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¿ C ó mo s e ma nej a n l os r e si du os s ól id os e n e l P er ú ?

El manejo de los residuos sólidos en el Perú es un


tema que tiene muchísimo por mejorar. No es raro
ver por las calles cerros de basura y contaminación.
La nueva ley de manejo de residuos sólidos
establece las bases para gestionar estos desechos
de manera adecuada.
El manejo de residuos se refiere al control, ya sea de recolección, transporte tratamiento,
reciclado o eliminación de los materiales producidos por la actividad humana y así reducir sus
efectos sobre la salud y el medio ambiente.
La población en el Perú crece hacia las ciudades, el 75% vive en zonas urbanas, y esto significa
más producción de basura. El 50% de estos desechos no se disponen adecuadamente. Existen
más de 1,500 botaderos de basura en el país, estos son focos de infecciones para la población y
un peligro para los recicladores que tienen a estos como lugar de trabajo para sacar algún tipo de
valorización de los desechos. Conoce en este artículo cuál es la situación actual del manejo de los
residuos sólidos y qué propone la ley para una adecuada gestión.

Cambio climático: una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del


planeta .
El cambio climático causado por el ser humano está provocando una disrupción peligrosa y generalizada
en la naturaleza y está afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, a pesar de
los esfuerzos desplegados para reducir los riesgos. Las personas y los ecosistemas que tienen la menor
capacidad de respuesta son los más afectados, afirmaron los científicos en el último informe del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado hoy.

En las próximas dós décadas, él planéta afróntara divérsós péligrós climaticós inévitablés cón un
caléntamiéntó glóbal dé 1,5 °C (2,7 °F). Inclusó si sé supéra témpóralménté ésté nivél dé
caléntamiéntó, sé généraran impactós gravés adiciónalés, algunós dé lós cualés séran irrévérsiblés.
Sé incréméntaran lós riésgós para la sóciédad, én particular para la infraéstructura y lós
aséntamiéntós cóstérós dé baja altitud.

Es necesario adoptar con urgencia medidas para hacer frente a los crecientes riesgos

El aumento de olas de calor, sequías e inundaciones ya ha superado los umbrales de tolerancia de las
plantas y los animales, y ha provocado la mortalidad en masa de diversas especies, como árboles y corales.
Estos fenómenos meteorológicos extremos se producen de manera simultánea, lo cual genera impactos
en cascada que resulta cada vez más difícil controlarlos. Debido a estos fenómenos, millones de personas
han quedado expuestas a una situación de inseguridad alimentaria e hídrica aguda, especialmente en
África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico.

A fin de evitar una mayor pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, es preciso tomar urgentemente
medidas ambiciosas de adaptación al cambio climático y, a la vez, lograr reducciones rápidas y
pronunciadas de las emisiones de gases de efecto invernadero. De acuerdo con el nuevo informe, los
avances en materia de adaptación son dispares, y las brechas entre las medidas adoptadas y lo qué sé
nécésita para hacér frénté a lós riésgós créciéntés són cada véz mas prófundas. Estas bréchas són
mayórés éntré las póblaciónés dé ménórés ingrésós.

Proteger y fortalecer la naturaleza es esencial para asegurar un futuro digno


Existen varias opciones para adaptarse a un clima cambiante. En este informe se brindan nuevas
ideas sobre las posibilidades que la naturaleza ofrece para reducir los riesgos climáticos y, al
mismo tiempo, mejorar la vida de las personas.
“Los ecosistemas sanos son más resilientes al cambio climático y prestan servicios indispensables
para la vida, como el suministro de alimentos y agua limpia”, aseveró Hans-Otto Pörtner,
Copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC. “Al restaurar los ecosistemas degradados y
conservar, con eficacia y equidad, entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, marinos y de
agua dulce, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y
almacenar carbono, y podemos acelerar los avances en la consecución del desarrollo sostenible,
pero es fundamental contar con el apoyo financiero y político adecuado”.
Los científicos señalan que el cambio climático interactúa con distintas tendencias mundiales,
como el consumo no sostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las
desigualdades sociales, las pérdidas y daños provocados por los fenómenos extremos y la
pandemia, lo cual pone en peligro el desarrollo futuro.
La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanza
un nuevo récord
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los niveles de los gases de efecto
invernadero que atrapan el calor en la atmósfera han alcanzado un nuevo récord sin precedentes.
Esta tendencia continua a largo plazo significa que las generaciones futuras tendrán que hacer
frente a unos efectos cada vez más graves del cambio climático, como el aumento de las
temperaturas, unos fenómenos meteorológicos más extremos, un mayor estrés hídrico, la subida
del nivel del mar y la alteración de los ecosistemas marinos y terrestres.
El CO2 permanece en la atmósfera durante siglos y aún más tiempo en los océanos.
Por su parte, las concentraciones de metano y óxido nitroso se dispararon y ascendieron en
mayores cantidades que durante los últimos diez años, según las observaciones de la red de la
Vigilancia de la Atmósfera Global, que cuenta con estaciones en las regiones remotas del Ártico,
en zonas montañosas y en islas tropicales.
Desde 1990 ha habido un incremento del 43 % del forzamiento radiactivo total —que tiene un
efecto de calentamiento del clima— provocado por los gases de efecto invernadero de larga
duración. Según las cifras proporcionadas por la Administración Nacional del Océano y de la
Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos de América que se citan en el Boletín de la OMM, el
CO2 contribuyó en casi un 80 % a ese incremento.
“No hay indicios de que se vaya a dar una desaceleración, y mucho menos una disminución, de
la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a pesar de todos los
compromisos asumidos en virtud del Acuerdo
CALENTAMIENTO GLOBAL
Los científicos señalan que el cambio climático interactúa con distintas tendencias mundiales,
como el consumo no sostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las
desigualdades sociales, las pérdidas y daños provocados por los fenómenos extremos y la
pandemia, lo cual pone en peligro el desarrollo
El calentamiento global es el mayor desafío medioambiental al que se enfrenta la Tierra en la
actualidad. Tanto es así, que, de no tomar medidas preventivas para frenar sus efectos negativos,
a largo plazo estaría en peligro la supervivencia de las especies animales que la habitan, entre
ellas, el género humano.
Calentamiento global: conoce las 5 principales causas
Antes de mencionar las principales causas del calentamiento global, conviene aclarar que
las variaciones en la temperatura terrestre son un proceso natural, es decir, se han presentado
desde hace miles de años como parte de su evolución. En este proceso se han ido alternando
periodos glaciares con otros en los que la temperatura del planeta ascendía.
La novedad en el desafío al que nos enfrentamos ahora es que la acción del género humano
durante los últimos dos siglos ha acelerado dicho calentamiento y ha provocado un deterioro
sin precedentes desde que se realizan mediciones de este tipo.
Es en estas causas artificiales en las que vamos a poner el foco, pues son las que mayor
incidencia tienen en el aumento de las temperaturas terrestres. ¿Tienes idea de cuáles son
dichas causas? Aquí te presentamos las 5 más importantes:
1. Aumento de los gases de efecto invernadero
La excesiva actividad industrial que se ha registrado en el mundo a partir de la Revolución
Industrial es la principal causa del calentamiento global. La gran mayoría de los procesos de
este tipo liberan una enorme cantidad de gases de efecto invernadero que, una vez en la
atmósfera, deterioran la capa de ozono y, a la vez, exponen a la Tierra de manera directa a
los rayos del sol.
El dióxido de carbono o CO2 es el gas más conocido de todos por ser el principal responsable
de impedir la salida del calor en las capas bajas de la atmósfera; como nos confirman
desde National Geographic su producción ha aumentado unos 6 billones de toneladas
métricas al año desde 1990, es decir, algo así como un 20%. También están el óxido nitroso
y otros tantos derivados de la producción de electricidad. ¡Pero esta es solo la primera
causa!
2. Quema de combustibles fósiles
Una buena parte de los gases de efecto invernadero se generan tras la quema de
combustibles fósiles, es decir, todos aquellos que se derivan de productos como el carbón,
el petróleo y el gas natural. Esto lo observamos, por ejemplo, en los grandes centros urbanos
con la quema masiva de combustibles por los coches y otros medios de transporte pesado.
El efecto negativo de los combustibles fósiles es doble si tenemos en cuenta
la contaminación del aire y los problemas de salud que se pueden derivar de esta
circunstancia. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud calcula que en la actualidad
existen cerca de 300 millones de personas en el mundo enfermas de asma, una cifra que
aumentará proporcionalmente a la presencia sustancias nocivas en el ambiente. ¡Sigamos!
3. Deforestación de selvas y bosques
Se suele pensar que la deforestación de selvas y bosques solo genera efectos en los
entornos más cercanos. Sin embargo, el daño que se genera es global. Los árboles tienen la
facultad de convertir el CO2 en oxígeno a través del proceso de la fotosíntesis, con lo cual
contribuyen a reducir la contaminación del aire. Pero si reducimos su número, la
concentración de CO2 y de otros gases será mayor y, por tanto, aumentarán las
temperaturas terrestres.
Los bosques y selvas aún cubren cerca del 30% de la superficie de la Tierra, pero cada año
se pierde una extensión similar a la de países como Panamá. ¿Te contamos más?
4. Excesivo uso de fertilizantes
Los pesticidas, fertilizantes y demás químicos empleados en sectores como la agricultura y
la ganadería son otra causa directa del calentamiento global. Todos poseen un alto
contenido de óxido de nitrógeno, que es incluso más perjudicial que el dióxido de carbono.
De ahí la necesidad de apostar por formas de cultivo y producción de alimentos más
naturales. ¡Veamos el último!
5. Alta producción de residuos
La alta producción de residuos también favorece el calentamiento global. ¿De qué manera?
Cuantos más residuos produzcamos a diario, mayores serán
los niveles de gas metano en el ambiente, un elemento que se
genera durante la descomposición de materiales en los
vertederos. Además, consumir de forma masiva supone una
mayor demanda, con lo cual las industrias aumentarán sus
niveles de producción y, por ende, los niveles de gases de
efecto invernadero liberados a la atmósfera serán mayores.
¿Qué puedes hacer tú para frenar el calentamiento global?
Frenar el calentamiento global requiere fundamentalmente medidas promovidas por altos
organismos, gobiernos e instituciones de alcance mundial. Sin embargo, eso no quiere decir
que todos nosotros y nosotras como ciudadanos no podamos aportar a este proceso. Todo
lo contrario, existen distintas formas de hacerlo:
Reciclar diariamente. - Podemos controlar el nivel de residuos generados a diario,
reciclando plásticos, ropa y otros materiales. Además, es necesario realizar una adecuada
clasificación de los residuos para tirar cada residuo en el contenedor adecuado y aprovechar
materiales, artículos o productos que hayan cumplido su primer ciclo de vida.
Cambiar a un modelo de consumo responsable
Es importante saber cuáles son nuestras verdaderas necesidades como consumidores y
consumidoras. No se trata de comprar porque sí, se trata de hacerlo con responsabilidad y
en base a una necesidad real y no a un capricho.
Participar en iniciativas de ciudadanía global
También podemos formar parte de iniciativas locales, sectoriales o regionales que generen
sensibilidad en la población e impulsen soluciones conjuntas para generar cambios
positivos.
Adquirir productos de Comercio Justo
En nuestro rol como personas consumidoras, podemos incidir en la disminución de gases
de efecto invernadero si apoyamos iniciativas de consumo que no empleen productos
químicos o artificiales y que, a la vez, contribuyan al desarrollo social de sus entornos, como
el Comercio Justo.

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