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ESTRUCTURA:

Área – Especialidad – Tema – Maloclusiones – Tipos – Clase I –


Tratamiento de clase I – Clase II – Tratamiento de clase II – Clase III
– Tratamiento de clase III – Conclusiones – Bibliografía
ÁREA: ODONTOLOGÍA
ESPECIALIDAD: ORTODONCIA
DEFINICIÓN DE ORTODONCIA: El movimiento ortodóntico es el
resultado de la aplicación de fuerzas a los dientes. Estas fuerzas son
producidas por los aparatos (alambres, brackets, elásticos, etc.)
insertados y activados por el profesional. Los dientes y sus
estructuras de sostén asociadas responden a estas fuerzas con una
reacción biológica compleja que, en última instancia, da por
resultqado el movimiento del diente a través del hueso. Las células
del periodonto que responden a las fuerzas aplicadas desconocen el
diseño del bracket, la forma del alambre o la aleación con que está
hecho; su actividad se basa exclusivamente en el estrés y la
deformación qe ocurre en su medio ambiente. A los fines de obtener
una respuesta biológica precisa, se deberían aplicar estímulos
precisos, ya sean mecánicos o de otro tipo. (Nanda, R., 1996)

TEMA A DESARROLLAR: TRATAMIENTO DE MALOCLUSIONES


DEFINICIÓN DE MALOCLUSIONES:
La maloclusión ósea procede (A) de una relación anormal de la base
maxilar superior e inferior o (B) de una anomalía posicional o
volumétrica entre la zona alveolar y la zona basal. dental es la
incorrecta alineación de los dientes, es decir, en el contacto y encaje
entre los dientes del maxilar superior con los del maxilar inferior.
El mal alineamiento de los dientes puede producirse a medida que
estos aparecen o a partir de hábitos de la niñez, como la succión del
pulgar. La causa más común es cuando la mandíbula es demasiado
pequeña en comparación con el tamaño de los dientes.
Además de los dientes mal alineados, los síntomas pueden incluir
malestar o dificultad al masticar. (Gurrola Martínez et al., 2015)
TIPOS DE MALOCLUSIONES:
Clase I: Con fines didácticos, las clasificaremos como desviaciones
intraarco e interarco, para describir problemas dentro de los arcos y
entre los arcos, respectivamente.
Entre las desviaciones intraarco, destacamos problemas de espacio
(espaciado y apiñamiento), rotaciones, dientes mal posicionados,
anomalías en la formación dental, número de dientes, impactaciones
y alteraciones en la curva de Spee.
En cuanto a las desviaciones interarco, subdividimos las definiciones
en tres dimensiones: anteroposterior, transversal y vertical. En las
maloclusiones de Clase I, la desviación anteroposterior puede incluir
una mordida cruzada dental anterior.

En la dimensión vertical, también es común encontrar mordidas


abiertas normalmente asociadas con una interposición lingual o
hábitos perjudiciales. Las mordidas profundas, aunque no se
encuentran con tanta frecuencia, también son posibles. (Araújo &
Buschang, 2015)
Tratamiento: (Extracción en serie)
Las maloclusiones con apiñamiento de más de 8-10 mm deben
considerarse severas y normalmente requieren un plan de
tratamiento más completo. Aplicar los fundamentos de la
interceptación -eficacia y eficiencia- en casos que caen en esta
categoría resulta bastante difícil. Considerando que la eficiencia se
puede definir como obtener el mejor resultado posible en el menor
tiempo posible, las extracciones tempranas de dientes temporales y
permanentes, como se preconiza en un protocolo de extracción en
serie, no encajarían con el principio de eficiencia. El procedimiento
se puede llevar a cabo con resultados excelentes, pero es largo y
requiere paciencia y comprensión por parte de los pacientes y sus
familias.
La extracción en serie se ha utilizado para describir la eliminación
oportuna de dientes temporales y permanentes en la dentición
mixta.
(Araújo & Buschang, 2015)
Clase II:
Diferenciar entre los tipos de maloclusiones de Clase II es esencial
para comprender cómo evoluciona el crecimiento. La distinción
principal radica en dos categorías: Clase II, división 1 y Clase II,
división 2. En la última, se observa la retrusión de los incisivos
superiores en comparación con su protrusión en la primera. Además,
al evaluar el potencial de crecimiento de un paciente, se deben
considerar tanto las relaciones esqueléticas anteroposteriores como
las verticales.
Los pacientes con maloclusión de Clase II suelen enfrentar problemas
funcionales, como una capacidad masticatoria reducida en un 60% y
partículas de alimentos más grandes. Estos problemas están
directamente relacionados con áreas de contacto dental más
pequeñas y fuerzas de mordida más débiles. También es importante
abordar sus preocupaciones estéticas, ya que los perfiles convexos
característicos de la maloclusión de Clase II no son estéticamente
preferidos. Las encuestas indican que la prevalencia de esta
maloclusión ha disminuido con el tiempo, con diferencias notables
entre diferentes grupos étnicos.
Tratamiento:
Una pregunta clave en el tratamiento de la maloclusión de Clase II es
si se debe enfocar en la maxila o en la mandíbula. ¿Son iguales los
tratamientos para Clase II, división 1 y Clase II, división 2? Además,
cómo lidiar con problemas de cumplimiento, aceptación de arcos
extraorales, eficacia de aparatos funcionales y su durabilidad.
A pesar de resultados esqueléticos similares al final de la segunda
fase, los tipos de tratamiento pueden ser más efectivos en la maxila
o la mandíbula. Sin embargo, la eficiencia de dos fases de
tratamiento aún se cuestiona. Recientes estudios indican efectos a
corto plazo significativos en Clase II.
La elección entre tratar la maxila o la mandíbula debe basarse en un
análisis facial y considerar los desequilibrios dentales y esqueléticos.
El síndrome de Clase II, una combinación de desviaciones
anteroposteriores y verticales, genera distintos tipos de maloclusión.
(Araújo & Buschang, 2015)

Clase III:
La maloclusión de Clase III generalmente se desarrolla en la dentición
primaria, antes que otras discrepancias esqueléticas. Los cambios
empiezan temprano, incluso antes de la erupción de los primeros
molares permanentes. Investigaciones muestran que las diferencias
entre individuos con y sin Clase III son notables desde los 5-6 años.
Características como la retrusión maxilar y la protrusión mandibular
que definen a los casos de Clase III ya son evidentes en niños de 5-7
años. Resultados de estudios japoneses también indican que las
discrepancias anteroposteriores se establecen cuando erupcionan
los segundos molares deciduos.

Las relaciones molares de Clase III tienden a empeorar con el tiempo,


y esto parece estar vinculado al crecimiento. A lo largo de las
décadas, estudios epidemiológicos han mostrado que la prevalencia
de la maloclusión de Clase III es mayor en adolescentes de 12-17
años que en niños de 6-11 años. Sin embargo, este patrón de
empeoramiento parece detenerse después de la adolescencia.
Evaluaciones a largo plazo de casos no tratados de Clase III han
demostrado un empeoramiento en las relaciones molares de
aproximadamente 3.3 mm desde los 8 años y 6 meses hasta los 15
años y 2 meses.

Tratamiento:
Los enfoques no quirúrgicos para tratar maloclusiones de Clase III
requieren un diagnóstico preciso y decisiones cuidadosas sobre
modalidades y momento del tratamiento. Existe falta de consenso
entre autores, aunque la literatura es extensa. Las maloclusiones de
Clase III no tratadas tienden a empeorar con el tiempo, como
demuestran figuras. Las decisiones de intervención temprana se
relacionan con aspectos psicológicos y funcionales. Pueden mejorar
la autoestima y la función, además de prevenir el acoso escolar. Se
busca camuflar la discrepancia y mejorar la relación dental y armonía
facial. Las intervenciones son beneficiosas para perfiles verticales
normales o hipodivergentes, pero los hiperdivergentes pueden
requerir cirugía ortognática.
(Araújo & Buschang, 2015)

CONCLUSIONES:
 El diagnóstico es un criterio importante para el éxito de
cualquier tratamiento de ortodoncia.
 La ortodoncia surge ante la insatisfacción de los pacientes de su
apariencia, siendo esta la principal razón por la cual las
personas buscan dicho tratamiento.
 Como hemos visto la maloclusión clase I es la más frecuente de
las enfermedades de la cavidad bucal, y presenta diferentes
alternativas de tratamiento, los cuales siempre deben basarse
en la edad, la gravedad, la etiología de esa maloclusión y las
características clínicas y radiográficas observadas en cada
paciente.
 La posición de los dientes en el espacio, su movimiento, y la
estabilidad del resultado final, además de la estética facial, son
condiciones importantes que deben ser considerados en la
planificación del tratamiento.

BIBLIOGRAFÍA:
de Kuri, M. V. D. (2015). El nacimiento de una profesión: La odontología en el siglo
XIX en México. Fondo de Cultura Economica.
Gurrola Martínez, D. B., Leticia, C. D., & Cuanalo, O. (s/f). Unam.mx. Recuperado el
14 de agosto de 2023, de
https://www.zaragoza.unam.mx/wp-content/Portal2015/publicaciones/libro
s/cbiologicas/libros/Maloclusiones17.pdf

Nanda, R. (1996). Biomechanics in Clinical Orthodontics. W B Saunders.

Araújo, E. A., & Buschang, P. H. (2015). Recognizing and Correcting Developing


Malocclusions: A problem-Oriented Approach to Orthodontics. John Wiley &
Sons.

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