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CALOR
Calor y Temperatura. Leyes básicas de la Transferencia de Calor: Conducción, Convección,
Radiación. Balance de calor. Intercambiadores de calor: tipos y aplicaciones. Calderas.
Combustión: combustibles utilizados en la industria. Equipos utilizados: esquemas y
aplicaciones.
Calor
El calor es una forma de energía que los cuerpos almacenan en función del estado de
vibración de sus moléculas y depende de su estructura. La diferencia de temperatura
existente entre los cuerpos hace que el calor se transfiera de un cuerpo a otro, y pasa del
cuerpo más caliente al más frío. Cuando ambos cuerpos se hallan a la misma temperatura
(equilibrio térmico) ya no hay más transferencia de calor.
Si un sólido recibe la acción del calor, la acumulación de energía en sus moléculas, como
energía cinética, aumenta sus vibraciones, venciendo las fuerzas que mantienen unidas a las
moléculas conformando el sólido, y pasando al estado líquido. Ese calor aportando que permite
pasar del estado sólido al líquido, se llama calor latente de fusión.
El aumento de calor en los líquidos, también produce energía cinética, que transforma el líquido
en gas. Ese calor recibido se denomina calor latente de vaporización.
El calor específico de una sustancia es la cantidad de calor que hay que suministrar a una
unidad de masa de esa sustancia para elevar su temperatura en una unidad. Esa cantidad
varía tanto dependiendo de la temperatura en que se encuentra la sustancia antes de aplicarle
el calor. Por ejemplo, es necesaria una caloría para aumentar en un grado el agua a
temperatura ambiente, pero es necesaria sólo 0,5 caloría para aumentar en un grado la
temperatura del hielo a -5 grados. El calor específico también depende de la presión
atmosférica. La misma sustancia a una presión atmosférica menor tiene un menor calor
específico. Los ejemplos que aparecen a continuación son válidos para una temperatura de 25
grados y a una presión de 1 atmósfera.
ΔT = rango de temperatura, ºC o ºK
El calor latente es la energía (calor) necesario para que una sustancia cambie de fase
(estado). Si el cambio es de sólido a líquido se denomina calor de fusión. Si el cambio es
de líquido a gaseoso se denomina calor de vaporización. Cuando se le aplica calor a una
sustancia que ha llegado a la temperatura en que cambia de estado, es imposible que aumente
la temperatura, sino que simplemente cambia de estado. Por ejemplo, si se continúa aplicando
calor al agua en ebullición, la misma no sobrepasará nunca los 100 °C. Dependiendo de la
sustancia, el calor latente puede medirse habitualmente en calorías por gramo o en kilojoules
por kilogramo (KJ).
m = masa, en g o Kg
El Calor latente puede tener valores negativos o positivos. Por lo tanto, si la sustancia
está dando calor, su valor será negativo (proceso exotérmico). Esto ocurre en
la solidificación. y licuefacción.
Por otro lado, si está recibiendo calor, el valor es positivo (proceso endotérmico).
Esto ocurre en fusión y en vaporización.
El calor puede transmitirse mediante tres mecanismos distintos, que definimos a continuación:
2.° Convección.—Se conoce con este nombre el paso del calor en el interior de un gas o
líquido, por mezcla de las porciones a distintas temperaturas. Si el movimiento del fluido se
debe enteramente a las diferentes densidades originadas por la variación de temperaturas,
hablaremos de convección natural. Cuando activamos mecánicamente el movimiento,
tendremos la convección forzada.
3.° Radiación.—El calor transmitido de este modo no necesita de un medio material como
vehículo. Un cuerpo caliente emite calor en todas direcciones, en forma de energía radiante.
Cuando esta energía incide sobre otro cuerpo, es reflejada en parte, mientras que otra parte se
transmite a su través, y el resto se absorbe transformándose cuantitativamente en calor. La
transmisión a través de la materia es propia de los cuerpos diatérmanos (transparentes a la
radiación térmica). Entre dos sólidos a distintas temperaturas, situados en el interior de un
recinto, se establece un intercambio continuo de energía. El cuerpo más caliente radia más
energía de la que absorbe, e inversamente sucede con el frío; en el equilibrio térmico no se
anula la emisión, sino que se igualan para cada superficie las energías emitida y absorbida.
Los tres mecanismos citados suelen aparecer combinados en la práctica, aunque casi siempre
con predominio de uno de ellos. Por esto, el cálculo adecuado de la transmisión del calor
requiere, junto al estudio de las leyes que rigen la conducción, convección y radiación, el
conocimiento del modo en que se combinan los tres mecanismos en cada caso dado.
RADIACIÓN
La ley de Stefan-Boltzmann establece que un cuerpo negro emite radiación térmica con
una potencia emisiva hemisférica total (Q), proporcional a la cuarta potencia de su temperatura.
La potencia emisiva superficial de una superficie real es menor que el de un cuerpo negro a la
misma temperatura y está dada por: Potencia = σ ε A T4
donde: epsilon (ε) es una propiedad radiativa de la superficie denominada emisividad. Con valores
en el rango 0 ≤ ε ≤ 1, esta propiedad es la relación entre la radiación emitida por una superficie real
y la emitida por el cuerpo negro a la misma temperatura. Esto depende marcadamente del material,
de la superficie y de su acabado, de la longitud de onda, y de la temperatura de la superficie.
La energía calorífica emitida por radiación en la unidad de tiempo, por la superficie de área A, a
la temperatura T, viene dada por la ecuación:
Q = σ ε A T4
en la que σ es una constante universal cuyo valor numérico sólo depende de las unidades
empleadas en su medida.
Llamamos radiación térmica a la radiación cuya cantidad y calidad no dependen más que de la
temperatura. La radiación característica, diferente de aquélla, es la emitida por algunas
sustancias cuando se someten a una excitación adecuada, como puede ser la descarga
eléctrica, el bombardeo electrónico u otra radiación de longitud de onda determinada. Esta
radiación muestra un espectro discontinuo, concentrándose la intensidad alrededor de algunas
longitudes de onda características de la sustancia emisora. Algunos sólidos y líquidos, al ser
iluminados por luz de una determinada longitud de onda, emiten una radiación característica de
longitud de onda mayor, llamada fluorescencia cuando la radiación cesa con la iluminación y
fosforescencia cuando continúa durante un tiempo apreciable.
Para los fines de la transmisión del calor, solo nos interesa la radiación resultante de la
excitación térmica, que llamaremos radiación térmica.
Emisividad.
Al hablar de la emisividad de una superficie nos referimos a la emisividad total, que resulta de
integrar las intensidades monocromáticas correspondientes a cada longitud de onda, y las
emisividades para cada ángulo respecto de la normal.
La emisividad de una sustancia varía con la temperatura, el estado físico y la constitución
química (para un metal, el grado de oxidación) de su superficie. Las superficies pulimentadas
emiten mucho peor que las rugosas. Para los metales bien pulimentados, la emisividad es
proporcional a la temperatura absoluta y la resistividad eléctrica. En casi todas las sustancias,
la emisividad aumenta con la temperatura.
Experiencia de Kirchhoff:
La experiencia muestra que dos cuerpos, cuyas temperaturas son distintas, llegan a
equilibrarse aunque se encuentren en el vacío. Esto se explica debido al intercambio de
energía que se produce por medio de las ondas electromagnéticas. Cuando dos cuerpos se
encuentran en equilibrio térmico, es decir cuando cada uno de ellos tiene la misma
temperatura, no significa que la radiación electromagnética se interrumpa. Cada cuerpo
absorberá en cada instante la misma cantidad de energía que él emite.
Ley de Kirchhoff:
Cuando un conjunto de cuerpos se encuentra en equilibrio térmico los cuerpos que
absorben intensamente ciertos rayos también los emitirán intensamente, y viceversa.
La ley de Kirchhoff conduce a una consecuencia interesante. Los cuerpos que intercambian
calor por medio de la radiación reciben (para una longitud de onda y temperatura dados) ondas
de la misma intensidad de los cuerpos vecinos, independiente del material que los constituya y
de las propiedades que tengan. Según esto se puede determinar una función de la intensidad
de la radiación absorbida por un cuerpo en función de la longitud de onda, de la radiación y de
la temperatura, que caracteriza el proceso del intercambio calorífico por radiación que es válido
para todos los cuerpos en la naturaleza.
CONDUCCIÓN
q = ΔT = ΔT
Δx/ (km Am) R
El conjunto equivale a una pared cuya resistencia calorífica sea la suma de las resistencias de
las tres paredes en serie. Recordando la definición de resistencia calorífica según la ecuación,
podemos también escribir:
Fig. 7.2
En resumen, la resistencia total para el paso de calor desde el espacio interior del horno hasta
el ambiente será la suma de las resistencias superficiales (interna y externa) y de la resistencia
total de conducción:
La intensidad de paso del calor se calculará dividiendo por ΣR la diferencia entre la temperatura
interna y la temperatura ambiente. En la práctica suele eliminarse de los cálculos la resistencia