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TLR

Telebachillerato de paso del


Toro

Clave 30ETH0069B

Profesor Ricardo Diez


Kloss

Ensayo Literario

Segundo semestre

Grupo “A”

María Fernanda Mora


Aguilar
Somebody To Love
“Uno amo por primera vez y el otro amo para toda la vida”.

Love
Una novela que trata sobre las aventuras de una pareja homosexual en
los años 50’s época donde era muy mal visto y su final es bastante
realista.
Esta novela creada por la autora de nombre desconocido debido a su
posición en esos momentos, es decir, el libro originalmente fue
escrito en inglés, pero la autora jamás pudo recibir los créditos por
esta historia pues fue llevada por sus padres ya que lamentablemente
descubrieron que escribía este tipo de historias y desde entonces no se
supo nada mas de ella, demasiado triste ya que la historia es una joya,
está muy bien escrita y es muy recomendable. La historia se relaciona
mucho con la canción de Elvis Presley “Can't Help Falling in Love”
por su significado en español.

Iniciemos por el principio.


Londres 1958…

Enamorarse de otro hombre durante la década de 1950 nunca fue algo


que Tyler Kim o Alvin Jeon imaginaron. Especialmente no cuando
ambos estaban casados y tenían hermosas esposas.
O, la historia de dos amantes que nunca fueron hechos el uno para el
otro, pero el destino encontró su camino de todos modos.
Alvin de 23 años, estudiante de leyes.
Tyler de 26 años, abogado.

Todo empieza con Alvin jugando con el tocadiscos en la casa de


Verónica (la mejor amiga de su esposa que lleva por nombre Rose),
entonces se ve interrumpido por Tyler, el esposo de Verónica, desde
aquí indirectamente el menor se encuentra flechado por el mayor
pues, es decir, es un hombre guapo, alto, masculino, perfecto, exitoso,
rico, el amor perfecto.
Gracias a sus esposas ellos empiezan a interactuar, a entablar una
bonita amistad y es aquí donde empiezan los juegos tontos, los
coqueteos, a tal punto que incluso uno como lector logra sentir la
tensión entre ellos. Alvin empieza a descubrir una nueva faceta de
Tyler que no sabía que existía, es así como ambos se aventuran a este
amorío imposible cometiendo una infidelidad, pero, aunque ellos lo
sabían se segaban mutuamente para poder seguir viviendo esa
felicidad que nunca antes habían sentido, ni siquiera con sus esposas.
Tuvieron momentos en los que dudaron de continuar con su amorío,
pensaron incluso en escapar a Grecia, lugar donde prometían llegar y
vivir ante la sociedad como dos hermanos solo hasta que ellos ante la
sociedad fueran aceptados, pero no todo es color de rosa, de ahí la
frase: “Si tan solo fuéramos más jóvenes, más libres, no dudaría en
tomar tu mano y huir en un bote a Grecia. Cabe mencionar que ellos
viajaron una vez a Grecia y en ese viaje Tyler le coloco Moonflower a
Alvin como sobrenombre, una flor bastante bella para después
regalarle un collar de plata con un diamante y tallado con el mote por
el reverso, cabe mencionar que en esa época la plata solo la ocupaban
las femeninas.
Tiempo después ellos dos siguieron con sus encuentros hasta que
fueron descubiertos por Verónica la cual evidentemente no lo tomo
nada bien, volviendo a colocarse violenta con Tyler, porque si,
aunque Tyler era un hombre bastante fuerte, siempre fue sometido a
los abusos de Verónica, la cual lo había violentado por casi todos
los años de su matrimonio.
Esa noche Alvin recorrió la ciudad en busca de nada en especial,
aunque no contaba con el hecho de que Verónica le contaría a Rose
quien mando a golpear a Alvin, su propio esposo siendo así que
dejaron demasiado herido al menor, que de no ser por el chofer
personal de Tyler que se encontraba haciendo un recorrido con su
esposa por el lago donde dejaron a Jeon golpeado, siendo de ese
modo llevado a la casa de los Kim, donde se encontraba el
matrimonio siendo que ambos se encontraron horrorizados por la
escena, en ese instante Verónica contacto a Rose para que fuera ahí
a ver a Alvin siendo así que cuando ella llego vio a Tyler y Alvin
juntos abrazados el uno al otro y al ver a el menor de ellos no pudo
evitar llorar y arrodillarse a suplicar perdón para segundos después
confesar, tiempo después Jeon mejoro y siguió su amorío con
Tyler, aun en secreto, mientras se hacía pasar por un perfecto
esposo con Rose solo por la presión social y el miedo, aunque se
dio cuenta de que en realidad nunca la amo, solo quería ser un poco
como ella, semanas más tarde Tyler recibió un paro cardiaco, y
mientras Verónica estaba en el hospital, no dudo en engañar a su
esposo una vez más solo que esta vez fue con un médico del mismo
hospital mientras el único que se quedó al lado de Kim fue Jeon,
poco después de que el despertara le comento al mayor de los dos
que se divorciaría de Rose para poder amar libremente sin sentirse
culpable y Kim concluyo con lo mismo.
Después de pensarlo, decidió decirle a su esposa que quería el
divorció, a pesar de que Rose siempre había sido tan poco empática
con Jeon antes, acepto.
Tyler hizo lo mismo con Verónica y ella también acepto, pero
después de varias semanas se dio cuenta de que realmente
necesitaba de Tyler y que no podía dejarlo ser feliz con Alvin,
entonces le dijo que estaba embarazada, Kim ni siquiera dudo de
que él bebe fuera suyo, ¿por qué?, simplemente porque siempre
anhelo con todo su ser tener un hijo o talvez una hija, en ese
momento el corrió al departamento de Jeon para contarle la noticia.
Tyler puso sus manos contra su rostro, sonriendo ampliamente,
dándose la vuelta. La respiración de Alvin se entrecortó. Si no lo
decía ahora, tal vez nunca podría hacerlo.
“¿T-Tyler?" Alvin dijo en voz baja. "Tyler, creo... todo este tiempo
que hemos pasado juntos, qué nos hemos vuelto tan cercanos...
Creo que podría... podría haberme enamorado de-", dijo Alvin con
una sonrisa.
"Alvin," el hombre mencionó, arrastrando sus palabras, y luego se
dio la vuelta, con los labios curvados en una sonrisa. "Verónica está
embarazada" dijo Tyler, interrumpiéndolo.
Alvin se quedó helado.
Se quedó inmóvil en su lugar. Un dolor sordo se extendió por su
pecho como un fuego ardiente, sus ojos se agrandaron y sus rodillas
casi cedieron ante sus palabras. Alvin lo miró, conmocionado,
incrédulo, un terremoto de emociones revoloteando en su
estómago. No salieron palabras. No podía hablar.
"Ha estado embarazada desde hace un mes más o menos. Ella- ella
fue al médico en casa de su madre. Eso es lo que vino a decirme...
Yo-" Tyler dijo, pasando su mano por su cabello, sacudiendo su
cabeza. "No puedo creerlo".
Alvin se sintió roto, como un vidrio frágil que había sido hecho tan
perfectamente, tan intrincadamente, con tanta precisión, finalmente
rompiéndose en pedazos a la vez, arrojado al suelo por la eternidad.
"Eso es-" comenzó a decir, ahogado, las palabras no salían. "E-eso
es bueno-"
"Es asombroso" dijo Tyler, luciendo muy feliz. "He querido tener
un hijo desde... desde hace tanto tiempo, Alvin. Finalmente está
sucediendo" sonrió, mirando hacia arriba. "Honestamente, no
puedo creerlo. Me lo dijo hoy. Había regresado a casa hace dos
semanas y regresó ahora que
está confirmado".
Alvin sintió lágrimas en los ojos, no pudo evitarlo. Pero sonrió.
Sonrió para Tyler. "Estoy tan feliz por ti." exhaló, con una lágrima
resbalando por su mejilla. "¿Es tuyo? ¿Estás seguro?" susurró
esperanzado.
"Sí. Los médicos hicieron una de esas pruebas de ADN bastante
futuristas... Es mi hijo. Nuestro... es nuestro hijo" Tyler dijo, con
las manos apretadas. "Ella se fue a dormir, así que vine aquí para
decírtelo. Yo... Dios, no puedo esperar por saber si es un niño o
una niña. Decoraremos la casa para que se ajuste a él o ella,
nosotros-"
Casi se siente como si esto entre nosotros, aunque haya sido breve, me
hubiera convertido en alguien con quien me siento más feliz".
Alvin se agarró su camisa con más fuerza. "¿Se acabó?" preguntó,
débil, ligero, con palabras apenas coherentes.
Tyler miró a Alvin. Era como si la emoción de la noticia hubiera
corroído su capacidad de sentir el dolor del chico. Tyler sonrió. "¿No
fue hermoso mientras duró?"
Alvin trató de no llorar, pero no pudo evitarlo, las lágrimas corrieron
por su rostro. Tyler tomó su rostro entre sus manos. "No llores, bonito.
No lo hagas. Sabes que todavía seguiré hablando contigo-"
Alvin comenzó a llorar más fuerte, sabiendo lo horrible que debía
parecer que Tyler le acabara de dar tan buenas noticias, y su reacción
fue sollozar como un niño. Pero no pudo evitarlo, se tapó la boca con
las manos, incapaz de respirar, incapaz de ver.
"¿Cariño?" Dijo la voz de Tyler, pero era como si Alvin estuviera
atrapado en sí mismo, en la oscuridad a su alrededor, y Tyler estaba
muy lejos, tan, tan lejos.
Al día siguiente Alvin se emborracho con todo el vino que encontró
dentro de su apartamento hasta perder la conciencia, fue ahí donde le
llamo a Tyler perdiendo toda gota de dignidad, porque el dolor de su
corazón era aún más fuerte que cualquier gota de orgullo.
Luego se acercó al teléfono y lo descolgó, sin escuchar nada en la otra
línea. Y de alguna manera logró marcar un número, sintiendo como si
estuviera a punto de caer. El teléfono sonó una, dos, tres veces y luego
alguien contestó.
"¿Hola?"
"Tyleer," dijo Alvin suavemente, haciendo girar su dedo alrededor
del cable, apoyándose contra la pared. "Ven aquí"
"¿Alvin? ¿Eres tú? Dios, ¿estás borracho?"
Hubo una larga pausa. "Alvin... no hagas esto. No está bien
emborracharse así. Iré para asegurarme de que estás bien". Entonces
salió del trabajo para apresurarse a llegar a él.
Sonó el timbre de la puerta y Alvin, volviéndose hacia él con la
cabeza. Corrió hacia la puerta, y luego la abrió de par en par.
"Alvi-" Tyler comenzó, y luego se detuvo a mitad de la palabra. Sus
ojos oscurecidos se volvieron suaves, grandes, su boca se abrió
ligeramente.
El menor estaba completamente ebrio y se veía descuidado, entonces
lo llevo dentro de la cama para hacerlo sentar en el sofá. "Alvin, ¿de
verdad estás tan mal? Dios mío. Tal vez debería llamar a Rose y
decirle que regrese" dijo Tyler, con las cejas oscuras fruncidas y el
cabello rubio cayendo sobre sus ojos. Soltó al chico y se fue a su
habitación.
"¡Hay botellas de vino por todas partes, Alvin! ¿Has desayunado o.
… almorzado? ¿Algo?" El otro no contesto para nada.
Alvin tropezó contra la pared y abrió los ojos como platos. "¡Estás
completamente borracho, y es sábado por la mañana! Estás actuando
de forma grosera, tú no eres así".
"¡¿Qué esperabas?!" Tyler gritó, sonando al borde de las lágrimas.
"Tu s-solo llegas un día y me dices que- me dejarás solo, y- ¡y te vas
con ella! ¡Porque e-está embarazada! ¿Cómo querías que lo
"No tan mal." Tyler murmuró. Alvin sintió que las lágrimas se
acumulaban en sus ojos, que el suelo se balanceaba debajo de él.
"Lo hago. Lo estoy tomando horriblemente. Tú, eres un hombre
terrible. Un hombre terrible, horrible, y espero..." comenzó a decir,
sintiendo que las lágrimas corrían por sus ojos. "¡Espero que nunca
seas feliz!"
Alvin cerró los ojos, temblando, las lágrimas no paraban. Tyler lo
miró en silencio, sin decir nada. "¡Espero que Verónica se enferme y
espero que te divorcies de ella y nunca encuentres a nadie!" Alvin
dijo, sus palabras apenas tenían sentido, apenas entendibles, pues se
confundían entre sus gritos.
"Alvin" dijo Tyler en voz baja, sabiendo que esas palabras eran de
dolor. "Te dejaré en paz. Por favor, no bebas. Duerme y luego come
algo-"
"N-no te vayas." Alvin chilló, abriendo los ojos aterrorizado. "No te
vayas p-por favor, Tyler. Lo siento. Por favor, no me dejes solo...
Haré lo que quieras."
Tyler caminó hacia la puerta de la casa y Alvin lo siguió
desesperadamente. "Tyler... p-por favor-"
"Necesitas estar solo por un tiempo. Necesitamos estar separados.
Puedo entender que mi separación repentina pudo haber sido
espantosa, pero necesitas ser un poco maduro y comprensivo. No
puedo dejar todo atrás por ti"
"¿P-por qué no?" Alvin preguntó débilmente.
Tyler suspiró. "He estado casado con ella durante 8 años, está
embarazada de nuestro hijo. ¿Esperas que deje todo por alguien a
quien conozco desde hace 3 meses o menos? ¿Y, además, un
hombre?"
Alvin se congeló. Miró hacia abajo, sintiéndose repentinamente
avergonzado por haberse arrojado a Tyler así, luciendo tan tonto y
estúpido. Sintió lágrimas en sus ojos. Tyler vio su expresión y se
acercó a él.
"Alvin... por favor no te enojes." Tyler dijo, ahuecando sus mejillas.
"No p-no puedo no hacerlo" lloró suavemente. "E-eres todo lo que
siempre he querido."
"Ha pasado más de un mes", escuchó Alvin, sentado en su cama.
"¿No podrías haberme llamado solo una vez?"
"Lo siento" dijo Alvin rotundamente a Rose, quien estaba en la otra
línea. "¿Vas a volver?"
"Por supuesto que volveré. P-pronto, supongo. Pero no ahora. Hum,
mi hermana tuvo gemelos. Son tan encantadores, Alvin. Una niña y
un niño. El niño se ve un poco enfermo, pero los médicos dicen que
estará bien. La niña es hermosa, en serio, tiene una melena llena de
cabello y la risa más hermosa. Me encanta cuidar de... ¿hola? "
Alvin yacía contra la pared, sin sostener el teléfono contra su oreja,
el cual estaba más bien colgando del cable que lo sostenía. Escuchó
la voz apagada de Rose desde el teléfono. "¿Hola? Alvin, ¿estás
ahí?"
Volvió a descolgar el teléfono. "Estoy aquí" susurró. "Vuelve
cuando quieras, no te apresures.
"¿Nunca has mirado la luna y deseado estar en ella?" Preguntó
Tyler, con un brazo envuelto
con fuerza alrededor de la cintura de Alvin, mirando la luna en lo
alto del cielo.
"¿Te gustaría vivir en la luna, Tyler?" Alvin río. Tyler lo miró.
"Me encantaría. Quiero pensar que es hermoso allá arriba. Blanco
puro, y no hay nadie más.
Podríamos estar solo nosotros" Dijo Tyler, y luego besó la mejilla de
Alvin, quien se sonrojó y apoyó la cabeza en el hombro de Tyler.
"Bajaría la luna por ti, Alvin" dijo Tyler, "Pero se pondría celosa. Tu
belleza está mucho más allá de la de ella".
"Oh, cállate, Shakespeare" dijo Alvin, golpeándole el pecho. Tyler
se rió de las palabras, pasando una mano por su cabello dorado.
Alvin parpadeó, sintiendo que una lágrima rodaba por su mejilla.
Todo había sido tan hermoso con Tyler. ¿Por qué tuvo que terminar?
Sollozó y caminó hacia la puerta. Eran las 9 de la noche. Quería
salir de su casa a caminar o
distraerse un poco. Vio su anillo de bodas en la encimera de la
cocina y lo ignoró. Salió de su casa con la mente aturdida. Caminó
por la calle, viendo las luces de las tiendas cercanas aún abiertas,
encendidas. Caminó
por la acera, le dolían los músculos, le dolía la mente, le dolía el
corazón. Desearía que alguien pudiera darle morfina para aliviar el
dolor, pero consideraba que su dolor era demasiado para
solucionarlo con una simple pastilla blanca.
Dobló en una esquina y se quedó paralizado.
Tyler estaba allí, mirando hacia una tienda. Era una tienda de cosas
para niños. Estaba
mirando cochecitos para bebés con una pequeña sonrisa en su rostro.
Sostenía una bolsa de
papel marrón con la otra mano, probablemente de medicina para
Verónica. Alvin solo lo miró.
"Creo que el rojo se vería bastante bien en tu casa" dijo Alvin voz baja,
acercándose a él.
Tyler volteó la cabeza para mirarlo. "Oh," soltó al verlo. Tyler se dio la
vuelta de nuevo y tarareó. "Supongo que sí."
"¿Cuál te gusta?" Preguntó Alvin. Tyler lo miró vacilante, volviendo la
vista a la tienda.
"El rosa con flores." Tyler murmuró. "Si fuera una niña".
"¿Quieres una niña?" Preguntó. Tyler asintió y Alvin lo miró por unos
segundos más.
"Espero que tengas una."
Alvin se dio la vuelta para alejarse, pero luego escuchó unas palabras
que lo detuvieron.
"Sigues usando el collar."
Se quedó quieto. Dejó escapar un suspiro, sintiendo que su mano subía
para acariciar el collar de
nuevo. "Me-me gusta. Me recuerda a ti."
"Cariño," susurró Tyler, dejando de lado su ira. Alvin siguió
mirando hacia abajo, con lágrimas en los ojos. "Este mundo... No
es para personas como tú y yo. No está hecho para que nos
amemos. No es-" Tyler puso su mano en la barbilla de Alvin y la
levantó, viendo lágrimas que coincidían con las suyas. "Nunca
hemos estado destinados a amarnos".
"E-eso no es justo." Alvin negó con la cabeza, sonando como un
niño. "Yo-yo nunca he amado antes. Solo t-te amo a ti. No me
importa lo que el mundo quiera."
"No podemos ignorarlo" dijo Tyler con voz ronca. "El mundo es
cruel, cruel, tan cruel, angelito", susurró Tyler. "Dos hombres, dos
mujeres, nunca podrán amarse. No pueden".
"N-no es justo." Alvin gritó, con lágrimas rodando por su rostro.
Miró a Tyler. "Tú tienes a tu esposa con quien vas a tener un hijo.
Y-y conforme pasen los años, te olvidarás de mí. Tendrás una casa
linda y g-grande y tendrás a tu hija y a tu hijo, vas a envejecer con
una familia, con las personas que amas, y el mundo no dirá nada"
Tyler miró a Alvin débilmente. El chico puso su mano sobre la de
Tyler, que estaba en su mejilla. "N-no-" Alvin respiró
profundamente. "¿No me merezco a alguien a quien amar?"
"Por supuesto" susurró Tyler, inclinándose hacia adelante, sus
propios instintos fallando, lo que lo llevó a tocar a Alvin como
siempre lo hacía. "Te mereces más amor que nadie en el mundo",
pero, ¿No lo entiendes? ¿Gente como tú y yo? Estamos destinados
a sufrir y casarnos con mujeres y nunca amarnos. No podemos
decidir a quién amamos, el mundo lo hace". Después de mucho
tiempo pudieron soltarse…
Alvin sonrió. "Adiós, Tyler." dijo suavemente. "Espero que vivas
una vida maravillosa".
"Adiós," le susurró Tyler. "Espero-" dijo mirando hacia otro lado
por un segundo, y luego hacia atrás. "Espero que seas feliz para
siempre, espero-" Tyler tenía lágrimas en los ojos y se sintió tan
patético, incapaz de detenerlas. "Espero que nunca me olvides."
"Tonto." Alvin soltó una lágrima, sonriendo como siempre lo hacía
para no molestar a Tyler. "Sabes que nunca lo haré."
Tyler lo miró durante unos segundos y luego se alejó. Alvin lo vio
alejarse, dejando que las lágrimas cayeran por su rostro sin intentar
detenerlas.
Tyler regresó a casa después de dar un largo paseo. Entró a la casa y
abrazó a Verónica. La abrazó con fuerza y le susurró que todo
estaría bien.

5 Años después…

Caminaron hasta la panadería al lado de una pequeña boutique que


vendía ropa y telas. Tyler entró en la panadería con Joan en sus brazos,
y ella jadeó, señalando el surtido de pasteles.
"Papá, ¿puedes comprarme uno de esos?" Joan preguntó en voz baja,
señalando el pastel de fresa bellamente decorado detrás del cristal. La
mujer que trabajaba detrás del mostrador les sonrió a los dos. Tyler
suspiró.
"Bueno, realmente no deberíamos... pero mientras no le digas a tu
madre, claro que podemos." Susurró y Joan soltó un grito de alegría.
Tyler pidió dos pasteles de fresa y una taza de café. La mujer
asintió. Tyler se quedó allí con Joan, mirando todos los pasteles
mientras jadeaba, señalaba más y exclamaba lo sabrosos que
pensaba que serían, tratando de convencer a Tyler de que comprara
más, lo que solo hizo que Tyler besara su mejilla con una sonrisa.
La mujer puso los pasteles en una caja y les sirvió el café. Tyler le
agradeció y tomó la caja en sus manos. De repente, vio el rostro de
la mujer iluminarse con una cálida sonrisa cuando la puerta detrás
de él tintineó al abrirse.
"¡Ah, Alvin! ¡No te he visto aquí en años!" La mujer se rió entre
dientes.
Tyler se congeló, sus ojos abriéndose más de lo normal. Joan miró
por encima del hombro de Tyler, quien pudo escuchar una risita
bastante familiar.
"Papá, tu café" dijo Joan, dándole un codazo en el hombro. Tyler
miró hacia adelante, viendo que la mujer había colocado su taza de
café allí.
Al escuchar eso, Alvin se dio la vuelta para mirar y se congeló
también. Dejó escapar un grito ahogado. "¿T-Tyler?" Alvin soltó
con voz pequeña, abriendo mucho los ojos, platicaron por bastante
tiempo realmente" ¿Pero entonces?"
"Pero entonces," Alvin mencionó, con una pequeña sonrisa con
hoyuelos en su rostro. "Conocí a alguien."
Tyler se quedó quieto. Alvin se mordió la uña, luciendo tímido, su
sonrisa ya mostraba cómo su mente zumbaba con sus propios
pensamientos. "Solía venir a verme actuar cada noche.
Me traía flores todos los viernes y, a veces, la cena para cuando
Sin embargo, tenían mucho en común. Alvin miró hacia arriba. "Tengo
que irme ahora."
"Está bien" dijo Tyler, sin ninguna promesa de volver a verlo. No
quería hacer una. En su interior, quería dejar ir a Alvin. No estaba
seguro de si él mismo quería volver a verlo. Él lo había hecho una
mejor persona. Tyler estaba feliz de saber que Alvin estaba feliz, eso
era todo lo que importaba.
Porque esos meses que compartieron juntos, se enamoraron, lloraron y
rompieron y arreglaron relaciones. Tyler sintió más en esos meses con
Alvin que nunca antes en su vida, pero eso era todo lo que se pretendía
que fuera. Un breve interludio. Alvin fue como una Navidad duradera
que nunca se había ido realmente, y de repente lo hizo y dejó un eterno
verano caluroso y espantoso.
Pero esos pocos meses significaron mucho para Tyler, algo que
recordaría para siempre, algo que sabía que Alvin también recordaría
para siempre.
Sí, no terminaron juntos. Sí, una parte de Tyler todavía se preguntaba
cómo habría sido la vida si no hubiera regresado con Verónica esa
noche. Una gran parte de él estaba contenta de haberse ido, porque ama
a sus hijos más que a nadie, y no estar completamente en sus vidas lo
entristece, incluso el solo pensarlo. Así que no era realmente el destino
final lo que importaba, era el pequeño viaje intermedio. Alvin entró en
su vida y cambió a Tyler, cambió a Verónica, cambió a Rose y también
se cambió a sí mismo. Pero él fue quien salió más lastimado, más que
nadie.
Pero ahora, míralo. Más feliz de lo que jamás ha sido. Brillante.
Sonriendo como un niño al hablar del hombre que ama. El corazón de
Tyler se hinchó de alegría al saber que Alvin se iría feliz a casa.
La próxima vez que Tyler volvió a saber de Alvin, fue en julio de
1967. Estaba en una foto en la portada del periódico.
El título del artículo; Orgullo gay.
El 27 de julio de 1967 se aprobó un proyecto de ley que
despenalizaba la homosexualidad en Inglaterra.
La imagen del periódico era de cientos y cientos de hombres y
mujeres en las calles, sosteniendo pancartas, abrazándose unos a
otros, sosteniendo banderas. Y en la parte delantera, estaba Alvin
con un vestido, con el pelo todo peinado y su maquillaje hecho,
sosteniendo un cartel en alto que decía Igualdad para todos.
Tyler jamás pensó que podría haber estado más orgulloso.
Pero Alvin se encontró con Alvin una vez más, 30 años después.
Era 1997. Alvin estaba de pie en el exterior de un parque, con los
ojos muy abiertos mientras miraba hacia adelante. Tenía las manos a
los costados y respiraba con dificultad. No debería haber venido,
pero lo hizo porque recibió una carta escrita a mano pidiéndole que
lo hiciera.
Alvin entró en el parque, tanteando con las manos, vestido con un
abrigo largo negro, el cielo oscuro, a punto de llover. Vio a un grupo
de personas de pie en el medio y se acercó lentamente, vacilante,
con los pies pisando suavemente el césped.
No había pensado en él durante 30 años.
Alvin reconoció a una mujer de cabello negro a un lado, con arrugas
en el rostro y aun luciendo tan joven para su edad. Verónica. Alvin
respiró hondo antes de caminar hacia ella.
Parecía estar bien, solo mirando hacia adelante.
Había un ataúd negro en el suelo, con un ramo de flores en medio.
Alvin se quedó sin aliento} por un segundo.
"Me llamó una noche antes, ¿sabes?" Verónica susurró, sonando
cansada. "F-fue tan confuso, no había sabido nada de él en diez años
desde que nos divorciamos. Él solo me llamó y me preguntó cómo
estaba, y luego me-dijo-" Verónica tomó su mano con fuerza, y
Alvin solo miró hacia abajo. "Me dijo que todavía me amaba".
"Lo siento mucho."
"Eso no es todo" dijo Verónica en un susurro. "Dijo que no podría
hacerlo él mismo, pero me pidió que te diera una carta que te escribió
hace 30 años" dijo Verónica, con una lágrima rodando por su
mejilla. "Dijo- dijo que lo escribió p-para ti cuando todavía estaban
juntos y él-él todavía quería
decir todas esas palabras. Quería que lo tuvieras, Alvin"
Verónica le dio una carta a Alvin, con sus manos temblando. Alvin le
quitó el sobre, con los bordes hechos jirones, y luego miró el ataúd
una vez más.
"Cuando fui a visitarlo a la mañana siguiente, ya se había ido"
susurró Verónica. "Murió naturalmente mientras dormía".
Alvin cerró los ojos brevemente, su estómago retorciéndose y sus
manos apretando la carta con fuerza. Vio la piedra de enfrente, lo que
estaba grabado.

Tyler Kim 1932-1997…

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