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CAPACITACIÓN EN AMBIENTE - LEY YOLANDA N° 27.

592 – MÓDULO
JURISPRUDENCIA AMBIENTAL NACIONAL – PARTE II 1
CAPACITACIÓN EN AMBIENTE - LEY YOLANDA N° 27.592 – MÓDULO
JURISPRUDENCIA AMBIENTAL NACIONAL – PARTE II 2

Jurisprudencia Ambiental
Nacional - parte II
La dimensión ambiental desde las herramientas
del derecho

Autora: Abg. Andrea Burucua.


Instituto de Capacitación Parlamentaria
Honorable Cámara de Diputados de la Nación
CAPACITACIÓN EN AMBIENTE - LEY YOLANDA N° 27.592 – MÓDULO
JURISPRUDENCIA AMBIENTAL NACIONAL – PARTE II 3

Introducción
La humanidad se encuentra inmersa en una crisis civilizatoria que nos impone enormes desafíos.

Hace más de un año que nuestras vidas se vieron afectadas y muchas truncadas por la pandemia
de Covid 19, un virus globalizado cuyo origen se vincula con la salud del planeta y que demuestra
la clara interdependencia de todas las especies. Los cambios que los humanos producimos en
los ecosistemas, la destrucción de biodiversidad, el cambio climático, no son sin consecuencias.

En este contexto se profundizaron debates y procesos de reflexión encaminados a cuestionar


nuestra forma de habitar la tierra y plantear la imperiosa necesidad de construir vínculos de
cuidado entre humanos y con la naturaleza.

A fines de 2020 se sancionó la Ley Yolanda, 27.592 que establece que todas las personas que se
desempeñen en los tres poderes del Estado nacional, sin importar niveles ni jerarquías, deben
capacitarse en materia ambiental. El objetivo es que esta perspectiva fundamental sea tenida en
cuenta a la hora de diseñar, planificar e implementar programas y acciones desde las
instituciones públicas, así como en la labor parlamentaria y judicial.

Este espacio de formación se propone como un ámbito de intercambio de saberes, en el marco


de una práctica política, que nos permita iniciar procesos de cambio. Cambios tendientes a la
construcción de escenarios deseados y posibles, a partir de nuestras propias identidades y que
permitan la reproducción de la vida en todas sus formas para el presente y el futuro.

En este breve documento recorremos las herramientas constitucionales y legales que sientan las
bases de la protección de la naturaleza y el derecho humano a gozar de un ambiente sano en
Argentina. Intentamos también dar cuenta de la complejidad que entraña hacer efectivo ese
derecho para todas y todos dentro del entramado federal de organismos y competencias.
Pretendemos hacer visible la necesidad de darle transversalidad a la toma de decisiones, de
coordinar estrategias, dado que todos los ámbitos de gobierno inciden en la sustentabilidad y en
la transición tan necesaria hacia un cambio de paradigma.

1. Constitución Nacional. Artículo 41


1. 1. Derecho a un ambiente sano. Desarrollo sostenible.

A partir de la reforma de 1994 se incorporó a la Constitución Nacional el derecho a gozar de un


ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano. Éste constituye un derecho de
incidencia colectiva, dado que tiene por objeto la defensa de un bien que pertenece a toda la
comunidad. Es un derecho humano cuya concreción hace posible el ejercicio de otros derechos
fundamentales.

Artículo 41. Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para
el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El
daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la
ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los


recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica,
y a la información y educación ambientales.

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las
jurisdicciones locales.

Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de


los radiactivos.
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El artículo 41 tiene mucha información por lo que iremos analizándolo por partes.

Incorpora el concepto de desarrollo sostenible: las actividades productivas deben satisfacer las
necesidades presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras de hacer
lo propio. Como dice Leonardo Boff: la vitalidad de la Tierra y el futuro de la especie humana solo
estarán garantizados si conseguimos dotarlos de sostenibilidad. Las futuras generaciones
tienen el derecho de heredar una Tierra y una naturaleza preservadas

Sin perjuicio de tratarse de un concepto que no es unívoco, cuando hablamos de desarrollo


sostenible no hablamos de crecimiento económico, sino que dicha concepción comprende varias
dimensiones: social, ambiental, económica, política, cultural. Tomando siempre en cuenta los
límites naturales.

El concepto de sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y potenciales de la


naturaleza, así como la complejidad ambiental, inspirando una nueva comprensión del mundo
para enfrentar los desafíos de la humanidad en el tercer milenio. 1

Esas necesidades que hay que cubrir hoy y en el futuro tienen que ver con la integralidad de
humanos y humanas: justicia social, protección ambiental, acceso a bienes y servicios, ejercicio
de los derechos políticos y culturales.

Entendemos que no existe una propuesta global de desarrollo, tal como expresa Alberto Acosta.
Además, sabemos que el desarrollo, en tanto reedición de los estilos de vida de los países
centrales, resulta irrepetible a nivel planetario. Es justamente dicho estilo de vida el que está
poniendo en riesgo la vida en la tierra y genera profundas desigualdades y conflictos sociales.
Por ello es necesario replantear y modificar los patrones de consumo y producción y de
distribución de esos bienes y servicios acumulados en pocas manos.

Una perspectiva alternativa desde los pueblos latinoamericanos es el “Buen Vivir” que se
construye a partir de un vínculo de respeto entre el ser humano y la naturaleza y se fundamenta
en “una ética de lo suficiente para toda la comunidad, y no solamente para el individuo. 2

Les dejamos el link de video sobre el Artículo 41 que forma parte de la campaña
#EducacionParaLaAccion del Plan Nacional de Educación Ambiental Digital de Ecohouse

https://www.youtube.com/watch?v=4WxMcjntx48

El derecho a gozar de un ambiente sano implica a su vez el deber de preservarlo. Y si bien las
acciones de los gobiernos o de las grandes empresas suelen ser las que tienen impactos
significativos sobre el ambiente y los ecosistemas, la obligación de cuidar el ambiente nos
alcanza a todas y todos. Existen en torno a esto entonces responsabilidades comunes pero
diferenciadas.

Cuando se genera un daño ambiental, el artículo 41 establece la obligación de responder, siendo


la recomposición o la vuelta al estado anterior al daño la opción prioritaria. Sabemos que esta
opción muchas veces no es posible, el daño ambiental suele ser irreversible por lo que su
evitación es lo prioritario: no dañar.

Son las autoridades de todos los niveles del estado las que deben proveer la protección de este
derecho, el uso racional de los recursos naturales, la preservación del patrimonio natural y
cultural y de la diversidad biológica. También las autoridades deben proveer información y
educación ambiental, pilares de la democracia representativa, la transparencia y la participación
ciudadana.

1Manifiesto por la vida para una ética de la sustentabilidad. Disponible en


http://www.unter.org.ar/imagenes/Manifiesto%20por%20la%20vida%20bogota%202002.pdf
2
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/ceiich-unam/20170503034423/pdf_1508.pdf
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¿Cuáles autoridades tienen esta obligación? Todas, no solo las autoridades ambientales. Cada
organismo en el ámbito de sus competencias debe ejercer sus funciones con miras al uso
racional de los bienes naturales, de la conservación de los ecosistemas, de la protección del
derecho a vivir en un ambiente apto para el desarrollo humano. Todas y todos los funcionarios/os
y trabajadores y trabajadoras de los tres poderes del estado deben incorporar la dimensión
ambiental en cada acción o decisión que tomen.

Sería interesante revisar qué estamos haciendo desde nuestros lugares de trabajo para aportar
al cuidado de la naturaleza y la construcción de la sustentabilidad.

1. 2. Leyes de presupuestos mínimos

Por otro lado, el artículo 41 faculta al Poder Legislativo Nacional a dictar las leyes de
presupuestos mínimos de protección ambiental, que serán aplicables en todo el territorio de
nuestro país (no requieren adhesión provincial).

Si bien son las provincias las que ejercen el dominio de los recursos naturales que se encuentran
en su territorio (artículo 124 C.N.), esta delegación en la Nación (la de establecer los
presupuestos mínimos) tiene su razón de ser en la necesidad de establecer un piso de protección
ambiental uniforme en todo el país.

Las leyes de presupuestos mínimos entonces son dictadas por el Congreso Nacional,
promulgadas y reglamentadas por el Poder Ejecutivo Nacional y con respecto a ellas, las
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos pueden dictar normas complementarias para
adecuar su aplicación a sus territorios y establecer condiciones ambientales más restrictivas,
pero nunca más laxas que las que establecen aquellas. Según los jueces Lorenzetti, Fayt y
Petracchi, "… complementar supone agregar alguna exigencia o requisito no contenido en la
legislación complementada"3

A la fecha se han sancionado las siguientes


normas de presupuestos mínimos:

Ley 25.612, de Gestión Integral de Residuos ¿Qué es una ley de presupuestos mínimos?
Industriales y de Actividades de Servicio

Ley 25.670, de Gestión y Eliminación de PCB Toda norma que concede una tutela

Ley 25.675, General del Ambiente ambiental uniforme o común para todo el
territorio nacional, y tiene por objeto
Ley 25.688, de Gestión de Aguas
imponer condiciones necesarias para
Ley 25.831, de Información Ambiental
asegurar la protección ambiental. En su
Ley 25.916, de Gestión de Residuos
Domiciliarios contenido, debe prever las condiciones
necesarias para garantizar la dinámica de los
Ley 26.331, de Protección Ambiental de los
Bosques Nativos sistemas ecológicos, mantener su capacidad
Ley 26.562, de Control de Actividades de Quema de carga y, en general, asegurar la

Ley 26.639, de Protección de Glaciares y del preservación ambiental y el desarrollo


Ambiente Peri glaciar sustentable” (Artículo 6 de la ley 25.675)
Ley 26.815, creación del Sistema Federal de
Manejo del fuego.

3 "Villivar, Silvana Noemí c/ Provincia del Chubut y otros" (V. 1015XXXIX, 17.04.2007).
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Ley 27279, Gestión de los Envases Vacíos de Fitosanitarios.

Ley 27520, de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global.

Como podrá advertirse las citadas leyes regulan la protección de diversos bienes naturales o
ecosistemas o abordan la protección ambiental respecto a actividades específicas. Las mismas
generalmente aportan definiciones, proponen diversas herramientas de gestión para hacer
posible esa protección (por ejemplo, inventario de glaciares, ordenamiento de bosques nativos,
registros, etc.) y establecen obligaciones para las autoridades provinciales y nacional de
aplicación de la ley.

Tanto la sanción de estas leyes como su aplicación posterior suelen ser dificultosas. Muchas de
ellas han sido cuestionadas judicialmente o tienen muy bajo nivel de cumplimiento. Sin embargo,
consideramos que a pesar de eso son y pueden ser las herramientas adecuadas para lograr una
protección a escala nacional que iguale el acceso al derecho a gozar de un ambiente sano de
argentinas y argentinos, independientemente de la provincia en que vivan.

Algo que no debemos perder de vista es que el ambiente, los ecosistemas, los cursos de agua
no reconocen límites, muchas veces se extienden fuera de las jurisdicciones provinciales. Los
impactos ambientales de los desmontes, fumigaciones, vertidos de contaminantes, y tantos
otros ejemplos, también trascienden los límites políticos por ello se requiere de regulaciones
uniformes para un país o región, aun en regímenes federales.

Las regulaciones de actividades con fines de protección ambiental suelen estar sujetas además
a múltiples presiones por parte de distintos sectores. En los debates parlamentarios es usual la
reedición de la falsa dicotomía progreso versus protección del ambiente, en los que se intenta
mostrar a las normas como obstáculos para la ejecución de actividades que traerán inversiones,
empleo, etc. Dada la magnitud de la crisis ambiental en la que nos encontramos inmersos dicha
discusión se encuentra saldada. El desarrollo sostenible implica necesariamente el cuidado de
la naturaleza, todas las desigualdades sociales se profundizan en situaciones de degradación
ambiental. Las actividades productivas deberán transformarse para hacer posible ese cuidado,
de otra forma no hay futuro posible.

Durante el año 2020 se debatieron en la Cámara de Diputados de la Nación diversos proyectos


de ley de presupuestos mínimos para la protección de los humedales. Se llevaron a cabo varias
reuniones de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano para
recibir aportes de diversos sectores y consensuar el articulado de una futura norma. Esta
iniciativa, que ya había sido tratada en años anteriores y hasta había obtenido la aprobación del
Senado, tomó nuevo impulso con los incendios de las islas del delta del Paraná, que arrasaron
con más de 300.000 hectáreas. Los reclamos de movimientos y organizaciones ambientales y
sociales se hicieron oír y se llevó adelante una masiva Campaña exigiendo la sanción de una ley
de humedales.4 Lamentablemente al momento que se escribe este documento aún no contamos
con una ley que proteja esos ecosistemas riquísimos.

1. 3. Competencias de los distintos niveles del estado. El federalismo de concertación.

Argentina es un país federal, lo que implica una organización del Estado en que el poder está
territorialmente dividido entre la nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (y
los municipios). Dada esa estructura, existen competencias que les son propias a las autoridades
provinciales o a las de la nación, y otras que son compartidas o concurrentes entre los distintos
niveles del Estado.

La reforma constitucional de 1994 incorporó criterios para el reparto de competencias


legislativas ambientales en nuestra organización federal. Como decíamos, según la
interpretación armónica de las disposiciones constitucionales (Art. 41, art. 124 y art. 121) las

4 Foro Rio de la Plata. 2021. https://www.youtube.com/watch?v=6YJFYriGHGA.


En este video podrán encontrar el estado actual de la costa de Hudson y el avance de los negocios inmobiliarios sobre la selva marginal.
¡Ley de Humedales Ya!
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provincias conservan todas las competencias ambientales (regulación, protección, control,


administración, uso racional) dentro de su jurisdicción, menos la de dictar los presupuestos
mínimos que le corresponde al Poder Legislativo Nacional.

En materia judicial, son competentes los tribunales locales (ordinarios), salvo que se encuentre
afectado un recurso ambiental interjurisdiccional que motivará la intervención de la justicia
federal.

A nivel nacional el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS) es el organismo


ambiental con mayor jerarquía, con funciones de fomento y coordinación de políticas generales,
desarrollo de estrategias y asesoramiento, entre otras.

Por otra parte, cada estado provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con un
organismo ambiental dentro de su organigrama de gobierno, con competencias directas en virtud
de corresponderles el dominio de los recursos naturales existentes en sus territorios (artículo
124 C.N.).

Las autoridades de todos estos organismos ambientales conforman el Consejo Federal de Medio
Ambiente (COFEMA), que es el ámbito de coordinación, cooperación y concertación de las
políticas ambientales que se aplican en todo el país.

La reforma constitucional de 1994 planteó el camino hacia el llamado “federalismo de


concertación” que propone el diálogo, la negociación, cooperación y coordinación de políticas en
los diferentes niveles de gobierno para lograr una regulación eficaz. El ámbito para activar estos
mecanismos de cooperación es el COFEMA.

A su vez la incorporación de la dimensión ambiental requiere de abordajes conjuntos y


transdisciplinarios en los ámbitos gubernamentales.

Para ello, será necesario superar las estructuras organizativas tradicionales encerradas en
compartimentos estancos, para dar lugar a otras en las que sea posible el intercambio de saberes
y de información, y en las que puedan confluir las distintas miradas. Esta es una experiencia que
ya se ha transitado en el país, a través de la creación de mesas, comisiones o grupos de trabajo
interministeriales sobre distintos temas. En muchas de ellas se integra también a sectores no
gubernamentales. Por ejemplo, la Mesa Técnica de Trabajo de Economía Circular.

https://www.argentina.gob.ar/ambiente/control/mesa-economia-circular.

Otro ejemplo, son el Gabinete Nacional de Cambio Climático, compuesto por las máximas
autoridades de distintas carteras de gobierno con el fin de articular la implementación del Plan
Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático y todas aquellas políticas públicas
relacionadas con la crisis climática, y el Consejo Asesor Externo, de carácter consultivo y
permanente, cuya función es la de asistir y asesorar al primero.5

1. 4. Finalmente, el último párrafo del artículo 41 CN establece claramente una prohibición


constitucional para el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente
peligrosos y de residuos radioactivos.

2. Ley 25675 General del Ambiente.

5 Ambos fueron creados por la ley 27520 de presupuestos mínimos de adaptación y mitigación del cambio climático.
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La ley 25.675 establece los presupuestos mínimos para


el logro de una gestión sustentable y adecuada del
ambiente, la preservación y protección de la diversidad
biológica y la implementación del desarrollo sustentable. Los principios son ideas
rectoras, la línea de
Es la ley marco, enumera los objetivos que la política
ambiental deberá perseguir y sus disposiciones se
orientación… “El
utilizarán para la interpretación y aplicación de la principio es tal que los
legislación específica, de los que no podrán apartarse las funcionarios deben
normas que se dicten en la materia, tanto nacionales tenerlo en cuenta como
como provinciales.
criterio que lo determine
a inclinarse en uno u otro
2. 1 Principios ambientales sentido” Cafferatta, N.
(2009).
En su artículo 4 la ley enumera 10 principios de la política
ambiental: de congruencia, de prevención, de precautorio,
de equidad

intergeneracional, de progresividad, de responsabilidad,


de subsidiariedad, de sustentabilidad, de solidaridad y de cooperación. Nos remitimos a la lectura
de la ley y la bibliografía ofrecida, pero destacamos o hacemos breves comentarios respecto a
algunos de ellos:

Principio de congruencia: La legislación ambiental provincial y municipal mantendrá su vigencia


en cuanto no se oponga a los principios y disposiciones de la Ley General del Ambiente.

La ley 25.675 ostenta una jerarquía normativa superior al resto de las leyes ambientales, incluso
respecto de las leyes de presupuestos mínimos (art. 3), por cuanto todas ellas deberán
adecuarse a la política ambiental prevista en la misma.

Principio de prevención: Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán en
forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se
pueden producir

“En el derecho ambiental, específicamente, el art. 41 CN prevé el deber de preservación del


ambiente y la respuesta requerida en caso de acaecimiento del daño. Pero la primera actitud
ordenada por el constituyente es la preservación.” 6

La reparación de los ecosistemas y bienes naturales degradados es muy dificultosa. Los daños
ambientales involucran a comunidades enteras, generan consecuencias negativas en la salud de
las personas, menoscaban su calidad de vida y en muchos casos imposibilitan el desarrollo de
sus actividades de subsistencia. Dan cuenta de eso los numerosos pasivos ambientales que
existen en nuestro país.

Este principio obliga al estado a implementar todas las medidas apropiadas para evitar el daño
o los impactos negativos de las actividades humanas, utilizando todos los conocimientos
construidos que vinculan causas y efectos.

Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información
o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente.

Constituye un principio estructural del derecho ambiental. En base al mismo los funcionarios
tomarán decisiones basadas en sospechas fundadas con el fin de evitar riesgos, en ámbitos de
incertidumbre. Si hay certeza de daño, el mismo debe ser prevenido (principio de prevención);

“pero en caso de duda o incertidumbre, también debe ser prevenido. Ésta es la gran innovación
del principio de precaución: opera ante la falta de certeza. Y viene a invertir la carga de la prueba.
No es el que invoca el daño el que debe probar su relación causal, sino que aquel que pretende

6
Leonardo Villafañe. 2017. Los principios constitucionales y su armoniosa concreción en el derecho ambiental. Revista Digital de la
Asociación Argentina de Derecho Constitucional
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realizar una actividad es el que debe demostrar que la misma es inocua para la el ambiente y la
salud de seres vivos.

El principio de precaución apunta a impedir la creación de un riesgo con efectos todavía


desconocidos y por lo tanto imprevisibles.7

No es necesario contar con evidencia científica para implementar medidas preventivas y


correctivas frente a un posible daño. En este sentido, la Corte Suprema de la Nación señaló: “El
principio precautorio produce una obligación de previsión extendida y anticipatoria a cargo del
funcionario público. Por lo tanto, no se cumple con la ley si se otorgan autorizaciones sin
conocer el efecto, con el propósito de actuar una vez que esos daños se manifiestan”.8

Por ejemplo, la aplicación judicial de este principio hizo posible en varias localidades alejar las
fumigaciones con glifosato de escuelas o poblaciones rurales. Lamentablemente, en otras que
no es aplicado seguimos lamentando muertes y enfermedades.9

Principio de equidad intergeneracional: Los responsables de la protección ambiental deberán


velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras.

Esto implica que el aprovechamiento o degradación de los recursos naturales por parte de los
actuales habitantes del planeta debe excluir toda amenaza de disminución o frustración del
ejercicio de ese mismo derecho por parte de las generaciones por venir. 10

Hablando de futuras generaciones, la crisis climática, las políticas insuficientes de adaptación o


mitigación del cambio climático impondrán pesadas cargas a aquellos que habiten la tierra en el
futuro (cercano), quienes encontrarán dificultades para satisfacer sus necesidades básicas.

https://www.youtube.com/watch?v=UwcfFt0jMKo

¿Recuerdan esa frase “¿la Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de
nuestros hijos”? Bueno, de eso se trata este principio.

La equidad intergeneracional exige ser incorporada a las decisiones políticas y jurídicas de modo
que la reproducción de la vida sea posible en el presente y hacia el futuro.

Principio de progresividad: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma gradual, a
través de metas interinas y finales, proyectadas en un cronograma temporal que facilite la
adecuación correspondiente a las actividades relacionadas con esos objetivos.

Este principio sostiene el avance gradual, en etapas, de la concreción de la protección y


regulación ambiental. Y lleva implícita (doble dimensión) la obligación de sostener los avances
alcanzados, no disminuirlos, no retroceder en los progresos obtenidos, esto se conoce como
principio de “no regresión”.

A través de estos pilares (progresividad y no regresión), los derechos conquistados no deberían


ser puestos en riesgo, ni siquiera reavivarse su debate, salvo que un interés superior lo justifique,
claramente como excepción. Cualquier norma o decisión administrativa que implique retroceso,

7
Cafferatta, Néstor A. 2004. El principio precautorio. Gaceta Ecológica, núm. 73, octubre-diciembre, 2004, pp. 5-21 Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales. Distrito Federal, México. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53907301

8
Salas, Dino y otros c/ Salta, provincia de y otro, Corte Suprema de Justicia de la Nación, 26 de marzo de 2009 - Fallos: 332:663.
9
https://www.telam.com.ar/notas/201612/172734-pablo-piovano-exhibe-el-ensayo-fotografico-el-costo-humano-de-los-
agrotoxicos.html
10
Coria, Silvia (2005). La importancia de los principios rectores en el derecho ambiental, publicado en Revista de Derecho Ambiental,
dirigida por Néstor Cafferatta, ed. Lexis Nexis, Buenos Aires.
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en el sentido de menoscabo, de un derecho o situación jurídica estarían vulnerando este principio


fundamental de la gestión y política ambiental de nuestro país.

El derecho debe dirigirse hacia adelante, acompañando los cambios sociales, las luchas y
conquistas colectivas. Es siempre dinámico pero ese movimiento debe ser evolutivo, de ascenso
de mejora en el acceso y ejercicio real de un derecho.

2.2. Otros principios ambientales no contenidos en la Ley General del Ambiente.

Estos principios que establece la ley 25.675 se suman a aquellos que nuestro sistema jurídico ha
incorporado a través de convenios internacionales y otras leyes. Así, la ley 27520 incorporó, entre
otros, el de Transversalidad del Cambio Climático en las políticas de Estado y el de Prioridad. 11
También otros que han sido aplicados recientemente por la Corte Suprema de

Justicia: “in dubio pro natura”12 y el “in dubio pro aqua”13. Ambos proponen que en caso de duda
debe resolverse en favor de la naturaleza o del agua.

Hay diversos proyectos en el Congreso de la Nación tendientes a incorporar estos dos últimos
principios mencionados a la Ley General del Ambiente. Y otro que está actualmente siendo
propuesto en el ámbito parlamentario nacional como rector de normativas sobre gestión de
residuos es el principio de Responsabilidad Extendida del Productor. Este implica que tanto
fabricantes como importadores deben responsabilizarse legal y financieramente de sus
productos, durante todo su ciclo de vida, incluidos el diseño y la gestión de sus residuos.

2.3. Instrumentos de la gestión ambiental

Asimismo, la ley 25675 crea y regula los instrumentos de la política o gestión ambiental (artículo
8) como medios para conseguir los fines que la Constitución establece en relación al ambiente.
Los instrumentos que mencionados son los mínimos a los que las provincias y los municipios
deben ajustarse y ampliar si lo deciden. Otros módulos se referirán específicamente a cada uno
de ellos por eso aquí simplemente los mencionamos, ellos son: El ordenamiento ambiental del
territorio14, la evaluación de impacto ambiental 15, el control de las actividades antrópicas, la
educación ambiental, la información y el diagnóstico ambiental 16, la participación ciudadana y
el régimen económico de promoción del desarrollo sustentable.

Como podrán advertir esta hermosa herramienta legal que


es la ley general del ambiente nos proporciona elementos
para prevenir el daño, a través de la Evaluación de Impacto
Ambiental (EIA) que es un claro instrumento de aplicación
del principio de prevención y precautorio. No hay forma de Esto también aplica a
evitar daños si no se analiza y evalúa anticipadamente a su los ámbitos
autorización los efectos o impactos que pueden producir las legislativos, que deben
actividades humanas. A su vez, es importante poder evaluar hacer accesible la
no solo el proyecto que se pone a consideración si no información,
también los que se están
profundizar la
desarrollando en su entorno, para entender y evaluar los apertura e incorporar
efectos de todos ellos que se acumulan y generan distintas a la ciudadanía en la
sinergias. elaboración y debate
No son pocos los casos en los que los proyectos avanzan
sin haber cumplido con todos los requerimientos del
procedimiento de la EIA. La ley es clara al establecer que los

11
Principio de Prioridad: Las políticas de adaptación y mitigación deberán priorizar las necesidades de los grupos sociales en
condiciones de mayor vulnerabilidad al Cambio Climático.
12 In dubio pro natura: “En caso de duda, todos los procesos ante tribunales, órganos administrativos y otros tomadores de decisión

deberán ser resueltos de manera tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente, dando preferencia a las
alternativas menos perjudiciales.”
13 In dubio pro aqua: “En caso de incerteza, las controversias ambientales y de agua deberán ser resueltas en los tribunales, y las leyes

de aplicación interpretadas del modo más favorable a la protección y preservación de los recursos de agua y ecosistemas conexos”
14 https://www.argentina.gob.ar/ambiente/ordenamiento-territorial/oat
15 https://www.argentina.gob.ar/ambiente/desarrollo-sostenible/evaluacion-ambiental/guias-de-evaluacion-ambiental/esia
16 https://sinia.ambiente.gob.ar/
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estudios y su aprobación deben ser previos a la ejecución de la obra o actividad. También en


muchos casos las autorizaciones se otorgan sujetas a condiciones a ser cumplidas con el
proyecto en marcha. Lógicamente estas irregularidades desvirtúan el fin para el que la EIA ha
sido creada.

La ley prioriza derechos fundamentales de la democracia y el sistema republicano dándole


centralidad a la publicidad y libre acceso a la información que está en poder del estado, a la
participación ciudadana previa a la toma de decisiones que puedan afectar el ambiente y a la
educación ambiental.

Las autoridades serán responsables de informar sobre el estado del ambiente y los posibles
efectos que sobre él puedan provocar las actividades antrópicas actuales y proyectadas. Esta
obligación no siempre se cumple y suele ser un reclamo de la ciudadanía, así que será necesario
aceitar mecanismos para que todo lo que suceda en materia ambiental pueda ser
suficientemente conocido, de manera clara, por todas y todos.

Recientemente comenzó a regir el Acuerdo de Escazú sobre el Acceso a la Información, la


Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales que viene a fortalecer el
acceso a estos derechos en Argentina y la región.

2.4. Otras disposiciones de la Ley General del Ambiente

Para aquellos que realicen actividades riesgosas para el ambiente, la ley 25.675 establece la
obligación de contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para garantizar el
financiamiento de la recomposición y la posibilidad de integrar un fondo de restauración
ambiental.

Con respecto al daño ambiental, el que lo provoque será objetivamente responsable de su


restablecimiento al estado anterior a su producción. En caso de que no sea técnicamente factible,
la indemnización sustitutiva que determine la justicia ordinaria interviniente deberá depositarse
en el Fondo de Compensación Ambiental.

Así también la ley facilita el acceso a la justicia ambiental y a su vez recalca la posibilidad del
juez de hacer uso de sus facultades interpretando las reglas procesales con un criterio amplio y
exceder la tradicional versión del “juez espectador”.17

Estas breves apreciaciones pretenden ser un acercamiento a la ley general del ambiente, cuya
lectura completa recomendamos, junto con otros materiales que ponemos a disposición en la
plataforma para profundizar el análisis de la misma.

3. Algunos disparadores para la reflexión


Este módulo pretende ser una aproximación a las herramientas para la protección ambiental que
brinda el derecho. El conocimiento de las leyes normalmente nos lleva a reflexionar sobre el
grado de cumplimiento de todas esas disposiciones. ¿Qué opinan al respecto?

Habrán notado que contamos con normas de distinta jerarquía que tienen por objeto el cuidado
de la naturaleza y la sustentabilidad, sin embargo, no alcanza, otras complejidades inciden y
dificultan la efectiva protección del ambiente. Consideramos que todas y todos debemos
reflexionar acerca de las distintas fuerzas que tensionan en favor y en contra de la puesta en
marcha de los cambios y acciones que urge adoptar.

Esperamos que lo visto en este módulo les/nos permita identificar juntas y juntos las formas,
procedimientos, instancias en las que es posible incorporar la dimensión ambiental en nuestros
ámbitos de trabajo y construir lazos para transformar los organigramas estatales en redes.

17
Mendoza, Beatriz S. y otros c/ Estado Nacional y otros. Corte Suprema de Justicia de la Nación, 19 de febrero de 2015, Fallos 338:80.
CAPACITACIÓN EN AMBIENTE - LEY YOLANDA N° 27.592 – MÓDULO
JURISPRUDENCIA AMBIENTAL NACIONAL – PARTE II 12

Conclusión
Celebramos este proceso que se inicia con la Ley Yolanda, la creación de estos espacios de
reflexión para incorporar la dimensión ambiental en el ejercicio de la función pública, solo pueden
hacernos bien.

Este camino hacia la sustentabilidad que debemos transitar, construyendo nuevos saberes,
requiere también de la transformación de las instituciones del estado y de sus trabajadoras y
trabajadores y esta capacitación es parte de ese proceso.

Bibliografía
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 Ambiente: fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Secretaría de


Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. - 3a edición especial. - 2018
Buenos Aires. Libro digital, PDF. https://www.cij.gov.ar/nota-32917-La-jurisprudencia-
ambiental-de-la-Corte--en-un-libro-digital.html
CAPACITACIÓN EN AMBIENTE - LEY YOLANDA N° 27.592 – MÓDULO
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