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REVISTA LITERARIA ERGO

ERGO
REVISTA LITERARIA

09/2023

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REVISTA LITERARIA ERGO

Copyright © 2023 REVISTA LITERARIA ERGO


Es una revista digital del MOVIMIENTO CULTURAL
INTERNACIONAL ERGO. Fue trabajada en recolección, edición,
corrección tanto en Bilbao-España como en Lima-Perú.

Los derechos de autor de esta revista pertenecen al Movimiento


Cultural Internacional Ergo o a los autores incluidos en este
número y el contenido no puede utilizarse sin permiso de los
mencionados.

Director general: Manuel Quiroz Salazar

Número bajo la dirección de Manuel Quiroz

Cofundador y corrector: Jaime Gamarra Zapata

Imagen de la portada e interiores por cortesía de Leopoldo de


Trazegnies

ISBN: 9798863823225
Sello: Independently published

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REVISTA LITERARIA ERGO

Presentación
En Ergo seguimos apostando por la difusión/reivindicación
de escritores situados en los márgenes o la subalternidad.
Aunque esto, por supuesto, no es entendido desde una
mirada unívoca y rígida. En el cambio de época actual, la
poesía, en específico, está encontrando nuevamente su
espacio; se reacomoda, gracias a las nuevas tecnologías de
la información y comunicación. Los nuevos poetas exploran
todos estos recursos de una forma extraordinaria.
Enhorabuena.

En este número, les rendimos homenaje a dos escritores


singulares y poco conocidos (y difundidos en el Perú):
Leopoldo de Trazegnies y Ricardo Tello Neira. Los dos
pertenecen a diferentes generaciones y poseen diferentes
cosmovisiones (y ethos).

En Ergo respetamos el pluralismo como valor fundamental


y la diversidad. Una sociedad que no respete el pluralismo
y la diversidad en todas sus formas no merece ser llamada
democrática. Y la literatura peruana del siglo XX ha sido
unilateral y sesgada, cuando no ha tomado en cuenta las
otras tradiciones culturales no occidentales que conforman
la nación peruana (pueblos originarios), así como los grupos
subalternos. Asimismo, un profundo clasismo y miopía
ideológica se sigue apreciando en críticos establecidos como
Ricardo González Vigil, que no toman en cuenta en sus
antologías oficiales a escritores críticos o contestatarios. Esta
invisibilización precisamente la combatimos. Desde el
primer número buscamos rescatar del olvido y del sueño

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perpetuo la poética de notables escritores (Rosa del Carpio,


Sarina Helfgott, Emilio Saldarriaga, Ricardo Tello, Rosa
Carbonel, etc.). La literatura quechua también ha sido
difundida en nuestras páginas.

Los poetas jóvenes tienen su espacio en la revista, desde el


primer número. Sabemos lo difícil que es encontrar canales
de difusión alternativos. El rigor y la técnica deben
acompañar, indefectiblemente, ese inmenso entusiasmo.

Jaime Gamarra

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Leopoldo de Trazegnies Granda

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Biografía
Leopoldo de Trazegnies Granda nació en Lima en 1941;
es el tercer hijo de Ferdinand de Trazegnies, diplomático
belga, fundador del Instituto Peruano de Investigaciones
Genealógicas, y de Rosa Granda Vásquez de Velasco, hija
del doctor Carlos Granda. Vivió su niñez y juventud en el
«literario» distrito de Miraflores, porque todo el mundo
sabe que de Miraflores son Mario Vargas Llosa, Congrains,
Salazar Bondy, Heraud, etc. Realiza sus estudios de
primaria y de secundaria en el Colegio de La Inmaculada
(Jesuitas) en Lima, pero termina su último año en la Unidad
Escolar Hipólito Unanue en el barrio de La Victoria.
Abandonó el Derecho totalmente decepcionado y se dedicó
a la informática, atraído por su faceta creativa. Eran los
pioneros años 60, todo estaba por hacer, había que
programar y diseñarlo todo, más tarde su trabajo técnico se
convirtió en su profesión. La universalidad de los
ordenadores le permitió residir en distintos lugares del
mundo, hasta que al final se radicó en España.

En la actualidad, después de cuarenta años de residir en


Sevilla, se ha convertido en un apasionado admirador y
difusor de la poesía hispanoárabe de al-Ándalus, del fino
lirismo que surgió en la España musulmana entre los siglos
VIII y XV y que él recrea en su poesía como propio.

Alrededor del año 2000 creó la Biblioteca Virtual de


Literatura, con la intención, en un principio, de difundir
textos satíricos de otros autores, y continuó con el Diario
Satírico AntiABC. A medida que empezó a ser conocida su

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web a través de internet y de las redes sociales desarrolló


otras secciones: publicación de textos en prosa y poesía,
crítica de libros, catálogo bibliográfico de escritores de habla
castellana, biografías, ensayos de historia, diccionarios
literarios, análisis de los clásicos... y la fue ampliando a otros
géneros con secciones de cine, arte, comentarios de
actualidad, videoteca, curiosidades, cafés literarios de
diversas ciudades, y múltiples apartados más. Se ha
convertido en un espacio de gran interés, muy visitado por
estudiosos de literatura, historia, arte y amantes de la
actualidad.

Publica En un diminuto mar del infinito (Madrid, Murillo,


1962), su primer libro de poesía, en la imprenta Murillo, que
estaba en el n.º 2 de un callejón llamado Pasaje Valdecilla,
cerca del Paseo de Rosales de Madrid, donde en feliz
coincidencia también había impreso, antes de la Guerra
Civil, algunos de sus libros Rosa Arciniega, destacada
novelista e historiadora peruana. A raíz de su aparición, el
crítico literario Estuardo Núñez incluye a Leopoldo de
Trazegnies Granda en su obra La literatura peruana en el siglo
XX: 1900-1965 como «poeta conceptual» (1965: 58), junto a
algunos autores de la Generación del 60 como Livio Gómez
(Infancia del olvido, Lima, 1960), Javier Heraud (El río,
Lima, 1960), Arturo Corcuera (Sombra del jardín, Lima,
1961), Antonio Cisneros (Destierro, Lima, 1961) y Luis
Hernández (Orilla, Lima, 1961).

Este primer poemario de Trazegnies, recibió diversas


críticas considerándolo como una obra de juventud. En la
España franquista y ortodoxa, tan apegada a la métrica y
sus rimas, sus versos libres y abiertos a las vanguardias no

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encajaban. Francisco Umbral, en una crítica que le hizo en


la Revista Española, le reprochaba la influencia ultraísta y
surrealista, algo que el poeta aceptó con sorpresa: La
imagen que va entre paréntesis, sobre todo, es definitiva
para saber a quiénes ha leído -a quiénes ha escogido-
Leopoldo de Trazegnies, a qué poetas prefiere y -deliberada
o involuntariamente- sigue. Pero esa lírica suya, que no es
suya, influida de ultraísmo, greguería y otras modalidades
surreales es algo -ay- que ya está viejo (1962: 7). No obstante,
no deja de encontrar alguna cualidad: "Caminos",
precisamente, se titula el poema de Trazegnies que
queremos reproducir en parte por lo que tiene de novedad
e independencia. La existencia, el amor, la soledad, la
tristeza, la amistad, todo tiene en Trazegnies un tono
claudicante y sombrío. (…)

Al mismo tiempo, colabora en la revista Familia española


con relatos y poemas, y en 1964 su cuento «El pacto» es
seleccionado entre los doce mejores a optar al premio de la
revista, premio que finalmente ganaría Félix Grande. En
aquellos años conoce a la novelista Elena Quiroga, con la
que frecuenta ambientes literarios y llega a conocer al gran
poeta y Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre.
Asimismo, tuvo la oportunidad de conocer al polifacético
dramaturgo peruano Felipe Sassone, y de hacer amistad en
el Colegio Mayor Guadalupe, donde residía, con sus
compañeros literarios Fernando Tola, Coco Meneses y
Manuel Pantigoso. En 1966 decide exiliarse por motivos
políticos, a causa de la publicación de unos artículos como
corresponsal del diario Expreso de Lima en los que
cuestionaba la continuidad de la dictadura franquista. Pasa
por Francia y luego consigue trabajo en la OCDE en

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Bruselas, en el departamento de relaciones con África y


América Latina. Posteriormente, trabaja en la CIME hasta
1968, decidiendo volver a Lima ese año. Permaneció allí
cinco años trabajando en diferentes empresas
multinacionales de informática. En esta época publica su
segundo libro de poesía, De las casas que nos poseyeron y
fuimos abandonando (Lima, International Systems, 1973), por
el que recibió Mención Honrosa en la II Bienal de Poesía
(Panamá, 1972). Este libro es el primero que está firmado
por su heterónimo L. Tamaral, el polígrafo políglota y
bibliófilo que utiliza como su alter ego.

Luis Enrique Tord señala la aparición de este libro en su


artículo «¿Otro poeta?», poniendo en evidencia la riqueza
poética que existía en esos años en Lima, en la que
empezaban a publicar numerosos poetas de la Generación
del 60 como Antonio Cillóniz, Fernando Tola, César Calvo,
Javier Heraud, Rodolfo Hinostroza, entre otros. Tord
escribe en su columna sobre el poeta L. Tamaral: Amable
fluidez, ironía, desapego, impecable economía en el
lenguaje caracterizan esta entrega que alcanzó mención
honrosa en la II Bienal de Poesía de Panamá, 1972. Se trataba
de textos poéticos cortos en prosa. En Madrid, Carmen
Castro le dedica una bella reseña titulada «Casas útiles»,
con ocasión de la exposición que se realizó en 1975 del
arquitecto Walter Gropius, creador de la Bauhaus: Para que
las casas no fueran nunca -como usted lo dice, con belleza
que entristece- enfermas, inútiles, casa de los miedos, sino
casas de la esperanza, de la música, de los juegos, y, en fin,
casa de trabajo. Esto es, casas donde la vida es posible y la
muerte -si dura- no obstante, visible.

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En Lima conoce en 1969 al poeta César Calvo, a través de


Fernando Tola y de su tía la compositora Chabuca Granda,
gran amiga del poeta y prima hermana de Rosa Granda,
madre de Leopoldo de Trazegnies. Vuelve a España en
1973, y se establece unos meses en un pueblo al pie de Las
Hurdes en Extremadura, en un intento de retirarse de la
vida activa y dedicarse plenamente a la literatura. En 1975,
reconociendo el fracaso de su bucólico proyecto, regresa a
Madrid y dos años después, en 1977, se radica
definitivamente en Sevilla, donde vive actualmente. A
partir de este año publica en diversas revistas españolas
como Renacimiento de Sevilla, La Bolsa de Pipas de Mallorca
y Literaducto de Madrid. Y tiene un primer acercamiento a
la poesía árabe con el poemario Versos del Oriental (Vizcaya,
El Paisaje, 1982).

En esta segunda etapa de su vida, que va de 1975 a 2010,


su producción poética se desarrolla al margen de las modas
y de los «corrillos» poéticos e intelectuales. Se convierte en
un freelance de la poesía, y se esconde en su biblioteca y en
su desbordante imaginación para crear heterónimos que
hablen por él y de él, así como la de sus sentimientos más
profundos. Pasa su intensa vida huyendo, pero siempre
hacia adelante, en una huida llena de curiosidad y de
esperanza en el futuro.

En todos sus poemarios expresa, en boca de «otros»,


sentimientos que marcan su vida como la soledad
compartida, la nostalgia, el amor y el desamor, el abandono,
la liberación mental y la libertad, que se reflejan en una de
sus frases poéticas escritas en su libro El podador de rosas:
Tantear la felicidad es como podar rosas en la oscuridad (2010:

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contraportada). A pesar de ser un poeta que expresa


emociones muy profundas, y que a veces es triste y se siente
«adolorido» en el amor, la lectura de sus versos transporta
al lector a un entorno real lleno de palabras hermosas y
luminosas. Es el poeta de la luz y de la «geografía» y, por
tanto, del arte, es como un renacentista que mezcla todas las
«artes» al escribir sus poemas. Nos hace «viajar» con su
poesía al misterio, al silencio y a la belleza del Albaicín y de
la Alhambra, del mismo modo que en otras ocasiones nos
traslada a los oscuros y recónditos jardines andalusíes,
donde solo se escucha el sonido del agua de las fuentes y el
canto de los pájaros, y donde se viven y se sueñan
«alboradas».

Otras veces, como en los versos de Calendario de Lurín


(Sevilla, Letraz, 1998), nos transporta a ciudades y pueblos
del Perú. En vez de estampas que adornen cada mes,
Trazegnies traza unos versos que expresan vivencias
sentimentales, como en un almanaque poético antiguo. Con
versos cortos, crea un entorno a la vez mágico y real. No
hace falta una imagen, porque Leopoldo de Trazegnies
Granda es un «maestro de las palabras».

Igualmente nos traslada a la Grecia de Alejandro Magno


y a los versos de Teodognis de Alejandría, y da un salto en
la historia y en el tiempo a la Hispania romana y a las casas
de Itálica. En una prosa poética magistral nos explica, con
todo lujo de detalles, cómo debe ser una casa «sensual y
sensorial» para vivirla y disfrutarla con todos los sentidos,
como un poeta hedonista que valora por encima de todos
los placeres que nos depara la vida.

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Como sus compañeros de generación, Arturo Corcuera o


Marco Martos, es un estudioso de la poesía china y crea dos
heterónimos chinos de la dinastía T'ang, Wang BaiYi (681-
752) y Kuei Shi (698-758), que le hacen escribir poemas que
cantan la belleza de las montañas y su bruma, cuando se
decide a publicar estos poemas que tenía escondidos
(Trazegnies o Tamaral, lo mismo da), las reacciones por
parte del público lector, de la prensa y de los amigos no se
hacen esperar: sorprenden y enamoran los versos de los
poetas de Cinco poetas antiguos desconocidos (Sevilla, El-
Quídam, 2008) y como es considerado «raro e
inclasificable», los comentarios en general expresan
admiración por la buena factura de sus versos y su estilo
impecable de poeta conceptual, pero sobre todo por el halo
de misterio que rodea y ha rodeado a este poeta. (…)

Estos poemas antiguos configuran un libro muy original,


porque está firmado por su heterónimo principal, L.
Tamaral, y contiene a sus heterónimos más queridos de
distintas épocas y lugares, poetas todos ellos inéditos que el
autor se inventa y con los que adopta nuevos registros,
modelando con todos una obra diferente a la suya propia.
Leopoldo de Trazegnies nos lo advierte en el prólogo de
Cinco poetas antiguos desconocidos:

L. Tamaral [...] en sus constantes exploraciones, halló los


papeles que ahora transcribo y se encargó de traducir la
mayoría de ellos. El único vínculo que une a todos estos
poetas es el de ser absolutamente desconocidos desde
tiempos más remotos a nuestros días y el haber sido
hallados en la biblioteca de L. Tamaral en Sevilla cuando
falleció en inexplicable accidente el año 1992 durante la

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Exposición Universal.

Los heterónimos a los que Trazegnies es adicto (del


griego «hetero», diferente y «onymos», nombre) no son
simples seudónimos, sino que los dota de una biografía y
bibliografía inventada, propia, y en definitiva vienen a ser
el alter ego del autor ortónimo. Reúne en este libro poemas
de Teodognis de Alejandría (griego), Sextus Piscius
Caecilianus (romano), Wang Bai-Yi, Kuei Shi (chinos) y
Shakîr Wa'el (persa).

En una entrevista concedida a Carlos Manzano en la


revista Narrativas, el poeta afirma:

Invento heterónimos que escriben y actúan por mí para


ocultar el pudor que me produce expresar mis sentimientos
en primera persona. Por eso la mayoría son poetas. Me
proporcionan la gran ventaja de no estar limitado al espacio
y al tiempo en el que escribo. Tengo heterónimos que
vivieron en Grecia, Roma o en la Granada nazarí. Algunos
de mis heterónimos se pasean por internet con tanta soltura
que yo podría parecer una criatura suya y otros han creado
a su vez sucesivos heterónimos formando una red de
personajes ficticios, es una literatura virtual en la que yo me
he desdoblado y me encuentro muy cómodo.

Y sus palabras fueron premonitorias, porque hasta que


no apareció este libro y se difundió por internet el nombre
del poeta persa Shakir Wa'el, el manuscrito virtual había
permanecido en la biblioteca de L. Tamaral, y es a través de
las redes que este personaje medieval pasó al mundo real,
dándose a conocer hasta su aspecto físico por la descripción

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que él hace de sí mismo en sus escritos, y que se


corresponde con un hombre de piel muy blanca, de alta
estatura y de ojos azules. Los versos de Shakîr Wa'el son los
más visitados en la web. (…)

Trazegnies atribuye a L. Tamaral una serie de escritos, de


los que algunos han visto la luz y otros están en una
nebulosa como el propio personaje: De las casas que nos
poseyeron y que fuimos abandonando (Lima, International
Systems, 1972), Los cuentos de Edom (Madrid, Antología
Peliart, 1977), Versos del Oriental (Vizcaya, El Paisaje, 1982),
Memorias de un putero (Sevilla, 1990) y Calendario de Lurín
(Sevilla, Letraz, 1998; póstumo). L. Tamaral es lo que
podríamos llamar un «heterónimo intermediario», es decir,
Trazegnies se vale de él para endosarle toda su producción
literaria, es su alma mater, es el poeta, cuentista,
investigador, políglota y polígrafo amante de la belleza y de
la coherencia y cuya azarosa vida fue ya en sí misma una
obra de arte y su larga estancia en el mundo fue tal vez más
apasionante que su propia obra creativa como señalan en la
reseña «L. Tamaral, escritor incatalogable». Aparte de la
obra creativa atribuida a Tamaral, este heterónimo tiene el
mérito de haber descubierto los manuscritos del poeta persa
Shakîr Wa'el.

En el poemario Para después de la luz (Madrid, Bubok,


2011), Trazegnies desarrolla otra serie de heterónimos, en
este caso actuales y de diferentes países de habla castellana:

El azar me permitió descubrir los poemas de estos poetas


desconocidos, sin obra editada, con los que me siento
totalmente identificado y me he propuesto darlos a conocer.

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Pertenecen a diferentes países y a culturas diversas,


escriben con distinto estilo, pero todos intentan conservar el
éxtasis que un día los deslumbró.

Este libro reúne la poesía inédita de siete poetas de


distintas procedencias, entre los que se encuentra el propio
Tamaral. En un juego literario de antólogo-autor-editor,
Trazegnies se propuso darlos a conocer. Los poetas por
orden de aparición en el libro son: L. Tamaral (Lima-Perú),
Trinidad Portlumiere (Martinica-Francia), Roberto Dagrán
(Sevilla-España), Alberto Ruiz Cánepa (Málaga-España),
Nadim Martínez (San José-Costa Rica), Aubry Grosjean
(Belgo-andaluz) y Gilberto Donaire (La Habana-Cuba).

En esta tercera etapa en la vida de Leopoldo de


Trazegnies Granda, que comienza en 2010, el poeta se
resiste a ser clasificado de «futurista» o de mirar al futuro,
pero cuando deja la nostalgia atrás se convierte en un poeta
con una gran capacidad de sorprenderse por todo lo que le
rodea, de ilusionarse con las cosas más nimias y de amar,
sobre todo de amar. Se concentra en la literatura y escribe la
mayoría de sus trabajos en prosa, que reúne los siguientes
libros: Cuando yo era sordo no oía el paso del tiempo (relatos,
2010), El podador de rosas (novela, 2010), A los leyenderos de
Cervantes & Cía. (ensayo, 2010), El año que llegó Isadora
(novela, 2011), Sevilla y la Lima de Pizarro (ensayo, 2011),
Tamaral: historia de un fugitivo contada por otro (novela, 2012),
La venganza de Matilde Ubaldo (relatos, 2013), En busca del
Bulevar Proust (relatos, 2013), Lirismo andalusí (ensayo, 2015)
y Los guerreros poetas (novela, 2017). (…)

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En 2021 publicó su último libro de poesía, Versos de Shakîr


Wa'el (Madrid, Bubok, 2021).

La referencia bibliográfica:
Zurrón Rodríguez, Elena. Fragmento del texto completo que aparece en 60
poetas peruanos de la Generación del 60. Lima. Editorial Hipocampo, 2022.

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Breve selección poesía

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Caminos

Tú también te paseaste por mi casa.


Traías tu belleza desde lejos,
llevándola más lejos todavía.
Un momento estuviste detenida
mientras la risa se reía de la risa
y los espejos se miraban en tus ríos.
Estuviste fija en mis pupilas extranjeras.
¿No lo sabes?

(De En un diminuto mar del infinito, 1962)

Espera oculta

Siempre, al levantarme en la mañana,


y ver que otra vez han puesto
los faroles y las casas en la calle,
que el espejo está pintando
de memoria las imágenes
(que yo no recordaba)
me doy cuenta que es un día nuevo,
un día más, me digo,
y me visto ilusionado,
me pongo mis zapatos negros
y sale Leopoldo a su trabajo.
Yo me quedo. Me quedo
en la puerta de mi casa, esperando,
sin zapatos, desnudo, solo,
esperando en la puerta de mi casa.

(De En un diminuto mar del infinito, 1962)

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La casa de la música

En esa casa aprendimos concienzudamente la locura. Nos


llenamos de música para que no pudieran atacarnos y
memorizábamos el color de las flores para las horas de oscuridad.
Pero nos acosaron los ruidos como perros y terminaron
obligándonos a salir por las pistas negras para proveernos de
víveres y entonces nos hicimos nómadas y no quisimos volver.
Pero seguimos cantando.

(De De las casas que nos poseyeron y fuimos abandonando, 1973)

La casa de la esperanza

En ella viví solo. Mis fantasmas no pudieron soportar el frío y las


penumbras se quedaron vacías. Era un sótano. Allí podía pensar
desde adentro, entre los eructos de las tuberías de una casa de
gente trabajadora. Cuando se paraba el viejo ascensor los vecinos
deambulaban al sol por las escaleras exteriores y las horas se
hacían dulces y lentas como si de pronto a todos nos hubieran
dado asueto para disfrutar de la vida. Al llegar la noche sólo los
cuerpos tapaban las estrellas al subir por el pecho del edificio.
Pero el resto de los días por mis altos ventanucos sólo entraba
polvo, ruido y algo de luz.

(De De las casas que nos poseyeron y fuimos abandonando, 1973)

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Primavera

Las flores del sol


cubren las acequias
y se confunden
con las que tú dejaste.
El viento silba
por el cuello de los montes.
Los caballos presienten
los pastos que van a nacer.
Detengo mi barca
en el lado oscuro del amanecer.
Los Andes arrodillados
parecen una gran isla,
pero al volver a mi choza,
veo el mar como un lago profundo,
Dios sabrá cuál es más grande.
Nace el día,
aleteo de patos,
temblor de estrellas y juncos,
azules perros saltando por los esteros
y colibrís de fuego
repartiendo candela por los trigales.
En la cañada del río
las piedras huelen a sol,
la última vez que nos vimos
tus faldas olían a trigo.
Desde los senderos
se divisa el valle.
Con el halcón he subido
para festejar el sabor de la tierra.

(De Versos del Oriental, 1982)

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Verano

Sobre los naranjos


madura el aire.
Y los pájaros vuelan
a ninguna parte.
En la montaña
ha desaparecido el río
y tú ya estarás muy lejos,
ni el álamo más alto
podría saber dónde.
La noche se inquieta,
los perros se juntan,
brilla el campo,
me asomo y veo
el dorado maíz
en el granero del mundo.

(De Versos del Oriental, 1982)

Invierno

Luciérnagas en los maizales,


la noche
no nos da miedo,
le aventamos músicas y ladridos.
Mis perros
al borde del mundo
se comen la luna.
Clarea en mi ventana,
oigo cantar en el camino
al hombre de la casa de adobe.
Sólo veo su sombrero de paja

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y su bastón de caña verde


rasgando la niebla.

(De Versos del Oriental, 1982)

Agosto

Ayabaca, Lambayeque y Zarumilla

En mi corazón de vidrio
azulea
el aguardiente
de tus ojos.

(De Calendario de Lurín, 1998)

Diciembre

Quiquijana y Chepén

Sobre tu piel sin canciones


caerá
mi noche
a cántaros.

(De Calendario de Lurín, 1998)

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En las montañas a un amor perdido

No advertí tu leve paso


en las aguas arrugadas de mis sueños,
el amanecer azul del río
mezcló tus pies transparentes
con las hojas doradas del otoño.
¿Me habrías amado ciegamente?
¿Habrías lavado tus cabellos
en el vino oscuro de mis labios?
Ya sólo te puedo ofrecer el viento de mi amor
y la blanca canción de mis huesos helados.

Wang Bai-Yi (China, 681-752)

(De Cinco poetas antiguos desconocidos, 2008)

Esperando el amanecer

Si la luz se deshiciera entre tus dedos


como el amor,
mis sombras se harían grandes y azules
como la muerte,
y la luna seguiría chisporroteando
en la trémula soledad
de mi jardín.

Wang Bai-Yi (China, 681-752)

(De Cinco poetas antiguos desconocidos, 2008)

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En la oscuridad

De la luna recibo
la energía que preciso
para poder seguir mirándola
y así me siento inmortal
cuando en realidad
somos misterio.

Wang Bai-Yi (China, 681-752)

(De Cinco poetas antiguos desconocidos, 2008)

Noche gloriosa

Hice míos los versos de Ibn Safar para dedicarte este poema:
Recorrí con mis besos las huellas de tus pasos,
como el lector recorre las letras en la línea.
Cubrí con sedas y velos de amor las dunas de tus pechos
mientras ocultabas la media luna de tu rostro.
Nos besamos y acariciamos
hasta romper los hilos de perlas
que abrazaban nuestros cuerpos
¡Oh, noche gloriosa!

Aire en silencio
A mi tocayo Trazegnies.

Vivo atrapado en una jaula


de pájaros vertiginosos

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mi trabajo consiste en esquivar


el tictac de los relojes

soy como una respiración rubia de los maniquíes


que anhelan abrazarse en los escaparates

y el aire dulzón de los burdeles me llega tarde


a la hora que a las flores se les evapora el rocío

pero aún conservo un remolino de asombro


en la oculta ternura de mi cuerpo.

L. Tamaral (Lima 1902, Sevilla 1992)

(De Para después de la luz, 2011)

¿Para qué?

¡Poesía, para qué?


Si te tengo a ti
llama silenciosa.

¿Para qué?
Si te tuve a ti
sombra encendida.

Trinidad Portlumière (Martinica, 1956)

(De Para después de la luz, 2011)

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Entrevista

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Prensas en las que imprimió sus primeros libros

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1. Kenneth Rexroth, el mentor de los poetas de la beat


generation, dijo una vez lo siguiente: “I write poetry to seduce
women and to overthrow the capitalist system... In that order”.
¿Para qué escribe usted poesía?

Me gustaría que Rexroth tuviese razón. Pero no es así. La poesía


es un acto íntimo, como la ensoñación o la masturbación, no tiene
destinatario. Lo que puede ser es que una vez escrita se quiera
compartir con la gente que uno quiere y con la que nos quiere,
para querernos más. Pero eso demuestra que la seducción no es
causa sino efecto.

2. ¿En su juventud integró o estuvo cerca de algún grupo de


poesía?

Yo salí muy joven del Perú, con 18 años, no me dio tiempo a


pertenecer a grupos poéticos. El azar hizo que en la infancia
conociera a algunos poetas que después fueron parte de la
generación del 60, como a Javier Heraud y en visitas posteriores a
Lima conocí a César Calvo a través de Fernando Tola al que había
conocido en Madrid, pero nada más.

3. ¿Cómo fue su primer encuentro con la literatura? ¿Qué


autores empezó leyendo?

Mi primer encuentro con la literatura fue en el colegio. Nadie creía


que yo era el autor de los poemas que exhibía. Un profesor me
acusó de copiarlos de “algún libro”. No me fue difícil aceptar su
acusación, le dije que sí, que eran copiados, así nació mi primer
heterónimo: Tamaral. En esa época no existía Google para
comprobar mi falsedad. A partir de allí me interesé por los
“poemas de los libros” y leí la magnífica prosa poética de Martín
Adán, me intoxiqué gratamente con los poemas de Vallejo, me

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emocioné con los cuentos de Valdelomar, me inquieté con los


versos de Alberto Hidalgo y me extasié con los Cinco metros de
poemas de Oquendo de Amat. Después descubrí a los chinos de la
dinastía T’ang, luego a los japoneses del haiku y por último a los
andalusíes musulmanes.

4. ¿Cómo nació su deseo por escribir? ¿Cuál género de todos los


que ha escrito es donde se siente más libre?

No lo sé. Escribía cosas desde muy niño. A veces sólo frases que
se me ocurrían. Un día descubrí que había escrito un cuento
entero. Tal vez el cuento o el relato corto sea para mí el género
más fluido, pero y este, pero es muy importante, todo lo que
escribo tiene un sustrato poético, o eso intento.

5. ¿Cuánto influyó en su poesía el hecho de vivir lejos de su país


de nacimiento?

La infancia es una de las fuentes literarias más importantes y para


mí está en un lugar geográficamente y temporalmente muy
apartada, pero muy cercana sentimentalmente, es decir, mi
infancia para mí es terreno abonado de literatura pura.

6. Alfredo Valenzuela le incluyó en su libro Leones y camaleones


sobre «escritores raros», considerando su obra poética como
«poesía interpuesta», que se expresa a través de sus
heterónimos. A partir de qué hecho siente que necesita firmar
algunos de sus libros bajo algunos Heterónimos, como L.
Tamaral, Wang BaiYi y otros.

Sí, Alfredo tuvo la generosidad de clasificarme entre los raros, lo


cual me enorgullece porque para mí lo esencial es la autenticidad

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REVISTA LITERARIA ERGO

y los verdaderos auténticos son raros, no se parecen a nadie. Me


valgo de heterónimos porque escribir siempre me ha dado mucho
pudor. Le tengo terror a la primera persona. Y además eso me da
la inmensa satisfacción de convertirme en un poeta de la Grecia
clásica, o de la China de los mandarines, del al-Andalus medieval
o simplemente en un poeta contemporáneo que podemos
encontrar tomándose una cerveza en Málaga y leyendo a Miguel
Hernández o en Cádiz componiendo chirigotas. Es lo que yo
llamo la literatura fuera de la literatura. Todos mis heterónimos
son personajes que pertenecen a un mundo de ficción que en lugar
de desarrollar historias lo que hacen es escribir poesía. Algunos
de ellos han dado el salto de la ficción a la realidad. El arabo-persa
Shakîr wa’el presidió un concierto de música en el Festival de
Música Antigua de Granada. Me llevé la sorpresa de descubrir
que el concierto llevaba por título un verso de Shakîr, "Entré en tu
jardín oscuro", y en el programa se indicaba que la música antigua
que iban a interpretar se inspiraba en poemas de grandes poetas
como Abu Nuwas y Shakîr wa’el. Fue la carta de ciudadanía que
recibió mi heterónimo, por eso pienso que Shakîr es granadino de
adopción. Algunos de sus poemas han pasado a las redes de
internet y me da gran satisfacción encontrarme en los foros y chats
a algún muchacho que transcribe sus versos para enamorar a su
chica.

7. Debido a como escribe y firma su obra (Heterónimos), como


lo publica (autoedición), como lo distribuye (de manera virtual
e impresión bajo demanda), información sobre su trabajo (su
propia web), que le hace un autor avanzado a su generación,
pero, ¿qué ventajas y desventajas ha encontrado al momento de
difundir su trabajo?

Yo empecé imprimiendo mis poemas en una antigua prensa que


compré en un mercado de cosas viejas. Hacía con ellos
cuadernillos que cosía y encuadernaba, mis libros eran artesanía

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REVISTA LITERARIA ERGO

pura que regalaba a mis amigos. Cuando salió internet empecé a


publicarlos digitalmente y más tarde a través de las editoriales
con ejemplares en papel a demanda. Este sistema tiene la
desventaja de que la distribución es nula pero la gran ventaja de
obtener ejemplares de los que se puede disponer sin que salgan a
la venta. Creo que es una manera fácil y barata para los nuevos
poetas que no tienen acceso a las editoriales puedan dar a conocer
su producción poética.

8. ¿Por qué o desde cuándo eligió hacer su trayectoria literaria


lejos de los círculos culturales y ajeno a las tendencias?

Las circunstancias me han llevado a ser un escritor solitario.


Llegué a un país inicialmente extraño, sin amigos ni familiares,
tenía que ganarme el pan de cada día trabajando ocho horas
diarias, tenía poco tiempo para dedicarle a los círculos literarios.
Después de sesenta años en España ya no puedo decir lo mismo,
me considero hispano-peruano de pura cepa, de los primeros que
llegamos a Europa, de los que veníamos en barco. El tiempo de
las tertulias literarias se me pasó. Aun así, tuve la inmensa suerte
de conocer al Premio Nobel Vicente Aleixandre al que le leí unos
poemas una tarde en su casita de Velingtonia. El magnánimo
Aleixandre tenía por costumbre recibir a los poetas noveles y yo
acudí recomendado por la novelista Elena Quiroga a la que había
conocido de casualidad. No me puedo quejar porque las
casualidades siempre han estado a mi favor, así también conocí a
Luis Rosales, amigo de Federico García Lorca, una tarde en el
Instituto de Cultura Hispánica. Son encuentros escasos pero que
guardo con emoción.

9. ¿Qué opina de los premios o concursos literarios?

Ja ja. Opino muy mal. Una vez confundieron mi apellido con el

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REVISTA LITERARIA ERGO

pseudónimo de un autor argentino y estuvieron a punto de darme


un importante premio por error. Descubrieron mi verdadera
identidad en la cena de otorgación de los premios según el
método Goncourt en un importante hotel. Entonces le dieron el
premio a otro y a mí me ningunearon. Decidí entonces no
volverme a presentar a ningún concurso. ¿Ves por qué opino muy
mal? Tampoco compro libros que hayan ganado algún premio
comercial, la mayoría son una estafa.

10. ¿Qué le diría a la nueva generación que inicia en este camino


literario en el Perú?

Bueno, en el Perú o en cualquier otra parte. Yo les diría:


naturalidad y autenticidad. Hay que dejarse querer por la
inspiración. A base de trabajo a destajo como opinan algunos no
se consigue nada. “Que la inspiración te coja trabajando”
aconsejan otros, tampoco tiene sentido. La inspiración te coge y te
sacude a cualquier hora y en cualquier lugar. Estoy respondiendo
a esta entrevista a las 4 de la madrugada, porque para responder
entrevistas también hay que estar inspirado, si me la hicieras un
jueves a las 3 de la tarde probablemente saldría muy aburrida.

11. ¿Qué opina de los nuevos poetas como Elvira Sastre, Pablo
Benavente, etc. que pueden ser entendidos debido al cambio de
época y a la proliferación de las nuevas tecnologías de la
información, usadas con eficacia por ellos?

He oído hablar de ellos a través de Fernando Iwasaki,


desgraciadamente no conozco a ninguno. También sé que hay una
novelística muy prometedora. Pero desconozco su trayectoria.

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REVISTA LITERARIA ERGO

12. ¿Es la poesía actualmente una afición para pequeñas élites


ilustradas o en camino de la ilustración? ¿O es el nuevo
dispositivo lúdico para los adolescentes y los hípsters
posmodernos?

Jamás se ha leído tanta poesía como ahora en internet. Ha dejado


de ser exclusiva de pequeñas élites culturales para convertirse en
medio de comunicación masiva. Es impredecible cómo pueda
evolucionar de ahora en adelante, lo ideal sería que se
popularizara tanto como en el antiguo al-Andalus donde hasta los
campesinos iban “cantando” poemas mientras araban. Parece una
utopía, pero no lo es, nadie se pensó a primeros del siglo XX que
los grupos musicales innovadores iban a llenar estadios y desatar
verdaderas pasiones, y allí los tienes.

13. Debido a la decisión de muchos poetas de apartarse de los


círculos de difusión y en relación a la poesía y sus lectores. ¿Cree
usted que es necesario acercar la poesía a los lectores o que los
lectores sean quienes busquen a la poesía?

La poesía está en el aire. Países como el Perú son tierra de poetas.


Los habrá malos, buenos y regulares, pero es magnífico que haya
muchos. Los poetas solemos ser buenos lectores. Esa atmósfera
poética que cubre Lima, Arequipa o Trujillo, si es correspondida
por los medios de prensa, radio y TV, puede llegar a ser muy
fructífera. No se puede plantear el dilema ¿quién busca a quién?
sino, a todos nos interesa la buena poesía y hoy más que nunca
que la tenemos masivamente en Facebook o en cualquier otra red
social. Creo que hay mucho material para acercarnos a ella.

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14. ¿Cómo ve la actualidad de la poesía peruana?

Desgraciadamente, al no conocerla no puedo opinar sobre ella.

15. ¿Qué autores peruanos recomendaría leer?

De los nuevos no sé, pero de los consagrados recomendaría


especialmente a Jorge Eduardo Eielson, Blanca Varela y a
Oquendo de Amat.

16. ¿Qué próximos proyectos literarios está trabajando?

Acabo de publicar un diccionario de temas literarios. No es un


diccionario al uso sino algo muy personal donde doy mi punto de
vista sobre los términos referentes a la literatura a la manera de
Voltaire. No es un diccionario de definiciones sino algo creativo
sobre el quehacer literario. La palabra es otra de mis grandes
pasiones y si alguna vez se me recuerda por algo me gustaría que
fuera, además de poeta, como lexicógrafo.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Comentarios

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La poesía de Leopoldo de Trazegnies


Por: Jonathan Mostacero

La Generación del 60 fue tal vez una de las últimas generaciones


con un coro de voces tan geniales como heterogéneas en el Perú.
Algunos nombres tan significativos para la poesía peruana como
Rodolfo Hinostroza, Javier Heraud, César Calvo o Juan Ojeda
provienen de ese grupo; sin embargo, otros autores han sido
injustamente olvidados y solo unos pocos lentamente comienzan
a tener un reconocimiento por la crítica literaria. En este segundo
grupo, en el que cabe mencionar a Rosa del Carpio o Livio Gómez,
también podríamos incluir a Leopoldo de Trazegnies. A
Trazegnies o Leopoldo Tamaral, como firmaba en sus primeros
poemarios, podríamos acuñarle el resabido calificativo de insular.
Nacido en el Perú, pero radicado desde hace muchos años en
Sevilla, España, la prolífica obra de Trazegnies abarca desde lírica,
narrativa, investigaciones académicas, hasta su faceta de
historiador. En cuanto a su poesía podría destacarse en su etapa
juvenil una temática existencial de tono sentencioso en obras
como Un diminuto mar de infinito (1962) o De las casas que nos
poseyeron y fuimos abandonados (1973), ambas escritas bajo el
seudónimo de Leopoldo Tamaral. En su primer poemario,
poemas como “Caminos” desvelan ingeniosas metáforas que
sugieren lo amoroso sin caer en el patetismo: “Un momento
estuviste detenida/ mientras la risa se reía de la risa/ y los espejos
se miraban en tus ríos”. Por otro lado, “Espera oculta” exhibe un
desdoblamiento existencial entre el personaje aburguesado y el
ser humano verdadero y desgarrado. Cabe las similitudes con
Escrito a ciegas de Martín Adán: Me pongo mis zapatos negros/ y
sale Leopoldo a su trabajo. / Yo me quedo. Me quedo/ en la puerta
de mi casa/ esperando, / si zapatos, desnudo, solo, / esperando en
la puerta de mi casa”. “Moises”, que es tal vez uno de sus poemas
más representativos, aparenta por el título ser un poema histórico
como el que Clemente de Althaus posee del personaje bíblico, mas
termina siendo una profunda meditación existencial sobre la

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REVISTA LITERARIA ERGO

identidad y el devenir: “No sé a quién preguntar /por mi


existencia, quiero saber/ quién soy, para medir el infinito, / para
andar seguro hacia el principio. / Moisés, hacia el principio”.

El segundo poemario, anclado en la década de los setentas del


pasado siglo, expresa un sentimiento de destierro o despojo que
puede observarse desde su título. La descripción de habitaciones
derruidas y una atmósfera desesperanza es latente en pasajes
como “En ella viví solo. Mis fantasmas no pudieron/ soportar el
frío y las penumbras quedaron vacías. / Era un sótano” (La casa
de la esperanza) o “Nos llenamos de música para que no pudieran
atacarnos y memorizábamos el color de las flores para las horas
de oscuridad” (La casa de la música). No obstante, a costa del
sufrimiento, la oscuridad también alcanza a ser vencida a través
de lucha colectiva: “La perseguíamos y aporreábamos contra
todas las paredes hasta que derribamos los muros y
desaparecieron los odios”.

Posteriormente, en su etapa de madurez se manifiesta una


predilección por lo paisajístico y una contemplación filosófica de
la naturaleza. A saber, en Versos del Oriental (1982), se combinan
imágenes bucólicas e influjo romántico junto a una visión telúrica
de mundo: “Desde los senderos/ se divisa el valle. / Con el halcón
he subido/ para festejar el sabor de la tierra” (Primavera). Por su
lado, Calendario de Lurín (1998) es un diario poético el cual describe
con brevedad el lirismo que inspira el paisaje costero del Perú:
“Sobre tu piel sin canciones/ caerá/ mi noche/ a cántaros”
(Diciembre). De los últimos poemarios de Trazegnies, Cinco poetas
antiguos desconocidos (2008), Para después de la luz (2011) y Versos de
Shakir Wa´el (2011), podría considerarse un profundo
conocimiento de las diversas estilísticas en el desarrollo histórico
de la poesía, así como referencias mitológicas de diversa índole.
En esta última época es donde el poeta presenta, además del ya
conocido Leopoldo Tamaral, a diversos heterónimos, a la manera
de poetas perdidos y recobrados de los remotos confines de la

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REVISTA LITERARIA ERGO

historia. Teodognis de Alejandría, poeta griego, escribiría, por


ejemplo: “Los eunucos escancian delirio en las copas/ pero
vosotras ninfas de Eros/ colmáis de miel las jarras de nuestro
deseo” (Epigramas de amor). O Shakir Wa´el entonaría: “Nos
besamos y acariciamos / hasta romper los hilos de perlas/ que
abrazaban nuestros cuerpos/ ¡Oh, noche gloriosa!” (Noche
gloriosa). En suma, la existencial y erudita poesía de Trazegnies
revela la diversidad de un mundo repleto del conocimiento de la
tradición y la reflexión sobre lo esencial de la condición humana.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Leopoldo de Trazegnies Granda


Por: Elena Zurrón Rodríguez

A partir de las conversaciones que mantuve con Leopoldo de


Trazegnies Granda y gracias a su biblioteca virtual de literatura y
a su biblioteca privada de Sevilla pude tener una primera toma de
contacto con la poesía peruana y con los diversos movimientos
literarios que se desarrollaron en el Perú a lo largo del siglo XX.
Trazegnies vive en España desde hace sesenta años rodeado de
sus libros y sus pensamientos.

Se trata de un poeta que, siendo muy joven viajó desde Perú a


España (1958) para estudiar Derecho en la Universidad de
Madrid. Lejos de su familia descubre un mundo nuevo y diferente
y así crece, se desarrolla y se descubre a sí mismo. En la España
franquista y ortodoxa, sus rimas, sus versos libres y abiertos a las
vanguardias no encajaban y no recibió críticas muy favorables en
las revistas oficiales del régimen, Poesía Española y Estafeta
Literaria, ya que sus versos eran muy diferentes a los que se
estaban escribiendo en la España de la dictadura. La crítica
Carmen Castro que se apartaba de los cánones franquistas
advirtió en su poesía un enfoque “nuevo y auténtico” como
escribió en el diario Ya. E igualmente el poeta y Premio Nobel,
Vicente Aleixandre recibió a Trazegnies en su casa (conocida
como Velintonia) en el número 3 de la calle Velintonia de Madrid
y le animó a proseguir.

En la actualidad, después de más de cuarenta años de residir en


Sevilla, se ha convertido en un apasionado admirador y difusor
de la poesía hispanoárabe de Al-Andalus, del fino lirismo que
surgió en la España musulmana entre los siglos VIII y XV y que él
recrea en su poesía como algo propio. Es el poeta de la luz y de la
“geografía” y por tanto del arte, es como un renacentista que
mezcla todas las “artes” al escribir sus poemas. Nos hace “viajar”
al misterio, al silencio y a la belleza del Albaicín y de la Alhambra

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REVISTA LITERARIA ERGO

y en otras ocasiones nos traslada a los jardines oscuros y


recónditos andalusíes donde solo se escucha el sonido del agua de
las fuentes, el canto de los pájaros y donde se viven y se sueñan
“alboradas”:

Los heterónimos a los que Trazegnies es adicto no son simples


seudónimos para él, sino que los dota de una biografía y
bibliografía inventada, propia, y en definitiva vienen a ser el alter-
ego del autor ortónimo. El principal es L. Tamaral, al que
Trazegnies suele referirse como su maestro. A través de él ha
desarrollado casi toda su obra poética, desde la publicación del
poemario “De las casas que nos poseyeron y que fuimos abandonando”
(1973) hasta hoy. El resto de sus heterónimos existen fuera del
tiempo y del espacio, escriben en la Grecia del período helenístico
o en la Granada Nazarí. Este último, su heterónimo musulmán,
Shakîr wa’el, es el autor de su obra poética más reciente y uno de
sus heterónimos más queridos.

A partir del año 2010 Trazegnies desarrolla asimismo una amplia


obra narrativa y escribe libros de cuentos, novelas, ensayos
literarios e históricos.

En este año 2023 hemos tenido el privilegio de recibir su último


trabajo, el Diccionario personal de temas literarios. Consta de 1.665
términos literarios y de cine, ya que Trazegnies considera al
séptimo arte como parte de la literatura. Igualmente, deja
especificado que son palabras que se utilizan en España y añade
algunas que son propias de Hispanoamérica, esencialmente del
Perú. Trazegnies confiesa que este diccionario lo ha escrito con
más fervor que conocimientos y “en el fondo lo he hecho para mí
mismo y he decidido publicarlo porque eventualmente pueda
servirle a cualquier aficionado a la literatura” (Leopoldo de
Trazegnies Granda, 2022, 9,10).

Entre sus entradas y vocablos encontramos definiciones simples

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REVISTA LITERARIA ERGO

que inciden en aspectos inusuales, como cuando se refiere a los


críticos literarios:

“LA CRÍTICA LITERARIA forma parte de la ciencia literaria con


la historia, la teoría y la literatura comparada. Los críticos suelen
escribir sus comentarios en revistas o diarios y en algunos casos
compilarlos en libros. […] Aparte de difundir la obra criticada,
señalando sus virtudes y defectos, el crítico debe transmitir
entusiasmo por la obra que le haya gustado interesando al lector
e incitándole a leerla. Una buena crítica debe despertar curiosidad
y dejar buen “sabor” en la mente del lector.” (Trazegnies,
Diccionario personal de temas literarios, Sevilla, Ediciones de la
Tortuga Veloz, 2022, 130, 131).

Por otro lado, el diccionario está a la vanguardia del lenguaje


actual y nos da definiciones de vocablos que han empezado a
utilizarse muy recientemente al amparo de las nuevas tecnologías
sobre nuevas formas de expresar la vida en una pseudo literatura
virtual. Así, por ejemplo:

“METAVERSO es un vocablo de nuevo cuño. Dentro de las


tecnologías que se han desarrollado últimamente se ha designado
como “metaverso” un mundo virtual creado para que el usuario
pueda simular una existencia real. Este concepto ya existía en
muchos videojuegos. […] La novedad del metaverso es que se
pretende que el mundo recreado no sea una fantasía sino un
mundo que funcione como una vida paralela o existencia
alternativa del usuario con todas las situaciones, personas y
objetos de la realidad. Por tanto, en el metaverso hay bancos
donde uno puede depositar moneda virtual pero respaldada con
dinero real, lo cual permite comprar y vender propiedades o
mercancías ficticias y hacerse rico o terminar en quiebra. Se
pueden hacer amigos, unirse en parejas, tener relaciones íntimas,
celebrar tertulias para debatir ideas, reuniones de trabajo etc. etc.
A esto se le une la posibilidad de utilizar dispositivos de última

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REVISTA LITERARIA ERGO

generación de realidad virtual y realidad aumentada, como gafas


especiales para transportarnos a ese mundo virtual y vivir en esa
realidad alternativa como vivimos el sueño mientras dormimos,
pero de manera consciente. Todas las posibilidades están abiertas,
por el momento no pasa de ser sólo un proyecto atrevido.
(Trazegnies, Op. cit. 2022, 302, 303) “.

Su opinión sobre la poesía de la vanguardia en España y en el Perú


es muy valiosa para los lectores en lengua española.

“En España se denominó corrientes literarias de vanguardia a las


que rompieron con el Simbolismo francés y el Modernismo
rubeniano apartándose del postmodernismo para acercarse al
Futurismo de Marinetti. Hijas de las revoluciones poéticas
europeas, estuvieron lideradas por poetas suramericanos y
españoles desde 1916 a 1935 aproximadamente. Entre las
vanguardias más importantes destacan el ultraísmo de Guillermo
de Torre, de los sevillanos Isaac del Vando Villar, Rafael Lasso de
la Vega y Adriano del Valle, de los argentinos Borges y Oliverio
Girondo y del peruano Alberto Hidalgo, el creacionismo de
Huidobro y el surrealismo de César Moro y Emilio Adolfo
Westphalen. Es difícil incluir a César Vallejo en las corrientes
surrealistas de su tiempo. Vallejo era en sí mismo toda una
corriente literaria, aunque era inevitable que tomara algunas
visiones surrealistas, sin embargo, trató siempre de apartarse de
esta corriente lo que se ve claramente, en unos versos de su poema
“Un hombre pasa con un pan al hombro”:

“Un cojo pasa dando el brazo a un niño


¿Voy, después, a leer a André Breton?”
(Trazegnies, Op. cit, 378).

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"La vida poética de Leopoldo de Trazegnies Granda: Entre


heterónimos y versos de Al-Ándalus".
Por: Yohei Moriya

Leopoldo de Trazegnies Granda, un escritor peruano nacido en


Lima en 1941, ha tejido un impresionante mosaico literario a lo
largo de su vida, desplegando un ingenio que va más allá de la
norma. En sus obras, emerge un alter ego literario llamado
Tamaral, un personaje que actúa como vehículo para explorar las
múltiples dimensiones de la experiencia humana y el ser.

Sus raíces aristocráticas se entrelazan con su formación en el


colegio jesuita de La Inmaculada y sus primeros estudios en
derecho. Sin embargo, su pasión por la informática y la
creatividad lo llevaron por nuevos caminos en los albores de los
años 60. La revolución tecnológica le brindó la oportunidad de
vivir en diversos rincones del mundo, finalmente estableciéndose
en España después de un periplo cosmopolita.

Trazegnies, tras más de cuatro décadas en Sevilla, se convierte en


un devoto admirador y difusor de la poesía hispanoárabe de al-
Ándalus, un lirismo refinado que floreció en España musulmana
entre los siglos VIII y XV. Esta pasión lo impulsa a recrear y
homenajear este estilo en su propia poesía.

La creación de la Biblioteca Virtual de Literatura en el año 2000


marca un hito en su carrera. Lo que comenzó como un proyecto
para difundir textos satíricos se transformó en un vasto universo
en línea que abarca diversos géneros literarios, arte, historia y
actualidad. Su sitio web se convirtió en un refugio para amantes
de la literatura, historia y arte, un espacio que fusiona la pasión
por la escritura con la necesidad de expresión y conexión.

A través de los años, Trazegnies ha dejado una huella literaria

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REVISTA LITERARIA ERGO

variada y profunda. Su primer libro de poesía, En un diminuto mar


del infinito (1962), reflejaba el influjo de movimientos
vanguardistas como el ultraísmo y el surrealismo, aunque no
faltaban críticos que lo consideraban una obra de juventud.

La creación de su heterónimo, L. Tamaral, marca un giro


importante en su carrera. Con este alter ego, Trazegnies explora
nuevas perspectivas y se sumerge en una poesía corta y en prosa
que abraza temáticas como la soledad, el amor, el abandono y la
liberación mental.

En su obra Lirismo andalusí (2015), Trazegnies demuestra su


versatilidad al sumergirse en la poesía hispanoárabe de al-
Ándalus, rindiendo tributo a un período histórico que influyó
profundamente en la cultura de la península ibérica.

En definitiva, la vida y obra de Leopoldo de Trazegnies Granda,


junto con su alter ego literario Tamaral, constituyen una
exploración profunda y diversa de la literatura, la historia y la
identidad, abriendo ventanas a universos interiores y exteriores
que desafían las fronteras convencionales de la creatividad y la
expresión.

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REVISTA LITERARIA ERGO

HOMENAJE PÓSTUMO

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Ricardo Tello Neira


Nació el 11 de abril de 1916 en el Callao,
aunque sus días de infancia transcurren
en la soleada y plácida Piura. En 1940
ingresó a las filas del Partido Aprista
Peruano y, debido a su coherencia y
dotes innegables de liderazgo, llega a ser
secretario de Juventudes. Por aquellos
años, sufrió prisión en la tenebrosa y
tristemente isla penal El Frontón. Junto
con Guillermo Carnero Hoke dirigió la
revista Publicaciones de prosa y poesía.
Informes humanos, en 1943. Luego de la formación de los Poetas
del Pueblo, en la primera mitad de la década del 40, se incorpora
entusiastamente. Julio Garrido Malaver, Gustavo Valcárcel,
Manuel Scorza, Mario Florián, Antenor Samaniego, entre otros,
integran este grupo de poetas apristas, comprometidos con el
cambio social y la acción política. Luego de haber fracasado el
levantamiento aprista del 3 de octubre de 1948, durante el
gobierno del doctor José Luis Bustamante y Rivero, Tello empieza
su proceso de cuestionamiento político y doctrinario. Este proceso
culmina cuando decide renunciar, con mucho dolor, al PAP,
organización por la que padeció los rigores de la cárcel. Después
de la fundación del Ejército de Liberación Nacional, organización
de la llamada Nueva Izquierda, en 1962, Tello colaboró en su
aparato clandestino, realizando “algunas tareas riesgosas” (según
Julio Dagnino, uno de los fundadores del ELN). Colaboró con el
diario Marka y fue asesor de la Federación de Empleados
Bancarios del Perú. Su libro Alma materia apareció,
póstumamente, en 2008.

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La herrumbre enardecida

Fuego de colibríes jugando entre las olas


los matices extraños de la tarde.
Y en las playas, del fondo,
sale el vahar humano de los hacinamientos.
La herrumbre enardecida
bajo los techos, rejas y galpones:
Ahí están los prisioneros
asidos a su hombría
con su infinito adentro, sus bemoles,
y su hombruna existencia en los riñones.

Y mueren los matices de la rosa incendiada


en una exhalación de huesos y almas.

Y volvió el furioso verano

Y volvió el furioso verano


sobre la isla.
Y en los acantilados
las olas de nuevo trizan
los inmensos espejos
de las gaviotas.

Querida:
la mar brava azota
el corazón de mis caballos
que tú conoces:
los caballos del mar que se encabritan
husmeando el horizonte.
Los caballos y

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REVISTA LITERARIA ERGO

ese rumor de muerte diluyéndose


contra la vida intensa
…el coro gregoriano de los lobos
marinos en las peñas
y el son de los testículos cantores.

No es un tiempo liviano

No es un tiempo liviano el que camina:


lentos son los meses y años del prisionero,
sus sueños de amor solo soñados.

Son más largas las horas, los días


y las noches que nos quitan el agua
–la dulzura antes inadvertida del agua–
a los sedientos.
Los lobos dando tumbos
juegan entre las olas.
Y en los tubos del ser el espinazo:
El espinazo de la sed terrible
que restallante surca sus gargantas.
Las intensas vocales instintivas
crecen en el martirio
y el animal se encrespa
el tiempo casi inmóvil y el espacio:
Los médanos que claman en la noche
y las lenguas de trapo que arden
en el infierno.
¡Madre, madre!
¡Largo y peludo el rabo de la usura
alimenta el cadáver de los inquisidores!

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REVISTA LITERARIA ERGO

La casa de Zapata

Un joven sol de octubre camina entre la niebla


llega sobre Surquillo y llama a los balcones
de una pequeña casa.

Delia y los niños que viven esperando.


Asoman sus cabezas para saber quién llega.
¡Es el sol, apúrense es el sol!
Con cucharitas recogen la luz de la mañana
para endulzar el té del desayuno.
En un pequeño macetero verde canta un
geranio alegre
que los niños riegan todos los días
para que crezcan los sueños de su padre.
Y la pequeña Zoya (cinco años tristes
pendientes de la puerta) aprendió a unir
palotes en la plana:

¡LUIS ZAPATA NO HA MUERTO:


QUE VIVA LUIS ZAPATA!

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REVISTA LITERARIA ERGO

Poesía

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REVISTA LITERARIA ERGO

Harley Ezel
(Managua, Nicaragua 1988). Escritor,
cantante, historiador, actor teatral, editor y
Lic. en Diseño gráfico. Desde muy pequeño
le apasionó la música y la poesía, ha lanzado
dos álbumes de estudio, Lo más profundo de mi
(2014) y Harley Ezel 317: Canción y Poesía
(2019).

Ha publicado cuatro libros: Solo poesía (2018),


Más poesía (2019), Efímera eternidad (2022) y El
callar de las Alondras (2023).

Abismo

Espontáneas y enérgicas,
disipadas las amapolas,
he aquí el estallido taciturno de un lirio,
se demudan los rostros del romanticismo
ante la mórbida fragancia.

Una calma tormenta cae entre el tórrido panorama,


dejando así sobre el encaje obvias pretensiones difuminadas,
traducidas a un te amo.

Transportado en el abismo de un pensar,


impregnado de un sortilegio inexorable.
De emociones y eclosiones de semillas carismáticas,
emergen las rosas nocturnas…

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REVISTA LITERARIA ERGO

Eco de dudas

Solo confío en mis trémulos presentimientos,


tan solo creí que alejaría mi pena desnuda,
recopilo las infames críticas expandibles,
exhibidas en lo recóndito de una pintura sin boceto.

Las réplicas de palabras inatendibles


causan los ecos con sabor a errancia,
van a alimón mis dudas y mis pretensiones despabiladas,
iré callando sobre el hilo delgado de mi amanecer…

La muerte me ha sabido más a vida,


que la propia vida.

Andanzas

Bajo las sábanas de los ensueños


está el servidor de botellas transparentes,
dentro de ellas se ve un velero con escarcha,
una mesa desaliñada y una carroza
con una pasajera hilarante.
Trozo a trozo se fue formando la maqueta
más que todo entre dilemas,
fue prolijo el fabricante en sus andanzas
imaginativas.

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Emociones

Impulsado por un ventarrón contagiado de emociones,


encerrado en un círculo de deseos borrosos,
lentamente me acerqué como la hoja a un árbol de tierra,
sin descartar en la palma de mi mano las fragancias de triunfar,
creo en mi antología de recuerdos entre mares
y dimensiones cerradas que darán vida a una nueva ilusión
realista,
soy yo quien destruye el pedernal de versos negativos,
soy quien acaba con rincones de enemigos imaginarios,
y alisto mi baraja donde apostaré a que mis restos sombríos
se alejen hacia la ruta de la omisión.

55
REVISTA LITERARIA ERGO

Julio César Plata Rueda


(Zapatoca, Colombia 1997). Poeta
emergente, la mayoría de su obra se
encuentra en su fanpage Inspiración
poética. Textos suyos aparecen en
revistas como Literariedad, Hoja Negra,
Kametsa, Ex-libris, Revista Innombrable,
Phoenix, Masticadores. Hace parte de las
antologías Quemarlo todo (Editorial
Sátiro, Bucaramanga, 2021), Vendrá la
muerte y tendrá tus ojos (Hoja Negra Editorial, Bogotá, 2022), En lo
alto del río (Colectivo Lero, lero El Candelero, Zapatoca, 2022) y La
digna voz (Colectivo Nacen Voces, 2023). Su primer poemario
Pestañeo (2022). Ha participado en lecturas y festivales poéticos de
su ciudad.

Canto a todo lo que se rompe

Nacer del golpe.


La grieta
se abre paso
dentro lo improbable.

Todo fragmento es un ‘yo’ que se olvida.


Somos huéspedes de lugares
que ya no conocemos.

Nuestras palabras aparecen como fantasmas


en bocas de desconocidos.
Toda promesa se rompe ante la ausencia.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Poema de tarde

volar no es olvidar la caída


volar es olvidar la inminente muerte

el ave es en el fondo el hombre


y anhela la tierra

el hombre es en el fondo el ave


y anhela los cielos

el poema es el hombre y el ave


el anhelo de seguir existiendo.

Volver a mirar, igual


Miradme: en mí habita el miedo.
María Mercedes Carranza
Cuerpo, madera carcomida
mi única propiedad, colapsa

habito, me habita, coexistimos


es el miedo

hongo adherido a los minutos


qué cargo en el reloj

voz ahogada, palabra que pudo ser


frontera del olvido

mirada que se pierde, la pierdo


se construye un nuevo muro, de adrede

cae la noche, algo me sigue

57
REVISTA LITERARIA ERGO

hasta el rincón del sueño

recuerdo quien era


el miedo viaja en los años

recuerdo su nombre
el miedo recuerda su jugada

estoy ahora, como antes


el tiempo pasa, el miedo no.

Continuar
¿Qué hace un poema en un país con hambre?
Nicolás Peña Posada

Un verso me ha calmado
el hambre que tenía de niño
pero despertó la sed
de los ojos al crecer

ahora vivo la agonía


de otros.

Un verso no detiene una bala


pero hace frente al olvido,
somos tantos en esta guerra
de sombras.

Llevo a todos mis amigos


en una hoja,
creo defender la existencia
en unos labios que no se cierran.

58
REVISTA LITERARIA ERGO

Milagros Rivera (Millie Marie)


(Juana Díaz, Puerto Rico 2001). Estudia
en la Universidad de Puerto Rico,
bachillerato en Artes con concentración
en Literatura Comparada. A través de
los años ha enfrentado diversos retos,
siendo una persona neurodivergente,
teniendo dificultades específicamente
en el área de lectura y escritura. Esto la
motivó a escribir poesía, afrontando uno
de los mayores desafíos de su vida. Cada uno de sus poemas
fueron inspirados por sus propias vivencias. Ha publicado En las
manos del silencio (Editorial J. Bernavil).

Vende patria

Como cualquier boricua en el monte;


vámonos a caminar por allá,
cerca de la ruta deshidratada.
Cogemos las parchas de la finca rentada;
las vendemos más abajo a buen precio.
Al otro día volvemo’;
nos llevamos un buen apellido;
y más arriba conquistamos el mundo.
Regalamo’ del mejor coquito;
y cuando vendamo’ to lo nuestro ya estaré bien lejos.
Me costará la patria,
con una orden de playas fritas.
Aparte, añadiré una limonada de privatización.
De postre:
la libertad de la población.

59
REVISTA LITERARIA ERGO

Aquellos sin casa,


y yo con chavos,
con corbata roja vestio’ de azul.
Aquellos se quedan sin estrella;
¿Pero yo? Ja’
En una rifa gané cincuenta de ellas.

Corazón desastrado

Siento mi cuerpo caer a un precipicio


adentrándome a la profundidad, sin tocar el piso.
Todo es oscuro, desconocido.
El silencio se apodera del abismo,
dejándome en la intemperie.
El alma que habita en mí desea huir,
buscando otro destino.
Se escapa por la brecha de un corazón desastrado,
destruido.

Autoinspección

Soy un paraíso inexplorable,


con demasiadas raíces arraigadas a mi platanal.
Soy enfermiza,
me apodero de las almas.
Puedo deslizar mi piel por las corrientes caudalosas,
por aquella montaña temblorosa;
que se abre a su paso,
por el poco espacio que hoy habita.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Soy aquello que todos odian a plena vista;


la destrucción del puente por un huracán desalmado,
la caída de la ceiba de cuchucientos años.
Soy la falta de electricidad que molesta a todo el barrio,
un parásito incomprendido,
que se alimenta de la pérdida de sangre de cualquier individuo.

Soy el gusano malvado que se apodera de los ríos;


que secuestra el agua,
que te deja vacío.

Autopista Luis A. Ferré

Cuando se empieza a perder el suave verde


que me arropa en las mañanas,
pierdo la esperanza.
El amarillo de la tarde no se escabulle a mitad de mis senos.
Me deja descubierta;
desprotegida.
¡Me crecen espinillas!
¡ENORMES!
Todas juntas y casi tocando el cielo;
y de mi cabello comienzan a bajar piojos.
Dulces extranjeros.

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REVISTA LITERARIA ERGO

María Musgo
(San José, Costa Rica 1996). Poeta,
Fotógrafa ¿Qué significa traducirse en
palabras?

quién me hizo a mí
con qué ramas
con qué sospechas
cuántas oportunidades dejaron pasar antes de llegar
y sobre todo quisiera saber cuánto esfuerzo
cuánta fatiga
cuánto tiempo empleó
acaso quedaron sus manos con ampollas
eso es asumiendo que me hicieron con manos
en ese caso quisiera saber
de qué manera, cuántas veces sus dedos se doblaban
muchas veces quisieron rendirse, sí
antes que nada, quisiera saber si pensaron en abandonarme
con qué alivio habrán pensado terminaremos con esto
con qué orgullo
con qué júbilo
yo me pregunto:
cuánto sudor es necesario para construir algo ya quebrado

62
REVISTA LITERARIA ERGO

y quién se molestaría en hacerlo


quién tomaría tiempo de su día
quién dejaría en casa a su familia al ocio a Dios
para olvidarlos
y ocuparse por un cuerpo que ya se nota ya es evidente
lo dicen en las calles
lo dicen en la televisión no va a funcionar
con cuánto miedo
quién probó antes
acaso alguien se fija en si hacer formar
crear es posible
acaso caben las dudas
y si es así dónde esconden su juicio
cómo lo miden
Yo sólo quiero saber cómo decidir los silencios
y los huecos y los enfados y la monotonía y las obsesiones
Quisiera saber cómo devolverme cómo esquivarlos
cuando regresen e insistan
en que esto no puede comenzar de nuevo
esto está hecho tú estás hecha niña no podemos repararlo
pero no te preocupes, niña,
aliento, niña, aliento.

El poema es la decisión que tomo


frente al lenguaje:

decidí no escribir otro poema


en el que no estas. Decidí no decir:
es tarde, se me rompió el poema.
Debería dejar de escribir, el viento
no se equivoca nunca en lo que trae

63
REVISTA LITERARIA ERGO

ni en lo que arranca.
Decidí no decir: cuando escribo
mi silla es eléctrica, me duele el cuerpo
en el lugar de la memoria, no sé
si alguna vez me alcanzo
la palabra que me diste, pero fue
la palabra que tuve y era tuya
y era mía como el musgo
que compartíamos a medias
como el cielo
como las calles que vieron
rozarnos la mirada sin querer.

II

Amo esta lengua porque amo


a un hombre que habla.

Yo escribo para aprender a escribirte


para ser la sombra que mora en la casa
de tu palabra.

Toda palabra dicha está de más


y yo te escucho hablar
(como si no doliera) pero no quiero
que te calles, quiero dejar de inventar
símbolos en lo invisible al escuchar
mi idioma
porque el hombre que amo habla
esta lengua ajena y me hace amarla

Te escucho hablar (como si no doliera)


Y descubro de nuevo que el lenguaje

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REVISTA LITERARIA ERGO

Es una bestia impredecible:


te escucho hablar y al nombrarme
me das la palabra para que viva en tu boca.

VII

Mi talento es engrisarme
acumular palabra por palabra
el silencio.

Mi talento es desnudar las palabras,


mi infancia.

Mi talento es cubrir la ausencia, con ternura


protegerme de la ausencia, la ola inaccesible
anidar el lenguaje, el silencio, la errancia

Mi talento es ocultarme en el jardín de lágrimas


tener oficio de recién llegada a un cuerpo pesado,
pesadísimo.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Adrián Chaurán
(Lechería, Venezuela 1999). Estudia
Lengua y Literatura en la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador
(UPEL). Tiene una breve selección de
poemas en la página de la Editorial J.
Bernavil, en la revista literaria Letralia; en
la revista literaria Autores, de España,
como entre otras; mención honorífica en
el III Concurso Internacional de Poesía J.
Bernavil 2022, en la categoría joven.

Poema de los cuerpos

Cuerpo salobre, laguna verde de horizontal


es hendidura hasta el remanso de voces que se mastican.
Cuerpo, he deshecho el eclipse, el filo o pozo,
el rojo de tu vientre, las orillas de los espejos,
la columna hirsuta detrás de tu rostro vaga como pájaro;
eres, apenas: mi boca o murmullo de temblor blanco
que se estremece con intervalos, en ríos pueriles
de débiles espasmos, amaneceres, fiebre, soles,
sobre la inmensa o inmóvil lontananza humana,
de sombras agujeradas y de saliva áspera,
tú, cuerpo, mujer; luto, cielo, a mis brazos,
vespertino, tu mirada de faenas, tu mirada de circuncisión
hasta tus bordes, hasta la lejana primavera carnívora,
primavera de lejanos jazmines mordidos;
el calor de tus labios hasta mi espalda,
oh, profunda, noche de ansías del sátiro infértil,
del azul eco hasta las postreras ventanas,

66
REVISTA LITERARIA ERGO

en donde no estás, ni tu herida, ni tu fragua o sueño,


como espada de perdón sobre tu frente,
si no tus senos, tus venas, el auxilio,
caer derrotado en el nacimiento del pozo.

Todas las tardes

traspasa tu contorno diecisiete arcos,


hasta la torre espesa de tu pelvis,
hasta el sereno de resaca y tigre
que crece con largas sombras
como la última sílaba en tus labios.
Una esquina, tu desnudo que corta
a las magnolias de vidrio y de sinfonía,
agujerado el equinoccio, tarde, tus senos,
tú; hecha de despedidas y húmedas hendiduras,
espasmos, marea, acuchillada de hirsuta herida,
como sangre, sino sangre que adivina gemidos;
tu extensión apenas se estremece
hasta el halito de mi noche cruzada:
por las sábanas, respiración, abril, tú;
tu nombre como inmensas amapolas/río/ estelas.
Hasta las incursiones de tus pies
y del eterno otoño en cercanía de tus sienes;
óyeme, profundo, áureo, si no las noches tras tu sed;
has destruido el quieto mar con tus olivos;
has horadado en mi pecho la geografía
del trémulo tren hacia las minas del boro;
renacen desde el pétreo silencio sangre de caminos;
del atardecer, oh, odie et amo/.
Caerán hasta tu agosto aquel triste valle
en donde mi boca anegaba la espera.

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REVISTA LITERARIA ERGO

El cielo más allá

Era la mañana y su escalar


por los puertos de mi cuello,
era una mujer de vestido indeciso
y extraviada hasta el arrecife,
que su forma, el ir sin pausa ni perdón,
había en su herida mi pulso,
el estertor de círculos y silencios,
desnuda, hasta lo íntimo del morfema,
como el frío que nos abrazó para envejecer,

guardé en las alforjas de mi cuerpo


trece amaneceres con el diámetro del cielo;
con las horas y la extensión del augurio,
como el cansancio rojo de tu vientre,
sombra de magnesio apolíneo, es mi limite,
como hierba apresurada o línea de furia.

Han vaciado al horizonte en tu mirada,


en el luto de los otoños y su osario,
porque mi anhelo es inmensa llamada,
inmenso temor hasta los días póstumos;
en tu boca, en tus palmas, en tu pupila,
en el rosar del paladar a tus venas,
yo habré sido en nuestra hora
la estela que huye.

Agosto 20

Agosto rasgado por serafines de plata,


mercurio debajo de los ojos del tigre

68
REVISTA LITERARIA ERGO

como odio y como furia en fusil,


fusil, que recubre de llanto los ventanales,
el olivar con una inmensa agonía
de elefante virgen, de cristal diseminado;
corrían los ataúdes repletos de pólvora
por ríos, por calles, por los huesos,
de cien muertos sin ojos devorados por urubúes,
cien niños sin boca de campanas verdes;
amor, amor, es gemido terrible de cobre triturado.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Pamela Martínez Santiago


(Oaxaca de Juárez, México 1998).
Empezó a interesarle la poesía a los
quince. Después de leer algunos
autores, pensó en escribir sus propios
poemas. Comenzó a publicar sus
escritos hace muy poco, y hasta ahora,
siente que la poesía le ha ayudado a
entenderse más. Muchas veces escribe
lo que no se atrevo a decir, escribe más
de lo que habla.

Cuerpo de aire

Recuerdo tu sonrisa y es luz


Tu rostro es un sol para las yemas de mis dedos
Impalpable es la luna
Intocable el sol
Inalcanzable el cielo

Cara de luna
Ojos de sol
Con tus manos mueves el cielo
Cuerpo de aire
Mujer de viento

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REVISTA LITERARIA ERGO

Adiós, adiós

Ahora no existes
Te desvaneces en mi mente
ya no te encuentro
ya no puedo verte
no puedo entrar ahí otra vez
No puedes venir aquí
ni en primavera
ni cuando regrese el invierno
Aunque sientas mucho frío
ya no voy a cobijarte
y ya no deseo flores ni que puedas olerlas
deseo que te quedes ahí donde estás
ausente, lejano
Es el final del tiempo perdido.

Romper la maldición

Que inútiles intentos de cortar este lazo


El misterio que nos une
que poco ha servido mi voluntad

Me voy a desangrar en la herida de tu ausencia


hasta que el rojo cese
hasta que ya no duela
aunque no lo entiendan.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Te escondes

Tú vives aquí
animal de mal agüero
Rompes la piel que habitas
deshaces lo que tienes.

Niegas tu existencia
como si nadie te viera
caminando en la penumbra
sin dar la cara al sol.

Resistes la caída
soportas la tormenta
ahuyentas su mirada
te sigues escondiendo.

Sigues dañando los adentros


y afuera cuanto tocas
con tus extrañas manos frías
con tus encantos, hechicera.

Y sales cuando no conviene


gritas cuando hay silencio
sangras dolores viejos
en la cara de los nuevos.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Tatiana Loayza Aguilar


(Turrialba, Costa Rica 1986). Peruana-
costarricense. Egresada del TEC en
Ingeniería Forestal. Pertenece al taller
literario Miércoles de poesía, de la Casa
Cultural Amón desde el 2012. Ganadora del
IV Certamen Artístico Estudiantil Armando
Vásquez en categoría Poesía. Ha publicado
su poemario Piedrera (BBB Producciones de
San José) en el 2014. Incluida en las
antologías Miércoles de Poesía (Vol I y II). Participante del VII
Festival de Poesía de Lima.

Tarde ventosa
Al Justin Bieber de Desampa
Tus pasos
como golpes de ramas en el zinc
como guayabas que se desprenden
y asesinan en mi cráneo
sus larvas

Un faquir es cualquier vaina a mi lado

Ramón
deja que muerda tu corazón de piña

Prometo no volver a quejarme


del colchón

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REVISTA LITERARIA ERGO

al sentir incrustarse en mis costillas


las tablas de tu cama

También prometo
alimentar tiernamente
con mi sangre
a la nube de madres zancudo
que nos recorren por las noches

Si volvieras a quererme
—mi cactus en flor—
sonreiría anaranjado-fosforescente
como el cuerpo de la cúrcuma
como el sol

Camino a Turrialba
A Trinidad.
I

Abuela
es la primera vez que las náuseas
no me atormentan en estas curvas

En cambio
los prematuros abejones
entierran sus larvas detrás de los ojos

Intento no pensar
pero vas y vienes
como si fueras una herida que palpita
en el paladar

Abrigo el frío en las mejillas

74
REVISTA LITERARIA ERGO

quizás son estos 80 km/h


y sus ventanas abiertas

II

Los abejones terminan su faena


con los ojitos buscando
el cielo craneal

Afuera
el zinc rojo de los techos
me hacen recordar
el tono de tus músculos cardiacos

Te pido perdón

Esta ropa negra no busca guardarte luto


fue lo primero que encontré…
más puedo decir
que hoy mi corazón
es un trozo de carbón mojado

III

Llegué tarde
apenas me dio tiempo de colocar
una gerbera en tu pelo

El fantasma más hermoso de la no-Tierra eres tú


con tu flor naranja eléctrica
y tus ojitos atigrados
mirando vertical las calles

La última escena

75
REVISTA LITERARIA ERGO

es tu cuerpo frondoso en la caja


ocultándose en el nicho…

Entonces
atardecía

Séptimo sello
A Inés Aguilar

De niña escuchaba a mi madre


mientras me acurrucaba en su pecho

Cuando llegue el fin del mundo


sonarán unas trompetas en el cielo
y todo se cubrirá de dolor

Taty
el muerto
va a querer estar vivo
y el vivo
muerto

Pero esas eran sólo alegorías mamá

El fin del mundo se anuncia


con la variación del sonido en tu pecho
con mi padre olvidando mis cuentos
y yo
volviéndoselos a contar
con un tubo asomándose de tu boca
con una mancha extraña en la resonancia de papá
con los golpes en la puerta
de madrugada

76
REVISTA LITERARIA ERGO

Mamá
yo
evoco tu ternura posándose en la frente
y nuestro corazón se agita
Hay una parte de mí en ti

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REVISTA LITERARIA ERGO

Dávolo (Iker Gil)


(Logroño, España 1987). Empezó a asistir
a cursos de escritura creativa en 2018. Ha
participado en diversos fanzines y
recitales poéticos.

Lapso

EN VÍSPERAS del alba.

Átropos vomitó de nuevo sobre el mundo.

El silencio de un vacío. Bienaventurados serán aquellos que


descifren el enigma oculto tras las puertas en sus ojos.

Tras ellas un misterio.

Una pregunta sin respuesta.

El albor calentara los cuerpos de los seres que aun orbitan


condenados sobre la superficie de este colosal sumidero.

78
REVISTA LITERARIA ERGO

Vacío

¿Qué me quedará?
Cuando todas las veletas se extingan.
Cuando lluevan tórtolas y los gatos
aniden entre parapetos de espinas.
¿Qué me quedará?
Cuando las aldabas martillen los orbes y la nada se instale en mí
como un puñal envenenado.
¿Qué me quedará?
Cuando las sogas se descuelguen rectilíneas
tras las mirillas.
Cuando las sombras quemen y la luz hiele.
¿Qué me quedará?
Cuando la membrana poética que recubre mis pupilas
se desvanezca y la realidad se instale como un
parasito crónicamente sobre mis ojos.
¿Qué me quedará?
Cuando todo ápice de esperanza u existencia
se convierta en un inexpugnable laberinto
sin salida.
¿Qué me quedará?
Cuando la nada.
Lo devore todo.

Proclama

Cuando la mayor demostración de humildad os reclamé y la


noche os entierren junto a nosotros. Amortajados con vuestros
mejores trajes, hechos a medida, por un laureado modista
italiano.
Recordad estos versos.

79
REVISTA LITERARIA ERGO

Nunca perteneceréis al pueblo.


Nosotros somos el pueblo.
Nosotros somos el fuego de los astilleros.
La humildad de la tierra entre las sufridas manos del
campesinado.
Y pese a que seáis sepultados bajo una exuberante pila de
Atlantes de Tula.
Decorada con pétreos ángeles de ojos rojizos.
Y aunque compartamos el mismo aroma de cipreses y vaguemos
juntos, junto a nuestros bolsillos vacíos.
Recordad estos versos.
Nunca perteneceréis al pueblo.
Nosotros somos el pueblo.

Para David González

Exhumación pos inhumación.


Mi talla arde entre laberínticos vergeles.
Crucifixión de jazmines y tréboles.
Sacrificio de aves.
Tristes poemas agitan y vuelcan los cubiletes sedientos de
muerte.
Patada de cuervos, lechuzas y búhos.
A los pies de una cruz.
Lavanda arde.
La banda entona.
Más cerca de ti, mi dios

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REVISTA LITERARIA ERGO

Miriam Leiva Garrido


(Concepción, Chile 1958). Poeta, gestora
cultural, fundadora del Círculo Literario
de escritores del Bío-Bio. Realiza:
Encuentros Eco-poéticos, Encuentros
internacionales Pájaros Errantes. Participa
de Movimiento poético mundial WPM.
Actualmente dirige Taller Literario Centro
Cultural Hualpen.
Ha publicado Cuadernos de sábados, En otro
tiempo y en otra parte, Elegía para José, Wabi Sabi, Enhebradas, Siempre
dijo que sus sueños eran silencio, entre otros.

Si me convierto en hoja…

Si me convierto en hoja y trepo a tientas


en esta pared
para no verme descender en la orilla sonámbula
siendo guía seca
porque solo la piedra hace correr el río
y desde mi memoria brotan sombras antiguas
convertidas en estatuas
no te cause aflicción si un día de estos
desaparezco
y desde el paisaje
contemplo este universo.
Recordarás lo leve en la tersura
de la tarde
en la hoja de luz que se equilibra.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Otra muralla

Solo soy una porción del universo


que vislumbra otra muralla
no entiendo de limites
cuando mis ojos se hacen aire
atravesando la luz con las manos
de esta pared imperturbable.
Les digo que no hay nada de este lado
que no haya sido trazado en tiempos mejores.
Por ahora
solo agujeros con los mismos temblores
y los muros amenazan
venirse encima
cuando trato de encontrarla en el silencio.

Ceremonia del té

Ahora en este fondo


despabilada de la circunstancia
cubierta por esas hojas de té
esta la mesa
guardando los domingos
de la vejez que nunca le viene al calendario.
Sopla ese aire de verano
que agita la impaciencia
entre los arboles aun con frutos.
La cuchara espera
el primer sorbo
una dulzura desconocida
está viendo volar los vahos del agua caliente
la gota que parece elevarse

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REVISTA LITERARIA ERGO

y nunca estalla permaneciendo en el aire


con una pesadez de brazos
el sueño viene.

Retrato

Más allá de la penumbra


hábito debajo de mi rostro
despojado del fuego
la lucidez que ardía
se apaga
uno, prepara su mudanza
la piel y los ojos
se inundan de despedidas
ya no llora como antes
guarda
esos fragmentos.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Saray Avilés García


(Cartagena, 1999 España). Graduada en
Psicología por la Universidad de Murcia.
Cuenta con dos poemarios publicados: Las
13 vidas de un gato negro y Una lágrima en un
tsunami.

La piel de la memoria

Pasos pequeños recorren


el laberinto de recuerdos.
Estás en el aire.
El tiempo araña con sus frías uñas
la piel del presente
y deja un horrible hedor a vacío.

Se dilata,
se expande,
estalla.

Humo negro
de cosas a medio hacer.
Recuerdos tirados por el suelo,
esparcidos en forma de puntos suspensivos,
de vida incompleta…
Cadáveres de emociones se arrastran,
huyendo del olvido.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Pero tú estás ahí, nítido,


por encima de cualquier engaño o lamento.
Tu voz existe, en el eco de mi mente.
Tu sonrisa existe entre la bruma.
Tu abrazo existe, alguna vez hace una eternidad.

Existió.
Existieron.
Pero estás.
Porque todo enlace que cosiste,
cada hilo, pestaña y sonrisa,
cada remiendo, está aquí.
Por eso nunca te irás, no del todo.
Porque estamos aquí y recordamos,
con uñas y dientes recordamos.
Luchamos cada día contra las cenizas del olvido.
Cada objeto que dejaste,
cada detalle (arañado a veces por la desmemoria),
tienen tu nombre.
Siempre estás.
Nunca te irás del todo.

El juego de vivir

Vivo en tu indiferencia,
la escondo debajo de la almohada.
Por eso, por las noches
solo sueño con ella.

Lo irremediable y espantoso de tener


un cuerpo,
un alma,
una mente,

85
REVISTA LITERARIA ERGO

es esa horrible sensación


de estar expuesta
a los ojos de otros.
A sus pensamientos desparramados,
como fuegos artificiales,
como balas,
como interrogantes.

La desastrosa sensación
de que todos te ven
y no ser tan solo una idea,
un espejismo
(reflejo de ellos mismos).

Quisiera ser tan solo:


un concepto,
intocable, invisible.
Pero el mundo se hace trizas,
porque me ven,
porque los veo.
Los veo a todos,
a sus ausencias,
sus miedos,
sus secretos.
Todo está expuesto,
como un tablero de ajedrez
y yo vivo como un peón.

Sueños robados

Siento nostalgia
por lugares que jamás visité
y pieles que jamás rozaré,

86
REVISTA LITERARIA ERGO

como un cuchillo
que atraviesa mi herida mal curada.

La piel se abre una y otra vez.


Los pétalos vuelven a caer,
resbalarse entre los dedos.
El libro que deshojé aquella noche
sigue ahí,
solo lo veo en mis recuerdos inventados.

La vida se incendia
y veo en mis manos las cerillas,
a la tristeza quemada
y la esperanza en mitad de las llamas.

Crecer es caminar
por una enorme cuesta
y tener que pedir perdón por pisarla.
Siendo arrojada a la incertidumbre,
al caos ordenado.

Esto es lo que queda: un día eterno,


como una calcomanía mal hecha,
unas rutinas escritas al azar
que te siguen y atormentan.
Jamás podrás desviarte
o cruzar lo establecido,
nosotros no.

Recolecto sueños
en las noches de insomnio,
atraída a ellos
como una polilla hacia la luz.
Una forma de volar lejos
de las almas cansadas del día.

87
REVISTA LITERARIA ERGO

Pero el mundo al despertar me frena,


me despoja de ellos, me los arranca.
Unos susurros se escuchan
a lo largo del cielo: esto es lo que hay.

Las hojas de aquel libro,


ahora deshecho (de sueños)
siguen en el suelo.
Mis yo adultas las pisan,
pero caminan sin mirar,
crecen sin hacer ruido.

Nunca miran hacia atrás,


a la enorme cantidad de vidas
que se quedaron sin vivir.

Dominó

En esta habitación nos reunimos por las noches.

Quien yo era, quienes eran ellos, los lugares ya vacíos.

Las almas, las risas, las pisadas, atrapadas en el irreparable


frasco del pasado.

Miro entonces a través de ese mural, empapado de emociones


que se me antojan ajenas.

Y el mural cambia, con cada visita y vistazo, la sensación de que


nada es estático permanece grabada.

Gente nueva llega como un soplo de aire en un día seco.

88
REVISTA LITERARIA ERGO

Nuevos colores, historias, futuros.

Ellos no saben de todas mis yoces desaparecidas.

Nunca conocerán a la que fui hace dos primaveras o a la niña


triste o a la niña sin esperanza o a la niña que jamás se había
enamorado.

Tantas versiones de mí en ese frasco que ahora solo puedo mirar


yo en noches como esta.

Solo yo y los que fueron conmigo estamos aquí.

¿Ellos también se paran a contemplarnos?

¿También se envenenan de recuerdos hasta que el presente se les


hace amargo?

¿Cómo decirles que a la que miran a través de sus recuerdos ya


no existe?

No murió y, sin embargo, ya no existe, pero en ellos sí.

Pedazos míos ya ajenos revolotean en corazones de personas a


las que ya no conozco.

Así es la vida, desconocer algo que entendía como eterno y que,


sin embargo, lo sea, pero no en ti o en nadie, en el innombrable
recuerdo.

Pedazos míos que se clavan en otros.


Como astillas.
¿Qué pensarían de las nuevas versiones que hay hoy aquí?
¿Acaso importaría?

89
REVISTA LITERARIA ERGO

Gina Orellano
(El Choloque, Perú 1994). Estudió
Agroindustria. Se dedicó a la Educación
Inicial. Descubrió su amor por la escritura
cuando tenía 12 años, a partir de ese
momento se dedicó de lleno a escribir:
cuentos de ficción, poemas, diarios, etc.,
donde los principales temas han sido el
amor de adolescente, sus vivencias en el
colegio. Actualmente está en una etapa de
su vida en que ha decidido dedicarse de manera profesional a lo
que realmente le apasiona y sacar a la luz sus creaciones literarias.

El ángel y la sirena

La sirena y el ángel se amarán por siempre


y la luna brilla ante sus pupilas.

Me has dicho que sueñe con los dos,


¡oh! Si pudiera decirte que hace tiempo,
desde que todo empezó,
yo he pintado un amor eglógico
en las entrañas de mi mente.

Tú el ángel, yo la sirena
y nace en mí tal sueño,
tal creación.
Nuestro amor.

La sirena y el ángel se amarán por siempre,


y yo te contaré el cuento

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REVISTA LITERARIA ERGO

de aquellos amantes fantásticos,


entonces, te dormirás bien mío
luego de haberte sumergido allí,
en nuestro mundo interminable.

Perdón

Yo he querido quemar mis lágrimas


para que vayan al cielo tranquilas,
porque allí serán felices
al sentir la inocencia de tantos seres
llenos de pureza,
que cuando ves sus azules ojos
te pierdes en el cielo.
Infinitos espejos de agua quieta.

Yo he querido quemar mis lágrimas


con el sol de una tarde noble,
para en primavera regar las flores.

Quiero jugar con los cabellos de mi padre,


pintados de luna blanca
y entonces al nacer de mis lágrimas
puedas perdonarme.

Entrega

Ella se alejaba tan muda, tan llorosa


su alma se partía como un rompecabezas viejo
y su corazón desconcertado
buscaba lo que nunca había hallado,

91
REVISTA LITERARIA ERGO

lo que nunca creyó haber poseído.

Ella le había regalado la frescura de un amor


que solo se entrega
cuando cae el rocío en una tarde
que no es tarde
apenas sueño…

Idealización

Tú a mi lado
y yo pensando en la nostalgia,
en la alegría de la soledad,
las nubes se volvieron más espesas
y más sombrías que de costumbre.

Tú a mi lado y yo pienso en ti,


esfumo tu presencia y me voy lejos,
a tu espíritu le doy la forma
de tu fisionomía impotente
y lloro porque estás conmigo.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Lilia Gutiérrez Riveros


(Macaravita, Colombia). Escritora. Química
y bióloga. Incluida en antologías y estudios
críticos. Ganadora del I Concurso Mundial
de Ecopoesía, 2010. Fundadora y
presidente de la Fundación Poesía Sin
Fronteras. Ha publicado Sinfonía del orbe,
poesía completa, (Arte Poética Press, New
York, 2014). Inventarios (Ediciones Exilio,
2013). Pasos alquilados (Caza de Libros,
Ibagué, 2011). Intervalos (Contracartel Editores, Bogotá, 2005).
Entre otros.

Espejismo diario

Levanta el día
su imponente cara de trópico.

Atrás queda la sombra introvertida.

Los rostros maquillan


diversos vapores
en el envés de la conciencia.

Al encender
el tiempo cotidiano

Cada quien borda un espejismo

Dónde
jugar a la verdad o a la mentira.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Lapidario

Desmoronaron
los minutos al día
y se perdieron
como fantasmas
en calles grises
para esconderse
en las grietas
de la gran ciudad.

Ciudad
que une a los humanos
y los separa
y los distancia
y los vuelve autómatas
y números
y fusiles
de sus propias entrañas.

Eco de los sonidos

El pentagrama del sol


inició el coro de haces lumínicos
y las leyes de Kepler
aún niñas sin nombre
cantaron el deliro de los astros.

Rondas de estrellas
celebran el sueño del sol.

Los sonidos llegaron

94
REVISTA LITERARIA ERGO

y tomaron vino
en la fiesta del amor.

Nacieron las palabras


se multiplicaron
se esparcieron por el vacío
y los abismos
y los recodos
y cantaron una canción
al oído del firmamento
y toda la atmósfera quedó impregnada.

Los amantes miran


la nube más blanca.

Allí decoran su castillo


de allí toman frutas frescas
para alimentar su invierno.

Los amantes guardan


en su cofre preferido
el timbre exacto de los sonidos.

Celador de mi barrio

Al celador de mi barrio
siempre lo distingo
por su fortaleza de fusil.

Entre la noche y el frío


él se funde entre
los árboles y los jardines.

95
REVISTA LITERARIA ERGO

Al celador de mi barrio
también le asombra
el gemir de las hojas
y el aire de un grito
estremece su alma.

A su cansancio
agrego
mi puerta
mi ventana.

El celador de mi barrio
borra el temor.

¿Cuándo recobrará
el tiempo que entrega
a la tranquilidad de mi jornada?

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REVISTA LITERARIA ERGO

RELATOS/CUENTOS

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REVISTA LITERARIA ERGO

Moisés Cárdenas
(San Cristóbal, Venezuela 1981).
Escritor, profesor y licenciado en
Educación Mención Castellano y
Literatura. Ha publicado en antologías
de Venezuela, Argentina, España, Italia
y Estados Unidos. Ha publicado Relatos
de cualquier tipo (Editorial Solaris de
Uruguay, 2022). Poemario En el jardín de
tu cuerpo, (Sultana del Lago Editores,
Venezuela, 2021). Novela de género testimonial, Los ojos de un
exilio, (Editorial Avant, Barcelona, España, 2020). Entre otros.

En las últimas páginas

En una tarde de otoño caminaba por las calles Quimera y


Premonición, respirando los primeros fríos de invierno. Mientras
transitaba por el lugar, encontré en el suelo un pequeño ejemplar
de La Santa Biblia. «¿Quién la tiró al piso?», me pregunté. Miré a
un lado y a otro, para ver si alguien buscaba el libro. Tras esperar
un rato, guardé la Biblia en un bolsillo de mi chaqueta.
Me paré en la esquina y levanté la mirada al semáforo. Cuando
cambió la luz verde a roja, crucé. En ese instante, apareció un
resplandor intenso que me mareó. Como pude, llegué a la otra
acera. Froté las manos por mis ojos, y lentamente recobré la vista.
Observé en la esquina un letrero que decía: CALLE ILUSIÓN.
Proseguí hasta la otra esquina, cuando llegué, apareció una densa
nube que me hizo sentir un vértigo en mi estómago, de pronto
voleé a gran velocidad, mis brazos y piernas se movieron de un
lado a otro. No sé cuánto tiempo pasó, quizá minutos o segundos,
lo único que recuerdo, es que sentí tierra en mis manos. Abrí los

98
REVISTA LITERARIA ERGO

ojos y me encontré en la ciudad Esferas.

El lugar se encontraba limpio y ordenado, respiraba tranquilidad.


Recorrí las calles, contemplé varias plazas adornadas de bellas
flores, que se movían bajo los cantos de pájaros azules y amarillos
que sobrevolaban. Caminé por el sitio hasta que me encontré con
dos jóvenes vestidos de blanco.

—¡Tanto tiempo! —exclamaron cuando me vieron. Los abracé y


les pregunté qué había pasado.
—Llegó la calma, hubo diálogo, llegó la paz —expresaron con voz
entrecortada. Uno de ellos bajó la mirada, y el otro irrumpió en
lágrimas. Me enternecí.
—Y mis seres queridos y amigos, ¿cómo están? —pregunté algo
ansioso.
—Todos están bien, se encuentran serenos, tranquilos, pero en
algunos momentos se sintieron abatidos, cansados —dijo uno de
ellos—. No te preocupes, ya todo ha pasado, se produjeron
situaciones tensas, pero ya somos felices, solo queda la
recuperación.

Quedé en silencio, no sabía qué decirles. Los muchachos


señalaron hacia a una montaña, y me invitaron a subir el peñasco.
Después de una larga caminata, llegamos a una planicie. Desde
allí me mostraron como era la ciudad Esferas en otros tiempos.
Ante mis ojos se presentaba destruida y acabada; al mirarla sentí
tristeza. Después vi de nuevo a la nueva urbe, donde se
presentaba arreglada y llena de paz. Luego me revelaron varias
ciudades arrasadas por fuego.

—Eso es el futuro, en alguna parte de la tierra sucederá una guerra


—dijeron al unísono.
—¿Una guerra? —pregunté.

Se quedaron en silencio, las lágrimas se reflejaron en sus rostros.

99
REVISTA LITERARIA ERGO

Luego con una voz triste, los dos comentaron:


—Sucederá cuando se cierre el último libro.
Una leve brisa envolvió el ambiente, los jóvenes flotaron y se
perdieron en el cielo. De pronto, surgió un fuerte viento que me
empujó, mis piernas se movieron y mis brazos también, cerré los
ojos. Luego los abrí lentamente, y me encontré frente al semáforo,
llevé mis manos al bolsillo de la chaqueta que tenía puesta, la
Biblia se desvaneció. Atónito por la situación, pensé dónde
estarían las respuestas.

Revelación

Relajé mi cuerpo sobre la arena hasta quedar profundamente


dormido, pero no sé cuánto tiempo estuve bajo ese estado, porque
vi varias imágenes que me despertaron de forma abrupta. Cuando
abrí mis ojos contemplé el cielo coloreándose de gris como si fuera
a irrumpir en quejidos, detrás de unas nubes se levantó una fuerte
brisa, que me hizo levantar de súbito. Entonces estiré mis brazos
como si estuviera despertándome de una larga siesta y me
levanté. De pronto aparecieron entre las olas varios barcos.
Me acerqué hacia la orilla, y vi que bajó gente de las naves. Se
acercaron mujeres que vestían el sari confeccionado con hermosas
telas, otras portaban túnicas de seda y en sus cabezas llevaban el
niqab de color azul marino. Detrás de ellas venían unas damas con
el burqa color negro con shietel amarillo y pañuelos de vivos
colores. Luego llegaron hombres vestidos con el dhoti de color
crema, otros con el kafiyyeh blanco y vestidos con túnicas. Le
siguieron unos tipos vestidos con camisas blancas y pantalones
negros que llevaban en sus cabezas la kipá.

Los que descendieron eran pueblos de diferentes creencias,


religiones y cultos. Miré hacia el mar, y llegaron otros barcos que
trajeron un fuerte viento. Volteé la mirada hacia una montaña que

100
REVISTA LITERARIA ERGO

estaba en la playa, donde bajaron personas blancas, trigueñas,


morenas; vestidas a modo occidental quienes se reunieron con la
gente de los barcos.

Cuando todos se conglomeraron, caminaron por la playa, se


quitaron los zapatos quedando descalzos para sentarse en la
arena. Traté de hablar con alguien, pero nadie me respondía. Me
sentí como un fantasma en el lugar, «¿por qué estaban allí?», me
pregunté para mí mismo. Entonces me paré frente al mar,
meditando un poco sobre lo acontecido, pero no había pasado ni
siquiera unos tres minutos, cuando el agua cambió su color azul a
negro, fruncí el entrecejo, y en ese instante cayeron del cielo
pedazos de espejos rotos.

—¡Subamos a las montañas! ¡Busquemos refugio! —gritó


desesperado un hombre entre la muchedumbre.
El mar se agitó bruscamente y golpeó tierra adentro, llegando a la
multitud. Mucha gente quedó tapada por la masa de agua y otras
personas intentaron salvarse.

Nadé desesperadamente para buscar salvación. En ese instante


emergió una escultura con el rostro de Jesucristo. Me aferré a su
cuello y grité. Sentí protección, sufrimiento, compasión y dolor.
De sus ojos bajaron unas lágrimas. Al verlo, lloré sin consuelo, mis
lágrimas se unieron al mar convirtiéndose en cristales.

Cerré fuertemente los ojos. Ante mí aparecieron imágenes del


antiguo Egipto con La Gran Pirámide de Guiza, imponiéndose
Keops, Kefrén y Micerino. Contemplé la avenida de las Esfinges,
el templo de Karnak, la antigua Tebas, el templo de Horus en
Edfú, los Colosos de Memnón, los Jardines colgantes de Babilonia,
el templo de Marduk, la placa que representa a Nebo sobre
dragones, el templo de forma de torre escalonada que unía las
imágenes con el ejército de Darío. Observé el poderío de los
Medos, el ropaje de Ciro el Grande y su tumba con relieves de su

101
REVISTA LITERARIA ERGO

figura; donde aparecían caballos que corrían enloquecidos


delante de un leopardo.

No podía abrir mis parpados. Continuaban las revelaciones. Vi la


espada de Alejandro, el templo de Artemisa en Éfeso, la estatua
de Zeus en Olimpia, el Coliseo, el Foro Romano, el templo en
Palmira, el Arco de Séptimo Severo.
Todo era una exaltación a miles de años de la historia de la
humanidad, no obstante, sentí angustia y estupor.
Poco a poco la calma llegó a mi pecho. Mis párpados se relajaron,
entonces los abrí.

En ese preciso instante, el rostro de Cristo estaba desangrándose.


No pude resistir más y grité vorazmente. El agua se apartó
despacio, las nubes grises huyeron, el cielo quedó despejado con
un sol resplandeciente. Los pájaros trinaron, una suave brisa
refrescó mi piel, y desperté.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Malena Martos
(Buenos Aires, Argentina 1998). Es
licenciada en Comunicación Periodística
por la Universidad Católica Argentina.
Además, tiene en proceso una Maestría en
Periodismo en la Universidad de San
Andrés. Desde 2022 se forma en talleres de
experimentación para trabajar su narrativa.
En 2023, su cuento "El consuelo del guapo
y la sagrada María Inmaculada" fue
seleccionado para integrar el libro Yo te cuento Buenos Aires IX de
la Legislatura Porteña. Asimismo, tuvo la oportunidad de leer su
propia obra en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Considera que la literatura es la mejor manera de contar la
realidad. Actualmente, escribe para el diario argentino Clarín.

Las Parcas

Eulogia, Eulalia y Eusebia se turnaban para sostener la bolsa de


arpillera a través del sucio terrenal con una fuerza débil, de
pequeñas e inútiles criaturas. Los bracitos de todas se balanceaban
en el aire, exhaustos de la carga que venían soportando desde
hacía un cuarto de hora. La idea de la bolsa había sido de Eulogia:
se la habían robado al padre de las tres en el mercado. Estaba bien,
porque en ella cabía perfectamente el cuerpo que acarreaban.

El sol arriba les irradiaba algunos rayos violentos, y ellas, abajo,


sudaban. Pero ninguna hablaba, porque esta parte era la más
laboriosa de su emprendimiento, y debían conservar la saliva
hasta el lago. De todos modos, cada una, en su mente, pensaba.
Sobre todo, Eulogia, la primera. A ella la ponía de malhumor la

103
REVISTA LITERARIA ERGO

incompetencia de Eulalia, la segunda. La miraba con el entrecejo


fruncido, no por desconcierto, más bien por ira. Eulalia había sido
bastante idiota cuando allá arriba, momentos antes, habían
decidido darle muerte a Beltrán, el menor.
Eulalia pareció dudar, por milésimas de segundo, del pacto.
Pareció recular en la cara de sus hermanas. Las manos, torpes,
frías, le temblaban como a un enfermo terminal.
Pero Eusebia, la tercera —mucho más pragmática que las otras
dos— se había encargado de refrescar su memoria. Era una
cuestión de sangre. Era, en definitiva, lo que habían convenido
desde el primer momento, cuando su padre llegó con su nueva
esposa y aquellas ideas tontas de vivir como una familia.
Ellas, que habían nacido juntas, que habían vivido juntas mucho
antes de llegar a la vida, no lo aceptaban.
Era lo justo, pensaba Eulogia mientras le hacía una seña a Eulalia
y a Eusebia para frenar un instante en aquel desolado lugar. Para
tomar un poco de aire y llenar sus pulmones de una brisa suave,
y para acomodar sus cabellos, desprolijamente peinados en dos
trenzas deshilachadas, sucias.
Eulalia y Eusebia sacudían sus pequeños bracitos de fideos y
miraban hacia el lejano lago que comenzaba a mostrarse cada vez
más claro en el horizonte.
El sol abrasaba cada vez más, pero las tres habían recobrado cierta
fuerza para finalizar el recorrido. El saco de arpillera volvió a
elevarse en lo alto, pero ardía más que antes. Quemaba.
Sin embargo, la primera ya no sentía dolor en las manos. Eran la
parte más fuerte de todo su diminuto cuerpecito. Además de su
garganta, de la que emanaban escuetas palabras para estimular a
sus hermanas. Ellas, convencidas, avanzaban tomando la parte
trasera del saco, y a cada paso que daban la polvareda que dejaban
era mayor. La masa se volvió enérgica, feroz.
Contra la oleada de tierra y las ondas de calor, las Parcas insistían.
Se movían hermanadas, destinadas al lago. Nunca, en ninguno de
los años de sus cortas vidas, habían ejecutado la proeza de aquella
tarde.

104
REVISTA LITERARIA ERGO

Las aguas se acercaron y el peso, ahora diminuto en comparación


al vigor de aquellas fuertes mujercitas, cayó al borde.
La primera tomó de sus ropas una tijera, la que su difunta madre
usaba en la mercería; la única herencia que les había podido dejar.
La segunda y la tercera contenían el aliento mientras la tijera
cortaba, trozo a trozo, el saco. Hasta desarticularlo por completo.
Hasta que el cuerpo se dejó ver en su esplendor.
Allí estaba el cuarto, Beltrán. Allí también estaban sus hermanas,
las que le habían dado muerte minutos antes.
Eusebia, la pragmática, recordó la importancia de purificar el
alma de aquel infeliz que por dos largos años había hecho de sus
vidas un infierno. Se lo dijo a Eulogia, y ella a Eulalia. Y Eulalia,
que antes había demostrado flaqueza frente a sus hermanas, tomó
la tijera y la clavó en el corazón ya sin vida del menor. Luego, sacó
la tijera y empujó el cuerpo hacia las aguas sucias del lago.
Eulogia y Eusebia palmearon la espalda de Eulalia y luego la
abrazaron. Aunque debían regresar a su hogar, estaban contentas
porque aquella tarde firmaron el pacto.
Ahora todo era cuestión de tiempo; solo debían esperar a que
Beltrán, el indeseado menor, naciera. A que alcanzara los dos años
de edad, a que fuera condenado por sus actos y a que cumpliera
la pena de ejecución. A que fuera arrastrado por aquel terreno
sucio, luego rematado y, finalmente, olvidado en el fondo del
lago.

Hasta que la puerta se cierre

—Brenda no debería meterse en donde no la llaman— dijo Ítalo,


mientras que apagaba la última vela del candelabro de bronce
heredado por su abuelo paterno.
Alicia lo miraba. Más que eso, lo estudiaba. Como si no lo
conociera. Como si estuviera redescubriendo alguna mueca o
algún gesto de su esposo. Ella siempre había sido mucho más

105
REVISTA LITERARIA ERGO

callada que él; Ítalo odiaba el silencio, entonces casi siempre


construía oraciones rápidas que permitieran quebrarlo.
Alicia era todo lo contrario: necesitaba invocar el silencio. Le hacía
bien porque sabía que en situaciones de apremio era sinónimo de
sabiduría, de prudencia. Y ella prefería ser escueta a meter la pata.

—Ella solo te quiere ayudar.


—Bueno, pero no le incumbe. Ella tiene su vida, sus cosas, sus
prioridades.
—Pero, ¿no te pusiste a pensar que sos una de esas “prioridades”
de su vida?
Ítalo se calló, se apartó un poco de la mesa y miró a Alicia desde
la esquina de la sala. Estaba radiante con aquel vestido azul que
le había comprado en su último viaje. Ella parecía no haber
advertido jamás la belleza que tenía, y eso enojaba bastante a su
marido. Quería que ella se viera como él la veía. No podía,
simplemente, aceptar que lo dejara.

—De todos modos— retomó Alicia —yo no me quedaré por


mucho más tiempo.

El hombre negó con la cabeza tres veces. Venía sufriendo de


migraña desde hacía días, y las palabras de Alicia no ayudaban
para nada. Las ideas de Brenda tampoco.
Ítalo había conocido a Sofía bajo extrañas circunstancias, poco
agradables para un héroe de guerra como él. Ella, una simpática
boticaria, lo había recibido varias veces a causa de sus progresivos
dolores de cabeza.
Sofía lo trataba con dulzura, con dedicación. Eso era lo que
realmente llamaba la atención de Ítalo: que ella sonriera incluso
frente al humor de perros con el que muchas veces el hombre
parecía llegar a la farmacia.
Era cierto, ella era una buena mujer. Pero la ocurrencia de Brenda
de emparejarlos le parecía completamente descabellada. Aunque
a Alicia, no.

106
REVISTA LITERARIA ERGO

—¿Acaso vas a vivir para siempre?


Ítalo comenzaba a ofenderse con el interrogatorio de su esposa.
Estaba exhausto, no iba a discutirlo nuevamente, mucho menos
con ella.
—Voy a cancelar. No es justo para nadie— soltó el hombre.
—¿Y luego, qué? ¿Cuál es el plan?
— No hay plan.
—¿No hay plan?
Alicia se cruzó de brazos y llevó los ojos hacia otro lado. No tenía
ganas de seguir insistiendo en algo que parecía estéril. Sabía muy
bien lo testarudo que era Ítalo cuando se lo proponía. Lo conocía
muy bien.
Recordaba la cantidad de veces que había tenido que forzarlo a
permanecer en la camilla del hospital de campaña; la cantidad de
veces que había tenido que llamar a sus colegas para atarlo e
impedir una potencial desgracia en el campo de batalla. Era duro
de roer, nunca escuchaba a nadie. La furia le hablaba directo a los
oídos y le hacía decir y sentir cosas que realmente no quería ni
decir, ni sentir. Pero Alicia tenía una paciencia única, de acero.
La guerra fue dura para todos, pero para ella lo había sido el
doble. Porque se había enamorado del hombre terco que ahora
tenía delante de ella.
No podía puntualizar el momento exacto. Para ella eran la
sumatoria de todos los segundos desde que lo vio cruzar la puerta
de la sala de heridos.
Le había curado infecciones; había llorado junto a él cuando se
percató de la pérdida de su pierna derecha; había estado con él
cuando en la camilla de al lado su amigo Ernesto dejó de respirar.
Alicia se descruzó y volvió a mirar a su marido. Le dio pena verlo
parado en aquella esquina de la sala, todo pequeño.

—¿Te acordás qué te decía cuando me iba de la sala de enfermos?


Vos no querías que te dejara un rato solo, y yo te respondía que
tenía otras ocupaciones, otros heridos que llegaban. Vos me
mirabas, así como ahora, con un poquito de tristeza. No querías

107
REVISTA LITERARIA ERGO

que me fuera ni un segundo.

—Todavía no lo quiero.
La mujer le sonrió, pero él no pudo.
—Te decía que te iba a mirar hasta que la puerta se cerrara.
Alicia, con la mano derecha, volvió a prender, una a una, las velas
que Ítalo había apagado. Luego se puso de pie y se acercó hasta el
hombre con quien se había casado, con quien había tenido una
hija, Brenda, y con quien había vivido hasta el último día de su
vida.
Ítalo podía jurar que ella estaba ahí, que esta vez no era parte de
su cabeza. Que, en realidad, se había escapado para verlo una vez
más.
El timbre sonó, y al hombre le tembló todo el cuerpo.

—¿Vamos? —preguntó ella.

El matrimonio cruzó por última vez el pasillo de la casa. Al llegar


a la puerta, fue Alicia quien le dio un beso, como aquella primera
vez en la camilla del hospital.
Ella había sido mucho más valiente que él.

—Abrí, dejala entrar.


Ítalo vacilaba con la mano sobre la perilla.
—Si lo hago, te dejo salir.
Ella soltó un suspiro y luego posó su mano en el rostro un poco
arrugado del hombre.
—No quiere decir que no me veas nunca más.
—¿Entonces qué quiere decir?
—No es la última puerta, Ítalo. Todas se abren, y todas se cierran
para volver a abrirse. Yo estuve ahí, como ahora, para que
abramos y cerremos una más. Juntos.
Alicia puso su mano sobre la de Ítalo y la puerta se abrió. Ahí
estaba Sofía.
Vestida de azul, le sonreía a Ítalo. E Ítalo, por primera vez,

108
REVISTA LITERARIA ERGO

también le devolvía la sonrisa.


—¿Llego tarde?
—Por supuesto que no. Adelante, por favor.

La mano de Sofía rozó la de Ítalo al entrar. Y él, con un cuidadoso


y dedicado movimiento, comenzó a cerrar la puerta de entrada.
Mientras que, desde afuera, bañada de luz, Alicia sostenía su
promesa. Una vez más.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Elvis Herrada Erquiaga


Periodista y escritor. tiene cinco libros
escritos, el último fue presentado en la
18° Salón del libro luxemburgués 2018 y
también fue invitado a presentarse en la
35° Feria del libro de La Habana 2019,
2020, 2023. Fue condecorado Ciudadano
Ilustre 2018 del distrito de Surquillo. Es
promotor cultural y desde el año 2003
realiza actividades masivas que
promocionan la lectura como la “Campaña de libros a un sol" del
Fondo Editorial Cultura Peruana (2006), “10 Mil libros gratis para
Barranco” (2018) y "Te presto un libro gratis" (2020) que activa
millones de lectores en zonas vulnerables del Perú y del mundo.

Estancia

Voy a dispararte en la sien mil excusas por mi suicidio si quieres,


pero antes tendrás que bailar desnuda en el frontis del Palacio de
Justicia. No lo hagas bajo cortinas de humo generadas por el
skunk, tampoco con recuerdos de alcoba sin sexo marital, sólo
hazlo sobre pedazos de corazón artificial y esas plumas invisibles
que robaste de mi almohada.

Hoy es jueves y no te escucho gritar los boleros de antaño, mucho


menos gemir un falso orgasmo premeditado con una botija de
cachina, cuando me estimulo en el baño.
Ayer te quise de madrugada; ojalá mañana camines sobre mi
techo mojado con tu pijama traslúcido. Bonita ternura.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Fiebre

Seguro que lavaste de tus dientes antes del desayuno. Mamá no


te regañará esta vez porque dejaste el baño sucio. Siempre olvidas
bajar la palanca o enjuagar el lavamanos después del aseo
matutino. Suerte que hoy estás enfermo. Bebes esencia de café
negro con una onza de agua hervida para digerir el ibuprofeno
800 que te calmará la fiebre. Eres alérgico a la ampicilina, pero no
tienes otra opción. Sabes que luego tu cuerpo enronchará, sudarás
y no podrás ver más allá de los elefantes rosas que obstruyen tu
camino hacia la salud. Gritas un —gracias— al silencio y ríes
escandalosamente del ave que se atoró con la migaja de pan.
Pateas el cuadro de paisaje costumbrista, y le envías un beso aéreo
a mamá. Te quiero, murmuras entre tus dientes negros. Buscas la
salida por la puerta trasera, pero un Minotauro te obliga a
retroceder. Caes sobre lodo limpio y ensucias los zapatos
oxidados. Nadas sobre el charco frío que inmediatamente hierve
a 40°. Exhausto, miras los ladrillos caravista de tu techo, soñando
en la suave espuma de tu convulsión. Ella vendrá.

111
REVISTA LITERARIA ERGO

Reseñas

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REVISTA LITERARIA ERGO

La sociedad de las moscas, reflexión ardua y literariamente


bien construida
Por: Paúl Benavidez Vílchez

La sociedad de las moscas es un libro de relatos del autor


costarricense Calú Cruz, que abre puertas, descorre velos, busca
sendas, abre paso a otra forma de ver y leer el mundo. Decir que
un texto es experimental no suma ni resta nada. En la literatura ya
todo se ha sido dicho y lo que hay es una vuelta permanente al ser
humano como objeto de reflexión literaria. Pero si se afirma que
aquel texto experimental que se lee, además, asume una posición
política, filosófica, ética y existencial de cara a la realidad,
entonces este adquiere una nueva dimensión, otro volumen, otra
tesitura.

La sociedad de las moscas es una reflexión ardua y


literariamente bien construida acerca del lado oscuro de los seres
humanos, de la sombra, para usar el arquetipo que propuso el
psicólogo, Carl Gustav Jung. Para Jung, la sombra es el lado
oscuro de la personalidad donde reside la ambición, la
agresividad, la sexualidad desbocada, la expresión emocional
intensa, los celos, la soberbia, la avaricia, la cobardía; aspectos de
la personalidad que son reprimidos por el yo consciente. En La
sociedad de las moscas estos datos oscuros y de una potencia
destructiva, son recreados por la imaginación literaria que no se
queda en la mimesis, es decir, en la reproducción de los hechos
sociales tal y como ocurren en la realidad. La sociedad de las
moscas, es preciso decirlo, no es un texto realista; en lo absoluto.

Por una parte, porque todo realismo literario es ya una


subversión de la realidad, una alteración de lo real para colocarlo

113
REVISTA LITERARIA ERGO

en una tesitura que rompe con esa realidad. El brillo particular de


La sociedad de las moscas radica en su ejercicio literario admirable
donde lo real es lo real maravilloso y lo real maravilloso está
preñado de realidad, para citar solo un ejemplo. El autor, por otro
lado, recurre a la mosca en una doble condición semántica: esta es
un insecto o bicho que causa la repulsa por su tradicional
costumbre de alimentarse y reproducirse en lo pútrido y, por otra,
es un personaje central de los textos, que se desdobla en testigo,
conciencia, símbolo, consejero y protagonista de los relatos. En
estos relatos, las moscas son seres vivos dotados de cognición y
de raciocinio. Tienen clara conciencia de su rechazo y de la
abominación pública y, sobre esa condición perfectamente
asumida, planean sobre los pensamientos, sobre los personajes
caídos en desgracia, pre anuncian la debacle, confirman el
infortunio y la derrota. Para dar fe de la autoconciencia de los
dípteros, el autor incluye textos que simulan intertextos, los cuales
son agudos y lúcidos monólogos que exponen con claridad, y sin
dobles tintas, su fría racionalidad, su profundo y áspero realismo.

La mosca cuestiona las buenas maneras, los valores


aceptados, el curso normal de lo dado. Además, acepta su
condición de bicho cínico, egoísta, y no oculta su rapiña, su
verdadera naturaleza. Uno podía decir que La sociedad de las
moscas es heredera de Kafka y lo es. Recurre a la figura del bicho
o insecto detestable y lo readapta en sus historias, pero en un
contexto tropicalizado, cercano, ítsmico, centroamericano. Sin
embargo, nuestra alimaña no muere en una habitación en Praga
bajo el nombre de Gregorio Samsa. Su zumbido planea sobre los
personajes asesinados, sobre figuras ligadas a la corrupción
política, sobre homicidas o asesinos que, a su vez fueron víctimas;
sobre dioses perdidos en su culpa y cuya desgarradura humana

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REVISTA LITERARIA ERGO

los aplasta.

El lente critico de Calú aúna imaginación y crítica, y no se


detiene siquiera frente a la mitología fundacional indígena.
Retrata con eficacia e ironía la caída de Quetzalcoatl, su naturaleza
humana-maleable, borracho al ingerir pulque, incestuoso, al que
arruinó aquel pobre corazón enamorado, en palabras de
Tezcaltipoca, su hermano.

Logan Cienfuegos, el niño lindo y violado que habla en


metáforas galantes y precisas, es psicópata y asesino, él mismo se
convierte en productor de violencia y muerte fruto del abuso
prematuro a manos de su tío Koky. Actores del ciclo infinito de la
violencia y del abuso se repiten incesantemente como una historia
maldita que va dejando una estela de nuevas víctimas. El autor
también recurre a la alegoría del Viacrucis, a esa vía dolorosa que
padeció Jesús en el ascenso al Monte Calvario hasta su muerte.
Cada estación, de cierto modo, está relacionada con la muerte o el
ultraje de alguna mujer joven centroamericana, habitantes de la
periferia y de estas repúblicas ítsmicas desahuciadas. Lo que hay
al final del calvario es el culto a la muerte que parece venir desde
los rituales del odio que se pierden en la noche de los tiempos.

Lo interesante es que el relato no acaba ahí, sino que


aparece más adelante en otros textos, dándole una coherencia
temática y narrativa, lo que destaca como uno de los recursos más
interesantes en la obra de Calú.

“El germen de las calamidades” se presenta como una


reflexión en tiempos de pandemia y de virus, y deja claro que la
ciencia privilegia a los poderosos y se desmarca de los
marginados de la tierra. “La pupa” es una sátira política que

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REVISTA LITERARIA ERGO

entrecruza los papeles de Panamá y el caso cochinilla de


corrupción, donde se coluden la empresa privada y los
funcionarios públicos, perdida ya toda búsqueda del bien común.
“El quebranto de los violines” pone en evidencia la moralina de
ciertos hombres que increpan en público la libertad erótica y, en
privado, son consumidores insignes de pornografía.

La sociedad de las moscas se presenta, entonces, como un


enjambre de luminosidad en medio de la oscuridad y de muerte,
no deja de buscar, de interrogarse, de indagar en los rincones
pútridos de la realidad. No deja de auscultar las rutas en donde la
cómoda moral burguesa detiene su marcha, en donde el prejuicio
y el miedo prefieren quitar la mirada, taparse los ojos.

El jurado del Certamen Brunca 2021 de la UNA, en sus


consideraciones para otorgarle el primer lugar a la compilación de
cuentos La sociedad de las moscas, valoró, singularmente, la
actualidad de los temas, la unidad temática de los cuentos
enviados, el manejo imaginativo del lenguaje y la estructura
literaria de cada uno de los cuentos que conforman esta
compilación.

Yo, a título personal, agregaría que es, además de todo lo


anterior, un texto valiente, lúcido y decididamente comprometido
con la literatura, sobre todo en aquello que decía el poeta José
Manuel Caballero Bonald, Premio Cervantes, que el mayor
compromiso político de un autor es escribir bien, tremendamente bien. Y
yo apunto, fielmente, que el autor Calú Cruz, así lo hizo.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Reflejos de inspiración: la imaginación poética de Arturo


Corcuera
Por: Yohei Moriya

*TARZÁN Y EL PARAÍSO PERDIDO*

Este poema, titulado "Tarzán y el paraíso perdido" encapsula la


intersección de la realidad y la ficción en un contexto
cinematográfico y psicológico. A través de la figura de Tarzán, el
poeta explora la desilusión y el deterioro de la fama y el éxito. El
grito característico de Tarzán, que una vez inspiraba asombro, se
convierte en un símbolo de la pérdida de identidad y el despojo
de la autenticidad. La transformación de Tarzán en un paciente
psiquiátrico en un sanatorio para artistas retirados subraya la
fugacidad de la celebridad y la desilusión detrás de la imagen
pública. El uso del lenguaje crea un contraste entre la imagen
heroica de Tarzán y su decadencia, revelando cómo la creación
artística y la fama pueden distorsionar la realidad.

*FÁBULA DE MAESE CUERVO*

Este poema, "Fábula de Maece Cuervo," es breve pero efectivo en


su sencillez. A través de la personificación del cuervo, el poeta
crea una figura antropomórfica que personifica la temática de la
muerte y el olvido. El cuervo, asociado con la muerte en la
tradición cultural, se convierte en un testigo silente de la efímera
naturaleza de la vida. Al sugerir que el cuervo podría dirigir una
agencia funeraria, el poeta establece un tono irónico y a la vez
melancólico que alude a la inevitable realidad de la mortalidad.

*EL HEREJE*

"El hereje" es un poema que desafía las nociones convencionales y

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REVISTA LITERARIA ERGO

cuestiona la percepción de la realidad. A través de declaraciones


audaces y provocativas, el poeta cuestiona la autenticidad de la
percepción y sugiere que la realidad puede ser subjetiva. Al
establecer comparaciones inusuales como el tren como "larva de
mariposa" y el avión con plumas, el poeta desafía las
categorizaciones tradicionales y crea una atmósfera de
ambigüedad. El uso de imágenes sorprendentes yuxtapone
elementos dispares y refleja la naturaleza paradójica y fluida de la
experiencia humana.

*EL ARCA VIAJERA DE BOMBAY PALACE*

En "El arca viajera de Bombay Palace," el poeta crea una imagen


metafórica de un objeto que alberga y protege elementos
significativos. La elección de un "arca" como metáfora evoca
conexiones religiosas y bíblicas, sugiriendo una entidad sagrada
que contiene secretos o experiencias valiosas. El uso de imágenes
relacionadas con la cultura asiática, como las pagodas, contribuye
a la atmósfera exótica y misteriosa del poema. Al mencionar la
idea de maduración de los poemas como frutas, el poeta sugiere
que la creatividad y la expresión artística requieren tiempo y
desarrollo.

*LOS AMANTES*

"Los amantes" aborda el tema del amor y la conexión emocional


con una mezcla de sensualidad y deseo. A través del uso de
metáforas y comparaciones, el poeta describe la pasión
compartida entre los amantes y su conexión con elementos de la
naturaleza. Las imágenes evocadoras de la lluvia y los amantes
simbolizan la fusión de los individuos en un acto íntimo y
apasionado. El lenguaje utilizado, con su sensualidad y
musicalidad, refleja el poder de la pasión y cómo puede unir a las
personas en una experiencia compartida.

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REVISTA LITERARIA ERGO

*FÁBULA DEL CABALLO BLANCO SALIENDO DEL ARCA*

"Fábula del caballo blanco saliendo del arca" es un poema que


evoca el simbolismo bíblico del arca y la idea del renacimiento. El
caballo blanco, en contraste con otros elementos en el arca,
personifica la esperanza y la pureza. El poeta utiliza este caballo
blanco como un símbolo de cambio y nueva vida después de un
período de sufrimiento o confinamiento. A través de esta imagen,
el poema explora la idea de la renovación y la capacidad de
encontrar esperanza incluso en tiempos oscuros.

*FIEBRE AMARILLA*

Con "Fiebre amarilla," el poeta crea un poema breve pero


impactante que explora el color amarillo como símbolo de
emociones y estados de ánimo variados. A través de la repetición
de la palabra "amarillo" y su disposición en el poema, el poeta
genera un ritmo hipnótico que refleja la naturaleza persistente de
las emociones. El poema captura la complejidad y la multiplicidad
de significados asociados con un solo color y cómo puede resonar
con diferentes aspectos de la experiencia humana.

*FÁBULA DEL CUERVO ORIUNDO DE GINEBRA*

En este poema, "Fábula del cuervo oriundo de Ginebra," el poeta


imagina una relación entre el narrador y un cuervo que es más
que un simple objeto. El cuervo se convierte en un compañero
silente que observa y presencia la vida del narrador. A través de
esta relación, el poeta juega con la dualidad entre lo inanimado y
lo animado, insinuando la posibilidad de que los objetos puedan
tener una presencia y un propósito más allá de su función
aparente.

*LAS PUERTAS Y LAS PENAS*

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REVISTA LITERARIA ERGO

En "Las puertas y las penas," el poeta crea una serie de imágenes


que aluden a la dualidad de las puertas y su asociación con la
transición y el cambio. Las puertas se convierten en un símbolo
metafórico de los momentos de tránsito y transformación en la
vida. El poema aborda el concepto de la muerte y la idea de que
las puertas pueden llevar tanto a nuevos comienzos como a finales
inevitables. La repetición de "puertas" y el uso de diferentes
descripciones subrayan la diversidad de interpretaciones que se
pueden derivar de este símbolo.

*JUEGO DE ESPEJOS*

En "Juego de espejos," el poeta explora la dualidad y la relación


entre diferentes elementos a través de la metáfora de los espejos.
El uso del espejo como un símbolo de la reflexión y la
representación es utilizado tanto para la búsqueda personal como
para la percepción de otros

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REVISTA LITERARIA ERGO

Reflexiones líricas: Poemas de Lucho Hernández


Por: Yohei Moriya

En el mundo de la poesía, Lucho Hernández se presenta como un


virtuoso de las palabras, explorando una gama de emociones y
pensamientos a través de su estilo distintivo. Sus poemas
encapsulan profundas introspecciones, envueltas en metáforas
vibrantes y simbolismo evocador. A través de un lente poético
único, Hernández teje una narrativa que trasciende lo mundano y
se adentra en el corazón mismo de la condición humana.

"Soy Luchito Hernández" se presenta como una declaración


valiente de identidad y vulnerabilidad. En esta pieza, el poeta
utiliza la metáfora del ex campeón de peso welter para explorar
la dualidad entre la fortaleza exterior y la fragilidad interior. La
metáfora de la luz que se comparte y se consume se convierte en
un símbolo de la entrega y la autopreservación en un mundo
complejo.

El poema "A un suicida en una piscina" aborda el tema delicado


del suicidio a través de imágenes poéticas cautivadoras.
Hernández invita al lector a contemplar la lucha interna de un
individuo, representada por la captura inútil de la vejez con
"garfios". La llamada a la autoaceptación y la apreciación de la
vida se refleja en la metáfora del agua y el espejo, donde el
protagonista puede encontrar belleza y renacimiento.

"Canto Primero (Cantos de Pisac)" se sumerge en una


reinterpretación de la historia bíblica de Caín y Abel, explorando
temas de envidia y culpa. Mediante preguntas provocadoras y un
lenguaje cargado de emotividad, Hernández crea una obra que
resuena con las preocupaciones universales de la violencia y la
búsqueda de sentido.

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REVISTA LITERARIA ERGO

En "Ezra Pound: Cenizas y cilicio", el poeta rinde tributo a la


figura influyente de Ezra Pound, a la vez que enfrenta su
complicada relación con el fascismo. A través de imágenes
vívidas, como la Torre de Pisa, Hernández explora la dualidad de
la vida y la muerte, así como la complejidad moral de las figuras
históricas.

El último poema, "Dicen que soy...", cierra el ciclo con una


meditación sobre la identidad y la autopercepción. La reflexión
del poeta sobre cómo otros lo definen y su juego con la idea de
conclusión y renacimiento ofrecen una nota reflexiva y evocadora
para cerrar la colección.

En conjunto, estos poemas entrelazan visiones poéticas profundas


con un estilo único. Lucho Hernández ha creado una serie de
piezas que invitan a los lectores a sumergirse en una exploración
lírica de la vida, la muerte y la identidad. "Reflexiones líricas:
Poemas de Lucho Hernández" es un testimonio de la capacidad
de la poesía para capturar la riqueza de la experiencia humana en
sus múltiples facetas.

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REVISTA LITERARIA ERGO

"Mar, tendida mano azul": Una exploración metafórica de


la conexión humano-naturaleza y la temporalidad de
Bethoven Medina Sánchez
Por: Yohei Moriya

El poema "Mar, tendida mano azul" de Volumen de vida (1992)


presenta una rica y profunda exploración de la relación entre el
ser humano y la naturaleza, específicamente el mar, a través de
una compleja red de imágenes metafóricas y simbolismo. Esta
obra poética de alta complejidad conceptual se convierte en una
ventana hacia una contemplación más profunda de cómo los
elementos naturales pueden influir en la percepción del tiempo,
la identidad personal y la conexión emocional. Esta tesis de
doctorado se propone desentrañar las múltiples capas de
significado en el poema y examinar cómo el autor logra construir
una reflexión filosófica sobre la naturaleza de la existencia y la
interconexión humana con el mundo natural.

El poema se inicia con una imagen de "nubes" que se elevan hacia


el "remanso" del mar, estableciendo de inmediato una relación
entre los elementos celestes y acuáticos. Esta conexión inicial
sugiere la naturaleza interdependiente de los componentes
naturales, planteando interrogantes sobre la relación entre el
cosmos y la tierra, y cómo esta relación influye en la percepción
humana del tiempo.

La metáfora central del "mar, tendida mano azul" personifica el


mar, atribuyéndole características humanas. Esta personificación
no solo establece una relación empática entre el poeta y la
naturaleza, sino que también evoca una reflexión sobre la
fragilidad humana y la constante interacción entre la vida y los
elementos naturales.

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REVISTA LITERARIA ERGO

La evocación del "olor" del mar agrega una dimensión sensorial y


subjetiva a la percepción del entorno natural. Esta elección
lingüística no solo estimula la imaginación del lector, sino que
también sugiere que la experiencia humana está
inextricablemente entrelazada con los sentidos y el entorno.

El poema profundiza en la relación temporal entre el ser humano


y la naturaleza a través de la línea "ordenando crepúsculos". Aquí,
el mar se convierte en un agente de regulación temporal,
insinuando cómo los ritmos naturales pueden influir en nuestra
percepción del tiempo y la transición de día a noche.

La descripción del "corazón" del poeta como un "caracol" revela


una dualidad en la percepción del tiempo: la concha del caracol
como una representación de la seguridad y la interioridad, y su
interior en constante crecimiento y cambio. Esta dualidad refleja
la tensión entre la estabilidad y el flujo temporal en la experiencia
humana.

La comparación del mar con un "claro espejo" que no cesa de


mantener su "ritmo y espuma" introduce la idea de la eternidad
en contraposición a la transitoriedad de los seres humanos. La
noción de que el mar sigue fluyendo y manteniendo su esencia,
mientras que los seres humanos experimentan el paso del tiempo,
invita a una contemplación más profunda sobre la finitud y la
trascendencia.

En conclusión, "Mar, tendida mano azul" trasciende la mera


descripción de un paisaje para convertirse en una exploración
filosófica y poética sobre la relación entre el ser humano y la
naturaleza. A través de imágenes vívidas y metáforas poderosas,
el poema invita a reflexionar sobre la interconexión entre los
elementos naturales, la naturaleza temporal de la existencia
humana y la búsqueda de significado en medio de un mundo en
constante cambio.

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REVISTA LITERARIA ERGO

Índice

PRESENTACIÓN .................................................................................. 3

BIOGRAFÍA ........................................................................................ 7

BREVE SELECCIÓN POESÍA ............................................................... 18

CAMINOS ........................................................................................... 20
ESPERA OCULTA ................................................................................... 20
LA CASA DE LA MÚSICA .......................................................................... 21
LA CASA DE LA ESPERANZA ..................................................................... 21
PRIMAVERA ........................................................................................ 22
VERANO ............................................................................................. 23
INVIERNO ........................................................................................... 23
AGOSTO ............................................................................................. 24
DICIEMBRE ......................................................................................... 24
EN LAS MONTAÑAS A UN AMOR PERDIDO .................................................. 25
ESPERANDO EL AMANECER ..................................................................... 25
EN LA OSCURIDAD ................................................................................ 26
NOCHE GLORIOSA ................................................................................ 26
AIRE EN SILENCIO ................................................................................. 26
¿PARA QUÉ? ....................................................................................... 27

ENTREVISTA..................................................................................... 28

COMENTARIOS ................................................................................ 37

LA POESÍA DE LEOPOLDO DE TRAZEGNIES .................................................. 38


LEOPOLDO DE TRAZEGNIES GRANDA ........................................................ 41
"LA VIDA POÉTICA DE LEOPOLDO DE TRAZEGNIES GRANDA: ENTRE HETERÓNIMOS
Y VERSOS DE AL-ÁNDALUS". ................................................................... 45

HOMENAJE PÓSTUMO..................................................................... 47

RICARDO TELLO NEIRA .................................................................... 48

LA HERRUMBRE ENARDECIDA .................................................................. 49

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REVISTA LITERARIA ERGO

Y VOLVIÓ EL FURIOSO VERANO................................................................. 49


NO ES UN TIEMPO LIVIANO ..................................................................... 50
LA CASA DE ZAPATA .............................................................................. 51

POESÍA ............................................................................................. 52

HARLEY EZEL .................................................................................... 53

ABISMO .............................................................................................. 53
ECO DE DUDAS ..................................................................................... 54
ANDANZAS .......................................................................................... 54
EMOCIONES......................................................................................... 55

JULIO CÉSAR PLATA RUEDA ............................................................. 56

CANTO A TODO LO QUE SE ROMPE............................................................ 56


POEMA DE TARDE ................................................................................. 57
VOLVER A MIRAR, IGUAL ........................................................................ 57
CONTINUAR ......................................................................................... 58

MILAGROS RIVERA (MILLIE MARIE) ................................................. 59

VENDE PATRIA...................................................................................... 59
CORAZÓN DESASTRADO ......................................................................... 60
AUTOINSPECCIÓN ................................................................................. 60
AUTOPISTA LUIS A. FERRÉ ...................................................................... 61

MARÍA MUSGO ................................................................................ 62

1 ....................................................................................................... 62
I ........................................................................................................ 63
II ....................................................................................................... 64
VII ..................................................................................................... 65

ADRIÁN CHAURÁN ........................................................................... 66

POEMA DE LOS CUERPOS ........................................................................ 66


TODAS LAS TARDES................................................................................ 67
EL CIELO MÁS ALLÁ ................................................................................ 68
AGOSTO 20 ......................................................................................... 68

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REVISTA LITERARIA ERGO

PAMELA MARTÍNEZ SANTIAGO ....................................................... 70

CUERPO DE AIRE .................................................................................. 70


ADIÓS, ADIÓS ...................................................................................... 71
ROMPER LA MALDICIÓN......................................................................... 71
TE ESCONDES ...................................................................................... 72

TATIANA LOAYZA AGUILAR ............................................................. 73

TARDE VENTOSA .................................................................................. 73


UN FAQUIR ES CUALQUIER VAINA A MI LADO .............................................. 73
CAMINO A TURRIALBA........................................................................... 74
SÉPTIMO SELLO .................................................................................... 76

DÁVOLO (IKER GIL) .......................................................................... 78

LAPSO ................................................................................................ 78
VACÍO ................................................................................................ 79
PROCLAMA ......................................................................................... 79
PARA DAVID GONZÁLEZ ........................................................................ 80

MIRIAM LEIVA GARRIDO ................................................................. 81

SI ME CONVIERTO EN HOJA… .................................................................. 81


OTRA MURALLA ................................................................................... 82
CEREMONIA DEL TÉ............................................................................... 82
RETRATO ............................................................................................ 83

SARAY AVILÉS GARCÍA ..................................................................... 84

LA PIEL DE LA MEMORIA......................................................................... 84
EL JUEGO DE VIVIR ................................................................................ 85
SUEÑOS ROBADOS ................................................................................ 86
DOMINÓ ............................................................................................ 88

GINA ORELLANO .............................................................................. 90

EL ÁNGEL Y LA SIRENA ........................................................................... 90


PERDÓN ............................................................................................. 91
ENTREGA ............................................................................................ 91

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REVISTA LITERARIA ERGO

IDEALIZACIÓN....................................................................................... 92

LILIA GUTIÉRREZ RIVEROS ................................................................ 93

ESPEJISMO DIARIO ................................................................................ 93


LAPIDARIO........................................................................................... 94
ECO DE LOS SONIDOS ............................................................................. 94
CELADOR DE MI BARRIO ......................................................................... 95

RELATOS/CUENTOS ......................................................................... 97

MOISÉS CÁRDENAS .......................................................................... 98

EN LAS ÚLTIMAS PÁGINAS ....................................................................... 98


REVELACIÓN ...................................................................................... 100

MALENA MARTOS ......................................................................... 103

LAS PARCAS ....................................................................................... 103


HASTA QUE LA PUERTA SE CIERRE ........................................................... 105

ELVIS HERRADA ERQUIAGA ........................................................... 110

ESTANCIA .......................................................................................... 110


FIEBRE .............................................................................................. 111

RESEÑAS ........................................................................................ 112

LA SOCIEDAD DE LAS MOSCAS, REFLEXIÓN ARDUA Y LITERARIAMENTE BIEN


CONSTRUIDA ...................................................................................... 113
REFLEJOS DE INSPIRACIÓN: LA IMAGINACIÓN POÉTICA DE ARTURO CORCUERA 117
REFLEXIONES LÍRICAS: POEMAS DE LUCHO HERNÁNDEZ.............................. 121
"MAR, TENDIDA MANO AZUL": UNA EXPLORACIÓN METAFÓRICA DE LA CONEXIÓN
HUMANO-NATURALEZA Y LA TEMPORALIDAD DE BETHOVEN MEDINA SÁNCHEZ
....................................................................................................... 123

ÍNDICE ........................................................................................... 125

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REVISTA LITERARIA ERGO

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