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EL CONCEPTO DE PERSONA Y LOS

DERECHOS HUMANOS
EL CONCEPTO DE PERSONA

Y LOS DERECHOS HUMANOS

1. LAS TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

Entre los conceptos de "persona" y de "derechos humanos" existe una relación tan
íntima que no se puede definir el uno sin recurrir al otro. Para la concepción
jurídica tradicional, de carácter mecanicista, ambos conceptos serían separables,
como un envase de su contenido. Por un lado el individuo, como titular de
derechos, y por el otro, estos últimos como facultades de aquél.

Para la teoría de los derechos humanos, el concepto de persona lleva implícito el


de sus derechos. Éstos no son meras "propiedades" adicionadas a la persona,
sino que constituyen su propia definición. Cuan amplia sea la definición de
persona que adoptemos, igualmente amplia será la gama de derechos que le
reconozcamos.

El concepto de persona no es descriptivo sino ideológico. No se puede señalar a


un objeto con el dedo y decir "eso es una personá. En el mejor de los casos
estaríamos señalando sólo una de sus dimensiones, la física. Si consideramos a la
persona como un ser —ontológicamente estático y definido— sus derechos
correrán similar suerte y conformarán un catálogo invariable y atemporal. Si la
pensamos, en cambio, como un hacerse —un ser que se hace— sus derechos
sufrirán modificaciones e incluirán, asimismo, aquéllos que posibiliten su desarrollo
o perfeccionamiento. En tal caso los derechos no se limitarán a aquello que es "en
esencia' una persona, sino que intentarán abrir el marco a lo que cada uno pueda
llegar a ser.

"Uno de los hechos más importantes de la primera parte de este siglo —dice
Gordon W. Allport— ha sido el descubrimiento de que la personalidad humana es
un sujeto accesible para la exploración científica." Lo que hasta ese momento era
patrimonio exclusivo de la filosofía y de la literatura, pasó a convertirse en una
unidad fundamental de análisis para la psicología y para las ciencias sociales.
Las teorías personalistas en filosofía yen psicología sitúan el núcleo de la
personalidad en el "interior" del ser humano individual, "dentro de la piel", pero
mientras la filosofía lo hace por la introspección, como en Husserl, la psicología lo
hace por la observación. Las ciencias sociales, por su parte, configuran la
personalidad "en lo externo", en las conductas que el hombre desarrolla y en los
roles que la sociedad le adjudica. "La personalidad —se dice— es el lado subjetivo
de la cultura". En este capítulo mostraremos someramente esas posiciones para
apreciar sus puntos de contacto y sus diferencias.

Para los psicólogos, reducir al hombre aun manojo de roles, es confundir


personalidad con reputación. Para los sociólogos, la personalidad "en sí misma"
es una idea metafísica, no científica. "Los antropólogos y los sociólogos —se
queja Allport— no dan cuartel. La mente, insisten en afirmar, se modela casi
completamente por el influjo de las exigencias culturales. El lenguaje es anterior al
individuo, lo mismo que la religión, las normas éticas y el régimen económico,
dentro de los cuales el individuo nace."

Entre estas posiciones extremas floreció la ecléctica teoría biosocial de la


personalidad, por obra de Gardner Murphy, para quien el hombre es un organismo
biológico interdependiente con su medio social y material. Para Murphy los
componentes básicos de la personalidad son las disposiciones fisiológicas
genéticas, las canalizaciones del comienzo de la vida, las respuestas
condicionadas y los hábitos cognitivos y perceptivos producto de los dos
anteriores. Estos componentes, sumados a un ambiente estable, otorgan
continuidad a la personalidad.

Un concepto interesante a nuestros fines lo constituye el de "máscara", asociado a


la idea de "carnaval". Mijail Bajón, en un estudio sobre Rabelais, analiza el
carnaval tal como se desarrollaba antes y durante el Renacimiento, como hecho
social opuesto o alternativo a la estructura jerárquica dominante en la Edad Media.
En el carnaval, a diferencia del teatro, no se divide en actores y espectadores sino
que todos participan de aquel carácter. En este sentido constituye un espacio de
plena participación en lugar de una estructura de representación. Esto nos
interesa siquiera como metáfora, dado que la teoría del Estado Moderno semeja a
la del teatro, con actores que "representan" a ciertos personajes, así como los
gobernantes "representan" al pueblo, que los contemplan como espectadores que
aplauden o abuchean, pero que no actúan directamente en el escenario.

En el campo de los derechos humanos, en cambio, y tal como lo señaláramos en


el capítulo anterior, el ejercicio y la defensa de los derechos compete a todos.

Como señala Julia Kristeva, la máscara que se usa en el carnaval tiene una
función dual, ya que por un lado implica la pérdida de individualidad y la
presunción de anonimato, mientras que por el otro, y al mismo tiempo, genera una
presunción de múltiples identidades.

De esta manera el concepto de persona, integrado en la dimensión social ya


señalada, supera a la idea de individuo, al yo cartesiano, al "sujeto de derecho" del
positivismo jurídico, para integrarse en esa participación comunitaria. Dice Euge-
nio Trías:

"Pues comenzamos a entender que esa pretendida 'unidad de la persona


humana', esa unidad asegurada por un alma bella y hasta inmortal, o por un yo-
fetiche o por una supuesta conciencia se desvanece. Comenzaremos a
comprender que la 'identidad personal' es un mito, probablemente burgués, en
cualquier caso occidental. Que ese mito se halla asegurado por un bautismo y el
consiguiente cobro de un 'nombre propio'. Podemos decir, en efecto: Yo ahora ya
soy yo. En efecto: me reconozco en el carnet. El cogito pasa siempre por la
comisaría de distrito. El ego es eso: un trozo de papel, a veces recubierto de
plástico. Pero detrás de ese carnet, ¿qué hay? ¿Qué es eso que llamamos
'hombre' sino un paquete de papeles o máscaras (rol-set, lo llaman los sociólogos
americanos)? Y la conciencia, ¿no es la ilusión de una identidad que no tiene
fondo, el apego febril a una máscara y a un papel? Se ignora que detrás de las
máscaras no hay nada —quizá un rostro sin ojos, sin lengua, sin expresión—... La
idea de persona' debería sustituirse por la idea de 'máscara' o 'disfraz': pues la
persona o el yo esconde bajo su aparente unidad, una multiplicidad. Bajo el yo
indiviso se esconde Multitud." (Filosofía y CarnavaL)

2. LAS TEORÍAS FILOSÓFICAS: LIBERTAD VS. IGUALDAD

En este punto procuraremos desarrollar el difícil equilibrio entre los conceptos de


"libertad" e "igualdad" partiendo de dos filosofías políticas de singular
trascendencia en el pensamiento contemporáneo: el liberalismo y el socialismo, y
de una tercera, el existencialismo, que en sus distintas variantes opera como una
gran síntesis.

2.1. El liberalismo

Dentro de la gran variedad de antropologías filosóficas, resulta insoslayable el


aporte del liberalismo y su concepción del individuo autónomo. "¿Dónde se halla
—se preguntaba John Stuart Mill— el justo límite de la soberanía del individuo
sobre sí mismo? ¿Dónde comienza la autoridad de la sociedad?" Esta pregunta
encierra la cuestión capital de la filosofía política antropológica: la tensión entre la
soberanía personal, como punto de partida —libertad— y su necesaria limitación
como precio pagado a la sociedad —igualdad—.

Según el liberalismo, la sociedad nene facultad para obligar al individuo sólo a


efectos de que no perjudique los intereses de los demás y para exigirle "los
trabajos y sacrificios necesarios para defender a la sociedad o a sus miembros de
cualquier daño o vejación".

Stuart Mill parte de la existencia de tres libertades básicas: la libertad de


conciencia, la libertad de organizar la propia vida según el parecer de cada uno,
en tanto no perjudique a terceros, y la libertad de asociación.

"La única libertad que merece este nombre —dice— es la de buscar nuestro
propio bien a nuestra propia manera, en tanto no intentemos privar de sus bienes
a otros o frenar sus esfuerzos por obtenerlo." (Sabre la libertad)
El pensamiento de Mill debe interpretarse en función de su marco histórico: la
Inglaterra victoriana. En la época en que aparece su ensayo On liberty (1859)
campeaba, junto a exigencias morales y religiosas rigurosas una política
económica de achicamiento del gasto público y de los tributos que debían soportar
los particulares. Mill pretendía, entonces, trasladar los principios económicos de
reducción de la actividad estatal a la moral social.

"Cada cual —expresaba— es el mejor guardián de su propia salud, sea fisica,


mental o espiritual. La especie humana ganará más en dejar a cada uno que viva
como le guste más, que obligándolo a vivir como le gusta al resto de sus
semejantes."

Stuart Mill mismo reconoció el talón de Aquiles de la teoría del individualismo


soberano:

"Apenas si es necesario decir —explicaba— que esta doctrina no alcanza más que
a los seres humanos que se hallan en la plenitud de sus facultades. No hablamos
de niños ni de adolescentes que no hayan llegado al tope fijado por la ley para la
mayoría de edad. Aquéllos que están en edad de recibir todavía los cuidados de
los otros, deben ser protegidos tanto contra los demás como contra ellos mismos.
Por la misma razón podemos excluir a las sociedades atrasadas, en que la raza
debe ser considerada como menor de edad." Para agregar casi a renglón seguido:
"El despotismo es un modo legítimo de gobierno, cuando los gobernados están
todavía por civilizar, siempre que el fin propuesto sea su progreso y que los
medios se justifiquen al atender realmente este fin".

El individualismo del siglo XIX lograba un impresionante avance en la explicita-


ción de las libertades personales, pero no había dado adecuada solución al
problema de la igualdad, y—fundamentalmente— al de la interacción de esos dos
principios, para lo cual habría que esperar hasta bien entrado el siglo XX.
2.2. El socialismo

En el mismo siglo XIX, paralelamente, el socialismo utópico y el propio Marx, sin


desarrollar una antropología filosófica propiamente dicha, se preocuparon,
inversamente, por el problema de las desigualdades sociales, entendiendo a éstas
como supresoras de las libertades individuales.

El fourierismo, o escuela societaria, proponía una superación del individualismo


merced a la coincidencia de intereses individuales. Para Charles Fourier y sus
seguidores, los hombres deberían vivir y trabajar en común en el interior de los
"falansteriós" —mezcla de fábrica con gran hotel— en donde igualmente se
lograría la emancipación de la mujer, la desaparición de la familia, el amor libre y
la educación colectiva de los niños.

En cuanto a Marx, su concepción del hombre, de base hegeliana, presuponía un


ser universal, en el sentido de que su conciencia podía abarcar toda la naturaleza
e interactuar con ella (recuérdese el aforismo de Hegel: todo lo real es racional,
todo lo racional es real). "La naturaleza —dice Marx— es el cuerpo inorgánico del
hombre" (Mamacritos económico-filosóficos, 1844). Esta aprehensión de roda la
naturaleza, como posibilidad humana, constituye su libertad específica y lo
distingue del resto de los animales: "Es un ser con conciencia de sí... sólo por esta
razón es su actividad una actividad libre". Pero el trabajo enajenado, es decir,
aquél que es sólo un medio para lograr la subsistencia, aleja al hombre de la
naturaleza, de su naturaleza, de su especie, de su actividad específica, de su
libertad. Así, se "convierte la vida de la especie en un medio para la vida
individual".

Para Erich Fromm, "la concepción del socialismo de Marx es una protesta, como lo
es toda la filosofía existencialista, contra la enajenación del hombre" y, en tal
sentido, se entronca con toda la tradición humanista del Antiguo Testamento, de
los estoicos griegos y romanos, de la patrística y las utopías del Renacimiento.

Si el liberalismo veía en el autoritarismo la destrucción de las libertades indivi-


duales, el socialismo, por su parte, veía en el industrialismo capitalista la
destrucción del hombre como ser universal. Bien que se mire, y desde este punto,
las teorías no son tan antitéticas como parecen, sino más bien complementarias,
aun cuando su zona de encuentro sea de fricción más que de unión y síntesis.

Sin embargo, ya inmersos en la segunda mitad de este siglo, ambas ideologías


entraron en un cono de sombras. Señala Cornelius Castoriadis:

"Después de los movimientos de los años sesenta, el proyecto de autonomía


parece estar sufriendo un eclipse total. Se puede considerar esto como una
evolución coyuntural, de corto plazo. Pero esa interpretación es poco probable,
ante el peso creciente de la privatización, de la despolitización y del
'individualismo' en las sociedades contemporáneas. La atrofia completa de la
imaginación política se completa con un grave síntoma concomitante. La
pauperización intelectual tanto de los 'socialistas' como de los 'conservadores' es
aterradora. Los `socialistas' no tienen nada para decir, y la calidad intelectual de la
producción de los voceros del liberalismo económico, desde hace quince años,
haría que Smith, Constant o Mill se revolcasen en sus tumbas." (El mundo
fragmentado.)

2.3. El existencialismo

Entre las dos grandes guerras de este siglo, y especialmente después de la


segunda, se desarrolló en Europa una corriente filosófica conocida como
"existencialismo", por fijar el centro del discurso en la existencia humana,
entendida no como un objeto sino como un fenómeno. Su génesis histórica
coincide con una psicosis de fracaso y deq2stre, de irracionalismo y de
incomprensión con el mundo desgarrado y sin modelos.

Se suele citar a San Agustín y a Sóren Kierkegaard como "precursores" de los


existencialistas, por sus metodologías introspectivas y sus análisis de la angustia.
Pero más allá de éstos y otros antecedentes similares, el existencialismo
constituye un movimiento filosófico autónomo y completo, y si bien cada filósofo
dio al movimiento su impronta, pueden destacarse dos grupos significativos: un
existencialismo trascendente, encarnado por Marcel, Jaspers y Mounier, entre
otros, y un existencialismo agnóstico, representado por Sartre y Camus, entre los
más notables.

El axioma básico del existencialismo presupone que la existencia precede a la


esencia. Esta fórmula, sencilla en su expresión y compleja en su interpretación,
quiere decir que lo definitorio de la personalidad no son cualidades estáticas, sino
dinámicas, no son objetos sino posibilidades.' Lo definitorio de la personalidad es
que no puede definirse (delimitarse) porque, dice Mounier:

"Sólo se definen los objetos exteriores al hombre y que se pueden poner ante la
mirada. Ahora bien, la persona no es un objeto. Es, inclusive, lo que en cada
hombre no puede ser tratado como un objeto." (El personalismo, 1950.)

El existencialismo no debe ser confundido con un "espiritualismo", sino que se


define como un realismo, el realismo de la "existencia encarnada". "Yo existo
subjetivamente" y "Yo existo corporalmente" son, para Mounier, dos formas de
expresar la misma experiencia.6 Tampoco se trata de un subjetivismo
individualista. "Casi se podría decir —afirma este autor— que sólo existo en la
medida en que existo para otros,' y, en última instancia, ser es amar."

Para Mounier, la libertad absoluta es un mito: "No todo es posible, no todo es


posible en todo momento. Estos límites, cuando no son demasiado estrechos,
constituyen una fuerza". La libertad personal no es un mero ejercicio de la
espontaneidad, de la mera elección de esto o aquello, dado que, al elegir, el
hombre se construye —o destruye— así mismo. La libertad responsable es
aquélla que se inclina hacia el sentido de la liberación, es decir, de la
personalización del ser humano y del mundo.

La idea de igualdad, en cambio, separa a Mounier de otros existencialistas. Esta


idea debe desligarse de sus resonancias aritméticas. La igualdad del género
humano no puede vincularse a la identidad sin negar la anterior afirmación de que
el hombre, cada hombre, se hace a sí mismo de acuerdo con su propio proyecto y
circunstancias. La igualdad de las personas debe buscarse, para este filósofo, en
la idea de finalidad común, de un destino de justicia y trascendencia.
Para Sartre, por su parte, el hombre es un ser condenado a ser libre (El
existencialismo es un humanismo, 1946).

"Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y, sin embargo, por otro lado,


libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace." "El
argumento decisivo utilizado por el sentido común contra la liber-tad —dice en otro
escrito (El ser y la nada, 1943)— consiste en recordarnos nuestra impotencia.
Lejos de poder modificar a gusto nuestra situación, pare-ce que no podemos
cambiarnos a nosotros mismos. No soy 'libre' de escapar a la suerte de mi clase,
de mi nación o de mi familia, ni tampoco de edificar mi poderío ni mi fortuna, ni de
vencer mis apetitos más insignificantes o mis hábitos. Nazco obrero, francés,
sifilítico por herencia o tuberculoso... Más de lo que parece 'hacerse', el hombre
parece `ser hecho' por el clima y la tierra, la raza y la clase, la lengua, la historia
de la colectividad de la que forma parte, la herencia, las circunstancias
individuales de su infancia, los hábitos adquiridos, los acontecimientos pequeños o
grandes de su vida... (Por ello) `ser libre' no significa 'obtener lo que se ha querido'
sino `determinarse a querer (en el sentido lato de elegir) por sí mismo. En otros
términos, el éxito no importa en absoluto para la libertad."

Esta libertad, si es auténtica, está también obligada a querer la libertad de los


demás. Pero en este reconocimiento se agota la trascendencia sartreana. "No hay
otro universo que este universo humano —declara— el universo de la subjetividad
humana."

Según los existencialistas no hay una "naturaleza humana" abstracta, esencial,


anterior a su existencia real y concreta. Pero para Mounier, al igual que para
Jaspers, "La libertad dama por una dirección" (La filosofía, 1949). La igualdad del
ser huma-no, su universalidad —en el sentido filosófico— está dada por su
destino. Para Sartre, en cambio, por su punto de partida. No hay "naturaleza
humana", pero sí "condición humana". En este sentido Hannah Arendt señala:

"La pluralidad es la condición de la acción humana debida a que todos somos lo


mismo, es decir, humanos, y por tanto nadie es igual a cualquier otro que haya
vivido, viva o vivirá... Para evitar el malentendido: la condición humana no es la
misma que la naturaleza humana, y la suma total de actividades y capacidades
que corresponden a la condición humana no constituye nada semejante a la
naturaleza humana... Dicho en otras palabras, si tenemos una naturaleza o
esencia, solo un dios puede conocerla o definirla, y el primer requisito sería que
hablara sobre un `quién' como si fuera un `qué'." (La condición humana.)

B. CONCEPTO DE PERSONA Y LOS DERECHOS HUMANOS

3. EL HOMBRE EN LAS CIENCIAS SOCIALES

En el siglo XIX la antropología se encontraba más bajo la influencia del


colonialismo y de las teorías evolucionistas de Darwin (El origen de las especies,
1859) y de Spencer (Sistema defiksofla sintética, 1862-1896) que de una
metodología empírica rigurosa. Esa influencia la llevaba a considerar la
supremacía del modelo "Hombre occidental, blanco y adulto", frente al cual los
primitivos nativos de las colonias eran inferiores, no sólo por un menor grado de
desarrollo sino también cualitativamente, es decir como objetos esencialmente
distintos.' Para esa misma época aparece la noción de "raza" como indicadora de
distintas jerarquías, tal como la presenta el Conde de Gobineau en su Ensayo
sobre la desigualdad de las razas humanas (18531855).

En 1877, Ferdinand Tonnies publica Comunidad y sociedad, jerarquizando a ésta


sobre aquélla como el triunfo de la racionalidad social. La comunidad —estadio
primitivo de la sociedad— se basa en vínculos de confraternidad, parentesco y
buena vecindad, mientras que la sociedad se cimienta en el cálculo racional y en
el intercambio. Para Tonnies, en la sociedad recién aparece la "persona" como
superación del "yo" comunitario.'

Las ciencias sociales del siglo pasado no habían superado el nivel especulativo y,
por ello mismo, no se habían escindido de la filosofía, al igual que había pasado
con las ciencias naturales antes del Renacimiento. Recién en los últimos años de
ese siglo comienzan a desarrollarse las ciencias sociales en el sentido actual,
merced a los primeros trabajos de Freud (Estudios sobre la histeria, 1895),
Durkheim (Reglas del método sociológico, 1895) y Saussure (Curso de lingüística
generaL 1916). Para estos dos últimos, la existencia de una cierta objetividad de lo
social, así como de un orden social o una "conciencia colectiva" constituyen
elementos premoldeantes de la personalidad, siendo la conducta del individuo
poco menos que la resultante de ese orden que le viene impuesto desde afuera.

Esas premisas no han sufrido grandes modificaciones en la sociología actual, ni


podrían sufrirlas sin una radical modificación metodológica. El abandono de la
introspección y su reemplazo por la observación desvían la atención del "yo
interior" hacia la "conducta". La "pura intencionalidad" cartesiana que preocupaba
a Bergson (Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia, 1889) y a Husserl
(Investigaciones lógicas, 1900) quedaban como patrimonio de la filosofía idealista,
mientras que la conducta observable se convertía en el concepto fundamental de
las ciencias sociales desde la antropología hasta el derecho, aunque con distintos
matices "psicologistas" o "sociologistas" según de qué escuela o corriente se
tratara.

Otro tanto cabe decir de la psicología postfreudiana. El "yo" cartesiano, reducto


soberano de la racionalidad, perdía su cetro, acorralado por el "super yo" y por el
"otro yo" del psicoanálisis. Mi razón no puede afirmar, orgullosa, que hay
cuestiones que se presentan en la mente en forma "clara y distinta", como quería
Descartes. Ya no puedo estar seguro de que el "cogito" del aforismo sea de mi
propia elaboración, y no un prejuicio, o una fobia inconsciente. En Tótem y tabú,
Freud se encarga de demostrar que el pensamiento primitivo, mágico y
supersticioso de los aborígenes de las colonias, subsistían en el inconsciente del
hombre civilizado.

Erich Fromm se ocupó en señalar la deshumanización del hombre en la sociedad


industrial:

"La concentración de capital —dice— llevó a la formación de empresas


gigantescas, manejadas por burocracias jerárquicamente organizadas. Grandes
concentraciones de operarios trabajan juntos como parte de una vasta máquina
productiva organizada, que para poder funcionar debe hacerlo fluidamente, sin
fricción, sin interrupción. El operario y el empleado se convierten en un diente de
engranaje de esta máquina; su función y actividades están determinadas por la
estructura total de la organización en que trabajan."

La consecuencia de esto es, según Fromm, que "cuando el hombre se transforma


en una cosa y se lo maneja como a una cosa, quienes lo hacen se transforman
también en cosas; y las cosas no tienen voluntad, visión ni plan."

Esa deshumanización se advierte en todo el proceso de socialización de la


persona, incluyendo, principalmente, a los sistemas educativos. Hay más
posibilidades de acceder a la educación para muchas más personas, las que
adquieren cantidades cada vez mayores de información, pero, paralelamente, han
disminuido el espíritu crítico y la actividad creativa.

Fromm cree que el socialismo no corrió con mejor suerte, y que sucumbió al
espíritu del capitalismo que se había propuesto reemplazar, al reducir la idea
socialista al plano de la economía:

"El capitalismo y un socialismo vulgarizado y distorsionado –expresa– han llevado


al hombre a un punto en que corre peligro de transformarse en un autómata
deshumanizado; está perdiendo su cordura y se halla al borde de la
autodestrucción total. Sólo la cabal conciencia de esta situación y de los peligros
que entraña, y una nueva perspectiva de una vida capaz de realizar los fines de la
libertad, la dignidad y la creatividad humana, de la razón, la justicia y la
solidaridad, podrán salvarnos de una decadencia, una pérdida de libertad o una
destrucción casi seguras."

En suma, tanto la antropología como la psicología y la sociología oficiales del


corriente siglo han abandonado la metodología especulativa de raigambre
filosófica, para intentar, despaciosamente, la búsqueda empírica, conforme al
paradigma de las ciencias modernas, cuyo ejemplo era la física newtoneana, sin
lograr hasta el presente integrar un gran sistema de ciencia social. Sin embargo,
esa búsqueda de la personalidad a partir de la observación resulta más ilustrativa
para una investigación referida a los derechos del hombre que la que se basa en
presupuestos dogmáticos e inamovibles que prescinden del hombre de carne y
hueso, de su hábitat y de su entorno. Este panorama que hemos bosquejado
permite mostrar hasta donde resulta imprescindible integrar todas las vertientes
para acumular el material necesario tendiente a la elucidación de la problemática
de los derechos humanos, y la inevitable frustración a que conducen las
posiciones reduccionistas que comentábamos al comienzo del Capítulo I.

BIBLIOGRAFÍA

Allport, Gordon: ¿ Qué es la Personalidad?, Ed. Siglo XX, Bs. Aires, 1973.
Mounier, Emmanuel: El Personalismo, Ed. Eudeba, Bs. Aires, 1987. Sartre, Jean-
Paul: El existencialismo es un humanismo, Ed. Orbis, Bs. Aires, 1984. — : El ser y
la nada, Ed. Altaya, Barcelona, 1997

Arendt, Hannah: La condición humana, Ed. Paidós, Barcelona, 1993.

Castoriadis, Comelius: El mundo fragmentados Ed. Altamira, Montevideo, 1993.


Stuart Mill, John: Sobre la libertara; Ed. Orbis, Madrid, 1985. Carandell, José M.:
Las utopías, Salvat Ed., Barcelona, 1974.

Basave Fernández del Valle, Agustín: Existencialistas y existencialismos, Ed.


Atlántida, Bs. Aires, 1958.

Hall, C. S. y G. Lindzey: La teoría biosoctal de la personalidad, Paidos, Bs. Aires,


1974.

Marx, Carlos: Manuscritos econámico-filosóficos, Fondo de Cultura Económica,


México.

Diemer, A. y otros: Los fundamentos filosóficos de los Derechos Humanos, Ed.


Serbal-UNESCO, Barcelona, 1985.

Heidegger, Martín: Ser y tiempo, Ed. FCE, Bs. Aires, 1991.


Merleau-Ponty, Maurice Fenomenología de la percepción, Ed. Planeta-Agostini,
Barcelona, 1993.

131anchot, Maurice: La comunidad inconfesable, Ed. Vuelta, México, 1992.


Clastres, Pierre: Investigaciones en antropología política; Ed. Gedisa, Barcelona,
1981. Trías, Eugenio: Filosofia y carnaval Ed. Anagrama, Barcelona, 1984.
INFORME DE LA ALTA COMISIONADA DE
LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS
DERECHOS HUMANOS BOLIVIA
Consejo de Derechos Humanos
25º período de sesiones
Tema 2 de la agenda
Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos e informes de la Oficina
del Alto Comisionado y del Secretario General
Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos
Adición
Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos sobre las actividades
de su oficina en el Estado Plurinacional de Bolivia* **

Resumen

El presente informe brinda una visión general de la situación de derechos


humanos en el Estado Plurinacional de Bolivia y del trabajo realizado por la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) en el país durante 2013.

La economía boliviana presentó un desempeño positivo durante 2013. Los índices


de pobreza y extrema pobreza disminuyeron. El país superó los Objetivos de
Desarrollo del Milenio respecto al derecho al agua potable dos años antes del
plazo y la tasa de abandono escolar en el nivel primario siguió reduciéndose.

El país continuó desarrollando medidas para combatir los persistentes fenómenos


de racismo y otras formas de discriminación. Los principios de no discriminación
se incluyeron en los programas comunicacionales de las entidades públicas. Sin
embargo, está pendiente la implementación integral de la Política del Estado
Plurinacional de Bolivia contra el Racismo y toda forma de Discriminación (Plan de

* El resumen del presente informe se distribuye en todos los idiomas oficiales. El informe,
que figura en el anexo, se distribuye en español y en inglés solamente.
** El presente documento se presenta con retraso para poder incluir en él la información más
reciente.
Acción 2012-2015) y la dotación de mayores recursos financieros para tal fin.

La protección de los derechos de los pueblos indígenas continúa siendo un


desafío. Se destaca la elaboración por consenso de un anteproyecto de ley marco
sobre el derecho a la consulta de conformidad con los estándares internacionales.
Sin embargo, preocupa la falta de consulta en materia de minería.

Se aprobó la Ley Integral N.º 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de
Violencia, dando un paso importante para la eliminación de la violencia de género,
la cual sigue en aumento. En vista de esa situación, se hace imprescindible la
urgente implementación de dicha ley. El Órgano Judicial, la Escuela de Jueces y el
Ministerio Público desarrollaron un proceso acelerado de capacitación a jueces y a
fiscales sobre la aplicación de la ley.

Se generaron muchas medidas para responder a la profunda crisis en la


administración de justicia, incluyendo el análisis de los problemas estructurales
para mejorar el acceso a la justicia, la independencia y la transparencia judiciales,
y la gestión institucional. Persisten en el sistema judicial los problemas de
retrasos, corrupción, impunidad y falta de recursos. La oficina sigue monitoreando
procesos penales emblemáticos, donde los avances son lentos.

Se destaca la disminución de denuncias por uso excesivo de fuerza por la policía


en el contexto de conflictos sociales. En los ámbitos policial y castrense, se
registraron abusos por parte de oficiales en contra de personal subalterno durante
entrenamientos, que llegaron incluso a afectar el derecho a la vida. En cuanto al
sistema penitenciario, subsiste la crítica situación de hacinamiento en los centros
penitenciarios y uso excesivo de la detención preventiva.

El presente informe hace referencia a las actividades realizadas por la oficina e


incluye 12 recomendaciones formuladas por la Alta Comisionada para contribuir a
mejorar la situación de los derechos humanos en el Estado Plurinacional de
Bolivia.
I.Introducción

1. En febrero de 2007, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas


para los Derechos Humanos firmó un acuerdo con el Gobierno de Bolivia para el
establecimiento de una oficina en el país con el mandato de monitorear y elaborar
informes sobre la situación de los derechos humanos en el país y de prestar
asistencia técnica a las instituciones públicas y a organizaciones de la sociedad
civil. El acuerdo fue aprobado por el Congreso el 13 de julio de 2007 y renovado
por segunda vez en agosto de 2013, hasta el 21 de agosto de 2015.

II.Contexto nacional

2. El 22 de enero de 2013, durante la presentación de su informe de gestión a


la Asamblea Legislativa Plurinacional, el Presidente del Estado Plurinacional de
Bolivia, Evo Morales Ayma, presentó los 13 pilares fundamentales de la Agenda
Patriótica 20251, orientados principalmente a erradicar la extrema pobreza y a
proporcionar servicios públicos básicos, seguridad alimentaria, soberanía e
igualdad. La Agenda fue objeto de un proceso de consulta en todo el país.

3. En abril, el Tribunal Constitucional Plurinacional declaró constitucional el


proyecto de la Ley de Aplicación Normativa N.º 381, con lo que se determinó la
constitucionalidad de la participación en las próximas elecciones del Presidente
Morales y del Vicepresidente Álvaro García Linera, habida cuenta que la
reelección representaría un segundo mandato después de la adopción de la
Constitución de 2009. La sentencia fue criticada por la oposición política por
considerar que se estaría permitiendo un tercer mandato consecutivo al
Presidente y al Vicepresidente.

4. En julio, se publicaron los resultados del Censo Nacional de Población y


Vivienda 2012. Las discrepancias entre dichos datos y los resultados preliminares
hechos públicos en enero de 2013 causaron polémica y protestas. Los resultados
finales indican una tasa de crecimiento muy baja de la población en algunos

1 El texto del discurso del Presidente está disponible en


http://comunicacion.presidencia.gob.bo/docprensa/pdf/20130123-11-36-55.pdf.
departamentos y ciudades importantes, así como la disminución del porcentaje de
la población que se reconoce perteneciente a un pueblo indígena, del 62% al
41%2. Por solicitud del Gobierno, una delegación del Centro Latinoamericano y
Caribeño de Demografía, organismo autónomo de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), visitó el Estado Plurinacional Bolivia en
agosto para iniciar una evaluación post-censal.

5. El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia remitió a la Alta


Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos una denuncia
en relación con la negación de espacio aéreo por varios países europeos cuando
el Presidente Morales y su delegación retornaban desde Moscú a La Paz el 2 de
julio. Las alegaciones por violaciones de derechos humanos fueron remitidas a los
procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos.

6. En julio, el Estado Plurinacional de Bolivia presidió la primera reunión en


Ginebra del Grupo de Trabajo intergubernamental de composición abierta
encargado de elaborar una declaración de las Naciones Unidas sobre los
derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas
rurales.

7. El 2 de abril, el Estado Plurinacional de Bolivia se adhirió al Protocolo


Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un
procedimiento de comunicaciones y el 12 de julio ratificó el Segundo Protocolo
Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a
abolir la pena de muerte.

8. En 2013 el Estado Plurinacional de Bolivia fue examinado por tres órganos


de tratados: el Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares (16 y 17 de abril), el Comité contra la Tortura (16 y
17 de mayo) y el Comité de Derechos Humanos (14 y 16 de octubre).

2 Con respecto a las cifras del censo de 2001. Instituto Nacional de Estadística (INE), Censo
Nacional de Población y Vivienda 2012.
III.Situación de los derechos humanos

A.Racismo y discriminación

9. El Estado Plurinacional de Bolivia continuó desarrollando medidas para


combatir el racismo y otras formas de discriminación. Las entidades públicas
incluyeron en sus programas comunicacionales el principio de no discriminación y
la mayoría de los medios de comunicación intensificaron sus campañas de
prevención. El Ministerio de Educación emitió reglamentos que prohíben la
discriminación en los centros educativos y en numerosos lugares privados y
públicos están exhibidos anuncios en los que se enumeran los principios de no
discriminación.

10. Hubo avances limitados en la implementación de la Política del Estado


Plurinacional de Bolivia contra el Racismo y toda forma de Discriminación (Plan de
Acción 2012-2015), principalmente por no haber sido formalmente adoptada por el
Órgano Ejecutivo3. El Comité Nacional contra el Racismo y toda Forma de
Discriminación, en sus comunicaciones con los 14 ministerios responsables de la
implementación de los 17 Programas del Plan de Acción, constató poco
conocimiento de este y de las responsabilidades de los ministerios para con él, así
como la falta de una estrategia para la aplicación y adecuación institucional
correspondiente del Plan de Acción. El Comité Nacional realizará en 2014 un
monitoreo de implementación del Plan de Acción basado en indicadores4.

11. La asignación presupuestaria al Comité Nacional ha sido insuficiente para


su desarrollo institucional y para la implementación del Plan de Acción. El Comité
Nacional sólo pudo realizar una sesión anual, desatendiendo su reglamento, que
establece la realización de dos sesiones obligatorias.

12. La Dirección General de Lucha contra el Racismo y Toda Forma de


Discriminación reportó la recepción de 151 denuncias de racismo y/o
discriminación. La mayoría de los presuntos incidentes se produjeron en áreas

3 Resolución 1/2012, Comité Nacional contra el Racismo y toda Forma de Discriminación.


4 Resolución 4/2013, Comité Nacional contra el Racismo y toda Forma de Discriminación.
urbanas y en gran medida guardaban relación con la administración pública. Las
denuncias se presentaron por los siguientes motivos: 21 denuncias por orientación
sexual; 19 por nivel de escolaridad; 19 por apariencia física; 17 por identidad
cultural; 14 por procedencia; 14 por ideología; y 25 por edad, discapacidad o
religión. Otros 22 casos fueron desestimados. Sólo tres fueron derivados a la
fiscalía, incluyendo uno por hechos violentos en contra de un miembro de la
población de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.

13. Preocupa a la oficina la intolerancia expresada contra la población de


lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex por miembros del Concejo Municipal
de Sucre durante el proceso de elaboración de su Carta Orgánica, ya que los
concejales expresaron rechazo a esta población y no incluyeron políticas
específicas en su favor. El Comité de Derechos Humanos expresó inquietud ante
la impunidad por actos de violencia y discriminación con motivo de orientación
sexual o identidad de género (CCPR/C/BOL/CO/3, párr. 7).

14. La oficina saluda la creación por el Ministerio de Educación del Instituto de


Lengua y Cultura del Pueblo Guaraní y el Instituto de Lengua y Cultura del Pueblo
Afroboliviano, con el fin de desarrollar capacidades de investigación y difusión de
la historia y cultura de estos pueblos, coadyuvando así al derecho a su identidad
cultural.

15. El 8 de mayo, se promulgó la Ley N.º 370 de Migración, la cual estipula


disposiciones respecto a la prevención del acoso y la violencia de género y sexual,
así como garantías para la reunificación de las familias migrantes. En
contrapartida, aún se requieren medidas para prevenir la difusión en los medios de
comunicación —incluyendo por parte de la policía— de estereotipos en contra de
extranjeros sospechosos de estar involucrados en delitos. El Comité sobre los
Trabajadores Migratorios lamentó que aún persista discriminación hacia migrantes
por parte de las fuerzas de seguridad (CMW/C/BOL/CO/2 y Corr.1, párr. 22).
B.Derechos de los pueblos indígenas

16. La situación de los derechos de los pueblos indígenas continúa


representando un desafío. Constituye un avance la elaboración de un
anteproyecto de ley de consulta y consentimiento previo, libre e informado de
pueblos indígenas, liderado por el Ministerio de Gobierno durante un proceso de
18 meses en tres fases: construcción, socialización y sistematización. La
propuesta sistematizada fue aprobada por la mayoría de organizaciones de
pueblos indígenas y se ajusta a los estándares internacionales. Con el acuerdo de
dichas organizaciones, los asuntos relativos a las indemnizaciones para dichas
organizaciones y su participación en beneficios fueron diferidos a posteriores
discusiones sobre nuevas normas en minería e hidrocarburos.

17. Continúa preocupando a la oficina la falta de consulta a pueblos indígenas


en materia de minería. Los acercamientos del Ministerio de Minería y Metalurgia a
representantes indígenas no generaron el clima de confianza necesario para
elaborar una ley específica que regule la consulta en este ámbito.

18. En materia de hidrocarburos, la oficina realizó el monitoreo de la aplicación


del derecho a la consulta en dos casos emblemáticos: Alto Parapetí y Takovo
Mora. Se observó que la información relevante no siempre fue presentada a las
comunidades de forma accesible, oportuna y completa, y en su propia lengua
nativa.

19. En Alto Parapetí la consulta se inició después de que una empresa


petrolera privada realizara demarcaciones geográficas con enmallado del predio,
lo cual generó un impacto negativo en las comunidades. Además, la oficina en su
trabajo de monitoreo, registró situaciones de injerencia en actividades de las
organizaciones indígenas por parte de funcionarios públicos y empleados de la
empresa, así como condicionamiento de la dotación de servicios básicos a la firma
de acuerdos.

20. Durante la consulta en Takovo Mora, las autoridades anularon el acuerdo


inicial alcanzado, lo cual generó una situación de disminución de credibilidad y
confianza, que posteriormente mejoró. Si bien las comunidades afectadas
seleccionaron sus representantes según sus costumbres para facilitar el proceso
de consulta, el Ministerio no los contrató, argumentando que las normas de
contrataciones públicas exigen contar con el título de bachiller para recibir
remuneración del Estado. Esto podría constituir una violación del derecho de los
pueblos indígenas a decidir según sus propios procedimientos, conforme al
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos
indígenas y tribales en países independientes, de 1989.

21. En los casos anteriores, el Ministerio de Hidrocarburos y Energía no logró


aplicar el derecho a la consulta cabalmente ni cumplir con su deber de proteger a
los pueblos indígenas de acciones de terceros contractuales que podrían violar
sus derechos. Sin embargo, la oficina valora positivamente la voluntad y las
iniciativas del Ministerio, a través de su Viceministerio de Desarrollo Energético, de
mejorar su desempeño en los procesos de consulta a través de capacitaciones y
otros esfuerzos de cooperación técnica.

22. En 2013 se desarrollaron iniciativas para proveer servicios públicos a


comunidades en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Respecto de la consulta en 2012 sobre la propuesta de construcción de una
carretera en el TIPNIS, se presentaron tres informes: uno del Ministerio de Obras
Públicas, Servicios y Vivienda y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
entidades encargadas de la ejecución de la consulta; otro del Servicio Intercultural
de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), entidad del Órgano Electoral
Plurinacional responsable del monitoreo de los procesos de consulta; y otro de las
organizaciones no gubernamentales, la Asamblea Permanente de Derechos
Humanos de Bolivia (APDHB) y la Federación Internacional de Derechos
Humanos (FIDH).

23. Los informes de los Ministerios y del SIFDE revelan que la información
relativa a la intangibilidad del TIPNIS, la construcción de la carretera y las medidas
de salvaguarda y de desarrollo en el territorio fue proporcionada a la mayoría de
las comunidades el mismo día de la consulta y que no se presentaron estudios de
impactos socioambientales. También reflejan un contexto de polarización y de
amenazas contra los encargados de la consulta. Además, algunas consultas
duraron sólo unas horas y otras fueron realizadas por la noche.

24. Según el SIFDE, la consulta se realizó en 58 de las 69 comunidades del


TIPNIS: de ellas, 15 se mostraron de acuerdo con la construcción de la carretera
sin condiciones; 41 estuvieron de acuerdo con condicionamientos, incluyendo
resguardos y salvaguardas; dos rechazaron la iniciativa; y 11 impidieron el acceso
de las brigadas de consulta.

25. El informe de la APDH y la FIDH detalló preocupaciones expresadas en


36 comunidades visitadas durante un período de dos semanas, principalmente: la
falta de concertación entre los Ministerios y la Subcentral TIPNIS, una de las tres
organizaciones representativas del territorio, para la realización de la consulta; la
creación de organizaciones paralelas en algunas comunidades donde se rechazó
y/o impidió la consulta; la realización de reuniones fuera de las comunidades; y la
entrega de proyectos de asistencia mientras se desarrollaba dicho proceso.

26. Transcurridos más de dos años de la intervención policial contra los


participantes de la VIII Marcha Indígena por la Defensa del Parque Nacional
Isiboro Sécure y los Territorios Indígenas, en Chaparina (Beni) el 21 de septiembre
de 2011, la Fiscalía sólo detuvo a dos personas en el marco de las
investigaciones. Preocupa a la oficina la lentitud con la que se viene desarrollando
el proceso.

27. En junio se produjeron hechos violentos en el TIPNIS, cuando líderes de la


Subcentral TIPNIS impidieron un encuentro de jefes comunales (corregidores),
acusándolos de no respetar las reglas de ese territorio y de apoyar el proyecto
gubernamental de construcción de la carretera. Gumercindo Pradel, presidente del
Consejo Indígena del Sur (CONISUR), organización afiliada a la Confederación de
Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), fue agredido. Acusó a los representantes
de la Subcentral TIPNIS de atentar contra su vida y considera que los
responsables deberían ser juzgados por la justicia ordinaria. Sin embargo, los
representantes de la Subcentral TIPNIS consideran que lo sucedido aconteció en
aplicación de la justicia indígena, por lo que presentaron un recurso de conflicto de
jurisdicción ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, el cual determinó la
suspensión de las actividades de la justicia en las dos jurisdicciones, en tanto
dirima la competencia.

28. La oficina saluda la sanción el 4 diciembre de la Ley N.º 450 de Protección


a Naciones y Pueblos Indígenas Originarios en situación de Alta Vulnerabilidad y
su objeto de establecer los mecanismos y políticas de prevención, protección y
fortalecimiento de salvaguardas de los sistemas y formas de vida de esta
población. Será necesario que la reglamentación de la ley y las normas
complementarias garanticen los derechos colectivos de dichos pueblos de manera
indivisible, integral e interdependiente.

29. Preocupa a la oficina la persistencia del fenómeno de trabajo forzoso y


servidumbre de numerosas familias guaraníes5. La oficina notó la falta de
seguimiento a las políticas integrales previstas en el Plan Interministerial
Transitorio, que debían realizarse a través de un plan de desarrollo integral del
pueblo guaraní, el cual continúa pendiente de aprobación y aplicación.

C.Derechos económicos y sociales

30. Según la CEPAL, la economía del Estado Plurinacional de Bolivia presentó


un desempeño positivo durante 2013. En el primer trimestre el índice global de la
actividad económica registró un crecimiento del 6%, mientras que el Gobierno
aumentó la recaudación fiscal en un 19% en comparación con el primer trimestre
de 20126, permitiendo la continuación y ampliación de programas sociales.

31. En diciembre de 2012, un 78,9% de la población nacional tenía acceso a


agua potable apta para el consumo. El país sobrepasó el Objetivo de Desarrollo
del Milenio relativo al derecho al agua7 dos años antes del plazo, gracias a los
programas presidenciales Mi Agua y Mi Agua II. En relación con el derecho al
saneamiento, todavía se deben reforzar acciones para avanzar con mayor rapidez.

5 Aproximadamente 600 familias, según el Comité de Derechos Humanos


(CCPR/C/BOL/CO/3, párr. 18).
6 CEPAL, Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2013 (publicación de las
Naciones Unidas, n.º de venta: S.13.II.G.3).
7 Cobertura del 75% para 2015.
32. Respecto al derecho a la vivienda, en 2013 se construyeron
16.000 viviendas con servicios básicos, dando prioridad en su asignación a grupos
vulnerables. Adicionalmente, 866 viviendas fueron asignadas a damnificados por
desastres naturales relacionados con el fenómeno de La Niña en 2010-20128.

33. Con relación al derecho a la educación, el Ministerio de Educación


estableció la obligación de las escuelas de educación regular de inscribir a las
niñas y niños con discapacidad, así como de implementar lineamientos
curriculares y metodológicos para estudiantes con discapacidad visual, auditiva e
intelectual9. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social insertó
laboralmente a 409 personas con discapacidad en instituciones públicas. La
oficina acoge con beneplácito ambas medidas, que representan un avance en
favor de grupos vulnerables.

34. El bono Juancito Pinto, un subsidio para incentivar la permanencia escolar,


fue ampliado para incluir a alumnos hasta el cuarto año de secundaria, así como a
aquellos en los centros de educación especial sin límite de edad, ni grado de
enseñanza. Según datos del Ministerio de Educación, la tasa de abandono escolar
en el nivel primario se redujo del 1,82% en 2011, al 1,69% en 2012.

35. Una investigación del Ministerio de Educación sobre la violencia, el maltrato


y el abuso en unidades educativas informó de altos índices de violencia contra
niños y niñas. El estudio revela que un 88% de la población de los centros
docentes sufrió algún tipo de violencia psicológica o física. La mayoría de las
víctimas son niñas y adolescentes. Los estudiantes varones, seguidos por los
maestros y los padres de familia, son los principales autores de violencia. En
respuesta, el Ministerio elaboró un plan plurinacional de prevención de toda forma
de violencia en el ámbito educativo, que se encuentra en proceso de validación
con la comunidad educativa. La oficina valora esta iniciativa y permanece
preocupada por las revelaciones del informe.

8 Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda.


9 Resolución Ministerial 1/2013, 2 de enero de 2013.
36. Los indicadores de seis derechos humanos (alimentación, educación, salud,
trabajo, vivienda y el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia),
desarrollados bajo el liderazgo del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el
Ministerio de Justicia, con el apoyo de la oficina, fueron institucionalizados por
25 instituciones públicas. Se cuenta con un total aproximado de 335 indicadores y
el 30% de la información se ha recopilado y está disponible. Se inició el desarrollo
de indicadores del derecho al agua.

D.Derechos de las mujeres

37. El 9 de marzo se promulgó la Ley Integral N.º 348 para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia, fruto de la lucha emprendida durante más de
una década por organizaciones de mujeres y otras entidades de la sociedad civil.
La Alta Comisionada saludó la adopción de la Ley, al considerar que amplía la
protección de las mujeres contra diferentes formas de violencia y establece la
erradicación de la violencia como una prioridad del Estado10. Esta norma
complementa otras leyes, adoptadas en 2012, a favor del ejercicio pleno de los
derechos de las mujeres11.

38. La Ley N.º 348 es la primera que enfoca integralmente la lucha contra la
violencia hacia las mujeres a través de la prevención, atención, protección,
persecución y sanción. La Ley tipifica el feminicidio, cumpliendo así con
recomendaciones de la Alta Comisionada en su anterior informe
(A/HRC/22/17/Add.2 y Corr.1, párr. 91, inc. c) y del Comité para la Eliminación de
la Discriminación contra la Mujer en 2008 (CEDAW/C/BOL/CO/4, párrs. 24 y 25).

39. En el ámbito de la persecución y sanción, se redujeron en un 70% las


denuncias de violencia contra mujeres, en comparación con los datos del primer

10 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, nota
informativa para la prensa, 12 de marzo de 2013. Disponible en
www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=13120&LangID=E
(inglés solamente).
11 La Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, la Ley Integral Contra la
Trata y Tráfico de Personas, y leyes sobre el derecho de las mujeres a la salud, así como la
ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los
trabajadores domésticos, de 2011.
semestre de 201212. Esta situación podría explicarse debido a que la legislación
derogada preveía un sistema múltiple en el que la víctima podía denunciar en las
vías familiar, de contravención o penal, mientras que la nueva ley sólo permite
denunciar en la vía penal. A la espera de la creación de juzgados y fiscalías
especializados, jueces y fiscales penales han asumido la carga procesal en la
materia. Si bien 592 jueces y fiscales penales recibieron capacitación sobre dicha
ley, esta medida podría ser insuficiente para atender la problemática, dada la crisis
del sistema penal. Es imprescindible para una implementación efectiva de la ley
que se asigne el presupuesto necesario en todos los niveles del Estado
correspondientes.

40. El Tribunal Constitucional Plurinacional definió el deber del Ministerio


Público de adoptar de oficio medidas y programas de protección a mujeres
víctimas de violencia conforme a estándares internacionales de derechos
humanos13. El Ministerio Público cuenta con fiscalías especializadas para víctimas
de atención prioritaria (víctimas de violencia, trata y tráfico) sólo en las capitales de
cada departamento, y queda pendiente la creación de otras en provincias y de
fiscalías especializadas móviles. Asimismo, adoptó protocolos de actuación para
casos previstos en la Ley N.º 348, incluyendo medidas de protección y asistencia
a víctimas, así como la persecución de delitos contra la libertad sexual.

41. El Estado Plurinacional de Bolivia aún no cuenta con una instancia


específica destinada a promover políticas de género al interior de instituciones
judiciales. La oficina recibió la denuncia de dos magistradas por actos de violencia
física y psicológica en su propia institución, cuyos procesos aún están en etapa de
investigación ante la justicia penal. Durante el XIV Encuentro de Magistradas de
Iberoamérica, las magistradas de Bolivia constituyeron una comisión de género
para promover políticas en esta materia y recomendaron la creación de unidades
de género en las instituciones judiciales.

12 Según el Departamento Nacional de Estadística de la Policía Boliviana, se reportaron


61.251 denuncias de violencia contra las mujeres.
13 Sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (SCP) 33/2013.
42. Por primera vez se elevó a mujeres al cargo de generales —dos en la
policía y una en las fuerzas armadas—, lo que constituye un paso hacia la
igualdad y equidad de género en las instituciones policial y militar.

43. Las investigaciones por las muertes de dos concejalas asesinadas en 2012
—Juana Quispe Apaza, del municipio de Ancoraimes (La Paz) y Daguimar Rivera
Ortiz, del municipio de Guayaramerín (Beni)—, crímenes relacionados con su
actividad política y condición de mujeres, todavía se encuentran en etapa
preparatoria (A/HRC/22/17/Add.2 y Corr.1, párr. 38). En el primer caso, dos
presuntos autores intelectuales, miembros del Concejo Municipal de Ancoraimes,
fueron imputados. En el segundo, se amplió la imputación a otro concejal, como
presunto autor, pero el juicio no ha avanzado, habida cuenta que un juez fue
recusado y otro renunció.

44. El aborto es la tercera causa de mortalidad materna en el Estado


Plurinacional de Bolivia. Según una investigación realizada por Ipas Bolivia 14, se
estima que cada día se practican alrededor de 185 abortos en condiciones de
riesgo15. El aborto está penalizado salvo en aquellos casos producto de violación,
estupro, incesto o cuando la vida de la madre esté en riesgo, para lo cual es
necesaria una autorización judicial previa (CCPR/C/BOL/CO/3, párr. 9), lo que
limita el acceso al aborto seguro incluso en aquellos casos. Desde 2012, el
Tribunal Constitucional Plurinacional realiza el tratamiento de un recurso abstracto
de inconstitucionalidad contra 13 artículos del Código Penal, entre ellos los que
penalizan el aborto.

E.Administración de justicia y lucha contra la impunidad

45. La oficina considera que si bien las autoridades judiciales elegidas en 2011
han adoptado numerosas e importantes medidas, estas aún no han podido revertir
la profunda crisis en la administración de justicia, caracterizada por problemas
estructurales tales como la corrupción, los retrasos, la insuficiente cobertura de

14 Organización no gubernamental dedicada a poner fin a las muertes y discapacidades


evitables atribuibles al aborto inseguro.
15 Ipas Bolivia, Las cifran hablan (2011), pág. 7.
servicios judiciales en el país16 y el acceso limitado a la justicia por parte de los
sectores más vulnerables. Estos problemas, entre otros, generan un preocupante
rezago judicial17 y, en última instancia, impunidad.

46. Entre los principales problemas que enfrenta el sistema penal y que suelen
conllevar violaciones de los derechos de víctimas de delitos e imputados, destaca
el elevado número de causas pendientes: un 75% de las investigaciones penales
iniciadas en 2013 estaban pendientes de resolución en 201418. Otra problemática
es la aplicación excesiva y prolongada de la detención preventiva, que en algunos
casos se prolonga más allá de la pena máxima establecida por el delito bajo
investigación. La corrupción es otro problema generalizado en el sistema judicial.

47. La insuficiente cobertura del sistema judicial penal es crítica. Únicamente el


23% de los municipios cuentan con un fiscal, sólo hay 69 defensores públicos en
todo el país y el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) cuenta con sólo
65 peritos y 54 forenses a nivel nacional19.

48. Otros problemas de la justicia penal se relacionan con las deficiencias de la


gestión institucional y el limitado control jurisdiccional, incluyendo los frecuentes
cambios de fiscales y suspensiones de audiencias; escasa incidencia del
procedimiento abreviado; uso abusivo del sistema de excusas, recusaciones y
otros recursos dilatorios por las partes; y paralización de los procesos en los que
no existe una parte interesada (generalmente la víctima) que impulse el proceso.
El caso de Felipe Moza es ilustrativo de estos fenómenos. El Sr. Moza, ex
dirigente cívico de Tarija, fue imputado por los delitos de peligro de estrago y daño
calificado, sancionados con penas de hasta cuatro y seis años respectivamente,
presuntamente por haber participado en la explosión de un gasoducto en Yacuiba
en septiembre de 2008 y se encuentra detenido preventivamente desde hace

16 Según el Consejo de la Magistratura, sólo el 43% de los 339 municipios cuenta con un
juez (a 24 de mayo de 2013).
17 Según últimos datos disponibles del Consejo de la Magistratura relativos a 2012, el retraso
judicial total acumulado de casos pendientes alcanzó el 54,92% (396.482 casos
pendientes).
18 En total, 127.538 casos pendientes (Consejo de la Magistratura, 2012).
19 Órgano Judicial “Cumbre Nacional Justicia”, Sucre, 23 y 24 de julio; Ministerio Público
“Encuentro Nacional del Ministerio Público”, Sucre, 10 a 12 de julio, realizados con el
apoyo de la oficina.
cinco años. Preocupa a la oficina que el tiempo que lleva detenido equivale ya al
cumplimiento de la pena en caso de ser condenado.

49. En respuesta a esta crisis, el Órgano Judicial (compuesto por el Tribunal


Agroambiental, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo de la Magistratura y
los tribunales departamentales de justicia), así como el Ministerio Público,
analizaron los problemas estructurales de la justicia20 identificando y adoptando
medidas de respuesta, plasmadas en planes estratégicos institucionales de
mediano plazo y planes operativos para 2014.

50. El Órgano Judicial y el Ministerio Público adoptaron varias normas


institucionales para fortalecer la independencia judicial, incluyendo la elaboración
de la carrera judicial y la carrera fiscal. El Consejo de la Magistratura y el
Ministerio Público aprobaron sus respectivos reglamentos sobre procesos
disciplinarios. La Escuela de Jueces y la Escuela de Fiscales concluyeron el
diseño del perfil de los futuros jueces y fiscales y de sus respectivas currículas de
formación inicial, en las cuales incorporaron en forma transversal los derechos
humanos.

51. Para fomentar la transparencia en la administración de justicia, las


Unidades de Transparencia del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional
Plurinacional promovieron por segundo año consecutivo rendiciones de cuentas
públicas a mitad del año e iniciaron coordinación con el Ministerio de
Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción. El Tribunal aprobó un
Código de Ética para sus funcionarios y creó una Unidad de Auditoría Interna.

52. A fin de mejorar el acceso a la justicia, el Consejo de la Magistratura cubrió


96 puestos vacantes de jueces21. Entre 2012 y 2013, incrementó en un 5% el
número de jueces, con relación a 201122. El Órgano Judicial diseñó políticas para
reducir los altos índices de rezago judicial, que se implementarán a partir de 2014.

20 Órgano Judicial “Cumbre Nacional Justicia”; Ministerio Público “Encuentro Nacional del
Ministerio Público”.
21 Rendición Pública de Cuentas del Consejo de la Magistratura, agosto de 2013. Estos
jueces aún tienen la calidad de interinos o suplentes, y su designación como titulares está
sujeta a la normativa de la carrera judicial.
22 De 776 jueces en 2011 a 815 en 2013.
53. El presupuesto aprobado para las instituciones judiciales23 se incrementó en
un 13% con relación a 2012. Sin embargo, el presupuesto global de la justicia
alcanza sólo un 0,53% del Presupuesto General del Estado, cifra insuficiente para
implementar las reformas en curso, necesarias para revertir graves insuficiencias y
deficiencias estructurales en la administración de justicia.

54. El Tribunal Constitucional Plurinacional dictó varias sentencias


fundamentadas en principios de derechos humanos. La Sentencia SCP
N.º 137/2013 declaró inconstitucional el artículo 183.I.4 de la Ley del Órgano
Judicial —que facultaba al Consejo de la Magistratura para suspender del ejercicio
de sus funciones a jueces con imputación formal—, argumentando la necesidad
de proteger los derechos de los jueces a la presunción de inocencia, al debido
proceso y a no someterles a una pena anticipada. De modo similar, la SCP
N.º 2055/2012, publicada en 2013, establece la inconstitucionalidad de las
disposiciones contenidas en la Ley N.º 31 Marco de Autonomías y
Descentralización que permitían la suspensión de autoridades electas a partir de
la acusación formal, por ser contrarias a la presunción de inocencia y a los
derechos políticos de los imputados.

55. Respecto a la jurisdicción indígena, el Tribunal Constitucional Plurinacional


definió criterios de interpretación de la Ley N.º 73 de Deslinde Jurisdiccional sobre
la competencia personal, territorial y material de la jurisdicción indígena, conforme
a los instrumentos internacionales correspondientes y a la Constitución24. La
sentencia cumple con recomendaciones del Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial (CERD/C/BOL/CO/17-20, párr. 22).

56. Sigue siendo causa de preocupación para la oficina la acumulación de


procesos judiciales en contra de algunos miembros de la oposición política y ex
servidores públicos, principalmente por delitos de corrupción. En un desarrollo
positivo, la SCP N.º 1250/2012, que declara la inconstitucionalidad del delito de
desacato, generó la desestimación de dichos casos.

23 Ministerio de Justicia, Órgano Judicial, Tribunal Constitucional Plurinacional, Ministerio


Público, Servicio Nacional de Defensa Pública y Escuela de Jueces del Estado.
24 Véase SCP N.º 26/2013.
57. En agosto, el senador opositor Roger Pinto, quien había solicitado asilo en
la Embajada del Brasil en mayo de 2012, cruzó la frontera con el apoyo personal
de un diplomático brasileño y sin tener la autorización del Gobierno del Estado
Plurinacional de Bolivia. El Senador presentó una petición de refugio en Brasil por
considerarse perseguido, mientras que las autoridades bolivianas han remitido al
Gobierno brasileño pruebas documentadas sobre los casos penales en su contra.

Procesos de casos emblemáticos

58. La oficina continuó monitoreando procesos penales emblemáticos. Además


de los problemas comunes de la justicia penal antes descritos, la oficina observó
que en estos procesos las audiencias tienen una duración muy limitada, no
empiezan en las horas señaladas, se ordenan recesos constantes y se desarrollan
desordenadamente. Todo esto afecta al cumplimiento del derecho a un juicio justo
en desmedro de las víctimas y los acusados.

a)Proceso contra el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada por los


hechos trágicos de octubre de 2003 (Caso Octubre Negro)

59. En 2011 se condenó a dos exministros del gobierno del expresidente


Gonzalo Sánchez de Lozada y a cinco exmiembros del Alto Mando Militar por su
responsabilidad en los hechos que en 2003 provocaron la muerte de más de
60 personas y heridas a 400. En 2013, el Tribunal Supremo de Justicia inició un
segundo proceso de extradición del expresidente Sánchez de Lozada desde los
Estados Unidos de América por estos hechos.

b)Los hechos violentos racistas de mayo de 2008 en Sucre

60. El 24 de mayo de 2008, un grupo de oposición pretendió evitar la visita del


Presidente Morales a Sucre, dándose enfrentamientos con la fuerza pública. Un
grupo de 60 indígenas que apoyaba la visita del Presidente Morales fueron
retenidos contra su voluntad por miembros del grupo de oposición y fueron
insultados, golpeados, vejados y forzados a arrodillarse en la plaza principal,
resultando varios heridos. En el proceso por estos hechos, el Tribunal, en
respuesta a la solicitud presentada por 15 acusados, declaró en febrero de 2013 la
prescripción de cinco delitos sobre 11 de los acusados. El juicio se encuentra en la
fase oral de declaración de los acusados. La oficina se hace eco de la
recomendación del Relator Especial sobre las formas contemporáneas de
racismo, la xenofobia, la discriminación racial y las formas conexas de intolerancia
en la que pide al Gobierno intensificar sus esfuerzos para erradicar la impunidad
en estos casos, instándole a mejorar la prestación de asistencia, incluyendo para
las víctimas de violencia racial (A/HRC/23/56/Add.1, párr. 95).

c)La masacre de El Porvenir

61. En cuanto al juicio por los hechos violentos ocurridos en septiembre de


2008 en Pando, durante una marcha indígena, que se cobraron la vida de
13 personas y dejaron más de 50 heridos, se concedió la detención domiciliaria al
principal acusado por motivos de salud y, por la misma razón, las audiencias han
sido limitadas. El juicio oral continúa en etapa de presentación de prueba
documental. En abril otro acusado fue liberado de detención preventiva, luego de
permanecer privado de su libertad sin orden judicial desde diciembre de 2010.

d)El presunto grupo terrorista desmantelado en Santa Cruz

62. El 16 de abril de 2009, un presunto grupo terrorista fue desmantelado en la


ciudad de Santa Cruz a través de un operativo policial en el que resultaron
muertos dos extranjeros. Actualmente hay 39 personas acusadas: 22 en juicio
(seis en detención preventiva) y 17 se encuentran prófugas. El caso fue
nuevamente trasladado de Tarija a Santa Cruz por razones de salud de uno de los
imputados y está en juicio oral, en la etapa de recepción de declaraciones de los
acusados.

63. En su opinión N.º 63/2011 de noviembre de 2011, el Grupo de Trabajo


sobre la Detención Arbitraria calificó de arbitraria la detención del ciudadano
húngaro Előd Tóásó desde abril de 2009. En el marco de este caso, la opinión del
Grupo de Trabajo fue nuevamente presentada ante las autoridades judiciales por
los abogados del Sr. Tóásó durante 2013, quienes denegaron su solicitud y no se
pronunciaron sobre la opinión del Grupo de Trabajo. La Comisión Interamericana
de Derechos Humanos fue informada del caso en su 149.º período de sesiones.

64. Una asambleísta de oposición denunció al principal fiscal de la investigación


de manipulación de la prueba, lo que habría afectado la cadena de custodia.
Posteriormente el fiscal renunció y actualmente está sujeto a investigación por
presunta extorsión de algunos de los acusados.

F.Derechos de las víctimas de los regímenes inconstitucionales

65. Los derechos de las víctimas de violaciones a los derechos humanos


ocurridas durante regímenes inconstitucionales entre 1964 y 1982 continuaron en
su mayoría sin ser atendidas. Sin embargo, en un desarrollo positivo, en diciembre
el Senado aprobó un proyecto de ley para la creación de una comisión de la
verdad. El proyecto se encuentra ante la Cámara de Diputados, donde se anunció
que el mismo sería consultado con organizaciones con experiencia e interés
relevante.

66. En cuanto a la reparación de las víctimas, prevista en la Ley N.º 2640 de


2004, sigue preocupando a la oficina el alto porcentaje de solicitudes de
resarcimiento presentadas y desestimadas por las exigencias de la carga de
prueba impuesta a las víctimas. Asimismo, la oficina lamenta que el pago
efectuado en los casos en los que se otorgó una indemnización cubre únicamente
el 20% del montante acordado.

67. Se entregaron a sus familiares los restos de Hugo Bohórquez Fernández,


una víctima de desaparición forzada y miembro del Ejército de Liberación
Nacional. Sin embargo, continúa sin conocerse el paradero de más de
150 personas desaparecidas entre 1964 y 1982. Los procesos penales abiertos en
algunos de estos casos no progresaron, al igual que el acceso a la información
contenida en los archivos militares, dejando a los perpetradores de estos delitos
impunes.
G.Derecho a la vida y a la integridad física

68. Si bien disminuyeron las denuncias por uso excesivo de la fuerza policial en
el contexto de los conflictos sociales, preocupa a la oficina la lentitud en los
avances de procesos investigativos por casos ocurridos en años anteriores, en
particular los relativos a los sucesos en Caranavi en 2010 y en Mallku Khota en
2012.

69. Nuevos casos de presuntos abusos de oficiales contra personal subalterno,


especialmente conscriptos y cadetes, durante entrenamientos en la policía y en el
ámbito castrense, preocuparon a la oficina. En febrero, en el marco de un ejercicio
militar, el subteniente Ceooly Espinal Prieto resultó muerto en circunstancias no
esclarecidas. La Defensoría del Pueblo concluyó en su informe final que el Estado
fue responsable del daño a la integridad personal y en último término la muerte del
subteniente. También informó sobre el caso del conscripto Freddy Rodríguez Uño,
quien habría sufrido tortura en un puesto militar de Atocha (Potosí) en septiembre.
En noviembre, la cadete policial Cinthia Poma falleció, presuntamente a
consecuencia de vejámenes y castigos infligidos durante sesiones de ejercicios
físicos. Continúa la investigación sobre el caso.

70. En contraste, el Ministerio Público acusó a los presuntos responsables en el


caso del subteniente Grover Poma, fallecido en 2011 durante un entrenamiento
militar de combate como consecuencia de una golpiza de sus compañeros e
instructores. No obstante, hasta el momento, la asamblea legislativa no ha
atendido la recomendación del Tribunal Constitucional Plurinacional, emitida en su
sentencia SCP 2540/2012 correspondiente al caso Poma, en sentido de adecuar
el Código Penal Militar y el Código de Procedimiento Penal Militar a fin de
garantizar que los hechos que impliquen violaciones de los derechos humanos
sean juzgados en la vía ordinaria en cumplimiento de la Constitución y los
estándares internacionales.

71. Preocupa a la oficina que se sigan registrando linchamientos y que falten


acciones efectivas de las autoridades del Estado a nivel nacional, departamental y
local, incluyendo campañas públicas de prevención, para combatir este fenómeno.
Hasta septiembre de 2013, se registraron 37 casos de linchamientos o intentos de
linchamientos, que causaron la muerte de diez personas, incluyendo un niño de
17 años25. Los linchamientos suelen ocurrir en zonas periurbanas con limitada o
inexistente presencia estatal. La insuficiente intervención policial y del Ministerio
Público dificulta la prevención de estos actos y limitan las investigaciones
posteriores. Sin embargo, la aprobación de la Ley N.º 458 de protección de
denunciantes y testigos el 19 de diciembre significa un avance. La oficina observó
que los procesos judiciales produjeron insuficientes o nulos resultados.

72. La asamblea legislativa aún no ha modificado el tipo penal de tortura


contemplado en el artículo 295 del Código Penal, que no está conforme a los
estándares internacionales tanto en lo que se refiere a los elementos del delito,
como a su sanción.

73. De acuerdo con los datos facilitados por el Estado al Comité contra la
Tortura, la Policía atendió 42 casos individuales de vejaciones y torturas, mientras
que la Fiscalía General del Estado registró 36 denuncias entre marzo de 2006 y
febrero de 2013. La Defensoría del Pueblo informó al Comité que adoptó
91 resoluciones relacionadas con tortura y malos tratos entre 2007 y 2012
(CAT/C/BOL/CO/2, párr. 10). La oficina se hace eco de las recomendaciones del
Comité al Estado boliviano de establecer un registro centralizado y público de
denuncias por tortura que incluya información sobre las correspondientes
investigaciones, enjuiciamientos y sanciones penales o disciplinarias26.

74. El 30 de diciembre de 2013 fue aprobada la Ley N.º 474 que crea el
Servicio para la Prevención de la Tortura (SEPRET). Si bien esta ley señala que el
SEPRET será el mecanismo nacional de prevención bajo el Protocolo Facultativo
de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, pendiente desde 2007, a la oficina le preocupa que la independencia

25 “Informe sobre el ejercicio de los derechos humanos en el Estado Plurinacional de Bolivia:


Defensoría del Pueblo 2013”, págs. 50 a 55.
26 CAT/C/BOL/CO/2, párr. 10, y Documentos oficiales de la Asamblea General,
quincuagésimo sexto período de sesiones, Suplemento N.º 44 (CAT A/56/44), párr. 97, inc.
e).
del mismo sea afectada por su dependencia del Ministerio de Justicia y que no se
hayan definido su mandato y facultades por ley.

H.Derecho a la libertad personal y situación carcelaria

75. Los problemas estructurales del sistema penitenciario persisten. El


hacinamiento y el uso excesivo de la detención preventiva, que asciende al 83,3%
de la población penitenciaria, son motivo de particular preocupación. De acuerdo a
la Dirección General de Régimen Penitenciario, existen más de 13.000 internos en
los recintos penitenciarios, cuando su capacidad es para alrededor de 4.900. El
Comité contra la Tortura expresó alarma ante los niveles de hacinamiento y, entre
otros problemas, se refirió a casos de violencia sexual —particularmente contra
reclusas—, restricción de horarios de visita, traslado de menores procedentes de
centros de rehabilitación y el irrespeto a la separación de presos preventivos y
condenados, así como la demanda de mejoras en la atención médica
(CAT/C/BOL/CO/2, párr. 18).

76. La situación descrita provocó protestas de los internos. Mediante Decreto


Presidencial N.º 172327, el Gobierno reabrió la posibilidad de otorgar indulto y
amnistía. Sin embargo, el impacto de estas medidas continúa siendo limitado, por
lo que se requiere de manera urgente otro tipo de medidas estatales para reducir
la población carcelaria.

77. Preocupa a la oficina la falta de control efectivo del Estado dentro de los
centros penitenciarios y que sean los propios internos quienes ejerzan el control
sobre los centros. Las autoridades no han logrado prevenir o controlar actos de
violencia. El hecho más grave ocurrió en agosto en el Centro Penitenciario de
Palmasola (Santa Cruz), cuando se produjo el ataque de un grupo de internos en
contra de detenidos de otro sector, provocando un incendio que causó la muerte
de 35 personas, incluido un niño, y más de 50 heridos.

27 El Decreto Presidencial N.º 1145 de 2012 establecía y regulaba las condiciones para un
período anterior de indulto, mientras que el Decreto Presidencial N.º 1723 de 2013
establece condiciones similares para los indultos, y además incluye el otorgamiento de la
amnistía a personas que se encuentren en etapa de juicio por delitos con pena menor de
cuatro años.
78. Otro motivo de preocupación es la situación de niños y niñas que viven en
los centros penitenciarios con sus parientes detenidos. De acuerdo a la Dirección
General de Régimen Penitenciario, hasta septiembre de 2013, alrededor de
2.100 niños y niñas vivían en las cárceles. En junio, se produjeron actos de
amotinamiento en el Penal de San Pedro (La Paz), como reacción a la violación de
una niña de 12 años por sus parientes detenidos. Ante estos hechos, el Gobierno
decidió evacuar a los niños y niñas del penal, medida rechazada por los internos.
La Defensoría del Pueblo facilitó la firma de un acuerdo entre los internos de la
cárcel de San Pedro y las autoridades nacionales para la evacuación de niños y
niñas mayores de 11 años. No obstante, la Dirección General de Régimen
Penitenciario reportó la presencia de 236 niños y niñas que en octubre aún vivían
en San Pedro, de los que 98 tienen entre 6 y 13 años. La oficina manifestó
públicamente su oposición a esta situación, que aún persiste.

I.Defensores de derechos humanos y libertad de expresión

79. En 2013 se registró un menor número que en años anteriores de casos de


agresiones contra medios, periodistas y trabajadores de la prensa a manos de
distintas categorías de autores28. El hecho de mayor gravedad ocurrió en Caranavi
(La Paz), donde dos periodistas de la emisora de radio La Voz de las Mayorías
sufrieron agresión e intimidación, y se produjo el robo de equipos de transmisión y
la quema de muebles por vecinos de la localidad movilizados por un conflicto
municipal. Se constata que pocos de estos incidentes llegan a los tribunales y la
acción judicial generalmente es ineficaz para aquellos que sí llegan.

80. El proyecto de ley de transparencia y acceso a la información pública


propuesto por el poder ejecutivo fue remitido a la asamblea legislativa. Si bien el
proyecto constituye un avance importante en la materia, preocupa a la oficina la
incompatibilidad de algunas de sus disposiciones con estándares internacionales,
especialmente en cuanto a restricciones al acceso a la información pública.
Además preocupan las disposiciones que determinan que se pueda imponer

28 Según el Informe de Agresiones a Periodistas 2013, ONADEM/Fundación UNIR Bolivia,


se registraron 27 casos entre enero y octubre.
restricciones adicionales por decreto y la creación de la instancia que velaría por el
respeto de este derecho, por su falta de independencia.

81. Causaron preocupación a la oficina las declaraciones gubernamentales


contra el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, en las que se le acusaba de
respaldar intereses de la oposición, tras haber solicitado el Defensor del Pueblo la
destitución de un alto funcionario público en relación con el caso Chaparina.
Después de la publicación de su informe anual de 2013, el Defensor del Pueblo
expresó preocupación por la susceptibilidad del Gobierno frente a la crítica.

82. La oficina considera que algunas de las causales previstas en el Decreto


Supremo N.º 1597 del 5 de junio de 2013, que reglamenta la Ley N.º 351 de
Otorgación de Personalidades Jurídicas a organizaciones sociales, organizaciones
no gubernamentales, fundaciones y entidades civiles sin fines de lucro, para la
revocatoria de dicha personalidad, pueden limitar el funcionamiento efectivo de
estas organizaciones. Las causales de revocatoria relacionadas con motivos de
interés público y con el incumplimiento de políticas y normas sectoriales son
motivo de particular preocupación.

IV.Principales actividades de la oficina

83. En el marco del proyecto “Fortalecimiento e incremento de la independencia


del sistema judicial en Bolivia”, financiado por la Comisión Europea y en
coordinación con el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Órgano Judicial, la
oficina apoyó la realización de 17 procesos de capacitación, incluyendo
20 eventos públicos, con la participación de 1.794 funcionarios y funcionarias, y
magistrados y magistradas del sistema judicial.

84. Bajo este mismo proyecto, la oficina prestó asistencia técnica con miras a
fortalecer la administración de justicia, incluyendo: al Consejo de la Magistratura
respecto de la carrera judicial y el régimen disciplinario; al Órgano Judicial en la
sistematización de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Plurinacional y en
el diseño de la política institucional de comunicación y transparencia judiciales; y al
Tribunal Constitucional Plurinacional sobre el funcionamiento de las Unidades
Departamentales de Coordinación y las directrices de gestión procesal. Se
promovió la implementación de la conciliación en sede judicial en colaboración con
el Órgano Judicial y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, así
como la coordinación entre instituciones judiciales y de éstas con la sociedad civil
y las organizaciones indígenas, a través de la Cumbre Judicial y del Primer
Encuentro de Autoridades de Justicia Indígena Originario Campesina con el
Tribunal Constitucional Plurinacional.

85. Con el objetivo de fortalecer las acciones sobre el derecho al acceso a la


justicia de las mujeres, el Consejo de la Magistratura, con el apoyo de la oficina,
organizó el XIV Encuentro de Magistradas de Iberoamérica del 26 al 28 de
noviembre en Cochabamba. El mismo concluyó con una importante declaración
con puntos de acción.

86. En el marco del proyecto conjunto “Apoyo al proceso de desarrollo


legislativo e implementación del derecho a la consulta y participación de los
pueblos indígenas en Bolivia”, financiado por la Comisión Europea, la oficina
realizó junto con otros organismos de las Naciones Unidas y actores nacionales,
17 eventos de formación e información sobre los derechos de los pueblos
indígenas a la consulta, dirigidos a más de mil participantes de ocho entidades
públicas, de 45 organizaciones indígenas y de cuatro universidades indígenas,
públicas y privadas.

87. En el marco del mismo proyecto, la oficina realizó 33 actividades para la


elaboración, mediante una metodología participativa, de estudios sobre sistemas
de toma de decisión de los pueblos guaraníes de Alto Parapetí, Suyu Jach’a
Karangas y Mosetén, donde participaron 760 miembros de estos pueblos.
Asimismo, se realizaron 20 misiones con 44 días de monitoreo de dos procesos de
consulta en materia de hidrocarburos en Alto Parapetí y Takovo Mora, con el
propósito de obtener información de primera mano respecto a la aplicación del
derecho a la consulta.

88. La oficina continuó realizando actividades en coordinación con defensores y


defensoras de derechos humanos, junto a quienes organizó la conmemoración del
Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo y numerosas sesiones
técnicas respecto a sus derechos, entre otros.

89. En coordinación con la Sección Antidiscriminación de la Oficina del Alto


Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, la
oficina en el país apoyó al Comité Nacional contra el Racismo y toda Forma de
Discriminación para la realización del primer diplomado en “Derechos humanos
para la prevención de racismo y discriminación”, dirigido a 40 servidores públicos e
implementado por la Escuela de Gestión Pública Plurinacional.

90. La oficina continuó prestando asistencia técnica al Comité Nacional contra


el Racismo y toda Forma de Discriminación en la preparación y realización de su
sesión ordinaria, que contó con la participación del 90% de sus 60 miembros, los
cuales emitieron nueve resoluciones.

91. Se prestó asistencia técnica al Viceministerio de Descolonización para la


realización de dos encuentros nacionales con universidades indígenas, públicas y
privadas, cuya finalidad fue promover investigaciones en materia del derecho a la
consulta y respecto a los fenómenos de racismo y discriminación.

92. Respecto al examen periódico universal del Consejo de Derechos


Humanos, la oficina apoyó los procesos participativos de socialización y
construcción del informe de Estado, liderado por el Ministerio de Relaciones
Exteriores y el Ministerio de Justicia, promoviendo la participación de instituciones
judiciales en el proceso, así como de un informe de la sociedad civil. La oficina
aportó asistencia técnica al Ministerio de Justicia para la elaboración del nuevo
Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos, que integra recomendaciones del
examen periódico universal y de otros mecanismos internacionales.

V.Recomendaciones

93. Al mismo tiempo que reitera las recomendaciones anteriores, la Alta


Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos desea formular
las siguientes recomendaciones:
a) Que el Gobierno y la Asamblea Legislativa Plurinacional incrementen
los esfuerzos para adoptar el anteproyecto de ley marco para la aplicación general
del derecho a la consulta de los pueblos indígenas desarrollado por el Ministerio
de Gobierno en el marco de los estándares internacionales; y que, mientras tanto,
se aplique ese derecho aun en ausencia de una regulación específica;

b) Que el Ministerio de Hidrocarburos y Energía evalúe su práctica de


realización de consultas para introducir modificaciones que garanticen que las
mismas sean llevadas de conformidad a normas internacionales relevantes;

c) Que las autoridades pertinentes evalúen los resultados de la consulta


realizada en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) para
reencaminar procesos de diálogo tomando en cuenta a todas las comunidades del
territorio y la búsqueda de concertación previstos en la Sentencia N.º 300/2012 del
Tribunal Constitucional Plurinacional;

d) Que el Gobierno implemente integralmente la Política del Estado


Plurinacional de Bolivia contra el Racismo y toda forma de Discriminación (Plan de
Acción 2012-2015), asigne los recursos correspondientes y los incremente para el
funcionamiento del Comité Nacional encargado de supervisar el Plan de Acción;

e) Que las autoridades nacionales, departamentales y municipales


tomen sin dilación todas las medidas necesarias para la implementación de la Ley
Integral N.º 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia,
incluyendo la asignación de los recursos necesarios para la creación de juzgados
y fiscalías especializados, así como de centros de acogida para víctimas;

f) Que el Ministerio Público y el poder judicial realicen investigaciones


prontas e imparciales y sancionen a los responsables de casos de discriminación y
violencia contra las mujeres, incluyendo el de las concejalas asesinadas en 2012,
Juana Quispe Apaza y Daguimar Rivera Ortiz, así como las denuncias de violencia
en contra de dos magistradas en su institución;

g) Que el Órgano Judicial, el Ministerio Público y el Tribunal


Constitucional Plurinacional definan políticas institucionales con enfoque de
género, destinadas a mejorar el acceso a la justicia de las mujeres; las
condiciones laborales de sus funcionarias; el acceso de las mujeres a la carrera
judicial y fiscal, entre otras políticas destinadas a reducir brechas de género
existentes y a luchar contra la discriminación por razón de género;

h) Que el órgano legislativo implemente la recomendación del Comité


para la Eliminación de la Discriminación Racial de adecuar a la Constitución la Ley
N.º 73 de Deslinde Jurisdiccional (CERD/C/BOL/CO/17-20, párr. 22);

i) Que el Órgano Judicial y el Ministerio Público continúen el proceso


de definición e implementación de políticas institucionales para mejorar el acceso
a la justicia y la transparencia e independencia judiciales, y reducir el rezago
judicial, inclusive mediante la implementación de la conciliación judicial y de las
carreras fiscal y judicial;

j) Que el Ministerio de Economía y Finanzas asigne un presupuesto


adecuado al sector de la administración de justicia para la implementación de
dichas reformas;

k) Que el Gobierno siga respetando la independencia de la Defensoría


del Pueblo, facilite la implementación de sus resoluciones y recomendaciones, e
implemente mecanismos que permitan a los defensores de derechos humanos y
organizaciones de la sociedad civil el desarrollo de su labor sin restricciones en
todos los ámbitos;

l) Que el Gobierno y el poder legislativo modifiquen la Ley N.º 2640,


que determina que el Gobierno asume únicamente el 20% de la reparación
económica a las víctimas de los regímenes inconstitucionales, para que el
Gobierno se haga cargo del total del monto de la reparación.
DECLARACION DE LAS NACIONES
UNIDAS SOBRE LOS DERECHOS DE LOS
PUEBLOS INDIGENAS
MANUAL BÁSICO
SOBRE
LA DECLARACIÓN
DE
LAS NACIONES UNIDAS
SOBRE
LOS DERECHOS
DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

El presente documento es un esfuerzo conjunto de la Fundación Tukui Shimi y la


Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), junto con el
apoyo de la Fundación IPES- ELKARTEA de Navarra-España, por socializar y
comprender la dimensión de los derechos contenidos en la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la
Asamblea General de la ONU en septiembre del 2007.

Consideramos que la única forma que las naciones, nacionalidades y pueblos


indígenas pueden defender sus derechos es conociéndolos en su integridad. Por
ello creemos importante saber qué derechos reconoce la Declaración y qué
significa cada uno de los grupos de derechos. Con este propósito, a continuación
exponemos algunas reflexiones y explicaciones del contenido de la Declaración.

Conociendo que los derechos son indivisibles, y con el propósito exclusivo de


facilitar la comprensión de cada uno de los artículos que contempla la Declaración,
se ha procedido a dividir en grupos temáticos los derechos reconocidos en dicho
documento internacional.

Esta publicación fue realizada por la CONAIE y la Fundación Tukui Shimi con el
apoyo de IPES-Elkartea y la financiación de la Cooperación Española (AECID) y el
Gobierno de Navarra, como parte de los proyectos “Fortaleciendo los derechos de
los pueblos indígenas en el nuevo marco constitucional de Ecuador” y “Programa
para la implementación de los derechos de los pueblos indígenas de Ecuador”.
Redacción: Mónica Chuji, Fundación Tukui Shimi

Mikel Berraondo, IPES-Elkartea y Almáciga David A.C. Turner, Fundación Tukui


Shimi

Diseño y fotografía: David A.C. Turner (Foto del anciano Cofán: Julio

García)

Impresión: Imprenta Nuestra Amazonía

Más información: www.conaie.org

www.tukuishimi.org www.ipesnavarra.org

Quito, Ecuador

Septiembre de 2010
CONTENIDOS

1. ANTECEDENTES 1

1.1. Un larga lucha por los derechos de los pueblos indígenas 1

1.2. ¿Qué es la Declaración de las Naciones Unidas sobre

los Derechos de los Pueblos Indígenas? 2

1.3. El proceso de la redacción y aprobación de la Declaración 2

1.4. La actuación de los Estados de votar por la Declaración 3

1.5. ¿Es obligatoria o vinculante la Declaración para los Estados? 4

1.6. ¿Los Estados han adoptado a la Declaración como ley? 6

1.7. Los nudos críticos que ven los Estados en la Declaración 6

2. DERECHOS COLECTIVOS 8

2.1. DERECHOS TERRITORIALES 8

2.1.1. Sobre la relación de los pueblos indígenas con sus territorios 8

2.1.2. Sobre el derecho al territorio de los pueblos indígenas 9

2.1.3. Sobre la adjudicación de territorios a los pueblos indígenas 9

2.1.4. Sobre los desplazamientos 9

2.1.5. Sobre el derecho a la reparación 10

2.1.6. Sobre la protección del medio ambiente 10

2.1.7. Sobre la presencia militar en territorios indígenas 11

2.1.8. Sobre el auto desarrollo de los pueblos indígenas y

los impactos de proyectos realizados en sus territorios 12


2.2. DERECHOS POLÍTICOS 13

2.2.1. Sobre la libre o auto determinación de los pueblos indígenas 13

2.2.2. Sobre el derecho a la consulta, la participación y

el consentimiento libre previo e informado 14

2.2.3. Sobre los sistemas jurídicos ancestrales 15

2.2.4. Sobre el derecho a mantener contactos entre pueblos

indígenas transfronterizos 16

2.3. DERECHOS CULTURALES 16

2.3.1. Sobre la revitalización cultural 17

2.3.2. Sobre las manifestaciones culturales, lenguas, lugares

sagrados y objetos culturales 17

2.3.3. Sobre la diversidad cultural y la no discriminación 18

2.3.4. Sobre el patrimonio cultural de los pueblos indígenas 18

2.3.5. Sobre el derecho a administrar sistemas propios de educación 19

2.3.6. Sobre el derecho a la comunicación e información 19

2.3.7. Sobre el derecho a ejercer la medicina ancestral 20

2.4. DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES 21

2.4.1. Sobre los derechos económicos y sociales 21

2.4.2. Sobre los derechos laborales de los adultos y la niñez 22


1. ANTECEDENTES

1.1. Una larga lucha por los derechos de los pueblos indígenas

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos


Indígenas es el resultado de una larga lucha histórica de las naciones,
nacionalidades y pueblos indígenas alrededor del mundo por defender sus
territorios y culturas ante la colonización, la imposición de culturas, la explotación
de la mano de obra y sus conocimientos, y la pretensión de los Estados por
apoderarse de los recursos naturales que se hallan en sus territorios.

Estas luchas se han fundamentado en las demandas por el reconocimiento de sus


derechos culturales, territoriales y humanos que fueron desconocidos
sistemáticamente a través de los siglos por los Estados en sus constituciones,
leyes y tratados acordados con los pueblos originarios.

Como las luchas de los movimientos de mujeres, trabajadores, afro-decendientes,


entre otros, los pueblos indígenas han buscado maneras de unir sus esfuerzos en
el mundo para exigir el reconocimiento de sus derechos ante sus respectivos
estados y en instancias internacionales, particularmente ante la Organización de
Naciones Unidas (ONU), que en 1948 proclamó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la cual que afirma:

social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.” (Artículo 2.)


“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros” (Artículo 1) y que “Toda persona tiene todos los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o

Sin embargo, los pueblos indígenas también requerían de un marco de derechos


que respondan a sus realidades y problemáticas particulares. Por tanto, el proceso
de fortalecimiento y articulación entre los pueblos indígenas del mundo durante las
últimas décadas ha sido en torno a la demanda del reconocimiento de sus
derechos específicos por parte de los Estados.

En este proceso de articulaciones los pueblos indígenas optaron por una


estrategia de presión e incidencia política ante la misma ONU - un proceso que se
remonta a los años 1920 cuando representantes de los pueblos indígenas
norteamericanos, de Nueva Zelandia y otros países defendieron los derechos de
sus pueblos ante la entonces Sociedad de Naciones, el precursor de la ONU.

Finalmente, en 1982 el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas


estableció el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas con el propósito de
promover los derechos humanos de los pueblos indígenas y en 1985 empezó los
primeros pasos del proyecto para redactar la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que fue aprobada en la Asamblea
General de las Naciones Unidas en septiembre de 2007.

1.2. ¿Qué es la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de


los Pueblos Indígenas?

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos


Indígenas (DNUSDPI), es una Declaración legal de la Asamblea General de
Naciones Unidas - donde se reúnen todos los Estados del mundo- que contiene
los derechos humanos colectivos e individuales de los pueblos indígenas,
considerados como los mínimos indispensables que deben poseer los pueblos
indígenas (artículo 43 de la Declaración), y que además están reconocidos en
otros instrumentos internacionales de derechos humanos. Por lo tanto, es también
un instrumento jurídico de garantía y defensa de los derechos humanos de los
pueblos indígena muy importante. Es decir, es una Declaración que contiene los
derechos básicos de los pueblos indígenas, derechos que todos los Estados
deberán reconocer y respetar y, a partir de la cual, seguir avanzando en la
protección de estos derechos, como afirma el Artículo 43 de la misma Declaración:
“Los derechos reconocidos en la presente Declaración constituyen las normas
mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas
del mundo.”

1.3. El proceso de la redacción y aprobación de la Declaración

El proceso de redacción de la Declaración recorrió un largo camino que significó


un complicado proceso de negociación con altos niveles de enfrentamiento
político. Ha representado 12 años de negociación y 23 de proceso en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y fue aprobada gracias a la presión,
el cabildeo (‘lobby’) y a una buena estrategia de incidencia política y jurídica,
liderazgo y capacidad de los pueblos indígenas del mundo.

En términos cronológicos el texto inicial de la Declaración se aprobó en 1993 en el


Grupo de Trabajo sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; en 1994 se
aprobó en la Subcomisión de Derechos Humanos; y entre 1995 y el 2006 estuvo
paralizado en el seno de la Comisión de Derechos Humanos. Dentro de esta
comisión en 1995 se creó un grupo de trabajo ‘ad hoc’ para aprobar la Declaración
bajo la norma del consenso. En este grupo de trabajo participaban por igual
representantes de Estados y representantes de organizaciones no
gubernamentales y de pueblos indígenas.

En 2006, la Declaración se aprobó en el nuevo Consejo de Derechos Humanos


pero se paralizó en la Asamblea General de la ONU, dentro del Tercer Comité, a
partir de una iniciativa de los países africanos. Finalmente, después de un año de
nuevas negociaciones, la Declaración fue aprobada por la Asamblea General de la
ONU el 13 de septiembre de 2007. De los países de la región, tan solo Colombia
se abstuvo en la votación final en la Asamblea General, argumentando que su
Constitución prohíbe el consentimiento, y que no podía aceptar ninguna limitación
a la presencia militar en territorios indígenas, tal y como establece el artículo 30 de
la declaración. Todos los demás países votaron a favor de la Declaración.
Es de reconocer que anterior a la Declaración, todos los tratados internacionales
eran negociados entre los Estados, pero la Declaración consiguió, por primera
vez, una gran participación social del los pueblos indígenas.

Como hemos visto, la Declaración de la ONU ha pasado por un proceso muy


largo, atravesando varios espacios de debate que han durado algunos años. Por
ese camino han recorrido muchos líderes y lideresas indígenas de todo el mundo,
invirtiendo muchos esfuerzos en lograr un instrumento internacional de protección.

1.4. La actuación de los Estados a la hora de votar por la Declaración

143 países votaron a favor de la Declaración de los derechos de los pueblos


indígenas, sólo se opusieron 4 países (EE.UU., Australia, Nueva Zelanda y
Canadá), y se abstuvieron 11 (Azerbaiyán, Bangladesh, Bután, Burundi, Colombia,
Georgia, Kenia, Nigeria, la Federación Rusa, Samoa, Ucrania).

Los gobiernos de los países que más se opusieron a la Declaración fueron los
cuatro que votaron en contra de la Declaración, además Rusia. Durante mucho
tiempo trataron de obstaculizar el proceso de adopción de la Declaración, e
incluso a su votación. Curiosamente, son algunos de los países que más conflictos
mantienen con sus pueblos indígenas y que menos reconocimiento de sus
derechos colectivos –especialmente respecto a los derechos territoriales– les
otorgan.

A pesar de todo es de destacar el cambio de actitud que han tenido, por lo menos
los 4 países que votaron en contra de la Declaración. Canadá y Estados Unidos
anunciaron durante la IX sesión del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas
de Naciones Unidas, celebrada entre los días 19 y 30 de abril de 2010 un cambio
de postura en relación a la Declaración y su intención de considerar su aplicación
en sus países.

En el caso de Australia, se produjo un cambio importante a partir de que el primer


ministro de este país pidió disculpas oficiales a las comunidades aborígenes por el
dolor, el sufrimiento, exterminio, asimilación y los daños causados por las políticas
australianas. El histórico discurso del primer ministro señaló la voluntad de su
gobierno de relacionarse por fin de manera constructiva con los 450.000 indígenas
de Australia.

Por su lado, Nueva Zelanda, mediante su Ministro de Asuntos Maoríes, anunció


durante la sesión inaugural del Foro Permanente de la ONU el 19 de abril de 2010,
que su país suscribía la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en
reconocimiento al esfuerzo realizado por más de 20 años y por considerar que
reconoce los derechos a la libre determinación para mantener sus culturas y
gestionar sus asuntos internos.

1.5. ¿Es obligatoria o vinculante la Declaración para los Estados?

Formalmente, en el contexto del Derecho Internacional, la Declaración no es un


documento vinculante para los Estados al no ser un Tratado Internacional. Posee
el rango de Declaración, lo cual le confiere un valor político, ético y moral
importante para todos los países miembros de las Naciones Unidas, pero no
genera obligaciones jurídicas directas.

Ahora bien, la Declaración contiene ciertas singularidades que pueden acabar


generando obligaciones de cumplir e implementar sus derechos para los países.
En primer lugar la Declaración contiene un artículo especialmente relevante. El
artículo 42 establece obligaciones concretas para las instituciones internacionales
y para los gobiernos para promover el respeto y la plena aplicación de la
Declaración: “Las Naciones Unidas, sus órganos, incluido el Foro Permanente
para las Cuestiones Indígenas, y los organismos especializados, incluso a nivel
local, así como los Estados, promoverán el respeto y la plena aplicación de las
disposiciones de la presente Declaración y velarán por su eficacia.”

Además existen otros artículos que sugieren la necesidad de que los Estados
adopten medidas concretas para promover la Declaración. Podemos citar por un
lado al artículo 38: “Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos
indígenas, adoptarán las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para
alcanzar los fines de la presente Declaración”. Como se ve, este artículo sugiere
que los Estados deben adoptar alguna norma jurídica o que la Declaración sea
convertida en ley para hacer efectivo los derechos de los pueblos indígenas de
sus respectivos países.

En ese mismo sentido, podemos citar también el artículo 39 de la Declaración que


expresa lo siguiente: “Los pueblos indígenas tienen derecho a recibir asistencia
financiera y técnica de los Estados y por conducto de la cooperación internacional
para el disfrute de los derechos enunciados en la presente Declaración.” Recibir
fondos de la cooperación internacional para fortalecer los derechos de los pueblos
indígenas no es un acto ilícito tal como han querido hacer parecer ciertos Estados,
al contrario, es un apoyo concreto para los pueblos indígenas ante el olvido de los
Estados.

Podemos también afirmar como otra singularidad de la Declaración que la mayor


parte de los derechos que establece son ya derechos humanos consagrados
internacionalmente para todas las personas a través de otros Tratados
Internacionales en los que se han establecido y que los países han firmado y
ratificado. Por lo tanto la Declaración en sí misma no introduce derechos nuevos
en sentido estricto. Plantea la interpretación de toda una serie de derechos
humanos ya consagrados en el ámbito internacional desde las circunstancias
especiales de los pueblos indígenas, lo cual es absolutamente coherente con los
Principios de Aplicación del Derecho Internacional, como, por ejemplo, el Principio
Pro Homine (el principio de dar prioridad a los derechos y la dignidad humana).

En consecuencia, podríamos llegar a afirmar que la mayor parte de los derechos


establecidos en la Declaración forman parte del Derecho Consuetudinario
Internacional, ya que han sido establecidos en Tratados Internacionales
ampliamente ratificados por los países miembros de las Naciones Unidas, e
incluso, porque la misma Declaración fue favorablemente votada por un número
importante de países (143) y actualmente ninguno de los países que votaron en
contra mantienen esa postura.
Al margen de estos debates, los pueblos indígenas cuyos territorios se encuentran
dentro de alguno de los Estados sujeto al sistema interamericano de derechos
humanos, deben saber también que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en la sentencia del caso de la Comunidad Saramaka vs. Surinam en
noviembre de 2007 decidió que en los casos de aplicación del consentimiento
previo, libre e informado hay que tener como referencia lo establecido por la
Declaración. Lo cual viene a situar a la Declaración entre las fuentes del derecho
para la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esto fortalece el carácter
jurídico de la Declaración frente a aquellos países que pretenden relegarla al
ámbito de los principios éticos o morales.

1.6. ¿Los Estados han adoptado a la Declaración como ley?

Los pueblos indígenas que son parte de los países que apoyaron la Declaración
de la ONU esperan que sus Estados asuman esta Declaración como Ley de sus
respectivos países o que al menos se respete los derechos mínimos expresados
en este documento. Hasta la fecha, de lo que se conoce, tan solo el Estado de
Bolivia ha adoptado la Declaración como ley.

Un ejemplo de la resistencia de los Estados de adoptar la Declaración como ley es


de Ecuador. En 2010 los asambleístas indígenas del movimiento Pachakutik
presentaron una propuesta de proyecto de ley sobre la Declaración de la ONU
para que la Asamblea Nacional pudiese considerar su aprobación. Sin embargo la
propuesta fue rechazada por los asambleístas del bloque oficialista por
considerarla, supuestamente, inconstitucional. Pero, al contrario, la Constitución
ecuatoriana vigente se refiere así respecto a los instrumentos internacionales. “La
Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el
Estado que reconozcan derechos más favorables a los contenidos en la
Constitución, prevalecerán sobre cualquier otra norma jurídica o acto del poder
público.” Y en el artículo 57 dice: “Se reconoce y se garantizará a las comunas,
comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, de conformidad con la
Constitución y con los Pactos, Convenios y Declaraciones... los siguientes
derechos colectivos”. Es decir que los derechos reconocidos en la Declaración
deben ser de inmediata aplicación porque son más favorables a los derechos
humanos de los indígenas que constan en la Constitución.

1.7. Los nudos críticos que ven los Estados en la Declaración

Los puntos principales de la Declaración que no querían reconocer algunos de los


Estados fueron:

• El derecho a la propiedad del territorio;

• El control de los recursos naturales; y

• El autogobierno indígena y el derecho a la autodeterminación.

Los derechos culturales, educativos, económicos y sociales no sufrieron reparo ni


resistencia alguna. Pero por su lado los países europeos siempre tuvieron temor a
la aprobación de la Declaración; advirtieron que los pueblos indígenas se oponían
a explotar los recursos naturales y que esa postura podía dificultar sus intereses
económicos y el de las corporaciones trasnacionales cuyas sedes sociales se
encuentran en alguno de los países europeos.

Para algunos Estados y gobiernos –especialmente de aquellos países cuyas


economías dependen de las industrias extractivas como el petróleo y la minería–
los derechos territoriales, el control de los recursos naturales, el autogobierno, la
consulta y consentimiento previo, son los puntos más conflictivos a la hora de
reconocer y respetar los derechos indígenas aunque, paradójicamente, algunos de
estos derechos están reconocidos en sus propias constituciones.

En Ecuador, Perú y Colombia se han dado sendas marchas de los pueblos


indígenas exigiendo el reconocimiento de sus derechos territoriales así como el
derecho a la consulta previa y el consentimiento por parte de los pueblos y las
comunidades afectadas por actividades (como la explotación petrolera o minera)
que puedan afectar sus tierras y territorios o la salubridad de sus habitantes.

Uno de los casos recientes es lo ocurrido en Perú con la Ley del Derecho a la
Consulta a los Pueblos Indígenas u Originarios Reconocido en el Convenio 169 de
la Organización Internacional del Trabajo. En mayo de 2010, el Congreso peruano,
de manera consensuada con los pueblos indígenas, aprobó esta Ley que luego
fue enviada al Presidente de la República para su aprobación. Pero el Presidente
realizó varias observaciones fuertes a la Ley a tal punto que el Relator Especial de
los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, James Anaya, hizo críticas a
las observaciones del Presidente e instó a los dos poderes (Ejecutivo y
Legislativo) aprobar dicha Ley tal como está consensuada. A la fecha de la
presenta publicación dicha Ley está en espera de su aprobación.

2. LOS DERECHOS COLECTIVOS

QUE RECONOCE LA DECLARACIÓN

DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE

LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

A continuación presentamos los principales Artículos de la Declaración


organizados en bloques de temas más críticos para los pueblos indígenas.

1. Derechos territoriales

2. Derechos políticos

3. Derechos culturales

4. Derechos económicos y sociales

2.1. DERECHOS TERRITORIALES

El derecho al territorio es el derecho a la vida de los pueblos indígenas.

Los derechos territoriales, son los más reconocidos en la Declaración. En casi en


todo su texto se expresa la importancia central de los territorios para los pueblos
indígenas y del cual se desprende y dependen los otros derechos.

El territorio se vuelve indispensable y condición fundamental para ejercer el


derecho a la vida, y a partir de allí ejercer los derechos culturales, políticos,
económicos, sociales. Por eso en la Declaración se habla del derecho al territorio
ancestral y de los territorios recuperados o adquiridos posteriormente por los
pueblos indígenas.

2.1.1. Sobre la relación de los pueblos indígenas con sus territorios

Artículo 25. “Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer su


propia relación espiritual con las tierras, territorios, aguas, mares costeros y otros
recursos que tradicionalmente han poseído u ocupado y utilizado y a asumir las
responsabilidades que a ese respecto les incumben para con las generaciones
venideras.”

En sus territorios los pueblos indígenas pueden ejercer sus formas propias de
convivencia y relación con los espíritus y su entorno natural. Este derecho no
puede ser ejercido si no tienen territorios o están en riesgo de perder; por tanto en
los territorios indígenas no debe haber políticas estatales o gubernamentales
asimilacionistas, de división o imposición a las nacionalidades y pueblos
indígenas.

2.1.2. Sobre el derecho al territorio de los pueblos indígenas

Artículo 26. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y
recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado o adquirido.

2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y


controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad
tradicional u otro tipo tradicional de ocupación o utilización, así como aquellos que
hayan adquirido de otra forma.

3. Los Estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de esas


tierras, territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará debidamente las
costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos
indígenas de que se trate.”
Este artículo es el más importante y determinante y el que articula al resto de
derechos que se expresan a los largo de la Declaración. Si el territorio es
indispensable para ejercer el derecho a la vida de los pueblos indígenas, el Estado
ni las empresas extractivas pueden quitar los territorios que poseen por herencia
milenaria; esos territorios o espacios de vida además deben estar bajo el control y
conservación comunitaria. Pero se necesita que el Estado garantice ese derecho y
se convierta en un aliado de los pueblos indígenas y no los vea como enemigos,
tal como sucede en la actualidad.

2.1.3. Sobre la adjudicación de territorios a los pueblos indígenas

Artículo 27. “Los Estados establecerán y aplicarán, conjuntamente con los pueblos
indígenas pertinentes, un proceso equitativo, independiente, imparcial, abierto y
transparente, en el que se reconozcan debidamente las leyes, tradiciones,
costumbres y sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas, para
reconocer y adjudicar los derechos de los pueblos indígenas en relación con sus
tierras, territorios y recursos, comprendidos aquellos que tradicionalmente han
poseído u ocupado o utilizado. Los pueblos indígenas tendrán derecho a participar
en este proceso.”

Los procesos de adjudicaciones territoriales se realizarán con la participación de


las nacionalidades y pueblos indígenas y de acuerdo a las leyes, costumbres y
formad de posesión ancestral. Las leyes impuestas violan el derecho a la
participación.

2.1.4. Sobre los desplazamientos

Artículo 10. “Los pueblos indígenas no serán desplazados por la fuerza de sus
tierras o territorios. No se procederá a ningún traslado sin el consentimiento libre,
previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo
sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opción
del regreso.”
Al ser dueños de los territorios tradicionales que poseen los pueblos indígenas los
Estados no deben violar este derecho para sacarles de sus espacios de vida y
beneficiar a las empresas extractivas transnacionales, sin que los pueblos hayan
dicho sí o no. Aquí deben ejercer el derecho a decir sí o no, o a buscar una
alternativa consentida por los pueblos indígenas.

Los Estados deben proteger a las nacionalidades y pueblos indígenas frente a las
empresas y no al revés. El problema es que muy a menudo vemos que el Estado
se vuelve en contra de los pueblos indígenas y se convierte en aliado
incondicional de las empresas extractivas.

2.1.5. Sobre el derecho a la reparación

Artículo 28. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la reparación, por medios
que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización
justa y equitativa por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente
hayan poseído u ocupado o utilizado y que hayan sido confiscados, tomados,
ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.

2. Salvo que los pueblos interesados hayan convenido libremente en otra cosa, la
indemnización consistirá en tierras, territorios y recursos de igual calidad,
extensión y condición jurídica o en una indemnización monetaria u otra reparación
adecuada.”

(También vea Artículo 20 numeral 2: “Los pueblos indígenas desposeídos de sus


medios de subsistencia y desarrollo tienen derecho a una reparación justa y
equitativa.”)

Cualquier decisión tomada sobre los territorios indígenas debe estar apegada a la
ley, a la Constitución y a los instrumentos internacionales; en el caso de una
expropiación o enajenación, ésta debe ser hecha en acuerdo y con el
consentimiento de la comunidad, y deben ser compensados económicamente y / o
con la entrega de territorios con las mismas condiciones, sin manipulación ni
engaños a la comunidad. Este artículo da el derecho al consentimiento.
2.1.6. Sobre la protección del medio ambiente

Artículo 29. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la conservación y


protección del medio ambiente y de la capacidad productiva de sus tierras o
territorios y recursos. Los Estados deberán establecer y ejecutar programas de
asistencia a los pueblos indígenas para asegurar esa conservación y protección,
sin discriminación.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para asegurar que no se


almacenen ni eliminen materiales peligrosos en las tierras o territorios de los
pueblos indígenas sin su consentimiento libre, previo e informado.

3. Los Estados también adoptarán medidas eficaces para asegurar, según sea
necesario, que se apliquen debidamente programas de control, mantenimiento y
restablecimiento de la salud de los pueblos indígenas afectados por esos
materiales, programas que serán elaborados y ejecutados por esos pueblos.”

El respeto, la conservación y la protección ambiental, la diversificación productiva,


el manejo de los ecosistemas son los principios rectores de la cosmovisión
indígena y por ello se prohíbe que las políticas estatales y gubernamentales no
rompan la cosmovisión y prácticas ancestrales, imponiendo otras prácticas
interesadas y ajenas. Por tanto, para que no haya amenazas de muerte a los
pueblos, se prohíbe utilizar los espacios territoriales indígenas como basurero con
materiales o sustancias venenosos que producen las grandes industrias de los
países. Si se quiere utilizar para ese propósito deben consultarles para decir si
están o no de acuerdo con determinada decisión.

2.1.7. Sobre la presencia militar en territorios indígenas

Artículo 30. “1. No se desarrollarán actividades militares en las tierras o territorios


de los pueblos indígenas, a menos que lo justifique una razón de interés público
pertinente o que se haya acordado libremente con los pueblos indígenas
interesados, o que éstos lo hayan solicitado.
2. Los Estados celebrarán consultas eficaces con los pueblos indígenas
interesados, por los procedimientos apropiados y en particular por medio de sus
instituciones representativas, antes de utilizar sus tierras o territorios para
actividades militares.”

Es muy común ver que las fuerzas armadas construyen bases y realizan ejercicios
y acciones bélicas en los territorios indígenas sin consultar ni informar las
comunidades afectadas. Es así como se les obliga muchas veces a las
comunidades a trasladarse a otros lugares. Por tal motivo, este artículo limita o
pone frenos a estas prácticas y ahora los militares están obligados a consultar e
informar a las comunidades sobre los objetivos de sus actividades. Esa consulta
debe ser realizada a través de los dirigentes elegidos y reconocidos por toda la
comunidad y todos en la comunidad deben conocer y decidir.

2.1.8. Sobre el auto desarrollo de los pueblos indígenas y los impactos de


proyectos realizados por agentes externos en sus territorios

Artículo 32. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las
prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras o
territorios y otros recursos.

2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los


pueblos indígenas interesados por conducto de sus propias instituciones
representativas a fin de obtener su consentimiento libre e informado antes de
aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos,
particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de
recursos minerales, hídricos o de otro tipo.

3. Los Estados proveerán mecanismos eficaces para la reparación justa y


equitativa por cualquiera de esas actividades, y se adoptarán medidas adecuadas
para mitigar las consecuencias nocivas de orden ambiental, económico, social,
cultural o espiritual.”
Es importante recalcar que, en los territorios u espacio de vida son los pueblos, y
nacionalidades indígenas y toda la comunidad las que definen las prioridades, las
necesidades, las dificultades y las alternativas, y diseñan las políticas internas
para conseguir el buen vivir; O sea tienen derecho a definir su propio buen vivir.
Este es un punto que los Estados no quieren entender; creen que cuando se habla
de definir su propio desarrollo se está saliendo del esquema estatal impuesto. El
problema es que los Estados siempre quieren darles pensando y haciendo, y,
desde ese pensamiento ‘estatista’, se imponen los pro--++yectos de desarrollo que
ellos creen que son de beneficio de la comunidad, todos ellos hechas sin consulta
ni participación de los supuestos ‘beneficiarios’. Ahora con este artículo queda
claro que son todos hombres y mujeres de los pueblos los que deben decidir qué
quieren y cómo lo quieren hacer, y saben también que tienen derecho a participar
en el diseño de todos los proyectos que implique su sobrevivencia.

Pero aquí hay otro punto fundamental: El derecho a la consulta y el


consentimiento y la reparación justa. Cuando un Estado quiere otorgar permisos
empresas extractivas para explotar los recursos naturales que están en territorios
indígenas deberá informar, consultar y contar con el consentimiento. Si se ha
dicho que el territorio es condición fundamental de supervivencia de las
comunidades indígenas (así como de otros habitantes) afectados los pueblos
indígenas, entonces si van a entrar en los espacios de vida de las comunidades,
es fundamental que los consulten porque de lo contrario estarán atentando contra
la vida de los pueblos indígenas.

2.2. DERECHOS POLÍTICOS

Los derechos políticos de los pueblos indígenas se encuentran en los Artículos 3,


4, 5, 6, 9, 18, 19, 20, 33, 34, 36 y 40. Estos artículos han provocado y siguen
provocando discusiones políticas fuertes sobre lo que significa la libre
determinación y de cómo van a ejercer los pueblos indígenas el autogobierno.

2.2.1. Sobre la libre o auto determinación de los pueblos indígenas


La libre determinación o auto determinación significa para los pueblos indígenas el
reconocimiento constitucional y respeto a las formas ancestrales de auto
gobernarse y decidir libremente las mejores alternativas para el “Buen Vivir” en el
aspecto social, político, económico, cultural de acuerdo a su cosmovisión y sus
prácticas ancestrales. Recordemos que las naciones y pueblos indígenas igual
que cualquier sociedad en el mundo han vivido en base a sus reglas internas
desde tiempos inmemorables; han sabido gobernarse a sí mismo mediante sus
propias normas.

En ese sentido el derecho a la libre determinación o autodeterminación que exigen


los pueblos indígenas no va en contra de los derechos humanos reconocidos
universalmente ni pretende poner en riesgo las legislaciones internas de cada
país, y menos dividir a la unidad del Estado. Al contrario, el ejercicio de la libre
determinación permitirá seguir manteniendo sus culturas, participación, equidad,
mayor democracia y poder seguir contribuyendo a la preservación ambiental y con
sus conocimientos ayudar a resolver los conflictos ambientales provocados por un
modelo de acumulación.

Artículo 3. “Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En


virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen
libremente su desarrollo económico, social y cultural.”

Artículo 4. “Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho a la libre


determinación, tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones
relacionadas con sus asuntos internos y locales, así como a disponer de medios
para financiar sus funciones autónomas.”

Artículo 5. “Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus


propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales,
manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean, en la vida
política, económica, social y cultural del Estado.”

Artículo 6. “Toda persona indígena tiene derecho a una nacionalidad.”


Artículo 9. “Los pueblos y los individuos indígenas tienen derecho a pertenecer a
una comunidad o nación indígena, de conformidad con las tradiciones y
costumbres de la comunidad o nación de que se trate. Del ejercicio de ese
derecho no puede resultar discriminación de ningún tipo.”

Artículo 33. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar su propia
identidad o pertenencia conforme a sus costumbres y tradiciones. Ello no
menoscaba el derecho de las personas indígenas a obtener la ciudadanía de los
Estados en que viven.

2. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las estructuras y a elegir la


composición de sus instituciones de conformidad con sus propios procedimientos.”

Estos artículos plenamente reconocen a los pueblos indígenas como sujetos


colectivos de derechos con derecho a su propia identidad y nacionalidad histórica
“de conformidad con las tradiciones y costumbres” y por ende su derecho a la libre
o auto determinación y autogobierno. A la vez deja en claro que esta autonomía se
ejerce como parte de “la vida política, económica, social y cultural del Estado” del
cual los pueblos indígenas forman parte.

Además la Declaración deja en claro que los pueblos indígenas puede ejercer el
autogobierno y promover políticas sobre sus asuntos y necesidades internas a
través de sus instituciones (organizaciones) políticas propias; lo que no excluye el
derecho a también participar en la vida política, económica, social y cultural de su
país. Ante las prácticas de algunos Estados, la Declaración prohíbe la
manipulación y criminalización se las instituciones y organizaciones indígenas por
parte de los Estados y gobiernos.

2.2.2. Sobre el derecho a la consulta, participación y el consentimiento libre


previo e informado

La consulta es obligatoria para los Estados. Es muy importante recordar que las
leyes, los programas y proyectos, la explotación de recursos naturales, y toda
decisión estatal-gubernamental que va afectar a los derechos indígenas, deben
ser consultados para obtener el consentimiento; este proceso debe ser previo y sin
ninguna forma de manipulación ni mala fe.

Partiendo de los artículos anteriores sobre los derechos políticos de los pueblos
indígenas, la Declaración se refiere a la consulta, participación y el consentimiento
libre previo e informado como derechos fundamentales y transversales para los
pueblos indígenas, particularmente en los siguientes artículos ya mencionados:

Artículo 18. “Los pueblos indígenas tienen derecho a participar en la adopción de


decisiones en las cuestiones que afecten a sus derechos, por conducto de
representantes elegidos por ellos de conformidad con sus propios procedimientos,
así como a mantener y desarrollar sus propias instituciones de adopción de
decisiones.”

Artículo 19. “Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los
pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas
antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a
fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado.”

Artículo 38. “Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas,
adoptarán las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para alcanzar
los fines de la presente Declaración.”

Además, Artículo 41 asegura la participación de los pueblos indígenas en los


organismos de la ONU y otras organizaciones intergubernamentales en los
asuntos que les conciernan.

2.2.3. Sobre los sistemas jurídicos ancestrales

Los sistemas jurídicos ancestrales son la base fundamental para el ejercicio del
derecho al autogobierno –así la auto regulación y resolución de conflictos
internos– de los pueblos indígenas, normas y procedimientos que deben ser
reconocidos y respetados por los Estados, como indican los siguientes artículos:
Artículo 5. “Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus
propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales,
manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean, en la vida
política, económica, social y cultural del Estado.”

Artículo 34. “Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y


mantener sus estructuras institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad,
tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando existan, costumbres o sistemas
jurídicos, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos.”

Artículo 35. “Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las


responsabilidades de los individuos para con sus comunidades.”

Artículo 40. “Los pueblos indígenas tienen derecho a procedimientos equitativos y


justos para el arreglo de conflictos y controversias con los Estados u otras partes,
y a una pronta decisión sobre esas controversias, así como a una reparación
efectiva de toda lesión de sus derechos individuales y colectivos. En esas
decisiones se tendrán debidamente en consideración las costumbres, las
tradiciones, las normas y los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas
interesados y las normas internacionales de derechos humanos.”

Lo que queda ahora como desafío para los pueblos indígenas es el de educar a la
sociedad civil, al sistema político, al sistema jurídico, a las academias, a los
medios de comunicación de que cada nacionalidad e incluso cada pueblo tienen
sus propias instituciones jurídicas y prácticas de resolución de conflictos.

2.2.4. Sobre el derecho a mantener contactos entre pueblos indígenas


transfronterizos

El reconocimiento del derecho a la identidad, nacionalidad e integridad colectiva


de los pueblos indígenas conduce a reconocer el derecho a mantener contactos
entre aquellos pueblos que han sido divididos históricamente por límites
fronterizos entre los Estados modernos.
Artículo 36. “1. Los pueblos indígenas, en particular los que están divididos por
fronteras internacionales, tienen derecho a mantener y desarrollar los contactos,
las relaciones y la cooperación, incluidas las actividades de carácter espiritual,
cultural, político, económico y social, con sus propios miembros, así como con
otros pueblos, a través de las fronteras.”

2.3. DERECHOS CULTURALES

Artículo 8. “1. Los pueblos y los individuos indígenas tienen derecho a no ser
sometidos a una asimilación forzada ni a la destrucción de su cultura. 2. Los
Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento
de

a) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia privarlos de su integridad


como pueblos distintos o de sus valores culturales o su identidad étnica;

b) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia desposeerlos de sus


tierras, territorios o recursos;

c) Toda forma de traslado forzado de población que tenga por objeto o


consecuencia la violación o el menoscabo de cualquiera de sus derechos;

d) Toda forma de asimilación o integración forzada;

e) Toda forma de propaganda que tenga como fin promover o incitar a la


discriminación racial o étnica dirigida contra ellos.”

Este bloque de derechos culturales reconoce aquel derecho que siempre les fue
negado: el derecho a ejercer sus culturas. La fuerza, en este artículo, está en que
las culturas tienen el mismo valor. Los pueblos indígenas deben denunciarlo
cuando a algún pueblo se le quiere someter o destruir su cultura. Existen muchas
formas de menospreciar y destruir las culturas ancestrales: destrucción física,
estereotipificación y ridiculización, folclorización, comercialización y otras formas
de explotación y aprovechamiento indebido por parte de las culturas dominantes.
Además, este artículo reviste una importancia singular también si lo relacionamos
con la protección de los pueblos que viven en situación de aislamiento. A pesar de
que la Declaración no se pronuncia de manera expresa sobre estos pueblos, la
aplicación de este artículo resulta vital para entender que hay que respetar su
situación de aislamiento como forma de respetar y garantizar sus derechos
políticos, territoriales y culturales.

2.3.1. Sobre la revitalización cultural

Artículo 11. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus
tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y
desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas,
como lugares arqueológicos e históricos, objetos, diseños, ceremonias,
tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.

2. Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que


podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos
indígenas, respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales
de que hayan sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en
violación de sus leyes, tradiciones y costumbres.”

En general casi todos los bienes culturales ancestrales de los pueblos indígenas
han sido tomados por las instituciones antropológicas estatales o privadas para
guardarlas en los museos de las grandes ciudades. Obviamente, todas han sido
tomadas sin el consentimiento de sus dueños. Además, muchos sitios sagrados
han pasado a ser de propiedad estatal o privada que hoy por hoy son usadas
como meras atracciones turísticas y que en algunos casos los verdaderos ‘dueños’
–los pueblos indígenas– son excluidos o no pueden utilizarlos para sus verdaderos
propósitos espirituales. Tampoco pueden manejarlos o siquiera beneficiarse
económicamente de ellos. Con este artículo podrán, en alguna media, recuperar y
exigir respeto a dichos bienes y sitios que son efectivamente de patrimonio
ancestral colectivo de los pueblos indígenas.
2.3.2. Sobre las manifestaciones culturales, lenguas, escritura, lugares
sagrados y objetos culturales

Artículo 12. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a manifestar, practicar,
desarrollar y enseñar sus tradiciones, costumbres y ceremonias espirituales y
religiosas; a mantener y proteger sus lugares religiosos y culturales y a acceder a
ellos privadamente; a utilizar y controlar sus objetos de culto, y a obtener la
repatriación de sus restos humanos.

2. Los Estados procurarán facilitar el acceso y/o la repatriación de objetos de culto


y de restos humanos que posean mediante mecanismos justos, transparentes y
eficaces establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas interesados.”

Artículo 13. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar,
fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones
orales, filosofías, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus
comunidades, lugares y personas, así como a mantenerlos. 2. Los Estados
adoptarán medidas eficaces para asegurar la protección de ese derecho y también
para asegurar que los pueblos indígenas puedan entender y hacerse entender en
las actuaciones políticas, jurídicas y administrativas, proporcionando para ello,
cuando sea necesario, servicios de interpretación u otros medios adecuados.”

La lucha por la defensa las culturas es una lucha política y está relacionada
íntimamente con los territorios. Hay una gran responsabilidad de los Estados
sobre las culturas de los pueblos indígenas. La responsabilidad de los Estados
está en reconocer, respetar y promover las diversas formas de expresión cultural
ancestral en la sociedad, usando todos los mecanismos y medios posibles de
transmisión cultural con la plena participación y cogestión de estos procesos de
los pueblos indígenas.

2.3.3. Sobre la diversidad cultural y la no discriminación


Artículo 15. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a que la dignidad y
diversidad de sus culturas, tradiciones, historias y aspiraciones queden
debidamente reflejadas en la educación y la información pública.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces, en consulta y cooperación con los


pueblos indígenas interesados, para combatir los prejuicios y eliminar la
discriminación y promover la tolerancia, la comprensión y las buenas relaciones
entre los pueblos indígenas y todos los demás sectores de la sociedad.”

2.3.4. Sobre el patrimonio cultural de los pueblos indígenas

Artículo 31. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar,
proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus
expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias,
tecnologías y culturas, comprendidos los recursos humanos y genéticos, las
semillas, las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora,
las tradiciones orales, las literaturas, los diseños, los deportes y juegos
tradicionales, y las artes visuales e interpretativas. También tienen derecho a
mantener, controlar, proteger y desarrollar su propiedad intelectual de dicho
patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales
tradicionales.

2. Conjuntamente con los pueblos indígenas, los Estados adoptarán medidas


eficaces para reconocer y proteger el ejercicio de estos derechos.”

Los Estados están obligados a diseñar políticas públicas y realizar acciones


gubernamentales que incentiven la convivencia el respeto y valoración a las
diferencias culturales. La responsabilidad de los pueblos indígenas está en
ejercerla y en la exigencia de respeto a las autoridades que gobiernan.

2.3.5. Sobre el derecho a administrar sistemas propios de educación

Artículo 14. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer y controlar sus
sistemas e instituciones docentes que impartan educación en sus propios idiomas,
en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje.
2. Los indígenas, en particular los niños, tienen derecho a todos los niveles y
formas de educación del Estado sin discriminación.

3. Los Estados adoptarán medidas eficaces, conjuntamente con los pueblos


indígenas, para que las personas indígenas, en particular los niños, incluidos los
que viven fuera de sus comunidades, tengan acceso, cuando sea posible, a la
educación en su propia cultura y en su propio idioma.”

La educación es uno de los ejes fundamentales de toda cultura humana y por


tanto ha sido uno de los instrumentos principales de dominación y asimilación –es
decir la desaparición– de las culturas, las lenguas y con ello la misma identidad de
los pueblos indígenas. Por tanto es fundamental que los Estados reconozcan,
garanticen, protejan y, sobre todo, que respeten los procesos educativos propios
de los pueblos indígenas, que existieron antes de la colonización y creación de los
Estados modernos. Para ello es determinante la autonomía de las instituciones
indígenas propias y que sean administrados por ellos mismos.

En algunos países se ha reconocido la autonomía y/o auto gestión de los sistemas


de educación indígena. Sin embargo, en otros países se están suprimiendo estos
avances, como es el caso actual de Ecuador. La eliminación de la autonomía en la
educación significa una violación a un derecho elemental expresado en esta
Declaración y en el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo
(OIT). Los derechos no pueden ser regresivos, sino progresivos.

2.3.6. Sobre el derecho a la comunicación e información

A pesar que la Declaración solo se refiere al tema elemental de los idiomas


indígenas ‘de paso’ en los artículos 13, 14 y 16, es importante reconocer que la
lengua es la base fundamental de toda cultura humana. Las lenguas y la oralidad
han sido una de los modos principales de resistencia y sobrevivencia para los
pueblos indígenas, por lo que se puede afirma que sin sus propias lenguas-
idiomas los pueblos indígenas corren el graves riesgo de desaparecer.
Además de la educación, los medios de comunicación modernos también son un
escenario de contienda no solamente con respecto al tema de las lenguas y las
culturas sino al derecho a la libre expresión e intercambio y diseminación de
información, opiniones y criterios que históricamente han sido negado a los
pueblos indígenas, como a otros pueblos y grupos sociales marginados. Los
escasos medios de comunicación que están en manos de los pueblos indígenas
se han convertido en instrumentos importantes que contribuyen al fortalecimiento
organizativo, en la educación y difusión de las culturas y promotor de la
interculturalidad.

Artículo 16. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus propios
medios de información en sus propios idiomas y a acceder a todos los demás
medios de información no indígenas sin discriminación.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para asegurar que los medios de
información públicos reflejen debidamente la diversidad cultural indígena. Los
Estados, sin perjuicio de la obligación de asegurar plenamente la libertad de
expresión, deberán alentar a los medios de información privados a reflejar
debidamente la diversidad cultural indígena.”

En este artículo la Declaración expresa que los pueblos indígenas, como


colectividades y ciudadanos individuales, tienen el derecho a acceder a espacios
en los medios de comunicación públicos y privados y –especialmente– a tener y
manejar sus propios medios, lo que significa acceder a las frecuencias de radios y
televisión en equidad de condiciones en la cobertura y financiamiento que asegura
su sostenibilidad.

2.3.7. Sobre el derecho a ejercer la medicina ancestral

Artículo 24. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas
tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus
plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas indígenas
también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios
sociales y de salud.”
El ejercicio del autogobierno va a permitir ejercer y conservar las formas
ancestrales de la medicina. La medicina tradicional es producto de los
conocimientos milenarios y dependen de la relación intrínseca con sus territorios.
Es importante, entonces, que no solo se garantice el derecho a practicar la
medicina sino el entorno que necesitan para poder ejercer ese derecho.

Además, es de notar que este derecho necesariamente implica el reconocimiento


y la protección de aquellos que son los portadores y custodios de estos
conocimientos y practicas ancestrales: las y los sabios que son unos de los pilares
fundamentales de las culturas originarias y que, desgraciadamente, hasta hoy en
día sufren el desprecio y hasta la persecución y asesinato por practicar este oficio
milenario.

2.4. DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Además de los derechos a administrar sistemas propios de educación, a la


comunicación e información y de ejercer la medicina ancestral mencionados de
antemano en la sección sobre los derechos culturales, la Declaración afirma que
“Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar sus sistemas o
instituciones políticos, económicos y sociales, que se les asegure el disfrute de
sus propios medios de subsistencia y desarrollo y a dedicarse libremente a todas
sus actividades económicas tradicionales y de otro tipo,” (Artículo 20 numeral 1).
De aquí siguen los siguientes artículos sobre los derechos económicos y sociales
de los pueblos indígenas.

2.4.1. Sobre los derechos económicos y sociales

Artículo 21. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho, sin discriminación alguna, al
mejoramiento de sus condiciones económicas y sociales, entre otras esferas, en la
educación, el empleo, la capacitación y el readiestramiento profesionales, la
vivienda, el saneamiento, la salud y la seguridad social.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces y, cuando proceda, medidas


especiales para asegurar el mejoramiento continuo de sus condiciones
económicas y sociales. Se prestará particular atención a los derechos y
necesidades especiales de los ancianos, las mujeres, los jóvenes, los niños y las
personas con discapacidad indígenas.”

Artículo 22. “1. Se prestará particular atención a los derechos y necesidades


especiales de los ancianos, las mujeres, los jóvenes, los niños y las personas con
discapacidad indígenas en la aplicación de la presente Declaración.

2. Los Estados adoptarán medidas, junto con los pueblos indígenas, para asegurar
que las mujeres y los niños indígenas gocen de protección y garantías plenas
contra todas las formas de violencia y discriminación.”

Artículo 23. “Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y a elaborar


prioridades y estrategias para el ejercicio de su derecho al desarrollo. En
particular, los pueblos indígenas tienen derecho a participar activamente en la
elaboración y determinación de los programas de salud, vivienda y demás
programas económicos y sociales que les conciernan y, en lo posible, a
administrar esos programas mediante sus propias instituciones.”

2.4.2. Sobre los derechos laborales de los adultos y la niñez

Artículo 17. “1. Los individuos y los pueblos indígenas tienen derecho a disfrutar
plenamente de todos los derechos establecidos en el derecho laboral internacional
y nacional aplicable.

2. Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, tomarán


medidas específicas para proteger a los niños indígenas contra la explotación
económica y contra todo trabajo que pueda resultar peligroso o interferir en la
educación de los niños, o que pueda ser perjudicial para la salud o el desarrollo
físico, mental, espiritual, moral o social de los niños, teniendo en cuenta su
especial vulnerabilidad y la importancia de la educación para empoderarlos.

3. Las personas indígenas tienen derecho a no ser sometidas a condiciones


discriminatorias de trabajo y, entre otras cosas, de empleo o salario.”
3. CONCLUSIONES

La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos


Indígenas es el instrumento más avanzado y el último en materia de protección a
los derechos de los pueblos indígenas a nivel internacional. Desde su adopción
por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 13 de septiembre de 2007. Sin
embargo, los Estados se muestran reacios a implementar su contenido en los
marcos jurídicos nacionales, excepto en el caso de Bolivia, donde se integro
dentro del sistema legal, a través de la ley.

Siendo el instrumento más avanzado en materia de derechos indígenas, las


legislaciones de los países donde existen pueblos indígenas deberían estar a la
par con los derechos plasmados en la Declaración. Entonces sí se estaría siendo
consecuente con el principio que de que los derechos siempre deben ser
progresivos y no regresivos.

Actualmente resulta indispensable que los Estados reconozcan dicha Declaración


como parte de su normativa interna, habida cuenta que con las nuevas políticas
mundiales- estatales y por fenómenos provocados como el cambio climático, la
expansión de las industrias extractivas se vuelve cada vez más vulnerable los
derechos y urge la necesidad de garantizar derechos.

La Declaración en uno de sus artículos dice que “Los derechos reconocidos en la


presente Declaración constituyen las normas mínimas para la supervivencia, la
dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo”. Es decir que estos
derechos mínimos son fundamentales para el buen vivir de los pueblos indígenas.
Sin embargo, estas reflexiones que expresa la Declaración no son consideradas
por la mayoría de los Estados y más bien, en muchos casos, se ha tratado de
limitar ciertos derechos elementales. Este es un problema muy recurrente que,
pese a haber más derechos reconocidos a nivel internacional, más se ignoran los
derechos al interior de los Estados.

La declaración aporta guías sobre las medidas básicas que se necesitan para
asegurar la dignidad, supervivencia y bienestar de las algunos de los pueblos más
empobrecidos y marginalizados del mundo, como son los pueblos indígenas. La
Declaración reconoce los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras,
territorios y recursos naturales que son críticos para el mantenimiento de sus
formas de vida. Además la Declaración afirma que los pueblos indígenas, como
todos los pueblos, tienen el derecho a la autodeterminación.

La adopción de la Declaración significa un mensaje claro para la comunidad


internacional, en el sentido de afirmar que los derechos de los pueblos indígenas
nos son diferentes o menos que los derechos de otros. Y además que son
derechos integrales y forman parte indispensable del sistema de derechos
humanos dedicados a la protección de todas las personas.

La Declaración reafirma que los pueblos indígenas, tanto individualmente como de


manera colectiva, tienen derecho a todos los derechos reconocidos en el ámbito
internacional, y que las circunstancias especiales de su existencia como pueblos
discriminados y desposeídos desde tiempos remotos de sus recursos ancestrales,
demanda una atención particular de los Estados y de la Comunidad internacional.

La Declaración establece una forma de avanzar. Confirmando los derechos de


restitución y de compensación por los errores del pasado y afirmando el derecho
de los pueblos indígenas a dar el consentimiento previo, libre e informado en las
decisiones y acciones que afectan sus vidas.

La Declaración establece las bases para la resolución de la inequidad histórica y


las injusticias para que las futuras generaciones no hereden el legado de la
colonización y marginalización. La protección y libertades establecidas en la
Declaración protegen los lugares sagrados, afirma la supervivencia de sus formas
de vida y tradiciones y proporciona protección para la supervivencia cultural de los
pueblos indígenas.

No obstante, está claro que el gran desafío que tiene los pueblos indígenas está
en usar los instrumentos internacionales para exigir el reconocimiento y respeto a
los derechos los Estados y gobiernos. Pero también otro desafío interno es
empezar a ejercerlo en la cotidianidad en las comunidades y cuidando que la
cultura se mantenga viva.

Finalmente, una gran responsabilidad de los dirigentes, dirigentes, líderes y


lideresas indígenas del mundo es difundir los contenidos de la presente
Declaración y de otros instrumentos internacionales, así como de la Constitución
de cada país a fin de que todos y todas conozcan sus derechos y puedan
defenderlos. Si no conoce los derechos que les asiste o que tienen no podrán
defender de manera sólida. No está por demás insistir que una condición
elemental para los pueblos indígenas es mantener la unidad organizativa fuerte de
modo que la defensa de los derechos se las haga de manera colectiva.
SENTIDO DE NACIONES Y PUEBLOS
INDIGENAS ORIGINARIOS CAMPESINOS
EN LA C.P.E.
Sentido de “naciones y pueblos indígena
originario campesinos” en la CPE 1
Xavier Albó

Este es uno de varios conceptos complejos que aparece en la nueva


Constitutución Política del Estado (CPE), cuya comprensión cabal necesita
interpretarlos adecuadamente. Para ello, es fundamental tomar conciencia de que
el cuerpo fundamental y el estilo general del texto reflejan, naturalmente, la gama
muy amplia de orígenes culturales, nivel social y profesiones de los constituyentes
que la elaboraron, analizado ya en otro trabajo 3. Concretamente, la expresión que
aquí analizo muestra, más que otras, un acuerdo entre diversos sectores de
asambleístas directamente involucrados en ese tema, cada uno de los cuales
prefiere abordarlo con su propio nombre. Es un ejemplo preclaro de lo que podría
ser un análisis más amplio sobre la semántica, connotaciones y entretelones de la
manera de generar conceptos y vocabulario en esta Constitución.

La unidad del conjunto NyP IOC

El concepto aparece, efectivamente, casi siempre amarrado como una unidad, a


saber: Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos [en adelante, NyP
IOC] con sólo unas plural al final de las tres últimas palabras, para resaltar que se
debe tomar como una unidad. En esa forma, quizás con variantes menores, se
repite 69 veces en la CPE. Las tres últimas palabras -indígena originario
campesino/a[s] [IOC]- aparecen también como una unidad en bastantes otras
expresiones, como una clase específica de pueblo, comunidad, autonomía,
jurisdicción, etc.

Cuando aparece de esta forma conjunta, como una unidad de cinco (o tres)
palabras complementarias, no tiene mayor sentido pretender diferenciar en qué
casos se trata de un “pueblo” y en cuáles de una “nación”; o si se trata de
“indígenas”, de “originarios” o de “campesinos”. Tales distinciones sólo podrían
tener sentido en los pocos casos en que alguno de estos términos aparece de
manera aislada

Dicho esto, el artículo más fundacional de la CPE para poder definir qué es lo
central de esta expresión, es el art. 2, al principio de la Primera Parte, donde se
establecen las bases fundamentales del Estado, inmediatamente después del art.
1 que define el nuevo Estado Boliviano. Lo reproduzco resaltando lo que, en mi
opinión, es el factor aglutinante:

“Artículo 2. Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena


originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su
libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su
derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus
instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta
Constitución y la ley.

Los otros atributos ya se refieren a las garantías que esta CPE a las NyP IOC, que
son tales por su “existencia colonial”. El otro elemento que se le aproximaría sería
“su dominio ancestral sobre sus territorios” pero este resulta más complicado por
cuanto hay que distinguir entre ese “dominio ancestral”, como algo que les da
cierto derecho a territorialidad, y su concreción actual y futura en “entidades
territoriales 6 ”, que es lo que esta CPE quiere consolidarles.

Más adelante, en esa misma parte, ya bajo el título Derechos Fundamentales y


Garantías, así se define a las NyP IOC al principio del capítulo dedicado a sus
derechos. Nótese además que en este caso se define todo el conjunto en singular
(sin s ni siquiera al final):

Artículo 30-I. Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad


humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones,
territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial
española.

Ante todo, se define como NyP IOC a toda “colectividad” que comparta una serie
de atributos empezando por su identidad cultural y concluyendo, de nuevo, con su
existencia precolonial. Pero no parece que deba tomarse de una manera igual
cada uno de esos absolutos. Por ejemplo, para varias de esas NyP IOC en las
tierras bajas la principal lengua compartida ya es el castellano sin que por ello
hayan perdido su identidad.

Algo semejante podríamos decir con relación a la “territorialidad”, a la luz de los


cada vez más frecuentes y diversos flujos migratorios temporales o definitivos que
existen dentro y fuera del país. Así como un boliviano no pierde su identidad por el
hecho de estar fuera de su territorio, lo mismo debe asumirse para los miembros
de las NyP IOC.

En conjunto, lo más razonable es aplicar aquí lo que dice el Convenio 169 de la


OIT, de 1989 y ratificado ya por Bolivia en 1991. En el art. 1-1-b define a los
pueblos indígenas a los que se aplica el Convenio de una manera muy semejante
a la de la CPE pero al final añade: “[los pueblos] que, cualquiera que sea su
situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas, o partes de ellas.”

Más aún, el inciso 2 del mismo artículo 1 de ese Convenio añade un criterio
interpretativo fundamental: “La conciencia de su identidad étnica... deberá
considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se
aplican las disposiciones del presente Convenio.” En línea con este criterio, ha
resultado muy oportuno que desde 2001, se ha incluido en el Censo -tanto Bolivia
como en bastantes otros países latinoamericanos- una nueva pregunta para poder
detectar esa autoidentificación. En nuestro caso, el resultado es que un 31% de
los mayores de 15 años se han identificado a sí mismos como quechuas, otro
25%, como aymaras, y un 6% como miembros de alguno de otros 31 pueblos 7.
Obviamente, las respuestas a una pregunta en un censo puede tener muchas
interpretaciones y no basta para definir jurídicamente quién es o no miembro de un
determinado pueblo IOC. Pero sí es la aproximación cuantificada más precisa y
actual con que de momento contamos.
Otra cosa es que fuera del territorio no resulten aplicables determinadas
situaciones jurídicas. Por ejemplo, la aplicación de las competencias específicas
que tiene una autonomía IOC, a la que se refieren los arts. 289-305, va ligada,
obviamente, a la presencia en una determinada entidad territorial autonómica IOC.
Pero ello no implica que los IOC que, por una razón u otra, no están allí ya pierdan
automáticamente por ello tantos otros derechos específicos que, como tales,
tienen tanto según la CPE como según la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Pueblos Indígenas de 2007, a los dos meses hecha también ley del
Estado Boliviano. El análisis particular de cada uno de ellos, tomando además los
datos demográficos de la presencia de NyP IOC en las ciudades -donde viven ya
la mayoría de los miembros de muchos de ellas- debería llevarlos a la larga a
modificar muchas de nuestras prácticas y legislaciones municipales. Pero no
podemos entrar aquí en esa asignatura pendiente.
En el resto de esta nota revisaré en mayor detalle primero los alcances del
componente IOC, dentro y fuera de ese concepto unitario, y después el de NyP.

Indígena originario campesino/a(s)


(Sin y ni comas; y con una única s final, cuando es plural)

El término indígena es preferido por los de tierras bajas y también por aquellos
que tienen más en mente su uso favorable en documentos e instrumentos
internacionales como el Convenio 169 de la OIT. Pero otros, sobre todo de la
región andina, no se sienten felices con esa expresión por arrastrar todavía la
vivencia frustrante de que con ese término o el de “indio” se les insultaba y
discriminaba.
Surgió así el término alternativo originario, que tenía ya ciertos ecos favorables
sobre todo en la región andina, donde desde la Colonia se hablaba de
“comunidades originarias” y, dentro de ellas, la categoría “originario” tenía mayor
status que otras como “agregado”, “arrimante” o uta wawa.

Por otra parte, son también muchos, sobre todo andinos y colonizadores, los que
siguen prefiriendo el término campesino, desde que con la Revolución y la
Reforma Agraria del MNR, se optó por esa palabra para evitar las discriminaciones
que se asociaban con “indio” o “indígena”.

Por tanto, cuando dentro de este conjunto aparece también campesino, esta
palabra no debe entenderse para restringir el carácter IOC a sólo aquellos
indígenas que además viven de su trabajo personal agropecuario ni tampoco para
extenderlo también a agricultores campesinos de otros orígenes históricos
posteriores, no incluidos en el mencionado art. 2 de la CPE. Estos, obviamente,
pueden constituir sus propias comunidades, pueblos o municipios “campesinos”,
como lo hacen, por ejemplo, los de los Valles Mesotérmicos de Santa Cruz y
Tarija, e incluso afrobolivianos, menonitas, etc. con sus derechos específicos (ver,
por ejemplo, los art. 32, 294-II, 394-III y 395-I de la CPE) sin que se les apliquen
automáticamente todos los rasgos y derechos propios de los IOC.

En este sentido cotidiano, sobre todo en la región andina, campesino no se


contrapone a los otros dos términos, como si se refiriera a otro grupo ni realidad
humana sino que es sólo la manera histórica que allí se adoptó y hasta oficializó
desde 1952 para rehabilitarse frente a las actitudes despectivas que provocaban
los otros, pero para referirse en el fondo a la misma población. Por eso mismo, ha
sido también bastante común aplicar este nombre campesino (como eufemismo
por indígena) a gente urbana que no vive de su trabajo agrícola en el campo. En
este mismo sentido desde hace años varios autores han optado por usar la dupla
indígena campesinos o campesino indígenas. No hay que olvidar tampoco que
este cambio de vocabulario se debía a que muchos ideólogos de la época
pensaban -como en México- que a la larga el mejor camino para superar los
conflictos étnicos era eliminar toda categorización basada en los orígenes étnicos.
Esta acepción y sentido popular de campesino en aquel contexto histórico no
coincidía entonces con el concepto técnico propio de la sociología y economía
rural, a saber: “quien vive de su trabajo personal agropecuario en el campo” y el
grupo socio económico que se relaciona con la sociedad mayor desde esta forma
de trabajo. Por supuesto, este sentido más técnico puede mantenerse y de hecho
se mantiene en otros muchos contextos.

Si la CPE hubiera sido elaborada sólo por eruditos jurisconsultos de origen urbano
occidental, éstos probablemente habrían optado por un único término,
conceptualmente quizás más nítido pero menos expresivo para muchos usuarios
populares de esta nueva Carta Magna. Habría sido una solución técnicamente
impecable pero didácticamente tal vez menos cercana a esos usuarios. De hecho,
la solución salomónica adoptada por los constituyentes -igualmente válida, desde
esta perspectiva- ha sido contentar a todos con esa expresión con tres dedos:
IOC.

El lector lo entenderá mejor si recuerda lo que pasó en 1994 con el término OTB
(Organización Territorial de Base) que adoptó la Ley 1551 de Participación
Popular de 1994, elaborada fundamentalmente por juristas. En términos jurídicos
era un nuevo concepto técnicamente impecable y la misma ley decía que se
aplicaba a organizaciones ya existentes, desde organizaciones comunales rurales
hasta juntas vecinales urbanas. Sin embargo, inicialmente, las organizaciones
implicadas, sobre todo en el campo, vieron ese asunto con mucha suspicacia,
pensando que el Estado les impondría una nueva organización, como ya había
ocurrido en el pasado al imponer el “sindicalismo campesino” en sus ayllus,
cabildos y comunidades. Algunos municipios, sobre todo orientales, lo
interpretaron efectivamente así y empezaron a organizar sus propias OTB
desconociendo a las organizaciones previas. La duda fue tan generalizada que
hizo falta la nueva ley interpretativa 1702, centrada en explicitar que el nombre
OTB no era más que un nombre genérico para referirse a las organizaciones
existentes de siempre, como las comunidades, cabildos, ayllus o incluso sindicatos
campesinos y las juntas vecinales. Ahora ocurre más bien lo contrario. Quienes
han definido ese concepto complejo de [NyP] IOC han sido los numerosos
constituyentes procedentes de esos pueblos, de modo que, esta vez, a quienes
hay que aclarar su alcance es más bien a los juristas que tienden a interpretar
cada término por separado.

Naciones y pueblos

Dentro de este mismo conjunto unitario NyP IOC, la dupla NyP, se refiere a las
colectividades humanas cuya existencia es anterior a la invasión co-lonial
española y que constituyen unidades históricamente desarrolladas a partir de
tradiciones, idioma, instituciones, organización, cosmovisión u otras características
que les dan una identidad cultural compartida (art. 2 y 30-I). Esta realidad ha sido
vivida y reclamada por los propios interesados; y en Bolivia empezaron a hacerlo
reclamando además su rango de nación, como parte del Estado plurinacional, por
lo menos desde 1978, como me recordó hace poco Víctor Hugo Cárdenas. Pero
recién ha sido reconocido a fondo por el Estado en la nueva CPE.

Pero, como ya vimos, lo hace siempre juntando ese término y el de pueblo:


naciones y pueblos o incluso nación y pueblo, así, en singular. Haber optado por
usar siempre ambas expresiones juntas muestra que se trata una vez más de una
decisión “salomónica” sin querer entrar a discutir en qué casos o bajo qué
condiciones se trataría más de una nación o de un pueblo.

Más aún, ni siquiera se enumera ni cuantifica de cuántas naciones y/o pueblos se


trata. Lo más cercano a una cuantificación es la enumeración de todos sus
idiomas, reconocidos como “oficiales” (donde suman 35) en el art. 5 de la CPE 8.
Tan larga enumeración tiene también un sentido ante todo simbólico. Quieren
asegurarse de que no se excluye a ninguno. Por eso se incluyen en la lista
algunos prácticamente extinguidos (como el guarasu’we y el pukina, distinto del
uru) o de uso solamente ritual (como el machajuyai de algunos kallawayas). Por
otra parte los idiomas aymara y quechua puede referirse a varias NyP IOC, al
menos en la concepción de CONAMAQ que con frecuencia habla de 16 NyP IOC
(Paka Jaqi, Karanka, etc.) dentro de la región andina. Claramente la lengua no
define la pertenencia a tal o cual nación. Actualmente algunas de ellas ya hablan
mayormente (o incluso sólo) castellano y, desde la otra vertiente, varias NyP IOC
pueden hablar una misma lengua, sea originaria o reciente-mente adoptada.

De esa forma tanto la oficialización siquiera simbólica de los idiomas como el uso
sólo genérico de las NyP IOC enfatizan ante todo el principio y derecho genérico
de darles un reconocimiento global. Pero la manera en que ello se irá concretando
en cada caso, dentro de ese marco constitucional, será el resultado de procesos
más largos y no siempre iguales, desde las bases.

Lo que sí ocurre es el uso separado del término pueblo(s), sin el aditamiento de


nación para referirse a otros que no cumplen la condición de su existencia local
anterior a la conquista; por ejemplo, el pueblo afroboliviano (al que el art. 32 de la
CPE reconoce, de todos modos, los derechos de las NyP IOC “en todo lo que
corresponda”).

La nación boliviana

En la versión aprobada en Oruro, el art. 3 hablaba sólo del “pueblo boliviano”, lo


que motivó reiteradas protestas de quienes al no sentirse miembros de alguna
NyP IOC se sentían despojados de toda “nacionalidad”. Tenían razón en quejarse.
Pero en los diálogos y concertaciones de octubre 2008 esta omisión fue
rápidamente subsanada sin mayor oposición.

Sin entrar en las inacabables elucubraciones teóricas sobre el concepto de nación,


mucho más antiguo que el de estado y hasta ahora mucho más amplio y flexible
(como el de comunidad, región, suyu y otros muchos semejantes), el resultado
actual es que la nueva Constitución reconoce y busca fortalecer dos tipos
complementarios de nación:

a. El de las naciones y pueblos IOC. Se las reconoce por fin y muy solemnemente
en el art. 2 y se las incorpora en toda la concepción del país a través de su fórmula
“Estado [de derecho] plurinacional”. Esto tiene toda una secuela de cambios en la
estructura del Estado. Ante todo sobresale, dentro del ordenamiento territorial del
Estado y su sistema de autonomías, el reconocimiento de territorios o entidades
territoriales autónomas de las NyP IOC. Se ha añadido también la característica
plurinacional a instancias estatales como la Asamblea Legislativa, el Tribunal
Constitucional y el Órgano Electoral y se ha creado una jurisdicción de las NyP
IOC dentro del Poder Judicial.

b. La nación boliviana. Se la explicita en el art. 3, que empieza con “la nación


boliviana”, conformada por todas “las bolivianas y bolivianos, las NyP IOC y las
comunidades interculturales 9 y afrobolivianas”, y concluye diciendo que en
conjunto constituyen “el pueblo boliviano”. De nuevo aparece la lógica de
satisfacer a todos combinando los términos nación, comunidad y pueblo. Este
concepto de nación boliviana viene a ser el componente social que suelda en el
plano ideológico e imaginario lo que en el plano más estructural se expresa con la
insistencia en que somos un estado unitario. Dentro de esta segunda acepción
más inclusiva de nación se debe entender otros términos constituciones como
nacional, internacional, nacionalidad, nacionalización.

Tanto el Preámbulo como el art. 1 de la CPE llevan a combinar las perspectivas


(a) y (b) con la siguiente fórmula síntesis: “Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario”. Ahora todos, originarios y quienes nos incorporamos a
estas tierras más tardíamente, cantamos a coro “¡Viva mi patria Bolivia, una gran
nación”, como dice esa popular cueca que muchos llaman nuestro segundo himno
nacional, seguramente más popular, intercultural y comprensible que el solemne
Himno Nacional de los “helados propicios”, como cantan tantos niños. Una de sus
grandezas de la nuestra patria Bolivia es cabalmente su esfuerzo actual y pionero
para unir de manera articulada, igualitaria y solidaria a una nación de muchas
naciones.

Evolución terminológica a nivel internacional

Concluiré con algunas consideraciones que van más allá de nuestro escenario
boliviano. Este enfoque, que rescata el término y concepto de nación del secuestro
monopólico que le habían pretendido tender los estados modernos, no es algo
exclusivo de Bolivia. Con la aceptación de las naciones “subestatales” o “sin
estado”, también en otros países latino- e indoamericanos - o, si se prefiere, de
Abya Yala – e incluso en instancias oficiales de la Unión Europea y del propio
sistema de Naciones Unidas, poco a poco se está recuperando su sentido más
amplio, arriba esbozado, que no excluye tampoco a la nación-estado.

Los términos y usos adoptados en la [Organización de la]s Naciones Unidas


muestran también esta misma evolución. Es sabido que la institución precursora
se llamaba Sociedad de Naciones. En ambos casos el uso de nación en su título
equivale a estado. Es decir, en rigor, se las debería llamar “Naciones-Estado
Unidas” o simplemente “Estados Unidos” aunque, obviamente, lo último ya no
cabe porque, para complicarlo aún más, uno de sus miembros se llama “Estados
Unidos”. A su vez, este país se autoproclama “the great American nation”,
marginando al resto del continente “americano”, mientras que ninguno de sus
estados federados (como Ohio o Texas) se llama “nación”.

Pese a estos antecedentes, ahora en su Declaración sobre los Derechos de los


Pueblos Indígenas (2007) les reconoce su derecho “a pertenecer a una comunidad
o nación indígena” (art. 9). Es un ejemplo más de ese inacabable y tortuoso juego
del gato y el ratón entre los términos estado y nación.
En cierta forma una evolución semejante ha ocurrido en el uso del término pueblo
dentro del Derecho Internacional, que en algún momento pretendía ser allí
identificado con Estado. El Convenio 169 de la OIT sobre “pueblos indígenas y
tribales en países independientes” (1989), ya mostraba un cambio, pero sus
autores sintieron todavía la necesidad de aclarar que “la utilización del término
pueblos en este Convenio no deberá interpretarse en el sentido... que pueda
conferirse a dicho término en el derecho internacional”. Casi veinte años después,
en 2007, la Declaración de Naciones Unidas ya habla una y otra vez de los
“pueblos indígenas” sin sentir la necesidad de ninguna aclaración. Por cierto que
en el articulado de este último documento se tiene siempre el cuidado de precisar
si el referente son “las personas indígenas” (derechos individuales), los “pueblos
indígenas” (derechos colectivos) o ambos.

Finalmente, dejemos constancia de que hay también cierta tendencia a querer ir


eliminando la referencia a lo nacional como equivalente al conjunto del Estado, por
ejemplo en ciertos ambientes europeos escarmentados por las intolerancias y
crímenes ocasionados por los “nazionalismos”. Por ese mismo temor hay incluso
quienes quisieran eliminar simplemente toda referencia a “nación” en cualquier
nivel.

Pero no parece que sea éste el riego principal en nuestro entorno, donde más bien
tendemos a diluir nuestra referencia solidaria a un país y Nación-Estado en
permanente conflicto y tendencia al resquebrajamiento, sea por intereses muy
locales o por grandes intereses de los sectores económicos más poderosos,
dentro y más allá de nuestras fronteras.

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