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quier otro hombre de aran estatura espiritual y sencia del pobre, en una visión limitada que la
moral, que no haya practicado la Magia de dar o traduce en un dar de monedas, en un dar que tan
Caridad? sólo alivia transitoriamente, manteniendo las raí-
Creo sinceramente que contestaréis que no. ces de la pobreza y la falta de dignidad del
hombre.
La Caridad vía de perfección. La orden nos enseña, según mi modesta opi-
Debe haber un poderoso motivo para que las nión, de que la caridad es la motivación y acción
doctrinas teológicas, místicas y esotéricas orien- constante de beneficiar y ayudar material, inte-
tadoras del pensar, sentir y obrar del hombre, co- lectual y espiritualmente a quienes están en los
loquen a la caridad como la fuente de todas las lazos del infortunio y la necesidad.
virtudes que pretenden enseñar. Creo que la ra- La caridad masónica se caracteriza por ser
zón de ello, es que la caridad o la magia del dar encauzada dentro del marco distributivo del
perfecciona, ex pan de espiritual y moralmente, amor, la justicia y la sabiduría iniciática, que tie-
tanto como la abstracción mística o la búsqueda nen el poder de equilibrar y armonizar las rela-
trascendente que realizamos en nuestros templos. ciones del hombre en el difícil devenir social y
La caridad que nace del constante calor del económico de los pueblos con hambre y sed de
amor al prójimo, es ese fuego iniciático que se condiciones mejores de vida.
nos insufló en el tercer viaje misterioso de la ini- Nuestra caridad es desinteresada, discreta,
ciación y que debemos mantener inextinguible. silenciosa, fundada en el entusiasmo superior de
Si la caridad nace del superior afecto de amor al ser útiles y constructivos, sin esperar retribución
prójimo, quiere decir que saca al hombre de los kármica o una vida celestial de recompensa.
elementos personales del egoísmo, la envidia y Sabiendo como debemos ejercer la caridad
la avaricia, que lo contraen a la pequeñez de su ya sea individualmente o dentro de la sabiduría
propio yo, estrechando su sensibilidad y com- organizativa de la orden, es preciso, a mi enten-
prensión no sólo de las necesidades y derechos der, examinar formas de practicar la caridad
de su prójimo, sino que también de las perennes masónica.
leyes de dación que regulan las diferentes dimen-
siones del universo y los seres que en él habitan. Formas de practicar la Caridad Masónica.
El que la caridad perfecciona, expande, lo Siendo la caridad un acto humano y conside-
prueba el hecho de que el poder de acción y lu- rando que el hombre tiene las potencias del pen-
cidez de los grandes maestros de la humanidad, samiento, el afecto, la palabra y la acción, consi-
cree ía en la medida que acrecentaban la práctica dero que es valedero, buscar como utilizar estos
de esta virtud. Y no podía ser de otro modo, la talentos para traducir, proyectar con más efecti-
caridad fundamentada en el amor, en el deseo al- vidad la virtud de la caridad en quienes nos ro-
truista, obligan al hombre a poner en juego sus dean.
potencias internas y externas, todos los centros Pienso de que podemos practicar la caridad
dormidos e inexplicables del cerebro que facilitan en la dimensión invisible del pensamiento, con
su despliegue evolutivo hacia lo superior y tras- esto quiero decir que podemos emitir, proyectar
cendente. sobre quienes lo necesitan, pensamientos cons-
tructivos de valor, salud, paz, amor, etc. No olvi-
La Caridad Masónica. demos que los pensamientos constituyen no sólo
De acuerdo a lo dicho anteriormente, la ins- conceptos mentales, sino que son también ener-
titución tiene sobradas razones para colocar a la gías expansivas producidas por el laboratorio
caridad en la cima de la escalera de valores y cerebral. Los pensamientos constituyen nuestro
virtudes que postula. Sin embargo, es necesario verbo interno inaudible, un verdadero cincel psí-
tener claro que la orden concibe a la caridad, quico de extraordinarios efectos sobre las cosas y
tanto conceptualmente, como en la práctica, de seres que nos rodean. Desconocer esta dimensión
un modo diferente al que se da en el mundo pro- de acción es rechazar la sabiduría iniciática, es
fano, donde esta virtud se ha convertido en os- ignorar la ciencia de la parapsicología o la psico-
tentación, vanidad o en un dar para evitar la pre- trónica.
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Otra dimensión en que podemos practicar la cada masón de acuerdo a sus talentos, en los di-
caridad, es con el poder efectivo de los sentimien- ferentes niveles de la vida social, económica y
tos y emociones positivas, que fácilmente se poi ítica del país. Podemos comenzar a dar
transfieren e imantan a las personas. Tratemos aquello que más se nos pide en la familia, en el
de mantener un campo emocional de Fe, Espe- lugar de trabajo, en la junta de vecinos, en el
ranza y Amor ante quienes sufren los obstáculos centro de apoderados, en la escuela, la universi-
del miedo, del pesar, la depresión, o cualquier dad, y por qué no también en nuestros-templos.
otro estado afectivo negativo. Sobre todo recor- En nuestro convulsionado cosmos social
demos que el fuego iniciático del Amor es el ele- hay muchas manos que piden pan, techo, educa-
mento transmutador por excelencia de la falta de ción, libertad, paz, justicia, respeto, dignidad,
arman ía emocional. moralidad. ¿puede un masón contraer sus talen-
Considero también que el poder de la pala- tos sólo para sí mismo o pensar que tiene poca
bra, o el verbo audible, es otro medio para prac- capacidad para ayudar a sus semejantes, cuando
ticar la caridad. Cada palabra pronunciada cons- tiene en su ser tantos talentos y rodeándole una
tituye una semilla de sugestión que afecta el áni- cadena masónica rica y altruista?
mo, tanto de quien la emite, como del que la
recibe. Demos a nuestro prójimo palabras de Un hombre virtuoso dijo una vez, "Nada ten-
aliento, palabras que levantan y fortalecen el go, pero de lo que tengo y poseo, de eso te doy".
cuerpo y el alma de quienes se encuentran en las No poseía riquezas materiales, pero con sus talen-
tinieblas del desaliento. Demos palabras que tos espirituales hizo levantarse y caminar al para-
siembren la arman ía, la comprensión, el cono- 1ítico. Nosotros, cada uno sin pretender tanto,
cimiento que libera. podemos ejercer nuestros talentos. y poner en
Finalmente podemos ejercer la caridad ma- práctica la caridad masónica que eleva y libera
sónica con la obra efectiva, es decir trabajando a los pueblos.
BIBL/OGRAFIA: l. Dr. jorge Adoum "Las llaves del Reino
Interno" Edit. Kier. Buenos Aires, 7972.
2. Lu Beca "La Creación Perenne" Edit.
Kier. Buenos Aires. 7970.
"LA QUIMERA"
VENCEDORES DEL TIEMPO POR LA BELLEZA
Nicanor Plaza (1844- 1918)
El más genial de los escultores chilenos, nació en Renca, cerca de Santiago, en precarias condi-
ciones.
Muchachito encargado de llevar, en portaviandas, la comida a un comerciante francés, es descu-
bierto por el escultor Fran<;:ois, quien lo lleva a la modesta Academia que funcionaba en la Capilla de
la Soledad, al lado del Convento de San Francisco, y que fue la precursora de la Academia oficial de
Bellas Artes. Plaza fue su mejor alumno.
Trabajó con ahínco, con método y perseverancia. El éxito no se hizo esperar y le permitió for-
marse una buena situación económica. Logró construirse un inmenso taller, redondo, en la calle Cam-
po de Marte (actual Teatro de los Padres Franceses), donde sus prodigiosas manos transformaban el
mármol en esculturas de honda emoción.
Recordaremos entre sus esculturas las dos parejas del Teatro Municipal: "Prólogo" y "Epílogo",
Jel amor y el desamor); la serena estatua de don Andrés Bello, situada en la Alameda, frente a la Uni-
versidad de Chile; el "Caupolicán", que representa a la raza araucana, y su obra maestra "La Quime-
ra", cuyo original puede admirarse en el Museo de Bellas Artes de Santiago.
Del "Caupolicán" y de "La Quimera" se han hecho muchas reproducciones, en diversos tamaños
y que se conservan en Chile y el extranjero. Son las obras más populares de la escultura chilena. "La
Quimera", una mujer en atrayente actitud, toda dulzura y delicadeza, es tal vez el más bello mármol
esculpido por cincel chileno.
Una jubilación acordada por el Congreso Nacional en 1899, le permitió radicarse en Roma, donde
yacen abandonados sus restos mortales, que deberían guardarse en lugar destacado de su patria.
C.O.G.
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