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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN

DIVISIÓN DE CIENCIAS JURÍDICAS

LICENCIATURA EN DERECHO

MATERIA: DERECHO PENITENCIARIO

ALUMNO: DÉCIGA MARTÍNEZ OMAR

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: LA SOBREPOBLACIÓN EN LAS


PRISIONES DE MÉXICO
1
ÍNDICE

Introducción
- Objetivos
o Objetivo general
o Objetivos específicos
- Hipótesis
- Metodología
- Variables
- Indicadores
- Fundamento teórico
CAPÍTULO 1. Antecedentes Históricos de la Prisión
1.1 México
1.2 América Latina
1.3 Europa
CAPÍTULO 2. Hacinamiento en las prisiones
2.1 Causas
2.2 Consecuencias
CAPÍTULO 3. ¿Reinserción o readaptación?
3.1 Reinserción
3.1.1 Concepto
3.1.2 Objetivo
3.1.3 Áreas de atención
3.2 Readaptación
3.2.1 Concepto
3.2.2 Centro Penitenciario y como afecta en la Reinserción Social.
3.3 Relación entre reinserción y readaptación.
CAPÍTULO 4. La vida dentro de prisión
4.1 Delitos cometidos dentro de las prisiones
4.1.1 Corrupción
4.1.2 Drogas

2
4.1.3 Autogobierno
4.1.4 Violencia
4.1.5 Violencia a Nivel Mundial
4.1.6 Inseguridad Personal
4.2 Violaciones a Derechos Humanos dentro de los centros penitenciarios
4.2.1 Grupos de Defensa de los Derechos humanos de los reclusos
CAPÍTULO 5. Prisiones con mayor sobrepoblación
5.1 Datos sobre los centros penitenciarios del país
5.2 Cárcel Distrital de Tepeaca
5.3 Cárcel Distrital de Tizayuca
5.4 Cárcel Distrital de Atotonilco
5.5 Prisiones de la Ciudad de México
CAPÍTULO 6. Posibles soluciones a la sobrepoblación penitenciaria en México
CAPÍTULO 7. Análisis
7.1 Cuantitativo
7.2 Cualitativo
Conclusiones
Bibliografía

3
INTRODUCCIÓN

La presente investigación trata acerca de la Sobrepoblación en las Prisiones de México,


el cual es un problema que ha ido en aumento conforme pasa el tiempo y es uno de los
más grandes problemas que aquejan al país en la actualidad.

El desarrollo de la investigación se presentó teniendo en cuenta siete capítulos. Al


comienzo del presente trabajo tratará lo relativo al fundamento teórico conteniendo las
diferentes definiciones acerca de las variables, así como la definición de los indicadores,
el problema de investigación a partir de la realidad problemática, la formulación del
problema general como los específicos, también se desarrolla los objetivos generales y
específicos.

Más adelante se lleva a cabo un estudio breve de los antecedentes históricos de la prisión
en México, América Latina y Europa, haciendo referencia a sus inicios de ésta.
Posteriormente, se abordará uno de los mayores problemas de los centros penitenciarios,
como lo es el hacinamiento, en este capítulo se hará mención sobre las causas que lo
originan, así como las consecuencias que acarrea el hacinamiento al estar presente en
las prisiones.

Después se tocarán dos temas de vital importancia para esta investigación, los cuales
son la reinserción como la readaptación social, en donde se hará una descripción de lo
que es cada uno, así como de sus diferencias de ambos. Por otro lado, en el capítulo
siguiente se tocará uno de los puntos medulares de la presente investigación, en donde
se hará una descripción de cómo es la prisión desde dentro en donde nos encontramos
con muchas cosas que analizar, como lo son el autogobierno que se vive en algunas de
las prisiones de nuestro país, los delitos que se cometen dentro de las instalaciones, así
como las constantes violaciones a derechos humanos que se viven día con día dentro de
éstos centros.

En el capítulo siguiente se realiza un estudio acerca de las prisiones con un mayor


problema de sobrepoblación en México, posteriormente se expondrá de manera breve
cuales podrían ser a mi consideración algunas de las soluciones que sirvan para combatir
el problema de la sobrepoblación en las prisiones de México. Más adelante, se llevará a
cabo una descripción de los análisis cualitativo y cuantitativo de la presente investigación.

Al final del trabajo se hará una descripción de cuáles fueron las conclusiones a las que
se llegaron como resultado de la presente investigación, además de la bibliografía
consultada para llevar a cabo la presente investigación.

4
 Objetivos

- Objetivo general:

- Identificar la problemática actual que vive el derecho penitenciario en México.

- Objetivos específicos:

- Investigar las prisiones con mayor sobrepoblación en México.


- Identificar las condiciones en las que viven los reclusos dentro de prisión.

 Hipótesis:

- La Ciudad de México es la entidad en donde hay un mayor número personas


recluidas.
- La sobrepoblación en las prisiones de México ha ido en aumento año con año.
- México es uno de los países con mayor número de reclusos en el mundo.

 Metodología:

La presente investigación se llevará a cabo con base en las fuentes bibliográficas,


especialmente en diversos libros, que reflejan el estado de las cárceles de México. Para
complementar la información, se recurrirá a datos estadísticos que arrojen las fuentes
bibliográficas e internet.

 Variables:

- Falta de una política criminal en las prisiones de México.


- Readaptación y reinserción social deficiente.
- Corrupción en los centros penitenciarios.
- Una deficiente práctica del Sistema Penal Acusatorio Adversarial.

 Indicadores:

- Sobrepoblación y hacinamiento en los centros penitenciarios.


- Condiciones deficientes en los centros penitenciarios de México.
- Violaciones a derechos humanos.

5
FUNDAMENTO TEÓRICO

Para empezar, se tiene que definir a la sobrepoblación penitenciaria. Elías Carranza, en


su libro titulado Justicia Penal y Sobrepoblación Penitenciaria nos la define como:

“Es el exceso de personas que se encuentran privadas de su libertad por encima de la


capacidad de albergue previsto, midiendo la sobrepoblación a través de la densidad
carcelaria, esta medición puede hacerse tomando en consideración la totalidad del
sistema penitenciario, y así se obtiene el promedio de la densidad carcelaria de todo el
sistema.” 1

En este sentido, se le considera sobrepoblación cuando la cantidad de los reclusos


rebasa la capacidad del centro penitenciario, la población carcelaria real suele ser mayor
que la indicada en las cifras oficiales dadas por las autoridades.

El problema de la sobrepoblación penitenciaria impide directamente el normal


funcionamiento de servicios elementales de los sistemas penitenciarios, como la
alimentación, salud, la seguridad dentro del Centro Penitenciario y muchas otras
funciones también muy importantes que pasan a ser prescindibles por el simple hecho
que el mismo sistema tiene la imposibilidad de desarrollarlas como lo son; la educación
y el trabajo, implicando lamentablemente violar los derechos fundamentales, tanto de los
internos como del personal que trabaja dentro de la prisión, es por ello que en la
actualidad no se está brindando un adecuado tratamiento penitenciario debido a estos y
diversos factores, que hasta la actualidad en nuestro país no se han podido solucionar.

Además de que tales problemáticas conllevan además a una mala clasificación,


deficiencia en las actividades deportivas, de capacitación, en atención a la salud y, en
general, a las condiciones dignas de internamiento, lo que se deriva en mucho de la
inadecuada infraestructura de los centros penitenciarios de baja capacidad instalada.

Para la CNDH, la sobrepoblación es uno de los mayores problemas porque desencadena


que se pierda el esquema de seguridad, haya brotes de violencia, haya mayores
carencias de salud y alimentos y crezca el autogobierno, por lo que ha solicitado
desarrollar acciones efectivas para mejorar la infraestructura y aumentar la capacidad de
diversos centros penitenciarios; desarrollar obras de infraestructura penitenciaria de baja
capacidad en su caso y establecer programas de dignificación penitenciaria enfocados a
proporcionar mantenimiento y mejora permanente a la estructura y equipamiento de esos
centros para garantizar la clasificación de la población, seguridad, salud, deporte,
educación, trabajo y capacitación para el mismo.

1
Carranza, E. (2001); “Justicia Penal y Sobrepoblación Penitenciaria”, Primera Edición, Siglo XXI Editores, S.A de C.V,
en coedición con el ILANUD México.

6
CAPÍTULO 1: ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PRISIÓN

1.1 México

Durante la época prehispánica en México la privación de la libertad no era contemplada


una pena como tal, sino como una medida más preventiva, en tanto se llevaba a cabo el
castigo que era impuesto, como podía ser la pena de muerte, por lo que la prisión no
ocupaba un papel tan importante como lo vemos ahora, fue hasta las Leyes de Indias en
donde se menciona en México por primera vez a la privación de la libertad como una
pena.

Fue hasta el año de 1956 en donde se cuenta con estadísticas e información de todo el
sistema penitenciario en México. Por otro lado, en el año de 1975, México toma en cuenta
las bases de la ONU para el tratamiento de los reclusos donde se lleva a cabo un nuevo
proyecto penitenciario.

Más adelante, en la gestión del presidente Adolfo López Mateos se van a resaltar diversas
aportaciones, las cuales iban a consistir en proveer la adecuada organización del trabajo
en los reclusorios. En el año de 1971 se aprueba por el Congreso Federal normas
mínimas que regulan la readaptación social en base al trabajo, la capacitación y la
educación.

En palabras de Irma García Andrade:

“De simples e improductivas tentativas de prevenir el contagio criminal y el deterioro de


los delincuentes, se ha pasado actualmente a la institucionalización de las penas, con la
búsqueda positiva de funcionales métodos de disciplina y tratamiento reeducativo en el
ámbito de los institutos y fuera de ellos.”2

Conforme pasa el tiempo se modifican las estructuras organizacionales con la finalidad


de lograr toda una institución Penitenciaria. A principios del 2000 el objetivo principal va
a ser la organización del sistema penitenciario.

1.2 América Latina

La primera penitenciaria en América Latina fue la Casa de Corrección de Rio de Janeiro,


cuya construcción empezó en 1834 y se completó en 1850. Algunos elementos que se
pueden destacar en la primera fase de la reforma carcelaria en América Latina son el
diseño y los reglamentos de estas penitenciarias seguían los modelos similares en
Estados Unidos.

Sin embargo, éstas nuevas penitenciarias construidas en América Latina iban a enfrentar
diversos obstáculos financieros y administrativos. Además de que fueron severamente

2
GARCÍA ANDRADE, Irma. Sistema Penitenciario Mexicano, reos y perspectivas. Editorial Sista. México. 1989

7
criticadas por no cumplir con sus promesas de higiene, trato humanitario a los presos y
eficacia para combatir el delito y regenerar a los delincuentes.

1.3 Europa

En el año 640 d. C cuando se encuentra la cárcel construida como tal, en Grecia y Roma,
destinada a encerrar a las personas que fueras consideradas como enemigos de la
nación.

En la época feudal va a surgir la necesidad de construir prisiones cuando los delincuentes


no podían pagar las multas que se les imponían de acuerdo al delito que habían cometido.
En Inglaterra, por otro lado, durante la primera mitad del siglo XVI va a surgir la primera
casa de corrección para mendigos, vagabundos y prostitutas, esto con el objeto de
corregirlos de alguna manera. A principios del siglo XVII van a surgir en Holanda diversos
institutos para mujeres y hombres, en donde de alguna manera se iniciaría con una
readaptación social, en donde su eje fundamental va a ser el trabajo, tomando como una
de sus características fundamentales la disciplina y los constantes castigos corporales
que les eran impuestos.

En ese entonces los sistemas penitenciarios se encontraban divididos en prisiones


públicas y privadas, en donde las prisiones públicas eran destinadas a los plebeyos o
siervos, por otro lado, las prisiones privadas iban a estar destinadas a los señores
feudales y su detención iba a ser de tipo domiciliario en sus castillos o en donde se
estuvieran viviendo.

El sistema carcelario en ese entonces era más de carácter preventivo y solo tenía lugar
para los reos a quienes se les iba a seguir un proceso jurídico.

CAPÍTULO 2: HACINAMIENTO EN LAS PRISIONES

Se habla de sobrepoblación de materia penitenciaria, cuando se llega al hacinamiento;

“El hacinamiento equivale a amontonar, acumular, juntar sin orden. El sentido original de
esta palabra es respecto a haces, aquí se habla de hacinar hombres.”3

El hacinamiento constituye la principal característica de los sistemas penitenciarios en


América Latina, y uno de los mayores desafíos que los Estados deben asumir, controlar
y resolver para asegurar el respeto a los Derechos Humanos, y el seguro y eficiente
funcionamiento de los centros penales. La mayoría de los sistemas penitenciarios de
América Latina tienen superada su capacidad, registrándose casos de sobrepoblación
muy grave, lo que configura una violación a los Derechos Humanos de las personas

3
GARCÍA GARCÍA, G. Leticia, Historia de la pena y sistema penitenciario mexicano. Editorial Porrúa. México 2010

8
privadas de libertad, un riesgo para la seguridad e integridad del personal penitenciario y
un grave problema que afecta negativamente todas las funciones esenciales que deben
prestarse en el ámbito penitenciario (salud, educación, seguridad, alimentación,
clasificación).

2.1 Causas

El hacinamiento en las cárceles es el resultado de la demora en las investigaciones que


se siguen, el limitado uso de las disposiciones de puesta en libertad en espera de juicio,
los escasos recursos disponibles y la ausencia o el uso restringido de procedimientos
sumarios.

De acuerdo al Prof. Iñaki Rivera, “el constante aumento de la población reclusa no puede
explicarse mediante el argumento del incremento de la criminalidad o las tasas de delito,
sino que buscarse en el aumento desmesurado de la duración de las condenas, la
utilización del sistema penal con fines disciplinarios para los pobres, en la criminalización
de la alteridad, en la puesta en marcha de la industria del control del delito así como en
las demandas sociales que abogan por mayor seguridad a través del incremento de la
represión y la persecución penal”.4

Una de las causas más evidentes del exceso de personas alojadas en establecimientos
carcelarios y el hacinamiento, es la ausencia de una buen y eficiente política criminal,
acorde con los recursos disponibles para sustentarla.

Otro de los factores que influyen en la sobrepoblación y el hacinamiento es el uso


desmedido de la prisión preventiva. “Hay casos en que la detención preventiva excede la
duración de la condena que probablemente se dicte y en muchos países las personas
presas sin condena representan una proporción muy elevada (algunos países
latinoamericanos superan el 60 por ciento).”5

La insuficiencia de la infraestructura y la capacidad de las cárceles son otros factores que


en algún momento influyen en la sobrepoblación y en su caso al hacinamiento en las
prisiones, ya que, en muchos países, los establecimientos penitenciarios necesitan
reparación o renovación, ya que no estos están en condiciones de albergar
adecuadamente a la población reclusa. En general en muchos países, el hacinamiento
simplemente se da por el hecho de que los migrantes ilegales son detenidos con
frecuencia antes de ser repatriados o inclusive, en otros países, las cárceles se han

4
Rivera, B. Iñaki La cuestión carcelaria. Historia, epistemología, derecho y política penitenciaria. Buenos Aires,
Editores del Puerto, 2006.
5
CIDH, Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas. 2014. Disponible en
http://www.oas.org/es/cidh/ppl/Informes/pdfs/Informe:-PP-2013

9
convertido en los únicos establecimientos disponibles para las personas con problemas
de salud mental.

2.2 Consecuencias

El hacinamiento en las prisiones genera problemas constantes entre los reclusos, ya que
se van a incrementar los niveles de violencia intracarcelaria, además de que se va a
impedir que se disponga de mínimas condiciones de habitabilidad, facilita la propagación
de enfermedades, lo cual va a constituir un factor de riesgo para la ocurrencia de
situaciones de emergencia.

El hacinamiento en cualquier momento puede llegar a generar graves violaciones a


derechos humanos, tales como del derecho a la integridad personal y otros derechos
humanos reconocidos internacionalmente. Resolver esta problemática en la que se vive
en la actualidad es una exigencia obligatoria para generar un adecuado Estado de
derecho, como consecuencia necesaria de la obligación de éste de brindar condiciones
carcelarias dignas y evitar que el encierro se convierta en un trato inhumano.

A esta descripción de la cárcel real le antecede, como bien argumenta el Prof. Iñaki
Rivera, una situación caracterizada por la “devaluación de los derechos fundamentales
de los reclusos, diseñada en las normas y delimitada por la jurisprudencia, lo que ha
supuesto la construcción de un ciudadano de segunda categoría en comparación con
aquel que vive en libertad”.6

CAPÍTULO 3: ¿REINSERCIÓN O READAPTACIÓN?

3.1 Reinserción

3.1.1 Concepto

Primero hay que definir que es reinserción visto desde el punto de vista penal, definimos
reinserción social como la última parte del tratamiento readaptatorio, que consiste en el
regreso del individuo a la comunidad y al grupo familiar, en su caso, asistido, orientado y
supervisado técnicamente por la autoridad ejecutiva.

Este concepto igualmente se relacionar con la posibilidad que tiene la persona que
cometió un delito, para reintegrarse a la sociedad. Asimismo, de una manera más

6
Rivera B. Iñaki, coord., “La devaluación de los derechos fundamentales de los reclusos”. Tratamiento penitenciario
y Derechos Fundamentales. J. M. Bosch Editor,1994.

10
sentimental para el delincuente, es la bienvenida que recibe al salir de prisión, el abrazo
de su familia, la calidez de su núcleo comunitario y la oportunidad laboral y social.

La reinserción social se realiza después de que la persona es juzgada conforme a las


leyes expedidas con anterioridad al hecho delictuoso; una vez que recibió la correcta y
concreta aplicación de la norma por el operador de justicia. Al final del proceso y su
ejecución, se muestra la eficacia del Estado de derecho, el cual, posteriormente, a través
del sistema penitenciario proveerá lo necesario para prevenir la reincidencia cuando se
cumpla la sanción penal.7

3.1.2 Objetivo.

Después de analizar a la reinserción puedo afirmar que su objetivo es consolidar el


proceso de reinserción social de la población recién egresada de los centros
penitenciarios y sus familiares, a través de apoyos sociales, médicos y jurídicos,
brindados por organismos gubernamentales, no gubernamentales y de la sociedad civil
y con ello contribuir a la prevención y disminución de la reincidencia delictiva.

3.1.3 Áreas de atención.

Para efectos de esta investigación solo se tocarán los puntos que debería tomar el Estado
para brindarle al sujeto que va a salir de un centro penitenciario y que son el área laboral,
educativa, medico-psicológico, social, gestión y asesoría jurídica

3.2 Readaptación

3.2.1 Concepto

Como con el anterior primero hay que definir a que se refiere readaptar, visto desde el
tema penal, a mi consideración: readaptar es brindar al delincuente los elementos
cognoscitivos, hábitos, costumbres, disciplina y capacitación necesarios para que logre
introyectar las normas y valores que sirvan como contención en su psique ante el
surgimiento de ideas criminales, así como otorgarle las armas con que pueda luchar
lícitamente en la sociedad por su superación personal, volviéndose un sujeto que desea
ser socialmente útil, sobre todo que puede serlo, amén de estar capacitado para lograrlo.
Esta tarea nada tiene que ver con la conducta ya juzgada, atendible solo en cuanto refleje
la personalidad del sujeto.

Otra manera de definir a la readaptación social en pocas palabras seria como la acción y
efecto de aplicar un tratamiento individual, progresivo y técnico con el cual revertir los
factores criminógenos en el caso concreto.

7
Reinserción Social, 2019, disponible en https://www.secgob.cdmx.gob.mx/servicios/servicio/reinsercion-social

11
3.2.1 Centro Penitenciario y como afecta en la Reinserción Social.

Los Centros Penitenciarios son los encargados de albergar, custodiar y asistir a aquellas
personas puestas a disposición por la autoridad judicial, ya sea por reclusión preventiva,
tratándose de procesos penales o prisión punitiva de sentenciados para el cumplimiento
de las penas, a través de la ejecución impuesta en las sentencias judiciales, y cuyo
propósito, en el derecho penal contemporáneo y el derecho penitenciario, es la
reinserción social del individuo privado de su libertad, atendiendo en todo momento los
principios de defensa, seguridad jurídica, legalidad, vida digna y ética social, con respeto
absoluto a sus derechos fundamentales.8

Además, es obligación de la Secretaría de Seguridad, a través de la Subsecretaría de


Control Penitenciario es el órgano del Poder Ejecutivo al que corresponderá la ejecución
de las sanciones privativas y medidas restrictivas de libertad, así como la dirección y el
control de la administración y la seguridad de todos los Centros Penitenciaros y de
Reinserción Social. Estos centros están conformados por distintas áreas: Dirección,
Secretaría General, Administración y Servicios, Seguridad, así como Áreas Técnicas para
el tratamiento técnico en materia psicoterapéutica, socio criminológica, pedagógica,
laborterapia, actividad física y salud integral.9

La aplicación del tratamiento técnico de reinserción social, se maneja de forma


progresiva, interdisciplinaria, individualizada, grupal y familiar, con la intervención de las
áreas y programas involucrados en sus diferentes fases de desarrollo: estudio,
diagnóstico, tratamiento institucional y post institucional.

En pocas palabras, el propósito central del tratamiento integral es el de proporcionar al


individuo las herramientas necesarias para asimilar las normas y valores universalmente
aceptados, así como la adquisición de hábitos, conocimientos y habilidades necesarias
para el desarrollo de sus capacidades y con ello reinsertarse positivamente a su núcleo
social y familiar, inhibiendo la influencia de ambientes criminógenos y la reproducción de
conductas delictivas, por tanto este sería el fin de la reinserción social.

3.3 Relación entre Reinserción y Readaptación.

Entre readaptación y reinserción existe una relación de continente y contenido. La


readaptación es el continente; la reinserción es contenido. Según fue comentado en la
definición de reinserción social, ésta constituye la parte última del tratamiento
readaptatorio. Si se ejecuta la pena presionar para reinsertar, entonces el fin de la pena
es su fin.

Conforme el análisis del libro “La Cárcel desde adentro”; La devolución a la libertad puede
ser de dos formas: (1) dosificada; y (2) abrupta. La primera es la única recomendable,

8
Subsecretaria de Control Penitenciario, 2018, disponible en
http://sseguridad.edomex.gob.mx/subsecretaria_control_penitenciario
9
Ibid, 2018.

12
pues por medio de la supervisión y, sobre todo, de la asistencia que la autoridad otorga
al ex convicto para reintegrarse a la familia y a la vida laboral, se logra disminuir la
probabilidad de reincidencia. La segunda parte no es parte del tratamiento; por el
contrario, significa la suspensión violenta de éste. Sucede cual al ex interno se le
abandona clínica y materialmente en la sociedad, pues no se le apoya en su reintegración
familiar, social ni laboral. Lamentablemente esta forma de devolución a la libertad es la
más frecuente; también la más peligrosa, al representar mayores probabilidades de
reincidencia. Equivale a abrir la puerta del reclusorio y cerrarla a las espaldas del liberado.
El funcionario se queda en la cárcel, y el hombre libre en la banqueta. En este caso,
existe readaptación parcial, pero no reinserción social; por lo tanto, un tratamiento
incompleto.10

Por consiguiente, lo que comúnmente se puede ver es que cuando la liberación llega
luego de muchos años, en realidad ya no podemos hablar de reinserción social en el
sentido de un “regreso” a la sociedad. Pues existe un problema, el ex presidiario ya no
reconoce la ciudad, las rutas del transporte público, las avenidas, la dimensión de la
mancha urbana, las costumbres, los modismos con que la gente se comunica. En
ocasiones, por ejemplo: no reconoce ni a sus hijos; dejo de verlos en edad de brazos y
ahora los encuentra convertidos en adultos.

A mi consideración, no se puede hablar de reinserción social, en efecto, porque al


individuo se le extrajo de una sociedad que ya no existe, de este modo, no se le habrá
de regresar a la sociedad de la que se le aisló; se le habrá de “insertar”, por primera vez,
en la sociedad que se formó mientras él estuvo preso.

CAPITULO 4: LA VIDA DENTRO DE LA PRISIÓN

4.1 Delitos cometidos dentro de las prisiones


4.1.1 Corrupción
La sobrepoblación es considera el peor problema penitenciaria actual, ya que el origen
no sólo el hacinamiento, sino también a estados de angustia que traen aparejada la
violencia. Al analizar, sin embargo, la situación existente al interior de las prisiones se
encuentra que la corrupción es tanto o más causante de tal situación.

S establecer que en todos los centros de readaptación social impera una insultante
diferencia social en virtud de que una minoría de internos conocidos como el argot como
“padrinos”, “de cuello blanco” y “dorados”, disfrutan de toda clase de privilegios (celulares,

10
PALACIOS PÁNAMES G. Saúl. La cárcel desde adentro. Editorial Porrúa México 2009, páginas 118 y 119.

13
celdas exclusivas, aparatos electrónicos suntuosos, alimentos seleccionados, internos a
su servicio, custodios, droga, y alcohol-cocaína, mariguana y licores de importación),
mientras una masa hambrienta de “erizos” subsiste hacinada y careciendo de lo más
indispensable.

En una nota del 10 de octubre de 200511 comentan que en algunos reclusorios del DF
introducen objetos y sustancias prohibidas, mientras que en una nota del 6 de octubre de
200612 se instalaban en los patios, tiendas de campaña conocidas como las cabañas,
para recibir a sus familiares en los fines de semana y miércoles, aunque también servían
como comercio sexual, o ventas de mercancía para “sobrevivir en la cárcel”. Esto
demuestra, agrega, que la corrupción se ha convertido en una “forma de gobernabilidad
dentro de los reclusorios”; otro ejemplo es el pase de lista para verificar que estén todos
los presos.

En otra nota de junio de 200713 que nos relata que el Penal oriente tiene mayor
corrupción, le siguen el reclusorio norte, sur y el de Santa Martha Acatitla en ese orden;
en estos los principales actos que ocurren son: golpes si no pagan ciertas cantidades de
dinero, retraso u obstaculización de la atención médica, visita familiar, de alimentos e
incluso aislamiento o la incomunicación de los reos, falta de trabajo, de agua, negativa o
abstención de libertad por compurgar la sentencia, visita conyugal y separación de
procesados y condenados; además deben pagar por protección. Es uno de los
reclusorios con mayor registro de quejas interpuestas ante la CDH del D.F. vinculados a
actos de corrupción.

Por tanto, la corrupción se vuelve un estilo de vida para quienes se encargan de ejercerla.
En el ámbito administrativo puede verificarse también, no es necesario estar “dentro” de
las instalaciones del centro de reclusión propiamente dicho.

Si el sentenciado a pena privativa de libertad no cuenta con el dinero suficiente, dentro


del penal puede perder la vida. Esto convierte a la prisión en una pena que va más allá
de la pérdida de la libertad de tránsito o de movimiento corporal.

Mientras el pago de las tarifas fijadas al interior de una prisión se realice, no habrá mayor
problema para el interno. Sin embargo, nos ponemos a pensar, a imaginar a razonar, qué
sucede cuando éstos no cuentan con el dinero suficiente para cubrir la cuota. Hablar de
corrupción en los penales no causa sorpresa. Es de todos sabido la forma de

11
Reforma 10 de octubre de 2005,” combaten corrupción con tecnología”, por Antonio Baranda.
12
La Jornada 6 de octubre de 2006, “corrupción forma de gobernabilidad en los reclusorios capitalinos: CNDH”.
13
Reforma, sección justicia, 11 de junio de 2007, “tiene penal oriente mayor corrupción” por Yáscara López.

14
organización al interior de los reclusorios, se sabe que todo cuesta, se sabe que, incluso
la vida del propio interno tiene un precio.

¿En qué proporción se empeora la situación del individuo privado de la libertad que no
cuenta con recursos económicos? ¿Cómo puede una familia de escasos recursos, cuyo
jefe de familia ha sido recluido, proporcionarle a este último el dinero necesario para
sobrevivir dentro de la prisión? Además de que la prisión crea delincuentes al interior,
¿los está creado al exterior? ¿Quién es el responsable de la situación de corrupción al
interior de los penales?

Es obvio que las prácticas de corrupción son permitidas por las autoridades, directas e
indirectas de cada penal y cada reclusorio. La corrupción, la existencia de drogas y el
autogobierno, como se verá más adelante son patrocinados por las autoridades, debido
a que esto les reditúa beneficios económicos, con lo que el círculo vicioso nunca tiene
fin.14

Esto tiene mucha reflexión pues si nos ponemos a pensar las personas que
supuestamente fueron elegidos con base en un proceso democrático y que fungen como
servidores públicos, son quienes violan las leyes y los derechos humanos de los
individuos, convirtiendo la estancia de una prisión en un catálogo de tarifas.

En mi opinión: el sistema penitenciario sería quizás, el lugar de donde más fácilmente


podría erradicarse la corrupción, si se le compara con los demás ámbitos sociales. En
este lugar sólo habría que modificar a una sola de las partes, la otra se encuentra
constantemente sujeta a una disciplina establecida y bajo vigilancia. Eliminar la
corrupción de los penales no es una tarea imposible, se requiere solamente de voluntad
que se traduzca, además de la destitución del personal corrupto, en aumento de
presupuesto o bien, en su mayor distribución, a fin de que no sean necesarias las cuotas
por privilegios. El salario del personal debe incrementarse, y en cuanto a los custodios,
en particular, debe implementarse un sistema de incentivos que les permita por lo menos
aspirar a un puesto más alto. Los ascensos para los custodios no existen, simplemente
porque no hay hacia dónde ascender.

Además, es primordial y necesaria, por tanto, una fuerte inversión, tanto a nivel intelectual
como económico, a fin de erradicar la corrupción del sistema penitenciario mexicano.
Lamentablemente, a pesar de estas acciones, la corrupción sigue en un apogeo que
parece nunca terminará.

14
PALACIOS PÁNAMES G. Saúl. La cárcel desde adentro. Editorial Porrúa México 2009, página 301.

15
Para concluir puedo agregar que la corrupción es un fenómeno generalizado en todas las
dependencias gubernamentales y en todo el país. Sin embargo, cuando se habla de
centros de reclusión, estamos hablando de un espacio determinado, cerrado, donde en
su interior hay personas de cuyo tiempo y acciones pueden disponer las autoridades y
cuyo comportamiento se puede tolerar o se puede controlar. Aun cuando se dañen
intereses particulares, es imperante que quien ostenta el poder, imponga el orden y
constate la aplicación de la ley en este sentido.

4.1.2 Drogas
La condición de encierro en la que vive el interno facilita que se convierta en clientela
cautiva de todo tipo de tráfico ilegal especialmente del de las drogas. Desde el año de
1992 al 1994 ya comenzábamos a ver noticias de por lo menos un 80% de la población
y el 20% del personal de custodia es adicto a una droga.15

Los precios dependen según cada reclusorio, que van desde cocaína, piedra, marihuana,
pastillas, cigarros de tabaco, ron, cerveza, tequila, etc. Con la investigación y análisis
puedo mencionar que, dentro de los penales, como puede deducirse, hay también un
mercado importante para los distribuidores de droga. Lamentablemente las autoridades
terminan recibiendo ganancias con el ingreso de droga, como por ejemplo hay informes
que sospechan que en los camiones de abasto de productos alimenticios pasan grandes
cantidades, ya que no se les permite revisarlos minuciosamente y sólo lo hacen a un nivel
superficial. Y lo peor es que han declarado, asimismo, que parte de los estupefacientes
son introducidos por los familiares por la aduana de personas, con permiso del jefe de
seguridad.

De la investigación realizada, se puede decir que si se combate la posesión de drogas a


través de operativos e inspecciones sorpresa: Bajo el pretexto de búsqueda de alcohol,
droga y armas, se han intensificado, pero a la ve deformado los llamados cateos en los
que participan directamente las autoridades más altas del reclusorio. Estos se realizan
en horas de la madrugada, porque los cateos en las celdas de los padrinos están
prohibidos. A pesar de que se están intentando añadir nuevos sistemas electrónicos de
detección, pero existen mayores intereses de distribución que imposibilitan su
incorporación en los reclusorios mexicanos.

Otro punto importante de este problema es la convivencia entre internos que se


encuentran drogados, que requieren la droga y no cuentan con recursos para adquirirla,
todos dentro del sistema extorsionador de autogobierno al interior de las prisiones,

15
Ibid.

16
genera violencia. Hablando, como en páginas anteriores, de relaciones de denominación,
aquí se presenta una nueva modalidad: distribuidor-drogodependiente.

El que posee la droga dispone materialmente del adicto, quien en última instancia muere
si no la paga. Los distribuidores de droga se vuelven poderosos en un lugar donde la
gente desesperada y sin dinero requiere de ésta para vivir.

Según las declaraciones de muchos internos, la única forma de permanecer curdos al


interior de una prisión es utilizando droga o ingiriendo alcohol. El interno se endeuda a fin
de conseguir la droga, después si no consigue pagar, pone en riesgo su integridad física
o su vida. Un círculo vicioso en el que se entra, aunque no se quiera.

4.1.3 Autogobierno
El dinero también compra poder. Y el poder, al interior de una prisión se convierte en
autogobierno.

En ese sentido, se da la existencia de grupos de poder, fuertemente armados,


compuestos por reclusos que controlan el tráfico de enervantes, la venta de licor, la
prostitución, que además venden protección y seguridad a otros, y que incluso ofertan
muchos de los servicios que deberían ser otorgados gratuitamente a la población interna:
agua, electricidad, camas, colchonetas, uso del teléfono, de los servicios sanitarios y de
los espacios para la visita íntima; cuando los pagos no son requeridos por los custodios,
éstos deben ser pagados a los mismos presos que ostentan el poder al interior de la
prisión.16

El llamado autogobierno, crea al interior de los centros de reclusión, parcela de poder que
son dirigidas por los internos más fuertes, para explotar a los menos dotados, generando
una corrupción encubierta por las autoridades.

En contrapartida, gobernabilidad es una institución carcelaria puede entenderse como las


condiciones para garantizar la preeminencia de las medidas de gobierno legal que
provienen de la institución -es decir, de las normas y de las autoridades de la prisión-
sobre los fenómenos de autoridad que se dan entre internos o custodios. Un gobierno
ilegal en la prisión origina un contexto en el que la convivencia se hace intolerable: cobros
ilegales, tráfico de drogas, segregaciones, venta de licor, control de la visita íntima,
introducción de armas y corrupción de custodios y, aun de personal técnico y directivo.

16
Ibid.

17
Algunas constantes encontradas en el análisis de este tema son las siguientes y son las
responsables de que este tema sea de los más conflictivos:

- El problema se presenta cuando el autogobierno amenaza y desestabiliza a la


misma autoridad, cuando el poder es mayor al interior que al exterior.
- El otro tipo de violencia se origina cuando los reclusos se rebelan y reaccionan en
contra del dominador o los dominadores.
- El abuso de los gobernantes hacia los internos puede dimensionarse cuando éstos
tienen oportunidad de vengarse.
- El autogobierno es un problema ocasionado por las propias autoridades en cada
penal.
- El grupo que tiene el mando es auspiciado por cada director. Ellos lo originan, ellos
deben darle solución. Queda en entredicho la función de los custodios y del
personal de vigilancia.

4.1.4 Violencia
La violencia es un fenómeno antinatural que recientemente se presenta con más
frecuencia en todos los ámbitos de la sociedad. No obstante, al interior de la prisión, la
violencia da otro significado a la pena privativa de libertad. Violencia y prisión en nuestros
días son términos inseparables, al igual que lo han sido a lo largo de toda la historia de
la humanidad.

4.1.5 Violencia a Nivel Mundial


Los factores antes mencionados: sobre población, drogas, presión por el autogobierno,
etcétera, desembocan en violencia. No puede saberse qué elemento contribuye más que
otro. Cuando un sujeto puede responder más fácilmente en forma violenta:

- Cuando se encuentra hacinado, en condiciones peores que cualquier animal;


- Cuando es drogodependiente y no cuenta con dinero para comprar droga;
- Cuando se encuentra drogado o borracho y se siente “valiente” para enfrentar a
su opresor;
- Cuando es presionado constantemente a entregar dinero para no ser golpeado;
- Cuando debe soportar maltratos por parte de los custodios o de los jefes al interior;
- Cuando debe pagar hasta por ver a su familia, o
- Cuando los custodios hacen revisiones insultantes a su esposa o hijas.17

Lamentablemente cuando el individuo entra en un estado latente de agresividad, entra


fácilmente en una riña, lesiones y en la muerte.

17
Ibid.

18
La violencia y la agresión generalmente se muestran de una persona a otra, y, sin
embargo, se llega al extremo en que, para llamar la atención sobre sus demandas o para
ser escuchados, los internos atentan contra ellos mismos, realizando huelgas de hambre.

4.1.6 Inseguridad Personal


En el análisis de esta vertiente encontramos que dentro del penal nadie puede proteger
al preso, prácticamente debes cargar un arma. No sólo tienes que defenderte de tus
compañeros de celda, sino de que los custodios, quienes a diario te extorsionan.

La pena de prisión se convierte en una magnificación del castigo, donde el peor delito al
interior es carecer de recursos económicos lo que, en consecuencia, pone en riesgo su
seguridad personal e incluso su vida.

El número de custodios son insuficientes, y lejos de protegerlos, los maltratan o asesinan.


Los reos deben cuidarse de los propios presos y de los custodios.

La labor del custodio se distorsiona. Su función declarada es precisamente custodiar a


los internos para evitar su fuga, pero también para cuidar su integridad personal y la
seguridad del centro de reclusión. Una posible solución de la CNDH para evitar que los
reclusos sean golpeados, torturados o asesinados, este organismo propone la instalación
de cámaras de video en los penales, lo curioso es que esta recomendación es objetada
porque con ello se violarían disposiciones de reglamento de reclusorio tendientes a evitar
que se exhiba a los agresores a través de video filmaciones o fotografías.18

La violencia que se registra al interior de las prisiones, no sólo se vive a nivel persona,
también, cuando la presión es mucha, sirve como detonante para que todos los
prisioneros hagan una causa común amotinándose a fin de manifestar su inconformidad
respecto a alguna situación específica, para lugar con el autogobierno del penal o bien,
simplemente con el objetivo de que se destituya al director, lo cual sucede en muchas
ocasiones.19

5.2 Violaciones a Derechos Humanos dentro de los centros penitenciarios


Existen en realidad pocos informes públicos respecto del estado que guardan las
instituciones penitenciarias en nuestro país, esto es fruto de una larga tradición de
mutismo oficial, así como del escaso interés que manifiesta la sociedad en general sobre
el tema de las prisiones.

18
El Universal, sección Nuestra Ciudad, 18 de junio de 1997, p.3.
19
Op. Cit.

19
Este renglón que en los últimos años se ha visto beneficiado -por lo que respecta a la
publicación de datos que permitan conocer en cifras la situación del sistema
penitenciario-, se debe en gran medida a la labor de las comisiones de derechos humanos
que aparecieron a partir de 1990 en nuestro país, con la instalación de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, la que a través de la tercera visitadora atiende
exclusivamente las quejas que con motivo de la privación de libertad en estos centros,
promueven los ciudadanos afectados. Esta institución se ha convertido en un agudo, pero
maniatado vigilante de la autoridad penitenciaria.

Algunas de las cifras de la propia Comisión, nos revelan el estado de lo penitenciario en


nuestro país; además, evidencian la insuficiente protección que frente a la autoridad
penitenciaria puede otorgar esta institución: de un total de 45,110 quejas, 13,707 están
relacionadas con el sistema penitenciario y diversos centros de internamiento del país.
Esto es, un 30.38% de las quejas que llegaron en los últimos años a la institución fueron
tramitadas por la tercera visitaduría. Algunas de las quejas más frecuentes estuvieron
relacionadas con el otorgamiento de los beneficios penitenciarios (9,927); violaciones a
los derechos humanos de los reclusos, condiciones de vida en las instituciones, golpes y
malos tratos, entre otros (1,857); solicitudes de traslado (1,110); negativa de acceso al
servicio médico (300); en 417 quejas no fue posible determinar la violación, y el resto
puede clasificarse en inseguridad jurídica y desatención a menores y enfermos mentales
internos. De estas quejas la Comisión resultó competente para conocer sólo 3,061 de
ellas, algunas fueron turnadas a las comisiones estatales, y en la mayoría de los casos
sólo se pudo orientar al quejoso.20

Como las resoluciones de la Comisión no son vinculantes, las recomendaciones que ésta
dicta para subsanar las violaciones a derechos humanos en el país finalmente quedan a
la consideración de la autoridad. Por lo que se refiere al sistema penitenciario de todo el
país, ha dictado 306 recomendaciones, 29.05%, que incluyen a todos los estados del
país. Estas recomendaciones están relacionadas mayoritariamente con las condiciones
generales de vida en los centros, golpes y malos tratos, inseguridad jurídica, servicios
médicos, etcétera.21

Respecto de la labor de supervisión y seguimiento de las recomendaciones, la Comisión


ha realizado un total de 1377 visitas a los centros de reclusión para adultos en los 32
estados de la República, y se concluyó que en los últimos años la primera etapa de
supervisión a 445 centros de internamiento de todo el país.22

20
DERECHOS HUMANOS Y PRISION. NOTAS PARA EL ACERCAMIENTO, MERCEDES PELAEZ FERRUSCA, 1999,
disponible en https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3594/4334
21
Ibid. 1999.
22
Ibid. 1999.

20
A mi consideración es menester agregar que falta mucho por hacer en materia de
vigilancia e inspección a los centros de reclusión, pero se ha comenzado ya un camino
que no conoce regreso. Hay que fomentar y apoyar estas acciones, así como promover
más y mejores mecanismos de defensa para las personas que están presas.

4.2.1 Grupos de Defensa de los Derechos humanos de los reclusos


Dentro del marco legal de los derechos humanos, aparece claro que en múltiples
aspectos el Derecho Penal es incompatible con derechos humanos muy importantes.
Esta ha conducido al desconocimiento y a la negación de estos derechos humanos para
permitir la aplicación de las normas penales, cuando éstas se consideran necesarias para
proteger los derechos de otros.23

Ya todos sabemos que se ha reconocido que existen derechos inherentes al hombre por
su condición humana, de tal manera sustanciales que no puede perderlos aun recluido
en prisión. El deber del estado, después de todo lo expuesto en este capítulo, debería
ser el de amparar esos derechos, limitando tan sólo aquellos que la sentencia judicial
disponga.

La lucha que puedan protagonizar los movimientos de reclusos junto a los sectores
sociales y/o profesionales comprometidos con su situación, supone ahondar en la
construcción de una cultura de la resistencia. Ésta debe, en lo que atañe el ámbito de la
cárcel, emprender una lucha amplia económica, social, política, periodística y, asimismo,
utilizar el derecho no sólo para intentar sacar de la cárcel a quienes la sufren, sino para
poner en evidencia, cada vez más, la irracionalidad de la misma. Finalmente significa que
serán los propios afectados y quienes los apoyan, los que construyan su propio camino
emancipador.

La corrupción en los grupos de seguridad es una cadena que inicia en los custodios
asignados a visita familiar, túneles, aduana de personas, y vehículos o dormitorio, ellos
“centavean” a los internos y sus parientes para entregar “la cuota”.

CAPÍTULO 5: PRISIONES CON MAYOR SOBREPOBLACIÓN

5.1 Datos sobre la sobrepoblación en México.


Por el término de sobrepoblación se entiende la acción de poblar más allá de lo límites
normales de la relación individuo/espacio, de convivir en el mismo espacio un número

23
Louk Hulsman, “El sistema de justicia penal y el futuro de las prisiones”, en la Experiencia del Penitenciarismo
contemporáneo, México, CNDH, 1995, p.50

21
mayor de individuos del que se considera como normal para llevar una vida regularmente
aceptable. En este contexto, se hablará de que la Ciudad de México se encuentra
sobrepoblada.

Se habla de sobrepoblación de materia penitenciaria, cuando se llega al hacinamiento;


esto equivale a amontonar, acumular, juntar sin orden. El sentido original de esta palabra
es respecto a haces, aquí se habla de hacinar hombres.

El diario La Jornada, el 6 de octubre de 2006 publicó las declaraciones de la CNDHDF: El


hacinamiento es provocado por el sistema de justicia, lento y tortuoso.

Exposición del problema:

En el diario La Jornada del 8 de abril de 1997 se dio a conocer a la opinión pública la


situación de hacinamiento de los internos del Reclusorio Norte, donde en celdas de 4 x
3.5 metros cuadrados viven hasta 29 reos.

Puede pensarse que en un espacio de 14 metros cuadrados vivir seis personas en


condiciones más o menos llevaderas; si pudiera manejarse un porcentaje de
sobrepoblación sólo para la celda en cuestión (estancia 9 zona 2), hablaríamos de un 383
por ciento de sobrecupo.

Posteriormente, en abril del 2007 el diario Reforma publicó: La distribución de los reos es
inequitativa, en donde una celda donde deberían de estar 18 personas, hay 80. Donde la
peligrosidad de los reos, lo orilla a ser segregados del resto de la población carcelaria.

Es difícil de imaginar 80 personas en una celda. Sin embargo, se debe aclarar que
efectivamente se está hablando de un espacio de 12 metros, pero no es una celda, sino
una espacie de pasillo (conocido como “la jaula”) en el que tuberías y rejas facilitan que
puedan “tenderse” los tres niveles de hamacas que se mencionan. Otro artículo
periodístico nos da cuenta de la experiencia de un interno del Reclusorio Preventivo
Varonil Norte: Relata que las condiciones en las que duermen los reos de forma
incomoda, algunos acostados, otros sentados en el retrete, otros de pie amarrados a las
rejas de las celdas, y otros esperando su turno para poder dormir en la cama de metal
empotrada al suelo.

De hecho, cuando Elías Carranza se refiere a este problema en América Latina,


menciona: “Hay países cuyos sistemas penitenciarios funcionan con índices globales de

22
hacinamiento muy alto. En otros, el problema se presenta en determinadas unidades, con
sobrepoblaciones del 200, 300 y hasta 900 por ciento”.24

Al hablar de sobrepoblación, no podemos manejar un porcentaje global. Se habla de


capacidad instalada y de población carcelaria a nivel nacional, cuando hay reclusorios
varoniles que están sobresaturados, y aun dentro de determinado reclusorio, los índices
de sobrepoblación varían, como se vio, puede haber celdas donde hay 29 internos y por
otro lado lugares que equivalen a cinco veces la extensión de la celda normal, para un
solo interno con posibilidades económicas. De cualquier modo, no pueden dejar de
citarse las estadísticas y porcentajes al respecto. A nivel nacional la capacidad
penitenciaria ha sido constantemente incrementada.

Como ya se mencionó en la presente investigación se habla de sobrepoblación de


materia penitenciaria, cuando se llega al hacinamiento, lo cual equivale a amontonar,
acumular o juntar personas sin orden alguno.

La sobrepoblación es considera el peor problema penitenciaria actual, ya que el origen


no sólo el hacinamiento, sino también a estados de angustia que traen aparejada la
violencia. Sin embargo, la situación existente al interior de las prisiones se encuentra que
la corrupción es tanto o más causante de tal situación.

De acuerdo con datos del INEGI, México se encuentra en el séptimo lugar de países con
mayor sobrepoblación en sus prisiones en el mundo, dicha estadística la lideran Estados
Unidos y China.

ESTADOS UNIDOS 2,145,100

CHINA 1,649,804

BRASIL 650,956

RUSIA 627,702

INDIA 419,623

TAILANDIA 286,861

MÉXICO 233,46925

24
Carranza, E. (2001); “Justicia Penal y Sobrepoblación Penitenciaria”, Primera Edición, Siglo XXI Editores, S.A de
C.V, en coedición con el ILANUD México.
25
Fuente: Institute for Criminal Policy Research, World Prision Brief, University of London,
http://www.prisonstudies.org/highest-to-lowest/prisonpopulation total?field_region_taxonomy_tid=All&=Apply
(27 de abril de 2016).

23
5.2 Cárcel Distrital de Tepeaca

La Cárcel Distrital de Tepeaca, ubicada en Puebla, tiene el mayor nivel de hacinamiento


en todo México. Esta cárcel es un pequeño reclusorio con capacidad máxima para 46
personas, sin embargo, en la actualidad hay 329 personas recluidas ahí. Es una
sobrepoblación de más de 600%, según los datos del Órgano Administrativo
Desconcentrado de prevención y Readaptación Social.

De las 329 personas recluidas en este penal, hay un gran porcentaje de reclusos que
están aún bajo proceso, es decir, no han recibido sentencia, por lo que aún no se ha
comprobado que sean culpables del delito que se les imputa. La sobrepoblación,
abundaron, ha causado problemas como fugas y riñas dentro del penal.

“La Comisión Nacional calificó al penal de Tepeaca con 5.86 con el semáforo de
monitoreo en rojo.”26 Asimismo, la CNDH advierte que esta prisión es propensa a tener
problemas como hacinamiento, sobrepoblación, insuficiencia de programas para prevenir
actos violentos, violación de los derechos humanos y atención en caso de ser detectadas;
inexistencia o insuficiencia de instalaciones dignas; deficiencia alimentaria, deficiencias
en el proceso de imposición de sanciones disciplinarias, entre otros.

5.3 Cárcel Distrital de Tizayuca

Esta prisión es la segunda con el mayor nivel de sobrepoblación en México. Dicho penal
está diseñado para albergar a 47 personas como máximo, pero en la actualidad cuenta
con 199 personas privadas de su libertad, lo que representa que el penal está rebasado
en más de 445%.

De acuerdo con las autoridades municipales, esta prisión no fue construida expresamente
para ser una cárcel, sino que con el paso del tiempo ha sido adaptada para este fin, lo
cual ha ocasionado muchos problemas a los gobiernos locales, pues de ellos depende el
funcionamiento de este lugar, que alberga a reos de diversos lugares como Villa de
Tezontepec, Tolcayuca, Zapotlán de Juárez, inclusive reos del Estado de México.

5.4 Cárcel Distrital de Atotonilco

La Cárcel Distrital de Atotonilco, en Hidalgo, tiene niveles de sobrepoblación que también


rebasan el 400%. Debido a esto Maximiliano Butrón Licona, quien funge como Secretario
General de Atotonilco el Grande, reconoció que esta prisión carece de los lineamientos
para que funcione como un lugar de internamiento de reos, por lo que se ha pedido a la

26
Fuente: Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria. Disponible en:
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/sistemas/dnsp/dnsp_2017.pdf

24
Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, que esta prisión únicamente sea utilizada
para personas que cometan faltas administrativas.

5.5 Prisiones de la Ciudad de México

Los datos más recientes con que se cuenta en el sentido de la relación capacidad y
ocupación de algunos de los penales de la Ciudad de México, son los siguientes:27

Reclusorio Norte

Población actual: 12,300

Capacidad: 5,500

Sobrepoblación: 123.6 por ciento

Reclusorio Sur

Población actual: 12,600

Capacidad: 5,500

Sobrepoblación: 129.1 por ciento

Reclusorio Oriente

Población actual: 7,800

Capacidad: 3,500

Sobrepoblación: 122.9 por ciento

Penitenciaría de Santa Martha

Población actual: 2,360

Capacidad: 2,300

Sobrepoblación: 2.6 por ciento.

CAPÍTULO 6: POSIBLES SOLUCIONES A LA SOBREPOBLACIÓN PENITENCIARIA


EN MÉXICO

Para poder plantear alguna solución a la problemática que nos ocupa primero se deben
de analizar todos los factores que influyen en la sobrepoblación penitenciaria y con ello
crear estrategias viables que nos permitan combatir la sobrepoblación.

27
GARCÍA GARCÍA, G. Leticia, Historia de la pena y sistema penitenciario mexicano. Editorial Porrúa. México 2010

25
Las estrategias que se adopten para mejorar la eficacia de los sistemas penales deben
procurar reducir el tiempo que transcurre entre el inicio y el fin del proceso con sentencia
definitiva, ya que como se mencionó anteriormente en la presente investigación hay un
gran número de personas que están privadas de su libertad que aún no se tiene la certeza
si son inocentes o si verdaderamente son culpables de los delitos que se le atribuyen,
con lo cual se estima que 40 por ciento de todas las personas que viven en las cárceles
mexicanas están allí debido a la detención preventiva.

Si sólo México utilizara la prisión preventiva para los delitos graves, el problema del
exceso de capacidad podría estar mucho más cerca de ser resuelto. Aunado a esto, se
deberían de imponer plazos para la conclusión de la instrucción y el juicio, mejorar la
administración judicial, crear sistemas efectivos de gestión de casos, racionalizar los
procesos previos al juicio, establecer nuevos tribunales (incluyendo tribunales para
delitos menores) y asignar recursos suficientes, entre otras.

El que es quizá uno de los problemas más importantes en el sistema penitenciario de


nuestro país es la excesiva dependencia del sistema de justicia en las condenas de cárcel
para una amplia variedad de delitos. En México, por ejemplo, “el 95 por ciento de todos
los delitos se castigan con penas de prisión, lo que indica un fracaso en la exploración de
medidas disciplinarias alternativas para los delitos menos graves o no violentos.”28

En materia procesal, por ejemplo, se debe de fortalecer la implementación del sistema


acusatorio, favoreciendo el cumplimiento del principio de inocencia y la libertad durante
el proceso e introducir instituciones tales como la suspensión del proceso a prueba, el
principio de oportunidad y la conciliación.

En palabras de Elías Carranza con respecto de las leyes de ejecución penal, nos
menciona que: “Debe promoverse el control judicial de la ejecución de la pena, facilitando
el acceso a la libertad condicional, al trabajo extramuros, regímenes de confianza y otros
beneficios que contribuyen a reducir el hacinamiento”29

El aumento de la capacidad de las cárceles es una de las posibles soluciones a la


problemática que nos ocupa, sin embargo, consideramos que no constituye una medida
efectiva, ya que sólo genera un círculo vicioso, en el cual se pretenda privar de su libertad
a más personas cada vez, teniendo la excusa que ahora si hay en donde los puedan
meter.

Según Thomas Mathiesen: “Las prisiones no rehabilitan, no cumplen una función de


prevención general, tampoco funcionan como incapacitación, y no sirven para cumplir el

28
Ibid.
29
Carranza, E. (2001); “Justicia Penal y Sobrepoblación Penitenciaria”, Primera Edición, Siglo XXI Editores, S.A de
C.V, en coedición con el ILANUD México.

26
valor de justicia. Una vez construidas son irreversibles, además son insaciables,
inhumanas, contradicen valores básicos y no ayudan a las víctimas.”30

Por otro lado, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos reconoce que “la
creación de nuevas plazas sea por medio de la construcción de nuevas instalaciones o
de la modernización y ampliación de otras es una medida esencial para combatir el
hacinamiento y adecuar los sistemas penitenciarios a necesidades presentes; sin
embargo, esta sola medida no representa una solución sostenible en el tiempo”. 31

En fin, cuando resulte de alguna manera imprescindible construir nuevas cárceles, se


debe hacer conforme a las necesidades de cada sistema y cada país, respetando las
diversas recomendaciones internacionales que se brinden y en el marco de una
estrategia dirigida a reducir el número de personas que son privados de su libertad, esto
con el fin de contar con una solución sostenible al crecimiento continuo y progresivo de
la población penitenciaria.

Además, considero que el nuevo sistema de justicia penal acusatorio es parte de la


solución, pues las instituciones que se establecen a partir de la reforma son esenciales
para poder llevar a la práctica salidas alternativas en el caso de delitos menores y hacer
un uso cauteloso de la prisión preventiva. También es necesario que varios delitos que
actualmente se castigan con prisión sean tratados con otro tipo de penas y no la primera
y única salida sea la prisión ya que como se ha mencionado anteriormente esta es una
de las grandes problemáticas que influyen más directamente a hacer este círculo vicioso
cada vez mayor.

Por lo que, con la implementación de estas estrategias se reduciría significativamente la


población carcelaria y, por lo tanto, el hacinamiento. También evitaría que los
delincuentes no violentos pasen por un ambiente poco propicio para la reinserción.

CAPÍTULO 7: ANÁLISIS

7.1 Análisis cuantitativo

De acuerdo con los datos publicados por el OADPRS32, a julio de 2015, había 254,705
personas privadas de su libertad en 388 establecimientos de la República Mexicana. Se

30
Thomas Mathiesen, Diez razones para no construir más cárceles. Nueva doctrina penal, Núm. 1. 2005. Buenos
Aires, Argentina.
31
CIDH. Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, 2011.
32
Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional. Secretaría de Gobernación/Comisión
Nacional de Seguridad/Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social. Julio de 2015.

27
puede identificar que el total de sentenciados es de 147,612 y 107,093 personas
procesadas.

Cabe destacar también que, de la población total en reclusión en ambos fueros, 241,312
son hombres y 13,393 mujeres. Si se identifica que la capacidad instalada para los 388
centros es de 203,084 espacios, y se tiene una población total de 254,705; actualmente
51,621 internos no cuentan con un espacio óptimo de habitabilidad, como se ha señalado.
Cabe destacar que este problema se presenta en 204 centros.

En los últimos 10 años el índice de sobrepoblación se ha mantenido por encima del 23%,
lo que hace evidente que el problema va en aumento y que las acciones que las
autoridades del Estado Mexicano están realizando no han sido lo suficientemente
significativas para erradicar el problema.

Tomando como marco temporal de análisis las últimas dos décadas, se observó que entre
1994 y 2004 la población penitenciaria en México se duplicó, siendo la etapa de mayor
crecimiento de población interna a nivel nacional.

El aumento entre esos años, consistió en una tasa promedio anual del 8.3% y,
posteriormente en 2004, el crecimiento ha sido menor, con una tasa promedio anual del
2.7%.41 Por otra parte, en tan solo 20 años (de 1995 a 2015) de acuerdo a estadísticas
oficiales, se incrementó la capacidad de espacios en los centros penitenciarios del país
de 67,324 a 203,084 lo que representa un aumento de 135,460 nuevos espacios. 33

7.2 Análisis cualitativo

Partiendo del análisis expuesto, al fenómeno de sobrepoblación debe observársele desde


diferentes perspectivas, coincide también el Dr. Sergio García Ramírez “Hay
sobrepoblación cuando los reclusos alojados en un establecimiento rebasan -en diversa
medida, pero en términos netos- la capacidad de recepción del establecimiento, hecho
que corresponde a la forma de sobrepoblación más frecuentemente considerada. ¿Cómo
asegurar la observancia escrupulosa de los derechos humanos y la vigencia del principio-
y proyecto- de reinserción en lugares de hacinamiento, donde la ´acumulación de cuerpos
humanos´ conspira contra las reglas elementales de la higiene, la convivencia, la dignidad
de las personas?”34

Esta reflexión se complementa agregando que quienes han seguido el paso de las
prisiones en los años recientes están al tanto de la multiplicación de planes y programas,
organismos y reformas, siendo estas insuficientes “Sucesivas administraciones

33
CNDH, LA SOBREPOBLACIÓN EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS DE LA REPÚBLICA MEXICANA. 2015, Disponible
en: http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/Pronunciamiento_20151014.pdf
34
García Ramírez, Sergio y Martínez Breña, Laura. “Presos y Prisiones”. Editorial Porrúa/ UNAM/PUDH. México.
2015. p. 214.

28
emprendieron la construcción de reclusorios, la capacitación de servidores públicos de
esta adscripción, la revisión de normas y dependencias. Una novedad relevante de los
últimos lustros fue el establecimiento de los Centros Federales de Readaptación Social
(CEFERESOS), en torno a los cuales ha habido una viva polémica: ¿han desechado el
objetivo de readaptación social, en aras del apremio de seguridad? ¿se ha conseguido
con ellos mejorar la seguridad publica en el país? Por supuesto el fenómeno más
importante de los años en curso, que ejerce un poderoso, decisivo impacto sobre el
régimen total de la prisión, es el crecimiento desmesurado de la población penitenciaria
en todo el país, hecho que pone en riesgo los propósitos y diluye los esfuerzos.”35

Se observa así, en la mayoría de los Estados de la República Mexicana, que los sistemas
penitenciarios se han ido adaptando a la realidad que les impone el incremento de la
incidencia y consecuentemente, a un crecimiento exponencial de la población
encarcelada. Es obvio que no es posible renunciar al papel punitivo del Estado, también
lo es que, en el abordaje de la criminalidad, el Derecho Penal debe ser el último recurso
al que acudir, debiendo privilegiarse las estructuras de carácter preventivo, esto es,
aquéllas basadas en la prevención de peligros y el control de riesgos; en la medida en
que la evitación del daño es infinitamente mejor y más barata que su reparación.

Por otra parte, el reto que involucra abordar la ejecución de las sentencias bajo una óptica
que protege y garantiza el respeto a los derechos humanos en el nuevo sistema
acusatorio adversarial, conlleva la necesidad de fortalecer el marco normativo, así como
satisfacer las necesidades de personal capacitado y de contar con una infraestructura
suficiente para atender a la población interna.

35
García Ramírez, Sergio. Derechos Humanos de los Reclusos en México. Guía y Diagnóstico Nacional de Supervisión
Penitenciaria. Comisión Nacional de los Derechos Humanos. México. 2007. p. 62.

29
CONCLUSIONES

El sistema penal y penitenciario de un Estado de Derecho es un tema que reviste


substancial importancia y más aún cuando en un momento dado se convierte en noticia,
como consecuencia de un acelerado crecimiento de la población penitenciaria
contrastado con un reducido número de cupos. De ello resulta, inevitablemente, una
caótica condición de sobrepoblación y hacinamiento carcelarios.

No obstante, el hacinamiento en las prisiones no es una causa, tal como se ha querido


hacer creer en diferentes ocasiones. Por el contrario, es la consecuencia de una serie de
factores y variables que se conjugan y ponen en riesgo el aparato penitenciario de un
país. En primer lugar, durante los últimos años las reformas al Código Penal se han
dirigido por un rumbo peligroso: el aumento de penas y la reducción de beneficios para
las personas presas. Ingresan a prisión más personas de las que la abandonan por
cumplimiento de la sanción. A esto se le une la problemática generada por el uso de la
prisión preventiva. La prisión preventiva en el país suele usarse como prima ratio, y se
aplica sin siquiera analizar las medidas cautelares no privativas de libertad.

Para poder atender como se debe esta gran problemática que atraviesa México en la
actualidad hace falta promover una investigación de mayor alcance y profundidad en el
tema de la Sobrepoblación Penitenciaria y Tratamiento Penitenciario para poder
establecer algunas nuevas relaciones entre otros factores que intervengan en la
rehabilitación, reinserción y reincorporación de los internos a la sociedad y así proponer
al estado soluciones para poder enfrentar este problema, ya que las penas actuales no
están solucionando este problema. Además de que hace falta desarrollar un adecuado
Tratamiento Penitenciario donde se promueva espacios de reflexión para los internos y
promover políticas penitenciarias acorde con nuestra realidad para lograr un mejor
desempeño del Personal Penitenciario, con la finalidad que exista una buena relación
entre ambos y así desarrollar verdaderas actitudes de rehabilitación, Reinserción y
reincorporación de los internos, que se vean reflejados a su egreso del establecimiento
penitenciario.

En fin, la cárcel es un instrumento de represión, pero también de integración social, debe


servir para cubrir carencias formativas, de salud, de capacitación laboral para personas
que no han tenido oportunidades, o que no han sabido aprovecharlas. Cabe considerar
que es necesario transformar la actual realidad de “cárcel depósito” en una “cárcel
reinsertadora”. Sin embargo, la situación de Sobrepoblación, hacinamiento, las
condiciones deficientes en la infraestructura y Seguridad Penitenciaria, así como el
estado de los servicios y del tratamiento que reciben las personas privadas de libertad,
han vulnerado valores claves como la seguridad, el orden y los derechos fundamentales.

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BIBLIGRAFÍA

Libros.
1. Carranza, E. (2001); “Justicia Penal y Sobrepoblación Penitenciaria”, Primera
Edición, Siglo XXI Editores, S.A de C.V, en coedición con el ILANUD México.
2. GARCÍA ANDRADE, Irma. Sistema Penitenciario Mexicano, reos y perspectivas.
Editorial Sista. México. 1989.
3. ARCÍA GARCÍA, G. Leticia, Historia de la pena y sistema penitenciario mexicano.
Editorial Porrúa. México 2010.
4. Rivera, B. Iñaki La cuestión carcelaria. Historia, epistemología, derecho y política
penitenciaria. Buenos Aires, Editores del Puerto, 2006.
5. Rivera B. Iñaki, coord., “La devaluación de los derechos fundamentales de los
reclusos”. Tratamiento penitenciario y Derechos Fundamentales. J. M. Bosch
Editor,1994.
6. PALACIOS PÁNAMES G. Saúl. La cárcel desde adentro. Editorial Porrúa México
2009, páginas 118 y 119.
7. Louk Hulsman, “El sistema de justicia penal y el futuro de las prisiones”, en la
Experiencia del Penitenciarismo contemporáneo, México, CNDH, 1995.
8. Thomas Mathiesen, Diez razones para no construir más cárceles. Nueva doctrina
penal, Núm. 1. 2005. Buenos Aires, Argentina.
9. CIDH. Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad
en las Américas, 2011.
10. Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional. Secretaría
de Gobernación/Comisión Nacional de Seguridad/Órgano Administrativo
Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social. Julio de 2015.
11. García Ramírez, Sergio y Martínez Breña, Laura. Presos y Prisiones. Editorial
Porrúa/ UNAM/PUDH. México. 2015.
12. García Ramírez, Sergio. Derechos Humanos de los Reclusos en México. Guía y
Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria. Comisión Nacional de los
Derechos Humanos. México. 2007.

Páginas web.
1. CIDH, Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas. 2014.
Disponible en http://www.oas.org/es/cidh/ppl/Informes/pdfs/Informe:-PP-2013.
2. Reinserción Social, 2019, disponible en
https://www.secgob.cdmx.gob.mx/servicios/servicio/reinsercion-social.
3. Subsecretaria de Control Penitenciario, 2018, disponible en
http://sseguridad.edomex.gob.mx/subsecretaria_control_penitenciario.
4. DERECHOS HUMANOS Y PRISION. NOTAS PARA EL ACERCAMIENTO,
MERCEDES PELAEZ FERRUSCA, 1999, disponible en

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https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-
comparado/article/view/3594/4334.
5. Fuente: Institute for Criminal Policy Research, World Prison Brief, University of
London, http://www.prisonstudies.org/highest-to-lowest/prisonpopulation
total?field_region_taxonomy_tid=All&=Apply (27 de Abril de 2016).
6. Fuente: Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria. Disponible en:
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/sistemas/dnsp/dnsp_2017.pdf
7. CNDH, LA SOBREPOBLACIÓN EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS DE LA
REPÚBLICA MEXICANA. 2015, Disponible en:
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/Pronunciamiento_2015
1014.pdf

Notas Periodísticas.
1. Reforma 10 de octubre de 2005,” combaten corrupción con tecnología”, por
Antonio Baranda.
2. La Jornada 6 de octubre de 2006, “corrupción forma de gobernabilidad en los
reclusorios capitalinos: CNDH”.
3. Reforma, sección justicia, 11 de junio de 2007, “tiene penal oriente mayor
corrupción” por Yáscara López.
4. El Universal, sección Nuestra Ciudad, 18 de junio de 1997, p.3.

Leyes y jurisprudencias aplicables.


1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
2. Ley Nacional de Ejecución Penal.
3. Ley de Ejecución de Sanciones Penales y Reinserción Social para el Distrito
Federal.
4. Reglamento de la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y Reinserción Social
para el Distrito Federal.
5. Jurisprudencia. PENAS. SU EJECUCIÓN ES COMPETENCIA EXCLUSIVA DEL
PODER JUDICIAL, A PARTIR DEL 19 DE JUNIO DE 2011. Disponible en:
https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?Clase=DetalleTesis
BL&ID=2001988&Semanario=0
Jurisprudencia. COMPETENCIA PARA CONOCER DEL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA RESTRICCIÓN AL SENTENCIADO DE LAS
VISITAS FAMILIAR E ÍNTIMA IMPUESTA POR UNA AUTORIDAD PENITENCIARIA.
SE SURTE A FAVOR DE UN JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA PENAL. Disponible en:
http://sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?ID=2006623&Clase=Det
alleTesisBL&Semanario=0

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