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Mal de Amores de Emilia

Oscar Villalobos Gutiérrez C38449

La novela presenta un conflicto amoroso con Emilia ya que se presenta un triángulo


amoroso entre Daniel Cuenca y Antonio Zavalza.

Por un lado, está Daniel representando su amor de la infancia, aquel que conoció
casi recién nacida y pasaron años jugando antes de que su padre lo mandara a un internado,
y se fuera y volviera cada cierto tiempo. Luego estando en la Universidad, en Chicago,
Daniel se impregnaría de la pasión política liberal y antirreeleccionista que marcaría sus
actitudes, personalidades y prioridades a lo largo de la novela. Debido a está pasión de
Daniel por la política pasa yendo y viniendo de campañas antirreeleccionistas contra el
dictador Porfirio Diaz, y que en cada una de estás campañas deja botada a Emilia de un
pronto a otro, confundiendo a Emilia en este vaivén de emociones, donde en una noche la
mece en el aire con su amor como si fuera la primera vez que se ven, para el día siguiente
desaparecer por años.

Del otro lado, está Antonio, un reconocido doctor, que Emilia conoce en la boda de
Sol, y que posteriormente trabajaría con él. Desde el primer momento se describe una
química entre ambos, además que Emilia admiraba los conocimientos que este tenía,
además Zavalza la llenaba de paz y le quitaba el deseo de Daniel que tenía, como se
menciona en la obra “su boca como un bálsamo que le curaba el afán de tener a Daniel
cerca”. Y con él terminó casándose.

En un punto de la obra Daniel regresa y se pone a tocar la flauta y Emilia ante la


melodía va donde Daniel como una enamorada, como si fuera la primera vez de nuevo. Y
claramente Emilia lo sigue amando, al igual como también ama a Zavalza. Y también se
relata como Zavalza sabía que ella iba hacia Daniel y no había nada que decir o hacer.

Es complicado como Emilia siempre vuelve a Daniel, incluso después de tantas


veces que la ha dejado, pero cada que vuelve le regala momentos llenos de pasión y amor.
Incluso ya casada con Zavalza, quien le da paz, estabilidad, ella desea a Daniel.
¿Por qué ella sigue amándolo? ¿Es el amor un constante sufrimiento?, ¿una
constante búsqueda de felicidad y plenitud?, ¿Busca Emilia la felicidad que le da Daniel?
Podría ser la dependencia a este estado de felicidad que Daniel le causa a Emilia cada vez
que regresa, y la aflicción que le causa cada vez que se va, lo que le provoca la adicción
que tiene hacia él. Ya que, cuando el amor se alcanza ya no lo queremos, se dice que se
busca a alguien en base a lo que queremos que él o ella sea, pero cuando se logra cambiar a
la persona ya realmente se acaba el amor, porque se acaba la libertad. Como plantea Sartre,
el amor es libertad, cuando el amor se exige o se cambia a la persona se pierde la
individualidad, se pierde la esencia de esa persona, aunque esta esencia, era lo que nos
dañaba, era lo que nos llenaba a su vez.

Dentro de la sensatez, cualquiera diría que Emilia debería de quedarse con Zavalza,
ya que le provee estabilidad, paz, amor, sobre todo libertad, que, aunque Emilia fuera hacia
Daniel al escuchar la flauta, él no reprochó nada y la dejó hacerlo. Pero el ser humano no es
sensato, quiere lo que no se puede tener, quiere lo que no puede cambiar, como Emilia
quiere a Daniel, porque el amor es el intento permanente por completarnos, amamos la
primera vez que nos enamoramos, amamos el tratar de cambiar a una persona hacia la
visión que tenemos de ella, amamos la libertad de que nos escojan, por eso de fijo Emilia
escoge a Daniel, siempre es como la primera vez, es libre, y siempre que regresa la hace
sentir como si ella fuera su elección, amor de la infancia, uno siempre está más unido al
primer amor, siempre se idealiza mucho y se hace lo posible para que esta persona esté con
nosotros. Por eso de fijo Emilia escoge a Daniel, la gente es tonta y lo perfecto no le gusta,
hay más pasión cuando el amor se concentra en pocos momentos y cada uno de ellos con
pasión que cuando cada día es una entrega de amor vaga y aburrida.

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