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Argumentar significa ofrecer razones para defender o convencer una proposición. Puede realizarse desde una perspectiva científica usando métodos demostrativos, o desde una perspectiva retórica usando argumentos persuasivos con un enfoque práctico aplicable a la vida diaria. Aunque la argumentación retórica no es científica, sus características la hacen útil para convencer en diferentes contextos.
Argumentar significa ofrecer razones para defender o convencer una proposición. Puede realizarse desde una perspectiva científica usando métodos demostrativos, o desde una perspectiva retórica usando argumentos persuasivos con un enfoque práctico aplicable a la vida diaria. Aunque la argumentación retórica no es científica, sus características la hacen útil para convencer en diferentes contextos.
Argumentar significa ofrecer razones para defender o convencer una proposición. Puede realizarse desde una perspectiva científica usando métodos demostrativos, o desde una perspectiva retórica usando argumentos persuasivos con un enfoque práctico aplicable a la vida diaria. Aunque la argumentación retórica no es científica, sus características la hacen útil para convencer en diferentes contextos.
Luego de realizar el ejercicio reflexivo sobre el concepto “argumentar”, podemos
concluir que esta acción, tiene que ver con ofrecer razones que apoyan una determinada proposición. Se trata de defender o bien convencer a otros sobre lo que se afirma o se niega. Es importante situarnos desde el contexto en el cual se enmarca la argumentación, pues esta puede realizarse desde una mirada científica, la cual pretende demostrar algo desde el método científico, de forma demostrativa y por otra parte encontramos argumentos persuasivos, los cuales tienen un sentido retórico, relativo a la inventiva de la persona que realiza la acción de argumentar. Se podría pensar que la argumentación retorica es defectuosa o de segundo nivel, por no tener el “tinte” científico, sin embargo, son precisamente las peculiares características de esa forma de argumentación retórica o persuasiva, las que la hacen tan útil en la función que desempeña. En efecto mientras que el primer tipo de argumento tiene un carácter predominantemente científico, orientado a lo necesario universal, el segundo tipo, tiene un carácter eminentemente práctico, aplicable a la convivencia cotidiana y a los asuntos de la vida común y corriente.