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Niklas Luhmann

Organización
y decisión

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Organización y decisión 2.c)t0
Niklas Luhmann
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

Luhmann, Niklas, 1927-1998


Organización y decisión / Niklas Luhmann;
Darío Rodríguez Mansilla (traductor).

1. Sociología organizacional -- Filosofía. 2. Toma


de decisiones -- Filosofía. I. Rodríguez Mansilla,
Darío, traductor. II. Universidad Iberoamericana Ciudad
de México. Departamento de Ciencias Sociales y Políticas.
111. T.
HM 786 L8418 2010

Título original en alemán: Organisation und Enischeidung. 2 ed.


02006 VS Verlag für Sozialwissenchaften 1 GWV Fachverlage GmbH, Wiesbaden .
ISBN 978-3-531-33451-6

Traductor: O 2010 Darío Rodríguez Mansilla


Diseño de cubierta: Armando Hatzacorsian

Formación electrónica: Centro de Desarrollo Editorial Titikach

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INTRODUCCIÓN.
LA TEORÍA COMO PASIÓN

1. SOCIEDAD Y ORGANIZACIONES.

Niklas Luhmann tenía una pasión incurable por la teoría. De hecho el Festschrift,
con que numerosos sociólogos alemanes homenajearon su cumpleaños número se-
senta, lleva precisamente el título de Theorie als Passion, que me he permitido
copiar para esta introducción. Durante su vida construyó una importante teoría
de los sistemas sociales, una teoría de la comunicación, una teoría de la sociedad
contemporánea y esta teoría de las organizaciones.
El presente libro ofrece, por consiguiente una teoría sociológica de las organi-
zaciones, que las estudia con las mismas herramientas conceptuales utilizadas para
desarrollar la teoría de la sociedad moderna. Este hecho no debería sorprender,
dado que Max Weber, en los comienzos de la sociología, analizó la burocracia
como resultado del proceso de racionalización experimentado por la sociedad en
su camino a la modernidad. Sin embargo, la especialización creciente de la disci-
plina condujo a que los sociólogos organizacionales olvidaran a su padre y dedica-
ran sus esfuerzos a comprender los sistemas organizacionales como si estuvieran
aislados, esto es, prescindiendo de la sociedad que hacía posible que surgieran, que
los rodeaba como entorno, de la cual estaban hechos como sistemas de comunica-
ción y a cuya existencia contribuían con sus comunicaciones.
Fue necesario un pensador tan brillante como Niklas Luhmann, para que la
sociología de las organizaciones abandonara su isla y volviera a comprender que
las organizaciones son un fenómeno característico y propio de la sociedad y
que no tiene sentido tratar de entenderlas olvidando este hecho. Por eso es que el
texto que aquí se presenta constituye la primera teoría sociológica de las organi-
zaciones en la sociedad moderna contemporánea. Se encuentra directamente re-
lacionada con la teoría de la sociedad que Luhmann publicara después de treinta
años de trabajo' y las reflexiones que la fundamentan abarcan el mismo período siempre una forma de dos lados que caracteriza algo respecto a aquello de lo cual lo
de maduración. distingue. Por ejemplo, en la distinción hombre / animal, hombre queda caracterizado
Es una teoría sólida que también se nutre de fuentes no sociológicas, como la como ser humano, en la distinción hombre / mujer, hombre se define por su género,
administración, la psicología social, la psiquiatría, la cibernética, la matemática o en la distinción hombre / máquina, hombre es identificado por su organismo. Una
la biología, entre otras. Su marco teórico es el mismo con que Luhmann analizara distinción presenta la paradoja de ser la unidad de la diferencia: es esto o lo otro,
el derecho, la política, el arte, la educación, la economía, la ciencia, la religión, los pero también esto y lo otro. La teoría de la forma de George Spencer Brown,' seña-
medios de masas, la sociedad, etc., y también ha sido publicado en nuestro idioma.' la que cuando se traza una distinción se hace una marca que divide el espacio, in-
Dicho marco teórico consiste en una teoría original de los sistemas sociales que dicando uno de los lados y dejando el otro como "unmarked space". El observador,
Luhmann tuvo que elaborar, porque necesitaba aproximarse a una realidad abso- entonces, queda ubicado en uno de los lados y observa hacia el otro, pero es incapaz
lutamente nueva, como es la sociedad actual, con un marco conceptual también de observar la distinción con la cual distingue. Tampoco se puede observar a sí
nuevo: así como no es posible explicar en qué consiste Facebook sin conceptos de mismo observando. Tanto la distinción como él mismo constituyen el punto ciego
electrónica, ciberespacio, computación, internet ni fotografía, tampoco se puede_ de toda observación. Sin embargo, el observador puede reintroducir la distinción
dilucidar los fenómenos propios de la sociedad mundial sin los conceptos adecua- hecha en el lado ocupado por el observador, esta operación se denomina re-entry y,
dos. Además de contar con una teoría adecuada para conocer la sociedad moderna con ella, el observador puede ahora observar tanto el otro lado, como la distinción
y los fenómenos característicos de sus distintos sistemas funcionales, la evidente que lo constituyera. Al hacerlo, no obstante, el observador se ha desplazado ubi-
ventaja de dicho marco conceptual consiste en que es posible aplicarlo a todos los cándose en el nuevo espacio generado por el re-entry y, por lo tanto, si bien puede
sistemas sociales, entre los cuales se encuentran las organizaciones, dilucidando, observar su distinción original, no puede observar la distinción que ahora usa, la
naturalmente, sus vínculos más amplios. Esto es necesario recalcarlo por la estre- cual es ahora su punto ciego: nadie puede ver sus propios ojos. La autoobserva-
cha relación que tiene esta teoría de las organizaciones con la teoría de la sociedad. ción, por consiguiente, es resultado de dicho re-eniry. El observador puede auto-
observarse, aunque no en el mismo acto de observar. Si bien ningún observador
puede autoobservarse observando, debido a que no puede observar el esquema de
2. SISTEMAS SOCIALES distinción que está utilizando para observar y que permanece como su punto ciego,
puede observar a otro observador observando. Esta es la observación de segundo
Pese a la continuidad entre las teorías de sistemas, de la sociedad y de las organiza- orden. Un observador de segundo orden puede observar tanto lo que el otro obser-
ciones construidas por Niklas Luhmann, este libro constituye una unidad y se puede vador observa, como a ese propio observador. Observa, entonces, el punto ciego
leer por sí mismo, sin necesidad de acudir a la extensa bibliografia luhmanniana del otro observador, sus esquemas de distinción: no puedo ver mis ojos, pero puedo
para comprenderlo. Sin embargo, para facilitar el acceso al edificio conceptual que ver como brillan los tuyos mirando el atardecer.
lo enmarca, describiremos brevemente algunos de sus componentes fundamentales. No es una teoría normativa, sino científica. Esto significa que está dotada de la
La teoría sociológica de Niklas Luhmann se elabora desde la observación. Por capacidad de aprender, porque cumple con el principio de falsabilidad de Popper. 4 Si
eso se aparta de toda connotación ontológica. Observar consiste en hacer distincio- se demuestra falsa, es preciso modificarla. Una teoría normativa, en cambio, no puede
nes, porque se requiere distinguir lo observado de todo lo demás. Una distinción es aprender, esto es, no es transformada porque se demuestre que no se cumple. El hecho
que el asesinato sea frecuente, no conduce a eliminar el código normativo "no matar".
Niklas Luhmann. 2007. La sociedad de la sociedad. México: Herder.
2 Niklas Luhmann. 1991. Sistemas sociales. México: Universidad Iberoamericana / Alianza 3 George Spencer Brown. 1979. Laws of Form. New York: Dutton
editorial. Karl Popper. 1962. La lógica de la investigación científica. Madrid: Technos.
Por eso la teoría de Luhmann carece de conceptos que apunten al deber ser. Acaso entre sus miembros, porque el número de estos es reducido. En una universidad,
un buen ejemplo de esto sea el de la racionalidad. Si bien tanto Herbert Simon una ciudad o en la sociedad mundial, eso es imposible y se produce la selectivi-
como Daniel Kahnemad obtuvieron sendos premios Nobel de Economía por sus dad que hace ciertas relaciones extremadamente probables y otras altamente im-
trabajos sobre las limitaciones de la racionalidad, en el estudio de las organizacio- probables. Pero también se puede definir la complejidad desde la observación. Un
nes se sigue buscando normativamente diferentes maneras de hacerlas más racio- sistema es complejo cuando hace sus selecciones por sí mismo y el observador no
nales. El extraño argumento normativo parece ser: aunque la racionalidad no sea está en condiciones de predecir qué selecciones preferirá. Complejidad, en este
posible, es deseable y dado que es deseable, es posible. último sentido, equivale a incertidumbre y los sistemas intentan absorber incerti-
El método funcionalista utilizado por Luhmann. lo lleva a apartarse de la de- dumbre, especialmente cuando han de decidir. Desde la observación, la compleji-
finición muy frecuente de función en términos del concepto de causalidad ontoló- dad puede ser clasificada como objetual, referida a objetos, cosas; social, referida a
gica. Según éste, la función no es más que un efecto y, dado que la relación causal sistemas psíquicos o sociales; y temporal, referida al tiempo, a la continua perma-
es comprendida en términos temporales, se sospechaba que el método funcionalis- nencia del presente con un futuro y un pasado siempre cambiantes.
ta ocultaba una teleología inaceptable, pese a los esfuerzos hechos por Comte y Los sistemas sociales son autopoiéticos. El concepto de autopoiesis fue traído
Durkheim8 para separar causas y funciones. Luhmann es enfático al respecto: "La por Luhmann a la teoría sociológica, desde la biología de Humberto Maturana y
función no es ningún efecto a producir, sino un esquema lógico regulador, que or- Francisco Varela." Se refiere a sistemas capaces de producirse a sí mismos, elabo-
ganiza un ámbito de comparación de efectos equivalentes". 9 rando sus propios elementos. Generan, por decirlo así, su nivel de emergencia. La
Un sistema surge al distinguirse de su entorno. Sistema y entorno emergen, autopoiesis es un modo de operar, no una explicación, y supone que los sistemas
entonces, como producto de la misma operación de distinción que los distingue. están constituidos como una red de producción de componentes que, al operar,
La diferencia entre ambos es, siguiendo la ley de requisite variety de Ashby,' una produce los componentes que la componen. Pregunta central, por lo tanto; es cuá-
gradiente de complejidad. El sistema es siempre menos complejo que su entor- les son los componentes de un sistema que se ha de entender como autopoiético.
no y ocurre como una reducción de complejidad. La función de la construcción La respuesta, como para todos los sistemas sociales, es la comunicación que, en el
de sistema es reducir complejidad. En otras palabras, entre todas las relaciones caso de las organizaciones, comunica decisiones generando lazos para el decidir
sociales posibles, se seleccionan sólo algunas y, al hacerlo, se produce un sistema posterior. Las organizaciones, como todo sistema autopoiético, tienen con su en-
de amigos, una organización, una agrupación. La complejidad, por lo tanto, se torno una relación de acoplamiento estructural en la cual el sistema está permanen-
refiere al número de posibles relaciones entre elementos. Un sistema es complejo, temente acoplado con su entorno. No existen sistemas "mal adaptados", ni en pro-
entonces, cuando no puede actualizar todas las relaciones que podrían generar- ceso de adaptación o desadaptación. Un sistema mal adaptado o, peor, desadaptado
se entre sus elementos. Una familia, por ejemplo, puede realizar todas las relaciones no existe. Los sistemas autopoiéticos, además, operan en clausura operativa, lo que
significa que nada proveniente del entorno pasa a formar parte, como elemento, en
ellos. Sin embargo, los sistemas autopoiéticos desarrollan sensibilidades relacio-
Herbert Simon. 1956. Rational Choice and the Stnicture of the Environment. Psychologi- nadas con el entorno. Deben incorporar en su estructura ciertas sensibilidades que,
cal Review 129-138. al ser afectadas desde el entorno, provoquen en el sistema cambios estructurales
6 Daniel Kahneman, Paul Slovic, Amos Tversky. 1982. Judgement unter Uncertainty.
que hagan posible que éste mantenga su situación de acoplamiento estructural con
Heuristics and Biases. Cambridge U.K.: Cambridge University Press.
Augusto Comte. 1981. La física social. Madrid: Aguilar aquél. Esto es lo que Maturana denomina "gatillamientos" y Luhmann prefiere
Emilio Durkheim. 1967. De la división del trabajo social. Buenos Aires: Shapire
Niklas Luhmann. 1973. Ilustración sociológica y otros ensayos. Buenos Aires: Sur, p. 20.
W. Ross Ashby. 1972. Introducción a la cibernética. Buenos Aires: Ediciones Nueva Humberto Maturana y Francisco Varela. 1984. El árbol del conocimiento. Santiago: OEA
Visión. / Editorial Universitaria.
llamar "irritabilidades". En virtud de estas irritabilidades, el sistema parece "adap- síntesis de tres selecciones que tiene lugar en la presencia de alter y ego, pero
tarse" a los cambios de su entorno, en circunstancias que no ha ocurrido nada más que no consiste de las acciones de éstos. La comunicación, por tanto, es un fe-
que un cambio predeterminado en la misma estructura del sistema. Dado que en nómeno emergente que caracteriza el paso del nivel psicológico individual al ni-
los sistemas que se encuentran en el entorno del sistema también existen estas irri- vel social en que los individuos quedan formando parte esencial del entorno. Las
tabilidades, en el curso de la evolución, todos ellos van experimentando cambios tres selecciones cuya síntesis configura la comunicación son:
que les permiten sobrevivir, manteniendo los acoplamientos estructurales entre sí.
Esta relación de acoplamiento permanente, bajo una situación de constante cambio a) Selección de una información: Alter debe seleccionar entre las informacio-
de los sistemas involucrados, es una suerte de danza estructural que Maturana de- nes de que dispone cuál es la que desea compartir con Ego. Información es
fine como "structural drift" (deriva estructural). entendida por Luhmann, de acuerdo a la definición de Bateson," como "la
Decíamos que si se define un sistema como "autopoiético", es preciso deter- diferencia que hace la diferencia". Por esta razón, la información siempre
minar cuáles son sus componentes porque, conforme al concepto de autopoiesis, sorprende y sólo es información al momento de ser recibida, en el instante
éstos deben ser constantemente producidos en la operación normal del sistema. en que "hace la diferencia" con lo que Ego sabía: no antes, porque no la
Las células, por ejemplo, son las unidades de un sistema autopoiético vivo que • conoce, tampoco después, porque ya la sabe.
son elaboradas por éste, para reemplazar células envejecidas o inservibles, evi- b) Selección de un modo de darla-a-conocer: Alter selecciona el medio —oral,
tando así que el sistema muera con ellas. En el caso de los sistemas sociales, escrito, digital— en que va a dar-a-conocer la información seleccionada.
estas unidades básicas son las comunicaciones. Dichas comunicaciones son even- Además, escoge las palabras y gestos con que la ha de expresar.
tos pasajeros inmodificables que, al momento de producirse, van dejando de ser c) Selección de una comprensión: Ego selecciona lo que entiende de lo que ha
y provocando nuevas comunicaciones que ocupan su lugar haciendo que el siste- escuchado o leído. Trata de dilucidar cuál es la información portada por el
ma social permanezca y cambie, manteniendo el acoplamiento estructural con su modo de darla-a-conocer que ha recibido de parte de Alter.
entorno.
En esto reside una de las innovaciones más notables que la teoría luh- La comunicación, por lo tanto, no es ninguna de las selecciones indicadas, sino
manniana introduce en el pensamiento sociológico. En efecto, como hizo ver su síntesis; por eso es intrínsecamente social y no es una acción ni un conjunto de
Parsons,' toda la reflexión filosófica y sociológica acerca del fenómeno social acciones. Sólo se produce en el momento en que Ego selecciona la comprensión,
ha estado impregnada, desde sus comienzos hasta la actualidad, por el concep- lo que, naturalmente, incluye la incomprensión.
to de acción. Únicamente Luhmann ha sido capaz, hasta el mismo siglo xxi, de Todos los sistemas sociales son sistemas autopoiéticos de comunicación. Esto
cambiar este concepto básico de constitución de los hechos sociales por el de co- significa que los seres humanos no son componentes de ellos, sino sistemas psíqui-
municación. Y lo ha hecho, porque de acuerdo a su definición solamente la cos, que también son autopoiéticos, pero sus componentes no son comunicaciones,
comunicación es siempre un fenómeno social, a diferencia de la acción que es sino pensamientos. Los seres humanos no pertenecen a ningún sistema social, sino
genéricamente individual y requiere ser calificada de social o, para decirlo con que se encuentran en el entorno de éstos. Poner a los sistemas psíquicos en el en-
Habermas, de comunicativa.' La comunicación no consiste en una transmisión torno de los sistemas sociales no les resta importancia, por el contrario, les otorga
de alguien a alguien, como pretende la persistente teoría de la acción, sino la toda la importancia de no quedar sometidos a la autopoiesis de los sistemas sociales.

" Talcott Parsons. 1968. La estructura de la acción social. Madrid: Ediciones Guadarrama. 14 Gregory Bateson. 1976. Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Planeta /

" Jürgen Habermas. 1998. Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus. Carlos Lohlé.
La complejidad de cada individuo es demasiado grande, como para que quede su- dos colegas que conducen una investigación, en una universidad, es un sistema de
bordinada a las comunicaciones en que dicho individuo participa. Evidentemente, interacción y todo lo que digan hace posible la autopoiesis de dicha interacción.
no puede haber sistemas sociales sin seres humanos, como tampoco puede haber También es parte de la organización que es la universidad y esa conversación, por
sistemas sin entorno. Luhmann distingue tres tipos de sistemas sociales: sociedad, lo tanto, se inserta en la autopoiesis de ese sistema de organización. Finalmente,
organización e interacción. Todos ellos están hechos de comunicaciones, pero tie- por ser una comunicación, integra la autopoiesis de la sociedad mundial.
nen distintos modos de constitución: Otro concepto central de la teoría de Niklas Luhmann es el de atribución. Aun-
que los sistemas sociales están compuestos por comunicaciones y no por accio-
a) Sociedad: constituida por todas las comunicaciones posibles. Carece, por nes, para hacer posible la conectividad de las comunicaciones, atribuyen acciones
lo tanto, de entorno social. Hoy en día es un sistema único, global: la socie- a personas: se dice que alguien ha dicho algo y que otra persona ha escuchado.
dad mundial. Cada vez que alguien dice algo, contribuye a la autopoiesis Se hace, por lo tanto, la distinción: Acción / vivencia o experiencia. Tanto la ac-
de la sociedad mundial. ción como la vivencia carecen de existencia ontológica, porque no son en sí. Sólo
b) Organización: se caracteriza por poner condiciones que deben ser acep- son atribuciones hechas por el sistema social o un observador. Se atribuye cierto
tadas por quienes desean pertenecer a ellas como miembros. Toda orga acontecimiento como acción, cuando se indica que su origen se debe a alguien:
nización surge en el interior de la sociedad y tiene un entorno social una persona habla, camina, ríe, come, etc. Ese mismo acontecimiento se atribuye
constituido por las comunicaciones que no son parte de ella. Es el único como vivencia o experiencia, cuando se señala que el origen de dicho evento se
sistema social capaz de comunicarse con su entorno. Las organizaciones encuentra en el entorno de esa persona: ella lo escucha, ve, siente, percibe, etc. Es-
emiten declaraciones, postulan a licitaciones, llaman a concurso, hacen tas atribuciones permiten la conectividad de las comunicaciones, porque dado que
publicidad sobre sus productos, etc. Pero la sociedad no sólo está en el alguien ha preguntado algo, quien lo haya escuchado querrá responderle. También
entorno de las organizaciones, también es parte de ellas, porque cada la persona es un dispositivo comunicacional creado por el propio sistema social,
vez que un jefe indica algo a un subordinado se produce una comunica- que no debe confundirse con el ser humano.
ción que aporta tanto a la autopoiesis de la organización como a la auto- La causalidad también es una atribución. Si bien la causalidad puede confor-
poiesis de la sociedad. mar una cadena infinita, cuyo inicio puede remontarse al pasado más remoto, se
c) Interacción: Es un sistema social pasajero, que se produce por las co- atribuyen causas directas o indirectas a los diferentes fenómenos y con eso se cons-
municaciones sostenidas entre personas físicamente presentes. Cada vez truyen explicaciones que absorben incertidumbre. La hoy en día importante distin-
que alguien dice algo a otra persona —le pregunta la hora, es parte de una ción riesgo / peligro es otra atribución. Se dice que algo es un peligro cuando se
asamblea, dicta una clase o asiste a ella, toma café en su compañía, etc.- opina que podría acaecer un daño futuro, cuya causa se atribuye al entorno. En una
se genera un sistema de interacción, cuya autopoiesis continuará hasta ciudad como Santiago de Chile existe el peligro de un terremoto, quien se interna
el momento en que sus integrantes se despidan y se separen. La interac- por el Amazonas sabe que corre el peligro de ser mordido por una víbora o enfer-
ción no se comunica con su entorno, porque tan pronto como alguno de mar de malaria, al atravesar una calle alguien tiene el peligro de ser atropellado,
sus integrantes inicia una conversación con una persona que no ha sido etc. Se habla de riesgo cuando se atribuye la causa del posible daño futuro a la
parte de la interacción, esa persona pasa a integrar también el sistema de decisión de una persona u organización. Sabiendo que hay peligro de terremotos,
interacción. alguien decide comprarse un departamento en el piso 18 de un edificio asumiendo
el riesgo de que un terremoto lo destruya. Algunos aventureros se arriesgan toman-
Estos tres tipos de sistemas son diferentes, porque sus criterios de selección lo son. do serpientes o cocodrilos frente a las cámaras de televisión, corriendo el riesgo de
Sin embargo, pese a su diferencia se pueden superponer. La conversación entre morir y ocasionalmente se ve a algún individuo cruzar una autopista, desafiando el

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riesgo de ser arrollado. Las sociedades tradicionales fueron sociedades del peligro, evidentemente, sus resultados cambian cada vez. En matemática, por ejemplo, se
porque las causas de la inmensa mayoría de los daños eran atribuidas al entorno: la puede sacar raíz cuadrada de una raíz cuadrada y el resultado es diferente al de
naturaleza, el destino, la suerte, los dioses dominaban ese mundo. La actual es una la primera raíz. Si la recursividad continúa aplicando la operación raíz cuadrada,
sociedad del riesgo. Se atribuye el origen de los daños a decisiones que luego se aparece lo que el matemático alemán David Hilbert denominó Eigenwerte (valores
lamentan. Nadie diría que tuvo mala suerte porque fue mordido por la araña que propios, o valores Eigen) y que consiste en que de pronto el resultado se estabiliza
tenía de mascota, cayó de la endeble escalera con que pintaba su casa o enfermó de y no vuelve a cambiar, aunque se insista en la recursividad. En el ejemplo de
paludismo por ir a un lugar en que esa enfermedad era endémica, sin haberse va- las raíces, el valor que se estabiliza es el número uno. Dicho número es un valor
cunado. Por eso en esta sociedad del riesgo se multiplican los seguros, los que ob- propio de la operación raíz cuadrada, porque no depende de cuál haya sido la
viamente no aseguran contra el daño, sino que sólo contribuyen a paliar económi- cantidad inicial con la que el proceso recursivo comenzó. Cualquiera haya sido
camente sus efectos. También la distinción auto/heterorreferencia es una atribución el número del que se extrajo la primera raíz cuadrada, la recursividad de la ope-
que hace un sistema sea a su entorno (heterorreferencia) sea a sí mismo (autorrefe- ración concluirá, tarde o temprano, por obtener el valor uno y estabilizarse en
rencia). Por supuesto que ambas atribuciones son hechas por el sistema interna- él. Luhmann usa el concepto para explicar la estabilización de las palabras en el
mente, pero atribuir algo al entorno o a sí mismo le permite observar y operar en el' lenguaje, que si bien en ocasiones pueden cambiar, algo que no sucede con los
entorno. valores propios matemáticos, sus significados y modos de articulación tienen
La distinción medium/forma es tomada por Luhmann del psicólogo social gran duración.
Fritz Heider", quien explicaba la percepción a distancia indicando que podemos Finalmente, el último concepto que consideramos importante presentar corres-
ver un objeto porque la luz es un medium cuyos elementos se encuentran aco- ponde a la distinción máquinas triviales / máquinas no-triviales utilizada frecuen-
plados en forma floja y permite que se imprima en ella la forma de la cosa que temente por Luhmann. Esta distinción proviene del físico austríaco Heinz von
refleja la luz. Al imprimir su forma, la cosa acopla firmemente algunos elementos Foerster,' quien define como máquinas triviales las que al mismo input respon-
del medium, aunque sólo momentáneamente y sin desgastar al medium. Escucha- den siempre con el mismo output, lo que las hace altamente predecibles. Las má-
mos los sonidos, porque son formas de acoplamiento firme de los elementos del quinas no-triviales, en cambio, responden al mismo input con outputs diferentes
aire que habitualmente están acoplados flojamente. Luhmann usa la distinción y, por esta razón, resultan impredecibles. Parecieran ser totalmente arbitrarias y
para decir, por ejemplo, que el lenguaje es un medium en el cual se imprimen no tener ninguna determinación estructural. Sin embargo, von Foerster dice que
las formas de las palabras y frases que usamos en la comunicación. El medium también se encuentran determinadas por su estructura y lo que ocurre es que su
es invisible, sólo las formas se hacen visibles en él. Así como no vemos la luz, estructura se modifica al procesar su propio output, lo que conduce a que cuando
sino las cosas que ilumina, ni escuchamos el aire, sino los sonidos, tampoco se vuelve a ingresar el mismo input la máquina tiene otra estructura y por eso
oímos el lenguaje, sino las conversaciones impresas en él. También el sentido es responde con un output diferente. A modo de ejemplo, es posible apagar y en-
un medium en el cual se imprime la forma del sentido particular que tiene una cender varias veces una lámpara o un computador y, mientras estén en buenas
comunicación. condiciones, siempre se encenderán o apagarán de la misma manera. Sin embargo,
El concepto de recursividad también es importante en el pensamiento de si se pregunta a una persona varias veces seguidas su nombre, es prácticamente
Luhmann. La recursividad es un proceso que no hay que confundir con la repe- imposible que responda dos veces del mismo modo, sin alterar el tono de voz,
tición. En esta última se vuelve una y otra vez a hacer lo mismo y nada cambia. sin sonrojarse, sin reír ni molestarse, etc. Los seres humanos y los sistemas socia-
En la recursividad, en cambio, una operación vuelve a ser aplicada a sí misma y, les son máquinas no-triviales porque cada vez que responden, perciben que lo han

15 Fritz Heider. 1926. Ding und Medium. Symposion I, pp. 109-157. 16 Heinz von Foerster. 1981. Observing Systems. California: Seaside.

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hecho y, por consiguiente, la segunda vez que reciben la pregunta saben que ya la Ya que acepté convertirme en traidor, al menos quise ser uno muy leal y bien
4Pir
han respondido, razón por la cual su estructura ha cambiado y la pregunta no es intencionado.
procesada como la vez anterior. El profesor Luhmann utilizaba frecuentemente términos en inglés o francés.
Para facilitar la lectura, me permití traducir entre paréntesis esas palabras o fra-
ses. No quise hacerlo en citas a pie de página, para evitar que se alterara el número
3. ESTE LIBRO de las citas puestas por el autor, porque con frecuencia alude a ellas en el resto del
texto.
Debemos al profesor Dr. Dirk Baecker, uno de los discípulos más eminentes de Darío Rodríguez M.
Niklas Luhmann, que éste y muchos otros libros dejados sin publicar a su muerte Facultad de Ingeniería
hayan salido a la luz pública. Aunque, con enorme modestia, al final de esta obra Universidad Diego Portales
expresa no haber hecho gran cosa, es indudable que sin su desinteresado esfuerzo
jamás habría sido publicada en la forma en que lo ha sido.
Esta traducción tiene una historia, que quisiera relatar. Durante mucho tiempo,
el profesor Dr. Javier Torres Nafarrate me trató de convencer que tradujera este
importante texto. Me resistía a hacerlo, porque no quería traicionar alevemente al
maestro de Bielefeld. Javier, con la persistencia que lo caracteriza, le pidió enton-
ces al Dr. Raúl Zamorano que tradujera el libro desde la excelente traducción
al italiano, hecha por otro de los discípulos distinguidos de Luhmann, el profesor
Dr. Giancarlo Corsi. A medida que Raúl traducía, Javier me enviaba los capítulos
que yo revisaba, cotejándolos con el original alemán. No era un trabajo sencillo,
porque los capítulos que recibía eran el resultado de una doble traducción: del ale-
mán al italiano y de éste al español. Desgraciadamente, al finalizar la traducción
del sexto capítulo, Raúl enfermó gravemente y no pudo continuar. Aprovechando
que Giancarlo venía a Chile, en octubre del año 2008, al Congreso Internacional
sobre la Teoría de Luhmann, le escribí pidiéndole me trajera un ejemplar de su
traducción. Continué así traduciendo directamente del alemán y acudiendo a la
versión italiana cuando me encontraba confuso acerca de cuál podría ser la mejor
forma de exponer alguna idea.
Con gran generosidad, mi colega del Instituto de Sociología y amigo, profe-
sor René Ríos, leía la traducción haciéndome notar frases que, según decía, esta-
ban escritas en alemán, aunque con palabras castellanas. Le recordaban, insistía,
el modo de hablar del Jedi Yoda de la Guerra de las Galaxias. Finalmente, enviaba
la versión final a Javier quien a la sazón se encontraba en Bielefeld. Él la iba le-
yendo, procurando mejorar los desaguisados que yo había cometido con el espa-
ñol. El resultado de esta múltiple colaboración es el libro que tiene en sus manos.

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PRÓLOGO

Las organizaciones reciben mayor atención, que la que han tenido hasta el momento y,
ante todo: otra forma de atención. Afirmar esto puede parecer osado, dada la multipli-
cidad de formas en que las organizaciones se convierten en tema de comunicaciones
de la vida cotidiana y de las ciencias competentes. Aunque acaso sea precisamente
ésta una razón, para concentrar con mayor fuerza la mirada sobre la organización
(y cambiamos de plural a singular). En perspectiva teórica, importa, teniendo en
cuenta el hecho que la pregunta por el ser de la organización (como es típico de
las preguntas por el ser; lisa y llanamente, de las preguntas "qué") parece haberse
tornado improductiva. Pero también podría ser importante, en un sentido político-
práctico, estar en condiciones de suponer otro entendimiento de la organización.
Precisamente, debido a que las organizaciones (otra vez plural) se han hecho tan
importantes e indispensables para la sociedad moderna é incluso para la vida mo-
derna, podría ser relevante poder concebir mejor su "lógica propia". Justamente
cuando la determinación lejana —sea por los propietarios u otros "dominios", sea
por ideologías liberales o socialistas, sea por representaciones, organizadas a su
vez, de intereses— se hace crecientemente problemática, podría sér importante do-
tar a las organizaciones con una autocomprensión, que les hiciera posible respon-
sabilizarse por sus propios asuntos. Se habla de descentralización, se demanda ma-
yor flexibilidad - por ejemplo, para la regulación de los tiempos de trabajo o para el
aplanamiento de las jerarquías o para eliminar lo innecesario. Aunque también
los tópicos de moda de la industria de la consultoría pertenecen, tal vez, a los
ya mencionados factores externos, que prescinden de la, para ellos, demasiado
compleja pregunta, acerca de si no podrá la organización particular descubrir
por sí misma cómo arreglárselas mejor. Cuando se practica la "participación",
hoy no es ya más una palabra grandilocuente, que deba mostrar el camino de
cómo llegar a ser un ser humano o de cómo tratar a los seres humanos como
seres humanos, sino que se trata de cuál es la forma de alcanzar los mejores re- y, para continuar procesando, requiere mundos imaginarios, tiempo, memoria y
sultados posibles. espacio libre para oscilar. Con esto, el sistema pasa a ser una máquina histórica
Esto no debe ser leído, nuevamente, como una receta en el sentido de "responsabili- incalculable, con futuro imprevisible.
dad propia", "desregulación", "descentralización", etc. Tampoco hay, evidentemente, Las organizaciones deberían corresponder más bien al cálculo de la forma que
organización alguna que no dependa, de manera estrecha y con escaso radio de acción, a la teoría dialéctica, al menos si ya no son concebidas como sistemas que logran
de su entorno, por ejemplo, de su mercado o de sus fuentes financieras. Aunque fines (que se finalizan a sí mismos), lo que siempre fue sólo un modelo normativo-
también en este caso sigue siendo válida la pregunta respecto a cómo determina racional, jamás una descripción empírica. Por otra parte, no será posible atribuirles
una organización, lo que puede hacer teniendo en cuenta tales dependencias. O, en la contundencia de un auto cálculo. La sociología de la organización deberá, por lo
otros términos: cómo puede ella incorporar libertades, alternativas, espacios de los tanto, buscar sus propios caminos.
cuales disponer en las dependencias de su entorno y en las dependencias respecto Es evidente que las organizaciones son sistemas históricos no calculables e im-
a su propio pasado. Parece que aquí podemos contar con una necesidad de orien- predecibles, que cada vez parten de un presente que han producido ellos mismos.
tación. Y, si esta suposición es correcta, el punto de partida debería consistir en la Es obvio que son sistemas que pueden observarse a sí mismos y &otros, oscilando,
pregunta acerca de cómo una organización se diferencia a sí misma de lo que ella por lo tanto, entre la autorreferencia y la heterorreferencia. Es claro que deben su
no es, ni quiere ser. estabilidad a una red de acoplamientos flojos, no a una "técnica" de acoplamien-
Es claro que estas preguntas conducen mucho más allá del ámbito conceptual tos firmes. Sin embargo, esto de ninguna manera excluye escribir un texto sobre
y teórico de la ciencia de la organización. Deberemos planteárnoslas, sin perder organizaciones que ordene las observaciones en forma más estricta que las pro-
de vista nuestro objetivo cercano de elaborar una teoría de la organización ajustada pias organizaciones. Un texto como ése no intenta presentar un modelo normati-
a la situación actual. Todos los sistemas cognitivos procesan distinciones. Son su vo de organización racional, tampoco promete logros de racionalidad ni, mucho
procesamiento de sus distinciones. Esto también es válido, por lo tanto, para las menos, ahorro de costos. Tampoco trata de representar la realidad bajo la forma
organizaciones —para el tema del texto que sigue. Es válido, también, para la presen- de un panorama sinóptico — tal como un mapa representa al territorio. La intención
tación, para los textos que se escriben acerca de las organizaciones. También vale, se ubica más allá de la clásica división entre teorías normativas y descriptivas. Se
aplicando una formulación de Friedrich Schlegel, para la "organización de textos" trata, más bien, de mostrar que un texto teórico puede generar mayor consistencia
sobre organizaciones. La pregunta, entonces, sólo es: cuán estrecha resulta la cognitiva, de la que es visible en el cotidiano operar de los sistemas. En este sentido,
conexión entre las distinciones; cuán lógicamente, se podría decir, procesa el sistema. el texto quiere ilustrar, mediante su propio procesamiento de distinciones, aunque,
Se podría encontrar modelos para esto en la dialéctica de Hegel. Ésta lo- naturalmente, de distinciones que distinguen las distinciones de las organizaciones.
gra representar la autoorganización (del espíritu), concibiendo las distincio- La primera distinción (del texto) afirma que las organizaciones son sistemas
nes como contradicciones y las contradicciones como inestables. Por eso, luego autopoiéticos, que se producen y reproducen a sí mismos por medio de operacio-
que la teoría del sujeto es rechazada por unilateral, sólo puede prever la cons- nes propias. Esto implica la tesis de que las organizaciones se caracterizan a sí
trucción como superación de contradicciones, con las consecuencias que co- mismas como organizaciones, puesto que, de otro modo, un observador externo
nocemos. Otro ejemplo sería el cálculo de la forma de George Spencer Brown. tampoco podría saber si el sistema que observa es o no una organización. Un ob-
Éste presenta, en la forma de un cálculo matemático, el modo en que las formas servador puede, naturalmente, elaborar sus propios conceptos "analíticos", pero
(distinciones marcadas) llegan a observarse a sí mismas. Mientras la dialécti- sólo le pueden servir para observarse a sí mismo.
ca hegeliana concluye en que el concepto ha completado su trabajo y llega a sí Llegamos, entonces, a la pregunta: por medio de qué operaciones se distingue
mismo, el cálculo de la forma finaliza en que destruye su propia calculabilidad y una organización a sí misma respecto a otros sistemas autopoiéticos, determinán-
alcanza un estado que sólo puede ser descrito como "unresolvable indeterminacy" dose al hacerlo como una organización, haciéndose organización. La respuesta es:
mediante decisión. Esto conduce a la pregunta de a través de qué se distinguen cialmente y autorreferencialmente. Sólo en este discernimiento se fundamenta la
las decisiones y pese e incluso debido a su distinguibilidad, se dejan conectar. La conexión de la teoría con su objeto. No presuponemos, por lo tanto, principios de
respuesta se encuentra en el concepto de absorción de incertidumbre. Esto podría la naturaleza o la razón ni un concepto de verdad, que prometa alguna conexión
sugerir la idea que las organizaciones transforman la incertidumbre en certidum- "adecuada" entre estos dos componentes del conocimiento. La premisa de la orga-
bre, a través de la conexión de decisiones. Aunque esto es correcto, no basta para nización es el ser desconocido del futuro y el éxito de las organizaciones reside en
concebir el potencial de reflexión y auto modificación de las organizaciones. Para el tratamiento de esta incertidumbre: su aumento, su especificación y la reducción
esto sirve la distinción entre decisiones y premisas de decisión, la cual hace posible de sus costos.
una clausura doble del sistema, tanto a nivel operativo como a nivel estructural. Quien crea que no puede soportar esto y que tampoco es suficientemente cu-
Y la doble clausura, en general, es una condición de la reflexión. Finalmente, las rioso para probarlo, debería interrumpir aquí la lectura.
premisas de decisión son distinguidas en sí mismas, según diferentes tipos, esto
es programas de decisión, vías de personal y comunicación, que convierten las
competencias (división del trabajo) en nexos de decisión.
Este núcleo teórico hace posible tratar la historia de la teoría de la investi-
gación organizacional, desde la pregunta acerca de qué distinciones han tenido
prominencia cada vez y cómo se puede explicar el paso de una distinción a otra
conectada con ella. Y hacerlo desde el punto de vista de que cada distinción indivi-
dual proporciona resultados menos complejos y requiere "suplementos" (Derrida).
Además de esto podemos intentar evaluar, con la ayuda del núcleo teórico, qué
límites se ponen a los esfuerzos de autotransformación y autorreflexión de las or-
ganizaciones. O, en otras palabras, cómo se distinguen las organizaciones reales
de representaciones ideales de cualquier posibilidad de cambio y completa auto
transparencia. Y, por último, que y por qué las organizaciones, que se producen y
clausuran operativamente de este modo a sí mismas, se distinguen del sistema de
la sociedad que las hace posible debido a que hace posibles las comunicaciones;
sociedad que se sirve de ellas, para coordinar comunicaciones de los tipos más va-
riados, y que, pese a todo, no puede dirigir ni controlar las organizaciones.
La última pregunta, que surge de este enfoque teórico de la distinción, inquiere:
cómo se ha de entender propiamente la unidad de una distinción. (De hecho, siempre
hemos hablado de las distinciones, como si se tratara de unidades). La respuesta es
que la unidad de la distinción, que es usada cada vez que se observa, no puede apare-
cer en la distinción misma. La unidad de la distinción se contradice a sí misma. Es
una autocontradicción performativa. Es una paradoja. Pero la paradoja es el propio
observador que no puede observarse a sí mismo observando. En este sentido, en
la teoría se trata de la disolución de esta paradoja del observar, precisamente tanto
a nivel de su objeto cuanto a nivel de la propia teoría, vale decir, heterorreferen-

26
CAPÍTULO 1.
TEORÍA DE LA ORGANIZACIÓN:
LAS CONSTRUCCIONES CLÁSICAS

I.

El concepto de organización adquiere un perfil más preciso recién en la segunda


mitad del siglo xtx. En el medioevo era innecesario un concepto especial para
designar lo que hoy llamamos organizaciones. Tal concepto no habría tenido obje-
to alguno, porque el orden social estaba garantizado por la estratificación de las
economías domésticas familiares y por las corporaciones; estaba, además, sujeto
a una multiplicidad de regulaciones jurídicas.' Recién al correr el siglo xlx, se
consolida un uso lingüístico que distingue a las organizaciones, como formaciones
sociales de tipo particular, de otros órdenes sociales (por ejemplo, de comunida-
des o clases sociales). Solamente desde entonces, el concepto de organización es
usado tanto en la vida cotidiana normal como en el lenguaje científico, para desig-
nar un objeto de tipo particular. Su uso se registra con cierta frecuencia ya en el
siglo XVIII, aunque entonces designaba esencialmente el orden de la vida orgánica a
diferencia de artefactos y mecanismos.' Aun Jean Paul considera una metáfora lin-
güística' la aplicación del concepto de organización a fenómenos de naturaleza no

' Esto vale también para aquellas empresas productivas que hoy enlistaríamos como orga-
nizaciones. Véase, sobre el ejemplo de las salinas de Lüneburg, Egbert Kahle, Die Organisation
der Salive Lüneburg vom Mittelalter bis ins 19. Jahrhundert, Zeitschrift für Unternehmens-
geschichte 1 (1987), pp. 1-22; Egbert Kahle, Interrelations between Corporate Culture and Mu-
nicipal Culture: The Lüneburg Saltworks as a Medieval Example, en: Barry A. Tumer (Ed.),
Organizational Symbolism, Berlin 1990, pp. 33-41.
Véase, por ejemplo, Pierre-Louis Moreau de Maupertuis, Essai sur la formation des corps
organisés, Berlin 1754; Abbé Joannet, De la connoissance de l'homme dans son étre et dans ses
rapports, 2 tomos, Paris 1775, en particular tomo 1, pp. 180 ss. («organisation du corps humain»).
Vorschule der Ásthetik, citado según la edición de Jean Paul, Werke, vol. 5, München
1963, p. 296.
orgánica, aunque él mismo habla de la organización de textos y utiliza dicho con- idea de que el todo sería su propio fin.' De este modo se prepara el aislamiento
cepto en el sentido de producción activamente ordenadora.' Acaso sea, entonces, el conceptual, en sí mismas, de unidades organizadas y se da contenido a la distinción
paso a un uso activo de la palabra, referido a la actividad, el hecho que generaliza entre "interno" y "externo".
el concepto. En todo caso, el concepto de organización tiene, por de pronto, un Después de este primer inicio, y con esta coloración absolutamente positiva, el
alcance cosmológico y queda referido al esquema "orgánico" del todo y sus partes, siglo xIx utiliza el concepto de organización esencialmente a nivel de la teoría de
pero ofrece la posibilidad de indicar, al mismo tiempo, una actividad y sus efec- la sociedad. La sociedad moderna, post revolucionaria, busca su propia forma: en
tos, sin aventurarse en esta diferencia. parte como diferencia respecto de las sociedades aristocráticas de la tradición euro-
Dado que el siglo XVIII, en general, tiende a sustituir las diferencias jerárqui- pea, en parte como concepto que le permita defenderse de las agitaciones acarrea-
cas por la distinción entre "adentro" y "afuera", también en el campo semántico de das por la Revolución Francesa. Se trata de una reconstrucción sobre fundamentos
organización se encuentra ya la distinción entre referencia interna y externa. Esto nuevos, cargados de futuro. "La philosophie du siécle dernier a été revolutionnai-
permite, además, introducir también el concepto de desorganización —separado de re, celle du XIXe siécle doit étre organisatrice" (La filosofia del siglo pasado fue
toda arquitectura jerárquica del mundo y referido a defectos internos de un orga- revolucionaria; la del siglo xIx debe ser organizadora), 6 anuncia Saint-Simon en su
nismo. Casi simultáneamente, la biología y la demografía llegan a un nuevo con- programa, mientras Auguste Comte utilizará la misma idea, dándole características
cepto de "population" (población), referido a los individuos, que priva en gran tales como "cientificidad", "positividad" y "sociología". Pese a la búsqueda cons-
medida de su significado al viejo esquema de géneros y especies y anticipa la ciente de distancia histórica y de caracteres programáticos nuevos y confiables, se
teoría de la evolución del siglo xlx. Sin embargo, para explicar la organización conservan inmutables los elementos conceptuales del orden de las partes en un todo
interna, se permanecía aún ligado al esquema de un todo compuesto por partes, capaz de desarrollar funciones. En efecto, el concepto de organización separa com-
esto es, al supuesto de una armonía ajustada, casi en el viejo sentido de una ordina- plejos de deseos orientados a lo "social" y a la "solidaridad", 7 que tienen buena
ta concordantia. Entonces se podía usar también la distinción entre fines y me-
dios y decir que la subordinación a un todo constituye el fin, mientras la relación
s Véase, en particular, el § 65 de la Crítica del Juicio (Kant 1790), con el título "Las cosas,
de las partes constituye el medio. Esto, a su vez, permite a Kant introducir con-
en cuanto fines de la naturaleza, son seres organizados". Allí, en una larga nota, se encuentra
ceptos imprecisos como aquel de "efecto recíproco" entre las partes y formular la también una indicación sobre las reformas al cuerpo del Estado: "Así, en una recientemente
emprendida transformación total de un gran pueblo en un Estado, se ha hecho uso, en forma
frecuente y muy oportuna, de la palabra organización para designar el establecimiento de las
magistraturas, etc., e incluso de todo el cuerpo estatal. Porque, desde luego, cada miembro no
¡ Si se organizase alguna vez un volumen de epigramas!", Jean Paul 1963, p. 357. También en debe ser sólo medio en tal todo, sino al mismo tiempo también fin y, al concurrir a la posibilidad
Friedrich Schlegel se encuentran todos los usos imaginables de la palabra organización: "de la obra del todo, es determinado a su vez, mediante la idea del todo, en relación a su puesto y función".
bienorganizadayquesevaorganizando"(refiriéndoseal WilhelmMeister),"organización femenina", Al hablar de "miembro" aquí se piensa evidentemente en seres humanos, los cuales, según la ley
"filosofia, que se debe organizar y desorganizar aún", "organización del universo" etc. Citas según moral, no pueden ser degradados a simples medios, sino que deben tener la oportunidad de reali-
la edición de Werke in zwei Brinden, Weimar 1980, vol. I, p. 145, vol. I, p. 230, vol. II, p. 113. Véase, zar su ser como seres humanos en relación a un todo.
además, Karl Philipp Moritz, Schriften zur Ásthetik und Poetik: Kritische Ausgabe, Tübingen 6 Así Claude Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon, De la réorganisation de la société

1962, por ejemplo, p.76, 82 donde se exige que la organización sea un tejido tan fino, que su européenne, Paris 1814, citado según (Euvres, Paris 1868, reimpreso Paris 1986, vol. I, pp. 153-
órgano pueda "in all seinen Berührunspunkten ein Abdruck der Verháltnisse des groBen Ganzen 248 (158).
seyn" (ser en todos sus puntos de contacto una reproducción de las relaciones del conjunto total). 7 Véase por ejemplo, Alfred Fouillée La science sociale contemporaine, Paris 1880; Charles
Y: "Por eso aprehende cada organización mayor, siguiendo su naturaleza, a la que le está subordi- Gide, L'idee de solidarité en tant que programme économique, Revue intemationale de sociolo-
nada y la trasplanta dentro de su propio se?' (p. 82); o Johann Gottlieb Fichte: "Me encuentro a mí gie 1 (1983) y, para una reconstrucción de la historia del concepto, J.E.S. Hayward, Solidarity:
mismo como producto natural organizado", en Das System der Sittenlehre, Zweites Hauptstück § The Social History of an Idea in 19th Century France, Internacional Review of Social History 4
9, citado según Werke vol. II, Darmstadt 1962, p. 516. (1959), pp. 261-284.

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oportunidad de expresar la insuficiencia de la simple organización y de transfor- microscópica de la organización del trabajo de Taylor w provoca una resonancia
marse en conceptos de expresión de anhelos e incluso de oposición. Una empresa, más amplia, aunque a partir de los años veinte encontrará también una creciente
como se dice hoy, debería preocuparse también de la importancia social de sus oposición antropológica y sociológica." Mientras esta crítica "humanista" hoy re-
colaboradores - como si un trabajo desempeñado en común no fuese ya "social". trocede ante la preocupación por los puestos de trabajo, se nota con mayor claridad
Pese a conservar sus características originales, al ser aplicado ahora a la sociedad, el cuán condicionado está el taylorismo por su propia época: su dependencia de los
concepto de organización llega a una bifurcación. Pone de relieve una insuficiencia, mercados de masas para productos estandarizados que permanecen por largo plazo
una insatisfacción con las características típicas de la sociedad moderna, junto con iguales. Esta limitación ha cambiado, sobre todo por la introducción de la micro-
conceptos como mercancía, mercado, intercambio y, por último, dinero. En 1887 electrónica en el proceso productivo.'
aparece Comunidad y sociedad de TÓnnies, publicación que en su peculiar concep- Teorías de la organización de este nivel de abstracción hoy ya no tienen más
tualidad tiene poco éxito, pero que, con su dualismo, capta la atmósfera del tiempo continuadores. ¿De qué deriva este hecho? Se trata evidentemente de modelos que
y por un largo período tendrá una influencia determinante. Aún Parsons ordenará se van agotando y que no vuelven a ser reeditados. Por una parte, se ha perdido
sus "pattern variables" (variables pautas) según este modelo.' la confianza en la posibilidad de organizar racionalmente (en el sentido del mejor
La primera distinción del concepto moderno de organización será entonces lá modo posible) sobre la base de principios, y esta confianza ha desaparecido tanto
distinción entre orden y organización, ambos referidos a fenómenos de la sociedad. en las teorías empresariales de la industria, como en la investigación sociológica
Sobre este fundamento, en los primeros decenios del siglo xx, se publican todavía sobre la organización. Por otra parte, ya no es posible ordenar, en las viejas formas
doctrinas generales de la organización, las cuales, sin embargo, ya no se ocupan de teóricas, la complejidad que ha sido producida por una muy abundante investigación
los problemas de la sociedad que interesan a la sociología, limitándose a cuestio- empírica sobre la organización y por un torbellino de consultoría empresarial que,
nes específicas de la buena organización del trabajo o a análisis altamente formales en su vivacidad, continuamente aporta al mercado nuevos eslogans. Para hacer aun
de las relaciones. "Organización" y también "administración" (management) son más difícil esta situación, se agrega el hecho que ya no basta con orientarse por
ahora palabras que permiten obtener conocimiento a partir del proceso de trabajo un número limitado de tipos, esencialmente la empresa productiva y la adminis-
inmediato y hacerlo autónomo como saber relativo a las instituciones y la supervi- tración pública, sirviéndose de las viejas doctrinas de la organización. Cuando se
sión. El saber referido a las organizaciones y al scientc management pretende ser habla de organización, se debe pensar también en las orquestas sinfónicas, en las re-
ahora algo más que la suma de conocimientos del trabajo que son necesarios para dacciones de periódicos, en los bancos, en los partidos políticos, en las asociaciones
ejecutar las actividades.
En sustancia, se trata de publicaciones de autores individuales quienes, por su '9 Véase Frederick Winslow Taylor, The Principies of Scientific Management, original-
escaso número y por el hecho que están esparcidos a nivel internacional, no pue- mente Norwood Mass.1911; Frederick Winslow Taylor, Shop Management (1903), citado según
den fundar ningún área disciplinaria orientada a la investigación.' Sólo la doctrina la edición de New York 1912.
" Véase, por la considerable influencia que ha ejercido sobre la investigación ulterior, Elton
Mayo, The Human Problems of an Industrial Civilization, New York 1933; en Alemania, por ejem-
plo, R. Lang/W. Hellpach, Gruppenfabrikation, Berlin 1922; Eugen Rosenstock, Werkstattaus-
Véase Talcott Parsons, Pattern Variables Revisited, American Sociological Review 25 siedlung, Berlin 1922; Heinrich Nicklisch, Grundfragen für die Betriebswirtschaft, Stuttgart 1928;
(1960), pp. 467-483. Walter Jost, Das Sozialleben des industriellen Betriebs: Eine Analyse der sozialen Prozesse im
9 Véase, por ejemplo, Johannes Plenge, Drei Vorlesungen über die allgemeine Organi- Betrieb, Berlin 1932, en particular pp.10 ss. Para la continuación de estas ideas anti tayloristas,
sationslehre, Essen 1919; Henri Fayol, Administration industrielle et genérale, Paris 1925; A. fincadas en la comunidad, bajo el régimen nacionalsocialista, véase Theodor M. Bardmann, Wenn
Bogdanow, Allgemeine Organisationslehre (Tektologie), vol. I, Berlin 1926; Luther Gulick/ aus Arbeit Abfall wird: Aufbau undAbbau organisatorischer Realitáten, Frankfurt 1994, pp. 303 ss:
Lyndall Urwick (Eds.), Papers on the Science of Administration, New York 1937; Karl Stefanic- 12 Cfr. entre muchos Richard Hyman/Wolfgang Streek (Eds.), New Technology and Indus-

Allmayer, Allgemeine Organisationslehre: Ein Grundrif3, Wien 1950. trial Relation, Oxford 1988.

32 33
para el tiempo libre, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles. ¿Cómo se Nuestra reseña teórica dejará de lado aquellas investigaciones que siguen una
organiza una terapia antialcohólica? ¿O una biblioteca? ¿Y qué decir además del línea normativa en busca de la racionalidad; que persiguen, por lo tanto, constatar
transporte de mercancías en contenedores, que ha transformado de manera profun- cómo es posible alcanzar determinados resultados del mejor modo posible, en el
da tanto la organización de los puertos como la de los navíos? ¿O de la eliminación modo más seguro posible o con los costos mínimos. Nos limitaremos a enfoques
de desperdicios, con las tareas actuales de clasificación y reciclaje? Si frente a esta que están formulados, implícita o explícitamente, con el auxilio del concepto de
multiplicidad es posible, después de todo, elaborar una teoría general de los siste- causalidad. A partir de la ambición teórica y metodológica, estos planteamientos
mas sociales organizados, de seguro esta teoría ya no puede ser construida sobre la se preocupan de coordinar la distinción entre causa y efecto con otras distincio-
base de los instrumentos conceptuales que han estado en discusión hasta ahora. El nes, por ejemplo, la de medio y fin o de orden y obediencia o de formación de
pensar en todos y sus partes se ha disuelto, sin haber sido reemplazado en su papel grupos y motivación. En este sentido, se trata de una sociología con intención ex-
de teoría de los sistemas complejos. A este punto, la cuestión es si nos debería- plicativa que trata, donde sea posible, de elaborar prognosis; o también: que busca
mos detener aquí o si es posible formular una teoría general de la organización, ofrecer una ayuda técnica, asesora, en planificaciones organizacionales. A tal fin
utilizando modelos teóricos completamente distintos. también adquieren significado las investigaciones de economía empresarial o los
desarrollos que se registran en el ámbito de la teoría de la empresa (theoly of the
firm), aunque hasta el día de hoy su aprovechamiento en la sociología se encuen-
II. tre impedido por límites disciplinarios y de especialización o, también, simple-
mente por el puro volumen de la literatura existente. En la actualidad, la sociología
Desde el fin de la segunda guerra mundial, la investigación sobre la organización se abre camino principalmente mediante análisis de la relación entre estructuras y
ha alcanzado tan amplias proporciones, que no es posible dar una información decisiones. Volveremos sobre esto más adelante.
adecuada sobre tendencias, resultados, autores y publicaciones. Informes suma- De la literatura más antigua, la sociología de la organización adopta ante todo
rios de las teorías pueden ser confiados a los manuales, que a menudo se limi- la distinción - propia de la sociología del poder - entre orden (command) y obedien-
tan casi exclusivamente a eso.' Elegimos otro camino: el de presentar aquellas cia, así como la distinción referida a la racionalidad entre medio y fin. El dominio
distinciones que han tenido un cierto rol en la investigación. Cuando, luego de puede, en consecuencia, ser racional si plantea las órdenes de tal forma que, a través
algún tiempo, una distinción se ha agotado, es sustituida por otra. De ninguna de la obediencia, puede alcanzar sus fines. Este no es sólo el mito vétero-europeo de
manera acontece esto arbitrariamente. Más bien, en la literatura disponible hasta orden," que alcanza a la teología, sino que determina también el modelo de burocra-
ese momento se descubren problemas o fenómenos que no han sido tomados sufi- cia de Max Weber 15 luego de la transposición, de naturaleza creada, en relaciones
cientemente en consideración y que requieren un cambio de "frame" (marco). Los de valor y necesidad de legitimación. La condición histórica para ello es, según Max
resultados de la investigación desarrollada hasta ese instante son redescritos con Weber, que los trabajadores pierden la propiedad de los medios de trabajo y son re-
expresiones tales como "conventional wisdom" (sabiduría convencional) o "teoría tribuidos con dinero. Por esto, terminan bajo la presión de una disciplina de trabajo
clásica", y con esto se da a entender que se quiere y se está en condiciones de su- impuesta y el señor (que puede ser un detentador de poder político o el propietario
perar las limitaciones de ésta. de la empresa) puede, entonces, confiar en la capacidad impositiva de sus órde-
nes. Tal praxis del dominio y administración sólo es racional si, en cada caso

" Véase, por ejemplo, Charles Perrow, Complex Organizations: A Critical Essay, citado se-
gún la edición de New York 1986, o Alfred Kieser (Ed.), Organisationstheorien, Stuttgart 1993. " Cfr. por ejemplo Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I, q. 65, a. 2.
Para una exposición, pensada expresamente como historia de la teoría, véase también Giuseppe 15 Véase Max Weber, Wirtschaft und Gesellschaft, 5' Edición revisada Tübingen 1972,
Bonazzi, Storia del pensiero organizzativo, 5' edición Milano 1993. pp.125 ss.

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singular, logra ahorrar el gigantesco dispendio comunicacional de órdenes y consi- de desarrollo.' Descuidaría el hecho de que cualquier orientación por fines debe
gue formular reglas generales que el subordinado pueda aplicar, en forma lógico- necesariamente garantizar un margen para la interpretación." De esto se sigue, no
deductiva, a la situación concreta o, en el caso típico, a través de su apropiada in- por último, que es dificil descubrir y también impedir "colusiones" entre fuerzas
terpretación para las circunstancias concretas. El modelo sobre el cual se basa esta internas y externas y que, sólo en caso de evidente violación del derecho, tales
teoría es la administración pública jurídicamente fundada. Pero según Weber la colusiones son estigmatizadas como "corrupción". La organización, también y es-
"burocracia", con su racionalidad formal, se ha consolidado universalmente en pecialmente la organización de las administraciones estatales y locales, se pone en
la sociedad moderna; en efecto, no sólo el poder político, sino también la propie- contacto a los niveles más bajos, —mediante "negociaciones"— con sistemas exis-
dad es un posible fundamento de dominio. tentes en su entorno, con el fin de generar la cooperación que necesita." Eviden-
La mejor forma de explicar el éxito de este modelo de burocracia es re-
curriendo a consideraciones históricas. El modelo se vuelve contra la arbi-
" Cfr. por muchas investigaciones similares: Onofre D. Corpuz, The Bureaucracy in the
trariedad en todos los niveles del orden; concentra la arbitrariedad en la cúspi- Philippines, sin indicación de ciudad, (Institute of Public Administration, University of
de, la cual luego se supone que se ha de disciplinar por su propia referencia a the Philippines) 1957; Morroe Berger, Bureaucracy and Society in Modem Egypt: A Study
valores y por las condiciones ambientales —en la economía, por el mercado S/ of the Higher Civil Service, Princeton 1957; Edgar L. Shor, The Thai Bureaucracy, Admi-
nistrative Science Quarterly 5 (1960), pp.66-68; Ralph Braibanti, Public Administration and
en la administración pública, por la política vinculada al Estado de Derecho. La
Judiciary in Pakistan, en: Joseph LaPalombara (Ed.), Bureaucracy and Political Development,
burocracia significa también que pueden ser conformadas grandes unidades de tra- Princeton N.J. 1963, pp. 360-440; Lloyd A. Fallers, Bantu Bureaucracy: A Century of Politi-
bajo en las cuales, muchas personas laboran juntas simultáneamente y, sin embargo, cal Evolution among the Basoga of Uganda, r Ed. Chicago 1965; Louis A. Zurcher, Jr. et al.,
de manera coordinada. Y, ante todo, en esta forma el orden jerárquico preexistente Value Orientation, Role Conflict, and Alienation From Work: A Cross-Cultural Study, Ame-
rican Sociological Review 30 (1965), pp. 539-548. En ese período se encuentran muchas in-
en la sociedad puede ser reemplazado por el principio de igualdad. Tanto en sus
vestigaciones bajo la denominación "Comparative Public Administration", las cuales buscan
relaciones con el exterior, cuanto en sus relaciones internas, la burocracia parte del explicar, a nivel de la organización, las condiciones de la modernización. Véase, por ejemplo,
supuesto de la igualdad, a menos que la organización misma haga una diferencia. Ferrel Heady/Sibyl L. Stokes (Eds.), Papers in Comparative Public Administration, Ann Arbor
Con todo esto se da cuenta de la inmensa complejidad de la sociedad moderna, Mich. 1962. A fines de los años sesenta, estas tentativas fueron interrumpidas por la crítica
teórica, tanto dura cuanto genérica, de la sociedad. En la discusión reciente, a menudo también
tanto en la realidad como en la modelización teórica - y esto acontece en una forma
se objeta que este modelo de burocracia no es adecuado para dar cuenta de la dependencia de
que, en términos de la teoría de sistemas, podría ser descrita como diferenciación todas las organizaciones respecto al "human capital" o del "social capital". Con esto se piensa
al interior de la sociedad, como diferenciación de un sistema autónomo que sin en actitudes e instituciones condicionadas por la tradición, las cuales sería posible utilizar con
embargo puede ser guiado, coordinado, "mantenido bajo control" y orientado ha- algo más de habilidad, por ejemplo, en el caso de proyectos de desarrollo. La crítica, eviden-
temente, se dirige contra el hecho de que la teoría simplemente presupone la diferenciación,
cia los intereses de la sociedad.
mientras en la realidad precisamente ésta es el problema. Aquí la expresión "capital" traiciona
Hay incontables objeciones contra este modelo europeo, si no "prusiano", de la perspectiva "instrumental", orientada al fin que, tal como antes, continua siendo el funda-
burocracia. Especialmente en su aplicación a las empresas económicas, el modelo mento de la teoría.
no haría justicia a la especificación de las relaciones de súper y subordinación Is Esto es también un problema del ordenamiento jurídico y de su control constitucional, vale
entonces también para la administración pública que, en los países industrializados, está creciente-
que existen al interior de las empresas.' No funcionaría fuera de Europa y no
mente orientada por programas de fines. Como estudio de caso, véase Keith Hawkins, Environment
constituiría tampoco una norma apropiada para la modernización de países en vías and Enforcement: Regulation and the Social Definition of Pollution, Oxford 1984; además Arthur
Benz/Wolfgang Seibel (Eds.), Zwischen Kooperation und Korruption: Abweichendes Verhalten
in der Verwaltung, Baden-Baden 1992 y, para problemas jurídicos de naturaleza constitucional,
Dieter Grimm, Die Zukunft der Verfassung, Frankfurt 1991.
Así en Jost Op. cit. p. 55, en conexión con el artículo del diccionario de GÓtz Briefs, 19 De manera muy evidente, esto vale también para industrias que, en lo demás, tienen una
Betriebssoziologie, Handwórterbuch der Soziologie, Stuttgart 1931. dirección muy rígida: se trata de empresas en las cuales, por ejemplo, el principio "just in time"

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temente, ya no basta la centralización del control sobre los medios de producción en Suecia muestran una relación inversa entre racionalización, democratización y
(entre los cuales: poderes decisionales de naturaleza jurídica), para garantizar el motivación. Si planes y reglas son fijados mediante complejos procesos de racio-
aislamiento del sistema como objeto de control central. nalización y búsqueda de consenso, la organización terminará por agotarse, por el
En las ciencias económicas se sabe que el mercado ofrece ciertamente la posi- simple hecho de que se hace improbable que sus miembros, en caso de impedi-
bilidad de hacer observaciones, pero no da directivas de decisión claras, lo que ha mentos o dificultades imprevistas, aún se esfuercen activamente para ejecutar la
llevado a una teoría de la organización (a menudo llamada también "jerarquía"). solución encontrada.' De todos modos, no pudieron imponer lo que ellos mismos
Esto se debe, en parte, al hecho que la empresa logra mantener bajos los costos consideraban correcto.
de transacción, y, en parte, al hecho que el mercado aún no determina las decisio- Otro estímulo, que aquí podría haber sido tomado en consideración, viene de
nes de quienes participan en la economía, de manera que es necesario preguntarse la psiquiatría y (¿por eso?) ha permanecido inobservado, largo tiempo, en la teoría
de qué modo toman decisiones los participantes del mercado.' Este "cambio de de la organización. Sólo los más recientes métodos de consultoría en la organiza-
paradigma"' aclara la necesidad por organización, pero todavía no sus estructuras ción, recurriendo a la mediación de la terapia sistémica y, en particular, de la terapia
ni procesos internos. familiar, utilizan un patrimonio conceptual que deriva de aquella fuente. La idea de
Por último, desde hace tiempo se discute también el problema de la motiva- fondo es ésta: toda comunicación que imparta directivas y que por ello distribuya
ción al trabajo. Cuanto más amplio es el ámbito de decisión, tanto más importante información (se trate de informaciones sobre la autoridad, sobre los motivos, sobre
se hace la motivación para ocuparse de la eficiencia en el lugar de trabajo. La teoría la buena voluntad como fundamento de la directiva), tiende a producir paradojas,
de la administración de Barnard, tomada en gran consideración, postula, a pro- esto es, como se dice hoy en semiótica y en la teoría lingüística del texto, tiende
pósito de la motivación, una «zona de indiferencia», al interior de la cual, para a "deconstruirse" a si misma.' En la información viene descrito el mundo como
el miembro de la empresa, es indiferente lo que él haga, con tal que se reconozca es o como debería ser; mientras se hace esto, se comunica conjuntamente también
que él satisface las condiciones de su pertenencia a la empresa.' Tal vez hoy las el derecho de efectuar esta descripción y la expectativa de que ésta sea aceptada.
cosas están aún así. Aunque, en ese caso, tiene sentido preguntarse más bien si Al mismo tiempo, pero precisamente del hecho que esto es comunicado, se sigue
tal indiferencia no podría ser dañina para la empresa; en particular si las condi- que todo podría ser también diverso. En la comunicación se sintetizan unidad y di-
ciones del mercado del trabajo o las normas jurídicas hacen dificil proceder al ferencia, indicación y distinción. Pero precisamente del hecho que suceda esto —y
despido. Además, recientes investigaciones acerca de las burocracias del bienestar no algo diverso— se deriva lo contrario de lo que se pretendía. Naturalmente esto
no lleva a que no pueda suceder nada más, porque toda determinación es paradojal
y es rápidamente deconstruida. No obstante, la cuestión planteada por los terapeu-
de suministro de partes terminadas hace necesaria la cooperación entre diversas empresas en los
niveles inferiores, con la consecuencia que hoy se hacen dificiles incluso las planificaciones cen- tas es la siguiente: ¿qué cosa impide, normalmente, la deconstrucción y la fractura
tralizadas de la producción. entre comunicación y motivación y qué cosa lleva después, excepcionalmente, a
2° Cfr. (al inicio poco considerado) Ronald Coase, The Nature of the Firm, Economica 4 desbloquear la deconstrucción, a abrir la caja de Pandora y conduce a hacer eficaz
(1937), pp. 386-403, reimpreso en Ronald Coase, The Finn, the Market, and the Law, Chicago
1988, pp. 33-55; además Herbert A. Simon, Models of Man - Social and Rational: Mathemati-
cal Essays on Rational Human Behavior in a Social Setting, New York 1957; James G. March / " Cfr. Nils Brunsson, The Irrational Organization: Irrationality as a Basis for Organizacio-
Herbert A. Simon, Organizations, New York 1958; Oliver E. Williamson, Markets and Hierar- nal Action and Change, Chichester 1985.
chies: Analysis and Antitrust Implications, New York 1975. 24 Compárese con un texto disponible ya desde hace tiempo de Jurgen Ruesch/Gregory

21 Así Brian J. Loasby, Choice, Complexity and Ignorance: An Enquiry into Economic Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry, New York 1951, que usa los con-
Theory and the Practice of Decision-making, Cambridge Ingl. 1976, p. 211. ceptos de "command" y "report". Sobre la "deconstrucción", junto a los escritos de Jacques
22 Véase Chester I. Barnard, The Functions of the Executive, Cambridge Mass. 1938, citado Derrrida y Paul de Man, cfr., por ejemplo, Jonathan Culler, On Deconstruction: Theory and
según la edición de 1951, pp. 167 ss. Criticism After Structuralism, Ithaca N.Y. 1982.
la paradojización? 25 Retomaremos este tema más adelante, bajo el encabezado de se expresaba, por ejemplo, mediante el recurso a formulaciones como: "con una
"absorción de la incertidumbre". aproximación más o menos fuerte al tipo puro"?' De esta manera, sin embargo, no
Todas estas críticas pertenecen ya a los incalculables componentes de toda se podía hacer objeto de reflexión aquello que interesaba, vale decir la diferencia
teoría científica de las organizaciones. Esto, sin embargo, no debe apartar la aten- entre tipo y realidad (desviante). 31 Evidentemente, se requiere una teoría distinta de
ción del hecho de que la jerarquía, en el sentido de una más o menos larga cadena la organización, la cual ha de ser más abstracta y compleja a la vez.
de órdenes, y de amplio alcance, en lo tocante a los niveles subordinados pertenece
a las necesidades casi insustituibles de la construcción de organizaciones com-
plejas. La integración vertical, hoy como ayer, es la forma más importante para
el tratamiento de la incertidumbre,' esto es: del futuro. No es dado encontrar "al-
ternativas a las jerarquías' o, en todo caso, si se define la jerarquía mediante una
praxis de autoridad. De otra parte, se debería evitar utilizar el concepto de "jerar- Consideremos ahora otra distinción guía, que no derivó del modelo de burocracia
quía" directamente como sinónimo de organización.' En todo caso, junto con ello, de Max Weber, sino que fue el resultado de experimentos conducidos por las cien-
se deben tener presentes también las consecuencias de una jerarquización de las cias sociales sobre la organización taylorista del trabajo. El periodismo científico
relaciones sociales y esto no puede suceder en la forma de un cálculo de los costos produjo un quiebre al dar a conocer los irritantes resultados de los experimentos
internos de la empresa; e incluso ni siquiera puede suceder en la forma de "cos- de "Hawthorne". 32 Tales experimentos no habían sido planificados para testear la
tos", sino que requiere un análisis sociológico. Por esto es conocido, desde hace teoría mas tarde asociada a ellos; sin embargo, sus resultados contradijeron las
mucho, que las características de la burocracia de Weber no están necesariamente expectativas sobre la conexión entre condiciones de trabajo, sistemas de incentivos
conectadas, en el plano empírico, con criterios de racionalidad obtenidos inde- y prestacibnes, así que se hizo necesario buscar otra explicación. A tal fin, se reve-
pendientemente de ellas." Todo esto obliga a abandonar la idea de que las organi- ló útil el concepto de grupo, que estaba de moda en la psicología social: los resul-
zaciones sean jerarquías. Ya Max Weber, bajo la influencia de las teorías neokan- tados de los experimentos fueron formulados recurriendo a la distinción entre
tianas del conocimiento, había atenuado las afirmaciones relativas a la esencia,
transformándolas en afirmaciones relativas a "tipos ideales". De este modo se ad-
mitía que la realidad no necesitaba inevitablemente corresponder al tipo ideal; esto " Sobre el malentendido, según el cual la teoría weberiana de los tipos ideales sería una
teoría empírica en el sentido habitual de los sociólogos, véase Renate Mayntz, Max Webers Ideal-
typus der Bürokratie und die Organisationssoziologie, Kblner Zeitschrift für Soziologie und
" En la teoría sociológica de la sociedad, el mismo tema podría ser tratado en el contexto Sozialpsychologie 17 (1965), pp. 493-502; reimpreso en Renate Mayntz (Ed.), Bürolcratische
de una teoría de los medios de comunicación simbólicamente generalizados. Véase sobre esto Organisation, Kdln 1968, pp. 27-35. El concepto de tipo ideal, sin embargo, también se deja
Niklas Luhmann, Die Gesellschaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main 1997, pp. 316 ss. (En definir empíricamente en clara resistencia contra la mezcla con otros principios. En este sen-
español, La sociedad de la sociedad, 2007, México: Herder). tido, las jerarquías burocráticas han sobrevivido a todos los intentos por enriquecerlas con otros
" Así, por ejemplo, Jay B. Barney/William G. Ouchi (Eds.), Organizational Economics, principios, tales como participación, teamwork, humanización, sin ceder terreno a las reformas.
San Francisco 1986, Introducción p. 12. 31 Se puede reconocer a Weber que haya entendido la tipificación como una condición de

27 Como el título del libro de PILO. Herbst, Altematives to Hierarchies, Leiden 1976, escri- la comprensión por antonomasia, y por lo tanto también de la comprensión en la vida cotidiana
to en conexión con el movimiento de "human relations" del Tavistock Instituto. del comportamiento organizado y del accionar referido a las organizaciones. Esto, sin embargo,
" Así en la contraposición tan discutida entre mercado y jerarquía. Para el punto de partida no debe significar - y no puede garantizar - que las tipificaciones de la vida cotidiana sean luego
de la discusión véase Oliver E. Williamson, Markets and Hierarchies: Analysis and Antitrust la misma cosa que las idealizaciones, oportunas para la ciencia - un tema del cual se ha ocupado
Implications: A Study of the Economics of Internal Organization, New York 1975. Alfred Schutz, en conexión con Weber y Husserl.
" Véase sólo Stanley H. Udy, Bureaucracy and Rationality in Weber's Organization Theory, 32 La publicación definitiva es Fritz J. Roethlisberger/William J. Dickson, Management and

American Sociological Review 24 (1959), pp. 791-795. the Worker, Cambridge Mass. 1939. Sobre el concepto ideológico cfr. Mayo, op. cit. (1933).

40 41
organización formal y organización informal." Esta distinción presuponía un con- Lo que se obtiene, entonces, es más bien un modo de observar y no un saber
flicto estructural entre motivos individuales y fines organizacionales, y partía del estable; un modo de observar que presta atención a las condiciones sociales "loca-
hecho de que los motivos de los individuos podrían hospedarse en los grupos antes les" del comportamiento de los individuos, sin clasificarlas apresuradamente como
que en la organización formal. conformes o desviadas según el esquema de la organización formal. Muchas inves-
La distinción formal/informal considera la organización formal como dada. tigaciones, en efecto, muestran el sentido positivo del comportamiento desviado,
Se puede pensar, por ejemplo, en una jerarquía de competencias de mando a la capaz de estimular el trabajo; esto sin embargo, especialmente en conexión con
cual están sujetos los miembros de la organización. El problema de imponer este las tecnologías de riesgo, que muestran también el peligro de desatender las reglas
orden es visto en el otro lado de la distinción, en la organización informal. Se aunque normalmente funcione.
marca —en el sentido del uso lingüístico de la palabra— este lado de la distinción, Lo controvertido de los resultados de la investigación ha quitado a la distin-
porque aquí hay algo por hacer. La organización informal, en efecto, puede apo- ción formal / informal gran parte de su significado original." Se ha reaccionado a
yar los fines de la organización formal o contraponerse a ellos; puede motivar a esto ampliando la comprensión de las estructuras, de modo que se puede formular
los miembros al rendimiento o empujarlos a abstenerse, según lo que el grupo también la estrecha concomitancia entre organización formal e informal. Desde los
considere correcto e imponga a los individuos. La organización informal puede años sesenta, la sociología de la organización vuelve a preferir el concepto de or-
adaptar las transformaciones de la organización a las condiciones locales u opo- ganización formal, a fin de recuperar en este marco la distinción formal/informal."
nerse a ellas y hacerlas fracasar.' Como es fácil ver, el planteamiento se adap- Esto se relaciona, no por último, con el hecho que, en el contexto de las organiza-
ta bien a las posibilidades de la investigación social empírica: se trata de los ciones, el concepto de grupo ha permanecido indeterminado en lo concerniente a
efectos medibles de diversas condiciones. Por esto, se podría esperar un interés pertenencia, límites, fluctuaciones y tolerancia a diferenciaciones internas. Salta a
favorable, de parte de las direcciones de las empresas, en tales investigaciones." la vista, no obstante, que en el contexto de la consultoría organizacional, ha conser-
A decir verdad, ya en los experimentos de Hawthorne se había visto que la va- vado su significado el concepto de "dinámica de grupo" y hoy se presenta bajo la
riable interviniente "grupo" hacía dificil, si no verdaderamente imposible, for- etiqueta de "desarrollo organizacional". Nacido originalmente como consecuencia,
mular, bajo la forma de leyes, dependencias regulares entre condiciones y conse- cercana a la praxis, del enfoque de relaciones humanas, hoy se trata más bien de la
cuencias. Con Heinz von Foerster se podría decir que el grupo es una máquina no autonomización de sectores organizativos frente al fuerte control jerárquico. Esto
trivial, una máquina histórica, que no trabaja sobre la base de reglas fijas (esto es significa, por lo tanto, que se trata efectivamente de una modalidad de observación
lo que debería asegurar la organización formal), sino que se orienta según el estado socialmente más sensible, que se sustrae a la esquematización propia de la organi-
en el cual en cada momento se encuentra." zación formal y a la esquematización propia de la idea que los superiores se hacen

" Una mejor formulación, tal vez, sería: "prescribed framework" y "emergent interac- of Social Systems: Insights, Promises, Doubts, and Questions, Berlin 1984, pp. 2-24; reim-
tions". Así C. R. Hinings / Royston Greenwood, The Dynarnics of Strategic Change, Oxford preso en: Heinz von Foerster, Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt 1993,
1988, pp. 11 s. pp. 233-268.
Especialmente sobre esto Lester Coch/John R.P. French, Jr., Overcoming Resistance to " Véase, por ejemplo, la crítica de Martin Irle, Soziale Systeme: Eine kritische Analyse der
Change, Human Relations 1 (1948), pp. 512-532. Theorie von formalen und informalen Organisationen, Güttingen 1963: Una buena apreciación
" La "empina" no protege entonces de los prejuicios ideológicos u orientados por las rela- retrospectiva se encuentra en Anna Maria Theis, Organisationskommunikation: Theoretische
ciones de poder. Así, en referencia al supuesto de un trabajador influenciable por condiciones, Grundlagen und empirische Forschungen, Opladen 1994, pp. 123 ss. Cfr. también H. Roy Ka-
Dana Bramel/Ronald Friend, Hawthome, the Myth of the Docile Worker, and Class Bias in plan/Curt Tausky, Humanism in Organizations: A Critical Appraisal, en: Amitai Etzioni/E.W.
Psychology, American Psychologist 36 (1981) pp. 867-878. Lehman (Eds.), A Sociological Reader on Complex Organizations, New York 1980, pp. 44-55.
36 Véase Heinz von Foerster, Principies of Self-Organization — In a Socio-Managerial " Véase, como texto para uso universitario, Peter M. Blau/W. Richard Scott, Formal Orga-
Context, en: Hans Ulricht / Gilbert J. B. Probst (Eds.), Self-Organization and Management nizations: A Comparative Approach, San Francisco 1962.

42 43
de la empresa. Las concepciones más avanzadas de la consultoría tienden también y la evitación explícita de las formalizaciones (sin renunciar a su posibilidad) per-
a vincular el desarrollo organizacional con la teoría de sistemas y a centrarlo en el mite mantener abierta y reproducir la opción entre formal e informal. Mientras la
desarrollo de las capacidades de autoobservación y autodiagnóstico de una orga- representación oficial de la organización tiende a considerar la armazón formal de
nización.» El interés por la "organización informal" parece que, por lo contrario. competencias y conductos regulares como condición para que pueda ser elegida
se traslada desde los grupos - qué pueden ser considerados por la dirección em- también la comunicación informal, el análisis de redes puede mostrar que domina
presarial como factores útiles o perturbadores - a los individuos, quienes, según la comunicación informal y que el ceremonial de la comunicación formal se tiene
la organización de su trabajo y sus disposiciones individuales, desarrollan mayor preparado, por así decir, sólo para situaciones de emergencia o casos límites. Es
o menor interés por contactos sociales consolidados "benéficos"." En cuanto hoy claro que, sobre este punto, diverge la autodescripción oficial del sistema de lo que
aún se trabaja con la distinción formal/informal, el interés se ha transferido a la se debe aprender para trabajar en una organización.
cuestión de si y cómo la organización formal (= burocracia) está en condiciones de Entretanto, se multiplican las señales que indican que el concepto de organiza-
controlar a la organización informal.' ción informal y, con él, el concepto de grupo, serán sustituidos por una teoría de los
Si la distinción formal / informal ya no separa teorías o preferencias de inves- sistemas de interacción.' Ésta se remonta a las propuestas de Erving Goffman y
tigación, es posible plantear, finalmente, la pregunta de en qué modo manejan las las reformula, recurriendo a la teoría general de los sistemas sociales. Esto tiene la
mismas organizaciones esta distinción. Se indagará, entonces, en qué ocasiones y ventaja de hacer el análisis independiente de la cuestión de si —y en qué medida— se
según qué criterios se opta por la comunicación formal o informal. Para este plan- forman efectivamente grupos en las organizaciones. Además, el concepto de grupo,
teamiento del problema, un buen punto de partida probablemente sean los análisis que es poco apto para ser desarrollado teóricamente, puede ser sustituido por la teoría de
de redes, porque el concepto de red no está definido de antemano por la organi- la interacción entre presentes. El problema, entonces, es que en los sistemas or-
zación formal, sino más bien por una especie de confianza que se apoya sobre ganizativos se forman sistemas de otro tipo los cuales, de manera más o menos
intereses reconocibles y reiteradas verificaciones. Solicitar o iniciar una comuni- acentuada, usurpan la influencia sobre las decisiones.
cación formal es una posibilidad de evitar tests de confianza y de obtener mayor
seguridad, no pocas veces en perjuicio de la red, que con ello queda caracterizada
como propiamente superflua. Viceversa, la elección de la comunicación informal I V.

Si de racionalidad se trata, otra diferencia tiene la primera opción en la teoría


39 Véase, por ejemplo, Rudolf Wimmer, Organisationsberatung: Eine Wachstumsbranche clásica de las organizaciones: la distinción entre fin y medio. Ésta se basa en un
ohne professionelles SelbstverstAndnis: Überlegungen zur Weiterfilhrung des OE-Ansatzes in concepto de racionalidad de la acción, presupone, por tanto, que alguien espe-
Richtung systemischer Organisationsberatung, en: Michael Hoffmann (Ed.), Management Forum,
Heidelberg 1991, pp. 45-136; Rudolf Wimmer, Was kann Beratung leisten: Zum Interventions- ra poder alcanzar ciertos fines sirviéndose de determinados medios. Con ello se
repertoire und InterventionsverstAndnis der systemischen Organisationsberatung, en: Rudolf daba por supuesto, en el concepto clásico, que el gobierno de una organización
Wimmer (Ed.), Organisationsberatung: Neue Wege und Konzepte, Wiesbaden 1992, pp. 59- tenía lugar en la forma de acciones, que la cúspide de la jerarquía se identificaba
127; Rudolf Wimmer, Neuere Methoden der Organisationsentwicklung zur Steigerung der con los fines de la organización y los imponía mediante su autoridad, mientras los
Überlebensfáhigkeit mittelstandischer Unternehmen, en: Dieter Schwiering (Ed.), Mittelstándi-
sche Untemehmensfiihrung im kulturellen Wandel, Stuttgart 1996, pp. 182-205.
" Véase sobre esto Lothar Peter, "Jeder irgendwie ftir sich allein"? Probleme und Chancen
sozialer Interaktion am Arbeitsplatz, Zeitschrift fiar Soziologie 22 (1993), pp. 416-432. 42 Cfr. André Kieserling, Interaktion in Organisationen, en Klaus Dammann/Dieter Gru-

41 Véase, por ejemplo, Charles Heckscher, Defining the Post-Bureaucratic Type, en: Charles now/Klaus P. Japp (Eds.), Die Verwaltung des politischen Systems: Neue systemtheoretische
Heckscher / Anne Donnellon (Eds.), The Postbureaucratic Organization: New Perspectives on Zugriffe auf ein altes Thema, Opladen 1994, pp. 168-182; André Kieserling, Kommunikation
Organizational Change, Thousand Oaks Cal. 1994, pp. 14-62 (21 s.). unter Anwesenden: Studien über Interaktionssysteme, Frankfurt 1999, pp. 335 ss.

44 45
«sw
medios tomados en consideración tendían a hacerse autónomos' o incluso a ser las organizaciones, surgen dificultades e incluso desistimientos ineludibles. Sobre
sustraídos de la organización. En este sentido, se ató un paquete que presuponía todo las empresas económicas, que deben fijar los precios de sus productos, en-
la concordancia de un gran número de distinciones o la formulaba como problema cuentran que el mercado (en ausencia de "competencia perfecta"), no dicta sim-
de control: se trataba de las distinciones todo y partes, arriba y abajo, fin y medio. plemente los precios, sino que se debe decidir sobre ellos en la organización. Pero,
La organización, entonces, podía ser entendida como un sistema orientado al fin ¿cómo? Usando una formulación más general, podemos decir que el entorno de las
y la subordinación de personas/roles/puestos podía ser entendida como medio organizaciones no absorbe suficiente contingencia, por lo cual la organización
para dicho fin." Sin embargo, un análisis más atento de estas diversas distin- no puede contentarse con un cálculo de decisiones que sean las únicas correctas.
ciones debería conducir muy rápidamente a la disolución de tales supuestos de La organización debe decidir por sí misma, sin disponer de un saber suficiente y
armonía. utilizando un procesamiento de información reducido: El entorno no está ante-
La distinción entre fin y medio es delimitada en sus dos lados, median- puesto a la organización en la forma de una "autoridad", cuya voluntad ésta de-
te valoraciones dadas por supuestas (esto es, a través de una distinción valor / biera cumplir. Tanto en la economía, cuanto en la política, es más bien un cam-
disvalor). No se trata simplemente de la causalidad del producir efectos. Más po turbulento e intransparente, a partir del cual la organización debe encontrar
bien los fines son fines ya valorados y, también, en lo que respecta a los mediol, fundamentos para sus propias decisiones. Y cuán buenas sean estas decisiones,
sólo son tomados en consideración aquellos que no "cuestan" demasiado. Por es cuestión que dependerá de las estructuras del sistema, sean cuales sean los cri-
esto, no es dificil señalar la unidad de la distinción, a saber, como un producto terios adoptados.
positivo (y, de ser posible, máximo u óptimo) de la relación entre medio y fin. El esquema fin/medios o, usando una formulación más abstracta, el medium
Aquí se puede dejar abierto qué valores (= preferencias) deban ser realizados. universal de las posibles causalidades y de las valoraciones posibles proporciona
Al indicar este esquema, se puede hacer abstracción de todas las valoraciones solamente un marco para las delimitaciones necesarias, sobre las cuales se debe
concretas, en la medida que éstas se hallen en el ámbito de lo causalmente rea- decidir en la organización. Ha sido sobre todo Max Weber quien utilizó este es-
lizable. Incluso los programas maximizadores para la salvación del alma fueron quema, por un lado, para "explicar comprendiendo" ("verstehend zu erkleiren')
tratados transitoriamente como posible objeto de organización.' Naturalmente la acción, y, por otro lado, para delimitarla a un tipo ideal general de burocracia,
deben existir cualesquiera preferencias, para que el sistema pueda operar selecti- mediante la sujeción a reglas y órdenes jerárquicas (Weber, sin embargo, no deja
vamente; pero esas preferencias son introducidas en el modelo como datos exter- en claro el hecho que los horizontes infinitos de este esquema hacen posible y ne-
nos, como variable independiente. cesaria una tal delimitación). Sólo después de la segunda guerra mundial, y sobre
Sin embargo, con un análisis más preciso y con una investigación empírica todo en la recepción estadounidense, esto pasa a ser un hilo conductor de estudios
de las exigencias que este esquema hace al procesamiento de informaciones en organizativos específicos, desligados de la teoría de la sociedad.'
En una aproximación más concreta, sin embargo, desaparece lo que se había
dado por descontado, como racionalidad interna del esquema fin / medios. Es vis-
Como clásico de este problema del desplazamiento fin-medios y de su descripción como to. cada vez más, solamente como símbolo de racionalidad. Una utilización pu-
burocracia, véase Robert Michels, Zur Soziologie des Parteiwesens in der modemen Demokratie,
reimpresión de la segunda edición, Stuttgart 1957; además, acaso Peter M. Blau, Bureaucracy
ramente simbólica del esquema alimenta,. entonces, la sospecha de que se podría
in Modem Society, New York 1956, pp. 93 ss. o Renate Mayntz, Soziologie der Organisation,
Reinbek 1963, pp. 78 s.
" Cfr. Bamard, Op. Cit. 231 ss.; Blau/Scott Op. Cit. (1962), p. 5; o Joseph A. Litterer, The 46 Para los inicios véanse, por ejemplo, Robert K. Merton, Bureaucratic Structure, and

Analysis of Organizations, New York 1965, pp. 246 ss. Personality, Social Forces 18 (1940), pp. 560-568; Philip Selznick, An Approach to a Theory of
45 Que aquí se deban incluir también los medios ha sido motivo de la conocida crítica a la Bureaucracy, American Sociological Review 8 (1943), pp. 47-54; Philip Selznick, Foundations
praxis organizativa de la orden de los jesuitas. for a Theory of Organizations, American Sociological Review 13 (1948), pp. 23-35.

46 47
tratar de una ideología que, bajo la cobertura de una racionalidad sensata para la llevados, mediante la distinción entre fines y medios, sólo a una forma que puede
sociedad, satisfaga intereses sin ser controlada. ser presentada como racional."
En esta situación no sirve que, en conexión con Max Weber, se distinga diver- Que la racionalidad en el sentido estricto, clásico, sea inalcanzable, no signi-
sos tipos de racionalidad (racionalidad de acuerdo a fines, racionalidad de acuerdo fica que el comportamiento transcurra, en las organizaciones, de manera arbitraria.
a valores), y ni siquiera que, en conexión con Jürgen Habermas, se prefiera un Más bien se delinea una nueva distinción, aquélla entre comportamiento racional
tipo de racionalidad, aquélla orientada al entendimiento. Tomando esto en cuen- y comportamiento inteligente.' Un comportamiento es inteligente cuando logra
ta, Herbert Simon propuso contentarse con la "bounded rationality" (racionalidad encontrar orden, incluso entre los escombros de las condiciones de racionalidad,
limitada).' Esto concluye en una distinción de dos planos, uno de los cuales esta- también en el "garbage can" (bote de la basura)." Sin embargo, la investiga-
blece condiciones suficientes que valen como premisas para la toma de decisión, ción sobre este tema ya no puede limitarse más a modelos con una única decisión
para luego —en un segundo plano— dejar los detalles a las decisiones, cuyas conse- correcta. Debe, ante todo, descubrir las estructuras del desorden, la inconsistencia
cuencias no son muchas, pero útiles. El alcance de este concepto no sólo radica en de las exigencias, los límites de la capacidad cognitiva de orientación, para poder
el debilitamiento de las exigencias de racionalidad. Sostiene, principalmente, que ver que los participantes, a pesar de todo, buscan —y encuentran— conjuntos de
hace una diferencia el modo en el cual un sistema está organizado; y, además, decisiones gestionables.
que puede depender del aprendizaje, puesto que la racionalidad no está ya definida Si se debe incluir también la variación de las valoraciones, sea en relación
por la relación del sistema con el entorno (de la empresa con el mercado). Lo que con los medios (por ejemplo, una nueva valoración ecológica o un aumento de
se echa de menos como sociólogo, sin embargo, es la consideración de las limita- los costos), sea en relación a los fines, entonces es natural que se introduzca,
ciones sociales de la acción. en el sentido del viejo funcionalismo, el automantenimiento del sistema como
Hoy se tiende a interpretar esta diferencia, con la ayuda de conceptos cogniti- meta-fin," que dirige todas las otras variaciones. Este principio, sin embargo, fue
vos como "esquema", "script", "mapas cognitivos". 48 Otras concesiones consisten formulado, infelizmente, como si se tratase de un programa dirigido a mantener la
en contar con consecuencias imprevistas y construir reservas por el riesgo de un estabilidad del sistema. ¿Pero qué cosa es la "estabilidad" de un sistema, si todas
cálculo errado. Ulteriores modificaciones radican en que se invierte la asimetría de las operaciones del sistema se orientan a valores, si pueden ser objeto de nuevas
fin y medios y se contempla el caso de que una organización busque los fines para valoraciones y falta un criterio de identidad claramente definido? Es natural que
una cierta disposición de medios (o que, dado un capital, busque una posibilidad esta teoría de la variación del fin, en miras al interés de mantenimiento de la es-
de inversión sensata). Entonces no se habla sólo de organización orientada a fi- tabilidad (y con ésta el estructural funcionalismo en la teoría de los sistemas),
nes, sino de organizaciones que buscan fines." Esta rotación de la perspectiva deja haya sido criticada como "conservadora". Pero el principio había ya alcanzado
en claro, que el esquema debe ser considerado como contingente por ambos lados la forma de una paradoja apenas oculta, en la comprensión que el mantenimien-
y que, por ello, en todo caso sirve para implementar juicios de valor, los cuales son to requiere variaciones y que a esto no se le pueden señalar límites teóricos.

Véase entonces la colección de ensayos de Herbert A. Simon, Models of Bounded Ra- " Para una detallada discusión de esta crítica, basada sobre el estado de la investigación en
tionality, 2 tomos, Cambridge Mass. 1992. los años sesenta, véase Niklas Luhmann, Zweckbegriff und Systemrationalitát (1968), reimpre-
48 Así Giancarlo Provasi, Oltre il modello di "razionalitá limitata": II contributo del cogni- sión Frankfurt 1973.
tivismo, Rassegna Italiana di Sociologia 36 (1995), pp. 251-278. Sobre la influencia de la teoría 5 ' Sobre esto las contribuciones en Massimo Warglien/Michael Masuch (Eds.), The Logic

cognitiva en la investigación organizacional, cfr. también las contribuciones en el número 1-2 of Organizational Disorder, Berlin 1996.
52
(1996) de la "Revue internationale de systémique". Según Michael D. Cohen/James G. March/Johan P. Olsen, A Garbage Can Model of
49 Véase James G. March/Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen, Organizational Choice, Administrative Science Quarterly 17 (1972), pp. 1-25.
ss
Nornega, 1976. Véase, por ejemplo, Harry M. Johnson, Sociology, New York 1960, pp. 284 ss.

48 49
Precisamente por esto, en las siguientes reflexiones no retomamos la fórmula, y sus partes." Pero esto es, como es fácil de reconocer, una paradoja resuelta.
pero sí el problema. En esta representación, en efecto, el sistema aparece dos veces: a nivel del todo
Otra crítica a la fórmula del mantenimiento de la estabilidad podría remitir que no puede ser parte de sí mismo y a nivel de las partes, de las cuales ninguna
al hecho que un sistema organizado no puede ser considerado aisladamente, sino puede ser el todo. La duplicación requiere entonces una creativa repatriación de
sólo en relación con su entorno o sus entornos, con los cuales intercambia presta- la diferencia a la unidad, con el auxilio de conceptos tales como integración, do-
ciones e informaciones. Entonces, en lugar de la coincidencia entre el esquema fin minio, representación, participación, los cuales, sin embargo, difícilmente logran
/ medios y la jerarquía, podría entrar la coincidencia entre el esquema fin / medios enmascarar el hecho de que existen problemas residuales, que no son eliminados
y la distinción sistema / entorno. Esto podría ser formulado según el modelo input con esto.
/ output: al interior del sistema los outputs serían el fin, mientras los inputs nece- Las experiencias de la investigación con estas distinciones han hecho emerger
sarios serían los medios del sistema. Pero con ello, sin embargo, llegamos a una dudas. Además, con el envejecimiento de estos enfoques clásicos, se hizo notorio que
nueva distinción que, desde los años sesenta, en consonancia con desarrollos en la restringían excesivamente su campo de investigación. Si luego, más allá de esto,
teoría general de sistemas, comienza a asumir la función de una distinción guía: se reconoce que tal reducción no concierne a la teoría, sino que se tiene que rea-
la diferencia entre sistema y entorno. lizar mediante prestaciones propias de las mismas organizaciones, entonces salta
a la vista una nueva distinción: la de sistema y entorno. Con esto el problema,
como antes, es visto dentro del sistema mismo, pero la pregunta directriz ahora es
V. cómo debe organizarse el sistema en relación a su entorno; y todas las distinciones
utilizadas hasta ahora, la de todo y partes, la de la jerarquía y la del esquema fin /
Nadie duda que en el mundo, además de los sistemas sociales organizados, exis- medio, deben ser reinterpretadas como formas que han de validarse en la relación
tan también otras cosas. La cuestión es: ¿qué se puede hacer con ello en el plano entre sistema y entorno.
teórico? La primera reacción a la posible relevancia del entorno, para la construcción y
Es igualmente indiscutible, que todo tratamiento científico (así como, en ge- estructuración de organizaciones, hizo uso de la teoría de los "sistemas abiertos". El
neral, toda observación y toda descripción) requiere que se aíslen determinados interés por esta teoría se derivó de la discusión sobre las leyes de la termodinámica,
objetos. Si se quiere indicar alguna cosa determinada, se debe primero distinguirla que para los sistemas cerrados habían predicho una tendencia hacia la entropía, esto
de todo el resto. Toda observación comienza con una distinción. Es necesario en- es hacia la desaparición de todas las diferencias utilizables. Para invertir esta ten-
tonces preguntarse si, y eventualmente por qué, determinadas distinciones son más dencia o, al menos para detenerla, parecía que fuese necesario disponer de sistemas
convenientes que otras, y para quién. abiertos, los cuales, a través de relaciones de intercambio con el entorno, fueran ca-
Las distinciones, relativas a la jerarquía, a la organización formal / informal y paces de producir diferencias utilizables para sí, esto es de aprovechar ocasiones
a los fines y medios, que hemos tratado hasta aquí, tenían como referencia el inte- casuales, para construir un orden propio y mantenerse "homeostáticamente" esta-
rior de la organización. Tal vez se pensaba que, una vez aclaradas las distinciones bles en el estado que hubiesen alcanzado. Esta versión, formulada en parte con la
internas, el objeto del cual se trata se daría como por sí mismo. Pero, entonces,
se debería recurrir a supuestos relativos a la esencia: por ejemplo, decir que la
esencia (o el tipo ideal) de las organizaciones burocráticas consistiría en una je- " Así, aún hoy, el enfoque del "management orientado sistémicamente" de la escuela de
rarquía de mando y que podría ser definida de este modo; o que la esencia de las Hans Ulrich (St. Gallen). Aquí el concepto central de integración se define como reconducción
de las partes a un todo. Véase por ejemplo la Festschryi en honor a Hans Ulrich: Gilbert J.B.
organizaciones industriales radicaría en una orientación hacia el fin (que podría ser Probst/Hans Siegwart (Eds.), Intergriertes Management: Bausteine des systemorientierten Ma-
descrita con precisión). O se renueva una distinción muy vieja: aquella del todo nagement, Berna 1985.

50 51
distinción entre máquinas y sistemas naturales," dominó la teoría de la organización de nes colectivamente vinculantes," y también aquí la prestación principal del siste-
los años sesenta." Con ella se admitía la asimetría entre entorno y organización, ma consiste en distinguir estos entornos o en presuponer que son distinguibles y
aunque orientada en una dirección unilateral, que se podía formular como reduc- que no se amalgaman en un confuso juego de colusiones particularistas.
ción de la complejidad del entorno, como predisposición de "requisite variety" Con este modelo, sin embargo, solamente se aplaza el problema de la gene-
(requisito de variedad) o, por último, como principio del "order from noise" (or- ración de límites. Se encuentra, ahora, en la pregunta: ¿cómo se debe entender la
den a partir del ruido). Esto podía ser convincente, en referencia a un entorno conexión entre input y output o la trasformación del input en output? A este respec-
natural. Sin embargo, al considerar conjuntamente el entorno humano, societal o to, se perfilan diversas propuestas, las cuales han entregado a los críticos, en sus
político, no se podía seguir descuidando el hecho que - y cómo - repercute la re- manos, el argumento de que se trata de un modelo "técnico", si no "tecnocrático".
ducción alcanzada en las organizaciones (aquella reducción que para ellas es eficaz Se puede pensar, por de pronto, en una función matemática de transformación,
y racional) sobre el entorno de éstas. Además, el creciente interés por las cuestio- pero ningún sistema real se haría superfluo a sí mismo, a través de tal descripción.
nes ecológicas llevó rápidamente a incluir también al entorno natural, en el interés Otra posibilidad sería: pensar la trasformación según el modelo de una máquina
por los efectos derivados de los resultados organizacionales." que, si no está descompuesta, a partir de inputs idénticos, produce siempre los
La "apertura" del sistema hacia el entorno lleva enseguida a preguntarse de mismos outputs y, por lo tanto, funciona de manera confiable. La tercera posibi-
qué modo delimitarla. Acaso la propuesta más importante para la solución de este lidad consiste en asumir que los procesos internos no son observables y limitarse
problema, se encuentre, desde los años cincuenta, en la distinción entre input y a la observación de regularidades externas. Esta versión ha recibido el nombre
output. La distinción diferencia las relaciones del sistema con el entorno, según si de "black box" (caja negra). Ha estimulado tanto la curiosidad, que al fin también
el sistema recibe o cede algo. En la teoría de la empresa económica, por ejemplo. se ha comenzado a especular acerca de lo que pasaría en la black box, o, al me-
se distinguen, por una parte, mercados de materias primas, trabajo y financieros. nos, se presume que pasaría, si la máquina no trabajara regularmente, sino de
y, por otra parte, mercados de productos o consumo, y se supone que las organi- forma manifiestamente caprichosa; no confiable, sino discontinuamente; no como
zaciones sólo pueden desarrollarse, si es posible distinguir entre estos mercados una máquina trivial, sino no-trivial. Y la conjetura - que condujo a un tipo comple-
(o, alternativamente: se tornan distinguibles porque se desarrollan las organizacio- tamente diverso de teoría de sistemas - fue que en una máquina como ésa, estaría
nes correspondientes)." En la organización estatal del sistema político, se puede dis- en juego la autorreferencia o que, en su matemática, tendrían un rol los números
tinguir el input de informaciones y declaraciones de intereses, del output de decisio- imaginarios, las paradojas u otros fantasmas similares.
Junto a estas tentativas de modelización, se han dado también planteamientos
" A esta distinción reaccionó, a su vez, una tentativa de integración muy considerada en más abstractos, desde la cibernética de los años cincuenta, a partir de las asimetrías
esa época: James D. Thompson: Organizations in Action: Social Science Basis of Administrative en la relación entre sistema y entorno. En cibernética se trataba de la cuestión de
Theory, New York 1967. la "requisite variety" que permite a un sistema adquirir o construir informacio-
56 Un texto típico en este sentido es Daniel Katz/Robert L. Kahn, The Social Psychology of
nes adecuadas al entorno.' En la psicología cognitiva de orientación funcionalista,
Organizations, New York 1966.
" Véase, sobre este estadio de la discusión, Louis R. Pondy/lan I. Mitroff, Beyond Open desarrollada en aquel período, aunque también en resultados de investigaciones
Systems Models of Organization, Research in Organizational Behavior 1 (1979), pp. 3-39. Karl empíricas sobre las organizaciones, el problema de esta diferencia se veía como
Weick subrayó, ya en 1969, que las organizaciones «enact their environment» y que a tal fin
serían necesarios criterios. Véase la traducción alemana de la segunda edición, Karl E. Weick, 59 Cfr. David Easton, A Framework for Political Analysis, Englewood Cliffs N.J. 1965;
Der Prozefi des Organisierens, Frankfurt 1985. David Easton, A Systems Analysis of Political Life, New York 1965.
" Para una publicación relativamente tardía de esta forma de teoría véase Piero Romei, La 60 Así W. Ross Ashby, An Introduction to Cybernetics, London 1956, esp. pp. 206 ss.; W.
dinamica della organi77azione: Le constanti di comportimento dei sistemi organizzativi azien- Ross Ashby, Requisite Variety and its Implications for the Control of Complex Systems, Cyber-
dali in azione, 5' edición, Milano 1990. 411C netica 1 (1958), pp. 83-99.

52
una gradiente de complejidad. La expresión "reducción de la complejidad" viene En los años setenta, el liderazgo fue asumido por la llamada "teoría de la con-
de aquel período y de aquel contexto.' La teoría de la decisión racional llamó la tingencia", en conexión con los trabajos de Lawrence y Lorsch.' Ésta se pregun-
atención sobre este problema, con un temprano aporte de Simon.' Los primeros taba por las formas y condiciones de adaptación entre entornos y sistemas.' Sin
estudios empíricos de sociología de la organización se ocupan de la cuestión rela- embargo, por motivos de metodología empírica se subvaloraba la complejidad, en
tiva a las formas de organización que se adaptan a ambientes turbulentos.' A este particular la complejidad de los propios sistemas organizacionales. También fue,
respecto, es posible partir de las formas de organización y preguntarse cuáles son en un primer tiempo, descuidada la incalculabilidad de los sistemas condicionada
sus correlaciones con el entorno (formal / informal, jerarquía empinada / plana, por su autorreferencia y, sin prestar a este problema la atención necesaria, se partió
delegación de competencias, vinculación a las reglas estricta / laxa) o se puede del supuesto de que la producción de adaptación entre el entorno y el sistema sería
afrontar, de distintas maneras, el problema de la diferencia de complejidad. Si se tarea de la dirección de la organización. Así, la teoría de la organización pudo pre-
parte de los recursos necesarios, se trata del problema de asegurar el acceso a los textar que trabajaba muy próxima a los intereses de la administración, para ayudar
recursos, dado un éxito variable en los negocios; esto es de un problema de liqui- a sintonizar la organización con los requerimientos y posibilidades ofrecidos por
dez, de solvencia crediticia o también de elasticidad interna, que haga posibles el entorno.
las sustituciones. Al poner el acento en la dependencia de recursos, se plantea la
pregunta de hasta qué punto la disposición sobre recursos necesarios permite un
control externo de las organizaciones dependientes." Si el problema se ve en las VI
informaciones, se trata del manejo de la incertidumbre, de la minimización del
gasto en el procesamiento de informaciones o, también, de la racionalización de la ¿El entorno? Hasta ese momento, la teoría pensaba que el entorno era aquella
renuncia a ulteriores informaciones y, con todo esto: de gestión del riesgo. Ambos parte del mundo, que no pertenecía a la organización. Con ello, el entorno se su-
planteamientos pueden ser ampliamente traducidos entre sí, de manera que aquí ponía dado. Se presumía que estaba objetivamente disponible, pero que abrumaba
nos encontramos de frente al tema de cuál sea el modo más fructífero para tratar al sistema con escasez de recursos y excesos de información, exigiendo, por lo
teóricamente la relación sistema / entorno. tanto, del sistema la reducción de su complejidad. Desde la segunda mitad de los
años setenta se encuentran expresiones críticas al respecto que, sin embargo, no
61 Cfr. Jerome S. Bruner/Jacqueline J. Goodnow/George A. Austin, A Study of Thinking, son desarrolladas consecuentemente en el sentido de las teorías constructivistas.
New York 1956. Karl Weick es quien llega más lejos:" el entorno sería el resultado de un "en-
' Véase Herbert A. Simon, Rational Choice and the Structure of the Environment, Psycho- actment" (traducción alemana: "Gestaltung", configuración, delineación, disposi-
logical Review 63 (1956), pp. 129-138.
63 Véase Tom Burns / G. M. Stalker, The Management of Innovation, London 1961.
ción, contextura), que sigue la lógica de los procesos internos. No sería nada dado
Además F.E. Emery/E.L. Trist, The Causal Texture of Organizational Environments, Human independientemente de la organización; sería el resultado de la acción de la or-
Relations 18 (1965), pp. 21-32; F.E. Emery/E.L. Trist, Towards a Social Ecology: Contextual ganización, que, como toda acción, sólo puede ser observada retrospectivamente.
Appreciation of the Future in the Present, London 1972; Paul R. Lawrence/Jay W. Lorsch, Se podría decir, que se ve lo que se ha hecho sólo con la ayuda del concepto del
Organization and Environment: Managing Differentiation and Integration, Boston 1967; Paul
R. Lawrence/Jay W. Lorsch, Differentiation and Integration in Complex Organizations, Ad-
ministrative Science Quarterly 12 (1967), pp. 1-47; Howard E. Aldrich, Organizations and 65 Para bibliografía, véase la nota 63.
Environments, Englewood Cliffs N. J. 1979. 66 Como intento de remediar el déficit de complejidad, véase una (poco clara) diferencia-
" La monografía pertinente es: Jeffrey Pfeffer/Gerald R. Salancik, The External Control ción de tipos en Robert Drazin/Andrew Van de Ven, Alternative Forms of Fit in Contingency
of Organizations: A Resource Dependence Perspective, New York 1978. Cfr. también David Theory, Administrative Science Quarterly 30 (1985), pp. 514-539.
Jacobs, Dependency and Vulnerability: An Exchange Approach to the Control in Organiza- 67 Véase Karl E. Weick, Der Proze0 des Organisierens, trad. alemana de la 2' edición,

tions, Administrative Science Quarterly 19 (1974), pp. 45-59. Franlcfurt 1985, en particular, pp. 212 ss.
entorno; este último permite externalizaciones, vale decir, la atribución a causas la "cultura" o la "ética"), y todas las explicaciones ofrecidas no hacen más que
que se encuentran fuera del alcance de las responsabilidades internas de la organi- empeorar las cosas. » Al concepto de institución, se contraponen en parte la téc-
zación. El entorno es, después de todo esto, un supuesto que tiene validez aunque, nica, en parte el racionalismo instrumental, en parte la limitación a los puntos de
e incluso precisamente porque, no es sometido a prueba. vista de actores individuales, en parte el aislamiento muy fuerte de la organización
Un reajuste conceptual de tan amplio alcance ha encontrado poca resonancia respecto a los "valores" y construcciones culturales y semánticas de la realidad
hasta el momento en la investigación organizacional, tanto más cuanto que la mis- de la sociedad que las comprende. Parece ser una suerte de movimiento pendular
ma teoría de los sistemas estaba apenas preparada (sólo gradualmente la teoría de que, después del "disembedding" (separar), acentúa de nuevo la "embeddednes"
los sistemas autorreferenciales, la cibernética de segundo orden y la teoría construc- (incrustación).' La situación de la ciencia, en la cual ha nacido este nuevo insti-
tivista del conocimiento empiezan a ofrecer fundamentos para ello). En su lugar, se tucionalismo, hace parecer comprensibles las aspiraciones que han motivado su
ha llegado a un simple debilitamiento de la distinción entre sistema y entorno. La desarrollo, pero el hecho que éste incluya otros •fenómenos no justifica ver en él
crítica a la teoría de la contingencia, se escandaliza con la agudeza de la distinción una nueva "teoría".
y la falta de una reflexión teórica sobre la sociedad. Dicha crítica ha conduci- En el contexto estadounidense, el recurso al concepto de "institución" se
do al así llamado enfoque "institucional" de la teoría de las organizaciones,' explica también porque la "teoría de sistemas" es considerada un patrimonio in-
simultáneamente con el correspondiente restablecimiento del concepto de insti- telectual superado y agotado. Todo lo que se trata de acentuar con el concepto
tución en la ciencia política, en la teoría de la ciencia y en la teoría del derecho.' de institución se orienta directa o indirectamente contra presunciones que, en parte
Con este término se entienden premisas dadas de comportamiento, relativamen- correctamente, se atribuyen a la vieja teoría de los sistemas: a saber, inadmisible
te durables y resistentes al cambio, sobre las cuales pueda apoyarse la acción, aislamiento del objeto, sobre valoración de las posibilidades técnico-matemáticas,
ahorrando ulteriores análisis. En esta medida, el taken for granted (dado por instrumentalismo racional, misticismo de la "totalidad".' Sin embargo, la polémi-
supuesto) de las instituciones indica, al mismo tiempo, los límites del desglose ca dirigida en contra de todo esto no ha logrado consolidar su propio fundamento
racional de los presupuestos de la acción. Así, en sustitución del problema de "fit" teórico, ni siquiera hacerlo explícito. Entretanto, la teoría de los sistemas ha segui-
(ajuste) de la teoría de la contingencia, se ponen de relieve concordancias cultu- do desarrollando su propio instrumental mediante la incorporación de conceptos de
rales entre las organizaciones y su entorno societal. Con razón, se subraya que autorreferencia, de tal forma que la distinción sistema/entorno porta hoy consigo
las concordancias entre sistemas y entornos no se pueden explicar solamente por implicaciones del todo diversas de las que tenía en el período comprendido entre
requisitos técnicos o mediante relaciones de intercambio. No ha resultado ninguna los años cincuenta y setenta. Aplicada a los sistemas sociales, en general, y a las
elaboración conceptual (lo que es típico cuando se recurre a viejas reservas teóri- organizaciones, en particular, la teoría de sistemas afirma que la diferencia entre
cas, también, por ejemplo, en los esfuerzos cercanos por reintroducir en el debate sistema y entorno debe ser producida y reproducida en el sistema mismo y que
precisamente esto constriñe al sistema a tomar en consideración su ambiente.
" Cfr., por ejemplo, John W. Meyer/Brian Rowan, Institutionalized Organizations: For-
mal Structure as Myth and as Ceremony, American Joumal of Sociology 83 (1977), pp. 340-
363; John W. Meyer/W. Richard Scott, Organizational Environments: Ritual and Rationality, 70 Véase sólo W. Richard Scott 1987, The Adolescence of Institutional Theory, Adminis-

Beverly Hills Cal. 1983; Lynne G. Zucker, Institutional Theories of Organization, Annual trative Science Quarterly 32 (1987), pp. 493-511. La "madurez" de la teoría es vista aquí en
Review of Sociology 13 (1987), pp. 443-464; James G. March/Johan P. Olsen, Redisco- la pluralidad de versiones contradictorias, entre las cuales se puede escoger para las investiga-
vering Institutions: The Organizational Basis of Politics, New York 1989; Walter PowelVPaul ciones
ciones empíricas. Lo mismo vale para el concepto complementario de "cultura". Véase infra,
DiMaggio (Eds.), The New Institutionalism in Organizational Analysis, Chicago 1991; W. cap. 7, 27.
Richard Scott, Institutions and Organizations, London 1995. 71 Así, en particular, Marc Granovetter, Economic Institutions as Social Constructions:
69 Cfr. sólo Santi Romano, L'ordinamento giuridico (1918), reimpresión de la r edición A Framework for Analysis, Acta Sociologica 35 (1992), pp. 3-11.
Firenze 1962. 72 Para la teoría de la ciencia y la teoría del derecho se podría agregar también el positivismo.
Si se asume este enfoque de investigación, es posible subordinar a éste todas similares, sólo sirve como autodescripción de un movimiento sectario, como res-
las distinciones que han sido consideradas relevantes hasta ahora. Se puede decir, puesta a una interrogante que así ya no puede ser planteada de manera convincente."
por ejemplo, que la función y la legitimación de la superioridad jerárquica se de- Al interior de las condiciones generales planteadas con la distinción entre
rivan de los mejores o más importantes contactos con el entorno, que se pueden sistema y entorno (y que hacen posible indicar algo como "sistema"), se han des-
concentrar en la cúspide. El jefe es el que procura los recursos, tanto al nivel de arrollado numerosas controversias teóricas. Esto tiene claramente que ver con la
las más pequeñas unidades de trabajo, cuanto al nivel de sistemas altamente com- dinámica propia del sistéma de la ciencia, que exige una actitud "crítica" hacia
plejos. Transforma irritaciones en informaciones. También es fácil ver, que distin- proyectos teóricos ya existentes y que, bajo la forma de crítica, pone a disposición
ciones como la de organización formal e informal o entre fin y medios, se refieren el camino más rápido para divulgar nuevos conocimientos. Pero esto produce con-
a entornos diversos del sistema, por ejemplo, al entorno de los mercados, por una siderables desventajas, las que entretanto son reconocibles y también se discuten.
parte, y motivos personales y disposiciones al trabajo, por la otra; o al entorno de Ese procedimiento no conduce a acumular saber (o sí lo hace es, por así decir, una
los mercados de recursos y de los mercados de productos en el sistema económi- casualidad). Se trabaja largamente con ciertas distinciones, hasta que se genera
co, o al entorno de quienes tienen intereses y sus organizaciones o de los partidos una especie de cansancio y enfoques innovadores aplican otras distinciones. Ade-
políticos, en el caso de la administración pública. Y, finalmente, la distinción entre más, las distinciones utilizadas para polemizar (por ejemplo: sistema vs. conflicto,
el todo y sus partes puede ser reformulada como teoría de la diferenciación del acción vs. estructura, micro vs. macro) dividen un objeto que sólo puede ser concebi-
sistema, si se entiende esta última como repetición de la diferenciación entre siste- do de manera adecuada incluyendo ambos lados." Precisamente las investigaciones
mas y entornos, al interior de los sistemas. Con esta capacidad de sistematización, empíricas, que tienen siempre que ver con relaciones mixtas, no progresan en el
se podría demostrar la superioridad de la distinción de la teoría de sistemas entre plano teórico." Controversias de este tipo no son más que paradojas resueltas.'
sistema y entorno, si se lograra indicar con precisión el problema al cual esta dis- Por medio de la controversia se puede evitar plantear la cuestión de la unidad de
tinción se refiere. la distinción que hace posible la controversia misma. Pero precisamente esto hace
La distinción de sistema y entorno, en comparación con las otras distincio- rápidamente aparecer este género de discusión como improductivo.
nes, ofrece un rango mayor de posibles configuraciones, esto es una multiplici- Estas reflexiones nos conducen a un punto, en el cual parece ventajoso re-
dad más grande de formas; o en todo caso parece haber más de todo esto en la currir a fundamentos teóricos más generales - a una teoría general de los siste-
teoría, por el simple hecho de que es posible subordinar las otras distinciones a mas sociales, o, incluso, a los problemas fundamentales de la teoría general de
ésta. Por otra parte, ella tiene dificultades para indicar la unidad de la diferen- los sistemas. La teoría de los sistemas tiene al menos la ventaja de ser poco apta
cia. Esta última no es dominio, no es cooperación social formal e informal, no es para enfrentar el entorno contra el sistema o al sistema contra el entorno. Esto no
racionalidad, no es totalidad integrada. Precisamente por esto, aquí más que en debe inducir a descuidar las particularidades de los sistemas sociales organizados.
los otros casos, desalienta plantear la cuestión de la unidad de la diferencia entre Pero la especificidad de las organizaciones podrá ser reconocida sólo si se logra dis-
sistema y entorno. Sigue siendo posible decir, naturalmente, que el sistema y todo
el resto, tomado en conjunto, es el mundo. ¿Pero qué se ganaría con ello? For-
" Cfr. Horst Stenger, Die soziale Konstruktion okkulter Wirklichkeit: Eine Soziologie des
malmente visto, se termina por incurrir en una paradoja si se plantea la cuestión "New Age", Opladen 1993.
de la mismidad de lo diferente. Un sistema organizacional existe sólo porque 74 Sobre esto W. Graham Astley / Andrew H. Van de Ven, Central Perspectives and Debates

se distingue de su entorno. ¿Cómo puede entonces este sistema reflejar la unidad in Organization Theory, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 246-273.
" No es obviamente de ayuda reaccionar criticando las "Grand Theories".
y, al mismo tiempo, operar sobre la base de la diferencia? Las sociedades más
76 Véase sobre esto las contribuciones en Robert E. Quinn / Kim S. Cameron (Eds.), Para-
antiguas disponían para este problema de una reflexión cosmológica de totali- dox and Transformation: Toward a Theory of Change in Organization and Management. Cam-
dad. Sin embargo, el actual holismo, en el sentido de la "New Age" o de proyectos bridge Mass. 1988.
¡O-
tinguir las organizaciones de otros tipos de construcción de sistemas y, puesto que
se trata de la teoría de los sistemas, únicamente si se consigue indicar el modo par-
CAPÍTULO 2.
ticular en el cual los sistemas organizacionales producen la diferencia entre siste-
LA ORGANIZACIÓN COMO SISTEMA AUTOPOIÉTICO
ma y entorno.

I.

Si se procede del mismo modo que las teorías de la organización que hemos pre-
sentado en el primer capítulo, será siempre dificil llegar a un concepto claro de
organización. Partiendo de las distinciones que hemos discutido, en efecto, el con-
cepto de organización debería indicar la unidad de lo distinguido, o sea aquello
que, en referencia a superiores e inferiores o a regla y aplicación de la regla o a or-
ganización formal e informal o a input y output etc., respectivamente, es la misma
cosa. Esto, sin embargo, llevaría en todos los casos a la paradoja de la identidad de
lo distinto, vale decir, a lo que hoy se prefiere llamar una "contradicción performa-
tiva": se traza una distinción y, al mismo tiempo, se afirma que lo que se entiende
con la distinción está dado en ambos lados de ella; entonces input y output, racio-
nalidad que ha tenido éxito y racionalidad que ha fallado; o, incluso, ambos lados
y la relación existente entre ellos. Prescindiendo de todo esto, se obtendrían muy
diversos conceptos "y" de organización, según cual fuera la distinción en uso. No
es sorprendente, entonces, 'que se considere inevitable que haya un gran número de
posibles teorías de la organización.
Puede que así sea. Pero entonces, ¿hay alguna de estas teorías que contenga en
sí a todas las otras?
Estamos, por consiguiente, frente a un problema metodológico: ¿Cómo proce-
der, si se quiere determinar el objeto de la ciencia de la organización?
La filosofía vétero-europea habría formulado la pregunta por la "esencia" (es-
sentia) de la organización. Ella distinguía géneros y especies atribuyendo, a cada
uno de ellos, una esencia propia. Una definición debía entonces indicar el género
Y la diferencia específica. De este modo, se debía evitar la paradoja por la cual un

61
conjunto es, al mismo tiempo, otro.' Se puede denominar esa arquitectura como condiciones de posibilidad), pero la solución trascendental del círculo del conoci-
jerarquía de inclusión. En la reciente teoría de la decisión, se han reconstruido je- miento, que debe presuponerse a sí misma, hoy ya casi no encuentra aprobación,
rarquías de inclusión, con la premisa de una "near decomposability".2 Esta premi- porque debería certificar, como prestación de la consciencia, aquello a lo cual se de-
sa vale sólo bajo determinadas condiciones: por ejemplo, a condición que, durante bería renunciar, esto es el cosmos de las esencias y lo cognoscible de la cosa en sí.'
lapsos breves, se puedan ignorar las influencias del entorno sobre las unidades Un intento posterior de romper el círculo y de asimetrizar la autorrealización
parciales del sistema; 3 y debe ser evaluado, caso por caso, si están o no dadas estas del conocimiento, recibió de Hegel el nombre de dialéctica. Aquí las distinciones
condiciones. • (nuestro tema prioritario) se entendieron como contradicciones y las contradiccio-
Sin embargo, ya Kant había perdido el gusto por esos jueguitos de clasifica- nes como inestables, tanto lógica como metafisicamente. Cuando aparecen, buscan
ción y había visto en todo este procedimiento sólo una técnica de conocimiento.' en seguida su propia unidad y la encuentran en su famosa y tristemente célebre
Por supuesto que no es fácil encontrar soluciones alternativas. Kant prefiere el con- "superación" (Aufhebung). 6 Aquí, sin embargo, el tiempo debería ser simplemente
cepto de acción recíproca, que anuncia anticipadamente las posteriores teorías de presupuesto como tiempo histórico y como proceso o movimiento, en tina for-
la autorreferencia circular. Pero esta solución enmascara una paradoja al ser for- ma ontológicamente-paradojal, vale decir, como existente y como no-existente.'
mulada como concepto causal, dado que la causalidad presupone tiempo y, enton- Esta forma de solución del problema fundamental de cómo lo distinto pueda ser lo
ces, excluye la identidad estable en el tiempo de causa y efectos, con la posibilidad mismo, o la diferencia pueda ser idéntica, también ha perdido entretanto toda ca-
de una retroacción de los efectos sobre las causas. Ha quedado el estímulo a pa- pacidad de convencer. Y esto ya sólo por el hecho de que también las distinciones
sar de preguntas de "qué" a preguntas de "cómo" (en Kant: como pregunta por las temporales, como antes/después o pasado/futuro son distinciones que no han de
ser tratadas de manera diferente a otras distinciones. No obstante, la dialéctica
Para evitar, precisamente, esta paradoja, según la cual el mismo género (génos) es
ha fracasado en forma mucho más espectacular, porque no ha logrado demostrar su
otro, o un otro es lo mismo, Platón había reivindicado un arte de la distinción (Dihaíresis). proceso de superación de las contradicciones en la historia real —ni como epifanía
Así, explícitamente, en Sofistas 253D. Pero entonces se debería presuponer que algo legitima del espíritu, ni como epifanía de la sociedad sin clases.
la elección de una determinada distinción y de ninguna otra (aunque fuese el recuerdo de las No nos sorprenderá, entonces, que, luego del fracaso de estas tentativas de
ideas). Cuando, sin embargo, también el distinguir las distinciones deviene problema o si, para
usar los términos de Gotthard Günther, se trata de relaciones "policontexturales", entonces no trabajar libre de paradojas, la filosofía muestre signos de agotamiento y se ocupe
es fácil salir de la paradoja. Véase Gotthard Günther, Life as Polycontexturality, en Gotthard principalmente de analizar su propia historia de textos o su propio uso del lengua-
Günther, Beitráge zur Grundlegung einer operationsfáhigen Dialektik, vol. 2, Hamburg 1979, je. Permanece, sin embargo, la pregunta: ¿se deben excluir las paradojas?, y ¿por
pp. 283-306. qué?, y ¿cómo? En retrospectiva histórica, llama la atención que, al menos desde
2 Cfr. Herbert A. Simon, The Architecture of Complexity, Proceedings of the Ameri-

can Philosophical Society 106 (1962), pp. 467-482; también en: General Systems 10 (1965),
el siglo xvI, se ha ocupado de las paradojas principalmente la retórica.' Esto, si se
pp. 63-76.
3 Véase Albert Ando/Fralildin Fisher, Near Decomposability, Partition and Aggregation

and the Relevante of Stability Discussions, International Economic Review 4 (1963), pp. 53-67. 5 Véase la crítica de Martin Heidegger, Die Frage nach dem Ding: Zu Kants Lehre von den

4 En la Crítica del juicio, Introducción, VI, se dice: "Ciertamente, ya no encontramos un transzendentalen Grundsátzen, Tübingen 1962, Gesamtausgabe vol. 41, Frankfurt 1984.
placer notable en la posibilidad de abrazar la naturaleza y la unidad de su división en géneros y 6 El hecho que aquí, entre un juego de palabras en lugar de una solución del problema, nos

especies, donde solamente son posibles los conceptos empíricos, mediante los cuales conocemos puede recordar el siglo xvi, el período en el cual florece el management retórico de la paradoja.
la naturaleza misma en sus leyes particulares; aunque este placer a su tiempo sin duda lo ha sido Volveremos sobre esto.
y es, solamente porque la más común experiencia no sería posible sin esto, que se ha ido confun- Para la crítica véase nuevamente Martin Heidegger, esta vez Sein und Zeit, citado según
diendo, paso a paso, con el simple conocimiento, y no ha sido ya más particularmente notado". la 63 edición Tübingen 1949, p. 432, nota 2.
Esto es, dicho brevemente: una simple técnica de conocimiento, que ha sido mal entendida como Para una vista panorámica véase Rosalie L. Colie, Paradoxia Epidemica: The Renaissance
ontología. Tradition of Paradox, Princeton N.J. 1966.

62 63
quiere, constituía, por una parte, simplemente un camino secundario paralelo: un esfuerzos que intentan descomponer las paradojas que se manifiestan en toda co-
para-doxon. Por otra parte, sin embargo, era también el único ámbito en el cual la municación (o sea, las contradicciones performativas entre "informe" y "orden")
comunicación se reflexionaba como comunicación, vale decir, la retórica como o, si se duda de esta posibilidad, por sustituirlas con paradojas menos graves. El
retórica. Esto nos puede dar que pensar. Se hace comprensible así una cierta falta cálculo matemático de las formas de George Spencer Brown comienza y termina
de seriedad, una literatura que a menudo se desliza en la frivolidad.' Por otro lado, con una paradoja (que no está señalada como tal): la distinción entre distinción e
emerge con claridad la intención de estimular la reflexión mediante la comunicación indicación y el reingreso de una distinción en lo distinguido por ella."
y fundamentación de opiniones contrarias - en particular cuando está disponible la Es posible poner juntos estos estímulos que provienen de fuentes muy
imprenta y la retórica ya no persigue solamente el fin de educar el discurso verbal. heterogéneas, si se asume que las descripciones del mundo y la sociedad son
Evidentemente, depende de producir una especie de irritación, que se hace eficaz elaboradas en las sociedades y solamente en ellas, que a tal fin se sirven de la
aun antes que uno se vincule, con la codificación binaria, en la alternativa verda- modalidad operativa de la cual sólo ellas disponen, esto es de la comunica-
dero/falso." ción." Entonces se ve que, tras toda descripción, es inevitable que se manifies-
Este interés por la irritación comunicativa parece expandirse en el Siglo xx, ten las paradojas. En efecto, por una parte, todas las observaciones y todas las
luego del quiebre de las descripciones metafísicas del mundo. Kenneth Gergen descripciones están obligadas a distinguir lo que indican, por lo cual ellas mis-
recomienda (¡como psicólogo social!) construir teorías que procedan así." En filo- mas no pueden figurar en la distinción; lo que, en términos explícitos, significa
sofía se puede recordar a Nietzsche, Heidegger y Derrida, en la teoría del texto y en que, para poder indicar algo, ellas deben hacerse a sí mismas no indicables.' Y,
el "literary criticism" se puede recordar a Paul de Man. A partir de la psiquiatría,' por otra parte, toda comunicación es una síntesis de información, darla-a-conocer
tanto en la terapia familiar como en la consultoría organizacional, se encuentran y comprensión: aquí nace la paradoja de que también la síntesis es dada-a-cono-
cer e informa sobre su derecho a la comunicación.' De esta manera es posible
9 Su comunicación "deserveth no hard conjecture among the learned, because they sustituir el concepto retórico de la paradoja por un concepto teóricamente fundado,
are onely but exercise of wit" ("no amerita ninguna conjetura fuerte entre los hombres cul- por lo cual en ambos casos se produce una "clausura autológica": el concepto se
tos, porque ellas no son más que un ejercicio de espíritu"), defiende a las paradojas (y a sí
aplica también a sí mismo; se debe aceptar una prohibición de la auto-eximición.
mismo) Anthony Mundy, The Defence of Contraries, London 1593, reimpresión Amsterdam
1969, p. A3. Sobresale el hecho de que esta retractación sucede en otro nivel textual, esto Si se acepta esta línea brevemente esbozada de pensamiento, entonces se está
es en un prefacio-dedicatoria. O, en otros casos, en un escrito con el cual se acompaña obligado a concluir que todas las descripciones y, por lo tanto, también todas las
el envío de un texto (así John Donne, Paradoxes and Problems, editado por Helen Peters, teorías científicas presuponen una paradoja que deben esconder, porque no pueden
Oxford 1980) o en una publicación polémica (así Ortensio Lando, Confutatione del libro de
incluirla en la descripción sin bloquear con ello la operación de describir. De todo
paradossi nuovamente composta, in tre orationi distinta, s.d.). Parece que la preocupación
de la retórica ha estado dirigida a distribuir en dos diversos tipos de textos la paradoja de esto se sigue, metodológicamente, que es necesario pasar de preguntas acerca de
la comunicación de paradojas y en este modo a resolverla. Esto, naturalmente presupone la escri-
tura y, en los casos a los cuales nos hemos referido, la impresión de libros. " Véase Laws of Form (1969), reimpreso New York 1979. Para una temprana conside-
1° Este estado de desagradable excitación se equipara en la tradición con admiratio. Véase, ración de este cálculo en la teoría de la organización, véase Philip G. Herbst, Altematives to
particularmente claro René Descartes, Les passions de l'áme, Art. 53, citado según CEuvres et Hierarchies, Leiden 1976, pp. 84 ss.
Lettres, éditions de la Pléiade, Paris 1952, pp. 723 s. 14 Véase Niklas Luhmann, Die Gesellschaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main 1997.
" Véase Kenneth J. Gergen, Toward Transformation in Social Knowledge, New York 1982, Traducción al español, La sociedad de la sociedad, México: Herder, 2007.
p. 142: "One may also foster generative Theory by searchingfor an intelligent antithesis to com- 15 Sobre esto, con respecto al problema de un mundo que intenta observarse a sí mismo,
monly accepted understandings." ("Se puede también favorecer una teoría generativa a través de véase Spencer Brown 1969, op. cit. p. 105.
la investigación de una antítesis inteligente a los modos de entender comunmente aceptados"). 16 Sobre los problemas de la teoría del Estado que se derivan de allí, véase Niklas Luhmann,
12 Véase Jürgen Ruesch/Gregory Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychia- Metamorphosen des Staates, en Niklas Luhmann, Gesellschaftsstruktur und Semantik, vol. 4,
try, New York 1951. Frankfurt 1995, pp. 101-137.

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"qué" (preguntas sobre la esencia), a las preguntas respecto a "cómo", y que la es así, de qué modo, entonces, reproducen los sistemas organizativos su propia
primera pregunta sobre "cómo" es siempre: cuál paradoja es desplegada y cuál es unidad?
la distinción que la despliega, de tal modo que, en lo sucesivo, se pueda trabajar Con la teoría de los sistemas autorreferenciales y, en sentido más estricto,
con la distinción y olvidar la paradoja; hasta que alguien vuelva a paradoj izar los autopoiéticos, disponemos hoy de una concepción que nos permite satisfacer las
fundamentos del análisis para trabajar con otra distinción, en lo cual éste debe tam- condiciones de la teoría del conocimiento delineadas en el parágrafo precedente,
bién resignarse a la misma necesidad de hacer invisible la paradoja de la unidad de sin perder —con su apoyo en presupuestos paradojales y tautológicos— fecundidad
su distinción." científica. Especialmente sobre "autopoiesis", se discute muy animadamente desde
Se piense lo que se piense de esta semántica orientada a la paradoja, ella se algunos años.' Sin embargo, de manera distinta que en la física, en el reino del
adapta a la concepción, según la cual, el mundo moderno sólo puede ser descrito saber —usamos libremente a Jean Paul— el sonido viaja con mayor velocidad que la
de forma poli-contextural, y toda operación, que observe y describa, puede ser luz.' Precisamente por esto el término autopoiesis es desde luego muy conocido,
observada y descrita por otras operaciones, en el modo de la observación y la des- pero la discusión está lejos de haber alcanzado una comprensión suficiente del con-
cripción de segundo orden. cepto. Aunque también a la inversa, se encuentran formulaciones que no contienen
la palabra "autopoiesis" y que dicen lo mismo, pero cuyo alcance no se deja ver.'

II. 20 Para un panorama actual, véase sobre todo John Mingers, Self-Producing Systems: Im-

plications and Applications of Autopoiesis, New York 1995. Compárese, además, Fenton Robb,
Como se indica en el primer capítulo, la teoría de la organización se separó, en Cybemetics and Supra Human Autopoietic Systems, Systems Practice 2 (1989), pp. 47-74; Hans
Rudi Fischer (Ed.), Autopoiesis: Eine Theorie im Brennpunkt der Kritik, Heidelberg 1991;- Roe-
el siglo xix, de la discusión general acerca del orden y desarrolló, para su caso land J. in't Veld/Linze Schaap/Catrien J.A.M. Termeer/Mark J. W. van Twist (Eds.), Autopoie-
particular, un modelo normativo y, al mismo tiempo, evolutivo (darwiniano) de sis and Configuration Theory: New Approaches to Societal Steering, Dordrecht 1991; Theodor
la organización individual. Una organización debería trabajar de manera racional M. Bardmann, Wenn aus Arbeit Abfall wird: Aufbau und Abbau organisatorischer Realitáten,
y eficiente y poder decidir como un individuo, esto es, debería estar estructura- Frankfurt 1994, passim, esp. pp. 72 ss. y, en relación con las discusiones acerca de "cultura or-
ganizacional", pp. 365 ss.; Kenneth F. Bailey, Sociology and the New Systems Theory: Toward
da jerárquicamente a partir de la cúspide." Sólo así tendría alguna oportunidad a Theoretical Synthesis, New York 1994, pp. 285 ss. El número de artículos publicados es prác-
en la lucha por la supervivencia. Esta conversión de condiciones de evolución en ticamente inabarcable. Para la aplicación a las organizaciones véase, por ejemplo, Werner
un modelo normativo de racionalidad, sin embargo, no encuentra comprobación Kirsch/Dodo zu Knyphausen, Unternehmungen als "autopoietische" Systeme?, en: Wolfgang
alguna a nivel de las operaciones reales; sólo puede ser observada como mito H. Staehle/Járg Sydow (Eds.), Managementforschung I, Berlin 1991, pp. 75-101; Walter J.M.
Kickert, Autopoiesis and the Science of (Public) Administration: Essence, Sense and Nonsense,
conservado en las organizaciones." Este resultado conduce a la pregunta: ¿Si no Organization Studies 14 (1993), pp. 261-278; Helmut Willke, Systemtheoretische Strategien des
Erkennens: Wirklichkeit als interessierte Konstruktion, en: Klaus Gütz (Ed.), Theoretische
'' Análogamente Nicholas Rescher, The Strife of Systems: An Essay on the Grounds and Zumutungen: Vom Nutzen der systemischen Theorie für die Managemenípraxis, Heidelberg
Implications of Philosophical Diversity, Pittsburgh 1985, sin embargo en la esperanza, segura- 1994, pp. 97-116; Michael Wollnik, Interventionschancen bei autopoietischen Systemen, en
mente infundada, de que esto sea sólo un problema teórico y que un "pragmatismo metodológi- Gütz, Op. Cit., pp. 118-159.
co" pudiera indicar una via de salidas Pero no existe ningún método que, a su vez, no presuponga 2 ' Así Jean Paul, Clavis Fichtiana seu Leibgeberiana, cit. según Werke, vol. 3, München

hipótesis teóricas. 1961, pp. 1011-1056 (1014): "En el reino del saber —de otro modo que en la fisica— el sonido
Véase, sobre esto, Nils Brunsson/Johan P. Olsen, The Reforming Organization, London llega siempre antes que la luz".
1993, en particular pp. 60 ss., donde se sostiene la tesis, según la cual esta concepcion de la iden- n "Any enterprise's first product is itself' (El primer producto de cualquier empresa es la em-
tidad en las organizaciones serviría al mismo tiempo como continuo estímulo para las reformas. presa misma), se lee, por ejemplo, en Randall Bausor, Entrepreneurial Imagination, Information, and
19 Cfr., por ejemplo John W. Meyer/Brian Rowan, Institutionalized Organizations: Formal the Evolution of the Firm, en: Richard W. England (Ed.), Evolutionary Concepts in Contemporary
Structure as Myth and Ceremony, American Journal of Sociology 83 (1977), pp. 340-363. ficonomics, Ann Arbor Mich. 1994, pp. 179-189 (181). Se habla también de "autogénesis"; véase

66
Por esto, debemos esbozar brevemente cómo debe ser entendido, en lo que sigue, cia, proceso) debe ser explicada.' Una teoría de los sistemas autopoiéticos
el complejo conceptual autorreferencia / autopoiesis / clausura operativa. así construida se encuentra en contraposición radical con toda suerte de
La teoría de los sistemas autorreferenciales renuncia a determinar su objeto teorías procesuales, incluidas las teorías dialécticas. Rechaza todo género
(en nuestro caso: las organizaciones), mediante supuestos relativos a la esencia de de "esencialismo" y reclama, al contrario, que todo acontecimiento (o, en
éste. La experiencia enseña que tales supuestos conducen a diferencias de opinión nuestro ámbito: toda decisión) deja sus consecuencias a un evento poste-
insolubles, tan pronto como diferentes observadores definen de manera diversa rior. Las formas esenciales son sólo indicaciones para repetir la selección.
lo que consideran la esencia de la cosa —trátese de la esencia del derecho, de la La teoría de la autopoiesis se encuentra también en contraposición con las
política, de la familia, de la religión o, precisamente, de la esencia de la organi- teorías de la acción, porque esas teorías recurren a las representaciones (in-
zación. Por esto, comenzamos con una definición circular: una organización es tenciones, fines) de un actor, para explicar las conexiones entre sus "unit
un sistema que se produce a sí mismo como organización. Luego, sólo debemos acts" . Los eventos que forman sistemas, en cambio, como por ejemplo las
definir el modo en que esto sucede. Este siguiente paso, a su vez, requiere cierta- comunicaciones, producen excesos de posibilidades, para que en el paso
mente una secuencia de decisiones teóricas que podrían ser tomadas también de sucesivo se pueda escoger algo adecuado. Lo que sea luego seleccionado,
otro modo, si se pudiese indicar cómo sería una alternativa del mismo nivel. no necesita ser anticipado; sobre esto se decide mejor y típicamente refi-
Recojamos aquí, en forma más concisa, las más importantes de estas presun- riéndose retrospectivamente a un acontecimiento ya dado.
ciones concretizantes, que rompen el círculo: 2. Un sistema que se autoproduce debe observarse a sí mismo, esto es, debe
poder distinguirse a sí mismo de su ambiente.' Esto ha sido discutido
1. La unidad basal de un sistema autopoiético tiene la forma temporal de un una que otra vez,' pero dado que por "organización" no se puede enten-
evento, esto es, de un incidente que hace una diferencia entre "antes" y der todo el mundo, se debe tener algún criterio que delimite aquello que
"después"; un acontecimiento, por lo tanto, que sólo puede ser observado es indicado como organización. La pregunta teórica decisiva, entonces, es
sobre la base de la distinción antes/después. Cuando se trata de resultados, si esta delimitación es realizada por la organización misma o, si no es así,
hablamos también de "operación" y, en el caso de las organizaciones, de por quién.
"decisión". En un contexto de comparación de teorías, es importante tener 3. Al efectuar su autoobservación, el sistema organizacional no se observa a
presente este fundamento en sucesos (y no en substancias).' De esto se sí mismo como un objeto fijo, cuyas propiedades se deban conocer, sino
sigue, que la teoría parte de la presunción de la discontinuidad, asume la que usa la propia identidad sólo para poder sacar a relucir determinaciones
desintegración continua, y considera que la continuidad (coseidad, sustan-

Robert Drazin/Lloyd Sanderlands, Autogenesis: A Perspective on the Process of Organizing, Or- 24 En Tim Ingold, Evolution and Social Life, Cambridge England 1986, p. 24, encontré esta

ganization Science 3 (1992), pp. 230-241. Sin embargo, si nos remontamos al sentido griego de la feliz formulación: "Process is to event as continuity is to discontinuity" (El proceso es al evento
palabra, es preferible no partir del "origen", sino del "producto", porque un sistema es el origen de sí lo que la continuidad es a la discontinuidad).
mismo sólo en cuanto es su propio producto. La pregunta por el inicio debe ser dejada a la teología. 25 Considerado por sí solo, esto no debe acabar necesariamente en una teoría de la auto-

" Para una concepción más bien rara de este tipo, véase Floyd H. Allport, An Event-Sys- poiesis. Se encuentran discusiones similares en relación a una distinción entre "matter" y
tem Theory of Collective Action: With Illustrations From Economic and Political Phenomena "symbol". Véase, por ejemplo, Howard H. Pattee, Cell Psychology: An Evolutionary Approach
and the Production of War, The Journal of Social Psychology 11 (1940), pp. 417-445; Floyd H. to the Symbol-Matter Problem, Cognition and Brain Theory 5 (1982), pp.325-341. En este caso,
Allport, The Structuring of Events: Outline of a General Theory with Applications to Psycholo- sin embargo, seria necesario explicar estos conceptos, principalmente en atención al concepto
gy, Psychological Review 61 (1954), pp. 281-303; Floyd H. Allport, The Theory of Enestructure de referencia.
(Event-Structure Theory): Report of Progress, American Psychologist 22 (1967), pp. 1-24. Son 26 Por ejemplo de Barbara Czarniawska-Joerges, Exploring Complex Organizations: A

evidentes las relaciones con la cosmología de Alfred North Whitehead. Cultural Perspective, Newbury Park Cal. 1992, pp. 32 s.

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siempre nuevas y para poder abandonarlas de nuevo." Los sistemas auto- 6. La mejor posibilidad de tratar con la incertidumbre consiste en atenerse a
poiéticos pueden entonces variar también sus estructuras (se habla enton- lo que ya ha sucedido. Por ello, las organizaciones, en gran parte, explican
ces de "autoorganización"), en tanto esto sea compatible con la continua- retrospectivamente el sentido de lo que hacen, lo que, por otra parte, las
ción de la autopoiesis. Todas las reflexiones de la identidad que proponen induce a prestar poca atención al estado actual del entorno. Una tal dife-
autodescripciones duraderas con características de contenido deben pro- renciación en el plano operativo debe, sin embargo, ser compensada en
ceder, por esta razón, de manera altamente selectiva; se vinculan en esto a el plano estructural. Debido a esto, se decidirá sobre la adecuación de las
pretensiones normativas y son, la mayor parte de las veces, controvertidas. estructuras (por ejemplo: programas decisionales o consumo de tiempo
4. La variabilidad del "sí mismo", que es introducido cada vez como punto típico de las operaciones), preferentemente en referencia al entorno.
fijo, es garantizada por el hecho de que la organización se observa obser- 7. Conceptos como autorreferencia, autoobservación y autodescripción pre-
vando. Ya el mismo sistema organizativo opera a nivel de la observación de suponen operaciones que los realizan. Estas operaciones deben ser efec-
segundo orden; diagnostica continuamente (si no siempre, en cada caso indi- tuadas en el sistema (¿dónde, si no?). Si, además, se considera que esto no
vidual) las propias observaciones. La teoría de la organización, por esto, debe es posible en la forma de eventos singulares privados de conexión, se tro-
ser colocada al nivel de la observación de tercer orden. Ella observa un sistema pieza con el problema de la interconexión recursiva de tales operaciones.
que se observa a sí mismo y, en consecuencia, puede extender su observación .J. Para que pueda hacerse posible a sí misma, toda operación presupone que
también a hechos que son inaccesibles para una autoobservación. Tocamos 4Pri se recuerden y anticipen otras operaciones del mismo sistema. Sólo de este
aquí el clásico problema sociológico de las estructuras y funciones latentes.' modo se pueden identificar conexiones y se pueden producir y reprodu-
5. La autopoiesis solamente es posible, por lo tanto, si el sistema se encuen- cir límites en relación con el entorno. Por esto, prescindiendo totalmente
tra en el estado permanente de incertidumbre sobre sí mismo en relación de la primera denominación hecha por el biólogo Humberto Maturana,
con el entorno, y puede producir y controlar esta incertidumbre mediante se habla también de «sistemas autopoiéticos». 29 Y, por el mismo motivo,
la autoorganización. El sistema no puede transformar en certeza la in-
certidumbre incorporada (diremos también: autoproducida). La absorción
de incertidumbre (y de esto deberemos hablar ampliamente) sólo puede
1 ~ una prudente primera aplicación de este concepto al caso de las organiza-
ciones fue divulgada explícitamente como "metáfora"?' La discusión que
ha seguido ha estado fuertemente influenciada —y, a menudo, inducida a
ser una transformación de la forma de la incertidumbre respectivamen- error- por un concepto de cognición demasiado extenso y una vinculación
te actual, momento a momento, en adaptación a estados cambiantes de excesivamente estrecha con la realización bioquímica.
irritación. No es posible cambiar esto, ni siquiera mediante la reflexión o 8. Teniendo presente una discusión compleja y a menudo confusa, son opor-
la autodescripción. Cualquier identidad "trascendental" podría poner en tunas algunas observaciones aclaratorias:
peligro la siguiente reproducción del sistema por sí mismo.

29 Véase sobre todo Humberto R. Maturana/Francisco J. Varela, Autopoietic Systems: A

'7 Así, para la autoconsciencia de los sistemas psíquicos, también Paul M. Churchland, Characterization of the Living Organization, Urbana III. 1975, traducción alemana en Hum-
Matter and Consciousness: A Contemporary Introduction to the Philosophy of Mind, Cambrid- berto R. Maturana, Erkennen: Die Organisation und Verkórperung von Wirklichkeit, Braun-
ge Mass. 1984, p. 73: "... self-consciousness involves the same kind of continuously updated schweig 1982; Humberto R. Maturana/ Francisco Varela, El árbol del conocimiento, Santiago
knowledge that one enjoys in one's continuous perception of the external world", (la autocon- de Chile 1984, traducción alemana, Der Baum der Erkenntnis: Die biologischen Wurzeln des
ciencia implica el mismo tipo de conocimiento continuamente actualizado-que se tiene en la menschlichen Erkennen, Bem 1987. A este nivel, el desarrollo de la teoría estaba condicionado
percepción continua del mundo externo). fuertemente por cuestiones epistemológicas y, en lo que respecta a la operación autopoiética
Cfr. la síntesis de Robert K. Merton, Social Theory and Social Structure, r edición, misma, presuponía procesos bioquímicos.
Glencoe III. 1957, pp. 60 ss. 30 Así Gareth Morgan, Images of Organization, Beverly Hills 1986.
a) Como dice el concepto de "poiesis", se trata de la producción de d) El simple concepto de autopoiesis sirve para distinguir e indicar los
una obra, la autopoiesis es la producción del sistema como su propio hechos correspondientes. Como concepto, carece de todo valor ex-
producto. Naturalmente, esto no significa en absoluto que el siste- plicativo empírico. La prestación del concepto consiste, principal-
ma mismo disponga de todas las causas que son necesarias para la mente, en que obliga a otros conceptos —por ejemplo; al concepto de
autoproducción. Ninguna teoría causal podría dar cuenta de un tal evolución o al modo en que se entiende la relación entre sistema y en-
concentrado de todas las causas en un sistema (a menos que se trate torno— a adaptarse. Todo el resto, luego, depende de las operaciones y de
de Dios). Para conceptos como producto, producción, reproducción, las estructuras derivadas de la evolución y del aprendizaje, a través
esto ya vale a nivel conceptual. En efecto, sólo si un sistema no se li- de las cuales se materialice la autopoiesis.
mita simplemente a existir, sino que además debe reproducirse a par- e) La autopoiesis del sistema se realiza al nivel de las operaciones. Ella, por
tir de sus propios productos, únicamente entonces tal sistema puede esto, es compatible con todas las estructuras que hacen posible la conexión
depender del entorno precisamente bajo esta perspectiva. Es impor- entre operación y operación. El concepto de estructura aquí es un concepto
tante, sin embargo, que el sistema cuente con las suficientes causas correlativo de la autopoiesis y no, como es habitual, un concepto correla-
disponibles (una organización, por ejemplo, con miembros vincu- tivo de la división del trabajo." Las estructuras son producidas, reprodu-
lados a las directivas), de modo de estar normalmente en condiciones cidas, eventualmente transformadas o simplemente olvidadas a través de
de asegurar su propia reproducción. operaciones para ser usadas en operaciones.' En consecuencia, del con-
b) El concepto no destaca la producción regular, ni mucho menos la se- cepto de autopoiesis no se puede inferir conservadurismo estructural al-
guridad incondicional de la producción, sino la reproducción, esto es: guno." Al contrario: precisamente la clausura respecto al entorno abre
la producción a partir de los propios productos. Por esto, conectándo- al sistema oportunidades de variación estructural que no podría tener
se con Heinz von Foerster, se puede hablar también de una "máquina
histórica", es decir, de un sistema que produce operaciones sucesivas,
que la exigencia de llamar la atención de toda teoría universalista, sobre la necesidad de una
a partir del estado en el cual él mismo se ha puesto.'
auto fundación autológica.
c) Con todo esto, está definido formalmente el concepto de autopoie- 33 Cfr., por ejemplo, Henry Mintzberg, Structure in Fives: Designing Effective Organiza-
sis. Por ello, como concepto deja totalmente abiertas las operaciones tions, Englewood Cliffs N. J. 1983.
materiales mediante las cuales se realiza la autopoiesis: pueden ser Aquí estamos plenamente de acuerdo con la teoría de la "estructuración" de Anthony
operaciones bioquímicas o neurofisiológicas, pero también disposi- Giddens —con la única salvedad de que Giddens rechaza una fundamentación teórica de siste-
mas para este concepto. Véase Anthony Giddens, Die Konstitution der Gesellschaft, traducción
ciones conscientes sobre la atención o comunicaciones. En esto no alemana 1988.
se argumenta con una analogía, ni metafóricamente." Se trata, más " Así, aparentemente, Kickert op. cit. (1993) y muchos otros que ven en la "autopoiesis
bien, de diversas aplicaciones de una teoría general. una ideología conservadora. También la rama de la consultoría tiende a describir los sistemas
autopoiéticos como sistemas que tendrían una estructura conservadora, para justificar la fun-
ción, cuando no la necesidad de acciones bien calculadas provenientes del exterior. Véase, por
31 Cfr. Heinz von Foerster, Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt ejemplo, Michael Wollnik, Interventionschancen bei autopoietischen Systemen, en: Klaus
1993. Gütz (Ed.), Theoretische Zumutungen: Vom Nutzen der systemischen Theorie für die Manage-
32 Por lo demás no sería inoportuno, sino sólo de poca ayuda, si se admitiera que se trata mentpraxis, Heidelberg 1994, pp. 118-159. La tesis del conservadurismo de la estructura no nos
de una metáfora. Esto sería, en efecto, válido para todos los enfoques teóricos acerca de la enseña nada sobre la teoría de los sistemas autopoiéticos, en este caso sobre la autopoiesis de
organización (véase, por ejemplo, Gareth Morgan, Paradigms, Metaphors, and Puzzle Solving las empresas e institutos de formación en la rama de la consultoría, aunque sí sobre aquél que la
in Organization Theory, Administrative Science Quarterly 25 (1980), pp. 605-622) y, dado que formula —o, para usar los términos de Maturana Op. Cit. 1982, p. 64: no nos dice nada sobre el
el concepto mismo de metáfora (de metapherein) es a su vez un metáfora, no significaría más ámbito descrito, aunque sí nos dice algo sobre el observador, que prepara y usa tal descripción.

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con vínculos inmediatos. Las modalidades autopoiéticas de operación sin embargo, más o menos complejo. Los sistemas autopoiéticos operati-
son, típicamente, invenciones únicas de la evolución que, en el curso de vamente clausurados no pueden ser descritos mediante funciones input/
la historia, tienden a la diversificación estructural. Con "autopoiesis", output, incluso por razones que pueden ser matemáticamente probadas."
entonces, se indica solamente un límite de la variación estructural po- De aquí surgen impresiones y descripciones, tales como libertad, arbitrio,
sible. Sin embargo, como enseña la evolución en 'el marco de largos intransparencia, de las cuales nos ocupáremos aún ampliamente. El con-
períodos y grandes espacios, la diferencia entre interno y externo con- cepto de clausura operativa se abstrae también de supuestos causales, esto
duce, precisamente, a acelerar las transformaciones. Naturalmente, tam- es, de ninguna manera afirma un aislamiento causal (ni siquiera sólo rela-
bién enseña que las transformaciones no siguen los deseos de determi- tivo). Un sistema puede ser operativamente cerrado y, como por ejemplo
nados observadores, de tal forma que a éstos los sistemas les pueden un cerebro, depender en medida extrema del abastecimiento continuo de
parecer rígidos e inmóviles. recursos de un tipo muy específico (aquí, ante todo: la circulación de la
O La interconexión de operaciones en una red recursiva no sigue reglas sangre). Clausura operativa, entonces, únicamente significa que el sistema
lógicas ni racionales. Sólo produce conexiones y perspectivas de co- sólo puede operar en el contexto de las propias operaciones y que en esto
nectividad. Así, las cifras de ventas pueden ser tratadas como prueba depende de estructuras producidas, precisamente, con estas operaciones.
de éxito y de calidad de las estructuras organizativas. Así las informa- En este sentido, se habla también de autoorganización o, en lo que respecta
ciones pueden hacer nacer la sospecha de distorsiones específicas de a las operaciones, de determinismo estructural.
intereses y motivar el. trabajo posterior para confirmar tal sospecha. 10. Estas constataciones teóricas tienen consecuencias de gran alcance para
Así, también, en las relaciones internacionales entre organizaciones, la relación entre sistema y entorno. Clausura operativa, en este caso, no
los criterios ecológicos para los productos pueden ser interpretados significa que un sistema organizacional no pueda mantener contacto al-
como obstáculos al comercio. Las recursividades aseguran, por lo tan- guno con el entorno interno a la sociedad. La sociedad pone a disposi-
to, incluso el mantenimiento y la reproducción de paradojas ocultas. ción la posibilidad de comunicación al interior de la sociedad más allá de
Algo dado siempre es también algo distinto. los límites de los subsistemas. Por otra parte, una organización no puede
9. Los sistemas autopoiéticos son operativamente cerrados y, en este preciso participar de la comunicación sin observarse a sí misma como participan-
sentido, son sistemas autónomos.» E1 concepto de clausura operativa no te. En cuanto receptora de comunicaciones, las propias estructuras de la
admite ninguna "graduación"; en otros términos: no permite que el sis- organización regulan a través de qué informaciones ésta se deja irritar e
tema opere también en su entorno o que el entorno opere también en el
sistema. Un sistema no puede ser más o menos autopoiético; 37 puede ser, independientemente del concepto de autopoiesis. Para el caso de las organizaciones, esta versión
debería también abandonar la estricta conexión entre autopoiesis y decisión. Entonces, los siste-
» Para un ámbito muy estrictamente delimitado cfr. Francisco J. Varela, Principies of Bio- mas "autopoiéticos" serían sistemas en los cuales se presenta también la autopoiesis, lo que, sin
logical Autonomy, New York 1979. embargo, no explica la unidad del sistema. Y acaso entonces, se debería sustituir el concepto de
37 Esto es objeto de polémica. Ha sido principalmente Gunther Teubner quien ha introducido autopoiesis por el viejo concepto de causalidad circular. En todo caso, desde la perspectiva de
la posición contraria en la discusión. Véase: Hyperzyklus in Recht und Organisation, en: Hans Ha- Maturana, las reflexiones sobre la "gradualización" estarían exclusivamente en el ámbito de las
ferkamp/Michael Schmid (Eds.), Sinn, Kommunikation und soziale Differenzierung: Beitráge zu estructuras de los sistemas y nunca en el ámbito de la misma autopoiesis.
Luhmanns Theorie sozialer Systeme, Frankfurt 1987, pp. 89-128; Gunther Teubner, Episoden- 38 Cfr. para esto y por la razón que allí se funda de un "punto ciego", esto es de una nece-

verknüpfung: Zur Steigerung von Selbstreferenz im Recht, en: Dirk Baecker et al. (Eds.), Theorie saria intransparencia del sistema para sí mismo, Heinz von Foerster, Das Gleichnis vom Blinden
als Passion, Frankfurt 1987, pp. 423-446; y, para la aplicación a las organizaciones, Kirsch/ Fleck: Über das Sehen im allgemeinen, en: Gerhard Johann Lischka (Ed.), Der entfesselte Blick:
zu Knyphausen Op. Cit. (1991). Si, en la construcción de los conceptos, se quisiera marcar el Symposion, Workshops, Ausstellung, Bern 1993, pp. 15-47 (21 ss.); Heinz von Foerster, Für
compás de este modo, se requeriría un concepto de la unidad del sistema que fuese construido Niklas Luhmann: Wie rekursiv ist Kommunikation?, Teoría Sociologica 1 / 2 (1993), pp. 61-85.

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impulsar a la propia elaboración de información. En cuanto emisor de co- necesidad de ser replicadas, que deben ser continuamente sustituidas. Más
municaciones, la organización toma decisiones acerca de lo que quiere o bien, los sistemas sociales (como también los sistemas de consciencia) son
no dar-a-conocer. En esta medida, el entorno sigue siendo, para la organi- constituidos sólo por acontecimientos que, al surgir desaparecen ensegui-
zación, una construcción propia, cuya realidad, naturalmente, no es puesta da y deben ser sustituidos no por los mismos, sino por otros eventos. El
en discusión. Nos encontramos aquí con Karl Weick. 39 Lo que en el sis- continuo tránsito desde un elemento a otro, la continua reproducción de
tema organizacional es observado como entorno es siempre un constructo alteridad, sólo puede ser comprendido como autopoiesis; ésta, en efecto,
propio, esto es un relleno de la heterorreferencia del sistema.' El entor- presupone una capacidad de conexión producida en el sistema mismo.
no valida, en cierta medida, las decisiones del sistema, al ofrecer el contex- Ningún entorno podría ofrecer algo apropiado, tan rápidamente como se
to que permite comprobar retrospectivamente cómo se ha decidido (Weick requiere. Sólo el sistema mismo puede detener la propia destrucción que
habla de comportamiento). El entorno permite externalizar causas incómo- se va produciendo momento a momento. Con esto, se plantean, al mismo
das para el propio decidir, esto es, hace posible una especie de "puntua- tiempo, exigencias muy específicas a las estructuras: éstas no deben contri-
ción" de las propias operaciones. Es un ámbito de recolección de proble- buir a la repetición, sino que deben ante todo regular el paso de un evento
mas que permite prescindir de la propia participación en la producción de al otro. Esto requiere, como se ha expuesto detalladamente en otro lugar,
los problemas. Para decirlo resumidamente: permite relacionar las propias una orientación a un sentido pleno de referencias, pero, al mismo tiempo,
operaciones a un "nicho", sin plantear la cuestión de cómo es posible que determinable.'
el mundo y la sociedad, en particular, contengan tales nichos. Nada distin- 12. La autopoiesis depende del hecho de que un sistema esté en la situación de
to dice el viejo concepto de "milieu". producir improbabilidades internas desviándose de lo habitual. Las contin-
11. Podemos tranquilamente dejar abierta (aunque la biología nos haya re- gencias estructuralmente limitadas, por lo tanto, tienen el efecto de infor-
galado el concepto de autopoiesis) la cuestión de si la reproducción de mación en el sistema y, precisamente, no de información desde el entorno,
macromoléculas químicas relativamente estables en las células se pueda con el cual el sistema no puede entrar en contacto, sino en todo caso sobre
entender como "autopoiética" y cómo esto eventualmente sucede. Tal vez, el entorno (y esto tampoco en los sistemas biológicos como células, siste-
porque ésta sólo es posible en las células, acaso porque se trata de unida- mas inmunitarios, cerebros, sino solamente en sistemas que pueden distin-
des extremadamente inestables, que deben ser continuamente sustituidas. guir, en el medium del sentido, entre sí mismos y el entorno). Un sistema
En el caso de los sistemas sociales, la autopoiesis puede ser mucho más autopoiético, entonces, sólo puede informar a sí mismo y la información
claramente reconocida o, en todo caso, está estructurada de modo com- en el sistema tiene la función de limitar selectivamente las posibilidades
pletamente diferente. Aquí, en efecto, no se trata de unidades que tienen de continuar las propias operaciones, con la ulterior función de que se
puede decidir relativamente rápido sobre las posibilidades de conexión.
13. En este sentido operativo, la clausura es presupuesto de la apertura de los
39 Véase Karl E. Weick, Enactment Processes in Organizations, en: Barry M. Staw/Gcrald
sistemas. La antigua teoría de los sistemas hablaba de sistemas abiertos,
R. Salancik (Eds.), New Directions in Organizational Behavior, Chicago 1977, pp. 267-300;
Karl E. Weick, Der Prozess des Organisierens, traducción alemana, Frankfurt 1985, en parti- principalmente en vistas de la ley de la termodinámica sobre la entropía,
cular pp. 212 ss. Cfr. también Linda Smircich, Implications for Management Theory, en Linda para poder explicar cómo era construido y mantenido el orden contra la
L. Putnam/Michael E. Pacanowsky (Eds.), Communication and Organizations: An Interpretive tendencia a la entropía. Se evitaba, sin embargo, preguntarse qué faculta
Approach, Beverly Hills Cal. 1983, pp. 221-241 (229 ss.).
"The 'outside'or 'externa!' world cannot be known" (El mundo "de afuera" o "externo"
no puede ser conocido), se lee en Weick Op. Cit. (1977), p. 273, "The outside is a void, there is 41 Véase Niklas Luhmann, Soziale Systeme: Grundril3 einer allgemeinen Theorie, Frank-
only the incide" (Lo exterior es un vacío, sólo existe lo interior). furt 1984, pp. 92 ss.

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a un sistema para ser abierto, o, con otra formulación, qué debería haber estabilidad al mantenimiento de una diferencia. Esto significa también que ya no se
en el orden sistémico para que un sistema pudiera permitir la apertura y, habla más de necesidades "existenciales" (una organización sólo podría existir
eventualmente, pudiese incluso aumentar la complejidad de aquellos as- sí...)," sino de las condiciones de la posibilidad de observar organizaciones. Si no
pectos, en los cuales puede estar abierto. No se planteaba la pregunta por pueden ser distinguidas, no pueden ser observadas. En las páginas siguientes,
la orientación a ejemplos empíricos o al modelo input/output. Aunque la cuando describamos las organizaciones como sistemas autopoiéticos, se tratará
antigua cibernética ya había hablado de sistemas cerrados a la información siempre de la producción y reproducción de una diferencia (en teoría de sistemas:
y abiertos a la energía, recién la nueva teoría de los sistemas autorreferen- entre sistema y entorno), y el concepto de autopoiesis dice que u: - observador, que
ciales formula claramente que la clausura operativa es presupuesto de la lo utiliza, presupone que esta diferencia es producida por el sistema mismo y re-
apertura.' producida con operaciones propias del sistema.
14. La teoría de los sistemas autopoiéticos distingue, de manera estricta, en- La teoría de los sistemas autorreferenciales y autopoiéticos sabe que, con la
tre la continuación de la autopoiesis y la conservación de ciertas estruc- transformación del fundamento de la unidad a la. diferencia, usa una paradoja; sin
turas, las cuales sirven para garantizar suficiente redundancia y conec- embargo evita incluir la paradoja en la teoría, porque, como figuras teóricas, las
tividad y, con ello, hacen posible la autopoiesis. Se presupone que las paradojas bloquearían la observación y la descripción. En otras palabras, mantiene
estructuras, por lo tanto, son funcionales, contingentes, también diver- una relación paradojal con la paradoja que constituye su fundamento: trabaja con
samente posibles. A partir de la constitución de la teoría, se hace posible el presupuesto de incluir la exclusión de la paradoja. O, usando los conceptos de la
comprender la ambigüedad, la necesidad de interpretación, lo elusivo de lógica: la paradoja es un tertium (tercero), cuyo non datur (no dado) debe ser con-
las estipulaciones estructurales. También se puede decir que la teoría de los siderado, esto es, debe ser "dado".
sistemas autopoiéticos advierte, especialmente al observador que las estruc- Es claro que, de manera diversa a lo que asume la lógica, esto no queda libre de
turas tienen sentido, es decir, deben ser constituidas frente a horizontes abier- consecuencias para la elaboración de la teoría. La paradoja sigue siendo soberana,
tos de remisión a otras posibilidades, mientras en los sistemas autopoiéticos la aunque esté prisionera en el palacio y dirigida por los consejeros. Se hace notar una y
autopoiesis misma no constituye tema alguno. En esto nos encontramos muy otra vez, a cada paso que efectúe la teoría. Cambia su forma con cada distinción que
cercanos a teorías del "interaccionismo simbólico" o a teorías de la "interpre- se agregue, porque siempre debe permanecer inobservada la unidad de la distinción
tación" hermenéutica de la realidad, aunque sin necesitar recurrir a supuestos que está en el fundamento de la observación respectiva. La buena consciencia que la
conductistás (Mead) o subjetivistas. En lo sucesivo veremos, una y otra vez, teoría se atribuye de este modo, deriva del convencimiento de esta necesidad. La pa-
que en el proceso de decisión se necesita reducir incertidumbres y aclarar radoja es y permanece su principio originario, su trascendental principio fundamental.
ambivalencias; pero, al mismo tiempo, también veremos que, en el proce- En el caso de la teoría de sistemas, la diferencia que constituye el fundamento
samiento del sentido, se regeneran continuamente incertidumbre y ambiva- es la distinción entre sistema y entorno. La paradoja que debe permanecer exclui-
lencia, y que especialmente la autopoiesis de las organizaciones se mantie- da, entonces, es la unidad de esta diferencia, y ésta ,es el mundo. La teoría de los
ne en marcha precisamente mediante el hecho de que la incertidumbre es sistemas, por esto, debe renunciar a ofrecer conocimiento del mundo. En su lugar,
reducida y regenerada a la vez. se atiene, con suficiente plausibilidad, a la regla de referir temáticamente todas las
observaciones a un sistema o a su entorno. Por cierto, necesita decidir previamente
La impresionante ventaja de esta compleja maniobra conceptual consiste en que el
problema fundamental de la teoría de sistemas cambia del inantenimiento de la
43 Aquí es posible incluir muchas cosas, demasiadas. No sólo "fines" u otras estructuras

"esenciales" ("prerrequisitos funcionales" ), sino también los hombres (Lúe actúan, el aire fresco,
Volveremos sobre esto en la seccción VI. las condiciones constantes de la fuerza de gravedad, etc.

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cuál es el sistema, desde cuya perspectiva todo el resto es ambiente. Esto requiere La descripción de las organizaciones como sistemas que elaboran informacio-
que se indique una referencia sistémica. Esta decisión puede y debe ser tomada nes es corriente y su utilidad empírica no necesita ser fundamentada. Sólo se debe
sólo de manera contingente. Aquí, entonces, debemos considerar un equivalente añadir un concepto más apropiado. Éste se encuentra en Gregory Bateson: "El
de la figura de la contingencia necesaria, propia de la teología creacionista. Pero terminus technicus 'información' puede ser definido provisoriamente como cual-
esto no es una desventaja grave, una vez que la teoría se ha dispuesto a no ofrecer quier diferencia que produzca una diferencia en un evento posterior":" El concep-
conocimiento del mundo, sino sólo descripciones policontexturales. to contiene la doble acción que necesitamos y, al mismo tiempo, oculta la paradoja
temporal: la unidad de dos momentos diversos. El concepto de diferencia sustituye
aquí al concepto de hecho,' el cual ya no es necesario gracias al supuesto de que,
en general, los sistemas reaccionan sólo a diferencias que ellos mismos distinguen;
en otras palabras, que no existen "fuera", sino que deben ser construidas "dentro"
Una de las paradojas que debemos considerar con particular atención es la del tiem- (Bateson, además, entiende los hechos como infinidad de diferencias posibles, a
po —la paradoja de la unidad del antes y el después. No podemos darnos por satis- las cuales los sistemas sólo pueden reaccionar estableciendo qué diferencias hacen
fechos con hablar de "transición", usando la dicción hegeliana, porque con esto se una diferencia para ellos, en la determinación de sus estados).
esconde, precisamente, lo que recordamos como paradoja, aunque deseamos hacer- Al construir y procesar información, el sistema se desvía del estado que debe-
la desaparecer gradualmente. Si los sistemas autopoiéticos consisten en una suce- ría ser descrito como entropía, como pérdida de toda diferencia utilizable, incluida
sión de eventos: ¿Como pasa el sistema de evento a evento? O, formulando la pre- la diferencia entre sistema y entorno. Elaborar información es producir neguentro-
gunta con mayor consciencia teórica y de forma más prolija: ¿cómo indica la teoría pía. Sin embargo, no en el sentido que la elaboración comience de la nada y produz-
la "transición ", esto es, la unidad de la diferencia temporal entre el acontecimiento ca un inicio, como en el modelo de la creatio ex nihilo, sino en el sentido que, en
que va pasando (pero que aún se tiene a la vista) y el acontecimiento que sigue? aquello que existe ve una diferencia, con la cual trabajar. Incluso si en las operacio-
Un concepto que cumpla con esto y sustituya al concepto de "transición" pro- nes del sistema se planteara la pregunta por el origen o el acto de fundación, en su
pio del lenguaje común, debe ofrecer una forma de dos lados. Del lado externo base existiría ya una distinción que interesa ad hoc, aquella entre la fundación y lo
debe ser indicado todo lo que no entra en consideración; aquí se trata de selec- que había antes y que por ello no interesa. Todas las operaciones del sistema son
tividad negativa. Este lado del proceso lo denominamos capacidad de conexión. elaboración de información. Y con esto no hacemos más que repetir: los sistemas
Del lado interno del proceso, en cambio, se trata de lo que significa el evento autopoiéticos son sistemas operativamente clausurados.
que pasa para el que sigue; esto es, selección positiva. Aquí se ajusta el concepto '11 En otros términos, un sistema debe presuponerse a sí mismo cuando produ-
de información que ya hemos introducido. Entonces la capacidad de conexión se ce y elabora información. Ya debe haber delimitado la arbitrariedad de sorpresas
logra como información. El buen resultado de la información elimina, al mismo
tiempo, lo que no se realiza. O, usando una formulación de la teoría de sistemas: la
cotidiana), todos los sistemas sociales pueden, naturalmente, intercambiar informaciones, pero en
información reproduce los límites del sistema y por esto nunca puede superar los
un modo y en formas que sólo la sociedad reproduce y que luego deberá ser reconstruida en los
límites del sistema; no puede nunca producirse desde el exterior hacia el interior sistemas parciales, como información utilizable para ellos. Y, en otras palabras, repetimos: sólo
ni desde el interior hacia el exterior.« Con respecto a la cognición, esta afirmación se puede hablar de información en un modo que tenga sentido, si se agrega un índice del sistema.
45 Así en la traducción alemana en: Gregory Bateson, ókologie des Geistes: Anthropolo-
es idéntica a la tesis del constructivismo operativo.
gische, psychologische, biologische und epistemologische Perspektiven, Frankfurt 1981, p. 488.
46 Así explícitamente Gregory Bateson, Geist und Natur: Eine notwendige Einheit, trad.

" Para tranquilizar, agregamos rápidamente: esto depende de la elección de la referencia de alemana Frankfurt 1982, p. 123; y aquí también la definición más sintética de información: «Las
sistema. Si se trata del sistema total de la sociedad (o, como muchos dicen, del lenguaje de la vida "?formaciones consisten en diferencias que hacen una diferencia».
FE

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posibles, debe disponer de redundancias para obtener informaciones y poderlas Antiguamente se decía que los sistemas cibernéticos eran cerrados respecto a
elaborar en un tiempo limitado. Debe poder esperar, tipificar, adivinar de qué se la información y abiertos respecto a la materia o la energía. A la luz de las reflexio-
podría tratar. Esto vale para la percepción (por eso los recién nacidos no pueden ver nes que acabamos de hacer, esta fórmula debería ser corregida, porque la apertura
de inmediato) y vale, con mayor razón, para la comunicación elaborada (para ella del sistema se deriva de su irritabilidad, esto es de su capacidad de leer algo como
se necesita el lenguaje que, además, dispone de redundancias fonéticas propias). distinción y de obtener así información —sea que se trate de oscilaciones de energía
En este contexto, redundancia no significa simplemente "superfluidad" ni tampoco o temperatura, de falta de alimentación, etc. En referencia a la energía o la mate-
protección de la transmisión de noticias contra perturbaciones provenientes del ex- ria como tales, las que son como son, el sistema permanece indiferente. Se trata
terior (ruidos); redundancia significa, más bien, ahorro de trabajo informativo que de continua, que no conocen la diferencia entre sistema autopoiético y entorno, y
puede ser evitado (y, en este sentido, superfluo). que, por una parte, pueden surtir efectos destructivos, pero, por otra parte, si son
Un correlato adicional de esta tesis de clausura es el siguiente: también lo considerados bajo la forma de diferencias, también pueden tener efectos inmensos
negativo puede adquirir valor de información, si se distingue. No se hacen ofer- sobre el sistema.
tas, un producto no se vende, un empleado no viene a trabajar. La autonomía del
sistema también se muestra en que el sistema no reacciona sólo a los hechos, sino
que gracias a su estructura puede registrar también desilusiones, esto es: evaluarlas IV.
como diferencias y así extraer información de ellas. Por lo demás, ésta es una de
las muchas razones por las cuales no es posible atribuir causalmente al entorno las Los sistemas sociales están constituidos por comunicaciones. La comunicación es
operaciones del sistema (ni según una "ley de causalidad"). El sistema se causa a aquella operación autopoiética que se refiere recursivamente a sí misma, en sentido
sí mismo, aun cuando, como puede fácilmente comprobar un observador indepen- retrospectivo y prospectivo, y así produce sistemas sociales. La comunicación, en-
diente, en muchos aspectos depende de su entorno. tonces, sólo existe como sistema social y en los sistemas sociales únicamente. La
Además, en el concepto de información debe estar reflejado el momento tem- sociabilidad no es un hecho dado, independiente de la comunicación (por ejemplo,
poral. Una información debe ser nueva; ésta debe sorprender (aunque sea en forma como propiedad del ser humano).'
insignificante), por lo tanto, siempre es relativa al estado de conocimiento del sistema. Si todo esto es exacto, también vale para las organizaciones. Las decisiones
Así se distinguen sentido e información. En la repetición el sentido permanece igual teóricas a tal respecto deben ser tomadas sobre un plano más abstracto. La comuni-
y sólo por ello una repetición puede ser reconocida como tal. Una información, por el cación, dicho de otro modo, no es sólo un aspecto particularmente importante, que
contrario, en caso de repetición pierde su valor informativo; o lo transforma completa- merecería especial consideración en la investigación organizacional, en conexión
mente, de modo que la repetición solamente informa sobre el hecho de que alguien la con la cultura." Al llevar a cabo la comunicación, cada organización entonces no
consideraba necesaria o que de algún modo se ha producido una avería en el sistema.
Por último, este concepto de información permite también determinar el sen-
47 Más en detalle Niklas Luhmann, Soziale Systeme: GrundriB einer allgemeinen Theorie,
tido de las prognosis o las directivas, esto es el sentido de las expectativas orienta-
Frankfurt 1984.
das al futuro. Quien formula proyecciones o distribuye órdenes será de la opinión 48 Así, por ejemplo, Maryan S. Schall, A Communication-Rules Approach to Organizational

que, de este modo, se puede indicar o producir estados futuros. Lo que, en todo Culture, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 557-581. Con razón, Karl E. Weick,
caso, se logra es: producir información —sea que la expectativa se cumpla, sea que Sensemaking in Organizations, Thousand Oaks Cal. 1995, p. 75, comenta: "These outcomes
are unsurprising because the communication activity is the organization" (Estos resultados no
se frustre. Las ventajas de las expectativas radican en el supuesto de que la realiza-
sorprenden, porque la actividad comunicativa es la organización). Pero Weick tampoco funda su
ción o la desilusión de estas mismas expectativas hacen una diferencia, que luego teoría de la organización, como sería consecuente hacerlo, sobre el concepto de comunicación
puede seguir siendo elaborada como información. —
presumiblemente porque así se le escurriría la subjetividad del "sensemaking".

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sólo se reproduce a sí misma, sino que, como todo sistema social, siempre repro- Las funciones de la comunicación se refieren, en cambio, a la autopoie-
duce también a la sociedad. En cuanto a esto, la teoría de la organización puede sis del sistema, esto es, al hacer posibles comunicaciones posteriores. Dado que
aprovechar los resultados de la teoría general de los sistemas sociales y, con ello, la comunicación que sigue siempre depende de recursividades, de la memoria,
al mismo tiempo aclarar que las organizaciones son instituciones del sistema de de las estructuras, no excluye, sino que incluye la valoración de los temas. Se
la sociedad, el cual garantiza las condiciones de posibilidad de la comunicación. cambia sólo la perspectiva. Desde el punto de vista funcional, se trata de dis-
Explicaremos esto con un ejemplo. tribuir oportunidades a los participantes y a las contribuciones de comunica-
En los sistemas sociales, que producen y elaboran informaciones eri la for- ción posterior. La comunicación se observa a sí misma como pasado del futuro
ma de comunicación, se necesita distinguir temas y funciones de la comunica- aún posible. Un acuerdo tiene un tema, pero al mismo tiempo es también un paso
ción. Sobre los temas de comunicación, la comunicación se diferencia en senti- para seguir comunicando. Se puede buscar corregir un desarrollo temático contra-
do objetual y, a la vez, se estructura temporalmente. Cada tema se diferencia de diciéndolo, pero la contradicción también tiene un significado, funcional o disfun-
otros temas y distingue así los objetos de la comunicación entre sí. Se puede cional, para la comunicación que sigue. Las decisiones pueden ser apreciadas bajo
discutir acerca de un determinado precio, sobre una posible variación de ciertos el punto de vista de si amplían o restringen los espacios de decisión del sistema, si
productos, respecto a las relaciones con una clienta dada, en referencia a la re- producen o absorben incertidumbre. De este modo, se puede disponer sobre ries-
organización de determinados barrios cívicos, en torno a la construcción de una gos y responsabilidades, sin que esto deba devenir tema.
nueva carretera etc. Con la elección de un tema se crea !mol passu la diferen- La evaluación inexpresada (precisamente cuando no es formulada) de la fun-
cia entre temas y contribuciones. La estructura temática de un sistema de comuni- ción de las comunicaciones parece, a primera vista, ser y permanecer una prestación
caciones presupone que para todo tema sean posibles muchas contribuciones di- puramente psíquica; en efecto, si existiera algo así como "espíritu de cuerpo" o
versas. De otro modo, el tema no sería reconocible como tal. Los temas deben, por "collective mind", se podría buscar aquí. Un análisis más riguroso, sin embargo,
lo tanto, ser identificables, aunque —o mejor precisamente porque— son posibles mostraría rápidamente que un encapsulamiento de tales cálculos en la consciencia
contribuciones totalmente diversas entre sí. Una decisión propuesta es y perma- individual no tendría consecuencia social alguna. Sólo a través de la comunica-
nece como tema, incluso si la decisión es rechazada; y sólo así, solamente como ción, puede tener lugar un aporte a la autopoiesis de la comunicación, aunque se
tema, la decisión puede ser memorizada y ser celebrada o lamentada. presuponga como exigencia el concurso de la consciencia. Se obtiene resonancia
Los temas forman la memoria del sistema. La función de memoria —y también social sólo si se comprende de qué cosa se trata. La comunicación es, y permanece,
ésta es una consecuencia de la tesis de la clausura operativa— no se refiere nunca la portadora dirigible de su propia autopoiesis. Ella procesa información temáti-
a hechos del mundo exterior (aunque así le parezca al sistema), sino siempre sólo a ca y no temática, aspectos latentes y manifiestos del sentido, temas y funciones
estados propios del sistema. Un sistema, en otras palabras, sólo puede acordarse de sí que considera relevantes, en todo lo cual ella también puede disponer sobre la
mismo. Regula, bajo la forma de temas, lo que recuerda y lo que puede olvidar. Los tematización de las funciones, en forma refinada o no refinada, valiéndose o no de
temas están involucrados en todas las operaciones del sistema (necesita siempre co- asesores.
municar sobre algo), para producir y representar recursividades. La capacidad de de-
venir tema es prácticamente ilimitada; solamente se dirige según la historia temática
individual del sistema. Esto vale, por ejemplo, para la pregunta de si, y en cuáles con- V.
textos, lo "privado" pueda devenir tema. También acontecimientos únicos e incluso
la tematización de un tema, pueden llegar a ser temas. En su movilidad abierta, pero Autopoiesis, clausura operativa, elementos que se presentan en la forma de acon-
estructurante, la estructura temática representa al mundo del sistema y no en una in- tecimientos, capacidad de conexión e información son conceptos muy generales,
determinación global, sino como resultado de la historia del sistema abierta al futuro. .
cuyo alcance se extiende mucho más allá de aquello que, como organización, debe
ser nuestro tema. Sin embargo, la teoría general contiene algunas premisas que seres humanos)," pero no puede producir ni un solo sistema no comunicativo;
valen para ámbitos específicos de aplicación. Si se quiere cambiar estas premisas, tampoco puede serlo.
por ejemplo, la conexión entre clausura e información, o entre acontecimiento y Desarrollos recientes en la teoría de la organización se avecinan mucho a esta
estructura, se debe argumentar a nivel de la teoría general. Esto, sin embargo, no insistencia en la comunicación. Se lee, por ejemplo, que la comunicación sería
significa que de la teoría general sea posible derivar per deductionem teorías de "un elemento esencial en el continuo proceso de organizar; mediante el cual las
ámbitos específicos. Sólo se trata de aprovechar, en tales abstracciones, el posible estructuras sociales son producidas, reproducidas y cambiadas".' Pero esto nos
alcance de las decisiones conceptuales. Por esto, para investigaciones más concre- dice solamente que las organizaciones no nacerían ni podrían ser reproducidas sin
tas referidas a tipos de sistemas particulares, se requieren nuevas decisiones que comunicación 52 y queda, entonces, como- una afirmación banal. También formu-
puedan ser puestas a prueba, criticadas y eventualmente cambiadas, en el nivel laciones como "esencial" quedan indeterminadas. Se debería, entonces, en primer
correspondiente. Esta concretización debe suceder, según las directivas de la teo- lugar aclarar la esencia de la esencia y decir qué cosa sería aún necesaria, más
ría general, indicando aquellas modalidades de operación cuya clausura autopoié- allá de la esencia, para que se genere una organización. ¿Acaso otros "elementos
tica produce un sistema del tipo en cuestión; en nuestro caso, por lo tanto, una esenciales", o sólo accidentales, que pueden tener lugar en manera diferente de
organización. organización a organización, pero que, de un modo u otro, son irrenunciables? "
Aunque —y precisamente si— se renuncie a hacer hipótesis sobre la naturaleza Se puede evitar todo esto, si se plantea el problema de otro modo y se pasa de la
o la esencia de las organizaciones y se deje a las propias organizaciones la decisión esencia a la producción y, con ello, de la unidad a la diferencia. La comunicación
de si ellas existen y como qué existen, no se puede dejar de indicar, a lo menos, produce y reproduce una diferencia, lo que sea que se afirme sobre el lado sistema,
el tipo de operación que produce y reproduce una organización. A tal fin debe ser de la diferencia entre sistema y entorno, sea como unidad, como esencia o como
designada una sola modalidad operativa, porque no se podría explicar de otro estructura necesaria.
modo (o, de nuevo, sólo mediante un poco feliz "y"), el hecho que se produzca Pero con todo esto no hemos llegado aún a la cuestión acerca de qué tipo
un sistema de un determinado tipo. Qué teoría de la organización derivará de allí, de comunicación particular, cuando se vincula recursivamente en una red y se
es cuestión que depende de esta definición de la operación autopoiética —así como reproduce a partir de sus propios productos, genera las organizaciones. Las
la reproducción bioquímica de la vida, cuando alcanza la clausura autopoiética,
produce sistemas vivientes, y el hecho que se centre exactamente en esta operación " Sobre esto volveremos en el próximo capítulo.
determina qué concepción de la vida es sostenida por una cierta teoría.' 5 ' Así Wanda J. Orlikowski/JoAnne Yates, Genre Repertoire: The Structuring of Communi-

cative Practices in Organizations, Administrative Science Quarterly 39 (1994), pp. 541-574 (541),
Como ya habíamos propuesto arriba, partimos del hecho de que todos los
aludiendo a Giddens y Bourdieu. Giddens y Bourdieu, sin embargo, entienden la comunicación
sistemas sociales, por lo tanto también las organizaciones, consisten de comuni- en un sentido muy restringido como action o practice; parten entonces de un actor que debería
caciones y sólo de comunicaciones. Si el concepto de comunicación es definida necesariamente pertenecer a la organización. Son fáciles de localizar otros ejemplos de este
de manera suficientemente amplia y se refiere al mundo en cuanto ámbito de tipo. Anne Donnellon, Language and Communication in Organizations: Bridging Cognition
and Behavior, en: Henry P. Sims Jr./Dennis A. Gioia et al., The Thinking Organization, San
posibles referencias, no se pierde mucho sentido (a lo más, sentido incomunica-
Francisco 1986, pp. 136-164, opina, por ejemplo, que la comunicación en las organizaciones es
ble). La restricción se encuentra en el nivel operativo, no en el nivel semántico. irrenunciable como puente entre cognición y comportamiento.
La comunicación puede referirse a sistemas no comunicativos (por ejemplo, a 52 Véase también Schall Op. Cit. 1983, p. 560, con indicaciones a la bibliografía precedente.

" En el contexto puramente académico, es fácil reconocer la función de tales puestos de


indeterminación. Permiten innovaciones y controversias teóricas, aquí por ejemplo, como en-
foque cultural, simbólico, etc., y, con ello, se permite a los candidatos un autoperfilamiento con
49 Excluye entonces, es el caso agregar, que se hable de consciencia que vive, de espíritu vistas a la reputación académica. Pero esto es un argumento neto de la sociología de la ciencia
que vive o de sociedad que vive. que deja el desarrollo teórico a la evolución.
reflexiones que siguen intentan demostrar que las organizaciones nacen y se repro- mientos de investigación de la teoría de la comunicación tienen, muy típicamente,
ducen cuando se llega a la comunicación de decisiones y el sistema se clausura el problema de no poder tratar las comunicaciones simplemente como hechos,"
operativamente sobre esta base de operación. Todo el resto —fines, jerarquías, opor- porque para comprender una comunicación es necesario entender también qué otra
tunidades de racionalidad, miembros ligados por directivas, y cualquier cosa que cosa se habría podido decir. Este saber, para los participantes en las interacciones
haya sido considerada como criterio de organización— es secundario frente a esto entre presentes, puede estar implícitamente disponible, pero a mayor distancia es
y puede ser tratado como resultado de las operaciones de decisión del sistema. dificil de reconstruir: desde lejos sólo se puede reaccionar, a lo que haya sido dado-
Todas las decisiones del sistema pueden ser remitidas a otras decisiones del sis- a-conocer fácticamente. Si, en cambio, si trata de la comunicación de decisio-
tema. Esto presupone que también la fundación de una organización y también la nes, es a menudo bastante claro, y en todo caso más fácil de reconocer, qué otras
contratación de miembros son descritas como decisión, incluso en caso que, por decisiones han sido excluidas mediante una decisión determinada. Sólo por esto, se
ejemplo, en empresas familiares sean contratados preferentemente miembros de la entiende ya por qué los contextos laborales de mayor tamaño no pueden ser orga-
familia." La clausura operativa, entonces, de ninguna manera niega que los miem- nizados simplemente en base a la pura comunicación, sino sólo en base a la comu-
bros también deban desarrollar otros roles en el entorno de la organización, por nicación de decisiones. No bastan las decisiones no comunicadas (si es que exis-
ejemplo, que sean dueñas de casa y madres, que pertenezcan a un partido radical ten), ni las comunicaciones que no se hacen reconocibles como decisiones.
o que tengan amistad con políticos influyentes. Estas relaciones, sin embargo, no Esta co-presentación rutinaria de lo que está descartado, como veremos toda-
son tratadas como hechos naturales, sino como objeto de decisiones; o, en otras vía más ampliamente en el capítulo sobre la absorción de incertidumbre, combina
palabras: no como peligros, sino como riesgos. la reducción de incertidumbre con dudas respecto a si ha sido la correcta. Los
Ciertamente en las organizaciones se encuentran también comportamientos sistemas organizacionales cambian, por lo tanto, sólo la forma de la incertidumbre
corporales y operaciones manuales - sobre todo en el proceso productivo, aunque con la cual tienen que ver. Desontologizan, en cierta medida, el mundo. Relle-
también cuando el encargado toma documentos del escritorio y los repone en la nan su memoria con informaciones sobre lo que no ha acontecido y deben poder
carpeta. Dicho de otro modo: existen acciones que no vale la pena descomponer co-integrar también este otro lado de su decidir. No pueden, entonces, simplemente
en decisiones y comunicar como tales. El taylorismo toca sus propios límites. Pero operar como representación del mundo tal como es, porque no pueden prescindir
para la construcción conceptual es fundamental que este límite de la descomposi- de representar su unidad como prestación propia, por ejemplo, mediante la semán-
ción en decisiones sea determinado por la organización misma, esto es que también tica de ventajas y desventajas, mediante selección de miembros o también, como
sea un resultado de decisiones. constantemente se supone, ejerciendo el poder.
Aquí ya es oportuno referirse a un problema que determina, más que ninguna Las decisiones marcan una diferencia, que ellas mismas producen, entre pasa-
otra cosa, la particularidad de los sistemas sociales organizados. Las decisiones do y futuro. Así señalan la irreversibilidad del tiempo. Es notable que esto suceda
sólo pueden ser comunicadas si se comunican también las posibilidades descarta- bajo la forma de sucesos vinculados a momentos puntuales, esto es, que no pueden
das, de otro modo no se podría comprender que se trata de decisiones. Los plantea- ser reversibles ni irreversibles.

Es posible reconocer la clausura operativa sobre la base de decisiones propias,
por el hecho de que toda decisión debe ser aceptada como premisa para decisiones
" En lo que toca al reclutamiento familiar, aunque también al reclutamiento coactivo, las
organizaciones modernas se diferencian de estructuras similares que eran propias de las socie-
dades tradicionales, y esto independientemente de los grados de libertad y de los motivos que
estaban en el fundamento de una decisión. Cfr. , por ejemplo, Stanley H. Udy, Jr., Preindustrial " Si bien, por motivos conceptuales, hacen precisamente esto. Véase la crítica de Karl E.
Forms of Organized Work, en: Wilbert E. Moore/Arnold S. Feldman (Eds.), Labor Commitment Weick, Organizational Communication: Toward a Research Agenda, en Linda L. Putnarn/Michael
and Social Change in Developing Arcas, New York 1960, pp. 78-91; Stanley H. Udy, Jr., Work E. Pacanowsky (Eds.), Communication and Organizations: An Interpretative Approach, Beverly
in Traditional and Modem Society, Englewood Cliffs, N.J. 1970. Hills 1983, pp. 13-29 (16).

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posteriores y qué, como tal, contribuye a la absorción de la incertidumbre. La orga- entorno y el curso del tiempo en el sistema y deben ser sincronizados en él sistema.
nización también puede dar-a-conocer sus decisiones al entorno y, de esta manera, y sólo por esto surge en el sistema la necesidad de comunicar continuamente nue-
producir hechos por los cuales deben orientarse los otros, por ejemplo autorizar o vas decisiones —independientemente del hecho que esto suceda como algo sin ma-
rechazar contratos, comunicara la prensa las posiciones adoptadas o publicar anuncios. yor importancia, rutinario, que sea racional o esté cargado de errores.
Esta posibilidad está garantizada a través de la participación de la organización en la La ventaja de esta formulación teórica —y, por el momento, la justificaremos
comunicación de la sociedad.' Pero, para los fines internos de la coordinación sólo con esta ventaja- 58 consiste en que puede tratar como variables, y comprender
de decisiones, se entiende —y cuando hablamos de clausura operativa entendemos en un cuadro teórico más general, todas aquellas características de las organizacio-
sólo esto— un tipo especial de relevancia de toda decisión para otra decisión, en el nes que hasta ahora habían sido consideradas esenciales. ¿Pero por qué comuni-
doble sentido de efecto vinculante y de responsabilidad. Esto no debe significar cación de decisiones? ¿Y cómo queda definido el problema si se trata de comu-
que la desviación pueda ser efectivamente excluida, sino que —si llega a ser tema nicación de decisiones? Vale decir: ¿Por qué es la solución de un problema en la
de la comunicación— es posible reconocerla como tal. forma de organización? ¿De cuál problema? •
Dado que las decisiones que continúan la autopoiesis del sistema sólo pue- Si se entiende las decisiones en un sentido psíquico, esto es si se centra en que
den ser tomadas en el sistema (y no en el entorno) y que, al mismo tiempo, como alguien, en la elección de su, comportamiento, se hace consciente de que habría sido
operaciones producen una diferencia entre sistema y entorno, toda operación posible también otro comportamiento, entonces se trata de un fenómeno cotidiano
del sistema impone un acoplamiento de autorreferencia y heterorreferencia: de que reside en el espacio de atención psíquicamente disponible y que varia con éste.
autorreferencia, en el sentido de referirse a la red de las decisiones propias y Es también del todo normal que a nivel social sea visible, que alguien se ha deci-
de heterorreferencia, en el sentido de la motivación de decisiones, la cual no puede dido por un determinado comportamiento, aunque el aludido inicialmente no haya
nunca consistir sólo en el hecho que en el sistema ya se haya tomado una decisión. tomado consciencia que le ha acontecido una decisión y se venga a dar cuenta del
Dicho en otros términos, el sistema se obliga a sí mismo - al establecer límites hecho solamente por su resonancia social. El horizonte de alternativas conscien-
y por su clausura operativa - a oscilar continuamente entre autorreferencia y he- temente consideradas depende de la importancia del comportamiento y se trans-
terorreferencia; la función de oscilación está inserta, en tal forma, en la operación forma de momento en momento y de persona a persona. Por esta razón, el desarro-
de comunicación de decisiones, que impide eficazmente que el sistema se extravíe llo del comportamiento individual no puede depender del ponerse de acuerdo con
frente a sí mismo o frente al entorno. Sólo así es posible reproducir la apertura al otros sobre la inminencia de una decisión o que ya haya sido tomada y sobre cuales
entorno, dada la clausura operativa." Sin embargo, cuando se llega a esta diferen- alternativas estaban disponibles. Dada la intransparencia recíproca de los sistemas
cia entre sistema y entorno, el sistema se ve enfrentado a la experiencia de que en de consciencia individuales, la vida cotidiana está suficientemente protegida me-
el entorno las secuencias de eventos (procesos) transcurren de diverso modo que diante numerosas posibilidades de tematización, de las cuales solamente algunas
en el sistema. Y sólo por esto el sistema se ve en la necesidad de desarrollar pers- pueden ser usadas y, a menudo, de manera casual. En todo esto se pueden reco-
pectivas temporales. Se hace necesaria una representación del tiempo, que vaya nocer dispositivos de protección que son necesarios, porque también los sistemas
más allá del inmediato ir y venir, sólo porque divergen el curso del tiempo en el psíquicos están operativamente clausurados y sobre esta base son sistemas abiertos.
En el curso normal de las cosas ni existe suficiente tiempo ni es demasiado
importante hacer socialmente visibles las decisiones propias ni tampoco explicar
Volveremos más ampliamente sobre esto en el cap. 13, acerca de Organización y sociedad.
" Sobre el plano formal, ésta es una consecuencia del "re-entry" de la distinción entre
sistema y entorno en el sistema (esto es, en sí mismo). Véase George Spencer Brown, Laws of " Otra fundamentación sigue en el próximo capítulo: Con la ayuda del concepto de deci-
Form, reimpresión de la segunda edición New York 1979, pp. 56 ss. (60s.). También sobre esto sión, estamos en condiciones de llevar, al interior del sistema, la paradoja de la distinción entre
volveremos más ampliamente. sistema y entorno y de seguir en detalle su despliegue dentro el sistema.
cuándo se ha decidido algo, qué cosa se ha decidido, contra qué otras posibilidades agregan, al tipo de operación correspondiente, las características de clausura ope-
ni por qué se ha preferido un comportamiento a otros. rativa y especificación. Un señor es siempre algo más, que alguien que solamente
No obstante, cuando las decisiones son dadas-a-conocer y, con ello es toma decisiones. Él es también esposo o padre, noble, patrón y está obligado por
prácticamente inevitable que se de-a-conocer también la decisión de dar-a-co- otros roles propios en los cuales no actúa como señor. Cuando surge una organiza-
nocer la decisión, tenemos que ver con acontecimientos de formato diverso. ción, nace una red de decisiones recursivas. Todo lo que sucede, en general ocurre
Un hombre dice a su mujer: esta tarde voy al club, aunque él sabe (y ella sabe como comunicación de decisiones o se orienta hacia ello. En las organizaciones
que él sabe), que ella preferiría salir con él o que ambos permanecieran juntos pueden existir también otros modos de comportamiento, por ejemplo el cotilleo.'
en casa. El mensaje informa al mismo tiempo sobre la decisión (en el doble senti- (Así como en las células vivientes existen también minerales que no participan
do: que se ha decidido y qué cosa se ha decidido) y es formulada de modo que sea en la autopoiesis del sistema y que, sin embargo, desarrollan funciones importan-
comprendida. Esta es, en otros términos, componente de una comunicación com- tes). Pero la conservación de la reproducción autopoiética y la reproducción de la
pleja. Produce la impresión de un pasado inmutable, respecto al cual una nueva diferencia entre sistema y entorno que ésta provoca, constituyen el requisito que
tratativa sólo es posible en forma de resistencia. Las comunicaciones de este tipo, mantiene al sistema como sistema (de un cierto tipo). Sin la operación fundamen-
en otros términos, acrecientan el riesgo del disenso. Hacen visibles, sea o no ésa su tal de la comunicación de decisiones, en el sistema tampoco existiría ningún otro
finalidad, las delimitaciones del poder. En los casos en los cuales se puedan esperar comportamiento, porque no existiría el sistema. Y además, precisamente en las
acuerdos, éstas tienen algo provocador en sí. En particular, en sistemas sensibles organizaciones, todo el comportamiento —también el arranque de una máquina para
al acuerdo, como las hordas primitivas o las familias modernas, éstas son todo lo iniciar el trabajo, la simple información o el hecho de llegar atrasado— puede ser
contrario a inocuas. Tienden al proceso de diferenciación (o a hacer fracasar el pro- tematizado como decisión, cuando surgen problemas. La forma de operación de la
ceso de diferenciación) de las relaciones de dominio. Si existe un marco general comunicación de decisiones es la forma en la cual el sistema reacciona a las irrita-
suficientemente complejo y se institucionaliza tal tipología formal, esta clase de ciones y reflexiona en sí mismo.
comunicaciones tienden a que se produzca un proceso de diferenciación de organi- También la autorización o la obligación, a participar en la comunicación de
zaciones, vale decir, que se generen organizaciones. decisiones, se remontan, a su vez, a decisiones que han sido tomadas en el sistema,
Las relaciones de dominio son estructuras, no sistemas. Estas se forman, por esto es de contratación o despido de miembros de la organización. Volveremos con
ejemplo, al interior de las familias o como relaciones patrón/cliente al interior de mayor detalle sobre esto.' Por el momento sólo se trata de la tesis de que existe
las sociedades estratificadas. Son, si se quiere, parásitos de los intereses de estabi- un sistema operativamente clausurado que se reproduce a sí mismo con su propia
lidad de los sistemas diferenciados. Asimetrizan la comunicación de decisiones y tipología de operaciones. Por ello, para poder continuar las propias operaciones, el
se tornan habituales, porque una resistencia anunciada demasiado tarde sería aco- sistema se debe referir, implícita o explícitamente, a sus propias decisiones —sea
gida con sorpresa y desencadenaría conflictos desfavorables." Se aprovechan de que se trate de decisiones pasadas, sea que se trate de decisiones futuras que el
condiciones generales no producidas por ellas. Se legitiman mediante la tradición, mismo sistema producirá.
la costumbre o, como se puede deducir de las más antiguas teorías de la nobleza, Por esto en las organizaciones no existen señores, sino únicamente jefes, cuya
sobre la base de éxitos iniciales que se remontan a tiempos inmemoriales. titularidad así como su ámbito de competencia pueden ser atribuidos a decisio-
El mismo problema de la comunicación de decisiones toma otro camino cuan- nes del sistema o ser aclarados a través de decisiones del sistema. Naturalmente,
do llega a la diferenciación de sistemas sociales organizados. En ese momento se
60 Véase sobre esto Stephan Fuchs, The Stratified Order of Gossip: Informal Communica-

" Véase sobre esto Heinrich Popitz, Prozesse der Machtbildung, Tübingen 1968; Heinrich tion in Organizations and Science, Soziale Systeme 1 (1995), pp. 47-72.
61 Cfr. infra, cap. 9.
Popitz, PhAnomene der Macht: Autoritát, Herrschaft, Gewalt, Technik, Tübingen 1986.
se debe tratar de personas vivas y, en general, es posible constatar innumerables materia o dentro de la consciencia, ciertamente ya no contribuyen a la autopoiesis
interdependencias causales entre sistema y entorno. Sobre este tema ya hemos di- del sistema de organización."
cho suficiente. Sin embargo, también las causalidades requieren tematización en el
sistema —por ejemplo, aclarar la cuestión de si alguien está aún en condiciones de
ejercer su cargo. O se trata de observaciones externas que pasan sin consecuencias VI.
para el sistema.
En la comunicación de saberes, noticias y también en el cotilleo siempre exis- La contraposición conceptual entre apertura y clausura puede fácilmente inducir
te el peligro de dar-a-conocer algo ya sabido y que por esto no tiene valor informa- malentendidos. Luego de lo expuesto en las páginas precedentes, se debería com-
tivo alguno. La adquisición de prestigio hecha posible por la red del cotilleo y con prender de por sí, que la clausura no debe ser entendida como aislamiento causal,
la cual se paga a los maestros de este oficio, consiste precisamente en que aquel ni como insensibilidad. Esta idea también ha sido formulada en relación a los sis-
peligro sea evitado, en la forma de evitarlo y en el modo en el cual se procuran no- temas vivientes, entendidos como "sujetos". Ellos deben (¡no sólo pueden!), si
vedades interesantes, eventualmente útiles y desconocidas. El celo debe orientarse ya no están determinados por su entorno, ocuparse ellos mismos de su entorno.'
a preceder a los demás y extraer las novedades lo más directamente posible de su No se trata, entonces, de una reedición, aplicada a las organizaciones, del viejo
fuente. Las decisiones, al contrario, tienen eo ipso valor de información. Aunque se "modelo mecánico" de la organización, según el cual una buena organización reac-
trate de trivialidades, no puede ser discutido el hecho de que sean nuevas, porque ciona sólo a impulsos de dirección muy específicos y registra como averías todas
de otro modo no serían decisiones. En todo esto se puede ver qué sentido tiene
diferenciar un sistema para la comunicación de decisiones, esto es que se formen
62 Esto contra la objeción, según la cual, la construcción conceptual de la organización au-
organizaciones. Las organizaciones en todo caso se autoabastecen de información, topoiética de decisiones sería "abstracta" -por ejemplo, en Albrecht Becker/Willi Küpper/Günther
sus operaciones elementales reproducen información, independientemente de cua- Ortmann, Revisionen der Rationalitát, en: Willi Küpper/Günther Ortmann (Eds.), Mikropolitik:
les sean sus fines y de si los logran o no. Estas pueden, como todo lo que tiene que Rationalitát, Macht und Spiele in Organisationen, Opladen 1988, pp. 89-113 (105 s.). Sin em-
bargo, son evidentemente correctas dos consideraciones: en primer lugar, el hecho de que toda
ver con la autopoiesis, ser intuiciones banales. Y acaso ésta sea la razón por la cual
construcción conceptual (naturalmente también el concepto de acción) tematiza sólo aspectos
la teoría de las organizaciones las ha descuidado hasta hoy o no ha valorado sufi- de la realidad (por ejemplo: nunca todo el hombre) y, en segundo lugar, el hecho de que toda
cientemente su importancia teórica fundamental. construcción de sistemas reproduce sólo aspectos de la realidad y nunca todo aquello que es
Por último, queda por constatar que, si bien la autopoiesis de un sistema or- necesario para la reproducción.
63 Así,Gotthard Günther, Cognition and Volition: A Contribution to a Cybernetic Theory of
ganizacional sólo se realiza mediante la comunicación de decisiones, en toda
Subjectivity, en Gotthard Günther, Beitráge zur Grundlegung einer operationsfáhigen Dialektik
organización —como ya ha sido dicho— también hay una gran cantidad de otras vol. 2, Hamburg 1979, pp. 203-240 (212 ss.): "... if we assume that the relation between a living
comunicaciones relacionadas como, por ejemplo, preguntas, coloquios preparato- system and its environment enters a state in which the environmental world does not positively
rios, indicaciones relativas a circunstancias y posibilidades que ameritan conside- influence the subjectivity which it harbors, then the subjectivity itself, in order to overcome this
indifference, and in order to maintain its characteristics of Life, cannot help but enter into an
ración o simplemente comunicación socialmente útil, a la cual sin embargo no se
active role. It is important to say that it must assume an active role and not only: it may be active.
daría valor alguno si no se fuese miembro de una misma organización. La red de This is a basic criterion that separates inanimate from living matter". (Si suponemos que la rela-
reproducción del sistema en ningún caso es todo lo que sucede fácticamente en el ción entre un sistema viviente y su entorno entra en un estado en el cual el mundo circundante no
sistema, así como tampoco la circularidad química de la reproducción de la vida en influencia positivamente la subjetividad que éste protege, entonces la subjetividad misma, con
el fin de superar esta indiferencia y con el fin de mantener sus características de Vida, no puede
las células es todo lo que ocurre en ese sistema autopoiético. Y naturalmente tam- evitar entrar en un rol activo. Es importante decir que debe asumir un rol activo y no sólo que
bién la misma comunicación de decisiones es un proceso concreto, materializado, puede ser activa. Esto es un criterio fundamental que separa la materia inanimada de la materia
que transforma los estados de consciencia, cuyas consecuencias, al interior de la viviente).
las demás influencias que provienen del entorno, con la consecuente necesidad de tive sciences" hoy también se reconoce que un sistema debe estar ante todo en
sustitución o reparación. Tal hipótesis conduciría a la teoría en una dirección que condiciones de reproducirse a sí mismo, para que pueda luego desarrollar co-
está claramente contradicha por la realidad y, sobre todo, por los desarrollos orga- nocimientos, memoria, anticipatory reactions, etc. En cuanto a lo demás, de-
nizacionales de los últimos diez a veinte años. Las interconexiones entre sistema y pende del tipo de sistema del cual se trate y esto significa: por medio de qué
entorno no disminuyen, sino que se acrecientan. Para la producción industrial, por tipo de operaciones se efectúa la reproducción. Aquí no se puede argumentar con
ejemplo, este incremento es consecuencia de productos técnicamente complicados, analogías, por ejemplo: puesto que el principio de la apertura a través de la clausu-
del hecho que se ahorra el tiempo de permanencia en bodega y del suministro "just ra operativa vale para las células vivientes, valdría también para los cerebros, para
in time" de los productos parciales necesarios; pero también de la creciente inter- los sistemas de consciencia, para los sistemas sociales. Al contrario, es necesario
vención de comunicaciones de los clientes en la planificación de la producción. mostrar concretamente que aquel principio también funciona e indicar cómo suce-
Otra razón de tales interconexiones radica en el problema de las asimetrías de in- de esto, sobre la base de otras formas de clausura operativa.
formación. El vendedor conoce sus productos mejor que el comprador. Mediante Si existe un contexto donde se puede demostrar la validez del principio de la
interconexiones que generan confianza, la tentación de aprovechar tales asimetrías apertura a través de la clausura, es seguramente aquel de los sistemas sociales or-
puede ser debilitada, puesto que podría poner en cuestión la continuidad de las ganizados. La modalidad operativa "comunicación de decisiones" y la continua re-
igualmente apreciadas "relaciones". Para las administraciones públicas la misma producción de la necesidad de decisiones a través de decisiones asegura al sistema
situación se produce como consecuencia del incremento (políticamente condicio- una especie de intranquilidad autoproducida, vale decir, alta irritabilidad endóge-
nado) de programas, los cuales pueden tener éxito sólo si se realiza una coopera- na. No se puede desconectar, a menos que una organización se disuelva a sí misma
ción entre favorecidos y perjudicados. Esto se ve de la manera más evidente en las con una decisión. El proceso de toma de decisiones requiere un continuo reabas-
administraciones comunales fuertemente diferenciadas en clientes y profesiones. tecimiento de informaciones y motivos, pero éstos sólo pueden ser producidos en
En las empresas privadas estas transformaciones se manifiestan más bien como el sistema mismo. Este proceso captura estímulos que provienen del entorno; sólo
creciente estímulo a la innovación (por ejemplo: eliminación de los excedentes de que es demasiado sabido que las organizaciones construyen también problemas en
capacidad o racionalizaciones internas orientadas al mantenimiento de una adap- su entorno, para poder luego decidir acerca de estos - que, por ejemplo, las buro-
tación inestable); en la administración pública aparecen más que nada como cre- cracias del bienestar producen la demanda de asistencia sólo luego de su oferta o
ciente politización e interdependencia de intereses. Estas variaciones son tan co- que las empresas de producción deben primero desarrollar el mercado, para luego
nocidas y han sido tan discutidas, que aquí podemos darlas por supuestas." servirlo con sus productos. El "otro lado" del límite del sistema no sería otro lado,
El fundamento teórico para el análisis de estas interconexiones e interde- no sería entorno, no constituiría en absoluto una posible heterorreferencia para las
pendencias mutuas crecientes, consiste en la tesis de que la apertura es posible operaciones del sistema, si el sistema no se reprodujese a sí mismo y sus límites.
sólo sobre la base de la clausura, porque sólo puede haber interdependencias A continuación, se deseará saber cómo se puede abrir al entorno un sistema
donde existen límites que pueden diferenciar y regular las expectativas.' Ya cerrado, aunque no puede alcanzar al entorno con sus propias operaciones, porque
habíamos llamado la atención sobre esto, al presentar los lineamientos funda- no puede operar fuera de sus propios límites. La respuesta a esta pregunta será
mentales de la teoría general de los sistemas autorreferenciales. En las "cogni- ofrecida con el concepto de auto-observación.' Esto tiene consecuencias de gran

" Para las administraciones públicas véase, por ejemplo, Karl-Heinz Ladeur, Von der
Verwaltungshierarchie zum administrativen Netzwerk: Zur Erhaltung der Eigenstándigkeit 66 Hasta qué punto se puede hablar de autoobservación, también en el caso de las células
der Verwaltung unter Komplexitátsbedingungen, Die Verwaltung 26 (1993), pp. 137-165. vivientes o incluso en las macromoléculas químicas de las células nerviosas altamente dota-
es
Cfr. Edgar Morin, La Méthode vol. 1, Paris 1977, pp. 134 s. y en muchos otros lugares. das para el cálculo, es una cuestión que aquí no necesitamos resolver. La cuestión depende evi-
Véase también p. 201: L' ouvert s'appuie sur le fermé" (Lo abierto se apoya sobre lo cerrado). dentemente del grado de abstracción de conceptos como observar, indicar, distinguir.

96 97
importancia para la teoría de los sistemas sociales en general y para la teoría de auto-observación) la operación de indicar que produce una distinción, se convierte en
los sistemas sociales organizados en particular. Por esto debemos ocuparnos bre- un evento siempre presente, un acontecimiento que no necesita tiempo, porque surge y
vemente de tal aspecto. desaparece en su mismo realizarse; pero, al mismo tiempo (¡!), constituye horizontes
Como toda observación, también la autoobservación requiere una distinción: aquí temporales para la formación de infinitud en su finito realizarse, esto es, produce
se trata precisamente de la distinción entre autorreferencia y heterorreferencia. Con un pasado que puede ser recordado u olvidado (Spencer Brown: memory) y un futuro,
esta distinción la diferencia entre sistema y entorno, que produce el mismo sistema a en el cual puede oscilar el sistema, según los dos lados de la distinción, que el sistema
través de la autopoiesis de sus operaciones, es copiada al interior del sistema. Desde un utiliza vez a vez; puede oscilar, por ejemplo, entre autorreferencia y heterorreferencia
punto de vista formal, se trata entonces de un "m-entry", en el sentido del cálculo de o entre éxito y fracaso, según los criterios que cada vez adopte.' Esto excluye que se
las formas de George Spencer Brown: de un reingreso de la distinción en lo que se pueda interpretar el cálculo en esta ampliación (lo que significa para nosotros: un siste-
distingue a través de ella.' Como muestra Spencer Brown, un re-entty lleva a una in- ma capaz de autoobservación) como exposición representacional de una verdad dada
determinación del sistema, que no puede ser resuelta mediante los simples medios de desde el exterior. Se trata, más bien, de una intensificación de los centros de reflexión
observación del sistema (esto es indicando cosas y eventos, números o variables)." en un mundo que, precisamente por esto, permanece inobservable."
Tal indeterminación es producida en el sistema mismo. No se deriva de las incontrola- Heinz von Foerster construye el mismo principio con la distinción entre
bles casualidades de la acción del entorno.' Esto se manifiesta en el hecho de que el máquinas triviales y máquinas no-triviales." Son triviales las máquinas incapaces
entorno, construido mediante la heterorreferencia del sistema, no coincide necesaria- de autoobservarse, las cuales cumplen funciones echadas a andar desde el exterior
mente con el entorno que un observador externo puede observar y describir; para no y, por esto, para los mismos inputs siempre producen los mismos resultados. No-
hablar de aquello que ningún observador puede alcanzar: el mundo "tal como real- triviales son, por el contrario, máquinas "históricas", las cuales deben siempre con-
mente es". El hecho que todo esto sea así, sin embargo, aún puede ser observado en el sultar, en todas sus operaciones, el estado en el cual se encuentran, derivado de sus
sistema. El re-entry indica los valores límites, el inicio y el fin del cálculo bivalente propias operaciones precedentes. Estas máquinas-no triviales son incalculable-
factible.» El sistema, entonces, puede darse a sí mismo una indicación de la "unresol- mente complejas, esto es deben ser tratadas (por sí mismas o por otros observa-
vable indeterminacy". Y, a través de expresiones semánticas adecuadas, puede repro- dores) como si pudiesen decidir libremente. Y sólo esta incalculabilidad (que para
ducir un mundo cerrado para sí mismo. Spencer Brown demuestra esto con la ayuda todo observador está dada) hace posible observar decisiones.
del concepto de "espacio imaginario", el cual amplía el espacio operativamente accesi- La teoría de la organización parte de las decisiones; para esto dispone de pa-
ble y, además, mediante la inclusión del tiempo, el que, sin embargo, también perma- labras y conceptos que pueden ser utilizados en las propias organizaciones o ser
nece operativamente inaccesible y debe, por lo tanto, ser representado como pasado introducidos en ellas. Ella presupone que existe tiempo, que el pasado es fijo e in-
(memoria) o como futuro.' En todo esto (por lo tanto siempre: en el contexto de la mutable y que el futuro todavía contiene momentos de indeterminación y ámbitos

67 Véase Laws of Form Op. Cit., pp. 56 s., 69 ss.


" Ídem p. 57: "unresolvable indeterminacy". tiempo. Compárese con la "frequency of its oscillations". cfr. Spencer Brown Op. Cit., p. 59.
69 O, con formulaciones matemáticas: ésta "is not introduced merely by cause of using Esta oscilación, luego, puede suceder tan rápidamente que mediante ella se produce un presente
independent variables" (ésta "no es ... introducida simplemente a causa de usar variables inde- (bastante breve) en el cual sistema y entorno están dados simultáneamente, para el sistema.
pendientes"), ibídem p. 57. 72 Véase, para esta conexión entre re-entry y temporalización, también, Im Tunnel, en Dirk

" Cfr., especialmente sobre esto, Elena Esposito, Ein zweiwertiger nicht-selbstándiger Baecker (Ed.), Kalkül der Form, Frankfurt 1993, pp. 12-37 (28 ss.).
Kalkül, en: Dirk Baecker, Kalkül der Form, Frankfurt 1993, pp. 96-111. 7' Cfr. Spencer Brown Op. Cit., p. 105.
411' 74 Con aplicación a las organizaciones, véase: Heinz von Foerster, Prinzipien der Selbstor-
71 La "biestabilidad" —que resulta de la distinción de sistema y entorno en el sentido que en

la decisión sobre las propias operaciones, el sistema puede partir o bien de sus propias decisio- gatusation im sozialen und betriebswirtschaftlichen Bereich, Heinz von Foerster, Wissen und
nes precedentes o bien del entorno— es interpretada, entonces, como una oscilación que necesita Gewissen: Versuch einer Brticke, Frankfurt 1993, pp. 233-268.
para darle forma. Acepta como un dato dado que el entorno de las organizaciones un acoplamiento estable entre las decisiones del sistema y las reacciones del en-
es demasiado complejo para tener un conocimiento completo, ni qué decir de un torno, a partir del cual se había levantado la hipótesis de que la organización podría
"matching" punto por punto entre acontecimientos externos e internos. Un análi- aprender directamente de sus propios efectos sobre el entorno. Por una parte, el
sis más profundo puede confirmar esta hipótesis —y, al mismo tiempo, disolverla entorno varía de manera preponderantemente independiente de la organización; es
como simple hipótesis, al mostrar por qué es como es. turbulento como consecuencia de los efectos producidos por otros sistemas auto-
En las páginas que siguen nos atendremos a esta premisa, pero buscaremos ex- poiéticos. Y además, aun cuando la organización crea reconocer sus propios efec-
poner con mayor precisión lo que sucede cuando la clausura operativa es compen- tos sobre el entorno (por ejemplo, en contextos ecológicos), se plantean problemas
sada con la autoobservación, esto es a través de la diferencia entre autorreferencia de atribución causal y, con ellos, también la pregunta de si se puede contar con que
y heterorreferencia; y lo que ocurre cuando esto acaece en la forma semántica de una determinada constelación causal se repetirá, según si la organización cambia o
decisiones y cadenas de decisiones y cómo, sobre esta base, se desarrollan estruc- no cambia su propio modo de actuar sobre el entorno.
turas de las cuales depende la complejidad del sistema y, por lo tanto, la posibili- Más allá de esto, es válido el supuesto general del aprendizaje: que la organi-
dad de diferenciar su sensibilidad a las informaciones. zación puede distinguir entre éxito y fracaso. Naturalmente, ella no encuentra esta
distinción en su entorno, sino en sí misma —por ejemplo, en base a la contabilidad
de la empresa, o en base a la relación entre pacientes que sanan y pacientes que
VII. siguen enfermos o mueren. Los componentes de la distinción pueden remitir al
entorno, pero la distinción misma y, con mayor razón, la estadística de su interpre-
Una de las consecuencias más relevantes de la teoría de los sistemas autopoiéticos tación, son, por lo contrario, construcciones internas al sistema. Incluso depende
operativamente cerrados es una redisposición en el ámbito semántico de la "adapta- del estado respectivo del sistema, si y cuán intensivamente se dejará impresionar
ción" y el "aprendizaje". Cuando se habla de autopoiesis, es necesario partir del pre- por los éxitos o fracasos. Existen, desde luego, organizaciones —por ejemplo de
supuesto de que el sistema es tolerado por su entorno y, en este sentido, siempre está terapia— que no se dejan desanimar por sus continuos fracasos, sino que pueden
adaptado; no podría reproducirse de otra manera. En esta medida, las operaciones y ofrecer para ello explicaciones profesionales, que son adecuadas para destacar el
las estructuras construidas a través de estas operaciones no sirven para lograr la mejor significado de sus incansables tentativas.
adaptación del sistema a su entorno, sino para que continúe la autopoiesis del sistema. Todos los esfuerzos por aprender se basan, además, en prestaciones de la
De este modo el sistema puede acrecentar su propia complejidad, en la "structural memoria del sistema, que recuerda algunas cosas, pero olvida muchas más. En
drift" (deriva estructural) de la evolución, (en tanto el entorno también lo tolere) y el sistema surge así la impresión de un aprendizaje acumulativo y la posibilidad
ampliar así su capacidad de irritación. Aunque tampoco entonces la irritación sirve a de apelar a la "experiencia". Como siempre ocurre, también aquí el recurso a la
la mejor adaptación del sistema al entorno, sino a la producción de problemas internos autorreferencia produce un incalculable excedente de posibilidades, que obliga a
al sistema (que son siempre, ciertamente, problemas de consistencia con lo que está
fijo en la memoria del sistema) y, por lo tanto, a la búsqueda de soluciones para estos
pero también sobre lo que sigue, véase Daniel Levinthal/James G. March, A Model of Adaptive
problemas —vale decir, a la adaptación del sistema a sí mismo. Organizational Search, Journal of Economic Behavior and Organization 2 (1981), pp. 307-333;
La teoría del aprendizaje adaptativo en las organizaciones ya ha dado pasos Scott R. Herriott/Daniel Levinthal/James G. March, Learning From Experience in Organiza-
importantes en esta dirección." En primer lugar, se debe abandonar el supuesto de tions, American Economic Review 75 (1985), pp. 298-302. Para hipótesis de mayor alcance
véase también James G. March/Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen,
Norwegen 1976; B. LevitVJanies G. March, Organizational Leaming, Annual Review of Socio-
" James G. March/John P. Olsen, The Uncertainty of the Past: Organizational Learning logy 14 (1988), pp. 319-340; James G. March, Exploration and Exploitation in Organizational
Under Ambiguity, European Journal of Political Research 3 (1975), pp. 147-171; sobre esto, Learning, Organizational Science 2 (1991), pp. 71-87.
continuar de modo altamente selectivo. Como enseña la investigación psicológica, VIII.
esta selección también puede ser utilizada para corregir los niveles de aspiraciones
en relación al entorno. Si el fin era la adaptación perfecta, en adelante se trata, en- Toda teoría es la construcción de un observador: también la teoría de los sistemas
tonces, de adaptación a la no adaptación. a utopoiéticos. De esto, Varela deduce que un observador podría escoger si prefiere
La clausura operativa también impide que, equivocadamente, el sistema atri- aplicar modelos input / output o modelos de clausura operativa. » ¿Pero cómo se
buya un significado demasiado grande a irritaciones singulares. Incluso cuando, puede decidir entre estas dos posibilidades?
como sucede aquí, no se ve el problema en el hecho de que el entorno es operati- Un punto de orientación se podría encontrar en la distinción de Heinz von
vamente inalcanzable, sino sólo —con James March y otros— en las fluctuaciones Foerster entre máquinas triviales y no-triviales. Los modelos input / output son
casuales del entorno, en sus incontrolables turbulencias y en el "impetfect mat- adecuados sólo cuando las relaciones con el entorno están dadas tan específica-
ching" entre sistema y entorno, se puede reconocer el problema que significaría mente, que su transformación puede ser descrita como cálculo matemático o como
una adaptación demasiado rápida al entorno y, por lo tanto, a constelaciones casua- ejecución mecánica. Pero éste no es el caso de los sistemas sociales ni, por lo tanto,
les. Si un sistema opera autopoiéticamente, es decir, si sólo puede aprender por la tampoco de las organizaciones. Si, con todo, se describen las organizaciones con
resistencia de sus propias operaciones a sus propias operaciones, no está resuelto modelos input / output, se elige una abstracción de tipos ideales (de manera seme-
el problema de la mal adaptación por motivos presuntamente imperiosos; sin jante a las teorías de la rational choice) y se debe estar preparado para tener que
embargo, se ve que (y cómo) el sistema puede protegerse retardando el aprendiza- explicar las desviaciones. El interés científico, entonces, se desplaza de la norma-
je y mediante la inercia de los procesos internos de auto-adaptación. El aprendi- lidad a la desviación.
zaje rápido no es incondicionalmente aconsejable. Sin conocer este aparato teórico, John Meyer y Brian Rowan 79 llegan a resul-
Todo esto, en lo tocante a implicaciones prácticas, es sólo un pequeño paso tados muy similares, pero los usan, en un sentido completamente diferente, para
desde una teoría del entorno incierto, ruidoso, turbulento, hacia una teoría de sugerir una teoría que trata a las organizaciones como instituciones. » Es posible
la clausura operativa y la reproducción autopoiética. En ambos casos, la conse- pensar en casos límites, en los cuales las organizaciones están técnicamente es-
cuencia es ésta: remitir la organización a sí misma en sus esfuerzos por aprender tructuradas de modo tan fuerte, que reaccionan a impulsos específicos del mercado
y confiar a la evolución los resultados de adaptación. » Por otra parte, las implica- con productos específicos. Entonces, también se podría explicar así la estructura
ciones teóricas son relevantes. Es posible, en mayor medida de lo que es habitual formal del sistema, en el sentido de la teoría clásica de la racionalidad. Sin em-
hasta hoy, conectar la teoría de la organización a desarrollos interdisciplinarios bargo, la realidad parece ser distinta. Si las organizaciones comenzaran a operar
y descomponer las abstracciones no analizadas. El saber del cual ya se dispone y construyeran una complejidad propia, descompondrían el acoplamiento firme de
es introducido y reformulado en una terminología aún poco familiar. Al mismo su concepto formal en acoplamientos flojos; Con esto, la estructura formal recibi-
tiempo, se ve con claridad cuán fuertemente se ha alejado ya la "behavioral theory ría el sentido principal de representación y mantenimiento de la legitimidad; cer-
of the firm' de los supuestos clásicos de las teorías racionales de la decisión y la tificaría, por así decir, cómo se debe hacer. Haría creer que otros también creen
organización. y el sistema desplazaría su modo de autoorganización desde la técnica hacia la
buena fe y la confianza —o, como también se podría decir, hacia la "pluralistic
76 Sobre esto esencialmente Richard R. Nelson/Sidney G. Winter, An Evolutionary Theory
of Economic Change, Cambridge Mass. 1982. Para Nelson y Winter, el armazón estructural de la 78 Así Francisco Varela, Two Principies for Self-Organization, en: Hans Ulrich/Giibert

autorreferencia consiste en las "rutinas" desarrolladas por las organizaciones y ocasionalmente J. B. Probst (Eds.), Self-Organization and Management of Social Systems: Insights, Promises,
puestas a prueba. Doubts, and Questions, Berlin 1984, pp. 25-32.
" Esta era la formulación que en sus tiempos usaron Richard M. Cyert/James G. March, 79 Véase Meyer/Rowan Op. Cit. (1977).

A Behavioral Theory of the Firm, Englewood Cliffs N. J. 1963 (2a Ed. Cambridge Mass. 1992). g 88 Otras indicaciones bibliográficas se encuentran supra, cap. 1, nota 68.

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ignorance" respecto a los motivos efectivos. Si una máquina trivial se transforma IX.
en una máquina no-trivial o si un modelo trivial sólo puede ser realizado de ma-
nera no-trivial cambia, entonces, el sentido de la función de la estructura formal, En la investigación reciente, a menudo se pone de relieve que, confrontado con
aunque su presentación formal (servicios, programas para la toma de decisiones, la realidad, no funcionaría el modelo de la organización como sistema limitado o,
reglas de conexión) permanezca igual. Y con esto se extendería también el ámbito al menos, habría sido superado por el nuevo desarrollo de las organizaciones del
de lo que es relevante entre los acontecimientos del entorno. La organización bus- sistema económico. El concepto de autopoiesis reacciona a esta crítica, pero sin
caría también confirmación en el entorno, para su "cultura organizacional" y para negar la existencia de límites, atendiendo a que son extensiva e intensivamente
la fe en el mito de su propia racionalidad. traspasados, sino definiéndolos de otro modo, esto es, como expresión de la clau-
En comparación con las teorías clásicas de la decisión racional, la teoría de los sura operativa.
sistemas autopoiéticos descompone una unidad que antes era considerada obvia, a Las organizaciones pueden ser caracterizadas, de hecho, por intensos conflic-
saber: la unidad entre orientación práctica (digamos: inteligente) y previsión del tos internos y por fuertes vínculos externos; en tódo caso, existen organizaciones
comportamiento de los otros. Se puede desde luego preguntar —y parece que, tanto así. Esto tiene consecuencias para el concepto. Los límites del sistema ya no pue-
las investigaciones de la teoría de los sistemas, cuanto las investigaciones de la den ser concebidos como barreras difícilmente superables. Son sólo consecuen-
teoría de la decisión" obligan a hacerlo— si los pronósticos del comportamiento cia del hecho, de que el sistema se orienta internamente por la distinción entre
tienen efectivamente un valor de orientación tan ineludible o si no es posible tener autorreferencia y heterorreferencia. Tampoco son estados de cosas objetivamente
—igualmente bien y quizás con mayor éxito— otros puntos de referencia: por ejem- existentes, como el pelaje o las plumas de los animales. Surgen, más bien, de la
plo, atenerse a normas o rutinas cognitivas que han probado su validez en base a la interconexión recursiva de operaciones del sistema, esto es, del hecho de que el
experiencia y a las cuales se puede remitir la comunicación. propio sistema debe reconocer qué operaciones pasadas y futuras deben ser trata-
Podemos dejar confiadamente abierta la cuestión de si conceptos como insti- das como "suyas".
tución o cultura puedan ayudar a hacer claridad. De manera paradojal, lo que Esta es una condición, tanto del cruce continuo de los límites por relaciones
en todo caso hace visible la "teoría institucional" es, precisamente, una conse- causales entre causas y efectos, cuanto del circunscribir conflictos internos. Nin-
cuencia de la conexión entre clausura operativa, historicidad autorreferencial, gún partido político llegaría muy lejos si no pudiese distinguir entre sus conflictos
no-trivialidad e intransparencia. Aunque los mitos, con los cuales el sistema re- internos, por muy ásperos que sean, y los conflictos con otros partidos. Y también
suelve estos problemas, sean proyectados en el entorno, permanece el hecho que debe tener la posibilidad de atribuirse, a sí mismo, el efecto de sus influencias sobre
el sistema no puede operar en su entorno y que, visto a largo plazo, se produce el aparato de gobierno o su resonancia en la opinión pública, aunque dichos efectos
una "structural drift" que decide si y por cuánto tiempo el sistema "está aún en ingresan al entorno, esto es, sólo resultan al traspasar los límites del sistema.
el lugar correcto". Precisamente por esto, a diferencia de lo que sugerirían los Las abstracciones de la teoría de los sistemas autopoiéticos sirven para incluir
teóricos de la institución, no se puede partir del supuesto de que el sistema copia hechos como ésos. Por último, es cuestión de quién observa, a cuál sistema, con
correctamente el modelo institucional de su ambiente. No se trata de adopción, la ayuda de la distinción entre "interior" y "exterior". De este modo, la teoría de
sino de imaginación. los sistemas no se expone del todo a un relativismo desenfrenado. La tesis de la
autoconstitución autopoiética afirma, más bien, que, en primer lugar, depende de
la autoobservación del sistema respectivo, esto es, de las referencias de la dis-
tinción entre autorreferencia y heterorreferencia. Todos los demás observadores
81 Sobre estas últimas cfr. James G. March, Bounded Rationality, Ambiguity and the En-

gineering of Choice, Bell Journal of Economics 9 (1978), pp. 587-608, cit. según la traducción deben seguirlo, si no pueden encontrar de otro modo su objeto, sino sólo seguir su
alemana en: James G. March, Entscheidung und Organisation, Wiesbaden 1990, pp. 297-328. imaginación o sus construcciones de modelos.
Esta solución, como todas, tiene sus costos. Éstos consisten en que la unidad
del sistema sólo puede ser descrita de manera paradojal. Ella es —para usar una
formula de Yves Barel— una paradoja existencial.' Sólo se puede hablar de unidad
en un contexto constructivista, es decir, sólo en la diferencia respecto a alguna otra
cosa. Lo que ella excluye debe ser incluido. El excluir debe ser concebible como
operación del sistema. Que las organizaciones hayan de ser concebidas como pa-
radojas existenciales, ya no es hoy un pensamiento insólito. Otros enfoques teó-
ricos también van en esa dirección." Sin embargo, en gran parte es poco claro
qué consecuencias tiene esto. Seguiremos con esto al analizar el concepto de
decisión.

" Véase Yves Barel, Le paradoxe et le systéme: Essai sur le fantastique social, r edición,
Grenoble 1989.
" Así, por ejemplo, el enfoque "cognitivista". Véase Alain Lavallée, Stratégies de Gestion
et Complexité: Une Approche Épistémologique et Cognitive, Revue intemationale de systémi-
que 10 (1996), pp. 57-77.

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