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SEGURIDAD SOCIAL
LECCIÓN 1
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL DERECHO DE TRABAJO1
Una delimitación inicial del Derecho del trabajo indica, pues, que éste ha nacido y
existe para ordenar determinadas relaciones, lo que por principio excluye de su ámbito
las formas autistas o intransitivas, esto es, el trabajo autónomo o por cuenta propia, cuyo
ejecutor trabaja en utilidad propia y en régimen de auto organización y obtiene un
beneficio (no un salario) al vender los productos que obtiene o al prestar sus servicios a
una clientela.
Por lo tanto, no cualquier relación de trabajo entre personas que tenga por objeto la
prestación de una actividad o trabajo es sin más una relación laboral que atraiga sobre sí
la necesaria aplicación del Derecho del Trabajo; sólo son relaciones laborales stricto
sensu aquellas que se hallan dotadas de una específica configuración.
a) Trabajo personal
1
Págs 38 – 44 del Libro
b) Trabajo voluntario
En un sentido muy general, trabajar por cuenta ajena significa atribuir a un tercero los
beneficios del trabajo.
A nuestro juicio, el trabajo objeto del Derecho de Trabajo es “por cuenta ajena” en el
sentido de que la utilidad patrimonial del trabajo se atribuye a persona distinta del
propio trabajador, a saber, e empresario. Los bienes o servicios producidos por el
trabajador no le reportan a éste un beneficio económico directo, sino que tal beneficio
corresponde al empresario, que a su vez compensa al trabajador con una parte e esa
utilidad (el salario).
d) Trabajo dependiente
La dependencia es requisito definidor del trabajo objeto del Derecho del Trabajo
siempre que sea concebida como el “sometimiento del trabajador a los poderes del
empresario”.
La jurisprudencia viene afirmando que la dependencia consiste en el sometimiento del
trabajador al poder de organización y disciplina del empresario o, dicho de otro modo,
en la “inserción en el círculo rector y disciplinario empresarial” (art. 1.1 ET). La STC
3/1983, de 25.1, resalta igualmente la “dependencia o subordinación” del trabajador
asalariado.
Dependencia hay, en conclusión, en toda relación laboral regida por el Derecho del
Trabajo, porque, se insiste, la dependencia no es sólo el sometimiento al poder de
dirección del empresario, sino también el sometimiento al poder disciplinario.
El legislador estima oportuno, sea por razones socioeconómicas, sea por razones
jurídico políticas, situar expresamente al margen del Derecho del Trabajo determinadas
relaciones, pese a que, en rigor, reúnen todas y cada una de las notas configuradoras del
trabajo asalariado, objeto de la legislación laboral.
LECCIÓN 2
2. Antecedentes españoles.
b) El trabajo de la Constitución
- La sección 2ª (Cap. II, Título I) incluye entre los que titula “derechos y deberes de
los ciudadanos” (arts. 35 y 37.1 y 2)
- En primer lugar, declara que esos derechos y libertades “vinculan a todos los
poderes públicos”.
- En segundo lugar, La Constitución dispone que el ejercicio de tales derechos y
libertades podrá regularse “solo por ley”.
- En tercer usar, la tutela de dichos derechos se arbitra mediante la creación del
recurso de inconstitucionalidad. También debemos tener presente la cuestión de
inconstitucionalidad.
ii. Derechos y libertades con garantía máxima (Sección 1, del Cap. II del Título. I)
La Constitución establece una garantía especifica en favor del ejercicio de los “derechos
fundamentales y libertades públicas” que regula la Sección 1 del Cap. II del Tít I.
iii. Derechos y libertades con garantía media (Sección 2ª. Cap. II del Título I)
Tales principios, a los que se ha hecho ya referencia, consagran básicamente deberes del
Estado.
El art. 53.3 CE se limita a decir que “el reconocimiento, el respeto y la protección” de
estos principios “informará la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de
los poderes públicos”. Se traduce de este precepto que serán inconstitucionales las leyes
que violen tales principios, siendo procedente la interposición de recurso de
inconstitucionalidad. El art. 5.1 LOPJ insiste en que los Jueces y Tribunales han de
aplicar las leyes y reglamentos “según los preceptos y principios constitucionales”.
Estos principios solo son intocables ante la Jurisdicción cuando han sido acogidos y
desarrollados en una ley (art. 53.3 CE).
El art. 116 CE contiene diversas disposiciones sobre los citados estados de excepción y
sitio, cuya regulación se encomienda a una ley orgánica.
Las disposiciones reglamentarias del Estado aparecen citadas entre las fuentes
reguladoras de las relaciones laborales en el art. 3.1 a) ET.
- La potestad reglamentaria se atribuye al Gobierno.
- El reglamento se supedita a la ley y, con esta a la Constitución. (Art. 6 LOPJ)
El art. 3.2 ET limita la función del reglamento al desarrollo de la ley. Sin embargo, e
propio ET (disp. Adic 7) reconoce al Gobierno la potestad de dictar reglamentos sobre
condiciones de trabajo por rama de actividad en aquellos sectores en que ni existiera
convenio colectivo ni se hubiera logrado la aplicación de un convenio ajeno mediante
extensión o por adhesión.
La costumbre laboral es una norma “creada e impuesta por el uso social” y observada
con convicción de su obligatoriedad opinio iuris seu necesitatis. Una vez que los
simples actos habituales o usuales se elevan al rango de norma consuetudinaria, ésta
irradia la obligatoriedad objetiva propia de toda regla de Derecho. Hemos de hacer una
distinción entre la costumbre y los simples usos, en el Derecho del Trabajo la distinción
correcta es la que separa a sus y costumbres por un lado, de meros usos de empresa, por
otro; llamando usos de empresa a aquellas meras conductas de hecho, simples hábitos o
prácticas socio profesionales que no crean Derecho y cuya máxima significación
jurídica es la de servir de medios probatorios.
Frente a la costumbre civil, la laboral se caracteriza por ser una costumbre ademas de
local, profesional, como expresa el art. 3.1. d) ET; lo que significa que del mismo
modo que la costumbre de una localidad no puede ser válidamente alegada en otra, la
costumbre observada en una profesión no puede ser invocada fuera de ella.
Por un lado se encuentran las costumbres “autónomas” y por otro lado las costumbres
“por remisión”. La costumbre autónoma es una mera fuente subsidiaria, que se aplica en
defecto de norma legal (art. 3.4 ET).
Mayor rango normativo alcanza la costumbre “por remisión”, entendiendo por tal
aquella costumbre de aplicación directa a la que remite una norma legal cuyo rango
jerárquico se comunica a la costumbre remitida. La regla consuetudinaria es elevada al
rango de fuente de aplicación directa, que no se supedita ya al hecho de que no exista
norma legal, convencional o disposición contractual aplicables al caso.
En todo caso la costumbre será de aplicación cuando sea “norma más favorable”.
2. Primeros antecedentes
4. El tratado de Versalles
1. Naturaleza de la OIT
La OIT es una agencia especializada de la ONU que tiene plena capacidad jurídica y
autonomía frente a la propia ONU
2. Miembros de la OIT
3. Estructura de la OIT
4. Acción de la OIT
La acción de la OIT tienen por fin la mejora de las condiciones de vida y trabajo de los
trabajadores en el plano internacional.
• Iniciativa: en la que uno o varios gobiernos de los Estados miembros de la OIT, o una
o más organizaciones sindicales o empresariales con representación en la OIT, proponen
al Consejo de Administración la adopción de un Convenio por la Organización
Internacional del Trabajo.
• Adopción del Convenio obliga a los Estados miembros de la OIT someter su texto a
la consideración de la autoridad estatal a al que competa el acto de ratificación.
Son meras propuestas, desprovistas de todo carácter vinculante, dirigidas a los Estados
miembro, y que sólo obligan a éstos a informar al Director de la OIT sobre el estado de
la respectiva legislación interna y sobre el grado de observancia de lo recomendado.
Como afirma el TC, dichas recomendaciones «son textos orientativos que sin eficacia
vinculante pueden operar como criterios interpretativos o aclaratorios de los
convenios».
Técnica empleada de la Recomendación en lugar del convenio en dos supuestos:
• La ONU tiene entre sus fines la promoción social y cultural de los trabajadores.
• La Organización Europea de Cooperación Económica se ocupó asimismo de las
cuestiones económico-sociales, poniendo especial énfasis en la obtención del pleno
empleo.
2. El Consejo de Europa
3. La Unión Europea
La originaria Comunidad Económica Europea tenía, entre otros objetivos, los de elevar
el nivel de vida a los trabajadores de los países miembros, facilitar su libre circulación
por todo el territorio de la Comunidad, establecer una adecuada protección en materia
de Seguridad Social, garantizar el empleo.
Hay que señalar, las finalidades fundamentales del Derecho social de la UE:
Existen dos grandes grupos de criterios que inexcusablemente han de ser tenidos en
cuenta por quien se enfrenta con la tarea de aplicar una norma jurídica .
Uno de estos grupos se refiere a criterios o índices de fondo, y en tal sentido, alude a los
principios jurídicos que inspiran el sistema normativo de que se trate y que
necesariamente han de ser estimados por el intérprete para actuar en congruencia con el
sentido total del Ordenamiento.
El otro gran grupo de criterios que debe presidir la labor del intérprete es de naturaleza
formal, y hace referencia tanto a las reglas de ordenación de los distintos materiales
normativos como a los principios sobre aplicación temporal y territorial de las normas y,
finalmente, a las remisiones a otras ramas jurídicas.
Los arts. 3 y 4 CC imponen una serie de reglas en materia de aplicación de las normas
jurídicas.
Los principios generales más significativos para el Derecho del Trabajo aparecen
expresamente en la Ce, que procede a positivarlos eliminando la subsidiariedad
postulada por el CC. De este modo, la libertad, la justicia y la igualdad, en cuanto
«valores superiores» del OJ son también principios básicos del Derecho del Trabajo. La
consecución de una libertad e igualdad de individuos y grupos «reales y efectivas» es un
principio constitucional cuya observancia se encomienda con énfasis a los poderes
públicos. La dignidad de la persona. El sometimiento de la riqueza al interés general o
el condicionamiento de la propiedad a su función socia
Existen unos peculiares criterios o principios de acuerdo con los cuales deben ser
aplicadas las normas jurídico-laborales. Tales principios inspiran todo el Ordenamiento
laboral. Todos ellos están orientados a un mismo fin y aunque en su conjunto inspiran
desde sus orígenes a las normas laborales, la formulación de algunos es reciente; así, el
art. 36.5 ET acoge el “principio general de adaptación del trabajo a la persona”
Por definición, la aplicación del principio pro operario exige, como presupuesto
necesario, la existencia de una res dubia, de al menos una dualidad de posibles
interpretaciones de la norma. Obviamente, si el sentido de ésta es unívoco y terminante
no hay lugar a la invocación del principio de favor al trabajador, tal como viene
enseñando una reiterada doctrina jurisprudencial, según la cual la regla in dubio pro
operario «como su enunciado indica, precisa, para su aplicación, exista duda en el
ámbito del juzgador».
Este principio tiene menos campo de acción en una situación en la que la defensa de los
intereses de los trabajadores es cada vez más una cuestión de «autotutela», y cada vez
menos una cuestión de favor o filantropía hermenéutica, que es lo que hay en la raíza
del principio pro operario.
Se trata de seleccionar entre varias normas cualquiera que sea su rango, la que contenga
disposiciones más favorables para el trabajador; bien entendido que «la norma menos
favorable postergada en la aplicación, pero no eliminada, sigue formando parte del
ordenamiento».
Una norma laboral prevalecerá sobre otra con la que esté en conflicto, de igual, inferior
o incluso superior rango, siempre que contenga prescripciones más favorables para los
trabajadores que ella.
La solución que suministra el art. 3.3 ET «lo más favorable» en vez de la norma más
favorable, pudiera parecer inspirada por el deseo de implantar el sistema acumulativo;
en realidad, «lo más favorable para el trabajador apreciado en su conjunto» es la norma
más favorable en su conjunto.
• Hablar de colisión de normas laborales estatales entre sí tiene poco sentido, dado el
principio de jerarquía que preside la producción de fuentes estatales. (Art. 9.3 CE y
art.3.3 ET)
Lo que en cualquier caso debe quedar claro es que según el ET la comparación entre
normas ha de concluir seleccionando una de ellas en bloque; no es procedente, pues,
seleccionar aisladamente en cada caso de duda la regla o precepto concreto más
beneficioso, lo que llevaría en ocasiones a elegir un precepto de una norma y en otras un
precepto de otra distinta.
Debe decirse con especial énfasis que los más frecuentes casos de aplicación prioritaria
de la norma de rango inferior, en cuanto más favorable, sobre la superior ni constituyen
auténticos supuestos de «conflictos» de normas, ni admiten por su naturaleza la técnica
de la comparación global, ni están sometidos a la regla del art. 3.3 ET.
Tal es el sentido que debe darse a las frecuentes cláusulas de garantías ad personam
incluidas en los convenios con ésta o parecida fórmula: «se respetarán las situaciones
personales que en su conjunto sean superiores a las establecidas en este convenio,
manteniéndose exclusivamente ad personam».
Según repetida doctrina jurisprudencial del todo lógica, se aplica a los beneficios
pactados o concedidos individualmente, así como a las condiciones fijadas inicialmente
en convenio colectivo pero luego contractualizadas; y sin que el beneficio pueda
suprimirse unilateralmente por el empresario, siempre que se haya fijado con inequívoca
voluntad.
Puede quedar atemperado por el juego de la técnica de la «absorción», según la cual las
mejoras de origen normativo no se adicionan a las condiciones más beneficiosas
disfrutadas a título individual, sino que, por el contrario, estas condiciones van siendo
absorbidas y compensadas por las elevaciones de carácter general. La condición más
beneficiosa puede suprimirse mediante acuerdo novatorio o modificación sustancial de
condiciones de trabajo ex art. 41 ET.
El espíritu protector que el Derecho del Trabajo manifiesta hacia los trabajadores se
refleja en el principio de irrenunciabilidad de derechos, con el que quiere evitarse las
renuncias hechas por el trabajador en su propio perjuicio, presumiblemente «forzado a
ello por la situación preeminente que ocupa el empleador en la vida social».
LECCIÓN 3
Desde 1950 funciona, creada por la OIT y el ECOSOC, una comisión de investigación y
conciliación en materia de libertad sindical, destinada a recibir quejas relativas a esta
materia y a formular informes sobre tales quejas, que pueden llegar a ser publicados por
el Consejo de Administración de la OIT como medio de sancionar moralmente a los
gobiernos responsables.
En 1951 se creó el Comité de Libertad Sindical, órgano tripartito dependiente del
Consejo de Administración de la OIT.
Los sindicatos atienden intereses económicos y sociales (arts. 7 Ce y 1.1 LOLS). Nada
impide que estos intereses posean relevancia política; sin embargo, los sindicatos
carecen de legitimación constitucional para perseguir fines políticos ajenos a los
intereses económicos y sociales que les son propios.
Hay una cierta asimilación entre partidos y sindicatos en la Ce, en cuanto que de ambos
se afirma, con fórmula literalmente igual, que «su creación y el ejercicio de su actividad
son libres dentro del respeto a la Ce y a la ley» y que «su estructura interna y
funcionamiento deberán ser democráticos».
Significa que tanto los partidos como los sindicatos se integran en el marco del OJ y
someten sus respectivos poderes a la supremacía del Derecho.
El art. 7 Ce no se limita a decir el fin del sindicato sea la defensa de ciertos intereses,
sino que añade que en tal fin entra la promoción de esos intereses.
Las organizaciones de trabajadores y de empresarios defienden y promueven los
intereses que les son propios sirviéndose para ello de diversos instrumentos
básicamente, medios negociales como el convenio colectivo, y medios de presión como
la de huelga y el cierre patronal.
4. La libertad sindical
Los actos de depósito y publicidad oficial de los estatutos sindicales no impiden que la
Autoridad pública y los titulares de «un interés directo, personal y legítimo» puedan
promover la declaración judicial sobre la ilegalidad no del acto administrativo de
depósito, sino de los estatutos mismos.
La LOLS precisa al sujeto del “derecho sindicarse libremente” diciendo que son todos
los trabajadores en vez de todos a secas.
Los artículos 28.1 y 103.3 CE reconocen el derecho de libre sindicación a los
funcionarios previendo peculiaridades para su ejercicio. La LEBEP. Vuelve a proclamar
el derecho a la libertad sindical de los empleados públicos, tanto funcionarios como
personal laboral al servicio de las administraciones públicas.
El art. 2.1.c) LOLS proclama «el derecho de los afiliados a elegir libremente a sus
representantes dentro de cada sindicato». La LOLS (art.3.2) dispone que quienes
ostenten cargos directivos o representación en el sindicato en que estén afiliados no
podrán desempeñar al tiempo cargos públicos de rango de Directos General o superior.
Es uno de los derechos protegidos por el art. 53.2 CE mediante un “régimen máximo de
garantías”, posibilidad de interponer el recurso de amparo en caso de violación del
derecho, tras haberse seguido los procedimientos basados en la preferencia y
sumariedad a qué se refiere el artículo 53.1 Ce.
6. La representación sindical
Las insalvables dificultades que presentaba la tesis del mandato dieron lugar, todavía
dentro del ámbito de las explicaciones privatistas, a nuevas interpretaciones cuyo
denominador común era el abandono de la teoría de las dos voluntades relevantes,
ninguna de ellas merecedora de acogida.
- Tesis de la gestión de negocios ajenos
- Tesis de la estipulación en favor de tercero
- Tesis de la representación legal
ii. La representación sindical como representación de intereses.
¿En qué consiste la «singular posición jurídica» del sindicato más representativo? En
tener capacidad para (arts. 6.3 y 7.1 LOLS):
Tales sindicatos a los que no se refiere expresamente la LOLS, son aquellos que no
alcanzan en su ámbito de los porcentajes aludidos en los apartados anteriores.
Carecen de todas y cada una de las prerrogativas específicas de los sindicatos más
representativos y cuasi más representativos. No obstante gozan de una serie de
competencias cuyo ejercicio es común a toda organización sindical según el artículo 2.2
LOLS: entre estas competencias está redactar sus estatutos y reglamentos, organizar su
administración interna, constituir federaciones, no ser suspendidos ni disuelto salvo por
resolución judicial firme ejercitar la actividad sindical.
7. El sindicato en la empresa
Asimismo tienen derecho a disponer de crédito horario. Con independencia de tales vías
de incidencia del desempeño de cargo sindical sobre la relación laboral, los titulares de
dichos cargos gozan del derecho, ampliamente enunciado en la Ley, de acceder a los
centros de trabajo y participar en ellos tanto en actividades de «su» sindicato como «del
conjunto de los trabaja-dores» (un aspecto más de la expansión erga omnes de la acción
del sindicato más representativo). En todo caso, el ejercicio de este derecho ha de ser
preavisado al empresario, y no puede interrumpir el normal proceso productivo.
e) Delegados sindicales
- Sindicatos que no hayan alcanzado el 10% de los votos en la elección del comité
de empresa: la sección elegirá 1 delegado.
El número de delgados es ampliable por pacto colectivo u otro tipo de acuerdo (art. 10.2
LOLS). Los delegados sindicales aunque no sean también miembros del comité de
empresa, gozan de las mismas garantías que estos, así como del derecho de asistir, con
voz pero sin voto a las reuniones del comité de empresa y comité de seguridad y salud ,
tener acceso a la información que el empresario a disposición del comité de empresa y
ser oídos por el empresario antes de adoptar este medidas de carácter colectivo que
afectes a los afiliados del sindicato e incluso al restante de trabajadores, así como
sanciones. Además tienen derecho a permisos retribuidos para participar en la
negociación de convenios colectivos.
De los daños y perjuicios que puedan causar los actos singulares de afiliados,
producidos en ejercicio regular de sus funciones representativas, o actuando
probadamente por cuenta del sindicato, responde éste; no así, en caso contrario (art.5.2
LOLS).
En el sistema del ET, los órganos a los que se encomienda la representación colectiva de
los trabajadores en la empresa son los comités de empresa y los delegados de personal, a
las que el estatuto de trabajadores dota de una doble función: participar y reivindicar.
Cuando una empresa tenga en la misma provincia o en municipios limítrofes dos o más
centros de trabajo que no alcancen individualmente pero si sumados los 50 trabajadores
se constituirá un comité de empresa conjunto.
En las empresas en las que se hubiera constituido varios comités de centro, se podrá
crear, a través de la negociación colectiva, un «comité intercentros», cuyas funciones
vienen fijadas en el propio convenio, aunque habrán de referirse a la defensa y
representación de los intereses del personal de la empresa en su conjunto.
No existe en el ET una norma protectora del poder de dirección del empresario frente a
la representación de los trabajadores en la empresa.
Estos derechos del comité han sido notablemente ampliados por el actual art. 64 ET que
exige además expresamente que las correspondientes actuaciones sean adecuadas en
tiempo y forma (art. 64.6 ET).
- Derecho a ser informado y consultado por empresarios sobre cuestiones que
afecten a los trabajadores y sobre la situación de la empresa y evolución del
empleo en ella.
También es función del comité informar a sus representados en todas las cuestiones de
su competencia, en cuanto directa o indirectamente tengan o puedan tener repercusión
en la relaciones laborales.
La revocación del mandato solo puede producirse por decisión de los electores del
correspondiente colegio electoral, reunidos en asamblea convocada a instancia de 1/3
como mínimo de dichos electores. La decisión de revocación adaptarse por la mayoría
absoluta de los electores (Art 67.3 ET).
Dentro de ese crédito horario se incluye el tiempo que los representantes designados
delegados de prevención dedican a esta específica función (art. 37.1 LPRL). Se añade a
dicho crédito, también retribuido como si fuera tiempo de trabajo el dedicado por dichos
delegados a reuniones del comité de seguridad y salud u otras convocadas por el
empresario, así como acompañar a inspectores de trabajo técnicos en sus visitas, o a
realizar comprobaciones de seguridad.
La suma global de horas atribuibles a todos los miembros del comité o al conjunto de
los delegados de personal puede ser redistribuida en convenio colectivo de tal manera
que algún o algunos representantes pueden acumular a su propio crédito de horas el de
otro u otros, llegando a quedar liberados de todo trabajo en la empresa, “sin perjuicio de
su remuneración”.
LECCIÓN 4
En nuestro Derecho es patente esta doble dimensión del convenio colectivo. De un lado,
éste es un acuerdo o contrato entre las partes trabajadores y empresarial, acuerdo que,
por lo pronto, crea unos derechos y deberes (la llamada «parte obligacional» del
convenio colectivo) entre las partes que conciernan el pacto. Pero, al mismo tiempo, el
convenio colectivo tiene eficacia normativa; a diferencia de la finalidad del contrato
individual de trabajo. Reservados todos los derechos. No se permite la explotación
económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su
totalidad.
El art. 37.1 CE dispone “la ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral
entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante
de los convenios”
El derecho a la negociación colectiva vincula a «a todos los poderes públicos» (art. 53.1
Ce).
El art. 82.1 ET considera como sujetos del convenio colectivo a «los representantes de
los trabajadores y de los empresarios».
4. Eficacia general del convenio colectivo: convenios al margen del estatuto de los
trabajadores; acuerdos de empresa
La ley que desarrolla el mandato constitucional (es decir, el ET) sobre negociación
colectiva sólo reconoce una modalidad de convenio, el de eficacia general.
El del estatuto es erga omnes el otro es solo a los afiliados. El extraestutario mucho
autores dicen que es una norma pero el TS tiende a decir que son contratos.
Además de los convenios, colectivos, el ET contempla, sin regularlos unitariamente,
diversos supuestos de acuerdos entre empresarios y representación de sus trabajadores.
Del lado empresarial puede ser parte del convenio un empresario, un grupo de
empresarios o una asociación patronal. Es nulo por falta de legitimación el convenio
suscrito por una representación que no se corresponde con el ámbito de aplicación de
aquél.
En los convenios para un “grupo de trabajadores con perfil profesional específico” están
legitimas para negociar las secciones sindicales elegidas por sus representados a través
de votación personal, libre, directa y secreta.
ii. En cuanto a los empresarios, el art. 87.3 ET dispone que están legitimados
para negociar:
Los demás sindicatos, siempre que incluyan como afiliados al 10% como mínimo de los
miembros de los comités de empresa o delegados de personal del respectivo ámbito.
Pueden ser parte de un convenio “sectorial” las asociaciones que integren como mínimo
al 10% de los empresarios, incluidos en el ámbito del convenio siempre que ocupen al
10% de los trabajadores afectados, así como las asociaciones empresariales que ocupen
al 15% de dichos trabajadores (art. 87.3 c) ET)
Las partes del convenio de ámbito no superior a la empresa o grupo de empresas son el
empresario y el comité de empresa o los delegados de personal o la representación
sindical en la empresa. Los sujetos negociadores son las concretas personas designadas
por cada parte de convenio, en número no superior a 13, para representarla en la
negociación.
En los convenios de ámbito sectorial cuyas partes son las organizaciones sindicales y
empresariales, las representaciones negociadoras se integrarán de un máximo de 15
personas cada una de ellas, designadas por las respectivas partes, en proporción con la
representatividad de las distintas organizaciones que puedan integrar cada parte.
La estructura de la comisión es, pues, mixta: trece miembros por cada representación
negociadora, como máximo, en los convenios de ámbito de empresa o grupo de
empresa; quince como máximo en los de sector. La comisión se completará
normalmente con la integración en ella de asesores de las partes, con voz y sin voto (art.
88.3 ET) y tendrá un presidente designado por acuerdo de las partes, con voz y sin voto
(art. 88.5 ET).
2. Deliberaciones y acuerdos
Las representaciones que forman parte de ella han de realizar los tratos, peticiones;
ofertas y contraofertas que componen el proceso negociador y que preceden a la
adopción de los acuerdos.
El art. 89.1 párr. 4o ET, el precepto no indica quién corresponde decidir la suspensión
de las negociaciones; al hablarse de suspensión de inmediato parece que tal decisión
compete a la parte que sufra la violencia, sin perjuicio, claro está de la posibilidad de
revisión jurisdiccional de dicha decisión.
El texto del convenio acordado ha de formalizarse por escrito bajo sanción de nulidad
(art. 90.1 ET), sujetándose en todo caso su contenido a lo previsto en el art. 85 ET.
Dado el carácter de norma que el convenio ostenta, es lógico que el OJ disponga ciertas
garantías formales que hagan patentes e inequívoca su propia existencia.
El art. 85.e) ET reputa como contenido mínimo las cláusulas sobre determinación de las
partes del convenio, ámbitos de éste, procedimientos para resolver discrepancias
relativas a la no aplicación (descuelgue) de condiciones de trabajo, forma y tiempo de la
denuncia del convenio, y designación de la comisión paritaria y de su régimen de
actuación (RD 901/2020 del 13 de octubre sobre planes de igualdad). Asimismo debe
incluirse en los convenios el deber de negociar medidas o planes de igualdad (art. 85.1
ET) y específicamente el deber de negociar dichos planes en las empresas de más de
250 trabajadores (art. 85.2 ET).
Si el período de consultas concluye con acuerdo, éste debe determinar con exactitud las
nuevas condiciones aplicables en la empresa, cuya vigencia no podrá exceder la del
convenio inaplicado. Habiendo acuerdo se presume que hay causa justificativa para el
descuelgue; en consecuencia, dicho acuerdo no podrá ser impugnado, salvo en el caso
de que estuviera viciado por fraude, dolo, coacción o abuso de derecho.
El contenido obligacional. Las partes de un convenio se obligan, obviamente, a
respetar lo pactado y velar por su observancia; por ello se dice que el convenio colectivo
es constitutivamente un tratado de paz.
La parte normativa tiene carácter de fuente del Derecho, que rige sobre las relaciones
singulares de trabajo, sometida a la ley.
Las conductas del empresario contrarias a las cláusulas normativas en materia laboral
constituyen infracciones administrativas (art. 5.1 LISS). Los incumplimientos laborales
de los trabajadores constituyen faltas sancionables por el empresario (art. 58.1 ET).
Llegado el término final estipulado para que el convenio colectivo cese en sus efectos,
la denuncia expresa de cualquiera de las partes en la forma, condiciones y plazo de
preaviso acordados por ellas. La falta de denuncia expresa provoca la prórroga del
mismo por un año más.
El vencimiento del plazo de duración del convenio, precedido en su caso del acto de
denuncia, determina hasta tanto no se negocie y perfecciones un nuevo pacto, el
agotamiento de la vigencia de las cláusulas obligacionales del convenio y el
mantenimiento transitorio y de sus cláusulas normativas.
a) El principio autonomista es elevado a regla principal
d) Transcurrido un año desde la denuncia del convenio sin que se haya acordado un
nuevo convenio o se haya dictado un laudo arbitral sustitutivo, el convenio
denunciado perderá su vigencia; salvo pactos en contrario, aplicándose el
convenio en ámbitos superior que pudiera existir.
e) Regla de cierre es que sin perjuicio del desarrollo y solución final de los citados
procedimientos de mediación y arbitraje, en defecto de pacto, cuando hubiere
transcurrido el proceso de negociación sin alcanzarse un acuerdo, se mantendrá a
vigencia del convenio colectivo.
La regla general en la propia negociación colectiva suele afirmarse que forma un todo
orgánico e indivisible dotado de equilibrio interno, no puede ser afectado por lo
dispuesto en otro convenio de distinto ámbito (art. 84.1 ET); esto es, la regulación de
una materia en un convenio vigente no puede ser desplazada por la regulación de signo
contrario de un convenio posterior, sea de ámbito inferior o superior. La regla prior
tempore supone la intangibilidad del convenio anterior y vigente frente a otro posterior.
Salvo pacto en contrario, los convenios «en el ámbito de una comunidad autónoma»
pueden afectar en determinadas materias a lo convenido en el ámbito estatal (art. 84.3 y
4 ET).
La regla tiene una tercera excepción (art. 84.2 ET): el convenio de empresa o grupo de
empresas tienen prioridad en todo caso y en cualquier momento sobre los convenios
sectoriales. Tales materias son:
a) Cuantía del salario base y de los complementos salariales.
b) Retribución de las horas extraordinarias base y del trabajo a turnos.
c) Horario y distribución del tiempo de trabajo, turnos y planificación anual de las
vacaciones.
d) Adaptación a la empresa del sistema de clasificación profesional
e) Adaptación de aspectos de las modalidades de contratación
f) Medidas para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral
g) Otras materias que dispongan los acuerdos interconfederales y convenios
sectoriales estatales y autonómicos.
Dicho concepto se completa con por vía negativa (art 1.3 enumera las actividades
laborales excluidas del ET) y por vía positiva (art 2 ET enumera las relaciones laborales
de carácter especial.
Bien porque su relación jurídica carece instrisecamente de este carácter, bien porque la
ley ha querido asignarles un estatuto distinto del laboral.
EL EMPRESARIO
1. Concepto jurídico-laboral
El art. 1.2 ET, con expresa intención definidora, establece que «serán empresarios todas
las personas físicas o jurídicas o comunidades de bienes que reciban la prestación de
servicios».
El art. 7.a) ET reconoce capacidad para contratar, a quienes tengan plena capacidad de
obrar conforme a lo dispuesto en el C.C.
II. Por concesión de los que ejerzan la patria potestad de los menores de 18 años y
mayores de 16. Esta emancipación conoce 2 variedades:
III. Por obtención del «beneficio de la mayor edad» concedido por el juez al mayor
de 16 años sometido a tutela que lo solicitara.
La retribución del menor y los bienes con ella adquiridos le pertenecen a el y no están
sujetos a la administración paterna, no obstante si el menor conviviera con los padres
podría ser obligado a colaborar con sus bienes al levantamiento de las cargas familiares.
c) Incapacidad laboral
- De otra parte, el empresario que infringe las normas sobre edad de contratación
laboral admitiendo menores no autorizados en su empresa, incurre en
responsabilidad administrativa, que le será exigida por la autoridad estatal (o
autonómica) competente.
La capacidad contractual del empresario se rige por diferentes reglas según se trate de
un empresario individual o persona físicas o de un empresario social o persona jurídica.
a) Respecto del empresario persona física, han de tenerse en cuenta las siguientes
reglas:
Se llama forma del contrato al medio utilizado por las partes para expresar o exteriorizar
su consentimiento y dejar constancia de la materia o estipulaciones sobre las que éste
recae. La distinción correcta es la que se separa los contratos cuya forma no está
predeterminada por el Derecho de aquellos otros en los que es preceptiva una forma
dada que pretende la claridad y precisión de las declaraciones, y facilita y asegura la
prueba. El contrato de trabajo podrá podrá celebrarse por escrito o por palabra art 8.1
ET.
El art. 8.2 ET enumera los contratos de trabajo que en todo caso deben formalizarse por
escrito. Sobre las razones que inspiran la exigencia de forma escrita en estos contratos,
parece claro que en unos casos se busca la certidumbre. En otros la constancia formal de
la existencia y condiciones de contratos de contratos de difícil control.
Si el contrato fuera realmente por tiempo parcial y/o determinado, la prueba de tales
circunstancias eliminaría su posible conversión en contrato por el tiempo completo e
indefinido, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 8.1 ET.
El art. 8.2 ET prevé, la posibilidad de que cualquiera de las partes exija que el contrato
se formalice por escrito.
La conducta del empresario que no respete tal dignidad y que en consecuencia, suponga
una actitud vejatoria o depresiva para el trabajador, da derecho a este a optar entre
solicitar la extinción del contrato de trabajo con la indemnización más alta del OJ. Todo
ello, sin perjuicio de la indemnización del daño moral que el trabajador pudiera haber
sufrido, de la responsabilidad administrativa del empresario por infracción muy grave y
de la posibilidad de ejercitar eventuales acciones penales.
Motivos tutelados, El art. 4.2 c) ET prohíbe las discriminaciones por razón de sexo,
estado civil, origen racial o étnico, condición social, ideas políticas, religión o
convicciones, lengua, edad, origen, parentesco, afiliación sindical o discapacidad que no
impida el trabajo. Por su lado, junto a los seis motivos de discriminación recogidos en la
normativa comunitaria (sexo, origen racial o étnico, discapacidad, edad, religión o
creencias y orientación sexual), la LITND incorpora expresamente los de enfermedad o
condición de salud prohibiendo específicamente al empleador indagar sobre las
condiciones de salud en los procesos selectivos), estado serológico y/o predisposición
genética a sufrir patologías y trastornos, identidad sexual, expresión de género, lengua y
situación socioeconómica y mantiene la cláusula abierta.
- Directa: una persona o grupo recibe trato menos favorable que otras en
situación análoga o comparable por razón de las causas reseñadas; incluye la
denegación de ajustes razonables a las personas con discapacidad.
- Indirecta: una disposición. criterio o práctica aparentemente neutros puede
ocasionar a una o varias personas una desventaja particular . con respecto a otras
por razón de las causas reseñadas.
- Por asociación: una persona o grupo en la que se integra, debido a su relación
con otra sobre la que concurra alguna de las causas protegidas.
- Por error: una apreciación incorrecta acerca de las características de la persona
o personas discriminadas.
- Múltiple, una persona es discriminada de manera simultánea o consecutiva por
dos o más causas.
- Interseccional, concurren o interactúan diversas causas de las previstas en esta
ley, generando una forma específica de discriminación.
- Acoso discriminatorio.
- Inducción, orden o instrucción de discriminar.
Represalias, El art. 17.1 ET reputa «nulos y sin efectos» los actos discriminatorios,
tanto si consisten en decisiones unilaterales del empresario como si vienen en
disposiciones normativas o contratos individuales.
Tutela, el trabajador que sea víctima de discriminación por parte del empresario podrá
solicitar, bien el cese de las medidas discriminatorias, bien la resolución del contrato
con derecho a indemnización (art. 50.1 ET)
1. La clasificación profesional
Esta noción jurídica fue el eje del estricto sistema de clasificación propio de las
ordenanzas. El ET dio un paso importante en la superación de esa concepción. Tarea
complementada por la negociación colectiva, que ha venido sustituyendo las viejas
relaciones de categorías, largas y minuciosas, por elencos escuetos de grupos
profesionales.
La satisfacción del genérico derecho de crédito del empresario exige que éste, por
imperativo de la naturaleza de la relación laboral, ostente un haz de poderes destinados
a la organización general de la empresa y a la ordenación de las singulares prestaciones
laborales (poder de dirección) y a la represión de las conductas laboralmente ilícitas del
personal de la empresa (poder disciplinario).
1. Poder de dirección
o El art. 20.3 ET autoriza al empresario a adoptar las medidas que estime más
oportunas de vigilancia y control para comprobar el cumplimiento por los
trabajadores de sus obligaciones. Según el art. 18 ET el empresario puede
ordenar registros sobre la persona del trabajador, sus taquillas y efectos
particulares cuando sean necesarios para la protección del patrimonio
empresarial y del de los demás trabajadores de la empresa. La jurisprudencia
autoriza al empresario a fijar reglas de uso del teléfono por los trabajadores, así
como sobre el uso de los ordenadores en la empresa.
2. Poder disciplinario
- Las faltas leves prescriben a los 10 días contados a partir de la fecha en que la
dirección de la empresa conociera su comisión.
En todo caso, las faltas prescriben a los 6 meses de haberse cometido, interrumpiéndose
la prescripción durante la instrucción penal.
El deber de seguridad y salud laborales obliga básicamente a los empresarios y tiene una
doble y clásica proyección: se trata de una obligación privada, contractual, de cuyo
incumplimiento derivan responsabilidades indemnizatorias, y al tiempo de un deber
jurídico- público frente al Estado de cuya infracción derivan responsabilidades
administrativas e incluso penales.
2. Servicios de prevención
Es el deber de garantizar la formación preventiva de sus trabajadores (art. 19.4 ET), así
como el de consultar a los trabajadores en materia de organización de la seguridad y
salud en la empresa.
En caso de riesgo grave e inminente, el empresario debe adoptar las medidas precisas
para que la actividad laboral se interrumpe e incluso los trabajadores abandonen de
inmediato el lugar de trabajo.
El empresario vendrá obligado a paralizar los trabajos cuando, tras detectar un riesgo
grave e inminente, le requiere a tal efecto la Inspección de Trabajo (art. 44 LPRL).
5. Responsabilidades y sanciones
La ley 14/ 1994 de 1 de junio procede a regular dichas empresas, co la vista puesta en su
capacidad de creación de empleo y con el propósito de adecuar nuestra legislación,
también en esta materia, a la existencia en el marco europeo.
De acuerdo con el art.1 LETT, la empresa de trabajo temporal es aquella cuya actividad
fundamental cosiste en poner a disposición de otra empresa usuaria, con carácter
temporal, trabajadores por ella contratados, se trata de una manifestación de
descentralización productiva, de utilización de trabajadores ajenos y no propios.
Expresamente excluidos del contrato de puesta a disposición están los supuestos de: a)
sustitución de huelguistas; b) trabajos de especial peligrosidad c) cuando la empresa
usuaria haya amortizado en los doce meses anteriores el puesto que pretenda cubrir, por
despido improcedente, despido colectivo, despido por causa objetiva o extinción basada
en incumplimiento grave del empresario salvo casos de fuerza mayor; c) cuando se
intente ceder trabajadores a otra empresa de trabajo temporal (art. 8 LETT)
En su condición de parte del contrato, la ETT asume las obligaciones de pago del salario
(cuyo importe mínimo será el fijado por el convenio colectivo que sea de aplicación a la
empresa usuaria), así como los correspondientes deberes de Seguridad Social, y deberes
de formación en materia de prevención de riesgos laborales (art. 12.1 y 2 LETT).
No hay contrato de trabajo entre una y otro, pero ello no impide que existan entre ambos
ciertos derechos y deberes derivados de la relación mutua creada ex lege. A la empresa
usuaria compete el ejercicio del poder de dirección sobre el trabajador cedido, aunque
no goza de poder disciplinario, que sigue en manos de la ETT, la cual podrá ejercitarlo a
instancia de la empresa usuaria.
2. Naturaleza jurídica
No coincide con con la del contrato de trabajo, puesto que la causa del contrato de
prueba es la comprobación practica de las condiciones de una futura relación laboral, de
tal modo que que en la prueba lo esencial es el experimento.
El art 14.1 dice que que el empresario y el trabajador están obligados a realizar las
experiencias que constituyan el objeto de prueba. Si tales experiencias satisfacen a
ambas partes, están proceden a anular el contrato de trabajo propiamente dicho
prestando tácitamente su consentimiento para ello.
A falta de pacto, dichos períodos máximos de duración del contrato a prueba son los que
fija el propio ET: a) seis meses para los técnicos titulados; b) dos meses para los demás
trabajadores (o tres cuando éstos estén ocupados en empresas de menos de veinticinco).
El art. 14.1 in fine considera nulo el pacto sobre periodo de prueba cuando el trabajador
haya desempeñado las misas funciones en la empresa,: salvo que la duración de esas
funciones sea inferior a la establecida para el período de prueba, exige también la
posibilidad de que se pacte un previo período de prueba en los contratos de duración
determinada. Cuando esos contratos temporales sean los regulados en el art. 15 PT y se
concierten por tiempo no superiores meses, el de prueba no podrá exceder de un mes,
salvo que se disponga otra cosa en convenio colectivo (art. 14.1 ET)
La doctrina ha postulado que que el despido del trabajador durante el contrato de prueba
no procede per arbitrium merum del empresario, sino que debe fundarse en causas
justas.
El pronunciamiento del art. 14.2 ET se limita, sin embargo, a preceptuar que durante el
período de prueba cualquiera de las partes puede desistir.
El art. 14.2.II ET dispone que la resolución a instancia empresarial será nula en el caso
de las trabajadoras por razón de embarazo, desde la fecha de inicio del embarazo hasta
el comienzo del período de suspensión por nacimiento, o maternidad, salvo que
concurran motivos no relacionados con el embarazo o maternidad.
Distintas de las agencias de colocación son las empresas de selección; mientras que
aquéllas son verdaderos agentes intermediarios en la colocación de trabajadores, éstas se
limitan a realizar las pruebas precisas para evaluar la capacidad y méritos de los
solicitantes de un puesto de trabajo. Obviamente, a estas empresas de selección no son
de aplicación las exigencias que pesan sobre las agencias de colocación.