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Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú No - 2009-10570 ISSN - 2075-6798

boletÍn apar
BOLETÍN OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN PERUANA DE ARTE RUPESTRE (APAR)
M D Ó ) M Z A P )DPAM
:// . . / / /

Volumen 2, Número 8 Mayo 2011 2/8

Quilcas L/FI/P1b y L/FI/P1c o "Pictograía de Quebrada Palo" (UNMSM 1962-1963), Lomas de Lachay, Lima. (ver arículo de Gori Tumi en esta
edición, pp. 129-136).

Contenido / Index
Arte rupestre y escritura, el caso de Checta, Perú / Rock art and writing; the Checta case, Peru (Sp)
Ant onio Rubén Wong Robles & Gori Tumi Echevarría López. 208
El arte rupestre de Lachay, una introducción a su estudio / Lachay's rock art ; an int roduct ion t o it s st udy (Sp)
(Incluye un Post Script um: Las quilcas de Lachay, crítica y contribución).
Gori Tumi Echevarría López. 219
Los petroglifos o killkarumi de Lachay y su interpretación mesológica y ecológica / The pet roglyphs or killkarumi
from Lachay and it s ecological and mesological int erpret at ion (Sp)
Andrés Marmol. 229
Dos sitios con pinturas rupestres en la cuenca alta del río Mala, distrito de Huarochirí / Two sites with rock paintings
in the upper Mala basin, Huarochiri district (Sp)
Piet er D. Van Dalen Luna & Pedro G. Pat rocinio Marcos. 233
Arte rupestre en la cuenca baja del río Lurín, Pachacamac, Perú / Rock art in the Lurin lower basin, Pachacamac,
Peru (Sp)
Gori Tumi Echevarría López. 240
Estilos cognitivos de aprendizaje en el arte rupestre peruano / Cognit ive st yles of learning in t he Peruvian rock
art (Sp)
Enrique Ruiz Alba. 250
Logo-centrismo y arte rupestre / Logo-cent rism and rock art (Sp)
Enrique Ruiz Alba. 252
Geoglifos en las lomas costeras del Cerro Campana, Valles de Chicama y Moche. Informe preliminar / Geoglyphs
in t he hills of Cerro Campana, Chicama and Moche valleys. Preliminar Inform (Sp)
Víct or Corcuera Cueva & Gori Tumi Echevarría López. 255
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Art e rupest re en la cuenca baj a del río Lurín, Pachacamac, Perú*


GORI TUMI ECHEVARRÍA LÓPEZ

Resumen. Sobre un est udio basado en paramet ros de observación simple, no int event iva, el aut or
analiza seis est aciones rupest res ubicadas en la margen izquierda de la Quebrada Verde, un import ant e
complej o arqueológico localizado en el valle de Pachacamac, cuenca baj a del río Lurín en Lima.
Est e análisis se hizo mediant e una explicit a aproximación art efact ual, diseñada por el aut or para
abordar est e t ipo de est udios.
Los result ados expusieron complej a evidencia de represent acion gráfi ca que incuyeron pet roglifos y
pint uras rupest res, los que fueron defi nidos en grupos con implicancias cult urales para su inclusión en
los cont ext os de art iculación arqueológica de est a zona del valle. Part e de los result ados redundaron
además en la proposición de la cronología y la asociación cult ural de est os mat eriales.

Introducción sit ios se ubican en las rut as de acceso t uríst ico al lugar.
Est e t rabaj o sólo se basó en un análisis por
El present e art ículo const it uye esencialment e un observación de la evidencia rupest re por si misma en esa
acercamient o preliminar al est udio del art e rupest re del área del valle y no regist ros ext ensos de t oda la evidencia
valle baj o de la cuenca del río Lurín. Una zona dominada arqueológica, la cual incluye andenes y mat erial mueble
por un valle amplio enmarcado por est ribaciones rocosas como escasa cerámica dispersa en la quebrada. Es claro
poco elevadas y quebradas cercanas y paralelas al lit oral que el mat erial que vamos a exponer const it uye solo
en la región geográfi ca andina conocida como “ chala” , que una muest ra, en algún grado represent at iva, del art e
se caract eriza por present ar ecosist emas est acionarios rupest re de est a región limeña, el cual no ha sido aún
poco ext endidos llamados “ lomas” , y ecosist emas vallunos adecuadament e cuant ifi cado.
permanent es.
Hast a recient ement e, el art e rupest re en est a Metodología y registro
zona de la cost a cent ral del Perú había sido est imado
como casi inexist ent e y circunscrit o únicament e al sit io Basado en un reconocimient o preliminar, se pudo
de Lachay, precisament e ubicado en una región nat ural
similar a la que enmarca el art e rupest re de Lurín.
Sin embargo, el descubrimient o de est a evidencia ha
cambiado radicalment e est a percepción al incorporar
nuevos sit ios y ext ender la presencia de est os mat eriales
arqueológicos en la cost a cent ral peruana.
El art e rupest re de Lurín, ubicado ent re el cerro
At ocongo y el cerro La Mora, en la margen izquierda de
una quebrada cort a llamada t ambién “ Quebrada Verde1”
(Fig. 1), no había sido est udiado det enidament e después
de su reconocimient o en la década de los 90s, salvo
mej or inf ormación, hast a hace pocos años cuando se
emprendieron regist ros sist emát icos y algunos est udios
part iculares en el área, regist ros que incluyeron las
quebradas anexas l l amadas “ Quebrada Guayabo” y
“ Quebrada Picapiedra” donde t ambién se ha localizado
art e rupest re2 .
En 1995 visit amos por primera vez el sit io debido
al int erés del Ingeniero Elvis Roj as, con quien realizamos
un primer reconocimient o a la f alda oest e del cerro
La Mora, allí pudimos examinar somerament e cinco
est aciones con art e rupest re, t odas con pint uras y una
de ellas con pint uras y pet rograbados. Post eriorment e
realizamos una document ación más det allada e incluimos
una est ación nueva, con lo cual logramos reconocer seis
sit ios en ladera con est e mat erial arqueológico. Todos los

__________
*
Apareció originalmente en: O. Pinedo y H. Tantaleán (comp.),
Arqueología de la Costa Centro Sur Peruana, pp. 353-372. Avqi Ediciones,
Lima. 2008. Esta versión se presenta con pequeñas modifi caciones.
1
Dist rit o Pachacamac, Depart ament o de Lima.
2
De acuerdo a l a inf ormación proveída por el Sr. Jacint o
Mendoza, la zona fue “ peinada” en busca de art e rupest re por
la arqueóloga Maria Luisa Díaz con est udiant es de Arqueologia de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, siendo invest igada
principalment e por el est udiant e Teddy Abel Traslaviña Arias de Figura 1. El sit io arqueológico con quilcas o art e rupest re de
la misma universidad. Quebrada Verde, en el valle baj o del río Lurín.
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comprobar que el art e rupest re de Quebrada Verde est a Se examinaron seis est aciones de art e rupest re
compuest o mayorit ariament e por pint uras y en menos (Fi g. 2) cuyo sopor t e en el 100% de l os casos l o
proporción por pet roglifos3, mat eriales que most raron en const it uyen afl oraciones rocosas de granodiorit a con
general un mal est ado de conservación, y en el caso de variadas morfologías, que no forman grandes farallones
las pint uras una reducida variación de colores. Como se lít icos. Los art efact os, en est e caso los mot ivos pint ados
verá en el examen de las est aciones t oda est a evidencia y percut idos, se hallaron (t ambién en t odos los casos)
no se present a conformando ext ensos conj unt os escénicos sobre las concavidades horadadas por erosión eólica en
de mot ivos, sino que se aprecia una t endencia a la est e soport e rocoso, aunque sin formar generalment e
exposición aislada o a la formación de escenas de pocos pat rones de ubicación cent rados en los espacios de las
mot ivos agrupados; en est e sent ido el sit io, con t odas concavidades.
sus est aciones, most ró clarament e una buena disposición Todas l as est aci ones f or mar on uni dades
nat ural a su est udio t écnico. independient es con un área cont inua de pint uras o
El examen se hizo usando crit erios art efact uales, grabados en una singular af loración rocosa, est o es
es decir ut ilizando una variación de at ribut os como not able porque en t odos los casos los mot ivos most raron
variables discret as para el regist ro y la document ación, t endencias a la represent ación aislada o a la composición
lo cual ha permit ido unif ormar mediant e cat egorías escénica con su propia organización int erna, por lo cual
descript ivas t odo el mat erial arqueológico para fi nes est amos considerando cada est ación como una unidad
comparat ivos y de análisis. Aunque t odas las variables independient e o como un cont ext o part icular en si mismo.
j uegan un rol import ant e en est e est udio, es el color, Aunque como dij imos exist en est aciones con
una variable de la t écnica de ej ecución de la pint ura (es mot ivos singulares, las escenas con variados mot ivos
decir una propiedad int rínseca del mat erial), el at ribut o pr esent an un desar r ol l o f i gur ado i ndependi ent e y
que result ó dominant e en la invest igación. complej o. Est e es un hecho que debe ser dest acado
Dado est e arreglo se procedió a realizar un porque el examen part icular de las escenas ayuda a
regist ro con una fi cha básica diseñada para document ar ent ender las relaciones ent re las est aciones dent ro del
específi cament e la variación de color, la forma, el est ilo, sit io rupest re, lo cual en ext enso permit e est ablecer el
la ubicación y la organización de las pint uras; lo que se cont ext o de represent ación y sust ent a los plant eamient os
hizo en base a observación simple sin int ervención física de cont emporaneidad y/ o asociación cult ural int rasit io.
del mat erial de ningún t ipo. La observación part icular Vamos a ver est o examinando cada est ación.
nos ha permit ido mant ener un regist ro uniforme en la
defi nición de los at ribut os t écnicos lo que ha sido usado La Est ación 1 consi st e de una concavi dad abi ert a
como un ardid met odológico, simplifi cando el regist ro y orient ada al oest e con dos secciones marcadas cóncavas
facilit ando el análisis de los dat os. cont inuas, las cuales present aron pint uras y grabados
especialment e hacia la sección derecha. Como se puede
Análisis y Resultados ver en la f ot o (Fig. 3) la dist ribución de los mot ivos
es int eresant e y variada respect o de l as pint uras y
__________ l os grabados, resal t ando est os úl t imos por exponer
3
El 100% de las est aciones comprenden mat erial pint ado; una escena complej a ubicada en la part e cent ral de
mient ras una est ación, el 16%del t ot al, present a pet rograbados. la concavidad derecha y mot ivos asociados alrededor,

Figura 2. El sit io arqueológico con quilcas o art e rupest re de Quebrada Verde y las est aciones con art e rupest re est udiadas y
cit adas en el t ext o
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Figura 3. Vist a general de la Est ación 1. Fot o Gori Tumi 2005.


est a est aci ón que empi eza con l os
pet rogl if os (Fig. 4). Est os han sido
logrados por un percut ido leve y han
sufrido un fuert e proceso de pat inación
en al gunas secciones por l o que l a
defi nición formal de t odos los mot ivos
est a t odavía pendient e. Sin embargo
son r econoci bl es al gunos mot i vos
aislados, y un mot ivo ant ropomorf o
complej o (M1) el cual combina percut ido
lineal y percut ido en área, además de
asociaciones fi gurat ivas que no han sido
aún defi nidas.
Est e mot ivo ant ropomorf o,
con apéndi ces cef ál i cos, ha si do
clarament e superpuest o por una pint ura
l ineal de col or roj o oscuro, l a cual
t ambién ha suf rido un det erioro por
Figura 4. Vist a de los pet roglif os de la Est ación 1. Fot o Gori Tumi 2006. int emperismo en al gunas secciones
de su imagen. Ot ros mot ivos como
part icularment e hacia la part e izquierda baj a en el lado el círculo y la fi gura geomét rica lineal con t erminaciones
derecho del panel sobre la división de las concavidades. horizont ales en V (> <), t ambién han sido logrados
Las pinturas han sido hechas ya sea superponiendo con est a t onalidad cromát ica. Las pint uras de “ dedos
una línea curva (con forma no defi nida pero de t endencia rasant es” que aparecen en un número considerable en
geomét rica), al pet rogl if o, o incorporando mot ivos la part e superior derecha del panel principal est án, por
independient es, como un círcul o, f iguras l ineal es y ot ra part e, logradas por una pint ura roj o claro pero de
abundant es marcas con formas de “ dedos rasant es” . Todas una t onalidad brillant e o vívida.
las pint uras, except o aquella que est a sobre el pet roglifo, Aunque las razones para la selección del área
se hallan en la part e superior de la concavidad derecha de pint ado escapan a nuest ro conocimient o, es relevant e
del afl oramient o, la cual est a separada de los paneles considerar que un análisis por perspect iva visual simple
principales baj os por una falla lineal horizont al que divide
en dos est a roca. __________
4
Aunque no se ha podido hacer una cuent a Queremos dest acar que no hemos hecho una observación con
defi nit iva de mot ivos4 , exist en al menos quince mot ivos luz rasant e por lo que es posible que exist an mot ivos que no
asociados ent re pet roglif os y pint uras y es obvio que han podido ser defi nidos en las condiciones de luz en que est e
exist e una secuencia formal en la “ hist oria” rupest re de est udio se llevo a cabo.
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indica a los pet roglifos como foco visual primario seguido
de las pint uras superpuest as y luego aquellas present es
en dirección lineal ascendent e y a la derecha de t odo el
conj unt o. Según ést o, la escena se logró paulat inament e
siguiendo un proceso l ineal , donde l a ubicación, l a
organización y l as variaciones en el col or ut il izado
indican una secuencia desde el pet roglifo, los mot ivos
de t endencia geomét rica en color roj o oscuro, hast a las
marcas de “ dedos” en un color roj o más claro.
Est a escena, como se puede ver, es alt ament e
complej a y las variaciones en los at ribut os usados para
el examen indican que en est a est ación exist en al
menos t res grupos de marcas rupest res con implicancias
cul t ural es, l o cual es un indicador promedio de l a
complej idad del yacimient o. Una evidencia clave es que
se ha podido document ar una clara superposición lo que
indica cont undent ement e que el pet roglifo es ant erior
a las pint uras, al menos en est a est ación. Los grupos
de represent ación, con implicancias cult urales, pueden
quedar defi nidos aquí, con los pet roglifos, en primer lugar;
seguido de las pint uras roj o oscuras; y fi nalment e con las
pint uras en roj o claro.
La Est ación 2, por su part e es mucho más
simple. Est a conformada por un mot ivo singular pint ado
(Fig. 5), el cual ocupa una pequeña concavidad de 25
cms. de alt o. Est a imagen asemej a una forma de cruz
irregular elaborada por pint ado de t razo informal color
roj o claro, el cual est a evident ement e erosionado. La
fi gura no es lineal en su composición específi ca aunque Figura 5. Vist a en det alle del mot ivo de la Est ación 2. Fot o
Gori Tumi 2006.
pueda parecer así en f orma general . Present a una
est ruct ura geomét rica lineal con ej e vert ical,
con un ext remo superior circular irregular y
un ext remo inferior lineal en punt a. Los dos
ext remos horizont ales se ubican ligerament e
sobre la mit ad superior del ej e vert ical en forma
opuest a, conformando gruesos t razos cort os y
de cont ornos irregulares.
Est os t razos horizont ales part en desde
el cent ro formando bordes opuest os curvos que
se ext ienden en ambos ext remos, y en el caso
de t razo de la derecha se puede reconocer una
conexión con la t erminación circular de la línea
vert ical del dibuj o. Est e ancho en el cent ro
del dibuj o, los ext remos y el t razo irregular
general son cl arament e una caract eríst ica
est ilíst ica de la pint ura desarrollada en est a
est ación y que de hecho t iene implicancias en
la confi guración general del sit io. Sin embargo
dadas las caract eríst icas expuest as, est a pint ura
es defi nit ivament e una unidad de evidencia por
si misma, es decir un grupo de represent ación
independient e.
La Est ación 3 es un conj unt o de
pint uras ubicadas en lo que se podría describir
Figura 6. Vist a de los dos mot ivos present es en la Est ación 3. Fot o Gori
como una grut a, que consist e en una concavidad Tumi 2005.
cerrada a la que se accede por una abert ura
ubicada en la part e baj a de la piedra. Desde No obst ant e su organi zaci ón, l os mot i vos present an
est a posición se pueden reconocer pliegues caract eríst icas est ilíst icas similares dest acando su diseño lineal
r ocosos var i ados si n f or mar concavi dades geomét rico y su coloración roj o oscura. El mot ivo que más resalt a
francas defi nidas, a la izquierda de las cuales, es el que se ubica a la izquierda de los dos, el cual parece fi gurar
delant e de la abert ura, se ubican los dos mot ivos un ser ant ropomorfo (Fig. 7). Est e se ha const ruido usando un ej e
pint ados que conforman la evidencia mat erial lineal vert ical con t erminaciones en punt o y circulo (part e superior),
de est a est ación (Fig. 6). Los mot ivos se ubican y en una V invert ida. Present a t ambién dos líneas t ransversales
discont inuament e en áreas diferent es de los paralelas más cort as, las cuales se disponen en forma simét rica al
pliegues de la superfi cie rocosa por lo que no ej e y present an t erminaciones horizont ales en V. El ot ro mot ivo,
aparecen conformando una escena int egrada. muy erosionado, muest ra únicament e el ej e lineal vert ical con la
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El mot ivo de la derecha por el cont rario


present a una conf ormación complet ament e
diferenciada, t rat ándose de una forma de V
l adeada el aborada por una l ínea de ancho
irregular, cuyo punt o de infl exión se encuent ra
en l a par t e super i or de l a l ínea ver t i cal
proyect ando la cont inuación hacia la derecha de
la misma. Est a fi gura parece ser más complej a,
pero t al como el primer mot ivo, algunas part es
de la composición no se pueden reconocer con
claridad por lo que solo se expone en esencia
la fi guración más evident e.
El segundo mot ivo es de por si un
mot ivo bast ant e irregular y su asociación con
el primer mot ivo es bast ant e problemát ica,
diferencias marcadas son la variación en el color
y en el lenguaj e formal del diseño ent re ellos;
no obst ant e est o, un element o uniformizant e
lo const it uye la posibilidad de la presencia
Figura 7. Det alle del mot ivo 1, Est ación 3. Fot o Gori Tumi 2005. de ápices sobre el punt o de infl exión de la
fi gura, los cuales lament ablement e no est án
t erminación en punt o (superior) y en V invert ida (inferior). claros. Consideramos que los element os de la
Es cl ar o que ambas f i gur as compar t en de maner a variación usados en el análisis son consist ent es
cont undent e det alles de la forma y el est ilo, lo que nos permit e para est ablecer una separación de mot ivos
considerar ambos mot ivos como part e de la misma serie fi gurat iva; en grupos dent ro de est a est ación, y así debe
es decir dent ro del mismo “ grupo” represent at ivo del art e rupest re ser est abl ecida hipot ét icament e dent ro de
del sit io. Es evident e que est a asociación simplifi ca la nat uraleza est a unidad; sin embargo, sobre la base del
represent at iva de est a est ación, la cual se incluye dent ro de un solo examen de ot ras est aciones vamos a ret omar
grupo como dij imos, aunque est o no implica necesariament e que post eriorment e el cont ext o de pert enencia de
los mot ivos se hayan hecho al mismo t iempo. est e mat erial.
La Est ación 4 present a t ambién un número reducido de La Est ación 5 present a una escena
mot ivos, los cuales se hallan ubicados sobre un panel erosionado bast ant e complej a, est a se ubica en el ext remo
irregular en secciones separadas, por lo que no est án conformando superior izquierdo del panel principal de la
una escena conj unt a (Fig. 8). Tal como la Est ación 3 cada mot ivo concavidad rocosa. Est a ubicación es int eresant e
debe considerarse una escena independient e con sus propias porqué, a pesar que se pueden reconocer
caract eríst icas. El primero de los dos mot ivos (M1) se ubica sobre algunas pint uras hacia la part e cent ral del
la part e cent ral de la superfi cie int erior del afl oramient o, mient raspanel, la mayoría de mot ivos ident ifi cados se
que el segundo se halla sobre el ext remo superior de la concavidad. localizan a la izquierda y sobre una falla lineal
Ambos mot ivos han sido pint ados en roj o, aunque con variaciones, el de la roca que separa clarament e esa sección
primero present a una t onalidad roj iza oscura erosionada, mient ras de t odo el panel expuest o. Todos los mot ivos
el segundo un roj o claro ocre, menos erosionado (más vívido). examinados, ocho en t ot al (Fig. 9), que pueden
El mot ivo cent ral es bast ant e int eresant e pues est a ser reconocidos a simple vist a, f ormaron un
const r ui do, como el
mot i vo de l a Est aci ón
2, sobre un ej e l ineal
vert ical curvo bast ant e
grueso del cual afl oran
ápices lineales cort os y
del gados en oposi ci ón
al ej e ver t i cal casi
de maner a si mét r i ca.
Aunque el mot ivo est a
bast ant e erosionado, es
claro que la curva cent ral
conforma un cuerpo casi
obl ongo con ext remos
proyect ados en punt a.
En l a par t e super i or
dest aca cl arament e el
ápice derecho que hace
j uego con la cima curva
del cuerpo, dando una
imagen de simet ría y una
sensación lineal al ej e
vert ical de l a imagen. Figura 8 Vist a de los dos mot ivos present es en la Est ación 4. Fot o Gori Tumi 2006.
boletÍn apar Mayo 2011
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agrupamient o relat ivament e compact o el cual
muest ra una organización muy int eresant e
sobre la que se puede argüir un crecimient o
pict órico radial.
Parece evi dent e que l as pi nt uras
más t empranas de est a escena se hicieron
en la part e cent ral de est e panel y formaron
imágenes irregulares pint adas en un color roj o
claro. De est as t res imágenes originales (M1, M2
y M3), el mot ivo 3 present a una superposición
con pint ura negra, la cual aparece como líneas
cort as rect as alrededor del cuerpo principal
(y probablement e siguiendo en part e la forma
del mot ivo) por lo que aparecen int egradas en
la imagen. Los mot ivos en negro se asocian a
la escena int roduciendo mot ivos geomét ricos
cerrados (M4), y mot ivos lineales abiert os como
los mot ivos 5 y 6, est e últ imo clarament e un
mot ivo ant ropomorfi zado.
Dos mot ivos (M7 y M8) se incluyeron
probablement e al fi nal conformando imágenes
lineales en f orma de arcos cont inuos, o en
eme (m). Est as fi guraciones est án logradas
en un color roj o oscuro y se ubican en ambos
ext remos (superior e inf erior) de la escena
pr i nci pal de est e panel . Est as i mágenes
Figura 9. Vist a parcial de la escena principal de la Est ación 5. Fot o Gori
debieron int egrarse al fi nal de la formación Tumi 2006
de l a escena, donde, al par ecer, no se
int erponen a ningún mot ivo asociado. La idea
del crecimient o radial de la escena, que se
basa en el supuest o que los mot ivos cent rales
conforman el ej e visual de la composición5 ,
se confi rma adicionalment e por la variación en
los colores de los mot ivos de la composición,
que forman agrupamient os coherent es, y por
la regularidad formal est ilíst ica de los mot ivos
que se incluyen en est os agrupamient os.
Hay que dest acar la variación formal
est i l íst i ca de l os mot i vos. El gr upo más
t empr ano muest r a t r es f or mas di st i nt as
pero con una t endencia a la irregularidad de
los t razos y a la presencia de ápices que se
proyect an desde el cuerpo de las imágenes;
exi st i endo t ambi én un ar r egl o haci a l a
present ación vert ical (M2) y horizont al de las
f ormas (M1). El segundo grupo, que ut iliza
pi nt ura negra, muest ra una t endenci a al
diseño lineal de formas con t endencia al diseño
geomét rico (M4) y el esquemat ismo, most rando
aquí la grafi cación de mot ivos ant ropomorfos
(M6). Y el t ercer grupo se caract eriza por
most rar una imagen regular, en eme (m) con las
mismas caract eríst icas fi gurat ivas para ambos
casos. Est a es la secuencia en est e panel, a la
que probablement e hay que agregarle algunos
mot ivos aislados present es, pero que no han
podido ser ident ifi cados plenament e. Figura 10. Vist a de los mot ivos present es en la Est ación 6. Fot o Gori Tumi
2006.
__________
5
Est e es un ardid met odológico para el análisis de La Est ación 6 muest ra un conj unt o de t res imágenes
escenas complej as que hemos usado en ot ros sit ios ubicadas hacia la part e inferior izquierda de una concavidad rocosa
con art e rupest re y que est amos llamado: “ análisis bast ant e expuest a a la int emperie. Est as pint uras se encuent ran
por perspect iva visual ” . Ver: Echevarría, 2010. agrupadas most rando una ubicación consecut iva vert ical en la
"Pet rograbados en la cuenca del río Cachiyacu, una disposición de los mot ivos, siguiendo al parecer la t endencia
aproximación arqueológica en cont ext o indust rial". nat ural de la división rocosa marcada por una falla lineal (Fig. 10)
Bolet ín APAR 5: 70-79. como se ha descrit o para est aciones ant eriores. Est os t res mot ivos
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fueron logrados usando la misma fact ura t écnica y el (vívido) que se present an en est a escena. Est e t ipo de
mismo t ipo de pint ura, por lo cual present an una not able superposición se repit e en la escena principal de la
uniformidad cromát ica, dest acando básicament e por su Est ación 5 donde pint ura negra se superpone a pint ura
variación formal. color roj o claro (M3 y posiblement e M7) (Fig. 12). La
Los mot ivos son un personaj e ant ropomorfo (M1), pint ura negra es post erior en est a escena a pint ura color
una imagen de est ruct ura geomét rica t riangular alargada roj o claro, pero es ant erior, de acuerdo a evidencia
(M2) y un mot ivo semicircular con secciones lineales, espacial, a las imágenes de color roj o oscuro.
abult adas y ápices proyect ados en su part e cent ral (M3). Los mot ivos logrados en pint ura negra present an
Est as imágenes son alt ament e cont rast adas y const it uyen en ambas escenas una relación formal est ilíst ica bast ant e
un buen ej emplo de una alt a variación formal dent ro coherent e, ya sea det erminada por su t endencia lineal,
de un grupo con caract eríst icas t écnico est ilíst icas casi geomét rica y la presencia de imágenes ant ropomorfas,
absolut as. Lament ablement e t oda la escena est a muy lo que indica que en ambas est aciones se encuent ran
erosionada por lo que examinar los det alles de las formas
result aría engorroso, sin embargo la caract erización es
clara y defi nit iva para est a est ación; aquí solo exist e un
grupo de represent ación rupest re con las implicancias
cult urales que le son propias.
Como se ha podido ver cada est ación ha arroj ado
un panorama part icular de pint ado en roca que est a
lej os de most rar a est e sit io de art e rupest re como un
yacimient o uniforme. Es claro que est e sit io es alt ament e
complej o y ese es un result ado del examen part icular de
las est aciones que debe ser ponderado direct ament e.
Las est aci ones se muest r an ahor a como uni dades
con secuencias part iculares que const it uyen t ambién
cont ext os complej os de represent ación por si mismos los
cuales deben ser aún más examinados; aunque dado que la
información obt enida const it uye dat a relevant e de est os
cont ext os es posible int ent ar est ablecer una secuencia
hipot ét ica mediant e una correlación comparat iva, como
se propone a cont inuación.

Correlaciones y Contextos Figura 11. Det alle del pet roglif o superpuest o por pint ura en la
Est ación 1.Fot o Gori Tumi 2006.
Secuencia

Aunque como ya dij imos t odas l as escenas


muest ran un panorama rupest re part icular, de las seis
est aciones examinadas solo t res present aron escenas con
cargas gráfi cas mult icomponent es, es decir escenas con
evidencias de más de un grupo de represent ación rupest re;
el cual incluye evident ement e pet roglifos o pint uras. De
est as t res escenas (Est aciones 1, 4 y 5) solo las est aciones
1 y 5 expusieron clara evidencia de superposición física
y una consecución pict órica lo sufi cient ement e ext ensa
como para est ablecer una correlación basada en las
variables ut ilizadas en el análisis.
Todas l as demás est aci ones con escenas
asociadas, de un solo un mot ivo o de más, sin vinculaciones
direct as o aquellas expuest as durant e el examen de las
mismas (Est aciones 2, 3 y 4), pueden ser ent onces
asociadas a los grupos de represent ación general que
se est ablecerán para t odo el yacimient o con lo cual se
int egraran est as unidades. Es claro que lo que se piensa
def inir es una secuencia lineal donde cada “ grupo”
const it uye hipot ét icament e una unidad represent at iva con
implicancias cult urales y cronológicas, t al como se supuso
para los grupos aislados en las escenas de las est aciones
part iculares.
La primera asociación relevant e es la clara
superposición de un mot ivo lineal pint ado en negro (M4)
sobre el pet roglifo en la escena principal de la Est ación
1 (M1) (Fig. 11). En est a est ación la superposición indica
sin ninguna duda que la pint ura es post erior al percut ido,
y ant erior, asumiendo una progresión pict órica, a las Figura 12. Det alle de la superposición pict órica en el Mot ivo 1
pint uras elaboradas en roj o oscuro y roj o más brillant e de la Est ación 5. Fot o Gori Tumi 2006.
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como part e de un pat rón represent at ivo defi nido, los not abl e desgast e por i nt emper i smo que debe ser
que incluyen la Est acion 3 y la Est ación 6, donde se ponderado.
hallan formando la única agrupación pict órica. Aunque Dado que no hay element os formal est ilíst icos
puede obj et arse la Est ación 6, los mot ivos 2 y 3 muest ran import ant es para est ablecer una comparación relevant e
la t endencia lineal reconocida en las Est aciones 1 y ent re las imágenes en los pet roglifos y las imágenes de
5, mient ras la fi gura ant ropomorf a es clarament e un las pint uras del grupo roj o claro, es evident e que exist e
arquet ipo formal represent at ivo del grupo (Ver Figs. 7 un salt o radical ent re la int roducción de ambos pat rones
y 10). t écnico represent at ivos; lo que puede implicar un lapso
Los mot ivos en roj o claro que son ant eriores de t iempo import ant e ent re l a aparición de ambos
a los mot ivos pint ados en negro en la Est ación 5, solo “ est ilos” . Para mi es claro que las pint uras comprenden
aparecen en una secuencia en la escena principal de una t radición represent at iva cont inua (con lapsos ent re
est a est ación por l o cual const it uyen un grupo con la int roducción de algunos grupos), y no hay manera de
una correlación más rest ringida. No obst ant e est o, la que los pet roglifos const it uyan un mat erial post erior a la
evidencia art efact ual indica que est os mot ivos siguen una t radición pict órica del yacimient o.
t endencia represent at iva uniforme donde se present an Est os dej a a los pet roglifos como el component e
const it uyendo imágenes irregulares de t razos gruesos más t emprano de l a t radición rupest re del sit io, y
no muy defi nidos; con f ormas ext endidas, vert ical u el arregl o f inal de l a secuencia, sobre l a base del
horizont alment e, y con presencia de ápices irregulares. ordenamient o explicado queda así: Grupo 1. Pet roglifos;
Est a car act er i zaci ón per mi t e asoci ar ent onces l as Grupo 2. Pint uras en Roj o claro; Grupo 3a. Pint uras en
Est aciones 2, 4 y 5 dent ro de una unidad represent at iva. Negro; Grupo 3b. Pint uras en Roj o Oscuro; y Grupo 4.
Hay que mencionar que el Mot ivo 1 de la est ación 4, en un Pint uras en Roj o Oscuro brillant e. Hay que incidir en la
color roj o oscuro, se incluye dada su vinculación formal separación t emporal import ant e ent re el grupo 1, que
al grupo. debe ent enderse como una t radición pet roglífi ca, y los
Es claro que los mot ivos elaborados en negro grupos post eriores, que pueden verse como una t radición
const it uyen el grupo más ext enso del conj unt o aunque pict órica (Tabla 1).
probabl ement e no el más t ardío, exist iendo en l as Las dist ancias t emporales a part ir del Grupo
Est aciones 1 y 5 (donde est e grupo se present a sobre 2 deben considerarse relat ivament e cort as debido a
imágenes ant eriores) mot ivos que han sido est imados que t odos los grupos guardan de alguna manera una
como post eriores a las imágenes en negro. Est os mot ivos, relación de coherencia t écnica y en menor medida formal
en ambas est aciones, se present an con una coloración est ilíst ica ent re si, lo que indica que hay una cont inuación
roj a oscura, dest acando por su variación formal, la que relat ivament e est able en est a consecución de grupos
no permit e una correlación a est e nivel (M5 y M6 de la pict óricos. Sin embargo hay que apunt ar que los salt os
Est ación 1 y M7 y M8 de la Est ación 5). Sin embargo est e más not ables lo const it uyen la int roducción del Grupo 3
agrupamient o muest ra algunos det alles de la defi nición “ negro” que varia la t endencia represent at iva hacia una
del est ilo que caract eriza al conj unt o de pint ura formadas perspect iva más esquemát ica, y la int roducción del Grupo
en negro (t endenci a l i neal def i ni da, geomet ri smo, 4 “ Roj o Oscuro Brillant e” , que const it uye una rupt ura
t erminaciones en V, et c.) que amerit an su pert enencia fi gurat iva t ot al a la t radición imperant e.
prevent iva a est e grupo. Sin embargo aunque las variant es t emporales en
Solo las pint uras en un roj o oscuro más brillant e la int roducción de los grupos pict óricos puedan discut irse,
o vívido, ubicadas en el ext remo superior derecho de la como se plant ea para el Grupo 3 por ej emplo, ninguna
Est ación 1, quedan fuera de t oda correlación dada su separación t emporal es comparable con la que exist e
caract eríst icas part iculares que le son exclusivas. Est a ent re el Grupo 1 y el inicio de la t radición pict órica, la
not able individualización, además de su propia sit uación cual t odavía queda por defi nir adecuadament e; aunque
secuencial dent ro de la escena a la que pert enece, se pueden hacer algunos plant eamient os cronológicos
nos permit e pl ant ear que est as pint uras deben ser preliminares al respect o.
consideradas la más t ardías inclusiones pict óricas de t odo
el yacimient o y probablement e un grupo por si mismo, Cronología
salvo mej or dat a.
Al ot ro ext remo de la secuencia queda por Dada la nat uraleza represent at iva de t odo el
def i ni r el más t emprano component e rupest re del conj unt o rupest re del sit io es evident e que no se pueden
yacimient o en conj unt o, el cual est a ent re el grupo de est ablecer correlaciones cronológicas con ningún est ilo
pint uras solucionadas en roj o claro (Est aciones 2, 4 y 5) art íst ico convencional del valle, práct icament e de ningún
y el conj unt o de pet r ogl i f os
( Est ac i ón 1) . Per sonal m ent e Estaciones
pienso que los pet roglif os deben Grupo Caracterís ca
est imarse como más t empranos, E1 E2 E3 E4 E5 E6
especi al ment e consi der ando su Grupo 1 Petroglifos X - - - - -
alt o nivel de pat inación, el cual
es evident e en t odos los mot ivos Grupo 2 Rojo Claro - X - X X -
de est e conj unt o (M1, M2, y M3). Grupo 3a Negro X - X - X X
Dada la t écnica de realización de
las imágenes, los pet roglifos t iene Grupo 3b Rojo Oscuro X - - - X -
la mayor probabilidad de sobrevivir Grupo 4 Rojo Oscuro brillante X - - - - -
a l as pi nt ur as en caso de una
realización conj unt a, respect o al Tabla 1. Grupos de represent ación rupest re y est aciones donde est os se present an. Sit io
roj o claro, y es obvio que exist e un Quebrada Verde.
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periodo arqueológico, el cual est a siempre dominado por la cuenca del río Rímac que ha sido dat ado t ent at ivament e
art e convencional (es decir que se repit e en diferent es al Periodo Horizont e Temprano (Abant o y García-Godos,
soport es). Est o dej a casi a t odo el conj unt o rupest re sin la 2004), pero con una not able defi nición formal y en general
posibilidad de est ablecer una dat ación por procedimient os sin ser part e de composiciones complej as; salvo el “ Panel
indirect os, los que son requeridos baj os las condiciones 10” (Abant o y García-Godos Ob. cit ., lámina 4), aunque la
del t ipo de est udio que hemos llevado a cabo. composición no es formalment e similar a lo que t enemos
El único mat erial de correlación, y advert imos en nuest ros Mot ivos 2 y 3. Es muy posible que las formas
que est a aproximación debe ser t omada con mucha circulares en est e sit io se present en como un cont ext o
caut ela, lo const it uye el Grupo 1 o conj unt o de pet roglifos represent at ivo part icular, con un est ilo defi nido, y sin una
que muest ran ciert os element os del est ilo que pueden asociación direct a al Grupo de pet roglifos que est amos
correlacionarse a ot ros ej emplos de art e rupest re con esas est udiando.
caract eríst icas, y en menor medida a art e convencional Como se puede ver los niveles de correlación
con amplia dispersión. De hecho son los mot ivos 1, 2 y son mínimos y nos dej an pocas posibilidades para el
3, del conj unt o, el cual no est a t ot alment e ident ifi cado, plant eamient o de hipót esis de cont emporaneidad ent re
los que present an est os indicadores. En esencia son est os los mot ivos usados en la comparación o la cronología
element os formal-est ilíst icos, ent re ot ros at ribut os, los general de los sit ios, sin embargo “ esforzando” los dat os
que demuest ran efect ivament e la unidad cont emporánea proponemos una cronología aproximada para el Grupo 1 de
del Grupo en si. represent aciones del sit io (caract erizado únicament e por
Aunque el Grupo present a mot i vos di f usos pet roglifos) que est aría ent re el Periodo Inicial e Inicios
en t odos los casos (lo cual se debe a su alt o grado de del Horizont e Temprano; cronología que no compart en
int emperismo) y solo pueden reconocerse secciones los Grupos rupest res caract erizados por pint uras.
part iculares de est as imágenes (Ver Fig. 4), las formas A part ir del abandono de la t radición pet roglífi ca,
de algunos mot ivos y los det alles de ot ros son alt ament e al menos en est e sit io, t odos los Grupos pict óricos debieron
relevant es para fi nes de est a correlación. Así t enemos empezar a grafi carse probablement e desde el fi nal del
en el Mot ivo 1 los ápices cefálicos, y en lo mot ivos 2 Periodo Int ermedio Temprano, lo que j ust ifi camos con
y 3 las formas circulares y/ o semicirculares con punt o el not able salt o cualit at ivo que signifi có la int roducción
cent ral que se present an asociadas a conj unt os fi gurat ivos de l a t r adi ci ón pi ct ór i ca y l a no menos r el evant e
complej os, especialment e en el Mot ivo 3. variación f igurat iva evidenciada. Post eriorment e los
Los ápi ces en l a cabeza del Mot i vo 1, dos grupos pict óricos, al menos los Grupos 2 y 3, debieron
líneas con curvat uras elevadas opuest as en simet ría, int ercalarse t emporalment e siguiendo un lapso regular
se present an del mismo modo formal est ilíst ico en uno no t an dist anciado hast a el abandono def init ivo del
de los mot ivos más not ables de los pet roglifos de sit io yacimient o como soport e de art e rupest re; moment o
arqueológico Chect a (ver Núñez, 1986: 676, Fig. 1320) lo que no podemos det erminar con los mét odos usados en
que puede indicar una relación cult ural cont emporánea. el análisis.
Aunque est e at ribut o específi co no es t an popular en Los límit es de est a cronología, al menos en
Chect a, varios de los mot ivos cefálicos incluyen t ocados su ext remo t ardío, son, como se puede reconocer,
variados lo que indica que hay una relación defi nida un pr obl ema i r r esuel t o y t oda l a pr opuest a debe
ent re est os mot ivos y su present ación, independient e considerarse con caut ela. Hast a el moment o no hemos
de la variación en el t ocado. Est o le da ciert o valor podido obt ener sufi cient e información int rínseca en el
represent at ivo al mot ivo que est amos est udiando. mat erial o parámet ros mayores para comparaciones
Lament ablement e los mot ivos de Chect a no cont roladas, que permit an defi nir indicadores posit ivos
est án, a mi crit erio, adecuadament e dat ados por lo que para el est ablecimient o de una asociación cult ural y
la t emporalidad de est a asociación est a aún por defi nirse. cronológica más aj ust ada. Lo que se t iene es únicament e
No obst ant e recient ement e hemos sugerido que Chect a una correlación basada en la valoración dominant e de
present a un sust rat o represent at ivo correspondient e al unos pocos element os diagnóst icos, al menos para el
Periodo Inicial (Echevarría y Ruiz 2010) que puede incluir est ablecimient o de la cronología.
los pet roglifos que muest ran mot ivos de cabezas y t ocados De t odas formas, la est imación cronológica se
variados, como los que se present an en los pet roglifos basa en part e en el est ablecimient o de la secuencia
de Quebrada Verde, pero hast a que est a cronología rupest re del sit io, lo que le da a nuest ro est imado ciert o
se conf irme mant enemos nuest ras reservas sobre la grado de confi dencia. Est amos seguros que ampliando la
asociación t emporal de est as imágenes. muest ra rupest re a las quebradas cont iguas la secuencia y
Los ot ros mot ivos (M2 y M3) quizá puedan ayudar la cronología pueden ser más aj ust adas, o mej or revisadas,
a defi nir mej or est e panorama. Est os se present an en increment ándose las posibilidades para el est ablecimient o
conj unt os de imágenes compuest as que incluyen formas de una asociación cult ural y la defi nición de parámet ros
semicirculares, casi espiraladas, con un punt o cent ral art íst icos convencionales en el art e rupest re del valle.
percut ido. Est as fi guraciones se asemej an a algunas de las
formas circulares con o sin punt o cent ral y líneas curvas Conclusiones
proyect adas que se pueden observar en varios pet roglifos
de Chect a (p. e. Nuñez ob. cit . Fig. 1299), y t ambién en Debemos empezar dest acando que est e est udio
la Escena 1 del pet roglifo de Chocas, cerca de Chect a; no es una propuest a al est ablecimient o de un cont ext o
est e últ imo fechado al periodo inicial (Echevarría y Ruiz, de inclusión sociocult ural complej o en el art e rupest re
ob. cit . Fig. 7). Debemos advert ir sin embargo que est os de Quebrada Verde. La falt a de información y dat os para
ej emplos solo const it uyen parámet ros de similaridad el est ablecimient o de comparaciones cont roladas es t an
formal, y pueden obj et arse est as comparaciones. clara, que la difi cult ad en la proposición de crit erios de
Formas est andarizadas de círculos con punt o art iculación arqueológica para est e t ipo de art ef act o
cent ral aparecen defi nidament e en el sit io de Cant ería en obliga a replant ear los obj et ivos de las invest igaciones
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rupest res t al como se plant ean convencionalment e; de t al como refl ej a la nat uraleza arqueológica del art e
una invest igación orient ada a la explicación sociocult ural rupest re del sit io.
o la det erminación de cont ext os cult urales, a aquella De cualquier f orma aunque la presencia de
dest inada a est ablecer la nat uraleza art efact ual primaria complej os ext endidos de art e rupest re en lomas, como los
de est a evidencia y su present ación ordenada para su que hemos est udiado en Lachay (Echevarría 1996), indican
uso t écnico. ciert o pat rón vinculant e ent re el art e rupest re y est e
Aunque est e est udio es t ambién un int ent o ecosist ema, debemos considerar que la lógica t afonómica
part icular para dot ar de una base de asociación coherent e nos indica que est e es probablement e un sobrevivient e del
un mat erial arqueológico (basado casi exclusivament e en más ext enso complej o rupest re que debió haber en Lima,
las relaciones part iculares ent re las est aciones incluidas y del que solo t enemos ahora remanent es. Varios sit ios
en la muest ra analizada), los niveles de correlación para arqueológicos recient ement e descubiert os cerca al lit oral
el est ablecimient o de cont ext os locales o regionales (int ra como “ Ancón” , “ Chocas” en el Chillón; “ Cant ería” y “ Las
valle por ej emplo) deben esperar hast a que se confi rme, Lomas” en el Rímac, y Quebrada Verde” ; además de sit ios
revise o se conozcan más dat os relat ivos a los mat eriales conocidos como “ Quivi” y “ Chect a” en el Chillón; “ Sant a
est udiados y se pueda est ablecer mayores niveles de Felicia” en el Rímac, “ Sisicaya” en Lurín, y “ Calango” ,
confi dencia en los result ados expuest os: la secuencia o la “ Ret ama” y “ Cochineros” en Mala (Núñez, 1986 ob. cit .)
cronología. Lo cual, aunque debe incluir t oda la muest ra indican con más cont undencia que los valles de Lima
analizada, debe enf at izar principalment e los grupos poseen not ables complej os rupest res con caract eríst icas
pict óricos del sit io, que suponen, de acuerdo a nuest ros y personalidad propia que merecen est udios serios y
est imados, al menos t res moment os de elaboración explicaciones independient es.
cont inuada.
Si los dat os para el Grupo 1 se confi rman, la Gori Tumi Echevarría López
más evident e base de correlación cult ural lo const it uyen Universidad Nacional Mayor de San Marcos
los grupos sociales responsables de la edifi cación de Asociación Peruana de Art e Rupest re (APAR)
arquit ect ura monument al t emprana ubicados en l a E-mail: gorit umi@gmail.com
cuenca del Lurín (Bueno 1982). Sit ios que se dist ribuyen
desde el valle medio hast a el valle baj o y que muest ran
una concent ración muy relevant e en est a últ ima sección Bibliografía
del valle, j ust ament e en las inmediaciones de Quebrada
Verde; dest acando los sit ios de Buena Vist a, Candela, BUENO, Albert o. El valle de Pachacamac, espacio, t iempo
Parka, Cardal o Manchay Baj o, correspondient es al Periodo y cult ura. Bolet ín de Lima 24: 10-29
Precerámico Final y Periodo Inicial de la cronología ABANTO LL., Julio y Mart ín GARCÍA-GODOS. s/ f. Los pet roglifos
format ivos de cerro cant ería: un adorat orio t emprano ent re la
del valle (aprox. ent re 2500 aC hast a el 800 aC.). No
cuenca alt a de quebrada Cant o Grande y quebrada El Progreso,
obst ant e la posible relación, la forma como est os sit ios
Lima. En: Ciudad Virt ual de Ant ropol ogía y Arqueol ogía.
se art iculaban ent re ellos o con su medio circundant e es
ht t p:/ / www.rupest re.com.ar/ epar1/ pet roglifos_de_cant eria.
aún un t ema pendient e. ht m Art ículo present ado al Primer Encuent ro Peruano de
Y aunque la relación ent re el yacimient o de art e Art e Rupest re (EPAR-1) y Taller de Teoría, Met odología e
rupest re y su ubicación en un área de lomas debe t omarse Invest igación (Lima, 30 de j unio - 7 de j ulio de 2004).
como un indicador muy import ant e del uso arqueológico ECHEVARRÍ A LÓPEZ , Gor i Tumi . 1996. El ar t e r upest r e de
de est a área, con los dat os disponibles hast a ahora no Lachay, una int roducción a su est udio. En G. Echevarría
es posible est ablecer el t ipo de act ividad arqueológica (ed.), La Universidad Nacional Mayor de San Marcos y el VI
ej ercida en est a zona y su rel ación direct a con l a Congreso Nacional de Est udiant es de Arqueología, pp. 77-
elaboración de art e rupest re; especialment e considerando 92. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facult ad de
la variación en el t ipo de t radición rupest re (pet roglifos y Ciencias Sociales. Lima.
pint uras) y la variación t emát ica implícit a en los cuat ro ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gor i Tumi y Enr i que RUIZ ALBA. 2010. El
grupos de represent aciones que se han sucedido en el Pet rograbado de Chocas, Cost a Cent ral del Perú. Bol et ín
sit io. Es posible que las relaciones simbiót icas ent re los APAR 6: 138-145.
hombres y el ecosist ema est acionario de lomas hayan sido NÚÑEZ J I MÉNEZ , Ant oni o. 1986. Pet r ogl i f os d el Per ú .
variadas y hayan at ravesado fl uj os de cambios const ant es, Panor ama Mundi al del Ar t e Rupest r e. Vol 2. Edi t ori al
Cient ífi co Técnica. La Habana.

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