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Aprendizaje Autónomo

Fase 4 Evaluación del proceso de aprendizaje

Estudiantes:

Carlos Alberto García Ponce.

José Gregorio López Valencia.

Kenyi Vanessa Salcedo Sierra.

Leudy Luz Salazar Duarte.

Sonia del Carmen Monterroza Méndez.

Tutor:

Jenny Paola García Cárdenas

Grupo:

445006_1

Universidad nacional abierta y a distancia (UNAD)

Escuela de ciencias de la educación ECEDU.

Especialización.

Corozal – Sucre.

Sahagún - Córdoba

Mayo/27/2023.
Introducción.

El presente ensayo plantea una tesis crítica sobre la influencia de los procesos de

evaluación en el desarrollo del aprendizaje autónomo constituyéndose como eje fundamental

dela practica pedagógica. Iniciamos con una revisión previa de fundamentos teóricos académicos

sobre el tema (evaluación y aprendizaje autónomo), para luego exponer los diferentes tipos de

evaluación en los escenarios y ambientes educativos. Posteriormente relacionamos el proceso de

evaluación con el aprendizaje autónomo, referenciando sus características y efectos y beneficios

que brinda la autoevaluación y coevaluación. Finalmente, se explica cómo la dinámica de las

evaluaciones compartidas estructura elementos básicos que permiten el desarrollo de las

competencias de autorregulación y metacognición, fundamentales en el aprendizaje autónomo.

Se destaca en el análisis donde la evaluación contribuye al desarrollo de competencias del

aprendizaje autónomo y se reconocen la importancia de renovar el quehacer pedagógico

implementando estrategias evaluativas que le permitan a los estudiantes ser parte activa de los

procesos de enseñanza y aprendizaje.


Los procesos de evaluación contribuyen al desarrollo de habilidades y competencias de

aprendizaje autónomo constituyendo el eje fundamental del quehacer pedagógico.

Evaluación

La evaluación permite reflejar y entender mejor la complejidad del proceso educacional y definir

responsabilidades, que significan, según Freire (2007) "de un lado el cumplimiento de deberes,

de otro, el ejercicio de derechos.” (p.91)

«La evaluación es la herramienta fundamental para alcanzar calidad sin perder identidad».

Somos conscientes de que habiendo una realidad tan diversa de alumnado así como de docentes

y criterios de evaluación, es un enorme desafío realizar una evaluación justa.jeanpiaget.edu.uy

La evaluación del aprendizaje, al decir de González (1999): “es la actividad cuyo objetivo es la

valoración del proceso y resultados del aprendizaje de los estudiantes, a los efectos de orientar y

regular la enseñanza para el logro de las finalidades de formación” (p. 36).

La evaluación que utiliza este autor, por inferencia, es continua porque también son continuos los

cambios sociales; es una evaluación formativa, de proceso porque el docente acompaña en su

aprendizaje al estudiante para lograr desarrollar su zona de desarrollo próximo y

La evaluación educativa, según Daniel Stuffebeam, "es el proceso de delinear, obtener y proveer

información para juzgar alternativas de decisión".

Según Pedro Lafourcade “es una etapa del proceso educativo donde se ponderan los resultados

previstos en los objetivos habiéndose especificado con antelación”.


En iguales parámetros cabe situar la definición de De Ketele, para quien "evaluar significa

examinar el grado de adecuación entre un conjunto de informaciones y un conjunto de criterios

adecuados al objetivo fijado, con el fin de tomar una decisión".

La UNESCO (2005) define la evaluación como "el proceso de recogida y tratamiento de

informaciones pertinentes, válidas y fiables para permitir, a los actores interesados, tomar las

decisiones que se impongan para mejorar las acciones y los resultados."

Es importante considerar que la evaluación y la calificación tienen marcadas diferencias,

generalmente estos dos términos se confunden en la práctica. Evaluar es un proceso sistemático,

continuo y permanente que se propone identificar el progreso del proceso de aprendizaje del

estudiante permitiendo reconocer sus fortalezas y oportunidades de mejora a fin superar las

dificultades y robustecer sus potencialidades.

En este marco se requiere a los estudiantes enfrentarse a nuevos cambios y que apliquen el

pensamiento crítico en el estudio de las diferentes materias exige nuevos métodos de evaluación

que introduzcan estrategias de evaluación más comprensivas que las tradicionales en las aulas

Evaluación formativa o Continua:

Esta forma de evaluación es aquella que se realiza concomitantemente con el proceso de

enseñanza-aprendizaje por lo que debe considerarse, más que las otras, como una parte

reguladora y consustancial del proceso. La evaluación durante el proceso de aprendizaje o

formativa es un término que fue introducido el año 1967 por M. Scriven para referirse a los

procedimientos utilizados por los profesores con la finalidad de adaptar su proceso didáctico a

los progresos y necesidades de aprendizaje observados en sus alumnos.


La finalidad de la evaluación formativa es estrictamente pedagógica; regular el proceso de

enseñanza- aprendizaje para adaptar o ajustar las condiciones pedagógicas (estrategias,

actividades) en servicio de aprendizaje de los alumnos (Allal, 1979; Jorba y Sanmartí, 1993;

Jorba y Casellas, 1997). Este tipo de evaluación, como ya lo preconizara desde los sesenta M.

Scriven, parte de la idea de que se debe supervisar el proceso del aprendizaje, considerando que

éste es una actividad continua de reestructuraciones producto de las acciones del alumno y de la

propuesta pedagógica. Por tanto, no importa tanto valorar los resultados, sino comprender el

proceso, supervisar e identificar los posibles obstáculos o fallas que pudiera haber en el mismo.

Dentro de la evaluación formativa tenemos tres tipos, la autoevaluación, la coevaluación. La

autoevaluación orienta a la toma de conciencia del estudiante frente a su proceso valorando sus

capacidades y limitaciones con sentido critico, es un método motivador para el estudiante; la

coevaluación orienta a la valoración del grupo o equipo de trabajo, fomentando el dinamismo

con la participación activa de los estudiantes en la interacción entre ellos y docentes.

Evaluación y aprendizaje

El propósito de la evaluación es determinar en qué medida se están cumpliendo los objetivos de

calidad establecidos en los estándares en relación con el aprendizaje que se espera que logren los

estudiantes mientras están en la escuela.

Como tal, las evaluaciones brindan retroalimentación a las instituciones educativas, entidades

regionales y ministerios de educación nacionales, descubren fortalezas y debilidades y evalúan el

impacto del proceso educativo en el desarrollo de habilidades fundamentales para los

estudiantes.
En este sentido, la evaluación es una herramienta de mejora que permite obtener información

válida y fiable sobre las consecuencias de determinadas acciones para optimizar el trabajo

Además, la información que brinda la evaluación es necesaria para que la comunidad

educativa realice un análisis comparativo de las instituciones frente a los referentes locales,

regionales y nacionales, que les permita reflexionar sobre la pertinencia de los resultados. (Tyler

1950)

De esta forma, la evaluación fomenta la mejora en la medida que genera un compromiso

con metas precisas al sensibilizar a los diferentes actores del sistema educativo sobre áreas en las

que las instituciones, municipios, departamentos y países necesitan mejorar la evaluación

formativa, integral y cualitativa, más centrada en el desarrollo de las habilidades de los

estudiantes que en los contenidos de la enseñanza, teniendo como marco las competencias,

haciendo que el proceso en el aula cobre un sentido distinto ( Ley General de Educación (1994)

Aprendizaje autónomo.

Al abordar el tema de aprendizaje autónomo se puede definir como: la capacidad de

aprender a potenciar las habilidades por cuenta propia teniendo presente que este es un

aprendizaje autodirigido e independiente, Utilizando los mecanismos necesarios para un correcto

aprendizaje, durante el desarrollo de las estructuras cognitivas, estas son capaces de un

aprendizaje autónomo y de autogestión, implicando la participación activa del sujeto, el sujeto

debe abandonar el rol pasivo de receptor de información y tomar firmeza. En la construcción de

su actitud de aprendizaje de compromiso.

Características del aprendizaje autónomo:


1. El aprendizaje autónomo o autoaprendizaje es algo inherente a humanos y animales.

Unirse efectivamente a un entorno o actividad implica aprender las reglas, aprender

habilidades y mejorar lo que ya tiene.

2. Requiere gran compromiso en la construcción de su propio aprendizaje; ser Creativo,

recursivo, diseñando estrategias para enriquecer el aprendizaje y resolver los problemas a

medida que se presentan; Ser auto motivador, desarrollando los conocimientos adquiridos

en el aprendizaje; Asumiendo cada responsabilidad de manera independiente; para

desarrollar sus capacidades. , desarrollar sus habilidades analíticas y de trabajo en equipo.

3. Aprender de forma autónoma y autorregulada se convierte en una necesidad.

4. El aprendizaje autónomo y autorregulado y el logro académico, en diferentes procesos de

aprendizaje, estableciendo que existe una correspondencia sistemática entre la capacidad

de autorregulación y los altos logros de aprendizaje, en prácticamente todos los

contenidos y niveles de aprendizaje. (López, Hederich y Camargo (2011) pag. 77

Para Gonzáles (2001) las estrategias de enseñanza “son una vía para la multiplicidad de

significados que se trabajan y comparten en clase conectan el conocimiento privado que el

alumno posee con el conocimiento público que el profesor pretende enseñar.” (p.3). Estas se

convierten para él en un puente utilizado para acercar los conocimientos previos de los

estudiantes con los nuevos que se pretenden ser movilizados. Más que enseñar en el aula,

siempre debe existir una intencionalidad en las decisiones tomadas por quien orienta el proceso,

se debe provocar situaciones en las cuales se puedan movilizar aprendizajes, que ayuden a los

estudiantes a fortalecer y adquirir sus diferentes habilidades y destrezas.

Del mismo modo se considera que quién orienta al planear, ejecutar y evaluar sus

diferentes clases tiene un papel clave en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, que al
desempeñar su rol emergen algunas características como: sus bases teóricas desde la psicología

evolutiva y el aprendizaje, el dominio de la materia, las actitudes que asume para movilizar

aprendizajes en los 32 estudiantes y el conocimiento que tenga de técnicas de enseñanza.

Además de la metodología elige para ordenar su actividad, la cual determina la función que

cumple el estudiante dentro del aula, es decir, si son activos o pasivos en sus aprendizajes.

(Rajadell, 2001)

Evaluación y aprendizaje autónomo.

La relación entre la evaluación en toda su dimensión y el desarrollo del aprendizaje autónomo es

significativa, para fundamentar lo anterior enumeramos algunas consideraciones de la evaluar,

Evaluar es un proceso estrechamente ligado al aprendizaje autónomo porque,,,

1. Involucra activamente a los estudiantes en la apropiación del proceso de aprendizaje.

2. Permiten al estudiante identificar las fortalezas y avances, así como las dificultades.

3. Motiva al estudiante a la toma de decisiones que le facilite potenciar su aprendizaje y la

superación de dificultades

4. Promueve la retroalimentación formativa entre los estudiantes.

5. Crea ambientes y escenarios favorables para aprender a aprender.

6. Ofrece oportunidades de mejoramiento en los procesos autónomos de aprendizaje.

7. Favorece la interacción, el diálogo y la reflexión entre profesores y alumnos.

8. Promueve la relación activa de los alumnos en el proceso de aprendizaje.

El aprendizaje autónomo y la evaluación son conjuntos de competencias las cuales requieren ser

desarrolladas, es por esto que se hace necesario comprender sus dimensiones y cuales se ven
afectadas durante el desarrollo de sus capacidades; de tal manera que estas se acompañan del

entorno y la didáctica que propicien un ambiente personal los cuales les ayudan al

fortalecimiento de sus nuevos saberes. De acuerdo a (Solórzano, 2017) hoy la enseñanza se

enfrenta a un gran desafío en orientar y formar estudiantes conscientes, críticos y reflexivos

capaces de movilizar capacidades y habilidades para aprender por sí mismo.

Por otro lado, también se tiene presente que esta relación entre los dos métodos está enfocada en

el desarrollo de las capacidades de comunicación y relación de los problemas y es por eso que

espera que los estudiantes den a conocer sus propios aprendizajes en el aula, con el fin de

fortalecer sus capacidades para resolver situaciones que se les presente. Dando a conocer que en

el entorno educativo se quieren presentar situaciones precisas y complejas que logren desarrollar

bajos sus propios criterios y conocimientos, ya que en ellos se requiere reflejar el compromiso de

su propio proceso de aprendizaje; Por ende, la evaluación y el aprendizaje autónomo son

procesos fundamentados metodológicamente mediante la autoevaluación y la coevaluación como

acciones reguladoras de las actividades.

De acuerdo a (Rizo & Martínez, 2012) la evaluación formativa ayuda a que los estudiantes

construyan aprendizajes por sí mismo, identifiquen sus debilidades y asuman una postura para

aprender por sí mismo. Por otro lado (Minedu, 2016; Anijovich 2019) expresan que es un

proceso permanente, formativo e integral en el que se recoge y valora información relevante

acerca del nivel de desarrollo de las competencias en cada estudiante.


Conclusiones

El desarrollo del Aprendizaje autónomo involucra una serie de competencias que los

aprendientes requieren para aprender por sí mismo fundamentado en la capacidad crítica y

reflexiva. En este proceso se desarrolla la toma de conciencia de sus propios modos de

aprendizaje, la socioafectividad y autorregulación de su aprendizaje.

El proceso de evaluación integrado a los procesos de aprendizaje favorece el desarrollo de

competencias y habilidades de autoaprendizaje. La evaluación compartida (coevaluación,

evaluación en pares) permiten a los estudiantes procesos de reflexión y valoración de su propio

aprendizaje en su construcción y resultados, es decir fortalecen la autorregulación y

metacognición.

En la práctica educativa la autoevaluación y coevaluación causan expectativa en los

estudiantes, que demuestran en la mayoría de los casos motivación y satisfacción para participar

en estos procesos, además generan conciencia al estudiante sobre su proceso de aprendizaje. Un

estudiante consciente de su proceso aumentará el carácter competitivo mejorando su desempeño

autónomo.

La evaluación es posiblemente el elemento didáctico que suscita más interés entre los

estudiantes, por encima de los objetivos formulados, la metodología docente o los recursos que

se van a utilizar. En función de los ritmos, procedimientos de evaluación y el nivel de exigencias

que plantea ésta, los estudiantes dosifican sus esfuerzos, orientan el estudio de una materia e

intensifican su trabajo. (Moraza, 2010), se considera entonces que la evaluación es otro escenario

de aprendizaje.
Referencias bibliográficas

Moraza. (2010). LA EVALUACIÓN COMPARTIDA: ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE


LA AUTOEVALUACIÓN Y. Redalyc, 97-104.

file:///C:/Users/solan/Downloads/jbes,+12+Evaluaci
%C3%83%C2%B3n+formativa+y+el+aprendizaje+aut%C3%83%C2%B3nomo+(1).pdf

https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-162342.html

https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/5036/jjma08de16.pdf.PDF

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