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El sendero del matambo

Puede que el tiempo sea solo una construcción mental del universo, un juego en el que todos
competimos, sin embargo, nuestra caja de pandora interior pierde toda facultada con lo que
llamamos tiempo y nos sumergimos en el pasado como si no hubiera sido suficiente en la historia
insignificante de la raza humana. Aprendemos cada vez más de lo que ellos fueron y de cómo
mantuvieron un breve equilibrio con la naturaleza, que recordar sus tradiciones y formas de vivir,
es un acto de respeto que todos deberíamos sentir por nuestros ancestros, indígenas que vieron
en estas tierras un claro horizonte de progreso para sus familias.

Este pedacito de historia entre mezcla el presente de un camino, bajo el recuerdo de unas pocas
nueras que convertidas en canas de un abuelo que trata de recordar su tiempo de joven, el tiempo
en el que todavía nada lo que tiene que recordar estaba debajo del agua. Un recuerdo compartido
por el cambio drástico antinatural de lo que para todos es progreso a escala piramidal.

Imagen del contexto de la novela gráfica: antiguo camino que alguna vez conecto algunas fincas
antiguas como también su final en el gran rio Yuma, sendero fluvial que ha visto el progreso y la
muerte muchos años.

Personajes:

William: personaje principal, estudia biología es el del pueblo, el resto amigos son dela ciudad he
invita a conocer el antiguo camino hasta la playa de la represa, sendero la honda.

Juan: amigo

Valentina: amiga

Laura: amiga

Lucas amigo

Don tamacio: abuelo y personaje secundario. El que cuanto la historia del matambo y de la antigua
hacienda remolinos.
William: amigos, después de almuerzo salimos, dejamos las motos en la guarapearía y nos vamos
caminado, no se les olvide llevar los celulares bien cargados para registrar as aves en ebir, además
también les aconsejo que es mejor saca las cámaras cuando ya salgamos de la carretera principal,
no falta que papasen pelados tratando de subirse a una mula y se enamoren de las cámaras.

Llegan a la guarapearía, les encarga las motos al señor que atiende y prosiguen a caminar,
comienza a registrar una bandada de 8 chamones que se pasan de cerco en cerco, pasan la roda
paso y siguen caminando por unos 20 minutos hasta que de la rama de un árbol salta un cuco
ardilla que pasa al otro lado de la carreta y en rama en rama sube la montaña.

Siguen bajando y todos comienzas a tomarle fotos a la represa con matambo de fondo, amigos
dice William por este camina a mano izquierda llegamos a un lugar donde antes se llamaba aguas
calientes, me dice mi mama que la gente venía mucho anterior mente a refrescarse por las tardes,
esperen acá a ver que aves puedo ver y de paso le tomo una foto al lugar, desde que lo inundaron
no había venido por estos lares.

Cuando llega a donde antes había una quebradita con muchos árboles alrededor, ahora los arboles
no están y la quebraba a la honda conecta con las playas de la represa, le voy a tomar una foto al
lugar y me doy cuanta, al enfocar que en una piedra cerca de la quebrada hay un señor mirando
hacia matanbo, me asalta la curiosidad y voy a saludarlo.

El señor ya es un abuelo, pero de campo, de eso con machete en la cintura, sombrero y poncho en
su hombro izquierdo; buenas tardes vecino, buenas tardes jovencito como le ha ido, bien sí señor,
por acá recordando viejos paisajes que todavía existen en mi memoria, ahí mijito andamos en las
mismas, ahora me estaba acordando cuando me tocaba subir por esos lamas de matambo a traer
el ganado cuando el verraco se iba muy lejos de la finca.

Yo ando con un grupo de amigos de la ciudad le dice William al señor; disculpe señor cuál es su
nombre, yo me llama tamacio mijito y sumerce yo William. Don tamacio pues nosotros vamos a ir
por el camino antigua hacia la honda, queremos ver y registrar las aves que podamos ver hasta
que lleguemos a la represa y de paso pues también tomarle algunas fotos al matambo, mis amigos
quieren saber sobre la historia, pero como no me la sé a buscar en internet. Mijito si quiere le
acompaño y les voy contando la historia, además también me gustaría recordar cuando me toca
subir en mula por esa carretera.

Si escucha vecino, allá viene un Martin pescador, voy a tomarle una foto; saca la cámara le toma
algunas fotos volando sobre la represa y después se devuelve por el camino hasta llegar al cruce
donde esta los amigos e William.

Amigo miren les presento a don tamacio, me estaba contando que trabajo en una hacienda que
quedaba en la vereda matanbo en la orilla izquierda del rio Magdalena, don tamacio como es que
se llamaba la hacienda; mijito se llamaba hacienda el remolino.

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