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Problemática

Soto (2003) sostiene que no existe consenso para establecer una definición

general para la corrupción, dado que las sociedades como un todo, cuentan con

diferentes visiones políticas, administrativas y morales relacionados con las

prácticas que pueden entenderse como corruptas. Sin embargo, las definiciones

propuestas desde un punto de vista económico permiten caracterizar las causas,

modalidades de operación y, en última instancia, los efectos que ellas conllevan.

Es así como tenemos la definición de Bayley (1966) que considera a la

corrupción como el uso ilegal e indebido del poder público para obtener

beneficios personales o privados, mediante el uso de sobornos, manipulación de

contratos y toma de decisiones que favorecen a un determinado grupo de interés

en perjuicio del bienestar general. A su vez, Werlin (1973) define a la corrupción

como el abuso de poder y el empleo de las funciones públicas en beneficio

personal o privado. La corrupción implica un uso indebido de recursos y la

aceptación de sobornos por parte de los funcionarios públicos y otros actores

influyentes, lo que reduce la eficacia del gobierno y debilita la economía, al

obstaculizar el desarrollo sostenible. Además, Van Klaveren (1990) sostiene que

la corrupción de define como el abuso del poder público para obtener beneficios

privados mediante prácticas ilegales como la aceptación de sobornos y la

manipulación de decisiones políticas y económicas.

De acuerdo con Soto (2003) las definiciones llevan a considerar al servidor

público corrupto como una agente económico que busca obtener ingresos a partir

de las condiciones del mercado y de la habilidad para extraer la mayor cantidad


de recursos de la demanda del público, ello hace que el funcionario público

opere como un monopolista que maximiza su nivel de renta.

La importancia de la corrupción y su impacto sobre el crecimiento económico se

puede encontrar en los trabajos de Desfrancois et al. (2022) donde se sostiene

que la presencia de corrupción lleva a perjuicios sobre la inversión, reducción de

la eficiencia del gasto público, distorsión en la asignación de recursos, y, en

consecuencia, reduce el crecimiento económico.

Para la región de América Latina, Soto (2003) sostiene que el problema de la

corrupción es grave, ya que presenta niveles más elevados en comparación con

otras regiones en desarrollo. Además, Desfrancois et al. (2022) sostiene que la

percepción sobre la corrupción se ha incrementado para el año 2020, donde

podemos observar que el 30% de la población de la región se encuentra

satisfecha con la democracia, y un 53% de la población de la región considera

que realizan un mal desempeño para combatir a la corrupción.

Ante ese escenario, los países en Latinoamérica han implementado medidas para

combatir la corrupción; como es el caso de la Comunidad Andina de Naciones

(CAN) que en el año 2006 se implemento el “Plan Andino de Lucha contra la

Corrupción” con la finalidad de implementar estrategias que erradiquen practicas

y delitos de corrupción en el ámbito de la CAN, a fin de que se prevenga,

investigue, sancione y se recuperen los activos perjudicados por dicha actividad.

Es de especial interés resaltar que el índice de percepción de la corrupción

elaborado por transparencia internacional muestra que el promedio para el año

2002 , 2005, 2010, 2019 y 2021, para los países de la CAN, fueron de 3.3, 3.5,
3.4, 3.2 y 3.1, donde se observa que el valor promedio se ha ido reduciendo, lo

que quiere decir que la percepción de la corrupción para el sector publico ha ido

empeorando, acercándose al valor de cero, el que es considerado como valor

referencial para categorizar a un país como altamente corrupto.

A pesar de la relevancia de la implementación de dicho plan, la evidencia empírica no se

ha centrado en analizar la relación entre la corrupción y el crecimiento económico para

la CAN.

La literatura se ha encargado de estudiar la relación entre crecimiento económico

y corrupción, bajo diferentes objetivos; es así que tenemos el trabajo de Mauro (1995)

donde su aporte a la literatura es analizar el efecto de distintos índices subjetivos de

corrupción, trámites burocráticos, eficiencia del sistema judicial y otras categorías de

estabilidad política, sobre el crecimiento económico. Se trabaja con dos bloques de

muestra de 68 y 57 países, para los periodos 1980 a 1983 y 1971 a 1979,

respectivamente.

En línea con el párrafo anterior, se observa el trabajo de Hernández y Herrera

(2018) los que buscan analizar la relación de causalidad bidireccional entre corrupción y

crecimiento económico, para una muestra de 41 países en el periodo 1996 a 2010.

Luego, Kutan y Douglas (2009) contribuyen a la literatura trabajando la relación entre

corrupción y crecimiento económico para países en desarrollo que se ubican en Medio

Oriente y África del norte, al igual que se selecciona 18 países de América Latina, para

el periodo 1993 a 2003.

Grunder y Potrafke (2019) contribuyen a la literatura analizando el efecto

acumulativo de la corrupción sobre el crecimiento económico, tomando en cuenta que el

índice de percepción de la corrupción dado por transparencia internacional se puede


comparar desde el 2012, por lo que se estaría actualizando las estimaciones que

previamente se habrían realizado. La muestra la trabaja para 175 países en el periodo

2012 a 2018.

A su vez, Desfrancois (2022) contribuye a la literatura sobre la relación entre la

corrupción y el crecimiento económico para países de América Latina y el caribe,

buscando estimar el costo económico de la corrupción mediante los canales de

transmisión dado por los efectos indirectos. La muestra la componen 19 países para el

periodo 1998 a 2017. Bitterhout y Simo-kengne (2020) analizan el impacto de la

corrupción en el crecimiento económico para los países que conforman el BRIC, la

muestra la conforma los países de Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, para el

periodo 1996 a 2014.

De esa forma, la investigación busca contribuir al vacio de investigación

sobre la relación entre la corrupción y el crecimiento económico para los países

que conforman el bloque económico de la CAN en el periodo 2002 a 2021.

siendo importante cuantificar dicha relación, ya que, como manifiestan Soto

(2003), Desfrancois et al. (2022), Mauro, Medas y Fournier (2019),

Mauro (1995) y Murphy, Shleifer y Vishny (1993), la corrupción lleva a afectar tanto al

sector público, como al privado, mediante perjuicios en la inversión, perdida de

credibilidad por parte del estado, distorsión el a asignación de recursos y todo ello lleva

a un menor crecimiento económico.

Además, se tomará como base el trabajo realizado por Desfrancois et al. (2022),

para la elección de las variables explicativas, por el motivo de que la presente

investigación busca cuantificar el efecto de la corrupción sobre el crecimiento

económico. Al mismo tiempo, la elección del trabajo radica en que al no contar con
estudios previos de bloques económicos con similares características, el estudio brinda

una muestra que trabaja con los países que conforman el bloque de la CAN, tanto para

miembros asociados como no asociados.

Antecedentes empíricos:

Mauro (1995) tiene como objetivo analizar el efecto de un conjunto de datos recopilados que
consta de índices subjetivos de corrupción, cantidad de trámites burocráticos, eficiencia del
sistema judicial y otras categorías de estabilidad política, sobre el crecimiento económico. El
motivo de la investigación es contribuir a la literatura sobre la relación de las instituciones al
crecimiento económico, sino que también las variables económicas afectan las instituciones. La
muestra se acota a 68 países que poseen 56 factores de riesgo país para el periodo 1980 a
1983, y 57 países que poseen 30 factores de riesgo país para el periodo 1971 a 1979. La
variable explicada es la tasa de crecimiento del PIB per cápita, en tanto que las variables
control son cambio político, estabilidad política, probabilidad de toma de posesión del grupo
de oposición, estabilidad laboral, relación con los países vecinos, terrorismo, sistema legal del
poder judicial, burocracia y corrupción. La metodología aplicada es un panel de datos, donde
se controla la endogeneidad haciendo uso del índice de etnolingüística como instrumento de la
estimación por Mínimos Cuadrados en dos etapas. Las conclusiones muestran que la
corrupción afecta de manera negativa al crecimiento económico.

Hernández y herrera (2018) analizan la causalidad bidireccional entre corrupción y crecimiento


económico. La muestra se segmenta en dos grupos tomando en consideración la información
que se cuenta con el índice de percepción de corrupción, donde en la primera muestra de 41
países, se cuenta con información de dicha variable para el periodo 1996 a 2010; en tanto que
el segundo grupo conformado por 34 países, presentan información completa del índice de
percepción de corrupción, para el periodo 1999 a 2010. Se destaca que no hay traslape entre
muestras, por lo que el conjunto de todos los países es de 75. En la estimación se empleó un
modelo de ecuaciones simultaneas para panel data, donde aplican el test de Hausmann al
momento de escoger el método de estimación adecuado. La investigación toma como variables
control a corrupción, libertad de prensa, voz y responsabilidad, estabilidad política y no
violencia, efectividad gubernamental, calidad regulatoria, estado de derecho, PBI per cápita,
gasto de gobierno, inversión, apertura comercial y crecimiento poblacional; la variable
explicada es crecimiento económico. Las conclusiones fueron que para la muestra se evidencia
una interrelación entre el crecimiento económico y la corrupción; además, los bajos niveles de
crecimiento económico son explicados por elevados niveles de corrupción y falta de
gobernabilidad.

Kutan y Douglas (2009) el objetivo de la investigación es contribuir a la literatura sobre como la


corrupción afecta al crecimiento económico para países en desarrollo que se ubican en
distintas partes del mundo. La muestra esta compuesta por 16 países de Medio Oriente y África
del Norte, en tanto que para América Latina se seleccionaron 18 países, siendo el periodo de
análisis desde 1993 a 2003, siendo su criterio de selección de muestra la disponibilidad de los
datos. La variable explicada es el PBI per cápita real, en tanto que las variables control son la
formación bruta de capital, la fuerza de trabajo, corrupción y riesgo político. Se emplea el
método de Mínimos Cuadrados Generalizados, tomando en consideración ambos modelos, de
efectos fijos y aleatorios, considerando el efecto de la endogeneidad al rezagar la variable
explicada un periodo. Los resultados muestran que, para los países de Medio Oriente y África
del Norte, el indicador de corrupción tiene un impacto positivo sobre el desarrollo económico,
la variable es significativa para la muestra analizada. En tanto que, para América latina, se
encontró una relación positiva y no significativa. Los autores argumentan que la relación
positiva se puede deber a los diferentes periodos de muestra estudiado, además de la
naturaleza de la investigación donde se centran en capturar el impacto de la corrupción sobre
los niveles de ingreso per cápita.

Grunder y Potrafke (2019) toma en cuenta la literatura previa, donde la corrupción se mide
mediante el índice de percepción de la corrupción de transparencia internacional, pero se
ignora que dicho índice no es comparable a lo largo del tiempo; por ello, la contribución a la
literatura es capturar el efecto acumulativo de la corrupción sobre el crecimiento económico,
tomando un periodo de 2012 a 2018, para que sea comparable el índice de percepción de
corrupción, en una muestra de 175 países. La metodología de estimación es el método
generalizado de momentos para un panel data bajo la especificación de un modelo de efectos
fijos, trabajando con variables estacionarias, donde la explicada es el logaritmo del PBI per
cápita real, las variables control son corrupción, inversión, años electorales, tasa de fertilidad y
democracia. Los resultados muestran que la corrupción se asocia negativamente con el
crecimiento económico, donde el PBI real per cápita se redujo en un 17%, cuando el IPC
invertido aumento en una desviación estándar. El efecto se amplifica en países que presentan
una pronunciada autocracia y en países que tienen una baja efectividad gubernamental y
estado de derecho.

Desfrancois (2022) presenta como objetivo de investigación el contribuir a la escaza literatura


sobre la relación entre la corrupción y el crecimiento económico para los países de América
Latina y el Caribe, tomando como enfoque el estimar el costo económico de la corrupción y
determinar los canales de transmisión. La muestra la compone 19 países para el periodo 1998
a 2017, donde la metodología de panel data, bajo un modelo de efectos fijos, donde se aplico
la prueba de Hausman, además de que se realizaron y corrigieron los problemas de
heterocedasticidad y autocorrelación. La variable explicada es la tasa de crecimiento del PIB
real, en tanto que las variables control son apertura comercial, percepción de la corrupción,
calidad de las instituciones, población entre 0 y 14 años, población mayor a 65 años, población
urbana, Inversión como porcentaje del PIB, PIB per cápita, tasa bruta de matricula secundaria,
gasto de consumo final del gobierno como porcentaje del PIB y PIB per cápita del año 1998.
Para trabajar los canales de transmisión se emplean estimaciones sobre la inversión, capital
humano e instituciones; ante lo cual, el efecto total de la corrupción sobre el crecimiento
económico proviene de la estimación incorporando las variables de control y adicionando el
efecto de la corrupción sobre los modelos que capturan los efectos indirectos. Los resultado
aceptan que existe una relación negativa entre la corrupción y el crecimiento económico, el
efecto total de los canales directos e indirectos fue de 49%, en tanto que la corrupción afecta al
crecimiento económico con más fuerza mediante el canal de la inversión.

Bitterhout y Simo-Kengne (2020) tiene como objetivo analizar el impacto de la corrupción en el


crecimiento económico para los países que conforman el BRIC. La muestra esta conformada
por los países de Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica para el periodo 1996 a 2014. La técnica
de estimación corresponde a un panel data, donde se toma las especificaciones del modelo de
efectos fijos, el modelo de efectos aleatorios, la primera diferencia del método de Arellano
Bond, y el método generalizado de momentos, para trabajar los problemas de heterogeneidad,
endogeneidad y persistencia de choques en el panel dinámico. La variable explicada es la tasa
de crecimiento del PIB, en tanto que las variables control son inversión, crecimiento de la
población, gasto de consumo de gobierno, alfabetización de adultos, tarifas, apertura
comercial, índices de estabilidad política y percepción de la corrupción. las conclusiones
muestran que controlando solo la heterogeneidad, se observa una relación negativa entre la
corrupción y el crecimiento económico. Bajo una estimación por el método generalizado de
momentos, y controlando por heterogeneidad y endogeneidad, el índice de corrupción
presenta un efecto positivo y significativo sobre el crecimiento económico.

Bibliografía

Kutan, A. y Douglas, T. (2009). “Does corruption hurt economic development? Evidence from
middle eastern, north African and latin American countries”.

Grunder,K. y Potrafke, N. (2019). “Corruption and economic growth: Ner Empirical Evidence”.

Bitterhout, S. y Simo-Kengne, B. (2020). “the effect of corruption on economic growth in the


BRICS countries. A panel data analysis”

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