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Golden

Golden creció como un muchacho adinerado amado y protegido.


Luego de la trágica muerte de su madre, su padre lo vende como
esclavo sexual. Golden debe dejar todo lo que conoce para ir con sus
nuevos dueños a Withering Woods. 2
Boris, el mayor de los tres hermanos cambia-formas oso que
compraron a Golden hace que quiera escapar cada vez que abre la
boca. Boone es amable y un alivio contra la rugosidad de Boris, Bash,
el más joven, no quiere tener nada que ver con él, lo que podría no
ser tan malo considerando que Boris y Boone quieren a Golden a cada
segundo... Sobre su espalda.
Boone parece quererlo, pero ¿puede Golden amar a un hombre
que lo posee? ¿Si pudiera, Boris se mantendría alejado de la cama de
Golden... Y Golden querría eso?
GOLDEN
Bedtime Stories 1 3

Joyee Flynn
Capítulo 1

—¿Cómo pudiste hacerme esto? —Exclamé tirando mi plato en la


cabeza de mi padre. Nunca en mi vida había tenido una sola
tendencia violenta pero esta vez había ido demasiado lejos—. ¡No
puedes hacerme esto!
—En realidad, puedo, pedazo de mierda —gruñó, envolviendo su
pañuelo de seda alrededor del corte en la mano—. Has sido una 4
vergüenza desde el momento en que naciste.
—¿Por qué? Hice todo lo que siempre quisiste. ¿Y que gané con
eso? ¿Que me vendieras como una puta?
—Una puta como tu madre. —Mi padre me sonrió cuando me
agarré mi pecho. Me dejé caer en mi asiento en estado de shock por
su comentario insensible. Mi madre había muerto hacía menos de
tres meses y mis padres siempre habían estado profundamente
enamorados.
—¿Qué? —Dije sin entender.
—En su lecho de muerte, admitió que no eres mío y me hizo jurar
que me ocuparía de ti. Yo no voy a cuidarte. Así que, pequeño
bastardo, ya no eres mi problema. Puedes seguir luchando conmigo o
puedes tener una media hora para recoger lo que puedas antes de
que venga el carruaje a llevarte con tus propietarios.
—Estás mintiendo. Mi madre nunca te habría engañado —le
susurré, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Lo miré con lágrimas
en mis ojos—. Incluso si es cierto, siempre te amé tú eres mi padre,
me criaste desde que era un bebé. ¿Cómo pudiste hacerme esto?
¿Me Castigas por su error?
—Esa es sólo la excusa final para deshacerme de ti —se burló—. Si
crees que esta es la única razón por la que eres una vergüenza
entonces yo tenía razón acerca de lo estúpido que eres. No puedo
casarme para unirme con ninguna familia importante si estás
conmigo, ni eres de alguna utilidad para mí para continuar nuestro
apellido. Tus formas dementes no pueden hacerse públicas porque
me arruinarías. ¿No querías a hombres en tu cama? Bueno te vendí a
tres. Ahora se inteligente y ve a empacar.
No estaba seguro de cómo, pero me puse de pie y tropecé por el
comedor. Luego subí las escaleras y en mi habitación, saqué mis
maletas. Ahora estaba en estado de pánico. Tenía una media hora
para empacar para el resto de mi vida. Agarré cada bolsa que tenía y 5
primero guardé todo lo que yo quería mantener de mi madre. Lo que
mi padre dijo de ella podría ser cierto, pero yo la amaba y siempre
había sido buena conmigo.
Eso me ocupó una bolsa. Me puse en la puerta y traté de averiguar
qué era lo más importante para mí. Mi cuaderno y lápices de dibujo.
No podría vivir sin esos y una vez que fuera la puta esclavo de tres
hermanos seguramente no me permitirían comprarlos. ¿Siquiera me
dejarían mantener mis pertenencias o mi ropa?
Ok, necesitaba traer dinero que pudiera ocultar durante mi viaje en
el carruaje. Cogí una pequeña bolsa de viaje y coloqué dentro cada
joya o pieza de oro que tenía, también metí unos zapatos junto con
algunas otras piezas de ropa. Podía coserlas en el forro de la ropa y
las suelas de los zapatos.
Llené otras dos bolsas que tendría que asegurarme fueran
almacenadas en el interior del carro conmigo. Tenía dos días de viaje
hasta Withering Woods. Iba a necesitaba usar cada segundo para
hacer planes. Tal vez podría encontrar un lugar en el bosque y
enterrar algunas gemas en caso de que las necesitara para escapar.
Me metí en la habitación de mi madre y tomé algunas de sus joyas
más caras. Obviamente, mi padre no atesoraría sus posesiones, dado
que estaba dispuesto a vender a su hijo. Al menos tal vez de esta
manera ella podría ayudarme. Rápidamente las metí en otra bolsa
que no iba a dejar fuera de mi vista. Lancé unos cuantos cambios de
ropa allí también, esperando que mi padre no buscara a través de
ella.
Después de empacar lo más rápido que pude. Uno de los siervos
fieles de mi madre comenzó a guardar todas mis pertenencias en el
carro, todo el tiempo con lágrimas en sus ojos.
—Es importante que no encuentre estas —le susurré. Él asintió y
rápidamente tomó las bolsas llenas de gemas de mi habitación. Sabía
que él las iba a ocultar debajo del asiento del carro donde mi padre
nunca se le ocurriría mirar. Cuando mi tiempo había terminado salí de 6
mi casa con la cabeza bien alta, ignorando la sonrisa en la cara de mi
padre.
Miré hacia atrás a la casa donde crecí, imaginando a mi madre de
pie en la puerta, saludándome como si fuera de viaje a la ciudad. En
su lugar, era la última vez que vería mi lugar de nacimiento. Ella se
había ido y ahora me iba yo. Con el corazón encogido subí al carruaje
y cerré la puerta a esa parte de mi vida.
Mientras el carruaje avanzaba sopesaba mis opciones. ¿Podría
funcionar? ¿Dónde podría correr? Me vendieron como esclavo. Si me
escapaba literalmente habría sido un pedazo de propiedad robada.
Por supuesto podría conseguir irme lo suficientemente lejos donde
nadie jamás pensara en buscarme. Pero yo había crecido como un
miembro de una familia rica, siempre quedándome cerca de casa,
aprendiendo de tutores. No sabía nada del mundo real.
Nunca lo lograría. Por mucho que quería correr la gente a la que mi
padre me vendió vendría a buscarme, mi vida podría ser mucho peor
escapando. Decidí guardarlo como última opción si la vida en
Withering Woods con los tres cambia-formas oso era peor de lo que
podía imaginar. Mi padre me había vendido para ser su puta... Me
podía imaginar mucho.
Una vez que estuvimos fuera de mi pueblo y en la carretera
desierta, saqué una de las bolsas de debajo del asiento del carro.
Arranqué puntadas de uno de mis abrigos y empecé a coser tantas
gemas como pude sin que sea obvio. Trabajé hasta que mis ojos
ardían, luego cosí de nuevo el forro y lo embalé de nuevo.
Cerré los ojos por un momento, había hecho más cosiendo en un
par de horas de lo que había hecho en un año. Sólo necesitaba un
momento para descansar antes de pasar al próximo proyecto. Debió
haber pasado más que unos pocos minutos, porque me desperté
cuando el coche se detuvo.
—Los caballos necesitan descansar, maestro Golden —Me informó
William el siervo de mi madre, mientras abría la puerta. Asentí y di un 7
paso hacia abajo, estirándome.
—Voy a estar bien, William. Quedarme en esa casa sin mi madre
era demasiado difícil de todos modos —le aseguré tratando de ser
optimista y convencerme de que podría no ser tan malo.
—Pero usted está siendo vendido, Golden —susurró con tristeza—.
Su madre se revolvería en su tumba ante esta noticia.
—Te prometo que si son ni de lejos tan horribles como mi padre,
voy a escapar. Estoy cosiendo lo que puedo en el revestimiento de
algunas piezas de ropa. También puedo encontrar un lugar para
enterrar las joyas en mi nuevo hogar.
—Nunca fue muy bueno en la costura —bromeó—. Por qué no
conduce el coche después de que le de beber y alimente a los
caballos mientras yo trabajo en eso un poco. A veces el mejor
escondite es a la vista, donde a nadie se le ocurriría mirar.
—¿Qué quieres decir?
—Puedo hacer que algunas de las joyas parezcan bisutería y
broches falsos, y otras cosas.
—¡Eres un genio! —Lo abracé y fuimos a nuestras tareas. También
recogimos un poco de pan, queso y bebidas de la posada local. Subí a
la parte delantera del carro para conducir mientras William se puso
en la parte de atrás, ignorando las miradas que la gente nos dio por
nuestro cambio de lugar. Ya no me importaba lo que la gente pensaba
y tampoco mantener las apariencias.
Mientras conducía por el camino de tierra abandonado me perdí en
mis pensamientos. Tal vez esto no sería tan malo. Yo podría empezar
de nuevo y ser el compañero de tres hombres... bueno, cambia-
formas oso. Pero eran en parte hombres, después de todo, ¿no? De
cualquier manera, siempre había soñado con tener más de un
hombre que me quisiera. Odiaba tener un asunto rápido aquí y allá
cuando nadie estaba mirando, siempre como si tuviera algo de lo que
avergonzarme. 8
Y ahora que sabía la verdad acerca de no ser hijo de mi padre, no
quería quedarme en esa casa. Le había dicho la verdad siempre le
había mostrado amor. Aunque él nunca lo hizo y odiaba vivir allí. Mi
padre era un hombre frío y calculador que solo se preocupaba por el
dinero y mi madre cuando ella estaba viva. Por lo que me sorprendió
que ella lo hubiera engañado. Él se había dedicado a ella, siempre
dándole todo lo que pudiera desear.
Una parte de mí estaba enfadado con ella por dejarme cuando la
necesitaba más y por confesar su pecado como lo hizo. Como yo no le
podía preguntar lo que pasó o por qué, decidí que no podía juzgarla
por sus acciones. Tenía que haber una razón. Y mientras las cosas no
habían terminado bien para mí a causa de ella, mi viaje no había
terminado y tal vez yo podría todavía encontrar la felicidad.
Me preguntaba quién era mi verdadero padre. Yo sabía que
conseguí mi pelo rubio y rizado de mi madre, pero tal vez él lo tenía
también. ¿Tendría los ojos azules? No los había conseguido de mi
madre. Yo tenía la piel clara al contrario que mis padres, mi madre
siempre decía que yo tenía tendencia a quemarme con en el sol por
culpa de que había nacido antes de lo normal.
Ahora sabía que era una mentira. Me puso triste que ella no sólo le
había mentido a él, nos había mentido a los dos. Me hubiera gustado
escuchar la verdad de ella y saber cuándo conoció a mi verdadero
padre, y saber por qué se había acostado con él. Caray, yo sólo quería
darle la espalda y hacer que todo esto desaparezca. Pero como la vida
no era un cuento de hadas yo no iba a conseguir lo que quería.

9
Capítulo 2

Seguimos viajando en el carruaje durante la noche y sentí


realmente miedo por primera vez en mi vida de ser comido. Había
ojos en la oscuridad, mirando desde detrás de los árboles. Incluso los
caballos habían cogido el ritmo por su cuenta, ya que se estaban
asustando. Lamentaba muchísimo mi decisión de no parar por la
noche en el último pueblo. 10
—Creo que tenemos que encender las linternas, maestro Golden —
William gritó desde el interior del carro—. No tenemos que parar,
pero hay que frenar un poco los caballos.
—Tranquilos —le susurré a los dos caballos y tomaron de nuevo un
simple trote. William encendió rápidamente las linternas y tan tonto
como terminó, me sentí un poco mejor. Pero todavía podía sentir el
peligro que nos rodeaba y no estábamos cerca de Withering Woods
todavía. Si así es como me sentía en un bosque regular, empecé a
preocuparme por vivir en un lugar encantado con una reputación
horrible.
Unas horas más tarde cambiamos de nuevo, William tomó las
riendas mientras yo subía al coche. Sonreí cuando vi que había
ocultado todas las gemas y otras cosas que había traído en varias
piezas de ropa. Las ocultó a la vista, por lo que parecían ser falsas.
Esto podría funcionar. Tenía un plan de respaldo si las cosas salían
mal.
Cuando me desperté era de día y nos detuvimos en otra aldea. Mi
cuerpo se sentía descansado pero mi mente aún estaba frita después
del estrés por la forma en que mi vida había cambiado. ¿Quién no lo
estaría después del día que tuve ayer?
Le dimos a los caballos un descanso, asegurándonos de que se
alimentaran y bebieran mientras comimos. William me aseguró que
estaba bien para conducir así que se puso de nuevo en la parte
delantera del carro mientras dormía un poco más. Tenía la sensación
de que tenía que descansar tanto como pudiera mientras tuviera la
oportunidad porque después de que lleguemos a la casa de mis
nuevos amos, yo no podría jamás sentirme suficientemente a gusto
para dormir de nuevo.
Más tarde ese día yo estaba aún más en el borde cuando llegamos
a Withering Woods. Casi podía sentir la magia negra en el aire
haciéndome temblar. Los caballos hacían ruidos, informándonos que
ellos no querían continuar por este camino. Los animales podían 11
sentir peligro cuando los humanos no podían, por eso fui mirando por
la ventana constantemente vigilando.
El carruaje se detuvo de repente cuando William gritó. Me lancé
fuera de la parte de atrás y corrí hacia él para ver lo que estaba mal.
—Corra, maestro Golden —ordenó mientras saltó del carruaje y
sacó su espada. —¡Corra por su vida! —Miré más allá de él para ver a
tres hombres, si podían llamarse así, de pie junto a sus caballos. Eran
mitad hombre, mitad oso a pesar de que llevaban pantalones y pude
ver la humanidad en sus rostros.
—¿Golden? —Preguntó uno con voz ronca mientras me miraba—.
¿Eres el esclavo que compramos?
—El maestro Golden no es un esclavo y hará bien en recordarlo
monstruo —William respondió mientras sostenía su espada en alto
de manera amenazante.
—Cuida tu lengua, anciano, o la perderás —ese mismo hombre
advirtió.
—Basta —dije con cansancio, limpiando mis manos sobre mi cara
con frustración. No había manera fácil de salir de esto y había tanta
testosterona rodeándonos que casi me mareaba—. Por favor, sólo
para. —Me volví a William y coloqué la mano sobre su brazo, lo que le
obligó a bajar su espada—. Sabíamos donde este viaje me llevaba,
viejo amigo. Ellos me compraron, aunque mi padre no tenía derecho
a venderme, soy un esclavo. Estoy seguro de que no querían
ofenderme.
Él asintió y guardó el arma. Luego me volví hacia los tres hombres,
todos estaban mirándome con curiosidad.
—William era el siervo de mi madre desde que era un niño y me
ayudó mientras crecía. Recientemente la perdimos y ahora mi padre
horrible me vendió, así que pido que perdones su rudeza.
Pensábamos que eran cambia-formas oso no híbridos de oso y
humano. Estos bosques tienen una mística alrededor de ellos que ha
tenido a los caballos en el borde por lo que es lógico que nos 12
confundiéramos y asustáramos.
El primero gruñó e iba a decir algo cuando uno de los otros se
adelantó y levantó una mano indicando que era su turno para hablar.
—Gracias por la explicación y detener que esto se salga de nuestras
manos. Sabemos que estos bosques son difíciles de recorrer, ya que
están encantados. Pensamos que lo mejor era esperarte en la
carretera principal, para que no te perdieras. —Sus ojos mostraron
pena mientras me dio una leve sonrisa—. Estamos malditos desde
hace siete años, éramos hombres jóvenes cuando nos convertimos en
huérfanos en busca de un hogar y nos acomodamos en esta tierra. No
podemos salir de ella y estamos atrapados en esta forma híbrida.
Supongo que ahora entiendes por qué tuvimos que comprar un
compañero.
—Yo no te estaba juzgando por comprar un esclavo, solo que yo
soy un hombre adulto y mi padre no tenía ningún derecho a
venderme.
El primero habló entonces.
—¿Y sin embargo estás aquí? ¿Por qué no escapaste?
—Porque él puede no ser un hombre honorable, pero yo lo soy. Eso
y el hecho de que crecí protegido con tutores. No sé lo suficiente del
mundo exterior y no lo habría hecho bien. —No veía ninguna razón
para mentir cuando estaban siendo civilizados—. ¿Puedo mantener
mis pertenencias? Podemos seguirlos a su casa, si eso es lo que
desean.
—Sí, por supuesto que puedes —dijo el segundo dando su primer
gruñido. Tenía la sensación de que me gustaría permanecer lejos de
eso—. Tendrás tu propia habitación para hacer lo que quieras.
—Mientras estés siempre desnudo y disponible para nosotros —el
primer agregó mientras me miraba de reojo.
—¿Quieres que ande desnudo? —Chillé. El segundo hermano
golpeó al primero.
—Está bien, pero nada de ropa complicada —se quejó. 13
Asentí antes de subir de nuevo en el carruaje. William subió a su
asiento y nos llevó detrás de ellos, ya que yo tenía un ataque de
pánico masivo. Eran hombres, pero no. Eran osos, pero no. ¿Que
eran? Criaturas malditas, el hombre había dicho. ¿Podría realmente
ser íntimo con cambia-formas malditos que tenían pelaje? Por
supuesto, sus caras eran en su mayoría humanas, pero eran enormes
y cubiertos de pelaje corto.
—Yo puedo hacer esto —me susurré a mí mismo, tratando de
aferrarme a la cordura—. De todos modos es demasiado tarde para
correr ya que tienen caballos.
Cuando el carruaje se detuvo me tomó toda la fuerza que tenía
abrir la puerta y dar un paso hacia fuera. Suspiré con alivio cuando vi
una gran cabaña bien cuidada. Había incluso un jardín y flores. Si
fueran realmente monstruos su casa no se vería así.
—Soy Boone —el segundo hermano, el que había sido amable
conmigo dijo—. Ya hablaste con mi hermano Boris y el silencioso es
Bash. Bienvenido a nuestra casa Golden. Lamento las circunstancias
de cómo llegaste, pero espero que te guste aquí.
—Es una maravillosa casa —le contesté educadamente—. Admito
que me crié con siervos por lo que tendrán que enseñarme algunas
cosas pero yo pasaba mucho tiempo en el jardín con mi madre. Sé
también algunos platos que puedo preparar.
—Siempre y cuando puedas extender tus piernas y complacernos, a
nadie le importa —Boris murmuró mientras desmontaba. Tomó las
riendas de Boone y las de su caballo y se los llevó al pequeño establo.
—Bueno, yo nunca… —William empezó a quejarse, pero yo le lancé
una mirada y se aclaró la garganta—. ¿Me puede mostrar el camino a
la habitación del maestro Golden para que yo pueda descargar sus
pertenencias?
—Podemos ayudar —Bash ofreció, sin siquiera mirarme—. Por
supuesto. —William estaba tratando de comportarse, pero yo sabía
que él los veía como monstruos. Yo mismo, me sentí mal por ellos. No 14
me podía imaginar qué delito unos hombres jóvenes podrían haber
cometido para merecer tal castigo. Bash y William comenzaron a
descargar y por mucho que traté de mover mis pies, parecía
congelado donde me encontraba.
—¿Quieres que te muestre los alrededores? —Boone me preguntó
mientras tomaba mi mano. Me estremecí y me volví tan rápido hacia
él que casi me caí de culo. Él me sujetó por mi brazo y deslizó el otro
alrededor de mi cintura—. Te doy miedo.
—En realidad no —dije en voz baja mientras miraba en sus
profundos ojos marrones—. Es toda la situación lo que me da miedo y
no me di cuenta de lo cerca de mí que estabas.
—Podemos hacerte feliz si nos das una oportunidad Golden.
—Mientras yo extienda mis piernas para ustedes tres ¿verdad? —
Le espeté. Levantó una ceja hacia mí y me llevó más cerca,
dejándome que sienta contra mi estómago la prueba de cuanto me
quería desnudo.
—Sí, yo lo prefiero de esta manera para poder ver tu cara preciosa
—respondió seductoramente—. Mi hermano es posible que te incline
en cada superficie, pero prometo que lo disfrutarás y gritarás de
placer. Han pasado siete largos años desde que cualquiera de
nosotros tuvo relaciones íntimas y tenemos un montón de tiempo
para compensar.
—¿Crees que soy hermoso? —Le pregunté, eligiendo centrarme en
el cumplido en lugar de que yo podría caminar divertido mientras viva
aquí.
—Oh, sí. —Él acarició mi cuello mientras inhalaba
profundamente—. Hueles delicioso también. Espero nuestro tiempo
juntos, pero como el mayor, Boris te tendrá primero. Esperemos que
tener sexo otra vez ayudará a su actitud y su comportamiento.
Me estremecí cuando me abrazó, y me alejé cuando oí regresar a
William. Boone lo permitió, recorriéndome con sus ojos con tanta
intensidad que casi podía sentirlo como una caricia. 15
Todos trabajamos juntos para descargar mis pertenencias y cuando
llegó el momento, Bash dijo que llevaría a William hasta la salida del
bosque. Mi viejo amigo estaba llorando igual que yo cuando nos
dijimos adiós. Se comprometió a orar por mí y juró que mi madre
estaría mirando sobre mí desde el cielo. Con un último abrazo, él se
subió al carro y se fue.
—Ahora que estamos solos —Boris gruñó detrás de mí. Yo ni
siquiera había sabido que estaba allí mientras estaba en la puerta.
Grité mientras me tiró dentro y pateó la puerta cerrándola. Comenzó
rasgarme la ropa con la intención de llegar a mi culo—. Tienes dos
opciones. La primera yo te lubrico y te follo, o tú puedes darme una
mamada mientras te estiras a ti mismo antes de que yo te folle.
—La segunda opción —susurré mientras apretaba mis nalgas. El
hombre era enorme y no debía tener una polla pequeña así que
definitivamente iba a necesitar tiempo para preparar mi agujero.
—Sabia decisión. —Él empujó sobre mis hombros para que me
arrodille. Luego me entregó una botella de aceite, mientras que
desabrochaba sus pantalones. Su enorme polla me dio una bofetada
en la cara y mis ojos se abrieron mientras lo miraba. ¡No podía ser tan
grande! Él me desgarraría a la mitad—. Hazlo. Ya no puedo más ser
agradable ni preocuparme acerca de lo difícil que esto es para ti.
Quiero alivio.
Murmuré en voz baja que si él había sido agradable entonces, el
cielo era verde. Se aprovechó de mi boca abierta y empujó la cabeza
de su polla pasando mis labios. Respiré por la nariz mientras
rápidamente me metí dos dedos en mi agujero mientras lo chupaba.
—Sí, buen comienzo. Tienes una muy buena boca —alabó mientras
empujaba hacia adelante. Me atraganté un poco pero me relajé
porque ponerme nervioso no iba a hacerme ningún bien. Diablos, me
dolía por como estiraba mi boca—. Yo no creí que encajaría cuando vi
lo pequeño que eras. Tu padre no nos dijo que tenías poco más de
cinco pies de altura. El sexo te hará daño hasta que se acostumbre a 16
nosotros.
Asentí comprendiendo y rápidamente me estiré. Boris no duró
mucho y tuve problemas para tragar su semen... Porque no tragar
parecía que no era una opción de acuerdo con él. Yo no estaba
acostumbrado a ser manipulado o que me hablaran de esa manera,
aunque él no era abusivo de ninguna manera. Cuando terminó
suspiré aliviado, pensando que tenía un poco de tiempo. Tonto de mí.
Salió de mi boca, me levantó y me dio la vuelta sobre el costado del
sofá en un instante. Luego empujó dentro de mí, mierda yo era
demasiado apretado para que quepa. Di un grito ahogado cuando un
dolor como nunca había sentido antes irradiaba a través de mi culo.
—Va a entrar.
Al menos no se había enterrado de golpe dentro mío. Cuando llegó
a la mitad dentro de mí, el dolor era suficiente para quererme
desmayar, pero la experiencia no fue desagradable. Una
contradicción si alguna vez escuché una pero me llenaba por
completo y frotaba sobre mi punto de placer. Grité cuando agarró el
sofá a cada lado de mis caderas y empujó el resto del camino en mí.
—Oh sí, yo sabía que a tu culo apretado le iba a gustar esto —gruñó
mientras salía de mí y entraba de nuevo—. Joder, vales la pena cada
centavo. Pensé que tu padre estaba mintiendo acerca de lo bonito
que eras hasta que vimos la foto. Entonces supe que tenía que
tenerte.
¿Cuando habían visto una foto mía? Me preguntaba. No podían
salir del bosque y cómo mi padre se había enterado de que querían
una esclavo sexual?
—Admite que es así —Boris exigió.
—Lo haría si mi polla no se estrellara contra la madera del sofá —
espeté. Suspiró y me levantó, así estaba sobre el respaldo del sofá,
apoyando mi peso cómodamente sobre los cojines—. Gracias.
Gruñó y cogió el ritmo. Me aferré para salvar la vida mientras
intentaba cogerme hacia arriba y sobre el sofá. Él se vino con un 17
aullido mientras descargaba en mi agujero extra utilizado. En el
momento en que terminó se dejó caer sobre mi espalda.
—Culo fantástico.
Una parte de mí quería decirle las palabras más mordaces que se
me ocurrieran. La otra mitad de mí sólo quería remojarme en un baño
caliente.
Salió de mí, mientras ambos gemimos y me golpeó el culo duro.
—Yo te haré saber cuando esté listo para más. Eso fue un gran
comienzo y te voy a enseñar lo que me gusta mientras pasan los días.
—Y con eso se alejó.
Yo ya estaba agotado, apenas tenía la energía suficiente para
tirarme en el sofá. Pero nunca llegué. En lugar de ello, acabé rodando
en los brazos de Boone.
—Vamos a limpiarte —dijo suavemente mientras besaba mi
frente—. Quiero tratarte bien, pero sobre todo estoy siendo egoísta.
No puedo tomarte sabiendo que la semilla de mi hermano esté en mi
camino.
Sí, pude ver cómo eso sería grave. Él me llevó al cuarto de baño,
donde ya había preparado una tina de agua caliente para mí. Boone
subió detrás de mí y rápidamente me lavó. Luego me levantó en sus
brazos y me llevó a su habitación.
—Sé que debes estar adolorido, Golden —susurró mientras movía
su cuerpo grande entre mis piernas—. Pero han pasado siete años
desde que toqué a otra persona. Por favor, te ruego que no me
niegues.
—¿Puedes ser suave? —Me mordí el labio inferior. Diablos ya
estaba siendo agradable y no tenía por qué ni siquiera preguntar si yo
era su esclavo. Y a decir verdad, yo lo quería. Tal vez eso me hacía tan
demente como mi padre había dicho por querer a alguien en su
forma, pero todavía era un hombre guapo y cuando me tocó quería
entregarme a él en todos los sentidos. 18
—Voy a intentar mi mejor esfuerzo, pero es difícil ser suave con mi
tamaño. —Hizo un gesto hacia su polla dura y entendí lo que quería
decir. No era tan grande como Boris, pero no por mucho.
Asentí para que continúe. Sonriendo untó su polla con lubricante y
empujó mis rodillas contra el pecho. Di un grito ahogado por la
sensación de quemadura que la intrusión me causó. Boone se inclinó,
empujando más profundo en mi cuerpo y envolviendo mis piernas
alrededor de él. Se levantó sobre mí, metiéndose en golpes cortos
para poner a prueba el grado de preparación de mi agujero.
—¿Puedo besarte?
Tuve una respuesta de listillo en la punta de la lengua sobre la
forma en que estaba bien cogerme a voluntad pero para besarme me
pedía primero. En su lugar, me gustó lo duro que estaba tratando de
hacer las cosas buenas para mí y asentí. Recibí otra sonrisa ganadora
y bajó la cabeza a la mía. Sus labios eran diferentes de los que había
probado antes, pero eran más agradables.
Él tenía los dientes más afilados que un ser humano pero siempre y
cuando mantuviera mi lengua lejos de ellos, el beso era maravilloso.
Él comenzó lento, pero después de unos minutos, cogió el ritmo,
moviéndose más rápido y más duro. Pero en ningún momento tan
ásperamente como su hermano había sido.
—Por favor, vente —suplicó Boone, con el sudor goteándole por la
frente—. No puedo aguantar mucho más. Te sientes tan bien y ha
pasado tanto tiempo, pero quiero que tú disfrutes también.
—Tienes que tocarme para eso —dije en un susurro no estando
seguro de que pudiera hacer cualquier petición. Llegó entre nosotros
y me acarició la polla al mismo ritmo que movía sus caderas. Grité,
arqueando la espalda cuando mi semilla se derramó fuera de mi
cuerpo en su mano y mi estómago.
Boone rugió cuando se vino, llenándome hasta el borde con la
prueba de su placer. Pero cuando terminó no se detuvo.
—Lo siento mucho, Golden. Simplemente no puedo parar. Una vez 19
no es suficiente. Te prometo que será solo una vez más aunque
quisiera tomarte durante toda la noche.
—Puedo manejar una vez más —mentí, a pesar de mi culo en
llamas, lo quería también. Boone era apasionado y tierno conmigo
como nunca nadie había sido. Quería tenerlo dentro de mí todo el día
y la noche, así, juntos y felices.
Fue a buscar un paño y suavemente me limpió. Luego me aplicó un
ungüento que prometió que ayudaría para la irritación y me evitaría
sentir dolor. Una vez que terminó le di las gracias mientras se
arrastraba en la cama conmigo.
—Gracias, Golden. Temía que mi aspecto te produjera rechazo y te
evitara poder disfrutar de nuestras relaciones. Significó mucho para
mí que fueras capaz de mirar más allá del pelaje.
—Te encuentro atractivo y amable —admití con un bostezo. Era la
verdad, después de todo.
Capitulo 3

—Grita tu placer —Boris exigió al día siguiente mientras golpeaba


en mi culo. Yo estaba tumbado sobre la mesa, con las piernas en el
aire. Parecía que le estábamos dando un show mañanero a Boone y
Bash. En el momento en que Boris me había visto mientras caminaba
a la cocina para tomar un café y algo de comer, después de haber
perdido la cena por dormir, saltó encima mío. 20
Por lo menos él no había arruinado más de mi ropa ya que sólo
llevaba mis calzoncillos de la noche anterior. Pero si seguía tirando de
ellos fuera de mí como lo había hecho no iba a quedar de ellos mucho
más que girones.
—¡Sí, sí, sí! —Gritó cuando él me cogió tan fuerte que la mesa se
sacudía con los golpes. Suspiré de alivio cuando se vino, y me llenó
con su semen. El sexo no estaba mal, sí, era más duro de lo que me
hubiera gustado, pero aún así no lo levaba demasiado lejos. No, eso
no era por lo que no me había venido y quería que él terminara y me
dejara. Podría haber sido cualquiera. Él no me veía como una persona
real por la que debiera preocuparse.
Es por eso que no disfrutaba con él.
Su pecho se movía mientras bajó mis piernas y miró mi ingle.
—No te viniste. —Los ojos de Boris se oscurecieron mientras se
encontraron con los míos—. Ni siquiera estás duro ¿Qué te pasa?
¿Estás defectuoso?
—Boris —Boone gruñó mientras se paró y empujó a su hermano
lejos de mí. Di un grito ahogado mientras su polla salió bruscamente
de mí añadiendo dolor a mi culo ya sensible—. Él no es defectuoso. Si
lo trataras mejor tal vez lo disfrutaría. Sólo le arrancaste los
calzoncillos y lo jodiste. ¿Qué esperabas que suceda?
—Que disfrutara de una vigorosa follada de un hombre bien dotado
—Boris replicó, metiendo su polla de nuevo en sus pantalones—.
Debería estar agradecido que lo compramos en lugar de que su padre
lo vendiera a un burdel. Se les permite hacer cosas que nunca
querríamos hacer, incluso con él.
—¿Casa de putas? —Le susurré, moviéndome fuera de la mesa con
cautela—. ¿Iba a venderme a un prostíbulo?
—Sí, eso es lo que nos dijeron. Bash hizo algunos amigos de la aldea
cuando se perdieron en el bosque hace años. Consiguen nuestros
suministros y cuando les pedimos que nos ayuden con nuestro
problema para conseguir compañía, contactaron con la dueña del 21
prostíbulo local. Ella dijo que podía ofrecernos un hombre al que le
gustaban los hombres y nos podía poner en contacto con el vendedor
por una comisión. Estuvimos de acuerdo con sus términos y así es
como te tenemos.
—Oh. —Me acerqué al fregadero, agarré una toalla la mojé antes
de llegar detrás de mí y traté de limpiarme. Incluso un paño frío en mi
culo dolió e hice una mueca.
—Eso me recuerda —dijo Boris casualmente como si no acabara de
dejar caer una enorme bomba sobre mí—. Necesitamos suministros
de la ciudad. Bash te puede llevar hasta el borde del bosque y te
orientará en la dirección correcta. Tú puedes ir por nosotros ya que
no estás maldito.
—Claro, voy a montar un caballo después de que me has montado
cuatro veces en medio día —le contesté con amargura.
—¡Entonces puedes caminar! —Golpeó su taza sobre la mesa y vino
hacia mí—. Debes ser útil para nosotros o podríamos venderte
nosotros mismos. —Sin esperar mi respuesta salió de la casa,
golpeando la puerta de atrás cuando la cerró. Boone y Bash se
quedaron quietos mientras me ponía mis calzoncillos.
—Voy a preparar los caballos y le voy a poner una manta extra al
que vas a montar —dijo suavemente Bash, dándome una sonrisa
antes de dirigirse a la cuadra. Bueno, al menos el hombre finalmente
me miró.
—No vas a volver, ¿verdad? —Boone me preguntó mientras me
seguía a mi habitación—. ¿Vas a escaparte por la forma en que te
está tratando?
—El pensamiento cruzó mi mente —le espeté mientras me ponía
con cuidado unos pantalones de montar. Esto iba a doler como una
perra—. Sería mejor antes de que Boris me venda a un prostíbulo
porque piensa que no soy de utilidad.
—Voy a hablar con él —Boone suplicó acercándose a mí. Fingí 22
como que no lo vi y me agaché para encontrar mis zapatos—. Por
favor, Golden. Voy a obligar a Boris a entrar en razón mientras estás
fuera. Prométeme que regresarás.
—Bien —suspiré, demasiado asustado para escaparme. ¿Pero qué
pasaría si me quedaba y luego me vendían a la casa de putas? Me
estremecí ante la idea. Ellos no estaban abusando de mí. Nadie ni
nada me había golpeado. Boris era un idiota y follaba muy duro. Yo
podría vivir con eso si me dejaran solo el resto del tiempo para hacer
lo que quisiera—. ¿Se me permite comprar algunas cosas para mí?
—Voy a ver de qué dinero podemos prescindir —evadió, tratando
desesperadamente de calmarme yo lo interrumpí.
—Tengo mis propios medios —dije en voz baja—. Yo venía de la
riqueza y mi padre no me despojó de lo que tenía cuando me fui. Es
todo lo que tengo.
—Gracias, pequeño dulce Golden —susurró mientras él me tomó
en sus brazos. Compartimos un suave beso antes de que saliera de mi
habitación para conseguir el ungüento. Rápidamente saqué algunas
joyas de su escondite y las metí en mi bolsillo. Boone aplicó el
ungüento y me sentí mucho mejor. Terminé de vestirme y me dirigí
afuera. Me quedé muy sorprendido al ver un caballo atado a un carro
lleno de artículos de cuero. Boris se acercó a mí, claramente se había
calmado.
—Anoté las instrucciones —explicó cuando me entregó un pedazo
de papel—. Dirígete a la aldea y ve al tendero, su nombre es Mitchell.
Descarga todo y luego carga las cosas que he enumerado aquí. Luego
tendrá que darte la diferencia del dinero que sobra. Me doy cuenta
que este es tu primer viaje a la aldea y podría ser confuso, eso es
lamentable pero se tiene que hacer.
—Tengo un poco de dinero propio —le dije en voz baja, sin mirarlo
a los ojos—. Me gustaría comprar algunas otras cosas si eso está bien.
No quiero que pienses que lo hice con el dinero que debes recibir por
tus mercancías. 23
—¿Qué elementos necesitas? —Preguntó con curiosidad y lo podía
sentir mirándome.
—Mis lápices para bosquejar se arruinaron en el viaje hasta aquí y
me gustaría comprar un poco más y tal vez otro cuaderno de dibujo.
—Eso es aceptable. También te pido que eches un vistazo a través
de los nuevos libros que haya en la tienda y escojas algunos que sean
interesantes. Ya leímos todos los que tenemos varias veces. —Estaba
tratando así que decidí darle algo a cambio.
—Voy a hacer todo lo posible y cuando vuelva voy a sacar los libros
que traje conmigo. Tal vez habrá algunos en mi colección que puedes
encontrar interesantes también.
—Lo apreciaría mucho —dijo lentamente. Asentí y di un paso hacia
el caballo. Él me sorprendió levantándome en lugar de dejar que me
suba por mi cuenta. Miré hacia él en estado de shock por el gesto
amable. Boris no me miró a los ojos, en cambio, miró por encima de
mi cuerpo mientras se pasaba la mano por el muslo— Me enojo
fácilmente, lamento si mis palabras hirieron tus sentimientos. Tu
padre no era digno de tenerte como hijo.
Se volvió y rápidamente se alejó antes de que pudiera pensar qué
responderle. Boone estaba sonriendo ampliamente. Bash montó en
su caballo y abrió la marcha.
Pensé mucho acerca de los últimos días, preguntándome si tal vez
había más en Boris que un hombre burdo, grosero, y enojado. Los
cosas no habían salido como yo quería, sobre todo porque no me
había dado la oportunidad de hablar con él o incluso llegar a
conocerlo como Boone hacía. Pero si esto iba a funcionar, tenía que
intentarlo.
Un par de horas más tarde, llegamos al borde del bosque y Bash
detuvo su caballo junto al mío.
—Toma esta carretera unas diez millas y llegarás a la aldea —
explicó mientras señalaba en la dirección—. Si es posible no hables
con nadie más que Mitchell. Hay algunos de los que viven allí que no 24
son amigos nuestros. No les gusta que hombres malditos vivan en sus
bosques y nos culpan de casi todo lo que pueden. Ten cuidado y no
pierdas el tiempo o Boris se enojará por hacerlo preocupar.
—Sí, él pagó mucho dinero por mí —dije sarcásticamente antes de
que pudiera detenerme.
—No es tan malo como parece —Bash respondió con un suspiro—.
Es complicado pero sobre todo se culpa a sí mismo por la maldición.
Fue su idea que hagamos una casa en el bosque. No sabía que estaba
controlado por una bruja que nos maldijo por haber venido a lo que
ella consideraba su tierra.
—¡Eso es terrible! —Ni siquiera podía imaginar cómo ese tipo de
culpabilidad podría comer a un hombre. Nadie merecía eso y
explicaba mucho—. Me daré prisa.
—Gracias por hacer esto Golden. —Él me dio un saludo tímido, lo
saludé y seguí mi camino.
Fiel a su palabra, no tardé mucho tiempo para llegar a la aldea. Se
parecía a la mayoría de los otros pueblos, así que fue fácil encontrar
la tienda de la que Boris había estado hablando. El hecho de que tenía
un letrero que decía Tienda General podría haber sido una pista
también.
—Hola, estoy buscando a Mitchell —le dije al hombre detrás del
mostrador—. Tengo mercancías de Boris.
—¿Tú eres su esclavo? —Me preguntó, sorprendido—. Eres
demasiado pequeño para ser de utilidad trabajando.
—Mis deberes son más en la casa y correr a la ciudad —murmuré
mientras bajaba la cabeza con vergüenza. No debería haberme dolido
que un extraño se refiriera a mí como un esclavo. Pero lo hizo—.
Tengo un carro lleno de mercadería. ¿Eres Mitchell?
—Soy yo ¿cuál es tu nombre? —Él rodeó el mostrador,
manteniendo un ojo cauteloso sobre mí.
—Golden —le contesté mientras le entregué la lista. Él la miró
como si fuera a morderlo. 25
—Sé qué tipo de esclavo eres Golden —me dijo entre dientes.
—Sea como fuere, mi dinero es tan bueno como el de todos los
demás —le dije, orgulloso de que mi voz apenas se agrietara—. Tiene
un acuerdo permanente con Boris y esta es la lista de los artículos que
necesita.
Puse el papel de la lista sobre el mostrador al darme cuenta que le
ofendía la posibilidad de tener que tocar mi mano para agarrar el
papel. Entonces saqué una de las joyas que había traído conmigo.
—Y esto es lo que voy a utilizar para comprar algunos bienes para
mí. ¿Eso es un problema? —Él me miró cuando la puse sobre la lista
en el mostrador.
—Podrías comprar la mitad de mi tienda con un rubí de ese tamaño
—susurró, mirándome otra vez—. ¿Cómo lo conseguiste? ¿Eres un
ladrón?
—No —me quedé sin aliento, mientras lágrimas se formaban en
mis ojos—. No es que sea de tu incumbencia, pero parece que
perdiste tus modales y no los recuperarás hasta que te explique esto.
Soy de una familia adinerada, pero cuando mi madre murió hace unos
meses, ella admitió que no era el hijo de mi padre. Sacó su ira en mí
dado que era el único que queda, me vendió pero me dejó llevarme
mis pertenencias conmigo, incluyendo las joyas de mi madre. Sólo
estoy tratando de hacer lo mejor de esto y poner las piezas juntas de
mi vida. Así que no te atrevas a juzgarme o acusarme de crímenes
que no cometí. —Me sequé las lágrimas con rabia, molesto conmigo
mismo por haberle permitido llegar a mí. Parecía que los últimos días
habían tomado más de un peaje en mí de lo que me hubiera gustado
admitir—. Sólo quiero recoger nuevos lápices de dibujo, almohadilla,
y tal vez algunos artículos de la botica. ¿Es realmente mucho pedir?
—No —dijo suavemente, acariciando mi hombro—. Voy a manejar
esta lista y pagar la diferencia. Me gustaría hacer lo mismo por tu
joya.
—Sí, por favor. 26
—Entonces ve a escoger lo que quieras y tómate unos momentos
para ti mismo sin las presiones que tienes fuera de esta tienda —
Mitchell sugirió con una sonrisa—. Tenemos una buena selección de
materiales para artistas detrás de ti.
—Muy bien, gracias. —Asentí y caminé en esa dirección, dejándole
que manejara la lista y la gema. No conseguiría el mejor precio por la
gema en un pequeño pueblo, pero tenía la sensación de que Mitchell
era un hombre honesto. Pero, mi juicio era una mierda en estos días.
Vagué por la tienda seleccionando un magnífico conjunto de
lápices, unos cuadernos de dibujo de diferentes tamaños, e incluso
decidí comprar un conjunto de pinturas y pinceles. Mi padre había
odiado que me gustara dibujar así que siempre había hecho cosas
simples que pudieran ser fácilmente escondidas. Ya que no tenía que
preocuparme más por él y decidí tratar de avanzar con mi arte.
Entonces me di cuenta que podría necesitar comprar más artículos
o crear una cuenta, porque Mitchell había dicho que con la gema
podría comprar la mitad de su tienda y dudaba seriamente que
tuviera el oro para completar el precio de la gema. Puse mis artículos
sobre el mostrador mientras seguía trabajando y pensaba en qué más
podría desear. Fue entonces cuando lo vi. Había un cartel que decía
que tenían ganado en la parte de atrás.
Seguí la flecha a la puerta de atrás y me quedé sin aliento. Había
cabras, pollos, terneros, lechones y cachorros. Yo siempre había
querido una mascota. Si llevaba algunos polluelos entonces tal vez
Boris me dejaría quedármelos porque nos darían huevos. Yo quería
un cochinillo pero tenía la sensación de que comprarlo sería firmar su
sentencia de muerte porque él sería la cena un día.
Corrí de vuelta a Mitchell y le pregunté si podía añadir a mi cuenta
media docena de pollitos, una jaula para ellos, la comida y todo lo
que necesitaría para construir un gallinero. Él me dio una mirada
divertida, pero asintió.
—Eso todavía no es ni siquiera una fracción de lo que cuesta la joya 27
—dijo Mitchell—. El boticario junto con el carnicero y el panadero me
deben dinero. ¿Quieres comprarles algunas cosas y que las liquide del
pago de la gema?
—Podríamos hacer eso —le contesté y empecé a ruborizarme. No
tenía la intención de causar problemas, pero tampoco podría haber
dejado la casa de mi padre con sacos de monedas de oro—. El resto lo
puedes dejar como crédito para cuando venga la próxima vez.
—Te lo agradezco Golden. —Me dio una sonrisa sincera y me llevó
a la carnicería mientras su hijo se hizo cargo del manejo de los
artículos de Boris. Elegí varios artículos, sabía cómo hacer algunos
platos de cordero que esperaba preparar para hacer felices a los
hermanos. Luego fui a la panadería y compré mucho más de lo que
sería capaz de comer. Nada lujoso, sólo tal vez no lo que
normalmente compraba.
No podía decir lo mismo de mi tiempo en la botica. Podría haberme
ido un poco por la borda. Compré algunos aceites perfumados, con la
esperanza de que un poco de esfuerzo romántico pudiera calmar a
Boris un poco. Luego estaba el ungüento que Boone había utilizado
en mí. De ese me compré un frasco grande porque tenía la sensación
de que iba a necesitar mucho más. Y compré varios tipos diferentes
de té, con la esperanza de que pudieran ayudar a los nervios de Boris.
Cuando terminé había estado en el pueblo casi dos horas. Bash iba
a lanzar un ataque y entonces probablemente Boris también. Empecé
a ponerme nervioso cuando Mitchell estaba arreglando las cuentas
con cada dueño de las tienda para deducirlo del precio de la joya. Yo
no podía perder ese tiempo. ¿Pensarían que había huido y revisarían
mis pertenencias? Boris no tendría ningún reparo en destruir mi
habitación en pedazos si estaba enojado.
—Está todo listo, Golden —Mitchell me informó con una sonrisa
cuando estábamos de regreso en su tienda. Me entregó una bolsa de
monedas de oro, y me dijo que era para Boris. Luego me entregó
otra, una más grande, diciéndome que era lo que quedaba de la joya 28
y que no necesita dejarlo como crédito para la próxima vez.
Le di las gracias y las metí en mi chaqueta en lados opuestos de mi
cuerpo así no habría confusión. Una parte de mí quería reír cuando vi
cómo todas mis compras adicionales habían ocupando casi la mitad
de la carreta. Podía mantener mi buen humor o preocuparme por si
Boris iba a golpearme.
Preferí la primera opción.
El caballo había tenido un buen descanso y estaba listo para volver
a casa así que hicimos un buen tiempo de vuelta al bosque. Bash
había estado caminando ida y vuelta sus huellas habían aplastado el
pasto.
—¿Por qué tardaste tanto? ¿Te hicieron algo? —Me preguntó con
pánico en la voz mientras me miraba—. Te ves bien.
—Tomó un poco más de lo esperado debido a que con lo que
pagué por lo que quería no era exactamente un par de pequeñas
monedas de oro —le contesté sonrojándome—. Terminé comprando
mucho más de lo previsto, para no complicar que Mitchell me diera la
diferencia.
Echó un vistazo a la carreta con los ojos muy abiertos.
—Esto va a ser interesante —se quejó y luego montó su caballo. Yo
no quise preguntar lo que eso significaba, porque tenía la sospecha
de que no me gustaría.
¿Toda mi vida iba a estar caminando sobre cáscaras de huevo
debido a que un gran idiota me compró? Compré extras que
podíamos comer y compartir. ¿Por qué podría tener problemas por
eso una persona sana? Y ese pensamiento casi respondió a esa
pregunta. ¿Boris estaba cuerdo?

29
Capítulo 4

—Volviste —Boone me saludó mientras me levantó de la silla y me


abrazó—. Empezamos a preocuparnos.
—No era mi intención hacer que te preocupes. —Suspiré, deseando
que así fuera siempre mi bienvenida y sentirme cuidado como él me
estaba haciendo sentir justo en ese momento—. Parece que no debí
pagarle al comerciante con una joya. Las cosas se pusieron un poco 30
complicadas.
—¿Por qué tienes joyas? —Boris gruñó mientras me sacó de los
brazos de Boone—. ¿Robaste a tu padre? ¿Nos robaste a nosotros
también?
—¡No! ¿Por qué todo el mundo asume que robé? —Exclamé,
empujándolo con todas mis fuerzas. No funcionó como lo había
planeado y me caí al suelo en mi tierno culo—. Las joyas eran regalos
que me dio mi madre durante años. Nunca le robé e incluso si lo
hubiera hecho el hombre me vendió. Eso es ilegal, pero todo el
mundo parece pasar por alto ese detalle y se centran en mí siendo un
esclavo sexual o ladrón.
Saqué la bolsa de monedas y las arrojé a sus pies.
—Compré cosas extras para todos nosotros de mi propio dinero
para tratar de ser amable, ser parte de esta familia en lugar de sólo su
puta. Yo estaba intentándolo.
—No creo que seas un ladrón, por eso la idea de que tengas gemas
me sorprendió —Boris respondió mientras recogía la bolsa. En ese
momento los polluelos comenzaron a piar y él entrecerró sus ojos en
mí—. ¿Qué fue eso?
—Nunca tuve una mascota y yo quería un cerdo, pero luego me di
cuenta de que se habría convertido en la cena cuando se hiciera
mayor. Así que traje polluelos, pueden darnos huevos y puedo tener
una mascota que no tengamos que comer. Tengo todo lo que
necesitan aunque no sé muy bien cómo construir un gallinero.
—Los devolverás —me gruñó, mostrándome sus dientes afilados.
—Yo no soy un niño. Puedo tener pollos si quiero —le susurré.
Cuando se acercó de golpe me hice un ovillo, con mis brazos para
proteger el cuello y la cara.
—Vas a devolverlos.
—¡Boris, detén esto! —Boone gritó mientras empujaba a su
hermano, finalmente, habiendo roto su conmoción por lo que estaba 31
pasando—. Él puede tener algunos polluelos malditos si quiere. Voy a
construir el gallinero y ayudarle a cuidar de ellos. ¿Por qué no puede
tener algo propio? Mira lo que trajo. Hay un cordero completo allí y
suficiente pan para semanas. Compró para nosotros con su dinero.
Cuando alguien hizo algo como eso por nosotros ¿y tú estás siendo un
bruto por unos pocos pollos?
—Él no me escucha —respondió Boris—. Él es un esclavo, no un
compañero. Yo debería ser capaz de decirle algo y no tener una
cefalea extra porque él quiere una mascota, haya traído carne
adicional o no.
—No puedo hacer esto —susurré, meciéndome de ida y vuelta,
dejando de escucharlos—. No puedo. No puedo ser un esclavo y que
todo el mundo me trate como una mierda el resto de mi vida.
Mitchell fue sólo amable conmigo cuando le mostré la gema. Boris me
ve como una posesión, no puedo vivir así.
Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba hablando en voz
alta hasta que se hizo el silencio a mi alrededor. Me asomé por
debajo de mis brazos para ver que todo el mundo me miraba. Era
humillante y me quería morir justo donde me senté
—¿Qué pasa si te compró mi libertad? Podría pagarte lo que diste
por mí y un poco más —le supliqué.
—No —gruñó, alejándose de Boone y obligándome a tumbarme en
el suelo mientras me cubría con su gran cuerpo—. Me gusta tenerte a
mi disposición. Tú eres nuestro para hacerte lo que nos plazca,
Golden. ¿Por qué deberíamos renunciar a eso?
—Porque no eres un monstruo sin corazón —le contesté mientras
las lágrimas nublaron mis ojos—. ¿Realmente no te importa si no soy
feliz o estoy todo el tiempo asustado de ti?
—Yo lo prefiero. —Se inclinó y olió mi cuello—. El aroma es
atractivo y somos monstruos. Nunca olvides eso.
—Entonces mátame ahora —le supliqué y cerré los ojos—. Yo sólo 32
quería hacer algo bueno.
—Para ti mismo —Boris aclaró mientras pasaba sus manos por
encima de mi cuerpo—. Pensaste que si actuabas como si fuéramos
iguales y una familia, comprando comida para que todos pudiéramos
compartir, tendríamos que tratarte como tal. Nos estabas
manipulando cuando lo único que te pedí que hicieras lo olvidaste.
—¡Yo no estaba manipulando a nadie! —Exclamé golpeando mis
puños contra su pecho—. Yo no soy el malo aquí. —Me quedé inmóvil
cuando entendí el resto de sus palabras—. Me olvidé de los libros.
—Lo hiciste —él estuvo de acuerdo mientras agarraba mis dos
muñecas y las sujetaba sobre mi cabeza—. Y ahora vas a pagar por
ello.
—¡No! —Boone gruñó y sacó a su hermano de arriba mío—. Esta
locura se detiene, Boris. Golden no es nuestro enemigo y no es una
propiedad. Vas a hacer que nos odie o se escape. ¿Es eso lo que
quieres?
—¿Correr hacia dónde? —Se echó hacia atrás, tratando de golpear
Boone en la cara—. Él no sabe el camino para salir del bosque y
además sería un fugitivo.
Dejé de escuchar después de eso, estaba saturado de todo este
drama y de tanta ira. Me acerqué a los polluelos cuando me sentí con
el corazón encogido y con malestar estomacal. Saqué la jaula de la
carreta la puse en el suelo e hice lo mismo con su comida. Entonces
abrí la bolsa, saqué un puñado, y abrí la pequeña puerta.
Los seis comenzaron a asomarse saltando y comenzaron a comer
de mis manos.
—Lo siento, chicos. Sólo quería darles un buen lugar para vivir
donde ustedes pudieran ser amados y poner algunos huevos. No se
suponía que fuera así. Yo iba a ser feliz y hacerme cargo de los
negocios de mi padre cuando fuera tiempo, dando un montón de 33
trabajo a la gente, ayudando a la ciudad cuando pudiera. Claro, yo
nunca me hubiera casado con una chica bonita como mis padres
hubieran querido, pero igualmente podría haber sido feliz. Ahora los
metí en esta miseria y son demasiado jóvenes para conocer estas
realidades acerca de la vida. —Sollocé, enjugándome una lágrima con
mi antebrazo—. A veces creo que soy demasiado joven para saber de
ellas también. Sólo pensé que juntos podríamos tratar con ellos y me
gustaría tener algunos amigos, incluso si ustedes son animales.
Creo que perdí temporalmente mi mente, hablando con los
polluelos mientras que los hermanos estaban enzarzados en un
combate a mi alrededor. Miré hacia arriba. Oh, los tres estaban
luchando ahora. Espléndido. Todavía estaban peleando cuando los
polluelos terminaron de comer y les puse de nuevo en la jaula.
Suspiré y los puse en el carro donde estarían a salvo. Entonces
empecé a descargar lo que podía llevar.
Después de eso me fui a mi habitación y recogí todos los libros que
pude tener en mis brazos, sabiendo que no había manera de que
pudiera levantar la bolsa llena de ellos. Volví fuera y los dejé caer al
suelo antes de poner mis dedos en mi boca y dejar escapar un silbido.
Al instante detuvieron la pelea y se volvieron hacia mí.
—Lo siento se me olvidaron los libros. Estos son algunos de lo que
tengo, pero puedes tenerlos todos. Voy a empezar a hacer la cena. —
Me giré y entré.
—¿Golden? —Boone susurró mientras se alejaba de ellos hacia mí.
—No importa, Boone. Es lo que es. ¿Cuál es el punto de luchar
contra él? Regresaré los polluelos mañana y viviré aquí hasta que me
muera como esclavo sexual que en realidad es para lo único que me
quieren. Al menos todavía puedo hacer algo de dibujo. Me gusta
dibujar.
Sí, tal vez yo realmente me había agrietado. Yo no podía aguantar
más de nada. No más peleas, no más problemas, no más estar en
problemas. Había terminado. Ellos querían follar conmigo y que fuera 34
obediente... Bien. Todo el mundo en mi vida por fin me había llevado
demasiado lejos, donde la voluntad de luchar se fue de mí. Ganaron.
Yo era un esclavo.
Y este esclavo tenía que hacer la cena para que el cordero que
había comprado con una de las joyas de mi madre no se estropeara.
Encontré especias y hierbas, las froté en la carne y la puse en la
estufa. Guardé el pan y otros elementos que había comprado. Me di
cuenta entonces de que no había comido en todo el día, además de
algunas muestras que el panadero me había dado a probar.
Pero yo no tenía hambre. Yo no quería comer ni hacer nada en
realidad.
—Golden, ¿podemos hablar? —Boone preguntó vacilante mientras
entraba en la cocina por la puerta trasera.
—Yo iba a tomar una siesta si eso está bien —respondí mientras
deslizaba la sartén de cordero en el horno—. Fue un largo día y la
comida no va a estar lista por unas horas.
—¿Puedo unirme contigo?
—Yo no tengo elección, Boone. Haz lo que quieras. —Tal vez estaba
siendo malo, descargando mis sentimientos sobre la persona
equivocada. Pero yo estaba entumecido y no me importaba si sonaba
áspero.
—¿Me quieres? ¿Me gustaría abrazarte mientras tomas una siesta?
—Le miré dando me cuenta de que él parecía preocupado y triste.
—No me importa. Nada me importa ya. —Me encogí de hombros y
me fui al otro lado del pasillo y las escaleras. No me di cuenta que
estaba solo hasta que estaba en mi habitación. Me desvestí, arrojé mi
ropa sobre la silla junto a la ventana, y me metí en la cama. Mi vida
había terminado y nunca iba a conseguir nada mejor.
Cuanto antes lo asimilara en mi cabeza dura sería mejor para mí y
menos a menudo estaría en problemas.
35

—¡La cena está lista! —Llamé desde la puerta trasera más tarde esa
noche. Me había costado un poco más de lo que había pensado y
esperaba todo el tiempo que vinieran a gritarme por eso. Pero nadie
vino a la cocina. Nunca vi a ninguno de ellos y los tres hermanos me
dejaron solo.
Justo cuando saqué el sartén la puerta se abrió de golpe y se me
empezó a caer. Lo cogí justo a tiempo, pero sin la toalla que cubría mi
mano y agarré el metal caliente. Grité de dolor y estuve a punto de
soltarlo cuando grandes manos cubiertas de piel tomaron la sartén de
mí con una toalla diferente. Fue Boris pero no reconocí su ayuda ni lo
miré. Yo simplemente fui al lavabo y bombeé un poco de agua en la
cuenca, dejando que el agua fría calmara la quemadura.
—Todo lo que necesitan está sobre la mesa. Si no es así, háganmelo
saber más tarde y me aseguraré de que esté ahí en la próxima
comida. —Me volví para salir antes de que pudieran decir algo, pero
mi suerte no era tan buena.
—¿No vas a cenar con nosotros? —Preguntó Boris, con tono
enojado. Pero, de nuevo... ¿Cuándo no era así?
—Nuestros sirvientes no comían con nosotros y un esclavo
obviamente no lo haría —respondí con un encogimiento de hombros
y empecé a empujar la puerta con mi mano buena.
—Tienes que comer, Golden —dijo Boone suavemente.
—No tengo hambre, gracias. Estaré en mi habitación si alguien me
necesita.
—Bash irá allí después de la cena para follarte —Boris me informó
en voz baja, casi sonando preocupado. Casi.
—Como desees. —Me lancé por la puerta lejos de ellos. Esta era mi
vida ya no iba a esperar más que pudiéramos hacerlo funcionar, que
nos preocupáramos por los otros. Querían utilizarme bien. Yo haría lo
que me dijeran, cuando me dijeran, y esperaba que me dejaran solo 36
el resto del tiempo.
Utilicé el baño para bañarme y luego uno de los aceites que compré
antes para estirarme. No me molesté en volver a vestirme. Querían
un agujero, de acuerdo, pero yo iba a tratar de hacer las cosas sin
dolor para mí tanto como fuera posible.
—Entra —dije un poco más tarde, cuando alguien llamó a la puerta.
Bash entró y cerró la puerta tras de sí—. ¿Cómo me quieres?
—Um, como más te guste —dijo nerviosamente. Él debía tener mi
edad, así que si habían sido atrapados en Withering Woods hacía
siete años, dudaba que él alguna vez hubiera estado con alguien.
—No me importa. —Me encogí de hombros y quité las mantas. Él
apartó la vista de mí cuando sus mejillas se calentaron. Mierda. Ahora
tenía que hacer frente a una virgen sonrojado y ayudarlo—. ¿Qué tal
si te desnudas?
—Yo puedo hacer eso. —Bash rápidamente se desnudó y fue
entonces cuando me di cuenta de que no estaba duro. Empecé a
darme cuenta que esto podría no ser porque era virgen. Cuando
estaba desnudo se metió en la cama conmigo, teniendo cuidado de
no tocarme.
—Bash, esto sólo funciona si me quieres —le dije suavemente
mientras me volvía de costado para mirarlo.
—No eres tú —divagó con los ojos muy abiertos—. Eres bastante
lindo para un chico es sólo... —Él cerró la boca tan rápido que
apuesto que se mordió la lengua.
Una idea se me ocurrió entonces.
—Eres recto. Te gustan las chicas.
—Sí —él gimió cuando se cubrió el rostro con las manos—. Hay una
chica del pueblo. Ella se perdió en el bosque hace unos años y nos
conocimos. La ayudé y ella viene y me visita. La amo, Golden. Mis
hermanos nunca lo aprobarían y no sé cómo decirles.
—¿Ellos no aprobarían que seas heterosexual? —No entendí eso. 37
—No, no querrán a alguien de la aldea. Todos piensan que somos
monstruos —admitió con un suspiro. Deslizó sus manos y golpeó con
los puños en la cama—. Pero Mary Ellen es diferente. Ella es especial
y la amo. Haría cualquier cosa por ella.
—¿Le dijiste eso?
—No, por supuesto que no —Bash respondió, con sus ojos muy
abiertos—. Ella no puede amar a un monstruo.
—No eres un monstruo, Bash —Me reí cuando tomé su mano en la
mía—. Estás tan alejado de ser un monstruo que es casi divertido que
pienses de ti mismo como uno. Ella sigue volviendo a visitarte. Quiero
decir que tiene que hacerlo ya que sé que no puedes salir. Algo hay
ahí, Bash. Dile que la quieres. Confía en mí en esto, no quieres
esperar hasta que sea demasiado tarde. Nunca vas a perdonarte a ti
mismo.
—¿Había en tu casa alguien a quien amabas y nunca le dijiste? —
Preguntó mientras rodaba sobre su costado para mirarme.
—No como tú. Mi madre y yo tuvimos una pelea justo antes de que
muriera. Nunca pude arreglarlo y siento culpa por eso. La vida es
corta y suceden cosas malas, Bash. ¿Y si ella no sabe cómo te sientes
y se compromete a casarse con otro? Sólo dile, porque lo peor que
puede pasar es que ella no sienta lo mismo. Pero por lo menos así lo
sabrás.
—Gracias Golden. —Se inclinó y me besó en la mejilla—. Lo siento,
no te quiero, pero ya tienes dos idiotas que aguantar. No me puedo
imaginar que estés triste por no tener un tercero.
—De cualquier manera, viviendo aquí nunca tendré lo que quiero
—admití con tristeza. Traté de fingir una sonrisa para él, pero no
funcionó. Él asintió y volvió a salir de la cama. Me di la vuelta para
que no pareciera como si estuviera mirando a un hombre
heterosexual. Rápidamente se vistió y me deseó una buena noche
antes de irse. Yo dudaba de que fuera una buena noche. Por la forma
en la que iban las cosas, yo nunca tendría una buena noche de nuevo. 38
Capítulo 5

Desperté cuando mi puerta se abrió en algún momento más tarde


en la noche. Yo sabía que no debía tener miedo, pero no estaba
exactamente emocionado de tener un visitante tampoco. La cama se
hundió pero no me moví ni reconocí que estaba allí.
—Sé que estás despierto, Golden —dijo Boris silenciosamente
mientras retiró las mantas y se deslizó en la cama conmigo—. Escuché 39
tu cambio en la respiración.
Yo no dije nada porque no me había hecho una pregunta y estaba
cansado. En segundo lugar, estaba aprendiendo que no había nada
que le dijera a Boris que no me metiera en problemas.
Me estremecí cuando sentí sus manos moviéndose por mi cuerpo y
él me acercó. Yo podría odiarlo, pero me gustaba la sensación que me
producía al tocarme, aunque él era demasiado difícil a veces.
Entonces su polla se frotó contra mi agujero y me retorcí en sus
brazos.
—Construí tu gallinero y encontré paja para poner en él. Los
polluelos están seguros y fueron alimentados —susurró en mi oído.
Levantó la vista y vio el aceite sobre la mesa al lado de mi cama—. ¿Es
esto lo que le gustaría que yo use? ¿Es eso lo que está haciendo que
huelas tan bien?
—Sí, por favor —le contesté, moviéndome lo suficiente para poder
ver su cara—. ¿Entonces puedo mantener a los pollos? ¿Por qué?
—Porque no hay ninguna razón para que no puedas y yo fui un
monstruo tratándote de esa manera. —Yo no sabía qué decir
mientras lubricaba su polla. Boris dejó el aceite de nuevo sobre la
mesa y movió sus dedos en mi agujero. ¿Realmente iba a asegurarse
de que yo estuviera preparado esta vez?
—Gracias —le susurré, no estoy seguro si era por dejarme
mantener los pollitos y construir el gallinero o porque estaba siendo
amable conmigo.
—La cena que hiciste fue increíble, Golden —dijo vacilante
mientras empujaba dos dedos dentro de mí. Cuando vio que podía
llevar más, deslizó otro y los movió de un lado a otro—. No puedo
pensar en la última vez que tuve un festín tan bueno.
—Me alegro de que te haya gustado. —Todo el mundo quiere
escuchar que es un buen cocinero. Lo que no entendía era por qué
estaba siendo tan amable conmigo. Empecé a rodar sobre mi
estómago, a sabiendas de que era como iba a terminar. 40
—Te quiero como estás —Boris gruñó mientras me mantuvo de
lado.
—Como desees. —Me relajé en la cama, con la cabeza contra su
pecho mientras levantaba una pierna para darle mejor acceso.
—Quiero que desees esto también. —Oh sorpresas, ahora vendría
la ira. Me preparé para ella, maldiciendo que me estuviera tocando
cuando estaba enojado. Me podía hacer mucho daño con esas
manos. Sus dedos no eran garras, pero no tenían uñas humanos
tampoco—. Pero es mi culpa que no lo hagas.
—¿Qué? —Le pregunté, no estando muy seguro del rumbo que
esta conversación había tomado. ¿Estaba admitiendo que se había
equivocado?
—Yo no te culpo por no desearme después de cómo actué. —Sacó
sus dedos de mi agujero y empujó la cabeza de su polla. Gemí y aferré
mi rodilla con fuerza—. Yo no querría estar con alguien como yo.
Todavía no contesté ¿Qué iba a decir? ¿Que estaba de acuerdo en
que era un culo? Eso sería demasiado. Además, él había sido amable
conmigo antes, cuando me iba para el pueblo y luego cuando volví
era un idiota de nuevo. Sus cambios de humor eran insufribles y yo no
iba a caer mientras estaba siendo bueno porque sabía que no iba a
durar.
Boris se trasladó por lo que me rodeaba, una rodilla por mi culo y la
otra entre las piernas. Luego empujó mi pierna aún más lejos,
manteniéndome allí mientras su otra mano se movió a lo largo de mi
espalda.
—Yo puedo hacerlo mejor. Sólo tienes que darme tiempo.
—Como quieras —le dije otra vez, reconociendo lo que estaba
diciendo. Sin embargo no lo creía por un segundo. Seguramente
Boone le había pateado el culo, o se sentía mal por acusarme de ser
un ladrón, o simplemente tenía un momento claro sin ira.
No duraría.
—¿Vas a decir algo más? —Preguntó, con molestia en su tono 41
mientras lentamente empujó más de su polla dentro de mí.
—Gracias por estirarme y usar de aceite para lubricarme. —Sí, fue
escaso, pero era lo mejor que tenía en ese momento ¿Quería que
mienta y le diga que le creía? Supongo que esperaba no tener que
mentir.
—¿Lo estoy intentando y me molestas?
Di un grito ahogado cuando se estrelló el resto del camino en mí.
Volví la cabeza lo suficiente como para mirar a su pecho, incapaz de
mirarlo a los ojos.
—Quieres escuchar mis respuestas veraces o voy a tener que
empezar a mentirte, yo no quiero hacer eso pero es tu elección—. Él
levantó mi barbilla así que tuve que mirarlo—. Créeme, lo último que
quiero es tu ira, ¿de acuerdo? Estoy haciendo lo que quieres y soy
complaciente, pero no me pidas que diga lo que quieres oír.
Él asintió mientras se inclinaba más cerca de mí. Mis ojos se
abrieron y yo empecé a retroceder.
—¿Qué estás haciendo? —Le pregunté mientras sujetaba mi
barbilla con su mano.
—Besarte —gruñó—. Boone dijo que debería ser más agradable y
amable contigo y que te gusta que te besen.
—También me preguntó antes. —Me quería golpear por la
respuesta impulsiva. Sólo lograría que Boris se cerrara. Así que hice lo
único que podía pensar. Rápidamente levanté la cabeza y le di un
beso rápido.
Los ojos de Boris se llenaron de calor mientras miraba a mis labios,
lamiendo los suyos.
—¿Puedo tener un beso adecuada ahora?
—Cuida tus dientes por favor. —Su labio superior se acurrucó y
suspiré—. Te gusta ser vigoroso y potente. Es lógico pensar que besas
así y me gusta mi lengua donde está. Sabes que yo no creo que seas
horrible o un monstruo, me gusta cuando me tocas. Sólo estoy
recordándote que tengas cuidado si alguna vez quieres otro beso. 42
—Eso es justo y lógico —admitió con una inclinación de cabeza.
Quería bombear mi puño en el aire por la pequeña victoria. Tal vez
podría tener una conversación real con Boris, después de todo. Gemí
mientras lamía mis labios, abriéndolos para él cuando empezó a
empujar.
El infierno debió haberse congelado porque no estaba golpeando
con fuerza dentro mío. Pero reconozco que todavía era fuerte y
enorme, así que no era como si me estuviera tratando como cristal...
Pero él estaba actuando como si pudiera ser herido y se preocupara
porque no lo fuera.
—¿Qué más te gusta? —Me preguntó, casi me tragué la lengua por
la sorpresa.
—Tócame —Ronroneé mientras movía su mano a mi polla. La frotó
con la palma de la mano y la fricción era gloriosa, mientras que su
suave pelaje era un contraste enloquecedor y me encantó—. Boris,
oh cielos Eso es bueno, sí.
—Eres tan impresionante —él susurró en mi oído mientras movía
sus caderas más rápido—. Quiero más que un esclavo, Golden, pero si
la elección es perderte o mantenerte como uno voy a optar por
mantenerte como un esclavo.
Y en ese momento ya no quise que me toque. Sentí como bajó mi
erección mientras las lágrimas llenaron mis ojos.
—¡Suéltame!
—No —gruñó mientras seguía acariciándome—. Estaba
funcionando. ¡Tú me querías, maldita sea! Ponte duro de nuevo.
—Sólo termina de follarme y desaparece —Lloré, cubriendo mi cara
mientras las lágrimas volvieron.
—No entiendo. —El me sacudió con frustración—. Estoy tratando,
realmente tratando y aún no puedo hacer nada bien por ti—. Yo
estaba oficialmente asustado por la forma en que se estaba
comportando, instintivamente extendí la mano y le di una palmada
en la cara. 43
—Me estás asustando —le susurré cuando sus ojos se llenaron de
ira. Fue un movimiento estúpido, sobre todo porque no funcionó—.
Cálmate antes de empiece a gritar a Boone o Bash, para que me
ayuden porque estás muy enojado y creo que vas a matarme.
La cara de Boris al instante se relajó.
—Nunca te mataría. Tú-
—Te costé mucho dinero. Lo sé —me quejé.
—Tú eres especial —respondió mientras nos giró dejándome sobre
mi espalda. Di un grito ahogado mientras separó más mis piernas
provocando que su polla se hunda más profundamente en mí—. Tú
eres especial, Golden, y estoy enloqueciendo porque no puedo decir
nada bien y manejo todo mal. Así que por favor, dime lo que hice mal
para que dejaras de disfrutar de esto.
—Realmente no lo entiendes, ¿verdad? —Le pregunté, buscando
sus ojos. Cuando todo lo que vi fue confusión y frustración brillando
hacia mí suspiré—. Me estabas besando, tocando mientras me
tomabas y me dices que soy tu posesión y tu esclavo. No es
exactamente charla en tiempo íntimo, Boris. Y tú has tirado ese hecho
en mi cara por lo menos una docena de veces desde que llegué.
¿Sabes lo que es? ¿Saber que soy sólo un pedazo de posesión de
mierda para ti?
—Estaba diciendo que no quiero que seas un esclavo, pero no
quiero que te vayas tampoco. ¿Qué había de malo en eso?
—Sólo decime que te gusta y como te hago sentir —le sugerí—. El
uso de la palabra esclavo y recordarme que realmente no tengo una
elección en todo esto arruina la diversión.
—Pero te pregunté esta vez —me recordó cuando se inclinó y me
besó en el cuello—. Te pregunté, y fui amable. Lo siento, no hago las
cosas bien pero eres una persona para mí. —Asentí, pero no dije nada
y suspiré—. Por favor, dime cómo solucionar este problema. Quiero
que estemos juntos porque los dos queremos no porque sea tu
obligación. 44
—¿De verdad quieres decir eso? —Le pregunté vacilante. Boris
levantó la cabeza y asintió dejándome ver la verdad en sus ojos—.
Levanta mis piernas sobre tus caderas y frota tus manos por mi
cuerpo como si fuera la mejor cosa que nunca tuviste debajo tuyo.
—Lo eres —murmuró mientras hacía lo que le pedí.
—¿Qué te gusta de mí? —Si él quería saber qué hacer y cómo
solucionar este problema, iba a tener que trabajar por ello.
—Siempre hueles muy bien y no son los aceites o el jabón cuando
te lavas —admitió mientras miraba a mi pecho. Empujé mis caderas
hacia arriba y entendió la idea, moviéndose lentamente mientras me
tocaba. Sus dedos se deslizaron sobre mis costillas como si las
contara—. Tu piel es suave, y tu cuerpo lo suficientemente pequeño
para que pueda rodear cada pulgada tuya.
—También me gusta que seas mucho más grande que yo —le
susurré mientras movía mi cuerpo junto con el de él—. Y me encanta
lo fuerte que me follas ahora que sé que me ves como una persona y
no sólo un agujero para usar.
—No, nunca te vi sólo como un agujero sin importar lo burdo que
te hablé. —Él usó su lengua contra mi pezón mientras su mano se
movió hasta mi erección—. Me preocupaba que pienses que era un
monstruo y me dolía así que traté de poner un muro entre nosotros.
No funcionó y terminé dañándote.
—¿Qué más te gusta?
—Tu forma de ver la vida. Pensaste que por comprar los polluelos
los salvarías de ser la cena cuando comemos pollos todo el tiempo. —
Él me sonrió y yo no podía creer lo mucho más guapo que era cuando
sonreía.
—Me gustó que no sólo te disculpes con palabras sino que
construyeras el gallinero también. —Me di cuenta ahora que estaba
tan metido en el momento que el tiempo para la charla había
terminado—. Hay algo que siempre quise probar. 45
—Cualquier cosa, Golden —él aceptó inmediatamente.
—Levántame en tu regazo y empuja hacia arriba en mí tan duro
como puedas —le rogué mientras apreté mi agujero alrededor de su
pene. Él gimió y lo hizo, extendiendo sus piernas más amplias para
entrar más profundo en mí—. ¡Sí! Oh, sí, esto es lo que siempre quise.
Más fuerte.
—Yo sabía que podría caber —gruñó mientras empujaba dentro de
mí con todas sus fuerzas. Por supuesto que no podía hacerlo tan
fuerte moviéndose hacia arriba y conmigo sentado en él de esa
manera, pero los golpes contundentes golpeaban mi glándula cada
vez llenándome de placer.
—Boris, sí, fóllame —grité mientras mi polla se frotaba contra sus
abdominales—. Dime que me quieres a mí, y no sólo mi culo.
—Quiero todo de ti, Golden. Te necesito. —No estaba seguro de
eso, pero no creo que él estuviera mintiendo tampoco.
—Más rápido —Gemí, sólo necesitan un poco más para llegar al
límite. Lo hizo y grité cuando llegué todo sobre nosotros, más fuerte
de lo que jamás podría haber llegado antes. Boris me siguió, gimiendo
mientras su cuerpo temblaba y su polla explotó dentro de mí.
—Gracias —jadeó mientras salpicaba mi cuello y la cara de besos.
No estaba seguro de porque me estaba dando las gracias pero estaría
feliz de hacer eso otra vez. Ahora bien, si pudiéramos mantener la paz
entre nosotros por más de medio día tal vez mi vida no iba a ser una
mierda siempre.

46
Capítulo 6

A la mañana siguiente me desperté con la lengua Boone lamiendo


mi agujero.
—¿Sigues enojado conmigo?
—No —Gemí mientras separaba más mis piernas—. Nunca estuve
enojado, simplemente deprimido, me había dado por vencido.
—No te rindas todavía, Golden —rogó mientras sus dedos 47
aceitados se burlaban de mi agujero. —Te voy a enseñar lo bueno que
puede ser la vida aquí. Déjame amarte.
—Sí —estuve de acuerdo, queriendo todo lo que me ofrecía y
mucho más—. Hazme el amor, Boone.
—Con mucho gusto. —Él empujó sus dedos dentro de mí y
rápidamente me estiró. Luego me dio la vuelta y amoldó su cuerpo al
mío mientras yo estaba en cuatro patas. Era difícil besarnos, pero lo
logramos. Tocó con ternura, cada pulgada de mi cuerpo que podía
mientras nos movíamos juntos—. Necesito más.
No entendí porque me hacía sentarme sobre mis rodillas hasta que
sentí como llegaba más profundo en esta posición. Envolvió su brazo
alrededor de mí mientras me besaba y acariciaba mi polla. Llegué a la
espalda y aferré a sus caderas mientras me sostenía para satisfacer
sus embestidas.
—Esto es lo que yo quería para nosotros —Boone susurró en mi
oído—. Que estuviéramos juntos así y que vieras que te quiero a ti y
no a cualquiera porque me siento solo.
—¿Cómo puedes saber que me quieres? —Le pregunté, confundido
por sus fuertes sentimientos a pesar de que yo sentía lo mismo.
—Porque eres perfecto para mí y yo haría cualquier cosa por ti.
¿Qué puedo hacer para probártelo?
—Sólo ámame, Boone —susurré, queriendo eso más que nada en el
mundo. No estábamos allí todavía, y yo no quería que él mienta. En
su lugar, asintió y me dio un beso. Cuando empezó a acelerar el ritmo
no pude contenerme más, me viene gritando su nombre momentos
antes de que terminara dentro de mí.
Nos dejamos caer en la cama en un montón sudoroso, envueltos en
un abrazo.
—Eso fue indescriptible, mi amor.
—Yo siento —empecé a decir, pero la puerta de mi habitación se
abrió con tal fuerza que golpeó la pared. 48
—¿Cómo se quita la maldición? —Boris gritó cuando él irrumpió en
la habitación—. ¿Por qué Bash?
—¿Qué? —Le pregunté en estado de shock, pensando que
finalmente enloqueció.
—Dios mío —Boone se quedó sin aliento cuando se sentó, tirando
de mí. Lo miré y seguí su mirada. Había un extraño parado allí con una
sonrisa en sus labios tan amplia que me sorprendió que no saltó de su
cara.
—¡Mierda! —Grité y me metí bajo las sábanas—. ¿Quién es ese
hombre?
—Bash —Boone y Boris dijeron juntos. Me quedé inmóvil en el
intento de encubrir mi indecencia y lo miré.
—¿Cómo? —Le susurré mirando al hombre en lugar del híbrido
maldito. Todavía era un hombre grande, pero ya no más de siete pies,
más cerca de las seis, y cualquier rastro de la bestia se había ido—.
¿Como sucedió esto?
—No puedo decirte —Bash admitió en voz baja—. Cuando se
levantó la magia Traté de decirle a Boris pero es como que algo me lo
impide y no puedo decir las palabras.
—Él dijo que le dijiste como hacerlo —Boris gruñó.
—No, yo dije que Golden me dio la clave de cómo romperlo —Bash
corrigió mientras me dio una sonrisa. Lo miré como si estuviera loco y
él entendió la indirecta—. El consejo que me diste ayer. Lo hice y se
rompió la maldición.
—El consejo —repetí y luego me di cuenta—. ¿Ese consejo? ¿La
viste?
—Sí —respondió con una inclinación de cabeza—. Ella aceptó
casarse conmigo.
—¿Eres recto? —Boris y Boone exclamaron—. ¿Qué chica?
—Ok, todos los hermanos están fuera y parece que el más joven es 49
recto, —les dije con una sonrisa. Terminó siendo lo peor que decir
porque se centraron en mí y no estaban contentos.
—¿Cómo pudiste decirle a Bash cómo levantar la maldición y a mí
no? —Boone susurró mientras se alejaba de mí—. Pensé que te
preocupabas por mí.
—Lo hago, Boone —jadeé—. Yo no sabía que mi consejo terminaría
con la maldición y si lo entiendo bien, no es algo que se pueda decir.
Tiene que ser algo que se siente y se reconoce.
—Sabía que me harías daño —Boris gritó y golpeó la pared. En un
instante yo estaba fuera de la cama y acurrucado detrás de ella
cuando volvió su ira contra mí—. Mañana vas a ir a un prostíbulo.
—¡No! —Tres de nosotros exclamamos juntos.
—Déjalo y ven a hablar conmigo mientras Golden se limpia y se
viste —Bash exigió—. Esto no es culpa suya. Te dije que no podría
haberlo sabido. Decirte lo que me sugirió no va a cambiar nada ni va
levantar la maldición para ustedes. No funciona así. —Como los dos
estaban todavía frunciéndome el ceño decidió cambiar de táctica—.
¿No quieren conocer a mi novia?
—Sí, y mucho —admitió Boone mientras se puso de pie y caminó
hacia la puerta. Se detuvo delante de Boris y lo golpeó en el pecho
con el dedo—. Él no va a ir al prostíbulo así que para de dejar que tu
temperamento arroje mierda de la que luego te arrepientes.
Hablaremos con él y averiguaremos como sucedió esto después de
felicitar a nuestro hermano. ¿Comprendes?
—De acuerdo. —Salieron de mi habitación, y me dejaron allí
sentado solo en el suelo en estado de shock por lo que había pasado.
Boris fue a cerrar la puerta y levantó una llave—. Pero eso no significa
que yo no voy a encerrarte aquí hasta que nos digas cómo romper la
maldición. —Cerró de golpe antes de que pudiera decir una palabra.
Lo sabía no había pasado ni medio día y ya estaba odiándolo de
nuevo. Y lo que es peor no pude limpiarme porque me encerró en la
habitación y el baño estaba en el pasillo. 50
Me puse de pie suspirando y entonces me dejé caer de nuevo a la
cama. Boris había venido a mí en el medio de la noche y ahora Boone
esta mañana. Eso fue quizás seis horas de buenos tiempos antes del
drama y la ira de nuevo. Si alguien se atrevía a meterse conmigo por
estar constantemente deprimido, y ser una fábrica de lágrimas sólo
debía encerrarlo en una habitación con Boris durante una semana.
Cuando las cantidades copiosas de esperma se secaban sobre mí
me recordé que tenía un vaso de agua junto a la cama. No era
exactamente el mejor baño que he tenido, pero funcionó. Ni siquiera
me molesté en vestirme. ¿Cuál era el punto? Boris o Boone volverían
con el tiempo, queriendo más sexo, y entonces todo sería culpa mía
de nuevo.
Si no me vendían a la casa de putas primero.
Me senté en la cama, sin saber qué hacer ni cómo iba a explicarles
esto sin apenas decirles. ¿Y si yo les decía la verdad? Boris
seguramente pensaría que estaba mintiendo. Boone probablemente
creería y luego me diría que me ama sólo para romper la maldición.
Pero cuando no funcione nunca seríamos capaces de recuperarnos de
eso.
¿Cómo podía mi vida haber terminado así? En lugar de que ellos
estuvieran felices porque sin darme cuenta ayudé a Bash... yo era el
malo de la película.
Me arrodillé en el piso y abrí una de mis maletas, sacando una foto
enmarcada de mi madre. Mirando fijamente durante varios minutos
me empecé a enojar.
—¿Cómo pudiste hacerme esto? Nada habría cambiado si no le
hubieras dicho a mi padre que no era suyo. O si se lo hubiera dicho
hace dos años, podría haber conseguido superarlo. ¡Incluso yo podría
haber encontrado a mi verdadero padre! Solo debiste ahogarme
cuando era un bebé.
Fue entonces cuando me di cuenta de que había llegado el tiempo 51
para correr. Finalmente llegué al punto donde posiblemente moriría y
vivir escapando era mejor que enfrentar la ira de Boris de nuevo.
Rápidamente me vestí y empaqué tanto de mi ropa con joyas como
pude en una bolsa, renunciando a todas mis otras posesiones.
Entonces abrí la ventana y miré para asegurarme de que no había
nadie alrededor. Los oí en la parte trasera de la casa y dejé caer mi
bolsa al suelo. Al darme cuenta que fácilmente podía romperme una
pierna, rápidamente saqué las sábanas de la cama y las até juntas.
Empujé la cama cerca de la ventana y la utilicé para atar las sábanas.
Luego bajé por el costado de la casa.
Una vez que estuve en el suelo con seguridad, cogí mi bolso y salí
corriendo. No podía quedarme allí y vivir así. Sí, me estaba
enamorando de Boone y tenía sentimientos por Boris. Pero nada iba a
cambiar. Yo todavía era su esclavo y yo no podría vivir una vida como
la que Boris quería para mí.
Corrí por todo el tiempo que pude, deseando tener algunos víveres.
Tenía sed y hambre ya, ni siquiera tuve la oportunidad de desayunar
antes de que todo esto sucediera. Caminé por lo que parecieron
horas. Juré que me dirigía en la misma dirección que Bash me había
llevado al pueblo, pero todo parecía igual. Estaba perdido.
Después de todo este esfuerzo tal vez acabaría caminando de
regreso a la casa de la que estaba huyendo. Me desplomé en el suelo,
hacía tiempo que necesitaba un descanso. Varios minutos después oí
cascos de caballos corriendo y me escondí detrás de un árbol.
—Esto es tu culpa —Boone bramó mientras venían más cerca de
donde yo estaba.
—Sé que lo es. Deja de recordármelo y mantén los ojos abiertos —
Boris le gritó—. Su olor aún se siente, tiene que estar cerca. ¡Golden!
Claro, porque yo iba a anunciar dónde estaba. Pero ellos se
acercaban a mí y me encontrarían. Me puse de pie y salí corriendo,
escondiéndome detrás de los árboles ya que tenía la esperanza de
que tal vez me esconderían de ellos. 52
—¡Ahí está! ¡Golden, detente! —Gritó Boone mientras dirigió la
cabeza de caballo hacia mi dirección. Nunca sería capaz de correr más
rápido que un caballo pero no estaba dispuesto a renunciar. Seguí
corriendo tan rápido como pude, haciendo caso omiso de los caballos
y hombres que venían hacia mí. Mi pie quedó atrapado en alguna
maleza y me caí con fuerza y escuché el chasquido repugnante de mi
hombro.
—Mierda —Boris gruñó cuando él saltó de su caballo. Me mordí el
labio para evitar el grito de dolor cuando hice mi mejor esfuerzo para
escabullirme de él. Sí, sabía que era inútil tratar en este punto, pero a
veces el instinto toma el control. Ya estaba enfadado antes y ahora
que había huido iba a estar furioso.
—¿Por qué huyes de nosotros?
Yo sólo lo miré como si le hubiera crecido una segunda y una
tercera cabeza. ¿Era realmente tan denso?
—No me toques —Grité cuando se agachó a mi lado—. ¡Dijiste que
nunca me harías daño! ¡Lo prometiste!
—Lo hice —respondió con una inclinación de cabeza—. ¿Por qué
crees que cambié de idea?
—Hay un agujero en la pared de mi habitación que muestra el poco
control que tienes sobre tu ira —respondí con firmeza, apretando mi
brazo flácido contra mi cuerpo—. Y otra vez dijiste que me vas a
vender a la casa de putas. Anoche pensé que significaba algo para ti.
—Lo haces —suspiró y me levantó en sus brazos, mi lucha apenas
lo afectó—. Detente, está bien. Solo para. Tienes dislocado el hombro
y sólo estás haciéndote más daño.
—¿Dónde está mi bolso? —Gemí, tratando de ver al suelo donde
había caído.
—Lo tengo —dijo Boone en silencio, sosteniéndolo para que lo vea.
—Es mío. —Le tendí la mano buena, rezando para que me lo diera y
no se diera cuenta de la fortuna que había dentro de él. 53
—¿Qué hay ahí que es tan importante, Golden? —Boris preguntó
mientras me giró en sus brazos por lo que lo mirara.
—Mi única salvación posible si me envías al prostíbulo —susurré
mientras cerré los ojos—. ¿Puedo por favor, tener mi bolsa? Es la
única manera en que puedo comprar mi libertad cuando me vendas y
poder ser libre de todo esto.
—No te vamos a vender —Boris gruñó mientras se quitaba la
chaqueta.
—¿Por qué no? —Le grité, después de haber tomado una decisión
rápida—. Al menos de esa manera puedo pagarle a la señora más de
lo que pagó por mí y ser libre.
—No hay mucho oro en esta bolsa, sólo este —dijo Boone,
curiosamente mostrando la bolsa de monedas que Mitchell me había
dado.
—¿Abriste mi bolso? —Le susurré, herido porque nunca pensé
Boone haría algo así—. ¿Cómo pudiste?
—¿Cómo pudiste escaparte? —Me lanzó de vuelta.
—Sí, porque estar encerrado en una habitación hasta que yo les
diga algo que no podía era una opción mucho mejor —le contesté
sarcásticamente. Creo que el dolor en mi hombro anuló mi sentido de
auto-preservación—. Boris la estaba redecorando con el puño y una
vez más me aterrorizó. No puedo vivir constantemente preocupado
por si se va a enojar. Mis emociones están por todo el lugar, estoy
constantemente llorando, no como hace días a causa de la tensión.
—Pareces un poco más delgado —Boris estuvo de acuerdo. Me
volví hacia él y entrecerré los ojos dejándole ver claramente el
disgusto en mi cara.
—¿Que te importa? Hay suficiente de mí todavía para que te
aferres y puedas joder a tu esclavo ¿no? —Él hizo una mueca ante mis
palabras, girando la mirada hacia otro lado—. Puedes romperme los
huesos si decides utilizarme como un saco de boxeo. Todavía podrías 54
usar mi boca para tu placer.
—Basta —susurró, sacudiendo la cabeza—. Simplemente parar por
favor. Lo siento.
—Ya terminé con tus disculpas. Dices que lo sientes, haces algo
bueno, pero luego nuevamente te enojas hasta el punto de que yo
estoy lo suficientemente asustado de que me mates.
—Mierda —exclamó Boone y yo gemí—. Él tiene una fortuna en
esta bolsa.
—Genial, simplemente cojonudo —gruñí mientras Boris me afirmó
sobre mis pies. Se arrodilló junto a Boone y sacó una de mis
chaquetas en la que William había cosido las gemas como si fueran
bisutería.
—¿Estas joyas son verdaderas? —Boris preguntó en un susurro
mientras me miraba.
—Son mías —Gemí, sosteniendo mi brazo contra mi pecho—. La
mayoría de ellas fueron regalos de mi madre. Dijiste que podía tener
mis pertenencias cuando llegué aquí. Sirvientes y esclavos pueden
tener sus propias posesiones. Sólo porque las encontraste no las hace
tuyas.
—No las queremos —dijo Boone con disgusto mientras lanzaba una
de mis abrigos en la bolsa—. Sólo queremos saber lo que está
pasando, Golden. ¿Por qué no nos dijiste que llevabas una fortuna
cosida en tu ropa?
—Bien, porque no tuve el tiempo suficiente para ser capaz de
confiar en ti.
—¿No lo entiendes? —Gritó mientras él se puso de pie y levantó las
manos en el aire—. Te quiero, Golden. Quiero aparearme y hacerte
mi pareja. Nunca quise que seas mi esclavo o —Se detuvo y se quedó
sin aliento—. ¿Qué me está pasando?
—Lo qué supongo pasó con Bash —murmuré mientras me dejé
caer en el suelo. Con todo mi cuerpo herido no era lo forma en que 55
siempre quise escuchar a alguien decir que me amaba. Y lo que es
peor, si le estaba quitando la maldición... Él realmente me amaba.
Y yo había huido de él. Esto realmente podría ser malo. Boone gritó
y cayó de rodillas mientras su cara cambió de nuevo en la de un
humano. La piel se cayó de su cuerpo como si hubiera tenido un corte
de pelo, y su cuerpo se contrajo ligeramente. Cuando la
transformación terminó él era el hombre más impresionante que
había visto nunca. Movió sus manos sobre su cuerpo riendo en estado
de shock.
Sí, él estaba en shock.
—Es por eso que no nos podía decir —Boris susurró mientras se
levantaba lentamente, mirando a Boone—. ¿Quién sabía que algo tan
loco como el verdadero amor podría quitar una maldición?
—No hay nada loco en el amor —le contesté, sacudiendo la cabeza
ante su actitud—. Es la emoción más fuerte que hay. Yo no podía
decirte que para revertir la maldición tienes que sentirlo y
reconocerlo en voz alta.
Yo estaba mirando Boris cuando Boone se lanzó delante de mí y
tomó mi cara entre sus manos.
—Yo te amo, Golden. ¿Me harías el honor de aparearte y de ser
mío para siempre? No serás un esclavo, no tendrás que escapar ni
preocuparte de nada nunca más. Yo cuidaré de ti y vamos a estar
juntos siempre.
—¿Qué hay de Boris? —Le pregunté, con mis ojos muy abiertos por
la sorpresa—¿Seguiré siendo su esclavo? ¿Tengo que estar con él?
—Eso depende de ti —Boris respondió mientras miró hacia otro
lado—. No eres un esclavo, Golden. Boone y yo estuvimos de acuerdo
que no queremos que seas nuestro esclavo, sino nuestro amante.
Entonces él me dijo que estaba enamorado de ti y quiere aparearse.
Así que la elección es ahora tuya en cuanto a quién y lo que quieres.
Pero hay una cosa que tenemos que manejar de inmediato, porque 56
va a doler peor cuanto más esperemos.
Yo sabía lo que quería decir y asentí. Me ayudaron a pararme, y me
dieron un momento para prepararme. Me quedé mirando a los ojos
de Boone, los ojos que había conocido cuando él estaba maldito, y vi
al hombre que amaba. Yo había estado tratando de luchar contra eso
porque odiaba la idea de ser un esclavo y la amenaza de ser vendido.
Pero lo amaba. No sabía lo que sentía por Boris o si lo quería en mi
cama también. Afortunadamente el dolor al acomodar el brazo de
nuevo en la cavidad del hombro fue tan inmenso que grité y me
desmayé. Yo digo afortunadamente porque yo no tuve que darles una
respuesta en ese momento.
Capítulo 7

Cuando me desperté estaba de vuelta en mi habitación en su casa,


con Boone acostado a mi lado. Fui a darme vuelta hacia él e
inmediatamente paré por el dolor y su mano en mi pecho.
—Te sentirás mejor en unos días, pero por ahora lo que necesitas
simplemente es descansar —dijo suavemente. Asentí y me acerqué
más a él—. Cuando me di cuenta que huiste mi corazón se rompió en 57
un millón de piezas, Golden. Pensé que atesorabas lo que teníamos.
—Lo hago, pero escuché a Boris amenazándome y estaba tan
enojado y herido que pensé que me vendería —le susurré. Me besó
en el hombro y pasó los dedos por mi pelo—. Hicimos el amor y fue
increíble, pero ni siquiera tuvimos unos minutos para disfrutar de ello
antes de que la próxima crisis estallara y estaba en problemas otra
vez. No puedo vivir así.
—Boris aceptó ser simplemente tu cuñado, si eso es lo que quieres
y si quieres aparearte conmigo.
—¿Él sólo me daría así? —Me oí preguntar en voz alta, haciendo
una mueca por la forma en que debía haberle sonado a Boone.
—No, es porque se preocupa tanto por ti que él sólo quiere que
seas feliz —dijo suavemente. Luego suspiró y pasó los dedos por
debajo de los vendajes que sostenían mi hombro y el brazo en su
lugar—. Te preocupas por él, ¿no?
—Sí —le susurré mientras las lágrimas ardían en mis ojos—. Hay
bondad en él, pero algo le hizo tanto daño que está enfadado con el
mundo y no creo que puedo vivir con alguien así.
—¿Lo amas?
—No sé. —Yo giré mi cabeza lo suficiente para mirarlo a los ojos—.
¿Estás enojado?
—No, en absoluto —se rió y rozó sus labios sobre los míos—.
Cuando me di cuenta de que quería que fueras mi compañero me
preocupaba que tuviera que compartir mi compañero con mis dos
hermanos. Bash terminó siendo recto y va casarse con que la niña
bonita de la aldea. Sé que tienes mucho amor para dar Golden. Sé
que me amarías mucha aunque quisieras también a Boris.
—Yo no sé lo que quiero.
—¿Me quieres?
—Sí, por supuesto, pero-
—Entonces no importa nada más y vamos a averiguar el resto a
medida que avanzamos —dijo Boone suavemente mientras se 58
sentaba. No estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero él me
levantó en sus brazos y me llevó fuera de la habitación—. Necesitas
comer.
—Oh, bien, eso —murmuré mientras enterré mi cara en su cuello.
Yo estaba avergonzado por haber huido ahora que sabía que me
amaba. Y tampoco amaba el hecho de sentirme un poco inútil con mi
lesión. Mi brazo estaba envuelto en contra de mi cuerpo y me dolía
un poco, incluso al usar mi mano. Todo estaba conectado después de
todo.
Boone me sentó en la mesa de la cocina y empezó a juntar algo
rápido para mí. Todavía no estaba muy hambriento. Oí un gruñido y
miré por la ventana. Boris estaba cortando madera y ya tenía un buen
montón.
—Wow, debe hacer realmente frío aquí en el invierno si está
empezando a cortar la madera en mayo y ya tiene mucha —le dije a
Boone mientras lentamente mordí el pan que me dio.
—No, en realidad —se rió entre dientes mientras ponía una jarra de
cerveza en la mesa junto a mí. Yo no era un gran bebedor, pero creo
que los dos sabíamos que algo de licor me ayudaría con el dolor—. Él
lo hace cuando está molesto. Es su manera de sacar su ira. A veces, si
hay suficiente le pedimos a uno de los amigos de Bash que lo venda
en la ciudad.
—Oh, debe estar enojado porque la maldición no se rompió en él.
—Yo no quería centrarme en eso ahora porque Boone estaba muy
feliz por haber vuelto a la normalidad. Pero tenía que ser difícil para
Boris.
—No es por eso que esta tan molesto, mi amor. —Levanté la vista
hacia él por su término cariñoso. Yo no estaba acostumbrado y me
tomó con la guardia baja.
—Bash se va a casar y nos va a dejar. Yo creo que Boris siente que
está perdiendo al bebé de la familia porque él no podrá dejar el
bosque para visitarlo y también piensa que te perdió. 59
—No estoy seguro de que realmente alguna vez me haya tenido
más que por unos momentos en los que no tenía miedo de él —
confesé—. No puedo creer que esté molesto por mí.
Boone me miró durante unos momentos mientras comía, me hizo
sentir bastante incómodo y me retorcí bajo su mirada.
—¿De verdad no te ves como eres? ¿Verdad Golden?
—¿Qué quieres decir?
—¿Qué te hizo tu padre para que no veas lo maravilloso que eres?
—Él no esperó a que le responda, se acercó y ahuecó mi mejilla
mientras continuaba—. Eres hermoso de una manera que nunca vi en
otro hombre. Eres dulce y tierno. Utilizaste tu propio dinero para
comprar alimentos y suministros para los hombres que te compraron
como esclavo y trataste muy duro de mejorar las cosas. Eres increíble
y Boris está roto por la idea de que nunca te tendrá de nuevo.
—Por lo tanto, siempre se reduce al sexo con él, porque esa es la
única manera en la que alguna vez me tuvo —le dije.
—No, no se trata de sexo, Golden. Él te sostuvo después de tener
sexo. Él se preocupa por ti, incluso si él no lo demostró como yo lo
hice. —Suspiré y reflexioné sobre lo que dijo mientras seguía
comiendo. Hombres. Yo nunca los entendería.

—El hombro se ve curado pero todavía tendrás que tener cuidado


con él por la próxima semana o así —Boone me dijo unos días más
tarde. Habíamos estado sin tener sexo desde que me lesioné y me
estaba matando que no me hubiera reclamado, cuando era lo que
tanto quería.
—Entonces reclámame —solté sonrojándome por la forma brusca
en que lo dije.
—Con placer —gruñó juguetonamente mientras se sacaba su
camisa. Momentos más tarde estábamos desnudos en la cama 60
mientras alcanzaba el aceite que había comprado. El me rozó con los
dedos y empujó uno en mi culo mientras yo extendí mi cuerpo para
él—. ¿Vas a ser mío para siempre, Golden?
—Sí, sí, te quiero para siempre. —Di un grito ahogado de placer
mientras frotaba mi glándula.
—Gracias a Dios porque me moriría sin ti —susurró antes de
besarme. Boone y yo nos habíamos acercado mucho más mientras yo
estuve lesionado. Más cerca de lo que pensaba que dos personas
podrían llegar a estar. Hablamos de libros, nuestra infancia, la familia
y todo bajo el sol. Éramos una pareja perfecta en todos los sentidos.
A Boris en cambio apenas lo había visto. Trabajó constantemente y
me evitó como si tuviera la peste. Las cosas nunca iban a mejorar si
no hablábamos pronto porque no podíamos seguir así.
—Hermoso —Boone arrulló mientras empujaba otro dedo. Observó
la forma en que sus dedos abrieron mi agujero, disfrutando de la vista
de mi cuerpo cediendo a él. También me enteré de que era muy
visual. Puede que no hubiéramos tenido relaciones sexuales, pero
igual intimamos. A Boone le gustaba ver a mi placer mientras me
daba sexo oral.
Y le gusta tocarme. Era rara la vez que no tenía sus manos sobre mí
aunque fuera algo tan simple como tener su mano en mi muslo
mientras comíamos. Era cariñoso y perfecto.
Sin embargo, todavía a veces pensaba en Boris. Me encantaba
Boone, realmente lo hacía con todo mi corazón. Tal vez yo era egoísta
por querer a los dos. Aunque Boris y yo nunca estuviéramos juntos de
nuevo, me dolía que él estuviera sufriendo por mi culpa. Ahora que
estaba mejor y después de Boone me reclamara iba a enfrentarme a
él y arreglar todo.
—¿Todavía conmigo? —Preguntó Boone vacilante mientras movió
los dedos hacia atrás y adelante.
—Sí, sólo sorprendido de lo maravilloso que eres y lo muy 61
afortunado que soy de haberte encontrado —le contesté, sin querer
admitir todo lo que había estado pensando. Era la verdad, pero ahora
no era el momento para que aparezca su hermano.
—Y yo estaba pensando lo mismo de ti —se rió entre dientes.
Compartimos un profundo beso mientras siguió estirándome. Cuando
yo estaba listo sacó sus dedos y entró suavemente—. Voy a ser gentil
cuando muerda tu otro hombro porque si te hiero nunca me lo
perdonaré.
—Puedo permanecer inmóvil —bromeé. Boone había hecho varios
comentarios que tan pronto como él me tocaba respondía necesitado
y era incapaz de quedarme quieto. Eso era cierto. Juro que mis
caderas se gobernaban solas a veces.
También me había explicado que los cambia-formas oso mordían a
su compañero al reclamarlos y la marca era permanente. También
dijo que le habían dicho que se convertiría en una zona erógena, pero
no podía saber a ciencia cierta porque había sido muy joven en ese
momento. De cualquier manera, valdría la pena por ser el compañero
de Boone.
—Te quiero, Golden —susurró en mi oído mientras lentamente
movió sus caderas—. Tú eres todo lo que siempre quise en una
pareja.
—Yo también te quiero. Eres perfecto para mí, Boone. —Utilicé mi
brazo sano para retenerlo más cerca. Cuando empezó a empujar un
poco más fuerte, envolví mi pierna sobre su cadera para que pudiera
ir más profundo.
—Oh, Dios te sientes bien. No recordaba lo maravilloso que es estar
dentro tuyo.
—Entonces tal vez nunca debas salir de mi cuerpo —Ronroneé
mientras su mano recorrió mi cuerpo. La movió debajo de mi culo y
apretó fuerte, ayudándome a moverme con él en cada embestida—.
Hazme venir sobre ti Boone. Eché de menos esto y lo necesito.
—Yo también, mi amor. —Él me sostuve cerca mientras besaba mi 62
hombro donde coincidía con mi cuello—. ¿Estás listo? ¿Serás mío
para siempre?
—Sí, sí —jadeé cuando comenzó a moverse más rápido. Yo estaba
justo allí y sólo necesitaba un empujón más... Qué al parecer me lo
dio sus dientes. Cuando él los hundió en mi carne estrellas brillaron
detrás de mis ojos mientras yo lloraba por el placer. Me vine tan duro
que juro que mi cuerpo convulsionó. Grité el nombre de Boone y
sostuve su cabeza contra mí mientras llené el espacio entre nosotros
con mi liberación.
—¡Eres mío! —Gruñó mientras bombeaba más rápido y más duro.
Gruñó alrededor de mi piel mientras me llenaba de su semilla. Gemí
ante la sensación, feliz de poder darle tanto placer. Siguió moviendo
sus caderas, dejando que mi cuerpo drenara cada gota de su polla.
—¡Cielos dulces! —Me quedé sin aliento, tratando de obtener
suficiente aire en mis pulmones—. Eso fue increíble.
—Lo fue —ronroneó mientras me abrazaba y nos acomodó para
que quedara acostado sobre su gran cuerpo—. Estamos unidos para
siempre, Golden. Nos hemos apareado y para mi pueblo estamos
casados.
—Bueno —Me reí con vértigo ante la idea—. Si soy tu marido
entonces exijo una repetición al menos una vez al día.
—¿Sólo una vez? —Levanté la cabeza lo suficiente para ver su
rostro sonriente. Los dos nos echamos a reír. Un poco más tarde nos
levantamos y Boone me dio un baño de lujo, afirmando que era
precioso para él y sería tratado como tal. Me sentí como la cosa más
importante en el mundo para él y no quería que terminara. Pero eso
no significaba que no hubiera otras cosas que necesitaba manejar.
Boris.
Boris hizo todo lo que estaba en su poder para evitarme toda la
semana siguiente. No tomó comidas con nosotros, trabajó a todas las
horas, y montó su caballo por el bosque. Diablos, me dormí un par de 63
veces tratando de esperar por él en la cocina. Boone entendió, pero
no le gustaba la forma en que la situación me estaba estresando.
Yo estaba bastante seguro de que no era feliz de que Boris
estuviera tan molesto, pero él no podía arreglar las cosas entre
nosotros y tenía que ser duro para él, especialmente porque mi
corazón se rompía por el hombre que no debería querer pero lo
hacía.
Finalmente decidí esperarlo en el granero. No podía simplemente
dejarme allí o ignorarme si me quedaba dormido. Bebí un montón de
café y esperé hasta mucho después de que la luna se había levantado
totalmente. Dio sus frutos porque estaba despierto cuando regresó
esa noche.
—Vamos a llevarte a comer —dijo Boris suavemente a su caballo
mientras desmontaba—. Necesitas un descanso. Siento haberte
montando tan duro últimamente.
—¿Sientes también haberme estado ignorando? —Le pregunté
cuando salí de las sombras. Yo llevaba nada más que una bata y mis
sandalias.
—Ve a la cama, Golden —Dijo bruscamente sin mirarme. Dejé que
atienda a su caballo y me dirigí a la puerta. Tendría que atropellarme
para salir y la luna estaba detrás de mí, así que sabía que iba a ver que
no tenía nada debajo de la bata. Cuando terminó, se volvió y se
quedó sin aliento—. ¿Por qué haces esto?
—Me estuviste evitando a toda costa y pensé que no me podrías
ignorar si yo estaba vestido así.
—Eres el compañero de mi hermano —gruñó mientras dio unos
pasos hacia mí, con las manos temblando—. ¡No debes comportarte
así con otro hombre!
—No eres cualquier otro hombre, Boris, y nosotros lo sabemos —
susurré mientras me desabroché y dejé abrirse la bata—. Sé que
Boone te dijo que él no tiene ningún problema en compartirme.
Entonces, ¿cuál es tu problema? 64
—Pensé que te asustaba —dijo en voz baja mientras daba un paso
más cerca. Sus ojos estaban llenos de lujuria. Quise darle una
bofetada cuando él se acercó y luego dejó caer la mano.
—Lo haces a veces, pero vi algo en ti que me hizo quererte —
repliqué y me acerqué. Todo su cuerpo se estremeció cuando tomé
su mano y la llevó a mis labios—. Si me dices que no me quieres, me
iré y nunca te molestaré de nuevo. Pero no puedes seguir
evitándome, Boris.
—Yo no quiero molestarte ni que sientas pena por mí.
—Eso no es todo lo que siento por ti —Ronroneé mientras movía su
otra mano sobre mi cadera y mi culo. Yo ya me había estirado
utilizado grandes cantidades de aceite para estar listo para él—. ¿No
estás dispuesto a controlar tu temperamento un poco para estar
conmigo? No estoy pidiendo que cambies, Boris. Pero las amenazas y
palabras duras tienen que parar.
Él gimió cuando trajo las dos manos en mi culo y apretó antes de
que sus dedos recorrieran mi grieta.
—¿Por qué hay aceite allí?
—Creo que sabes por qué. —Salí de la cama, pensando que me iba
a follar, y él no me podía fallar—. Sé honesto conmigo por una vez,
Boris. ¿Qué quieres? ¿De verdad me quieres como tu esclavo?
—No. Sólo te quiero, Golden. Siento que todo lo que siempre quise
eres tú —susurró en mi oído mientras lamía mi cuello—. En el
momento en que te vi supe que mi vida nunca sería la misma y nunca
querría a otro.
—Entonces, ¿por qué me evitas? ¿Por qué luchas tan duro para
poner distancia entre nosotros?
—Porque soy un gran idiota. Yo simplemente no puede ser lo que
quieres, Golden. No me puedes tentar así.
—¿Que me quieras, que no estés tan enojado y que no me digas
cosas horribles? ¿Eso es mucho pedir? —No podía entender eso. Me 65
eché hacia atrás en sus brazos para mirarlo a los ojos. Ellos se
llenaron de lágrimas y me di cuenta que me estaba perdiendo algo
grande aquí.
—Me merezco esta maldición, bebé —admitió mientras sus
hombros se hundieron—. Yo no te puedo decir lo que siento y ser tu
compañero como lo eres con Boone. No puedo levantar la maldición.
—¡Eso es mentira! —Exclamé, cabreado más allá de las palabras
porque él estaba dispuesto a castigarse de esta manera—. ¡Suéltame!
—Lo hizo y le agarré la mano. Yo había llegado con una opción de
plan B que esperaba no necesitar. Pero ahora lo hacía por otras
razones—. Si no me amas eso es una cosa, Boris, pero esto es ridículo.
—Golden, si sólo supieras.
—Yo sé lo que pasó, Boris —dije, interrumpiéndolo. Él me siguió,
perdido en su propio mundo, lo que me ayudó porque él iba a luchar
la siguiente parte y yo no era lo suficientemente fuerte como para
obligarlo—. Siéntate. —Señalé a un fardo de heno que había colocado
allí—. Vamos a hablar.
—Está bien. —Él asintió con tristeza como si hubiera sido
condenado a la horca. Se dejó caer en él y me coloque detrás de él
como si fuera frotar sus hombros.
—Las manos detrás de la espalda —le susurré mientras besaba a su
oído. Él hizo lo que quería con un gemido. Entonces lo más rápido que
pude le encadené las manos a una cadena en la pared. No pensé que
estuviera allí para retener personas, tal vez por si tenían que hacerles
algo a los caballos que no les gustaría, pero fue útil para mí en ese
momento.
—¿Qué estás haciendo? —Sus ojos se abrieron como platos
mientras tiraba de la cadena—. Sabes que yo puedo liberarme,
¿verdad?
—Probablemente, pero te pido que no lo hagas —le dije
suavemente mientras me movía a su alrededor—. Te estoy pidiendo 66
que hagas una cosa por mí, Boris. No rompas esas cadenas y sé
honesto conmigo. Bueno, dos cosas entonces.
—Voy a hacerlo —admitió después de unos momentos. Asentí y
perdí mi bata. Luego me fui a trabajar en sus pantalones y abrí la
camisa por lo que cayó sobre sus brazos—. ¿Me encadenaste para
tener sexo?
—No, no se trata de sexo —le expliqué mientras deslicé mi pierna
sobre su regazo, asegurándome de que su polla se frotaba contra mi
agujero—. Es para que no puedas huir de mis preguntas. Entiende
una cosa, Boris. Si no podemos resolver estos problemas será la
última vez que me tengas.
—¿Vas a tener sexo conmigo para conseguir lo que quieres? —Él
gruñó, claramente no le gustaba la idea.
Me quedé inmóvil y simplemente miré un momento.
—Si eso es lo que realmente piensas de mí, entonces te dejaré ir
ahora mismo—. Su rostro cayó al darse cuenta de lo mal que lo que
dijo sonó.
—No, yo sé que nunca me manipularías así. Es sólo la forma en que
la situación parece. Lo siento.
—Bueno porque podría estar manipulándote un poco, pero no es
por mí —le susurré mientras me senté en su pene. Entonces me dejé
ir, dejando que mi peso poco a poco tomara más de él en mí. Extendí
la mano y tomé su cara entre las manos—. Yo sería feliz el resto de mi
vida de estar contigo en esta forma, Boris. Me atraes y creo que eres
guapo de la manera que eres. Esto no es acerca de mí.
—¿Qué es entonces? —Preguntó, mordiéndose el labio para
mantener un gemido y probablemente no empujarse en mí.
—Tú perdonándote a ti mismo. —Sus ojos se abrieron como platos,
pero yo lo besé antes de que pudiera responder. Mis brazos
serpentearon alrededor de su cuello mientras nuestros pechos se
frotaban y mi culo golpeaba en sus muslos—. ¿Qué edad tenías 67
cuando todos se convirtieron en huérfanos?
—Veintiuno, pero.
—No hay peros —le gruñí y comencé a mover las caderas—. Tú
eras apenas un hombre, Boris. Eras el mayor, y tenías que encontrar
un nuevo hogar. Yo no habría sabido que este bosque estaba
habitado. No hay señales, no hay advertencias. ¿Cómo esperabas
saberlo?
—Las decisiones que tomé nos trajeron aquí y terminamos malditos
—gritó mientras empujaba hacia arriba—. ¡Es mi culpa!
—¡No! —Grité y lo golpeé fuerte en el hombro—. Fue culpa de la
bruja. Una persona normal hubiera dicho, esta es mi tierra, váyanse
por favor. Ustedes hubieran pedido disculpas por el error y todo
hubiera terminado ahí. La maldición no fue tu culpa, fue culpa de una
señora loca. Hay gente que simplemente busca excusas para hacer a
otros miserables. Sufriste siete años con esto, Boris. Boone y Bash no
albergan ningún rencor en contra tuyo por lo que pasó. Déjalo ir.
—No puedo —admitió mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Sí puedes. Te perdono, te perdono, todo el mundo te perdona
por lo que pasó. —Tomé una respiración profunda, listo para lanzar la
bomba en la parte siguiente—. Romper la maldición es el primer paso
en esto. —Me aseguré de mover mis caderas más rápido y él hizo
ruidos felices mientras me miraba a los ojos—. No quiero que lo
hagas por mí, sino si realmente me quieres y no me lo dices para
castigarte. Eso es inaceptable y esta será la última vez que estamos
juntos. No voy a estar con alguien, amar a alguien, que está tan
decidido que castigarse es más importante que sus sentimientos por
mí.
—No quise decirlo así —él gimió mientras apoyó su frente contra la
mía—. Por favor déjame ir.
—No, no voy a renunciar a ti —Gruñí y le golpeé de nuevo.
—No quiero que lo hagas. —Él me dio una media sonrisa—. Libera 68
mis muñecas para que pueda tocarte. ¿Por favor, Golden? No voy a
correr pero necesito tocarte más que nunca bebé.
—Oh, yo puedo hacer eso —me reí. Me deslicé de su regazo con un
gemido mientras su polla saltó libre de mí. Entonces fui a su espalda y
desabroché los grilletes. Grité cuando inmediatamente me levantó en
el aire y me empujó contra la pared, una de las mantas de caballo
colgaba allí, así que no me lastimó.
—¿Si te lo digo vas a ser mío? —Preguntó mientras empujaba de
nuevo en mí con tanta fuerza que mi culo golpeó contra la pared—.
¿Vas a compartir mi cama como lo haces con Boone y comprometerte
conmigo para siempre?
—No te puedo dar las respuestas a la prueba antes de que haya
aceptado tomarla —dije suavemente mientras él comenzó a golpear
en mí—. Pero estoy aquí, luchando por ti, Boris. Luchando para que
haya un nosotros y un futuro. ¿Eso no te dice todo lo que necesitas
saber?"
Él me hizo un gesto brusco de asentimiento y me cogió con todo lo
que tenía. Me aferré con fuerza, con la esperanza de haber llegado a
través de él. Cuando me sentí como si me fuera a desmayar de placer,
finalmente alcanzó su punto máximo.
—Boris —Grité cuando enterré mi cara en su cuello. Él gruñó y llegó
justo después de mí, llenándome con la prueba de su deseo. ¿Pero
era suficiente el deseo? ¿Deseaba mi cuerpo lo suficiente como para
hacerle ver que había algo más en el mundo de lo que se estaba
permitiendo tener?
—Te quiero, Golden —susurró en mi oído—. Desde el momento en
que te vi supe que no te quería como mi esclavo, que eras la otra
mitad de mi corazón y que te quería para siempre. Me duele nunca
habértelo dicho y haberte hecho daño. Te mereces a alguien mucho
mejor que yo y doy gracias al cielo que no veas eso y que me des un 69
momento de tu tiempo.
—Hablas bonito para alguien que acaba de follarme hasta dejarme
estúpido. —Me reí, sintiéndome atontado por el orgasmo—. Yo
también te quiero, Boris.
—Bien. —Él abrió la boca y se sentó en el heno con un golpe lo
suficientemente fuerte que casi me tiró. En el último segundo me
aferró cuando su cuerpo empezó a temblar violentamente. Me aferré
a sus hombros, sonriendo cuando el pelaje se cayó en mis dedos. Él
comenzó a achicarse un poco, incluso dentro de mí. Cuando terminó,
él todavía era enorme y me llenaba bien.
—Ahí está el hombre que amo, sin la maldición —Lo arrullé
mientras pasé las manos por encima de su hermoso rostro. Él podría
haber sido el gemelo de Boone, excepto que era un poco más
robusto. De cualquier manera eran los dos hombres más atractivos
del planeta para mí.
—Gracias, bebé —susurró contra mis labios antes de besarme.
—Gracias por quererme más que aferrarte a tu culpa y al pasado.
—Lo bueno era que este plan había funcionado porque de no ser así
habría empujado sus botones de una manera que no habría sido
capaz de recuperarse.
¡Un punto para el rubio!

70
Capítulo 9

Unos días más tarde me levanté temprano, tarareando


alegremente y salí para alimentar a los polluelos. Se estaban haciendo
muy grandes y apenas había podido jugar con ellos. Las cosas habían
ido tan bien con mis hombres y estaba tan feliz porque hoy era la
boda de Bash que no podía dejar de sonreír.
—Sí, sí, les traigo la comida —me reí ya que se asomaron y saltaron 71
sobre mí en el momento en que abrí la puerta del gallinero. Me
calentaba el corazón cada vez que miraba el gallinero porque Boris lo
había construido para mí y luego Boone lo había pintado. Tal vez era
una tontería para un hombre adulto querer pollos como mascotas
pero me dejaron tenerlos de todos modos y me apoyaron.
Me dejé caer sobre mi trasero y les di de comer de mi mano,
acariciándolos mientras comían. Hablé con ellos, contándoles acerca
de los planes de la boda y que estábamos felices porque ahora que la
maldición se había roto, todos podrían ir. Bash no había querido
casarse hasta que sus dos hermanos pudieran venir. Era un buen tipo.
—Tenemos un problema, compañero —dijo Boris detrás de mí. Me
volví y vi a mis dos hombres de pie, frunciendo el ceño con los brazos
cruzados sobre el pecho—. Tenemos que hablar.
Ouch. Palabras que un hombre nunca quiere oír.
—Está bien, ¿de qué?
—No nos gusta que saltes de cama —Boone respondió mientras se
arrodillaron a cada lado mío. Me quedé mirando a uno y luego al otro
no estando seguro de cómo manejar esto. No me gustaba dejar a uno
de ellos por la noche tampoco, ¿pero qué otra opción tenía? De
ninguna jodida manera abandonaría definitivamente a uno de ellos.
—¿Y cómo les gustaría rectificar eso? —Pregunté, sabiendo en mi
corazón lo que me gustaría.
—Queremos derribar el muro de la antigua habitación de Bash,
hacer una habitación grande y conseguir una nueva cama que pueda
adaptarse a todos nosotros —dijo Boris con un gesto firme.
—¡Sí! —Exclamé cuando me arrojé a sus brazos, con cuidado de los
polluelos. —¡Sí, sí, sí!
—Eso fue más fácil de lo que pensé que sería —murmuró y miró
por encima del hombro a Boone.
—Eso es lo que quería, pero ustedes son hermanos y no me parecía
justo pedirles dormir en la misma cama —Yo divagaba, mientras me
giré para abrazar a Boone también—. No me gusta dejar a uno de 72
ustedes para ir al otro. Pero me preocupaba que me pidieran que
escogiera a uno de ustedes.
—No pasará —Boris gruñó mientras Boone me quitó la camisa. Está
bien, así que supongo que iba a conseguir mi follada mañanera... En
el exterior—. Nos perteneces a los dos y nosotros somos tuyos.
Dormirás en medio de nosotros, no es como que no nos hayamos
visto desnudos. Podríamos tocarnos accidentalmente pero estamos
dispuestos a ignorarlo.
—Sí, todo suyo —alguien ya me había quitado mis pantalones, así
que estaba a cuatro patas desnudo—. Hagan conmigo lo que quieran.
—Con mucho gusto —Boone ronroneó mientras enterraba su cara
en mi culo. Lamió mi agujero y me empecé a maullar como un gato en
celo—. Sí, mi amor haz esos ruidos que amamos.
—Tu polla —le exigí a Boris y abrí mi boca. Me había estado
muriendo porque los dos de me follaran a la vez y esta era mi mayor
fantasía hecha realidad. Sus ojos llenos de lujuria se encontraron con
los míos mientras se deshizo rápidamente sus pantalones. Gemí e
hice mi mejor esfuerzo por no mover mis caderas mientras Boone
mordisqueó mi agujero y empujó dos dedos hacia el interior.
¿Cómo me había perdido que tenía el aceite? Debió traerlo en el
bolsillo.
Estaba tan contento de haberlo comprado cuando estuve en la
ciudad que quería ir a por más, así nunca, nunca se acabaría.
—Me encanta este aceite de menta, Golden. Tenemos que
asegurarnos de que no se termine —dijo Boone entre lamidas
mientras seguía moviendo los dedos.
—Estaba pensando lo mismo. —Eso fue todo lo que fui capaz de
salir antes de Boris empujara su polla en mis labios. Gemí y chupé
tanto de él como pude en mi garganta. Aunque ya no estaba maldito,
era un hombre grande con una muy gran polla, así que tenía
problemas para tragar todo de él. 73
Pero cada vez lo hacía mejor y no tenía ningún problema en
practicar hasta hacerlo bien.
—Respira por la nariz y relájate, bebé —Boris instruyó suavemente.
Miré hacia él y le dio un ligero movimiento de cabeza. Fue maravilloso
que me lo recordara con suavidad. Me abrumaba por el tamaño de él
a veces y trataba demasiado duro en lugar de simplemente
relajarme—. Te ves tan condenadamente bonito chupándome.
Ah, y se dieron cuenta de que me gustaba que me hablaran sucio.
—Debes probar su culo —Boone ronroneó y me dio otra lamida—.
Y le encanta que lo jodas con el dedo mientras lo lames.
—Le comí el culo anoche provocándole dos orgasmos —dijo Boris
con orgullo. Bueno, eran hermanos y un poco competitivos a veces.
Bien por mí, ya que llevaba las de ganar y tenía la sensación de que
sabía lo que iba a venir después.
—¿En serio? —Preguntó Boone mientras empujaba otro dedo—.
Hmm, entonces tal vez voy a tener para tratar de conseguir tres
orgasmos después de la boda de Bash. ¿Sólo con los dedos o también
la lengua?
¡Sip gané!
—Dedos. Los voy introduciendo de a uno hasta llegar a cuatro
mientras los monta. Le gusta ser empujado hasta el borde y estar tan
lleno como sea posible. —Me aclaré la garganta para recordarles que
estaba allí y quería atención—. Lo siento cariño. Simplemente nos
gusta tanto complacerte que comparamos notas.
—¿Puedo al menos presumir el clímax que te di ayer sólo
azotándote? —Boone preguntó mientras sacaba sus dedos. Me
estremecí, sabiendo lo que venía a continuación, y empujé mi culo
para él y apreté mis labios alrededor de la polla de Boris—. Le gusta
ser azotado. —Para probar su punto golpeó mi culo varias veces
seguidas.
—Muy interesante —Boris ronroneó mientras sacaba la polla de mi
boca. 74
—Yo no había terminado con eso —me quejé cuando me empujó
hacia arriba hasta que estaba solo en mis rodillas.
—Pero yo hubiera terminado si seguías y quiero hacerlo dentro de
ti.
Yo podría vivir con eso. Él me levantó hasta que estaba envuelto
alrededor de él y empujó su polla en mí.
—Azótalo mientras lo follo y luego podemos cambiar.
—Oh cielos, ustedes están tratando de matarme —Gemí mientras
movía mis caderas. Ellos se rieron y sentí el crujido de la mano de
Boone en mi culo. Mi polla se retorció con fugas contra el estómago
de Boris—. Más fuerte. Lo necesito más duro Boone. Fui muy malo al
dejar tu cama antes de que despiertes.
—Eso es verdad —estuvo de acuerdo—. Pero ahora todos vamos a
compartir una cama así que uno de nosotros va a atraparte si intenta
escaparte de nuevo.
—¿Y castigarme? —Gemí, frotándome contra Boris mientras movía
mis caderas más y más rápido.
—No es castigo si lo disfrutas —Boris me castigó, mordisqueando
mi hombro.
—Bien, entonces humíllame mientras lo haces —sugerí. Era otra
fantasía mía que me ataran, me nalguearan, me llamaran con
nombres sucios y me follaran hasta que me desmaye. Parecía que el
apareamiento soltó el animal dentro de mí—. Nunca me gustó ser tu
esclavo pero me puedes llamar tu puta si quieres.
Ambos gimieron y supe que lo iban a añadir a la lista de juegos de
dormitorio. De pronto, Boris se retiró y Boone se metió en mí. Grité
por el cambio en el ángulo y porque me tomó por sorpresa.
—¿Hay algo más que nuestro compañero quiera en este momento?
—Boris me preguntó con una mirada ardiente.
—Dame un beso y acaricia mi saco —grité. Ellos sabían lo que me
gustaba, como me gustaba y cuando lo quería, pero aún así amaban 75
oírme rogar por ello. Él asintió y bajó sus labios a los míos. Segundos
después sentí su mano entre mis piernas mientras Boone follaba mi
culo.
—Aprieta, mi amor, estoy cerca, —gruñó Boone. —Le gustaba que
lo apretara muy duro cuando estaba a punto de terminar. Hice lo que
quería y él gritó mientras me llenó de su semilla. Gemí y me froté
contra Boris, necesitando sólo un poco más para mi clímax.
Pero ambos retrocedieron. Boone salió de mí y me limpió mientras
me aferraba a Boris como un mono. Él dejó de tocarme y besarme.
—No terminé —murmuré mientras me sentaron en el suelo—. No
es justo.
—No terminamos contigo —Boris gruñó mientras levantaba mis
piernas de forma que mi culo y las caderas estuvieran fuera de la
tierra. Luego se metió en mí con fuerza suficiente para arrastrarme
por el césped. Boone se puso a horcajadas sobre mi cabeza y metió su
polla en mi boca.
—Sí, bebé, así me gusta —Se quejó. No podía ver nada y jadeó
cuando dos manos sujetaron mi polla, una de cada uno de ellos.
—Vente para nosotros.
Lamí y chupé como si él fuera mi comida favorita. Boris empujó un
dedo dentro de mí, junto con su polla y me vine gritando. No dejaron
de tocarme, conduciéndome a un pico cada vez más alto. Cuando una
de las olas finales me golpeó, Boris se descargó en mi culo.
Boone se alejó de mí cuando estuvo agotado y se acostó a mi lado
en el suelo, mientras Boris se levantó respirando con dificultad.
—¿Sabías que hablas cuando duermes? —Boone me preguntó con
una sonrisa traviesa.
—No —me quedé sin aliento.
—Bueno, lo haces —se rió entre dientes, trazando sus dedos sobre
mi pezón—. En los últimos días estuviste teniendo sueños
interesantes, mi compañero. Hablé con Boris ayer y nos dimos cuenta
de que estabas listo para tenernos a los dos a la vez. 76
—Si yo los recuerdo —estuve de acuerdo, mis mejillas
calentándose.
—¿Por qué no nos dijiste, Golden? —Boris preguntó suavemente
mientras bajaba mis piernas—. ¿Aún no sabes que te daría todo lo
que quieras?
—Tengo todo lo que siempre quise —le dijo en voz baja mientras
miraba entre ellos—. Cada cuento de hadas termina con una pareja
feliz. Tengo dos por lo que en mi mente la vida real puede ser mejor
que las historias. Estoy feliz.
—Sí, pero quiero conocer tus fantasías también, mi amor —Boone
respondió y me dio un beso—. Siempre y cuando no te hagamos
daño, no hay razón por la que no podamos darte lo que quieras.
—Vas a necesitar un lápiz y papel para esto —me reí mientras moví
las cejas. Se miraron el uno al otro un momento antes de estallar en
carcajadas.
—Nos aseguraremos de tomar notas —Boone estuvo de acuerdo
con una brillante sonrisa. Entonces antes de que pudiera decirles
ninguna de mis fantasías, empezaron a tocarme otra vez. Ese fue el
último pensamiento coherente mientras ellos me siguieron tocando.
Estaba feliz, porque ambos me habían reclamado y se habían
apareado conmigo. Yo era suyo y eran míos... Y parte de mí quería ir a
visitar a mi padre y darle las gracias por haberme vendido. Nahh
mejor sólo viviría con mis hombres y sería feliz... para siempre.

FIN

77
GROGOCH
Bedtime Stories 2
78

Joyee Flynn
Traducción y Corrección
DANKAR

Edición y Diseño
IPHI

NO
FACEBOOK
ni ninguna
79
red social

Si lo ponen para descargar en su blog, agradezcan y


conserven el formato. Y Gracias por ponerlo

Es de fans para fans y no recibimos ninguna compensación


económica por las traducciones que realizamos. Espero que
les guste.

Y no olviden comprar a los autores, sin ellos no podríamos


disfrutar de estas maravillosas historias

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