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DERECHOS HUMANOS
EL CONCEPTO DE PERSONA
Entre los conceptos de "persona" y de "derechos humanos" existe una relación tan
íntima que no se puede definir el uno sin recurrir al otro. Para la concepción
jurídica tradicional, de carácter mecanicista, ambos conceptos serían separables,
como un envase de su contenido. Por un lado el individuo, como titular de
derechos, y por el otro, estos últimos como facultades de aquél.
"Uno de los hechos más importantes de la primera parte de este siglo —dice
Gordon W. Allport— ha sido el descubrimiento de que la personalidad humana es
un sujeto accesible para la exploración científica." Lo que hasta ese momento era
patrimonio exclusivo de la filosofía y de la literatura, pasó a convertirse en una
unidad fundamental de análisis para la psicología y para las ciencias sociales.
Las teorías personalistas en filosofía yen psicología sitúan el núcleo de la
personalidad en el "interior" del ser humano individual, "dentro de la piel", pero
mientras la filosofía lo hace por la introspección, como en Husserl, la psicología lo
hace por la observación. Las ciencias sociales, por su parte, configuran la
personalidad "en lo externo", en las conductas que el hombre desarrolla y en los
roles que la sociedad le adjudica. "La personalidad —se dice— es el lado subjetivo
de la cultura". En este capítulo mostraremos someramente esas posiciones para
apreciar sus puntos de contacto y sus diferencias.
Como señala Julia Kristeva, la máscara que se usa en el carnaval tiene una
función dual, ya que por un lado implica la pérdida de individualidad y la
presunción de anonimato, mientras que por el otro, y al mismo tiempo, genera una
presunción de múltiples identidades.
2.1. El liberalismo
"La única libertad que merece este nombre —dice— es la de buscar nuestro
propio bien a nuestra propia manera, en tanto no intentemos privar de sus bienes
a otros o frenar sus esfuerzos por obtenerlo." (Sabre la libertad)
El pensamiento de Mill debe interpretarse en función de su marco histórico: la
Inglaterra victoriana. En la época en que aparece su ensayo On liberty (1859)
campeaba, junto a exigencias morales y religiosas rigurosas una política
económica de achicamiento del gasto público y de los tributos que debían soportar
los particulares. Mill pretendía, entonces, trasladar los principios económicos de
reducción de la actividad estatal a la moral social.
"Apenas si es necesario decir —explicaba— que esta doctrina no alcanza más que
a los seres humanos que se hallan en la plenitud de sus facultades. No hablamos
de niños ni de adolescentes que no hayan llegado al tope fijado por la ley para la
mayoría de edad. Aquéllos que están en edad de recibir todavía los cuidados de
los otros, deben ser protegidos tanto contra los demás como contra ellos mismos.
Por la misma razón podemos excluir a las sociedades atrasadas, en que la raza
debe ser considerada como menor de edad." Para agregar casi a renglón seguido:
"El despotismo es un modo legítimo de gobierno, cuando los gobernados están
todavía por civilizar, siempre que el fin propuesto sea su progreso y que los
medios se justifiquen al atender realmente este fin".
Para Erich Fromm, "la concepción del socialismo de Marx es una protesta, como lo
es toda la filosofía existencialista, contra la enajenación del hombre" y, en tal
sentido, se entronca con toda la tradición humanista del Antiguo Testamento, de
los estoicos griegos y romanos, de la patrística y las utopías del Renacimiento.
2.3. El existencialismo
"Sólo se definen los objetos exteriores al hombre y que se pueden poner ante la
mirada. Ahora bien, la persona no es un objeto. Es, inclusive, lo que en cada
hombre no puede ser tratado como un objeto." (El personalismo, 1950.)
Las ciencias sociales del siglo pasado no habían superado el nivel especulativo y,
por ello mismo, no se habían escindido de la filosofía, al igual que había pasado
con las ciencias naturales antes del Renacimiento. Recién en los últimos años de
ese siglo comienzan a desarrollarse las ciencias sociales en el sentido actual,
merced a los primeros trabajos de Freud (Estudios sobre la histeria, 1895),
Durkheim (Reglas del método sociológico, 1895) y Saussure (Curso de lingüística
generaL 1916). Para estos dos últimos, la existencia de una cierta objetividad de lo
social, así como de un orden social o una "conciencia colectiva" constituyen
elementos premoldeantes de la personalidad, siendo la conducta del individuo
poco menos que la resultante de ese orden que le viene impuesto desde afuera.
Fromm cree que el socialismo no corrió con mejor suerte, y que sucumbió al
espíritu del capitalismo que se había propuesto reemplazar, al reducir la idea
socialista al plano de la economía:
BIBLIOGRAFÍA
Allport, Gordon: ¿ Qué es la Personalidad?, Ed. Siglo XX, Bs. Aires, 1973.
Mounier, Emmanuel: El Personalismo, Ed. Eudeba, Bs. Aires, 1987. Sartre, Jean-
Paul: El existencialismo es un humanismo, Ed. Orbis, Bs. Aires, 1984. — : El ser y
la nada, Ed. Altaya, Barcelona, 1997
Resumen
* El resumen del presente informe se distribuye en todos los idiomas oficiales. El informe,
que figura en el anexo, se distribuye en español y en inglés solamente.
** El presente documento se presenta con retraso para poder incluir en él la información más
reciente.
Acción 2012-2015) y la dotación de mayores recursos financieros para tal fin.
Se aprobó la Ley Integral N.º 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de
Violencia, dando un paso importante para la eliminación de la violencia de género,
la cual sigue en aumento. En vista de esa situación, se hace imprescindible la
urgente implementación de dicha ley. El Órgano Judicial, la Escuela de Jueces y el
Ministerio Público desarrollaron un proceso acelerado de capacitación a jueces y a
fiscales sobre la aplicación de la ley.
II.Contexto nacional
2 Con respecto a las cifras del censo de 2001. Instituto Nacional de Estadística (INE), Censo
Nacional de Población y Vivienda 2012.
III.Situación de los derechos humanos
A.Racismo y discriminación
23. Los informes de los Ministerios y del SIFDE revelan que la información
relativa a la intangibilidad del TIPNIS, la construcción de la carretera y las medidas
de salvaguarda y de desarrollo en el territorio fue proporcionada a la mayoría de
las comunidades el mismo día de la consulta y que no se presentaron estudios de
impactos socioambientales. También reflejan un contexto de polarización y de
amenazas contra los encargados de la consulta. Además, algunas consultas
duraron sólo unas horas y otras fueron realizadas por la noche.
37. El 9 de marzo se promulgó la Ley Integral N.º 348 para Garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia, fruto de la lucha emprendida durante más de
una década por organizaciones de mujeres y otras entidades de la sociedad civil.
La Alta Comisionada saludó la adopción de la Ley, al considerar que amplía la
protección de las mujeres contra diferentes formas de violencia y establece la
erradicación de la violencia como una prioridad del Estado10. Esta norma
complementa otras leyes, adoptadas en 2012, a favor del ejercicio pleno de los
derechos de las mujeres11.
38. La Ley N.º 348 es la primera que enfoca integralmente la lucha contra la
violencia hacia las mujeres a través de la prevención, atención, protección,
persecución y sanción. La Ley tipifica el feminicidio, cumpliendo así con
recomendaciones de la Alta Comisionada en su anterior informe
(A/HRC/22/17/Add.2 y Corr.1, párr. 91, inc. c) y del Comité para la Eliminación de
la Discriminación contra la Mujer en 2008 (CEDAW/C/BOL/CO/4, párrs. 24 y 25).
10 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, nota
informativa para la prensa, 12 de marzo de 2013. Disponible en
www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=13120&LangID=E
(inglés solamente).
11 La Ley contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, la Ley Integral Contra la
Trata y Tráfico de Personas, y leyes sobre el derecho de las mujeres a la salud, así como la
ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los
trabajadores domésticos, de 2011.
semestre de 201212. Esta situación podría explicarse debido a que la legislación
derogada preveía un sistema múltiple en el que la víctima podía denunciar en las
vías familiar, de contravención o penal, mientras que la nueva ley sólo permite
denunciar en la vía penal. A la espera de la creación de juzgados y fiscalías
especializados, jueces y fiscales penales han asumido la carga procesal en la
materia. Si bien 592 jueces y fiscales penales recibieron capacitación sobre dicha
ley, esta medida podría ser insuficiente para atender la problemática, dada la crisis
del sistema penal. Es imprescindible para una implementación efectiva de la ley
que se asigne el presupuesto necesario en todos los niveles del Estado
correspondientes.
43. Las investigaciones por las muertes de dos concejalas asesinadas en 2012
—Juana Quispe Apaza, del municipio de Ancoraimes (La Paz) y Daguimar Rivera
Ortiz, del municipio de Guayaramerín (Beni)—, crímenes relacionados con su
actividad política y condición de mujeres, todavía se encuentran en etapa
preparatoria (A/HRC/22/17/Add.2 y Corr.1, párr. 38). En el primer caso, dos
presuntos autores intelectuales, miembros del Concejo Municipal de Ancoraimes,
fueron imputados. En el segundo, se amplió la imputación a otro concejal, como
presunto autor, pero el juicio no ha avanzado, habida cuenta que un juez fue
recusado y otro renunció.
45. La oficina considera que si bien las autoridades judiciales elegidas en 2011
han adoptado numerosas e importantes medidas, estas aún no han podido revertir
la profunda crisis en la administración de justicia, caracterizada por problemas
estructurales tales como la corrupción, los retrasos, la insuficiente cobertura de
46. Entre los principales problemas que enfrenta el sistema penal y que suelen
conllevar violaciones de los derechos de víctimas de delitos e imputados, destaca
el elevado número de causas pendientes: un 75% de las investigaciones penales
iniciadas en 2013 estaban pendientes de resolución en 201418. Otra problemática
es la aplicación excesiva y prolongada de la detención preventiva, que en algunos
casos se prolonga más allá de la pena máxima establecida por el delito bajo
investigación. La corrupción es otro problema generalizado en el sistema judicial.
16 Según el Consejo de la Magistratura, sólo el 43% de los 339 municipios cuenta con un
juez (a 24 de mayo de 2013).
17 Según últimos datos disponibles del Consejo de la Magistratura relativos a 2012, el retraso
judicial total acumulado de casos pendientes alcanzó el 54,92% (396.482 casos
pendientes).
18 En total, 127.538 casos pendientes (Consejo de la Magistratura, 2012).
19 Órgano Judicial “Cumbre Nacional Justicia”, Sucre, 23 y 24 de julio; Ministerio Público
“Encuentro Nacional del Ministerio Público”, Sucre, 10 a 12 de julio, realizados con el
apoyo de la oficina.
cinco años. Preocupa a la oficina que el tiempo que lleva detenido equivale ya al
cumplimiento de la pena en caso de ser condenado.
20 Órgano Judicial “Cumbre Nacional Justicia”; Ministerio Público “Encuentro Nacional del
Ministerio Público”.
21 Rendición Pública de Cuentas del Consejo de la Magistratura, agosto de 2013. Estos
jueces aún tienen la calidad de interinos o suplentes, y su designación como titulares está
sujeta a la normativa de la carrera judicial.
22 De 776 jueces en 2011 a 815 en 2013.
53. El presupuesto aprobado para las instituciones judiciales23 se incrementó en
un 13% con relación a 2012. Sin embargo, el presupuesto global de la justicia
alcanza sólo un 0,53% del Presupuesto General del Estado, cifra insuficiente para
implementar las reformas en curso, necesarias para revertir graves insuficiencias y
deficiencias estructurales en la administración de justicia.
68. Si bien disminuyeron las denuncias por uso excesivo de la fuerza policial en
el contexto de los conflictos sociales, preocupa a la oficina la lentitud en los
avances de procesos investigativos por casos ocurridos en años anteriores, en
particular los relativos a los sucesos en Caranavi en 2010 y en Mallku Khota en
2012.
73. De acuerdo con los datos facilitados por el Estado al Comité contra la
Tortura, la Policía atendió 42 casos individuales de vejaciones y torturas, mientras
que la Fiscalía General del Estado registró 36 denuncias entre marzo de 2006 y
febrero de 2013. La Defensoría del Pueblo informó al Comité que adoptó
91 resoluciones relacionadas con tortura y malos tratos entre 2007 y 2012
(CAT/C/BOL/CO/2, párr. 10). La oficina se hace eco de las recomendaciones del
Comité al Estado boliviano de establecer un registro centralizado y público de
denuncias por tortura que incluya información sobre las correspondientes
investigaciones, enjuiciamientos y sanciones penales o disciplinarias26.
74. El 30 de diciembre de 2013 fue aprobada la Ley N.º 474 que crea el
Servicio para la Prevención de la Tortura (SEPRET). Si bien esta ley señala que el
SEPRET será el mecanismo nacional de prevención bajo el Protocolo Facultativo
de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, pendiente desde 2007, a la oficina le preocupa que la independencia
77. Preocupa a la oficina la falta de control efectivo del Estado dentro de los
centros penitenciarios y que sean los propios internos quienes ejerzan el control
sobre los centros. Las autoridades no han logrado prevenir o controlar actos de
violencia. El hecho más grave ocurrió en agosto en el Centro Penitenciario de
Palmasola (Santa Cruz), cuando se produjo el ataque de un grupo de internos en
contra de detenidos de otro sector, provocando un incendio que causó la muerte
de 35 personas, incluido un niño, y más de 50 heridos.
27 El Decreto Presidencial N.º 1145 de 2012 establecía y regulaba las condiciones para un
período anterior de indulto, mientras que el Decreto Presidencial N.º 1723 de 2013
establece condiciones similares para los indultos, y además incluye el otorgamiento de la
amnistía a personas que se encuentren en etapa de juicio por delitos con pena menor de
cuatro años.
78. Otro motivo de preocupación es la situación de niños y niñas que viven en
los centros penitenciarios con sus parientes detenidos. De acuerdo a la Dirección
General de Régimen Penitenciario, hasta septiembre de 2013, alrededor de
2.100 niños y niñas vivían en las cárceles. En junio, se produjeron actos de
amotinamiento en el Penal de San Pedro (La Paz), como reacción a la violación de
una niña de 12 años por sus parientes detenidos. Ante estos hechos, el Gobierno
decidió evacuar a los niños y niñas del penal, medida rechazada por los internos.
La Defensoría del Pueblo facilitó la firma de un acuerdo entre los internos de la
cárcel de San Pedro y las autoridades nacionales para la evacuación de niños y
niñas mayores de 11 años. No obstante, la Dirección General de Régimen
Penitenciario reportó la presencia de 236 niños y niñas que en octubre aún vivían
en San Pedro, de los que 98 tienen entre 6 y 13 años. La oficina manifestó
públicamente su oposición a esta situación, que aún persiste.
84. Bajo este mismo proyecto, la oficina prestó asistencia técnica con miras a
fortalecer la administración de justicia, incluyendo: al Consejo de la Magistratura
respecto de la carrera judicial y el régimen disciplinario; al Órgano Judicial en la
sistematización de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Plurinacional y en
el diseño de la política institucional de comunicación y transparencia judiciales; y al
Tribunal Constitucional Plurinacional sobre el funcionamiento de las Unidades
Departamentales de Coordinación y las directrices de gestión procesal. Se
promovió la implementación de la conciliación en sede judicial en colaboración con
el Órgano Judicial y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, así
como la coordinación entre instituciones judiciales y de éstas con la sociedad civil
y las organizaciones indígenas, a través de la Cumbre Judicial y del Primer
Encuentro de Autoridades de Justicia Indígena Originario Campesina con el
Tribunal Constitucional Plurinacional.
V.Recomendaciones
Esta publicación fue realizada por la CONAIE y la Fundación Tukui Shimi con el
apoyo de IPES-Elkartea y la financiación de la Cooperación Española (AECID) y el
Gobierno de Navarra, como parte de los proyectos “Fortaleciendo los derechos de
los pueblos indígenas en el nuevo marco constitucional de Ecuador” y “Programa
para la implementación de los derechos de los pueblos indígenas de Ecuador”.
Redacción: Mónica Chuji, Fundación Tukui Shimi
Diseño y fotografía: David A.C. Turner (Foto del anciano Cofán: Julio
García)
www.tukuishimi.org www.ipesnavarra.org
Quito, Ecuador
Septiembre de 2010
CONTENIDOS
1. ANTECEDENTES 1
2. DERECHOS COLECTIVOS 8
indígenas transfronterizos 16
1.1. Una larga lucha por los derechos de los pueblos indígenas
Los gobiernos de los países que más se opusieron a la Declaración fueron los
cuatro que votaron en contra de la Declaración, además Rusia. Durante mucho
tiempo trataron de obstaculizar el proceso de adopción de la Declaración, e
incluso a su votación. Curiosamente, son algunos de los países que más conflictos
mantienen con sus pueblos indígenas y que menos reconocimiento de sus
derechos colectivos –especialmente respecto a los derechos territoriales– les
otorgan.
A pesar de todo es de destacar el cambio de actitud que han tenido, por lo menos
los 4 países que votaron en contra de la Declaración. Canadá y Estados Unidos
anunciaron durante la IX sesión del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas
de Naciones Unidas, celebrada entre los días 19 y 30 de abril de 2010 un cambio
de postura en relación a la Declaración y su intención de considerar su aplicación
en sus países.
Además existen otros artículos que sugieren la necesidad de que los Estados
adopten medidas concretas para promover la Declaración. Podemos citar por un
lado al artículo 38: “Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos
indígenas, adoptarán las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para
alcanzar los fines de la presente Declaración”. Como se ve, este artículo sugiere
que los Estados deben adoptar alguna norma jurídica o que la Declaración sea
convertida en ley para hacer efectivo los derechos de los pueblos indígenas de
sus respectivos países.
Los pueblos indígenas que son parte de los países que apoyaron la Declaración
de la ONU esperan que sus Estados asuman esta Declaración como Ley de sus
respectivos países o que al menos se respete los derechos mínimos expresados
en este documento. Hasta la fecha, de lo que se conoce, tan solo el Estado de
Bolivia ha adoptado la Declaración como ley.
Uno de los casos recientes es lo ocurrido en Perú con la Ley del Derecho a la
Consulta a los Pueblos Indígenas u Originarios Reconocido en el Convenio 169 de
la Organización Internacional del Trabajo. En mayo de 2010, el Congreso peruano,
de manera consensuada con los pueblos indígenas, aprobó esta Ley que luego
fue enviada al Presidente de la República para su aprobación. Pero el Presidente
realizó varias observaciones fuertes a la Ley a tal punto que el Relator Especial de
los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, James Anaya, hizo críticas a
las observaciones del Presidente e instó a los dos poderes (Ejecutivo y
Legislativo) aprobar dicha Ley tal como está consensuada. A la fecha de la
presenta publicación dicha Ley está en espera de su aprobación.
1. Derechos territoriales
2. Derechos políticos
3. Derechos culturales
En sus territorios los pueblos indígenas pueden ejercer sus formas propias de
convivencia y relación con los espíritus y su entorno natural. Este derecho no
puede ser ejercido si no tienen territorios o están en riesgo de perder; por tanto en
los territorios indígenas no debe haber políticas estatales o gubernamentales
asimilacionistas, de división o imposición a las nacionalidades y pueblos
indígenas.
Artículo 26. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y
recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado o adquirido.
Artículo 27. “Los Estados establecerán y aplicarán, conjuntamente con los pueblos
indígenas pertinentes, un proceso equitativo, independiente, imparcial, abierto y
transparente, en el que se reconozcan debidamente las leyes, tradiciones,
costumbres y sistemas de tenencia de la tierra de los pueblos indígenas, para
reconocer y adjudicar los derechos de los pueblos indígenas en relación con sus
tierras, territorios y recursos, comprendidos aquellos que tradicionalmente han
poseído u ocupado o utilizado. Los pueblos indígenas tendrán derecho a participar
en este proceso.”
Artículo 10. “Los pueblos indígenas no serán desplazados por la fuerza de sus
tierras o territorios. No se procederá a ningún traslado sin el consentimiento libre,
previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo
sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opción
del regreso.”
Al ser dueños de los territorios tradicionales que poseen los pueblos indígenas los
Estados no deben violar este derecho para sacarles de sus espacios de vida y
beneficiar a las empresas extractivas transnacionales, sin que los pueblos hayan
dicho sí o no. Aquí deben ejercer el derecho a decir sí o no, o a buscar una
alternativa consentida por los pueblos indígenas.
Los Estados deben proteger a las nacionalidades y pueblos indígenas frente a las
empresas y no al revés. El problema es que muy a menudo vemos que el Estado
se vuelve en contra de los pueblos indígenas y se convierte en aliado
incondicional de las empresas extractivas.
Artículo 28. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a la reparación, por medios
que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización
justa y equitativa por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente
hayan poseído u ocupado o utilizado y que hayan sido confiscados, tomados,
ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.
2. Salvo que los pueblos interesados hayan convenido libremente en otra cosa, la
indemnización consistirá en tierras, territorios y recursos de igual calidad,
extensión y condición jurídica o en una indemnización monetaria u otra reparación
adecuada.”
Cualquier decisión tomada sobre los territorios indígenas debe estar apegada a la
ley, a la Constitución y a los instrumentos internacionales; en el caso de una
expropiación o enajenación, ésta debe ser hecha en acuerdo y con el
consentimiento de la comunidad, y deben ser compensados económicamente y / o
con la entrega de territorios con las mismas condiciones, sin manipulación ni
engaños a la comunidad. Este artículo da el derecho al consentimiento.
2.1.6. Sobre la protección del medio ambiente
3. Los Estados también adoptarán medidas eficaces para asegurar, según sea
necesario, que se apliquen debidamente programas de control, mantenimiento y
restablecimiento de la salud de los pueblos indígenas afectados por esos
materiales, programas que serán elaborados y ejecutados por esos pueblos.”
Es muy común ver que las fuerzas armadas construyen bases y realizan ejercicios
y acciones bélicas en los territorios indígenas sin consultar ni informar las
comunidades afectadas. Es así como se les obliga muchas veces a las
comunidades a trasladarse a otros lugares. Por tal motivo, este artículo limita o
pone frenos a estas prácticas y ahora los militares están obligados a consultar e
informar a las comunidades sobre los objetivos de sus actividades. Esa consulta
debe ser realizada a través de los dirigentes elegidos y reconocidos por toda la
comunidad y todos en la comunidad deben conocer y decidir.
Artículo 32. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las
prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras o
territorios y otros recursos.
Artículo 33. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar su propia
identidad o pertenencia conforme a sus costumbres y tradiciones. Ello no
menoscaba el derecho de las personas indígenas a obtener la ciudadanía de los
Estados en que viven.
Además la Declaración deja en claro que los pueblos indígenas puede ejercer el
autogobierno y promover políticas sobre sus asuntos y necesidades internas a
través de sus instituciones (organizaciones) políticas propias; lo que no excluye el
derecho a también participar en la vida política, económica, social y cultural de su
país. Ante las prácticas de algunos Estados, la Declaración prohíbe la
manipulación y criminalización se las instituciones y organizaciones indígenas por
parte de los Estados y gobiernos.
La consulta es obligatoria para los Estados. Es muy importante recordar que las
leyes, los programas y proyectos, la explotación de recursos naturales, y toda
decisión estatal-gubernamental que va afectar a los derechos indígenas, deben
ser consultados para obtener el consentimiento; este proceso debe ser previo y sin
ninguna forma de manipulación ni mala fe.
Partiendo de los artículos anteriores sobre los derechos políticos de los pueblos
indígenas, la Declaración se refiere a la consulta, participación y el consentimiento
libre previo e informado como derechos fundamentales y transversales para los
pueblos indígenas, particularmente en los siguientes artículos ya mencionados:
Artículo 19. “Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los
pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas
antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a
fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado.”
Artículo 38. “Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas,
adoptarán las medidas apropiadas, incluidas medidas legislativas, para alcanzar
los fines de la presente Declaración.”
Los sistemas jurídicos ancestrales son la base fundamental para el ejercicio del
derecho al autogobierno –así la auto regulación y resolución de conflictos
internos– de los pueblos indígenas, normas y procedimientos que deben ser
reconocidos y respetados por los Estados, como indican los siguientes artículos:
Artículo 5. “Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus
propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales,
manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean, en la vida
política, económica, social y cultural del Estado.”
Lo que queda ahora como desafío para los pueblos indígenas es el de educar a la
sociedad civil, al sistema político, al sistema jurídico, a las academias, a los
medios de comunicación de que cada nacionalidad e incluso cada pueblo tienen
sus propias instituciones jurídicas y prácticas de resolución de conflictos.
Artículo 8. “1. Los pueblos y los individuos indígenas tienen derecho a no ser
sometidos a una asimilación forzada ni a la destrucción de su cultura. 2. Los
Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento
de
Este bloque de derechos culturales reconoce aquel derecho que siempre les fue
negado: el derecho a ejercer sus culturas. La fuerza, en este artículo, está en que
las culturas tienen el mismo valor. Los pueblos indígenas deben denunciarlo
cuando a algún pueblo se le quiere someter o destruir su cultura. Existen muchas
formas de menospreciar y destruir las culturas ancestrales: destrucción física,
estereotipificación y ridiculización, folclorización, comercialización y otras formas
de explotación y aprovechamiento indebido por parte de las culturas dominantes.
Además, este artículo reviste una importancia singular también si lo relacionamos
con la protección de los pueblos que viven en situación de aislamiento. A pesar de
que la Declaración no se pronuncia de manera expresa sobre estos pueblos, la
aplicación de este artículo resulta vital para entender que hay que respetar su
situación de aislamiento como forma de respetar y garantizar sus derechos
políticos, territoriales y culturales.
Artículo 11. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus
tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y
desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas,
como lugares arqueológicos e históricos, objetos, diseños, ceremonias,
tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.
En general casi todos los bienes culturales ancestrales de los pueblos indígenas
han sido tomados por las instituciones antropológicas estatales o privadas para
guardarlas en los museos de las grandes ciudades. Obviamente, todas han sido
tomadas sin el consentimiento de sus dueños. Además, muchos sitios sagrados
han pasado a ser de propiedad estatal o privada que hoy por hoy son usadas
como meras atracciones turísticas y que en algunos casos los verdaderos ‘dueños’
–los pueblos indígenas– son excluidos o no pueden utilizarlos para sus verdaderos
propósitos espirituales. Tampoco pueden manejarlos o siquiera beneficiarse
económicamente de ellos. Con este artículo podrán, en alguna media, recuperar y
exigir respeto a dichos bienes y sitios que son efectivamente de patrimonio
ancestral colectivo de los pueblos indígenas.
2.3.2. Sobre las manifestaciones culturales, lenguas, escritura, lugares
sagrados y objetos culturales
Artículo 12. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a manifestar, practicar,
desarrollar y enseñar sus tradiciones, costumbres y ceremonias espirituales y
religiosas; a mantener y proteger sus lugares religiosos y culturales y a acceder a
ellos privadamente; a utilizar y controlar sus objetos de culto, y a obtener la
repatriación de sus restos humanos.
Artículo 13. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar,
fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones
orales, filosofías, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus
comunidades, lugares y personas, así como a mantenerlos. 2. Los Estados
adoptarán medidas eficaces para asegurar la protección de ese derecho y también
para asegurar que los pueblos indígenas puedan entender y hacerse entender en
las actuaciones políticas, jurídicas y administrativas, proporcionando para ello,
cuando sea necesario, servicios de interpretación u otros medios adecuados.”
La lucha por la defensa las culturas es una lucha política y está relacionada
íntimamente con los territorios. Hay una gran responsabilidad de los Estados
sobre las culturas de los pueblos indígenas. La responsabilidad de los Estados
está en reconocer, respetar y promover las diversas formas de expresión cultural
ancestral en la sociedad, usando todos los mecanismos y medios posibles de
transmisión cultural con la plena participación y cogestión de estos procesos de
los pueblos indígenas.
Artículo 31. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener, controlar,
proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus
expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias,
tecnologías y culturas, comprendidos los recursos humanos y genéticos, las
semillas, las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora,
las tradiciones orales, las literaturas, los diseños, los deportes y juegos
tradicionales, y las artes visuales e interpretativas. También tienen derecho a
mantener, controlar, proteger y desarrollar su propiedad intelectual de dicho
patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales
tradicionales.
Artículo 14. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer y controlar sus
sistemas e instituciones docentes que impartan educación en sus propios idiomas,
en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje.
2. Los indígenas, en particular los niños, tienen derecho a todos los niveles y
formas de educación del Estado sin discriminación.
Artículo 16. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus propios
medios de información en sus propios idiomas y a acceder a todos los demás
medios de información no indígenas sin discriminación.
2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para asegurar que los medios de
información públicos reflejen debidamente la diversidad cultural indígena. Los
Estados, sin perjuicio de la obligación de asegurar plenamente la libertad de
expresión, deberán alentar a los medios de información privados a reflejar
debidamente la diversidad cultural indígena.”
Artículo 24. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas
tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus
plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas indígenas
también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios
sociales y de salud.”
El ejercicio del autogobierno va a permitir ejercer y conservar las formas
ancestrales de la medicina. La medicina tradicional es producto de los
conocimientos milenarios y dependen de la relación intrínseca con sus territorios.
Es importante, entonces, que no solo se garantice el derecho a practicar la
medicina sino el entorno que necesitan para poder ejercer ese derecho.
Artículo 21. “1. Los pueblos indígenas tienen derecho, sin discriminación alguna, al
mejoramiento de sus condiciones económicas y sociales, entre otras esferas, en la
educación, el empleo, la capacitación y el readiestramiento profesionales, la
vivienda, el saneamiento, la salud y la seguridad social.
2. Los Estados adoptarán medidas, junto con los pueblos indígenas, para asegurar
que las mujeres y los niños indígenas gocen de protección y garantías plenas
contra todas las formas de violencia y discriminación.”
Artículo 17. “1. Los individuos y los pueblos indígenas tienen derecho a disfrutar
plenamente de todos los derechos establecidos en el derecho laboral internacional
y nacional aplicable.
La declaración aporta guías sobre las medidas básicas que se necesitan para
asegurar la dignidad, supervivencia y bienestar de las algunos de los pueblos más
empobrecidos y marginalizados del mundo, como son los pueblos indígenas. La
Declaración reconoce los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras,
territorios y recursos naturales que son críticos para el mantenimiento de sus
formas de vida. Además la Declaración afirma que los pueblos indígenas, como
todos los pueblos, tienen el derecho a la autodeterminación.
No obstante, está claro que el gran desafío que tiene los pueblos indígenas está
en usar los instrumentos internacionales para exigir el reconocimiento y respeto a
los derechos los Estados y gobiernos. Pero también otro desafío interno es
empezar a ejercerlo en la cotidianidad en las comunidades y cuidando que la
cultura se mantenga viva.
Cuando aparece de esta forma conjunta, como una unidad de cinco (o tres)
palabras complementarias, no tiene mayor sentido pretender diferenciar en qué
casos se trata de un “pueblo” y en cuáles de una “nación”; o si se trata de
“indígenas”, de “originarios” o de “campesinos”. Tales distinciones sólo podrían
tener sentido en los pocos casos en que alguno de estos términos aparece de
manera aislada
Dicho esto, el artículo más fundacional de la CPE para poder definir qué es lo
central de esta expresión, es el art. 2, al principio de la Primera Parte, donde se
establecen las bases fundamentales del Estado, inmediatamente después del art.
1 que define el nuevo Estado Boliviano. Lo reproduzco resaltando lo que, en mi
opinión, es el factor aglutinante:
Los otros atributos ya se refieren a las garantías que esta CPE a las NyP IOC, que
son tales por su “existencia colonial”. El otro elemento que se le aproximaría sería
“su dominio ancestral sobre sus territorios” pero este resulta más complicado por
cuanto hay que distinguir entre ese “dominio ancestral”, como algo que les da
cierto derecho a territorialidad, y su concreción actual y futura en “entidades
territoriales 6 ”, que es lo que esta CPE quiere consolidarles.
Ante todo, se define como NyP IOC a toda “colectividad” que comparta una serie
de atributos empezando por su identidad cultural y concluyendo, de nuevo, con su
existencia precolonial. Pero no parece que deba tomarse de una manera igual
cada uno de esos absolutos. Por ejemplo, para varias de esas NyP IOC en las
tierras bajas la principal lengua compartida ya es el castellano sin que por ello
hayan perdido su identidad.
Más aún, el inciso 2 del mismo artículo 1 de ese Convenio añade un criterio
interpretativo fundamental: “La conciencia de su identidad étnica... deberá
considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se
aplican las disposiciones del presente Convenio.” En línea con este criterio, ha
resultado muy oportuno que desde 2001, se ha incluido en el Censo -tanto Bolivia
como en bastantes otros países latinoamericanos- una nueva pregunta para poder
detectar esa autoidentificación. En nuestro caso, el resultado es que un 31% de
los mayores de 15 años se han identificado a sí mismos como quechuas, otro
25%, como aymaras, y un 6% como miembros de alguno de otros 31 pueblos 7.
Obviamente, las respuestas a una pregunta en un censo puede tener muchas
interpretaciones y no basta para definir jurídicamente quién es o no miembro de un
determinado pueblo IOC. Pero sí es la aproximación cuantificada más precisa y
actual con que de momento contamos.
Otra cosa es que fuera del territorio no resulten aplicables determinadas
situaciones jurídicas. Por ejemplo, la aplicación de las competencias específicas
que tiene una autonomía IOC, a la que se refieren los arts. 289-305, va ligada,
obviamente, a la presencia en una determinada entidad territorial autonómica IOC.
Pero ello no implica que los IOC que, por una razón u otra, no están allí ya pierdan
automáticamente por ello tantos otros derechos específicos que, como tales,
tienen tanto según la CPE como según la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Pueblos Indígenas de 2007, a los dos meses hecha también ley del
Estado Boliviano. El análisis particular de cada uno de ellos, tomando además los
datos demográficos de la presencia de NyP IOC en las ciudades -donde viven ya
la mayoría de los miembros de muchos de ellas- debería llevarlos a la larga a
modificar muchas de nuestras prácticas y legislaciones municipales. Pero no
podemos entrar aquí en esa asignatura pendiente.
En el resto de esta nota revisaré en mayor detalle primero los alcances del
componente IOC, dentro y fuera de ese concepto unitario, y después el de NyP.
El término indígena es preferido por los de tierras bajas y también por aquellos
que tienen más en mente su uso favorable en documentos e instrumentos
internacionales como el Convenio 169 de la OIT. Pero otros, sobre todo de la
región andina, no se sienten felices con esa expresión por arrastrar todavía la
vivencia frustrante de que con ese término o el de “indio” se les insultaba y
discriminaba.
Surgió así el término alternativo originario, que tenía ya ciertos ecos favorables
sobre todo en la región andina, donde desde la Colonia se hablaba de
“comunidades originarias” y, dentro de ellas, la categoría “originario” tenía mayor
status que otras como “agregado”, “arrimante” o uta wawa.
Por otra parte, son también muchos, sobre todo andinos y colonizadores, los que
siguen prefiriendo el término campesino, desde que con la Revolución y la
Reforma Agraria del MNR, se optó por esa palabra para evitar las discriminaciones
que se asociaban con “indio” o “indígena”.
Por tanto, cuando dentro de este conjunto aparece también campesino, esta
palabra no debe entenderse para restringir el carácter IOC a sólo aquellos
indígenas que además viven de su trabajo personal agropecuario ni tampoco para
extenderlo también a agricultores campesinos de otros orígenes históricos
posteriores, no incluidos en el mencionado art. 2 de la CPE. Estos, obviamente,
pueden constituir sus propias comunidades, pueblos o municipios “campesinos”,
como lo hacen, por ejemplo, los de los Valles Mesotérmicos de Santa Cruz y
Tarija, e incluso afrobolivianos, menonitas, etc. con sus derechos específicos (ver,
por ejemplo, los art. 32, 294-II, 394-III y 395-I de la CPE) sin que se les apliquen
automáticamente todos los rasgos y derechos propios de los IOC.
Si la CPE hubiera sido elaborada sólo por eruditos jurisconsultos de origen urbano
occidental, éstos probablemente habrían optado por un único término,
conceptualmente quizás más nítido pero menos expresivo para muchos usuarios
populares de esta nueva Carta Magna. Habría sido una solución técnicamente
impecable pero didácticamente tal vez menos cercana a esos usuarios. De hecho,
la solución salomónica adoptada por los constituyentes -igualmente válida, desde
esta perspectiva- ha sido contentar a todos con esa expresión con tres dedos:
IOC.
El lector lo entenderá mejor si recuerda lo que pasó en 1994 con el término OTB
(Organización Territorial de Base) que adoptó la Ley 1551 de Participación
Popular de 1994, elaborada fundamentalmente por juristas. En términos jurídicos
era un nuevo concepto técnicamente impecable y la misma ley decía que se
aplicaba a organizaciones ya existentes, desde organizaciones comunales rurales
hasta juntas vecinales urbanas. Sin embargo, inicialmente, las organizaciones
implicadas, sobre todo en el campo, vieron ese asunto con mucha suspicacia,
pensando que el Estado les impondría una nueva organización, como ya había
ocurrido en el pasado al imponer el “sindicalismo campesino” en sus ayllus,
cabildos y comunidades. Algunos municipios, sobre todo orientales, lo
interpretaron efectivamente así y empezaron a organizar sus propias OTB
desconociendo a las organizaciones previas. La duda fue tan generalizada que
hizo falta la nueva ley interpretativa 1702, centrada en explicitar que el nombre
OTB no era más que un nombre genérico para referirse a las organizaciones
existentes de siempre, como las comunidades, cabildos, ayllus o incluso sindicatos
campesinos y las juntas vecinales. Ahora ocurre más bien lo contrario. Quienes
han definido ese concepto complejo de [NyP] IOC han sido los numerosos
constituyentes procedentes de esos pueblos, de modo que, esta vez, a quienes
hay que aclarar su alcance es más bien a los juristas que tienden a interpretar
cada término por separado.
Naciones y pueblos
Dentro de este mismo conjunto unitario NyP IOC, la dupla NyP, se refiere a las
colectividades humanas cuya existencia es anterior a la invasión co-lonial
española y que constituyen unidades históricamente desarrolladas a partir de
tradiciones, idioma, instituciones, organización, cosmovisión u otras características
que les dan una identidad cultural compartida (art. 2 y 30-I). Esta realidad ha sido
vivida y reclamada por los propios interesados; y en Bolivia empezaron a hacerlo
reclamando además su rango de nación, como parte del Estado plurinacional, por
lo menos desde 1978, como me recordó hace poco Víctor Hugo Cárdenas. Pero
recién ha sido reconocido a fondo por el Estado en la nueva CPE.
De esa forma tanto la oficialización siquiera simbólica de los idiomas como el uso
sólo genérico de las NyP IOC enfatizan ante todo el principio y derecho genérico
de darles un reconocimiento global. Pero la manera en que ello se irá concretando
en cada caso, dentro de ese marco constitucional, será el resultado de procesos
más largos y no siempre iguales, desde las bases.
La nación boliviana
a. El de las naciones y pueblos IOC. Se las reconoce por fin y muy solemnemente
en el art. 2 y se las incorpora en toda la concepción del país a través de su fórmula
“Estado [de derecho] plurinacional”. Esto tiene toda una secuela de cambios en la
estructura del Estado. Ante todo sobresale, dentro del ordenamiento territorial del
Estado y su sistema de autonomías, el reconocimiento de territorios o entidades
territoriales autónomas de las NyP IOC. Se ha añadido también la característica
plurinacional a instancias estatales como la Asamblea Legislativa, el Tribunal
Constitucional y el Órgano Electoral y se ha creado una jurisdicción de las NyP
IOC dentro del Poder Judicial.
Concluiré con algunas consideraciones que van más allá de nuestro escenario
boliviano. Este enfoque, que rescata el término y concepto de nación del secuestro
monopólico que le habían pretendido tender los estados modernos, no es algo
exclusivo de Bolivia. Con la aceptación de las naciones “subestatales” o “sin
estado”, también en otros países latino- e indoamericanos - o, si se prefiere, de
Abya Yala – e incluso en instancias oficiales de la Unión Europea y del propio
sistema de Naciones Unidas, poco a poco se está recuperando su sentido más
amplio, arriba esbozado, que no excluye tampoco a la nación-estado.
Pero no parece que sea éste el riego principal en nuestro entorno, donde más bien
tendemos a diluir nuestra referencia solidaria a un país y Nación-Estado en
permanente conflicto y tendencia al resquebrajamiento, sea por intereses muy
locales o por grandes intereses de los sectores económicos más poderosos,
dentro y más allá de nuestras fronteras.