Las empresas multinacionales son aquellas que operan en más de un
país. Son fruto de la globalización económica y suelen repartir las actividades de su cadena productiva, como la fabricación o la administración, en diferentes puntos del mundo. Además, sus clientes son globales: desde ciudadanos de distintos países hasta Gobiernos u otras empresas. Las multinacionales cuentan con varias sucursales en el planeta, pero centralizan la dirección en una única sede, normalmente ubicada en el país de origen. No deben confundirse con las empresas transnacionales, que tienen varias sedes descentralizadas y relativamente autónomas en diferentes países.
El origen de las empresas multinacionales se remonta siglos atrás. Con el
progresivo crecimiento de los mercados gracias a la mejora del transporte, nacieron corporaciones como las compañías de Indias británica, neerlandesa o sueca en torno al siglo XVII. Estas compañías gestionaban los intercambios comerciales entre las potencias coloniales europeas y sus territorios de ultramar. Las multinacionales como se conocen hoy nacieron a finales del siglo XIX, cuando muchas empresas abarataron costes externalizando sus operaciones en países con menos trabas económicas, o con materias primas y mano de obra más baratas. Ahora existen todo tipo de multinacionales: desde fabricantes de productos tecnológicos, alimentación o ropa, hasta bancos y compañías
Las empresas multinacionales se caracterizan por su alto nivel de ingresos
—en ocasiones superior al producto interior bruto de muchos Estados—, su presencia administrativa predominante en países desarrollados y su capacidad de influencia, que se extiende más allá de lo económico. Mueven en torno a dos tercios del comercio mundial y son capaces de influir en decisiones políticas, crear tendencias sociales y moldear los ideales de la población mundial según sus propios intereses. Otro rasgo característico de las multinacionales son sus mecanismos de crecimiento, basados en fusiones y adquisiciones de otras empresas.
La expansión de las multinacionales tiene ventajas e inconvenientes para
los países donde se establecen. Una parte de los beneficios derivados de la inversión corresponde al país en el que operan, donde generan empleo y, por lo general, pagan impuestos. Pero no siempre es así, pues muchas multinacionales recurren a la elusión fiscal para aumentar sus beneficios y muchos de los empleos que crean son precarios. Asimismo, la actividad industrial de algunas multinacionales contribuye a la degradación medioambiental de las zonas donde se asientan. Por todo ello, muchos colectivos se cuestionan si estos gigantes empresariales han acumulado demasiado poder o incluso afirman que su capacidad de desafiar a los Gobiernos hace peligrar la democracia.
Las empresas multinacionales líderes son las gigantes
estadounidenses GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) o Walmart, la empresa minorista más grande del mundo. Su hegemonía, sin embargo, está disputada por sus competidores chinos, principalmente las BATX (Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi). Todas estas multinacionales se enfrentan a la competencia y el auge de nuevas potencias, al reto de nuevos mercados y sectores en desarrollo, y además deben cumplir las legislaciones nacionales de respeto a los ecosistemas, a las comunidades locales y a la libre competencia.
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