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TEMA: “JESÚS UN REY DIFERENTE”

SOLEMNIDAD DE LA FIESTA DE CRISTO REY

En el mundo hay reyes, que son famosos y reconocidos por la gente, como en
España o en el Reino Unido que tienen poder, fama, riqueza y patrimonio extenso.
Son reyes que viven en lujosos castillos o en cortes imperiales, que tienen
“servidumbres” a su disposición. Su trabajo es político, de mucha altura y clase
social y gozan de un gran prestigio. ¡De hecho salen en la tele!

Sin embargo, hay un Rey que es muy diferente a éstos. Pues su poder es el amor,
su riqueza es Él mismo y su reino es el cielo que se construye cuando amas como
él, sirves como él y perdonas como él. Ese Rey es Jesús de Nazaret. Él no busca
el poder o la tiranía. Al contrario, es misericordioso porque solo sabe amar. Es tan
diferente a los otros reyes, que dio su vida por ti muriendo en la cruz, su trono; con
una corona de espinas, no de oro y sin capa roja porque se la robaron.

De dónde surge la fiesta de Cristo Rey:


La solemnidad de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, es una
fiesta de la Iglesia que siempre cierra el Año Litúrgico en el que se fue meditando
sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
Fue el papa Pío XI quien, el 11 de diciembre de 1925, con la encíclica “Quas primas”
sobre la fiesta de Cristo Rey, instituía esta solemnidad. Tras el Concilio Vaticano II,
la fiesta fue trasladada al último domingo del tiempo ordinario, como final del año
litúrgico, este año será el domingo 20 de noviembre.

Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo
como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin.
Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino
de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.

Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido
escatológico, pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos
que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir
de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente
sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de
los tiempos, en la Parusía.

 Dinámica: “El hombre rico” (Cruz de papel)


Se necesita ver este video con anticipación y preparar muy bien la dinámica
para que al aplicarla en la catequesis nos servirá de reflexión en el tema:
https://www.youtube.com/watch?v=HBRkm_ZNwNU&t=115s

Oración para finalizar:


“Contemplando al Rey crucificado”.
Es una oración sencilla y silenciosa que lleva al espíritu a encontrarse con Jesús
amigo, a través de la quietud y la tranquilidad. Sentados en círculo, colocaremos en
el centro de la sala una vela y la encenderemos. Seguidamente, el catequista
tomará en sus manos un crucifijo grande. Luego, se dirigirá a él en voz alta para
hacer una oración de acción de gracias o una petición. Finalizada su oración, lo
contemplará en silencio y luego lo pasará al que está a su lado, quien repetirá este
gesto y así lo irán pasando sucesivamente de uno a otro hasta llegar al último.
Terminado el acto, dejamos el crucifijo junto a la vela y oramos juntos la siguiente
oración:

Jesús, Rey nuestro,


Enséñanos a trabajar con alegría por tu Reino,
sirviendo a los demás.
Que seamos justos y trabajemos por la justicia,
que seamos veraces trabajando por la Verdad.
que seamos solidarios con todos,
en especial con los que menos tienen,
que seamos pacíficos irradiando la paz,
que nuestra fe brille en las obras que realicemos,
para mostrar al mundo la grandeza de tu amor y tu reinado. Amén

Terminar con un canto a Cristo Rey


Sugerencia: https://www.youtube.com/watch?v=6oWMvLV9zZw

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