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Elena Azaola*
Resumen Abstract
Con base en dos encuestas levantadas Based on two polls held in 2003 and
en 2003 y 2006 a una muestra repre- 2006, a representative sample of the
sentativa de la población de internos en population of interms within the peni-
los establecimientos penitenciarios del tentiary establishments in the Federal
Distrito Federal y el Estado de México, District and the State of Mexico, the text
el texto analiza las condiciones de vida analyses the living conditions in prision
Palabras clave: sistema penitenciario en prisión y se refiere a los desaciertos and refers to the mistakes in the security
mexicano, cárceles del Distrito Federal, de las políticas de seguridad que los han policies that have led them there.
cárceles del Estado de México llevado ahí.
*
Centro de Investigaciones y Estudios Supe-
riores en Antropología Social, CIESAS, Calle
Juárez 87, Colonia Tlalpan, C.P. 14000 Méxi-
co, D.F.
¿Por qué levantar una encuesta? mas de confiabilidad y de validez similares que periódicamente se
La información de la que se en los datos oficiales. En cambio, conducen en Europa y Estados
dispone para conocer los distintos una encuesta levantada en pri- Unidos donde encuestas como éstas
temas relacionados con la justicia sión permite obtener información no se levantarían si no se tuviera
proviene generalmente de fuentes desde el punto de vista del autor claro que los beneficios superan
oficiales como procuradurías, juz- del delito. Recolectar esta clase los riesgos de obtener informa-
gados, policías y centros peniten- de información se constituye en ción que en algunos casos puede
ciarios. Esta información, aunque una fuente alternativa que posibi- ser puesta en duda.
valiosa, resulta incompleta ya que lita contrastar y validar registros Otros estudios han mostrado
proporciona solamente la versión oficiales pero, fundamentalmente, que mientras se interrogue a in-
oficial de los hechos con los ses- consiente detenerse y enfocar un ternos sentenciados sobre hechos
gos propios de la institución que tipo de información que rara vez que no tendrán consecuencias pa-
la provee. las instituciones de administra- ra su futuro, las probabilidades
En México, especialmente, exis- ción de justicia tiene interés en de obtener información veraz se
ten serias limitaciones en cuanto recabar. incrementan notablemente. En la
a la calidad de la información de Cabe señalar que la información encuesta que levantamos, sólo
los registros oficiales. Éstas van, que un instrumento de este tipo se entrevistaron internos senten-
desde la dudosa auditoría en los arroja no se halla exenta de cues- ciados y se realizaron cuidadosas
procesos de recolección de datos, tionamientos acerca de la veraci- pruebas de validación de la infor-
hasta la información pobre y es- dad de los datos que los internos mación con lo que pudimos cons-
casamente sistematizada. Por lo son capaces de proporcionar. En tatar que el caso mexicano no se
tanto, es común encontrar proble- este caso, el estudio replica otros aparta de los parámetros estable-
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Los resultados in extenso de la encuesta del 2002 pueden consultarse en Marcelo Bergman, Elena Azaola y Ana Laura Magaloni, Delincuencia,
marginalidad y desempeño institucional, México, Centro de Investigación y Docencia Económicas, 2003. Los de la encuesta de 2006 aún se
hallan en prensa.
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En la primera encuesta, la muestra estuvo conformada por un total de 1,615 internos e internas y por 1,645 en la segunda.
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Como resulta evidente, la otra mitad no puede incluirse en la muestra dado que se encuentra en prisión preventiva, es decir, no son todavía
jurídicamente responsables de los actos que se les imputan. La empresa de investigación Mund Américas tuvo a su cargo tanto el diseño de la
muestra como el levantamiento de la encuesta.
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Vale la pena destacar que tan sólo dos prisiones del Distrito Federal que cuentan con más de 9 mil internos cada una (el Varonil Norte y el
Varonil Oriente), concentran la misma población que las 21 prisiones con que cuenta el Estado de México.
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Rafael Ruiz Harrell, “El Estado de México”, en Reforma, 19 septiembre, 2005.
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Vale la pena señalar que el Conjunto de principios de las Naciones Unidas para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma
de detención o prisión, así como el Comentario general 20 del Comité de Derechos Humanos sobre el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí-
ticos, han establecido que la obligación de tratar a los detenidos respetando su inherente dignidad es una regla básica de aplicación universal.
Los Estados no pueden alegar la falta de recursos materiales o dificultades financieras para justificar el trato inhumano. Los Estados están obli-
gados a proporcionar a todos los detenidos y presos servicios que satisfagan sus necesidades básicas. El hecho de no ofrecer comida o atención
médica suficientes viola estos principios. De igual modo, éstos establecen que los detenidos o presos tienen derecho a solicitar mejoras en el
trato que reciben, o a quejarse del mismo. Las autoridades deben responder con celeridad y si la solicitud o reclamo son denegados, pueden ser
presentados ante una autoridad judicial o de otro tipo (ONU Doc. HRI/GEN/1/Rev.1 art 30).
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Algunos entrevistados enfatizaron que internos, en complicidad con empleados, robaban los alimentos para luego venderlos a los prisioneros.
Esto mismo fue denunciado en noviembre de 2005 por el periódico Reforma: “en los penales capitalinos, custodios y presos tejieron una red de
tráfico de alimentos, tanto al interior como al exterior de las cárceles”.
8
Reforma, 12 octubre, 2005.
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Como ha señalado Zaffaroni, existen procesos deteriorantes previos a la intervención del sistema penal y procesos deteriorantes propios de la
acción del sistema penal. Para este autor los sistemas penales no sólo producen daños sobre los sujetos criminalizados sino también sobre el
personal que tiene a su cargo la operación de estos sistemas. Vid. Raúl Zaffaroni, Criminología, Bogotá, Temís, 2003, pp. 26-28.
La exactitud de la información ciones de vida digna a los inter- a dudas, un deterioro claro y pre-
recabada desde el punto de vista nos. ocupante en las condiciones y la
de los internos, queda de mani- Lo anterior resulta tanto más calidad de vida de los internos.
fiesto al haber podido constatar preocupante dado que, al mismo No puede esperarse que esta si-
la similitud de los datos que se tiempo, se observa en las encues- tuación se prolongue de manera
obtuvieron en la segunda encues- tas realizadas que las familias ha- indefinida sin pagar por ello las
ta con respecto a los de la pri- brían disminuido su apoyo a los consecuencias, mismas que serán,
mera. internos al no estar en condicio- de seguro, mucho más graves y
Asimismo, es importante des- nes de seguir acudiendo con la costosas que financiar, organizar,
tacar que las diferencias que se misma frecuencia a visitarlos pa- supervisar y ejecutar un sistema
observan en casi todos los indi- ra llevarles los bienes que, tan ur- penitenciario digno y humana-
cadores de calidad de vida que gentemente, necesitan. mente plausible.
reportaron los reclusos en ambas La disminución, tanto en can-
encuestas, ponen en evidencia la tidad como en calidad, de los bie-
eficacia de las instituciones pe- nes que proporciona la institución
nitenciarias que cada vez menos penitenciaria, sumada a la merma
pueden cumplir con la obligación de los que reciben por parte de Recibido el 14 de diciembre del 2006
que tienen de proporcionar condi- sus familiares, implica, sin lugar Aceptado el 24 de abril del 2007
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, “Informe especial sobre la si-
tuación de los centros de reclusión en el Distrito Federal”, México, CDHDF, 2006.
Hemerografía
Reforma, 19 septiembre, 2005.
Reforma, 12 octubre, 2005.
Reforma, noviembre, 2005.