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Cualquier lengua posee lo que llamamos propiedades de la redacción, las

cuales tienen como objetivo final la comunicación. En este mismo sentido, todo
acto de comunicación implica un contexto que enmarca la unidad lingüística.
La creatividad es una de las propiedades fundamentales, en la que puedes
tener un gran dominio sin entender como es su funcionamiento.

Cuando se habla de textualidad, no es más que un atributo del texto, mientras que
la gramática es la propiedad que las oraciones deben contener. De igual manera,
puede caracterizarse por varias propiedades, mejor conocidas como condiciones
de textualidad, las que se desarrollarán posteriormente en el texto.
Por tanto, cada vez que se emplea el lenguaje se produce un texto, el cual puede
ser definido como una unidad de lenguaje en uso, siendo un producto de una
actividad verbal de carácter social, lo que implica destacar la intención del
escritor.

Las propiedades de la redacción no son más que los requisitos que


posee cualquier manifestación verbal y deben ser cumplidos para
considerarse como un texto. El contenido debe poseer un carácter netamente
comunicativo.
Recuerda que un párrafo es una agrupación de oraciones que pueden estar
relacionadas con una idea o tema principal, las cuales poseen cuatro
características: temática, unidad, coherencia y desarrollo adecuado.
En fin, para que el texto tenga un valor comunicativo debe tener dos clases de
propiedades:
 Las superficiales, que se notan a simple vista, aquí se encuentran
agrupadas la ortografía y el uso correcto de los signos de
puntuación.
 Las profundas, que van más allá de lo que capta la mirada y hacen
que el escrito sea distinto al de los demás.
La redacción tiene que ver con casi todo (pues es algo de lo que debes de
ocuparte) siendo una de las bases de todo lo demás; si esta falla, la comunicación
o el mensaje no llega correctamente.
Cuando se redacta se supone que intentas expresarte por medio de un escrito.
Por lo que, ayuda al desarrollo del pensamiento y la organización de nuestras
ideas.
Si nos enfocamos en el ámbito profesional te darás cuenta que, por lo general, se
necesita redactar currículums, cartas, informes y hasta correos electrónicos. Es
evidente entonces que se debe mantener una armonía en la redacción para que
el mensaje que se quiere transmitir llegue satisfactoriamente.
Por ello, un profesional, sea del área que sea, debe poseer un buen dominio de
aspectos básicos de la comunicación, como lo son las propiedades de la
redacción.

¿En qué consisten las propiedades de los textos?


Se sabe que el texto es una unidad lingüística conformada por un conjunto de
enunciados que tienen como objetivo final la comunicación y que están
internamente estructurados.
Para que un conjunto de enunciados se considere un texto, es necesario un sinfín
de relaciones semánticas y gramaticales entre los elementos que la integran, de
manera que el lector pueda interpretar el mensaje final.
Al igual que todos los textos, al momento de elaborar la argumentación, debes
tener presente las propiedades textuales de adecuación, coherencia y cohesión.
 Adecuación. Se debe conocer el contexto de la comunicación y el
tipo de argumento que se empleará. Esto dependerá de una serie de
factores sociales, geográficos, históricos, culturales y
generacionales. Además, del tipo de relación entre el canal de
comunicación.
 Coherencia. La forma en que organizas el contenido, involucra la
cantidad y la calidad de la información facilitada en la
estructuración del mismo, así como el orden y distribución de los
asuntos en los párrafos.
 Cohesión. Se trata del vínculo creado entre las palabras, párrafos y
oraciones de un determinado texto. Aquí se puede encontrar la
sustitución y repetición de ciertos términos, con el empleo de
conectores, que cumplen la función de enlazar párrafos.
Cualquier redacción debe girar en torno a un tema propuesto de antemano. Lo
primero que tienes que hacer es pensar y ordenar el tema que quieres desarrollar,
posteriormente, aclarar las ideas que se esbozarán para que así el texto tenga
un estructura organizada y el lector no se pierda.

La coherencia es una de las propiedades de redacción más importantes, ya que


los textos responden a un tema general o global, en sucesivos temas más
particulares que se expresan a unidades menores.
Esto implica que el texto se encuentre con un orden lógico, para que así sea
posible ser interpretado satisfactoriamente. Precisando de una vez que esta
propiedad guarda una estrecha relación entre la información pertinente o
relevante y la estructuración de una manera comprensible.
Ten presente que una correcta forma de redactar proyecta muchos de tus rasgos
positivos como lo son: la educación, nivel intelectual, atención y cultura general,
entre otros. Por lo tanto, si eres de los que les cuesta redactar, debes poner manos
a la obra y resolver este problema lo más pronto posible.

Ejemplos de propiedades de la redacción


Adecuación
En esta propiedad debemos siempre tener presente que la información se adapte
al contexto que se piensa manejar, para poder hacer llegar el mensaje
satisfactoriamente.
Por ejemplo, imagina que te encuentras en una entrevista de trabajo ¿sería idóneo
que le conversaras al reclutador como si fuera tu amigo? Al principio, se debe
adoptar un registro un poco formal, pero no es conveniente ser demasiado
corriente o vulgar.
Coherencia
Al momento de hablar de este tipo de propiedad, inmediatamente recordamos que
se debe determinar el tipo y la cantidad de información el texto, para que las
ideas se encuentren en completa armonía y cumplan su objetivo final.

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