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GUÍA DE DISCIPULADO

CLASE 6. LOS DEMONIOS

Los demonios son ángeles caídos, es decir, entidades que junto a Satanás se rebelaron

contra Dios. Poseen cuerpos espirituales, pertenecientes a ese mundo

espiritual y muchas veces no visible, pero que pueden llegar a materializarse en

nuestro mundo visible. Isaías 14: 12-15 nos habla de ello, cuando nos relata lo

acontecido con Lucifer, que es el mismo Satanás: “ Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo

de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías

en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono,

y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las

nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los

lados del abismo.”

Los demonios, junto a Satanás, están en constante guerra contra Dios, los ángeles y

contra la humanidad, causando asechanzas, mayormente en los siervos de Dios,

herederos de la Salvación, como vigilantes y acusadores de los mismos. Es por ello que en

la palabra de Dios se habla de este adversario, como está establecido en 1 Pedro 5:8 “Sed

sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda

alrededor buscando a quien devorar”

¿Quién es Satanás?

Conforme a las Sagradas Escrituras, establecidas en el libro de Ezequiel 28: 14-15,

Satanás fue creado por Dios como un querubín, vestido de toda piedra preciosa, creación

bella y perfecta de toda la creación de los ángeles, era el protector del santuario de Dios

en el cielo: “Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí

estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus

caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.”

Querubín que luego se volvió contra Dios, es decir, Satanás es un ser espiritual que

lideró una rebelión celestial contra Dios, lleno de iniquidad y pecado, afirmó su propia

voluntad por encima de la voluntad de Dios, por lo cual fue arrojado a la tierra, y sus

ángeles fueron arrojados con el (Apocalipsis 12:7-9). Su nombre personal, "Satanás",


significa "adversario", e indica la naturaleza esencial de Satanás, como el enemigo de

Dios, de todo lo que Dios hace y de todo lo que Dios ama, también se le llama "el diablo"

en el Nuevo Testamento. La palabra "diablo" significa "falso acusador" o "calumniador".

Nombres de Satanás:

 El Tentador: “Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para

informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que

nuestro trabajo resultase en vano. (1 Tesalonicenses 3:5)

El Malo: “cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y

arrebata lo que fue sembrado en su corazón”… (Mateo13:19)

El Enemigo: “El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los

segadores son los ángeles.” (Mateo13:39)

 El Acusador: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la

salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque

ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba

delante de nuestro Dios día y noche. (Apocalipsis 12:10)

 Príncipe de la potestad del aire: “ en los cuales anduvisteis en otro tiempo,

siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire,

el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”, (Efesios 2:2)

 El Maligno: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”

( 1 Juan 5:19)

Nuestro Adversario (1 Pedro 5.8)



Mentiroso y Padre de mentira (Juan8:44)

El pecado y la muerte

  Evidentemente, la obra maligna de Satanás y sus demonios, se evidencia a través de la

muerte y el pecado. En concordancia al libro de Génesis, la maldición sobre la humanidad


en el Jardín del Edén, causada por su pecado, fue claramente establecida a través de la

muerte, como esta escrito: "Ciertamente morirás" (Génesis 2:17). Desde entonces,

hemos visto en la humanidad manifiesta la verdad de Romanos 6:23, " porque la paga

del pecado es muerte…".y con ello, es necesario entender que la maldición sobre la

humanidad trae consecuencias de condenación eterna, constituyendo así la muerte, el

arma más poderosa y aterradora de Satanás nuestro adversario, en contra de la

humanidad.

No obstante, nuestra esperanza, está radicada en la victoria de Cristo sobre la muerte.

La resurrección de Jesús fue una verdadera y total derrota de la muerte. Como el Santo

Hijo de Dios, Jesucristo venció a la muerte una vez y para siempre, como explicó Pedro:

" al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que

fuese retenido por ella." (Hechos 2:24). Cristo venció a la muerte porque estaba libre de

pecado, es decir, así como el pecado trae consecuencias de condenación, la victoria de

Cristo sobre la muerte tiene consecuencias eternas para todo aquel que cree en El. Como

creyentes, somos vencedores con Él, pasando de muerte a vida, como está establecido en

2 Timoteo 1:10: “pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro

Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y saco a luz la vida y la inmortalidad por el

evangelio.”

Fortalecidos en el Señor Jesucristo

Hemos estudiado como Satanás y sus demonios intentan destruir la obra de Dios,

engañando y asechando a su pueblo santo, a través de espíritus inmundos, espíritus de

mentira, promoviendo y combatiendo a través del pecado, la muerte y la maldad. Sin

embargo, como creyentes debemos es necesario entender quién es Nuestro Dios, Jehová

de los Ejércitos, quien nos defiende, y nos enseña a luchar a través de su palabra. Ejemplo
de ello lo vemos allí mismo en Efesios 6: 10-11,13, que nos dice: “Por lo demás, hermanos

míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de

Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Por tanto, tomad

toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado

todo, estar firmes”.

Los demonios o ángeles caídos son enemigos de Dios, y de su pueblo, pero son

enemigos derrotados. Jesucristo "…despojo a los principados y a las potestades” y “los

exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). Mientras nos

sometemos a Dios y resistimos al diablo, no tenemos nada que temer, porque mayor es el

que está en vosotros, que el que está en el mundo (1ª Juan 4:4).

Para Reflexionar:

 Efesios 6: 12, Santiago 4:7; Romanos 8


Verdad: La realidad es la existencia de Satanás y sus demonios, quienes son nuestros

enemigos constantemente originan destrucción, asechanzas, luchas y hasta la muerte.

Según Jn. 10:10 EL ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir.

Acción: Dios anhela de esta gran verdad, es que usemos con autoridad las armas

espirituales que Dios nos da para defendernos del enemigo, y como hijos de Dios nos

sometamos a Dios, y resistamos al diablo quien huirá de nosotros.

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