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población, mediante los cuales se evalúa la magnitud del daño. Estos instrumentos de valoración
de la salud se caracterizan porque aportan informaciones parciales sobre algunas de las diferentes
dimensiones de la salud.
Los indicadores de la salud percibida permiten conocer la opinión de los ciudadanos sobre los
servicios que reciben, facilitando una medida de resultado de la atención sanitaria y permite
monitorizar los cambios y las innovaciones en los servicios desde la experiencia percibida por los
usuarios.
Los indicadores para medir la salud objetiva permiten evaluar si un profesional de la salud o la
institución como tal ofrecen lo que, según las evidencias científicas indican, se debe hacer para
atender al usuario.
Las correlaciones entre el estado de salud percibido y los indicadores de salud objetivos no
resultan siempre significativas, lo que indica que no habría una estrecha relación entre la salud
real de las personas y la percepción que éstas tienen sobre su estado de salud. Se puede señalar
que es posible que en esta posible relación intervengan otra serie de variables de corte socio
demográfico, como la personalidad, el sexo, la edad, etc. Esto implica que el estado de salud
percibido quizá no sea un buen indicador de la salud real de un paciente y, por ello, no debe ser
utilizado como base para estimar el capital salud de las personas y para la asignación de recursos
dentro de las políticas sanitarias.
El término morbilidad se define como el número de personas afectadas por una enfermedad o
condición.
DISCAPACIDAD.
Las discapacidades se refieren a la consecuencia de la deficiencia en la persona afectada, por
ejemplo limitaciones para aprender, hablar, caminar u otra actividad. Son ejemplos de ello: “no
puede ver”, “no mueve medio cuerpo”, entre otras.
La inmunización es el proceso por el que una persona se hace resistente a una enfermedad, tanto
por el contacto con ciertas enfermedades, o mediante la administración de una vacuna. Las
vacunas estimulan el sistema inmunitario del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones
o enfermedades. La inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por
enfermedades prevenibles por vacunación, tales como el cáncer cervicouterino, la poliomielitis, el
sarampión, la rubéola, la paroditis, la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis A y B, las
neumonías bacterianas, las enfermedades diarréicas por rotavius y las meningitis bacterianas.