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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS
OCCIDENTALES
EZEQUIEL ZAMORA
SAN CARLOS ESTADO COJEDES

DOCENTE: BACHILLER:
Pedro Ferrer Mariana Silva
CI: 20.270206

San Carlos, noviembre de 2023


INTRODUCCION

Valorando que el papel de la cultura en el desarrollo nos resulta de


particular importancia, se debe resaltar que la cultura en un marco
suficientemente amplio, desde el contexto, las razones para ello no son
difíciles de hallar aun cuando la cultura resulta tan influyente, no tiene una
posición única en la determinación de nuestras vidas e identidades, dado los
factores, como la clase, la raza, el género, la profesión y la política también
importan, y pueden importar mucho. Nuestra identidad vista desde el contexto
cultural es uno de los muchos aspectos de nuestra realización, y es sólo una
influencia entre muchas que pueden inspirar e intervenir en lo que hacemos y
la manera en que lo hacemos. Además, nuestro comportamiento no sólo
depende de nuestros valores y predisposiciones, sino también del hecho
concreto de la presencia o ausencia de instituciones medulares y de los
incentivos orientadores o morales que éstas generan.
La cultura no es un atributo uniforme puede existir un gran número de
variaciones, incluso dentro de la misma atmósfera cultural general partiendo
de esta es de resaltar que la interculturalidad se refiere a la presencia e
interacción equitativa de diversas culturas y a la posibilidad de generar
expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo.
Los deterministas culturales subestiman con frecuencia el alcance de la
variedad dentro de lo que se ve como una cultura específica que a menudo son
internas no provienen del exterior es por ello que el contexto cultural tiene
muchas facetas, la heterogeneidad también puede provenir de los
componentes particulares de la cultura en los cuales se decide enfocar la
atención pudiendo ser la religión, la literatura, o la música, o de manera
general al estilo de vida, la cultura no permanece quieta en absoluto, cualquier
suposición de inmovilidad explícita o implícita puede ser desastrosamente
engañosa ya que las culturas interactúan unas con otras y no se pueden ver
solo como estructuras.
CONTEXTO CULTURAL, DIVERSIDAD E INTERCULTURALIDAD

El contexto cultural es el entorno en el que se desarrolla una sociedad, en


el que abarca muchos aspectos, como sus tradiciones, costumbres, valores,
idioma, arte y creencias, dicho contexto es fundamental para la identidad de un
grupo de personas, ya que define quiénes son y cómo se relacionan entre sí, sin
embargo, en la actualidad nos encontramos en un mundo globalizado en el que
cada vez es más común encontrarnos con diferentes culturas conviviendo en un
mismo espacio es en este punto que surge la interculturalidad, que busca fomentar
el respeto y la valoración de la diversidad cultural, promoviendo el diálogo y el
intercambio entre las diferentes tradiciones, y enriqueciendo la identidad de las
sociedades con nuevas formas de pensar y expresarse. La interculturalidad nos
invita a abrir nuestras mentes, a comprender y aceptar las diferencias, a aprender
de otras culturas y construir puentes que promuevan la convivencia pacífica y el
entendimiento mutuo, es a través de este intercambio que se puede fomentar la
comprensión y el respeto mutuo, así como promover la tolerancia y la
cooperación. En un mundo cada vez más globalizado, la interculturalidad se
vuelve esencial para construir sociedades inclusivas y respetuosas, donde se
valora y se promueve la diversidad cultural.
La diversidad cultural es una característica esencial de nuestro contexto
cultural actual, donde se encuentran diferentes formas de pensamiento, creencias,
costumbres y expresiones artísticas, esta diversidad cultural es el resultado de la
interacción entre diferentes grupos de personas que comparten un espacio
geográfico, pero también es fruto de los encuentros con otras culturas a través de
migraciones, desplazamientos y medios de comunicación, la interculturalidad
permite que las diferentes culturas se relacionen entre sí, generando un
intercambio de conocimientos, prácticas y valores, es un fenómeno en constante
evolución y adaptación, que requiere del respeto y la valoración de las diferencias
culturales, así como del diálogo y la colaboración entre diferentes comunidades
para construir una sociedad más justa y equitativa, el contexto cultural es
fundamental para comprender y valorar la diversidad cultural en nuestra sociedad.
Es fundamental promover la interculturalidad como un valor esencial en el
desarrollo de una sociedad, donde todas las personas sean valoradas y respetadas
sin importar su origen cultural existe gran diversidad en el mundo, las cuales se
generan a partir de las diferencias étnicas, lingüísticas, religiosas y sociales
presentes en las distintas comunidades, por su parte, implica el diálogo y la
interacción respetuosa y enriquecedora, reconociendo y valorando cada posición
presente en una sociedad, dando un enfoque que busca promover la convivencia
pacífica.
En América Latina, la diversidad cultural es uno de los aspectos más
destacados debido a la gran cantidad de etnias y grupos sociales presentes en la
región. Desde tiempos precolombinos, las culturas indígenas han dejado huella en
aspectos como la lengua, la música, la comida y la cosmovisión, entre otros. A
esto se suman las influencias de las culturas europeas, africanas y asiáticas,
producto de los procesos migratorios y coloniales que han ocurrido a lo largo de la
historia.
La interculturalidad se manifiesta en la convivencia y mezcla de diferentes
tradiciones, idiomas y costumbres, siendo un espacio en el que se valoran las
contribuciones de cada cultura y se busca construir puentes de entendimiento y
respeto entre ellas. Además, la interculturalidad es un elemento clave en la lucha
contra la discriminación y la desigualdad, promoviendo la inclusión de todos los
individuos sin importar su origen, tratada como concepto polisémico, reviste
varias realidades que han dado origen a una gran proliferación de debates desde el
ámbito político, económico, educativo, religioso, de las relaciones internacionales
y, obviamente, desde el seno de las sociedades pluriculturales. En este contexto,
podemos describir la interculturalidad “como un proceso basado en el derecho a la
coexistencia pacífica, el reconocimiento y respeto mutuo entre todas las
nacionalidades, pueblos y demás sectores sociales, proceso en el cual el Estado se
constituye en garante social, político y jurídico, con el fin de convivir en igualdad
de derechos, justicia social y en condiciones de paz y armonía.
Nuestra realidad, de hecho, es pluricultural y multilingüe. Al considerar la
diversidad, consideramos también que cada cultura sostiene una manera de ver el
mundo y una forma de situarse en él. En definitiva, desde este punto de vista, la
relación entre culturas es, por principio, siempre conflictiva. De aquí que la
interculturalidad revista un aspecto político, dada la relación que se establece
entre grupos y personas pertenecientes a diferentes grupos sociales. Por ello es
una relación que debe impulsarse desde el Estado, como responsable de la política
pública, no sólo en educación sino en todos los aspectos de la vida sociocultural,
incluida la dimensión religiosa, con el fin de disminuir las tensiones sociales,
entre otras. El conflicto resultante de esta diversidad en la manera como vemos,
sabemos, pensamos, concebimos, interpretamos y actuamos se ha resuelto sobre
una base inequitativa en nuestra historia social; es decir, se ha buscado equivaler y
homologar a la sociedad, negando u ocultando dicha diversidad y la desigualdad
de sus relaciones. Las consecuencias se han expresado en discriminaciones,
exclusiones, prejuicios, estereotipos e incluso violencias encubiertas contra las
poblaciones originarias, que son las portadoras de cosmovisiones diferentes.
CONCLUSIÓN

Considerando la cultura como creadora de identidad, como generadora de


inclusión social y de diversidad en especificidades locales, promotora de
participación, es central en la estrategia integral del desarrollo, es transcendental
la necesidad de implementar políticas culturales para promover el desarrollo de
cada territorio los aspectos culturales no debe limitarse a un territorio único sino
que requiere de acciones decididas que vayan más allá de las fronteras locales y
nacionales. Las ciudades son hoy por hoy el referente más cercano de la
transversalización de su contexto cultural, y debe ser desde ellas, desde lo local,
desde donde se realicen los mayores esfuerzos para lograr una perspectiva desde
el reconocimiento y el respeto a la diversidad, incluso un modo de entender la
interculturalidad como una apuesta en el contexto de la creación de ciudad.
La sociedad civil es un actor esencial en este proceso de cooperación
cultural. Los ciudadanos son los principales interesados en que se reconozcan y se
aseguren estos principios de desarrollo la vida cotidiana desde el terreno cultural
es un eficaz reflejo de la densa realidad es por ello no debemos entender la
identidad y diversidad cultural como si fuese un objeto con un interés único para
la programación, producción y divulgación de eventos al contrario debemos
plantear esta diversidad como un basamento imprescindible para la construcción y
consolidación de estructuras sociales comprometidas.
Estos aspectos enriquecen la identidad y promueven la convivencia
pacífica, el respeto mutuo y la construcción de sociedades más justas y
equitativas. Es necesario fomentar el diálogo intercultural y valorar la diversidad
presente en nuestra región para construir un futuro mejor, una educación en
ciencias, desde una perspectiva histórica y cultural, permite mejorar los procesos
según resultados, los aspectos socioculturales, que podrán ser extrapolados a los
contextos culturales de formación en ciencias, es decir, identificar dimensiones,
valores, características generales y particulares de los contexto la inclusión de la
perspectiva socio cultural.

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