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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

“FRANCISCO GARCÍA SALINAS”

UNIDAD ACADÉMICA PREPARATORIA

PROGRAMA ACADÉMICO II

EL LENGUAJE Y LA CULTURA

PONCE HERNÁNDEZ ÁNGEL DANIEL

TERCERO BV

FIBELA MARTELL ROSA

09 OCTUBRE 2023
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS
“FRANCISCO GARCÍA SALINAS”
UNIDAD ACADÉMICA PREPARATORIA
PROGRAMA ACADÉMICO II
EL LENGUAJE Y LA CULTURA.
ÍNDICE
TABLA DE CONTENIDO.
ÍNDICE................................................................................................................................................2
TABLA DE CONTENIDO.......................................................................................................................2
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................3
LENGUAJE, ACCIÓN, CONOCIMIENTO Y SITUACIÓN...........................................................................5
EL LENGUAJE COMO INSTRUMENTO DE ACCIÓN Y COMUNICACIÓN................................................5
LA CULTURA Y LA PALABRA................................................................................................................8
LA COMUNICACIÓN COMO PASO DE LA COMPRENSIÓN CULTURAL.................................................8
HOMBRE Y LENGUAJE (1965)...........................................................................................................10
EL LENGUAJE COMO PILAR DEL HOMBRE........................................................................................10
CONCLUSIÓN....................................................................................................................................11
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................................12

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EL LENGUAJE Y LA CULTURA.

INTRODUCCIÓN
En el mundo de las ciencias sociales y la filosofía, existe un tema de estudio que
ha cautivado a generaciones de pensadores: la interacción entre el lenguaje y la cultura.
Esta interconexión profunda, que se encuentra arraigada en los cimientos de nuestra
existencia humana, nos desafía a comprender cómo el lenguaje y la cultura se entrelazan
y moldean mutuamente nuestra forma de vivir, pensar y relacionarnos con el mundo que
nos rodea.

Para adentrarnos en este apasionante territorio, es esencial considerar la obra


seminal de J. L. Austin, quien, en 1955, en las aulas de la Universidad de Harvard, sentó
las bases de una idea revolucionaria: que las palabras son acciones en sí mismas. Esta
perspectiva nos conduce a un terreno donde el lenguaje ya no es solo una herramienta de
comunicación, sino un vehículo de acción que influye en nuestras vidas de maneras
profundas y sutiles.

Desde disculparse hasta amenazar, el lenguaje se convierte en el medio a través


del cual realizamos una variedad de acciones, algunas de las cuales solo pueden llevarse
a cabo verbalmente, mientras que otras se expresan de manera verbal y no verbal.

Sin embargo, la conexión entre el lenguaje y la cultura va más allá de estas


manifestaciones individuales. Al adentrarnos en el estudio del lenguaje en la interacción
social, se hace evidente que la comunicación es imposible si no compartimos ciertos
conocimientos y suposiciones con nuestros interlocutores. El lenguaje se convierte en el
vínculo que nos une y nos permite comprendernos mutuamente en un contexto cultural
específico.

Asimismo, es crucial reconocer que el lenguaje y la situación social están


intrínsecamente ligados. Aunque no existe una relación determinista, las situaciones
sociales influyen en la forma en que usamos el lenguaje. Desde una tienda en un pueblo
pequeño hasta situaciones rituales, el contexto social moldea el contenido, las funciones y
el estilo del lenguaje que empleamos.

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No obstante, el lenguaje es también una herramienta versátil que nos permite


alterar o crear situaciones, eligiendo cuidadosamente nuestras palabras para dar forma a
un microcosmos de discurso.

En este ensayo, exploraremos cómo el lenguaje y la cultura se entrelazan y se


influyen mutuamente. Analizaremos cómo las palabras no solo comunican, sino que
también actúan, y cómo nuestras interacciones lingüísticas reflejan y perpetúan nuestra
identidad cultural. A través de las palabras, creamos conexiones y tejemos la trama de la
cultura humana, revelando una compleja red de significados, conocimientos y
experiencias compartidas que se transmiten de generación en generación.

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LENGUAJE, ACCIÓN, CONOCIMIENTO Y SITUACIÓN.


EL LENGUAJE COMO INSTRUMENTO DE ACCIÓN Y
COMUNICACIÓN.
En el mundo complejo de las interacciones humanas, el lenguaje se erige como
una herramienta multifacética que trasciende su mera función comunicativa. La idea
central de que el lenguaje, la acción y el conocimiento son intrínsecamente inseparables,
como planteó J. L. Austin en sus influyentes clases en la Universidad de Harvard en 1955,
se convierte en un punto de partida fundamental para entender la relación entre el
lenguaje y la cultura. En este desarrollo, exploraremos cómo el lenguaje se convierte en
un vehículo de acción, cómo modela nuestras interacciones sociales y cómo refleja la
complejidad de nuestras identidades culturales.

La noción de que las palabras son acciones en sí mismas plantea una perspectiva
revolucionaria sobre el lenguaje. Ciertas acciones, como disculparse, solo pueden llevarse
a cabo a través del lenguaje, mientras que otras, como amenazar, pueden manifestarse
tanto de forma verbal como no verbal. Esta idea nos lleva a considerar que el lenguaje no
es solo un medio para transmitir información, sino una forma de realizar acciones con
impacto tangible en nuestras vidas cotidianas. Por ejemplo, cuando alguien se disculpa,
no solo está comunicando arrepentimiento, sino que también está llevando a cabo una
acción que busca reconciliación o perdón.

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A medida que profundizamos en el estudio del lenguaje en la interacción social, se


hace evidente que la “comunicación es imposible si el hablante y el oyente no comparten
ciertos conocimientos y suposiciones.”1 Esta idea resalta la importancia de un fondo
común de conocimientos y experiencias compartidas que subyace en nuestras
conversaciones cotidianas. Por ejemplo, para comprender un chiste o una referencia
cultural, es necesario tener ciertos conocimientos previos sobre el contexto en el que se
enmarca ese comentario.

El lenguaje y la situación social están entrelazados de manera intrincada. Si bien


no existe una relación determinista, es posible predecir gran parte del contenido, las
funciones y el estilo del lenguaje que se utilizará en una situación social específica. Por
ejemplo, en una “tienda de un pueblo pequeño”2, es probable que el lenguaje utilizado sea
informal y relacionado con la compraventa. Sin embargo, el lenguaje no es estático ni
limitado por las circunstancias, ya que también podemos usarlo para crear o alterar
situaciones. La elección de palabras puede cambiar completamente el contexto y la
dinámica de una conversación. “Por ejemplo, seleccionar el acto de habla de "susurrar
ternezas" en lugar de "fastidiar" o "criticar"3 puede transformar el tono y la naturaleza de la
interacción.

Nuestro uso del lenguaje también refleja y perpetúa nuestra identidad cultural. A
través de las palabras, transmitimos valores, tradiciones y formas de pensar que son
inherentes a nuestra cultura. El lenguaje es el vehículo a través del cual compartimos
nuestras experiencias culturales y nos conectamos con otros que comparten nuestra
misma herencia.

1
Stubs Michel, “Análisis del discurso”, Ed. Alianza, Madrid, (1987). P. 28.
2
Ibid., p. 28.
3
Ibid., p. 28.

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En resumen, el lenguaje y la cultura están estrechamente vinculados en un tejido


complejo de significados, acciones y experiencias compartidas. Nuestra comunicación
cotidiana se convierte en un reflejo de nuestra identidad cultural y de la forma en que
interactuamos en el mundo. Comprender esta interconexión nos permite apreciar la
profundidad y la riqueza que el lenguaje aporta a nuestras vidas y a nuestras sociedades.

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LA CULTURA Y LA PALABRA.
LA COMUNICACIÓN COMO PASO DE LA COMPRENSIÓN
CULTURAL.
En este segundo punto se toma en cuenta que, al momento de entablar una
conversación se produce el proceso de “escucharnos unos a otros.” 4. Con esto, el autor
quiere dar a conocer que, la comunicación es algo totalmente fundamental debido a que
con ello podemos comprender la complejidad de una situación o de un entorno cultural, es
por eso que, “desde que somos una conversación, somos una historia de la humanidad
de la que sabemos cada vez más”5.

La comunicación es algo que también implica un avance cultural, una huella que
queda marcada en la historia durante generaciones, es algo fundamental el conocer las
tradiciones y costumbres pasadas para darle desarrollo a las presentes, poder darles esa
comprensión a esas lenguas humanas con las que día a día se comparte convivencia.

A su vez, el autor nos menciona que existe una característica que distingue al
hombre entre todos los seres vivos que existen en el planeta en el que vivimos, y tal como
menciona Ferdinand Ebner, es precisamente que, “el hombre tiene la palabra”6. Con ello
se infiere que el hombre posee un lenguaje único, y con ello también se infiere que el
hombre es el ser vivo que puede poseer logos, es decir, que puede tener discursos.

Con esto se puede concluir y complementar que el hombre es el único ser vivo que
es capaz de expresarse en el habla, razón y pensamiento. Es por ello que, desde años
atrás siempre se ha dicho que el hombre es el animal racional, es decir, que tiene la
capacidad de razonar mediante la palabra y el pensamiento de manera individual lo cual
da paso a la costumbre y la cultura, y con ello también trae el logos, el cual simple y

4
Gadamer Hans-Georg, “Elogio de la teoría”, Ed. Península, Barcelona, (1993). P. 29.
5
Ibid., p. 29.
6
Ibid., p. 29.

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sencillamente es lo que da esa disposición a las palabras para formar un sentido


en el discurso.

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HOMBRE Y LENGUAJE (1965).


EL LENGUAJE COMO PILAR DEL HOMBRE.
Dentro de este último punto se toma en cuenta lo que es nuevamente al hombre, y
al cual se le clasifica como “ser vivo dotado de logos” 7. Es decir, que se vuelve a tomar en
cuenta que el hombre es el único ser vivo capaz de racionar y que difiere del resto de los
animales por tener la capacidad única de pensar. Respecto a la palabra logos se trata de
una palabra que desde tiempo atrás se ha determinado como razón o pensamiento, pero
de una manera más correcta, realmente se le conoce como lenguaje.

Aristóteles establece, en un pasaje, la diferencia entre el animal y el hombre: los


animales tienen la posibilidad de entenderse entre sí mostrándose recíprocamente lo que
les causa placer, para buscarlo, y lo que les produce dolor, para evitarlo. La naturaleza no
les ha dado más. 8

Con esto podemos llegar a la conclusión de que solo los seres humanos tienen la
capacidad de informarse mutuamente mediante los logos y diferenciar entre lo que es útil
y lo que es dañino al igual que lo que es justo y lo que es injusto para ellos, y finalmente
con ello se puede establecer en el humano una nota característica que es la superioridad
ante los demás seres vivos que lo rodean, a su vez, con esto también se infiere que el
hombre tiene la posibilidad de saber lo que realmente es justo para él y lo que no le es
justo por el simple hecho de poder pensar y de poder hablar.

El ser humano es capaz de comunicar todo lo que piensa, puede tener


pensamientos comunes con las demás personas en base a ello, en especial aquellos
conceptos que incluyen una convivencia sana y agradable, todo esto en una forma de
vida social comunicativa y política, una vida relacionada con la división del trabajo, todo
esto y mucho más es lo que le da al hombre el nombre de ser el único ser vivo dotado de
un lenguaje.

7
Gadamer Hans-Georg, “Verdad y método II”, Ed. Sígueme, Salamanca (E), (1992), p. 30.
8
Ibid., p. 30.

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CONCLUSIÓN.
Para dar por concluido el tema, después de este análisis a profundidad, se puede
inferir que, todo lo relacionado al lenguaje, sociedad, cultura, entre otras cosas
pertenecientes a un grupo determinado de personas giran en torno a esas personas, giran
en torno a la sociedad, al hombre. La comunicación implica todo lo que mantiene a una
sociedad en pie, es algo realmente importante porque con ello cada sociedad puede
mantenerse estable de manera comunicativa y asertiva. La palabra es parte de la cultura,
la comunicación es parte de un lenguaje, la palabra da paso a las acciones, el lenguaje da
paso a los pensamientos, razones y situaciones en las que el hombre siempre es el
principal conductor de dichos factores.

La comunicación es algo sumamente importante para la vida de todos los seres


humanos que habitan en la tierra, es prácticamente esa característica especial la cual
permite progresar a las personas como una sociedad unida en constante convivencia y en
constante intercambio de palabras con una razón y un fin individual o colectivo.
Finalmente, para concluir, una sociedad no podría construirse sin la existencia de una
comunicación y un lenguaje que los ayude a avanzar, un lenguaje que pueda ser partícipe
de acciones, conocimientos y situaciones y de esa forma dar respuesta a todos aquellos
cuestionamientos que surgen a lo largo de los años, cuestionamientos de qué, por qué,
cuándo y dónde, realmente el lenguaje es un pilar que mantiene en pie a una sociedad.

Desde mi punto de vista considero que, este tema me pareció realmente


interesante e importante debido a que, con este se desprenden diversos saberes,
situaciones y acciones que conforman a una sociedad que puede progresar y salir
adelante. Considero que, a día de hoy es importante dar mejoría al aspecto comunicativo
y dejar atrás ese miedo que impide abrir el lenguaje y las palabras a las demás personas
que conforman un círculo social propio con la única razón de mejorar como personas y
como una sociedad unida.

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BIBLIOGRAFÍA.
Gadamer, Hans-Georg. Elogio de la teoría. Ed. Península, Barcelona, (1993).
Gadamer, Hans-Georg. La cultura y la palabra, en Elogio a la teoría, pp. 9-10.
Gadamer, Hans-Georg. Verdad y método II. Ed. Sígueme, Salamanca (E), (1992)
Gadamer, Hans-Georg. Hombre y lenguaje, en Verdad y método II, pp. 145.
Stubs, Michel. Análisis del discurso. Ed. Alianza, Madrid, (1987).
Stubs, Michel. Lenguaje, acción, conocimiento y situación, en op. Cit., pp. 17-18.

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