyes Demonio empleaban en su guerra contra la
115 |
humanidad. Los Void que Leonis había visto tenían las características de esas
antiguas bestias. Y los Void más grandes parecían aparecer
predominantemente alrededor de las ruinas antiguas y los campos de batalla.
Entre todas las ubicaciones, la mayoría de los Void parecían originarse en
algún lugar bajo los mares donde ahora se encontraba el Séptimo Assault
Garden. Este era el lugar donde se encontraba el Desierto de Sidon. El lugar
de la batalla entre los Ejércitos de los Reyes Demonio y los Seis Héroes. El
sitio final de descanso de incontables monstruos y no muertos, así como del
Archi-Sabio de los Seis Héroes, Arakael Degradios, quien se había fusionado
con el Árbol Sagrado...
(... ¿Son los Void monstruos del pasado que han sido transfigurados por
algún tipo de poder?)
Creía que esta teoría era acertada. Pero incluso si ese era el caso, todavía
planteaba más preguntas. Los restos de aquellos antiguos monstruos deberían
haber desaparecido hace tiempo...
(...Y los Void que se apoderaron de las ruinas también desaparecieron
después de algún tiempo).
Los cadáveres de los Void que Leonis había guardado en su sombra se habían
desvanecido curiosamente sin dejar rastro. ¿Eran los Void invasores de otro
mundo o algún tipo de arma? Pero si eran armas, eran demasiado diversas.
Su razón para atacar a la humanidad seguía siendo también un completo
misterio.
(...Puede que tenga que investigar este nido submarino suyo).
Estos Void podrían resultar ser un gran obstáculo para el regreso de los
Ejércitos de los Reyes Demonio. Y como Rey No Muerto, tener a estas
entidades rondando por su territorio era molesto.
Repentinamente, al sentir una presencia, Leonis apagó la pantalla de la
tableta. La sombra a sus pies se agitó ligeramente.
“... He vuelto, Leonis-sama”.
La sirvienta sombría, Shirley, la Asesina de las Sombras, apareció
silenciosamente en la habitación. La chica de cabello negro giró en su lugar
e hizo una elegante reverencia.
“Oh, Shirley. Buen trabajo”. Le dijo Leonis agradecido.
“Sus palabras se desperdician en mí, Leonis-sama”.
“Entonces, ¿reuniste información relacionada al estado actual de la
humanidad?”

116 |
“Sí...”
Shirley le presentó a Leonis una enorme bolsa de papel.
“¿Qué podría ser esto?” Preguntó el Rey No Muerto con suspicacia.
“Son dulces, Leonis-sama. Creo que son llamadas rosquillas”.
“¿Hmm?”
Shirley abrió la bolsa y un dulce aroma flotó en la habitación.
“Tome una”.
“...”
Leonis extrajo una rosquilla de la bolsa y la mordió.
“... ¿Cómo está?”
“Está muy buena”.
La dulzura del azúcar llenó su boca. Era un sabor que le hacía desear un poco
de té.

117 |
118 |
“También le he traído algo de beber”.
“Eso es muy considerado de tu parte”.
“Se llama jugo de tapioca”.
Tenía una textura extraña. Shirley también empezó a masticar una rosquilla.
(... Eso está bien, pero no dejes caer tus migajas en mi Reino de las Sombras,
por favor).
“También he traído todo tipo de otras delicias. Como este helado...” Shirley
empezó a sacar una variedad de dulces de su bolsa de papel.
“Espera, espera...”
“... ¿?”
“Ya es suficiente de comida. ¿No tienes alguna otra información que
compartir conmigo?”
“...”
“No me digas que pasaste todo este tiempo jugando afuera”.
“...”
La sirvienta sombría miró hacia otro lado, incapaz de encontrarse con los
ojos de su Maestro.
“Bueno, está bien... Supongo que incluso su gastronomía es un buen
indicador del nivel cultural actual de la humanidad”. Leonis suspiró.
“Sin embargo, he reunido algo de información”. Shirley se aclaró la
garganta. “No hay nadie en esta ciudad que parezca saber sobre los Reyes
Demonio...”
“Hmm, ya lo suponía...”
De acuerdo a la información de Shirley, los ciudadanos de esta ciudad
aparentemente no estaban familiarizados con los dioses de antaño o con la
guerra entre los Reyes Demonio y los Seis Héroes de hace mil años. El hecho
de que nadie supiera sobre semejante guerra era algo desconcertante, por
decir lo menos.
(Es como si alguien hubiera borrado el pasado de la faz de la historia...)
Leonis decidió que iría a la biblioteca de la Academia Excalibur mañana para
investigar por su cuenta.
“... Muy bien. Continúa tu investigación”.
“Sí, Leonis-sama”.
119 |
Shirley asintió, y... en seguida, se giró en dirección al sonido del agua
fluyendo en el baño.
“Veo que ha convertido a esa chica en su sirviente”.
“Lo hice”. Confirmó Leonis.
“Ah. Así que convierte indiscriminadamente a todos los que se cruzan en su
camino, Leonis-sama”. Dijo Shirley, haciendo un puchero.
“¿Por qué te enojas?”
“No sé de qué está hablando. Es usted un tonto, Leonis-sama...”
“¿Cómo puedes llamar tonto a tu Maestro? Ahora, escucha y asómbrate...”
“... ¿Qué es?”
“Esa chica, es una Reina Vampiro. El rango más alto que un sirviente no
muerto puede alcanzar. Y recientemente ha despertado el misterioso poder
de una Espada Sagrada. Si la educo adecuadamente, será una gran confidente
para los renovados Ejércitos de los Reyes Demonio”. Leonis esbozó una
sonrisa presumida, como si dijera: ¿Qué te parece eso? Shirley, sin embargo,
simplemente frunció el ceño en señal de mayor disgusto.
“Una confidente... Ya veo”.
“¿Todavía estás molesta por algo?”
“No, en absoluto. Lo odio, Leonis-sama”. Malhumorada, Shirley se apartó
de él y regresó a su sombra.
“... ¿Cuál es su problema? Nunca pude entender lo que esa chica estaba
pensando”.
Leonis emitió un suspiro exasperado y rodó sobre la cama. Miró fijamente
al techo sin pestañear.
(... Aun así, este mundo realmente ha cambiado).
Se sintió repentinamente invadido por la soledad, como si hubiera un agujero
en su corazón. ¿Se había reencarnado realmente en esta nueva era? ¿Sería
realmente capaz de reconstruir los Ejércitos de los Reyes Demonio en este
mundo desprovisto de demonios y monstruos...?
(... No, un Rey Demonio como yo no puede permitirse ser tan temeroso).
Leonis sonrió con ironía.
Tendría que buscarla. Y si eso significaba esconderse en esta forma, entonces
eso es lo que haría.
(Además, esto no es del todo malo...)
120 |
Puede que haya sido accidental, pero había obtenido una poderosa sirviente
vampiro. Podría ser inexperta, pero Lyseria se mostraba prometedora. Con
la guía del Rey No Muerto, seguramente se convertiría en una prometedora
sirviente para él.
Fue entonces que escuchó la puerta del baño abrirse.
“... ¡¿?!”
Por reflejo, el Rey Demonio dirigió su mirada hacia la puerta. Una hermosa
cabellera plateada salió a la vista... Lyseria, empapada, emergió con una
toalla de baño envuelta en su cuerpo.
“Oh, Leo-kun. Puedes usar el baño ahora, si quieres”.
(... ¡Lo ves, eres demasiado ingenua!)
Una vez más, ella lo trató como un niño. Leonis estaba al límite de su
paciencia.

Ese mismo día, temprano por la mañana...


Algo despertó en el lecho marino directamente debajo del Séptimo Assault
Garden. Era uno de los Seis Héroes, aquel elogiado por ser el más sabio de
toda la humanidad. Aquel que, hace mucho tiempo, había desechado su
forma humana para fusionarse con el Árbol Sagrado.
Era el Archi-Sabio, Arakael Degradios.
Pero su forma había cambiado hace tiempo de lo que era antiguamente,
convirtiéndose en un enorme semillero que producía habitantes de la nada...
Void...
Sin embargo. Una pequeña fracción del hombre que una vez fue llamado el
Archi-Sabio aún permanecía dentro de su nueva forma, y percibía el
renacimiento de su némesis jurado.
... Rey... R...ey... Nooo Muertoooo... Reyyyyyyyy...
El odio ancestral despertó un alma que supuraba en el vacío.

121 |
Las raíces del Árbol Sagrado se retorcían inquietantes bajo el agua.
Innumerables Void nacieron de las raíces de su tronco.
¡Oooooooooooooooooooooooh!
La manada de Void alzó la voz en señal de celebración, sin que los de arriba
lo supieran. Vitorearon como quien alabaría el regreso de un rey...

“Number 03 reportando. Cambio a gran escala en la corteza del lecho marino


detectado...”
«Entendido, Decimotercer Pelotón. Proceda con su reconocimiento, pero
sea cuidadoso».
“Entendido... Un momento. ¿Qué es eso...?”
Un equipo de investigación de Espadachines Sagrados, buceando bajo el
agua con el poder de una Espada Sagrada de Tipo-Acuático, levantaron sus
voces en pánico.
«Number 03, ¡¿Qué sucede?!»
“¿Qué...? ¡¿Qué demonios es eso...?! ¡Aaah, aaaaaaaaaah!”
La visión ante los ojos del hombre infundió miedo en su alma.
«Cálmate, Number 03. Por favor, responde...»
“¿Esos son...? ¿Todos esos son Void...?”
La voz aterrorizada del hombre se desvaneció en una ola de estática.

122 |
El lugar que deseo proteger.

Soñaba. Había olvidado hace tiempo que la gente sueña mientras duerme,
porque desde que se deshizo de su cuerpo humano, no había tenido ningún
sueño.
Era un sueño de la época en la que todavía era un niño. El Héroe de la Espada
Sagrada, Leonis Shealto, quien había sido traicionado por los nobles de su
reino y asesinado. Realmente era una historia sorprendentemente trillada y
común.
Poco le importó el motivo. Rencor, envidia, odio, vanidad, miedo... tal vez
todos ellos en uno. Pero el niño de diez años que había salvado al mundo una
y otra vez fue sometido a una muerte no natural.
Incluso mientras yacía tumbado bajo la lluvia en un charco de sangre, el niño
no estaba resentido con la humanidad... Había visto muchos de sus lados
desagradables, y también muchos de sus nobles aspectos. Incluso aquellos
que habían ordenado su muerte no eran villanos hasta la médula.
“... Chico. ¿Crees que este mundo es justo?”
“... Ya no me importa”.
El chico respondió en un susurro cansado; la mujer simplemente extendió su
mano hacia él.
“Deseo rebelarme contra este mundo. ¿Qué piensas hacer?”
Y mientras decía esas palabras con una sonrisa, su expresión era tan...
hermosa...

123 |
... Hacía mucho tiempo que no soñaba con ella.
Era un sueño vívido que agitaba los recuerdos de su pasado. Roselia... la
chica conocida como la Diosa de la Rebelión. Ella resucitó al chico que una
vez fue llamado héroe, convirtiéndolo en un Rey Demonio. Ella salvó a
Leonis cuando había perdido la fe en este mundo, y después intentó salvar al
mundo mismo. Llevando esa pesada carga con ese pequeño cuerpo suyo...
Atormentado por una repentina jaqueca, sujetó su cabeza mientras se
incorporaba. El pijama se adhería a sus extremidades de diez años. Todavía
se sentía un poco entumecido.
“Nn... Nnnghh...”
Y entonces, una voz extrañamente sensual cosquilleó en sus oídos.
“... ¡¿?!” Bajó la mirada en pánico.
Lyseria se dio la vuelta en la cama, durmiendo placenteramente. Su aliento
se filtraba entre sus labios. Su camisón se había desabrochado parcialmente,
exponiendo su pecho. Subía y bajaba con cada respiración. Su cabello
plateado brillaba bajo los tenues rayos del sol que entraban por las ventanas.

124 |
125 |
(¡¿Q-Qué hace ella aquí...?!)
Leonis recordó lo que había sucedido la noche anterior cuando se acostó.
Sólo había una cama en la habitación, por lo que Leonis había decidido
dormir en el sofá. Cuando era el Rey No Muerto, siempre dormía en un ataúd
de piedra, así que no era muy exigente en cuanto a su forma de dormir.
(Sí, definitivamente se decidió que dormiría en el sofá).
Leonis sintió una sensación incómoda en su cuello. Estaba un poco
inflamado.
(No lo hizo, ¿verdad?)
Mientras Lyseria balbuceaba en su sueño, Leonis pellizcó su mejilla.
“... Mmm, nnng...”
Ella sólo arrugó el ceño en señal de irritación, pero no dio señales de
despertarse.
Leonis se encogió de hombros y le susurró al oído.
“Despierta, sirviente mío...”
“... ¡¿Aaaah?!”
Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa. Había cargado esas palabras
con mana para despertar a su sirviente.
“Buenos días, Seria”.
“B-Buenos días, Leo-kun...” Ella le miró, frotando sus ojos.
Las sábanas fueron empujadas hacia un lado, dándole una clara visión de sus
panties blancas. Leonis hizo todo lo posible para no mirar.
“Erm, ¿no estaba durmiendo en el sofá?”
“Sí, te trasladé a la cama. Podrías coger un resfriado si durmieras allí”.
“Probablemente estaría bien...”
Que los Reyes Demonio cogieran un resfriado era algo inaudito.
(Aunque tal vez es posible en este cuerpo...)
Pero eso no importaba en este momento.
Leonis aclaró su garganta y la miró con un ojo medio abierto.
“Chupaste mi sangre mientras estaba durmiendo, ¿no es así?”
“...”

126 |
Lyseria apartó la mirada en una dirección aleatoria.
“Tengo marcas de mordeduras en mi cuello”. Él presionó más fuerte para
que admitiera su culpabilidad.
“S-Sólo un poco...” Tartamudeó, juntando su dedo índice y su pulgar
haciendo el gesto de sólo un poco. “Era tarde, y no pude evitarlo...
Simplemente sucedió...”
Los impulsos vampíricos eran más fuertes durante la noche, y como recién
se había convertido en una Reina Vampiro, Lyseria todavía tenía problemas
para suprimir el deseo.
“No me malinterpretes. No es que me moleste compartir mi sangre con un
sirviente mío, pero al menos pregúntame la próxima vez”.
“... D-De acuerdo, lo haré. Lo siento”.
Aun así, pensar que atacó al Rey No Muerto mientras dormía y chupó su
sangre. Esta Reina Vampiro, había comprobado que no era una persona con
la que se pudiera jugar.
“Además, no más dormir en la misma cama”.
“Oh, Leo-kun, ¿estás en la edad en la que eso te molesta ahora?”
“Ciertamente lo estoy, sí”. Leonis se levantó y empezó a cambiarse el pijama
por el uniforme.
“¿A dónde vas?” Preguntó Lyseria.
“A la biblioteca de la academia. Deberían permitirme entrar ahora que tengo
una tarjeta, ¿no?”
Planeaba pasar el día encerrado en la biblioteca de la Academia Excalibur
como un recluso, investigando la historia de esta época. La sociedad humana
y su desarrollo, la aparición de los Void, el poder de las Espadas Sagradas...
Había mucho que investigar.
Además, de acuerdo al informe de Shirley, los antiguos dioses, los Reyes
Demonio y los Seis Héroes no eran ni siquiera leyendas en esta era. Quizás
estudiar los libros de historia le ayudaría a descubrir algo.
Un poco nerviosa, Lyseria le llamó mientras se preparaba para salir.
“Um, los terrenos de entrenamiento están reservados en tu plan de estudios
para esta mañana”.
“¿Reservados?” Preguntó Leonis con suspicacia.
“En la Academia Excalibur, podemos elegir nuestro plan de estudios
libremente”.
127 |
“... ¿Tiene que ser justo ahora?”
Desde el punto de vista de Leonis, dejar la estructura del entrenamiento a
criterio de los alumnos era bastante ineficiente. Pero viendo que el poder de
las Espadas Sagradas que residía en cada uno de los alumnos era variado y
amplio, un plan de entrenamiento completo y uniforme probablemente no
funcionaría tampoco. Dejando eso de lado...
“Es la primera vez que escucho sobre reservar los terrenos de
entrenamiento”.
“He elaborado un plan de estudios para ti, Leo-kun. Como parte de mis
privilegios como tu protectora”. Dijo Lyseria indiferente. “Me he asegurado
de que entrenes al mismo tiempo que yo”.
“¿Por qué has hecho eso?” Preguntó Leonis, desconcertado.
“Prometiste que entrenarías conmigo, ¿cierto?”
“... Hmm”. Había prometido algo como eso. “Bien”. Leonis se encogió de
hombros.

El área de entrenamiento de la Academia Excalibur que Lyseria reservó para


ellos era un espacio interior. La sala, amplia y circular, tenía forma de domo.
“He reservado este gimnasio sólo para nosotros dos, así que deberíamos estar
bien”. Dijo Lyseria, estirándose alegremente.
Probablemente estaba emocionada por ser capaz de entrenar como
Espadachín Sagrado por primera vez.
Por lo menos, Leonis entendía cómo se sentía.
“¿Qué tal si me muestras tu fuerza actual, para empezar?” Sugirió Leonis,
golpeando la parte inferior de su Báculo contra el suelo. “Después de eso,
pensaremos acerca de los detalles de tu entrenamiento”.
“Muy bien. ¿Deberíamos usar un Simulador del Vacío?” Preguntó Lyseria.
“No, tengo un enemigo más realista para ti”. Leonis respondió y comenzó a
recitar un hechizo.
128 |
“... Valerosos soldados caídos, obedezcan al llamado del Rey No Muerto”.
La sombra de Leonis se expandió en forma circular y comenzó a retorcerse
salvajemente. Con el sonido de un traqueteo frenético, decenas de
encarnaciones de hueso emergieron de la sombra.
“¿Q-Qué? ¿Son esos... esqueletos...?” Susurró Lyseria con una pizca de
miedo.
(... Vaya. Así que los jóvenes de esta época ni siquiera han visto un esqueleto
antes).
Los esqueletos surgían de manera natural en lugares cargados con el miasma
de la muerte y eran monstruos de bajo rango que habían servido como núcleo
del ejército del Rey No Muerto. A propósito, Leonis podía invocar un
ejército de cientos de ellos a la vez.
“Son mis sirvientes de menor rango. Siéntete libre de destrozarlos”.
“... Muy bien. Entendido”. Lyseria asintió y levantó su mano derecha en el
aire vacío. “¡Activate!”
Acto seguido, su Espada Sagrada sin nombre se materializó en su mano. La
encarnación de su alma. La elegante espada que derrotó a Muselle durante la
Prueba de la Espada Sagrada.
“Entonces, si me permites...” El cabello de Lyseria brilló con una luz
plateada impregnada de mana.
Balanceó su Espada Sagrada, aplastando a los soldados esqueléticos hasta
hacerlos polvo. Los guerreros disecados continuaron su ataque sin descanso,
pero Lyseria los derribó, aniquilando a los monstruos.
(No esperaba menos de una Reina Vampiro).
Los esqueletos eran, en efecto, no muertos, al igual que Lyseria, pero eran
sirvientes del rango más bajo, nada comparable a una Reina Vampiro.
A pesar de la facilidad con la que se movía, Lyseria aún no era capaz de
controlar las enormes reservas de mana que dormían en su cuerpo.
Simplemente, blandía su Espada Sagrada con su fuerza bruta potenciada de
vampiro.
(... No, decir que sólo está blandiendo su espada de un lado a otro sería
inapropiado).
Su esgrima no era mala. La forma de la chica era práctica y estaba diseñada
para la verdadera batalla. Al poco tiempo, había derrotado a todos los
soldados esqueléticos.

129 |
“... Huff, huff, ¿cómo lo hice...?”
“Maravilloso. Tu habilidad con la espada es impresionante”. Leonis
aplaudió.
“¿Sabes de esgrima...?” Lyseria ladeó su cabeza de manera interrogativa.
Tal vez Leonis no parecía del tipo que empuña una espada.
“Bueno, un poco...” Leonis se encogió de hombros como si quisiera evadir
la pregunta. “¿Alguien te enseñó, Seria?”
“Sí, mi padre tenía una Espada Sagrada de Tipo-Hoja”.
(... Ya veo, su habilidad fue transmitida de su padre).
“... Sin embargo, no soy rival para Sakuya”. Seria negó con su cabeza.
“El verdadero poder de una Reina Vampiro yace en sus enormes reservas de
mana. Una vez que puedas controlarlo, te enseñaré algo de hechicería”.
“¿De verdad?”
“Sí. Creo que sería lo mejor”.
Si pudiera utilizar el mana para reforzar su cuerpo, sería capaz de luchar
como un Espadachín Hechicero.
“Entonces, vamos a subir la apuesta un poco”.
Cantó un hechizo para invocar bestias esqueléticas. Se trataba de esqueletos
formados con huesos de lobo negro.
“Estos son no muertos de Tipo-Bestia que hacen uso de tácticas en grupo.
No serán tan fáciles como tus primeros oponentes”.
“¡Bien!”
Se limpió el sudor y apretó con fuerza su Espada Sagrada con ambas manos.
Se veía realmente extasiada por el simple hecho de estar empuñando el arma.
Dos horas más tarde, sus ejercicios habían terminado. El área de
entrenamiento quedó repleta de innumerables huesos.
“Haah, haah, haah...”
Lyseria respiraba pesadamente, con sus hombros subiendo y bajando.
“Este parece un buen momento para detenerse...”
Leonis expandió su sombra, recuperando los huesos y regresándolos a su
Reino de las Sombras. Esta no era una época en la que verías huesos
esparcidos por los campos de batalla.

130 |
Si recuperaba algunos huesos dejados por ahí y vertía su mana en ellos,
podría usarlos de nuevo.
“... ¡Muchas gracias!” Lyseria inclinó la cabeza.
Ver crecer a su sirviente ciertamente podía ser agradable.
“¿Necesitas que reponga tu mana?”
“Ah... N-No, estoy bien...” Lyseria tartamudeó, con las mejillas teñidas de
rosa, tras un momento de reflexión.
“De acuerdo. Entonces me iré...”
“Oh, Leo-kun”. La chica de cabello plateado lo detuvo antes de que pudiera
dirigirse a la biblioteca. “Saldré al Distrito Comercial; ¿podrías
acompañarme?”
“No, hay algo que necesito...”
“Te invitaré a comer. Será sabroso”.
“...”
El estómago del Rey Demonio emitió un gruñido estruendoso.
(... ¡Maldito sea este cuerpo! Qué incorregible).
Había planeado pasar el día en la biblioteca, pero no era como si el edificio
fuera a ir a algún lado. Explorar la ciudad no era una mala idea.
(... No debería dejar toda la investigación de la ciudad a Shirley, supongo).
... Y había que reconocer que los dulces que le había traído el día anterior
habían despertado su interés.

131 |
“Es extraño”. Susurró Elfine, entrecerrando sus ojos ante la pantalla de
análisis.
“¿Qué ocurre, Elfine-senpai?” Sakuya miró la pantalla desde su espalda.
“El Décimo tercer pelotón estaba investigando el fondo marino, pero todavía
no han regresado”.
“¿El Décimo tercer pelotón? ¿No son todos élites experimentados?”
“Tal parece que los altos mandos de la academia no lo han hecho público
todavía”.
Los únicos que podían acceder a la información oculta por la Oficina
Administrativa eran aquellos que tenían Espadas Sagradas como la de Elfine,
capaces de interferir en la red de información. La academia estaba, por
supuesto, al tanto de la habilidad de su Espada Sagrada, pero desconocían
que pudiera acceder a la red tan profundamente.
“Espera. Espera un segundo...” Exclamó Elfine, con la vista fija en la
pantalla.
“¿Mm?”
“Esta extraña ondulación... No, ¡no puede ser...!” Se puso pálida.
Esperaba que fuese un fallo de funcionamiento, pero había visto este
escenario innumerables veces en el simulador.
“Tengo que reportar esto a la Oficina tan pronto como sea posible”.
Sin embargo, en el momento en que se puso de pie, la pantalla quedó
invadida por una explosión de puntos rojos.

132 |
“Aquí estamos”
Lyseria le había llevado en su vehículo a una zona a poca distancia del
Distrito Comercial. Era un lugar con muy poco tráfico, y no había estudiantes
de la Academia Excalibur a la vista.
“¿Es esto una especie de restaurante?” Leonis miró al edificio frente al que
Lyseria se había detenido.
“Sí, es un restaurante que también funciona como orfanato. Acoge a niños
refugiados que no tienen a dónde ir”.
“Un orfanato...” Leonis frunció el ceño.
No tenía buenos recuerdos de los orfanatos. Sentía como si una herida que
había olvidado se hubiera abierto de nuevo.
“¿Qué sucede?”
“No es nada”.
Era un edificio de ladrillos, inusual para el Assault Garden. Lyseria se bajó
del vehículo, recogiendo una enorme caja con ambas manos.
“Hmmp...”
Parecía pesada.
“Si utilizaras el mana que se te otorga como vampiro, serías capaz de cargarla
con bastante facilidad”. Le aconsejó Leonis.
“Quiero sentirme humana en mi vida normal y cotidiana. Además, todo el
mana que consuma, necesitaré reponerlo, así que...”
“... Entiendo”. Leonis lo reconoció, pero de todas formas lanzó un hechizo
para hacer la caja más ligera.
Una campana sonó cuando entraron al edificio, y...
“¡Es Seria-nee!” “¡Seria-nee!” “¡Seria!”
Varios niños entraron corriendo en la habitación, abrazando a Lyseria por la
cintura y las piernas.
(... ¡Cómo se atreven a pegarse a mi sirviente de esa manera...!) Leonis se
puso tenso por reflejo, pero luego lo reconsideró. (Bueno, sólo son niños. Lo
pasaré por alto esta vez).
Olvidando que él también era un niño de diez años, decidió perdonarlos.
... Leonis Death Magnus siempre había sido el más tolerante de los Reyes
Demonio.

133 |
Sin embargo, tuvo que preguntarse. ¿Lyseria era muy querida por estos
niños? Sonrió con ironía mientras cargaba la caja hasta la mesa, con los niños
aún aferrados a ella.
“Hace mucho que no vienes a jugar, Seria-nee. Te hemos echado de menos”.
“Lo siento. Teníamos exámenes parciales en la academia, así que estaba
ocupada...”
“¡Hyah!” Un niño que parecía tener cinco años intentó levantar la falda de
Lyseria.
“¡H-Hey, deja de hacer eso!” Dijo ella, sujetando el dobladillo de su falda.
... Eso fue demasiado grave para dejarlo pasar. Incluso un Rey Demonio
tolerante no podía evitar enfadarse por esto. Pero justo cuando Leonis estaba
a punto de lanzar un hechizo para hacer tropezar al chico...
“Deen, ¿qué estás haciendo?” La puerta de la cocina se abrió y una mujer
mayor salió. “Lo siento mucho. Siempre nos ayudas tanto...”
“En absoluto. Sólo espero que pueda ser de alguna ayuda por aquí...” Lyseria
se volvió hacia Leonis y le presentó a la anciana. “Esta es Phrenia, la dueña
del orfanato”.
“¿Quién podría ser?” La mujer llamada Phrenia preguntó.
“Un chico que salvé de una ruina. Su nombre es Leo-kun, y es un Espadachín
Sagrado”.
“Vaya, ¿a tan corta edad?” Exclamó Phrenia.
“¡Genial!” “¿De verdaaaaad?” “¡Impresionante!”
Los niños comenzaron a reunirse alrededor de Leonis.
“... ¡A-Atrás!” Exigió el Rey No Muerto, hablando con su voz natural. Tuvo
poco éxito, ya que pronto se encontró rodeado.
“¡Muéstranos tu Espada Sagrada!”
“¡¿Cómo la llamas?!”
“D-Deténganse, no pueden hacer eso...”
La mayor del grupo, aunque sólo comparativamente... apenas tenía ocho
años, intentó detener a los otros niños, pero todos empezaron a zarandear el
cabello de Leonis.
(... ¡S-Soy un Rey Demonio...!)
“Qué popular eres, Leo-kun”. Su sirviente no hizo ningún intento de
rescatarlo, y prefirió mirar y reírse.
134 |
(... No olvidaré esto, mujer...) Leonis se quejó desde lo más profundo de su
corazón.
“Recogí algunos vegetales de la planta y los traje”. Lyseria abrió la pesada
caja que había traído, revelando que estaba llena hasta el borde de productos.
Ella misma los había cultivado en una de las plantas de la Academia
Excalibur.
“No hay mucho, pero deben saber bien”.
“Gracias. Haré algo de sopa”. La anciana volvió a la cocina.
“Le ayudaré a hacer la comida. Leo-kun, juega con los niños hasta que esté
lista”.
“¡¿Qué...?¡”
Leonis extendió una mano, pero Lyseria desapareció en la cocina.
“¡Muéstrame tu Espada Sagrada!” “¡¿Qué aspecto tiene?!” “¡Tu uniforme es
genial!”
“Ugh...”
Con sus extremidades de diez años, no podía quitarse a los niños de encima,
y usar magia en niños le parecía que iba a herir su dignidad como Rey No
Muerto.
“¡D-Deténganse, lo están molestando...!” La mayor de los niños trató de
reprender al resto, pero su delicada voz fue incapaz de ser escuchada.
(¡Malditos sean todos...!) Leonis miró con rencor hacia donde Lyseria se
había mantenido hace un momento.

135 |
“Está lista”.
Lyseria salió de la cocina quince minutos después, llevando un delantal. En
un abrir y cerrar de ojos, los niños que habían estado jugando con Leonis
corrieron hacia la mesa.
(... Santo cielo).
Leonis se puso de pie, arreglando su ropa arrugada y su cabello alborotado.
Para el Rey No Muerto, que una vez había hecho retroceder a un ejército de
decenas de miles de soldados por su cuenta, esto era una increíble deshonra.
“E-Erm... ¿Estás... bien...?” La mayor de los niños le tendió un pañuelo
limpio como muestra de consideración.
“Mm, sí, son sólo niños jugando”.
“Lo siento... No tenían ninguna intención de hacer daño, así que...” La niña
agachó su cabeza varias veces en señal de disculpa. “¡Oh, pero también me
parece genial que puedas usar una Espada Sagrada!” Su rostro se puso rojo
cuando las palabras salieron de sus labios.
“Tessera, ¿puedes venir aquí?”
“¡S-Si!”
La chica se inclinó ante Leonis y salió corriendo.
“... Tessera, ¿Huh? Es bueno ver que algunos niños son educados”. Murmuró
Leonis, peinándose con los dedos.
El frente del orfanato era un restaurante público. Una cesta llena de pan
estaba colocada en la mesa junto a la sopa, la ensalada y el pescado frito. El
lugar no era muy amplio, pero tenía una atmósfera agradable.
“De vez en cuando trabajo aquí”. Dijo Lyseria, quitándose el delantal.
Verla con un delantal contrastaba notablemente con la percepción que Leonis
tenía de su ascendencia noble.
“Durante los días en que el restaurante está cerrado, todo el mundo se reúne
aquí para comer”.
Mirando al exterior, Leonis notó que el cartel de [ABIERTO] había sido
retirado.
(... Ya veo).
Parecía que estaba bastante acostumbrada a tratar con niños, dado que había
cuidado de Leonis mientras pensaba que era uno. Probablemente porque
estaba acostumbrada a ayudar en el orfanato.

136 |
“Siempre nos ayudas mucho, Lyseria-san”. Dijo Phrenia, inclinando la
cabeza para agradecer.
“Oh, para nada, después de todo, me paga un salario...”
Los niños estaban sentados en la mesa y masticaban el pan. Leonis estaba
igualmente hambriento que ellos, pero extendió su mano con calma,
demostrando su dignidad de Rey No Muerto.
“¿Qué les parece la sopa de nabo?”
“... Está buena”. Leonis dio su honesta opinión.
La sopa de verduras casera tenía una suave salinidad, y su sabor era sencillo
pero sabroso.
“Gracias al cielo. Regina me enseñó a hacerla”. Dijo Lyseria, mostrando el
pulgar hacia arriba.
“Um... el pan también sabe bien”. Tessera le ofreció una rebanada.
“Oh, gracias”.
“D-De nada...” Sus mejillas se tornaron rosadas cuando Leonis aceptó la
comida.
“Todos estos niños fueron rescatados y traídos desde fuera de la ciudad por
los Espadachines Sagrados”. Explicó Phrenia.
“Así es. Todos han llegado aquí desde diferentes países y lugares, buscando
refugio”.
“Seria-nee, ¿podemos jugar después?”
“Claro, ¿a qué quieres jugar?”
Los niños abrazaron a Lyseria cariñosamente. Ella respondió con una
sonrisa.
(... Ya veo. Este es el lugar que quiere proteger). Pensó Leonis mientras la
observaba.
Su tierra natal fue destruida por los Void, por lo que seguramente se sentía
obligada a proteger a los niños que habían sufrido el mismo destino.
(... La envidio un poco, lo admito). Pensó el Rey No Muerto. (El reino que
prometí proteger ya hace tiempo que se perdió).
Pensó en el nostálgico escenario de Necrozoa en ruinas de aquel tiempo.
Pero...
“¡Vamos, muéstrame tu Espada Sagrada!”

137 |
Un niño regordete de cinco años tiró de la manga de Leonis.
El niño debía ser realmente valiente para acercarse al Rey No Muerto.
“Phoca, la Espada Sagrada no es un juguete”.
“¡Aww!” El niño lloriqueó ante la reprimenda de Phrenia.
“No, está bien. Se las mostraré”. Ofreció Leonis amablemente.
Mostrarles algo para distraerlos no estaría mal. Hacer felices a los niños
también debería complacer a Lyseria.
“¿Qué vas a hacer, Leo-kun?”
“... Hmm. Quizás un circo artístico de esqueletos estaría bien”.
“¿Esqueletos?” “¿Qué son esos?”
Las preguntas curiosas de los niños surgieron con rapidez.
“Q-Quizás no deberías, Leo-kun. Podrías asustarlos”. Lyseria trató de
disuadirlo de la idea.
“... ¿Tú crees?”
“Sí. Quiero decir, los esqueletos son un poco aterradores…”
(... Hmm. Así que los esqueletos son aterradores).
De hecho, Leonis los encontraba bastante lindos.
“Muy bien. Entonces qué hay de algunos fuegos artificiales pequeños, que
pueda mostrar sobre la mesa...”
Pero justo cuando Leonis estaba a punto de cantar un hechizo de fuego...
“... ¡¿?!”
*¡Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!*
Un temblor sacudió la tierra, haciendo que la vajilla cayera al suelo con un
fuerte estruendo.
“... ¿Fue eso un terremoto?”
“No, eso no debería ser posible, el Assault Garden está fijado al lecho marino
por un ancla”. Respondió Lyseria.
Los hombros de Leonis se tensaron.
Y en el momento siguiente... sonó la sirena de la ciudad.

138 |
Estampida.

Con el estridente sonido de la sirena resonando en sus oídos, la instructora


Diglasse se apresuró a la sala de Conferencias Tácticas de la Academia
Excalibur. Otros instructores ya estaban reunidos. El ambiente se sentía
tangiblemente tenso.
“¿Cuál es la situación?”
“Un grupo de Void ha aparecido en el lecho marino justo debajo del Assault
Garden”. Dijo el Espadachín Sagrado que ejercía el cargo de Comandante en
Jefe.
Su nombre era Castoros Nekeo, un hombre musculoso de unos 30 años.
“Y no es sólo un gran grupo cualquiera. Luce como una Estampida...”
Esa palabra dejó a todos los presentes sin habla. Una Estampida... un
fenómeno en el que una manada de Void, dirigida por un poderoso líder
conocido como [Lord del Vacío], se desbocaba. Los recuerdos de la
destrucción del Tercer Assault Garden a manos de una Estampida como ésta
aún permanecían vivos en la mente de muchas personas.
“¿No había indicios de que esto fuera a ocurrir?” Preguntó Diglasse mientras
empezaba a sudar frío.
“Desgraciadamente, no tenemos ningún medio para detectar a un Lord del
Vacío”. Un investigador que llevaba gafas respondió.
“¿Sabemos cuántos Void hay ahí fuera?” Preguntó un anciano de cabello
blanco... era un Consejero Militar enviado desde Camelot.
“Se estima que sean varios cientos de ellos...”
“¿Cientos?”
Con tal cantidad de enemigos, significaba que sus posibilidades eran
desalentadoras, incluso si todos eran pequeños Void. Pero si realmente se
trataba de una Estampida, entonces existía la posibilidad de que un Lord del
Vacío, una clase de Void extremadamente grande que comandaba las hordas,
pudiera aparecer.
“Cualquiera que sea el caso, nuestras prioridades son evacuar a los civiles y
localizar al Void al mando. Ordena que se refuercen las defensas de la

139 |
academia mientras nuestros pelotones trabajan para poner a salvo a los
civiles”.

Lyseria salió corriendo al exterior, mientras la sirena sonaba. Leonis la


siguió, sin estar muy seguro de lo que ocurría...
(... ¡¿Q-Qué es eso?!)
El cielo estaba cubierto por un mar de nubes grises. No, no eran nubes. Una
bandada de monstruos alados deformes sobrevolaba el horizonte, y sus
números ocultaban el sol.
“Void...”
Estos eran más pequeños que aquellos que había visto en las ruinas, pero...
no había error. Eran el mismo tipo de criaturas. La sirena sonó en sus oídos
como un grito, y los ciudadanos del Assault Garden que paseaban por la calle
simplemente levantaron la vista, conmocionados.
(¿De dónde salieron todas estas moscas?)
Recordó la colmena submarina que Elfine estaba investigando...
“¡No! ¿Por qué hay una Estampida aquí...?” Lyseria miró boquiabierta con
una expresión de pura desesperación.
“¿Qué está sucediendo?”
“No lo sé”. Sacudió la cabeza. “De todos modos, tenemos que evacuar a
todos...”
En el momento en que se volvió hacia el orfanato, una densa niebla negra
invadió de repente la calle. Una enorme sombra creció donde el miasma era
más espeso. Rápidamente tomó la forma de un conjunto de pesadillas
deformes parecidas a bestias... Void.
“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!”
Gritos aterrorizados surgieron de todas partes al ver los Void. Algunas
personas corrían, mientras que otras se subían a sus vehículos y huían del
lugar.
140 |
“¡Todos, cálmense! ¡Diríjanse a los refugios!” Gritó Lyseria.
Pero su voz no llegó a la gente en pánico. La chica mordió con amargura su
labio inferior, probablemente recordando la Estampida que había destruido
su ciudad natal.
Cuatro, cinco, seis... varios Void parecidos a Quimeras21 se deslizaron de la
negra niebla, uno tras otro.
“¿Estos Void también tienen una designación?”
“Estan clasificados como Void de gran tamaño. Son una mezcla de diferentes
bestias... los denominamos Clase-Mantícora”.
(... Ya veo. Así que los llaman Mantícoras en lugar de quimeras).
Pero igualmente se basaron en la apariencia de un monstruo antiguo.
*¡Voooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Los Void de Clase-Mantícora giraron sus colas, destrozando los edificios
cercanos.
“... ¡!”
Lyseria miró hacia atrás. Los niños todavía estaban en el orfanato. No serían
capaces de escapar en medio del caos.
“Tenemos que solicitar ayuda a la academia...”
Lyseria activó el auricular de comunicación que colgaba de su oreja, pero
sólo escuchó estática.
“Leo-kun, quédate detrás de mí...” Dijo Lyseria.
Ella todavía no sabía que Leonis había derrotado a los Void en las ruinas.
Sólo conocía el poco poder que había mostrado cuando se enfrentaron a
Muselle. Su sirviente se colocó delante de Leonis en un intento de protegerlo.
No es que confiara demasiado en el poder de su Espada Sagrada. No. Leonis
podía ver la intención en los ojos de Lyseria. Era la solemne resolución de
un Caballero.
“¿No tienes miedo?”
“Claro que sí. Si no tuviera mi Espada Sagrada, habría huido. Pero...” Lyseria
miró al frente. “¡No me puedo permitir seguir huyendo!”
Uno de los Void de Clase-Mantícora aplastó el suelo bajo sus pies mientras
saltaba. El cuerpo de la criatura se arqueó en el aire, cerrando la distancia
que los separaba de un solo salto.
21. La Quimera es una criatura cruel y sanguinaria con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón.

141 |
*¡Zooooooooooooooooooo!*
Su enorme cuerpo perforó el asfalto, formando pequeños cráteres mientras
aterrizaba.
“¡Activate!” Lyseria gritó, y una fina espada se materializó en sus manos.
“¡Haaaaah!”
Levantó su voz en un grito de batalla y lanzó una rápida estocada a la cabeza
del Void. Su espada brilló, pero...
“... ¡¿La hoja no está penetrando...?!”
Su ataque no hizo más que arañar la cabeza del monstruo, fallando en infligir
algún daño fatal.
“¡Goooooooooooooooh!”
El enorme Void arremetió con su pata delantera contra Lyseria...
“¡Beruda Gira!”
*¡Bang!*
Leonis disparó un hechizo de bombardeo de gravedad pesada que distorsionó
el aire. El colosal cuerpo del Void de Clase-Mantícora fue aplastado bajo la
presión de su magia.
“Elogio tu valor, pero es importante evaluar la fuerza del enemigo”. Dijo.
“¡¿L-Leo-kun?!” Lyseria dio un paso atrás, con una expresión de sorpresa en
su rostro.
El Báculo de los Pecados Sellados, tras haber salido de la sombra de Leonis,
se encontraba siendo empuñado en la mano del chico.
“¿Fuiste tú el de hace un momento?”
“Concéntrate. Vienen más en camino...” Dijo Leonis, alerta.
La gran bandada que cubría el cielo estaba descendiendo. En medio del
enjambre había uno que claramente eclipsaba al resto.
“¿Ese es...? ¡¿Podría ser un Lord del Vacío?!” Lyseria emitió un grito
nervioso.
En cambio, Leonis simplemente sonrió con desprecio.
(... Oh, ¡qué nostálgico!)

142 |
Entre los penetrantes aullidos de la sirena, los miembros del Decimoctavo
Pelotón atravesaron el Tercer Distrito residencial, el más densamente
poblado del Garden.
“¡Por favor, diríjanse al refugio más cercano!”
Elfine utilizó los orbes de su Espada Sagrada para explorar la zona. La
mayoría de los ciudadanos ya habían sido evacuados a los refugios
subterráneos, pero podría haber aún algunos que no hubiesen logrado escapar
a tiempo. El sonido del batir de las alas se escuchó en la distancia.
“... ¿De dónde ha venido una manada tan grande...?” Exclamó Regina, quien
se encontraba apostada en un terreno más alto, mientras utilizaba su Drag
Howl para bombardear a los Void voladores.
El Assault Garden ya había cambiado a modo defensivo y había estado
disparando ráfagas de proyectiles, pero las armas convencionales no
afectaban a sus enemigos. Muchos de los estudiantes más jóvenes ya habían
huido. Incluso entre los que podían invocar Espadas Sagradas, pocos tenían
experiencia real luchando contra Void.
Después de todo, este era el primer ataque de Void contra el Séptimo Assault
Garden en los seis años transcurridos desde su construcción.
“Elfine-senpai, ¿puedes ponerte en contacto con Seria ojou-sama?”
“Hay una poderosa interferencia en la conexión”.
Aparentemente, uno de los Void estaba de alguna manera interrumpiendo
sus comunicaciones a larga distancia.
“... Seria ojou-sama...”
“Entiendo tu preocupación, Regina, pero en este momento debemos...”
“Sí, lo sé”.
Regina era una sobreviviente de la tragedia del Tercer Assault Garden y
amiga de la infancia de Lyseria...
Decir que se sentía inquieta era una exageración.
(Y Leo también ha desaparecido...)
Es probable que ambos estuvieran en el orfanato cerca del Distrito
Comercial. Elfine había enviado uno de sus orbes allí para investigar.
Los ojos de los Vacíos brillaron de un tono carmesí mientras sus mandíbulas
se abrieron con un sonido desagradable. Podrían no tener inteligencia como
tal, pero Elfine tuvo una clara sensación de que había una especie de unidad
entre la manada.
143 |
“¡Hay demasiados de ellos...!”
«¡Encárguense de los Void grandes con grupos de cuatro o más!» La voz
del comandante del batallón resonó desde el terminal de comunicaciones.
El oficial al mando se encargaba del mando táctico, pero las acciones de cada
pelotón individual recaían en sus capitanes. Eso era porque sólo los
miembros de los Pelotones estaban familiarizados con los poderes de sus
Espadas Sagradas y qué tácticas eran más efectivas.
“Regina, abriré un camino. Cúbreme”.
Sakuya avanzó hacia adelante, con su vestimenta blanca de la Orquídea
Sakura ondeando en el viento. No había rastro de miedo en sus ojos. En el
fondo de aquellos ojos claros ardía un intenso odio hacia los Void.
“¡Corta todo lo que se te opone, Blade of Lightning...! ¡Activate!”
Al recitar las palabras que liberaban su poder, la chica invocó su Espada
Sagrada. El alma misma del Clan Orquídea Sakura se materializó en su
mano... una Katana. Era su Espada Sagrada... Blade of Lightning 22,
Raikirimaru.
“¡Vamos a hacerlo, malditas criaturas!”
Las botas de Sakuya patearon el suelo mientras el viento silbaba y cada corte
de su espada se movía a una velocidad increíble, como si fuera un relámpago
que surcaba los cielos. Electricidad azul surgió, quemando a los Void y
reduciéndolos a cenizas. Pero el relámpago era sólo un subproducto de su
poder. Con cada tajo, aceleraba, moviéndose incluso más rápido... Tal era la
verdadera fuerza de la Espada Sagrada de Sakuya.
“Esgrima estilo Mikagami... ¡Danza Sakura!”
Con un destello proveniente de la espada de Sakuya Sieglinde, aparecieron
cortes sobre sus enemigos como flores en primavera. Esta técnica que la
pequeña chica empleaba era un arte secreto transmitido en su pueblo natal.
Un recuerdo del Clan Orquídea Sakura.
La encarnación de la matanza, cortó a los pequeños Void.
“¡Cubriré tu espalda, Sakuya!”
El Drag Howl de Regina descargó una ráfaga de llamas, haciendo retroceder
una bandada de depredadores.
Fue entonces que sucedió.
«¡Esperen! Algo se acerca».
22. Hoja Relámpago.

144 |
La exclamación de Elfine irrumpió a través del dispositivo de comunicación.
Era algo que sólo su Espada Sagrada... Eye of the Witch... había detectado.
«¡Hay... algo enorme aproximándose...!»
El asfalto se agrietó y se desmoronó ante la inminente amenaza.
“¡Uooooo, uoooooooooooooooo!”
Un gigantesco Void del tamaño de un edificio de cinco pisos apareció. Una
bestia titánica con siete cabezas.
“No puede ser... ¿Un Clase-Hidra...?”

Los Void rodearon a Lyseria y a Leonis mientras estaban de espaldas al


orfanato. Varios Void de Clase-Mantícora y otros de Clase-Sabueso Infernal
se acercaban cada vez más. Y detrás de ellos, el descomunal Void cubría el
cielo gris.
“… ¿Es ese el Lord del Vacío?” Preguntó Leonis.
“Sí, probablemente sea el que dirige a los demás...” Lyseria asintió.
La forma en que agitaba sus alas le recordaba a los Dragones, los Tiranos de
los Cielos. Pero sus alas parecían haberse podrido por el miasma oscuro que
había aparecido con los Void. El cuerpo del titánico Lord se retorcía en
inquietantes patrones.
(Pensar que incluso los grandes Dragonkin han sido reducidos a Void...)
Leonis sintió una emoción indescriptible punzando en su corazón.
Alguna vez fueron una raza orgullosa que reinó sobre los cielos hace mil
años. El Rey Demonio de los Dragones, Veira, había luchado valientemente
durante la guerra contra los Seis Héroes.
(Esta es una muestra de misericordia. El Rey No Muerto los pondrá a
descansar).
Leonis levantó el Báculo de los Pecados Sellados. Si este Void poseía una
resistencia a la magia a la altura de la de un Dragón, un hechizo normal no
sería suficiente para derribarlo.
145 |
“¡Guuuuuuuoooooooooooooooooooooooooooooooh!”
El imponente Lord aulló, y como si respondieran a su llamado, los Void en
el suelo comenzaron a reunirse alrededor de Leonis.
“Seria, voy a utilizar un poderoso hechizo. Necesito que me protejas
mientras tanto”.
“¡Entendido!” Lyseria se adelantó, blandiendo su Espada Sagrada.
Mientras Leonis cantaba un hechizo destructivo de gran alcance, también
preparó una serie de hechizos de fortalecimiento. Protección de atributos,
barrera de mana, aumento de mana, mejora física, incremento de agilidad...
“¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!”
Lyseria arremetió contra el enjambre. La punta de su espada captó la luz
mientras cortaba libremente a sus enemigos. Sus movimientos eran rápidos
y fluidos, prueba de que su cuerpo se estaba acostumbrando a luchar como
Reina Vampiro.
“Estrellas Celestiales en el Cielo, Altivos Selladores del Juicio...”
Cargando su Báculo con grandes cantidades de mana, Leonis comenzó a
cantar un hechizo de Décimo-Orden.
(... ¿Qué diablos estoy haciendo en un lugar como este?) Leonis pensó con
una pizca de autodesprecio.
Su objetivo era encontrar la reencarnación de la diosa y restaurar los
Ejércitos de los Reyes Demonio. No debería importarle que una ciudad
humana fuera destruida por los Void. Que hiciera una demostración a gran
escala de su poder aquí, implicaba que su identidad podría quedar expuesta.
Sin embargo...
Leonis miró al enorme Void. Ningún tonto que buscara enfrentarse al Rey
No Muerto y a su sirviente podía ser ignorado.
Leonis completó su hechizo.
Un hechizo destructivo de Décimo-Orden... Invocación de la Estrella
Oscura, [Zemexis Jyura].
Incontables bolas de fuego fueron conjuradas de la nada, y llovieron sobre
los Void. Las explosiones sacudieron el aire que los rodeaba, esparciendo
ondas de calor en todas direcciones.
“... Ah, ¿L-Leo-kun? ¿No es esto peligroso?” Preguntó una Lyseria algo
asustada.

146 |
“Este hechizo está configurado para seguir a sus objetivos, ¡así que no te
muevas!”.
“No puedo escucharte... ¡Aaaaah!”
*¡Booooooooooooooom!*
Las bolas de fuego colisionaron con los edificios cercanos, reduciéndolos a
escombros. Humo negro salía de los alrededores, e innumerables cráteres
aparecieron en el suelo. Algunos Void de Clase-Mantícora habían sido
despedazados por el bombardeo.
“Hmm. ¿Quizás me equivoqué un poco en las coordenadas?” Leonis ladeó
su cabeza con una expresión de disgusto.
Controlar su mana era demasiado difícil con su cuerpo actual. De todos
modos, Leonis se sentía seguro de que se adaptaría a él muy pronto.
La conmoción de las explosiones había derribado algunos adornos del techo
del edificio, pero el orfanato estaba ileso a diferencia del resto. Y cuando las
explosiones intermitentes se detuvieron...
“¿Qué fue eso...?” Lyseria se puso de pie.
“Ten cuidado. Todavía está vivo”.
“¿Huh?”
En cuanto las palabras de Leonis salieron de sus labios, entonces...
“¡Guooooooooooooooo!”
Con un rugido, el inmenso Void que había sido derribado al suelo volvió a
levantarse. La criatura medía treinta metros de largo. Su gigantesca forma se
vio repentinamente envuelta por la tenue luz de una llamarada de mana.
“Armadura de luz Dracónica, ¿huh? Un hechizo inherente”.
Los Dragones que vivían el tiempo suficiente adquirían inteligencia y eran
capaces de utilizar hechizos inherentes propios de los Dragonkin. A juzgar
por su tamaño, este Void era probablemente un dragón antiguo.
(Así que incluso sin su inteligencia, todavía puede usar hechicería...)
Leonis no esperaba que su hechizo lo derrotara. El Lord del Vacío aulló y
levantó su cuello torcido. Su boca se llenó de aire al rojo vivo...
“¡Seria, al suelo!”
Leonis desplegó por reflejo una barrera de mana. El escudo esférico bloqueó
el aliento abrasador del dragón, mientras las llamas azotaban sus alrededores.
El asfalto se fundió, formando un mar de lava a su alrededor.
147 |
El Lord del Vacío comenzó a entonar un segundo hechizo, formando
múltiples círculos mágicos en el aire a su alrededor. Un hechizo destructivo
a gran escala que erradicaría sus alrededores indiscriminadamente. A este
ritmo, el orfanato también quedaría atrapado en la destrucción...
(¡¿Seré capaz de anularlo con un hechizo de la misma potencia a
tiempo...?!)
Las limitaciones del cuerpo humano restringían cuán rápido podía cantar
Leonis.
“... ¡No te dejaré!” Lyseria hizo una feroz carga hacia adelante, con la Espada
Sagrada en su mano.
“¡Hyaaaaaaaaah!”
Lanzó un corte, con su brillante y plateado cabello ondeando en el aire.
Cualquier Void normal habría sido partido en dos por el ataque, pero las
escamas del Dragón desviaron incluso la hoja de una espada sagrada. El Lord
del Vacío levantó su cola y la azotó contra el suelo.
“... ¡!”
Ella esquivó por reflejo la cola, pero salió volando debido a la onda
expansiva.
“¡Zamd! ¡Zamd! ¡Zamd!”
Leonis anuló rápidamente el hechizo que estaba cantando y disparó varias
ráfagas de fuego maldito... un hechizo de Segundo-Orden. Si bien la técnica
era capaz de aplastar incluso rocas, el Dragón apenas se tambaleó. El Lord
del Vacío comenzó a cantar de nuevo el hechizo destructivo a gran escala.
Pero entonces... un gigantesco lobo negro saltó de la sombra de los
escombros y hundió sus fauces en el cuello del Void.
“¡Guoooooooooooooooooooooooooooh!”
“¡Blackas!”
Efectivamente, se trataba del compañero de armas de Leonis, el Príncipe del
Reino de las Sombras... Blackas.
El Lord del Vacío se retorció, intentando zafarse de su atacante, pero el gran
lobo de obsidiana se negó a aflojar sus mandíbulas. Leonis aprovechó ese
momento para conjurar su hechizo.
“Perece, Rey Lackwit. Conoce tu propia estupidez...”
El hechizo fue liberado, y Blackas se refugió en las sombras. Era un hechizo
de Décimo-Orden... Maldición de Extinción Masiva, [Meld Gaiez].
148 |
Un orbe apareció de la nada por encima del Lord del Vacío. Descendió sobre
la criatura y la aplastó contra la tierra.
“¡Grrrrrroooooooooooooooooooh!”
Fisuras cavernosas atravesaron el suelo y lo abrieron. La descomunal forma
del Void desapareció en el fondo del abismo. Leonis disparó seguidamente
varios hechizos [Madia Zolf]... el Cañón Infernal Incandescente. Con cada
ráfaga, las llamas surgían de las profundidades del abismo.
(Que descanses en paz, orgulloso rey de los Dragones...)
Entre todos los monstruos, Leonis sentía una especial predilección por los
Dragones. Siempre los consideró dignos de admiración por su fuerza y su
orgullo. Por ello, verlos reducidos a estas criaturas era imperdonable a sus
ojos.
La oscuridad llenaba el abismo sin fondo. Probablemente, en un principio,
había existido una inmensa fosa debajo de esta ciudad. Al girarse, Leonis
encontró a Lyseria respirando con dificultad.
“¿Necesitas un poco de sangre?”
“... E-Estoy bien...” La chica miró hacia otro lado.
Entonces, algo surgió de repente de las grietas del suelo.
“¡¿Qué?!”
Eran ramas y raíces de árboles que se retorcían. En un abrir y cerrar de ojos,
se enroscaron alrededor del cuerpo de Lyseria y la arrastraron hacia las
profundidades.
“¡Seria!”
“¡Leooooooo-kuuuuun...!”
Leonis extendió su mano para sujetarla, pero las yemas de sus dedos sólo
tocaron el aire vacío. Con un suave sonido, su dispositivo de comunicación
en forma de pendiente cayó a los pies de Leonis.
(¿Qué demonios es esto...?)
Las raíces invasoras parecían estar devorando los restos de los Void que
plagaban la zona, aumentando de tamaño a medida que lo hacían.
(¿Se está comiendo los Void?)
Leonis ya había visto esto una vez: las raíces de un árbol multiplicándose sin
fin y devorando a los ejércitos de muertos vivientes. Lo había visto hace mil
años en la batalla final de los Ejércitos de los Reyes Demonio...

149 |
“... Oh, ya veo. Así que eres tú...” Dijo Leonis, mientras sus labios formaban
el nombre de su odiado némesis. “Uno de los Seis Héroes... ¡Arakael
Degradios!”

150 |
El héroe caído.

El Archi-Sabio de los Seis Héroes... Arakael Degradios. Su edad ya excedía


los doscientos años incluso antes de alcanzar la inmortalidad al fusionarse
con el Árbol Sagrado venerado por los Elfos.
En otro tiempo fue un anciano elogiado como el hombre más sabio de la
humanidad. Arakael había aniquilado a los Ejércitos de los Reyes Demonio
en innumerables frentes de batalla. Mil años después, el Archi-Sabio había
aparecido en batalla una vez más, pero la forma que adoptó estaba muy lejos
de la que Leonis conocía.
“¿Un Void...?” Leonis tragó saliva con nerviosismo al ver en lo que su
antiguo rival se había convertido.
La corteza del Árbol Sagrado estaba superpuesta, inflamada por la misma
niebla negra que acompañaba a los Void que atacaban el Garden. Sus ramas,
que antes daban el fruto de la inmortalidad, estaban ahora adornadas con los
rostros retorcidos de innumerables Void. Alzaban sus voces en rugidos
antinaturales mientras las criaturas intentaban salir al mundo.
El Árbol Sagrado engendraba Void.
“... Ahora lo entiendo. Tú eres el Lord del Vacío”. Concluyó Leonis.
Los Void eran, en efecto, monstruos antiguos; habían sido transfigurados por
algún poder desconocido. Dado que ese era el caso, no era descabellado
suponer que los Seis Héroes también se habían convertido en Void.
... LE... O... N... ISSSSSS...
Los innumerables rostros de los Void pronunciaron su nombre como si
cantaran una maldición. El odio de Arakael era palpable incluso mil años
después. No, quizás era más apropiado decir que su ira había ido en aumento,
hirviendo aquí durante mil años...
“¿Realmente anhelabas tanto volver a encontrarte conmigo, patético
cadáver?” Leonis exhibió una leve sonrisa.
Cantó un hechizo de Sexto-Orden, Explosión Infernal Maldita, [Mel Ziora].
*¡Booooooooooooooom!*
Las abrasadoras llamas incineraron a los Void junto con las raíces que se
retorcían.

151 |
(Así que se llevó a Lyseria para atraerme...)
... LEO...NISSSS...
“Sólo tienes que esperar”. Dijo Leonis, caminando sobre los restos
carbonizados de los Void. “Esta vez, ni siquiera quedarán cenizas cuando
acabe contigo”.
Echó una mirada hacia atrás, sintiendo las miradas puestas en él. Los niños
del orfanato observaban a Leonis con expresiones asustadas.
(... Supongo que no puedo culparlos).
... No era tan distinto de aquel día de hace tantos años.
Estaba acostumbrado a que las personas lo miraran de esa forma. Poseer un
poder tan abrumador despertaba el miedo en los corazones de los hombres.
Eso era cierto incluso cuando había salvado el reino como un héroe.
(... Como Rey No Muerto, debería estar complacido por esto).
Leonis soltó un pequeño suspiro y se alejó del orfanato. Todos los Void de
la zona fueron aniquilados, y había pocas probabilidades de que fuera
atacado de nuevo. En cualquier caso, era sólo cuestión de tiempo hasta que
llegaran los Espadachines Sagrados de la Academia.
El hecho de que este orfanato fuera atacado o no, no le importaba mucho a
Leonis, pero este lugar era muy querido para su sirviente, Lyseria. Leonis
levantó su Báculo de los Pecados Sellados y cantó.
“Hechizo de Octavo-Orden... Zoah Doma”.
La Barrera de la Obsolescencia se asentó sobre el orfanato como una niebla
negra de muerte. Con otro hechizo, el Rey No Muerto conjuró un par de
Caballeros Esqueleto de Rango Superior, poderosos guerreros no muertos.
Eran lo suficientemente fiables como para confiarles la protección de
grandes tesoros o de nobles. Leonis se dio cuenta de que la barrera que había
conjurado era un poco más ancha de lo necesario, pero no se rompería
fácilmente.
“He puesto una barrera. Si no quieren morir, permanezcan dentro de este
edificio”. Leonis se dirigió a los asustados niños con un tono indiferente.
Entonces se dispuso a irse, pero escuchó una voz que lo llamaba desde atrás.
“... ¡P-Por favor, espera...!”
La puerta del orfanato se abrió, y la mayor de los niños salió tímidamente.
Tessera.
“L-Leo...”
152 |
Un Caballero Esqueleto blandió su espada, dispuesto a detener a la niña, pero
Leonis levantó una mano, haciendo que el caballero envainara su arma.
“E-Erm...” La chica estaba tan nerviosa que su voz no podía pasar por sus
labios.
“¿Qué pasa?”
“G-Gracias... por protegernos...” Dijo Tessera, inclinando su cabeza.
“... ¿Eh?”
Aquellas inesperadas palabras de gratitud le dejaron un tanto sorprendido.
“Por favor, salva a Seria”. Probablemente había visto el secuestro de Lyseria.
Su cabeza permaneció inclinada mientras hacía la petición.
“Lo haré. Déjamelo a mí”. Leonis asintió, y le dio unas ligeras palmaditas en
la cabeza. “Te prometo que traeré a Seria de vuelta”.
“¡E-Está bien!”
El Caballero Esqueleto tiró de la chica para que volviera a entrar.
El Rey No Muerto siempre mantiene sus promesas.
De espaldas a Tessera, se dirigió a la gigantesca fisura en el suelo. En el
borde del gran pozo, sentado sobre un montón de escombros, había un lobo
negro.
“... Al parecer nuestro viejo némesis ha regresado de la tumba”.
“Blackas, ¿qué haces aquí?”
“Me he apresurado a regresar a tu lado, amigo mío, masacrando a las
criaturas en mi camino”.
“¿Te las has comido?”
“No lo haría. Me parecen repugnantes”. Blackas sacudió su cabeza y dejó
caer una gran bolsa de tela a los pies de Leonis.
“¿Qué es esto?”
“El botín de guerra. Los recogí mientras investigaba la ciudad. Son mucho
más deliciosas”.
Dentro de la bolsa había varias brochetas forradas de carne asada.
“No las habrás robado, ¿verdad?”
“Soy miembro de la Familia Real del Reino de las Sombras. Nunca haría tal
cosa”. Blackas se mofó, decepcionado. “Permití que los humanos acariciaran
mi cola, y a cambio me dieron esto”.
153 |
“... Ya veo”.
Hubiera preferido que Blackas no hiciera nada para llamar la atención.
“De todos modos, estoy hambriento. ¿Compartirías esto conmigo?”
Leonis tal vez usó un hechizo poderoso de más. Usar su magia oscura de la
misma forma que cuando era el Rey No Muerto era problemático en este
cuerpo.
Blackas recogió una de las brochetas con su boca, presentándosela a Leonis.
El muchacho devoró rápidamente la carne asada y arrojó el pincho al pozo.
Probablemente, Lyseria había sido secuestrada para ponerle un cebo a
Leonis, pero el árbol también podría haber estado tratando de asimilar el
enorme poder de una Reina Vampiro. Si ese era el caso, tenía que darse prisa.
“Ahora, entonces. Ya es hora de que me devuelvas a mi sirviente, Archi-
Sabio”.

“¡Corte relámpago atronador!”


La Espada Raikirimaru centelleó en el aire. La trascendente y perfeccionada
destreza de Sakuya Sieglinde mandó a volar las cabezas decapitadas del Void
Clase-Hidra. Sus movimientos fueron tan rápidos como el nombre de su
arma. Saltó sobre el terreno, moviéndose cada vez más rápido.
“¡Ráfaga de Flores de Luna en dos etapas!”
La vestimenta de su tierra natal danzó en el viento mientras cortaba una vez
más una de las cabezas del Void.
“¡No está mal! ¿Así que tú eres esa joven estudiante que dicen que es lo
suficientemente hábil como para matar Void?”
Una Espadachina Sagrada que blandía una Espada Sagrada de Tipo-Viento
luchaba al lado de Sakuya. Era una atacante de vanguardia del Noveno
Pelotón que había sido despachada al mismo sector.
“Si continúas moviendo tu lengua en medio de la batalla, morirás, senpai”.
Comentó Sakuya secamente.

154 |
“Sí, sí. Lo entiendo...”
La otra chica no pareció ofenderse y se movió para acuchillar las piernas del
Clase-Hidra.
«Sus cabezas ya se están regenerando. Quemen las secciones cortadas».
Elfine había estado analizando la clasificación del Void y transmitiendo los
datos a todos los demás Pelotones utilizando su tableta.
“¡Dejamelo a mí! ¡Drag Howl!”
*¡Bang, bang, bang, bang!*
La Espada Sagrada de Regina expulsó fuego. Sus ataques... capaces de
derrotar por sí solos a un Void de Clase-Ogro... enviaron ondas a través del
aire mientras el Void de Clase-Hidra era envuelto en llamas.
Pero cuando el polvo y el humo se disiparon...
“¡N-No puede ser...!” Regina rechinó los dientes con amargura.
El Void no parecía haber sufrido ningún daño. En su lugar... había raíces de
árbol que crecían desde los muñones del cuello que habían quedado tras los
ataques de Sakuya.
“¡¿Qué significa eso?!”
“... No lo sé. No hay ninguna referencia para ese tipo de espécimen en
nuestros datos”. Elfine sacudió su cabeza. Esto era diferente de un Clase-
Hidra normal.
“... ¡Dispérsense!” Ordenó el comandante en funciones del Noveno Pelotón,
percibiendo el peligro que se avecinaba.
Tres atacantes de vanguardia terminaron su ataque combinado y se alejaron
de un salto. Sin embargo, Sakuya rechazó la orden. Simplemente se quedó
de pie frente al Void, mirando fijamente a su enemigo.
*¡Crrrrrraaaaaaaaasssshhh!*
Las raíces que brotaban de las cabezas cortadas del Clase-Hidra se agitaron,
destruyendo los edificios cercanos.
“¡¿Sakuya?!” Elfiné alzó la voz en un grito.
“Qué extraño. Monstruos como ustedes, cada día se parecen más a los
espectros”.
Esquivando un ataque en el último momento, Sakuya reforzó su agarre sobre
Raikirimaru. Aquellos cuellos arbóreos se movían como si no les importara

155 |
que el Void estuviera unido a ellos. El comandante gritó algo, pero Sakuya
no lo escuchó.
Sakuya tenía la tendencia a cegarse ante lo que ocurría a su alrededor en el
fragor de la batalla. Por eso, ningún pelotón la había buscado, a pesar de su
destreza.
Pero a pesar de eso...
(... Gracias a Dios).
Elfine soltó un suspiro de alivio al saber que Sakuya todavía estaba viva. Si
su Eye of the Witch hubiera funcionado con su máxima fuerza, su abrumador
poder le habría permitido cubrir a todos los atacantes en el campo a la vez.
Pero el verdadero poder de su Espada Sagrada permanecía sellado en ella.
(... Todavía le temo demasiado a los Void).
Elfine se abrazó a sí misma, como si tratara de contener un escalofrío que
recorría sus extremidades. No podía vencer el miedo que sentía desde aquel
fatídico día.
Aun así, decidió permanecer en el campo de batalla y ofrecer información a
los Espadachines Sagrados que luchaban en el frente. Esa era la mayor
contribución que podía hacer en este momento.
«El... fine... Elfine-san...»
Elfine se sobresaltó de repente, cuando una voz resonó en su mente.
“... Leo-kun, ¿eres tú?”
En efecto, era la voz del chico.
«Bien, puedes oírme...»
Uno de los orbes que había enviado a las zonas cercanas debía servir de
transmisor. La voz de Leonis llegó con claridad.
“Sí... ¿Estás usando el dispositivo de comunicación de Seria?”
Leonis no debería haber recibido uno propio todavía.
«Sí, este es el de Seria-san».
Una sensación desagradable se deslizó entre los pensamientos de Elfine. Si
ambos se encontraban en el mismo lugar, ¿por qué no era la propia Lyseria
la que utilizaba el dispositivo?
«Seria-san ha sido capturada por los Void».
El miedo de Elfine estaba en lo cierto.

156 |
“... ¡¿?!”
Se quedó sin palabras.
(¿Los Void secuestraron a un ser humano? ¿Por qué...?)
Pero lo siguiente que dijo Leonis sólo sirvió para asustarla aún más.
«Voy a rescatarla. Elfine-san, necesito que uses tu habilidad para localizar
su posición».
“¿Vas a ir a salvarla... solo?”
Elfine se sorprendió por su sugerencia. Era demasiado imprudente. Puede
que tuviera el poder de una Espada Sagrada, pero sólo era un niño de diez
años.
«... Sí».
“Sólo espera un poco, le pediré a otro Pelotón que ayude a rescatarla ahora
mismo...”
«No llegaremos a tiempo si haces eso». Dijo con una voz fría a través del
auricular. «Y, además, no tienes la autoridad para prescindir de algún
combatiente capaz, ¿verdad?»
“Eso es...”
Elfine volvió a mirar el campo de batalla. El grupo de Sakuya estaba
luchando al máximo de su capacidad, pero el enorme Void demostraba ser
demasiado para su reducido número. Estaban teniendo problemas.
«La traeré de vuelta. Elfine-san, por favor, dime dónde está».
“...”
(Debería detenerlo).
Ir a una misión de rescate por su cuenta era una locura. Pero no había garantía
de que Lyseria sobreviviera hasta que otro Pelotón pudiera ir a ayudarla.
Leonis se sumió en un corto y vacilante silencio.
«Elfine-san, ¿podrías usar tu Ojo para mirar el sector donde me
encuentro?»
“... ¿? Podría, pero...”
Dudosa, vinculó su visión con uno de los orbes que pasaban volando. Cuando
lo hizo...
“¿Qué es esto...?” Las palabras de asombro salieron de sus labios.

157 |
Las raíces habían destruido el asfalto y dejado grietas en el suelo. Y...
esparcidos alrededor de Leonis estaban los restos de innumerables Void.
“¿Mataste a todos...?”
«Sí, lo hice». Leonis respondió fríamente. «Te lo contaré todo más tarde,
Elfine-san. Por ahora, confía en mí».
Su voz era demasiado seria y serena para un niño de diez años.
“...”
Elfine aspiró un poco de aire.
“... De acuerdo. Lo intentaré”. Asintió.
Después de ver todo eso, tuvo que creer. Desconectó por un momento el resto
de la información y se concentró en rastrear la información registrada de
Lyseria. La recepción era débil. El miasma que liberaban los Void
probablemente estaba interfiriendo. Y sin embargo...
“... Está bajo tierra... En lo más profundo. Cuatro capas por debajo...”
El área subterránea del Assault Garden era un espacio oculto mantenido
como secreto militar. Su interior estaba sellado por innumerables mamparos,
lo que dificultaba incluso la perforación del Eye of the Witch de Elfine.
Apagando sus propios sentidos, se concentró tanto como pudo.
“Deberías ser capaz de acceder al pozo principal desde donde estás, Leo-kun.
Usaré mi Espada Sagrada para desbloquear los mamparos, así que deberías
poder llegar a la profundidad del séptimo estrato...”
«Destruiré los mamparos si es necesario. Guíame por el camino más corto
posible».
“¿Destruirlos...? B-Bien, de acuerdo...”
En cuanto se centró en la tarea...
*¡Booooooooooooooom!*
“... ¡¿?!”
Una explosión devastadora reverberó, sacudiendo el cuerpo de Elfine.
«Elfine-san, ¿qué está ocurriendo?»
Elfine se puso de pie y recuperó el sentido de su entorno inmediato. El Void
de Clase-Hidra había atravesado las vanguardias. Se precipitó hacia delante,
y la tierra temblaba bajo sus pies con cada paso.
“Un momento, ¿viene hacia aquí? Elfine-senpai, ¡cuidado...!” Regina gritó
desde la azotea de un edificio cercano.
158 |
“...”
Sin embargo, Elfine no podía moverse. El trauma de haber perdido a sus
compañeros de Pelotón por un ataque del Vacío la había dejado congelada,
encadenada donde estaba.
“Ah...”
Se acobardó, encogiéndose en su sitio, y cerró sus ojos con fuerza. Y
entonces...
El aire silbó mientras el Void se partía en dos.
(... ¿Huh?)
Una de las cabezas del Void que se cernía sobre ella había sido,
repentinamente, separada de su cuerpo.
*¡Fyoo! ¡Fyoo! ¡Fyoo!*
El resto de sus cabezas fueron cortadas también, en rápida sucesión. El Void
de Clase-Hidra se desplomó en el suelo ante los ojos de Elfine.
“... ¿Q-Qué suced...?” Susurró Sakuya sorprendida, con Raikirimaru aún
aferrada en sus manos.
“No... lo sé...”
Uno de los orbes de la Espada Sagrada de Elfine captó entonces una pequeña
sombra de pie en la azotea de un edificio cercano. Una chica vestida con un
uniforme de sirvienta retraía en sus manos unos látigos hechos de oscuridad.
“... Por Dios. Leonis-sama ciertamente tiene el hábito de hacer trabajar a su
sirvienta hasta los huesos”. Susurró ligeramente disgustada antes de masticar
con malhumor una rosquilla.

159 |
“¡Farga!”
*¡Booooooom!*
El Disparo de Maldición Explosiva de Leonis atravesó los mamparos de
protección mientras continuaba su silencioso descenso. Se dirigía al enorme
pozo que conducía a las profundidades del Assault Garden. Su caída estaba
regulada por una poderosa magia de control gravitatorio.
“Nunca imaginé que hubiera un laberinto tan vasto bajo la ciudad”. Comentó
Blackas desde la sombra de Leonis.
“Probablemente haya túneles dispersos para transportar suministros y mano
de obra”.
Tal vez los habían cavado con la intención de trasladar rápidamente a los
Espadachines Sagrados en caso de emergencia, pero los pasajes subterráneos
estaban bloqueados por las raíces del árbol.
“Aun así, la tecnología mágica de la humanidad ha avanzado mucho”. Se
maravilló Leonis mientras quemaba las raíces que intentaban devorar al
intruso.
Ni siquiera los enanos habían logrado construir una estructura tan grande.
(... Lo que me recuerda, no he visto a ningún elfo o enano en esta academia).
Leonis pensó.
¿Estaban aislados de la sociedad humana? ¿O quizás...?
(¿Fueron erradicados por los Void...? No los recuerdo siendo tan débiles).
La Alianza semi-humana había hecho un pacto con la humanidad. Los Elfos
del Bosque Espiritual, en particular, le habían dado a Leonis problemas en
su época.
«... Continúa por ese camino. La ruta continúa en línea recta».
“Entendido”.
Siguiendo las instrucciones de Elfine a través del auricular, Leonis aterrizó
en una plataforma que sobresalía del lateral del pozo.
“¡Farga!”
Destruyó el mamparo cerrado y avanzó por el oscuro corredor con su Báculo
en mano para iluminar el camino.
«... Sigue adelante... luchando... la fuente de energía de la ciudad...»
La estática era cada vez peor. Quizás el Lord del Vacío era el culpable de la
interferencia, lo que debía significar que se estaban acercando.
160 |
El sonido de los zapatos de Leonis chocando contra el suelo resonó con
fuerza a través del pasillo.
“¿Enviaste a Shirley a ayudar a los humanos?” Preguntó el lobo negro desde
la sombra del chico.
“Mmm, sí...”
Puede que Shirley fuera una sirvienta torpe, pero era una hábil asesina. No
era rival para Blackas en términos de destreza en el combate, pero era capaz
de desmantelar todo un castillo por sí sola.
“Nos enfrentamos a uno de los Seis Héroes. ¿Estás seguro de que no llevarla
con nosotros fue una buena idea?”
“... Con nosotros dos será más que suficiente”. Respondió Leonis como si
evadiera la pregunta.
Se dio cuenta de lo que Blackas trataba de decir, por supuesto. ¿Por qué envió
a su mano derecha, Shirley, a proteger a los humanos? Lyseria, su sirviente
era otro asunto, pero no había ninguna razón lógica para que eligiera
defender a los demás miembros del Décimo Octavo Pelotón.
Leonis se aclaró la garganta, sintiendo la mirada sospechosa de Blackas
sobre él.
“La Espada Sagrada de Elfine es útil. Puedo manipularla para mis fines.
Además, Regina Mercedes es la sirvienta de mi sirviente”.
“...”
Sin embargo, Blackas no parecía muy convencido.
(... ¡Ugh, esto es tan irritante!)
Francamente, Leonis tampoco sabía la razón, pero una parte de su corazón
no quería perder a esas chicas.
“Me he interesado un poco por esas chicas. Eso es todo”. Leonis acabó
admitiéndolo, ligeramente desanimado.
“... Ya veo. Esa razón se ajusta bien a ti”.
Esta vez, su hermano de armas parecía satisfecho con su respuesta. Ahora
que lo pensaba, no era la primera vez que ocurría algo así. Le había dado a
Shirley un lugar a su lado por una especie de capricho similar, incluso
después de que ella hubiera venido a asesinarlo.
“Siempre has sido demasiado amable cuando se trata de tus sirvientes, pero
tal vez este cuerpo te está volviendo blando, más humano”.
“... Imposible”. Leonis sacudió su cabeza con amargura. “¡Farga!”
161 |
Destruyó otro mamparo en su camino. El corredor abierto estaba infestado
de raíces de árboles que se retorcían. El miasma que llenaba el aire del túnel
era sofocante.
“Nuestro tiempo de charla ociosa ha llegado a su fin, Blackas. Debemos
seguir adelante ahora”.
“Sí...”
La comunicación con Elfine había quedado completamente en silencio
ahora.
“¡Uuuuooooooooooh...!”
Las raíces se hincharon, dando nacimiento a pequeños Void parecidos a
animales.
“¡Phranis! ¡Phranis! ¡Phranis!”
Leonis utilizó el hechizo de Tercer-Orden, Oleada de Llamas Rápidas, para
acribillar sin piedad a las criaturas recién nacidas mientras se apresuraba por
el corredor. Cualquier hechizo de destrucción masiva que fuera superior al
Octavo-Orden probablemente haría volar a sus enemigos, pero lanzar un
hechizo así en un espacio cerrado como este enterraría vivo a Leonis.
Continuando con su avance, el chico eventualmente llegó a un mamparo en
ruinas. Detrás había una gran abertura. Una luz brillante y verdosa iluminaba
el espacio.
“¿Qué es eso...?” Leonis frunció el ceño en el momento en que entró.
La fuente de luz era un enorme fragmento de cristal de mana. A su alrededor
se enroscaban las múltiples raíces del Árbol Sagrado. Era enorme, tanto que
incluso la parte que no estaba envuelta por las raíces tenía unos quince metros
de diámetro.
“Ya veo. Así que esta es la fuente de energía de la ciudad”. Dijo Blackas.
Los cristales de mana eran cultivados por espíritus y dioses antiguos y,
durante la época de la guerra de los Reyes Demonio, servían para suministrar
energía al Castillo del Risco de Dizolf, el Rey Demonio de la Ira. Sólo un
cristal de mana podría haber alimentado una ciudad tan grande. Excepto...
“No pensé que uno tan grande pudiera formarse naturalmente”.
“... No crees que esto podría ser hecho por el hombre, ¿verdad?” Susurró
Leonis.
Ambos se vieron interrumpidos de repente cuando...
*Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr...*
162 |
Las raíces del Árbol Sagrado comenzaron a retorcerse alrededor del cristal
de mana. Destruyeron el mamparo con un sonido estridente y tembloroso,
sellando a Leonis en la cámara. Los nudos de las raíces comenzaron a
hincharse, formando innumerables rostros humanos. Rostros, rostros,
rostros... cientos de ellos, todos parecían esculturas talladas en madera. Cada
uno poseía un rostro idéntico...
El Archi-Sabio de los Seis Héroes…
Arakael Degradios.
“Has caído bastante bajo, mi viejo némesis”. Observó Leonis, golpeando el
mango de su Báculo contra el suelo. “Un héroe de la humanidad que una vez
fue alabado como el más grande sabio de su raza, ahora no es más que un
semillero de monstruos...”
La superficie del Árbol Sagrado se cubrió con esa misma niebla negra. De
su cuerpo, el árbol dio nacimiento a Void de diferentes formas y tamaños.
Eran los demonios que el Archi-Sabio había consumido en la guerra de hace
mil años... Y dentro del árbol estaba Lyseria, atrapada.
“Ahora entonces, Arakael, me llevaré a mi sirviente de vuelta”. Con una
confianza indomable, Leonis sonrió y comenzó a cantar su hechizo.

163 |
La Espada Demoníaca.

“Arrasen con todo a su paso, llamas del infierno, y reduzcan todo a cenizas...
¡Zof Amadia!”
*¡Voooooooooooooooosh...*
Sin vacilar, Leonis lanzó su hechizo más poderoso de Tipo-Fuego... [Ráfaga
de Fuego Infernal]... contra los numerosos rostros del Archi-Sabio.
Invocadas desde el Reino de Muspelheim, las llamas inmolaron a los Void,
junto con las raíces que los originaron.

164 |
165 |
“¿Quizás ahora recuerdes el auténtico poder del Rey No Muerto, Leonis
Death Magnus?”
Golpeó con fuerza el suelo con el mango de su Báculo de los Pecados
Sellados. El aire se agitó por el intenso calor. Los Void se redujeron a
cenizas, pero... al momento siguiente, una llamarada de mana verde oscuro
cegó a Leonis. El Árbol Sagrado arrancó sus extremidades chamuscadas y
comenzó a regenerarse rápidamente.
“Oh, esa es una regeneración impresionante. Ese es el poder del Árbol
Sagrado”. El Rey No Muerto alabó a su antiguo enemigo. El Árbol Sagrado
del Bosque Espiritual crecía absorbiendo el mana del suelo. Sus hojas eran
una panacea capaz de curar cualquier enfermedad, y se decía que aquellos
que se alimentaban de su fruto obtenían la inmortalidad. El Archi-Sabio
Arakael había engañado a los Elfos del Bosque Espiritual para hacer suyo
ese poder.
“... Rey... No Muerto... Leo... nis...”
Los rostros del Archi-Sabio se retorcieron de forma antinatural en la
superficie del árbol, llamando con voces tensas al chico que estaba ante ellos.
“Ah, así que puedes hablar. Y yo aquí pensando que habías perdido
completamente tus sentidos”.
“... Pensaba que... habías perecido... hace mil años...”
“Para ser un Archi-Sabio, eres un maldito tonto”. Leonis se burló. “Nunca
moriría. Simplemente sellé mi alma”.
“... El único tonto aquí... eres tú... El mundo... ya ha
cambiado...”
“Ciertamente lo ha hecho. La comida, sobre todo, se ha vuelto mucho más
sabrosa”.
El Archi-Sabio continuó, ignorando las palabras de Leonis como si fueran
tonterías.
“El mundo... renacerá... con la Estrella de la Nada...”
“¿La Estrella de la Nada?”
“¡La Nada me ha elegido... como Heraldo del Evangelio de la
Estrella!”
La risa demente del Archi-Sabio resonó en el vasto túnel subterráneo.
“... ¡Cuidado!” Blackas alzó la voz en señal de advertencia.
“¡Tch!”
166 |
Apartándose de un salto, Leonis cantó el hechizo de Octavo-Orden, Corte de
Escarcha Múltiple... [Sharianos].
Hojas de hielo glacial aparecieron en el aire, apuñalando las raíces del Árbol
Sagrado desde todas las direcciones. Los afilados zarcillos atravesaron el
suelo y se dirigieron hacia Leonis.
“¡Aroooooooooooooooooooooooo!”
El cuerpo de Blackas se estremeció mientras desataba su [Aullido explosivo],
reduciendo las raíces a polvo.
“¡¿Qué pasa, Leonis?! ¡Esto no es propio de ti!”
“... Ya veo”.
Ante la reprimenda de Blackas, Leonis miró sus manos.
“Parece que mi mana se ha debilitado mucho”.
“¿Qué?”
Por supuesto, la reversión a su cuerpo humano era parte de ello. Pero no
podía haber sido sólo eso. El poder de su hechizo [Zof Amadia] de antes y
su [Sharianos] de ahora... ambos eran significativamente más débiles de lo
que deberían haber sido.
“Lo tengo. Es este lugar...” Dedujo Leonis.
Por así decirlo, de alguna manera, estaba dentro del cuerpo del Árbol
Sagrado. Las raíces esparcidas por todas partes drenaban constantemente su
mana.
“... Correcto, Rey... No Muerto...” La voz del Archi-Sabio retumbó.
“Conviértete en mi... Conviértete en el sustento de Arakael
Degradios...”
Los frutos de la inmortalidad en el gran árbol estallaron, produciendo
innumerables Void de diferentes formas.
“¿Y qué?” Leonis sonrió finamente.
“... ¿Qué...?”
“Es una desventaja suficiente para mí, dado que mi oponente es una maceta
que se niega a morir”.
Leonis levantó su Báculo, y la presencia de la muerte le rodeó rápidamente.
La sombra a sus pies se expandió al instante y resonó con el espeluznante
sonido de los huesos crujiendo.
“¡Hechicería Personal... Crear Legión de No-Muertos!”
167 |
Un ejército de esqueletos emergió de su sombra, cada uno sosteniendo un
arma que brillaba con energía mágica.
*Clack, click, creak, clack...*
Una verdadera colina de huesos surgió bajo los pies de Leonis. Desde su
cima, Leonis dominaba el rebaño de Void. La escena se había convertido en
una especie de recreación exacta de la batalla del Desierto de Sidon, de hace
mil años.
“Mi ejército de leales no muertos...” Leonis ordenó con valentía. “¡Arrasen
con mi insensato enemigo!”
La montaña de huesos repiqueteó y crujió mientras avanzaba como una ola.

(¿Leo-kun...?)
La conciencia de Lyseria despertó en la oscuridad... Le pareció haber
escuchado su voz.
“... ¡!”
La chica trató de moverse, pero las enredaderas se enroscaron con fuerza
alrededor de su cuerpo, inmovilizándola.
(Es cierto, ese árbol me atrapó después de derrotar a un Void...)
Y fue así como perdió el conocimiento. Su campo de visión era oscuro y no
podía ver nada. Mientras más intentaba luchar, las enredaderas la apretaban
y la constreñían con más fuerza. Además, el miasma putrefacto que
producían los Void impregnaba el aire a su alrededor. Si no estuviera ya
muerta, seguramente le habría carcomido los pulmones desde adentro.
“... ¡Déjame ir...!”
Mordió las enredaderas con sus afilados colmillos, pero no pudo romperlas.
(... ¿Qué debo hacer?)
Incluso si invocara su Espada Sagrada, no le serviría de nada estando
inmovilizada. Pero entonces...

168 |
«... ria... ¿me escuchas...?»
La voz del chico sacudió sus tímpanos.
“¿Leo-kun...?”
El dispositivo de comunicación colgado en una de sus orejas se iluminó, pero
la voz del chico se cortó tan rápido como había surgido. Leonis venía a
salvarla... El solo saber eso le daba fuerzas. En la superficie, Regina y Sakuya
probablemente también estaban luchando intensamente.
(Así es... Si no lucho ahora, ¿por qué desperté el poder de una Espada
Sagrada en primer lugar?)
Un débil resplandor comenzó a irradiar del cabello plateado de Lyseria.

Leonis apretó con fuerza el dispositivo de comunicación de tipo auricular.


Lyseria no respondió. No podía saber si su voz le había alcanzado o no, pero
sabía que ella estaba allí. No había duda.
El Príncipe Lobo Demoníaco del Reino de las Sombras navegó a través de
los huesos como si estuviera surfeando sobre las olas.
“Dragón Oscuro de las Llamas, Devora a mis enemigos... ¡Jirus Vera!”
Montado en la espalda de su amigo jurado, Leonis entonó un hechizo de
Sexto-Orden. Las llamas negras de la oscuridad tomaron la forma de un
dragón y devoraron a los Void. Era uno de los hechizos originales del Rey
No Muerto. Su magia amasaba los elementos de la muerte y las llamas en
uno solo. El fuego negro se desbocó, devorando al inmortal Árbol Sagrado
mientras un ejército de soldados esqueléticos continuaba su avance.
“... Canta un himno... de luz...”
Innumerables rostros de un anciano surgieron del tronco del Árbol Sagrado,
todos ellos recitando las mismas palabras a la vez.
“... ¡¿Está usando hechicería?!” Leonis abrió sus ojos de par en par.

169 |
Arakael estaba tratando de cantar un hechizo de Alto-Orden de magia
sagrada. Además, era un canto de múltiples personas, hecho a través de sus
innumerables rostros.
(... Al igual que los Sacerdotes de la Secta Sagrada).
Los Sacerdotes bajo el mando de Arakael probablemente también se habían
fusionado con el árbol. Leonis no tenía forma de saber si habían sido
forzados o habían ofrecido voluntariamente sus cuerpos por el bien de los
Seis Héroes...
De todos modos, un gigantesco círculo de hechizo brilló, suspendido en el
aire. Era un hechizo sagrado de Octavo-Orden... Cañón de Luz Divina, [Lex
Megido].
Destellos de luz llovieron como un relámpago, golpeando al ejército de no
muertos. Los esqueletos que recibían un impacto directo quedaron reducidos
a cenizas inmediatamente, e incluso las ondas de choque del hechizo fueron
suficientes para despojar a los esqueletos de su pseudo-vida, convirtiéndolos
en meros huesos.
“¡Blackas!”
El gran lobo saltó en respuesta a la orden de Leonis, serpenteando entre las
hojas de luz sagrada. Ambos se acercaron al Árbol Sagrado.
“Oscuridad, estalla hacia adelante... ¡Arzam!” Leonis cantó un hechizo de
Décimo-Orden.
Llamas negras ardieron en el aire, golpeando al Árbol Sagrado. Pero la
enorme planta simplemente generó nuevos rostros para reemplazar los que
habían sido destruidos. Los nuevos reanudaron rápidamente sus cánticos.
Una barrera de luz cayó como una cortina, repeliendo la oscuridad y
borrando el hechizo de Leonis.
Arakael había lanzado un hechizo defensivo... Barrera Sagrada, [Ras Gu
Roa].
(Puede conjurar un hechizo de Octavo-Orden y de Séptimo-Orden al mismo
tiempo...)
Leonis chasqueó la lengua al aterrizar en el suelo. También podía hacer eso,
por supuesto. Pero el hecho de que todavía pudiera utilizar la hechicería de
esa forma, incluso después de haber perdido su humanidad...
“Ya veo. No me extraña que se te llamara Archi-Sabio”. Dijo Leonis con una
sonrisa irónica.

170 |
“Semejante cantidad de mana. Incluso supera las cantidades que tenía
cuando estaba vivo, ¿no es así?” Preguntó Blackas.
“Sí...” El Rey de los No Muertos asintió brevemente con la cabeza.
“Probablemente esté absorbiendo mana directamente de ese enorme cristal
de mana”.
Arakael efectivamente tenía una fuente inagotable de mana, que le permitía
cantar múltiples hechizos a la vez. En comparación, el mana de Leonis estaba
siendo mermado sólo por el hecho de estar allí.
(... Estaré en desventaja si esta batalla se prolonga demasiado).
Arakael, por otro lado, se había fusionado con el Árbol Sagrado y era
inmortal. Era capaz de recuperarse casi instantáneamente de cualquier
hechizo medio. Y mientras viviera, podía producir un interminable número
de Void.
Este lugar era un altar. Un altar de sangre, preparado con el propósito de
convertir a Leonis en un sacrificio.
¡Le... o... ni... iiiiiiiiiiisssssss...!
Los muertos consumidos por el Árbol Sagrado aullaron. No había conciencia
en sus lamentos. Lo único que Leonis podía oír era el hambre. Las raíces se
balancearon hacia abajo para golpear al chico, pero él las repelió con una
secuencia de hechizos de gravedad.
(Un hechizo de destrucción a Gran-Escala podría aniquilar toda esta zona).
Pero eso también destruiría el cristal de mana que alimentaba el Assault
Garden. Lyseria también quedaría atrapada en la explosión...
(¿Mi sirviente, eh...?)
Entonces Leonis tuvo una idea.
(Será una apuesta...)
El Rey No Muerto afianzó su agarre en el dispositivo de tipo auricular y dijo:
“Blackas. Voy a intentar algo imprudente”.
“¿Imprudente, hmm? Muy bien. Soy el Príncipe del Reino de las Sombras,
después de todo”.
El enorme lobo negro agitó su cuerpo. Era el irremplazable hermano de
armas de Leonis, que había corrido a su lado por innumerables campos de
batalla. Incluso sin más explicaciones, el lobo podía saber lo que Leonis
estaba pensando.
De nuevo, Leonis comenzó un hechizo, invocando una legión de no muertos.
171 |
“¡Ejército de no muertos, síganme!”
Las tropas lanzaron un grito entusiasta y retumbante mientras seguían la
carga de Leonis.

“¡No perderé...! ¡No... perderé...!”


El mana iluminó el cabello plateado de Lyseria mientras arrancaba las
enredaderas del Árbol Sagrado y comenzaba a arrastrarse para salir. Cuanto
más luchaba, más se clavaban las enredaderas en su piel, dejando
laceraciones sangrantes por todo su cuerpo. Aun así, Lyseria persistió...
“¡Sueltameeeeeeeeeeeeeeee!”
Ella no perdería. ¡No lo haría, no lo haría, no lo haría, no lo haría...!
“¡No perderé en absoluto...!”
Ese día, hace seis años, el Tercer Assault Garden fue invadido por los Void,
y sus padres fueron asesinados. Ese día, ella había jurado:
(... ¡No quiero ser alguien que siempre espere a ser rescatada!)
La sangre de la joven brotó; ese fluido hirviente y caliente se reunió y se
convirtió en una hoja de filo inigualable, y así… cortó las enredaderas que
sujetaban sus extremidades.

172 |
*¡Uuuuooooooooooooooooooooooooooooooooooh!*
Innumerables círculos mágicos aparecieron, rodeando a Leonis y a Blackas.
Los disparos de la magia sagrada de Octavo-Orden, Cañon de Luz Divina,
consumieron el ejército de esqueletos. De pie sobre la montaña de huesos
desplomados, Leonis se abalanzó sobre la espalda de su compañero lobo
negro. Un Void de Clase-Gigante se levantó de entre los escombros y
balanceó su enorme puño hacia abajo en un intento de aplastarlos a ambos.
“¡Gran Beld!”
Lanzando Explosión de Destrucción Pesada, un hechizo gravitatorio de
Séptimo-Orden, derribó el enorme cuerpo del Void al suelo, enviando
piedras por los aires. Los fragmentos de roca rozaron su rostro, dejando
rastros de sangre por su piel.
Las raíces del árbol entraron en acción. Aparecieron innumerables rostros en
sus puntas, cantando magia sagrada. Otro Cañon de Luz Divina.
“¡Blackas!”
Leonis saltó del lomo del lobo negro, y clavó la punta de su Báculo contra el
Árbol Sagrado. El cuerpo del Príncipe de las Sombras, Blackas, se
transformó en una sombra y se enroscó alrededor del brazo de Leonis
mientras se balanceaba. Este era otro de los hechizos originales de Leonis...
[Aullido abrasador].
La cabeza del lobo negro aulló. Rodeada de enormes cantidades de mana, la
bestia se abrió paso entre la manada de Void y mordió los rostros surgiendo
en el tronco del Árbol Sagrado. El mana de Leonis y Arakael colisionaron,
chocando el uno con el otro.
Pero Leonis sólo tenía el mana de un cuerpo humano, mientras que Arakael
tenía un cristal de mana capaz de alimentar una ciudad a su disposición. La
diferencia entre sus capacidades era tan marcada como la del cielo y la tierra.
Leonis sólo podía seguir adelante porque era el orgulloso Rey No Muerto,
aquel que había dominado las Artes Arcanas.
(... ¿Dónde estás?)
Leonis forzó su vista, tratando de mirar en las profundidades retorcidas del
Árbol Sagrado. Escaneó cada centímetro, buscando a su sirviente entre las
asfixiantes y cegadoras cantidades de mana... Y entonces la encontró: una
intensa concentración de energía mágica.
“... ¡Ahí estás!”
Leonis cerró uno de sus ojos, extendió su mano izquierda hacia delante... y
chasqueó su pulgar.
173 |
“¡Ii Ray!”
El hechizo [Destello luminoso] utilizaba la electricidad para propulsar
cuchillas hacia adelante a gran velocidad... era una técnica de asesinato. Sin
embargo, no había lanzado una cuchilla; era el auricular de comunicación de
Lyselia. El accesorio tenía una forma bastante aerodinámica, pero lanzar algo
así con el hechizo no tenía ninguna posibilidad de dañar realmente a Arakael.
“... ¿Es ese tu... último recurso... Rey No Muerto...?”
Los rostros del tocón del árbol se carcajeaban maníacamente.
“Ríete todo lo que quieras. El único tonto aquí eres tú, Archi-Sabio”.
Contestó Leonis con confianza.
Fue entonces cuando una repentina grieta atravesó el enorme tronco del
Árbol Sagrado, que se estaba regenerando.
*¡Creeeaaaaak, snap!*
Una luz roja como la sangre se filtró a través de las fisuras, engullendo el
Árbol Sagrado desde el interior.
“¿Qué...? ¿Qué has...? ¡¿Qué has hechoooooooooooo?!” Los
rostros del tronco del árbol se contorsionaron de dolor.
“Oh, simplemente compartí parte de mi sangre y mana con mi sirviente”.
Entonces sucedió…
La superficie del Árbol Sagrado se agrietó, y se abrió a la fuerza. Una ráfaga
de largos cabellos plateados se extendió como alas de luz mágica.
“¡Leo-kun!”
La Reina Vampiro... Lyseria Christaria. Sus ojos tenían un brillante tono
carmesí.
(¡Ha despertado su poder vampírico!)
La visión del despliegue de sus alas de mana volando sobre lo que había
debajo, la hacía verse increíblemente hermosa.
“Leo-kun... ¡¿Aaaah, aaaah?!”
Pero entonces, no estando acostumbrada a sus nuevas extremidades mágicas,
las sacudió y cayó torpemente en picada.
(... Todavía no está acostumbrada a usar sus Alas de mana).
Con el apoyo de la magia flotante de Leonis, aterrizó a su lado.
“Veo que has aprendido a usar tus poderes vampíricos”.
174 |
“Sí. Esta es tu sangre, ¿no es así?”
Lyseria abrió sus manos, revelando el auricular manchado de sangre. En
efecto, era la sangre de Leonis, cargada con enormes cantidades de mana.
“Eso fue sólo el detonante. Tu mana ya se estaba desbordando, Seria”.
Leonis sabía que estaba a punto de despertar dentro del Árbol Sagrado.
Simplemente le dio su sangre para que sirviera como catalizador de la
explosión.
“¿Necesitas más?” Leonis extendió su dedo hacia ella, provocando que
Lyseria se sonrojara.
“¡Y-Ya tengo bastante!”
La joven se giró entonces y encaró al Árbol Sagrado mientras continuaba
gritando en agonía.
“Así que ese es el Lord del Vacío...” Dijo, con una expresión rígida de
incomodidad ante el aspecto antinatural de la monstruosidad. “Se regenera
tan rápido... ¿Cómo vamos a detenerlo...?”
“Seria, ¿podrías conseguirme algo de tiempo?”
“¿Huh?”
“Lo eliminaré, por completo”.
Lyseria parecía dudar si Leonis era realmente capaz de semejante hazaña,
pero disimuló su preocupación. Leonis sonrió con seguridad y apretó su
Báculo.
“Me tomará un tiempo hacerlo, así que protégeme hasta entonces”.
“... Entendido”. Ella asintió, con una voz llena de confianza.
Lyseria entonces levantó una mano en el aire.
“¡Activate!”
Con eso, una hoja carmesí se formó entre sus dedos. Se la pasó por el brazo,
como si tocara un instrumento de cuerda. La sangre goteaba a medida que
cortaba su carne; y líquido rojo se acumuló a sus pies mientras hacía una
mueca de dolor.
“¿Qué estás haciendo?”
“¡Te mostraré cómo se usa esta Espada Sagrada...!”
*Uuuuuuooooooooooooooooooooooooooooooooooooooh!*

175 |
Un grupo de nuevos Void de Clase-Gigante cargaron hacia ellos. Lyseria
hundió su espada carmesí, manchada de sangre, en el suelo. Al momento
siguiente, la sangre que se acumulaba en el suelo se levantó y se convirtió en
varias hojas flotantes.
“¡Esta es mi Espada Sagrada... Bloody Sword23!” Lyseria pronunció el
nombre del arma con orgullo.
Las hojas de sangre se precipitaron hacia delante, cortando en pedazos a los
Void que avanzaban.
(... ¡¿Tiene la capacidad de proteger a su portador automáticamente?!)
Una Espada Sagrada es un reflejo del alma de su portador, y esta habilidad
le permitía manipular la sangre... Una habilidad muy apropiada para una
chica que se convirtió en una Reina Vampiro.
“¡Te protegeré, Leo-kun!”
Incontables flores de sangre florecieron.
“... Ya veo. Has encontrado un sirviente realmente hábil”. Dijo Blackas,
saliendo de la sombra de Leonis.
“Sí. Como pensaba, es digna de ser mi mano derecha”. Respondió el chico
con una sonrisa.
Y ahora, como su Maestro, tendría que responder a los esfuerzos de su
sirviente de la misma manera. Destruiría al Archi-Sabio Arakael con la
dignidad del Rey No Muerto. No había necesidad de contenerse ahora que
su sirviente estaba a salvo.
La hora de los juegos había terminado oficialmente.
Leonis giró ligeramente la empuñadura de su Báculo y éste cayó
pesadamente al suelo.
El Báculo escondía una espada en su interior.
Una abrumadora ráfaga de mana se desató en el momento en que el arma fue
desenvainada.
“¿Q-Qué...? ¿Qué es esto...?” Exigieron los innumerables rostros
grabados en el Árbol Sagrado.
El Árbol Sagrado, el poderoso Archi-Sabio, tenía miedo. Leonis avanzó
lentamente.
“¡¿Leo-kun?!” Exclamó Lyseria.

23. Espada Sangrienta.

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“Cierta diosa envidiosa me dijo una vez que no debería desenfundar esta
espada innecesariamente...”
El Báculo de los Pecados Sellados era un artefacto de Clase-Legendaria, pero
en realidad no era más que una vaina para el arma de Clase-Mitológica que
ocultaba.
El Rey No Muerto Leonis sólo había empuñado esta espada dos veces. La
primera vez, redujo a tierra quemada la montaña donde se encontraba el
enorme Dragón Sagrado...
La segunda vez, asesinó a un dios.

177 |
178 |
*¡Uuuuuuuooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooh!*
El inmenso cristal de mana se llenó de luz. El Árbol Sagrado se estaba
preparando para lanzar el hechizo de Décimo-Orden, Aniquilación de la
Providencia... [Aion]. Su intención era destruir por completo todo lo que le
rodeaba. Este era el núcleo del Assault Garden, y si este lugar era destruido,
toda la ciudad colapsaría. Quizás Arakael confiaba en que el Árbol Sagrado
sobreviviría con su inmortalidad.
(... No, esa cosa probablemente no tenga la suficiente inteligencia para
entender lo que ocasionarían sus acciones).
Leonis soltó un suspiro de exasperación y blandió su espada. La hoja brillaba
con la oscuridad.
Esta era la Espada Sagrada dada al mejor espadachín entre los Seis Héroes,
Leonis. ¿Una Espada Sagrada...? No, la bendición de la Diosa la había
convertido en una Espada Demoníaca... una espada sellada para contener su
inmenso poder...
Tú eres la espada que salva al mundo, otorgada por los cielos.
Tú eres la espada que arruina el mundo, creada para rebelarse contra los
cielos.
Una Espada Sagrada, Santificada por los Dioses.
Una Espada Demoníaca, Bendecida por la Diosa.
Demarco esta tierra como mi reino y te empuño para arrasar con mis
enemigos.
Deja que tu nombre, sumergido en la oscuridad, resuene...
“¡Espada Demoníaca, Dáinsleif!”
La Espada Demoníaca brilló en la luz mientras Leonis preparaba su hoja
negra. Era la antítesis de una Espada Sagrada. Había sido bendecida por la
Diosa que se rebeló contra los dioses de la Esfera Celestial. Y dado que era
empuñada por un Rey Demonio, se le conocía como la Espada del Demonio.
Sin embargo, Dáinsleif todavía conservaba su voluntad de cuando era una
Espada Sagrada y estaba sellada para que sólo pudiera ser desenvainada bajo
una condición muy específica. Y esa condición era...
(Proteger al propio reino).
Dáinsleif fue originalmente forjada para proteger al propio reino. Un arma
para salvaguardar al propio reino y expulsar a los invasores...

179 |
Y así, el Rey No Muerto proclamó esta tierra, el Séptimo Assault Garden,
como su reino. Declaró a los ciudadanos de la superficie como sus súbditos
y a la Academia Excalibur como el castillo sobre el que reinaba. El hecho de
que desenvainara con éxito la Espada Demoníaca significaba que reconocía
este lugar como el dominio de Leonis.
Fue algo totalmente inesperado e imprevisto, pero a partir de este momento,
el Séptimo Assault Garden y la Academia Excalibur tendrían que convertirse
en la base para el resurgimiento de los Ejércitos de los Reyes Demonio.
Y este Lord del Vacío que amenazaba la vida de sus súbditos era...
“Tú eres el enemigo que debo abatir”. Decretó Leonis, con determinación.
Empuñó la Espada Demoníaca en sus manos.
... Imposible... ¿Por qué posees... la Espada Sagrada que abatió
a un dios...?
Las temerosas voces del Archi-Sabio reverberaron a lo largo del túnel
subterráneo.
“... ¿Oh? ¿Has recuperado la suficiente conciencia como para reconocer el
miedo?” Leonis miró con desprecio durante un momento antes de
desaparecer del lugar en el que se encontraba.
“¡¿Leo-kun?!” Lyseria levantó su voz con sorpresa.
La Diosa de la Rebelión había sellado algo más que el poder de la Espada
Demoníaca en la hoja. También había sellado dentro del arma el poder y la
experiencia de Leonis de cuando era un héroe. Lo que significaba que cuando
Leonis empuñara la Espada Demoníaca, recuperaría el poder del mejor
espadachín que jamás haya existido.
El Maestro de la Espada Demoníaca cortó a los Void congregados en un abrir
y cerrar de ojos y saltó en el aire. Los rostros del Archi-Sabio se retorcieron
y contorsionaron grotescamente en el tronco del Árbol Sagrado.
“¿Alguna última palabra, Rey de los Void...?”
... La ruina... no puede ser derrocada... No importa qué...
“Soy el Rey No Muerto. El destino es gobernado por mi mano”. Leonis dijo
burlonamente, y entonces...
“Arte de Espada Secreto de la Escuela del Reino de Rognas... ¡Ragna
Lost!23”
La hoja de la Espada Demoníaca liberó una increíble luz negra, erradicando
el Árbol Sagrado de la existencia.
24. Ragna Perdido

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“¡Roselia! ¡No! ¿Por qué... por qué estás...?”
“No llores, Leonis”.
Ella extendió una mano. Incluso mientras era devorada por la nada, le dedicó
una amable sonrisa.
“Dentro de mil años, volveré a nacer”.
Le imploró a Leonis que la encontrara, sin importar el costo...
“... ¡Lo prometo! No importa qué, ¡te encontraré, Roselia!”
Y así, la chica conocida como la Diosa de la Rebelión le ofreció una última
y fugaz sonrisa.

Con la destrucción del Lord del Vacío, la Estampida llegó a su fin. Habiendo
perdido a su comandante, los Void se volvieron perezosos y fueron abatidos
uno tras otro por los Espadachines Sagrados de la Academia Excalibur. Los
cadáveres de los Void se apilaron unos sobre otros y eventualmente se
disolvieron en la niebla. No dejaron ningún cuerpo detrás, sino que
desaparecieron en el vacío que era su homónimo...
En el Dormitorio Hræsvelgr de la Academia Excalibur, Leonis pasó la mitad
del día acostado en la cama de la habitación de Lyseria.
(... Maldición... El temido y alabado Rey No Muerto... sufriendo de dolores
musculares...)
Era el retroceso de empuñar el poder que había ostentado como espadachín
y que había sido sellado dentro de la Dáinsleif. Su cuerpo no entrenado, de
diez años de edad, se vio afectado por una parálisis muscular. Sentía como
si todos sus tendones se hubieran desgarrado.
(Incluso se llevó todo mi mana... Qué absurda Espada Demoníaca).

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Con poco que hacer, Leonis evitaba su aburrimiento viendo películas. El
entretenimiento de esta época era mucho más interesante que el teatro de
hace mil años. Al principio, tomó las películas que pudo encontrar en la
biblioteca, pero al terminarlas, decidió ver algunas de la colección de
Lyseria. La mayoría eran historias de amor entre un noble y una plebeya, con
algunas escenas bastante apasionadas.
(... Así que le gustan este tipo de historias. Estoy un poco sorprendido).
Leonis rodó sobre la cama mientras ese pensamiento circulaba por su mente.
“Leo-kun, te he traído el almuerzo... Espera, ¡¿Q-Q-Q-Qué estás
haciendo...?!”
Lyseria había regresado a la habitación y, en cuanto se percató de lo que se
estaba reproduciendo en la pantalla, reaccionó con un pánico nervioso.
“¡N-No puedes ver eso! Es demasiado pronto para ti, Leo-kun”.
Cogió el dispositivo de control de la pantalla y rápidamente quitó la película.
“... Estaba llegando a la mejor parte...” Leonis frunció el ceño.
“No. Si quieres ver una película, tienes las que te prestó Sakuya”.
“Pero no son interesantes...”
Aquellas películas eran de hombres con katanas en la mano intentando
cortarse entre ellos. Eran bastante brutales y no se ajustaban al gusto de
Leonis. Ya había visto suficiente violencia hace mil años y prefería ver algo
un poco más pacífico y saludable para su diversión.
Lyseria se sentó en la cama.
“Empezaron a reconstruir el Distrito Comercial, pero parece que llevará
algún tiempo reparar el sistema de energía averiado. Tendremos que
quedarnos en esta parte del océano durante un tiempo”.
“Ya veo...”
“Además, las noticias informaron que el Lord del Vacío murió naturalmente
después de despertar en un estado incompleto”.
Su expresión parecía un poco insatisfecha, como si dijera: A pesar de que
fuiste tú quien lo derrotó.
“Está bien. Preferiría que mi identidad no fuese expuesta de todos modos”.
Dijo Leonis.
Pero sus palabras provocaron un intenso escrutinio por parte de Lyseria.
“¿Quién eres realmente?” Preguntó.
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“Ya te lo dije. Un antiguo hechicero que fue sellado y luego despertó”.
“Pero usaste una espada”.
“...” Leonis desvió la mirada.
“... Bueno, está bien”. Se encogió de hombros. “Toma. La dueña del
orfanato, Phrenia, me dijo que te diera esto”.
“... ¿Mmm?”
Ella sacó una pequeña decoración en forma de flor de su uniforme.
“¿Qué es esto?”
“Una medalla. Los niños del orfanato la hicieron para ti”.
Era una flor azul con una forma tosca, hecha de papel.
“... Una medalla, ¿eh?” Leonis se encontró sonriendo amargamente.
Había declarado este lugar como el Reino del Rey No Muerto, pero eso no
importaba ahora mismo.
(Cualquiera que rinda respeto al Rey No Muerto es digno de protección...)
Justo entonces...
“... P-Por cierto, Leo-kun...” Lyseria estaba intranquila, con el rostro
sonrosado.
“¿Qué sucede?”
“Erm, en realidad, yo, uhhh, cuando utilizo mi Espada Sagrada, agoto gran
parte de mi sangre...”
“Oh... Sí, asumo que lo harías”.
Su poder era convertir su sangre en cuchillas, después de todo.
“Así que yo, um... Realmente quiero un poco...”
“¿No dijiste que serías paciente y lo soportarías?”
“... Malo...”
Ante la pregunta exasperada de Leonis, las lágrimas brotaron de los ojos de
Lyseria.
Su rostro estaba enrojecido y le miraba con una expresión dolorosa y
anhelante.
“... Bien. Pero sólo un poco”. Leonis asintió.
Susurrando un lo siento, Lyseria acercó sus labios al cuello de Leonis, y...

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“Seria ojou-sama, ¿cómo se encuentra el chico...? Espera, ¡¿quéééééééé?!”
Regina entró en la habitación sin tocar y los miró con los ojos muy abiertos.
“... Aaah, ¡¿R-Regina?!”
“Vinimos a visitar al chico mientras se sentía mal, pero...” Sakuya, que
también había entrado, se dio la vuelta mientras fingía no haber visto nada.
“Lo siento. Parece que estabas en medio de algo”.
“S-Seria ojou-sama, ¡¿qué le está haciendo?!”
“... ¡Esto no es lo que piensas! Esto es, erm... ¡Estoy cuidando de su salud!
Sí, estoy cuidando de él, y...”
“Hmm, ¿Seria? Estoy bastante segura de que esto es una violación al
reglamento del dormitorio...” Elfine, que también había hecho su entrada,
dijo con una expresión conflictiva.
“¡Elfine-senpai, lo has entendido todo mal!”
Encogiéndose de hombros con cansancio ante el alboroto a su alrededor,
Leonis dirigió su mirada hacia la ventana. Void, Espadas Sagradas, y las
palabras dejadas atrás por el miembro resucitado de los Seis Héroes.
El mundo renacerá con la Estrella de la Nada...
(Hmm...)
¿Fue sólo el balbuceo sin sentido del Archi-Sabio mientras perdía la razón
debido a los Void?
(Independientemente de que sea cierto o no, debo apresurarme a reconstruir
los Ejércitos de los Reyes Demonio).
Mirando por la ventana el daño que había sufrido la Academia Excalibur,
consideró lo que estaba por venir, sin ser consciente aún de que esto no era
más que el preludio de los tumultuosos días venideros...

185 |
Palabras del autor.

Tomar un baño con un Rey Demonio está bien si tiene diez años, ¿verdad?
Hola a todos, soy Shimizu Yu. Es un placer conocer a cualquiera de mis
lectores primerizos, y para aquellos que han leído mi serie anterior: Seirei
Tsukai no Blade Dance [Blade Dance of Elementalers], han pasado dos
meses más o menos desde mi última publicación.
Gracias a todos por esperar. Esta es mi nueva serie para la nueva era Reiwa
en Japón, ¡El Maestro de la Espada Demoníaca de la Academia Excalibur!
El más grande Rey Demonio, el Rey No Muerto, renace después de mil
años... ¡sólo para descubrir que ahora es un niño de diez años! La hechicería
ha decaído y desaparecido, siendo sustituida por un mundo de tecnología
mágica muy desarrollada. Es una historia de fantasía con espadas en la que
está rodeado de lindas chicas mayores.
¿Qué te ha parecido? Para resumir el concepto de esta obra, ¡Es un Rey
Demonio intelectual con la apariencia de un niño de diez años! Quizás suene
similar a alguna otra obra de ficción, ¿hmm?
Posee el poder del más grande Rey Demonio, pero al mismo tiempo, luce
como un niño de sólo diez años. ¡Por favor, esperen a descubrir qué
encuentros y batallas le esperan a nuestro Rey Demonio Leonis en la
Academia Excalibur!
A continuación, me gustaría expresar mi agradecimiento.
Primeramente, a Tosaka Asagi, por dibujar las ilustraciones para este
volumen. ¡Muchas gracias! Como seguramente verán, queridos lectores, sólo
pueden resumirse como: ¡lo mejor!
Ya sabía lo detallados y sutiles que eran tus diseños por Girly Air Force, pero
has dado a los personajes una sensación de presencia y ternura que ha
superado mis expectativas. ¡Eso incluye los uniformes escolares!
A mis editores, a mi jefe de redacción, a los correctores, a los diseñadores y
a la imprenta. Realmente les he causado muchos problemas esta vez. Este ha
sido el calendario más apretado al que he tenido que apegarme como autor,
pero gracias a todos, me las he arreglado para publicar el libro. Mi más
profunda gratitud.
Y, por último, a ustedes, lectores de mi historia. Muchas gracias.
Afortunadamente, ya ha sido decidido que la serie continuará.
186 |
Me esforzaré al máximo para entregar el siguiente volumen lo antes posible,
y me alegraría que pudieran mostrar su apoyo a la serie.
Una pequeña muestra de lo que incluirá el próximo volumen del Rey No
Muerto, Leonis, comienza al fin su vida escolar en serio. A Lyseria le
preocupa haberse convertido en un [Monstruo]. Elfine acepta un trabajo
inusual. Shirley y Regina tienen un enfrentamiento para hacer gyoza. Y se
desarrolla el amor juvenil de la pequeña Tessera (de ocho años). ¡Por favor,
espéralo con ansias!

Un cierto día de abril del 2019.


Shimizu Yu.

187 |
Palabras del traductor ING-ESP.

Hola a todos, soy Kurogane. Traductor ING-ESP de Seiken Gakuin no


Maken Tsukai.
Tras haber traducido el primer volumen de esta obra de Shimizu Yu, mi autor
favorito de Light Novels, debo decir que me encuentro muy contento. La
historia resulto ser bastante interesante.
En un principio, la primicia es sobre un antiguo hechicero, un Rey Demonio
que, tras sellarse para escapar del conflicto de hace mil años, una guerra total
entre la facción de los Ejércitos de los Reyes Demonio y la alianza entre
Humanos, Elfos y Semi-Humanos comandados por los Seis Héroes, renace
en una época más moderna.
Tras su encuentro con Lyseria, una bella chica de cabello plateado y belleza
que Leonis describe como la de una diosa, descubre que el mundo ha
cambiado enormemente y que la hechicería ha decaído.
Si algo he de alabar de Shimizu Yu, son las personalidades de los personajes.
En primer lugar, tenemos a Leonis, quien ahora debe vivir en su cuerpo de
diez años de cuándo era un héroe humano. Él es la representación de un niño
intelectual por así decirlo. Lyseria en cambio, es una chica noble y orgullosa
que no dudaría en ponerse en peligro para salvar a otros. Su pasado la ha
llevado a desarrollar el deseo de proteger a sus seres queridos. No quiere que
lo que le paso a sus padres vuelva a ocurrir, por lo que desea convertirse en
alguien fuerte y dejar de ser la protegida. Regina pone un toque pícaro a las
situaciones al burlarse contantemente de Leonis. Me gusta esta chica. Audaz
y valiente hacen de Regina su personalidad. Sobre Elfine hemos visto que es
de carácter amable y serena. Debido a su trauma en el pasado, su Espada
Sagrada se encuentra limitada y no puede dar todo de sí. Algo me dice que
más adelante veremos a Leonis haciendo algo al respecto para ayudarla a
superar sus miedos. Todo de Sakuya es un misterio por ahora. Ella empuña
una Katana y un fuerte deseo de aniquilar a los Void. Todo a su alrededor
deja de importar y se vuelve una máquina de matar cuando la situación lo
requiere.
Para finalizar, y creo que la mayoría estará de acuerdo, el mejor momento
fue el final. Que Leonis revelara su verdadera fuerza, aunque bajo ciertas
condiciones que le dieron un toque lógico y fundamentado, convirtieron la
batalla contra el Sabio Arakael Degradios, en algo épico.

188 |
La revelación de la Espada Demoniaca, Dáinsleif, me recordó bastante a
Kamito de Seirei Tsukai no Blade Dance cuando empuña a Restia y Est. Esa
forma de invocarla y describirla, me gustó mucho y me emocioné. Espero
que Dáinsleif tenga forma humanoide. De preferencia que sea femenina.
Sobre la traducción del volumen 02, les informo que será continua.
Agradezco a todos los que llegaron hasta aquí, porque eso significa que se
cambiaron a mi versión.

Un cierto día de julio del 2021.


Kurogane.

189 |
190 |

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