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EL APARATO ANÍMICO
El Ello o "Id":
Es la más antigua de estas instancias psíquicas y está formada por todo lo heredado, lo
constitucionalmente establecido. Se puede decir que es la parte más oscura e inaccesible
de nuestra personalidad, por lo que su conocimiento se obtiene indirectamente por el
estudio de los sueños y de los síntomas neuróticos. El ello no posee organización y se basa
en el principio del placer, es decir, la búsqueda de los estados placenteros que se originan
de los instintos satisfechos. Por eso, para los procesos que ocurren en el ello no se pueden
aplicar las leyes lógicas del pensamiento, sobre todo el principio de no-contradicción.
Además, no existe en el ello una valoración moral; se trata de la parte animal del hombre.
Los componentes del ello o "complejos" son los instintos y lo reprimido. Estos complejos
son sistemas psíquicos que desarrollan actividades inconscientes, impulsando la actividad
del pensamiento y determinando la dirección de la actividad consciente, o pudiendo también
quedar sin acción directa o manifiesta sobre la conciencia. El conjunto de estos complejos
constituye la libido (energía psíquica que surge del impulso sexual).
Mediante la influencia del mundo exterior que nos rodea, una parte del ello ha
experimentado una transformación, desarrollando así una organización y dando lugar a un
individuo más racional, el yo, que actúa como intermediario entre el ello y el mundo exterior.
El Yo o "Ego":
Es la parte ejecutiva de la personalidad; el individuo que se encuentra consciente de su
identidad y de su relación con el mundo exterior. Como ya se vio, el yo va emergiendo
desde el ello y durante la infancia no hay una clara diferencia. El yo permite adaptar la
actividad de la persona a las exigencias y características del medio externo, y frenar los
pedidos del ello. De esta manera desarrolla la conciencia, haciendo que la realización de
los actos impulsados por el ello esté atrasada por una etapa intermedia: la observación y la
reflexión. Por esto, en el yo se sustituye el principio del placer por el de la realidad, haciendo
posible la adaptación al medio. Frente al mundo exterior el yo percibe los estímulos y
acumula en la memoria experiencias sobre éstos. También evita a los que son demasiado
intensos y enfrenta por adaptación a los estímulos moderados. Finalmente, aprende a
modificar el mundo exterior para adecuarlo a su conveniencia. Por otra parte, hacia el
interior, es decir frente al ello, conquista el dominio sobre las exigencias de los instintos,
decidiendo si las satisface o no. En caso de no dar satisfacción a los impulsos del ello, se
genera la represión.
Freud creía que en el yo existía una función de censura, pero luego llegó a considerarla
como una instancia separada, que puede llegar hasta a dominar al yo: el super-yo.
El Super-yo o "Super-ego":
Como resultado del período infantil en el que el hombre vive en dependencia de sus padres,
se forma otra instancia del aparato anímico que persiste a la influencia de los padres,
denominada el super-yo. El super-yo es el aspecto moral y judicial de la psiquis porque
reúne las exigencias y las normas que, como ya hemos visto, son recibidas por la influencia
de los padres, siendo internalizadas por el sujeto. Pero naturalmente, en la evolución de los
individuos también influyen los aportes de sustitutos y sucesores de los padres, como los
maestros y profesores. Existen dos etapas en la evolución de la conciencia moral. En la
primera es exterior, luego se interioriza: las influencias de los padres son asimiladas por la
psiquis de la persona, convirtiéndose en energías psicológicas. De esta manera, el super-
yo se hace cada vez más impersonal hasta que se vuelve una actividad solamente mental.
El papel que desempeña el super-yo es la represión de los impulsos, constituye el deber
ser; son los principios éticos, la conciencia moral de las personas. También tiene la función
de auto-observación, haciendo posible la selección de los impulsos del ello. El super-yo es
lo más elevado de la personalidad humana. Esto se debe a que el hombre, además de estar
biológicamente organizado y actuar por la acción de factores materiales, también es un ser
social (está afectado por el pasado, la cultura, las costumbres sociales, etc.) y su objetivo
es alcanzar la perfección, tratando de acercarse y superar los ideales señalados por el yo.
A pesar de todas sus diferencias, el ello y el super-yo tienen algo en común: que ambos
representan las influencias del pasado (el ello las heredadas y el super-yo las recibidas de
los demás). Por el contrario, el yo está determinado fundamentalmente por las experiencias
propias del individuo, lo actual y accidental.
En las funciones biológicas, ambos instintos se antagonizan o combinan entre sí. Por
ejemplo: cuando comemos destruimos el objeto que estamos comiendo pero nuestro
objetivo principal es su incorporación a nuestro organismo.
LA TEORÍA SEXUAL
La vida sexual no comienza sólo en la pubertad, sino que se inicia con evidentes
manifestaciones poco después del nacimiento y sigue un proceso evolutivo perfectamente
reglado. Después de un incremento progresivo en el cual el niño presenta un impulso de
placer sexual y experimenta un desarrollo determinado con diferentes estados (oral, anal y
fálico), alcanzando su máximo hacia el final del quinto año, cae luego en un intervalo de
reposo o latencia. Mientras dura este período, el proceso se detiene, gran parte de lo
aprendido se pierde y la actividad sufre una especie de retroceso. Al finalizar la latencia, la
vida sexual recomienza en la pubertad.
EL MÉTODO PSICOANALÍTICO
Como ya hemos visto, el primer método que utilizó Freud fue la hipnosis. Pero luego la
rechazó al encontrar varios aspectos negativos como la imposibilidad de lograr la hipnosis
de muchos enfermos. Entonces Freud desarrolló el método psicoanalítico que constituye
uno de sus mejores aportes a la Psicología. El método psicoanalítico consiste en provocar
la liberación funcional de las cargas reprimidas, con el objetivo de que esas tendencias
reprimidas vuelvan a la conciencia, logrando una especie de satisfacción y haciendo posible
su reintegración con la capacidad unificadora del yo.
Este método emplea diversos procedimientos, de los cuales el principal y más importante
es el de las asociaciones libres.
LA TEORIA DEL APRENDIZAJE Y DESARROLLO DE VYGOTSKY
“Para Vygotsky, el contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y las
creencias; tiene una profunda influencia en cómo se piensa y en lo que se piensa. El
contexto forma parte del proceso de desarrollo y, en tanto tal, moldea los procesos
cognitivos. … el contexto social debe ser considerado en diversos niveles:
1.- El nivel interactivo inmediato, constituido por el (los) individuos con quien (es) el niño
interactúa en esos momentos. El nivel estructural, constituido por las estructuras sociales
que influyen en el niño, tales como la familia y la escuela. 3.- El nivel cultural o social
general, constituido por la sociedad en general, como el lenguaje, el sistema numérico y la
tecnología”.
La influencia del contexto es determinante en el desarrollo del niño; por ejemplo: un niño
que crece en un medio rural, donde sus relaciones solo se concretan a los vínculos
familiares va a tener un desarrollo diferente a aquel que esté rodeado por ambientes
culturales más propicios. El niño del medio rural desarrollará más rápido su dominio
corporal y conocimientos del campo; el del medio urbano tendrá mayor acercamiento a
aspectos culturales y tecnológicos.
La concepción de Vygotsky acerca del desarrollo de las funciones psíquicas superiores del
hombre, fue el primer intento sistemático de reestructuración de la psicología sobre la base
de un enfoque histórico cultural acerca de la psiquis del hombre. Surgió como una
contraposición a dos ideas fundamentales; por una parte a las posiciones acerca del
desarrollo y por otra a las posiciones biologicistas acerca del desarrollo de la cultura como
un proceso independiente de la historia real de la sociedad.
Vigotsky rompiendo con las concepciones del desarrollo infantil predominantes en la época,
trata de enfatizar las peculiaridades de las funciones psíquicas superiores y las vías para
lograr el estudio de su verdadera naturaleza.
De acuerdo con esta perspectiva general, el concepto de ZDP (zona de desarrollo potencia)
permite comprender lo siguiente:
1. Que los niños puedan participar en actividades que no entienden completamente y que
son incapaces de realizar individualmente.
2. Que en situaciones reales de solución de problemas, no haya pasos
predeterminados para la solución ni papeles fijos de los participantes, es decir, que la
solución está distribuida entre los participantes y que es el cambio en la distribución de la
actividad con respecto a la tarea lo que constituye al aprendizaje.
3. Que en las ZDP reales, el adulto no actúa sólo de acuerdo con su propia definición de la
situación, sino a partir de la interpretación de los gestos y habla del niño como indicadores
de la definición de la situación por parte de éste.
4. Que las situaciones que son “nuevas” para el niño no lo son de la misma manera para
los otros presentes y que el conocimiento faltante para el niño proviene de un ambiente
organizado socialmente.
5. Que el desarrollo está íntimamente relacionado con el rango de contextos que pueden
negociarse por un individuo o grupo social.
Por lo anterior, es determinante un cambio en las formas de trabajar de las educadoras y
profesores de primer grado de primaria; son ellos los responsables de brindar el apoyo
necesario para que, no solo en el tránsito de un nivel a otro, sino de manera consecuente,
los niños puedan seguir desarrollando todas sus potencialidades.
El hombre es un ser bio – psico – social y por lo tanto, sería absurdo desconocer sus
particularidades biológicas, pero las mismas no constituyen determinantes de lo que un
sujeto pueda llegar a ser o no. Todo ello ha sido ya científicamente demostrado por múltiples
investigaciones. Si el niño se desarrolla en el proceso de apropiación de la cultura material
y espiritual que han legado las generaciones precedentes, resulta pues fundamental esas
condiciones de vida y educación en las que este proceso transcurre y que están históricos,
sociales y culturalmente condicionados.
El niño nace en una etapa histórica determinada y, por lo tanto, en un mundo de objetos
materiales y espirituales culturalmente determinados; es decir, su medio más específico
está condicionado por la cultura de su medio más cercano, por las condiciones de vida y
educación en las cuales vive, y se desarrolla, no se trata de un medio abstracto y metafísico.
El medio social no es simplemente una condición externa en el desarrollo humano, sino una
verdadera fuente para el desarrollo del niño ya que en él están contenidos todos los valores
y capacidades materiales y espirituales de la sociedad donde está viviendo que el niño, él
mismo ha de hacer suyas en el proceso de su propio desarrollo.
Siendo ese niño un ser que está en permanente actividad, son los adultos a quienes les
corresponde actuar de manera responsable sobre él, propiciándole todas aquellas
potencialidades y pueda alcanzar su propio desarrollo a través de su propio aprendizaje.
Objeto de aprendizaje.
El proceso de apropiación de esta cultura como factor esencial en su desarrollo, hay que
concebirlo no como un proceso en el que el niño es un simple receptor sino como un
proceso activo en el cual esa participación activa del sujeto resulta indispensable; en este
proceso el niño no solo interactúa con los objetos materiales y culturales sino que está
inmerso en un proceso de interrelación permanente y activa con los sujetos que le rodean,
adultos, sus compañeros de salón, o de juego en el parque o en la calle. Por eso es que
resultan tan importantes las actividades que el niño realiza como las interrelaciones, la
comunicación que establece con los otros, en este proceso de apropiación, de asimilación
activa, como medio esencial para su formación.
Con esta perspectiva se concibe que los adultos y compañeros más avanzados se
constituyen en los “otros”, mediadores fundamentales que, siendo portadores de los
contenidos de la cultura, promueven a través del proceso interpersonal, que el sujeto se
apropie de esos contenidos. “La teoría de Ausubel se ocupa específicamente de los
procesos de aprendizaje/enseñanza de los conceptos científicos a partir de los conceptos
previamente formados por el niño en su vida cotidiana”
Los otros se constituyen en los primeros mediadores del desarrollo psicológico y le permiten
al sujeto apropiarse de los instrumentos psicológicos esenciales para que estos, a su vez,
garanticen y sean los mediadores del autodesarrollo psicológico en general.
Se trata entonces, tal y como lo manifiesta Ausubel, que toda situación de aprendizaje, sea
o no por la vía escolar, le sea significativo al niño. Aunque también reconoce que a pesar
de que el aprendizaje y la enseñanza interactúan, se presentan con una relativa
independencia; de cierta manera no siempre los procesos de enseñanza conducen a un
aprendizaje significativo. El niño tendrá este tipo de aprendizaje “cuando pueda
incorporarse a las estructuras de conocimiento que posee el sujeto, es decir cuando el
nuevo material adquiere significado para el sujeto a partir de sus conocimientos anteriores”
PROCESO.
Proceso cognitivo
De forma general Vigotsky formula la ley genética del desarrollo cultural de la forma
siguiente: “Cualquier función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces,
en dos planos: primero como algo social, después como algo psicológico; primero entre la
gente como una categoría intersíquica, después dentro del niño como una categoría
intrasíquica”
Un ejemplo sencillo, nos puede hacer más comprensible este planteamiento esencial que
nos da la psicología de Vygotsky.
Un niño pequeño, al ver a su mamá llora y extiende su manita hacia donde están un grupo
de objetos lejos de su alcance, estos pueden ser, un conjunto de peluches, su mamila o
biberón de leche y una pelota. La mamá, se acerca a él para saber por qué llora,
constituyéndose en el adulto mediador de la cultura “comprende” o “interpreta” el gesto
casual del niño como que quiere la leche, complaciente, interactúa en relación social con
su hijo y le alcanza la mamila de leche. De alguna forma hasta el niño llega el mensaje de
esta interacción social entre él y su mamá, la que puede repetirse de modo que esta relación
entre los dos se hace interna, se incorpora a su repertorio de acciones internas y en algún
momento posterior, cuando realmente quiere que la alcancen su mamila de leche, estira su
dedito como gesto indicador al que la mamá responde. Así se muestra la formación de una
simple acción un tierno carácter ya psíquico, el niño ha aprendido a expresar su deseo con
un gesto indicador. Lo intrapsiquico se convierte en interpsiquico. En momentos posteriores,
mediante el desarrollo, el gesto se sustituirá por la palabra leche que su mamá repite
cuando le alcanza el biberón “solicitado”.
Origen y elementos.
Así, para el método propuesto por Vygotski, el desarrollo natural y la educación son
fundamentales para el desarrollo del niño.
PROPÓSITO
Las situaciones sociales en que las personas viven y se desarrollan constituyen elemento
esencial en la organización y dirección del proceso de enseñanza y educación.
La propia actividad que el sujeto realiza en interacción social con un grupo de personas,
resulta elemento fundamental a tener en consideración en el proceso de enseñanza y
educación.
Cuando hablamos de proceso de educación nos referimos a los distintos ámbitos en el cual
tiene lugar.
El supuesto callejón sin salida de esta disyuntiva se debe a que, por una parte, el niño
necesita ayuda, orientación y, por la otra, él necesita hacer, participar activamente, para
adquirir la capacidad de crear y hacer cosas útiles en un futuro; pero requiere que se le
enseñe para aprender haciendo. Sin dudas, la salida de esta contradicción depende mucho
de la temática que nos ocupa, o sea, del conocimiento que tengamos de cómo se produce
el desarrollo y formación de los menores, de la concepción general que explica este proceso
y del papel que se le atribuya a sus familiares, maestros, adultos y compañeros en general,
en esta formación.
La Teoría del Desarrollo Psicosocial fue ideada por Erik Erikson a partir de
la reinterpretación de las fases psicosexuales desarrolladas por Sigmund Freud en las
cuales subrayó los aspectos sociales de cada una de ellas en cuatro facetas principales:
1. Enfatizó la comprensión del ‘yo’ como una fuerza intensa, como una capacidad
organizadora de la persona, capaz de reconciliar las fuerzas sintónicas y distónicas, así
como de resolver las crisis derivadas del contexto genético, cultural e histórico de cada
persona.
2. Puso en relieve las etapas de desarrollo psicosexual de Freud, integrando la dimensión
social y el desarrollo psicosocial.
3. Propuso el concepto de desarrollo de la personalidad desde la infancia a la vejez.
4. Investigó acerca del impacto de la cultura, de la sociedad y de la historia en el desarrollo
de la personalidad.
Erikson disiente con Freud en la relevancia que este último otorgó al desarrollo sexual para
explicar el desarrollo evolutivo del individuo.
Erikson entiende que el individuo, a medida que va transcurriendo por las diferentes
etapas, va desarrollando su consciencia gracias a la interacción social.
Erikson también propone una teoría de la competencia. Cada una de las etapas vitales da
pie al desarrollo de una serie de competencias.
Otro de los rasgos fundamentales de la teoría de Erikson es que cada una de las etapas se
ven determinadas por un conflicto que permite el desarrollo individual. Cuando la persona
logra resolver cada uno de los conflictos, crece psicológicamente.
1. Confianza vs Desconfianza
Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los dieciocho meses de vida, y depende
de la relación o vínculo que se haya creado con la madre.
La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las
personas a lo largo de su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración,
satisfacción, seguridad… la que puede determinar la calidad de las relaciones.
Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida del niño.
Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando comienza
a controlar y ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones corporales.
Este proceso de aprendizaje puede conducir a momentos de dudas y de vergüenza.
Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan sensación de autonomía y de sentirse
como un cuerpo independiente.
3. Iniciativa vs Culpa
El niño empieza a desarrollarse muy rápido, tanto física como intelectualmente. Crece su
interés por relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y capacidades.
Los niños sienten curiosidad y es positivo motivarles para desarrollarse creativamente.
En caso de que los padres reaccionen de negativamente a las preguntas de los niños o a
la iniciativa de éstos, es probable que les genere sensación de culpabilidad.
4. Laboriosidad vs Inferioridad
Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12 años.
Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intentan llevar
a cabo muchas actividades por sí mismos, con su propio esfuerzo y poniendo en uso sus
conocimientos y habilidades. Por esa razón es tan importante la estimulación positiva que
pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo de iguales. Éste último comienza a
adquirir una relevancia trascendental para ellos.
En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones con
otros, el niño puede desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse
inseguro frente a los demás.
5. Exploración de la Identidad vs Difusión de Identidad
Este estadio tiene lugar durante la adolescencia. En esta etapa, una pregunta se formula
de forma insistente: ¿quién soy?
Los adolescentes empiezan a mostrarse más independientes y a tomar distancia de los
padres. Prefieren pasar más tiempo con sus amigos y comienzan a pensar en el futuro y a
decidir qué quieren estudiar, en qué trabajar, dónde vivir, etc.
Este estadio comprende desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente.
Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el aislamiento,
situación que puede acabar en depresión.
El estancamiento es esa pregunta que se hace el individuo: ¿qué es lo que hago aquí si no
sirve para nada?; se siente estancado y no logra canalizar su esfuerzo para poder ofrecer
algo a los suyos o al mundo.
Jean Piaget es uno de los más conocidos psicólogos del enfoque constructivista, una
corriente que bebe directamente de las teorías del aprendizaje de autores como Lev
Vygotsky o David Ausubel.
Los padres, maestros y miembros de la comunidad son, según estos autores, facilitadores
del cambio que se está operando en la mente del aprendiz, pero no la pieza principal. Esto
es así porque, para los constructivistas, las personas no interpretan literalmente lo que les
llega del entorno, ya sea a través de la propia naturaleza o a través de las explicaciones de
maestros y tutores. La teoría constructivista del conocimiento nos habla de una percepción
de las propias vivencias que siempre está sujeta a los marcos de interpretación del
“aprendiz”.
Es decir: somos incapaces de analizar objetivamente las experiencias que vivimos en cada
momento, porque siempre las interpretaremos a la luz de nuestros conocimientos previos.
El aprendizaje no es la simple asimilación de paquetes de información que nos llegan desde
fuera, sino que se explica por una dinámica en la que existe un encaje entre las
informaciones nuevas y nuestras viejas estructuras de ideas. De esta manera, lo que
sabemos está siendo construido permanentemente.
¿Por qué se dice que Piaget es constructivista? En términos generales, porque este autor
entiende el aprendizaje como una reorganización de las estructuras cognitivas existentes
en cada momento. Es decir: para él, los cambios en nuestro conocimiento, esos saltos
cualitativos que nos llevan a interiorizar nuevos conocimientos a partir de nuestra
experiencia, se explican por una recombinación que actúa sobre los esquemas mentales
que tenemos a mano tal como nos muestra la Teoría del Aprendizaje de Piaget.
Pongamos un ejemplo. Puede que, para un niño de 11 años, la idea de familia equivalga a
su representación mental de su padre y su madre. Sin embargo, llega un punto en el que
sus padres se divorcian y al cabo de un tiempo se ve viviendo con su madre y otra persona
que no conoce. El hecho de que los componentes (padre y madre del niño) hayan alterado
sus relaciones pone en duda la idea más abstracta en la que se adscriben (familia).
Con el tiempo, es posible que esta reorganización afecte al contenido de la idea “familia” y
lo vuelva un concepto aún más abstracto que antes en el que pueda tener cabida la nueva
pareja de la madre. Así pues, gracias a una experiencia (la separación de los padres y la
incorporación a la vida cotidiana de una nueva persona) vista a la luz de las ideas y
estructuras cognitivas disponibles (la idea de que la familia son los padres biológicos en
interacción con muchos otros esquemas de pensamiento) el “aprendiz” ha visto cómo su
nivel de conocimiento en lo relativo a las relaciones personales y la idea de familia ha dado
un salto cualitativo.
El concepto de 'esquema'
Jean Piaget sostiene que un esquema es una estructura mental concreta que puede ser
transportada y sistematizada. Un esquema puede generarse en muchos grados diferentes
de abstracción. En las primeras etapas de la niñez, uno de los primeros esquemas es el del
‘objeto permanente’, que permite al niño hacer referencia a objetos que no se encuentran
dentro de su alcance perceptivo en ese momento. Tiempo más tarde, el niño alcanza el
esquema de ‘tipos de objetos’, mediante el cual es capaz de agrupar los distintos objetos
en base a diferentes “clases”, así como comprender la relación que tienen estas clases con
otras.
Una de las ideas fundamentales para la Teoría del Aprendizaje de Piaget es el concepto
de inteligencia humana como un proceso de naturaleza biológica. El suizo sostiene que el
hombre es un organismo vivo que se presenta a un entorno físico ya dotado de una herencia
biológica y genética que influye en el procesamiento de la información proveniente del
exterior. Las estructuras biológicas determinan aquello que somos capaces de percibir o
comprender, pero a la vez son las que hacen posible nuestro aprendizaje.
Con un marcado influjo de las ideas asociadas al darwinismo, Jean Piaget construye, con
su Teoría del Aprendizaje, un modelo que resultaría fuertemente controvertido. Así,
describe la mente de los organismos humanos como el resultado de dos “funciones
estables”: la organización, cuyos principios ya hemos visto, y la adaptación, que es el
proceso de ajuste por el cual el conocimiento del individuo y la información que le llega del
entorno se adaptan el uno al otro. A su vez, dentro de la dinámica de adaptación operan
dos procesos: la asimilación y la acomodación.
Asimilación
En otras palabras, la asimilación hace que una experiencia sea percibida bajo la luz de una
“estructura mental” organizada con anterioridad. Por ejemplo, una persona con baja
autoestima puede atribuir una felicitación por su trabajo a una forma de manifestar lástima
por él.
Acomodación
Equilibración
El proceso de equilibración
A pesar de que la asimilación y la acomodación son funciones estables en tanto que se dan
a lo largo del proceso evolutivo del ser humano, la relación que mantienen entre ellas sí
varía. De este modo, la evolución cognoscitiva e intelectual mantiene una estrecha
vinculación con la evolución de la relación asimilación-acomodación.
Piaget describe el proceso de equilibración entre asimilación y acomodación como el
resultante de tres niveles de complejidad creciente:
1. El equilibrio se establece en base a los esquemas del sujeto y los estímulos del
entorno.
2. El equilibrio se establece entre los propios esquemas de la persona.
3. El equilibrio se convierte en una integración jerárquica de esquemas distintos.
Como señala Piaget dentro de su Teoría del Aprendizaje, en este caso se produce
un conflicto cognitivo, y en este momento es cuando se quiebra el equilibro cognitivo previo.
El ser humano, que constantemente persigue la consecución de un equilibrio, trata de hallar
respuestas, planteándose cada vez más interrogantes e investigando por su cuenta, hasta
que alcanza el punto de conocimiento que lo restablece.