Edición 17

¿Podrá ser
el remedio
más malo
que la
enfermedad?
Lina María González Rodríguez
Ingeniera Química, doctora en Ciencias Químicas
Investigadora del Grupo Catálisis Ambiental
Facultad de Ingeniería
Universidad de Antioquia

Tierra y agua, los dos fluidos esenciales de los cuales depende

la naturaleza, se han convertido en botes de basura

Jacques Cousteau

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Panorámica de la ciudad de Medellín

Foto: Clive Kim en Pexel.com

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onocemos como basura, desecho o residuo a todo aquel pro-

ducto o material que su propietario o poseedor descarta por
no tener valor. Y en los últimos años hemos escuchado que el
manejo de las basuras es un problema complejo y una bom-
ba de tiempo, que los rellenos sanitarios han llegado o están a punto de
llegar a su máxima capacidad y que la generación de residuos peligro-
sos, que deben ser eliminados de forma segura y definitiva, es continua
y creciente.
El mal manejo de las basuras puede estar ligado a la cultura del usar y
tirar, a la cual nos ha llevado la economía basada en el consumo. Y aunque
los esfuerzos por prevenir o minimizar la generación de las basuras han
comenzado a ser parte de las campañas ambientales a nivel mundial, no
han sido suficientes.
La optimización de los residuos es una forma atractiva de aprovechar-
los, en donde se destacan la reutilización, el reciclaje, el compostaje y la
valorización energética; este último proceso ha comenzado a tomar fuer-
za porque permite cogenerar energía a la par de reducir la cantidad de
residuos, garantizar su eliminación definitiva y evitar la propagación de
enfermedades infectocontagiosas. La valorización energética se basa en
un proceso de incineración, pero va más allá, ya que a la par de eliminar
los residuos estos pueden servir como combustible para producir energía.
Pero ¿por qué una solución que se ve tan adecuada puede llegar a ser
peor que el propio problema generado por las basuras? Pues una parte
importante de la respuesta son las emisiones, tanto de compuestos ga-
seosos como de material particulado, las cuales van al aire y si no son
tratadas de una forma eficiente y adecuada pueden afectar la salud hu-
mana y de los animales, contaminar las aguas y los suelos e incremen-
tar los efectos del calentamiento global, entre otros.
Los residuos sólidos urbanos que van a un relleno sanitario son una
mezcla complicada de todo tipo de desechos, desde los orgánicos (resi-
duos de alimentos y comida) hasta plásticos, espumas, papeles, carto-
nes, telas, material fitosanitario, metales y muchos más. Así que al que-
marlos, en las chimeneas de estos hornos se genera dióxido de carbono
(CO2) y vapor de agua, ambos contribuyentes del calentamiento global,
y otras sustancias nocivas.
Entre las sustancias nocivas encontramos gases que favorecen la
formación de la lluvia ácida y la generación de esmog fotoquímico (que
se observa como una atmósfera gris, principalmente en las ciudades),
como el dióxido de azufre (SO2), el ácido clorhídrico (HCl), el ácido fluor-
hídrico (HF), los óxidos de nitrógeno (NOx) y el monóxido de carbono
(CO); además, material particulado, algunos con tamaños tan pequeños
que pueden ser fácilmente respirables (PM 5 y PM 2.5). También se cuen-
tan los metales pesados como cadmio, mercurio, plomo, arsénico, cromo,
estaño, entre otros.

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Para estas sustancias nocivas existen procesos de limpieza y remo-

ción que permiten eliminarlos casi totalmente. Estos procesos consisten
en lavadores de gases que eliminan principalmente los gases ácidos (SO2,
HCl y HF), filtros que retienen el material particulado y también precipita-
dores electrostáticos que ayudan a eliminar los metales pesados.
Para el manejo de compuestos como el CO y los NOx se usan los
convertidores catalíticos, que son muy parecidos a los que existen en los
exostos de los carros y que se ubican en la chimenea de salida de los gases.
Durante la incineración, además de las sustancias nocivas se pro-
ducen otros compuestos como los organoclorados, donde se destacan
las dioxinas y furanos, que causan grandes problemas a la salud huma-
na como cáncer, malformaciones en fetos, afectaciones del sistema in-
munitario y cloroacné, entre los principales efectos.

Dibenzodioxinas (PCDDS) Dibenzofuranos (PCDFs)

2,3,7,8 tetraclorodibenzoparadioxina (TCDD) 1,2 - diclorobenceno (o-DCB)

Figura 1. Representación dioxinas y furanos

Fuente: elaborada por la autora.

En países donde la incineración de residuos urbanos se ha comenza-

do a implementar, se han evaluado diferentes formas de eliminar las dioxi-
nas y los furanos de las corrientes gaseosas, que complementa los sistemas
descritos anteriormente. Se utilizan sistemas de adsorción con carbón ac-
tivado, pero las dioxinas y los furanos no son destruidos. Otros procesos in-
volucran el uso de catalizadores combinados con amoníaco, que permiten
la destrucción total y definitiva de estos compuestos.
Entre los procesos más estudiados se tienen algunos que permiten
destruir las dioxinas y los furanos de forma simultánea con los NOx; pero
hay limitaciones de uso porque van disminuyendo la capacidad de destruir
a las dioxinas y los furanos.

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Teniendo en cuenta el alto impacto

de este tipo de investigación, el Grupo
Catálisis Ambiental, de la Facultad de
Ingeniería, ha venido investigando
procesos de eliminación de las dioxi-
nas y los furanos que puedan ser im-
plementados en los sistemas de de-
puración de gases de incineradoras
de residuos urbanos. Los sistemas
que se han estudiado están ba-
sados en catalizadores a base de
cobalto y paladio, que también
permiten una eliminación simul-
tánea con los NOx y requieren el
uso de metano en vez de amoníaco.
Para saber si un proceso puede
ser implementado o no a escala real,
se deben realizar pruebas con siste-
mas de reacción de diferentes tama-
ños. A medida que se incrementa el
tamaño se evalúa la eficiencia y la du-
rabilidad del sistema. Inicialmente,
en el Grupo Catálisis Ambiental se co-
mienza la evaluación de la actividad
de los catalizadores a base de cobalto
y paladio en un sistema de reacción.
El material sólido que actúa
como catalizador de ambas reac-
ciones se prepara de acuerdo con
procedimientos reportados en otras
investigaciones, utilizando un sili-
cato de aluminio tipo zeolita como
soporte del Co y del Pd. El sólido se
coloca en un tubo de vidrio (reactor)
sobre un lecho poroso y allí este se
Figura 2. Sistema de reacción utilizado para evaluar sistemas catalíticos de depuración
pone, a varias temperaturas, en con-
Fuente: fotografía del proyecto.
tacto con la mezcla gaseosa. Debido
a la peligrosidad de las dioxinas y los
furanos a nivel de laboratorio se uti-
liza como compuesto organoclorado
el 1,2-diclorobenceno (o-DCB). Así,
la mezcla que alimenta al reactor
consiste en NOx, metano, oxígeno,
o-DCB y vapor de agua.

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Luego de un tiempo de reacción estos gases alimentados se

transforman en dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2), ácido clorhí-
drico (HCl) y más vapor de agua.
Con estas pruebas se han logrado conversiones casi del 100 %
del compuesto organoclorado y del 40 % en el caso de los NOx durante
al menos dos días de trabajo continuo, sin cambios significativos en el
material catalítico.
La investigación que hemos realizado nos ha permitido entender
que algunos de los temores que se tienen con el uso de la incineración
de los residuos urbanos, como una forma de eliminarlos y de generar
energía, están basados en los altos costos de los sistemas de depuración
de los gases generados. Este temor nos lleva a pensar que podrían imple-
mentarse equipos de incineración de forma inadecuada, con generación
de emisiones de gases que causan serios problemas de salud y daños
al medioambiente. Debemos seguir uniendo esfuerzos para proteger la
vida y el planeta, y brindar soluciones adecuadas, oportunas y, en la me-
dida de lo posible, económicas.

Este artículo fue escrito en memoria de mi gran amiga y coinvestigadora

de este proyecto Beatriz Helena Aristizábal Zuluaga, quien partió de este
mundo el 27 de junio de 2021

Proyecto de investigación «Evaluación de la implemen-

tación de un sistema para la remoción simultánea de
compuestos organoclorados y NOx generados durante la
incineración de residuos», financiado por Colciencias, ahora
Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Universidad de Antio-
quia y la Universidad Nacional de Colombia, sede Maniza-
les (COL609-2013 Ejecución: 01/11/2013-31/11/2018).

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