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Camino de Santidad

• Semana 16 – 22 Oct. ‘23

Camino de Santidad
Objetivo: Explicar desde la Escritura cuál es el camino de la santidad.
Idea Central: Nuestra forma de vida debe reflejar el camino que hemos elegido en Cristo.

Isaías 35:8
8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que

él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.

INTRODUCCIÓN
La esencia de la santidad no tiene que ver con restricciones ni una interminable lista de “No se puede…”.
Es un estilo de vida que pone a Dios en el centro para verlo a Él de tal manera que todo lo que hagamos
es para glorificarle. La búsqueda de la santidad es uno de los más altos llamados de los cuales uno
puede responder en la vida, pero es necesario verlo desde la perspectiva de un proceso que se
desarrolla en todo el transcurso de la vida.

Efectivamente sí es posible vivir una vida en santidad, pero sólo lo podemos lograr desde la comunión
que tengamos con el Espíritu Santo. Sólo Él nos puede guiar por ese “camino” que Él transita y que nos
acerca más a Dios.

DESARROLLO
1. Decidamos elegir andar por el “camino de santidad”.
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta,
y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la
vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13-14
Todo camino nos conduce a un destino. Nada es por accidente. Es decir, podemos visualizar nuestro
destino entendiendo el camino que andamos. Si el camino que he elegido transitar es “torcido” y de
maldad, puedo tener la certeza que el destino que me espera no es nada alentador. En cambio, elegir
el camino de “santidad” es optar por una vida eterna en la presencia de Dios.

La palabra camino en este contexto se refiere al curso de la vida o un modo de acción; conducta o
costumbre, rumbo, etc. De acuerdo a este pasaje, existen solamente dos caminos que uno puede
transitar: uno que conduce a la vida, el cual es difícil y muy pocos son los que lo escogen, no entran
multitudes; y el otro que conduce hacia la perdición el cual es más fácil, por lo cual la mayoría lo toma.
Todo hombre o mujer debe escoger uno de los dos caminos, no existe la “neutralidad”.
Camino de Santidad
Si vamos a seguir el camino de la santidad tenemos que mantenernos dentro de los parámetros de la
Palabra de Dios. En ella el camino de la santidad está bien definido y es el único que nos lleva más cerca
de Dios.

Todos tenemos una elección de vida qué hacer: decidir por qué camino avanzar.

2. El “camino de santidad” requiere obediencia.


22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor
fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 1 Pedro 1:22
Somos perfeccionados en santidad en la medida que abrazamos las Escrituras. Se logra al poder estar
continuamente limpiándonos de toda contaminación, y este proceso de limpieza viene por Su Palabra.
Cada vez que estudiamos las Escrituras y la ponemos en práctica, Dios está limpiando nuestra mente
y llevándola a un proceso de transformación para tener la mente de Cristo.

Para ser perfeccionados en santidad se requiere una motivación fundamentada en convicciones


firmes en el Señor, en la Palabra de Dios. No podemos movernos por las demandas que ejercen las
personas, sino como resultado de una mente y un corazón transformado producto de la fe en Dios.
Todo lo que proviene del mundo y de esta vida es pasajero; lo único que nos puede mantener anclados
al propósito divino es nuestra determinación de considerar la Escritura como nuestra norma de vida.
(1 Juan 2:17)

CONCLUSIÓN
Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12
En algún momento de nuestro caminar, creíamos que el engaño y la confusión era algo bueno o recto,
pero el final nos dimos cuenta que era camino de muerte, como dice la Escritura. Requerimos poner
nuestro tiempo, nuestros talentos y dones a disposición del Señor para que Él se encargue de
moldearnos y llegar a ser Su brazo en la tierra. En este camino no hay atajos, ya que santidad implica
reflejar el carácter de Dios en la tierra.

¿Qué camino estoy siguiendo en mi vida hoy? ¿El camino “ancho” o el camino “angosto”?

¿Estoy obedeciendo a la voz de Dios o a las voces del mundo?

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