Está en la página 1de 6

NUEVAS TECNOLOGÍAS DE APRENDIZAJE

VIOLENCIA FAMILIAR
Docente: Cristina Toledo Toledo
Alumnas:
Agurto Marcos, Karla
Castillo Ramírez, Liseth
Ruiz Alcántara, Estefany

Introducción
La violencia familiar es un problema social que daña la calidad de vida de diversas
familias de manera significativa sea cual fuere su situación o condición social,
cultural o económica.
En el Perú la violencia familiar empezó a tomar importancia por el estado a partir
de la década pasada, ya que fue adoptando una serie de medidas legales como la
ley Nª 26260 desde diciembre de 1963, la cual establece la Política del Estado y la
Sociedad frente a la violencia familiar, siendo el ente rector en el tema el Ministerio
de Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano PROMUDEH.

Definición conceptual.
La violencia familiar se define como aquel comportamiento dañino realizado por
algún integrante de la familia o una persona no íntima a la familia, que se pone de
manifiesto en cualquier momento de la vida, incluso presenciar violencia entre los
miembros familiares, padres o violencia de un compañero.

SEÑALES DE VIOLENCIA FAMILIAR


En la escuela se dejarán notar dichas secuelas con indicios esencialmente del orden
académico y conductual con matices negativos. Los reflejos de la violencia
hogareña se notarán en la escuela en índices de bajo rendimiento, de
desmotivación durante el proceso y de manifestaciones conductuales limitadas
frente a la interiorización de los aprendizajes; en situaciones graves se descargaron
las mismas señales violentas recibidas en la familia.

Suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo


familiar. También caracteriza a la violencia familiar el sostenimiento del vínculo
violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico,
la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al
suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales, o un
posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.

Definición operacional.
Se evalúan 3 dimensiones: la violencia simbólica, violencia psicológica y violencia
sexual, estos presentan diversos niveles: muy bajo, bajo, alto y muy alto.

❖ La Violencia simbólica, puede manifestarse mediante mensajes de


desigualdad, de denominación contra las mujeres, burlas, etc.
❖ La Violencia psicológica, es el comportamiento que se manifiesta con
insultos, gritos, amenazas, se menosprecia o humilla a la víctima en
situaciones públicas o privadas.

2
❖ La violencia sexual, se presentan mediante tocamientos indebidos, abuso
sexual, relaciones coitales forzadas.

Población, muestra, muestreo, unidad de análisis


Se realizó una investigación con la finalidad de comprender y describir de forma
detallada y precisa el grado de violencia familiar de la Asociación de vivienda Señor
Cautivo del distrito de Huacho 2020, en una muestra de 120 mujeres
aproximadamente mayores de 18 años que viven en dicha asociación.

Según la muestra observada, se reporta un nivel medio de violencia,


aproximadamente en un 47,5%; mientras que en un 46,7% un nivel muy bajo y en
el 5,8% un nivel alto. Aunque, Sarmiento (2018) en su trabajo sobre mujeres
violentadas que fueron atendidas en un centro de salud en Ancón se encontró que
el 46,7% tuvo un nivel leve de violencia, el 36,7% moderada y el 16,7% de violencia
severa.

De acuerdo a los niveles hallados, se evidencia la presencia de violencia familiar;


estos hechos se pueden desarrollar de forma violenta y gradual, en el que se
incrementan los conflictos y los actos violentos, se generan cambios imprevistos de
ánimo y la víctima no lo llega a entender. Estas mujeres al ser víctimas de violencia
no son verdaderamente conscientes de que están sometidas a un proceso violento
e intentan muchas veces justificar los actos agresivos de su atacante, incluso tratan
de hacer todo lo posible por satisfacerlos para evitar posibles hechos conflictivos
que conlleven a los golpes y de forma equivocada creen que todo lo que sucede es
su culpa. (Vergara, 2018). Además de que la mayoría de mujeres evade la ayuda que
muchas personas a su alrededor les brindan, tratan de no denunciar a su agresor
no solo por el miedo a su maltratador, es miedo incluso a los demás, al qué dirán, a
perder a sus hijos, a no saber cómo sobrevivir cuando se acabe la relación;
lamentablemente el miedo es su más pura esencia.

Con respecto a la violencia simbólica, el 70,8% de mujeres registraron un nivel bajo,


el 14,2% muy bajo, el 12,5% de nivel alto y el 2,5% nivel muy alto; en este caso, la
violencia simbólica es un tipo de violencia silenciosa, aquella que no dejan marcas
en la piel, es decir, no se ejerce de manera directa el maltrato físico, más sin
embargo si se ejerce la imposición o la dominación hacia la otra persona.
Lamentablemente, las personas lo admiten como un hecho natural (Bourdieu,
2000). En consecuencia, la violencia simbólica se ve reforzada por el hecho de que
las partes involucradas dan por sentada la situación y aprenden a jugar el juego.

3
Asimismo, la violencia psicológica reporta que el 65,0% de las encuestadas
presentan un nivel bajo de violencia psicológica, seguido del 27,5% de nivel muy
bajo, y el 7,5% en nivel alto. Desafortunadamente, los resultados de las
investigaciones no coinciden con los que fueron reportados por la institución
internacional y local respecto a este tipo de violencia; incluso se añade que la
violencia es de carácter privado y no se logra presentar cifras reales ya que quedan
ocultos, desestimando la prevalencia.

Igualmente, en la dimensión de violencia sexual, el 83,3% de las encuestadas


alcanzaron un nivel bajo, el 14,2% muy bajo y el 2,5 %un nivel alto. Aquellas
mujeres que manifestaron un nivel moderado o alto de violencia sexual pueden
sufrir efectos desoladores en su salud mental y física, ya que llegan a experimentar
depresión, estrés postraumático, ansiedad hasta pueden desarrollarse adicciones
(Naz & Malik, 2018).

Afortunadamente, la muestra de 18 a más manifestó no ser víctima de violencia


familiar, ya que se registró una incidencia de un nivel bajo y muy bajo en las
distintas edades de las participantes, aunque un 33,3% de las mujeres separadas
registraron un nivel alto de violencia, dando entender de que la violencia no acaba
aunque haya una separación de la pareja.

Recomendaciones
● Fortalecer los servicios de atención del peligro de la violencia familiar y
sexual, de manera que estos sean válidos y eficaces.
● Establecer redes de instituciones y servicios para derivar casos de violencia
familiar para la atención y rehabilitación tanto del agresor (a) como de la
víctima.
● Diseñar e implementar proyectos para empoderar a las víctimas de violencia
familiar, entre ellos relacionados a ejercicio de derechos, manejo de recursos
económicos en el hogar, apoyar las iniciativas productivas y económicas de
las víctimas, entre otros.
● Se debe mostrar el tema, es decir, sacarlo a la luz pública de manera que se
comience a crear conciencia en la población, que existe un gran porcentaje
de mujeres que están sufriendo violencia y que esto debe ser sancionado
penalmente con la Ley del Feminicidio últimamente promulgada y que debe
aplicarse.

4
Conclusiones
Al realizar esta pequeña indagación sobre un tema tan alarmante como lo es La
Violencia Familiar, pudimos concluir que vivimos en una sociedad violenta, tanto a
nivel local, como nacional e incluso internacional. Asimismo, podemos evidenciar
con los resultados de la encuesta, que principalmente son víctimas de violencia
familiar las mujeres, quienes generalmente mantienen una relación de convivencia
con su agresor, evitando denunciar a este mismo, por vergüenza y miedo a no
saber como sobrevivir y sacar adelante a sus hijos cuando se acabe esa relación.
Pero así como las mujeres son violentadas, también existen casos (los cuales son
muy pocos) en los que el varón sufre de violencia; aproximadamente se conoce que
un 4,0 % de varones ha sufrido de violentas humillaciones u ofensas por parte de
algún miembro de su hogar, no solo por su pareja. Por ello no debemos de ser tan
ignorantes y debemos de reflexionar que hoy en día tanto mujeres como varones
sufren de algún tipo de violencia, por lo tanto hay que ayudar a que esa situación
se erradique y a dejar de tomarlo como objeto de burla.

En nuestro país, lamentablemente resulta problemático llegar a conocer la


verdadera cifra de violencia familiar, los pocos datos que se mencionan son a
través de instituciones como MIMDES, Comisaría, DEMUS y entre alguna de ellas
encontramos investigaciones que realizan estudiantes de diversas universidades
pero de un solo sector; pero aparte de ello, debemos saber que al incrementarse
las denuncias aumentan los reportes, es decir, que al término solo tenemos datos
de aquellas personas que denunciaron, que a su vez no todas terminan como lo
esperado, desgraciadamente no tienen un final feliz.

BIBLIOGRAFÍA
Villafranca, V. (2003). Violencia Familiar. Recuperado de
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/557/Villafranca_cv.pdf?se
quence=1&isAllowed=y

5
Surco, A. (2020). Violencia familiar en mujeres de la Asociación de vivienda Señor
Cautivo del Distrito de Huacho (tesis de pregrado). Recuperado de
https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/62694/Surco_RAR-SD.pdf?se
quence=1&isAllowed=y

Baca, W. (2011). La violencia familiar y su relación con el rendimiento académico en el


área ciencia tecnología y ambiente de los estudiantes del 4to grado de secundaria
Germán Tejada Vela de la provincia de Moyobamba. Recuperado de
https://renati.sunedu.gob.pe/handle/sunedu/2841188

Orna, O. (2013). “FACTORES DETERMINANTES DE LA VIOLENCIA FAMILIAR Y SUS


IMPLICANCIAS Análisis de los estudios estadísticos sobre la Violencia Familiar en el
distrito de San Juan de Lurigancho (Lima), Callao y otras ciudades del país”. Recuperado
de
https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/3725/Orna_so%282%
29.pdf?sequence=1&isAllowed=y

También podría gustarte