Está en la página 1de 2

“Porque la sabiduría de este mundo es insensatez

para con Dios; pues escrito está: El prende a los


sabios en la astucia de ellos” (1 Corintios 3:19)

Pablo compara irónicamente la sabiduría de este mundo con la


sabiduría que hacía gala Elfaz, y de paso lo cita cazándolo en sus
propias palabras. (Job 5:13), pues finalmente Job, a instancias de
Dios, ora por él y por sus amigos, no sin antes haberlo reprendido con
estas palabras: Y aconteció que después que habló Dios estas
palabras a Job, le dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra
ti y tus dos compañeros porque no habéis hablado de mí lo recto,
como mi siervo Job (Job 42:7, 9).
Es probable que muchos de nosotros podamos caer en ligeraza cuando
tratamos de entender situaciones difíciles ya sea de nosotros mismos
o de otros, con palabras, que pueden parecer amables y sanas pero
totalmente ajenas a la forma como Dios ve esa situación. ¿Quién es
sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta
sus obras en sabia mansedumbre (Santiago 3:13-18). Por esto, mis
amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar;
¡la lengua puede encender un gran bosque siendo un miembro
tan pequeño! (Stgo. 1:19 y 3:5)
“Habéis oído de la paciencia de
Job” (Job 5:11). Este es el
segundo texto que se refiere a Job
en el NT. La palabra traducida
tiene más que ver con resistencia
que con lo que comúnmente
nosotros llamamos paciencia. En la
historia de Job, lo que vemos es
precisamente lo contrario. Las
palabras “soportar”, “resistir”, son
las que hacen más justicia a este
término. Dice un autor: “La
paciencia que significa ser
sufridos, se refiere a personas,
mientras que la resistencia, que significa quedar debajo de algo,
refiere más bien a una actitud hacia ciertas circunstancias”. Job
se airaba repetidamente con sus amigos, sin embargo resistió.
¿Cómo pasamos las pruebas y las presiones de la vida? Pregunta vital
para seguir creciendo en madurez como hijos de Dios.

Día 228
F.E.

También podría gustarte